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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN--------------------------------------------------- 2
LA ORALIDAD EN LA ESCUELA PRIMARIA------------ 4
CONCLUSIÓN------------------------------------------------------ 14
BIBLIOGRAFÍA --------------------------------------------------- 16
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INTRODUCCIÓN
La comunicación es un proceso complejo y global del que la educación es parte y
en el que el lenguaje verbal es sólo un componente más, aunque, quizá, el más
significativo y eficaz para el ser humano. Y dentro de la comunicación verbal, la oral
merece una atención especial en las instituciones educativas, no sólo porque su frecuencia
de uso con respecto a la escrita así lo aconseja, sino porque la tradicional falta de
sistematización de los procesos y formalizaciones de la enseñanza y el aprendizaje en este
campo, exige un innovador esfuerzo en cuanto al rigor metodológico para el diseño de
materiales didácticos específicos y para la concreción de instrumentos de evaluación.
Además, esta exigencia de enseñanza-aprendizaje de la comunicación oral se justifica con
facilidad, pues “la preparación de los alumnos para insertarse en una sociedad
democrática cuyos principios se basan en la participación activa, la tolerancia, el respeto
para una convivencia plural, reclaman una iniciación práctica en la toma de la palabra, el
diálogo y la escucha” (Barrientos, C. y otras 1987).
El trabajo que se muestra a continuación, hace un enfoque en el cual la oralidad en
la escuela primaria debe ser la base de toda educación dentro de ella. Puesto que la lengua
oral precede a la escrita; primeramente genéticamente, ya que estamos predispuestos a
comunicarnos y consecuentemente la lengua escrita carece de elementos que sólo
oralmente se pueden destacar, tales como entonaciones, cambios de voz, emociones, que
en la forma escrita es casi imposible plasmar. Asimismo, se plantean las estrategias que se
pueden seguir y las cosas que no se deben llevar a cabo en el aula que, en vez de ayudar,
pueden ser una causa de falta de motivación y desinterés en el alumno. Un ejemplo de
esto es que las creaciones orales de los alumnos no sean tachadas de incorrectas, al
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contrario, decirles que esas obras se pueden mejorar y que pueden contener más
elementos que ellos mismos pueden desarrollar.
De igual manera, los cambios que se sufren en nuestra sociedad llevaron a las
autoridades de educación a transformar el antiguo plan de estudios para adaptarlo a las
nuevas necesidades en cuanto a la enseñanza se refiere. En el caso de la oralidad, en este
nuevo enfoque, se le da mayor importancia, cosa que no sucedía en el anterior. Ahora
desde el primer grado el niño debe empezar a desarrollar esta competencia que no sólo le
será útil en esta etapa, sino por el resto de su vida y sin la cual no se concibe un futuro.
Es por esto y demás, que la oralidad en la escuela primaria se debe desarrollar
partiendo de los conocimientos que el alumno ya posee, dándole la libertad y la confianza
para que este se desenvuelva y saque a flote lo que sabe hacer y con lo cual uno como
maestro se dará cuenta de cual es el reto a cumplir con ese alumno.
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LA ORALIDAD EN LA ESCUELA PRIMARIA
Primero que nada, hay que concebir la expresión oral como un fenómeno, puesto
que sin ella la sociedad no tendría los medios para entenderse ni desarrollarse. Es aquí
donde se debe tratar a la lengua como un medio de comunicación y este a su vez debe
basarse y tener como finalidad la adquisición y dominio de las estructuras esenciales y el
vocabulario pertinente el cual debe partir del manejo de la oralidad. Por consiguiente el
aprendizaje de una lengua no implica una serie de problemas que hay que resolver, sino
un conjunto de destrezas que deben adquirirse.
La enseñanza y el aprendizaje de la lengua oral deben partir de los conocimientos
que los individuos ya dominen como sus usos y formas específicas, y tomar en cuenta las
realizaciones orales de los hablantes, es decir, que sus creaciones que manejan la oralidad
como base, debe ser lo primordial en la escuela primaria. Una razón muy importante para
darle este lugar privilegiado a la oralidad, es el hecho que esta va íntimamente
relacionada con el desarrollo de la lengua. Lo que importa más que nada es que el niño
hable y la única forma de hacerlo es haciéndolo hablar o mejor dicho, darle la libertad de
que se exprese con toda confianza. Por eso es necesario que la enseñanza se base en lo
que el niño ya posee, producto de la interacción cotidiana con sus padres, amigos,
vecinos, etc., aún con todas sus imperfecciones e inexactitudes, pero que es el inicio de lo
que todo profesor debe partir. De igual manera la educación en la escuela primaria debe
tener en cuanta la lengua de hoy, puesto que la última está en constante cambio y es muy
necesario adaptarse a las formas de comunicación oral. La enseñanza y el aprendizaje de
la lengua se tiene que realizar basado en la convicción de que lo hábitos verbales son
modificables, es decir, mejorables.
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La lengua hablada debe ser la prioridad en todo nivel educativo, pues actualmente
se le da mayor énfasis a la escritura. En todo caso, la primera tiene mayor importancia
porque a) genéticamente, la lengua hablada es anterior a la escrita, b) la lengua escrita no
existiría si no hubiera un pensamiento previamente y este a su vez es una conformación
de la lengua hablada, c) la lengua escrita pierde elementos que posee la lengua hablada:
las variaciones significativas de tono, de acento, los valores expresivos, los cuales
difícilmente se pueden plasmar por escrito.
Lo que corresponde a la escuela es profundizare y ampliar las destrezas de
comunicación oral. Para ello, es de suma importancia respetar las producciones orales de
los alumnos y no tacharlas de incorrectas o inadecuadas, sino de que esas producciones
son mejorables.
Otro punto que es de gran interés recalcar, es que se debe promover la interacción
entre los iguales, ya que esto no sólo mejora esta destreza, sino también lo cognitivo. Esto
se puede aplicar en el aula cuando algún alumno tenga problemas de expresión oral; en
estos casos pueden ser apoyados por compañeros con mayor nivel en este campo. Esta
interacción no sólo favorecerá su incorporación al trabajo, sino que mejorará su
comprensión y su participación en el desarrollo de las clases.
Entonces se puede decir que la educación es como un proceso dinámico en el que
la interacción verbal resulta fundamental, ya que el trabajo en el aula requiere estar en
comunicación intermitentemente. Resulta muy fructífero para la clase aprovechar las
dinámicas de los grupos de trabajo al desarrollar y fomentar destrezas y habilidades
orales y despertar o asentar actitudes y valores positivos con respecto a la comunicación
en general. El problema con los niños menos aventajados en clase es que no presentan
carencias específicamente lingüísticas, aunque a veces suceda lo contrario, sino que sus
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experiencias son pobres o nulas en cuanto a los tipos de discursos que se requieren en
cada ocasión y esto los hace no estar familiarizados con algunas formas de pensamiento
y, por consiguiente, son incapaces, por ejemplo, de argumentar, dialogar, de oír
comprensivamente al otro mientras expone sus ideas, etc. Por eso, la interacción con los
demás, debe promoverse prioritariamente en el aula y ésta debe darse en las situaciones
más variadas posibles, hecho que exige el trabajo en el grupo. En este sentido, intercalar
actividades en las que los alumnos interactúen con otros y otros grupos, favorece el
desarrollo de destrezas comunicativas. Lo importante es que los niños descubran,
contesten y comenten las cosas juntos; porque así se generan experiencias entre
compañeros.
El trabajo escolar de la comprensión y la expresión oral, tiene la ventaja de poder
ser tratado y sistematizado mucho antes que el niño sepa leer y escribir. Se trata de que el
niño debe expresarse con interés y cada vez más correcta en el aula, en las actividades
que estos realicen. Los juegos tienen un papel fundamental en este desarrollo, por
ejemplo, el teléfono, títeres, les permite a los niños adiestrarse en la competencia
comunicativa oral y también puede motivar actividades muy productivas en clase.; de
igual manera, el describir ciertos objetos, imágenes, responder a peguntas, inventar
historias, etc., tienen como objetivo que los niños de estas edades se relaciones y
comuniquen con sus iguales y adultos con el fin de que adquieran experiencias
comunicativas.
Algo que hay que tener muy presente, es que no es suficiente que los niños estén
en ambientes ricos lingüísticamente, sino que es esencial que el niño hable, que tenga
interlocutores. El requisito de usar el lenguaje para adquirir competencia verbal es básico.
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Los alumnos pasan mucho tiempo en la escuela y lo que los profesores les dicen y
cómo lo han dicho es importante.las exposiciones, los diálogos y conversaciones de los
profesores con los alumnos, desempeñan funciones esenciales en el proceso de
aprendizaje de los niños. Si lo que el profesor quiere es emplear la comunicación oral
como instrumento para apoya, ampliar y profundizar los aprendizajes, tanto conceptuales
como procedimentales y actitudinales, debemos seleccionar cuidadosamente los
contenidos lingüísticos que vamos a trabajar y el momento de tratarlos.
Es indispensable en la enseñanza de cualquier disciplina, el para qué de esa
disciplina, es decir, qué se pretende con ese proceso educativo, la meta que justifica los
correspondientes aprendizajes y que se refleja en los objetivos. Por otra parte, ya es hora
de que se considere el lenguaje oral a nivel curricular como algo más que un mero
prerrequisito para el aprendizaje de la lectura y la escritura y se le dé e tratamiento
adecuado. En cualquier, siempre resulta necesario tomar en cuanta las peculiaridades de
cada situación para adaptar las programaciones, referidas específicamente a los
aprendizajes de la comunicación oral. En concreto, habrá que considerar: las
características del entrono, las características del centro (los elementos y recursos
humanos), las características del grupo-clase (cuáles es su nivel, sus intereses y
necesidades) y las características de los alumnos que requieren atención especial para su
diversidad.
Los objetivos en la educación primaria requieren que el alumnado sea capaz de
comprender mensajes orales, relacionándolos con las propias ideas y experiencias,
interpretándolos y valorándolos críticamente y aplicándolos a nuevas situaciones de
aprendizaje; utilizar la lengua oral para intercambiar ideas, experiencias y sentimientos,
adoptando una actitud respetuosa ante las aportaciones de los otros; expresarse oralmente
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teniendo en cuenta las características de las diferentes situaciones de comunicación y
respetando las formas básicas de la lengua oral; utilizar en los discursos orales diferentes
recursos expresivos lingüísticos, paralingüísticos y no lingüísticos para interpretar y
transmitir mensajes con una determinada intención comunicativa y representativa;
explorar las posibilidades expresivas de la lengua oral; utilizar el lenguaje oral como
instrumento de aprendizaje y planificación de la actividad; reconocer y respetar las
peculiaridades de las diferentes lenguas o variedades dialectales en sus manifestaciones
orales; reconocer la existencia de diferentes usos y registros en las producciones
lingüísticas propias y ajenas; comprender y producir discursos orales con características
literarias, reconociendo y disfrutando sus recursos expresivos y su riqueza estético-
lingüística; por último, valorar la literatura de tradición oral como patrimonio cultural
enriquecedor.
La tarea de nosotros como docentes al respecto, es facilitar la comunicación plena
dentro de la comunidad educativa, aprovechar y conocer las ideas previas de los
estudiantes, motivar para el aprendizaje de contenidos abstractos, complejos, difíciles y
controvertidos, promover cambios de actitud y generar procesos de autocrítica,
autoevaluación y coevaluación.
Una de las características más importantes de la interacción oral es que mediante
ella el escolar desarrolla las actitudes y técnicas que le permiten controlar su propia
participación en las conversaciones. Por eso, las actividades que tengan como objetivo
favorecer estos aprendizajes tendrán que estimular el interés, facilitar y fomentar la
participación de todos e intentar lograr la satisfacción comunitaria del grupo.
La asistencia a exposiciones, conciertos, obras de teatro, etc. sólo es válida si
representan el punto de partida de actividades y tareas posteriores que desarrollen un
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pensamiento alerta, divergente, lúdico, sutil, imaginativo, crítico. Es crucial que los niños
actúen, pero también que asistan y contemplen otras producciones en un lenguaje más
“potente y reelaborado” que el suyo, para que comprueben la “perfección” que puede
llegar a alcanzar el contenido y la forma de ciertos mensajes, expresado mediante el
discurso oral.
La lectura es un algo extraordinario que sucede entre el texto y el lector, en le cual
la personalidad de este último se “reconstruye” para ser uno con lo que lee, y de esta
manera, “recrearlo” activamente, es decir, “recrearse”. En el caso de la oralización de
textos escritos para otros oyentes, hay que destacar su valor motivador.
Con respecto a la lectura, es importante que los escolares diferencien los usos
propios y originales del código oral, de la oralización a que se presta todo escrito, a la
formulación de viva voz de cualquier escritura.
El leer a los pequeños o a los no tan pequeños, puede significar una experiencia
muy positiva y complementaria a la de la comunicación oral, pues al leer se oraliza el
lenguaje de un autor y por lo tanto su estilo. La lectura favorece la valoración del texto y
su comprensión.
Las actividades de lectura en voz alta resultan adecuadas en múltiples ocasiones y
en la mayoría de ellas pueden ser acompañadas por comentarios o desarrollo propiamente
orales.
La recitación es la manifestación oral, acompañada de lo corporal y gestual de un
texto generalmente escrito, los cuales deben permitir una comunicación-comunión
emotiva entre el grupo.
Otra forma en la que se puede promover la oralidad en clase es por medio de los
cantos, la dramatización y el discurso teatral, puesto que implican múltiples lenguajes, el
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verbal (oral y escrito), el musical, el gestual, el icónico y resultan muy atractivas para los
alumnos, pues se ríen y disfrutan trabajándolas.
Hoy día, con todos los cambios tecnológicos que inciden en la sociedad y que
exigen un dominio de la oralidad para sobrevivir en ella, no se concibe a alguien que no
se pueda expresar ante un público. Ante esta situación, un plan de estudios que no se
enfocara en la expresión oral no serviría de nada seguirlo utilizando. Un nuevo enfoque
que tomara como base la oralidad sería lo idóneo para desarrollar en las futuras
generaciones esa necesidad.
Eso que parecía imposible que se lograra pasó, la nueva reforma tiene como una
de sus metas bien planteadas que los estudiantes al terminar la educación primaria sean
competentes en cuanto al dominio de las destrezas comunicativas, las cuales le serán de
gran utilidad en su futuro.
Las estrategias que se manejan en el nuevo plan, es que los alumnos de este nivel
educativo, participen en diálogos y exposiciones orales; donde hablen de ellos mismos, de
sus ideas o impresiones que surjan de manera natural ante ciertas circunstancias. Es por
esto que la escuela debe fomentar la participación espontánea de los niños, promover que
logren mejores maneras de comunicación, las cuales les faciliten satisfacer necesidades
diversas y participar dentro de la vida escolar y comunitaria.
Lo expuesto al inicio de esta investigación, concuerda con lo planteado en el plan
de estudios 2009, por ejemplo las diferencias entre la lengua oral y escrita; lo más
evidente es que la lengua oral va acompañada de gesto, movimientos, cambios e
inflexiones de vos. De igual manera el uso de la lengua oral depende generalmente más
del contexto en el que se encuentran los hablantes.
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En ocasiones los niños, los niños han estado expuestos solamente a situaciones
sociales cercanas a su familia, donde los roles ya están establecidos. Por eso es importante
que la escuela ofrezca oportunidad para extender la experiencia y la competencia de los
niños en situaciones comunicativas con diferentes grados y tipos de formalidad. Por eso
hay que lograr que los niños aprendan a trabajar de manera individual y grupal, ya que la
colaboración siempre implica competencias orales.
En este caso, el plan de estudios 2009 propone trabajar por proyectos, los cuales
implican diversas actividades con la lengua oral, tales como: seguir la exposición de otros
y exponer su propio conocimiento o ideas de forma ordenada, atender las solicitudes de
otros y solicitar servicios, emplear la descripción para recrear circunstancias, ponerse de
acuerdo aportando y escuchando ideas, opinar sobre lo que dicen otros y expresar sus
argumentos que rectifiquen su postura hacia el tema planteado, persuadir y negociar, dar
y atender indicaciones, pedir ayuda, expresar dudas, acuerdos o desacuerdos cuando sea
necesario.
Cuando se trabaja la lengua oral, es necesario atender cuatro aspectos:
1. Hablar sobre temas específicos, con el fin de que los niños exploren y discutan
sus ideas, argumenten, comparen y adquieran el vocabulario específico de un
tema.
2. El propósito ye l tiempo de habla. Es de suma importancia que los niños
tengan la oportunidad de usar un lenguaje estructurado que requiera un mayor
manejo de las convenciones que la conversación habitual.
3. Diversidad lingüística.es importante que dentro de la escuela se amplíen los
contextos de expresión para que los alumnos enriquezcan sus posibilidades
comunicativas sin la variante del habla que poseen, se pretende promover un
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ambiente en el que los niños se comuniquen con confianza y seguridad. El
compromiso de la escuela es preparar a los alumnos para transitar en la
pluralidad lingüística.
4. Los roles de quienes participen en el intercambio. En este caso es relevante
que los niños regulen su nivel de confianza y el grado de formalidad
dependiendo del contexto en el que estos se encuentren.
Considerando las diferencias que los niños suelen tener en cuanto al dominio del
lenguaje (a su fluidez, a su actitud o deseo de expresarse o a participar de lleno en
situaciones de comunicación oral), el tratamiento didáctico de la lengua debe basarse en
estrategias individualizadas, pues, probablemente, todos los niños requieren
intervenciones específicas (articulación, ampliación del vocabulario, estímulos para
expresarse). Por ello, es imprescindible crear un clima de aceptación y respeto, en el que
la comunicación sea, aunque guiada muchas veces, libre y nunca producto de presiones.
Se deberá partir en cada caso de un diagnóstico inicial acerca de la situación de cada
alumno o alumna y de su medio ambiente.
Así como la escuela no duda en proponer como meta la adquisición de la escritura,
en el caso de la apropiación del estándar oral se plantean objetivos amplios tales como
saber hablar y expresarse con fluidez y propiedad, y sin embargo no parece haber marcos
teóricos que sustenten adecuadamente metodologías específicas.
En efecto, el camino que tradicionalmente se ha propuesto para la apropiación del
estándar oral es la transferencia del escrito al oral, y se ha dado por sentado que esa
transferencia es automática, vale decir que con el conocimiento del escrito estándar es
suficiente para adquirir el estándar oral.
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En fin, la escuela debe hacer énfasis en la oralidad antes que la escritura, pues, hay
argumentos suficientes para concretar esta cuestión. En todo caso, la institución
educativa es el lugar privilegiado para realizar todo lo mencionado, aunque en el hogar se
adquieren las nociones iniciales, es en la escuela donde se desarrollan y moldean para que
sean utilizadas en el futuro.
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CONCLUSIÓN
Lo expuesto anteriormente es ciertamente una realidad. La escuela siempre ha
hecho mayor énfasis en la escritura que en la oralidad. Sin pensarlo o sin darse cuenta, allí
ha estado el error de la educación, estar formando personas que nos se saben expresar
oralmente, pero que son unas perfectas lingüistas. El caso es que ¿Para qué enseñar toda
esa gramática si los alumnos no la van ni siquiera aplicarla? ¿Por qué no se había
concretado esa idea en un plan de estudios hasta ahora, después de tantos años que ya se
tenía especificado el problema y en el cual muchos países ya lo habían trabajado desde
mucho tiempo atrás? La respuesta es sencilla, no se le había dado la importancia
suficiente a las competencias que los alumnos poseen y que la escuela es el lugar
concertado para desarrollarla. Puede ser que primero se haya querido asegurar la
cobertura de la educación y después la calidad, pero ¿qué pasó con todos esos niños que
ahora son adultos y que no tuvieron la oportunidad de desarrollar esas destrezas que hoy
en día son tan indispensables?… muchas de ellas puede que sean personas exitosas otras
no, pero el hecho es que no tuvieron una educación adecuada, la cual se preocupara por el
futuro de ellos y por sus necesidades del día de mañana.
Sabemos que de los errores se aprende; por ello ahora nos toca a nosotros no
repetir eso, tenemos las herramientas necesarias para desarrollar en lo niños esas
destrezas que en un futuro muy próximo serán su vida, su pan de cada día, ya que si
nosotros como docentes no tenemos esa obligación de construir esas habilidades ¿quién lo
hará? .
Es crucial que tomemos parte en este asunto que si nos concierne, pues en
nosotros recae esa obligación de formar individuos capaces de enfrentarse a las
situaciones que se les presenten y que mejor lugar para hacerlo que la escuela primaria,
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la base de la educación. Hay que recordar que cuando el niño llega a cualquier institución
escolar conocen y manejan su lengua, por lo cual lo que corresponde es profundizar y
ampliar sus saberes. Para ello, es fundamental respetar sus propias producciones orales y
no tacharlas de incorrectas o inadecuadas, sino, en todo caso, de mejorables.
Para finalizar este apartado no me queda más que repetir una vez más, la oralidad
se debe desarrollar, se debe construir, se debe introducir de lleno en cualquier nivel
educativo para que esta competencia esencial en todo ser humano, no se quede inconclusa
y por consiguiente sin posibilidades de aplicarse en la vida. Lo anterior se puede definir
en una frase: “El lenguaje es base fundamental para todo conocimiento. Sin lenguaje la
comunicación resulta muy restringida”.
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BIBLIOGRAFÍA
Creatividad verbal (1994)
Mauro Rodríguez Estrada
Pax México, México
Didáctica de las ciencias del lenguaje (1994)
Graciela Alisedo y otros
Paido´s, Argentina
La comunicación oral y su didáctica (1993)
María Victoria Reyzábal
La Muralla, España
Programa de Estudio 2009
Primer Grado
Educación Básica
Primaria
SEP
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