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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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ilLAMTNA
oBLE
Misil
RAPIER
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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La
obra
completa
e
publica
n dos volúmenes
"e
total izan 0 fascÍculos
e apar ición
emanalCada
fascícl lo
constade 16
páginas
nter iores
mpresas tocs
color,
on suscorrespondientes
ubrertasCon el
fascículo
ue
completa
ada uno de
los
volúmenes e
ponen
a
la
venta as
tapas
para
su encuadernación
El
editor e
reserva
l derecho e modif icar l oreciode
venta
del ascÍculo
n el t ranscurso e
la
obra si
las
circunstancias
el mercado sí o
exigieran.
e Ediciones ernández
eguera
Argent ina)
e
Marshall
avendish td.
Gran
Bretaña)
Prohibida
u
reproducciónotal
o
parcial
in
autor ización
de loseditores.
LA
GUERRA
E LASMALVINAS
Fotocomposición:
inot ipia
ometa,Chile
1388.
Photo
Lettering
A, Combate
de
los Pozos4651467.Capital
Federal.
lmpreso
n
los
Talleres
e Sociedad
mpresora
Americana,
avardén
57,
Capital,
en
ju l io
de
1986
Distr ibucion
n Capital ederal:
.
Vidal e
H.,
Carlos
Pellegr ini39
1"'
piso,
of icina
,
tel.393-5719
392-8020
Distr ibución
n el inter ior:
ADYE,
venidaBelgrano
55
9"
oiso.
el
30-1536.
Papel
Editomat
15
grs. ,
Fábr icaWictel,
Distr ibuidor
Copagra
.A
Paranúmeros
trasados
ir igirse los
distr ibuidores
a
EDICIONES
ERNANDEZ
EGUERA, vda.RamosMe¡Ía
1680
CP
1104),
1' ' Piso,
Of 28.
Sector
D"
Buenos
Aires.República
rgent ina.
el.
313-0397 LX9900
PBTH
AR
Editor: oséJuan
Fernández
eguera.
Jefe
de
Redacción: hacho
Rodríguez
Muñoz
Redacción:
uis
María
Maí2,
LuisGarasino
Danilo
Manzini.
Diagramación:usto
ntonio anz.
Cartograf ía:lejandro
Malof iej
Contenido
Fasciculo
1
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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DíaD
en San Carlos
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lus diJerentes
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tono IOS
'.
.;:-i¡11¿lII(rs
el
r-- irr ¿t¡
lu mañana
del 2l
La fase crí t ica
de la operación comenzaba.
La tarde
del 20 de mayo.
rodeados de una espesa
niebla
y
navegandoa once
nudos, los once buques de
la
fuerza
anfibia
y
sus
escolt¿rs
e aproximaban
a Malvinas. La
inquietud crecía
en las cubiefas.
a medida
que
se
recibían
los informes sobre la actividad
aérea de los
argentinos. Las
novedades
provenían
de
los subman-
nos británicos
y
de los equipos
de reconocimientct
encargadosde
vigilar los movimientos
de la aviación
argentinaen el continente.El comandanteJeremyLar-
ken, desde el
pu€nte
de mando del buque
de asalto
Fearless, ordenó
al
Canberra
no arrojar
sus detritus al
mar,
ya que
asídejaba astros
que podían
ser
vistos
po r
los avionesde
reconocimientoo las
anchas
Datrulleras
argentlnas.
A bordo de lo s buques de asalto Intrepid
y
Fearless
práct icamente
no había ugar
para
moverse,
pues
los
infantes
de
marina en su intento
por
descansaratesta-
ban
los
camarotes,
as escaleras los almacenes. E,n
las
calas se
atareaban en tomo de los
vehículos
para
montar capotasde
lona
y
ametralladoras.
Tenían t iem-
po
de ref lexionar sobre
lo
que
iba a suceder,
pero
además estabanbajo el efecto de una
triste not icia: la
muerte de l 8 hombres del SAS, ocurrid ael l8 de mayo
cuando el helicóptero Sea King
que los transportaba
a
bordo del Hermes fue chocado Dor
un albatros
v se
hundió en el mar.
El
punto
de no
retorno fue alcanzado
a
las l8
horas
del
20 de mayo.
La fuerza
anfibia
no recibió la orden
de Northwood
de dar
media
vuelta, por lo
que
entonces
debía
proceder al desembarco.
La
noche
caía,
así
pues
el
peligro
mayor
había
pasado.
No
fue hasta
varios
días
después
que
la aviación
argentina
demostró
de lo
que
efa capaz
y
cuando
advirtieron
hasta
qué punto
la
suertehabía
sonreídoa la fuerza anfibia Si
la bruma se
hubieradisipado,
si los argentinoshubieran
anzadoun
ataqueconjunto
y
torpedeado
alguno de los buques
de
transportede tropas el
desembarcodel cuerpo expe-
dicionario británico
probablemente
no hubiera tenido
lugar.
A medida de
que
la hora H se
aproximaba, los
of iciales
superioresen
los navíos de asalto comenza-
ban a sentirse
cada
vez
más confiados
Jererny' arken
cuenta que "el ambiente era bueno Todo parecia
marchar bien" Bajo
las cubiertas,
las armas eran
minuciosamente
verif icadas, se montaban
os detona-
dores de las
granadas y
se cargaban
las cintas
de
munición. A las
20 horas, los hombres
contieron algo
para
enseguida
vestirsecon sus
pesadosuniformes
de
combate
y
ennegrecerse
el rostro con
pintura
clecamu-
f laje.
El Canberra
irá
a
San Carlos
La
eleccióndel sitio
de desembarco o se había
concretado
in
antes
plantear
algunos
problemas
l
estado
mayorbritánico,
omo
ya
seexplicó.Cuando
e
abandonó
el
proyecto
de un
ataquedirecto a Puerto
Argentino y
el de un desembarco
ú
la
Gran Malvina
(isla
occidental), se confirmó,
el 8 de mayo,
que
la
baseavanzada
e la 3" Brigadade
Comandos, ajo ás
órdenes
del
general
ulian Thompson,se
nstalaía en
Bahía
San
Carlos,
situada
0 km al oeste e a capital
del
archipiélago.El estadomavor
habíaoptado inal-
mente or
a
bahía e San
Carlos
racias
las
precisas
indicaciones
ue
habíapodido
suministrar
l mayor
Ewen
Southby-Tailyour,
n
gran
aficionado
a nave-
gación
a
vela que
algunosañosatrás
habíaexplorado
en su velero
as
recortadas ostas
e as slasMalvinas
=
PAR
Fr.o
Aaq
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:-
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detal les
en un
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a bordo
del Feurless
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Contandantes
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j
J i
¡ucnte.
en San
Car los,
sería
establecida
or
-
r: i: . , t rñe
\
2"
y
3"
del
Regimiento
de
paracaidistas
y
: :
.
.-(rmandos
de
infantería
de
marina
40",
42. y
'
i: rr\
ad()spor
los
blindados
Scorpion y
Scimitar
- :
Biues
and
Royals.
L n murntullo recorrió entre os casi sesenta f iciales
de
los
ejércitos
de
tierra y
de
mar
y
de los
Royal
\ lannes
reunidos
en la
sala
del comedor
del
Fearlelss,
;uando
supieron
que
el Canberra
navegaría
hasta
el
ioncio
de la
bahía
de
San Carlos.
Admit ieron,
sr n
¡nrbarso.
que
el
buque
estaría
más
seguro
allí
que
ma r
adentr(r
Además,
transportaría
aprovisionamientos
L-senciales
araJas
peraciones
e desembarco.
Con un
rir lt \nr()
un
poco
brutal,
se
calculó
además que
si
el
(-dttb(rrd
era
alcanzado y
hundido
en San
Carlos,
quedaría
en
aguas
poco
profundas
y
todavía podría
ser
ut i i izado
i+fitr
3a
Vigilan<ia
t
esperu
Lo s
arBentitlos
espentbun
un
alaque, per0
n0
ctt
Satt
Carlo-s
P<¿ra
ellos
el
lugar
más probable
era
Fitzroy
o
Puerto
Damin
El
desembarco
británico
no
enConlró
oposir.ión
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PcllSr(,
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<'ntrc
el <<tst¡t
dcl
¡tut¡uclxtte
t
'l
dc
Iu lun< htt
Sin
dudas,
un desembarco
nfibio
es
la más arries-
gada
de
todas
as operaciones
avales.
La elección
de
la hora
y
del
lugar de desembarco
bliga a los
efes
de
las res uerzas
ponerse e acuerdo
n un compromi-
so. El desembarco
n San
Carlos
no
fue la excepción.
El
generalThompson
contó
más arde
que
él
"nunca
había
estado
muy entusiasmado
or
SanCarlos;
estaba
demasiado
ejos
del
punto
de
llegada;
era como
atacar
Cardiff
pasando
por Barmouth".
Las reservasplanteadas or Thompsoneran com-
prensibles: anCarlos
se
encuentra
unos80 km
de
Puerto
Argentino,
pero
sólo
a 20
km de una fuerte
guarnición enemiga
nstalada
en
Darwin
y
Goose
Green.
Por
otra
parte,
sus
playasno le
parecían
pro-
piadas
para
ol
desembarco
e una
gran
cantidad
de
hombres,
materiales
provisiones.
emía,en in,
qu e
losargentinos,
abiendo
revisto
a decisión
inalmen-
te tomada
por los británicos,
hubieran
minado
as
vías
de acceso
marítimas
y
ocupado
las alturas
circun-
dantes.
Un
refuerzo
de
16
Harrier
Estasopinionespesimistas ueron, sin e mbargo,
descartadas.
an
Carlosofrecía
un
atracadero
rotegi-
do,
fueradel alcance
e la artillería
argentina
que
no
podía
seralcanzado
or
os misiles
Exocet.Una vez en
el
interiorde a bahía,
a flota
quedaría
rotegida
e
os
ataques
e
la aviac ión argentina
por
las
alturas
de los
alrededores.Una
vez
franqueada
a línea de crestas,
los
pilotos
enemigos
no tendrían
más
que
algunos
segundos
para
elegir
y
alcanzar
un objetivo.
Por otra
parte,
sus aparatos
serían ácil
blanco
para
as baterías
de
Rapierapostadas n
ascolinas,
en
puntos
especial-
mente escogidos
por
los operadores
de la base de
búsquedade radar de
Malvern.
A
principios
de mayo, se comenzarona acelerar os
preparativos para el desembarco.El 13 de mayo, Ju-
lian
Thompson
dio
a sus
efes
de unidad as nstruccio-
:l^,,
-
nes
inales
para a operación
Sutton".
Dos
día:
ma:
tarde
se eyó
a os
civiles
que
seencontraban
bordtr
Je
los buques
e
a
fuerza nfibia,
a
Declaration
i
Act:-
ve
Service
Declaración
e servicio
activo).
según
r
cual
quedaban
ometidos
la
usticia
militar'
El
I t de
mayo,
la fuerza
anfibiase
reunió con
el Hernrcs
El mismo
día
legó una
ayuda
esencial
bordo
de
tr :
portaaviones,
ajo
la forma
de
una docena
de
Hamer
trasbordados
esde
el
buque
de
transpole
Attontt'
Conveyor.Al día siguiente,otroscuatroHarrier (\ er-
sión
GR3
de
ataque
al suelo)
Ilegaron
desde
Gr¡n
Bretaña
vía isla
de Ascensión
araunirse
al
gruestr
'le
las
fuerzas,
luego
de
un
difícil
trayecto
en
el
que
tuvieron
que recurir
al
reabastecimiento
n
vuelo
La caja de
zapatos
El almirante
Woodwarddestacó iete
ragatas
e
su
grupo
de combate
con
la misión de
contribuir
a
la
defensaantiaérea
y
de apoyar
con
el fuego
de sus
cañones
as operaciones
e desembarco.
ara
más
se-
guridad,
el
convoy cerró
su formación
al
máxlmo.
hastaadoptar
el dispositivo
conocido
como
"caja
de
zapatos", durante oda la travesía inal hasta'San
Carlos.
Faltaba tomar
una última
precaución. Había
que
repartir os hombres
de la 3' Brigada
que transportab
el
Canberra
entre as diferentes
nidades
el convo¡'.
El trasbordode
1.800
personas
n
plena
empestad
o
era area ácil,
por
lo
que
causó nquietuden los man-
dos. Pero
el tiempo mejoró
y
la operaciónsedesarrolló
el l9 de
mayo con un
oleajemuy moderado,
or
lo
que
se
pudieron
utilizar
las LCV. Estas anchas
mbarca-
ron las
¡ropas
del
Canberra
a través
de sus
puertas
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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rnl i r r i ) rc \
t ic bahor Hubo. s in
enrbargoun
incidente:
un
nrannL' l i l l t i
su
sal to .
durantedos largos ninutos.
eLrf f r t i
' i ¡1. . .9odc resul tar
aplastado nt re el cascodel
prqur-bote
el
dcl
buque de deser¡barco, hasta c¡ue
I nalnlcnt r -
'ue rcscatado
L-nu
ez
concluida
a operación.el a lm¡rante
Wood-
u
ard rccibi(r
de
Northwood
la autorización
para
delar
al
s. -ncral
Thonrpson
desembarcar
en las
Malv inas
cuando
quis iera
Fue así
que
en
la tarde
del 20 de mayo
la
f lota de desembarco
entrír en Zona de E,xclusión
Total
Pero en
principio.
para confundir al enemigo.
puso
rumbo
al
sudoeste,
conro si fuera
hacia Puerto
Argent ino Recién en c l ú l t imo momento, cuando se
aproximaba
a
la costa
de
la is la or icntal , la
fucrza
anfibia
puso proa
al oeste
y
se dir igió hacia Falkland
Sound
(Estrecho
de Malv inas) La suerteestabaecha-
da Era
la
úl t ima noche
en el mar:
al día s iguientc,
os
hombres
entrarían en combate
Ahora la niebla
se había dis ipado. dcscubr iendoun
cielo
cr is tal ino
y
un mar l lano
en
plena
calnra Arr iba,
la
Cruz del Sur centel leaba
Alredef lor
de las 19 horas, en la nochc, le l 20 de
mayo, la f lota
fue localizada
por
un
Canberra
argentino
que volaba
a
gran
alt itud
y
que infornró
ensesuida a
Puerto Argent ino. Pronto el SIGINT (Signals Intel l i -
gence,
intel igencia
de comunicaciones) br i tánico
c()nstató
cierta
act ividad en la red militar argentina
y
#*,
$s
*R4-
Lñ-"
¡?,J.:
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 8/185
'S
77-l83't¡lE**o''"
captó al
paso
un
mensaje
que
señalaba
a
posibil idad
de
un desembarco
enemigo
a algunos
kilómetros
al
norte
de la localidad
de
Goose
Green.
En San
Carlos
mismo
una
unidad
del SAS
intentó
apoderarse
en
silencio
del
pequeño
puesto avanzado
argentino
de Fanning
Head,
lengua
de
tierra
que
pene-
tra en
las aguas
de San
Carlos
y que
domina
su
entrada
norte. Por
su
parte,
24
hombres
delSBS
fueron
trans-
portados por
aire
desde
el destructor
Att lr int
Lleva-
ban un
sunido
de
armas
mpresionante.
que inc luía
no
menos
de
doce ametralladoras
y
un equipo
emisor
portát i l
con
el
que
esperaban
onvencer
a los
argenti-
nos de
rendirse.
El
2'de Paracaidistas n tierra
Cubierto
or
el fuegode
ametralladoraslassalvas
del
Antim, un oficial
que
hablaba
spañol,
l capitán
Rod
Bell.
se arrastró astamenos
de 200 metrosde as
posiciones
cupadasor
os
argentinos losconminó
rendirse
Pero sus
palabras
e
perdieron
en el viento
y
enseguida
obrevinoun intercambio
e disparos.
El desembarco
levaba
ahorauna hora de retraso.
a
causa
e un
pequeño
rrorde navegación.
demásel
Fearlesshabía tenido alqunos nconvenientes:na
-'.{c
Dos
"Eager
Beavers"
en
acción
Están
equiPados
co n
"
caminos"
enrrollables
de
metal
liviano
Para
(amlones
\
Land Rover
tÜ
-D F
a
a
c>
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 9/185
ejó
de funcionar
y
la dársena
ara
as anchas
o
podía
lenarse
e
agua.Corriendo
calculado,
el comandante
eremyLarken
ascompuertas
e a
dársena
así
pudo
penetrar
agua,
o
que
a su
vez permitió
a
las lanchas
e
e
la
primera
ola del
Comando
0"
entrar
aguas e San
Carlos
En
el
f'erryNorland,los
hombres
el
2" de Paracai-
uvieron
muchas
dificultades
ara subir a
sus
de desembarco. a con toda su carga a
el buque
partió
resueltamente
n
la
dirección
enseguida
olvió
al
rumbocorrecto
l omnipresente
wen Southby-Tailyour.
Fueron
os hombres
el
2"
de Paracaidistasos
qu e
el honor
de
lanzarse
os
primeros
hacia a
Las rampas
de sus anchas e desembarco e
unos
30 metros eBlueBeach
Playa
zul),
n
San
Carlos,así
que
tuvieron
que
chapotear lgún
en el aguahelada.
Cuando
legó a segunda leada
e
navíosde desem-
habíaamanecido.El Sol
brillaba
y
los heli-
staban
a
en su rabajo
de noriaentrebuques
playaspara transportar rovisiones materiales.
"Raiders"
del
l. Raiding
(Escuadrón
de
del Royal
aseguran
un semicio
hacia
las
playas
desembarco
Muy
a
sus
pasajeros
eran
del
E1
RIA Stromness
e.s(npa
f
,r
poco
de una bomba
argentina
EI buque
sobret' it' ió
a los
in ce
santes
ataq ues
aéreo s
'"YL.
ir
* 'F*
Qrr*-t
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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\ lcrta
aérea
Un marine
\( rula
ansiosamente
el cielo
roOrron
aparecer
los
ones
enemigos
Los
)mhres
estaban
siluatlos
en
tt¡linas
que
dominan San
(rr1o.r
]'
cuando
tiraban sobre
s
ut'iones,
alcanzahan
a los
buques
que
se
il.ontraban
más abajo
Casisin
resistenc¡a
n
las
playas
El
plan
preveía ut i l izar
ocho
grandes
lanchas
de
desembarcoy otras r¡chonlás pequeñas.provenientes
de los buques
de asalto
F¿'arless Intrepid.
en total 16
unidades
para transportar
I 200
hombres
y
sus
equi-
pos. El único
contrat iempo
lue
que
la tr ipulación del
Norlund
olvidó
poner
luces a
proa y
a
popa para guiar
a
uno de
los
vehículos
de desembarco.
Los
primeros hombres
legaron
a t ierra a las 4 horas
y
a las
7.30
horashabía
concluido el
desembarcoen las
Blue Beaches
I
y
II del 2"
de Paracaidistas el
40 "
Comando,
conducidos
a la
pedregosa
playa por
los
Blues and
Royals.
No
hubo resistencia.
Los
paracai-
distas
se
mostraron
sin embargo
descontentos;
os ma-
rines
habíandesembarcado
n med.o
de la
playa,
en un
lugar donde
el agua
era
poco
profunda, dejándoles as
costasen
pendientemás pronunciada. Los paracaidis-
tas uvieron
así
que
caminar hasta
a ori l la
con el
agua
a
la cintura
En t ierra,
fueron recibidos
por un
grupo
de
hombres del SBS
sucios
y
barbudos,
que
acampaban
en ll ladera
de una
colina desde
hacía
varios
días
Como
el día empezaba
a despuntar.
el
45"
Comando
desembarcó
dél Stommes.r
en Ajax
Bay. Alrededor
de
las 9.30
horas fue
el tumo d el 3" de
Paracaidistas
e
bajar
a t ierra,
después del
4"
pelotón del escuadrón
rncdio
de reconclc inr iento e los Blues and Royals.
El
42'
( 'onrando
quedír
en rcserva isto
para ntervenir allí
ckrndehiciera f-alta
Después de haberse alejado de
la
playa.
el 2" de
Paracaidistas onr(r runrbo al sur
' l 'rept 'r
penosamente
900 rnetros para ocupar la línea de crestas de los
montes Sussex
y protegerla
contra todo ataque
qu e
pudiera
lanzar la
guarnici( ln
de Darwin. Una
vez
ga -
rantizada a seguridadde la altura, el batall(rnestable-
ció
posiciones
defensivas en la contrapendiente del
monte
y
comenzó
a
atrincherarse.
EI 40"
Comando
se
alejó de
la
playa
en dirección al
este
y
escaló los montes Verde, donde también tomó
runa
osición
def-ensiva n la contra-pendiente
Se ha-
bía
logrado
así una línea defensiva
que
rodeaba
la
playa y
la
protegía
de
posibles
ataquesdel este
y
de l
sur. mientras
que
la
pclsición
ocupada
por
el 45" Co-
nrando en Ajax Bay la defendía contra uñ eventual
asal to
anf ib io desde el
oeste.
En Green Beach I, sit io de desenrbarco scogi dopo r
el 3"
de Paracaidistas, s taunidadcay(ren un
imprevrs-
to
banco de arenaa unos
-50
metros de
la
oril la
y
se vio
obl igada
a improvisar . La compañía B.
la
pr imera
en
desembarcar,
uvo
que
saltar al agua:
a compañía A,
que
venía
inmediatamente. debit i
ser
transbordada
al
haber
encalladosu
vehículo
en el banco.
El
barco
de la
cornpañía
C tocó t ierra a casi un kil<irnetro e
la
playa,
pclr
lo
que
los hombres tuvieron
que
dirigirse al
sit io
,t
*l
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. *r'i.
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¡
r
\
3¡
. tc
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Los utiones argentinos eran
muy
rápidos
para
los
Blowpipe,
que
en
Malvinas
sólo lograron éxi¡os
Iimitados
previsto'de desembarco
pie con
una carga
de al
menos 3 kilogramos.Para l comandanteesu com-
pañía,
el
mayor
Martin
Osborne.
el
hecho
de
haber
desembarcado
n
seco
con un
tiempo
río
pero
soleado
bien
valía
a
pena
La compañíaB estableció nacabeza e
puente,
a
travésde la cual
pasó
a compañíaA
para
dirigirse a
Port San
Carlos
Senlement.
Una
vez
en a ocalidad,al
darsecuenta os britániccÍs
ue
no habíaargentinos n
el lugar. llamaron
a
las puertas
de
las
casas. Los
habitantes.
u sueño
ntempestivamententerrumpido
por
el fragor
de
los vehículos
de
desembarco
del
cañoneonaval,
ya
los
esperaban.
De
hecho,
esperaban
los
soldadosbritánicos
desde
hacíavariosdías. Se procedió nmediatamente una
inspección
e as casas. a compañíaC escaló os 180
metrosde las SettlementRocks
y
se atrincheróen la
contraladera.En los días
siguientes,
l 3'de Paracai-
distas barrió la zona de Fanning Head en busca de
supervivientes
de
puestos
e observación rgentinos.
La segunda asede a operación
Sutton"
estaba
a
asegurada,
a
as l0
horas
el
40 Comando ue levado
a tierra
y
desembarcó n Green
Beach I. Cuando oda
la infanteríaestuvoen a costa
y
hubo omado
posicio-
nes defensivas, on trincheras
parapetos,
eciénen-
tonces se
pudo
encaminar
el resto del
material.
Era necesarioen
primer
lugar desembarcara artille-
ría.Por
medio de helicópteros e levaron a tierra las
tres bateríasde campañadel Regimiento29'de Co-
mando
de a Royal Artillery, reforzadas
por
una batería
destacada el 4" Regimientode Campaña, o
que
hacía
en otalcuatrobaterías e cañonesivianosde 105mm.
El
conjunto
estabaacompañado
or
los Rapier
de
la
Relatosde testimon¡osbritánicos
''La
primera
incursión aérea
fue
realmente esp^ntosa;
no
se
sabía
muy bien
lo
que
iba a
pa-
sar.
Luego de los
primeros
mo-
mentoscomprendimos
que
bus-
caban a los buques. Las naves
estaban
odas en línea
y
era
im-
po
sible
allarle
s.
¡
U
n imp es o
-
nante
espectáculo
La
primera
oleada
llegaba siempre
a la
misma
hora, un
poco
después
del mediodía, horaGMT.
Refu-
giados
en las trincheras
los es-
cuchóbamos
llegar. Cuando
pasaban por
encima nuestro,
todos, realmente odos, nos
po-
níamos a disparar con cual-
quier
arma,
yafueran
ametra-
lladoras,
pistolas
de 9 mm o los
fusiles
automóticos. Natural-
mente. en nuestra excitación
no
nos dóbamos cuenta
que
de he-
cho disparábamos sobre nues-
tros
propios
buques
y que
ellos,
por
su lado,
disparaban conta
nosotros. Era algo realmente
extraordinario de vet" .
Un
infante
de
marina
de
la
Compañía
Yankee.
"Hubo
de repente un silbido
y
todos
miramos a nue'sto alre-
dedor,
pero
sin
poder
ver nada.
Después legó un avión.
Mi
pri-
mer
pensamiento
ue
para
mi
móquína de
otos
yo quería
sa-
car
unafoto. No me interesaba
dispararle.
¡Era
necesario
que
lo Ltrapara
en una
foto-
grafía ".
Un soldado de I" clase del2' de
Paracaidistas.
primer
ataque
aéreo se-
rio
nos llegó
por
la retaguar-
dia.
Había
Sl<yhawks,
Mirage,
todo
lo
que
podían
utilizar.
Nuestra
compañía
estaba
en la
cima
de
una
colina,
con los
morteros
en la
parte
de
abajo.
Había aviones por todas par-
tes,
un
Mirage
que
volaba
bajo
disparó
con
sus
cañones
sobre
los
moyteros.
No
olvidaré
nun-
ca a
uno
de los
tipos,
George
Smith,
que
gritaba,
de
pie
en
su
vivac:
"¿Qué
estó
pasando?"
La
turbación
era
general.
Los morteros
aguantaion
du-
ros
golpes,
porque
los aviones
paiában
conEtantemente.
No-
sotros
estóbamos
en lo alto
de
la
colinay
los
morteros
estaban
ubicados
abajo.
Cuando
apare-
cía un avión todos se volvían
sobre
él
y
le
disparaban
de to-
dos lados. De
repente, un ope-
rador
de Blowpipe se
levann
t
¡pam
el misil
parte
en
línea
recta
hacia el avión.
¿Funcio-
naró
esta
vez?
Cuando
el misil
estaba a 50 metros del
avión.
giró
en redondo
y
dio de lleno
en medio de los morteros. L'n
sargento se levantó
t
gritó:
"Buenos,
¿quién
tiró eso?" EI
pobre
t ipo del Blov'pipe se
arrancaba los
cabellos."
"Los
pilotos
argentinos
eran
realmente
muy valerosos.
Pue-
do
recordar
esos tres
aviones
que
llegaron
desde
arriba t
descendieron
directo
hacia l<t
parte
baja de la
colina.
enton-
ces
vieron
el
barco,
el
que
esta-
ba más
cerc'a
de nosotros
Eran
,
Mirage.
''
IJn soldsdo
de
l" clase
del
2 de
i
Paracaidistas.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Los británi<'os hicieron
prísioneros enseguida
que
dese¡nbarcuron
Probablemente no de los
hombres
que
derribaron
a los
dos Gazelle
en San
Carlos
batería
T
del 12" Regimiento
Antiaéreo de la
Royal
Art i l lerl, .
t ransportados
ambién
por
medio
de helicóp-
teros
La mar'oría
de
los emplazamientos legidos
para
os
Rapier habían
sido
oculados
para
as 9.30 horas,
pero
todar ía no
estaban
controladas odas as alturas Ele-
mentos
dc
reconocimiento ueron levadosahí
por
heli-
cópteros
Sea
Krn-s
escoltados
por
Gazelle de
la 3'
Brigada de
Comando
(Escuadrón
Aéreo) arrnados
co n
anret raladoras.
En el curso de estasoperaciones esultaronabatidos
dos Gazelle
por
los argentinos,
provocando
a muerte
de trcs infantes de marina. Estas serían
las únicas
pérdidas
que
sufrirían los británicosdurante
el desenr-
barco.
El
paquebote
Canberra abre el
fuego
Había
que
establecer
n centro de mantenimiento
de
brigada
(BAM)
en
Ajax Bay. Era una tarea dif íci l,
porque
el Commando
Logist ics Regiment
(regimiento
comando
logíst ico) encargado
de
ella
carecíadesespe-
radamente
de
personal
y
de helicópteros
Rápidamente
se
organizó
un hospital en Ajax Bay
en una fábrica
fuera
de servicio, bajo las órdenes del comandante
Rick
Jolly,
que
comprendía
personal
de la Royal Navy
(Armada),
los Royal Marines
y
del Royal Army Medi-
cal
Corps
(RAMC,
Cuerpo médico del
ejército)
Má s
tarde
fue reforzado por
hombres de
la ló" Ambulancia
de
Campaña
del RAMC.
Desde
as
primeras
ucesdel día, los
helicópterosde l
Naval
Task
Group no habían
cesado de transportar
hombres
y
material
Al f inal de la
jornada,
más de
3.000
soldados
y
cerca de mil toneladas
e
reabasreci-
mientos y
materiales
habían sido
desembarcados
si n
troplezos.
A las
8.45 se registró la
primera
alarma aérea
de l
día.
Cinco minutos
despuésaparecíaun avión Pucará
en reconocimiento sobre el estrecho. Atacó al HMS
Argonaut
con
ocho cohetes
que
eraron su blanco
por
muv
Doco
t7 l
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f
-
t l ¡
+'
r
k"al
J
A las 9.30 horas,
usto
en el momentoen
que
la s
tropasdel 2" de Paracaidistasocaban ierra, uvo ugar
el primero
de os ataques
pleno
de ajornadá, uando
dos
Miragese anzaron obre l
grupo
de asalto nfi-
bio. Estosataques o cesaron e intensificarsen el
cursode los siguientes ías.
A medida
que
los puestos
e
Rapier
entraban n
servicio,
stos
misiles
obraban
n
papel
ada
ez
más
importante n la batalla
aérea.
El
primer
riunfo
qu e
lograron ue obra del puestoquerespondía l indicati-
vo
"33
Charlie", al
mando
el sargento
aff
Morgan,
quien
derribó
dos
A'4
kyhawk Uno de os doso tres
Pucará
abatidosese día fue
víctima
de los misiles
superficie-aire
tinger, e GeneralDynamics,
ue
uti-
l izaban
os hombres el
SAS.
Al
parecer
l
principio
Sea
Harrier
pudieron
efectuar
patrullas
aéreas
fensi-
vas
sincorrer l
riesgo e seralcanzados
or
osmisiles
antiaéreosisparados
or
osbuques
ondeadosn
Sa n
Carlos.
Mientras
n el aire
sedesplegabasta
actividad,
os
helicópteros
e a
Task Forcecontinuaban
ransportan-
do municiones,
rovisiones bidones e
combustible
y
otrosmateriales,
uspendidos
esus uselajes.
orsu
parte, as anchas e desembarcoo cesaban e rans-
portar
a
la
playa
hombres,armas,
vehículos
entre
éstos,
os
"snocats"
Volvo B V202E. Al
finalizarel
día,
a mayor
parte
e
a
3"
Brigada eComando
staba
en tlerTa.
En l os días siguientes
e continuódesembarcando
provisiones
materiales.
pesar
el iesgo
ue
signifi-
caban osataques éreos rgentinos,
ue
alcanzaron
u
punto
máximo e ntensidad
osdías l
,23,25
y
30
de
mayo.
Sinembargo,
osargentinos, l
dejar
que
osbritáni-
cos desembarcaran
in oponerlesesistencia
permi-
tirleocupar desarrollar na
cabeza e
puente esdea
quesedesplegaronin tropiezos, abían ejadopasar
una de las mejores
portunidadese
ganar
a batalla
terTestre.
t72
hubo
algunas ificultades
on osRapier, uya
delica-
da electrónica
había sufrido
las consecuencias
e la
iarga
travesía.Los especialistás
el Royal
Engineers
tuvieron
que
abocarse la tareade
volverlos
a
poner
a
punto.
Los argentinos
pierden
una ocasión
Al
principio
el fuego
contra os
aviones e ealizaba
sin disciplina,
al
parecer
ifícilmente
ontrolado.Poco
después edistribuyeron
ectores
e
iro coordinados
el reconocimiento éreomejoró.Una vezrestablecido
su control,
el fuego
se tornó
más eficaz. Además,
gracias
a una
mejor identificación
de los
aviones, os
Una
patrulla
vuelv'e
u
r¿r,:. '
cuenta
de su
misió¡t
Un
Wessex
contribu\
c
-
formar
un depósito
t1e
munición
en San
Cart
Vista de los buques
er :
aguas
de San Carlc:
L-
'
'-
fotografía
se apre(ta¡
¿.
hasta qué punto ero..
vulnerables
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 15/185
ENTOS.. . RMAM
ENTOS.. .
RMAMENTOS.. .
RMAMENTOS..
El tierra-aire
Rapier
Tiro de
prueba de un
RaPier
Disparo de un Rapier en las
Malvinas
contra un avión
arSenttno
La
pérdida
del HMS Sheffield,
hundido
por
la avia-
ción argentina
el
4 de mayo, suscitó
ansiedad
en el
campobritánico.
¿No
sería a Task
Forcemuy vulnera-
ble a
los ataques éreos? sta
deaseconfirmó el 2l de
mayo, durante
el desembarco
e la 3" Brigadade Co-
mandosen San Carlos.
Desdeel
primer
día de a instalación
e a
cabeza
e
puente,
a Royal
Navy
perdió a Ardent La Argonaut
y
la Antrim habían
resultado
seriamente añadas
por
bombas
que
no explotaron),
en
tanto
que
a Brilliant
y
la Broadsword
fueron duramente
ametralladas.Los
sistemas e
misiles ierra-aire
e comportaban
mal tan
cercade la costa;
a bordo del
Hermes, el comandante
se
mostrabadisgustado
or las baterías e superficie-
aire Rapierdesplegadas
n ierra,
que
habían isparado
diez misilescon
sólo resaciertos.
Si
las
bombasar-
gentinas
omenzaban
explotar,
a flota británica ba a
sufrir un desastre.
Era rmperiosomejorarampliamente as performan-
ces
del Rapier, lo
que
los equipos
écnicos ograron
hacer n resdías.
Así, al finaldel
conflicto,
al
sistema
se e acreditaron
4 victoriasseguras,
más6
probables,
performance
honrosa
que
mostraba
us
posibilidades
de adaptación
las
cifras son
de fuentesbritánicas).
Emplazamientos
determinados
Por
computadora
Por
sqtlexibil idad e empleo. u movil idad
sobre
todo su simplicidadde aprestamiento,
l Raprerse
comportóun
poco
como si hubierasido especialmente
diseñado
para
asegurar a cobertura antiaérea
en el
conflicto de Malvinas . En su más recienteversión
móvil,
el conjunto el sistema stámontado
obreun
vehículo
lindado orugas, n RCM 748
modificado,
que
le confiere
gran
movilidad. Pero
esta
versión
no
estaba n servicio
odavíaen 1982y a TaskForce
uvo
que
arreglárselas
on el antiguomodelo emolcado or
un Land Rover.
En las Malvinas, os
vehículos
obre
ruedas esultan nutilizables
a
mayor
parte
del
tiempo.
Las
posiciones
e las
baterías e los
Rapier
alrede-
dor de
San Carloshabían
sido determinadas
or
com-
putadora
en Gran Bretaña.
Esta
elección
motivó
al
principio
uicios
erróneos
obre
a
efectividad
del
Ra-
pier,
pero
en
SanCarlos
su misiónera a
cobertura
e a
cabeza
de
puentey
no
la de las unidades
de la flota
situadas n el estrechoa cierta distanciade la costa.
Ef misil resulta
especialmente ficaz
contra
objeti-
vos
a baja
altitud, ncluso
si se ratade
aviones
apaces
de
maniobras
muy cerradas
como los caz¡-
bombarderos
rgentinos.
Pero
como la mayoría
de os ataques éreos punr:
ban a lo s
buques
y
no a las
unidades n tierra.
,.
Rapier
seencontraron nte
un
problema:
el de displr::
susmisileshaciaabajo,en vallesa menudo nruelio
en niebla.
Pocos
sistemas e misiles
superficre-a
soncapaces
e esto,
a
raíz
de os ecos ijos
provocado
por
el
relieve
de a muy
bajaaltitudde a tra\ecrt :
de los
aviones.
Interferencias
frecuentes
Aquí las últimas
versiones
el Rapier
uti l izan
¡.
radarBlindfire
que
e
permite
dispararen
"todo
tre::-
po", ya
sea edíao denoche.Pero osdoce
anzadrrr
que
al
principio
asegurarona defensaantiaérea
¡
..
cabeza e
puente
o contaban on este adar
.dcb:.r
contentarse on la direcciónde tiro óptica En e.:"
versión,
a
adquisición
el objetivosehace
por rrú::
con la in terrogación
amigo-enemigo"
(lFF,
f :
apuntador eaccionaa un contactode radar
sot'r-¡
:.
b lanco lasi f icado
host i l "
mediante u
adqui :r . : ,
visual
en un
visor
de
gran
apertura
rimero tle. ;;-
en un lentede apertura ngular strecha
psbg
s:r 'c:::
para
disparar
que
la computadorae indique
quc
:
blanco
está
dentrodel alcance.El tubo anzad()r
i- -
ponde
a las
ndicaciones
el sistem¿
s ¡¡i¡¿
ripti-:
Cuando el misil disparado parece n
el can'.¡
visual,
una cámarade televisiónenfoca
un c(rhr:
luminoso
encendido n la cola del misil
y
mide
t,r1
desviación on elación a ínea e mira.La corre..,'
deldesvío s eledirigida
or
adio.La
probabil id;J
impactoen el blanco
es
bastante levada
araqu< .,
explosión
de
la cabeza
e
guerrapueda
ser
pro\r).r.j.:
por
mpacto
y
no
por
unaespoleta
e
proximidad S: l
apuntadormantiene l
blanco
en su línea
de
mrr¡. .¡
dirección de tiro llevará al misil a su objetivo
En San Carlos, eran numerosos
os radares
de ..:
unidades e a flota británica
que
operaban
n a
mr-n.¡
frecuencia,
de ahí las frecuentes
nterferencias.
..' '
radaresde interrogación esultaban menudo
saturi
dos
por
los ecos
"amigos"
de los helicópterLr:
r.
trasladaban
quipo a tierra. Hacia el
final. algun,
apuntadores
referían
atenerse su apreciación
rer..
nal para a adquisición e los blancos, o que mr.: i r .
una
vez
más od a a flexibil idaddel sistema.
ue-
e
índicede impactos esultó ensiblementeumentad
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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ENTOS... RMAM
ENTOS...
RMAMENTOS...
RMAM
ENTOS...
R
"cerebro"
del
Rapier:
el
de
órdenes
(la
üntena
en
forma
de
la computadora
de
bajo
el domo
en la
Se aprecia en la
el reducido
tamaño
del
Dado que
el
Rapier
es
misil
muy
preciso,
su
explosiva
es
mós
que
Ia
de
un misil
espoletu
de
proximidad.
el director de tiro
es de tamaño reducido,
comprende dos tipos
4
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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ENTOS...
RMAMENTOS...
R
MAM
ENTOS...
RMAMENTOS...
RM
Anatomía
de
un
misil Rapier
Tobera orientadora del
flujo
caliente
Cohetes de iluminación
para
seguimiento
óptico
Aletas de dirección
Centro
de mando.
Conductos tubulares
Contacto de
lanzamiento
Alas.
Motor cohete.
Electrónica
y piloto
automático
Cabeza de
Buefta
con su
espoleta de
impacto.
["óo--zr-x--9
Sistema
de
guiado
del Rapier
2
J
5
de órdenes
6. Radar Blintlfire
Dirección de tiro
por
mira óptica
Línea de mira
Llama
que permite
su
seguimiento ópticts
Cadena de órdenes
Computador
y
trasmisor
l7-s
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Helicópteros erribados
versión
británica)
'
'La
víspera del
dítt D, desde
tl HMS
Brillant se
envió a
tie-
rrd
un
destacamento
SBS
de
(
uatro hombres
para reconocer
un¿t última
vez las eventuales
pttsit'iones
enemigas.
Se trata-
bo de
una
precaución suple-
mentoria,
porque
el SBS
había
(
()nstatado
que
la
zona no esta'
bu defendida.
Al
acercarse a
Funning,
Head, lo.s
hombres del
¿le ac ame
nto se sorpre
ndie
ro
n
de escuchar hablar español y
tolt'ieron inmediatamente
a la
BríIlant
para
rendir cuenta
de
e
s a i nq uielante
circ'unstancta.
En la mañana
siguiente
al
de.semburco,
efectuado
sin en-
contrar
oposición, el 3" de
Pa-
racaidistas
se movió harciaSctn
Carlo.s
y
allí descubrió otras
pruebas que
confirmaban
las
observaciones
de los hombres
del SBS. Unos
cuarenta argen-
tinos habían
evacuado recien-
tetnente la localidad.
¿Adónde
habían
huido?
El informe
del 3" de Paracai-
distas sobre sus descubrimien-
tos
llegó bien al Canberra,
pe-
ro demasiado
mrde
para preve-
nir a los
pilotos
de los helicóp-
leros
en(urgados
de
llevar
ar -
mas
y
ubusteci¡nientos
las tro-
pas
de vanquurdia-
Sitt sospet'hur
lo que
le
espe-
raba,
Ltnhelit'tiptero
Sea King,
que
transportaba
misiles
Ra -
pier
t
estuba
escoltado
por
un
helicóprero
lit iano
Gazelle
ar -
mado
t't>ttatneIraIladoras
mon-
tadas
sobre
o.fustes iratorios
y
con
roheles
5'\ 'f8,
se dir igió
directo
al destocamento
argen-
titto, que se había atrincherado
en las
t() l inds que
dominan
Sa n
Carlos.
El
Seu King pudo
esca-
par
pero
el Ga:elle
fue
alcanza-
Un Gazelle
d¿
la
-1"
Bripudu
Comando Ttx'adtt
t'arias
reces
(se
nueden
t'er
los
impactos de las bulas an la
cabina), tuto
sin
embargo
más suerle
que
sus
d(,s
hermanos derribados
en
San
Carlos
do por el fuego preciso de una
ametralladora pesada,
que
hi -
rió
mortalmente
a su
piloto,
el
sargento
Andl Evans.
Este
con-
siguió
sin embargo
esquivar
los
disparos y posarse
en
eI agua.
Su copiloto,
sargento Ed
Chan-
dlish, pudo
llevar
a Evans
hastc
la orilla,
donde murió
entre
sus
brazos.
Algunos
minutos
después
-también
esta
vez
sin sospechar
el
peligro
que
Io
amenazaba-
un
segundo
Gazelle siguió el
n,ismo
trayecto y
asífue
alcan-
:ado por
disparos
de
ametralla-
dora.
El
helicóprero
se
estrelló
en l lamas
. Los
t r ipulantes,
acribil lados
a balazos,
murrc-
ron
antes
de que
el aparato
to-
cara
el suelo.
El
comandante
médico
Rick
Jolly
fue
testigo,
desde
el
Cam-
berra,
de Ia
primefa
acción
e
inmediatamente
tomó
un
heli-
cóptero
Wessex
para
llevar
so-
corro.
Llegó
justo
a
tiempo pa-
ra asisiir al segundo.ataque.
Las
instrucciones
prohibían
ex-
presamente
llevar
los
cuerpos
de
los
muertos
a la
Task
Force
*, .
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 19/185
LAgROmsEwooo
def
fascicrrlo LA
O
fos
Baracatdtstas
brltánlcos
toman
Goose
Green
I festtmontos d,esoldados
O
uvronul
tsPtct.Ar.:
A
la
hora
d,e
Bonerse
las boüas
(¿Qufénes
terúan
el
meJor calzado?
¿Los
tng[eses
o
los ar$enttnos?)
O
n"Vaf Amy
Medlcal
GorBs
AVISO
AL PUBLICO
Ante
numerosas
onsultas
ecibidas,EDICIONES FERNANDEZ
REGUERA -
que
iene
en
preparación
l
Volumen
I de
LA
GUERRA
DE LAS
MALVINAS
(la
versión
rgentina)
comunica
sus ectores
al
público
en
general, ue
sólo atenderá
or vía postal
cualquier
frecimiento e colaboración.
Fotografías
y
Testimonios
Así como cualquierotro material
que
seconsidere
e
nterés
ara
su
publicación, odrán
ofrecerse
or
cartaa
nuestra
irección:Av.
RamosMejía l68F(CP I
104) "
piso
oficina28 SectorD. Agradecemos
esde
a
su
colaboración.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 20/185
=?jl;:::'
"*.::-i-*:i-*Y*'*4rt frÉí+r ffirütñtrre
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 21/185
Jefede Redacción: hachoRodríguezMuñoz,
<s\
f
r.
\>
La
obracompleta
e
publ ica
en
dos
volúmenes
ue
total izan 0 fascÍculos
e aparición emanal.
ada
fascÍculo
onsta
e
16
páginas
nter ioresmpresas : : :
color,
on sus
corresoondientes
ubrertas. on
el
fascículo
ue
completa ada uno de los volúmenes e
ponen
a
la
venta as
apas
para
su
encuadernación
El
editor e
reserva
l derecho
e
modif icar l
orecio
:
venta
del
ascículo
n el transcurso e la obra si
las
crc¡n.,"n"ias
del
mercado
sí
o
exigieran.
.
Eo
cionesFernández eguera
Argentina)
:
\¡a.shal l
Cavendish td.
Gran
Bretaña)
P':^ bioa su reproducciónotalo parcial in autorizac
ce
os edi tores,
tA
G-ERRADE LASN/ALVINAS
Foioco-posicron:
inotrp ia ometa,Chi le
1388.
Phot
L"tt" , , .n
SA Combate e
los Pozos
4651467.apltal
Feoe'a
lmpreso
n
los
Tal leres
e
Sociedad
mpresora
Amencana
Lavardén
57,
Capi ta l ,
en
ju l io
de
1986
Distr ibucronn Capi ta l
ederal
J
VidalSRL,Carlos
Pel legr inr39 1" ' p iso,of ic ina , te l .393-5719
392-8020
Distr ibuciónn el
interior: ADYE,
venidaBelgrano
5
9" o iso. e l 30-1536
Papel
Edi tomat
15
grs. ,
Fábr ica
Wictet,
Dist r ibuido.
Copagra
S.A.
Paranúmeros
t¡ 'asados
ir igirse los
distr ibuidores
.
EDICIONES
ERNANDEZ
EGUERA, vda Ramos
v/=
1680
CP
1
104),1 ' '
Piso,Of 28. Sector
D"
Buenos
Aires.
Repúbl ica rgentina.
el .
313-0397
LX9900
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Créditos
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RexFeatures:
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PressAssociatlon
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Editor: osé
Juan
Fernández
eguera
Redacción:
uis
María
Maí2,
LuisGarasino
Dani lo
Manzini .
Diagramacrón:
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AntonioSanz.
Conten\do
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Cartografía: lejandro Malof iej
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Los
par
acaid
stas
brit
áni
os
toman
Goose
Green
de apoyo
del
2"
¿ Paracaidistas
britónicos
ispara un
misil Milan
en
la
noche. Este
misil anlitanque
es
de
gran
con la única
condición dé
que
el objetivo
sea
nantenido en
la llnea
de
mira, asl las correcciones de
trayectoría
son auton
áticas.
En Malvín¿s el
Milan se
reveló
cotno
un temible
destructor de bunkers
y
sitios
onificados.
El
15
de
abril
de
t982
el2" dePatacuüstas recibió
su orden
de
partida hacia
las
Malvinas,
orden
muy
esperada
or otra
parte,.pues
ponía frn
así
a,ttn
verda-
dero
sentimiento
de
frustración
dado
que
el 3'de
Para-
caidistas
ya
se
había
hecho
a
a mar
et
el Canbena
'
En
el
seno
del
2' se
había
temido
mucho
perder
una oca-
sión
única
de
poner
a
pruebael
valor
del
entrenamiento
y
el de
la
organizaciórt
del batallón-
El batallón
acababa
de ser
reorganizado
por su
efe,
el coronel
"H"
Jones,
y
su
segundo,
el
mayor
Chris
Keeble.
La
nueva
estructura
de
mando
y
control
opera-
cional
permitía
al
comandante
del
?
de
Par¿caidistas
concentrar
oda
su
atención
en
as
operaciones
contar
con una movilidad total, con un estadomayor y un
suboficial
muy
experimentado.
Todos
estaban
en
con-
diciones
de
descargar
al segundo
comandante
de sus
tareas
administrativas.
En el
puesto
de
mando
central
se encontraba
ambién
el
jefe
de la
compañía
de apoyo
(morteros
y
aÍnas
antitanque)
encargada
del apoyo
aéreo
y
de
artillería.
El
jefe
de
la
compañía
de
Cua¡tel
General
enía a
su
cargo el aprovisionamientode munición y el evacua-
miáto
sanitario.
En
su
escalón
y
en
el
del
puesto de
mando
central
se
seguía
el
desarrollo
de
os
combates
y
se desplazaban
os
depósitos
de
municiones
en
función
de
las
necesidades.
El
capitán
auxilia¡
estaba
a cargo,
por delegacióndel coronel,de ódas as areasadminis-
trativas
y
el
suboficial
mayor
era
responsable
de
rea-
bastecer
as
dotaciones
de munición
y
del
transpofe
de
los
prisioneros de
guerra.
El
médico-jefe
del
servicio
médico
del
regimiento'
el
capitiín Steve
Hughs,
sólo
tenía
18
meses
de
perma-
nencia en el
batallón.
Pero,
en este
corto
lapso,
había
completado
a instrucción
médica
del
personal
de
ma-
nera tal
que
cada
uno
tenía
un conocimiento
mínimo
en
materia
de
administración
de
suero
gota
a
gota, inyec-
ciones
de morftna,
vendajes
y
reanimación.
Así cada
uno
sabía
lo
que
tenía
que
hacer
si
era
tocado.
También
estaba
previsto
que
el compañbro
de
combatedel herido, su "pareja", le diera os primeros
auxilios.
Por
fin
debía
ntervenir
el'médico
de
la
sec-
ción,
en el
supuesto
que
pudiera ser
levado
a
tiempo'
Un
entrenamiento
riguroso
y
el
sachet
de
vital
sue¡o
que
cadahombre
llevaba
en
un bolsillo
de
su
chaqueta
probablemente
salvaron
una
cantidad
de
vidas
en
el
campo
de
batalla.
A este
respecto,
se
pueden señalar
gualmente
los
servicios
prestados
por los
pilotos de
helicópteros'
que
evacuaron
bajo
condiciones
meteorológicas
deplora-
bles
a heridos
que
no hubieran
tenido
la
menor
posibili-
dad
de sobrevivir
en
una
enfermería
de
campaña
gue
no
permitía intervenciones
quiirgicas
mayores'
La
ventaja
del
Parlamento
Dentro
del
2"
de
Paracaidistas
se
había
puesto
ea
marcha un
medio
único
de
recolección
de
informrión
'
su
compañía
de
exploradores.
Compuesta
de e|emn-
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 23/185
:-aj Íansponados,patrullas
a
pie y
equiposde observa-
Cr¡r-aS.
staunidad está en contacto
permanente
con el
:r-¡m
"rnforrnación"
y
con
su
efe
en el estado
mayor
le.
banllón. También
puede
hacer legar ciertas nfor-
::¡c
iones directamente l coronel.
Estacompañía
estiá l mando de un rnayor
y
el
grupo
I::omación
del Puestode Mando
por
un capitán. Esta
ri3rente
dualidad iene a ventaja
de
permitir
al
efe
del
:"nllón
contar con dos opiniones, la
del comandante
Je :ompañíay la de su oficial de información, durante
.:s
"briefings"
sobre
as ntenciones
las
posibilida-
::s
de acción
del adversario.
Otro
punto
de
esta
reorganización
era el
procedi-
¡jcnto
de ransmisión
de órdenesa os
efes
de compa-
i.ias
',
a travésde
ellos, a
las
secciones después la
:.-rpa.
Ahora,
en el
2"
de Paracaidistas, el coronel
xentiene
lo
que
los
coloniales lamaban un
parlamen-
:"r
Ante los
jefes
de sus compañíasde
combate
y
de
aprovo
de otros elementosa su
disposición
artillería
o
rlindados),
exponesus
puntos
de
vista,
sus
preferen-
JlaS y
SUS
aZOneS.
Tanto
para
os
problemas
de
ataquecomo de defen-
:a. cadauno tiene el derechode dar nmediatamente u
opinión y
poner
en evidencia os
problems
o los riesgos
pfesentados
por
las
diversas solucionesexpuestas.Al
final
de la reunión,
cada uno
puede
hacerseuna idea
bastanteprecisa
de lo
que
le espera
y
de esamanera al
recibir
la orden de
operaciónnadie resulta sorprendido
y
cadajefe
de compañíasabe
ya
lo
que
iene
que
hacer.
Cuando
estalló la crisis de"las Malvinas,
el 2' de
Paracaidistas
cababa e recibir
susórdenes
de destino
en Belice. Una de las ventajas
de
este destino
perdido
fue
que
dispusieron
de armamento
especial del tipo
para
combateen la
ungla,
mientras
que
su armamento
habitual seguía en depósito
en Aldershot.
Súbitamenteel batallón
se encontró
en
posesión
de
una dotación doble de ametralladoras.
También
pudo
disponer de armas inéditas para
ellos como el fusil
automático Armalite M-16
de origen
estadounidense
el lanzagranadasM-79. Por cierto la eficacia de las
secciones
ba
a
sufrir
un d¡ástico
cambio.
El 21 de
mayo
de 1982 el
batallón ue
dejado en
tierra en
BonnersBay
en las LCU
(lanchas
e desem-
barco) de
la Royal Navy
Ya habían
dejado
atrás
as
largas
sesiones
de instrucción
a
cargo de
un oficial de
los Marines:
La
primera
misión del 2' de
Paracaidistas
ue tomar
posición,
a
pie,
en los montes
Sussex
ue
dominan a
aproximación
por
el sur
a San
Carlos, con el fn de
prevenir
oda entativa
ontra a cabeza
e
puente
des-
de Darwin
y
Goose Green
Seorganizó
unadivisión
en zonas e
patrullaje,
pero
el riesgo de interferencra on los reconocimientos e
las fuerzasespeciaiesimrto .u
errensión.
algo
que
irr i tó
un tanto
al 2"
de Pa¡acarC:sr"s
¡e cLrntabaon
una excelente ompañía e er:---:.;..:3s
, n. admltía
remitirse l talento e susnr :,:: ::.
S S :, SB
S
r
de]
Mountain and
Arctic
\\'a¡:-¿:e
C.:.-:
Prisioneros
argentinos
boca
abajo en una
trinchera. Los
refugíos cavados
por
los
argenünos estaban
muy a
menudo desprovistos
de
proteccíón
superíor,
pero
estaban dispuestos
de
manera
tal
que
brindaban
una buena
cobertura circular
de la
posición.
Del lado británico,
se
preconizaba
el
pozo
para
dos hombres, mientras que las
trinc
he as ar
g
entinas e
an
Írecue
ntemente uti izadas
por
seis o más
hombres.
(recuadro):
Prisioneros
y
heridos
(en
primer plano)
esperan
que
los
hombres
de Ia compañía D
hayan termínado de limpiar la
posición.
'
.;*'
--
*.€
#,,
.==.=€_.*
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 24/185
Sea
King sobre
las
de los
SusseÍ
Fue
desde
este
donde
se
puso
en
el 2' de
Paracaidistas,
caída
del
día, en
a Camilla
Creek.
Se
en
primer
planb
de
mu.niciones
Durante
combates, Ids
tralladoras
livianas
hacían
enorme
consumo
de
y
los camilleros que
a los
heridos
de
Ridge
volvían
de
munición.
Refuerzos
argentinos
En la
nochedel desembarco
n San
Carlos,el
SAS
lanzó
una incursión
sobre
Goose
Green. Tras
haberse
aproximado
al objetivo
por
vía terrestre,
desencadenó
un
fuego muy violento
de
armasautomáticas
antitan-
que,
lo
que
hizo
creer a os
argentinos
que
se
rataba
de
un ataque
en
gran
escala
y
los llevó
a enviar
elementos
hacia
el norte
para
seguir la
situación
en San
Carlos.
Después de la pérdida del HMS Coventry y del
Atlantic
Conveyor,
se mpartieron
nuevas
órdenespara
una
ncursión
a
Goose
Green.
Las
disposiciones
nte-
riores
habían
tenido que
ser
anuladas
en
virtud
de
la
falta
de helicópteros
para
transportar
al
batallón.
Se-
gún
as
nuevas
rdenes,
l 2. de Paracaidistas
eníaque
ir todavía
a
Goose
Green
y
Darwin,
¡pero
a
piel
Las
patrullas
del
SAS habían
señalado
que
el sector
aparentemente
no
estaba
protegido
más
que
por
ei
efectivo
de un
batallón. Pero posteriorrnente
a
estos
informes,
las fuerzas
argentinas
ecibieron
el refuerzo
del Regimiento
12
desde
el monte Kent.
De unos
500
hombreS,
el efectivo
de los defensores
rgentinos
a-
bía pasadoentoncesa cercade 1.400 soldados.
¿Por
qué
este efuerzo
epentino
e a defensa rgen-
tina?
En Inglaterra
no
está cenada
todavía la contro-
versia
entre los que
acusan a la
ligereza de ciertos
medios
de
prensa
ue
evelaban
os
próximos
objerir
os
de as
ropas
después el
desembarco,os
que
creen
en
fugas
anivelpolítico y
aquellos
ue
simplemenre
ien-
san
que,
evidentemente,
a sección nteligencia
de1
estado
mayor
del
generai
lec::,j:i
:._
:r-{_: ::3i.:
otro
objetivopara
a otensi\a
:. : ' - : :
Antes
de la difusión
de las
ei¡det:s
::-:i:::'. ¿:. : _
patrullas
del 2' de
Paracaidistas
oti--:tr:¡ilr
;-:
_¡ .
posiciones
nemigas
ranvisibles
en e. ¡r.T:::: : _ -.=
del istmo,
usto
al
sur de Darwin.
cerr¿ e
-"
C:i i :1.
Da¡win que
domina
as
proximidades
e le ¡s.,.::i:r-
ción por
el sur.
Estas
atrullas
se epleearon
teiJ.: ,e
sintieron
demasiado
encerradaS.
El planpreveíaque a operacióndemandaríaun Cl: .,
una
noche,
en seis
ases.
El apoyo
de artillerÍa de:í¡
ser suministrado
por
los cañonesde a Arrow
)
por
re s
piezas
de la
8' batería
del
29" de
Artillería de los
Comandos,
más dos
morteros
de
81 mm del 2. de
Paracaidistas.
Se
trataba de
desbordar
al enemigo en
combate
nocturno y
después
os
paracaidistas
ían
a
liberar
a a
población
civil
de os dos poblados.
A
partir
del
amanecer,
a acción
del batallón
sería
apoyada
por
helicópteros
Scout
armados
con misiles
SS-11 y por
los
Harrier
en configuración
de ataque
a tierra. Dos
destacamentos
e Blowpipe
suministrádos
espectiva-
mente por
el 4'
Regimiento
de Artillería y por
los
Ror.alMarinesaseguraríana protecciónantiaérea e
Ia
operacrón
El
pnmer
contacto
con
los argentinos
se
produjo
cuando
os
paracaidistas
legaron
al sector
de Camilla
Creek
Huruse.
l norte
del stmo.
Los
argentinos
ispa-
raron
ai:unur:
iovecti les
e 105
mm sobre
l supuesto
:-E
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 25/185
Obús
argentino
corto de
mm de
abricación
italiana
en
su
posición
de batería
medio
inund¿da.
E I
a,montonamiento
de vainas
da testimonio
de
la
intensidad
de bombardeo
sufrido
por
los
paracaidistas
británicos.
Ademós
de
granadas
explosívas, los
argentinos
disparaban
granadas
de
ósfuro
Mapa que
muestra
el
avance
britónico
sobre
Goose
Green.
Cañones
Oerlikon
de
35
mm
dirigidos
por
radar para
deknsa
antiaérea.
Los
argentinos
los
utilizaron
contra
los
paracaidistas
británicos
cuando
se
aproximaban
al
aeródromo
de
Un
Pucará
de ataque
a tierra
en
Goose
Green.
de
avance,
en
tiro
de
hostigamiento.
Al
alba,
los paracaidistas
icieron
sus
primeros
pri-
una patrulla
afgentina
que
circulaba
a bordo
un
Land
Rover
azul
y
blanco
requisado
en
Goose
Se trataba
de una patrulla
de
rutina
de control
la
red
caminera
entre Darwin,
Burntside
House
v
Creek.
el batallón al ataque
3" Brigada hábía previsto
una simple
incursión
Goose
Green
y
Darwin, pero
el
2" de
paracaidis-
optó por
un
ataque
en
regla
de todo
el batallón.
El
comenzó
a
as 2.30
horas
del
28 de
mavo. con
el
de la
Arrow
sobre
las
primeras
íín"ut
u.-
mientras
la compañía
de
apoyo se
movía
una posición
de
tiro
que
dominaba
el
flanco
del enemigo.
asalto principal
fue
lanzado
a las 6.35
horas,
a compañía
A se
anzó
contra
Burntside
Hou-
cuyos
caserones
ueron
despedazados
or
la
metra-
Se
había
dicho
en la reunión
previa
que
ningún
en el exterior
de
Goose
Green
y
Grandefue eñtonces a sorpresade los para-
al
descubrir
una familia
de
pastores,
entre
una
octogenaria,.milagrosamente
anos
y
salvos.
sección
argentina
se retiró y
las
granadas
de
comenzaron
a
caer
sobre
el estrechamiento
istmo.
Los
cohetes
de iluminación
flotaban
en
el
mientras
que
las
llamas
de algunas
dependencias
durante
el ataque
a Burntside
House
se
en las
aguas
del
Burntside
pond.
su flanco
izquierdo
asegurado,
el}" deparacai-
barió
la
lengua
de
tiera
hasta
el noroeste
de la
La compañía
B partió
a las
7.10
horas
y
se
de
dos
posiciones
en las
alturas
al oeste
de
Pond. La maniobra del coronel Jonespre-
que
a
compañía
D sobrepasaría
ntonces
a la B
y
hacia
el
sur,
pero
la compañía
D resultó
por
el
fuego
de
armas
ivianas
desde
posicio-
enemigas
que
a
B no
había
ocalizado
estos
combates
a
compañía
A tomó
rumbo
sobrepasando
Coronation
point,
especie
de
pe-
al norte
de
Darwin.
Deió
allí
una
en
cobertura
mientras
que
as
otras
dts
contor-
a pequeña
bahía para
atacar
Darwin
desde
el
El
puesto
de
mando
central
se había
nstalado
a
1.500
metros
al norte
de
Darwin,
con su pequeño
mayor,
su
sección
de
defensay
dos
periodistas,
Fox de la BBC y David Norris del Daily Mail.
de
fuego
bien
establecidos
el mundo
se atrincheró
o
mejor posible
cuan.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 26/185
do los
proyectiles de artillería
y
de
morteros
comenza-
ron a caer.
El capitán
auxiliar
del batalló¡,
Malcolm
Simpson,
se
hizo crgo
de
os
prisioneroscuyo
número
no iba a tardar
en
incrementarse.
El coronel
Jones
y
su
puesto
de
mando de Operacio-
nes
(PM
Ops)
había seguido
a
huella
que
desemboca
delante de
Darwin
Hill, sobre
os talones
de
la compa-
ñía A
que,
al momento
de
lanzarse
al asalto, fue
tomada
por
nutrido
fuego de ametralladorasdesde
el
oeste.La reducciónde estas
osiciones,
or
medio de
ameffalladoras
y
de
cohetesde
66 mm,,
fue una tarea
peligrosa.
El empleo
del lanzacohetes
s simple,
pero
no
stn
riesgos,
a que
el tirador
después ehaber
preparado
l
tubo anzadordebeen efecto
arrodillarse
exponersu
cabeza su
pecho
para
disparar.
En
os
bunkers
de os
argentinos
se encontraron
cadáveres
que
no
tenían
señal alguna
de heridas,
la onda solamente,
había
bastado
para matarlos).
Las
dos
ametralladoras
e cadasección
disparaban
sin intemrpción
sobre as
posiciones
argentinas
asta
que
cesarande
responder el
fuego.
Con
las
primeras horas del día, los británicos se
dieron
cuenta
de
que
durante
a noche no habían entra-
do en contacto
más
que
con elementosde cobertura
¡'
que
por
lo tanto
las
posiciones principales
todavía
estaban elante
de ellos.
LaArrow había
partido
en a
madrugada,ras
algunos
roblemas
on su
pieza
de
4.5
pulgadas
Mk 8. En cuantoa los Harrier, el mal estado
del mar les
impedía despegar.Además, la fuerza del
viento
que
barría
el
istmo era tal
que
los reglajes de
a¡tillería eran
muy
aleatorios.
Las
granadas
argentinas
caían continuamenteentre as tropasde
primera
línea
y
susdepósitos e municiones,
por
lo
que
algunos
para-
caidistas
que
encontraron
en l¡> Di:-JrrrF.3
ipluradas
cargadores llenos
de munición
ie
-
ál
rr-Ítt S3 r.u¡Sli¡-
ron muy dichosos de
poder
uti l izri trs
3:
I
¡r-r \
sano
El combate
de la compañía
A ct
nve 3S'.:S
Fr-'Sir'ltll-13
bien defendidas
se
prolongó
durante
l.r¡
1-r¡"¡
-'
;13-
dia. Los
planes
de fuego
de las ametrailac..rrs
r:s:r:l:-
nas habían sido
cuidadosamente
establecl i t ' . .
de =¡-
neraque cuando
los
paracaidistas avanzaban
rii
.el-
tralizar una de ellas,
caían bajo
el fue-so
de ias
¡i;"s
Resultaba importante
para
los
paracaidistas nLl
de,'3r
que
se
quebrara
el ímpetu
del ataque,
pues su
Pos:r:.rn
era
poco
cómoda
y
las
pérdidas iban a agra\
arse
sl
cesaban su avance.
La
muerte
del coronel
Jones
El
comandante
e a compañía
A se
puso
a a cabeza
de
un
pequeño
rupo que
ncluía a su
capitán
auxiiiar.
su
segundo
algunos
hombres.
Se
anzó
al asaltode
a
altura. pero
uvo
que
replegarse
ajb un intenso uego
después
e haber
perdido
a susdos
oficiales.Mientras
tanto.
el coronel
Joneshabía
ogrado
deslizarse
asta
un
p'equeño
arranco
a la derecha,
con una
parte
del
personal
de su PM Ops. Fue al asaltar una nueva
posicirin
cuando fue
alcanzado
por
el
fuego de una
ametriiladlrra
arsentina
en la
que
nadie había repa-
radtr
Las c:::,rr. iancias
exactas
e su muerte ueron obje-
to.
en G:': B:e:¡ña.
de muchas
discusiones espués e
la
cam:¡:, F:: Jones
un insensato l
exponer así
su
vida.
"
:.e¡_:
.
¿e ,-o:tDrometer
oda la operación?
¿Su
corTrptrÍ::r-i :::
:..1:
erorco en 1amás
pura
tradición
del
'e: :
J-a
-, i jJ : :
"
^ :
cabeza
'comparte
todos los
rigsl. ' .
J i , :
- :
. --:::::s
l
Se : : . : : . : - : .1:
" l : :ente
para
ejercer su mandO
Testimon¡os e Soldados
"Una
cosa
que
me deja
estupe-
facto,
es oír
decir a la
gente
a
pro-
pósito
de los soldados
argenünos
que
eran
reclutas
de 17
años,
que
no
sabían
luchar.
¿Carecíamos
de
compasión
hacia
estos
pobres
pe-
queños
de 17
años?
Quizás.
¡Pero
algunos
minutos
antes de dejarse
capturar
hacían
todo
lo
posible
pa-
ra
hacernos
sahar
el
cerebro Tam-
bién
nosotros
teníamos
muchachos
de 17 años,
¡yo
tenía dos en mi
sección
oldado
de I '
c lase
"Gaz' '
"Todo
comenzó
en la
oscuridad
y
era
preciso
mirar
bíen
donde
se
ponían
los
pies.
Al
príncípio
todo
estaba
OK,
después
los
"argies"
comenzaron
a
dispararnos
con
ca-
nones
y
morteros.
La
compañía
D
¿staba
en medio y
las
bombas
caian
de todas partes.
Cuando
un
explo-
s¡'o
caía
en
medio
de
los mucha-
ltos apenas se le prestaba aten-
tón.
Apenas
se lo
veía,
un deste-
lo
un
gran
"bang"
y
eso
es todo.
uno
se encuentra
la
piel
aguje-
reada,
pues
bíen,
ya
está. Pero de
fósfuro
las bombas
¡son
terribles
Un cohete luminoso, cerca
de
200
inetros
iluminados a
giorno
y
des-
pués
enseguida cinco o seis
grana-
das. A
paso
de
carrera todo el mun-
do trataba de huir
del
punto
de
impacto"
"En
el
combate
cüerpo a cuerpo
la reacción
es instintiva:
'intenta
agarrarme. Tengo
que
agarrarlo
antes' . Cuando se trata de un bun-
ker, demolerlo antes
de entrar,
después lanzar algunas
granadas
1
utilizar eI
fusil
automático,
jusro
para
estar
seguro de
que
no queda
dentro
más
que
carne
pícada"
Soldado
de I' clase
Wack ll'alker
"La
segunda noche atravesantos
el río vadeando
y
nos reJúqiamos
en unas
trincheras
cavadas
por
los
argentinos, dispuestos a sumini:-
trar el apoyo de uego por la mana-
na temprano. No ¡eníatnos ni ciga-
rrilos,
ni chocolate, ni equipamien-
to individual
y
teníamos
que
per-
nulnecer
estirado:
-':,,¿t¿
-a
:rtn-
chera
no era
prc';tttt;;
{c o'
El
frío
sobre
tocio
"Los
o-flctales
c¿ s:ts
;ter:as
es-
peciales
IIe ' ,
;n
b;;n¿s
t
erdes
con insienics
¿e
secc," :erciopelo
Levanté
l0 a..:1;
;¿ tno
de
estos
much¿cho:
i i . :a
t ;rú
ter
En el
interior
it¿c:;
:¿.as cosidas
en el
doble: .
Qtt
ts ésio)
le
pregun-
té .\Ie
res=..n¿:i'
Esto
es
para
mí .
EI tilti¡lc cJr:i¿cho para salvar el
honor
Soi;ia,io
¿ie
.
clase
Kev
Lukowiak.
'
Donde:o
tuve
más
miedo,
co-
ma
mucltos
otros,
fue
en
esa
pen-
ciienre que
domina
Goose
Green.
Habían
instalado
un
lanzacohetes
sobre
un tobogón para
niños. Vi
la
llamarada
y
el
cohete
y
depués
se
produjeron
explosiones
toda alre-
dedor.
Me
arrastré
reculando
has-
ta
mi agujero"
"Poco
después
del
combate
de
Goose
Green,
afines
de mayo,
re-
cibí una
carta de mi amiga
que
me
decía :' En
un sentido, estos
óvenes
argentinos
son
para
compadecer' .
Entonces
yo
volví a
pensar
en
todos
esos argentinos
que
acababa de
ver,
bien alimentados, con sus cha-
quetasforradas,
con sus buenos za-
patos
de
gruesa
suela. Y me dije:
¡Al
diablo
los argies "
.
"Yo
asistí
al incidente
de la
ban-
dera
blanca.
Le ocurrió
a la 12'
sección,
yo
era
de la I 1".
Comenzá-
bamos
a
escalar
la
pendiente
cuan-
do la
banderafue
izada.
El
jefe
de
sección
llamó
a un
sargento
),
úm-
bos subieron
hacia
la altura A me-
dio camino
,bang.t,
los argentino,
les
diSpararon.
Muertos
los dos
Uno de
ellos
había sido herido
en
la
rodilla,
un argentino
lo remató
con
una
bala
en la
cabezo Lo agar,,
justo
antes
de
que pudiera
poÍ1ert,
a cubierto" .
Soldado
de 2'
c lase
B,:_
Graham
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 27/185
desde
el frente. Después
de una breve conversación
con la
compañía A,
había hecho
que
los morteros
dispararan
una cortina
de humo
para
cubrir
el asaltoen
terreno
descubierto.
El
viento
había
dispersadoel hu-
mo y el PM Ops se encontrómuy expuesto.En este
caso,
a única
solución ógica
era arremeter ontra as
ametralladoras.
Todos
sabenademás,
que
muchasvecesun asalto
llevado
a cabo
con
vigor puede
cambiar la suerte de
una
batalla. Los
supervivientes
el
grupo
de Jones
fueron escatados
racias
a a acciónde os anzacohe-
tes de 66 mm,
que
neutralizaron
or
un momento os
disparos
rgentinos.
De
vuelta
al
puesto
de mando central,
el mayor
Ch¡is Keeble se encargó
de los
prisioneros,
de
los
heridos
1
del reabastecimiento
e munición.
Allí tam-
bién estabanbajo el fuego
de artillería
y
las
granadas
abrían negrasgrietas en la turba del subsuelo. La
noticia
de la muerte
del coronel legó
bajo a forma de
un lacónicomensaje:
Sunray
is down"
(El
jefe
ha
caído).
En e se momento.
nadiesabíanada
sobre
a
gravedad
e susheridas.pero
el se-sundo
omandante
t82
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 28/185
Jones.
Jones
verifica el
pistola
antes de
al asalto Una
lo
del batallón
conocía
la lista de antigüedad
enviada
antesdel
desembarco.
Le tocaba a él asumir
el
mando
de la unidad
si el coronel
estabamuerto
o
herido.
Despuésde
haberrecibido
el informe
del comandan-
te de a batería e 105mm puesta su disposición los
de
los comandantes
e
las
compañías
A
y
B,
Keeble
estimó
que
su
flanco derecho
era el
más expuesto
Ordenó entonces
al
jefe
de
la
compañía
B asumir el
mando
local hasta
que
él
pudiera trasladarse
o más
cerca
posiblede a línea
de contacto.
a misma
compa-
ñía
B
estaba
n una
posiqióndelicada
lavada
al terre-
no en el
extremo
de una
pendiente
que
dominaba
las
pocascasas
n ruinas
del
lugar lamado
Roca
House.
Allí
soportaba
al mismo
tiempo
el
fuego
de
armas
livianas
y
bombardeos
e
artilleía
de
morteros.
Fue al comenzarlatarde
cuando
a compañía
A
pudo
por
fin controlar
Darwin
Hill . A las
15
10 horas
había
contadoentre os argentinos8 muertos 39 heridos'y
había
hecho 74
prisioneros.
Cae Boca
House
El comandante e
a compañía e apoyo
hizo
enton-
ces desplazar
su
base
de
fuego
de armas
pesadas,
incluidos
os anzamisiles
ntitanque
Milan, haciauna
posición
en a retaguardia e as compañías
y
B. La
companía
D, reorganizada despuésdel ataque
de la
noche. se dirigió entonceshacia el frente para prepa-
rarse
a sobrepasar la B como había sido inicialmente
previsto.
Esta última se había nstaladodetrás
de una
cresta,
al abrigo
de
los disparosdirectos.
Mientras
que
as
compañías
de combatese edesple-
gaban
para
os
ataques
revistos,
el
puesto
de
mando
central
y
los 105 mm de Camilla CreekHouse sufrie-
ron
el ataquede
dos
Pucará
de apoyo aéreo.
Antes de
ser
derribados
or
disparos e Blowpipe, os dos avio-
nes
tuvieron
tiempo de destruir el helicóptero Scout
que
piloteaba
el teniente Richard Nunn de los
Ro;-al
Marines. La
pérdida
de este aparato ocasionó
cierto
retraso
en las operaciones.
El
mayor Keebledesplazóa compañíaD al extremo
derecho
del dispositivo,
cerca de
Boca House. mren-
tras
que
as
seccionesl^
y
12^ e abrían
un camlnLl
hacia a
basede
partidaprevistapara
un asalto
norcreste
sudeste
ontraBoca
House.
Los hombres omprendre-
l r l
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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ron más tarde
que
la hora H del ataque
se había
deter-
minado en función de
la inarea,
perfectademostración
de conocimientos tácticos
que permitió a los
paracai-
distas avanzar arrastrándose
al abrigo
del
pequeño
desnivel formado en
la orilla.
El ataquede
Boca House fue apoyado
por
disparos
de
misiles antitanque
Milan
y
por
un cerrado
uego de
ametralladoras.La
resistenciade la
posición
argentina
se dem¡mbó rápidamente
y
se tomaron
de 40 a 50
prisioneros.
Una
vez en manos de los británicos
Dar-
win Hill' y Boca House, el campo de batalla cobró
fluidez
y
los
paracaidistas
ban a explotar su éxito
al
máximo.
La compañíaArecibió orden de dirigi¡se
más allá de
Darwin
y
de reatrincherarse n Darwin
Hill. Más tarde
destacaría na secciónen refuerzo de
a compañíaC, la
compañía de reconocimiento, durante el
paso
de esta
última en dirección a su nuevo objetivo, el
puente
situado
al norte de Goose Green.
Durante esta acción,
la compañia D hizo conversión al este
y
se aproximó
discretamente a
Goose Green
al amp¿uode
algunas
cubiertas.
La compañíaB, reorganizada n
Boca House, eci-
bió la orden de efectuar un movimiento circular más
amplio
para pasar
al
sür del aeródromo
y
apoderarse
e
las
alturas
que
dominan el
poblado
hacia el sur. Mien-
tras
tanto,
la
compañía de apoyo
se había nstalado en
una nueva
basede fuego, en el rellano
de la izquierda
de Darwin
Hill.
El incidente
de la bandera
blanca
Cuando
las
compañías
D
y
C
refbrzadas
por
una
sección de la
A
se
aproximaron a Goose
Green
se
entabla¡onuna serie de
combatesconfusos.
Un campo
de minas forzó a la compañía
D
a apartarse
e
su línea
de marcha. El
peligro
fue
percibido
en el último
mo-
mento al ver algunas cajas de minas vacías y otros
indicios
de colocación
de minas.
Pero la
compañía D tenía otros
problemas.
Los
cañones
ntiaéreos
e 35 mm
y
de 20 mm argentinosde
la
defensa
del aeródromo, utilizados como
armas te-
rrestres,
isparaban ontra
ella. Estosmismoscañones
habían
derribado dos Harrier
en ataques anteriores.
Uno
de os
pilotos
habíapodido
serrescatado, espués
de
haberse
eslizado
entre
os
argentinos, ras o cual
esperó
ranquilamente
l final de os combates e Dar-
win y
Goose
Green.
En
el
momento
en
que
a
compañíaC llegó a relevar
a a A
en a cabeza
el
movimiento
haciael
puente,
as
dosunidades enetraron n una zo¡a de cultivospeli-
'a
Prisioneros de
guerra
argentinos
recoqen los
cuerpos de sus
compañeros en
el campo
de aviacíón de
: . ; *
Goose
Green. La cifra de 20O
muertos
dada inicialmente
parece
exagerada.
P
ris
to nero
s ar
Ee
nt ino s de ante
del cuerpo de uno de sus
camaradu, muerto
en los
combates de Goose Green
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 30/185
grosamente
despejada.
Los
paracaidistas
le darían
el
sobrenombre
de
"la
bola
de billar".
Una
formidable
barrera
de
artillería,
de
granadas de
morteros
y
de
proyectiles antiaéreos
se
abatió
repentinamente
sobre
ellos.
El
puesto de
mando
de la
compañía
C
(explora-
dores)
se
dejó
despedazar
n os
rellanos
avanzados
e
Darwin
Hill.
Es aquí
que
se
sitúa el
incidente
denominado
de la
"bandera
blanca".
Durante
el ataque
de
as
posiciones
frente
a la
escuela,
el teniente
Jim
Barry
de la
compa-
ñía D vio una banderablanca que ondeabasobre las
trincheras
argentinas.
Se
dirigió
entonces
acia
el
fren-
te
para
recibi¡
la
rendición
de
los defensores
argenti-
nos. Según
el testimonio
del
periodista
Robert
Fox'
quien
estaba
presente, una
ametralladora
abrió
fuego
desde a
derecha
en
las
líneas britiínicas.
Otra
le
res-
pondió
desde
el
campo
argentino
y
el teniente
Barry
y
los
dos suboficiales
que
lo acompañaban
murieron.
Según
Fox, "los
testigos
de la escena
no tuvieron la
impresión
de una
traición
deliberada,
con
una bandera
blarica utilizada
como cebo".
Barry
y
sus
dos compa-
ñerosno fueron
os únicos
que perdieron a vida en este
conflicto
por
haber intentado
evitar las
efusiones de
sangrepersuadiendoal adversariode que se rindiera.
Las compañías
C
y
D
lenza¡on un asalto
combinado
que
culminó
con
a destmcción
del edificio de
a escue-
la bajo los
disparos
de los M-79,
de las
granadasy
de
los disparos
de ametralladoras
ivianas. Fue así
que,
con
la
alegría
de
los niños del
lugar, la escugla
ardió,
relataron más arde
os hombres
de a sección
de explo-
radores
de
la compafla
C.
La toma del edificio
fue
llevada a
cabo
por 14 hombresal
mando del suboficial
Greenhalgh.
El
efectivo de los
defensores¿rrgenri¡os
ra del
orden
de tres
secciones.No se
sabecuántosde ellos
murieron
durante los
combates
1'
en el incendio
que
siguió.
Hacia
el
final
del asaltocontra
a escuelaa compa-
ñía
D fue
atacada
por
dos
A4
Skyhauk
¡
después
por
dos Puca¡á:
on cohetes
orlos
primeros
.con
napalm
por
los
segundos.
Un Pucaná e
estrelló en
tierra, con un ala arrancada
por
un misil
Blowpipe
disparado
por
un
manne. Su
piloto murió. El otro fue derribado por disparos de
armas livianas
y
su
piloto
saltó en
paracaídas
para
postenormente
ser capturado.
A las
19.25horas,
una
patrulla
de tres
Harrier GR3
de la
RAF atacó as
posiciones
argentinascon
bombas
de fragmentación
BL755
ycon
fuego
de cañón. Un
cañón
antiaéreo
Oerlikon de 35 mm de los argentinos
fue
así silenciado
en el extremode GooseGreen. del
lado del ma¡.
A las 20. 0
horas, a la caídade la noche, un
Chi-
nook
y
seishelicópteros
UFiIB
(Huey)
argentinos
ué-
ron localizados
mientras
desembarcaban efuerzos a
unos 800 metrosde
GooseGreen.Se
solicitó
ensegui-
da una concent¡aciónde artillería y la compañíaB se
dirigió
a acruarcomo tapón.
Los
paracaidistas
se
preparaban para
una tercera
noche sin dormi¡
Una de sus
patrullas visitó Darwin
por
la noche.
par'¿r
onocer
por
boca de Brook
Hardcas-
tle, el administrador
ocal.
que
114
súbditos
ngleses
estaban encerrados
en
la casa
comunal
de Goose
Green.El
ma¡'orKeeble.
que
había
debidido
pedir
a
a
artillería
que
bombardeara
GooseGreen
para
evitar las
pérdidas
que
inevrublemente
ac¿Irrean
os combates
callejeros,
modit-icóentonces
us
planes.
Keeble había
pedido a Ia
brigada
un refuerzo de
2.000 disparos
de 105 rIIn.
tres
cañones
seismorte-
ros de 8l mm. El general e bri-eada ulienThompson
le envió la compama
J del
-11'
Comando
1'
le dio
la
orden de detenerse
ara
ecrrganizaru
dispositivo.A
la caída de la ncr-he. a
mpulación formada
por
el
capitiin John Greenhalgir
del
-\rm1
.A.rrCorps
(cuerpo
de aviación
de elércitor
r'
¡nr
el sarsentoKalisnky
evacuó
a los
hendtrs en heh,-óptero
ller'ó
algunas
provrsrones
Esta rnpulación
ha['ía srdo realmente doptada
or
el batallón en el -ur$ de
la u-aresía.
ero
se
habían
separadodespuésdel de:emba¡co
-{1
conocer los
''problemas'
de Keebie Greenhalgh e
puso
nmedia-
tamente
a
su
disprt l:rcin.aunque u aparato o estaba
preparadopardmrsiLrne:icrumas, En general odos
los
pilotos
de heli.Liplerr,r
ueronmotivo de admiración
a lo
lareo
de ttüa la
zuerra.
al aceptar
olar
en condi-
ciones mereorologicas
'
operacionales
eligrosas.
\'tás de une
r
r'ia fue salvadaDor una
evacuación n
extrerus
Ambiente
de
otro siglo
Comprendiendo
ue
era
necesario ratar
a evacua
ción de la
población
civil,
el mayor
Keeble
pidió
al
general
Thompson
Ia
autorización
para
omar
contacto
con la
guamición
de Goose
Green
para negociara
la
mañanasiguiente. Este contacto
se
hizo
por intermedio
de dos radioaficionados, Allan Miller, encargadode
una
granja
en San
Carlos,
y
Eric Foss,
efe
de
anade-
ía de Goose Green.
El
general de brigada
confiimó
a
los argentinos a visita de
una delegación
or
la ma-
185
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Más tarde los
de los
argentinos
exhumados
y
de
s
parac
a ü is as
br tánico
s
a sus
muertos.
17 muertos y
35
La
mayorla
de los
eran oficiales
y
ñana.
Se
propuso
al comandante
argentino la siguiente
alternativa:
rendirse o aceptar as
consecuencias
e un
rechazo,
pero
despuésde haber
iberado
a
los civiles.
La negociación
se desarrolló
en un ambiente de
otro
siglo: dos
suboficialesargentinosprisioneros
ueron
designados
para
avanzarbajo la protección
de la
ban-
dera
blanca.
Evidentemente
no parecían
encantados
con
su
misión,
particularmente
cuando
se
es
dijo
que
si
no
volvían
se
consideraría
que
el adversario había
decidido batirse hasta
el final.
-
De retorno al'amanecer,
os dos
suboficiales
parla-
mentarios
anunciaron
que
la
guarnición
aceptaba
el
principio
de las negociaciones.
En torno del mayor
Keeble
se consJituyó
un
pequeño
grupo, que
compren-
día
al mayor Rice,
comandante
de batefa, el
mayor
Héctor Gullan,
oficial de
enlace de a brigada, el
capi-
tán Rod Bell,
quien
sirvió
de ntérprete
y
el cabo Shaw,
operador
de radio.
El
jefe
de
batallón iñterino
había
solicitado
además a
participación
de los dos
periodis-
tas,
en calidad de
testigosciviles.
Todos se sacaron
os
cascos
y
los correajes
para
parecer
o menos
"guerre-
ros" posible.
La hora
del té
Las matativascomenzaronen una
barracade
chapa
ondulada en el aeródromo.
Del lado argentino estaban
representadasas tres uerzas. Un oficial de a Armada
acompañabaal comandantede la
plaza,
el
vicecomo-
doro de la Fuerza
Aérea Wilson
Dosier Pedrozo.
El
Ejército
estaba representadopor
el
teniente coronel
Italo
Poggi.
La
discusión
concluyó con la aceptación
de a rendi-
ción.
El
vicecomodoro
se
dirigió
por
última
vez
a sus
hombres,
ormados
en cuadro, os
que
antes
de
romper
filas
dejaron
sus cascos,
sus correajes
y
sus armas. En
estaúltima
revista
panicipaban
unos 250
hombresde a
aviación.
Los
efectivos del ejército
y
de las fuerzas
especiales
legaban
a la importancia
de un
batallón,
como
babían
anticipado los
oficiales de información.
La revista
conbluyó
con el Himno Nacional
argentino.
La reconquista
de Goose Green
ba a terminar
con
una nota
ípicamente
ritánica: os.114 iviles encera-
dos
en el
gran
salón de
la alcaldía desdeel
1
de
mayo,
fecha
del
primer
ataquede
os Harrier, ofrecieron
un té
a
sus
iberadores
en Ias tradicionales
azas del
Matri-
monio Real, con
galletas y pasteles.
El 2'de Paracaidistasontóentresus
ilas l8 muer-
tos. incluido el tenienteNunn de
los Marines,
y
35
heridos. Del lado argentino as
pérdidas
declaradas
en
principio
se elevabana
250
muertos
y
150
heridos.
Pero se-eúnun testigo ocular británico
Que
entendía
perfectamenteel español,habría habidouna confusión
en
as cit'ras El ma1'or rontera,segundo
omandante
del
Regimiento 13.
1'
el
vicecomodoro
Costa
habrían
hablado.
de hecho. de 250
"faltantes".
El entierro
de lós muertosargentinos
ue lúgubre,
con el agua
que
anegó
hasta
a mitad la
fosa común.
Ciertamente
o hatía
3-<0 uerpos.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 32/185
A LA HORADE
PONERSE
-AS BOTAS
Mucho se ha
discutido, casi
siempre
sin referencias, sobre
la calidad
del
vestuario de ambos contendientes
en
la
Guerra de
las Malvinas.
Este
informe,
de
la misnra fuente británica
que
el resto de
los materiales
que
componen
este
primer
volumen,
aporta un
lado
válido
de
la cuestión.
Los soldados nglesesse
quejan
de
las
botas
que
tuvieron
que
usar.
Y
según su testimonio,
preferían
las argentinas...
187
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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El Ejército
británico
presta
mucha atención a
la
comodidad
de sus fopas.
El Departamento
de Investi-
gación
y
Desanollo de Suministros
y
Vestimentas de
Cheltenham
dedica sus considerables
ecursosal
dise-
ño de equipos
para
el
personal
que
deben dar
las
mayores
satisfacciones,
a condición de
que
seanutili-
zadosen
las condiciones
previstas.
Este esfuerzo
no se
hace
por
razonesde benevolen-
cia, sino
por
el
hecho reconocido de
que
el ser humano
sólo puede actuar con eficacia dentro de un estrecho
margen
de condiciones. Cuando
estamosen
reposonos
sentimos
confortables
con una emperatura
orporal de
37
grados.
Con unos
cuantos
grados
más sentimos
calor
y
a los 47
nos invade el sopor.
A unos
pocos
grados
por
debajo
de37
sentimos río
y
a
los 27
nos
debili-
tamos.
El esfuerzo
ísico hace descende.r l
margen
de
temperatura
en
que
nos sentimos
confortables, mien-
tras
que
el
sueño hace
que
se eleve.
El viento, la
humedad,
a
alimentación,
el estadode
ánimo --€sos
y
varios
factores
más- necesitan ser tenidos
en cuenta
cuando
se rata de
hacer
que
el soldado se sienta
o más
cómodo
posible,
de manera
que
pueda
concentrarse
mejor en su tarea.
No cabe
duda de
que
el
equipo
personal levado
por
las
tropas ngless
-{on
una notable
excepción-
contri-
buyó
significativamente
al
éxito de la campaña
en
el
Atlántico
Sur.
Sin desmedro
del valor
y
la
destreza
demostrados
por
los hombres,
su
capacidad
p¿ra
man-
tener
un
alto nivel combativo
bajo
severas ondiciones
climáticas y
frente
a
condiciones
del terreno
a
menudo
espantosas,
se debió
en
parte
a Ia excelencia
de su
equipo.
La
excepción fueron
las
botas del
ejétcito.
La bota SDM
La bota
de suela directamente moldeada
(SDM)
falló
desasffosamente.
Dejaba filtrar el
agua
por
los
agujeros para pas¿r
los cordones
y
este defecto
se
agravó por
la suela impermeable. El
cuero
-que
es
poroso-
es
el único material
que permite
alguna
venti-
lación
de los pies,
de manera
tal
que
la humedad,
causada
or
el sudor
y
el agua, iene alguna
posibilidad
de seca¡se.
i toda
a botaesde cuero
y
no sólo a
parte
superior. la
capacidad
de
ventilación
mejora significa-
t1\'amente.
Otro det'ecto
que
se manifestó
ocasionalmentedu-
rante
el conJ-licto
e las Malvinas
-potencialmente tan
serio como el otro- fue que la suela dg la SDM se
despegaba
e Ia
parte
superior.
¿Pero.
por qué
ios
pies
húmedos
habían de ser un
problema
an :erio
I
La-s falr.inas
son
pantanosas,
más
pantanosas ue
-ualquierereno
en el
que
haya uiha-
do
el ejércitobnuímco en toda
su
historia.
El nivel de
humedad
es elevader. l terrenouniformemente
lan-
do, tanto
que
os hLambresehundían asta os
obillos.
Sus
pies
estaba¡ -Lrntj¡uamenteúmedos.
Pie
de
trinchera
Los
pies
continuarnente
úmedos
originanel
pie
de
trinchera. una
al e - - Line u'emada-me
te desa
radable
88
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 34/185
y
peligrosa.
Si no se a trata,el dolor se
vuelve ápida-
mente nsoportable
y
caminar
mposible. Alrededor
de
40 hombres
quedaron
uera de combate
por
esta afec-
ción
y
cuando
as fuerzas errestres legaron a Stanley
probablemente
a mitad de sus efectivos sufrían de
pie
de trinchera en diversos
grados.
La bota SMD
fue
introducida en 1960, en
reemplazo
del
antiguo
calzado. Entre las muchas azones
para
el
cambio figuraba
a necesidad e
una suela
más lexible
que las de las botas de cuero enterizo, Los soldados
briuánicos
descubrieron
muy
pronto
que
el
nuevo cal-
zado
ponía
os
pies
húmedos,más
que
el
anterior. Ante
las cíticas,
se
diseñó otra bota. Luego de siete
añosde
desarrollo os
primeros
126.000
pares
ueron
entrega-
dos al ejército, bastante
rónicamente,
en enero de
1982, lo bastante
pronto
como
para
la
guerra
de las
Malvinas,
pero
no lo suficiente como
para
su distribu-
ción
a las unidades.
El nuevo
modelo
tiene caña
alta. La
suela es la
SDM,
pero
por
lo menos
a lengua
seencuentra
ellada
dentro
de la
bota, de manera
que
el
agua no
puede
filtrarse.
Sus
costados ltos
disminuven a
posibilidad
de
que
entre
el agua cuando
se transita
por
terreno
pantanoso.
Si los hombres
que
ucharonen
as f ah'inas
hubie-
sen tenido
la bota
nueva, el
pie
de
tnnchera
hubiese
sido
un riesgo insignifiqante,
en
vez de una
amenaza
potencialmentedesastroza ara toda la campaña e-
rTestre.
Materiales
En
Gran Bretaña
ay numerosas
mpresas
ue
abn-
can
equipos
militares siguiendo as
especificaciones
del
Ministerio
de Defensa. Algunas
como
ia
CQC de
Barnstaple rácticamente
o hace
otra cosa
Esa
com-
pañía
rabajó
día
y
noche
durante a
preparación
r
toda
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 35/185
la
guerra
de
las Malvinas
para
mantener
equipadas
a
nuestras
fuerzas.
Pero
las especificaciones
son tan
detalladas
y
exactas,
que
sin
controlar
el número
de
contrato
es
mposible
decir
qué
firma
elaboró
un deter-
minado
producto.
El
material,
formas
y
métodos de
fabricación
están
prescriptos
hasta
a última
costura.
Se
producen
varios
tipos
y
marcas
de
arneses
y
correajes,
ncluso
el bien
conocido
Modelo
1958.
Este
equipo
es
fácil
de adaptar
para tantas
unciones
como
requierael usuario.Puedeutilizarse, por ejemplo, con
o sin
marco
para
a mochila,
con
un solo
bolso o con
varios.
Tiene
previstos nganches
ara
diversas
iezas
del
equipo,
incluyendo
herramientas
para
cavar
y
pue-
de
colocarse
o
quitarse
en
unos
segundos.
Su
defecto
es
que
está
hecho
9n
algodón
y
en
cons'e-
cuencia
absorbe
el
agua,
o
que
lo
hace
más
pesado
cuando
está
húmedo.
Se
han ensayado
¿Irneses
e fibra
sintética,
pero
aunque
son mucho
más
ligeros,
no
absorbentes
y
a
prueba de moho,
resultan
también
"resbalosos":
las hebillas
se abren
cuando
se as so-
mete a un
esfuerzo,
mientras
que
las tiras
de
los hom-
bros
y
el cinturón
semueven
en
tomo de
quien o
porta'
Serán necesariosmás trabajos de investigación para
*.
*í
combinar
las cualidades
antideslizantes
del Modelo
1958
con
laligeieza
y
resistenciadel tejido
sintético.
Por
otro
lado el
poncho
demostró
ser tan útil como
siempre.
El concepto
no es nuevo
en absoluto,
pero
a
prenda
en
sí misma
ha sido
radicalmente
mejorada
durante
los últimos
años. Es
de nylon recubierto
de
poliuretano,
liviano
y
totalmente
impermeable.
La
prenda
principal -usada usualmente
en
las Fal-
klands
para
hacer
un
vivac al instante-
es una sola
pieza de tela sin costuras. La capucha adosadaen el
centro es
lo suficientemente
amplia
como
para
cubrir
cualquier ipo de casco.
Broches
de
presión
ubicados en los bordes reforza-
dos
sirven
para
varios
propósitos.
Además de cerrar a
prenda
a ambos adosde
quien
a viste,
os brochesde
un
poncho pueden
nsertarseen os de otro
para
combi-
nar
varios
en
una sola superficie amplia,
que puede
ser
utilizada
para
cubrir el sueloo como
echo.
El
poncho
puede
asimismo
sujetarse el lado
de
los
pies
de una
bolsade dormir,
que
ambién ienebroches e
presión.
Colocado de esta manera
y
apoyada a
parte
de
la
cabezaen un soporte
apropiado, el
ponchp puede
for-
mar un refugio mur eficiente ontrael viento, a lluvia
y,
hastacierto
punto,
el frío. Un método alternativo
bastante
difundido es
levantarlo por
medio de una
cuerda
elástica on
ganchos
omados nunjeep
o eñ
un
arbusto.
El otro extremo es clavado
en
el sueló
con
soportes
e tiendade campaña
La
falta de sueño
ue citado como un importante
factor
en el colapso
de as fuerzasarsentinas.
Al care-
cer
de
posiciones
reparadas
e antemano,as
fuerzas
británicas
confia¡on esencialmente n sus bolsas de
dornlir,
que
ban desdeel
modelo
ártico
muy
aprecia-
do
por
todas as fuerzasde la OTAN), hasta as
de
la
marina.
que
son ,-ompactos quipos diseñados
para
reemplazara las sábanas mantas a bordo de los
buques
La bolsade dormir de combatey
de servicios
gene-
rales
tiene una cubierta nterna
y
externaunida
por
paredes
divisoras
Las cavidadesque
se
forman
así
están rellenas
con una mezcla
al 50
por
ciento de
{r ;
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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plumón y plumas naturales.
Las cavidades
evitan
que
pierda
relleno.
Aun cuando
la bolsa haya
permanecido'en¡ollada
durante
semanas, el
plumón
y
las
plumas recobran
inmediatamente
su
posición cuando
es abierta
para
usarla. Como está
hecha con
materiales
que
no
son
sintéticos,
a bolsa
puede
avarsecon
métodosconven-
cionales.
La bolsa de
combate
pesa 1.3 kilos, se despliega
rápidamente,
tiene un cierre de cremallera
todo
alre-
dedor
y
la
parte inferior es tdtalmente
impermeable
y
se extiende
hasta
a
cabeza
para formar una capucha.
Temperaturas
baio
cero
La bolsa de
dormir ártica es similar,
pero
mpermea-
ble en susextremos
y
abajo. Tamblén
iene más
elleno
aislantede
plumón y plumds. Pesa2.2 kilos,
pero ha
sido considerada omo
más adecuada
ara
as empera-
turas bajo cero. Cuándo se duerme
sobre
nieve o hielo
esmejor usar debajo una estera.Está hechade polieti-
leno
expandido
para
darle un alto
grado
de capacidad
de aislación.
En cuanto a bolsos, mochilas
y
cajas, recientes
experiencias
han
demostrado
que
los bolsonesde tela
que
deben ser
cargados
por
los hombres
tienen
que
diseña¡se
específicamente
de acuerdo con las
necesi-
dades. Un bolso
que
no es
lo suficientementeamplio
como
p¿ua oner
todo lo
que
un
hombre necesitaes
an
inútil como una caja demasiado
grande,
en la cual
el
contenido sedeslizacontinuarnente,
no importa
o bien
que
se
lo
acomode.
Ha habido algunas
quejas
sobre
mochilas
que
no se adaptan
bien al cuerpo.
De la misma manera, los materiales en uso van
desdeel
tejido
de algodón convencional
hasta
produc-
tos
sintéticos
que pueden
ser
extralivianos,
impermea-
bles
y
a
prueba
de moho.
La mochila de
servicios
generales
SG),
completa con
su arnés,
por
ejemplo,
pesa
an sólo medio kilo
La
mochila
del
S
A
.
S. demostró
una vez
más
serde
excelente
iseño.
Amplia.
liviana y
resistente
es
da
a
las
fuerzas
aerotransportadas
a
versatilidad
que
re-
quieren
sin restringir
su libertad
de movimientos.
Una
queja
respecto
de los materiales
intéticoses
que
son
"ruidosos"
Cuandodos
prendas
e nylon se
rozan entre sí producenun sonido característico,o
último
que
desea
un soldadocuando
avanza acia el
enemigo
por
la noche
Peroen
este ereno tambiénse
están
haciendo
prosresos.
Pese
a algunos
del-ectos.
os materialesmodernos
of¡ecensignit-rcativas
-enrajas
n o
que
hacea equipos
militares. \o ha-v-
uda de
que
hay
que
desarrollarlos
más en ciertasáreas.
pero
umbién estáclaro
que
los
progresos
que
se han
hecho hasta
ahora-botas aparte-
hacen
de
las
tropas
britiínicas
la envidia de la mayor
parte
del mundo.
*.
t
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i
lf'
_
-f_-
\-
1 $++'r
-
+\
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Ios
médicos militares
que par-
tieron
hacia Ia
guena
de las
Malvi-
,ras
pertencclon
a un cuerpo de tra-
üciotus
a
,ncnudo
más
antiguas
quz
las
dc
las
anifus dc las
que
cu¡aban
h¿ridos. Pero
si ln conjwt-
ción
de Ia mcdicitu
y
&l estdo
milinr
se
rernonta
en'Inglaterra
al
siglo
WII,
fue
en una época re-
ciente
cu¿nda las ¡n¿dios
dc trata-
miento
y
evacuac6n de los
heridos
dquirieron ciern $cacia.
Ittdiscutiblemente,
el
personal
&
los ce¡tros
quirúrgicos
de
cam-
paña
del Royal
Army Mcdical
Corps
(Cuerpo
Médico
dcl Ejérci-
to)
y
sus homólogos
de la
narina
quc
lucluron
en las
Malvinas
para
salvar
vidas
hu¡natus
en
plena
zo-
na
dc comfute,
dieron
pracba
de
ma
$cacia
ejemplar.
He
quf
las
ci;fras:
sobre
650 luridos
trattdas,
hubo
tres
muertes ¿n toul;
318
operbciones quirúrgicas
fueron
efectuadas
en
los hospitales
de
campaiu donde la improvisación
era
por
necesifud
Ia regla.
Ejem-
plos:
un
generafur
de
frecuencia
utilizado
para
aliuiar
el fulor
por
electro-acupuntura;
sangre en sa-
chets
de
plástico
calentqdos
al
"
baño
Mar{a"
en uru vieja
lata dz
coruterws.
No todo era improvisú,
por
supuesto.
Un régimcn especial
quc
combinaba
perlodos
d¿ sueía
y
la
ingestión
de ciertos ¡tudicai¡untos
permitla
a los
pilotos
de los apara-
tos
del semicio médico
volar
hasta
I0O horas en 15 dfas <l dobl¿ del
náximo tpmuL
y
agtuntar du-
ranÍe
las rotaciones
de 30
horas
de
vuclo
ida
y
vuelu
ent¡e
las Ma,lvi-
rus
y
la isla dc Ascensión. A la luz
dc
la experiencia
de
las
campaías
precedcntes,
los
círujanos
ponlan
apósitos
livianos
sobre
las
heridas,
-
dcjóndolas abiertas
crratro o cinco
dlas
para poder
eliminarfácilmen-
te
las carn¿s muertas
y
residuos dc
que
se ttunifestaran dcs-
pués
dc la
primcra
intemención.
Fl ancestro
del RAMC se remon-
ta a I ffiO
,
echa
en la qrc cirujanos
fueron
destinadqs a todos los regi-
mientos
britónicos, bajo la autori-
fud de un Inspector
Gen¿ral de
Royal
Army
Medical
Gorps
K.Lj les
Itrospinles. Después de la
gucrra
d¿ Crimea,
que
vio el dertumba-
miento
de los senicios
nédicos
y
hospinlarios
y
de
su
intendencia,
la
organización actual com¿taó a
tomar
forma.
El Medical Staff
Corps
(Cucrpo
d¿ Médicos
Milin-
res)
tn
credo en 1855
y
el
Army
Hospital
Corps comenzó a
fomur
erfermeras
en 1875.
Durante las dos
gtrerras
mwtdia-
les la acción de los ser¡ticios médi-
cos
fue
tanto
prevenir
la enfenne-
dad co¡ao curar a los hcribs.
Du-
i
rante
I¿ Segwda Gtprra
sólo ell
RAMC
perdió
6.873
oficiales
y
tro:
t
pa.
La
Se
gunfu
Guena
Mwdial
lo
I
vio
participar
entodas
las acciones
donde los
combatientes
británicos
estaban
conprometidos
y ganar
tos
flancos
de las
posiciottcs
d¿ comba-
te,
muy a mcrutdo al exterui
de w
paracaldas
o a bordo
dc utu em-
barcación de asaln.
Esta
grrerra
vio
también aparecer
y gencrali-
zarse l¿ translusión de sangre y, a
partir
ile 1913, el empleo
de Ia
pe-
nicilina.
Los servicios médicos
actuales
comprendcn, &ntás dcl
RAMC, el
Royal Amy Denal Corps
(Semicio
Odontológico)
y
el
QARANC,
or-
ganización propia
dc b enferme-
rla. En tiempo dc
paz,
Ia
nayoría
del
personal
sime en los
hospitales
milinres. En caso dc
gucrra,
se
wten a las uniMes
médicas de
pri-
m¿ra llnea. Todos,
oficiales o
no,
reciben instrucc ón
de combatie
nte
y
son entrenús en
la evrcuación
sanitaria
por
helicóptero
o
vehfcu-
los tácticos especializados
del
tipo
d¿ la ambul¿ttcia
blindada Sanu-
riun.
Médico
milimr
(nayor)
del Royal
Army
Medical
Corps, destitrdo
a
los
F¡acaüista¡
en el cc¡trol
nédico
de Ajax
Bay. Este
néüco lleva
un
gru¿so
pullover
dc lanu
cobr vcrdc
oliva, con bs insignias de
grado
(cn
ncgro
esfunú)
las chaneteras
y
la insignia
de
paracaiüsta
en su.honbro
derecho.
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f f i . -
reKffimfimK
ffi
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Kffis
pse:nii
ril.l.i:-
ei
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w
kwmk*rs
AVISO
AL
PUBLICO
Ante numerosas
onsultas ecibidas,EDICIO\-ES FER\A:{DEZ
REGUERA - que
iene
en
preparación
l
Volumen
I de LA
GUERRA DB LAS MALYI\.{S
(la
versión
argentina)
comunicaa sus ectores
al
público
en
general,que
sólo atenderá
or r'ía postal
cualquier
ofrecimiento
de
colaboración.
Fotografias
y
Testimonios
Así
como cualquierotro material
que
seconsidere
e nterés
ara
su
publicación,
podránofrecerse or
carta
a
nuestra irección:Av. RamosMejía 1680 CP 1104) " pisooficina28 SectorD. Agradecemosesde a su
colaboración
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Jefe
de
Redacción:
hacho
odríguez uñoz
La
obra ompleta
e
publica
n
dos
volúmenes
ue
totalizan0 fascículos
e aparrciónemanal. ada
fascículo
onsta e
16
páginas
nteriores
mpresas:o-3:
color,
onsuscorrespondientes
ubiertas.
onel
fascículo
ue
completa
adaunode osvolúmenese
ponen
Iaventaas
apas
ara
u encuadernación
El
editor e reserva
l derecho e
modificar l
precio
e
venta
el
ascículo
n el
ranscurso
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a obra i
as
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el
mercado
sí
o
exigieran.
o Edicionesernández eguerg
Argentina)
o Marshall
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Gran
retaña)
Prohibida
u
reproducción
otalo
parcial
in
autorizac
^
de oseditores.
LA
GUERRA ELASMALVINAS
Fotocomposición:
inotipiaometa, hi le
388.
Pho:c
Lettering
A,Combate e
losPozos
651467.
apital
Federal.
lmpreso
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Talleres
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Sociedadmpresora
Americana,
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Capital,
en
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de
1986
Distr ibución
n Capital
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Vidal
e
H.,
Carlos
Pellegrini
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1"'
piso,
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392-8020
Distr ibución
n el
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venida elgrano
55
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piso,
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30-1536.
Papel ditomat
15
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FábricaWictel, istr ibuidor
Copagra
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Para
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los
distribuidores
a
EDICIONES
ERNANDEZ
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1680
CP
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Aires.
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313-0397
LX 900
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Editor: osé
Juan
Fernández
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Redacción:
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LuisGarasino
Danilo
Manzini,
Diagramación:usto
Antonio anz.
Cartografía:lejandroMalofiej.
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.11 do:
Después
de
los
SAS
y
del SBS,
:¡rircros
en
divisar
Puerto
Íueron
los
la compañla
K
12'
Comando,
que
se
en
la cresta
en
la noche
-at
de mayo,
después
de
helicóPtero
Justo
de ellos
llegaron
los
de
la 79 baterla
del
r?g¡miento
de
arrtilerla
de
Exima:
Las
pequeñas
antipersonal
de este
:LlusAron nUmerOSAS
Fue necesario
una a una-
Una
hazaña n
el
Monte
Kent
El l" de
junio
los
primeros
obuses
de la artillería
británica explotaban en las inmediaciones de Puerto
Argentino. Una
batería
asignadaal 42" Comando aca-
baba
de abrir
fuego desdeuna
posición
en contrapen-
diente, sobre
el Monte
Kent. Ese fue un
momento
de
alegría
para
los
ingleses. Menos de una
semanades-
pués
del
desembarcode San Carlos
una formación
importante
se encontraba
iteralmente a tiro de cañón
del objetivo
final.
¿Cómo
había legado
ha-sta sa
posi-
ción dominante?
Fue uno de los episodios
más mpor-
tantes de la campaña, aun cuando
fueron sobre todo
Goose Green
(Pradera
del Ganso)
y
la
pérdida
de las
grandes
unidadesde la
flota británica os
que
acapara-
ron en esaépoca
os mayoresencabezados e a
prensa
mundial.
Es necesariovolver
al
25
de mayo, fecha
en la
cual
el
general
Julian
Thompson
recibió
la orden
de abrir
la
cabeza
de
playa
de San
Carlos. A disgusto,
dispuso
que
el 2" de Paracaidistas
marchara
hacia
Goose
Green,
y que
el 3"
de Paracaidistas
eI45"
Comando
se
dirigieran
hacia
el Oeste,
hacia Douglas
y
Teal Inlet.
Se había
confiado
al 40
Comando la
defensa de
la
cabeza
e
playa,
en
casode contraofensiva
del
enemi-
go.
En
cuanto al 42"
Comando
no había
más
que
una
solución:
ma¡char
hacia
el suroeste.
en
dirección
a
Puerto
Argentino.
Fue
una suertepara
os hombres
del 42.
que
el SAS
hubiera enido a ideade establecer na base avanzada
de
patrullas
sobre
el
Monte Kent,
desde
donde había
lanzado
un cierto
nrlmero
de incursiones.
El
27
de
mayo
esaaltura
estaba
máso menos
bajo control de
los
hombres
del SAS.
Otro
golpe
de
suerte
para
ellos
fue
que
el
Regimiento
12 de Infanteía
argentino
acababa
de
ser
transportado
en helicópteros,
como refuerzo,
a
Goose
Green. Para
el 2'de Paracaidistas,
or
supues-
to, eso
caía mal.
Pero
para
el
42",
en todo caso,
la
ocasión
era única para
omar
la iniciativa y
dar
un
gran
salto hacia
adelantg,
con
la
posibilidad,
como recom-
pensa,
de apoderarse
e as
alturas
al
Oestede Stanley.
No
obstante,
un
gran
problema
sg
planteaba
ara
esa
unidad:
¿Cómo
levar
500 hombres
an lejos
y
de
una
solavez?Una soluciónerapor airepero,¿conqué?Del
lado
nglés,
y
a o largo
de odo
el conflicto,
el
helicóp-
tero fue
el medio
de
transporte
más
apreciado,pero
no
había
bastantes;
odos estabanasignados e lleno'al
reabastecimiento a a evacuaciónde heridos. Durante
dos
días, el PM
(Puesto
de Mando) de la brigada se
dedicó
a hacercuentas:500 hombres
atransportar,a27
hombrespor
cadaSeaKing
(sobrecargados),
¡implica-
ba veinte
rotaciones Además,
había
que
acare¿u ca-
ñones,
morteros, víveres,
unidadesde fuego de reser-
va,
misiles
"Milan" con dotación complementaria,
qtc.
Al fin
de cuentas,
se omó la decisión de transportar
por
helicóptero
a la
CompaníaK del42" Comando a la
cima
del Monte Kent,
en la noche del
30 de mayo. La
operación
tuvo
que
ser
postergada
para
la noche
si-
guiente
debido
a una espesa
niebla acompañadade
escarcha.
Pero ue
un éxito. Los
coronelesNick Vaux,
del42' , Mike Ross,de os SAS y el restode a Compa-
ñía K,
se amontonaron
en dos helicópteros
y
fueron
depositados
en la misma
cresta. Dos horas
después,el
único
"Chinook"
de
la
RAF
que
se
pudo
conseguir
descargaba
llí
un cañón de 105
rnm con
300 obuses.
La
cumbre
quedó
de
ahí en más ocupada
por
los britá-
nicos.
No les
restaba sino
esperar refuerzos,
o una
avalancha
de obuses
argentinos,
o un contrataque.
Jugando
al rango
Pero fueron los refuerzos os
que
llegaron
primero.
En la
nochedel l'de
junio,
el teniente oronelSimon
Thornewill volvió
con susSeaKing
para
dejar sobreel
Monte Kent al resto de los comandos. Con ayuda de
visores
especiales
ara
vuelo nocturno
os
pilotos
efec-
tuaron
un
verdadero
uego
del rango,
saltando
por
encima
de las turberas de la
"Tierra
de Nadie"
que
constituía
el centro de la isla. Les fue necesariohacer
varias "rotaciones"
o
viajes
redondos,
sin sobrepasar
nunca
una
altura de 5 a 6 metros
por
encima de los
obstáculos,para
ransportar
al regimiento hasta a zona
de aterrizajepreparada
n
a
contrapendiente,al abrigo
de la
observación desde Puerto
Argentino
y
de la
artilleía pesada
argentina.
Al 42'le
faltaba a
CompañíaJ, formada
por
ele-
mentos
dispares
y, particularmente,
por veteranos
del
Destacamento 901, queconstituíaen tiempos nonna-
les
la
guarnición
de Puerto
Argentino. Fue
probable-
mente
en razón de.su
conocimiento de a isla
por
lo
que
habían
sido
destacados, n apoyo
del 2'de Paracaidis-
tas,
en Goose
Green,
por pedido
expreso del mayor
Chris
Keeble. su
comandante nterino.
Había necesi-
dad
de refuerzos para
atacar
al amanecer del 29 de
mayo,
y
la
Compañía J había
sido helitransportada
el
28.
Pero
el ataque
no tuvo lugar
por
haberse endido
los
argentinos,
entretanto.
L:,os
ías
que
siguieron fueron
penosos
para
el
42"
Comando.
De hecho,
el
peligro
principal
no venía del
enemigo,
sino del
mal tiempo. Los
hombresestaban,
sin
duda,
bien entrenados
para
el combate
en regiones
polares en as écnicas e'supervivencian un medio
ambiente peligroso.
Pero iban
a tener necesidad
de
todos
sus conocimientos
eóricos
y
prácticos
al encon-
193
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 42/185
Debajo:
.Vientras
que
los
-:)
Comandos
consolidaban
.. .
|
1 . t t
ón en
el Monte
Kent.
:. :r¿nsporró por helicóptero
J
molor cantidad
Posible
de
-;' i(-n¿J
morreros
y
-.tni¿iones
Las
posiciones de
::.,,, úrcron
distribuidas
en la
:,-,ntrapendiente,
en espera
de
.;
llegada
en refuerzo
del
45'
t
Jel
1
de
Paracaidistas.
trarseacurrucados
etrás e a cresta.
iritando
de
río.
Por extraño
que pueda
parecer,
n
frío intenso
s
un
factorde confort si hay
nieveen el suelo.
Pero
cuando
la temperatura scila
alrededor e cero
grado
a nieve
sehace
pesada,
os hombres e
mojan
y
el
gran
peligro
es la humedad.
Bien seco,
un hombre abrigadodel
viento,
metido en su bolsa
de dormir, es capaz de
resistir el frío, al
aire libre, casi
indefinidamente.
Mojado, no lo
puede
hacer
por
mucho
iempo.
En esas ondiciones, adaelemento el equipo iene
su importancia:
as botas de
goma
revestidas n su
interior con
forro de
plástico
para
mantener os
pies
secos,
y
los cubrecalzhdos
e caucho
del
equipo
de
protecciónNBC
(contra
as radiaciones
ucleares,os
agentesbacteriológicos
químicos).
Los uniformes
impermeables
ueron usadosen
forma
permanente,
los
refugios
se
protegieron
on
ponchosy
alfombras
especiales.
Además,
as
patrullas
eran
muy frecuentes orque
jugaban
un
papel
esencialen la recolección
e
infor-
maciones.
A menudo eran
simples
econocimientos,
en os
que
algunos ombres edeslizaban provechan-
do los accidentes
el
terreno
ara
observaras
posicio-
nes
del enemigo
y
localizar obstáculos.Pero hubo
también
patrullas
de combate.
E,l42"
Comando
se extiende
como
una
mancha de aceite
Las incursiones
ran siempreuna
pruebapara
os
nervios,
ya
se ratara e ender
naemboscada argen-
tinos mprudent'es
omo de atacaruna
posición
débil-
mentedefendida.
El obietoeradessastar l adversano
I
'T.
j::l+*$
,,t
dp-:r',:
;
ff'e**
¡*-'
*
l¿
-€
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 43/185
:.
3i3
t\Jsible.
ecabarnformaCionesobre us
pun-
:.:in3so débiles,
us
posiciones,
usefectivos su
fuego. Inevitablemente, ubo
pérdidas.
:rnbién necesario
ue
algunosededicara ocali-
'ampos e minas.Debedestacarsea bravurade
z¡¡adores
y
de los ingenieros
e asaltobritánicos,
rrneron pasos
n os campos
minados.Las nfor-
aportaron,
por
otra
pafe,
fÚeron
de
vital
en el desarrollo de los aconteci-
-
3: los
C¡n su base
de operaciones
ien establecida n el
,::e
Kent. el
42"
Comandose extendiócomo una
de aceite
por
las crestas ecinas.Al
Suroeste
ocupadosel Monte
Challenger, deSpUéS
l
Wall y,
más importanto
todavía, la
punta
de
Cove
que,
al OesteKent, domina
oda a
planicie
alrededor
de Estancia
House. Fue
allí
donde
el l. de
junio,
despuésde
una marcha
épica, el
3" de
Paracai-
distas
debía
establecer
su
PM
y
su base de
patrullas.
Tres
días más ta¡de,
el
4 de
unio,
los
hombres
del
4T
Comando
ban a reunirse
con os
del 45",
que
tenían os
pies
aún más doloridos.
Una
vez
emplazados
esos
res
batallones
alrededor
del Monte
Kent,
las vías
de
aproximación
porel
Oeste
a las
defensas
e Menéndez
en torno
de
pue¡to
Argen-
tino estabanaseguradas. uliránThompson y su 3. Bri-
gada
de
Comandos
controlaban,
de ahí
en adelante,
todo
el Norte
y
el
Noroeste
de la isla.
El
transporte
por
helicópteros
del
42"
Comando
ha-
bía sido
un
golpe
de
audacia.
Esa
ue,
sin
duda, una
de
las
accionés
más
importantes
del
conflicto,
aunque
todavía
no
haya sido
apreciada
en
sujusto valor.
Dcbo{o:
Las cottdicibnes
meteorológicos
eran
espantosas,
y
les
fue
necesario
a los hambres
del 42.
Comando
aplicar
todo su
saber
en materia
de
supentivencia
en climá
polar
para
no dcjuv.úút.
Paro..
los a¡tilleros, Ii vid¿, ¿A
tdovfa
nás
ücil.
.
It¡Wosibl¿
cnhrrar
pr$undatacntc
los úo¡et,
borgta
ad4ü&¿tm
agataitg$iin.w
poco
nús
cn'hffiiidck
'
st¿elo.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 44/185
Refuerzo
ritánico:
la
5a
Brigada
El l'de junio. las fuerzasbritánicas esemba¡cadas
en a Malvina del Este ecibieron
el refuerzo
que
espe-
raban: a 5'Brigada
de
Infantería
embarcada n Ingla-
terra
en el
Queen
Elizabeth
II acababa e llegar
a San
Carlossin ncidentes.El
almiranteFieldhouse,
efe
de
Operaciones de la Fuerza
de Tareas en el Atlántico
Sur, no
podía permitirse
aventurarun objetivo de
pre-
ferencia
omo el
QE-ll
enaguas
emasiado
eligrosas,
y
especialmente n el interior delaZona de Exclusión
Total.
Tambiéndesde u legadaa las Georgias el Sur,
el
27 de mayo,la
Brigada
habíasido ransferida
l Can-
berra
y
al
Norland
mediante l empleo
de a
flotilla
de
barreminas,en un operativo
que
duró dos días. La 5'
BrigadaentróenSanCa¡losel 3l demayo. La pnmera
unidad, desembarcada l
día siguiente, ue el Primer
Batallóndel 7" de Gurkhas,seguido or el 2'Batallón
de los
ScotsGuards
(Guardias
Escoceses) el l'de
Welsh
Gua¡ds
(Guardias
Galeses), odos del
Can-
bema.
En tierra, a situación áctica
era
elativamente im-
.
ple:
al Norte, el
45'Comando
y
el 3" de Pa¡acaidistas
acababan
de termina¡ su
"c¿urera
de
fondo"
de 80
kilómetros
y
de
tomar, el 30 de
mayo, el control de
Douglasde Teal nlet. Al Sur, el 2"de Paracaidistase
había
distinguidoen GooseGreenal elimina¡
a ame-
nazaargentina
n ese
sector.El 42"
Comando,
aprove-
chando todo el
potencial
disponible en materia
de
helicópteros,
ehabíaapoderado
e os montesKent
y
Challenger
n el iárea
ércana nmediatamentel
oeste
de PuertoArgentino.
El
general
eremyMoore había omado,
además, l
-
I
-
f . - ¡ f .
'-?
-1,'¡--
,-
.'i-
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 45/185
Debajo: Los
hombres
de la
Brigada a bordo de uno de
clósicos
LCU estarán
en
instante.
Hablan
una
vez en Georgia
del
Queen
Ehztbeth-Il
al
trataba, en
al
en las aguai
de.San
Foto en color:
Algunas
que
las bombas
Sir Galahad
apostado
míentras
que
de
helicópteros
a
Cove para la 5" Brigada.
.mando
del
conjunto
de
fuerzas
terrestres,
asumido
hasta
entonces
por el
general
Julian
Thompson'
y pre-
paraba el asalto
final a
la ciudad.
Tripte
amenaza
sobre
Puerto
Argentino
'
Móore
informó de
su misión al
general Wilson,
comandante
de la 5'
Brigada: se trataba
de tomar el
control de
la ruta
de acceso
a la capital
por
el Sur.
Para
esa operación,
el 2" de
Paracaidistas ería
colocado
bajo su mando.
El
batallónestaba,
en efecto, en una
fase
de
selección
de prisionerosy de recuento de sus
efectivos
n Goose
Green.
La 3'Brigadade Comandos
de Thompson
aseguraría
a cobertura
de las aproxima-
ciones
Centro
y
Norte. Para
os argentinos, so
mpli-
caba una
triple amenaza
que
convergía
sobre
Puerto
Argentino.
Durante
ese tiempo,
el nuevo
"patrón"
del 2' de
Paracaidistas, eniente
coronel David Chaundler,
ha-
bía sido lanzado
en
paracaídas
esde
un C- I 30, el 2 de
junio,
sobreGooseGreen,
para
relevar al
mayor
Chris
Keeble
y
el
general
Wilson había dado
orden a los
gurkhas
de
mantenerse
prep¿Irados ¿Ira
elevar a esa
unidad.
El 3 de junio la situación evolucionó de manera
espectacular:
a
población
local de Darwin
hizo saber
al 2"
de
Pa¡acaidistas
ue
la línea
telefónica
civil
que
corre de Swan Inlet
House, 25 kilómetros al Este de
parwin,
aFitzroy,30
kilómetrosmás'lejosen direc-
ción a Pueno
Argentino,
estaba
aparentemententacta.
Wilsbn
ordenó
inmediatamenteal 2" de Paracaidistas
que
enviara
una
patrulla
helitransportada
ara
verificar
la información. La Compañía B fue la encargadade
hacerlo.A du legadaa Swan nlet House,el
efe
de a
patrulla pudo
comunicar a
Fitzroy
Settlement
que
ni
Fitzroy,
ni
Bluff
Cové
al Norte,
del otro
lado de Puerto
Fitzroy, estaban cupados
or.los
argentinos.
Objetivos: Fitzroy y Bluff Cove
'
La
patrulla
de la CompañíaB
volvió a Darwin
para
ilevar
ésa
nformación al
general
Wilson,
quien
vio
que
allí
habíauna buenaocasión
ara
omar a niciati-
va.
El 2óde Paracaidistascababa e ser elevado
por
el 7'de Gurkhas
y
se e
{io
la ordende desplegarse n
Fitzroy
y
Bluff
Cove,
orden más fácil de dar
que
de
ejecutar,
porsupuesto, a que
una
vez
másse
plantea-
ba
el
problema
de
los medios de
transporte.
Al
haber conseguido
os
argentinoshundir al Atian-
tic
Conveyor
el25 de mayo,
el
p¿rque
e helicópteros
pesados
había
quedado
reducido
a un solo
"Chi-
nook",
empleado
plena
dedicación
ara
levar a los
prisionerosargentinosdesdeGoose Green. Wilson lo
hizo
requisar nmediatamente n
provecho
del 2'
de
Paracaidistas,
ero
ni
el
PM
del
general
Moore ni la
3"
Brigada
habían sido
puestos
al
corriente:
Consecuenciaógica: cuando a
l' Compañíadel 2'
de Paracaidistas
terrizó en Bluff
Cove
tras
el
primer
vuelo,
los infantes de Marina
del Mountain and
Arctic
Warfare
Cadre.(unidadespecializada e combate
en
reliones montañosas
polares) que
ocupaban
puestos
de
pbservación
delante de las líneas
de
lg
3" Brigada,
tomaron
el helicóptero
por
un aparatoenemigo.
Esta-
ban
atacándolo cuando,
a último momento,
alguno
comprobó
que
os soldados
que
saltabande él llevaban
uniformes
británicos. Había altado poco, pero
el
yerro
era excusable, por otra parte, porque los argentinos
también
disponían
de helicópteros
Chinook".
Falta
de
helicóPteros
La Compañía
B ocupó
Fitzroy
y
el resto
del
batallón
tomó
posiciones
alrededor
de
Bluff
Cove.
Todo
el
dispositivoestuvo
en su
ugaren a tarde
del
3 de
unio'
y
los hombresmuy
contentos
e
poder
nstalarse
n
os
galpones
de
esquilade
oVejas.
Era una satisfacción
particularmente
notable
entre
los del 2' de
Paracaidistas,
que hallaban
por fin
un
techo
y
la
oportunidad
de
secar
sus uniformes
en
la
relativa ibiezade esosgalpones.En aprecipitación e
la orden
de ma¡cha,esas
unidades
abían
partido
con
equipo
y provisiones educidos.
Lafalta
de helicópte-
ros hacíadifícil,
además,
el menor reabastecimiento.
Afortunadamente,
os
insulares e mostraron
muy
dis-
puestos
cooperar,
según
a opinión de
sus ibertado-
res,
y
el cordero
figuró
en el menú durante
varios días.
Faltaba legar
el resto
de la brigada.
Pero a falta
de
helicópteros
pesados el muy mal tiempo
que
reinó
de
allí
en adelante
mpidieron
todo transporte
aéreo.
Los
Welsh
Guards
hicieronuna entativa
e desplazamien-
to a
pie, pero
fue necesario
lamarlos de
vuelta al cabo
de 12
horas, tanto
por lo
penoso
de a marcha
como
por
las
incesantes
veríasde sus
"Snowcats"
(tractores
especiales ara nieve).
La
única
soluciónera
a vía marítima.Se
lamó a os
buques de asalto
Fearless e
Intrepid.
Entre
tanto,
el
oficial de
Operaciones
g
os
ScotsGuards
el
comañ-
dante de los
Welsh
Guards
se hicieron transportÍu
en
helicóptero a Bluff Cove
y
Fitzroy
p¿Ira
efectuar
un
enlacecon el
2"
de
Paracaidistas,l
4
dejunio.
El
plan
establecido
reveía
l embarque e os ScotsGuards
en
el Intrepid
en la nochedel
5 al 6 de
unio;
los
Welsh
Guards
y
los elementosde
apoyo de la Brigada les
seguirían,
a bordo del Fearless,
la noche siguiente. El
7' de Gurkhas se reuniría con ellos
Por
prudencia,
se decidió
que
los
buquesde asalto
no se aventuraríanmás al Estede Lively Island,a la
entrada
de
la bahía
de Choiseul,
debido
a la
posible
existencia
de baterías
de misiles
Exocet
en
tierra.
El 2'de Paracaidistas en buena
posición
EI 5
de
junio,
un nuevo movimiento
dio a
Ia
5"
Brigada,
y
más
particularmente
l2"
de
Paracaidistas,
un poco
más de confort
y
seguridad;
a
Compañía
J del
42"
Comando
erminaba, en
efecto, de ser ransportada
en helicóptero
a una
posición
al
Surestedel
Monte
Challenger.
Durante
ese apso,
el 2.
Batallón
de os
ScotsGuards
se
embarcaba
en el Intrepid,
en tanto
que
su
jefe,
teniente
oronel
Mile Scott,
ecibíalas
últimasórdenesdelgeneralWilson
en Darwin.
Al
atardecer,
l Intrepid
dejó
San
Carlos.
Una
compañía
e os
Scots,
denomi-
nada para
esa
circunstancia
Flanco
lzquierdo",
se
hizo
cargo
de las
trincheras
del
2"
de
paracaidistas
delante
e Bluff
Cov'e; tra,
'Flanco
Derecho"
tomó
posición
más
al
oeste
en
tanto
que
la
Compañia
G
ocupaba
as
instalaciones.
os hombres
de
..Flanco
Izquierdo"
eran os
más
expuestos
l mal
tiempo, pero
su
punto
de
observación
ra
excelentepuesto
que
les
brindaba
ista
sobre
os montes
Harriet,
Tumbledown,
William
y,
finalmente,
sobre
Sapper
Hill.
El
Sir Tristram
y
el Sir Galahad
A esahora,el teniente oronelScottestaba, or otra
parte,
más
preocupado
por
brindar
un
poco
de
confort
a
r97
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 46/185
. \
I
a
sus hombres,
que
sufrían
por
el
frío,
que
de
ninguna
otracosa.Hizo relevar ápidamente
"Flancolzquier-
do"
por
la
Compañía
G
y
distribuyó o mejor posible
los
galpones
sitios echados
ara
que
odo
el mundo
pudiera
secarse, omo lo habíanhecho qs del 2'de
Pa¡acaidistas.
Mientras
que
os ScotsGuardsse nstalaban o mejor
posible,
era el turno
de los Welsh
Guardsde hacer a
travesía.El tiempo habíaempeorado ensiblemente
l
6 de
unio.
En
la noche,
dada
a
faltadebarcazas CU,
no se pudo dejar en tierra más qüe a medio batallón,
partiendo
de Lively Island. El resto uvo
que
volver
a
Goose Green
a bordo del Fearless.En esa fase,
el
comandantede la Fuerza de Tareaseqtimó demasiado
arriesgado ontinuarutilizando os buques e asalto,
y
los hizo reemplazar
por
dos navíos de Desembarco
Logístico
LSL),
de
a flota
de reserva,
l SirTristram
y
el
Sir
Galahad.
El
primero,
cargadode abastecimientos
municio-
nes llegó a Fitzroy el 7 de
junio
por
la tarde;
el S¿r
Galahad
debía
transportar a los
Welsh
Guards
y
al
resto de las tropas.
El
general
Wilson
quería
además
instalarallí rápidamente u PM operacional
uyo equi-
po, los mediosdecomunicacionesnparticular,estaba
en su mayoría
montado sobre vehículos
Land Rover.
Una tentativa
de llegar a Fitzroy
por
tierra fracasó,
por
hallarse
mpracticables
as rutas.
Wilson
requisó en-
tonces
un
barco
costero
ocal, el
MV Monsunen,para
llevar a cabo
unto
con
un LCU
el traslado
de su
PM
hasta
Fitzroy.
¿Cañones
de 105 mm
en
Port
Harriet?
El Monsunen levó a
cabo su misión
y
el PM
se
instaló
en una
granja
en la tardedel 7 dejunio, péro
a
causade una
avería en la radioemisorael LCU no
hizo
su apariciónhasta
el día siguiente
hacia
el mediodía,
con todo
el
resto
del equipo.
Duranteese iempo,el 2'Batallón de os Scotshabía
lanzado
su
primera
operación.
Las órdenesdel
general
Wilson
eran destruir dos
cañonesde
105 rnm
v una
i
esración
e radar
señalados
n a
proximidad
de Puerto
Harriet
en
realidadseencontraban
n SealPoint,
casi
completamente
l Sur con relación
a Stanley muy
en
el interior
del
perímetro
argentino).
La sección
de
exploradores
ue encargada
e la misión.
Estableció
una
base e
patrullas
unadocena
e kilómetros
elan-
te de
Bluff
Cove. Después.
el
7
de
junio
al caer
la
noche,
se dirigió
hacia susobjetivos
acompañada
or
la
batería
e
artilleríadestinada
l apoyo
del batallón
y
por
un
grupo
de exploradores del
Cuerpo de Inge-
nteros.
El
desastre
La
sección
se dirigió en
principio
haciaPuerto
Ha-
rriet House
que, pese
a
las
presuncioneseveló estar
desocupada. na
patrulla
ue dejadaallí,
iniciandoel
resto la búsquedade
los cañones,naturalmente
in
éxito. La
informaciónhabía
sido evidentemente
alsa
en
esaocasión.
Quedaba
a estación e
radar
Rasset,
de fabricación
sraelí). Mientras
que
el
grueso
de la
sección
volvía a Bluff Cove,.la
patrulla
dejada
en
Harriet House ue encargada
e ocuparse
e ella en
la
nochedel 8 de
unio.
En la mañanadel 8, una patrulladel SAS había
llegado
al
sector; omo
no teníaoperación
nmediata
la vista sedecidió
hacerla ncorporar
os
efectivos
e
Harriet House
pará
ayudaren
la búsqueda
el radar.
Era
ambién
unabuena
ocasión
ara
que
esa
patrullase
reab'astecierae
víveres.Dos
Land Rover
civiles
fue-
ron utilizados
para
ese fin,
pero
el
primero
voló
al
roda¡ sobre
una mina antipersonal
poca
distancia
e
la casade Puerto
Harriet. El
grupo tuvo
que
regresara
Bluff Cove.
Peromientras
llos
abrían
un camino
para
salirdel campo
minado,
se
había
roducido n desastre
en
Fitzroy. Dos
Mirage
y
dos
Skyhawk
de
la Fuerza
Aérea Argentina
acababan,
en efecto,
de
bombardear
los LSL
Sir Galahad
y
Sir
Tristam
anclados. n
la
bahía,matandoo hiriendoa 150 soldados ritánicos.
(Ver
el artículo
itulado:
"Fitzroy,
un sangriento
raca-
so de la Fuerza
de
Tareas").
¡l
,
.+niba de la
página:
El MV
llonsunen
amarrado
a lo
,¿reo
del
muelle de Goose
Green- Requisadopor el
eeneral
Wilson
para
el
rransporte del PM de
su
brigada,
sirvió a continuación
para
el
de l os hombres del
7"
de Gurkhas
de
Goose
Green
a
Fit:ro,".
Fue necesario
para
esto
varias
rotaciones
y
el
refuerzo de un LCU.
Encima:
Ios
Scots
Guards
desembarcan
en F tzroy.
I9E
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 47/185
ENTOS...
RMAM
ENTOS...
RMAMENTOS...
RMAM
ENTOS... R
Debajo:
El
Milan en
pruebas.
desenfilado del
lanzador es
Esto es
una
ventaja
pues
el
misil
pue-
ser d.isparado conlra
cual-
que
el apunta-
que
descubrirse.
En
el círculo: Una
vez
el
: ¿ti to
en el
visor, susdefenso-
no tienen ninguna
posibih-
de resistir la
potencia
del
Milan,
el
demoledor
de
bunkers
En la
infantería
británica, el material
y
la instrucción
están
desde
hace l7 años
principalmente
orientados
haciael combate
a campo
raso, contraun adversafio
muy
preciso
y
con
grandes
unidadesacorazadas
ro-
vistas
de
vehículos e combate xcepcionalmenteie¡t
protegidos.
Para hacer
rente a esa
amenaza,
as com-
pañías
de apoyo
disponen de un arma de
fabricación
francesa e una
precisión,
un
alcance una
potencia
destructora xcepcionales:l
Misil
de
nfantería ivia-
no Anticarros, más conocidocomo MILAN. En el
conflicto de
las Malvinas los argentinosno habían
empeñado
us unidades lindadas,
ero
ello
no
impi-
dió
al
Milan recibir subautismo e uego
y
distinguirse
como un temible
destructor e bunkers.
Filoguiado y
ordenador
Toda arma antitanque
es igualmente
utilizable
en
combate
n ascalles
y para
a destrucción e ortifica-
ciones
de hormigón,
ése es un hecho conocido.
El
desarrollo
e
os
sistemas e
armasmodernas
omo el
Milan las ha hecho
doblemente
ficacesen ese
papel
secundario:
l haberse echo os
blindales e oscarros
cada vez más
difíciles de
perforar,
la
potencia
del
impacto
de las
armas antitanques
o ha cesado
de
aumentaf
La
cabeza e
guerra
del
Milan contiene
una carga
hueea de 1.500
gramos,
destinada
a explotar en
el
interior
mismo del blindaje.
Cuando
golpea
contra
un
muro de hormigón o un refugio
protegido
(trinchera
individualcon
parapeto placa
de
protección
uperior,
por
ejemplo), la
potencia
destructora el
impacto se
duplica,
con una onda
expansiva
y
llamas devasta-
doras.
La
precisión
del misil ha sido aumentada
mediante
la adición
de un sistema e filoguiadocomandadb
or
ordenador.Con ese sistema, a precisióndemostrada-
fue
del 98
por
ciento de
los
disparos,sobre blancos
situados
entre 230
y
1.820
metros
de distancia.
Como
os
artefactos e
punteía
de os
tanques
e a
última
generación,
ambién comandados
or
ordena-
dores, es
acuerdan simismoa ellosuna emible
preci-
sión de disparo
con
los
telémetros
aser,
el Íuma anti-
tanquede infantería
debe ener un
perfil
bajo
y poco
visible.
El Milan satisface
sas xigencias,
orque
u
único servidormantiene a
posición
de
tirador
acosta-
do.
Un solo hombrebasta
ara
ransportar
l
lanzador,
es
decir,
que
un soldadode infanteríabien
entrenado
puede
avanzar
rrastrándose
inc
usoen terreno escu-
biertoy batidoporel fuego. levando u anzamisiles.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 48/185
RMAMENTOS...
RMAMENTOS...
RMAMENTOS...
R
Un
Milan
en
acción,
I
-
Disparo
2
-
El misil
es
propulsado
ha-
cia adelante en su tubo de
lanzamiento,
que
se des-
plaza
hacia atrás.
3
-
El
misil envuelo
de cruce-
ro
después de haber
lan-
zado su tubo de lanza-
miento.
4
-
El hilo de
guiado
estó
un¿-
do a ln
pane
trasera.
5
-
Cohete
emisor de
rayos
infrarrojos situado en
la
punta
trasera
del misil.
6
-
Alcance úti l
máximo:
1820 metros.
7
-
Las órdenes
de evolución
son transmitidas
por
el hi-
lo conductor.
8
-
Llnea de mira del
apunta-
dor. Todo desp
azamie nto
del objeüvo es seguido
de
un nuevo
apuntado del
misil.
9
-
El tubo contenedor-
lanzador
y
el
venturi son
lanzados en
vuelo.
I0
-
EI objetivo
visto
por
el
operador.
I
2
3
4
5
6
7
8
-
Cabeza
de
guerra de car-
ga
hueca.
-
Cohete.
:
Propl¿lsor
(2
velocidades
)
-
Deriva
vertical
-
Tobera
de
escape
-
Decodificador
-
Baterla
térmica
-
Encendido
trazador
de
dla.
Encima:
El Milan
es
un
arnt/l
eutremadame
nte
eficaz
aunque
de
poco volumen. Su
cabeza
de
guerra
es uno
carSa
hueca
de
explosivo-
ompedor.
In
exPlo'
sión
proyecta un
chorro
de
gas
sobrecalentado
y
metal
fundido
que
atraviesa
toda
suPerficie
que
le
cierre
el
paso.
Un único
defecto,
su
Peso
de-
¡nasiado
elevado
Para
el
trans'
porte
a espaldas
a
grandes
dis-
mncrcs.
200
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 49/185
ENTOS...
RMAM
ENTOS... R
MAM
ENTOS...
RMAMENTOS... R
M
A
Los
Royal Marines
en la
iL\'
trucción
con el Milan
durarue
cl
ineierno
de 1980,
en Noruega
Cuando
se
utilizó en
comfut¿
real, los
paracaidistas
y
los
nu'
rines
ya
se
hablan ben$cido
con
un
perlodo
de
entrenamic^'
to completo,
y
hablan
consagra-
do
muchas horas en
simuldo-
res a
perfecciotmr
esa
instraa'
ción.
Al lado: Un
equipo
que
s<
revelarla muy
próctico: u co'
ll.ar
de apertura
rópida
para Ia
fijación
del Milan
a su
vehículo
portador.
201
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 50/185
nnnu
ENTOS...
RMAM
NTOS...R
MAM
NTos...
RMAM
NToS...
Manejo simple
Hasta entonces, ningún Milan había sido disparado
en combate real
y
los británicos
estaban
muy interesa-
dos
en
verificar
su utilidad bajo condicionesadversas.
El
arma fue empleadadesdeel
principio
de
la canlpa-
ña. En las Georgias
del Sur, algunos
disparosde Milan
contribuyeron
mucho a
que
la
guamición
argentina
se
decidiera
a capitular,
y
los hombres
del
SAS
se sirvie-
ron de él
en
las MalvinaS ncluso
antes
de los
primeros
desembarcosde las unidades regulares.
Ciertamente,el
Milan estáconcebido
para
ser rans-
portado
por
un solo hombre. Pero, como su afuste
pesa
más de 16 kilogramos incluido el sisternade
guiado, y
cada proyectil
pesa
cerca de ll en
su contenedor-
lanzador,
,ni
el soldado
más robusto
puede
cargarlo
duranteun trayecto argo. En consecuencia, l arma no
se utiliza dentro del conjunto de una sección
antitan-
que,
sino mediante un equipo de
3 hombres en
la
cornpañía de apoyo del batallón.
Como armamentode
ese
ipo de compañía,el
Milan
es completamente ranspofable
a
espaldas, cualidad
que
fue determinantedurante el avancedel
2" de Para-
caidistas
hacia Goose Green. en la
noche del26 al 27
de mayo.
Lafalta de
helicópteros
y
de
vehículos
sobre
orugashizo
que, prácticamente,
el batallón uviera
que
transportar
odo su
material a espaldas,en el curso de
la larga
marcha de a¡xoximación
a las montañasSus-
sex,
en Camilla Creek.
Producto
complejo de
la
era
de la computadora, el
Milan no lo es menos por su rusticidad apaiente; su
empleo
es
muy
simple
y
su
recargamuy rápida. Cada
misil sale embalado de fábrica en
un
tubo
hermético
que
sirve alavez de lanzador. Para
a
puesta
en orden
de tiro, el tubo contenedor-lanzador
es fijado a
las
conexioneseléctricas
y
mecánicasdel
aparatode ti¡o,
constituido esencialmente
or
una
ente
periscópica
de
mird, combinada con un artificio
de detección
y
de
persecución
de
rayos infrarrojos, montado
sobre'un
trípode.
Al
encenderse,
na cargade salida
mpulsa el
misil a
una velocidad de hasta 62 metros
por
segundo,
a
que
a¡de durante 45 milésimas de segundo
y
después
e lo
cual el contenedorvacío es eyectadohacia atrás.
El mótor cohete de dos etapas
suministra
al encen-
derseuna fuerte aceleración
nicial
que
uego seestabi'
202
liza en 165 metros
por
segundo.
Esa
velocidad
de
crucero del Milan es
dos
veces
mayor
que
la de
los
misiles anticarros
de la
primera generación;
ecesita
unos
10
segundos
ara
ecorrér
1.300metros.Durante
esos
0
segundos, l tirador
debemantener a retícula
de su
visor
centrada
sobreel objetivo,
p¿ua ue
el
misil
pueda
ecibir
las órdenes
de correcciónde trayectoria.
En el curso de la trayectoria,
el cohete uminoso
fijado al extremo posterior
del misil emite una
señal
infrarroja
que
es seguida
por
el captadordel.aparatode
conducción de disparo.
Esa información
permite
al
ordenador
ncorporado
al
sistemamedir el menor
des-
vío entre a trayectoria el misil y la líneade mira. Si
hay desviación,
el ordenadordisponeórdenes e co-
rrección automática
ue
son ransmitidas l misil
por
cable
que va
desarrollando
etrásde sí desdeun
tam-
bor, en el cursodel
vuelo.
La temiblecabeza e
guerra
es
pues
dirigida
permanentemente,
asta
ue
a espole-
ta de a cargaesactivada
or
el
impacto
en el objetivo.
Un arma
que
agrada
a los
ingleses
En
(ioose
Green,el Milan
semostró
a a alturade as
esperanzas ritánicas;
os
bunkers
argentinos ueron
eliminadosuno tras
otro
por
la
acciónconjunta
de los
fuegosde a Compañía
B
y
de os
disparos
e
Milan de
lascompañías e apoyo.
Las
posiciones
e os argenti-
nos ueron ebasadas luegoatacadasor a Compañía
D. Hubo 97
prisioneros,
a
mayoría
en estado
de
shock, completamente
aturdidos
por
la experiencia
que
acababan
e
vivir.
Fue
entonces,en
Goose Green, cuando
por primera
vez
la
potencia
de fuego
de los Milan se dirigió contra
objetivos muy
precisos.
Anteriormente
habíanservido
para
disparos de intimidación
o
para
apoyar
alguna
incu¡sión
de diversión.
En estos combates, el 2" de
Paracaidistasno
pgr,pió
mas
de
l8
hombres,
contra
al¡ededorde cincuenta
de los argentinos.La experien-
cia
militar
estima
que
el ataquees, érmino
medio, tres
veces más
costoso
que
la
defensa.
Esa notable inver-
sión de los factoresse explica, en estaocasión,por la
potencia
de fuego
de una de las
armas
más modernas
que
hay
en
el mundo
en estos momentos.
Encima:
Dos
hombres
bas-
tan para
operar
el
sistema:pue-
den
d.isparar
dos
misiles
5O
se-
gundos
después
de haber
salta-
do
de
su vehículo
La
posición
de
disparo
es
a ras
del
suelo,
gracias
al visor periscópico.
Debajo:
Colocación
del
dis-
parador
y
del mísil
en su rampa.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 51/185
rng de
Ia
Vauv ¿n
?\tacionario
Por
enclma
botes salravidas
recoSe
Galahad
en
\
La
participac¡ón
e
los
helicópteros
Una
de
las
mágenes
más asombrosas
el
conflicto
de
las Malvinas fue
Quizá
a de los Sea King de l
Escuadrón
'825
desapareciendo
ntre
os
orbellinos
de
humo
que
se
alzaban
obre
el Sir Galahad
y
el Sir
Tristram,
a
la búsqueda
e
supervivientes
el desastre
que
había
golpeado
a la
Fuerza
de Tareas
en Fitzroy
después
e una
victoriosa
ncursión
de los
aviadores
argentlnos.
En
operación
entro
de
la nube
negra
de
humo
que
envolvíaa
los
dos barcos,
sin
preocuparse e
as
olea-
das
de calor
rradiadas
or
el
incendio
de
las
superes-
tructuras,
pilotos
y
miembros
de
las ripulaciones
ie-
ron
prueba
de
una
rara
combinación
de
habilidad
y
valor
para
salvar
de la
hoguera
a los
hombres
odavía
con vida Sus reacciones o por eso fueron menos
rápidascuando algunosbotes
salvavidas
el Sir
Ga-
Iahad
se
ueron
a
la deriva
peligrosamente
erca
de
os
restosen llamas. Medianteacrobáticas voluciones,
los
pilotosdirigieron
hacia
os
botes
a corriente
e aire
de
sus rotores,
alejándolos
sí del
peligro.
Los
helicópteros
uegan
un
papel esencial
en
la
guerra
moderna.
Unos
175
de ellos
fueron
enviados
for
tos británicos
al Atlántico
Sur,
de
los
cuales
140
-de
7 tipos
diferentes-
pertenecían
a
Marina
Real
Si
la'"Operación
Corporate"
no
hubiera
estado
asegura-
da
por
su apoyo
incansable
multiforme
jamás
se
hubiera
podido ntentar.
Esos aparatos
articiparon
en
la
protección
contra
lanchas
submarinos
rgentinos,
esembarcaron
uer-
zasespeciales
n
asGeorgias
el Sur,
en
as
Malvinas
e inclusoen la Argentina; ealizaronproezaQ urante
los rasbordos
e
hombres
c¿Irgas
n
a isla
de Ascen-
203
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 52/185
.
Debqjo:
"The
Flying
Angel",
sobrenombre
del
Chinook
de la RAF
elevando
con
el torno
de mano una
cisterna
de carburante
vacla
en Teal
Inlet. Era el único
superviviente
de los
Chinook
de la
RAF después
de la
pérdida
del Atlantic
Conveyor
hundido por
los
argentinos.
Fue
únicamente
el I0 de ,luno
cundo cuatro helicópteros de
este
lipo llegaron
de refuerzo
a bordo
del Contender
Beunt
Abajo
a
la
derecha:
soldado
ametallador
en su
puesrc
en un Wessex
Scout
{H-l
Adenais
de la
¿metralladora
de 7'62 mm, el
Scout
puede
estar armado
con
misiles
anticarros AS-12
de
_;a
cac ón
franc
esa.
sión
y
en
as
Georgias,
tambiénen alta mar. Durante
los
desembarcos
e San Carlos efectuaron
ransportes
masivos
de armas,municiones
y
aprovisionamientos
con
destino
a as bases vanzadas.
espués e a aper-
tura de la cabeza
de
playa,
no cesaronde
llevar
piezas
de artillería
y
municiónes hasta
as inmediacionesde
Puerto Argentino. Salvaron,
por
fin, buen número de
vidas
por
la rapidez de ejecución
de susevacuaciones.
He aquí lo
que
dijo de ellos un médico
de una
unidad
avanzadade cirugía:
"Han
estado ormidables. Justo
cuando
yo pensabame hace alta un helicóptero, ahora
o nunca,
habíauno
que
salíade alguna
hondonada n el
último momento, como
la caballería en
las
películas
del Far
West"
Un Wessex
bautizado
'6Humphrey"
A lo largo de toda la campaña os helicópteros
ra-
bajaron al límite de sus
posibilidades
nonnales,
y
mu-
chasveces ncluso
másallá. La misión ASM
(Antisub-
marina),
por
sí sola,
exigió a
los
Sea
King
HC-5 una
permanencia
en
vuelo
casi continua durante tres
me-
ses. El libro de bitácora de uno de esos Sea King
demuestra
que
en mayo
pasó
a tercera
parte
del tiempo
volando. El último rescatadode los Chinook de la
RAF, bautizado
"Flying
Angel"
(Angel
Volador),
completó
el trayecto
de Goose
Green a Bluff
Cove con
8l
soldados
bordo,50
másde su
carga eglamentaria.
En
pocas
semanas,
seChinook
ransportó
1.530sol-
dados,
600 toneladas e
equipo
y
650
prisioneros
e
8uera.
Uno de los
aparatosmás
notables,
l
principio
de a
guerra,
fue un
Wessex
Has-3,
indicativo
XP
142,
bautizado
"Humphre.v"
El 22
de abril,
el referido
"Humphrey"
despegó
de la
cubierta
del
Antrim
en
medio
de una
ventiscaque
soplaba
a 160
kilómetros
por hora, pararescatara unaspatrullasde reconoci-
miento
del
SAS
perdidas
n
el
glacrar
Fortuna,
en las
Georgias
del Sur, después
e
que
dos
Wessex
HU-5
enviados
n su
ayudasehubieron
esrrellado causa
e
la combinación
de
niebla
y
escarcha.
Con el
reniente
comandante
an
Stanleyen os mandos. l helicóptero
efectuó
treg
viajes
redondos
para
rescarara los 13
hombres
el
SAS
y
alos
l4 miembros e as ripulacio-
nes de
los Wessex
accidentados. I día siguiente,
el
mismo
'Humphrey"
consiguió alvara
4
hombres el
SAS en dificultades
en su
bote neumático. cerca de la
costa.
Pero
as
actividades
guerreras
del
"Humphrey"
no
terminaronallí. Tarde en la jornada del24 de abril, el
Antrim
detectó
un submarino enemigo. En la mañana
del 25
el
"Humphrey".
fue enviado
a
rastre¿u l
"eco".
r' encontró
al submarino unas
9 millas
al sur
del
puerto
de Grytviken.
Se tr¿taba
dol
Santo
Fe,
de
constn¡cción mericana,
ue
sealejaba e asGeorgias
del
Súr después e haberdesembarcadoefuerzos
llí.
El
Wessex
apelóentonces la ayudade los Lynx del
Brilliant
y'de
dos
Wasp
delEndurancé
delPlymouth,
que
hicieron blanco
con dos
disparosde
sus misiles
AS,l2 fi lodmgidos.
en la
torre del subm arino.
El
Santa
Fe se
¿urastróhasta
el muelle
del
puerto
de
Grywiken.
Esemismo
día,
el infatigable
Wessex
se unió a los
Lynx del Brilliant y a.los Wasp del Plymouthy del
Endurance en una misión de
reglaje
de fuego
para
la
a¡tillería naval, sobre las
posiciones
argentinas; esa
misión se desdoblaba en un reconocimiento
de las
defensasenemigas
y
en el transporte
de infantes de
Marina
y
hombres del SAS
que participaban
en
la
reconquista e las Georgias.
El 20
de mayo estaba
odavíaen a brecha,
ranspor-
tando elementosde las fuerzas
especiales
las Malvi-
nbs,
pero
después
e un
ataqueaéreocontra
el Antrim
fue
puesto
fuera de combate.
A
comienzos
del mes de
mayo, dos
Lynx entraron
2U
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 53/185
acción
con misiles
aire-superficie
Sea
Skua",
que
no estaban
ficialmente
más
que
en sus
prue-
eglamentarias.
arece
er
que,
habiendo
atacado
SeaKing
del Hermes
a dos navíos
argentinos
ue
n las operaciones
e salvamento
e los
del Belgrano,
el
Comodoro Somellera
el
Alférez
Sobral,
dosLynx fueron
enviados
a a zona
el Covenrry
y
el
Glasgow
y
dispararon
unos misiles
Skua.
El
Comodoro
Somellera,
tocado
por
dos
explotó
y
se hundió rápidamente,
in dejar
más
arde
os helicópteros
anzaron
unos botes
n el lugar
del
drama). El alférez
Sobral
también
dos
impactos,
pero
tuvo la
suertede
escapar.
En
el curso
de otro
encuentro,
os Lynx delArtelope
al
fondo
al carguero
Río
Carcarañó,
que
había sido inmovilizado a la altura de Port King
por
unos Sea
Harrier.
No
todos
los helicópteros
destacados n las Malvi-
nas demostrarongualescualidades.Despuésde los
desembarcosn San
Carlos,el ejército
y
los nfantés e
Marina comprobaron rápidamente
que
la ausencia
de
características
aturales,
omo a vegetación,
ue pu-
dieran servir de
reparo,
restringía
sensiblemente
as
posibilidades
de
empleo de los helicópteros
para
el
reconocimientó.
Además,
a vulnerabilidad'de
lgunos paratos los
disparos de
las armas igeras fue ilustrado
de manera
dramática desde el 2l de mayo,
primer
día
de
los
desembarcos.
se día.
dos Gazelle ueron derribados
por
una
partida
de argentinos
en retiradaen a
que
no se
había
reparado.
Tres
de los cuatro miembrosde las
tripulacionesmurieron
y
el cuarto ue
gravemente
eri-
do. Se concluyópor retirara losGazellede las misio-
nes
de reconocimiento,
para
las
que por
otra
parte
no
estabanhechos,
y
no
se les utilizó más
que para
la
evacuabión e heridos
y p¿ua
areas ogísticas.
El
reconocimientoue, en o
sucesivo,areaexclusi-
va para
os Scout,
cuyo visor-amplificador
stabiliza-
do
por giroscopio
era utilizable
para
a observación
,
naturalmente,
ara
el disparode misiles
ilodirigidos
AS-12.
El temor
a
los
Pucará
La
vulnerabilidad el helicóptero
os disparos
ro-
venientes e ierra e obliga,
parasobrevivir, recurir
a
técnicasde
vuelo
a muy baja
altura, ncluso
a ras
de
tierra. El aparatoperrnanece símenos iempo en una
línea de
mira
que
a una altura
mayor, a
menos,
por
supuesto,
ue
el enemigo
estésituadomás
alto
que
é1.
Encina,abizquierfu: un
Westland
Sea
King
en
operación ASM. Este ipo de
helicóptero
fue
utilizado
también,
en las Malvinas,
para
la búsqueda
y
el
salvamento, la evacuación
sanitaria
y
el sustento
,logtstico
avanzado.
Debajo: embarque
d.e
un
herido a
bordo de Wasp
destinado
al navlo-hospital
HMS
Hydra. El Wasp es la
versión
navalizada del
Scout
Encinaabdcrccha:un
Gazelle
es bien
reconocible
por
su
"ventanón"
,
o rotor
de cola carenado Notar Ia
modificación de las toberas
para
proyectur
los
gases
calientes hacia arriba
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 54/185
En las
Malvinas eso ue
la obsesión
ermanente ara
los helicópteros
que
debíanvola¡
a ras del fondo
de un
valle
o contornear
l
pie
de una colina,
pues
en cual-
quier
momento un nido
de ametr¡lladoras
argentino
podía
aparecer
por
encima suyo-.
Por otro lado, los helicópteros no son presa fácil
para
los cazas a reacción.
La
velocidad
elevada de
estos
últimos
y
la magnitud
de su radio de
giro
son
otros
tantos nconvenientespara
el
piloto
de
caza
en la
persecución
de un helicóptero.'Y
si el helicóptero
aplica
durante el tiempo
sufliciente
os
procedimientos
de evasión
orrectos, ermina
por
escapar el caza.Los
pilotos
de helicópterosmilita¡es son
diestrosen ese
género
de maniobras,
Pero, como
contrapafida,
Ios
Pucará argehtinos,
mucho más manejables
ue
os
cazasa reacción,
con
su
velocidad
de
pérdida
de sólo
125
kilómetros
por
hora, eran totalmente
capaces
e abatir
helicópteros,
y
lo hicieron.
Los
pilotos
británicos
ivían bajo el
temor
permanentea esosbiturbopropulsoresigeros deapoyo
aéreo, cada
vez
que
tenían
que
oper¿¡r
entro del
radio
de alcance
e susbases.
206
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Special
Air
Seruice
¿/ S,-{S es un
tema
al menos
:;n
secreto
y protegido
como el
.;, ios submarinos,
y
la
curiosi-.
,i,id
que
despierta al menos tan
-.aerte.
Su carócter
verdadera-
n:ente
'especial"
se ha mante-
-.:r1o
a lo largo de 40 años de
-.:::oria,
gracias
a los métodos
-:,
reclutamiento y
de
forma-
-:,i¡t
del
personal
un
poco parti-
- i i .ares.
Desde su creación en
.' J I . el SASprestó servicio en
-:.is
de
una treintena de teaffos
.:,,
op e
aciones,
prócticamente
-:nás
quedó
inactivo
y
no cesó
.-: tnspirar émulos en el ex-
: - , ;ntero
El Special
Air
Service
fue
-'¿ado
en 1941, en el
peor
mo -
-:¿nto
de la Segunda Guerra
\l;tndial,
a instancias
de Wins-
:, 'n
Churchil l .
El
Primer Minis-
:.o
había
reclamado la
puesta
:n servicio
de unidades espe-
-
.ttles
capaces de
golpear
én el
. , t ierior mismo de la Europa
.upada.
En 1940 se habían
,.eado
los
primeros
embriones
,;e esfe
género
con las unidades
.;¿ comandos
paracaidistas.
En
..ot iembre
el 2' Comando
fu e
,¿bautizado
I I '
batallón
de l
Scecial Air Srvice
(literalmen-
:,.
Servicio
Aéreo Especial)
y
¿n febrero
de l94l
la
"sección
\" del batallón
atacó como
,;,an:ada
un acueducto
en al-
¿i¿na
arte de ltalia.
Fue en es-
:-; época
que
el I
I'
batallón
de l
-i{5
se
convirtió
en el núcleo
-;¿l
ler.
Batallón de
Paracai-
. . 'r ¡ds
E
emblema del SAS, el
puñal
alado,
fue
adoptado en 1942,
dño que marcó
el arribo
de
un
re,fuerzo
de unidades
francesas
t
qriegas,
ademós
de una sec-
ción
especial
"marine"
(infan-
¡ería
de marina).
Luego
los regimientos del
SAS
ueron
empleados en ltalia
t.
en 1944,
se creó la Brigada
5AS, que comprendía los regi-
nientos
I'
y
2"
4e1 Common-
\
,
wealth-,
el 3 t 1
.franceses
y
más tarde
el 5 Escuadrón
SA S
belga. El
camino recorrido
ha-
bía sido largo
desde la
.iorma-
ciótt de los
primeros
pequeños
grupos
de sabotaje.
En
octubre
de 1945,
los
dos
regimientos
britónicos
det
SAS
fueron
disueltos,
reintegrando
los
regimientos
belga y
francés
a
sus
uerzas
nacionales.
pero
en
1947
se
creó
en Inglaterra
un regimiento "territorial",
sobre
la
base
de voluntarios
cle
un
célebre
regimiento
londi-
nense,
"The
Artists'
Rifles',
.
La
crisis
de
Malasia
motivó
la
puesta
en
servicio
de una
nueva
formación
compuesta
de
un
escuadrón
del 21.
SAS
y'de
una
unidad
especial
llamada
de
"E.rploradores
Malatos".
De
estaL¿nión
enacería
e122"
SAS,
la
formación
regular
de
la
ac-
tualidad.
Poco despuésde I 970, un es-
cuadrón
del
SAScomenzó
a es-
pecializarse
en
Ia acción
antite-
rrorista,
por
lo que
el
velo
de
secreto
sobre
las
operaciones y
los
métodos
se hizo
mós
oscuro
todavía.
La
exitosa
liberación
de los
rehenZs
de la
embajada
de lrán,
en
mayo
de 1980,
da
una
idea
del
grado
de
eficacia
alcanzado.
Actualmente,
el
SAS com-
prende
el Regimiento
22.
con
base
en Hereford y
los
Regi-
mientos Territoriales 21" v 23".
Estos
regimientos
t ienen
la s
mismas
exigencias para
la ad-
misión
de nueyos reclutas.
Pero
solamente
el 22"
SAS
estó espe-
cializado
en lucha antiterroris-
ta
y
por
este
hecho
debe reclu-
tar sus
y'oluntarios
en
el seno de
las
uerzas
armadas.
El cuartel
general
del 22"
SAS riene
bajo
sus
órdenes
uno rema
de ins-
trucción,
una
administrativa,
un
escuadrón
de comunicacio-
nes
y
una cierta
canlidad d e es-
cuadrones dependientes de l
' Service
Action'
'
r
I
1
\,.
h
10 8
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i : ;
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€€
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Editor:osé uan
Fernández
eguera.
Jefe
de
Redacción:
hacho
Rodríguez
Muñoz.
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La
obra
completa
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publica
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fascículos
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El
editor e reserva
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el mercado
sí
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Gran
Bretaña)
Prohibida
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reproducción
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parcial
in
autor lzac^
de loseditores.
LA
GUERRA E
LAS
MALVINAS
Fotocomposición:
inotipiaCometa,
Chile
1388.
y
Photc
Lettering
SA, Combatede l os Pozos4651467. apital
Federal
lmpreso
n los
Talleres
e
Sociedad
moresora
Americana,
avardén
52,
Capital,
en
agosto
de 1986
Distr ibución
n Capital
ederal:
.
Vidal
SRL,
Carlos
Pellegr ini
39
1' '
piso,
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393-57'19
392-8020
Distr ibución
n el
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venida
Belgrano
5o
9"
piso,
el.30-1536.
Papel
Editomat
15
grs. ,
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S.A.
Para
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Redacción:
uis
María
Maí2,
LuisGarasino Danilo
Manzini.
Diaoramación:usto
Antonio anz.
Cartografía:
lejandro
Malofiej.
ldos
apoyo
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"Atacar detener"=
el
incidente
el
Narwal
El buque estabadentro de la Zona
de Exclusión
Total.
Se
ehusó
a
detenerse.
nfortunada-
mente
para
un
desventurado
marinero
argentino
que
estabaa
bordo delNanyal,
los
pilotos
deHarrier enüadospara interceptar esebuqueteníanórdenesde atacary detenerlo,dice a
versión briüánica.
de los
del
Narwal
a misa
a bordo
del
al cual
transferidos
los 24
del ataque.
ueron
a la
Argentina.
poco
espacio
libre,
el Invincible
podía
como
unidad
alojar
prisioneros de
era
limitado;
después
desembarco de San
fue
el
Canberra
el
tuvo
a
su
carSo ese
para
la Fuerza de
El
9
de
mayo,
dos
SeaHarrier
del Escuadrón
800
fueron
lanzados
desde
el
Hermes
para
efectuar
una
misión
combinada
utinaria
de
ataquea tierra y patrulla
de combate.
ban armados,
ada
uno, con
dos r.nisiles
ai¡e-aireSidewinderAIM9L ubicadosen los pilones
exteriores e as
alas,
y
unabomba
de 000 ibras
454
kilogramos) uspendida
n a sección
entraldel
fuse-
laje. Además,
estaban
a¡tillados
con
los dos
cañones
Aden
de
30
milímetros
habituales.
Los aparatos
eran
piloteados
por
el teniente
de
vuelo
David Morgan,
de la Royal
Air Force
(RAF),
y
el
teniente-comandanteGordon
Batt, de la
Marina
Real.
Los
dos
pilotos
habían ecibido
órdenes
de efec-
tuar una
misión
de bombardeo
contra
el
campo
aéreo
de
PuertoArgentino,
después
e a cualdebían
seguirsu
tarea
de
PAC, con
el
Coventry
como buque
centro
de
control.
Pero,
cuando
os dos aparatos legaron
a Stan-
ley,
hallaron
que
el tiempo era
paficularmente
malo,
con un techo de nubes muy bajo, algo menor de 100
metros.
Dejar caer
as
bombas
en forma indiscrimina-
da a través
de
la capa de nubes,
con
la esperanzade
hacer mpacto
en la pista
o
en algún otro
blanco
que
valiera
a pena
levaba
mplícito
el
riesgo
de destruir
instalaciones
iviles. Además,
volar
bajo
el techode
nubes
aFaeía
un fuego
antiaéreo
ntensivo
y
ataques
con misiles tierra-aire. De modo que los dos Harrier
desistieron,
ara
dedicarse
n
cambioa a misiónPAC.
Tras
virar
en dirección
al
sudeste os dos avionesse
aproximaron
alazona
de
patrullaje que
es había sido
asignada.
En ese
momento,
el tenienteMorgan
recibió
un
contacto
de radar
a unos
I l0 kilómetros
de distan-
cia,
rumbo
150 grados,
que
el Covenrry
les
ordenó
investigar.
Al
atravesar
el manto de
nubes, a
una
altitud
entre
100 y
130 metros,
ambos
pilotos localiza-
ron
a un pesquero
que
navegaba on rumbo
al Oeste,
y
maniobraron
para
ejecutaruna serie
de
pasadas
orma-
les.
Uno
de
los
Sea Harrier
voló a lo largo del barco,
mienfas
que
el
otro hacía una
pasadaa 90
grados
del
primero.
Al volar los dosaviones an bajoperdieron contacto
con el
Coventry,
por
lo
que
el teniente
Morgan ascen-
dió a través
de
las nubes
para poder
lamar al centro
de
209
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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control a bordo
y
pedir
nstrucciones.
4ientras
anto,
el segundoSeaHarrier
levó
a cabo otra
pasada,
sta
vez
a través e a
popa
del
pesquero, ara
dentificarlo.
El
teniente-comandanteatt
ocalizósu nombre
N¿lr-
wal-
y
lo comunicó
al Coventrypor
mediodel
teniente
Morgan.
El
pesquero, ue
sehabía
estado omportan-
do
de
manera
ospechosa,
raaparentemente
n
buque
espía
por
lo
que,
después e
una demora
de unos dos
minutos, os
pilotos
recibieron
as
siguientes nstruc-
ciones:
Atacar
y
detener
al barco".
El tenienteMorgan picó a travésde las nubesusto
en el
momento
en
que
el teniente-comandante
att
estabalevando
a cabo a primerapasada
e ametralla-
miento.
Se lanzó una
rápida ráfaga
de fuego de los
cañones
e 30 milímetros
a travésde la
proa
del
pes-
quero.
Era la
orden internacionalmente
econocida
de
"detenerse
aceptar l combate", pero
el Narwal no
reaccionó.
Continuó navegando
acia el
Oestea una
velocidad
eentre12y 15
nudos
23-28
kilómetros
por
hora).
Los dos SeaHarrier
tenían odavíasus bombasde
1.000 libras, de modo que
antes de desperdiciar
el
resto
de los
250
proyectiles
de 30 milímetros
que
carga
normalmente adaavión,
decidieron anzarlas.De to-
dos modos, habrían tenido que arrojarlas antes de
regresaral Hermes. Tendrían
que
ser ánzadasal fin de
una larga
picada
a ángulo bajo. Ello acrecentaríaas
posibilidadaes
e
hacer
blanco
y
daría a
las
espoletas
más iempo
para.quedar
ontadas,
a que
habíansido
arrnadas
ara
alturas
mayores.
Castigado
pero
en curso
El teniente Morgarr
efectuó la
primera pasada
de
bombardeo,
pero
erró al blanco
por
poco.
Su
bomba
pasó
muy
cercade a superestructura
el
puentey
cayó
al
mar
por
la otra banda. La segunda
bomba, arrojada
por
el
teniente-comandante att, hizo impacto directo
en el castillo de proa, atravesó os o tres cubiertas
quedó
dentrodel casco.
Esta
bomba
ampocoexplotó,
pero
causó a única muerte registrada
en la acción al
golpear
a un marinero ¿ugentino n
una de
las cubier-
tras inferiores.
A
pesar
el
castigo,el Narwal
prosiguiósu navega-
ción
por
lo
que
los dos Harrier efectuaron
otro ataque
con
sus
cañones
Aden.
Los
aviones
atacaron
Dor am-
bas bandas
del pesquero.
uno
disparando
cóntra
el
puente
de mandoy
el
áreade
a sala
de máquinas,
el
otro contra a
línea
de
flotación.
[,os
pesados
royectiles
e 30 milímetrosde los caño-
nes Aden
perforaron
ácilmente
el delgado
casco
del
pesquero
destrozando
odas
sus
partes
vitales, para
aplastarse
inalmente contra
algún
grueso
mamparo
o alguna
maquinaria. El
abrumador ataque arran-
có trozosdel barco,que
inalmente
iró
unos
90
grados
y se detuvomirandohaciael Norte. Su único movi-
miento
era el
que
creaban
as
olas
del mar.
Acribillado por
las
granadas
Ambos
Harrier
ecibieron
ntonces
nstrucciones
e
volver
a su buque,
ya
que
su
nivel
de combustible
e
estaba aciendo
bajo.
Un
segundo
ar
de
aparatos
ue
clesviado
e
otra
misión
CAp
para
sobrevolar
l
áreay
tres helicópteros
Sea
King
fueron
enviaclos,
on
un
destacamento
e
abordaje ara
capturar
al
pesquero
su
tripufación ,El
Nant
ttl
estaba
n muy
mal estado,
acribillado
a lo largo
de
la
línea
de
flotación
por
los
proyectiles
e
30 milímetros
Tanto
al
teniente
David
Mclrgan omoel tenrente-comandanteordonBatt se
les mpuso a
Cruz
del
Senicro
Distinguido,
l segun-
do en fonna
póstuma.
'a que.se
erdió
con
su Harrier
poco
después
e
haber
parrido
del
Hermes,
el 24
de
mayo.
Abajo:
Un tripulante
herido
del
Narwal
es atendido
en la
enferme
d
de I
nvinc ble
N
piez
el
Narwal,
de 2.480
ktneladas,
era
un
barco -factor
ía
co ns r uido
en
Polonia
Su
"sepelio"
tuvo
lugar
al
día siguiente
al del
ataquede los Harrier,
mientras
era remolcado
hacia
las
Georgias
del
Sur
Jue
hundido
por
el mismo
temporal que
acabó
con el
t , . :'
3
.¡i
*
* i
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Antes
del
avanoe
Después
de la
excitación
de un desembarco,
la
primera
semana
en tierra
pareció
un
anticlímax. El
enemigo no
era
tanto Argentino
sino
el frío,
los
pies
mojados,
problemas
de
abastecimiento
y
frustración,
y
no ser
más
que
espectadores
mientras los buques
atrincherados,
los
y
los
paracaid.istas
la cabeza
de
playa
instalarse
con
comodidad.
las racíones
y
eI
llegaran, pero
los
argentinos
no,
la
era
soportable.
La
el
frío,
sin
comenzaron a
sentir,
por
Io
que
hombres querlan
hacer
trabajo
lo más
pronto
y
retorr,ar
a casa.
Londes,
los
y
los
políticos
sentía,n gual, pero por
razones.
recibió
la
orden
avanzar
sufrían ataques
aéreos.
Después e saltara a
playa
en as
primerashorasdel
21 de mayo, las fuerzas eüestresde la Task Force se
dirigieron
hacia sus
primeros
objetivos. Mientras el
Comando
40 ocupabaEstablecimientoSan Carlos, el
2'de Paracaidistasenía
que
dirigirse al monte
Sussex
y
atrincherarse n sus
aderas
paraproteger
a cabecera
de
puente
de
un
posible
ataquedesdeel sur. Del otro
lado
del
EstablecimientoSan Carlos. cruzando el es-
trecho
San
Ca¡los. el Comando45 tomó
a
abandonada
planta
rigoífica en bahíaAjax. Enseguida e ransfor-
mó en la Main Dressing Station
(MDS)
u hospital
principal
de campaña.
Entonces
el 3'de
Paracaidistas
se rasladóa PuertoSanCarlos. En Ajax Bay se nstaló
también
un establecimiento lave: el Area de Manteni-
miento
de
Brigada,
basede
relevo para
hombres
y
de
provisionesy munición.
En
términos
generales,
estos
desplieguescompo-
nían
a cabezade
puente.
Con las
últimas
horas
del día
del
2l de
mayo unos
3.000 hombres,
inco batallones
completos,estabanen tierra. Se estabanatrincherando
o
ya
lo
habían
hecho,
ya
fuera en las
alturasde colinas
que
es
recordaban
Escccia
o la costa
de Pembrokshire
en Gales,
o cerca
de las
casasblancas
y
rojas de los
isleños.
El 2l
de mayo
era
un día frío
pero
soleado
y
todos
los que
estaban
en tierra
se sentían
animadqs. La
más
impórtante
fase
del desembarco,
leva¡
los-Lombres
a
tierra,
estaba
ista.
Las
bateríasde
misiles Rapier,
que
se
esperaba
ormarían
un
"anillo
de
acero" de defensa
antiaérea
alrededor
de a cabecera
e
puentey
sobre os
buques
en
el estrecho
de San
Carlos,
estaban siendo
transferidos
a los helicópteros
SeaKing'que
las lleva-
rían a tierra.
Ese día, y
la
mayor
parte
de la siguiente
semana,
a
vid.a
del
soldado
promedio
era
una cuestión
de esperar,
mezclada
con los
incontablesquehaceres
elacionados
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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con
a vida
en unacarpa
o
en unaFinchera.
Unospocos
tuvieron
a
suerte
de ser
alojados
n casas
el
Estable-
cimiento
SanCarlos,peropara
os
otros ue
una
batalla
contra
el barro,
el
frío
y
los
pies
húmedos.
En realidad,
el
2"
de Paracaidistas
a
pasó
bastante
mal.
Aun
en el
monte
Sussex
l nivel
de agua
subterránea
raextraor-
dina¡iamente
alto,
por
lo
que
el fondo
de las
trineheras
y
pozos
de
zorro
se nundaban
astaunos
60 centínle-
tros.
En lugar
de
rincheras
ebían
onstruir
una
piata-
forma sobre os pozos y rodearlade rocas.
Constantemente
se
esperaban
ataques
aéreossobre
las posiciones
e
tierra,
por
lo
que
el atrincheramiento
se
completó
rápidamente.
Pero
cuando aFuerz,a
Aérea
Argentina
finalmente
legó,
enseguida
ieron
que
su
objetivo
eran los
barcos.
Los hombres
en tierra
sóio
pudieron
contemplar
on
una mezcla
de horror
y
fasci-
nación
cómo los
Skyhawk.y
Mirage montaban
Sus
ataques
sin
ser molestadospor
los Rapier,
que
en esta
etapa
todavía
no eran
operacionales.
Un paracaidista,
el cabo
primero
Kevin Lukowiak,
tiene
un recuerdoparticularmente
vívido
de os
buques
mientras
eran
bombardeados
n
las
aguasde
San Car-
los.
"Era
sorprendente.
Puedo ecordar
estos res
avio-
nespasandopor encima nuestrouna mdñanay dirigirse
colina
abajo.
Cuando
vieron
al barco,
el más cerca
nuestro,
os
tres, casi
ocandoseas alas,
anzaronsus
bombas.
Pero
fallaron
y
las bombas
cayeron en el
agua".
Cuandn
apalecían
os
avioneS
rgentinos,
os solda-
dos
disparaban
miles
de proyectiles
hasta
on morte-
ros.
en medio
de
un
griterío
endemoniado.
cls
hom-
bres
de logística
encargados
e las proviciones
mira-
ban
con frustración
ese
desperdicio.
Tenían
una buena
azónpara
star
preccupados.
n
el
primer
día en ierra,
el
poderín
aéreo
rgentino abía
quedado
demostrado,
undiendo
a fragata
Ardent
y
averiando
otra-s.
Como
consecuencia,
l almirante
Woodward ordenóque toda desearga e provisiones
vitales
se ealizara
de noche.
La menor
cantidad
osi-
trle
de buques
de abastecirniento
ebía
quedar
en el
estrecho
e San
Carlosdurante
as
horas
del día
y
en
cambio
debíandirigirse
mar
afuera
para
recargar
en el
área
ogística
y
volver
baio la
seguridad
e la noche.
Muchas veces
no
podían
completar
el viaje
en
horas
diurnas,
por
lo
que
los programas
e
desemt¡arco e
veían
seriamente
alterados.
En consecuencia,
había
pocasprovisiones
de
todo, desde
munición hasta
com-
bustible
para
helicópteros.
Lo triste
era -según admi-
tieron oficiales superiores
despuésde la
guerra- que
los
ejércitos de
paz
olvidan
lo fácil
que
resulta
que
os
sistemasde abastecimiento
uncionen
mal.
o directa-
mente se ntemrmpan, cuando a acción seendurece.
El teniente coronel
Hellberg,
comandantedel Regi-
miento Logístico de a
3"Brigada
Comando, ue uno de
los
que
sobrellevó el
peso
de los
problemas
de abaste-
Recuadro izq.:
{inos
estaban
más ansiosos
por
moverse
que
alros:
esrc
cráter de
bomba
motivó
algunas
sonri,sas
luego,
Pero
en su
momento
fue
muy
cercano
c()mo
par6
sentrrse
bien L¡¡
único a
favor
era
que
ahorraba
el trabajo
de
cal'ar
Recuadro
der.:
Una vez
impartüla.s
las
órdenes
a las
unidades
que
debían
romper
la
cabeza de
pauente,
se
mformó
al Comando
40
qwe
debían
quedarse
en
el
lugar.
Desde el comrulante,
leniente
coronel
M alcolm
Hunt,
hasta el mós
.ioven
marine,
I.a noticia le resuhó
contrariante.
Pero
Thompson
se mantuvo
firme,
ya
que
consideraba
muy
seriomente
la
posibilidad
de
un contraataque
drgentmo
y
así
quiso
dejar
una de sus
mejores
unidades en la
cabecera
de
playa
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:..r-r os helcópteros
rraban totno
gaviotas,
.r¿itcímiento
de las
¡;ioseguía.
La
única
1c\td
,t los ataques
erü tavar
y
Segutr
izq.: Un
tnás
pesimista
lct myoría
(¿ o
ocupado
para
se deja
puesto
y manttene a mttno
mientras trabaja en
un sentido de
der.: EI
teniente
olm
Duck de
la
del Comndo
áit¡rta
,n
mientras
é1, eI
$t b
cimiento.
Su
primer contratiempo
urgió
cuando
os
buques
e
abastecimiento
ueron
levados
a
mar
abier-
to
el
2l de
mayo.
No
hubo
tiempo
de
llevar
a
tierra
todos
sus
abastecimientos
los equipos
de
apoyo'
incluyendo
un
hospital
de
campaña
ompleto.
No
se o
volvió a
ver
hasta
l
1'de
unio.
Además,
l
MV Elk'
uno
de
os
buques
ogísticos
e Hellberg,
que
levaba
a
bordo
oneladas
e
explosivos
municiones,
ue aleja-
do del
iírea
de desembarco,
n
particular
porquesiSni-
ficabaun peligro para os buquesvecinosdurante os
ataques
aéreos
y
en
parte
porque
su
pérdida
hubiera
resultado
fatal
para las fuerzas
en tieffa.
Hellberg
dependía
ompletamente
el
arribo
a
tiem-
po
de
provisiones
or víaaérea
nlarítima,
ninguna
de
las cuales
ontrolaba
irectamente.
ada
pedido
enía
que
sercanalizado
or
el
Comando
de la
Brigada,
que
lo
ubicaba
en
una
lista
de
prioridades.
Los requeri-
mientos
logísticos
siempre
quedabanmás
abaj en la
lista
que
los
abastecimientos
e
guerra.
Un
problema típico
de'los
que
debía
resolver
Hell-
berg,
aparentemente
equeño
p€ro crucial
era
el
de os
bidones.
La
Task
Force
tenía una
aguda
escasez
de
estos
humildes
elementos,
probablemente
porque al-
guienen un escritorioenLondreshabíadecididoqueel
reabastecimiento
de combustible
de tanques
lexibles
el mejor
método
para las modernas
unidades
de
En
realidad
casi todas
as unidades
necesita-
ban recargar onrbustible
n a situación
el
lugar
por
los
que
se encontraba n
esemomento,
ya
fuera a
400
metrosde alturaen
os montesSussex
a kilómetros
de
distancia nunade assendas
ue
atravesaban
as slas.
Había muy
pocas
unidadesoperando
uera
o en
los
alrededores
e San
Carlos,
que
no
pudieranser consr-
deradas n
algúnsentido omoen a
"línea
del rente"
y quepudieran
d¿rse l
lu'1o e volver
para
eabastecer-
se de un
gran
tanque
de combustible
La demanda e combustlble unca
podía
sersatisfe-
cha, cada unidad tenía su propio generador,al igual
que
cadabatería e Rapier
Los
Volvo
BV
(vehículos
para
nieve)
y
las
lanchas onsumían
l contenido e
muchos
idones.
a ironía
era
que
en Iosbuques
n
el
iáreaogística
abundaba l combustible. l
problema
era
levarlo
ierra, area
ue
secumplÍa
nncrpalmen-
te mediante
grandes
anques gidos sobre
-loradores.
Su
contenido
debía ser uego
aboriosamente ransferi-
do manualrrrentea
una
cantidad
inadecuada de bi-
dones.
Si habíaun sentrimiento
de frusración al nivel de
Hellberg
después
de
los
desembarcos,el
general
Thompson,
en esta
etapaa
cargo
de odas as
uerzas
de
tierra, probablementesoportó la peor semana de su
carrera profesional.
Tenía
a impresión
de
que
su tareaconsistíasimple-
mente
en defender
la cabecera
de
puente
hasta
que
>"ru
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Arriba:
Cuando el 3" de
Paracaidistas
pdrtió para
Teal Inlet las líneas de
comunicación se extendieron
como
nunca. No obstantc,
los hombres
conservaban
stt
buen
ónimo, sabían
que
ésta
era
la
primera
etapa de su
camino de retorno a casa,
Sólo
que
tenían
que
caminar
I 50
km
y
reconquistar las
Malvinas
antes de
lograr el
baño
caliente
que
todos
de seaban de sespe radamenqe.
Abajo: Una nueva forma de
enÍregar la carga,
bautizada
"Vertrep" por
las
palabras
inglesas
"vertical
replenishment"
(
e
abastec
miento
vertical
).
No
podía
dúrar
para
srempre
llegaran los refuerzos,
bajo la forma
de
la
5" Brigada,
más
su oficial superior, el
general
Jeremy
Moore.
Pero
ahora
la opinión
pública
en Inglaterra se
empezaba
a
mostrar
preocupada por
la falta de
progreso.
La idea
de
la
fuerza
de desembarco
embotellada
y
vulnerable
en
San
Carlos,
mientras los buques
eran alcanzados uno
tras
otro, estaba
minando seriamente a
confianza en
el
manejo
del
gobierno
de la campaña.
Downing Street
(la
residencia
del
primer
ministro),
vía
Northwood,
empezó a
preguntar
con impaciencia
cuándo se
movería Thompson. Este, correctamente,
respondió
que
no se moveía hasta
que
se completara la
operación de suministros,
que
se estaba desarrollando
tan lentamente. Sólo entonces os helicópteros estarían
Uisponibles
para
transportar a sus
hombres adelante.
Sólo
entonces su base
estaría suficientemeilte provista
para
que
las unidades
entraran
en batalla
al final
de las
est iradas
íneas
dc abastecimiento.
El 24
de mayo,
en una reunión
de oficiales su perio-
res,
Thompson
sólo
pudo
ofrecer dos cosas: el
SAS
estaba
operando ya
en monte Kent
y
luego
avanzarían
al lugar
las
unidadesprincipales.
Goose
Green
era
meramente
na opción.
Los
comandantes olvieron
a
sus
unidades
ratando
de dear
una
orma
de mantener
ocupados
a sus
hombres.
En cierto
sentido,
a
sernana
espués
el desembar-
co fue
una
batalla
en sí
misma;
después
e unospocos
días,
el frío
y
la incomodidad
se
volvieron
una seria
amenaza.
Dos
veces
l día,
al amanecer
al atardecer,
los
hombres
eran
puestos
n alerta,
movilizados
asta
sus
posiciones
con las
armas istas para
un caso de
ataque,
Así
pasaron
os días, con
los hombres
en la costa
sintiéndose
uriosamente
emotos
del drama
que
enía
lugar
en
el agua.Por supuesto
ue
gritaban
uando
un
avión argentino
era derribadopor
misiles,
fuego
de
artilleríao
Harriers,
pero
era másbien
como mirar un
filme
de
guera
antes
que
estar ealmente
n
guerra"
Esto
fue así hasta a
noche del 27
de mayo.
Mientras caíala
ta¡de, dos
Skyhawks
pasaron
au-
llantes
y
sin
previo
aviso
sobreel Establecimi ento
an
Carlos
y
lanzaron
dos bombas
renadas
or
paracaídas
Cayeronen medio
de la
posición
ocupada
or
el Co-
mando
40
y
explotaron,
matando a dos hombres
e
hiriendoa otros tres. Peromucha de su potencia ue
absorbida
or
la blanda urba.
Cirugía
bajo ataque aéreo
Mientras
tanto,
del otro lado de
bahía Ajax, tres
Skyhawk
anzaron
ocebombas
renadas obreel área
de Hellberg.
Felizmente
sólo explotaron
uatro,
pero
afectaron
a cocinadel regimientoy
al 45'
Cclmando,
matando
a seishombres
hiriendo
gravemente
otros
26. De haber
ocurridomedia
hora después, uando a
cocinahubiera
estado n
plena
actividad,el númerode
bajas
hubiera sido incalculabl e.
Otra de las bombas
explotó
entre a munición
de 105 mm
y
de 81 mm,
y
junto
con a
provisión
de municiones
el
45'Comando
siguieronexplotando oda a noche.
Tres bombas
hicieron mpactoen
el
hospital
princi-
pal
de
campaña,una de las cuales
pasó
a través
para
salir
por
el otro lado
y
las restantes e alojaronen el
mismo
edificio. Ningunaexplotó.Si hubieran etona-
do, la mitad
del regimientohabría
caído. Uno de los
hombres
de Hellberg resultó muerto
por
el
fuego de os
cañones
e un Skyhawk cuandodisparaba
un avión
con su
ametralladora.
Drlrante todo
el
ataquecontinuaron
levándosea
cabc¡ as
operaciones
quirúrgicas.
Con
el impacto,
unos
ganchos
nmohecidos ayeron
el echode
donde
funcionaba
l hospital,
unto
con
nubes e
pglvo. Pero
sólouno esultóheridoy un prisionero rgentino ufrió
una infección
en su
herida
por
el
moho.
Era
tm
mal momento
para
al intemrpción,
porque
a
batalla
por
Darwin
y
Goose
Green
ya
había
comenza-
do. Las
bajasdel
2"
de
Paracaidistasnseguidanvadi-
rían
el lugar.
tisponibles
para
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Buscando
a
noticia
La
esencia
el
éxito
en
una
guerra
es
el secreto.
La
esencia
e
un
periodismo
de
éxito es
a
información.
Así
decían
as
normas distribuidas
a los
periodistas
embarcados
con
la Fuerza
de Tareas
y
naturalmente
un
conflicto tan
obvio
no tardó
en
manifestarse.
La versión argentina:
kiosco en Buenos
Aires en
etapa culminante
del
Los norteamericanos
vieron la
guerra
de
Vietnam
por televisión en horarios centrales, lo que eventualr
mente
tuvo enorrnes
repercusiones
políticas. pero
la
lucha
por las Malvinas
constituyó
un acontecimiento
totalmente
diferente
desde el
punto
de
vista
informa-
t lvo.
Por razones
técnicas
y
de seguridad
la nrayor'ía
de
los reportajes
elevisivos
que
se difundieron
en
Gran
Bretaña consistían
en
textos leídos ante
una imagen fija
que
hacía de fondo,
a menudo una simple
fbtografía
del enviado
especial.
La
guerra
de as Malvinas
fue una
guerra
de
escritores, con
periodistas
de
diarios, radios
y
televisión
siguiendo tenazmente
el
paso
de las ropas.
sea en
reposo o sobre
el
terreno,
manipulando cuader-
nos de notas en
vez de
armas
En la Argentina las informaciones sobre la guerra
fueron básicamente
convencionales,
aunque
los
perio-
distas debieron
hacer frente a las restricciones inheren-
tes a un
gobierno
militar. En las semanas
que
siguieron
a la invasión los medios tuvieron una tarea fácil
crean-
do una excelente
magen de
la Junta a favor del
éxito
de
la operación.
Después de la l legada de la Fuerza de Tareas a la
Zona
de Exclusión
a fines de abril
,v
especialmente
después el establecimientoe a cabeza epuente,a
labor uemásdelicada:
uiar
a a opinión
ública
acia
la realidad de una derrota
de la manera
más
gradual
posible
y
encontrarexcusas
ara
os
grares
errores
e
juicio
cometidos
or
los militares
Sin embargo, a experiencia
e os
reporteros
ritá-
nicos
que
se embarcaroncon la Fuerza de Tareas
constituye
oda una historiaen sí misma.A doce
mil
kilómetros
e su
paísy
en
condiciones
ue
es
produ-
cían
una
enorme
rustración,
consiguieron.
pesar
de
todo,
ransmitirel dramade
esosextraordinariosneses
de
comienzos
del veranoa la
ansiosa pinión
pública
británica.
"Exclusivat'
Un cuarteto
de
periodistas
ritánicos, ncluidos
Sj-
mon Wrnchester
el
"Sunday
Times"
y
Kent Clark
del
"Daily
Telegraph"
superaron
al resto de Fleet
Street
con
una exclusiva,
al encontrarse
n Puerto
Stanler
cuando
desembarcaron
os
argentinos.Se ha-
llaban
en
el hotel
"Upland
Goose"
después e haber
r
t¡lado
las
slas
para
ubrir
a historia
e a ncursión
1ltuuxxni*:r
i l . . ' : ' : : ' r .
.
*5S***ri
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AgLN
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"HEY
PEDl,o
SOME
rDloT,9AFE rñ
BA
'e wRtffEñ
goME
RUBBI9H
A6OUf tsRITI5H
5PECIAL
SERVICE ROOPS
BE'Ñ6
oN TÉE
IsLAND5
ALREADyI.
os
chatarreros
n
Georgia
del Sur, cuando
yeronel
adial
del,gobernador
unt sobre
a inevitable
Durante las
operaciones
os
reporteros
se
pegados
al
piso
de un
chalet en
el
parque
casa
de
gobierno
p¿ra
protegerse
del nutrido
Al día
siguiente,
el2 de abril,
el
gobernador
familia
fueron
expulsados,
volando
de retorno
a
Tony Hunt, el hijo adolescenteel fun-
llevaba
un despacho
de
Simon Winchester
en uno
de sus zapatos.
Durante
todo ese día, luego
de
que
los informes
de
agenciasdesde Buenos
Ai¡es
confirmaran la
inva-
los teléfonos
del Ministerio
de Defensa
no deja-
sona¡ con
pedidos
de acreditación
para
e:rbr
con la Fuerza de Tareas.
De los
centenares
de
os
pocos
elegidosa
quienes
se es otorgó
epresentaban
catorcediarios,
dos agencias,
y
dos canalesde
televisión.
Todos
eran
brit¡ínicos.
Treinta
miembros de
este
se embarcaroncon la flota en Inglaterra
y
le unieron en la isla de Ascensión. Los
entre el HMS
"Hermes",
HMS
"Invencr-
y
el transatlántico equisado
"Canberra".
El
y
el
"lnvencible"
zarparon e
Portsmouth
5 de abril
y
el
"Canberra"
con másde
a
mitad
de os
de
prensa
a bordo os siguió desdeSouthamp-
Santo, 9
de
abril.
Equipados con
pasapofes
especiales,
tarjetas de
manuales e nstrucciones,
estimentss
y
honorarias
graduaciones
militares, los
medios
descubrieron
muy
pronto
sus
anfitriones navales os consideraban
una mo-
y
una
responsabilidadsuplementaria.Cuando
se
la Armada
no
quiso
llevar a la
prensa
en
el material tenía que ser canalizado
intermedio de los
vigilantes
funcionarios de
prensa
6
I
DONT
CAREWI{AT
THE,DAiLY AII
-
NO
DXIANJAMES
A'D AEOUT 5
N
WAYAM I
JUMPINg
OUT
OFA
PLANEWITH I{IS LOf
I"
Aniba a la izquierda:
Winchester, del
"
Sunday
Times"
y
l+,Íather
y
Prime del
"Observer" Fueron
arr¿úudos
p;;
lo:
ur¿.,' i";cs
en
Río
Grande,
ei
13 de abril
y
alojados
en
Ia córcel
mós
austral
del
mundo,
en
Ushu.aia
Allí
pasaron
el
resto
de la
guerra bajo
la
falsa
acusación
de espionaie.
Abajo:
Brian Hanrahan
de la
BBC,
un
hombre modesto
que
probó
ser
de la
madera
reqterida
para
corresponsal
de
guera,
eilremadamente
sereno
bajo el
fuego
Izquierda:
Robert Fox de Ia
BBC,
quien
resumió el
pensamiento
de
muchos
de sus
colegas cuando dijo que la
guerra
de Malvinas
parecía
un sueno
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Iz4uierda:
Cur¡
raturas
publicadas ¿urante
la
guerrü
por Ia Sectión
Iluslraciones
de la
Real Infantería
de
Marina
Algunas eran lq
respuesl¿
de los
militares
sobre
lo
que
se decía de ellot
en
la
prensa y
una bienvenida
diversión
para
hombres
que
prestaban
senicios
en el
Atlántito Sur
Entre los afches que
aparecieron
durante
los
días
de la
guerra,
estaba
el de
abajo
Ver
la
fotografía
de
su
bandera,
perforada
a bal¿tzos,
t'on la leyenda
"Ahora
a
muerte"
Causó impresión
en
la
opinión pública
británica
Esto,
lo mismo que
las
manife
stac one
s mas vas
con
banderas
y
carteles
belicosos.
fue
lomado
como
unu
indit'ación
de
que
Ia lucha
sería mu¡'dura
del Ministeno de Defensa,
que
pronto
fueron
conoci-
dos
entre los f-rustrados
eriodistas
como
los
"policías
del cerebro". Los cinco
reporteros que
se
encontraban
a bordo del
"Invencible"
tuvieron
al principio
la
suer-
te de
encontrarse bajo las
órdenes
del
capitán
J. J.
Black, un hombre
comunicat ivo
que
era
servicial
y
organizó reuniones
informativas
en forma
regular
Sin
embargo
no
pasó
mucho
tiempo
antes
de que
las
frus-
traciones
provocadas
por
la
censura,
el confinamrento
en espacios reducidos y
las dif ióulrades
para cnviar
material
a Londres
suscitasen
un
enfrentamiento.
Los
repofteros
disputaban
entre
ellos
y
también
discutían
con
el comandante
del
"Invencible".
En
el
"Hermes"
desde
el vamos
no
hubo
ninguna
posibil idad
de hacerse
lusiones
sobre
una
cómoda
cooperación.
El
capitán
Lyn
Middletcln
no
ocultó
el
poco
entusiasmoque
le provocaban
sus
huéspedes
e
la
prensa
y
les
restr ingió
a
información,
instruyendo
a
sus
oficiales para
que
hicieran
lo
mismo
El
capitán
Burne
del
"Canberra"
también
era
abiertamente
anrr_
prensa
y
dio
a los periodistas
os peores
ugares
de
a
bordo,
unos
compartimentos
infestados
de
cucarachas
Durante
la larga
navegación
hacia
el sur
las
restric-
ciones a los reportajes eran severasy también incohe-
rentes.
Las informaciones
disponibles
provenían
de l
Ministerio
de Defensa,
el comandante
de la
Fuerza
de
Tareas y
los
capitanes
bajo cuyas
órdenes
navegaban.
Algunas veces
los
nombres
de los
barcos
podían
ser
mencionados,
otras no.
Las
condiciones
del
t iempo
a
menudo
también
eran
tabú
Sin embargo,
para
su gran
fast idio
los
enviados
especiales
escubrían
a
menudo
Que
nformaciones
que
había
omit ido
cuidadosamente,
con
gran
contrariedad,
eran
difundidas
abiertamenfe
en
Gran
Bretaña pues
habían
sido sulninistrad. i\ n.:
fuentes
oficiales
EI envío de informaciones
a Londres
era un
prLr.e
L:
largo y
tortuoso. Primeramente
tenían
que
ser
grabüJr:
por
un operador en
el
centro
de comunicaciones
E.
paso
siguiente
era establecer
onexión
con
ei
satélir i
A menudo
había
que
repetir
el texto
debido a las
interferencias y
muchas
veces
una
nota
tardaDa rr3\
horas
en ser transmitida.
Las presiones
€rnp€or&rtrh
cuando el
personal
naval
comenzó
a resentirse deblJt
al
t iempo
que
insumían
as
ransmisiones
e
la
Drcn:
Como resultado
de
todo
esto
el
capitán
imitó
ei
pen.,-
do de envío
de los
despachos
periodísticos
a las horr:
de la
noche,
lo
que
frecuentemente
causaba
que
s. ,
perdiese
todo
una
jornada
antes
de la publicación
El
"Invencible"
y
el
"Hermes"
llegaron
a Ascen-
sión
el 16
de abril, pero
la prensa
recibió
esrncr¿>
instrucciones
de no
mencionar
su
ubicación.
A pesar
de
todos
los fracasos y
obstáculos
los periodistas
l.-,
hacían
lo
mejor
que
podían
y
consiguieron
algunlr:
aliados.
El
"Canberra"
llegó
a la
isla
poco
despue>
que
el
"Hermes"
y
el
"Invencible"
y
debíaperrnane-
cer
allí dos
semanas
media.
Los
infantes
de
manna
r
los paracaidistasque se hallaban a bordo del transatlán-
t ico
eran
amistosos
con
la
prensa,
una
diplomacia que
habían
aprendido
en Irlanda
del
Norte.
Pese
al
equipo
especial
transportado
por
vía
aérea
r
Ascensión,
se demostró
que
era fécnicamente
impo:i-
ble
utilizar
el satélite
rnilitar
SCOT para
enviar
a Lon-
dres
material
para
la
televisión.
Las
notas
de
Brian
Hanrahan
y
Michael
Nicholson
superaban
a veces
a Ia>
crónicas
de
la
prensa
escrita por
varios
días.
per..
enviarlas
era
una verdadera
hazaña
loeística.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 69/185
Crisis
para
Thompson
El brigadier Thompson tenía
su estrategia
claramente
elaborada
para
montar
el
asalto
principal
a
través de
las Malvinas,
desde"San
Carlos a Puerto
Stanley. Pero
sus consideraciones
no habían
incluido
a los
pdlíticos
que
dejaba
a
la
retaguardia
-ni
a
los rnisiles
Exocet argentinos-
que
se arrojarían
contra éI
El
brieadier
Julian
Thompson debla decir de la
campaña:
"Yo
sabía
que
deblamos concluir en
Stanley,
pero
algunos de los
planes
era como
ir a
Londres dando la
vuelta
por
el PoIo". Aba¡o: Thompson
(
zquierda) confe re ncia c
on
el mayor
general
Jeremy
Moore
(centro),
en
el
Cuartel General
de la III
Brigada de Connndos,
en el
Ivlonte Kent. Poco después
de ese encuentro,
la
posición
fue
^tacada
por
Slcyhawks
rgentinos.
Alromper
la aurora
en
un
cielo
despejado,
el martes
25 de mayo, cada
hombre
destacado
n San Carlos,
ya
fuere
en
su trinchera
individual
o en su puesto de
combate
a bordo
de.los
barcos
que
se hallaban en el
estrecho,
cada
uno
alerta
estaba
al tanto
de lo
que
le
esperaba.
Era otro
día
de tierrrpo
perfecto
para volar,
y
también
el
Día
Nacional
de
a Argentina,
de modo
que
todo
hacía
prever otro
gran
ataque
desde
el aire.
En
los
buques,
as tripulaciones
se
arropabanen sus
capotes
de tormenta,
con
las capuchas
antiflama
pues-
tas.
En
tierra,
los
paracaidistase
infantes
de Marina
aprovechaban
as
primeras luces
para encender sus
cocinas
de campaña
y
preparar el
primer té del
día'
El brigadier
Julian
Thompson,
comandante
de
la III
Brigada,
se hallaba
a
a sazón
a cargo
de las
fuerzas
de
desembarco orque el mayor generalJeremyMoore se
hallaba
aún
en
viaje hacia
las
Malvinas,
a bordo
del
Queen
Elizabeth
I
(QE2),
bajo
estricto
silencio
de
comunicaciones.
Thompson
comenzó
el día
como de
costumbre,
ha-
ciéndose
argo
de su
puesto
en el
Cuarto
de Operacio-
nes, queen realidadera sóloun rincón en el intrinéado
laberinto
de
refugios subterráneos
tiendas
camufla-
das ubicado
en
SanCa¡los
Settlement ue
pasaba or
Cuartel
General
de la Brigada.
Se inclinó
sobre
sus
mapas
y
se abocó a la ta¡ea que
lo tenía
obsesionado
desde
hacía
días:
ya
había
asegurado
a
cabeza
de
playa,
por
tierra
al menos, y
ahora
debía
quebrar
el
frente y
avanzar
sobre Puerto
Stanley.
En esencia
su
plan
era el
siguiente: aguardar
la
llegada
de refuerzos
de hombres,
vehículos
y
abasteci-
mientos que
en esos
momentos
surcaban
el Atlántico
rumbo
al Sur,
y
entonces
montar
un ataquedirecto
a
través
de dMalvina
Oriental, hacia
Stanley.
No
veía
a
utilidad de dividir preciosos recursosen ataquesde
diversión, ya
fuere hacia
el
Sur o hacia el
Oeste.
Stanley
era'el único
objetivo que
tenía real
sentido
milita¡.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 70/185
El veía
el avance
en
términos
de un
rápida
seriede
"saltos"
en
os
que sus hombres
serían
ransportados
en
helicópteros
los grandes
Chinook-
a Eavés
de
accidentado
erreno
de la
isla.
Pero todo
ello
había
cambiado
ara
el
momento
en
que
el brigadier
olvió a
su
bolsade
dormir,
mucho iempo
después
el
anoche-
cer del 25 de mayo.
Nuevo
ataque en
el
"Callejón
de
las
bombastt
Los ataques
éreos
omenzaron
e a
manera
usual:
el aullido
de
las
sirenas
de
los barcos ondeados
en el
aguade San
Carlos
y
el
grito
de
"Rojo-Ataque
Aéreo"
transmitido
or
os equipos
Tannoyde
os buques
los
aparatos e
radio esparcidos
por
las colinas.
Al
princi-
pio pareció que
as defensas,
anto las terrestres
como
las
embarcadas,
bana tener
un
"buen
día".
La
prime-
ra ola de anticuadosSkyhawks
argentinos
ue
intercep-
tadamienfras
volaba
sobreel
mar, desdeel
noroeste,
y
rechazada espués e quecuatro de ellos fueronderri-
bados.
Peroel esquema ambió
en as dos ncursiones
ub-
siguientes. a
primerapasadalegó,
como
de
costum-
bre, atronando travésdel
"Callejón
de
asbombas".
Unos
pocos
segundos
de terror,
pero
esta
vez poco
daño. Luego,
la mayor
parte
de los Skyhawks
y
los
Mirageque os acompañabanambiaron
edirección
volaron
bajo
sobre as instalaciones
e radar
de las
colinas
de
la Malvina
Occidental
y plcaron
desdeel
Norte del Estrecho, al
parecerhacia
el
cerco
de
naves
establecido
por
la Marina.
Fue
un
asalto eroz sobre os dos
buques
que
estaban
allí de
vigilancia,
el HMS
Coventry
y
su
custodia
armadacon misiles Seawolf, el HMS Broadsword. La
mayoría de
las bombas
ue arrojada sobre
el
Coventry
que,
a
pesar de su valiente
y
efectiva defensa,
ue
rápidamente
undido'
Mientras
el
Coventry
se
iba
a
pique,
dejando
desguarnecrdo
l extremo
Norte del Bstrecho,
dos
Su-
per
Etendard,
armados
on
los
temibles
misiles
Exo-
cet,
volaron sobre
el
corredor abierto
hacia
un
gran
barco
que
se dirigía
hacia
allí,
que
habíasido
dentifi-
cado
por los servicios
de
nteligencia
argentinos
omo
un
objetivo
de alta
prioridad: el
portaaviones
HMS
lnvincible.
Ese era el momento en el que la Argentina había
soñado.
Hundir al
portaavionesnvincible
en el Día
de
la
Patria
había restaurado
u orgullo
puestogravemen-
te en
peligro, si no malogrado,
odo
el esfuerzo ritáni-
co. De
hecho, ue natu¡almente
l
Atlantic
Conveyor
l
buque,primero malamente
veriado
y
luego hundido,
oor
los letalesExocet.
Poco más o menos
a la misma
hora
temprana
de
a
tarde, el brigadierThompson
era convocadoa bordo
del
HMS Fearless,
buque
insignia de la fuer¿a
de
desenrbarco,
ara
comunicarse
vía
satélite con los
cuarteles
enerales
e
Northwood. El mayor
general
Richard
Trant
apareció
en línea
y,
en cuestión de
nrinutos.
había
puesto
ca&za abajo todo aquello en
que había estado rabajandoThompson. Trant tenía
órdenes:
i sugestionesi
pedidos,
rdenes. a exi-
gencia
de
Londres era simplemente
ésta:
atacar en
Prado
del
Ganso
v
avanzar
sobrePuefo
Argentino.
La estrategia de
Thompson
en ruinas
Todavíano seha
puesto
en cla¡o
qué
legó
primero,
si las
órdenes e avanzar Iasnoticias
del hundimiento
de
Atlant ic
Cont 'e tor .
De cualquier
forma
que
havasido, as dos cosas
untas
amrinaron a esfra-
tegia
in ic ia l de Thompson, porque
el
At lant ic
Conveyor
llevaba a
bordo
los poderosos
helicópte-
ros
"Chinook"
y
asimismootrosnueve
aparatos
imi-
lars
"Wessex".
Todos se
perdieron
salvo un
"Chi-
nook", juntamente on equipos alescomo tiendas e
campaña
ara
4.000 hombres.
Fueel desastreogístico
rnás
grande
de toda a
guerra, y
le costó a Thorrrpson
el
elemento vital
de
su estrategia
para
transportar a
sus
hombres
través
de as Malvinas.
Se
e
dieron
simple-
mente
órdenesde
avanza¡
y
cornbatir, pero sin medios
efectivos
para
colocar
a sus hombres
en
posición
,
Esedilema nunca
ue considerado n Londres.
Allí,
la
presiónpolítica
para
que
'se
hicieraalgo",
paraque
se obtuvieran esultados,
ue
siempre
ntensa.
Gran
Bretaña había perdido
cinco
buques
y
los
políticos
exigíanun
éxito a carnbio.
Había
presióncreciente
e
que
hubiera
acción
antesde
que
las Naciones
Unidas
ordenaranun cesedel fuego quedejaría a Londrescon
nada. apartede
la cabeza
de
playa.
En la noche
del
26 de mayo,
el Segundo
e
Paracai-
distas
descendió or
las aderasde las Montañas
Sus-
sex.
hacia
el Sur, para
ibrar la batalla
por
hado
del
Ganso.
Al
alba del27
de mayo,
el
Tercero
de
Paracai-
distas y
el 45"
Comando
cargaron
con
sus
mochilas
para
comenzar
o que
pasaría
a ser
una
amosa
camina-
ta hacia
el Norte
y
el Este, en dirección
a
Stanley.
Thompson,
en
su atestada ienda
de campaña
de
San
Carlos,
mantenía
sus
pensamientos, n
su
mayorparte,
para
sí mismo.
No
eran
pensamientos
elices.
Los
políticos
y
la altajerarquía
castrense
abían
orzado
su
mano, pero
la responsabilidad
era
ahora
solamente
suya. El único sentimiento reconfofante era una fe
enorrne
en
las
cualidadesde
los
hombres
que
estaban
luchando
entre las
turberas
y
los
páramos
rocosos.
2L9
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 71/185
Esperando
er
rescatados
a vida bajo la ocupación
endió
a empeorar
hacia
fines
de abril
y principios
de
mayo:
para
los sleñosel
fin
de su drama ¡to estaba
aún a la üsta.
Uno
de
ellos
observó
que, pese
a
que
os
argentinoshabían proclamado que iban a elevar el nivei de vida, "nos pareceque vamos
abajo:
lo s
isleños
obseman
los
vehículos
acorazados
argentinos en Pueno Argentirn
La
sola
presencia
de equipos
y
personal militares era
intimidatoria. Había
pilas de
municiones
pot
toda
la
ciudad,
y partidas
ridículamente numerosas
de
soldados
penetraban
en
las
casas
para obtener
i nformac ones,
e
s
g
miendo
amenazaCora¡nente us
arnuls
-
hacia atrást'.
"Primero
de mayo. Estamañana uimos
iteralmen-
te
arrojados
de nuestrascamas
por
aterradorasexplo-
siones.Sintonicé
a BBC
para
saber
ué
había
pasado,
pero
estaban
rasmitiendoel
más
nútil
programa
sobre
control
de la natalidad
que
haya
esc'.¡chado.
ventual-
mente,.alrededor
e las 5,30
propalaronnoticias
de
que
nuestroaeropuerto
abía sido-bcmbardeado
or
Vulcans.
Preparé é
y
esperé
a uz dcl ciía, a
que
legó
junto
con un
enjambrede
Harriers
que
arribaron
por
la
boca
del
puerto,volandoa ncreíblc
velocidad
a rasdel
ma¡".
JohnSmith,residente e PuertoStanley,sedistien-
de coieccionando
stampillas.
Bajo la ocupaciónar-
gentina
enía
un
pasatiempo
xtra; levaba
un
diario.
La anotación
el
primero
de mayo
es una de las
más
completas.
"El
aguay
la
tierra hervían
bajo
su fuego
de cañón
(de
los
Harriers),
uego
arrojaron
sus bombas
en el
aeródromo.
En
diez segundos
odo había
enninado,
sólo
un
prolongado
y
poderoso
estallido
y
un ruido
atronador
uego,
silencio
absolutoy
un
gran palio
de
humo
suspendido
obre
el campo
aéreo".
"Esos
primeros
cuatro
días de
mayo tuvieron
una
extraña
ualidad, ueron
algo así
como un sueñopara
os
isleñosquepernanecieron n la capital.Familiasque
creyeron
ue
sushogares
ran
particularmente
ulne-
rc-
-_:
i.
-
-:."
- . ] , ' . . : t :- t ; '
l
i
?
,ri
I
;j ;
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 72/185
soldados
posan
con aire de
pero
aún en las
semanas de
los isleños
ndicios de
en su
moral-
se veían
j
óv enes
Y
estar
llegar, después
de seis
y
medio desde el
a Ia
rables
a los
bombardeos
o
al cañoneo
naval
nocturno,
se
mudaron
a casas
de otros.
Aquellos que
se habían
construido
rudimentarios
refugios
los usaron,
aunque
eran
un
tanto estrechos",
anota
John
Smith,
''pero
uno
sesiente
mucho
más
a salvo
a unos
60
centímetros
bajo
tierra". El 3 de mayo, llegaron a Stanley noticias
del
hundimiento
del Belgrano,
que
crearon
menos
euforia que
shock
ante la
tragedia.
El
día siguiente,
John
Smith habla
tanto
de
shock
como
de depresión
por
la
pérdida
del Sheffield.
"Cuando
suceden
cosas
omo
ésa,nos golpea
muy
fuerte
a realidad
otal
de la
situación
en medio
de
la cual
nos
hallamos.
Fui
despertado
las
4,30,
estamañana,
por
otra
incursión
de
os Vulcans
sobre
el aeropuerto.
Muy estruendoso
alarmante".
A esa
altura,
os
argentinos
dispusieron
un toque
de
queda
y
los
sleños
o
respetaron.
Los
soldados
ienden
a abrir
fuego
contra
cualquier
luz que
se filtre,
de
hechocontracualquiercosa que semueva, incluida la
ropa
puesta
a
secar
agitada por
el viento.
La vida
normal
ha
terminado
para
la
mayor parte
de los
habi-
tantes.
La
Marina
Real
bomba¡dea
ntermitentemente
la
costay
hubo
más
ncursiones
de Vulcans.
Los díasy
las
nochespasan
en una
sucesión
de zambullidas
hacia
el refugio,
corridas
hacia
la
casa
para
apuradas
omi_
das
y
espera
por
las
noticias
de
la
BBC.
Quizá
los
momentos
más
alarmantes
eran aquellos
en que
la
afillería
argentina
comenzaba
a disparar.
porque
era
a menudo
acompañada
or
un fuego
ndis_
criminado
y
nervioso
de
ametralladoras
ue
atravesaba
las paredes
de
madera
de
as
casas,
errándolepor
poco
a sushabitantes.
.
Afuera,
en
a
campaña,
a vida
bajo
a ocupae
ón
era,
aún
más
difícil.
Los
argentinos
legaron
tarde
a
port
Howard,
recién el 26
de abil,
pero
las
experienciasde
Ios habitantes
ueron
similares a las
de los de otras
poblaciones.
Llegaban helicóptero
tras helicóptero,
llenos
de tropas.
Los soldadospenetraban
en cualquier
edificio
vacío.
excavabanrincherase instalabancaño.
nes. Implantaban
eglamentos,
a
menudo
en un inglés
cómico
e incomprensible (el
favorito
en Pebble sland
era:
"Antes
de comunicarse
por
radio
se debe lamar a
las autoridades
pÍra
que
estén
cuando
usted lama"),
disponían
oscurecimientos
e implantaban
estrictos o.
ques
de
queda.
A la..inversa
e
los habitantes
de Puerto
Stanley.
Ios
de
Port
Howard
se
preguntaban
cuándo os británicos
se iban
a acordar
de
ellos. Podían
oír explosiones
distantes
y
ocasionalmente
algún
avión volaba sobre
a
población.
Los
soldados
corrían
hacia sus hoyos
gn-
tando
"posiciones"
o
"aviones".
Estaban
egular-
mente
ocupados
en
prácticas
con sus cañones
antiae-
reosde 105milímetros. En Port Howard se ajó uno de
los
cañones
le
encargaron
a un
isleño
que
o reparara.
pero
éste
deliberadamente
izo
un trabajo
"de
segun-
da".
Otras
formas
de resistencia
pasiva
rncluian la
ocultación
de
aiimentos.
los isleños
pensaban
que
los
británicos
queían
hacer
mori¡
de ha¡nbre
a los i¡r'a-
sores.
Como
en
oda-situación
o común.
tampoco
alta¡on
los
momentos
graciosos:
para
los isleñoi constituían
oportunidades
para
soúeír,
[i€ro
no mucho más.
Las
preocupaciones
predominantes
eran la seguridad
y
la
conservación
de
la
propiedad;
mundanal
quizá, pero
ese
aspecto
se
veía
atemperado
or
un algo de
fe. Nora
Monk,
viuda
de
Adrian
Monk,
bien conocida
igura
de
Port Stanley, lo especificóen forma sucinta: "Nunca
dudamos
e que
a Task Force
ba
a llegar. Solamente
'cuándo'
era nuestro
siempre
presente
nterrogante".
221
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 73/185
Lfuviamortal
Se o
conoce
como
CNA,
cañoneo
naual de
apoyo
A cualquiera ue
se
halle
en
a playa,y
sea an
desven-
turado
como
para
estar
en el lugar elegido para
un
bombardeo
ostero,
e
parecerá ue
se han abierto
as
puertas
el nfierno.
La lluvia
mortal
proporcionó
os
argentinosalgunosde los peoresdías que les haya
tocadovivir.
'
Encontrarse
bajo un
bombardeo de artillería puede
estimarse,
eguramente,
omo unade aspeores
mane-
ras de
pasar
el
tiempo que
el hombre haya
conocido
jamás.
La
posibilidad
de unamuertesúbitao
de recibir
heritlas se
ve gravemente
magnificada
por
una
ncapa-
cidad absoluta
e haceralgo
para
mitigar sus
ei'ectos,
excepto
haber
podido
atrincherarse
rofundamente
con
anticipación.Un
soldado,
bajo un bombardeo sí,
puede
onsider¿rse
omo
víctima
en
el más ato senti-
do.
Las
palabras
no
pueden
describi¡ el estruendo
aterradory
el estremecimientode
la tierra.
El cañoneonaval de apoyo constituyóuna ayuda
crucial en todas as operaciones errestres
ritánicasen
lasMalvinas.El problemaera
que
no siempre
e
podía
depender e él
por
cuanto
a
Marina
Real, en ocasio-
nes,
disponía
tras areas
ara
os buques
on capaci-
dad
artillera.
Duranteel día,
os
destroyers
las raga-
tas se necesitaban
ara proteger a los
portaavionesde
eventuales taques,
ueron
ellos
aéreos e superficie
submarinos.Asimismo, empleaban
as horas de
luz
para
legarse asta as
zonas
de
reparaciones
apoyo
logístico de la Flota Real Auxiliar
para
reabastecerse.
De cualquier manera,
los intentos de concretar
un
CNA
durante
el
día corrían considerable
riesgo
de
provoc¿r
ataques
aéreos
y
misilísticos
de los argen-
tlnos.
hs buques
A r
de
nt, P y
mouth
y
G amo
g
an r ecibie-
ron mpactosmientras
añoneaban
se hallaban
erca
de a íneade
uego.Consecuentemente,
a mayoría
de
los
CNA
seefectuaba
e noche
pero,aunasí,
prioridad
para
otras
misiones
podía
serdispuesto
or
la
Marina
Real. Los buques
legaban arde
y
se alejaban
empra-
no de las
posicionesde cañoneo,
especialmente
i
estimaban
que
se
hallaban bajo
amenaza
oteqcial de
aviones,submarinos
embarcaciones
ápidas
de los
argentinós.
No todos
os
desftoyers
y
fragatasestaban
apacita-
dos
para
un CNA.
Ningunade
as cuatro
ragatas e
a
claseLeander o las dos del
'1
ipo 22 estaba artillada
con
cañones
mayores
ue os Boforsde
40 milímetros,
que
no eran apropiados
p¿Ira se ipo de
operación.
De
los buques
restantes,
aquellos armados
con misiles
superfrcie-aire
Sea
Dart fueron
los menos
usados
para
los CNA.
EI contraalmirante
John
Woodward
odiaba
ver
que
esos buques
ueran
reti¡ados
de
la cortina
de
defensade sus
pofaavi.ones El
IIMS Bristol
jamás
ue
empleado
para
una CNA
y
los destroyers
elTipo
42 lo
fueron en
muy
pequeia
escala,
especialmente
uego de
la
pérdida
del Shffield
y
del Coventry.
#
La artillería
de
esos
buques
se
dividía
en
dos
clases:
los
antiguos
cañones
de
4,5
pulgadas
Mark-ó'
monta-
dos en
una
torrente
doble
en
la
Clase
Country
y
en
De
modo
que
el
peso
de
los CNA cayó
sobre
los
destroyers e laclase
Qeuntry,
as
fragatas
Tipo2l
y
las Yarmouth,
de
cañoneo
aval
deapoyo.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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pobreque
el
de os
Mark-S, cuyo cañón
único dispara
más rápido
que
un
Mark-6.
Esteúltimo
esun sistemamuchomáspesado,
o
cual
constituye
n
detalle
que
os diseñadores avales
ie-
nen müy en cuenta,ya que los buquesde guerrareve-
lan
una
tendencia con
la
que
uchan
constantemente-
a ser también pesados
de
superestructura.
Además,
requiere
mucho
más
esfuerzo humano
para
su opera-
ción
y
mantenimiento -otro
factor importante para
los
ingenieros
navales,
que
tratan
d€
mantener
bajos
el
costo
y
el
tamaño
de os
buque$de
g¡1qrr.*-.
FJ
Mark-6
es
ambién
menos
preciso
gue
el Mar\:B y.qgtálti
los
parte,
as fuerzas
argentinas
o
contaban
on
esa
ven-
taja
para
sí mismas,
Después
e
a
caída
de
a posición
Goose
Green
Prado
del
Ganso)-Darwin
su artillería
ya
no pudo
alcanzat
el
Area
de Mantenimiento
de
la
Brigada de
los
británicos
en las
bahías
San
Carlos
y
.Ajax.
Desde
uego,
cualquierparte
de las
islas
podía
'verse sometidaa un ataqueadgna de los cazabombar-
esos
cañones ueden
calizar
un bombardeo
ies'veees
derosargentinos,
pero
eso
sélo
podfa
ocasionarfroble.
9áj
P1991
que
una
baterla
de
seiscañonesivianos
de
ma¡ ternporarios,
no
compÍyables
on.el-carii.sosteni-
lo5-
mrlftlelros
de
aRéyal
Anillery
operan{o
clden-
4¡^Clre,tprovg"?
ry*b*deo
prqlong4'dlg
,r'
,,i1';,'
cia de fuego
sostenida.
Un batallón
de infantería,
o Otro
beneficioprodsgto
de.los
CNAlra la
posibili-
unidaddesimilarimportancia,
poyadaporunabateríq
dad
de cubrir
gperacioqeq
p
las fuerzas
espeqiales
de cañones
ivianos
de
105
milímetros,
siempre
sq
crrgn$a
a Realn#mllerín
p${4üifl
uera
de
alcanoeo
no
:.,"_1]fi
flliz
{
tener
ambién
un
desrroyer
w^ffi;
trffi Xf:f"mffiknt#^g-*nd**rr
buques
e rans-
-"ff4Hffi%g*i*@sw¡ru;,;
trffiff
de
a
parteNonede
laisla
East
Falklapd
con
suffiegr$y
deo desproporcionadame¡lte
esado
para
geutralizar a
Arriba:
Una;[raqa:-
: . ,
Fuerza
de Tarer;,
fotografiada
de:,i,
.
Canberra,
mrcni,: ,
':
-
práctica
de
ueq"
':
cañ.ón e 4,-5puit-::
durante Ia tra\.i;.,
.-.
,
.
Sut.
Para l as c,: :
". :
):
art i l lería
natat
:;- :
- ' j
i :
las
Malvin¿s
,:,:"-,'
"
oportunidari at:a¿:.
.-
dado
que
la prit:::: .
tiempo
de
pü:
i).:,
:
-
:
muj estfecfúner.:a
.
-
gspectos
de lc
rt:-:
:;
fuego,
pero
RlrG
.a:
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emplea
en
e,i¡
-.;:
-
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l ,erdadera
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p.raru¡ic:; ' a: i ' :
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 75/185
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Pt¡r su
propia
,t
<undud,
cl harc'o que
da
,,' rrptno de
fite.qo
dt'be
ttl t) t l l
nerSe
e
11
m()r rllenlo
,1 esfuble(icndo
st l
1(t\tr
lo t l
(
otlunuamente en
,üse
u
puttlos
de re.ferent' ia
tn La
cosla
infornres
e inteligencia obre
esosemplazamientos
fueron
uf
c icntemente
uenos.
En
general.
os
CNA fueron
empleados
nicantente
para
apoYar taques
en un rol de
refuerzo_"a
con-
f ianza
staba eposi taCa
n a RcalArt i l ler ía,
ue
no
podía
er
levada otros usares
omo os
buques e a
Marina
Real.
-a
otradesrentaja
e oscañ<¡nesavalei
era
que
si se egistrabana alla
enun sistema e
ellos
podía
perderse
a totalidaddel poder
de fuego del
destroyer la fragata n quesehallaran Llnunabate-
ría,
si un
cañón
'allaba
uedaban
osotros
tncodispa-
rando.Parasolucionar
se
problema.
na ragata
n
CNA armada onel sistemaMark-8debía erapoyada
por
uno
de
osbuques
rti l lado onel
sistema
ark-6,
el
que
seharíacargodel bombardeo n casode averías
de
aquélla. se
esquema vitó,
generalmente,
mbara-
zosas rechas
n os CNA,
peroglobalmente,
a con-
fiablidad
c ossistemase
cañones avales rabuena.
En
solounaoportunidad ubouna alla
en el CNA
lanzado or
un barcoarmado
on el sist emaMark-S,
que
no
pudo
ser reemplazado
or
otro con
el
Mark-6
Ocumó durante l ataque el II de Paracaidistasuran-
te las
operaciones n
Prado
del Ganso
y
Darwin.
La fragata ue habíaestado po\ando l ataque,a
HMS
Harrow, sufrióuna
alla
en
el sistema
e retro-
ceso,
un
problema
e
diseño
omún
a todos os
caño-
nes
Mark-8,
que
afortunadamenteo
tu\ o muchagra-
vitación
nel conflicto
e as
Malvinas.
'xceptones a
ocasión.
n efecto, l destroyer
la frasata
ue
debió
haber
reemplazado
la Arrou'.
ctrn
\ús
cañoneos
Mark-6,
se vio imposibil itado
e hacerlo
porque
el
alcance
e ese istema,
más
antigu().
\
ntenor
nunas
dosmillasmarinas,
unos
3.700
metr(r\-- Prado
el
Ganso
uedaba
uerade su
radiodc ¡¡ción Por otra
parte,
oestabanisponibles
trosbarco.
amtados on
el s istema ark-8.Estaban anteni r -nd,r
a
conina e
defensa ntiaéreandispensable
n
t{rr¡\, l irs
portaa-
viones protegiendo las buques .-1GrupoAnfibio
de Tareas n aguade SanCarlc¡s
El
n,rde¡
e fuego
arti l lero n Prado el Ganso
ue redu.-rJrr
n un 78
por
ciento l
quedar
nequipo
e sól(r
r.
'
rñones
ivianos
de 105milímetros
n apoyo
de
1..
rñlrr.lon
Los responsables
Para
su
ef 'ect ividad, os
C\.\
Jerenden
de la
buena
cooperación
entre los diverst. \3:\r.- lcrsarmados.
El
contraalmirante John
\\ 'oodu
.:c debía
decidir de
cuántos
buques
podía prescrr¡ r :
: r jent ras
que
os co-
mandos
superiores n
t ieÍ.r r ir
:r r lut- - legir
que
ugar
hacermejor uso de
el lo\
In: . - r " .nente.
esa
obJigación
recayóen el of ic ia l a carsrrC¡. I I I C,r mando.bngadie-
ro Jul ianThompson
r
r , . ' ' .1. .3 i : r r ¡
nncrpal
de ar t r l le-
r ía, e l of ic ia l a l mando de^ e Re-rrnr . 'nt r )
e Coman-
dosde a Art i l leía
Real \1: : l : : i :
t : . . ¡
r \er rL 'sponsa-
bi l idad del comandante
J: . . . : r.-:1. i.
dc t iena
en las
Is las Malv inas
(Falk i¡n¿
rrJ\
\ r r - -Leneral
eremy
Moore
y
su consejerLr
nn;ri ' . i l el
crrmandante
e l a
Art i l leía Real. coron.- l
B T Pcnnl¡ r r t t .
El Cañonco
r. ir.r l
Je
\prrr tr ue
un
a,sregado
rucial
a
la
guerra e rc\tre
en ias \1alr
inas,
Suminist ró
má s
poderdc-
uego
r
nta\ rrr
- le\ lbil idad
sobre
un
campo de
acción
nrar t t r
qur ' lo:
que
podÍa suminist rar
a Real
Art i l ler ía.
aunque
sin el mismo
nivel
de
24
horas
de
disponibr l idad
iar ia
Además.
ayudó
a
minimizar
las
bajasbritánicasal obligar a los argentinos mantener-
se
en
los abrigos
en
vez de
pelear.
parte del t iemoo
al
menos.
\
\
\
"
,t\
\
¡-,-
?--F
---- \ \
\
)
\
-- -
La
precisión del
se re
grdndemenle
si
tanto el OOA
el barco
(uenlan
(o n
idénticos
del área
de l
el cual
puede ser
mediante
¡¡ordenadas
Esas
bocas
de
los
úñones
van tapada.s
cuando
1t)
Se u\An, ldnlo
po r
r¿:()nes
de
presentadón
t)D1o ara proleger
el
nteri(rr
del
caño
de la
rt 1
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Editor: osé
Juan
Fernández
eguera
Jefede
Redacción: hacho
Rodríguez
Muñoz
Redacción:
uis
María
Maí2,
LuisGarasino
Danilo
Manzini
Diagramación:
usto
AntontoSanz
La
obracompleta e
publica
n dos
volúmenes
ue
total izan
0
fascículos e apar ición emanal
Caoa
fasciculo
onsta e
16
páginas
nter ioresmpresas
'. ' -=-
color, on sus correspondientes
ubiertas.
on el
fascículo
ue
completa ada uno
de
losvolúmenes
=
ponen
a
la
venta
as
apas
para
su
encuadernacio¡:
El
editor e
reserva l derecho e
modif icar l
prec
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venta
del
fascículo
n
el t ranscurso
e
la
obra
si
las
circunstanciasel
mercado sí
o exigieran
,. ,Ediciones
ernández
eguera
Argent ina)
. Marshall avendish
td.
Gran
Bretaña)
Prohibida
u
reproducciónotalo
parcial
in
autor iza:
-
de loseditores.
LA
GUERRA
E LAS
MALVINAS
Fotocomposición:inot ipia ometa,
Chile
1388
y P^: : :
Lettering
A, Combate
de
los
Pozos
4651467Cap:a
Federal
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n l os Talleres
e Socredad
mpresora
Americana,
avardér,
57,
Capilal,
en agosto
e
1986
Distr ibuciónn Caoital
ederal: .
Vidal
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393-5719
392-8020
Distr ibución
n el
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USA
Cartografía:
lejandro
Malofiej
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Batalla.en
a
noche
por
el
MonteLongdon
La
toma del
Monte
Longdon
constituía
uno
de los
objetivos esencialesen el plan de operacionesde la 3.
Brigada
de
Comandospara
a noche
del
ll al
12
de
junio.
Era la Fase
I
del
plan
conjunto
de
la
división,
para
a liberación
de Puerto
Argentino.
El
tiempo
em-
peoraba
y
el reabastecimiento
e
víveres y
municiones
planteaba
grandes
problemas
para
el futuro.
Si
querían
ganar,
os
británicos
debían,
mperativamente,
pode-
rarse o
más
pronto
posible
de las crestasque
domina-
ban a
capital.
EI 3.
de Paracaidistas
cogió
con
alivio
sus órdenespara
el asalto
al Monte
Longdon.
El
objetivo
asignado
o
se es
ofrecía
iefamente
en
bandeja.
Más
tarde,
el
estudio
de os
mapas ormeno-
rizados
tomados
a los
argentinos,y
los interrogatorios
a osprisioneros, usieron nevidencia ue a montaña
estaba
defendida por
el
Regimiento
7
de
Infantería
completo,
reforzado
por
elementos
espécializados
y
por
tiradores
de élite
de la
601"
Compañía
de
las Fuer-
zas
Especiales
argentinasy
de Ia Infantería
de
Marina.
Los francotiradores
argentinos
utilizaban
muy
bien
sus
aparatos
e mira
nocturna
con ampliación
de imagen.
Además,
el Monte
Longdon
estaba rotegido
por
nu-
merosos
campos
de
minas.
Los
argentinos,por
otra parte,
habían
construido
bunkersy
acondicionado
efugios ndividuales
a todo
lo largo
de las pendientes,
menudo
muy
empinadas.
Disponían,
en apoyode
sussoldados e nfantería.de
morteros pesadosde l2O mm, de ametralladora
Browning
de 7 62 mm
y
de
12.7
mm, de cañones
u:
retroceso
de
105
mm
y
de lanzamisiles ntitanque.
Con odaevidencia, adauna
de sus
posiciones
at;"
sido
objeto de una seria apreciación los
planes
d<
fuego
de la artilleía
y
de los morteroshabían srdr-
cuidadosamente
studiados. l Monte Longdon
cr.n.-
tituía, en efecto,
para
ellos,
el cerrojode
las deten:¡.
de Puerto
Argentino.Parasalvaguardarlo,staban
r. -
puestos
a batirse
por
largo
tiempo
y
con encarnrzr-
mrento.
Para os
británicos,
a
conquista
el macizono
¡rd:"
hacersemás
que
a
"saltos
de
pulga", viniendodesce
el Oeste,
y
la configuración e a cima
mpedíaataci
con másde unacompañía lavez. Ningunamanir.t:,
de desbordamiento
ra
posible
debido a la ex isten,-:
de un vasto campo de minas al Sur
y
de
posicr..ne.
argentinas n
Wilson
Ridge, al Este.
La cumbre
Je.
Monte Longdon dominaba una extensión
de
tan...
kilómetrosde erreno escubierto,
o
que
seagregat
"
.
los
peligros
de
los movimientosde noche.
Desde hacía cerca de dos semanas,
patrullas ;:
reconocimiento
igilaban
esaeminencia
ue
domin¡b=
la llanuradesde us 180metros,
y
teníandesde
nt..n-
ces a casi certeza e
haber ocalizado odos
os emp,:-
zamientos
robables
e los camposde
minas anlrFe:-
Debajo:
Un
soldado
argentino
muerro
durante
los
combates
de
la noche
del
lI
al
12 de
junio
en el
Monte
Longdon.
El 3er.
Batallón
de
P aracaidistas
britónico
tuvo
23
muertos
y
ruis de
40
heridos.
Fue
la acción
truis
coslosa
de la
camPaña.
' f f.
ó-t- '
. l
. ( t i . ,
\"4
'
\
{¡IF
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 80/185
srrnal
Habían
ttbservado
que
el
sister-rra
efensilo
ar -
sent ino
se apovaba
en
dos
pcls ic iones
pr incrpales
L.na.
que recibió el
nombre en
códigt l
de
"Ful l
Back"
(
zaguero
o
defensoren
fitbol o
en rugby),
se encontra-
ba
al este de
la c ima;
la ot ra,
"Fly
Half "
( rnedio
rpenura
en
rugby). estaba
en
una cresta
vecina.
en el
borde
oeste
de la cima.
Esta
últ ima
estabaconcebida
paraabrigar un
PM
y
ser
üertemente
efendida
Desde
los nidos
de ametralladoras
pesadas
y
los
puestosde
tiradores de
élite
se defendían
los accesos
a
"Full
Back".
Continuando
con
el
vocabulario de rugby, la
línea
de
partida
del
asalto
y
de
reagrupamiento
fue
llamada
"Free
Kick"
(t iro
libre).
y
la cara
Norte
de la
cimá
bautizada
"Wing
Forward"
(tercera
ínea).
La
línea
de
partida
estaba
constituida
por
el
borde
Este de
la
posición de ataque,
en
la ori l la
Oeste
de un
nacho
que
fluye de
Sur
a Norte
hacia
el río
Murrel.
El
plan
de
operaciones
ra a
la
vez simple
y
f lexible
Moviéndose
por it inerarios
dist intos,
con
los explora-
dores
de la Compañía
D como
guías,
el
PM operacio-
nal
y
las compañías
A,
B
y
C
debían
aproximarse
de
noche a
su objet ivo.
Las
Compañías
A
y
B efectuarían
luego
un
movimiento
de
pinzas
por el Norte
y por
el
Sur, sobre "Full Back" y "Fly Half". La CompañíaC
se
nrantcnra
el l rcserVa
Sorpresa fallida.
Un
lucgo de
apoyo r luy intens<-rebía ser sumlnls-
t rado
por el Avenger, por
la 79'Bater ía del 29" Regi-
miento
de Art i l lería de
los Comandos,
y
los morteros
y
ametralladoras e la compañía de apoyo del regimien-
to.
que
había recibido la orden de
establecer
os bases
de
fuego. una
en
la
Cota 300. al Oestede
la
elevación,
y
la otra cn la línea de
part ida
"Free
Kick"
El apoyo
de l os ingenieros estaría
asegurado
por
la segunda
seccir in
del
9"
Escuadrón
del Cuerpo de
Ingenieros
Paracaidistas.Los zapadores habían
proporcionado,
adenrás,
para
a
defensade la basede
fuego de la
Cota
300.
la dotación
de una ametralladora Browning
de
7.62 mm.
destinada
a contrabatir a una ametralladora
argentina
del mismo calibre instalada,según se sabía,
hacia e Suroeste,sobre
as
Two Sisters
Dos
Herma-
nas)
Two Sisters
era,
precisamente,
el
objet ivo asig-
nado al
45"
Comandr)
para
esa misma noche
Un
observador
avanzado de art i l lería
acompañó
a
cada una
de las
ccirnpañías, l capitán McCracken
co n
la B
y
el
teniente Lec
con la A. La Compañía
B tenía
ademásun ol' icial para eglajedel fuego de morteros: a
AI lado: El
"briefins
una setción bri tántt ' ,¡ ,. ' :
.
del asalto al Monte
L,' -
.
Debajo: Et'utaat
i t i ¡ : .:.
herido, en el
Monte L,
-.
La
artillcría
urgerttinL;
:,
dwrolnenle ) Srn fr¿gt{(i
.-
posicione
s bri tóni c'a
Encuadrado: El
úlr:,,
refrigerio antes del dtir.,
ü..
#
:#:
E'
-.tdk-
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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^
1t'*
t
A tenía
dos.
Una vezbajo
control
el
Monte Longdon,
la
maniobra
deada
era
poner
en
la vanguardia
a la
Compañía
C,
en dirección
a Wireless
Ridge
(Colina
del
Inalámbrico),
o
que
no pudo
realizarse ues
Tum-
bledown
no
cayó
esa
noche,
y
porque
esa posición
dominante
abarcaba
odo
el
sector,
Wireless
Ridge
en
particular.
La
línea
de salida
fue
franqueada
acia
as
21.00
hora
ocal.
La
aproximación
equirió
cuatro
horas
de
ma¡cha
de nfiltración
nocturna,
or
varios
tinerarios.
Durante
el cruce
de a línea
de
pafida
la luna
se había
levantado
or
el Este
del
Monte
Longdon,
evelando
a
naturaleza uebrada
el
terreno
la mportancia
e os
accidentes
aturales.
El
movimiento
desde
el área
de
concentración
hasta
la línea
de partida
se
hizo
sin
tropiezos.
Sin
embargo,
un
ncidente
stuvo
a
punto
de
comprometer
a
misión
e hizo
modificar
su
ruta
de
aproximación
al
mayor
Mike
Argue, que
mandaba
a
Compañía
B.
Al
colocarse
n
posición
para
el avance,
uno
de
los
grupos
de
apoyo
de
fuego
del
batallón(ametralladoras MILAN), se abrió
del orden
de
mar-
cha
de
la
columna y
fue
seguida
nstintivamenre
or
unaparte
de a
5"
Sección
la totalidad
e a
6.. De
ello
se
derivó
una
pérdida
de
contacto
con
el
grueso
de la
compañía
e unos
30 minutos.
para
recuperar
l
tiem_
po
perdido,
el
mayor
Argue
decidió
aproximarse
su
objetivo
en ínea
ecta
desde
l Oeste,
esdecir,
muy
al
Sur
del
camino
previsto
y
a
derecha
e a
Compañía
A
El
brillante
claro
de luna
obligó
a la Compañía
B a
reajustar
ápidamente
us
planes.
Las
secciones
eci-
bieron
a orden
de marchar
o más
aprisaposible,
al
abrigo
del relievey
aprovechando
a
buena isibilidad
del
momento.
La formación
de asalto
adoptada
ue
bastante ocoortodoxa: resSecciones e fusilerosde
descubierta
un
PM de
compañía
igeramente
reta-
guardia,
por
la
izquierda,
con
la
6"
Secciónsobre
a
derechapara
atac¿u
legando
desde
el Suroeste,
las
Secciones
"
y
5^al
Oeste
al Noroeste,pero
con
a
4"
recostada
más sobre
a izquierda.
Tan pronto
estuvo
al
pie
delas
escarpaduras,
a 5"
Sección
se
desplegó
de frente
y
en
profundidad
para
aprovechar
os
mejores
eparos, pero
a 4"
se
encontra-
ba todavía a más de 600 metros de las trincheras
enemigas.
ue
entonces
uando
el caboMilne,
jefe
del
grupo
avanzado
de combateque
cubría
el flanco iz-
quierdo
de la 4^
Sección,pisó
una mina
antipersonal
resultando
ravemente
erido.
La ventaja
de
a sorpre-
sa
estabaperdida.
En
una
situación
crítica
Los
argentinos
eacciona¡on
mediante
utrido
uego
de artillería,
de morterosy
de ametralladoras,
or
esa
vez
relativamente oco
preciso.
La 5"
Sección
estaba
para
entonces
ien a
cubierto
por
los
peñascos,
la 4"
se anzó
a través
del
campo minado para
aproximarse
lo másposibleal adversario. as seisseccionesnicia-
ron
el asalto
al mismo
tiempo.
Ocuparon
Fly
Half"
sin
combatir,
habiendo
anzadogranadas
su
paso
en
una
cantidad
de refügios
enemigos.
En la
oscuridad,
los
atacantes
ebasaron
in
verlo
a
un bunker
en
el
que
se hallaban
al
menos
siete soldados
argentinos,que
abrieron
uego
a espaldas
e a
6"
Sección,
antes
e ser
reducidos.
Después
e
haber
atravesado Fly
Half"
en
direc-
ción
al
Este
del
macizo,
la
6" Sección
cayó
bajo
un
fuego,
muy preciso
de fus iles y
armas
automáticas.
Perdió
8 hombres
en
algunos
nstantes.
El
jefe
de la
secciónpidió
autorización
ara
marcar
un
compás
de
espera, ara
eorganizarse
ocup¿use
e os heridos,
o
que e fueconcedido.Pero,al mismo iempo acompa-
ñía
e
informó
sobre
a situación
crítica.de
as
Seccio-
nes
4"
y
5",
y
de lo
que
tendríaque
avanzar
a breve
227
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Encima:
El 3'
de
t
-;.¿caidistas
ritánico
hizo
''
trisioneros
Aquí
se
ve una
. ..r en
el
suelo
boca
abajo,
:.;,¡
el
registro
En
seguida
,.,in transferidos
al CG
de
la
": ¿¿da
plazo
para
apoy¿ulas
on
su fuego. En la
parte
Norte
de
"Fly
Half",
la
4"
Sección
había
efectuadoun
movi-
miento de
ascenso obre
el flanco zquierdo
de
a 5"
y,
durante
un
nstante,
no
de sus
grupos
ehabíamezcla-
do con los hombres
de la
otra sección.En
el curso
de
ese avance, a
5" Sección había
sufrido
el fuego
de
ametralladoras
e
7.62
y
de
12.7 mm. A
su
vez,
la
compañía
emplazó un
grupo
de ametralladoras
algo
más
arriba, entre los
peñascos,
donde se
encontró
mejor
situada
para
disparar
que
a
posición
argentina,
que
ue rápidamenteeducida
silencio
por
disparo
de
cohetesde 66 mm y de 84 mm.
Pero,
apenas oncretada
saacción, cayeron
sobre
la sección
disparosde ametralladoras esadas, rove-
nientes
de
posiciones
situadas
en la cresta, un
poco
más al Este. Para
reducirlas ue
necesarioun nuevo
ataquede la sección,
asegurando
l apoyode fuego
el
grupo
propio
de ametralladoras.
Dos hombres,
los
soldados
Gough
y
Gray, se
avalanz¿uonaciaadelante
lanzando
us
granadas.
a 4"
Sección, iempre
obre
a
izquierda,
igeramente
más a retaguardia fuera
de
contacto,
omabaentre
antoobjetivossituados l
Este
y
por
encima de los
elementosavanzados e la
5".
Retirada
Cuando as dos secciones udierondesembocar n
poco
más allá
de
"Fly
Half", en el
lugar donde as
crestas ocosasse separan
y
donde
a
pendiente
o-
mienzaa
acentuarse
aciael Este,se
es
aparecieron
lo lejos
los contornosde la
posición
lamada
"Full
Back".
Pero, comenzaÍon sufrir entonces n.fuego
nutrido proveniente
de l a extremidad Oeste
de las
posiciones
defensivasde una compañía.Se decidió
entonces tacar no de sus
puntos
bien
visibles,ocupa-
do
por
una secci ón, armada
por
lo menos con dos
ametralladorasigeras
FN,
de
7.62 mm: un cañón
sin
retroceso
una ametralladora
esada
e 12.7
mm. La
posición
estaba ien
protegida,
adernás,
or
unacorti-
na de tiradoresde élite
equipados on aparatos
ara
visión nocturna.A las primeras áfagas,el jefe de la
sección ue alcanzado n la cadera
y
su operador
de
radio
en
plena
boca.No
por
eso
os hombres minora-
ron el fuego desdesus
posiciones
i la radio
dejó de
transmitir, hasta
que
fueron
relevados.
El mando dela4^Sección
ue confiado
de nmediato
al sargento
Fuller, del PM de
la compañía. Se
dio
ordena
las dos secciones e
retirarse
araevacuar
os
heridos reorganizarse,
on mirasa un
nuevoataque
nivel de compañía
contra el nido
de ametralladoras
pesadas.
A esa altura,
los camilleros
ya
se
habían
reunido
con
la 6" Sección
para
evacuar
os
heridos.
Entre anto, el comandante
el batallón
ya
había
lega-
do a la zonacon
un
grupo
de apoyo
de fuego
al
mando
del mayorPeterDennison.Esegrupo omóenseguida
posiciones
acia a cima del
Monte Longdon
y,
desde
allí, abrió uegode ametralladoras
aciaabajo
sobre
el
: ts
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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enemigo
atrinchera'do
obre
a
cresta,
más al
Este. El
pVf
de la Compañía
B
ocupaba
un Puesto
de Observa-
ción
(PO) que
dominaba
las
posiciones argentinas,
desde donde
dirigía
contra
ellas un
intenso
fuego de
armas
automáticas.
El apoyo
de fuego
necesario
para
posibilitar la retirada
de
las dos Secciones
n dificulta-
,des
ue
suministrado
por
todas as armas
en condicio-
nes de disparar,
y
además
por
una cortina
de
fuego de
artillería
y
de
morteros.
Desdeel comienzo
del avance
as
piezasde artillería
habían sido emplazadasparadisparar sobreobjetivos
localizados
dentro del sentido
del avance
hacia
"Full
Back". Cuando
el cabo
Milne hizo detonar
una
mina,
se dio orden
de abrir
el
fuego sobre esos
ojetivos.
Desde
ese
nstante,
a artilleía
y
los morteros
no ha-
bían
cesadode
disparar,
explotando
os obuses,
a ve-
ces, a una
cincuentena
de
metros delante
de los fusile-
ros británicos
lanzados
al asalto.
La retirada
se
hizo bajo las órdenes
del sargento
mayor de la
compañía.
El estabamuy
preocupado
por
el
número de
heridos
que
aún
permanecían
entre
las
líneas. Esos
heridos
pudieron
finalmente
ser rescata-
dos
y
evacuados.
Pero
varios hombres
ueron todavía
alcanzadosdurante la reti¡ada. El asalto al nido de
ametralladoras
de 12.7 mm se hizo según
una manio-
bra clásica de envolvimiento
por
el flanco
izquierdo,
con el apoyo
de as ametralladoras
a
en
posición
sobre
la
cima,
de morteros
y
de
artillería. Las secciones
y
5
reagrupadas n
una sola unidad, apoyadas
por
un
pe-
queño grupo
del PM de la compañía,
debían avanzdr
por
el mismo
itinerario seguidoanteriormente
al reple-
garse,
del
cual
se
sabía
al
menos
una
cosa'
que no
óstaba
minado.
La
unidad
escaló
a
ladera
Norte
de
la
altura
y
esperó
a
preparación
de
artillería
contra
las
posiciones
argentinas.
Nuevo repliegue
de
la Compañía
B
En cuañto el observador
avanzado
ordenó desplazar
la cortina de a¡tillería
un
poco más hacia él Este,
se
lanzó el asalto. Tras
haber
ganado
apenas
na reintena
de metros, la unidad seencontró de nuevoametrallada
a
quemÍuropa.
Desde
el PM de
la
compañía
se
perci-
bían los fogonazos
de los disparos,
nvisibles
sin em-
bargo
para
as secciones,
desdedonde se encontraban.
El comandante
pidió
entonces
al observador
avanzado
'un
disparo de 66
mm sobre os erhplazamientos
e
tiro
enfrentados,
para marc¿¡r l objetivo,
pero ni aún así
consiguió localizar con
precisión
al enemigo.
Dio en-
toncesorden a sus
hombresde arrojar algunas
granadas
para
cubrir su
propia
salida
del improvisado
puesto
de
observación. Al
permanecer
silenciosa
a
posición
ar-
gentina,
os inglesesdispararon
algunoscohetesde
66
rnm
y
se lanzaron de
nuevo al asalto.
En seguida ueron hallados res
cadáveres e argen-
tinos, y otros más lo fueron al llegar la mañana. Las
ametralladoras
pesadas
a
habíancesado
de disparar
y
como la actividad
pareció
calmarseen ese
sectordesdrc
el bombardeode artillería, seesperó
que
hubieran sido
neutralizadas.
Pero, desde
que
a
Compañía
B dejó sus
refugios
pura
avarrzar,
ayó bajo los disparosde armas
automáticas
por,dos
flancos.
Unos
provenían
desde
una
posición
un
poco
al
Este del nido de ametralladoras
pesadas,
os otros desdeel Nordeste, desde
otra
posi-
ción, conocida
por
estar
fuertemente defendida
por
numerosas
rincheras.
Se dio entonces orden de repleg_arse tomar
de
nuevo
el camino
de a cima,
para
ratar
de sorprenderal
enemigo por
la retaguardia.En el curso deesosmovi-
mientos
recrudeció
aún
más la intensidad
del
fuego,
sufriendo
los ingleses
res
heridos
más. Los efectivos
de
la
Compañía
B
ya
se habían
reducido
a un nivel
peligrosamente
bajo,
por
lo
que
la A
recibió oiden de
rebasa¡lapara
proseguir
la
acción hacia
el Este.
Como la
Compañía
A se
aproximaba
al objetivo
llegando
desde
el Norte,
fue tomada
a su vez
bajo
fuego
cada
vez
más
preciso
proveniente
de
posiciones
al
Este
de a cima.
Hallándose
al descubierto,
sedirigió
hacia
su
frente,
en dirección
hacia
una sucesión
de
taludes
de turba,
con la
Sección I
a la izquierda prece-
diendo
al PM
de Operaciones,
a
Sección
2 ala dere-
cha,
el PM
de a compañía
a a
izquierda
de a retaguar-
dia y la Sección3 a la derechadel mismo. Fue al llegar
al
abrigo
de os
taludes
de turbaque
sufrió
sus
primeras
pérdidas.
Al
principio,
los
argentinos
habían
aplicado
sus
planes
de fuego preestablecidos
ero,
muy rápidamen-
te,
concentraron
disparos
ndi¡ectos
sobre
a
Compañía
,A
y
las posiciones
e a
Compañía
C,
que
se mantenía
en
reserya.
Hubo
que
rendirse
ante
la evidencia;
el
avanceprevisto
inicialmente
en ese
erreno
por
demás
descubierto
no
se haría
sin nuevasy
pesadas
pérdidas
infligidas
por
las
ametralladora. y
ior
tiraáores de
élite.
La
compañía
ecibió
de nuevo
orden
de retirarse
y
de. odear
el
pie
de la
colina
para
atacÍu
desde
su
extremidad
OeSte, siempre
con
"Full
Back" comoobjetivo.
La
tentativa
de a
CompañíaB
habfa
demostrado
que
229
El clato
e
un
ccluta
Desde
hacía una se¡nana se
veía
a
la artilleríd inglesa bombardear
el Monte Kent
y
el Monte Longdon,
allí
donde se encontraba nuestra
Compañía B. Llovían obuses sin
cesar, desde tierra
o desde el mar,
y
bombas desdc el aire.
Con
nues-
tros
gemelospodíamos
ver
la
' no-
rib" de helicópteros
enemigos
que
transportaban
sus hoinbres de
una
posición
a otra.
El 10
de
junio
llegó la orden
de
dejar
nuestras
posiciones
y
de reu-
nirnos,
en nuestro
punto
de
parti-
da, con la
sección de comandos.
Esta
tenla necesidad
de mano de
obra
para
fortificar
nuevas
posi-
ciones y desplazar la artillería de
campafa.
La mayor
parte
de nues-
tros
cañones
estaba en batería
de
frente
al Este. Habla
que
hacerlos
girar
I8U
sobre su
eje.
En
el momento
de alcanzar la
posición
de la
sección de coman-
dos, vimos
pasar
unos Hanier
a
ras
de tierra. Todo
el mundo
se
puso
a
disparar, aun los
infantes
con
sus
usiles
FAL,
pero
la
tayec-
toria
de los aviones
estabacalcula-
daparaque
nuestos
disparos, des-
de
donde nosotros
estúbamos
situa-
dos, en el flanco de una colina,
fueran
peligrosos
para
nuestras
propias
tropas más abajo, en la
ll¿nura,
y
viceversa. La
artillerla
inglesa inició entonces un sistemó-
tico
e
intensivo
bombardeo, de una
precisión
increíble. N
uestros caño-
nes
de 105 mm, llegados
res sema-
rws
antes, reaccionaron
enforma
muy
eficaz. Habíamos recibido
también
unos lanzamisiles
tiena-
aíre Blowpipe,
de los
que
se
dispa-
ran
sobre el hombro.
Era infernal,
obuses
y
bombas
explotabana
nuesffo
alrededor.
Yo
tuve suerte,
ni un rasguño
. Mi
jefe
de
pieza
era un suboftcial;
el
apun-
tador,
un simple soldado,
era
un
verdadero fenómeno. ln p¡ecisión
de
sus disparos
era inaudita.
Las
órdenes
nos eran
transmitidas
por
radio
desde un
PO en alguna
parte
de Ins
colinas. Pero
el
adversario
terminó
por
comprobar que
nucs-
tr o cañó
n lo
p
e j
udícaba
y
comenzó
activamente
a búsqueda
de su em-
plazamíento.
Los
británicos
po-
seían
detectores
capaces
de descu-
brir el
punto
de
origen
del disparo
de
un arma
cualquiera,
desde
el
fusil
al cañón,
y
de marcar
las
coordenadas
exactas
del origen
de
los disparos, despuésde lo cual su
fuego
de artillerla
se
desencadenó.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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E ncima
: L'n
paraca
i¿
s a
británico
conduciendo
prisioneros durante los
combates
del Monte Longdon
A
la derecha
(arriba):
Un
j
ov en
pa
racaidist
a británi c o
limpiando
la
posición
No
lleva la
zamarra DPM
"ártica"
,
sino
4e
manera
bastante
inhabitual- su
zamarra
de
paracaidista
La
cinta
de
cartuchos
para
amelralladora
de 12 7
mtn
que
lleva
alrededor del
cuello
es, por
el contrario,
completamente
clósica
Al
lado: Después de
haber
tomado
t limpiado la
posición, los paracaidistas
británicos
se enterraron Se
esperaba
más o menos un
contrdtaque
de los argentinos
Estos
se contenloron con
lrutdrles
duramente con su
urt¡ll?ríe
pesadu
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 85/185
desbordar
a los
argentinos
por el
Norte
iba a
resultar
demasiado
costoso.
La
Compañía
A decidió,
pues'
atacar
paralelarnente
a la
línea
de la
cresta,
y
su
grupo
de apoyo
del
PM
avanzó
bajo
las
órdenes
del
segundo
comandante,
el
capitán
Freer,
para
emplazar
dos
ame-
tralladoras
ligeras
como
cobertura
del
movimiento.
El
observador
avanzado
de artillería
siguió
la maniobra
v'
comenzó
a
reclamar
fuego
de
apoyo.
Una
vez concre-
tado, las secciones emprendieron el avance sobre
las
pendientes,
trepando
en
dirección
a las
posiciones
ar-
gentlnas.
A la
bayoneta
El
avance
ue
muy lento
y
el fuego
del enemigo
peligrosamente
reciso.
A
pesar
el apor
o de a artille-
ría
y
de los disparos
e cobertura.
l
grupo
de
cabeza
agotó
oda
su
provisión e
granadas de
cohetes e66
mm, así como
a de los
grupos
que
o
seguÍan,
ar a
neutralizaros refugios
nemigos
Cuando
l
3'grupo
de combate e
a sección
e
punta ubo ranqueado
a
cresta, ehizoperceptible ntre osargentinosn prin-
cipio de repliegue.
Habiéndose
eunido asSecciones
l"
y
2"en a cresta.
l fuegode apoyo
ebióser
suspen-
dido
pues
ehacía emasiado
eligroso
ara
sus
hom-
bres.
Las dos secciones alaronentonces
as bayonetas
cargaron ontra
os
argentinos,
briéndose
aso
a tiro
de fusil, de
granada
y
a la bayoneta.
Fue una carga
brutal
pero
eficaz.
Ante ella os argentinos,
n número
creciente, ntentaron eplegarse
aciael Este
pero
ue-
ron tomados
por
los
grupos
de apoyo.
Finalmente,
después e diez
largas
horas de
combate, el
Monte
Longdon
cayó
en manosde los británicos.
Al comen-
za¡ el nuevodía as compañías e
eorganizaron n
as
alturas.Porsuerte araellas,unaespesa ieblacubía
el
paisaje,
ocultándolas la
vista de los arti l leros
areentinos, on susbaterías
mplazadas
obre
ascoli-
nasal Sur
y
al Estede PuertoArgentino.
Peroel
precio
de esa
victoria
ue elevado. os
paracaidistas
uvreron
23 muertos
y
unos 47 heridos.
delsargento
lanMckay
Ian
John McKay ejercía lcs
fun-
ciones de sargento
mayor de sec-
ción
en la
Compañía B del 3' de
Paracaidistas.
La noche
del I I al
12 de
junio,
el batallón había reci-
bido orden
de apoderarse
del Mon-
te
Longdon por
sorpresa. EI
plan
de operación
de la B
consistía en
"
limpiar"
la
parte
baja de las
pen-
dientes
del lado
Sur con la 6' Sec-
ción, teniendo
las
Secciones 4"
y
5'
la
misma misión, pero
en las
pen-
dientes
del Norte.
Cuando
el combate
se hizo inten-
so,
la 5"
Sección cayó
bajo
fuego
nutrido
t sufrió
algunas
pérdidas
en seguida.
Se mantuvo
en su
posi-
ctón
para
reorgantzarse
y
evacuar
a sus heridos.
La 4'
Sección la
si -
Buió,
inlentando
avanzar por
la s
Iaderas
del
Norte. Fue
u su vez
inmovilizada.
En esa
ase
,
los
paracaidistas
ya
habían
comprendido
que
estaban
enfrentados
a un enemigo
fuerte
y
bien
parapetado,
cuya
potencia
de
fuego
podía
en
cualquier momento
clavar
su avance
en tiena. Mós
tarde,
se descubrió
que
ese objetivo
único estaba
defendido
por
toda
una
compañía,
armada con
dos
ametralladoras
de 7.62
mm
y
con
una
Browning
de 12.7
mm.
El teniente
Bickerdike,
jefe
de Ia
4'
Sección,
deciüó hacer
un reco-
nocimiento
rápido
de
las
posicio-
nes
enemigas.
Tomó
con
él
al
sar-
gento
McKay y
algunos
hombres
y
se deslizó
hacia
edelante. Pero
en
cuanto
asomó
la nariz
fuera
de re-
parofue
descubierto, y
tanto
él co-
mo
su radio-operador
fueron
al-
canzados.
El sargento
McKay
tomó
inmediatamente
el mando
de la
pa-
trulla y, con ayuda de un grupo de
combate
fresco
decidió intentar
la
eliminación
de los
nidos
de
ame¡.,:-
lladoras
. La más
próxima,
de I )
-
mm,
estaba en batería €h un
rc',--
gio
muy reforzado, protegido
: -
lo menos
por
un
grupo
de comb¿:.
de
fusileros,
cuyas
posiciones
;,
tiro
estaban bien construidas
t
t
,;
-
teriosamente
dispuestas
Los
cuatro hombres
que
acoñ-
pañabanaMcKay
cayeron m¿¿eri,
o heridos,
él continuó solo. Cu¿n-
do
"limpiaba"
una trinchera en¿-
miga
fue
alcanzado mortalmen:¿
por
un tirador
de élite.
La última carga del
sar?¿.:
McKay contribuyó
a abrir
l¿
:':
paraelataquefinalcontra Las ,
,: -
ciones de
la
cima.
Por
su
t,¡.
'
ejemplar, el
sargento ML'KLI\
.' :t¿
condecorado con
la Vicloria C
rt
: :
(Cruz de Victorio), a títt¿lo p,.'¡.
tumo.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 86/185
NTOS...
RMAM NTOS...
RMAM
NTOS...
RMAMENTOS...RI
Las
armasde
la
infantería
Ambas nfanterías,
anto la argentina
como a
britr{nica,
utilizaron
un
equipo
similar
en
materia de armas liüanas. En las
páginasque
siguen,
se
despliegan
stoselementos
se
agrega
un análisis
(de
fuente inglesa)
sobre sus
características
más
salientes.
)
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 87/185
R
MAMENTOS...
RMAMENTOS...
R
MAM
ENTOS...
RMA
Armas de
la
¡¡¡¿ntería
Británica
I
-
Arma
antiblindaje
(MAW)
de 84
mm
Carl Gustav.
2
-
Arna
antiblindaje
ligera
(LAW5
de 66 mm
M72Al .
3
-
Ametralladora
polivalente
(GPMG)
de 7,62
mm
L742.
4
-
Fusil amet¡allador
d.e
7.62 mm IAA2.
5
-
Pistola ametrallailora
(SMG)
de 9 mm L2A3.
6
-
Fusil
de carga automática
(SIR)
de 7.62 mm LlAl.
7
E
Pistola de 9 mm
Browning.
Fusil de tirador
de élite
de 7.62 mm L42Al .
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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R
MAM
ENTOS...
RMAM
ENTOS... RMAM
ENTOS...
RMAM
ENTOS
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http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 89/185
MAMENTOS... RMAM
ENTOS...
RMAMENTOS...
R
MAM
ENTOS...
Armas de
la
Infantería
Argentina.
I
-
Ametralladora de O.5
pulgadas
(12.7
mm)
Browning.
2
-
Ametralladora de 7.62
mm FNMAG, de
fabrí
cac ón ar
ge
ntina.
3
-
Fusil ametrallador de
7.62 mm FN 5041, de
fabric ac ón argentina.
4
-
Fusil automótico
de 7.62
mm
FN50-62.
5
-
Fusil
de tirador
de
élite
de
7.62
mm
Mauser.
6
-
Pistola
autonática
dc 9
mm
Browning.
7
-
Pistola
ametralladora
de
9
mm PA3-DM
E
-
Pistola
ametralladora
de
O,45 pulgadas (l1 .43
mm)
M3A1
.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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ENTOS...
RMAM
ENTOS...
RMAM
ENTOS...
RM
Argentinos
y
británicosestaban quipados on
vgrsrones
prácticamente
dénticasde a más común de
as
armas
ndivi-
duales.
el fusil. La manufacturaargentina
de Rosa¡io abrica
rusiles
FN
FAL
del
tipo
OTAN en
tres variantes; os
soldados
de infantería argentinos utilizaban en
general
el
FN5O-61 de
culata
plegable,
a
pesar
de la
preferencia
de algunos
por
el
F.\i5G63,
que
es un
poco
más ligero
y
cuyo
cañón es más
cono. Todos los fusiles argentinos tenían
posibilidad
de
disparar
por
ráfagas mientras
que
los fusiles
ingleses
tam-
bién unos FN FAL pero del tipo británico LlAl- estaban
dotados
de
un mecanismo de carga automática,
pero
no
podían
disparar
por
ráfagas. Estas Armas
utilizaban una
mu-
nición
standa¡de
7 62 mm,
precisa y
eficaz
hasta 780 mts.
Los británicos
habían desechadodeliberadamente
a op-
ción
del disparo
por
ráfagas
viendo
en ello
un despilfano de
municioner
cuandoescogieron
desarrollaron
l LlAl. El
ejército
britrínico,
orgulloso de la alta calidad
técnica de su
i¡strucción en
el ti¡o con
fusil, habla
puesto
énfasis en
la
precisión
del
fuego disparo
por
disparo.
Fusiles
y
municiones utilizados en
las Malvinas
por
el
ejército
de
tierra británico
no
eran,
pues,
de tipo
muy moder-
no. Acaba recién de
lanza¡se un
pflograma de armamento
gracias
al cual dispondrá
de un nuevo
fusil
que
dispara
municiones más ligeras, que rebotan al impactar y causan
heridas
más
graves.
Durante el
conflicto, no se
hizo aparente
que
los argenti-
nos hayan sufrido escasez
e municiones.
Habían enido
seis
semanas
ara
disponer
sus
posiciones
y
almacenar
municio-
nes
suficientes
como
p¿¡ra ermitir
a sus
armas automáticas
un
volumen
de fuego impresionante,
gracias
a as ráfagas
que
disparabansus fusiles alimentados
por cargadoresde
veinte
cartuchos, rápidamente
reaprovisionados.
Los británicos
se
halla¡on frecuentemente
cortos de
municiones
y, por
otra
parte,
tenían
que
¡econer muchos
kilómetros
antes de
la
batalla llevando
un arma
cargada
que,
según
los criterios
modernos, es
voluminosa
y
pesada
4,760
kilogramos).
Otro inconvenientepara os soldadosde infanteríabritáni-
cos fue,
por
cierto,
que
el cartucho
de7
62
mm. no
tiene ni el
alcance ni la
precisión ni
el
poder
de
penetración de
los
antiguos, hoy obsoletos,
de 0,303
pulgadas
(7.69
mm).
Acordaba así
menos
posibilidades al soldado
de infantería
de
gan¿¡r
un combate
por la
pótencia de
fuego, contra
unos
defensores ólidamente
parapetados,
ue
as
que
habían
eni-
do sus
padres
y
abuelos en
el curso
de
las dos
guerras
mundiales.
La
diferencia
principal
Además
del tusil,
existían
en los
dos
campos
algunas
armas ndividuales
más
igeras.
Para algunos
de
susoficiales
(especialmentea pafir del gradode mayor) y para os hom-
bres cargados
con
equipo
pesado, el
ejército
británico
prevé
diversos tipos
de
Pistola-ametralladora
Sterling
de
9
mm'
equipadacon
un cargador
de 32
tiros,
que
puededisparar
en
ráfagas
o
disparo
por
disparo.
Esta
arma
tiene
gran potencia
de fuego
pero,
como
todas
las
de
su
género'
carece
de
precisión y
Por
eso
se usa
principalmente
para
autodefensa'
[,os
argentinos
estaban
dot4dos
con
un tipo
análogo
de
arma, el PA3-DM,
provista
de una
caja-cargador
de 25
cafuchos, cuyacapacidad
écnica
s
más
o menos
equivalen-
te a la de
la
Sterling.
Además
de esearmamento
igero
de
dotación
general, as
fuer¿as
especiales
británicas
utilizaron
toda
una
variedád
de
armas,
según
sus
preferencias
personales.
L¿
más
"ornún,
quizÁ,erael
Colt "Commando" XM-177' de 5.56 mm, que
es una
versión
acortada
el fusil de asalto
M-16
(Armalite)'
EI XM-177
tiene
la
potenciade impacto
de
un fusil
pero'
236
sicndo
su caño
más corto, carecede
precisión
a
larga dis-
tancla.
La
priricipal diferencia entre el ¿umamento
de los
dos
campos
aparece,
a
pafir
del nivel de
grupo
de combate
hacia
arriba,
en
la elección
que
cada uno de esos
campos hizo
del
modo de emplgo
de sus armas.
La ametralladora
iene dos
funciones
en un batallón
de infantería: en su
primer papel es
un
arma
portátil
ligera
que permite
al
grupo
disparar
más
lejos
y
con
más
precisión; en su segunda unción,
es un
arma
de refuerzomucho máspesada,utilizada a nivel de compañía
de apoyo,
desde
donde
puede
suministrar
al batallón
un
fuego
nutrido
y
a distancias onsiderables.
La GPMG
británica
Después
de la Segunda
Guerra
Mundial los
británicos
usaron
durantemuchos
años
el Bren
como fusil
ameuallador,
y
diversos Vickers
y
Browning para
iro
a cadencia
sosteni-
da. En los años
de l9ó0,
llegaron
a la conclusión
e
que
una
ametralladora "polivalente" (multiuso)
-la GMPG-
podía
combinar las dos funciones,
de fusil
ametrallador
y
de arma
de
apoyo
para
cadencia
de disparo
sostenida.
De
ello resultó
que
los
batallones
de nfantería
destacados
para
a campaña
de las
Malvinas fueron
equipados,
en todos
los niveles -desde el grupo de combate a la compañía de
apoyo-
con
la versión
inglesa
de
la MAG
belga, designada
bajo el nombre deLi
A2
(GPMG),
que
disparabaun
cafucho
de 7,62
mm.
La ventajade tener
una
solaametralladora
n ugar de dos
es evidente: odos os
soldados
onocen
su manejo
y
todas as
municiones son ntercambiables
de
hecho, a Vickers
MK- I
de cadencia.de iro sostenida,
utilizó
el mismo cartucho de
7,69 mm
que
os fusiles
ametralladores
los fusiles.Debía
su alcancesuperior al
empleo del cartucho
MK-82, en lugar
del MK-7).
El inconvenientede
la GPMG era
su
peso:
10,890 kilogra-
mos
sin
las municiones,
lo
que
es elevado
para
un arma
de
grupo, y asimismo su falta de potencia de fuego para el
disparoa cadencia ostenida.
demás
eutiliza habitualmen-
te con alimentación
por
bandas
argadoras, istemamenos
práctico que
el
de las
cajas cargadores.
A las de
banda,
en
efecto, se es reprocha
que
se engancha
en los iírboles
y
otra
vegetación;
l de caja-cargador
eadaptamejor, de hecho,al
fusil-ametralladora.
El e jército británico
aprendió
por
experiencia oda a im-
portancia
de
la ametralladora
Su reciente
participaciónen
las operaciones ontra la insurrección
en Omán
Ie dro
la
oportunidad
ara
ecordar
lgunas
iejas 'erdades
Numero-
sosoficialesentre
os
enviados as Ma.lvinas.uvieron
gran
cuidadode
llevar con
ellos cuantas metralladoras
udieron
procurarse. ue asícomo
docenas e GPMG fueron utiliza-
dasen cadaataquede batallóncomo ¿uma igera, sobreuna
horquilla. También
gran
númerode ellas
se utilizó, en
cada
compañía
de apoyo, sobre trípodes con amortiguador,
para
sacarel
mejor
provecho
de su alcancede I .200 metros
y
de su
cadenciade tiro, de 750 a 1.000 disparos
por
minutos, a
fuego nutrido.
En las
Malvinas
los británicos,
gualmente,
dispusieron
de
ametralladoras
de tipo más antiguo,
Provenientes
del
"sa-
queo"
de
ós almacenes
or
soldados
lenos
de
"recursos".
Un cierto
número
de ejemplares
del fusil
ametrallador
Bren
seufilizó
como
arma ndividual,
no obstante
u
peso
de 9,530
kilogramos,
sin su caja-cargador
e 30 cartuchos.
Para
aumentar
la
potencia de
fuego de las
unidades
de
apoyo,
se
pusieron de
nuevo en servicio
precipitadamente
algunas
Browning
M-2 de
cañón
pesado,
on
susmuniciones
de 12.7
mm.
y
una
mperturbable
cadencia
de
fuego
de
450 a
5Q0
disparos
por minuto. Cabe
recordar
que
la Browning
Aniba:
Dos
Roval Marines en San
Carlos
El
hombre
de
la izquierda
apunta su GPMG
L7A2
Encima: Armas
arqentinas
tomadas
por los británicos
AI lado: Un
paracaidista
inglés con su
usíl
de carga
automótica.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 91/185
M-2
pesa
38,
3O kilogramos, sin contar
el trípode correspon-
diente. Seempleó, sobre
odo,
para
eforzar a defensa
contra
avrones.
Un agregado al de disparo
por
ráfagas, suministrado
por
verdaderas
metralladoras,
demuestra a importancia
que
os
británicos atribuían
al aplastamientodel adversario
por
me-
dio del fuego.
El FN50-41 argentino
Por contraste,
os argentinos
se atuvieron
a los
principios
básicos:utilizaron
fusiles
ametralladoresa nivel
de
grupo
de
infanteía
y
los reforzaron
con un fuego nutrido
de armas de
mayor calibre.
Su fusil
ametrallador FN50-41
no es, en
efecto, más
que
un
fusil de cañón
pesado provisto de una
horquilla de
fijación,
permanente.
Los
puristas
sostendrán,en
efecto, el
que
el FN50-41 es
más
bien
un fusil
que
dispara
por
ráfagas
y
no un
verdadero
fusil ametrallador.
Aunque su cañón
pesado
e da
a
posibili-
dad
de conservar
una cadenciade ti¡o elevada,
no aumentade
ninguna
manera
su alcance
y
no mejora más
que
mediocre-
mente
su
precisión.
Mientras
que
la GPMG británica
era, de
lejos, la fuente de
potencia
de fuego más importante
a nivel
de
grupo,
el FN50-41 argentino
necesitabaa ayuda de armas
más
pesadas.
Presentaba, in duda, una
ventaja
cierta,
la
de
no
pesar
más
que
5,400 kilogramossin as municiones.Sin
embargo, suscualidades écnicas,en conjunto,
eran bastante
inferiores
a las de
la
GPMG.
Con tal arma de
grupo
los argentinos
se
vieron
forzados,
para
suministrar apoyos de fuego nutridos, a apelar a las
ametralladorase 0,5
pulgadas
12,7
mm)
y
a las Browning
de7,62
mm., dos armassimilares n el
plano
de a solidez
y
de as cualidades écnicas. Y si la 7
62
puedeparecer
un
poco
pasada
e moda no
por
esodeja de teneruna eficacia emible.
Los
argentinos no
parecen
haber sufrido una falta mani-
fiesta
de ametralladoras,aunque uvieron algunasdificulta-
des motivadaspor los diferentes ipos de municionés. Fue en
el
dominio de Ios lanzacohetes ntitanque
donde sus
uerzas
terrestres
ueron superadas
por
las
britránicas.
MENTOS...
RMAM
NTOS...
Del
lado argentino,
sólo
las
unidades
de apoyo estaban
dotadas
de armas
antitanque
precisas de alcance' medio,
mientras
que
cada
grupo
de
infantería
británico
disponía de
potentes
anzacohetes.
Por supuesto,
os argentinos tenían
menos razones
para
utilizar armas
antitanque
ya que
estaban
a la defensiva
y
a
que
los británicos
conservaban
su
capaci-
dad de maniobra en
terreno descubierto.
Desplegaron con
éxito, sin
embargo, sus cañones
sin retroceso
de 105 mm.,
modelo 1968,
especialmente
dürante la batalla
de Monte
Longdon.
El
CarI Gustav
.
Los argentinos se sorprendieron,
probablemente, por la
prodigalidad
con
que
los británicos utiliza¡on
municiones
antitanquecontra sus
pafapetos
y
sus
puntos
de
aPoyo
Prote-
gidos.
Los británicos estaban
armadoscon
caiones sin
retro-
ceso de 84
mm
"Carl
Gustav" suecos,
que
disparaban
proyectiles
de 6 libras
y
media
(2,950
kilogramos),
y
con el
arma liviana antitanque americana
de 66 mm
"Law",
que
dispara municiones de 5 libras
(2,270
kilos).
El Carl Gustav es un arma
de
gran precisión.
Equipado
con
una lente
de aumento 3,
tiene un alcance eficaz
de
-7OO
metros; su proyectil puede hacer un agujero de 12,7 mm de
profundidad
en una
placa de blindaje. Presentaba,de
esa
forma, toda la
potencia
de fuego
necesaria
para
los ataques
contra
casamatas.El Law de
66 mm estásuperado
ya
no
es
apto
para
enfrentar a
los
tanques
de los
palses
del Pacto
de
Varsovia.
No obstante, ue suficiente
para
acabarcon
puntos
de apoyo
de la infantería argentina,
gracias
a su
gran preci-
sión hasta 150 metros.
Algunos observadoreshan llegado a la conclusión de
que
esasarmas dieron la ventaja a la infanterla británica. Pero es
necesario
agreg¿rr,
ara
ser
ustos,
que
esaventaja se obtuvo
igualmente
gracias
a la determinación de los soldados de la
infantería
británica
para poner
en funcionamiento toda la
potencia
de
fuego
de sus ametralladoras
y
de sus a¡mas
antitanque, y a que supieronutilizarla eficazmente
Esa
potericia
de fuego no bastó,
por
otra
parte, para
educir
a silencio
todas as
posiciones
argentinas. Por
eso,
tuvieron
que
emplearsealgunas
armas
más
antiguas
para
el combate
cercano.
Posiblemente
no
hay mucha
diferencia entre las
granadas
L2 británicas
1ue
son anzadas
odavía
hoy
con
la
mano
y
no con ayuda de un fusil-
y
las CME-FMK2-MO
argentinas.
Esas
granadas
e usancon mayoreficacia cuando
se rata
de desalojaral enemigo atrincherado.Ahora
bien, en
el curso
de la
guerra
de las Malvinas
eran os
argentinos os
que
ocupaban
las trincheras
y
los
británicos
los
que
las
asaltaban.Era,
pues,
ógico
que
esaarma fuera utilizada
con
más eficacia
por
los atacantes.
De hecho, fue en la utilización doctrinaria de armas de
infanteríaüonde
los
británicos se mostr¿uon uperiores
a
los
argentinos.
Pensaban,
con toda razón,
que
el combate se
gana
merced a la
densidad de fuego. A. nivel
de
grupo
de
infantería,
la intensidad
de fuego de las ametralladoras
y
de
los
lanzacohetes
dernostró
ser decisiva.
Los
argentinos
parecieron
ser especialmerite ulnerables
a
los ataques
e noche, pero
no
p¿uece ue
eso señaya debido a
la
superioridad
écnica
de os equipospara visión
noctuma de
los
británicos.
Los
dos bandos utiliza¡on
intensificadoresde'
"luz
que
sacan partido
del menor resplandor
que
ilumina el
blanco
(el
de las
estrellas
o de la luna; no
existe
noche
absolutañente
oscura)
y
lo amplifican
a ñn de
que
el
blanco
se
destaque
en último
término. Los
dispositivos utilizados
por losbritánicoseranequipos lamados "de primera genera-
ción";
uria
comparación
con el material
argentino no hace
apafecer
una ventaja verdaderamente
neta en ru t"uor)r,
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 92/185
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Las
ransmisiones
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 93/185
la campaña
e
as
Malvinas
a mayoría
e
asoperacio-
nes militares
de alguna
mportancia
ecibía
a aproba-
ción
previa de la
señora
Thatcher
y
del
"gabinete
de
guerra".
Cuando
el
general Moore
o el almirante
Woodward
queían tomar
una
niciativa
mportante
es
hacía
falta
obtener
rápidamente
a
"luz verde"
de
Downing
Street.
Y
para
eso anto
el
uno
como
el otro
gozabandel
rivilegio de tener,
en
caso
de
necesidad,
acceso
directo
a
la Primera
Ministra,
durante
as
24
,horas
del
día
y
todos
os días.
Desdehacíamásde un decenioas uerzas ritánicas
habían
ido econvertidas
ara
una
guerra
en
el escena-
rio duropeo,
ya
no más a
escala
mundial.
Por consi-
guiente,
su material
de comunicaciones
abía
sido
adaptado
ara operaciones
distancias
elativamente
cortas,
bajo condiciones
e clima
y
de erreno
elativa-
mente áciles.
La Marina
Real
había
sido,
evidentemente,
a me-
nos afectada
or
esa
eorganización,
a
que
su campo
de batalla
potencialcubre
toda
la inmensidad
del
Atlántico
Norte.
Es decir,
que
su
sistema
e
elecomu-
nicaciones
espondía
as necesidades
e
sumisión
en
el
senode a OTAN,
la
que
consistía.
ara
os
buques
de superhcie,
en
mantener biertas
as
rutas
marítimas
de los EstadosUnidos.
Skynet
y
Scot
Muy
pronto
se
hizo
evidente
ue
una
ciertadosis
de
improvisaci ón ba a ser ndispensable
araadaptar os
sistemas e transmisiones,
oncebidos
ara
el escena-
rio europeo
para
unaacciónen el
senode
a
OTAN.
a
la conducción e una
guerra
entre
matorrales.
I
-l
000
kilómetrosdel ReinoUnido.
Y fueen el dominio
de as
telecomunicaciones
or
satélite ondemás
se mpuso
esa necesidad.
En Gran Bretaña.
odas
as ramas de
la
actividad
militar hacen
gran
uso de os satélites epetidores
ara
susconexiones
gran
distancia, antoestratégicas
o-
mo
tácticas.Por supuesto,
el
Ministerio de Defensa
posee
u
propia
edde satélites e elecomunicaciones.
llamada
Skynet. En susorígenes,
Skynet
comprendía
dos satélites
anzados
n
1969/197O,
ero
en 197-1os
dos
quedaron
averiados.El Skynet28 fue
puesto
en-
tonces
en órbita en noviembre
del
mismo año.
tras
haber racasado
n enero
el lanzamiento
e un
pnmer
satélite de reemplazo.
También,
elr
la época de la
guerra
de las Malvinas,
sólo
el Skynet
28
permanecía
Pógina de la izquierda
(abajo):
El PRC 352 es el
aparato con el que los
comandantes
de batallón
y
de
compañías
se mantenían en
contacto.
Al lado
(a
h izquierda):
EI
PRC 349
es el aparato
del
jefe
de
grupo
d.e combate;
le
strye
Para
permanecef
en
contacto
con su
efe
de
sección.
Al lado
(a
la derecha):
El
PRC
350
es utilizado
a la vez
por
los
jefes
de
sección
y
de
grupo
de
combate,
pero
el
aparato
más
recuente
a este
nit
el es
el 35I
(enremo
derecho
en estado
peracional ajo controlbritánico.
En
tierra,
lazona de
coberturadel
Skynet
28 se extendía
desde
Noruegaal
Ant¿írtico
desde
el Oeste
de Australia
al
grado23
de
ongitud
Oeste,en el
Atlántico. Así,
pues,
las Malvinas,
situadas
or
una u otra
parte
en el
grado
60 de longitud Oeste,
estaban uera
del alcance
del
satélite.
Peroel sistema mbarcado e recepción e satélites
de a Marina
Real,
conocido
como SCOT,
estaba
re-
visto
para
que pudiera
rabajar
on otros
muchossiste-
mas y, en particular, con el sistemade satélitesde
telecomunicacionese
la
defensa
mericana
DSCS).
Es
probable,por
lo tanto,
que
en
Londres
se
hubieran
mantenido
nformados
del curso
de los acontecimien-
tos a través
de
esos istemas,ambién
por
mediode as
naves spaciales
avstar,
que
ofrecían
algunas
osibi-
lidades de retransmisión,
ailemás de
sus funciones
específicas.
ara os
aficionados las
precisioneséc-
nicas,el SCOT comprende
os ipos de nstalaciones,
en función del tamañodel
barco,utiliza antenas
eme-
las
y
recibe
en la frecuenciade 50 MHz.
En tierra,el comandante
e as uerzas e desembar-
co
había
enido acceso la red
de satélites
or
el canal
de una estaciónubicadaen Ajax
Bay,
probablemente
un RacalSC 2.ó00de antena arabólica ebatible eun
metro cincuenta
que
permite
ransmisiones,
a
seade
mensajes ablados
transmitidos
ajo forma digitada),
ya
seade télex. La
estaciónde tierra
está
concebida
para
ser enteramente
ransportable
or
aire o sobreun
vehículo.
Una anécdota
que
ilustra
sobre su escaso
peso:
oda a
estación e Ajax
quedó
cabeza bajo.por
la corriente de
aire de los rotores
de un helicóptero
Chinook
que
estabaaterrizando.
A nivel táctico
as fuerzas
errestres ritánicasdis-
ponían
de
vehículos
de transmisiones
e la familia de
los
Clansman,de
aparatos
ortátilespara
levar a es-
paldasy
de equipos
,rjosde telecomunicaciones
in
hilos. Esta amiliacomprende n otalnueveemisores-
receptores
E/R)
distintos:
3 aparatosde HF; cinco
aparatos
e
VHF y
uno de
UHF,
que
trabajanen las
bandasde frecuencia
de 1,5
a
79,5
MHz;
y
de 225 a
399,5 MHz. Todos
estosE/R
diferentes ueronconce-
bidos con un
cierto número
de característicasomu-
nes,
o
que
simplifica
os
procedimientos
e utilización
y
de mantenimiento.
Los
tres E/R
de HF son respectivamente
os UK./
PRC 320;
UK/VRC
321
y
UK/VRC322.
El
primero
es
transportable
espaldas
trabaja
en banda
HF.
De
día
Pógina de
h izquierda
(aniba):
La antena ota, i¿.
Marisat está
protegida
de.
agua de nar
¡"
de
las
,nrcmpertes
por
unat cu?, J
blanca.
Debajo: Un
operodor;;
radio
de los
Marines lle-.¿ :
su espalda un
PRC
350
L ¿.:
alrededor del cuello un
micrófono
de contacto
que
capta los sonidos emiti¿úi
:
'
la
gar ganta
(
ari n
g
o.fo
n,t
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 94/185
Ahit:
La
Royal
Narry
tiliza
adenás de las
cac one s
por
soté itc,
vez que
es
posible,
nás tradiciotules: la
Aldis
y
las seíutles cn
tieríe
un alcance
de unos
40 kilómetros,
que
se aumenta
sensiblemente
de noche
mediante a técnica
conocida
como "de
la
oqda
de espacio",
esdecir,
la reflexión de
las
señales
sobre
fatapa
E de la tropósfera.
Gracias a
ese
enómenfie
la onda
de espacioel alcance
del PRC
32Ollegaa
ciqntos
de
kilómetros. Los
VRC 321y 322
son réplicas
del 320
montadas
obre
vehículos. Operaq
én la misma
gama
de frecuencias
HF. El 321
tiene las
mismas cualidades
écnicas
que
el 320,
mientras
que
el
322 tieñe
un alcance
netaÍrente
mayor
y
es utllizable
para transmisiones,tanto por teletipo como por tele:
fonla.
Los elementos
VHF de la familia comprenden os
PRC
349,
350, 351, 352,
y
el
VRC
353.
El
349 es el
más
pequeñoy
estáconcebido
para
conexiones ndivi-
duales a
nlvel de
grupo
de combatede
infantería.
Pesa
apenasun
kilogramo
y
medio,
su alcance
útil es de
un
kilómero en la banda
de los 37 a 46,9 MHz. Los PRC
350,
351
y
352 son
todos transportablésa espaldas;
trabajan en
la
banda
de los 30 a 76
MHz. El 352
es
esencialmente
un
351
de
potencia
refor¿ada.Equipa-
dos ambos con una
antena lexible. su
alcance medio
es de ló
y
de 8
kilómetros,
respectivamente.Asimis-
mo, estos dos aparatospueden ser conectadospor
cablea otro
E/R del mismo
tipo, hastauna
distancia
de
2.5ü) memos.
Esa
posibilidad
se aprovecha
para
mejo-
rar la
seguridad
de
los
mensajes
ransmitidos
y
pa¡a
ar¡mentar
el aléancbútil:
9n
E/R recibe
el mensaje. o
hace
pasar por
la
línea
y
el segundo
E/R lo
transmite.
Se
supone
que
ese sistema
se uülizó
ampliamente
durante la
guerra.
El aparato
E/R
que
encabeza a
gama
de este
gntpo
es el 353,
montadosobre
un
vehículo,
que
rabajaen a
bandade
os 30 a
75.9 MHz. Con un
alcance el orden
de los
33
kilómetros,
es
utilizable
como
radioteléfono.
como
radioteletipo
y
para
transmisiones
digitadas.
Los
emisores-receptores
e
las unidades
errestres
británicas
en
las Malvinas
fueron
los
349,
351
y
352.
El
349
es bastante
compacto
como para
levarlo
en un
morral,
loS
otros
deben
ser
transportados
a espaldas.
Su
empleo
revela
el estricto
conftol que
en
todo mo-
mento puede
ejerger
un
jefe
sobre
sus hombres:
el
comandante
de un
batallón
se
sirve
de su
352
para
contactarse
on
sus compañías.
Y los
efes
de
compa-
ñía utilizan sus 351 para la conexión con sus efes de
secciones ue
disponen,
ellos también,
de 351
para
hacer
contacto
con
los
grupos
de combate, que
les
responden
con
sus
349.
Durante
las
marchas,
os
operadores
de radio
figu-
ran
entre
los
menos favorecidos,
ya que
no
se les
permite
ser
relevadós por
sus compañeros
por
ser
los
únicos que
pueden
utilizar
el material
que
transportan.
Al
peso
del
aparato,
del orden
de los
15 kilogramos
para
un 352,
debe
agregarse
el
de las baterías.
El más
eciente
miembro
dela
familia,
el
UIIPORC
344
es uñ
emisor-receptor
de UHF,
que
trabaja en la
banda
de los
255
a399,95
MHz.
Es
portátil
y
sirve
principalmente
para
conexiones ierra-ai¡eentre ropasy
aeronaves
de
ataquea
tierra o
de trahsporte.
En esta
modalidad,
el 344
tiene
un alcance
de más
de 160
kilómetros.
Como detalle
nteresante
e debe destacar
que
este
apa¡ato
había
sido concebido
inicialmente
para
equipar
a los comandos
de desemba¡co
de la
Marina.
o
que
hace
pe
nsar
que
el
SBSsesirvió
de él en
Ias
Malvinas.
Tipo
643
Según os testimonios
ecogidos, os
E/R de a fami-
lia
Clansman soportaron
bien
los rigores del invierno
en las Malvinas, a excepciónde
las antenas,
ue
de-
mostraron ser frágiles ante la prueba de los vientos
violentos
o de manipuleo
demasiado uro.
La naturale-
za del terreno mpedía el empleo
generalizado
e vehí-
culos
y por
eso a mayoría
del equipo de transmisiones
tuvo
que
ser
transportado
a espaldas.
La campaña
también
puso
en evidencia
una
ventajanadadesprecia-
ble del sistemaClansman;
odos
os componentes
e a
familia, con excepción
de los PRC 349
y
350, ofrecen
la
posibilidad
de actuar
como
repetidoresautomáticos
y
de
retransmitir as señales
ecibidas. Así, un
mensaje
podía
ser
literalmente
transferido de uno
a oüo
por
todo el ci¡cuito, hasta
as unidadesavanzadas
uera de
alcance del
emisor
inicial.
Mar
adentró,
los buques
de
Ia Fuerza de
Tareas
desplegaronunapanoplia mpresionantede mediosde
transmisión elecüónica,
desde
las emisoras
de baja
frecuencia
para
comunicq¡se
on submarinos
sumergi-
dos, hasta
las conexiones
por
satélite anteriormente
mencionadas,
pasando
por
los
canales
de comunica-
ciones buque
a buque,
de buques
a tierra
y
de buques
a
aeronaves.
Dos ejemplos
ilustran ace¡ca
de
la
muy
grande
variedad
de materiales
de
transmisión
de
la
Marina: el tipo 643,
llamado
"Estación
de
Radio
Na-
v11",
y
el
ICS 3 o
"sistema Integrado e
Telecomuni-
caciones".
El 643 es
ípico
de os E/R
HF embarcados,
simples
y
robustos,
que
rabajan
en a banda
de
I
,5
a
30
MHz.'Emite
pafiendo de antenas
e entre
8
y
9
metros
de longitud, y asegura as conexiones
por
telefonía
o
telegrafíaentre
os navíos
o
con tierra.
Es enteramente
compatible
con,los
E/R HF
del ejército
y
de
la
RAF.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Jefede Redacción: hachoRodríguezMuñoz
La
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publ ica
n dos
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total izan 0 fascículos
e
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emanai
Caca
fascículo
onstade 16
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color, on
sus correspondientesubiertas. on
el
fascículo
ue
completa ada uno de
los volúmenes e
ponen
a
la
venta
as
tapas
para
su
encuadernación
El
editorse reserva
l derechode
modificar l
orecio
de
venta
del ascículo
n el
transcurso e
la
obra si
las
circunstanciasel mercado sí o exigieran.
o Ediciones ernández egue ra
Argentina)
o Marshall
Cavendish
td.
(Gran
Bretaña)
Prohibida u reproducciónotalo parcialsin autorizacio
de
los
editores.
LA
GUERRA E LASMALVINAS
Fotocomposición:
inot ipia ometa,Chi le
1388. Photo
Lettering
A, Combatede
los Pozos4651467.
apital
Federal.
lmpreso
n losTal leres
e Sociedad
mpresora
America¡1a,
avardén
57,
Capital ,
en
agosto
e 1986
Distr ibución
n Capital ederal:
.
Vidal
e
H.
,
Carlos
Pel legr in i39
1e'
p iso,of ic ina , te l .393-5719
392-8020
Distr ibución
n el interior: ADYE, venidaBelgrano
55
9"
piso,
el .30-1536.
Papel
Editomat
15
grs.,
FábricaWictel ,
Distr ibuidor
Copágra .A.
Para
números
trasados
irigirsea los distribuidores
a
EDICIONESERNANDEZ
EGUERA,
vda.Ramos
Mejí
1
680
(CP
1104),1e'Piso,
Of 28.
Sector
D"
Buenos
Aires,
Repúbl ica
rgentina. el .
313-0397
LX
9900
PBTH
AR
Créditos
e
las
otografías
el
Volumen
Rex Features:
he Press
Assocratlon; he Press Association
Ma':'
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nternat¡onal:
Ler-
heed
Richard
Cooke Atlánti al Gamma/F
ank
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Pictu
res
Gamma/Frank pooner:
Crown:
Aérospatiale:
ygmalJohn
Hillelsc"'
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Leonard
BournelCamera ress: mperial War Museu'r
A
NogueslSygma/John
HillelsonAgency:Ch. RodríguezMuñoz L:
V
Duck R.M.:R. Mahoney:Times
ewspaper:AvionsMarcelDassa-:
J.,JockellBBC:TomSmithlDailyExpress:Paul HaleylSoldterMa?az-
ne: BritishAerospace:
Depaftment f Defence USA
I
I
\
Editor:
osé uan
Fernández
eguera,
Redacción:
uis
María
Maí2,
Luis
Garasino
Dani lo
Manzini .
Diagramación:
usto
Antonio anz.
Contenido
iilliii,*fuilH'::*
::u
Cartografía: lejandro Malofiej
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Con Wireless Ridge
al
el 2' de Paracaidistas
en marcha hacia las
La
densidad
increible
apoyo a
los
fuegos fue
en evidencia
por
los
de
trazadoras
y
la
luz de
las explosiones
fósfuro.
Todos
recogidos
en hablar
un combate bajo
"fuegos
.
EI
lo
de
Paracaidistas
en
W¡reless
Ridge
El asalto
y
la
toma de Wireless
Ridgeconstituyeron
un hechode armasnotorio para os paracaidistas ritá-
nicos
que
acababan e batirse
en GooseGreen.Noto-
rio asimismo
a causa de la diversidad
del material
bélico utilizado
por
las unidades
e as resarmas.
Esa
fue,
en efecto, a única
verdadera
peración ombi¡ia-
da de ellasconcretada
or
os
británicos n a
guerra
de
las Malvinas.
Los hombres
del
2"
de Paracaidistas
ue
tomaron
WirelessRidge entre
el
13
y
el 14 de
unio,
ya
habían
combatido n Darwin
y
en
GooseGreenel 28 de mayo.
Supieronsacarventajas
de las leccionesaprendidas.
No solamente ehicierondar apoyopor os
cañones e
la flota,
sino tambiénde los blindados ivianos
Scor-
pion y Scimitar,y de os helicópteros rmadosScout,
sin olvidar sus
propios
misilesMilan
y
morteros
e 8l
mm .
Dosde Fitzroy,
el 2' de Paracaidistas abía sido
transportadoen helicópteros al Monte Kent. Vuelto
a
colocarbajo el mandode a 3"Brigada,su misiónhabía
sido
primeramente
poyara los tanques el 3'de Para-
caidistas del 45" Comando a nochedel l' de
unio.
Ese apoyo no fue finalmentenecesario, después e
los ataques l Monte Longdon
y
Two Sisters,el bata-
llón
había
ganado,
a
pie,
urla
posición
al
Norte de
Longdon, donde excavó sus refugios en una zona de
reagrupamiento
elativamente
protegida
de los obuses
argentinosde 105
y
155 mm
por
una escarpadura
rocosa.
En el PM
del batallón se experimentó
algunasorpre-
sa
a la recepción
de
la orden:
"Wireless
Ridege:es
para
esta noche", llevada
por
el teniente coronel
Chaundler
el 12 de
junio,
a su retorno
del Estado
Mayor
de la Brigada. A continuación
el ataque
ue
aplazado
por
24 horas, lo
que
dejó un
poco
más de
tiempo
para
a
preparación
n detallede as disposicio-
nes.
Esa fue una decisión acertada,
a que
Wireless
Ridge
estabaocupadasegún se sabía,
por
unidades
argentinas eélite:el 7'Regimiento,dgla Plata,y el l'
Regimiento
de Paracaidistas.
Un ataque
aéreo argentino, efectuado
por
siete
,A,4
Skyhawk, le erró
por
muy
pobo
al PM de a Brigada
y
causó
algún
retraso
en el
movimiento
de
las
secciones
de morteros
y
de ametralladoras.El observadoravan-
zado
de artillería también
se retrasó
y
tuvo
que
locali-
zar
sus objetivos de nochecon la ayudade disparosde
obuses
uminosos.Durante
a
preparación
e
los
pla-
nes de
ataque
del 2" de Paracaidistas e notó
que
una
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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saliente
denominada
"Colina
X", situada
al Nordeste
del Monte
Longdon, estaba
aún ocupada
por
argenti-
nos,
así como
una
pequeña
altura sobre la desemboca-
dura
del río
Murrell, al Nordeste
de Wireless Ridge.
En
cuanto
a las
posiciones
intermedias que
dominaban
las
inmediaciones
del objetivo mismo,
estaban ocupa-
das por
fuerzas netamente
superiores
a lo'estimado.
Así pues,
se
estudió un nuevo
plan,
de carácter brutal,
para
una operación en cuatro
fases. La elección de la
fórmula brutal y aturdidora en vez de la de infiltración
silenciosa
adoptada
por
los
otros dos batallones,
era
reveladora
de
una evolución
en
los
estados de ánimo.
Los
ataques silenciosos
conllevan la vent aja de la sor-
presa, pero
una vez entablado
el combate era a menudo
muy
difícil utllizar efícazmente
los fuegos de apoyo de
la flota
o de la a¡tillería, al hallarse
entremezcladas as
unidades
propias
con las
enemigas.
Según las
nuevas disposiciones, la
compañía tenía
que
atacar
por
el flanco Este
del
batallón: A
y
B
marcharían
por
el centro
y
apoyarían con sus fuegos a
la
primera,
en
el
curso de
su conversión
hacia la iz-
quierda para
atacar Wireless Ridge llegando del Oeste.
Después de haber logrado la apertura de la ruta y
garantizado
la
seguridad de la línea de
partida,
la
Compañía
C
se lanzaría
por
la
izquierda
para
tomar
posiciones
en ambas orillas de la desembocadura del
río
Murrell.
6.000
obuses
sobre las
posiciones
argentinas
El recuerdo
humillante
de lá ineficacia
del fuego de
apoyo
en Darwin
y
Goose Green, incitó
al 2" de Para-
caidistas
a exigir
prioridad
en el empleo de
dos baterías
de
artillería,
disposición de los
morteros del 2'
y
el 3'
de
Paracaidistas y,
además,
el apoyo de dos tanques
ligeros
Scorpion
armados con cañones
de 76 mm,
y
de
dos Scimitar equipados con cañon es Rarden de 30 mm.
Fue planificado
igualmente
el respaldo del fuego naval
y
la sección
de misiles Milan recibió
orden de llevar
sus
equipos de
tiro hacia el frente,
para
asegurar su
apoyo
inmediato.
El
batallón se
puso
en movimiento
al llegar el cre-
púsculo,
a
las
20.30 horas. Apenas
había comenzado a
movilizarse
cuando el teniente coronel
Chaundler
reci-
bió
una información
preocupante:
en un mapa argenti-
no
capturado
aparecíaun carnpo minado
justo
entre
las
compañías
A
y
B
y
su objetivo,
pero
era demasiado
tarde para
detener
el avance
y
el ataque
prosiguió.
A las 0.45 horas
del
14
de
junio,
después de 30
minutos de preparación de artillería, la Compañía D
ganó
a línea
de
partida.
"Unavez
más,
la
búsquedade
esa amosa
línea de
partida planteó
interesantes
proble-
mas",
declaró a continuación uno de los
protagonis-
tas.
No obstante,
cualquiera
que
fuese
la línea
de
partida
se franqueó a la hora
exacta,
y
el objetivo
"Rough
Diamond"
(Diamante
en
Bruto), cayó tal
como
estaba
previsto.
Pero, inmediatamente después,
una salva de
"shrapnell"
disparada
por
los 155 mm
argentinos rociaba la
posición.
Cada
uno se arrojó al
suelo para
ponerse
a cubierto. En medio de las risas de
los
paracaidistas
británicos,
el segundo comandante
de
la compañía
y
un
paracaidista
se dieron
cuenta
-des-
pués- de que habían saltado dentro de la fosa de las
letrinas
de la
posición
que
los argentinos acababan
de
evacuar.
Momentaneamente,
los hombres de
las compañías
A
y
B asistieron
como espectadores
a la avalancha
de
1A 1
q*
fuego
que
se abatía
sobre las
posiciones
adversarias.
"Esto
es más bien reconfort ante",
di jo uno de el los,
"y
mucho más espectacular
que
una demostración de
tiro
en
Warminster".
En total, las
posiciones
argenti-
nas debieron de recibir más de 6.000 obuses durante
esa noche.
Gracias a su equipo de mira noctuma de segunda
generación,
los tanques igeros
estabanen condiciones
de atacar objetivos incluso en el momento
en
que
co'hetes uminosos iluminaban
la escena
(los
equipos
de
primera generación
se
hacían
temporalmente
inúti-
les
en ese
momento). La
táctica empleada
por
los
tanques igeros consistía
en
destruir los
bunkers
con
su
armamento
principaly
después disparar sobre los
su-
pervivientes
con
su
ametralladora movible cuando
in-
tentaran abandonar el rqfugio El método reveló
ser
efícaz.
Las compañías A
y
B se lanzaron a su vez,
pero
al
aproximarse a sus objetivos comprobaron
que
su ad-
versario
se
había retirado. El hallazgo en la zona
de
aparatos
de radio
y
de cables telefónicos confirmó
que
la
posición
capturada formaba
parte, probablemente,
713
r'
i-
//t**
I
I
ry
I
Encima: El mapa muesta
las
posiciones y
líneas de
marcha
de Las
uerzas
británicas durante el
avance
f inal
hacia Puerto Argenfino
Está a una escala demasiado
grande paro que
se hayan
podido
mencionar
en él todas
las
posiciones de baterías v
de
elementos
de apoto Se
tata
probablemente
del
esquema de
conjunto de
una
operación
compleja,
planificada
con
el
más mínimo detalle
Abajo a Ia derecha: Furze
Bush Pass
fue
una
de las
etapas del 2' de
Paracaidistas
durante su
rodeo a Ia base
del
Monte
Longdon
Aniba
a la derecha:
Estos
hombres
part icipan
en una
operación
realmente
interarmas,
la única
de
la
campaña
por
parte
de bs
britónicos
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Compañía
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ianccsa
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dc [)ort
Stanlcy, donde
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muy dif ' íci t
ocal izar
e
irrrposiblc
de
neutral izar.
El
bomba¡deo prosiguió
du -
r¿lntc
nuevc
horas.
rnientrasque
las cornpañías
se
re-
plc-eaban
or
la ttrrha
pantanosa
Los
tanques ligeros
[
,a
-'onrpañia ]
se rnovi l izti
alrededorde una
peque-
nu
aitura situada al Ocste Encontró al l í abandonad<ls
I tcndas
de cantpaña
y
bolsasdc
donnir
todavíacal ien-
tr
r
Vrs ible
ncntc.e adversrr io
acababa
e
abant lonar
l lr
zona
(ic
prisa
l-as conrpañías A
y
t3 hicie
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entonccsun
alto para
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A la
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la
( '
avanzó hacia una nueva
lirrea
de
parl ida
crn ¡ extrcnrit lad Oestc de
Wilcless
l l idge l .os
tanqrrcs
igeros dc
los
"Royals" ,
hajo
el
rr¿rndo t: l tenientcRobin lnncs-Ker. sc colocarona la
nrisma
altura de as cornpañías
A
y
B
para
brindarle su
f'uego
e apoyo Fue al l í
donde a
secci(rn e
anretr
la -
doras
estableciósu base
de tiro Al f inal
de la opera-
cirin.
la
secciónhabía
consumido
más de 40.000 canu-
cnos
La
Conrpañía
D
se dirigió
rápidamente
a
la nueva
línea de
pall ida,
con
la l impieza
de Wir eless Ridge
como misión siguiente.
Hubo
que
hacer, sin embargo,
una pausapara restablecer a coordinación de fuegos.
[-a
compañía tuvo la
experiencia desmoralizadorade
vcrse
bonrbardeada
or
su
propia
arti l lería.Despuésde
9O ninutosdc reglaje,
se concluyó
porjuzgarcorrectos
krs dispanrs de
obuses
explosivos
y
luntinosos
y
se
prosiguió
el
avance
Los
paracaidistas
celeraron
su avancc,
pero
se en-
contraron
de inmediato balo
fuejos cruzadosde ame-
tral ladoras
y
de arti l lería
Su l 'ase e rcorganizaciónse
llevó a cabo. también,
ba.jo
cl
tuego,
ya que habían
entrado
en la zona donrinadapor
las del 'ensas e
fum-
bledown
y
del Monte
Wi l l ianr. que
n() habían caido
aún en
nranos lc los
Sct-rts
luards
y
tJc os Gurkhas
Un
contrataqucde los lrrgrnt ur()s uvr)
que
retroce-
der bajo
los
fuegos
cornbinados
c las annas ivianas
y
De
bajo
: [: s e pa rat'ttid i sltt,
el
l4 de Junio ul dmane(er,
pucle
ver u l(rs urgenli, tos
replegóndose hucia la t iudad
su
pró.t imtt
oblet ivo, upetns
t isihle
a lo lt.j<ts
AI lado:
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( ' ( ¡J (os,
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Los hombres
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Paracaidist t ts brit r init
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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de la artillería
Para el
teniente
Page, nuevo
comandan-
te de la
12" Sección,
esa
fue la ocasiírn
para
un a
experiencia
desagradable:
a bala de un
l 'rancotirador
argentino,
e
pasó
entre
dos
granadas
e
as
que levaba
en bandolera
y fue a clavarse
en un
cargador
de
nluni-
ciones sobre
su
pecho
La
secciónde
morteros
del 2" de Paracaidistas
man-
tuvo la seguridad
del
sector.durante
a noche
Al
ama-
necer comenzó
a bombardear
con obuses
explosivos.
En las Malvinas se
planteaba ontinuamente
un
proble-
ma a los servidores
de los morteros: el
suelo
estaba
siempre demasiado
blando
o demasiado
duro
para
el
afustede las
piezas
En el
sectorde
Wireless
Ridge los
morteros de 8l
mm fueron
uti l izados con
cargas
pro-
pulsoras
excesivamente
uertes
y
cuatro
hombres
de la
sección
debían
mantener
as
patas
del afuste
en el slt io
con sus
pres.
Los argentinos
contratacan
Con
las
primeras
uces
del día, el 2" de Paracaidistas
descubrió
que
desde
su
posición
dominaba
una
pen-
diente cubierta
de nieve
que
descendíahasta
Moody
Brook, el antiguo
cuartel
permanentede los Mannos
Reales. Era una ocasión
muy buena
para
echalun
vistazo más o menos
discreto hacia el
interior de las
posiciones argentinas Todas estaban profundamente
bajo tierra
y
un
jefe
de
sección observó
que
una vez en
el interior de uno de
esos bunkers
ya no se oía el
cañoneo Es
posible, en efecto,
que
los argentinos
no
lo hubieranoído En
cualouier caso. un cierto
número
de el los I 'ue
víct ima
de
csas
circunstancias.
pues
refugios
se halla¡on l lcnos
tlc cacláveres. quipos.
mas y munrclones
todaVíaal amanecer.el tcnientc coronel Chauntl lcr
supo quc
Tumbledown
ac¿rbaba c
caer:
sus hombrcs
ya
no corrían el riesgo de
vcrsc
tiroteadosdesde¿rrriba
durante la travesía hacia Mo,-xlv Brook, En e l nrisnr rr
momcnto.
e 2" de Paracaidistas ra objeto de
un con-
trataque inesperado, por
cicctivos cle una seccion.
aproximadamente
Aparentenre
te,
esa acción
uc cjc-
cutada
por
hombres del l" Regimiento de Paracaidistas
argentinos El 2"
de
Paracaidistasbritánico se
puso
inmediatamente
a la def'ensiva. una comhinación de:
disparos de mclrtero,
arti l lería
y
armas
automáticas
hizo
fiacasar
el contrataque
Ese
contraste
parcci(r
c¡uebrar a resistenciade los atacantes rgentinos.cluc
inic iaron un movimiento de repl iegue.
Pero, la afi l lería
argentina
disparaha
odavía
con la
misma
regularidad
y potencia
de fuego.
Chaundlcr
pidi(r
el apoyo de la
aviacirin
para
destruir esas
ba(c-
rías.
Las condiciones meteorológicas
mperantes
hi -
cieron
imfosible
esa ntervención.
pero
dos heliccipte-
ros
Scout armados con cohetes AS-12
consiguieron
efectuar
dos
pasadas
disparar
sobre
unos cañonesen
batería
en el val le
del Moody Brook
En
esa fase. todas
las infbrntacioncs coincidían
en
indicar que
la resistencia
argentina había cesado [-as
compañías
A
y
B regresaron
dcl l iente. acompañarl¿rs
pclr os tanques ivianos. Todo el disposit ivo coronti cn
seguida
la cresta
de
Wireless
Ridge.
(Colina
de la
Radio)
Se
pidió
entonces
autorización
al PM de la 3" Briga-
da de,
Comandos
para
seguir el avance hacia Moody
1¡
q
Ios
ar-
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Debajo:
Con
)1 lu)rus
de
los
Scots Guurds
lrunsporlados
cn
iptero
u la : t ¡rru de
cntru( ión de Grtt t Ridge
os
t ¡buses ur ,q¿ 'nÍ inos
I l ¡ ¡y iendr¡
<as i todo
Brook, a
lo largo dc
la ruta hacia Port Stanley,
autori-
zación
que fue
dif-erida
hasta
c¡ue
el
general
al mando
de la Brigada
pudo cvaluar
personalmentc a situación
Según
su enfoque,
Ios argentinos odavía
habrían
podi-
do ofrecer
ciena resistencia.
pero
de inrnediato
sc
inició la
preparaciónde los
planespara
el
asalto ' inal
a
Sapper Hil l
(Colina
dcl Zapador)
y
al canrpamento
de
Moody
tsrook
A pesar del desastreocurrid() el 8 de junio v de la
pérdida
de los buqucs de
desenrbarco
Sir Galahad
I
Sir Tristram, la
mayor
parte
dc la
-5'
Brigada estaba a
establecida irmemente
en
el sector Bluff
Cove
-
F' i t-
r
----
zroy. l-os
Gurkhas
y
los últ imos
elementos de apoyo
estabansiendo
rrnsportadosdesde
)arwin a bordo
dc l
MV Monsunen.
l.os últ imos
preparativospara
la le-
conquista
de Port Stanley podían
comenzar, de al l í un
más.
El
general
Tony
Wrlst tn
'
unió
a sus
comandantes
de batal l(rn
en Fitzroy
para
p anif icar
la
participación
de la brigada
en la operación ' inal
Se le ha bía dicho
que la 3' Brigada dc Comandos endríaque apoderarse
de Tu'o
Siste¡s
y
de Monte
Harriet en la noche del I I
de
junio,
y que
el 3" de Paracaidistas
efectuaría un
ataque
de divcrsi<in
n el Monte Longdon.
Correspon-
'5
w1i
'Sii
'4,
.:r..¡
4
'*,
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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día a
la 5' Eriga<ia
tomar
ei
lv{onir: Jlnr¡l:1.'ii¡¡,''',
=
IVlsrnte
William,
Wireless iti,etrge
Sapp,er
Hllri.
l'1tt¡r'¿
línea de
alturas
antes
de la capital.
I-a
pn"r-rera ctea
sob¡e la maniobra
lliüe
uvo
Wilsr:l,
fue la oieataear
a
a ncel:-reiguiente,
apoderál¡r-lcse
l
.r' ' '
de Paracaicnistas
le
Wireless RiCgr:
y
en'.'ianac
i?::r
Gurkhas
fuertes
patruilas eontra
'funlhicdos¡::,
/
'-1
h4onte
Williarn
la mi,cin¡"
lardre elel
ntar;lie
c1e Nil ii"
Erigada,
con ia esperauza.
tre
ue
eEe¿ii
J{.¡slc¡únes
a,e'
rían
por sí mismas. -os Scots Guards, relr:¡"zadcgncr
r4 ¡*r-,
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+' :
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Después
de
la
de
Tumbledown,
de
los hbridos
Goat
Ridge.
Se
efectúa
el
fuego
de
Ia
artillería
Uta
cortina
de
protege
el
desPegue
de
Wessex.
Un
Gurkha'
de
un
morlero
de
8J
La cadencia de los
de
esa
noche,
conta
y
el
Monte
fue
tal
que Ia base
tubo se
hundió
en la
turba
Batallón
de
os Scots
Guards
2-SG),
era
ecuperar
u
Sección de
Reconocimiento,
que
estaba
odavía
en
posición
de
avanzada
ante
Bluff Cove
para
servir
de
basea las
patrullas.
Iba a necesitarla
para
otras areasdurante
a ofensiva
principal.
Pero antes,
incluso, del comienzo de la
retirada,
yaavanzadala
arde, a sección
uedó
atrapa-
da bajo
disparos de morteros
y
armas
ligeras. Los
argentinos
p¿fecían
estar a
punto
de
pasar
al ataque.
El sargento
llum,
adjunto
al
efe
de a sección,dio
orden de retirarse,
maniobra
que
se ejecutó
bajo
un
intenso bombardeo de obuses de mortero
que
causó
tres heridos,entreellos el
propio
sargento.Ellos fue-
ron
transportados
n camilla hastaun
punto
de evacua-
ción, desde ondeun helicóptero
os
levó directamen-
te
hasta el centro
principal
de cifujía
de
Ajax Bay. El
resto
de la
sección se abrió camino a través de un
campo
de
minas
que
le cortaba a retirada
y
después
fueron recogidospor los Scorpiony Scimitarde los
' Blues' y ' Royals'
,
asignados esde semomentoa
la
5"
Brigada.Esa
acción
puso
en evidencia
un
punto
importante: os argentinos
estaban
ien
preparados a-
ra hacer frente a cualquier amenaza
roveniente
del
Sur, a lo largo de a ruta de Bluff
Cove a
Port
Stanley.
Esa noticia causóalguna
preocupación
l
teniente
coronel
Scott, encargadode atacarTumbledown
por
el
Sur. Una sesión de trabajo reunió alrededor suyo
'a
todos los comandantes
e compañía, al
jefe
de la
batería de apoyo, su adjunto
y
sus
oficiales de opera-
ciones
de nformación.Hubo consenso
espués e a
reunión
en
que
efectuarel asaltode
día,
en as
pendien-
tes largasy escabrosas e la laderaSur del Tumble-
down seríacompletamente
uicida.
Scott
no tuvo más
remedio que
volver
a
ver
al
general
Wilson
y
señalarle
la
convenienciade
un
ataque
nocturno
por
el flanco
del
sector,partiendo
de las
posiciones ue
os comandos
se
habían
asegurado
a
en el Oeste.Wilson
le dio su
conformidad l 10dejunioy redactó, nconsecuencia,
las órdenesdefinitivas.
Scottdio sus
propial
órdenesuego,
por
la tarde.Se
trataba
en definitiva
de un ataque
generalpor
so{presa,
después e
una
seriede asaltosejecutados
nivel de
compañía,
en
os
que
éstas e
pasarían
nasa
las otras
como
ugando
"al
rango", hasta
que
el
Tumbledown
quedara
asegurado.Como apoyo se
e
habían
prometi-
do unos Harrier de
ataque
a tierra, los fuegos de cinco
bateríasde 105 mm ligeros
y
los de os morteros del42'
Comandode los RM
y
de los Welsh Guards,
más el
apoyo de la artilleía naval de los HMS
Active
y
Yarmouth.
Como
preludio
del ataque
principal,
Scott
habíaprevisto
una diversión
proveniente
del Sur, sobre
el eje de ataqueque a los argentinos es parecieramás
lógico.
Los
Scots
Guards,
de
boina
La operación
del 2" de Paracaidistas
de
los
Scots
Guards
se_fijódefinitivamente
para
a
noche del
12
de
junio.
Los
Scotshabían de ser ransportados
or
heli-
cópteros
desde las 8.00 de
ese día hasta la zona de
concentración
al
Oeste
de
Goat Ridge,
pero
los heli-
cópteros
no
se
presentaron.
Scott se dirigió
entonces
al
PM
de la Brigada para
enter4rsede las novedades.
Se
enteró allí
de los éxitos de la 3' Brigada la noche
anterior, pero por la falta de helicópteros tuvo que
hacer
transferir la
operación
para
la noche siguiente.
Scott
aprovechó la
circunstancia
para
hacer
que
sus
comandantes
de compañía efectuaran un reconoci-
miento
avanzado
esdeel aire, a fin de tener
una
dea
249
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Testimonio
de un
argentino
"
Una lluvia
de
balas caía a
nuestro
alrededor. Trepando
pudi-
mos
alcanzar
el abrigo
de unos
pe-
ñascos
a
algunos metros
mós
allá.
Comenzamo¡
a disparar contra to-
do
quepareciera
ser
elfogonazo de
un disparo.
"Comencé a disparar, primero
con mi
PAM, de a
dos disparos,
apuntando
lo
mejor
que podía.
Abajo, en Ia
pendiente,
os ingleses
no cesabande
gritar,
cada
vez mós
fuerte.
Según
lo
que
se nos había
enseñado en Ia instrucción eso era
una idiotez,
porque
nos
permitía
localizarlos.
Nadie
gritaba
entre
los argentinos.
De vez en
cuando
sí,
p.ero
era un
grito
de dolor, una
llnmada
de
socono."
"En
esos momentos
ya
no se re-
Jlexiona,
se dispara.
Quizó
se co-
menzará
a
pensar
de
nuevo un
poco
más tarde.
Por el momento
se dis-
para.
Yo no
se si alcancé a un solo
enemigo, estaba
demasiado oscu-,
ro. Imposible
de decir, en una con-
fusión
tal" .
"Poco
antes
yo
había
visto,
por
primera
vez,
un herido
grave.
Eia
un compañero, Mercante.
-"
\ga
-^{ i
¡.
l
rX:'*;
concreta
sobre
os accesos Tumbledown,
desdeGoat
Ridge.
A la mañana
siguiente,
os helicópteros
legarona
tiempo
para
ransportar
los hombres
asta a zonade
concentración,
ondeéstos
eescondieron
n
refugios
camuflados.
a afillería
argentina ombardeó
a
posi-
ción durante
asi odo
el día,
pero
no
hubo más
que
un
herido. Los jefes de seccióny de grupo de combate
tuvieron
entonces
casión e avanzar
araobservar us
objetivos
de día, observación
umamente
mportante
con miras
al ataque
nocturno. Scott
dio
sus órdenes
definit ivas
las 14.00.
Según
as estimaciones
niciales,
Tumbledown
e-
bía
estardefendido
por
una compañía
ien
atrinchera-
da, en
posiciones nteradas
profundamente.
l
avan-
ce del batallón
se haría a
lo largo de
Goat
Ridge, en
columna
decompañías,
marchando
4 Compañía
G a a
cabeza, eguida
or
la Compañía
Left
Flank"
y
des-
pués
Right
Flank"
(Entre
os ScotsGuards
os nom-
bres de las
compañías
oresponden
a
sus
posrclones
respectivasn asgrandes 'aradas ilitares:a Compa-
ñia G está
en el
centro
de a formación,
as
otrasdos a
sus lancos
zquierdo
y
derecho).El
objetivo
de la G
seía
el espolón
Oeste
del Tumbledown,
supuestamen-
te
defendido
or
una
sección.
Left
Flank"
sobrepasa-
ía entonces á
CompañíaG
para
asegurara
posicrón
central,
y
"Right
Flank" se
colocaría
en
cabeza
ara
ocuparse
el resto.
La
hora H
se fijó a las
20.00.
Los hombres
no
llevaban
más
que
un
equipo igero
habiendo
ejado as
bolsas
de dormir
en la zona
de cohcentración.
Cada
compañía
levó
solamente
de ellas
para
eventuales
heridos.
Durante
el asaltose
decidió
que
os
homQres
llevaran
susboinas,por
estimarse
los cascos
metáli-
cosmolestos incómodosparaandar
a saltosde ¡ana
por
un teneno
de
por
sí difícil.
No
volverían
a
ponerse
los
cascos
asta a cercanía
nmediata
e os objetivos,
paraprotección
e os hombres
ontra os
estallidos e
obuses
de artillería
y
de morteros.
El ataque
e diversión e
anzóa las20.30
horas,
las
órdenes el
mayorRichard
Bethell,un veterano el
SAS.
Fue levado
a cabo
por grupos
de combate edu-
cidos
a reso cuatrohombres
e a Sección
e Recono-
cimiento, y
un
grupo
de apoyode
fuego suministrado
por
la
Compañía
Cuartel Generaldel batallón,
y
su
escalón
e
apoyo ogístico vanzado. os
"Blues"
y
"Royals",
dos
zapadores el
Cuerpo
de Ingenieros,
un observador vanzado e artilleríay un controlador
de
iro
de
os
morteros ormaban
l escalón e apoyo.
Se habíannotado
algunos ndicios de actividadar-
gentina
en las
prirneras
horas
del día
pero
en ese
instante,
nte
os
hombres e Bethell,nadase
ponía
de
manifiesto.
Bethell
envió a
os
Scorpion Scimitar
por
la
ruta a Puerto Argentino
para
atraer
os
fuegos
del
enemigo,
pero
el tanque
que
ba encabeza oló alcan-
zado
por
una mina sin atraer
demasiado
a
atención
e
los argentinos.
El resto del camino se hizo a
pié.
En las borrascas
de
nieve
Al localizar
un
refugio
cubierto
enemigo,
el
grupo
de apoyo de fuego tomó posiciones la unidad de
asalto eacercó
uanto
e fue
posible.Pero,al
efectuar
ese
movimiento
se
detectaron
otros
abrigos'
desde
donde urgían,
veces.
onoros
onquidos.
uando
l
grupo
de
asaltose
escindía
en
dos
para capturar
esos
refugios, fue
atrapado
bajo
fuego
muy
nutrido,
que
causó nmediatamente
os
muertos
y
cuatro
heridos.
Después e
doshoras
de
combate
as uerzas
ritánicas
controlaban
otalmente
a
posición,
y
les
legó
a orden
del repliegue.
El mayor
Bethell
y
el
"bag-piper"
(gaitero),que no
lo dejaba
ni a sol
ni a
sombra,
ueron
heridos
ambos
por
estallidos
de
"shrapnells" mientras
cubrían
la
retiradacon sus disparos.Hubo cuatroheridosmás
duranteel
cruce
de un
campo
de minas.
Después
e
llegó el
turno
de entrar
en da¡zaa
la artillería
argenti-
na,
que
no
causó
demasiado
año
porque
sus
obuses
penetraban
rofundamente
n
a turba
antes
e
estallar.
Pero a situación
se agravó
hastael
punto de
que
os
muertos
uvieron
que
ser
dejados
n
el
sitio,
mientras
que
os supervivientes
uchaban
asta
asadaa
media
noche
para
poder
alcanzar
e
nuevo
sus
posiciones
e
partida,
a tiempo
para
ver a Tumbledown
luminado
por
las
trazadoras,
as explosiones
los
obuses
umi-
nosos
anzados
esde
el
Monte
Harriet.
La Compañía
G
recorrió
los tres
kilómetros
que
separabana líneade partidade susobjetivos,en for-
mación
de
dos columnas
paralelas.
En
medio
de la
borrasca
de nieve,
bajo
el
fuego
intermitente
de la
artillería
y
de
los morteros
y
bajo
la luz
de
los cohetes
luminosos
disparados
esde
Stanley,
concluyó
por al-
lt '
frt
partiendo
Encima: Um
posición
el Monte
Esos refugios
alg,unas
por
soldados del
arSennno,
cuya
estaba
caída-
Pero los
regulares" del 5" batallón
Infantería de
Marina tenían
temple. Se batieron
paso
paso
contra
los
británicos
limpieza de los
refugios
v
los
prisioneros
a los
los
que
disponía
Kiszely. Cuando
no
había con
que
6
hombres,
de los
tres
cayeron
cast
.
0
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 108/185
su
objetivo,
al
que
encontró abandonado.
Sin
poco
más arriba, en
pendiente,y
los hombres
hicieron cuanto es fue
para pasar
inadvertidos. La compañía
"Left
les sobrepasó
las22.3Ohorasbajo a
protec-
de sus uegos. Ese
movimiento
atrajo disparosde
y
de artilleía
muy
bien afinados.Pero as dos
e
"Left
Flank" habían legado,
entre
anto,
hacercontactocon el enemigo.
La secciónde la derechaquedóatrapadabajo fuego
de artilleía
y
armas automáticas
que
le hicie-.
pérdidas.
a de a izquierda, asórdenes el
ames
Stuart, uvo
problemaspara
fran-
os obstáculos
ocosos.
Su sargentoadjunto
y
de sus hombresmurieron
al lado de su
efe,
y
el
mayor
de la compañía esultó herido.
ttdurostt
Las
dos seccioneshicieron
cuanto
pudieron para
al adversario
con disparos
de cohetesde 66
y
mm
y
con
granadas,
pero
esosargentinos
ambién
soldadosde oficio del 5" Batallón de Infantes de
y
de ninguna manera
dispuestos
a retroceder
una
sola
pulgada.
La
acción se
transformó en una
de
combatesndividuales,
de
un
peñasco
otro.
observador
avanzado
de artillería
y
el de los morte-
hicieroncuanto
pudieron
para
"colocar"
algunos
os
que
sin embargo
carecieron
de
precisión.
El
mayor John
Kiszely,
que
mandabaa
compañía,
en
contacto
por
radio
con el PM
del batallón
poco
de las 2.30
horas, e informó
su decisión
de
ordenar
a carga
a la bayoneta.Dicho éso, se
puso
a
la
cabeza
de
la tropa. Los
abrigos
fortificados fueron
eliminados
y
susocupantes eutralizados,
pero
fue
una
lucha muy dura.
El mayor tuvo la suerte
de su
ado: una
bala argentina
se incrustó en la bníjula colgada de su
cinturón.
En
el
curso
de
ese avance,
a
"limpieza"
de
los
refugios
y
la custodia
de los
prisioneros
habían
absor-
bido
poco
a
poco
la mayoía de los
efectivos
de la
compañía. Cuando hubo alcanczado a cima de la
colina, el
mayor Kiszely no teníamás
que
6 hombres
con é1,
de los cuales3 cayeroncasi nmediatamente.
Pasó entonces
por
un
momento de
ansiedad.
¿Qué
haría
si
los argentinoscontratacaban? fortunadamen-
te
para
él no
o hicieron,
y
la
Compañía
Right
Flank"
no tardó en
reunírsele.El
combatehabía durado cerca
de sietehoras. Siete
horasde encarnizados
ombates;
del lado
británico
habían
causado
7 muertos
y
18
heridos.
El
enemigo
se
aferraba odavía
a la
extremidad del
Monte
Tumbledown,
y
a las 6.00
"Right
Flank"
se
dirigió
hacia el frente
para
desalojarlo.
El mayor
Si-
mon Price habíaprevistouna acciónde flanco con dos
secciones,
ubriéndolas
a 3"con
sus uegos.
Era nece-
sario actuar rápidamente, pues
en
media hora
escasa
habría
salido el sol,
no se
podía
contar
con ningún
apoyo
de artillería
y
con
poca
cosa
de
parte
de los
morteros.
Atacó con
sus
grupos
de cabeza
isparando
ohetes
antitanque
para
abrirse
camino. Los peñascos
olaban
en
pedazos
ajo os mpactos
e os
cohetes,
l enemi-
go
replicaba on ntenso
uego.
Debajo:
El
ataque
delos
Scots
Guards
se
hizo
en
colum¡ta
de
compañias.
En
cabeza,
la compañla
G se
apoderó
de
las
pendientes
del
Oeste del Tu¡ibledown.
Después,
la
Compañla
"Left
F'lank"
la
sobrepasó
para
alcanzar
la
cima.
Iban
seguidaspor
"Right
Flank"
que
limpió
el resto
de las
ahuras y
comenzó
a
dirigir
los
disparos
de la
artillerla
contra
Port
Stanley.
Aquf
la 7.
sección
de
la
Compañla
G
posa
Wra
el
fotógrafo
en Ia
cuesla.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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-r¡
Los
artilleros
Las tropas
argentinas
isponían e
cañttnes
e 105
mm
"M-l0l
"
norteamericanos.
e obuses
e monta-
ñade
105mm
"M-56
Oto-Melara"
ta l ianos
de 155
mm
"Modelo
77".
Estos ltimosestaban
onstituidos
por el soportepivotantey el cañóndel obúsautopro-
pulsado
F3"
francés,
obre
na
cureña
emolcada e
concepción
rgentina.
uatro
e osobuses
e
105
mm
fueronenviados'a
oose
Green,mientras
ue
os de-
másdel
mismo calibre
cuatro
155 ueron
desplega-
dos enel
nterior
y
alrededor
e Puerto
Argentino.
Teóricamertte,
se
isposit ivo
abría
enido
ue
per-
mitir a los argentinos
ostener
uegos
de artil lería e
una ntensidad
uficiente
omo
para
mpedir
odaapro-
ximacióna
sus
posiciones. os cañones
e
155 mm
tenían n
alcance
e 29
kilómetros
los de
105dispa-
raban
on
granprecisión, asta erca
e
os 2 ki lóme-
tros,un
obúsde
15kilogramos.
os 155
disparabann
proyectil rnuchomás mortífero, de 43 kilogramos.
Los artil leros
rgentinos
enían
ambién
a
ventaja
de estar
nstalados
n
posicionesijas.
Tenían ambién
la
posibi l idad eefectuar
elevamientcis
opográficos
planes
e
uego,de
manera
uepodr:.lr
lbicar
isparos
precisos obre
cualquier
objetivo
qlrc se aproxlmara
su
radio de
alcance.
Frente
a ese temiblc
dcspl iegue.
l 3
Brisada
cl c
Comandos
bri tánica
disponíade l8
cañoncs iscros
cl c
105
mm, serv idospor
art i l lcros
del
29' Rcginricnro
dc
Comandos
Aunquc
eran
dcl mismo
cal ibre
quc
los
cañones argent inos. estos obuses disparaban r-rn
proyect i l
de l6 k i lograrnos
hasta
una distancia
maxirnr
de l7
kikimetros
Cuanclo
a
-5'
Brigada
desenrbarcti .
aportó
un complemento
clc t i cañones
igenrsservidos
por
los hombres
del
4"
Rcgimiento
de Arti l lería
trerra-
tlerra.
A
causa
de la l imi taci t in de
espacio c l isponible
a
bordo
de los
buques de la fuerza
de intervencitín.
ninguna
de esas
dos unidadcs
pudo
l lcvar
todos los
nrateriales
e los
que
habrían podido
disponer: ade-
más.
después
de ser desentbarcados.
lgunosequipos
debieron
ser dejados
en el s i t io. en as
playas, pues
era
imposible
transportarlos
Los destacamentos e observacióndel 29"Comando
de.¡aron
en
depósito" los señaladores
e objetivtts
láser
v sus
equipos
pesados
de
vis ión
nocturna, no
l levando
más
que visores
elescópicos
montadossobre
fusi les para
la
observaciónde noche,
y
telémetrosde
láser
portáti les
para
a
dirección del fuego. La r azón de
ello
era mur simple:
A todas
partes
donde
iban
tenían
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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A la
izquierda:
En las
)1
alv inas era
i mpo,si le
los
cañonas en
pues
eslos se habrían
se eletaro¡t
arapetos de l lerra
las
piezas Pero
enqrmes
los lu7ares
había sitlo
Júeron
tle
(ümufl¿je
En recuadro:
Un canón
ritáni<'o
de 105
mm;
ta
en las
de 3ó
t ipo Este
puede
ditparar
un obús
ló kms, el
de
105 de k;s
urgent inos
tenía más
qua un alcance
t'on una
¡tt t ¡t tción
de
l5 Kgs
Debajo : Ejert
icicts
<'omo
tle n0
prepüraron
e'\u(tamente
a los art i l leros
britá i<-os
para
la s
rndi<'iones de lus Mulv'inas
-\quí
el cañón
repost
sobre
un
uelo
f irme
En las Malvinas,
tuda vez que un <'añón
disparaba
se
hundía un
poco
rtttis profundamenle
en
lo
lt t rry(l
\
lenlQ
que Ser
¡
'ultunlado
que
marchar.
Los
medios
de transporte
ueron,
en
efecto,
muy
insuficientes
os
pocos
elicópteros
is-
ponibles staban
eservados
ara
l
envío
decañones
municiones
acia
el frente.
¿Radares
de localización
por
microcomputadoras?
Un
cronista
mil i tar
argentino atribuyó
la
precisión
de los disparos de la artillería británica al "empleo de
radares
de localización
de armas
por
microcomputado-
ras". Los
cañones argentinos
localizados
por
esos
radares habrían
sido así
rápidamente
puestos
fuera de
combate.
De hecho,
pareceque
ningún
material de ese
tipo
l legó
amás
a
las Malvinas. Los
disparosde arti l le-
ría
británicos
fueron
efectuados con
ayuda de
los
ele-
mentos básicos
más simples
--el
mapa, el telémetro
y
la
brújula
y
gracias
a un
buen entrenamiento
a un afina
extremadamente
precisa:
el cañón
ligero de 105
mm
Muy
evidentemente,
la artillería no
puede
obtener
buenos resultados
mas
que
cuando
sus observadores
avanzados
ocupan
posiciones
desdedonde
pueden
ve r
los objetivos. La imposibi l idad de la ar ti l lería argenti-
na
para
"cerrar"
las crestas alrededor
de Puerto Ar-
gentino
fue
la
causa
principal
de sus fracasos Una
vez
instalados
los
observadores
avanzados
británicos en
esascrestas,cada
movimiento en
el
interior, o alrede-
dor, de Puerto
Argentino, era visible
para
ellos
y podía
caer
bajo
el fuego.
Hacia el
f inal
del
combate. el 29. Comando nformó
que
una
fuerza
de
un millar de argentinos e
reunía,
aparentementeon
miras
a un
contrataque.
En
pocos
minutos,
un fuegoconcentrado
ma¡tilló sobreese
gru-
po y
lo dispersó. Se reorganizóen otra
parte
y
fue
dispersado e la misma manera.Se formó
de nuevo
una terceravez
y
de nuevo el fuego
de los cañones
volvió
a dispersarlo.
Esa fue la última tentativa.
Hay
que
señalar, in embargo,
que
a batería rgen-
tina fue bien utilizadaen GooseGreen
y planteópro-
blemasal 2' de Paracaidistasl comienzode los com-
bates.
Cuatrocañones
igeroshabían ido
previstos
or
los
británicos,
pero
la
falta
de
helicópteros,a último
momento, hizo
que
solamente res de ellos, coir
una
cantidad imitada de municiones,
pudieran
ser empla-
zados.
Y fue solamente uando os observadoresvan-
zados
asignados
l
2'de Paracaidistas
stuvieron
en
condiciones
e dirigir el fuego contra a batería rgen-
tina
que
el
peligro que
constituíaésta se atenuó
y
el
regimiento
pudo
iniciar su ataque
En las turberas
La táctica habitual de los arti l lerosconsisteen cavar
unos alvéolos
y
entenar
las
piezas
bajo el
nivel del
suelo
para
proteger
a la
vez
a los cañones
y
a sus
sirvientes Pero
en las Malvinas eso era imposible.
Todo agujero
de
poco
más
de un metro de
profundidad
se llenaba
de agua rápidamente. Estaba pues
fuera de
cuestión
disponer de alvéolos
suficientemente
profun-
dos como
para
abrigar un
cañón de campaña.
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Debajo:
Ll
t unt in l igero
,l e
brirá
¡co
es de ut ld
grdn
de
empleo
Aquí,
para di.sParar
una
honor
desde
la
Intrepid.
Abajo a
la
derecha:
Un
tipo con
la
79'
29
Regimiento
dt
de la Artillería
En
la s
estos
(añ¡nes
un
papel esen<' ial
en
otnbates
Otra
solución consistía en elevar
unos
parapetos
de
tierra alrededor de los cañones.
Para ello había
que
arrancar bloques
de
turba
alrededor de las
piezas,
dejando así
enormes cicatrices
pardas en el
paisaje
verde
de las Malvinas, señalando síel
emplazamiento
de las baterías a
la Fuerza Aérea Argentina. Todas las
redes
de camuflaje
que
se
pudieron procura.r fueron
llevadas
precipitadamentepara
intentar disimular los
rastros.
Disponer de una excavaciónpara el cañón presenta
además
otra
ventaja:
se
pueden
almacenar
y proteger
al l í
las municiones Sin el la,
las
granadas
deben ser
esparcidas lrededor
de los emplazamientos e
la bate-
ría, a f in d e evitar
que
si una
fi la
de cajas
es alcanzada
por
un obús o
por
el
fuego de
aviones
enemigos
vuele
todo el stock.
Las
cajas
de obuses
y
de cartuchos
fueron distribuidos
por
los lugares donde se
había
arancado
la turba
y
camufladosbajo la
misma red
que
disimulaba los cortes
El abastecimientode municiones a
las
piezas
britá-
nicas se hizo
por hel icóptero
Un Sea
King l legabaco n
una red l lena de cajas suspendida de una esl inga.
Durante os ejerciciosen tiemposde paz, el hel icóptero
bajaba a red hasta el suelo, desenganchaba l cable
y
partía
a buscar otro cargament o. En las Malvlnas,
como había escasezde redes, el
aparato
debía
perma-
neceren
vuelo
estacionariomientras os arti l lerosdes-
cargaban as municiones,
para posibi l i tar que
se leva-
ra la red
para
un
nuevo
cargamento Una
vez
descarga-
das, las municiones debían ser
transportadas
hasta
los
depósitosdispersos
y,
finalmente, camufladas.
Se
habían
establecido
prioridadespara
el uso
de
lo s
helicópteros,
y varias
veces
ocurrió
que
uno de ellos
fuera retirado en
plena
operación de transporte
de
cañones
o de
municiones, para
ir
a
recoger heridos
o
cumplir alguna otra misión urgente,sin que los arti l le-
ros,
en tierra, supierancuando
iban a
volver
a
verlo.
A
pesar
de esas
dificultades, la
arti l lería bri tánica
avanzó al mismo ritmo
que
los
comandos
y
los
paracai-
distas,
y
estuvo siempre en condiciones
de brindarles
su fuego
de apoyo cuando lo pidieron.
Llegada
al
alcance
de Puerto Argentino,
se
vio
amenazada
por
el
fuego
de los defensores y
se
entabló un duelo
de
arti l lerías.
Los dos adversarios
enían
quc
asegurqr
el
fuego
de apoyo
a su nfantería,esforzándose
or
des-
cubrir
y
destruir os
cañones nemigos.
La
pérdida por
los argentinosde las alturas
que
rodean
a Puerto Argentino
implicó la derrota de su
defensa.
os cañones ritánicos,
escondidos
etrás
de
las
crestas
ero
con observadores
vanzadosnstalados
en ella,
no tuvierondificutlades
en reducir
a silencio
a
las
baterías
rgentinas,
ue
no
podían
era
sus
adversa-
rios,
aunque
urante
se
duelo
de artil lería
asi
nunca
hubomásde una piezaen combate, la vez.
Cad,a ez
que
un cañónargentino
ntraba
n acción,
su posición
era inmediatamente
ocalizaday
tomada
bajo el
fuego de
los británicos.
Cualquier
añón
argentino
ue
intentaba
isparar
desde
Puerto
Argentino era rápidamente uesto
uera
de
combate.
Cañones
antiaéreos
Mientras que
el
Cuerpo Expedicionario
Británico
usaba
exclusivamente
misi les
para
su defensa contra
aviones.
los
argentinos desplegaron gran
número
de
cañonesantiaéreosalrededorde Puerto Argéntino. La
mayoría,
eran
piezas
automáticas
de
pequeño
calibre
(20
mm)
Había también
una
batería de
cuatro cañones
de 35
mm,
en
dos
afustesdobles,
de
novísimo
modelo,
fabricados por
la
firma suiza
Oerlikon.
Cada
uno
de
esos tubos puede
disparar
granadas
de
530
gramos
de
peso
a la impresionante
adencia
de l.100
disparos
po r
minuto y
con
grandísima
precisión,
gracias
a su
radar
Skyguard y
a su
elaborada
dirección
de tiro Pero,
en a
práctica
ese
sistema de armas parece
haber
sido inefi-
caz. Los pi lotos
de la RAF y
de la Mariná
Real
qu e
atacaron
Puerto
Argentino
hallaron
fuego
antiaéreo
lntenso pero
muy poco preciso.
Los argentinos. y en particular la guarnición de
Goose
Green, disponían
de
cañonesgemelos
de 30 mm
Hispano-Suiza
montados
sobre remolques
ligeros.
Disparaban,
a
una
cadencia
de 1.300 iros
por
minuto
y
por
tubo, ráfagas de
proyecti les
hasta una
altura de
2.800 metros. Como
la arti l lería de Goose
Green.
parecieron
haber sido
puestos
en
operación
por sirvien-
tes bien entrenados.
Estos últ imos
pudieron inscribir
en su activo un Har rier
derribado
sobre
Goosc
(lrcen
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Los
Scots
Guards
El
I' Regimiento
de los Guar-
dias
(mós
tarde
Granaderos de
Ia
Guardia),
y
los
Coldstream
Guards,
dieron
a los
Scots
Guards
el sobrenombre de
' 'kiddies' ' ,
l i teralmente
"los
pibes"
,
cuando
ese
regimiento
se
unió
al ejército inglés
en
1686
en el campamento
esta-
blecido por
Jacobo II
telante
de
Londres. Los
dos
primeros,
en efecto, habían sido recluta-
dos
mós
de
25
años antes, en
tiempos
de la Restauración.
Pe-
ro
en realidad
el noble
origen
de
los
Scots se
remontaba
mu-
cho
más
allá todagía, hasta Ia
época
del marqués de Argyll,
quien
én 1642 había reclutado,
para
protección personal
de
Carlos
II, un regimiento de
guardias
de corps en
previsión
de
una
proyectada
campaña en
Irlanda.
Su divisafue:
"Nemo
me impune lacessit" (Nadie me
hiere
impunemente).
Ese regimiento del marqués
de Argyll
combatió a lasfuerzas
de
Cromwell.
Llevó
el
nombre
de
"Lyfe
Guard at Foot"
(Guardia
de Seguridad a Pie)
del
rey Carlos Estuardo, hasta
s'it derróta
fi.nal
en
Worcester,
en
julio
de
1651.
La vaelta de los Estuardo al
trono
de Inglaterra
y
Escocia
marcó,
en mayo de 1662, la
re-
surrección de los "Scots
Guards",
que
formaron
la
guarnición
dc. Edimburgo.
En
l6ó6
se enriquecieron con siete
c
ompañías sup ementar ias baj
o
la
denominación oficial
de
"Scott ish
Regiment of the
Guard
on
Foot"
(Regimiento
Escocés
de
la
Guardia
a Pie).
Después del Acta de Unión
fue
rebautizado
como 3'
Regimien-
to
de
laGuardia,
de
guardias
a
pie,
nombre
que
conservó hasta
1831. Igual
que
los Scots
Guards de hoy, el3" Regimiento
cumplió
un doble
rol,
protoco-
lur
v militar. Sobresalió
en los
d<¡s,
butiétulosc
bratamctúc ctt
muchcts acciones
(ontru
\o s
franceses,
obteniendo sus
pri-
meras
citaciones en Namur, en
1695, y
en Waterloo
en l8l5
Durante
esta última
batalla, la
heroica
resistencia del 2" Bata-
llón de
Granaderos
y
del 3' Ba-
tallón
de los Guardias, atin-
cherados en
la
granja
de Hou-
gemont,
fue
esencial
para
la
victoria
final.
Una
placa
con-
memorativa de los combates de
los
Scots Guards estó siempre
bien visible
enWaterloo. en
los
muros
de la
granja.
En I83
el
regimiento se
convirtió
en el Scots Fusiliers
Guards,
(Guardias
Fusileros
Escoceses). Tuvo
derecho
al
morrión de
pelo y
a
sus
gaiteros
a partir
de 1856.En 1877,
por
fin,
recibió
su nombre definiti-
vo
de
Scots Guards.
Los
Scotsse batieron
en Cri-
mea, donde se distinguieron en
la batalla
del
Alma, recibiendo
dos
Victoria
Cross.
Durante
la Segunda
Guerra
illundial,
los Scots
Guards
se
batieron
en
Noruega,
en
TrtPtt-
litania
y
enTúnez,
donde
se
es'
pe<'ializaron
en
la lucha
anti-
tanques.
Estuvieron
en
Anzio
t
en
Salerno
y remontaron
toda
a
península
italiana
comba'
. Su
3'
Batallón,
equiPa-
do
con tanques,
como
Parte
de
la 6' Brigada
Blindada
de Gra-
naderos,
participó
en
todos
los
combates
Con
un
fuerte
porcentaje
en
sus
ilas,
de
jóvenes
reclutas,
los Scots
pelearon también
des-
pués de la
guena en
la crisis
de
Malasia,
en Suez
en 1956
Y
en
Borneo
entre
1964
Y
1965.
Desde
197
,
por últ imo'
un
batallón
de
Scots
se
encuentra
de servicio
en
eI Ulster,
mucho
másfrecuentemente
de
lo
que le
correspondería.
Este
guardia escocés
lleva
la boina
caqui
de
la Guardia
de
a Pie,
con
una
insignia
de
lu
unidad
color
negrtt
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o
o
o
AVISO
AL
PT]BLICO
Ante
numerosas
onsultas
ecibidas,EDICIONES FERNANDEZ
REGUERA -
que
ieneen
preparación
l
Volumen
I de LA
GUERRA
DE LAS MALVINAS
(la
versión
argentina) comunicaa sus
ectores
al
público
en
general,que
sólo atenderá
or vía postal
cualquier
ofrecimientode colaboración.
Fotograflras
Testimonios
Así como cualquierotro material
que
seconsidere
e nterés
ara
su
publicación,
podrán
ofrecerse
or cartaa
nuestra irección:Av. RamosMejía 1680 CP 1104) " pisooficina28 SectorD. Agradecemosesde a su
colaboración.
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Jefe
de
Redacción: hacho
Rodríguez uñoz
La obra
completase
publica
en dos
volúmenes
ue
totalizan
0
fascículos
e aparición eman al.Cada
fascículo
onstade 16
páginas
nterioresmpresas
loc:
color,con sus corresoondientes
ubiertas.Con
el
fascículo
ue
completacada uno de
los volúmenes e
ponen
a
la
venta as
apas
para
su encuadernación
El editorse reserva
l derechode
modificar l
precio
ce
venta
del
fascículo
n el
t ranscurso
e
la obra si
las
circunstancias
el
mercadoasí lo
exigieran.
o Ediciones ernándezReguera
Argentina)
o Marshall
Cavendish
td.
(Gran
Bretaña)
Prohibida
u
reproducciónotal
o
parcial
sin autorizacrc"-
de los editores.
LA GUERRADE LAS MALVINAS
Fotocomposición:
inotipiaCometa,Chile
1388.
y
Photc
Lettering
A, Combatede
los Pozos4651467.
apital
Federal.
lmpreso
en los
Talleres
e Sociedad
mpresora
Americana,
avardén' l
7,
Capital,
en
setiembre
e
1986
Distribución
n Capital
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Camera Press: Aviation Photographs nternat¡onat Lccl-
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of Defence USA
Editor: osé
Juan
Fernández
eguera.
Redacción:
uis
María
Maí2,
LuisGarasino
Danilo
Manzini.
Diagramación:
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Antonio anz.
Cartografía: lejandro Malofiej .
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Cómo
sufrieron
os
ingleses l
impacto
rcalde laguena
Con
semanas e demora sobre
el hundimiento
del ShefFreld,
os ngleses
pudieron
ver
l¡¡
verdadera
magnitud de la
guerra
que
estaban
peleando.
El
gobierno
de Margaret
Thatcher mpidió, hasta entonces,
que
se
pasaran por
televisión as imrigenesdonde se
regishabanel incendio
y
el traslado en helicópterode lm
heridm.
N
Con
quenaduras en
mdo el
cucrpo,
un tipulante
del
Sffield
es
evacuodo
para
recibir
la
primera atención
tttédica.
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.)rv i ¡n i i¿n to
de l
La
"guerra
boba",
como
legó
a llamarla
a
prensa
de Londres,
erminó
súbitamente
ara os británicos
l
4 de
mayo,
cuando
el
desftuctor
Shffield
fue
alcanza-
do
por
un
Exocet
disparado
por
un avión
naval
argen-
tlno.
El choque
ue remendo
ara a opinión
pública
y
los
principales
diarios
británicos
se ensarzaron
n una
polémica
obre
i convenía
eguir
adelante
on a
gue-
rra o buscar
na
salida
negociada,
hora
que
a
victoria
no
era tan
segura.
A las
8
de esedía
Margaret
Thatcherue nformada
y
se
dio
cuenta
del
impacfo
político de
la noticia,
citando
de
nmediato
a una
eunión
de
emergencia
el
gabinete. llí
sedecidió
dar a
conocer
a
información,
por
medio
del
portavozdel
Ministerio
de
Defensa,en
directo
por radio
y
televísión.
Posteriormente,
l titular
del
ministerio,
John
Nott,
debió comparecer
nte
la Cámara
de
los
Comunes,
después
e
as 23
y
su nforme
se
ntemrmpió
dramáti-
camente
medida
que
debía
umar
víctimasa
ascifras
orisinales.
Posteriormente,
cuando el Shffield
se hundió se
dieron instruccionespara que
la noticia se diese sola-
mente
por gredio
de la
prensa
escrita, o
que
se
uzgó
más
"discreto".
Las notas
para
a televisióndel barcoen llamas, os
sobrevivientes
ransportadosen helicópteros
y
entre-
vistas
con el capitánSam Salt,
tomadas
or
los envia-
dos especiales
ue
acompañaban la flota,
sóio se
difundieronel
26
y
el
2l
de mayo, cuando a
guerra
había omadootro
cariz.
Tras a campaña na comisiónde la Cámarade los
Comunescriticó el manejo de
a
información por parte
del
gobierno,
aunque se reconoció
que
en caso de
registrarse
umerosas ajas
el Ministerio de Defensa
teníaque
nformar
primero
a
las
familias
de
los
caídos
antes
de hacer
pública
as novedades.
l,os
hundimientos
del Sheffield
y
del
Gral.
Belgrarw
fueron las primeras
grandes
noticias
de la
guerra,
tras
la
recuperación e
las islas
por
la
Argentina. Y el
anuncio
en
vivo por
televisión
y
la frenética
eacción
de la
orensa
a
hicieron nolvidable.
' t ¡ l
*Ñ
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259
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Volviendo
casa
Mientras
ardía
el
Sheflield,
los
sobrevivientes
del
hundimiento
del
Belgrano,
ocurrido
dos
días
antes,
ban
de
regreso
a
casa.
sus
relatos
horrorizaron
a una
nación
que
había
do a
la
guerra
confiada
"n
q,r.
los
ingleses,
a 12.800
kilómetros
de distancia,
no
podían ser
una
amena,za.
Unasemana espués el hundimientodel anticuado la historia de ese desastre del dranláticorescate
cruceroGeneralBelgrano,muchos
e
ossobrevivien-
subsiguiente,
istosa
través
e
los ojos
de martneros
tes
ya estaban
de
regreso
en
sus
hogares,
con
sus
comune
sy
en
las
palabras
e
los
que sobrevivieron'
familias,
y
relatando
us
experiencias.
se
buque
que
"El
ataque
os
ornó
desprevenidos'
mientras
stá-
databa
e
a
Segmda
Guená
Mundial
era
el orgullo'de
bamos
escansando",
ijo
el
suboficial
enfermero
Sil-
la Marina
argentina
y
su
hundimiento
constituyó
un
verio octavio
-Muscardin,
"No nos
dio
tiempo
para
golpe
salvaje
ara a
moral
de
esa
uerza
y de a
náción.
prepararnos.
o estaba
urmiendo
uando
me
desper-
La
pérdida
de
vidas fue
realmente
aterradora.
ió
ése
estruendo
ncreíble'
Aunque
me
hallaba
en
la
El
hundimiento
ejerció
el
más
profundo
efecto
en
proa del
navío,
lejos
de
donde
había
impactado
el
aquellos
ue
navegaron
n el
Belgrano.
La
siguiente
s
iorpedo,
en
elc
uarto
de
máquinas,
ebaio
mío
estaba
-
- : : ; ¡
suPimos
ue
Fernan-
i : : : : ¡ ¡
r
ro no
Pudimos
más
-
:.
: :¡ la
ensrón
a
elic idad
-
j:.rm(i
dijo
Alberto
Ar-
:
-jr
¿ ire
del
conscriPto
er -
-=-: '
\rg ibal
"Me
siento
r-
:-
.
'Je
la c lase
ehombre
n
- -:
- .
:on\
rt iL imi
hi jc l
ePent,-
- :-3:tL-
Pero
ambién
Pienso
.-
" -
:¡mrl ias
que
no
pudieron
:¡:3::mentar
una
alegrÍa
se -
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¡rlri¡
h¡t'er salrado
al
GR\\OJe
hun.lirse Esta-
arirtnte
hcndo Expen-
-:
re:rtrmlento
e ra. de-
\
Jrrltrr
ante a
perdida
.
^---
n
mr
Jir s ión". d i joel
rndlrrr
RomeoCulh.
P-.'r,.
l,ütrs
los
que
per-
.¡
\rJ¿
[tcrecieron
n
¡.:l
\luihrrs
se ahogaron en
¡¡u¡-<
heladas
el Atlántico
sus balsas- otros
hasta
morir esperan-
üi.ts
r) buques
de rescafe
os
El
BELGRANO
tenia
:rpulación
numerosa".
dijo
\lan(r Daniel
Berdeccia.
ka d¡fíc i l
l legar
a conocer
¡ leuren.
pero
al menos
odos de
vista
no satrr
los nombresde
üue
munefon'
el
pañolde
munciiones.Afortunadamente,
l torpedo
no hizo
blancoen esa
parte,
o el desastre
abría
sido
total".
"Yo
estaba
punto de omar unatazade té, cuando
oí algo
que
sonócomo
un disparode
pistola
con silen-
ciador
y
de
inmediatose cortó la energíaeléctrica",
informó el
suboficial de Operac iones
Miguel Angel
Reynoso.
El
buquese detuvo
y
después
e un sacu-
dón comenzó
a inclinarse.Volví
a
mi
puesto,
abrí mi
bolso, oméunaparkay me a puse.Luegobusqué na
linterna fui haciami botesalvavidas'".
'
Yo
me hallaba
n el segundo
ormitorio'
,
recordó
el conscripto
FernandoArgibay, de l9 años
de
edad.
"Oimos
dos explosiones
asi inmediatas. omé
mi
chaleco alvavidas
corrí escaleras rriba.Nadiesabía
qué
habíaocurrido. Cuando
legué a la cubierta
co-
menzamos
preparar.los
otessalvavidas
ara
arrrar-
los. No había iempo
que perder.
Saltéal aguadesde
unosdiez metrosde altura vc uando
alcancé a
balsa
salvavidas
uno de
mis compañeros
ya
estaba
allí.
Nuestra
balsa se apartó
del barco.
El
tiempo estaba
muy torrnentoso
frío. Nadiesaltó
después
e mí. En
ese
momento
vimos
a otro
compañero
lotando
en el
agua
su balsasalvavidas
e había
volcado-,
y
trata-
mos
de subirlo
a a nuestra.Comenzamos
remar,con
los remos
y
los brazos.
No
podíamos
er
bien a causa
del
petróleo
y
el humo".
"No
hubo
pánico, aunque
muchos
hombres lega'
ron a cubiertacon
quemaduras",continuó
el subofi-
cial
Muscardin.
Todo
fue
hechode
manera rdenada,
como
si hubiera idoun ejercicio
utinario.
Al compro-
bar
nuestrasistasde tripulantes
otamos
ue
altaban
algunos
ombres.Ellos
quedaron
ajo
as olas. Todos
abandonamos
l buque
por
a misma banda
esto es, a
sotavento.El
Belgrano se hundió en
40 minutos,
de
proa y por
babor. Era increíble
que
una
masa tan
grande pudiera
ser devorada
por
el agua en
tan
poco
tiempo.
Cuando
imos
que
el Belgrano e
hundía
grita-
mos:
Viva
la
Patria.
Y
quizápor
la desesperación
un
sentimiento
e mpotencia ratamos ecantar
el Himno
Nacional".
"Yo
no
quise er
comosehundíael
Belgrano"
,
dijo
el caboJorgeRicardoPáez.Tengoun alma sentimen-
tal
y
durante uatroaños
el barcohabíasido mi segun-
do hoga r. Era algo
que
yo
amabamucho,
a
pesar
de
que
era un
viejo buque".
"Tan
pronto
como hubimosabandonado l barco
y
alcanzadoas balsas alvavidas, os dentificamos o-
dos
y
tratamos e hacernos migos",
prosigue
l subo-
ficial Muscardin.
"Sabíamos
que
en
el ¿í¡eahabía
numerosos arcos
esqueros, ero
debíamosmantener
nuestras
mentes rías si
queríamos
obrevivir.
Perso-
nalmente,
yo
creía
que
íbamos
a estar en
las balsas
cinco
o
seis íasantes
e ser escatados,
orque
estaba-
mos uerade a zonade operaciones. erocadauno de
nosotrosmantuvosu
autodominio
y
no hubo
escenas
de pániconi de terror, como sucede menudoen tales
circunstancias. n nuestra
balsa,
os
diez
que
estába-
mos éranlos todos profesionales. No había
conscrip-
tos. Nos reconfortábamos
nos a otros durante as 32
horas
que
estuvimosa la deriva.
Conversábamos
rezábamos
untos.
Organizamosa distribuciónde ra-
ciones
y
establecimosurnos
para
achicaragua
y
rein-
flar la
balsa cuando era necesario.
Calculando
que
nuestro
escateba a ocurrir ecién
varios
díasdespués,
alistamos uestro
quipode supervivencia lo reparti-
mos.
Teníamos aramelos,
hocolate,
goma
de mas-
car, bengalas una inter na".
' El
viento
era
helado las
olas
gigantescas'
,
conti-
nuó
el tenienteMadero.
"En
la
balsanos apretábamos
unos contra otros pafa
darnos calor,
y
no veíamos
ningún
buquede escate
n
as
cercanías. ampoconos
habían ocalizado
os aviones
e exploración.Eramos
quince
en una
balsa alvavidas ubierta,
olor naranja.
Teníamcjs
lgo
de chocolate
y
mantas
para
abrigarnos.
La
temperatura os parecía
como
de
veinte
bajo
cero".
"La
corriente nos empujó más de sesenta
millas
(unos
108
kilómetros)hacia el Sur, hacia
el Antárti-
co", comentóFernandoArgibay. Vimos al Piedrabue-
na que
noshizo señales on uces
veides.
Creímos
que
nos habíamossalvado.
Pero el submarino estaba
aún
mérodeando,
cr
allí y tuvimos
que
apartarnos. egui-
mos
a
la
deriva de esa orma durante28 horas. Yo sólo
sabíael nombre de sólo uno de os otros sobrevivientes
de la balsa, ricardo,
y
el de Pepe, el
hombre
que
habíamos
escatado. os tres nos
apretujábamos
para
261
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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\ pesar de nuestro infofunro
3.ir j \ t30 conVencido como
i;cntpre
de
que
ml misión
es de-
:3:Jer
nl i
Patr ia". d¡o el
subo-
: , r ¡l
Gull intr
"Y
continuaré
:¡crénrlolo al máximo de
mi ca-
tJ.rJaJ He tenido una dura ex-
rEnencia.
pero
cuand0
mi
brazo
rL)t(r e ha\a curado
volveré
al
\ 'n lCl ( l
mantener
l calor. Yo sentía ue
mis
piernas
e ban
entumeciendo. ezamos
cantamos
tratamos
e
hacernosromas nos otros.Yo pensaban misseres
queridos.
Fuimos escatados
las
8 de la noche
del
lunes.
y
nos saludamos
abrazamos on los que ya
habían ido salvados.
ontinuamosescatando
ente
hasta
as
5 de la mañana el
martes".
"Eramos
9 en nuestra
alsa
alvavidas.
ncluidos
varios
conscriptos",
ice el cabo Mario Daniel
Ber-
deccia.
Algunos
estaban erviosos
yo
recuerdo ue
unode ellos
que
semovíade
un
adoa otro,
haciendo
peligrar
a
estabil idad
e a
balsa.
ogramos
mantener-
lo
quitoy
calmarlo.Mientras osalejábamos
el barco
cantábamosa Marcha e a Armada, éso iertamente
reconfortó uestros spíritus
.
"A
pesar
de haberestado n la balsadurante
36
horas, mposibil itadose movernos,ogramos obre-
ponernos
l
frío, a angustia
todo
o demás,nmedia-
tamante",agregó l caboPáez.
Teníamos
on noso-
tros a u n hombrecon
quemaduras
raves
al
que yo
atendí,
a que
sonenfermero. e
puse
n ungüento
ue
hallé
en
a balsa le
administré
n calmante
ara
sus
dolores.
Posteriormente uando
vimos que
todo
mar-
chaba ién
para
é1, e
puse
un
vendaje n
la cara.No
teníamosemor
porque abíamos
ue
nues(rasuerzas
andabanerca.Estabamoseguros e
que
bamos
se r
rescatados".
"Yo
estabaamiliarizado
on os
procedimientos
e
búsqueda rescate, e
modo
que
se osexpliqué los
otros", acotóel
suboficial
Muscardin.
Les
dije
qu e
seguramente
bamosa ser rescatados
ntre as
8 de la
mañana el mediodía iguientes.
eroal l legar as l2
estaban
escorazonados.l mar
había
estadomuv
agitado
urantea noche, on una uerza
rado
iete
ochosegúnmis cálculos. la unade a tarde ímos
el
ruido de un avión. Cuandoví al aparato olar por
encima
nuestro í ordende disparar na bengala.El
avión olvió
y,
cuando e
hllaba
ienadelante
uestro,
disparamos
tra.Hizo un
virajey
completó n círculo
alrededor uestro
para
ndicarnos
que
habíamos ido
localizados.
odos comenzamos
gritar.
ya
estába-
mos
en situación
otalmente
iferente.
A las 6 de la
tardedel lunes3 de mayo avistamos los buques e
rescate
ue
nos
estaban uscando,
al caer a noche
disparamos tra bengalade auxil io. A medianoche
lanzamos
tra
y,
alrededor e a |
.30 de a madrugada
del martes, uim os salvaods
or
el Comandante
ie -
drabuena. s mposible escribir omo
nos ecibieron.
No hay orma de agradecer esa
gente
el empeño
la
fe que pusieron araconsolarnos".
"En
mi balsa
abía
7
personas todas
ecompor-
taronsensatamente",
i jo
RomeoGulino,
suboficial
mayor
maquinista.
Hasta
os conscriptos
ecomporta-
ron
como
veteranos.
stábamosensos
erono acobar-
dados.
eníamos
mucho
río e
incomodidad
orqueel
agua
penetraba
n
a balsa.
Yo sufrí
bastante,
unque
siempreuve
confianza
n
que
bamos
sersalvados.
Pensaba n
mis hijos
y
acerca
e lascosas
ealmente
importantes e la
vida. En unabalsa alvavida,
n
el
mar, hay mucho
tiempo
para
pensar
a
pesarde
la
fatiga.
el adormecimiento
e
os sentidos
la
pérdida
de objetividad.
ero ue hermoso
egresar
casa
al
despertarallar anto
ariño.Yo
mealisté n
a Marlna
en 1966y pertenezco la dotaciónpermanente el
Belgrano:
ea
usted.
o me
acostumbro
hablar
e mi
buque
n tiempo
pasado
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1 ,, t i l :u una ( (r lumnu
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Lau'rente,
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,.
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uLQtnpañó,
es
el
-
;.
t \ t t |
n() la
La arga
marcha
(Testimonio
e
un
corresponsal
ritánico).
l-- l
tcniente
coronel
Andrcu
\\ 'hrtcheatl.
.¡eft
dc l
Cor¡ tando
5
de la Real
Infantcr ía
dc Mar ina.
subit i
a
grrrndes
ancadas
a abrupta
pendientc
quc
dontrna
a
Bahía
Ajax,
el ig iendo
su
camino
entre las angostas
t r incheras Venía
de una
reunit in
inf i t rmat iva
con
su s
comandantes
c compañías
el estado
mavrtr
del cuar-
tel
general.
un
estrecho
írculo
de
hornbres
bicn
camu-
f lados,
que
se
confundían
con el
ntonte
achaparrado
colina
abajo.
Su
rostro
tenía a
familiar
cxpresit in
de rcsolucit jn.
El
coronel Whitehead
se dctulo
un montcnto
en lo
alto
y
dijo:
"Bueno,
nos
largamos
Iis lo prir lero
r¡ue
haremos
mañana,
esa cs
la buena
not ic ia
La mala
es
que
. 'patearemos
"
.
"Patear"
El que
escribe.
como
corresponsal
n la-s
Malvinas había estado el t iempo suficiente con los
infantes
de
marina para
saber
lo que
signif ica
csta
palabra
Quierc
decir nlarchar:
una
marcha
fbrzaua
transportando
odo lo que
un
Comando
de
650 hont-
bres
necesita para
sobrevivir
y
luchar.
pero
tocl¿rvra
tenía
que
experimentar
oda
la
magnitud
del
esfuerztr
que
ese término
evoca
-"¿,Hasta
dt inde val los. )"
-"Unos
210
il<imctros,
para
empezar"
qt "{¡n
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Esto no
parecía
demasiado,
a la
luz de
algunos
recuerdos islados e
paseos or
el campo.
Está
bien,
i¡emos.Podemosbancarlo".
Esta
última
actancia
proferida
en el mismo enguaje
de los militares hizo
que
el erizado mostacho
del
coro-
nel se levantasecon una de sus irónicas sonrisas.
Parecíasaber algo
que yo
ignoraba.
Terreno
hostil
Patear resultó ser un verdadero castigo, en parte
debidoal terreno.Las l4alvinas onsisten asienrera-
menteen
páramos
ndulados
pantanosos.
no
trepa
todo
el camino hasta
a cumbre
de
uná colina
y
allí
encuentramás ango
entre
as rocas, con una
profundi-
dad
que
llega
a los tobillos.
También está el
pasto,
llamado
"tussock"
que
creceen matas
sobre a tierra
blandade as turberas,
ratando
de torcer
os tobillos a
cada
paso.
Cadametro
de marcha
exige
un concentra-
do
esfuerzo.
Encimade odo esto
hay
que
contarcon el
peso.
Los
hombres del
Comando
45
partieron
cargando
su mo:
chila
completa
y
su equipo de
gueúa,
un conjuntode
arneses bolsos
para
levar
a munición,cantimploras,
herramientas aracavary provisionesparg por lo me-
nos24 horas.Todo esteequipo
pesa
másde
30 kilos
y
los hombres deben cargarlo a
través del barro,
panta-
nos, rocas
y
oscuridad.
La marchacomenzó
el 27 de mayo,
seisdías
des-
pués
de
que
mrmpiéramosen
Ias
playas
de
a Malvina
Oriental
para
os desembarcos
el día
' D'
'
. La batalla
de la Avenida de las
Bombas se había
desarrollado
furiosamenteen la costa,
pero
ahora ba
disminuyendo
la intensidad e los ataques
aéreosargentinos.
Unos
cien'denuestros
hombres
perecieron, a mayor
parte
en
los
barcos,
pero
calculábamos
ue
unos
70 aviones
enemigos habían sido
derribados.
Los helicópteros,que según os planesoriginales
deberíanhaber ransportado
as tropas
de la 3" Brigada
de
Comandos
a través
de la isla, se
perdieron en el
"Atlantic
Conveyor"
el25
de mayo.
Pero desde
Lon-
dres se
había
ejercido
una
incesante
presión
sobre el
comandante
de la brigada,
el
general Julian
Thomp-
son,
para
que
avanzase
desde la
cabeza de
playa
y
comenzara
a obtener resuhados.
El
26 de mayo
se le
ordenó
moverse
por
cualquier
medio
que
esfuviese
a su
disposición.
El medio
de transporte
disponible
era, según a frase
favorita
de Thompson;
el
TPC.
Transporte
de Personal
de
Cuero. as botas.
En las
primeras
horas
del
27 demayo,
bastante
antes
del amanecery a las I I hora de Londres, unos 25(X)
hombres
de
élite de la
Infantería
de Marina
y
del
Regimiento
de Paracaidistas
omenzaron
a
atarse os
cordones
de susbotasóon
más cuidado
que
el
habitual.
Luego
se
pusieron
sus equipos
al hombro
y
formaron
inquietos
en orden de ma¡cha.
El 2 de
Paracaidistas
ordeó as Montañas
Sussex
y
se dirigió
con rumbo
sur hacia Darwin
y
Goose
Green.
El 3 de Paracaidistas,ue
había
omado
a estancia an
Carlos el día
"D"
marchó directamente
hacia
el este
y
ligeramente
al norte,
desdesus
rincherasen ese esta-
blecimiento.
Debían
seguir la ruta directa
hacia la
caletaTeal,
en
el estede la isla, a medio
camino de
Puerto
Argentino.
Mientras tanto, el 45
de Comandos
debía tomar la
ruta de más al norte,
la más larga,
dejando
de lado
la estanciaDouglas
antes de llegar a
Teal
detrás de los
paracaidistas.
2&
Estas os últimas
unidades
mpusieron
l estilo
para
la
épica
marcha.
Siempre
se
adelantaron
cualquier
posibilidad
de un
transporte or
helicóptero
al final
patearon
odo el camino
hasta
Puerto
Argentino. Tam-
bién
intervinieronen
combates,pero
al final de la
campaña ue a marcha
o
que
es
otorgóuna
distinción
especial.
El teniente oronelHew
Pike,
efe
del
3 de Paracai-
distas,un hombre
ágil
y
enérgicoque
corremaratones
como deporte, había
conseguido
algún transporte
mientras u unidad
se encontraba
trincherada
n
San
Carlos. Convencióa
algunos
granjeros
ue
acoplasen
remolquesa sus
tractores
y
lo siguiesen
hasta Teal
llevandoel equipo
pesado,
ncluyendo
mochilas.
Mantuvo a sus hombres
en formación
de combate
básica
y
aprovechóel
poco
peso que
llevaban
para
sacarles mpollas
or
el sendero
ravés
e ascolinas.
Parecía
que
los
paracaidistas
fectuaban
una breve
patrulla
antes
ue
unamarcha
e más
de
40
kilómetros.
La
actitud
ue ípica
de esaunidad,
avanzaron
paso
de
carga, sufrieron malamentepero,
fuera
de algunos
tobillos
dislocados afecciones
ausadas
or
a
intem-
perie,
casi'todos erminaron
a
marcha istos para
el
combate
EQUIPOS DEL 3 PARA
I Antitante
Carl
Gustav
y
munrcrón
2 Pistolaametralladora
Sterling,cinco cargadores
dos
granadas
e mano L2.
3
Pala iviana
4
Casco
5 Bolsa de dormir
ó Máscara
7
Ropa de abrigo,
ncluyendo
p¿ütalón el abrigo, pullover
y guantes
8
Paquetede raciones
para
24
hs .
9
Poncho
- t ' . -L
'9'ó,;;.,
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 125/185
Abajo: E/ equipo de combate
reglamentario
de los infantes
britónicos,
que
en algunos
casos
podía
sobrepasar os
40
kilos
por
persona,
incluía
algunos
e
ementos
agre
gados
para
los hombres
del 45"
Comandoyel3de
Paracaidistas
En
la Colina
Ajax hubo apenas
iempo
para
beber
algo
y
empaquetar
as bolsas
de dormir,
los
ponchos
y
los
calentadores
¿Ira
ocinar antes
de
que
el
Comando
45
sedirigiera
al muello del frigorífico
junto
a a bahía,
que
se
había
convertido en el
hospital de campaña
Teníamos
que
cruz¿u
el
eslrechohasta a
base
de los
paracaidistas
n Puerto
San
Carlos en lanchas
de
de-
semb¿uco,
ntes
de
ponernos
en marcha
a
lo
largo
de a
ruta sobre la
Colina de
Cushy. lnevitablemente
a
operación se desarrolló de acuerdo con la máxima
militar
"apúrate
y
espera".
Las anchas,
iempre
ocu-
padas
en descargar os
ba¡cos
en medio de
los
ataques
aéreos legaron
tarde.
Como una despedida
e a
Avenida
de
las
Bombas.
las
sirenas
de alarma
sonaron
cuando
chapoteábamos
el agua. Los
infantes
de
marina,
nunca
dispuestos
buscar refugio
sin
antes pelear,
pronto
erizaron
la
embarcación
on
ametralladoras
treparon
al techo
de
la
timonera
con misiles
Blowpipe.
En
medio
de
todo
esto un
sargento
comenzó
a distribuir
el correo
y
du_
rante
algunos
momentos
pudiriros
dejar
de
lado
la
guerra,
mientras
nos
acum¡cábamos
bajo
nuestras
ca-
puchas
mpermeables,sumergidosen una carta de la
familia.
Turba blanda
y
botas
húmedas
Las rutas de las Falklands
están claramente
marca-
dasen os mapas,
erono sobre
el terreno.
Una
ocasio-
nal cicatriz
de huellasde tractores
obre
os
pantanos
indica el rumbo,
pero
a
vecesno
son sino el
camlno
más fácil sobre
ese
suelo.
La dirección
se encuenra
mediante
untos
de referencia: ocas
dentadas,
icoso
algunacerca
marcandoel límite
de las
propiedades.
Fue
un sendero
imilar
a, esos
el
que
siguióel
4,5
de
Comandos l primerdía. Antesde los doskilómetros.
colina arriba
de Puerto San Carlos,
las
piernas
'los
hombros
omenzaron sentirel
esfuerzo
los carga-
dos hombres
resollaban fuerte
por la boca.
El día era bastante
laro,
pero a turba estaba
om-
blemente
sponjosa.
as
botas
militares de
cuerocon
polainas
de
lona
pudieron
contenerel agua
al
princi-
pio,
pero
a
medida
que
se hundían
en el barro
la
humedad erminó
por
traspasarlas.
o había
pies
que
estuvieran ecosdespués e
los
primeros
kilómetros.
La
distancia
s engañosa n este
piíramo
abierto.
un
pico parece
estar
a no más de dos kilómetros,
pero
en
realidadse halla a diez o doce. Seguimosavanzando
penosamente,
os
vehículosVolvo para a nieve rans-
portaban l equipo de radio y la munición rechinandr.
lentamente
olina
arriba,
con
el comandode a compa-
ñía. Despuésde una hora todavía
podíamos
ver
el
estrecho e San Ca¡los en el
que
se desarrollaba
n
ataqueaéreo,
vomitando
columnasde
humo hacia el
cielo. Más ardesupimos
que
asbombashabían
lcan-
zado
el
frigorífico
y que
murieron hombres
del Coman-
do 45, sus primerasbajas
en
la campaña.
A todo estoel
Comando
se hallabaextendido
sobr:
seis kilómetros o más, en una columna de
hombre.
cargados
ue
uchaban
enosamenteara
avanzar
La.
compañías
e
fusileros
ban al frente, en abanicr.
ambos ados de la ruta
y
los hombresmanteníanun.
distanciade por lo menos diez metros con el m¡ .
próximo.
Esto
era una
precaución
ontra os ataque.
aéreos,
orque
al no tener
ningunacobertura
a colun:-
na
era críticamente
ulnerable
a las ncursiones
e lr.:
Pucará
argentinos,aviones
antipersonal.
Las primeras
ajasse
produjeron
sorprendentemen-
te rápido,
causadas o
por
un ataque nemigosino
pt:
el
terreno.Tobillos dislocados,
músculosdesgarradt:
y hasta
un súbito acceso
de asma.Los hombres
er"r.
dejados
trás
para
que
os recogieran montaran n o>
Volvos pesadamente
argados.Pronto hubo hombre.
colgados
e oscostados
e os vehículos, onsiguien-
do
un alivio
duranteunos
pocos
metros
o
ateniéndtr:e
heridas
eves.
Una
vez
debimosdetenernos llamar
un helicóptéroparaevacuara un soldado.
La
mayoría
de
los
hombres
enía un aspecto
or.r.-
mentemiserable or
haber
sido dejadosatrás.comt .:
hubiesen
allado
en las
pruebas
para
convertirse n
Boinas Verdes.
Los
suboficiales
más antiguos
ir..
oficiales
iteralmente
es ladraban,pero
siempre ..r:
una
disimuladasimpatíapor
los lesionados
"Polenta",
decíaPat
Chapman
eso
es o
quepa."
les
falta
polenta".
El paso
era angustiosamente
ento, cada
pausa
en::
su
precio,
un hombre
herido
o un
Volvo
empantanad¡.
un Íuroyo que
vadear
o una alertade
ataque éreo
que
debíamos
Pasar
endidos
sobreel
pasto.
El sargentonegroBill Eades,quien siempre enr¿
algo
que
decir con
un
volumen
de
voz
de subot-r.'r¡.
instructor,
bservó;
No
sénada
sobre
el asalto
onrr¡
Stanley,pero
estose
parece
muchomás
a a retirada e
165
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 126/185
Moscú" .
Parecióque
había
levado
una
etemidad
cubrir
los
primeros
veinte
kilómetros
y
estaba
ayendo
a
noche
cuando
el
teniente
coronel Whitehead
Dateando
al
frente-
ordenó
un alto
Daracomer.
Hambrientos,
abrimos
os paquetes
de raciones
y
luchamos
para
encender
os primitivos
calentadores.
Yo estaba
esesperado
or
tomar
una bebida
caliente,
pero
Justo
cuandoponía
el
ano
de
lata sobre
a llama
unaalertaaérea izo quese ordenase pagar odos os
fuegos
En consecuencia,
a columna
semovió
nuevamente
en
el
crepúsculo
in haber
comido
caliente.Vadeamos
Lrtro rrovo,
sintiéndonos
miserablemente
l
pensar
e
que
eran
muy
escasasas posibilidades
de.sec¿unos
para
la noche.
Seguimos
ropezandohacia
adelante
durante tras
seishoras.
Lle_samos
astaNewhouse,
un refugio
de
verano
parapastores
ue
sehallaba
desierto.
Allí hubo
iempo
para
unashoras
de sueño
y
la mayoría
nos tiramos
al
suelo en
nuestras
olsas
de dormir,
sin.molestarnos
con el complicado proceso
de erigir un refugio
en
plenopáramo.
Entonceslovió. Todo
el
mundo
estaba mpapado
aun
os nfantes e marina,
que
hasta ntonces
arecían
haber
sentido
apenas as
penurias,
eníanun
asp€cto
miserable.El coronelWhitehead
apareció uandoen-
rollábamos
nuestras
olsasde dormir,
"todavía
está
intactoel
sentidodel
humor"?
preguntó.
Como
siempre,Bill Eades
enía a respuesta:
¿Hu-
mor?
Tenemos
que
reírnos
porque
si no, nos
vamos
a
largar
a llorar".
Los elementos e avanzada el 3 de Paracaidistas
habían
legado
a Teal esa
primera
noche
y
el Comando
45 entró
en Douglas,
descubriendo
ue
una
patrulla
enemiga
acababa e irse. Hew Pike dirigía sus hom-
breshacia
Estancia
House,acumrcada n a base e as
montañas
el último
obstáculoantesde
PuertoArgen-
tlno.
El Comando
5 pasó
dos noches un día descansan-
do en
Douglas.Los pobladores,
ue
se
ecobraranras
haber
permanecido
ncerrados n el
pequeñoedificio
comunal
y
ordenaban
us hogares aqueados,
yuda-
ban a encender
urba
p¿uaque pudiéramos
ecarnos.
Los suboficiales
másantiguos nspeccionaron ocenas
de pies -algunos estabanpiílidose hinchadosen la
{ba ,-1
D-. jT¡
j
_-
-_
-
l¿.J
dr j ;ú rJ : . : - r
ta j . : , i '
ITA4SPATenC;u
,:¿ : : 'a
malvin¿ro
Per,:
¿.,7¿
-- .
otra colita la
c¿m:r; : ;
: ¿
hacía
inteminab¡e
, ; , . :
*. -
expuesla:
nótese
a
Jaln
at
refagios
o cubiertas
n¿tur;
,
del terreno,
con escasa
r¿
-
vegetación
Derecha:
Algunos
tractore
s
faci
litodos por gr
anj e os
kelpers
permitieron
alití¿,
.;
la caravana
de
sus carqc:
más
pesadas
Abajo: en recuadro,
un
croquis del
avonce del
4-<
Comando
y
el
3" de
Paracaidistas,
desde
San
Carlos al
Monte Kent
.:{*-lltf¡rq
. ¡_.
\--
{
t
{
--
4Sc"*r^A¡rDo
9P¡fAg.
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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F.1_rf_.iFñt¡¡ tÉF¿
--
|
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Ltlto
en la marcha
::' :- :.. Httuse Al.e,unas
-
_' ..ttLtrt L()n AbrIgOS
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. , ' ,.:, ' l rantes
de la
-:
-".
: Zi ú
del 15"
-, ' .- :
- :atrdnson
SU S
-:,j.,-t
.
r
d o s e
n una
,
-
.:. l , i¿ids Settlement
-
-.
: atjoron
Por
dos
-
.-.:
,:iL'he,
ontes de
J ¿ran camlnalo
primera
fase
del
pie de
trinchera-
y
nos
pusierona
cavar
refugios,
por
las dudas.
Finalmente
aró
de
llover.
La
primera
pateada
demostró
ser
la
más dura'
El
terreno
estaba
n
las
peores ondiciones
el
teniente
coronel
Whitehead
easeguró
ue
de ahora
en
adelante
marchásemos
in
las
pesasas
ochilas,
aunque
esto
significaba
asar as
noches
in disponer
e
los lujos
que allí
llevábamos.
El
sendero
hasta
Teal
fue
mucho
más fácil.
La
temperatura e mantenía n cero durante odo el día,
congelando
l barro
y
convirtiéndolo
n
una
superficie
dura,
mientras
que os infantes
de
marina'
entrenados
en
Noruega,
no
temían
al
viento blanco.
La
mayoría
de
los
paracaidistas
e
habían
do de
Teal
-un
establecimiento
ue
se
vanagloriaba
e tener
los
pocos
árboles
que sobreviven
en
las
Malvtnas-
cuando
nosotros
legamos
esa
noche'
Hacia
el oeste,
Goose
Green
había
caído
en
la
primera
gran
batalla
terrestre
e
la
guerra
y
el asalto
por la ruta
del
norte
parecía
mparable.
Peronos encontrábamos
ejos de nuestrasíneas
de
suministro
peligrosamente
ercade las
principales
posiciones
nemigas n las colinas
n tornoa Puerto
Argentino El
brigadierThompson ecidióhaccr
un
alto.Como
prueba
e a resolución
on
que
se
avanz-a-
ba, tuvo
que
volar personalmente
travésde la isla
para
detener l 3 de Paracaidistas
n
Estancia ouse.
Se
prometió
un transporte
n
helicóptero
ara
el
Comando 5, desde ealhasta uestra
róxinra
tapa,
la base arael asalto PuertoArgentino n el Monte
Kent,
bien
a la
vista
de la ciudad.La montaña abía
sido impiada
or
el SAS
y
el Comartdo 2
y sehabía
puesto
n
posición
al l í
una batería e 105 mm.
La
perspectiva
el aerotransporte
rovocó
suspiros
de alivio
entre
a
tropa
cansada. sose
parecía
mása
una
guerra
modema.Peroel tiempo
secerró
y
después
deun
díade demora l Comando
iguióa
pie
otra
vez
El
sol bri l laba uando
ejamos aleta
eal. a vista
sobre
el agua
hastael
pie
del monte
Longdon.a la
ff
?
't\li
r. I
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 128/185
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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. ' : : , . r
.onaba
el al iento.
--
, : ir lo t lía
contcnzó
mal.
Fuimos sacados
de
-. i: . : .
bt r lsa:
dc
dormir
mucho antes
del
alba
y
-.: , , .
\cn( lL-r ( )
bajo,s in que pudiéramos
omar
té o
--r . lcr
un c is¿rr i l lo.
pues
ningunode
esos ujos
está
cn la oscur idad
Tuvimos que
caminar
do s
' , : .
.1ntcs
c que
se
ordenase
n al to
de t reinta
mrnu-
.
. .¡ le
desal 'unar.
Pequeñas
osas
como
ésta
son as
-
nir re
rn l ls
di l i ' rcncias.
P¡ro Bi l l Eadesencontrópalabras araalentara su s
, . ¡h. ichos:
'La
única
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de
sal i r
de esta
porque-
.:
\ u
t ravL<s
le
Pucrto
Stanley,
así
que
vamos
al la l" .
Culndo
l legamos
al campamento
e Monte
Kent
en
tlrdc
clel 6 de
junio
y
fuimos
recibidos por
un
iento
blanco
el
Comando
45
había
cubierto
l0 kilt imetros
desde
el Puerto
San Carlos.
Fu e
ntarcha
espantosa
ahora
no teníamos
siquiera
un a
1¡un hogar
de
turba para
protegernos
del
invier-
c-tl i lVi l f lCe.
*f
1
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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-aÉqr"ffi'
kml'1u"l"t'-',-
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&n*t
s
ddD.
Hrl#ffi*"
:sÍ6l#ff
.:
l
Estalla
a
tormenta
n
Gran
Bretaña
itulares de
prirnera
págtna
en todo el mundo, la
crisis enfrentó a
Gran
Bretaña con
urgentes
y
peligrosas
opciones
y
desde os acontecimientos
de Suez no había resonado
en Westminster
un'debate tan enconado. Mientras
tanto
la nación se
preparaba para
la inminente guerra.
El miércoles l de
marzo
nformesde nteligencia
de
las
embajadasconfirmaron al ministro de Defensa
británico, John Nott,
que prácticamente
oda la flota
argentina eencontraba
n altamar
y que
a nvasión
e
lasMalvinasesta
previstapara
el amanecer
el viernes
2 de abril. No cabíandudasen
cuanto
a la
veracidad
de
estos
nformes:
provenían
e ntercepcionese señales
de a flota argentina, uyo códigohabía idodescifrado
electrónicamenteen el establecimientosecreto de
Cheltenham.
John Nott llamó inmediatamentea la
primera
minis-
tra
y
rápidamente
se organizí una reunión en su despa-
cho de la Cámarade los Comunes,en la que también
participaron
os señoresAtkins
y
Luce, del Ministerio
de Relaciones Exteriores. así como funcionarios de
Defensa
Sir Henry
Leach,
PrimerLord
del Almiran-
tazgo.
La
señora
Thatcher
se mostró
evidentemente
impresionada
or
la serenidad
on
que
el almirante
e
aseguró
que
el
"Hermes"
y
el
"lnvencible"
podrían
zarpar
de
Portsmouth
con a
mareamatutina
del martes
siguiente.
Esos
dos
portaaviones
ormarían
la
espina
dorsal
de
la Fuerza
de Tareas.
La primera
movida diplomática
de la señoraThat-
cher fue
redacta¡
un menSajepara
el
presidente
Rea-
gan,
pidiéndole
que
se comunicase
on
el
presidente
Galtieriy
le
solicitase
arantías
e
que
no iba a autori-
zar un
desembarco.
abrir las hostilidades .
ambién
podía nformar a Galtieri dequeGran Bretañano se ba
a comprometer
n una
escalada
el conflicto.
Si¡Nicholas
Henderson,
l talentoso
mbajador
ri -
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 131/185
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IGG
¡
bhnder
en Washington
ronto
estuvo
en caminopara
a
Alexander
aig,
el secretario
e Estado
ortea-
un reconocido
migo
de
Gran Bretaña
esde
l€npos
en
que
ejerció
l comando
upremo
e as
e
a OTAN
en Europa.
Este a
había
ecibido
de
Lord
Carrington,para
que
o ayudase
a los
argentinos.
\fientras
anto
en Londres,
a
señora
Thatcher
on-.
a
orra
reunión
de
gabinete
para
el atardecer
el
Ordenó
que
se pusieran
nmediatamente
n
rropaS
ara
un eventual esplieguenel Atlánti_
Sur
Hacía
uatro
oras ue
sehabía
dvertido
la
de Tareas
ue
debía
arpar
entro
e
as
próxi-
-lRhoras
Buques
e
guerra
estacionados
n
Gi _
nar
egaban a
hacla
l
sur,
istos ara
unirse
a
: .
lnncipal .
de
ánimo
'
,s:rredad
de las
noticias
suscitó
en Gran
Bretaña
:.ez¡la
de
atónita
ncreiulidad
y
contenida
ra.
t¿s
-.:.
..esaron
su
punto
más
alto
desde
a
Segunda
\lundial
Se
rataba
laramente
e
un
aito
de
:
.:::3;ra
Tropas
rgentinas
abían
esembar_
:
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un
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r i tánico,
na s la
además.
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populares
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tloü
É
t
"Vergüenza "
pero
detrás
de estemelodrama
existía
un
sentimientomás calmo
de la mayoría,
de
que
ese
estado
de
cosas
en
las
Malvinas
debía ser
corregido.
Predominaba a
sensación
e
que gente
belicosase
habíaaprovechado e
una falta
de
preparación
que
estono
podía
ser olerado.
Si
Argentinapuede
atro-
pellarnos uién
más
dejaría
de hacerlo?"
se
pregunta-
ba un columnista.
Nunca durante ecient€s
risis de
política
exterior
acontecimientosejanos
habían producido
semejante
sentimiento e solidaridad acional.
^Ala
mañana iguiente,
ábadd
de abril, los
miem-
brosdel
parlamento
e
eunieronpara
oír una declara-
ción de
la
primera
ministray
luego
hubo un
debatede
emergencia.Al
mismo
tiempo
una larga y
ordenada.
fila
se ormó
para
ocupar.lugares
n asgalerías
ara
el
público
de la
Cámara
de los
Comunes.
Esta
fue la
primera
gran
ocasiónparlamentaria
n
una
gran
crisis
internacional,
ue
concernía
irectamente
Gran Bre-
taña,desde
que
a BBC
había
comenzado
transmitir
desde
el recinto.
En
conSecuencia
l
pueblo
le fue
posible
seguir
as declaraciones
el debate.
El
hecho
que
ministros
parlamentarios
rañconscientes
e
que
la nación
os
estaba
scuchando
uvo
un efecto
mode-
rador sobreellos.
La señora
Thatcher
comenzó
eyendo
con
un tono
desprovisto
e emoción
un
informe
cuidadosamente
Titulares
de
los
diarios,
en
su
mayoría
británicos,
que
ofrecían
a los
habitantes
de
hemisferio
norte
un
despliegue
prioritario
para
la
Guerra
de
Ias
Malvitas)
Nunca
se
imprimió
tanto
el
nombre
de
pequeño
archipiélago
del
Atlántico
Sur
como
en
aquellos
días.
8-.or{6¡"
l " t
í i4Lrr.
271
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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g
preparado.
Aunque
sabía
que
no
pasaría
mucho
iempo
,antes
de
que
sus críticos
comenzarana
pedir
dimisio-
nes, continuó con crecienteconfianza
y
recibió vítores
de sus ealescuandocondenb "osta agresiónno
provo-
cada"
que
"úo tiene ni
un
vestigio.de
ustificación,
ni
un resto de legalidad". El objetivo del
gobierno
era
velar
paraque
as
slas
quedasen
ibres de a ocupación
y
rctornasenbajo administraciónbritánica o más
pron-
to
posible.
Aunque la cámara aprobó su firme conclusión de
que
el derecho
que
tenían
los
isleños de Malvinas
a
seguir
siendo súbditos britránicosdebía
ser
apoyado,
esto
no impidió
que
secensurase l
goliernopor permi-
tir
que
ocurriera la invasión
y
hubo muchos
gritos
de
"Renuncie ".
En
búsqueda
de
chivos
emisarios
Los
políticos tenían
tres
blancos
principales, ade-
más
de
la Argentina:
el Foreign
Office,
el
ministro
Nott
y
el
Servicio.
e
Inteligencia,
por
no
haberadverti-
do con
anticipación
sobre
as intenciones
argentinas.
El
pobre Nott
fue objeto
de una
tremenda
griteía
cuando
negó
que
el
gobiemo hubiese
sido
tomado
por
sorpfesay afirmó que hubiera resultadoerróneoem-
p,render na
acción
militar
anticipada.
John
Nott
y Lord Carrington
permanecieron
en
sus
bancas
con aire
sombrío
tras el
debate
del
uíbado'
solamente
es
levanta¡on
el
ánimo
las
noticias
prove-
nientes
de
Nueva
York, donde
Sir
Anthony
Parsons
e
anotó
una
victoria
diplomática
que, de alguna
manera,
restableció
a
deteriorada
reputación
del
Foreign Of-'
fice.
Lord
Carrington
y
Nott ofrecieron
sus
enuncias
ese
fin de
semana,
así
como
Humphrey
Atkins
y
otro
secretario
del
Foreign
Office,
Richard
Luce.
Pero
la
señora
Thatcher,
acosada
bajo el
ataque
de su
propio
partido ademásdel de la oposición,
trató
el
domingo
por
todos
os
medios
de
persuadir
a sus
antiguos
cole-
gas
de
que
permanecieran
n
sus
puestos.
En el caso
de
John
Non
tuvo
éxito,
con
la
razón
de
que no era
el
momento
para designar
a
un nuevo
titular
en
el atarea-
do
ministerio,
tan
ocupado
en
preparar
una difícil
campaña
en el
lejano
Atlántico
Sur.
Le escribió:
"El
Ministro
de
Defensa
no
es
responsable
de
la
política
seguida
especto
de
Malvinas"
Con
Lord Carrington,
un secretario
de RR.EE.
de
éxito,
muy
respetado
nternacionalmente
e
importante
miembro
del
partido, las
cosas
ueron
diferentes.
Aun-
que
éste
éstaba
convencido
de
que muchas
de las
críticas
al
Foreign
Office
eran
infundadas,
nsistió en
que, como responsable e las relacionesexteriores, o
correcto
era
que
renunciara.
"Queda en
pie el hecho
que
la
invasión
de
las islas
Malvinas
ha sido
una
humillante
afrenta
para este
país", dijo
en
los funda-
mentos
de su
dimensión.
Jugando
a carta
americana
Al
principio
pareció que no iba a
ser
fácil
obtener
apoyo
popular
para
Gran
Bretaña
en
los EstadosUni-
dos.
El
presidente
Reagan se
había
mostrado bien
dispuesto
desde
un
principio,
pero la mención db''la
invasión
Argentina
a las
Malvi¡as
fue recibida
con
grandes
carcajadas
en una
reunión
informativa
en
la
Casa
Blanca, el
lunes 5 de
abril.
Para os
sofisticados
todo estoparecíademasiadoabsurdocomo parapreo-
cuparse;
un
asuntoen
el
que
gauchos atinoamericanos
de
uniforme
invadían
una
isla con
un
gobernador
que
llevaba
un bicornio
con
plumas,
se vestfa
de
gala y
sc
desplazaba
n
un taxi londinense.
El hecho
que
a risa
cesara
pronto
se
debió en
gran
medida
al trabajo de
Sir
Nicholas
Henderson,
el embajador
británico en Was-
hington.
Este
lanzó
una
poderosa
campaña de
propaganda,
con
él mismo al frente
en numerosas
paricionesen la
televisión y
la radio norteamericanas,
donde muy
pronto
adquirió
categoía de estrella,
por
su
facilidad
natural.
Apelando al
pueblo
norteamericano,el tradi-
cional aliado
de los británicos,
esperabaobtener el
vital
apoyo nacional
estadounidense.
Los
dos aiplomáticos británicos
de
mayor
erarquía
en os EE.UU.
tenían ussospechasobre a ayuda
que
podía
brindarles a señora
eanne
Kirkpatrick,
embaja-
dora de EE.UU.
en
la
ONU, qna decididadama
que
parecía
nclinada
a
mimar
a
los
argentinos.Sir
Nicho-
las le reprochó
secamente
ue
hubiese asistido a una
comida ofrecida
por
éstos
a noche de a invasión
a las
Malvinas. Era
como si él
-dijo- hubiese
aceptado a
hospitalidad
de la embajada raní el día en
que
los
rehenes
norteamericanos ueron capturados en
Teheriín.
Para empeorar as cosas, a señoraKirkpatrick de-
claró:
"Si
los argentinos on os dueños e as Malvi-
nas el envío de
tropas
no
es
una
agresión
armada".
La
lanzadera
de
Haig
t
os brit¿ínicos
depositaron
sus esperanzas
n Ale-
xanderMeigs Haig, el
enérgico
general
ethado
de 58
añoscon una
distinguida c¿rrera
militar
y
amplia expe-
rienciade
gobierno, que
era el Secretario
e
Estadodel
Presidente
eagan.
Ahora, era Al Halg
quien
podía ver
claramente os
peligros
e a situación
ara
os EE.
UU. en sus
elacio-
nes con América Latina. Estabadispuestoa
probar
su
pulso en una especiede lanzadera diplomática
y
se
colocó
en
primera
fila
para
a ta¡ea de
va y viene.
Asl
comenzó a misión Haig, durante a cual el secretario
de Estado
recorrió unos 45.000 kilómetros
volando
entre
Washington, Londres
y
Buenos Ai¡es; mientras
la Fuerzade Tareasnavegaba
entamenteen el Atlánti-
co
Sur.
La
señoraThatcherpermaneció
escéptica puso
en
claro que,
a menos
que
los
argentinos
retirasen
sus
tropas,
a flota
britrínica
no daría
a
vuelta.
Este era
el
mensajeque
el mediador
norteamericano
su equipo
debían
leva¡ a
Galtieri a Buenos
Aires.
Al llegar al día
siguiente
Haig
halló a la
Junta
argentinacon un
ánimo
belicoso.
En Gran Bretaña
el
pueblo
se había
recobradode
la
primera
impresión producida por
la invasión, para
sentirse rarquilizado
en el sentido de
que
el
país
toda-
vía
tenía
una
poderosa
lota
y
fuerzas
armadas istas
para
traducir
los ideales
en acciones.
En los
astilleros
se trabajaba
a
toda
hora para
alistar los barcos;
las
acostumbradas
estricciones
de
orden
gremial,
sobre
quién
debíahacer qué
tipo
de tarea, fueron
olvidadas.
Los
caricaturistas
de todo
el mundo dispusieron
de
algunos
días
para
hacer
bromas
a expensas e a "apo-
lillada"
flota
brit¿ínica su ncreíble
misión. Aquéllos
que
conocían
el
verdadero potencial
de los navíos
y
aviones
involucrados
continua¡on
con su ta¡ea. Un
arma en particular suscitabael entusiasmode los ex-
pertos
militares:
el "Harrier" VSTOL,
el revoluciona-
rio
"jet
saltarín".
72
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 134/185
,KryR,tr';unreft',,iffi-m-fi.{}''*
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 135/185
Los
Gurkhas
en
las
Malvinas
Es la hoina
verde
a
que
hacc al contando. ant () .
que
hay nrat iccsen los verdes,
Uno dc
los nr¿is cductores
es oste tat lo por una cof iadía muy
cerrada
de soldados:
Ios Gurkhas. Cuerpo de
élite
conro los Paracaidistas
Ios Inlantcs dc Mar ina, los
gurkhas
son una rara y
lc. jana cnriniscenciadel Imperio Británico dc t iempos
va
lc janos. Hl los no
fueron
amás.
s in cmbargo, t ropas
indígcnas t le rec lutamiento
sino al iados
seguros.
v
sobcrbiossolc lados e los ctuehonran al c iérc i to cn
cl
cual s irven.
La indcpcndencia e la India. en
19.17, abía
ernr i-
nado
con c l
v ie jo
ejérc i to
colonial Los diez re-einr ien-
tos clcGurkhas de esaépoca
ueron
entonces
cpart idr.rs
cntrc cl nuevo ejército indio y las f-uerzas ri l íniels.
scgún los términos
de
un acuerdo
tripart ito entre la
India,
la
Gran
Bretaña
y
el Nepal L.os nglcses se
qucdaron con los Regimientos de Fusilenrs Gurkhas
2. 6. 7 '
y 10". rec ibiendo a India los c lemás.
La ISrigada leGurkhas
es una
verdadcra 'ucrza
de
intcrvcnci t in
en sí nr isma. como la 3 '
13r igada
c Co-
mandos
dcl Reginrientode Marinos
Rcale . E,s denr¿is
una
f i r rnracr t in de administ raci t in
c l is t inta. c t tnro l ¡
Bngada
de los
C-'haquctaserdes
Reales
Royal
Green
Jackets).
C.ornprcnclc
as
unidades
iguientes:
n rc i -
rn iento
dc
l íncat
uno dc
ingenieros;
una
unidar l dc
t ransmls loncs
v
scis
batal lones
de infanter ía.
[_le an
nombres
prest ig iosos:
l l " y
el 2, ,batal lón
i t rman
e
),,
Regimiento
dc Fusj lenrs
Gurkhas
King
EdwarclVII I 's
C)wn.
o
Sirntoor
Ri l ' le ) .
¡n ient ras
uc
el 6, ,Regint ie
tu
es
el
Quee
El izabe
h's
f)wn.
c l 7"
es
"propicdad"
clcl
Duquc
cle Et l inrburgo
v c l 10"
de la pr incesa
Nlar_r .
La base
ntadre
dc csas
unidades
se
encuentra
cn
Gran
Bretañu.
pcro
están
destinadas
por
turno
a la
Fuerza
Br i tánic lr
dr¡ ntcrvcnción
Exter ior
cuva nt is i r in
es. adem;,1s
c
la dclcnsa
de- l
ector
central .
const i t r r i r
una masacle- l rn iohra s in obl ieaciones espect() c l a
OTAN.
l is ta
puf t r
actuar
cn
cl extc-r ior
e
la z<tna lc
responsahi l i t l i r r l
lc la Al iunzu
At lánt ica.
La a. r : rupaci( )n
fue
conocida
h¿rstat),30
olntt
la 8.
Fuerza
de Carrrpa
ña.
Una
reorsani¿acir in
a
convir t i t i
en la
5, ,Br isada
lc
Infanter ía.
F-n l n lontcr . r to
lc
a invasión
cle as
Malv i-
nas a
unit lad
gurkhu
dest inacla
a 5, ,Br i-gada
racl lcr
Batalk in
de
7
Rcginr icnro
cl c le
Duque le
Edimbur
Sr '-
tn
. i : : i l r .
eI |
-
(l R
.
j ^ t to :
i t ts ()urklns .st¡n
. :,t( aiblent(tl t¿
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 136/185
Montañeros
nepaleses
Los
gurkhas
sonendurecidosmontañeros
nepaleses.
En sus
aldeas muy
poca gente puede
comprarse
una
bestia
de carga,
y
artículos an esenciales omo a leña
para
el fuego
o el
agua
para
beberdebenser
ransporta-
dos a la
espalda.
Algunos viven
a cuatro
horas
de
marcha
de la
fuente más próxima
o
deben
escalar
pendientes
ncreíbles para
recoger un
poco
de leña.
¡Sobresusespaldas,unacÍuga de 75 kilogramos no es
nada
excepcional
Es
por
eso
por
lo
que
los
Gurkhas
tienen
esa
musculatura
en las
piernas y
cualidades
incomparables
de soldado.
Como montañeros.
ienen un don extraordinario
de
observación
del terreno
y
un agudo sentido
de su utili-
zación.
Son iradoresde
élite
que
no vacilan
en
"termi-
nar" su
trabajo.con los
machetes.A
paso
de carrera
pueden
escalarun desnivel
de 500 metros
sin sufrir,
y
en tiempo
record.
En
el conflicto de las
Malvinas, los Gurkhas
del l/7
jugaron
muy frecuentemente
u
papel
radicional.
Des-
pués
del despliegue
del 2"
y
el 3' de Paracaidistas,
el
l/7
quedaba
como
único batallón de infantería
a dispo-
sición de la 5' Brigada. Esa había sido completada
prisa
mediante a incorporación
de los
Welsh
Guards,
recién
llegados de Irlanda
del Norte,
y
del2' de
Scots
Guards.
Toda
la brigada ue
despachada l campo de nstruc-
ción de
Sennibridge,en el centro del
país
de
Gales,
pÍrra
una nueva
puesta
a
punto
operacionalantesde su
salida
para
as
Malvinas. El ejército recibió el nombre
en código
de
"Welsh
Falcon"
(Halcón
Galés).
El l/7
GR
embarcó
luego en
el
Queen
Elizabeth II con el
resto
de la brigada,
se entrenó
lo mejor
posible
a
bordo, llegando
a efectuar
ejercicios
en
sitio cerrado
para poner
a
punto
sus tácticas, frente a los diversos
tipos de situacionesque corrían el riesgode enfrentar
en las islas.
Actividades
de
patrullas
Llegada
a las Georgias
del
Sur,
la brigada
dejó
el
QE-II
para
embarcar
en el Canberra
y
el
Norland,
que
la transportaron
hasta
a cabeza
de
playa de San
Carlos.
La
primera misión del
l/7
GR
fue relevar,
en
el
sector de Goose
Green-Darwin
al
2" de
Paracaidistas,
el
cual
fue helitransportado
a
Fitzroy
Settlement
para
asegurar a cabecera.
Operando
a
partir
de
su
base
de
Goose Green,
los Gurkhas
recibieron
la
misión
de
"limpiar" Lafonia, una región de tierras bajasal Sur
de Goose
Green.
El Mando temfa
que
los argentinos
estuvieran
"en
fuerza"
en Lafonia,
desdedonde
podían hacer
sentir
el
peso de su amenaza
sobre el
flanco Sur
de
la
brigada'
muy
vulnerable
durantesu avance.
La intensidad
de
su
entrenamiento
para
el combate
en la
selva
había
hecho
de
os Gurkhas
exploradores
emibles'
La
fase
siguien-
,
te
de las operaciones
del batallón
estuvo
marcada
prin-
cipalmente
por
actividades
de
patrullas.
Un.cierto
número
de
posiciones
argentinas
había
sido
dejado, en
efecto,
a retaguardia
durante
el
avance
Oeste-Este
través
de
a sla. Subsistía
simismo
buen
númerode molestospuestosde
observación
que
elimi-
nar.
Esas
posiciones estabair
principalmente
situadas
en el
Monte Usborne
y
las Alturas
de
Wickham'
que
dominan
la
ruta
de
Darwin a
Puerto
Argentino.
274
Los
Gurkhas
fueron
utilizados
en
pequeños grupos
para
la limpieza
de la
Lafonia,
región
de la Malvina
del Este
que
se extiende
al Sur
de
Goose
Green.
Fotos
encuad¡adas:
(en
el
sentido
de las
agujas de un
reloj partiendo
de lafoto
de
arriba):
Los Gurkhas siguen
desde un PO el
Jinal
de los
combates
en el monte
Tumbledown:
unos refuerzos
son transportad.os
en
helicópteros
desde
la base de
patrullas
de los
Gurkhas en
Darwin Ridge,
donde acaban
de relevar
al 2" de
Paracaidistas;
una
patrulla
se
amontona
a bordo de un
helicóptero
Scout
para
una
.nueva
incursión a Ia zona
enemiga.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Con
un hombre
en equilibrio
sobre ada
uno
de
los
patines
de los
helicópteros
Scout,
los Gurkhas
partían
en expedición
en
grupos
de doce
para
atacar
os Pues-
tos de Observación
PO)
sospechosos
las
posiciones
del enemigo.
Precedidos
or
algunas
alvas
e artille-
ría o de
cohetes
anzados
por
los
helicópteros
a
título
preventivo,
atacaban
on
fusil
y
granadas
terminaban
el trabajo
con el machete.
El
procedimientoeraexpedi-
tivo,
eficaz
y
sin misericordia.
En
la instrucción
militar
del Gurkha, sin embargo,el manejode su machete el
kukri- no
figura. En el
Nepal se usa a
cada instante
para
cortar madera, carne,
desbrozar
os campos.
El
tamañodel kukri aumenta
a
medida
que
crece
el niño.
Cortadores
de cabezas
Los argentinosvieron
a los Gurkhascomo los fran-
ceses
vieron
a
los
alemanes urante a Primera Guerra
Mqndial.
Habían
acabado
orpersuadirse
e
os horro-
res
que
esperaban sus soldadossi caíanen manosde
esos
antroÉfagos
cortadores
de cabezas.
Se
decía de
esos
salvajes
que
cargaríandrogadosa muerte, con su
minicasco
de música
aponés
en las orejas.
La última operaciónen a que participóel li7 GR fue
el
ataque
al Monte William,
en la
prolongación
e la
cadena
del
Monte Tumbledown.
Formabapafe
de las
alturas
cuya
posesión
era vital
para
a
defensade Puer-
to Argentino.
Partiendo
e a misma
íneade salida
ue
los
Scots
Guards,haciaTumbledown,
el ataque e os
Gurkhas
constituía,
de hecho,
la cuarta fase
de la
operación.
Su marcha
de aproximación
al Monte William les
hizo
desbordarTumbledown por
el Norte, en el mo-
mento
en
que
los
ScotsGuards estaban
en
plena
pelea
por
la
posesión
de las crestas.
Se había enido conoci-
miento
de la existencia e
un campominado
al Norte
del Monte Tumbledown,peronadiesabía i seencon-
traba en el eje
del avancede los
Gurkhas,
o
no.
La decepción
El comandante decidió
proseguir sin
preocuparse
por
ello
y
franquear
l
obstáculo
ara
evitar
una
dismi-
nución
en el ritmo de avance
y quebrar
el cronograma
de
la operación. Un
rodeo
para evitar el
campo
de
minas
por
el
Norte
hubiera
levado
demasiado
iempo.
Pero
a suerteestabacon
ellos,
y
los Gurkhas
pasaron
por
la orilla Sur del campo
sin
ningún
problema,
ya que
había
sido
colocado demasiado
al
Norte
para estorbar
su
aproximación. Como
avanzaban
por
un
lado
del
objetivo de la compañla"Flanco Derecho", los Gurk-
has hicieron
un
giro
hacia
su derecha
que
os colocó
en
posición de
asalto. Pero desdeel
comienzo
del ataque
los argentinos
abandonaronsus
posiciones
lanquea-
das
para"retrocederhacia
Puerto Argentino.
Se
dio entonces
a orden de
suspender
l ataque
de
los
Gurkhas,
que
perdieron allí la única
ocasión
que
tuvieron
de efectuar una
acción
conjunta
de
todo un
batallón.
El
l/7
GR fue
así a única
unidad
de
nfantería
que, en el
curso de
esa
campaña,
no
pudo
ibrar
ni
una
sola
vez el
tipo de combate
para
el
cual
había sido
entrenada.
Se
puede
maginar,
sin embargo,
hasta
qué
punto esos
guerreros
deseaban
ombatir
por
el
lema de
la
brigada:
'Kap
har hunnu bhanda
marnu
ramro"
(Antes
morir
que pas¿¡ror cobarde).La únicadistin-
cién
que
e
tocó
al l/7 GR
fue una
citación
discernida
l
teniente
Chandrakomar
Pradham.
275
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Dctnjo:
-En
los
primeros
'.
:
i :,:
.,es
del
pálido
:-:- .:a..
en la cres¡a
de l
:.
-4.
. '¿rs,
un
"marine"
"::.:- 'a
hace
una
pausa para
-.
.
.
¿rrr¡llo bien
ganado.
Se
': :-:::io
toda la
noche. Lleva
:-
::
rn
casco argent¡no.
1 Ia
derecha: Desd.e Two
-
, : : . :
;ísibles
en el
' ' .: 'nie,
los
"marines"
'
:..:¿ avanzan en
d.irección
:
: : : :¿r Hi l l -
El
45"
Comando oma
Dos
Hermanas
Era todavía de día y el tenienteChris Fox estaba
boca
gbajo
con sus
hombres n a adera
e Two
Sisters
(Dos
Hermanas),
en
pleno
sectorargentino.
Les era
necesario,
puesto
que
su basese encontraba
varios
kilómetros de allí, al
otro lado de un
valle ancho
y
descubierto
etrás
de las crestas el Monte
Kent.
Fox
y
su
patrulla
ocupaban
sa
posición
peligrosa
desde
hacíacerca
de 24 ho¡as; acababan
e efectuar
con el
restodel
45"
Comando
una
verdaderamaratón,
desdeSan
Carlos.
La misión del teniente
Chris Fox era
localizar os bunkers
e oqargentinos.
hora esperaba
la noche
para
alcanzarde
nuevo su base,
pues
en
las
colinasde
lancosdesnudos
e esa egión
de asMalvi-
nas el único
refugio eficaz
era a oscuridad.
Unapatrullaargentinaescayó iteralmente ncima.
Las armaí
crepitaron;estando
os argentinos
n
poco
másaltoqueellos,su uegoeramáspreciso. nsegui-
da, Fox
fue herido
en una mano.
No había recibido
consignas
seguir
en
caso
de escaramuzas;
e todas
maneras,
as
posibil idades
e
elección ranmás
bien
reducidas.
El
y
sushombres
eplicaron on sus usiles
automáticos pistolas
ametralladoras,
matandoa l2
argentinos
hiriendo
probablemente
3.
La
noche cayó
y
los infantes
de marina
pudieroh
eclipsarse
in
pérdidasgraves.
Para
el
45'
Comando
eseera
un
presagio
avorable
obre l resultadoinal
de
la
batalla
de Two Sisters. En
esa escaramuza, os
argentinos
abían
perdido
casi tantoshombres
como
en los
combates
ue
ban
a seguir
El
tenienteFox fue
enviadoen helicóptero
l
centro
médicode Ajax Bay, desdedonde se reunió rápida-
mente
con su unidad,con
una mano
"recosida".
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 139/185
Nadie
sabía
odavíaen
que
momento
endría
ugar el
verdadero
ataqúea Two Sisters.
Entre
los hombres
prevalecía
a impresión
de
que
seríadentrode
las 24
horas iguientes.
al comohabíadichodurante
a arga
marcha
el
jefe
de
la
guardia
de la
bandera
del 45',
sargentoBill Eades:
No
hay 36 caminos
para
ermi-
nar con esto,
no hay más
que
el de Port Stanley".
Combate fratricida
Ahora, la capitalde
las Malvinas,
detrás
de las dos
puntas
ocosasde
las
Two Sisters.
La tentación
era
grande:
se
podíanver
el aeropuerto
la radadesde a
cresta
que
dominaba
a
basede los comandos,
en
el
Monte
Kent.
En realidad, uvieron
que
esperar díasel
refuerzo
de
a
5" Brigadade
Infantería
la decisión
del
general
Thompson. Escarmentado
por
la lección de
Goose
Green, donde a insuficienciadel
apoyo
de artillería
'había
estado
punto
de causar n desastre, hompson
había
exigido,
para
el ataque las colinas
que
rodean
Puerto
Argentino, una
potenteparticipación
artillera.
Cada ezque a brumao la ventiscao permitían,os
helicópteros
ban
y
venían
siguiendo
el trazadode los
valles
con toneladas toneladas e municiones
olga-
das
de redes
y
eslingas.Finalmente,
ueron cinco
bate-
rías as
que
se situaron alrededor
del Monte Kent, cada
una
con seis
piezas
de 105 mm.
y
1.200
proyectiles
para
cad,a
pieza.
Dos
noches antes de la
orden de ataque,
el 45'
Comando iba
a
vivir
una triste
situación. un combate
fratricida
entre una
de sus
propias
patrullas y
su
grupo
de morteros.
En la oscuridad,
os morteros
omaron a
"'
la
patrulla
por
un
grupo
de
argentinos abrieron uego,
recibiendo
omo respuesta
áfagas
e balas.La confu-
sión
causó5 muertos,
entreellos
el sargento
efe
del
grupo de morteros. Era la clasede dramaquees difícil
evitar
en este ipo de
guerra.
Más
que
ninguna
otra consideración,
saequivoca-
ción reforzó la determinación
del comandante.
enien-
te coronel Whitehead, de
apoderarsede
Two Sisters
con un mínimo de
pérdidas.
Whitehead,
or
otro ado,
se había mostrado
bastanteseveroen sus
uicios
con-
cernientes
a las
pérdidas
sufridas en Goose Green.
Antes
del asalto,su última consigna ue la siguiente:
"Eliminar
aún lo
que parezca
ser el último obstáculo
para
el
avance,
pero
sin arriesgar
ni
una sola
vida
por
temeridado inconsciencia".
El
plan
de operaciones
para
a noche del viernes I I
de
unio
representaba,
los ojos de los conocedores,
un concepto
ofensivo clásico en la
gran
tradición de
Warminster,
con una idea sobre maniobras
que
se
inspiraba
n
las
ecciones e la Segunda
Guena
Mun-
dia l .
La fase
de aproximación
debía
ser rigurosamente
silenciosa
y
la
acción
tan ensordecedora
omo
fuera
posible,
con
un
intenso
acompañamiento
de
artillería
en
el
momento
en
que
los
atacantes
alieran
a la carga.
Mientras
que
el 45"
atacaría
Two
Sisters,
el 3"
de
Paracaidistas
saltaría
el Monte
Longdon,
más al Nor-
te,
y
el
42'Comandsse
apoderaría
del
Monte
Harriet,
al Sur. El Glamorgan suministraríael fuego
naval de
apoyo.
Impresión
auditiva
más
que
visual
La línea
de
partida pasaba
por
el río
Munell, al
pie
del
Monte
Kent. La
CompañíaX
(indicativo
X-Ray)
habría
tenido
que
estar,
a medianoche,
a las órdenes
del
capitán
Ian Gardiner,
un oficial
capaz
y preciso.
Pero los
comandos
uvieron un retraso
de dos horas.
chapoteando
entre los
pantanos
de
turba
y
tropezando
por
los pedregales
bajo
el
peso
de las
armasde
grueso
calibre.
Whitehead
se mantenía
en contacto por
radio,
ame-
nazando "degradar y Íurer¡ra patadasen el culó a esa
compañía
de atrasados".
Ga¡diner acabó
por
caer en
terreno
descubierto
en dirección
al contrafuerte
Sur de
277
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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la
altura.
Las
primeras
pendientes
ueron
escaladas
in
tropiezos, pero poco
después
a compañía
ue
"clava-
da" en
el suelo
por
disparos
muy nutridos
de ametra-
lladoras y
de morteros.
Un combate
nocturno de
esa mportancia
constituye
una experiencia
extraordinaria. La
mayoría de los
ó-
venes
nfantes
de mariná
esperaba uertes
mpresiones
visuales,
hombres
que
corren, armas
que
arrojan l la-
mas,
siluetas que
se desploman.
ctc. De hecho
nada
fue
así, en absoluto.
La impresión
dominante ue
audi-
t iva: el si lbido de los obuses y el estruendo de su
explosión,
el ruido
secode los disparos
de art i l lería,el
martilleo
permanente
de las
ametralladoras
y.
final-
mente,
el
tono agudo de las
balas.
Mientras
que
a Compañía X-Ray
escarbaba l suelo
para
aprovechar
lo mejor
posible
el abrigo
precario
de
los
peñascos
y
de los tal udes de turba,
esforzándoseen
localizar
a los bunkers
argentinos
y
en infiltrarse
en
las
tr incheras,
Whitehead
sedecidió, con calma, a modif i-
car sus
planes.
Estabaclaro
que
X-Ray,
por
sí sola, no
conseguiría
apoderarse de l as líneas de las
dos
cimas
sino
al
precio
de
pesadas érdidas.
Por éso, hizo mar-
char
a la s otras dos
compañías sobre a cima Notte.
Dando susórdenescon calma y precisión,el coronel
dispuso
sus secciones uno
y
otro
lado
de
la
cresta
qu e
unía as
dos cumbres, en buena
posición para
un ataque
concéntrico por
sorpresa. La acción fue decisiva
y
pronto
los
Infantes de Marina alcanzarondos cimas
y
se
lanzaron a la
búsquedade
posibles
abrigos,
puesto
que
la
art i l lería argentina había comenzado su mart i-
l leo
v
los
obuses evantaban
eysers
e turba arrancada
de la cresta.
.A.gotadosos infantes
que
no disponían
ni de refu-
-gios
l de sacosde dormir. se
dejaron caer en la
nieve
amontonada
por
el
viento
entre
los
peñascos.
Whi-
tehead es dio e nseguida a orden de
registrar as
posi-
ciones argentinas
ara
ecuperar odo
o
que pefrnit iera
luchar contra el frío. Por la mañana pudo ver a sus
hombres
montando
rápidamente odo un
campamento,
con los
ponchos y
los sacos de dormir
recuperados.
Mientras
que
los helicópteros
parecían
repar
por
el
f lanco
de
la colina
para
rescatar
a heridos
y
muertos,
despreocupados n apariencias
el
peligro
que
les ha-
cían correr la niebla
y
los disparos argentinos,
Whi-
teheaddio su
veredicto
Para
los del
45". la toma
de Two Sisters
no
había
sido una
part ida
de
placer.
Ciertamente,
los
planos
elaborados
por
Whitehead
habían reducido
las
pérdi-
das
de
vidas humanas.
Pero su situación,
vista
por los
paracaidistas
del
Monte
Longdon, apenas
había
pare-
cido bril lante. El diluvio de fuego que se habíaabatido
sobre
ellos
suscitó odas
as simpatías,
ncluso
a de
os
paracaidistas.
Los in fantes de
Marina
no se enteraron
enseguida
de
la mala noticia
concerniente
al Glamorgan.
Su
buque
de apoyo había
tenido
que
retirarse de
la acción
con
menos
suerte
que
ellos.
En
el
momento
preciso
en
que
el
comandante
Mike
Barrow
hacía
callar
sus cañones,
antes
de
la
retirada
habitual hacia aguas
abiertas
en
previsión de
ataques
aéreos
diurnos,
los oficiales
de
guardia señalaron
una
estela uminosa dirigida
hacia el
barco,
proveniente
de l
frente
marítimo
de Puerto
Argentino.
Un
misil
Exocet
MM38 penetró en
las superestructuras
de
popa
y
ex-
plotó en el hangar del helicóptero, matando en el acto a
l3
hombres.
El
incendio
que
siguió
causó
20
heridos
más.
Encima: L'n
"marine"
rt. i
i t i
orden
de
lanzarse,
:
tit).he, en dirección
a
-(i-r¡¿r-s.
ll lado: Una
de las
-::..r ' i
amelralladoras
JJú\ Ar.Q(i l l tnas
ae
I / . /
J;te causaron
tanlos
durante
los combates,
¡¿r Sisl¿rs,
enlre
olros.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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MAMENTOS...
RMAM
ENTOS...
RMAM
ENTOS...
RMAM
ENTOS...
R
{+r.a }
i {- :Y
i
"El
cvR
(T)
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v*.:.
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.
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t , :
r
*. <
El
CVR
(T).
Combat
Vehic le
Reconnaissance
(Tracked)
Vehículo
de
Combate
Reconocimiento
sobreOrugasapareció n el ejércitobritánicocomo
consecuencia
e una icha-programalaborada
fines
de a
década e
1950,
ue
explicabaa necesidad
e o
que
se llamaba
"Vehículo
acorazado e Reconoci-
miento" .
(Armoured
Vehic le
Reconnaissance.
AVR). Dicho
AVR debíasr a la
vez
una unidad
de
exploración
de apoyode fuego,
ener
capacidad
e
defensaantitanques
ser lo suficientemente
igero
como
para poder
ser anzadoen
paracaídas.
Con el
peso
otal imitadoa 6.800kilogramos,
ra
imposible
concebirun vehículo
que
espondiera
or
sí
solo
a ales xigencia s. or
eso, os ngenieros
specia-
lizados
propusieron
os
versiones:
na, sobre
on¡gas,
armada on
un cañón e 76 mm.,
que
ba a convertirse
en el CVR (T) Scorpion.La otrasobre uedas, on un
cañón
e 30 mm., el
Combat
Vehicle
Reconnaissance
(Wheeled),
CVR
(W)
Fox.
Mientrasel Scorpion
estaba únen a fasede
puesta
a
punto y
de fabricación
se
estudiaron
tras
variantes.
La
primera
en concretarse
ue
el Scimitar,
muy se-
mejanteal Scorpion,
pero
armadacon un
cañónRar-
den de
30
mm. Después
ino
el Striker, equipado
on
el misil antitanques wingfire,
y
el
Spartan,
que
era
esencialmente n
vehículo de
transporte
de tropas,
pero
ambién
podía
cumplir otros
papeles
n el ejército
británico. gualmente,
ueron abricadas
tras
resver-
siones:el Samaritan,una ambulancia
lindada;
el
Samson, n vehículo e reparáciones,el Sultan,un
vehículo
acorazado e comando.Las
versiones
tiliza-
das
en as
Malvinas
ueron
el Scorpion
el
Scimitar,
con
un
único Samson
para
aseguraras
reparaciones.
Siendo
n
vehículo
e reconocimiento.
l CVR
(T )
debía ener una movil idadmáxima. ser no solo un
vehículo
rápido
sino también para
todo
terreno. Los
vehículos
acorazados e
combate
ienen a menudo
dificultades ara
desplazarse
obre
un sueloblando.
Para
onseguirlo.
es
hace alta
conservar na
presión
nominal
obre l suelo
el
cociente
el
peso
el
vehícu-
lo sobre
a
superficie
econtacto
onel suelo),
anbaja
como
sea
posible.
El
CVR
(T)
fue
dotado,
ues,
deun
blindaje
de aluminio
que
permitía
educir
el
peso
de l
vehículo
unas8
toneladas,
quipándolo
on on¡gas.
El interrogante
ra, sin embargo,
i
podría
adaptarse l
terrenopantanoso
e las
Malvinas.
Aunque
a infanteía
británica
dispusiera
e misiles
anticarros
Milan
y
de otras
armas
de ese tipo más
pequeñas,e faltaba a flexibilidadde una plataforma
móvil
de
tiro.
Potencia
explosiva
En
eSte ampo,
el Scorpion
y
el Scimitar
eníanalgo
que
ofrecer.
El cañón
de 76 mm
del Scorpion
dispara
un
obúsantitanque
xplosivo,
con cabeza
e fragmen-
tación,
el HESH
(High
Explosive
SquashHead). El
impacto
crea
una
especie e
"bolsón"
explosivo.Las
ondas
de calor
al ocurrir
la
explosión,
atraviesan l
blindaje y
le
arrancanlgzos que
son
proyectados
n
todas
direcciones,
ausando
eridas
a
tripulación.E
HESH
eseficaz
contra
odo
ipo de anque,
excepto o
máspesados, astaa 1.400metrosy puedeemplearst
como
obús
explosivo
común.
El
CVR
(T)
puede
dispa-
¡3¡
i-'alma¡te
obuses
del
tipo
"caja
de metralla",
27 9
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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NTOS...
RMAM
ENTOS... RMAM
ENTOS...
RMAMENTOS...
R
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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RMAM
ENTOS...
RMAM
ENTOS...
RMAMENTOS...
RMA
Anatomía
de un
carro Scorpioh
I
-
Ametralladora
polivalente
de 7.62 mm
2
-
Cañón de 76 mm L3
3
-
Visor de noche del tirador
4
-
Lanzabombas de humo
5
-
Vísor de día del tirador
6
-
Visor
del
jefe
del
carro
7
-
Aparato
de
radio VHF
8
- Caja de municiones
I
,
3-
4.
5-
6-
Municiones del cañón principal del
Scorpion
9
-
Faldón de
flotabilidad
l0
-
Mando del retrovisor
orientable
I I
-
Botón de reglaje del
visor
12
-
Botón
de mando del
visor
13
-
Mando del
Jiltro
laser
14
-
Piñón de
arrastre
I5
-
Periscopio del
piloto
16 - Motor de gasolina Jaguar de 4.2 litr¿,:
Obús de metralla del cañón L23AI
Mecanismo de culata del L23AI
Obris explosivolde ejercicio del L23Al
Obús
explsivo
del L23AI
Obris
fumtgeno
del L23AI
Obús HESH
(explosivo
con cabeza de
fragmentacion
: -
: -
ffirc@
: -
: -
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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ARMAM
ENTOS...
RMAMENTOS...
RMAM
ENTOS...
RMAM
ENT
utilizable
contra
la infantería
a cortas
distancias,
e
igualmente
obuses
uminosos
y
fumígenos.
El
cañón
Rarden
de
30
mm del
Scimitar
puede
disparar
tiros
aislados
o
salvas
de
tres
obuses.
Su
munición
antitanques
e
efecto
especial
perfora
los
blindajes
y
explota
en el
interior.
Está
previsto
para
hacer
rente
a los
VTT. Utiliza
también
obuses
ntica-
rro normales
o
explosivos.
La
decisión
de llevar
unos CVR
(T)
a
las
Malvinas
fue tomada
el 3
de abril.
Pero,
por razones
de
falta de
espacio
a
bordo
de
los
barcos
y de las dudas que se
tenían
acerca
de su
aptitud
bajo
las
condiciones
oca-
les,
no fue
embarcado
más
que
un
número
imitado
de
ellos:
cuatro
Scorpion,
cuatro
Scimitar
y
un Samson'
Fueron
organizados
n
dos
equipos
de dos
Scorpion
y
dos Scimitar.Latáctica
normalconsistió
n
operar
por
pares,
un Scorpion
y
un Scimitar:
Durante
el desembarco e San
Carlos,
einaba oda-
vía
una cierta ndecisión
sobre a maneraen
que po-
drían utilizarse
esos
vehículos.
Pero. mientrasse ela-
boraban os
planes
e
marcha, os
CVR
(T)
se
vieron
a
cargo de un
papel
nesperado:
l
transporte e abasteci-
mientos
hacia el frente. Los medios mecánicosde
transporte
no eran suficientes
para
as enormescanti-
dades
de
municiones desembarcadas. sí
pues,
se
emplearonos CVR (T) paraesein. Dadasu orna, nc
podían
levar muchascosas,
pero
o
poco
que
ranspor-
taron
fue de una ayuda
napreciable.
Los
CVR
(T)
aportaron
su
apoyo
al 45" Comando
y
al 3" Batallón de Paracaidistas n su avance hacia
Douglas
y
la
entrada
a Teal Inlet. Contra oda
previ-
sión, los
"Blues" y
los
"Royals"
descubrieron
ue
podían
desplazarse asi sin
problemas
a
través del
terreno urboso. Una anécdota ese
especto: n
efe
de carro saltó de su CVR
(T)
y
se hundió hasta
as
rodillas
en el suelo
angoso,mientras
que
el
vehículo
ni siquierahabíacomenzado hundir
a capasuperfi-
cial. Así, esos
vehículos
pudieron
utilizarse
en su
verdaderopapel duranteel avance;
y
así fue,
prece
diendoa os nfantesde
marina
y
a os
paracaidistasr
su marchahacia as alturas cubriéndoles
os
lancos.
En
Tumbledown
Después e la toma de Estancia
House, el
general
JeremyMoore comenzó
a comprobarhasta
qué puntc
sus
CVR
(T)
podían
ser útiles,
y
decidió
que
los dos
equiposefectuarían u unióncon el
2" de Paracaidistas
en Bluff
Cove.
El EstadoMayor estimaba
ue
harían
falta 36 horas
para
que
los
pelotones
e abrieranun
camino desdeEstancia,
emontandoa
pista
en direc-
ción a
San Carlos
por
itinerarios seguros.
Pero los
Blues
y
los Royals habíanadquirido
al confianza
en
susvehículos,que escogieronomar la ruta del Sur,
supuestamentempracticable
a
partir
de Estancia
Hou-
se.
No
emplearon
más
que
seis
horas
para
alcanzar
u
objetivo.
Un solo
grupo
de
CVR
(T)
se
puso
a las órdenes
de
los ScotsGuards
para
el ataque
a Tumbledown.
Los
planespreveían,
entre
otras cosas, anzar
un ataque
de
diversióna
lo largo de la ruta
Bluff Cove-Puerto
Ar -
gentino,
a
fin de cubrir el avance
el batallón
haciael
Oeste,
desdeGoat Ridge
hasta l
pie
de
Tumbledown.
Se decidió
que
los
pelotones
de
los
"Blues" y
"Royals"
estarían
en cabezaen ese
ataque
de diver-
sión, a fin de atraer
el fuego del
enemigo.
La operación omenzó
el 13 dejunio
después
e la
caída de la noche; el Scorpionde vanguardiapasó
sobreuna mina antipersonal
quedó
uera
de combate.
Durante
ese
tiempo,
el
otro
grupo
de
CVR
(T)
se
dirigió con el Batallón
de Paracaidistas
acia
Wireless
Ridge. Tambiénallí,
los
"Blues"
y "Royals" fueron
utilizados
principalmente
omo
elemento
e apoyo
de
fuego. Los
grupos
se sirvieron
de sus cañones
de 76
mm
y
de sus
Rarden
para
disparar
sobre
ás casamatas
y
los refugios enterradoso
acondicionados
entre
los
peñascos
fin de hacer
salir de ellos
a
los ocupantes
que
eran atacados
entonces
por
la ametralladora
poli-
valente. La movilidad
de los
vehículos
es
permitió
desplegarseápidamente
aciacualquier
untoamena-
zantey sus aparatosde visión nocturnaaportaronuna
nueva
prueba
de
que
a
oscuridad
no siempre
constituía
un obstáculo.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 145/185
EI
42"Gomando
en
el
MonteHarriet
,f l
-¿
El ataque e anzóen a nochedel I I dejunio, sobre
un
eje escogido
or
el teniente
oronelNick
Vaux
a fin
de desorientaro más
posible
a la
guarnición
argentina
del Monte Harriet.
El 42'Comandoatacó esde l Este
después de haberse abierto
camino a través de un
campominado, al Sur,
y
de haberefectuado na con-
versión de 180
grados para
aproximarse
al objetivo
desdeel ángulo
más nadvertido.
El Monte
Harriet
es,
de hecho,una colina de
piedra
caliza de
perfiles
abruptos,
que
se eleva
usto
al Sur de
las Two Sisters
Dos
Hermanas).Allí, esascolinas
conforman un relieve natural
que
oculta los montes
Longdon,Tumbledown
y
William, más al Este. Entre
Harriet y Two Sistersy el Monte Challenger, al Oeste,
se
extienden
unas cimas redondeadas relativamente
poco
elevadas
ue
os unenentre sí,
que
conforman a a
vez
un terTeno
muy
expuestode día
y
tan c¿fente de
puntos
de referencia
ue,
de noche, esultamuy difícil
poder
orientarse.
ntre
Challenger Harriet seextien-
de
Goat Ridge
(Colina
de la Cabra).
El
teniente coronel
Nick Vaux,
un
veterano
del
"asunto"
de Suez, había legado
al sector uego del
arribo.al
Monte Kent
por
helicóptero, del 42"
Coman-
do. La
buena
visibilidad
le
había
permitido
estudiar
bien el dispositivoenemigo
n el Harriet
y
preparar
us
plánes
en consecuencia. ero,
antes e
poderelaborar-
los
en detalle
e hacía
alta un cónocimiento
más
pro-
fundo de las posicionesargentinas sus defensas,
especialmente
os camposde minas.
La compañía K
envió,
pues,
varias
patrullas
de
- ' .--| I
reconocimiento. n el cursode unadeellas,dos nfan-
tes
de la
Compañía L hicieron detonar minas
que
les
destrozaron
as
piemas.
La
Compañía K, responsable
de la apertura.de
utas
para
el ataque, envió también
patrullas
de combate
para
hostigar
a los argentinos.
Así,
mientras
que
unos sondeaban
tientas os campos
de
minas, otros
se asegurabande
que
el adversario
permaneciera
bloqueado dentro de
sus bunkers. El
sargento
Collins
llevó
por
sí. solo
dos
patrullas
a la
búsqueda
de caminos
a través de los campos
minados,
y
de un
eje de
aproximación resguardado
hacia
las
laderas
del Monte
Harriet.
Una
patrulla
de
combatede la
Sección " se abrió
caminohastauna veintenade metrosde unaposición
enemiga
en
el Monte Harriet,
antes de
ser
atacada.
Replicó
con disparos
ecohetes
e 66 mm.
y
de 84
mm
antitanques,
recibió
apoyode
artilleía reglado
por
el
capitán
Chris Romberg,
o
que
e
permitió
retirarse
in
pérdidas.
A
descubierto
Los
disparopde las
piezas
argentinasde 105
mm
y
de 155 mm,
y
los
rigores del frío hacían a vida cada
vez
menos fácil
para
los hombres del 42".
Suflan
mucho
de diarreas
y
de congelacióñ
de
pies.
Muy a
menudo
recibían
racionesdeshidratadas
e
Tipo Arti
.co,
y
cada uno había
sido debidamente
advertido
de l¡
presenciaen el aguade las Malvinas de gérmenesde a
temible hepatitis.
Pero, tomaba iempo
recoger
y
hacer
hervir
o
esteriliza¡el agua
para
as
comidas. **
lH
5.'r*
.7
la izquierda,
abajo:
Los
rbres
del
42'Comando
'-'eden
al
registro
de los
CaPturadOS
en el
,t:.
Hdrriet.
Hubo
mós de
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 146/185
t": :
suscitaba
l mal
humor
de hombres
ue
quizá
acababan
de
pasar ariashoras
hostigando, e
noche,a
las
posi-
ciones
argentinas.
Vaux dio sus órdenes: "La sorpresaes vital, el
silencio
de rigor.
Antes de
partir
hagan
saltar
con los
pies
untos
a
cada uno
de sus
hombres
para verificar
que
nadade
su equipo
haga
uido. Los
que
osen rán a
la retaguardia.
Si
caenen un
campo
de minas
recuer-
den
que
deben
seguir
adelante. ingún
hombre
debe
pararse
a socorer
a
un compañero
or
penoso
que
le
resulte.Es
imperativo
vanzar
asta
l fin..."
El
plan
del
42" Comando
onsistía
n apoderarse
el
Monte Harriet
por
medio
de un ataque
nocturno. La
Compañía
K debería
esbordar
l enemigo
para
atacar-
lo
por
la retaguardia
la Compañía
debía
aprovechar
la confusión
para arrollar
las defensas
rontales. La
Compañía
J aseguraría
a
protecciónde
la línea
de
partiday después edirigiríahaciaadelante aracon-
solidar
as
posiciones
n las
crestas
onquistadas.
La marcha
de aproximación
alrededor
de la
ladera
Sur de la
elevación
ba a ser
una dura
prueba
para
os
nervios,en
erreno
más
que
descubiefo,
y
bastaría on
que
hubiera
un sólo
centinela
rgentino
lerta
para
que
se desatara
na
luvia
de fuego
sobre
os
Reales
nfan-
tes de
Marina.
La
sección
de reconocimiento
e
los
Welsh Guards
seencargó
e explorar
a íneade
partida
de asegurar-
la, con
a ayuda
de a Compañía
.
Se
produjoentonces
un
inquietante
etraso
e cerca
de una
hora,
puesenla
oscuridad
es costó
enorrne
rabajo
eunirse
a ambos
elementos.Una vez puestas ai cosasen
orden la
Compañía
K encabezó
l
avance;
el teniente
coronel
Vaux hizo
espaciar
mpliamente
os hombres
ara
a
travesía
el
campo
de
minas.
Los.cañones
del
29'
Regimiento
de
Artillería
A
menosde l0O
metrosde as
posiciones rgentlnas
la columna
ue localizada comenzóel
combate.
La
táctica
utilizada ue a de
pelea
n
ascalles,
granadas
cohetes
e 6ó
mm
y
de 84 mm a
quemarropa.Un
duro
fuego'de
artillería
y
de morteros
precedía l avance
e
los
fusileros
gracias
a las
piezas
del
Yarmouth,
a los
obuses
e
105 mm
y
a los morteros
e 8l
mm.
Duranteesanoche,el 42 Comandouvo a su perrna-
nente
disposición
baterías
omo
para
efectuar
oncen-
traciones
de
fuego a
nivel de
regimiento
de artillería,
una
densidad
omo no
sehabía
isto
desde
a Segunda
Guerra
Mundial.
El
comandante
el 29,'Regimiento
e
Artillería
de los
comandos
seguraba
a coordinación
del
fuego
en e3as
peraciones
octurnas.
enía
en su
lista
47
objetivospreestablecidos.
n
el
cursode
la
noche
sus
cañones
ispararon
.000
obuses,
lgunos
de
ellos
a menos
de
50 metros
adelante
e
las avanza-
das
británicas.
Cuando
os
comandos
isparaban
ohetes ritaban
plena
oz "sesenta
seis" u
"ochenta
cuatro".para
alertar
a sus
compañeros
usceptibles
e hallarse
n
el
áred
de la
onda
expansiva.
El capitán
an
McNeil
guarda
un recuerdo
muy vivo
de los
efectosde
esas
arrnas.
"lncluso
los
disparos
igeramente
esviados
debían
ener
un efecto
muy
desmoralizador aia
el
adversario,
pues
entre aquellos
de nosotros
que
se
encontraban
lgo
cercade as
explosiones,
n
as
com-
pañías
K
y
L, la reacción
nstintiva
era esconder
a
cabeza
en lo
más
profundo
del suelo
de turba,
tan
potente
era
a explosión
al hacer
mpacto
el cohete".
Los hombres
e a
CompañíaK tienen ambién
en
a
memoria
a magen
del caboNewland,
ecostado obre
unas
rocas como
si reposara
l ti empo de fumar un
cigarrillo. En realidad,alcanzado n las dospiernas,
Newland
continuaba
u misión de
operador e radio
y
de
efe
de
grupo
de combate.
En la
aproximación la cima, la
artilleríaargentina
localizó
en forma
excelente n refugio
británico.
Los
obuses
ayeron
por
salvas
y
causaron
íctimas
en el
personal
el
PM de a compañía,
ntreellosel segundc
comandante.
El
bombardeo
uso
ermino, momentá-
neamente,
l fuego
de armasmenores
ues
odosco:
rrieron
a
ponerse
cubierto.No obstante, l llegar os
primeros
esplandores
el albael sargentomayorde a
Compañía
K había
ontado
a
cercade 70
prisioneros.
En un
asaltohacia a cresta, a CompañíaB debía
franquear
na ranja
de
erreno ocoso.
Clavada
por
un
instanteal suelopor los obusesenemigos, omprobó
rápidamente ue
el
principal peligro provenía.de
as
ametralladoras esadas
de os
grupos
de iradores e
élite
argentinos,
rmados on excelentesusilesalema-
nes
de culata móvil.
Un cierto
número
de bunkers
había
sido ocalizadoalrededor e Goat Ridge
por
las
patrullas
el RoyalMarinesMountain
nd
ArcticWar-
fare
Cadre
(Cuadros
lara
la Gue rra de Montaña
y
Zonas
Articasde os Reales
nfantes e Marina),
y
el
teniente
oronel
Vaux
no
vaciló
en atacarloson
misi-
lesMilan.
Con as
primeras
uces
elalba osobjetivos
habían
ido ogrados.
l costode
2
oficiales
5 hom-
bresheridos.
La Compañía estaba reparada aramovilizarse n
la
glacial
mañana el l2 de
unio.
Todo
transcurrió
bien hasta
alcanzaras aderas elMonte
Harriet,
don-
de
caían odavía
algunosobusesargentinos,
ero
los
disparos
esaron
únantes e
que
os nfantes e Mari-
na hubieran
repado as
pendientes
e
la cima.
Desde el amanecer,
a Compañía
J emprendió
a
tareade limpiezade
las
posiciones.
En tres
horas,
58
prisioneros
abían omado
el
camino
del
PM. Para
os
hombres e a J esa
ue una
especie
e revancha
erso-
nal,
pues
odoso casi
odos
eran
veteranos
e
a
Naval
Party8901
Partida
aval
8901),
el destacamento
er-
manente e los
infantes
e marina
en
las
Malvinas'
predecesorese los que habíandef'endidoa Casade
Gobierno
a
principicis
e abril,
con
el
mayor
Mike
Norman a
la cabeza.
'*r4$.
E
j..
L actma:
.l-ntes
del ataque,
'
.:¿les
británit'o.s
'
'"
-.
.
.-n se¡ni<'ír<'ulo
sobre
iotndtl
n()Ias,
.tue
el
jek
de
-.-..
: 'n€s
les mueslra
-'
,
t ' 'siciottes de
--
-:- tt(¡a
sobre
una
"caja
-.
- ' . '1,¡
het'ha
<'on
un
.
-
-.
C¿da detalle
del
tne_ling"
podía
tener una
--
-:,;¡ tt ' ia
vital, pues
el
-,
..
¿ Jesolado
t undorme
-
-
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-
. : : . ; , i t |n
de noche.
El
. . '
.,::t '
Coronel
Varer
había
iiJ(, el eje de
:'
r:'nación
más
apropiado
-' ..
a.'neliciarse
ct¡n la
_:. a,: s()rpresa-
+
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 147/185
No menos de
36
países
del
mun-
do mantienen
en
aclividad
un a
.fuerza
de infantería
de
marina,
ya
se
llamen
marines
o
fusileros
de
morina. Estasfuerzas
varían en im-
portancia,
desde los
200 comandos
¡narina de Guatemala
hasta los
188.900 hombres del
poderoso
Marine Corps de
los Estados Uni-
dos. Ninguno es tan antiguo
como
el de Royal
Marines britónico,
cy¡-o efectivo
total al comienzo
de
la crisis de Malvinas era exacta-
mente de 7.899 hombres.
Este con-
flicto
iba a
resubar
para
ellos
una
oportunidad única de demostrar
la
calidad
de
su
entrenamiento.
Estos hombres son
los herederos
de los
"Soldados
en
el mar" de
1664,
que
recibieron el
epíteto de
"Royal"
(Real)
en 1802. Su
papel
de comandos data de
la
Segunda
Guerra Mundial
y
eI
"Royal
Mari-
nes"
tomó
de nuevo esta mísión en
I 946
. Desde
I
974,
la 3' Brigada de
Comandos de la marina está
reser-
vada para la defensa del flanco
norte
de la OTAN
(Noruega-
Dinamarca).
Su
entrenamiénto
pa-
ra
el combate en
zona ártica había
comenzada desde 1970.
La brigada de comandos se com-
pone
de
los
comandos
4U, 42'
y
15",
de los
que
cada uno equivale a
un batallón de infantería con un
e.fectivo
de 650 hombres en tres
compañías defusileros, de tres sec-
ciones
más una compañía de apoyo
t
ametralladoras, morteros, inge-
nieros
de combate. tiradores de éli-
te
t sirvientes de los misiles anti-
ranque Milan),
y
una compañía de
cuartel
general.
EI comando 4l'
_fue
disuelto
en l98l . Elapoyo de la
brigada
es la misión
del
comando
29
de la Royal Artillery
(con
16
pie:as
de 105 mm),
del
regimiento
,le
apoyo logístico
de comandos
I
creado
en
1972),
de un escuadrón
<le 8
helicópteros
y
de una sección
<le
defensa antiaérea
con doce lan-
:omisiles BIottpipe.
Dispone ademós
de
un
escua-
,l
.ón
de
erploradores-
s¿tx,¡ettdores t
dotado de I7
embar-
\ d( ¿(,nr,\ i?ulu.s t l6 botes neumó-
: : , t , t
G¿mrnit. del
Special Boat
S¿:/. ;¿.1,n
SBS
.
del 59 escuadrón
Royal
Marines
autónomo
de
comandos de ingenie-
ros,
del Mountain and
Arctic War-
fare
Cadre
y
de sus
propios
servi-
cios médicos.
Su equipamiento bósico es simi-
lar al de las unidades eouivalentes
del
ejército, ton el agregado
de
algunos
materíales
especiales co-
mo el vehículo Volvo 8V202 Wea-
sel
para
desplazamiento sobre la
nieve.
Cada
joven
recluta voluntario
para el Royal Marines sigue un
curso
de instrucción de 32 meses
en
el
Centro de
Instrucción
de
Coman-
dos de Lltmpstone,
en Devon. Uni-
camente
al aprobar este
curso será
autorizado
a utilizar
la boina
ver-
de. Para
los oficiales el
período
de
formación
es de un año, en
parte
en
Lvmpstone,
donde deberán
ekc-
tuar
en siete
horas la marcha de 48
km
que
sus hombres
deben cubrir
en ocho horas.
Lympstone es
tam-
bién
el centro de
perfeccionamien-
to de suboficiales,
de la escuela.de
educación física y el sitio más im-
portonte
de maniobras
de infante-
ría.
La instrucción
sobre
eil empleo
de
armas
pesadas y
laJQrmación
de
especialístas
está a cargo del
ejér-
cito, o
de la RAF
(Fuerza
Aérea)
en
.lo
que
concierne
a.pilotos
de heli-
cóptero.
El
Centro de Entrenamiento
de
operaciones
anfibias
de Poole,.en
Dorset,
forma
a las tripulaciones
de los
buques
de desembarco
(to-
dos voluntarios,
con
grado
mínimo
de cabo).
La admisión al SBS está reserva-
da
a los infantes
de marina ya
cali-
ficados
y
estó
subordinada
a unas
pruebai
de aptitud
física
y
opera-
cional
de
una semana
de duración.
Inmediatamente
sigue
una etapa
de
15
semanas
en el mar,
que
com-
prende
una instrucción
centrada
sobre Ia
conducción
¡'
manteni-
miento
de las
emborcaciones,
nata-
ción submarina
v
sabotaje,
seguido
de <'uatro
semanas
de iniciación
en
paracaidismo.
En coso
de éxito, el
can¿Iidato
es habilitado
como
"No-
dador-Canoísla" de 3" clase. A di-
Jerent'ia
de sus camaradas
del SAS,
no deiará
nunca
la
unid¿td.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 148/185
-:'.r:-i.:
;:t
tt:
"'+
I
(.:.;;
t.
rrl
Irii+'
F,:J
La
guerra
secreta
el
escuadrón
e
incursores
ii:
.
t¡j ,
I
, } . -
-f
-
q í$fir.
1
'
I
i-
-
,42
yS -.
'l;f'
. ;
_:e¡ 'E
,
'
¡' ,
*' '
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Editor:
oséJuan
Fernández eouera
Jefe
de
Redacción
ChachoRodríquez
Muñoz
Redacción:
uis
N/aría
/aíz
Luis
Garasino
DaniloManzini.
Diagramación:usto
AntonioSanz.
La
obracompleta
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publica
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fascículos
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reserva
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circunstancias
el
mercado
sí
o
exigieran
o Ediciones
ernández
eguera
Argent ina)
e
Marshall
avendish td
(Gran
Bretaña)
Prohiblda u reproducciónotalo parcial in autor izac-
de los
editores,
LA
GUERRA
E
LASN/ALVINAS
Fotocomposición:
inot ip ia
ometa,
Chile1388
y
Photo
Letter ing
A,
Combate
e
los
Pozos
465t467.
apitat
Federal
lrnpreso
n los
Talleres
e
Sociedad
mpresora
Americana,
avardén
57
Capital,
en
set iembre
de 1986
Distr ibución
n Caprtal ederal:
Vidal e H.
,
Carlos
Pellegr ini39 .1"'piso, f ic ina , tel.393-5719
392-8020
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el
rnter ior:
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PapelEditomat 15
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8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Una
inmediata
de
catnpo
de batall¿
a
¡nesa de operaciones-
era
Una
vez en cirugía los
posibilidades
de sobrevivir.
Ese
y la promesa de que
de Ins dos
horas
d¿
herido estarlan en
elevaron la moral
británicas en
Curando
as
heridas
e
la
guern
Las
posibilidade de sobreüvir
eran elevadas
para
aquellossuficientemente
fortunados
que pudieronser trasl¡rdados un puestomédicoa retaguardia. Y los enfermeros,
ignoradm
héroesdel conflicto,
trabajaron Épida e incansablemente
n condiciones
ue
exigieron
odo su
ingenio
y
capacidad
de improvisación.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Tratamiento de las heridas de
guer"ra
en un
quirófano
de
campaña. La
rapidez
con
que
se
intervenía
podía
significar
la
difurenciaentre Ia
vida
y
la
muerrc
En el
hospital de
campaña levantado
en la vieja
planta efrigeradorade
Ajax Bay, un
prisionero
argen-
tino acababa
de
ser trasladado a
la unidad de terapia
intensiva,
y
el
anestesista,mayor
Malcolm
Jowitt,
volvía a
a salade operaciones
ara
preparar
a otro. En
ese
momento hicieron
impacto las
bombas.
El equipo
de cirugía
se arrojó
bajo
la mesa
de opera-
ciones
cuando
a
primera bomba
detonó en la cocina.
La segunda
y la
tercera hicie¡o¡t
blanco
en
el edificio
pero no explotaron. Una cuarta atravesóel techo y
salió,
casi
a fiavés de
la
puerta. El edifico
entero
se
sacudió
bajo los
impactos
y
varios
hemrmbrosos
gan-
chos
de colgar
resescayeron desprendidos
del techo.
Cuatro
bombas
y
26 heridos. Otros
seis
hombres
mu-
rieron,
pero
el trabajo
dentro del
hospital
continuó, con
acompañamiento
de
explosión
de municiones.
El
papel
de
os médicosen
a
guerra de
as Malvi¡as
comenzó,
on algo
de rabajo
de
"capa y
espada'',aún
antes
de
que el SSCanberrallegarade
regresoal Reino
Unido.
El 6 de abril
de 1982, el
cirujano
de
la Marina
Real,
comandante
Rick Jolly,
oficial
al mando del
escuadrón
médico
del regimiento
logístico
de los co-
mandos,
se
hallaba en Gibraltar
aparentando
ser un
funcionariode aduanas eroobservandodetenidamen-
te al
paquebote on
miras a transformarlo
en el
princi-
pal
buque-hospital.
Para el
momento
en
que
estuvo de
vuelta
en Gran
Bretaña
ya
sabía
exactamenle
dónde
¡'
cómo
quería
que
seubicaran
as
nstalaciones
édicas
a bordo.
Fue
recién
cuando
el
Canberra
estuvo
a en
navegación
acia
a sla
de
Ascensión
ueRick Joll¡
se
enteró
que
el
IJganda
ba
a ser
el
buque
hospital
prin-
cipal.
Los
equipos
médicos
del
ejército
eran
quizá os
que
estaban
mejor
preparados,
debido
a su
arga experien-
cia.en Irlanda
del
None.
También habían
extraído
enseñanzas
e as experiencias
de os norteamericanos
y
australianos
n Vietnam,
y
sabíanmás
que
cualquie-
ra
otros del tratamiento
de las bajas de
combate.
Esa
atención de las bajas
comienza en el mismo
campo
de batalla. Cuando
alguien es herido, su
"gp-
po"
(enfermero
de 3 unidad)
le
administra a primera
cufa un
vendaje
protector
de
a
herida
y
una nyección
de morfina,
ces
qna
de las
arnpollas
deseartahlps
rle
llevan todos los soldados-. Luego es atendidopor el
"médico"
de
la
compañía,
que
en reálidad es un
enferrnero
entrenado
para
administrar
una
primera
ayuda
más avanzada.El herido es
posteriormente
ras-
ladado
al
puerto
de ayuda regimental, en el cuartel
general
del batallón, donde
es atendido
por
el ohcial
médico
del regimiento. Finalmente es evacuado
por
helicóptero
u otro vehículo hacia
donde
se
dispongade
las adecuadas
nstalaciones
quirúrgicas.
)
En
Las Malvinas ese
proceso
uncionababien,
pese
a lo
prolongado.
Los
soldados legaban a la sala de
operaciones. veces,
en lapsos dn brevescomo 45
minutos
después e haber
sido heridos.
Pero uego,
al
avenze¡a
campana,durante as batallasnocturnas, as
líneasde comunicaciónse hicieron más largas. Los
helicópterosno
podían volar
de noche,
de
modo
que
los
"casevac rcasos
para
evacuación)
e
levaban
a
cabo donde
era
pnsrble-
con las
primeras
uces del
día. Ello
@ía
implicar una
demorade hasta12 horas
en a llegada
de los
hendos
a la.salade operaciones.
A-lgunos
mbaban
ap€nas Jtrrados
un hilo de
vida.
Sin
embargo,
en
una oporrunidad n soldado
legó a
Ajax Bay Ees días
después e haber
sido herido.
Y
sobrevivió.
La roja
y
verde
máquina
de
üda
El día de los desembarcos e San Carlos, una
avan-
zadade a tropamédicaN" I llegó a ierra-para allar un
lugar adecuado
ara
un hospital.
El mejor
que
halló fue
la
vieja planta refrigeradora de Ajax
Bay,
que
hasta
muy
poco
tiempo
antes habla estado
ocupada
por
ovejas. La
planta ue limpiada
y puesta
en
condiciones
para
el
arribo de la
mayor
parte
de los médicos
y
sus
equipos, al día
siguiente. Para enfatizar
el hecho
de
que
el
hospital de campaña
de Ajax
Bay
era
nstalación
conjunta
de os
paracaidistas
e boina
roja
y los infan-
tes de Marina de
boina verde, el comandante
olly
hizo
pintar
en
la
puerta la
siguiente
leyenda:
"La
roja
y
verde máquina
de vida".
Durante ese
mismo día
21 de mayo
las
primeras
bajas de
HMS Ardent
y
de los
helicópteros
Gazelle
derribadosen Fanning Head fueron atendidospor los
equipos
de Rick Jolly
a bordo
del Canberra.
Peroesa
noche se decidió
que
los dos
grandes
ex buques
de
pasajeros,
Canberra
y
Norland,
eran
demasiado
vul-
ner¿ibles
debían
ser alejados
nmediatamente.
Los
equiposde médicos
de a bordo
tuvieron
solamente
un
lapsb de tres horas
para desembarcar
establecerse
n
Ajax Bay, lo
que
concretaron
oco
antes
el amanecer
del
22 de mayo.
Comparativamente.
hubo
pocas
bajas durante
los
primeros
días de
ia campaña,e
inicialmente
provinie-
ron de un choque
azul
confia azul",
el
23 de mayo,
cuando el 3" de
paracaidistas
uvo heridos
de bala
al
hacerse uego sus hombres entre sí. Ese mismo día,
algo
más tarde,
el
HMS Antelope
recibió
impactos
de
bombas
y
muchas
masbajas
legaron
al hospital.
Pade-
cíande oda una
variedadde heridas,
en
su
mayor
parte
290
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uemaduras,
todo el sistemasanitario
ue sometidoa
ura prueta.
La cirugía
de campaña
iene un objetivo básico:
salvar vidas
aún bajo las
condicionesmás
difíciles
maginables.
Y
sus exigenciassólo
son
ligeramente
e as
de a cirugía
civil. Las heridas e
bala,
ejemplo,
a la inversa
de otras aceraciones,
deben
er
cerradas nmediatamente.
Eso puede
conducir
a
la
supuración
de la herida
al no disponersede una
segun-
da oportunidad para
remover
tejidos muertos.
Otro
ejemplo
es a anestesia.
Paramantener
un ritmo eleva--
do de
atenciónde casos
quirúrgicos,
se empleaba
el
raro anestésico
Ketamine
porque
os
pacientes
volvían
en
sí rápidamente
espués e la
operación,conjunta-
mente
con un
poco
de Diazepam para
tranquilizarlos
durante
su súbita recuperación.
Algunos
disfrutaban
tanto
del Diazepamque
despertaban
antando ancio-
nes
deportivas.
Durante a
parte
nicial
de las acciones
militares,
el
de esiones ambiópoco heridas de bala,que-
"pie
de trinchera"-. Todasellas
podían
ser
tendidas on as imitadas nstalaciones e Ajax Bay.
uego legaron as bombas.
Un equipo de desarme
de bombasde la
Real Fuerza
\érea
RAF)
examinaba quellas
ue no explotaban,
ero
habla un
tipo
especial de ellas
que podía
ser
quipado
con una espoletade
retardo de 36 horas,
y
no
abía
orma
de determinar
si
estaban
armadaso
no. El
omandante
olly ordenó
que
sealejaran
os equiposde
rédicos
de donde caían bombas, hacia dentro
del área
e recepcióndel
hospital.Ello
redujo el espacio
para
.peraciones
n un cincuenta
por
ciento.
Paraeseen-
Lrnces,
l 2"de
paracaidistas
staba tacando radodel
Goose
Green)
y
las
bajas
comenzaban llegar
y
en cantidad.
El
hospital ue reinstalado ontra un trasfondo
de
fusileía
y
asimismo legó
a esrar
bajo el fuego.
El
mayorJowitthalló
una
granad
de mortero
sin
explotar
enterrada n el fondo
de su
tnnchera
Los
médicoshallaronque
a
únrca orma
de
enfren-
tar os
ataques éreos ra
snorarlos.
No
habíacruces
rojas
en
el
techo del hospital.
El
edificio
estabaen
medio
del áreade mantenimien to
e a
brigada,por
o
que
pintar
cruces ojas
en
el techohubiera
violado la
Convención e
Ginebra.
Al
aumentar
a violencia
de la batalla
por
Goose
Green también
creció
el número de
heridos de
los
británicos,
causadas
or
la metralla
y
las minas.
y
también la cantidad de argentinos entre
los heridos.
Comenzó
a escaseara sangre.En el viaje haciael sur
se habían
registrado
donaciones de
soldados
y
man-
nos. Pero
as instalaciones
ara
almacenaje
n tierra
Tod.avez que
era
posible
t
¡ras i¿
primera
cura, Ios
casos
de
heridos
de
guerra
eran
etacuados
al barco hospital mós
cercano
Allí se disponía de matores
elementos
I
t .
.r;ü.
*
*
-:
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La
primera
cura efectuada
en
el
mismo
frente
de banlla.
Apenas
era
posible,
los caldos
eran
evacuados -por helicóptero si
lnbla
üsponible-
hasta
el
hospital
de sangre
más
cercano.
eran
pobres, y
se decidió
que
solamente se iban
a
desembarcar
nos
40 litros
de
os
tipos
A
y
0,
de ambos
factores
Rh. Esa sangre se almacenó en el
refrigerador
de
vinos del Norland. Luego las
bolsitas de
sangre
fueron
llevadas a tierra en contenedores
de
material
aislante,
os
que
manteníanaproximadamente
a
tem-
peratura
apropiada de
conservación durante
algún
tiempo. Perocon
a batalla de
Goose
Green
as
existen-
cias comenzaron
a mennar de modo
que
se tomó
san-
gre de cualquiera que pudiera dar, pero también eso
demostró
ser insuficiente.
Se
pidió
a los
prisioneros
argentinos
que
donaran,
pero
el
oficial
de mayor
gra-
duación
prcsente
recbazó
el
pedido,
en la creencia de
que
ba a ser usada
solamente
para
os heridos
británi-
cos.
El mayor
Jowitt, bajo cuya
responsabilidad se
hallaba a
recolección de sangre,
condujo a eseoficial
en una
visita
por
todo el hospital
y
le hizo ver
los
cuidados
que
se brindaban
a los
prisioneros
de
guerra,
muchosde
os cualesestaban
gravementeheridos.
Ese
mismo
oficial ordenó entonces
a
los
prisioneros que
t€nían sangrc de
los
grupos
necesitados
que
a donaran,
y
la crisis
se solucionó.
Muchas de las bajas de ambos bandos hubieran
resultado
mortales, si no
hubiera sido
por
la
rápida
atenciónbrindada
en el mismo campo
de
batalla
por
los
enfermeros
y
médicos del
batallón. Por
lo menos Ia
mitad de los
hombres del
2" de
paracaidistas
ntró
en
acción levando
consigo
bolsitas
de
plástico
de
450
cc
de
solución
salina/dextrosa, ara
recuperar os fluidos
perdidos
como
cons€cuencia
de las hemonagias.
La
forma
norrnal de administrar
esa
solución es
por
vía
intravenosa,
pero
el intens.orío lo
tornaba
dificultoso.
.En
muchas
ocasiones l
goteo
sedebió administrarpor
vfa rectal.
Los c'amilleros pronto s€ ganaron reputación de
grandes
rabajadores.En la batalladel Monte
Longdon
desempeñaron na
doble función. A la ida
llevaban
municionesal
frente
y
a a urelta heridos
a retaguardia
y
en
algunos caso6, siguieron haciéndolo
durante 24
extenuantes oras.
La
proporción
de sobrevivientes
era i¡creíblemente
elevada
cercana
al
ciento
por
cieno- una
vez
que
os
heridos llegaban a un
puesto
con instalaciones
para
cirugía. Aunque
ello
habla
bien
a las claras
de la
idoneidad del
personal
médico, también debe tenerse
en
cuenta
que
muchos hombres
murieron antes
de
poder
ser evacuados.
En Vietnam, por
ejem_plo,
onde
había antos helicópteros
disponibles,
el sistema
"ca-
sevac"
era
increíblemente
eficiente
pero posterior-
mente muchos heridos morían en los hospitales
del
ejército
norteamericano,.
orque
sus
heridas eran tan
graves
que
no es restabaesperanzalgoo". toa
timila-
ies de l¡s Malvinas murieron antes del "casevac"
y
susdecesos ueron acelerados
or
el
frío
y
la humedad.
El
frío
fue siempre un
problema.
Frecuentemente
los hombres
tenían
que
ser
calentados
antes de operar-
los. Ello
se
conseguia ntroduciendo al herido en una
bolsa de dormir bien seca o envolviéndolo
en una
manta espacial aluminizada
y
rodeado de bolsitas
va-
cías de suero salino lenas de aguacalientelos
fluidos
que
debían administra¡se también tenían
que
serpor
lo
menosentibiados.El métódoempleadoera hacerpasar
el tubo a través Ceuna lata de conserva
lena de agua
caliente. A
veces el
personal
médico entibiaba
las
bolsitas
de suero manteniéndolascontra
sus
propios
cuerpos.
Las
peoresheridas
de
la
guerra
as
padeció un
gurk-
gurkha,
que
recibió
lesionesen as
piemas,
a espalda,
el
pecho,
los brazos
y
la cabeza.
Contra
todas
las
probabilidades,
sobrevivió.
Pero
más afortunado
aúr¡
fue un
joven
conscripto argentino
de
18
anos,hallado
por
una
partida
de
sepultureros
el 2" de
paracaidistas.
Habíapermanecido
urante res
díasen
el fondo de una
trinchera, con heridas en
un muslo
y
la
cara.
Los
hombres o recogieron
para
sepultarlo,
cuando
súbita-
mentesemovió. Después eseratendidoen Ajax Bay,
fue
repatriado.
Otro
incidente
notable ocurrió
con un
oficial de
paracaidistas
ravemente erido, a
quien por
error
se e
administraron
res
dosis de morhna
antes
de llegar
al
hospital de Ajax
Bay. Eso hubiera
debido
bastar
para
matarlo,
pero
el frío
evitó
que
su sistema
espiratorio
experimentaraun
colapso total.
En el
intenso
frío de
las Malvinas. su cuerpo
simplemente
no
pudo
absorber
mucha
morfina.
La
atención de
pacientesen
Ajax Bay
se mantenía,
sostenidamente,
lrededorde
los 30
por
día:
€
-"*-\
292
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Paracaidistas
n'.
t-
El
Regimiento
de
Paracaidistas
data
recién
de
I94O
Y
se
cuenta
entre
lns
formaciones
mós
Presti-
giosas
dcl
ejército
britónico'
I'a
'nrimera
unidad
de
Paracaidistas
'fue
creada
con
370
hombres
del
2'
Comando
que siguieron
un
curso
completo
de
Paracaidismo'
Los
ba'
nllones
2'
Y
3'
dc
Paracaüistas
fue
onfor
mado
s
c
on
vo
untario
s e
n
I 94
y
al
año
siguiente
el
regimien-
to fui oficialmente
inscriPto
en
la
I¡rto
d"
unidad'es
de
infantería
de
línea.
Este
mismo
ejército
vio
la
aparición
de
la
boirw
roia
--o
mó.s
precisamente
olor
amaranto-Y
de
'un
mote,
los
"diablos
roios"
'
Die
una
ola
de
aviones
de
transPorte
tenla
Pocas
oPorrunidades
de atra'
vesar
utta
defensa
hntiaérea
mo-
mo
unidades
de
infantería
de
Prt-
mcralínea.
Durante
este
iempo
os
batallones
de
fuerzas
regulnres
se
alternaron
entre
eI
IJIster
¡-
l'a
5'
Brigada'
óurorr" la cuestióndel canal de
Suez
en
1956
el
3"
de
Paracaidistas
saltó
Para
aPoderarse
del
aero-
pr"rri
d"
Port
Said,
donde
se
le
reunió
el
2"
de
Paracaidistos
que
provenía
de
ChiPre
Por
.mar'
Lue'
go,
los
tres
batallones
iieron
em-
.:'$-::
Rote
T
eufeln
Para
los
alemane
que
Ios
enfrentaron
en
eroces
comba-
tes
enTúnez.
(Jnicamente
n
eI
tea-
tro
euroPeo
sus
Pérdidas
se
eleva'
ron,
en
tres
años
de
oPeraciones'
a
3
-O92
muertos
Y
5
.886
heridos
La
defensa
del
Puente
de
Arnhem
hizo
céIebre
al
2'
Batallón
de
Paracai-
distas,
que no
ue
sin
embargo
uno
de los res batallones, sobre un to-
tal
de
18,
que sobrevivieron
a
Ia
desmovilización.
Los
tres
batallones
actuales
da-
tan
de
1948:
el
416',
el
5"
(escocés)
y el
7
fueron
reagruPados
en
eI
seno
de
la
lÚ
Brigada
de
Paracai-
distas
Poco
desPués
cantonados
en
Aldershot.
Pero
en
1977,
lafor-
mación
resultó
víctima,
así
como
sus
unidades
esPeciales
e aPoYo'
de
estrictos
ecortes
de
presupues-
to.
A
partir
del
I de
enero
de
1982
'
dos
batallones
de
Paracaidistas
fueron a reforzar Ia 5" Brigada de
Infantería
Y
un
tercero
quedó
des-
tacado
permanentemenrc
en
el
U ster.
Su
transferencia
a
la
5'
Brigada
permitió
a
los
paracaidistas
reco-
brar
su
tradicional
función
aero'
transporta.dn.
'a
brigada
tenía
vo-
,orión
pora ser
utiliza¿a
0n
los
es'
cenario
s de
op
e ac
one
exte
ior
es
t
los
dos
batallones
de
paracaidis-
¡as
ban
a ser
reforzados
Por
el
I'
Batallón
del
7"
de
Gurkhas'
eI
fa'
moso
"Duke
of
Edinburgh's
Own
Gurkho Riftes"
. En
el
contexto
de
|
¿
OTAN
en efecto,
a
éPoca
dz los
.:.'rotransportados
se
consideraba
,
',rr, ,
uperede, l
considerar
ue
plead.os
en
Aden
Y
Borneo
lcwn-
'oliendo
funciones
de
SAS
en
esta
'ocasíóni
de
1964
a
19ó6'
El
organigrama
de
los
batallo-
nes
d.e
Paracaidistas
es
eI
de
los
batallones
de
infantería:
cuatro
compañías
de
fus
le
os
ca:
ador
es
unadeaPoYoYuia de cuanel gene-
ral.
EI
rasgo
distintivo
más
carar'
terlstico
de
su
equipo
es
el
casc'.
¿¿
paracaidista'
de
acero
en
e'
:c::-
guo modelo
'
de
-ñbra
olos¡;;
¿
¿. '
nuevo,
así
como
5t
cFJilii/¿tu
¿¿
paracaidista
con
e'ós:'.;
c s
e
4
P
2'; t
y
cintura\
un
cIe-¿
i:e
:ret4i;" '¿ ' i
único.
I'os
colore
s
¡t :¡nt¡l
Ú-t
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charteteras
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i
l'-
'; -
tallón.
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ei
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t
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'¿r¿
el
3'
De
los
rre:
Wnliows
de
reser,a
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lÜ
t
j '
el
IU
es
el
único
qu e
d¿scrcni.¿
en
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direc¡a
de
lo :
erarui¿s
aÍreslros
de
la Segund;
Gu¿rra
Yundial
Ei
entrena¡niento
esPecifico
ae '
ronansponado
no
es
tan
InteLTo
como
io
desearía
l-a
maYor
Parte
de
ios
cuadros
;'
de
los
hombres
Pe'c
la
caPacidad
de
l¿nzatntento
t^u'
nntáneo
de
ta
RAF,
un
solo
bo¡a'
llón
por el
mo¡nento,
va
a
ser
6u-
mcntada.
Para
conseguir
el
brete:
de
paracaidista'
el
aspirante
deb'
efectuar
ocho
saltos,
uno
de
ello:
d¿
noche,
J-
entonces
rcndrá
der¿'
cho
a
llevar
sobre
su
hombro
de'¿'
cho
las alas que iden¡i. t ican ;
cuerpo
;
{
i
a
.
"
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 155/185
ta
guena
secreta el
escuadrón
e
incursorc
No fue
sino
ya
avanzada
a
guerra que
entró en acción
el
"tercer
ejército secreto"
briüánico.
PeroelEscuadrónde ncursoresde a Infantería de Marina tuvomuyprontooportunidadde
demmtrar
bqio
et fuego
de
qué
madera estabahecho. Cuatro
de
ellos
vieron sus botes
hundirse bajo
los disparos
del enemigo.
A 350 kilómetros
de
una costa enemiga
bien fuera
del
alcance
del radar-
una sola
fragata de
la
Marina
Real
navega
lentamente, a través
de
una marejada
creciente
y vientos de fuerza 6.
En el
puente
de vuelo
del
buque
siete
hombres,
pesadamente argados,
van
tambaleándose
abordar
un
helicóptero
SeaKing. Seis
de ellos
son obviamente
soldados,
erizados
de armas
y
municiones,
on
las coneasde
sus mochilas
y
bolsos
mordiéndoles
los hombros. El
séptimo
se
parece
al
muñecode a Michelin, envueltoen muchascapasde
ropa
y
recubierto
con un traje
mpermeable
para nmer-
sión, leva
además
n casco
y
antiparras
e esquiador
levantadas
obre
a frente.
Es el último
en
subir
porque
.
será el
primero en descender.
Con
un rugido
que se
pierde
casi
nmediatamente
n
el
viento,el
SeaKing
se ambalea
n
el aire
cuandose
eleva
o sigue
un
gran paquete
plano
que
se hamaca
La
misiónet
trtffi:l::t#,t"1t
l"iii; T.1f:1'#iilil,::i
l:
Escuadrón
e
ncursores
s
ciende de
su altura
de crucero
de
15 metros
a sólo unos
i|'*Tffitr';:I:T"",i ',1#ii;;J._'
"+*i.u
¿" as las.
l
paquete
olpea
l
enemtgas,
i
es
posible,
¡n
,ri"
agua
y flota.
Inmediatamente
el hombre
de la
Michelin
detectado.
se lanza
hacia
él desde
el helicóptero
y,
sujetando
fumemente
la soga,
se
asegurade
que
los
otros seis
desciendan,
ntesde cortarla para
iberar
el bote.
Mo-
viéndose
acia
uno
de sus
extremos, aca
una lave
de
uno
de
sus ncontables
olsillos
y
diez segundos
más
tarde
la noche
resuena
con
el ápagado ugido
de
un
motor
fuera de
borda
de 135 HP.
El Escuadrón
de
incursores
n'
I de la Infanteía
de Marina
ha abierto
su
negocio.
Esta
unidad
es una de las
sobrevivientes
e a
Segunda
Guerra
Mundial,
unto
con
el SAS
y
el SBS.
Hacia los años 40, cuando parecía que el Ejército
brit¡ínico
podía
hacer
pocas
cosas bien, se formaron
una
serie
de
pequeñas
uerzas
autónomas, ue
tenían
todas
como
objetivo golpear
al
enemigoen su
propio
temtorio.
cuando menos
o
esperase. uede
decirse
que
el
Escuadrón
e ataque
urgió
de
os
comandos
el
etército
de la
Sección
e BotesEspeciales,ue
en
realidad
randesprendimientos
el
Servicio éreo
Es-
pecia l
SASt
A bordo
del bote
Su misión cambió
un
poco
en las cuaho décadas
transcurridas
esdesu creación.
Su
tarea
es desembar-
car patrullasy pequeños
rupos
de comandosen costas
enemigas,preferiblemente
sin serdetectados, tilizan-
do
botes nflables
Géminis
y
embarcaciones
e
ibra
de
vidrio
de
seis metros de
eslora.
Sus métodos
son ingeniosos,
os botes rígidos
que
usan son
pequeños,
igeros
e insumergibles.
Puedeser
llevado
debajode un helicóptero navegar 30
nudos
con
su motor fuera de borda o
ser impulsado
por
remos.
Los hombres
que
timonean
los
botes,
los
contra-
maestres,
on
nfantes
de
marina especialmente
elec-
cionados
con
un instinto natural
para
ripular embarca-
ciones y
con una
resistencia al
frío ap¿Irentemente
ilimitada.
Su
principal
misión bélica
es a defensa
e
Noruega, donde en inviemo las tempeiaturaspueden
descender
50
grados
ajo cero
Por
eso
seenvuelven
en vestimentasan abrigadas.
El 2
de abril,
día en
que
estalló
el conflicto,
el
escuadrón
cababa
e regresarde
Noruegb a bordo
del
predestinado
Sir
Galahad'
. Dispusieron
e exacta-
mentedosdías
para
embalar uevamente
usequipos
294
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 156/185
de
pógina:
sus
botes rígidos
ser colocados
bajo un
y
son impulsados
a
o navegan
a
30 nudos por
de
un mofor
fuera
de
También usan botes
.
estar istos
para
salir
hacia el sur.
Llevando 17 botes
rígidos
y
16 Géminis
comenz¿Iron
u extenuante utina
a bordo,
pues
después
e tres duros
mesesen Noruega
las embarcaciones
ecesitaban
er reparadas.
Y
tam-
bién
tenían
a dura tarea
de alcanzar
una óptima condi-
eión
física a bordo
del barco,
sin disponer
de suficiente
espacio
abiefo.
La
inteligencia
era
vital
para
el Escuadrón
de Ata-
que, pues necesitaba
nformación
acerca
de
los argen-
tinos si queía actuareficazmentedetrás
de las líneas
enemigas
los conocimientos
ranescasos.
l SAS
y
el SBS
salieron
adelante
p¿Ira eunir algunos
datos
vitales,
de
manera
al
qüe
cuand
el 2l
de mayo avan-
zatafa
principal fuerza
de
invasión, el escuadrónde
ataque
uviese
una
idea aproximada
de
lo
que
iban a
enfrentar.
Contrariamente
o
que
dicen
os rumores, el escua-
drón
de ataque
no
condujo
al SBS a
tierra
el día de la
invasión; en
realidad estuvieron
llevando
tropas a la
costa
y
luego condujeron
patrullas
del
Comando
45
para
limpiar
de argentinos
dispersos as cercaníasde
Puefo San
Carlos.
Al igual
que
las
otras
unidades de
las uerzas speciales,
l escuadrón
refiere odear
con
un velo de discrecióno quesucedió espués. l oficial
de operaciones,
eniente
Tirn
Chicken,
describesus
actividades
omo
"operaciones
landestinas",
un
tér-
mino inofensivo
que no hace
usticia
al
papel que
desempeñaron
n la campaña.
Llevar una
patrulla
a
tierra en
una costaenemiga
equiere un coraje especial
y
un robusto
estado
ísico. La
técnica
consiste
en
deslizarse baja
velocidaden una caleta
y
luego
dete-
ner el
motor.
A despecho
e su
reticencia,el escuadrón
uvo su
momento
de
gloria,
justo
al
finalizar la campaña.
Cuando
el
2 de Paracaidistas
reparaba
su asalto a la
colina
de a Radio,
a unidad uvo como
misión levar a
cabo un ataque
de distracción
en la rada de
Puerto
Argentino. Fue entoncesque los transpoftaronen la
fragata
y
el
Sea King.
Cuatro
botes, tripulados
por
el sargento
Plym
Buckley, el cabo
Barry Gilbert
y
los
infantes
de marina Bill
Kavanagh
y
Geoff
Nordass,
fueron elegidos
para
desembarcar
a
los
equipos
del
SAS
y
del SBS,
usto
cuandose
desarrollaba l ataque
contra
a colina
de
la Radio.
Todo hubiera
ido
sin
tropiezos,
pero
a medio
camino desde
Puerto William
fueron divisados. El
transporte antiírtico
argentino
"Bahía
Paraíso"
,
que
actuaba
como buque hospital,
enfocó sus reflectoressobre
a
pequeña uerza.
Sin
amilana¡se iguieron
adelante,
ero
se
habíadesvane-
cido toda posibilidad de sorpresa.Tan pronto como.
llegarona
a playa
debieron
oportarun
nten o, ue
go
y
después e un breve
y
violento
iroteo
oma¡on as de
Villadiego. Siemprebajo
una continua luvia de balas
los incursoresse arrastrarona
través del
puerto
hasta
un
punto
(probablemente
entre Bahía Blanco
y
Punta
Penarrow)
donde abandonaron
sus botes
y
se dirigie-
ron
a tierra. Según as
palabras
e
Tim
Chicken
"cua-
ho
de ellos
perdieronsus botes,
pero
slguleroncomo
infantes.
No hubo ninguna diferencia".
Esanochey
el día siguiente os
ncursores
e
mantu-
vieron
ocultos. Deben haber enido una vista
privile-
giada
del 2 de Parcaidistas ntrandoen Puerto Argenti-.
no, pero no fue hasta arde en la noche, cuando el
general
Menéndez irmó
la capitulacién,
que
salieron
de sus escondrijos.
Las
pérdidas
el escuad rón ueron
de
por
lo menos
cincobotes,
odosdel ipo rígido.
Cuatro ueronalcan-
zados
en a
radade Puerto
Argentino
y
otro se
perdió
en
extraordinarias
ircunstancias
n SanCarlos:unabom-
tra
sin estailar ue
sacada e un buquede desembarco,
con
cuidado e no inclinarla
e1 adoequivocado. a
bajaron
delicadamente
Lll bcre ísido.
donde ue
apoyada
ontraun
paquete
le
c,¡r.os e
maí2.
Cuando
la pequeña
embarcacrón ':i,.tro
o suflcientemente
lejos del
barco se e ::¡r::t:h.i
a
pcpa
clemadera
arni-
nadaparaque
el
prc,.' t- ' .-ti i
3
desiizase
aciael
agua.
Peroel bote. sigurerdr.a ¡radrcrón el escuadrón, e
negóobst inadament¡
hundrrse.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 157/185
Abajo:
rodeados
por
los
humeantesvestiSiosde
Ia
guerra,
soldados
del 2 de
paracaidistas
avanzan
desde
los cuarteles de
Moody Brook,
eLantiguo
emplazamiento
del
Destacamento
aval 8901.
ta
irrupc¡ón
n
Puerto
Argentino
Con
las alturas
cn
torno
de
Pucrto
Argentino
en manos
de
los
ingles€s
y
las calles
de
la
ciudad llenas de desmoralizadas tropas argentinas, el final estaba a la vista. Cuando
el
fuego
de artillería
comenzó
a
caer
en el
aeropuerto
los briüánicc
s€
prepararon
La situación era ahora
desesperadaparaos
argenti-
qué
costo? El
combate cuerpo a cuerpo
en
las
calles
nos: El 2 de
paracaidistas
se había movido hacia la
produciría
fuertes bajas
en ambos bandos. Y segura-
colinatlelaRadio;el 3deParacaidistassehallabaenel
mente ss
civiles iban a resulta¡ afectados.
Pero as
Monte Longdon; el Comando
42.tenia el Monte
Há-
tropas británicas habían perdido
a muchos de sus
ca-
rriet, el 45 estabaen el cerro Dos
Hermanas.
Los
maradasylarecompensadetodalacampanasehallaba
Guardias
Escoceses se habían asegurado Tumble-
ahora a la vista'
down,
los Gurkhas el Monte William
y
los Guardiat
Los
soldados
argentinos ambién se
preparaban
en
Escoceses
scendían
or
SapperHill.
No había
ningún
las calles
de Puerto Argentino.
Pero
muchos
óvenes
terreno
elevado
que
estuviese
en
manos argentinas.
conscriptos enían dificultades para
alistarseen vista a
Las
tropas del
general
MenéDdezestabanapiñadas
la batalla final._"Cuando
llega
el
momento final uno
en las calles de
Puerto Argentino mismo.
Muchos
siente una crisis total. Todo
el cuepro, incluso los
cohscriptos
argentinos,
que
se habían
etirado
atéridos
músculos
de la cara, se tornan increíblemente
ensos.
y hambrientos ras las penuriasde su estadíaen las Piensoqueunosevuelveunamáquina. osentíestoel
colinas,
veíanporprimeravezdepósitos
epletos
asta
último día
cuandose nos
ordenó
prepararnos ara
el
ql
techo
con alimentos
que
nunca
es habían legado.
combate
cuerpo
a cuerpo. Ese tipo de lucha es real-
La única
posiciónde importanciaestratégica
ue
los
menteduro,
muy difícil. Yo
tenía odo
preparado,
mi
argentinos onservaban ra el aeropuerto.
equipo
isto
y
entréen
esacrisis.Teníamuniciones or
Las uerzas ritánicas
e ortalecían
ara
empujaral
todos
ados. en
mi bolsillo, sobre
el
piso.
Revisémi
enemigo
asta l mar.
Habían enido an ejos
y
habÍan
FAI
a cada ato
Era una crisis ncieíble.
Aún ahora,.
hecho
anto
que
no dudaban
que podían omar
Puerto
cuando e
cuentoesto.
me sube a temperatura.Mire
Argentino
prácticamente
uando
quisieran.
Pero.
¿a
mis manos.
eSán transpirando
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 158/185
del 2 de
se desplazan
las calles de Puerto
del
ha
sacado as cintas de
de su ametralladora
y
se
puso
en bandolera.
Un
infante de marina
cubre detrás
de
un
Panhard
AML 90. Esos autos
ueron
capturados
casi sin que hubiesen
La may'oía de nosotros
nos
encontrábamos
n un
estadomu]. raro LrtrLrscruaban asi ncoherentemen-
te. En aquel momenro
un tipo
de edad,
un mayor,
comenzó
caminaralrededor e a mesa on as manos
en osbolsil los nm€dio
de
e:eabsoluto
ilencio.
Cada
uno pasaba or
esto
a
su
manera.
haciendo
rente a su
propia
crisis:
p€ro
os pa-ios el ipo
producían
n
eco
a
travésde la habrn.-r.in ac. tac, tac, tac. Si uno se
quedaba
mirando a escena e
volvía
oco".
Mientras anto. el I de Paracaidistasbservabamo-
vimientosen Puertla{rgentinodesde usposiciones n
la
Colinade
a
Radrr. Estaban nsiosos
or presionÍry
ser os
primerLls
n enrar en a ciudad.
Sentían
ue
era
esto o
que
es .LrresFlondía.
ero
antesde
que
fueran
autonzadLrs mo\
er-\e. l brigadier
Julian
Thompson,
comandante e la Bngada
3 insistió en
venir
al frente
en helictipte ¡Lr ara
\er
por
sí mismo las
posiciones.
Orden
de
avanzar
Al lleear
Thompson
dio la
luz
verde
al
teniente
c-rrron€i
ar d
Chaundler.
La orden
de avanz¿¡r
ue
rmpanrda
a las
13
y
la compañía
B descendió
de
la
Ct¡lina
de a
Radio,
a ravés
de Moody
Brook,
pasópor
lasruinasdel
antiguo
cuarteldel
destacamento
aval
8901
la
guamición
nglesa e
Malvinas
y
siguió hacia
el terreno
elevado
del otro lado
del valle.
Los
Blues y
Royals
se movieron
a lo largo
de las
colinaspara
dar cobertura
de fuego
si fuesenecesario
y
la
compañía
A, seguidapor
la
D
y
la
C, se dirigió
a
Puerto
Arsentino.
Los
argántinos
os vieron
venir
pero
su
reacción
ue
confusa. Los
muchachos
e
la compañía
que
había
estado
en Moody
Brook
habían
vista
a los
ingleses
descendiendo
a
colina, gritando
y
auilando
corio
lo-
cos",
dijo
un
soldado.
Parecía
que
el comandante
e
mi
compañía
no
quería
retirarse.
Deseabapelear
hasta
el último cartucho.Comprendo que había bastante
confusión
en
esos
momentos
y
en
muchos
casos la
decisión
de retirarse
se hallaba
en manos
de los
oficia-
29'7
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 159/185
Arriba: rostros sonrientes
del
Comando
45
cuando entran en
Puerlo Arpentino
al culminar
la
dura campana.
Nótese
como el
primer
hombre
carqa
en sus
brazos
la
ametralladora
liviana, Io
que
le permite
transportarla
durante
ldrgas distancias
También lleva
una mochila
deportiva
civil.
les de cada
compañía.
Ese
capitán
quería
esistir, pero
en un momento determinado
tropas del
Batallón
de
Infantería de Marina 5
pasaron
por Moody
Brook.
Habían uchado heroicamenteen uno de los frentesy
estabanmuy bien equipados
y
entrenados,
ero
al final
ellos también uv ieron
que
retir¿use.
uando
vieron
a
los chicos de mi
compañía
que permanecían
allí dije-
ron:
'Qué
estánhaciendo
odavíaaquí?
Nosotros
so-
mos un batallón completo
y
nos
estamos
retirando
porque
a lucha
prácticamente
ha
terminado
y
ustedes
chiflados
quierenpresentar
ombate.
Vamos
ellos son
miles,
vienen gritando
con
tda su alma...'
"
Para
entonces había soldados ingleses
por
todos
lados. Habían desaparecido
as ba4derasargentinas
y
las británicas
a
estaban
lameando,
me sentí
muy
mal
en
ese momento,
muy desmoralizado. asóun
grupo
de soldados
ngleses
nos dijo
¡Hola
Vestíanequipos
completamente mpermeablescon botas de goma.
Nuestros
vehículos
Panha¡d
que
se habían
retiiado
a
una
calle estaban la vuelta
de la residencia el
sene-
298
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
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Izquierda: dos
infantes
de
marina
fraternizan
con los
habitantes
unto
a la
comisaría,
dañada
por
el
ataque de
un helícópterc
solitario
el día anterior.
Abajo:
un
paracaidista sa"e
del caos
de uno
de los
depósitos
de
alimentos
,
en
Puerto
Argentino.
ral. Y un montón de soldados británicos los estaban
virtualmentedesmantelando,
levándose
iezas
como
recuerdos.Me
quedé
paralizado
mirándolos
y
comen-
cé a sentir realmente odio. No me
gustaba
lo
que
estaban
aciendo,
eso
era
parte
de nuestroequipamien-
to
y
lo estabandestruyendo.Entonces
raté de calmar-
me
y
pensé:
No importa, son o mismo
que
nosotros,
a ellos los
trajeron aquí de Ia misma manera".
Cuando
el teniente coronel Hew Pike del 3 de
Pa¡a-
caidistasdaba instrucciones
esa noche en el Monte
Longdon
para
un
ataque
contra
Moody Brook, oyeron
por
a radio
que
el 2
ya
había
pasadopor
allí.
Esto rritó
al resto
de las tropas, pues
el 2
estaba
desobedecien-
do órdenes
de nuevo".
Tan pronto
como
a Compañía
A del 2 de Pa¡acaidis-
tas
legó
al hipódromo
de Puerto
Argentino se sacaron
Ios cascos
se
pusieron
a boinas.
Los
paracaidistas
entraron
n
a
ciudad
y
tenían
un
gran
orgullo en ser as
primeras
tropas
británicas que
lo hacían
desde
que
comenzó
a ocupación
arsentina.
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ü¡{rntntfffiür.
*
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Los
vehículos
e los Blues r
Rovalsse
movieron
desdea Colinade a Radio
1
añadieronn igero oque
de segunda
uerra
mundiala a
escena.
ientras
rans-
portaban
paracaidistas or
la carretera Robin lnnes-
Ken
sacó a insignia
con
los
magnÍf-rctcolores el
regimiento
la izó
en
a antena
e su
ranque
Scor-
pion".
Alto en el hipódromo
Cuandose
preparaban
ara
entrar
a Puentr
\rs:n::-
no llegó a ordende
no
pasar
del hipódromur
L3 ::2.-r
era
que
los argentinos abían
nformado
que
e.::r=r.
preparados ara
negociar
una rendición
Esta
l-;:
,=
culminaciónde
una campaña e acción
srcológ:.-a
e
cuatrodías, levadaa
cabo
por
el coronel
}like
Rt =
del SAS
y
el capitán
Rod Bell, un oficial
de
infante::¿
de
marina
que
hablabaespañol.
Habían
habládo
pr.r
radio con el hospital
de Puerto Argentino
desde
e
buque
'Fearless"
y poco
antes e
as I 3 se aslada¡on
en
helicóptero
unto
con
un operador
para reunirse
con
el
general
Menendez
y
su estado mayor.
Mientras
se
llevabana cabo esasconversaciones
e les
ordenó
a
todas as unidadesdetenersedonde se encontr'¿Iban
Los hombres del 2 de
Paracaidistasentra¡on
en el
hipódromocon sus
equipos
completos
y
esperaron
allí
Pero
con ellos se encontraba l
periodistaMax
Has-
tings,
quien
nformaba obre a
guerra
al
"Standard"
¡
al
"Daily
Express",
quien
no seencontraba ujeto
a a
disciplinamilitar. Y la
perspectiva
e una exclusiva
e
resultó
rresistible.Dejó su'mochila
y
se sacó
a cha-
quetilla
camuflada
ara eafirmar
sucondición
de cir
il
y
vistiendo
un anorak
y
llevando
un bastón entró
en
la
ciudad,como un hombrede
campo
que
hubiese alido
a dar un paseo.
"Justo
más allá de la curva se hallaba un
gran
edificioque eníaun nvernadero l frentey súbitamen
te, recordando
otografías,
me di
cuentade
que
era
a
residencia
del
gobernador",
dijo.
"Los
alrededores
estaban
lenosde fortines,pero
no
pude ver
si
estabar.
ocupados
no. Sintiéndome
n
poco
onto
me deture.
sonreíhacia
esas onstrucciones,evanté as manos
1
esperéa ver
qué
sucedía".
No
pasó
nada.Hastings
ma¡chócamino
abajo.
pas.-
junto
a un
grupo
de soldados
rgentinos
quienes es
dio un alegre
Buenos
días "
Más lejos
se
eDCon'rt¡
con unos
kelpers
quienes
o enviaronhacia un oi-i.:.1
que
se enc'ontraba
n la
entrada del edificio
je
l¿
administración
se
presentó
omo
perigdista
del
"T.-
mes", pues
creía
que
era
el único diario bnrárl.-,:
e.
que habíanoído hablar os argentinos.
Para os
600 civiles
que
habían ecidido
per:::rjt-.i:
en
Puerto
Argentino
después
de la rnvasión.
r-rr-:¡:
terminó a
lucha el
alivio se hallabamezciaJ.- r.
-:
completo
gotamiento.
as semanas e cruis:.:,r :,¡-
bían
dejado nevitablemente
a ciudad er. ::-::-i
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¡¡¡
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¡
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*
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izquierda: C/ Uganda
de su
acondic otamie nto
pare
ce
para
cumplir su
Recibió
a bordo
a
de het'idos de ambos
Protegido por la
Ginebra
y
por
cruces rojas, se
ganó
el
de
"Mamá
Sus
"pollitos"
eran
Hecla
(ambos
a la derechn,
en
argentinos
v
y
tlerald
abajo,
or
el
La sala
de terapra ntensiva e nstalóen el Salón
de
Fumar, las
quemaduras
ran
tratadasen la Sala
de
Música
y
los
locales
del buque eran utilizados
para
radiografías,
mientras
que
el bar
era
ocupado
por
la
unidadde
patología.
En el
pico
de
la campaña,
el Uganda
recibió 159
heridosen
cuatrohoras
y
trató a 150argentinos. stos
hombres
ueron trasladados
l buque hospital argenti-
no Bahía
Parüíso
qoe
se eunió c,on l U
gandalos
días
4, l0 y l6 de unio. También ransfirióalgunos eridos
al rompehielos
Almirante rízar.
Según
a Convención
de Ginebra,cualquier
herido
que
fuera tratado a bordo del Uganda no
podía
ser
vuelto
a emple¿r n
operaciones
n as
Malvinas.
Esto
quería
decir
que
algunoshombres
que
se ecuperaban
borde del
buque, donde,
por
ejemplo, un
poco
de
cuidados calor curaban ápidamente l
"pie
de
trin-
chera",
ya
no podíanvolver
a a accióncon susunida-
desen tierra.
Una
vez
que
cesaron
os combates el Uganda
vol-
vió a
su antiguo
papel al recibir
como hué-spedes
92
niñosmalvinenses l día
l0 de
ulio.
Tres días
desprÉs
dejó de actuar
como buque-hospital
y
sus cruces
rojas
fueron borradas.
Los días 15
y
ló de
ulio
embargó a
los
gurkhas y partió
de
regreso a Puerto
William.
Durante a campaña
ecorrio 26.150 millas,
trató a
730
pacientesy
llevó a cabo 504 operaciones
en sus
quirófanos
mprovisados. En su
viaje de retorno, ade-
másde los gurkhas, transportó a los miembros del 16
Field Ambulance
(Ambulancia
de Campana)
del Cuer-
po Médico del
Ejército.
lncluyendo los últimos helicópteros
que
aterizaron
a bordo, cargados
onperiodistas
y
funcionarios, en
su
aproximación
final a Southampton, el Uganda
tuvo
que
atendermás de un millar de helicópteros
durante
toda a campaña.
El 25 de setiembre el Uganda volvió a su antigua
ocupaciónde crucerosde
placer.
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Los
fusileros
gurkhas
El
primer
batallón
del 7" Re-
gimiento
de
Fusileros Gurkhas,
que
combatió
en las
Islas Mal-
vinas,
forma
parte de la Briga-
da de Gurkhas,
unidad
que par-
ticipó en muchos
combates co-
mo parte del ejército colonial
britónico de
la India, así como
en las
dos
gueruas
mundiales,
adquiriendo sus
hombres
repu-
tación de valientes.
Su histor ia comíenza
en
I814;
cuando
elteniente
Frede'
rick Young
reclutó una
partida
de
guerreros gurkhas
entre
los
rudos montañeses del Nepal.
Entre
Las dos
guerras
mun-
diales, el 7' Regimiento entró
en
actividad en Afghanistón y
en
la célebre
"Frontera
del
No-
roeste"
de Ia India. Fue
enton-
ces cuando
un cierto
coronel
Slim
(elfuturo
mariscal
Slim de
Birmania),
fue
nombrado
co-
mandante del 2-7 de gurkhas,
que
participó
en las
operacio-
nes
en
Irak
de
mayo de 194
)
en
la
ocupación
de lrón
y
comba-
t ió
encarnizad,amente
como
parte
de
la
4'
División
India
durante
el sitio
de Tobruk,
en
junio
de 1941
.
El
batallón
fue
reconstituido
por
tercera vez para participar
en
el largo
ascenso por
Ia pe-
nínsula
itólica.
Las menciones
de
honor
se acumularon
des-
pués
de Montecassino,
Monte
Grillo y la ruptura de Ia "Línea
Gótica".
Antes
de
regresar
a la India,
en
diciembre
de
1945
eI2-7
fue
brevemente
movilizado
contra
la insurrección
prosoviética
en
Grecia.
El l-7
1t
el 3-7
(formado
en
1940),
se
encontraban
desple-
gados
en lafrontera
entraThai-
landia y
Birmania
durante
la
invasión
japonesa.de
194 1.
Tras
haber protagonizado
sin
respiro
acciones
de
retaguar-
dia, se hicieron masacrar
in -
tentando
cruzar
eI Sittang.
Los
sobrevivientes
fueron
reagru-
-i
:* .
pc;dL1:
en una sola
unidad, in-
cL,rr'trdclo a
la
l7:
División In-
dt¿ L., ,
^puso
unafirme
resis-
tencii ,;
.,:, argo
de la
ruta
de
Impr;. Jrrante
todo el año
191-?
..
¿i¿b., .
la ú[t imaofensi-
|a
JAPa'n¿:;
€.:re
marzo
y
JU0IO
de 1911 E.
)-- se encontró
de
nue\
o
c.¡
--; l¡--;
ie la
ofensiva
de rect tn¿i: : : -
t1€
Birmania
desde e
n¿,- ; .
--rJ- '-
Al
- ltna,
, ;¿ : ), ¿:tndaGue-
rra,VLtnd:-
.
|
¿' : : io
de la
I ndia con,i ', ' . . ,
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-
i ' . ' :a taL
one
de
gurkli; :
C
cia dt
. : ,
::
e le?1, ; , - , , ' . : -
- . ;¿penden-
-=
. : . - . : , i l lones
-:r,auenIa
-
-;
. .L¿' 'o
ES -
u€r/ ' r .
- ;a-:.- .- :
lar ,7,-
F
:t ' -
t4 i¿ / . :
< - ' .*- . -
, . . - . ;
-¿i ir(¡
f€gt-
:
-: :
' . res
cada
.
-
.fr .Li .r
la
Bri-
-.-
, ; . ¿
érctto
^., . :¿nectó
diez
.- , :
: , -:
,Je
1948 A
:
--..::,-.
durante los
\,'
Cuerpo de Ser-
ercíroGurkha, lue-
g
v
en
Brunei,
donde
:
.,Ja\
a
ment¿ene
guarniciones
3€rmanentes
En 1971, la
br igadafue
re -
ducida a cinco batallones. con
un efectivo
total de 6.700 hom-
bres.
El7" Regimiento
perdió
su
2" Batallón, pero
como
com-
pensación
tuvo
derecho a un
destino
en Gran Bretaña de die-
ciocho
meses, con el honor de
participar
en
la
Guardia de la
Reina.
Desde entonces,
ha y
siempre un
batallón de
gurkhas
estacionado
en
Inglaterra,
cuyo
puesto
de mando estó
si-
tuado
en
Church Crookham,
cerca
de
Aldershot.
Un combatiente
urkha, lleva
eLkukri
(punal)
en el
cinturón
a
.*
f '
3M
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d
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batalla
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FERNANDEZ
REGUERA -
que
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preparación
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\-olumen
I de LA
GUERRA
DE
LAS
MALVINAS
(la
versión
argentina) comunica
a sus ectores
al
público
en
general,que
sólo atenderá
or
vía
postal
cualquierofrecimientode colaboración.
Fotografias
y
Testimonios
,Lri como cualquierotro material
que
seconsidere
e
nterés
para
su
publicación,
podrán
ofrecerse
or
cartaa
: elrra dirección:Av. Ramos
Mejía 1680
CP
1104)
"
piso
oficina
28
Sector
D. Agradecemos
esde
a
su
; .--.bt ación.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 167/185
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s
to1
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Editor: osé
Juan
Fernández
Reguera.
Jefede Redacción: hachoRodríguezMuñoz
Redacción:
uis
María
Maí2,
LuisGarasino
Dani loManzini .
Diagramación:
usto
AntonioSanz.
La
obra completa
e
publ ica
n dos
volúmenes
-:
total izan 0
fascículos
e aoarición
emanalCaoa
fascículo
onsta
de 16
páginas
nterioresmpresas :oc:
color,
on sus
correspondientesubiertas. on el
fascículo
que
completa
cada uno de
los volúmenes e
ponen
a
la venta
as
tapas
para
su
encuadernación
El
editor e
reserva
l derecho e modif icar l orecio
de
venta
del
ascículo
n el
transcurso
e
la obra si
las
circunstanoas
el
mercado
sí o exigieran.
o Ediciones ernández e guera
Argentina)
e
Marshall
Cavendish td.
(Gran
Bretaña)
Prohibida u reproducciónotalo parcialsin autorizació
de
los
editores,
LA
GUERRA E LASMALVINAS
Fotocomposición:
inot ipia
ometa,Chi le
1388. Photo
Lettering
A, Combatede los Pozos4651467.
apital
Federal.
lmpreso
n losTal leres
e
Sociedad
mpresora
Americana,
avardén
57
Capital ,
en
setiembre
de 1986
Distr ibuciónn Capital ederal: . Vidal e H., Carlos
Pel legrinl39
1' '
piso,
of icina
,
tel .393-57.19
392-8020
Distr ibución
n el
interior:
ADYE, venidaBelgrano 55.
9"
oiso,
el 30-1536.
PapelEdi tomat
15
grs. ,
Fábr icaWictel ,Dist r ibuidor
Copagra
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Para
números
trasados
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distr ibuidores a
EDICIONES
ERNANDEZ
EGUERA,
vda.
Ramos
Mejí
1680
CP
1104).
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Sector
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Buenos
Aires
Repúblrca rgentina
Tel .
313-0397
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9900
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of Defence USA.
Cartografía: lejandro Malofiej
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ta
batalla
or
Top Malo
House
ara el
Mounthin
and Arctic
Warfare
Cadre
(Cuerpo
especializado n
guerra
de montaña
I
zohas rticas)de
os
Royal
Marines,
la
guerra
de as Malvinas epresentó
na
qstificacién
total
de suentrenamiento.El sargentoDerek Wilsonrelata a fascinante istoriade un choquedirecto
con un,nrimero
gual
de las fueras especiales
Comandos)
argentinas.
and
Arctic
Cadre es un
grupo
en supemiviencia y
de
guerrilas
en un
hostil. Su especial
a
prueba
Malvinas. en Ia
batal[a
Top Malo
House.
Estuve en operaciones
con el M&AW Cadre en la
campañade las
Malvinas.
Nos incorporamos durante
el
primer
día de
los desembarcos
operamosdurante
todo el despliegue
en equipos
de cuatro
hombres.
Unos
doce días
después,
uno de
nuestrosPO
(Puestos
de
Observación)
ubicó
a un
grupo
de argentinos
que
ocu-
paba
un edificio
denominado
Top Malo
House.
El
efe,
en ese momento el capiüán
Rod Boswell, fue
al co'
mando de la brigada
para
tratar de
conseguir
que
se
rcalizara
un
ataque
aéreo sobre el
lugar,
pero ya
era
muy entrada
a noche
para poder
concretarlo. Cuando
retornó, trazamosun plae parael resto de las secciones
del cuadro
pues
entonges
otalizaban
unos l9 hombres,
para
salir
y
tomar el edificio.
Se
suponía
que
debíamosatacar
con la
primera uz
del día,
pero
finalmente el ataque,se
rodujo
alrededor
de a unade a tarde.Esto
quierddecirque
en
realidad
se
produjo
sólo dos horas despuésdel alba,
ya
que
trabajábamoscon la
hora
GMT
y
no la local.
.
La mañana omenzócon bruma
y
nieve,
por
lo
que
pensamos
ue
estabandadas as condiciones
deales
para
un ataque al amanecer.
Más
tarde
se transformó
en un bello día, de brillantecielo azul
y
una
magra apa
de nieve.Partimosaesode
as 12.30 hs
y
volamoscon
el conductordel
helicóptero.
Conductor"
es a
pala-
bra correcta, ya que seguía fielmente el relieve. Era
sorprendente
er
cómo
podía
hacerlo.
Aterrizamos omo a un K
y
medio
(l;5
km) de Top
--,
-'
I
.--
'--
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"El
ataque.se
cumPlió
de
acue¡do
con
los
librbs de
texto..." La ilustración
muesta
cómo
ue-
EI comando
de la brigada
en
Teal Inlet.
Los
sobrevivienles
argentinos
son
interrogados
por personal de inteligencia.
Malo
House en
un
pliegue
del terreno.
Saltamos
del
helicóptero ara
hundirnoshasta a rodilla
en
a blanda
turba,
que
estaba
emicongelada,
ero
gual
consegui-
mos atravesarla.
Nos
movimos por
tereno realmente
malo por
oúo K
'
medio hasta
el área
de
Top Malo
House.
Nos dividimos entoncesen dos secciones. na de
fuego
y
un
grupo
de asalto. En
la sección de fuego
había un nfle L42
de
francotirador,
dos SLR
(fusiles
automáticos)
rres
Armalites
(fusil
automáticoesta-
dounidense
M- l6). con un total
de seishombres.Tam-
bién habíados
M79
(lanzagranadas)
utilizaron
ocho
"66"
(lanzacohetes
ntitanque iviano)
para
omar el
edificio. Los Armalite,lA2
y
SLR fueron las armas
que
más se
usaron,
pero
los Armalite
no tenían el
suficiente
oder
de detención, on
su municiónde alta
velocidad
calibre
5,56
mm
solíaatravesar
las
perso-
nas en lug¿ude
detenerlas.L,os
SRL
y
L42 en calibre
'7
.62
mm en cambio. los
derribaban.
Tras el reagrupamiento inal,
el
grupo
de
fuego se
dirigió al flanco izquierdo mientras que nosoffos ini-
ciamosun asalto
en
ángulohacia a
derecha. a señal
para que
comenzara
el ataque era una
mini-bengala
verde que
dispararíael
jefe.
El
grupo
de fuego disparó
entonces uatro
"66"
al
edificio, abrió fuego con
as
armas
automáticas
y
lanzó
otro cuatro "66". En este
momento
el
grupo
de
asalto
disparó dos "66" dentro
del edificio,
junto
con
los
lanzagranadasM79
y
las
armasautomáticas.
Había
dos
M79 en
la secciónde fuego
y
oüos
dos en
el
grupo
de asalto,
por
lo
que
el
poder
de fuego era
bastante
devastador.
El ataque se cumplió de acuerdo con los libros de
texto, el grupo de fuego disparabamientrasíbamos al
asalto
en ángulos ectos.
El enemigo salió de
a
casa
y parecía
estar
muy bien
preparado
ya que
el 95
por
ciento tenía
puesto
su
J
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 171/185
odos
levaban sus
¿umas todos
enían
pues-
botas
y
chaquestas. demássalierondisparan-
y
así tuvieron dos hombres
ocados,
uno en la
parte
del
pecho y
otro
en
el bíceps.
El
ataque
pareció
desarrollarsemuy rápidamente.
que parecíamos
hacer
era correr
hacia adelan-
tirarnos cuerpo a tierra para cubrimos, recargar,
arriba, disparando,corriendo en busca
de una
Nos
parecía
que
hacíamos ésto
todo el
tiem-
Nopude ver
a enemigoalguno
porque
odo o
que
era concentrarme
en
tratar de
impactar con las
del M79
en el
edificio. Rodeamos el área,
a
posición y
entonces
os
argentinos se
ante
nuestra
superior
potencia
de
fuego.
Entonces os eorganizamos
n una
posición
defen-
e hicimos os informesde munición
y
bajasantes
centinelas
y
arreglar todo.
Como entonces
o
estabaa cargo de la asistencia
de la sección, tuve
que
hacerme cargo del
Chris Stone, que había recibido un tiro en el
pensamos ue
se rataba
de
esquir-
pero
resultó
ser un
proyectilT
,62
mm
que
atravesó
pecho y
le
rompió la clavícula, había un orificio de
y
dos de salida. La
bala
había resbalado
por
del
pulmón
y
al
parecer
habíacausado
daños
en
Como
tenía
bastante
dolor
le
di una
inyec-
de morf,rna.
Una
vez
estables,
tendía Terry Doyle,
que
estaba
en el brazo. Esta esultó
seruna herida
más
seria
que,
aún ese mismo
día, tuvo
problemas
con el
proyectil
causómucho
daño:
hirió el bíceps,
el brazo
y
una de'las
arterias
principales.
Una
vez
atendidos
os dos.
volví
a mis tareasde
Colguéel M79 del hombro, omé el M-16, lo
-porque
nunca
llevo colgada un afma amartilla-
puse
a
palanca
selectora e
tiro en automático.
el dedosobreel
disparador, e una
manera
ue
si
era herido
soltaría
una ráfagade fuego
automático
para
alertara
los
demás.
El
sargento
Des
Boswell
se hizo c¿ugo on su sec-
ción de
las bajas,
que
fueron evacuadas
acia Teal
Inlet. El
comandante
rgentinohabíamuerto,
víctima
de las
granadas el M79, aunque no tenía una
sola
marcasotireel cuerpo.Escuché,aunqueno pudeverlo
que
su segundo
en el mando salía
y
decía,"¡Eso
fue
fantástico,
ealmente
bien hecho " Pensaba
ue
era
una compañía
a
que
o había
atacado
ero
en realidad
no éramos
más
que
l9 hombres.
Fueron
19 contra 16,
así
que
se
trató de una batalla casi uno a uno.
Realmente
ue
una
victoria
bastante justada
tuvi-
mos, debo
decir,
mucha
suerte
-o
al menos
bastante
suerte- de
salir
bien.
El
volor
real del
otaque
contra Top
Malo Ht¡use no
t)te
Ia destru<'ción
de und
putrullLt
enetnigu, s i t to la
rett¡ let t ir in
de intel igencia Crnno
cualquier
utt idod de
liter:u:
especiales,
el .\l&\\\ C¿dre
es ut i l i :ado
poro
loQrctr
pnsl0t ler(,s
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 172/185
El
atacante olitario
Uno de los
ataques
más
audaces
de
toda
la
guerra
pudo
haber
eliminado
a
Menénllez
y
a su
estado
mayor
de
un solo
golpe.
Para
el
alférez
Ball
fue
casi
un
momento
de
gloria.
Para
la
Task
Force
hubiese
terminado
anticipadamente
la
contienda.
FaIló por
poco,
pero
valío
la
pena
intentarlo.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 173/185
a Ia izquierda: Lo
de
Pueno
Argentíno
del anque
de un
5 del Escuadrón &45.
ASI2 casi
voló
el
Otro
de los
5 del
con los cohetes
El ataque
ue
una
de eüminar
s
el comando argentino
del asalto
Jinal.
En
la
mañana
del 12 de
junio
-mientras
el 3 de
Paracaidistas
oportaba el
mal tiempo
y
el
fuego de
a¡tillería
del
enemigo en
el Monte
Longdon-
se realizÓ
una
de las
más extraordinarias
operaciones
de toda
la
campaña.
Un
solitario helicóptero
Wessex atacó
un
edificio
en
Puerto
Argentino
y
casi ogró
eliminar
toda
la estuctura
de comando
argentino
en
las Malvinas'
Esto comenzó -bastante
predeciblemente- con
las
Fuerzas
Especiales.
Una
patrulla
del
Servicio
Especial
de Botes (SBS) en Puerto Argentino se dio cuenta de
que,
todas
las
mañanas,
se realizaba
una especie
de
conferencia
en el
Town
Hall. La calle
adyacentese
I
hallaba
lena
de
vehículos estacionados.
Parecía
pro-
bable
que Menéndez, Jofre
y
sus estados
mayores
fueseh,
si no
la razón
de la reunión,
por lo menos
concurentes
asiduos.
El SBS
consideró naturalmen-
tF
que
esa
conferencia
diaria
representaba
na
oportu-
nidad
ideal
para
terminar
con toda
la estructura
de
comando
argentina.
La tentación
era
irresistible.
Aunque
se sabe
muy
poco
sobre
lo
que
estaban
haciendo
el SBS
y
el SAS
en el área
de
Puerto
Argenti-
no, es
posible sacar algunas
conclusiones
aproxima-
das.El edificio municipal seencuentrasobre a aveni-
da costanera.
con el frente
en el
lado contrario al
puerto,
sobre
a
calle
principal.
Un
puestode observa-
ción en SapperHill debe haber visto los vehículos
congregados
afuera,
y
otro
en la Colina
de
la Radio
frentea
la Bahía
puedeasimismo
haber
detectado us
idas
y
venidas.Las observaciones
eguramente
e
pro-
longaron
durante
varios
días,
de manera
que
pudo
determinarse
algún
tipo de
rutina
y preparar un
plan.
No
está
laro a
quién
se e
ocunió la
ideade atacar
la municipalidad,
pero
ciertamente
no
fue original
pues
desde
mediados
de la Segunda
Gu€rra
Mundial
audaces omandos
ealizaron
varias intentonas
para
eliminar
al alto mando
del enemigo.
En
1942,a título
póstumo,después e dirigir
una ncursión
que
no tuvo
éxito
contra
el cuartel
general
de
Rommel, en
Africa
del Norte. En 1944, el mayor Otto Skorzeny de la
organización
lemana
Friedenthalcausó
pánico
en el
alto mando
aliadodurante
a batalla
de as
Ardenas; e
n¡moreaba
que planeaba
asesinar
a Eisenhower
en
Versalles.
En realidad
no
tenía intenciones
de hacer
esto,
pero a
amenaza
larmó
anto a os aliados
oue
"
desvelaron
sperando Skorzeny
y
sus comandos.
[,os
precedentes
ran muy claros. como también
a
necesidad
e una acciónsemejante estaaltura
de os
acontecimientos.
l
plan
del
general
Moore
prer
eíaun
ataque
en
tres
ases
contra Puerto Argentino: as
dos
primeras
onsistían
n
una mtpción a nir
el
de
brigada
en as
alfurasdel oeste: a
terceraen
un combate
casa
por
casa
en
la
ciudad misrna.
Si Menéndez
'
su estado
mayor
ueraneliminados se
pensó
entonces-
as uer-
zasargentinasentrarían en colapsoal carecerde todo
comando.
Y cuantoantessucediera sto, anto mejor.
Con
un
poco
de
suerte
podrían
dem¡mbarse antesdel
asalto
final. En
el
peor
de los
casos,
no
estarían
en
condiciones
de ofrecer ningún tipo de resistenciaorga-
nizada.
Posiblemente
un sentimiento
de revancha nfluía en
algunos, pues
dos días
antes una sección
de
"Skyhawks"
había bombardeado
el cuartel
general
de
la 3 brigada
en el
pico
Bluff
Cove.
No habíahabido
bajas,
pero
tanto
el brigadier Thompson como el
mayor
general
Moore se
encontrabanallí en ese
mo-
mento
y
la
posibilidad
de
perderlos
ambosera
nima-
ginable.¿O si?¿Ojopor ojo? nunca o sabremos, ero
el resultado ue la
decisión de atacara la municipa-
lidad.
No sesabeexactamente
uién
organizó a misión del
helicóptero.
Hubiera sido lógico
utilizar un
Harrier
para
lanzar
una
bomba
dirigiáa
por
laser; disparos'de
artillería
o una salva de
cohetes de 68 mm
habían
logrado
también el mismo resultado.
Pero un
Harrier
vuela
rápido,
demasiado ápido
dicen algunos, como
para
tener precisión,
especialmente
con bombas
de
1000 libras. Y
también había
que
tener
en
cuenta la
presencia
de civiles en Puerto
Argentino.
Por a misma
rdz6n tenia
que
descartarse a infiltración de fuerzas
especiales
ara
llevar a cabo un ataque ipo terrorista:
podían
omarse epresalias
ontra a
población.Enton-
ces, tenía
que
ser un helicóptero.
¿Pero
de
qué
tipo?
Levantando el
techo
Tenía
que
usarse n helicóptero on
cohete,
pero no
un
Gazelle
or
serdemlsiado
ulnerable.
Un
Scouto
un
Wasp?Ambos llevan misiles AS
12
)'
son aparatos
ligeros
y
ágiles.Los Wessex5 también
ler an
AS I f
r'
su
elección
sehizo
por
una serie
de tortuosas
azones.
Según
parece
el SBS le dio
la idea a un
oflcial del
Escuadrón eronaval845
que a aprobó
calurosamen-
te. El 845
y
el SBS
prepararon n
plan razonable
' lo
elevarona una erarquíamásalta. al comandode la 3
Brigada
o al titular del Comando
de
Guerra
Anfibia
(COMAW),
Michael Clapp
La niciativa
ue aprobada
'así.
en
a mañana el l2
dejunio, asagotadas
ropas ntánicas
ue
sehallaban
en
la montañaestuvieron
en
primera ila
para ver
un
solitario
Wessex
,
piloteado or el áltérezBall, des-
cendiendo obre
PuertoArgentino.
rasun
vuelo
a baja
alturaa través
de las colinas.
dirigiéndose acia
a
municipalidad.
El
pnmer
ASll
hizo impactoen el
techo
de la comisaría
lo
voló:
el segundo rró,
gol-
peando
nos
postes
e telégrafo cayó en
el
puerto.
No
hubo tiempo
para
más. Cüando
odos os caño-
nes de
Puerto Argentino comenzarona
disparar el
helicóptero ul'ó
haciael refugio de las
montañas.
Fue una
valiente
entativa
que
solamente
odía ha-
cerse
por
única
vez.
Una sola
pasada
obreun blanco
fuertemente efendido no
permite
al
piloto
y
al
que
Cispara eterminar l alcance la
puntería.
-109
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 174/185
Atlantic
Conveyor:
ta
odisea
e
30 días
El 14de abril el buque portacontenedoresAtlantic Conveyarestaba isto para hacersea la mar en
un
astillero de
Liverpool. Treinta días después,
con doce de sus
tripulantes muertos,
yacía
quemado, partido por
la
mitad, en el
fondo
del Atlántico
Sur. Había muchas leccionespara
aprender.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 175/185
después
de 24
horas
el
a bardo
del
A¡Iantic
se
extinguió
Por
sí
Poco
después
de
haber
tomada
esta
foto
el
buque
partió
y
se
hundió.
momentos
máS
elices
el
navega
hacia
el
Sur,
con
las
ilas
de
onlenedoresacluando como
rompevientos
para
las
eronaves
Ya en
su destino,
un
Harrier
se
aproxima
al buque
Y
su
recnsa carSa-
El
25 de mayo,
con
la cabeza
de
playa
firmemente
establecida
en
San Carlos,
llegaron
órdenes
para
el
inmenso
buque
portacontenedores
tlantic C
onveyor.
La
nave debía
dirigirse
al Estrecho
de
San Carlos
para
desembarcar
os helicópteros
Wassex
y
Chinook
que
transportaba.
Lo
que
nadie sabía
era
que
dos aviones
de ataque
SuperEtendardde la Aviación Naval argentinahabían
registrado
l
"blip"
de
una
señal
en
sus
radaies,
que
indicaba
a
presencia e un
buquede
superficiea una
distancia
de
unas 35
millas
(63
km).
Bajo
sus alas
llevaban
dos
de os cadavez
más
escasos
misiles
anti-
buque
AM-39
Exocbt.
Poqferiormente,
se
alegó
que
los
pilotos
habían confundido
la
masa
del Atlantic
Conveyorcon
uno
de
los
portaviones,
pero a esadis-
tancia
lo más
problable
es
que
hayan
disparado
"a
ciegas".
La escena
estaba
preparada
ara una
de
las
más
espectaculares
ragediasde
la
guena.
.
En tiempos
de
paz,
el At ant
c Co
nv
eyo transporta-
ba
una
carga ormidable
cuandoel
comercioera
bueno:
700 contenedores,
90
vehículos
en
sus
cubiertas ara
autos
y
otros 70 remolquesplayos
en
dos
cubiertas
especiales. uando os
ojos del
Ministerio
de
Defensa
cayeron sobre é1, vieron un buque mercantecon un
inusual
porte
bruto
de 14.946 oneladas,
on una
capa-
cidad
combinada
de bodega profunda y
tipo
"roll-
off",
con una rampa a popa para
acceder
a las
dos
cubiertaspara vehículos.
También
tenía
upa extensa
cubierta
superior
para
levar
contenedores,
bajo las
circunstancias,
viones.
Existía
otra
particularidad
n el Atlantic
Convevor.
vívidamente ecordada espués
or
el
hombre
que
uvo
a cargo su conversión.Las
planchas
de madera
que
cubríanambascubiertas
ara
autosestaban.
uego
de
varias
ravesías ceánicas,mpregnadas el aceitede
los
vehícul<ls. ra
una
mezcla
altamente
ombustible.
La decisiónde tomar os buquesmercantes tlantic
Conveyor
y
Atlantic Causev'a)'para
eforzar
a flota
auxiliar
fue tomada elativamente arde. No fue
sino
hasta l
I
3 de
abril,una
semana media
espués
e as
primerasórdenes e movilización,
que
el CapitánMi-
chel
Layard supo de su nombramiento
omo Oficial
Naval
Superior
a bordo
d,el
a
nt
c Cont'
et'o .
Su
area
consistía
nsupervisar
u
conversión
ransporte
uxi-
l iar
y portaeronaves,
estar istopara
na\egar
al
surel
25
de
abril.
El l5
de abril
el
capitán ayard
seencontró on'el
patrón
del Atlantic'Conve yor,
apitán an \orth
co -
nocido
por
todos
como capitánBirdse¡e
(o-¡o
e
pá¡a-
ro,
por
asmanchas
nsu
piel)- para
discutir l asunto
Mientrasel buquenavegaba acia a BaseNaral de
Devonport,
el equipo de diseño
ya
estaba
a bordo.
midiendoy
comprobando l
espesor
e los
pilares
A
pesar
de
su
inmensa
capacidad
¿podría
el Atlantic
Conveyor levar
oda
a
carga
que
debíaser rasladada
al sur?
Los
tiposde
aeronave
ue
se
equería levara
ncluía
todos los helicópteros
utilizados
por
el Ejército.
la
Armada
y
la Real
Fuerza Aérea,
pero
a necesidad
e
llevar
avionesHarrier
y
helicópteros
hinook
plantea-
ba serios roblemas.
stas
randes
máquinasmplica-
ban una
gran
carga en el aterrizaje,
así
como
para
mantenerlosnmóviles
sobrecubiertadurante os roli-
dos del
barco,
pero finalmente
as
pruebas
demostra-
ron
que
la cubieita
soportaría a carga.
Cubierta
de helicópteros
Si
se
apilaban uatrocontenedoresn cada
adtrde a
cubierta
uperior,se ograbaun eficaz ompe-r
entos
Los aviones
y
helicópteros
debíanestacionarre
n el
extremo rasero e a cubierta,
cerca
del
puente.
dejan-
do el iírea obre as compuertas,nmediatamentee: -
pués
del rompeolas, omo sitio de aterrizarePt¡Ste-
riormente, sta
disposición
ue inrertida cuander
os
diseñadoresonvirtieron su
gemelo
el {¡1c; r:. ' it .¡rr-
seway. n ese uque eprover'ó Ioshelictipl.r i-Se a
King con
un hangarapropiadoutilizandrr
pilncha:
l ivianas
omo
"techo"
sobre os conteneCore: ste
simple hangar rrirabaa
popa
r
el áree Je aterriza_1e
estaba bicada delante el
puente
Las
modificaciones
structuralesuertrn elatrra-
mente
imples,
ero ambiénrr rreiii. inrra 'Lrmodar
un centenar e hombresdei \¿ra, Panr
rrrupo
de
Marines). llos
seocuparíen
el
nlant*nrmieto de os
aviones
n
su caminoal .:r
r
se
heri¡n
'-arqo
de las
comunicacion€s
tr r
) r te, : :3
- ' rn
: .
e- . ¡u ip(r
\pecia l
incorporadon Deron¡.n .\ i
l:tr.;ipllr
re
pensó
ti l i-
zarcabinas
trnátr1es.
e: .C-a¡uése
r
io
que
el buque
tenía ugarsuirclente .r ¡¡rl¡rhatría abinas e más
para on\.enirles
n Jrrn.riJtrriSoiicinas.sino
que
el
espacio
ermrtÍ.r
nr.:rr Lrsamastrosriplesde a Ar-
mada in alect¡r
rrs spaciosa dedicados
a
tripula-
crón
La urgencia
bsoluta el trabajo la necesidad
e
uti l izarcualquier
material
ue
se consiguieralevó
el
ingenio eDer
onporta su ímitemáximo.
Un
grupo
de
-15
ombres
el
Comando
Naval
se
unió
a
a
ripulación
de a marinamercante
n
a
tarea e
preparar
l buque.
haciéndose
argo
de
puntos
alescomo el centrode
comunicaciones,
lba;tecimientos,as
dos
cubiertas
de
vuelo,
el equipode eparación
edaños n combatc
y
hasta
e a avandería. os l3
hombres elequipo
e
raparacionesn combate ran esponsablesambiénde
las tareas
e reabastecimient o
n
el mar. control de
daños,
eabasteciniientoe
avionese
ingeniería e
vuelo.
Además
de los arreglos
para
ransportar
viones.cl
buque
debía uncionar como
transporte
del E¡ércittr
r l l
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 176/185
a rampa
de
popa
se cargaron
miles de
toneladas
de
comida
y
equipos, incluyendo
bom-
para
los
Sea Harrier y
carpas
suficientes para
una
El buque
estuvo
listo
para
el25 de
abril
y
en
dejó Devonport
y
enfó
en el Estrecho
de
ply-
realizar
algunas
apresuradas ruebas
de
de.
Sea Ha¡rier.
Después
de
que
aterriza¡an
seis
Wessex
del
Escuadrón
848
y
cinco
Chinooks
Escuadrón
18,
el teniente
comandante
Tim
Gedge,
_
del Escuadrón809, aterrizó con su Sea Ha¡rier en
cubierta
de vuelo
delantera.
Luego
el bugue
fue
a unas pruebas
para
comprobar que
su "fu-
magnética
no
era
excesiva.
Un último
ejercicio
de
en
el mar
y ya
estaba
isto
para
r
a
la
En su
largo viaje
a la isla
de Ascención,
el Atlantic'
fue
acompañadopor
otro
buque auxiliar,
el
Ferry.
Tuvieron
algunos
problemas
a
a
altura
Sierra
Leone, pero
finalmente
llegaron
a
Ascensión
5 de
mayo.
Ahí
embarcó
ocho
SeaHarrier navalesy
Harrier
de la RAF que
ha6ían voládo
directamente
el Reino
Unido. El
grueso
de su carga
ue trairs-
al buque de la flota auxiliar Stromnessy así el
quedó
listo
para
navegar
al sur con su
Grupo
grupo
de batalla
En vista de
algunos informes
en el
sentido de
que
de
ínea
civiles argentinoshabían astreado
a
a
se mantuvo un
Sea
Harrier
preparado,
con
sus armas
y
listo
para
enfrentar la amenaza. La
tarea
del barco
fue
encontrarse
con
los
porta-
del Grupo
de Batalla, Invincible
y
Hermes
para
los Harrier
y
Sea Harrier.
Hasta el
mo-
del,Atlantic Conveyorhabía
resulta-
pero
sin contratiempos.
Entonces,
el 25
en
que viraba para ganar as
protegidas
aguas
del Estrecho
de San
desastre.
Los misiles lanzados
por
los
dos Super
Etendard
más allá del horizonte, fueron detectados
el
portaviones
Hermes
y
atraídos
fuera de
curso
el disparo de señuelos
Corvus.
Pero aparen-
ambos Exocet readquirieron un blanco,
que
serelAtlantic
Conveyor
que
se
dirigía
al Estre-
que
separa
as Malvinas. El
buque
había recibido
de
ataqueaéreoa as 19.30 hrs GMT
y
sólo dos
misiles
desgarraron
su
flanco
posterior
de babor.
Al igual que el Shffield,los misiles generaronun
calor
y
nubes de
espeso
humo negro.
Las
de madera impregnadas de aceite
ardieron
antorchas.
En media hora el fuego estaba
uera
Se escuchaban
grandes
explosiones
en
las
de carga inferiores
y
el fuego
se acercabaa
bombas de
los
aviones
y
al kerosene almacenado
de allí. Aunque se emplearon
las mhngueras,
enseguidase
pusieron
al rojo
y
entonces
el
capi-
dio la orden de abandonar el
barco.
Doce hombres murieron en el
hundimiento
del
incluyendo
al
capitrán
an
North,
bajó la escalerilla
después del capitán
Layard
nunca logró alcanzar a balsa salvavidas.
Afortunadamente, los sobrevivientes
no tuvieron
esper¿umucho
para que
los rescataran.Los
porta-
no tuvieron
que
esperar
mucho
para que
los
Los
portaviones
enviaron
helicópteros
y
la
2
fragata
Alacriry se expuso
peligrosamentepara
ayudar
a alejar
a las balsasdel desastre.El casco abandonado
derivó durante
24 horas,
balanceándoseen
las olas,
mientras
el fuego
y
las explosiones odestrozaban.
Las
fotos del
cascomosffaban una
gran
deformación
en
la
mitad del
casco, o
que
indicaba
que.estaba
punto
de
quebrarse.Finalmente
se
partió
en dos
y
se hundió en
aguas
profundas.
.
El Ministerio de Defensanunca
divulgó las
pérdidas
exactas del Atlantic Conveyor, pero su pérdida fue
correctamente alificada de desastre ogístico,
que
de-
moró considerablemente a reconquista de
las
Malvi-
nas
porparte
de las fuerzas terrestres. Los helicópteros
perdidos
incluían
un Lynx, seis Wessex HU5
y
tres
Chinooks.
Estos últimos constituyeron a
perdida
más
grave,
dada su capacidad
de
transportar
en eslinga
hasta doce
toneladas.
El
patrón
dzl
Atlantic
Conveyor, capitón
lan
North
Afe c uo
santente
c onoc
do
p,s)
todos como capinn
Birdseye
(por bs manchas en su piel
que
semejaban
ojo
de
pájaro),
se hundió
con su buque,
una
de las doce víctimas
cuando
la
nave
fue
alcanzada por
dos
misiles
Exocet
eI 25 de
moyo.
Los sobrev
v e nte
s
fue
ron
rescatados y
llevados
de
vuelta
a
su hogar
e¿ ¿l British
Tay.
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 177/185
Formando
n
marine
La cqntribución
de
os Royal
Marines
(Infantería
de
mqrina) al triunfo fin¡l en a campaúade as
Malvinas
ue vital.
Detrásde
cadahombre
con
a
boina
verdehay
uno de
os cursos
de
se ección
y
entrenamiento
más duros
del
mundo.
de
los Royal
reswme os
factores
este
grupo
de élite:
mar
y por
tiena
dice su
lema);
en
cualquier
pane
(el
tenó,queo)
y pelear
(los Inureles).
de
ondo
plano y
con
fuera
de
borda de
P
uülizados
por
los
Marines.
El afiche
de reclutamiento
de oficiales decía,
"para
ser un oficial de
los Royal Marines, usted
iene
que
ser
capazde hacer odo lo que hacen os hombres.
¡
sólo
que
mejor
y
más r,ápido . Desde el final de
la Segunda
Guerra
Mundial,
cuando se disolvieron
los
Comandos
do Ejército,
las fuer¿as comando britránicos
han sido
provistas
por
el cuerpo de
Royal Marines. Los
Royal
Marine Commandossedistinguieron en
esa
guerra y
lo
siguieron
haciendo en muchas
guerras pequeñasy
li-
mitadasalrededor
del mundo.
Llegar
a serun
comando
es
parte
del
proceso
de selección
y
entrenamiento
al
ingresar a los Royal
Marines.
Desde
que
se conocieron
los detalles
de
la
"trave-
sía"
("yomp",
en a
erga
de os marines)a travésde
la Isla Soledad
Malvina
oriental) desde a cabecera
de
playa en San Carlos hasta as colinas que dominaban
Puerto Argentino, el espíritu
y
el estado
ísico de los
Royal Marines atrapó a imaginación del
público.
Sin
embargo,
la forma
en
que
se llega
a ser
un comando
permanece
como
una suerte
de misterio
para
la
gran
mayoría.
"No
es
fácil
ganar
la boina
verde,
pero vale
el
esfuerzo
cuando a
obtiene.
Las
primeras
semanas
on
las
peorés.
No se
aflojlnunca,
sehacen
ejercicios
bajo
todo tiempo. Sin embargo, se hace más fácil en la
medida
que
se ogta
estado
ísico".
Así narra su exp€-
riencia un comando de los Royal Marines recién
gra-
duado.
En el aspecto ísico, el ganar a boina verde implica
grandes
cantidadesde transpiración
en el
gimnasio.
en
la zonade desfile
y
en el campo.En campo abierto.el
aspirantea marine iene
que
correr con su rifle
y
equipo
personal
(lo
que
los británicos denominan CEFO).
trepar, saltar,
nadar
y
salvar
obstáculos.
Se
realizan
marchas
a campo ftaviesa
de
día
y
de
noche,
así
como
caminatasde larga distancia en tiempos preestableci-
dos con
piernas
doloridas
y
botas
que parecen
pesar
cadavez
más. A medida
que
el entrenamiento
crece
en
ritmo e intensidad,
el recluta
advierte
que
estii
cerca
de
los
standards
requeridos,
Pero
los Instructores
de
Tro-
pa
se aseguran
de
que
mejore diariamente
y
para
su
propia
sorpresa
ve
que
realmente
lo hace.
Junto con el condicionamiento
físico. el
recluta
-al
igual
que
todos los hombres
en servicie'aprende
las
bases de su oficio,
para
ser
un infante competente.
Aprende a disparar, desarmar,
impiar
y
dominar
a
su
arma
personal
--el
fusil automático
7,62 mm
(SLR,
Self
Loading RifleF así como
el arma de
apoyo
de
fuego de la'sección, la ametralladora de propósito
general
(GPMG,
General
Purpose
Machine Gun)
del
mismo calibre. También
se brinda
instrucción sobre
otras armas comúnmente utilizadas
en la
sección de
infantería,
como
la
pistola
ametralladora
(SMG,
Sub
Machine
Gun)
de
9
mm.
También recibe
instrucción
en el aula
y
aplica este
conocimiento en
períodos
de
práctica
en campaña,
en
camúflaje, tácticas menores
de infantería
y
técnicas
de
supervivencia.
Dominando o
básico
,El
recluta
aprende
comunicaciones
militares,
tanto
escritascomo orales, y cómo trabajarcon helicópteros.
Los
ejercicios
de
embarque
y
desembarque
e helicóp-
teros
son materia
sencilla,
pero
deben
ser dominados
ya que
todos
los
soldados los
utihzan
y
los Royal
Marines
talvez
más
que
otros. Los reclutas
son
envia-
dos
a labase
de Poole
duranteuna
semana.
donde se es
enseñan
écnicas
navales
anfibias.
Además conocen
los
buques
en los
cuales
sirven los Marines y
observan
trabajar
al
Special
Boat
Squadron
(SBS,
grupo
de
fuerzas
especiales).
Transcurrida
a
primera
mitad del
entrenamiento de
los
reclutas,
todo
parece
ma¡char
bien
para
ellos. Se
los ve
en buen
estado,
más istos
y
bien parados.
Ya
es
más ágil con las cuerdasy confiado en las alturas.
Comienza
ahora
a entrenarse
a fondo para
la ansiada
boina
verde.
Todo
lo
aprendido se perfecciona y
las
aptitudes ersonales
on aplicadas
as necesidades
e
la táctica
de equipo y
comienza
a manejar
otras armas
utilizadas por
los
comandos.
El recluta participa
en
ejercicios
ácticos
a nivel de
Sección
y
de Tropa
en
campaña
y
en el
tiro con munición
de
guerra.
A
esto se agrega
el manipuleo
de munición viva,
técnicas
de escalamiento
de primeros
auxilios. Du-
rante los
ejercicios
de
entrenamiento
en
el campo se
preparan
osiciones
efensivas
de asalto,
en las
que
el recluta
aplica
las lecciones
sobre mimeti
zación
para
ocultarlas de la observaciónterrestre y aérea.
Hacia
el final
del
curso de
entrenamiento,
os reclu-
tas son
sometidos
a cuatro
días de Pruebas
de Coman-
do, cuyo
objetivo
apunta
a mostrar qué
es capaz de
hacer
el aspirante
cuáles
on sus
ecursos ersonales.
-
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 178/185
Guerra
de Malvinas acuñó
nuevo érmino:
' vomping'
'
,
que
los Marines
para
deicribir
una
,La
oto
muestra
a una
sécción de
en un ejercicio
de
La
gran
de
equipo
que
idea de los-
bajo
condiciones de
en
el inhóspito
Estas
pruebas
ncluyen,
en
primer
término, una
m¿r-
cha
de
velocidad
de nuevemillas
(14,4
km)
que
deben
completar
en
noventa
minutos
llevando el rifle
y
equipo.
Luego sigue el Recorrido
de Resistencia.Este
con-
sistede una marcha
de cuatro millas
y
media
(poco
más
dp
sietekm)
con
rifle
y
equipo,
sobre erreno de distin-
tas características,
en la
que
deberá
superarobstácu-
los y arrastrarsepor túneles, uno de los cuales está
lleno de agua. Esta
prueba
debe
realizarseen ochenta
minutos
y
frnaliza
en un campo
de tiro donde deben
probar
su
puntería.
En
tercer ugar estáel Recorrido
de Asalto,
que
debe
ser
completado en cinco
minutos,
y que
consiste en
cruzíu
una serie de obstáculos
en el tiempo dado,
siempre
con su
rifle
y
equipo.
El
cuarto
es el Recorrido
Tarzán.
Se
trata
de una serie
de
puentes
de cuerdas,
instalados,
a
gran
altura,
que
deben
ser
gruzados
en
cinco
minutos y
medio
llevando
arma
y
equipo.
La
quinta
prueba
es una demostración
de la
habili-
dad
del aspirante
a comando para
manejar
el fusil,
ametralladoray pistola
ametralladora.
La
sexta
y
últi-
ma es a
prueba
de natación.
Generalmente
se conside-
ra que el aspirantea oficial debe pasar por todás en
menor tiempo que
los hombres
de tropa.
Una
vez
aprobado,
el recluta gana
sü boina verde y
seconvierte
en
un Royal
Marine.
Antes
de
que
ocurra
todo
ésto,
el
futuro
cómando
debe
ser
seleccionado.
Es cierto que
durante
el curso
de reclutas
de
24 semanas
de duración
muchos
son
eliminados, pero
antes
existe
una selección
preliminar
en un
Curso
de Reclutas
Potenciales
(PRC)
de dos
días.
Unos
mil
jóvenes
se unen
al Royal Marines
cada
año
y
otros
tantos
se
presentan
omo voluntarios pero,
por
una
u otra
razón,
no
cumplen los
rcquisitos
de
admisión.
Ganando a boina
Si
se cumplen
os reguerimientos
ormales
en cuan-
to
a edad,
nacionalidad y
estado
físico,
el recluta
es
enlistadó y
enviado
al Centro
de Entrenamiento
de
Comando
(CTC)
en
Lympstone,
bevon.
Ahí comien-
za
un curso
de
entrenamiento
e 26
semanas. e
éstas,
las
dos
primeras
son realmente
una suerte
de introduc-
ción
a todos
los
aspectos
de
su futuro
empleo
y
los
preparan
ara
un
entrenamiento
más ntenso.
El
recluta
puede
ser dado
de baja,
o
pedirla
él mismo,
durante
estasdos
semanas
i no
alcanza
os
requerirnientos
mínimos.
Después
e
este
período,
comienza
el curso
de
"Boina
Verde"
de 24
semanas.
La selección eoficialesse ealizaen dospafes. La
primera
etapa
es
el Curso
de
Oficiales
potenciales
(POCI.
que
dura
dos
días
y
se realiza
en el
CTC de
L)'mpstone.
El POC
consiste
e una
seriede
pruebas
e.¡ercicios ue
dan oportunidad
al
cuerpo de instructo-
resde
evaluar
a
aptitud ísica y
mental del
liderazgo
de
los potenciales
ficiales.
El
aspirante
s
vigilado
cui-
Uno
ue
stuvo
hí
Marine durante 2l
años, el
sargento rnoyor
George Mea-
chin, de 37 años de edad, sirvió
en as Malvinas en la Compañía
"Yankee"
del Comando
lJ ,
que
cruzó desde
San Carlos
hasta
el monte Dos Hermanas,
donde
ibraron
una de las bata-
llas
mejor
planificadas
de la
campaña.
El orgullo de George
Meachin
por
sus
hombres es
sincero.
"Son
muchachos
de una
edad
promedio
de 19
años.
Fueron
como
jóvenes
-balbu-
cetutes muchosde
ellos- mari-
nes
novatos
que
recién
se ha-
bían unido al cuerpo. No ha-
bían estadoen
sitio alguno, no
habían visto
demasiado, a mi-
tad había
conocido lrlanda del
Norte
y
Noruega
en el
pasado,
pero
la
otra
mitad
no hnbíavis-
to
nada.
"Atender
la compañía
en as
Malvinas, cuidar de los hom-
bres, era
frustrante.
La
m4ni-
ción
era una espina
en
el costa-
do
por
causa
de la
cadena
de
reabastecimiento,que
ahí esta-
bay eventualmente
legaba,
pe-
ro
cuyo canal
estaba
bloqueado
por
obstáculos.
"Lq
evaluación
de
bajas
(responsabilidad
del
sargento
mayor
q
nivel
de
compañía)
era
ótro
problema.
Como siempre
cuando está
en movimiento una
granfuerza,
tenía
que
haber uú
sistema nipido y eficie.nte ara
evacuer
a los heridos.
La orden
s¡n
eu€
debían quedar
donde
es tban. Había
que
dejarlo
in-
t4. to a un
costado del
camino.
"
¿Los
argentinos?
¿Fuimos
culpables
por
haberlos
subesti-
mado?
¡
Defín i t ivamente
Cuando
volví
de las Malvinas
fui
a un negocio
para
comprar
tabaco
-a
precio
normal
y
no
sin impuestos,y lespuedo ase-
gurar que
éso
ue
un irflpacto-
recibí un sermón
de
una ancia-
na señora.
Ella
hablnba
de
que
habíamos
matado
a los
peque-
ños
y guapos
argentinos,
que
e
an maltratados,
no ienían
co-
mida,
estaban mal
dirigidos
y
con la moral
baja. Ellos
no es-
taban
mal alimentados.
No te-
nían Ia
moral baja. No
estaban
mal
de municiones,
no todos
eran
conscriptos. No
todos
eran bebés.
"Cuando atacamos Dos
Hernianas
caímos
bajo
un
abundante
y
efectivo
fuego
de
cimetralladoras
e 12,7
mm
que
tnataron
a uno de
mis hombres,
"Bluc"
Novak.
Al mismo tiem-
po,
los
morteros caían
sobre
nosotros, pero
la
principal
ametutza
provenía
de susame-
tralladoristas
que
nos veíqn
al
descubierto
gracias
a la luz de
la luna. Había tres ametralla-
doras
y
dirigimos salvas
cons-
tontes
y
efectivas de nuestra
ar-
t i l lería
directamente sobre
ellas,
quince
disparos
por
vez.
Luego
de urut
pausa
volvían
a
empezar.
Así
que
tuvimos que
hacerlo
utw
segundavez,
sobre
todiu
sus
posiciones.
Sobreve-
nía una pausa,
luego,
bum,
bum, bum,
otra
vez
estaban
so-
bre nosotros.
Los
conscriptos
no lncen
ésto,
os
bebés
no ha-
cen ésto, los hombres mal con-
ducidos
y
con la
moral
baja
no
hacen
ésto.
Estas
eran
buenas
tropas,
que
se
manteníanftrmes.
Yo
os
valorizo
',
14
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 179/185
e
un
necesariamente
un
argo
y
arduo.
Debe
preparado
Para
Pelear
lugar
del
mundo
condición.
dadosamente
ientrasactúa en el
gimnasio,
en una
c¿urera
e
resistencia
y
en los
Recorridos Tarzán
y
de
Asalto. También
se oman
pruebas
e
habilidadoral
y
escrita,como
un ensayo
sobre emasde actualidad
una
breve conferencia
de cinco minutos ante
una redu-
cida
audiencia.Si
el candidatoapruebaeste
curso, es
recomendado
¿Ira asar
a la segundaetapa
del
proce-
dimiento
de selección,
que
es
el Admiralty
Intervtew
Board (Comitéde Entrevistadel Almirantazgo).
Este comité opera
"a
bordo" del HMS SuLtan,
que
es
un establecimiento
aval c ostero en
Gosport,
Hampshire.
Está
presidido por
un contralmirante
y
habitualmentecompuesto
por
cinco
miembros, in-
cluyendo al
Presidente
un
coronel o
teniente coronel
de los Royal
Marines), un Oficial
de Selecciónde
Personal
un
comandantede
la
Royal
Navy)
y
un
director civil
o tutor universitario.
Durante
un día
y
medio el
Comité examina
profundamente l
potencial
del aspirante
oficial,
particularmente u motivación.
carácter,
ersonalidad,niciativa
y
habilidad
de man-
do. La decisión
inal recae n el
Ministerio
de Defensa
en Londresy dependedel informe del Comité y del
númerode
vacantes
isponibles.
Si
el candidato
riunfa, es enviado
nuevamente
a
Lympstone
para
un
períodp
de
entrenamiento
e dos
años urante
l cual se e
da
una
comisión
provisoriaen
los
Royal Marínes.
La
primeraparte
del
cursoapuntaa
la aprobaciónde
la Pruebade Comando
y ganar
a
boina
verde.
Es
mássevero
ara
os aspirantes
oficial
que
para
a tropa. Así, por
e.¡emplo. l
oi icjal debe
completar
a marcha
de
velocidad
de 30 mrllas
-18
nt
en siete
oras,mientras ue
el marine ieneochohoras
para
el
mismo
recorrido.
Lassegunda arte
onsiste e
entrenamiento
i l irar
de naturaleza
áctica.
El segundoaño lo pa:a en el
campo
como
efe
de una tropa de rifleros. Al f nal de
esteperíodo,
a
comisióndel
oven
oficial, esperanza-
damente. sconfirmada.Puedeentonces consolidar
y
desarrollar"
su
carreraen el cuerpo de Royal \{a-
nnes.
Marines
en
acción
El nuevo
marine
oficial esdestinado a
seaa uno de
los
tres comandoso a un destacamento
mbarcado
(llamado
Naval Party,
es decir, Partida
Naval). El
entrenamiento
iguientencluyeparacaidismo prácti-
cade
guerra
n montaña
zonas
rticas. as anchas e
desembarco
e la Armada Real
ambién
estána cargo
de los
Marines.
Otra de las tareaspara as que puedeser elegidoy
entrenado n
marine ncluye el
Special
Boat Squa-
drom.
el curso
de
pilotos
del Escuadrón
el Aire de os
Roval
Marines
y
entrenamientos
elváticos.
De
esta
manera
el cuerpode Marines
es una organi-
zación uerte,
erápidarespuesta,
utosuficiente
qu e
puede
r
a cualquier arte.
Parapoder
cumplir su area,
un Comando del Royal Marines
debe
ser duro,
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 180/185
El
finalen
Thule
Alguien
describié
la operación
para
retomar Thule del Sur como
"poner
en orden
la
parte
de
atrás
del
más alláo'.
Se
podrÍa
decir
que
la crisis de Malvinas
empezó
aquí en 1976
y
debía
concluir
aquí, con
la Compañía
M del Comando 42
y
la Operación
Keyholel
La islaThule del
Sur
es
un sitio excepcional mente
desagradable.uy
pocagente
stuvo
ll í ,
y
los
que
o
hicieronno se
quedaron
mucho tiempo,
y
muchos
menos
aún
regresaron.
Esta ocoplacentera desagradableslaseconvirt ió
9n
la arenadel
primer y
último.actode una
gucrra
también astante esagradable,unque
stos ctos e-
rían osmenos
arecidos
una
guerra, orque
l cl ima
antár t ico
bl igaa
que
a lucha
por
la
supervi lcneia
predomine or
sobre
odo. En los últimosañosde la
década el
setenta, o sesabe
xactamente
uánckr. n
grupo
educido
eargentinos ialó a Thule del Sur a
bordodel
rompehielos RA
General
Sun
Murtítt
(r a
radiadocle servicio).El objetivo de cstc
grupo
er a
insta lar naestacrón etcorológica
cicnt í f ica
in l r lar
a asmuchas
ue
aArgent inaicne n a Antár t ida t lc
la misma naturaleza
ue
las cstacioncs
cl Br i t ish
Antarct ic urvey BAS, nst i tuto r i tánico e nvcstr -
gación
del antárrico)
Además
dcl valordc la inlirrmaci<innctcorol<igica
que
suminist raba
a
cstaci( in rgcnt ina, stc
pcqucño
puest<l
icntíl ' icr¡
cnia
rcs
bencfci<ls
olí t icos
ara
a
Junta
En
prinrer
uear. a
base.dbéafiaba
'ós eclambd
británicos
nel ¡entido
eque
enía niliobierno
fecti-
vo
sobre o
rlue iamaban
alkland
sland
Dependen-
cies
dependencias
e as slas
Malvinas).
En
segundo
lugar. ortalecíaa posición rgentina l convertirsen
una
muestra
angible
del interés
de la
Argentina
en
desarrollar
sapartedel
mundo.
Por
último, a
base
n
Thuie
del Surestablecía
napresencia
rgentina
n un
punto
que
podía
convertirse
n estratégicamen te
m-
portante
i a
Antártida e
ransformaba
n ún
área pta
para
a explotación.
Cuando os británicos
escubrieron ue
su propia
estación
el BAS
en
las
Sandwich
del Sur
no era la
única
en
las
slas,se enlrentaron
un
problema.
Po -
dían
forzar a los
argentinos
a
dejar
las
islas
con la
posibilidad
e
que
ésto
podría
provocar
na reacción
violenta
e a
Argentina,
ue
ya
estaba astante
xcita-
da con a disputa e asMalvinas y convieneecordar
que
a
agitación
urgida n orno
del
descmbarcoc
un
grupo,
ambién
educido, n as
Georgias
elSur 'ue
l
desencadenante
e aocupación
rgentina)
. alternati-
vamentc,
odía
gnorarestc
ncidcnte
mcnor
y
c()nti-
Amba:
Según el Tratado
Antártico
dc 1959,que
congelaba
toda disputa
territorial
por
30
años,
eru
admisible
que
A
rgenti
na
tnstalarabasesen el
tontinente
heludo, pero
no
en
Thule
del
Sur Ltts
urgentirutt
staban
n Thule
al
menos
197ó
y
probablentente
'e
hubier¿m uedado
uhi
.si
n, '
decidido
ocupar
las
del
Sur
y
las
Valvinas
Pero
tomo
la Ta.sk
¡trce
eslabu
en las
t ertanía:,
decidió
que
diez hombre,;
en
prtictita
su
rti(o
y
estable¿ieran
el domink¡
en susp
osesiones
Atlánt i ro
Sur,
r l6
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 181/185
acción dio
nuevamentepara
titulares
en la
prensa
ac onal
sta
britónic a.
nuar con
las negociaciones.
Muchos años
después a
Compañía
M del Comando
42 llegaba
a las Georgias
del Sur
tras el
Ftnalde
la segundaalternativa.
La Compañía
M
fue dejadaen
las
Georgias
del Sur
para
consolidar
su
posición en el lugar
tras
haberse
completado
l
Operativo
Paraquat,
a recaptura
e las
islas.
Muchos de
los integranteS
el equipo
original
afectado
al Paraquat,
ncluyendo
el SBS
2
(Special
Boat Squadrón
Especialde
Botes, un
grupo defuerzas
especialese a infantería e marina)y el EscuadrónD
del
Regimiento
SAS
22
(Special
Air Service,
Servicio
Aéreo
Especial,
uerzasespeciales
el ejército),
fue-
ron retirados
para
operar
en las Malvinas.
El
grupo
restante eacomodó
a un
ciclo semanal
e rotaciónde
sus resRifle
Troops
(troop
es una unidad
del ejército
britínico equivalente
a unos treinta
hombres)
entre
Administración,
Defensa
de
Ia
Base
y
Observación,
mientras
a nievedescendía
asta a costa
y
el
invierno
del
Atlántico Sur
sentaba us
reales.
á%
'G
lsr*
En ocasionesurgía
iertaexitación
ausada
or
os
''Stand
To"
(posición
efensiva
doptada n
anticipa-
ción
de un ataque)
ntealguna
esoplante
oca o un
periscopiomaginario n
a bahía.mientras
ue
el no
anunciado
rribouna noche
del remolcador
altag,e'
man,
provocó ue
el
pocodivertido
patrón
del
buque
sufriera n
golpe
n
a cabeza el
cartucho
acío euna
bengala.
Tras dejar un
pequeño estacamento
a
la HMS
Antrim para guardar as Georgiasdel Sur, el Task
Group
Grupo
de
Tareas)
7-9
partió
para
completar
el
Operativo
Keyhole, a
capturade
"Corbeta
Uru-
guay'
.
la base rgentina n
Thule
del
Sur.
Los
británi-
cossabian
e a
instalación e a
"Corbeta
Uruguay"
desde
1976,aunque
odriahaberestado
esde ntes.
Se
ratabade
una seriede
cabañas on un
hangar
para
helicópteros.
na
pista
deatenizale
variosmástiles
e
radio.
Toda la base,
que podía
acomodar
hasta
40
personas.staba
nstalada n a Península
orrell,
un a
.
pequeña
engua
de tierra
que
salíadel
volcán
central
hacia l este.
on
o
que
ofrecía ierta
rotección e os
vientos
el oeste.
No era
posible stablecer
nadefen-
sa desde sa
base
1'a
medida
ue
el Grupo
de
Tareas
navegaba aciael sur seadvertía los argentinos el
inminente
rribode
os RoyalMarines
mediante
men-
sajes nviados
or tiecuenciasnternacionales
e
ra -
dio. La
sorpresa
o tenía
mal'or mportancia
n este
asunto.
o
que
sí
era mportante
ra a
protección
e a
furia
de oselementos
si
osargentinos
o se
endían
pacíficamentea fragata
Yarntouth
staba ispuesta
destruir
ascabañas rsentinas
on
suscañones
e
I l0
mm.
En una sla
dondeel
r iento
hacía
escender
a
sensación
érmica
hasta50 C
bajo cero.
había
muy
pocanecesidade
combatir
Además e
a Yarmouth.
el TaskGroup
e.taba
rrmpuesto
or
el
Endurattce. l
buque
eabastecimientrr
.\F Olnteda
el remolcador
Salvogetrttut
.La
renclición
lrnal.
inal
Una
patrulla
de diez hombresde la Estación
de
Reconocrmient t resembarcól l8 de
unio.
en
medio
de
varios
desembarcosimulados
ara
onfundira los
arlentinos Después e una noche extremadamente
incontortableaún
para
hombres ntrenados
ara
ope-
rar
en
zonaánica)
de observación.a
patrulla
avanzó
hacia a base. n acto
que
afortunadamenteotivó
qu e
losargentrnose indieran penas
os
minutos
ntes e
que
la l urtnoutlt comenzara u
bombardeo.
El TaskGroupencontró nadecena e hombres n
labase. aqueel resto abía idoevacuado sus ibros
de códieos
'
equiposde
comunicaciones abíansido
destruÍdos.
Con el
peligro
de
quedar
at¡apados
or
el
hielo
siempre
resente.
l Grupo ápidamente
ubió
a
bordo a
los prisioneros
enfiló hacia
as
Georgias
del
Sur.
De vuelta
en el relativo
confort
y
ordende asGeor-
gias,
el
grupo
de la Compañía
M
pudo
relajarse.Cual-
quier
oportunidad
ara
unfestejo era
aprovechaa así
se
celebróel
nacimiento el PríncipéGuillermo.
El 25
de
unio.
el
llamado Midsummer's
Day
(Día
del
Me-
dioverano,en el hemisferio
norte) a
Compañía
estejó
una
"Navidad"
australcompleta
con
pavo
al horno
y
une mitaciónde írbolnavideñoencontradontactoen
la
desiertaglesiade Grytviken.
Después e odo.
si los
Marines
deberían
disfrutar"
tanto el invierno
boreal
como
el austral.
¿,qulén
es ba a impedir
que
también
celebraran
os
Navidades'l
317
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 182/185
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:
t l
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ts
¿L
*ñÉ
Elpreciode lavictoria
La
operacio'n
ostó750
millones
de ibras.
Si se
consideran
l reemplazo
e
equipos
perdidosy
ei
mantenimiento
de una
guarnición
en as
Malvinas
hasta
19E6,
a
cüenta otal-asi,ien¿e
ooor 2,6
billones
de libras.
Este
abultado
gasto
plantea
algunos
nterrogantes
aéerca
det
papel
de
Gran
Bretaña
en el
mundo.
Algunos utilizaron
la
experiencia
de Malvinas
para
argumentar
que
el
Reino
Unido todavía
necesitauna
capacidad
militar mundial, basadaen
su
poderío
marí-
timo. Otos
ven
el
costo de la operación
como
un
indicio de que Gran Bretaña ya no puede arriesgar
verse nvolucrada en
conflictos fuera de
Europa
occi-
dent¿I.
En la vlspera del ataque
argentino, el
"lobby"
con-
tinental
se encontaba
indudablementeen
a cima.
Sus
ideas apareclan
incluídas en un
informe sobre defensa
presentado
al
Parlamento
por
John
Nott, titulado
"The
United
Kingdom
Defence Programme
The
Way
For-
ward"
(Programa
de
Defensa del
Reino Unido: El
camino adelante).
Este ue el
último intento
de concre-
tar
a
política
de defensabritránica
ajo
la doble
presión
del declinante
poder
mundial
y
los crecientes
costos.
A fines de
los años sesenta,
Denis Healey
ordenó a
retiradade las fuerzasbritánicas del Estede Suez,y en
1975Roy
Mason dio una
ista de
prioridades
en defen-
sa
que, por
primera
vez,
ponía
a
Europa en
primer
término.
Para
1981, John
Nott no hacía
sino seguir a
tendencia
mpuestaa sus
predecesores
or
el declinan-
te
poder
económico de
Gran Bretaña.
los
gastos
de defensa ondaban
os 14.400
millones
de ibras en el
período
1981-83, o
que
equivalia apro-
ximadementea un 5,2 por ciento del producto bruto
intemo del
país,
"una
de as cifras más
altas dentro de
1¿ lianza Atlántica",
como señalaraNott. Adem¡is
el
gobierno
se
había
comprometido, en el ma¡co de un
acuerdode
a OTAN, a un incremento del 3
por
ciento
anual
en términos reales. El
gobierno
quería
también
reemplazar
sus misiles Polaris
¡xir
el sisüema rident,
con lo
que
sumaba
unos 500
millones
de
libras
a
los
gastos
de defensa
para
los
proximos
diez o
quince
años.
La
solución de Nott
implicaba clararnente
que
el
Reino
Unido no tenía
los
recursos
ni la necesidadde
desplegar
uerzas considerables
uera del área de la
OTAN, demaneraquesu capacidadmundial podíaser
reducida
para
ahorr¿r
dinero. Se enfatizó
que
a Alian-
za Atlántica
era
"la
primer¡
prioridad
del
gobierno".
Hubo
alguna
mención de
cflertos
compromisos
"más
18
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 183/185
IetoÁ
W4
t
TITY
0fD
{0I
r0lt
lf
yAilf
alládel área e a OTAN" , peroéstos ranclaramente
de mportancia
ectndaria
debían er
afrontados
n
conjunto
con os aliados
de la
OTAN.
En lo
que
concernia
al
ejercito
y
a la RAF
(Real
Fuerza
Aérea),
ésto epresentaba
ocos
ambios.
Am-
bas uerzas
a
sehabían
edesplegado
e acuerdo
on
un
compromiso
mayormente
europeo
a
fines
de los
años
setenta
y
Nott
no encontró
muchasmaneras
de
.reducir
sus
gastos.
as fuerzas
n Alemania
Occiden-
tal
debfan
ser eorganizadas
e cuatro
a tres divisiones
blindadas.
El
proyectado
eemplazo el
aviónJaguarde
a
RAF
fue cancelado,pero se ncrementaronos pedidosdel
nuevo Tomado y
se
prometieron
60 aviones AV8B
Harrier
de última
generación.
n realidad,
se
podría
argumentar
que
el
poderío
aéreo británico aumentó,
.conun
nuevo
énfasis n a
protección
el ReinoUnido
,con
cazas, a expansión
e la capacidad e ataque
reconocimiento
marítimo a havésde a
puesta
n servi-
cio del aviónNimrod I,
asícomouna
gran
cantidad e
misiles
aire-aire aire-superfrcieeuvos mejorados.
-
El
mayor
peso
de a revisióride
Non cayó sobre
a
Armada
Real,cuyo
papel
ue redefinido
ajo a
luz
de
la
prioridad
urepea.
Gran
Bretaña esplegaría
sísólo
dos
de os tres
portaaviones
royectados recortaría u
flota de destructores/ffagatase 59 buquesa "unos
50". Las
educcionesn
a flota de superficie
rovoca-
ron efectos
olaterales.
on
menosbuques,
e
podría
disminuir
ambién
a Real
FlotaAuxiliar
y
cerrarasti-
lleros.
Rr
El Fearless y el Intrepid pasarían a una reserua
inactiva, mientras que
el /nuincible
era ofrecido
a los
australianos elHermes
sentenciado
l
desguace.Pero
lo más significativo
era
que
el
rompehielos
Endurance
--el único buque
de la Armada
en
servicio
permanente
en el Atlántico Sur- no iba
a ser
reemplazado
al finali-
zar su
período
de servicio,
en
mauo de 1982.
Resultó
quizás
afortunado
que
los úgentinos
no
demoraran su ataque
por
algunos
meses.
Tal como
sucedieron os hechos,
el Invincible y
el
Hermes
todtt-
vían
estaban
disponibles,
el Endurance
todavfa no
había retornado a su
país
y
tanto
el Fearless como
el
Intrepid
pudieron
ser alistados para
el servicio
en
la
Task Force. Aún así, a RoyalNavy debió emplearseal
máximo
para
la campaña y
desplegar
casi las dos
terceras
partes
de su flota
de superficie
"más
allá del
tueade la OTAN".
En diciembre de 1982,
en uno
de sus
últimos
actos
oficiales
antes de dejar
su car.
o,
Nott
presentó
un
nuevo
informe de
defensaal Pa¡lamento,
itulado The
Falklands Campaign: The
Lessons
(La
campaña de
Malvinas:
[-as lecciones),
en el
que
se anunciabauna
cantidad
de cambios.
La RAF
debla ser
provista
de
néuVos aviones-tanque
de
fuselaje
ancho
y
tanto
el
Comando
3
como
la Brigada
de Infanteía
5
debían
quedar disponibles
para
operaciones de emergencia
fuera de la OTAN. Se detuvieron as reduccionesen la
Armada.
Así
se
conservaría
a los
tres
portaavionesa
una flota de
destructores/fragatas
e 55
naves. Tam-
bién
permanecerían
en
servicio
activo
el Fearless,
Invincible,
Intepid
y
Endurance.
¡-qi
{E&É
8/18/2019 La Guerra de Las Malvinas Fasciculos 11 a 20 Fernandez Reguera 1988
http://slidepdf.com/reader/full/la-guerra-de-las-malvinas-fasciculos-11-a-20-fernandez-reguera-1988 184/185
RoyalArtillery
En
Inglaterra, la historia de la
artillería se remonta
a
más
de cinco
siglos,
t'osi ian
antigua como
Ia
pólvora.
EI Bosrd of
Ardnance
(Servicio
de Armas
y
Municiones)
fue
creado en 1914. El sistema se
mantuvo
tal c'ual durante siglos,
pero
durante la revuelta de los
par-
tidarios
de los Estulardo, en 1715,
era necesarto
tanto trempo
para
movilizar
la artillería
que
los
com-
bates
habían cesado cuando estu-
vieron
listos.
Un decreto real del
2ó de mavo de I7 I6
llevó a la crea-
ción
de dos
"compañías
de
artille-
ría"
,
que
habrían de convertirse en
l722vn
el Royal Artillery Regiment
(Regimiento
de Artillerla Real).
EI arma creció
en
volumen
y
en
importancia
al
filo
del
siglo
XVIil.
Como
para
desplazarse
le eran ne-
c'esarios
a los cañoneros
carros
y
caballos
de
reserva. se
creó en.
1794
un cuerpo de
Capitanes, Co-
misarios
y
Conductores,
formados
en la
disciplina militar. De hecho,
hasta
1918. Ios reclutados
en la
artilleríafiguraban
en as listas
co-
mo " caFoneros-conductores"
En 185ó, Ias
armas de ingenie-
ros
v de artillería
pasaron
a la
au-
toridad
dire<'ia
del
War
Ofice. En
el
curso de los
dos conflictos mun-
dioles,
Ios artillerosjugaron un
pa-
¡zl
tonsiderable.
El arma no enar-
bola
distinciones en concepto
de tal
o cual
tampaña.
Como
os ingenie-
ros, participó prócticamente
en to-
das las
batallas de <'ierta mportan-
cia.
Su tlivisa es Ubique, símbolo
de su ubit'uidad.
Hoy
<lía, la artillería británica
tomprende de he<'ho l "Royal \e-
qiment
of Artillery"
y
el
"ttoyal
Horse
Artillery".(<'readoen I793)
o
rimplemente RHA.
Más
redu<'ido
en
efeditrts, bl seguntlo
es un cuer-
po
de élite
que
busc'a alc'anzar
los
más
alto:¡ nivele.s
de
<'alific'ac'ión.
En
campaña
por
supuestoel RA
y
el
RHA
son indiso<'iables.
En c'uanto
a la
King's Troop
del
RHA,
forma-
da en
1947, tiene sobre todo
una
función
de
gala.
En nuestros
días, Ia artillería
pone
en ejecución alguios
de
los
sistemasde armas más sofisticados
de toda la
panoplia,
in<'luidas as
armas
nucleares
tácticas,
y
los
equipos
de cdlculo
y
de comunica-
ciones entre los
nós modernos. Los
principales
materiales
en semicio
son el
misil tóctico
de carga nu-
ckar Lance,
los obuses MID
y
Ml10, los
cañonesAbbot
con
gra-
nadas
perforantes,
los obuses re-
mo
cados F H70,
las
piezas
livianas
de IO5
mm.,
los misiles
guiados
antitanque
de largo alcance
Swing-
fire
y
los
misiles ierra-aire Rapier.
I¿s
cinco
baterlas de IO5 mm del
29
Comando
y
del
4" Regimiento
de
Artillerla
dc Campaña
que par-
ticiparon
en la
guerra
de Malvinas
dispararon
cerca
dé
17.5AO
grana-
das,
a razón
de 5AO disparos
por
día
para
algunas
piezas.
Los Ra-
pier
registraron
I4 destrucciones
conJirmadas
de aeronaves
enemi-
gas
(cifra
de
fuentes
briuinicas).
Ho¡" día
el
grueso
de Ia artillerla
está afectadoal
BAOR desplegado
en Alemania
occidental en el marco
de la
OTAN. Dispone
de nucve re-
Bimientos
de
campaña, uno de arti-
llería
pesada,
uno
de misiles Lance
y uno de artilleríaantitanque.
En el
Reino Unido están nonnal-
mente
estacionados cuatro regi-
mientos
dc campaña, uno de arti-
llería
de calibre medio, uno de de-
fensa
antiaérea,
el 29 Regimiento
de Artillerla de
Comandos
y
cinco
regimíentos
de movilización. La
Escueln
Real de Artillería estd en
Larkhil,
en
Wilshire.
Comprende
cuatro
grandes
secciones encarga-
das
respectivamente
de la especia-,
lización
en
artillerla
convencional,
misiles
guiadas,
empleo tóctico
y
ffasmisiones.
A las
Malvinas la
Royal Artillery
había
enviado los medios siguien-
tes:
Regimiento 29 de Conandos:
& baterla
del
4'
de..Campaña;
los
Rapier de la baterla T del Regi-
miento 12'
y
los Blowpipe de la
batería 43'
del
Regimiento
32' de
Misiles
Güiados.
En
el curso de
la
campaña,lestos medios
fueron
re-
forzados
por
el
puesto
de mando
tóctico
del
4"
de Campaña
y
su 97"
batería.
Ins artilleros de comandos
(Re-.
gimiento 2,9 Jueron parte integral
de la 3" Brigada de
Comandos.
fú'
"
i .
. . ,-
{ ' ¡otL; i- '5.