Las Máximas Políticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

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    L S MXIM S POLTIC S

    EL M R

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    5/70

    COLECCIN T R YECTOS Y

    EVE

    NIRES

    S LV DOR G LL RDO C BRER

    oordinador e la coleccin

    CONSEJO

    EDITORI L

    VCTOR B C

    M NUEL QUIJ NO

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    6/70

    L S MXIMAS POLTICAS

    EL

    MAR

    Salvador alla

    rdo abrera

    COLEGIO NACIONAL DE CIENCI

    AS

    POLiTICAS

    Y ADMINISTRACIN PBliC A

    C

    e tu r a

    p o t i e a

    ec on om a

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    7/70

    Primera edicin 1998

    No

    pu

    ede reproducirse, almacenarse en un sistema de recuperacin,

    o transmitirse en forma algcm a

    por

    medio de cualquier procedimiento,

    sea ste mecmco, electrnico,

    de

    fotocopia, grabacin o cualquier

    otro, sin el previo

    permiso

    del editor.

    D erechos reservados 1998 resp ,cto a la primera edicin de Las

    mx imas poltm del

    mar por: Sa

    lvador

    Ga

    llardo Cabrera

    IS N 968-5007-00-4

    IS N 968-5007-01 -2

    Ilustracin

    de portada

    Ism

    ael Guardado

    Editores:

    Guido Pea

    Hctor

    aca

    Diseo

    Editorial. Liliana viaya

    Composicin: Edicion es Cuadr ivio.

    Mariano

    Escobedo

    724-102, co

    l. \nzur

    es,

    c.p. 11590. l\'lxico, D. F. TeL 254-85-30

    Impreso

    en

    Mxico

    Printed in Mexico

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

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    NDICE

    Las mximas polticas del

    mar

    Arte

    de

    la

    navegacin

    1 11

    Morfologa de los ocanos 1 15

    Morfologa de los ocanos

    11

    16

    Digresin sobre los reinos sin distancia 19

    La poca de la imagen del

    mund

    o 20

    Arte de

    la

    navegacin n

    21

    La representacin rota: cuatro puntos de quiebra

    de la modernidad 23

    Morfologa de los ocanos 111 32

    Digresin sobre

    las

    mquinas El tonel 34

    Caleidoscopio de espacios

    El litoral vertical

    41

    Pau

    l Viriiio

    El pacfico

    57

    erman M

    e vil e

    Morfologa de

    la

    isla flotante del mar del

    norte

    Jonathan

    t t

    59

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    Marco Antonio Luis

    ernando

    y Ernesto

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    LAS MXIMAS POLTI

    C S

    D

    EL M R

    ARTE DE

    LA NAVEGACIN 1

    U

    x

    i

    I

    U

    TIEMP

    O en

    qu

    e los marineros

    acostumbra-

    ban al encontrarse con

    una

    ballena arrojarle un tonel vaco para

    que

    le

    sirviera de distraccin y le hiciera

    abandonar

    la

    int

    encin

    de atacar el

    bar

    co. De esto hace mucho tiempo. Fue en otro

    en antes de que la aceleracin de las velocidades quebrara el

    viejo orden martimo;

    la

    metfora martima del gobierno y la

    poltica de los espacios fueran sustituidas

    por

    la interrogacin

    del tiempo. Antes de que la velocidad como escribe Paul Virilio

    desmoronara

    el tiempo y ya no s

    ignificase

    nicamente la

    supresin de distancias o la negacin del espacio. Es decir antes

    de que el asfalto se convtrtiera en el territ

    orio

    poltico por

    excelencia.

    En

    ese entonces el smbolo del barco y la ballena tena dos

    referentes claros:

    l

    ballena se

    interpretaba

    como

    la

    repre

    senta-

    cin del Estado absolutista; su nombre era

    evi tn

    El barco en

    peligro era la Repblica.

    Del tonel

    en cambio nadie saba qu

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    12

    SAL

    VA

    DOR

    GALLARDO C R E R ~

    significaba, salvo el den de la catedral de San Patricio,Jonathan

    Swift.

    El

    smbolo de Swift parta,

    como

    muchos otros, del navo en

    aprietos. Desde que el problema de

    cmo gobernar

    se genera

    liza en el siglo

    XV

    I, los tratados sobre el arte de

    gobernar

    apa

    recen ilustrados frecuentemente con la imagen simblica de

    un

    barco que surca los mares. E n esos tratados se buscaba aclarar

    los nuevos hechos que comenzaban a abrir la modernidad occi

    dental: la concentracin estatal y la dispers

    in

    religiosa.

    En

    esa

    apertura

    creda

    la pregunta sobre cmo gobernar, quin deba

    hacerlo y hasta qu

    punto

    y, a la vez, mediante qu estratgias

    habra que

    gobernar

    . Ah se desenvolva el smbolo: haba que

    planear cuidadosamente la ruta, sopesar el cargamento y poner

    lo

    en

    relacin con la resistencia del barco, y a ste, en relacin

    con

    los vientos y las vicisitudes del viaje. Sin olvidar relacionar

    el

    barco

    con

    los marineros,

    para que

    la ruta, el cargamento y el

    barco mismo cobrasen sentido

    en

    relacin con

    un

    puerto: punto

    acrecentado del sentido del viaje, smbolo indudable del buen

    gobierno

    del barco, meta cumplida.

    D Gobernar

    significaba disp oner adecuadamente las cosas.

    Y desde el siglo

    XVI

    hasta finales del siglo

    XVIII

    esto implicaba

    una cierta continuidad; partir

    delgobierno

    de s mismo ha

    st

    a as

    cender al gobierno

    de la familia, del patrimonio, para finalizar

    en el

    peldao

    del Estado. Foucault escribi

    una

    s pginas muy

    bellas sobre ese desenvolyimiento ascendente que remite a la an

    tigedad grecorromana. Paul Veyne ha explicado que el gran

    principio de casi todo el pensamiento poltico antiguo enseaba

    que slo era digno de mandar a los dems el que saba dominar

    se a s mismo; era indigno tener que obedecer a

    un

    libertino. La

    disciplina poltica y social reflejaba la disciplina interior. A par

    tir

    de

    ese principio, Cicern justific el imperialismo

    romano

    Quienes

    rechazan la

    p x romana son

    seres

    moralmente

    indis-

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    LAS MXIMAS POLTICAS

    DEL

    MAR

    3

    ciplinados, naturalezas rebeldes , deca, por ejemplo.

    En

    el rei

    no donde la dicha ondula en el vaco, en la fortaleza vaca del

    estoicis

    mo

    , la poltica se reduca a

    un

    modo

    de vida autodisci

    plina

    rio

    .

    Pero

    Foucault no distingui

    con

    fuerza que la continuidad as

    cendente

    tena como desembocadura virtual

    una

    estrategia de

    representacin

    descendente: en un Estado bien gobernado el

    padre

    sabra conducir a su familia, cuidar su

    patrimonio

    , ten

    dra la oportunidad de conducirse adecuadamente a

    s

    mismo.

    As, el plano ideal del gobierno podra ser fijado por la continui

    dad

    ascendente-descendente

    con una comprensin

    clara de los

    medios

    una conciencia recta

    de

    los fines. Todo ello

    debido

    a

    que

    en la antigedad gobernar no era una funcin especializa

    da, sino el ejercicio de un derecho natural.

    Por

    qu, entonces, algo que pareca tan natural resultaba

    tan

    complicado? Si la Providencia

    nunca ha

    tratado hacer del

    ma-

    nejo de los asuntos pblicos un misterio , de dnde surge, pre-

    gunta Swift, esa insensatez desmesura de los edictos, esa falta

    de proporcin en los eptetos? Qu se ha hecho para convertir

    la disposicin natural del gobierno en usos ornamentales, en

    prcticas enrarecidas?

    Cmo puede

    estar puesta la gloria de los

    asuntos pblicos

    en

    tantas banalidades?

    Swift

    pensaba

    a travs de alguien ul l iver que

    observa

    compara

    los usos costumbres de reinos de la Terra gnota con

    los

    de Europa. Pero

    el sustento

    de

    sus observaciones, el espe

    sor real de su mirada irnica, es una idea

    con una

    clara filiacin

    occidental. Radica en la certeza del derecho natural: lo justo est

    inscrito en la naturaleza de la razn en la razn de la natura

    leza.

    De

    ah que

    el

    quiebre de la continuidad ascendente-descen

    dente del gobierno, en tanto disposicin adecuada de los asun

    tos, sea vista

    como

    una falta.

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    14

    S A J . \ . ~ D O R G ALLARDO CI BRERA

    Para trascender esa situacin el derecho deba dejar de ser una

    mera falta en el orden jurdico del Estado policial. Deba dejar de

    ser una excepcin de la esfera

    de

    dominacin y convertirse

    en

    re-

    gla central: la

    f cult s

    agendi debera

    quebrar

    la anterior norma

    agendi y poner en su lugar normas jurdicas democrticas. Es el

    nacimiento del derecho natural ilustrado.

    De

    la Edad de la Dig-

    nidad. La misma

    que Sv rift

    ve encarnada en

    un

    viejo anticipo ,

    la Repblica,

    la

    cual piensa amenazada

    por

    el egosmo desenca-

    denado que practica

    el

    engendro absolutista

    evia tn

    soa-

    do

    por

    Thomas

    Hobbes,

    el

    monstruo de Malmesbury. Para dis-

    traer al

    monstruo

    Sv rift escribe su Cuento de un Tone l

    MORFOLOG

    A DE LOS OCANOS I

    La

    gran

    mxima poltica del

    mar

    dice

    que

    ste nunca

    es

    el mis-

    mo, en l forma de lmite extremo de la tierra o espacio estria-

    do diagonalmente, sino lo que resta del orden de un

    mundo

    to-

    talmente inundado. D ah la intensa artificialidad de los usos

    martimos, los ocanos reglamentados y humanizados. Una mi-

    rada til sobre los imperios de la antigedad no estara fija en

    los tramos cclicos de recurrencia y uniformidad ni en

    el

    tiem-

    po desigual de la grandeza y la decadencia.

    Se

    fijara, mejor, en

    su inteligencia oculta: en las jerarquas y aparatos para

    no

    termi-

    nar,

    para no

    sucumbir, para

    prolongar

    su dominio. Esa mirada

    podra

    empujar tan atrs que del tiempo no quedara otra cosa

    que

    el

    movimiento del mar. Perseo y

    no

    los emperadores adop-

    tivos; la Atlntida o el Leteo y no la ciudad? Y aun cuando no

    fuese necesario empujar hasta el

    mundo

    mtico, podra desen-

    cajarse

    al

    mar

    como

    el vnculo

    de unin

    en la Grecia micnica?

    El

    mar, la primigenia

    erra

    incognita, el pilago estril ,

    como

    lo

    llam Herodoto. Para esos griegos, el mediterrneo era el ro que

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    LAS

    M. CIMA S POLTICAS

    DEL MA

    R

    15

    en s mismo termina borde del agua. Desde la superficie: rizo

    exterior de los profundos vrtices o lnea del mar observable ;

    hacia

    un

    lado: playa de aprovisionamiento perfil costero de loca-

    lizacin geogrfica y apertura a la conquista. El ocano en cam-

    bio era el gran mar exterior que rodeaba las tres partes del ecu-

    mene ms all de las columnas de Hrcules.

    En

    los fragmentos

    que se han conservado del V iajealrede

    dor

    del mundo es posible

    observar que Hecateo de J:vfileto situaba al mediterrneo

    como

    su centro. En este centro convergan las tres partes del

    mundo

    habitado: Europa Asia y Libia

    Libia

    era el nombre genrico

    con

    que se designaba el frica situada

    al

    oeste de Egipto. Final-

    mente el ocano rodeaba por completo esas tres partes. Exis-

    te en esta descripcin un movimiento doble de crculos y de

    fuerzas de atraccin y repulsin. En el primer crculo el centro

    de agua atrae a los tres cortes de tierra; stos estn ordenados

    hacia

    dentro

    por

    la

    fuerza de atraccin del centro lquido

    pero

    jalados hacia afuera

    por

    la presin del ocano catico. Una pre-

    sin ejercida paradjicamente en la forma de apertura total

    fuera de los crculos del ecumene fuera tal vez de los paisajes

    que

    se

    acomodaban

    a la morfologa humana. Sucede como

    con

    los estratos en la tierra. Un estrato va del centro a la periferia

    pero la periferia presiona tambin

    al

    centro y forman un nue-

    vo

    centro

    para

    una

    nueva periferia.

    Ceuta y Gibraltar las columnas

    con

    que Hrcules marc la

    frontera del mediterrneo eran tambin el umbral del archipi-

    lago de la Atlntida. Una vez nueve mil aos antes de que Pla-

    tn escuchara entre el rumor del

    mar

    la orden de suspender el Cri-

    tias o

    La

    Atlntida tuvo lugar una batalla entre los atenienses y

    los atlantes entre los pueblos que habitaban ms all de las co-

    lumnas del mediterrneo y los que habitaban

    al

    interior de

    las

    mis-

    mas. Esa batalla haba sido referida por Soln quien a su vez

    supo de ella por algunos sacerdotes egipcios. Los reyes antiguos

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    17/70

    16 SALVADOR GALLARDO C B RERA

    del tica eran solemnes hroes ctnicos hijos de

    la

    tierra figu-

    ras del orden continental en lucha con

    las

    jerarquas marinas. La

    genealoga de los reyes atlantes se remontaba a Poseidn que en-

    gendr con Clito

    una

    mortal diez hijos varones en cinco pa-

    rejas de dos gemelos.

    Del desarrollo de la batalla sabemos muy poco. Pla tn inter-

    rumpi

    su descripcin en los preliminares geopolticos: las rela-

    ciones de fuerza las ventajas que ofrecan las respectivas posi-

    ciones geogrficas los diferentes sistemas de organizacin social

    y de gobierno. Nueve

    m l

    aos despus no quedaba otra cosa

    que un recuerdo difuso azul

    plomo como

    el color de las tni-

    cas que los reyes atlantes vestian en sus ceremonias noc turnas.

    Azul

    plomo como el

    color del ocano que permaneca amena-

    zante e inexplorado.

    Nueve m l

    aos despus de la batalla en

    el

    tiempo de

    la

    narracin de Platn los griegos posean sobre

    el occidente

    menos

    que retazos de informacin: hebras de mi-

    tos visiones basadas en razones tericas de simetra y equilibrio.

    mo

    se hizo para potenciar a

    un

    poderoso enemi

    go

    prove-

    niente del imaginario marino siendo que

    el propio

    ncleo de

    afirmacin de

    la

    Grecia micnica su vrtice

    primordi

    al de co-

    municacin e intercambio era el mar y no la tierra? Quiz por-

    que para ellos

    el

    mediterrneo era justo

    el

    borde del mar la fron-

    tera

    entre

    el ro que en s

    mismo

    termina ni

    el

    terrible

    ocano

    Atlntico sin forma y medida.

    MORFOLOG

    A

    DE

    LOS OCANOS

    II

    Roma

    y Bizancio haban

    hecho

    del mediterrneo

    la

    base geo-

    poltica de sus imperios pero a partir de la expansin rabe la

    unidad mediterrnea se rompi. El ncleo de afirmacin del me-

    dioevo estaba dispuesto a partir de la tierra de membranas y

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    18/70

    LAS

    MXIII> AS

    POLTI CAS DEL MA R

    17

    pliegues terrestres. Jacques

    Le Goff

    ha trazado el largo cami

    no

    que

    se recorri

    en

    la

    Edad

    Media para volver a

    encontrar

    ,

    ms all del teln del simbolismo que abarcaba todo, la realidad

    fsica del mundo. La navegacin participaba de ese

    umbral

    sim

    blico. Una de sus figuras ms socorridas era la de la nave en

    la tempestad; incidente que aparece con

    asombrosa

    regularidad

    en

    la vida de

    numerosos

    santos y que prefigur mltiples mila

    gros para

    apaciguar

    una tempestad

    o resucitar a un nufrago.

    Sin embargo, era el

    bosque

    o el camino, y

    no

    el mar, lo

    que

    formaba

    el inquietante

    horizonte

    del mundo medieval. Tristn

    dice a Isolda

    en el bosque

    del Morois: Volvamos al bosque, que

    nos protege

    y

    nos

    guarda ... .

    El progreso en

    el occidente

    me

    dieval

    parti

    de la roturacin de la tierra, en la lucha sobre la ma

    leza y los arbustos-; la

    s

    elva

    oscura

    de Dante

    y

    el bosque vir

    gen.

    Dentro

    de la esfera simblica,

    el

    bosque representaba

    tinieblas o el siglo con sus ilusiones.

    El

    mar era el mundo y sus

    tentaciones. En un

    grabado

    que ilustraba

    a

    n ve

    de

    los loros

    de

    Sebastin

    Brant

    (1457-1521) se muestra cmo se confinaba den

    tro de un

    barco

    a quien estaba afuera para apartarlo de la mira

    da de los

    cuerdos

    . Con todo, el horizonte geogrfico de ese

    mundo era

    mu

    y restringido; se limitaba a la cristiandad. Adem

    s,

    el tonelaje de las flotas y el

    nmero

    de

    buques

    an

    en

    la era

    mercantil veneciana y genovesa que

    repuso

    e

    parte

    la

    unidad

    mediterrnea-'-- eran

    muy

    pequeos.

    El estrato rural medieval, reino de la madera y la piedra, asen

    tado en un ncleo territorial

    difuminado

    pues la propiedad

    no estaba generalizada- , sin

    potencia

    martima ni comercial,

    donde se practicaba la regresin al

    pasado

    como arma contra

    la decadencia; ese estrato poblado

    por

    las ruinas de las antiguas

    estructuras del

    Estado e l

    derecho romano, las vas continenta

    les, las grandes concentraciones

    urbanas-,

    no cesaba de agi

    tarse por

    una

    errancia aniquiladoramente larga, desesperada-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    19/70

    8

    SALVADOR GALLARDO CABRERA

    mente lenta, en una especie de movimiento browniano, a la vez

    perpetuo

    e inconstante ,

    como

    lo

    ha

    descrito Marc Bloch. La

    errancia medieval utilizaba el bosque y los caminos como una

    red de trayectos plegados sobre algunos puntos fijos: ciertos lu-

    gares de peregrinacin, ciudades

    con

    ferias, puentes.

    Slo a partir del siglo

    XIV

    la errancia fue considerada activi-

    dad de hombres malditos, de vagabundos.

    Esto

    se logr

    por

    me-

    dio de

    una

    transferencia del estatuto de normalidad a la vida se-

    dentaria.

    El

    sedentarismo medieval del

    mar

    trasladado a la tierra.

    Entre

    el 800 y el 1100, las naves longas y los knorrs

    de

    los

    vikingos tenian el dominio naval del atlntico. Descubrieron tres

    veces Islandia, la Tierra de Hielo, mientras

    como un

    torrente se

    apoderaban de Burdeos, de Prigueux, Angers, Tours y Orlcans.

    Odin, el de un solo ojo, dios de la sabidura rnica y de los ahor-

    cados, los acompa con su lanza Gungnir, su caballo de ocho

    patas y sus dos cuervos:

    mente

    y memoria. Sus descendientes

    medievales navegaron a ambos lados del estrecho de Davis.

    En

    su avance hacia el oeste fueron construyendo

    un mapa

    de se-

    alizaciones para esa regin del atlntico que poco despus se

    perdera.

    Erick l qjo parti exiliado de Islandia en el ao 982. Regre-

    s

    tres aos despus

    con

    un

    relato acerca de los

    contornos

    de

    la Tierra Verde (

    Gronland

    ).

    Los

    groenlandeses

    no

    se detuvie-

    ron: Leif Eriksson realiz cinco travesas hasta dar con una tie-

    rra

    que

    nombr Vnland la tierra de vino, situada en lo que mu-

    cho ms tarde se llamara Amrica. Segn algunos historiadores,

    el descubrimiento de Amrica fue posible gracias a que las tcni-

    cas martimas se fueron perfeccionando en las travesas del me-

    diterrneo.

    Pero

    los escandinavos medievales haban empujado

    la navegacin justo fuera del mar dormido. Los logros de esta

    sombra magnificencia marina no fueron integrados a la

    pos

    : rior conquista occidental del Atlntico. Antes de 1400

    Groen-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    20/70

    LAS MXI

    MAS

    PO LTIC

    AS

    DEL MAR

    9

    landia era casi una leyenda una saga oscura para los propios

    islandeses. La gran lnea de despliegue martimo de los escan

    dinavos medievales se cerrara

    sobre

    s misma

    como

    un espe

    jismo sin testigo. Memoria uno de los cuervos de Odn regre

    s muy

    pronto

    de su viaje exploratorio; lo que significaba que

    no haba tierra cercana. As los escandinavos quedaron atrapa

    dos en el ocano abierto.

    DIGRESIN SOBRE LOS REINOS SIN DISTANCIA

    Hace siete eones

    al

    occidente del mundo mediterrneo exista

    el reino de

    la

    madera y la piedra de las aguas estancadas con sus

    flores de turba. No haba flores de turba pero cualquier extran

    jero lo hubiese credo. Slo que ese reino tan perseguido y per

    dido tan alcanzado y abandonado era

    un

    reino sin muchas ven

    tanas: sus caminos reales haban sido olvidados el Mar

    Tenebroso golpeaba el ms frtil-por abierto e inexplorado-

    de sus costados. Fuera del limes al norte del reino exista un

    pueblo adorador del dragn rojo enre ado o no a la colum

    na vertebral de .cada hombre; dios de

    una

    era y principio ma

    ligno del final de

    la

    misma.

    Ese

    pueblo

    adoraba navegar. Siem

    pre hacia el oeste sobre el camino de

    la

    ballena se dice

    que

    navegaron hasta confJ.gUrar un nuevo litoral merced

    al

    matrimo

    nio anacronstico de

    un

    mexica convertido en islands llama

    do Bjorn

    Kukulcan quien se cas con

    la

    reina de Saba y

    gober

    n Yucatn. Los pueblos de

    la

    madera y la piedra - el pueblo

    lanzado hacia el

    Atlntico-

    tan diferentes distantes entre s

    vivan sin embargo en

    un

    mundo

    comn.

    Un

    mundo

    sin dis

    tancia donde las travesas los viajes se medan en trminos de

    tiempo

    transcurrido ardes lunas atados de das- no en

    distancia porque no contaban con un

    modo

    o instrumento para

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    21/70

    20

    SALVADOR GALLARDO

    B R E R

    expresarla. Esto no supora algo as

    como

    una falta tcnica, una

    carencia. Para ellos la distancia

    no

    era una modalidad espacial

    sino temporal.

    El

    pueblo del dragn, por ejemplo, tuvo que in

    ventar

    una

    orilla en pleno

    mar

    abierto cuando no tera un lito

    ral que

    le

    sirviese

    como

    referencia espacial. Esa qrilla

    la

    constru

    y a partir de la caligrafa que se puede leer en el mar, entre los

    cambios en el color del agua,

    la

    profundidad y consistencia del

    fondo marino observadas des

    de

    la

    proa o medidas con

    una

    son

    da,

    el

    desplazamiento y

    la

    configuracin de los hielos flotantes,

    la

    fluctuacin de los astros y el vuelo de las aves Bajo unos ban

    cos de bruma casi consistente, perdida

    la

    cuenta de los das, c

    mo

    saber

    la

    distancia que lo separaba de su meta?

    Esa

    pregun

    ta jams fue

    formulada

    as. Nunca nadie pregunt as en los

    reinos de la Edad Media.

    LA

    POCA DE LA IMA

    GE

    N DEL MUNDO

    .1

    uno

    de los seminarios del

    Thor,

    propiciados por Ren Char,

    Heidegger expuso la

    frmula siguiente: Para los griegos

    lasco-

    sas aparecen. Para Descartes y el hombre de la edad moderna,

    las cosas

    m

    aparecen . Heidegger recrea

    el

    recorrido de la cien

    cia moderna utilizando su procedimiento retorno ro arriba

    con

    el

    fm de alcanzar la fuente de

    la

    ruptura que signific el pen

    samiento de Descartes: su determinacin de lo real

    como

    ob

    jetivacin del representar y de la verdad

    como

    reduccin,

    como

    certeza del propio representar. Lo existente

    ya

    no es lo presen

    te

    como

    en

    el

    mundo griego, siDo lo que en el representar se po

    ne

    en

    frente, lo objtico.

    Lo

    decisivo de este viraje

    no es

    que el

    hombre

    se emancipa

    ra de las ataduras medievales l emanciparse a s mismo, siDo que

    se transformara absolutamente la esencia del

    hombre

    , l conver-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    22/70

    L

    AS M.:

    GM

    AS

    PO LTICAS

    DEL

    MAR

    21

    tirse ste en sujeto. Y ser sujeto quiere decir que el hombre se tor-

    na en el punto de referencia de lo real

    como

    tal, es decir, en l se

    funda todo lo existente a

    la

    manera de su ser y su verdad. Medi-

    da de todas las medidas, garante de lo representado, dador de

    sentido, el suijectum conquista al mundo como imagen. Es,

    como

    escribi Descartes, el amo y poseedor de la naturaleza .

    Por imagen del

    mundo ,

    Heidegger no entiende

    una

    ima-

    gen del

    mundo

    cualquiera, sino el

    mundo

    comprendido como

    imagen en

    el

    sentido de que lo existente slo

    es

    si

    es

    colocado

    por

    el

    hombre,

    que representa. La imagen del mundo no pasa

    de

    una

    medieval a otra

    moderna; el

    hecho decisivo es que el

    mundo

    pasa a ser imagen y ste es exactamente el mismo proce-

    so que hace que

    el hombre

    se transforme en suijectum dentro de

    lo existente.

    Este pro

    yecto doble es el que caracteriza a la

    Edad

    Moderna.

    ARTE DE

    LA

    N}

    ,

    VE

    GACIN

    Uno.

    El arte de

    gobernar contempl

    en

    el

    curso de los siglos

    XVII

    y

    XVIII

    unas lineas paralelas a la de la justicia.

    Contar

    y

    Me-

    dir

    la linea bicfala de mensurabilidad.

    N otar

    y

    Anotar

    linea de

    identificacin o control de la apariencia. Se trata de lineas empo-

    tradas

    en una

    relacin: se cuenta y se mide, se

    nota

    y se anota.

    Esta relacin establece

    una

    diferencia entre los trminos: lo que

    se

    nota

    importa para la accin disciplinaria del Estado y por tan-

    to se anota. Las leyes suntuarias y la revisin de las listas de

    no-

    bles tenian

    como

    fm

    no

    slo eliminar a los usurpadores, n eran

    meros

    censos para trazar diagonales de identificacin.

    Ser

    un

    censo , se deca de una cosa que proporcionaba molestias a su

    dueo. Ms bien, se buscaba redimir

    el

    censo; imponer las obli-

    gaciones, los impuestos, las condiciones de gobierno, derivar del

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    23/70

    5.\LV,\DOR G.\LLARDO CABRER.\

    censo al censor.

    Pero

    lo decisivo

    es

    que estas lneas excedan sus

    funciones de control restrictivo. Como se sabe,

    la

    secularizacin

    del

    poder

    corra al parejo de

    la

    formacin de la sociedad disci-

    plinaria que modific el

    orden

    de lo pblico y lo privado, a la

    vez

    que

    invirti

    la

    funcin restrictiva de las disciplinas en utili-

    dad

    positiva.

    Apresar

    esta utilidad positiva de los controles gu-

    bernamentales -entender cmo se rizan las disposiciones de

    gobierno al interior del b rco no

    es

    un

    dato que

    se siga

    na

    turalmente" de los propios mecanismos de gobierno.

    No

    es

    una

    evidencia. Significa ms bien

    una

    reorganizacin del anlisis que

    rompe

    las familiaridades admitidas,

    una

    mirada nueva

    que

    gra-

    cias a Nietzsche adqmri 1mportane1a. "Tras los nombres ms

    sagrados encontr las tendencias ms destructivas", escribi una

    vez.

    Casi un siglo antes,Johann G Herder -quien a pesar de re-

    frenar las tendencias racionalistas de

    la

    Ilustracin comparta sus

    objetivos- entenda an el

    barco

    como la imagen primigenia

    de un sistema de

    gobierno

    especial y riguroso. Como un peque-

    o

    estado

    al que en todas

    partes rodean

    enemigos: cielo, tor-

    mentas, vientos, corrientes, arrecifes y

    otros

    barcos. Se trataba

    de un orden casi ritual que ejerca una accin intencional, defi-

    nida: "Cunto hubiera dado

    por

    leer a Orfeo o

    la

    Odisea estan-

    do embarcado ",

    anota con

    nostalgia triple. La del alemn que

    no

    se

    acostumbra

    a sustituir Repblica por Estado, la del escri-

    tor que

    ve los costos de

    la modernidad

    ah

    donde la

    mayora s-

    lo distingue ganancias y la del viajero que constata en todos la-

    dos la supresin de los vnculos objetivos de su poca.

    Dos Para

    cuando

    comenzaron a

    mutar

    los

    conceptos

    e institu-

    ciones

    ~ l

    siglo

    XIX

    la imagen del

    Estado monstruo

    marino

    haca

    agua: la primera guerra mundial acab con una buena parte de

    las monarquas y lo que parecan conflictos locales se haban ex-

    tendido, al

    mostrar

    la inoperancia

    conceptual

    que

    sustentaba

    a

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    24/70

    LAS

    X P

    OL

    iTIC.\S

    DEL

    M.\R

    23

    los E stados nacionales liberales. Adems, la velocidad del movi

    miento

    y

    la

    descomunal ampliacin del espacio, tenian ya como

    eje a

    la

    s ciudades y su estridencia tcnica. E l

    nomos

    hereditario

    y los esta

    ment

    os campesinos se disolvan apresuradamente. La

    tcnica modificaba las compe tencias individuales, la ndole del

    trabajo y de su

    eth

    os Un ltimo coletazo del imaginario marino

    marcara, segn E rnst Jnger, el advenimiento de la

    nue

    va po

    ca: el hundimiento del

    Titanic en

    1912. En esa fractura aparecan

    juntos

    la

    f ybnj

    del

    mundo

    tcnic

    o,

    el automatis

    mo

    y la ca

    tstrof

    e.

    Eran

    l

    as

    marcas del nuevo orden.

    LAREPRESENT,\CJN RCH,\ :

    U\TRO

    PUN TOS

    D E QU IEBR \ L \ 1\fODER ' ID,\D

    Uno

    He

    inrich v

    on

    Kleist era

    un

    kantiano consecuente, casi

    do

    g-

    mtico. E n 1801, despus de un largo estudio de la escritura kan

    tiana y atormentado por la idea de

    l

    imposibilidad de una ver

    dad exter

    ior

    a los cuerpos humanos, escribi a su hermana: si

    todos los hombres en vez de ojos llevasen gafas verdes, juzga

    ran que los objetos que miran

    so

    n verdes, y nunca podran sa

    ber si sus ojos ven las cosas tal como

    son

    o si es

    propio

    de los

    ojos lo que ven . Aqu, el si condicional no deviene en una su

    posicin; es ms bien la constatacin de un esta

    do

    de hecho: to

    dos llevamos puestas las gafas verdes, por ello no pode

    mos

    de

    cidir

    si lo que llamamos verdad es la verdad autntica , la

    verdadera verdad, o si

    so

    l

    amente nos

    parece

    que

    es as. O al

    guien se atrevera a decir: yo tengo ojos y no gafas verdes?

    Cmo

    lo probara? Se dice

    con

    facilidad que estas lneas de

    Kleist slo dan cuenta de

    una

    estrategia romntica que consis

    ta

    en

    llevar al extremo, a su lmite, un

    pen

    samiento que seal

    el inicio emancipado de la filosofa.

    Pero no es

    as. Kleist

    no

    re-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    25/70

    24

    SALVADOR GALLARDO CABRERA

    duce d bsurdum el pensamiento kantiano; su escritura y su vida

    estn ah como testimonios de un rigor desesperado y

    puro

    .

    Si

    Kant

    haba puesto los lmites a

    la

    razn, nadie poda hacer

    como

    si las gafas no existiesen. Mis gafas son rojas o amarillas , se

    entiende. Pero no se entiende: soy un ilustrado, no llevo gafas .

    El

    primer punto de quiebra de la modernidad deviene justa

    mente de

    uno

    de sus ms fuertes bastiones: la idea de la relati

    vidad del conocimiento y las culturas. Se trata de un dis

    po

    sitivo

    que utilizaron Montesquieu, Voltaire, Adam Ferguson y Rous

    seau, derivado de distintas necesidades y dirigido a

    mu

    y diferen

    tes fine s Prinopalmente, lo utilizaron en relacin

    con la

    diversi

    dad de corte tnico, histrico o geogrfico-climtico, al enfatizar

    la fragilidad de los presupuestos totalizadores occidentales.

    Georg

    Hamann

    y Johann G

    Herder

    ampliaron este dispositivo

    para realizar el desmontaje

    del

    tribunal de

    la

    razn kantiana. Si

    tuaron

    a la

    razn

    en

    un

    contexto

    lingus tico, histrico y social,

    como un modo de hablar y actuar en una cultura y un lenguaje

    especficos, y no en tanto una facultad que existe en algn do

    minio mental o noumnico. E l corte ms profundo y duradero

    lo practic

    Herder al

    sealar que\el tribunal crtico-ilustrado

    propuesto por

    Kant

    solamente universalizaba los valores e in

    tereses del siglo XVlll europeo.

    Con

    ello,

    Herder

    relativiz el pinculo ms alto de

    la moder

    nidad ilustrada. l contrapona a la perfectibilidad moral e inte

    lectual una diversidad irreductible de aspectos concretos. El sen

    tido de

    la

    relatividad termin destruyendo los cimientos de

    la

    misma modernidad que dicho sentido haba contribuido a en

    gendrar. Ni el tribunal de

    l

    razn pudo escapar a

    la

    visin de

    las gafas verdes.

    Dnde est el punto central de la tierra? ; es la ms alta

    pregunta geogrfica. Ah, donde t ests , es la respuesta de la

    relatividad. Pero esa respuesta variable slo sirve a tal

    pregun-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    26/70

    L>\S M.. UMAS POLTICAS

    DEL

    MA R

    25

    ta general.

    Si

    se pregunta, en cambio, quin est ms cerca o lejos

    del punto central de la tierra, entramos en el reino de la geopol-

    tica. Su respuesta

    es

    ya

    una

    cuestin de escalas.

    Por su visin diferenciada de las sociedades, a Swift se le ve

    casi siempre como parte de esta genealoga ilustrada. Los via-

    jes de Gulliver vendran a ser, segn esta lectura,

    un

    alegato que

    mu

    estra la relatividad de los valores culturales europeos

    y

    casi

    s

    iempre

    su descomposicin.

    La

    cuestin no

    es

    de poca

    monta.

    De

    ser un ndice geogrfico y tnico, al

    concepto

    de relatividad

    se le fue incorporando valores morales o posturas ticas. Recur-

    dese el

    th

    n de

    Le

    ssing.

    En

    Swift no sucede esto.

    La

    ensean-

    za moral est siempre oclosionada

    por

    el estallido de la

    impo-

    sibilidad de su trascendencia.

    Cuando

    Gulliver viaja a Luggnagg,

    la isla de los inmortales, dice

    que

    de ser l uno de ellos servira

    como orculo para sealar las diversas gradaciones en las cua-

    les se desliza la

    corrupcin

    del

    mundo.

    Sin embargo,

    en

    ningn

    sitio del pasado encuentra un modelo a seguir; lo nico

    cons-

    tante es la perversin, el

    engao

    y la utilizacin del

    poder

    co-

    mo modo de consecucin de los fmes ms aviesos. Ante la in-

    t

    r s

    c

    end

    e

    nci moral, queda la irona. En la irona, como escribi

    Emilio

    Uranga, hay

    una

    amargura incurable. Implica el uso de

    la irona una enseanza moral?

    Si

    la irona deja de ser un grano

    de sal, se convierte en

    un

    paraso del

    absurdo

    o en

    una

    prdi-

    ca moral?

    Swift es un maestro de las relaciones, no de la relatividad. Una

    cosa es ms

    grande

    o pequea

    que otra

    slo si media una rela-

    cin:

    el

    destino puede complacerse en

    permitir que

    los lilipu-

    tienses descubran alguna nacin cuya gente sea tan diminuta res-

    pecto

    a ellos

    como

    stos lo

    fueron

    para

    m.

    ..

    La amargura

    tuerce la figura de un hombre que trata de hacerse honor

    entre

    aquellos

    que

    estn fuera de

    todo grado

    de

    comparacin

    o equi-

    valencia con

    l.

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    27/70

    6 SALVADOR GA

    LLARDO

    CABRERA

    La

    moral no tiene,

    en

    el terreno de las relaciones, nada que

    ver. El r o l e m ~ es ms bien de escalas; toda

    una

    estrategia geo-

    poltica.

    Qu

    sucede

    cuando

    dos escalas diferentes se

    encuen-

    tran?

    Un

    caballo

    puede

    ser el

    sinnimo

    de la perfeccin de la

    naturaleza desde

    una

    escala distinta a la del cuerpo humano.

    Los

    partidos

    polticos, en una escala real, nicamente se distinguen

    por

    los tacones, altos o bajos,

    de

    sus calzados. Queequeg, el ar-

    ponero del Pequod, era George Washington con desarrollo de

    canbal.

    Por

    el contrario,

    en un

    sistema de relatividad

    no

    hay re-

    laciones, sino presupuestos. Por ello, las distinciones que se esta-

    blecen desde.este sistema dan cuenta de un ideal, nunca de la

    diferencia irreductible que escapa a cualquier regla de juicio. Slo

    una

    poltica de las relaciones puede

    mostrar

    por qu existen le-

    yes y ordenanzas para prohibir romper un huevo por la mitad.

    Lo

    que est en juego en ltima instancia es la continuidad del

    pensamiento

    representativo.

    Desde

    el

    mundo

    mtico, la

    enorme

    magnitud

    del mar es una cuestin de escalas o perspectivas: un

    sorbo de agua para un sediento es ms grande que los siete ma-

    res. Cuando el mundo mtico se retir, el mar se volvi opaco;

    un espacio indestructible que no necesita mantenimiento y don-

    de todos los puntos pueden unirse.

    Dos El segundo punto de quiebra de la modernidad lo complet

    Nietzsche al colocar a la verdad fuera del mbito de la epistemo-

    loga. La

    verdad

    es un ejrcito mvil de metforas , una cues-

    tin de estilo vinculante , es una convencin.

    El

    reposiciona-

    miento de la

    verdad

    en la arena del

    poder

    signific la quiebra

    de la pretensin moderna por establecer un mundo verdico,

    autosuficiente y redondo, desde el cual era posible crear un nexo

    de derecho entre la verdad y el pensamiento. Tal pretensin, se-

    gn Nietzsche, signific el instante ms mentiroso y

    arrogante

    de la historia universal. Cuando los filsofos relacionaron la ver-

    dad con el

    pensamiento

    y la verdad con la libertad, trataban de

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    28/70

    L S MXI

    M S

    POLTICAS DEL

    M R

    27

    evitar

    relacionar la

    verdad

    con una

    voluntad

    concreta la

    suya- con un flujo de fuerzas o

    una

    cualidad de la voluntad

    de

    poder

    .

    Juntar

    v

    erdad

    con

    libertad seala esa estrategia;

    una

    estrategia vinculante. Los filsofos expandieron a tal grado sus

    pretensiones que crearon un mundo verdico en donde como

    ha visto

    Deleuze

    queran la verdad no en nombre de lo que es

    el

    mundo

    sino en nombre de lo que el

    mundo

    no es . Tan grande

    es

    el

    poder

    de ilusin de un estilo.

    Tr

    es

    A comienzos del siglo xx el tiempo de duracin de las ins

    talaciones ms recientes era ya muy reducido. Comenzaban a su

    cederse breves pocas tcnicas generaciones subsecuentes de

    materiales e instrumentos. Aunque la lgica especfica del espa

    cio tcnico era

    la

    recomp0sicin infinita no poda asimilarse esa

    lgica a la del progreso tal como haba sido pro

    ye

    ctado en la

    modernidad. N o poda porque en un proceso de recomposicin

    infmita la distincin representacin-realidad que se describi

    en

    la pom de

    la

    imagen del mundo resulta irrelevante: se intensifica la

    representacin todo deviene representacin entonces la ten

    sin desde la que lo real era

    representado

    est rota.

    Es

    en esa

    representacin

    rota donde aparece la ~ p o c de la radiacin. El

    tercer corte en el espectro de la modernidad.

    Cuatro

    Para dar cuenta del

    cuarto

    corte el

    punto

    de quiebra

    de

    la

    modernidad

    democrtica es necesario contar

    una

    pequea

    historia: los acuerdos de la postguerra de 1914 mostraron clara

    mente

    que los principios del Estado nacional liberal no basta

    ban para acceder a la identidad del poder y el derecho prevista

    en el discurso moderno-democrtico.

    En

    ese discurso exista

    una consideracin que haca de la democracia el nico sistema

    donde

    l

    modernidad

    se desenvolvera

    adecuadamente.

    Esta

    consideracin supona dos lineas en busca de circularidad: la in

    completud de la modernidad y la perfectibilidad de la democra

    cia. As los estatutos bsicos de la

    modernidad -progreso

    su-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    29/70

    8

    SALVADOR GALLARDO CAB RERA

    peracin, crtica o problematizacin de todos los presupuestos

    y valor de lo nuevo- que por

    su propia

    configuracin perma

    necan siempre incompletos, encontraban en

    un

    sistema abierto

    y plural, como la democracia, un territorio firme para que la cir

    cularidad desembocara en-la constatacin de su necesidad; de

    que

    no

    era posible una lnea sin la otra.

    Se trataba de una desembocadura virtual pero siempre

    en

    ac

    to ya, real sin ser actual, mediante un juego de lneas que seco

    rroboraban

    a

    s

    mismas. Una falta alargndose mediante

    la

    pers

    pectiva de su cumplimiento. Mediante ,

    es

    decir, a partir de

    la

    puesta

    en marcha de una maquinaria de representacin

    poten

    ciada al infinito. La modernidad democrtica requera ampliar

    e impulsar los espacios de representacin para generar escalas

    de logros progresivos: la democracia debera ser el misterio re

    suelto de las constituciones. Las lineas de

    la

    democracia y

    la

    mo

    dernidad

    alcanzaran

    una

    circularidad virtuosa

    en

    la

    medida

    en

    que se pudiese apelar a un desenvolvimiento y a unos progre

    sos ms o menos mensurables. Pero la circularidad fue quebrada

    al fin de la guerra de 1914. El vrtigo patritico, la inflamacin

    nacional de esa guerra, mostr paradjicamente el fin del ideal na

    cional, de los conflictos lcalizados, de las guerras caseras. De ello

    es

    ejemplo

    la

    Sociedad de

    Naciones

    cuyos objetivos, sus metas

    y cumplimiento se asentaban en una

    desproporcin:

    vigilar

    unos espacios enormes de derecho a partir de una potestad eje

    cutiva mnima. Ah comienza a gestarse la crisis de la democra

    cia representativa.

    La idea de nacin, el

    modelo del individuo propuesto por las

    constituciones liberales y las disposiciones de

    la

    democracia libe

    ral,

    no

    parecan sincronizarse

    con

    l

    velocidad del nuevo siglo;

    parecan trazos creados para una poca ms lenta y socialmen

    te menos compleja. En adelante,

    la

    incompletud constitutiva del

    movimiento modernidad-democracia ser conceptualizada en

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    30/70

    L\S

    M.\XJMAS

    POLT

    IC. 15 DEL

    M. I

    R

    29

    un sentido negativo: la distancia para alcanzar la realizacin de

    mocrtica, los requerimientos para h c e ~ coincidir la moral y

    el

    derecho, etctera. De ah que el plano gubernamental se esta

    blezca como una suma de carencias

    por

    cubrir o como un

    pro

    ceso gradual ms o menos coherente.

    E l ideal democrtico escamote la exigencia de su cumpli

    miento por medio de un aplazamiento que se ofreca, desde las

    estrategias gubernamentales,

    como

    algo inherente a su configu

    racin. La democracia fue neutralizada desde sus propias dis

    posiciones. Pero lo ms notable es que gran parte de los anli

    sis crticos enderezados contra las entidades gubernamentales

    participaban de dicha conceptualizacin

    en

    negativo : lo

    que

    falta para alcanzar x o z, lo

    que no

    se hizo o se hizo mal, las

    correcciOnes.

    An hoy, decenas de analistas polticos escriben y

    opinan

    a

    diario sobre nuestra actualidad . Pero en realidad esos analistas

    y opinadores profesionales nunca escriben para pensar nuestro

    presente, nunca ven sus positividades. Observen cmo siempre

    anclan su mirada desde un terreno ya construido: la democra

    cia soada por los liberales decimonnicos o los rasgos consti

    tutivos, los tempos de la idea civilizatoria inscrita en el proyecto

    moderno

    burgus. Los opinadores siempre tienen ideas justas

    cuando de lo que se trata es tener, como dice

    Godard,

    justo

    ideas. Ideas de vida, no grandes, ni decisivas, sino renglones de

    resistencia a nuestro presente. No

    es

    gratuito que Hegel viera

    en la moderna lectura de los peridicos

    el

    medio desacralizado

    as

    equivalente- de la antigua lectura de la

    Biblia.

    Y no tanto

    porque

    la

    lectura de los peridicos reemplazara la lectura cotidia

    na de la

    Bib

    ia

    sino porque leer los peridicos

    comporta

    la mis

    ma disposicin a buscar ideas preformadas.

    Cmo pasaba esto? Cmo se hizo para convertir el discur

    so liberal-democrtico en

    una

    gran redundancia? Ah estn los

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    31/70

    30

    SALVADOR GALLARDO CABRERA

    archivos, las hemerotecas donde se puede constatar el desplaza

    miento de l

    Gran

    Redundancia, el discurso de l Aproximacin

    Sucesiva, de los

    Logros

    Sumndose.

    Quien

    est

    dispuesto

    a

    mancharse los dedos y los ojos con el gris nietzscheano c o n

    el

    gris de lo efectivamente existente y lo realmente

    comproba

    b l e

    puede

    encontrar los cientos y los cientos de miles

    de

    dis

    cursos, decretos, anlisis, informes, proyectos y crticas redun

    dando

    unos

    con los otros, letra con letra, convalidndose unas

    a otras,

    como

    en

    una

    cadena

    de

    transmisin. Y si en ese trn

    sito de lo Mismo, se tropieza con una reivindicacin que se ca

    lific a s misma de independiente, hay que ver

    cmo

    el ms sutil

    de los sobornos practicados siempre fue declarar tal reivin

    dicacin

    como una

    manifestacin externa del propio concep

    to

    de

    libertad y

    en

    legitimarla

    de

    ese modo ante

    el

    tribunal de

    l constitucin democrtica liberal,

    es

    decir, en hacerla inocua.

    La

    desincronizacin entre las disposiciones de las democra

    cias liberales

    -votacin

    representacin, contienda pluriparti

    dista, separacin de poderes- y la realidad

    cotidiana

    , fue

    acrecentndose.con el transcurrir del siglo. La democracia neu

    tralizada:

    todo

    ocurra

    dentro de

    l democracia

    pero

    fuera de la

    realidad. An antes de l guerra de 1939,

    muchos

    criticaban

    el

    va

    lor

    de las doctrinas de los gobiernos representativos libera

    les, yen varios

    Estados

    stos haban desaparecido ante formas

    polticas que los negaban. Sin embargo, esto signific otra coar

    tada para que los impulsores de

    l

    redundancia capitalista-libe

    ral minimizaran los temores producidos por una nueva poca

    que abola las rutinas y suprima los vnculos objetivos. Se trata,

    de nuevo, de un desarreglo provocado por los alemanes; esos

    malos

    europeos que

    no

    lograron

    hacer crecer, desde la

    unidad

    nacional lograda por Bismarck,

    una

    nacin civilizada, democr

    tica-liberal . Y necesariamente, toda la mquina fascista - y de

    paso la comunista- fue presentada como algo exgeno a la

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    32/70

    LAS

    MXJMAS POLTICAS

    DEL

    MAR

    3

    evolucin poltica occidental, como

    un

    monstruo que sin tener

    casilla alguna en

    el

    continuo ascendente de las formas de gobier-

    no modernas -pues no poda tolerarse l idea de un hijo mons

    t ruoso- permita hacer aparecer tal continuidad

    como

    el or-

    den

    de

    la

    semejanza y extraer diferencias

    que

    cupiesen

    en

    la

    taxonoma del orden poltico de la postguerra.

    Con base en esas diferencias,

    al

    restablecimiento del ideal de-

    mocrtico, se instaur entonces el nuevo orden del

    mundo ,

    una frmula quiz demasiado

    pomposa

    para hablar del reparto

    diferente de

    la

    explotacin.

    Los

    desarreglos, el

    desacomodo

    entre la virtualidad y el acto

    se agudizaron. Era

    ya

    muy dificil ocultar que mediante

    la

    redun-

    dancia extendida,

    la

    representacin democrtica haba degene-

    rado en

    comedia:

    la

    propaganda sustitua a la moral, los dere-

    chos individuales se fundaban en el poder, no en su propiedad,

    como

    conceda

    el

    estatuto constitucional. La igualdad en trmi-

    nos

    de

    participacin ciudadana devino igualdad pasiva frente a

    las

    enormes

    diferencias de funcin - todos podan or y dar

    respuestas pero los temas sujetos a discusin estaban determina-

    dos, en ltima instancia, por

    unos

    pocos actores polticos. Las

    instituciones gubernamentales eran utilizadas

    como

    instrumen-

    tos de perpetuacin del poder.

    Una

    perpetuacin atenuada

    por

    el rejuego partidista donde la oposicin serva, en el extremo,

    como estmulo para los dueos de la violencia.

    Gobernar no signific ya, en a d e l a n ~ e disponer adecuada-

    mente

    las cosas sino,

    como

    escribe Foucault, estructurar el posi-

    ble campo de accin de los otros.

    De

    ah que a nosotros no nos

    quede

    otra salida que intentar inventariar esas formas guber-

    namentales partiendo de sus

    positivid des

    y

    ya

    no,

    como

    quera

    la

    ciencia poltica liberal, desde lo que falta,

    un

    trnsito o una correc-

    cin,

    donde

    en realidad los poderes se corroboran a

    s

    mismos.

    Si un sistema poltico se mide

    no por

    lo que deja de hacer, sino

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    33/70

    3

    SALVADOR GALLA

    RDO

    CABRERA

    por lo que hace efectivamente es necesario enderezar un pensa

    miento poltico que escape a las formas contractuales y la lgi

    ca positivista de los

    consensos

    .

    MORFOLOGA DE LOS OCAN

    OS

    III

    Herder deca que la morfologa de Amrica facilit su conquista.

    Amrica era

    un

    continente cuy

    os

    pliegues protuberancias y bra

    zos se abran hacia la conquista. A pesar de ello el arte de la na

    vegacin y de la guerra pueden transformar en una ventaja hasta

    un

    destino

    morfolgico. Los

    pueblos

    del sol mesoamericanos

    saban

    por

    ejemplo aprovechar

    una

    curvatura de un -cerro para

    que deviniese en linea de transformacin mediacin y balance.

    Esa linea serva a la vez como recinto de aprovisionamiento

    o

    curva

    defensiva.

    Trabajando desde Melville Charles Olson

    mostr

    que el es

    pacio era el hecho central para los nor teamericanos. Si la lgi

    ca y la clasificacin haban llevado a la civilizacin occidental al

    hombre

    y entre hombres lejos del espacio la aventura que se ini

    ci en los Estados Unidos estaba ligada profundamente a la geo

    grafa. La nomadologa de las grandes praderas la macropolitica

    de los ocanos la micropoltica de las mquinas. U

    na

    de las m

    quinas ms bellas precisas y sanguinarias era el

    buque

    ballene

    ro. Mquina

    que

    serva como

    nexo entre

    la industria y un espa

    cio

    empujado

    ms all de las fronteras nacionales.

    Sobre esos mares as

    entendidos

    sobre

    ese espacio privado

    de dimensiones se fue

    gestando

    el dominio total de los oca

    nos.

    La

    tctica sin obstculos

    y

    sin contingencias de la

    moder-

    na guerra sobre el mar ciment el modelo para las nuevas estruc

    turas de colonizacin e industrias

    terrestres

    urbanizaciones

    vas frreas. Todo lo que significaba una contingencia o

    un

    obst-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    34/70

    L-\5 MXIMAS POLTICAS DEL MAR

    culo l o s indgenas, su hbitat- deba ser destruido. La nove

    dad resida en que este modelo parta de

    un

    pas que funcionaba

    como

    un objeto en movimiento con

    un

    potencial y una veloci

    dad inditos. Un pas que barra. los espacios con

    una

    velocidad

    mxima.

    La

    pesca norteamericana de la ballena sirvi

    como

    uno de los

    detonantes para el reacomodo martimo.

    Desde el

    espacio de la

    pesca;

    el

    Pacfico apareca misterioso, divino, cie

    al mundo

    en

    tero, hace que todas las costas

    le

    sirvan de entrada, parece

    el

    co

    razn palpitante de toda la tierra . . . se agita con las aguas ms

    centrales del mundo, el Atlntico y el ndico no son ms que sus

    brazos . Para Melville, el Pacfico tambin era la confu:macin

    del futuro: hasta los descubrimientos del siglo xv, el mediterr

    neo

    segua siendo

    el

    centro del mundo. Coln hizo del Atlnti

    co el

    mar

    central y activ

    el

    mercantilismo de 1500 a 1800.

    El

    despegue ingls se debi a

    la

    eclosin del Atlntico y

    al

    reposi

    cionamiento del mediterrneo

    como una

    mera

    zona

    de paso.

    Inglaterra se hallaba

    en el

    centro de

    todo

    este recambio: a me

    dio camino entre

    el

    Bltico y

    el

    Mediterrneo y lanzada hacia el

    Nuevo Mundo.

    Melville pensaba que la Nueva Historia, la del dominio de los

    Estados Unidos, se iniciaba en el Pacfico.

    Era

    el

    futuro, una oda

    procedente de las praderas, algo nuevo, profetizado hace

    mu

    cho, venido de muy lejos.

    En

    ese despliegue, el

    buque

    ballene

    ro aventajaba morfolgicamente a los barcos mercantes, a los

    de guerra y a

    o ~

    oiratas.

    Estos

    tres tipos eran,

    por

    su composi

    cin y comportamiento, fragmentos del

    orden

    terrestre, exten

    siones de ese

    orden mar

    adentro. Los barcos mercantes eran

    puentes

    de extensin; los de guerra, fortalezas flotantes, y los

    piratas se movan como salteadores de caminos. El buque balle

    nero, en cambio, haca de la linea ocenica

    una

    linea de avance,

    buscando los embates del

    mar

    lejos de la tierra.

    Como

    en

    todo

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    35/70

    34

    SALVADOR GALLARDO CABRERA

    lo que carece de tierra, reside alli la ms alta verdad se algo

    sin

    costa

    e indefinido como dios .

    A Melville,

    como

    escribe

    Olson

    este

    buque

    le

    recordaba

    la

    tragedia de la democracia, ya desde la primera configuracin de

    la Gran Noche Americana.

    La

    democracia no se haba deshe-

    cho de los seores y la linea de transmisin entre el hombre co-

    mn po r ms libre

    que

    fuera- y los lideres t a n dedicados

    como

    parecan-

    se encontraba asentada en

    una

    hebra de paja.

    DIGRESIN

    SOBRE

    LAS

    MQUIN

    AS

    . EL TONEL

    Uno Una mquina forma casi siempre un dispositivo ms com

    plejo. En ese dispositivo caben piezas, materias, personales

    maquinados, lineas de dominacin y resistencia, unos haciendo

    engrane

    con

    otros,

    potenciando

    bandas sin fin, crculos de

    pro

    duccin

    o apuntando hacia duetos de entrada y salida.

    Hay

    mquinas que funcionan como ndices de un dispositivo sin

    separar

    o desmontar. Hay dispositivos maqunicos sin ndices

    visibles:

    un

    camarote y un crepsculo formaban

    una

    terrible m-

    quina de pensar para Ahab. Tambin las hay con ndices simila-

    res,

    como

    la llamada cuerda del mono

    Por

    medio de una cuerda

    el organillero sujeta a un mono danzarn.

    El

    remero del bote est

    unido igualmente al

    arponero que

    faena un cachalote. Esa cuer-

    da es el ndice de un dispositivo mayor.

    La

    mquina que forman

    el remero y el arponero se potencia simblicamente debido a los

    cdigos de honor martimos. Si el arponero tropieza, cae y se

    hunde

    el

    remero

    no

    debe cortar la cuerda, sino seguirle al fon-

    do

    del mar.

    Entre

    el

    mono

    y el organillero

    no

    existe esta rela-

    cin

    que convierte a la cuerda en una ligadura simblica don

    de, se haga lo que se haga, slo

    es

    posible

    dominar

    uno de los

    extremos.

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    36/70

    LAS MX

    IMAS

    POLTICAS DEL

    MA

    R

    35

    Melville saba mucho de los personales

    maquinados

    . Los

    hombres forman

    una

    multitud de duplicados innecesarios, con-

    temporneos o hereditarios. Su condicin de duplicados

    no

    tie-

    ne que ver con su mayor o menor humanidad ni

    con

    su gran-

    deza de alma, esos parmetros liberales.

    El

    carpintero del

    quod

    por ejemplo, era

    un

    tipo indiferente y sin respeto por nada. Sin

    alma, posea

    un

    algo

    indefinido

    que haca sus veces : esencia

    de mercurio o gotas de amonaco, nadie lo saba. Paradjicamen-

    te, esa

    inhumanidad

    lo convirti en

    un

    no

    duplicado. E n rela-

    cin con las mquinas, l carpintero era un mltiple; como esas

    navajas con hojas de varios tamaos, destornilladores, sacacor-

    chos, punzones, pluma, reglas y

    hasta

    brjula.

    Maquinaba,

    abrindose o cerrndose, por una especie de proceso literal es-

    pontneo,

    sordo

    y mudo.

    Era

    manipulador exclusivamente. Su

    cerebro, si lo tuvo alguna vez, debi escurrrsele muy pronto a

    los

    msculos

    de los

    dedos

    .

    Cuando

    el capitn

    Ahab

    le pide reemplazar su pierna de mar-

    fil de cachalote,

    y

    cuenta l enigma de su miembro fantasma, el

    carpintero aleja

    rpidamente

    l sombra del enigma y prefiere

    considerarlo

    como

    un problema difcil .

    Con

    su respuesta; es-

    tablece una de las pruebas ms altas de la funcin del personal

    maquinado. La

    prueba

    de ser

    no

    tanto

    un

    diente del engranaje,

    sino

    un

    ndice para

    conocer

    exactamente cmo funciona

    l

    dis-

    positivo en su totalidad.

    Dos.

    Swift supo inventar varias

    de

    las mquinas ms bellas E l

    cuerpo de Gulliver sujeto a la arena

    por

    cientos de fmsimas liga-

    duras,

    es

    una mquina de clculo: la medicin de su cuerpo arro-

    ja toda una poltica econmica que en sus lneas generales nos

    hace

    saber

    cmo

    la economa

    no responde

    al reino de la necesi-

    dad,

    sino

    al de la estrategia y el dominio.

    Tambin supo

    extraer mltiples enseanzas espaciales de las

    mquinas oratorias. Del plpito

    conoci

    que

    nunca

    es

    tan per-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    37/70

    36

    SALVADOR G LL RDO CABRERA

    fecto, en forma y dimensiones,

    como

    cuando es extremadamen-

    te estrecho, con

    muy pocos motivos ornamentales.

    Nada

    deba

    cubrirlo. Al igual que la picota, debera ser la nica mquina des-

    cubierta en todo

    el

    escenario.

    El plpito, la escalera

    por donde

    suben los condenados y

    el

    tablado de los feriantes, juntos, formaban la mquina de elo-

    cuencia de ese tiempo. Para atraer l atencin del pblico, esta-

    ban diseadas

    como

    si fueran a gravitar sobrepuestas, slo que

    el tablado de los feriantes constitua

    un

    engranaje frontal

    en

    tan-

    to que abasteca a los dos

    otros

    ndices de material, es decir, de

    temas para desatar la elocuencia.

    El barco, la ballena y

    el

    tonel conforman otra mquina, no

    una

    alegora. Es

    una

    expresin del pensamiento simblico y

    Swift comparte, con quienes consideran el poder como el Gran

    Anhelo, la caracterstica de pensar en smbolos. on las imge-

    nes de la alegora es imposible maquinar algo. La descripcin del

    plpito del padre Mapple que hace Melville utiliza imgenes para

    expresar

    c u ~ l i d a d e s

    forja

    una

    alegora. As, el mundo deviene

    un barco en plena travesa que nunca completa su viaje y el pl-

    pito

    es su proa: desde all se divisa primero

    la tormenta

    de la

    rpida clera divina, y la proa debe soportar

    el

    primer embate

    ..

    .

    Sin embargo, Moby Dick no es una alegora del drama demo-

    crtico

    como

    muchos han querido hacernos ver. ''Llegar a con-

    siderar a Moby Dick como infundio

    o

    an peor y ms detesta-

    ble,

    como

    a una

    odiosa

    e

    intolerable

    alegora , se

    quejaba

    Melville.

    D

    H. Lawrence, quien saba todo lo que hay que saber so-

    bre la alegora,

    el

    mito y los smbolos, escribi: desde nio odi

    la

    alegora: el que la gente tuviera

    nombre

    de cualidades,

    como

    este alguien montado en un corcel blanco, llamado Fiel y Verda-

    dero pero

    tambin desde nio aprend de Euclides que el todo

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    38/70

    LAS MXIMAS POLTICAS

    DEL MAR

    7

    es mayor que las partes, lo cual me resolvi

    el problema

    de la

    alegora .

    En

    la alegora se pone en marcha una descripcin donde cada

    imagen significa algo y es un postulado

    en

    el argumento,

    con

    un

    propsito

    moral o didctico. Los smbolos,

    por

    el contrario, no

    significan algo ; ms bien configuran unidades de experiencias.

    Un

    barco y una ballena son ms que la repblica y un estado to

    talitario, tal como un jinete y un caballo blanco deben ser ms

    que l Fe y la Verdad.

    Se podra intentar pensar-escribir en

    el

    tonel olvidndonos

    un momento

    de la ballena y

    el

    barco? Sobre todo

    ho

    y que

    el Es

    tado ha devenido en

    un

    espacio sin tarea histrica y las bases

    de sustentacin de l accin poltica,

    el

    meollo de lo pblico, dan

    muestra del grado de oxidaci

    n

    que

    corroe

    a las democracias

    occidentales.

    Hoy

    que simulacro y realidad parecen ser equiva

    lentes en

    el

    tiempo de

    la

    recomposicin infinita.

    l

    tone

    maquina

    la representan

    rota La ruptura del gozne repre

    sentacin que en

    el

    estrato poltico parece colocar, en su lmi

    te ltimo,

    la

    propuesta poltico-social del liberalismo occidental.

    Por ello Richard Rorty ve en la sugerencia de J S. ili acer

    ca de que los gobiernos deben dedicarse a llevar a un grado p-

    timo el equilibrio entre el dejar en paz

    la

    vida privada de las per

    sonas e impedir el sufrimiento, la ltima revolucin conceptual

    que requerira el pensamie

    nto

    poltico y social de Occidente.

    Es-

    to quiere decir que lo que estaba pensado

    como

    mnimos nece

    sarios o posibles

    son

    ofrecidos ahora

    como

    los mximos o to

    pes. El

    todo

    sigue siendo mayor que las partes? No significa

    esto que

    el

    navo

    dem

    ocrtico

    cargando

    en sus bodegas a su

    propia ballena totalitaria- est destinado a navegar

    por

    los ma

    res de

    la

    esterilidad?

    Hay relatos donde

    la

    primera historia, lo representado o vis

    to

    de golpe, siempre encierran

    una

    segunda historia

    m

    o lle-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    39/70

    38

    S.

    IIX.-IDOR G.\LL-IRDO

    CIBRER. 1

    g hasta all tal personaje, por qu se

    acomod

    de tal

    manera

    ,

    qu necesidad tuvo de decir

    todo

    eso.

    Algunos otros para quedar completos, deben escribirse con

    un

    trozo de

    un

    relato nuevo: tiempo atrs a

    rr me

    intrig a me

    nudo qu se podra sentir ante

    un

    camino cortado.

    Ho

    y s que

    en todas partes

    ya

    ha estado alguien. Y an as,

    sobre

    la tierra

    no

    hay medida alguna .

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    40/70

    C LEIDOSCOPIO

    E

    ESP CIOS

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    41/70

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

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    EL LITORAL VERTICAL

    PAUL VIRILIO

    ~

    LTITUD CERO ; ESTAS PALABRAS

    pronunciadas por el piloto

    del

    LM

    mdulo lunar)

    al

    fmal de las maniobras de alunizaje de

    la misin Apolo XI, son ms histricas que cualesquiera otras.

    Sealan que en ese instante la altitud se volvi

    una

    pura distancia

    para

    nosotros . A partir de ahora, existe otro suelo, un suelo en

    lo alto: la superficie de la tierra se convirti en

    un

    entresuelo.

    Durante el

    verano de 1969, contemplar una isla de cierta ribe-

    ra o

    la

    Luna

    se volvi lo mismo.

    El

    acontecimiento

    no

    era tan-

    to la retransmisin de imgenes televisadas a ms de 300

    mil ki-

    lmetros de la Tierra, sino la visin simultnea de la Luna en

    la

    pantalla y

    la

    Luna a travs de

    la

    ventana.

    El

    cielo se volatilizaba

    y

    el descenso en

    otro

    planeta nos situaba,

    como en

    un balcn,

    sobre

    el

    vaco, desencadenando la superficie de las cosas como

    referencia; de pronto, los confines se volvan un litoral sideral.

    El

    umbral negro sobre el que se destacaban las siluetas de los

    astronautas

    ya

    no era un horizonte. Muy de cerca, su curvatura

    situaba netamente la finitud del astro:

    Armstrong

    y Aldrin esta-

    ban menos sobre la Luna que al borde del espacio. Pero esta

    [4 ]

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    43/70

    4

    PAUL VIRILIO

    gran importancia dada a los lmites era comparable con

    una

    de

    sapropiacin, con una devaluacin del interior ;

    el

    valor se des

    plazaba desde

    el

    centro hacia

    una

    ulterior periferia,

    el

    objeto ce

    leste tena por tanto

    meno

    s inters que

    el

    intervalo espacial y sus

    paredes.

    De hecho, el gran vuelco, que eriga

    l

    longitud y que disper

    saba las distancias en

    un continuum

    descompona simultnea

    mente

    un orden de percepcin y un orden de utilizacin; incita

    ba a que los dos grandes bloques ideolgicos

    -quienes

    ya

    no

    se combatan verdaderamente desde el final de

    l

    guerra

    r -

    disiparan en

    el

    tiempo y el espacio

    un

    a geopoltica carente, no

    obstante

    de perspectiva.

    Aunque

    se desterritorializaban no

    renunciaban a sus esfuerzos totalitarios, de ah las vacilaciones

    de la poltica de Kennedy l

    dud

    ar sobre

    l

    eleccin del enemi

    go, oscilando entre

    l

    baha de Cochinos y la guerilla urbana, el

    exterior y

    el

    interior. Pero desde las campaas Lunares,

    tanto

    americanos

    como

    soviticos, saben bien que

    y no

    existen otras

    tierras para

    una

    sola humanidad. El mundo, desapareciendo co

    mo

    horiz

    onte

    infinito de toda experiencia posible, reapareca

    como campo

    teleolgico, y von Braun, el trnsfuga del

    sueo

    sideral alemn, renunciaba a l NASA.

    Una

    vez que cuantificar y cualificar infinitamente los conteni

    dos se volvi imposible, se sustrajeron los continentes al des

    calificar su contenido: las naciones y los ciudadanos. Esta nue

    va forma de accin capitalista (de social-imperialismo) devolvi

    la paz a los

    campus.

    La institucin cientfica, profundamente minada por las in

    certidumbres polticas del poder, volv a ser el instrumento de

    l

    obra, retomaba su lugar

    como

    informante privilegiada del Es

    tado, a travs de

    l

    inmensa tarea de inventariar y cuestionar nue

    vamente los contenidos; tal era el sentido nuevo de los contra

    tos

    pasado

    s

    con

    la

    armada

    y

    en

    el cual las ciencias humanas

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    44/70

    EL LITORAL VERTIC

    AL

    43

    mantenan un buen lugar. Es un hecho sin precedentes el que

    uno de los miembros de la institucin, H. Kissinger, fuera ascen

    dido al puesto de jefe de relaciones exteriores, en el ncleo mis

    mo de la nueva empresa americana-sovitica. Un ao despus

    se realizan los trabajos confidenciales de la

    OT N

    sobre la plani

    ficacin mundial de la circulacin de personas y de mercancas,

    en el momento mismo del ixon Round de la conferencia de Gi

    nebra

    ... paralelamente

    el

    carcter cerrado del sistema soviti

    co era pblicamente criticado

    por

    el fsico Sakharov

    en

    Mosc;

    los intelectuales rusos los judos tenan ms libertades en el

    mundo

    y

    la Unin Sovitica declaraba la renuncia a sus circui

    tos protectores en materia de radio televisin.

    De

    pronto los

    habitantes de los dos grandes bloques ideolgicos podran com

    partir las mismas ficciones gracias a la mundo-visin.

    Desde

    el

    abandono de las misiones Apolo, por ejemplo, la

    imagen televisada del suelo Lunar, en las pantallas americanas,

    se reemplaz por las imgenes de los efectos especiales de agi

    gantamiento, que

    son

    a los objetos demasiado grandes lo que

    el microscopio es a los objetos demasiado pequeos. As, los

    operadores se divierten combinando continuamente

    macro y

    micromateria, dndole a los telespectadores, en pocos segundos,

    la

    ilusin de viajar desde

    la

    estructura gigante de

    una rama

    de

    hierba hasta

    una

    tierra en miniatura perdida en el cosmos.

    En el siglo XIX, el totalitarismo histrico

    Oa

    historia intrnse

    ca haba instruido a los pueblos europeos que estaban fuerte

    mente

    territorializados a pensar en milenios;

    la

    teleobservacin

    permanente

    de perspectiva espacial de perspectiva temporal

    adiestra ahora a

    la

    poblacin planetaria a pensar en aos-luz

    o

    de preferencia, a

    no

    situarse en ninguna parte, lo que estara con

    forme

    con aquello que se habra convertido en

    un

    totalitarismo

    histrico extrnseco.

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    45/70

    PAUL

    VIRILIO

    Un

    doble litoral poltico e histrico se dibuja: tanto una ma

    cropoltica nacida de la fuga vertical, capaz de resolver tcnica

    mente desde arriba los problemas ms vastos en

    el

    marco de un

    ecosistema global,

    como

    una micropoltica de la institucin hu

    mana, prisionera horizontal de los litorales tcnicamente peri

    midos, limitada por su lugar y forzosamente incapaz de

    poner

    se a la altura de l solucin de los problemas ms difundidos.

    Cuando

    Edward Fox nos muestra nuestro pas dividido (des

    de

    los carolngeos hasta

    l

    v Repblica)

    por

    el conflicto

    perma

    nente

    de dos sociedades irreconciliables

    una

    continental, con

    servadora, rural, belicosa, y la

    otra

    litoral, urbana, la Francia de

    los negocios y los puertos, favorable a

    la

    iniciativa privada, paci

    fista y deseosa de un control oligrquico del Estado- y cuan

    do al

    mismo

    tiempo nos invita a cumplir en nuestro territorio

    nuestra segunda revolucin

    contra

    la Francia centralista de los

    campesinos, lo hace aplicando

    un

    esquema a la vieja usanza del

    modelo anglosajn en nuestras realidades. Esta Francia ligera

    que l desea ya

    no

    es solamente aquella del progreso y de la

    prosperidad, sino aquella de

    la

    micropolitica y de

    la

    poltica sub

    alterna, porque si -

    al

    igual que la geografa que

    es

    aquello que

    se produce en el espacio (Sauer)- la historia volviera a ser

    efectivamente aquello que se

    produjo

    en el espacio, entonces el

    cambio de posicin del sujeto . .. La historia occidental preten

    da cualificar, por medio de unidades sucesivas,

    un

    conjunto

    geogrfico inerte; ahora

    no

    ser lo contrario, sino la descalifica

    cin de ambas partes

    por

    la nueva teleobservacin espacio-tem

    poral

    o

    cobertura

    vertical de la tierra, por medio

    de un recono

    cimiento

    visual gue permite

    ocasionalmente

    descubrir y

    reconstruir de

    un

    solo vistazo el conjunto total de proyectos hu

    manos y naturales a menudo milenarios. Con el reconocimien

    to de los recursos planetarios, de los sitios arqueolgicos, ba

    ses de cohetes

    cobertura

    meteorolgica

    etctera

    nuestra

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    46/70

    EL LITORAL VERTICAL

    45

    civilizacin se volvera efectivamente l situacin en el espacio

    de un conocimiento razonado de una geometra tal que la

    po-

    blacin mundial no podra esperar ms que sus repercusiones.

    Al eliminar primeramente al determinismo geogrfico Fox

    trabaja tanto en

    l

    sobredeterminacin del campo de

    l

    humani

    dad por los grandes bloques como en

    l

    cobertura del conjun

    to del campo por su definicin geomtrica; el litoral lineal que

    l pretende oponer l interior de Francia y no est solamente

    sobre nuestras costas sino tambin sobre nuestras cabezas.

    La

    edicin norteamericana de

    The

    Other

    rance

    es

    de 1971 y

    en aquel entonces el fracaso vietnamita

    es

    duramente resenti-

    do

    en

    Estados Unidos porque es justamente aqul de todo el

    sistema frente a

    una

    pequea unidad nacional y campesina. l

    armamento

    estaba estipulado por

    l

    conducta tradicional

    ~

    la

    poltica norteamericana ese imperialismo lineal que necesita el

    cuidado permanente de unidades potentes de intervencin ma

    rtimas y areas que alcanzan blancos tan vulnerables tanto al

    chantaje econmico como a las acciones militares y a los gran-

    .des ejes litorales y portuarios de fcil acceso donde vienen a

    .concentrarse de vez en cuando la totalidad de la produccin

    de los recursos y de las poblaciones de continentes enteros. La

    gran diseminacin del pueblo vietnamita en guerra

    l

    interior

    del territorio se revel ms eficaz que toda esta tcnica nortea

    mericana y este

    armamento

    pesado no pudo llevar a buen

    trmino un ligero combate continental. Cuando la guerra

    en

    el

    medio se volvi imposible tuvo que ser reemplazada por la gue

    rra hecha en el medio en el hbitat natural en la fauna

    en

    la

    flora en la atmsfera. Tal era l escala de l poltica norteameri

    cana

    y

    de sus medios.

    Los diferentes modos de ocupacin del espacio civil reapare

    cieron entonces como fuerza de disuasin popular poder ya no

    ideolgico

    sino

    fisiolgico de los pueblos.

    n

    un complejo

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

    47/70

    46

    P

    AU

    L VIRILIO

    hbitat

    continental siempre hay

    una

    fuerza de conservacin, y

    en la ocupacin lineal de un espacio inerte, o vuelto inerte, hay

    una fuerza de decisin y por tanto, de cambio; existe entonces una

    fuerza continental que rechaza a una fuerza litoral, pero en tr

    minos del conflicto esencial entre el acto de ser y el acto de exis

    tir As aparece, ms all del acontecimiento, una poltica de ne

    gacin de

    la

    vida, de desaparicin de lo viviente a travs

    de

    la

    modificacin radical de la economa continental de en

    medio

    .

    El

    carcter

    indeterminado

    del

    conflicto vietnamita

    haba

    puesto en jaque al principio mismo de la macropoltica, el chan

    taje en el aprovisionamiento de los grandes

    p ~ o t e c t o r e s

    Por el

    contrario, cuando al final se necesita en ambos lados un arma

    mento

    pesado, la presin litoral es inmediatamente ejercida; esto

    ser el bloqueo, el minar el puerto de Haiphong, y una conclu

    sin

    aparece rpidamente.

    Aftrmar

    hoy que el comercio reemplaza a la guerra abierta es

    entonces,

    un

    viejo eufemismo; lo que reemplaza a la guerra

    es

    la reparticin econmica de los territorios. Esta reparticin eco

    nmica debe impedir que la quincallera tecnolgica de paz y de

    guerra entre inmediatamente en el museo o termine prematura

    mente

    en

    la basura omo fue el caso reciente del prototipo

    norteamericano

    SST

    (Supersonic

    transport)-,

    e impedir

    que

    el

    conjunto del litoral vertical se fulmine desde el interior. Una

    amenaza tal forzosamente fue resentida

    por

    los Estados quepo

    seen una tecnologa avanzada y la poseen como poder militar,

    econmico y poltico absoluto. De ah

    la

    tentacin, o ms bien

    la necesidad, de hacer del conjunto del campo de

    la

    humanidad

    .el campo de la tcnica.

    Sin embargo, si slo los dos grandes bloques van a reencon

    trarse sobre el nuevo litoral poltico

    es porque

    slo ellos van a

    poseer

    el

    poder

    tcnico de ste. Ellos se apresuran a reglamen

    tar los conflictos territoriales perimidos de los Estados-naciones,

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

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    47

    que los dividen siempre en el nivel subalterno, puesto

    que

    el

    esfuerzo que ellos van a tener que proporcionar ser gigantes

    co: descalificar al conjunto total del hbitat planetario, despojan

    do a los pueblos de su calidad de habitantes.

    Pero

    justamente, a

    causa de su gigantismo, este nuevo proyecto

    es

    el nico que parece

    estar a la medida del progreso tecnolgico que

    conocemos

    .

    As, en los aos que vengan, asistiremos, en el nivel de la mi

    cropoltica, a la mayor asociacin de los intereses econmicos

    y militares

    en

    l

    gran remodelacin geogrfica de los territorios.

    De

    esta manera, vemos desde algn tiempo a las armadas

    dirigir-

    se hacia lo que ellas denominan las tareas aptridas Q J Antier,

    Ch roniqu des Armes verano de 1973), as como a los grupos fi-

    nancieros orientarse hacia la produccin imponderable . Pues,

    hace falta subrayarlo,

    si

    el nuevo espacio dominante

    puede

    pa

    sar

    an

    por poltico, tiende

    no

    obstante a

    no

    ser ya civil, y el

    asunto

    Watergate muestra suficientemente cunto es

    que

    la alta

    esfera de los irresponsables se volvi frgil, quiz amenazada,

    y rpidamente barrida. A pesar de sus

    esfuerzos

    , el

    sistema

    transparente

    del capitalismo no sobrevivir tampoco a

    su

    nue-

    va desterritorializacin

    puesto que

    la endocolonizacin tecno-

    lgica rebasar rpidamente el umbral de lo soportable, lo cual

    no

    ocurrir sino slo

    por

    sus necesidades ilimitadas de energa.

    Desde

    1947, frases como las de Henry Wallace muestran que

    la poltica de asistencia econmica, dictada ms por las nece

    sidades de

    petrleo

    de la

    marina

    norteamericana que por la ne

    cesidad alimentaria de los nios griegos o turcos , son ricas en

    porvenir. El proceso

    y

    est extendido: las fronteras estn absor

    bidas por l dominacin ortogonal; siendo extranjeros en nues

    tras ciudades

    pronto

    lo seremos

    en

    nuestro pas entero, al igual

    que 40 millones de trabajadores norteamericanos se bambolean

    entre la costa

    Oeste

    y la costa

    Este

    de los Estados Unidos, ex-

  • 7/25/2019 Las Mximas Polticas Del Mar de Salvador Gallardo Cabrera

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    48 PAUL V RILIO

    tranjeros del interior en un endoterritorio inutilizable porque

    ya no es el suyo, porque ya no es civil.

    El

    diagnstico de Fox no puede sernas,

    por

    tanto, indiferen

    te.

    l

    nos aclara,

    por

    ejemplo, que

    la

    nueva habilitacin del litoral

    francs llevada a cabo

    por la

    SESAME y la Delegacin para la ha

    bilitacin del territorio y la accin regional), tambin puede con

    ducirnos a interrogarnos sobre la preparacin de este vn Plan.

    Este plan, bautizado como Regina (regional-nacional), pon-

    dr el acento sobre los factores espaciales, pudiendo esto tener

    como

    resultado, segn

    R.

    Courbi, Director de

    GAMA,

    una reno

    vacin completa de la problemtica del plan .

    Si

    la

    tecnologa occidental aportada por

    el

    complejo militar

    industrial est ocupada en realizar una idealidad geomtrica uni

    versal, una teleologa de la razn, sta se separa

    no

    obstante de

    manera radical de su punto de partida factual e histrico, y ha

    bra una perspectiva geogrfica de

    la

    historia: la sobredetermi

    nacin geomtrica de su campo

    por

    la

    tcnica occidental. Este

    vuelco del campo histrico es un hecho que implica

    la

    ruina del

    fenmeno que lo fundaba, el ideal de un

    mundo

    esencialmente

    igual, esencialmente comn

    como

    proto-fundacin de

    la

    forma

    cin del sentido SinnbilduniJ, denominada geometra .

    La

    ciencia occidental