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Buscar contenido... Inicio Devocionales Biblia Blogs Videos Eventos Directorio Humor Revista Liderazgo Vida Cristiana por Christopher Shaw 0 comentarios Enseñar como Jesús enseñó Todos aquellos que hemos recibido el llamado al ministerio de la enseñanza deberíamos considerar como un paso indispensable para el desarrollo de esta gracia la observación cuidadosa de los métodos y procedimientos que Jesús empleó para comunicar las verdades del Reino. «Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como uno que tiene autoridad, y no como sus escribas» (Mateo 7.28-29 [BA]). El comentario del autor del primer evangelio revela cuán profundamente impactó a las multitudes la enseñanza de Cristo cuando predicó el Sermón del Monte. Y no solamente aquella multitud, sino que, a lo largo de los siglos, generación tras generación ha sentido el mismo impacto dramático de esta enseñanza que no pierde su vigencia, a pesar de que han transcurrido casi 2.000 años desde que fue predicada. No exageramos al afirmar que ¡Jesús es un maestro sin igual! Todos aquellos que hemos recibido el llamado al ministerio de la enseñanza deberíamos considerar como un paso indispensable para el desarrollo de esta gracia la observación cuidadosa de los métodos y procedimientos que Jesús empleó para comunicar las verdades del Reino. Observar a Jesús mientras enseña es algo que nunca debe perder su atractivo para nosotros. En lo personal, el estudio de la vida de Jesús es una de las actividades que mayor rédito han aportado a mi vida. Cada vez que me acerco a su persona descubro una multitud de nuevos tesoros que continúan modificando la perspectiva que poseo acerca del proceso de formar a otros mediante la enseñanza. Quisiera en este espacio, entonces, compartir algunos de los elementos más llamativos que he observado en el Maestro. Utilizó su herramienta más poderosa Una de las tentaciones más tenaces que enfrentamos en la enseñanza es la de enfocarnos en el contenido. Invertimos incontables horas en el estudio y la preparación del material que queremos enseñar en la materia, el curso, o el seminario que vamos a dictar. No quisiera desmerecer la preparación diligente a la que todo maestro debe someterse, pero a menudo no invertimos ni una décima parte de este esfuerzo en un elemento de mayor peso: la vida misma del maestro. No podemos enseñar a otros a orar, evangelizar o servir, si nosotros no oramos, evangelizamos o servimos No me cabe duda de que una de las razones por las que Jesús impactó tan profundamente la vida de sus oyentes es la calidad de su propia vida. De hecho, no encontramos en los evangelios ni un solo caso en que él haya enseñado un principio del Reino sin que él mismo no lo haya vivido. Nunca enseñó solamente sobre la teoría de los temas que abordaba, sino que su enseñanza surgía de su propio compromiso absoluto con la verdad eterna. Por esto, la enseñanza de sus discípulos no era la transmisión de los «apuntes» que habían tomado durante los años que permanecieron junto a él. ver detalles de eventos Editorial Vida Contamos con una vasta selección de libros, Biblias, música, regalos y productos de niños. Eternal Evidences Productora de radio y video. Video grabamos predicas dominicales, Aniversarios cualquier evento de s... publicite su directorio aqui Centro Cristiano Adonai de Miami El poder de Dios en accion con los pastores Ricardo y Emilia ponce. El SitioCristiano.com Comentario: Escucha por Vida- La fuente principal en el internet para escuchar Audio Cristiano. Escu... publicite su directorio aqui Boletines y Revista en su e-mail GRATIS! ver todos los boletines Un Hombre del Reino por Tony Evans El destino de cada hombre, el sueño de cada mujer (Enfoque a la Familia) leer comprar Mi Carrito | Registrese | Log-in Contactenos Ministerio Articulos converted by Web2PDFConvert.com

La pedagogía de Jesús

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    Ensear como Jess ense

    Todos aquellos que hemos recibido el llamado al ministerio de laenseanza deberamos considerar como un paso indispensable parael desarrollo de esta gracia la observacin cuidadosa de los mtodosy procedimientos que Jess emple para comunicar las verdades delReino.

    Cuando Jess termin estas palabras, las multitudes seadmiraban de su enseanza; porque les enseaba comouno que tiene autoridad, y no como sus escribas (Mateo7.28-29 [BA]). El comentario del autor del primerevangelio revela cun profundamente impact a lasmultitudes la enseanza de Cristo cuando predic elSermn del Monte. Y no solamente aquella multitud, sino

    que, a lo largo de los siglos, generacin tras generacin ha sentido el mismoimpacto dramtico de esta enseanza que no pierde su vigencia, a pesar deque han transcurrido casi 2.000 aos desde que fue predicada. Noexageramos al afirmar que Jess es un maestro sin igual!Todos aquellos que hemos recibido el llamado al ministerio de la enseanzadeberamos considerar como un paso indispensable para el desarrollo de estagracia la observacin cuidadosa de los mtodos y procedimientos que Jessemple para comunicar las verdades del Reino. Observar a Jess mientrasensea es algo que nunca debe perder su atractivo para nosotros. En lopersonal, el estudio de la vida de Jess es una de las actividades que mayorrdito han aportado a mi vida. Cada vez que me acerco a su persona descubrouna multitud de nuevos tesoros que continan modificando la perspectivaque poseo acerca del proceso de formar a otros mediante la enseanza.Quisiera en este espacio, entonces, compartir algunos de los elementos msllamativos que he observado en el Maestro.Utiliz su herramienta ms poderosaUna de las tentaciones ms tenaces que enfrentamos en la enseanza es la deenfocarnos en el contenido. Invertimos incontables horas en el estudio y lapreparacin del material que queremos ensear en la materia, el curso, o elseminario que vamos a dictar. No quisiera desmerecer la preparacindiligente a la que todo maestro debe someterse, pero a menudo no invertimosni una dcima parte de este esfuerzo en un elemento de mayor peso: la vidamisma del maestro.

    No podemos ensear a otros a orar, evangelizaro servir, si nosotros no oramos, evangelizamos oservimos

    No me cabe duda de que una de las razones por las que Jess impact tanprofundamente la vida de sus oyentes es la calidad de su propia vida. Dehecho, no encontramos en los evangelios ni un solo caso en que l hayaenseado un principio del Reino sin que l mismo no lo haya vivido. Nuncaense solamente sobre la teora de los temas que abordaba, sino que suenseanza surga de su propio compromiso absoluto con la verdad eterna.Por esto, la enseanza de sus discpulos no era la transmisin de losapuntes que haban tomado durante los aos que permanecieron junto a l.

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  • Ms bien se dedicaron a hablar de las hechos que haban visto y odo, quehaban contemplado y palpado con sus manos (1 Juan 1.1-3). Es decir,hablaron de la clase de persona que era el Maestro con el que habanconvivido.Cuando nuestra enseanza es de odas, porque se basa solamente en elconocimiento de la teora de los temas que compartimos con otros,enseamos sin autoridad, porque nuestra vida contradice la eficacia de lasverdades que pretendemos que otros incorporen a su propia vida. Nopodemos ensear a otros a orar, evangelizar o servir, si nosotros no oramos,evangelizamos o servimos. Aunque nuestros estudiantes no accedan anuestra vida personal, ellos claramente percibirn cundo nuestra enseanzaest respaldada por la vida misma de su maestro. Ellos nos escuchan de unamanera enteramente diferente cuando nuestros apuntes y nuestra vidacomunican exactamente el mismo mensaje.Estimul el aprendizajeLos evangelios registran una rica diversidad de situaciones en las que Jessabri el dilogo con otros por medio de una pregunta. Cuando quiso revelarsu identidad a los Doce, por ejemplo, les pregunt primeramente acerca de loque en el pueblo se comentaba sobre su persona. Luego que ellos le dieran lasdiferentes versiones que haban escuchado por la calle, l llev la pregunta aun plano personal: y vosotros, quin decs que soy yo? (Mateo 16.15). Deesta manera, oblig a los discpulos a reflexionar sobre el asunto, en lugar deproveerles directamente la respuesta.El buen maestro debe conocer el contexto particular de sus estudiantes, demodo que sus enseanzas resulten relevantes a la realidad que cada uno.El incidente ilustra un importante principio en la enseanza: el buen maestronunca comunica a sus estudiantes una verdad que ellos pueden descubrir pors mismos. Mediante el uso hbil de preguntas lograr guiarlos a descubrirpor s mismos los principios que desea compartir con ellos. La razn de esteproceder es sencilla: tendemos a olvidar rpidamente las enseanzas quehemos recibido de otros, pero aquellas verdades que descubrimos nosotrosquedan grabadas en nuestros corazones para siempre.Provey enseanzas claras y prcticasUno de los aspectos en los que se falla mucho al ensear es el de permaneceren el marco de la teora, sin propiciar que los principios universales que seenuncian invadan la realidad cotidiana de los estudiantes. Quedan atrapadosen generalidades ya conocidas, pues el maestro no seala el camino que sedebe recorrer para posibilitar la vivencia de esas verdades. Si la conclusinde una enseanza sobre el amor, por ejemplo, es que todos debemos amar anuestro prjimo, no habremos sido de mucha ayuda a las personas que nosescuchan. Lo ms probable es que la mayora de ellos ya estaban enteradosde ese mandamiento. Lo que les sigue faltando es el cmo amar al prjimo.En este sentido Jess buscaba que sus enseanzas fueran claras yprcticas. En una diversidad de situaciones ech mano de elementos de lavida cotidiana para explicar las verdades ms complejas del Reino. Uselementos con los que su audiencia estaba bien familiarizada una monedaperdida, una perla extraordinaria, la semilla, una medida de levadura o elaceite para las lmparas. En las conversaciones que sostuvo con diferentespersonas individualiz la verdad a la situacin particular de cada una, demodo que no les quedaba duda acerca de lo que Dios esperaba de ellas.El buen maestro debe conocer el contexto particular de sus estudiantes, lasluchas, los desafos, las aspiraciones y los temores que enfrentan en su vida,de modo que sus enseanzas resulten relevantes a la realidad que cada cualvive en su propio mundo. Debe buscar la forma en que ellos puedan ver cmola verdad afecta el desarrollo de sus vidas en el contexto particular en que seencuentran. Es en lo cotidiano que se produce la verdadera transformacin yno en el marco del aula.Respet las etapas del desarrolloCuando Pedro confes que Jess era el Cristo, el Hijo de Dios (Mateo 16), elSeor juzg que estaban dadas las condiciones para compartir con ellos unarevelacin difcil de admitir. El evangelio seala claramente que es a partirde este momento que l comenz a anunciar a sus discpulos que eranecesario que sufriera muchos padecimientos a manos de los sacerdotes y losescribas, y que fuera entregado a muerte. Del mismo modo, poco antes de sumuerte confes a los Doce: An tengo muchas cosas que deciros, pero ahora

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  • no las podis soportar (Juan 16.12). Jess saba que existe un tiempo en queresulta particularmente apropiado comunicar ciertas verdades, y por esomanejaba con inteligencia los momentos en que entregaba la verdad a lossuyos.Un maestro nunca conseguir impactar profundamente la vida de susestudiantes si limita su relacin con ellos a simplemente ensearles.Uno de los puntos ms dbiles en nuestra enseanza es que exponemos anuestros estudiantes a verdades para las que ellos an no estn listos. Comoha observado alguien, los educadores nos abocamos a contestar preguntasque las personas no se estn planteando, y por esto caemos en la irrelevancia.Hablarle a un grupo de jvenes solteros acerca de los principios que debenguiar la crianza de los hijos nunca provocar el mismo impacto quepudiramos lograr si los enseramos a padres que estn comenzando aandar el camino de la paternidad. Por dar a destiempo la enseanzaderrochamos nuestros esfuerzos y desperdiciamos el tiempo de los que nosescuchan.Entendi que el aprendizaje es un procesoEn muchas escenas de los evangelios observamos variantes de esta situacin:Entonces dej a la multitud y entr en la casa. Y se le acercaron susdiscpulos, diciendo: Explcanos la parbola de la cizaa del campo (Mateo13.36). Ellos no siempre lograban captar las verdades que l comparta enpblico y procuraban, en privado, que les proveyera explicacionesadicionales que despejaran sus dudas y preguntas. Jess no dud en ampliarpara ellos la verdad o en aadir algn elemento adicional que no habacompartido en pblico. La razn es sencilla: incorporar nuevas verdades a lavida no ocurre en un momento, sino que es el fruto de un proceso sostenido alo largo de un perodo de tiempo.Por esto, entonces, el maestro sabio nunca da por sentado que lo enseado enpblico fue claramente comprendido por todos. Las personas filtran lo queenseamos a travs de las particularidades de su propia cultura y experienciapersonal, por lo que le dan una interpretacin a la verdad que no siempre esacertada o completa. Solamente por medio de dilogos posteriores se lograrque ellos obtengan una comprensin ms acabada de la enseanza. Lasconversaciones personalizadas con el maestro son una ventaja, puespermiten adaptar la verdad a la situacin particular de cada uno. La forma enque una persona comparte el evangelio con otra, por ejemplo, no ser igual sise trata de un vecino del barrio que si est ante alguien a quien le acaban dediagnosticar un cncer terminal. Solamente en ese dilogo posterior selograr realizar los ajustes necesarios a los principios eternos para que seanaplicables en un contexto particular.Provey el marco ideal para el crecimiento Cuando Jess llam a los Doce, el evangelista comenta que una de sus metasera que ellos estuvieran con l (Marcos 3.13-15). El relato posterior de laaventura que vivieron a la par de Jess revela que l cultiv con ellos unaprofunda relacin por la que alcanzaron comprobar, en una diversidad desituaciones, que estaba absolutamente comprometido con ellos. En ocasinde la ltima cena, Juan comenta que habiendo amado a los suyos, los amhasta el fin (13.1). En el momento ntimo que comparti con ellos, despusque les hubo lavado los pies, les aclar: Ya no os llamo siervos, porque elsiervo no sabe lo que hace su seor; pero os he llamado amigos, porque os hedado a conocer todo lo que he odo de mi Padre (Juan 15.15).La profundidad de esta relacin provey el marco ideal para que pudieraensearles. Al saber del amor incondicional de su Maestro hacia cada uno deellos, reciban las enseanzas de otra manera. Aun cuando Cristo les hablabacon dureza, ellos no dudaban que l se haba comprometido en caminar conellos hasta el fin, y esto sostena con firmeza el proceso de aprendizaje, aunen los momentos de duda o tribulacin. Un maestro nunca conseguir impactar profundamente la vida de susestudiantes si limita su relacin con ellos a simplemente ensearles. Elesfuerzo que demanda aprender sus nombres, mezclarse con ellos, crearoportunidades para que hablen de sus vidas y experiencias, fortalece losvnculos afectivos que le darn un peso adicional a la enseanza fundamental.Ellos deben percibir que nosotros estamos interesados en mucho ms quesimplemente dictar nuestra clase. Deben sentir que sus vidas son de granvalor para el maestro.

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    Aprovech las oportunidades de la vidaJess era sumamente sabio a la hora de convertir las situaciones ms diversasde la vida en oportunidades para ensear. Cuando los discpulos seencontraron frente a un hombre ciego, por ejemplo, y preguntaron acerca delorigen de su enfermedad, aprovech la inquietud de ellos para hablarlessobre nuestra responsabilidad de realizar las obras que Dios ha preparadopara nosotros (Juan 9.1-3). Cuando los discpulos le comunicaron que losfariseos se haban escandalizado por algunas de sus declaraciones, utiliz elcomentario para hablar sobre el liderazgo a ciegas (Mateo 15.12). En unsentido, el currculo de sus enseanzas lo iba determinando por lasexperiencias particulares en que se vean involucrados en el curso de cadada.

    El buen maestro nunca se ata a sus apuntes ni seexige, a toda costa, cumplir con el programa.

    Permanece atento a las inquietudes y preguntas de sus estudiantes y estdispuesto a detener sus actividades para aprovechar situaciones idneas paraensear algn principio del Reino. Aun cuando desarrolle sus clases exclusivamente en el mbito del aula, lasintervenciones de los alumnos y los espacios que va creando para que elloscompartan sus perspectivas pueden proveer oportunidades ideales paracompartir principios de la vida eterna. Incluso, en ocasiones ser sabiodetener por completo alguna actividad planificada, porque una situacinparticular demanda otro enfoque enteramente diferente. Supongamos, porejemplo, que uno de los estudiantes acaba de ser despedido de su trabajo. Enlugar de simplemente avanzar con el programa, esta es una circunstanciaideal para que el maestro invite al resto del grupo a unirse en oracin a favorde su compaero. Por otro lado, quizs tambin el momento sea propiciopara hablar, con ternura, sobre los elementos que proveen de verdaderaseguridad a quienes estamos en Cristo. El hecho es que debemos dejarespacio para que sea el Espritu el que dirija nuestro ministerio de enseanza,y no nosotros mismos.Una fuente inagotableEstos son apenas algunos de los principios de enseanza en el ministerio deCristo que han impactado mi propia vida. Aunque llevo treinta aos leyendolos evangelios, sigo descubriendo en ellos nuevas formas de impactar la vidade mis estudiantes. Por esto, vuelvo al texto una y otra vez, intentandoaprender de aquel que fue tan extraordinario Maestro durante su paso por latierra. Del mismo modo, le animo a usted a que no se quede con mis propiasobservaciones. Acrquese a la persona de Jess y obsrvelo mientras enseaa las multitudes, a los Doce o a los individuos que se cruzaban por su camino.Lo que descubre en su estilo de enseanza podr afectar dramticamente laforma en que usted ensea a otros.

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