LCDEE 09 - Clark Carrados - ¡Bienvenido a La Tierra Marciano!

7/24/2019 LCDEE 09 - Clark Carrados - Bienvenido a La Tierra Marciano!

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ULTIMAS OBRAS PUBLICADAS

EN ESTA COLECCION

4 La misteriosa Andrmeda, Joseph Berna5 El planeta de los cclopes,Joseph Berna

6 Os ofrezco el Bing-Bang, Ralph Barby

7 Mutaciones infinitas, Lou Carrigan

8 Ms all del genocidio,Ralph Barby

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Clark

Carrados

BIENVENIDOA LA TIERRA,MARCIANO!

ColeccinLA CONQUISTA DEL ESPACIO

EXTRAn. 9

Publicacin quincenal

EDITORIAL BRUGUERA, S.A. BARCELONA

BOGOTA

BUENOS AIRES

CARACAS

MEXICO

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ISBN 978-84-!-8797-"

De#$i%o le&'l( B) 4)!8*-+98!

Impreso en Espaa - Printed in Spain1. edicin: enero, 1983

1. edicin en Amrica: julio, 1983

Clark Carrados-1983

texto

Garca - 1983

cubierta

Concedidos derechos exclusivos a favor

deEDITORIAL BRUGUERA, S. A..

Camps y Fabrs, 5 Barcelona (Espaa)

Todos los personajes y entidades privadasque aparecen en esta novela, as como lassituaciones de la misma, son fruto exclu.-sivamente de la imaginacin del autor,por lo que cualquier semejanza con per-sonajes, entidades o hechos pasados o ac-tuales, ser simple coincidencia.

Impreso en los Talleres Grficos deEditorial Bruguera S.A.

Parets del Valles (N 152. Km 21.650) Barcelona - 1982

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CAPITULO PRIMERO

Se la encontr casi inesperadamente, o al menos

pens que ella podra creerlo as, y entonces decidiintentar la prueba. Paula Pryce era muy guapa, peroalgo tonta, rubia, de carnes abundantes, como unamatrona de Rubens y, segn crea l, bastanteinteresada en sus atractivos personales. Paula caminabaen sentido contrario y l se detuvo en seco, cerrndoleel paso.

ace bastante tiempo que no nos vemos, Paula di!o l.

" ella sonri.#astante, $usty. %&mo te encuentras'(engo un problema respondi )red $ayton, ms

conocido por $usty entre sus amistades.%Puedo ayudarte a solucionarlo'$epende. %*e permites tu tar!eta de identi+cacin'ombre, $usty, te vas a enterar de mi edad...n no -as llegado a los cien aos y -as pasado de

los quince ri l. nda, d!amela un instante./st bien.Paula vesta un auda0 modelito que, por delante,

apenas si cubra sus rotundos senos y de!aba la espaldaal descubierto -asta1 ms aba!o de la cintura. 2a 3aldaapenas mereca el nombre de tal y, en cuanto a los0apatos, eran unos -orrorosos 0ancos, con suela de die0centmetros y tacones de veinte. Pero era el 4derniercri5 de la moda en el siglo 6677 y Paula no era de lasmenos reacias a aceptar los dictados de los quemandaban en la indumentaria 3emenina. /l vestido ibaceido por un cinturn de cuero, del que penda unaespecie de cartuc-era que contena sus e3ectospersonales. Paula la abri y e8tra!o una tar!eta, quepuso en manos de su interlocutor.

9Pero si eres !ovencsima, prcticamente una nia:e8clam l, -alagador. ;aciste en el treinta y nuevey estamos en el cincuenta y siete...

2o cual -acen veintioc-o aos, si no -e calculadomal. "a ves que no soy una nia...

/n comparacin con mi abuelita, que ya tieneciento veintisiete, ests recin salida del cascarn. 9


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casualidad, qu maravillosa coincidencia: di!o $ayton,+ngiendo un enorme asombro que estaba muy le!os desentir.

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2a tuya est ms cerca respondi ella.$ayton se senta la mar de contento. ;i -aba estado

en el &entro *undial de Repoblacin ni en el &entro de7nseminacin rti+cial >bligatoria -aba nada re3erente

a Paula Pryce, sobre todo porque la cali+cacin deobligatorioera algo que -aba surgido de la mente del!oven. Si Paula llegaba a saber la verdad...

4Pero no iba a ser tanto como para decrsela5, pens.?n cuarto de -ora ms tarde, empe0 a besar a

Paula, a la ve0 que sus manos recorran codiciosamentelas rotundas curvas de su +gura. /lla gimi de placer.

$ayton recorri con sus labios el cuello de Paula,-acindola estremecerse de los pies a la cabe0a. asta

aquel momento, -aban estado en un divn. $ayton selevant, agarr a Paula por las dos manos y la atra!o-acia s.

=amos, querida, vamos..., cumplamos comobuenos ciudadanos terrestres...

/lla se colg de su cuello. 7ba a besarle una ve0 ms,cuando, de repente, se puso rgida como una tabla.

$ayton not la sacudida del cuerpo que estabaestrec-amente pegado al suyo. *ir a la !oven y vio queella tena los o!os desmesuradamente abiertos, +!os enalgn punto situado a sus espaldas.

7ntrigado, se volvi y entonces pudo contemplar unespectculo totalmente inesperado.

aba una -ermosa muc-ac-a, de largos cabellososcuros, aunque no negros del todo, parada en unngulo de la estancia, mirndoles con la sonrisa en loslabios. /ra alta, muy bien 3ormada y ms esbelta quePaula.

Pero aquella !oven, a la que $ayton no conoca enabsoluto, o3reca una e8traa peculiaridad@ se -allabacompletamente desnuda.

9>-, perdonen di!o la desconocida cortsmenteA no quera molestar...:..

$ayton se qued con la boca abierta. /n el centro delpec-o de la !oven, vio un enorme medalln dorado,colgado de su cuello por una +na $ayton se qued conla boca abierta. /n el centro del pec-o de la !oven, vioun enorme medalln dorado, colgado de su cuello poruna +na cadenita de oro. parte de la !oya, ella no

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llevaba encima la ms mnima prenda de ropa.$e sbito, Paula lan0 un aullido@Pero... %-, perdonen... ;o me -aba dado cuenta... di!o,

colorada -asta la ra0 de los cabellos. ;o s cmo -apodido suceder una cosa seme!anteA -a debido de seralgn error... dis, sigan, sigan, por 3avor.,.

2a desconocida -i0o un gesto raro con el bra0oderec-o y desapareci tan Sbitamente como -abaaparecido. $ayton se pas una mano por la cara.

;o lo entiendo murmur. ;unca -aba visto aesa mu!er... ;o entiendo cmo pudo entrar en mi casa...

9"o s lo entiendo: voci3er Paula, terriblementeencoleri0ada. /ntr de la misma 3orma que -e entradoyo@ por la puerta... 9Por la misma puerta que voy a usarpara largarme a-ora mismo: -, pero no me ir sin-acerte saber 3sicamente lo que pienso de ti...

Plash! Plash!/stallaron dos sonoros c-asquidos, correspondientes

a otras tantas bo3etadas, propinadas con una 3uer0a que$ayton -ubiera !u0gado imposible en su -ermosainvitada. /l !oven, sorprendido, qued sentado en elsuelo, sin saber muy bien lo que -aba sucedido.

Paula se marc-, taconeando ruidosamente sobresus 0ancos. l salir, dio un porta0o que -i0o retemblarlas paredes.

*e gustara saber qu -a pasado aqu di!o$ayton, todava sentado en el suelo. %abremos vistoun 3antasma y ella se -a credo que era un ser de carney -ueso'

" luego se di!o que si todos los 3antasmas, en el siglo6677 eran como aqulla -ermosa muc-ac-a, vala lapena tener uno en casa.

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* * *

nte el silencioso auditorio que le escuc-aba coninmensa e8pectacin, el pro3esor ermann )a-nenBurt,

tras unos ligeros carraspeos, di!o@migos, mos, colegas de esta ?niversidad,alumnos todos... oy es el da ms grande de la -istoriadel planeta (ierra, el da en que, por +n, los -umanos,tras largas centurias de incultura y oscurantismo, van ainiciar la poca de la claridad absoluta@ la autntica eraespecial, la verdadera: poca de los via!es a los planetasde nuestro sistema.

52a primera astronave que ir a *arte est, como

todos sabis, sin duda, en su 3ase +nal de alistamiento.;ada, prcticamente, 3alta ya, salvo algunos detallesque no son esenciales y que se estn revisando en arasde una absoluta seguridad para la tripulacin quevia!ar al cuarto planeta del sistema solar. $entro dedos semanas, tres, como m8imo, la Esplendorosaabandonar la super+cie terrestre y se lan0ar a laconquista del *arte, el planeta en donde vamos a instaClar la primera colonia terrestre, el embrin de lo quealgn da ser una gran ciudad y ms adelante, en aosvenideros, el centro de poblacin de aquel mundo a-orain-spito y desierto y que en siglos venideros ser unasegunda (ierra, 3rtil, cubierta de verdor, con ros ylagos y mares tan autnticos como los que dis3rutamosen la actualidad.

5emos de mirar por las generaciones 3uturas continu el pro3esor, pero eso ya lo sabais todos. ?nda, el nmero de -abitantes de ese planeta se -ar tangrande como los que -aba a +nales del siglo 66, esdecir, ms de seis mil millones de almas. "a empe0abana sentir agobios de espacio, 3alta de tierra y dealimentos para todos, y entonces 3ue cuando sobrevinoaquella espantosa guerra, que redu!o la poblacin de la

(ierra a menos de una centsima parte. Por 3ortuna, sedescubri muy pronto el medio de limpiar el planeta dela contaminacin... pero entonces, si no -ubiera -abidoguerra, no -abran podido via!ar a *arte, como lo -aCremos a-ora, a +n de dar los primeros pasos para evitar

otra catstro3e seme!ante en el 3uturo por e8ceso depoblacin.

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5Pero de todo esto os -emos -ablado e8tensamentedurante los aos precedentes, mientras se alistaba laEsplendorosa. -ora, pues, slo nos queda un puntoimportante para poner en prctica@ nombrar a los

-ombres y mu!eres que 3ormarn la tripulacin de esanave, la primera que llegar a *arte. /scuc-ad todoscon atencin...

)a-nenBut0 sac un papel y empe0 a leer una seriede nombres, sin -acer distinciones de se8os. $aytonasista a la con3erencia y pudo darse cuenta de quetodos los nombrados eran gentes de muy altacali+cacin en sus respectivas pro3esiones.

$e sbito, $ayton peg un salto en su asiento.

/l pro3esor acababa de citar su nombre@)redericB Rystler $ayton, 3sico y matemtico.../l !oven se qued con la boca abierta.9&mo: %(engo yo que via!ar a *arte' se di!o.)a-nenBut0 pareci impacientarse.9$ayton: %/st aqu' 9&onteste inmediatamente:/l !oven levant una mano.S, aqu estoy, pro3esor. Pero yo no...Dracias, seor $ayton. &elebro su nombramiento

como miembro de la tripulacin que via!ar a *arte.Pero, pro3esor, es que yo no...$e pronto, son una risita.*ira, t, dicen que van a ir a *arte...% *arte' % qu' pescar ranas marcianas, qui0./stn locos. *arte ya -a sido ocupado."a -ay marcianos en *arte y estos locos quieren ir

all...(odos los o!os se volvieron -acia los dos individuos

que -ablaban en vo0 alta, sin preocuparse de que lesescuc-aran, -aciendo atroces comentarios acerca deaquel trascendental via!e, a la ve0 que emitan sonorascarca!adas de burla. $ayton los vio a poca distancia ypudo darse cuenta de que tenan bastantes copas dems encima.

9 *arte: volvi a rer uno de los su!etos.9/stn locos: di!o el otro, muerto de risa tambin.Si van a *arte, los ec-aremos a patadas...;o, a patadas, noA bastar con un insecticida...

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> a escoba0os./l rostro de )a-nenBut0, ordinariamente plido,

estaba ro!o como un tomate maduro. /l pro3esor parecaa punto de estallar.

9rro!en a esos borrac-os de esta sala: bram.2os dos individuos se pusieron en pie. ?no de elloslevant una botella ms bien mediada.

"a nos vamos, vie!o cocodrilo..." nos vamos a *arte, para avisar de vuestra

tontera di!o el otro.S, para que estn preparados y os ec-en a

patadas.../l pro3esor )a-nenBurt estaba a punto de saltar de su

estrado, para arro!arse contra aquellos desvergon0adossu!etos, que no respetaban en absoluto la solemnidadde la ocasin, cuando, de repente, ocurri algototalmente inesperado.

9;osotros somos los autnticos marcianos: aulluno de los beodos.

", acto seguido, aquella e8traa pare!a desaparecide la sala, como si no -ubieran e8istido !ams.

;adie consegua e8plicarse lo sucedido. Enicamente,entre todos, $ayton -aba podido captar un detalle quele preocup sobremanera.

&ada uno de aquellos dos su!etos llevaba pendientedel cuello un medalln anlogo al que -aba visto sobreel desnudo pec-o de la !oven que -aba irrumpido tanespectacularmente en su apartamento.

CAPITULO II

$ayton toc con los nudillos en la puerta, aguardunos segundos y, cuando le dieron permiso, -i0o girar elpomo y entr en la estancia.

$annie 2Ftterman, la austera secretaria del pro3esor)a-nenBut0, le mir por encima de sus ga3as de gruesamontura. /ra una mu!er de unos treinta y cinco aos,robusta, de slidos pec-os, anc-as caderas y semblanteadusto. 2levaba el pelo liso, estirado -acia la nuca y, sinlas ga3as y con una sonrisa en sus secos labios, -abra

podido resultar muc-o ms atractiva.?sted dir, seor $ayton -abl $annie.

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$eseo entrevistarme con el pro3esor, seora2Ftterman mani3est el !oven.

7mposible. /l pro3esor est ocupadsimo. Paraentrevistarse con l, es preciso solicitarlo con seis

semanas de antelacin, al menos.2o mo no puede esperar tanto re3un3u $ayton.$ebe de ser algo muy urgente, sin duda apunt

$annie. #ien, si me lo dice a m, yo tomar nota y selo repetir al pro3esor, en mi -ora de despac-o con l.$e este modo, tal ve0 pueda usted conseguir lo quedesea..., que por cierto, an no s de qu se trata.

$ayton se inclin sobre la mesa y apoy en ellaambas manos.


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%Por qu no en mi apartamento' sugiri.?n timbre reson imperativamente. $annie agarr un

montn de carpetas repletas de papeles y se puso enpie.


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que yo pade0ca esa en3ermedad...;o se sabe di!o $annie. -ora bien, si

presentas un certi+cado... "o cono0co a un mdico, buenamigo mo..., pero eso te costara dinero...

$ayton calcul rpidamente sus posibilidadesmonetarias. /ran ms bien escasas, se di!o,desalentadamente.

4Pero qui0 -aba otro medio5, pens.*ir a $annie y sonri. /lla se -aba quitado aquellas

-orribles ga3as y llevaba el pelo muy bien peinado.7ncluso se -aba aplicado maquilla!e en el rostro, quea-ora apareca casi completamente distinto.

/l vestido indicaba claramente su poco gusto por la

moda, pero no caba la menor duda de que encerrabaun cuerpo muy bien dotado 3sicamente. dems,$ayton saba una cosa, como la saban muc-as otraspersonas@ la prodigiosa inteligencia de )a-nenBut0 no secorresponda en absoluto con su memoria. /l pro3esortena que tomar nota de todo, para no olvidar nada... Suconsegua llegar -asta las listas y borrar su nombre,)a-nenBut0 ni siquiera conseguira acordarse de que lo-aba mencionado como tripulante de la Esplendorosa.

2as llaves del antedespac-o y el despac-o delpro3esor estaban en el bolso de la seora 2Ftterman. ;olo -aba -ec-o nunca, pero crea 3cil tomar moldes dedic-as llaves, con cera de las velas que empleara luegodurante la cena. &laro que $annie tendra que estardormida, pero ya se encargara l de que cayera en unpro3undo sueo y le permitiera reali0ar la labor sindi+cultades.

*uy bien di!o al cabo. "a -ablaremos de eseasunto ms tarde. -ora, $annie, %por qu no nosocupamos de otra cosa ms interesante'

%$e qu, $usty' pregunt ella, +ngiendoingenuidad.

$ayton se arro! literalmente sobre su invitada.7magnatelo gru. "o soy un -ombre de la

/dad de Piedra y t eres la mu!er que -e capturado deuna tribu enemiga...

Resptame la vida pidi $annie.&laro que te respetar la vida, pero tendrs que ser

mi -embra.

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#usc su boca y la bes con voracidad que teniapoco de +ngida. $annie pareci derrumbarse.

$e repente, solt un agudo c-illido@9$usty: %


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" yo -e nacido en Saturno, pero, en realidad,procedo de la constelacin de la >sa *ayor remed l,sarcstico. %Por qu no me cuentas otra -istoria msatractiva, guapa' %Por qu no -ablas claro de una ve0 y

me dices qu -aces entrando y saliendo de mi casa,como si 3ueses un 3antasma'Si no vas a creerme, %para qu molestarme en

darte e8plicaciones' respondi ella. dems, deseoque me sueltesA ests -acindome dao.

Si te suelto, te escapars.unque me cargases de cadenas, me escapara

igualmente, si lo deseara.$ayton +! la mirada en el rostro de la muc-ac-a,

cuya edad, le pareci, no superada en muc-o los veinteaos. /lla tena los o!os muy claros y posea una belle0aun tanto e8tica, que le prestaba un singular atractivo.

2a indumentaria consista en una especie de blusa,cerrada de cuello, pero de manga corta y color amarilloplido, adems de unos pantalones a!ustados, pero queterminaban a unos centmetros por encima de lasrodillas. /l cal0ado eran unas botas blancas, de mediacaa y tacn de poca altura, muy cmodos, al parecer.

$ayton aGo! la presin de sus manos./st bien di!o. Presiento que tienes ra0nA si

quieres, podrs escaparte y yo no podr impedirlo. ;os cmo lo -aces, aunque con+eso que me gustarasaberlo. Pero, en todo caso, no creo que seas marciana.

2o creas o no, es la pura verdad repuso ella.ubo un instante de silencio. 2uego, $ayton movi

una mano.Sintate y empie0a a -ablar... %&mo -as dic-o que

te llamas'/ryna IJK.%


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llamarme )red. > $usty, si lo pre+eres di!o. " a-ora,de una ve0, dime, %qu -aces en mi casa'

/res uno de los nombrados para ir a *arte. la 3uer0a. ;o deseo ir all y -ar todo lo posible

para que me borren de la lista. /n modo alguno sientodeseos de abandonar mi planeta. ;i siquiera por ti,suponiendo que seas, como dices, una marciana.

$e modo que no me crees sonri /ryna./n absoluto. >ye, y a ti, %quin diablos te -a dic-o

que soy uno de los elegidos para via!ar a *arte'/stamos enterados de muc-as cosas de vosotros,

los terrestres. Puesto que vivimos en *arte, resultalgico que estemos al tanto de vuestros proyectos.

"a, y como no os gusta que los terrestres via!emosa ese planeta, que vosotros ocupis, nos declararis laguerra, a +n de -acernos desistir de esos propsitos. ;oest mal pensado, te lo aseguro.

/ryna pareci irritarse.;o tenemos intencin de declarar la guerra a nadie

contest vivamente. 2o nico que queremos esconoceros un poco me!or, para estar debidamentepreparados el da en que se produ0ca el contacto entrelas dos culturas@ la terrestre y la marciana. =osotrospensis que *arte est des-abitado, %verdad'

2o est. Lams -an -abido all seres vivos. Por lomenos, inteligentes.

/so es muy cierto, pero slo en parte. *arte estuvodes-abitado -asta -ar unos setenta aos, en que llegla primera e8pedicin de nuestro pueblo. /ntonces, la

(ierra acababa de salir de su catastr+ca guerra ydecidimos esperar antes de entablar contacto convosotros. parte de que eso no -abra sido reali0able enlos primeros momentos.

%Por qu';uestra ra0a, que en otros aspectos es un tanto

distinta de la terrestre, necesitaba de lo que podramosllamar un perodo de 4aclimatacin5 en un sistema solarmuy distinto del nuestro original. un a-ora -ay gentesque opinan que el contacto con los terrestres esprematuro.

$ayton mene la cabe0a.&omo -istoria, es preciosa di!o sonriendo. Pero

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no la creo en absoluto. /ryna, ignoro cmo vas, peropienso que perteneces al grupo de personas que son-ostiles al via!e a *arte. S, aqu tambin -ay gente a laque no le gusta ese proyecto y se opone a l con todas

sus 3uer0as. Sin embargo, se trata de una minora, cuyoses3uer0os estn condenados al 3racaso.( perteneces a ese grupo, segn parece apunt

/ryna.;o. &omprendo el inters cient+co del via!e y estoy

de acuerdo en que debe reali0arse. 2o que ya no megusta tanto, me!or dic-o, no me gusta en absoluto, es3ormar parte de esa e8pedicin.

%Por qu, $usty'

$ayton agarr a la muc-ac-a por una mano y la -i0oponerse en pie, para llevarla a continuacin !unto a unade las ventanas de su apartamento.

*ira ese -ermoso paisa!e e8clam. 2as le!anascolinas, cubiertas de verdor, los rboles, las plantas, elcielo a0ul, las nubes blancas... $esde aqu no se ve, peroal otro lado de las lomas -ay un anc-uroso ro, de aguasclaras y 3rescas, que acaba en el mar, a menos decincuenta Bilmetros de distancia... *arte tiene que serun planeta rido, sombro, donde es preciso usarmscara de o8geno constantemente y tra!es trmicos,para no morirse de as+8ia o de 3ro... ;o y mil veces noApre+ero pasarme una temporada encerrado en unacrcel, antes que -acer ese via!e declar el !ovenapasionadamente. l menos en la crcel, vera a ratosun trocito de cielo, cosa que no sucedera en *arte. %2oentiendes a-ora'

S respondi ella, volvindose -acia $ayton. 2oentiendo per3ectamente y o!al se cumplan tuspropsitos. -ora, por 3avor, tendrs que perdonarmeAdebo regresar.

%dnde' pregunt $ayton. *arte, por supuesto.

", antes de que el !oven pudiera -acer nada, /rynadesapareci de la -abitacin, como si no -ubierae8istido !ams.

$ayton se qued perple!o y aturdido. %


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incorpreo'%Proceda realmente de *arte, como aseguraba'/n aquellos sucesos -aba un misterio que no era

capa0 de desentraar por el momento. " como se senta

incapa0 de averiguar la verdad, decidi no tener msquebraderos de cabe0a y olvidarse del asunto./n cambio, se senta muy 3rustrado, por la -uida de

la seora 2Ftterman. aba esperado muc-o de suvisita, pero la inesperada aparicin de /ryna lo -abaec-ado todo a perder.

$e pronto, vio algo que le -i0o sonrer.$annie, te -as marc-ado muy de prisa di!o, a la

ve0 que levantaba con un dedo el bolso que la

secretaria del pro3esor )a-nenBut0 se -aba de!adoolvidado sobre una mesa.

CAPITULO III

/l via!e a *arte no era precisamente un secreto de/stado y las precauciones para guardar determinadosdocumentos eran ine8istentes. dems, elnombramiento de la tripulacin de la Esplendorosa-aba sido reali0ado en ceremonia pblica, de modo quetodo el mundo poda conocer los nombres de lose8pedicionarios.

Sin embargo, -aba aspectos del asunto que no sepodan soslayar. 2a burocracia pens $ayton mientrasse in+ltraba a altas -oras de la madrugada en elantedespac-o del pro3esor segua constituyendo unaplaga, como los siglos anteriores. " sin papeles o+ciales,no es posible -acer ningn via!e, ni aunque 3uese a unadistancia de tan slo die0 Bilmetros.

/n silencio, revis las carpetas que $annie tenasobre la mesa. l +n, encontr la que buscaba.

$urante unos minutos, estudi la lista de nombres enla que +guraba l en lugar no demasiado destacado. l+nal, apreci con una sonrisa, -aba una pequea listade nombres, como suplentes, para el caso de quealguno de los nombrados no pudiera 3ormar parte de lae8pedicin.

Para su cargo de 3sico y matemtico -aba dossuplentes. /ligi al primero.

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#usc el ca!n donde $annie guardaba los papelesen blanco. 2a lista estaba por triplicado y puso tres -o!asen la reproductora. 2uego coloc uno de los originales ypuso la mquina en marc-a. &uando lleg su nombre, lo

borr, sustituyndolo por el primer suplente.Pocos minutos ms tarde -aba terminado. $anniellevara las listas al pro3esor, quien, a su ve0, lasentregara al segundo comandante de la Esplendorosa,que era el que se encargara del personal de lae8pedicin. $ayton esperaba que $annie no se +!ase enel truco. ;o sera capa0 de imaginarse que, usando lasllaves contenidas en su bolsillo, se -aba atrevido aintroducirse en el 4sancta sanctrum5 que eran las

o+cinas de )a-nenBut0.?na ve0 concluida la operacin, puso las nuevaslistas en el sitio ocupado por las originales, que 3ueron aparar al incinerador automtico. -ora ya slo 3altabavolverse a casa y regresar por la maana, para devolverel bolso a su duea y o3recerle disculpas.

$e pronto, oy voces en las inmediaciones y sealarm.

aba entrado alguien en el edi+cio. )uera quien3uese, le cortaban el paso. ;ot que los intrusos seacercaban y corri a esconderse en el pequeo lavabode la secretaria.

$e! la puerta entreabierta, as poda ver lo quesuceda en el antedespac-o. $os -ombres entraron y,con gran asombro, $ayton reconoci a los dos borrac-osque -aban organi0ado el alboroto el da delnombramiento de los tripulantes que iban a via!ar a*arte.

-ora parecan serenos y su -umor se -abadisipado, segn pudo apreciar en sus 3acciones. $abanla sensacin de sentirse muy preocupados... %Por qu',se pregunt.

?no de ellos se aplic inmediatamente a registrartodos los papeles. /l otro penetr en el propio despac-ode )a-nenBut0. $urante unos minutos, no -ubo ms quesilencio en ambas estancias.

l cabo de un rato, los dos intrusos volvieron areunirse.

;o -e encontrado nada, BroM di!o uno de ellos.

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"o tampoco respondi el otro.?na nave tan grande como la que necesitan esos

terrestres para via!ar a nuestro planeta no se puedeesconder deba!o de la al3ombra. (iene que estar en

alguna parte, pero %dnde'S, eso mismo pienso yo, BroM.Rorgo, qui0 sera conveniente ver al pro3esor en

persona y pedirle que nos indique dnde est la nave.&laro. =amos a verle y le diremos@ 4Pro3esor,

indquenos dnde est su nave, que la vamos adestruir5. %&rees que te contestara, peda0o deestpido'

ombre, no -ay para ponerse as re0ong el

llamado BroM. Slo era una sugerencia...Pues tendremos que buscar otra solucin, porquepreguntrselo a )a-nenBut0 no dar resultado... 9/spera:&reo que -e visto...

#ruscamente, Rorgo salt -acia adelante y peg unempu!n a la puerta del lavabo. Sorprendido, $aytonrecibi un 3uerte golpe en la cara y trastabill, perdido elequilibrio. ntes de que pudiera recobrarse dos 3uertesmanos tiraron de l y lo -icieran salir al antedespac-o.

?n espa, BroM grit Rorgo./staba escuc-ando, %e-' di!o BroM.$ayton tena una mano en la nari0, dolorida

consecuencia del golpe. ntes de que pudierapronunciar una sola palabra, Rorgo volvi a -ablar.

Seguramente, pertenece al bando de (ribbout-.S, eso creo yo. #ueno, %qu -acemos con l,

BroM'/l interpelado sonri perversamente.Sospec-o que (ribbout- se va a quedar sin uno de

sus miembros ms conspicuos di!o.l mismo tiempo que -ablaba, sacaba de sus ropas

un e8trao arte3acto, que pareca una pluma de grandesdimensiones. $ayton presinti que se trataba de unarma mort3era y contraatac sbitamente.

/ra un -ombre 3uerte y, adems, movido por ladesesperacin y el ansia de salvar la vida. $ispar elpuo derec-o y BroM vol por los aires un par demetros, antes de caer de espaldas. Pero en su via!e-acia el suelo, su cabe0a c-oc contra un ngulo de la

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mesa.$ayton oy un terrible c-asquido de -uesos. BroM

cay al suelo y, tras unos cuantos pataleos, se quedinmvil,

/l !oven comprendi que aquel -ombre -aba muerto.Pero an quedaba otro y se volvi -acia l. Rorgopareci sentir un miedo espantoso, pero no pronunciuna sola palabra.

$ayton dio un par de pasos -acia l. Rorgo lan0 unc-illido de pavor y desapareci sbitamente.

9Por todos los diablos: e8clam $ayton. %&molo -acen esos su!etos'

quellas misteriosas desapariciones no tenan

e8plicacin posible. (ampoco senta deseos de buscarlaen aquellos momentos./staba en un lugar que poda considerar como casa

a!ena y con un cadver a sus pies. Si le encontraban all,iba a pasarlo muy mal.

$ecidi marc-arse. $e pronto, repar en el e8traomedalln que BroM tena sobre su pec-o.

/ra idntico al que -aba visto en /ryna. Sin elmenorA escrpulo, se inclin sobre el cado y solt lacadenita de la que penda el medalln. (ambin seapoder del e8trao tubo, cuya utilidad desconoca, perosaba que era un arma mort3era.

pag las luces. /ra -ora de regresar a casa.

* * *

Por la maana, vio bastante gente en el interior deledi+cio. )ingiendo ignorancia, se acerc a la seora2Ftterman.

ola salud corts$annie se volvi y lan0 una mirada cargada de

desprecio.;unca pens que tuviera la des3ac-ate0 de venir a

verme, seor $ayton contest.Siento lo ocurrido, seora di!o el !oven.

Permtame e8plicarleA aquella !oven es una vecina quese -a instalado recientemente en la misma casa. "o mede! la puerta abierta y ella llam, pero como no la

-aca caso... &rame, no pretenda nada e8trao,aunque le pare0ca mentira, slo vena a pedirme un

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poco de a0car para su t... Se sinti muy aGigidacuando vio lo ocurrido y luego me rog le presentara suse8cusas por la imprudencia cometida... /n +n, seora2Ftterman, yo siento enormemente lo ocurrido y... -,

aqu tiene su bolsoA slo vine a devolvrselo.$annie pareci -umani0arse un tanto y sonri.2a verdad es que me port como una estpida

respondi. Soy yo la que debo disculparmeA deb-aber aguardado un poco, para saber qu quera aquellac-ica... /n +n, la cosa ya no tiene remedio, $usty.

Puede tenerlo... otro da di!o el !ovenmaliciosamente. S, ya veremos. /n cuanto al asuntode su via!e a *arte, ya pensar algo, %e-'

&omo quieras murmur $ayton, satis3ec-o delgiro que tomaban los acontecimientos. Pero %qusucede aqu' %Por qu tanta gente, $annie'

an encontrado un cadver en mi o+cina contest ella. ?n intruso, seguramente pertenecientea los oposicionistas. "a sabes, los que se oponen al via!ea *arte, como t.

?n momento. "o no me opongo al via!e a *arte, nimuc-o menos@ considero que es un progresoconsiderable y que debe reali0arse en bien de la cienciay para provec-o de generaciones 3uturas. 2o nico queno me gusta es tener que 3ormar parte de esae8pedicin...

S, ya lo comprendo, pero las circunstancias... as dic-o un cadver. Por la cantidad de personas queveo, dira que se trata de un crimen.

/so es lo que sospec-a la polica, aunque, -astaa-oraA no -an encontrado indicios que permitandescubrir al culpable.

Seguramente entraron para robar documentos,%no'

%


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con+an0a.$ayton record en aquel momento la conversacin

que -aban sostenido BroM y Rorgo.


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)a-nenBut0 +! la vista en $ayton.%


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saber la 3orma de comunicarme con ella...%*e llamabas, $usty'$ayton se puso rgido, aunque no se volvi

inmediatamente. 2a vo0 de /ryna -aba sonado como

una respuesta a las palabras que -aba pronunciadoinconsciente a media vo0.S, te llamaba contest al cabo de unos instantes.

CAPITULO IV

/st bien di!o /ryna. qu me tienes, $usty.%


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datos para encontrar nuestra nave y destruirla./ryna se mordi los labios.S, es lo que buscan admiti. Pero son los

menos y no conseguirn sus propsitos.

/n cambio, t perteneces al bando de (ribbout-./lla salt en su asiento.%&mo lo sabes' e8clam.BroM lo mencion anoc-e. &rea que yo perteneca

a ese bando. 9Pero si ni siquiera s quin es (ribbout-:Podramos de+nirlo, en lengua!e terrestre, como el

!e3e del gobierno marciano respondi /ryna.-, -ay un gobierno y todo en *arte sonri l./ryna se irrit.

%&undo vas a convencerte de que soy marciana'di!o.S, s, marciana... *ira, /ryna, actualmente

tenemos cosas maravillosas, pero -ay algo que nuncacreer@ la e8istencia de seres inteligentes en *arte.Posiblemente, t vienes de algn remoto rincn de la

(ierra, donde un grupo de gente se qued aislado,despus de la ltima guerra, y -abis desarrollado unaciencia y una tecnologa muy avan0ada y, en ciertopunto, distintas de la nuestra. 9Pero no creo que seasuna marciana: %*e -as entendido'

(endr que convencerte de que digo la verdad,aunque, por el momento, no puedo -acer nada, sin ladebida autori0acin respondi la muc-ac-a. /ncuanto a esos ob!etos... %Puedo llevrmelos'

S, %para qu los quiero yo' ;o soy partidario dellevar adornos como ese medalln y, en cuanto al tubo,es un arma, pero %qu proyectiles dispara'

$escargas de 3otones a altsima concentracin. Silo de+niramos con palabras vulgares, diramos que eslu0 slida.

$ayton abri la boca, estupe3acto, porque saba que/ryna deca la verdad.

%"... eso mata'Puede atravesar una planc-a de acero de veinte

centmetros de espesor, con la misma 3acilidad que si3uese de mantequilla. Pero cuando esa descarga c-ocacontra un cuerpo inorgnico, los 3otones no pierden suconcentracin y pasan al otro lado en lnea recta, sin

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dispersin. /n cambio, cuando la descarga se dirige a unob!eto orgnico, un cuerpo -umano, por e!emplo, los3otones se dispersan instantneamente por todo elorganismo, destruyendo en el acto los te!idos, lo cual,

como puedes comprender, es causa de una muertesbita.=aya un cac-arro di!o el !oven disgustadamente

. /n lugar de inventar armas mort3eras, podrais -aberinventado cosas ms prcticas y bene+ciosas.

/se tubo es prctico y bene+cioso, cuando seaplica a traba!os cient+cos. (ambin un simple martilloes una -erramienta muy til, pero se le puede convertiren un arma mort3era, me parece.

S convino l, por desgracia, as es. 2a -o0 esalgo muy til para segar el trigo... y los pescue0os de laspersonas. #ueno, /ryna, %y qu -acemos a-ora'

%acer' ;o s... &reo que intentar -ablar con (ribCbout- y e8plicarle la situacin... %&mo di!iste que sellamaba el &ompaero de BroM'

Rorgo. $escono0co el apellido numrico./ryna -i0o un movimiento con la cabe0a./l apellido de (ribbout- es NIO murmur.(reinta y uno al cuadrado.S. /so indica pertenencia a una clase elevada,

pero no por nacimiento, sino por mritos. Si yo llego aprogresar algn da, cambiar de apellido. /n lugar deuna ci3ra elevada a la cuarta potencia, tendr otraelevada al cubo.

*uy interesante, una bonita 3orma de ascender enla escala social coment el !oven irnicamente.

;o es un ascenso en la 3orma que crees...Simplemente ocupar un puesto ms elevado, como a tite pasar tambin algn da. #ien, tengo quemarc-arme, para in3ormar de lo ocurrido. *e llevo estosdos ob!etos, $usty.

S, desde luego. >ye, %cmo lo -aces paradesaparecer tan 3antasmalmente'

Por a-ora, no puedo darte ms detallesA esto es unsecreto todava y no estoy autori0ada a divulgarlo. "a losabrs y, espero, muy pronto respondi /rynasonriendo.

*uy bien, me resignar a esperar. Pero quiero

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pedirte un 3avor.%S, $usty'&uando vengas a mi casa, procura llegar al

corredor. 2lama a la puerta antes. ;o te materialices

cuando tenga una visita, %e-'Supongo que te re+eres a visitas 3emeninas di!oella maliciosamente.

$e cualquier clase. *e gusta que mis visitantesllamen a la puerta insisti $ayton.

2o tendr en cuenta, $usty. 9asta la vuelta:$ayton volvi a quedarse solo.

4/ryna se di!o usa algn procedimiento detraslacin instantnea, no cabe la menor duda.5

Pero %cmo lo -aca' %$nde estaba la maravillosamaquinaria que serva para via!ar en el acto a cualquierlugar, sin necesidad de ve-culos de ninguna clase'

&on un aparatito seme!ante, la Esplendorosaacabara vendida a un c-atarrero murmur.

/ryna, no caba duda alguna, viva en algn remotolugar de la (ierra. -ora, la poblacin terrestre -abaquedado reducida a unas pocas decenas de millones depersonas. unque un buen nmero de los -abitantesestaban relativamente concentrados en unas cuantasgrandes ciudades, la mayora vivan con bastantedispersin. Sobraba espacio en el planeta.

2a muc-ac-a perteneca a un grupo de gente que-aba permanecido en aislamiento durante ms de cienaos. -ora -aban decidido volver a relacionarse con elresto de los terrestres y ellose di!o, no poda sinoproducir bene+cios a ambas partes.

Pero... %marciana' 9;i -ablar: 9/s tan marcianacomo mi abuelo: e8clam.

* * *

/l -ombre se -i0o visible repentinamente en el local yse acerc al mostrador para pedir una !arra de cerve0a.

aba una mu!er !unto a la barra y le mir concuriosidad.

%$e dnde -as salido, encanto'=engo de *arte contest el -ombre. -, me

llamo Helno."o soy R-eba y nac en Lpiter contest ella.

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;o crees que soy marciano, %verdad'Por m, puedes ser lo que quieras, siempre que me

invites a un trago, Helno.*uy bien, pide lo que te apete0ca, R-eba.

/lla -i0o un ademn. /l barman llen una !arra y unacopa. R-eba levant su copa.Salud, Helno. 9=iva *arte:Dracias, preciosa. 2a (ierra es tambin un planeta

muy bonito.;o podemos que!arnos. %


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2os novios se acercaron al altar. /l sacerdote empe0a o+ciar la ceremonia.

7nesperadamente, aparecieron dos personas !unto alaltar, un -ombre y una mu!er !venes.

%iga, %qu -acen ustedes'2a estupe3accin de todos los presentes era enorme.

;inguno de ellos comprenda cmo -aban aparecidoaquellos dos desconocidos en un momento tan solemne.

9"a s lo que -acen, $elp-a: grit el -ombre.92os estn casando:

9&asar: %


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gobierna la (ierra'#ueno, en realidad lo que -ace es predecir el

tiempo, calcular las cosec-as, evaluar posibles riesgosde accidentes, en3ermedades, ausencias por diversos

motivosA calcula tambin el nmero de nacimientos yde3uncionesA indica las cantidades de alimentos que sepodrn consumir en un determinado espacio de das,meses o aos... (ambin controla la poblacin, laidentidad de cada cual, el puesto que me!or conviene acada persona... ", por supuesto, resuelve complicadas3rmulas matemticas y da soluciones para cualquierproblema que se le plantee, sea de la clase que sea.

/n resumen, la (ierra estara perdida sin esta

maquinita.ubo un tiempo en que no la tenamos y podramospasarnos sin ella, pero resulta muy cmodo tenerla en3uncionamiento.

$e pronto, ellis se dio cuenta de que -aba unintruso en un lugar al que estaba severamente pro-ibidoel acceso.

>iga, %quin diablos es usted' %&mo -a entradoaqu' e8clam, volvindose -acia el desconocido.

/l -ombre sonri.Pasaba por aqu y me di!e@ 4=oy a ec-ar un vista0o

a esa maquinita. Parece que no 3unciona del todo bien ycreo que puedo arreglarla5.

2a computadora 3unciona per3ectamente protestells.

%?sted cree'/l intruso sac de pronto un aparato parecido a un

lpi0 de metal, apunt -acia el teclado y dispar un rayode lu0 blanqusima.

ellis se levant de un salto y se apart aullando de3uror.

Pero %qu -ace' %Se -a vuelto loco'/l desconocido se ec- a rer. 2an0 otras dos

descargas contra distintos puntos de la mquina, queempe0 a -umear de inmediato, y luego desaparecirepentinamente, de!ando tras de s a un operadoraterrado y desconcertado.

2os c-ispa0os empe0aron a surgir por todas partes.Sonaban como tiros de pistola y ellis, espantado, -uy,

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apenas unos segundos antes de que se produ!era unaenorme e8plosin, que redu!o a c-atarra una de las msper3eccionadas mquinas construidas por la mano del-ombre.

* * *

2a gente aplauda entusiasmada.&incuenta c-icas, escasamente vestidas, dan0aban

en el escenario con un ritmo absolutamente per3ecto,como si todas ellas 3uesen robots con +gura 3emeninaque obedeciesen a una nica 3uente de control.

/l espectculo tena un 8ito enorme, porque era unareproduccin absolutamente e8acta de una de las obrasms 3amosas de mediados del siglo 66. /l escenario eraenorme y -aba espacio ms que sobrado para lasevoluciones de las cincuenta muc-ac-as.

$e pronto, las c-icas se pusieron en +la, cada una deellas con las manos apoyadas en el -ombro de la quetena delante. /n el mismo instante apareci un su!eto al+nal de la columna y empu! la ltima c-ica con todassus 3uer0as.

/l derrumbamiento de la +la se produ!o

automticamente, como si -ubieran sido +c-as dedomin. 2as artistas empe0aron a c-illarestridentemente, mientras la gente aplaud creyendoque aquella cada colectiva 3ormaba parte despectculo.

Pero el desconocido no -aba terminado an.*ientras las bailarinas se debatan en una espantosacon3usin de bra0o y piernas, que se agitaban3renticamente, sac un tubito metal y dispar unos

cuantos rayos de lu0 blanca contra el suelo delescenario.

2a tabla0n cru!i primero y luego cedi con -orrendoestrpito. &asi todas las c-icas cayeron c-illandoespantosamente al 3oso.

/l pblico se asust y empe0 a -uir, dndose cuentade que ocurra algo e8trao. /l desconocido lan0 unaatro0 carca!ada y luego desapareci de 3ormainstantnea, de!ando tras de s una enorme con3usin y

cientos de personas desconcertadas, sin saber muy bienlo que -aba sucedido

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* * *

/l sesudo con3erenciante acababa de iniciar sudiscurso, ante un tent auditorio, cuando, de pronto,

apareci a su lado una -ermosa !oven quien, sin mediarpalabra, empe0 a despo!arse de todas sus ropas./sto, amigos, es lo que desea contaros el orador de

3orma prctica di!o la !oven, a la ve0 que rea estrepiCtosamente.

2uego se abra0 al con3erenciante, que no saba qu-acer, y empe0 a bailar con l una 3rentica dan0a. /lpblico abandon la sala de con3erencias.

#ueno di!o la c-ica al aturdido orador, la

3uncin -a terminado, 9


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2a calle y los coc-es desaparecieron de su vista de3orma misteriosa. ", sin saber cmo, se encontr enpleno campo, a muc-os Bilmetros de la ciudad.

tnito, Rodnell mir a su alrededor y crey soar.

penas unos segundos antes, todo era animacin asu alrededor. aba una gran cantidad de gente y deve-culos por todas partes y l estaba en el centro deuna anc-ura avenida. -ora se -allaba en la mscompleta soledad y circundado por un silencio que-abra sido total, de no percibirse el rumor de las -o!asmovidas por la brisa y los sonidos propios de los p!arosque volaban en gran nmero por ! atms3era.

Para despertarse de lo que crea un sueo, se dio una

tremenda bo3etada en la cara. ?n instante despus,adquirid la conviccin de que estaba despierto, pero sesenta absolutamente incapa0 de e8plicar lo que -abasucedido.

CAPITULO V

$ayton lleg a su casa, se desvisti para baarse y,despus, ataviado simplemente con una bata corta, 3uea la dispensadora de alimentos y marc en el teclado elmen de la cena. *ientras la mquina preparaba lacomida, se acerc al televisor y puls la teclacorrespondiente a in3ormacin.

/l televisor tena una pantalla de dos metros de largopor casi otro tanto de alto y ocupaba buena parte deuna de las paredes. $ayton regres a la cocina, carglos distintos platos en una bande!a y 3ue de nuevo a lasala. Sentado a cinco metros del televisor, empe0 aleer las noticias publicadas en el Universal Courier.Poda elegir entre la in3ormacin gr+ca o la escrita,pero l pre3era el vie!o sistema del peridico impreso,aunque no necesitaba salir a la calle para comprar une!emplar.

/l peridico apareca en la pantalla y poda aumentaro disminuir a voluntad el tamao de las pginasimpresas, adems de 4pasar la -o!a5 cuando -aba ledouna. $ayton decidi -acer una lectura de las noticias

ms importantes.?na de dic-as noticias consista en un resumen de

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ciertos -ec-os ocurridos a distintos ciudadanos, sucesosmuy e8traos, que no tenan e8plicacin aparente, peroque o3recan una caracterstica comn@ en todos ellos-aba tenido parte muy importante ciertos

desconocidos, que aparecan y desaparecanmisteriosamente, sin que nadie se sintiera capa0 o3receruna e8plicacin medianamente satis3actoria.

/l caso ms e8traordinario, sin embargo, era el delguardia #enny Rodnell, a quien se le -aba aparecidouna mu!er, cuando diriga el tr+co, y luego, sin sabercmo, se -aba encontrado transportado a unos treintaBilmetros de la ciudad, y abandonado en pleno campo,en un para!e completamente desierto. $ayton, muy

intrigado por lo que estaba leyendo, se olvid porcompleto de la cena.quellos sucesos eran muy parecidos a ciertos

incidentes que le -aban ocurrido personalmente. /n elacto se acord de /ryna y sus misteriosas apariciones ydesapariciones,

%aba que creer a la muc-ac-a cuando staaseguraba ser marciana'

$e repente, llamaron a la puerta.$ayton de! la bande!a a un lado y corri a abrir. 4/s

/ryna5, pens.?na e8presin de desencanto apareci en su rostro al

darse cuenta de que era otra la visitante. 2a seora2Ftterman le mir con una sonrisa en los labios.

;o me esperabas di!o.$ayton carraspe y trat de ocultar su decepcin.;o admiti. Pero me alegro in+nito que -ayas

venido.(e traigo buenas noticias mani3est ella al cru0ar

el umbral.%$e veras'e conseguido eliminarte de las listas de

tripulantes. %


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$usty. %/s que a-ora vas a decirme que si queras ir a*arte'

Por un instante, el !oven pens en /ryna y se di!o quetal ve0 aquel via!e le permitiera encontrar a la

muc-ac-a, pero no tard muc-o en convencerse de queeran especulaciones carentes de sentido.#ueno, me dola un poco la cabe0a... Pero ya me

encuentro me!or. 9Por supuesto, me encanta quedarmeen la (ierra: e8clam.

*ir a $annie de arriba aba!o y la -i0o sonro!arse./n *arte no tendra una compaa tan encantadora

di!o a la ve0 que pona sus manos en la cintura3emenina.

/lla suspir.&elebro orte -ablar as murmur.$ayton se sorprendi de la violencia con que 3ue

atacado por su visitante. &asi antes de que se dieracuenta de lo que suceda, se encontr arrollado por laseora 2Ftterman. " los encantos de $annie y la pasinde ella le demostraba, consiguieron -acerle olvidar porel momento sus preocupaciones.

* * *

/n la penumbra del dormitorio se oy una risita.-ora no soy la severa secretaria del $ayton,

%verdad'$ayton se incorpor sobre un codo y mir a la mu!er

que yaca a su lado, sin una sola prenda de ropa sobresu cuerpo.

$esempeas, o llevas, una doble vida@ durante las-oras de traba!o, eres +el perro guardin del pro3esor,

que cuida de su seguridad y le ayuda -asta el punto deser su bra0o derec-o.

Pero 3uera del traba!o, segn -e podido comprobar,eres absolutamente distinta.

Soy una mu!er, simplemente. *e gusta cumplir conmi traba!oA a-ora bien, cuando termino, no me debo anadie ms que a m misma.

" al seor 2Ftterman, claro.$annie -i0o una mueca.

;o le debo nada contest. dems, no sdnde est.

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%&mo'ace tiempo que marc- de casa. ;unca nos

sentimos demasiado compenetrados, ni siquiera enciertos aspectos meramente 3sicos. &reme, no sent

demasiado su ausencia Puede volver algn da...2e dar con la puerta en las narices... Se lotendr bien merecido di!o $ayton, muy serio,9bandonar as a una mu!er tan encantadora...: seinclin para besarla. (an apasionada...

$annie suspir y le ec- los bra0os al cuello.(e aseguro que no noto la 3alta del seor 2Ftterman

di!o ardientemente.$ayton pens que lo ms agradable de todo era no

via!ar a *arte y se es3or0 por ser tan apasionado como$annie. Pasado un buen rato, se rela!aron.$e todos modos, creo que el via!e a *arte tiene

varias di+cultades di!o ella de pronto.%Por qu' quiso saber el !oven. ;o lo digas a

nadie@ esto es absolutamente reservado y el gobierno noquiere -acerlo pblico. )a-nenBut0, por supuesto, losabe, ya que es el director del proyecto, y me lo -acomunicado a m tambin. Pero yo con3o en ti, $usty.

Puedes estar segura de que no traicionar tucon+an0a, $annie. %$e qu se trata'

;o me tomes por locaA yo me limito a repetir lo que-an dic-o. Se sospec-a que *arte est -abitado. $aytonse sent de golpe en la cama.

%/s posible' e8clam.asta a-ora, slo son sospec-as respondi ella.

Sin embargo, se -an obtenido ciertos in3ormes queparecen conceder verosimilitud a las posibilidades deque *arte est -abitado por seres inteligentes.

97ncreble: 9)antstico: Pero, a pesar de todo, elvia!e debera reali0arse, aunque no 3uese ms que porentablar relaciones con los marcianos.

Parece que el gobierno quiere esperar un pocoms, a +n de tener la certidumbre de que ese via!e nova a causar conGictos con los -abitantes de *arte.lgunos de los miembros del gabinete, sin embargo,opinan que se trata de una broma pesada, ideada porquienes, como t sabes muy bien, se oponen a lae8pedicin.

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?na broma resopl $ayton. %


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(emo, seora, que el +nal de esta velada va a tenermuy poco de agradable son de repente una vo0 -ostilen el dormitorio.

$annie se volvi y lan0 un c-illido de susto al ver a

los dos -ombres que -aban aparecido repentinamenteen la estancia. $ayton, sorprendido en la cama,permaneci inmvil, sentado, con las manos en lasrodillas, porque estaba viendo dos tubos cuyo podermort3ero le -aba sido revelado das antes.

?no de los tubos le apuntaba a l directamente yestaba en la mano de un -ombre al que ya -aba vistoen una ocasin.

/ra Rorgo y no le miraba precisamente con o!os a3ecC

tuosos.* * *


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$annie lleg a la puerta, pero, de pronto, se detuvoy, volvindose -acia el centro de la estancia, 3ormuluna pregunta@

%Son ustedes marcianos'


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Esplendorosa era un secreto muy bien guardado,aunque tampoco todo el mundo saba dnde se -allabala nave. Pero $ayton no quera que unos iluminadospudieran destruir en unos momentos la labor de veinte

aos de enormes es3uer0os.$esa+ante, se cru0 de bra0os, a +n de que Rorgo y


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cabe0a con ambas manos.&reo que voy a volverme loco... di!o

aGigidamente, %&mo pueden ocurrir estas cosas' ;os-allamos en pleno siglo 6677, rodeados de maravillas de

la tcnica y, sin embargo, me resisto a creer queocurran ciertos -ec-os que estn 3uera del alcance demi mente...

$e pronto, al0 la mirada./ryna, dime, %es cierto que empleis la traslacin

instantnea para despla0aros en el espacio'S, $usty.9$ios mo, qu descubrimiento tan sensacional: Si

aqu dispusiramos de un apartado seme!ante...

(uviste uno en la mano, pero yo me lo llev,%recuerdas'9/l medalln de BroM:/8acto. /sa es la mquina que nos permite ir y

venir de *arte en contados segundos.7ncreble murmur $ayton, abrumado. Pero, suC

pongo, cada poseedor de un medalln puede mane!arloa su anto!o y ellos no queran volver a *arte...

;o queran, pero yo les envi de vuelta, con estetubo di!o /ryna, enseando un aparatito algo mayorque el que $ayton ya conoca. /s un transmisor derdenes a la microcomputadora que dirige el aparato detraslacin instantnea, y cuyos e3ectos no se puedencontrarrestar. Rorgo y


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sonrisa. $e pronto, arrug la nari0 y aspir el aire.9uele muy bien: di!o.

*e gustan los buenos per3umes contest, conuna sonC risita de cone!o.

9um: di!o /ryna, escptica. /n +n, tu vidaprivada es cosa tuya y yo no soy quien para -acertereproc-es. nda, vamos a tomarnos esa copa.

* * *

$ayton se sinti ms con3ortado despus de un parde tragos.

#ueno, yo iba a via!ar a *arte, es decir, otros lo -aCban decidido por m, puesto que no estaba muyresuelto a ese via!e, pero nunca pude imaginarme que*arte estuviese poblado...

/n realidad, no somos marcianos, aunque a m seme puede considerar as, ya que nac en *arte. ;osotrosprocedemos de la constelacin de =ega, a veintisieteaos lu0 de la (ierra, no muy le!os, como puedessuponer, aunque te di!era otra cosa el primer da quenos vimos.

>-, est a la vuelta de la esquina. Slo son

doscientos cincuenta y tantos billones de aos lu0... ?nainsigni+cancia, vamos.

;o seas sarcstico, $usty te reproc- ella.Procedemos del noveno sistema de =ega, el nico-abitado, pero nuestro sol era otra estrella distinta yest en 3ase de novacin@ lo cual signi+ca que va ae8plotar muy pronto.

%&undo';o se sabe todava, pero los e3ectos de su cambio

se -acan perniciosos de da en da y por ello decidimosemigrar, en busca de un mundo -abitable y lo msseme!ante al nuestro. #ueno, ello lo decidieron nuestrosabuelos, es decir, las personas que, en la (ierra,tendran a-ora unos oc-enta o noventa aos.

/ntiendo. Se decidi el abandono del planeta...;o todos quisieron de!arlo ni tampoco todos se

dirigieron -acia el sistema solar. *arte llegaron, -arunos setenta aos, alrededor de ciento cincuenta mil

personas. Por supuesto, se emplearon gigantescasnaves de transporte, en las que, adems de las

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personas, se transportaron alimentos, -erramientas ymaquinaria. ?na ve0 all, se decidi la construccin deuna ciudad de cpulas. /ra preciso de!ar pasar un ciertonmero de aos, a +n de que pudiramos 4aclimaC

tarnos5. 2a palabra no es rigurosamente e8actaAsimplemente, es una e8presin que trata de -acerentender nuestros propsitos.

Parece como si el traslado de un sistema solar aotro pudiera causar ciertos per!uicios a vuestroorganismo supuso $ayton.

S, en cierto modo, as es convino /ryna. /seperodo de -abituacin necesita ser e8plicado porpersonas verdaderamente entendidas en la materia y yo

no lo soy. Pero creo que es su+ciente para que t te desuna idea de nuestra situacin.$esde luego asinti l. &ontina, por 3avor.#ien, llegamos a *arte y los traba!os de

construccin de la ciudad empe0aron inmediatamente.2os primeros tiempos se vivi en las astronavesA luego,poco a poco, a medida que los traba!os avan0aban, lagente 3ue establecindose ba!o las cpulas.;aturalmente, el suelo marciano proporcion losminerales que necesitbamos, en especial metales, ytambin alimentos, conseguidos mediantetrans3ormaciones muy comple!as que sera interminablede relatar. (ambin, como es lgico, conseguimos agua,e8trayendo el -idrgeno y el o8geno del suelo de *arte.&omo los terrestres, el agua es un elemento primordialpara nuestra e8istencia.

" as, al cabo de setenta aos, *arte est pobladopor...

/n ese pla0o de tiempo, la poblacin casi se -atriplicado. ay a-ora unos cuatrocientos mil -abitantes.

&uatrocientos mil marcianos se estremeci$ayton. #ien, %y qu ms, /ryna'

/lla sonri.&reo que ya es -ora de que lo sepas, $usty.

;uestro gobierno -a considerado que el perodo de4aclimatacin5 puede darse por concluido y piensaentablar relaciones con el gobierno de la (ierra, a +n deque nos permitan establecernos aqu, en igualdad decondiciones y con los mismos derec-os y deberes que

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cualquier terrestre.

* * *

$espus de las ltimas palabras de /ryna, se produ!ouna pausa. $ayton, repuesto ya de su sorpresa, 3ue a lacocina y orden dos ta0as de ca3 a la dispensadora dealimentos, !unto con sendos tro0os de pastel.

Son las cuatro de la madrugada sonri, al volvercon la bande!a.

S, tengo un poco de apetito convino lamuc-ac-a. &omieron en silencio. l terminar, ella volvia sonrer. Son tan distintos vuestros alimentos... 9Perotan sabrosos: ;o tienen nada de sintticos, %verdad'

3ortunadamente, -emos podido volver a lo naturalen la alimentacin, aunque elaborado por mquinas ensu mayor parte respondi $ayton. &elebro que tegusten nuestras comidas, /ryna. " a-ora, permtemeuna pregunta, por 3avor.

&laro, $usty.%/res un... 3uncionario de tu gobierno, con

representacin o+cial'Slo en cierto modo. ;o tengo cargo o+cial, si lo llaC

mas de este modoA simplemente, soy un observador devuestras costumbres, a +n de in3ormar a mi gobierno.;o soy la nica, naturalmenteA -ay otros, pero cada unotiene asignado un sector.

" a ti te -a correspondido el sector donde vivo yo.*s o menos. $usty, no lo tomes como espiona!eA

en modo alguno queremos crear conGictos que puedandi+cultar las relaciones 3uturas entre los -abitantes deambos planetas.

S, ya me imagino que se es vuestro propsito,aunque, segn parece, -ay quienes piensan de 3ormadistinta. (ambin en la (ierra -ay tipos a los que no lesagrada ese via!e a *arte. Pero de!emos esto para me!orocasin. /ryna, tienes que e8plicarme otras cosas... Pore!emplo, el 3uncionamiento de tu maquinita detraslacin instantnea.

#ueno, es muy simple y muy complicado al mismotiempo. /lla levant el medalln con dos dedos.

qu, en este punto, se marcan las coordenadas dellugar al que se quiere via!ar. l terminar la operacin, el

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aparato 3unciona automticamente. Pero tiene que estarsu!eto al cuello de la persona que lo usa.

/ntiendo. Sin embargo, opino, ese aparato tieneciertos de3ectos.

>-, no, es absolutamente seguro...%S' /ntonces, %qu pas la primera ve0 que vinistea mi casa'

/ryna se puso colorada.$ebo admitir que, en ocasiones, 3unciona un tanto

de3ectuosamente contest./ntonces es muy peligroso. 7magnate que

emprendes el via!e desde *arte y te quedas a mitad decamino, disgregada en polvillo csmico y sin posibilidad

de 4recomponerte5 de nuevo. &laro que no lo notaras,porque -abras muerto instantneamente.;o insisti ella. /n ese aspecto, repito, la

seguridad es absoluta. Pero al via!ar, el aparato, aveces, pierde su inGuencia sobre las cosas que uno llevaencima y se quedan atrs, que es lo que me sucedi am.

/s decir, tus ropas se quedaron en *arte./ryna ba! los o!os.S contest. /n el primer momento, no supe

darme cuenta. 2uego vi que estaba desnuda...$ayton se ec- a rer.)ue todo un espectculo, aunque, eso s, muy

agradable./lla volvi a sonro!arse.Por 3avor, no me lo recuerdes pidi. $e todas

3ormas, los e8pertos revisaron el aparato y eliminaronese pequeo de3ecto.

2o celebro in+nito, porque no me gustara pensarque andabas vagando por el espacio, convertida enmillones de partculas sin vida. %Sabas que Rorgo yBroM me tomaron por partidario de (ribbout-' Por esoquisieron matarme y a m no me qued otro remedioque de3enderme.

/se es nuestro problema ms importante mani3est /ryna, con rostro preocupado. ay muc-osque piensan que no debemos entablar todavarelaciones con la (ierra, pero no lo -acen por un estrictosentimiento de 8eno3obia, sino por algo muy distinto.

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%


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veces, acompaando al pro3esor, -e saludado al algnministro, pero eso -a sido todo. -ora bien, puedopresentarte al secretario del ministro de... Pero %por quno me e8plicas lo que te ocurre' Si no cono0co tu

problema, mal puedo recomendarte a alguien quepueda ayudarte./st bien, $annie. /scc-ame... #ueno, lo primero

que debes saber es que el tipo que apareci muerto enesta misma -abitacin era un marciano.

$annie asinti pensativamente."a no me e8traa contest. Por eso el 3orense

encarg el anlisis del te!ido de sus ropas. (ena ra0nAno se corresponde a ninguna tela elaborada en la (ierra.

%&mo lo sabes'/l pro3esor )a-nenBut0 -a recibido una copia delin3orme del 3orense. Pero, oye, 3uiste t el que lo matQ

Para de3enderme, $annie. /l quera matarme.$e acuerdo, admitamos la legtima de3ensa. Sin

embargo, dime, %qu -acas t en esta o+cina a altas-oras de la madrugada'

$ayton remolone un poco.#ueno, t te -abas marc-ado muy irritada... (e

de!aste el bolso y entonces pens en re-acer las listasde tripulantes... /llos me sorprendieron aquA buscabanel empla0amiento de la /splendorosa, para destruirla.../n *arte -ay dos bandos, uno de los cuales se oponecon todas sus 3uer0as al establecimiento de relacionescon la (ierra.

qu tambin pasa algo parecido murmur$annie.

/n *arte es an peor. /l bando oposicionista no loes por odio al terrestre, sino porque quieren prepararsepara una guerra de conquista.

9$usty: %(e -as vuelto toco';o, nada de eso. 2o s per3ectamente.S, te lo -a dic-o la marcianita, %e-' di!o ella

sarcsticamente.unque no lo creas, as es. (odava ms, me -a

anunciado la pronta llegada de una misin o+cial, parael establecimiento de relaciones entre los dos gobiernosplanetarios.

$ayton continu -ablando durante unos minutos.

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&uando termin, $annie pareca sentirse muyimpresionada.

Si todo lo que me -as dic-o es cierto, entonces,conviene que el gobierno lo sepa cuanto antes

respondi. Pero yo no podra conseguir gran cosa. /ncambio, al pro3esor le escuc-aran con todo respeto. /lpuede -ablar en el acto con cualquier ministro, con elpresidente en persona...

$e pronto, se puso en pie.guarda unos minutos. =oy a -ablarle a-ora mismo

aadi resueltamente.$annie desapareci en el despac-o de )a-nenBut0 y

el !oven se sent a esperar. ?n cuarto de -ora ms

tarde, ella apareci, con una e8presin de granabatimiento en su rostro.2o siento, $usty di!o.%


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de una numerosa tripulacin. cualquiera que estuvieraen su lugar, le ocurrira lo mismo, %no crees'

Siempre pens que el inters de un sabio estaba enla ciencia, antes que sus sentimientos personales,

$annie./l pro3esor es tambin un ser -umano, $usty./st bien cedi l. #uscar a otra persona...guarda un poco. )a-nenBut0 est traumati0ado

por las noticias sobre los marcianos. $e!a que pasenunos das y se recupereA entonces podr volver sobre eltema con ms tranquilidad y, estoy segura, me atendersin problemas,

&omo quieras, $annie. *e llamars en cuanto

sepas algo.Por supuesto, $usty. =ete tranquilo y no tepreocupes de ms. $ayton abandon el edi+cio muydesalentado. Recorri con la mente los nombres de susamistades. %;o -aba nadie que conociera a un ministropara -ablarle del asunto'

/l caso es que yo quera via!ar a *arte para vivirtranquilo y a-ora que lo -e conseguido tengo mspreocupaciones que nunca.

Resultaba irnico, se di!o. unque, si lo pensaba bientambin tendra las mismas preocupaciones, caso deque -ubiera accedido a 3ormar parte de la tripulacin dela Esplendorosa.

/ryna -aba vuelto a *arte la vspera. 4$ebera-aberme de!ado algn medio de comunicarme con ella5,se lament interiormente.

Regres a su casa. &uando llegaba a la puerta de suapartamento, vio a dos -ombres de rostro ceudo que,evidentemente, estaban aguardndole.

%/s usted )red $ayton' pregunt uno de ellos.S, soy yo. %


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mismo le enseamos nuestras credenciales.*eti la mano en un bolsillo y sac un tubito, con el

que arro! un c-orro de gas al rostro del !oven. $ayton,sorprendido, no pudo evitar aspirar unas cuantas

bocanadas de aquel gas que, se imagin, era narctico. pesar de todo, intent -uir. 2os dos desconocidos lesiguieron tranquilamente, sin apresuramientos. $aytonconsigui llegar -asta la puerta del ascensor, pero las3uer0as le abandonaron sbitamente y se desplom sinsentido al suelo.

* * *

$espert, sintiendo nuseas y con un 3uertemalestar, que le causaba vrtigos y mareos. lguien lemo! la cara con un pao -medo. 2uego acercaron asus labios una ta0a de lquido caliente.

#ebi ansiosamente unos cuantos sorbos de ca3.Poco a poco, su visin se centr y empe0 a distinguirlos detalles del lugar en que se -allaba.

/ra una vasta estancia, de tec-o alto y con lasventanas a unos cinco metros del suelo. $ayton dedu!o

que estaba en algn almacn abandonado odesocupado por el momento. Pero no estaba solo.

aba dos docenas de personas, todas ellas vestidascon largas tnicas negras que les llegaban -asta los piesy con las cabe0as cubiertas por sendas capuc-as, en lasque -aba dos aberturas para los o!os. 2osenmascarados ocultaban incluso sus manos con guantestambin negros.

%


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ubo unos momentos de cierta con3usin entre losencapuc-ados, quienes acabaron sentndose en sendassillas, que 3ormaban un amplio semicrculo, cuyo centroocupaba $ayton, igualmente sentado, aunque con la

di3erencia de que estaba amarrado con cuerdas a lasilla. Se oyeron algunas toses y carraspeos y, al +n, se-i0o el silencio.

migos di!o el que pareca presidir aquella3nebre sesin, vamos a dar comien0o prctico a losplanes que -emos elaborado durante tanto tiempo. 2a-ora de la accin -a llegadoA basta de -ablar, basta delamentarse. ;o nos que!emos ms. 9ctuemos,-ermanos:

(odas las cabe0as se movieron a+rmativamente.$ayton abri la boca.Pareca soar.quello le pareca una ceremonia ridcula, una

imitacin de ciertas conspiraciones de siglos pasados,una reunin de miembros de alguna secta secreta, quese congregaban peridicamente para e8poner susproblemas y atacar a algo o a alguien. Pero en aquellaocasin, l pareca ser una especie de reo a quien iban asentenciar con una dura pena.

$urante aos prosigui el presidente, elgobierno -a permitido el insensato derroc-e de cientosde millones en un proyecto que no va a reportar ningunautilidad al planeta. %


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continuemos. ablbamos del insensato proyecto delvia!e a *arte que, como -e dic-o, slo reportar gastosy no producir el menor bene+cio a la (ierra. $icen quepiensan en el 3uturo y en nuestros descendientes, pero

olvidan un pequeo detalle. /n la actualidad, somosunos sesenta millones de -abitantes de la (ierra. +nales del siglo 66, la poblacin terrestre -abaalcan0ado la ci3ra de seis mil millones.

5%&unto tiempo necesit la -umanidad para llegar aesa ci3ra' "o os lo dir, -ermanos@ miles de aos, cientosde siglos... y a-ora pasar igual. ntes de que lapoblacin terrestre -aya llegado al nmero indicado,-abrn transcurrido quince, veinte, cincuenta mil aos.

/ntonces, y no nos oponemos al via!e en *arte en s,sino a su oportunidad, y antes de que la superpoblacinsea un grave riesgo, ser cosa de pensar en coloni0arotros planetas, no a-ora.

5/l gobierno, un ttere en manos de un demente quese llama )a-nenBut0, -a derroc-ado absurdamenteenormes sumas en la preparacin del via!e a *arte y laconstruccin de una colosal nave, una obra gigantescaque ni un 3aran del antiguo /gipto, con todo suinmenso poder, -abra osado emprender. ;os -emoscansado de 3ormular advertencias al gobierno, perotodos nuestros avisos, nuestras que!as, nuestrassplicas, -an cado en saco roto. a sido como si-ablsemos al viento en un desierto. ", puesto que nonos -acen caso, vamos a enviarles la primera seal deque estamos decididos, a pasar a la accin.

/l presidente -i0o un gesto con la mano.


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marcianos.9S' %&mo lo saben' %Se lo -a dic-o algn

pa!arito' pregunt $ayton irnicamente./stamos muy bien in3ormados, no se preocupe por

ese detalle sin importancia. -ora bien, dadas susintenciones al respecto y puesto que presumimos queno -a de variar de actitud, -emos credo convenienteobrar de una 3orma que indique al gobierno la +rme0ade nuestros propsitos. Para e8presarlo con palabrasclaras, queremos decirle que no bromeamos.

$ayton tena las manos a la espalda y empe0 amanipular los nudos. quellos desconocidos no eranmuy prcticos en amarrar a la gente.

4&onspiradores de pacotilla5, pens.)a-nenBut0 sigui el presidente es el principalculpable de la situacin actual. Por lo tanto, es l quiendebe recibir nuestro aviso.

%(engo que llevarle alguna cartita' pregunt$ayton con acento de burla.

S. ?sted mismo ser esa carta... 9Su cadver serel mensa!e que enviamos al gobierno:

/l !oven se qued estupe3acto. aba sospec-adomuc-as y poco agradables acciones, pero nunca se-aba imaginado que aquellos dementes llegaran alasesinato, con el +n de demostrar con un -ec-osiniestro la +rme0a de sus propsitos.

%=an... a matarme' pregunt./n e3ecto. 2o acordamos antes de capturarle y

a-ora slo 3alta e3ectuar el sorteo.%


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?na dosis de veneno de serpiente contest.

CAPITULO VIII

/staban locos, locos de remate, se di!o $ayton,mientras, sigilosamente, 3orce!eaba con los nudos desus ligaduras. ;o -aba peor locura que el 3anatismo poruna idea. Rorgo,


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mu!er, segn se poda apreciar por el tono de su vo0. /nel mismo instante, $ayton, desesperado, -i0o su ltimoes3uer0o y termin de soltar los nudos.

7nmediatamente se arro! sobre la mesa.

Sonaron gritos de alarma. $ayton asest un terribleempelln al presidente, con ambas manos. /ntoncesnot el contacto de dos super+cies curvas.

9/l presidente era tambin una mu!er:/lla cay con los pies por alto, aullando

-orriblemente. 2a e!ecutora pareci sentirsedesconcertada.

$ayton trat de quitarle la mort3era !eringuilla. /llaretir la mano.

/n el mismo instante, varios encapuc-ados selan0aron contra el !oven. $ayton pele con el mpetuque le daba la desesperacin y el ansia de salvar suvida. 2a encargada de la e!ecucin qued envuelta en lapelea, contra su voluntad.

$e repente, se oy un agudsimo c-illido de -orror.9*e -e clavado la agu!a: grit la e!ecutora.ubo un momento de desconcierto. 2as manos que

a3erraban a $ayton por todas las regiones de su cuerpoaGo!aron la presin.

2a mu!er que deba matarle cay al suelo,debatindose entre -orribles convulsiones. $aytonpens que la !eringuilla deba de contener el veneno devarias serpientes. quella desgraciada no tenasalvacin.

$e pronto se oy un rugido de 3uror.9 pesar de todo, debemos reali0ar la e!ecucin: 9Si

no -ay veneno, disponemos de cuerdas su+cientes paraa-orcarle: grit la presidenta.

Pese a sus 3renticos es3uer0os, $ayton 3uearrastrado -asta quedar situado al pie de una viga quesostena en parte la estructura del edi+cio. lguien -i0opasar una cuerda por la viga. >tro prepar el la0ocorredi0o.

/n pocos instantes, $ayton qued con la cuerda alcuello. =arias manos asieron el otro e8tremo de la soga.

9rriba con l: orden la presidenta./l !oven sinti que sus pies ardan al contacto con el

suelo. /n el mismo instante, $ayton percibi un vivsimo

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3ogona0o.$eba ser lo que se senta al morir, pens. /n una

3raccin de segundo, de! de percibir imgenes ysonidos.

" se despidi del mundo.

* * *

2a garganta le dola un poco. bri los o!os y mir asu alrededor.

=io el paisa!e de 3rondosos rboles y 3resca -ierba, yoy el rumor de una corriente de agua que pasaba apoca distancia. /l cielo era muy a0ul y -aba nubesblancas.

$ebe de ser el paraso murmur./s muy -ermoso, en e3ecto di!o alguien a su lado.$ayton estaba tendido sobre la -ierba y se sent

bruscamente.9/ryna: grit.2a muc-ac-a se sent sobre sus talones, 3rente a l,

y le mir con la sonrisa en los labios.(e -e salvado de una buena di!o.

)uiste t murmur l, todava sin creer en subuena suerte.

S. /stuve en tu casa, pero no te encontr./ntonces empec a buscarte...

%&mo pudiste encontrarme'/ryna sonri, a la ve0 que ro0aba el medalln con los

dedos.(engo tu 3rmula molecular. 2a tom el segundo da

que nos vimos. Podra seguirte a todas partes.

9sombroso: cali+c $ayton. Por lo visto, esecac-arrito es algo que sirve para todo. Se pas unamano por la garganta, en la que senta todava un ligeroesco0or. 7ncluso para quitarle a uno la soga que tieneal cuello.

%Por qu queran matarte' pregunt ella.Son unos 3anticos..., lo mismo que Rorgo,


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que otros puedan o quieran pensar. 2a -istoria de la(ierra est llena de e!emplos de esta clase de seresintransigentes, para los cuales la nica verdad es 4su5verdad. (ienen unos esquemas preconcebidos y todo lo

que se aparta de ellos es 3also y per!udicial.S, creo que tienes ra0n suspir /ryna. Pero%qu podemos -acer nosotros' "o soy solamente unmodesto agente de in3ormacin, sin ningn poder dedecisinA simplemente, me limito a ver cosas y contarlasa mis superiores, que son quienes tienen potestad paralas acciones convenientes. ti te pasa lo mismo,supongo.

&ierto convino el !oven, pensando en la 3rustrada

entrevista con el pro3esor )a-nnenBut0. 9Pero eso nodebe desanimarnos, /ryna: e8clam sbitamente.&omo sea, -emos de luc-ar para que las relacionesentre los dos pueblos, el terrestre y el marciano, seanrealidad y se desarrollen pac+camente. ;o s qu-aremos, pero no permaneceremos inactivos.

/stoy de acuerdo contigo, aunque, %por dnde emCpe0amos'

$ayton 3runci el ceo.;o lo s an. (engo que idear algo... $!ame

pensar un poco, por 3avor.*uy bien accedi la muc-ac-a. *ientras tanto,

si no te importa, voy a darme un bao en el arroyo./ryna se levant y, acercndose a la orilla, empe0 a

desnudarse con toda naturalidad. l terminar, se quitel medalln, que de! sobre sus ropas, y se meti en elagua.

$ayton la contempl estupe3acto. /ryna parecadis3rutar muc-o de su bao. l cabo de unos momentos,de! de nadar y puso los pies en el 3ondo.

git las manos y di!o algo que $ayton no consiguientender. 2a vo0 de la muc-ac-a pareca -ec-a denotas musicales, conseguida con cientos de copas delms +nsimo cristal, golpeadas con delgadas varillas deplata. $ayton abri la boca, incapa0 de comprenderaquel lengua!e.

/lla seal algo que -aba en la orilla. 2uego -i0ovarios ademanes gr+cos. l +n, $ayton crey entendery, levantndose, se acerc a los ropa!es de la muc-ac-a

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y levant con un dedo la cadena que sostena elmedalln.

/ryna -i0o un gesto a+rmativo. $ayton se colg elmedalln por el cuello. /ntonces, percibi con toda

claridad la vo0 de la !oven@-ora me entiendes, %verdad'&laro, pero %por qu me -ablabas as antes' ;o

comprenda nada de lo que decas... %> es quecantabas'

/ryna lan0 una alegre carca!ada.ablaba en nuestro idioma contest.9ti0a: e8clam $ayton. /ntonces... este

c-isme es tambin una traductora.

/8acto. Pero tuve que quitrmelo, porque, aunqueno pasara nada si lo mo!ase, tampoco le convienemuc-o contacto con el agua.

$ayton ba! la vista para contemplar el medalln.$e todos modos, este c-isme maravilloso tiene un

de3ecto@ no puede servirme una !arra de cerve0a, a-oraque necesitara un buen trago.

&laro que no, aunque podra llevarte a algn sitiodonde sirvan cerve0a ri ella. Si supieras mane!arlo,por supuesto.

$ebe de ser bastante di3cil, %no'l mismo tiempo que -ablaba, $ayton levantaba un

poco el medalln con dos dedos, a +n de contemplarlome!or. unque era relativamente voluminoso, unos docecentmetros de dimetro por dos de grueso, no parecamuy pesado. $e pronto, el medalln resbal de susdedos y el instinto le -i0o intentar agarrarlo me!or,olvidndose de que la cadena impeda su cada al suelo./ntonces, -i0o presin en alguna parte de su super+ciey, de repente, todo desapareci de su vista.

* * *

$urante un tiempo que no pudo precisar, pero que lepareci inacabable, se encontr sumido en unapenumbra griscea, en un ambiente donde no -abasonidos ni colores de ninguna clase. /staba inmvil,pero se senta transportado a alguna parte con

indescriptible velocidad.quel via!e dur 3racciones de segundo. Sin embargo,

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tuvo la sensacin de que duraba aos enteros. /ra unestado que no se senta capa0 de e8presar de ninguna3orma. Pensaba, pero saba que no e8ista,descompuesto su cuerpo en trillones de tomos que

Gotaban vaporosamente en alguna desconocida regindel espacio.$e repente, brill la lu0 y se encontr suspendido en

el vaco durante un brevsimo instante. &ay sobre algoblando rod por el suelo, desconcertado y aturdido, sinsaber todava muy bien qu le -aba sucedido.

l cabo de unos momentos, se incorpor sobre uncodo y mir estupe3acto a su alrededor.

2o primero que not 3ue una terrible sensacin de

calor. /l suelo estaba tambin muy caliente y entoncesvio que era arena.Pero no estaba en la playa precisamente. /l sol

brillaba con 3uria cegadora en un cielo que era casiamarillo y, al pasar la mirada por los alrededores, vioque se encontraba en un lugar completamentedesconocido, pero que, no caba duda alguna, era undesierto.

/staba en un mar de arena, con millares de dunas enlas que no se apreciaba el menor signo de vegetacin.?na cosa le -i0o sentirse relativamente aliviado, pese alo crtico de su situacin@ estaba en la (ierra.

/n *arte, se -abra -elado de 3ro, aparte de que no-ubiera podido respirar en una atms3era ms tenueque la e8istente en la cumbre del /verest. ll respirabanormalmente, si bien el aire era clido, realmenteso3ocante.

l cabo de unos segundos, se puso en pie. 4$ebotener calma5, se di!o. aba cometido una imprudencia,aunque estimaba que /ryna no era menos culpable, alno -aberle enseado el mane!o del medalln. >, por lomenos, deba -aberle dic-o que no lo tocase para nada.

Pero ya era tarde para lamentaciones. /l -ori0onte,calcul, estaba a unos siete u oc-o Bilmetros. %


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aquellos instantes se sinti como el asno de la 3bula, elque, despus de varios das de ayuno total, 3ue situado3rente a dos cubos, uno lleno de agua y otro de cebada./l asno no sabra qu -acer en primer lugar, comer o

beber, y sin tomar una decisin, mora de -ambre y desed.4Pero aquel cuadrpedo se di!o, slo tena dos

alternativas, mientras que l estaba en una situacinmuc-simo peor, en el centro de un crculo y sin saber-acia qu direccin encaminarse.5

/l asno tena que elegir entre dos cubos. "o tengoque elegir entre los trescientos sesenta grados de lacircun3erencia del -ori0onte di!o amargamente.

$e pronto pens que cualquier cosa era pre3erible aperderse en aquel ocano de arena. Si se quedaba all, oaunque caminase en busca de un lugar en me!orescondiciones, tena la plena seguridad de que no durarams de dos o tres das, des-idratado en aquel in3ernalambiente.

/n cambio, con el medalln, poda volver... %dnde'Se encogi de -ombros. %;o lo -aba pasado

in+nitamente peor cuando le pusieron la cuerda alcuello'

Si no me arriesgo, ser el asno de la 3bula mascull.

Por un instante, pens en /ryna. 2a !oven se -abaquedado sola en aquel para!e. ;o conoca el idioma dela (ierra, pero, al menos, tena agua en abundancia. ",calculaba, no -abra via!ado muy le!os de la ciudad, alsalvarle la vida en el momento de peor apuro.

/lla, de todas 3ormas, saldra muc-o me!or librada.&err los o!os, apret un punto de la super+cie delmedalln, al a0ar, y esper.

CAPITULO IX

$urante unos segundos, se mantuvo todava con loso!os cerrados, conteniendo la respiracin y los puoscrispados, a causa de la tensin que se -aba apoderadode su nimo. 2uego, al +n, se decidi a mirar a su

alrededor.?n -ondo suspiro de alivio se escap de sus labios.

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;o saba cmo -aba sucedido, pero estaba de nuevo enel lugar donde unos misteriosos encapuc-ados,capitaneados por una mu!er, -aban intentadoasesinarle.

/n el suelo vio una +gura negra, completamenteinmvil. /ra el cadver de la mu!er a quien -abacorrespondido reali0ar la e!ecucin y que por desgracia,-aba recibido la mort3era inyeccin de veneno deserpiente.

*ene la cabe0a y compadeci a aquelladesgraciada, arrastrada a un -orrible destino, por unsentimiento equivocado, que -aba derivado en uninsensato 3anatismo. "a no se poda -acer nada por ellaA

era evidente que los restantes con!urados, asustados oamedrentados por alguna causa que l no era capa0 deimaginarse en aquellos momentos, -aban escapado atodo correr, abandonando el cuerpo de su compaera deconspiracin.

2e pic la curiosidad y quiso saber qu aspecto -abatenido en vida aquella desgraciada. cercndose alcadver, se arrodill a su lado y separ la capuc-a quecubra su cabe0a.

7nmediatamente, retrocedi, espantado y -orrori0adoal ver el rostro ennegrecido e -inc-ado por los e3ectosdel veneno de serpiente. /n aquellas 3acciones -abauna e8presin de agona indescriptible. 2a muerte se-aba producido con relativa rapide0, pero, aun as,aquella in3eli0 -aba su3rido una -orrorosa agona.

/l cadver ya -eda. $e pronto, $ayton crey verunos rasgos conocidos en aquellas 3acciones, pese a lodes+guradas que se -allaban.

=olvi a acercarse y lan0 una e8clamacin sin podercontenerse.

9Paula Pryce:2a cabe0a le dio vueltas. %&mo era posible que una

!oven tan 3rvola, de tan escasas luces, se -ubiesecomprometido en una conspiracin de altos vuelos'

aba, qui0, una respuesta para aquella pregunta.Paula -aba posedo una gran 3ortuna. 2asconspiraciones, se di!o, necesitan dinero y tal ve0 ella-aba +nanciado los gastos de la con!ura.

>, posiblemente, por la misma simplicidad de espritu

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que la caracteri0aba, -aba podido ser persuadida sindemasiadas di+cultades para que entrase a 3ormar partedel grupo que no quera las relaciones con los-abitantes de *arte.

$e repente, oy voces en las inmediaciones.lguien se acercaba. /ran dos, segn pareca, y nollegaran con buenas intenciones -acia l, si ledescubran en aquel lugar.

/n un par de saltos, se situ !unto a la puerta. 2osdos -ombres entraron sin reparar en l.

#ueno, a- est el +ambre di!o uno de ellos.=aya cara que se le -a puesto e8clam el otro.

%


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y un manillar en el que se -allaban reunidos todos losmandos precisos para el 3uncionamiento del ve-culo. /laparato poda transportar, si era preciso, -asta mediatonelada de peso. Pero a-ora iba a llevar solamente

unos oc-enta Bilos.&orri velo0mente, sintiendo los golpes del medallncontra su pec-o. Salt al silln del piloto, presion elbotn de puesta en marc-a y luego accionsimultneamente los mandos de propulsin y ascenso.

/l aparato sali disparado. $ayton apenas si tuvotiempo de escuc-ar unos gritos de protesta. /l viento ledio de lleno en el rostro y el suelo se ale! con enormerapide0.

los pocos momentos, re3ren la velocidad. $esdelas alturas, el edi+cio en que -aba permanecido -astaentonces era tan pequeo como la ua de su meique.Pero los -ampones le estaban viendo, por lo que deciditomar un rumbo distinto del que realmente debaadoptar para regresar a su casa.

s podra despistarlos, pens. 2uego, mientrasrecorra unas decenas de Bilmetros, se es3or0 portratar de averiguar la identidad de la mu!er que diriga alos con!urados.

/ra una mu!er !oven todava, aunque no una nia.aba podido notar ba!o sus manos las curvas de unossenos plenamente desarrollados. ;o era un e8pertoprecisamente, pero calcul que aquel pec-o turgentecorresponda a una mu!er cuya edad estaba situadaentre los treinta y cinco y los cuarenta aos.

" %qu mu!er poda tener inters en una con!ura seCme!ante'

aba una, en e3ecto@ Roberta Dreenville, la ministrade )inan0as, muy atractiva todava, a sus cuarenta aosescasamente cumplidos y reconocida adversaria delproyecto de via!e a *arte.

&omo responsable de las +nan0as del planeta, se-aba mostrado siempre muy cicatera a la -ora deasignar 3ondos para los traba!os del pro3esor. Slo lapresin de otros miembros del gabinete, 3avorables alproyecto, la -aban 3or0ado a conceder las sumasnecesarias para que la e8pedicin pudiera reali0arse.

Pero se saba que era una mu!er terca y obstinada,

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/spera un momento pidi. Sospec-o que debesde estar muerta de -ambre. (e traer algo de comer.

S, gracias, $usty./ryna comi con gran apetito un buen tro0o de pastel

y tom dos ta0as de ca3. l terminar, lan0 un gransuspiro y se reclin en el divn.-ora me siento me!or declar. $usty, %cmo

conseguiste llegar -asta aqu'/s largo de e8plicar di!o el. Pero, creme, -ubo

momentos en que pens iba a morir. /ryna, tienes queensearme a mane!ar el medalln, %comprendes'

>tro rato contest ella. nda, cuntame lo quete -a sucedido, por 3avor.

/st bien, como quieras.$espus del relato de $ayton, /ryna se mostr muypreocupada.

;o podemos contar con el pro3esor, para que -ablecon miembros del gobierno de la (ierra. " si no es as,no s cmo podremos conseguirlo...

m se me -a ocurrido una idea di!o $ayton.%S'Sospec-o quin es la !e3a de los conspiradores.

Pude apreciar que era una mu!er.%&mo lo supiste' (odos iban encapuc-ados, con

largas tnicas y -asta llevaban guantes en las manos...$ayton sonri.&uando iban a aplicarme la inyeccin de veneno,

me solt las ligaduras y me lanc contra el que yo creapresidente. Pens que si le capturaba o le amena0aba,los dems me respetaran... #ueno, en resumidascuentas, en el 3orce!eo puse mis manos sobre su pec-o.2o que -aba deba!o de la tnica negra no eraprecisamente el tra8 de un -ombre.

Se le notaban las curvas, %e-'*uy 3emeninas puntuali0 el !oven.Pero eso no es su+ciente para identi+car a una

mu!er...Si se conoce un poco a los partidarios y a los

enemigos de la e8pedicin a *arte, se llega muy prontoa identi+car a la mu!er que presida la reunin de loscon!urados.

" t la conoces adivin /ryna.

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LCDEE 09 - Clark Carrados - ¡Bienvenido a La Tierra Marciano!