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UNIVERSIDAD PARTICULAR DE SAN MARTÍN DE PORRESDOCTORADO EN DERECHO
"LAS ATRIBUCIONES COMO LEGISLADOR
POSITIVO O NEGATIVO DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL"
Catedrático Coordinador: DR. ALFREDO QUISPE CORREAAlumnos •. BOLUARTE PINTO, Gonzalo
CASTILLO FUERMAN, AuroraCORANTE MORALES, VíctorDAVILA MARIN, DinaFLORES VALDERAS, Luis
Ciclo •. 2006- II
Sección .
---o0o---
1
INDICE
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I : LA INCONSTITUCIONALIDAD POR OMISION
1.1. Principio De Separación De Poderes
1.2 Principio de Supremacía Constitucional
1.3 El control difuso y el control concentrado de la Constitución
1.4. La omisión legal
1.5 La inconstitucionalidad por omisión
1.6 El Tribunal Constitucional en la concepción Kelseniana
1.7 El Tribunal Como Legislador
CAPITULO II : LAS SENTENCIAS DE LOS TRIBUNALES
CONSTITUCIONALES EN LA DOCTRINA Y SU
TIPOLOGIA
2.1. La Sentencia Constitucional
2.2 Los efectos de las sentencias de los Tribunales Constitucionales
2.2.1 Efectos de las resoluciones expedidas en los procesos
constitucionales de la libertad
2.2.2 Efectos de las resoluciones de inconstitucionalidad
2.3. Tipos y clases de resoluciones o sentencias de los Tribunales
Constitucionales
2.3.1 Sentencias Interpretativas
2.3.1.1 Sentencias Interpretativas Aditivas
2.3.1.2 Sentencias Interpretativas Sustitutivas
2.3.1.3 Sentencias Interpretativas Exhortativas
2.3.1.4 Sentencias Interpretativas Estipulativas
2.3.1.5 Sentencias Interpretativas Reductoras
2.3.2. Sentencias Prospectivas
2.3.3. Sentencias_ Estimatorias y Desestimatorias
2
CAPITULO III :
FACULTADES LEGISLATIVAS DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL EN EL
3.1. Orientación Europea
3.1.1. Alemania Federal
3.1.2. Austria
3.1.3. España
3.1.4. Italia
3.1.5. Portugal
3.1.6. Yugoslavia.
3.2. Sudafrica
3.3. Estados Unidos De Norteamerica (Jurisdicción Difusa)
3.4. Experiencias Latinoamericana de Jurisdicción Constitucional
3.4.1. Colombia
3.4.2. Chile
3.4.3. Ecuador
3.4.4. Nicaragua
3.4.5. Venezuela
CAPITULO IV EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PERUANO
4.1. Antecedentes — Tribunal De Garantías Constitucionales
4.2. Marco jurídico actual: Constitución, Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional y Código Procesal Constitucional.
4.3. La Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Como Creadora Del
Derecho
4.4. Proyecto de Ley del Congresista Antero Flores Araoz
4.5. Respuesta del Tribunal Constitucional
CAPITULO V:
ANÁLISIS DE SENTENCIAS EMITIDAS POR EL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL COMO LEGISLADOR
POSITIVO
5.1. Sentencia Interpretativa
5.1.1. Exp. N° 0030-2005-PIÍTC
5.1.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
3
5.2. Sentencia Sustitutiva
5.2.1. Exp. N° 010-2002-Al/TC
5.2.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
5.3. Sentencia Estipulativa
5.3.1. EXP. N° 004-2004-CC/TC (Jurisprudencia Vinculante)
5.3.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
5.4. Sentencia Reductora
5.4.1. Exp. N° 015 Y 016-2001-Al/TC Y 004-2002-Al/TC (acumulados)
5.4.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
5.5. Sentencia Exhortativa
5.5.1. Exp. N° 0030-2004-Al/TC
5.5.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
5.6. Sentencia Estimatoria
5.6.1. EXP. N. ° 019-2005-PI/TC
5.6.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
CONCLUSIONES
PROPUESTAS
BIBLIOGRAFÍA
4
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación titulado "Las atribuciones como
legislador positivo o negativo del Tribunal Constitucional", es un tema de
permanente vigencia dada su trascendencia dentro del Estado de Derecho. En
los últimos meses, en nuestro país, se ha cuestionado sentencias del Tribunal
Constitucional Peruano, señalándose que vía interpretación ha excedido las
atribuciones conferidas constitucionalmente.
Es objeto del presente trabajo referirnos a las atribuciones del Tribunal
Constitucional como legislador positivo o negativo, teniendo en cuenta tanto el
Principio de Separación de Poderes como el Principio de la Supremacía de la
Constitución y el Principio de Conservación de las leyes.
Los Tribunales Constitucionales son los encargados de vigilar el
cumplimiento y respeto de la Constitución, siendo reconocidos como el
intérprete por excelencia de la Constitución Política de un Estado, con poderes
de derogar normas que la contravengan. Sus resoluciones que declaran la
Inconstitucionalidad de la Ley o norma con rango de ley, tienen la autoridad de
cosa juzgada, con alcances generales o efectos erga omnes, vinculando a
todos con la misma fuerza de una norma con rango de ley.
En tal sentido, la función fundamental del Tribunal Constitucional es
desentrañar cuál de las normas cuestionadas sobre su inconstitucionalidad
está ajustada a la Constitución. Dentro de este contexto, el Tribunal
Constitucional peruano realiza las denominadas "Sentencias Interpretativas",
que encuentran su basamento en el "Principio de Conservación de las Leyes".
Se debe tener presente que las sentencias interpretativas son aquellas que no
anulan el texto de la ley en la medida que admita alguna interpretación
conforme a la Constitución.
5
Hoy la Constitución no sólo tiene una importancia jurídica — formal que
la sitúa por encima del resto de normas, sino que detenta además una
importancia sustancial debido al catálogo de principios y valores superiores
que contiene, los que legitiman su ubicación privilegiada en el ordenamiento, y
que se encuentran nutridos por los derechos fundamentales, así como por los
elementos definitorios del Estado Social y Democrático de Derecho. Sin
embargo, el empleo de principios y valores constitucionales por parte de los
Tribunales Constitucionales, no los faculta para actuar arbitrariamente al
momento de interpretar la Constitución o de analizar la Constitucionalidad de
las leyes. El asunto es saber hasta dónde pueden llegar los Tribunales en esta
interpretación .
Así se señala que el Tribunal Constitucional no se concibe para imponer
una interpretación propia de la Constitución, sino para rechazar una
interpretación ajena. Este carácter de legislador negativo es el que permite
entender la regulación constitucional y legislativa de instituciones como la
sentencia de los procedimientos de inconstitucionalidad con todas sus
características. Si se admitiera que el Tribunal pudiera ser legislador positivo,
el significado de todas estas notas características de la sentencia
constitucional se vería tan gravemente alterado que llevaría a la disolución
de dicho concepto. El Proyecto de Ley del ex congresista doctor Antero Florez
Araoz señaló que resultaba evidente que el ordenamiento jurídico
constitucional y legal vigente no autoriza al Tribunal Constitucional a emitir las
diversas modalidades de sentencias interpretativas, por lo que de encontrar
una norma inconstitucional, sólo se encuentra facultado para emitir las
sentencias de simple anulación de acuerdo con el carácter de legislador
negativo. Quienes están a favor de esta iniciativa argumentan los supuestos
excesos de los fallos del Tribunal Constitucional, la vulneración del principio de
separación de poderes, la falta de fundamento constitucional para emitir
sentencias interpretativas y la inseguridad jurídica que crearían los
pronunciamientos de este colegiado.
6
El Tribunal Constitucional acudiendo a la diferencia entre los términos
disposición y norma, ha sustentando la legitimidad de las sentencias
interpretativas señalando que la Constitución como norma jurídica suprema
puede ser interpretada, no afectando el principio de separación de poderes.
Toda esta problemática es tratada en el presente trabajo, el cual está
dividido en cinco capítulos, que desarrollan el tema desde los puntos de vista
del derecho nacional, del derecho comparado, de la doctrina nacional y
extranjera, y de la jurisprudencia.
Somos conscientes que el trabajo no agota el tema, pero sirve de base
para futuras investigaciones sobre las funciones que debe tener nuestro
Tribunal Constitucional en un Estado que aspira a ser democrático y de
derecho como el nuestro.
7
CAPÍTULO I
LA INCONSTITUCIONALIDAD POR OMISION
1.1. Principio De Separación De Poderes
El principio de separación de poderes aparece a partir de la
Revolución Francesa, como una característica consustancial a las formas de
Estado, tanto del liberal como del democrático y social de derecho. Las
principales constituciones del mundo lo estatuyen como condición ineludible
en el ejercicio del poder público/
En su origen, la separación de poderes se planteó como mecanismo
para evitar la concentración del poder, propia de los regímenes absolutistas
imperantes en los Estados Europeos, temor que se concibió también frente a
la total independencia de cada república y llevó a establecer interferencias
entre los poderes estatales que permitieran un control recíproco,
formulación que se mantiene en el constitucionalismo moderno con mayor
complejidad y explica un sistema de colaboración entre los poderes públicos.
La separación orgánica funcional es simplemente un presupuesto de la
balanza de poderes, que supone, además de las facultades positivas de cada
uno de los órganos estatales en su esfera de competencia, un poder de
control recíproco sobre la esfera de los otros.
El principio de colaboración armónica comparte, pues, la misma
justificación histórica que el principio de separación de poderes : la exigencia
de contención de prerrogativas estatales.
CASCAJO, José Luis y otros. Constituciones Extranjeras Contemporáneas. 3°. Edición, Tecnos, Madrid, 1994
8
En el Estado Social de Derecho este principio resulta legitimado
también en virtud de la unidad en los fines estatales que hace necesario que
los órganos públicos realicen los mismos valores para el mantenimiento de
un Estado de Derecho garante de las libertades fundamentales de los
individuos.
Se desdibuja así la aparente contradicción entre la separación y la
colaboración armónica de poderes para el cumplimiento de la función estatal.
Este último principio no solo es parte de la doctrina de la división de poderes,
sino que la complementa y la hace efectiva. Tal afirmación puede ser
constatada en la expresión originaria del principio de poderes de John Locke
y Montesquieu.
El primero de ellos (John Locke), en su obra Segundo Tratado sobre el
Gobierno Civil, plantea la separación de poderes como instrumento para la
conservación de la libertad y la propiedad, tarea a la cual reduce la función del
Estado. Las funciones normativa, ejecutiva y federativa que identifica el
Gobierno, deben estar separados ante las posibilidades de abuso por parte de
los titulares del poder.
No obstante reconoce las necesarias relaciones entre los poderes
públicos aparentemente de subordinación al legislativo, pero radicalmente
determinados por las facultades del ejecutivo para convocar a la legislatura
y determinar la proporción territorial de la representación parlamentaria.
Es aún más significativo, para los efectos del argumento expuesto, la
obra de Montesquieu, "El espíritu de las Leyes" (1787), en cuya teoría se
evidencia con mayor claridad la relación de conexión entre el principio de
separación de poderes y la coordinación de poderes, quien, al igual que
Locke en su crítica al despotismo, concibe la separación de los poderes que
reconoce en el Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), como la forma de
mantener la libertad entendida en términos de la obediencia a la ley y la
9
confianza de que ningún hombre puede legítimamente violar las prohibiciones
legales, "un Gobierno tal que ningún ciudadano pueda temer al otro"2
Para Montesquieu cada uno de estos poderes se define por la función
que se le asigna "En virtud del primero, el Príncipe o Jefe de Estado, hace
leyes transitorias o definitivas o, deroga las existentes; por el segundo, hace
la paz o la guerra, envía y recibe embajadas, establece la seguridad pública
y, precave las invasiones; por el tercero, castiga los delitos y juzga las
diferencias entre particulares'
El tradicional principio de separación de poderes de Montesquieu no
tiene la rigurosidad que se le atribuye, limitándose a tres planteamientos:
Cuando el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo se reúnen en la
misma persona o el mismo cuerpo, no hay libertad; falta la confianza,
porque puede temerse que el Monarca o el Senado, hagan leyes
tiránicas y las ejecuten ellos mismos tiránicamente.
No hay libertad si el poder de juzgar no está bien deslindado del Poder
Legislativo y del Poder Ejecutivo, pues si no está separado el poder
Judicial del Poder Legislativo se podría disponer arbitrariamente de la
Libertad y la vida de los ciudadanos; y, si no está separado del Poder
Ejecutivo, el Juez podría tener la fuerza de un opresor.
3. Todo se habría perdido si el mismo hombre, la misma corporación de
próceres, la misma asamblea del pueblo ejerciera los tres poderes; el
- MONTESQUIEU, Charles de Secondat. El Espíritu de las leyes . Biblioteca de Grandes Obras Famosas Volumen
3, Editorial Claridad , Buenos Aires. 1971, p.188
3 MONTESQUIEU, Charles de Secondat. El Espíritu de las leyes ob.cit., p.187
10
de ejecutar las resoluciones públicas y el de juzgar los delitos y los
pleitos entre particulares.4
En la segunda parte, Montesquieu incorpora el control entre los
poderes públicos como el elemento estructurante de su doctrina:
"Si el Poder Ejecutivo no tiene el derecho de contener los intentos del
legislativo, éste será un poder despótico, porque pudiendo atribuirse
toda la facultad que se le antoje anulará todos los demás poderes
( .)El Poder Ejecutivo, como dicho queda toma parte en la labor
legislativa por su facultad de restricción o veto, sin la cual se vería
pronto despojado de sus prerrogativas".
Finalmente concluye, estos tres poderes (puesto que hay dos en el
Legislativo) se neutralizan produciendo la inacción, pero impulsados por el
movimiento necesario de las cosas, han de verse forzados a ir de concierto.
De este modo, como lo afirma Blanco Valdés, la separación orgánica —
funcional que desarrolla Montesquieu, sólo opera en su teoría como una
condición previa para el equilibrio de poderes que habrá de conseguirse a
través de su recíproco control, mediante la disposición de toda una serie de
mecanismos de coordinación o, lo que es lo mismo, de frenos y contrafrenos.5
En la misma línea el constitucionalista Eisenmann, en su detenido
análisis de la obra de Montesquieu, explica la especialización funcional
trazada por este último :
"No significa en lo absoluto que una misma autoridad, individuo o
cuerpo no deba participar más que en una sola función, tener
atribuciones más que de una sola clase, no debe ser miembro de dos
4 MONTESQUIEU, Charles de Secondat. El Espíritu de las leyes, ob. Cit. P.188
BLANCO VÁLDES, Roberto L. El valor de la Constitución. Alianza editorial, Madrid. 1988, Pág. 82.
11
órganos de dos de las funciones y, consecuentemente, que los órganos
de dos de las funciones o de las tres, no deban tener ningún elemento
común, sino simplemente y, mucho más modestamente, que no es
adecuado que dos cualesquiera de las tres funciones estén
íntegramente reunidas en las mismas manos, fórmula de acumulación
mucho más limitado, como puede verse que la primera".6
Este esquema de duplicidad, separación y coordinación de poderes fue
adoptado por la Constitución Norteamericana de 1787, atribuyendo a
diferentes órganos del Estado las funciones legislativas, ejecutiva y, judicial,
estableciendo igualmente un sistema y contrapesos entre los mismos (Chesks
and balances).
Los constituyentes estadounidenses asumieron la necesidad de la
coordinación de poderes y el control recíproco como la verdadera pretensión
de Montesquieu, así lo entendía Madison en el documento de "El Federalista"
N° 47 al indicar:
-De estas consideraciones, de las que se ha guiado Montesquieu,
podríamos deducir claramente .... que él no pretendía decir que los
diversos órganos no deberían tener una participación parcial o un
cierto control sobre los actos de los otros. Lo que pretendía decir, como
se deduce de sus propias palabras y como resulta todavía más claro a
partir de los ejemplos que él tenía presente, no era otra cosa que
cuando los poderes de un órgano son ejercidos por las mismas manos
que poseen todos los poderes de un órgano, quedan subvertidos los
principios fundamentales de una constitución libre.'
6 .Eisenmann Charles. El Espíritu de las Leyes y la separación de poderes. Paris , 1933, citado por Blanco Váldes, ob. Cit. P. 80
MADISON, HAMILTON Y JAY. El Federalista . Prologo y Versión Gustavo Velasco, 2da edición, México , 1957,
p.302
12
1.2 Principio de Supremacía Constitucional.
El principio de supremacía constitucional significa que el orden jurídico y
político del Estado está estructurado sobre la base del imperio de la
Constitución que obliga por igual a todos, gobernantes y gobernados.
Dentro del Orden jurídico, la Constitución ocupa el primer lugar,
constituyéndose en la fuente y fundamento de toda otra norma jurídica, por lo
que toda ley, decreto o resolución debe subordinarse a ella y no puede
contrariarla. En el orden político se constituye en la fuente de legitimación del
poder político, pues lleva implícita toda una filosofía que sirve de orientación no
sólo a los gobernantes sino también a los gobernados. La Constitución es la
norma fundamental y fundamentadora de todo el orden jurídico, por lo que las
disposiciones legales ordinarias, al derivarse de ella, no pueden contradecirla,
ni desconocer los valores, principios, derechos y, garantías que ella consagra,
de manera que, cualquier norma de menor jerarquía que sea contraria a la
Constitución es nula y debe ser retirada del ordenamiento jurídico8.
Todo sistema jurídico tiene normas de diferente jerarquía y por principio
no deben colisionar entre ellas. Si esto ocurre, la norma de mayor jerarquía
debe prevalecer sobre la de menor jerarquía. Cuando en lo más alto de la
jerarquía normativa se pone a la Constitución, las demás normas no deben
contradecirla, pero si esto ocurre, se dice que dichas normas son
inconstitucionales y no deben seguir existiendo.
En los sistemas jurídicos de Constitución rígida, es decir, en aquellos en
que para modificarla es necesario un procedimiento riguroso y especial, como
es el caso del Perú y de la mayoría de los países de América y de Europa, se
hace necesario un mecanismo legal que garantice la supremacía de las normas
constitucionales sobre las demás normas de menor jerarquía. En cambio, esto
8RIVERA SANTII3ÁÑEZ, José A. Supremacia Constitucional y Sistemas de Control de Constitucionalidad, en Derecho Procesal
Constitucional, Susana Castañeda Otsu, coordinadora, Juristas Editores, Lima, 2003, p. 19, 20
13
no ocurre en los sistemas jurídicos de Constitución flexible, en los cuales la
reforma constitucional se hace con una simple ley.
Marcial Rubio y Enrique Bernales hacen mención del origen de la
declaración de inconstitucionalidad en una decisión de la Suprema Corte de los
Estados Unidos de América, señalando lo siguiente:
"La declaración de inconstitucionalidad de las leyes por los Tribunales
tiene su origen en una famosa sentencia del siglo pasado establecida
por la Corte Suprema de los Estados Unidos (caso Marbuty vs.
Madison), en el cual los jueces se auto titularon hábiles de vigilar la
constitucionalidad del sistema jurídico, por la naturaleza misma de sus
funciones.'
1.3 El control difuso y el control concentrado de la Constitución.
Es pertinente hacer algunas precisiones doctrinales sobre los controles
difusos y concentrados de la Constitución, cuando se da una incompatibilidad
entre una norma y otra de mayor jerarquía.
En la base de la pirámide jurídica se encuentra la Constitución, luego
vienen las normas con rango de ley y, así, sucesivamente. Es necesario,
entonces, establecer qué órganos determinan cuál norma prevalece sobre
otra.
En este sentido, muchas constituciones tienen disposiciones que regulan
que en caso de incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma
legal, los Jueces deberán preferir la primera, lo que la doctrina conoce como
control difuso de la Constitución, el cual está a cargo de los Jueces.
En el caso del control difuso, lo que hace el Juez es inaplicar una
norma que colisiona con otra de mayor jerarquía o con la Constitución, pero
M. Rubio y E. Bernales, Constitución y Sociedad, Mesa Redonda Editores, 2da. Edición-1983, pp.207-208
14
sin derogarla, es decir, la norma sigue vigente aunque no para el caso materia
de la decisión judicial.
En cambio, el control concentrado es ejercido por el Tribunal
Constitucional en los países que lo tienen o en su defecto, por el Tribunal
Supremo de la Justicia ordinaria. En este caso, lo que hace el Tribunal es
derogar o expulsar del ordenamiento jurídico la norma considerada
inconstitucional, es decir, lo resuelto no solo vale para el caso materia de la
acción, sino para todos los casos posteriores que se presenten.
Lo importante en el control constitucional, es que sea realizado por un
organismo independiente de los demás Poderes del Estado, como ocurre en
los países que tienen Tribunal Constitucional, y que la ciudadanía en general,
tenga la mayor libertad posible para acceder a dicho control.
1.4. La omisión legal.
La conducta humana puede manifestarse en el mundo externo tanto por
actos positivos como negativos. A la primera se le conoce comúnmente como
una acción y a la segunda como una omisión. Dirigiremos nuestra atención a
ésta última.
La omisión no es un simple no hacer nada, sino no hacer algo que el
sujeto está obligado a hacer, siempre que existe la posibilidad real de hacerlo.
No constituye una omisión si el obligado está imposibilitado de hacer lo debido.
Existen dos clases principales de omisiones: las morales y las legales.
Las normas de tipo moral imponen obligaciones morales y su incumplimiento
constituye una omisión moral. La omisión que nos interesa, en este caso, es la
omisión legal, es decir, la omisión a un mandato legal. Esta se produce cuando
el obligado a hacer algo por la ley (o la Constitución), omite cumplir con lo
dispuesto por la norma legal. Todos los ordenamientos jurídicos tienen diversas
sanciones para los que incurren en una omisión, desde una pena a un
15
cumplimiento coactivo de la omisión. Si la omisión legal no tuviera sanción, se
confundiría con una omisión de tipo moral.
De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, una de las
acepciones más comunes de la palabra omisión es; "Falta por haber dejado de
hacer algo necesario o conveniente en la ejecución de una cosa o por no
haberla ejecutado". Otra acepción referida al derecho es: "delito o falta
consistente en la abstención de una actuación que constituye un deber legal:1°
Tomando la última acepción de la palabra omisión, ésta sólo se da
cuando existe una obligación de actuar, y llevada al campo legislativo, ocurre
cuando el legislador omite legislar cuando expresa o tácitamente tiene el deber
legal de hacerlo.
Siendo la Constitución una norma de tipo legal (La ley de leyes), pueden
existir mandatos más o menos concretos para que el Poder Legislativo legisle
sobre una materia determinada. En este caso, si el Congreso omite legislar,
podremos decir que ha incurrido en una omisión de tipo constitucional, que en
la doctrina se conoce como "ocio legislativo".
1.5 La inconstitucionalidad por omisión.
Para la procedencia de la acción de inconstitucionalidad es necesario la
existencia de una norma que contravenga la Constitución en la forma o en el
fondo. Si no hay norma, no hay nada que contravenga la Constitución. La
sentencia que declara la inconstitucionalidad de una norma tiene por virtud
dejarla sin efecto y, por ende, si no hay norma, no hay nada que dejar sin
efecto.
De lo expuesto anteriormente, cabe hacer las siguientes preguntas: ¿Es
posible declarar inconstitucional la inexistencia de una norma?, ¿Es posible
que el vacío legislativo sea declarado inconstitucional?; ¿Esta facultado el
Diccionario de la Lengua Española, Espasa, Vigésima Segunda Edición, p.1099
16
Tribunal Constitucional para llenar mediante sentencia una omisión del
legislador o como se conoce en la doctrina, el "ocio legislativo"?.
El Tribunal Constitucional fue concebido como un legislador negativo,
esto es, con facultad de emitir sentencias que derogan normas con rango de
ley, ante una contradicción entre una norma con rango de ley y la Constitución.
El constitucionalista peruano Alfredo Quispe Correa, en su obra "El
Ocaso de los Dogmas", dice respecto a la pretendida función del Tribunal
Constitucional como legislador positivo :
... Rechazo ... la posibilidad legislativa positiva de los Magistrados
constitucionales. No sólo porque rompe con la doctrina de la separación
de funciones y de los mecanismos de control, sino que además, se crea
un superpoder que se deposita en manos de funcionarios a los que no
se puede controlar en sus deseos expansivos de convertirse en el
"gobierno" real de la nación ..."11
Sin embargo, un autor como Jesús Casals, refiriéndose a la
inconstitucionalidad por omisión sostiene :
... justamente en este silencio estriba su inconstitucionalidad. La
decisión de inconstitucionalidad se dirige por tanto a una omisión del
legislador y partiendo de tal declaración de inconstitucionalidad se
razona como si la norma faltante se tornase existente ... ,,12
Casals utiliza una ficción jurídica para declarar existente lo que no existe,
a pesar que la Constitución no norma dicha ficción, lo que podría resultar
peligroso para la seguridad jurídica.
Contrariamente a lo dicho por Casals, Carlos Ruiz Miguel dice "La
institución de la llamada "inconstitucionalidad por omisión" ha sido objeto de
11Quispe Correa Alfredo, El Ocaso de los Dogmas- Perú, Gráfica Yovera S.A., lera Edición 2006, pp.140-141
12 Casals H. Jesús M.- Anuario de Derecho Constitucional- "La protección de la Constitución", p.73
17
una vasta producción doctrinal que, sin embargo, no se corresponde con su
realidad normativa. En efecto, esta realidad se caracteriza por dos notas: el
reconocimiento de la "inconstitucionalidad por omisión" en muy pocos
ordenamientos y los decepcionantes resultados de su puesta en práctica. "13
De lo dicho por este autor se deduce que debe ser el propio sistema
legislativo el que debe regularlo expresamente. En tal sentido, de acuerdo con
nuestro ordenamiento jurídico, de interponerse una acción de
inconstitucionalidad contra una omisión legislativa, el Tribunal Constitucional
debería declararla improcedente y no crear una norma que sólo es de
competencia del Poder Legislativo. De hacerlo, estaría invadiendo la
competencia de otro órgano constitucional, como es el Congreso, que dentro
de sus atribuciones está velar por el respeto de la Constitución.
Además, agrega Carlos Ruiz Miguel: "Es importante deslindar estas
situaciones de la llamada "inconstitucionalidad por omisión" ya que no tienen
nada que ver. Y esto es así por dos razones. En primer lugar, porque en todos
los casos lo que se juzga es la conformidad con la Constitución de una acción,
de una actividad (del Poder Legislativo o del Judicial) y no una omisión o
inactividad (del Legislativo). Precisamente porque se juzga una actividad y no
una "omisión", es por lo que en estas ocasiones el Tribunal Constitucional
anula un acto o sentencia que ha vulnerado el derecho fundamental invocado.
En segundo lugar, en estos casos el objeto juzgado es una norma singular, un
acto administrativo o una resolución judicial, no una actividad normativa
positiva general (como es la ley) o una inactividad normativa general."14
A pesar de la sólida posición jurídica de los que niegan que el Tribunal
Constitucional sea un legislador positivo, también es legítimo preguntarse,
¿qué hacer ante el ocio legislativo del Congreso?, sobre todo cuanto es la
propia Constitución que se remite a una ley que todavía no ha sido creada. Hay
Ruiz Miguel Carlos- Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional, Editorial Porrúa- México, p. 159
14 Ruiz Miguel Carlos, ob. Cit. P. 173
18
derechos constitucionales que deben ser protegidos mediante leyes. En estos
casos, lo que se presenta es una omisión legal de parte del legislador.
Jesús Casals dice al respecto: "La inconstitucionalidad del silencio
legislativo puede derivarse, como dijimos, del incumplimiento de mandatos
concretos de legislar, de la inobservancia de las directrices constitucionales
relativas al contenido de leyes de desarrollo, de la violación del deber de
protección de los derechos constitucionales o del establecimiento omisivo de
discriminaciones lesivas del principio de igualdad, entre otros supuestos. "15
Puede también ocurrir que la Constitución tenga un mandato para
legislar, sobre esta posibilidad dice Casals: ".. Por tanto, la acción que se colige
de este precepto puede incoarse contra las omisiones de la Asamblea
Nacional, los Consejos Legislativos de los estados o los Concejos Municipales,
que se deriven del incumplimiento de mandatos constitucionales concretos de
legislar o de la aprobación de una normativa que resulta incompleta o
defectuosa, desde la óptica de los preceptos constitucionales. en los términos
ya expuestos ... 6
Sobre el ocio legislativo dice Carlos Ruiz Miguel: "... Por una parte, si el
término para dar cumplimiento a un mandato legislativo no está fijado por el
poder constituyente ¿es legítimo que un poder constituido lo establezca? ..." 1 7
Luego agrega: " ... ¿Qué poder constituido debiera estar legitimado para
juzgar la "razonabilidad" del plazo? O, en otros términos, ¿quién debe defender
en este terreno la Constitución? Parece que el Parlamento, a quien se le
encomienda la tarea de la legislación positiva, que conoce la complejidad del
problema y que, por si fuera poco, está directamente elegido por el pueblo, por
lo tanto debería ser el más indicado para determinar el momento y afirmar si
una dilación es o no razonable ... "18
Casals H. Jesús M. ob. Cit. p.78
"'Casals H. Jesús M. ob. Cit. p.77-7817 Ruiz Miguel Carlos, ob. Cit. P. 16918 Ruiz Miguel Carlos, ob. Cit. P. 169
19
El ocio legislativo es un problema que puede ser solucionado mediante
un precepto constitucional que introduzca una acción constitucional para
obligarlo a que expida la norma exigida por la Constitución.
Otra alternativa de solución, puede ser cubrir las omisiones legislativas
mediante sentencias del Tribunal Constitucional, por ejemplo, que la
Constitución establezca que la sentencia del Tribunal Constitucional tenga valor
hasta que el Congreso legisle sobre la materia objeto de la acción de
inconstitucionalidad, de esta forma llenaría dichos vacíos y en cierta forma
motivaría al Congreso a legislar.
Entonces, se puede reconocer que es un problema real y serio la falta de
desarrollo legislativo de la Constitución, ya que se podría afectar derechos
reconocidos o mandatos expresos para legislar.
Otra solución ante la omisión legislativa sería, por ejemplo, que la
Constitución establezca que la sentencia del Tribunal Constitucional tenga valor
hasta que el Congreso legisle sobre la materia objeto de la acción de
inconstitucionalidad, de esta forma llenaría dichos vacíos y en cierta forma
motivaría al Congreso a legislar.
Algunos autores se inclinan a favor de que en vez de interponer una
acción de inconstitucionalidad por omisión, se interponga una acción de
amparo por dicha omisión legislativa. Es así que Alberto Borea Odría dice: "...
Yo sostengo que si ha pasado un tiempo razonable y el legislador no ha
cumplido con pronunciarse sobre el tema que la Constitución ordena, cabe la
interposición de la acción de amparo y la suplencia de la inactividad legislativa
por medio de una resolución judicial aplicada solamente al caso concreto del
reclamante y con vigencia tan sólo hasta que el Poder Legislativo cumpla con
emitir norma ... "19
19 A. Borea Odría, El Amparo y el Habeas Corpus en el Perú de Hoy, Biblioteca Peruana de DerechoConstitucional, Lima-Perú, 1985, p. 189
20
Del mismo parecer es José Julio Fernández Rodríguez en el caso
español, quien dice: "... Respecto a la acción que nuestro ordenamiento
procesal constitucional regula para hacer frente a las violaciones de los
derechos y libertades públicas, es decir, el recurso de amparo, hay que
entender posible su planteamiento para proteger la infracción de esos derechos
y libertades por omisión de desarrollo legislativo, en tanto y en cuanto la
regulación de dicha acción no excluye esta posibilidad .. . lf 20
Fernández Rodríguez refiriéndose a la Constitución española dice: "...
En el ordenamiento español no existe una acción de inconstitucionalidad por
omisión, diferencia de lo que ocurre en otros lugares, tal y como quedó
reflejado en la sección correspondiente al Derecho Comparado. Nuestro
recurso de inconstitucionalidad está reducido al campo de las normas con
rango de ley que contradicen a la Constitución en virtud de lo preceptuado por
el artículo 161.1 de nuestra Ley Fundamental, que habla de leyes y
disposiciones normativas con fuerza de ley. En todo caso, se trata de actos
positivos ... "21 Esta referencia es también aplicable al caso constitucional
peruano que tampoco tiene norma que regule la acción de inconstitucionalidad
por omisión,
1.6 El Tribunal Constitucional en la concepción Kelseniana.
En esta parte, es ejemplarizador dar a conocer el concepto que tenía
Kelsen, el creador del Tribunal Constitucional, de la función que debe tener
éste. Pedro de Vega, cita el siguiente párrafo de Kelsen: "... Desde el punto de
vista teórico la diferencia entre un Tribunal Constitucional y uno ordinario (civil,
penal o administrativo), consiste en que si bien ambos producen y aplican
derecho, el segundo produce sólo actos individuales, mientras el primero, al
aplicar la Constitución a un acto de producción legislativa y, al proceder a la
anulación de la norma inconstitucional, no produce, sino que anula una norma
20 J.J. Fernández Rodríguez, La Inconstitucionalidad por Omisión. Editorial Civitas S.A., Madrid-España,p. 409
J.J. Fernandez Rodríguez, Ob. Cit., pp.406.407
21
general, realiza el acto contrario a la producción jurídica, es decir, que actúa
como legislador negativo ... "22
De esta cita se demuestra que el creador del concepto del Tribunal
Constitucional lo concibió sólo como un legislador negativo, fue conciente del
peligro que podría suponer para el principio de la separación de poderes y su
invasión en las funciones legislativas, es así, que recomienda eliminar las
fórmulas vagas e imprecisas.
Pedro de Vega cita un párrafo extenso de Kelsen que resulta
esclarecedor sobre su pensamiento respecto a los Tribunales Constitucionales:
"... La existencia de fórmulas vagas en los textos constitucionales puede
desempeñar una función peligrosa cuando se trata de controlar la
constitucionalidad de las leyes. Si la Constitución invita al legislador a
desarrollar su actividad conforme a la `justicia", la "libertad", la "equidad", la
"moralidad", etc., se podrían entrever en estas palabras directrices
determinantes de contenido de las leyes futuras. Sin embargo, de directrices
sólo se puede hablar cuando la Constitución establece un mandato concreto,
un criterio objetivo claro. El límite, no obstante, entre esas fórmulas vagas y la
normal definición del contenido de las leyes futuras en el catálogo de los
derechos fundamentales y de libertad puede ser impreciso; de tal suerte que no
es de excluir la posibilidad de que un Tribunal Constitucional, encargado de
decidir sobre la constitucionalidad de una determinada ley, proceda a su
anulación en base a una fórmula imprecisa y vaga como, por ejemplo, la
justicia. Lo que equivaldría a conferir a dicho Tribunal una plenitud de poderes
absolutamente inadmisible. Lo que la mayoría de sus Jueces considera justo
bien podría estar en contradicción con lo que estima justo la mayoría de la
población y el propio Parlamento que aprobó la ley. Es evidente que la
Constitución no puede hacer depender cada ley votada en el Parlamento de la
discrecionalidad de un colegio cuya composición política es más o menos
arbitraria, mediante el empleo de términos equívocos como la "justicia" u otros
similares. Para evitar precisamente el traslado del poder del Parlamento a un
22 C. Blancas B., C. Landa A., M. Rubio C.- Derecho Consitutcional General, T. I.- PontificiaUniversidad Católica del Perú, Fondo Editorial 1994, p. 487
22
órgano situado fuera de él y que puede convertirse en expresión de fuerzas
políticas distintas de las que en el propio Parlamento se expresan, la
Constitución, cuando establece un Tribunal Constitucional, debe abstenerse de
la fraseología de las formas vanas, y si quiere establecer principios, directrices
y límites al contenido de las leyes, debe definirlos del modo más preciso
posible ..." 23
Se puede advertir la preocupación de Hans Kelsen por el inmenso poder
que podrían adquirir los Tribunales Constitucionales si no son contenidos en
sus justos límites. Es cierto que actualmente muchos Tribunales
Constitucionales se han convertido en legisladores positivos creando
legislación. Algunos consideran esta nueva función como un adelanto, pero es
necesario reflexionar acerca de los temores muy fundados expresados por su
creador.
1.7 El Tribunal Como Legislador.
Hace mucho que el Tribunal Constitucional dejó de ser el mero
legislador negativo que Kelsen ideó a inicios del siglo pasado, encargado de
expulsar las leyes contrarias a la Constitución; tal cambio responde a una
transformación de mayor trascendencia, que concierne a la idea de
Constitución. Así, queda desfasada la antigua noción de Constitución
entendida solo como una norma sobre la cual se fundamenta la validez formal
del ordenamiento, así como la estructura y el funcionamiento del Estado.
Hoy la Constitución no solo tiene una importancia jurídica — formal que
la sitúa por encima del resto de normas, sino que detenta además una
importancia sustancial debido al catalogo de principios y valores superiores
que contiene, los que legitiman su mencionada ubicación privilegiada en el
ordenamiento jurídico, y que se encuentran nutridos por los derechos
fundamentales, así como por los elementos definitorios del Estado social y
democrático de derecho. Esta transformación tornaría insuficientes las
23 C. Blancas B., C. Landa A., M. Rubio C.- Ob. Cit, pp. 487-488
23
labores de los Tribunales Constitucionales limitados al control formal o
abstracto de las normas, de ahí que a muchos de los Tribunales se les
encargue conocer de los procesos constitucionales referentes a las
libertades. Todos estos procesos son resueltos, actualmente, mediante la
aplicación e interpretación conforme a los principios y valores contenidos en
la Constitución, quedando superado el viejo positivismo; sin embargo, el
empleo de principios y valores constitucionales por parte de los Tribunales
Constitucionales, no los faculta para actuar arbitrariamente al momento de
interpretar la Constitución o de analizar la Constitucionalidad de las leyes. El
problema principal es saber hasta dónde pueden llegar los Tribunales en
esta interpretación.
La cuestión es distinguir, según un destacado sector de la doctrina
Italiana y el propio Colegiado de la Constitucionalidad, entre "disposición" y
"norma". Disposición no sería sino el texto de un precepto determinado, es
decir, las palabras que constituyen el precepto. Por su parte, normas son los
sentidos interpretativos que se desprenden de las disposiciones, de tal forma
que una misma disposición pueda contener diversas normas, según las
posibles diversas interpretaciones que surjan del precepto .
La misión del Tribunal, visto así, es desentrañar cuál de las normas -
contenidas en un precepto- puede estar ajustada a la Constitución, de tal
forma que no sea expulsada del ordenamiento. Son varios los motivos que
impulsan al Tribunal a no declarar sin más la inconstitucionalidad de una
disposición, para ingresar a evaluar las normas.
Así tenemos al "principio de conservación de la ley" y a "la exigencia de
una interpretación conforme a la Constitución" (Criterios de interpretación
desarrollados por la dogmática constitucional). De otra parte, se busca
también evitar los vacíos normativos que se producirían por la eliminación de
algunas disposiciones inconstitucionales del sistema, en cuyo caso
resultarían, inclusive, más perjudiciales que la propia mantenencia de la
norma contraria a la Constitución, o que dicha expulsión devenga en
violatoria del principio de seguridad jurídica.
24
Finalmente, también es posible, dentro de la opción política legislativa
tomada por el Congreso, remediar constitucionalmente los impases de
inconstitucionalidad legislativa, bajo los cánones interpretativos jurídicos-
políticos que corresponden a la naturaleza de Tribunal Constitucional; en
otras palabras, se procura la permanencia de la ley en lo que de
constitucional tuviera, sin crear un norma diferente que coloque el Tribunal
en el lugar del legislador, pero que evite también, que el parlamento inicie un
proceso de creación legislativa que pudiera resultar tardío.
Con ello, la labor que el Tribunal realiza con las denominadas
"sentencias Interpretativas", no acarrea el ejercicio de una supuesta potestad
legislativa del Tribunal Constitucional, sino el mero ejercicio de su actividad
interpretativa. En algunos casos, por cierto, no basta con optar por una u otra
interpretación o contenido normativo, pues estos son imperfectos en parte.
En tales casos el Tribunal se ve en la necesidad de completar la norma
mediante las sentencias conocidas como aditivas, permitiendo su
subsistencia para evitar una inconstitucionalidad mayor.
Además esta actividad de interpretación, es pertinente decirlo, no se
refiere solamente al fallo de la sentencia de inconstitucionalidad, sino
también a los fundamentos. Pero no a todos los fundamentos, sino solo a
aquellos que constituyen ratio decidendi del fallo, es decir, los que
representan la motivación directa de lo resuelto (que a veces son reconocidos
expresamente por el propio Tribunal Constitucional). Desde luego, no debería
considerarse obligatoria aquella parte de la fundamentación que es obiter
dicta, en otras palabras, elementos accesorios a lo discutido y
sentenciado.
25
CAPITULO II
LAS SENTENCIAS DE LOS TRIBUNALES CONSTITUCIONALESEN LA DOCTRINA Y SU TIPOLOGIA
Como señala el profesor José Palomino Manchego 24 , los Tribunales
Constitucionales cumplen una función tuitiva ya sea desde la jurisdicción
constitucional de la libertad como desde la perspectiva de la jurisdicción
constitucional orgánica, que como complementa Arelí Valencia Vargas 25 , los
Tribunales Constitucionales como toda institución en el decurso del tiempo
experimenta un proceso evolutivo en la creación de la doctrina jurisprudencial,
alcanzando sus sentencias el valor de verdadera fuente de derecho, de ahí la
importancia de las sentencias constitucionales y sus diversos tipos.
2.1. La Sentencia Constitucional
Siguiendo al destacado profesor José Palomino Manchego 26 , la
sentencia constitucional es un acto procesal emitido por un colegio de jueces
que pone término a un proceso, cuya actividad está dirigida a la interpretación
e integración creadora del derecho, precedida de una compleja operación
mental en la que intervienen la sensibilidad, la inteligencia y la cultura del Juez;
sentencia constitucional que se explica en la convergencia de cuatro principios
fundamentales:
2.1.1 Principio de Congruencia, por el cual considera que el Tribunal
Constitucional debe mantener y respetar la mas estricta correspondencia entre
lo que se solicita y aquello que se resuelve, pudiendo obviar la congruencia
pero sin separarse del contenido y de las fronteras de la solicitud planteada por
la demanda.
24 Revista de Estudios Constitucionales Juris Lexis, año 1, 2005, No.01 "La Sentencia Constitucional enlos Procesos de Inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional del Perú". pp. 183-191.
25 Revista de Estudios Constitucionales Juris Lexis, año 1, 2005, No.01 "Los efectos de la Sentencia deInconstitucionalidad y la Inconstitucionalidad por conexidad en el Código Procesal ConstitucionalPeruano, con motivo de la STC 0053-2004-PI/TC (arbitrios municipales)", pp. 193-215.26 sic.
26
2.1.2 Principio de Motivación, el empleo de los principios y valores
constitucionales por parte de los Tribunales Constitucionales no los faculta para
actuar arbitrariamente al momento de interpretar la Constitución o de analizar la
constitucionalidad de las leyes, por lo cual las sentencias constitucionales
deben explicar los vicios de inconstitucionalidad material, cuando consiste en la
inadecuación entre el acto sometido a control y el contenido sustantivo previsto
en un mandato constitucional; o, por defecto de competencia, cuando un
órgano actúa más allá de sus atribuciones e invadiendo otras no conferidas.
2.1.3 Principio de Colegialidad, por el cual los Tribunales
Constitucionales son órganos colegiados que deben marchar en función de lo
que digan en conjunto, al emitir el fallo sin que ello restrinja la tolerancia de
opiniones disidentes o votos singulares que se aparten del criterio asumido por
el colegiado, y que es la expresión de la apertura de sus intérpretes y del
pluralismo de la constitución.
2.1.4 Principio de Eficacia, por el cual la sentencia constitucional busca
revertebrar el ordenamiento jurídico, cuya eficacia se da por su carácter
general o erga omnes.
2.2 Los efectos de las sentencias de los Tribunales Constitucionales.-
Las resoluciones expedidas por los Tribunales Constitucionales tienen
diferentes efectos, tanto en los procesos de garantías constitucionales de
Amparo, Habeas Corpus y Habeas Data, como en las resoluciones recaídas en
los procesos de inconstitucionalidad.
En este contexto es preciso analizar los diferentes efectos de las
diferentes resoluciones emitidas por el Tribunal Constitucional.
27
2.2.1 Efectos de las resoluciones expedidas en los procesos
constitucionales de la libertad.
Los procesos constitucionales de hábeas corpus, hábeas
data o amparo, tienen por finalidad la tutela de derechos fundamentales frente
a amenazas o agravios concretos, en tal sentido, la resolución del Tribunal
Constitucional no implica inmediatamente que los efectos de las mismas se
extienden a todos los poderes públicos, sino que para cada caso concreto el
Tribunal Constitucional adopta determinado criterio de interpretación,
pronunciamiento que los órganos jurisdiccionales se ven vinculados a seguir la
interpretación del Colegiado en los procesos que les corresponde resolver,
existiendo allí, una primera fuerza vinculante: los órganos jurisdiccionales
tienen la obligación de seguir los criterios que el Tribunal ha señalado, esto es,
que su observancia es obligatoria.
De lo expuesto, tenemos que las resoluciones del Tribunal
Constitucional, sólo tendrían efectos vinculantes para los jueces y las partes,
sin embargo, para el ejercicio profesional es necesario conocer cual es la
tendencia interpretativa de los Tribunales Constitucionales, de tal forma que
estos puedan preparar adecuadamente una estrategia procesal de defensa de
los derechos constitucionales cuando estos se vean amenazados o vulnerados,
no teniendo otros efectos, en todo caso solo existirá una fuerza moral o fuerza
de la razón.27
2.2.2 Efectos de las resoluciones de inconstitucionalidad.-
Las resoluciones que declaran la Inconstitucionalidad de la
Ley o norma con rango de ley emitida por el Tribunal Constitucional tienen la
autoridad de cosa juzgada, con alcances generales o efectos erga omnes, esto
es, que vinculan a todos tanto agentes públicos como privados, con la misma
fuerza de una norma con rango de ley.
27 Juan Maule Sosa Sacio, Diálogo con la Jurisprudencia, Efectos y Alcances (¿Normativos?) de lassentencias del Tribunal Constitucional pág. 38
28
En el Perú, las sentencias fundadas de procesos de
inconstitucionalidad, tiene como principal efecto dejar sin efecto las normas
sobre las cuales se pronuncia, que a su vez produce los siguientes efectos :
Calidad de Cosa Juzgada, tanto en las sentencias estimatorias como
en las desestimatorias, siendo que una vez emitido el fallo no existe posibilidad
de poder recurrirlo formal o materialmente, presentando sólo una excepción, en
el sentido de que si se declara la inconstitucionalidad de una ley por aspectos
de forma, ello no impide su nueva revisión por cuestiones de fondo.
Fuerza Vinculante, emana de su carácter de cosa Juzgada, que obliga
tanto a las partes del proceso como a todos los poderes públicos e incluso para
todos los casos futuros, salvo que el propio Tribunal cambie su jurisprudencia.
Carácter General o Erga Omnes, efecto que también emana de su
carácter de cosa Juzgada, pero que en este caso se extiende a toda la
ciudadanía.
Carece de Efectos Retroactivos (ex - nunc), por el cual una sentencia
declarada inconstitucional pierde vigencia a partir del día siguiente de la
publicación de su declaración de inconstitucionalidad, sin embargo, en el caso
peruano presentan dos excepciones: la primera, cuando se declara la
inconstitucionalidad de una norma tributaria por violación del artículo 74° de la
Constitución; y, la segunda, respecto de las sentencias recaídas en procesos
de acción popular, en los que la sentencia determina sus alcances en el
tiempo.
2.3 Tipos y clases de resoluciones o sentencias de los Tribunales
Constitucionales.-
La función fundamental del Tribunal Constitucional es tuitiva, como se ha
señalado, cuya finalidad es desentrañar cuál de las normas cuestionadas sobre
su inconstitucionalidad está ajustada a la Constitución, con el fin de expulsarla
29
del ordenamiento jurídico, esta clase de sentencias constitucionales son
denominadas tradicionales y que responden a la visión Kelseniana del
Tribunal Constitucional como legislador negativo, las mismas que a su vez se
clasifican en estimatorias y desestimatorias.
Las Sentencias Estimatorias son aquellas en las que el Tribunal
considera que la norma legal impugnada resulta incompatible con la
Constitución y que por tal razón debe ser extraída del sistema jurídico.
También forman parte de este grupo las acciones que el Tribunal ha
considerado que la pretensión invocada por el accionante, referido a la
violación o amenaza de violación de algún derecho fundamental le corresponde
ser tutelado.
Las Sentencias Desestimatorias, por su parte, son las expedidas en
acciones de inconstitucionalidad, que no solo constituyen cosa juzgada sino
que además con tal decisión se ha confirmado la constitucionalidad de la
norma impugnada, obligando con ello a los jueces a aplicarla.
Sin embargo, es la practica jurisprudencia!, aunada a la realidad y el
afán de justicia, que ha impulsado a los Tribunales Constitucionales a la
creación de diversos tipos de sentencias, como señala Arelí Valencia Vargas, y
que conocemos como sentencias constitucionales manipulativas, las cuales
considera de importancia y justifica pues a través de ellas sostiene que se trata
de revalorizar la fuerza normativa de la Constitución, desterrando las
antinomias e impurezas del sistema y, evitando que en dicha labor la solución
ocasione un daño mayor.
La denominación de sentencia manipulativa responde a que el Tribunal
Constitucional manipula los sentidos interpretativos que se puede extraer de
una disposición, y no la disposición misma basado en una distinción entre
disposición, entendida como el enunciado lingüístico que integra un
dispositivo legal y, por norma, el sentido interpretativo del dispositivo legal, con
el fin de no expulsar la ley del ordenamiento jurídico si considera que después
de ser manipulada puede ser entendida conforme a la constitución, bajo los
30
principios de Seguridad Jurídica, Conservación de la Ley y a la exigencia de
una interpretación conforme a la Constitución.
Dentro de este contexto, el Tribunal Constitucional realiza las
denominadas "Sentencias Interpretativas" lo que a criterio del Tribunal no
acarrea el ejercicio de una supuesta potestad legislativa, sino el ejercicio de su
actividad interpretativa, que en otros casos se ve en la necesidad de completar
la norma, a veces a través de disposiciones- sentencias aditivas- permitiendo
su subsistencia para evitar una constitucionalidad mayor.28
2.3.1 Sentencias Interpretativas.-
Crisafulli, señala que todas las sentencias son interpretativas, y en
concreto las sentencias de la Corte Constitucional, pues resulta imprescindible
que realicen una interpretación, tanto del precepto legal impugnado, como de la
Constitución que sirve de parámetro del enjuiciamiento.
El profesor José Palomino Manchego, sostiene que este tipo de
sentencias son aquellas que se presentan cuando un mismo enunciado
lingüístico de un precepto legal admite al menos dos interpretaciones posibles
una contraria y otra conforme a la Constitución, en consecuencia, el Tribunal no
puede declarar la inconstitucionalidad de la disposición, sino solo del sentido
interpretativo que colisiona con ella.
El Tribunal Constitucional, se refiere a sentencias interpretativas
como aquellas que rechazan una demanda de inconstitucionalidad, declarando
la constitucionalidad de un precepto impugnado en la medida en que se
interprete en el sentido que el Tribunal Constitucional considera adecuado a la
Constitución y, por ende, no se interprete en el sentido (o sentidos) que
considera inadecuados.
28 Juan Maule Sosa Sacio Oh cit, pág. 39
31
Las sentencias interpretativas, son aquellas que el Tribunal
Constitucional señala que interpretaciones de un precepto son legítimas desde
el punto de vista constitucional, y cuáles deben rechazarse. 29
Rubio Llorente entiende por sentencias interpretativas aquellas
que emiten un pronunciamiento, no sobre el enunciado de la ley, sino de una
norma que de él puede deducirse mediante los medios habituales de
interpretación.39
En estas sentencias la interpretación desempeña un papel
particular y determinante, no constituyendo como en toda sentencia un simple
motivo, sino formando parte de la decisión como elemento constitutivo y
condicionante.
Díaz Revorio, sostiene que las sentencias interpretativas son
aquellas recaídas en un procedimiento de inconstitucionalidad, cuyo fallo,
dejando inalterado el texto de la disposición, declara explícita o implícitamente
que al menos una de las normas, o parte de ella, que de él derivan conjunta o
alternativamente, no son acordes con la Constitución 31
En este sentido, una sentencia interpretativa puede adoptar
formalmente una u otra decisión (desestimación o estimación), llegando por
ambas vías a la misma conclusión de entender que una norma, parte de ella o,
varias, no son acordes con la Constitución.
Las sentencias interpretativas en sentido estricto son sólo las
recaídas en los procesos de inconstitucionalidad por cuanto la sentencia que
resuelve un proceso de inconstitucionalidad tiene la peculiaridad de estar
encaminada directamente a controlar la constitucionalidad de la norma con
rango de ley; y, en este sentido sólo será sentencia interpretativa la que
29 F. Javier Díaz Revorio, Ob cit, pág. 101
3° F. Javier Díaz Revorio, Ob cit, pág. 101
31 F. Javier Díaz Revorio, Ob cit, pág. 102
32
resolviendo un proceso de inconstitucionalidad contenga un fallo que afecte el
contenido normativo de un precepto legal, sin alterar su texto:" lo cual, no
enerva que el Tribunal Constitucional interprete leyes en otros procesos y que
incluso pueda en dichas sentencias entender que ciertas interpretaciones, o
parte del contenido normativo de un texto legal, son inconstitucionales.
Las sentencias interpretativas encuentran su basamento en el
"Principio de Conservación de las Leyes", debiendo tenerse presente que las
sentencias interpretativas no anulan el texto de la ley en la medida que admite
alguna interpretación conforme a la Constitución.
En determinados casos el Tribunal Constitucional también ha
dictado sentencias con la finalidad de cubrir vacíos normativos, o de evitar que
estos se produzcan como consecuencia de sus decisiones, o salvar la norma
legal cuestionada, o suspendiendo los efectos de la sentencia así como
exhortando a otros Poderes del Estado, realizando para ello interpretaciones al
contenido normativo, mas que al texto o enunciado del dispositivo,
estableciendo que la norma cuestionada admite por lo menos dos
interpretaciones, una de las cuales se acopla a la Constitución.
Estas sentencias interpretativas se subdividen en:
2.3.1.1 Sentencias Interpretativas Aditivas.-
Son aquellas que declaran la inconstitucionalidad de
una disposición o una parte de ella en cuanto omite mencionar algo que es
indispensable para que ella sea conforme a la Constitución; además, precisa
que no se declara la inconstitucionalidad de todo el precepto legal, sino solo de
la omisión.
Estamos pues ante sentencias manipulativas que,
sin incidir en el texto de una disposición legal, establecen la
32 F. Javier Díaz Revorio, Ob cit, pág. 19.
33
inconstitucionalidad, de un precepto, produciendo el efecto de ampliar o
extender su contenido normativo, permitiendo su aplicación a supuestos no
contemplados expresamente en la disposición, o ampliando sus consecuencias
jurídicas. Cabe destacar que, la inconstitucionalidad recae en estos casos
en una norma no expresa, esto es, sobre la omisión o laguna legal.
El profesor Palomino Manchego, señala respecto a
las sentencias aditivas, que estas se producen cuando la inconstitucionalidad
de una disposición legal es consecuencia de que el legislador dejó de decir
algo que debió decir para ser constitucional, siendo que en estos casos el
Tribunal Constitucional declara la inconstitucionalidad de la ley en la parte que
no prevee y, en consecuencia, suprime del texto legal las letras o frases que
introduce el elemento desigualitario.
Pablo Dermizaky considera a la sentencia aditiva
como la que no se limita a analizar el texto de la disposición o disposiciones
para extraer la norma inconstitucional, sino que llega, una vez declarada
inconstitucional cierta norma, a crear una norma, por adición o por sustitución,
de significado opuesto a la declarada inválida.33
Para Díaz Revorio, se consideran sentencias
aditivas a aquéllas, dictadas en un procedimiento de inconstitucionalidad, que
sin afectar al texto de la disposición impugnada, producen un efecto de
extensión o ampliación de su contenido normativo, señalando que dicho
contenido debe incluir algo que el texto de la disposición no prevé.34
La definición utilizada por este autor incluye los
elementos esenciales de una sentencia aditiva: 1) "algo" para ser conforme con
la Constitución; 2) no incidir sobre el texto de la disposición impugnada; 3)
producir un efecto de extensión o ampliación sobre el contenido normativo del
precepto impugnado.
33 Pablo Dermizaky Peredo, La Inconstitucionalidad por Omisión, pág. 67.34F. Javier Díaz Revorio, Ob cit, pág. 256
34
Según Díaz Revorio, la práctica frecuente de las
sentencias interpretativas aditivas desmiente que sólo el texto sea objeto del
proceso de constitucionalidad, puesto que se considera admisible que la
cuestión y la propia decisión de la Corte, puedan tener por objeto también una
norma fundada en la interpretación de uno o más textos legislativos.35
Las sentencias aditivas señalan que el contenido
normativo de un precepto legal debe incluir "algo" que el texto de la disposición
no prevé, para ser acorde con la Constitución, respondiendo por tanto a una
omisión legislativa inconstitucional, entendida como un silencio o laguna de la
ley, que crea una situación contraria a la Constitución.
Díaz Revorio sostiene además que sólo puede
hablarse de "omisión" desde el punto de vista del texto o disposición legislativa,
pero no desde el punto de vista de la norma. De manera que la omisión
legislativa textual deberá siempre subsanarse encontrando una norma
aplicable; concluyendo que el concepto de omisión que nos interesa para el
estudio de las sentencias aditivas es la ausencia de texto o disposición legal -o
carácter incompleto de la disposición legal existente- que puede generar una
norma contraria a la Constitución.
2.3.1.2 Sentencias Interpretativas Sustitutivas.
El jurista José Palomino Manchego, señala que las
sentencias sustitutivas se caracterizan por el hecho de que el Tribunal
Constitucional declara la inconstitucionalidad de una ley en la parte que prevee
una determinada cosa, en vez de preveer otra, comprendiendo la decisión de
dos partes diferentes : una, que demuele el contenido de la disposición
impugnada y, la segunda, que la reconstruye y, una vez declarada
inconstitucional la parte de la disposición que introduce un sentido
inconstitucional, la norma fraccionada subsiste con un nuevo sentido
35 F. Javier Díaz Revorio, Ob cit, pág. 67.
35
(reconstrucción). Precisa que la reconstrucción de la disposición legal, la
efectúa el Tribunal sin introducir frases o palabras en el texto del dispositivo.
Este tipo de sentencias del Tribunal Constitucional,
constituyen el supuesto más complejo y difícil de sentencia manipulativa,
puesto que en ellas un precepto es declarado parcialmente inconstitucional, y
al mismo tiempo se dispone que la parte declarada inconstitucional se sustituya
por otra.
Las sentencias sustitutivas se diferencian del resto
de las sentencias manipulativas en que implican una declaración de
inconstitucionalidad parcial que puede afectar a una parte del texto y
evidentemente, al contenido normativo derivado de ese fragmento; y se
caracterizan porque mediante ellas se "declara la inconstitucionalidad de una
ley en la parte en la que prevé una determinada cosa, en vez de preveer otra",
de esta manera el Tribunal Constitucional reconstruye dicho dispositivo
agregándole un contenido diferente por la vía interpretativa, de forma tal que
dicha norma adquiera constitucionalidad.
2.3.1.3 Sentencias Interpretativas Exhortativas.-
Son aquellas en las cuales, al advertirse una
manifestación de inconstitucionalidad en un determinado dispositivo legal, el
Tribunal Constitucional solo declara su mera incompatibilidad y exhorta al
legislador para que, en un plazo razonable introduzca aquello que es necesario
para que desaparezca el vicio meramente declarado.
Para Héctor Lama More las Sentencias
Interpretativas Exhortativas son aquellas mediante las cuales requieren al
Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo, la expedición urgente de disposiciones
legales que permitan llenar o cubrir los defectos de inconstitucionalidad en los
que incurrirían determinados preceptos normativos; también puede exhortar al
36
Poder Judicial y a los poderes públicos en general para la adopción de
determinadas medidas compatibles con sus decisiones.36
Para Arelí Valencia Vargas", estas sentencias
contienen exhortaciones, pedidos o, alertas al legislador que se incluyen como
parte del fallo, con declaraciones expresas sobre la constitucionalidad de una
norma y no tienen carácter coactivo, teniendo la calidad de una llamada de
atención al ente emisor sobre algún problema detectado con motivo de la
revisión de la constitucionalidad de una norma, pudiendo en determinadas
situaciones demandar la directa y pronta intervención del Congreso, emitiendo
directrices, con lo cual se cuestiona que limita la libertad de actuación del
Congreso, convirtiéndose en una suerte de co-legislador, sin embargo, otros
consideran que una exhortación con detalles es mas conveniente, a fin de
garantizar que la intervención del Congreso se encuentre dentro del marco
constitucional y evitar su posterior revisión.
Respecto a la naturaleza de la Sentencia
exhortativa, el Tribunal Constitucional ha reconocido que las sentencias
exhortativas son recomendaciones o sugerencias y ha precisado que en dichas
sentencias opera el "Principio de Persuasión", que se utiliza cuando al
examinarse los alcances de un proceso constitucional, si bien no se detecta un
vicio, se encuentra una legislación defectuosa que de algún modo conspira
contra la adecuada marcha del sistema constitucional.38
2.3.1.4 Sentencias Interpretativas Estipulativas
Son aquellas que exponen conceptos, alcances y
efectos de la sentencia, de manera que, mas adelante, ya no tenga que volver
a explicarlos.
36 Héctor Lama More, Oh cit pág. 32.37 Ardí Valencia Vargas Ob. Cit., pág. 193-215.
38 Héctor Lama More, Oh cit pág. 32
37
2.3.1.5 Sentencias Interpretativas Reductoras
Son aquellas sentencias cuya base del ámbito de
aplicación de la disposición queda reducido, así la constitucionalidad de la
norma pasa por otorgar un sentido restringido del dispositivo, en virtud a que la
amplitud de la norma impugnada permite interpretaciones inconstitucionales,
debiéndose precisar que en este supuesto no se eliminan interpretaciones, sino
que se reduce el margen de interpretación que permite la norma.39
Para Héctor Lama More estas se presentan cuando
se declara la inconstitucionalidad de una parte del contenido o significado
normativo, manteniendo subsistente el texto o enunciado, pero que como
consecuencia de la declaración de inconstitucionalidad se produce una
"reducción" de la extensión del contenido normativo, sosteniendo que dicha
reducción se produce en el ámbito de la aplicación del precepto lega1.4°
2.3.2. Sentencias Prospectivas.-
Arelí Valencia Vargas 41 , sostiene que las sentencias prospectivas
son aquellas en las cuales el Tribunal Constitucional, modula los efectos de sus
sentencia en el tiempo pro futuro, es decir los suspende en un plazo
determinado, por cuanto de surtir efectos al día siguiente de su publicación se
originaría una situación de mayor inconstitucionalidad, debido al grave vacío
normativo a consecuencia de la anulación de la norma inconstitucional, sin que
exista una ley inmediata que la reemplace y produzca efectos sobre las
situaciones jurídicas existentes.
2.3.3. Sentencias Estimatorias y Desestimatorias.-
Las sentencias interpretativas estimatorias, las constituyen las
que declaran la inconstitucionalidad parcial de un precepto, sin que dicha
39 Juan Manuel Sosa Sacio, Ob cit pág. 40so Héctor Lama More, Oh. cit. pág. 30.41 Arelí Valencia Vargas Ob cit pág. 193-215
38
inconstitucionalidad afecte a su texto, quedando por tanto su texto inalterado,
aunque tras la sentencia sea necesaria una "nueva lectura" del mismo42.
Por su parte, Díaz Revorio sostiene que una sentencia
interpretativa desestimatoria también podría limitarse a descartar la
interpretación inconstitucional, pero lo cierto es que la fórmula parcialmente
estimatoria parece más acorde con esa finalidad.43
42 F. Javier Díaz Revorio, Ob cit, pág. 18543 F. Javier Díaz Revorio, Oh cit, pág. 189
39
CAPITULO III
FACULTADES LEGISLATIVAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN EL
DERECHO COMPARADO
Los Tribunales Constitucionales, en el Derecho comparado (que pueden
ser también Cortes Constitucionales o Cortes Supremas), tienen -entre otras- la
especial función del control de Constitucionalidad de las normas y están
facultados para declarar la inexistencia -ex nunc- de aquellas que resulten
viciadas. En el desarrollo de estas funciones, los Tribunales no se limitan a la
sola expulsión de la norma del Ordenamiento Jurídico como hemos señalado,
sino que por el contrario realizan las interpretaciones y modulación de los
efectos de las sentencias que consideran convenientes para salvaguardar la
Constitucionalidad de la decisión.
El tratamiento que asignan los ordenamientos jurídicos modernos a las
omisiones inconstitucionales es diverso, no obstante ello, para los efectos
metodológicos se clasifican en dos grupos: A) El primero comprende los
sistemas jurídicos que han incorporado esta figura en los textos
constitucionales, es el caso de las Constituciones de Yugoslavia, Portugal,
Brasil, y la Provincia de Rió Negro, Argentina; B) El segundo grupo
corresponde a los ordenamientos en los cuales el estudio del tema ha sido
tarea de los Tribunales Constitucionales por vía de interpretación e integración,
en el cual están inscritos la mayoría de países que adoptan un modelo de
justicia constitucional
3.1. ORIENTACIÓN EUROPEA
En la mayoría de los países de lineamiento constitucional, en el mundo,
el estudio de las omisiones legislativas inconstitucionales ha sido atribuido a la
jurisprudencia y a la doctrina.
40
3.1.1. Alemania Federal
Aunque ahora Alemania ya no se encuentra dividida en dos, la
del sector del Este que durante 45 años constituyó la República Democrática
Alemana, se encuentra en proceso de asimilación a la Alemania Federal, de tal
manera que el ordenamiento jurídico de ésta es el actualmente vigente. En este
sentido tenemos que referirnos a la jurisdicción constitucional alemana en
función de la Constitución de 1959 llamada Ley Fundamental de Bonn.
En este país, la omisión del legislador de regular normativamente
un ámbito de la vida social no puede ser, por lo general, objeto de control de
constitucionalidad, ya que en este procedimiento se trata de controlar la
compatibilidad de una norma jurídica omitida", sólo se admite el control de la
omisión normativa parcial, en los casos en que ha sido delimitada en forma
discriminatoria, vulnerando el derecho constitucional a la igualdad.
La Corte Constitucional tiene las siguientes competencias:
Resuelve sobre la interpretación de la Ley fundamental, con motivo de
conflictos, los alcances de los derechos y obligaciones de un órgano
federal supremo o que tengan este tipo de derechos.
Decide sobre los casos de discrepancia o dudas sobre la compatibilidad
formal y objetiva del derecho federal o del derecho de un Estado con la
propia Ley fundamental.
en el caso de discrepancias sobre derechos y deberes de la Federación
y de los Estados, en los conflictos de derecho público entre la federación
y los Estados, entre diversos Estados o dentro de un mismo Estado.
Sobre las reclamaciones de cualquier ciudadano, por la violación de sus
derechos constitucionales por parte de la autoridad pública.
" Aja , Eliseo, op.cit. p. 66-80
41
6. Sobre reclamaciones constitucionales de municipios y asociaciones de
municipios por infracción del derecho de autonomía administrativa.
En algunos eventos el Tribunal profiere sentencias apelativas -
mandatos al legislador- cuando la norma cuya constitucionalidad revisa al
momento del fallo, puede devenir inconstitucional en el futuro, con lo cual se
pretende que el legislador adopte a tiempo medidas legislativas para prevenir la
inconstitucionalidad.
3.1.2. Austria
En el sistema constitucional austriaco solo pueden impugnarse
normas existentes, los silencios legislativos no son susceptibles de control de
constitucionalidad, tampoco son comunes las recomendaciones al legislador.
Se ha admitido, no obstante, la corrección de la inactividad parcial del
legislador, con base en el principio de igualdad
La Corte Constitucional de Austria según afirma García Belaúnde,
tiene su origen en un proyecto que en 1918 preparó Hans Kelsen, época en
que se desintegró el Imperio austro-húngaro', luego se cristaliza en una ley
especial el año 1919 y se constitucionaliza en la carta fundamental de 1920.
Kelsen fue pues su propugnador, creación que incluso la reforzó al formar parte
de ese novísimo órgano jurisdiccional especial, en su calidad de Magistrado.
Esta experiencia de la primera postguerra fue modificada y
perfeccionada en 1929 y en 1975 y ha cumplido una amplia labor de control
constitucional de las leyes, habiéndose llegado a derogar numerosas leyes
como consecuencia de su labor jurisdiccional en esta materia, no obstante que
se vio interrumpida por un apreciable período, cual es el transcurrido durante la
ocupación y anexión de Austria a Alemania durante el Tercer Reich.
García Belaunde, Domingo. Op. Cit. Pág. 42
42
La competencia de la Corte Constitucional ampliada en 1975, es
la siguiente:
Decide sobre la constitucionalidad de las leyes federales y de los
Estados Federados.
Controla la constitucionalidad de los Decretos Leyes.
Controla la constitucionalidad de los Tratados Estatales.
Concede recursos individuales de quejas, por inconstitucionalidad de los
actos del Poder Ejecutivo.
Controla la legalidad de elecciones y referendums.
Acusa al Presidente de la República, miembros del Gobierno y órganos
del mismo rango, por infracción de las leyes.
Decide sobre la competencia de diferentes órganos del Estado.
Decide controversias, por supuestas violaciones del derecho
internacional.
9. Tiene competencias en otros conflictos no constitucionales, como por
ejemplo: en procesos de derecho patrimonial contra la Federación, los
Estados Federados, Regiones, Gobiernos Locales, en casos específicos.
La trascendencia del modelo austriaco con sus respectivas
modificaciones que lo han perfeccionado y consolidado ha resultado de
trascendental importancia, no solamente por haber originado y encaminado el
sistema de jurisdicción constitucional y haber servido de paradigma para los
demás que le han sucedido en Europa y ahora en algunos países de América
Latina, sino también porque sus atribuciones son las cabales y necesarias para
43
un completo control de la constitucionalidad. De ello resulta que este modelo es
concentrado propiamente dicho.
3.1.3. España
También el Tribunal Constitucional español, afirmando el carácter
normativo de la Constitución, ha intentado 45 dar respuesta al problema de la
omisión legislativa, utilizando en sus fallos técnicas diversas de interpretación e
integración, de las cuales Maria Ángeles Ahumada hace la siguiente
clasificación : Sentencias Apelativas, Sentencias Aditivas o Constructivas,
Sentencias de Inconstitucionalidad, Sentencias de Simple Inconstitucionalidad.
El Derecho Positivo no contempla la Inconstitucionalidad por
omisión; sin embargo, el Tribunal Constitucional ha incorporado el concepto en
su jurisprudencia, como por ejemplo en la CSTC. 24/1982, que dice : "... la
inconstitucionalidad por omisión sólo existe cuando la constitución impone al
legislador la necesidad de dictar normas de desarrollo constitucional, y el
legislador no lo hace ..."
El Tribunal Constitucional Español fue creado en el año 1931 con
el nombre de Tribunal de Garantías Constitucionales y tuvo una vigencia
limitada durante la II República, experiencia que terminó con el establecimiento
del régimen franquista que, como es sabido, funcionó autoritariamente durante
cuarenta años.
Se establece como institución nueva y con sus propias
características por mandato de la Constitución de 1978, como uno de los
órganos constitucionales del más alto rango.
Según diversos tratadistas españoles, este Tribunal no representa
únicamente un organismo de tipo jurisdiccional, que trata de mantener la
coherencia y el equilibrio en la vida jurídica del Estado, sino que representa el
"Guardián de la Constitución", entendiendo a ésta como una norma superior,
45 Villaverde Menéndez Ignacio Op. Cit. P.81
44
no solamente por su jerarquía, sino sobre todo por el sistema de valores que
representa.
Distinguidos tratadistas españoles como García de Enterría y
Fernández Segado, admiten que el modelo español de jurisdicción
constitucional, tanto en el nivel de su Constitución como de su Ley Orgánica,
representa el desarrollo del modelo alemán, por cierto con algunas variantes
importantes.
Entre sus competencias, encontramos que el art. 161 — 1 de la
Constitución, le asigna al Tribunal las siguientes competencias:
Conocer del recurso de inconstitucionalidad contra leyes y disposiciones
normativas con fuerza de ley.
Conocer del recurso de amparo por violación de los derechos y
libertades referidos en el art. 53.2 de la Constitución.
Conocer de los conflictos de competencia entre el Estado y las
comunidades autónomas o de éstas entre sí.
De las demás materias que le atribuya la Constitución o las Leyes
Orgánicas.
Las atribuciones especiales que le concede la Constitución al
Tribunal, para casos específicos, son las siguientes:
Conocer sobre la inconstitucionalidad de los Tratados (art. 95).
Conocer sobre las impugnaciones que haga el Gobierno a las
disposiciones o resoluciones adoptadas por los órganos de las
Comunidades Autónomas (art. 161.2).
45
3. Conocer sobre las cuestiones planteadas por el órgano judicial, en
relación a que una norma por aplicar se considere contraria a la
Constitución, y de cuya validez depende el fallo (art. 163°).
La inconstitucionalidad previa.
La LOTC le concede al Tribunal una facultad espacialísima, cual es la de
pronunciarse sobre los Proyectos de Tratados, que se consideran
inconstitucionales, esto es, que el Tribunal se pronuncia antes de la aprobación
del Tratado.
La inconstitucionalidad previa que originariamente la LOTO la
proyectaba también al control de las Leyes Orgánicas, ha quedado reducida
únicamente a los proyectos de los Tratados, por una modificación de la ley3.
3.1.4. Italia
Las omisiones o la inactividad del legislador han empujado
frecuentemente a la Corte Constitucional italiana a una labor de suplencia del
Parlamento, a través de la elaboración de una serie de instrumentos y tipos de
pronunciamiento manipulativos.46
La Corte Constitucional califica la omisión como una norma
deducible del modelo normativo general susceptible de control. Se encuentran
en la jurisprudencia italiana tres clases de sentencias ideadas para restar
efectos a la omisión legislativa inconstitucional :
Los Avisos o amonestaciones
Las decisiones aditivas o sustitutivas y,
3. las Sentencias aditivas por principios.
Fernández Segado, Francisco. El Sistema Constitucional Español. Dykinson Madrid. 1992 Pág. 108146 Aja, Eliseo. Las tensiones entre El tribunal Constitucional y el Legislador en la Europea actual Ariel Barcelona , p.98-128.
46
Dentro del marco de la jurisdicción constitucional, es introducida
en esa Constitución, al decir de Fernández Segado, como consecuencia de dos
principios : la eliminación de la Constitución flexible y la creación del
ordenamiento regional, que exigía un instrumento adecuado para controlar el
sistema de distribución de competencias entre las autonomías regionales y el
Estado.
Respecto de sus funciones, el art. 134° de la Constitución
prescribe que la Corte Constituzionale juzga:
Sobre las controversias acerca de la legitimidad constitucional de las
Leyes y de los actos con fuerza de ley del Estado y las Regiones.
Sobre los conflictos y atribuciones entre los Poderes del Estado y sobre
los que surjan entre el Estado y las Regiones y entre las Regiones.
3. Sobre las acusaciones entabladas contra el Presidente de la República y
los Ministros, conforme a la Constitución2.
3.1.5. Portugal
La Constitución Portuguesa promulgada el 2 de abril de 1976,
bajo la influencia de la Carta Yugoslava, consagró la competencia del Tribunal
Constitucional para el control de las omisiones legislativas, teniendo como
antecedente el articulo 279° del texto original que preveía "... Cuando la
Constitución resulte incumplida por omisión de las medidas legislativas
necesarias para hacer aplicables las normas constitucionales, el Consejo de la
Revolución podrá recomendar a los órganos legislativos competentes que las
dicten en un plazo razonable".
2 D' Eufemia Giuseppe. La Constituzione Italiana. Nuova Universale Studium. Roma. 1979, Pág. 99.
47
Posteriormente, mediante la Ley Constitucional N° 01 del 30 de
septiembre de 1982, artículo 283° modificó la norma en estos términos:
"... Al requerimiento del Presidente de la Republica, del proveedor de
Justicia o, con fundamento en la violación de derechos de las Regiones
autónomas, de los Presidentes de las Asambleas Regionales, el
Tribunal Constitucional aprecia y verifica el incumplimiento de la
Constitución por omisión de las medidas legislativas necesarias para
hacer aplicables las normas constitucionales.
Cuando el Tribunal verifica la existencia de la inconstitucionalidad por
omisión dará conocimiento de ello al órgano legislativo competente.
La disposición constitucional alude a la omisión como la ausencia de las
medidas legislativas necesarias para hacer aplicables las normas
constitucionales, por tanto, las omisiones inconstitucionales susceptibles
de control en este sistema son únicamente las legislativas. El control se
contrae a poner en conocimiento del órgano legislativo la declaratoria de
inconstitucionalidad".
Maria Ángeles Ahumada Ruiz47 afirma al efecto que Portugal, a
diferencia de los demás países europeos occidentales dotados de justicia
constitucional, admite el control de las omisiones legislativas por el hecho de
que la Constitución Portuguesa posee un gran numero de preceptos que
reclaman desarrollo legislativo y allí el control no esta circunscrito al texto
expreso sino al contenido normativo.
3.1.6. Yugoslavia
La Constitución de la Republica Socialista Federal de Yugoslavia
proclamada el 21 de Febrero de 21 de Febrero de 1974, representa el primer
antecedente histórico normativo en el control de las omisiones
inconstitucionales.
" Ahumada Ruiz, María Ángeles " El control de constitucionalidad de las omisiones legislativas" En Revista de centrode Estudios Constitucionales . N° 8 Madrid (enero — abril) ,(1991), P. 192
48
El artículo 377° de la Constitución Yugoslava prescribe:
"... Si el Tribunal de Garantías Constitucionales de Yugoslavia hiciere
constar que un órgano competente no hubiere dictado las normas de
ejecución de la Constitución de RSFY, de las leyes y de otras
disposiciones y actos generales federales, estando obligados a dictarlas,
informará de ello a la Asamblea de la RSFY. Al margen de esa
determinación, cabe significar que tanto el Tribunal de Garantías
Constitucionales de las Republicas y de las provincias autónomas
podían iniciar "ex officio" un proceso encaminado a la verificación del
control de la Constitucionalidad y, en los casos de omisión Constitucional
no sólo informar a la Asamblea de este hecho, sino también pueden
intervenir con vistas a la superación de la omisión legislativa, la
presentación a las Asambleas respectivas de propuestas de elaboración
o modificación de leyes, o a través de la adopción de cualquiera otras
medidas encaminadas a garantizar la Constitucionalidad y la Legalidad"48
Con el fundamento en la norma transcrita se admite un control
abstracto de la omisión inconstitucional por parte del Tribunal de Garantías
Constitucionales o los Tribunales de las Republicas Federales, que consiste en
constar, aun en forma oficiosa, la inconstitucionalidad por omisión, con el fin de
informar de ello a la Asamblea de la Republica para que adopte las medidas
necesarias, en algunos casos pueden los Tribunales incluso, presentar
propuestas de elaboración o modificación de las leyes para garantizar la
constitucionalidad de éstas"
49 Cfr. Al efecto , Relatório do Tribunal Constitucional da Republica Socialista Federativa da Yugoslavia: "AjurisdicaoConstitucional no Sistema Politico e Autogestor da República Federativa da lugoslávia ", en Boletín de Documentacaoe Directo Comparado de Portugal , n as. 29-30, pág. 94.49 Fernández Segado , Francisco . "La Inconstitucionalidad por omisión ¿ Cauce de los derechos de naturalezasocioeconómica ? "la inconstitucionalidad por omisión . Sagues. Bidart Campos, Fernández Segado , MirandaFernández ROodríguez, Bazan, Santafé de Bogota, Temis (1997), Pág. 25
49
3.2. Sudafrica
La Corte Constitucional de Sudáfrica fue creada por la Constitución
provisional de 1993, promulgada como resultado de las negociaciones que
culminaron en la eliminación del «apartheid» y la formación de gobierno de
unidad nacional. La Corte Constitucional de 1996 ratificó el estatuto y funciones
de la Corte, dándole la misión principal de proteger los derechos
fundamentales, cuyo detalle ocupa el espacio mayor en su artículo. Esta
preocupación se explica, como lo han dicho los propios Magistrados de la
Corte, en el largo pasado colonial del país y del sistema de apartheid que
hicieron tabla rasa de los derechos de la mayoría de los sudafricanos.
Una decisión inherente de la Corte Constitucional sudafricana fue la
que pronunció el 2 de diciembre de 1999, en el caso promovido por la National
coalition for gays and Lesbians Equality y otros contra el Ministro de Asuntos
Interiores, sobre Inconstitucionalidad del Artículo 25° de una Ley de 1991,
modificada en 1996, que daba al «esposo» o «esposa » de un residente
permanente en Sudáfrica el derecho a obtener automáticamente un permiso de
residencia en el país. Los recurrentes estimaron que esta disposición era
discriminatoria porque no alcanzaba a los extranjeros que mantenían una
relación homosexual estable con un ciudadano sudafricano
La Corte Constitucional de Sudáfrica consideró que el vocablo Esposa(o)
no incluía a las parejas homosexuales, y que por consiguiente el artículo
impugnado les discriminaba injustamente, y vulneraba su derecho a la igualdad
y su dignidad consagrados por la Constitución; Pero, lo interesante es que la
Corte no se limitó a declarar la inconstitucionalidad del precepto mencionado,
sino que decidió complementarlo incluyendo después del término esposo(a),
las palabras o pareja del mismo sexo en una relación estable, para asegurar
la corrección de una inconstitucionalidad por omisión, el alto Tribunal
sudafricano asumió el papel de colegislador, aparte de que la sentencia
constituye la afirmación de un poder normativo del Juez Constitucional,
observándose que este criterio es aceptable en cuanto reposa sobre una
auto-limitación de la Corte, expresada en la sentencia
50
Estas limitaciones se inspiran, en gran medida, en el derecho Schachter
de la Corte Suprema de Canadá, que contiene las directrices a seguir por las
otras jurisdicciones de ese país para determinar si la acción complementaria
es apropiada en cada caso. Estas directrices son, entre otras:
La acción positiva del Juez sobre la Ley debe, en primer lugar, ajustarse
a la Constitución y a sus principios fundamentales, de manera que
interfiera lo menos posible con los textos adoptados por el legislador.
El Juez debe definir con precisión en que forma ha de complementarse
la Ley para ajustarla a la Constitución, tomando en cuanta cual era la
intención del legislador, de suerte que, si se está frente a varias
opciones correctivas de la inconstitucionalidad, se escoja, en lo posible,
la que permita preservar la voluntad legitima de aquel. Esta directriz se
funda, como es obvio, en el principio general del Derecho de
«conservación de la norma» .
En su decisión la Corte Suprema de Sudáfrica agrega que el
parlamento es libre en los limites fijados por la Constitución, de modificar
posteriormente el precepto, reduciéndolo o modulándolo para suprimir las
ventajas o incluir nuevos beneficios5°
3.3. Estados unidos de Norteamérica (Jurisdicción Difusa)
El problema de inconstitucionalidad de las leyes, en los Estados Unidos,
tiene como forma de solución el sistema difuso de jurisdicción constitucional,
pero ya como modelo específico, se conoce con el nombre de Judicial Review.
Tiene su propio fundamento, sus propias características y sobre todo su larga
aplicación jurisprudencial, que no solamente ha servido para ese país, sino que
ha servido como paradigma para un buen número de países.
5° Ver Didier Ribes. En « Le Juge Constitutionnel peut-il se (aire legislatiur? » Les Cahiers dit Constitutionnel. N°9, 2000. Dalloz Paris. 2000, pág 48 y ss
51
Su punto de partida es la Supremacía de la Constitución, su finalidad
inmediata es el control constitucional y, su órgano ejecutor el Poder Judicial.
Esta forma de control, es una elaboración propia del Derecho Constitucional
norteamericano, afirma Bidart Campos, agregando además, que la forma de
hacer efectiva esa supremacía, es mediante la revisión de las leyes y de los
actos de Gobierno.
Se sostiene con justificada razón que la Constitución de los Estados
Unidos, no concede a la Corte Suprema tal facultad revisora, pero sí se infiere
de una adecuada interpretación del arto 6°, sección n, que señala que la
Constitución es la Ley suprema del país y que los Jueces están obligados a
conformarse a ella.
Sobre esa base, la jurisprudencia norteamericana llegó a elaborar su
modelo y luego su doctrina de la constitucionalidad y del control constitucional,
vía judicial.
La Judicial Review, que constituye el control constitucional a cargo de la
Corte Suprema, tiene un origen y un desarrollo eminentemente jurisprudencial.
Ya resulta famoso el fallo expedido en el orden federal, el año 1803, sobre el
caso Marbury vs. Madinson, en el que el Juez Marshall emitió su extraordinario
pronunciamiento, dejando de aplicar una ley, por considerarla contraria a la
Constitución.
El resumen de dicha sentencia, que hace Claudius Jonson y que la
reproduce Bidart Campos 4 , es elocuente:
1. Constitución es la Ley suprema; por ende, un acto legislativo contrario a
ella no es una ley;
El Tribunal Judicial debe decidir siempre entre dos leyes en conflicto; Si
un acto legislativo está en pugna con la Constitución, es deber del
4 Bidart Campos, Germán. Op. cit. T.I. Pág. 217
52
Tribunal rehusar la aplicación del acto legislativo; Si así no lo hace, se
destruye el fundamento de la Constitución escrita.
Lógicamente este control a cargo del Poder Judicial, no puede apuntar a
la derogatoria de la Ley inconstitucional, ya que dicho Poder tiene la facultad
únicamente de administrar justicia y en esa tarea hace respetar la
constitucionalidad mediante la inaplicabilidad de la ley que contradice a la
norma constitucional.
Las características del sistema difuso en general, se plantea vía
excepción, lo que implica un caso concreto, sus resultados son la
inaplicabilidad de la ley inconstitucional y, sus efectos son ínter partes, es decir,
solamente para las partes que intervienen.
La jurisprudencia de la Corte Suprema es respetada por lo seria e
ilustrada y de gran tradición, de tal manera que los demás Jueces Federales y
Estatales, siguen esa misma jurisprudencia. Por eso la Revisión Judicial en
Estados Unidos, es garantía de control constitucional y de seguridad jurídica.
3.4. Experiencias Latinoamericana de Jurisdicción Constitucional
La influencia Latinoamérica con su sistema difuso se ha dejado sentir en
varios países latinoamericanos, particularmente en México y Argentina. Otros
países no han tenido contemplado en sus ordenamientos procesales, en forma
expresa, ningún tipo de jurisdicción constitucional de las Leyes, lo que si ha
existido y existe en la mayor parte de ellos, es un control constitucional de los
actos que vulneran los derechos y libertades a través de las garantías
constitucionales, preferentemente del Habeas Corpus, el Amparo, etc.
En cambio, en estas dos últimas décadas se han registrado algunas
experiencias concretas de jurisdicción Constitucional de tipo concentrado, o
cuando menos la creación de Tribunales Constitucionales que han compartido
su labor jurisdiccional con el Poder Judicial. Los Países que han sentido la
influencia del sistema Austriaco son : Chile, Perú y Colombia.
53
3.4.1. Colombia
La Corte Constitucional Colombiana, con su Constitución de 1991,
ha dado un avance significativo, no solamente en materia de Jurisdicción, sino
también en otros de su ordenamiento constitucional. Su Carta Fundamental ha
recogido y superado las experiencias de los países latinoamericanos que han
renovado sus Constituciones en la década del 80.
La Corte Constitucional, por las numerosas atribuciones que tiene,
aparece como el instrumento de un sistema predominantemente concentrado.
Ella tiene a su cargo la jurisdicción constitucional y, por consiguiente, cumple
con el control de la Constitución, no solamente respecto a leyes y normas que
tengan fuerza de ley, sino también contra decisiones relacionadas con la acción
de tutela de los derechos constitucionales, sobre la constitucionalidad de las
diversas formas de consulta popular, como los referendums, plebiscitos,
tratados, etc.
Las funciones de la Corte Constitucional, según el art. 241° son las
siguientes:
Decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que promuevan los
ciudadanos contra actos reformatorios de la Constitución, cualquiera sea
su origen, sólo por vicios de procedimiento en su formación.
Decidir, con anterioridad al pronunciamiento popular, sobre la
constitucionalidad de la convocatoria a un referéndum o a una Asamblea
Constituyente para reformar la Constitución, sólo por vicios de
procedimiento en su formación.
3. Decidir sobre la constitucionalidad de los referendums sobre leyes y de
las consultas populares y plebiscitos del orden nacional. Estos últimos
sólo por vicios de procedimiento en convocatoria y realización.
54
Decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que presenten los
ciudadanos sobre las leyes, tanto por su contenido material como por
vicios de procedimiento en su formación.
Decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que presenten los
ciudadanos contra los decretos con fuerza de ley dictados por el
Gobierno, con fundamento en los arts. 150° numeral 10), y 341° de la
Constitución, por su contenido material o por vicios de procedimiento en
su formación.
Decidir sobre las excusas de que trata el art. 137° de la Constitución.
Decidir definitivamente sobre la constitucionalidad de los Decretos
Legislativos que dicte el Gobierno con fundamento en los arts. 212°,
213° y 215° de la Constitución.
Decidir definitivamente sobre la constitucionalidad de los proyectos de
ley que hayan sido objetados por el Gobierno como inconstitucionales y
de los proyectos de leyes estatutarias, tanto por su contenido material
como por vicios de procedimiento en su formación.
Revisar en la forma que determine la ley, las decisiones judiciales
relacionadas con la acción de tutela de los derechos constitucionales.
10. Decidir definitivamente sobre la exigibilidad de los Tratados
Internacionales y de las leyes que lo aprueban. Con tal fin, el Gobierno
los remitirá a la Corte, dentro de los seis días siguientes a la sanción de
la ley.
Cualquier ciudadano podrá intervenir para defender su
constitucionalidad. Si la Corte los declara constitucionales, el Gobierno
podrá efectuar canje de notas, en caso contrario no serán ratificados.
Cuando varias normas de Tratados Multilaterales sean declaradas
inexigibles por la Corte Constitucional, el Presidente de la República sólo
55
podrá manifestar el consentimiento, formulando la correspondiente
reserva.
11. Darse su propio reglamento.
3.4.2. Chile
Ha tenido Tribunal Constitucional en dos épocas: la primera,
entre el 10 de septiembre de 1971 y el 11 de septiembre de 1973 que cesó en
sus funciones con el golpe militar de Augusto Pinochet que derrocó del poder a
Salvador Allende. Su base jurídica estaba contenida en el art. 78° - b), de la
Constitución Chilena de 1925, que fue producto de una reforma constitucional
del 21 de enero de 19705.
Las atribuciones del Tribunal Constitucional Chileno, de
conformidad con el art. 82° de la Constitución, son las siguientes:
Ejercer el control constitucional de las Leyes Orgánicas constitucionales
antes de su promulgación y de las Leyes que interpreten algún precepto
de la Constitución;
Resolver las cuestiones de constitucionalidad que se susciten durante la
tramitación de los proyectos de ley o de reformas constitucionales y de
los Tratados sometidos a la aprobación del Congreso;
Resolver las cuestiones que se susciten sobre la constitucionalidad de
un Decreto con fuerza de ley;
Resolver las cuestiones que se susciten sobre constitucionalidad con
relación a la convocatoria de Plebiscito, sin perjuicio de las atribuciones
que correspondan al Tribunal calificador de Elecciones;
Fix Zamudio, Héctor. La Jurisdicción Constitucional en América Latina. Lecturas ConstitucionalesAndinas N°1. Comisión Andina de Juristas. Lima, 1991, p. 52.
56
Resolver los reclamos en caso de que el Presidente de la República no
promulgue una ley cuando deba hacerlo, promulgue un texto diverso del
que constitucionalmente corresponde o, dicte un decreto
inconstitucional;
Resolver sobre la inconstitucionalidad de un decreto o Resolución del
Presidente de la República que la Contraloría haya presentado por
estimarlo inconstitucional, cuando sea requerido por el Presidente, de
conformidad con el art. 88°;
Declarar la inconstitucionalidad de las organizaciones y de los
movimientos o partidos políticos, de conformidad con lo dispuesto en el
art. 8° de esta Constitución;
Informar al Senado de los casos a que se refiere el art. 49 inc. 7) de esta
Constitución;
Resolver sobre las inhabilidades constitucionales o legales que afecten a
una persona para ser designada Ministro de Estado, permanecer en
dicho cargo o desempeñar simultáneamente otras funciones;
Pronunciarse sobre las inhabilidades, incompatibilidades y causales de
cesación en el cargo de parlamentarios;
11. Resolver sobre la inconstitucionalidad de los Decretos Supremos
dictados en el ejercicio de la potestad reglamentaria del Presidente de la
República, cuando ellos se refieren a materias que pudieran estar
reservadas a la Ley por mandato del art. 60°.
3.4.3. Ecuador
Según Domingo García Belaúnde, fue incorporado en 1945 un
Tribunal de Garantías Constitucionales, que operaba sobre el papel y que fue
57
eliminado en 1978 (De la Jurisdicción Constitucional al Derecho Procesal
Constitucional. Grijley. Lima-2000, pág. 42).
En su Constitución Reformada de 1984, se restablece el Tribunal de
Garantías Constitucionales con funciones limitadas, pues sus resoluciones
sobre control constitucional de normas, eran sometidas al Congreso para que
este decidiera si derogaba o no la ley cuestionada como inconstitucional y,
mientras tanto, el indicado Tribunal suspendía los efectos de la ley materia de
la acción.
Las competencias del Tribunal de Garantías Constitucionales, son las
siguientes:
Conocer y resolver las demandas de inconstitucionalidad de Leyes
Orgánicas, Leyes Ordinarias, Decretos Leyes, Decretos, Ordenanzas,
Estatutos, Reglamentos y Resoluciones y suspender total o parcialmente
sus efectos.
Conocer y resolver sobre la inconstitucionalidad de actos administrativos
de toda autoridad pública. La declaratoria de inconstitucionalidad
conlleva la revocatoria del acto, sin perjuicio de que el órgano
administrativo adopte las medidas necesarias para preservar el respeto
a las normas constitucionales.
Conocer las resoluciones que denieguen el hábeas corpus, el hábeas
data y el amparo, y los casos de apelación previstos en la acción de
amparo.
Dictaminar sobre las objeciones de inconstitucionalidad que haya hecho
el Presidente de la República, en el proceso de formación de las leyes.
5. Dictaminar de conformidad con la Constitución, Tratados o Convenios
Internacionales, previos a su aprobación por el Congreso Nacional.
58
Dirimir conflictos de competencia o de atribuciones asignadas por la
Constitución.
Ejercer las demás atribuciones que le confiere la Constitución y las leyes
(Art. 276° de la Constitución).
Si comparamos el modelo de la Constitución de 1984 y de su Tribunal de
Garantías Constitucionales, con el modelo actual de la Constitución de 1998,
indudablemente que la jurisdicción, ha visto ampliada sus facultades de control
en lo que se refiere al control de normas, resolviendo sin intervención de
ningún otro organismo.
Por su parte el Tribunal de lo Contencioso administrativo, tiene la
facultad de declarar inaplicable cualquier precepto legal contrario a la
Constitución, con motivo de un asunto controvertido bajo su conocimiento y, de
allí, que los efectos de tal resolución se extienden únicamente para la materia.
3.4.4. Nicaragua
La Constitución establece como medio procesal el recurso por
inconstitucionalidad contra la Ley, Decreto o Reglamento que se oponga a lo
prescrito por la Constitución Política, el cual podrá ser interpuesto por cualquier
ciudadano (art. 187° de la constitución). En este primer ámbito es necesario
rescatar el sentido ampliamente democrático del acceso ciudadano a tal medio
de defensa de la Constitucionalidad
Estas facultades están concentradas en el Poder Judicial y, más
concretamente, en la Corte Suprema, de conformidad con las atribuciones que
le concede el art. 164° de su Constitución que están consignadas en los
siguientes términos:
Inc. 3: Conocer y resolver los recursos de amparo por violación de los
derechos establecidos en la Constitución, de acuerdo a la ley de
amparo.
Inc.4: Conocer y resolver los recursos por Inconstitucionalidad de ley
59
3.4.5. Venezuela
La mayoría de las objeciones al control Judicial de las omisiones
legislativas pueden reconducirse al supuesto desconocimiento del reparto
constitucional de las funciones públicas que comporta.
Así, en relación con la previsión de una acción de
inconstitucionalidad por omisión se ha señalado que atentaría contra la libertad
de configuración normativa o discrecionalidad del legislador, el cual debe
conservar la facultad de determinar el momento en que ha de ser desarrollado
un precepto constitucional. Ello alcanzaría especial importancia en el ámbito
de las disposiciones relativas a los fines del Estado en materia económica o
social, muy frecuentes en las Constituciones contemporáneos, por cuanto el
órgano legislativo sería el único idóneo para valorar las circunstancias
imperantes en tales áreas y para decidir, en función de éstas, la oportunidad
de las leyes de desarrollo, según las prioridades trazadas y los recursos
disponibles, y conforme a las necesidades de la población51
La división de los poderes no puede ser concebida como la
atribución, con carácter de exclusividad, de cada una de las principales
funciones públicas a conjuntos orgánicos determinados, por cuanto son
múltiples los supuestos de interrelación y de mutua influencia entre cada uno
de éstos. La razón fundamental que sigue proporcionando justificación a ese
principio reside en el necesario aseguramiento de un equilibrio entre los
poderes, en resguardo de la libertad y de la democracia. En tal sentido, el
establecimiento por la Constitución de un Tribunal o corte Constitucional, u
otra máxima instancia especializada en el control de la constitucionalidad,
implica por definición un condicionamiento externo de la acción del legislador,
que no tiene de suyo nada criticable, pues con ello se garantiza la supremacía
de la Constitución y de los derechos que consagra, sin perjuicio del abuso en
que puede eventualmente incurrirse en el ejercicio de este control.
S' Véase, entre otros . Ferreira Filho . op. Cit... Pág. 32.
60
La aceptación de la fuerza normativa de la Constitución, hoy
indiscutible, obliga a proteger la Norma Suprema de toda acción u omisión de
los poderes públicos violatoria de sus disposiciones, sin que sea lícito
reconocer al legislador un espacio de inmunidad al control judicial cuando el
desconocimiento de la Constitución se origina en su inactividad. Frente a lo
que ha sido denominado expresivamente como "agresión omisiva'62 de la
Constitución, el ordenamiento jurídico no puede mantenerse pasivo, sino que
debe abrir caminos para la aplicación del control judicial de la
constitucionalidad de la omisión y de manera general, para asegurar la
vigencia de la Constitución ante el proceder omisivo de uno de los poderes
constituidos.
El legislador no está facultado para disponer sobre la obra del
poder constituyente, ni siquiera cuando ésta pueda parecer en el futuro errada
o inconveniente en sus consecuencias. Sin perjuicio de las posibilidades de
adaptación de la Constitución a nuevas circunstancias, de la interpretación
progresiva de sus preceptos e incluso de la mutación constitucional, la
apelación al poder constituyente es la única vía válida para encomendar las
disposiciones constitucionales que se estimen equivocadas, sin que sea lícito
erigir al legislador en Juez de la pertinencia aplicabilidad de los preceptos
Constitucionales.
En el ejercicio del control de Constitucionalidad de las omisiones
legislativas debe reconocerse al legislador un amplio margen de apreciación en
la determinación de los recursos disponibles para el desarrollo de los
preceptos constitucionales, así como para el establecimiento de las prioridades
en materia económica y social y la fijación de la oportunidad de ese desarrollo
legal, pero ello no ha de conducir a negar la viabilidad de tal control en un
Estado social y democrático de Derecho. La posibilidad de armonizar las
exigencias de control de constitucionalidad de las omisiones legislativas con el
reparto constitucional de las funciones públicas se ha puesto de relieve en
ordenamiento que poseen la acción específica y directa de inconstitucionalidad
52 Victor Bazán " Hacia la plena exigibilidad de los preceptos constitucionales: el control de las omisionesinconstitucionales" . en Bazán (coord..).op...cit. Pág 45
61
por omisión, como el Derecho Portugués. En el Tribunal Constitucional se ha
reconocido al legislador cierta discrecionalidad en la determinación del
momento en que debe ser dictada una regulación legal requerida por la
Constitución "en lo tocante a una jerarquización y definición de prioridades de
realización de los diversos fines estatales o de las diversas necesidades
públicas"53
Lo que no puede aceptarse, es que el legislador ostente
libertad para determinar si desarrolla los preceptos constitucionales y en qué
medida lo hace, cualquiera sea su tipo o naturaleza, pues todos son
componentes de un conjunto jurídico de normatividad inobjetable frente al
legislador y demás órganos del poder público.
53 Sentencia 276/1989. citada por Fernández Rodríguez , op. Cit.. Pág. 155.
62
CAPITULO IV:
EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PERUANO
4.1. Antecedentes — Tribunal De Garantías Constitucionales
Javier Valle-Riestra señala que la primera Carta constitucional del Perú
que inscribió la preeminencia de la Constitución sobre la ley, fue la Carta liberal
de 1856 que en su artículo décimo expresaba que toda ley que se opusiera a la
Constitución, era una norma nula. Las Cartas posteriores de 1860, 1867 y
1919 no repitieron ese proceso. La Carta de 1933 en sus artículos 123° y 133°
se refiere a las infracciones de la Constitución denunciables ante el Congreso,
pero por conductas anti-constitucionales cometidas por las autoridades y
simplemente en su artículo 133° se refirió a la posibilidad de por vía de acción
popular, solicitar al Poder Judicial la inconstitucionalización de Reglamentos y
Decretos de carácter general, precisándose que la ley reglamentaría esta
atribución, o sea que no existió en el Perú la facultad judicial, expresa o textual,
de inconstitucionalizar las leyes, existiendo como complemento algo que los
Jueces menospreciaron con frecuencia: la facultad que aparece en el artículo
XXII del Título Preliminar del Código Civil de 1936, que es la de que el Juez
debe preferir la norma constitucional a la legal cuando existe incompatibilidad
entre ambas54.
La Constitución de 1979, para corregir la omisión de la Carta de 1933,
dispuso en forma precisa en su artículo 236° que en caso de incompatibilidad
entre una norma constitucional y una norma legal ordinaria, el Juez prefiere a la
primera. Los constituyentes de 1978 — 1979 se inclinaron por crear toda una
jurisdicción especial para velar por la primacía de la Constitución del Tribunal
de Garantías Constitucionales como el órgano de control de la Constitución55,
54 VALLE-RIESTRA, Javier. El Tribunal de Garantías Constitucionales. El caso de los Votos Nulos yBlancos, referida a su Fundamentación del TGC en la Asamblea Constituyente (01 de Junio de 1979),Editora] Labrusa S.A., Lima, 1986, p. 9
PAREJA PAZ SOLDAN, José. Derecho Constitucional Peruano y la Constitución de 1979. EditorialItal Perú S.A., Lima, año 1981, p.366 - 367
63
correspondiéndole, de conformidad con el artículo 298°, la jurisdicción
exclusiva en materia de inconstitucionalidad de las leyes y como Tribunal de
Casación en las resoluciones del Poder Judicial que hayan denegado la acción
de hábeas corpus y la acción de amparo, agotada la vía judicial.
Efectivamente, es en el año 1979, con la Constitución de ese año, que
se introduce en el Perú el control concentrado de la constitucionalidad de las
leyes. En el seno de la Asamblea Constituyente se creyó en la necesidad de
crear un órgano cuya función sería la de garantizar la vigencia de la nueva
Carta Política, así como de los derechos fundamentales que en ella se
consagraban. Los constituyentes estimaban que, si bien ya existía en nuestro
país el control difuso de la constitucionalidad de las leyes, éste sólo se limitaba
a la inaplicación de las mismas sin efectos generales, por los Jueces del Poder
Judicial, quienes, además, habían hecho uso muy restringido de dicha facultad.
Por ello, tomando como ejemplo el proceso constitucional español, decidieron
crear el llamado Tribunal de Garantías Constitucionales, como órgano
autónomo de garantía y control de constitucionalidad56.
Una vez sancionada su Ley Orgánica, el Tribunal inició en funciones en
noviembre de 1982, actuando hasta abril de 1992 en que fue clausurado luego
del golpe de estado perpetrado por Fujimori. Durante los casi 10 años en que
funcionó el Tribunal de Garantías Constitucionales, no tuvo mucha actividad
respecto de acciones de inconstitucionalidad, pues hasta octubre de 1991 sólo
llegaron a interponerse 16 acciones de este tipo, y sólo una había sido
declarada fundada. En relación a acciones de inconstitucionalidad por los
ciudadanos, por el elevado número de firmas exigido (50,000), sólo llegó a
interponerse una acción de este tipo, demanda que, si bien pudo presentarse,
no llegó a tramitarse porque antes de eso, se produjo el golpe de estado del 05
de abril de 199257.
56ALVA ORLANDINI, Javier. oh. cit, p. 1" Idem
64
Enrique Bernales señala que con la Constitución de 1979, se ingresó a
una era de modernización doctrinaria, lo que permitió que se distingan
nítidamente los instrumentos procesales, a los que se denominó, precisamente,
"garantías constitucionales", de los derechos fundamentales de la persona,
contenidos en la parte dogmática del texto constitucional 58 . Si embargo, las
expectativas que acompañaron la implementación del Tribunal fueron
defraudadas, tanto por aspectos de deficiente concepción constitucional como
por su ineficacia, que se agotó entre tensiones de sus miembros y falta de
independencia ante el poder político59.
En la Constitución de 1993 se pretendió corregir estos errores,
incrementando las funciones del Tribunal, en el sentido de que pueda resolver
conflictos de competencia, conocer los casos como instancias de fallo, entre
otros. Además, la innovación más importante estriba en que se amplían los
sujetos u órganos legitimados para instalar el control de la constitucionalidad, lo
que le otorga más posibilidades de actuación69.
4.2. Marco jurídico actual : Constitución, Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional y Código Procesal Constitucional.
La Constitución de 1993, en su artículo 201° señala que el Tribunal
Constitucional es el "Órgano de Control de la Constitución", estableciendo
además que es "autónomo e independiente". Se compone de siete miembros
elegidos por cinco años, quienes deben cumplir los mismos requisitos que para
ser vocal de la Corte Suprema, gozando de la misma inmunidad y de las
mismas prerrogativas que los congresistas, alcanzándoles las mismas
incompatibilidades. La Norma establece que no hay reelección inmediata.
De conformidad con el texto constitucional, los miembros del Tribunal
Constitucional son elegidos por el Congreso de la República con el voto
favorable de los dos tercios del número legal de sus miembros, no pudiendo
58BERNALES BALLESTEROS, Enrique. La Constitución de 1993. Análisis Comparado. Consitución ySociedad ISC Rao editores, Cuarta Edción, Lima, año 1998, p. 81359 Idem, p. 8386° Idem p. 839
65
ser elegidos magistrados del Tribunal Constitucional, los Jueces o Fiscales que
no han dejado el cargo con un año de anticipación.
El artículo 202° de la Constitución establece las atribuciones del
Tribunal Constitucional, señalando que corresponde al Tribunal Constitucional:
Conocer, en instancia única, la acción de inconstitucionalidad;
Conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias
de hábeas corpus, amparo, hábeas data y acción de cumplimiento; y,
3. Conocer los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas por
la Constitución, conforme a ley.
En relación a la Acción de Constitucionalidad el artículo 204° de la Carta
Magna establece que la sentencia del Tribunal que declara la
inconstitucionalidad de una norma se publica en el diario oficial, disponiendo
que a partir del día siguiente de la publicación, dicha norma queda sin efecto,
no teniendo efecto retroactivo la sentencia del Tribunal que la declara
inconstitucional, en todo o en parte.
Mediante la Ley No. 28237, en vigencia desde el 01 de diciembre del
2004, se aprobó el Código Procesal Constitucional, regulando los procesos
constitucionales de hábeas corpus, amparo, hábeas data, cumplimiento,
inconstitucionalidad, acción popular y los conflictos de competencia, previstos
en los artículos 200° y 202° inciso 3) de la Constitución, estableciéndose como
fines esenciales de los procesos constitucionales la garantía de la primacía de
la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales.
De conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional, las sentencias del Tribunal Constitucional que
adquieren la autoridad de cosa juzgada constituyen precedente vinculante,
cuando así lo exprese la sentencia, precisando el extremo de su efecto
normativo, disponiéndose además que cuando el Tribunal Constitucional
66
resuelva apartándose del precedente, debe expresar los fundamentos de
hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las razones por las cuales se
aparta del precedente.
Asimismo por Ley No. 28301, norma que entró en vigencia
simultáneamente con el Código Procesal Constitucional, se aprobó la Ley
orgánica del Tribunal Constitucional, estableciéndose en su artículo 1° que el
Tribunal Constitucional es el "órgano supremo de interpretación y control de la
constitucionalidad". Asimismo dispone que es "autónomo e independiente" de
los demás órganos constitucionales, encontrándose "sometido sólo a la
Constitución y a su Ley Orgánica". Si bien la norma establece que el Tribunal
Constitucional tiene como sede la ciudad de Arequipa, puede, por acuerdo
mayoritario de sus miembros, tener sesiones descentralizadas en cualquier otro
lugar de la República.
El quórum del Tribunal Constitucional de conformidad con el artículo 5°,
es de tres de cinco de sus miembros. En Sala Plena, el Tribunal resuelve y
adopta acuerdos por mayoría simple de votos emitidos, salvo para resolver la
inadmisibilidad de la demanda de inconstitucionalidad o para dictar sentencia
que declare la inconstitucionalidad de una norma con rango de ley, casos en
los que se exigen cinco votos conformes. De no alcanzarse la mayoría
calificada de cinco votos en favor de la inconstitucionalidad de la norma
impugnada, el Tribunal dictará sentencia declarando infundada la demanda de
inconstitucionalidad.
La Ley Orgánica del Tribunal Constitucional deja establecido que en
ningún caso el Tribunal Constitucional deja de resolver, disponiendo que, los
magistrados no pueden dejar de votar, debiendo hacerlo en favor o en contra
en cada oportunidad. Los fundamentos de voto y los votos singulares se emiten
juntamente con la sentencia. Si bien los Magistrados del Tribunal son
irrecusables pueden abstenerse de conocer algún asunto cuando tengan
interés directo o indirecto o por causal de decoro. Para conocer, en última y
definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de los procesos de amparo,
hábeas corpus, hábeas data y de cumplimiento, iniciadas ante los Jueces
67
respectivos, el Tribunal está constituido por dos Salas, con tres miembros cada
una. Las resoluciones requieren tres votos conformes.
De conformidad con el artículo 51° de la Constitución Política del Perú, la
Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de
inferior jerarquía, y así sucesivamente, reconociéndose de esta forma la
supremacía de la Constitución como principio fundamental del ordenamiento
jurídico peruano.
El control de constitucionalidad es la acción política o jurisdiccional que
tiene la finalidad de hacer efectivo y garantizar la primacía de la Constitución,
que debe ser acatada y cumplida por todos los órganos del poder público, los
gobernantes y gobernados, así como aplicada con preferencia a las Leyes,
Decretos o Resoluciones. Según Néstor Pedro Sagués (1989: T1 — 29), para la
existencia del control de constitucionalidad y para que el mismo sea efectivo en
el cumplimiento de sus finalidades, deben concurrir los siguientes presupuestos
jurídicos:
Constitución rígida total o parcialmente;
Órgano de control independiente;
Órgano con facultades decisorias;
Derecho de los particulares a solicitar el control y;
5. Sometimiento al control de toda actividad estatal61.
El control de constitucionalidad de las leyes es el examen de la
adecuación de las normas a la Constitución, y su objeto es la de expulsar del
ordenamiento jurídico cualquier norma que resulte incompatible con la
Constitución. En el Perú, el control jurisdiccional de la constitucionalidad de las
61 ídem, p. 22
68
leyes, se realiza a través del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. Sin
embargo, el control que realizan uno y otro, difieren en cuanto a la forma,
alcance y efectos".
El control difuso o difundido, que es de origen norteamericano, es el que
recae en todos los Jueces del Poder Judicial, es un control de inaplicabilidad,
pues el órgano jurisdiccional se limita a no aplicar una norma para el caso que
tiene que resolver, por considerar que ella no es compatible con una norma
superior, sea ésta una ley o la propia Constitución. Como consecuencia de ello,
esa inaplicación no conlleva la expulsión de la norma del ordenamiento jurídico,
por lo que mantiene su vigencia y validez para todos aquellos que no fueran
parte del proceso. Se trata así, del llamado control concreto o control del caso
concreto, ejercido en el curso de cualquier proceso judicial y en donde no es la
causa directa de la pretensión",
El Control que realiza el Tribunal Constitucional puede ser, de un lado,
un control de inaplicabilidad, de la misma forma en la que están facultados los
jueces ordinarios, aunque sólo en los procesos constitucionales de Hábeas
Corpus, Amparo, Hábeas Data y Cumplimiento, que son los que conoce el
Tribunal Constitucional en recurso extraordinario; y también un control de
constitucionalidad, por vía directa, concentrada y con efectos erga omnes. El
control concentrado, que es de origen europeo, es también el llamado control
abstracto, pues busca la expulsión de una norma jurídica contraria al precepto
constitucional, por lo que la decisión tiene efectos generales. La declaración de
inconstitucionalidad, a diferencia del control de inaplicabilidad realizado por los
Jueces ordinarios, es la causa directa de la pretensión, por lo que se tramita
como acción directa y es una cuestión principal. Es también un control objetivo,
pues no pretende la restitución o declaración de un derecho del actor, sino el
reestablecimiento del orden constitucional afectado por la vigencia de una
norma que lo contraviene".
(,2 ALVA ORLANDINI, Javier. La Acción de Inconstitucionalidad en el Perú, Editora GráficaRepresentaciones Generales 2000 S.A.C., lera Edición, Diciembre 2004, p. 4/563 Idem, p. 5/6.64 Idem, p. 6
69
4.3. La Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Como Creadora Del
Derecho
Ronald Dworkin señala que el sistema jurídico esta compuesto por
normas, directrices y principios, sostiene que cuando existen contradicciones o
lagunas el Juez no tiene discreción porque está determinado por los principios.
Así, sustenta su tesis en los siguientes dos argumentos : Cualquier norma se
fundamenta en un principio, y, los jueces no pueden aplicar normas
retroactivas: Tienen la obligación de aplicar los principios porque forman parte
esencial del derecho65.
Marcial Rubio define la laguna del derecho como aquella situación no
prevista en las normas jurídicas existentes, que se considera que debe recibir
una solución jurídica, o también una situación que debe recibir, vía ratio, una
solución distinta a la prevista. En tal caso, la integración jurídica es fundamental
en la aplicación del Derecho, pero se debe recurrir a ella de manera restringida
y ponderada. En caso contrario, se puede afectar seriamente al sistema jurídico
total66
El Tribunal Constitucional peruano en diversas sentencias entre las que
cabe destacar la sentencia 1417-2005-AA/TC 67 , ha señalado que la distinta
eficacia de las disposiciones constitucionales, da lugar a que éstas puedan ser
divididas entre "normas regla" y "normas principio". Mientras que las primeras
se identifican con mandatos concretos de carácter autoaplicativo y son,
consecuentemente, judicializables, las segundas constituyen mandatos de
optimización, normas abiertas de eficacia diferida, que requieren de la
intermediación de la fuente legal, para alcanzar plena concreción y ser
susceptibles de judicialización. En tal perspectiva, existen determinados
derechos fundamentales cuyo contenido constitucional directamente protegido,
requiere ser delimitado por la ley, sea porque así lo ha previsto la propia Carta
65 Dworkin, Ronald. Los Derechos en Serio, traducción de Marta Guastavino, 4° reimpresión, Marzo1999, Barcelona, España, p. 1566 RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico. Introducción al Derecho. Fondo Editorial PUCP,Lima, año 1988, p. 300 - 30167 Sentencia del 08 de Julio del 2005, Manuel Anicama Hernández, publicada en el diario oficial "ElPeruano" el 12 de Julio del 2005
70
Fundamental (vg. el artículo 27° de la Constitución en relación con el derecho a
la estabilidad laboral. Cfr. STC 0976-2001-AA. Fundamento 11 y ss.) o en
razón de su propia naturaleza (vg. los derechos sociales, económicos y
culturales). En estos casos, nos encontramos ante las denominadas leyes de
configuración de derechos fundamentales.
Así, señala que los derechos fundamentales cuya configuración requiera
de la asistencia de la ley no carecen de un contenido per se inmediatamente
exigible a los poderes públicos, pues una interpretación en ese sentido sería
contraria al principio de fuerza normativa de la Constitución. Lo único que ello
implica es que, en tales supuestos, la ley se convierte en un requisito sine qua
non para la culminación de la delimitación concreta del contenido directamente
atribuible al derecho fundamental. Y es que si bien algunos derechos
fundamentales pueden tener un carácter jurídico abierto, ello no significa que
se traten de derechos "en blanco", es decir, expuestos a la discrecional
regulación del legislador, pues el constituyente ha planteado un grado de
certeza interpretativa en su reconocimiento constitucional directo. Aquí señala
el Tribunal Constitucional que se encuentra de por medio el principio de "libre
configuración de la ley por el legislador'', conforme al cual debe entenderse que
es el legislador el llamado a definir la política social del Estado social y
democrático de derecho. En tal sentido, éste goza de una amplia reserva legal
como instrumento de la formación de la voluntad política en materia social; sin
embargo, dicha capacidad configuradora se encuentra limitada por el contenido
esencial de los derechos fundamentales, de manera tal que la voluntad política
expresada en la ley debe desenvolverse dentro de las fronteras jurídicas de los
derechos, principios y valores constitucionales.
Una de las principales causas de la pérdida de legitimidad de los
Tribunales de justicia radica en la falta de seguridad jurídica por la falta de
unidad y predictibilidad en la aplicación del derecho. Los mecanismos
implementados para evitar esta inseguridad jurídica lo constituye el principio
stare decisis que es aquel que considera que los jueces se encuentran
obligados a seguir los criterios contenidos en sus propias decisiones anteriores.
Así, el Tribunal Constitucional se encuentra efectivamente vinculado y no sólo
71
orientado por los principios derivados de ciertos precedentes contenidos en sus
sentencias68.
El control jurídico del Tribunal Constitucional debe centrarse en
determinar qué es aquello que los derechos fundamentales ordenan, prohíben
o permiten frente a cada intervención legislativa y nunca debe extender
indebidamente su competencia para derivar órdenes, prohibiciones o permisos
que sus ámbitos normativos no comprenden69.
La jurisprudencia constitucional es el conjunto de orientaciones y
criterios que en ejercicio de sus funciones jurisdiccionales han sido
establecidos en las Resoluciones del Tribunal Constitucional, para la aplicación
e interpretación de la Constitución, ya sea en el control normativo, en la tutela
de derechos o en los conflictos de competencia y atribuciones. A favor de
considerar la jurisprudencia del Tribunal Constitucional como fuente de
derecho, en aplicación del principio stare decisis, basado en los tres siguientes
argumentos:
Que un número considerable de sus sentencias comportan declaración
de principios jurídicos.
El ejercicio del control jurisdiccional supone necesariamente una
interpretación de la Constitución y que interpretar supone por esencia un
elemento creador de derecho.
3. En las constituciones que contienen fórmulas vagas y ambiguas es al
Tribunal Constitucional al que le corresponde definir el contenido de una
disposición constitucional, estableciendo de esta manera, la consiguiente
norma constitucional.
68 ADRIAN CORIPUNA, Javier. Sobre la interpretación constitucional vinculante del TribunalConstitucional y sus efectos en la jurisprudencia del Pode Judicial, Pensamiento Constitucional AñoVIII, p. 49969 BERNAL PULIDO, Carlos. Tribunal Constitucional, Legislador y Principio de Proporcionalidad,Revista Española de Derecho Constitucional, SIN: 0211-5743, número 74, mayo-agosto, 2005, p. 443
72
En contra de considerar las sentencias del Tribunal Constitucional como
fuente de derecho, se señala que al no ser un modo de manifestarse o
exteriorizarse el derecho, no posee el Tribunal Constitucional capacidad
normativa creadora'''.
4.4. Proyecto de Ley del Congresista Antero Flores Araoz
Con fecha 20 de enero del 2006, el Congresista de la República Antero
Flores Araoz, ejerciendo el derecho a iniciativa legislativa que le confiere el
Artículo 107° de la Constitución Política, presentó el Proyecto de Ley N°
14321/2005, destinado a "Garantizar el Principio de Separación de Poderes y la
Seguridad Jurídica en los procesos de Inconstitucionalidad".
Dicho proyecto señala que se ha advertido excesos en las sentencias
dictadas por el Tribunal Constitucional en numerosos procesos de
inconstitucionalidad, que han producido sentencias manipulativas, aditivas,
sustitutivas, integrativas, exhortativas, entre otras, en las cuales el citado
órgano jurisdiccional ha rebasado sus atribuciones constitucionales que se
limitan a dejar sin efecto las normas que hayan sido declaradas
inconstitucionales, según lo prevé el artículo 204° de la Constitución.
Sostiene que pese a la claridad del mandato constitucional en este
sentido, el Tribunal Constitucional ha emitido sentencias interpretativas, como
por ejemplo las recaídas en los Expedientes N° 0010-2002-AlfTC, 0006-2003-
Al/TC, 0009-2004-Al/TC y 0044-2004-Al/TC, las cuales han propiciado no sólo
polémica sino confusión respecto del rol de este órgano encargado de
confirmar la constitucionalidad de las normas, o de expulsarlas del
ordenamiento cuando son incompatibles con la Constitución, debido a que en
la práctica se observa que no hay regla para deducir cuándo han de emitirse
dichas sentencias y los limites que el Tribunal Constitucional debe respetar.
el Exp. 010-2002-AITTC, señala que el Tribunal Constitucional no sustentó cuál
sería la norma legal o constitucional en la que se ampara al emitir dichas
sentencias, no existiendo en nuestro ordenamiento constitucional ninguna
norma que otorgue al Tribunal Constitucional tal atribución.
Agrega que en este tipo de sentencias frecuentemente la interpretación
o norma nueva no figura en el fallo de la sentencia, sino que se remite a los
fundamentos jurídicos de la misma, lo que las hace confusas y de difícil
conocimiento para los jueces y abogados, sin contar los inconvenientes
prácticos, y aun de seguridad jurídica, de esta técnica jurisprudencial,
generando inseguridad jurídica porque es muy difícil que los operadores
jurídicos y en general la ciudadanía comprenda la parte considerativa de las
resoluciones que sustenta una sentencia interpretativa, produciéndose el
desconocimiento generalizado de los criterios jurisprudenciales y la
imposibilidad de hacer previsible la actuación de los órganos encargados de
aplicar las normas legales.
De otro lado, indica que una de las características de este tipo de
sentencias es que el Tribunal mediante las sentencias interpretativas, comienza
a ejercer una función legisladora en su vertiente positiva, excediéndose en el
ejercicio de sus competencias, lo cual es necesario corregir. Esta situación por
lo demás se agrava al verificar la obligatoriedad de las normas legales vigentes
y el carácter obligatorio y vinculante que tienen las sentencias de
inconstitucionalidad.
En tal sentido precisa que mediante las referidas sentencias el Tribunal
Constitucional se ha convertido en legislador positivo, modificando y
manipulando las normas legales, invadiendo de este modo el ámbito de
competencia que la Constitución ha reservado a otros órganos
constitucionales, vulnerando el principio de separación de poderes.
Por otro lado, el referido Proyecto de Ley expresa que es necesario
reformar el artículo 1° de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, Ley N°
28301, con el propósito de establecer claramente el sentido cabal de la norma
74
jurídica y disponer tal cual enuncia la Constitución Política, que el "Tribunal
Constitucional es el Órgano de control de la Constitución", dejando claramente
establecido que al estatuirse su calidad de órgano de control de la Constitución,
no implica que nadie más pueda interpretar la Constitución Política. En tal
sentido, el Tribunal Constitucional no podría arrogarse la potestad única y
exclusiva de determinar que deviene en constitucional o inconstitucional.
Como ejemplos de casos en que considera que el Tribunal
Constitucional ha rebasado sus atribuciones constitucionales, el Congresista
Flores Araoz cita la votación supercalificada que exigió el Tribunal
Constitucional para la vacancia del Presidente de la República en la sentencia
sobre el expediente N° 006-2003-AITTC que era un tema de corte
absolutamente político, que no era objeto de la demanda y que el Tribunal
incluyó en su fallo de manera arbitraria. Además, en dicha sentencia el Tribunal
exhortó al Congreso a modificar el artículo 100° de la Constitución, lo cual no le
corresponde porque no es Juez de la Constitución sino de la constitucionalidad.
Otro caso relevante destacado es la sentencia recaída en el Expediente N°
0050-2004-AI(TC y otros expedientes acumulados, que resolvió en diversas
acciones de inconstitucionalidad interpuestas contra la Ley de Reforma
Constitucional que modificó el régimen del Decreto Ley N° 20530 y contra la
respectiva Ley de Desarrollo Constitucional. En este caso el Tribunal
Constitucional emitió una sentencia interpretativa "reductora" y a la vez
"aditiva", eliminando palabras o frases de la mencionada Ley de desarrollo por
considerar que vulneraba el desarrollo a la pensión, y agregando otras, "para
salvar su constitucionalidad". Como se advierte, señala el legislador, en dicha
sentencia se utilizó este tipo de sentencias interpretativas que no se
encuentran reguladas en la ley y que no encuentran aval en el ordenamiento
constitucional y legal nacional.
Por dichos fundamentos, el Proyecto de Antero Florez Araoz señala que
resulta evidente que el ordenamiento jurídico constitucional y legal vigente no
autoriza al Tribunal Constitucional a emitir las diversas modalidades de
sentencias interpretativas, por lo que de encontrar una norma inconstitucional,
75
sólo se encuentra facultado para emitir las sentencias de simple anulación de
acuerdo con el carácter de legislador negativo.
Quienes están a favor de esta iniciativa argumentan los supuestos
excesos de los fallos del Tribunal Constitucional, la vulneración del principio de
separación de poderes por parte de este Tribunal al legislar en positivo, la falta
de fundamento constitucional para emitir sentencias interpretativas, así como la
inseguridad jurídica que crearían los pronunciamientos de este colegiado.
Mientras tanto, quienes la rechazan se sustentan en que la prohibición de la
labor de Tribunal Constitucional como legislador positivo — a través de
sentencias interpretativas y el recorte de su facultad de supremo y definitivo
intérprete de la Carta Magna supone no solamente alterar por vía legislativa la
función que el constituyente asigna a este Tribunal como supremo contralor de
la constitucionalidad, sino también debilitar el sistema de protección y defensa
de la vigencia de la Constituciónn.
La eliminación de la potestad del Tribunal Constitucional de ser
"supremo y definitivo intérprete" de la Constitución y, por consiguiente, de su
atribución de crear derecho — vía interpretación — como un legislador positivo
es contraproducente para nuestro ordenamiento jurídico, advierte el
especialista en derechos humanos del consorcio Justicia Viva, Juan Carlos
Ruiz Molleda. En defensa de este colegiado, el especialista expone diez
razones jurídicas para resguardar las potestades interpretativas del Tribunal
Constitucional. En primer lugar, los pronunciamientos que emite conllevan un
ejercicio limitado y disminuido de facultades legislativas. A diferencia del
Congreso de la República, cuando el TC expide este tipo de sentencias, no
elige ni escoge la mejor interpretación a base de un criterio de oportunidad y de
conveniencia, sino aquella que sea una exigencia constitucional, advierte.
Estos precedentes, prosigue, son expresión del "Principio de Colaboración de
Poderes"; la doctrina nacional y comparada ha reconocido la función de
"legislador positivo" del Tribunal Constitucional al emitirlos, los cuales tienen
fundamento y legitimidad constitucional, son una respuesta a los mandatos de
71 HERRERA GUERRA, Paul. En debate propuesta para limitar facultades del TC. Publicado en eldiario El Peruano el 9 de junio de 2006, p. 17
76
actuación positiva de la Constitución, son expresión de los "poderes implícitos"
del Tribunal, y además en el referido proyecto de ley se desconoce que la
interpretación constitucional tiene reglas y principios propios. Argumenta,
asimismo, que el análisis consagrado en la citada propuesta legislativa sobre la
Constitución viola principios técnicos de interpretación constitucional. A su
criterio, la facultad del Tribunal Constitucional de supremo y definitivo intérprete
de la Constitución tiene fundamento constitucional, se advierte que el Congreso
desatiende la mayoría de las exhortaciones que hace este colegiado para que
legislen . Para Ruiz Molleda, tanto la doctrina nacional como la comparada
reconocen la función interpretativa y, en consecuencia, la facultad de legislador
positivo del Tribunal Constitucional. Más aún si se ha convertido en un
fenómeno extendido en el ámbito mundial el hecho de que los Tribunales
Constitucionales de diferentes países donde impera el estado de derecho
utilizan tal tipo de fallos, resalta el experto73.
El especialista en derecho parlamentario doctor Gustavo Gutiérrez 74 por
su parte señala que todos reconocemos la importancia del Tribunal
Constitucional, pero también sus excesos. El caso Bedoya en que ingresó a
conocer los requisitos de la detención en una suerte de activismo judicial, o
cuando en sus fallos fundamentan atribuciones aditivadoras, interpretadoras,
correctoras, e incluso, legislativas ante la omisión del Congreso, son temas
polémicos.
Si su fuente es la Constitución, dicho autor considera que no se puede
creer que de los 100 constituyentes de 1979 o de los 80 congresistas de 1993,
alguno de ellos quería diseñar un Tribunal Constitucional que legisle. En
realidad, agrega, el Tribunal Constitucional se gestó como un Tribunal de
Garantías, y no como legislador positivo; más como guardián de la Constitución
que como su arquitecto. Así, el límite del Tribunal Constitucional es
precisamente la Constitución, no son pues constituyentes ni parlamentarios,
son defensores de la constitucionalidad, de modo que, al asumir competencias
72 Idem73 Idem.74GUTIERREZ, Gustavo. Parlamento y el Tribunal Constitucional. Artículo publicado en el diario oficial"El Peruano" el 11 de Julio del 2006, p. 17
77
tomadas de la jurisprudencia extranjera o de la doctrina, no recoge fuente
positiva alguna, al contrario desalienta la formación de instituciones sólidas
como el Parlamento y el Poder Judicial, verdaderos depositarios de la voluntad
popular. Muchos pueden convenir en el descrédito del Parlamento, por
ejemplo, pero ello no es motivo para empequeñecerlo, ni suficiente para que un
grupo de juristas puedan suplir tareas dadas al Congreso por la voluntad
popular. Hay ahí un tema de concepción del Estado.
Gustavo Gutiérrez señala que ciertamente es interesante el derecho
comparado: el bloque de constitucionalidad, que sirve como pauta
interpretadora, o las mismas sentencias interpretativas, que confluyen a actuar
con rapidez en la solución de problemas jurídicos; pero de allí a ser lo que es
hoy, una constante, es un exceso que ha llegado a altos ribetes como en el
caso de la sentencia 0004-2004-CC, en donde el Tribunal Constitucional
amenaza con legislar si incurre en omisión; hecho que la misma Delia
Revoredo replicó, al señalar en un voto singular que no es competencia del
Tribunal Constitucional obligar al Congreso a dictar determinadas leyes, ni
sustituirlo en la labor legislativa si no lo hace, al contrario, podría significar una
usurpación de las funciones del Parlamento.
5. Respuesta del Tribunal Constitucional
Luego de hacerse público el proyecto del congresista Antero Flores
Araoz y consecuente debate conforme se ha referido en el capítulo precedente,
el Tribunal Constitucional con fecha 02 de febrero del 2006 mediante Sentencia
0030-2005-PITTC75 establece diversos lineamientos respecto al fundamento
constitucional y legitimidad de sus sentencias, recogidos también en su
sentencia 0004-2006-PI(TC 76 , del 29 de marzo del 2006, sustentando la
legitimidad de sus sentencias interpretativas en la diferencia entre los términos
disposición y norma.
75 Sentencia del 02 de Febrero del 2006, publicada en la Página web del Tribunal Constitucional:http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/0030-2005-Aihtml76 Sentencia del 29 de Marzo del 2006, publicada en la Página web del Tribunal Constitucional:http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/0004-2006-AI.html
78
En tal sentido el Tribunal Constitucional defiende la constitucionalidad de
sus sentencias interpretativas conforme a los siguientes fundamentos:
La Constitución es la norma jurídica suprema y que, como tal, puede ser
interpretada, en consecuencia, se comprende también que la jurisdicción
constitucional no es solamente la negación o afirmación de la legislación,
sino también su necesario complemento. Dicho de otro modo, la
jurisdicción constitucional es una colaboradora del Parlamento, no su
enemiga.
El principio de separación de poderes, recogido en el artículo 43° de la
Constitución, busca asegurar que los poderes constituidos desarrollen
sus competencias con arreglo al "Principio de Corrección Funcional", es
decir, sin interferir con las competencias de otros, pero, a su vez,
entendiendo que todos ejercen una función complementaria en la
consolidación de la fuerza normativa de la Constitución, como Norma
Suprema del Estado (artículos 38°, 45° y 51°).
Asimismo, debe tenerse en consideración la propia estructura de las
disposiciones constitucionales, en las que el grado de indeterminación es
mayor, tanto por el origen de las mismas (pues muchas veces estas
disposiciones son fruto de un consenso alcanzado entre fuerzas políticas)
como por su finalidad (pues estas disposiciones buscan lograr fórmulas en las
cuales puedan tener cabida diversas orientaciones políticas), lo que justifica
que el Tribunal Constitucional se encuentre obligado al uso de aquellos
métodos interpretativos e integrativos que le sean útiles para cumplir de
manera óptima su función de "órgano de control de la Constitución". En
consecuencia, dado que el artículo 201° de la Constitución establece que el
Tribunal Constitucional "es independiente y autónomo" en el ejercicio de sus
competencias, como intérprete supremo de la Constitución (artículo 201°, 202°
de la Constitución y 1° de la LOTC) goza de un amplio margen en la
determinación de dichos métodos interpretativos e integrativos para cumplir con
79
su función de "órgano de control de la Constitución". Todo ello, claro está, con
pleno respeto por los límites que de la propia Norma Fundamental deriven.
El Tribunal Constitucional señala que cada una de las distintas clases de
sentencias interpretativas e integrativas (Vid. STC 0004-2004-CC, Fundamento
3.3), encuentran su fundamento normativo en diversas disposiciones
constitucionales. Al respecto, precisa que dado que al Parlamento le asiste
legitimidad democrática directa como representante de la Nación (artículo 93°),
el Juez tiene el deber de presumir la constitucionalidad de las leyes, de modo
tal que sólo pueda inaplicarla (control difuso) o dejarla sin efecto (control
concentrado), cuando su inconstitucionalidad sea manifiesta; es decir, cuando
no exista posibilidad alguna de interpretarla de conformidad con la
Constitución. De esta manera, el fundamento constitucional de las sentencias
interpretativas propiamente se encuentra en los artículos 38°, 45° y 51° de la
Constitución, que la reconocen como norma jurídica (suprema); ergo,
interpretable; así como en el "Principio de presunción de constitucionalidad de
las leyes", derivado del artículo 93° de la Constitución.
Por otra parte, el Tribunal Constitucional tiene la obligación, de
conformidad con el artículo 45° de la Constitución, de actuar con las
responsabilidades que ésta exige. Por ello, advertido el vacío normativo que la
declaración de inconstitucionalidad de una norma puede generar, y la
consecuente afectación de los derechos fundamentales que de ella puede
derivar, tiene el deber —en la medida de que los métodos interpretativos o
integrativos lo permitan— de cubrir dicho vacío normativo a través de la
integración del ordenamiento pues, según reza el artículo 139°, iniciso 8), de la
Constitución, los Jueces no pueden dejar de administrar justicia por vacío o
deficiencia de la ley.
De otro lado, dado que en la generalidad de los casos las sentencias
aditivas e integrativas, buscan reparar la desigualdad derivada de aquello que
se ha omitido prescribir en la disposición sometida a control, el fundamento
normativo para declarar la inconstitucionalidad de la omisión descrita, a efectos
de entender incluido en el supuesto normativo de la disposición al grupo
80
originalmente discriminado, se encuentra en el artículo 2°, inciso 2), de la
Constitución, que proclama la igualdad ante la ley v proscribe todo tipo de
discriminación, en su artículo 200° -in fine-, que reconoce el_`Principio de
Razonabilidad" (principio que transita y se proyecta a la totalidad del
ordenamiento jurídico), y en el artículo 51°, que exige la unidad constitucional
del ordenamiento jurídico.
El Tribunal reconoce que la jurisdicción no puede legislar desde un punto
de vista formal; es decir, no tiene la capacidad de creación jurídica ex novo
dentro del marco constitucional, pues dicha competencia ha sido reservada
constitucionalmente al Congreso (artículos 90° y 102° 1) y, en su caso, al Poder
Ejecutivo, a través del dictado de Decretos Legislativos (artículo 104°) o
Decretos de Urgencia (artículo 188° inciso 19)); sin embargo, dado que la
sentencia constitucional conlleva una función interpretativa (concretizadora) de
la Constitución y las leyes, es también fuente de derecho, pues permite definir
con carácter vinculante y efectos generales los alcances normativos de sus
disposiciones. Por ello, cuando los artículos 138°, 201°, 202°, inciso 1), y 204°,
establecen el control difuso y concentrado de constitucionalidad de las leyes,
no reservan a la jurisdicción constitucional solamente garantizar el respeto por
la Constitución, sino también, en el marco del proceso constitucional,
promocionar y proyectar su postulado normativo (artículos 38° y 45° de la
Constitución).
De otro lado, las sentencias exhortativas propiamente dichas, en las que
el Tribunal Constitucional modula los efectos en el tiempo de sus sentencias de
manera tal que el Congreso de la República pueda, por vía legal, adoptar las
medidas que eviten las consecuencias inconstitucionales que puedan derivarse
de la expulsión de una ley del ordenamiento, no sólo tienen sustento
constitucional en el artículo 45°, que exige a este Tribunal medir
responsablemente las consecuencias de sus decisiones, sino también en la
fuerza de ley de dichas sentencias, prevista en el tercer párrafo del artículo
103° de la Constitución, y, en consecuencia, en los distintos efectos temporales
que aquellas pueden alcanzar, sobretodo cuando versan sobre materias
específicas, como la tributaria (artículo 74°) y penal (artículo 103°).
81
El Tribunal Constitucional considera que es indudable que si no
procediera de la forma descrita y, por el contrario, se limitara a declarar la
inconstitucionalidad de la norma, sin ningún tipo de ponderación o fórmula
intermedia, como la que ofrecen las referidas sentencias, el resultado sería
manifiestamente inconstitucional y entonces nos encontraríamos en el
escenario de un Tribunal que, con sus resoluciones, fomentaría un verdadero
clima de inseguridad jurídica, en nada favorable al Estado social y democrático
de derecho. Así señala que basta con imaginarse el drama en el que se
hubiera situado al Congreso de la República y al propio Poder Judicial si —sin
ningún criterio interpretativo o de modulación de efectos en el tiempo— este
Tribunal hubiese declarado inconstitucionales, por ejemplo, las normas que,
años atrás, regulaban los procesos seguidos contra el terrorismo (STC 0010-
2002-Al) o ante la jurisdicción militar (STC 0023-2003-Al).
La Constitución normativa no sólo se hace efectiva cuando se expulsa
del ordenamiento la legislación incompatible con ella, sino también cuando se
exige que todos los días las leyes deban ser interpretadas y aplicadas de
conformidad con ella (sentencias interpretativas); cuando se adecua (o se exige
adecuar) a éstas a la Constitución (sentencias sustitutivas, aditivas,
exhortativas); o cuando se impide que la Constitución se resienta
sensiblemente por una declaración simple de inconstitucionalidad, no
teniéndose en cuenta las consecuencias que ésta genera en el ordenamiento
jurídico (sentencias de mera incompatibilidad).
El reconocimiento de que al Parlamento le asiste la legitimidad directa
del pueblo (artículo 93° de la Constitución), el deber de concebir al
ordenamiento jurídico como una proyección unitaria y armónica de los valores
constitucionales (artículo 51° de la Constitución) y el deber de la jurisdicción
constitucional de actuar "con las limitaciones y las responsabilidades que la
Constitución y las leyes establecen" (artículo 45° de la Constitución), exigen
que la sentencia constitucional, no sólo pueda ser una afirmación o negación
de la ley, sino también su complemento, de modo tal que, por vía de la
interpretación constitucional, se evite, en la medida de lo posible, la expulsión
82
de la ley del ordenamiento, si de ello se pueden derivar inconstitucionalidades
mayores a aquella en la que incurre.
En ese contexto, el Tribunal Constitucional en el Sentencia 0030-2005-
PlfTC, reconoce los límites de las sentencias interpretativas, señalando que
aunque la labor interpretativa e integrativa de este Tribunal se encuentra al
servicio de la optimización de los principios y valores de la Constitución, tiene
también en las disposiciones de ésta sus límites.
Así reconoce que como resulta evidente, que el Tribunal Constitucional
sea el supremo intérprete de la Constitución (artículo 201° y 202° de la
Constitución y 1° de la Ley N° 28301 -Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional), en nada relativiza su condición de poder constituido,
sometido, como todos, a los límites establecidos en la Constitución. La fuerza
normativa de la Constitución (artículo 51°) y las responsabilidades
constitucionales con las que deben actuar los poderes públicos (artículo 45° de
la Constitución) son las que, en última instancia, otorgan fundamento
constitucional al dictado de las sentencias interpretativas e integrativas del
Tribunal Constitucional, son, a su vez, las que limitan los alcances y
oportunidad de su emisión.
De esta manera, y sin que dicha relación tenga carácter exhaustivo, el
Tribunal Constitucional, dándole la condición de criterio que constituye
"precedente vinculante", de conformidad con el artículo VII del Código Procesal
Constitucional, reconoce como límites al dictado de las sentencias
interpretativas o integrativas denominadas "manipulativas" (reductoras, aditivas,
sustitutivas, y exhortativas) cuando menos, los siguientes:
1. En ningún caso podrá vulnerar el principio de separación de poderes,
previsto en el artículo 43° de la Constitución. Esto significa que, a diferencia de
la competencia del Congreso de la República de crear derecho ex novo dentro
del marco constitucional (artículos 90° y 102°, inciso a), de la Constitución), las
sentencias interpretativas e integrativas sólo pueden concretizar una regla de
derecho a partir de una derivación directa de las disposiciones de la
83
Constitución e incluso de las leyes dictadas por el Parlamento "conforme a
ellas". En suma, deben tratarse de sentencias cuya concretización de normas
surja de una interpretación o analogía secundum constitutionem.
No cabe dictarlas cuando, advertida la inconstitucionalidad en la que
incurra la ley impugnada, y a partir de una adecuada interpretación del texto
constitucional y del análisis de la unidad del ordenamiento jurídico, exista más
de una manera de cubrir el vacío normativo que la declaración de
inconstitucionalidad pueda generar. En dichos casos, corresponde al Congreso
de la República y no al Tribunal Constitucional optar por alguna de las distintas
fórmulas constitucionales que permitan reparar la inconstitucionalidad, en la
que la ley cuestionada incurre, por lo que en tal caso, sólo compete al Tribunal
apreciar si ella es declarada de inmediato o se le concede al Parlamento un
plazo prudencial para actuar conforme a sus competencias y atribuciones.
Sólo cabe dictarlas con las responsabilidades exigidas por la Carta
Fundamental (artículo 45° de la Constitución). Es decir, sólo pueden emitirse
cuando sean imprescindibles a efectos de evitar que la simple declaración de
inconstitucionalidad residente en la ley impugnada, genere una
inconstitucionalidad de mayores alcances y perversas consecuencias para el
Estado social y democrático de derecho.
Sólo resultan legítimas en la medida de que el Tribunal Constitucional
argumente debidamente las razones y los fundamentos normativos
constitucionales que, a luz de lo expuesto, justifiquen su dictado; tal como, por
lo demás, ha ocurrido en las contadas ocasiones en las que este Tribunal ha
debido acudir a su emisión (STC 0010-2002-Al, 0006-2003-Al, 0023-2003-Al,
entre otras). De este modo, su utilización es excepcional, pues, como se dijo,
sólo tendrá lugar en aquellas ocasiones en las que resulten imprescindibles
para evitar que se desencadenen inconstitucionales de singular magnitud; y,
La emisión de estas sentencias requiere de la mayoría calificada de votos
de los miembros del Tribunal Constitucional
84
CAPITULO V
ANÁLISIS DE SENTENCIAS EMITIDAS POR EL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL COMO LEGISLADOR POSITIVO
5.1. Sentencia Interpretativa
5.1.1. Exp. N° 0030-2005-PUTC (Jurisprudencia Vinculante)
Asunto
Demanda de Inconstitucionalidad interpuesta por más del 25% del
número legal de miembros del Congreso de la República contra la Ley N°
28617 — Ley que establece la Barrera Electoral, que modifica los artículos 20° Y
87° de la Ley N°26859 — Ley Orgánica de Elecciones —, y el artículo 13°, inciso
a) de la Ley N° 28094 — Ley de Partidos Políticos.
Petitorio Constitucional
Los demandantes sostienen que resultan inconstitucionales los
artículos citados, pues con ellos "se evidencia el verdadero objetivo de la Ley
N° 28617 — Ley de Modificación: la cancelación de las inscripciones de los
partidos políticos que constituyen la minoría. Es decir, se afecta directamente el
Estado Social y Democrático de Derecho, sustentando en un sistema
democrático, ya que, a fin de cuentas lo que se pretende, de forma manifiesta y
expresa, es la desaparición de cualquier tipo de representación de las
minorías .
Fallo del Tribunal Constitucional
1. Declarar INFUNDADA la demanda de inconstitucionalidad.
85
2. Los criterios expuestos en los fundamentos 60 y 61 de la reciente
sentencia constituyen precedentes vinculantes para todos los poderes
públicos, de conformidad con lo establecido en el artículo VII del Código
Procesal Constitucional.
SS. Garcia Toma, Gonzales Ojeda, Alva Orlandini, Vergara Gotelli Y, Landa
Arroyo.
5.1.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
En este caso el órgano de control constitucional al tener en cuenta
que la Constitución es la norma jurídica suprema y que, como tal, puede ser
interpretada, ampara que la jurisdicción constitucional no es solamente la
negación o afirmación de la legislación, sino también su necesario
complemento, dado que el artículo 201° de la Constitución establece que el
Tribunal Constitucional es independiente y autónomo en el ejercicio de sus
competencias, como intérprete Supremo de la Constitución ( Art. 201° y 202°
de la Constitución y Art. 1° de la L.O.T.C) goza de un amplio margen en la
determinación de los métodos interpretativos e integrativos que le sean útiles
para cumplir de manera óptima su función de órgano de control de la
Constitución. Estos son los presupuestos por el cual el Tribunal Constitucional
expidió una Sentencia Interpretativa, explicada a continuación:
El Tribunal Constitucional no declaró inconstitucional la Ley N°
28617 — Ley que establece la Barrera Electoral, que modifica los artículos 20° Y
87° de la Ley N°26859 — Ley Orgánica de Elecciones —, y el artículo 13°, inciso
a) de la Ley N° 28094 — Ley de Partidos Políticos, al considerar que los
modificados artículos se encuentran orientados a cumplir similares finalidades a
las que cumple la " barrera electoral" , puesto que aun cuando la democracia
exija un gobierno de las mayorías con pleno respeto de los derechos
fundamentales de las minorías , tales minorías y, en concreto, las minorías
partidarias, solo pueden ser consideradas relevantes en la formación y
manifestación de la voluntad general que permita la gobernabilidad y el
consenso (artículo 35° de la Constitución) en la medida de que gocen de un
86
mínimo de inconstitucionalidad representativa, y la ausencia de ello queda
evidenciado cuando no se tiene representación parlamentaria, o se tiene una
representatividad ínfima a nivel nacional, es por ese motivo que la inscripción
de los partidos políticos, movimientos y agrupaciones políticas en el Perú
siempre se ha encontrado sujeta a cumplir con una determinada cantidad de
firmas de adherentes.
Por estos motivos el citado órgano constitucional consideró
plenamente constitucional la disposición impugnada al encontrarla acorde con
el Principio de Proporcionalidad (Artículo 200° de la Constitución Política del
Estado), en la medida que otorga al partido el plazo de un año para
reestructurar sus bases y adoptar las medidas necesarias para poder lograr a
futuro una representatividad institucional que justifique su presencia en el
escenario del consenso político.
5.2. Sentencia Sustitutiva
5.2.1. Exp. N° 010-2002-AUTC (Jurisprudencia Vinculante)
Asunto
Acción de inconstitucionalidad interpuesta por más de cinco mil
ciudadanos, con firmas debidamente certificadas por el Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil, contra los Decretos Leyes NOS 25475, 25659,
25708 y 25880, así como sus normas complementarias y conexas.
Petitorio Constitucional
Tras las atrocidades de las agrupaciones violentistas apareció
también, residualmente, un comportamiento estatal innoble a la causa de los
derechos humanos, infecundo para la cimentación de los valores democráticos
y ofensivo a las leyes del Creador.
87
En las actuales circunstancias, es un imperativo histórico
reencauzar la lucha contra la violencia sin distinción de signo, origen o fuente
de inspiración. Para tal efecto, el respeto a la dignidad de la persona debe ser
el parámetro que oriente tal reformulación de la política antisubversiva.
Consustancial a ello es, también la necesidad de conocer la
verdad y la búsqueda de la justa sanción a los responsables de hechos
ignominiosos. El Estado está obligado ética y jurídicamente a investigar la
violación de los derechos humanos cometidos a lo largo de estos luctuosos
años. Para que ello ocurra civilizadamente, se requiere, entre otras medidas,
adecuar la normatividad de conformidad con los estándares establecidos por la
comunidad internacional.
En ese contexto, se dictaron los decretos leyes impugnados.
Tales actos emanados del gobierno de facto encabezado por el ingeniero
Alberto Fujimori Fujimori, fueron convalidados, posteriormente, por el Congreso
Constituyente Democrático, así como el referéndum del 31 de octubre de 1993,
y sucesivos procesos electorales, de cuya transparencia, el Tribunal
Constitucional, en este proceso, no se pronuncia.
Fallo del Tribunal Constitucional
1. Declarar IINFUNDADA la excepción de prescripción y FUNDADA, en
parte, la acción de inconstitucionalidad interpuesta y, en consecuencia:
declárense inconstitucionales el artículo 7 y el inciso h) del artículo 13.°
del Decreto Ley N.° 25475 así como la frase "con aislamiento celular
continuo durante el primer año de su detención y luego" y "En ningún
caso, y bajo responsabilidad del Director del establecimiento, los
sentenciados podrán compartir sus celdas unipersonales, régimen
disciplinario que estará vigente hasta su excarcelación" del artículo 20°
del Decreto Ley N.° 25475. También es inconstitucional el inciso d) del
artículo 12° del mismo Decreto Ley 25475.
88
Asimismo, son inconstitucionales los artículos 1°, 2°, 3°, 4°, 5° y 7° del
Decreto Ley N.° 25659. También la frase "o traición a la patria" del
artículo 6° del mismo Decreto Ley N.° 25659 y los artículos 1°, 2° y 3° del
Decreto Ley N.° 25708; los artículos 1 y 2° del Decreto Ley N.° 25880.
Finalmente, son también inconstitucionales los artículos 2°, 3°, y 4° del
Decreto Ley N°. 25744.
DECLARA que carece de objeto pronunciarse sobre el fondo de la
controversia por haberse producido la sustracción de la materia, en
relación con el inciso f) del artículo 12° conforme a lo expuesto en el
fundamento jurídico N.° 123; así como en relación con el artículo 18°,
conforme a lo expuesto en los fundamentos 124 y 125; con los artículos
15°, 16° y la Primera Disposición Final y Transitoria del Decreto Ley N.°
25475, según se expuso en el fundamento N.° 111 de esta sentencia;
E INFUNDADA, por mayoría, la demanda en lo demás que contiene,
formando parte integrante de la parte resolutiva de esta sentencia los
fundamentos jurídicos N. w . 56, 58, 59, 62, 63, 65, 66, 72, 73, 74, 75, 76,
77, 88, 93, 104, 106, 107, 128, 130, 131, 135, 137, 142, 146, 154, 159,
172 y 174, y, en consecuencia, son vinculantes para todos los
operadores jurídicos dichos criterios de interpretación.
ASIMISMO, exhorta al Congreso de la República para que, dentro de un
plazo razonable, reemplace la legislación correspondiente a fin de
concordar el régimen jurídico de la cadena perpetua con lo expuesto en
esta sentencia en los fundamentos jurídicos NOS 190 y 194 así como
establezca los límites máximos de las penas de los delitos regulados por
los artículos 2°, 3°, incisos b) y c); y 4°, 5° y 9° del Decreto Ley N.°
25475, conforme a lo expuesto en el fundamento jurídico N.° 205 de esta
sentencia. Finalmente, a regular la forma y el modo como se tramitarán
las peticiones de nuevos procesos, a los que se refieren los
fundamentos 229 y 230 de esta sentencia.
89
Indica que esta sentencia no genera derechos de excarcelación para los
procesados y condenados por la aplicación de las normas declaradas
inconstitucionales en esta sentencia.
SS. Alva Orlandini; Bardelli Lartirigoyen, Rey Terry, Aguirre Roca, Revoredo
Marsano, Gonzales Ojeda, García Toma.
5.2.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
Sobre el particular caso el Tribunal Constitucional con la finalidad
de permitir la subsistencia de una regulación, pero corrigiendo una posible
inconstitucionalidad de la norma reemplazada por otra que sí satisfaga los
valores, principios y derechos que se encuentran en la Constitución, expidió
una Sentencia Sustitutiva, en tal sentido ordenó al Congreso de la República
para que, dentro de un plazo razonable, reemplace la legislación
correspondiente a fin de concordar el régimen jurídico de la cadena perpetua
con lo expuesto en esta sentencia en los fundamentos jurídicos N.°s 190 y 194
así como establezca los límites máximos de las penas de los delitos regulados
por los artículos 2°, 3°, incisos b) y c); y 4°, 5° y 9° del Decreto Ley N.° 25475,
conforme a lo expuesto en el fundamento jurídico N.° 205 de esta sentencia.
Finalmente, a regular la forma y el modo como se tramitarán las
peticiones de nuevos procesos, a los que se refieren los fundamentos 229 y
230 del fallo expedido.
5.3. Sentencia Estipulativa
5.3.1. EXP. N° 004-2004-CC/TC (Jurisprudencia Vinculante)
Asunto
Demanda de Conflicto de Competencia interpuesta por el Poder
Judicial contra el Poder Ejecutivo.
90
Petitorio Constitucional
El Poder Judicial aduce que el Poder Ejecutivo ha invadido sus
competencias en materia presupuestaria al presentar el "Proyecto de Ley Anual
del Presupuesto del Sector Público para el año 2005" al Congreso de la
República excluyendo el monto total que presentó el Poder Judicial conforme al
artículo 145° de la Constitución.
Manifiesta que el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, con fecha
15 de julio de 2004, aprobó el proyecto de presupuesto del Poder Judicial para
el año fiscal 2005 con dos componentes: a) el presupuesto realizado según las
especificaciones de la Directiva N.° 011-2004-EF/76.01, por 638,595,000.00
nuevos soles y b) una demanda adicional de recursos financieros necesarios
para atender otros gastos institucionales, ascendentes a la suma de
354,407,826 nuevos soles; que, con fecha 26 de agosto de 2004, el Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial confirmó la aprobación del referido presupuesto,
que ascendió a 993,002,826 nuevos soles; y que, el 27 de agosto de 2004, el
Poder Judicial solicitó al Presidente del Consejo de Ministros que remita dicho
presupuesto al Congreso de la República.
Por otro lado, argumenta que el artículo 145° de la Constitución
Política vigente estipula que es competencia del Poder Judicial presentar su
proyecto de presupuesto al Poder Ejecutivo y sustentarlo ante el Congreso de
la República; que el ejercicio de esta competencia requiere que el Poder
Ejecutivo incluya en el proyecto de Ley Anual de Presupuesto del Sector
Público el proyecto de presupuesto que el Poder Judicial le remite; y que la
cuestionable atribución de que el Poder Ejecutivo pueda variar el proyecto del
Poder Judicial y presentar al Congreso uno sustituto, conduciría al absurdo de
que el Poder Judicial tenga que sustentar ante el Congreso de la República un
proyecto ajeno.
91
Fallo del Tribunal Constitucional
Declarar que, conforme a lo señalado en el Fundamento N.° 13, supra,
ha operado la sustracción de la materia respecto a la pretensión del
demandante de que se declare la nulidad de la parte correspondiente al
presupuesto del Poder Judicial contenida en el "Proyecto de Ley Anual
de Presupuesto del Sector Público para el año 2005" presentado por el
Poder Ejecutivo ante el Congreso de la República, y que se ordene la
inclusión, del proyecto de presupuesto del Poder Judicial que remitió
este Poder del Estado al Poder Ejecutivo el día 27 de agosto de 2004 en
el "Proyecto de Ley Anual de Presupuesto del Sector Público para el año
2005".
Declarar FUNDADA la demanda en el extremo de la competencia que
confiere en artículo 145 ° de la Constitución al Poder Judicial. En
consecuencia, interprétese que es competencia del Poder Judicial
presentar su proyecto de presupuesto al Poder Ejecutivo, sin que éste
último lo modifique, para su posterior sustentación ante el Congreso de
la República, conforme a los Fundamentos No s 40 a 45 de la presente
sentencia.
3. EXHORTAR al Poder Judicial para que formule una Política Judicial de
corto, mediano y largo plazo, en donde se defina el conjunto de criterios
conforme a los cuales se orientará la organización judicial para
administrar justicia. Para tal efecto, se deberá identificar los fines
generales y objetivos específicos; el inventario y evaluación de los
medios y recursos para alcanzarlos; y la determinación de líneas de
acción. Dicha política deberá ser el sustento técnico para la toma de
decisiones del Poder Legislativo en relación a la aprobación de su
presupuesto.
92
EXHORTAR al Poder Legislativo para que dicte una ley mediante la cual
se establezcan los mecanismos especiales de coordinación entre el
Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, en cuanto a la elaboración del
presupuesto de este último con respecto a lo previsto en el artículo 145.°
de la Constitución, concordante con el principio de equilibrio financiero
previsto en el artículo 78.° del mismo cuerpo legal.
EXHORTAR al Poder Legislativo para que, conforme a las capacidades
económicas del país, se incrementen las partidas presupuestarias
correspondientes a favor del Poder Judicial, a efectos de consolidar el
proceso de reforma de la administración de justicia en el que se
encuentra abocado.
SS. Alva Orlandini, Bardelli Lartirigoyen, Revoredo Marsano, Gonzales Ojeda,
García Toma.
5.3.2. Crítica Jurisprudencial y Comentario
En este caso el órgano de control constitucional expidió una
Sentencia Estipulativa al explicar en su parte considerativa algunos
conceptos útiles que utilizó para analizar y resolver la controversia
constitucional, en tal sentido, el Tribunal Constitucional consideró las relaciones
de los Poderes del Estado desarrolladas por la Constitución a partir del
principio de separación de poderes, para que el Poder Judicial pueda cumplir
adecuadamente con sus funciones básicas y las obligaciones que se derivan
del artículo 139.° de la Constitución —de tal forma que se mantenga la
independencia del Poder Judicial frente a los otros Poderes del Estado.
Asimismo, el Tribunal Constitucional en esta sentencia no sólo
explicó algunos conceptos útiles para entender el análisis del caso, sino que
dejó conocer la concepción que tiene sobre diversos temas, entre los cuales,
consideró que la política general del gobierno y la formulación del presupuesto
están limitadas por los parámetros que fija la propia Constitución, en los
términos señalados en los Fundamentos No s 9, supra, y 41 y 42, infra, dejando
93
establecido que el Poder Judicial, como Poder del Estado, no está sujeto a una
determinada política general de un gobierno determinado, sino a las
obligaciones que la Constitución le asigna directamente, por ello, garantizó que
la independencia del Poder Judicial también se manifiesta a través del rol que
debe cumplir en el proceso presupuestario puesto que, de no ser así, se corre
el riesgo de su sometimiento al gobierno que le toque dirigir el Poder Ejecutivo,
presupuestos básicos de las sentencias estipulativas.
5.4. Sentencia Reductora
5.4.1. Exp. N° 015 Y 016-2001-Al/TC Y 004-2002-Al/TC (acumulados)
(Jurisprudencia Vinculante)
Asunto
Demandas de inconstitucionalidad interpuestas por el Colegio de
Abogados de Ica y la Defensoría del Pueblo contra el Decreto de Urgencia N.°
055-2001, y demanda de inconstitucionalidad interpuesta por el Colegio de
Abogados de Ica contra la Ley N.° 27684.
Petitorio Constitucional
El Colegio de Abogados de Ica, con fecha 8 de noviembre de
2001, interpone demanda de inconstitucionalidad contra los artículos 1°, 2°, 3°
y 5° del Decreto de Urgencia N.° 055-2001, norma que estableció el
procedimiento para el pago de sumas de dinero ordenadas por mandato judicial
en los procesos seguidos contra el Estado.
Con fecha 12 de noviembre de 2001, el Defensor del Pueblo (e)
interpone demanda de inconstitucionalidad contra el Decreto de Urgencia N.°
055-2001, alegando que dicha norma atenta contra los derechos de igualdad
ante la ley y de tutela judicial efectiva, al otorgar un privilegio irrazonable al
Estado cuando este es emplazado judicialmente.
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