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La importancia que se concede a las políticas para la tecnología y la innovación es creciente en los países industrializados. El indicador más claro de este fenómeno, más allá de la retórica, es el ritmo de aumento de la inversión en estas actividades durante las últimas décadas. Muy distinto es el panorama actual de los países latinoamericanos, en donde la política tecnológica y la de innovación, no logran trascender el plano de las intenciones declarativas y acompañan, en realidad, la suerte de otros indicadores que expresan el estancamiento –y aún el retroceso- de la región en su conjunto. El Gobierno actual ha sido un cambio respecto al anterior en el sentido en que ha reforzado significativamente la política social, pero claramente el modelo actual no es suficiente; no solo para reducir la vulnerabilidad externa, sino para poder ser capaz de sostener el crecimiento tecnológico . Los economistas del desarrollo (Hirschman, Rostow, Nurkse y otros), vinculados en su mayoría a organismos internacionales, y sobre todo a la CEPAL, coincidían en la inconveniencia de una inserción pasiva en el comercio internacional. La solución propuesta fue impulsar políticas de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) a partir de una activa intervención del estado para regular el funcionamiento de los mercados. “se sembró la idea de que la ciencia y la tecnología eran una usina de crecimiento, en un rico suelo fertilizado por el deseo de la modernización y el desarrollo“ (Dagnino 1999). Sin embargo, pese a tales esfuerzos, la cruda realidad de la vida económica hizo que el proceso de ISI se nutriera de tecnología transferida en forma incorporada a las grandes inversiones de capital, sin que se prestara suficiente atención a las fases de adaptación a las condiciones de mercado, aprendizaje y todas aquellas que hoy se engloban en el concepto de trayectoria tecnológica de las firmas (Bell, 1995). El resultado fue una baja capacidad tecnológica del sector

La Importancia Que Se Concede a Las Políticas Para La Tecnología y La Innovación Es Creciente en Los Países Industrializados

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La importancia que se concede a las polticas para la tecnologa y la innovacin es creciente en los pases industrializados. El indicador ms claro de este fenmeno, ms all de la retrica, es el ritmo de aumento de la inversin en estas actividades durante las ltimas dcadas. Muy distinto es el panorama actual de los pases latinoamericanos, en donde la poltica tecnolgica y la de innovacin, no logran trascender el plano de las intenciones declarativas y acompaan, en realidad, la suerte de otros indicadores que expresan el estancamiento y an el retroceso- de la regin en su conjunto.

El Gobierno actual ha sido un cambio respecto al anterior en el sentido en que ha reforzado significativamente la poltica social, pero claramente elmodelo actualno es suficiente; no solo para reducir la vulnerabilidad externa, sino para poder ser capaz de sostener el crecimiento tecnolgico .

Los economistas del desarrollo (Hirschman, Rostow, Nurkse y otros), vinculados en su mayora a organismos internacionales, y sobre todo a la CEPAL, coincidan en la inconveniencia de una insercin pasiva en el comercio internacional. La solucin propuesta fue impulsar polticas deindustrializacin por sustitucin de importaciones(ISI) a partir de una activa intervencin del estado para regular el funcionamiento de los mercados.se sembr la idea de que la ciencia y la tecnologa eran una usina de crecimiento, en un rico suelo fertilizado por el deseo de la modernizacin y el desarrollo (Dagnino 1999).Sin embargo, pese a tales esfuerzos, la cruda realidad de la vida econmica hizo que el proceso de ISI se nutriera de tecnologa transferida en forma incorporada a las grandes inversiones de capital, sin que se prestara suficiente atencin a las fases de adaptacin a las condiciones de mercado, aprendizaje y todas aquellas que hoy se engloban en el concepto detrayectoria tecnolgicade las firmas (Bell, 1995). El resultado fue una baja capacidad tecnolgica del sector productivo de los pases latinoamericanos, escasa demanda de conocimientos tecnolgicos generados localmente y, por lo tanto, sistemas cientficos escasamente vinculados con los procesos econmicos y sociales.Al cabo de algunas dcadas, el modelo de ISI fracas en resolver el problema y, en algunos aspectos, hasta lo agrav, pese a haber alcanzado cierto xito en impulsar el crecimiento de la industria de manufacturas en muchos pases de la regin.La crisis de la dcada los ochenta, a la que se conoce como la dcada perdida por los pases latinoamericanos, produjo una ruptura en la confianza de que exista un camino hacia el desarrollo endgeno y dio lugar, en cambio, a polticas de ajuste, estabilizacin y apertura de las economas, que fueron consideradas como un paso necesario aunque no suficiente- para intentar la va alternativa ofrecida por la globalizacin.La experiencia de Amrica Latina en utilizar la poltica cientfica y tecnolgica como instrumento de desarrollo, pese a ciertos logros en el plano acadmico, no puede ser considerada como un xito. Algunos autores sealan que esto se debi a ciertos factores que acentuaron los aspectos negativos del enfoque basado en la oferta. El primero de ellos fue laescasa demandade conocimiento cientfico y tecnolgico por parte del sector productivo. El segundo factor tuvo carcter estructural y consisti en la inexistencia o laextrema fragilidad de los vnculose influencias recprocas entre el estado, la sociedad y la comunidad cientfica (Dagnino, 1999). La importancia de este problema fue claramente percibida por Jorge Sbato, quien propuso, como modelo orientador de las estrategias de desarrollo, un "tringulo de interacciones entre los vrtices correspondientes al gobierno, el sector productivo y las instituciones cientficas y acadmicas (Sbato, 1969).