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Larsen-Freeman, D. & Long, M. (1984): Introducción al estudio de la adquisición de segundas lenguas. Madrid: Ed. Gredos. CAPÍTULO 7 TEORÍAS SOBRE LA ADQUISICIÓN DE SEGUNDAS LENGUAS 7.1. Introducción Las palabras «teoría» y «teórico» han suscitado respuestas muy distintas en los círculos de enseñanza de lenguas y en los centros de investigación, muchas de ellas negativas por diferentes razones. Algunos responden negativamente después de haber tenido que aguantar comunicaciones interminables en congresos o de haber leído artículos muy retóricos a los que se calificaba de «teóricos», y que aunque eran elocuentes tenían muy poca sustancia. Aquí no empleamos con propiedad el término «teórico», sino con el significado de «libre de datos». En otros casos, las teorías a las que hasta ahora se ha prestado más atención en la bibliografía de la ASL no tenían mucho interés, contenían errores o eran vacuas; así, había una predisposición en contra de la elaboración de otras nuevas. Hay para quien la teoría en general no plantea problemas (o al menos así lo piensan) y opinan que sencillamente la investigación en la ASL no ha avanzado lo bastante para poder teorizar. Los que suscriben la última opinión —y entre ellos se incluyen algunos nombres importantes de la ASL— consideran que la ASL se conoce relativamente poco y que cualquier teoría que se proponga en esta etapa muy posiblemente contendrá errores. Es contraproducente en el sentido de que muchos perderán el tiempo trabajando en una pista teórica falsa en lugar de descubrir hechos nuevos sobre la adquisición. Aunque ello pueda parecer razonable, en nuestra opinión indica que en esta especialidad todavía no se comprenden bien ni los fines ni el valor de las teorías de las ciencias (sociales) y, por lo tanto, creemos que merece la pena que le dediquemos un espacio al tema en este libro.

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Larsen-Freeman, D. & Long, M. (1984): Introducción al estudio de la adquisición desegundas lenguas. Madrid: Ed. Gredos.

CAPÍTULO 7

TEORÍAS SOBRE LA ADQUISICIÓN DESEGUNDAS LENGUAS

7.1. Introducción

Las palabras «teoría» y «teórico» han suscitado respuestas muy distintas en los círculos deenseñanza de lenguas y en los centros de investigación, muchas de ellas negativas por diferentesrazones. Algunos responden negativamente después de haber tenido que aguantar comunicacionesinterminables en congresos o de haber leído artículos muy retóricos a los que se calificaba de«teóricos», y que aunque eran elocuentes tenían muy poca sustancia. Aquí no empleamos conpropiedad el término «teórico», sino con el significado de «libre de datos». En otros casos, las teorías alas que hasta ahora se ha prestado más atención en la bibliografía de la ASL no tenían mucho interés,contenían errores o eran vacuas; así, había una predisposición en contra de la elaboración de otrasnuevas. Hay para quien la teoría en general no plantea problemas (o al menos así lo piensan) y opinanque sencillamente la investigación en la ASL no ha avanzado lo bastante para poder teorizar.

Los que suscriben la última opinión —y entre ellos se incluyen algunos nombres importantes de laASL— consideran que la ASL se conoce relativamente poco y que cualquier teoría que se proponga enesta etapa muy posiblemente contendrá errores. Es contraproducente en el sentido de que muchosperderán el tiempo trabajando en una pista teórica falsa en lugar de descubrir hechos nuevos sobre laadquisición. Aunque ello pueda parecer razonable, en nuestra opinión indica que en esta especialidadtodavía no se comprenden bien ni los fines ni el valor de las teorías de las ciencias (sociales) y, por lotanto, creemos que merece la pena que le dediquemos un espacio al tema en este libro.

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Así, en este capítulo comenzaremos por introducir algunos de los conceptos y procedimientosbásicos de la elaboración de la teoría. Si nos familiarizamos con tales procesos, conseguiremosentender cuál es la situación adecuada en el terreno de la investigación científica para investigarseriamente en esta especialidad; en nuestra opinión, esto es algo de lo que no podemos prescindirsi queremos determinar en qué sentido es una ciencia. Aquí defenderemos que con unateorización más rigurosa se aceleraría el avance de los estudios de ASL. Además, serviría paraproteger a los profesores de lengua contra los principios que se «basan en la teoría», que aunqueatractivos no son apropiados para las clases. Más adelante describiremos y criticaremos algunosejemplos de las tres teorías más importantes con las que contamos sobre adquisición de segundaslenguas: la nativista, la ambientalista y la interaccionista.

7.2. La elaboración de teorías y las ciencias sociales

7.2.1. El papel de las teorías en las investigaciones de tipo acumulativo

Aunque la actividad investigadora empírica en el campo de la ASL ha experimentado todo un«boom», los propios investigadores y los que probablemente se beneficiarán de los resultados —porejemplo, los profesores de lenguas— expresan cada vez más insatisfacción a la vista de que sólo unapequeña parte de la investigación es acumulativa y/ o presenta una motivación clara. En otras palabras,desearían saber hacia dónde nos dirigimos.

El trabajo basado en los datos no es lo bastante productivo por la falta de motivación teórica endistintos sentidos. Por ejemplo, todavía algunos estudios son simplemente descriptivos; el «problema»a considerar parece habérsele ocurrido al investigador después de recoger los datos. Así se explicanciertos informes de investigación que terminan diciendo que, «por supuesto», no pueden sacarseconclusiones de X (el problema que supuestamente motivó el estudio), por la lamentable ausencia deciertos datos cruciales o porque falta algún elemento en el diseño de la investigación (por ejemplo ungrupo de control), y a continuación sugieren cómo deberían ser otras investigaciones futuras sobre elmismo problema, investigaciones que probablemente otros llevarán a cabo.

Son algo mejores los estudios correlaciónales cuyo fin no es explorar los problemas sinoresolverlos. La mayoría trabaja sólo con una o dos variables, y cuando se trata de más de una,presentan por separado correlaciones simples de cada una de ellas. Aun así, ya en 1973 Oyama, usandosemiparciales1, vio que la relación que aparentemente existía entre la orientación integradora y lacompetencia de la ASL dejaba de verse si se controlaba la edad con la que se había empezado.Purcell y Suter (1980) confirmaron este resultado por medio de la regresión múltiple en unreanálisis de los datos de la tesis de Suter (1973). Más recientemente, como dijimos en el capítulo6, Hermann (1980) y Strong (1984) han presentado pruebas a favor de la «hipótesis resultativa»,i.e. que la motivación para aprender una SL es el resultado de incrementar las destrezas, no lacausa.

1 «Semiparciales» (coeficientes de correlaciones semiparciales) es el nombre que se le da al procedimiento estadístico quepermite al investigador que estudia la relación entre dos variables (por ejemplo, la edad y la motivación) y la ASL saber cómode estrecha es la relación de cada una de ellas con la adquisición manteniendo la otra constante, esto es, controlada al margendel estudio. Por ejemplo, en vez de comparar solamente los logros en el aprendizaje de estudiantes de distintas edades con(digamos) puntuaciones de 40, 45, 50... 90 en un índice de (0-100 puntos) de motivación para el aprendizaje de una SL, elinvestigador puede mantener constante la edad de los aprendices y fijarse en la relación (sin la desviación de la edad) entremotivación y ASL comparando sus distintos efectos en aprendices con la misma edad pero con distinta motivación, yviceversa. Para este tipo de estudios existen también otros análisis estadísticos más poderosos, algunos de los cuales —porejemplo, la regresión múltiple, el análisis factorial y el análisis direccional— permiten al investigador asegurar el peso relativode un número mucho mayor de variables.

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Así, vemos por qué es arriesgado e incluso engañoso proponerse investigar las relaciones entreactitud, motivación u otras variables y la ASL usando correlaciones simples para comparar lasrespuestas de los cuestionarios con las puntuaciones de los tests de habilidad. Tales estudiosdeben ocuparse de afrontar los enormes problemas de medición a los que nos referimos en elcapítulo anterior. La investigación en muchos otros terrenos tampoco ha servido para trabajarpartiendo de lo que ya se había hecho —esto se denomina «tendencia a reinventar la rueda».

A pesar de estos problemas, se están haciendo progresos muy claros. Aunque con muchaslimitaciones, los estudios descriptivos son muy útiles e incluso necesarios; en la actualidad semalgastan muchos esfuerzos que, tanto los investigadores individualmente como la especialidaden su conjunto, podrían aprovechar mejor si se «organizaran». En concreto, la mayor parte de lainvestigación no es tan provechosa como podría llegar a serlo si estuviera dirigida por una teoría,lo que para muchos (no todos) es como decir «si se hiciera de forma científica».

Nuestro propósito aquí no es defender ninguna teoría en particular, sino el valor que la teoríatiene en general para motivar la investigación de la ASL, y además recomendar la aplicación dealgunas de ellas. En contraste con la cantidad de atención que se ha prestado a otros aspectos de lametodología de la investigación —el diseño de estudios, los procedimientos de recogida de datos,las técnicas analíticas, los métodos de presentación de datos, etc.— no se ha dedicado suficientetiempo al papel de la teoría en nuestro trabajo, por lo que algunas de las cosas que hacemosresultan poco útiles. Por otro lado, cuando se mencionan cuestiones teóricas, y esto es cada vezmás frecuente, los términos se suelen emplear con demasiada libertad. Como ya aclaramos, ennuestra opinión es un error dedicar tan poco espacio a la teoría.

7.2.2. Fines y tipos de teorías

En primer lugar, ¿qué significa teoría? Se entiende que una teoría es una síntesis más o menosformal, más o menos explícita, de lo que se «sabe» sobre un fenómeno natural en un momentodeterminado, por ejemplo sobre los factores que intervienen en la ASL. El «conocimiento», y enotras palabras la teoría, a veces simplemente se refiere a lo que se ha descubierto mediante laobservación empírica. Cuando las observaciones se repiten y los modelos se mantienenconstantes, la teoría equivale a un conjunto de leyes. Otras veces son algo más; adoptan la formade una aseveración que explique los fenómenos o el modo en que interactúan. En esta segundaacepción del término, la teoría no sirve sólo para almacenar información, sino que además vadirigida a la comprensión de los fenómenos. La manera de comprobar si el conocimiento —i.e. laexplicación— es correcto depende de si las predicciones sobre los hechos que se derivan de lateoría son correctas o no. Estas teorías normalmente son de causa-proceso. A continuacióndescribimos la relación entre los dos tipos de teoría y su forma:

1) Variedad del conjunto de leyes.

Las distintas funciones de las teorías se reflejan en las formas tan distintas que adoptan. Porejemplo, la variedad «almacén» tradicionalmente ha consistido en un conjunto de afirmaciones (por logeneral inconexas) que dan cuenta de lo que se sabe (o se piensa que se sabe) acerca de un fenómeno.Los ejemplos en la elaboración de la teoría de ASL podrían incluir:

1. Los aprendices de una estructura X (la negación en ISL, el orden de palabras en alemánSL, etc.) atraviesan N etapas del desarrollo (a, b, c...) hasta alcanzar la forma meta.

2. Los adultos avanzan por las secuencias del desarrollo más deprisa que los niños en lasprimeras etapas de su desarrollo morfológico y sintáctico.

3. Los aprendices que comienzan la ASL después de la pubertad, no consiguen que su acentosea como el de los nativos en la SL.

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4. La enseñanza no altera las secuencias del desarrollo.

5. Las ILS que contienen oclusivas sonoras también contendrán oclusivas sordas.

Al margen de que estas afirmaciones en concreto sean o no correctas, cada una de ellas deberíabasarse en una reiterada observación de la relación entre variables y haberse deducido de lainvestigación —sólo debe precederla cuando se quiere refutar alguna conclusión—. Las afirmacionesdeberían clasificarse como generalizaciones o leyes según el número y (especialmente) la uniformidadde las observaciones que las apoyan, y según que los expertos estén o no de acuerdo en cuanto a suveracidad. (Las generalizaciones admiten excepciones, las leyes no. Si «todos los cisnes son blancos»fuera una ley, la existencia de un cisne negro la refutaría o no sería considerado un cisne.) Este tipo deteoría pertenece a la variedad del conjunto de leyes.

Ya que la función principal de las teorías de conjunto de leyes es ser las depositarías deconocimientos que han recibido confirmación sobre temas de interés, tienen más posibilidades que lasotras de ser correctas. Pero también tienen algunas desventajas. Para empezar, las afirmaciones de estavariedad no tienen que estar relacionadas entre sí; por lo general han surgido de líneas de investigaciónindependientes, como se ve en los ejemplos citados más arriba. La independencia de las afirmacionessignifica, primero, que cada una de las afirmaciones de la teoría debe comprobarse por separado, loque es antieconómico en lo que se refiere a los costes de la investigación y al esfuerzo empleado.

En segundo lugar, es importante notar que tales afirmaciones no deben contener enunciadosinoperantes. Esto es así porque cada generalización o ley comienza por ser una hipótesis o predicciónsobre la relación entre variables; no debe ser sólo probable sino que además los datos tienen quehaberse corroborado reiteradamente, i.e. la afirmación debe ser empíricamente falseable. Es así que,por lo general, las afirmaciones no explican los procesos de los que se ocupan, sino que (cuando estánde acuerdo con los resultados) se trata de hechos de la ASL que necesitan de una explicación. Porejemplo, ¿por qué los aprendices pasan por las mismas secuencias del desarrollo? y ¿por qué siguen unorden común de precisión (bastante positivo) en la adquisición de ciertos morfemas gramaticales?

2) La variedad causa-proceso.

En cambio, otras teorías se ajustan a variedades muy distintas, de las que, tradicionalmente almenos, la más válida en la tradición científica nomotética2 es la variedad causa-proceso (para unadiscusión, véase Cummins, 1983; Harre, 1987; Crookes, 1988a). Las teorías de causa-proceso por logeneral son coherentes —aunque no necesariamente siempre— con lo que se sabe sobre la materia quetratan, pero, a diferencia de las teorías de conjunto de leyes, también intentan explicar estosfenómenos. Las teorías de causa-proceso constan de: 1) un conjunto de definiciones de conceptos yenunciados teóricos y de las definiciones operativas de algunos de ellos (no necesariamente de todos);2) un conjunto de enunciaciones existenciales, y 3) un conjunto de afirmaciones causales(deterministas y/o probabilísticas) que juntas especifican no sólo cuándo habrá proceso o que lo habrá(tal como la ASL), sino también cómo o por qué.

Con el fin de aportar al conocimiento el cómo y el por qué del proceso que pretenden explicar,los enunciados en las teorías de causa-proceso no son independientes (como en la variedad deconjuntos de leyes) sino que están interrelacionados. Ello significa, en cambio, que se permiten lasconstrucciones hipotéticas —que efectivamente son típicas— en tales teorías. Mientras que unaafirmación de este tipo no se puede probar directamente, puesto que el enunciado no está preparadopara operar y por tanto no es susceptible de comprobación, en cambio sí podría demostrarse unenunciado relacionado. Si éste pasa la prueba, el que estaba relacionado y contenía al anterior se veindirectamente apoyado. Por lo tanto, no es necesario comprobar los enunciados de una teoría de

2 Para una historia de las tradiciones nomotética y hermenéutica y de su papel en la investigación reciente de ASL, véaseOchsner (1979).

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causa-proceso pero sí las hipótesis. Una teoría es refutable cuando alguna de sus partes demostrablesestá relacionada con todas las que no se pueden comprobar.

La última condición plantea un interesante problema a las versiones de la teoría de lamonitorización de Krashen posteriores a 1980, y ejemplifica de un modo muy sencillo por qué esnecesario que los investigadores de la ASL y los profesores de lenguas se tomen en serio la enunciaciónde la teoría. Krashen (1982a, pág. 33 y en otras publicaciones) afirma que:

Dos condiciones son necesarias para la adquisición. La primera es que haya un input comprensible (omejor comprendido) que contenga i X 1, esto es, estructuras que sobrepasen el nivel que se ha conseguidoen un momento dado de la adquisición, y la segunda, un filtro afectivo débil o bajo que deje «entrar» alinput. Esto equivale a decir que el input comprensible y la fuerza del filtro son las verdaderas causas de laadquisición de la segunda lengua.

Posteriormente, Krashen (1984, pág. 351) reconoció que la hipótesis del input contenía al menosdos enunciados, i e i+1, que daban prioridad a la comprobación directa de esta hipótesis.

Lo anterior no supondría ningún problema si a) se relacionara la segunda y única afirmación causalde la teoría —la Hipótesis del Filtro Afectivo— con la primera, y si b) la Hipótesis del Filtro Afectivono incluyera ya un enunciado. En realidad la Hipótesis del Filtro Afectivo no está relacionada (exceptopor aserción) con la del input y, además, no sólo contiene un enunciado sino que lo es en sí misma. Laidea de un filtro afectivo que sube y baja dejando que el input entre selectivamente en las zonasadecuadas del cerebro (véase Krashen, 1982a, pág. 31) es, al fin y al cabo, una metáfora. Esto quieredecir que la teoría de la monitorización, en la formulación posterior a 1980, no es refutable por nopoderse demostrar. Así, se podrá adoptar o no como base que sistematice a las de su misma clasedependiendo del punto de vista que uno tenga sobre si las teorías son susceptibles de ser desmentidasen un momento determinado. Después de todo, algunas partes de la física teórica que al principioparecían demostrables, muchas veces no lo son por falta de la tecnología necesaria —como pasa conlos colisionadores de partículas, que no son lo suficientemente grandes—. Esto no debería impedirnospostular teorías de ASL —igual que no lo impide en la física teórica—, pero sí debemos ser muyrigurosos a la hora de afirmar que se ha comprobado una teoría de la ASL, especialmente si despuésvan a derivarse reglas que se puedan aplicar a otras del mismo tipo.

Los comentarios anteriores se han hecho con el fin de llamar la atención sobre la importancia —alformular o evaluar una teoría— de saber si las afirmaciones que contiene son refutables. No se hapretendido argumentar en contra de una enseñanza de la lengua basada en la teoría. Por el contrario,estamos de acuerdo con Krashen (1982a y en otros estudios) en que una práctica pedagógica sólidadebería tener una base teórica, sobre todo si sus aplicaciones se han probado primero en la clase.Tampoco estamos argumentando en contra del uso de enunciados en la formulación de una teoría deASL. Pero menos que nada se ha pretendido cuestionar el valor de las teorías de causa-proceso.Después de todo, está claro que este tipo de teorías —que sí admiten tales enunciaciones— son las quehan conseguido las investigaciones más eficaces. La razón es que ofrecen explicaciones provisionalesdel proceso hasta tanto se descubre su verdadero funcionamiento, a veces invocando para ello laexistencia de un dispositivo (Atkinson, 1982) que no se puede observar directamente, por ejemplo, eldispositivo de adquisición de la lengua (DAL). Por otro lado, una teoría de conjunto de leyes, sóloinforma de lo que se sabe (o se piensa que se sabe) sobre un proceso en una etapa concreta.

Puesto que la teoría de causa-proceso proporciona al teórico una explicación provisional delproceso que se está investigando, motiva y dirige el estudio y señala cuáles son los datos relevantes ycuál el experimento crucial a realizar, y por esa misma razón, también permite interpretar losresultados de los estudios. Por otra parte —tal vez por estar menos «limitadas por los datos»— lasteorías de causa-proceso y la estrategia «primero la teoría, luego la investigación» de la investigacióncientífica que imponen, se han asociado con cambios de paradigma o con revoluciones científicas enotros campos (Reinolds, 1971).

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Pero como sucede con las teorías de conjunto de leyes, las de causa-proceso también tieneninconvenientes. Un problema serio es el de los científicos que no saben cuándo abandonar —en vez desimplemente modificar— una teoría causa-proceso en cuyo desarrollo ya se haya invertido muchotiempo. El hecho de que algunas partes de tales teorías puedan o no comprobarse directamente o, dichode otro modo, que la teoría vaya siempre «antes que los datos», significa que cuando los resultados deun estudio contradicen alguna de las predicciones de la teoría, no siempre estará claro qué aspectos dela teoría deben alterarse o ni siquiera si hay algún error. Por ejemplo, podría haberse dado el caso deque se hubiera manipulado inapropiadamente alguno de los enunciados (cosa que también puedesuceder en la investigación basada en teorías de conjunto de leyes). Incluso aunque esto no sea unproblema, con una teoría de causa-proceso no siempre estará claro cuál de las dos afirmacionesrelacionadas es la que contiene el error.

Las dos variedades de teoría hasta aquí descritas —conjunto de leyes y causa-proceso— no son, deninguna manera, las únicas en las ciencias sociales. Éstas pueden reflejar además cierto grado deidealización sobre el proceso de elaboración de la teoría. Es dudoso que muchos investigadores seatengan sistemática y estrictamente a uno u otro enfoque —especialmente en las primeras etapas de sutrabajo—, lo que resultará obvio tan pronto como consideremos algunas teorías de ASL. Hatch yHawkins (comunicación personal) puntualizan que, en la práctica, casi todo el mundo reconoce quehay una relación recíproca, cíclica, entre la teoría y los datos. Sin embargo hay diferencias básicasentre ambos procesos y sus resultados; caracterizan las líneas de investigación más activas en ASL yademás se ha dicho que tienen distintas posibilidades de éxito en éste y en cualquier otro campo deinvestigación.

Las teorías de la ASL se distribuyen a lo largo de un continuo que incluye desde la nativista a laambiental pasando por la interaccionista. En otras palabras, difieren en la importancia relativa queconceden a los mecanismos innatos y al conocimiento, a las interacciones entre las habilidades innatas,a las habilidades aprendidas y a los factores ambientales, a las características del aprendizcondicionadas experimentalmente y al input lingüístico. En este sentido son un reflejo de losconstantes debates que muchas otras áreas de las ciencias conductistas han mantenido entre naturalezay educación (véase, por ejemplo, Hinde, 1974; Wilson, 1975; Gould, 1981; Oyama, 1985; Waterhouse,1986). Las explicaciones también varían en los tipos de variables —neurológicas, cognitivas,afectivas, lingüísticas y situacionales— que consideran causales.

Según nuestros cálculos, se han propuesto al menos cuarenta teorías de ASL —más si se incluyenteorías sobre otras clases de desarrollo lingüístico (adquisición de la primera lengua, criollización,cambios en la historia de la lengua, etc.) en algún momento adoptadas por los investigadores de estecampo—. Como ejemplo, comentaremos una pequeña muestra en la que se han incluido tres tipos: lanativista, la ambiental y la interaccionista; las definimos en relación al énfasis que cada una pone enlas contribuciones biológicas y del entorno; señalaremos las variables que cada teoría considera másimportantes y nos centraremos en algunas de las afirmaciones de más repercusión y/ o importancia. Ala luz de la discusión que se ha hecho sobre tipos de teorías en el apartado anterior, trataremos dealgunas teorías que sus propios defensores no etiquetan como tales y de otras que, en un principio, nose habían desarrollado para explicar la ASL, pero que han influido o están empezando a influir en estetipo de investigación.

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7.3. Las teorías nativistas en la ASL

7.3.1. Características generales

Las teorías nativistas son aquellas que explican la adquisición por un talento biológico innatoque permite el aprendizaje. En algunos casos (véanse Chomsky, 1965; Bickerton, 1981,1984a, b;Pinker, 1984; Wode, 1984; Krashen, 1985) el talento es específico de la lengua. Así, por ejemplo,Chomsky (1965) postula el conocimiento innato de sustantivos universales tales como lascategorías sintácticas (sujeto, objeto, nombre, verbo) y los rasgos fonológicos distintivos, y deuniversales formales (principios abstractos que rigen las reglas y los parámetros de las lenguashumanas). Otras teorías nativistas (generales) (por ejemplo, O'Grady, 1987; Parker, 1988a)consideran innatas las ideas cognitivas generales (dependencia, contigüidad, prioridad,continuidad, etc.) —a partir de las cuales se construyen los principios gramaticales— y losmecanismos que se emplean en todo tipo de aprendizaje, incluyendo el de la lengua. Para otros(por ejemplo, Dulay y Burt, 1975, 1977; Félix, 1985), el talento innato incluye principioslingüísticos e ideas cognitivas generales. Las teorías sobre el desarrollo de la lengua infantil deChomsky (por ejemplo, Chomsky, 1965, 1980, 1981a) son los principios nativistas más conocidosy también se ha recurrido a algunas de sus ideas (críticamente muchas veces) para elaborar unateoría de la ASL [véase, p.e. Flynn, 1983, 1984; Zobl, 1983b; Félix, 1984, Mazurkewich, 1984;Cook, 1985, 1988; Krashen, 1985; Van Burén y Sharwood-Smith, 1985; White, 1985a; 1987a;Hules, 1986; Liceras, 1986 (en prensa); Rutherford, 1986; Bley-Vroman, 1988; Bley-Vroman,Félix e loup, 1988; Lightbown y White, 1988; Flynn y O'Neil; Gass y Schachter, 1989; Gregg (enprensa)].

7.3.2. La gramática universal de Chomsky y la ASL

Chomsky y los que trabajan dentro del marco chomskyano tomado en sentido amplio señalanvarios factores que, según ellos, apoyan la idea de que los seres humanos estamos dotados demanera innata (i.e. genéticamente) de un conocimiento universal específico de la lengua, o de loque Chomsky llama una gramática universal (GU). Su principal argumento, al que suele referirsecomo al «problema lógico» de la adquisición de la lengua (Hornstein y Lightfoot, 1981; Bley-Vroman, 1988), es que si no tuviéramos ese talento —al menos hasta cierto punto— elaprendizaje de la lengua (primera o segunda) sería imposible puesto que los datos del input no sonlo suficientemente «ricos» para permitir la adquisición y mucho menos que ésta tenga lugar conregularidad y rapidez —en sólo unos cinco años en el lenguaje infantil; pero sobre todo no podríaser si el niño (o el adulto) dispusiera únicamente de procedimientos generales de aprendizajeinductivo para intentar dar sentido a ese input.

De acuerdo con el punto de vista chomskyano, el input es deficiente o «pobre» en dossentidos. En primer lugar, se dice que ha «degenerado» (Chomsky, 1965; Fodor, 1966) en elsentido de que ciertos rasgos de la actuación —por ejemplo los falsos principios, lasequivocaciones, los fragmentos y las agramaticalidades que resultan de éstos, así como otraspresiones inherentes al tiempo real de la comunicación oral— lo han estropeado, y es, por tantouna base de datos inadecuada para aprender una lengua. Como vimos en el capítulo 5, de hechoesto no es verdad. Se ha visto que tanto el habla de los que se dedican a cuidar niños como lalengua que se usa para hablar con los no nativos están básicamente bien formadas.

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En una segunda —y más importante— acepción, se dice que el input es «degenerado» en el sentidode que es inadecuado de diferentes maneras. Por lo general no contiene «pruebas negativas» oinformación para que el aprendiz determine qué es lo que no se puede producir en una lengua dada. Noes posible obtener pruebas negativas claras porque los cuidadores infantiles sólo reaccionan ante elvalor de verdad —no ante la forma de las expresiones— y rara vez corrigen el habla agramatical(Brown y Hanlon, 1970; Hirsh-Pasek, Treiman y Schneiderman, 1984)3. Lo mismo se puede decir delos hablantes nativos cuando conversan con HNN en un contexto extra-académico (Chun, Day,Chenoweth y Luppescu, 1982). Aunque muchos profesores «corrigen» explícitamente los errores delos aprendices en la clase, la investigación ha demostrado que el la retroalimentación corregida quedan es irregular, resulta ambigua para los que llegan a percibirla, y es inoportuna e ineficaz a cortoplazo (Allwright, 1975; Long, 1977; Chaudron, 1986b, 1988). Tampoco tienen acceso a pruebasnegativas encubiertas, pues los aprendices sólo escuchan expresiones gramaticales (si por casualidadoyeran alguna agramatical sería todavía peor; dada la ausencia de corrección no habría manera desaber que algunas no son aceptables y en cambio sí habría razones para pensar que todas soncorrectas). Por lo tanto, las gramáticas que los aprendices producen se dice que están «indeterminadas»por el input.

White (1985b) presenta varios ejemplos del problema que se crea cuando sólo se cuenta conpruebas positivas en el input, i.e. ¿cómo descubren los aprendices las frases agramaticales?. Cuando nohay pruebas negativas claras o encubiertas, se pregunta White ¿cómo puede saber un aprendiz de SL

que oye (1a), (1b) y (1c) que (1d) es incorrecta y (1e) correcta?

l (a) The car is expensive.[El coche es caro]

(b) Is the car expensive? [¿Es caro el coche?]

(c) The car which is advertised in the paper is expensive.[El coche que se anuncia en el periódico es caro]

(d) *Is the car which-advertised in the paper is expensive?[*¿Es el coche que-anunciado en el periódico es caro?]

(e) Is the car which is advertised in the paper-expensive?[¿Es caro el coche que se anuncia en el periódico?]

El hecho de que los niños no cometan errores del tipo de (1d) indica, según afirman loschomskyanos, que ellos ya «saben» que las reglas «dependen de la estructura».

Del mismo modo, Lightbown y White (1987) se preguntan cómo se puede llegar a saber sin tenerpruebas negativas (una vez más, según parece, sin cometer errores del tipo de los de las frases conasterisco) que las oraciones de la (2) a la (4) son correctas, pero que las (b) de la (5) a la (8) no lo son.

3 Hirsch-Pasek et al. comprobaron que las madres repetían alrededor del 21 por 100 de las expresiones agramaticalesde sus hijos, frente a un 12 por 100 de las gramaticales. Las repeticiones solían adoptar una forma ampliada, es decir,corregían implícitamente el error incluyendo el elemento ausente. Pero como los niños no podían saber cuál de susexpresiones era la gramatical, y además sus padres repetían tanto unas como otras, no había manera de que supieransi las repeticiones de la madre o las expresiones eran correcciones o simples paráfrasis, ni siquiera cuál de las dosposibilidades sería la más probable. Así, en principio no pueden usar esta información como prueba de gramaticalidad.Puede ser útil considerar estos problemas en el contexto de una «corrección» dirigida y comprendida en una clase paraadultos estudiantes de SL. Las diferencias entre las oraciones repetidas desaparecían a medida que el niño se ibahaciendo mayor.

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2 (a) Peter stole something.[Peter ha robado una cosa]

(b) What did Peter steal -?[¿Qué ha robado Peter?]

3 (a) The policeman believes that Peter stole something.[La policía cree que Peter ha robado algo]

(b) What does the policeman believe that Peter stole -?[¿Qué cree la policía que ha robado Peter?]

4 (a) The lawyer says that the policeman believes that Peter stole a watch.[El abogado dice que la policía cree que Peter ha robado un reloj]

(b) What does the lawyer say that the policeman believes that Peter stole -?[¿Qué dice el abogado que cree la policía que ha robado Peter?]

5 (a) Mary likes the children in her morning class.[A Mary le caen bien los niños de la clase de la mañana]

b) *Which class does Mary like the children in -?[*¿Qué clase le gustan a Mary los niños de?]

6 (a) His love of weapons frightened her.[El amor que él tenía por las armas la asustó]

(b) *What did his love of-frighten her?[*¿Qué de su amor por-la asustó?]

7 (a) The workers believed the story that the owner would close their factory.[Los trabajadores se creyeron el cuento de que el dueño les iba a cerrar la fábrica]

(b) *What did the workers believe the story that the owner would close-?[*¿Qué se creyeron el cuento de que el dueño iba a cerrar?]

8 (a) They wondered whether he would declare bankruptcy.[Se preguntaban si él se declararía en bancarrota]

(b) *What did they wonder whether he would declare -?[*¿Qué se preguntaron si él se declararía?]

La regla de movimiento qu- formada sobre la base de (2b) funciona en algunos casos de mayorcomplejidad, como (3b) y (4b), pero no en el resto. Además, Lightbown y White afirman que elaprendiz no comete errores del tipo de los de (5b) a (8b), con lo que se excluye la explicación de lahipótesis de comprobación y corrección de errores. En opinión de White (1985d), deben descartarse,además, otras explicaciones. El hecho de que no aparezcan ejemplos agramaticales tampoco facilita lainterpretación de los datos; es poco probable oír formas del tipo de (4b), que sí son gramaticales, y sesabe que los aprendices pueden cometer numerosos errores aunque se trate de construcciones que síhan oído. Las frases gramaticales suelen ser más largas que las agramaticales, lo que elimina lalongitud de la frase como explicación posible. La ausencia de comprensión tampoco sirve paradeterminar la agramaticalidad ya que las expresiones correspondientes (e incluso algunas de laspreguntas agramaticales) son perfectamente comprensibles.

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Asimismo, el contexto situacional o discursivo nunca distinguirá con suficiente sutileza loselementos gramaticales. Por último, los aprendices de lenguas (primera o segunda), al hacer frente aestructuras complejas como éstas, ya han pasado la etapa de recepción de input bien formado,«simplificado», lo que también lo excluye como posible explicación.

La respuesta chomskyana a este problema es proponer un conocimiento innato de restricciones almovimiento qu-, que hoy la GU explica mediante el principio de «subyacencia» (Chomsky, 1981a; vanReimsdijk y Williams, 1986, capítulo 4). Este principio dice que un constituyente, por ejemplo unapalabra qu-, sólo puede saltar la barrera de una categoría. Las barreras categoriales varían de unalengua a otra: por ejemplo, la o y la FN son barreras categoriales en inglés. Así, en las oraciones de (5b)a (8b) la agramaticalidad se explica porque en cada caso la palabra qu- ha saltado más de una FN u o,violando el principio de subyacencia. Según Chomsky, lo que aparentemente son violaciones de lasubyacencia en (3b) y (4b), en realidad no lo son, sino que resultan de aplicar sucesivamente losmovimientos de qu-, lo que se conoce como análisis «COMP a COMP» del movimiento qu-. La GU es unconjunto de principios lingüísticos de este tipo, innatos y abstractos, que determinan quécombinaciones son posibles en las lenguas humanas, y ayuda a disminuir los problemas que la«pobreza de estímulos» provoca en el aprendizaje.

Además, para hacer frente a algunas de las generalidades (en oposición a las peculiaridades) quedistinguen a las lenguas, se considera que los principios pueden variar de maneras muy concretas,siguiendo lo que se llaman «parámetros». Cada parámetro rige un conjunto de propiedades de lalengua fundamentadas sobre un «marco» (no marcado). Para manejar el hecho —discutidoanteriormente— de que los aprendices deben aprender la lengua sólo a partir de pruebas positivas, losmarcos paramétricos no marcados de la GU son siempre los más conservadores o restringidos, i.e.representan adecuadamente las propiedades de algunas de las lenguas del mundo en las partescorrespondientes de la gramática; si se desea representar la gramática de otras lenguas se puede hacersimplemente modificando las expresiones a las que se han visto expuestos los aprendices (inputpositivo), que son las que ponen en funcionamiento diferentes contextos (más marcados) de unparámetro dado (Baker, 1979; Berwick, 1985). Una vez hecho esto, los principios y parámetros formanuna «gramática nuclear». También hay reglas más marcadas, específicas de cada lengua, que sólo sepueden aprender por medio de la experiencia (ya que no tienen parámetros); éstas constituyen la«gramática periférica».

La posibilidad de aprender sólo a partir del input positivo se puede ejemplificar por la diferentedistribución de la «Convención del flautista» y de la «Inmovilización preposicional» que tiene cadalengua; algunas permiten sólo una (la convención del flautista) y otras las dos. La hipótesisconservadora —la no marcada— debe ser la más restringida, la que permite la convención del flautista(White, 1987a):

9 (a) From where did you get that fish?[¿De dónde has cogido ese pescado?]

(b) With which friend does Dorothy live?[¿Con qué amigo vive Dorothy?]

pero no la inmovilización preposicional:

9 (c) Where did you get that fish from?[¿Dónde has cogido ese pescado de?] [imposible en español]

(d) Which friend does Dorothy live with?[¿Qué amigo vive Dorothy con?] [imposible en español]

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Un niño que aprenda español —lengua en la que la inmovilización preposicional no estápermitida— adoptará la postura conservadora y no oirá nada en el input que no se ajuste a esta regla.Por otro lado, un niño aprendiz de inglés también comenzará por asumir que la convención delflautista es obligatoria, pero después oirá ejemplos de inmovilización preposicional (pruebapositiva de que algo es posible en una lengua) y aprenderá a usar ambas estructuras. Hay queseñalar que un niño que parte de la asunción de que o sólo son posibles las inmovilizacionespreposicionales o de que las dos losson, no tendrá problemas para aprender inglés. En cambio, sise le expusiera al español la aceptabilidad de la convención del flautista se vería confirmada por elinput, y sin embargo nunca recibiría las pruebas negativas necesarias —es decir, que lainmovilización de las preposiciones es agramatical— por lo que cometería errores al usarla. Seconsidera que el hecho de que los niños parecen no cometer tales errores, demuestra que lahipótesis inicial, la no marcada, es en realidad la conservadora (la que incluye sólo la convencióndel flautista). Otro ejemplo de posibilidad de aprendizaje que también se basa exclusivamente enel input positivo es el que se refiere al pretendido parámetro «pro-drop» [caída de pronombre] ode «sujeto nulo» (Chomsky, 198Ib; Jaeggli, 1982; Rizzi, 1982); decimos «pretendido» porque laidentidad, el alcance y los marcos en que se basan éste y otros parámetros todavía son muycontrovertidos. Algunas lenguas (lenguas + pro-drop [en lo sucesivo + PD]), como el español y elitaliano, permiten sujetos nulos (excepto cuando es necesario señalar expresamente el sujeto, porejemplo, para señalar un cambio de tema):

10 (a) —Es mi hermano (b) —*Is my brother (He is my brother)

Estas oraciones son agramaticales en otras lenguas (—PD), como el alemán, el francés y el inglés,que no permiten que el pronombre sujeto «se pierda» en esa construcción4. Estas mismas lenguastampoco permiten la libre inversión de verbo y sujeto en las oraciones declarativas:

11 (a) Se rió Pepe(b) *Laughed Pepe (Pepe laughed)

como tampoco la extracción del sujeto en cláusulas con complementador («violaciones de huella deque))):

12 (a) ¿Quién dijo que - se rió? (b) *Who did he say that - laughed (Who did he say laughed)

Chomsky (198Ib) asume que el parámetro PD al principio se fija en «posición» neutra, y afirma queteniendo en cuenta los rasgos pertinentes del input se pondrá en funcionamiento el contexto adecuado(+PD o —PD) para todas las estructuras regidas por éste en una lengua dada, incluso aunque el niñotodavía no haya oído todas esas estructuras —otra solución al problema del aprendizaje de la lengua—. Hyams (1983) afirma que +PD es el marco de partida (no marcado). Según esta autora, los niñosanglófonos pasan por una fase en la que unas expresiones tienen sujetos vacíos y otras no. Laexpresión del sujeto en algunos ejemplos descarta que haya restricciones de procesamiento queexpliquen los casos de sujetos nulos por la longitud oracional. Pese a todo, en esta etapa el hablatambién está marcada por la ausencia del it no referencial («Wet in garden» en vez de «It's wet in thegarden» [Está mojado el jardín]) o del there existencial («Dog in road» en lugar de «There's a dog inthe road» [hay un perro en la carretera]) y por la falta de material léxico (p. e. auxiliares modales) enAUX. Hyams afirma que cuando se oyen las expletivas en inglés u (it y there como sujetos falsos) se

4 Michael Montgomery (en una comunicación personal) ha señalado que algunas variedades del inglés, por ejemplo,las variedades de inglés sudamericano, de hecho sí permiten la ausencia del pronombre sujeto, sobre todo en registrosinformales.

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pasa del marco original + PD a otro — PD. Como hay aspectos internos en la estructura de la teoría dela Rección y Ligamiento de Chomsky (véase Hilles, 1986, págs. 36-38, para un breve resumen) quellevan a afirmar que todas las lenguas naturales optan por uno de los dos conjuntos de rasgos (+/—PD)—mutuamente excluyentes—, el ver que hay expletivas y fijar, por lo tanto, el parámetro — PD,también provocará otra serie de cambios en la gramática del niño; según Hyams, entre éstos seincluyen la aparición de auxiliares modales y el cambio destinado a proporcionar pronombres sujetosexplícitos.

Como indicamos anteriormente, la investigación de la GU ha determinado un aumento de estudiossobre ASL (véase Rutherford, 1986; Gass y Schachter, 1989). En uno de los primeros estudios queaparecieron, White (1986) hizo que 34 hablantes de lenguas + PD (español e italiano) y 37 hablantes deuna lengua — PD (francés), todos estudiantes de inglés en Canadá, hicieran dos ejercicios en inglés:uno de juicios de gramaticalidad, donde se investigaban cuestiones regidas por el parámetro PD —sujetos ausentes, inversión libre de enunciados y violación de la huella del que— y otro sobreformación de preguntas, también para comprobar las violaciones a la huella de que. En la prueba dejuicios de gramaticalidad, el grupo de LI + PD tuvo resultados bastante peores que el de los hablantes defrancés (—PD) al establecer sus juicios sobre oraciones con elisión pronominal. No hubo diferencias enlo que se refiere a la inversión libre; todos los informantes rechazaron que el orden de palabras VSfuera agramatical en inglés (White interpreta este hallazgo como apoyo a la argumentación de Chao,1981, según la cual el orden de palabras vs en realidad no forma parte del parámetro pro-drop). Loshablantes de francés (— PD) sólo consiguieron que sus resultados mejoraran un poco en el recono-cimiento de transgresiones de la huella del que. No obstante, hay que tener en cuenta que esta parte dela prueba les resultó muy difícil a todos los informantes, y ello puede haber ocultado otras diferenciasentre los grupos. El resultado Previsto se materializó en la prueba de formación de preguntas, en la quelos hablantes de francés cometieron muchos menos errores que los informantes del grupo + PD.

En un estudio relacionado con el anterior, Hilles (1986) se propuso comprobar si las afirmacionesde Hyams sobre la posible puesta en funcionamiento de una estructura en lugar de otra en el parámetroPD también se pueden aplicar a la ASL. Al examinar los datos longitudinales de adquisición natural delinglés de uno de los informantes adolescentes —Jorge— del Proyecto Harvard (Cazden, Cancino,Rosansky y Schumann, 1975), Hilles también abordó el problema del acceso de aprendices adultos a laGU. Vio que los datos de Jorge en general respondían a las predicciones de Hyams (véase la figura7.1). El PD aparecía en los comienzos de su IL, como era de esperar en un hablante de una L1 + PD

(español) aprendiz de una L2 —PD (inglés). La frecuencia del PD disminuía con el paso del tiempo,casi paralela al incremento de material léxico en el AUX. La primera aparición de expletivas (cinta 6)coincide con un notable descenso de frecuencia del PD (desde la cinta 5 a la 7, y después hasta la 15).Hilles advierte que, como el número de palabras es menor, los porcentajes pueden aparecer desviados,además de que el estudio se refiere a un solo aprendiz. Sin embargo, como ella dice, los resultados sonlo suficientemente alentadores como para justificar que se comprueben con una base de datos másamplia. Según Hilles, enseñar el uso de los sujetos it y there podría servir indirectamente para que losestudiantes con LIS + PD usasen pronombres sujetos también en otros contextos. Esta idea, de sercierta, tendría implicaciones en el diseño de programas de estudio y en el examen de méritos, si sehiciera una investigación sobre las aulas.

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FIGURA 7.1. Relaciones entre tres Rasgos PD de la IL de Jorge (tomado de Hilles, 1986).

En otros estudios se han utilizado las ideas de Chomsky para estudiar con cierta coherencia teóricala función de la transferencia en la ASL. White (1987a) señala que la GU y las teorías sobre aptitud parael aprendizaje lingüístico ofrecen un método bien fundamentado para determinar qué valores han sidomarcados apriori. Como señalamos más arriba, esto se hace tomando como valor no marcado(gramática nuclear) de un parámetro o de un miembro de un par de estructuras, aquel valor o estructuraque, si fuera necesario, podría ser modificado por el input positivo sólo con el fin de ajustarse a lagramática de una lengua meta dada (Baker, 1979; Berwick, 1985). A continuación, White informa dedos estudios en los que se examinó a unos aprendices de francés mediante juicios de gramaticalidadpara ver si transferían estructuras marcadas de la L1 a la L2, i.e. si los hablante en cuya L2 lasconstrucciones marcadas (inmovilización preposicional y doble objeto) eran gramaticales, lasaceptaban como tales en la L2. Se encontró con que los hablantes anglófonos no considerabangramatical en francés la inmovilización preposicional, lo que interpretó como prueba de que, pese atodo, habían accedido a la GU, en concreto al primer contexto no marcado (el que sólo incluye laconvención del flautista). Por otra parte, los mismos informantes transfieren las construccionesmarcadas de doble objeto del inglés al francés, al juzgar como gramaticales en todos los niveles dehabilidad las estructuras de dativo agramaticales. En opinión de White, hacen falta más investigacionespara poder explicar este tipo de resultados contradictorios.

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7.3.3. Críticas a las teorías nativistas específicamente lingüísticas

Aunque los estudios como el de Hules (1986) tienen mucho valor en sí mismos, también traenproblemas muy serios de interpretación cuando se emplean para comprobar las conclusiones sobre(re)adaptación de parámetros; esto se debe a lo impreciso de la idea original que decía que los marcosse activan «inmediatamente» (una vez que se ha «observado» el input apropiado). Chomsky (198Ib) localifica de «asunción simplificada», punto de vista que al parecer comparte Hyams:

Es bien sabido por todos que el comportamiento lingüístico infantil no varía de la noche a lamañana. Es decir, que las distintas etapas de la adquisición... son idealizaciones... En nuestradiscusión sobre el desarrollo gramatical también hemos abstraído un modelo en el que los parámetroscambian de pronto. Sin embargo, sabemos a través de datos muy «minuciosos» que hay un períododurante el cual los parámetros pueden oscilar entre dos valores. Si éste fuera el caso, las expletivas«precoces» podrían estar marcando el principio del cambio (Hyams, 1983, pág. 234).

Una adaptación o readaptación repentina implicaría un cambio categórico en la IL, es decir, exigiríatodos los pronombres sujeto. Aunque se trata de una afirmación importante, de interés —y probable,falsea estudios del tipo del de Hilles (1986). La figura 7.1 muestra que Jorge ponía los pronombressujeto el 20 por 100 de las veces aproximadamente (80 por 100 PD) antes de que las expletivasaparecieran por primera vez, y después sólo el 65 por 100; en las siguientes sesiones de grabacióncontinuó avanzando en dirección a la lengua meta. El descenso de PD tras la aparición de expletivas,obviamente supone una prueba a favor. La pregunta que queda por resolver es cómo de importantedebe ser un cambio para que los datos se consideren coherentes con el modelo, o a la inversa, cuántos«errores» derivados de una adaptación no instantánea se toleran para que el principio de adaptación alparámetro sea rechazable. Llegará un momento en que los cambios que se observen (en frecuenciasrelativas) sean tan leves que las curvas de crecimiento de algunos fenómenos de la IL —los que alparecer se rigen por una adaptación al parámetro que haya sido provocada— no se puedan distinguirde las secuencias de desarrollo tradicionales.

Además de los problemas inherentes a su posible falseabilidad empírica, la explicación que daChomsky de la adquisición lingüística contiene al menos tres asunciones cuestionables. La primera esque el aprendizaje se produce muy deprisa y queda casi terminado a los cinco años de edad, cuando larealidad es que la mayor parte de la sintaxis compleja no se domina hasta mucho más tarde (como hamostrado, entre otros, C. Chomsky, 1969). Por ejemplo, el movimiento de dativo del inglés, no setermina de aprender aproximadamente hasta los dieciséis años. Mazurkewich y White (1984) com-probaron que los niños de nueve años sobregeneralizaban la regla —léxicamente condicionada— averbos a los que no es aplicable, como en (13d):

13(a) Toshi gave the letter to Kate.[Toshi le dio la carta a Kate]

(b) Toshi gave Kate the letter.[Toshi le dio a Kate la carta]

(c) Ted donated the money to charity.[Ted donó el dinero a la caridad]

(d) *Ted donated the charity to money.[*Ted donó la caridad el dinero]

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Entre los nueve y los dieciséis años, los aprendices van progresivamente dominando, primero, larestricción semántica de movimiento (nuevo poseedor) y luego la restricción fonológica (verbosnativos) (para más detalles, véase Mazurkewich y White, 1984). Como señalan estos autores, se tratade un ejemplo de una regla sintáctica léxicamente condicionada de tardía adquisición, que al principiose generaliza en exceso, debe aprenderse sin que haya pruebas negativas, y es demasiado específica dela lengua para que pueda determinarse de manera innata. Otros ejemplos de adquisición «tardía»comprenden algunas preguntas qu- que no se aprenden hasta los diez años (Hildebrand, 1987), y si seaprenden, como sucede con casi toda la sintaxis, es después de que el aprendiz haya pasado por unasecuencia de etapas de complejidad cada vez mayor (véase la discusión más abajo); además hay otrasmuchas construcciones que no se adquieren hasta después de los cinco años (véase Karmiloff-Smith,1986, para una revisión). También se debería señalar que la GU no predice algunas de las estructuras detransición de las secuencias de desarrollo, por ejemplo, las preguntas sí/no en «is +O» (Crain yNakayama, 1987).

Una segunda asunción de carácter crucial es que ciertos principios sintácticos no se puedenaprender, y por consiguiente son innatos. Esto cada vez se pone más en duda. Las estrategias yconceptos cognitivos generales —como la hipótesis de formación conservadora, las secuencias deldesarrollo basadas en la complejidad acumulable o la prevención de la discontinuidad— se han usadopara hacer un reanálisis de algunos iconos de la GU como la dependencia de la estructura, losfenómenos PD, la subyacencia y los principios del ligamiento [O'Grady, 1987; Parker, 1989].

En el caso de la dependencia de la estructura, Parker (1989) dice que aunque los aprendices noproduzcan expresiones como l(d):

1 (d) *Is the car which-advertised in the paper is expensive?[*¿Es el coche que se anunció en el periódico es caro?]

Eso no es una prueba a favor de que exista un conocimiento lingüístico innato. En inglés elmovimiento de formación de interrogativas tiene lugar sólo en las cláusulas principales pero no en lasincrustadas (no hacemos la inversión en oraciones como «I don't know where she is» [No sé dóndeestá ella]). Parker indica que se trata de una tendencia tipológica de las cláusulas principales a permitirmayor variación que las cláusulas incrustadas en el orden de palabras (Mallinson y Blake, 1982). Yaque los aprendices sólo oyen la inversión en las cláusulas principales —continúa— no tienen ningunarazón para pensar que se pueda hacer en otras construcciones y, por tanto, no producen expresionescon movimiento en una cláusula relativa incrustada como (Id). Lo único que hace falta para explicar elaprendizaje es asumir que el aprendiz establece hipótesis conservadoras (O'Grady, 1987) y que escapaz de distinguir las cláusulas principales de las incrustadas. Para aprender que una cláusula relativamodifica a una frase nominal y que no se requiere un conocimiento innato de la estructura subordinadaes preciso un conocimiento estructural que indique que las cláusulas relativas son incrustadas. AdemásParker señala que aunque Crain y Nakayama (1987) no encontraron niños que cometieran errores deltipo de (Id), sí observaron expresiones como (14):

14. *Is the boy who can see Mickey Mouse is happy?[*¿Está el niño que ve a Mickey Mouse está contento?]

Ella sugiere que, sin recurrir a una teoría del aprendizaje, es imposible explicar en el marco de laGU la copia verbal en posición inicial como una estrategia de formación de preguntas previa a laconsecución de la construcción meta.

Los efectos de la subyacencia, ejemplificados en (2) hasta (8), también se pueden explicar, sin teneren cuenta el conocimiento lingüístico innato, asumiendo que una teoría del aprendizaje preferirá lacontinuidad (O'Grady, 1987; Parker, 1989). La discontinuidad se presenta en las preguntas qu- -—como en los casos de (2) a (8)— cuando un componente se mueve hasta la posición inicial, ya quequeda un elemento ausente en otra parte de la oración. El elemento desplazado ha dejado una FV

discontinua en los ejemplos gramaticales —del (2) al (4)—. Todas las oraciones agramaticales —de la

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(5b) a la (8b)— implican discontinuidad simultánea en más de un tipo de frase; por ejemplo, en la (5b)el elemento desplazado ha dejado una FP discontinua incrustada en una FN a su vez incrustada en unaFV. Parker indica (siguiendo a O'Grady, 1987) que si se asume que un aprendiz hace hipótesisconservadoras, cabría esperar, en función de (1) a (3), que el inglés sólo permitirá la discontinuidad enlas FVS, pero no en estructuras incrustadas en la FV y, por tanto, no producirá oraciones como las quese ejemplifican entre (5b) y (7b); asimismo, no permitirá la discontinuidad en cláusulas subordinadas,por lo que tampoco producirá oraciones como la (8b). La gramaticalidad de oraciones del tipo de (8b)en algunas lenguas, por ejemplo el sueco, desde esta perspectiva podría resultar de la evidenciapositiva que se da en tales lenguas, pero plantearía problemas si tuviera que explicarse a partir de laGU.

Parker sugiere que la conclusión de White (1987a), según la cual los aprendices de inglés notransfieren al francés la inmovilización preposicional marcada, se puede explicar más fácilmente comoresultado de haber adoptado la posición conservadora, i.e., es consecuencia de que los aprendices noacepten una discontinuidad superior a la que presenta el input (esta vez, la L2). Por otro lado, losresultados que aparecen en el mismo estudio sobre aceptación de algunas construcciones de dativo dela L2 agramaticales (marcadas) son coherentes con la tendencia propia de la L1 a que los aprendicessean conservadores en la sintaxis y sobregeneralicen en el léxico (Pinker, 1984); la regla de dativo sedistingue por estar léxicamente condicionada, como se ve, por ejemplo, en el uso de give [dar] ydonate [donar] en (13b) y (13d).

Un tercer supuesto es que el input del que disponen los aprendices es inadecuado, en concreto porcarecer de la evidencia negativa necesaria para hacer frente tanto a una complejidad excesiva como ala sobregeneralización. Aunque es evidente que esto es cierto en lo que se refiere a la ausencia de inputnegativo, no es necesario presuponer un conocimiento lingüístico innato. Más bien, y comoindicamos más arriba, el aprendizaje puede ser un proceso que implique la adopción inicial dehipótesis conservadoras (ausencia de la máxima complejidad), y que a ésta le siga un movimientoa lo largo de un continuo de desarrollo (donde la complejidad va creciendo gradualmente), regidopor una teoría del aprendizaje y dirigido por pruebas positivas.

En el tratamiento de las reglas léxicas, que se dice que forman parte de la periferia marcada y portanto no están reguladas por principios innatos, incluso la GU reconoce explícitamente que la ausenciade datos negativos no necesariamente impide la adquisición. Bowerman (1987) señala que ya que lasreglas léxicas son específicas de la lengua y de la cultura, y por lo tanto no pueden regularse de manerainnata, la sobregeneralización léxica es un problema al que hay que hacer frente mediante laexperiencia lingüística en cualquier teoría, incluida la nativista. El remedio para la sobregeneralizaciónléxica que ponen en práctica todos los aprendices de primera o segunda lengua, niños o adultos, debeestar en una teoría del aprendizaje que restrinja de alguna manera las hipótesis iniciales, y luego semodifique a partir de la evidencia positiva (p.e. Pinker, 1984); quizás también se pueda encontrar enun modelo de procesamiento como el de distribución en paralelo (Rumelhart y McClelland, 1986,véase el epígrafe 7.4.1), que ve el aprendizaje como un fortalecimiento o debilitamiento deasociaciones (lo que da como resultado un comportamiento al parecer gobernado por reglas) basado enla frecuencia con que el aprendiz encuentra distintos pares de formas significativas. El reconocimientopor parte de la GU de que la sobregeneralización de reglas léxicas únicamente se puede paliarexperimentando pruebas positivas debilita la afirmación de que las reglas sintácticas fundamentalessólo se pueden aprender por medio de una importante dotación innata específica de la lengua.

La comprobación de que existen secuencias de desarrollo (véase el capítulo 4) en las primeras ysegundas lenguas apoya la idea de que la ausencia de datos negativos no es tan importante para elaprendizaje como decían los chomskyanos. Es así que, en un estudio en tiempo real con niños decuatro a diez años aprendices de inglés como L1, Hildebrand (1987) detectó tres etapas en laadquisición de preguntas qu-. O'Grady (1987) señala que éstas se iban complicando cada vez más enfunción del grado de discontinuidad que cada una implicaba:

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15 (a) What did the little girl hit - with the block today?[¿Qué ha representado con el cubo la niña hoy?] (Disc. FV)

(b) What did the little boy play with - behind his mother?[¿Con qué ha jugado el niño en ausencia de su madre?] (Disc. FP, FV)

(c) What did the boy read a story about - this morning?[¿Sobre qué era la historia que ha leído el chico esta mañana?] (Disc. FP, FN, FV)

Según Parker (1989), una teoría del aprendizaje puede explicar esta secuencia como resultado deuna hipótesis que postula el aprendiz, conservadora al principio (con preferencia por la continuidad),pero que progresivamente irá aceptando casos de discontinuidad cada vez más complejos y relevantes.Por otra parte, en un modelo de contexto parámetrico estos datos serían problemáticos. Puesto queexisten pruebas positivas de que las tres construcciones se encuentran en el input, la teoría no puedeexplicar por qué frases como la (15c), que ilustran el nivel de discontinuidad más radical y marcado,no provocan a su vez la aparición de oraciones como las de 15(a) a 15(c).

Más adelante, Parker da una interesante respuesta a la cuestión de por qué son tan confusos losresultados de los estudios sobre juicios de gramaticalidad en tiempo real que tratan de ver si losaprendices adultos de SL tienen acceso a la GU. Algunos investigadores han constatado que en algunoscasos su actuación es tan apropiada que no puede considerarse casual (Bley-Vroman, Félix e Ioup,1988), y que junto a éstos hay otras peores de lo que sería esperable si realmente se hubiera tenidoacceso a la GU (Schachter, 1989). También según Parker, la ambigüedad de los resultados se debe altratamiento binario que ha recibido el acceso continuado: no queda claro si el aprendiz avanzasiguiendo las secuencias de desarrollo que las teorías del aprendizaje deben desentrañar, sinosolamente si tiene o no acceso a la GU. A este respecto se podría añadir que el modelo de contextoparámetrico sigue una tradición (descrita en el capítulo 3) que concierne a lingüistas e investigadoresde la ASL: aunque tiene un cierto atractivo por su capacidad para hacer predicciones precisas yprobables y con una motivación teórica, los análisis inspirados en la GU sufren de la misma orientaciónestática hacia la lengua meta que ha afectado a otros enfoques del desarrollo de la IL basados en teoríaslingüísticas en vez de en teorías del aprendizaje de la lengua.

7.3.4. La teoría de la monitorización de Krashen

Una de las teorías de ASL más influyentes y que mejor se conocen de la década de los 70 yprincipios de los 80 es la teoría de la monitorización de Krashen (TM). La TM no comenzó como teoríade la adquisición de la SL, sino como modelo de la actuación (Krashen, 1976). En sus primerasformulaciones trataba de unir dos fenómenos y reconciliarlos. En primer lugar, se fue extrayendo delos «estudios de morfemas» (véase el capítulo 4) el principio de que existían asociaciones con un pesoestadístico importante (aunque no invarianza) entre el orden de aparición de ciertos morfemasgramaticales del inglés —en el habla y en la escritura de aprendices de SL de diferentes edades,correctamente dispuestos en sus contextos obligatorios—, el origen de la L1 y las condiciones deexposición (formal e informal). En segundo lugar, en un estudio de Larsen-Freeman (1975a) seobservaron alteraciones de dicho «orden natural» (Krashen, 1977) en ciertas pruebas de actuación —sobre todo en pruebas de lectura y escritura— al compararlas con otros tres ejercicios de expresión ycomprensión.

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Krashen (1976) afirmaba que había dos sistemas de conocimiento independientes que subyacían ala actuación en una SL. El primero y más importante. el sistema adquirido, es el resultado de haberaplicado los aprendices las mismas habilidades de aprendizaje lingüístico (no especificadas) que usanlos niños en la adquisición de la primera lengua, y que consiste en un conocimiento subconsciente dela gramática de la SL igual al que los HNS tienen de la L1. El segundo y menos importante, el sistemaaprendido, es producto de una enseñanza formal (normalmente la enseñanza de lenguas en clase), ycomprende el conocimiento consciente de reglas gramaticales «fáciles» de la SL, como la concordanciasujeto-verbo o el plural de las FNS en inglés. El sistema adquirido suele ser la única fuente deconocimiento de que disponen los hablantes durante el tiempo real de la comunicación, cuando prestanatención al significado en vez de a la forma; el sistema aprendido es sólo el programador y editor conque se examina o controla el output del sistema adquirido. Únicamente se podía acceder al sistemaaprendido si se cumplían tres condiciones: tenía que haber tiempo suficiente (i.e tiempo para hacer elejercicio), el aprendiz debía concentrarse en la forma (por lo general en un test gramatical de puntosdiscretos) y (obviamente) el aprendiz debía saberse la regla. Krashen afirmaba que el «orden natural»es la manifestación superficial del sistema adquirido; la alteración del orden se debería a laMonitorización («con M mayúscula»), o intrusión del sistema aprendido en ejercicios de actuación quefavorecen su uso; como consecuencia, ciertos morfemas regidos por reglas gramaticales de bajo nivel,como la tercera persona del singular -s, el pasado regular -ed y el plural -s, se utilizan mejor y pasan auna categoría superior.

Por otro lado, la monitorización («con m minúscula») —o autocorrección mediante el empleoconsciente o inconsciente del conocimiento general que se tiene de la lengua— podía hacerse a travésde juicios «intuitivos» aplicando el sistema adquirido. Los aprendices podrían hacer una pausa para versi una palabra o una construcción parecía o sonaba bien, de la misma manera que los HNS a vecescomparan las imágenes mentales de dos representaciones ortográficas posibles de una palabra cuandono están seguros —por ejemplo «ceiling» y «cieling»— o incluso escriben las dos versiones para vercuál parece más correcta. Por otro lado, la Monitorización del sistema aprendido —Monitorización«con mayúscula»— equivaldría a acceder a una regla ortográfica del inglés que el HN sí conozca, porejemplo, «la i va ante e, excepto cuando le precede una c». En cambio, lo que no se puede es transferirel conocimiento de un sistema a otro (Krashen y Scarcella, 1978; Krashen, 1985, págs. 38-43). Los dossistemas, al igual que los procesos que los producen —la adquisición y el aprendizaje— operabanseparadamente; no había «cruce» o «interface» que hubiera sido provocado por ejemplo, por unmecanismo para «despertar la conciencia» (Sharwood-Smith, 1981; Rutherford, 1987; Schmidt,1988b). Por último, los aprendices utilizan la Monitorización en distintos grados; algunos recurrenmuy poco a ella, otros mucho (los que utilizan el sistema aprendido para ganar en precisión sin perderdemasiada fluidez) y en último lugar están los que la utilizan demasiado (Krashen, 1978).

En una colección de libros y artículos que se publicaron entre 1978 y 1985, el Modelo de laMonitorización se presentaba con algunas modificaciones. Se convirtió en «teoría» —la teoría de lamonitorización (TM)— de la ASL (de niños y adultos, de forma natural y por medio de la enseñanza),su ámbito se ensanchó para incluir una vasta colección de fenómenos de la SL y una «hipótesis» queresumía las conclusiones de Krashen en cada sección de la bibliografía estudiada5. A principios de los80 había al menos diez «hipótesis» (véase Krashen, 198Ib, 1982a) que en formulaciones más recientesse han resumido en cinco afirmaciones fundamentales (por ejemplo, Krashen, 1985). Son las Hipótesis

5 «Hipótesis» aparece entre comillas porque Krashen siempre usa este término con otro significado. Algunas de lasllamadas «hipótesis» de la TM (estándar ampliada), por ejemplo, la Hipótesis del Orden Natural, son generalizacionesbasadas en la revisión de estudios empíricos. Otras como por ejemplo la Hipótesis de la Adquisición-Aprendizaje, la dela Monitorización, y la del Input, son afirmaciones sobre los procesos putativos de la ASL. Una de ellas, la Hipótesis delFiltro Afectivo, es una metáfora. En su mayor parte incluyen enunciados, por ejemplo, «adquisición», «aprendizaje», «i»e «i + 1», que, como Krashen (1984) reconoce, sirven para cierto tipo de teorías, pero no son posibles en las hipótesis;éstas se diferencian de las primeras, entre otras cosas porque deben ser empíricamente demostrables, por lo generaladoptando forma de predicciones sobre ciertos fenómenos naturales observables. Los enunciados no puedensometerse a un test empírico porque no se ha operado con ellos y en algunos casos (como «i» e «i +1»), comotampoco es posible hacerlo, no se pueden medir.

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de la Adquisición-Aprendizaje, del Orden Natural y de la Monitorización —que se ocupaban de losproblemas a los que se prestaba atención en el primer modelo de la monitorización— y las Hipótesisdel Input y del Filtro Afectivo, las cuales, por lo menos en lo superficial, son los postulados centralesde la TM «estándar ampliada». A continuación damos una breve explicación de cada una de ellas:

La Hipótesis de la Adquisición-Aprendizaje plantea que hay dos maneras independientes deaprender una SL: la adquisición y el aprendizaje, ambos términos técnicos en la TM. Como indicamosantes, la «adquisición» se refiere al proceso subconsciente que siguen los niños durante el desarrollode la primera lengua; el «aprendizaje» es un proceso consciente, que resulta en un sistema separado dereglas o saberes de la SL.

La Hipótesis del Orden Natural postula que las reglas de la SL se adquieren en un orden predecibleen el que, al parecer, no sólo está implicada la complejidad lingüística y que, por supuesto, es distintodel orden en que se van incorporando los elementos en los programas de estudio. Es decir, el orden deadquisición no se corresponde con las secuencias que se siguen en la enseñanza. El «orden natural» deKrashen es una síntesis de lo que observó en sus «estudios de morfemas» (véase el capítulo 4); hayque señalar que éstos en realidad trataban de investigar el orden de precisión o de dificultad, no elorden de adquisición.

La Hipótesis de la Monitorización incluye la relación que se establece durante la actuación entrelos sistemas adquirido y aprendido en la SL. Como en el primer modelo de la monitorización, elsistema adquirido activa la expresión y el sistema aprendido actúa en la planificación, editando ycorrigiendo funciones cuando se cumplen las tres condiciones.

La Hipótesis del Input intenta explicar cómo adquiere la SL el aprendiz. Krashen la considera comopostulado principal de la TM

6. En ésta se afirma que una SL se adquiere al procesar el inputcomprensible (IC), i.e. la lengua que se oye o se lee y se entiende. La lengua que no se entiende noayuda; es demasiado elevada y sólo significa ruido para el sistema. Tampoco ayuda cualquier IC. Parael ego puede ser alentador comprender mensajes en una SL codificados en muestras de la lengua metamenos complejas que las que el aprendiz está preparado para afrontar, pero esto no mejorará su IL. Selogra progresar en el «orden natural» cuando un aprendiz en una etapa i del desarrollo de la IL recibeun IC con estructuras (léxicas, fonéticas, morfológicas, sintácticas, etc.) que superan la etapa en cursoo estructuras de «i+1» (para una formulación más detallada, véase Krashen, 1983). Las estructurasdesconocidas se entienden —y esto es algo que siempre debe preceder a la adquisición en el modelo deKrashen— gracias al contexto lingüístico y extralingüístico, al conocimiento del mundo, alconocimiento lingüístico previamente adquirido, y a la clase a través de medios y mecanismos comoimágenes, traducciones y explicaciones. Los reajustes lingüísticos y conversacionales también jueganun papel aquí (véase el capítulo 5). Un corolario de la importancia que se le atribuye a la comprensiónes que hablar es el resultado y no la causa de la adquisición; surge como consecuencia de un aumentode la competencia, que a su vez se logra mediante la comprensión de ejemplos de la lengua meta.

Esta parte de la hipótesis del input llama la atención sobre ciertos datos que posiblemente puedanser útiles para la ASL, pero como Larsen-Freeman (1983c) puntualiza, en realidad, no dice nada sobrecómo usarlos (para una propuesta comprobable, véase Chaudron, 1985a, 1985b). La razón seencuentra en una premisa de Krashen: hay una importante dotación innata para manipular laadquisición. De hecho, ésta es la verdadera afirmación central de Krashen y de la TM. Ciertasformulaciones recientes de la hipótesis declaran explícitamente los vínculos nativistas yespecíficamente chomskyanos de la TM. Krashen (1985, págs. 2-3) escribe:

6 Teniendo en cuenta el papel tan pequeño que se atribuye a la Monitorización y la disminución de interés que ha habido porsus trabajos, «TM» en realidad ahora es una denominación inapropiada, un resto de sus modestos comienzos y del enfoqueoriginal.

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Si el input se entiende y automáticamente se consigue la gramática precisa... el input es elcomponente ambiental esencial... [aunque] también es importante la contribución del procesadorinterno de la lengua (el dispositivo de adquisición de la lengua de Chomsky: DAL).

Krashen sugiere (1985, pág. 3) que lo que para él son datos nuevos a favor de la hipótesis del input«apoyan el punto de vista de Chomsky permitiendo que se pueda ampliar a la adquisición de lasegunda lengua». Al igual que Chomsky, Krashen asume además (pág. 3) que se trata de un talentoespecífico de la lengua: en lo «más profundo, el "órgano mental" de la lengua (Chomsky, 1975) dalugar a un producto fundamental, la lengua humana en forma básica». Aunque la importancia que tanclaramente se ha concedido a la hipótesis del input podría llevarnos a asumir que la TM es una teoríainteraccionista o incluso ambiental, en los últimos tiempos Krashen ha adoptado una posición nativistaestricta que parece lo bastante crucial para que sus hipótesis sean tenidas en cuenta en futurasformulaciones.

Siguiendo a Dulay y Burt (1977), la Hipótesis del Filtro Afectivo expresa el punto de vista deKrashen según el cual hay distintos factores afectivos, entre los que se incluyen la motivación, laautoconfianza y la ansiedad, que contribuyen, aunque no sean la causa, a la ASL (para una revisión,véase Krashen, 1981a). Krashen afirma que la ausencia de motivación, una pobre autoestima, unaansiedad debilitadora, etc., pueden combinarse para «activar el filtro», o formar un «bloqueo mental»,que impida al IC alcanzar el DAL (Krashen, 1982a, pág. 31) y, por consiguiente, emplearlo en laadquisición. Es decir, una disposición afectiva negativa (cuando el filtro está «arriba») es unarestricción para que el IC funcione correctamente. O con otras palabras, para la ASL es necesario que elafecto sea positivo, aunque no suficiente.

Krashen (198Ib, 1985) dice explícitamente que las cinco «hipótesis» pueden resumirse como sigue:

Las segundas lenguas se adquieren sólo si hay un input comprensible y si los filtros afectivos estánlo bastante bajos para permitir la entrada del input. Cuando el filtro está «bajo» y se presenta (yentiende) el input comprensible apropiado, la adquisición es segura. De hecho, es ineludible, no sepuede impedir —las funciones del «órgano mental» lingüístico estarán tan automatizadas como lasde cualquier otro órgano— (Krashen, 1985, pág. 4).

La falta de referencia a tres de las cinco «hipótesis» en el «resumen», muestra que la TM consta defacto de una sola afirmación causal que implica dos variables (lo que la convierte, después del modelode aculturación de Schumann —véase más abajo— en la segunda afirmación más potente que hastahoy se ha hecho en la bibliografía de la ASL): «el IC junto con un "filtro afectivo bajo" son necesariosy suficientes para la ASL». Krashen lo reconoce cuando afirma que «el input comprensible es elingrediente esencial para la adquisición de la segunda lengua (1985, pág. 4). Todos los demás factoresque se cree que estimulan o son la causa de la ASL intervienen sólo por su contribución al inputcomprensible y/o al filtro bajo». No obstante, como indicamos arriba, la TM es realmente mucho máspoderosa de lo que esta afirmación parecería sugerir, ya que un «elemento aún más esencial» en la TM

es en realidad la dotación innata específicamente lingüística: la GU de Chomsky. Sería ésta, y no elIC, lo que, según Krashen, hace posible la ASL.

Krashen se ha mostrado bastante dispuesto a aplicar la TM en las clases de SL (véase especialmenteKrashen, 198Ib, 1982a, 1985, capítulo 3), insistiendo mucho (p.e. 1982a, págs. 1-8) en ello cuandotodavía no estaba de moda. Sus ideas han influido en el diseño de varios tipos de programas deenseñanza. Además, aun reconociendo que ya existía antes de la TM, Krashen afirma (1985, pág. 16)que «la inmersión "funciona" porque, al igual que otros métodos válidos, proporciona a los estudiantesuna gran cantidad de input comprensible»; éste es el caso de los programas de inmersión de francéscanadiense, que enseñan contenidos curriculares en la SL con la sistematización apropiada (algoimposible en situaciones de sumersión), ya que los profesores trabajan con clases de estudianteslingüísticamente homogéneas.

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Inspirándose en parte en el modelo de inmersión del francés canadiense, Krashen contribuyódecisivamente como pionero de los llamados cursos de «asignaturas especiales». Se trata de seccionesespeciales de cursos universitarios básicos (Psicología 101, etc.) para estudiantes extranjeros, en lasque, una vez más, los profesores pueden adaptar su inglés todo lo que crean necesario (o aproximarseal menos) a las habilidades lingüísticas avanzadas —aunque todavía distintas a las de un nativo— delos estudiantes. Esta idea también ha sido adoptada en varios sistemas escolares en USA para (segúncabe suponer) hacer frente a las necesidades lingüísticas de niños procedentes de minorías —es elcaso, por ejemplo, de los que han emigrado en los últimos tiempos—. Por último, y en colaboracióncon Terrell, creador del enfoque natural (en un principio desarrollado como método de enseñanza delenguas extranjeras), Krashen ha aplicado sus ideas a clases de enseñanza de segunda lengua y delengua extranjera para adultos (Krashen y Terrell, 1983). Todas estas aplicaciones tienen en comúnque defienden:

1) que tanto el profesor como los estudiantes deben centrarse siempre en el significado y no en laforma (la comunicación asegurará el IC);

2) la eliminación de calificaciones estructurales y de la corrección de errores (cualquiera de lascuales podría llevar a centrarse en el lenguaje como objeto), y

3) la creación de un ambiente afectivo positivo en la clase que «baje el filtro».

7.3.5. Una crítica a la Teoría de la Monitorización

La TM ha recibido muchas críticas en la bibliografía de ASL, tal vez más de las que merece.Independientemente de los defectos que pueda tener, ello podría interpretarse de distintas maneras.Fue una de las primeras «teorías» específicamente desarrollada para explicar la ASL, y por tanto fuedurante mucho tiempo una, y para muchos la posición principal, que debía someterse a comprobaciónempírica (o a discusiones de café). La TM ha trabajado mucho sobre una larga serie de fenómenos deASL, algunas veces con estudios empíricamente falseables que, lógicamente, atraen a losinvestigadores. También parecía importante examinarla por su estrecha vinculación conrecomendaciones para la práctica de la clase. Muchas de estas recomendaciones ponían en dudaciertos principios básicos de la enseñanza de la lengua, despertando la ira de quienes tenían interesespersonales que proteger. Krashen la expuso con mucha claridad por escrito y en conferencias, y comono requería de sus interlocutores ningún tipo de experiencia técnica en lingüística o psicología quepudiera desalentarlos, la entendieron muy fácilmente incluso aquellos que no eran especialistas; sinembargo esta ventaja es un arma de doble filo, porque enseguida aparecen expertos que en realidad nohan leído la investigación afín ni mucho menos han realizado la suya propia, pero que de prontodeciden exponer sus puntos de vista. Por último, la TM fue uno de los primeros intentos explícitos quese hicieron por poner los hallazgos de la investigación de la ASL al alcance de los profesores delenguas.

Pero, en general, la mayor parte de la crítica publicada tenía una motivación científica, lo que no esde extrañar teniendo en cuenta el campo tan amplio que abarca la TM, que se caracteriza por susmuchos objetivos. McLaughlin (1978) fue el primero en expresar una preocupación sería por ladistinción aprendizaje/adquisición, que, según él, descansaba en una segunda: la que se hace entreprocesos conscientes e inconscientes. Según Krashen, había que distinguirlas mediante laintrospección, i.e. dependía de si los informantes declaraban que sus juicios gramaticales estabanbasados en «reglas» o en «sentimientos» respectivamente. McLaughlin cuestionó la fiabilidad (y portanto la validez) de esta metodología (véanse, además, Rivers, 1980; Morrison y Low, 1983); tambiéncriticó otros aspectos de los estudios que han seguido esta metodología. Por ejemplo, cuando se lespedía a los informantes que formularan reglas en caso de considerar que las habían utilizado paracontrolar un ejercicio de juicios de gramaticalidad (Krashen, Butler, Birnbaum y Robertson, 1978),McLaughlin opinaba que es posible que respondieran que estaban controlando a través de los«sentimientos», por ser esta opción más sencilla que la de tratar de articular las reglas. Como

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psicólogo cognitivo, McLaughlin en general desconfiaba del uso de pruebas subjetivas, introspectivasy anecdóticas para apoyar (o atacar) la misma distinción consciente/subconsciente o la primacía del«aprendizaje» sobre la «adquisición»7.

Como respuesta, Krashen (1979, págs. 152-3), lingüista de formación mentalista, admitió que «eneste momento, no hay medidas fisiológicas que muestren cuál es la diferencia entre adquisición yaprendizaje», pero señalaba (1979, pág. 152) que, «en este sentido, la investigación de la adquisiciónde la segunda lengua es idéntica a la que se hace en psicología cognitiva: los investigadores proponenuna hipótesis abstracta y luego comprueban si sirve para predecir fenómenos medibles». Como ya seha discutido previamente (véase la nota 5), aquí se está confundiendo la hipótesis con la teoría. Poste-riormente Krashen aceptó que podía haber casos ambiguos, aunque señalaba que lo mismo ocurre aveces en psicología y que no hay motivos para rechazar una distinción que en general podríaverificarse —cuestión con la que casi todo el mundo estará de acuerdo.

Al volver su atención a otros aspectos de la TM, McLaughlin hizo dos críticas a la interpretación deKrashen sobre la variación de los órdenes morfológicos apropiados. En primer lugar, según él era«circular» decir que el «orden natural» se obtenía bajo condiciones no monitorizadas resultantes de la«adquisición», y que cuando la monitorización se ponía en funcionamiento, el orden se interrumpíagracias al aprendizaje. En segundo lugar, objetaba que Krashen hubiera modificado después de ver losresultados de los estudios su primera afirmación sobre cuándo se podría acceder a la monitorizaciónpara poder alterar el «orden natural». Por ejemplo, Krashen, Butler, Birnbaum y Robertson (1978)habían pronosticado que aparecería un «orden natural» en redacciones rápidas y un orden alterado enredacciones que hicieron más despacio los mismos estudiantes al pedirles que se concentraran en lacorrección en vez de en la extensión del texto. Al descubrir que el orden natural aparecía en los doscasos, Krashen et al. concluyeron, no que el estudio negara la hipótesis, sino que demostraba que alescribir las redacciones se centraba la atención en el significado en lugar de en la forma, i.e. indicabanque se trataba de una mala clasificación del segundo ejercicio escrito. Del mismo modo, y también encontra de sus predicciones, Krashen, Sferlazza, Feldman y Fathman (1976) y Fuller (1978)consiguieron el orden natural al poner en práctica oralmente el test SLOPE de Fathman —conjunto deelementos gramaticales estimulados con imágenes, para completar libremente («The boy has two...[dogs]» 'El niño tiene dos.... [perros]')—. Una vez más, los investigadores se apoyaron en la hipótesisoriginal al afirmar que, según su estudio, el SLOPE no activaba la monitorización.

La respuesta de Krashen a la objeción de McLaughlin fue que, dentro de unos límites, modificaruna afirmación a la luz de nuevas pruebas (en este caso reconocer que el dominio de la monitorizaciónconsciente que se decía que se limitaba a los extremos en un test de puntos discretos, estaba másrestringida incluso de lo que se había creído en un principio) es en realidad perfectamente normal en laciencia, y significa progreso:

Mi manera de enfocar el método científico es simple. Buscamos establecer generalizaciones,abstracciones que predigan fenómenos del mundo real. Podemos llegar a estas generalizaciones porla vía que escojamos (intuiciones, datos, etc.), pero deben poder predecir [datos nuevos]... Si lohacen, estamos en el buen camino, si no, tendremos que alterar la hipótesis, modificarla. Si lasalteraciones suponen cambios importantes en los supuestos fundamentales de las primerasgeneralizaciones, la hipótesis puede ser demasiado ad hoc, con demasiados problemas; tal vez seaentonces cuando haya que abandonarla (Krashen 1979, págs. 158-9).

7 Para conocer el tratamiento que se ha dado al papel de la introspección en la investigación en ASL, véase Chaudron(1983c); Cohen y Hosenfeld (1981); Faerch y Kasper (1987); Seliger (1983); Singh, d'Anglejan y Carroll (1982);Birdsong (1986).

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Si ignoramos que la terminología de esta afirmación no es la apropiada («intuiciones, datos, etc.»,«predicción de generalizaciones» y otros), el planteamiento general de Krashen se puede defender.Hacer modificaciones es, hasta cierto punto, una alternativa aceptable si se tiene en cuenta el totalabandono de afirmaciones teóricas generales (no de hipótesis), pero debe ser la comunidadinvestigadora la que decida cuándo tales modificaciones son «demasiado ad hoc». También hay quedecir que la posibilidad de revisión tiene el efecto secundario a corto plazo —se quiera o no— deevitar que una afirmación pueda falsearse.

La TM tiene varios otros defectos como «teoría», e incluso problemas más graves si se consideracomo conjunto de hipótesis empíricamente demostrables. La naturaleza «incestuosa» de las treshipótesis originales (aprendizaje-adquisición, orden natural y monitorización) es problemática; ésta esla razón de que sea tan difícil interpretar los tests empíricos de cada una de ellas8. La falta de unamedida independiente con la que saber si se «emplea la monitorización poco, óptimamente o endemasía» constituye un nuevo obstáculo para la falseabilidad. Puede que un ejercicio se haya«clasificado erróneamente» al haberle atribuido la propiedad de poner en marcha el uso de lamonitorización; otra posibilidad es que el ejercicio sea adecuado pero que un individuo concretose haya «considerado erróneamente» usuario de la monitorización.

Las Hipótesis del Input y del Filtro Afectivo tampoco podían verificarse. La primera contieneenunciados básicos, como i e i+1, que como el mismo Krashen (1984) reconoce, dado el estado deconocimiento de los estudios de IL, no sirven para operar con ellos. La última es una metáfora; paradotarla de contenido empírico, Krashen necesitaría especificar qué variables afectivas, por separado ocombinadas, y a qué niveles, servirían para «elevar el filtro». Por ejemplo, ¿es suficiente con que unode los aspectos del estado afectivo del aprendiz, por ejemplo la actitud, sea negativo o todos losaspectos tienen que serlo? y si es así, ¿en qué grado? ¿Puede un aspecto positivo, por ejemplo, teneruna motivación importante compensando otro negativo, por ejemplo, la baja autoestima? Por último,¿qué medidas son válidas (translingüística y transculturalmente) para estas variables afectivas y enconsecuencia para el filtro?9.

Las respuestas a estas preguntas aclararán si casos como el de Wes (Schmidt 1981, 1983) falsean ono la TM. El informante de Schmidt, un artista japonés de mucho éxito residente en Honolulú, tuvoacceso a gran cantidad de ic durante muchos años pero parecía haberse estabilizado estando todavíamuy lejos de lograr normas parecidas a las de los nativos en la mayoría de las áreas de la morfologíagramatical que Schmidt estudió, y ello a pesar de que su perfil afectivo era, casi todo él, muy positivo—si bien no del todo perfecto—. Krashen es ambiguo cuando comenta el caso de Wes:

Sus problemas gramaticales no pueden atribuirse a la cantidad de input recibido... Wes parece tenerun tipo de personalidad de «bajo filtro» —tiene una alta autoestima, muy poca ansiedad y estámotivado para la comunicación—. No obstante, Schmidt señala que las motivaciones de Wes paratrasladarse a Hawai fueron integradoras sólo a un nivel muy bajo... Wes seguía manteniendo unagran conciencia de ser japonés (Krashen, 1985, pág. 50).

8 ¿Para cuál de las tres aporta pruebas en contra un estudio morfológico que haya producido un orden no natural: la Hipótesisdel Orden Natural, la del Aprendizaje/Adquisición o la de la Monitorización? Recuérdese que, según Krashen, el «ordennatural» representaba una prueba a favor del enunciado adquisición, pero al mismo tiempo también de que el aprendizaje, o nose podía o no se había hecho mediante la monitorización. ¿Significa esto que hay que deducir de la alteración del orden quelos hablantes habían empleado sus sistemas aprendidos para monitorizar sus output o que uno o más de los conceptosoriginales —monitorización, orden natural o adquisición—eran erróneos?

9 Obviamente estas preguntas no sólo debe responderlas Krashen sino todos los que han avanzado en la teoría de ASL

afirmando que las variables afectivas juegan un papel. (Véase por ejemplo, Schumann, 1978, 1986; Acton, 1979; H. D. Brown,1980; Gardner, 1985; y nuestra discusión en el capítulo 6.)

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Es interesante que Schumann (1986), a diferencia de Krashen, tome a Wes como ejemplo paracontradecir el modelo de aculturación (véase el epígrafe 7.4.2).

Entre otros problemas adicionales de la TM se incluyen los siguientes:

1. No se puede explicar el hecho de que el «filtro» no exista en los niños y que sólo entre enjuego en la pubertad; así se explica, según Krashen, el poco éxito de adultos como Wes,que disponen de una gran cantidad de IC (Gregg, 1984).

2. Un distinción binaria sencilla como es el método de monitorización +/— no sirve paramanejar la complejidad de la variabilidad —por otra parte sistemática— que se haobservado en las ILS (véase el capítulo 4). Los investigadores han demostrado que sepueden extraer muchos lectos, incluso aunque no sean del todo predecibles, a partir de unaserie de ejercicios, todos ellos supuestamente no monitorizables (Tarone, 1985).

3. El contenido limitado (las reglas gramaticales «fáciles») y el dominio (tests de puntosdiscretos) del sistema aprendido, no sirven para interpretar los datos sobre la influencia dela enseñanza en el desarrollo de la IL (Long, 1983d, 1988b; y véase el capítulo 8).

4. La TM no da ninguna explicación de los órdenes de los morfemas en los que se basan y(según parece) gracias a los que se demuestran muchas de sus afirmaciones, así comotampoco explica ninguna otra de las secuencias del desarrollo (Gregg, 1984; Pienemann yJohnston, 1987). En realidad, siguiendo a Bahns y Wode (1980) y Meisel, Clahsen yPienemann (1981), podría decirse que sus criterios de adquisición (80 ó 90 por 100 deprecisión) imposibilitan cualquier tipo de aseveración sobre la adquisición y/o sobre losprocesos de la adquisición en conjunto porque sólo tienen en cuenta el final, o el resultadode la adquisición, pero no el proceso por el que se llega al resultado.

5. Debemos entender del llamamiento a la GU chomskyana para explicar la adquisición quela TM adolece de las mismas dificultades teóricas y empíricas que afectan a otros puntosde vista de la GU; se trata de cuestiones y estudios que Krashen no menciona en absoluto.A este autor, como ya se ha señalado, todavía le queda por incluir en la TM una «hipótesisde la GU».

6. White (1987b) aporta el argumento de la «pobreza de estímulos» cuando se refiere a lahipótesis del input, abogando por la importancia del input incomprensible como fuenteprincipal de pruebas negativas para la ASL.

7. Gregg (1988) critica muy rigurosamente que tanto la TM como las defensas que se hanhecho de los puntos de vista de Krashen —por ejemplo, las de Schwartz (1986)— tienenun contenido lingüístico muy vago.

8. Las revisiones críticas de las aplicaciones a la enseñanza se han centrado en la ausencia deestudios de evaluación de la clase10 —cuando todavía se carece de la especificidadnecesaria, por ejemplo en el contenido de los programas de cursos de enseñanza de lenguainspirados en la TM— y en lo que algunos interpretan como un rechazo injustificado de lasventajas que se pueden obtener empleando distintos enfoques de la forma lingüística en la

10 Krashen y Terrell (1983, pág. i) se refieren muy entusiastamente a una ponencia de Voge (1981) en la que éste advertía dela importancia crucial del Método Natural en una clase. Pero, hasta donde sabemos, este estudio no se ha publicado nitampoco se puede conseguir el manuscrito. Edwards et al. (1984) se refieren a otro diseño de control de grupo en el que unosestudiantes de secciones especiales de ISL y francés SL de un curso de psicología de la Universidad de Ottawa, consiguieronresultados tan buenos en psicología como otros estudiantes a los que se les habían impartido las clases en su u, y lograronprogresos comparables a los de los estudiantes de las clases normales de ISL y FSL en aptitud para la SL.

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enseñanza de la lengua. Sin embargo, debería señalarse que las contrapropuestas suelendiferir tanto las unas de las otras como de las ideas de Krashen sobre el tema (véase, porejemplo, Sharwood-Smith, 1981; Long, 1985a, 1988b; Pica, 1985; Pienemann, 1985b;Long y Crookes, 1986; Nicholas, 1986; Schmidt y Frota, 1986; Candlin, 1987; Pienemanny Johnston, 1987; Rutherford, 1987; Crookes, 1988a; Nunan, 1988; Schmidt, 1988a).

Para concluir, tanto el modelo de la monitorización como su sucesora, la TM, son muy útiles paralos investigadores de la ASL porque ofrecen una primera tentativa de dar sentido a una larga serie dehallazgos dispares de la investigación. Además, las propias ideas de Krashen comenzaron porestimular gran parte de la investigación basada en datos, y han obligado a que aparezcan ideas nuevasen los círculos de enseñanza dé lenguas. Aunque algunas de las primeras afirmaciones ya no suscitanmucho/interés entre los investigadores y/ o se han sustituido por otras elaboraciones, sirven al valiosopropósito de identificar algunas de las cuestiones relevantes y, donde aparentemente presentan errores,obligan a los críticos a buscar y demostrar otras alternativas.

7.4. Las teorías ambientalistas de la ASL

7.4.1. Características generales

Según las teorías ambientalistas del aprendizaje, la educación de un organismo o la experiencia sonmás importantes para el desarrollo que la naturaleza o las dotes innatas. De hecho, casi siempredesmentirán que las contribuciones innatas jueguen otro papel que no sea proporcionar al animal laestructura interna que puedan configurar las fuerzas ambientales. Los ejemplos más conocidos son lasdistintas formas de teorías del aprendizaje conductistas y neoconductistas de estímulo-respuesta, porejemplo, la de Skinner (1957); pero estos puntos de vista han trascendido poco desde la famosa reseñaque escribió Chomsky (1959) sobre el Verbal Behavior de Skinner, y los escritos posteriores delmismo autor y de sus seguidores, y ello pese a las tentativas de refutación (por ejemplo,MacCorquodale, 1970) y a los serios problemas que implican las alternativas nativistas. La teoría delaprendizaje neoconductista influyó en los círculos de enseñanza de lenguas, sobre todo basándose en elmétodo audiolingual (MAL) en los trabajos de Fries, Lado, Politzer, Prator y otros. El MAL y suaplicación en las clases cayeron en desgracia poco después de la aparición de los primeros trabajo deChomsky, aunque su fin claramente llegó con The Psychologist and the Foreign-Language Teacher(Rivers, 1964).

Aunque no hay muchas esperanzas de que con los modelos S-R se logre explicar la ASL —excepto,tal vez, en lo que se refiere a la pronunciación y al aprendizaje memorístico de fórmulas— hay unconjunto de modelos conectivos relacionados con los anteriores que sí han despertado gran interés enalgunos círculos; se trata de nuevas formas de aproximarse a propiedades más generales delaprendizaje y del desarrollo en diversas áreas, incluyendo el control motor, la percepción visual y lamemoria. Para la teoría del aprendizaje de la lengua tiene especial interés el trabajo sobre elProcesamiento distribuido en paralelo (PDP) (McClelland, Rumelhart y el grupo de investigación PDP,1986). El PDP es una teoría cognitiva que prescinde de la dotación innata. Los teóricos del PDP afirmanque el aprendizaje se basa en el procesamiento del input, pero no creen que ese procesamiento dé comoresultado la acumulación de reglas. En su opinión, el aprendizaje consiste en fortalecer y debilitar lasconexiones de las redes neuronales complejas en función de la frecuencia de estímulos del input. Lasredes controlan un comportamiento aparentemente regido por reglas, pero que en realidad es un reflejode conexiones que se han formado sobre la base del poder que cada modelo tiene sobre el input. Así,Rumelhart y McClelland (1986) demostraron que se podían hacer programaciones que simularan losmodelos de desarrollo característicos de la formación de pasado en inglés y que produjeran los erroresmás frecuentes (casi siempre), basándose en el input de formas verbales marcadas fuertes y débilespara la referencia de tiempo pasado del habla de cuidadores de niños; este input se componía de lasfrecuencias medias que iban variando con el paso del tiempo según se ha documentado en algunosestudios empíricos.

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Algunos sectores han recibido el PDP casi con exaltación; por ejemplo, Sampson (1987) prevé quesu impacto en lingüística será superior al de la publicación de Syntactic Structures de Chomsky. Otroshan sido menos entusiastas; así Chomsky (1987, pág. 27) rechaza el «conexionismo» tachándolo de«inmediatamente refutable y en algunos casos refutable por principio», de programa de «expectativas...que parecen muy débiles» y que no ofrecen «nada importante que discutir». Más significativamente,entre los psicolingüistas que han prestado una atención seria al PDP, Lachter y Bever (1988), Pinker yPrince (1988) y otros han identificado algunos problemas de importancia. El lector interesado en estetema puede remitirse a un número de Cognition del año 1988 en el que se hace un examen crítico delparadigma del PDP. Schmidt (1988) y Gasser (1990) subrayan ciertas implicaciones que el PDP podríatener para la investigación y para la teoría de la ASL.

Aunque en general se puede decir que últimamente las teorías ambientalistas puras del aprendizajelingüístico no han hecho ningún progreso —con excepción del caso del conexionismo—, algunasteorías han acabado, por exclusión, en el ámbito de lo ambiental al tratar de explicar la adquisiciónpor medio de las variables externas del aprendiz y sin tomar en cuenta los procesos cognitivos.Entre éstas, uno de los postulados más sólidos es el intento de Schumann por justificar una ASL

natural resultado de la aculturación.

7.4.2. El modelo de aculturación y la hipótesis de la pidginización de Schumann

Como parte de un estudio más amplio, el Proyecto Harvard (Cazden, Cancino, Rosansky ySchumann, 1975), Schumann (1975, 1978a) llevó a cabo una investigación de diez meses sobre laadquisición no controlada del ISL de Alberto, un costarricense de clase obrera de 33 años. Alberto vivíacon una pareja de Costa Rica en una zona, en su mayor parte portuguesa, de Cambridge,Massachusetts; trabajaba de pulidor de cuadros en una fábrica en la que los trabajadores eranfundamentalmente HNNS de inglés y él hacía casi toda su socialización en español. Alberto fue elaprendiz con menos éxito de entre los seis que estudiaron Cazden et al. Por ejemplo, él fue el únicoque todavía se encontraba en la etapa de negación No V al final del estudio; su habla presentaba pocasmuestras de don't V y a lo largo de los diez meses sólo produjo cuatro ejemplos de aux-neg y de laforma analizada don't. Durante siete meses después de los diez que duró el estudio, Schumann procuróque mejorara en la negación practicando la enseñanza formal (ejercicios de transformación) pero susresultados fueron muy pobres. Antes de la enseñanza, las negaciones de Alberto eran correctas el 22por 100 de los casos (23/105) en su habla informal —sobre todo por el uso correcto que de vez encuando hacía de don't— y el 10 por 100 (7/71) en expresiones provocadas: se le pidió que negara unasfrases afirmativas que le presentó Schumann. Después de la enseñanza, las construcciones negativasprovocadas en las que Alberto había prestado atención a su output, aumentaron hasta un 64 por 100 deaciertos (216/335), pero las negativas espontáneas disminuyeron ligeramente hasta un 20 por 100(56/278).

Hay otros aspectos de la IL de Alberto que también se habían desarrollado muy poco a los diezmeses. Durante todo el estudio se mantuvo en la primera etapa de formación de preguntas; seequivocaba casi siempre que tenía que hacer una inversión en los dos tipos de interrogativas sí/ no yqu-. A lo largo de los diez meses sólo hizo la inversión en doce preguntas qu- y en el 5 por 100(H/213) de las de sí/no, y del total de las veintitrés inversiones, nueve fueron con like [gustar], cincocon say [decir], cuatro con want [querer] y una con see [ver] y con are [ser, estar] (Schumann, 1978a,págs. 29-30). El desarrollo de la Morfología flexiva (el posesivo, el pasado regular e irregular, el pluraly la forma progresiva en -ing) tampoco fue sistemático, en general fue pobre Y mucho más lento queel de los otros informantes.

A la luz de estos resultados, el estudio de Schumann fue intentando explicar por qué la adquisicióndel ISL de Alberto estaba siendo tan limitada. Se descartó como causa la habilidad cognitiva, pues losresultados de Alberto en el test de inteligencia adaptativa de Piaget habían sido normales. La edadtambién se rechazó porque muchos aprendices mayores que Alberto habían tenido mejores resultadosque él. En cambio, en opinión de Schumann, la distancia psicológica y social que mantenía en relacióna los hablantes de la lengua meta podría ser una explicación más verosímil.

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La distancia social es un fenómeno de grupo que consta de ocho factores en el modelo deSchumann, la mayoría de los cuales parece tener valores negativos, i.e. en el caso de Albertoprobablemente impidieron el éxito de la ASL o, en el mejor de los casos, se mantuvieron neutrales:

1) Dominio social (dominio, no dominio, subordinación). Alberto era miembro de un grupo social(era emigrante hispanoamericano de clase obrera) política, técnica, cultural y económicamentesubordinado (por tanto, distante) al grupo de la lengua meta.

2) Modelo de integración (asimilación, aculturación, conservación). Pertenecía a un grupo cuyomodelo de integración podría situarse en un cierto punto intermedio entre la conservación de laidentidad cultural (supuestamente negativa para la ASL) y la asimilación a la cultura de la lenguameta (al parecer positiva para la ASL).

3) Acotamiento. Era miembro de un grupo que tenía sus propias iglesias, clubes, periódicos, etc., i.e.un grupo con un grado de acotamiento relativamente alto. En algunos casos, afirma Schumann, elestar muy acotado dentro de un grupo es algo que sucede también entre los que tienen sus propioscomercios, talleres de artesanía, profesiones y escuelas.

4) Cohesión. Era miembro de un grupo bastante cohesivo, con tendencia a reducir el contacto con losde la LM.

5) Tamaño del grupo. Su grupo era bastante grande, lo que favorecía más el contacto entre susmiembros que con los de otro grupo.

6) Concordancia cultural. Su grupo y el de la LM no eran muy acordes culturalmente, lo que hacíaque disminuyera el contacto intergrupal.

7) Actitud. Aunque en este caso es difícil de valorar, las actitudes entre los grupos suelen ir desde laneutralidad hasta la hostilidad.

8) Tiempo de residencia que se pretende. El tiempo que previamente había permanecido en elambiente de la LM había sido relativamente corto, lo que dificultaba que se desarrollaran contactosprolongados con el grupo de la LM.

Mientras que la distancia social es un fenómeno de grupo, la distancia psicológica es un conceptoque comprende cuatro factores individuales: el choque lingüístico, el choque cultural, la motivación yla permeabilidad del ego. Schumann (1978a, pág. 86) asegura que estas variables psicológicasindividuales (afectivas) cobran importancia cuando un individuo forma parte de un grupo que, segúnlos factores de la distancia social, ni es particularmente favorable ni su situación es especialmentenegativa en relación a la ASL.

Las respuestas que dio Alberto a un cuestionario de motivación y actitud indicaban que ambosfactores eran positivos, pero, sin embargo, Schumann sugiere que estaba intentando deslumbrarles (setrata de un intento por parte del informante de quedar bien ante los investigadores contestando demodo que sus conjeturas estén de acuerdo con las creencias de éstos), ya que la mayoría de losaspectos de la vida personal de Alberto contradecían sus respuestas. Tenía un trabajo nocturno, no seesforzaba por conocer a nativos de inglés, hacía su vida social con hispanohablantes, escuchaba músicaen español y nunca iba a clase de ISL.

Teniendo en cuenta que a) las ILS de todos los aprendices del estudio de Harvard, incluso las de losque al final tuvieron más éxito, eran lingüísticamente similares en las primeras etapas y que b) (en suopinión) había similitudes entre las dimensiones psicológicas y sociales del contexto de aprendizaje deAlberto y las condiciones a las que se asocia la pidginización, Schumann terminó por afirmar que losprocesos que subyacen a la pidginización y a las primeras etapas de una ASL natural son análogos yuniversales:

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Se han estudiado las fuerzas sociales y psicológicas que hacen que persista la pidginización. Eltérmino persistencia se usa porque la pidginización es, al parecer, característica de los comienzosde la adquisición de segundas lenguas en general (Schumann, 1978a, pág. 110).

Schumann proponía que tanto la pidginización como la ASL natural, en sus primeras etapasimplican desarrollar en una SL los recursos necesarios para satisfacer sólo una de las tres funcionesbásicas del lenguaje identificadas por Smith (1972): la función referencial o comunicativa, i.e. aquellaque sirve sólo para dar y recibir información en la comunicación intergrupal. Ni los pidgins ni las SLS

desarrollan en las primeras fases formas para manejar las otras dos funciones de la lengua nativapropuestas por Smith —la función integradora, que se emplea para marcar nuestra identidad en lasociedad, o la. función opresiva, para satisfacer ciertas necesidades psicológicas, por ejemplo, nuestraactitud hacia lo que decimos—, ya que para éstas se emplea la LI en la comunicación intragrupal.Schumann argumentaba que la trayectoria de las últimas etapas del proceso de ASL estaría determinadade igual modo, y que el desarrollo iría en función del grado de aculturación de una persona en lacomunidad de la lengua meta.

Schumann (1978a) mantenía que las primeras etapas de las SLS y los pidgins compartían ciertosrasgos lingüísticos puesto que ambos estaban regidos por los mismos procesos de simplificaciónsubyacentes como consecuencia de lo limitado de sus funciones: «como resultado de esta restricciónfuncional [satisfacer solamente las necesidades comunicativas referenciales básicas] la pidginizaciónproduce una interlengua simplificada... y reducida» (pág. 76). En los pidgins se encuentran lossiguientes tipos de «simplificación» lingüística:

a) Uso de morfemas libres en sustitución de la flexión morfológica11, según se ejemplifica en elinglés pidgin de África del oeste (datos de Smith, 1972):

i cop He eats, is eating, etc. (no marcado)[Él come, está comiendo, etc.]

i bin cop He eats[Él come]

i don cop He has eaten[Él ha comido]

i go cop He will eat[Él comerá]

i bi don cop He had eaten[Él había comido]

i go don cop He will have eaten[Él habrá comido]

b) Eliminación de, morfología redundante, como en el inglés pidgin de Hawai (IPH):

tu mach ka A lot of cars[Muchos coches]

tri haus Three houses[Tres casas]

11 Schumann (1978a, págs. 71-2) cita estos datos como ejemplos donde el orden de palabras aparece sustituyendo a lamorfología flexiva.

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c) Ausencia de ciertas reglas de movimiento (transformaciones) como la pasiva y el uso de laentonación en lugar de la inversión del orden sujeto-verbo para formar preguntas en lospidgins neomelanesios (datos de Smith, 1972):

Mi wokim haus (1 2 3) I am building a house (1 2 3)[Yo estoy construyendo una casa]

You wokim haus? (1 2 3) Are you building a house? (2 1 3)[¿Estás tú construyendo una casa?]

Yu mekim wanem? (1 2 3) What are you doing? (3 2 1 2)[¿Qué estás haciendo?]

d) Léxico reducido, según se demuestra por el bajo número de vocablos (no palabras) en lospidgins, con casos de diferenciación simplificada, por ejemplo, IPH:

Haus House, home[casa, hogar]

Brok Break, tear, rip[romper, desgarrar, rasgar]

y empleo de paráfrasis léxicas o de descomposición para los elementos mono-morfemáticos de la lengua «estándar», por ejemplo, IPH:

Wat pleis? Where?[¿Dónde?]

Wat wei? How?[¿Cómo?]

e) Reduplicación, por ejemplo, en un pidgin inglés-japones creado por el personal de lasfuerzas armadas de USA y por sus homólogos japoneses en Hamamatsu a mediados de losaños 50 (datos de Goodman, 1967):

Testo-testo To examine[examinar]

Saymo-saymo Similar, alike[similar, parecido]

Hubba-hubba To hurry[darse prisa]

Dammey-dammey Not good[no bueno]

f) Ausencia de marcadores de tiempo, de artículo definido y de cópula, y sustitución de lareferencia temporal por complementos adverbiales o por el contexto, como en el IPH:

tsumaro mi Honoruru go I'm going to Honolulú tomorrow[Mañana voy a Honolulú]

bifo draiba no mo There didn't use to be a driver[Allí no solía ser conductor]

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g) Preferencia por el orden tema-comentario (cf. Givon, 1984).

h) Negación preverbal (No have).

i) Expresión de la posesión a través de yuxtaposición (John pig en vez de John's pig).

Según Schumann, la IL de Alberto tenía casi todas estas características. Utilizaba un sistema denegación preverbal, no invertía las preguntas y omitía todos los auxiliares, los pronombres sujeto y lasinflexiones verbales y posesivas. Andersen (1981a) confirmó la analogía de la pidginización basándoseen una comparación exclusivamente lingüística del habla de Alberto y del inglés pidgin de Hawaidescrito por Bickerton y Odo (1976) y Bickerton (1977).

Las teorías varían en cuanto a las condiciones que requiere la génesis de un pidgin. Whinnom(1971), como representante del punto de vista más radical, distingue tres formas de hibridación de lalengua, de las cuales sólo la última es suficiente para que surja un pidgin verdadero. La hibridaciónprimaria se da cuando la lengua se rompe en diferentes dialectos. La hibridación secundaria aparece enASL, por ejemplo en una situación de contacto bilingüe en que la IL se desarrolla gracias al empleo dela SL con HNS, i.e. cuando se puede acceder a la LM y la evolución va en dirección a ésta. Por último, lahibridación terciaria se produce cuando una serie de grupos con diferentes LI desarrollan una SL conmuy pocas funciones por tener un acceso limitado a la lengua de superestrato, sólo para ciertos tiposde comunicación referencial dentro de su grupo; por ejemplo, los trabajadores japoneses, portugueses,chinos y filipinos desarrollaron un pidgin basado en el inglés para comunicarse entre ellos en lasplantaciones de azúcar de Hawai. Sus homólogos en la ASL serían trabajadores emigrantes dediferentes países que utilizaran pidgins de alemán o inglés en las fábricas (Clyne, 1968, 1977; Meisel,1975; Heidelberger Forschungsprojekt, 1978; Dittmar, 1982), u otros casos de ASL con un accesolimitado a la lengua meta —por ejemplo, cuando un HN de español y otro de alemán usan sus ILS deinglés para comunicarse—. Whinnom, Bikerton y otros afirman que para que se desarrolle unverdadero pidgin se requiere la hibridación terciaria con acceso restringido a la lengua meta.

Por su parte, Schumann seguía a investigadores como Samarin (1971) y Hall (1966) al optar poruna definición más flexible donde la pidginización (es decir, un proceso que no tiene necesariamenteque resultar en un producto elaborado: un pidgin) se puede observar en muchas más situaciones,incluyendo las que Whinnom describe como hibridación secundaria (para una revisión y discusión,véase Hymes, 1971):

La posición que se toma en este libro es básicamente la de Samari y Hall. No se dice queAlberto hable un pidgin, pero como las simplificaciones y reducciones que hace del inglés soncaracterísticas de la pidginización, sencillamente decimos que el inglés que emplea presentarasgos de dicho proceso. (Schumann, 1978a, pág. 71).

O por decirlo de otra manera, Schumann no afirmaba que los pidgins y las SLS fueran iguales en lasprimeras etapas, sino que en la producción de cada uno de ellos funcionaban los mismos procesos desimplificación; el alcance de la simplificación y de la reducción están en función de la distancia socialy psicológica que separa al aprendiz —como miembro de un grupo y como individuorespectivamente— de los hablantes de la lengua meta.

Schumann continuaba diciendo que, como después los aprendices tratarían de usar la SL con finesintegradores y expresivos, la IL alcanzaría más complejidad estructural. Es decir, la ampliacióndefunciones de la IL se correspondería con un incremento de la forma lingüística. La redundancia seincrementaría, aparecerían marcadores temporales obligatorios y otros elementos gramaticales, y seampliaría el lexicón. Schumann (1978a) al principio consideraba este proceso análogo a lacriollización, que se produce cuando los hijos de la primera generación de hablantes de pidginaprenden éste (restringido) como primera lengua a través de sus padres. El pidgin se va ampliandolingüísticamente para satisfacer un gran número de funciones y servirá a los niños como lengua nativa.

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Así, Bickerton (1977) dice que la pidginización es similar a una ASL con input restringido y lacriollización a la adquisición de una primera lengua con el mismo tipo de input.

Posteriormente, Schumann (1978b) abandonó la comparación entre ASL y criollización; suargumento era que la complicación y la expansión que tienen lugar en la ASL están motivadas por elobjetivo que lleva al aprendiz a ir amoldándose a la LM. Bickerton (1975) sugiere la posibilidad de quelas etapas de la evolución de la ASL sean paralelas al continuo de descriollización, ya que en ésta elcriollo evoluciona en dirección a la lengua estándar que le ha servido de base. Es decir, tanto la ASL

como la descriollización tienen una lengua meta estándar. Stauble (1977, 1978) demostró estahipótesis en un estudio de adquisición de la negación en ISL de tres adultos HNS de español. Comprobóque había pruebas que apoyaban dicha afirmación y observó que la ASL y la descriollizaciónprovocaban la alteración de ciertas reglas mediante «la sustitución de formas y la reestructuración deunidades básicas» (1977, pág. 16), donde cada etapa del proceso estaba más cerca de la lengua metaque la anterior.

Andersen (1983a) intenta reconciliar los distintos puntos de vista que hay sobre pidgins/criollos yASL adoptando una perspectiva más amplia. En su opinión, la criollización, la pidginización y laprimera ASL son procesos que implican la creación de sistemas lingüísticos independientes o al menosparcialmente autónomos de la lengua del input. A este fenómeno lo llama «nativización». Bajo eltérmino «desnativización» se incluye la descriollización, la despidginización y el final de la ASL, en losque las circunstancias han llevado al aprendiz a reconstruir su sistema lingüístico para que se ajuste lomás fielmente posible al de la lengua meta.

Como ya indicamos, Schumann sostiene que el grado de elaboración que se observa en las últimasetapas del desarrollo de la IL estará en función de las mismas variables sociales y psicológicas que enun principio producen la pidginización, aunque, obviamente, el valor de tales variables debe tornarsepositivo. Todas juntas integran un importante factor causal de la ASL, la aculturación, que más omenos se traduce como «el proceso de adaptación a la nueva cultura» (H. D. Brown, 1980, pág. 129).En la afirmación más importante que se ha hecho hasta hoy en la bibliografía de ASL, Schumann(1978b, pág. 34) afirmaba que: «[La ASL] es sólo un aspecto de la aculturación y el grado deaculturación del aprendiz al grupo de la lengua meta controlará su nivel de adquisición de la segundalengua».

Según Schumann (1986), existen dos tipos de aculturación. En el primero los aprendices estánintegrados socialmente en el grupo de la lengua meta y muestran apertura psicológica hacia dichalengua. El primer factor significa que los contactos que tienen con los hablantes son suficientes paraque se adquiera la L2; en el segundo, el input al que se exponen a través de estos contactos setransforma en intake. En la aculturación del segundo tipo, los aprendices están integrados socialmentey tienen apertura psicológica, pero además, consciente o inconscientemente, desean adoptar el estilo devida y los valores del grupo de la lengua meta. En opinión de Schumann, cualquiera de los dos tipos deaculturación puede asegurar la ASL, pero subraya que tener un contacto social y psicológico sólo con elgrupo de la lengua meta (i.e. la aculturación del primer tipo) es condición esencial para la ASL; no esnecesario que deseen llegar a ser como los hablantes de la L2.

7.4.3. Crítica a la hipótesis de la pidginización y al modelo de aculturación

La analogía entre pidginización y adquisición natural de una segunda lengua ha sido muyproductiva en sus primeras etapas en cuanto a que de ella han surgido gran cantidad de investigacionesempíricas y de debates teóricos. Sin embargo, no todos los críticos han estado tan de acuerdo comoAndersen (1981a). Las siguientes son algunas de las objeciones que se le han hecho a esta analogía:

1. Los pidgins se desarrollan cuando se ponen en contacto grupos con distintas L1s, mientras que laASL es una situación de contacto bilingüe (Flick y Gilbert, 1976).

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2. La mezcla (fusión de dos o más lenguas en una) que caracteriza a los pidgins no se da en las ILS

(Meisel, 1975).

3. La ASL, por lo general, se ocupa de monolingües, mientras que los hablantes de pidgins suelenconocer otras lenguas; en cierto modo, esto les permite un mayor «acceso» a las propiedadesgenerales de las lenguas humanas y, en consecuencia, una tendencia mayor a la simplificaciónsiguiendo esas propiedades más generales (Bickerton, 1975; Flick y Gilbert, 1976).

4. La pidginización es un fenómeno de grupo, la ASL es un fenómeno individual; esto significa queno será muy frecuente usar la SL en la comunicación intergrupal. Por otro lado, los hablantes depidgin forman una comunidad cerrada, de modo que la estabilidad es» más inherente a los pidginsque a las ILS, además de que en los primeros están más marcadas las nociones de gramaticalidad(Meisel, 1975; Flick y Gilbert, 1976). (Por otro lado, también los pidgins suelen ser muy variables,como lo demuestra Bickerton, 1977, para el inglés pidgin de Hawai).

5. La ASL con acceso a la lengua meta acepta la corrección y por consiguiente se va aproximando aésta; la pidginización, de acceso limitado, no deja lugar a esa opción (Flick y Gilbert, 1976). Estoquiere decir que la pidginización no es un cambio hacia la lengua meta, sino un desarrollolingüístico más independiente.

6. Por razones socioeconómicas y políticas (colonialismo con importación de esclavos o con contratolaboral), los factores que subyacen a la distancia social entre la lengua del superestrato y losgrupos de lenguas en proceso de pidginización son diferentes de los que determinan la distanciasocial en la mayoría de las situaciones de ASL, sin olvidar las diferencias inherentes a lasposibilidades de contacto con la lengua meta (Meisel, 1975; Flick y Gilbert, 1976).

7. Por remota que sea la posibilidad de una gran distancia social, la lengua meta siempre sirve demodelo a las ILS, mientras que el acceso —muchas veces muy limitado— a la lengua meta en lapidginización significa que la lengua del superestrato es su modelo sólo hasta cierto punto. Así,para compensar, los pidgins suelen incorporar rasgos procedentes de distintas lenguas (Flick yGilbert, 1976).

8. La IL de Alberto contiene ciertos rasgos que resultan impropios —o al menos con frecuencias muyaltas— de la pidginización. Schumann (1978a) y Andersen (1981a) así lo reconocen, por ejemplo,al estudiar el 85 por 100 de casos de plural de Alberto y explicarlos como una transferencia delespañol. La transferencia del español no se considera en otros casos, por ejemplo al tratar de lanegación No V (Hartford, 1981), sino que se explica como resultado de procesos naturales desimplificación.

9. Schumann selecciona una serie de pidgins para confeccionar una lista bastante arbitraria de rasgosprocedentes de uno o más de éstos y después señala que hay seis que aparecen en el habla deAlberto. No se clasifican los rasgos dando más importancia a unos que a otros —por ejemplo,universal, generalizado, frecuente y raro—; así, no hay manera de evaluar la importancia dealgunos que aparecen en la IL de Alberto y que en cambio son raros en los pidgins (como el pluraly los auxiliares) o frecuentes en pidgins (que se basan en el inglés o en cualquiera de ellos) y raroso inexistentes en la IL de Alberto (por ejemplo la reduplicación y la mezcla) (Hartford, 1981).

Schumann (1978b, págs. 368-73) responde a casi todas estas críticas de la misma manera: 1) lamayoría de ellas sólo vienen a indicar que el punto de vista que adopta el crítico sobre lo que es unaverdadera pidginización es demasiado restringido; esto es, se trata de un proceso que se da sólo ensituaciones de hibridación terciaria, lo que se opone a su definición de pidginización, que tambiénincluye situaciones de hibridación secundaria; y/o 2) no distinguen la afirmación según la cual losprocesos de pidginización y los comienzos de la ASL son análogos, de la que dice (a diferencia de loque él opina) que los resultados de una y otra (SLS y pidgins) son los mismos. (Para un debate extensode estos y otros aspectos, véanse Andersen, 1983a; Romaine, 1988.) Un estudio de Stauble (1984) trata

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retrospectivamente la posibilidad de que la negación No V sea realmente un caso de transferencia enlugar de una simplificación, demostrando que los que adquieren japonés de forma natural (connegación postverbal de LI) también atraviesan una etapa de No V en inglés (véase también Gillis yWeber, 1976); algunas ILS de japonés-inglés parecen fosilizarse en esta etapa.

El modelo de aculturación de Schumann ha convertido en predicciones coherentes a las que, de otramanera, en general habrían sido ideas bastante vagas sobre el papel de los factores sociales ypsicológicos en la ASL. No obstante, el modelo tiene tres problemas. En primer lugar se ha dicho queno es susceptible de comprobación empírica (H. D. Brown, 1980) porque no existen medidas fiables yválidas para la distancia social y psicológica; Schumann (1986) muestra su acuerdo en este punto (cf.Acton, 1979) cuando declara que, en su opinión, el modelo se puede comprobar teóricamente pero noen la práctica. Además, existen serios problemas en la medición de variables afectivas en general y depoblaciones de la SL en particular (Oller, 198Ib), hecho muy relevante por lo que tiene que ver con lavalidación intercultural.

En segundo lugar, si lo que concierne a los procedimientos de investigación por el momento se dejaa un lado, significa que se han mezclado los resultados empíricos. Al manejar los datos que losinformantes dieron sobre sí mismos, Stauble (1978) vio que había una correlación aproximada entre ladistancia psicológica (percibida) y la competencia en ISL de tres adultos HNS de español en LosÁngeles, y que la distancia psicológica parecía más adecuada para la predicción que la distancia social.Este resultado fue corroborado por Kitch (1982) en un estudio sobre un adulto hispanohablante cuyadistancia psicológica era escasa y su desarrollo en ISL, tras nueve años de residencia en USA, habíaprogresado bastante a pesar de la gran distancia social. Kelley (1982) trabajó con otros seis adultoshispanohablantes y no encontró ninguna relación entre aculturación y habilidad en la SL; de hecho elinformante mejor «aculturado» era el que tenía menos competencia en inglés, mientras que uno de losde menos aculturación era el más competente. En una investigación que formaba parte de un estudiomás amplio, Stauble (1981) no detectó ninguna relación lineal entre aculturación (usando elcuestionario de Kelley para la medición) y desarrollo del ISL en seis hispanos y seis japoneses adultosaprendices de forma natural que habían residido durante mucho tiempo en USA; sin embargo, alcompararlos con cuatro hablantes de basilecto (etapa del desarrollo que más se aleja de la LM),encontró que entre los ocho hablantes de mesolecto (etapa intermedia del desarrollo) y los del altomesolecto había más informantes que afirmaban tener relaciones con hablantes de inglés y seempleaba más la lengua meta. (Por supuesto, este último es un resultado que está de acuerdo conatribuir al input un efecto hipotético y/o a la oportunidad de practicar la lengua, pero no a las variablessociales y psicológicas.)

Maple (1982) llevó a cabo un estudio donde se manejaron pruebas que apoyan las predicciones deSchumann. Maple trabajó con 190 estudiantes hispanohablantes en un programa de ISL de laUniversidad de Texas y vio que había una fuerte correlación negativa entre siete de los ochocomponentes de la distancia social de Schumann (todos excepto la congruencia cultural) y las distintasmediciones de la habilidad en inglés (la puntuación que dio el TCLI al principio y al final del semestre[Test de comprensión de la lengua inglesa para hablantes de inglés como segunda lengua], laspuntuaciones en la composición y en el TOEFL y las notas del curso). La investigación de Maple esinteresante porque la muestra con la que trabaja era grande, intentaba validar su medida de la distanciasocial (un cuestionario) entrevistando a un grupo piloto de treinta informantes, y además empleabaprocedimientos estadísticos más sofisticados para calcular la relación entre las diversas variablesindependientes y la habilidad en la SL. Maple descubrió que la distancia social explicaba del 15 al 29por 100 de la variación en algunas medidas (la puntuación del TCLI) y que constaba de las siguientesvariables ordenadas de mayor a menor importancia: actitudes, clase social, cohesión, tiempo estimadode residencia, tamaño del grupo de la L1, acotamiento y estatus percibido. Se vio que la clase social yel estado civil, que no formaban parte del primer modelo de aculturación, predecían algunas variantes.

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Kelley (1982, 1983), Stauble (1981) y Schumann (1986) señalan algunos de los problemasmetodológicos con que se enfrentan este tipo de investigaciones, aparte del más importante, queconsiste en idear una medida de aculturación fiable y válida. Según estos autores, hay una totalausencia de principios para sopesar los distintos subcomponentes de la aculturación, i.e. un númerosuficiente de variables sociales y psicológicas que compongan un enunciado y la consideración de laposibilidad de que la influencia de cada factor pueda variar de individuo a individuo y a lo largo deltiempo —y, se podría añadir, los diferentes niveles de destreza y los tipos de habilidad lingüística—.Señalemos que las variables, las definiciones y los procedimientos de investigación también tienden acambiar de un estudio a otro, haciendo que la comparación de los hallazgos no sea fiable. También seda importancia a otro problema de medición que se plantea a partir del hecho de que la distancia socialy psicológica pueden cambiar con el paso del tiempo; así, en los estudios de tiempo real secorrelacionan la habilidad en la SL con la orientación que haya en ese momento, y que puede habervariado mucho de la que se tenía cuando se adquirió la destreza, dando lugar a los consiguienteserrores. Nótese que el diseño que empleó Strong en 1984 proponía una solución aceptable para esteproblema. Finalmente, Schumann señala que estudios como los de Maple sobre poblaciones que hanaprendido una «lengua extranjera» (la mayor parte de ésta en su propio país) no sirven para probar susideas (aunque valgan para otros propósitos), ya que el modelo de aculturación se propuso sólo paragrupos de inmigrantes que adquirían la SL de forma natural en el contexto de la lengua meta.

Cuando se ha considerado la ASL en miembros de grupos cuya distancia social no era ni positiva ninegativa —que es cuando los factores sociales determinan la obtención de la SL en opinión deSchumann— algunos investigadores han visto que apenas se puede hablar de una relación entre estosfactores psicológicos y los logros finales. Entre tales estudios se incluyen los de Oyama (1976,1978),Purcell y Suter (1980), Klein y Dittmar (1979), d'Anglejan y Renaud (1985) y Schmidt (1981, 1983).Como señalamos en el capítulo 6, hay pruebas de que la relación es incluso la inversa («resultativa»)cuando se trata de logros y de motivación integradora en SL (Hermann, 1980; Strong, 1984) y ademásse ha comprobado que la motivación anti-integradora guarda una correlación con la habilidad enciertos grupos, por ejemplo, en los trabajadores hispanohablantes del suroeste de los Estados Unidos(Oller, Baca y Vigil, 1977) y en estudiantes extranjeros de la Universidad de Illinois (England, 1982).Schumann (1986) señala que, en la mayor parte de los casos, se trata de estudios que por ser a granescala tienden a emplear (con menos éxito) puntuaciones de tests de logros en vez de análisislingüísticos detallados de IL para poder manipular el tamaño n necesario para manejar los poderososprocedimientos estadísticos que pretenden los investigadores.

En opinión de Schumann, el estudio longitudinal de Wes realizado por Schmidt que presentamos enel capítulo 3 y al principio de éste, es mejor en muchos sentidos para poner a prueba el Modelo. Lalista que da Schmidt de los factores afectivos relevantes para Wes (cuadro 7.1) muestra que el modelode Schumann predeciría que iba a tener éxito en la adquisición. Y en cambio, como ya se describióantes, aunque sí que alcanzó una cierta habilidad comunicativa, su IL presentaba muchos signos dedesarrollo lento y de estabilización prematura; Schumann (1986) acepta que se trata de uncontraejemplo para la afirmación causal de aculturación12.

El tercer problema que plantea el modelo de aculturación tiene que ver con dos aspectosconceptuales del modelo que impiden falsearlo. En primer lugar, aunque Schumann insiste en que losfactores psicológicos individuales cobran importancia cuando los factores sociales de grupo no sirvenpara predecir el éxito, en realidad sí acepta que haya otras posibilidades de predicción para cada uno delos resultados posibles del aprendizaje cuando afirma que los factores psicológicos pueden anular lossociales e inducir al individuo a:

12 Al igual que los primeros postulados de Schumann, los resultados de Schmidt se basan en un único caso con un soloinformante. Pero es probable que haya muchos aprendices como Wes y Alberto. Sin duda la teorización continuará basándoseen muestras muy limitadas hasta que se lleven a cabo más estudios longitudinales (intensivos) sobre ASL en adultos —hoy unade las necesidades más importantes de nuestro campo.

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Violar la tendencia modal del grupo. Así, un individuo podría aprender la lengua meta en casosen los que no se espera que lo haga y no aprenderla cuando lo esperable sería que laadquisición se llevara a cabo con éxito. En estos casos es la distancia o la proximidadpsicológica entre el aprendiz y el grupo de la LM lo que explica el éxito o el fracaso en laadquisición de una segunda lengua (Schumann, 1978a, pág. 86).

Factores sociales y psicológicos Wes Influencia prevista sobre la ASL

Edad 33 Neutra si los otros factores sonpositivos

Estudio formal de la L2

Aptitud lingüística

Necesidades comunicativas

Interacción, tipo y cantidad

Modelo de dominio social

Modelo de interacción social

Cercamiento, cohesión

Semejanzas culturales

Actitudes hacia el grupo de la L2

Tiempo que se pretende de residencia

Choque cultural

Choque lingüístico

Empatía, alcance social

Inhibición, miedo a parecer ridículo

Tipo de motivación

Motivación, impulso comunicativo

Motivación para el estudio lingüísticoformal

Estilo de aprendizaje que se prefiere

Insignificante

Posiblemente baja

Altas, en aumento

Variada, en aumento

Igual

Adaptador

Bajo

Diferentes

Positivas

Indefinido/permanente

Bajo

Bajo

Alta

Baja

Integrador

Muy alta

Muy baja

Adquisición natural

Irrelevante

Irrelevante

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Negativa

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Facilitadora

Posiblemente negativa

Facilitadora

CUADRO 7.1. Perfil afectivo de Wes (de Schmidt, 1983, pág. 143).

Ya que no se especifican a priori las condiciones necesarias para que los factores psicológicosanulen a los sociales, el modelo predice cualquier combinación posible de factores sociales (positivos,neutros y negativos) y psicológicos, Y el nivel que se alcanza en la SL. En segundo lugar, Schumannno da detalles sobre las combinaciones y/o niveles de factores sociales y psicológicos que en suopinión predicen el aprendizaje. Por ejemplo, ¿es suficiente con que sea negativo un factor de ladistancia social (digamos el tamaño del grupo) o un factor psicológico (digamos la permeabilidad delego) para que la ASL se vea afectada? O a la inversa, ¿es necesario que la mayoría o todas lasdimensiones que componen la distancia social y/o psicológica sean negativas? Y como todas lasdimensiones son relativas, no absolutas —como reconoce Schumann—, ¿cómo deben ser de positivaso negativas para poder hacer predicciones? Además, ¿puede un valor positivo en una dimensión anularlos efectos de uno negativo en otra?

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Por último, Schumann no explica cómo pueden determinar los factores sociales o psicológicos laconfiguración lingüística de una IL en lo que se refiere a la simplificación de los hechos lingüísticos,i.e. cómo interiorizan los aprendices el conocimiento de la L2. ¿Por qué las variables sociales ypsicológicas afectan (aparentemente) a ciertas estructuras gramaticales y no a otras? ¿Por qué elmodelo no tiene en cuenta los efectos ya comprobados de la LI o de la edad del aprendiz (véanse loscapítulos 4 y 6) en este sentido? (las afirmaciones de Meisel, Clahsen y Pienemann, 1981, sobre lasrelaciones entre estas variables y los procesos de simplificación son más precisas, como se comentarámás adelante). Tampoco está claro cómo podrían afectar los factores sociales y psicológicos a la últimafase de la ASL o a la proporción de los logros. Aunque el razonamiento consiste en decir que losfactores sociales y psicológicos determinan las necesidades comunicativas y que, en cambio, estasnecesidades determinan el grado de elaboración que debe tener una IL para satisfacerlas, seguimosencontrando infinidad de contraejemplos muy claros, por ejemplo, el caso de aprendices cuyaadquisición de la lengua meta es mayor de lo necesario o de otros para los que es inferior (a pesar deque los perfiles afectivos sean favorables y los accesos al input ilimitados). Aunque se ha afirmado queexiste una relación directa entre los factores sociales y psicológicos y la ASL, el modelo no dice nadasobre cómo se consigue este efecto, ni tampoco explica el por qué. Si se dice que una gran distanciasocial y una disposición afectiva negativa hacen que el contacto con HNS sea mínimo y que, comoconsecuencia, el input esté limitado, y puesto que este tipo de input limitado (no los factores sociales ypsicológicos per sé) es el que determina la ASL, hace falta afirmar esto explícitamente, e incluso que sedé alguna explicación de cómo el input restringido resulta en una ASL cualitativamente diferente (enoposición, por ejemplo, a otra que sólo sea más lenta). Schumann parece haber ido apartándose de suprimera afirmación sobre este último aspecto en su trabajo de 1986, en el que, después de reiterar unpostulado causal para la aculturación, escribe que

Es posible que haya una cadena de causalidad en la ASL natural que funcione de la siguientemanera. La aculturación sería la causa remota que pone al aprendiz en contacto con hablantesde la LM. La interacción verbal con estos hablantes, la causa próxima que lleva a negociar elinput apropiado, operando como causa inmediata de la adquisición de la lengua. Laaculturación, por tanto, es particularmente importante porque inicia la cadena de causalidad.

Andersen (1979, 1983b), en su modelo de nativización, intenta entrar en el problema de losmecanismos de los procesos internos del aprendiz. Según su propuesta, el desarrollo está en función dedos procesos; la nativización dirige la pidginización y las primeras etapas de la adquisición de laprimera y segunda lenguas, lo que se relaciona con la tendencia del aprendiz a conformar el nuevoinput de acuerdo a su «norma interna» o a su imagen mental de la gramática de la L2. Implica asimilarlos conocimientos nuevos a los viejos (siguiendo la forma de conocimiento de la u y de la pragmática)mediante la formación de hipótesis y la aplicación de principios de procesamiento cognitivo, porejemplo, los «principios operativos» de Slobin (1973) («prestar atención al final de las palabras»,«evitar las excepciones», etc.). Por otro lado, la desnativización guía la despidginización y las etapasulteriores de adquisición de primeras y segundas lenguas. Se refiere a las modificaciones que hace elaprendiz del sistema de su IL siguiendo la imagen mental que tiene de la norma meta o «normaexterna». Supone adaptar el nuevo input alterando la gramática de la IL para igualarlo al anterior. Noobstante, como señala Ellis (1985, págs. 254-5), Andersen, al igual que Schumann, no explica conclaridad cómo se refleja el funcionamiento de las estrategias del input de nativización ydesnativización en el output del aprendiz.

En conclusión, la hipótesis de la pidginización y el modelo de aculturación de Schumann han sidomuy útiles, —respectivamente— atrayendo la atención de los investigadores sobre ciertos procesosimportantes de simplificación lingüística en el desarrollo inicial de la IL y apuntando la posibilidad deque un gran grupo de factores sociales y psicológicos jueguen un papel causal en la ASL. Ambasafirmaciones se refieren a ASL universales en potencia, lo cual, si llegara a verificarse, se podríageneralizar a otras lenguas. Estos procesos se han criticado por distintas razones formales,conceptuales y empíricas, pero cada uno de ellos ha hecho su contribución. Intentar predecir los logrosindividuales a partir de los fenómenos a nivel de grupo claramente significa jugar con la falaciaecológica y, probablemente, estar avocado al fracaso. Pero es posible que Schumann haya identificado

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algunos de los factores contextúales relevantes para predecir a nivel de grupo cuándo se va a llevar acabo con éxito la aculturación a una nueva sociedad; las variables sociales y psicológicas que estudiapodrían ser el punto de partida para un modelo de aculturación viable y no de un modelo de ASL.

Además, los factores de grupo, los factores individuales, sociales y psicológicos, sin duda ocuparánun lugar en una teoría comprensiva de ASL, tal vez de manera más inmediata como variables quecondicionen la cantidad y el tipo de exposición a la lengua meta que experimenta el aprendiz. Por otrolado, está también claro y no debería sorprendernos que una teoría que ignore las variables lingüísticasy cogniíivas no podrá explicar adecuadamente un proceso mental, el aprendizaje de la (segunda)lengua.

7.5. Teorías interaccionistas de la ASL

7.5.1. Características generales

Las teorías interaccionistas, en igualdad de condiciones, tienen más poder que las teorías nativistaso ambientales porque recurren a factores innatos y ambientales para explicar el aprendizaje de lalengua. Recuérdese que el máximo poder es una característica negativa para la teoría; significa quehacen falta más factores, variables, causas, procesos, etc., para que el investigador manipule los datosde interés. Es decir, aquí el poder se opone a otra característica positiva de las teorías, la sencillez. Esobvio que el máximo poder no resta interés a las teorías interaccionistas; simplemente refleja aquelloque los interaccionistas consideran imprescindible en su trabajo —explicar la A(S)L—; en su opinión,la tarea es demasiado compleja para que sea suficiente valerse de factores nativistas o ambientales demenos poder.

Dejando a un lado esta característica general, las teorías interaccionistas de la ASL difieren muchounas de otras. Algunas, como la teoría funcional-tipológica de Givon (1979a, 1979b, 1984), surgen deestudios de sintaxis funcional-tipológica y de cambios diacrónicos de la lengua. Otras, como las deClahsen, Meisel y Pienemann (1983), Pienemann y Johnston (1987), McLaugh-lin, Rossman yMcLeod (1983), McLeod y McLaughlin (1986) y McLaughlin (1987, 1990), se han inspirado en parteen trabajos de psicolingüística experimental y de psicología cognitiva. Y, por último, otras, como elmodelo de experiencia de Hatch (Hatch, 1978; Hatch, Peck y Wagner-Gough, 1979; Hatch, Flashner yHunt, 1986), se acercan a la teoría social, cognitiva y lingüística y a los descubrimientos que se hanhecho en el marco del análisis del discurso sobre adquisición de primeras y segundas lenguas paraestudiar y explicar la ASL. Examinaremos los estudios que se han hecho desde la teoría funcionaltipológica de Givon y en el grupo ZISA, así como los que siguen el modelo multidimensional.

7.5.2. La teoría funcional tipológica de Givon y la ASL

Un conjunto muy importante de investigaciones funcionalistas sobre la IL se ha inspirado, explícitao implícitamente, en el trabajo de Givon (1979a, 1979b, 1981, 1983a, 1983b, 1984, 1985). Entre otrosejemplos se incluyen Huebner (1985), Kelley (1983), Kumpf (1984), Sato (1985b, 1988), Schumann(1986, 1987a, 1987b), Stauble y Schumann (1983) y Stauble (1984). El objetivo de Givon es hacer unateoría unificada que dé cuenta de cualquier tipo de cambio lingüístico, incluida la adquisición. Coneste fin ha desarrollado un enfoque que denomina «análisis sintáctico funcional tipológico» (ASFT),funcionalista en cuanto a que considera que la sintaxis «emana de propiedades del discurso humano»(Givon, 1979b, pág. 49) y tipológico porque tiene en cuenta un conjunto de lenguas en lugar de unasola o de una familia de lenguas. Givon afirma que el cambio sintáctico funciona sobre todo siguiendoprincipios psicolingüísticos y pragmáticos relativos a la percepción y producción del habla en lainteracción personal. Estos principios proceden de otros más básicos que subyacen a la percepciónhumana y al proceso de información.

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Aunque el ASFT en un principio se desarrolló para estudiar cambios lingüísticos históricos, y másconcretamente de sintaxis diacrónica, Givon afirma ahora que se puede aplicar a cualquier situación devariación o de cambio lingüístico, incluyendo la variación sincrónica de registro en el habla de adultos,el desarrollo de pidgins y criollos, la adquisición infantil de la lengua y la adquisición de segundaslenguas. En todas estas situaciones, según Givon (1979b), tanto los hablantes como los sistemaslingüísticos pasan de un modo pragmático de comunicación basado en el discurso, a un modo mássintáctico. Este proceso dirigido hacia la sintaxis actúa sobre una serie de rasgos contrastivos a travésde las modalidades pragmáticas y sintácticas de la comunicación (cuadro 7.2).

La primera IL debería estar marcada por todas las características de la modalidad pragmática. Hastaahora, la investigación sobre el desarrollo de la IL ha examinado los rasgos (a), (b), (d), (e) y (f)resultando una mezcla como la que sigue:

El rasgo (a), estructura tema-comentario, ha sido objeto de numerosos estudios hasta la fecha(véase Schumann, 1982, 1986, 1987a; Stauble y Schumann, 1983; Givon, 1984); los investigadores sehan preocupado por buscar estructuras como:

*Los Angeles, it big city[*Los Ángeles, esto ciudad grande]

en contraste con la versión sujeto-predicado de la misma expresión:

Los Angeles is a big city[Los Ángeles es una gran ciudad]

Aunque en general se puede concluir que es cierto que la primera IL se caracteriza por tener laestructura tema-comentario, este rasgo ha sido muy difícil de analizar. Es muy difícil suprimir laambigüedad de muchas de las expresiones de la primera IL en este y otros aspectos y muchas veces laduración de la pausa es la única pista (inservible), por ejemplo:

*My family... come New York.[*Mi familia.... viene Nueva York.]

De hecho, los resultados de que disponemos no pueden interpretarse como prueba definitiva de laexistencia de una estructura tema-comentario frente a otra de sujeto-predicado en la primera IL, pueslas dimensiones sintácticas, semánticas y pragmáticas de los análisis que se han llevado a cabo no sehan combinado de la manera apropiada (para una discusión detallada, véase Sato, 1985b, 1988).

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Rasgos del modo pragmático Rasgos del modo sintáctico

a) Expresiones tema-comentario. Expresiones sujeto-predicado.

b) Relaciones proposicionales por simpleyuxtaposición o mediante conjunciones

Relaciones preposicionales mediante mecanismosgramaticales; por ejemplo, uso de adverbiales,completivas o relativas.

c) Habla lenta. Habla rápida.

d) Contornos de entonación simples enexpresiones cortas.

Contornos de entonación simples en expresioneslargas.

e) Ratio más alta de verbos que de nombres,mayor uso de formas verbales simples.

Ratio más baja de verbos que de nombres, mayoruso de formas verbales compuestas.

f) Ausencia de morfología gramatical. Presencia de morfología gramatical.

CUADRO 7.2. Notación de Givon de la sintactización (tomado de Givon, 1985).

Los rasgos (b) y (d) del cuadro 7.2, que tienen que ver con la «presentación» de información en eldiscurso, los examinó Sato en un estudio en tiempo real (1985a, 1986, 1988) sobre dos vietnamitasaprendices de inglés. Sato encontró las siguientes pruebas de sintactización: 1) los aprendices tendíana producir proposiciones en expresiones simples, i.e. no ampliaban parte de una proposición simple amás de una expresión (cf. la descripción de Scollon en 1976 de las «estructuras verticales» en ellenguaje infantil), y 2) no se fiaban de la colaboración del interlocutor («andamiaje») para producirproposiciones.

En cambio hay otros aspectos de las ILS de los aprendices que no parecen estar tan sintactizados. Alo largo de los diez meses que duró el estudio se produjeron muy pocas expresionesmultlproposicionales (en estructura superficial, en frases complejas). Según dice Givon, los aprendicessuelen producir fragmentos cortos (proposiciones simples) bajo una sola curva de entonación. Porúltimo, con respecto al rasgo (b) que propone Givon, sólo se encontraron pruebas preliminares delpaso que va de la coordinación libre a la subordinación estricta. Ambos aprendices usaban and [y] y or[o] para conectar proposiciones en el segundo mes del estudio, pero hasta el final no producíanoraciones de infinitivo. Además, empleaban pocas cláusulas relativas y ninguna oración de gerundio.

En los estudios hasta hoy realizados no se ha confirmado que exista una ratio baja de nombre/verboen la primera IL [rasgo (e) en los modos de comunicación pragmáticos y sintácticos de Givon] (Kelley,1983; Stauble y Schumann, 1983). En cambio está muy documentada la ausencia de morfologíagramatical [rasgo (f)] en la IL basilectal (por ejemplo, por Stauble, 1978, 1984; Stauble y Schumann,1983). El rasgo (c) todavía no se ha estudiado en la investigación funcionalista sobre el desarrollo de laIL.

7.5.3. Crítica a la teoría de Givon en la investigación de la ASL

Con respecto a la oposición propuesta por Givon de los modos de comunicación pragmáticos ysintácticos, los distintos resultados obtenidos hasta ahora en la investigación sobre ASL sugieren queaún es pronto para juzgar hasta qué punto es necesario que los investigadores utilicen esa distinciónpara hacer un análisis funcionalista del cambio lingüístico. Quizá a causa de su propia amplitud ygeneralidad, no puede esperarse que el ASFT capte con precisión los distintos tipos de situaciones decambio lingüístico. Hay una diferencia en cuanto al nivel de generalización que ha logrado el ASFT alaplicarse a los contextos de adquisición. Mientras que los lingüistas se interesan en el lenguajefundamentalmente como fenómeno de grupo, los investigadores de adquisición de lenguas (primera ysegunda) tienden a concentrarse en el nivel individual del aprendiz. Además, estos últimos no pueden

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asumir, como hace el ASFT, que haya una amplia variedad de mecanismos lingüísticos (por ejemplo,morfológicos y sintácticos) cuya división del trabajo va cambiando a lo largo del tiempo a través de lasintactización de una lengua. En realidad, para la investigación sobre adquisición sería necesario ydeseable documentar la aparición de los propios mecanismos.

Sato (1985a, 1988) sostiene que la aplicación que hace Givon del ASFT a los datos de. laconversación está más bien orientada a la sintaxis de la lengua escrita y a la oración (en vez de a la«expresión« o al «turno conversatorio») como unidades básicas del análisis. Esta perspectiva plantea elproblema de la cuantificación de datos del habla natural en algunos de los estudios a los que antes nosreferimos. Por consiguiente, siguen sin poder comprobarse algunas de las afirmaciones de Givon sobrelos modos de articulación pragmáticos y sintácticos.

7.5.4. El modelo multidimensional del grupo ZISA

Uno de los corpus de investigación de ASL más importantes hasta la fecha surgió a partir delproyecto del Zweitsprachenwerb Italienischer und Spanischer Arbeiter (ZISA), que se llevó a cabosobre todo en la Universidad de Hamburgo a finales de los años 70 bajo la dirección de Jurgen Meisel.El proyecto ZISA constaba de un estudio de tiempo real con cuarenta y cinco adultos y de otrolongitudinal con doce que se realizó a lo largo de dos años; en ambos se utilizaron datos tomados deentrevistas de adquisición natural de alemán como SL (alemán SL) por parte de hablantes de español eitaliano. Además de aportar una serie de hallazgos sobre la adquisición del alemán, el proyectoimpulsó diversas reorientaciones metodológicas en la investigación de la ASL en Europa y enNorteamérica y dio lugar a una teoría de la ASL; a pesar de que los investigadores que la crearon y loscolegas que después se unieron a éstos continúan mejorándola, ha motivado nuevos estudios de ASL

natural y dirigida en alemán SL, ISL y japonés como SL (JSL) con implicaciones que pueden llegar a serimportantes para la enseñanza y evaluación de la lengua.

Uno de los objetivos principales de la investigación en sus comienzos eran las reglas del orden depalabras en alemán SL; se vio que después de un primer momento durante el cual la producción delaprendiz consistía en palabras y fórmulas aisladas, tanto los niños como los adultos observaban unasecuencia de desarrollo en cinco etapas, según se muestra en la figura 7.2 (Clahsen, 1980; Pienemann,1980, 1981; Meisel, Clahsen y Pienemann, 1981; Clahsen, Meisel y Pienemann, 1983). Como se verá,los aprendices no sustituían una regla de la IL por la siguiente al pasar de secuencia, sino que lasacumulaban, añadían reglas nuevas a la vez que retenían las antiguas. No obstante, las cincoconstituían una escala de implicación:

SVO<ADV<SEP<INV<V-FINAL

donde la presencia de una regla en una IL implica que hay otras que la preceden secuencialmente,pero no se dice nada sobre las que vienen después.

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Etapa X: Orden canónico (SVO)

die Kinder spielen mit hallthe children play with the ball[los niños juegan con la pelota]

(La hipótesis del primer orden SVO en aprendices de habla románica para el OP delalemán SL es correcta en la mayoría de las oraciones alemanas con verbos simples.)

Etapa X+l: Anteposición de adverbio (ADV)

da Kinder spielenthere children play[allí juegan niños]

(Puesto que el alemán tiene una regla de verbo en segundo lugar que requiere lainversión sujeto-verbo después de un adverbio antepuesto (there play children), todaslas oraciones que siguen este orden están desviadas. La regla de verbo en segundolugar (o «inversión»), en cambio, no se adquiere hasta la etapa X+3. La regla deanteposición de adverbio es opcional.)

Etapa X+2: Separación de verbos (SEP)

alle Kinder muss die pause machenall children must the break have[* todos los niños deben un descanso tener]

(La separación verbal es obligatoria en el alemán normativo.)

Etapa X+3: Inversión (INV)

dann hat sie wieder die knoch gebringtthen has she again the bone broken[* entonces se ha ella otra vez el hueso roto]

(Los sujetos y las formas personales del verbo deben invertirse cuando se antepone unelemento.)

Etapa X+4: Verbo al final (V-FINAL)

er sagte, dass er nach hause kommthe said that he home comes[dijo que él a casa viene}

(En las oraciones subordinadas los verbos finitos se colocan en posición final.)

FIGURA 7.2. Secuencia de desarrollo de las reglas de orden de palabras del alemán SL

(tomado de Pienemann, 1987)

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Como observamos en el capítulo 4, en algunas SLS se han establecido empíricamente el ordenadecuado y las secuencias del desarrollo de distintos dominios gramaticales. Sin embargo, aunque seha avanzado en el empleo de la marcación tipológica (Rutherford, 1982; Hyltenstam, 1987), no se hahecho mucho por identificar qué factores determinan las secuencias (para una discusión, véaseRutherford, 1984; Berman, 1987). Lo que hacía especialmente interesante el trabajo sobre ordenaciónde palabras del grupo ZISA era su propuesta de explicación de los datos del alemán SL, generalizable aotras secuencias del desarrollo y a otras lenguas.

La explicación era cognitiva, es decir, que las cinco estructuras y las reglas que daban cuenta deéstas revelaban la existencia de cinco (o más) etapas subyacentes al desarrollo de la IL, donde cadaetapa reflejaba sucesivamente el uso que hace el aprendiz de las distintas combinaciones de tresestrategias de procesamiento del habla (Clahsen, 1981, 1984, 1987; Pienemann, 1985a). Ya que,como se describe más abajo, el proceso parece estar restringido por el conjunto de estrategias de quedispone el aprendiz en cualquier momento, el «desarrollo», desde esta perspectiva, consiste en uncambio de estrategias o en la progresiva eliminación de las restricciones que éstas imponen al proceso.Esto a su vez ha sido el origen de una importante afirmación que Pienemann (1984) dirige a losprofesores de lenguas; las estrategias limitan lo comprensible y en consecuencia lo que se puedeaprender en cualquier momento: por tanto, lo que se puede enseñar; ello supone que será inútilintentar enseñar estructuras que impliquen cambios y análisis por encima del nivel de elaboración queen ese momento haya alcanzado el aprendiz.

Basándose en los resultados de la investigación de Bever, Forster y otros sobre procesamiento dehabla y memoria en la L1, Clahsen (1981, 1984) identificó las tres estrategias siguientes:

1) Estrategia de orden canónico (EOC): las series de superficie reflejan en la forma sintáctica laconfiguración directa del significado subyacente, como sucede en la estrategia NVN (Bever,1970); se producen movimientos dentro y fuera de las secuencias fijas con significado.

2) Estrategia de iniciación —finalización (EIF): se bloquea el movimiento de elementos aposiciones interiores en las secuencias subyacentes, de tal forma que /XYZ/ puede volver aordenarse convirtiéndose en /ZXY/ o en /YZX/ pero no en /YXZ/ ni en /XZY/.

3) Estrategia de cláusula subordinada (ECS): se evita la permutación de elementos en cláusulassubordinadas.

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FIGURA 7.3. Estrategias de procesamiento que subyacen a las etapas de ordende palabras del alemán SL (tomado de Pienemann y Johnston).

La figura 7.3 muestra cómo se pueden usar las tres estrategias para explicar las cinco etapas deldesarrollo de los datos del orden de palabras. Como podemos ver, las combinaciones de estrategiasguardan un parentesco jerárquico, de tal manera que cada nueva combinación implica y añade algo a lasofisticación de la anterior, y así va siendo cada vez más fácil procesar estructuras de mayorcomplejidad psicolingüística. La complejidad de una estructura se determina por el tipo dereordenación y de reorganización de los constituyentes que se precisa para pasar del significadosubyacente a la estructura superficial. Las estrategias de que dispone el aprendiz determinan sucapacidad de procesamiento, actuando como restricciones del desarrollo.

Las estrategias que determinan la adquisición del orden de palabras del alemán SL son lassiguientes: la etapa x refleja un hallazgo general de la investigación sobre el procesamiento oracional,según el cual la forma más sencilla de marcar las relaciones gramaticales y semánticas que subyacen auna frase es mediante el orden canónico (Slobin y Bever, 1982; Clahsen, 1984). En esta etapa losaprendices ordenan las palabras y oraciones teniendo en cuenta solamente el significado o el foco deinformación, pero no recurren a lo que ya saben sobre la gramática de los elementos implicados.

Cada una de las etapas sucesivas de la secuencia supone un cambio cualitativo en la dificultad paraprocesar estructuras. De ese modo, la etapa x +1 implica mover elementos de una posiciónpredominante de la cadena (más fácil de reconocer y recordar) a otra que también lo es (+ EIF), i.e. ode una posición inicial a otra final o de una posición final a una inicial (la última en el caso de laanteposición adverbial del alemán o de la tematización del inglés), a la vez que el orden canónicopermanece intacto (+ EOC). El aprendiz todavía no precisa de ningún conocimiento de las categoríasgramaticales a las que pertenecen los elementos que se han movido; por lo tanto, esta etapa es todavía«pre-sintáctica» (Pienemann y Johnston, 1987).

Mientras que la anteposición adverbial (ADV) no perturba el orden canónico del resto de la cadena,las dos reglas siguientes, SEP e INV, sí lo alteran, complicándolo más que SVO y ADV. También sonmás complejas porque requieren un conocimiento gramatical, marcándose así el comienzo de laverdadera sintaxis. La etapa X + 2 supone la ruptura de elementos asociados (por ejemplo aux + V) enel interior de una cadena (— EOC) y el movimiento de uno de esos elementos interiores a una posiciónpredominante (o inicial o final) (+ EIF), como es el caso de SEP en el alemán SL o el de la inversión delas preguntas sí/no en inglés («Can you play?» [¿Puedes jugar?]). Esto significa que la estrategia SVO

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ya no basta para comprender este tipo de oraciones. Hace falta un conocimiento gramatical, pues elaprendiz debe asignar al elemento que se mueve desde el interior de la cadena a una categoría concreta—por ejemplo un auxiliar—, que reúne las condiciones necesarias para el movimiento.

Lo mismo se puede decir de las estructuras de la etapa X + 3, con la diferencia de que éstas son aúnmás complejas porque implican la separación (—EOC) y el movimiento de un elemento interno; éste semueve, no a una posición predominante sino interior (— EIF), como sucede en la INV en el alemán SL yen la inversión en las preguntas qu- del inglés («When did you arrive?» [¿Cuándo has llegado?]). Demodo que, aunque los aprendices pueden confiar en una estrategia general de procesamiento de lapercepción en la etapa X + 2 (valiéndose de lo predominante), en cambio en X + 3 se ven obligados adepender de prerrequisitos de procesamiento específicamente lingüísticos; ello implica reconocer quelos elementos de una cadena son miembros de diferentes categorías gramaticales.

Por último, la etapa X + 4 —ejemplificada por V-FINAL en la secuencia del orden de palabras delalemán SL y por el orden del objeto directo/objeto indirecto en inglés («I gave him my pen» [Le di a élmi pluma])— tiene que darse al final de la secuencia porque requiere la habilidad de procesar oproducir una estructura jerárquica; esto implica identificar subcadenas dentro de una cadena (—EOS) ymover elementos desde esas subcadenas a otras posiciones. Otro ejemplo podría ser el procesamientode cláusulas subordinadas, más marcadas que las principales; según Clahsen (1984), en ellas losaprendices tienen que reconocer que no funcionarán las estrategias normales de procesamiento de lacláusula principal y que las subordinadas se procesarán de otra manera distinta.

Como ya dijimos, las restricciones son supuestamente universales; se afirma que controlan no sóloel orden de palabras sino todas las secuencias de desarrollo de las ILS, y que funcionan tanto en elalemán SL como en cualquier SL. Así, cualquier estructura (en cualquier lengua) que coincida con ladescripción de otras estructuras procesables mediante una estrategia específica, debería adquirirse máso menos al mismo tiempo que éstas. Por ejemplo, Pienemann y Johnston (1987) proponen que en ISL

un aprendiz dominará al mismo tiempo el conjunto horizontal de estructuras aparentemente inconexasque se presentan en la figura 7.4, dado que implican la misma clase de movimientos y reordenacionesy, por tanto, las mismas estrategias.

Etapa X:

You are student? (svo?)[¿Eres estudiante?]I no like (no + X)I like Sydney (svo)[Me gusta Sidney]

(Las estructuras de la etapa X siguen el orden canónico svo.)

Etapa X+l:

In Vietnam, I am teacher (ANTEPOSICIÓN-ADV)[En Vietnam soy profesor]Do you have apartment? (ANTEPOSICIÓN-DO)[¿Tienes un apartamento?]Why you no eat? (ANTEPOSICIÓN-QU-)[¿Por qué no comes?]

(Nótese que el orden canónico SVO no se ve alterado por la anteposición de elementos.)

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Etapa X+2:

Have you job? (INVERSIÓN SI/NO)[¿Tienes trabajo?] I like to eat my friend house (INSERCIÓN DE COMPLEMENTADOR)[Me gusta comer en casa de mi amigo]You can take your coat off (SEPARACIÓN DE PARTÍCULAS)[Te puedes quitar el abrigo]

(El orden canónico ahora se ve alterado por el movimiento de elementos del interior de la cadena aposiciones iniciales o finales. También se requiere un conocimiento gramatical para identificar loselementos que pueden moverse, marcándose así el principio de la verdadera sintaxis.)

Etapa X+3:

Why did you go? (SEGUNDO AUX, con concordancia)[¿Por qué fuiste?]She does not know (SEGUNDO 'DO', con concordancia)[Ella no lo sabe]I wrote it myself (PRONOMBRE REFLEXIVO)[Lo escribí yo misma]He gave the money to the police (DATIVO con 'to')[Le dio el dinero a la policía]She eats too much (3.a SINGULAR '-s')[Ella come demasiado]

(En esta etapa, para que se haga el movimiento, es necesario reconocer que loselementos que se mueven son miembros de ciertas categorías gramaticales que pasan alinterior de la cadena.)

Etapa X+4:

She makes me work hard (CAUSATIVO)[Ella me hace trabajar mucho]He has never met her (ADVERBIO FV)[Él no la conoce]He didn't leave, did he? (PREGUNTA CON CONFIRMACIÓN, con concordancia)[Él no se ha ido, ¿no?]

(Hay que reconocer las subcadenas gramaticales, y las operaciones deben hacerse en el interior yfuera de dichas subcadenas.)

FIGURA 7.4. Etapas de desarrollo y estructuras de una muestra de ISL (tomado de Pienemann yJohnston, 1987).

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El primer problema que se plantea al aplicar el modelo al inglés es que, mientras que el alemántiene varias reglas obligatorias para el orden de palabras y muchos de los elementos presentanfrecuencias muy altas (incluyendo todas las formas de pasado y los verbos modales), las alteracionesdel orden de palabras en inglés se dan sobre todo en un conjunto más limitado de contextos, como es elcaso de la inversión sujeto-auxiliar (sólo) en preguntas y de adverbios «negativos» antepuestos(«Never had he seen...» [Nunca ha visto él...]). Por otro lado, muchos de estos contextos suelenaparecer con menos frecuencia en los típicos ejemplos de habla de la IL que en las encuestas, donde losinvestigadores casi siempre hacen preguntas de ese tipo. El problema se ha suavizado mucho aldemostrar Pienemann y Johnston (1985) que los mismos elementos morfológicos pueden analizarsepor medio de las mismas estrategias.

Por ejemplo, la clasificación de la tercera persona del singular -s corno estructura de la etapa x + 3requiere que los aprendices dominen el movimiento del interior de la cadena. El razonamiento dePienemann y Johnston es el siguiente: dado que el morfema -s contiene información cuya raíz es unpronombre o una frase nominal, el lugar más fácil y natural para poner la -s en la producción lineal esinmediatamente después de la raíz, dando lugar a cadenas con la forma raíz-marca-verbo(agramaticales). En cierto modo esto es plausible desde el punto de vista psicológico dado que muchosaprendices producen expresiones como «He's go» y «They's want». Pero para producir la versióncorrecta en inglés, los aprendices tienen que mover la -s al final del verbo finito que sigue a la FN o alpronombre que la determina (o, como algunos prefieren imaginar la operación, hay que mantener la -sen la memoria durante un espacio corto de tiempo hasta que aparece el verbo al que va unida). En otraspalabras, deben reconocer el carácter gramatical de dos elementos del interior de la cadena (la marca -sy el verbo personal en cadenas raíz-marca-verbo) y permutarlos para producir cadenas raíz-verbo-marca, operación muy similar a la que se realiza en la inversión sujeto-auxiliar en el interior de unaexpresión («Where did you go?» [¿Dónde fuiste?]). Este análisis sigue las conclusiones de Johnstondel proyecto Progresión Morfológica y Sintáctica en Aprendices de Inglés (PMSAI) (Johnston, 1985)sobre secuencias de desarrollo en relación a ésta y a otras estructuras morfológicas y sintácticas; losdatos se tomaron de unas encuestas con veinte polacos y doce vietnamitas que seguían un proceso deadquisición natural del inglés australiano. Por la misma razón se sitúan en la etapa X + 3 los sufijosadverbial -ly, el comparativo -er y el superlativo -est, y se pueden clasificar por fases otras estructurasantes de llevar a cabo un estudio empírico (véase el cuadro 7.3).

Si, como hemos dicho, las restricciones del proceso son universales, el contexto de adquisición nodebería afectar a las secuencias de desarrollo. Esta predicción ha sido confirmada por varios estudiossobre el desarrollo en la enseñanza de la IL en los que se ha trabajado con estudiantes de LIS

tipológicamente diferentes. Así, se ha demostrado que los aprendices de una clase de alemán comolengua extranjera y como segunda lengua observan la misma secuencia de orden de palabrasindependientemente del orden en que se presenten las reglas en los libros de texto o del énfasis quepongan los profesores de alemán LE o de alemán SL (Pienemann, 1984, 1987; Eubank, 1986, 1987;Jansen, 1987; Ellis, 1989; cf. Westmoreland, 1983); así mismo, se ha visto que los aprendices quesiguen una enseñanza reglada de inglés y japonés desarrollan distintas estructuras sintácticas ymorfológicas en esas lenguas en las secuencias previstas por las estrategias de procesamiento; según lahipótesis, tales secuencias se rigen por las estrategias (Doi y Yoshioka, 1987; Pienemann, 1987;Yoshioka y Doi, 1988).

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ETAPA VERBO NOMBRE PRON Q

'palabras' o fórmulas

X

svo?

X+1

”IL-ing.IRREG

-ed

”””

REG-PLIRREG.PL

1.a

2.a

3.a

POSES

ANTEP-DO

ANTEP-QUX

X+2AUX-ENAUX-ING

(POSES)

”””

PSEUDO-INV

INV S/N

X+33SG-S

+”(CONCORD-PL)

”CASO (3.a)

RFLX (ADV)

AUX-2.a

SUST

X+4

(GERUND)

”””

””””

RFLX (PRON)

”””

PR. CF.

”””

LEYENDA: los paréntesis son sólo para indicar tentativas.IL-ing: 'ing' no estándar.FP: frase preposicional.ANTEP-DO: preguntas de sí/no que comienzan con 'do'.ANTEP-QUX: anteposición de palabras qu- y posiblemente de elementos clíticos (p. ej., 'what do').TEMA: tematización de elementos iniciales o finales.ANTEP-ADV: anteposición de adverbios finales o de FPs adverbiales.AUX-EN: [be/have] + V -ed, no necesariamente con el significado normativo.PSEUDO-INV: anteposición simple de palabras qu- al otro lado del verbo (p. ej., 'where is the summer?'[¿dónde está el verano?]).COMP-TO: inserción de un 'to' complementador, como en 'want to go' [querer ir].MOV-PART: separación de verbo con preposición, como en 'turn the light on' [enciende la luz].AUX-ING: [be] 4- V-ing, no necesariamente con el significado normativo.INV-S/N: preguntas sí/no con inversión sujeto-verbo/auxiliar.

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NEG ADV ADJ PREP ORDEN-P

'palabras' o fórmulas

no

no + X

---

---

FP

””

svo

””

Don’t +V

”(ADV)

--

(más)

””

TEMA

ANTEP-ADV

””

””

(mejor)(lo mejor)

COMPT-TO

”MOV-PART

INMOV-PREP

DO – 2.ª

SUST

-ly

”-er

-erst

””

(DAT-TO)

””””

””””

””””

””””

ADV FV

(DAT MOV)

(CAUSATIVO)

2-COMP-SUJ)

INMOV-PREP: inmovilización preposicional en oraciones de relativo.3SG-S: marca '-s' de tercera persona del singular.CONCORD-PL: marca de plural de la FN tras un numeral o un cuantificador (p. ej., 'many factories' [muchasfábricas]).CASO (3.a): marca de caso en pronombres de tercera persona del singular.AUX-2.a: se mueve 'do' o 'have' a la segunda posición.DO-2.a: como en el caso anterior pero con la negación.SUSTIT: sustitución de 'some' por 'any' en el ámbito de la negación.DAT-TO: OI marcado por 'to'.RFLX (ADV): usos adverbiales o enfáticos de los pronombres reflexivos.RFLX (PRON): reflexivización verdadera.PR-CF: preguntas con confirmación.ADV-FV: oración con adverbio en posición interior.DAT-MOVIM: movimiento de dativo (p. ej., 'I gave John a gift' [le di un regalo a John]). CAUSATIVA: estructurascon 'make' [hacer] y 'let' [dejar].2-COMP-SUJ: distintos complementos sujeto con verbos como 'want'.

CUADRO 7.3. Etapas tentativas del desarrollo en ISL(Pienemann y Johnston, 1987, págs. 82-3).

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Otra de las predicciones de este marco es que, a pesar de recibir una enseñanza adecuada, losaprendices no deberían poder saltarse ninguna etapa en la secuencia de desarrollo, puesto que cada unade ellas depende de la disposición de las estrategias del procesamiento de las etapas anteriores más otraque hay que añadirle. Esta predicción también se ha confirmado, esta vez en un estudio en el aula deespecial interés (Pienemann, 1984,1989). Pienemann estudió los distintos efectos de dos semanas deenseñanza comunicativa y enfoque lingüístico de una estructura de la etapa X + 3 (INV) en eldesarrollo del orden de palabras en alemán SL de diez niños italianos de siete a nueve años. Comodemuestra el análisis de datos realizado antes y después de la prueba —que consta de la transliteraciónde ejemplos de habla infantil espontánea—, los aprendices que comenzaban las clases en las etapas Xo X + 1, al final de las mismas no habían conseguido hacer mejor la INV. E inversamente, losaprendices que ya estaban en la etapa X + 2 al principio del aprendizaje, sabían hacer la INV (la etapaX + 3) al finalizar ésta, y además con una frecuencia mayor y en una serie más amplia de contextoslingüísticos de lo que sería normal al principio de la fase X + 3 en la IL de una persona que adquiere lelengua de forma natural. Si unimos estos resultados a los datos del proyecto ZISA, podremos tener unaidea de cuáles serían las consecuencias de una enseñanza que siguiera el ritmo de desarrollo de la SL,ya que se ha visto que los adultos que adquieren la lengua de forma natural necesitan al menos seismeses para pasar de la etapa X + 2 a la X + 3 en el orden de palabras del alemán SL. Puesto que todoslos aprendices asisten a la misma clase y se les enseñan las mismas lecciones, la diferencia deresultados probablemente pueda atribuirse a las diferencias que había entre ellos al principio en lasetapas del desarrollo. Los niños que estaban en la etapa X + 2 eran capaces de seguir las clases de la x+ 3; los que estaban en etapas anteriores a ésta no podían saltarse ninguna fase ni beneficiarse de ello.La hipótesis de la enseñanza (Pienemann, 1984) predice que la posibilidad de enseñar un elemento —yde hecho los efectos de cualquier factor externo como la exposición natural a una estructura de lalengua meta— estará siempre limitada a la posibilidad de aprenderlo de esta manera. En otras palabras,ya que los prerrequisitos que subyacen al proceso del habla componen una jerarquía implicacional, yque los mecanismos de una etapa son necesarios para operar en las siguientes, no es posible saltarseninguna de las etapas abstractas de la complejidad del procesamiento. La enseñanza sólo tendrá éxitocuando los aprendices estén psicolingüísticamente «preparados» para aprender los elementos nuevos.

Hasta aquí, sólo hemos mencionado una dimensión del modelo ZISA, el eje del desarrollo. Seconoce también como modelo «multidimensional» porque los primeros datos del ZISA revelaban quehay una segunda dimensión de la ASL en la que los aprendices difieren, el eje variacionista (véase lafigura 7.5). Por eso, aunque las secuencias de desarrollo de la IL se tienen por invariables (pues estánsupeditadas a procesos universales obligatorios), sin embargo estamos de acuerdo en reconocer quecada aprendiz sigue caminos o itinerarios diferentes en la ASL, sobre todo en lo que se refiere a suorientación, que puede ser predominantemente «normativa» y así favorecer la corrección, o ser«simplificadora», y prestar más atención a la eficacia comunicativa. La orientación del aprendiz puedevariar con el paso del tiempo y es independiente de la etapa de desarrollo; algunos aprendices másavanzados (con una habilidad definida por etapas), cuya adquisición ha sido o bien natural o por mediode la enseñanza, no se preocupan tanto por la corrección, están menos orientados a la norma que otrosmenos avanzados (Meisel, Clahsen y Pienemann, 1981; Clahsen, Meisel y Pienemann, 1983; Nicholas,1984, 1985).

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FIGURA 7.5. Dos dimensiones del desarrollo del lenguaje y vías posibles para la adquisición.

La primera prueba en los datos del ZISA de que existía una dimensión variacionista fue que losaprendices eran distintos según la proporción en que ofrecían doce functores gramaticales del alemán;entre éstos estaban los artículos, las preposiciones en ciertos contextos lingüísticos y la cópula(Clahsen, Meisel y Pienemann, 1983). Así, algunos aprendices producían la cópula tan pronto comoempezaban a usar oraciones nominales o atributivas («He is brother», «He is good» [Él es hermano, éles bueno]). Otros omitían la cópula en esos contextos, bien al principio o con carácter permanente. Encambio el último grupo producía oraciones nominales o atributivas desviadas antes de que aparecieranlas versiones normativas del grupo anterior; esto significa que, además de ser menos correctos, seconvierten en hablantes de alemán que, desde un punto de vista comunicativo, empiezan a manejarseantes en esos dominios. Se vio además que ni la frecuencia absoluta de cópulas ni la frecuencia relativatenían necesariamente que incrementarse al evolucionar las ILS de algunos aprendices. Los rasgoslingüísticos que poseen tales características se llaman rasgos variacionistas. Según parece,normalmente comprenden elementos lingüísticos importantes desde el punto de vista de la gramáticapero redundantes para la comunicación, aunque hay que advertir que el grupo ZISA no define estacategoría.

Esta misma tensión entre corrección y eficacia comunicativa se observó en la distinta manera enque los aprendices aplicaban el ADV y la INV, bien orientándolo a la norma, bien tomando la vía mássimplificadora. La adquisición del adverbio antepuesto en alemán (ADV, etapa X + 1 —véase el cuadro7.3—) aumenta las opciones comunicativas de que dispone un aprendiz, fundamentalmente porquepermite enfocar la atención de otras maneras: *«In México I met her» en lugar de «I met her inMéxico» ['En México la conocí' en lugar de 'La conocí en México']. No obstante, el hecho de que lainversión sujeto-verbo (INV etapa X + 3) —que en cambio requieren dichas oraciones en alemán («InMéxico met I her» [En México la encontré yo a ella])— todavía le quede muy lejos al aprendiz,automáticamente significa que todas las expresiones de mayor eficacia comunicativa seguirán siendoagramaticales durante mucho tiempo (para más detalles, véase Pienemann 1986). Se ha comprobadoque, mientras que los aprendices simplificadores suelen hacer uso del ADV muy pronto, los que estánorientados a la norma lo evitan, y de ahí su mayor preocupación por hablar correctamente a costa de laeficacia comunicativa.

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Pienemann (1988) afirma que el reconocimiento de estos dos tipos de rasgos lingüísticos (deldesarrollo y variacionistas) puede ayudar a los profesores a predecir y comprender mejor el(los)origen(es) de los errores de los aprendices y proporcionarles el input necesario para diseñar cierto tipode programaciones. En este sentido se ha hecho otro interesante descubrimiento que tiene que ver conlos rasgos variacionistas; mientras que los efectos de la enseñanza están sujetos a restricciones delprocesamiento en lo que a las características del desarrollo se refiere, éste no es el caso de los rasgosvariacionistas. Tomando como base otros experimentos que se han llevado a cabo en la enseñanza, seha afirmado que con ésta se puede conseguir reducir considerablemente el número de omisiones deciertos elementos como la cópula, y que esto puede hacerse desde el comienzo de la producción(Pienemann, 1984,1988; Pienemann y Johnston, 1987).

A la vez que el grupo ZISA distinguía entre aprendices «normativos» y «simplificadores», unos yotros presentaban dos tipos de simplificaciones en sus ILS: 1) la simplificación restrictiva, que suponela omisión de varios elementos gramaticalmente obligatorios pero comunicativamente redundantes(«Julia happy», «She eat sandwich» [Julia feliz, Ella comer sandwich]) y 2) la simplificaciónelaborada que implica la producción en exceso de tales elementos («He wented», «Theys go»)(Meisel, Clahsen y Pienemann, 1981; Meisel, 1983c). Pero se ha demostrado que las frecuenciasrelativas de ambos tipos de simplificaciones difieren en algunos aprendices («tipos» de aprendices) enun corte sincrónico y a lo largo del tiempo. En el estudio del ZISA los aprendices se distinguían por superfil; se agrupaban por variables sociales y psicológicas que se habían determinado medianteentrevistas y cuestionarios. La simplificación restrictiva era más común entre los aprendicesorientados a la segregación, i.e. aquellos que habían tenido menos contacto con alemanes en sus ratosde ocio, que querían residir en Alemania menos tiempo, etc.; la simplificación elaborada era másfrecuente entre los aprendices con una orientación integradora, i.e. aquellos con más contacto en susratos de ocio, que pretendían una residencia más prolongada, con actitudes más positivas hacia losalemanes, etc. (Clahsen, Meisel y Pienemann, 1983).

7.5.5. Crítica al modelo multidimensional

Sea cual sea la validez que finalmente se atribuya al modelo multidimensional, tanto el propiomodelo como el proyecto ZISA del que se ha derivado, han hecho ya varias contribuciones importantesal estudio de la ASL. Para empezar, el proyecto ZISA fue uno de los primeros en renunciar a laorientación a la lengua meta predominante en los años 70; de esa forma se evitaba lo que Bley-Vroman(1983) ha llamado la «falacia comparativa de los estudios de IL». Como señalamos en el capítulo 3, lamayor parte de la investigación norteamericana y europea sobre ASL de los años 60 y 70, se centrabaen los errores que o se definían en función de la madurez del sistema de la L2 o por aquellos elementosque se suponen ya adquiridos cuando se emplean correctamente el 80 o el 90 por 100 de las veces enlos contextos obligatorios (o una variante de éstos). En otras palabras, estudiar la «adquisición»significaba sobre todo calcular a qué distancia de la meta estaban los aprendices o estudiarlos mientrasse dirigían hacia ella. El grupo ZISA rechazó explícitamente este enfoque, redefiniendo la adquisición(de una forma) como la primera aparición de esa forma en una IL; tanto la primera aparición como laevolución subsiguiente de la relación forma-función, se tratan desde la misma perspectiva orientadahacia el aprendiz que durante mucho tiempo los criollistas habían dado por supuesta; para ellos laorientación hacia la lengua meta no es, en ningún caso, una opción. Al estudiar el proceso deaprendizaje por esta vía, los investigadores pueden intentar explicar la ASL, comprender cómo seproduce. Por otra parte, fijándose fundamentalmente —o incluso solamente— en el resultado, losinvestigadores podrán, a lo más, identificar qué variables predicen que la ASL tendrá lugar, pero noalcanzarán a comprender cómo y por qué.

Un segundo avance que han experimentado la mayoría de los estudios de este período (y algunostodavía hoy) es el intento, con éxito o no, de unir los factores contextúales —entre los que se incluyeuna serie de variables sociales y psicológicas— a procesos psicolingüísticos internos en forma deestrategias de simplificación y procesamiento, y éstos, a su vez, a ejemplos bien definidos de los datosde la IL. Así, en lugar de las vagas afirmaciones que con frecuencia hacen algunas teorías sobre elefecto que los factores sociales y/ o psicológicos suelen tener sobre el resultado de la ASL, y que se

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definen típicamente según su puntuación en las pruebas de habilidad total, el modelo multidimensionalpretende explicar cómo dichos factores interactúan con los mecanismos cognitivos para producirhechos microlingüísticos claramente especificados. Un ejemplo es el efecto mediador de lasorientaciones estándar y simplificada, predecible a partir del perfil afectivo del aprendiz, que se reflejaen el distinto grado de atención que se presta a la corrección o a la eficacia comunicativa y finalmente,en la diferencia de ritmo con que se logran los así llamados rasgos variacionistas.

Otra característica positiva de casi todos los trabajos que hasta la fecha se han inspirado en estemodelo es su capacidad para explicar los datos —que también ilustra el ejemplo anterior. Lainvestigación que se ha realizado dentro de este marco predictivo, en general mantiene un nivel decorrección lingüística que ha sido muy bien recibido. Así, se comprueba la predicción de Pienemann,según la cual los aprendices sólo se beneficiarán de la enseñanza cuando ésta se imparta en elmomento apropiado, ya que las habilidades y estructuras —adecuadas o no— que en ese momento setengan pueden definirse lingüísticamente en el modelo multidimensional en función de sus etapas dedesarrollo. En cambio, aunque en principio pueda parecer igual, no se puede aplicar lo que acabamosde describir a la afirmación de Krashen sobre la pertinencia de i e / -f 1 en la teoría de lamonitorización. Tanto si las etapas son correctas como si no lo son, lo importante es que se puedendemostrar empíricamente y que el marco, en cambio, es falseable.

Quizá la parte más sólida del modelo multidimensional sea que tiene una motivación independientede las etapas de desarrollo que se han observado gracias al empleo de restricciones del procesamientode habla. Es decir, la secuencia de las etapas de desarrollo va acompañada de una explicación (lo queen sí es ya un progreso si se compara con la mayor parte de los trabajos que hay sobre dichassecuencias) que además no se basa en los datos sino en la psicolingüística experimental. Esto essiempre preferible porque, al ser independiente de unos datos concretos, el potencial para predecir yexplicar otros nuevos es mayor. En realidad, esto es como decir que el interés de los datos está en quepueden combinarse con una teoría de proceso-causa o una explicación con poder predictivo y por tantode generalización, en este caso no sólo a otras secuencias y dominios lingüísticos, sino también a otraslenguas, ya que las restricciones del procesamiento del habla parecen ser universales. Esto supone unimportante avance en relación a otras afirmaciones, por ejemplo aquella según la cual se hademostrado empíricamente que WXYZ es la secuencia de desarrollo para tal o cual subdominiogramatical en inglés, que ABCDEF es la secuencia de otro o que un conjunto dado de morfemas grama-ticales presentan un orden de corrección de 1 a 15. Estos hallazgos son útiles, pero sólo se refieren ahechos de la ASL que necesitan de una explicación porque en sí no lo son. Incluso la propia utilidadque tienen como hechos es un tanto limitada, ya que, al ser específicos de una lengua, como mucho serefieren al ISL, al alemán SL, al JSL, etc., y en cambio, el objetivo último de la investigación es elaboraruna teoría comprensiva, i.e. explicativa de la ASL, cualquier SL.

A pesar de los aspectos positivos, era de esperar que el modelo multidimensional no estuvieraexento de problemas. Posiblemente el más importante de todos sea la posibilidad de que el modelo,aunque, entre otras cosas, revela las restricciones de la adquisición, apenas explica nada sobre lamanera de aprender en sí, y bajo determinadas restricciones. Dicho con otras palabras, la identificaciónde la naturaleza de las estrategias de procesamiento que rigen algunos aspectos de la adquisición seráun avance especialmente importante (si es que se logra) por su carácter universal, que permitirágeneralizarlas a otras lenguas; por sí sola, la identificación no basta para especificar cómo aprenden losaprendices a pesar de las restricciones. Por ejemplo, ¿qué clase de reglas gramaticales subyacen a lasestructuras que se producen siguiendo las restricciones de procesamiento? y ¿cómo se adquieren? o¿son éstas u otro tipo de conocimientos innatos?13.

13 Pienemann y Johnston, conscientes de este problema, adoptan una variante de la Gramática léxico-funcional (Kaplan yBresnan, 1978; Bresnan, 1982). White (1989) entra en otro problema relacionado con el anterior, a saber, si se suponen o sepueden aplicar las mismas restricciones de procesamiento tanto a la comprensión como a la producción.

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El segundo problema se refiere a la falsedad de ciertos aspectos del modelo y del marco predictivo.Nos referiremos brevemente a tres de ellos. En primer lugar, la extensión del análisis de Pienemann yJohnston (1985, 1987) a la morfología (siguiendo a Selkirk, 1983) asume explícitamente que losmorfemas tienen el estatus psicológico de palabras y poseen una sintaxis propia. Por supuesto, comoPienemann y Johnston saben, sin embargo éste no es siempre el caso en la primera morfología, que seadquiere por partes; los aprendices de SL, al igual que los niños cuando adquieren la LI, suelen producirlos primeros ejemplos de elementos —como el pasado irregular inglés, la s de plural e incluso la -s dela tercera persona del singular— como formas sin analizar, tal como en went [‘fue’], stairs[‘escaleras’] y breaks [‘rompe’] (para una discusión, véase, por ejemplo, Pica, 1982; Young, 1988).Esto significa que algunos ejemplos de esos elementos aparecerán en el habla de los aprendices muchoantes de que alcancen las etapas en las que se predice que su uso será productivo (véase la figura 7.5).Johnston (1985) admite este problema explícitamente e intenta hacerle frente de forma empíricaseñalando partes de elementos que muchas veces se observan en su base de datos de ISL, por ejemplo,adverbios en -ly con una alta frecuencia, como really y especially, que para él no son indicativos deque haya una etapa x + 4 productiva en el procesamiento de la estructura. Aunque dicha informaciónes muy útil para las aplicaciones prácticas del modelo, por ejemplo, para los exámenes de lengua oral,sin embargo el problema de la falseabilidad se vuelve a plantear ahora de dos formas: por lasviolaciones aparentes debidas a la aparición prematura de ciertos elementos por fracciones que no sereconocen como tales, y por la imposibilidad de poner en práctica la opción empírica cada vez que seaplica el marco predictivo a otras lenguas.

El segundo problema de la falseabilidad se debe a la falta de claridad en la identificaciónapriorística de hechos variacionistas. Hoy es imposible distinguir las interpretaciones de dos de losresultados que arrojan algunos experimentos de la enseñanza, a saber, si los estudiantes aprenden unelemento gramatical estando en una etapa del desarrollo en la que se ha predicho que no será posibleaprenderlo: 1) como resultado se invalida el modelo (asumiendo que no se hayan cometido errores alclasificar la estructura en lo que se refiere a las restricciones del procesamiento), y 2) es un rasgovariable (que se acaba de descubrir) de la lengua en cuestión (y que, por lo tanto, se puede enseñar encualquier etapa) y, por consiguiente, no invalida el modelo. Otra complicación posterior de los rasgosde variación es que éstos también siguen secuencias de desarrollo, por ejemplo, diferentes contextospara el uso del artículo (Yamada y Matsura, 1982; Huebner, 1983a; Pica, 1983b; Master, 1987), lo quesignifica que no se pueden enseñar en cualquier momento.

El tercer problema de falseabilidad se deriva de la falta de claridad en cuanto a cuáles, entre lastendencias de los rasgos del desarrollo, se consideran violaciones a las restricciones de procesamiento.Por ejemplo, en un estudio piloto inédito del ISL y del JSL en la Universidad de Hawai en 1984, en elque se puso a prueba el marco predictivo, se vio que el perfil general de la IL de algunos aprendicespodría situarles, por ejemplo, en la etapa X + 4 en ISL (véase el cuadro 7.5), pero por otro ladomostraba la producción de estructuras correspondientes a la etapa X + 3 en uno o más campos, y a laetapa X + 5 en otros tantos. Aunque se espera que haya «desniveles» y «reconocimientos» en ciertoscampos estructurales específicos, la pregunta que se plantea es cuántos niveles de desarrollo debenseparar las estructuras más o menos avanzadas para poder decir que se ha falseado el modelo. Es obvioque hay que considerar con cuidado esos casos pues podrían resultar del uso inadecuado de losejemplos de la IL; esto sucede cuando se descubren «omisiones» al usar datos de habla espontánea queindican lo que el aprendiz produce o no, en lugar de datos recogidos mediante determinadosprocedimientos que permitan saber lo que éste podría o no producir.

Los tres problemas de falseabilidad se pueden resolver: el primero mediante estudios empíricosdetallados y/o una búsqueda cuidadosa de elementos fragmentados en muestras concretas de IL; elsegundo definiendo a priori los hechos variacionistas o, al menos, especificando el estatus de ciertoselementos específicos antes de acometer su estudio; y el tercero fijando límites a las «lagunas».Además, aunque los tres parecen eludir el modelo del que nos ocupamos, con ello de ningún modo sepretende afirmar que el modelo o marco predictivo no sea falseable. Por el contrario, como detallamosantes, la mayor parte de las cuestiones que conciernen a ambos se pueden demostrar empíricamente deforma bastante simple, incluso a pesar de algunos de sus problemas. Así, la imprecisión que hoy existe

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en torno a lo que constituyen hechos variacionistas no significa, por ejemplo, que la hipótesis de laenseñanza no sea demostrable. Claramente lo es (y esto se ha visto) si nos concentramos en estructurasque se conocen como rasgos fiables del desarrollo.

En conclusión, aunque es demasiado pronto para valorar su validez, es obvio que el modelomultidimensional ya ha hecho varias contribuciones teóricas y metodológicas importantes a la ASL.Todavía existen algunos problemas en relación a la falseabilidad del marco predictivo, y se vislumbrauna cuestión importante relacionada con la explicación del modelo sobre adquisición frente a susrestricciones. En cualquier caso, la mayor parte de las veces se trata de limitaciones más que deimperfecciones.

Uno de los puntos más importantes del modelo como teoría es su poder predictivo, lo que tambiénpromete aplicaciones prácticas que probablemente tengan mucho interés para nosotros. Por ejemplo,las etapas de desarrollo se pueden utilizar para secuenciar elementos en una programación de clase(para cualquier SL), ya que por definición son postulados sobre aquello que se le puede enseñar a unaprendiz en cada etapa del desarrollo. Pienemann (1985b) lo ha ilustrado con el diseño de programasestructurales y nocional-funcionales. Otra posible aplicación es la enseñanza de la metodología, en laque el conocimiento de los hechos variacionistas y de las etapas de desarrollo puede servir a losprofesores para hacer un diagnóstico y así permitirles identificar diferentes clases de errores y calcularlas posibilidades que tienen de corregirlos. La tercera aplicación son los exámenes de nivel y los testspara valorar los logros. Los exámenes de lengua en general se han centrado durante mucho tiempo enla corrección —la cual, según han demostrado el componente de orientación del aprendiz del modelomultidimensional y otros estudios de ASL, en cualquier caso, es una posibilidad de medición pocofiable— o, más recientemente, en el concepto de «habilidad», que también plantea problemas (parauna discusión más extensa véase Brindley y Singh, 1982; Crystal, 1982; Clahsen, 1985; Brindley,1986b; Pienemann y Johnston, 1987). Lo que sin duda viene siendo necesario desde hace muchotiempo son tests «sensibles a la IL» —mecanismos o procedimientos que aprovechen los resultados dela investigación sobre secuencias de desarrollo en la ASL—, por ejemplo, utilizando las etapas que sehan definido en el marco predictivo. Debería señalarse, sin embargo, que hasta hoy éstas sólo hanalcanzado niveles más o menos «intermedios». Desde principios de los años 80, varios proyectos deinvestigación han comenzado a investigar las relaciones entre conjuntos de rasgos de la IL y entre lasmedidas tradicionales de habilidad y los rasgos del desarrollo (véase, por ejemplo, Stauble, 1981;Hinofotis et al, 1982; Lamotte, Pearson-Joseph y Zupko, 1982; Brindley, 1986b). Para la primeraaplicación de las etapas de desarrollo en el marco predictivo a los procedimientos de evaluación delprofesor para la lengua hablada, véase Pienemann y Johnston (1986) y Pienemann, Johnston yBrindley (1988).

7.6. Conclusión: estado actual de las teorías de la ASL

7.6.1. Comparación y evaluación de las teorías

Una cuestión importante para la ciencia es saber cuándo se debe modificar o abandonar unateoría que presenta problemas, por ejemplo, véase Wagner, 1984, para un análisis muy lúcido dela evolución de las teorías en sociología. Por distintas razones, en la investigación de la ASL dichacuestión se plantea con particular agudeza. Como ya se ha señalado antes, hay por lo menos 40«teorías», «perspectivas», «metáforas», «hipótesis» y «afirmaciones teóricas» en la bibliografíade ASL la terminología se suele emplear indistintamente. Con frecuencia se superponen unos aotros, aunque también presentan zonas de singularidad. Lo que hace que sea difícil evaluarlos esque a veces difieren mucho en 1) su área de aplicación o en el conjunto de fenómenos de ASL;que tratan 2) el tipo de datos de los que (explícita o implícitamente) deben dar cuenta, y 3) elgrado de abstracción de sus postulados.

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Las diferencias en el área de aplicación se documentan con mucha facilidad. Por ejemplo, lateoría de la monitorización de Krashen, aunque ha cambiado mucho a lo largo del tiempo,siempre ha tenido la pretensión de explicar cualquier tipo de adquisición de SL, como lasestrategias linguo-cognitivas de Wode (1981), mientras que el modelo de aculturación deSchumann se limita explícitamente a la ASL natural, y el modelo multidimensional (en laactualidad) sólo se ocupa de la morfología y la sintaxis. Dejando por el momento a un lado laspruebas que de hecho existen para apoyar cualquiera de estos puntos de vista, «¿cuál sería lamejor teoría en el caso de que se decidiera que en ciertas partes de la de Krashen hay errores yque, en cambio, el modelo de Schumann es adecuado? ¿Sería preferible una teoría queconsiderara un campo de aplicación más reducido con una base empírica sólida a una quemanejara un conjunto más amplio de fenómenos de ASL con un apoyo empírico mixto?».

Las diferencias en el tipo de datos en que se basan las teorías suelen dar como resultado que lacomprobación de una teoría se haga con más precisión y, por tanto, sea más rigurosa que otras.Por ejemplo, Meisel, Clahsen y Pienemann (1981 y en otros estudios) comprobaron laspredicciones frente a las secuencias de desarrollo establecidas en la sintaxis de la IL, losexponentes lingüísticos identificables de varios tipos de estrategias de simplificación y la relaciónentre éstas y los tipos de aprendices (definidos por grupos de variables afectivas). Por otro lado, laperspectiva del procesamiento de la información de McLaughlin, Rossman y McLeod (1983) y«el modelo teórico de aprendizaje de una segunda lengua» de Bialystok (1978), como tantosotros, dicen poco o nada sobre el desarrollo de la IL, centrándose en cambio en la actuación en laSL, en los logros o en los factores de la destreza. Los datos en los que se apoyan —o no— por logeneral suelen ser los tests globales de puntuación, de mediciones de reacción al tiempo y otrospor el estilo, pero ninguno se ocupa de las características lingüísticas de las ILS.

Por último, con respecto a las diferencias en el grado de abstracción, comparemos dosafirmaciones aparentemente similares (procedentes de teorías que, por otra parte, sonradicalmente diferentes) sobre la posibilidad de que se incluyan formas nuevas en el input delaprendiz. La hipótesis del input de Krashen dice que las estructuras adquiridas (a partir del inputcomprensible) estarán «un paso más adelante» o «un poco más allá del nivel de desarrollo i enque se encuentre el aprendiz». Las hipótesis de la enseñanza y del aprendizaje de Pienemannpredicen qué aprendices agrupados por etapas de adquisición —definidas porque en ellas yaaparecen ciertas estructuras del desarrollo— se aprovecharán de la enseñanza en la siguienteestructura interlingual en una secuencia de desarrollo que previamente se haya establecido, ycuáles no se beneficiarán —predicciones que, como ya hemos visto, han sido comprobadas porPienemann y otros en estudios en el aula.

Estas diferencias plantean serios problemas cuando se intentan evaluar los méritos relativos detales posiciones. ¿Qué es mejor, una teoría más general, alguna de cuyas partes sea falseable, ouna menos general que, aunque pocos, tenga algunos datos para apoyarla? ¿Hay diferencias en eltipo de datos —y, por tanto, en los aspectos de la ASL a los que se refiere una teoría— que serequieren para evaluar explicaciones en principio contradictorias del mismo proceso? Y ¿esmenos digna de atención una afirmación altamente explícita y precisa —lo que desde luego haceque sea más fácil de falsear, al menos en sus detalles— que otra cuya definición, al ser más libre,haga predicciones más generales y por lo tanto sea más difícil de refutar o haya de probarse en unnúmero mayor de contextos para que se pueda comprender?

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Ya hemos visto que existen criterios bien establecidos para resolver algunos de estosproblemas. Así, en general se mantiene que una teoría debe ser falseable (teniendo en cuenta lasadvertencias mencionadas previamente sobre disponibilidad de la tecnología pertinente). Sinembargo no debe falsearse a priori, pues tiene que explicar los datos con que se cuenta, i.e. debeser «observacionalmente adecuada». En igualdad de condiciones, es mejor una teoría de másamplio alcance, porque puede aplicarse a un número mayor de problemas o es más generalizable.Si dos teorías explican igualmente bien los datos, la mejor es la más simple, la que hace menosdistinciones y emplea menos premisas (menos poder) para manejarlos. Y así sucesivamente. Hoyla ASL indica que en general habrá que sopesar las consecuencias de aplicar simultáneamente doso más criterios de evaluación y los criterios que se han aplicado a diferentes tipos de teorías;llegados a este punto, la cuestión de hecho se complica bastante.

Ahora sería un tópico decir que lo anterior simplemente refleja el estado de cosas en unterreno que, al fin y al cabo, es relativamente nuevo. La cuestión es: ¿son necesarias másinvestigaciones «exploratorias» o lo que se requiere es una buena teoría?

7.6.2. Una nota de cautela

Antes dijimos que no todos los estudiosos de ASL están de acuerdo con nosotros en que lainvestigación se vería beneficiada si se adelantase una teoría o teorías donde se explicara lo queya sabemos sobre la ASL. Las reservas de estos investigadores son sobre todo dos. Más arribaexpusimos la primera: en el mejor de los casos es probable que en un momento como éste en quela investigación sobre la ASL es incipiente, una teoría suponga una simplificación excesiva —cuando no una descripción totalmente errónea— del desarrollo real de la ASL. La teoría puedellegar a engañar o confundir en lugar de resultar esclarecedora o útil para el descubrimiento dehechos nuevos.

La segunda reserva surge al observar las consecuencias de aplicar una teoría monolítica aespecialidades afines, por ejemplo, la lingüística y la psicología. A veces puede darse el caso deque una sola teoría tenga tanto poder «políticamente» que anule otros puntos de vista. Losinvestigadores que no adoptan la teoría dominante encuentran dificultades para publicar o en-contrar un foro abierto a sus interpretaciones. Creemos que es inaceptable que esto llegue asuceder en nuestra especialidad. Contar con una sola teoría dominante que se oponga a otrospuntos de vista, podría ser contraproducente teniendo en cuenta lo poco que hoy se sabe.Debemos defendernos ante el entusiasmo de algunos teóricos —o de sus seguidores— que secreen en posesión de la verdad. Si bien la investigación sobre ASL y enseñanza se beneficiará delas ventajas de la investigación teórica de la que hemos tratado con detalle en este capítulo, eneste momento sería peligroso que una teoría fuera considerada omnipotente.

Teniendo presentes estas notas de cautela, ¿cuál es entonces nuestra opinión sobre el papel dela teoría en la ASL? Como señalamos en el capítulo 1, para nosotros la investigación de ASL puedeserlo todo menos una actividad elitista. Así por ejemplo, sus resultados con frecuencia afectan alas formas de vida de poblaciones «en peligro», como sucede con los refugiados que necesitanuna SL para conseguir un trabajo en un país nuevo, a los niños que hablan lenguas minoritarias ypersiguen una educación a través de la SL, etc. A nuestro modo de ver el investigador que trabajeen ASL sobre tales asuntos con seriedad intentará proceder con la mayor rapidez, eficacia ycientifismo posibles, y, por tanto, valorará el efecto unificador (no sofocante) que una teoríaadecuada pueda tener para su propia investigación y para el trabajo de los demás. Se apreciará laclaridad de dirección que pueda aportar la teoría en el diseño y en la práctica de la investigación;hasta tanto llegue a comprenderse mejor la ASL, se seguirán formando profesionales.