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^UANDO uno se ponea 1a analizar tanto su tra-It , vectoria personal co-\/ mo Ia de la humani-dad a la que pertenece, se dacuenta de que todos sus afanes,todos sus logros, toda su bs-queda en definitiva, no va diri-gida a otra cosa que no sea elencontrar la felicidad. Si nos fi-jamos bien, a pesar de los ml-tiples nombres con que la ador-namos, la felicidad es el objeti-vo ltimo de todo ser viviente,sea consciente de s mismo ono. La enfermedad y el dolornos impiden ser felices; el parolaboral nos impide desarrollarnuestras capacidades manualeso intelectuales y eso nos produ-ce malestar o infelicidad; unasrelaciones deficientes con la fa-milia, con la pareja o con losamigos nos patentizan que te-nemos carencias afectivas quenos alejan del bienestar emo-cional; un vaco en nuestrascreencias nos sita ante el mis-terio de la vida y la muerte sinningn argumento que elimineel miedo al "no ser"; los condi-cionantes econmicos nos impi-den realizar nuestros sueosmateriales... Cuanto nos rodeaparece estar puesto para crear-nos dificultades ante el ansiadoobjetivo de ser felices.

As pues, la felicidad es el ob-jetivo final de nuestra existen-cia. Nadie nace para sufrir. Na-die al nacer viene pensandoque lo hace en un "valle de l-grimas" para expiar errores pa-sados. Las filosofas que procla-man que el objetivo de Ia vidaes sufrir para purificarse no hanentendido que tenemos otro ca-mino adems del dolor para

conseguirlo: la comprensin. Yel comprender nos produce fe-licidad, aunque slo sea por ladescarga de endorfinas que ge-nera nuestro cerebro cuandohemos dado con la clave de eseproblema que tanto nos angus-tiaba o cuando hemos compro-bado que ya no nos dejamosllevar por aquella dependenciao aquel vicio que nos causabatantos problemas sociales o desalud. Si aprendemos a buscarla felicidad en las cosas peque-as, cotidianas, no sufriremosdecepcin por no haberla podi-do hallar en las grandes cosas.Incluso quienes nacen para so-lucionar cuestiones de su perso-nalidad que le impiden ayanzaren su camino evolutivo lo ha-

cen porque buscan la perfec-cin aunque para ello tenganque afrontar pruebas difciles,al final de las cuales, si las supe-ran, se sentirn felices.

Esas pruebas pueden sermltiples y variadas. Sin em-bargo, hay un pequeo grupode ellas que se repiten insisten-temente y que nos permitencomprobar que son verdaderoshitos o lmites a saltar en el ca-mino evolutivo del ser humano.Y de ellas vamos a hablar enlos prximos meses. Pero, an-tes, analicemos un poco el am-biente en el que se van a inten-tar superar.

Nos encontramos a finalesdel siglo XX, un siglo marcadopor cambios constantes, por te-

toioersa.lesL(c)S SIE-TE r-IVrI'rEI ASL'PE]IATT PARA SER FEL],Z.

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rribles confrontaciones blicas,por la ascensin y posterior ca-da de imperios, por la aParicinde movimientos religiosos Y fi-losficos de distinta proceden-cia y con mtodos de acerca-miento a la Verdad a veces dia-metralmente opuestos, Por unarevolucin industrial y tecnol-gica que ha marcado la Psicolo-ga de los individuos hacindo-les ms inseguros y dependien-tes de las instituciones, Por unaruptura de la escala de valoresno slo personal sino tambincolectiva, y por la ascensin im-parable de los fanatismos reli-giosos, raciales y polticos, dan-do lugar a anacronismos talescomo los integrismos, los nacio-nalismos o las luchas Por el Po-der a manos de banqueros Ypolticos corruptos.

Frente a ello, el hombre dela calle se siente maniPulado,indefenso, sin posibilidad deplantearse siquiera mental-mente su futuro Porque se

siente sometido decisioneque no entiende ni comparte Yque le vienen de instancias depoder a las que no tiene acce'so ni en las que su voz Yaya aser oda. La decisin que lequeda entonces es la abdicra-cia, el "pasar" de todos y detodo, recluyndose en s mis-mo aunque le cueste trabajoaceptarse como es, con sus de-fectos y sus virtudes, descono-ciendo en muchas ocasionessus propias potencialidades,generando sentimientos egos-tas, haciendo trampas, Porejemplo, en su declaracin dela renta, ms por un deseo deYengafiza que de evitar un pa-go que quizs no sea excesiva-mente oneroso. Ello le hacefeliz, como al chiquillo la tra-vesura, pero en el fondo sientela frustracin de no ser paralagran mquina ms que un sim-ple nmero de afiliado cuandoesa misma maquinaria le haenseado durante aos que la

soberbia y la egolatra es lagasolina para que funcione susistema de supervivencia enun mundo donde la comPetiti-vidad y la ausencia de solidari-dad es Ia norma.

A pesar de lo cual, o quizsprecisamente por ello, los siste-mas de defensa de las socieda-des generan sus propios anti-cuerpos en forma de movimien-tos internos que tienden a ree-quilibrar los equilibrios Perdi-dos. a corregir las desviacionesque llevan a sus miembros a en-frentamientos fratricidas, a re-encontrar la esencia que dioorigen a su creacin como so-ciedad. En definitiva,los indivi-duos intentan hallar la felicidaddentro de un marco social queno suele facilitarles la tarea;por eso es tremendamente im-portante identificar los lmites'o

"hitos" que jalonan el caminohacia ella, identificarlos Y en-contrar la frmula para supe-rarlos. De eso precisamente esde 1o que hablaremos a 1o largode los prximos siete nmerosde la revista, de dependencias,inseguridades, acePtacin Pro'pia, manipulacin, abdicracia,gosmo y soberbia. Y de cmola sabidura milenaria, la obser-vacin y la prctica de quieneshan logrado superar todos o al-guno de esos lmites nos Pue-den ayudar a quienes liemosapostado por ser felices.

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Como respuesta a la llamada que varios psquicos dijeronhaber recibido de la Hermandad de la Luz, un nutridogrupo de personas se dieron cita el pasado 1 de Mayo enIa sierra de Aralar con elfin de celebrar una ceremonia deactivacin de los nuevos tiempos, que reuni a los colecti-vos que trabajan en nuestro pas por el ansiado cambio deconciencia. Koldo Aldai, uno de los participantes en elencuentro, nos relata Ia experiencia.

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bre crucificado en el siglo I de nuestra era cristiana -quiz

Jesucristo- o una hbil falsificacin medieval? Con motivode la ostensin pblica de Ia reliquia ms sagrada de la cris-tiandad, MAS ALLA DE LA CaENCIA ofrece a sus lectores lasltimas hiptesis e informaciones surgidas en torno allienzoexhibido en Turn y los ngulos ms llamativos de la pol-mica. Una investigacin conjunta de Helio Nez, Csar ir-vent, Bruno Cardeosa, lgnacio Nezy EliMora.E 4 13ffi&tr& surytr ,f%R, * *h s s &it J&. crs d*ffi d;.&a*d:!w*qa sxs wat;i*tsq r- r.1sggg;*atr dqsewssqffi tuw q*ffiE w* t*&*{+ eEf"4d ffieBss effiffiEl descubrimiento de agua en los polos de Selene ha sidoel detonante. La comunidad cientfica internacional creeque en una o dos dcadas ser posible hacer realidad elviejo sueo de instalar en nuestro satlite una base per-manente. Vctor Arenas nos cuenta los pormenores deesta nueva y definitiva reconquista de la Luna.

treruffi eLffiffiffiY&ffiffi #*ffiffiffi#y&ffi#ffiruyffi Y N#&dr\:$:g 1& #g :ei.948" 6YB3{""qEF *S* ;.* srd#ffiffi8qMacrobitica, vegetarianismo, dietas hipocalricasn hipopro-teicas... La amplitud de prcpuestas de alimentacin aparente-mente ireconciliables abruma alconsumidor y le conduce enmuchas ocasiones a elecciones inadecuadas. Gules son losprincipios que deberan estar presentes en una buena alimen-tacin y cules deberan rcchazarse? Concha Labafta y Car-men S. Fraile, asesoradas por eldoctor Prez'Calvo, tratan deabrirse paso en este labrinto de conseios contradictorios.

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Autora del best seller internacional El ocho y esposa deuno de los ms brillantes cientficos de nuestro tiempo,

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Karl Pribram, Katherine Neville ha llegado a Espaa parapresentar su ltimo trabajo, El crculo mgico, una novelasimblica y misteriosa en la que sigue buscando las clavesque presagian la transformacin del gnero humano.Javier Sierra la entrevist con ocasin de su tugaz estan-cia en Madrid.

,;i.f;",ii,. iii,-,{{3*$#* &$ffi ffiS?,&ffi& ffiffi&frSffi$ile## ffiffi #ffi$WSJoaqun Grau vuelve a sorprendernos con un nuevo libro, enesta ocasin una versin novelada de la historia del Mesasy sus apstoles, as como de las verdaderas causas de latraicin de Judas. Nos presenta as una nueva e inslitaimagen de Judas y una osada recreacin de los hechos quedieron lugar al nacimiento de Ia lglesia. Un libro provocativoy una hiptesis tan audaz gomo plausible. Carmen Quintanaentrevista al autor para MAS ALLA DE LA CIENCIA.

&t#vu,",rl;:,,_ , f,l;,rhdf" ij;-, I j. c.{L rstu#, e{Lrt{#4* #' sk#.dssaDeafiando el predorninio masculino de la sociedadmusulmana, una mujer turca que asegura ser la portavozde AI se ha convertido en el lder espiritual de unnutrido colectivo. Responde al nombre de Mevlana y gra-cias a su capacidad medimnica dice haber recibido dela divinidad las instrucciones para escribir Et tibro detcanocimienfo, obra que contiene

-dice- el plan csmicoque aguarda a nuestra especie. Un reportaje de RobertGoodman.

ffiru ffiffis#,& #ffi B*#ffi ffieffi*_q},& ffiffi *ee?En Hait no son pocos los que aseguran que es posibleque diablos y espritus puedan materializarse y ser vis-tos fsicamente. En el curso de uno de sus viajes al pasdel Vud, nuestro compaero Manuel Carballal ha tra-tado de descubrir qu hay detrs de las tcnicas de losbrujos haitianos para convocar a los diablos al mundode los vivos.

ffiW&ffi Y *& #{{, ffiffi L,&, ^{l* xfi-$*Lsffi & tr&Meffii,&iHn 1978 el malasio Hugh Emil de Cruz lleg a nuestras islasafortunadas para diseminar desde all las semillas del cultoa Kwan Yin, diosa de la compasin y de Ia luz. Desde enton-ces, varias personas han afirmado que la influencia de ladiosa ha comenzado a dejarse sentir y los que solicitan suproteccin y curacin son cada vez ms numerosos. HobertGoodman nos lo cuenta.

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