1
58 SALUD E l ser humano se caracteriza por la imposibilidad de su total realización y también por la imposibilidad de encontrar su plena satisfacción y felicidad. Este impe- dimento hace que encuentre a la experiencia del malestar formando siempre parte de su vida. Si bien este malestar se manifiesta en diversos síntomas, podría decirse que generalmente el ser humano se caracteriza por hacer del malestar su síntoma permanente. Este síntoma permanente es consecuencia tanto de la cultura como de la estructura propia del sujeto. Para la inmensa mayoría, ser feliz no solo es una meta de- seable, sino algo que incesantemente se esfuerzan por conseguir. No obstante, muchas de estas personas se sienten desdichadas, deprimidas, insatisfechas con sus vidas, con sus relaciones y consigo mismas. No hay nada que deseen más que librarse de ese pesar que los escla- viza. Posiblemente tengan una familia, amigos, un trabajo, una casa, “todo”..., sin embargo, no son felices. Algo falta… Vivimos condenados a la insatisfacción porque confundi- mos la felicidad con la ilusión del placer absoluto, y esa fe- licidad, que nos empecinamos en mantener y que consiste en la negación de todo dolor y sufrimiento, es tan falsa como efímera. Ese malestar esta diciéndonos algo sobre nosotros que desconocemos. Tiene que ver con algo de nuestra propia historia y solo dependerá de cada sujeto descubrir qué se encubre allí. De esta manera, podemos ver como el sínto- ma no es sinónimo de enfermedad, sino de una señal que indica que algo está sucediendo y ese algo posee un senti- do que ignoramos. Se presenta como un intento de afirma- ción del deseo que se encuentra velado para la conciencia. Se puede decir entonces que el síntoma cumple una doble función: como sentido, el cual puede ser descifrado e in- terpretado y como goce. Entendiendo este goce no como placer, sino como un “más allá del placer”, donde el sujeto LA FELICIDAD solo puede ser dicha Una vida feliz es imposible, lo máximo que puede obtener el hombre es una vida heroica. Arthur Schopenhauer Soledad Santamaría Lic. en Psicología queda atrapado en la insistencia del síntoma y se expone una y otra vez frente a las mismas situaciones penosas sin poder encontrar una explicación. Queda así prisione- ro de lo que desconoce de su historia. Ese mismo malestar es el que nos empuja a hacer una pausa en nuestras vidas para reflexionar. Nos revela que algo no va bien, y no deberíamos desatender tal adver- tencia. Resistir hasta que el dolor desaparezca para po- der seguir como antes es una opción, pero seguramen- te el síntoma se obstinará hasta hacerse oír realmente. Por lo tanto, deberíamos aprovechar ese tropiezo como oportunidad para comprender y descubrir qué se está poniendo en juego allí verdaderamente. Ciertamente, no es el camino más fácil, pero merece la pena intentarlo. Se trata de despertar de ese estado de adormecimiento en el que vivimos y tomar conciencia de quienes somos. Comprometernos a descubrir la verdad que se oculta de- trás de ese sufrimiento e implicarnos en aquello que nos pasa. Responsabilizarnos de lo que hacemos y decimos nos permitirá ubicarnos en otro lugar respecto de nuestra historia y resignificarla. Para lograrlo se necesita un suje- to capaz de hacerse cargo de su discurso, compromiso para reconocer su deseo, asumirlo y dejar paso a la ver- dad de su ser. Es vital reconocer y soportar que siempre existirá cierto grado de malestar inherente a nuestra existencia y con- dición de seres humanos. Por lo tanto, la “felicidad” es un camino que solo descansa sobre la verdad de cada sujeto, y ese saber no sabido solo puede ser alcanzado a través de la palabra… una vez que sea dicha. Es imprescindible asumir que la plenitud, que tanto año- ramos, jamás será alcanzada, pero entender que esto es justamente lo que nos impulsa a la vida. En definitiva, aceptar que eso que falta para ser felices es precisamen- te lo que nos hace sentir vivos. Es grande saber ser pequeño Revisión auditiva gratuita y prueba con audífonos sin compromiso LLAME Y PIDA CITA AL 971 729 003 www.mallorcaudio.com Revisión auditiva gratuita. Tenemos los audífonos de tecnología digital más modernos y discretos. Consulte estas ventajas en: C/ Dels Caputxins, 3 1ºD junto Mercado de L’Olivar Edificio Europa 07002 Palma de Mallorca [email protected] Àlex Gibernau Caballé Técnico Superior en Audiología Protésica y miembro de la Asociación Nacional de Audioprotesistas (A.N.A.)

La felicidad solo puede ser dicha

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Una vida feliz es imposible, lo máximo que puede obtener el hombre es una vida heroica.Arthur Schopenhauer

Citation preview

Page 1: La felicidad solo puede ser dicha

5858 SALUD 59

El ser humano se caracteriza por la imposibilidad de su total realización y también por la imposibilidad de encontrar su plena satisfacción y felicidad. Este impe-

dimento hace que encuentre a la experiencia del malestar formando siempre parte de su vida. Si bien este malestar se manifiesta en diversos síntomas, podría decirse que generalmente el ser humano se caracteriza por hacer del malestar su síntoma permanente. Este síntoma permanente es consecuencia tanto de la cultura como de la estructura propia del sujeto.

Para la inmensa mayoría, ser feliz no solo es una meta de-seable, sino algo que incesantemente se esfuerzan por conseguir. No obstante, muchas de estas personas se sienten desdichadas, deprimidas, insatisfechas con sus vidas, con sus relaciones y consigo mismas. No hay nada que deseen más que librarse de ese pesar que los escla-viza. Posiblemente tengan una familia, amigos, un trabajo, una casa, “todo”..., sin embargo, no son felices. Algo falta…

Vivimos condenados a la insatisfacción porque confundi-mos la felicidad con la ilusión del placer absoluto, y esa fe-licidad, que nos empecinamos en mantener y que consiste en la negación de todo dolor y sufrimiento, es tan falsa como efímera.

Ese malestar esta diciéndonos algo sobre nosotros que desconocemos. Tiene que ver con algo de nuestra propia historia y solo dependerá de cada sujeto descubrir qué se encubre allí. De esta manera, podemos ver como el sínto-ma no es sinónimo de enfermedad, sino de una señal que indica que algo está sucediendo y ese algo posee un senti-do que ignoramos. Se presenta como un intento de afirma-ción del deseo que se encuentra velado para la conciencia.

Se puede decir entonces que el síntoma cumple una doble función: como sentido, el cual puede ser descifrado e in-terpretado y como goce. Entendiendo este goce no como placer, sino como un “más allá del placer”, donde el sujeto

La feLicidad solo puede ser dicha

Una vida feliz es imposible, lo máximo que puede obtener el hombre es una vida heroica. Arthur Schopenhauer

Soledad SantamaríaLic. en Psicología

queda atrapado en la insistencia del síntoma y se expone una y otra vez frente a las mismas situaciones penosas sin poder encontrar una explicación. Queda así prisione-ro de lo que desconoce de su historia.

Ese mismo malestar es el que nos empuja a hacer una pausa en nuestras vidas para reflexionar. Nos revela que algo no va bien, y no deberíamos desatender tal adver-tencia. Resistir hasta que el dolor desaparezca para po-der seguir como antes es una opción, pero seguramen-te el síntoma se obstinará hasta hacerse oír realmente. Por lo tanto, deberíamos aprovechar ese tropiezo como oportunidad para comprender y descubrir qué se está poniendo en juego allí verdaderamente. Ciertamente, no es el camino más fácil, pero merece la pena intentarlo.

Se trata de despertar de ese estado de adormecimiento en el que vivimos y tomar conciencia de quienes somos. Comprometernos a descubrir la verdad que se oculta de-trás de ese sufrimiento e implicarnos en aquello que nos pasa. Responsabilizarnos de lo que hacemos y decimos nos permitirá ubicarnos en otro lugar respecto de nuestra historia y resignificarla. Para lograrlo se necesita un suje-to capaz de hacerse cargo de su discurso, compromiso para reconocer su deseo, asumirlo y dejar paso a la ver-dad de su ser. Es vital reconocer y soportar que siempre existirá cierto grado de malestar inherente a nuestra existencia y con-dición de seres humanos. Por lo tanto, la “felicidad” es un camino que solo descansa sobre la verdad de cada sujeto, y ese saber no sabido solo puede ser alcanzado a través de la palabra… una vez que sea dicha.

Es imprescindible asumir que la plenitud, que tanto año-ramos, jamás será alcanzada, pero entender que esto es justamente lo que nos impulsa a la vida. En definitiva, aceptar que eso que falta para ser felices es precisamen-te lo que nos hace sentir vivos.

Es grande saber ser pequeño

Revisión auditiva gratuita y prueba con audífonos

sin compromiso

LLAME Y PIDA CITAAL 971 729 003

www.mallorcaudio.com

Revisión auditiva gratuita. Tenemos los audífonos de tecnología digital más modernos y discretos.Consulte estas ventajas en:

C/ Dels Caputxins, 3 1ºD • junto Mercado de L’Olivar • Edificio Europa • 07002 • Palma de Mallorca • [email protected]

Àlex Gibernau CaballéTécnico Superior en Audiología Protésica y miembro

de la Asociación Nacional de Audioprotesistas (A.N.A.)