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Polémico
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Las verdades del despedido rector de Yachay29/07/2015 BY LA HISTORIA
El primer rector de Yachay, Fernando Albericio, junto a estudiantes de la
universidad.
Fernando Albericio, primer rector de Yachay, el centro de estudios superiores emblemático del gobierno, reconoce que lo echaron. El académico español revela irregularidades en la gestión de la Universidad, gasto excesivo y su mala relación con los otros tres miembros de la Comisión Gestora.
Al final, Albericio dice estar triste, decepcionado y hasta atemorizado. Sus colaboradores más cercanos han recibido amenazas de muerte.
¿Usted está fuera de la Universidad Yachay?
Estoy completamente fuera de la Universidad de Yachay.
¿Por qué?
La gobernanza de la Universidad es compleja. Hay una Comisión Gestora con
cuatro miembros académicos: Ares Rosakis, Guruswami
Ravichandran, José Andrade y yo, y una secretaria jurídica. Los cuatro
académicos teníamos voz y voto y la jurídica, solo voz. Entonces Ares,
Chandram y José Andrade y yo teníamos los mismos salarios. Un salario muy
generoso por parte del pueblo ecuatoriano, que es el que paga los salarios de
sus impuestos. El salario público es de $16.300 al mes. Mientras que yo vivo y
trabajo en Yachay, las otras tres personas viven en California y trabajan en otra
universidad, Caltec, y tienen otro salario. Entonces teniendo estudiantes en
California y trabajando allá, las cosas en Yachay se ven muy diferentes.
Los buenos tiempos: Andrade, Albericio, Rosakis y Ravichandran, los nombrados
gestores para dar vida a Yachay.
¿Usted era el único que estaba radicado aquí en Yachay?
El único que tenía domicilio aquí y el único que tenía un solo salario. Ellos
ganaban $40.000, $35.000 o $30.000 al mes, de esos $16.000 de Yachay, de
los ecuatorianos y el resto de California. Así se ven las cosas diferentes. Hubo
una serie de divergencias. Usted más que nadie sabe, que la situación
económica del Ecuador es hoy muy diferente a la de hace quince meses.
Cuando hay problemas económicos es cuando hay que gestionar mejor el
presupuesto. No se puede decir que los recursos son ilimitados.
¿Y las decisiones económicas en Yachay pasaban por los cuatro?
Por los cuatro. Pero tres viviendo en un mismo sitio, con intereses comunes.
Siempre eran tres contra uno. No era democrático.
¿Usted como rector no tenía poder de decisión?
No tenía poder de decisión. Ni de gastos, ni de becas, nada. Eran siempre los
cuatro. Aparte, como ellos no viven aquí, (los encuentros) eran por Skype cada
dos semanas, muy complejo. Empecé a evidenciar problemas académicos e
irregularidades económicas. Llegó un momento en que votaron tres contra uno
y me echaron como rector.
¿Lo sacaron?
Me sacaron. Yo no he presentado en ningún momento la renuncia.
¿A qué tipo de problemas académicos se refiere que empezó a
evidenciar?
Vamos a ver. Las mallas curriculares, por ejemplo. Nosotros conocemos la
idiosincracia del estudiante ecuatoriano. Son muy inteligentes, pero creo y está
refrendado por otros profesores, que les falta una base en matemáticas y en
comprensión oral. No tiene sentido que se propongan clases de 60 alumnos, de
100 alumnos. En Alemania, en Estados Unidos, que es lo que me dijeron, hay
clases de 100 alumnos. Aquí no tiene sentido.
¿Le propusieron esa cantidad de alumnos por aula y así se lo hizo?
No, eso lo he conseguido, que las aulas tengan un máximo de 30 alumnos. En
Ecuador hay dos entradas a la universidad: unos lo hacen en octubre y otros en
marzo, abril. Ellos querían una única entrada. Hay una expectativa importante
por Yachay. No podemos decir a los estudiantes que no van a entrar hasta
dentro de seis meses. Lo que pretenden es enviarlos a hacer prácticas,
primero. ¿Cómo un niño, o un joven de 17,18 años lo envías a hacer prácticas?
Toda la logística que demanda eso. Son cosas de no conocer la idiosincracia.
¿Y usted logró conocer esa idiosincracia en el poco tiempo que está en
Ecuador?
Yo llevo 40 años en la Universidad. He sido profesor en cuatro continentes, en
Asia, África, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Conozco mi profesión.
Yo tengo un modelo de universidad que es iberoamericano, que no copiemos al
norte. El norte no nos sirve. No podemos pretender que Ecuador sea
como California, Massachusetts, Cataluña en mi país. Tenemos que hacer
modelos que nos sirvan. Los iberoamericanos nos quedamos obnubilados por
el Norte y creemos que podemos ser Stanford, Harvard. Si queremos ser
Harvard dentro de cien años, debemos trabajar poco a poco.
(Los otros miembros de la Junta) querían pagar un millón de dólares a Carnegie Mellon (centro de investigación en
EEUU) para enviar a cinco estudiantes allá. Era siempre el gasto”.
¿Esa visión suya, de un modelo Iberoamericano, no era compartido por
sus tres compañeros de gestión?
No, no.
¿Ellos querían ser como Stanford?
Sí, más como Carnegie Mellon (universidad ubicada en la ciudad de
Pittsburgh y uno de los más destacados centros de investigación superior de
los Estados Unidos en el área de ciencias de la computación y robótica). Yo
proponía másters con otras universidades del área, ellos no. Querían pagar un
millón de dólares a Carnegie Mellon para enviar cinco estudiantes allá. Era
siempre el gasto, gasto, por parte de ellos.
¿Las siete carreras profesionales con las que arrancó Yachay, si tenían el
aval suyo?
Sí, lo hubo. Pero estamos reformando las carreras porque fue pensar muy
precipitadamente y esto también es una tarea.
¿Qué carreras se están reformando?
Todas, un poco. Porque, por ejemplo, habían demasiadas asignaturas.
Tenemos que reducir. ¿Pero quién lo está haciendo? Los que vivimos en el
área de Urcuquí e Ibarra, los profesores, los que estamos en contacto con los
estudiantes, los que conocemos las falencias que tienen. Ellos lo querían hacer
desde California.
¿Cada que tiempo venían a Yachay estos tres gestores?
Cada dos meses, cada tres meses.
¿Eso era insuficiente?
Sí, por ejemplo, José Andrade, que es el que ha estado más, ha estado en un
periodo de seis meses, 28 días en Ecuador. Porque aparte de cobrar $16.300,
cuando venían aquí cobraban viáticos, más de $300 diarios de viáticos, lo cual
es un escándalo. A él se le ha pagado 28 días de viáticos, contando los viajes
de ida y vuelta. Ares Rosakis, de 6 meses ha estado diez días en Ecuador. Y
Ravichandran, 18 días en el periodo de seis meses. Y con un salario de
$16.300.
José Andrade ha estado 28 días en un lapso de 6 meses en Ecuador; Rosakis ha estado 10 días en ese mismo tiempo y Ravichandran, 18 días. Y los tres ganan $16.300 mensuales”.
¿Usted planteó este problema a alguna autoridad del gobierno?
Sí, se lo planteé a René Ramírez, de la Senescyt.
¿Cual fue la respuesta que tuvo?
Bueno, René Ramírez es político y me dio una respuesta política. Pero ya digo,
no es el que estén poco tiempo aquí, no es que cobren mucho y estén poco
tiempo, es que los necesitábamos. Si tu contratas una persona es para que
trabaje, no para que esté en otro sitio. Llego un momento en que ellos dijeron:
o ellos o yo. Y René pensó que era más fácil prescindir de uno y me dijo que el
presidente había pensado que dé yo un paso al lado. No me lo creí porque el
presidente no sabe nada. Y pensó que era más fácil que uno dé el paso al lado,
que tres haciendo eso. Yo no he dimitido, no he dado un paso al lado.
¿No hubo algún intento de llegar a un acuerdo?
Por mi parte hubo un intento y hubo personas que mediaron, pero ellos no
querían. Ahora, se estaban cometiendo irregularidades. Se estaban realizando
consultorías que eran estériles, que no nos llevaban a ningún lado, estamos
pagando contratos excesivos.
La Universidad de Investigación y Tecnología Experimental Yachay se encuentra en
el cantón Urcuquí (Imbabura).
¿Puede dar más detalles de estas irregularidades?
Por ejemplo, en la contratación de profesores. Nosotros pagamos salarios muy
altos si cumplimos la normativa del decreto 247, que hay que tener 100
publicaciones indexadas, para cobrar 13,140 o 15.000 dólares. Como en mi
caso, yo tengo 760 publicaciones y cinco patentes. Pero hay personas que
estamos contratando que no cumplen esto.
¿No tienen las 100 publicaciones y están ganando estos sueldos?
No tienen y están ganando estos sueldos.
¿Hay manejo político en estas contrataciones?
No, quiero decir claramente que no, sino que es un problema interno de la
universidad. No hay palanqueos políticos, lo afirmo tajantemente.
Se está pagando $1.700.000 (para reclutar autoridades por medio de un cazador de talentos) y es mucho dinero”.
¿Se contratan estos profesores sin ese perfil, porque tal vez no existen en
buen número con ese requisito alto?
Pero la ley no dice eso. La ley está para cumplirla.
¿Puede ampliar el tema de las consultorías innecesarias?
Debimos haber sido mucho más cuidadosos con una que se hizo con un
cazador de talentos. Era para contratar lo que ellos llaman autoridades. Se está
pagando $1.700.000 y es mucho dinero.
¿El objetivo específico cuál es?
Contratar a decanos y a jefes de departamentos. Se los está buscando en
cualquier sitio. Con esta consultoría se está pagando mucho dinero, por
ejemplo, en logística para candidatos, viajes, estancias con la esposa, con el
esposo. Cosas que son un poco…
¿Se paga viajes y estancias hasta para las parejas?
Sí.
¿Con qué presupuesto pudo haber manejado usted este mismo proceso?
¿Con la mitad, tal vez?
Con la mitad, y menos.
¿Es decir, $1.700.000 bajado a la mitad y hasta menos, para obtener los
mismos resultados?
Para un resultado en el que no hemos conseguido lo que queríamos.
Buscábamos once personas y hemos conseguido cinco o seis únicamente.
Ahora toca hacer contratos complementarios.
¿Cuál era el plazo de ese contrato?
Tenía que haber acabado en marzo, en realidad tenía que haber acabado en
diciembre pero hubo extensión hasta marzo.
¿Usted encontró que en este tipo de contratos haya indicios de
corrupción?
Yo hablaría de irregularidades. Corrupción es cuando alguien se beneficia.
Creo que, en principio, no tengo ningún dato que hable de corrupción.
Irregularidades. Si en una empresa tienes que hacer esto, esto y esto, y te
pagan así no cumplas, eso no es corrupción. A no ser que el que te paga sea
tu hermano.
¿Las contrataciones que se han hecho en Yachay han sido
transparentes?
No tengo ningún indicio que no haya sido así. Pero yo he parado algunas
consultorías. Es muy fácil encargar consultorías en las que muchas veces los
productos no están muy bien definidos. Otra consultoría que también paramos,
era para hacer un análisis de los doctorados que necesitaba Ecuador. Eso ya lo
sé: todos. No era necesario pagar $450.000 para que te digan esto. Que venga
una persona que no sabe nada de Ecuador, nada de doctorados, no tiene
sentido esto. Sí, yo creo que hay demasiadas consultorías en Ecuador.
En marzo, hubo la rendición de cuentas de las autoridades de Yachay.
¿No fue esa una buena ocasión para que sepan estas cosas?
Posiblemente, perdí yo una oportunidad. Pero bueno, la crisis más fuerte ha
empezado en los últimos meses, a partir de febrero. Tampoco daba tiempo
para hacer una reflexión de este tipo. Y en el presupuesto del año que viene,
hay consultorías para reformar el campus, para hacer una serie de cosas que
son estériles desde mi punto de vista.
¿Buscó la oportunidad de hablar con el presidente de la República?
Intenté hablar con él, he llegado muy alto, pero siempre te cuesta hablar con el
presidente. No pude hablar con él.
¿Cuál es la situación actual en Yachay?
Yo fui despedido, hay un rector interino, porque José Andrade no va a venir a
vivir a Ecuador, tiene su vida en California y se elegirá otro rector en unas
semanas.
¿No será elegido José Andrade?
Yo creo que no, porque él no va a venir a vivir a Ecuador. Y para esto es
necesario vivir acá.
¿Hay un problema laboral con su despido?
No. Todo es legal, en ningún momento he tenido ni un problema, ni reclamo
nada. Me pagarán supongo el último mes hasta los días que he trabajado y ya.
Yo tuve una nominación del presidente y se me ha quitado la nominación. Ya,
no hay ningún problema.
¿Usted vino para quedarse cinco años y cuál es su situación ahora?
Yo vine para morirme aquí. Yo me mudé definitivamente. Esta casa es nuestra,
si no hubiese pensado quedarme aquí no hubiese comprado esta casa.
¿Y ahora qué va a hacer?
Tomarme cuatro semanas de reflexión y luego veremos. A España no voy a
regresar, pero saldré de Ecuador. Somos científicos, tanto yo y mi esposa,
tenemos un proyecto en colaboración con otras universidades del mundo,
estamos muy ilusionados con unos compuestos que son muy activos contra la
tuberculosis y esperamos salvar muchas vidas con estos compuestos.
¿Siente usted que creyó en una propuesta y en la realidad se topó con
otra cosa?
Sí, totalmente. Y la culpa no la tiene ni el gobierno ni Correa, lo digo
claramente. Lo tiene, a lo mejor, una estructura mal diseñada de la gobernanza
de la universidad. No puede ser que esta dependa de cuatro miembros, con
votaciones, no puede ser. Y que tres tengan un voto colegiado.
(Los otros miembros de la Comisión) son tres personas que trabajan juntos (en California), que tienen intereses de perpetuación, son $16.300, son muchos dólares.”
¿Alguna universidad funciona así?
Ninguna. Es pionera en el mundo. Las universidades tienen un rector que es el
que manda, como una empresa, y tiene un consejo de asesores.
Pero Yachay funciona así desde el principio. ¿Usted mencionó sus
reparos a esta estructura?
A lo mejor cometí el error de aceptar. No tenía que haber aceptado. Y menos
viendo que hay tres personas que tienen voto colegiado, que están
coordinados. Son tres personas que trabajan juntos, que tienen intereses de
perpetuación, son $16.300, son muchos dólares que cobran. A lo mejor fue mi
error haber venido, haber aceptado.
¿Quién lo convenció de venir a Yachay?
Yo mismo. La propuesta me la hizo la empresa pública, pero yo vine atraído
por un proyecto, por un país, por un gobierno. Considero que el presidente
Correa tiene una buena estrategia a nivel de ciencia y tecnología.
¿El proyecto Yachay, como ha avanzado este año?
Creo que hemos hecho muchas cosas. Tenemos 615 estudiantes, tenemos
laboratorios de docencia perfectos, tenemos viviendas, buenos profesores.
¿Los estudiantes lo han apoyado en estas circunstancias?
Total, tengo 450 firmas de estudiantes, que equivale al 75% del total, otros por
logística no pudieron y otros que no me conocen bien, no firmaron e hicieron
bien en no firmar.
La expectativa que puso el gobierno en Yachay, ¿es real? Porque en
medio de la crisis política que vive Ecuador, se ha puesto a Yachay como
un símbolo del despilfarro. Y hay gente que piensa que primero se debió
fortalecer las universidades públicas que ya existen y necesitan recursos.
A ver, hay dos Yachay. El de Yachay, ciudad del conocimiento y Yachay
universidad. Entonces confundimos las inversiones. El Yachay de la ciudad
tiene un presupuesto muy alto y nosotros tenemos un presupuesto más
adecuado a una universidad. Yo creo que había que hacer esto, crear nuevas
universidades. Muchas veces es más conveniente empezar de cero, que hacer
retoques. Creo que el presidente Correa y el entonces director de la CEACCES
Guillaume Long fueron valientes y tomaron una decisión correcta, como cerrar
14 universidades que no merecían llamarse universidades y crear cuatro. En
este momento, yo sí creo que toca hacer un reajuste económico de los
puestos. No podemos pensar que el precio del barril de petróleo está a $100,
cuando está a $46 y continúa bajando, y debido a la entrada en el mercado de
Irán, seguirá bajando. No podemos continuar gastando como si no pasase
nada. Hay que pararse, reflexionar y a lo mejor, pues, si teníamos que crecer
en cuatro años, puede ser ahora en siete, en ocho años, en diez. Dentro de
100 o 200 años nadie se acordará si fuimos más rápidos o más lentos.
¿El reajuste es inevitable? Tal vez eso no entendieron sus tres
compañeros de gestión.
No quisieron entender. Vivían en California, tampoco son conscientes de la
realidad. Tú hablas con los ecuatorianos y encuentran los precios más caros,
todo está más caro, estamos conscientes de eso. Somos un proyecto
emblemático pero tenemos que crear un proyecto sostenible. Imagínate que
tienes medio millón de dólares y te compras una casa que cuesta eso, pero eso
no lo puedes mantener. No puedes tener una casa con dos piscinas, con un
jardín inmenso porque no puedes pagar un jardinero. Hay que crear proyectos
sostenibles. Es nuestra obligación, hay competencia entre universidades
públicas, competimos con la Central, con la Espe, con la del Norte, la de
Chimborazo. Debemos tener las mismas reglas de juego.
Los estudiantes de Yachay, ¿qué tan leales son al proyecto político del
gobierno de Correa?
Yo creo que son muy leales al proyecto político del gobierno.
“El reconocimiento de la gente humilde es el que me interesa”, dice Albericio, quien
estos días recibe homenajes en Urcuquí, Imbabura.
¿Y eso es bueno o malo para la universidad?
Yo creo que estar contento con tu gobierno es bueno.
¿Como influye eso en las corrientes universales del pensamiento que
deben primar en la universidad?
No ha habido nunca influencias por parte del gobierno en el ideario de la
universidad. Los estudiantes pueden estar agradecidos con el presidente
Correa porque está pensando en ellos, pero no es una comunión política con el
presidente Correa.
¿Una cosa es agradecimiento y otra la militancia?
Si un gobierno te trata bien, tienes más tendencia. En España, por ejemplo, los
gobiernos de derechas no están tan bien en la universidad. Normalmente los
académicos no votamos por el Partido Popular, el partido de derechas. Si te
tratan bien, tienes tendencia.
¿Eso no resta el espíritu crítico que debe existir en una universidad, que
además pretende ser emblemática en el Ecuador?
No, para nada. No tenemos escuelas filosóficas o políticas. Tenemos total
libertad para desarrollar el proyecto como nosotros queramos.
En Ecuador se extraña la voz de la universidad cuando el país atraviesa
situaciones complejas. Puede ser una guía, orientación, cuando se
necesitan escuchar voces desde la academia. ¿Yachay no era la
esperanza para eso?
No conozco lo suficiente en Ecuador, pero en España pasa eso. Falta la voz de
la universidad mientras que en Estados Unidos siempre está presente. Estoy
totalmente de acuerdo, falta. Nosotros vamos a los medios de comunicación
para hablar de nosotros mismos. Ahora José Andrade está yendo a los medios
de comunicación diciendo soy el nuevo rector interino, bla, bla, bla, para hablar
de nosotros mismos. Falta la residencia en muchos temas.
¿Usted hubiese llevado Yachay a ese punto, a que la voz de Yachay se
escuche en Ecuador?
Nuestro objetivo era convertirnos en líderes y dinamizadores. Estoy
respondiendo a la pregunta.
Al final funcionó esto como un golpe de Estado. Alguien dijo el nuevo rector es José Andrade. Salió en la televisión y ya está”.
Usted quedó fuera de Yachay y de su consejo de Gestión por decreto del
presidente Correa. ¿Le sorprendió el decreto?
No, soy sincero, no. A lo mejor pensaron de mí, al principio, que soy un hombre
de paja y no lo soy. Tengo un criterio, 40 años de universidad, tengo mi propio
ideario, no voy a ser un hombre de paja. A lo mejor era para ahorrarse
problemas posteriores.
¿No hubo nadie del gobierno que lo apoye?
Hubo gente que apoyó, pero al final funcionó esto como un golpe de Estado.
Alguien dijo el nuevo rector es José Andrade. Salió en la televisión y ya está.
¿Quién tomó finalmente esa decisión?
Los tres de California.
¿Le molestó que se haga público su sueldo y se lo muestre como el
ejemplo del gobierno en la incoherencia de sus políticas?
Ya digo, no era mi sueldo, era el sueldo de los cuatro. No me molestó porque
es verdad. Hay que desmitificar un montón de temas, entre ellos, el dinero.
Creo, modestamente, que me gano el sueldo. No puedo decir de los demás. Es
un sueldo muy generoso, pero he dado siempre las gracias al pueblo
ecuatoriano por pagarme este salario. Pero he hecho todos los esfuerzos para
ganármelo. Hasta ahora me preocupo por los estudiantes. Me hubiese
molestado si hubiesen dicho que tenía un coche Mercedes regalado por el
gobierno, lo que es falso, pero han dicho la verdad. Yo asumí que iba a tener
un salario que podía parecer escandaloso para mucha gente. Pero repito, yo
vivo aquí, yo trabajo aquí. He intentado ganármelo de una forma honesta.
¿Se siente maltratado por la forma en que lo sacaron?
Sí. No me ha pasado esto antes. Me siento triste, decepcionado y aunque no
soy un cobarde, hasta cierto punto, atemorizado.
¿Y eso por qué?
Porque gente de mi círculo están recibiendo amenazas de muerte. Me dicen
que en Ecuador es normal esto, pero creo que en ningún país del mundo esto
es normal.
No es normal en Ecuador recibir amenazas de muerte…
Estoy un poco atemorizado, son gente inocente. Creo que en Ecuador nunca
he presenciado una escena violenta.
¿Y amenazas de qué tipo? ¿Telefónicas?
Sí, a gente de mi círculo.
¿Qué hay tan delicado que no se puede saber para que se llegue hasta las
amenazas de muerte?
No sé, por supuesto que estoy atemorizado un poco. Yo no he recibido
amenazas. Otros colaboradores míos han sido despedidos, por estar cerca de
mi círculo. Son técnicas que me asustan y me son difíciles de entender. Otros
han renunciado, otros se van a ir.
Gente de mi círculo está recibiendo amenazas de muerte. Estoy atemorizado. Me dicen que en Ecuador es normal eso, pero creo que en ningún país del mundo puede ser normal que te amenacen”
¿Hay algún riesgo que estas salidas desestabilicen un poco el proyecto
Yachay?
Una desestabilización no ayuda, no es positivo ni mucho menos. Pero, vamos.
Es el momento de hacer una reflexión. Si se hace bien la reflexión y se toman
medidas, el proyecto debe perdurar y debe continuar. Pero si continúas
pensando que los recursos son ilimitados, el proyecto no va a funcionar.
Porque vas a construir muchas piscinas y muchos jardines en una casa y
después no tendremos agua, ni cloro, ni jardineros, para mantener la casa. Hay
que ser muy, muy precavido.
¿Y aun así, no piensa dejar Ecuador?
Yo me quedaría pero los académicos necesitamos, como todos, tener un
trabajo, un salario y una ocupación. Yo soy un científico activo, espero tener mi
laboratorio pronto para poder concentrarme en mis investigaciones sobre la
tuberculosis.
Si antes era correísta sigo siendo correista”
En el decreto del presidente en el que nombra al nuevo miembro de la
Comisión Gestora de Yachay, ni siquiera le da las gracias a usted.
No he caído en este tema. Vamos a ver, no lo necesito. El pueblo de Urcuquí
me ha dado las gracias. Para mí esto es más importante que una frase hueca
escrita por un burócrata en un decreto presidencial. Es mucho más importante
que el alcalde de Urcuquí, un cantón de 15.000 habitantes, me dé una placa y
reconozca el trabajo que he hecho con la comunidad, con su gente mayor. Es
más importante que vengan a casa la gente que limpia en Yachay, gente
humilde que ha venido a dar las gracias. Prefiero este reconocimiento a una
palabra fría en un decreto presidencial. Yo estoy convencido que el presidente
Correa me aprecia y puedo decir que si antes era correísta, sigo siendo
correísta.
¿No es esa también una frase elaborada para congraciarse?
No, yo tengo 62 años, yo estudié mis últimos años de carrera universitaria
durante la dictadura de Franco. Si me pones en la discusión de derechas e
izquierdas, aunque ahora suene ridículo, yo soy de izquierdas.
Yo hablo del correísmo como tal y las previsiones que mucha gente hace
de lo que se viene, es que el futuro no será nada fácil.
No, no es nada fácil. No podemos estar viviendo como si no pasase nada. En
España pasó esto y un día, un presidente de izquierdas, Rodríguez Zapatero,
nos dio la noticia que somos pobres, nos sorprendió. Y eso porque todos
hicieron ajustes, menos España. Entonces, aquí, hay que tomar medidas. Yo
espero que el presidente Correa tome medidas, hay que contener el gasto
público. Yo, con un presupuesto pequeño en comparación al presupuesto de la
República, he intentado contener el gasto público. Eso no quiere decir que se
deje de comer, pero hay que ver cuales son las prioridades. A lo mejor, una
asesoría para rediseñar el campus no es necesario si el campus está
rediseñado. Hay que ser conscientes y hay muchas partidas que puedes
rebajar.
Fernando Albericio es español, tiene 62 años y ha hecho más de 700 publicaciones
científicas. Su casa propia en Ibarra la estrenó tres días después de que lo
despidieron.