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La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

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Page 1: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

F-6 E: C)Cú0OOO7~9i

p SI Q c-:...cü

Page 2: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

LA EVALUACIÓN DE HABILIDADES LINGÜÍSTICAS

EN EL CURSO DE LENGUAJE Y EXPRESIÓN I

DEL CAMPUS CIUDAD JUÁREZ

Tesis presentada

Por

GLORIA AL V A RODRÍGUEZ CHÁVEZ

Presentada ante la Dirección Acadénúca de la Universidad Virtual del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

como requisito parcial para optar al título de

MAESTRA EN EDUCACIÓN

Mayo de 2001

Maestría en Educación con Áreas de Especialización

Page 3: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

INSTITUTO TECNOLOGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY

UNIVERSIDAD VIRTUAL

CAMPUS CIUDAD JUAREZ

CONSTANCIA DE EXAMEN Y AUTORIZACION DE LA EXPEDICION

DE GRADO ACADEMICO

043

Los suscritos, miembros del jurado calificador del examen de grado sustentado hoy

por Gloria Alva Rodríguez Chavez

en opción al grado académico de

Maestra en Educacion, especialidad en Linguistica Aplicada (Area de español) . .

hacemos Constar que el BUStentante resultó ~ rr .M.<-<.,_-.,,. .. u .. #A <...,.

Mta. Graciela Murillo Paniagua

ores Fahara

Hago constar que el sustentante, de acuerdo con documentos contenidos en su

expediente, ha cumplido con los requisitos de graduación, establecidos en el

Reglamento Académico de los programas d

Ing. Carlos -.Enrique Cruz Liman Rector de la Universidad Virtual

aduadoa de la Universidad Virtual.

ng. Albe~ Arauja Saavedra Director General del Campus

Cd. Juárez, Chih., a 16 de abril de 2001

Page 4: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

DEDICATORIA

Al Rey de reyes

y Señor de señores,

fortaleza y castillo mío,

quien hace lo imposible

posible a través de la fe.

Page 5: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ÍNDICE DE CONTENIDO

Página

AGRADECIMIENTOS ...................................................................................................... i

RESUMEN ........................................................................................................................ ii

ÍNDICE DE TABLAS ..................................................................................................... .iv

ÍNDICE DE FIGURAS ..................................................................................................... V

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 1

Capítulo

l. EL TEMA DE INVESTIGACIÓN ......................................................... 5

A. La selección del tema ......................................................................... 5 B. La delimitación conceptual ................................................................ 5

1. El concepto de evaluación ...................................................... 5 2. El concepto de diagnóstico ..................................................... 9 3. El concepto de intervención pedagógica ............................... 1 O 4. El concepto de desarrollo ....................................................... 11 5. El concepto de habilidad lingüística ...................................... 14

C. La relación conceptual. ..................................................................... 17 D. Las características del tema de investigación ..................................... 19

11. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ................................................ 21

A. Las características del problema ......................................................... 21 B. Los antecedentes del problema ............................................................ 21 C. La detección del problema ................................................................... 23 D. La delimitación contextual del problema ........................................... .23 E. Las dimensiones del problema ............................................................ 25

111. OBJETIVOS .............................................................................................. 26

A. La formulación de objetivos ................................................................ 26

1. El objetivo general. ........................................................................ 26 2. Los objetivos particulares .............................................................. 27

B. Las dimensiones de los objetivos ......................................................... 27

Page 6: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

C. Los beneficios del logro de los objetivos ............................................. 29

IV. HIPÓTESIS ................................................................................................ 31

A. Los criterios para la formulación de hipótesis .................................... 31 B. El planteamiento de la hipótesis ........................................................... 31 C. Las variables ......................................................................................... 32 D. La explicitación de las variables ........................................................... 34

V. MARCO TEÓRICO ................................................................................. 40

A. Epistemología y tipología de la evaluación ......................................... .40 B. Análisis de los criterios internos que orientaron la elaboración

del programa del curso de Lenguaje y Expresión 1.. ............................ .48

1. La competencia comunicativa como objetivo fundamental .......... .48 2. El enfoque interactivo del programa de estudios ........................... .49 3. La filosofia del lenguaje integral presente en el programa de

estudios ........................................................................................... 50 4. El desarrollo de las tres habilidades lingüísticas, núcleo del

programa de Lenguaje y Expresión I.. ............................................. 50 5. La enseñanza de la ortografia y la gramática en el programa

del curso de Lenguaje y Expresión 1.. ............................................. 51 6. El desarrollo personal y la integración social del sujeto en el

curso de Lenguaje y Expresión I ................................................... 52

C. Los fundamentos psicológicos que configuran el curso de Lengua-je y Expresión I .................................................................................... 54

1. La evolución de la teoría cognitiva de aprendizaje y su relación con el desarrollo de la Lingüística .................................................. 54

2. La psicología cognitiva en el curso de Lenguaje y Expresión 1.. .... 57

a. La comprensión lectora en el curso de Lenguaje y Expresión .58 b. La escritura en el curso de Lenguaje y Expresión I .................. 61 c. Hablar y escuchar dos actividades comunicativas básicas

en el curso de Lenguaje y Expresión l. .................................... 69

D. El rediseño del curso de Lenguaje y Expresión .................................... 75

1. La Misión del ITESM y el rediseño ................................................. 75

a. Las habilidades lingüísticas en el marco del rediseño del curso de Lenguaje y Expresión 1.. ....................................................... 76

b. El desarrollo de actitudes y valores en el rediseño del curso de Lenguaje y Expresión 1.. ....................................................... 76

d. La política de evaluación en el rediseño del curso de Lengua-je y Expresión l. ........................................................................ 77

Page 7: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

E. La evaluación de las habilidades lingüísticas ........................................ 78

1. La evaluación de los modelos de evaluación de habilidades lingüísticas ........................................................................................ 79

2. Aportaciones de la teoría a la evaluación de habilidades lingüís-ticas ................................................................................................... 82

a. La evaluación de la expresión oral.. ........................................... 83 b. La evaluación de la comprensión lectora .................................. 88 c. La evaluación de la expresión escrita ........................................ 96

VI. METODOLOGÍA ........................................................................................ 114

A. El diseño de la investigación ................................................................ 114

1. La población ................................................................................... 116 2. La selección de la muestra ............................................................. 117 3. La recolección de datos ................................................................ 118

a. Los instrumentos de recolección de datos .............................. 118 b. La confiabilidad de los instrumentos de recolección de

datos ........................................................................................ 120 c. La validez de los instrumentos de recolección de datos ......... 120 d. El procedimiento de aplicación de los instrumentos ............... 121

VII ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS .............................. 123

A. Los resultados ..................................................................................... 123 B. La discusión y el análisis de resultados ............................................ 132

VIII CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ........................................ 162

A. Las conclusiones .................................................................................. 162

1. El marco de las conclusiones ........................................................ 163 2. La síntesis de conclusiones ........................................................... 167 3. La formulación de la tesis .............................................................. 169

B. Las recomendaciones .......................................................................... 170

1. Preámbulo a las recomendaciones ............................................... .170 2. Las implicaciones de las recomendaciones .................................. 171

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................... 176

Page 8: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ANEXOS

l. PROGRAMA DEL CURSO DE LENGUAJE Y EXPRESIÓN 1.. ......................... 181

2. PROGRAMA REDISEÑADO PARA EL CURSO DE LENGUAJE Y EXPRE-

SIÓN I. ..................................................................................................................... 191

3. ENCUESTA SOBRE EVALUACIÓN DE HABILIDADES LINGÜÍSTICAS (PROFESOR) ............................................................................. 198

4. ENCUESTA SOBRE EVALUACIÓN DE HABILIDADES LINGÜÍSTICAS (ALUMNO) ................................................................................ 205

VITAE .......................................................................................................................... 210

M

Page 9: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

AGRADECIMIENTOS

Hace veinte años, asumí la enseñanza como vocación y práctica profesional y

adquirí el compromiso de superarme permanentemente para mejorar y actualizar mi tra­

bajo en el aula; bajo esta idea, he realizado un esfuerzo personal y profesional para cono­

cer más sobre el aprendizaje y la enseñanza.

Quiero agradecer aquí, al ITESM por su contribución a mi formación profesional,

pues en la Maestría en Educación pude visualizar un amplio campo para la investigación

sobre los procesos de aprendizaje y enseñanza.

Son muchas las personas de las que aprendí conceptos, teorías, valores, actitudes y

posibilidades de aplicación en el campo de la práctica docente. Mi agradecimiento a todos

y cada uno de los catedráticos que impartieron los cursos de la Maestría en Educación con

Especialidad en Lingüística Aplicada: Dra. María Luisa Martín, Dra. Dora Estela Rodrí­

guez, Dra. Blanca Elizondo, Dra. Irene Gartz, Dra. Ileana Seda, Mtra. Patricia Aristi, Dra.

Margarita A. De Sánchez, Dr. Víctor Zúñiga y Mtra. Martha Casarini.

Muchas gracias a la Mtra. Graciela Murillo por su ayuda y apoyo.

Gracias también a los miembros de mi familia, que siempre me animaron y que en

esta etapa me toleraron pacientemente el estrés y los inconvenientes en la vida familiar que

conlleva la elaboración de una tesis.

Gracias a Bere y Grethel que con su ternura me animaron a concluir, pero sobre

todo gracias a Dios, por su presencia en mi vida.

Page 10: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

RESUMEN

LA EVALUACIÓN DE HABILIDADES LINGÜÍSTICAS EN EL CURSO DE

LENGUAJE Y EXPRESIÓN I DEL CAMPUS CIUDAD JUÁREZ

DICIEMBRE DE 2000

GLORIA AL V A RODRÍGUEZ CHÁVEZ

LICENCIADA EN EDUCACIÓN UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

MAESTRA EN EDUCACIÓN INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY

Dirigida por la Maestra Graciela Murillo P.

Este trabajo es resultado de una investigación descriptiva realizada en el ITESM,

Campus Ciudad Juárez, en el curso de Lenguaje y Expresión 1, para conocer la naturaleza

de la evaluación e identificar en qué medida permite conocer el nivel de desarrollo de las

habilidades lingüísticas del estudiante de preparatoria.

La metodología utilizada es descriptiva y evaluativa, pues se describe la evaluación

realizada en el curso de Lenguaje y Expresión I y se valoran los datos a partir de una serie

de criterios preestablecidos que brindan elementos para tomar decisiones.

El procedimiento mide en los grupos seleccionados (profesores y alumnos) las

variables formuladas en tomo a los procesos de evaluación de habilidades lingüísticas para

su descripción y son: aplicación de evaluación diagnóstica; comunicación y uso de crite­

rios de evaluación; uso de evaluación formativa, autoevaluación, retroalimentación, coeva-

luación, formas predominantes de evaluación y características del docente.

Los resultados de los datos, obtenidos de los instrumentos aplicados a profesores y

alumnos, revelan que los profesores no diagnostican el nivel inicial de sus alumnos en

comprensión lectora, redacción y expresión oral; no comunican criterios de evaluación, no

11

-

Page 11: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

consideran la evaluación formativa en la retroalimentación, no confieren utilidad peda­

gógica a la coevaluación y autoevaluación, usan formas de evaluación inadecuadas para va­

lorar procesos y se confirma que la formación profesional del maestro, su nivel de estu­

dios, experiencia, tipo de nombramiento, cargo que desempeña en la institución y cursos de

capacitación tornados influyen en la clase de evaluación que realiza con sus alumnos.

Las conclusiones arriban a la tesis que se expresa a continuación: la evaluación de

habilidades lingüísticas en el curso de Lenguaje y Expresión I del ITESM, Campus Ciudad

Juárez, adolece de una serie de deficiencias teórico-metodológicas, derivadas de la adop­

ción de una postura epistemológica empírico y positivista, que se concretan en el uso de

formas tradicionales de evaluación, en la carencia de un diagnóstico oportuno y en una in­

tervención mal planificada e inadecuada para favorecer en los estudiantes un mayor nivel

de desarrollo y aprendizaje de las habilidades lingüísticas de comprensión lectora, expre­

sión oral y redacción.

111

Page 12: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro Página

1. Las características de los profesores que imparten la materia de de Lenguaje y Expresión 1.. ............................................................ 124

2. Los criterios generales usados por los maestros para evaluar el curso de Lenguaje y Expresión l.. .................................................. 125

3. La percepción de alumnos y maestros sobre los criterios de eva-luación usados en el curso de Lenguaje y Expresión l.................. 125

4. El uso de criterios de evaluación en un examen diagnóstico .................. 127

5. Las formas predominantes de evaluación en el curso de Lengua-je y Expresión I .............................................................................. 128

6. La riqueza en el uso de estrategias de evaluación ................................... 128

7. Los porcentajes que los profesores asignan a los criterios de eva-luación ............................................................................................ 130

IV

Page 13: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES O FIGURAS

Figura Página

1. Lo que dicen los maestros y sus alumnos sobre la evaluación del curso de Lenguaje y Expresión l. ............................................................................. 127

2. Las estrategias de evaluación .......................................................................... 130

V

Page 14: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo es un estudio realizado en el ITESM, Campus Ciudad Juárez,

en la división de preparatoria, en el curso de Lenguaje y Expresión l. Para su construcción

se partió de la idea de que se requieren estrategias de evaluación innovadoras para elevar la

calidad educativa y mejorar la educación que se ofrece a la población demandante. Es in­

dudable que el sistema de evaluación de aprendizajes cumple una función muy importante

en el sistema educativo, pues la comprobación de los avances y obstáculos que los estu­

diantes enfrentan durante la ejecución del programa del curso es el instrumento básico para

una toma de decisiones efectivas en distintos niveles.

Un elemento clave en las estrategias de evaluación será el conocimiento y uso de

nuevas formas para describir y valorar lo que el estudiante es capaz de producir en expre­

sión oral, redacción y comprensión lectora. Esto implica la construcción de instrumentos

para evaluar los niveles de dominio de estas tres habilidades lingüísticas.

El supuesto metodológico básico del que parte la investigación es que los proble­

mas reales involucrados en la evaluación del desarrollo y aprendizaje de las habilidades lin­

güísticas pueden comprenderse mejor cuando se analizan las prácticas que los profesores

realizan en sus grupos.

En fundamento con lo dicho anteriormente, la investigación de propone alcanzar los

siguientes objetivos:

• Describir el estado de la evaluación realizada en el curso de Lenguaje y Expresión l.

• Evaluar internamente las prácticas de evaluación que se realizan en los cursos de Len­

guaje y Expresión I, de nivel preparatoria, en el ITESM de Ciudad Juárez.

Page 15: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• ......

...

..

• Identificar en qué medida las prácticas de evaluación realizadas en los cursos de Len­

guaje y Expresión I, permiten conocer el desarrollo de las habilidades lingüísticas de los

estudiantes de preparatoria.

• Proporcionar elementos de juicio para fundamentar metodológicamente el diagnóstico y

la evaluación de las habilidades lingüísticas en el nivel medio- superior.

• Establecer algunas sugerencias prácticas sobre la formulación de criterios de evaluación

de las habilidades lingüísticas.

La hipótesis que sirvió como guía para la realización de la investigación se

explicita en los términos siguientes: la evaluación de habilidades lingüísticas realizada

por los docentes en el curso de Lenguaje y Expresión 1, del ITESM, Campus Ciudad

Juárez, presenta una serie de deficiencias teóricas y metodológicas, pues se concreta en

el uso de formas tradicionales de evaluación, en la carencia de un diagnóstico oportuno

y en una intervención pedagógica mal planificada e inadecuada para favorecer en los

estudiantes un mayor nivel de desarrollo y aprendizaje de las habilidades lingüísticas

de comprensión lectora, expresión oral y redacción.

La investigación fue realizada en todos los grupos que llevaron la materia de

Lenguaje y Expresión I, con el objeto de analizar las formas de evaluación que los pro­

fesores utilizan, detectando entre los mismos, coincidencias y elementos que les distin­

guen en función de las prácticas realizadas. En esa dirección, el insumo más impor­

tante de la empresa educativa es el maestro, quien desde la óptica que le permite su for­

mación inicial, su nivel de preparación, su experiencia, la capacitación recibida y sus

condiciones laborales; asume de una manera diferenciada la evaluación del desarrollo y

aprendizaje de las habilidades lingüísticas de sus alumnos .

2

Page 16: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Por lo tanto, el diseño de investigación usado fue cuantitativo, descriptivo, eva­

luativo y transversal, pues se ocupó de medir el estado de las variables en profesores y

alumnos en un sólo momento.

El procedimiento consistió en medir en la muestra de alumnos y en el total de

los profesores las variables formuladas en tomo a los procesos de evaluación de habi­

lidades lingüísticas para proporcionar su descripción y proceder a su valoración.

Las variables consideradas para su medición son: la aplicación y elaboración de

examen de diagnóstico, la presentación y definición de criterios de evaluación, la eva­

luación formativa, la autoevaluación, la retroalimentación, la coevaluación, las formas

predominantes de evaluación, los elementos usados para evaluar, las características y

funciones del docente, etc.

La recolección de datos se efectuó a través de la aplicación de dos instrumen­

tos sobre evaluación de habilidades lingüísticas, uno diseñado para los docentes y el

otro para los alumnos, con el objeto de realizar un análisis valorativo de los resultados

obtenidos que permitió conocer y comprender los puntos de coincidencia o discrepancia

de ambos elementos (profesores y alumnos) sobre la evaluación realizada.

Este trabajo reporta los resultados de la investigación realizada, para hacerlo,

se organizó su presentación de la siguiente manera:

En el capítulo I, se presenta el tema de investigación, a partir de la exposición

de la pregunta general del problema de investigación y la delimitación conceptual que

brinda la base para su comprensión y el planteamiento del diseño de investigación.

En el capítulo 11, se caracteriza el problema de investigación, se ahonda en los

antecedentes del problema y se establece la delimitación espacial, temporal y metodo­

lógica de la investigación.

3

Page 17: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

En el capítulo 111, se enuncian y explican los objetivos que la investigación

pretende cubrir.

En el capítulo IV, se formulan y explican las hipótesis que guiaron el proceso

de investigación.

En el capítulo V se presenta el marco teórico y se aborda la estructuración del

mismo desde las aportaciones de la lingüística, la psicología cognoscitiva, la psicope­

dagogía y el análisis de los criterios usados en la elaboración del programa del curso de

Lenguaje y Expresión I, así como en su rediseño.

En el capítulo VI se describe la metodología utilizada en la investigación, los

criterios de selección aplicados a la muestra poblacional y la elaboración de los instru­

mentos.

En el capítulo VII se presentan los resultados, se describen, se analizan y se

discute sobre ellos desde la construcción del marco teórico.

En el capítulo VIII se presentan las conclusiones, así como sus implicaciones y

se recomiendan algunas acciones para mejorar la evaluación de habilidades lingüísticas

en el nivel medio-superior del ITESM.

4

Page 18: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO I

EL TEMA DE INVESTIGACIÓN.

A. La selección del tema

La pregunta general del problema de investigación es ¿cómo influye la evaluación

en el diagnóstico y tratamiento pedagógico de problemas de desarrollo de habilidades lin­

güísticas en el curso de Lenguaje y Expresión I, de nivel preparatoria, en el ITESM, de Ciu­

dad Juárez?

B. La delimitación conceptual

Para delimitar conceptualmente el problema se definen los términos evaluación,

diagnóstico, intervención, desarrollo y habilidad lingüística, en función del significado más

cercano a la realidad y a la esencia del concepto que se desea definir.

1. El concepto evaluación

El concepto evaluación tiene múltiples acepciones pedagógicas, que indudablemen­

te se relacionan con los diversos modelos y enfoques utilizados en la descripción y valora-­

ción de programas, materiales o acciones con fines educativos. Enseguida se presentan va­

rias definiciones para derivar el concepto que se considera como válido en el desarrollo de

esta investigación.

Concebida como un proceso de investigación de carácter axiológico, dado que le es

intrínseco connotar valorativamente al objeto evaluado, se califica a la evaluación como un

5

Page 19: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

conjunto de actividades de alta complejidad que para su ejercicio requiere de razonamiento

y responsabilidad. (Díaz Barriga, 1984, p.123 ).

Lafourcade (1979, p. 27), designa a la evaluación como una fase del proceso edu­

cativo que tiene como fin comprobar de modo sistemático en que medida se han logrado los

resultados previstos en los objetivos que se especificaron con antelación.

Cronbach ( 1963, p. 672), conceptualiza la evaluación como una forma de investi­

gación aplicada, cuyo propósito es decidir sobre el valor del programa, actividad o producto

y sobre las acciones que deben tomarse para mejorar su eficacia, eficiencia o pertinencia;

en ese sentido la evaluación se entiende como el recurso para proporcionar información

sobre los procesos inherentes al acto educativo, la cual debe ser valorada después para ayu­

dar en la toma de decisiones de quienes gobiernan e intervienen en los mismos.

Olmedo (1979, p. 56 ), afirma que la evaluación del aprendizaje es un proceso sis­

temático, mediante el cual se recoge información objetiva y útil acerca del aprendizaje del

alumno, que permite en primer término mejorar ese aprendizaje y en segundo término pro­

porciona al maestro elementos para formular un juicio acerca del nivel alcanzado y de la

calidad del aprendizaje logrado, así como de lo que el alumno es capaz de hacer con ese

aprendizaje.

Woolfolk (1990, p. 517), define a la evaluación como un proceso de análisis y

destaca la importancia de evaluar tanto los procesos como los productos de aprendizaje, con

el objeto de definir de manera precisa aspectos incorrectos o incompletos del conocimien­

to del alumno e influir en la toma de decisiones sobre las estrategias más apropiadas de

enseñanza.

Desde otra perspectiva, Morán Oviedo ( 1986 p.12), establece que la evaluación del

proceso educativo, inicia cuando se especifican los propósitos del curso en términos de en­

señanza y aprendizaje: es decir, desde la determinación de los objetivos va implícito el pro-

6

Page 20: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

1

..

1

ceso de evaluación. Este autor concibe a la evaluación como una actividad que puede

coadyuvar en el mejoramiento de la calidad del quehacer pedagógico.

Para Mayer (1987, p. 260), la evaluación tiene como objeto obtener una compren­

sión más profunda de los procesos mentales y de las estructuras de contenido subyacentes a

la ejecución de los alumnos en tareas complejas de resolución de problemas. En este senti­

do se pretende evaluar los procesos y las operaciones necesarias para el desarrollo de una

habilidad o bien de una respuesta de tipo intelectual, como sería representarse W1 problema,

identificar sus componentes, emitir una respuesta e identificar el resultado.

La evaluación, en términos generales, es un complejo conjunto de actividades o­

rientadas a regular el funcionamiento del sistema educativo. Dichas actividades de eva­

luación pueden ser extraordinariamente diversas en cuanto a los ámbitos evaluados, los

agentes que las realizan, las formas que revisten, las funciones que tratan de cumplir, los

contenidos a que remiten y los marcos de referencia utilizados. (Martín, 1994, p. 141 ).

Celman de Romero (1991, p. 19), concibe a la evaluación educativa como W1 pro­

ceso de planeación, obtención y elaboración de información útil para juzgar las posibilida­

des de decisión, sobre los diferentes elementos que intervienen en el acto educativo. En esta

concepción la evaluación del rendimiento de los alumnos, no es el único aspecto involucra­

do en la evaluación educativa, la autora argumenta que la evaluación aparece como inte­

grante e integrada a W1 proceso y a la vez es W1 proceso en sí misma de interacción perma­

nente que incide, modifica y reestructura la enseñanza y el aprendizaje.

Identificar a la evaluación educativa con la evaluación del alumno por un proceso

reduccionista, implica poner en práctica una concepción de evaluación como factor externo

al propio proceso de enseñanza-aprendizaje. En esta postura la evaluación aparece como

un acto de medición de la distancia entre unos objetivos pretendidos y fijados de antemano

7

Page 21: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

---explicitados o no- y el estado final del alumno, excluyendo de la necesidad de juicio

evaluativo a los demás elementos involucrados en la situación educativa.

En este sentido la evaluación educativa se refiere al proceso de indagación y va­

loración del sistema en todos sus ámbitos: administración ( estructura organizativa, norma­

tividad, funcionamiento de programas y servicios específicos), centros escolares (departa­

mentos, coordinación, profesorado) y proceso de enseñanza-aprendiz.aje (metodología,

libros de texto, medios didácticos, rendimiento del alumno). (Casanova, 1998, p. 42).

La evaluación de aprendizajes, es un elemento de la evaluación educativa y su fun­

ción está delimitada a las acciones que el docente realiza para conocer el nivel de desarrollo

de destrezas y habilidades, tanto manuales como intelectuales, que los alumnos adquieren

en un curso escolar.

El objetivo de este trabajo es indagar como se evalúan las habilidades lingüísticas

en el curso de Lenguaje y Expresión I, por lo tanto como punto de referencia se toma el

concepto de evaluación de aprendizaje, que se define como un proceso sistemático y rigu­

roso de obtención de datos, incorporado al proceso educativo desde su comienzo, de ma­

nera que sea posible disponer de información continua y significativa para conocer la si­

tuación, formar juicios de valor con respecto a ella y tomar las decisiones adecuadas para

proseguir la actividad educativa, mejorándola progresivamente. (Casanova, 1998, p. 70).

La concepción que se acepta como válida se relaciona con una serie de principios e

ideas personales que se derivan de la perspectiva teórica constructivista, que concibe a la

evaluación desde la noción de responsabilidad. ( Guba y Lineo 1n, 1989, p.41 ). Dicha noción

destaca el proceso de evaluación, como una práctica que responde a una necesidad social de

información, acerca de algunos aspectos del proceso educativo, que debe ser dada a cono­

cer a los grupos involucrados con el objeto de generar cambios o acciones educativas, que

8

Page 22: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

permitan superar la problemática detectada, desde una toma de responsabilidad reflexiva.

(Tierney, R., 1998, p. 375).

2. El concepto de diagnóstico

De la misma manera que el concepto evaluación, también el concepto de diagnós­

tico posee varias acepciones. La evolución del término inicia con el origen del mismo, que

proviene de dos vocablos griegos; dia que significa a través de y gnóstico, conocer. El

Diccionario de la Real Academia Española (1986, p. 493), define al diagnóstico como el

arte o acto de conocer la naturaleza de una enfermedad mediante la observación de sus

síntomas y signos; en una segunda acepción señala que el diagnóstico es la calificación que

da el médico a la enfermedad según los signos que advierte.

Como se ve, el diagnóstico surge y se desarrolla en el campo terapéutico, como un

proceso formal y sistemático mediante el cual el médico conoce y explica las causas de los

síntomas de la enfermedad del paciente, con el fin de poderla curar.

Astorga y Van der Bijl (1991, p. 29), conciben al diagnóstico como una investiga­

ción en donde se describen y explican ciertos problemas de la realidad para intentar su pos­

terior solución. Ambos autores coinciden en determinar al diagnóstico como la base o pri­

mera etapa en la cual se apoyan la planificación, la ejecución, la evaluación y la sistema­

tización.

Olmedo (1984, p. 59), desde un concepto más restringido, percibe el diagnóstico

pedagógico como un proceso evaluativo, que se realiza antes de iniciar una etapa de apren­

dizaje con el objeto de verificar el nivel de preparación que poseen los alumnos para en­

frentarse a las tareas que se espera sean capaces de realizar.

9

Page 23: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Arias Ochoa ( 1994, p. 19), conceptualiza al diagnóstico pedagógico, como un pro­

ceso de investigación para analizar el origen, desarrollo y perspectiva de los conflictos, di­

ficultades o contrariedades importantes que se dan en la práctica docente. En esta dirección,

a través del diagnóstico pedagógico el colectivo escolar se apropia del conjunto de vincula­

ciones internas y externas que constituyen la problemática escolar, para identificar el con­

junto de síntomas, signos, huellas, rastros y señales que hacen evidente la naturaleza del

problema; contextualizándolo en el tiempo, en el espacio y en el entorno.

Asimismo el diagnóstico permite encontrar las contradicciones, debatir supuestos

teóricos y reflexionar sobre la problemática para conformar un juicio interpretativo, gene­

rando al mismo tiempo una perspectiva de una posible acción educativa que permita su­

perarla.

En resumen, se trata de "comprender para resolver", por lo tanto el diagnóstico se

ubica en la comprensión crítica; es decir, que en principio interesa conocer para intervenir

mejor. Esta última concepción, se adopta como válida, para efectos de la delimitación del

tema de investigación. (Astorga y Van Der Bijl, 1991, p. 29).

3. El concepto de intervención pedagógica

La delimitación conceptual del término intervención pedagógica se desarrolla en

el terreno específicamente didáctico, en ese sentido se define como la aplicación rigurosa

de principios y técnicas derivados de la investigación sistemática a la solución de los pro­

oblemas de la práctica docente. (Martín, 1994, p. 14)

Otra definición de intervención pedagógica, afirma que consiste en una propuesta

tentativa, singular o particular para un contexto, para unos alumnos que se apoya en princi­

pios pedagógicos interpretables y abiertos. (Zabalza, 1991, p. 158)

10

Page 24: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Para Pérez Gómez (1988, p. 130), la intervención educativa es una actividad que

conjuga elementos técnicos y artísticos, ya que los problemas son construidos a partir de la

situación problemática, esto es, la identificación de problemas educativos, implica nombrar

las cosas sobre las que es preciso detenerse para situarlas en un escenario pedagógico espe­

cífico y encontrar soluciones posibles de aplicar.

De la Torre (citado por Arias Ochoa, 1994, p. 112), considera la intervención pe­

dagógica como una actividad intencional, planificada que requiere previsión y esfuerzo, ca­

racterizada por la novedad y la originalidad, ya que introduce algo nuevo en nuestras ideas,

recursos y prácticas.

La aproximación conceptual que concuerda con los objetivos del presente trabajo

de investigación coincide en calificar a la intervención pedagógica, como una propuesta

global, que sustenta una serie de actividades intencionalmente planificadas, cuyo objeto es

solucionar problemas de la práctica docente, aplicando de forma coherente principios téc­

nicos y teóricos.

4. El concepto desarrollo

En la misma línea de delimitación conceptual el término desarrollo es explicado de

varias maneras, a partir de un paradigma psicológico o pedagógico dado.

Para el conductismo, el desarrollo es el producto de los efectos acumulativos del

aprendizaje e involucra la determinación de la relación entre dos factores en el ámbito edu­

cativo: manipulaciones instruccionales y ejecución resultante. Por lo tanto el desarrollo

intelectual sería el resultado de la cantidad de conocimientos y experiencias acumuladas.

(Delval, 1984, p. 76).

Para los modelos cognitivos fomentar el desarrollo va más allá de ayudar al sujeto a

11

Page 25: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

construir conexiones estímulo-respuesta; es necesario considerar también los procesos in­

ternos, los cuales juegan un papel muy importante en el aprendizaje. La concepción del de­

sarrollo en la teoría cognitiva, tiene como objeto lograr el pensamiento abstracto por un

lado y la autonomía del individuo para el aprendizaje, por el otro. En este enfoque el desa­

rrollo humano se basa en inferencias de cosas no cuantificables. (Delval, 1984, p. 79).

Para Piaget el desarrollo del niño es un proceso temporal por excelencia, ya que

todo desarrollo tanto biológico como psicológico, supone una duración de tiempo y la in­

fancia dura más cuanto superior sea la especie; en ese sentido se concibe el desarrollo psí­

quico como una construcción progresiva que se produce por interacción entre el individuo y

su medio ambiente. ( Leland, 1984, p. 385)

Al profundizar sobre los procesos propios del desarrollo intelectual del niñ.o, Jean

Piaget hace una diferencia entre lo que el sujeto recibe por transmisión social (influencia

familiar escolar o educativa en general) y el desarrollo espontáneo o psicológico, que es el

desarrollo de la inteligencia propiamente dicho, lo que el ruño aprende o piensa, aquello

que no se le ha enseñado pero que debe descubrir por sí solo; esto es lo que le toma tiempo.

(Ruiz, 1983, p. 37).

En su explicación genética de desarrollo, Piaget divide a éste en cuatro períodos,

cada uno de los cuales presenta características distintivas, es decir cada estadio o período

tiene un espacio temporal de duración dentro del desarrollo que señala la formación de de­

terminadas estructuras. Las etapas de desarrollo que Piaget establece como universales para

todos los sujetos son: el período sensoriomotor que abarca de los O a los 2 años, el período

preoperacional de los 2 a los 7 años, el período de operaciones concretas de los 7 a los 11

años y el período de operaciones formales, cuyo establecimiento abarca de los 11 a los 15

años.

12

Page 26: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Por su parte la teoría psicosocial representada por Erick Erickson, considera al de­

sarrollo como el paso por una serie de etapas, preocupaciones, logros y peligros, centrándo­

se principalmente en el desarrollo personal y social del sujeto en relación al contexto socio­

cultural al que pertenece. Su teoría del desarrollo social comprende ocho etapas críticas, las

cuales llevan a un resultado positivo o a uno negativo. La solución adecuada a cada crisis

contribuye a aumentar la capacidad de enfrentarse a crisis futuras. (Woolfolk, 1990, p. 92).

Cada crisis es un conflicto entre una alternativa positiva y otra potencialmente negativa, la

forma en que cada persona resuelve cada crisis tendrá efectos duraderos sobre la imagen de

sí mismo y sobre su percepción de la sociedad. De la solución correcta de las crisis derivan

las bases sólidas para la formación de la identidad. (Woolfolk, 1990, p. 87).

La definición que orientará el proceso de construcción de esta investigación se ape­

ga al paradigma cognitivo que concibe al desarrollo como un proceso interactivo en el que

la disposición a la formación de las estructuras cognitivas parece yacer en la herencia bio­

genética del hombre. Su desarrollo mismo y el nivel que este desarrollo alcanza, por otro

lado depende de las influencias ambientales que desencadenan el proceso de adquisición de

experiencia. Esta experiencia es parte nuclear del aprendizaje que se obtiene a través de la

percepción sensorial, de lo que se acepta de fuentes secundarias, sobre todo a través de la

enseñanza-formal o informal- y de las acciones que realiza el sujeto, aunadas a sus

consecuencias.

Los conocimientos, recibidos por esas fuentes, en el concepto sistémico, sirven co­

mo "insumos", "entradas" o "inputs" que se transforman a través de procesos cognoscitivos

en "salidas, "outputs" o "productos": estructuras cognitivas, por un lado y conocimientos

bien estructurados o una base de datos por otro.

13

Page 27: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

5. El concepto habilidad lingüística

Para la delimitación del concepto habilidad lingüística se parte inicialmente de la

definición del término habilidad, concebido como una facultad de la persona, cuyo desarro­

llo requiere de un aprendizaje sistemático y deliberado. (Sánchez de, 1991, p. 217).

Gartz, (1994, p. 32) afirma que las habilidades son capacidades que pueden expre­

sarse en conductas en cualquier momento, porque han sido desarrolladas a través de la

práctica y pueden utilizarse o ponerse en juego tanto consciente como inconscientemente

de forma automática.

Campos (1989, p. 8) designa a la habilidad como las formas específicas que el in­

dividuo utiliza para aprender, transformar y reconstruir la realidad. Por ejemplo, el aprendi­

zaje de datos, conceptos y enunciados complejos (teorías; reglas: gramaticales, discursivas,

matemáticas u otras) requiere de formas específicas de articulación, recorte e interpreta­

ción. Estas formas específicas son las habilidades de carácter lógico, como las clasifica­

ciones (conjuntos y clases de objetos), las relaciones (de equivalencia, implicación, causa­

lidad, etc.) y el análisis así como la interpretación de acuerdo con una determinada racio­

nalidad ( epistemológica, ideológica, y social).

Gartz (1994, p. 23), afirma que en el desarrollo de una habilidad, necesariamente se

dan una serie de procesos que poseen una jerarquía o secuencia lógica de su aplicación, lo

que supone la articulación y existencia de una estructura tipo red en la que se interrelacio­

nan los procesos como hilos entretejidos. El sujeto tiene que seleccionar entre los procesos

que tiene a su disposición, aquellos que sean más adecuados para la realización de una ta­

rea dada, estableciendo de esa forma las estrategias que le lleven a la meta. Las actividades

mentales de selección y ordenamiento de procesos se componen de varios subprocesos que

con frecuencia se realizan de manera diferente en cada individuo. El saber en qué consiste

14

Page 28: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

cada proceso y cuáles procesos se usan para cuál tarea, por otro pertenecen al campo de la

metacognición o metaconocimiento.

La práctica de los procesos cognoscitivos y metacognoscitivos llevan a la adquisi­

ción de habilidades automatizadas. Esta automatización libera parte de la energía mental

para otros retos que entonces se pueden atacar paralelamente a la ejecución de los procesos

que ya no requieren de tanta atención cognitiva. (Gartz, 1994, p. 24).

El concepto de habilidad que se acepta como válido para enmarcar este trabajo de

investigación se deriva de la psicología cognitiva que concibe a la habilidad como una es­

tructura lógica sujeta a una determinada jerarquía y estructuración temporal que permite

realizar al sujeto operaciones y procesos mentales para codificar la realidad simbólicamen­

te.

Bruer (1997, p. 85), dice que existe una relación entre la habilidad general y el

desarrollo de las habilidades específicas. Es decir las habilidades generales como la me­

moria, la comprensión, el pensamiento productivo ( convergente y divergente), son los ele­

mentos básicos para el desarrollo de las habilidades de alto nivel o específicas.

En este sentido la habilidad lingüística se produce a partir de un procesamiento de

información, que pone en juego una serie de elementos o habilidades generales de carácter

lógico, como las clasificaciones (conjuntos y clases de objetos), las relaciones (de equiva­

lencia, implicación, causalidad) y el análisis (corte específico de la realidad o situación

comunicativa), así como la interpretación de acuerdo con una determinada racionalidad

(ideológica, social, epistemológica, etc.). (Campos, 1989, p. 9).

Gagné ( citado por Campos, 1989, p. 1 O), señala que existen dos relaciones que se

establecen entre habilidades: la jerarquía y la transferencia. La primera relación se expli­

ca a partir de la idea de que en una situación dada de aprendizaje, aparecen ordenadas je-

15

Page 29: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

rárquicamente, de fonna tal que una "menor" es un requerimiento necesario para una

"mayor". Por ejemplo en matemáticas, para el aprendiz.aje de las relaciones de desigual­

dad: "mayor que", "menor que", como requerimiento previo se debe manejar la relación de

igualdad, la cual aparecerá siempre que se trabajen las primeras, por lo menos en las etapas

iniciales del aprendiz.aje.

La relación de transferencia establece el carácter transferible y mediador que las

habilidades tienen en el desarrollo de habilidades de mayor complejidad. En este sentido el

aprendiz.aje de una determinada habilidad, ayuda al aprendizaje de otra relacionada con

ella.

En términos más específicamente pedagógicos de Sánchez, ( 1991, p. 221 ), dice

que el desarrollo de una habilidad lingüística, involucra los elementos que siguen:

a. El paso del alumno por una serie de etapas evolutivas en su desarrollo lingüís­

tico y el reflejo de éstas en los procesos de comunicación.

b. La práctica sistemática, gradual, guiada e intencional de los procedimientos que

conforman el proceso lingüístico considerado ( comprensión auditiva, expresión oral, lectu­

ra y escritura).

c. El desarrollo de las estructuras lingüísticas que permitan identificar discrepan­

cias entre lo que se estableció como estado inicial y lo que se logró, para la aplicación de

una retroalimentación adecuada o necesaria para eliminar dichas discrepancias.

d. La definición de criterios que permitan evaluar el progreso alcanzado y lo que se

requiere para lograr el nivel de desarrollo esperado.

16

Page 30: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

C. La relación conceptual

Identificar la influencia de la evaluación en el diagnóstico y tratamiento de proble­

mas en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, implica necesariamente conocer el pro­

ceso a través del cual los profesores buscan y usan información procedente de fuentes di­

versas para llegar a un juicio de valor sobre el desempeño lingüístico de los alumnos.

Desde esta perspectiva los aspectos a valorar son el conocimiento previo del alum­

no y la transferencia del aprendizaje lingüístico, en términos de ejecución en situaciones

múltiples. En este punto cabría preguntar sobre los mecanismos de evaluación: ¿cuál es la

función de la evaluación en el desarrollo de habilidades lingüísticas?, ¿quién debe eva­

luar?, ¿qué formas de evaluación son las más adecuadas para recoger información sobre

este proceso de desarrollo?, ¿cuándo evaluar?, ¿cómo establecer criterios de evaluación pa­

ra habilidades lingüísticas?, ¿refleja la evaluación realmente lo que se pretende evaluar en

términos de desarrollo de habilidad lingüística? De acuerdo con lo anterior, someter a un

análisis crítico a la propia evaluación, requiere primero el establecimiento de una serie de

criterios que permitan evaluar los mecanismos de evaluación en el caso específico del desa­

rrollo de habilidades lingüísticas.

Dicho proceso de metaevaluación no sólo permitirá valorar de manera más riguro­

sa los resultados, sino también tomar decisiones más eficaces para mejorar el planteamien­

to, la dinámica y los modelos de evaluación en el área de lenguaje.

La construcción del objeto de investigación implica indagación teórica en los ám­

bitos psicológicos, pedagógico y lingüístico, ya que es necesario profundizar y articular las

bases teóricas psicopedagógicas en las que se sustenta el currículum de Lenguaje y Expre­

sión I y el proceso de enseñanza-aprendizaje, incluida la etapa de la evaluación, la que se

delimita y define por el paradigma teórico que sustenta el currículum escolar.

17

-

Page 31: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Sin embargo, aquí es válido señalar que la evaluación al concretarse en prácticas

presenta contradicciones y disgresiones que se relacionan con paradigmas superados, así es

común declarar que la práctica pedagógica se sustenta en la teoría constructivista y sin em­

bargo realizar evaluaciones a través de exámenes objetivos estandarizados, que correspon­

den a las ideas de la psicología conductista de los años 50.

A partir de la afirmación anterior se hace evidente la necesidad de revisar los prin­

cipios que fundamentan el proceso de evaluación, con el objeto de corroborar su correspon­

dencia con los principios constructivistas del aprendizaje; ya que el planteamiento pedagó­

gico--didáctico sobre el que se fundamentan se centra en los procesos, por lo que importa

conocer qué construyó el alumno y cómo lo construyó, para detectar las posibles fallas o

dificultades y evaluar las posibilidades de cada uno favoreciendo una intervención pedagó­

gica racional que coadyude en el logro de los objetivos de aprendizaje.

Desde esta concepción se hace preciso incorporar la evaluación al proceso de ense­

ñanza y aprendizaje desde que éste comienza, como una función esencialmente formativa,

con la intención de mejorarlo progresivamente y llegar a los objetivos didácticos en el má­

ximo de situaciones posible. En este sentido la evaluación sumativa, sin dejar de ser impor­

tante, tiene otro objetivo y sus aportaciones son más restringidas en el perfeccionamiento de

la enseñanza y el aprendizaje.

Para evaluar habilidades lingüísticas o intelectuales resulta más confiable un mo­

delo de evaluación que permita comprobar "sobre la marcha" el nivel de desarrollo alcanza­

do, sin limitarse a una comprobación puntual, --en un examen--, donde por múltiples cir­

cunstancias, un alumno pueda equivocarse o no dar una evidencia confiable de su rendi­

miento.(A. Casanova, 1998, p. 128).

En la misma línea de reflexión y a manera de planteamiento general, se deduce que

los procesos de evaluación que se realizan cotidianamente en el aula, con el objeto de cono-

18

Page 32: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

cer el desarrollo de la habilidad lingüística del estudiante, juegan un papel muy importante

en la determinación y diagnóstico de la problemática detectada.

No obstante, hasta este momento, no se han investigado las características de los

procesos evaluativos y por lo tanto no se ha podido determinar en que medida la evalua­

ción permite conocer el desarrollo de la habilidad lingüística del estudiante.

Sobre procesos de metaevaluación de habilidades lingüísticas se ha investigado

poco, cabe mencionar algunas investigaciones análogas realizadas hasta este momento son

la de Robert J. Tierney, Litteracy assessment reform: shifting beliefs, principled possibi­

ilities, and emerging practices ( 1998), y de Peter Johnston, Assessment in reading ( 1991 ),

que presentan una serie de principios para evaluar la producción lingüística emanados de la

teoría, la investigación, la práctica y los ideales constructivistas.

D. Las características del tema de investigación

Desde un punto de vista científico, se considera que el tema es interesante, ya que

hasta este momento la evaluación y medición de aprendizajes es un tópico relevante y

controvertido, pues a partir de los resultados obtenidos, los responsables de la tarea educa­

tiva toman decisiones para modificar y mejorar los distintos momentos del proceso de en­

señanza-aprendizaje, desde la planificación y programación hasta el logro de sus resulta­

dos, desde la selección e integración de contenidos hasta los procedimientos mediante los

cuales se realiza una apropiación por parte del alumno.

La toma de decisiones constituye, por tanto, un momento de gran relevancia que

cierra el ciclo del trabajo educativo y abre, al mismo tiempo, nuevos ciclos que orientan su

mejoramiento constante; es importante porque es un tema actual que afecta directamente el

19

Page 33: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que a partir del proceso de evaluación educativa se

determinan, diagnostican y tratan los problemas detectados.

En esa dirección el tema de investigación es novedoso y original y se relaciona di­

rectamente con la misión del ITESM: formar personas comprometidas con el desarrollo de

su comunidad para mejorarla en lo social, en lo económico y en lo político, competitivas in­

ternacionalmente en su área de conocimiento. Por lo tanto la indagación del proceso evalua­

tivo responde a necesidades reales y concretas y cumple con los criterios de relevancia y

pertinencia, ya que profundizar en el conocimiento de este aspecto educativo permitirá ele­

var la calidad del trabajo didáctico a partir de una práctica evaluativa más consistente e in­

tegrada.

20

Page 34: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO 11

EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

A. Las características del problema

Pérez Serrano ( 1980, p. 1 O 1 ), dice que un problema es una dificultad sentida o una

carencia que nos gustaría solventar, por su parte Kerlinger (1983, p. 91), declara que un

problema, es una oración interrogativa que establece una relación entre dos o más va­

riables; a partir de ambas ideas la pregunta nodal, que esta investigación intenta resolver

es: ¿Cómo influye la evaluación en el diagnóstico y tratamiento de problemas de desarrollo

de habilidades lingüísticas en el curso de Lenguaje y Expresión I, de nivel preparatoria en

el ITESM, Campus Ciudad Juárez?

En el problema se ubica la relación entre una variable independiente, constituida

por los procesos y criterios de evaluación y dos variables dependientes, el diagnóstico y el

tratamiento de problemas de desarrollo de habilidades lingüísticas. El problema aquí enun­

ciado, de acuerdo a lo que dice Mercado (1996, p. 10), es un problema de procedimiento

que busca indagar acerca de los procesos de evaluación que se dan a lo largo del proceso de

enseñanza y aprendizaje con el objeto de establecer juicios de valor en tomo a su pertinen­

cia, mérito y eficacia para el diagnóstico y tratamiento de problemas de habilidades lingüís­

ticas. Por ello se considera un problema valorativo, que a partir de una serie de aproxima­

ciones y relaciones conceptuales se plantea y se pretende resolver.

B. Los antecedentes del problema

Las consideraciones fundamentales para la formulación del problema radican en

000821 21

Page 35: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

datos que la realidad educativa aporta Al evaluar el desempeño del nivel medio y superior

en diferentes situaciones que implican el uso o aplicación de habilidades lingüísticas es co­

mún observar problemas graves de comprensión lectora, redacción y expresión oral.

Los antecedentes que determinan la problemática en el desarrollo de habilidades

lingüísticas presentan una gran complejidad, ya que en el desarrollo de la comprensión lec­

tora y de la expresión verbal y escrita inciden desde la capacidad innata del sujeto hasta fac­

tores ambientales, socioeconómicos y escolares.

Eguinoa y Partido (1989, p. 13) dicen que los déficits que aparecen con marcada in­

tensidad en alumnos de nivel medio-superior, no responden a una determinada etiología

(neurológica, lingüística, psicológica, etc.), sino más bien se deben a factores de corte so­

cioeducativo. Las dificultades más comunes que se presentan en el nivel medio-superior,

en el área de lenguaje son deficiencias para expresar por escrito las ideas, emociones y sen­

timientos con propiedad y corrección ortográfica, carencia de conocimientos sintáctico­

gramaticales que permitan expresar de forma clara y concisa sus pensamientos, dificultades

para hablar con claridad y seguridad en público y problemas para comprender el sentido de

textos escritos.

En consideración a lo expresado en las líneas anteriores, plantear los déficits en el

desarrollo de las diferentes habilidades lingüísticas en el nivel medio-superior, requiere

de mecanismos de evaluación muy complejos que muestren evidencias claras sobre la na­

turale:za y profundidad de la problemática para encontrar una solución.

A partir de esta idea, surge la necesidad de enjuiciar a la evaluación que se reali:za

en función de la multiplicidad de facetas que debe cubrir.

22

Page 36: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

C. La detección del problema

El problema fue detectado a raíz de una serie de observaciones realizadas en un

grupo de Lenguaje y Expresión 1, con el objeto de conocer un poco más acerca de la prác­

tica educativa en el nivel medio-superior. Asimismo a través de comentarios informales

realizados con la profesora que atendía el grupo, fue posible conocer que dedicaba mucho

tiempo a la revisión de exámenes pues consideraba importante comprobar, a través de di­

chos instrumentos, los avances de los alumnos en la comprensión lectora y en la redacción.

En ese momento surgió la curiosidad por saber cómo evaluaban los otros docentes

el desarrollo de las habilidades lingüísticas, pues si todos consideraban el examen como la

principal fuente de datos para tomar decisiones en el proceso de enseñanza-aprendizaje,

entonces la evaluación que se estaba realizando tenía deficiencias que necesariamente se

iban a reflejar en los procesos de desarrollo y aprendizaje de las habilidades lingüísticas.

D. La delimitación contextual del problema

La institución, en la que se realiza la investigación es el Instituto Tecnológico y de

Estudios Superiores de Monterrey, (ITESM), institución de educación superior que hace

más de cincuenta años surgió como un proyecto educativo de tipo privado, auspiciado por

un grupo de empresarios mexicanos que conformaron una asociación civil cuyo objetivo

era formar profesionistas de alto nivel, capacitados para impulsar un proyecto industrial y

económico de avanzada en diversas áreas, en nuestro país. (Mendirichaga, 1982, p. 27).

Actualmente, el ITESM es un sistema universitario multicampus, está conformado

por 26 recintos universitarios localizados en 25 ciudades mexicanas.

Situado en la frontera de México con los Estados Unidos, el Campus Ciudad Juá-

23

Page 37: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

rez nació auspiciado por Estudios Superiores e Investigación de Ciudad Juárez, el 8 de a­

gosto de 1983, impartiendo estudios de preparatoria a 108 alumnos. Actualmente ofrece las

carreras de Licenciado en Administración de Empresas, Contador Público, Ingeniero en

Sistemas de Información, Ingeniero Industrial y de Sistemas, Licenciado en Comercio In­

ternacional y Maestrías vía satélite. (Elizondo, 1993 p. 78).

La investigación que se pretende realizar se ubica en la división de preparatoria,

específicamente en el primer semestre y el curso con el cual se relaciona directamente el

objeto de estudio es Lenguaje y Expresión l.

El objetivo general de este curso consiste en que el alumno comprenda el funcio­

namiento de las estructuras básicas de la lengua y aplique este conocimiento en el desarro­

llo de la lectoescritura. La práctica ortográfica, inherente al uso de la lengua escrita, se con­

sidera de forma paralela al desarrollo del curso como una actividad de mantenimiento y re­

fuerzo continuos.

El temario de la materia se presenta en cinco unidades que deberán ser cubiertas a

lo largo de un semestre en 45 horas clase.

El programa de la materia parte de algunos conceptos teóricos acerca de la lengua,

el habla y la norma lingüística, enseguida se analizan algunas de las herramientas básicas

para la presentación de trabajos escritos, posteriormente se conceptualizan analíticamente

los niveles de la lengua y la función comunicativa del lenguaje, centrándose sobre todo en

la producción de textos escritos y al término del curso se promueven algunas estrategias

para que el alumno comprenda lo que lee. (Anexo 1, p.182)

La importancia de este curso radica en que es instrumental para abordar con éxito

las demás materias, por lo tanto el curso tiene un carácter práctico y se relaciona directa­

mente con las materias del área de Comunicación: Metodología de la Lectura y Comuni­

cación Oral.

24

Page 38: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

...

E. Las dimensiones del problema

Como un medio para conocer el desarrollo de las habilidades y detectar las nece­

sidades lingüísticas de los alumnos de nivel preparatoria del ITESM, Campus Cd. Juárez,

este estudio adquiere un carácter descriptivo y evaluativo acerca de los procesos de eva­

luación que se realizan en el aula escolar, en el curso de Lenguaje y Expresión l.

Para abordar la evaluación de los procesos de evaluación se requiere:

• Describir la realidad a ser evaluada, en este caso los procesos de evaluación que se

efectúan cotidiana y simultáneamente en los cursos de Lenguaje y Expresión l.

• La descripción de la situación deseada, en términos evaluativos, en concordancia, con

los fundamentos filosóficos, epistemológicos, psicológicos, pedagógicos y didácticos

presentes en los programas y el rediseño de Lenguaje y Expresión I para el nivel de

preparatoria del ITESM.

En función de lo antes dicho el objeto de estudio tiene dos dimensiones, una dimen­

sión valorativa a través de la cual se establece la coherencia y el significado de las prácti­

cas de evaluación que se realiz.an en el contexto escolar y una dimensión práctica que pre­

tende establecer, de una forma fundamentada, algunos principios operativos para mejorar la

evaluación del desarrollo de habilidades lingüísticas.

En resumen, el interés básico consiste en describir e interpretar los eventos de eva­

luación, tomando en cuenta la coherencia que teóricamente debe existir entre acciones e in­

tenciones, con el objeto fundamental de descubrir cuál es la "teoría de acción" implícita, es

decir la teoría de los profesores y administradores en relación a lo que hipotéticamente de­

ben hacer para evaluar los procesos y resultados de aprendizaje .

25

Page 39: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO 111

OBJETIVOS

A. La formulación de objetivos

La alegría del éxito o el dolor del fracaso se oficializan en la escuela a través de la

evaluación, proceso que permea todas las etapas o niveles de escolarización.

La dinámica de evaluación es compleja y por lo tanto dificil de describir, ya que el

propio proceso de enseñanza-aprendizaje está integrado a esta función. La complejidad de

la función evaluativa y en especial, su repercusión en el proceso escolar cotidiano ha dado

origen a la búsqueda de alternativas que suplan las deficiencias de las formas tradicionales

de evaluación, donde predomina el paradigma cuantitativo. A pesar de su desarrollo inci­

piente la investigación evaluativa ha tenido avances que demuestran su potencial para inda­

gar lo que sucede en el aula, en cuanto al proceso de evaluación de aprendizajes.

En este sentido la teoría y metodología de la evaluación educacional o investigaci­

ón evaluativa de la educación, es un campo de conocimiento en proceso de elaboración y

desarrollo y por ello con poco grado de estructuración.

1. El objetivo general

El presente estudio intenta contribuir al análisis del proceso de evaluación aplica­

do al desarrollo de las habilidades lingüísticas, de ahí que el objetivo general del tema de

investigación sea evaluar internamente las prácticas de evaluación que se realizan en los

cursos de Lenguaje y Expresión I de nivel preparatoria, en el ITESM de Ciudad Juárez.

A partir del planteamiento de este objetivo, cabe explicar que la investigación es

26

Page 40: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

.. ,..

.... \.

descriptiva y evaluativa interna, ya que se juzgan las características y la calidad de la eva­

luación a partir de la comparación de ésta con los criterios internos que orientan la elabora­

ción de los programas del ITESM.

2. Los objetivos particulares

Los objetivos particulares son:

1. Describir el estado de la evaluación realizada en el curso de Lenguaje y

Expresión l.

2. Evaluar internamente las prácticas de evaluación que se realizan en los cursos

de Lenguaje y Expresión I, de nivel preparatoria en el ITESM de Ciudad Juá-

rez .

3. Identificar en que medida las prácticas de evaluación, realizadas en los cur­

sos de Lenguaje y Expresión 1, permiten conocer el desarrollo de las habili­

dades lingüísticas del estudiante de preparatoria.

4. Proporcionar elementos de juicio para fundamentar metodológicamente el

diagnóstico y la evaluación de problemas de enseñanza y aprendizaje de

habilidades lingüísticas en el nivel medio-superior.

5. Establecer algunas sugerencias prácticas sobre la formulación de criterios de

evaluación de habilidades lingüísticas.

B. Las dimensiones de los objetivos

Para explicitar el contenido de los objetivos particulares es preciso reflexionar so­

bre la problemática que se presenta en los alumnos de educación media y superior que tiene

27

Page 41: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

relación con el dominio de tres de las habilidades comunicativas básicas: leer, escribir y

hablar.

En lectura, existe un déficit en comprensión que repercute necesariamente en el

aprendizaje del estudiante en las diferentes áreas de estudio; en redacción, los problemas se

centran en la incapacidad para comunicar por escrito claramente las ideas, respetando los

convencionalismos ortográficos, sintácticos y de puntuación, aunado a la pobreza de voca­

bulario; en expresión oral, los problemas se relacionan con la pronunciación, fluidez y co­

rrección semántica, lo cual sin duda tiene una relación con la habilidad receptiva de escu­

char, es decir si se oye mal o no se escucha es imposible verbalizar para responder a la de­

manda del hablante o emisor de forma conveniente. (Eguinoa y Partido, 1989, p. 14).

La problemática enunciada, grosso modo, demanda una determinación suficiente­

mente específica, que sólo es posible lograr a través de mecanismos de evaluación muy fi­

nos. La cuestión es que hasta este momento no se ha determinado con certeza en que área

específica y en que medida las deficiencias se presentan con mayor crudeza. Ello permite

deducir que de alguna forma los procesos de evaluación realizados cotidianamente en el

salón de clases, con el fin de conocer el nivel de desarrollo de la habilidad lingüística del

alumno, juegan un papel importante en la determinación y diagnóstico de la problemática

detectada. No obstante, hasta este momento no se han investigado las características de los

procesos evaluativos y por lo tanto no se ha podido determinar en qué medida la evaluación

permite conocer el desarrollo de la habilidad lingüística del estudiante.

Tomando en cuenta la anterior reflexión, se puede destacar que los objetivos parti­

culares cubren una dimensión práctica del tema de investigación, ya que se dirigen especí­

ficamente a la formulación de algunas directrices teóricas y metodológicas para evaluar con

mayor eficacia el proceso de enseflanza y aprendizaje de las habilidades lingüísticas.

El logro de los objetivos antes planteados reviste una suma importancia, ya que

28

-

Page 42: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

enjuiciar a la evaluación permitirá analizar las funciones básicas que cumple y que se de­

en tener presentes en cualquier práctica evaluadora: la función social y la función pedagó­

gica.

La función social que cumple la evaluación es la base de su existencia como prác­

tica escolar; certificar o no el saber ha hecho que las instituciones escolares y los profeso­

res desencadenen toda una dinámica interna de ritos de evaluación que acaban desembo­

cando en una calificación final. Entre las funciones sociales que la evaluación cumple es­

tán la selección social, la jerarquización por niveles, la comparación con una norma esta­

dística, el ejercicio de control sobre el alumno y la administración de poder. En este senti­

do, las normas y valores de una sociedad tienen mucho que ver con el desarrollo de cual­

quier proyecto pedagógico y lógicamente con una metodología de evaluación. (Martín,

1994, p. 141).

La función pedagógica de la evaluación constituye la legitimación más explícita

para su realización ya que justifica su utilidad pedagógica cuando se utiliza como recurso

para conocer el progreso de los alumnos y el funcionamiento de los procesos de aprendi­

zaje con el fin de intervenir en su mejora. (Martín, 1994, p, 142).

C. Los beneficios del logro de los objetivos

Los beneficiarios directos de la consecución de los objetivos enunciados en esta

investigación son el sistema social, la institución escolar, la familia, el profesor y el sujeto

evaluado.

El beneficio más relevante para el sistema social radica en el análisis y la reflexión

acerca de los procesos de evaluación y su vinculación con el contexto sociocultural que de­

termina y define los fines y objetivos de la institución escolar.

29

Page 43: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

El beneficio que obtiene la institución escolar se relaciona directamente con el aná­

lisis de los nuevos planteamientos de la función de la escuela, como instancia de certifica­

ción de saberes. Lo que importa ahora no es sólo evaluar los productos cognitivos de los

alumnos, sino otras muchas variables: adaptación de los sujetos, dinámica de la clase, ám­

bitos de la afectividad y expresión personal, etc.

Los beneficios para el profesor y el alumno, en términos de los objetivos de esta

investigación, se relacionan directamente con la obtención de información acerca de los

eventos que suceden en el aula y de las formas de participación que tiene cada uno en el

proceso de evaluación. En ese sentido lo que el maestro necesita conocer es cuál es el nivel

de aprendizaje con que sus alumnos comienzan, así como la evolución que tienen a lo largo

del proceso didáctico, identificando sus principales dificultades y las causas probables de

las mismas, cuál ha sido el impacto del desarrollo de las actividades, la eficacia de los me­

dios didácticos y de la metodología usada.

El alumno por su parte podrá disponer de información sobre el resultado de su pro­

pia actividad, que le permita a su vez situarse en relación con las exigencias que se le plan­

tean a partir del nivel de desarrollo que posee, en función de actividades y de objetivos es­

pecíficos que debe cubrir. Esta posibilidad de control conlleva un importante efecto moti­

vador, ya que el alumno puede realizar una autoevaluación que desarrolla su capacidad de

reflexión y responsabilidad personal en relación a sus logros académicos.

30

Page 44: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO IV

HIPÓTESIS

A. Los criterios para la formulación de la hipótesis

Antes de formular la hipótesis que orienta este trabajo de investigación es preciso

hacer algunas consideraciones; la primera es que este estudio combina el primer nivel del

conocimiento científico y centra su objetivo básico en la descripción de los fenómenos de

evaluación a partir de la selección de una serie de variables que se miden de forma inde­

pendiente, para así poder describir lo que se investiga, en este caso los eventos de evalua­

ción de habilidades lingüísticas. (Hemández S., 1998, p.60).

La segunda es que este estudio pretende valorar el mérito y la eficacia de los pro­

cesos de evaluación en el curso de Lenguaje y Expresión I, por lo tanto la descripción se

combina con la valoración y se vincula directamente a un programa determinado, a una

situación específica y a un momento concreto de su desarrollo. (Pérez S., 1990, p. 29).

B. El planteamiento de la hipótesis

El planteamiento de la hipótesis se fundamenta en hechos observados repetidamente

que ya han sucedido y por ello adquiere la connotación de descriptiva, la cual se pretende

probar para explicar desde la perspectiva del marco teórico formulado, la causalidad de los

fenómenos de evaluación tal y como se han manifestado en el curso de Lenguaje y Expre­

sión l.

Para enunciar la hipótesis central, el problema de investigación descrito de forma

amplia en el capítulo 11, se explicita nuevamente: ¿cómo influye la evaluación en el dia-

31

------

Page 45: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

gnóstico y tratamiento de problemas de desarrollo de habilidades lingüísticas en el curso de

Lenguaje y Expresión I, de nivel preparatoria en el ITESM, Campus Ciudad Juárez? La

hipótesis que orienta la presente investigación es: la evaluación de habilidades lingüísticas

realizada por los docentes en el curso de Lenguaje y Expresión I del ITESM, Campus Ciu­

dad Juárez, presenta una serie de deficiencias teóricas y metodológicas, pues se concreta en

el uso de formas tradicionales de evaluación, en la carencia de un diagnóstico oportuno y

por lo tanto en una intervención pedagógica mal planificada e inadecuada para favorecer en

los estudiantes un mayor nivel de desarrollo y aprendizaje de las habilidades lingüísticas de

comprensión lectora, expresión oral y redacción.

C. Las variables

Enseguida y para efectos de fundamentar las variables a medir en la muestra

poblacional elegida, se hace una caracterización general del programa de estudio y el

redisefio del curso de Lenguaje y Expresión I.

Tanto en el diseño como en el rediseño del programa de estudio de Lenguaje y

Expresión 1, se destaca la naturaleza interactiva de la comunicación como un elemento de

negociación permanente. En ese sentido el desarrollo y conocimiento de la competencia

comunicativa del estudiante es el gran objetivo a lograr en el contexto escolar, usando es­

trategias colectivas y colaborativas que se articulan metodológicamente en las tres acti­

vidades lingüísticas básicas: leer, hablar y escribir. (Ver Anexos 1 y 2)

Desde la perspectiva interactiva y totalizadora el manejo integral de las tres habili­

dades en el contexto instruccional, aparece articulado en las estrategias, en las técnicas y

en los objetivos propuestos en el curso.

El desarrollo de la lengua oral y escrita como instrumentos del pensamiento ofrecen

32

Page 46: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

elementos para acceder a la reflexión y al aprendizaje, así corno a los elementos rnetacogni­

tivos propios. Asimismo en el proceso de integración social del educando, la expresión oral

cumple un papel trascendental y para su desarrollo se espera que el estudiante se involucre

activamente en las tareas colectivas desde un marco de respeto hacia los otros. (Ver Anexo

2)

Por otra parte, el desarrollo de la expresión escrita se considera ligado a la lectura y

tiene corno fin el desarrollo del juicio crítico sobre toda información obtenida, para tal fin

las actividades van encaminadas a que el alumno aplique una serie de estrategias rnetacog­

nitivas que le permitan inferir y jerarquizar ideas y conceptos en relación al texto y luego

de reflexionar exprese por escrito sus ideas personales.

La enseñanza y el aprendizaje de la ortografía y la gramática en el diseño y re­

diseño del curso de Lenguaje y Expresión 1, se promueven corno actividades integradas a

los usos funcionales de la lengua escrita y oral en el contexto comunicativo e interactivo.

En función de las características generales que posee tanto el diseño corno el re­

diseño del curso es factible aftrrnar que el proceso de evaluación debe de integrarse tanto al

diagnóstico corno a la intervención pedagógica de los problemas de aprendizaje y desarro­

llo de habilidades lingüísticas.

Enseguida se abordan las variables consideradas para describir y valorar los proce-

sos de evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de Lenguaje y Expresión I y son:

• La elaboración y aplicación del examen de diagnóstico.

• La presentación y definición de criterios de evaluación.

• La evaluación formativa.

• La autoevaluación.

• La retroalimentación.

33

Page 47: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• La coevaluación.

• Las formas predominantes de evaluación.

• Los elementos usados para evaluar.

• Las características del docente.

D. La explicitación de las variables

Enseguida se explican cada una de las variables enumeradas anteriormente.

1. La elaboración y aplicación del examen de diagnóstico.

Para explicar esta variable es necesario hacer referencia a la temporalización de la

evaluación, la cual puede ser inicial, procesual o final.

La evaluación inicial se aplica al comienzo de un proceso evaluador, en este caso

referido al aprendizaje y desarrollo de una habilidad lingüística. De esta forma se detecta la

situación de partida de los sujetos que posteriormente van a seguir su formación.

La primera evaluación tiene una función eminentemente diagnóstica, pues servirá

para conocer el nivel de desarrollo de las habilidades lingüísticas del alumno y para adap­

tar desde el primer momento el programa escolar y la actuación del profesor a sus pecu­

liaridades, con el objeto de propiciar que todos los estudiantes alcancen los objetivos bá­

icos e imprescindibles para poder seguir adelante en el proceso de aprendizaje y desarrollo

subsiguiente. (Casanova, 1998, p. 92).

Si el profesor omite el proceso de evaluación diagnóstica, faltaría el conocimiento

previo que es preciso tener de una persona en pleno desarrollo para poder adecuar la ense­

ñanza a sus condiciones de aprendizaje y cumplir de esta forma la función reguladora que

se le asigna a la evaluación.

34

Page 48: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

2. La presentación y definición del modelo de evaluación.

Esta variable se explica destacando la importancia que tiene el papel del profesor

en la selección de un modelo de evaluación, que propone una serie de procedimientos y un

procesamiento de información específico que finalmente cristaliza en una calificación. La

evaluación formal contra la informal, la evaluación sumativa frente a la formativa, etc.,

plantean retos al profesor para realizarlas, condicionando los mismos procesos de pensa­

miento y toma de decisiones que el profesor deberá realizar.

Ahora bien ¿por qué es importante que el alumno conozca desde el inicio del curso

el modelo de evaluación? Es indudable que el alumno debe poseer conocimiento de cómo

será evaluado, a partir de qué criterio o marco de referencia, con el objeto de que remita los

resultados obtenidos a dichos criterios y tome conciencia de su nivel de desarrollo y de sus

errores, con el fin de que participe de una forma activa en los procesos de retroalimentación

posteriores.

3. La evaluación formativa.

La formulación de esta variable obedece a la importancia que tiene la evaluación

que se realiza durante el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje para localizar

las deficiencias cuando aún se está en posibilidad de remediarlas.

La evaluación formativa no pretende "calificar" al alumno ni centra su atención en

los resultados, sino que se enfoca hacia los procesos y trata de poner de manifiesto los pun­

tos débiles, los errores y las deficiencias, de modo que el alumno pueda corregir, aclarar y

resolver los problemas que entorpecen su avance.

Las características fundamentales de la evaluación formativa enfocada a visua­

lizar el proceso de desarrollo y aprendizaje de habilidades lingüísticas son:

• Su función principal es la retroalimentación, proporcionando al alumno y al maestro

información sobre el proceso de aprendiz.aje y desarrollo de las habilidades comuni-

35

Page 49: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

cativas.

• Se orienta al conocimiento de los procesos de construcción más que a los productos.

Por ejemplo, no interesa tanto saber si un ensayo, escrito por un alumno, está libre de

errores, sino conocer la manera en que aplicó los procedimientos para elaborar el texto.

• Busca información específica, sobre los pasos, las etapas, los niveles de desarrollo y los

conocimientos necesarios para el logro de los objetivos que plantea el curso.

• Los errores del alumno no se usan para sancionar ni para calificar negativamente, son

útiles para detectar los problemas de aprendizaje y desarrollo que se manifiestan e in­

tervenirlos a tiempo.

4. La autoevaluación.

Para explicar esta variable se enmarca a la autoevaluación en una concepción de­

mocrática y formativa del proceso educativo en el que deben participar activamente todos

los sujetos implicados en el mismo. Consiste en la evaluación que el alumno hace de su

propio aprendizaje y de los factores que intervienen en éste. Las ventajas que aporta al

alumno la autoevaluación es que le ayuda a desarrollar su capacidad de metacognición,

favorece su independencia, le compromete en su proceso educativo y le motiva para seguir

aprendiendo.

Es importante saber qué piensa el alumno de su propio aprendizaje. Es indudable

que cada estudiante tiene un juicio de valor propio en relación con estos temas y es nece­

sario que lo haga explícito. Aquí es muy importante la percepción del alumno y la toma de

conciencia colectiva acerca de los aspectos que deben mejorarse.

5. La retroalimentación.

Para explicar esta variable es necesario hacer referencia a la retroalimentación co­

mo un proceso de mejora, que se formula a partir de los datos obtenidos en diferentes mo­

mentos del proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto significa que se evalúa ante todo para

36

Page 50: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

que el alumno y el maestro conozcan cómo se desarrolla la actividad educativa que los in­

volucra a ambos y estén en condiciones de transformarla, consciente y racionalmente.

Es indudable que el valor de la retroalimentación como una acción de mejora

continua está ligada a un proceso constante en el que la investigación y acción se in­

terrelacionan y modifican mutuamente. Rescatar el valor de la evaluación como un ele­

mento de utilidad pedagógica, significa romper con el concepto que identifica la acredi-­

tación escolar y la medición con la evaluación.

La evaluación justifica su utilidad pedagógica cuando se usa como un recurso para

conocer el progreso de los alumnos y el funcionamiento de los procesos de desarrollo de la

habilidad lingüística, con el fin de intervenir en su mejora.

6. La coevaluación.

Esta variable se relaciona con la posibilidad de integrar al grupo en un proceso de

evaluación colectiva que tiene por objeto destacar los aspectos positivos y negativos del

desempeño de cada miembro del grupo.

Según Casanova (1998, p. 97), la coevaluación consiste en la evaluación mutua,

conjunta, de una actividad o un trabajo determinado realizado entre varios. En este caso

tras la práctica de una serie de actividades, cada uno puede valorar lo que le pareció más

interesante del trabajo de los otros y los aspectos que pueden mejorarse. En este punto se

debe tener especial cuidado, ya que si los alumnos tienen como visión ejercer crítica en el

sentido de decir lo que han hecho mal los otros, los efectos de la coevaluación pueden ser

perjudiciales.

Sin embargo destacar la participación del grupo como un agente de evaluación pue­

de dar cuenta del proceso de construcción de las habilidades comunicativas, desde una óp­

tica diferente e influir al maestro en la toma de decisiones.

37

Page 51: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

7. Las formas predominantes de evaluación.

Esta variable se explica a través de la idea de que todo proyecto curricular surge

bajo una teoría de aprendizaje específica y que de ésta se deriva un modelo de evaluación

que señala las particularidades de la metodología para valorar los procesos y productos de

aprendizaje.

La elección de una técnica de evaluación expresa una opción educativa, a veces se

selecciona en coherencia con ella, pero en la medida que la elección técnica sea una y do­

mine sobre otras, será una condicionante del procesamiento de información en la media­

ción del currículum. De ahí la importancia que juegan los diversos tipos de formas ins­

trumentales de evaluación y como éstas aparecen condicionadas por el comportamiento

cognitivo del evaluador. (Gimeno S., 1991, p. 402).

8. Los elementos usados para evaluar.

En esta variable es necesario reflexionar acerca de los elementos de evaluación que

aparecen explícitos en la propuesta curricular y los que el profesor usa para tabular la cali­

ficación final del estudiante. Es decir, una cosa son los criterios institucionales y otra, son

los elementos que el profesor usa para evaluar; por lo tanto es preciso valorar la congruen­

cia de estos con los principios de la teoría de aprendizaje y evaluación en la que se susten­

ta el currículum.

En esta variable cabe mencionar que los porcentajes de la calificación total asig­

nados a tareas, a elaboración de productos escritos, a exposiciones y a exámenes hablan de

una teoría implícita en acción. La necesidad de establecer un balance entre estos elementos

de evaluación y la naturaleza de los procesos y productos de aprendizaje aparece como

emergente.

9. Las características del docente.

Para fundamentar esta variable, se destaca el papel que tiene el principal agente de

38

Page 52: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

evaluación: el profesor, a partir de una serie de aspectos que indudablemente influyen en la

evaluación que realiza en su grupo.

En esta variable se pretende analizar si la formación inicial del maestro, el nivel de

estudios, su experiencia docente, el tipo de nombramiento que tiene en la institución y los

programas de capacitación recibidos, influyen en la evaluación que realiza en el curso de

Lenguaje y Expresión l.

La necesidad de valorar si las condiciones de trabajo de los profesores, favorecen

el desempeño que reclama una evaluación compleja, obedece a que se ha apreciado que la

evaluación formativa no ha calado sustancialmente en el sistema pedagógico, en buena

parte, porque los profesores no han asimilado los mecanismos inherentes a este tipo de

evaluación. (Girneno, S., 1991, p. 402).

A partir de las ideas expresadas antes, se puede concluir que la propuesta ins­

titucional de un modelo de evaluación determinado, debe acompañarse de una valoración

objetiva de las posibilidades reales que tienen los docentes de asimilar a sus esquemas

prácticos las tareas que involucra dicho modelo evaluador.

39

Page 53: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO V

MARCO TEÓRICO

A. Epistemología y tipología de la evaluación

En esta sección se efectúa una visión retrospectiva sobre la evolución de los para­

digmas epistemológicos que le sirven de sustento a la evaluación educativa en general, en

relación con los cambios científicos, tecnológicos y políticos que han impactado a la socie­

dad de nuestra época, posteriormente en otro apartado se abordará de manera específica la

evaluación de las tres habilidades lingüísticas básicas, tema central de esta tesis.

La evaluación educativa se ha considerado un ámbito pedagógico muy controver­

tido, su importancia crece día con día en consonancia con la demanda social, política e

institucional de la oferta de un servicio educativo de calidad que satisfaga las demandas

crecientes de la sociedad del siglo XXI.

La concepción más antigua, define a la evaluación como la opinión o la crítica de

un experto, conocedor de la teoría y práctica educativa en relación a la calidad o efectivi­

dad de la institución, programa, material o actividad objeto de estudio. Este enfoque se ba­

só en el supuesto de que el mejor juez es el experto en el área o cosa a ser evaluada, sin im­

portar la claridad de los supuestos, datos o criterios utilizados para arribar a las conclusio­

nes. La crítica fundamental a este modelo, obedece a que no establece una metodología

determinada para realizar una evaluación y no explícita con claridad los valores que con­

forman la base para establecer un juicio. (Barrios, 1987, p. 47).

En la década de los 60, los estudios de evaluación tuvieron una marcada expan­

sión, bajo el signo del positivismo, que se asociaba con la modernización industrial y el

incremento de nuevos conocimientos que respondieran a las necesidades sociales de la é-

40

Page 54: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

poca. La evaluación educativa en ese tiempo se caracterizó por un autoritarismo extremo y

sus prácticas se concretaron en la aplicación de pruebas, que intentaban medir la relación

existente entre el programa aplicado y sus efectos. Los métodos para evaluar se funda­

mentaban en un modelo experimental derivado de varias disciplinas (psicología, sociología,

economía, estadística, etc.).

Posteriormente el modelo experimental evaluativo sufrió severas críticas por so­

breenfatizar la medición de resultados a partir de una descripción objetivista que se funda­

mentó en el establecimiento de relaciones entre entradas, procesos, contexto ambiental y

resultados.

Al mismo tiempo, la influencia de la hermenéutica y la antropología dieron origen

a un modelo alternativo, que desde una perspectiva comprensiva de indagación científica,

enfatiza la capacidad humana para conocer y entender a los demás a través de la observa­

ción, descripción y reflexión sobre la realidad. (Barrios, 1987, p. 45).

Este paradigma alternativo se inspira en los métodos cualitativos, la fenomenolo­

gía, la interacción simbólica, la psicología de la forma, la etnometodología y la noción

general de verstehem (comprensión en alemán). (Barrios, 1987, p. 45).

Weis, Guba, Rein, Parlett, Hamilton, entre otros se inclinan por este paradigma,

dada su mayor adecuación para la comprensión de la conducta humana, su énfasis en los

procesos, su visión dinámica de la realidad, los métodos y técnicas que utiliza (inducción,

observación, entrevista, descripción, etc.) en definitiva porque el acercamiento a la valo­

ración de lo humano se hace desde una perspectiva más real y profunda. (Casanova y

Reyzábal, 1994, p. 375).

En la década de los 90 y bajo el paradigma de la "calidad", una serie de plantea­

mientos se entrecruzan y los diferentes investigadores y evaluadores van aproximando sus

posturas y se observa que algunos argumentan la necesidad de evaluar utilizando investi-

41

Page 55: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ciones basadas en la explicación y medición de la conducta, otros enfatizan la necesidad de

una evaluación más práctica y sugieren que ésta redunde en beneficios para el usuario o

"cliente" del sistema educativo (Scriven, 1967), otros desean que la evaluación produzca

cambios en el ambiente educativo real.

Algunos investigadores como Cook, Y.P. y Reichardt Ch. S. ( citados por Casano­

va, 1998, p. 26) concluyen que dada la complejidad y las exigencias de la investigación

evaluativa de la educación, se precisa abandonar posturas excluyentes y utilizar métodos

diversos de paradigmas diferentes, con la idea de emplearlos conjuntamente y obtener una

visión más aproximada a la realidad.

Desde esta posición y para efectos de esta investigación, no se debe descartar nin­

gún método ni paradigma por principio; los métodos experimentales y cuantitativos se usan

con validez y fiabilidad para evaluar productos ya acabados, con el propósito de comprobar

los avances conseguidos y tomar medidas oportunas a mediano o largo plazo. Los métodos

enmarcados en los modelos cualitativos son idóneos para evaluar procesos mediante los

datos que se consiguen día a día con las técnicas adecuadas, mejorando durante su realiza­

ción de forma permanente, por eso se consideran los más apropiados para valorar la ense­

ñanza y el aprendizaje que tienen lugar en las aulas. (Casanova, 1998, p. 27).

Por otra parte, los diferentes conceptos y prácticas de eva luación son producto de

una gran multiplicidad de factores, determinados por el contexto sociopolítico y económico

vigente en ese tiempo y espacio; es decir, la educación como un subsistema social refleja

los objetivos y valores de la sociedad en que está inserta y la evaluación se orienta a la

comprobación de si están o no lográndose las metas previstas. En consecuencia, la eva­

luación educativa no es una actividad ideológicamente neutra, aparece unida al paradigma

político y socioeconómico dominante, que señala lo que ha de hacerse sin necesidad de pro­

fundizar en consideraciones epistemológicas o existenciales. (Patton, M., 1975, p. 203).

42

Page 56: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

La aspiración de convertir la evaluación en un proceso racional, que integre los jui­

cios de valor y los argumentos que los validan para la toma de decisiones, señala no sólo

un cambio epistemológico sino una cultura política, que necesita tomar en cuenta las pers­

pectivas e intereses en conflicto entre los diferentes grupos sociales.

En relación, a lo dicho con anterioridad, la evaluación ofrece una serie de posibili­

dades de aplicación, que aparecen unidas a una tipología funcional y que de acuerdo a los

intereses y objetivos del sujeto evaluador, destacará ciertos aspectos del objeto, sujeto o

situación a evaluar.

Por su funcionalidad la evaluación puede ser sumativa o formativa. La función su­

mativa es apropiada para valorar productos o procesos que se consideran terminados, su fi­

nalidad es determinar el valor de ese producto final (sea un objeto o un grado de aprendiz.a­

je), decidir si el resultado es positivo o negativo, si es válido para lo que se hizo o es inútil y

hay que desecharlo. Con esta evaluación se pretende tomar una decisión final, en algún sen­

tido.

La evaluación formativa se utiliza en la valoración de procesos, a lo largo de ese

mismo proceso, de modo que en todo momento se posea el conocimiento apropiado de la

situación evaluada que permita tomar las decisiones necesarias de forma inmediata. Su fin

es mejorar o perfeccionar el proceso que se evalúa.

El carácter continuo de la evaluación formativa, permite realiz.ar una reflexión

constante sobre el quehacer pedagógico, planteándose siempre cómo se está produciendo

el proceso de enseñanza y aprendizaje, si va funcionando como estaba previsto, si es ne­

cesario modificar la propuesta inicial o si es positivo continuar como se previó. (Casano-

va, 1998, p. 83).

Según su tipo la evaluación puede ser nomotética o idiográfica, respectivamente.

En la evaluación nomotética se distinguen dos tipos de referentes externos, que de-

43

Page 57: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

terminan la evaluación criterial o la normativa.

La evaluación normativa valora al sujeto en función del nivel del grupo en el que se

halla integrado. Es decir si el nivel del grupo es elevado, un alumno con un nivel medio,

puede resultar evaluado negativamente o, al menos por debajo de lo que sería si estuviera

en un grupo de nivel más bajo. A la inversa, un alumno de tipo medio resulta evaluado de

forma muy positiva en un grupo donde el nivel es más bien bajo.

Casanova (1998, p. 84), comenta que es muy difícil mantenerse al margen del cli­

ma generado en un grupo por su nivel de aprendizaje y que se valora por encima de sus

potencialidades reales al alumno que demuestra dominar algo más que el resto de los obje­

tivos previstos en un programa.

La evaluación normativa es útil cuando se pretende determinar la posición ordinal

de un sujeto dentro de un grupo, en cuyo caso las normas de valoración estarán en función

directa de lo que el conjunto del alumnado domina o deja de dominar.

La evaluación por criterio propone la fijación de unos criterios externos, bien for­

mulados, concretos, claros, para proceder a evaluar un aprendizaje tomando como punto de

referencia el criterio marcado y las fases en las que éste se haya podido desglosar.

Popham ( citado por Casanova, 1998, p. 87), afirma que una prueba que hace refe­

rencia a un criterio es la que se emplea para averiguar la situación de un individuo con res­

pecto a un campo de conducta bien definido y señala que la evaluación criterial se basa en:

• La delimitación de un campo de conductas bien explicitado.

• La determinación de la actuación del individuo en relación con ese campo.

El criterio de evaluación será la pauta o la norma mediante la cual se lleve a cabo la

evaluación tanto de los procesos como del logro de los objetivos que se hayan marcado,

para cada ciclo o curso de las diferentes etapas educativas.

La evaluación idiográfica se utiliza cuando se toma como referencia evaluadora las

44

Page 58: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

(

capacidades que el alumno posee y sus posibilidades de desarrollo en función de sus cir-

cunstancias particulares; es decir, el referente es interno a la persona evaluada.

Para realizarla se debe valorar la situación inicial de cada sujeto, en función de sus

capacidades y posibilidades así como la estimación de los aprendizajes que puede alcanzar

a lo largo del período, curso o ciclo escolar. De acuerdo con esa valoración y estimación

realizadas, el alumno va siendo evaluado durante su proceso e, igualmente, se valora el

rendimiento final alcanzado.

Este tipo de evaluación es positivo individualmente porque se centra en cada sujeto

y valora, sobre todo, su esfuerzo, la voluntad que pone en aprender y formarse, pero choca

con los planteamientos sociales de todo sistema educativo en los países del mundo desarro-

llado.

Según su temporalización la evaluación puede ser inicial, procesual o final. La eva­

luación inicial se aplica al comienzo de un proceso evaluador, referido a la enseñanza y al

aprendizaje. Sirve para detectar la situación de partida de los sujetos, cuando llegan a un

centro escolar por primera vez, para comenzar su escolaridad o bien para continuarla. La

primera evaluación tiene una función diagnóstica, pues sirve para conocer al alumno y

adaptar al máximo, la actuación del profesor y del centro a sus particularidades.

La evaluación inicial también se usa para detectar las ideas previas que el sujeto po­

see con relación a un tema o contenido específico que se va a tratar y adaptar los temas al

nivel de desarrollo cognitivo del grupo.

Sin una evaluación inicial no es posible conocer el nivel de desarrollo del alumno

para adecuar la enseñanza a sus condiciones de aprendizaje. (Casanova, 1998, p. 91).

La evaluación procesual consiste en la valoración continua del aprendizaje del es­

tudiante y de la enseñanza del profesor mediante la obtención sistemática de datos, aná­

lisis de los mismos y toma de decisiones oportuna mientras tiene lugar el propio proceso. El

45

Page 59: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

plazo de tiempo en el que se realiza está marcado por los objetivos que se han señalado pa­

ra esa evaluación y en función del tipo de aprendizajes que se evalúen.

La evaluación procesual es netamente formativa y facilita la toma de decisiones en

función de los avances u obstáculos que el grupo presenta, para si es posible reforzarlos o

subsanarlos respectivamente y en un momento posterior confirmar o reformular las líneas

de acción con las que se trabaja. (Casanova, 1998, p. 93).

La evaluación final se realiza al terminar un proceso, ciclo curso o etapa educativa,

pero también al término de una unidad didáctica o del proceso habido a lo largo de un tri­

mestre. En ese sentido la evaluación final puede asumir dos funciones: sumativa o forma­

tiva. En su función formativa sirve para adecuar la enseñanza al modo de aprendizaje del

alumno; en su función sumativa, resulta indispensable para tomar la decisión final sobre el

grado de lo alcanzado por el alumno y actuar en consecuencia. (Casanova, 1998, p. 94) .

Los resultados de la evaluación final pueden interpretarse con tres referentes dis­

tintos:

• En relación con los objetivos y los criterios de evaluación establecidos.

• En relación con la evaluación inicial realizada a cada alumno y las posibilidades

de desarrollo y aprendizaje que se estimaron que podía alcanzar.

• En relación con los resultados alcanzados por el resto del grupo, o incluso, del

conjunto del grupo en comparación con otros grupos, de alumnos del mismo

curso o ciclo, en el centro o de distintos centros.

De acuerdo a las personas que intervienen para evaluar se dan procesos de auto­

evaluación, coevaluación y heteroevaluación.

La autoevaluación se produce cuando el sujeto evalúa sus propias actuaciones. Es

un tipo de evaluación que toda persona realiza permanentemente a lo largo de su vida. Ca­

sanova ( 1998, p. 96) recomienda que si el alumno va a autoevaluarse, el profesor le otor-

46

Page 60: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

gue las pautas para que lo haga con seriedad y corrección y que sepa la influencia que su

juicio va a tener en la valoración global que se realice posteriormente sobre su actuación y

progresos. Así, al inicio del desarrollo de una unidad didáctica el profesor, facilita a los

alumnos la información detallada acerca de los aspectos que deben autoevaluar, para que

puedan autoobservarse y examinar en su trabajo. Esto es muy importante pues algunos

estudiantes tienden a sobrevalorar sus trabajos o desempeño y otros los infravaloran.

Por otra parte, la importancia de la autoevaluación radica en el desarrollo de pro­

cesos de rnetacognición, que favorecen el dominio de estrategias mentales que ayudan al

estudiante a identificar en que consistió su error y aprender a evitarlo en situaciones pos­

teriores. (Bruer, 1997, p. 21 O).

La coevaluación consiste en la evaluación mutua, conjunta, de una actividad o un

trabajo determinado realizado entre varios. En este caso se recomienda que toda actividad

grupal o en equipo sea objeto de coevaluación, y se destaquen los aspectos interesantes, así

corno la calidad de las tareas realizadas.

El inconveniente de esta práctica estriba en la posible falta de experiencia de los es­

tudiantes, que posiblemente, a partir de una concepción errónea de lo que es evaluar, se den

a la tarea de descalificar y destacar lo negativo de la actuación de cada uno de los elemen­

tos del grupo. Si el grupo de alumnos, ya tiene experiencia, la coevaluación representará un

momento más para mejorar poco a poco el propio aprendizaje y todo cuanto ocurre en el

aula, por lo cual es favorable y beneficiosa para el grupo.

La heteroevaluación consiste en la evaluación que realiza una persona sobre otra:

su trabajo, su actuación, su rendimiento. Es la evaluación que habitualmente lleva a cabo el

profesor con sus alumnos.

Es un proceso sumamente importante que ofrece datos y posibilidades para en­

juiciar e intervenir las actuaciones de otras personas, y al mismo tiempo es muy delicado

47

Page 61: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

pues un juicio equívoco puede generar actitudes de rechazo en el alumno, hacia el estudio,

la institución escolar y la sociedad.

Las ideas expresadas anteriormente tienen como objeto fundamentar epistemoló­

gica y teóricamente el problema de investigación. La tipología de evaluación presentada

permite exponer con claridad las ventajas que ofrece la evaluación desde diferentes pers­

pectivas y enfoques y a la vez prepara el marco explicativo para el problema de inves­

tigación, desde una perspectiva interdisciplinaria que integra conocimientos de tres cam­

pos de estudio que son: la lingüística, la psicología cognoscitiva y la psicopedagogía.

B. Análisis de los criterios internos que orientaron la elaboración del programa del curso de

Lenguaje y Expresión I

En el problema de investigación se plantea la influencia que tienen los procesos de

evaluación en el diagnóstico e intervención pedagógica en los problemas de habilidades lin­

güísticas. Para ello, se tomó como punto de referencia inicial el análisis de los criterios in­

ternos que orientan la elaboración del programa del curso de Lenguaje y Expresión I de ni­

vel preparatoria, ya que el desarrollo de una práctica de evaluación presupone el conoci­

miento global de una serie de principios, que emanan de una propuesta curricular que se en­

cuentra inscrita a su vez en alguna corriente psicopedagógica dada En ese sentido se abor­

da inicialmente el análisis de los elementos lingüísticos considerados como fundamentales

para la elaboración de la propuesta curricular de Lenguaje y Expresión l.

1. La competencia comunicativa como objetivo fundamental

El punto fundamental lo constituye el desarrollo y el conocimiento de la compe-

48

Page 62: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

.... ,,,

tencia comunicativa del estudiante como el objetivo principal de aprendizaje. A partir de

este criterio, el desarrollo de las habilidades lingüísticas aparece articulado y orientado en

tomo al logro de ese gran objetivo.

Como componentes de la competencia comunicativa están la competencia lin­

güística que consiste en el grado con el cual el usuario de la lengua domina el código lin­

güístico, incluyendo el vocabulario, la gramática, la pronunciación y la formación de pa­

labras; la competencia socio lingüística considerada como la extensión con la que las pro­

ducciones lingüísticas pueden ser usadas o comprendidas apropiadamente en diversos

contextos sociales; la competencia discursiva o textual, que es la habilidad para producir y

comprender diferentes tipos de textos; la competencia estratégica, que es la habilidad para

usar estrategias compensatorias que se usan cuando un mensaje o alguna palabra no son

conocidos, y se intenta elaborar una construcción semántica a partir de gestos, contextos o

empleo de sinónimos; la competencia literaria que es la habilidad de comprender y expre­

sar ideas con propiedad y estilo a través de diversos tipos de textos y la competencia se­

mio lógica considerada como la habilidad para usar y analizar los usos y formas iconover­

bales de los medios de comunicación y de la publicidad. (Lomas, 1999, p. 37)

2. El enfoque interactivo del programa de estudio

En el diseño del programa de estudios de Lenguaje y Expresión I, se destaca la na­

turaleza interactiva de la comunicación, como elemento de negociación permanente. Por lo

tanto su implementación requiere la preparación de un contexto real, que favorezca la co­

municación interpersonal a partir de la práctica de la expresión oral en situaciones de es­

pontaneidad. Asimismo la escritura debe cubrir el requisito de estar dirigida a audiencias

reales, con el objeto de destacar su uso funcional en situaciones diversas.

49

Page 63: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

3. La filosofia del lenguaje integral presente en el programa de estudios

La visión global de la lengua se encuentra presente en el diseño del curso de Len­

guaje y Expresión I al conceptualizar el aprendizaje de la lengua como una totalidad que,

para efectos de enseñanza, no es posible fragmentar en piezas tales como palabras, mor­

femas, grafemas o fonemas. (Brown, 1994).

En ese sentido el enfoque estructuralista queda desfasado y en vez de concentrar la

atención en los elementos componentes como entidades estáticas, se busca hoy en día en­

contrar los procesos dinámicos y las estructuras de los cambios.

El enfoque del lenguaje integral destaca la relación o interconexión que existe entre

la lengua oral y la lengua escrita a partir del desarrollo de las cuatro habilidades básicas

que se retroalimentan y apoyan conjuntamente y que son: escuchar, hablar, leer y escribir.

Desde la visión del lenguaje total, la lengua no es la suma de sus partes ya que en

su dominio y uso es percibida como un todo en el que intervienen diversos elementos co­

mo son los enunciados, los patrones de entonación, las emociones, etc.( Ellis, 1993, p. 38).

4. El desarrollo de las tres habilidades lingüísticas, núcleo del programa de Len-

guaje y Expresión I

En consonancia con el marco interactivo y totalizador, el desarrollo de las tres

habilidades lingüísticas presupone el manejo integrado de las mismas en situaciones y

contextos instruccionales 1• Por lo tanto es posible puntualizar que la producción y la recep-

1 La habilidad lingüística de escuchar no se incluye en la presente investigación, pues no aparece explícita en el programa, quiz.á debido a que en el nivel de preparatoria se supone que ya está desarrollada.

50

Page 64: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

-­,.,

ción son dos aspectos de un proceso único, que la interacción significa enviar y recibir

mensajes, que el lenguaje hablado y escrito se retroalimentan y apoyan mutuamente, que la

interrelación entre lengua hablada y escrita es una reflexión intrínsecamente motivante so­

bre el desarrollo de la cultura y la sociedad, que la atención fundamental se centra en lo que

los aprendices pueden hacer con la lengua y finalmente que las habilidades lingüísticas se

interrelacionan y se refuerzan unas a otras, es decir, se aprende a hablar a partir de lo que

se escucha y se aprende a escribir examinando lo que se lee.

5. La enseñanza de la ortografía y la gramática en el programa del curso de Lenguaje

y Expresión I

En el programa del curso de Lenguaje y Expresión I, se pretende que la enseñanza

de la ortografía y la gramática se promueva a partir de las producciones lingüísticas de los

estudiantes y de ejercicios que favorezcan los usos de las diversas estructuras lingüísticas

del español.

La elaboración de reglas gramaticales y el uso de las mismas como una actividad

que contribuye a mejorar la expresión oral y escrita se inscribe en el paradigma comunica­

tivo e interactivo, y se encuentra supeditada a lo siguiente:

• El aprendizaje de la gramática y la ortografía está explícitamente integrado en el curso

de Lenguaje y Expresión l.

• Los contenidos de gramática y ortografía aparecen contextualizados en el uso signifi­

cativo y funcional de la lengua.

Bajo estas dos condiciones la gramática, el vocabulario y la ortografía asumen un

papel lógico y coadyudan al logro de una comunicación más efectiva.

51

Page 65: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

6. El desarrollo personal y la integración social del sujeto en el curso de Lenguaje y

Expresión I

En el programa del curso de Lenguaje y Expresión I, se dice en la justificación que

la herramienta más eficiente en el estudio y en la integración social del educando es el len­

guaje. En este sentido se espera que al término del curso, el alumno desarrolle su lenguaje

( oral y escrito) como un instrumento del pensamiento crítico, a través del cual podrá ad­

quirir nuevas habilidades que le permitan el tránsito progresivo por los diferentes cursos y

niveles de una formación académica.

En el ámbito pedagógico, la lengua oral tiene una importancia innegable, su trascen­

dencia radica en la representación de significados culturales, científicos y sociales. El usua­

rio de la lengua oral constantemente está elaborando mensajes y verificando la adecuación

de éstos en función de su efectividad para representar significado. En este proceso la retro­

alimentación que recibe de los otros hablantes le proporciona modelos relevantes para la

elaboración del significado que el estudiante expresa de una manera personal. El punto

crítico de la interacción está en el significado que se comparte: el profesor debe ser capaz

de comprender lo que el joven estudiante dice y el estudiante a su vez debe ser capaz de

entender el habla del adulto profesor e interactuar con sus compañeros de clase.

Toda la actividad en la escuela está fuertemente impregnada por el uso de la lengua

oral, ya que sigue siendo el instrumento privilegiado tanto para el desarrollo del currículum

escolar, como para facilitar el desarrollo cognitivo del alumno. (Mayor, 1989, p. 70).

El objetivo fundamental, en el curso de Lenguaje y Expresión I, es el desarrollo de

la competencia comunicativa del estudiante. Para este efecto, las actividades educativas de­

ben encaminar sus esfuerzos para favorecer el desarrollo de una competencia comunicativa

suficiente, dicho de otra forma, se trata de favorecer en el medio escolar la adquisición de la

52

Page 66: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

, ____ -

habilidad necesaria para hacer un buen uso de la lengua oral, adecuando el comportamiento

verbal a las demandas de la tarea y a las restricciones y posibilidades del contexto. (Mayor,

M. A, 1989, p. 66).

Asimismo se espera que el estudiante participe activamente en el aprendizaje de

la lectoescritura desde una perspectiva colaborativa y natural, en la que se destaque el valor

de las interacciones lingüísticas como un medio para la integración social en su contexto.

(Woods, 1984, p. 34).

Tomando en cuenta los elementos teóricos anteriores y de acuerdo con Eguinoa y

Partido (1989, p. 23), el proceso de la lectoescritura en el nivel medio-superior no es un

fin en sí mismo sino un medio para el desarrollo personal y la integración del sujeto en el

proceso productivo.

Para alcanzar estas metas, es necesario ubicar las actividades docentes en un sitio o

nivel de primera importancia, ya que a través de ellas el alumno logrará por una parte la

comprensión lectora y la reproducción de conceptos y conocimientos y por otra la elabora­

ción de nuevos productos.

Eguinoa y Partido (1989, p. 24) mencionan como ejemplo, para desarrollar adecua­

das conductas lectoescriturales, que se organicen eventos para que los alumnos lean y ob­

tengan información técnica y científica sobre algunas áreas de interés y que posteriormente

elaboren trabajos escritos en los que expresen conclusiones propias a través del juicio analí­

tico y crítico de la información obtenida. En esta fase, se refleja la producción de conoci­

mientos cuando el alumno reordena y jerarquiza sus propias ideas y conceptos, en relación

al texto y luego de una reflexión, expresa por escrito sus ideas personales.

En relación con las idea anteriores, la orientación verbalista de la enseñanza, fun­

damentada en la conferencia magistral, debe sustituirse por un enfoque equilibrado que

involucre el desarrollo de las tres actividades lingüísticas básicas: hablar, leer y escribir .

53

Page 67: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

...

...

En conclusión, la relevancia de este tema se refleja en el proceso de construcción

de textos escritos a partir de lo que se considera un problema de enseñanza en la escuela

media y media-superior. Los avances en el conocimiento y comprensión de los procesos

cognitivos que intervienen en el aprendizaje y las estrategias instruccionales que pueden

derivarse de este conocimiento; la información acerca de los factores que favorecen o en­

torpecen el desarrollo de la lectoescritura; la visión de estas actividades como procesos in­

tegrados pueden contribuir a ver la práctica docente en esta área de una forma diferente,

haciendo posible el surgimiento de propuestas pedagógicas alternativas que den respues­

tas a esa problemática metodológica que aún está sin resolver.

C. Los fundamentos psicológicos que configuran el curso de Lenguaje y Expresión I

Enseguida se aborda la perspectiva psicológica a partir de la cual se establecen los

criterios para el planteamiento curricular y para la normatividad de la evaluación de apren­

dizajes en el curso de Lenguaje y Expresión l.

1. La evolución de la teoría cognitiva de aprendizaje y su relación con el desarrollo

de la lingüística.

La lengua es considerada una característica distintiva del ser humano, también

es instrumento idóneo para la creatividad, la socialización, la expresión de pensamientos

organizados, la negociación, la discusión, la disensión y la base para adoptar una actitud

crítica que propicie la reflexión y el cambio social. (Herrera, 1994, p. 7).

Una preocupación constante del hombre ha sido conocer más acerca del funciona­

miento de la lengua, con el objeto de evaluar la producción lingüística y establecer catego-

54

Page 68: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

....

...

rías o referentes normativos para el desempeño ( o ''performance"). En este rubro las con­

tribuciones al conocimiento lingüístico han sido varias y cada una marca un hito en la evo­

lución del desarrollo del conocimiento en el área de la lengua. (Gartz, 1994, p. 15).

Inicialmente, la gramática surgió con el objeto de dotar de prestigio y pervivencia

al idioma, por un lado y facilitar su enseñanza a los extranjeros, por otro. A esta gramática

se le denomino prescriptiva, pues se enfocó a establecer una norrnatividad que sancionara la

corrección e incorrección del uso lingüístico. (Tusón, 1981, p. 116).

La contradicción fundamental de este enfoque gramatical es que dictaminó sobre lo

correcto e incorrecto sin tomar en cuenta que el lenguaje es una entidad dinámica y evolu­

tiva y que al sancionar el uso en términos de corrección o incorrección se actúa al margen

de la perspectiva histórica, pues serán el uso y el tiempo quienes se encargarán de obtener

una sanción favorable para la introducción y el valor de ciertas formas lingüísticas. (Tusón,

1981, p. 116).

Posteriormente, a partir del examen de un amplio "corpus" de textos orales y es­

critos, surge una nueva gramática que negando la validez del enfoque prescriptivo se enfo­

có a la descripción de las formas lingüísticas usadas más frecuentemente por los hablantes.

(Tusón, 1981, p. 119).

Poco después, a partir de los avances en lingüística y psicología, surgió la psico­

lingüística como un campo de estudio interdisciplinar; sin embargo fue a partir de la pu­

blicación de Syntactic Structures de Noam Chomsky, en 1957, cuando la interacción entre

psicólogos y lingüistas cobró especial importancia. De ahí que a mediados de la década de

los 50 se observó un abandono progresivo de los supuestos conductuales, que considera­

ban que la lengua era un simple conjunto de hábitos, formados en virtud de un proceso de

condicionamiento, más extenso y complejo en sus detalles, sin duda, pero no cualitativa­

mente diferente del proceso por el que las ratas aprenden en un laboratorio psicológico a

55

Page 69: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

...

conseguir la comida presionando una varilla en la jaula en la que viven. (Lyons, 1974, p.

14). Lo anterior se traduce en pensar que el habla no es sino una conducta que puede ser

observada en forma directa y fisicamente medida.

La presentación de la obra de Chomsky en los años 60, acabó con la visión está­

tica del enfoque descriptivo y se propusó como tarea primordial el descubrimiento y la

formulación de leyes que explicaran los componentes lingüísticos, con el objeto de pre­

decir otras posibles realizaciones lingüísticas.

Por lo tanto, en ese tiempo, la tarea primordial de la gramática se orientó hacia el

conocimiento de los mecanismos que permiten el uso creativo del lenguaje y a la explica­

ción o proyección de las posibilidades lingüísticas en torno a la producción de un número

ilimitado de mensajes.

A partir de la obra de Chomsky, el auge de la psicología conductista empezó a de­

crecer, mientras tanto de forma paralela la psicología cognitiva trataba de explicar el ori­

gen, la organización y el desarrollo de los procesos cerebrales en el procesamiento y emi­

sión de información. Especial importancia tuvo la obra de Miller, Galanter y Prigram

( 1960), Plans and the structure of behavior, que constituyó un auténtico manifiesto de la

nueva psicología. (De Vega, 1989, p. 25).

La teoría chomskyana fue aceptada inmediatamente por la naciente psicología cog­

nitiva, que compartió la crítica de Chornsky a las concepciones asociativas y lineales y a­

ceptó gustosamente la noción de reglas generativas y transformacionales.

Aproximadamente en los años 60, de forma paralela al desarrollo del paradigma

generativo de Chomsky, surge la lingüística aplicada y aunque su origen se relacionó con el

estructuralismo y el conductismo y su campo se restringió inicialmente a la enseñanza de

segundas lenguas, actualmente sus investigaciones se enfocan al estudio de la lengua como

medio de comunicación .

56

Page 70: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

1

1

..

La lingüística aplicada actualmente se encuentra muy vinculada con las perspecti­

vas de la psicología cognitiva y la socio lingüística. La psicología cognitiva intenta dar

cuenta de los procesos cognitivos que permiten la adquisición y manejo del lenguaje, en

tanto que la sociolingüística pretende explicar las funciones y variaciones del lenguaje hu­

mano en función de la estratificación social, el género y el contexto sociocultural.

2. La psicología cognitiva en el curso de Lenguaje y Expresión I

El desarrollo de habilidades lingüísticas es considerado como un producto de la

maduración y el aprendizaje y se expresa en tomo a competencias que el alumno debe lo­

grar a lo largo de su desempeño escolar. Los niveles de dominio o competencias descri­

ben las ejecuciones que se deben observar en diferentes niveles de edad y los niveles más

altos establecen implícitamente las finalidades educativas.

La teoría cognitiva del aprendizaje permite ir más allá de las ejecuciones existentes

y describe los procesos mentales que las generan. La ejecución experta requiere conoci­

mientos específicos sobre una materia, pero también requiere habilidades generales de pen­

samiento y aprendizaje, así como la habilidad de monitorear y controlar el propio proceso

cognitivo.

El curso de Lenguaje y Expresión I define como objetivo general la comprensión

del funcionamiento de las estructuras básicas de la lengua y la aplicación de este conoci­

miento en el desarrollo de la lectoescritura. Por lo tanto a partir de esta idea la mayor parte

del tiempo y del esfuerzo del estudiante deberá orientarse al fomento de la habilidad escri­

tural y oral así como al desarrollo de la habilidad comprensiva, tanto en la vertiente oral

como en la lectura. La psicología cognitiva describe estas habilidades de procesamiento y

la forma en que funcionan juntas. En ese sentido la comprensión del funcionamiento de las

57

Page 71: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

-

estructuras básicas de la lengua ofrece la ventaja de suscitar una reflexión teórica sobre el

uso de la misma, tornando como referencia la habilidad lingüística que el alumno posee y

cuyo conocimiento en profundidad, le servirá para alcanzar un mayor grado de control lin­

güístico.

Las habilidades lingüísticas consideradas en el curso de Lenguaje y Expresión I

son:

• La habilidad para extraer significado de las ideas expresadas en palabras escritas.

• La habilidad para generar ideas y expresarlas por escrito, a partir del propio código

lingüístico, con un nivel de creatividad y originalidad.

• La habilidad para extraer significado de la comunicación verbal, en función del con­

texto total en el que se produce.

a.

La habilidad para distinguir las palabras y su función en el contexto del enunciado, la

frase y el discurso, incluido el uso de reglas ortográficas y de puntuación.

La comprensión lectora en el curso de Lenguaje y Expresión I

En términos cognitivos la comprensión lectora, consiste en comprender un texto

penetrando en su lógica interna, es decir creando una representación coherente, estructu­

rada, jerarquizada y conectando el significado derivado de esta representación con nues­

tros conocimientos previos. (Orrantia y Sánchez, 1994, p. 278).

Bloome y Green (1984, p. 395) conceptualizan a la comprensión lectora como un

proceso cognitivo relacionado directamente con un contexto social y lingüístico que puede

verse como producto en determinados momentos para efectos de evaluación e intervención

didáctica.

Para Anderson y Pearson ( 1984, p. 255), la comprensión es un proceso activo que

58

Page 72: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

intenta construir un puente entre el marco conceptual previo y la información nueva que el

texto aporta. Asimismo conciben a la comprensión lectora integrada por una serie de ele­

mentos interactuantes o interrelacionados como la predicción, la memoria, la inferencia y la

atención, que no se pueden separar para efectos de conocimiento o evaluación.

Para articular todos los procesos y obtener la comprensión de lo leído, la mente uti­

liz.a un proceso interactivo, a través del cual, el lector deriva información desde distintos ni­

veles, integrando información léxica, sintáctica, semántica, pragmática e interpretativa.

(León, A, 1991, p. 6)

Desde el paradigma de la teoría cognoscitiva, se considera que la adquisición y la

comprensión lectora son procesos interactivos de construcción de significado, que se dan a

través de la modificación de los esquemas conceptuales que el sujeto posee.

Los esquemas son conceptualizados como estructuras de conocimiento abstracto,

modificables, flexibles y dinámicas, capaces de transformarse constantemente para integrar

o acomodar aquella información nueva, que el sujeto ha considerado significativa. En esa

dirección, el esquema permanece sin modificación mientras funcione, pero una vez que

surja la contradicción entre la vieja información y los nuevos conocimientos, la necesidad

de cambio se presenta como imperiosa y el esquema modifica su disposición y estructura

incorporando nuevos contenidos y haciéndose más complejo.

La teoría del esquema parte de la idea de que los sujetos siempre tratan de encon­

trar sentido y significado al mundo; así, el niño o adulto que ve algo que carece de sentido y

lo juzga arbitrario y absurdo no encontrará ninguna razón para atenderlo. (Smith, 1983, p.

135). Apoyando esta idea, Anderson y Pearson (1984, p. 273), afirman que los procesos

cognoscitivos relacionados con la modificación de los esquemas de lectoescritura surgen

de la búsqueda de comprensión que el sujeto intenta dar al texto y son el conocimiento

previo, la predicción, la inferencia y la atención selectiva.

59

Page 73: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

1

El conocimiento previo se refiere al conocimiento del lenguaje en que está escrito

el texto, al conocimiento del terna o materia de que se trata, etc., Srnith (1975) explica que

este conocimiento juega un papel importante en la comprensión del texto, ya que al produ­

cirse la percepción ocular de los signos impresos, el cerebro lee y confronta dicho conoci­

miento con la información explícita en el texto.

El proceso de predicción, como elemento de la lectura de comprensión, involucra

elementos de orden contextual y significados personales y culturales, permitiendo anticipar

el contenido del texto, su final o bien categorías sintácticas y semánticas.

Por lo tanto, la estrategia de predicción se relaciona directamente con la estrategia

de inferencia, que permite deducir información no explicitada en el texto y ésta será más

exacta entre más conocimientos previos tenga el lector sobre el vocabulario, el contenido y

los conceptos del texto. (Gómez P. M. , 1986, p.18).

Otro proceso cognitivo involucrado en la comprensión lectora tiene que ver con la

atención selectiva. En este caso el lector selecciona de forma inconsciente, aquellos índices

que son significativos y que tienen que ver con palabras o conceptos clave que permiten

anticipar el contenido del texto o bien ciertas categorías gramaticales.

Un aspecto que está presente, durante todo el proceso de construcción de signifi­

cado es el automonitoreo o autocorrección que el lector realiza en función del contexto se­

mántico y sintáctico en el que aparece la palabra. Esto quiere decir que los mecanismos de

comprensión, se relacionan directamente con la consistencia y coherencia que tienen las pa­

palabras y las frases en un contexto semántico y sintáctico. Así si el lector lee "la niña cose

uvas", de inmediato corrige la palabra "cose" por "come" utilizando la información visual

presente en el texto.

En el curso de Lenguaje y Expresión I, la comprensión lectora se considera suscep­

ble de desarrollarse a través de la actividad pedagógica y para ello se le ubica en una di-

60

Page 74: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• mensión doble:

• Que el alumno lea materiales cada vez más complejos con el fin de que asimile los nue­

vos conocimientos y los estructure a través de una serie de estrategias de comprensión

que se le ofrecen en el curso.

• Que el alumno sea capaz de leer y comprender contenidos cada vez más específicos,

aumentando su vocabulario y desarrollando estrategias personales para elaborar nue­

vas técnicas de lectura.

De ese modo, el alumno irá logrando mayor confianza en sí mismo y en sus recursos

intelectuales, mediante la independencia y afirmación de su capacidad comprensiva.

Eguinoa y Partido (1989, p. 18), mencionan que el logro de la independencia lec­

tora significa el desarrollo de aptitudes para seleccionar el material, el conocimiento de la

fuente de información, la comprensión simbólica de las figuras del lenguaje, la retención y

transformación de los contenidos y por otra parte alcanzar la comprensión crítica en la me­

dida en que el sujeto desarrolla determinadas aptitudes básicas tales como mantener una

motivación constante hacia distintos tipos de lectura, interpretar y organizar lo leído, or­

ganizar el contenido y apreciarlo integralmente.

b. La escritura en el curso de Lenguaje y Expresión I

Aunque se consideran actividades separadas, el atributo que poseen las habilidades

es que el desarrollo de una afecta el desarrollo de la otra, por lo tanto la transferencia de do­

minio de una habilidad a otra permite abordar una serie de actividades o tareas con éxito.

(Kluausmeier, H., 1975, p. 65)

En el curso de Lenguaje y Expresión I, el desarrollo de la habilidad para generar

ideas y expresarlas por escrito, a partir del propio código lingüístico, se considera íntima-

61

Page 75: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

mente ligado a la habilidad lectora En consecuencia, la lectura y la escritura, como pro­

cesos cognitivos que se encuentran interrelacionados, no se pueden explicar uno sin hacer

referencia al otro, por tanto para penetrar en el proceso de construcción de la escritura se

hace mención del proceso de construcción de la lectura.

En primer término, la concepción de la lectoescritura como un proceso construc­

tivo parte de la idea de que la mente humana al interactuar con el texto construye el sig­

nificado más literal, como las inferencias se encuentran más allá de las palabras escritas, la

intervención de los esquemas previos juega un papel predominante, ya que contienen redes

semánticas internas organizadas que se reflejan necesariamente en la construcción del sig­

nificado textual e inferencial. (Cazden, 1984 p.216).

En el caso de la escritura, la construcción de significado depende específicamente

del contexto de la producción del mensaje; aquí cabe mencionar que la interacción social

entre el escritor y el lector juega un papel determinante, es decir se escribe pensando en un

lector hipotético y se hace en función de una necesidad comunicativa o expresiva. En ese

sentido, escribir no es sólo tener ideas en la cabeza y plasmarlas en el papel. Un escritor

busca las palabras que representen mejor sus ideas y logren el impacto deseado, eso de­

manda saber lo que se quiere decir y cómo decirlo y a qué persona se le dice. (Orrantia y

Sánchez, 1994, p. 288).

Así pues, el condicionamiento de la producción escrita en función del contexto se

relaciona directamente con la lingüística funcional representada por Halliday, que parte del

análisis de las funciones que los textos cumplen en diversos contextos y concibe a la len­

gua como un recurso de construcción e intercambio de significado y como vía para actuar

(función pragmática) y para conocer (función matética). (Camps y Castelló, 1996 p.324).

Los procesos cognitivos implicados en la escritura se concretan de forma dife­

rente en cada situación de comunicación y varían de un sujeto a otro.

62

Page 76: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Como punto inicial del proceso de construcción de la escritura, el escritor debe

analizar la situación de comunicación en la que se inserta la actividad escritural e inter­

pretar la clase de demandas a las que el texto debe responder, es decir, la elaboración de un

informe periodístico, de una parábola, un cuento o una exposición plantean diferentes ti­

pos de objetivos y exigencias tanto al escritor como al lector.

Los elementos a tomar en cuenta son: el objetivo de la actividad escritural (por qué

y con qué fin se escribe), el destinatario (para quién se escribe) y el escritor ( quién escribe)

así como las condiciones particulares que limitan o caracterizan la situación determinada.

Enseguida se planifica la elaboración del texto, lo que conlleva la elaboración de un

esquema de lo que se espera hacer y una toma de decisiones respecto a las operaciones

mentales implicadas y al contenido a considerar en la realización del texto.

El proceso de elaboración del texto también es denominado como traducción, ya

que maneja los recursos y mecanismos que el escritor posee para codificar el mensaje. El

pensar qué se va a decir (generar contenido) es el primer obstáculo a superar en un trabajo

escrito. Todos los escritores utilizan el proceso de búsqueda en la memoria a largo plazo

parar generar contenidos posibles a partir del plan general ideado en el proceso de plani­

ficación; a partir de éste el escritor empieza a explorar una cadena de asociaciones menta­

les sobre su trabajo, lee textos, entrevista a personas, habla con sus compañeros acerca del

tema de escritura, etc.

Posteriormente el escritor discrimina y selecciona los contenidos posibles en fun­

ción de su adecuación y relevancia para la supuesta audiencia. En este momento, los es­

critores toman decisiones sobre el contenido y su estructuración a partir de un lector

hipotético.

El proceso escritural tiene gran complejidad, pues el escritor realiza varias tareas

para producir el texto: asocia ideas y elabora cadenas textuales, lee y rompe la secuencia

63

Page 77: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

cuando la información se toma irrelevante para el tema, la tarea o el lector hipotético. Asi­

mismo al mismo tiempo que genera las ideas debe considerar cómo organizarlas en una es­

tructura textual adecuada. Los objetivos que el escritor persigue le ayudan a realizar una

elección sobre qué decir y cómo decirlo y escribe para atraer al lector, utilizando trucos es­

tílisticos para empezar con fuerza, usar lenguaje figurado, frases directas, voz pasiva, etc.

Después de la elaboración de la tarea escritura), la fase de revisión adquiere espe­

cial importancia, ya que se pretende comprobar si el texto se ajusta al objetivo planteado, si

es lo suficientemente claro para ser entendido desde la perspectiva del lector. En ese senti­

do, cuando un escritor escribe, repetidamente relee, reexamina, borra y corrige su escritu­

ra, considerando el texto como una unidad que tiene un objetivo, un balance y que cumple

una función comunicativa.

La fase de revisión tiene dos niveles: una revisión del tópico sobre el que se es­

cribe, en cuanto a actualidad de las fuentes, manejo conceptual y desarrollo de las ideas y

el otro nivel que es meramente estilístico, en el que se revisa sobre todo aspectos morfo­

sintácticos de la estructura textual.

Finalmente, se realiza la reescritura del texto que consiste en ajustar la producción

escrita a las necesidades y expectativas del propio escritor. Este proceso cognitivo supone

un ir y venir entre lectura y reescritura lo cual puede transformar el nivel del conocimiento

que el autor tenía sobre el tema escrito.

Considerando los planteamientos anteriores es posible inferir algunos principios

lingüísticos presentes en el acto de escribir y que se manifiestan cuando se es consciente de

que el lenguaje está organizado para compartir significados al interior de una cultura.

Según Eguinoa y Partido (1989, p. 20), para que el sujeto pueda integrar psicológi­

ca, simbólica y socialmente el escrito, debe asumirlo como un proceso con las siguientes

características:

64

Page 78: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Claro y concreto. Expresa lo que realmente se propone a través del mensaje, dejando

de lado elementos subjetivos.

• Adecuado a las circunstancias hacia las cuales va orientado (narrar, explicar, informar,

etc.).

• Original y personal. En él se imprime el modo de pensar del autor, en sus diferentes

circunstancias y situaciones, para que pueda ser comprendido por el mayor número de

lectores.

Sintetizando esta triple caracterización se pueden mencionar las implicaciones que

tiene para la práctica pedagógica en los programas de educación superior. Leer y escribir

implica interrelacionar los procesos de comprensión lectora y los procesos de composición

escritural, de ahí que en el curso de Lenguaje y Expresión I las actividades en el aula se de­

ben fundamentar en situaciones complejas y realistas que son parte del mundo del educan­

do.

Por otra parte, algo que es de suma importancia en el acto escritural, es el desarrollo

de las habilidades específicas de escritura: ortografia y morfosintaxis.

Para entender la necesidad de desarrollar en los alumnos las habilidades específi­

cas de la escritura, se destaca la idea de que la adquisición del código gráfico no es una

característica genética del hombre como lo son los sonidos del habla y por ende, debe ser

aprendido por cada generación, casi siempre en una relación educativa. (Condemarín y

Chadwick, 1989, p. l 46).

La ortografia se define como el estudio de la naturaleza y utilización de los sím­

bolos en un sistema de escritura. (Condemarín y Chadwick, 1989, p. 146).

"Tener buena ortografia" es una expresión que significa reproducir con precisión y

en un orden apropiado las letras que componen una palabra. Es un logro que supone que el

estudiante haya desarrollado su capacidad de discriminación, memoria visoauditiva, domi-

65

Page 79: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

nio de secuencias, análisis y síntesis. También debe existir la integración de la mano, el ojo

y el pensamiento necesaria para seleccionar y utilizar formas aceptables de cada letra y

combinarlas para formar palabras. Implica también que el estudiante haya desarrollado las

funciones cognitivas de categorización para seleccionar la ortografia correcta, según sea el

contexto de la oración y su noción gramatical implícita. (Condemarín y Chadwick, 1989, p.

148).

Como materia de estudio, la ortografia plantea al estudiante cierta ilogicidad, que

tiene una explicación histórica, pero que para efectos de aprendizaje, aumenta la comple­

jidad del mismo. Inicialmente, al reproducir la lengua escrita se buscaba la total corres­

pondencia entre el sonido y el grafema. Al producirse cambios en la lengua hablada obvia­

mente debían producirse cambios en la lengua escrita. Sin embargo, la lengua escrita ten­

dió a ser más estable y resistente al cambio. En consecuencia, como forma de expresión re­

gistra un estado muy anterior de la lengua. En español existen algunos elementos tradicio­

nales, como es el caso de la h, o de la u, en el grupo qu y en gue, gui. (Condemarín y

Chadwick, 1989, p. 149).

Dada la complejidad de la problemática descrita, es indudable que se requieren

varios años de ejercitación inteligente para poder dominar la ortografia. Esta complejidad

hace que la reeducación de la disortografia sea una tarea compleja, larga y dificil.

Condemarín y Chadwick ( 1989, p. 148) señalan que en la enseñanza de la ortogra­

fia y en la reeducación de alumnos disortográficos se deben considerar los siguientes aspec­

tos:

• Existe una alta correlación entre leer bien y tener buena ortografia, por ende, los

alumnos con dificultades lectoras tienen muy mala ortografia. El análisis de los

errores ortográficos ayuda a entender sus dificultades de lectura y por la ense­

ñanza remedia~ ya sea en lectura y ortografia, ambas se favorecen recíproca-

66

Page 80: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

mente.

• El dominio de la ortografta tiene un carácter evolutivo, por ello deben buscarse

los medios que permitan a los alumnos adquirir progresivamente una ortografía

efectiva.

• La enseñanza de la ortografía debe hacerse con palabras de uso frecuente en la

comunicación escrita.

• Debe reducirse el tiempo usado en la ejercitación ortográfica para estimular

otras funciones cognitivas, de lengua oral o de lectura.

• La enseñanza de la ortografia debe estar integrada al uso de la lengua. El estu­

diante debe saber que una ortografia correcta mejora la calidad de la expresión

escrita y por lo tanto, de la comunicación.

En el curso de Lenguaje y Expresión I, se le confiere una gran importancia al co­

nocmiento ortográfico y se recomienda el ejercicio como una estrategia para aplicar y

aprender las reglas ortográficas.

Para la enseñanza de las reglas ortográficas se consideran algunos procedimientos:

• La enseñanza debe ser inductiva, el alumno debe descubrir las constantes a

partir de la observación de las palabras.

• La enseñanza debe ser dosificada, se sugiere que sólo se enseñe una regla

ortográfica a la vez.

• Deben mostrarse las excepciones de la regla.

• Se debe enfatizar la aplicación de la regla y no sólo su simple memorización.

La otra habilidad específica, considerada importante en el dominio de la escritura

es la morfosintaxis que se define como el dominio de las formas o patrones sintácticos así

como de las funciones gramaticales de las palabras en el contexto del discurso oral o escri-

67

Page 81: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

to. (Condemarín y Chadwick, 1989, p. 1989, p. 149).

Alrededor de los cinco o seis años los niños manejan con propiedad sintáctica los

elementos centrales de la lengua, este dominio crece gradualmente durante la niñez media

y la adolescencia. Sin embargo la precocidad sintáctica en el habla no se transfiere automá­

ticamente a la lectura y la escritura, pues la sintaxis tiene un aprendizaje de segundo orden

a través d1~ la sistematización y práctica. La lectura habitual lleva al lector a familiarizarse

con estructuras progresivamente más variadas y complejas así como a interpretarlas ade­

cuadamente. Del mismo modo, en la escritura se superan poco a poco los patrones sintác­

ticos que reproducen literalmente el habla y se avanza en el dominio de producciones más

complejas. A continuación se ofrecen algunas estrategias para mejorar este aspecto de la

escritura.

• Efectuar transformaciones escritas de oraciones surgidas naturalmente en la

conversación.

• Expandir oraciones.

• Efectuar sustituciones del nombre, la acción o cualquier otra parte de la oración

para favorecer la comprensión lectora.

• Realizar transformaciones

• Intensificar el tono de las oraciones agregando palabras adecuadas.

• Combinar oraciones

• Destacar y practicar el uso de nexos, involucrando cambios sintácticos que se

traducen en cambios de significado.

• Familiarizar a los alumnos con distintos tipos de estructuras y pedirles que los

imiten por escrito.

• Restitución de palabras omitidas, utilizando el procedimiento cloze.

68

Page 82: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

En el programa del curso de Lenguaje y Expresión I se sugiere que se desarrolle la

morfosintaxis como una habilidad específica en el contexto de la actividad escritural y en

el contexto del enunciado o discurso que se lee o escribe.

c. Hablar y escuchar dos actividades comunicativas básicas en el curso de Lenguaje y

Expresión l.

La comunicación humana se fundamenta principalmente en dos actos básicos: ha­

blar y escuchar, pero ¿qué aspectos les distinguen?, ¿cómo se apoyan mutuamente para lo­

grar una comunicación efectiva?, ¿qué dificultades se dan en el cambio de emisor a recep­

tor y viceversa?, ¿qué estrategias tiene cada proceso?, ¿qué papel cumple la escuela en el

desarrollo de la lengua oral y de la lengua receptiva? Enseguida se pretende responder a es­

tas preguntas.

Hablar y escuchar son dos procesos interdependientes pero distintos en esencia.

Hablar se considera como un proceso de producción, escuchar es un proceso de recepción.

La lengua oral como proceso productivo permite expresar una serie de significados que pa­

san del pensamiento a las estructuras subyacentes y de ahí a la producción verbal.(Good­

man y Goodman, 1977, p. 159).

El productor de lengua oral se apoya de manera importante en el contexto comu­

nicativo y responde a una serie de necesidades, motivos e intenciones, que tienen concre­

ción en la relación del símbolo oral con un significado e idea, así como con la realidad que

cada uno representa. (Goodman y Goodman, 1977, p. 69).

Por otra parte, el proceso receptivo inicia con la percepción de los sonidos del ha­

bla y su secuencia de elaboración sigue una dirección inversa, es decir, los oyentes van de

la representación auditiva a las estructuras y de ahí a su significado. Como usuarios de la

69

Page 83: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

lengua receptiva, los oyentes están, antes que nada, atentos a la comprensión, construyen­

do el significado a través de estrategias de confirmación, corrección, predicción e inferen-

c1a.

Se considera que un oyente es efectivo cuando logra construir el significado y efi­

ciente cuando usa el mínimo esfuerzo necesario (Goodman y Goodman, 1977, p. 155) pero,

¿cómo se produce este proceso receptivo?, para explicarlo es preciso conocer con certeza

cómo se producen los sonidos del habla, que para su estudio se enfocan desde dos niveles

diferentes: el nivel fonético que permite distinguir los distintos tipos de sonidos que se pro­

ducen para formar segmentos fonéticos y el nivel fonológico que explica cómo los sonidos

se agregan, cambian u omiten en la formación de palabras y oraciones, alterando o cam­

biando significados. (Clark y Clark, 1977, p. 178-179).

En el primer nivel se analiza la pronunciación de los sonidos y se relaciona directa­

mente con los órganos de fonación: boca, labios, dientes, lengua. La pronunciación de seg­

mentos fonéticos implica una serie de gestos y movimientos de dichos órganos. Dichos seg­

mentos han sido descritos en términos de la forma que adquiere la boca, lugar de la lengua,

forma de los labios, etc.

La división básica de los segmentos fonéticos se da entre vocales y consonantes.

Así las consonantes se forman por constricción de parte de la boca o apertura parcial. La

diferencia de pronunciación entre consonantes se establece a partir del lugar en el que la

boca es constreñida, la manera en que se da la constricción y si ésta va acompañada o no

por la vibración de las cuerdas vocales. (Clark y Clark, 1977, p. 180).

La percepción del habla combina una serie de acciones que el hablante ejecuta: el

movimiento de los labios, la lengua y las cuerdas vocales producen una serie de sonidos.

Los oyentes deben analizar los sonidos e identificar las oraciones producidas; por lo tanto la

comprensión descansa en el fenómeno de la percepción del habla.( Clark y Clark, 1977, p.

70

Page 84: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

...

175). Para algunos el proceso de identificar sonidos y secuencias de palabras involucra sólo

la percepción auditiva y está alejado del proceso de construcción de significado del discur­

so. Esto no es correcto, pues la percepción del habla involucra normalmente la utilización

del proceso de construcción. Los oyentes pueden seguir un mensaje bastante largo si es co­

herente semánticamente, en ese sentido los oyentes intentan interpretar y utilizar la lengua

oral para retroalimentar el mensaje que escucharon. (Clark y Clark, 1977, p. 219).

Otro fenómeno, digno de mencionarse, es que escuchar es un acto selectivo, el o-

yente selecciona aquellas palabras que le son significativas y elimina o rechaza las palabras

u oraciones que le parecen ambiguas o sin sentido, de forma inconsciente. (Goodman y

Goodman, 1977, p. 154). Asimismo en este proceso se dan sustituciones de unas palabras

por otras y en algunos casos se completan correctamente aquellas palabras que acústica­

mente se presentan incompletas.

La lengua oral se ha considerado como un acto instrumental, todo hablante habla

para producir un efecto en un oyente: cambiar una idea, compartir información, preguntar,

discutir, etc.

El productor de lengua oral puede influir en el éxito de la comunicación haciéndola

más completa y lo menos ambigua posible y respetando las reglas de producción conven­

cionales. Lo anterior se relaciona con el proceso de planeación, así se cree que los hablan­

tes generalmente seleccionan sus palabras componente por componente. (Clark y Clark,

1977 p. 260).

En algunos casos, el hablante actúa espontáneamente y articula palabras sin haber

planificado antes lo que va a decir; ello tiene como consecuencia una serie de errores en el

proceso de producción. La diferencia entre una producción espontánea o planeada radica

principalmente en la clase de errores que se cometen en cuanto a fluidez y pronunciación;

esto es cuando la gente habla espontáneamente vacila, repite, corrige, tartamudea y balbu-

71

Page 85: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

cea. En algunas ocasiones, el hablante planea sólo parcialmente que va a decir y en su eje­

cución se va a observar lo siguiente: el hablante dice algo, hace un alto, planea e intenta

hablar fluidamente, comente errores, corrige, hace repeticiones de palabras, etc. (Clark y

Clark, 1977, p. 259).

Cuando la gente conoce lo que quiere expresar y lo dice con fluidez se realiza el

desempeño ideal. Para la teoría de producción del habla, el desempeño ideal es de suma

importancia, pues se asume que la gente lucha por llegar al desempeño ideal y cada des­

viación apunta hacia un error en la planeación o ejecución.

En el desempeño ideal, las pausas son reguladas y el habla tiene fluidez y cadencia

en un suave hilo de entonación. Los errores más comunes del habla en el desempeño ideal

es la pausa silenciosa, definida como un largo período de no hablar entre palabra y palabra,

o la sustitución de la pausa silenciosa con expresiones como "eh, urn, mmm".

La rapidez del habla está más enteramente determinada por la cantidad de pausas

semejantes, la gente que habla muy despacio titubea mucho y cuando se habla muy rápido y

se eliminan las pausas, no se escucha el corte entre palabras. (Clark y Clark, l 977p. 261 ).

En este sentido las pausas entre palabras distinguen a los hablantes lentos de los rápidos, ya

que los hablantes rápidos no titubean y los lentos no tienen fluidez porque titubean mucho.

Otros errores del habla no distinguen entre los dos tipos de hablantes. Así, los erro­

res más comunes realizados por ambos tipos de hablantes, además de las pausas silenciosas

son las repeticiones y los falsos inicios. La retracción que consiste en repetir una o dos ve­

ces una palabra antes de pronunciarla corectamente, el tartamudeo, el uso de interjección, la

corrección y los lapsus linguae.

El sujeto que aprende debe manejar la lengua oral para poderse comunicar con los

demás y para potenciar su actividad cognitiva. Durante mucho tiempo, dominó en la didác­

tica de la lengua la idea de que si el alumno conociera la gramática, manejaría mejor la len-

72

Page 86: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

gua. Actualmente, se tiende a dar prioridad a la enseñanza del lenguaje funcional y a la me­

tacognición como elementos instrumentales de suma importancia.

Mayor ( 1989, p. 71 ), señala la estrecha interdependencia que existe entre lengua y

pensamiento y afirma que no se puede adquirir la competencia lingüística sin adquirir una

doble competencia comunicativa y cognitiva, no se puede dominar el procesamiento de la

producción o de la comprensión del lenguaje sin que en ello intervengan diversos proce­

sos de pensamiento como son la categorización y conceptualización, la formación de es­

quemas, los procesos de inferencia o el pensamiento productivo.

Una de las estrategias que se usa últimamente en la enseñanza de la lengua oral

consiste en interpretar la realidad, pensar sobre ella y posteriormente expresar esos pen­

samientos en palabras.

Desde la perspectiva socio lingüística, el estudiante no se concibe como un hablan­

te--oyente ideal, sino como el usuario concreto de una lengua, miembro de un grupo o sub­

grupo social y cultural determinado, que pertenece a una clase social, que tiene un status

determinado, que tiene un bagaje de conocimientos concreto y de forma especial que posee

un repertorio verbal determinado compuesto de todas las variedades que es capaz de usar en

su vida cotidiana. (Tusón V. 1993, p. 85).

Desde ese punto de vista, saber que tipo de estudiante se tiene en el aula es algo

fundamental; se debe saber con que repertorio verbal llega, que lugar ocupan dentro de ese

repertorio, la modalidad oral y escrita y desde luego se debe concebir el espacio del aula

como un microcosmos, donde se concentra la realidad sociocultural de profesor y alumnos.

Entender el aula como un espacio comunicativo permite plantear lo que ocurre en

ella a partir de diferentes escenarios, acontecimientos o situaciones comunicativas. En cada

acontecimiento o situación comunicativa se dan ocho componentes ( situación, participan­

tes, finalidades, secuencia de actos, clave, instrumentos, normas y género), que se articulan

73

Page 87: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

de una forma específica y adquieren unas características peculiares. (Tusón, V., 1993, p.

60).

Hymes ( citado por Corder, P., 1992, p. 45) menciona que toda situación comunica­

tiva ocurre en un espacio y un tiempo, entre unos participantes o actores con ciertas carac­

terísticas socioculturales, que establecen una relación lingüística entre ellos para ciertos fi -

nes y culmina en productos de interacción.

Los productos obtenidos al final de la interacción, son el resultado de una secuen­

cia de actos que aparecen prefigurados en una organización o estructura de interacción, tan­

to por lo que respecta al contenido como por la forma en que se configura, a partir de cierto

tono de interacción ( formal o informal), que depende del tipo de relación entre los partici­

pantes, así como del tema u objetivo.

Por otra parte el componente instrumental que incluye el canal ( oral, visual o

audiovisual), el repertorio verbal de los participantes, así como los gestos faciales a cor­

porales y las normas de interacción que regulan el uso de la palabra, influyen en la inter­

pretación, que a su vez se encuentra determinada por los marcos de referencia compartidos,

que permiten comprender adecuadamente tanto lo que se dice como lo que se calla, la cor­

tesía, las presuposiciones y el género que define la interacción ( exposición, narración, di­

rectiva, dialogal, etc.). (Tusón, V., 1993, p. 89).

En resumen, de las ideas anteriores se destacan algunas aportaciones de la teoría

sociolingüística a la tarea del profesor de Lenguaje y Expresión I, las cuales se exponen

enseguida:

• Aporta una reflexión sobre el uso y la actitud evaluadora respecto a los usos

lingüísticos (del profesor y sus alumnos).

• Permite diagnosticar los usos lingüísticos del estudiante conociendo su entorno

sociolingüístico y su repertorio verbal.

74

Page 88: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Facilita la programación de una intervención que desarrolle las capacidades de

uso y reflexión sobre los valores asociados a las diferentes maneras de hablar.

• Brinda elementos para evaluar los usos orales y escritos de la lengua de acuer­

do con las diferentes situaciones comunicativas.

D. El rediseño del curso de Lenguaje y Expresión I

1. La Misión del ITESM y el rediseño

El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey es un sistema uni­

versitario que tiene como Misión formar personas comprometidas con el desarrollo de su

comunidad para mejorarla en lo social, en lo económico y en lo político, y que sean compe­

titivas internacionalmente en su área de conocimiento. La Misión incluye hacer investiga­

ción y extensión relevantes para el desarrollo sostenible del país. (ITESM, 1996)

En el marco de la Misión del ITESM se establece un programa de rediseño de la

práctica docente a partir del análisis de diferentes factores tales como: el contexto de los

nuevos tiempos, el desempeño profesional de sus egresados y el resultado de la consulta

hecha a la sociedad.

El desarrollo de una serie de habilidades aparece como una necesidad para cumplir

con el objetivo de Misión. En esta dirección el desarrollo de habilidades se promueve a tra­

vés del rediseño de los cursos, en torno a una serie de estrategias de aprendizaje que toca al

profesor proponer con el fin de adecuar objetivos, contenidos y actividades a los diferentes

contextos situacionales.

75

Page 89: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

a. Las habilidades lingüísticas en el marco del rediseño del curso de Lenguaje y

Expresión I

Las habilidades de comunicación oral y escrita, en el marco del rediseño, se fun­

damentan en un conjunto de procesos cognitivos que permiten conocer e interpretar el

mundo.

La definición operacional de la buena comunicación oral y escrita se estructura a

partir de que los alumnos logren los fines siguientes:

• Estructuren y expresen sus ideas de manera lógica y coherente.

• Redacten concisa y claramente.

• Tengan buena ortografia y buena sintaxis.

• Tengan la capacidad de poder comunicarse ante cualquier auditorio.

• Tengan capacidad de hacer una lectura crítica.

• Entiendan lo que leen y lo que escuchan.

• Sean capaces de estructurar una presentación con elementos orales y escritos.

El proceso de rediseño del curso de Lenguaje y Expresión I se puede expresar co­

mo una complejización de los procesos de enseñanza y aprendizaje, que se encuentra estre­

chamente vinculada con los principios epistemológicos y psicopedagógicos que subyacen

en la estructura curricular del mismo curso.

b. El desarrollo de actitudes y valores en el rediseño del curso de Lenguaje y

Expresión I

El rediseño del curso de Lenguaje y Expresión I se estructura a partir de la promo-

76

Page 90: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ción de las habilidades lingüísticas en un contexto colaborativo, que tiene que ver con el de­

sarrollo de la capacidad para trabajar en equipo, en interdependencia para el logro de la me­

ta.

En el curso de Lenguaje y Expresión I el aprendizaje en equipo adquiere una con­

notación importantísima, pues la socialización se da a través de la expresión oral y el aula

se convierte en un espacio comunicativo por excelencia.

En esta concepción de aula como espacio de negociación lingüística, se apoya el

desarrollo de un conjunto de actitudes y valores que permitirá al alumno un desempeñ.o

mejor al interior de la sociedad.

Así, la honestidad, la responsabilidad, el liderazgo, la actitud emprendedora, la

innovación, el espíritu de superación personal, el compromiso social con el país y sus

necesidades, el respeto a la dignidad de las personas, el compromiso de actuar como agente

de cambio, el aprecio por la cultura, etc., son aspectos valorales y actitudinales que forman

parte de la dimensión transversal del programa del curso de Lenguaje y Expresión l.

c. La política de evaluación en el rediseñ.o del curso de Lenguaje y Expresión I

La política de evaluación en el rediseñ.o del curso de Lenguaje y Expresión I tiene

una dimensión integral; es decir el docente no sólo debe valorar conceptos y habilidades

lingüísticas, sino que debe ponderar también el desarrollo de actitudes y valores. (Ver

Anexo 2).

Por lo tanto, los elementos de evaluación, a lo largo de las unidades temáticas, se

concretan en:

• Exámenes escritos: se usarán para comprobar el desarrollo de las habilidades

adquiridas y la construcción de conceptos. Su ponderación será competencia

77

Page 91: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

exclusiva del profesor.

• Tareas: servirán para evaluar el proceso de construcción de conceptos y el de­

sarrollo de las habilidades lingüísticas. Esta evaluación es formativa o pro­

cesual y su objetivo es aportar información de los avances y obstáculos del

estudiante en cada fase de desarrollo del programa del curso.

• Ortografia: su desarrollo se evaluará a través del examen escrito en cada parcial,

además de los ejercicios realizados por medio del assessment y en el libro de

texto.

• Coevaluación: tiene como objeto que el estudiante evalué el desempeño de sus

compañeros y el suyo en la elaboración de los trabajos colaborativos.

• Autoevaluación: su fin es que el alumno reflexione sobre su propio avance, en

cuanto a las habilidades, actitudes y valores adquiridos. Esta actividad se con­

sidera formativa y es requisito para presentar el examen parcial de cada unidad.

(Ver Anexo 2).

Los referentes de evaluación enunciados antes requieren una innovación de las

prácticas de evaluación realizadas en tomo al desarrollo de las habilidades lingüísticas.

E. La evaluación de habilidades lingüísticas

Para abordar el aspecto de evaluación de habilidades lingüísticas se inicia con una

descripción sobre la evolución de los diferentes paradigmas de evaluación para las habilida­

des lingüísticas y enseguida se analizan las aportaciones actuales de la investigación en la

evaluación de la comprensión lectora, expresión oral y expresión escrita.

78

Page 92: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

1. La evolución de los modelos de evaluación de habilidades lingüísticas

Durante los últimos veinte años, la evaluación de las habilidades lingüísticas, así

como sus dificultades, ha sido objeto de un creciente interés por parte de diferentes profe­

sionales procedentes tanto del ámbito de la psicología clínica como educativa.

Desde un punto de vista cronológico es posible mencionar algunas de las líneas en

torno a las cuales se han articulado diferentes sistemas de evaluación, claramente definidas

en relación a sus objetivos y procedimientos. Desde esta perspectiva, es evidente la inter­

relación que existe entre las teorías explicativas, tanto de la lengua en sí misma como de su

adquisición y desarrollo y los modelos de evaluación a los que han dado lugar.

Durante los años sesenta, la evaluación del lenguaje vino determinada por la cris­

talización del modelo psicolingüístico, a partir del cual se produjo un gran auge de la uti­

lización de los tests estandarizados. Tras esta concepción psicométrica se hallaba una con­

cepción del desarrollo lineal, en la que se incluían las habilidades lingüísticas en su con­

junto.

Algunas de las ventajas para la aplicación de pruebas estandarizadas, manejadas

desde este paradigma, mencionaban la garantía de que los estímulos y condiciones de apli­

cación podían ser controlados, existiendo la posibilidad de comparar los resultados de un

sujeto con los obtenidos por su grupo de edad y en ese sentido definir el grado de retraso o

avance en la evolución del lenguaje, así como la posibilidad de valorar dificultades lin­

güísticas con criterios diagnósticos, pues se pueden comparar los resultados de un mismo

sujeto en diferentes partes de la prueba para valorar la significación de posibles diferencias

y después establecer su relación con el comportamiento en esa prueba de otros sujetos con

dificultades.

Las pruebas diseñadas para evaluar habilidades lingüísticas generales se abocan a

79

Page 93: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

destacar el conocimiento que tiene el estudiante de la forma y el contenido de la lengua (fo­

nología, morfosintaxis, pragmática, etc.), constituyen un instrumento válido para evaluar

necesidaes de índole general o bien para tomar la decisión de realizar una evaluación más

exhaustiva.

Como desventajas de las pruebas psicométricas para evaluar la lengua se pueden

mencionar que requieren adaptaciones a la situación aúlica , que los rangos de edad y ren­

dimiento que aportan los diferentes tipos de pruebas ofrecen una gran variabilidad a la ho­

ra de establecer los niveles mínimo y máximo de rendimiento y que ninguna prueba cons­

tituye una medida totalmente válida.

Cuestionado en varios sentidos, este modelo tiene como crítica fundamental que no

aporta una información profunda y "comprensiva" acerca de las habilidades lingüísticas

del alumno. (Mayor, M., 1993, p. 361 ).

Un modelo alternativo surgió derivado de la concepción chomskiana de la gramá­

tica generativa, cuya aportación dio lugar al diseño, por parte de los psicólogos que se­

guían esta orientación, de diferentes instrumentos que estaban destinados a establecer los

perfiles de desarrollo referidos a la "competencia" gramatical del estudiante. Este enfoque

definía como procedimiento óptimo el análisis de las producciones lingüísticas infantiles,

con el objeto de establecer gramáticas infantiles en términos de reglas. El declive de este

modelo empezó al no brindar una explicación exhaustiva sobre el desarrollo de la lengua.

En los años setenta, el interés de los estudiosos se centró en la semántica, que

residía en el análisis del contenido de las palabras y los enunciados y en el estudio del es­

tablecimiento de relaciones entre conceptos así como de las significaciones implícitas. Es­

ta orientación inaugurada por autores como Bloom (1972) y Slobin (1988), asumía una cla­

ra preocupación por el papel relevante que el desarrollo cognitivo debía jugar en la adqui­

sición de esta dimensión de la lengua.

80

Page 94: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Los instrumentos producidos por los investigadores, tomando este paradigma co­

mo fundamento, fueron las escalas de desarrollo, que se diseñaron a partir de una selección

de conductas observables y ordenadas jerárquicamente en función de su aparición cronoló­

gica. Algunas escalas de desarrollo se usaron con el fin de evaluar el desarrollo cognitivo y

comunicativo, otras se centraron en aspectos meramente lingüísticos, mientras otras consi­

deraban áreas de desarrollo relacionadas. En resumen, las escalas aportaban una aproxima­

ción muy general a los propósitos de lo que debería constituir una evaluación comprensiva

de la lengua y la comunicación.

A finales de los setenta e inicio de los ochenta, surgió un nuevo interés que se con­

cretó en la "revolución pragmática" que produjo un cambio respecto a los planteamientos

que se enfocaban en las habilidades psicolingüísticas o en la gramática. Ahora la evaluación

debía reflejar el descubrimiento de que la estructura lingüística del habla de los sujetos está

determinada por una doble necesidad: la de ser significativa y tener algún tipo de efecto so­

cial. En este sentido el nivel pragmático planteaba el reto de evaluar aspectos funcionales

de la lengua, que incluía componentes verbales y no verbales y su desarrollo a partir de

cuatro variables: las características de los participantes (edad, género, status, etc.); el esce­

nario, situación del intercambio (tiempo y lugar), el tema de conversación; el objetivo o in­

tención de los hablantes

A partir de lo anterior los aspectos a evaluar, en este modelo, fueron el contenido

de la expresión, su coherencia y cohesión textual, la adecuación al contexto, la estructura

textual, el mantenimiento de la atención, la entonación, la gesticulación, la expresividad,

etc. Los instrumentos ideales para tal cometido, fueron procedimientos de evaluación no

estandarizados como la observación de la competencia lingüística dentro del aula y el a­

nálisis de muestras de producción espontánea.

Actualmente, el énfasis de la evaluación se sitúa en la obtención de información

81

Page 95: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

acerca de los procesos que subyacen a la lengua y la comunicación así como acerca del

contexto en que suceden. Este cambio de perspectiva responde a una transformación más

amplia del interés de la psicología, centrada inicialmente en la evaluación de conductas o

funciones y que más tarde se polariza en la identificación de los procesos que se hallan en

la base de aquéllas.

El paradigma actual, derivado de la perspectiva cognitiva pone un énfasis especial

en los procesos de aprendizaje, y para su evaluación propone una gran diversidad de ins­

trumentos ( escalas de observación, entrevistas, escalas de desarrollo, pruebas, encuestas,

listas de control, etc.) y agentes (maestro, alumnos); en la dimensión temporal propone di­

ferentes momentos para realizar la evaluación (al inicio del proceso, durante todo el proce­

so y al final del proceso).

Como conclusión de lo anterior, la evaluación adecuada de la lengua debe tener en

cuenta cuatro aspectos bien definidos: la naturaleza y estructura de la lengua, el desarrollo

de la lengua, el marco de evaluación y los procedimientos específicos de evaluación con el

objeto de saber en qué nivel de desarrollo lingüístico y comunicativo se encuentra un alum­

no, cómo ha llegado al mismo y qué puede hacerse a partir de ese momento para optimizar

o reorganizar los procesos detectados.

2. Aportaciones de la teoría a la evaluación de habilidades lingüísticas

Enseguida se abordan las aportaciones que la investigación ha realizado en tomo a

la evaluación de habilidades lingüísticas. La pertinencia del análisis de dicha temática ra­

dica en su relación con el tema central de este trabajo.

82

Page 96: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

a. La evaluación de la expresión oral

La evaluación de la expresión oral constituye uno de los elementos más impor­

tantes para identificar rasgos divergentes en cuanto a la producción, dominio y desarrollo

lingüístico en el sujeto.

Se recomienda que la evaluación de la expresión oral se realice en tres momentos

del proceso; el primero es la evaluación inicial, que guiará la toma de decisiones acerca de

qué y cómo enseñar; el segundo es la evaluación procesual, que se da a lo largo de la inter­

vención pedagógica y que permitirá realizar ajustes a los procedimientos y objetivos; el ter­

cero es la evaluación final que constituye una reflexión última sobre el rendimiento global

de cada alumno, en base a los datos recogidos en las evaluaciones inicial y proce-sual, lo

cual lleva a emitir un juicio sobre sus consecuciones, su rendimiento y en definitiva el nivel

de aprendizaje, que servirá como punto de partida para la continuidad de su for-mación

académica y personal. (Mayor, 1989, p. 367)

El contenido de la evaluación en el caso de la expresión oral se centra en la fonolo­

gía, la morfología, la sintaxis, la semántica y la pragmática. (Mayor, 1989, p. 367).

En el nivel fonológico se evalúa la producción de los sonidos del habla. Algunos

autores sugieren evaluar además de los aspectos segmentales, los elementos prosódicos o

suprasegmentales como la intensidad sonora (energía)y la entonación (altura tonal, el ritmo

articulatorio y el acento).

En el nivel morfosintáctico, se pretende evaluar el uso adecuado de las reglas para

ordenar las palabras dentro de la oración y para combinar las unidades básicas con signifi­

cado para constituir palabras.

La semántica implica el conocimiento y la aplicación de los contrastes de significa-

83

Page 97: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

do que vienen impuestos por el modo como las palabras están combinadas y se relacionan

directamente con la selección y uso de vocabulario. En este nivel es deseable que se evalué

el significado de las palabras individuales y de las combinaciones de éstas, así como el uso

del lenguaje figurado.

El nivel pragmático se refiere a las funciones de la lengua y los efectos que preten­

de conseguir en el interlocutor. Este nivel incluye componentes verbales y no verbales así

como su desarrollo, requiere comprender y aplicar los cambios que se suscitan al alternar el

papel de emisor y receptor. Según Mayor (1989, p. 369), entre los componentes no verbales

se encuentran los gestos, el contacto ocular y la proximidad fisica. En cuanto a los compo­

nentes verbales, se cita el tumo de intervención, la respuesta y el control de la voz.

Para evaluar la lengua oral, en función de cada uno de los aspectos mencionados

anteriormente, se pueden utilizar dos tipos de procedimientos: los procedimientos no es­

tandarizados y los procedimientos normalizados.

Para el uso de los procedimientos no estandarizados se maneja la siguiente clasifi­

cación: la observación de la competencia comunicativa dentro del aula y el análisis de la

lengua a partir de muestras de producción espontánea.

El método de observación de la lengua en el aula permite al profesor reconocer

mientras el alumno habla qué puede hacer éste con la lengua y cuáles son sus limitaciones

en la utilización de la misma. En función del grado de integración que el observador man­

tenga con los sujetos observados, existen dos clases de observación: participante y no par­

ticipante.

La evaluación sustentada en una observación cuidadosa debe plantearse a partir de

una serie de características, en las actividades habituales de la clase, que garanticen su con­

fiabilidad y que son: la planificación, la sistematización, la definición clara de objetivos, el

registro de los datos en documentos adecuados y la triangulación de la información obteni-

84

Page 98: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

da.

La observación según Mayor (1989, p. 373), debe realizarse de fonna prolongada

y sistemática en diversas situaciones (actividades en equipo, conversaciones espontá­

neas), considerando en dicha observación las diferencias individuales en el ritmo y estilo

de aprendizaje. Asimismo se debe tratar de discriminar los posibles problemas lingüísticos

con respecto a otros problemas externos al medio educativo y promover si es necesario la

evaluación psicopedagógica especializada, si el problema detectado es muy grave.

Mayor (1989, p. 374) señala que existen tres aspectos que deben considerarse

cuando se observa una conversación en el aula y que son el uso social que el estudiante

hace de la conversación, la producción del habla considerando la madurez de las estruc­

turas empleadas y los propósitos de la conversación.

El uso social de la conversación se relaciona con la necesidad de valorar en qué

medida se establecen relaciones sociales con otros, utilizando como vehículo la conversa­

ción. También interesa valorar la expresión del alumno en sí misma, tanto en su nivel arti­

culatorio como en la estructuración formal de la lengua y por último, interesa conocer el

objetivo o propósito de la conversación, en función del modo como se usa la lengua, el tipo

de información que transmite y los motivos de la misma.

De lo anterior se deduce que los momentos más adecuados para observar son aque­

llos en los que sucede la conversación, como son actividades compartidas en grupo, juego o

discusiones grupales. En este punto se sugiere que los contextos naturales de observación

varíen con el objeto de realizar un contraste entre los diferentes usos lingüísticos del estu­

diante.

El análisis de la lengua a partir de muestras de producción espontáneas, como pro­

cedimiento para evaluar los procesos de expresión o comprensión, consiste en obtener una

muestra de las producciones lingüísticas del estudiante a partir de un contexto en el que se

85

Page 99: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

suscita la lengua espontánea, en transcribirla y analizarla.

Para evaluar la comprensión oral, Mayor (1989, p. 388), recomienda combinar la

evaluación cualitativa con la evaluación cuantitativa, con el objeto de profundizar en el aná­

lisis de algunas dificultades. Por ejemplo, se puede iniciar con la aplicación de algunas

pruebas estandarizadas y en caso de detectar alguna dificultad se debe analizar si el déficit

es generalizado o se refiere únicamente a ciertas categorías de palabras.

En el caso de la evaluación del aspecto sintáctico, la misma autora sugiere dos pro­

cedimientos: el análisis de una muestra espontánea y el uso de tareas de elicitación de la

producción, que promueva en el alumno la utilización de algún tipo de estructura (sujeto,

verbo, uso de adjetivos, etc.).

Para evaluar la producción semántica, Mayor (1989, p. 392) sugiere que se utilice la

obtención de una muestra de lengua espontánea en la que se ubique la conexión que el suje­

to realiza entre palabras y objetos con el fin de conocer el significado referencial.

Para conocer el significado relacional, se puede utilizar la misma muestra, para des­

cribir la relación que el sujeto realiza entre conceptos, palabras y oraciones. En este aspecto

se recomienda establecer cuando menos tres niveles de análisis: las relaciones dentro de la

oración, las relaciones entre oraciones y las relaciones contextuales. La categorización per­

mite evaluar la adquisición de relaciones semánticas de forma paralela a la evolución mor­

fosintáctica.

Para evaluar la producción lingüística oral se considera necesario referirse a los

mecanismos implicados en la producción del habla, articulación y producción semántica.

Como un requisito previo, para evaluar los mecanismos implicados en la produc­

ción del habla es preciso analizar la eficacia funcional de la articulación en tres niveles; el

nivel de configuración y control muscular (simetría, configuración, musculatura facial, bo­

ca, etc.); control muscular de mandíbula, labios, boca, lengua, paladar, laringe, y músculos

86

Page 100: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

de respiración; el control de la musculatura voluntaria durante el habla (movimientos de

músculos articuladores, fonemas nasales, labiales y movimientos de músculos en respira­

ción, fonación y resonancia).

En el aspecto de producción de los sonidos del habla se debe de intentar responder a

estas preguntas: ¿qué sonidos produce de forma incorrecta el alumno?, ¿cómo produce los

errores articulatorios?, ¿cuál es la variabilidad del error? y ¿por qué articula incorrectamen­

te?

La evaluación de la pragmática, abarca el análisis de las funciones comunicativas,

el estilo individual y de los miembros del grupo, las adaptaciones a los participantes, pa­

peles y situaciones concretas, la organización progresiva del discurso, la naturaleza inte­

ractiva del discurso, etc.

Para evaluar la expresión oral a través de procedimientos estandarizados se sugiere

el uso de los siguientes instrumentos:

A. Escalas de desarrollo

B. Pruebas de habilidades lingüísticas generales

C. Pruebas que evalúan dimensiones específicas del lenguaje

La elección de uno u otro sistema dependerá de los objetivos que se persigan. Si se

quiere comprobar el grado de ajuste a una norma, se puede emplear la escala de desarrollo

lingüístico; si lo que interesa es objetivar de forma rápida el desarrollo lingüístico del estu­

diante las pruebas de habilidades generales pueden servir para evaluar posibles problemas o

desajustes. En el caso de que se necesite una valoración más específica del desarrollo de al­

gunas áreas de lenguaje, debería acudirse a las pruebas de habilidades específicas.

Existen dos tipos de escalas de desarrollo, el primer tipo consiste en cuestionarios

a los que responde el educador con la finalidad de establecer un perfil de desarrollo lingüís­

tico, que posteriormente se puede comparar con el perfil estándar, es decir, esperado en ese

87

Page 101: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

nivel evolutivo. En el segundo tipo se le pide al sujeto que realice algunas tareas que refle­

jan las conductas específicas seleccionadas en la escala.

En contraposición a las pruebas de habilidades lingüísticas generales que preten­

den evidenciar el conocimiento que tiene el estudiante de la morfosintaxis, fonología y

pragmática, las pruebas que evalúan dimensiones específicas de la lengua se caracterizan

por estar destinadas a identificar dificultades específicas en la estructuración y uso de la

lengua. Se componen de varios elementos que tienen como ventaja el pormenorizar el aná­

lisis cualitativo de la ejecución lingüística. Así existen pruebas de fonología, de discrimina­

ción de sonidos del habla, de articulación, de morfosintaxis, de semántica, etc.

b. La evaluación de la comprensión lectora

En el contexto escolar, la evaluación de la comprensión lectora ha tenido una

evolución que indudablemente tiene relación con las concepciones sociales y pedagógicas

dominantes en cada época.

Aproximadamente hace cuatro décadas el concepto global acerca de la lectura de

comprensión, desde una visión psicométrica, la definía como sinónimo de razonamiento y

la identificaba como una clase especial de conducta inteligente que involucraba la memoria

y la habilidad lingüística del sujeto, por lo tanto se consideraba susceptible de medición a

través de una serie de pasos metodológicos secuenciados. (Johnston, 1989, p. 147).

La forma en que se realizaba la evaluación tenía como punto de partida la lectura

silenciosa de un texto, seguida por la búsqueda en el diccionario del significado de las pala­

bras desconocidas y la identificación de las ideas centrales del texto, para terminar con una

recapitulación, síntesis o resumen oral o escrito del texto. Desde esta óptica, la lectura de

comprensión y su evaluación respondía a las siguientes características:

88

Page 102: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• La memorización de palabras y frases, como indicador específico para su evaluación.

• Se conceptualizaba la comprensión como una forma de interpretación única del texto, a

partir de los esquemas conceptuales no del alumno, sino del maestro.

• Se desconocían e ignoraban las aportaciones que el lector hace desde su conocimiento y

su contexto al libro y se partía del supuesto de que todos los sujetos tienen las mismas

habilidades para leer y los mismos contextos internos.

En el nivel medio-superior (secundaria y preparatoria), la comprensión lectora se

evalúa pidiendo al alumno que repita o diga lo que recuerda de la lectura, aplicando un

cuestionario relacionado con el tema leído, en el cual el alumno tiene que contestar de for­

ma textual lo que se le pide: aplicando pruebas de "canevá", que consisten en el relleno de

espacios en blanco con las palabras "claves" para la reconstrucción "comprensiva" del tex­

to y recurriéndose en algunos casos a las pruebas de opción múltiple o de falso o verdade-

ro.

A través de estas formas de evaluación se puede constatar que lo que importa es el

desempeño del alumno o el producto, dejando de lado el proceso de construcción de sig­

nificado que el sujeto realiza.

Recientemente a partir del desarrollo de los paradigmas psicológicos constructi­

vistas (piagetiano y cognoscitivista) el concepto lectura de comprensión se modificó y

transitó de ser considerado como un producto de la inteligencia a un proceso natural y so­

cial de construcción y reconstrucción de significado que se amplia y complejiza dialéctica­

mente a medida que el sujeto va integrando y contrastando su "teoría del mundo" con nue­

vos conocimientos. (Srnith, 1985, p. 86). Desde esta concepción interactiva, los instrumen­

tos de evaluación considerados tienen que brindar información acerca de los siguientes as­

pectos:

• Si el lector es capaz de hacer uso de la progresión temática del texto, es decir si es ca-

89

Page 103: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

paz de localizar los distintos temas que aparecen en el texto, considerados desde un

punto de vista local o microestructural.

• Si el lector es capaz de destacar la información relevante en un texto y si es capaz de

utiliz.ar correctamente las macrorreglas cuando realiza un resumen de un texto. La me­

todología para obtener la macroestructura de un discurso se explícita a través de las ma­

crorreglas, que son definidas por Van Dijk (1993, p. 45) como la explicitación de la for­

ma en que se puede derivar el tema o asunto de un discurso.

• Si el lector es capaz de establecer distintos tipos de relaciones entre los elementos de un

texto, es decir si reconoce el patrón de organización de texto y si utiliza dicho patrón

como un instrumento para asimilar y recordar la información del texto.

• Si el lector es capaz de detectar las dificultades de comprensión que puede presentar el

texto y la clase de estrategias que utiliza para remediar dichas dificultades. Asimismo si

tiene una meta definida al leer el texto y si las estrategias se usan en función de esta me­

ta. Además es preciso considerar otros factores que pueden influir en la comprensión

como son la decodificación, el vocabulario o los conocimientos previos.

La pregunta que sigue es ¿cómo evaluar los aspectos mencionados anteriormente?

Para evaluar la capacidad del lector para localiz.ar los distintos temas que pueden

aparecer en un texto, Orrantia y Sánchez, ( 1994, p. 291) mencionan que no hay un método

específico para evaluar esta capacidad y lo que existe se enfoca fundamentalmente al res­

cate de la idea global y en concreto a la idea principal. Desde la perspectiva de los autores

mencionados la localización del tema se debe considerar desde un punto de vista más local,

ya que el tema de un párrafo es distinto a la idea principal, aunque se puede considerar que

la localización del tema sea un aspecto intermedio para conectar los elementos de tipo mi­

croestructural con los más globales o macroestructurales.

Ambos autores también mencionan en su obra que las pruebas diseñadas para com-

90

Page 104: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

probar la capacidad de los sujetos para localizar el tema en un párrafo se distinguen por

usar párrafos breves muy estructurados y la tarea a realizar consiste en elegir el mejor título

entre cuatro alternativas: el tema general, el tema específico, el tema general más un deta­

talle sobre el párrafo y el tema general más un elemento ajeno. (Orrantia y Sánchez, 1994,

p. 293).

En contraposición a la localización del tema, la macroestructura expresa el sentido

global del discurso que se deriva de la secuencia de oraciones mismas y se establece en tér­

minos de proposiciones, a las que Van Dijk, denomina macroproposiciones.

Para extraer la macroestructura de un discurso, se usan las macrorreglas que son

definidas por Van Dijk, como la explicitación de la fomia en que se puede derivar el tema o

asunto del discurso.

La función de las macrorreglas consiste en vincular las microestructuras con la ma­

croestructura, transformando y organizando la información semántica.

Teun Van Dijk (1989, p. 48), explica las macrorreglas en los siguientes términos:

• La supresión. A partir de una secuencia de proposiciones, se suprimen las que no son

presuposiciones de las proposiciones subsiguientes de la secuencia.

• La generalización. Dada una secuencia de proposiciones se hace una proposición que

contenga un concepto derivado de los conceptos de la secuencia de proposiciones y la

proposición así construida sustituye a la secuencia original.

• La construcción. A partir de una secuencia de proposiciones se hace una proposición

que denote el mismo hecho denotado por la totalidad de la secuencia de proposiciones

y se sustituye la secuencia original por la nueva proposición.

Para evaluar la obtención del significado global de un texto o la macroestructura

del mismo, el volumen de pruebas es amplio y los métodos más usados son el recuerdo li­

bre, las preguntas de opción múltiple, las tareas de resumen, las tareas de selección de la

91

Page 105: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

idea principal, las tareas de estimación y las respuestas cortas.

La utilización de los métodos está sujeta a una gran variabilidad, por ejemplo, en la

tarea de resumen algunos investigadores consideran apropiado que los sujetos escriban un

resumen de una frase y otros defienden la idea de que los sujetos deben escribir resúmenes

de 60 palabras o más.

La técnica de evocación libre, para evaluar la sensibilidad del sujeto para captar lo

importante de un texto, consiste en presentar al alumno un texto más o menos largo y lue­

go proponerle una tarea distractora para evitar la memoria inmediata y después proponerle

que lo recuerde. Se cuentan el número de ideas recordadas, distinguiendo las ideas princi­

pales de las subordinadas para ello se realiza un análisis jerárquico del texto y se compara

el recuerdo con ese análisis. Las críticas a este método argumentan que existen variables

que pueden afectar de manera adversa el rendimiento de los sujetos como pueden ser el

bloqueo para recuperar la información, dificultades de producción, etc. (Orrantia y Sán­

chez, 1994, p. 293).

Otro procedimiento muy común es la respuesta a preguntas sobre el texto; la tarea es

similar al recuerdo libre, sólo que en vez de recordar, el alumno responde a una serie de

preguntas planteadas sobre el texto. La dificultad de este procedimiento radica en la elec­

ción de las preguntas a realizar, ya que debe existir un criterio para la selección de unas

preguntas u otras. Es decir a partir del objetivo de evaluación se formulan cierto tipo de

preguntas. (Orrantia y Sánchez, 1994, p. 294).

La tarea de estimación es otro procedimiento para evaluar la sensibilidad a las

ideas principales. Dicha tarea, consiste en presentar una serie de frases de un texto para que

el alumno categorice como más o menos importantes; se puede realizar ordenándolas de

mayor a menor importancia o bien a partir de una escala de puntuación, de tal manera que

indique con un 1 si la frase es poco importante y con un 5 si es muy importante dentro del

92

11•---·

Page 106: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

texto. Aquí el proceso que el alumno debe realizar es una evaluación de las ideas que el

texto presenta y a partir de ciertos criterios explícitos debe dar un juicio de valor, este pro­

cedimiento se dificulta para estudiantes muy jóvenes, por ello debe tenerse en cuenta la

edad del estudiante. (Orrantia y Sánchez, 1994, p. 294).

La habilidad de los alumnos para utilizar las reglas de reducción de la información

se ha evaluado a través de la prueba de resumen, que consiste en presentar un párrafo o

texto al alumno y pedirle que lo resuma, aplicando las reglas de generalización. Para faci­

litar la tarea al alumno, se le puede presentar otra opción por medio de una prueba de po­

sibles opciones para que elija aquella que considere más acertada. La dificultad al aplicar

este procedimiento radica en los procedimientos de puntuación. En la primera opción

( construir el resumen), es fácil saber si el alumno lo hace correctamente, lo dificil es eva­

luar las respuestas que no son correctas y cuando tiene que seleccionar el resumen los pro­

blemas se encuentran en la creación de las distintas alternativas. (Orrantia y Sánchez,

1994, p. 295).

Para evaluar la capacidad de percepción del nivel superestructural, las medidas van

encaminadas a comprobar si el sujeto es capaz de reconocer la estructura textual y en fun­

ción de ella organizar la información del texto. Se han propuesto diferentes procedimientos,

como por ejemplo a partir de textos estímulo el sujeto tiene que elegir entre varias alterna­

tivas la mejor para continuar el texto, para lo cual debe percibir cómo se organiza el texto.

Otro procedimiento consiste en presentar a los sujetos tres textos, uno de los cuales actúa

como estímulo y debe elegir cuál de los dos siguientes tiene la misma estructura que el

primero. Otro interesante procedimiento sugiere presentar al alumno un texto con las frases

numeradas y proponerle que elija entre tres alternativas de patrones de organización aquella

que mejor se ajuste al texto. (Orrantia y Sánchez, 1994, p. 290).

Para evaluar la sensibilidad de los alumnos a la organización del texto, el procedi-

93

Page 107: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

-------11

miento más utilizado es el recuerdo escrito, que pretende comprobar el grado de utilización

del mismo patrón que aparece en el texto. La forma de puntuación se realiza a través de

protocolos elaborados por medio de categorías que establecen el grado de organización del

recuerdo.

Orrantia y Sánchez ( 1994, p. 298), mencionan que para evaluar las estrategias de

supervisión que utilizan los alumnos, también se han desarrollado diferentes procedimien­

tos, uno de ellos consiste en un examen que combina la detección de fallas en la compren­

sión con el conocimiento de las estrategias reguladoras que se pueden aplicar en situacio­

nes específicas y con una prueba de comprensión basada en el uso de estas estrategias. Por

ejemplo, se le presenta al alumno un texto y luego se le pide que elabore una serie de pre­

guntas sobre los aspectos que comprendió del mismo para favorecer una autorregulación de

la comprensión; el tipo de preguntas que hacen habla mucho de sus competencias para

comprender, ya que algunos centran sus preguntas en aspectos secundarios o banales del

texto; los lectores más competentes lo hacen incluyendo en sus preguntas las ideas más im­

portantes del texto. Tomando en cuenta las preguntas que el alumno hace sobre lo que com­

prendió o no comprendió del texto, se pueden estructurar algunas actividades alternativas a

partir de la formulación de algún problema relacionado con la comprensión del texto (¿qué

es?, ¿qué significa?), luego se le plantean algunas ideas para resolverlo (averiguarlo a par­

tir del texto, buscar la palabra del diccionario, o volver a leer el texto completo). Por últi­

mo, se le pueden plantear preguntas de elección múltiple para responder utilizando la es­

trategia correcta al problema planteado a partir de la lectura.

Los procedimientos mencionados para evaluar la comprensión lectora tienen ven­

tajas e inconvenientes. Su ventaja radica en que poseen validez, pues se han utilizado en

contextos reales y se han medido con alumnos, luego se les ha instruido y se les ha vuelto a

aplicar posteriormente la misma prueba, con lo cual el rendimiento mejora, validándose la

94

Page 108: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

intervención pero también el procedimiento de evaluación. El principal inconveniente de

estas pruebas radica en su construcción que requiere conocimientos especializados sobre

teorías de la comprensión.

Otros elementos a tomar en cuenta en las dificultades de comprensión radican en

variables como la fluidez, el vocabulario o los conocimientos previos que el alumno posee.

En ese sentido también es importante tomarlos en cuenta a la hora de la evaluación.

Para evaluar la fluidez en la decodificación se puede pedir al alumno que lea en

voz alta y comprobar las fallas que pueda cometer. Si comete errores se debe analizar el

tipo de errores, es decir si se equivoca en las palabras menos frecuentes del texto, esto

puede deberse a una mala utilización de la vía indirecta para el reconocimiento de las pa­

labras; si realiza una lectura silábica entrecortada, puede indicar que no ha creado el su­

ficiente vocabulario visual para textos de este tipo. (Orrantia y Sánchez, 1994, p. 301 ).

Respecto al vocabulario y los conocimientos previos, se pueden evaluar utilizando

pruebas estandarizadas, que estén formuladas en función del texto en cuestión, para com­

probar el conocimiento del vocabulario se puede proponer en el examen el vocabulario que

consideramos puede no conocer. Los formatos pueden variar: que explique el significado,

que busque sinónimos, que contextualice la palabra en la frase y elija entre diferentes alter­

nativas la que considere más adecuada. (Orrantia y Sánchez, 1994, p. 301).

Después de lo expuesto anteriormente, se puede concluir que la evaluación de la

comprensión lectora desde la perspectiva constructivista contempla diferentes métodos y

momentos para realizarse (incluso no se rechaza el examen o el cuestionario como un ele­

mento más, sin ser el único) y al final se utilizan como evidencia de la naturaleza y carac­

terísticas del proceso de cada alumno con el objeto de analizar el punto inicial y el estado

meta al que se llegó.

95

Page 109: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

-

c. La evaluación de la expresión escrita

La expresión escrita es uno de los instrumentos culturales más valiosos que el ser

humano posee para preservar y divulgar el conocimiento. Su aprendiz.aje se compone de

una serie de procesos complejos y la revisión de los mismos remite a un campo por con­

secuencia también complejo: la evaluación.

Evaluar esta habilidad lingüística, conlleva una serie de problemas, ya que su de­

limitación debe ser establecida con mucha claridad: ¿cómo evaluar ?, ¿ qué elemento se to­

mará como parámetro?,¿ quién establece la norma?,¿ cuáles son las expectativas del pro­

fesor?,¿ el proceso de composición varía según cada individuo o todos necesariamente

pasan por un proceso único de planificación, textualiz.ación y revisión ?, ¿ qué es más im­

portante para el evaluador, las ideas que el alumno plasma o los procesos que domina en

términos de un desarrollo lógico de su pensamiento ?, ¿ se debe evaluar un producto termi­

nal o la evaluación debe formar parte de un proceso sistemático de revisión y corrección ?

Todas las preguntas anteriores se pueden responder a partir del paradigma teórico

que dirige las acciones del docente y ninguna de ellas tiene una sola respuesta. En ese sen­

tido la exposición de ideas de algunos autores puede facilitar la reflexión sobre las decisio­

nes que se toman cotidianamente al evaluar.

Para Serafini (1997, p. 150), la evaluación es la fase que sigue a la corrección del

escrito, aunque señala que algunas operaciones de revisión y evaluación se dan de forma si­

multánea. La diferencia principal entre corrección y evaluación radica en la función que

cumplen, pues la primera consiste en analizar, sopesar y catalogar los errores efectuados

por el alumno; la segunda tomando como base la fase de corrección, consiste en realizar

un balance de las anotaciones que están en el escrito para emitir un juicio de valor que pue­

de concretarse en una cifra o calificación.

96

Page 110: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Para Femández et al ( 1986, p. 140), la evaluación de la composición escrita debe

asentarse sobre la corrección y la valoración. La corrección entendida como equivalente a

enmendar y advertir será el momento en que el profesor descubre, en un análisis cualitativo,

los problemas de cada alumno para poner en marcha estrategias que permitan su supera­

ción; la valoración es concebida como una metodología objetiva y confiable que permite

ejercer un juicio de valor a partir de una serie de evidencias que se pueden destacar en una

producción escrita.

En esta dirección se puede afirmar que la evaluación tiene diferentes funciones: la

función administrativa o de medición que permite emitir un juicio valorativo a través de

una calificación sustentada en un criterio preestablecido a partir de los objetivos explícitos

en el currículum; la función predictiva que intenta establecer una tendencia explicativa en

tomo al futuro desempeño del estudiante en la elaboración de trabajos escritos y la fun­

ción de investigación que analiza el contexto particular en el que surgen problemas de ex -

presión escrita y el desarrollo de la capacidad expresiva del estudiante en un determinado

tiempo. (Serafini, 1997, p. 148).

Menciona Serafini ( 1997, p. 149), que el grave problema que existe en la evalua­

ción de la redacción, es la proliferación de criterios diversos para calificar un escrito de

bueno, excelente, regular o malo; desatacando que un texto puede ser valorado por profe­

sores distintos con criterios totalmente diferentes y hasta cierto punto contradictorios.

Los principios básicos que según Serafini ( 1997, p. 150) se deben considerar al

evaluar un escrito son:

• Toda evaluación debe tomar en cuenta el nivel de desarrollo cognitivo y con­

ceptual del estudiante.

Lo anterior tiene relación con la elaboración de diferentes tipos de escrito y el do­

minio de diferentes tipos de estrategias cognitivas, que requieren de cierto tiempo para es-

97

Page 111: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

tructurarse, de ahí que no se puede ser demasiado exigente con un adolescente de 13 años

que elabora un escrito argumentativo en relación a un joven de 16 o 17 años que ya tiene en

su poder una serie de herramientas que le permiten realizar un trabajo de mayor calidad.

• La evaluación debe estar en relación con la finalidad del texto.

Antes de evaluar se debe tipificar el objetivo que tiene el texto: es un cuento con

fines de entretenimiento o diversión, es un ensayo académico con fines de comparación de

ideas o persuasión. Aquí el elemento a evaluar sería que el texto cumpliera con la finalidad

que le da origen; por ejemplo: el ensayo requiere un trabajo de análisis y corrección sobre

el planteamiento y comprensión exacta del problema, la organización de las ideas y la pre­

sentación de la información, en tanto que el cuento responde a una estructura que se mani­

fiesta a través de un inicio, un nudo o problema y un desenlace.

• La evaluación debe considerar el estilo de texto usado.

Aquí la autora hace énfasis en el tipo de convencionalidad establecida para cier­

to tipo de textos (por ejemplo la forma de iniciar un acta o un ensayo), que tiene relación

con la realización del trabajo.

• La evaluación debe relacionarse con los tipos de estímulos que se le dio a la

escritura.

Los estímulos verbales se relacionan con los tipos de título que se dan a la redac­

ción y la presentación que hacen del contenido específico. La evaluación debe considerar el

tipo de estímulo y el tratamiento del mismo en la redacción global del documento.

Uno de los elementos más controversiales que maneja Serafini ( 1997, p.152), es en

tomo a la objetividad en la evaluación de un escrito, la autora dice que diferentes investiga­

ciones han probado que la evaluación varía en relación al examinado, a la información que

posee sobre la persona que escribe e incluso al momento en que el examinador revisa el tra­

bajo escrito.

98

Page 112: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

1

¿ Qué elementos toma en cuenta un profesor para evaluar un escrito?

Las investigaciones realizadas mencionadas por Serafini, ( 1997, p. 152), señalan

como los elementos fundamentales a tomar en cuenta: las ideas, en función de su riqueza,

desarrollo, argumento y fin del escrito, la ortografia, gramática, sintaxis, puntuación, orga­

nización textual, análisis del problema, propiedad del lenguaje, elección de palabras, estilo,

originalidad, sinceridad.

F ernández et al ( 1986, p. 145), menciona que los aspectos susceptibles de evaluar­

se en un escrito son: la presentación, la ortografia, el vocabulario, la construcción de ora­

ciones y el contenido expresado.

Otros elementos a tomar en cuenta se relacionan con las expectativas del profesor a

partir de la información que tiene sobre la capacidad de estudiante. En ese sentido el es­

tablecimiento de criterios de valor debe ser discutido por el grupo de examinadores de los

trabajos, pues cada quien según su particular punto de vista asigna un porcentaje mayor a

un aspecto u otro.

Ahora bien ¿ cuáles son los métodos más usuales para evaluar trabajos escritos ?

Serafini ( 1997, p. 154) hace mención de cuatro tipos fundamentales de métodos

para evaluar escritos: los métodos holísticos, analíticos, atómicos y los tests.

Los métodos holísticos se centran en una evaluación general y final a partir de la

comprensión global del texto. Requieren experiencia por parte del profesor; existen algu­

nos métodos holísticos a saber:

El método basado en una escala de modelo. Este tipo de evaluación usa una serie

de escritos completos y ordenados según su calidad; el primer ejemplar es un texto muy

bien hecho, el último es deficiente. Se construyen diferentes escalas de modelos para todo

tipo de escritura y cada edad escolar. El escrito nuevo se evalúa a partir de su semejanza

con alguno de los modelos que posee la escala.

99

Page 113: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

El método de reacción respecto al centro de gravedad. Es un método rápido que se

basa en las respuestas sintéticas que el evaluador da a una serie de preguntas después de

leer el texto. Las preguntas se centran en el nivel o tema principal del escrito, en la síntesis

a partir de una frase o palabra que maneje de forma global la temática del texto. En este

método no se penalizan errores ortográficos o sintácticos, es ideal para usarse en la evalua­

ción grupal de escritos.

El método de evaluación por impresión general. En este método el profesor cons­

truye su propia escala y evalúa la redacción a partir de contexto en el que se produce. El

profesor puede aplicar una serie de criterios prefijados y distribuir las calificaciones según

una curva que el mismo tendrá que elaborar.

Los métodos analíticos establecen criterios de juicio y evalúan una serie de aspec­

tos por separado dentro del contexto de la producción escrita. El profesor toma como punto

de partida una tabla de características que le sirven como guía para evaluar el escrito. Entre

los métodos analíticos se encuentran las escalas analíticas, que parten de la idea de que cada

escrito se debe evaluar tomando en cuenta las características del género al que pertenece, es

decir una escala analítica para determinado escrito es una lista de sus aspectos y caracterís­

ticas principales que difiere notablemente de la escala analítica para evaluar otro tipo de

escrito.

La escala dicotómica a diferencia de la analítica está construida sobre una serie de

afirmaciones en las que se contesta sí o no. La evaluación pretende ser precisa en función

de la presencia o ausencia de algún rasgo.

Otra clase de métodos son los métodos atómicos, basados en el cálculo numérico

de elementos específicos que aparecen en el escrito y que permiten clasificar la capacidad

de escribir y evaluar con precisión su desarrollo en el tiempo, en relación a factores lexica­

les o sintácticos. La función que estos métodos desarrollan es de investigación. Así es po-

100

Page 114: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

sible evaluar el nivel de desarrollo lingüístico que un estudiante tiene a partir del uso y

dominio de estructuras lingüísticas complejas. Por ejemplo la presencia de proposiciones

subordinadas o el empleo de un lenguaje más rico o metafórico.

Otro método para evaluar lo constituyen las pruebas, que proponen a los estudian­

tes la elección de una respuesta a partir de un conjunto de respuestas sugeridas. Su mérito

principal radica en la uniformidad de los elementos de evaluación y la facilidad de revisión,

lo que hace que muchos profesores simpaticen con este tipo de métodos. Sin embargo, su

falla radica en que no son eficaces para valorar el proceso de composición. (Serafini, 1997,

p. 160)

A partir de los métodos analizados con anterioridad es posible señalar que el énfa­

sis se ha puesto en el producto escrito, soslayando de cierta manera el proceso de composi­

ción o método de trabajo que el estudiante maneja; la evaluación de este aspecto no es me­

nos importante que el primero.

Al aplicar cualquier metodología de evaluación, es preciso primero describir los

aspectos concretos que se desean valorar; esto es fijar objetivos en relación a aquellos

aspectos que sean pertinentes a los objetivos y contenidos del curso, para elaborar una

propuesta de evaluación coherente y adecuada.(Cassany et al, 1994,p. 293)

Después de establecer los objetivos, el paso que sigue es seleccionar la técnica o

instrumento de evaluación para valorar dicho aspecto. En este sentido la técnica más váli­

da y global es la redacción de un texto completo. Antes es importante establecer con pre­

cisión las características del texto que se pide, su tipo ( carta, ensayo, narración, descrip­

ción); la extensión (número de palabras), el destinatario, el propósito o tema, etc.

Posteriormente se selecciona el tipo de método que se usará (analítico, sintético,

etc). El diseño del baremo de puntuación y de los criterios de corrección varían en función

del objetivo de la evaluación. La corrección consiste en aplicar el baremo de bandas prees-

101

Page 115: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

tablecido. Si se selecciona el método analítico, se aplica punto por punto y se van restando

los aspectos deficientes; si el método seleccionado fue el holístico, el profesor debe leer el

texto completo de forma detallada y otorgar una calificación.

El sistema analítico es el más adecuado para evaluar un escrito, pero se corre el

riesgo de penalizar al alumno dos veces por los mismos errores. (Cassany et al, 1994,p.

296)

La evaluación del proceso de composición consiste en valorar el método de redac­

ción del alumno, las estrategias que utiliza, los procesos cognitivos, las técnicas que usa,

etc.

Cassany et al, (1994, p. 297) señala que la evaluación de proceso es nueva y bas­

tante desconocida y que presenta un problema al pretender evaluar a un sujeto y un proceso

cambiante y dinámico. Por eso este tipo de evaluación se sustenta en el paradigma cualita­

tivo y se basa en técnicas de observación y recogida de información. Se observa a los

alumnos mientras escriben, se entrevista y cuestiona a los alumnos, se analizan los borra­

dores que producen, etc. En este tipo de evaluación no se prioriza la nota, sino las tenden­

cias, los estilos de trabajo y los progresos en el proceso de composición de cada alumno.

Para evaluar el proceso de planificación y textualización se recomienda el uso de

pautas de evaluación, que bajo la forma de un documento escrito tienen por objeto la revi­

sión del texto a partir de los criterios de evaluación. La función de las pautas de evaluación

es provocar la explicitación y la toma de conciencia del alumno sobre su actividad de escri­

tura, bajo el supuesto que esta toma de conciencia incidirá en una mejora del nivel de re­

racción de los textos. (Camps y Ribas, 1996, p. 662)

En este sentido, las pautas de evaluación se insertan en el proceso de la evaluación

formativa que se da durante las actividades cotidianas del curso y tienen lugar a través de

una construcción colectiva en la interacción; por lo tanto la función de las pautas de eva-

102

Page 116: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

luación es propiciar el diálogo para plantear y resolver problemas de escritura a partir de la

intersección de dos procesos bastante complejos: el de componer un texto, en un marco co­

municativo real y el de aprender algo sobre el género al cual pertenece. (Camps y Ribas,

1996, p. 52).

Las pautas usadas en la enseñanza de la lengua escrita se clasifican en dos grandes

grupos, según sea el objeto de evaluación:

• el proceso de redacción y el de enseñanza y aprendizaje o

• el texto y el borrador.

Las pautas para el control del proceso de redacción y el de enseñanza y aprendiza­

Je se utilizan para regular aspectos diversos de dichos procesos: pautas para la planificaci­

ón, para la revisión, para guiar el proceso de textualización, etc. Estas pautas sirven para

iniciar a los alumnos en prácticas de redacción que atiendan al proceso de tal forma que

puedan encontrar los caminos posibles para resolver cualquier dificultad que se presente

hagan consciente al alumno de que escribir es una tarea compleja y que las dificultades son

inherentes a la misma. (Camps y Ribas, 1996, p. 54).

Las pautas para la revisión de los textos o borradores pueden ser de dos tipos: las

que tienen una formulación general, aplicable a cualquier texto que se escriba; estas pautas

parece que se formularon bajo la idea de que todo proceso textual sigue una serie de pasos

parecidos, con pequeñas diferencias y que por lo tanto, lo importante es controlar el proce­

so, lo cual se reflejará en una mejora del texto. El otro tipo de pautas se fundamenta en la

idea de que cada tipo de texto tiene un proceso de producción particular, por lo tanto, los

procesos implicados en la producción de un texto de opinión, una poesía, un cuento o una

descripción científica, difieren en su manera de estructurarse y en su revisión.

El profesor interesado en evaluar procesos debe dar seguimiento, anotando en un

diario, los cambios observados a lo largo del curso, tales como hábitos, formas de trabajo,

103

Page 117: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

actitudes en torno a la escritura, etc.

Algunas cuestiones importantes observar el proceso de composición de los alum­

nos pueden ser:

l.¿ Ha hecho borradores?, ¿ Cuántos y de qué tipo?

2. ¿ Ha revisado y reformulado el texto?, ¿ Lo ha hecho a menudo?,¿ Qué tipo

de modificaciones ha introducido?

3. ¿ Ha utilizado alguna técnica concreta de composición ? Por ejemplo, hacer

lista de ideas, agrupar ideas, hacer un esquema, desarrollar palabras clave, torbellino de

ideas, etc.

Otros aspectos a tener en cuenta:

1. Las consultas que los alumnos hayan podido hacer a otros compañeros del

profesor.

2. Los libros que el alumno haya manejado, así como la frecuencia y el aprove­

chamiento con los que los haya utilizado.

3. El estado anímico del alumno, si parece que trabaja a gusto, si está nervioso, si

escribe o está ausente.

4. El tiempo que haya necesitado cada alumno para hace cada ejercicio.

Camps y Castelló (1996, p. 337) mencionan la importancia que tiene la evaluación

formativa en el proceso de composición escrita, como un elemento de regulación externa,

social que influye en la interiorización y autorregulación de la propia composición. Ambas

autoras sugieren que el estudiante reflexione y exprese verbalmente las decisiones toma­

das sobre su forma de escribir; esto señalan son vías para que los alumnos interioricen in­

dividualmente las ideas grupales, como sugerencia para mejorar y automonitorear las defi­

ciencias y errores de sus propias producciones.

En este sentido se propone que los grupos tengan acceso a los textos producidos

104

Page 118: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

por cada uno de sus miembros, para que observen los aciertos y errores más comunes de

sus condiscípulos y obtengan información sobre el desarrollo de los trabajos. Aquí el pro­

fesor tiene como función guiar a los estudiantes en el mejoramiento de sus borradores ini­

ciales. Esta propuesta aparece muy abierta a la intervención de los alumnos, ya que son

ellos quienes reflexionan, aportan y sugieren ideas para planificar y revisar los aspectos

globales del texto.

Desde la perspectiva constructivista, las zonas de desarrollo próximo, se concep­

tualizan como el espacio en que, gracias a la interacción y a la ayuda de otros, una persona

puede trabajar, resolver un problema o realizar una tarea de una manera y con un nivel que

no sería capaz de tener individualmente. (Coll y Martín, 1994, p. 108). Dichas zonas de de­

sarrollo próximo creadas por el profesor y los alumnos serán el punto de arranque para un

mejoramiento paulatino, en el cual, la corrección y la evaluación formativa aparecen como

elementos inherentes al proceso de composición escrita.

La evaluación de las habilidades específicas de la escritura (ortografía y mofosin­

taxis), se contemplan como elementos independientes para efecto de valoración, no sin an­

tes aclarar que se encuentran presentes en cualquier actividad escritural, sin embargo tiene

su propia metodología y proceso de desarrollo cognitivo.

Condemarín y Chadwick (1989, p. 153) afirman que para evaluar la ortografia es

importante tomar en cuenta su carácter evolutivo complejo; para tal efecto, ambos autores

citan a Gentry, quien ha establecido teóricamente cinco etapas de desarrollo ortográfico,

que favorecen la aplicación de ciertas estrategias cognitivas en su enseñanza y evaluación,

las etapas son:

• Etapa precomunicativa. El sujeto no conoce el principio de direccionalidad de la

escritura, ni la correspondencia fonema-grafema y al escribir se mezclan mi­

núsculas y mayúsculas.

105

Page 119: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Etapa semifonética. El sujeto percibe que las letras representan sonidos que se

utilizan para fonnar palabras, en esta etapa capta la progresión izquierda a de­

recha de la escritura y el conocimiento del alfabeto así como el dominio de la

forma de las letras llega a ser más completo en esta etapa.

• Etapa fonética. Los sujetos escriben con una ortografia fonética que constituye

una ingeniosa y sistemática invención de un sistema que representa la estructura

completa de sonidos de la palabra. Aunque la elección de las letras no siempre

corresponde a la ortografia convencional, suele ser sistemática y perceptual­

mente correcta y por lo tanto, perfectamente legible.

• Etapa transicional. En esta etapa, el sujeto empieza a asimilar las alternativas

convencionales para representar los sonidos; transitando de una total depen­

dencia en la fonología o sonido para representar las palabras, hacia una mayor

fe en su representación visual y morfológica. Aún así se dan omisiones e inver­

siones de letras, sin embargo el sujeto empieza a dominar las convenciones or­

tográficas básicas.

Etapa ortográfica correcta. Esta etapa se identifica fácilmente, pues el conoci­

miento del alumno del sistema ortográfico de su idioma, así como de sus reglas

básicas, aparece firmemente establecido, extendiendo su dominio de la palabra hasta

el punto de modificar su ortografia según sea el contexto (uso de homó-nimos) y

también domina los signos de acentuación, expresión y pausa. El alumno demuestra

dominio de la h, la u muda después de g y q y en el uso adecuado de los grupos

consonánticos como gr, br, pi, etc ..

Los criterios para la evaluación de la ortografia son más o menos los siguientes:

• 0.25 puntos menos por falta, sobre la nota final.

106

Page 120: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Se admitirán un máximo de diez errores ortográficos.

• A partir de X errores el trabajo no se revisará.

• Previamente a la prueba se realizará un dictado eliminatorio.

Criterios de este tipo, tienen una larga tradición en la enseñanza de la lengua y

evalúan sólo las carencias superficiales del alumno.

Siempre que se enfoca el tema de la evaluación, hay que preguntarse a priori qué

se quiere evaluar y con qué finalidad. Algo es bastante claro, no se puede evaluar la re­

dacción de un texto o el conocimiento sobre un tema por el dominio ortográfico que el

alumno demuestre, a pesar de que contribuya a la calidad final del texto.

Por otro lado, hay maneras claras y adecuadas de evaluar la ortografía cuando esa es

la intención. En concreto, se cuenta con dos grandes posibilidades: la evaluación cuantita­

tiva y cualitativa.

Para evaluar cuantitativamente, se sugiere que el profesor, seleccione o prepare el

ejercicio que le permita conocer la clase de errores que cometen los alumnos cuando utili­

zan el sistema gráfico de la lengua, el cual puede consistir en una redacción conducida o li­

bre, de tipo carta, descripción, narración, etc. , utilizando la técnica del dictado, llenar espa­

acios en blanco, o contestar preguntas de opción múltiple.

Después de decidir la clase de ejercicio, se deben establecer los criterios de éxito, y

el número de faltas, a partir de los cuáles se fijarán los criterios mínimos.

Para efectuar la evaluación se sugiere que:

• Se seleccionen los reactivos según el nivel de desarrollo ortográfico de los alum-

nos.

• Se establezcan criterios de discriminación de errores, y de acuerdo a la gravedad

de estos se realice el cómputo.

107

Page 121: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Se realice el cómputo de errores a partir de la idea de que dos errores en la mis­

ma palabra sólo cuentan por uno, y un error repetido varias veces, sólo cuenta

una vez.

• Si se evalúa a partir de la redacción de un texto, hay que fijar un número de pa­

labras en la instrucción inicial.

La evaluación cualitativa del desarrollo ortográfico tiene como objetivo conocer el

nivel del alumno, para ofrecer una ayuda sistemática a partir de la adaptación del programa

escolar, así como de la administración de materiales de refuerzo. De esta manera el error se

entiende como fuente de información sobre el estudio del aprendizaje del alumno.

La metodología que se ajusta mejor a este tipo de evaluación es la observación y el

análisis de sus posibles causas.

Para clasificar los errores y ubicar en que plano, nivel, regla concreta o aplicación

de la regla se inscribe un error Condemarín y Chadwick, ( 1989, p. 156) citan a Carbonelí y

Tuana, que han hecho una clasificación estructural de errores ortográficos a partir de la

siguiente caracterización:

Clave primaria

Nivel I. Los errores en este nivel se producen cuando el fonema aparece represen­

tado por un grafema que en ningún caso puede corresponderle. Además son típicas las omi­

siones, agregados o alteraciones del orden de los fonemas, así como palabras separadas en

dos o más partes y los casos de las palabras escritas sin realizar la separación correspon­

diente entre ellas. Estos errores se suelen cometer por los niños en sus primeros pasos de

aprendizaje en la escritura.

Clave secundaria

Nivel II. Comprende errores que obedecen a reglas o convenciones muy precisas,

estos errores deben ser contabilizados en los siguientes casos:

108

Page 122: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

a) Se cometen al representar fonemas que se componen de un dígrafo, esto es, dos

grafemas que tienen otro valor individualmente. Así en el caso de la ch, se suprime la h, en

el caso de ll, se suele omitir una/, en el caso de la qu, se puede eliminar la u y en el caso de

la rr, se omite una y a veces al comienzo de una palabra como rosa se escribe con rr.

b) Se escribe la i al final de la palabra cuando debe ir y, en el caso de la conjunción

y ocurre lo mismo.

c) Se confunde la ortografia del sonido k, en las sílabas que, qui, que aparecen es-

critas ce, ci.

d) Se dan errores en la ortografia de lag en los casos en que antecede a la o la i.

e) Error al omitir la diéresis, en las sílabas güe, güi.

f) Error al sustituir mp, mb, por np, nb.

g) De forma similar, sustitución de nv, por mb.

h) Omisión de la consonante líquida (/, r) en cualquiera de las trece combinaciones

en que puede ocurrir.

son:

i) Sustitución de mayúscula por minúscula en nombres propios o al inicio de la

oración.

Clave terciaria

Esta clave comprende los niveles 111, IV, V.

Nivel 111. En este nivel los errores se clasifican como propiamente ortográficos y

a) Sustitución de la b por la v y viceversa.

b) Sustitución de laj por lag y viceversa.

c) Intercambio de la y y la i. Ejemplo: lo/anda por Yolanda

d) Sustitución de la q por lacen las sílabas que qui ,e igualmente se considera la

escritura de las sílabas ca, co, cu, con q en lugar de c.

109

Page 123: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

e) Sustitución de la e por la s o la z.

f) Sustitución de la z por s y viceversa.

g) Error en palabras que tienen ñ, y se escriben como ni y sustitución de ni por ñ.

h) Sustitución del grafema x por so cualquier otra sustitución.

i) Errores cometidos con el grafema h, ya sea su omisión o su adición indebida.

Nivel IV. Los errores de este nivel se refieren a casos de oscurecimiento u

onus10nes.

a) Omisión o sustitución de un fonema por otro indebido.

b) Error por sonido oscurecido, el de las cuando antecede a laf

c) Error en las combinaciones ce, sx, xc.

d) Oscurecimiento en la germinación de vocales (ee), que se manifiesta en la

representación de una so la vocal.

e) Oscurecimiento en la germinación de consonantes (nn).

f) Error por supresión de la primera consonante de una secuencia. Ejemplo: istruir

por instruir.

g) Omisión de acentos en palabras agudas, graves o esdrújulas.

Nivel V

En este nivel los errores son mucho más escasos que en los demás; sin embargo es­

to no indica que en todos los casos, la ausencia de errores, se deba a que se ha salvado el

nivel, sino que tal vez en ese escrito no se tuvo oportunidad de cometer ese error.

Este nivel comprende errores en la escritura de parónimos, en la tilde para mantener

el hiato y en la tilde de diferenciación.

En el paradigma cualitativo los mejores exámenes de ortografia son los escritos or­

dinarios del escolar: cartas personales, cuadernos de tareas, dictados, composiciones, etc.

Para calcular las faltas del alumno Courtis ( citado por Condemarín y Chadwick,

110

Page 124: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

1989, p. 156), ideó el llamado " coeficiente de errores ortográficos" . Los pasos para deter­

minar este coeficiente son:

a) Se toma una o varias muestras de escritura del escolar. Conviene que la

muestra tenga alrededor de 200 palabras.

b) Se cuenta el número total de palabras escritas. Los signos de puntuación se

cuentan como una palabra.

c) Se marcan y cuentan todos los errores y lapsus. Se consideran lapsus ciertas

faltas leves como omisión de acentos, punto de la i o trazo horizontal de la.f

y la t.

d) Se divide el número de faltas (errores más lapsus) por el número total de

palabras escritas.

e) El cociente se multiplica por mil. Así se obtiene el coeficiente de errores o

número de faltas por cada mil palabras escritas

Otra alternativa para evaluar al estudiante es estimar el total de palabras que escri­

bió correctamente, dividirlas entre el número total de palabras del texto y multiplicarlas

por cien, para obtener el nivel ortográfico global.

En el caso de la evaluación de la habilidad específica morfosintáctica, existe una

tradición pedagógica, ya que el profesorado le ha conferido un valor muy especial al desa­

rrollo de dicha habilidad, debido a la idea de que el conocimiento del funcionamiento de las

reglas lingüísticas amplía los recursos de expresión de los alumnos.

Condemarín y Chadwick (1989, p. 172) afirman que el dominio de las estructuras

lingüísticas posee un carácter evolutivo, al igual que todas las destrezas lingüísticas; en ese

sentido las características de la escritura madura requieren de una estructura formal de pen­

samiento que permita establecer relaciones verbales a partir de formulaciones verbales sim­

ples.

111

Page 125: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Ambas autoras, señalan que los errores más característicos en la etapa inicial de los

escritores se encuentra en el uso de pronombres, en la concordancia entre sujeto y predica­

do, así como en las oraciones incorrectamente puntuadas.

Existe también otra categoría de problemas que no son fácilmente identificables,

pero permiten conocer el nivel de madurez de las composiciones, dichos errores se dividen

en tres áreas: densidad de ideas, variedad de palabras de referencia y variedad de expresión

en conceptos repetidos.

Enseguida se explica la naturaleza de dichos errores:

• Densidad de ideas. La utilización de oraciones cortas es un indicador de que

existe un problema de densidad de ideas. La utilización de oraciones coordina­

das y subordinadas indican una escritura más madura.

• Variedad de referentes. En esta clase de error las oraciones aparecen aisladas en

el contexto del párrafo y por lo tanto, hay un problema de cohesión. En una es­

critura madura las oraciones se relacionan entre sí y unas sirven como referente

para otras.

Los escritores inmaduros tienden a usar sólo uno o dos referentes y van yuxta­

poniendo ideas a ellos. Los estudiantes más avanzados en sus destrezas sintác­

ticas utilizan una variedad de referentes. Así el evaluador puede comprobar que

un alumno que continuamente escribe oraciones referidas a un mismo concepto,

tiene problemas en cuanto a variedad de referentes.

• Variedad de expresión. Este no error--característico se manifiesta a través de la

repetición de las mismas palabras para los mismos conceptos. En general, un

buen escritor utiliza para expresar conceptos repetidos, diferentes palabras. Si el

estudiante repite una y otra vez los mismos nombres, nexos, adjetivos y verbos,

ello indica que tiene dificultad para manejar una variedad de expresiones para

112

Page 126: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

referirse a conceptos repetidos.

Para valorar la capacidad sintáctica, se considera adecuado partir del análisis de las

composiciones escritas. Siguiendo una pauta de observación se puede evaluar el grado de

madurez y complejidad de las frases, la capacidad de variación de la selección léxica y la

utilización de determinadas estructuras.

La elaboración de las pautas de evaluación es una tarea delicada, pues se debe

dominar la terminología generativa y establecerse los criterios de valoración para cada

estructura. Su utilidad es invaluable, pues la pauta es un extraordinario guión de obser­

vación y control individual del trabajo de los alumnos que puede servir para anotar los

errores sistemáticos de los alumnos, las características de su sintaxis, etc.

Para concluir, sólo resta decir, que a medida que los alumnos van madurando cog­

nitiva y lingüísticamente, se van percatando de las repercusiones de determinados errores

en la comprensión y éxito de la comunicación escrita.

A manera de conclusión genera~ la evaluación de habilidades lingüísticas es un

proceso sumamente complejo que combina criterios cuantitativos y cualitativos para ar­

gumentar y documentar la toma de decisiones, pero sobre todo para retroalimentar el pro­

ceso individual de cada alumno. Por lo tanto, adoptar una forma de evaluación, implica re­

formular y negociar toda una serie de criterios a nivel grupal e instituciona~ que de alguna

forma modifican los roles y funciones que tanto maestros como alumnos han asumido de

manera tradicional.

113

Page 127: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO VI

METODOLOGÍA

A. El diseño de la investigación

El diseño metodológico, seleccionado para dirigir el proceso de investigación, to­

ma como referencia el planteamiento del objetivo general del tema de investigación, que

consiste en describir y evaluar internamente las prácticas de evaluación realizadas en los

cursos de Lenguaje y Expresión I, de nivel preparatoria en el ITESM, Campus Ciudad

Juárez, con el fin de ejercer un juicio valorativo que brinde elementos para una toma de

decisiones técnicas de mejora acerca del proceso de evaluación de habilidades lingüísticas

que se realiza en el aula

Para lograr dicho objetivo la investigación se ubica en le paradigma cuantitativo y

se aborda desde la metodología descriptiva y evaluativa; un argumento para esta definición

metodológica radica en que se pretende describir y valorar el estado de las variables que

intervienen en el proceso de evaluación realizado en los cursos de Lenguaje y Expresión I,

tomando como punto de referencia los criterios preestablecidos que subyacen en el disefto

del curso y los nuevos elementos que el rediseño pondera como la política de evaluación

en el contexto de la Misión del ITESM.

Otro argumento para la elección y uso de los métodos descriptivo y evaluativo

obedece a que sus características básicas son compatibles con los objetivos enunciados en

el planteamiento del problema y que son:

• Describir e identificar los diferentes tipos de evaluación realizados en el curso

de Lenguaje y Expresión l.

114

Page 128: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Describir la eficacia de las prácticas de evaluación tomando como referencia los

criterios internos que se derivan de la orientación psicopedagógica que tiene el

diseño y rediseño del programa de Lenguaje y Expresión l.

• Emitir un juicio de valor con objetividad (relativa), acerca del mérito de los pro­

cesos de evaluación.

• Analizar y valorar el proceso de evaluación del programa, como un elemento

más para evaluar la administración del programa en su totalidad y facilitar la

toma de decisiones alternativas tras su aplicación.

• Proporcionar resultados y conclusiones no generalizables a otros contextos.

El diseño metodológico es transeccional descriptivo, porque se ocupa de presentar

un panorama del estado de las variables en la población seleccionada, en un sólo momento.

(Hemández, 1998, p. 187).

El procedimiento consiste en medir, en los grupos seleccionados, las variables for­

muladas en tomo a los procesos de evaluación de habilidades lingüísticas, para proporcio­

nar su descripción y compararlas posteriormente con los criterios que orientan el diseño y

rediseño del curso de Lenguaje y Expresión l.

Las variables implicadas en la hipótesis se operacionalizan para su identificación y

medición en los grupos seleccionados y son:

• La elaboración y aplicación de examen de diagnóstico

• La presentación y definición de los criterios de evaluación

• La evaluación formativa

• La autoevaluación

• La retroalimentación

• La coevaluación

115

Page 129: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Las formas predominantes de evaluación

• Los criterios utilizados para evaluar

• Las características del docente

1. La población

La población está compuesta por dos clases de sujetos que tienen una relación per­

manente en el proceso de enseñanza-aprendizaje; su ubicación depende del lugar que ocu­

pan en el proceso didáctico y evaluativo: los maestros y alumnos del ITESM, que impartie­

ron o cursaron la materia de Lenguaje y Expresión l.

La razón fundamental para seleccionar a las dos clases de sujetos radica en que el

proceso de enseñanza-aprendizaje y por tanto la evaluación, exige una comunicación

absoluta, que equilibre la toma de decisiones bajo una lógica de inclusión.

El objetivo no es confrontar las versiones de profesores y alumnos acerca de la

evaluación realizada en el curso de Lenguaje y Expresión I, sino indagar las coincidencias o

discrepancias manifestadas a través de la aplicación de los instrumentos de recolección de

datos.

Para la realización de esta investigación se consideró como población a los 150

alumnos, y a los 4 maestros de primer semestre de preparatoria, del ITESM, Campus Ciu­

dad Juárez, que tomaron o impartieron la materia de Lenguaje y Expresión 1, durante el

curso semestral de agosto-----diciembre en 1999.

116

Page 130: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

2. La selección de la muestra

La población total, compuesta por 150 alumnos, está distribuida en 6 grupos de 25

elementos cada uno. Cada grupo se consideró como una subpoblación o estrato.

Para seleccionar la muestra probabilística, la tesista realizó una asignación propor­

cional por estrato de 6 elementos. La selección la hizo al azar, utilizando el procedimiento

de tómbola, que consistió en tomar de la lista de asistencia de cada grupo o subpoblación el

número de elementos muestrales, se hicieron fichas y se seleccionaron 6 fichas por grupo y

los números que fueron elegidos al azar conformaron la muestra.

La muestra se compone de 36 sujetos seleccionados que representan el 24% de la

población total.

En el caso de los docentes, se considera al total de la población, compuesta por 4

maestros, cabe mencionar que 2 de ellos atienden 2 grupos y los otros 2, atienden un sólo

grupo de la materia de Lenguaje y Expresión l.

3. La recolección de datos

Con el objeto de analizar los aspectos de evaluación más importantes que están pre­

sentes en el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje de las habilidades lingüísti­

cas en el curso de Lenguaje y Expresión I y tomando como punto de partida las variables

derivadas de la hipótesis, se diseñaron dos instrumentos de recolección de datos, uno apli­

cable al docente y el otro a los alumnos.

117

Page 131: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

a. Los instrumentos de recolección de datos

La encuesta aplicada a los docentes tuvo como objeto obtener información del agen­

te fundamental del proceso de evaluación, en tomo a las actividades que realizó, los crite­

rios que utilizó para evaluar, y las características propias de cada docente en términos de

formación, experiencia profesional, etc. (Anexo 3)

El cuestionario consta de 5 partes o secciones, enseguida se describe cada una.

La primera parte aporta datos generales de identificación del docente y se relaciona

directamente con la variable que señala las características distintivas del docente en rela­

ción con su experiencia, formación, cargo, cursos de capacitación y su influencia en la cla­

se de evaluación que realiza en su grupo.

En la parte II del cuestionario se pretende recabar información en tomo a los tipos

de evaluación que el profesor utilizó durante el curso de Lenguaje y Expresión I y se rela­

ciona con la ausencia o presencia de una serie de variables a medir (realización de evalua­

ción diagnóstica, comunicación de criterios de evaluación, negociación de criterios, realiza­

ción de autoevaluación y evaluación formativa, influencia de la autoevalución en las activi­

dades de retroalimentación y su valor en la calificación final del alumno, tiempo en el que

se realizó la autoevaluación, presencia de la coevaluación e intervención del alumno en ac­

tividades de retroalimentación). Esta parte del cuestionario se formuló bajo el criterio de

preguntas cerradas dicotómicas, presentando a los sujetos dos posibilidades de respuesta (sí

o no).

En la parte III del cuestionario se hace una indagación acerca de los tipos de eva­

luación que el profesor usó para diagnosticar el estado inicial de desarrollo de las habili­

dades lingüísticas del alumno en tomo a la expresión oral, la comprensión lectora, el nivel

de redacción del grupo, la habilidad ortográfica, el conocimiento de las reglas de puntua-

118

Page 132: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ción y el aspecto morfosintáctico. En esta parte del cuestionario se plantean preguntas ce­

rradas con varias alternativas de respuesta.

La parte IV del cuestionario pretende registrar la frecuencia con que aparecen al­

gunos tipos de evaluación con el objeto de determinar las tendencias predominantes de los

docentes y elaborar una posible interpretación a la luz de las innovaciones existentes en

evaluación de habilidades lingüísticas.Para este fin, se ofrecen una serie de reactivos agru­

pados en categorías, para conocer las formas de evaluación utilizadas en comprensión lec­

tora, expresión oral, redacción, morfosintaxis, ortografia y puntuación.

En la parte V, se desea conocer y medir la variable criterios de evaluación y se pide

a cada docente que especifique los elementos que usó a lo largo del curso en función de

por- centajes parciales y porcentajes asignados a la calificación total. En este caso, los

reactivos se concentran a través de numerales.

La parte última del instrumento contiene dos preguntas abiertas para que el docen­

te registre otras formas posibles de evaluación, que utilizó a lo largo del curso en relación a

las habilidades lingüísticas.

El cuestionario aplicado a los alumnos que tomaron el curso tiene como objetivo

obtener información general que permita un acercamiento al conocimiento que tienen los

estudiantes sobre el proceso de evaluación en el curso de Lenguaje y Expresión l.

Para identificar a los maestros, se pide al alumno que escriba el nombre del titular

que le impartió el curso de Lenguaje y Expresión l.

El cuestionario del alumno consta de dos secciones; en la primera parte los cuestio­

namientos son cerrados de tipo dicotómico y se pide al alumno seleccione la alternativa que

describa mejor su respuesta. Estas preguntas se relacionan con las variables: realización de

examen diagnóstico, comunicación de criterios de evaluación, negociación de criterios de

evaluación, realización de autoevaluación, prácticas de coevaluación, realización de activi-

119

Page 133: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

dades de retroalimentación y percepción del alumno sobre la evaluación que se realizó du­

rante el curso.

En la parte 11, se desea que el alumno indique, cuáles fueron las formas más usuales

de evaluación, para esto se usan cuestionamientos cerrados con varias alternativas de elec­

ción, pudiendo elegir varias opciones, en función de la frecuencia con que esa forma de

evaluación fue utilizada durante el curso para valorar algunas de las habilidades lingüísti­

cas; existe la posibilidad de determinar cuáles formas fueron más recurrentes.

b. La confiabilidad de los instrumentos de recolección de datos.

En el caso del cuestionario resulta dificil determinar la fiabilidad de la prueba con­

creta; para hacerlo se recurrió al procedimiento de medida de estabilidad, aplicando a los

sujetos (alumnos), durante dos veces el mismo cuestionario, con un período de tiempo de

dos meses entre la primera y segunda aplicación. La confiabilidad fue tabulada a partir de

las respuestas estables que los sujetos brindaron, que se calculó con un valor del . 96 o 96%.

Para determinar la fiabilidad del cuestionario del docente se usó el mismo procedi­

miento, administrándose en dos ocasiones el mismo instrumento a dos profesores, también

con un período de tiempo de dos meses entre la primera y segunda aplicación. Después de

comparar los resultados de ambas aplicaciones, se determinó la correlación como alta en un

.95 o 95%.

c. La validez de los instrumentos de recolección de datos.

Para estimar la validez de contenido de ambos instrumentos, se compararon las pre­

guntas de los cuestionarios con el contenido de lo que se quiere medir (universo de evalua-

120

Page 134: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ción de habilidades lingüísticas); en ese sentido de realizó un examen crítico a cada pregun­

ta para conocer la relevancia de ésta en relación con cada hipótesis de la investigación y

con los objetivos de la misma.

El examen fue interno, pues la tesista fue quien lo realizó resultando positivas las

relaciones y por lo tanto se determinó la presencia de validez de contenido de los instru­

mentos.

Para evaluar la validez de constructo se estableció la relación teórica que guardan

los reactivos con la construcción teórica hipotética de la investigación; para ello se anali­

zaron las preguntas de los instrumentos y se determinó que sí permiten conocer como se da

la evaluación de habilidades lingüísticas. Enseguida se aplicaron ambos instrumentos , el

diseñado para los alumnos se aplicó a 6 sujetos, el cuestionario de docentes se aplicó a dos

maestros; encontrando a partir de un análisis de las respuestas que el test sí permite diferen­

ciar entre una persona que se caracteriza por realizar ciertas prácticas de evaluación y otra

que exhibe otros tipos de prácticas.

A partir de que los instrumentos permiten poner de relieve la diferencia entre téc­

nicas de evaluación, se puede establecer que sí tienen validez de constructo.

d. El procedimiento de aplicación de los instrumentos.

La aplicación de ambos instrumentos a la muestra de alumnos y a los docentes, se

hizo la fecha en que presentaron el examen final de la materia de Lenguaje y Expresión I (3

de diciembre de 1999).

La entrega de los cuestionarios a los sujetos que integraron la muestra se realizó de

forma simultánea. El cuestionario se concibió como un instrumento autoadministrable y

121

Page 135: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

participaron como auxiliares en la entrega y captación de los instrumentos los profesores

de guardia aplicadores del examen final del curso.

El instrumento se contestó después de la realización del examen de la materia y se

calculó en 5 o 7 minutos el tiempo para su resolución. Aquí se pudiera establecer como un

factor interno, el cansancio derivado de contestar un examen de final de curso, lo que puede

afectar de alguna forma las respuestas emitidas en el cuestionario.

El instrumento para docentes se aplicó el mismo día y se entregó a cada docente

por separado en su oficina; el tiempo calculado para su resolución fue de 15 a 20 minutos.

Al finalizar la aplicación se recuperaron los cuestionarios y después se procedió a la tabu­

lación y registro de los datos.

122

Page 136: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO VII

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

A. Los resultados

En este capítulo se presentan los resultados, se analizan y se discute sobre ellos.

Hernández ( 1998, p. 342) menciona que el análisis de los datos depende de tres factores: el

nivel de medición de las variables, la manera cómo se han formulado las hipótesis y el inte­

rés del investigador.

Tornando como referencia la idea anterior, la tesista puntualiza que una vez reuni­

dos los datos, procedió a analizarlos numéricamente en función de la codificación asignada

a cada elemento o categoría de análisis.

La tesista consideró, por ser compatible con el tipo de investigación realizada, a la

estadística descriptiva como el método más adecuado para analizar cada una de las varia­

bles de forma individual.

La primera tarea consistió en describir los datos a partir de una distribución de fre­

cuencias ordenadas en sus categorías respectivas, obteniendo posteriormente las frecuencias

relativas y absolutas con el objeto de establecer comparación entre los datos, para poder

discutir el significado de los mismos.

Antes de presentar los cuadros es necesario aclarar el término estratregia de evalua­

ción usado en el cuadro 6. Dicho término se entiende como una técnica concreta usada para

obtener información sobre el proceso y resultados del hecho educativo. En este sentido la

estrategia se elige en función de un propósito claro que a su vez contribuya a mejorar las

decisiones de índole instruccional o administrativa. (Gronlund, 1987, p. 27).

123

Page 137: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Enseguida se presentan los resultados obtenidos, a partir de las puntuaciones o va­

lores que presentó cada reactivo, resumidos en siete tablas, que tienen un orden derivado

del instrumento aplicado.

El cuadro 1 resume las características de los profesores que impartieron la materia

de Lenguaje y Expresión l.

El cuadro 2 condensa la información sobre los elementos usados para evaluar el

nivel inicial del alumno y el curso de Lenguaje y Expresión l.

El cuadro 3 presenta los puntos de coincidencia o discrepancia de maestros y

alumnos sobre los elementos de evaluación usados durante el curso de Lenguaje y Expre­

sión l.

El cuadro 4 presenta las estrategias de evaluación que una profesora considera

como pertinentes para diagnosticar el nivel inicial del grupo en expresión oral, compresión

lectora, redacción, morfosintaxis y ortografia.

El cuadro 5 presenta las coincidencias y discrepancias que maestros y alumnos

tienen acerca de las formas predominantes de evaluación utilizadas para evaluar la com­

prensión lectora, la redacción, la expresión oral, la ortografia y la morfosintaxis.

El cuadro 6 compara a las cuatro docentes en función de la variedad de técnicas

usa- das para evaluar las habilidades lingüísticas antes mencionadas.

Finalmente, el cuadro 7 compara los porcentajes que fueron asignados a algunos

de los elementos utilizados por los maestros en el curso de Lenguaje y Expresión l.

124

Page 138: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

N V,

Maestro A B c D

CUADRO 1 L de 1 fi . d E . ,_ I

- - . Formación Nivel Máximo Nombramiento Antigüedad Cargo T.D.D T.D.C. Free No de Cursos

L. Comunicación M. Educación Maestra cátedra 9 aflos Desarrollo académico 10 hrs 10 hrs 5 4 L. Educación 2o Sem M. en Educ. Maestra cátedra 4 aflos Ninguno 11 hrs o 4 1 L. Psicología M. Educación Maestra cátedra 6 aflos Asesor psicopedagógico 8 hrs 7.5 hrs 6 o

L. Comunicación M. Educación Maestra planta tic 5 aflos Coor. Area de lenguaje 23 hrs 8 hrs 5 1

Relación de características de cuatro profesores (A, B, C, D) que imparten la materia de Lenguaje y Expresión I en el ITESM

Acotaciones:

TDD:tiempo dedicado a la docencia. TDC: tiempo dedicado al cargo. FREC: número de veces que ha dado la materia. No. Cursos: capacitación recibida.

Page 139: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CUADRO 2

Los criterios generales usados por los maestros para evaluar el curso

de Lenguaje y Expresión I

Profr.

1 2

A o l B 1 1

c o l D o 1

3

o l 1

o

CRITERIOS DEL INSTRUMENTO 4 5 6 7 8 9 10 11 12

1 1 1 o 1 1 o o 1 1 l o l o l 1

l l o o l l l 1

o l l o l 1 o l

Relación que se establece entre :

criterios de diagnóstico ( l)

o l 1

l

13 Total

o 6

l 11

o 9

1 8

comunicación de criterios de evaluación (2,3)

autoevaluación (4, 6, 7 ,8, 9, 10)

coevaluación (l l,12) retroalimentación ( 13)

evaluación formativa (5)

CUADRO)

Lo que dicen los maestros y sus alumnos sobre la evaluación

del curso de Lenguaje y Expresión I

Criterios %Alumnos % Maestros Diferencia

Examen diagnóstico 38 17 21

Criterios de evaluación 52 75 23

Autoevaluación 58 67 9

Coevaluación 34 75 41

Retroalimentación 51 50 1

126

Page 140: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

N -J

Gráfica 1. Lo que dicen los maestros y sus alumnos sobre la evaluación del curso de Lenguaje y Expresión I

80

,J~ Cifras porcen-

60 ~-tuales que muestran coincidencias o 50 " / ,,., diferencias entre

// maestros y alumnos en 40 / / /í

relación a la ,/ / /

evaluación del 30 / curso de Lenguaje y Expresión l.

20 1

/ /

10

o

........ ,,

1 11 1 • - • ..

%Alumnos

1 • 11 11 ·--, ...

"····-···

O Examen diagnóstico

O Criterios de evaluación

O Autoevaluación

O Coevaluación

O Retroalimentación

Page 141: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

N 00

CUADR04

Áreas evaluadas en el examen de diagnóstico

Máximo 15 1 Máximo 36 1 Máximo 10 1 Máximo 10 Máximo 6

B 7 20 3 7 3

Las áreas evaluadas en el examen diagnóstico, ( expresión oral , comprensión lectora, redacción, ortografia y morfosintaxis) por el maestro B.

Page 142: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

N 'CJ

MAESTRO A B c D

CUADRO 5 Las formas predominantes de evaluación en el curso de Lenguaje y Expresión I

Criterio

1 2 3 4

5 6 7 8 9 10

Comprensión 113 82 78 84

Comprensión lect. Redacción Expresión oral Ortografia Maestro Alumno Maestro Alumno Maestro Alumno Maestro Alumno 17 16 10 15 17 2 11 11 O* O*

116 20 130 20 130 15 147 89 20 124 9* 116 16 * 98 65 11 104 14 99 6 136

100 5 * 85 O 55 10 137 128

o 132 97 52 46

Lo que dicen maestros y alumnos sobre las formas predominantes de evaluación. Acotación: El asterisco(*) indica la estrategia que debería ser usada

Nota: para la interpretación del cuadro, ver los anexos 3 y 4.

CUADR06

Redacción Expresión oral Ortografia Morfosintaxis

45 38 40 30 27 24 27 25 28 22 23 27 31 34 31 23

Morfosintaxis Maestro Alumno

18"' 101 19 111 13 119

Total 266 185 198

203

Page 143: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Puntua- 300 ción total obtenida por los cuatro

250

maestros que impar- / tieron la 200 materia de Lenguaje y Expresión

w 150 o I

100

50

Gráfica 2. Las estrategias de evaluación

--- ----

/ 1

1

Total

Morfosintaxis

Expresión oral

B Comprensión

e D

Comparación que se establece entre los cuatro maesros (A, B, C, D) en función

del uso de las estrategias que usaron para evaluar.

Page 144: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Criterio Maestro

A 8

c D

w

CUADR07

Los porcentajes asignados a los elementos de evaluación del curso de Lenguaje y Expresión I

IA

45 40 40 45

Porcentaie asignado a la calificación

Calificación parcial

2A 3A 4A"' 5A 18

20 o 15 20 40

20 o 20 20 40

10 o 40 10 40

20 o 15 20 40

Porcentajes asignados por los profesores a los elementos de evaluación parcial y final de la materia de Lenguaje y Expresión I

Acotaciones: IA: Examen

2A: Tareas 3A: Participación del alumno 4A: Producción de textos 5A: Control ortográfico 18: Examen final 28: Trabajo final 3B: Promedio de evaluaciones parciales

Calificación final 28

10 30 o 10

38"'

50 30 60 50

Page 145: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

B. La discusión y el análisis de resultados

Luego de la presentación de los resultados, se analizan y discuten los mismos a

partir de los elementos presentados en el marco teórico.

En la variable 1 se indaga sobre la elaboración y la aplicación del examen de diag­

nóstico. Los resultados dicen que de las cuatro maestras que imparten la materia, sólo una

se dio a la tarea de indagar el estado inicial de sus alumnos, para conocer el nivel de desa­

rrollo de las habilidades lingüísticas.

Lo anterior revela que las tres cuartas partes del profesorado inician su trabajo do­

cente sin conocer con profundidad el dominio que posee cada uno de sus estudiantes en

comprensión lectora, redacción y expresión oral. (Ver cuadros 2 y 3, p. 126).

Si el examen de diagnóstico tiene como objeto describir el estado de la realidad para

plantear posibles soluciones, se puede afirmar a partir de las ideas de Astorga y Van der

Bijl (1991, p. 29) que los profesores en su mayoría están ignorando la base inicial en la que

deben apoyar la planificación y ejecución del curso de Lenguaje y Expresión l.

Bloom, citado por Block (1991, p. 24) afmna que el éxito o fracaso en el desarro­

llo de habilidades se relaciona con el grado de eficiencia de las pruebas formativas de dia­

gnóstico, que debe ser precisas y detalladas de manera que se pueda derivar algo concreto

de ellas.

Olmedo (1984, p. 60) menciona que la aplicación del examen diagnóstico permitirá

al maestro verificar que los alumnos posean los conocimientos o habilidades necesarias pa­

ra enfrentar exitosamente los temas y tareas del nuevo curso, así como también conocer las

limitaciones que tienen en cuanto a conocimientos gramaticales, vocabulario, técnicas de

lectura, etc., con el fin de diseñar estrategias que ayuden a solucionar dichas deficiencias.

132

Page 146: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Por otra parte, la evaluación diagnóstica brinda elementos para adecuar las estra­

tegias didácticas a las necesidades del grupo. Asimismo dadas las características y fina­

lidades de esta clase de evaluación, se debe dar a conocer al alumno los resultados obteni­

dos para que conozca su punto de partida; es obvio que no se debe asignar ninguna cali­

ficación, ni debe promediarse o afectar de ninguna manera la calificación que el alumno

obtendrá en el curso.

En resumen, la tesista concluye que es necesario que las profesoras consideren la

aplicación de la evaluación diagnóstica como el fundamento de su intervención pedagógica.

Ahora bien, la profesora que aplicó examen diagnóstico ¿cómo lo hizo?

En este caso, sólo la profesora B, aplicó examen de diagnóstico, y sus respuestas

son valoradas a partir de los elementos considerados como factibles y adecuados para eva­

luar las habilidades lingüísticas. (Ver cuadro 4, p. 128).

Para evaluar la expresión oral, el examen diagnóstico se centró en intervenciones

breves de los alumnos para argumentar, comentar o narrar y en la participación en diálogos

o conversaciones informales.

En este aspecto se estableció como valor máximo quince puntos, pero la docente

sólo registró siete, lo cual indica una evaluación diagnóstica deficiente. De acuerdo con el

marco teórico, para realizar una evaluación diagnóstica de la expresión oral se recomienda

que se tomen como puntos de referencia el aspecto fonológico, morfológico, sintáctico,

semántico y pragmático. (Mayor, 1993, p. 368).

Por lo tanto, para diagnosticar esta habilidad lingüística se deben evaluar la produc­

ción de los sonidos del habla, el uso adecuado de las reglas morfosintácticas, la aplicación

de contrastes de significado, así como el uso y selección del vocabulario y en el nivel prag­

mático las funciones del discurso en contextos específicos, así como el contenido de la ex-

133

Page 147: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

presión, su coherencia y cohesión textual, la adecuación del oyente, la atención, la entona­

ción, la gesticulación, etc.

Los aspectos anteriores, remiten necesariamente a varios métodos o formas de eva­

luación que aporten datos sobre el nivel de desarrollo de la expresión oral.

En el caso del diagnóstico realizado por la maestra B, los métodos que visualiza co­

mo adecuados se ubican en el paradigma cualitativo, privilegiándose la observación. Para la

aplicación sistemática de este método, se precisa la elaboración de un sistema de registro

que sirva para anotar cuando aparecen ciertos rasgos de expresión. (Marco teórico, p. 84).

Una cuestión recomendable es elicitar muestras de producción espontánea, con el

objeto de evaluar la pragmática del discurso, la expresión y la comprensión lingüística.

(Mayor, 1993, p. 376).

Sin embargo es notorio que la profesora que evaluó consideró un criterio restrin­

gido para evaluar esta habilidad específica, pues no señaló haber usado la opción relacio­

nada con esta técnica. (Ver anexo 3).

Para el diagnóstico de la capacidad lectora del grupo se usaron como formas predo­

minantes la oralización del texto escrito, el cuestionario escrito, la revisión de ejercicios en

clase y la elaboración de resúmenes.

El valor máximo fue establecido en 36 puntos, acumulando la docente B, 20 pun­

tos ( Ver cuadro 4, p. 128 ).

La significatividad de los criterios elegidos se puede interpretar así: la docente

considera importante evaluar la fluidez del alumno al decodificar el texto como un indica­

dor eficaz de comprensión, también considera que si el alumno es capaz de contestar un

cuestionario escrito, rescatando el contenido del texto, puede decirse que comprendió la

lectura. Por otra parte, los profesores consideran como adecuado el confrontar grupalmente

los ejercicios realizados, con el objeto de que los alumnos se enteren de cómo organizan la

134

Page 148: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

-

información sus demás compañeros (lo cual permite modificar esquemas). Asimismo con­

sidera útil, la tarea de elaboración de resúmenes, para identificar a los alumnos que repiten

textualmente la información, centrándose en elementos irrelevantes o bien a alumnos con

un nivel mayor de competencia, que a través de su expresión rescatan las ideas más impor­

tantes del texto.

A partir de lo anterior es posible señalar que la profesora concibe la evaluación de

la comprensión lectora, como una repetición o representación más o menos bien estruc­

turada de la información explicitada en el texto en la que interviene la memoria, el dominio

y aplicación de algunas estrategias ( como la supresión y generalización de la información),

la calidad de la decodificación y el conocimiento del vocabulario del texto.

Por lo tanto, se puede afirmar que la evaluación de la comprensión lectora se reali­

za desde el texto mismo, observándose que la entrevista personal, no es usada como un re­

curso metodológico valioso para indagar sobre el conocimiento previo y el proceso indivi­

dual de la comprensión lectora que cada alumno construye, ya que la docente, no eligió la

opción que la señala. (Ver anexo 2).

Aquí, sería necesario destacar la importancia que tiene el conocimiento previo en la

comprensión lectora, es decir aún y cuando las profesoras toman en cuenta algunos indica­

dores válidos para evaluar la comprensión, tales como el hecho de considerar la correlación

entre la eficacia y fluidez de la decodificación con la comprensión, no se puede ignorar que

algunos alumnos tienen una lectura fluida, pero no llegan a la comprensión. ( Marco teóri­

co, p. 95).

Otro indicador usado es el vocabulario, que se evalúa preferentemente a través de

ejercicios y exámenes objetivos. Se puede argumentar que el vocabulario que el alumno

posee, es consecuencia directa de la lectura y resulta dificil dilucidar si el problema de

comprensión es un problema de falta de vocabulario, o bien la falta de vocabulario está mo-

135

Page 149: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

tivada por un problema de comprensión, confundiéndose muchas veces con el vocabulario

la falta de conocimientos previos sobre la temática del texto. Esto significa que se puede

encontrar en el texto léxico sencillo y no comprenderse por la ausencia de conocimientos

previos, desde los cuales partir para la interpretación. (Marco teórico p. 95)

En cuanto al aspecto de redacción, de una puntuación tabulada como máximo en 1 O

puntos, la docente obtuvó 3. (Ver cuadro 4, p. 128)

La profesora B, señala como forma adecuada la elaboración de una redacción indu­

cida con asignación de tema. Esta técnica permite corroborar la habilidad que tiene el alum­

no para redactar convencionalmente cierto tipo de escrito, a partir de un fin específico, así

como el tratamiento que da al contenido del texto. Aquí la profesora puede evaluar el desa­

rrollo, el fin del escrito, la ortografia, la puntuación, el estilo, etc. (Marco teórico, p. 102).

Para diagnosticar, la técnica más válida y global es la redacción completa de un

texto libre, en el cual el estudiante maneje y plasme con libertad ideas, sentimientos, cono­

cimientos y emociones. A partir de este texto el profesor puede conocer con más profun­

didad al alumno en función de su desarrollo cognitivo y de los procesos que domina para la

elaboración de textos. Los elementos a evaluar serán el tipo de texto y en función de éste el

dominio de convencionalidades, la riqueza de ideas, la ortografia, puntuación y aspectos de

orden morfosintáctico que tienen que ver con la cohesión y coherencia del texto. ( Marco

teórico, pp. 100-101).

Otro criterio a utilizar es la redacción de un párrafo libre, que puede usarse para ob­

servar a los alumnos mientras escriben, cuestionándolos y analizando las tendencias, los es­

tilos de trabajo y el proceso de textualización de cada alumno. (Marco teórico, p. 102)

En conclusión, la profesora que diagnosticó lo hizo de una forma restringida, quizá

sólo para darse una idea general del nivel de redacción del grupo.

136

Page 150: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Para diagnosticar el nivel ortográfico y el conocimiento de reglas de puntuación, la

maestra utilizó el dictado, la redacción de un texto libre y el llenado de espacios en blanco

con palabras clave extraídas del contenido de un texto previamente leído.

A partir de las estrategias seleccionadas por la maestra, se puede afrrmar que el

dictado constituye una de las prácticas tradicionalmente más empleada en la enseñanza y

evaluación de la ortografia. En comparación con la copia presenta mayor nivel de dificultad

debido a que el alumno sólo tiene la representación auditiva y verbal de la palabra. (Marco

teórico, p. 107)

Algunos autores señalan que el dictado tiene ventajas para favorecer el aprendizaje

del vocabulario, desarrollando la capacidad para escuchar e incrementando el rango de

atención del alumno y por otra parte ejercita la memorización de palabras, oraciones y fra­

ses y proporciona entrenamiento para registrar con precisión los términos exactos. (Con­

demarín y Chadwick, 1989, p. 154)

La desventaja que se puede señalar, en el caso del dictado, es que la palabra aislada

puede ocasionar confusión en el alumno, pues la escritura de ciertos vocablos tiene que ver

con el contexto semántico en que aparecen. De ahí, que muchos docentes, prefieren dictar

textos completos, seleccionando las palabras que consideran más adecuadas para efectos de

evaluación.

Otra variante del dictado, es la estrategia de dictar palabras para llenar espacios en

blanco y completar oraciones, después de haber leído con anticipación un texto.

La ventaja de esta estrategia es que al ofrecer el contexto de la oración en el que va

inserta la palabra de dictado se favorece la reflexión semántica y el recuerdo a partir de la

visualización previa de la palabra en el texto completo leído previamente.

La redacción del texto libre puede ser utilizado para conocer el nivel de desarrollo

de la habilidad ortográfica, en este sentido la profesora B, al aplicar esta estrategia pudo

137

Page 151: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

comprobar en un corpus de palabras más amplio el conocimiento que tiene el alumno del

sistema ortográfico del idioma, así como de sus reglas básicas, el uso de homónimos en el

contexto textual, la utilización adecuada de los signos de acentuación, expresión y pausa;

así como el uso de grafias que representan cierta dificultad para el alumno de nivel medio y

superior. (Marco teórico p. 104)

En este sentido se considera la redacción del texto libre el mejor recurso para cono­

cer el nivel ortográfico global y ubicar al alumno o grupo de alumnos en la etapa de desa­

rrollo que les corresponde.

En resumen, se considera que la profesora B, tuvo aciertos bastante aceptables en la

evaluación diagnóstica de la habilidad ortográfica y el conocimiento de las reglas de pun­

tuación en su grupo obteniendo para este aspecto, 7 puntos de un máximo de 10. (Ver

cuadro 4, p. 128).

En cuanto al diagnóstico de la habilidad específica morfosintáctica, de un máximo

de 6 puntos la maestra obtuvó sólo 3.

La opción señalada como válida por la profesora fue el análisis de composiciones

libres realizadas por los alumnos. Sobre la elección de esta opción se puede argumentar que

es correcta para visualizar de forma general los errores más característicos que cometen los

alumno.

Sin embargo para detectar categorías de problemas que no son fácilmente identi­

ficables en el texto libre, se recomienda la redacción de textos guiados, en los cuales el

alumno utilice determinadas estructuras que permitirá diferenciar las composiciones in­

maduras o avanzadas.

A partir del análisis realizado se pueden hacer las siguientes consideraciones: de

los cuatro docentes sólo una profesora realizó examen diagnóstico, ¿quién es ella? De los

cuatro docentes, es la única que tiene como antecedente profesional una licenciatura en

138

Page 152: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Ciencias de la Educación, de igual forma es la única que no tiene maestría terminada, tiene

menos antigüedad en el ITESM, ha impartido la materia menos veces, posee nombramien­

to de maestra de cátedra y no desempeña ningún cargo, además de atender a su grupo. (Ver

cuadro 1, p. 125).

Sin embargo, es interesante también conocer lo que dicen los alumnos acerca del

examen de diagnóstico, el 38% contestó que sí se le aplicó una evaluación diagnóstica, en

el caso de los docentes, sólo el 17% contestó afirmativamente, observándose una diferen­

cia de 21 %, lo que se puede interpretar como desconocimiento por parte del alumno sobre

lo que es un examen de diagnóstico por una parte ( que tal vez confundió con cualquier

ejercicio realizado al inicio del curso) y por otra parte que el profesor no comunicó a los

alumnos con suficiente claridad sobre la aplicación de la evaluación diagnóstica, sus fines,

su extensión, los criterios usados, así como los resultados obtenidos.

En la variable 2, se dice que al inicio del curso todos los profesores que imparten la

materia de Lenguaje y Expresión I, en el ITESM, Campus Ciudad Juárez, presentaron y de­

jaron claros los criterios de evaluación.

Los resultados señalan que el 100% de los profesores que imparten la materia, dice

que comunicó a los alumnos las formas de evaluación que se utilizarían en el desarrollo del

curso, pero sólo el 50% por ciento (profesores B y C) negoció con los alumnos dichos cri­

terios, así como los porcentajes asignados a cada aspecto del curso. (Ver cuadro 2, p. 126).

En términos más generales, los resultados señalan que el 75% de los docentes dicen

que si existe claridad en cuanto a criterios de evaluación, pero sólo el 52% de los alumnos

dice que existió claridad en la explicitación de dichos criterios, esto indica una diferencia

de un 23%, que se puede interpretar como un problema de comunicación y clarificación

de criterios. (Ver cuadro 3, p. 126).

139

Page 153: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Tomando como punto de referencia los resultados expuestos anteriormente, cabe

realizar algunas consideraciones: la primera es que todos los docentes saben que es nece­

sario dar a conocer a los alumnos los criterios de evaluación establecidos para fundamentar

las decisiones que se tomen e interpretar en un momento dado la calificación o juicio que se

emita.

La segunda consideración es que los criterios surgen de diversas fuentes como son

documentos y lineamientos oficiales, programas de estudio, experiencias del maestro, co­

nocimientos e investigaciones sobre evaluación y principalmente del fin que persigue la

evaluación y de la naturaleza del objeto a evaluar. Así, en el caso concreto del curso de

Lenguaje y Expresión I, el programa y el rediseño de la materia proponen que la evaluación

comprenda dos fases: una parcial y otra final. Como elementos para evaluar sugieren la

aplicación de exámenes parciales y final, la producción de textos escritos la valoración de

ejercicios de control ortográfico y la elaboración de trabajos colectivos.

La tercera consideración es que los criterios de evaluación no se pueden generalizar

a todos los casos, niveles o asignaturas; pues cada grupo escolar tiene características pro­

pias que se deben estudiar para de acuerdo a ellas establecer los criterios a seguir.

La cuarta consideración consiste en que los criterios establecidos por el maestro de­

ben ser conocidos y analizados por los alumnos y desde luego pueden ser establecidos por

ambas partes a partir de un proceso de negociación.

En resumen, cuando los criterios están establecidos y defmidos explícitamente, la

evaluación es clara y cualquier persona puede interpretar los juicios que se emiten y por lo

tanto el sujeto al que se dirige la evaluación puede tomar las decisiones que considere per­

tinentes a su situación particular.

La variable 3, se relaciona con la evaluación formativa.

140

Page 154: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Los resultados obtenidos, señalan que los cuatro docentes afirman que la eva­

luación formativa cumple su función y a partir de ella se diseñan estrategias de retro­

alimentación durante el curso.

Esta variable hace énfasis en la función formativa de la evaluación que se realiza

cotidianamente en el aula y supone por lo tanto, que la obtención sistemática de informa­

ción a lo largo del proceso se usa para tomar las decisiones necesarias de forma inmediata.

Este planteamiento tiene que ver indudablemente con la evaluación procesual, que

se realiza en diferentes tiempos o momentos del proceso de enseñanza y aprendizaje. Es

decir la evaluación procesual es formativa pues al favorecer la toma continua de datos,

permite la adopción de decisiones sobre la marcha y cuando aparece un "error", no se usa

para sancionar o calificar de forma negativa, sino que se resuelve mediante determinadas

actividades o explicaciones oportunas y se continua el proceso de enseñanza y aprendizaje.

En este caso es indudable que la evaluación formativa tiene que ver con el proceso

de retroalimentación de aprendizajes. Por lo tanto esta variable tiene que ver con la varia­

ble que señala la retroalimentación como una estrategia para superar los problemas de

aprendizaje y desarrollo de habilidades lingüísticas.

En este punto los resultados son reveladores pues del total de profesores sólo el 50%

consideran al alumno en el proceso de retroalimentación de su propio aprendizaje. (Ver

cuadro 2, p. 126). ¿Qué significa esto? Que simple y sencillamente la evaluación formativa

no está cumpliendo con su función, pues si los maestros a pesar de tener conocimiento de

las dificultades de los alumnos en determinadas fases o procesos lectoescriturales, no hacen

nada con estos datos; es más dificil que la mayoría de los alumnos logren los objetivos

propuestos en el rediseño del curso. Por otra parte si no se toma en cuenta al alumno para

el diseñ.o de estrategias de retroalimentación, no es posible suscitar su interés y compromiso

141

Page 155: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

para emprender la tarea de readecuación de las líneas de programación con las que se traba­

Ja.

En este caso la información aportada por alumnos y profesores sobre el proceso de

retroalimentación coincide pues el 51 % de los alumnos señala que se dio un proceso de re­

troalimentación y el 50% de los profesores afirma lo mismo existiendo una diferencia de

1 % entre ambos. (Ver cuadro 3, p. 126).

Por lo tanto se puede afirmar que la mitad de los maestros (50%) no utilizan la eva­

luación formativa como un insumo informativo para diseñar estrategias de retroalimentaci­

ón.

La variable 4, se refiere a la autoevaluación y resultados obtenidos, dicen que el

75% de los docentes tomó en cuenta la autoevaluación del alumno como un elemento más

de la evaluación del curso, de igual forma sólo el 75%, consideran que la autoevaluación se

debe tomar en cuenta en la calificación total del alumno, pero algo bastante sorprendente

es que ningún docente considera a la autoevaluación como un elemento de valor para dise­

ñar actividades de retroalimentación a lo largo del curso (Ver anexo 3 y cuadro 2, p. 126).

Ahora bien, los profesores que realizaron autoevaluación ¿en qué momento del

curso lo hicieron? Una profesora realizó la autoevaluación al final del curso y sólo dos

maestros (50%), realizaron autoevaluación en diferentes momentos del curso.

En la percepción global de alumnos y profesores sobre el aspecto de autoevalua­

ción, el 67% de los profesores señalan que la tomaron en cuenta en alguna medida para

evaluar el avance de sus alumnos; estos opinan en un 58% que los profesores si realizaron

actividades de autoevaluación, existiendo una diferencia de 9% entre ambas percepciones.

(Ver cuadro 3, p. 126).

¿Qué importancia tiene la autoevaluación en el desarrollo de las habilidades lin­

güísticas?

142

Page 156: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Destacar la importancia de la autoevaluación implica hacer una reflexión sobre el

papel que cumple en los procesos de metacognición.

La tendencia actual de la educación, expresada en la Misión del ITESM, es fomar

personas autodidactas, esto hace necesario el uso constante de la autoevaluación como un

elemento de autoconocimiento del proceso interno de construcción de saberes. En este sen­

tido se puede considerar la autoevaluación como la formación de una conciencia metacog­

nitiva que permite ser crítico con la propia resolución de problemas.

El entregar el control al alumno para que se autovalore, se da a través de una serie

de etapas, en las que el alumno poco a poco asume un rol autocrítico, cognitivamente ha­

blando.(Ver anexo 2).

En este aspecto un objetivo de la autoevaluación es el contribuir a la formación de

una estructura metacognitiva abierta y explícita, en la que cada estudiante se apropie de su

experiencia y dialogue con los demás sobre su aprendizaje y resolución de problemas. El

exponer grupalmente su autoevaluación, permite hacer público y compartir las estrategias

de razonamiento, planificación y supervisión sobre el desarrollo de las habilidades lin­

güísticas. Los estudiantes pueden ver los procesos metacognitivos en acción y entender co­

mo pueden ser supervisados y controlados los procesos de expresión oral, expresión escrita

y comprensión lectora.

En síntesis, se puede afirmar que la autoevaluación como un elemento de orden

formativo, no se aplica, restringiendo su uso a ocasiones esporádicas y con fines ambiguos

que no repercuten en los procesos de retroalimentación ni en la formación de la estructura

metacognitiva de los alumnos.y por lo tanto repercute negativamente en el logro del obje­

tivo de Misión de la Institución.

La variable 5 se refiere a la retroalimentación como una estrategia para superar los

problemas de aprendizaje y desarrollo de habilidades lingüísticas.

143

Page 157: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Los resultados que se encontraron en relación con esta variable señalan que sólo el

50% de los profesores realizan actividades de retroalimentación, esta cifra coincide con la

manejada por los alumnos que manifiestan en 51 % que han recibido atención educativa con

función de retroalimentación.(Ver cuadro 2, p. 126).

Esta situación es preocupante pues se supone que el objetivo fundamental de la eva­

luación procesual, es favorecer los procesos de retroalimentación, que coadyuden a el logro

de los objetivos de aprendizaje.(Marco teórico, pp. 45-46).

Lo que se puede argumentar para explicar el fenómeno es que la concepción de los

profesores acerca de la evaluación, deja entrever que se relaciona directamente con el con­

ductismo y que por lo tanto se centra en criterios acumulativos y en la detección de con­

ductas observables. En este caso la retroalimentación no tiene relevancia, sino la modifi­

cación de estímulos ambientales, que se orientan de otra forma para reiniciar el proceso y

lograr la modificación de las conductas que se desean.

La retroalimentación es una función de la evaluación procesual y hace referencia a

la necesidad de detectar permanentemente la funcionalidad del proceso educativo, desde la

misma, su ajuste real a los alumnos que la están desarrollando. Por ello, las actividades que

se desprenden de la retroalimentación están focalizadas exclusivamente a atacar las disfun­

ciones que se han detectado, para superar los errores cometidos o los aprendizajes no adqui­

ridos o mal adquiridos. (Casanova, 1998, p. 210).

En resumen, la retroalimentación no se usa como una estrategia compensatoria, y

esto repercute necesariamente en el nivel de aprendizaje y desarrollo de las habilidades

lingüísticas que los alumnos logren.

La variable coevaluación se relaciona directamente con la política de evaluación

expresada en el rediseño del Curso de Lenguaje y Expresión l. (Ver anexo 2).

144

Page 158: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Los resultados que se obtuvieron señalan lo siguiente en relación con esta variable:

el 75% de los maestros señalan que realizaron actividades de coevaluación con sus alumnos

y afirman que le otorgaron un valor a dicha evaluación en la calificación total del alumno.

Sin embargo, la información que los alumnos brindan sobre este aspecto difiere ro­

tundamente de la registrada por los maestros, pues sólo el 34% de los alumnos dice que se

realizaron actividades de coevaluación; lo que establece una diferencia de 41 %, entre am­

bas . Esto significa que 66% del alumnado no considera que se realizaron actividades de

coevaluación en el curso de Lenguaje y Expresión l.

La importancia de las actividades de coevaluación radica en que el grupo es el ele­

mento motivador por excelencia, pues los resultados de la acción educativa no son sólo in­

dividuales sino sociales, en ese sentido la formación valora} y actitudinal encuentra un

espacio de valoración, en función de todas las actividades colaborativas realizadas durante

el curso. (Ver anexo 2).

En el caso específico de las habilidades lingüísticas, el grupo puede evaluar la pro­

ducción oral y escrita de sus propios compañeros, a través de un coloquio grupal o bien de

un registro, en el que cada miembro del grupo anote aquellos rasgos o características que

consideran sobresalientes en un trabajo específico.

Se recomienda que el alumno valore exclusivamente rasgos positivos en los tra­

bajos de sus compañeros, para evitar una posible división del grupo.

En resumen, si en un grupo la coevaluación no se considera como un elemento im­

portante en el proceso de evaluación, se está privando al alumno de una fuente de experien­

cias positivas que le pueden ayudar a mejorar en su producción oral y escrita y no sólo eso

sino también la experiencia formativa de evaluar y ser evaluado en función de actitudes y

valores. Por lo tanto, se puede afirmar que el rediseño no se está utilizando como un marco

de referencia para conducir el proceso de evaluación en el curso de Lenguaje y Expresión l.

145

Page 159: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

La variable 7, se refiere a las formas predominantes de evaluación usadas por los

profesores de Lenguaje y Expresión I para evaluar expresión oral, comprensión lectora y

redacción.

Para esta variable se evaluaron las respuestas de profesores y alumnos, en función

de la frecuencia de las formas usadas para evaluar las habilidades lingüísticas del estudian­

te. (Ver parte IV del anexo 3 y parte II del Anexo 4).

Los resultados obtenidos señalan lo siguiente en comprensión lectora, las formas

predominantes elegidas por los profesores fueron la 5, 2 y 1, lo cual significa que los profe­

sores dicen que usaron con más frecuencia el examen objetivo, el cuestionario escrito y el

comentario verbal del sentido que se extrae del texto en forma personal y no se usaron sig­

nificativamente las formas 10, 9 y 6. (Ver cuadro 5, p. 129).

Los alumnos coinciden con los profesores al señalar como frecuentes las formas 1 y

5, pero difieren un tanto, pues por encima de éstas ponderan como la más frecuente la

forma 7, que consiste en ordenar y completar párrafos extraídos del texto.

Enseguida se aborda la explicitación de los elementos usados para evaluar la com­

prensión lectora en el curso de Lenguaje y Expresión l.

El criterio de ordenar y completar párrafos extraídos del texto (señalado como más

frecuente por los alumnos), hace hincapié en la importancia que tiene la organización jerár­

quica del contenido del texto, a partir del recuerdo de ideas principales y subordinadas co­

mo un indicador de comprensión. Desde esta idea se aclara que si el concepto es el de co­

nocer o saber la secuencia de hechos en un texto en función de sus relaciones de continui­

dad, se puede hablar de un grado de comprensión, que no tiene que ver precisamente con la

interpretación del texto; es decir, el mero hecho de reconocer una particular jerarquía de un

texto no asegura que el alumno pueda extraer el significado incorporado a las categorías de

dicha estructura. (Marco teórico, p. 94).

146

Page 160: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Continuando con el análisis, otra de las formas predominantes señalada es la apli­

cación de exámenes objetivos, que a partir de una serie de reactivos de respuesta unívoca

pretenden decidir sobre el grado de comprensión en los alumnos.

Los reactivos del examen pueden considerar aspectos alusivos a la forma, al con­

tenido y a la jerarquización de las ideas principales y secundarias y tal vez también se con­

sideren reactivos que para su respuesta requieran de estrategias inferenciales que tienen que

ver con el concocimientro previo del alumno.

El alumno que es capaz de percibir la forma en que se organizan las ideas del texto

(explicar, narrar, describir, comparar) y jerarquizar las ideas principales y secundarias, se

puede decir que ha creado en su mente la representación estructurada del texto. Sin embar­

go la comprensión implica algo más, que indudablemente tiene que ver con los reactivos

inferenciales o creativos del texto. (Marco teórico, p. 90)

En ese sentido se hace necesario analizar con detalle la clase de instrumentos que

los profesores usan para evaluar comprensión lectora, con el objeto de valorar el equilibrio

que existe entre los tres posibles tipos de reactivos.

La estrategia del cuestionario escrito pretende evaluar la sensibilidad de los alum­

nos a la organización del texto, a partir de las ideas principales y su función en el texto.

Para la elaboración del cuestionario, el profesor debe elaborar un protocolo por me­

dio de categorías específicas que establezca el grado de organización del recuerdo de los

alumnos. La ventaja de este tipo de instrumento se establece a partir del tipo de pregunta

que se formula y su intencionalidad.

Los alumnos están habituados a contestar cuestionarios y estos tienen sus defenso­

res, pues se supone que sirven para que el estudiante forme una estructura conceptual dife­

diferenciada y jerarquizada a partir de la focalización de las preguntas del cuestionario a los

elementos más importantes del texto.

147

Page 161: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Sin embargo se opina que no es suficiente con exponer a los sujetos a una serie de

preguntas orales o escritas, cosa que hacen muchos libros de texto, sino que es necesario

que se guíe al alumno a hacerse sus propias preguntas para autodirigir y supervisar su pro­

pia comprensión. (Orrantia y Sánchez, 1994, p. 298).

La elaboración de autopreguntas permite un acercamiento más activo al texto y una

visualización por parte del profesor, acerca de su capacidad para utilizar en sus preguntas

estratégicamente los patrones principales de la organización textual.

Otra de las formas señaladas como frecuente es el comentario verbal del sentido

que se extrae del texto en forma personal. Esta estrategia se puede utilizar para saber el ni­

vel de conocimiento previo que el alumno posee y la naturaleza de la relación que establece

con la estructura textual.

La utilización de la exposición oral del contenido del texto, se cruza con el diálogo

en clase y permite estimular la reflexión sobre los diferentes patrones de interpretación a­

cerca de una lectura. De esta forma el alumno comprende y aprende que hay diferentes re­

presentaciones o percepciones sobre un mismo tema y que todas contribuyen a enriquecer

su pensamiento.

Algunas formas recomendables para evaluar esta habilidad (no consideradas por los

profesores) son la entrevista estructurada y no estructurada.

En sí, la entrevista se basa en el arte de escuchar y su valor se destaca en el aspecto

de comprensión lectora a partir de la idea de que comprender es un proceso con tintes neta­

netamente individuales, prefigurado por el nivel de desarrollo, las experiencias y el cono­

cimiento previo que el estudiante puede tener.

En este sentido, la entrevista como un elemento de indagación sobre el conocimien­

to previo del estudiante tiene un valor imponderable. Ahora bien, la entrevista no reviste la

formalidad de una reunión a puerta cerrada, se puede entrevistar a los alumnos mientras el

148

Page 162: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

profesor se mueve por el salón de clase, en el entendido de que las entrevistas "sobre la

marcha" son muy cortas.

Toda entrevista se caracteriza por el diálogo y la confianza que se da al discente

para que exprese con claridad sus ideas, fortaleciendo en este caso la creación de zonas de

desarrollo próximo a partir de preguntas que permitan focalizar la atención del alumno a as­

pectos que tal vez no consideró en el texto. En este caso la entrevista tiene dos grandes ob­

jetivos: conocer el nivel de interpretación que el alumno hace de la información confron­

tándolo con su conocimiento previo y crear conflictos cognitivos que problematicen al

alumno, para que busque en el texto otros niveles de comprensión que lo lleven a aumentar

su zona de desarrollo próximo.

En síntesis, en el curso de Lenguaje y Expresión I, la evaluación de la comprensión

lectora es hasta cierto punto insuficiente para conocer con profundidad los procesos menta­

les y cognitivos que se realizan en el sujeto en el acto de comprender, por ello necesita ser

complementada con el uso de otras técnicas, para obtener una idea más aproximada a los

problemas que pudieran tener los alumnos para comprender un texto.

Para evaluar la habilidad escritura} se consideraron como criterios predilectos el l y

el 2, ( con la misma frecuencia) en este caso los alumnos coinciden totalmente con los pro­

fesores (Ver cuadro 5, p. 129).

Las formas seleccionadas como más usuales para la expresión escrita son la correc­

ción y calificación de varios textos o ejercicios de redacción elaborados en función de una

serie de indicadores y la elaboración de un texto libre completo, como producto final, ela­

borado de acuerdo a una serie de pautas predeterminadas.

Las formas menos frecuentes fueron la formulación de cuestionarios o entrevistas

sobre el proceso seguido y la aplicación de pruebas sobre conceptos y procedimientos a­

prendidos para elaborar escritos.(Ver cuadro 5, p. 129).

149

Page 163: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

De las formas de evaluación, seleccionadas como más frecuentes se puede decir

que la opción 1 que consiste en la corrección y calificación de varios textos o ejercicios de

redacción elaborados a partir de una serie de indicaciones, coincide con la idea que Sera­

fini tiene al considerar la corrección para sopesar y catalogar los errores del alumno y la va­

loración para realizar un balance de los elementos usados para corregir y posteriormente

emitir un juicio de valor que se concrete en una calificación.( Ver anexos 3 y 4 ).

Otra técnica que los profesores consideran como válida y global para evaluar la re­

dacción es la elaboración de diversos escritos atendiendo al uso de diferentes estructuras,

objetivos y estilos textuales. En este caso la evaluación se realiza de forma analítica, pues

se evalúan por separado una serie de aspectos que se relacionan con la presencia o ausencia

de algunos rasgos en el producto escrito.

Otra de las opciones usada para evaluar es la elaboración de un trabajo de redacción

como producto final en el curso y se evalúa en función de una serie de criterios predetermi -

nados dados a conocer a los alumnos con anticipación. En este caso también, el profesor

usa el método analítico para evaluar el escrito, aplicando punto por punto los criterios fija­

dos de antemano.

Las otras opciones que se presentaron al profesor y que fueron elegidas con menor

frecuencia, enfatizan en especial la evaluación de los procesos, para evidenciar el método

de redacción del alumno, las estrategias, los procesos cognitivos y las técnicas que usa.

Esto permite dilucidar que los profesores dan mayor importancia al producto escrito que el

alumno es capaz de crear y soslayan la evaluación del proceso de composición o métodos

de trabajo que el estudiante maneja.

En ese sentido es comprensible que el profesor no use de forma cotidiana la entre­

vista, como un elemento que permite entrar en contacto con la escritura del estudiante, para

explorar las dimensiones del proceso de composición y mantener en alto las expectativas de

150

Page 164: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

los estudiantes sobre el proceso de redacción. Cabe aclarar que la entrevista no es para co­

rregir con rojo el texto delante del alumno, sino para dialogar con él sobre los supuestos

que tomó en cuenta para la elaboración textual, con el objeto de brindarle una ayuda más

efectiva. (Graves, 1992, p. 89).

Para evaluar la expresión oral en el curso de Lenguaje y Expresión I, los profesores

dicen que usaron con mayor frecuencia los criterios 1 y 3, usaron menos el criterio 2 y no

usaron el criterio 4.

Los datos que los profesores aportan no coinciden con los datos de los alumnos,

pues ellos señalan como más frecuentes los criterios 1 y 2. (Ver cuadro 5, p. 129).

Analizando las opciones mencionadas, la 1 consiste en la presentación oral sobre un

tema, la 2, señala a las conversaciones informales y la 3 a las intervenciones breves en rela­

ción a temas específicos. (Ver anexos 3 y 4).

La opción elegida como más frecuente, es la exposición oral sobre un tema, que se

enfoca más a evaluar la producción del discurso que el proceso de su producción. Es decir,

cuando se favorece este tipo de actividad con los estudiantes, no siempre se le brindan los

medios necesarios a quien lo necesita. Por lo tanto el estudiante realiza a partir de sus pro­

pios recursos la elección del tema, la delimitación del mismo, la organización de la infor­

mación y la elección de estrategias que le permitan realizar una exposición eficaz.

De forma que sólo se evalúa el producto final, pues se destacan las habilidades y

conocimientos que los alumnos ya dominaban antes de la actividad y no lo que se pretendía

que aprendieran.

La estrategia 2, que los alumnos señalan usada con frecuencia por los profesores,

consiste en la valoración de la expresión oral en conversaciones informales y responde a la

idea de que es preciso visualizar la naturaleza de la interacción entre contenido, forma y uso

151

Page 165: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

de la lengua, asumiendo esto último desde la perspectiva socio lingüística y pragmática del

lenguaje. (Marco teórico p. 84).

En este sentido se considera como un elemento de sumo valor la visualización de la

pragmática desde las cuatro variables típicas (los participantes, el contexto, el tema de con­

versación y el objetivo o intención de los hablantes).

Para evaluar estos aspectos se considera el uso de la observación como estrategia

metodológica, valorando los cuatro aspectos antes mencionados: el uso social que el alum­

no hace de la conversación, la producción del habla considerando la madurez de las estruc­

turas empleadas, los propósitos de la conversación y el contexto comunicativo. (Mayor,

1994, p. 375).

Otra de las estrategias que se consideran como frecuentemente usadas por los pro­

fesores es el análisis de intervenciones breves sobre temas específicos. Esta estrategia tiene

que ver con el desarrollo de la capacidad comunicativa del estudiante en situaciones con un

nivel de formalidad medio o alto, ya que el estudiante de preparatoria debe saber comuni­

carse adecuadamente en situaciones formales relacionadas con el mundo académico y la­

boral ( que forman parte de su presente o futuro inmediato). Por otra parte, el dominio de

ciertas habilidades relacionadas con la argumentación, la organización lógica de conteni­

dos, el uso de estrategias para mantener el interés del oyente, requieren trabajarse en el

marco escolar, ya que es el lugar privilegiado para realizar reflexiones metalingüísticas y

metadiscursivas sobre el uso de la lengua.

Para evaluar la habilidad específica de ortografia, los datos expresados por los pro­

fesores y alumnos no guardan coincidencia: los primeros dicen que evalúan la ortografia en

el contexto de los escritos elaborados por los alumnos de forma libre, en segundo lugar di­

cen usar el dictado de palabras y en tercer lugar los exámenes sobre conocimientos y uti-

152

Page 166: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

lización de reglas ortográficas y signos de puntuación y en último lugar se considera el cri­

terio de llenar espacios en blanco con palabras de dictado.

Los alumnos por su parte señalan como formas predominantes en primer término el

dictado de palabras, en segundo lugar el examen sobre conocimientos de reglas ortográfi­

cas y signos de puntuación y en tercer lugar el dictado de palabras para llenar espacios en

blanco, y en último lugar mencionan la redacción de textos libre. (Ver cuadro 5, p. 129).

Analizando las prácticas que se establecen como más frecuentes para evaluar la or­

tografía, Frank Smith ( 1981, p. 236) señala que el aprendizaje convencional de las palabras

no se adquiere anotando los sonidos de las mismas, pues quienes escriben mal son los que

escriben fonéticamente. En ese sentido se supone que al dictar, el estudiante debe recordar

cómo se escribe cada palabra a partir de reglas de derivación y al mismo tiempo saber qué

palabras son excepciones.

Por otro lado, si el profesor evalúa con la técnica de dictado lo aconsejable es que

introduzca la variedad parar evitar el tedio; se puede hacer un dictado tradicional colectivo,

por parejas, etc.; también se sugiere variar el tipo de texto dictado: se puede dictar un poe­

ma, una carta, una noticia de diario, etc.

Otra sugerencia es que los alumnos tomen un rol activo pues ellos se pueden en­

cargar de dictar, corregir, reelaborar el texto dictado, etc.

Otro aspecto es que la evaluación del dictado se califica únicamente como producto

final, sin dar importancia al proceso de trabajo que el alumno realiza para ejecutar el

dictado.

Finalmente, la corrección cumple un papel muy importante, aunque por lo general

es el profesor quien corrige, se recomienda que el alumno corrija sus textos o bien que se

haga de manera colectiva.

153

Page 167: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Otra opción que se señala como frecuente por los alumnos es la aplicación de exá­

menes sobre conocimiento de reglas ortográficas y de puntuación. Para analizar esta prác­

tica evaluativa es pertinente hacer una reflexión acerca de cómo se aprende a poner signos

de puntuación, mayúsculas y a producir construcciones gramaticales. Esto no se aprende de

las reglas de convencionalidad ortográfica o de la educación formal. Los lingüistas no seña­

lan la existencia de reglas internas que los hablantes de la lengua deban respetar para gene­

rar o evaluar la producción lingüística. Tampoco se aprende por ensayo y error, se aprende

al entrar en contacto con la fuente de información que es la lengua de los demás y ésta es

accesible sólo a través de la lectura y de escuchar lo que dicen los demás.

Lo anterior significa que la ortografia se aprende de la lengua en uso, entonces ¿qué

caso tiene el examen sobre conocimiento de reglas ortográficas? Si el conocimiento de la

regla de ortografia no garantiza su uso adecuado.

Otra estrategia que los alumnos señalan como frecuente es el dictado de palabras pa­

ra llenar espacios en blanco en una estructura textual dada. Esta técnica es una variante del

dictado y se centra en la selección de aquellas palabras consideradas con cierto nivel de di­

ficultad para el alumno y con el fin de comprobar su dominio se le dictan en un contexto

textual.

Antes de evaluar, por lo general se le pide al alumno que con anticipación lea las

palabras de dictado en el contexto en el que se insertan, posteriormente se le aplica la prue­

ba, por lo tanto esta técnica toma en cuenta el recuerdo visual de las palabras o visualiza­

ción como una estrategia previa al aprendizaje ortográfico.

La técnica que los profesores usaron en último lugar (según los alumnos o en pri­

mer lugar según los profesores) es la redacción individual o libre de un texto para evaluar

ortografia.(Ver cuadro 5, p. 129).

154

Page 168: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Lo que se puede argumentar a favor de esta estrategia es que la ortografia puede y

debe evaluarse en todo escrito que el alumno produzca, que el nivel de dificultad ortográ­

fica varía para cada sujeto, que a través de esta estrategia es más fácil la observación de

errores y su posible tipificación ( desconocimiento de la relación fonema -grafia, olvidos,

falta de conciencia de la sonorización de un sonido, etc.).

El uso de la estrategia anterior puede tener dos variantes: una consiste en delimitar

una serie de palabras o temas para redacción que el alumno debe usar, incluso se le puede

dar el número de palabras que lleva el texto escrito y entre éstas las que debe aparecer en el

escrito para corroborar su uso apropiado en el contexto temático; la otra variante es el texto

libre como opción, aquí la dificultad estriba, en que algunos alumnos elaboran textos más

abundantes que otros y que ellos escogen las palabras a utilizar en el texto.

Una cuestión importante es que el profesor debe delimitar perfectamente lo que va a

evaluar para que otra clase de aspectos no afecten la evaluación ortográfica ( coherencia, ri­

queza de ideas, lógica en la argumentación, etc.).

Esta última estrategia de evaluación se basa en la observación del error, su clasifi­

cación y el análisis de la posible causa con el objeto de llegar a una solución efectiva o re­

medial que beneficie al alumno.

En relación a la habilidad específica morfosintáctica, la perspectiva de profesores y

alumnos no coincide, pues los maestros sefialan como la forma más usual el criterio 2, que

consiste en la redacción de textos, usando estructuras morfosintácticas estudiadas en clase,

como segunda opción señalan el criterio 1, que es el análisis de redacciones libres realiza­

das por el alumno y como tercera alternativa dicen haber utilizado la prueba de conoci­

miento de estructuras morfosintácticas. (ver anexos 3 y 4).

Los alumnos por su parte señalan que la técnica más recurrente para evaluar este

aspecto fue el examen de conocimiento de estructuras morfosintácticas, como segunda op-

155

Page 169: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ción dicen que fueron evaluados a través de la redacción de textos inducidos, usando es­

tructuras morfosintácticas estudiadas en clase y en último lugar afirman que fueron eva­

luados a través del análisis de composiciones libres realizadas durante el curso.(Ver cuadro

5, p. 129).

Analizando las prácticas que se señalan como más frecuentes por los alumnos: el

examen de conocimiento de las estructuras morfosintácticas, como estrategia de evaluación

prioriza la repetición memorística de las reglas y conceptos morfológicos, lo que no se re­

fleja necesariamente en el dominio práctico de las estructuras gramaticales.

Si el objetivo es que los alumnos en sus escritos manifiesten un notable control gra­

matical y que sus construcciones sintácticas sean coherentes y precisas, se vuelve imperioso

decir que con la técnica anterior esos aspectos no se pueden valorar, ya que la sintaxis es un

aprendizaje de segundo orden que se logra a través de la sistematización y la práctica.

A partir de la idea anterior, la forma más recomendable para su evaluación es la ela­

boración de composiciones escritas, que brinden material suficiente para evaluar el grado

de madurez y complejidad de las frases, la capacidad de variación léxica y el uso de deter­

minadas estructuras.

El conteo de las frases y la extensión del texto en número de palabras puede variar

según sea el objetivo de la evaluación, que puede ser parcial o exhaustiva y para el registro

de errores se sugiere la elaboración de pautas o guías de observación y control individual

del trabajo de cada uno de los alumnos. (Marco teórico, pp. 107-108)

La variable 8 se relaciona con los elementos que se tomaron como adecuados para

evaluar. Para iniciar el análisis de los resultados relacionados con esta variable cabe aclarar

que el programa del curso y su rediseño maneja la propuesta concreta de que la evaluación

comprenda dos fases: una parcial o procesual y la otra final o sumativa. El curso sin redi­

seño establece que para obtener la calificación parcial se aplicará un examen cuyo valor es

156

Page 170: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

del 60% de la calificación, otro elemento de evaluación es la entrega de tareas con un valor

del 10% de la calificación parcial, otro es la producción de textos escritos cuyo valor es del

15% y el control ortográfico, equivalente al restante 15%.

En la fase final se establece como elemento de evaluación la aplicación de un exa­

men, que tiene un valor del 60% de la calificación final y el promedio de evaluaciones par­

ciales cuyo valor es del 40 %. (Ver anexo 1 ).

En el caso del curso rediseñado, la política de evaluación es diferente. La propuesta

concreta se maneja a través de tres evaluaciones parciales, en las que se pondera el examen

escrito con un 40% de la calificación, en el mismo examen escrito se evalúa la ortografia y

se le asigna un valor de 10%. A tareas escritas se les asigna el 30 % de la calificación par­

cial, a la elaboración de trabajo colaborativo se le otorga el 1 O % de la calificación parcial,

se propone que la coevaluación tenga un valor del 5% y que la autoevaluación se realice co­

mo una actividad formativa sin ningún peso en la calificación. Las evaluaciones parciales

promediadas se tabulan con un valor del 50%. Para la evaluación final se propone la apli­

cación de un examen con valor del 30 %, la revisión ortográfica en el mismo examen con

valor del 10%, la presentación de un trabajo por equipo con un valor de 10%; la suma de

todos estos aspectos o elementos es de 50 y su valor en la calificación final, equivale al

50%. ( Ver anexo 2)

Es indudable que la fuente principal de criterios de evaluación es el programa del

curso de Lenguaje y Expresión I y su rediseño, pero ninguno de los maestros aplican los

porcentajes tal y como se proponen en el mismo; es decir cada maestro a partir de su for­

mación, experiencia y conocimiento sobre la evaluación de aprendizaje, define los criterios

y los porcentajes, aunque sin eliminar ninguno de la propuesta original.

Los resultados muestran que los profesores A y D coinciden totalmente ambos en

los criterios usados para evaluar, pues asignan 45% de la calificación total al examen, 20%

157

Page 171: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

a las tareas, 0% a la autoevaluación del alumno, 15% a la producción de textos, 20% al

control ortográfico, no se contempla la coevaluación con ningún puntaje y tampoco se men­

ciona valor alguno para trabajos elaborados en equipo. (Ver cuadro 7, p. 131 ).

La profesora C, maneja los criterios de una forma singular pues en la evaluación

parcial otorga un mayor peso a los trabajos escritos de los estudiantes ( 40% ), da menos

peso al control ortográfico (10%) y a las tareas así como al examen (10 y 40% respec­

tivamente. (Ver cuadro 7, p. 131 ).

En la calificación final otorga también menos peso al examen y centra en el prome­

dio de evaluaciones parciales el 60% de la calificación final, y le da al examen final 40%,

pues es la única que no pide trabajo final a diferencia de las otras docentes.

A través de un análisis comparativo con los otros docentes se pudiera pensar que la

profesora C valora el proceso global y a la lectoescritura con una mayor puntuación y que

por tanto su práctica evaluativa tiene más coherencia con los principios de la teoría de

aprendizaje cognoscitivo (su formación inicial es en psicología). (Ver cuadro 1, p. 125).

Sin embargo el hecho de no tomar en cuenta la participación del alumno y de no estimar su

autoevaluación le resta mérito a su esfuerzo evaluativo.

Por su parte la profesora B asigna 40 % a exámenes parciales, el 20% a tareas, el O

% a la participación del alumno (autoevaluación, valores, actitudes), a la producción de tex­

tos le otorga 20% y al control ortográfico 20%. En la calificación final pondera el examen,

igual que los demás, en 40%y al promedio de evaluaciones parciales le asigna el 30%. (Ver

cuadro 7, p. 131 ).

Para el enfoque cognitivo, la evaluación de aprendizajes, tiene como fin dar a los

profesores la información diagnóstica que necesitan para ayudar a los estudiantes a apren­

der (Bruer 1998, p. 272). Por lo tanto la evaluación no se puede separar del aprendizaje y su

función es explicar al alumno el tipo de error que cometió así como brindarle la informa-

158

Page 172: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ción de cómo superar dicho error y mejorar su habilidad lingüística así como su califica­

ción.

En resumen los criterios usados para valorar el aprendizaje del alumno en el curso

de Lenguaje y Expresión I, enfatizan los productos de aprendizaje y en un segundo plano se

preocupan por los procesos cognitivos que el estudiante ejecuta para desarrollar sus habili­

dades lingüísticas. En ese sentido la aplicación de criterios no guarda coherencia con la

teoría cognitiva y con las nuevas corrientes de evaluación del aprendiz.aje de habilidades

lingüísticas.

Por otra parte, es necesario señalar que la intención educativa expresada en el

objetivo de la Misión del ITESM, para su logro requiere que los profesores incorporen a

sus decisiones y prácticas evaluativas las directrices que el rediseño marca, situación que

no ha sucedido; lo que pudiera interpretarse como un elemento que repercutirá negativa­

mente en el logro de las habilidades, las actitudes y valores propuestos en la Misión.

La variable 9 denominada características del docente se relaciona directamente con

la formación inicial del profesor, su nivel de preparación, su experiencia docente y el tipo

de nombramiento que tiene, los cursos de capacitación recibidos, así como el cargo que

desempeña en la institución.

Esta variable arroja los siguientes datos: la profesora A, demostró mayor variedad

en el uso de estrategias de evaluación en todos los aspectos, le sigue la profesora Den

variedad de estrategias, luego la profesora C y en último lugar está la profesora B. (Ver

cuadro 6, p. 129 y gráfica 2 p. 130).

Comparando entre profesoras se destaca que A y D obtienen la mayor puntuación,

tienen formación profesional inicial en el área de ciencias de la comunicación, ambas tienen

el nivel de maestría en educación, han atendido el curso durante 5 veces y las dos desempe­

ñan un cargo en el ITESM, la diferencia básica radica en los cursos de capacitación recibi-

159

Page 173: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

dos, pues la docente A, ha recibido 4 cursos de capacitación y la docente D sólo 1. En cuan­

to a antigüedad, la docente A tiene más años en el ITESM, pero su nombramiento es de

maestra de cátedra, no así la docente D, que tiene nombramiento de planta de tiempo com­

pleto. (Ver cuadro 1, p. 125 y cuadro 6, p. 128).

La profesora C, con formación inicial en el área de psicología, maestría en educa­

ción y nombramiento como maestra de cátedra, muestra una visión de la evaluación como

un proceso integral, que se refleja en los porcentajes que asigna a los criterios de evaluación

que propone para el grupo que atiende, sin embargo en el aspecto de orden psicopedagógi­

co relacionado con las formas de evaluación de habilidades lingüísticas muestra desventaja

ja en relación con las otras dos maestras. Aunado a que no recibió ningún curso relacionado

específicamente con la materia de Lenguaje y Expresión l. (Ver cuadro 1, p. 125, cuadro 6,

p. 129 y cuadro 7, p. 131).

La profesora B obtiene menos puntuación en el uso de estrategias de evaluación, sin

embargo sorprende pues es la única que diagnosticó el estado inicial de sus alumnos ( aun­

que lo hace de forma inadecuada), es también la única docente que tiene como antecedente

inicial profesional una formación específicamente pedagógica (licenciatura en ciencias de

la educación), también es la que menos tiempo tiene como docente en el ITESM, además es

la única que aún no termina sus estudios de maestría en educación; ha impartido la materia

menos veces, no posee ningún cargo, ha tomado un sólo curso de capacitación y su nom­

bramiento es de maestra de cátedra.(Ver cuadros 1 y 7, pp. 125 y 131).

En síntesis, se puede afirmar estableciendo relaciones entre los aspectos que maneja

la variable que el nivel profesional de los docentes sí influye en la evaluación que realizan,

así como el referente profesional inicial del maestro, pues las bases teórico prácticas que

orientan su trabajo se pedagógico se adquieren en este nivel.

160

Page 174: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

En relación con la afirmación anterior, las prácticas evaluativas diferenciadas se re­

lacionan con una percepción personal y profesional del quehacer docente y de la materia

que se imparte, así como con la experiencia profesional adquirida a través de la práctica pe­

dagógica, es decir la frecuencia con la que se imparten los cursos influye en la adopción o

rechazo de técnicas de evaluación pero también los curso de capacitación recibidos brindan

recursos estratégicos para mejorar, sustituir o conservar posturas teórico-metodológicas

acerca de la evaluación.

El tipo de nombramiento afecta el proceso de evaluación, pues el status del maestro

en la institución y los cargos que cubre, le obligan a realizar actividades de corte académico

y administrativo que consumen una proporción considerable de tiempo, lo cual repercute en

la adopción de formas más sencillas para evaluar las habilidades lingüísticas (Ver cuadros

1,4y5,pp. 125y128).

161

Page 175: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

CAPÍTULO VIII

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

A. Las conclusiones

Los productos que se pueden extraer de este trabajo de investigación cubren dos

dimensiones distintas: una dimensión teórico-<:ientífica que aporta nuevos datos sobre la

particularidad que adopta la problemática concreta de la evaluación de habilidades lingüís­

ticas en el curso de Lenguaje y Expresión I y que constituyen al mismo tiempo las conclu­

siones que dan respuesta a la hipótesis planteada con anticipación, la otra dimensión abar­

ca las implicaciones prácticas que a través de las recomendaciones se plantean en torno a

los mecanismos y formas de evaluación en el desarrollo de habilidades lingüísticas en el ni­

vel medio-superior del ITESM.

1. El marco de las conclusiones

Antes de iniciar con la enunciación de conclusiones es necesario enmarcar las IIllS­

mas a partir de dos posiciones que aparecen como constantes en la exposición del marco

teórico: la primera concibe a las prácticas de evaluación como determinaciones objetivas

dadas y explicadas en el currículum escolar de Lenguaje y Expresión I y en la estructura

propia la institución donde los sujetos asumen papeles receptivos derivados de su inserción

y lugar que tienen en la jerarquía organizativa.

Desde esa posición, transformar la estructura objetivada---en términos curriculares

y metodológicos- a través del rediseño, se establece como una preocupación central y

162

Page 176: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

mecanismo de cambio de la institución para mantenerse a tono con la evolución y nece­

sidades de los nuevos tiempos.

La otra posición concibe a las prácticas de evaluación de aprendizajes como accio­

nes recortadas al espacio del aula y construidas desde los valores, formación profesional,

capacidades y voluntad de los sujetos; incidir sobre ellos promoviendo la actualización y

capacitación docente para que tengan un mejor desempeño en la tarea educativa, constitu­

yen el tipo de preocupaciones de esta posición.

Para superar esta dualidad de posiciones y desde la perspectiva de Bourdieu (1988,

p. 76) se concibe la práctica evaluativa como un momento del proceso educativo, en el que

se cruzan posiciones estructurales y disposiciones de los sujetos.

En ese sentido en la práctica educativa subyacen una serie de relaciones organiza­

das a partir de las representaciones explicativas de los sujetos y mediadas por las prácticas

que realizan, que no agotan su explicación en los límites de la propia institución. Por lo tan­

to, las manifestaciones que se dan en el contexto escolar como maneras de ser y de hacer,

traslucen la presencia de lineamientos normativos y prácticas que no se conforman exprofe­

so en un momento dado para satisfacer la demanda institucional. Así, en la escuela se gene­

ran formas de resistencia y mecanismos de negociación y adaptación que surgen a partir de

la propia dinámica social e institucional y estas formas --de resistencia o adaptación- se

fundamentan en las prácticas y representaciones de los sujetos docentes.

2. La formulación de conclusiones

Después de enmarcar la posición que sirve para comprender con mayor claridad las

conclusiones, enseguida se abordan en el orden que tienen las variables planteadas.

163

Page 177: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

La variable 1, que se refiere a la elaboración y aplicación del examen de diagnós­

tico, se establece como inexistente, pues los profesores no realizan evaluación diagnóstica

al inicio del curso, por lo tanto desconocen el nivel de desarrollo que cada estudiante po­

see en relación a las habilidades lingüísticas. En consecuencia, la planificación de la inter­

vención pedagógica del alumno carece del elemento fundamental que la sustente.

En la variable 2, que trata sobre la elaboración y comunicación de elementos o

criterios de evaluación se concluye que un alto porcentaje de profesores no comunicaron

con suficiente detalle y claridad los criterios que se tomaron para evaluar a lo largo del

curso, por otra parte en ningún momento la evaluación se visualizó como parte de un con­

.trato escolar que puede ser analizado y negociado con los alumnos, en ese sentido los pro­

fesores establecieron los criterios y asignaron los porcentajes de la calificación parcial o to­

tal a cada aspecto específico del curso.

La variable 3 versa sobre la evaluación formativa y su función retroalimentadora.

Como conclusión se afirma que un alto porcentaje de profesores no consideran la evalua­

ción formativa como elemento esencial para la valoración y retroalimentación de procesos

de aprendizaje y desarrollo de habilidades lingüísticas, pues han disociado la obtención sis­

temática de información a lo largo del proceso de su función en el planteamiento y defini­

ción de estrategias para solucionar los problemas que los alumnos presentan en expresión

oral, comprensión lectora y redacción.

La variable 4 se refiere a la autoevaluación. La conclusión es que los profesores en

un alto porcentaje no le confieren a la autoevaluación ninguna utilidad pedagógica, ya que

no se toma en cuenta para diseñar estrategias efectivas de retroalimentación para el alumno

y tampoco se le confiere ningún valor porcentual en la evaluación general del curso. En ese

sentido la autoevaluación se ve como algo meramente tangencial y por lo tanto no tiene re-

164

Page 178: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

levancia para efectos de análisis metacognitivo e intervención del alumno en la retro­

alimentación de su propio aprendizaje y en la formación del valor honestidad ..

La variable 5 habla sobre la retroalimentación como una estrategia para superar

los problemas de aprendizaje y desarrollo de habilidades lingüísticas. La conclusión es que

los profesores consideran de forma restringida a la retroalimentación del aprendizaje, como

un proceso de mejora racional planteado a partir de la información obtenida en diferentes

momentos del proceso de enseñanza y aprendizaje. Por lo tanto, la retroalimentación no se

usa como estrategia compensatoria, pues a pesar de tener conocimiento de las dificultades

de los alumnos en determinadas fases o procesos, no se diseñan las estrategias de retroali­

mentación respectivas, esto indudablemente hace más dificil que la mayoría de los alumnos

y alumnas logren los objetivos propuestos en el curso.

La variable 6 se refiere a la coevaluación. Como conclusión se establece que las

maestras no favorecen la coevaluación entre sus alumnos y que no le confieren utilidad pe­

dagógica a la misma. Las consecuencias se reflejan en el desarrollo lingüístico del alumno

y en su formación integral, pues se le priva de una fuente muy importante de experiencias

positivas que le lleven a mejorar en actitudes y valores y en su producción oral y escrita.

La variable 7 se refiere a las formas predominantes de evaluación usadas por los

profesores de Lenguaje y Expresión I para evaluar expresión oral, comprensión lectora y

redacción. Como conclusión general se afirma que las formas predominantes usadas para

evaluar por los profesores que imparten Lenguaje y Expresión I, no son coherentes con las

nuevas teorías de evaluación para habilidades lingüísticas.

Particularizando los elementos contemplados en la conclusión general se afirma que

la evaluación de la comprensión lectora se fundamenta en criterios tradicionales que se cen­

tran en perfiles de desempeño estandarizados, otorgándose al examen objetivo una impor­

tancia primordial.

165

Page 179: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

En expresión oral, la evaluación destaca como relevante la producción discursiva

que el alumno es capaz de realizar, ignorando en buena medida los procesos inherentes a la

planeación de un discurso más eficaz.

Asimismo en redacción los profesores se concentraron en evaluar los productos es­

criturales y en una menor proporción enfatizaron la evaluación del proceso de producción

del escrito.

Las habilidades específicas de ortografía y morfosintaxis, también se abordan desde

una perspectiva evaluativa tradicional, pues para ortografía se privilegia el dictado como

estrategia principal y para la morfosintaxis se usa fundamentalmente la aplicación de exá­

menes de conocimiento de estructuras morfosintácticas.

A partir de lo anterior, se puede concluir que la evaluación se encuentra constreñida

a formas bastante estereotipadas que ya han sido criticadas y rebasadas por las nuevas apor­

taciones de la teoría en evaluación de habilidades lingüísticas; negando en buena medida la

lógica psicopedagógica que subyace en el diseño del curso de Lenguaje y Expresión l.

La variable 8 se refiere a los elementos o aspectos que el profesor utilizó para eva­

luar el curso de Lenguaje y Expresión l. La conclusión declara que los criterios usados para

valorar el aprendizaje de los alumnos, enfatizan los productos de aprendizaje y en un se­

gundo plano se preocupan por los procesos cognitivos implicados en el desarrollo de las

habilidades lingüísticas. Por lo tanto, la ponderación porcentual para efectos de asignación

de calificación, no guarda coherencia con la teoría cognitiva del aprendizaje ni con las nue­

vas corrientes de evaluación de habilidades lingüísticas.

En la variable 9, características del docente, se concluye que existe una relación

directa entre el perfil profesional del docente y la evaluación que realiza, en tanto que las

prácticas diferenciadas de evaluación se relacionan con concepciones profesionales deri­

vadas de la experiencia en el quehacer docente y del campo disciplinario que se trabaja.

166

Page 180: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Asimismo influye en la adopción o rechazo de formas de evaluación la capacitación profe­

sional recibida, en ese aspecto se concluye que el personal se encuentra subcapacitado.

En cuanto al tipo de nombramiento y el cargo que desempeña en la institución, se

considera que sí afecta a la evaluación, pues las diferencias laborales y salariales que exis­

ten entre los docentes que trabajan con un nombramiento de tiempo completo, medio tiem­

po o tiempo parcial, condicionan en buena medida la utilización de determinadas técnicas

(sencillas o complejas) para evaluar las habilidades lingüísticas.

En relación a lo anterior, la conclusión es que los profesores para efectos de eje­

cución de una evaluación compleja, requieren disponer de las condiciones laborales ade­

cuadas que lo permitan.

3. La síntesis de conclusiones

Las conclusiones obtenidas y mencionadas anteriormente se pueden condensar en

tres aspectos: el epistemológico, el psicopedagógico y el sociopedagógico.

En el aspecto epistemológico se concluye que las prácticas de evaluación que rea­

lizan las profesoras del curso de Lenguaje y Expresión I, del ITESM, Campus Ciudad Juá­

rez, revelan que la posición empírico-positivista priva como elemento básico de las cer­

tezas y modelos que los maestros consideran como viables y adecuados para evaluar las

habilidades lingüísticas.

Por lo tanto, las concepciones, modelos y certezas construidos, constituyen el pri­

mer obstáculo epistemológico para la modificación de la práctica evaluativa.

El rol protagónico que las docentes desempeñan en el salón de clases y especial­

mente en el proceso evaluativo, impide que los alumnos desarrollen sus estrategias meta-

167

Page 181: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

cognitivas en la apreciación constructiva de sus aciertos o desaciertos en el desempeño de

las tres habilidades lingüísticas consideradas (leer, escribir y hablar).

La construcción del conocimiento lingüístico desde la lógica epistemológica cons­

tructivista exige que la evaluación procesual se integre a la acción educativa, desde una per­

cepción colectiva fundada en la coevaluación. Esto requiere que el maestro permita que el

salón de clases se convierta en un lugar de comunicación y retroalimentación dinámica y

multidireccional.

En el aspecto psicopedagógico, se destaca que la evaluación de habilidades lin­

güísticas en el curso de Lenguaje y Expresión 1, desde una posición lateralizada, en la que

no cabe la coevalución y la autoevalución como elementos a tomar en cuenta produce en el

alumno desinterés, rivalidad y frustración.

La evaluación diagnóstica, formativa y final carecen de una integración metodoló­

gica que destaque con claridad los criterios que se articularán entre sí para dar un juicio de

valor o calificación final al estudiante.

Por otra parte, se concluye que la evaluación de habilidades lingüísticas realizada

por las profesoras del curso de Lenguaje y Expresión I en el ITESM, Campus Ciudad Juá­

rez, no integra los elementos psicopedagógicos subyacentes en el programa del curso y en

su rediseño, lo cual significa que cada profesor desde una visión particular administra la

evaluación asignando diferentes criterios y porcentajes a los procesos y productos de los

estudiantes.

En ese mismo sentido, las prácticas de evaluación realizadas por las docentes en el

curso de Lenguaje y Expresión I, no contribuyen a formar en los alumnos esquemas de va­

loración personales para juzgar el desempeño personal o colectivo en el área de habilida­

des lingüísticas y en la formación de valores y actitudes explícitos en la Misión del

ITESM.

168

Page 182: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Otro elemento a señalar en este aspecto es el papel que la evaluación cumple en la

detección y tratamiento de problemas específicos que representan obstáculo para que los

alumnos utilicen en su máxima posibilidad la redacción, la expresión oral y la escritura,

como herramientas culturales para transitar con éxito en otros niveles académicos y anali­

zar el mundo cotidiano con un nivel de mayor profundidad.

Por otra parte, la óptica de la sociología educativa concibe a la evaluación como un

mecanismo de división y selección social, que separa y perpetúa desigualdades entre las

clases sociales, desde esta perspectiva el rol que cumplen las profesoras es el de constituirse

en jueces y agentes principales -únicos- para enjuiciar y dictaminar el grado de aprendi­

zaje y desarrollo en el área de habilidades lingüísticas.

4. La formulación de la tesis

Finalmente, a partir de las conclusiones obtenidas del análisis y discusión de resul­

tados, la hipótesis inicial se puede establecer como tesis: la evaluación de habilidades lin­

güísticas realizada por las profesoras en el curso de Lenguaje y Expresión I, del ITESM,

Campus Ciudad Juárez, adolece de una serie de deficiencias teórico-metodológicas deri­

vadas de la adopción de una postura epistemológica empírico-positivista, que se concreta

en el uso de formas tradicionales de evaluación, en la carencia de un diagnóstico oportuno y

en una intervención pedagógica mal planificada e inadecuada para favorecer en los estu­

diantes un mayor nivel de desarrollo y aprendizaje de las habilidades lingüísticas de com­

prensión lectora, expresión oral y redacción.

En consideración a la idea que constituye la tesis central de este trabajo de investi­

gación, la tesista puede declarar que los objetivos planteados en la investigación han sido

cubiertos, pues ha sido posible establecer que las prácticas de evaluación realizadas en los

169

Page 183: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

cursos de Lenguaje y Expresión I, no permiten conocer el nivel de desarrollo de las habi­

lidades lingüísticas del estudiante de preparatoria.

Asimismo, en el marco teórico se establece una fuente de información que brinda

elementos de orden psicopedagógico para fundamentar la evaluación diagnóstica, procesual

y final de las habilidades lingüísticas.

El objetivo final se cubre a través de las recomendaciones que se desprenden de las

conclusiones formuladas.

B. Las recomendaciones

Enseguida se abordan las recomendaciones que constituyen la respuesta a todos y

cada uno de los problemas detectados a lo largo de la investigación en tomo a la evaluación

de las habilidades lingüísticas.

1. Preámbulo a las recomendaciones

Como preámbulo a las recomendaciones, enseguida se hacen algunas considera­

ciones que se desprenden de las conclusiones formuladas:

• Las prácticas de evaluación que realizan las profesoras del curso de Lenguaje y

Expresión I están mediatizadas por las concepciones que poseen en los aspectos

epistemológico, psicopedagógico y sociopedagógico.

• Las profesoras usan criterios de evaluación de las habilidades lingüísticas en

función de un referente de carácter psicopedagógico que aplican en la situación

de enseñanza. La explicitación del modelo de evaluación que usan les permitiría

170

Page 184: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

analizar las relaciones que realizan en el aula y les haría comprender a sí mismas

el porqué de las decisiones que toman en la práctica.

• A partir de la concepción de la práctica docente como una zona de posiciones

estructurales y disposiciones de los sujetos es posible concluir que las formas de

interacción alumno-institución, maestro-institución y maestro-alumno, se

presentan como una red de relaciones organizadas por las prácticas pedagógicas

y reguladas por los mecanismos de evaluación.

• La reflexión que los docentes realicen sobre su práctica evaluativa para recupe­

rar lo objetivo y subjetivo en una praxis más articulada, requiere de una explica­

ción y cuestionamiento de su realidad cotidiana que les enfrente con la pérdida

de certezas y los haga pensar de una forma distinta acerca de la escuela, el aula y

la materia de Lenguaje y Expresión l.

2. Las implicaciones de las recomendaciones

En función de las consideraciones antes expresadas, las recomendaciones descansan

sobre un cambio cognitivo, actitudinal y práctico del docente en relación con los estudian­

tes, con la materia de Lenguaje y Expresión I, con el contexto institucional; es decir, la idea

de que los profesores que imparten la materia de Lenguaje y Expresión I asuman un modo

de relación diferente con los alumnos (no autoritario, comprensivo, que impulse al alumno

a participar activamente en la construcción y valoración de su propio conocimiento) implica

que el profesor modifique los esquemas tradicionales de vinculación y evaluación del cono­

cimiento y los roles estereotipados de maestros y alumnos.

171

Page 185: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

En ese sentido, el problema se enfrenta al tratar de modificar prácticas y estereoti­

pos fijos en los que aparentemente todo está resuelto, sin necesidad de crear o resolver na­

da.

Por lo tanto, todo cambio requiere de una necesidad de modificación a partir de la

identificación de la situación problemática; fundamentadas en este supuesto, las recomen­

daciones se expresan globalmente en los siguientes términos:

• Cada profesor debe leer psicopedagógicamente su práctica de evaluación a partir

de la observación y registro sistemático de los problemas que sus alumnos mani­

fiesten en el área de habilidades lingüísticas. En este caso se constata la necesi­

dad de estructurar un marco teórico explícito que se conecte con el trabajo de ca­

da día.

• El profesor debe prestar atención a la intervención del alumno en la evaluación

del desarrollo de su propia habilidad lingüística, a partir de las respuestas que

fue capaz de ofrecer a las demandas del trabajo ofrecido, así el alumno podrá

identificar su propio proceso individual y el profesor desde su óptica podrá

captar los problemas grupales o personales de aprendizaje.

• El profesor debe leer o estudiar nueva información que ponga al día sus conoci­

mientos e intuiciones acerca del proceso de evaluación de habilidades lingüísti-

cas.

• El profesor debe prestar más atención a fomentar en el alumno las habilidades

metacognitivas que den cuenta del proceso de construcción de las habilidades

lingüísticas en la concreción de las tareas de redacción, comprensión lectora y

expresión oral.

172

Page 186: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• El profesor debe promover la creación de un ambiente de aula democrático, en

el que las ideas, respuestas y propuestas del alumno sean valoradas en un marco

de respeto.

• La evaluación que el profesor realice sobre el proceso de aprendizaje de habili­

dades lingüísticas debe recuperar la función retroalimentadora como el objetivo

fundamental y a la vez debe constituir una fuente de información y reflexión

para mejorar su práctica de enseñanza.

Tomando en cuenta el análisis de la problemática y de las recomendaciones ge­

nerales formuladas, la tesista recomienda las acciones siguientes, que involucran directa­

mente a la institución:

1. El ITESM debe promover cursos específicos de teorías de aprendizaje y didác­

tica especializada para los docentes del área de Lenguaje y Comunicación.

2. La institución debe favorecer el análisis y autoevaluación de la práctica docente

a partir del marco teórico-metodológico que aporta la pedagogía contemporá­

nea, con el objeto de que los profesores confronten sus acciones y reconceptua­

licen sus esquemas pedagógicos con relación a la enseñanza, el aprendizaje y la

evaluación de habilidades lingüísticas.

3. El ITESM debe formar un departamento o academia de evaluación de aprendi­

zajes específicamente para el área de Lenguaje y Comunicación.

4. El ITESM a través de la instancia correspondiente (academia o coordinación del

área) debe promover el trabajo colegiado para que los profesores arriben a crite­

rios comunes sobre la planificación, administración y evaluación del currícu­

lum.

173

Page 187: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

5. El ITESM debe promover, a través de la instancia adecuada, tareas de indaga­

ción e intervención en el trabajo académico, con el fin de optimizar y mejorar

los recursos pedagógicos que la institución posee.

6. La institución debe propiciar la discusión de los profesores sobre sus concepcio­

nes de evaluación y la metodología que usan para evaluar las habilidades lin­

güísticas en diferentes momentos (inicial, procesual, final) a través de diferentes

agentes (grupo, profesor y alumno) con el objeto de enriquecer y transformar

paulatinamente sus ideas al respecto.

7. El ITESM, a través de la instancia adecuada, debe convocar a los docentes del

área para realizar una revisión y evaluación de las bases psicopedagógicas que

subyacen en los programas de estudio de los cursos de Lenguaje y Expresión I y

11 y en su rediseño; a partir de dicha revisión los docentes analizaran su prácti­

.ca evaluativa y la reconceptualizarán generando propuestas alternativas. Se

considera que la propuesta es el elemento articulador que condensa la asimi­

lación práctica de las bases y criterios del modelo pedagógico revisado, con

relación a los agentes que deben intervenir en la evaluación (alumnos, maestros

y grupo), los tipos de evaluación a realizar (heteroevaluación, autoevaluación y

coevaluación) y los tiempos en que debe efectuarse (inicial, procesual y final),

así como las formas ade-cuadas para cada habilidad específica.

8. El ITESM debe brindar condiciones laborales adecuadas a los profesores y

asignar tiempos específicos, marcados institucionalmente para que elaboren y

revisen sus instrumentos de evaluación.

9. El ITESM, a través de la comisión o departamento de evaluación, debe revisar

los instrumentos o formas de evaluación para garantizar la coherencia entre los

criterios de evaluación propuestos por el docente y las líneas o directrices psico-

174

Page 188: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• pedagógicas que subyacen en el planteamiento curricular del programa de Len­

guaje y Expresión l.

1 O. El ITESM debe establecer, a través de la instancia adecuada, líneas de vincula­

ción entre el departamento de evaluación, la Coordinación de Lenguaje y Co­

municación y los asesores psicopedagógicos para realizar acciones conjuntas

que ayuden a los alumnos que presentan problemas graves en comprensión

lectora, expresión oral y redacción.

Tornando como referencia la serie de recomendaciones anteriores, la tesista de-

clara que las posibilidades de cambio y perfeccionamiento en el aspecto de evaluación de

habilidades lingüísticas están supeditadas al cuestionamiento de las concepciones y valores

implícitos que determinan las prácticas de evaluación en sus múltiples dimensiones. Por lo

tanto, todo análisis se debe realizar a partir del paradigma teórico preestablecido como cri­

terio de validación, que a su vez brinde directrices para arribar a la formulación de solucio-

nes.

En ese sentido la conclusión de este trabajo es evidente: sólo una reconceptualiza­

ción a partir de la capacitación y actualización de los profesores que imparten los cursos de

Lenguaje y Expresión 1, hará posible un cambio en las formas de evaluación y favorecerá el

diagnóstico oportuno y acertado, así como la intervención adecuada para tratar los proble­

mas de aprendizaje y desarrollo de las habilidades lingüísticas en el nivel medio-superior

del ITESM, en Ciudad Juárez.

175

Page 189: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

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180

Page 194: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ANEXO 1

PROGRAMA DEL CURSO DE LENGUAJE Y EXPRESIÓN I

Departamento: Lenguaje y comunicación

Materia: Lenguaje y Expresión I

Clave: PL95100

Semestre: 1 º

Horas de clase a la semana: 3

Requisito: Ninguno

1. Justificación

La herramienta más eficiente, tanto en el estudio como en la integración del

educando en su vida social es el lenguaje. Es necesario, entonces que conozca y de­

sarrolle su competencia lingüística y pueda transferir este conocimiento a cualquier

idioma. El conocimiento y desarrollo de la lengua, ha de hacerse de la manera más

natural a través del ejercicio continuo, el análisis de las estructuras y la autocorrec-

ción.

Este enfoque de los cursos de Lengua y Expresión fomenta el desarrollo de

modelos que aclaran e incrementan la competencia del estudiante y evita el exceso

de normas limitantes de la creatividad a la vez que desarrolla la comprensión del

texto escrito.

11. Objetivo general

En este curso el alumno comprenderá el funcionamiento de las estructuras

básicas de la lengua y aplicará este conocimiento en el desarrollo de la lectoescritu­

ra. La práctica ortográfica, inherente al uso de la lengua, será considerada paralela-

181

Page 195: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

mente al desarrollo del curso como actividad de mantenimiento y refuerzo conti-

nuos.

111. Programa sintético

Temas

1. Herramientas básicas para la presentación de trabajos escritos

1.1 Cuartilla

1.2 Fichas bibliográficas

1.3 El ensayo

1.4 El párrafo: características

2. Conceptos de lingüística

2.1 Lenguaje, lengua y habla

2.2. El signo lingüístico

3. Niveles de análisis de la lengua

3.1 Fonético

3.2 Morfosintáctico

3 .2.1 Paradigmas variables e invariables de la oración

3.2.2 Estructuras de la oración

3 .2.3 La oración simple

3.2.4. La oración compuesta

3.3 Semántico

3.4 Semiótico

4 Función comunicativa del lenguaje

4.1 Proceso

4.2 Niveles vulgar, coloquial, científico y literario

4.3 Funciones

182

Page 196: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• 5. Comprensión lectora

5 .1 Proceso de la lectura

5.2 Estrategias

Evaluación

IV. Programa analítico

Unidad I

En esta unidad el alumno alcanzará los siguientes objetivos específicos:

1. Aplicará las herramientas básicas para la presentación de trabajos escritos.

1.1 Partiendo de la observación identificará los elementos formales de una

cuartilla.

1.2 Mediante la ejemplificación, diferenciará los siguientes componentes de

un trabajo formal: pie de página, cita, nota, fuentes, ficha bibliográfica y

bibliografía.

1.3 Adquirirá la metodología para la realización de fichas, notas, pies de pá­

gina, bibliografía, etc.

1.4 Aplicará las habilidades anteriores en sus trabajos académicos de todo el

semestre.

1.5 En ejemplos tomados de las diferentes asignaturas, identificará los elemen­

tos de un ensayo y la forma en que éste se estructura.

1.6. Con la ejercitación reconocerá las estructuras lingüísticas de los textos y

las utilizará en sus escritos.

CONTENIDO

1. Herramientas básicas para la presentación de trabajos escritos

1. 1 Cuartilla.

1.2 Citas

183

Page 197: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

1.2.1 Pie de página y notas.

1.2.2 Fuentes y fichas bibliográficas.

1.3 Bibliografia.

1.4 El Ensayo: estructura y características.

1.5 Presentación general del trabajo.

1.6 Producción de textos escritos: el párrafo, conjunto de oraciones.

* Práctica ortográfica

Unidad 2

En esta unidad el alumno alcanzará los siguientes objetivos específicos:

2. Comprenderá las estructuras y procesos que intervienen en la conformación de

cualquier tipo de lenguaje.

2.1 Reconocerá los conceptos de lenguaje, lengua, habla y signo lingüístico.

2.2 Identificará los componentes del código lingüístico.

2.3 Reconocerá los componentes del signo lingüístico.

2.4 Identificará estos conceptos en cualquier discurso.

2.5 Con la ejercitación, reconocerá las estructuras lingüísticas de los textos y

las utilizará en sus escritos.

CONTENIDO

2. Conceptos de lingüística

2.1 Lenguaje. Naturaleza e importancia.

2.2 Lengua. Características.

2.3 Habla.

2.4 Norma lingüística.

2.5 Signo lingüístico. Componentes y características.

2.6 Producción de textos escritos: orden lógico de ideas.

184

Page 198: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

*Práctica ortográfica

Unidad 3

En esta unidad el alumno alcanzará los siguientes objetivos específicos:

3. Distinguirá los cuatro niveles de la lengua para comprender la estructura general

de la misma.

3 .1 Identificará los elementos del nivel fonético de la lengua.

3 .2 Establecerá las relaciones que se manifiestan en el nivel fonético de la len­

gua.

3.3 Identificará los componentes del nivel morfosintáctico de la lengua.

3.4 Establecerá las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas en el nivel morfo-

sintáctico de la lengua.

3.5 Reconocerá los componentes del nivel semántico de la lengua.

3.6 Distinguirá los componentes del nivel semiótico de la lengua.

3.7 Con la ejercitación, reconocerá las estructuras lingüísticas de los textos y las

utilizará en sus escritos.

CONTENIDO

3. Niveles de la lengua

3.1 Nivel fonético

3.2 Nivel morfosintáctico

3.2.1 Paradigma: variables e invariables de la oración.

3.2.2 Sintagma: Estructura de la oración.

3.2.3 Oración simple: sujeto y modificadores. Predicado y modificadores.

3.2.4 La oración compuesta: coordinada, yuxtapuesta y subordinada.

3.3 Identificación, análisis y función de los componentes morfosintácticos en

el texto.

185

Page 199: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

3.4 Nivel semántico.

3.4.1 Denotación.

3.4.2 Connotación.

3.5 Nivel semiótico.

3.6 Producción de textos escritos.

* Práctica ortográfica

Unidad 4

En esta unidad el alumno alcanzará los siguientes objetivos específicos:

4. Deducirá la función y el nivel del lenguaje de cualquier texto.

4.1. Distinguirá los elementos y relaciones del proceso comunicativo.

4.2. A través del análisis de textos escritos, discriminará las seis funciones del

lenguaje propuestas por Roman Jakobson.

4.3. Identificará los cuatro niveles de la lengua.

4.4. Con la ejercitación, reconocerá las estructuras lingüísticas de los textos y

los utilizará en sus escritos.

CONTENIDO

4. Función comunicativa del lenguaje

4.1 El proceso de comunicación y sus elementos.

4.2 Funciones del lenguaje: apelativa, referencial, fática, emotiva, poética y

metalingüística.

4.3 Niveles de la lengua: vulgar, coloquial, científico y literario.

4.4 Producción de textos escritos

*Práctica ortográfica

Unidad 5

En esta unidad el alumno alcanzará los siguientes objetivos específicos:

186

Page 200: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

5. Con el uso de estrategias específicas, mejorará su habilidad lectora y aplicará es­

te conocimiento en el resto de sus asignaturas.

5.1 Distinguirá los componentes del proceso comunicativo de la lectura.

5.2 Desarrollará la habilidad de utilizar organizadores previos para mejorar

su comprensión lectora

5.3 Aplicará estrategias de predicción para mejorar su comprensión lectora.

5.4 Aplicará estrategias de valor comunicativo.

5.5 Aplicará estrategias de extracción de información para mejorar su com­

prensión lectora en la investigación documental.

5.6 Reconocerá las funciones retóricas que permiten establecer relaciones

entre los elementos que organizan el texto.

5.7 Distinguirá las características esenciales del párrafo.

5.8 Identificará las oración principal y las oraciones secundarias.

5.9 Aplicará las estructura del párrafo.

5 .1 O Con la ejercitación, reconocerá las estructuras lingüísticas de los textos

y las utilizará en sus escritos.

CONTENIDO

5. Comprensión lectora

5 .1 El proceso de la lectura.

5.2 Estrategias de comprensión lectora.

5.2.1 Organizadores previos.

5.2.2 Predicción.

5.2.3 Valor comunicativo.

5.2.4 Extracción de información.

5.3 El párrafo .

187

Page 201: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

5.3.1 Características esenciales: unidad, coherencia y concordancia.

5.3.2 Oración principal y oraciones secundarias.

5.4 Producción de textos escritos.

*Práctica ortográfica.

V. METODOLOGÍA

Lengua y Expresión I es un curso práctico que requiere la participación continua

del alumno. Para obtener los mejores resultados, deberá cumplir con el trabajo asignado y

realizar los ejercicios propuestos en cada sesión.

Todas las sesiones de clase estarán organizadas a partir de una lectura y uno o más

ejercicios escritos, que serán corregidos por el alumno mismo o por el grupo durante la hora

de clase.

Las lecturas utilizadas en el curso se caracterizan por ser textos completos, acordes

con el nivel del estudiante de preparatoria y escritas en la lengua original.

Como un soporte para el uso correcto del español, el estudiante trabajará en forma

alterna al desarrollo del curso un libro de ortografia cuyos ejercicios y aplicación tendrán

un peso en la evaluación parcial y fmal del curso.

VI. EVALUACIÓN

Calificación parcial:

Examen ............................................................... 60%

Tareas ................................................................. 10%

Producción de textos ........................................... 15%

Control ortográfico .............................................. 15%

Total ................................................................... 100%

Calificación fmal:

Examen ................................................................ 60%

188

Page 202: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Promedio de evaluaciones parciales .................... 40%

Total .................................................................. 100%

VII. ACTIVIDADES

1. Ejercicio sistemático de producción y corrección de textos,

2. Participación en el periódico del Campus.

3. Asistencia a conferencias de periodistas o escritores.

VIII. BIBLIOGRAFÍA

a) Ortografia: Cada profesor debe seleccionar uno de los siguientes textos u otro

equivalente, pero su uso será obligatorio.

1. Mateos, Agustín. Ejercicios ortográficos. Ed. Esfinge.México.

2. Ramírez, A. Ortografia. Ed. McGraw Hill. México.

3. Paredes, Elia. Ortográfico. Ed. Limusa.

b) Lengua: Si el maestro elige un libro, éste deberá contener como núnimo el 70 %

del curso. Dada la naturaleza del programa, se sugiere el manejo de textos de

consulta, a la par del material de trabajo que deberá elaborarse para cubrir los

objetivos y ejercicios recomendados.

1. Avila, Raúl. La lengua y los hablantes. Trillas, México. 1990.

2. Dufó, Silvia. Taller de Redacción l. McGraw Hill. México. 1992

3. Herrera Lima, M.E. ¿escribir? ITESM-Edo. de México-Ed. Patria. México.

1994.

4. López Chávez, Juan y Humberto López Morales. Comprensión y redacción

del españ.ol Básico 1, II y II. Ed. Alhambra Bachilleres. México.1994.

5. López Chávez, Miguel. Para escribir bien. Ed. Impresos Chávez. México.

1994.

6. Río M., Ma. Asunción. Redacción l. McGraw -Hill. México. 1993 .

189

Page 203: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• •

7. T ovalín, Alberto y Estanislao Sandoval. Conociendo la lingüística I. Ed.

Palabra en welo. México. 1992.

IX. INFRAESTRUCTURA REQUERIDA

Aula normal, de preferencia con un límite de 35 alumnos.

X. PROFESIONIST AS QUE PUEDEN IMPARTIR LA MATERIA

Licenciados en letras o maestros con especialidad en Lingüística a nivel Licencia­

tura

190

Page 204: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• ANEXO2

REDISEÑO DEL CURSO DE LENGUAJE Y EXPRESIÓN I

Por Susana Espinoza Peña

Campus Sinaloa

INTENCIONES EDUCATIVAS

• Desarrollar la habilidad de comprensión lectora efectiva a través de la aplicación de

diversas técnicas de aproximación al texto.

• Promover la actitud de una cultura de trabajo siendo responsables y honestos al cumplir

con actividades designadas previamente y al citar las fuentes utilizadas en sus trabajos

de investigación.

• Valorar la importancia de la escritura correcta de su lengua a través del estudio de las

grafias.

• Promover el respeto a la dignidad de la persona a través de conductas observables.

• Promover el aprecio por la lectura de textos ligeros de comprender y de autores con­

temporáneos con temas de interés general (política, deportes, cultura, etc.)

OBJETIVOS GENERALES

• Comprenderá las estructuras básicas del español para desarrollar sus habilidades en

lectoescritura.

191

Page 205: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Utilizará fuentes diversas de información para el desarrollo de sus trabajos académicos

y fomentará el valor de la honestidad al citar las fuentes consultadas.

• Leerá diferentes textos que le ampliarán su vocabulario y le proporcionarán informa­

ción general de la vida y la sociedad en que vive.

• Practicará grafías específicas para poder mejorar la habilidad de escribir correctamente

su lengua.

• Tomará acciones que cuiden y promuevan el respeto personal, el respeto hacia otros y

el respeto hacia la comunidad.

• Cumplirá los compromisos adquiridos individualmente así como en grupos colaborati­

vos, de acuerdo a estándares previamente establecidos.

ESTRATEGIA GLOBAL DEL CURSO

La estrategia global de nuestro curso es el Aprendizaje colaborativo (AC) a través

de técnicas como microensefianza, la técnica de la pregunta, comprensión lectora, auto­

aprendizaje y juego de roles.

Por medio de las actividades propuestas y la metodología para llevarlas a cabo, con

frecuencia se aplicará AC: los alumnos, según instrucciones previas del maestro, formarán

pequeños grupos para lograr un producto final; para llegar a este producto, los alumnos ne­

cesitarán organizarse, marcar roles de responsabilidad, intercambiar información, coopera­

rán, se comunicarán con respeto y mostrarán disposición hacia el trabajo en conjunto y to­

lerancia hacia las opiniones de los demás.

Cabe señalar que aunque la estrategia global sea el Aprendizaje colaborativo, como

dijimos anteriormente, nos apoyamos en otras técnicas que a través de los diferentes esce-

192

Page 206: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

narios de aprendizaje, pretendemos que nos dé la variedad necesaria para estimular al

alumno y lograr los objetivos propuestos.

POLÍTICAS DE EVALUACIÓN

La evaluación

La evaluación debe contener diferentes aspectos en interacción durante el proceso

de enseñanza - aprendizaje, como son los contenidos, las habilidades, actitudes y valores

por fomentar y desarrollar.

La evaluación propuesta en este curso comprende, además de exámenes escritos,

autoevaluaciones y coevaluaciones, mismas que se aplicarán a través de las cuatro unidades

temáticas que comprende el curso, aprovechando diferentes escenarios de aprendizaje: in­

teracción maestro - alumno (guiada por el maestro), autoaprendizaje (trabajando tú solo) y

trabajo colaborativo (trabajando con tus compañeros).

Los criterios

• Exámenes escritos: se evaluará por escrito el contenido y las habilidades adquiridas en

nuestra materia y el evaluador será el profesor.

• Tareas: a través de este curso realizarás actividades previamente establecidas en tu ma­

nual y en el cronograma de actividades colaborando, así, de manera indirecta con tu

propio aprendizaje.

• Ortografia: se evaluarán tus avances en ortografia al presentar exámenes por escrito en

cada parcial; además, realizarás ejercicios por medio del assessment y en libro de texto

Ortografía activa, de Lucero Lozano, los cuales te permitirán desarrollar aún más tus

habilidades ortográficas.

193

Page 207: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Coevaluación: serás evaluador de tu desempeño y del de tus compañeros para llevar a

cabo el trabajo colaborativo, que tiene como fin la presentación de un producto final: el

Diccionario que elaborarás junto con tus compañeros.

• Autoevaluación: reflexionarás acerca de tus avances, las habilidades que has desarrolla­

do así como tus actitudes y valores hacia la clase y hacia tu propio aprendizaje. La auto­

evaluación es formativa; es decir no tiene puntos, pero será una oportunidad para que

reflexiones acerca de los logros alcanzados y sobre lo que se puede mejorar, así como

para fomentar el valor de la honestidad al responder con la verdad. Es importante que

tengas en cuenta que para presentar tu examen parcial, es un requisito haber contestado

la autoevaluación previamente.

La calificación

Recuerda que la calificación la obtienes tú a través de tu responsabilidad y participación

entusiasta hacia el curso, el cual esta dividido en tres parciales y un final.

El puntaje asignado a cada evaluación parcial es:

Examen escrito 40

Ortografía en el

examen escrito 1 O

Ejercicio ortográfico 5

Trabajo colaborativo 1 O

Autoevaluación O

Coevaluación 5

Total 100

El promedio de los parciales equivale al 50 % de la calificación total.

El puntaje asignado a la evaluación final es:

194

Page 208: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Examen escrito: 30

Ortografia en el

Examen escrito 10

Trabajo colaborativo 10

Autoevaluación o

Coevaluació n o

Total 50

Conductas observables para la evaluación de actitudes y valores:

Durante el curso, se observarán las siguientes conductas y sobre el cumplimiento o

no de ellas, evaluaremos las actitudes o valores.

Respeto

• Escuchar con atención cuando alguien tenga la palabra ( escucha activa).

• No burlarse cuando alguien opina.

• No interrumpir cuando otro está haciendo uso de la palabra.

• Pedir la palabra levantando la mano.

• No decir palabras altisonantes.

• No poner sobrenombres a los miembros del grupo.

• No tomar y jugar con las mochilas o pertenencias de otros.

• No burlarse por el origen, acento al hablar, indumentaria, color o características de las

personas.

Responsabilidad

• Presentar los trabajos el día y hora previamente señalado .

195

Page 209: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• Legar puntualmente a las clases.

• Presentarse en la clase con el material necesario: manual, tarea, libro.

• Cumplir con el rol que se haya asignado dentro del equipo.

• En caso de no asistir, investigar lo visto en la clase y hacer las actividades o tareas

correspondientes para hacerse responsable de su propio aprendizaje.

Honestidad

• Al citar las fuentes consultadas para las actividades o trabajos.

• Al no copiar tareas, actividades, trabajos o exámenes.

• Al manejar la misma información entre profesores y directivos en caso de una situación

de conflicto.

• Al no plagiar información de textos o intemet.

Pensamiento crítico

• Al informarte previamente para argumentar con bases sólidas tus opiniones.

Acreditación del curso:

• Obtención de una calificación mínima de 70 por parcial y/ o semestral

• El 88% de asistencia total al curso.

• Cumplimiento de todas las actividades individuales y por equipo.

• Cumplimiento de todas las autoevaluaciones y coevaluaciones.

• Cumplimiento del reglamento de la Dirección de Preparatoria del ITESM

Sobre la revisión de exámenes parciales:

La revisión se hará 48 horas después de la aplicación del examen, el día que se realicé la

revisión, el examen se entregará al alumno y en caso de que exista error al contabilizar los

196

Page 210: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

puntos, procederá el reclamo. En la clase el maestro no contestará ninguna pregunta

referente al contenido de las respuestas, es decir, la retroalimentación sólo se dará por

correo electrónico .

197

Page 211: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ANEXO 3

ENCUESTA SOBRE EVALUACIÓN DE HABILIDADES LINGÜÍSTICAS

EN EL CURSO DE LENGUAJE Y EXPRESIÓN I

Objetivo: Conocer las formas y criterios de evaluación que usan los docentes para evaluar

las habilidades lingüísticas en el curso de Lenguaje y Expresión l.

Datos de identificación del docente

Nombre

Parte I

--------------------------

Formación profesional ____________________ _

Nivel máximo de estudios -------------------

Tipo de nombramiento que tiene ________________ _

Antigüedad en el ITESM _________________ _

Cargo o comisión que tiene en el ITESM _____________ _

Tiempo que dedica a la docencia en horas-semana-clase ________ _

Frecuencia con que ha impartido la materia de Lenguaje y Expresión I ____ _

Número de cursos de capacitación que ha recibido para impartir la materia de Lenguaje y

Expresión I _________________________ _

Parte 11

Instrucciones: Conteste reflexiva y verazmente las siguientes cuestiones, marcando sí o no.

1. ¿Realizó un examen de diagnóstico, al inicio del curso, para conocer el nivel de

desarrollo lingüístico de sus alumnos? Sí ( 1 ) No (O)

198

Page 212: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

,

2. ¿Al inicio del curso comunicó a sus alumnos los criterios de evaluación que se utilizarían

en el desarrollo de la clase? Sí ( 1 ) No (O)

3. ¿Negoció con el grupo los porcentajes asignados en la evaluación a cada aspecto

específico del curso? Sí ( 1 ) No (O)

4. ¿Tomó en cuenta la autoevaluación de sus alumnos, como un elemento más de la

evaluación del curso? Sí ( 1 ) No (O)

5. ¿Utilizó la evaluación fonnativa para diseñar estrategias de retroalimentación a lo largo

del curso? Sí ( 1 ) No (O)

6. ¿Asignó algún valor en la calificación total a la autoevaluación del alumno?

Sí ( 1 ) No (O)

7. ¿La autoevaluación del alumno determinó en alguna medida las actividades de

retroalimentación a lo largo del curso?

8. ¿La autoevaluación se realizó al inicio del curso?

9. ¿La autoevaluación de realizó al fin del curso?

Sí ( 1 ) No (O)

Sí (O) No ( 1 )

Sí (O) No ( 1 )

1 O. ¿La autoevaluación se realizó en diferentes momentos del curso?

Sí ( 1 ) No (O)

11. ¿A lo largo del curso se realizaron actividades de coevaluación?

Sí ( 1 ) No (O)

12. ¿Las actividades de coevaluación tuvieron algún valor en la calificación del alumno?

Sí ( 1 ) No (O)

13. ¿Intervino el alumno en la retroalimentación de su propio proceso de aprendizaje?

Sí ( 1) No (O)

199

Page 213: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

ParteIII

Si realizó examen de diagnóstico conteste esta sección, si no fue así, pase a la sección

siguiente.

Instrucciones: Anote un asterisco para señalar la metodología utilizada en el diagnóstico de

las habilidades lingüísticas de los grupos que atiende.

A ) Expresión oral

1. Mantener un diálogo o conversación informal.. .................................................... ( 4 )

2. Leer un texto en voz alta ........................................................................................ ( 1 )

3. Hacer una intervención breve: argumentar, comentar o narrar ............................. ( 3)

4. Utilizar lenguaje especial, fórmulas sociales o expresiones rutinarias a partir de

situaciones concretas .................................................................................................. ( 2 )

5. Interacción verbal libre de los miembros del grupo ............................................... ( 5)

B) Comprensión lectora

1. Observación de aspectos externos o perceptibles de lectura (movimientos oculares,

gestuales, etc.) ........................................................................................................... ( 3)

2. Medición de la velocidad lectora .......................................................................... ( 1 )

3. Oralización del texto escrito .................................................................................. ( 2)

4. Cuestionario escrito ............................................................................................... ( 5 )

5. Entrevista estructurada ........................................................................................... ( 8)

6. Análisis de algún ejercicio hecho en clase ............................................................... ( 6 )

7. Examen objetivo sobre el contenido de un texto ...................................................... ( 4)

8. Elaboración de un resumen, síntesis o mapa conceptual sobre el contenido de

un texto ..................................................................................................................... ( 7 )

200

Page 214: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

C) Expresión escrita

1. Elaboración de una redacción libre completa ............................................................ ( 4 )

2. Elaboración de una redacción inducida, ( con tema asignado y bajo criterios

preestablecidos) .......................................................................................................... ( 3 )

3. La redacción de un párrafo de forma libre .................................................................. ( 2)

4. Redacción de un párrafo a partir de un número de palabras seleccionadas ............... ( 1 )

D) Habilidad ortográfica y conocimiento de reglas de puntuación

l. Dictado de palabras .................................................................................................... ( 1 )

2. Redacción de un texto libre ......................................................................................... ( 4)

3. Llenar espacios en blanco con palabras extraídas del contexto de la redacción .......... ( 2 )

4. Aplicación de una prueba sobre conocimiento y uso de reglas ortográficas y signos de

puntuación ....................................................................................................................... (

3)

E) Morfosintaxis

1. Análisis de composiciones libres realizadas por el alumno ......................................... ( 3 )

2. Redacción de textos guiados, utilizando determinadas estructuras morfosintácticas .. ( 2 )

3. Prueba de conocimiento de estructuras morfosintácticas ............................................. ( 1 )

Parte IV

Instrucciones: Tomando en cuenta el desarrollo del curso en términos generales, indique

cuáles fueron las formas predominantes de evaluación utilizadas ( anote 5 a la más

frecuente, 4 a la que sigue y un O a la que nunca utilizó; en el caso de formas usadas con la

misma frecuencia puede repetir el número).

A ) Comprensión lectora

1. Examen escrito objetivo ............................................................................................ ( 1 )

201

Page 215: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

2 c · · · . uest1onar10 escrito ................................................................................................... ( 2)

3. Cuestionario oral. ...................................................................................................... ( 1 )

4. Exposición oral del contenido del texto ................................................................... ( 4 )

5. Comentario verbal del sentido que extrae del texto en forma personal ................... ( 5)

6. Examen basado en la "cloze tecnique" ...................................................................... ( O)

7. Ejecución de tareas extraídas del contenido del texto ................................................ ( 7)

8. Ordenar y completar párrafos extraídos del texto ....................................................... ( 6)

9. Entrevista personal estructurada ................................................................................. ( 8)

10. Entrevista personal no estructurada ............................................................................ ( 9)

A) Redacción

1. Corrección y calificación de varios textos o ejercicios de redacción con relación a una

serie de criterios preestablecidos .................................................................................. ( 3 )

2. Elaboración de un texto completo como producto final de acuerdo a ciertas pautas de

evaluación .................................................................................................................... ( 2 )

3. Pruebas, cuestionarios, entrevistas sobre conceptos y procedimientos aprendidos para

elaborar escritos .......................................................................................................... ( 1 )

4. Cuestionarios y entrevistas sobre el proceso seguido en la elaboración de un texto.( 4)

B) Expresión oral

l. Presentación oral sobre un tema ............................................................................... ( 2)

2. Conversaciones informales ....................................................................................... ( 4 )

3. Intervenciones breves en relación a temas específicos ............................................. ( 3)

4. Entrevistas personales .............................................................................................. ( 1 )

C) Ortografia y puntuación

1. Dictado de palabras ................................................................................................... ( 1 )

2. Redacción de un texto libre ...................................................................................... ( 4)

202

Page 216: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

3. Llenar espacios en blanco con palabras de dictado .................................................. ( 2)

4. Pruebas sobre conocimiento y uso de reglas ortográficas y signos de puntuación .. ( 3)

E) Morfosintaxis

l. Análisis de composiciones libres realizadas por el alumno ...................................... ( 3 )

2. Redacción de textos, usando estructuras morfosintácticas estudiadas en clase ........ ( 2)

3. Prueba de conocimiento de estructuras morfosintácticas .......................................... ( 1 )

Parte V

Instrucciones: Especifique los porcentajes asignados para obtener la calificación total a

cada uno de los siguientes rasgos o elementos de evaluación.

Calificaciones parciales

Exámenes .................................... ( 1 )

Tareas .......................................... ( 4)

Participación ............................... ( 3 )

Elaboración de escritos ............... ( 5 )

Ejercicios ortográficos ................ ( 2 )

Total. ........................................... ( )

Calificación final

Trabajo final... ............................ ( 2 )

Examen departamental... ............ ( 1 )

Promedio de pruebas parciales .. ( 3 )

Parte VI

Comentarios

1. Si utilizó otras formas de evaluación especifiquelas ________ _

203

Page 217: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

Comentarios al contenido de la

encuesta --------------------------

Firma del Maestro (a)

204

Page 218: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

• ANEXO4

ENCUESTA SOBRE LA EVALUACIÓN DE HABILIDADES LINGÜÍSTICAS

EN EL CURSO DE LENGUAJE Y EXPRESIÓN I

Objetivo: Obtener información general que permita un meJor conocimiento de la

percepción de los estudiantes sobre el proceso de evaluación en el curso de Lenguaje y

Expresión l.

Nombre del Profesor titular de la materia del curso de Lenguaje y Expresión I

Parte I

Instrucciones: Seleccione la(s) opción(es) adecuada(s) y conteste objetiva y verazmente,

tachando en el paréntesis su respuesta.

1. El profesor realizó un examen de diagnóstico al iniciar el curso: Sí ( 1 ) No ( O )

2. El examen de diagnóstico consistió en:

( 1 )Prueba objetiva ( 2 ) Lectura en voz alta ( 4 )Redacción de un texto

( 3 )Exposición oral de un tema

3. ¿Durante qué momento del período académico el profesor comunicó al grupo los

criterios de evaluación de aprendizaje en su materia?

( O )Nunca ( 3 )Al inicio ( 2 ) Durante el curso ( 1 )Al final

4. La evaluación del curso se fundamentó en:

( 2 )Un instructivo académico ( O )Criterios del profesor

Page 219: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

( 1 )Reglamento interno del ITESM

5. El profesor aceptó propuestas del grupo para establecer los criterios de evaluación y los

porcentajes asignados a tareas, exámenes y / o trabajos:

( O ) Nunca ( 3 )Al inicio del curso ( 2 ) Durante el curso

( 1 ) Al final del curso

6. El profesor realizó actividades de autoevaluación con el grupo:

( 1 ) Sí ( O) No

7. El profesor propició una evaluación grupal acerca de:

( 1 ) Los libros del texto usados en el curso

( 2 ) El programa del curso

( 3 ) La metodología usada

( 4 ) Los aprendizajes logrados

8. El nivel de participación del grupo en el proceso de evaluación se puede considerar:

( 4 ) Muy alto ( 3 ) Alto ( 2 ) Regular ( 1 ) Bajo ( O ) Nulo

9. La escala de evaluación que emplea para calificar el maestro es:

( 4 )Numérica0-10 ( 3 )Numérica5-10 ( 5 )Numérica 1-100

( 2 ) Alfabética ( O ) Otra

1 O. Los exámenes fueron elaborados por:

( 3 ) El profesor ( 2 ) Departamento de evaluación

( 4 ) Juntas de academia ( 1 ) Otro

11. El profesor promovió entre sus alumnos la evaluación mutua de sus trabajos escritos:

( O ) Nunca ( 1 ) Alguna vez ( 2 ) Frecuentemente ( 3 ) Siempre

12. El profesor estimuló a los alumnos a valorar los logros alcanzados por sus compañeros:

( O ) Nunca ( 1 ) Alguna vez ( 2 ) Frecuentemente ( 3 ) Siempre

206

Page 220: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

13. El profesor realizó actividades de retroalimentación con el grupo:

( O ) No ( 1 ) Sí ¿Cómo? ______________ _

14. El grupo participó activamente en las actividades de retroalimentación:

( O ) Nunca ( 1 ) A veces ( 2 ) Frecuentemente ( 3 ) Siempre

15. Consideras que las formas en qué se te ha evaluado reflejan lo aprendido:

( O )De ninguna manera ( 1 ) Parcialmente ( 2 ) En gran medida

Parte II

Instrucciones: Tomando en cuenta el curso, en términos generales indique cuáles fueron las

formas predominantes de evaluación utilizadas (anote 5 a la más frecuente, 4 a la que sigue

en frecuencia, 3 a la que se usó menos frecuentemente, 2 a la que se utiliza a veces, 1 a la

que se usó esporádicamente y O a la que nunca se utilizó; si alguna se uso con igual

frecuencia que otra se repite el número)

A) Comprensión lectora:

1. Examen escrito objetivo ........................................................ ( 1 )

2. Cuestionario escrito ............................................................... ( 2 )

3.Cuestionario oral. ................................................................... ( 3 )

4. Exposición oral del contenido de un texto ............................. ( 4 )

5. Comentario verbal del significado que encuentra en el texto.( 6 )

6. Ejecución de tareas extraídas del texto ................................. ( 7 )

7. Ordenar y completar párrafos extraídos del texto .................. ( 5 )

8. Entrevista personal estructurada ............................................ ( 8 )

9. Entrevista personal no estructurada ....................................... ( 9 )

207

Page 221: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

B) Redacción

1. Corrección y calificación de varios textos o ejercicios de redacción

con relación a una serie de indicaciones ............................... ( 3 )

2. Elaboración de un texto completo como trabajo final, de acuerdo

a ciertas pautas de evaluación .............................................. ( 2 )

3. Pruebas, cuestionarios o entrevistas sobre conceptos aprendidos

para elaborar escritos ......................................................... ( 1 )

4. Cuestionarios y/ o entrevistas sobre el proceso seguido en la

elaboración de un texto ....................................................... ( 4 )

B) Expresión oral

1. Presentación oral sobre un tema .......................................... ( 2 )

2. Conversaciones informales ................................................... ( 4 )

3. Intervenciones breves en relación a temas específicos ........ ( 3 )

4. Entrevistas personales ........................................................... ( 1 )

C) Ortografia y puntuación

1. Dictado de palabras ................................................................ ( 1 )

2. Redacción de un texto libre ..................................................... ( 4 )

3. Llenar espacios con palabras de dictado en un texto .............. ( 2 )

4. Pruebas sobre conocimiento y utilización de reglas ortográ-

ficas y signos de puntuación ................................................... ( 3 )

D) Morfosintaxis

1. Análisis de composiciones libres realizadas por un alumno .... ( 3 )

2. Redacción de textos, usando estructuras morfosintácticas es-

tudiadas en clase ..................................................................... ( 2 )

208

Page 222: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

3. Prueba de conocimiento de estructuras morfosintácticas ........ ( 1 )

Gracias por su colaboración

-

f 1

..... 209

Page 223: La evaluación de habilidades lingüísticas en el curso de

'

VITAE

Gloria Alva Rodríguez Chávez nació en Madera, Chih. el 20 de marzo de 1960, es

hija de Cleofas Rodríguez Ochoa y Piedad Chávez Martínez. Realizó estudios de normal

básica en la Escuela Normal del Estado "Profr. Luis Urías Balderrain", de la Ciudad de

Chihuahua y se recibió como profesora de educación primaria en 1979.

En 1980 inició estudios de Licenciatura en Ciencias Sociales en la Ese. Normal

Superior José E. Medrano, obteniendo el título en 1990.

En 1987 inició estudios de Licenciatura en Educación en la Universidad Pedagó­

gica Nacional en Ciudad Juárez, concluyendo en 1991.

En 1992 ingresó al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

para estudiar la Maestría en Educación con área de Especialidad en Lingüística Aplicada,

terminando los estudios en 1995.

Desde el año de 1979 ha trabajado en diferentes niveles educativos, inicialmente en

educación primaria, posteriormente en educación secundaria. También ha participado en el

Programa de Actualización y Mejoramiento Profesional del Magisterio; actualmente trabaja

en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 08B de Ciudad Juárez, como asesora aca­

démica.

Su dirección particular es:

Privada del Marquis # 2320

Fraccionamiento Marquis, C. P. 32536

Cd. Juárez, Chih.

210