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Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

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Obra temática sintetizada de Historia Naval.

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VOLUMEN III

Tomo I

Página

CAPÍTULO I (Revolución Naval -II-)…………………………………………………………... 1

Las Marinas militares rompen con la tradición………………………………….. 1

CAPÍTULO II (El Imperialismo)………………………………………………………………… 20

Iberoamérica ante el siglo XX…………………………………………………… 28

Mahan……………………………………………………………………………. 30

Emergen otros países…………………………………………………………….. 37

La primera victoria asiática……………………………………………………… 39

Balleneros………………………………………………………………………... 46

CAPÍTULO III (Europa: Geopolítica, Ideologías y Guerra)…………………………………….. 50

Geopolítica………………………………………………………………………. 50

Paréntesis ideológico y revolucionario………………………………………….. 59

Síntesis del conflicto que acabaría con las guerras……………………………… 63

CAPÍTULO IV (Primera Guerra Mundial)……………………………………………………….. 76

Guerra Naval…………………………………………………………………….. 76

Iberoamérica en guerra…………………………………………………………... 97

Guerra Submarina………………………………………………………………... 98

Estados Unidos en guerra………………………………………………………. 106

Tomo II

CAPÍTULO I (Entreguerras.)……………………………………………………….................. 113

Un largo prólogo……………………………………………………………….. 113

La Guerra Civil española……………………………………………………….. 122

Antecedentes………………………………………………………..................... 126

La Segunda Guerra Mundial……………………………………………………. 132

CAPÍTULO II (Teatro de Operaciones del Mediterráneo)……………………………………... 136

La lucha por el ―Mare Nostrum‖ ………………………………………………. 136

Operaciones………………………………………………………...................... 144

Cuerpo de élite italiano…………………………………………………………. 148

La campaña africana………………………………………………………......... 153

CAPÍTULO III (Teatro de Operaciones del Atlántico).…………………………………………. 157

El problema naval alemán……………………………………………………… 157

Minas………………………………………………………................................ 160

Scapa Flow………………………………………………………....................... 162

La Batalla del Río de la Plata…………………………………………………... 165

Dunkerque………………………………………………………........................ 169

Barcos corsarios………………………………………………………………… 172

Convoyes……………………………………………………….......................... 185

La Conferencia de Rio…………………………………………………………. 194

Overlord (Día D)……………………………………………………………….. 196

CONTENIDO

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El fin de la Flota de superficie alemana………………………………………... 206

CAPÍTULO IV (La Campaña Submarina alemana) ……………………………………………. 208

La Batalla del Atlántico………………………………………………………... 208

Primera Fase………………………………………………………..................... 211

El Radar………………………………………………………........................... 217

Segunda Fase………………………………………………………………….... 219

Tercera Fase………………………………………………………...................... 226

Enigma……………………………………………………….............................. 227

Cuarta Fase………………………………………………………....................... 231

El ―Schnorchel……………………………………………………….................. 233

Defensa a ultranza………………………………………………………............ 235

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES……………………………………………………………………... 239

ÍNDICE DE MAPAS…………………………………………………………………………………. 242

Apéndices

CRONOLOGÍA…………………………………………..…………………………………………... 244

REFERENCIAS GEOGRÁFICAS ACTUALES, AL AÑO 2000…………………………………... 253

GLOSARIO…………………………………………………………………………………………... 265

PERSONAJES.……………………………………………………………………………………….. 298

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1

LAS MARINAS MILITARES

ROMPEN CON LA TRADICIÓN

La Tecnología se dispara en la Guerra Naval

urante los doscientos cincuenta años que

precedieron inmediatamente a 1830, las

marinas militares del mundo no experimentaron

ningún cambio decisivo por lo que se refiere a su

composición material y a las exigencias técnicas de

su personal. Si los tripulantes de los galeones se

hubieran encontrado en el ―Victory‖ de Nelson,

habrían podido navegar y luchar en esta nave sin

necesidad de ser sometidos a un prolongado

adiestramiento.

Sin embargo, a partir de 1830 el interés se

invierte. Las naciones marineras no están ya en

eterno conflicto, y las que usualmente están en

guerra no son precisamente ellas. Así, las

operaciones pasan, naturalmente, a segundo plano,

y, aunque las flotas de guerra continúan siendo un

instrumento político, su utilización es más indirecta,

menos primariamente bélica. En cambio se

producen una serie de revoluciones sin precedentes

en los medios materiales que, al extenderse de

manera inevitable al personal, alteran

profundamente todo el carácter de la Marina.

Aunque los hombres de Nelson hubieran podido

vivir dos siglos y medio antes sin sentirse

desplazados, se habrían quedado atónitos si les

hubiera sido dado vivir y navegar treinta años

después.

Es precisamente en el periodo comprendido

entre 1830 y 1870 cuando tuvieron lugar los

cambios más rápidos, más revolucionarios y de

resultados más decisivos. Además, en ningún otro

periodo de la historia moderna ha tenido tanto

predominio una Armada sobre sus rivales. La

reciente victoria de Inglaterra sobre sus antiguos

competidores, Francia y España, fué singularmente

decisiva, y los recién llegados Prusia, Japón y los

Estados Unidos-, estaban aún, en cuestiones

navales, en su infancia. De aquí que la Armada Real

inglesa dominara a lo largo del período.

En el mencionado período se produjeron amplios

y rápidos cambios en los medios materiales que

invadieron todas las flotas mundiales - quizás la

mayor revolución de toda la historia naval, nada

menos que la aplicación de la ciencia y los inventos

modernos a las fuerzas armadas marítimas - y, en

segundo lugar, al correspondiente cambio, casi

igualmente radical, en el personal de las Armadas.

Los cambios en el material alcanzan a todo el

barco de guerra, y pueden dividirse en cuatro

grandes apartados, esto es: propulsión -el cambio de

la vela al vapor-; material básico -la sustitución de

la madera por el hierro-; ofensiva -la revolución en

el cañón-; y defensiva -la introducción del blindaje-.

Estos cuatro cambios, llevados a cabo rápidamente

y a menudo condicionándose entre sí,

revolucionaron tanto a los barcos como a los

hombres.

El que todo se produjera con tanta rapidez y

simultaneidad no debe de sorprendernos. La causa

común está en la notable aceleración de la destreza

técnica, que comenzó a finales del siglo XVIII y

condujo a mejoras de todas clases. Sin embargo,

esta nueva técnica dominante, sobre todo en Gran

Bretaña, estuvo casi por entero confinada en la

industria. En realidad, se tardó bastante en aplicarla

al arte de la guerra, y así, aunque Inglaterra estaba a

la cabeza del desarrollo industrial basado en la

maquinaria, no se aprovechó de esta ventaja por lo

que a su potencia naval se refiere.

Políticas navales.

La razón de ésto, es también clara. Inglaterra

carecía de un motivo importante para realizar

cambios navales. Sus antiguas fortalezas de madera,

con sus mástiles, sus velas y sus baterías de cañones

de ánima lisa, habían desempeñado un papel

importante en la política nacional y siempre con

resultado satisfactorio. Resultaba natural, que tanto

el pueblo como el gobierno británico no sintieran la

necesidad de que se efectuaran drásticas mejoras en

la Armada Real, que les había servido durante tanto

tiempo y con tanta eficacia.

D

CAPÍTULO I. (Revolución Naval II)

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2

No cabe duda de que se obedecía en parte a un

prejuicio. Pero ello hizo que Gran Bretaña actuara

exactamente en dirección contraria a otros países,

especialmente Francia. En Francia, en efecto, los

antiguos métodos no habían sido menos

satisfactorios. Había combatido con Inglaterra

utilizándolos, y había fracasado; un motivo

sumamente convincente para llevar a cabo la

experimentación.

El joven pueblo americano también tenía

motivos especiales para figurar en la lista de los

experimentadores. Sus barcos de guerra no habían

fracasado, como los franceses, porque casi no tenía

marina de guerra.

En su nuevo esfuerzo por crearse una potencia

naval, pensaron que la competencia no podía

establecerse sobre el viejo tipo de navíos, ya

anticuado. El camino más corto, que era el que ellos

necesitaban seguir, consistía en adoptar aquella

política que Inglaterra tanto temía, empezar desde el

principio en la nueva competición. En los años

sesenta se añadió también el acicate de la guerra de

Secesión, en la que los Estados del Sur contaban

con tan escasos recursos navales, que sólo un

tremendo esfuerzo de improvisación con las nuevas

y apenas ensayadas armas podría tal vez cambiar el

giro de las cosas. El intento se llevó a cabo

valerosamente y, aunque fracasó, obligó al Norte a

responder en la misma forma. Y así se crearon las

condiciones más apropiadas para un rápido

desarrollo.

El hombre a quien más debe la revolución

material fué un oficial de artillería francés, Henri

Joseph Paixhans. El comienzo de sus

revolucionarias ideas data de 1809, y durante los

veinte años siguientes realizó experimentos y

publicó panfletos, que tendrían una profunda

influencia sobre el futuro. Abogaba por una fuerza

combatiente totalmente nueva, conseguida mediante

un sistema de tácticas también enteramente nuevo:

un gran número de barcos relativamente pequeños

(y, por consiguiente, menos costosos), movidos a

vapor, construidos en hierro, y blindados, armados

con una colección de cañones pesados, de igual

calibre, que disparasen proyectiles pesados, huecos

y explosivos.

Describía con detalles minuciosos y

convincentes los experimentos realizados con estos

proyectiles contra los antiguos barcos; manifestaba

claramente que los resultados devastadores a que se

refería, habían sido aceptados como hechos

innegables por su Ministerio de Marina; y

proclamaba, sin embages, que si se admitían sus

proyectos, invertirían, rápida y decisivamente, la

vieja historia de las derrotas francesas y las victorias

inglesas.

En la otra orilla del Canal sus obras fueron leídas

con extrema ansiedad, y el Almirantazgo, si bien no

se sintió aún dispuesto a cambiar nada, contemplaba

la política francesa de construcción y de

rearmamento naval, con creciente recelo. Con todo,

aún se produjo una cierta espera, porque Paixhans,

muy adelantado a su época, tardó algún tiempo en

ser escuchado. Pero, no cabe duda de que, aunque

nadie se diera cuenta en su tiempo, esta obra

constituyó una asombrosa realización profética de

todo lo que sucedería después.

Primeras construcciones.

Se le debe a Fulton, además de otros desarrollos,

la primera aplicación del vapor a buques para fines

militares. En 1813, somete al Presidente de su

nación los planos del ―Demologos‖,

Destinado a la defensa de las aguas del puerto de

Nueva York, un año más tarde el proyecto era

aprobado por el Congreso de los Estados Unidos.

Tenía una eslora de 47,5 mts – manga de 17,1- y un

puntal de 3,4 – desplazamiento: 2.475 toneladas,

dotación, 200 hombres. Primer barco de vapor de la

marina de USA se ha descrito como batería flotante

y como fragata de vapor. Se terminó después de

haber finalizado la guerra de 1812.

De costados rectos, armado con una batería

lateral de 8 cañones de a 32 por banda, proa y popa

semicirculares, con dos cañones del mismo calibre

orientados a crujía en cada una de ellas y con una

protección de madera de 1,5 metros de espesor

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hubiese sido seguramente una formidable máquina

de guerra si la paz no hubiese impedido su uso.

La estructura de su casco semejaba a la de un

catamarán de grandes flotadores, en uno de los

cuales se instaló la máquina y en el otro la caldera,

dejándose el canal central de 4,5 metros de ancho

para que en el mismo actuase una rueda de paletas

que le imprimía una velocidad de alrededor de 5

nudos.

El primer vapor de la Armada Real inglesa fué

un remolcador comprado en 1821, con poco interés.

Desde 1822 a 1830 se construyeron otros

remolcadores. Inglaterra podía aceptar el

remolcador por sus indudables ventajas en el ahorro

de tiempo, pero no consentiría que se pusiera un

dedo sobre su amado navío de línea. El progreso,

sin embargo, no esperó.

El primer barco de guerra a vapor usado en

batalla fué el ―Diana‖, en la guerra de Birmania de

1824. Y el primero en aguas europeas fué el

―Karteria‖, en la guerra de la Independencia griega.

Tanto su capitán como su jefe superior en la armada

griega, Lord Cochrane, se mostraron entusiastas

acerca del futuro del vapor.

La primera gran transformación fué provocada

por la aplicación de la hélice a la industria naval,

debida al ingeniero sueco John Ericsson, quien, en

1843, botó en Estados Unidos la balandra de 10

cañones ―Princeton‖, primer barco de hélice de la

historia. Anteriormente, Ericsson había presentado

su invento al Almirantazgo británico, que no le

atendió; sin embargo, ante las noticias sobre el

Princeton, la construcción británica reaccionó

botando el ―Dauntless‖, al año siguiente.

El perfeccionamiento de la hélice hizo des-

aparecer al fin la parte más grave de las objeciones

del Almirantazgo. También en esto había algo más

que un mero prejuicio. En las luchas navales de

todas las épocas había existido siempre un conflicto

entre la posibilidad de moverse con rapidez y

libertad y la posibilidad de ataque entre la agilidad y

la fuerza del golpe. En los tiempos de las

embarcaciones a remo la movilidad era superior.

Tenían libertad de movimiento, pero la fuerza de

ataque estaba sumamente limitada.

Este era el gran fallo de las galeras a remo -no

había sitio para muchos cañones o de mucho peso-

en los siglos XVI y XVII; todos los países, no

pudiendo conseguir ambas cosas a la vez,

descartaron enteramente la libertad de movimientos

en favor de los cañones pesados, adoptando como

modelo el velero de alto costado con una batería de

artillería eficaz. Esto no fué más que eludir el

problema sin resolverlo.

Ni tampoco lo resolvió el vapor. Con él se podía

conseguir una movilidad mucho mayor que nunca,

pero las enormes paletas que la transmitían y las

monstruosas cubiertas que las protegían ocupaban la

mayor parte del costado del barco y se llevaban la

mayor parte de la carga.

La hélice, sin embargo, no necesitaba todo esto,

y su desarrollo en los primeros años de la década del

treinta, proporcionó casi la solución, persuadiendo

al Almirantazgo para que permitiera al vapor

invadir el campo de sus intocables fortalezas de

madera.

Aún así, el Almirantazgo no se decidiría

inmediatamente. Ya había hecho la hélice grandes

progresos en todas las flotas mercantes y en algunas

marinas de guerra, como en la americana, a la que

se había entregado el ―Princeton‖ de Ericsson,

cuando establecieron en 1845 una serie de pruebas

oficiales para decidir, de una vez para siempre los

méritos de la hélice y de las paletas. Prepararon dos

chalupas de igual tonelaje y maquinaria; una (de

paletas), la otra (de hélice). Compitieron en una

carrera ordinaria de vapor, que ganó la de hélice.

Pero muchos de los partidarios de las paletas no se

sintieron convencidos. De todos modos, en el

arrastre -afirmaron-, su favorita debía de ganar. En

consecuencia unieron las dos chalupas por las popas

y las hicieron marchar hacia delante a toda máquina.

El final de aquella extraña competición de tiro de

cuerda fué que la de hélice arrastró a su rival dos

nudos y medio. La victoria de la hélice fué absoluta.

Con la hélice aumentaban las posibilidades de

los buques a vapor, vaticinándose un amplio y

halagüeño futuro para las Marinas de guerra porque

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4

además de los problemas ya indicados en los

vapores de ruedas, las paletas resultaban muy

frágiles y vulnerables, siendo casi incompatibles

con las tácticas del combate naval, y por añadidura,

sus grandes y pesadas máquinas, al ocupar toda la

parte central del buque, limitaban enormemente la

capacidad de fuego, en comparación con el buque

de vela tradicional, que parecía haber alcanzado la

perfección absoluta, tanto por el diseño del casco y

del aparejo como por la distribución y potencia de

su artillería.

La tradición pesa mucho…

Por todo ello, y a título de ensayo, se dotaron

con hélices las antiguas fragatas y los viejos buques

de vela que permanecían en la reserva, y también

se transformaron, en ciertos casos, algunas nuevas

construcciones que se hallaban en grada y que

estaban proyectadas originalmente como auténticos

veleros; pero en la práctica estas reformas sólo

proporcionaron soluciones mediocres, dando lugar a

una marina mixta de vela y vapor en la que éste

seguía desempeñando un papel secundario.

Durante los cuatro años siguientes, el

Almirantazgo permitió que algunos de los antiguos

barcos de guerra fueran equipados con máquinas

auxiliares muy ligeras de peso; pero no porque

estuvieran convencidos, sino porque los franceses

estaban realizando experimentos de esta clase.

Stanislas Dupuy de Lóme, en 1850 botaba el

―Napoleón‖, un barco según el modelo antiguo en

muchos aspectos, pero equipado desde el principio

con una hélice auxiliar. Inglaterra replicó dos años

después con el ―Agamenón‖, también movido por

hélice, pero igualmente anticuado en todo lo demás.

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5

Su éxito le hizo prototipo de una generación de

barcos de guerra a vapor, más todavía con velas en

sus tres mástiles; con una dotación de 860 hombres

y 5.080 toneladas, fue buque insignia de la flota

británica en la guerra de Crimen. En 1858, un año

después de un primer intento fracasado, el

Agamenón y el americano Niágara se encontraron

en medio del Atlántico y unieron los extremos de

sus cables, estableciendo el primer enlace

telegráfico trasatlántico.

La guerra de Crimea encontró a Francia lo

mismo que a Inglaterra con casi todos sus navíos de

línea movidos todavía a vela, aunque podían ser

llevados hasta el lugar de la acción, si era necesario,

por remolcadores a vapor. La guerra no fué una

buena escuela para la experimentación, porque

Rusia no quiso comprometerse a lo largo de toda

ella en ninguna operación naval. Con todo, la lucha

convenció a todos de que el vapor había sido un

refuerzo. En el bombardeo marítimo de Sebastopol,

por ejemplo, dos barcos de vapor ingleses y tres

franceses fueron claramente mucho más valiosos y

menos vulnerables que el resto.

Empero, esto no convenció al Almirantazgo de

que la navegación a vela debía desaparecer. Antes

sacaron la conclusión de que los barcos debían de

contar con los dos medios de propulsión: todo el

equipo de vela para un crucero de viaje ordinario, y

máquinas auxiliares para un caso de emergencia.

También era tener una prudencia muy normal. Si el

velero fallaba en el punto de vista táctico, por su

falta de libertad de movimientos, era, en cambio,

muy fuerte estratégicamente, porque poseía una

ventaja que ningún otro barco había tenido antes ni

tendría después.

Era excelente en cuanto a ―aguante marítimo‖,

gozaba de un radio de acción independiente de la

ayuda exterior, muy superior al de la galera de

remos que le precedió, o al barco de vapor que le

siguió. Con relación a la primera, una amplia manga

y un profundo calado, dejando gran cantidad de

espacio para las provisiones; a diferencia del

segundo, no necesitaba espacio para su combustible,

ya que era el viento quien lo impelía.

Los primeros vapores necesitaban carbón en

grandes cantidades, en relación con la potencia que

desarrollaban y tenían que llevarlo en donde fuera.

Esto implicaba uno, o ambos, de los dos accesorios

costosos -una flota de barcos carboneros siempre

dispuesta-o estaciones de suministro de carbón en

todas partes, que en último término, también

precisaban de los barcos carboneros. Al principio,

Inglaterra no disponía ni de una ni de otra; por tanto

no podía aventurarse a poner el vapor en todos sus

barcos sin tenerlas.

Las naciones continentales cuyas aventuras

navales rara vez les alejaban del país, podían, tal

vez, arriesgarse, pero no así Inglaterra, con sus

compromisos imperiales en todo el mundo. Primero

debía abordar y resolver el problema del carbón. Así

una vez más, fué Francia, con sus intereses

oceánicos más pequeños, la que marcaba el paso.

Siguen los cambios

La transición de la madera al hierro en la materia

base, requiere una descripción más corta. Comenzó

después y terminó antes, y tropezó con menos

obstáculos porque era claramente inevitable.

Lo que sucedió fué que la madera, incluso la de

roble más cuidadosamente curado, teniendo

constantemente que soportar la nueva .carga de

objetos, cada vez más pesados, se acercaba a los

límites de su resistencia natural.

Los grandes cañones y, especialmente, las

enormes máquinas, creaban en los barcos una serie

de tensiones locales, desigualmente distribuidas en

su estructura, que iban más allá de su resistencia.

Incluso los soportes de hierro, reforzando las

partes sobrecargadas, resultaron insatisfactorios; el

hierro y la madera no se podían casar con éxito.

El material básico debía tener una contextura

homogénea, y ésta debía de ser de hierro. También

en esto los buques mercantes fueron en cabeza; su

problema era relativamente sencillo.

El comercio exigía barcos espaciosos, que

pudieran albergar grandes máquinas y pesados

cargamentos.

Page 12: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

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Y también debían alejar las posibilidades de

incendios. Francia, una vez más se puso a la cabeza

en buques de guerra; en 1859 construyó la ―Gloire‖

(5.600 toneladas). Acorazado de casco de madera,

con 5.630 toneladas y una velocidad de 12.5 nudos.

Además de las velas, su maquinaría tenía biela

de retorno horizontal, 8 calderas: 2.500 cv., una

hélice y 36 cañones estriados de 162 mm;

proyectada por Dupuy de Lóme, que aunque recibió

el nombre de fragata, era para aquella época, un

inmenso barco de vapor, y suponía un gran avance

sobre todo lo que le había precedido.

Por tanto, Inglaterra se vió obligada a responder

y lo hizo, al año, con el ―Warrior‖. Una fragata

acorazada con casco de hierro que pretendía superar

y destruir a cualquier barco de los que entonces

había a flote. Con un completo equipo de hélices,

era tal vez el barco de guerra más revolucionario

que se había construido nunca y que contenía toda

suerte de novedades.

La construcción en hierro hizo posible que el

barco británico fuera más grande (9.137 toneladas),

y también más largo sin perder resistencia

estructural y además con menos riesgo de peligro de

incendio. Adicionalmente, era más veloz, en 1.5

nudos, que el barco más rápido existente; con vela

alcanzaba los 13 nudos y con vela y vapor los 17;

más seguía siendo un velero con todo el aparejo.

De modo casi repentino se terminó la disputa

sobre la madera y el hierro. Otros países siguieron

inmediatamente el ejemplo de Inglaterra. Y a partir

de 1861 no se construyó ningún buque de guerra

más que con hierro, hasta que en 1885 vino a

reemplazarlo el acero.

Los papeles ahora se invirtieron. El buque de

guerra se había adelantado al mercante. La

estadística con relación a este último, demuestran

que, incluso en 1870 el grueso de la flota mercante

inglesa seguía moviéndose a vela. En aquel año,

navegaban a vela, en una proporción de más de

cuatro a uno. Pero Inglaterra había avanzado más en

los barcos a vapor que ninguno de sus competidores

y a la larga, la evolución al vapor fué una ganancia

casi neta para ella.

Page 13: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

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La vela precisaba de mástiles, y el Reino Unido

no podía, ni nunca había podido, suplir sus

necesidades de madera en su propio país.

En cambio producía carbón para cubrirlas

ampliamente. Nueve años antes se mejoró la

propulsión de los barcos al introducir los motores de

dos o tres cilindros, comenzando así una revolución

naval que, muy pronto, afectaría también a los

cascos y a los cañones. Rusia se puso en cabeza;

ella comenzó en ese año, a encargar a Inglaterra una

serie de cañoneros de hierro.

La revolución en el ataque y defensa:

cañón y blindaje.

Las mejoras que acompañaron a la revolución en

el ataque, en el cañón, no fueron menos

trascendentales. Las piezas de hierro colado de

ánima lisa y bala rasa habían tenido un largo

empleo, pero no habían sufrido ninguna

transformación básica en el arma misma, aunque sí

algunas de consideración en su montaje.

En realidad no existía ninguna diferencia

esencial en cuanto a la construcción o al mecanismo

entre las piezas más modernas colocadas en un

navío de 1545 y el tipo de cañón naval de tres

siglos después.

Ni estaba este último notablemente mejorado en

cuanto a alcance y precisión de tiro. La razón

principal de este curioso estancamiento fué, también

aquí, la carencia de móvil para el cambio. Esto se

podía decir sobre todo de Gran Bretaña.

La experiencia táctica, tal como la interpretaban

los mayores estrategas, les había llevado a buscar

la acción lo más cercana posible, castigando al

enemigo hasta inducirle a rendirse.

En tales condiciones la longitud y precisión del

tiro eran cuestiones completamente secundarias. El

cambio se operó, al fin, gracias a la sustitución de la

sólida bala rasa por el casco hueco relleno con

material explosivo o incendiario. La granada era así

misma susceptible de un inmenso perfeccio-

namiento, que la llevaría instantáneamente al

proyectil moderno. El hombre que introdujo este

cañón moderno es principalmente, Armstrong. Tal

cañón disparaba un proyectil alargado y cilíndrico

destinado a girar en su largo eje, mediante la espiral

del cañón. El cañón era revolucionario en su

estructura.

Descartó el antiguo método de fundirlo en una

sola pieza; el suyo, que desde entonces

siguió utilizando una artillería posterior, era un

mecanismo compuesto de varias piezas; un cañón

interior de hierro forjado, y un cilindro de refuerzo

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en el exterior, y entre los dos, una envoltura

metálica de varillas de hierro, trabajada al rojo vivo

para formar una espiral y montada sobre el cañón

interior.

En Sinope, Rusia, en noviembre de 1853, con su

escuadra del Mar Negro aniquiló a una flota de

madera turca con sus nuevos cañones de granadas.

Las potencias occidentales, sobre todo Inglaterra,

tardaron en asimilar la lección proporcionada por

este significativo incidente. Tal vez fué una suerte el

que los rusos no aceptaran ninguna operación naval

cuando poco después empezó la guerra de Crimea,

porque ninguno de los barcos aliados era de hierro.

El blindaje.

En la defensa, la armadura o blindaje fué la

secuela inevitable del cañón de Armstrong. Así

pues, en 1860, la gran lucha del cañón contra el

blindaje, ataque contra defensa, estaba entablada.

Surge la necesidad de ofrecer los menores

blancos posibles a los poderosos nuevos cañones del

enemigo, y en consecuencia la reducción de la obra

muerta al mínimo por encima de la línea de

flotación. Pero la reducida obra muerta significaba

también el abandono de las baterías tradicionales,

un paso al que contribuyeron otros dos factores.

Uno, fué el deseo de montar cañones que pudieran

disparar hacia adelante desde la proa al hacer el

navío la carga y espolonear a su adversario. Estaba

generalmente aceptado que las nuevas posibilidades

de movimiento controlado, abiertas por la

sustitución de la vela por el vapor, darían como

resultado el que las batallas navales se dirimieran en

una mayor proximidad, con ataque de espolones y

quizá con abordajes.

La primera batalla entre buques blindados con

espolón se entabló entre el ―Merrimac‖

confederado y el ―Monitor‖ yanqui en la guerra de

Secesión norteamericana, construidos,

precipitadamente, más para luchar que para navegar.

Ambos hicieron uso del espolón, que aún siendo

mortal, resultaba inútil cuando se enfrentaba con un

cañón capaz de detener su carrera.

El combate fué indeciso, los daños en barcos y

las bajas fueron insignificantes, a pesar de su lucha

de 4 horas, pero el espolón le sirvió al almirante

austriaco Tegetthoff que lo usó contra el barco

almirante italiano, en la batalla de Lissa en 1866;

dos acciones cuyos resultados decidieron la doctrina

naval durante un espacio de casi cincuenta años. De

este modo el espolón y la batería situada en la proa

se convirtieron en partes esenciales del armamento

empleado.

Resultaba imposible revestir la totalidad de un

gran barco con una capa de blindaje lo

suficientemente espesa como para estar a cubierto

de los proyectiles de los grandes cañones. Había que

construir una ―ciudadela‖ o plaza fuerte en donde

reunir todo lo esencial del barco. Esto afectó a lo

que se llamaba ―la batería‖, que había durado 350

años. Una vez aceptada la idea de ―ciudadela‖ o

casamata, la popa y la proa, desprovistas de

blindaje, debían ser despojadas de cañones o

máquinas, dejándolas sólo el de conferir al barco la

flotabilidad suficiente. La fuerza de choque debía

concentrarse en la parte central blindada y como

compensación a la inevitable reducción de su

número, los cañones debían ser mayores y sus

proyectiles más pesados.

La ciudadela combinada con el cañón móvil

produjo ―la torre‖, una casamata giratoria

pesadamente blindada en la que al mismo tiempo

que se protegía a los cañones, se producía un campo

de tiro circular. Emergía la batería central

fuertemente protegida que contenía la artillería

pesada, y los camarotes sin blindar de la tripulación,

en torno a ella.

Así fué el buque con torre ―Devastation‖, una

combinación de todo lo más nuevo, que justificaba

el que se le designara como el primer buque de

guerra moderno en 1869, y el ―Inflexible‖ de

Inglaterra, el “Redoutable‖ de Francia y el ―Duillo‖

de Italia. Pero estos navíos tenían sus

inconvenientes. Con todos los cañones centrados en

una zona del barco, el humo de uno cegaba a todos;

y con el aumento del poder de penetración de las

balas, resultaba imposible acorazar adecuadamente

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todos los puntos vitales, en particular la línea de

flotación y la batería central.

Los puntos vitales del ―Inflexible‖ de 1874, por

ejemplo, tuvieron que ser protegidos por una

plancha de hierro de hasta 60 centímetros. Los

franceses abandonaron la batería central entera-

mente, y no acorazaron más que la línea de flotación

y montaron sus cañones sobre barbetas de proa a

popa. Los ingleses no estaban dispuestos a continuar

una carrera que parecía sacrificar despiadadamente

la protección de la tripulación a la del navío.

Pero la ciencia pronto vino en su ayuda.

Bessemer, en Inglaterra, estaba perfeccionando un

nuevo proceso de enfriamiento y endurecimiento del

acero, y durante la década de 1880 se dispuso de

una nueva forma de plancha de blindaje, ligera,

delgada y resistente; esto hizo posible no sólo el

abandono de aquellas enormes camisas de fuerza a

la que los navíos de la década de 1870 se vieron

condenados, sino la protección de los cruceros que

no tenían que sacrificar ya la seguridad a la

velocidad.

A partir de 1881, todos los nuevos cañones

navales fueron de aleaciones de acero. Se adoptó en

firme la retrocarga, después de que se hubiera

desechado tras los experimentos realizados unos

veinte años antes. El peso máximo de los cañones

pasó, en Gran Bretaña, de las menos de 5 toneladas

del cañón de 68 libras, de ánima lisa, a las 111

toneladas del cañón de 41,275 centímetros de ánima

estriada. Este último lanzaba un proyectil explosivo

de 816 kilogramos (tras haberse sustituido la bala

maciza) que podía atravesar 86 centímetros de

hierro fundido a 1.000 metros de distancia. Sin

embargo, no se produjeron avances equivalentes en

la precisión, ya que no se dispuso de instrumentos

de control del disparo ni de capacidad para

observación y comunicación de la caída de los

proyectiles, hasta bien entrado el siglo siguiente.

La marina británica volvió a la obra muerta

elevada, con todas las ventajas que esto suponía en

comodidad y velocidad, y los constructores navales

extranjeros hicieron rápidamente lo mismo. La

batería central desapareció finalmente, y los

cañones pesados en sus torres de montaje fueron

reforzados con otros más pequeños y de más rápido

disparo de 12, 6 y 3 libras y las ametralladoras

indicadas. Al terminar el siglo, los barcos de guerra

tenían de 14.000 a 15.000 toneladas de

desplazamiento; podían navegar a unos 18 nudos; y

montaban cañones de 304 ó de 330 milímetros, con

una velocidad de salida de algo más de los 600

metros por segundo.

Era evidente que las batallas entre estos grandes

cañoneros diferían tanto en género como en grado,

de las dirimidas en la época de Nelson. Entonces,

los factores del viento y el tiempo podían favorecer

a una flota más débil y menos diestramente

manejada. Manteniéndose a barlovento y disparando

contra el velamen del enemigo, como los franceses

habían aprendido a hacer en el siglo XVIII, se podía

dañar a un adversario más fuerte, y escapar

indemne. Pero ahora, contra máquinas más podero-

sas y cañones mayores ni la suerte ni la pericia

podían ofrecer la salvación. La flota más débil, una

vez localizada, apenas sí podía mantenerse en el

mar; y una vez que los cañones desarrollaron un

alcance efectivo de 3.600 metros, no se podía

compensar la debilidad, provocando una ―melée‖.

En 1894 los japoneses derrotaron a una flota

china numéricamente superior frente al río Yalú,

sólo mediante el cañoneo, sin acercarse para clavar

el espolón o abordar, y cuatro años después, la

Armada americana en Cavite (Filipinas) y Santiago

(Cuba) haría lo propio contra los obsoletos barcos

españoles. Los navíos más rápidos, los mejor

acorazados, los de más potentes cañones y los más

disciplinados serían los que obtendrían la victoria.

El temor producido por la actividad de los astilleros

franceses y rusos impulsó a los ingleses. A su vez,

la creciente industria naviera italiana y alemana

arrastró a la de los franceses, y el miedo a ser

superados en potencia y en prestigio estimuló a los

americanos y japoneses.

La velocidad suicida de la innovación

tecnológica, con la alarmante consecuencia de que

quedara desfasada en breve período de tiempo, hizo

que la posición relativa de las grandes potencias

Page 16: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

10

navales fuera muy variable. En el decenio de 1890,

Estados Unidos intentó sumarse a las tres

principales: Gran Bretaña, Francia y Rusia; Italia y

Alemania establecieron las bases de una flota

moderna; y gracias a unas compras acertadas, Japón

y Chile aspiraron también a pertenecer al grupo de

cabeza.

El “Acorazado”

El derecho del ―Acorazado‖ a tener un lugar en

la historia no se basó en lo que consiguió. Este

nuevo tipo de super-barco de guerra había surgido

del deseo y fuerte voluntad del Primer Almirante

inglés, Jacky Fisher. La amenaza naval alemana

provoco una revuelta naval en Gran Bretaña. Bajo el

ímpetu de Jacky Fisher -quien en 1904 iba a

convertirse en la contraparte del alemán Tirpitz - en

Londres el Almirantazgo británico desvelaría un

buque de guerra totalmente nuevo en 1906.

Ese barco fue el ―H.M.S Acorazado‖, más

grande, veloz y poderoso que cualquier otro barco

en la historia. Tantas y tan efectivas fueron sus

innovaciones -en propulsión, en blindaje, en sus

enormes cañones capaces de lanzar proyectiles con

gran precisión a mayor distancia que lo que el ojo

podía ver- que con su botadura todos los demás

buques de guerra quedaron obsoletos al instante.

Jamás disparó sus grandes cañones con ira, y su

única acción de batalla en la Primera Guerra

Mundial fué la de embestir y hundir a un submarino

alemán en el Mar del Norte en marzo de 1915. Su

fama más bien radicaba en lo que era: un barco tan

avanzado cuando se puso en servicio activo en

1906, que todos los buques de guerra que lo

siguieron, incorporaron su concepto básico. Su

insignia era una nave de oro aferrada en un

guantelete de hierro, representando, sin duda, lo que

el Almirantazgo esperaba que fuera la nave para el

control absoluto de los mares.

Page 17: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

11

El gran adelanto del Acorazado, desde luego, fué

la incorporación de 10 cañones pesados de 305 mm.

en un sólo barco. Pero, además de las de su

armamento, hubo otras muchas innovaciones

inspiradas en su diseño. Un castillo de proa

inusualmente largo y una obra muerta de 8,40 m. en

las amuras, mantenían su cubierta seca durante el

mal tiempo, incrementando mucho la precisión de la

acción de los cañones. La misma proa fué

configurada con un pié de roda en forma de bulbo,

por debajo de la línea de flotación. En medio del

buque, el casco se dividía en secciones parecidas a

cajas para detener el balanceo. Y a lo largo de cada

lado, por debajo de la línea de flotación, largas y

triangulares quillas de pantoque sobresalían

verticalmente para añadirle resistencia a la

turbulencia.

Entre sus medidas defensivas había una hilera de

pescantes diagonales montados en el casco, que se

podían desplegar para que sustentaran redes

metálicas cuyo fin era la interceptación de torpedos.

Una segunda defensa contra el ataque de torpederos

la proporcionaban los 27 cañones algo más ligeros,

operados manualmente, que estaban montados en

diversos puntos de la superestructura, algunos,

encima de las torretas.

El palo mayor tripoidal del Acorazado, único en

su género, fué diseñado para dar un firme apoyo a la

cofa mayor, desde la cual se transmitía la

información de control del disparo a las torres. La

idea demostró ser eminentemente acertada. Pero la

ubicación del mástil entre las chimeneas fué el

único y gran desacierto en el diseño del barco. No

sólo el humo de la chimenea de proa a menudo

oscurecía la vista desde su cima, sino que le daba

tanto calor a las tuberías del trípode -dentro de las

cuales estaba la escalera que conducía a la

arboladura- que resultaba imposible subir al palo

mayor mientras navegaba con el viento en contra.

Bajo cualquier consideración el Acorazado era la

maquinaria más compleja inventada hasta esa fecha.

Era más largo (160 m.), ancho (25 m.) y hondo en

calado (8 m.) que cualquier buque de guerra

anterior. Con 17.900 toneladas, su desplazamiento

era 750 toneladas superior al de su rival más

próximo.

Cada una de sus enormes torretas pesaba 500

toneladas; cada uno de sus grandes cañones

superaba el peso de todo el armamento que llevaba

el ―Victory‖ de Horacio Nelson. Las torretas

estaban montadas sobre barbetas estacionarias

circulares reforzadas con vigas de acero verticales y

protegidas por cilindros con planchas blindadas de

27,5 cm. Para proteger las santabárbaras y otras

partes vitales, bandas de blindaje, también de 27,5

cm. cubrían el casco en medio del barco a lo largo

de la línea de flotación. Justo en el interior del

blindaje, depósitos laterales con forma de cofa que

almacenaban la mayor parte de las 2.900 toneladas

de carbón del Acorazado formando otro bastión.

Además, tabiques transversales herméticos

llegaban desde la quilla hasta un punto situado a

2,70 m. por encima de la línea de flotación y

dividían el casco en 18 secciones cerradas. El

Acorazado estaba tan completamente dividido en

compartimentos que los ingenieros creían que

podría absorber dos impactos de torpedo sin graves

problemas. (de paso, el Acorazado podía lanzar sus

propios torpedos desde cinco tubos situados debajo

de la línea de flotación.)

La energía que impulsaba a ese gigante

representaba un abandono radical de los motores de

pistones rugientes y atronadores. El Acorazado fué

el primer buque de guerra importante en navegar

con turbinas de vapor. Llevaba ocho turbinas

Parsons conectadas a 18 calderas Babcock y

Wilson. Generando una potencia total de 23.000

caballos para hacer girar sus cuatro hélices, las

turbinas permitían que el Acorazado navegara a

unos asombrosos 17,5 nudos durante una distancia

de 12.225 km. Y era capaz de alcanzar la velocidad

punta de 21 nudos.

Los timones gemelos compensados del

Acorazado se controlaban desde una rueda de timón

en el puente, o desde cualquiera de los otros cuatro

puestos auxiliares que había en el barco. A dos de

ellos -en puestos de combate en ambos mástiles-

sólo se podía acceder por escaleras que subían desde

Page 18: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

12

tubos de comunicación situados detrás del blindaje

más grueso de la bodega.

Hacía falta una tripulación de 773 hombres para

operar esa fortaleza flotante. Y su distribución fué

otra de las innovaciones del Acorazado. Por

tradición, la dotación había estado confinada a los

atestados castillos de proa, mientras que los

oficiales mandaban en los más espaciosos

alojamientos de popa. Pero en el Acorazado la

tripulación fué acomodada en la popa, donde podía

estar más cerca de los motores, mientras que los

oficiales vivían en medio del barco con el fin de

hallarse más cerca del puente.

Cruceros de batalla.

Cinco días después de botarse el ―Acorazado‖,

se colocaba la quilla del primero de un trío de

cruceros blindados de nueva clase, también pedidos

por Fisher. El barco que en última instancia salió del

tablero de dibujo fué una variante del Acorazado, de

desplazamiento similar y comparable extensión.

Pero incorporaba un número de innovaciones -entre

ellas chimeneas telescópicas que se podían retraer al

instante para no ser visibles en el horizonte del

enemigo- y en algunos aspectos era un barco aún

más sorprendente que el Acorazado.

El avance más importante de todos estuvo en su

maquinaria: motores de turbina, con una asombrosa

potencia de 41.000 caballos, casi el doble que los

del Acorazado. Y esa enorme potencia funcionó

incluso mejor que lo esperado. Había sido

planificado para 25 nudos, y cuando entró en

servicio demostró ser capaz de alcanzar unos

todavía más sorprendentes 28 nudos: siete más que

el Acorazado.

Después de la velocidad, la segunda gran

innovación para un crucero fué el armamento: ocho

cañones de 305 mm., sólo dos menos que el

Acorazado. Los cruceros blindados de la clase

anterior habían llevado armamento mixto, del cual

el más formidable por lo general, era media docena

de cañones de 230 mm. Los de 305 mm. en los

nuevos cruceros estaban distribuidos dos en la proa,

dos en la popa y cuatro en medio del barco. Éstos se

hallaban situados a babor y a estribor, pero uno

estaba ubicado a pocos metros a popa del otro, con

el fin de que si una torreta se veía incapacitada, la

otra pudiera disparar desde cualquiera de los dos

costados. En suma, el crucero tenía una artillería

superior en uno y medio al armamento principal de

cualquier buque de guerra existente, con excepción

del Acorazado.

La velocidad y la potencia de impacto, las dos

grandes virtudes de estos gigantescos cruceros, era

lo que atraía a Fisher por encima de todo. En su

agresiva mente los cruceros casi se emparejaban con

el mismo Acorazado como el barco ideal, y a lo

largo de toda la controversia que iba a existir por los

nuevos programas de construcción naval, los

cruceros siguieron siendo sus favoritos. Los llamaba

«sabuesos del océano» por su viva rapidez, y a

menudo exclamó: «la velocidad es igual a

protección».

Ése fué uno de sus escasos ejemplos de visión

poco clara. La gran velocidad de los cruceros, que

sólo se podía conseguir manteniendo su peso bajo,

se obtuvo por el peligroso recurso de limitar el

blindaje. Los cruceros tenían un mezquino cinturón

de blindaje de 15 cm. en el combés (comparadas

con los 27,5 cm. del Acorazado), y se reducían a

unos precarios 10 cm. en la proa; no había blindaje

alguno a popa de la torreta de popa, y de ningún tipo

en la cubierta.

Las múltiples virtudes del crucero -que ocultaron

su manifiesta fragilidad- sugirieron variados usos.

El barco apenas había salido del tablero de dibujo

cuando, además de su función de reconocimiento,

fué propuesto para interceptar a los buques corsarios

del tráfico comercial, para darles el golpe de gracia

a los buques de guerra incapacitados, y hasta para

iniciar la acción de la flota rodeando al enemigo.

Mientras tanto, su nombre había pasado de crucero

blindado a crucero acorazado, y de éste a crucero de

combate, o de batalla, subrayando una cierta

vaguedad de propósitos.

Cuando surgió la guerra, los capitanes iban a

encontrar los grandes cañones del crucero

Page 19: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

13

demasiado tentadores como para no usarlos... y

descubrirían para su pesar que la delgada plancha de

blindaje hacía que los barcos fueran

catastróficamente vulnerables.

Esa catástrofe no se previó. Los tres cruceros de

batalla iníciales fueron puestos en circulación de

prisa siguiendo la estela del mismo Acorazado,

concluyéndose en marzo, junio y octubre de 1908 ...

antes de que Alemania hubiera llegado a terminar su

primer acorazado o incluso a colocar la quilla de un

crucero que se les comparara. Así pues, para mejor

o peor, Inglaterra le sacaba una ventaja de cuatro al

resto del mundo en la carrera armamentística naval,

antes de que ninguna otra nación hubiera siquiera

entrado en la pista.

El “destructor”

Mientras tanto, el acorazado y los cruceros

debían ser protegidos contra el ataque de torpedos,

amenaza que se sabía que Alemania estaba

perfeccionando. Esta iba a ser la misión del tercer

miembro de la modernizada flota de batalla de

Fisher, el destructor.

Se debió al marino militar español Villamil la

concepción del contratorpedero ―Destructor‖, de

380 toneladas, prototipo que supuso el nacimiento

de los buques de tal nombre, universalizándose en

su acepción inglesa con la denominación de

―destroyer‖. Proyectado para dar los 22 nudos,

alcanzó en las pruebas los 23, velocidad muy

considerable para un buque de su porte, causando el

asombro de las autoridades navales de la época.

Construido en astilleros escoceses, se lanzó al mar

en julio de 1886 y se entregaba a la Marina

española, siendo Villamil su primer comandante.

En esencia era dos barcos en uno: un navío

diseñado para destruir los torpederos del enemigo y

un porta-torpedos en sí mismo. El típico destructor

de la época llevaba un cañón de 305 mm. y cinco de

150 mm, de disparos rápidos, que eran capaces de

hundir a cualquier torpedero a corto alcance, y dos

tubos para soltar torpedos contra cualquier buque de

guerra y crucero.

Pero estos destructores tempranos eran pequeños

(de 335 a 550 toneladas), y transportaban de 80 a

130 toneladas de carbón, lo que los limitaba a zonas

costeras.

Fisher exigió algo lo suficientemente apropiado

para la navegación en alta mar como para

acompañar a los acorazados allí donde fueran. En

1905, los astilleros británicos estaban trabajando a

toda velocidad para sacar seis nuevos destructores

con una media de casi 900 toneladas.

Estos barcos navegaban con combustible, lo que

hacia que repostar en alta mar fuera más rápido y

limpio, y algo que les confería una velocidad de 36

nudos. Junto con un par de tubos para torpedos de

450 mm. (no muy modificados de los que llevaban

los modelos anteriores), cada uno de esos navíos

llevaba cañones de 100 mm. que disparaban

proyectiles de 25 libras.

En 1914 Gran Bretaña dispondría de 125

destructores nuevos en servicio: un número casi

siete veces superior al de la flotilla de 1905.

Con los acorazados, cruceros y destructores en

camino, solo quedaba el submarino para completar

la flota ideal que imaginaba Fisher.

Y ese será el único navío que no se construiría

de acuerdo con sus especificaciones. El hecho era

que el submarino tenía pocos aficionados entre los

británicos.

Sumergibles y submarinos.

Sin duda, el hombre comenzó a soñar con

conquistar las profundidades tan pronto como se

hizo a la mar, y en diversas crónicas antiguas

aparecen insinuaciones del progreso hacia esa meta.

En el siglo V a.C. el historiador Herodoto narró la

historia de un submarinista griego, que se arrojó al

mar y no salió a la superficie hasta una distancia de

15 kilómetros; ―sólo puedo imaginar -añadió- que

realizó el viaje en algún tipo de nave‖.

Apenas un siglo después se dice que los

cortesanos de Alejandro Magno idearon un barril de

cristal sumergible para permitir que el emperador

observara los misterios submarinos.

Page 20: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

14

Protegido en el barril, Alejandro era bajado o

elevado por medio de cuerdas, y respiraba el

limitado suministro de aire sellado en el interior.

Por supuesto, en 1480 el genial Leonardo Da

Vinci diseñó un sumergible o barco submarino, idea

que sería retomada posteriormente.

Se puede decir que un submarino es un barco

subacuático con un casco de metal resistente a

grandes presiones y que, mediante algún

mecanismo-por ejemplo, expulsión o absorción de

aire comprimido de unas cámaras-, tiene asegurada

la variación controlada de su flotabilidad.

Y, así, su capacidad de inmersión y de emersión,

además de contar con una buena navegabilidad en

superficie.

En los comienzos de la historia de la tecnología

submarina, para distinguir entre los ingenios que

sólo podían navegar por debajo del agua de los que,

además, podían hacerlo sobre la superficie, se

usaban los términos "submarino' y "sumergible".

Los primeros eran muy inestables frente al oleaje

propio de la superficie marina; los segundos, entre

los que se encuentran los actualmente denominados

submarinos, tenían, por contra, una estructura que

les confería la posibilidad de navegar por encima

del agua.

La invención del submarino se atribuye al inglés

William Bourne en 1578. No hay indicios de que su

invento llegara a navegar.

Describió una nave que podía tomar y expulsar

agua, variando así su capacidad de flotación y que

llevaba un tubo parecido al moderno snorkel, que

servía para recibir aire mientras estaba sumergido.

Al leer tal descripción, se nos viene a la mente

lo leído sobre las ballenas.

Dos norteamericanos, David Bushnell y Robert

Fulton, promovieron los submarinos militares

basados en el concepto de Bourne... e incluyeron un

medio de propulsión submarina lateral.

El sumergible de Bushnell, un navío de madera,

monoplaza, con forma de huevo, llamado ―turtle‖

(tortuga), subía y se hundía por medio de una

combinación de válvula y bomba de agua manual

que controlaba el desplazamiento.

Nave bien pensada, pesando 900 kilos, con una

bomba de pié al pantoque, un tornillo manual,

ventanillas con cierre hermético y un tipo primitivo

de válvula de snorkel, tornillos horizontales y

verticales a manivela. Un tripulante. Una mina

empaquetada con sesenta y ocho kilos de pólvora

que podía fijarse al barco enemigo, haciendo un

taladro. Navegando en el puerto de Nueva York, en

1776, el ―Tortuga‖ al intentar poner la mina en el

buque insignia británico, el Eagle abandonó el

intento al verse frustrado por las fuertes corrientes.

Al volver a la costa lo capturó un cúter británico

pero desistieron de su propósito al darse cuenta que

llevaba una mina, ésta explotó una hora más tarde,

aunque no hubo daños. Tuvo dos misiones más sin

éxito y para evitar que cayera en manos de los

británicos, se desguazó.

Fué la primera nave submarina usada en tiempos

de guerra. Introdujo dos características esenciales;

un casco cerrado y la propulsión por hélice, aunque

esta última se accionaba a mano.

El siguiente submarino que la historia registra

fué obra de otro americano: Robert Fulton. Este

hombre ingenioso había ido a la Francia

revolucionaria de 1797 y volvió convencido de que

el obstáculo para realizar el reino de Utopía era la

restricción al libre comercio, impuesto por la Flota

Page 21: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

15

británica, que entonces bloqueaba a la República

Francesa. Fulton inventó un submarino para destruir

aquella flota, aparato que se parecía un poco al

ideado por Bushnell. Construido en 1800, lo llamó

―Nautilus‖, nombre del molusco en forma de

caracol.

El Nautilus de Fulton era más largo que la

Tortuga de Bushnell; tenía la forma de un

submarino moderno y podía navegar también a flor

de agua, con casco metálico de cobre sobre

cuadernas de hierro, con 6,3 m. de eslora y un timón

horizontal, concebido para llevar entre 3 y 8

tripulantes y una autonomía de unas 4 horas,

Se manejaba manualmente, a dos nudos de

velocidad debajo del agua. Equipado con tanques de

lastre y con timones horizontal y vertical. Un mástil

plegable con una vela lo conducía sobre la

superficie. Tenía un periscopio. Más tarde se le

añadió un ojo de buey de cristal. Su arma era un

taladro para perforar en los barcos enemigos y

colocarles minas explosivas. Dotación, 4 hombres.

Fulton recorrió en aquel buque sumergible seis

leguas bajo las aguas del río Sena.

Poco después, durante un viaje experimental, el

sumergible se perdería cerca de Cherburgo,

muriendo sus ocupantes. Napoleón, que había dado

la razón a Fulton en aquello de querer hundir la flota

inglesa para que él pudiera invadir Inglaterra, acabó

por desinteresarse de ello, pues su Ministro de

Marina no simpatizaba con la idea de unos barcos

sumergibles que no dejasen luchar a sus tripulantes.

Lo calificaron de pirata.

Fulton regresó a América, donde había de

inventar otro barco importante, el primer buque

impulsado por vapor. El ingenio de Fulton fué

perfeccionado por un inglés, quien en 1832 navegó

con su submarino durante más de 9 horas por el

Támesis.

Norteamérica obtuvo el primer éxito en el arte de

hundir buques mediante el submarino. El aparato de

ataque construido por los Confederados en la guerra

civil americana, fué llamado ―Hunley‖, Como la

máquina submarina de Fulton, llevaba un depósito

de aire comprimido, y como la de Bushnell, debía

enganchar un torpedo al casco del buque de guerra,

por debajo del agua.

Page 22: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

16

Dos ingenieros del ejército confederado

supervisaron su construcción. La sección principal

del casco se construyó a partir de una caldera de

vapor cilíndrica a la que se habían añadido extremos

más estrechos.

El submarino arrancaba en forma manual, por

medio de una manivela y ponía en movimiento una

única hélice y para ello era necesario una tripulación

de 8 personas. Una novena permanecía en los

controles de la sección delantera.

Había tanques de lastre en cada extremo que

funcionaban abriendo unas válvulas y se vaciaban

mediante bomba manual.

Una quilla de hierro iba atornillada a la base de

la nave, que se podía destornillar desde el interior,

en caso de emergencia. Se utilizaba una brújula para

navegar por debajo del agua y la profundidad de

ésta se controlaba por medio de un indicador de

mercurio.

Cuando se sumergía un poco, se subían dos

tubos con llave de paso para permitir entrar el aire.

Cuando estaba en superficie, las ventanillas de

cristal de las paredes de la tapa permitían al

Comandante ver el exterior.

El 17 de febrero de 1864 hundió la nueva

fragata de los Unionistas, la ―Housatonic‖, ante la

bahía de Charleston. La fragata vió venir al

submarino y alzó el cable para escapar, pero chocó

con él en el intento, estalló el torpedo y los dos se

hundieron. Ciento cuarenta años después, en el

2004, Estados Unidos efectuó una ceremonia de

despedida en honor de los ocho tripulantes del

Hunley. La nave fué encontrada y reflotada en el

año 2000.

El submarino más famoso del mundo es uno que

no llegó a existir jamás: el Nautilus, de Julio Verne,

en su novela ―Veinte mil leguas de viaje

submarino‖, que alcanzó profundidades no logradas

por otro alguno. Era una maravillosa máquina para

explorar y viajar pacíficamente, pero, en realidad,

los submarinos se han usado sobre todo para la

guerra. Pero faltaban dos elementos fundamentales

para que el submarino se convirtiera en máquina de

guerra eficaz; un arma submarina, el torpedo y un

motor apropiado.

“Arma de guerra”.

A final de siglo, y tras una larga y accidentada

historia, marcada por fracasos absurdos y por éxitos

suicidas, el submarino empezó a convertirse

también en un instrumento eficaz de la guerra naval.

Entre 1859 y 1884, los españoles Narciso

Monturiol e Isaac Peral, construirán submarinos con

adelantos muy significativos, que señalaron la

aparición del submarino moderno, desaprovechados

por la desidia de su Gobierno. Narciso Monturiol

fabricó varios submarinos de vapor, bautizados

todos con el nombre de lctíneo, con 9 metros y 30

toneladas, su motor de vapor estaba destinado a

funcionar incluso cuando estaba sumergido. Tenía

un casco doble y una bomba de aire comprimido

para vaciar los tanques de lastre. El oxigeno se

suministraba por medio de una planta de

conversión química. Isaac Peral diseñó el primer

submarino ―Peral” con mecanismo totalmente

eléctrico y provisto de dos torpedos, que fué botado

en el arsenal de La Carraca (Cádiz) en 1888.

Page 23: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

17

El estadounidense John P. Holland un maestro

de escuela irlandés que marchó a América, y Simón

Lake, un arquitecto naval que fué inspirado por

Julio Verne, diseñaron el auténtico ingenio

precursor de los modernos submarinos, con doble

motor: uno de combustión interna para la

navegación de superficie y otro eléctrico para

sumergirse; el de Holland, llamado con su nombre,

fue aceptado por la Marina de EE.UU. y el de Lake

fue empleado por los alemanes.

El ―Holland‖ fue el primer submarino moderno y

ya poseía las características típicas de los que

lucharon en las dos guerras mundiales. La eficacia

se limitaba por su dependencia de sus motores

eléctricos alimentados por baterías, ya que ello

reducía la velocidad y autonomía cuando navegaban

en inmersión. Las baterías se agotaban muy pronto

y debían salir a menudo a la superficie para reponer

el aire que los motores Diesel necesitan y para

recargar las baterías. Estos motores se usaban

también para la propulsión en superficie.

En 1900, ―The Plunger‖ de la Armada de

Estados Unidos contó con un elemento adicional de

vital importancia: el periscopio. Después, el

progreso de los buques sumergibles fué enteramente

guerrero. Desde luego, fué la Primera Guerra

Mundial la que los promovió al rango de arma naval

de gran estilo.

En todas las Armadas los submarinos eran tan

incómodos y peligrosos, con aire malo y alimento

peor, y frío húmedo que se filtraba siempre, que se

les llamaban ―pocilgas del mar‖.

El daño que podían hacer se puso de manifiesto

por primera vez ante el mundo cuando los alemanes

trataron de romper el bloqueo británico e

interrumpir las líneas inglesas de aprovisionamiento

con sus barcos ―U‖. Tomaron este célebre nombre

de la palabra alemana ―Untersee‖ (submarino),

inicial seguida de un número, como U-21, que fué el

primero en hacer víctimas. Por esta época, ya se

usaba el periscopio, que permitía divisar a los

buques sin salir a la superficie, y los torpedos,

provistos de propulsión autónoma.

Page 24: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

18

Minas navales.

Las minas navales son armas relativamente

baratas y muy efectivas. La simple sospecha de su

presencia impide al enemigo el control del mar y le

exige un costoso despliegue para declarar la zona

"segura" para la navegación.

Las primeras minas (entonces denominadas

"torpedos", hasta que este nombre se impuso para

designar las armas submarinas autopropulsadas)

datan del siglo XVI.

Ya en 1627 los ingleses intentaron atacar sin

éxito la flota francesa con unos "petardos flotantes"

durante el sitio de la Rochelle. Esta táctica,

evolución de los brulotes (barcos a los que se les

prendía fuego y se enviaba contra la flota enemiga),

puede considerarse la prehistoria de la guerra de

minas. Fué en 1776, durante la Guerra de

Independencia norteamericana cuando aparece el

primer antecedente directo de las minas que hoy

conocemos.

El invento, obra de David Bushnell, consistía en

un contenedor sumergido y estanco, relleno de

pólvora negra, con un detonador de percusión,

suspendido de un barril. La novedosa arma la

utilizaron los norteamericanos al año siguiente. El

general George Washington ordenó que los "barriles

de Bushnell" se arrojasen a las aguas del río

Delaware, con la esperanza de que la corriente las

llevase río abajo, donde se encontraban los barcos

ingleses bloqueando el puerto de Philadelphia.

El término "torpedo" fué usado universalmente

durante todo el siglo XIX para designar cualquier

arma submarina. Se cree que el término fué acuñado

por el inventor inglés Robert Fulton, con referencia

al pez torpedo, especie capaz de defenderse

mediante potentes descargas eléctricas. Fulton

diseñó varios modelos de minas entre 1787 y 1812.

El primer empleo fructífero se remonta a la

Guerra de Secesión americana. El Congreso

Confederado, consciente de su desventaja naval

frente al norte, y mientras sufría las consecuencias

del bloqueo naval, creaba en 1863 el "Torpedo

Service‖.

Durante la campaña, un total de 43 buques de la

Unión fueron alcanzados por minas, 27 de los

cuales se hundieron.

En función del tipo de arma, y a menudo como

referencia a su inventor, se dieron a conocer los

"torpedos de botalón" (como el empleado por el

Hunley para atacar al Housatonic), diversos tipos de

torpedos unidos firmemente al barco; los torpedos

―Harvey‖, que no eran sino una mina flotante

remolcada, o los torpedos Whitehead, ingenios

autopropulsados que con el tiempo acabaron por

perder el nombre de su inventor (Whitehead) y que

son lo que hoy conocemos por un torpedo.

A corto plazo, los torpedos automáticos y las

minas de amarre tuvieron una repercusión aún

mayor en el pensamiento naval, ya que amenazaban

no sólo con poner fin al combate directo, sino

también al estrecho bloqueo de los puertos

enemigos.

Portaaviones.

La idea de que el aeroplano podía tener un papel

importante en la guerra naval parece que se les

ocurrió a tres oficiales navales -uno de cada una de

las flotas británica, norteamericana y francesa-al

mismo tiempo y en el mismo lugar. La escena

ocurrió en una llanura tierra adentro, cerca de la

ciudad francesa de Reims, donde en agosto de 1909

los tres eran observadores oficiales de una

exhibición aérea internacional. Allá vieron a un

avión realizar una serie de hazañas de las que nunca

se había oído hablar: volar 180 kilómetros

ininterrumpidos, alcanzar altitudes de 150 metros y

lograr velocidades de 75 kilómetros por hora.

Estas temerarias proezas inspiraron a los tres

agregados a aconsejar a sus superiores que los

aeroplanos podían proporcionar ojos, en el tiempo

futuro, a través de los cuales una flota podría ver de

lejos o incluso convertirse en un arma ofensiva.

Antes de que esto pudiera convertirse en una

realidad, sin embargo, era preciso hallar una forma

de llevar a los aviones, frágiles y de corto alcance,

al mar.

Page 25: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

19

El primero de tales intentos tuvo lugar en

Estados Unidos a finales de 1910, cuando un joven

piloto acrobático ambulante llamado Eugene Ely

hizo despegar un avión desde una rampa construida

en la cubierta de un crucero de la Marina de Estados

Unidos.

Dos meses más tarde, en otro vuelo

experimental, aterrizó su aparato en otro buque, una

hazaña que hizo posible un ingenioso mecanismo de

aterrizaje -cuerdas tendidas entre sacos de arena-

que frenó y detuvo el aparato.

Esos vuelos, que hicieron época, demostraron

que los barcos podían utilizarse como campos de

aviación flotantes, pero el desarrollo del

portaaviones efectivo sería un proceso largo

señalado por penosas tentativas.

Durante la Primera Guerra Mundial, la Marina

Real Británica se situó a la cabeza, experimentando

inicialmente con hidroaviones y luego con barcos de

guerra dotados con rampas de madera desde las

cuales podían despegar aviones con tren de

aterrizaje de ruedas..., y en las que a veces

conseguían aterrizar también.

Sin embargo, sólo después de la guerra produjo

Gran Bretaña -y los Estados Unidos y Japón-

auténticos portaaviones con cubiertas de vuelo en

las que los aviones podían aterrizar rutinariamente

además de despegar. Éstos serían los prototipos de

los enormes y complejos cubiertas planas que

revolucionaron la guerra naval en la Segunda

Guerra Mundial y demostraron ser las armas

navales más poderosas de la historia.

Page 26: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

20

CAPÍTULO II. (Imperialismo)

Page 27: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

21

Una vieja práctica

l Imperialismo es la expansión de un Estado

con el objetivo de dominar otros Estados o

territorios. El imperialismo constituye la extensión

de la autoridad de un pueblo sobre otros

dominados; con formas variables, desde el total

sometimiento al mero vasallaje. Tiene su origen en

las tendencias expansivas que diferentes pueblos

han experimentado a lo largo de la historia por

razones demográficas, económicas, culturales,

políticas, climáticas, etc. Generalmente, estos

imperios se basaron en la dominación de un grupo

militar conquistador, auxiliado en el tiempo por una

creciente burocracia para administrar los territorios

sometidos y que acabarían extendiendo una cultura

uniforme sobre ellos, aunque no siempre la propia

del grupo conquistador. Aunque el término

comenzó a utilizarse a mediados del siglo XIX y

sólo se popularizó para designar la expansión

colonial de finales de ese mismo siglo, el hecho del

imperialismo se remonta a los comienzos de la

historia escrita. Los primeros casos de imperialismo

bien documentados se dieron en Mesopotamia, que

fue unificada en el siglo XXIV a.C. en el efímero

imperio acadio creado por Sargón. Procesos

análogos se dieron en todas las civilizaciones

antiguas, desde Asia oriental hasta América.

El debate intelectual se ha centrado, sin

embargo, en la gran expansión imperialista europea

de fines del XIX, que algunos autores atribuyeron

principalmente a causas políticas, otros, a causas

económicas y otros más, a causas psico-

sociológicas. Tales tipos de causas no se excluyen

entre sí.

Otras exigencias capitalistas que influyeron

fueron la intensificación del comercio y la

necesidad de asegurar el consumo de los productos

industriales en los enormes mercados coloniales.

Apareció así el imperialismo económico que era, en

realidad, consecuencia natural del capitalismo

industrial. También influyeron las causas

geopolíticas: especialmente el deseo de las poten-

cias europeas de ejercer su poder en el ámbito

internacional mediante el control de territorios que

consideraban de alto valor estratégico.

Por otro lado, las causas ideológicas y morales

constituyeron asimismo un elemento esencial, por

cuanto cada país expresaba mediante el

imperialismo la voluntad de extender sus valores

mediante una misión civilizadora de sociedades que,

consideradas inferiores, había que occidentalizar.

Incluso, por una peculiar interpretación del

darwinismo, se defendía la idea de la superioridad

del hombre occidental, tesis que llevó a niveles

deformadores de la realidad.

Entre las causas sociales, estaban también la

evangelización de las poblaciones indígenas, la

acción educativa, cultural y sanitaria, el deseo de

aventura y la necesidad de encontrar empleo en las

nuevas tierras. Además, la curiosidad intelectual y

el interés científico impulsaron empresas para reali-

zar todo tipo de descubrimientos y exploraciones

geográficas.

Los factores socio-demográficos, por otro lado,

constituyeron un elemento esencial, sobre todo, el

crecimiento de la población europea. El excedente

de población tendía a emigrar hacia las colonias, por

lo que puede afirmarse que el imperialismo se

encuentra íntimamente ligado a los fenómenos

sociales de presión demográfica, superpoblación,

emigración y poblamiento de las colonias.

También tuvo su importancia el nacimiento, en

la segunda mitad del siglo XIX, de un nuevo tipo de

relaciones internacionales, unido a la presión de las

instituciones gubernamentales; al acceso a la vida

política de nuevos grupos sociales, y a los medios

de opinión pública; todo ello alentó rivalidades

internacionales y repartos coloniales.

Entre las grandes potencias del siglo XX

llegaron a convivir varios tipos de imperios colonia-

les. Por una parte, los viejos imperios supervivientes

de épocas anteriores -aunque mucho más reducidos-

, como España y Portugal; por otra, los grandes im-

perios inglés y francés, los más ricos, que se

extendían por todos los continentes. También apare-

cieron imperios nuevos, como los de Bélgica,

Alemania e Italia.

E

Page 28: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

22

Otros ejemplos fueron el tradicional Imperio

Ruso, de carácter más continental, y el más nuevo

de los Estados Unidos, que intentó expandirse por

las áreas americana y japonesa.

La penetración: exploraciones.

A principios del siglo XIX, el mapa de África al

sur del Sáhara, era un inmenso espacio en blanco,

cuyo contorno estaba pespunteado por una serie de

enclaves costeros, castillos y factorías, que los

europeos habían ido erigiendo en desembocaduras

de ríos, en promontorios o en islas frente a la costa.

Durante cuatro siglos habían sido la meta de las

caravanas que conducían la principal materia prima

africana que demandaban los europeos: esclavos

para las plantaciones americanas. Pero, con breves

excepciones, el interior había sido por lo general un

territorio desconocido, misterioso y hostil,

celosamente preservado por los jefes africanos.

Sólo los portugueses, con presencia temprana en

las franjas litorales de las actuales Angola y

Mozambique, y los holandeses, que desembarcaron

en Ciudad del Cabo en 1652, habían penetrado unos

pocos cientos de kilómetros hacia el interior. Del río

Congo, sólo se conocía la desembocadura: del Níger

se creía o bien que afluía al Nilo, o bien que moría

en un mar interior, puesto que corría hacia el Este,

alejándose de la costa atlántica. De las fuentes del

Nilo se conocía lo mismo que en la época en que

Heródoto escribió: "sobre el origen de este río nadie

sabe nada". África era un gran mapa mudo en el que

los cartógrafos rellenaban los espacios vacíos con

animales y personajes exóticos.

La búsqueda de materias primas con las que

alimentar una industria en crecimiento y de

mercados donde colocar los excedentes

manufacturados; la conveniencia de sustituir los

desaparecidos imperios coloniales americanos por

otros en Asia y África, con la consiguiente

adquisición de territorios tanto de explotación como

de poblamiento; la propia revolución de los

transportes -sobre todo, por la aplicación del vapor

y la hélice a la navegación- pero también

consideraciones de orden social, científico y cultural

-eliminación de la trata de esclavos, los nuevos

descubrimientos geográficos o el formidable

impulso experimentado por las misiones cristianas

en su doble versión protestante y católica- todo se

concitó, en suma, para que en un tiempo breve

África desvelase gran parte de sus secretos al

hombre occidental. También, para que su reparto y

ocupación fuesen un hecho.

A finales del siglo XIX, sólo dos Estados eran

libres. Liberia: una colonia creada en 1815 y

formalmente independiente desde 1847, había sido

fundada por filántropos blancos estadounidenses

que, además de acabar con la esclavitud, querían

devolver a los negros a África, convencidos de la

imposibilidad de la convivencia igualitaria entre

ambas razas. Y Etiopía, el mítico reino del Preste

Juan, aislado geográficamente y congelado en una

modorra medieval, de la que pronto le iba a

despertar bruscamente el afán expansionista eu-

ropeo. En unos pocos años, la escuadra v el

cartabón dividieron caprichosamente a pueblos,

separaron grupos lingüísticos y pulverizaron las

culturas locales, tecnológicamente mucho más atra-

sadas, a la par que miles de europeos

desembarcaban en el continente, unos para

establecerse definitivamente, otros para hacer una

rápida fortuna.

La cartografía de la última frontera que le

quedaba al hombre blanco la rellenó un puñado de

exploradores, en su mayoría británicos y franceses,

con una fortuna milagrosa, una innegable tenacidad,

una hábil instrumentalización de los guías nativos y

de los conflictos entre grupos rivales, y unos

métodos a menudo brutales, como en los casos de

Burton o Stanley.

Los más importantes fueron, el escocés Mungo

Park, que exploró el curso del río Níger; el francés

Caillié, que desde muy joven recorrió el interior del

Senegal, el también escocés Livingstone, que en

labor misionera viajó durante 15 años por tierras

africanas, desconocidas por los europeos;

habiéndose perdido en 1871, fue hallado

por el galés Stanley, nacionalizado americano y de

Page 29: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

23

profesión periodista, quien aceptó el encargo – que

le haría famoso- de encontrar a Livingstone. El

inglés Speke, quien fue compañero de otro inglés,

Burton (militar y excelente lingüista), en un

viaje por Somalía y después, en la búsqueda de las

fuentes del Nilo. Burton enfermó y Speke prosiguió,

llegando al lago Victoria y afirmando que en dicho

lago nacía el río Nilo. Burton –posiblemente celoso-

lo negó y se originó entre ellos una célebre

controversia.

Page 30: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

24

Un conde italiano, nacionalizado francés, Pierre

Savorgnan de Brazza exploró el río Ogowe y la

desembocadura del Gabón. Fundó la ciudad de

Brazzaville, donde estableció una colonia. Entre

estos connotados exploradores se encuentra también

una mujer, Mary Kingsley, hija de un clérigo, quien

a los treinta años viajó a África para investigar

religiones locales. Visitó Cabinda y la isla de

Fernando Poo, demostrando siempre simpatía y

respeto por los africanos, lo que en ese entonces no

era nada común.

La nueva era del imperialismo europeo surgido

en el siglo XIX, consecuencia del triunfo del ideario

liberal, pero sobre todo de la revolución industrial y

de los formidables avances de las técnicas y las

ciencias, determinaron una nueva apertura del

horizonte geográfico, que supuso para el hombre

occidental el conocimiento y ocupación del planeta,

prácticamente en su totalidad. África no podía ser la

excepción.

La colonización europea afectó tan

profundamente a los africanos que marcó el fin de

una época y el advenimiento de otra nueva, cuyas

consecuencias siguen gravitando hoy. El

expansionismo europeo en África, iniciado por

Portugal en el siglo XV terminaría transformando

todos los aspectos de la vida de las sociedades

africanas, incluidos los morales y religiosos, de

forma que cuando se produce la descolonización del

continente, en la segunda mitad del siglo XX, los

africanos han perdido casi totalmente su

personalidad, obligados a abrazar la fe y las

costumbres de los europeos.

Penetración político – militar

Hasta mediados de siglo XIX, la presencia

europea en África era puramente testimonial. En

1830, los franceses ocuparon Argel, so pretexto de

librar a la navegación internacional de aquel

peligroso foco corsario, pero una vez allí ya no se

marcharon. Antes al contrario, desde esa base de

operaciones iniciaron la sistemática conquista del

país, completada en 1848 con el sometimiento del

emir Abd el Kader. Desde el Sahel argelino, fue

ocupado todo el Sahara centro-occidental, hasta

lograr enlazar con los territorios ocupados por

Francia desde sus bases senegalesas en el Oeste

africano y Níger superior. Más al sur, Francia se

hallaba también en el golfo de Guinea -Costa de

Marfil, Dahomey, Congo superior y Gabón-, y

desde sus islas del Índico permanecía atenta para

proceder al asalto de Madagascar a la primera

oportunidad.

Page 31: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

25

De superior alcance eran los planes británicos

para la ocupación del frente oriental del continente.

Ello mediante un movimiento envolvente de Sur a

Norte y viceversa, que debería tener como bases la

recién adquirida Colonia de El Cabo y Egipto,

provincia emancipada del Imperio turco, cuya

ocupación era para Londres asunto prioritario para

asegurar su hegemonía en el Mediterráneo oriental

y. sobre todo, el control de la nueva ruta a la India

por el canal de Suez, inaugurado en 1869.

El moderno Estado introducido por Mehmet Alí

en Egipto en la primera mitad del XIX, saludado por

los contemporáneos como aurora de un

resurgimiento árabe, sobrevivió con dificultad a su

fundador, de forma que en 1882 ese país quedó

reducido de hecho a Protectorado británico. El paso

siguiente fue la ocupación del Sudán -condominio

anglo-egipcio, pero en la realidad dependencia

exclusivamente británica-. Ello, sumado a la

ocupación de Kenia, Uganda y otras regiones del

África oriental, permitiría a Gran Bretaña conectar

esos territorios con sus posesiones meridionales. Si

bien en 1881 hubo de aceptarse la segregación de

las dos repúblicas bóers (holandesas y calvinistas)

de Transvaal y Orange, situadas en los confines

noroccidentales de Sudáfrica, su viabilidad era

dudosa como los hechos no tardarían en demostrar.

En contrapartida, por el Norte y Noreste, el

avance desde El Cabo resultó imparable: Natal,

Bechuanalandia, Basutolandia, Suazilandia, fueron

cayendo una tras otra, reducidas a colonias o

protectorados. Cuando en las décadas de 1880 y

1890 surgió la doble posesión de Rhodesia, desde

ella pudo enlazarse sin dificultad con Uganda y los

dominios del Norte. El Imperio británico en África

oriental era una realidad incuestionable. Basta decir

que se extendía casi ininterrumpidamente desde el

Mediterráneo a El Cabo. Pero también en el

occidente africano, en la costa atlántica, dominaban

en Gambia, Sierra Leona, Costa de Oro (Ghana) e

incluso Nigeria.

Iniciada la década de 1880, Gran Bretaña y

Francia se repartían buena parte del continente

africano. Alemania quedaba muy por detrás.

Hizo acto de presencia tarde, pero con

determinación de quedarse: a sus posesiones de

Camerún y Togo, en el golfo de Guinea, sumó en

1884 los extensos territorios de África del Suroeste

y Tanganica, este último en el Índico. Portugal y

España continuaban en sus posiciones históricas de

siempre. Italia hacía su aparición en Eritrea y

Somalia en 1890 y en 1891; sufría una derrota unos

años más tarde en Etiopía y al término de la primera

década del siglo XIX (1911) se anexionaba Libia, y

una compañía belga, presidida a título particular por

el rey Leopoldo II, operaba en la inmensa región del

Congo.

El reparto.

El proceso de penetración desordenada en el

continente africano a partir de cabeceras de puente

establecidas en el litoral, mediante la doble táctica

de demostraciones de fuerza y de compra de

voluntades, una y otra garantizadas con ocupaciones

fácticas, o con tratados de protectorado sobre los

débiles poderes autóctonos, necesariamente tenía

que terminar enfrentando a las potencias

Page 32: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

26

colonialistas. Así sucedió con británicos y franceses

en Egipto, Sudán y Nigeria; a los franceses con los

alemanes en África ecuatorial, y a los alemanes con

los británicos en África oriental y en el Suroeste del

continente. De otro lado, también era necesario

decidir si se reconocían o no los derechos históricos

alegados por Portugal y España y si se atenderían la

pretensiones soberanistas del rey Leopoldo II de

Bélgica sobre el Congo y, en caso afirmativo, de

qué forma hacerlo compatible con los intereses de

Francia y Portugal y con la deseable libertad de

comercio y navegación en ese extenso país. Por

último, se imponía reconocer o no, una por una, las

adquisiciones ya realizadas y, sobre todo, introducir

mecanismos adecuados que regulasen las anexiones

futuras, así como los posibles contenciosos entre las

partes interesadas.

Para poner orden entre tanto caos y sentar las

bases de un reparto consensuado, tuvo lugar una

Conferencia en Berlín, entre el 15 de noviembre de

1884 y el 26 de febrero de 1885.

Si la conversión de África en una gigantesca ―res

nullius‖ (cosa vacía) facilitaba la tarea de poner en

conexión la "misión civilizadora" y la ocupación de

un territorio, la contrapartida se encontraba en la

tensión que el sistema podía generar entre las

metrópolis, embarcadas en una imparable carrera

por ampliar sus dominios. La Conferencia de Berlín

de 1885 obedece al propósito de desactivar la carga

desestabilizadora que la empresa colonial

representaba para las potencias europeas: mejor

llegar a un acuerdo entre pueblos civilizados, según

correspondía al Senado del mundo, que resolver las

controversias recurriendo a la fuerza militar.

Berlín era el marco más apropiado para la

Conferencia. La nueva Alemania, el II Reich,

ejercía desde la reunificación de 1870 un arbitraje

incuestionable en el continente europeo.

De otro lado, venía a ser la única potencia capaz

de ofrecer un escenario neutral, ya que entre las

grandes era la única, por los momentos, sin

apetencias coloniales.

El canciller germano Otto von Bismarck estaba

firmemente persuadido de que la hegemonía

mundial corres-pondería al Estado que ejerciese

clara prepon-derancia en Europa, y ésta resultaría

tanto más imbatible cuanto más concen-trados estu-

viesen sus fuerzas y recursos en el continente

europeo. Ocupar colonias equivalía por tanto a

dispersión de fuerzas y, en definitiva, a una mayor

vulnerabilidad.

Se entienden las reticencias de Bismarck a ese

tipo de adquisiciones, que tuvieron lugar tarde y a

desgana por no caberle otra salida, al tener que

proteger intereses de compañías privadas alemanas

ya introducidas.

Por lo mismo se comprende también que durante

la Conferencia de Berlín, el Reino Unido y sobre

todo Francia, rivales reales de Alemania en Europa

respectivamente, sorprendentemente tuvieran en el

canciller germano al principal valedor en sus

pretensiones coloniales. Bismarck cumplió a

cabalidad ese papel, pues... a más colonias, más

dispersión y por tanto, mayor debilidad.

Page 33: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

27

Page 34: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

28

IBEROAMÉRICA ANTE EL SIGLO XX

urante el último tercio del siglo XIX y el

primero del XX, Iberoamérica sufre una

profunda transformación, evolucionando desde unas

estructuras semi-coloniales a otras más conformes

con la moderna sociedad europea. El elemento

generador de esta evolución es el capitalismo

europeo y norteamericano que invierte en estas

naciones, elevando de un modo algo artificial su

prosperidad, ya que en muchos casos las

transforman en productoras de uno o como mucho

dos productos (café, fruta, ganado, trigo), sometidas

por tanto a los caprichos de los mercados y bolsas

mundiales.

Paralelamente hay países que inician una tímida

industrialización, en lucha con la competencia

inglesa y norteamericana. Simultáneamente se

produce una intensa avalancha inmigratoria que

cambia las estructuras sociales, que evolucionan

desde las formas patriarcales y coloniales a otras

más semejantes a los modelos europeos.

Un fenómeno significativo será la aparición de

las clases medias y la de un proletariado con

conciencia de clase.

En cuanto a los gobiernos, aparece un

predominio de los gobiernos civiles que superan la

etapa del caudillismo, gracias en especial a las

nuevas clases burguesas en que se asientan, la

expansión económica y la influencia europea a

través de los inmigrantes y las mayores facilidades

en las comunicaciones.

El factor más negativo de esta etapa fue el

imperialismo norteamericano, manifestado en el

campo económico, en el político, y mucho más

drásticamente en las intervenciones militares.

Norteamérica invirtió capitales cuantiosos en

plantaciones y obras de infraestructura,

fundamentalmente ferrocarriles, de tal forma que

llegó a dominar la economía de las naciones más

débiles, pudiendo coaccionar a sus gobiernos. Baste

recordar como ejemplo característico la 'United

Fruit Company”que monopolizó el comercio de

frutas.

D

Page 35: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

29

Page 36: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

30

MAHAN

La U.S. Navy, punta de lanza imperialista.

n nuevo ―navalismo‖, que sería artífice de

una geopolítica encontró su apóstol en la

persona del capitán Alfred Thayer Mahan de la

Marina de los Estados Unidos. En 1890, Mahan

publicó las conferencias sobre ―la influencia del

poderío marítimo en la historia‖, que había dado en

el Colegio Naval de los Estados Unidos. Estas

consistían en su mayor parte, en un concienzudo

análisis de las tácticas y la estrategia de la guerra

naval en los siglos XVII y XVIII, pero contenían

generalizaciones acerca del carácter y elementos

sustituyentes del poderío marítimo y de su relación

con la prosperidad nacional. ―Por primera vez

escribió sir Julián Corbett, la historia naval ha sido

colocada sobre una base filosófica‖.

Este juicio no hacía justicia al pensamiento

dominante en el propio país de Corbett, especial-

mente al del contralmirante Philip Colomb, cuya

gran obra analítica sobre la Guerra Naval apareció

al mismo tiempo que la de Mahan. Pero las

expresiones de Mahan tenían un halo magistral y

convincente que las hacía comprensibles -y

traducibles-, mientras que los minuciosos

tecnicismos de Colomb no lo eran.

Mahan sostenía que el predominio marítimo, el

comercio y las colonias están inseparablemente

asociados y constituían los fundamentos

indispensables de la riqueza y prosperidad

nacionales. ―Sin el comercio no hay marina; sin una

marina no puede haber comercio. Y el comercio y la

marina necesitan bases en ultramar.

El control de los mares es el principal entre los

elementos puramente materiales del poder y la

prosperidad de las naciones‖, escribió Mahan en

1893...

De esto se sigue naturalmente el principio de

que, como una cosa subsidiaria de este control,

resulta imperativo el tomar posesión, cuando pueda

hacerse rectamente, de las posiciones marítimas que

contribuyan a asegurar el dominio.

Sus enseñanzas y escritos, posteriores a la

edición de su obra naval, más que crear nuevas

orientaciones dieron énfasis a las ya existentes.

Mantenía que los Estados Unidos debían ocupar,

primero, posiciones que les dieran el control sobre

el istmo de Panamá, a través del cual, conside-

raciones comerciales y estratégicas harían necesaria

la construcción de un canal y, segundo, bases en el

Pacífico para proteger los intereses de los Estados

Unidos en el Extremo Oriente, en donde a

los antiguos rivales, Inglaterra, Francia y Rusia,

se habían unido en la pugna, Japón y Alemania;

países, cuyos gobernantes eran discípulos fervo-

rosos de Mahan.

U

Page 37: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

31

Una poderosa flota y un floreciente comercio

eran dos elementos de la trinidad de Mahan. Las

bases ultramarinas eran el tercero; y Mahan, como

ya hemos visto, dirigió la atención de sus

compatriotas a dos áreas en donde tales bases

deberían ser establecidas; el Caribe, para sal-

vaguardar el comercio del Atlántico, y el Pacífico,

para proteger el creciente intercambio con la China

y el Japón; y, por natural progresión, el istmo entre

los dos mares con un paso a través del mismo, que

no sólo aumentaría las posibilidades del comercio

americano, sino que disminuiría las dificultades que

su protección presentaba. En ambas zonas se podía

contemplar ahora el espectáculo de una potencia

europea en decadencia, gobernando los últimos

restos de lo que en otro tiempo fue un gran imperio.

La rebelión cubana contra el dominio español

fue una cuestión casi de interés doméstico para

Norteamérica, y la misteriosa destrucción del

crucero ―Maine‖ de la Marina de los Estados

Unidos en el puerto de la Habana en febrero de

1898, sólo dio ocasión a un conflicto al que el

gobierno americano fue empujado por un clamor

abrumador de la opinión pública. Los americanos

hubieran encontrado difícilmente un mejor

adversario en el que afilar sus dientes. La marina

española tenía un sólo acorazado contra cinco de los

Estados Unidos; sus navíos estaban ruinosos y sus

tripulaciones mal adiestradas. Dewey aniquiló a la

flota del Pacífico en Cavite, bahía de Manila en

mayo; Sampson la del Atlántico en Santiago de

Cuba en julio, y la captura de las Filipinas y Cuba,

con sus guarniciones aisladas de la patria y sus

poblaciones nativas en rebelión, siguió a esto como

una cuestión de trámite. Las doctrinas de Mahan del

poderío naval aparecían justificadas del modo más

rotundo.

Terminada la guerra hispano-americana, en París

se firmó un tratado el 10/12/1898, según el cual

España cedió a EE.UU. sus derechos sobre Puerto

Rico, Filipinas y Guam, y Washington reconoció la

independencia de Cuba pero obtuvo el ―derecho de

protegerla‖ hasta 1902, cuando por presión de

EE.UU., la Asamblea Popular cubana aceptó lo que

se llamó la ―Enmienda Platt‖, que daba a EE.UU. el

derecho a intervenir en los asuntos internos de Cuba

y a mantener una base naval en Guantánamo por 99

años. En 1934 se anuló esa enmienda pero quedó el

control de Guantánamo, que sólo cesa por acuerdo

de ambas partes. Cuba ha intentado en la ONU su

revisión, inútilmente.

Page 38: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

32

Pero la guerra hispano-americana no fue

simplemente un conflicto naval. Se planeó un

desembarco en Cuba que se llevó a cabo, pero

surgieron problemas tácticos y de organización que

evidenciaron que el poderío naval no bastaba por sí

solo para solucionar una guerra, cuestión que un año

después se plantearía a los ingleses en la guerra de

los boers.

En 1898 el ejército de los Estados Unidos estaba

mal preparado para hacer una guerra, igual que la

marina diez años antes. Sus 28.000 hombres estaban

diseminados por todo el territorio en pequeños

destacamentos que nunca se reunían para

instrucción y maniobras.

La Guardia Nacional proporcionó otros 114.000

hombres, y conservó su independencia del ejército

regular con un celo tal que repercutió tristemente en

su efectividad militar.

Los voluntarios hicieron ascender el número

total de hombres -que el Departamento de Guerra

tuvo que administrar- a 225.000, y su completa

incapacidad para alimentarlos, unifor marlos o

alojarlos adecuadamente, causaron una mayor

preocupación pública que el fracaso de las fuerzas

que desembarcaron en Cuba para forzar a las líneas

españolas a presentar batalla en Santiago.

Finalizada la corta guerra, se impuso un

programa al que en los primeros años del siglo

XX, el pueblo americano fue gradualmente

aceptando; América, no menos que las potencias de

Europa, tuvo que transformarse en una nación en

armas.

El patio trasero de U.S.A.

En la parte septentrional de América del Sur, la

república de Gran Colombia, compuesta por

Colombia, Ecuador y Venezuela se disolvió en

1830.

En lo que quedaba del siglo, estas repúblicas

estuvieron envueltas en contiendas internas, en las

que el poder naval casi no tuvo participación.

Page 39: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

33

Venezuela, como la mayoría de las naciones

iberoamericanas, estuvo sujeta a frecuentes

amenazas de flotas extranjeras. En diciembre de

1902 los barcos de guerra británicos y alemanes

bloquearon la costa venezolana y bombardearon los

fuertes de Puerto Cabello. El crucero alemán

Panther intentó entrar en el Lago de Maracaibo,

pero fue rechazado por el fuerte San Carlos que

guardaba la entrada y se vió obligado a retirarse a

Curacao para efectuar reparaciones.

Italia se unió al bloqueo, y el Presidente

norteamericano Roosevelt acordó intervenir como

árbitro de reclamaciones, y el ministro de Asuntos

Exteriores argentino repudió públicamente, con

argumentos jurídicos, contra el cobro por la fuerza

de las deudas de Venezuela por parte de las

potencias marítimas extranjeras. El bloqueo

terminaría a mitad de febrero de 1903.

Las grandes potencias utilizaron sus flotas en

Ibero-América, no sólo para intervención abierta,

sino para desempeñar políticas de fuerza. Las

relaciones de Chile con los Estados Unidos en las

décadas inmediatamente posteriores a la Guerra del

Pacífico, son un ejemplo. Los Estados Unidos

temían que Chile pudiera convertirse en la nación

dominante del Pacífico y una amenaza a sus

ambiciones, especialmente en el istmo de Panamá.

Durante la década de 1880 y entrada la de 1890, la

marina chilena era superior a la flota

norteamericana.

En el campo político se celebró en 1889 en

Washington la Primera Conferencia Internacional

de Estados Americanos, con unos objetivos

comerciales, que Estados Unidos utilizó para

consolidar tanto su expansión económica como su

imperialismo, cuya más trágica versión serán las

intervenciones militares, frecuentes en el área

centroamericana.

En diversas ocasiones, la mayoría de las

naciones del Caribe fueron bloqueadas,

bombardeadas o invadidas por marinas europeas y

de los Estados Unidos. Panamá, provincia de

Colombia hasta 1903, sufrió muchas intervenciones

por buques de guerra e infanterías de marina.

La zona fue un semillero de revoluciones durante

todo el siglo XIX y cuando el levantamiento

amenazaba a los intereses políticos o económicos de

una potencia naval sobre el istmo, dicha potencia

intervenía, en ocasiones de parte del gobierno

colombiano, pero a veces la intención era ayudar a

la causa rebelde, y era poco lo que la débil flota

colombiana podía hacer para evitarlo. Precario era

el estado de dicha flota para 1903, cuando la marina

norteamericana respaldó con éxito una rebelión en

Panamá para conseguir su nacionalidad.

Colombia se encontró con las manos atadas;

poco después de iniciarse la rebelión fue

despachado un cañonero colombiano a Panamá, con

una tropa de quinientos hombres y llegó a Colón,

terminal del ferrocarril transpanameño en el Caribe.

Al día siguiente, infantes norteamericanos,

embarcados en un crucero, prohibieron a las tropas

colombianas utilizar el ferrocarril, de propiedad

estadounidense y gestionado por su personal, para

atravesar el istmo hasta el corazón de la rebelión en

la ciudad de Panamá, término del ferrocarril en el

Pacífico. El 4 de noviembre Panamá declaró la

independencia, que reconocieron los Estados

Unidos extraoficialmente dos días después, y

oficialmente, una semana más tarde.

Tras provocar la escisión de Panamá, EE.UU.

intervino militarmente en ella los años 1917,1918 y

1925; en Cuba, tras la guerra hispano

norteamericana no se retiró hasta 1902, para volver

a ocuparla militarmente de 1906 a 1909, tras lo que

apadrinó una serie de gobiernos títeres; Haití la

ocupó desde 1915 a 1934; a la República

Dominicana la ocupó desde 1916 hasta 1924; en

Nicaragua desembarcó en 1912, no retirándose

hasta 1925, para volver al año siguiente a instaurar

un gobierno títere y la dinastía somozista.

En México, donde en 1911 se había iniciado la

―Revolución Mexicana‖, impulsada por dos grandes

líderes populares: Emiliano Zapata y ―Pancho

Villa‖, desembarcó en Veracruz en 1914, en donde

se encontraron con una fuerte y heroica resistencia

de los cadetes y marineros de planta de la Escuela

Naval, comandados por el Comodoro Azueta, y en

Page 40: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

34

1916 envió la expedición punitiva del General

Pershing.

Influencia naval en la Política.

En Iberoamérica, tras la independencia, algunos

hombres de la Marina se mostraron políticamente

activos, expresaron sus apoyos o desacuerdos por

medio de manifestaciones, pero hasta la época

indicada no hubo intentos importantes por ninguna

Marina, para derrocar a los gobernantes. Esto

cambió en la última década del XIX, al estallar

revoluciones navales significativas en Argentina

(1890), Chile (1897) y Brasil (1893-1894).

En esa época, el cañón y la lancha eran los

únicos medios disponibles con los que la Marina

podía desafiar a los centros militares basados en

tierra. La primera y más importante arma de la flota

era el cañón, y aunque su potencia destructora

aumentó notablemente hacia final del siglo, su

alcance era aún bastante corto en términos reales y

su precisión limitada. En 1890 un cañón de 305

mm. tenía un alcance de unos trece kilómetros, unas

diez veces más que un 32 ó 42 libras montado en la

cubierta inferior de un navío de línea de setenta

años antes. Como sus predecesores, el 305 mm. era

todavía apuntado a ojo, de forma que su alcance

eficaz no aumentaba mucho efectivamente.

En cierto modo, la lancha enmendaba las

deficiencias del cañón. Podía transportar la tercera

parte de la tripulación de un buque de guerra de

cuatrocientos hombres, que era lo que se podía

reducir de la dotación cuando el buque no estaba

empeñado en combate con el enemigo. Así, el

buque mayor contribuiría a las actuaciones en tierra,

con el equivalente a una compañía de infantería

ligeramente armada. Por toda Ibero-América los

destacamentos de desembarco estaban

característicamente constituidos por otros del

ejército, y en algunos casos, de infantería de marina.

Así, las marinas iberoamericanas no tenían

capacidad anfibia propia, ni sus cañones tenían

mucho alcance en tierra. Consecuentemente, no

existía una posibilidad razonable de imponer su

voluntad a la nación.

Solamente Chile tuvo éxito en el derrocamiento

de un gobierno, debido en gran parte a su capacidad

para formar una fuerza anfibia. Se presentó a la

Armada un modelo de submarino de unos 8 metros

de eslora, 15,5 toneladas de desplazamiento y

tripulado por 5 hombres. En esa época, se construyó

en Talcahuano, fue sometido a una serie de pruebas

pero no consiguió despertar interés. En el resto de

Ibero-América, las Marinas tuvieron una influencia

secundaria en la evolución de las políticas

nacionales, hasta después de la Segunda Guerra

Mundial.

Argentina – Chile

El descomunal esfuerzo económico realizado por

ambos países comprometía seriamente sus finanzas.

El equilibrio militar entre las dos naciones se

inclinaba hacia una u otra dependiendo del

momento en que se recibían las naves que, dicho sea

de paso, la Corona británica, como mediadora que

era, les vendía a unos y a otros, con pagos bien

garantizados…. por las dudas.

A principios de 1902 la confrontación era

inminente. La Escuadra argentina se encontraba en

permanentes evoluciones y las tropas terrestres

estaban desplegadas hasta el punto que solía decirse

que bastaba que a un soldado se le escapara un tiro

para desatar la guerra.

Por aquella época, la banca británica venía

efectuando fuertes inversiones en los dos países en

rubros como ferrocarriles, aguas corrientes,

telefónica y otros servicios, y de seguro, temió que

una guerra por una remota zona del planeta en la

que se ignoraba si había riquezas estratégicas,

afectase a sus negocios. Así que comenzaron con las

presiones primero, y con los cortes del crédito,

después. Por supuesto, tal acción fue suficiente.

Con un simple cambio de plenipotenciarios,

cuajó en pocos días un arreglo que no se había

podido alcanzar en más de una década de

discusiones. Se aceptó la mediación de la Corona

británica y tuvo como resultado colocar a ambas

Page 41: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

35

Escuadras en un estado de discreta equivalencia.

Buena parte de los barcos de guerra fueron

desarmados por cinco años y tanto Argentina como

Chile se vieron obligados a vender los acorazados

que tenían en construcción en Italia e Inglaterra,

respectivamente, entre otras medidas.

En 1904/6 el Brasil sanciona dos leyes de

renovación de la Escuadra y decide la construcción

de 3 acorazados de 19.000 toneladas, 2 cruceros y

10 destructores. Las relaciones coincidentalmente

empeoraron por cuestiones de jurisdicción en el Río

de la Plata. Se produce una ampliación de

jurisdicción vertical para las Marinas del mundo,

con la aparición de la Aviación Naval y el

Submarino. En este período, la Aviación Naval

Argentina empieza a tener incremento, pero el arma

submarina no tiene mayor desarrollo, al contrario de

lo que ocurre en otras marinas sudamericanas como

Chile, Brasil y Perú.

Equilibrio naval a la inglesa

En la década de 1880 los ingleses se

convencieron de lo inadecuado de su potencia naval,

si sus dos principales rivales, Francia y Rusia, unían

sus fuerzas. Si el Estado Mayor alemán se sentía

obsesionado por los cálculos del potencial militar

francés y ruso, los pensadores ingleses no se sentían

menos preocupados ante la suma de los barcos

franceses y rusos.

Porque la fricción con estas dos potencias fue en

aumento a lo largo de la década, al entrar Inglaterra

en repetido conflicto con ellas en África y Asia. Una

campaña en la prensa y en el Parlamento culminó en

la adopción oficial del patrón de doble-potencia. La

Royal Navy tenía que mantener una Armada

equivalente a la de las flotas combinadas de las dos

potencias marítimas que la siguieran en

importancia.

Para llevar a efecto esta política se aprobó en

1889 el Naval Defence Act, un paso que dio lugar a

una carrera de armamentos de una intensidad

totalmente nueva. Implicaba la construcción en el

plazo de los tres años siguientes de diez buques -

ocho de ellos de una nueva clase de más de 14.000

toneladas-, juntamente con nueve grandes cruceros

y treinta y tres más pequeños. Pero esto no fue más

que el principio. El acicate de la competición

franco-rusa, considerada como particularmente

amenazadora después de las demostraciones de

fraternidad naval entre estas dos potencias en 1891,

y la rápidez con que quedaban anticuados los

barcos, obligaron a los ingleses a establecer entre

1893 y 1904, un promedio de siete grandes

acorazados por año. Conservadores, radicales,

imperialistas, liberales, todos cooperaron para forzar

la marcha, bajo el estímulo de la recién formada

Liga Naval.

El desarrollo técnico y los temores alimentados

por las tradicionales rivalidades coloniales bastaron

así para producir la carrera naval con la que dio

comienzo el siglo XX. Pero tal pugna tuvo, además,

otras consecuencias.

El abandono de la vela, incluso como fuerza

motriz auxiliar, hizo depender a los navíos de bases

de aprovisionamiento y los barcos de guerra

precisarían de algo más que combustible si se quería

que estuviesen dispuestos para la acción en aguas

distantes.

Necesitarían municiones y víveres, muelles,

cuarteles navales y hospitales; todas las exigencias

de una base naval completa. De este modo si los

gobiernos iban a dar a su comercio la protección a

que tradicionalmente tenía derecho, habrían de

hacer uso de tales instalaciones. Estas bases nece-

sitarían asimismo protección; así como las líneas de

comunicación que las conectaran entre sí; y sería

precisos, por tanto, más barcos y más gastos.

Por esta razón, la solicitud de expansión naval

procedió no sólo de los círculos militares

encargados de las cuestiones como seguridad, sino

que fue pedida también por los múltiples intereses

comerciales y financieros de la Europa occidental y

de los Estados Unidos. A todo esto se unió la

presión de las grandes industrias navieras,

metalúrgicas y de armamentos, en favor de una

política que no sólo protegía sus in tereses

nacionales, sino también los suyos propios.

Page 42: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

36

Page 43: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

37

EMERGEN OTROS PAÍSES

mitad del siglo XIX empezaron a aparecer

en escena dos nuevos países para integrarse

en el elenco de actores con dominio naval:

Norteamérica y Japón. Otro país lo intentaría;

Rusia, queriendo romper sus propias ataduras de

inmenso país continental. Japón cuya puerta se

había ido abriendo muy lentamente, desde un siglo

antes, pasaba por una profunda crisis interna y se

enfrentaba a la creciente amenaza de las potencias

occidentales. El Japón de mediados del siglo XIX

hubo de enfrentarse a problemas domésticos a la par

que veía cernirse sobre sí la amenaza de un

expansionismo occidental decidido a abrir mercados

en el Extremo Oriente.

Muchos fueron los esfuerzos anteriores a 1853

realizados por las potencias occidentales con el fin

de forzar la apertura de los puertos japoneses,

aunque se trató de esfuerzos aislados y carentes del

apoyo de unos intereses económicos y políticos

sustanciales. En 1778 y 1792, los rusos pretenden

establecer relaciones comerciales. En 1804 sucede

lo mismo pero se rechazan éstas y otras ofertas

similares de barcos británicos. En 1825, el gobierno

ordena que todos los barcos extranjeros abandonen

aguas japonesas, una orden que no hará nada por

aliviar las presiones, cada vez mayores.

El cierre de sus puertos a los barcos extranjeros

fue temporal, ya que en 1853 el Comodoro

norteamericano Matthew Perry, condujo una

escuadra hasta la costa japonesa y ―solicitó‖ la

apertura de relaciones diplomáticas y comerciales.

Otras potencias obtuvieron pronto semejantes

ventajas y en pocos años la reclusión voluntaria del

Japón había terminado. Profesores y toda clase de

técnicos especializados occidentales fueron

invitados a Japón, mientras que un gran número de

japoneses, fueron a estudiar al extranjero. Un

espíritu belicista dominó en el país, y con él, un

ansia expansionista.

El Japón, cuya sociedad permanecía dentro de un

régimen, que se podría considerar feudal, tuvo que

aprender a vivir dentro de un mundo completamente

nuevo, que lo sometía a profundos cambios. Estaba

surgiendo como potencia. La imitación de los

patrones militares y navales occidentales fue un

factor decisivo del proceso por el que los japoneses,

saliendo de su aislamiento, se dispusieron a

competir como iguales con los Estados de Europa.

En 1866 el Shogun había invitado a una misión

militar francesa y a otra naval británica a poner los

cimientos de las nuevas fuerzas japonesas, pero dos

años después, una alianza de los ―samurais‖

restablece el poder del Emperador y la ciudad

capital pasa a ser Edo ―Tokio‖. En 1885 la misión

militar francesa fue seguida de una procedente del

Imperio alemán, y la instrucción y la organización

castrense japonesa pasaron a moldearse más

estrechamente sobre el modelo germano.

Para cuando el siglo terminaba, el Japón había

realizado en una generación lo que Europa tardó

veinte en conseguir, y atravesó el umbral del siglo

XX como potencia plenamente equipada desde el

punto de vista industrial, militar y naval. Lo hizo a

costa de China, a la que derrotó, tanto en tierra

como en el mar.

La guerra chino japonesa de 1894-1895

catapultaría al archipiélago del ―status quo‖ semi-

colonial a uno imperialista. La ocupación de Taiwán

aportó la primera experiencia de control imperialista

y desarrollo dirigido.

Para 1894, la marina japonesa tenía un mayor

poder artillero que la China, con cañones rayados, y

muchas de sus piezas eran de tiro rápido. Los chinos

tenían una mayor protección acorazada. La mayor

diferencia estribaba en el personal; los únicos

oficiales expertos entre los chinos eran extranjeros,

pero las tripulaciones carecían de práctica y tenían

muy poca preparación. En cambio, los nipones

tenían tripulaciones muy bien preparadas, con

marinos eficientes y excelentes artilleros.

El más importante encuentro naval se dio en la

boca del río Yalú. La victoria nipona no fue tan

decisiva en cuanto al número de bajas y de unidades

sufridas por los chinos, pero le dio el control del

mar y demostró ante el mundo que el Japón tenía

algo que decir en la moderna guerra naval.

A

Page 44: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

38

Ese año proporcionó a la marina japonesa una

mayor oportunidad de demostrar cuánto había

absorbido de sus tutores británicos.

En su desarrollo se había mantenido bastante

atrás con relación al ejército. En 1894 no; sería

bastante más que los tres navíos acorazados que

databan de veinte años antes y eran de un modelo

totalmente anticuado, y su principal fuerza residía

en tres cruceros acorazados, provistos de artillería

pesada.

Pero en los apartados de navegación, en su

instrucción y en la artillería, los japoneses

demostraron ser superiores a sus más potentemente

equipados rivales. En la batalla, en el Yalú,

consiguieron ese dominio sobre el mar. Después de

esto, el gobierno japonés se esforzó por robustecer

unos efectivos cuya utilidad había quedado

señaladamente probada.

Más no sacó frutos de la victoria, pues las

potencias europeas se lo impidieron en defensa de

sus propios intereses en China, siendo Rusia, por ser

vecina de los chinos, la que ampliaba cada vez su

intromisión, obteniendo de la decadente China, la

Manchuria, Corea y la plaza y puerto de Port-

Arthur.

En 1898, la adquisición por parte de Rusia del

arriendo de la disputada península de Liaodong hizo

resurgir el resentimiento japonés contra los grandes

competidores europeos. Muy pronto, la influencia

rusa sobre Corea comenzaría a empañar los éxitos

obtenidos. Por otra parte, Japón participaría en

1900, conjuntamente con las Grandes Potencias, en

la represión del levantamiento boxer en Beijing, lo

que le valdría el redoblado respeto y amistad de

Gran Bretaña, expresados en la Alianza Anglo

Japonesa de 1902.

En medio siglo su avance fue espectacular, como

lo fue la destrucción de la flota rusa en Tsushima en

1905 por el Almirante Togo, quedando Rusia atada

nuevamente a sus lazos terrestres. La Marina

japonesa se enfrentaría a la rusa con seis acorazados

de primera clase y ocho cruceros blindados, y

establecería una supremacía en las aguas del

Pacífico que tendría profundas repercusiones sobre

el equilibrio de poder.

Estados Unidos, que ya mantenía en su esfera de

influencia a la América Central y del Sur, y a gran

parte del área del Caribe, paseaba su pabellón por

otros Océanos, en los mástiles de su naciente y

poderosa flota.

Page 45: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

39

LA PRIMERA VICTORIA ASIÁTICA

n 1903, tras asegurarse el apoyo de Gran

Bretaña, Japón propone a Rusia el reparto

de Manchuria. Los rusos rechazan toda oferta

porque ya ocupan gran parte de la región y han

infravalorado la fuerza militar del rival nipón.

Fortalecido por la garantía de que la Armada

británica vendría en su ayuda en caso de encontrarse

en guerra con más de una potencia europea,

Japón inició los preparativos para hacer frente a

Rusia.

E

Page 46: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

40

La guerra ruso-japonesa de 1904 a 1906, se

inició con una gran sorpresa naval preparada por el

Japón. Dos días después de la ruptura de las

relaciones diplomáticas, pero antes de haberse

declarado la guerra formalmente, -lo cual sucedió el

1 de febrero-, por medio de una escuadrilla de

torpederos realizó la flota japonesa un ataque por

sorpresa a la flota rusa, reunida en la rada de Port

Arthur.

Un conjunto de 11 torpederos atacó por sorpresa

a la Escuadra rusa, compuesta de 7 barcos de línea

acorazados y 5 cruceros, lanzando hasta 20

torpedos, la mitad de ellos a quemarropa. El éxito

fue muy mediano, si se tiene en cuenta lo propicio

de la ocasión; resultaron 2 barcos de línea rusos y

un crucero con graves averías, pero no se perdió

ninguna unidad. Este fracaso relativo se debió muy

probablemente a defectos técnicos de los torpedos,

pero la sorpresa en sí, fue un éxito completo.

El 7 de febrero la Flota del Almirante japonés

Togo, se hizo a la mar para atacar la Flota rusa. En

la noche del 8, lanzó un ataque con torpedos contra

los barcos enemigos, a 60 millas de Port Arthur,

obligándolos a regresar a puerto. Al día siguiente la

Flota rusa se hizo también a la mar y tuvo lugar un

encuentro que resultó indeciso, pero a partir de ese

momento, los rusos se vieron obligados a actuar a la

defensiva. Las naves rusas con base en Vladivostok,

importante puerto en el extremo S. E. de Siberia,

zarparon al saber de la salida de la Flota rusa desde

Port-Arthur. Fueron interceptadas por otra escuadra

japonesa y destruidas. Así, la Flota rusa del Extremo

Oriente quedaba fuera de combate.

El 5 de mayo los japoneses iniciaron sus

desembarcos en la península donde se encontraba la

plaza fuerte y base naval de Port Arthur; cercada

por los japoneses, la Flota rusa de acorazados,

cruceros y ocho destructores, decide abandonar el

puerto y unirse a la Escuadra de Vladivostok. A la

salida se enfrentan con destructores japoneses,

muriendo el almirante ruso y regresando al puerto

cinco acorazados, un crucero y tres destructores. El

resto, amparado por la oscuridad lograron llegar a

puertos chinos, quedando internados.

Durante siete meses los japoneses fueron

estrechando el cerco, con frecuentes y sangrientos

asaltos, hasta lograr conquistar las colinas que

dominaban el puerto. El dividendo obtenido –a

pesar de sus fuertes pérdidas- fue la Flota rusa, que

podía ser bombardeada impunemente. El

bombardeo empezó el 6 de diciembre y en los

siguientes días los barcos rusos fueron reducidos a

escombros. Acto seguido, asedian más

estrechamente a Port Arthur. Este dura casi un año y

cuando a comienzos de 1905 se produce su caída, el

ejército japonés penetra en Manchuria

enfrentándose con el ejército ruso en la gran batalla

campal de Mudken, de la que resulta vencedor.

Rusia envía el socorro

Al haber quedado asediada la Flota del Pacífico

en Port Arthur, el Alto Mando ruso ya comenzó a

planear el envío de una de sus otras dos Flotas a esa

área. Lo más lógico era enviar a la Flota del Mar

Negro, puesto que saliendo al Mediterráneo y por el

Canal de Suez, tendría que recorrer la mitad del

camino que si la Flota del Báltico pasara también al

Mediterráneo y siguiera al final el mismo recorrido.

Sin embargo, los Tratados que había firmado el Zar

con respecto al uso de la Flota del Mar Negro, así

como el boicot inglés del Canal de Suez, obligaron a

los rusos a recurrir a la Flota del Báltico,

rebautizada como el Segundo Escuadrón del

Pacífico. Además, al frente de dicho Escuadrón se

encontraba un hombre de la plena confianza del Zar,

el almirante Rodjestvensky.

Este marino ha tenido a lo largo de la historia

igual número de partidarios como de detractores,

indicando estos últimos que todos los méritos

obtenidos a lo largo de su carrera naval tenían

cuanto menos, atisbos de fraude. Sin embargo, en su

época estaba considerado como uno de los mayores

expertos en artillería naval de su tiempo,

demostrando en numerosas ocasiones sus

habilidades en exhibiciones, como una realizada

ante el Káiser Guillermo de Alemania en 1902, el

cual -para satisfacción del Zar- no pudo disimular su

Page 47: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

41

asombro ante la increíble puntería de los cañones

navales rusos.

Por otro lado, el poder alcanzar con los 38

heterogéneos barcos de su Flota las costas del

Japón, con una tripulación desmotivada y una

oficialidad desmoralizada, ya es de por sí una

proeza de habilidad marinera, que cuanto menos nos

tiene que hacer pensar que no era un simple

cortesano.

Efectivamente, el reto que le encargó el Zar era

prácticamente irrealizable. Se pretendía que

partiendo de sus bases en el mar Báltico

(mayormente Krondstadt, en San Petersburgo), se

realizara un viaje de 33.335 km. con barcos con

calderas a carbón que no estaban diseñados para

viajes tan largos y sin ninguna base amiga para

repostar por el camino, y que una vez allí,

destruyera a la Flota nipona al completo. Un reto,

sin lugar a dudas, colosal, que Rodjestvensky aceptó

con disciplina, zarpando, pero con el pleno

convencimiento de que la Flota su mando se

encaminaba a su casi segura destrucción, si es que

conseguía llegar.

La navegación

Navegaron por el Canal de la Mancha y una

División de navíos ligeros se internó en el

Mediterráneo para pasar por el Canal de Suez hacía

el Océano Indico. Lo mismo hizo una tercera

División que partió del Báltico un poco después.

Desde su partida, el viaje estuvo plagado de

incidentes. El más notorio fue el cañoneo por parte

de un crucero auxiliar ruso en el Mar del Norte, a la

altura de Dogger Bank, de una flotilla de pesqueros

británicos que el Almirante, mal informado por la

Inteligencia Naval rusa, confundió con torpederos

corsarios a sueldo del Japón. Este incidente provocó

la mofa de los enemigos del Almirante, desprestigió

aún más si cabe a la Marina rusa, y acabó por

desmoralizar definitivamente a sus tripulaciones,

amén de emplazar la situación diplomática con Gran

Bretaña en un peligroso punto de práctica rotura de

relaciones diplomáticas.

Otro grave problema fue el carboneo. Gran

Bretaña vetó la venta de su carbón de gran calidad

para la navegación, (por su mayor capacidad

calorífica y su menor producción de humo debido a

su mayor pureza), a todos los países o colonias de

países que se encontraran en la ruta de la Flota rusa,

(carbón del que por otra parte Japón había hecho

enormes acopios antes de la guerra), y dada la falta

de colonias rusas hasta el Mar del Japón, podía

significar que la Flota no podría llegar por falta de

combustible. Finalmente el Káiser ayudó a su

pariente el Zar, enviando sesenta buques carboneros

para que suministraran a la Flota en el mar durante

su recorrido, labor también sucia y desagradable

para las tripulaciones, que hicieron más amargo

todo el camino rumbo a la guerra en el Lejano

Oriente.

Page 48: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

42

El grueso de la Flota inició su largo periplo

alrededor de África. Tras hacer desastrosos

ejercicios de tiro en Madagascar, para hacer tiempo

mientras se esperaba la llegada del Tercer

Escuadrón del Pacífico, se llegó al último mes de

singladura, reuniéndose toda la Flota Rusa a la

altura de Vietnam a principios de mayo de 1905.

Mientras tanto, los japoneses, ya que la guerra

terrestre se había estancado en una guerra de

trincheras, -preludio a la futura Gran Guerra- guerra

de desgaste que el mayor poder económico de Rusia

podía resistir durante mayor tiempo, necesitaban

acabar con la Flota Rusa, o evitar su llegada a

Vladisvostok, por dos motivos:

En primer lugar, en Vladivostok, los efectivos

navales rusos podrían recuperarse, hacerse fuertes, y

atacar el tráfico marítimo de Japón a Corea, única

manera de abastecer de tropas y material a su

ejército, mientras que los rusos tenían la más fácil

vía terrestre.

En segundo lugar, logísticamente no lo era

posible a la Flota japonesa bloquear Vladivostok,

por lo que el enemigo en potencia podría desgastar

de tal modo a su flota, que junto con la primera

causa podrían obligar al gobierno japonés, asfixiado

económicamente, a pedir negociaciones de paz.

Por lo tanto, Togo sabía que el enfrentamiento de

su Flota con la rusa, era la batalla definitiva, en la

cual debería destruir a su enemigo, o a la larga, éste

ganaría la guerra.

Último acto

Aquella Armada de 50 navíos se puso en camino

el 14 de mayo de 1905 para la última parte de su

viaje. Conocedor Rodjestvensky de que Port-Arthur

había caído en enero, intentaba llegar a Vladivostok.

Existían tres rutas posibles. Las dos primeras, por

los estrechos de Tsugaru y el de la Perousse,

significaban derrotas más largas y exigían

reabastecimiento de carbón al lado de las costas del

Japón, y pensaba que podían haber sido minados

durante su largo viaje. Quedaba la tercera, por el

estrecho de Tsushima, en completo silencio

radiotelegráfico, entre la Península coreana y el sur

de la mayor isla del Archipiélago japonés.

Estando informado de que dadas las condiciones

del ferrocarril ruso -el Transiberiano- todavía sin

terminar en un gran tramo, no podía contar con

reabastecimiento en Vladivostock, decidió entrar al

estrecho de Tsushima con algunos buques

auxiliares, enviando el resto a Sanghaí y

amontonando en las naves de guerra el carbón, en

pañoles y cubiertas, con el fin de dar a sus

acorazados una provisión suficiente para recorrer

5.555 km., medida ésta, que perjudicaba la eficacia

militar de su flota, compuesta de barcos, en general

ya viejos la mayoría y de lento andar, mientras los

barcos japoneses eran modernos y rápidos. Aún

cuando los rusos los superaban en artillería pesada,

los cañones de tiro rápido de los japoneses y la

agilidad maniobrera de sus naves, cubrirían a los

rusos con una lluvia devastadora de fuego.

El Almirante Togo, que mandaba la Flota

japonesa, la tenía bajo sus órdenes, tanto en paz

como en guerra, desde hacía ocho años. Sus

Comandantes llevaban con él todo ese tiempo y en

ellos podía confiar para comandar sus Divisiones

independientemente, pero siempre en coordinación

con su plan general. Un entrenamiento constante,

comprendiendo los ejercicios de tiro, había dado a

sus tripulaciones una habilidad considerable.

También los proyectiles japoneses eran de calidad

superior, teniendo espoletas que detonaban al más

ligero contacto. La escuadra rusa era un

amontonamiento heterogéneo de barcos de

diferentes calidades y tripulaciones valerosas, pero

pésimamente entrenadas y disciplinadas. Además,

fatigadas por un viaje de ocho meses.

Page 49: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

43

El resultado sólo podía ser uno: en la mañana del

28 de mayo de 1905 los fragmentos de la flota rusa

estaban dispersos por el mar. De 37 naves rusas de

todas las clases que empezaron a cruzar el estrecho,

sólo escaparon tres cruceros, dos torpederos y

cuatro naves auxiliares. Las pérdidas materiales

japonesas fueron tres destructores hundidos, aunque

los cinco acorazados fueron gravísimamente

averiados, pero serían reparados.

Análisis militar

Diferentes analistas, expertos en la materia,

coincidieron en los resaltantes puntos siguientes,

que demuestran la serie de factores contrarios a la

consecución exitosa del viaje de la Flota Rusa.

En primer lugar, los navíos rusos, aunque

modernos, no eran de buen navegar y con diseños

defectuosos, llenos de objetos y componentes

fácilmente inflamables y sobre todo no estaban

diseñados para largos viajes, puesto que su

construcción fue para navegar en el Báltico.

Los motores de vapor desgastaban rápidamente

las piezas, por lo que debido a la falta de repuestos

durante todo el viaje, el almirante decidió navegar

lo más lento posible para retrasar dicho desgaste.

Adicionalmente, las calderas de vapor debían ser

sometidas a frecuentes limpiezas periódicas de las

incrustaciones de sales cálcicas y magnésicas -no

existían sistemas a escala industrial de purificación

del agua- por lo que provocaba que los tubos de las

Page 50: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

44

calderas (las calderas rusas eran generalmente de

triple expansión, verticales, y del tipo ―tubos de

agua‖), se obstruyeran.

Si tenemos en cuenta que un acorazado podía

tener fácilmente, dado el bajo rendimiento de las

calderas de la época, entre 12 y 26 calderas,

podemos imaginar la penuria de estas operaciones

de mantenimiento, en alta mar, y sobre todo en

climas tropicales para una tripulación acostumbrada

al severo clima continental del norte de la Rusia

europea.

La flota era demasiado heterogénea, con un

conglomerado de acorazados, cruceros y

destructores que entorpecían la acción coordinada

de la misma, al presentar diferentes prestaciones de

velocidad, potencia de fuego, protección y

capacidad marinera.

Además, la imposición de que a la flota se le

sumaran viejos acorazados, con el pomposo nombre

de Tercer Escuadrón del Pacífico con la idea de que

un número grande de efectivos sería mejor para el

combate, -amén de que estos barcos antiguos

servirían como ―blancos‖ que dividirían la potencia

de fuego nipona-, fue una decisión absurda que

afectaría gravemente al futuro desenlace de los

acontecimientos.

Otras deficiencias graves eran respecto a las

prestaciones de los equipos de radio, de las

direcciones de tiro (o su uso), pero sobre todo, el

ambiente de indisciplina y pre-revolucionario de

muchos componentes de la marinería.

Las Armadas del mundo examinaron la batalla

de Tsushima con gran atención, y del desastre ruso

surgieron dos hechos. Uno fué que la velocidad era

crucial.

Los veloces buques de guerra de Togo habían

decidido la naturaleza y el tipo de combate,

arrinconando a su presa antes de que ésta pudiera

replicar.

Incluso sin la desventaja añadida de los fallos de

Rodjesvensky como Comandante, los lentos barcos

rusos eran trampas mortales. Unos pocos barcos

lentos ponían en peligro no sólo a los

desafortunados hombres que llevaban a bordo, sino

a toda la flota, que se veía obligada a seguir el paso

de su miembro más rezagado.

El otro hecho, observado en un tiempo posterior,

era la avasalladora importancia de los grandes

cañones de 305 mm. de largo alcance.

Los más pequeños y los torpederos habían

jugado su papel, sin ninguna duda, pero aparecieron

en escena sólo en el último acto, asestando el golpe

mortal a barcos ya mortalmente heridos.

El resultado se había decidido en la primera hora

de batalla, cuando los cañones grandes le dieron a

sus blancos a más de 7 km. de distancia.

Paz y geopolítica

Actuando como intermediarios, EE.UU. como

padrino de Japón, y Alemania como padrino de

Rusia, se iniciaron las conversaciones de paz que

culminaron el 14 de octubre de 1905 con la firma de

un Tratado.

En este tratado se acordaba:

Rusia aceptaba la primacía japonesa en Corea

Rusia cedía al Japón los derechos obtenidos de

China sobre la península de Liaotaung, en

especial Port Arthur y Dalny.

Rusia cedía la mitad de la isla Sajalín al Japón.

Todas las propiedades rusas de los territorios

transferidos al Japón pasaban a ser de propiedad

japonesa.

Ambos ejércitos abandonaban Manchuria.

La victoria de Togo, trajo como consecuencia,

además de problemas sociales a Rusia, sembrando

el virus de la revolución y desequilibrando las

políticas en Europa, provocar el despertar de Asía y

África, descargando un golpe mortal sobre todos los

Imperios Coloniales.

El carácter invencible de las potencias europeas

y la supremacía de la "raza blanca" fueron objeto de

profunda discusión a raíz de la derrota de Rusia:

Extremo Oriente dejó de ser un campo libre de

acción para las potencias occidentales y se convirtió

en escenario de la rivalidad entre las dos nuevas

potencias imperialistas en ascenso: Japón y los

Estados Unidos.

Page 51: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

45

El reparto del Pacífico.

El siglo XIX llevó a Europa hasta el cenit de su

ascendencia colonial a medida que Francia

(Polinesia francesa, Nueva Caledonia, Wallis y

Futuna) y Gran Bretaña (Fidji, las islas Salomón,

Papúa Nueva Guinea, las islas Gilbert y Ellice,

Tonga) establecían Protectorados y se anexionaban

territorios. Alemania fue la última nación europea

en unirse a la caza de los despojos en el Pacífico

Sur, adquiriendo intereses en Samoa y Micronesia y

anexionándose en 1884 el noreste de Nueva Guinea,

mientras las colonias blancas de Australia y Nueva

Zelanda participaban en (y más tarde tomaban el

control de) la administración de las posesiones

insulares británicas.

En 1888 la isla de Pascua fue anexionada por

Chile, y en 1898 los Estados Unidos se anexionaron

Hawai y se apoderaron de Guam en la Guerra

Hispano norteamericana.

España, a su vez, vendió a Alemania los

archipiélagos de las Carolinas, Palaos y las

Marianas.

Los americanos, al año siguiente compraron por

tratado todos los anteriores territorios españoles en

Micronesia y adquirieron la Samoa norteamericana

a través de un acuerdo con Alemania y Gran

Bretaña.

Page 52: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

46

BALLENEROS

a caza de ballenas se remonta a los oscuros

rincones de la historia, cuando los hombres

de la Edad de Piedra se enfrentaron a los temores

del mar desconocido para desafiar a los grandes

monstruos que respiraban aire. Restos arqueológicos

indican que hace tres mil años, esquimales del

Atlántico y del Pacífico, cazaban ballenas pequeñas,

varadas o cercanas a las costas. La carne de una

ballena podía mantener viva a una comunidad

entera durante los inviernos más brutales, y se han

encontrado arpones hechos de hueso en cuevas a lo

largo de las costas occidentales de Europa.

Esta había formado parte de la vida vasca desde

fines de la Edad de Piedra, cuando por primera vez

los vascos aparecieron en la costa noroeste de

España y del otro lado de los Pirineos en el extremo

sudoeste de la costa de Francia Se desconoce de

donde proceden, algunas de las palabras de su

lenguaje, cuyo origen es desconocido; varias de

ellas se abrieron paso a otros idiomas. Una de ellas

era arpoi, cuyo significado es empuñar o sostener, y

que con el tiempo se convirtió en la palabra

castellana arpón, de la que deriva la inglesa

―harpoón‖.

Los primeros cazadores vascos, probablemente

atacaran a las ballenas embarrancadas en los bajíos.

Pero por el 700 d.C., según textos antiguos, los

vascos salen al golfo de Vizcaya en flotillas de

botes pequeños y montan un ataque organizado

contra esos animales.

Los vascos no solo empleaban la carne de la

ballena, sino que en marmitas sobre la playa,

convertían la gruesa capa de grasa en aceite con el

que iluminaban sus casas. Descubrieron que sus

huesos pesados se podían transformar en diversidad

de utensilios, como cuchillos y azadas. Y la lámina

córnea, dura pero flexible, hallaba un uso en látigos

para Ios caballos y otros animales, a la vez que para

arcos y escudos. Cuando se la cortaba y coloreaba,

también conformaba penachos impresionantes para

los yelmos de los guerreros.

La ballena no tardó en ser considerada un animal

tan valioso, que la temprana ley medieval inglesa la

proclamo un pez real, y por ello, propiedad del rey.

L

Page 53: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

47

Su lengua era aceptada como diezmo por la diócesis

de Bayona, Francia, cuyos canónigos la disfrutaban

como una exquisitez en la mesa del refectorio.

De manera inevitable, a medida que los usos y el

valor de las ballenas aumentaban, los animales

fueron expulsados del golfo de Vizcaya. En el siglo

XV los vascos se adentraron cada vez más en el

mar, primero en sus galeras impulsadas a vela y

remos, siguiendo diseños romanos, y luego en

barcos a vela, posiblemente carracas de 60 pies de

eslora y 30 pies de manga. La dotación de la nave

totalizaba casi 50 hombres, incluyendo un piloto,

por lo general un vecino normando de ascendencia

vikinga, familiarizado con la navegación nórdica

por el frío Atlántico Norte. Los vascos perseguían a

las ballenas Atlántico arriba hasta las Feroe, y más

allá, hacia los mares árticos alrededor de

Spitzbergen. Existen pruebas en mapas antiguos de

que los balleneros vascos de la Edad Media es

probable que pasaran por delante de Islandia hacia

Groenlandia y Terranova, llegando al Nuevo

Mundo después que los vikingos, pero un siglo

antes que Colón.

Con el tiempo, la carraca vasca fué sustituida por

la más veloz carabela, en la que transportaban dos

botes balleneros que botaban cuando avistaban

ballenas. La ballena era arponeada, lanceada y

remolcada al barco, donde se cortaba la grasa en

pedazos grandes y se almacenaba en cubas hasta

llegar a casa. El clima en esas latitudes

septentrionales por lo habitual era lo bastante frío

como para evitar que se descompusiera, pero

cuando los barcos se aproximaban al golfo de

Vizcaya el hedor de la grasa podrida se expandía

hacia tierra.

Durante tres siglos los barcos vascos navegaron

por todo el Atlántico Norte. Los empresarios

protestantes de Inglaterra y Holanda estaban

enfrascados en una creciente rivalidad comercial y

naval por el dominio de las ricas rutas marítimas del

mundo. Los británicos y los holandeses, con

anterioridad buenos clientes del aceite y las láminas

corneas de ballena proporcionados por los vascos,

decidieron lanzarse a esa actividad y empezaron por

reclutar a los propios vascos como arponeros v

cortadores.

A fines del siglo XV sólo los holandeses tenían

ya cerca de 200 balleneros peinando las aguas

septentrionales. Casi todas las dotaciones incluían a

algún vasco, cuyo conocimiento especial era

rápidamente absorbido por sus patronos extranjeros.

Los estudiosos británicos v holandeses pronto

dominaron el arte de la caza de la ballena y

despidieron a sus maestros. Las dos naciones

impusieron su control tanto de la industria como del

mar, e incluso prohibieron a los vascos entrar en las

aguas septentrionales, amenazando con hundir sus

navíos si osaban aventurarse demasiado hacia el

norte o el oeste del golfo de Vizcaya. A mediados

del siglo XV el dominio ballenero de los vascos

había llegado a su fin, y los británicos y holandeses

luchaban entre sí para ganar el control de las

regiones septentrionales. Al final, los holandeses

expulsaron a los británicos de las zonas balleneras

del Atlántico Norte.

En el otro extremo del mundo, los japoneses

perseguían a las ballenas y a algunos cachalotes del

Pacífico que migraban a lo largo de la costa del

Japón. Sus métodos de captura eran muy distintos

de los europeos. Usaban arpones, pero les añadían

bolsas infladas, para cansar a la ballena que se

sumergía, y marcar su emplazamiento. Los

cazadores salían en flotillas de naves largas de remo

que impulsaban entre 30 y 40 remeros. E

incorporaron otra invención propia: una red

sustentada por barriles flotantes. La técnica

japonesa usaba nada menos que 30 botes, algunos

para rodear a la ballena y otros para manejar la red.

Una vez que la ballena quedaba atrapada en ésta, se

la lanceaba repetidas veces hasta que un hombre

pudiera, con impunidad, saltar sobre ella y colocarle

un cabo de remolque para arrastrarla a tierra.

Al mismo tiempo, los esquimales en el Ártico

cazaban a la ballena austral, atacándola con arpones

de puntas hechas de colmillos de morsa. Como los

japoneses, los esquimales ataban a los arpones

boyas fabricadas con vejigas, y después de que

grupos de seis hombres en botes de piel hubieran

Page 54: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

48

arponeado y lanceado a la ballena austral, la

remolcarían a tierra para cortarla.

Con el fin de garantizar una captura, los

habitantes de las islas Aleutianas a menudo

empapaban los arpones en veneno, que actuaba

como un sedante que apaciguaba a la ballena, hasta

que la abatían can lanzas.

Pero ninguna de esas depredaciones, la caza a

gran escala realizada por los vascos, los británicos y

los holandeses, ni los ataques de los japoneses y los

pueblos del Pacifico Norte podían compararse con

la cosecha de grandes ballenas que recogerían del

océano los yanquis de Nueva Inglaterra. Estos

elevaron la caza de ballenas —al menos en la

acepción antigua de la palabra— a su cenit,

convirtiéndola en una industria importante que

involucraba cientos de barcos que recorrían el

mundo.

Con el tiempo, el aceite de ballena iluminó

ciudades y hogares, lubricó máquinas, y la dura y

flexible lámina córnea encontró montones de usos:

desde muelles de sillas y cepillos para e1 cabello

hasta látigos para los coches a caballo, aros de

faldas y ballenas de corsé (que misericordiosamente

sustituyeron a las anteriores tiras de hierro). En el

siglo XVII se desarrollaron técnicas para cazar en

alta mar. En 1670 los balleneros americanos

llevaban en las embarcaciones hornos para freír la

grasa de los cetáceos.

El cachalote.

Durante todos estos siglos, el objetivo de la caza

era la ballena y los pescadores procuraban apartarse

de los cachalotes, considerados más fieros y

violentos. Pero a principios del siglo XVIII, un

pescador de Nantucket se atrevió a cazar uno,

descubriendo que daba un aceite más fino que el de

la ballena, ideal para hacer velas, y que en su cabeza

se alojaba una cavidad llena de un líquido

oleaginoso muy puro, bautizado como espermaceti.

Este aceite era un lubricante excepcional para

rodamientos delicados y maquinaria de alto

rendimiento. La Revolución Industrial tiene mucho

que agradecer al espermaceti. Esa revolución exigía

combustible. Por ello, se ampliaron las zonas de

caza hasta el Pacifico y se inició la de los cachalotes

y otras especies que proporcionaban más aceite.

La Guerra de Independencia Norteamericana

también fué una guerra ballenera. A finales del siglo

XVIII, Nantucket era ya un puerto ballenero de

excepcional importancia, y la flota británica acosó a

los balleneros coloniales enrolando a la fuerza a sus

tripulaciones en los barcos de Su Majestad. Así,

Gran Bretaña fué la gran potencia ballenera de 1780

a 1810, ampliando al Océano Pacífico sus

actividades. Pero la guerra contra los Estados

Unidos, 1812 a 1814, y la paulatina desaparición de

las ballenas en el Atlántico Norte, terminaron con

tal supremacía.

El declive británico convirtió los puertos

norteamericanos de Nantucket y de New Bedford en

el epicentro de la captura de cetáceos. Sus

balleneros fueron diseñados como fragatas

mercantes, de recia construcción y amplia capacidad

de carga. Llevaban la obra viva forrada de cedro y

de cobre para evitar la broma, y la roda reforzada

para resistir a los hielos. Sus balleneras iban

colgadas de sus pescantes, no estibadas sobre

cubierta, como era habitual. Las bodegas estaban

repletas de barriles y cargaban provisiones para

cuatro años.

El ballenero daba la vuelta al mundo, tocando

tierra muy pocas veces. La vida de las heterogéneas

tripulaciones era difícil, pues aparte de los riesgos

del mar y de la caza y de las incomodidades de

abordo, el trabajo resultaba duro y mal pagado. De

todo aquello en el imaginario colectivo sólo ha

quedado el aroma de aventura, gracias a las páginas

de Herman Melville en ―Moby Dick‖ y el grito de

los vigías alertando de la presencia de ballenas:

¡‖Allá resopla‖!.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, los

balleneros de vela y remo se sustituyeron por los de

vapor. Estos se dotaron de cañones de arpones que

permitían la caza a distancia.

En 1900 la caza de ballenas era de 2.000

ejemplares anuales; en 1911 ascendió a 20 mil.

Page 55: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

49

La demanda de aceite en las siguientes guerras

mundiales hizo aumentar las cifras. En 1946 se creó

la Comisión Ballenera Internacional, organismo que

regula la caza de ballenas, -con el fin de conservar

todas las especies y proteger las que se hallaban en

peligro de extinción- tras la creación de varios

santuarios balleneros (zonas donde se prohíbe la

caza comercial).

Después, en 1986 entró en vigor una moratoria de

cinco años, que se ha ido renovando para la caza de

ballenas con fines comerciales.

Japón, Noruega e Islandia aprovechan la

existencia de lagunas legales en las normas de la

C.B.I., o hacen caso omiso de éstas, para continuar

con la caza de cetáceos, amparándose en el pretexto

de la ―caza científica‖.

EXPLORANDO LOS CONTINENTES HELADOS

Page 56: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

50

Geopolítica.

n 1914 Europa estaba dominada por cinco

grandes potencias: Reino Unido,

Alemania, Francia, Austria-Hungría y Rusia. Los

otros Estados sólo tenían una importancia

secundaria. Las monarquías liberales escandinavas,

muy poco pobladas, no tenían ninguna influencia.

Bélgica y los Países Bajos, bien situados junto al mar

del Norte y con ricos imperios coloniales, y la

neutral Suiza, eran países prósperos, pero al

margen de los grandes problemas internacionales.

Algo parecido ocurría con las penínsulas me-

diterráneas, que sufrían las dificultades

tradicionales de las sociedades agrarias pobres.

Sólo la Italia unificada había intentado participar

en el gran juego internacional, pero los resultados

habían sido escasos. Los países balcánicos, li-

berados en su mayor parte del Imperio Otomano -

que había quedado reducido en Europa a una

estrecha franja que controlaba los estrechos Bósforo

y Dardanelos- sufrían la presión de Austria-Hungría

y Rusia, sus poderosos vecinos.

Las grandes potencias, de acuerdo con sus

regímenes políticos se dividían en dos grupos: uno

liberal y en parte democrático al oeste: Francia y

Reino Unido, donde funcionaba un parla-

mentarismo sólidamente instalado. Otro, autoritario

en el centro y este: Alemania, Austria-Hungría y

Rusia constituían tres Imperios en los que la

existencia de partidos políticos y asambleas

representativas no ocultaba su carácter autocrático,

sostenido por el origen divino del poder y por el

predominio social y político de ejércitos y

aristocracias.

Uno de los problemas candentes del momento

era la reivindicación independentista de grupos

nacionales minoritarios. El Reino Unido no

había encontrado una solución para la cuestión

irlandesa; Alemania englobaba a una importante

proporción de polacos, alsaciano-loreneses y

daneses; Rusia incorporaba fineses, bálticos,

polacos y rumanos. Peor era la situación en el Im-

perio Austro-húngaro, cuyos grupos dirigentes sólo

eran una minoría frente a eslavos del sur, polacos,

checos, eslovacos, rumanos e italianos; amplias mi-

norías que se detestaban entre sí pero que se

unían a la hora de rechazar la política de Viena y

Budapest... Este problema amenazaba la existencia

de la monarquía de los Habsburgo y, como

consecuencia del juego de alianzas, constituía un

serio peligro para la paz.

Estas cinco grandes potencias se encontraban

en un muy distinto grado de evolución económica.

Rusia y Austria-Hungría apenas iniciaban su

modernización: la masa de su población seguía

siendo esencialmente rural. Francia, aunque

mantenía un fuerte carácter agrario, había

desarrollado una importante industrialización,

transportes modernos y una moneda sólida, tan

apreciada como la libra esterlina en las transacciones

internacionales. El Reino Unido y Alemania

competían en la producción de hulla, hierro y

acero, en el transporte marítimo y en el sistema ban-

cario y financiero... pero Alemania estaba cobrando

ventaja y convirtiéndose en la primera potencia

industrial.

Esta Europa dividida y problemática dominaba

el planeta por medio de su control económico e

inversiones financieras. Dueña de la mayor parte

de los medios de comunicación, compraba al resto

del mundo los productos agrícolas y las materias

primas y vendía productos manufacturados en

todos los mercados. Desde mediados del siglo

XIX, cerca de cincuenta millones de europeos se

habían instalado en los cuatro puntos cardinales

y fortalecían los lazos económicos y financieros

que conectaban a Europa con un mundo ab-

solutamente dependiente.

Y, además, disponía del monopolio colonial.

En 1914 las potencias europeas controlaban casi por

completo África y Asia. Los beneficios eran

importantes, ya que los países coloniales quedaban

sometidos a una economía de explotación orientada

hacia la producción de materias primas o de

manufacturas exóticas muy apreciadas por los

mercados.

Sólo dos potencias, Estados Unidos y Japón,

E

CAPÍTULO III. (Europa: Geopolítica, Ideologías y Guerra)

Page 57: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

51

escapaban a esa hegemonía y competían como

iguales. Los norteamericanos iban en cabeza

tanto en la producción energética como en la me-

talúrgica; sus exportaciones hacia Asia Oriental

amenazaban los intereses británicos y se oponían

a la intervención europea en el continente

americano, al tiempo que copaban sus mercados.

Japón, con muchos menos recursos, se había ganado

el respeto militar y vivía un crecimiento económico

espectacular.

A pesar de que los indicios hacían pensar que

su posición hegemónica tenía los días contados, las

potencias europeas no se preocuparon ni por la apa-

rición de nuevas potencias rivales, ni por el

crecimiento de movimientos nacionalistas en las

colonias y en los países islámicos, ni por el lento

declinar de su porcentaje en la producción mundial.

En 1914 seguían confiando en el mantenimiento

indefinido de su situación privilegiada. Pero la

amenaza más evidente se derivaba de sus propias

rivalidades.

La revancha estaba latente

En 1914, todas estas potencias no eran piezas

aisladas del equilibrio estratégico, sino que estaban

comprometidas en un sistema internacional

bipolar, en el que la Triple Alianza de Alemania,

Austria-Hungría e Italia, y la Triple Entente de

Francia, Rusia y Reino Unido se enfrentaban en el

marco de una impresionante carrera armamentística,

en medio de un clima dominado por sentimientos y

valores irracionales. Aquellas crisis internacionales

-cuatro en nueve años- se debieron a antagonismos

y compromisos que tenían tras sí una larga historia.

Es posible que el proceso de destrucción del

concierto europeo que culminó en 1914 se iniciara

en 1871, cuando Alemania, recién unificada,

alcanzó de golpe la preponderancia en Europa,

gracias a su poder militar, que se impuso en tres

guerras a Austria, Dinamarca y Francia. El canciller

Otto von Bismarck -tan hábil en las negociaciones

como en la adaptación de su sistema al paso del

tiempo- encarnó esa primacía y dirigió el juego

diplomático hasta 1890.

Las unificaciones de Italia y de Alemania

debilitaron la posición de Austria. Bismarck no

quiso unirla al nuevo Reich, pero deseó contar con

ella, pensando que había jugado un papel tan

importante en el mundo germánico, que su

colaboración era indispensable para la propia

existencia de Alemania. Por su parte, el emperador

austríaco, Francisco José, tras la derrota de Sadowa

ante los prusianos, buscó la salvación en un

compromiso con los húngaros que, en la nueva

monarquía dual, convertirían en predominantes sus

intereses balcánicos y facilitarían el compromiso

con la nueva Alemania.

Francia, que disponía de unas finanzas y una

economía sólidas, se recuperó enseguida de la

derrota y no se resignó a la pérdida de Alsacia-

Lorena. La revancha se convirtió en una aspiración

para la inmensa mayoría de los franceses. Bismarck,

convencido de que Francia no se resignaría, pensó

que, sin aliados, debería posponer su revancha; por

tanto, trató de aislarla -para lo cual estableció un

sistema de alianzas permanentes- y de intimidarla

con amenazas. Estas maniobras antifrancesas

contribuyeron a la tensión internacional.

El “juego” del Canciller alemán

Con la seguridad que le proporcionaba la

superioridad de su economía industrial y de su

marina comercial y de guerra, Inglaterra no se

inquietó por la preponderancia alemana que ni

parecía desear una flota de guerra ni ambicionar un

imperio colonial. Los británicos, confiados en su

dominio colonial y marítimo, mantuvieron una

política exterior de manos libres, sin entablar

alianzas que pudieran comprometer su futuro.

La Triple Alianza fue una consecuencia de la

política de Bismarck, que aprovechó las rivalidades

existentes para establecer un sistema defensivo que

asegurase la preponderancia europea del II Reich.

La primera pieza del nuevo sistema se estableció en

1879, cuando Alemania y Austria-Hungría firmaron

una alianza defensiva frente a Rusia, que se

Page 58: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

52

renovaría sin cambio alguno hasta 1914.

Aunque la alianza era secreta, Rusia fue

consciente de los peligros que se derivarían para sus

intereses si permanecía aislada. Por esa razón no fue

difícil la conclusión de un Acuerdo entre los Tres

Emperadores (Guillermo I, Francisco José y

Alejandro III) sobre la base del respeto a los

recientes compromisos sobre los Balcanes y de una

promesa de neutralidad que no contradecía

formalmente la alianza defensiva de Alemania y

Austria frente a Rusia. Alemania se aseguraba de

que Rusia no apoyaría a Francia, y Rusia se

garantizaba que Austria no ayudaría a Inglaterra.

La segunda pieza se estableció en 1882 y fue la

Triple Alianza, que asoció a Alemania, Austria-

Hungría e Italia. La iniciativa fue italiana: pretendía

el apoyo alemán para fortalecer su posición frente a

Francia; pero Bismarck no aceptó una negociación

en la que no participase Austria, por lo que intentó

neutralizar el rencor y las reivindicaciones italianas.

El Canciller de Hierro consideraba que Austria-

Hungría e Italia sólo podían ser aliadas o enemigas;

por eso trenzó un tratado de los tres países por cinco

años, que se renovaría hasta 1914. La Triple Alianza

fue, por tanto, un acuerdo antifrancés que

comprometía a italianos y alemanes, completado

con la promesa de neutralidad italiana en caso de

conflicto austro-ruso.

Por otro lado, Bismarck mantenía su

compromiso con Rusia a cambio de la neutralidad

rusa en la guerra franco-alemana, Bismarck

prometió apoyo a las aspiraciones rusas en Bulgaria

y los Estrechos del Bósforo y Dardanelos. En

realidad, Bismarck favorecía a Austria a costa de

Rusia. Sin embargo, desde 1887, el zar tenía un

importante motivo de disgusto: la Bolsa de Berlín

rechazaba el crédito solicitado para abordar su

equipamiento militar y ferroviario. Si al agravio se

añade el acercamiento de Alemania a Inglaterra en

1889, se entenderá que San Petersburgo quisiera

renovar el Tratado con Alemania y Austria sobre

bases más firmes.

Estas contradicciones y las complicaciones

consiguientes, ocasionaron la caída de Bismarck en

1890, al comienzo del reinado de Guillermo II.

El nuevo Kaiser creía que era políticamente im-

posible el acercamiento de Rusia a la República

Francesa, por lo que no renovó el compromiso

Alemán con Rusia.

Un tejido francés

Esa medida inquietó a Alejandro III de Rusia, que

hasta entonces había rechazado los intentos de

acercamiento realizados por Francia, pues no

quería compromisos con un régimen liberal y

republicano, ni oír hablar de sus intereses

revanchistas en el Rin. Pero el deterioro de sus re-

laciones con Alemania y su temor ante el

acercamiento de Londres y Berlín, favoreció la

aproximación del zar a París. En 1891, Rusia y

Francia entablaron un acuerdo reducido a meras

consultas en caso de crisis.

El Gobierno francés insistió en su deseo de

firmar un acuerdo militar y logró, en 1892, un

tratado defensivo frente a la Triple Alianza; lleno de

dudas, el zar Alejandro III firmó, porque la política

del Kaiser (el Emperador alemán) le inspiraba gran

preocupación.

Para que Alemania siguiera dominando Europa,

Guillermo II intentó debilitar la alianza franco-rusa.

Su política suponía una mundialización de la estra-

tegia, que pasaba por el control de África central

y por la adquisición de zonas de influencia. Para

conseguirlo, en un mundo ya repartido, se dedicó

a entrometerse en toda cuestión susceptible de

modificar las diversas situaciones establecidas, y

más tarde, empezaba a exigir compensaciones.

Eso alarmó a todas las potencias.

Francia se convirtió en garante del ―statu quo”

balcánico y los dos aliados, Francia y Rusia se

comprometieron a cooperar militarmente en caso de

conflicto con los británicos.

Paralelamente, también se aproximaron Italia y

Francia. Roma obtuvo créditos franceses y garantías

de que Tripolitania (actualmente Libia) sería

italiana y, en 1902, un acuerdo secreto

comprometió la neutralidad italiana, incluso si

Page 59: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

53

Francia atacaba a Alemania como respuesta a una

provocación directa. Con su actitud Italia

desactivaba la Triple Alianza; sólo tenían verdadero

valor los compromisos entre Berlín y Viena.

Las nacionalidades minoritarias estaban en

ebullición por todas partes. En los Balcanes, los

pequeños Estados, y los cristianos que vivían bajo

la autoridad turca, socavaban los cimientos del

Imperio Otomano y tramaban su reparto. Pero la

marcha de los acontecimientos también debilitaba

la influencia austro-húngara en la región e,

incluso, podía comprometer su misma supervi-

vencia. Para controlar la situación, el Gobierno de

Viena no contaba más que con el apoyo

alemán.

Mutuos intereses

A partir de 1902, Francia abrió distancias con

Alemania. Por un lado, rechazó sus peticiones de

capital para abordar la construcción del ferrocarril

Constantinopla-Bagdad; por otro, para enraizar sus

intereses en Marruecos, buscó un acuerdo con

Inglaterra. Los británicos dudaron, pero el fracaso

de las negociaciones con Alemania y el

incremento de la competencia comercial y naval

del II Reich se unieron a la sensación de fragilidad

provocada por la guerra de los bóers.

Finalmente, en 1904, París y Londres se apoyaron

en sus mutuos intereses: manos libres para Francia

en Marruecos y lo mismo para los británicos en

Egipto. La seguridad británica en el estrecho de

Gibraltar quedó garantizada por la aceptación

española de una zona de influencia que separaría

el Marruecos francés de la colonia británica. No era

una alianza, pero eliminaba sus fricciones fa-

voreciendo la posterior Entente Cordial.

En la formación, a partir de ese momento, de

la Triple Entente y de un sistema internacional

bipolar -Triple Entente (Francia, Rusia y Reino

Unido) frente a Triple Alianza (Alemania,

Austria, Hungría e Italia)- tuvieron mucho que

ver las convulsiones de principios de siglo. El

ataque japonés contra Port Arthur, en 1904 y la

sorprendente derrota rusa de 1905, debilitaron al

imperio de Nicolás II y el estallido de la

revolución en San Petersburgo aún empeoró su

situación.

El kaiser Guillermo II trató de pescar en las

turbias aguas del momento y desencadenó la

crisis marroquí de 1905 con objeto de resaltar la

soledad e impotencia de Francia. Sin embargo,

la arriesgada jugada alemana será contra-

producente. Gran Bretaña, consciente de que sus

intereses eran contrarios a cualquier

aprovechamiento alemán de la debilidad rusa,

apoyó a Francia y se acercó a Rusia.

La crisis de 1905 facilitó los esfuerzos de París

para acercar las posiciones de rusos y británicos.

Inglaterra deseaba concluir con Rusia un acuerdo

similar al de 1904 con Francia, para cerrar, defini-

tivamente, el camino a una alianza continental

antibritánica, y en 1907 los dos países firmaron un

acuerdo que repartió Afganistán, Tíbet y Persia

en zonas de influencia. La Alianza Franco-Rusa y

la Entente Cordial se combinaban en la Triple

Entente, con la que mantendrían compromisos

Japón, Italia y España. Aunque no fueran todavía

rígidos, existían dos bloques de poder que se

vigilaban con desconfianza.

Las conversaciones oficiosas que tienen lugar en

1908, chocan con la voluntad de Guillermo II de

continuar con su programa de construcción naval.

En 1909 el nuevo canciller prevé la idea de

abandonar el programa naval, idea a la que se opone

inmediatamente el almirante Tirpitz. En

consecuencia, el gobierno británico comunica que

mantiene el principio del «Two Powers Standard»,

es decir que la Marina británica debe ser superior a

las de las dos potencias más fuertes reunidas.

Hasta 1914 la situación europea se fue

degradando a causa de un enjambre de tensiones

y agresiones, fundamentalmente de origen

balcánico. Ya lo había pronosticado Bismarck en

1897, un año antes de su muerte: "Un día la gran

guerra europea estallará a causa de alguna maldita

estupidez en los Balcanes". Tenía razón: allí se

dieron cita los intereses austro-húngaros y rusos, el

Page 60: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

54

respaldo alemán a su aliada, la debilidad de

Turquía, los intereses expansivos de Albania... Y

todos, temiéndose mutuamente, iniciaron un

rearme acelerado. En esa carrera se implicaron,

también, Alemania, Francia y Gran Bretaña.

Los Balcanes y el nacionalismo eslavo

En la segunda mitad del siglo XIX, el antes

poderoso Imperio turco era considerado como "el

enfermo de Europa‖, y Rusia y Austria-Hungría se

disputaban su sucesión como potencia en los

Balcanes. Para Rusia, el dominio de los Balcanes

suponía alcanzar un objetivo histórico: controlar el

estrecho del Bósforo y el de los Dardanelos con la

ciudad de Constantinopla, para así tener acceso a

mares sin hielo. La principal preocupación de

Austria- Hungría era impedir que Rusia se

estableciera en los Balcanes como protectora de un

puñado de pequeños Estados, algunos de los cuales

reclamaban territorios situados en el imperio de los

Habsburgo. La política austrohúngara de bloqueo

del avance ruso hacia el Mediterráneo contaba con

el apoyo de Alemania y Gran Bretaña.

Las esperanzas rusas se desvanecen

En 1877-78, Rusia luchó contra Turquía al lado

de Serbia y Montenegro en apoyo de los cristianos

eslavos de la provincia de Herzegovina, que se

habían enfrentado a las autoridades turcas para no

pagar impuestos y no prestar determinados

servicios.

Una de las fuerzas turcas enviadas contra ellos

en 1875 había sido derrotada con ayuda de

simpatizantes procedentes de Serbia y Montenegro,

así como de la provincia croata de Dalmacia,

perteneciente a Austria-Hungría.

La insurrección se había extendido en 1876 a

Bulgaria, donde entre 12.000 y 30.000 búlgaros

habían encontrado la muerte a manos de tropas

irregulares turcas con una atrocidad que causó

indignación en toda Europa.

Aunque las tropas rusas llegaron a las afueras de

Constantinopla en 1878, la diplomacia de Gran

Bretaña y Austria-Hungría frustró el objetivo

principal de Rusia.

En el Congreso de Berlín, Rusia obtuvo la

ampliación de Serbia y Montenegro y la

independencia de Bulgaria. Austria-Hungría, que

había permanecido neutral, fue autorizada a ocupar

Bosnia-Herzegovina.

Se negó a Bulgaria el acceso al mar Egeo. Y la

provincia de Macedonia, a la que aspiraban Serbia y

Bulgaria, fue devuelta a Turquía.

Los éxitos de Serbia y Montenegro en la guerra

despertaron la imaginación de todos los eslavos del

Imperio Austro-Húngaro, pero en especial de los del

sur: de los croatas, de los eslovenos y de los serbios

que vivían en Bosnia, Croacia y Hungría.

En la propia Serbia, el Gobierno (en secreto) y

varios grupos (no oficiales) daban dinero y apoyo a

otros que buscaban la unión de los eslavos del sur.

Los políticos y los intelectuales serbios consi-

deraban a Serbia como el núcleo de una gran nación

eslava meridional.

Page 61: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

55

Suspicacias.

Los croatas y otros eslavos que vivían en la parte

húngara del imperio de los Habsburgo veían con

suspicacia la idea de una unión con Serbia,

prefiriendo un Estado eslavo meridional bajo el

liderazgo de los Habsburgo (la dinastía que regía al

Imperio Austro-Húngaro). Pero el progresivo

dominio magiar en Hungría hizo que muchos se

convirtieran en revolucionarios después de 1900.

Conscientes de la amenaza nacionalista en su

imperio multinacional, los Habsburgo redoblaron

sus esfuerzos para controlar y someter a Serbia,

considerada la causante de los problemas de la

monarquía. Por eso se anexionaron Bosnia-

Herzegovina en 1908: era un intento de apropiarse

de antemano del nacionalismo eslavo del sur,

simplemente incorporando al Imperio una zona en

disputa y, por tanto, neutralizándola. La debilidad

rusa tras su desastrosa derrota en la guerra contra

Japón en 1904-05 permitió a Austria-Hungría salirse

con la suya sin represalias rusas.

Pero las esperanzas de los Habsburgo de que la

situación se calmase, se vieron frustradas. La

agitación nacionalista para conseguir la unión de

todos los eslavos del sur se vio impulsada por los

éxitos serbios en las guerras balcánicas.

Los asesinatos por miembros de sociedades

secretas en Bosnia y en otros lugares se

multiplicaron. El ―impasse‖ político hizo que los

líderes austrohúngaros pensaran de nuevo en una

solución militar. Creían que si conseguían dominar

y neutralizar a Serbia, foco principal de la agitación

nacionalista, el resto de Europa se calmaría. El

apoyo casi ilimitado de Alemania a la política

austrohúngara reforzó la decisión de ciertos

dirigentes militares y civiles austriacos.

Por si era poco, Italia se implicaba en la tensión

generalizada con su decisión de instalarse en el

Norte de África, a costa de territorios pertenecientes,

al menos teóricamente, al Enfermo de Europa, el

imperio Otomano. Y al olor de la carroña volaron

Serbia, Bulgaria y Grecia, apoyadas por Rusia.

Las consecuencias de la derrota turca asustaron a

las potencias, que favorecieron un compromiso y

la independencia de Albania.

Guerras balcánicas (1912-13)

La anexión de Bosnia encauzó el empuje del

nacionalismo serbio hacia Albania y hacia

Macedonia, región que reclamaban tanto Serbia

como Bulgaria y Grecia pero que el Congreso de

Berlín había devuelto a Turquía.

Aprovechándose de la preocupación turca por su

guerra contra Italia en 1911-12, los cuatro Estados

balcánicos -Grecia, Bulgaria, Serbia y Montenegro-

formaron la Liga Balcánica y declararon la guerra a

Turquía en octubre del año 1912; era la primera

guerra balcánica. Pero su victoria no produjo

resultados positivos, debido a la diplomacia de las

grandes potencias.

Alemania veía a Turquía como la base

estratégica de su propio impulso futuro hacia

Oriente Medio para desafiar a su mayor rival, Gran

Bretaña.

Bajo presión austriaca se negó a los serbios el

acceso al Adriático, estableciendo a Albania como

un Estado independiente. A su vez, Serbia se

enfrentó a Bulgaria a causa de Macedonia, y en

junio de 1913 estalló entre ellas una segunda guerra,

que duraría mes y medio. Bulgaria fue derrotada por

una alianza de todos sus vecinos, incluyendo a

Rumania.

Encaminándose a la guerra

Y mientras todos andaban en conflicto en los

Balcanes, la rivalidad anglo-germana se

incrementaba bajo el impacto de la competencia

comercial y naval. Los alemanes estaban

construyendo una amenazadora flota de

acorazados y el Gobierno liberal británico trató

de frenar la carrera naval, pues prefería invertir su

coste en las reformas sociales que había

emprendido; pero fracasó ante la exigencia

alemana de compensaciones sustanciosas o un

acuerdo de neutralidad, que Londres no aceptó.

Page 62: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

56

El 30 de mayo de 1913, la conferencia de

Londres obliga al Imperio Otomano a que abandone

todas sus posesiones territoriales en Europa, así

como Creta y las islas del mar Egeo.

En ese año se aceleró la carrera arma-

mentística y los Gobiernos la justificaban

insistiendo en la proximidad de un conflicto

general. Al tiempo, ambos bloques fortalecieron sus

compromisos y los Estados Mayores fijaron los

detalles de su cooperación militar. A comienzos de

1914, la paz pendía de un hilo. En estas

circunstancias, todos suponían que la firmeza era el

mejor medio para frenar al adversario y que el apoyo

total al aliado era la única forma de no perderlo.

Alemania temía el incremento del ejército ruso y

consideraba vital impedir el hundimiento de

Austria-Hungría.

Rusia no quería abordar las necesarias reformas

sociales antes de fortalecer su ejército y disponer

de una red ferroviaria que cubriera todo el

Imperio. Tampoco estaba dispuesta a ceder en

los Balcanes, como había hecho en 1909, pues

otro retroceso liquidaría su influencia sobre los

eslavos del sur y daría carpetazo al sueño del

acceso al Mediterráneo por el Bósforo y

Dardanelos.

Francia no estaba dispuesta a hacer más

concesiones a Alemania. Pero creía inevitable un

nuevo choque con Berlín y fiaba sus esperanzas de

victoria en el apoyo ruso. Por eso, Francia

potenció su alianza con Rusia y se comprometió

directamente en los Balcanes.

La agitación de los eslavos del sur, sobre los que

ejercía una progresiva influencia Serbia -cada vez

más rusófila, ambiciosa e influyente- suponía

una amenaza mortal para el Imperio Austro-

Húngaro, minado también por liberales y socialistas.

El 28 de junio de 1914, el estudiante serbio

Gabrilo Princip en una calle de Sarajevo, dispara

contra el archiduque Francisco Fernando, heredero

del trono del Imperio Austro-Húngaro y lo mata.

Las casas reinantes en Rusia, Alemania

y Gran Bretaña hubiesen entendido una represalia

fulminante y brutal de Viena, pero Austria dejó

enfriar el cadáver de su Archiduque. Lo que sucedió

luego fue una cadena de errores y de

irresponsabilidades que costó más de veinte

millones de vidas y que arruinó Europa, privándola

de su preeminencia mundial.

Page 63: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

57

El conflicto se desencadenó con esta secuencia:

Viena presentó un ultimátum a Belgrado el 23 de

julio y le concedió cuarenta y ocho horas para

responderlo; Serbia lo rechazó en parte el día 25 y

Viena declaró la guerra a Serbia el 28.

Rusia reaccionó con la movilización general y

Alemania exigió que la desconvocara, amenazando

con la guerra y ante el rechazo ruso, ordenó su

propia movilización general el 1 de agosto... Como

si se tratara de piezas de dominó, uno tras otro los

países implicados en las alianzas irían

introduciéndose en la contienda.

Frente a las tendencias belicistas, los

contrapesos pacifistas resultarían insuficientes. El

recurso a alianzas cada vez más estrechas y a crisis

cada vez más duras arruinó los mecanismos de la

diplomacia del concierto. Tampoco fueron freno

suficiente los intereses económicos de las potencias,

ni la actitud de los socialistas, que habían

condenado la guerra y sostenido la idea de que los

intereses de clase unían a los obreros por encima

de las fronteras de los Estados burgueses. Al día

siguiente de la declaración de guerra, la mayoría

corrió a alistarse.

Europa marchaba alegre hacia la guerra. Hubo

manifestaciones de júbilo en Moscú, en Viena, en

Belgrado, en Londres, pero fue en Alemania y en

Francia donde la alegría desbordó todo lo previsible.

En 1914 hacía cuarenta y cuatro años que Alemania

no entraba en combate.

Dos generaciones de alemanes se habían

dedicado a construir un poderoso país y muchos

creyeron que era el momento de tener un poco de

acción.

Guerra europea…. y mundial

Lo que no calculó ninguno de los que la

desencadenaron es que el mundo entero iba a quedar

involucrado en una catástrofe de magnitudes

inimaginables. Inmediatamente comenzó a

combatirse en el este y en el oeste, en África y en el

mar... La que se pensaba fuera una guerra rápida,

pasaría a ser un largo y sangriento conflicto que

duró cuatro años. El gobierno turco, presidido por

Enver Bajá entró en la Primera Guerra Mundial al

lado de Alemania (noviembre de 1914) iniciando

operaciones contra Rusia y Egipto y logró contener

a los aliados en los Estrechos y en Mesopotamia.

Todo empeoraría a partir de 1915, cuando Italia

declaró la guerra a Austria-Hungría; cuando los

anglo-franceses atacaron Turquía en los Dardanelos;

cuando canadienses, sudafricanos, neozelandeses,

australianos y tropas procedentes de todas las

colonias británicas y francesas llegaron a Europa a

pelear por sus metrópolis; cuando los árabes se

lanzaron contra los turcos; cuando los submarinos

alemanes declararon la guerra a todos cuantos

traficaran con sus enemigos y, finalmente, en 1917

cuando los norteamericanos declararon la guerra a

la Alianza.

Page 64: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

58

Page 65: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

59

PARÉNTESIS IDEOLÓGICO Y

REVOLUCIONARIO

El comunismo

a teoría comunista postula el logro de una

sociedad igualitaria y sin clases, donde la

riqueza se reparta de forma equitativa entre todos

los seres humanos, llegando incluso a la abolición

de la propiedad privada. Estas ideas se encuentran

presentes en todo tipo de utopías a lo largo de la

historia. Ya los filósofos griegos Zenón y Platón lo

consideraron. En ―La República‖, Platón describió

una sociedad ideal en la que la élite se veía libre de

las preocupaciones de la propiedad y de la familia;

se dice que también un grupo religioso hebreo, los

―esenios‖, practicaron la comunidad de bienes. Algo

semejante hicieron en su vida diaria las

comunidades monásticas cristianas o budistas, o

grupos religiosos medievales revolucionarios, como

los ―fratricelli‖ o los ―taboritas‖, desarrollando

desde la teoría o la práctica estas ideas.

En la Edad Moderna, entre los teóricos más

importantes de esta corriente, destacan Tomás

Moro. En su ―Utopía‖, describió por primera vez

una sociedad imaginaria en la que no sólo una

minoría, sino todos sus miembros compartían

colectivamente la propiedad. Francis Bacon y

Tommaso Campanella (siglo XVII), discurrieron

teóricamente sobre ello, mientras que algunos

grupos religiosos (anabaptistas, cuáqueros) la

practicaron en comunidades pequeñas y cerradas.

Durante la Revolución Francesa, Gracchus Babeuf,

con la ―Conspiración de los Iguales‖, planteó la

posibilidad de que un grupo revolucionario

estableciera por la fuerza una sociedad comunista.

El marxismo

Fue el siglo XIX el que forjó el comunismo

moderno, como respuesta a los desafíos sociales de

la Revolución Industrial. Siguiendo la estela de los

socialistas utópicos, el alemán Karl Marx desarrolló

una obra teórica en la que destacan ―El Capital‖ y el

―Manifiesto comunista‖, ésta última en colaboración

con F. Engels, dando origen al concepto moderno de

comunismo. Para Marx, el socialismo constituiría

un primer paso hacia la sociedad comunista del

futuro, a la que la historia necesariamente conducía,

en la que el hombre se liberaría de la propiedad

privada, de la explotación, de la división del trabajo,

de la religión, de la familia y del Estado. La

concepción de la evolución histórica de Marx se

basaba en la dialéctica de la lucha de clases. Las

relaciones sociales determinaban los

enfrentamientos entre las clases por la posesión de

los medios de producción. El modo de producción

capitalista estaba abocado a la destrucción. La

apropiación de los beneficios (plusvalías) y la

concentración del capital en un grupo cada vez

menor de burgueses capitalistas, a costa de la

depauperación de las demás clases, conduciría al

estallido de una revolución, en la que la mayoría

obrera se alzaría con el poder, instaurando una

―dictadura del proletariado‖ como paso previo a la

creación de una sociedad sin clases. Marx, sin

embargo, no se atrevió a prever los rasgos definidos

de esa sociedad ni los mecanismos concretos que

llevarían a ella.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial

(1914-18), esa revolución todavía no se había

producido en los países industrializados, en los que

los partidos marxistas se habían integrado en el

juego político parlamentario de los estados liberales.

La Revolución rusa de 1905

El brote revolucionario de 1905 se inició en San

Petersburgo, capital del Imperio Ruso y ciudad

altamente industrializada. El Gobierno no había

comprendido que la industrialización requería una

nueva estructura política. Había nacido una nueva

sociedad en la que la burguesía cobraba cada vez

más relevancia, aunque carecía aún de conciencia

política y no tenía ninguna cuota de poder. La

revolución surgió de esta burguesía deseosa de

intervenir en las decisiones políticas. En un primer

momento, no se planteó la destrucción de la

L

Page 66: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

60

estructura política que regía el Imperio; el peso del

proletariado, la clase más azotada por la crisis

económica, no se hizo patente hasta el otoño de

1905.

Pero el detonante de la revolución no fue el

descontento político ni la crisis económica, sino el

inicio de la impopular guerra ruso-japonesa en

1904. Además de las grandes pérdidas humanas y

materiales, la población perdió la confianza en el

zar.

Los desheredados, respaldados por los liberales,

organizaron una marcha de protesta hacia el Palacio

de Invierno, brutalmente reprimida por los soldados,

que dispararon contra los obreros desarmados. Este

suceso rompió definitivamente los lazos entre el zar

y el pueblo llano.

A partir de entonces se sucedieron las huelgas,

con la participación de todos los estamentos

sociales, y resurgieron las demandas autonomistas

de las nacionalidades.

Durante este periodo de agitación nacieron los

primeros sindicatos -el de los impresores de San

Petersburgo, entre otros-, que pusieron en marcha

una intensa campaña de difusión, gracias al reparto

masivo de panfletos. En junio tuvo lugar la rebelión

de los marineros del acorazado ―Potemkin‖,

violentamente reprimida, lo que enfrentó al

Gobierno con las Fuerzas Armadas.

En la segunda mitad del año comenzaron las

revueltas campesinas organizadas, y en otoño el

movimiento proletario tomó las universidades; el

temor se extendió entre los liberales y el Gobierno

acabó clausurándolas. Según Lenin, éste fue el

motivo de que la revolución se lanzara a la calle. En

noviembre se proclamó la ley marcial, pero los

soldados se negaron a reprimir las manifestaciones.

El soviet de San Petersburgo, una asamblea obrera

que hacía oposición al Gobierno, fue disuelto y sus

miembros, encarcelados.

Tras muchas vacilaciones, se instituyó una

Asamblea Imperial (Duma), que debía estar

formada por representantes de todos los estamentos

sociales, elegidos por censo. Convocada por primera

vez el 27 de abril de 1906, sus atribuciones fueron

mínimas: la discusión de las leyes y el seguimiento

del presupuesto.

Los liberales se encontraron ante el dilema de

aceptar estas concesiones ó asumir las

consecuencias derivadas del boicoteo de la ―Duma‖.

Fue entonces cuando el campesinado tomó las

riendas de la situación y se organizó en asociaciones

políticas que exigían la creación de una Asamblea

Constituyente y el reparto de tierras. Las ciudades

siguieron sus pasos, los sindicatos obreros

declararon la huelga y comenzaron a crearse soviets

en empresas y barrios.

El 17 de octubre, el zar Nicolás II firmó un

manifiesto que establecía los derechos

fundamentales de los ciudadanos y concedía

mayores poderes a la Duma. Pero el desprestigio del

régimen zarista abrió la posibilidad de instaurar una

república. El soviet de San Petersburgo convocó una

nueva huelga general; los obreros de las afueras de

Moscú se levantaron en armas. El Gobierno

contraatacó arrasando los núcleos de oposición.

En julio de 1906, la falta de acuerdo entre el

Gobierno y la Duma sobre la reforma agraria acabó

con la disolución de la Asamblea y puso fin a la

Revolución. Pero los hechos de 1905 constituyeron

un adelanto de lo que ocurriría años después.

Page 67: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

61

La Revolución de 1917

La política paneslavista del zar llevó a Rusia a

intervenir en la Primera Guerra Mundial frente a

Alemania (1914), mientras la Duma, que seguía

funcionando pese a haber sido disuelta en 1906 y

1907, evolucionaba hacia posiciones más liberales.

Los sucesivos desastres militares provocaron la

indignación popular, y las asambleas locales, en las

que eran mayoritarios los partidos burgueses, se

federaron en una unión.

El 27 de febrero de 1917, la huelga general de

San Petersburgo desencadenó la Revolución. Cinco

días antes, los obreros en paro se habían unido a una

manifestación de mujeres que pedían pan y paz, sin

reivindicaciones políticas concretas. Las fuerzas del

orden no los molestaron y el Gobierno no dio mayor

importancia a la protesta. Al día siguiente, las

mujeres se manifestaron por los barrios burgueses y

en la tercera jornada fueron los bolcheviques

quienes tomaron la iniciativa. El Gobierno amenazó

con disolver la Duma. Al cuarto día la represión fue

sangrienta. Durante la noche, los soldados, furiosos

por haber tenido que disparar sobre civiles

desarmados, encarcelaron a sus oficiales y,

finalmente, se sumaron al movimiento popular.

El Zar abdicó y desató una reacción de alegría en

todo el país, instaurándose un gobierno provisional.

Esa revolución dio a un grupo marxista, el de los

bolcheviques, dirigidos por Lenin, la posibilidad de

conseguir el poder en el Imperio ruso. Según Lenin,

había que rechazar al gobierno provisional y su

decisión de proseguir la guerra. Las ideas de Lenin

triunfaron dentro de los soviets.

El gobierno provisional culpó a los bolcheviques

de las insurrecciones y ordenó su detención, por lo

que Lenin se vio forzado a huir. Kerenski, partidario

de instaurar una república parlamentaria a través de

una Asamblea Constituyente, se puso al frente del

gobierno y consiguió librarse del peligro de la

izquierda radical (bolcheviques) y de la derecha más

reaccionaria (zaristas).

Pero la crisis interna continuaba; al problema de

la guerra se sumaban las reivindicaciones

independentistas de las nacionalidades no rusas,

cercanas al bolchevismo, dado que Lenin había

prometido reconocer el derecho a la

autodeterminación de los pueblos.

La revolución bolchevique

En octubre de 1917 comenzó la segunda etapa de

la revolución, conocida como la revolución

bolchevique. El 25 de octubre, los bolcheviques

tomaron los puntos estratégicos de la capital sin

derramamiento de sangre. Kerenski huyó y el resto

del gobierno fue encarcelado. La nueva autoridad

actuó con rapidez. Sus decretos más importantes

fueron la paz inmediata sin anexiones, la propiedad

de la tierra para los soviets campesinos, el control

de las fábricas por los trabajadores, a través de sus

propios órganos de gobierno supervisados por los

soviets, y la nacionalización de los bancos.

Los bolcheviques, que no se atrevieron a anular

las elecciones para la Asamblea Constituyente

convocadas por el anterior gobierno, obtuvieron

apenas una cuarta parte de los escaños. Ante este

resultado, la ―guardia roja‖, brazo armado del

Page 68: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

62

bolchevismo, procedió a su disolución. En enero de

1918, el Ill Congreso de Soviets se declaró heredero

de la Asamblea, y en julio se aprobó una

Constitución en la que se acordaba una estructura

federal (URSS) que englobaría a todas las etnias,

adoptando el partido bolchevique el nombre de

comunista.

No obstante, no todo el mundo estaba de acuerdo

con el nuevo régimen. Los oficiales y soldados

afines al zar crearon el denominado ―ejército

blanco‖. Algunos Estados separatistas se apoyaron

en los alemanes para combatir al gobierno ruso.

Incluso hubo partidos de izquierdas que

consideraron la paz de Brest-Litovsk, firmada con

Alemania, como una vergüenza para Rusia. Todas

estas tensiones condujeron a una guerra civil en la

que, finalmente, los bolcheviques se alzaron con la

victoria. En 1919 se fundó la Internacional

Comunista. En la Unión Soviética se puso en

práctica el concepto leninista de dictadura del

proletariado, que implicaba, durante la fase de

transición al comunismo, el reforzamiento del poder

del Estado, ejercido por un partido que no admitiría

ni oposición externa ni tendencias en su seno.

Socialismo

La Primera Internacional, fundada en 1864, trató

de coordinar esfuerzos entre los grupos socialistas

de distintos países, pero sus disensiones internas la

llevaron a un pronto fracaso. Poco después comenzó

la fundación de partidos socialistas en distintos

países, empezando por Alemania en 1863, y en

1889 estos partidos crearon un órgano de

coordinación, la Segunda Internacional. Las ideas

de Karl Marx tuvieron en ella una influencia

predominante, pero dieron lugar a diferentes

interpretaciones, de las cuales la que a medio plazo

se impondría en el socialismo sería la llamada

revisionista que eliminó los aspectos más radicales

del marxismo.

El rechazo de los métodos dictatoriales y

violentos de la Revolución Rusa, cuyos partidarios

se escindieron para fundar partidos comunistas, dio

al socialismo una nueva fisonomía en la que la

crítica del capitalismo se aunó a la defensa de los

derechos individuales y las libertades democráticas.

En el período de entreguerras se dieron las primeras

experiencias gubernamentales socialistas.

Page 69: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

63

SÍNTESIS DEL CONFLICTO QUE

ACABARÍA CON LAS GUERRAS

l primer gran conflicto bélico de alcance

internacional, desarrollado entre 1914 y

1918, superó en proporciones a todos los conocidos

hasta entonces. La participación de los territorios

coloniales y de Estados Unidos le otorgó su carácter

mundial

Los ejércitos alemanes comienzan su avance a

primeros del año 1914, en un conflicto armado que

conoce dos grandes momentos: la "guerra de

movimientos" y, más tarde, la "guerra de

trincheras", (guerra de posiciones), con la única

finalidad de destruir por agotamiento al enemigo

El conflicto fue total: todos lanzaron sus recursos

humanos, económicos y tecnológicos a la lucha, que

se libró fundamentalmente en tierra, pero también

en el aire, en el mar y bajo el mar... Nada se libró de

la guerra; tampoco las poblaciones civiles, acosada

por los bombardeos artilleros y aéreos, por la acción

de los submarinos contra el tráfico de mercancías y

pasajeros... Ni las minorías, -armenios, kurdos,

sirios, griegos- que, al resguardo de la contienda,

fueron diezmadas. Se supone que cerca de diez

millones de soldados perecieron en el frente y más

de doce millones de civiles en la retaguardia.

E

Page 70: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

64

Poco a poco, la guerra iba asumiendo carácter de

guerra total. Cada potencia había puesto en

movimiento a sus fuerzas; la economía fue

reconvertida según las necesidades bélicas. Los

progresos técnicos en el sector de las armas y de la

destrucción fueron excepcionales, y excepcional-

mente trágicos. Nació la guerra submarina; la guerra

aérea y los gases tóxicos aparecieron por primera

vez; la propaganda construyo odiosas imágenes del

enemigo para movilizar a la opinión pública.

Nuevas armas se emplearon para aniquilarse:

gases, bombardeos y ametrallamientos aéreos,

blindados, cañones de un alcance y calibre jamás

antes empleado, lanzallamas, ametralladoras -reinas

de las trincheras y ruina de la caballería-,

submarinos, terror de los mares...

Page 71: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

65

Page 72: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

66

Empieza la guerra

Alemania puso en marcha un plan de guerra en

dos frentes; lanzó una ofensiva masiva en el frente

francés, antes de volver sus fuerzas contra el este.

Las divisiones alemanas realizaron una maniobra

envolvente, invadiendo Bélgica a pesar de su

neutralidad, lo que decidió a Gran Bretaña a

declarar la guerra a Alemania.

A pesar de los avances iniciales, la debilidad

germana permitió a los franceses contraatacar

(batalla del Marne, septiembre de 1914). Mientras,

en Prusia Oriental, los rusos eran frenados por los

alemanes en Tannenberg y los Lagos Mazurianos

(agosto-septiembre); no obstante, el ejército austro-

húngaro fue empujado hasta los montes Cárpatos.

Ambos frentes quedaban estabilizados. Los

ataques de los dirigibles alemanes a los centros

industriales ingleses se realizaron, también en un

principio, por sorpresa, hallándose los atacados sin

medio de defensa contra tal acometida; aparte del

efecto moral, estos ataques tuvieron.

Además, un gran valor estratégico indirecto,

puesto que Inglaterra se vio precisada a reservar,

para repeler tales agresiones, gran cantidad de

cañones, municiones, proyectores y hombres, que

en otra forma hubieran sido utilizados en el frente

de batalla.

La defensa contra los ataques aéreos se organizó

con admirable rapidez y eficacia; las primitivas

sorpresas se trocaron en verdaderas batallas de

avión contra dirigible, y ya en el verano de 1918, el

número de estos últimos, derribados constantemente

por el enemigo, no quedaba compensado por los

servicios que prestaba como arma de ataque.

¡La negación de la ―maniobra‖!

Comenzó una guerra de posiciones, con un

frente que en occidente se extendía desde Suiza

hasta el mar del Norte.

Librada en las trincheras, avances de unos

cuantos metros se lograban al precio de muchos

miles de vidas.

Page 73: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

67

Page 74: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

68

En el mar, la flota aliada franco-británica

aprovechó su superioridad para establecer un

bloqueo sobre las potencias centrales. La entrada de

Turquía en la guerra, al lado de Austria y Alemania

(octubre de 1914), permitió aliviar un tanto esta

presión.

En la primavera de 1915, Austria y Alemania

realizaron una ofensiva conjunta en el frente

oriental. Aunque lograron recuperar Galitzia y

tomar gran parte de Polonia (agosto), los rusos

resistieron. La incorporación de Italia en la guerra al

lado de la Entente permitió establecer un pequeño

frente secundario en los Alpes. Mientras, los aliados

habían tratado de arrebatar a Turquía el control de

los estrechos que unían el Mediterráneo y el mar

Negro, pero el desembarco británico en los

Dardanelos (Gallípoli) fracasó, y la entrada de

Bulgaria en el conflicto permitió a Austria acabar

con la resistencia serbia (noviembre de 1915).

En el oeste, las ofensivas francesas en

Champagne y Artois no lograron expulsar a los

alemanes de Francia, aunque aliviaron la presión

sobre los rusos. En febrero de aquel año, Alemania

lanzó un ataque submarino para romper el bloqueo y

destruir las líneas de abastecimiento británicas, pero

fue interrumpido en mayo por las protestas

estadounidenses, mientras Gran Bretaña se

apoderaba de las posesiones alemanas en África del

sudoeste.

En 1916, Alemania decidió romper el frente

occidental (ofensiva sobre Verdún, febrero-junio).

Después de 300 días de encarnizados combates, se

restablecieron las posiciones anteriores; el

contraataque aliado en el Somme (julio-octubre)

tampoco logró avances significativos. En el este, los

rusos habían apoyado el esfuerzo aliado en Francia

mediante una ofensiva en Galitzia y Bucovina

(junio-agosto), sus últimas victorias. La entrada de

Rumania en la guerra (agosto) volvía a amenazar

con el bloqueo a las potencias centrales, pero fue

rápidamente conquistada por los alemanes.

Desde Salónica, los aliados apoyaron un nuevo

ataque serbio en Macedonia, y en Oriente Medio el

británico T. E. Lawrence arrastró a los árabes a la

lucha contra los turcos, que amenazaban Egipto y el

canal de Suez. La batalla naval de Jutlandia (31 de

mayo) fue la última acción de la flota de superficie

alemana; en adelante se recurrió al uso masivo de

submarinos.

En 1917, el fracaso de la ofensiva aliada en

Francia (abril) provocó un cambio en eI gobierno

(Clemenceau) y en el Estado Mayor francés (Foch).

Tanto Francia como Gran Bretaña y Alemania

supeditaron todas sus energías políticas, económicas

y sociales al esfuerzo bélico.

En el este, la caída del régimen zarista (marzo) y

la revolución bolchevique marcaron el derrumbe del

frente ruso. La paz de Brest-Litovsk (15 de

diciembre) dejó las manos libres a Alemania para

concentrar sus esfuerzos en Francia, tras la derrota

infligida a Italia en Caporetto (24 de octubre).

Turquía, sin embargo, perdió Bagdad y Jerusalén

ante los británicos.

Page 75: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

69

Por otro lado, Alemania recurrió a la guerra

submarina indiscriminada, para romper el bloqueo y

acabar con la flota mercante aliada. Aunque causó

enormes pérdidas, no logró interrumpir el

abastecimiento, y sí provocar la entrada en la guerra

de Estados Unidos (2 de abril).

En estas circunstancias, el Estado Mayor alemán

decidió realizar un último esfuerzo para lograr la

victoria antes de que se organizasen los refuerzos

norteamericanos; concentrados todos sus efectivos

en Francia, la ofensiva, iniciada el 21 de marzo de

1918, consiguió romper el frente del Somme, separó

a las fuerzas británicas de las francesas, amenazó

Amiens y logró bombardear París. Pero las fuerzas

germanas habían llegado al límite. Foch, convertido

en jefe supremo del ejército aliado, logró contener

al avance enemigo, y el 18 de julio inició una

contraofensiva, aprovechando el refuerzo de las 16

divisiones norteamericanas.

Page 76: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

70

En agosto comenzó a derrumbarse el frente

alemán, y, el 4 de noviembre, el general Hindenburg

ordenó el repliegue hacia el Rhin, solicitando un

armisticio.

A partir de entonces, las potencias centrales

fueron derrotadas en los demás frentes.

En los Balcanes, una fuerza multinacional logró

tomar Macedonia, vencer a Bulgaria (29 de

septiembre), recuperar Serbia (1 de noviembre) y

entrar en Rumania.

La victoria italiana de Vittorio Veneto (27 de

octubre) contribuyó al hundimiento de Austria-

Hungría. El emperador Carlos I abdicó, mientras

húngaros y checos proclamaban su independencia, y

el 3 de noviembre se firmó el armisticio.

Antes, en septiembre de 1918, los británicos

rompieron el frente de Palestina, y la rendición de

Bulgaria determinó la de los otomanos.

El sultán Mehmet VI se convirtió en un

prisionero en Estambul, mientras el tratado de

Sévres (1920) repartía el imperio entre los

vencedores.

Pero en Anatolia surgió una reacción

nacionalista acaudillada por Mustafá Kemal

(Ataturk) que logró expulsar a los ejércitos

extranjeros y asegurar el control sobre los territorios

de población turca de Asia Menor. Ataturk fue el

fundador de la Turquía moderna, convertida en

república tras la deposición de último sultán.

En Oriente Medio, los británicos tomaron

Palestina y Siria, y los turcos firmaron el armisticio

de Mudros (30 de octubre). En Alemania, la presión

aliada y las insurrecciones obreras forzaron la

abdicación del káiser, que huyó a los Países Bajos y

un gobierno provisional socialista firmó el

armisticio (11 de noviembre).

Page 77: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

71

Exigencias conflictivas

La delegación francesa, dirigida por el primer

ministro Georges Clemenceau, estaba obsesionada

con la amenaza que a largo plazo representaba para

Francia una Alemania más poblada y más

industrializada que ella, por lo que exigía un tratado

duro que impidiera cualquier agresión posterior de

ella. Los objetivos franceses entraban en conflicto

con los del Presidente estadounidense Woodrow

Wilson, que en sus Catorce Puntos (aceptados con

reservas por Gran Bretaña y Francia el 4 de

noviembre de 1918), abogaban por un acuerdo de

paz basado en la autodeterminación y la creación de

una Sociedad de Naciones.

Las principales exigencias británicas habían

quedado ya satisfechas con la rendición de la flota

alemana y la ocupación británica de la mayoría de

las colonias alemanas y de gran parte del Oriente

Medio turco. Pese a la presión de Wilson para que

estas zonas fueran administradas por la Sociedad de

Naciones, quedaron en poder del Imperio Británico

bajo un complejo sistema de "Mandatos" de la

Sociedad. Así, el primer ministro británico, David

Lloyd George, estaba en una posición que le

permitía mediar entre franceses y americanos.

Page 78: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

72

Italia pedía las zonas que le habían prometido en

el pacto de Londres de 1915: el Tirol, Trieste y una

amplia zona de la costa de Dalmacia (de población

eslava), que incluía Fiume. Los italianos no

consiguieron convencer a Wilson sobre Fiume, que

fue asignado a Yugoslavia, obteniendo sólo Trieste

y el Tirol.

Una serie de compromisos

La victoria republicana en las elecciones al

Congreso americano en noviembre socavó el

prestigio de Wilson, que se vio obligado a ceder en

algunos de los Catorce Puntos para lograr la

adhesión de los otros dirigentes a su estatuto de la

Sociedad de Naciones.

Sin embargo, ni él ni Lloyd George aceptaron la

demanda francesa de establecer un Estado tapón

bajo control militar francés en Renania: esto habría

sido una clara violación del principio de

autodeterminación nacional y, según Lloyd George,

habría alimentado un duradero resentimiento

alemán.

El 14 de abril, los franceses aceptaron un

compromiso: los Aliados ocuparían durante 15 años

una Renania desmilitarizada, que incluía las cabezas

de puente del Rin, con una garantía angloamericana

de proteger a Francia en caso de agresión alemana.

Además, los franceses fueron autorizados a explotar

los valiosos campos carboníferos del Saar alemán.

Pese a la fuerte oposición de Wilson, los

franceses exigieron también cuantiosas reparaciones

de guerra a Alemania, no sólo para compensar la

enorme destrucción que habían sufrido durante la

guerra sino también como un medio para debilitar la

economía alemana. A finales de marzo, Lloyd

George se sentía preocupado por la creciente

severidad de las exigencias aliadas a Alemania, que

podían llegar a impedir la recuperación económica

del país y llevar a la creación de una Alemania

bolchevique.

Por fin se alcanzó un compromiso: dejar que la

suma adeudada por Alemania fuese determinada por

una comisión de reparaciones en 1921. Mientras,

Alemania fue obligada a aceptar la responsabilidad

de haber causado la guerra. Los Aliados impusieron

importantes medidas de desarme al Ejército, a la

Armada y a la Aviación alemanas.

Los tres líderes no consiguieron ponerse de

acuerdo sobre el establecimiento de las fronteras

orientales alemanas. Francia apoyaba importantes

ampliaciones territoriales de los nuevos Estados del

este europeo, especialmente de Polonia, a costa de

Alemania. Tras un largo forcejeo, Lloyd George

consiguió reducir las adquisiciones de Polonia, al

insistir en un puerto libre en Danzig bajo control de

la Sociedad de Naciones, en la reducción del

corredor polaco y en un plebiscito en la Alta Silesia.

Checoslovaquia retuvo los Sudetes alemanes. Se

despojó a Austria de su anterior Imperio y se le

prohibió unirse con Alemania. En 1920, Hungría

perdía todos sus territorios no magiares, que

pasaban a sus vecinos, y se impuso a Turquía una

severa paz.

Alemania se decidió a presentar una verdadera

contrapropuesta por medio de un largo memorando

de un centenar de páginas impresas, dirigido el 29

de mayo de 1919 a los vencedores.

El documento comenzaba con una refutación

general del proyecto de Tratado, basada en el

Derecho Internacional Público y expresamente

aprobado por su Gobierno. El tratado de Versalles

no respetaba los principios aceptados en el

armisticio, ya que el derecho a la libre disposición

de los pueblos era violado en detrimento de

Alemania y la vida económica y las finanzas

públicas alemanas serían destruidas. El documento

preguntaba: ¿Cómo construir un nuevo orden

internacional sobre bases tan injustas? Y se

contestaba; ―Sólo las naciones que se benefician de

la libertad y de la independencia, fundadas en la ley,

pueden darse las unas a las otras la garantía de

relaciones justas y honorables‖. Seguía el análisis de

numerosas cláusulas particulares del Tratado, del

que Alemania pedía la revisión. Únicamente el

principio del desarme no era discutido.

Pero la principal queja alemana fue que el

principio de autodeterminación no se aplicó a la

Page 79: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

73

distribución de los países germanófobos del anterior

Imperio Austríaco, lo cual daría a los nacionalistas

alemanes y al partido nazi de Hitler un valioso

argumento contra la República de Weimar en la

década de 1920.

El Senado de Estados Unidos rechazó el Tratado

y el Estatuto de la Sociedad de Naciones, y los

Estados Unidos se retrajeron en su aislamiento.

Francia perdió así la garantía angloamericana e

insistió en reclamar el cumplimiento del Tratado por

parte alemana, especialmente en lo referente a las

cláusulas de reparaciones. Esta actitud intransigente

la llevó a considerables fricciones políticas con

Gran Bretaña.

El 16 de junio, los Aliados notificaron su

respuesta: el Tratado permanecía en sustancia,

intacto, y no existía contradicción según los

vencedores entre el Tratado y los principios

expuestos en el acuerdo de armisticio. Sólo hubo

una concesión importante: Alemania conservaría la

Alta Silesia hasta la consulta popular, que quedaba

autorizada.

Se concedió un plazo de cinco días al gobierno

alemán para que diese a conocer si firmaría o no el

Tratado. Si confirmase su rechazo, las hostilidades

volverían a empezar, teniendo por objetivo Berlín.

El 23 de junio, el Parlamento alemán aprueba a

mano alzada un Tratado que según su ministro de

Asunto Exteriores, ―representa una injusticia sin

igual‖.

La ceremonia de la firma tendría lugar el 28 de

junio en la Galería de los Espejos del Palacio de

Versalles.

Otros Tratados fijaron las condiciones de paz

con Austria, Bulgaria, Hungría y Turquía,

respectivamente. Conocidos globalmente como la

paz de Versalles, establecían la creación de la

Sociedad de Naciones, organismo internacional

encargado de dirimir los futuros conflictos sin tener

que recurrir a la guerra y de supervisar la

administración de los antiguos territorios coloniales

de Alemania y Turquía, que fueron entregados a

otras potencias, sobre todo Gran Bretaña y Francia,

como Mandatos. Se establecían nuevas fronteras en

Europa -a costa sobre todo de Alemania y Rusia y

de la desmembración del Imperio austro-húngaro-, y

aparecían nuevos Estados (Hungría, Yugoslavia,

Checoslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania,

Finlandia, Polonia), donde permanecieron

importantes minorías, cuyas reclamaciones

territoriales caracterizarían el periodo de

entreguerras.

Turquía

Tras la capitulación de 1918, Turquía, aliada de

los Imperios Centrales había sufrido la ley de los

vencedores: se le habían amputado sus provincias

árabes, Estambul fue ocupada por los Aliados,

Cilicia, por las tropas francesas y Esmirna por los

griegos. Una vez más se había salvado por las

rivalidades de Francia, Gran Bretaña y Rusia, ahora

soviética, pero sobre todo por la energía de Kemal

―Atartuk‖ que organizó la sublevación nacional de

1919 en Anatolia, combatió victoriosamente a los

griegos en 1921 y en 1922, y obtuvo por el Tratado

de Lausana, la consagración de la existencia de una

Turquía ciertamente disminuida, pero salvada de un

desmembramiento demasiado grave.

Convertido en el hombre providencial al que se

entrega completamente el pueblo turco, Mustafá

Kemal desenraizará lo que quedaba del Imperio

otomano para alumbrar una nación moderna. Sobre

las ruinas del sultanato, construirá un nuevo Estado

y pese a la atracción y la profunda influencia del

Islam, se esforzará por modelar un pueblo nuevo.

Gracias a su impulso, el pueblo turco que había

estado tanto tiempo bajo la tutela de Europa y que

estuvo tan cerca de hundirse en la tormenta de la

Primera Guerra Mundial, recuperó en 1939 una

sólida posición.

Japón

Pese a la oposición de Wilson y de los chinos,

Japón obtuvo las antiguas concesiones alemanas en

Shantung (China) que le habían prometido en 1917.

Pero la Primera Guerra Mundial provocó cambios

Page 80: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

74

aún mayores en la vida social y económica del país.

Japón se incorporaría al conflicto como aliado de

Inglaterra, aunque limitando su participación a la

ocupación de las posesiones alemanas en China y el

Pacífico Sur. El país inició desde su victoria sobre

Rusia, al empezar el siglo, una política imperialista.

Se había anexionado a Corea en 1911, estableciendo

un reparto con Rusia del Noroeste chino. Como en

el desarrollo económico europeo, pronto derivó

hacia la producción de materiales bélicos; Japón

aprovechó la coyuntura para abrir nuevos mercados

en occidente y sobre todo en Asia. La victoria de

Japón sobre China comenzaba a rendir sus frutos:

Shangai se llenó de fábricas textiles establecidas

con capitales japonesas. Los astilleros y puertos

también crecían en tamaño y número; si las flotas

imperiales que derrotaran a chinos y rusos habían

sido compradas en el extranjero, ahora Japón se

alzaba como una prospera potencia naviera.

Consecuencias.

Aquel mortífero esfuerzo arruinó Europa. Dos

viejos Imperios, el Austrohúngaro y el Otomano, se

desintegraron y sus fragmentos se convirtieron en

repúblicas, dando lugar a nuevas naciones: además

de las que nacían en Europa se fundaron las de Iraq,

Siria, Cisjordania... Y el Imperio ruso pasó a ser el

soviético, tras la revolución bolchevique de 1917.

Italia se transformó pronto en una dictadura

fascista y Alemania, en república, primero, y en el

Imperio nazi de Hitler quince años después.

Francia y Bélgica, arrasadas, comenzaron a

fortificarse para la guerra siguiente; Gran Bretaña

dejó de arbitrar la política mundial y empezaron a

emancipársele sus territorios más britanizados:

Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica... Y

en las restantes colonias de Gran Bretaña, Francia,

Bélgica u Holanda, cuyos habitantes habían

combatido en Europa junto con los soldados

metropolitanos, surgió el nacionalismo y la

aspiración de independencia.

Y no sólo cambiaron las armas, la mentalidad y

las fronteras, también la química, la medicina, la

mecánica, las relaciones laborales, políticas y la

moda...; tras la guerra, surgió un mundo nuevo, más

reivindicativo, tanto en lo social como en lo

político.

La destrucción ocasionada por la guerra tuvo un

profundo impacto económico, psicológico y social.

Aunque hasta la Segunda Guerra Mundial no se

perfilarían claramente las nuevas potencias -Estados

Unidos y la URSS-, la contienda supuso el fin de la

supremacía europea en el mundo. Asimismo,

destruyó la confianza en el progreso humano que

había caracterizado a la ―belle époque‖, (los años

entre 1870 y 1914). Las pérdidas humanas

provocaron motines e insurrecciones obreras que, en

el caso ruso, condujeron al estallido de la

revolución.

Países como Francia, Alemania y Austria-

Hungría perdieron una parte considerable de su

población activa masculina, lo que, unido a la

movilización general, hizo que las mujeres se

incorporasen al mundo laboral.

El endeudamiento de las naciones europeas

convirtió a Estados Unidos en el principal acreedor

y en la primera potencia económica. Las duras

condiciones impuestas a los vencidos en la paz de

Versalles despertaron en ellos un sentimiento de

humillación y revanchismo, que, combinado con los

conflictos derivados del nuevo trazado de fronteras

y con los efectos de la crisis económica de 1929,

aumentaron la tensión internacional durante los años

treinta, ante la impotencia de la Sociedad de

Naciones.

Page 81: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

75

¡DESOLACIÓN!

Page 82: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

76

GUERRA NAVAL

Análisis previo.

a aparición de Alemania como gran

potencia naval implicó una completa

ruptura con su tradición nacional. Navíos sueltos o

escuadras alemanas habían desplegado el pabellón

imperial y protegido el comercio desde la fundación

del Reich: en Haití en 1872, para exigir la com-

pensación de los daños infligidos a los comerciantes

alemanes; en los mares de China en 1876, en una

alianza conjunta con las demás potencias europeas

para suprimir la piratería; en Angra en 1883, en

Zanzíbar en 1885 y en Venezuela en 1902. Pero

estas actividades eran de importancia secundaria.

Desde su creación en 1867, la Marina alemana

dependía del Ministerio de la Guerra. Fue un hecho

significativo el que el emperador Guillermo II

inaugurara la nueva era con la creación de un

Almirantazgo independiente.

El instrumento para conseguir entrar en la

competencia naval con Gran Bretaña sería un

brillante almirante llamado Alfred von Tirpitz, que

creía con igual intensidad que Guillermo en el

derecho de Alemania al tridente, la lanza de tres

puntas que, como símbolo tradicional del poder

marino, llevaba tiempo aferrada en la mano derecha

británica. Juntos montarían la primera amenaza

seria a la supremacía naval británica en un siglo.

A principios de 1890 Tirpitz comenzó a escribir

memorandos para la Armada prusiana sobre la

importancia del poderío naval. Se guió -al igual que

la mayoría de los pensadores navales de su época-

por un libro llamado ―The Influence of Sea Power

upon History‖, de Alfred Thayer Mahan, oficial

naval e historiador estadounidense.

Mahan atribuyó la subida del Imperio británico

al dominio del mar que tenía esa isla-nación. En la

mente lúcida de Tirpitz se presentó lo inverso de la

tesis de Mahan: sin el poderío naval, no podría

existir poder político para Alemania en el mundo

moderno. Al convertirse en una nación industrial, se

había vuelto dependiente del caucho, del petróleo y

del algodón, importados de lejos, apuntó Tirpitz. ―Si

pretendemos salir al mundo y reforzarnos

comercialmente por medio del mar‖, escribió

entonces, ―si no nos proporcionamos de manera

simultánea una cierta medida de poder naval,

estaremos erigiendo una estructura por completo

hueca‖. Expuesto de forma directa, eso significaba

que Alemania debía construir una Armada para

protegerse contra los depredadores imperiales.

Para el Kaiser, con su veta de megalomanía, esa

teoría la hizo suya, en forma natural. Antes de que

pasara mucho había arrancado a su autor de su

puesto de avanzada en el Lejano Oriente y lo instaló

en Berlín en el nuevo cargo de Secretario de Estado

del Ministerio de la Armada imperial, y le

encomendó la construcción de una Armada para

desafiar a los británicos, misión que Tirpitz cumplió

en forma rápida y eficiente.

Guillermo II devoraba al americano Mahan, y

había puesto traducciones suyas a bordo de todos

los navíos de la armada alemana. Una flota fuerte

significaba la construcción de barcos de guerra, y

éstos, en cantidad suficiente para impresionar a los

ingleses. Fue para resolver este último punto para lo

que Tirpitz ideó su famosa teoría del ―riesgo‖. La

escuadra alemana debería ser al menos lo

L

CAPÍTULO IV. (Primera Guerra Mundial)

Page 83: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

77

suficientemente fuerte como para poder, si entraba

en lucha con la británica, infligirle tal daño que la

Royal Navy inglesa no pudiera hacer ya frente a sus

rivales francesa y rusa. El riesgo implicado en llegar

a acciones decisivas con la Marina alemana

disuadiría a los ingleses de atacarla con la eficacia

que su tamaño pudiera justificar.

Este era un medio barato de pujar por el poderío

naval, y las medidas de Tirpitz, jefe del Estado

Mayo Naval, al convertirse en ministro de Marina

en 1897 fueron relativamente modestas: la

construcción de siete nuevos barcos de combate -

explicables en gran parte como sustitutos de las

unidades anticuadas- que elevaron a diecinueve la

totalidad de los grandes navíos de guerra alemanes.

Pero Tirpiz fue superado por el entusiasmo por lo

naval de su Emperador; Gran Bretaña no aparecía

ya como una potencia naval de fuerza tal que no

pudiera ser tratada más que sobre la base de riesgos

y equilibrios. La Guerra de los Boers reveló no

sólo lo inadecuado de su preparación militar, sino

su aislamiento diplomático; las necesidades

coloniales británicas eran tan grandes que la Marina

alemana superaba a las fuerzas dejadas por la Royal

Navy inglesa en sus aguas nacionales. La apertura

del canal de Kiel en 1896 había aumentado

considerablemente la fuerza potencial alemana en el

Mar del Norte.

Page 84: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

78

El canal tuvo el efecto de duplicar el poderío

naval germano. La flota, que antes debía estar

dividida entre el Báltico y el Mar del Norte,

entonces pudo ser reunida en su totalidad en uno u

otro mar con escaso margen de tiempo.

Aunque Alemania podía alardear de un ejército

magnífico, apenas poseía una Armada mediocre.

Con unos ―miserables‖ 68 navíos, en comparación

con los 330 de Gran Bretaña, sólo figuraba en

cuarto lugar entre las potencias navales del mundo,

por detrás de Francia (con 95 buques de guerra) y

Rusia (con 86). Pero el Kaiser estaba dispuesto a

rectificar esa pobre posición.

El siglo XX se inauguró así con la decisión

alemana de construir una formidable flota de

combate, y los ingleses no tardaron mucho tiempo

en llegar a la conclusión de que ésta estaría dirigida

principalmente contra ellos.

El comercio mundial se triplicó entre 1880 y

1913, y Alemania fue una de las principales

beneficiarias.

Las exportaciones británicas durante ese periodo,

al tiempo que mantenían un absoluto liderazgo,

descendieron proporcionalmente de casi el 40 por

ciento del total mundial a un aproximado 27 por

ciento. Pero las exportaciones de Alemania durante

ese mismo intervalo subieron un espectacular

240 por ciento, y su participación del total mundial

Aumentó de un 17 a un 22 por ciento.

Otro factor crucial para la reflexión de Guillermo

fue el extraordinario crecimiento de la industria más

importante de Alemania, la del acero.

Inicio.

En el mar del Norte transcurrían sin incidente los

primeros días de la guerra, limitándose los

beligerantes a observarse mutuamente.

En tanto, se producía en el Mediterráneo un

hecho que había de tener gran influencia en los

acontecimientos ulteriores de la guerra; este hecho

fue la evasión del crucero de batalla alemán

―Goeben‖ y el crucero ligero ―Breslau‖ del puerto

de Mesina, en Sicilia.

Pero la sorpresa que esta acción produjo fue con

todo muy inferior a la producida por la noticia

confirmada de la entrada de los dos citados barcos

en Constantinopla, hecho que, sin género de dudas,

influyó grandemente en la intervención de Turquía

en la guerra del lado de Alemania.

Inglaterra, a la que estaba confiada la vigilancia

de los dos citados cruceros, ignoraba su destino al

evadirse de Mesina, y, pensando que intentaran

refugiarse en el puerto de Pola, en el mar Adriático

(actual Croacia) trató de darles caza, pero fracasó tal

intento por realizarlo con medios inadecuados.

Page 85: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

79

La entrada de los dos cruceros en

Constantinopla fue una tremenda sorpresa para

Inglaterra y para el mundo entero. En efecto;

imagínese la audacia y magnitud de esa empresa

estando minado el estrecho de los Dardanelos,

prohibida la navegación y estrechamente vigilada la

entrada; todo esto tuvieron que vencer los dos

barcos para entrar en Constantinopla;

posteriormente fueron transferidos a Turquía.

Bloqueo naval.

El control de los mares pronto se convirtió en un

elemento decisivo para la resolución de la guerra.

Los recursos y las provisiones llegaban hasta los

ejércitos involucrados en los dos frentes, sobre todo

desde las colonias; impedir la llegada de estas

embarcaciones a su destino suponía mucho más que

ganar una importante batalla en el campo. Inglaterra

pronto impuso un bloqueo naval que poco a poco

estrangulaba a Alemania. La flota inglesa, de gran

tradición y prestigio, bloqueó el acceso al Mar del

Norte y en consecuencia, también el abastecimiento

de las tropas desplegadas en Centroeuropa.

El bloqueo tradicional era ―lineal‖, delante de las

costas enemigas; podía aplicarse a un país insular, o

provisto de un gran perímetro de costas. Pero el

bloqueo de un país continental, separado del océano

por naciones neutrales que son limítrofes, planteaba

problemas diferentes.

¿Cómo establecer un bloqueo completo y eficaz

contra un enemigo continental? Con un bloqueo

lineal, los puertos neutrales, como Rotterdam,

podrían recibir mercancías en tránsito destinadas a

Alemania. La respuesta del Almirantazgo británico

será doble: ampliar la lista de materias primas

consideradas como contrabando de guerra y apresar

a los navíos neutrales en alta mar para verificar su

cargamento.

La dirección de la guerra en el mar adquirió

especial relevancia a la luz de los intentos recientes

por civilizarla y por proteger los derechos de los

países neutrales, por medio de los Convenios de La

Haya de 1907 y de la Declaración (no ratificada)

que siguió a la Conferencia de Londres en 1909. En

definitiva, las principales cuestiones eran definir de

modo riguroso el carácter del bloqueo (debía ser

efectivo para ser legal) y permitir a los países

neutrales comerciar con los beligerantes con todo

tipo de mercancías, salvo los materiales de guerra.

Desde el principio, la Royal Navy mantuvo que

haría cualquier cosa, en última instancia, para

garantizar la soberanía nacional. En su intento de

que el bloqueo de Alemania fuera lo más completo

posible, Gran Bretaña presionó mucho a los países

neutrales, pidiéndoles, por ejemplo, que siguieran

rutas prescritas para evitar las zonas de minas y que

se sometieran de forma voluntaria a la búsqueda del

contrabando, que era una práctica generalizada. De

hecho, se impidió a los países neutrales no sólo que

comerciaran con Alemania de forma legal y lícita,

sino también entre ellos mismos. De ahí el resentido

sarcasmo alemán de que Britania no sólo gobernaba

los mares, sino que también dejaba en suspenso las

normas.

El principal factor atenuante de la implacable

política naval británica era que, normalmente, no

implicaba una amenaza para la vida de los neutrales.

Alemania, sobre la que ya recaía la mala reputación

de haber violado la neutralidad belga, sólo pudo

contrarrestar el cada vez más firme cerco británico

sobre la navegación mercante, intensificando la

guerra submarina, que tuvo inevitablemente un

coste de vidas inocentes.

La táctica de ―bloqueo a distancia‖ adoptada por

la marina inglesa, y la reclusión de las grandes

unidades en los puertos del Norte, hizo que los

directores alemanes se ingeniaran en ensayar

medios para que la flota inglesa se lanzara al mar, y

a tal fin realizaron diversas expediciones de ataque

por sorpresa a la costa enemiga.

En las ocasiones en que los ingleses tuvieron

noticia previa de la preparación de tales ataques,

salieron con fuerzas considerables a repeler la

agresión de las unidades ligeras alemanas; por este

medio hubiera quizá podido la flota alemana

presentar batalla a la inglesa en condiciones más

favorables.

Page 86: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

80

Durante las noches oscuras de luna nueva se

realizaron también con frecuencia, por parte de los

alemanes, audaces golpes de mano. Utilizaban para

ello buques ligeros de mucho andar, principalmente

escuadrillas de torpederos, y en repetidas ocasiones

lograron señalados éxitos contra barcos de

vigilancia, convoyes escoltados por barcos

enemigos, y contra las fuerzas de protección de la

navegación en el Canal de la Mancha.

El “código”.

El crucero ligero alemán, ―Magdeburgo‖,

encalló, y fue destrozado por los aliados rusos de

Gran Bretaña. En el cadáver de un oficial de señales

los rusos encontraron los códigos secretos y las

cuadrículas de posición de la Armada alemana,

tanto para el golfo de Helgoland como para el Mar

del Norte. Manchados por el agua salada, pero aún

legibles, esos inapreciables cuadernos fueron

enviados a Gran Bretaña.

Los alemanes, ajenos a que sus más íntimos

secretos navales habían caído en manos enemigas,

se hallaban muy afligidos por la descuidada pérdida

del ―Magdeburgo‖.

En la primera acción naval importante de la

guerra, el 28 de agosto, una fuerza de ataque

británica derrotó a una escuadra alemana en el golfo

de Helgoland.

A las 7:00 de la brumosa mañana, la patrulla

regular de más o menos media docena de

destructores germanos que salió del golfo de

Helgoland en busca de submarinos británicos, oyó

el estruendo de cañones y de pronto se encontró

entre una tormenta de fuego de proyectiles

procedentes de una escuadra de barcos enemigos.

Los británicos habían partido a toda velocidad

durante la noche con ocho cruceros ligeros (la mitad

de ellos nuevos, y todos menos uno, con cañones de

150 mm.), 31 destructores y ocho submarinos.

Su doble objetivo era el de emboscar a

la metódica patrulla alemana -y a cualquier cosa que

Page 87: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

81

saliera en su ayuda- y el de distraer la atención de

los alemanes de un desembarco de tropas aliadas en

Ostend, Bélgica.

Detrás de los barcos atacantes, por si algo iba

mal, estaban preparados los cañones de 305 y 340

mm. de cinco cruceros de batalla al mando del

almirante, David Beatty. Empezó a funcionarles a

los británicos el conocimiento de los movimientos

de los alemanes.

Coronel y Falkland.

El Primer Lord del Almirantazgo, el almirante

Fisher llevaba sólo cuatro días en el cargo cuando

recibió noticias de una derrota para la Armada más

grande y potente del mundo. La calamidad había

tenido lugar en el sudeste del Pacífico, en las

afueras de la costa de Chile, a unos 13.000 km. de

distancia.

El almirante alemán Maximilian von Spee,

comandante de la germana Escuadra de China,

había pasado los meses desde que comenzaran las

hostilidades trasladando sus mejores barcos al este,

para hacer incursiones a lo largo de la costa

occidental de Sudamérica y, posiblemente, rodear el

cabo de Hornos para hostigar las bases y los barcos

británicos en el Atlántico Sur.

A finales de octubre, en las islas de Juan

Fernández, a 745 km. de las costas chilenas, se

encontraban reunidos dos acorazados y tres cruceros

ligeros, al mando del almirante alemán. Actuaba por

sus propios medios, careciendo de algún puerto

seguro donde refugiarse, en caso de necesidad y

había comentado ―He de surcar los mares

provocando tantos daños como pueda, hasta que se

me acaben las municiones o un enemigo con poder

superior tenga éxito en alcanzarme‖.

En las islas Malvinas, puerto de abastecimiento

de carbón en la red mundial de la Armada Real

inglesa, se encontraban un crucero pesado, dos

cruceros ligeros y un mercante armado con un

cañón de 120 mm. Se les iba unir un viejo crucero

que apenas alcanzaba ya los 12 nudos, pero la

escuadrilla no le esperó y conociendo de la ruta de

navegación de los barcos alemanes, fueron a su

encuentro y los consiguieron el 1º de noviembre en

las aguas del puerto de Coronel, en la costa chilena,

a 2.600 km. del Cabo de Hornos, bajo fuertes

vientos y mar embravecido. El resultado fue lo

esperado: hundidos el crucero pesado y uno ligero

ingleses; el otro y el mercante huyeron hacia la

oscuridad de la noche.

Los ingleses, por su parte, prepararon una

sorpresa estratégica, con ella recuperaron el

dominio del Sur del Atlántico y del Pacífico que

había quedado en entredicho por la victoria naval

del conde Spee, frente a Coronel; victoria que

dejaba abierto el paso de Cabo de Hornos hacia la

costa oriental sudamericana a la escuadra alemana

de cruceros que operaba por aquellas aguas; dichas

fuerzas alemanas podían enfrentarse con

probabilidad de éxito con cuantos barcos de guerra

enemigos operaban por entonces en aquellos

parajes.

Comprendiendo los enormes perjuicios que esta

situación podía y comenzaba ya a originar al

comercio aliado, el Almirantazgo inglés decidió, a

proposición del Primer Lord del Almirantazgo, Lord

Fisher, organizar una Escuadra que fuera superior a

la alemana citada, a base de los cruceros de

combate ―Invencible‖ e ―Inflexible‖; esta escuadra

se concentró en secreto en las Islas Falkland.

Ya al día siguiente de la derrota sufrida frente a

Coronel, se recibió la orden secreta de separar como

disponibles los dos mencionados cruceros de

combate. Una semana después, realizada una ligera

Page 88: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

82

carena, emprendían ambos barcos el viaje de más de

13.000 km. El 7 de diciembre estaba la escuadra

inglesa en las islas Falkland con los dos cruceros de

batalla, seis cruceros ligeros y un mercante armado,

más el viejo crucero que ya se encontraba allí, sin

que los alemanes tuvieran noticia alguna de tales

preparativos.

Al amanecer de la mañana siguiente a su llegada,

la Escuadra de Spee arriba a las aguas de la isla

principal, buscando destruir el puesto de

abastecimiento de carbón y cualquier barco que se

encontrara aprovisionándose, para luego emprender

el largo y riesgoso viaje a Alemania.

Al aparecer en la desembocadura del puerto los

dos cruceros de batalla ingleses, con velocidad

superior a la de los cruceros pesados alemanes, Spee

ordena retirada.

Al ser alcanzados, el almirante alemán ordena a

los tres cruceros ligeros que intenten escapar

mientras él, con los dos cruceros pesados se

enfrentaba a los británicos.

A las tres horas de iniciado el combate, el

―Scharhorst‖ se hundió, sin haber dado respuesta a

la petición de rendición.

Por tres horas más, mientras los cruceros ligeros

alemanes intentaban alcanzar la costa sudamericana,

el ―Gneisenau‖ continúa la lucha, negándose

también a rendirse; ya sin municiones y sin presión

en sus calderas, su capitán dio orden de

abandonarlo, mientras se iba a pique.

El sacrificio de los dos cruceros pesados fue en

vano. De los ligeros, dos de ellos fueron alcanzados

y hundidos, sólo uno escapó, para que perseguido

durante meses, finalmente fuera hundido por un

crucero británico en la isla de Juan Fernández,

donde Spee había iniciado su operación austral.

La moraleja táctica de las dos batallas fue obvia.

En Coronel, los envejecidos y obsoletos barcos

británicos no habían sido rival para los más nuevos

alemanes, y en las Malvinas, los alemanes no habían

sido rival para los cruceros de combate. En alta mar,

el cañón grande y rápido reinaba supremo... tal

como Jacky Fisher siempre había sabido que así

sucedería.

En términos de estrategia naval, la batalla de las

Malvinas marcó el fin del combate en los mares

lejanos. Los últimos de los dispersos buques

germanos habían sido derrotados; a la mayoría de

los barcos británicos se les llamó a casa, y la guerra

de los grandes buques entonces se concentró por

completo en el Mar del Norte.

Page 89: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

83

“Dogger Bank”

A principios de diciembre hubo un movimiento

hacia las márgenes de Dogger Bank, en el centro del

mar del Norte, de cinco cruceros de combate

alemanes y un restaurado crucero blindado, más una

fuerza de cobertura de cruceros ligeros y

destructores al mando del Almirante aleman Hipper,

con la idea de inducir la salida de la Flota Británica

y que cayera en una emboscada cuando apareciera

la flota de Alta Mar Alemana.

Más al encontrarse en poder de los ingleses y

haber descifrado el cuaderno de códigos y

cuadrícula de posición alemanes, la ventaja era de

ellos, pero sin embargo, algo había fallado en la

trascripción; los datos no estuvieron completos y

parte de la Gran Flota Británica se encontró sin

saberlo con la Alemana, en inferioridad de tres a

uno; el almirante alemán al mando de la Flota de

Alta Mar, temeroso de verse separado, huyó hacia

sus costas, abandonando a la Escuadra de Hipper,

que finalmente pudo escapar.

Un mes después, Hipper salió de nuevo hacia

Dogger Bank con cuatro cruceros de batalla, cuatro

cruceros ligeros y diecinueve destructores. Los

británicos, al tanto de ese movimiento, salieron con

cinco cruceros de batalla y cuatro cruceros ligeros,

más una segunda fuerza de apoyo de tres cruceros

ligeros y 35 destructores. Al amanecer las dos

escuadras se encontraron y el combate no fue

significativo para ningún bando.

Dardanelos.

Un estrecho de unos 60 kms de largo con un

anchura entre 1.5 y 6.5 kms, conectando el mar

Egeo con el mar de Mármara. El estrecho separa la

península de Gallípoli, en la Turquía Europea, de la

Turquía Asiática y en unión con el Estrecho del

Bósforo –donde se ubica Constantinopla y que une

el mar de Mármara con el mar Negro-, es la única

ruta naval al Mediterráneo. Los aliados habían

argumentado que una fuerza naval, no sólo podría

bombardear y destruir las fuerzas turcas en la

Península de Gallípoli, sino posiblemente ocupar

Constantinopla.

Turquía cerró el Estrecho de los Dardanelos

mediante un dispositivo de artillería basada en

tierra, emplazamientos de lanzatorpedos costeros y

campos minados. El paso de los Dardanelos, tiene

profundidad suficiente para que pase cualquier

buque de guerra.

Con apenas 100 cañones, la mayoría anticuados,

72 de los cuales estaban emplazados en nueve

fuertes protegiendo la parte más angosta del

Estrecho, y 324 minas dispuestas en nueve hileras,

los turcos, ayudados por los alemanes, fueron

capaces de resistir el ataque de una obsoleta flota

anglo-francesa compuesta por 18 acorazados,

cuatro cruceros de batalla, cruceros, destructores y

dragaminas.

Page 90: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

84

El 18 de marzo de 1915, los grandes barcos de

guerra intentaron forzar el paso. La mayoría de los

cañones turcos fueron destruidos por el fuego naval.

Los dragaminas, hostigados desde la costa no

pudieron realizar su trabajo, y la observación de los

movimientos de la flota enemiga permitió a los

alemanes, determinar el punto donde los acorazados

reviraban tras finalizar sus bombardeos costeros.

Dispusieron 20 de sus 36 minas de reserva, en esa

zona del estrecho, y tres de los acorazados, el

―Ocean‖, el ―Bouvet‖ y el ―Irresistible‖ fueron

hundidos por ellas.

La Escuadra se retiró, el ataque naval se perdió y

con él, la posibilidad de vencer rápidamente a

Turquía. Se intentó con desembarcos que se inicia-

ron el 26 de marzo. Los preparativos fueron

ineficaces e inadecuados; no se había estudiado la

estructura de mando del ejército turco, ni

comprobado su disposición y fuerza; no hubo

reconocimiento a fondo de los lugares de

desembarco y los mapas se habían trazado a partir

de guías turísticas.

El peso principal lo llevaron las tropas ―Anzacs‖,

(australianos y neozelandeses) en número de 70 mil

hombres, con poca experiencia de combate.

Después del desembarco no hubo coordinación

entre las unidades desembarcadas y el Alto Mando;

las tropas desembarcadas quedaron fijadas sobre el

terreno ante la resistencia turca.

Se produjeron nuevos desembarcos en otras

Page 91: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

85

partes de la península, detrás de las líneas turcas, sin

ofrecer los resultados esperados, quedando

establecidos en trincheras, sin posibilidad de

maniobra.

Los errores tácticos se sucedieron y fallaba el

apoyo logístico. Al final, la retirada se impuso

y se inició en las diferentes playas y colinas el 18 de

diciembre y terminando el 08 de enero de 1916. Los

Aliados habían sufrido un 54% de bajas del total de

los 480 mil efectivos empleados finalmente. Los

Turcos tuvieron, posiblemente, pérdidas algo

mayores, pero el terreno de la península y el

estrecho – con su gran implicación estratégica-

quedaron en su poder.

Page 92: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

86

Jutlandia

La actividad de la Armada alemana, desde el

comienzo de la Primera Guerra Mundial, despertó

serías inquietudes entre los británicos, tanto más

cuanto en el período inmediatamente precedente a la

contienda, la fuerza naval alemana, surgida

prácticamente de la nada, se había convertido en la

segunda del mundo, aunque todavía a bastante

distancia de la inglesa. Los alemanes tenían el

propósito, al parecer, de adelantarse a los británicos

hacia 1920, en grandes navíos; más la construcción

de submarinos detuvo algo esta política de naves de

superficie, pero sobre todo, al originarse la guerra

en 1914, mientras se concretaban los planes de

superar a los ingleses en un número de unidades y

calidad de las mismas para Alemania, una política

naval defensiva era claramente justificable; dado

que su Escuadra de Alta Mar era definitivamente

inferior, la usaría como Flota ―en potencia‖,

manteniendo el dominio del Mar Báltico, aislando

los puertos rusos en ese mar y dando protección a la

frontera marítima del Norte de Alemania.

En el pensamiento alemán, la Marina se

subordinaba al Ejército, con el que se esperaba

ganar la guerra. El Emperador alemán -el Káiser-

deseaba conservar su espléndida Flota intacta, a fin

de que al ganar la guerra en tierra, pudiese hacer

una mejor paz de transferencias mutuas con

Inglaterra. Su influencia sobre el Estado Mayor

Naval era mucho mayor que sobre el Ejército.

Una nueva mentalidad se desarrolla en la

Escuadra de Alta Mar alemana, en la primavera de

1916, cuando su mando pasa a las manos del

Vicealmirante Scheer; él participaba del deseo del

personal de la Flota para la acción agresiva, y su

ofensiva era empeñar en ese designio todos los

recursos a su disposición –minas, aviones,

submarinos y la Escuadra de Alta Mar-. La

situación naval y terrestre favorecía tal

pensamiento. La ofensiva alemana en Verdún estaba

declinando en su empuje y el garrote del bloqueo

naval aliado sobre Alemania se estaba tornando

opresivo. En abril de 1916, el Almirante Scheer

concibió una operación que condujó directamente a

la Batalla de Jutlandia. Esta operación debería ser

un nuevo ataque contra las costas de Inglaterra y

antes de ella, todos los submarinos disponibles

deberían estacionarse delante de las bases

británicas, en el período entre el 23 de mayo y el 1

de junio, de modo de comenzar el ataque a los

ingleses cuando éstos se hiciesen a la mar para el

combate. No buscaba Scheer una batalla decisiva,

pues era consciente de la desproporción entre sus

fuerzas y las inglesas, más su esperanza era

concentrar sus fuerzas contra una parte de la

enemiga. Sin embargo, algo había pasado en 1914

que impediría su deseo.

Como ya comentamos, durante el primer mes de

la guerra, del naufragio de un crucero alemán en el

Báltico, los rusos retiraron del agua un código

alemán y lo entregaron a los ingleses.

Como los alemanes desconocían este hecho, se

descuidaron en reformar este código; esta

circunstancia, asociada al hábil uso de las estaciones

radiotelegráficas y al magnífico servicio de

información del Almirantazgo inglés, proporcionó a

éste una previsión bastante exacta de los

movimientos del enemigo.

Así aconteció que a la medianoche del 30 al 31

de mayo de 1916, al momento en que la Escuadra

de Alta Mar alemana estaba a punto de partir, las

fuerzas inglesas ya navegaban hacia el Este, con un

encuentro proyectado para el día siguiente. Para ese

momento estaban una docena de submarinos

enfrente de las bases inglesas, más solamente hubo

dos ó tres contactos que no representaron pérdida

alguna para los ingleses y le dieron a Scheer vagas

noticias acerca de la proporción de las fuerzas

enemigas y de sus probables movimientos.

No narraremos los sucesos tácticos de la batalla

pues resultaría profuso en su descripción y extenso

en su relato. Sólo apuntaremos que tal encuentro

terminaría siendo la mayor batalla naval de grandes

buques de superficie por la cantidad y calidad de las

unidades empeñadas en la misma, que empezó a las

14:00 horas del 31 de mayo y terminó a mediodía

del 1 de junio de 1916.

Page 93: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

87

Finalmente, las dos flotas se enfrentan y ante la

mayor potencia de los ingleses, la flota alemana

opta por retirarse; el almirante inglés Jellicoe no

ordenó la persecución y destrucción de la flota

alemana por temor a que los navíos del Kaiser

largasen minas flotantes en su estela o les

condujesen a una trampa formada por campos de

minas y submarinos.

Page 94: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

88

Si la guerra sólo fuera una cuestión de números,

Jutlandia pareciera más derrota que victoria para los

ingleses, pues la Gran Flota sufrió pérdidas de 6.097

muertos, 510 heridos y 14 barcos, con un total de

111.000 toneladas hundidas.

Contra eso, el precio de la Flota de Alta Mar

alemana fue de 2.551 muertos, 507 heridos y 11

barcos que totalizaban 62.000 toneladas, enviados al

fondo del mar.

Jutlandia fue casi un empate táctico, aunque los

alemanes, aún retirándose, pudieron sentirse

orgullosos de haber combatido contra una fuerza

superior en la proporción de 8 a 15 y lograron

escapar después de causar casi el doble de los

daños que ellos sufrieron.

Más la victoria estratégica fué de los ingleses,

pues resulta indudable que demostró la incapacidad

alemana para alcanzar la superioridad en el mar

por medio de operaciones navales.

La simple aritmética decía que los británicos,

que aún tenían más del doble de barcos modernos e

importantes que los alemanes, podían superar al

enemigo en una lucha de desgaste naval. Y en la

construcción ganaban a los alemanes por un

promedio de 3 a 1.

Además, no sólo confirmaba la superioridad

naval de Inglaterra, sino la imposibilidad por parte

de Alemania de forzar el bloqueo. La Gran Flota

quedó en posesión del campo de batalla, ya que los

acorazados y cruceros de combate de la Flota de

Alta Mar alemana habían entrado en puerto; a lo

largo del resto de la guerra salieron únicamente tres

veces, en breves incursiones de poca importancia,

quedando resguardados en sus bases por los campos

de minas. En consecuencia, los Comandantes de la

―Kriegsmarine‖ abandonan los ataques navales

directos y se lanzan a una engañosa y mortífera

guerra submarina.

Page 95: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

89

Cruceros corsarios.

Los cruceros pequeños alemanes que operaban

en mares lejanos, entorpeciendo el tráfico

comercial, no podían aventurarse en luchas contra

cruceros enemigos, tanto por incapacidad técnica

cuanto por carencia de refugios en los cuales

pudieran reparar posibles averías. Siempre que

intentaron algún ataque, bien fuera contra barcos de

guerra enemigos, o bien contra alguna base naval,

hubieron de hacerlo por sorpresa, a favor de la

oscuridad; ejemplos de estos actos por sorpresa, son

el bombardeo de Madrás por el crucero ―Emden‖; la

entrada del mismo en el puerto de Penag y la

destrucción del crucero ruso ―Shemtschung‖ dentro

del puerto, y el hundimiento del crucero inglés

―Pegasus‖, por el ―Konigsberg‖ frente a Zanzíbar.

El más representativo de estos barcos corsarios fue

el ―Emden‖, buque de guerra famoso, el crucero

ligero alemán que había prestado servicio en aguas

del Lejano Oriente desde 1909, apoyando a las

diversas colonias alemanas en la región.

Por orden del almirante von Spee empezó

ataques al comercio -actuando en corso- al empezar

la primera guerra mundial. Los cruceros ligeros

germanos llevaban tres chimeneas y los británicos,

por lo general, cuatro. El ―Emden‖ agregó una de

madera e inició su crucero.

En septiembre de 1914 atacaba a los barcos

aliados en el Océano Índico, con gran audacia; se

internaba en la bahía de Bengala donde empezó a

hundir barcos mercantes y a bombardear la costa.

Su aparición repentina en Madrás el 22 de

septiembre, donde bombardeó los tanques de

almacenamiento de petróleo produjo alarma general

y su sola presencia causó demoras en la navegación

de transporte de tropas desde Calcuta al Oriente

Medio. En un mes, las bajas aliadas eran de 11

barcos con un total de 50.000 toneladas, pero sin

pérdidas de vidas. El capitán alemán, antes de

hundir los barcos se cercioraba de que las

tripulaciones se hallaran a salvo en botes salvavidas

o se hubieran trasladado al ―Emden‖ antes de

proceder al hundimiento de los buques.

El 9 de noviembre, después de hundimientos de

barcos mercantes, destruyó la estación de radio de

Isla de Cocos, pero ese mismo día fue interceptado

por el crucero australiano ―Sydney‖.

Al finalizar al primer encuentro naval de la

Armada australiana, el ―Emden‖ quedó en llamas y

encallado en unos arrecifes. La tripulación

superviviente pudo apresar una goleta y un vapor,

desde donde navegaron en viaje de aventuras, que

prosiguió en tierra por Árabia, Siria y Turquía hasta

Constantinopla, desde donde pudieron regresar a

Alemania, siendo recibidos como héroes. El ―corso‖

volvería a resurgir al estilo de siglos anteriores, con

un solo protagonista.

Page 96: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

90

Una obra maestra del disfraz.

Era tan inocente como hermoso -un buque de

vela americano, hasta que la Armada imperial

alemana lo capturó en 1916 y lo convirtió en una

siniestra arma de guerra-, un crucero auxiliar

cuyo papel era el de sorprender y destruir barcos

mercantes enemigos.

Su reconversión fue una obra maestra del

disfraz. Siguió siendo hermoso, e inocente

parecía, pero bajo sus esbeltas líneas y enorme

velamen, ese espléndido buque de tres palos,

ahora rebautizado Seeadler, o Águila de Mar.

Llevaba garras tan afiladas como las del ave

rapaz. En un astillero de Bremerhaven, los

trabajadores instalaron paneles secretos que

ocultaban pasadizos, de los cuales, hombres de la

Armada alemana, fuertemente armados, podían

salir por sorpresa a la cubierta.

Metidos en la proa había dos cañones de 106

mm., listos para volar del agua a los desprevenidos

barcos enemigos.

Por debajo de la línea de flotación, se

reconstruyó la quilla para que contuviera un

motor diesel que le permitiría perseguir a sus

víctimas cuando no soplara viento.

A bordo se colocaron dos lanchas a motor,

preparadas para botarlas por el costado con

grupos de abordaje.

Como se esperaba que albergara gran cantidad

de prisioneros, para ellos se construyeron

alojamientos secretos en la bodega... secretos, por

si el Seeadler era inspeccionado por un buque de

guerra enemigo más poderoso.

Con el fin de disfrazarlo como un neutral

buque de vela noruego, se instalaron cronómetros,

barómetros, termómetros y otros equipos

noruegos.

Page 97: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

91

Al mando, un capitán de corbeta, el conde

Félix von Luckner, y 16 de los 64 tripulantes

cuidadosamente escogidos, hablaban con fluidez

ese idioma.

Uno de ellos, describió su disfraz: ―la

tripulación se vestía como marineros noruegos,

con zapatos de madera, gruesos jerséis islandeses

y gorras azules, y llevaba tabaco noruego, tabaco

de mascar y, por encima de todo, papeles

noruegos. De repente, muchos tuvieron "novias

"

en Noruega que les escribían cartas llenas de

añoranza.

Nos dejamos crecer la barba y adoptamos

nombres noruegos‖.

Su capitán, poseía tanto la experiencia en

buques de vela como el gusto por la acción

dramática. Llegaría a ser conocido como ―el

Diablo del Mar‖.

Cuando el Seeadler salió del dique seco y se

deslizó al mar, era un barco mortal al acecho,

bajo la apariencia de un clásico gran buque de

vela. Y antes de que concluyera su mortal

travesía, el Seeadler se convertiría en una leyenda.

En el transcurso de 224 días, el Seeadler

acecharía en el Atlántico Sur y se aventuraría en

el ancho Pacífico; un merodeador a vela en la

época del vapor, esquivando escuadrones aliados,

capturando y hundiendo miles de toneladas. Al

final, cuando acabó la Primera Guerra Mundial,

ese guerrero navegante sería respetado e incluso

admirado por sus enemigos británicos y

franceses.

Pero la historia de Luckner tiene otro aspecto,

uno de mayor importancia quo la simple

intrepidez. La travesía del buque significó el

último gran servicio naval de un buque de vela.

El Seeadler -y su capitán- eran anacronismos

en una era de acorazados cada vez más grandes, a

vapor y combustible, con sus terribles cañones de

305 mm. y enormes proyectiles capaces de

penetrar en treinta centímetros de blindaje a una

distancia de 18,5 km. Cierto, el Seeadler era un

barco corsario que dependía de la astucia para

depredar. Pero al ser el último de su clase en ir a

la guerra, hizo sonar un homenaje final a la época

de los veleros de combate.

Page 98: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

92

Minas.

Después de los grandes éxitos alcanzados

durante la guerra ruso-japonesa mediante el minado

de ciertos parajes estratégicos, era de prever que en

futuras guerras esta arma había de jugar gran papel,

a pesar de lo cual su empleo en la guerra mundial

excedió a toda previsión. El número de minas

colocadas en conjunto pasó de 100.000. ´

La colocación de minas en un determinado

paraje produce doble efecto; en primer lugar, una

acción táctica por sorpresa, al producirse la primera

y quizá única víctima por voladura, en el paraje

minado; en segundo lugar, el efecto estratégico que

se manifiesta en el cuidado del enemigo por evitar,

siempre que ello sea factible, la navegación de sus

barcos por la región en que se ha comprobado la

presencia de minas por accidente anterior.

De todas las armas de la Primera Guerra

Mundial, de lejos la más diabólica fue la mina.

Flotando silenciosa e invisible a 3 o 4,5 m. por

debajo de la superficie del agua, esas bombas

marinas, cada una con 200 kilos o más de poderosos

explosivos, podían abrir la parte inferior de

cualquier barco. Colocadas en campos de 25 a 100

minas, se las empleaba para convertir amplias

extensiones de rutas navales estratégicas en

horrendas trampas mortales.

Dada la situación geográfica nada favorable de

Alemania, por lo que afecta a su salida al mar del

Norte, el intenso minado realizado por los ingleses y

americanos en aquellas aguas, tuvo enorme

influencia estratégica en el movimiento y

utilización de la flota alemana, siendo mucho menos

marcada la influencia táctica producida.

Muchas han sido las unidades de guerra, de todo

género, perdidas por una y otra partes bajo la acción

de las minas. Las pérdidas alemanas por voladura

fueron muy numerosas; sin embargo, pocas víctimas

causaron las minas en las grandes unidades, y en

ello quizás influyó la táctica seguida por la Marina

alemana de utilizar en su navegación derrotas

prefijadas de muy exigua anchura, que se revisaban

cuidadosamente antes de aventurarse por ellas las

grandes unidades, yendo, además, precedidas por

una división de dragaminas, siempre que navegaban

en aguas en las cuales se sospechaba la existencia

de aquellas. Hacia el final de la guerra, la mayoría

de los grandes barcos iban provistos de protección

propia contra minas, medio por el cual, si bien no se

anuló el peligro que aquellas representaban para la

navegación, se limitó, sin embargo tal riesgo en

gran medida.

Para los británicos, con su flota superior, la mina

al principio fue una despreciable y bárbara ―arma de

los débiles‖, aunque a medida que avanzó la guerra

la Armada Real depositó su buena ración de minas,

en especial en orden defensivo alrededor de los

fondeaderos de su flota. Pero desde el principio, los

alemanes vieron en la mina un arma de ataque de

gran eficacia, un igualador barato con el que, tal

como lo expuso un oficial alemán, ―llevar la guerra

a las costas del enemigo‖.

Avanzando furtivamente de noche, submarinos,

destructores y cruceros alemanes especialmente

equipados, salían a colocar sus mortíferos

cargamentos a lo largo de todo el Canal de la

Mancha y de las costas de Inglaterra en el Mar del

Norte. Multitud de navíos británicos, tanto de guerra

como mercantes, fueron hundidos en los primeros

meses de la guerra. El 27 de octubre de 1914 el

acorazado de 23.000 toneladas recién puesto en

servicio, ―Audacious‖, golpeó una mina y se

hundió, provocando una oleada de pánico entre la

plana mayor de la Gran Flota. El almirante John

Jellicoe escribió: ―Sería un absoluto suicidio sacar a

la flota sin hacer un dragado, y no dispongo de nada

con qué dragar‖.

Desesperados por no disponer de dragaminas, los

británicos equiparon a cientos de barcos de pesca

con aparatos para atrapar y cortar los cabos de

amarre de las minas. Era un trabajo peligroso: hubo

ocasiones, antes de que se perfeccionaran las

técnicas de dragado, en que se hundía un pesquero

por cada dos minas barridas. En total, los alemanes

colocaron más de 43.000 minas en cuatro años de

guerra, y en 1918 sobre 210 dragaminas británicos

se habían perdido al intentar manipularlas.

Page 99: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

93

Los ingleses responden.

En la cresta de la campaña británica contra las

minas, todos los días salían 725 dragaminas para

limpiar un ―canal de guerra‖ de 540 millas entre el

estuario de Forth y Dover.

No obstante, los dragaminas jamás pudieron

atraparlas todas. Al finalizar la guerra, un millón de

toneladas de embarcaciones aliadas, incluyendo 588

barcos británicos, habían caído ante las semillas

plantadas en el mar. Al mismo tiempo que el

sistema de convoyes privaba a los submarinos de

blancos cómodos, los aliados se afanaron en

negarles acceso a mar abierto.

Una mina nueva y mortífera conocida como

Mark H2 -una copia de la mina básica alemana- se

convirtió en el ingrediente principal de vastas

barreras que se emplearon para aislar las bases de

submarinos. La barrera de minas entre Folkestone y

el cabo Gris-Nez, tendida en noviembre de 1917,

resultó ser tan eficaz que los submarinos

prácticamente fueron incapaces de entrar en el canal

desde el mar del Norte.

Otra barrera, que se extendía a lo ancho de todo

el golfo de Helgoland desde las fronteras danesa a la

holandesa, fue plantada con más de 25.000 minas

para bloquear el paso de los submarinos desde las

bases alemanas del norte. Una de las campañas de

minado más famosas de la Primera Guerra Mundial

fue llevada a cabo por minadores ingleses y

estadounidenses en el Mar del Norte, donde más de

72.000 minas fueron fondeadas en una línea de más

250 millas desde Escocia hasta Noruega.

Esta operación, que tardó cinco meses en

completarse, no tuvo lugar hasta 1918. Los

resultados directos fueron seis submarinos alemanes

hundidos, otros varios dañados, y la necesidad de

que los U-boote emplearan tiempo y combustible

para flanquear el campo de minas.

Convoyes

Los convoyes no eran nuevos para la guerra.

Inglaterra los había empleado durante sus

contiendas con Francia a comienzos del siglo XIX,

y mucho antes, los españoles, durante más de dos

siglos -y en pleno auge en cuanto a cantidad de

naves y regularidad de las llamadas ―Flotas de

Indias‖- por casi cien años, cruzando el Atlántico y

el Caribe. En la guerra que estamos relatando, los

convoyes a escala pequeña -tráfico de carbón desde

Francia por el canal de la Mancha, tráfico de madera

desde Suecia por el mar del Norte- llevaban

funcionando algún tiempo. Pero su introducción a

gran escala había recibido el veto persistente del

Almirantazgo y la marina mercante por igual.

El primero temía que la escasez de escoltas

permitiría a los submarinos destruir por completo la

concentración de buques mercantes.

La segunda, al haber sacrificado a sus más

experimentados oficiales e ingenieros a favor de la

siempre en expansión Royal Navy, temía que las

considerables dificultades de mantenimiento de

formación por parte de barcos de diferentes

velocidades y tamaños en convoyes muy

compactos, en especial cuando zigzagueaban y

viajaban de noche, sería insuperable para las

tripulaciones inexpertas y daría pie a muchas

colisiones y desastres en el mar. Arguyeron que era

mucho mejor que un barco navegara solo y corriera

sus riesgos para escabullirse de los submarinos en la

vastedad del océano... una falacia que sólo el tiempo

y la experiencia demostrarían.

La entrada de América en la guerra envalentonó

al Almirantazgo para llamar barcos de las escuadras

británicas de todos los rincones con el fin de

destinarlos a la protección de convoyes, con la

confianza de que cualquier pérdida de escoltas con

el tiempo se compensaría. El primer convoy de

largo recorrido, 17 barcos desde Gibraltar, llegó a

Gran Bretaña el 20 de mayo de 1917, seguido poco

después de otro convoy de 12 barcos procedentes de

América; ambos arribaron sin sufrir pérdida alguna.

En agosto, todos los barcos del Atlántico cuyo

destino era Gran Bretaña y cuya velocidad era

inferior a 12 nudos, viajaban en convoy; con

posterioridad se llevaría a cabo con barcos de

velocidad superior. Se establecieron horarios para

Page 100: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

94

que las escoltas pudieran acompañar un convoy

hasta el límite de su territorio de protección,

entregárselo a otras escoltas y luego recoger un

convoy que fuera en dirección contraria.

A pesar de todas las inquietudes, el sistema

funcionó. A fines de agosto, sólo 2 barcos de cada

100 se hundían al ir en convoy, contra 1 de cada 10

que viajaban solos. En octubre, más de 1.500 barcos

mercantes en casi 100 convoyes habían entrado en

puerto con la única pérdida de 24 navíos, de los

cuales sólo 10 fueron hundidos mientras iban en un

convoy; el porcentaje de pérdidas era inferior al uno

por ciento. El tonelaje total perdido en noviembre se

redujo a 259.521 toneladas... menos de la mitad de

la cifra de abril.

Aún contando con la rápida reposición, por parte

de Alemania de numerosos submarinos perdidos

constantemente en la contienda, ya en otoño de

1.917 decrecieron los hundimientos de barcos

mercantes enemigos en tal medida, que ya no pudo

Alemania pensar en la posibilidad de resolver

rápidamente a favor de ella el conflicto, mediante la

presión ejercida por los submarinos.

Los barcos “Q”.

También los ingleses apelaron a los barcos

corsarios, usándolos específicamente contra los

submarinos alemanes. Cada uno, cuidadosamente

disfrazado y pertrechado para destruir submarinos

alemanes por medio de un elaborado ardid de

guerra. Fingiendo ser un buque transoceánico viejo,

un carguero costero, un pesquero o cualquier otro

navío que pareciera inocente y desvalido, un barco

Q pretendía atraer cerca a los predadores y

desprevenidos submarinos; entonces se quitaría el

disfraz e intentaría destruirlo.

Durante casi dos años, entre 1915 y 1917, los

barcos Q fueron casi las respuestas más eficaces que

tuvo Inglaterra contra las campañas de submarinos

de Alemania. En total sólo llegaron a hundir 14

submarinos, más o menos el 10 por ciento de las

145 naves alemanas perdidas en acciones del

enemigo durante la guerra. Pero dañaron a 60 más,

algunos de tanta gravedad que tuvieron suerte de

escapar y pasar semanas siendo reparados antes de

recuperar su rango operativo. Esos combates

estuvieron entre las más extraordinarias y

dramáticas batallas navales de la guerra... aunque el

mundo en gran parte fue ajeno a ellas cuando se

llevaron a cabo. El gobierno británico mantuvo los

barcos Q envueltos en un halo de secreto y, de

hecho, se negó incluso a reconocer su existencia

hasta que la guerra casi hubo acabado.

Aunque tales barcos nunca fueron una respuesta

realmente efectiva contra la amenaza de los

submarinos, y muchos historiadores han llegado a

considerarlos como poco más que una especie de

acción quijotesca en la historia de la guerra naval,

durante un tiempo, no obstante, representaron la

única respuesta disponible. Los aeroplanos aún

tenían un alcance, velocidad y armas demasiado

escasos, y eran muy vulnerables a la mala

climatología y a los fallos mecánicos como para

proporcionar unas defensas aéreas eficaces lejos de

tierra. Los grupos de veloces destructores y

patrulleras de la Armada iban de un lado a otro en

busca de submarinos, pero éstos podían sumergirse

a los pocos minutos de avistar esos barcos de

guerra, y lo único que por lo general encontraban

las patrullas era un barco torpedeado que marcaba el

lugar donde había estado un submarino.

Era más fácil establecer defensas antisubmarinas

como los campos de minas a lo ancho de canales

vitales, las redes de acero y las enormes barreras de

maderos en las entradas de los puertos y el

armamento defensivo para los barcos mercantes.

Pero mientras los submarinos pudieran tornarse

invisibles al sumergirse, seguían siendo casi

invulnerables para cualquier acción que pudieran

emprender los británicos.

Lejos de las zonas costeras, en el mar, donde el

agua era demasiado profunda para fijar minas, un

submarino era prácticamente libre de ir y venir por

donde quisiera, cobrándose un precio terrible sobre

los barcos mercantes. De los muchos navíos que la

Royal Navy equipó como barcos Q para combatir a

los submarinos -incluyendo cargueros, barcos

Page 101: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

95

costeros, pesqueros, goletas y carboneros-, el más

popular era el común carguero a vapor de servicio

irregular. Sus ventajas eran numerosas. El perfil del

carguero a vapor habitual, de tres islas elevadas -

superestructura de proa, popa y central- resultaba

tan corriente que acallaba toda sospecha. Estos

cargueros viajaban a poco más de ocho nudos, un

paso lento que los convertía en objetivos fáciles

para los submarinos. Llevaban suficiente

combustible como para permanecer en el mar

durante 24 días. Y, con una capacidad de carga de

hasta 10.000 toneladas, podían transportar los

cambios de decorados y disfraces esenciales para un

trabajo de reclamo con éxito.

Debido a que los hombres de un submarino se

mostrarían suspicaces de un navío que vieran

demorándose en una sola zona durante varios

días,los barcos Q estaban obligados a sufrir

metamorfosis frecuentes.

Las botavaras, los aparejos y las antenas se

podían alterar con facilidad, y la madera o las cajas

se podían subir a cubierta para hacer de cargamento.

También se les podía incorporar o eliminar

chimeneas y ventiladores falsos, lo que los

capacitaba para adoptar identidades nuevas de la

noche a la mañana.

Pero a pesar de la destreza y el coraje de sus

tripulaciones, los barcos Q no eran una respuesta

suficiente para el ataque masivo contra los barcos

aliados de la campaña ilimitada de los submarinos.

Para derrotar esa embestida, los aliados tenían que

conseguir nuevos y vastos recursos y adoptar

tácticas radicalmente nuevas. En abril de 1917 -el

mes más negro de Gran Bretaña-, los aliados

obtuvieron el primero de esos elementos básicos

cuando, en parte como reacción a las campañas de

los submarinos, Estados Unidos entró en la guerra.

Page 102: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

96

Page 103: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

97

IBEROAMÉRICA EN GUERRA

as graves pérdidas de buques, ocasionadas

por la Primera Guerra Mundial, acarrearon la

ruina económica en Iberoamérica. Sólo Brasil pudo

comercializar productos al poseer una flota mercante

de considerable porte. Sin embargo, algunas de sus

mercancías eran poco convenientes, por lo menos en

cuanto a Gran Bretaña, que dominaba en los mares, y

que restringió en gran medida la cantidad de café que

se podía enviar a los aliados y a la Europa neutral,

poniéndolo en la lista de contrabando para que

Alemania y sus aliados no pudieran recibir ningún

café. Había demanda de trigo y carne argentina,

además de nitratos chilenos, pero la escasez de

buques dificultaba la salida de estos productos.

Las marinas de guerra iberoamericanas, que

compraban sobre todo en Europa sus buques de

guerra y municiones, se vieron también afectadas. Al

empezar la guerra fueron embargados los buques en

construcción en astilleros europeos. Para Chile y, en

menor medida, para Brasil, estos embargos hicieron

mucho más difícil la misión de hacer respetar su

neutralidad.

En esta época, el mejor combustible para los

buques de guerra era el carbón duro. Iberoamérica,

sin reservas propias del mismo, lo importaba antes de

la guerra, sobre todo de Gran Bretaña. Después de

1914, su mayor abastecedor eran los Estados Unidos,

y, cuando en 1917 éstos entraron en la guerra, fue

más difícil obtener el carbón. Estas dificultades,

unidas al embargo de buques, restringieron aún más

las operaciones de las flotas.

Iberoamérica trató de imponer la neutralidad

sobre los buques beligerantes. Estos utilizaban

ilegalmente sus radios dentro de las aguas

territoriales iberoamericanas; carboneaban en las

mismas y hasta en su interior apresaban buques

mercantes enemigos; pero la mayor parte de

Iberoamérica fracasó en su cumplimiento. Algunas

naciones, como Colombia, Ecuador, México y

Venezuela, tenían cuantiosas líneas litorales y pocos

barcos de guerra para patrullarlas. A veces,

determinadas personas en Iberoamérica prestaban su

ayuda a buques de naciones beligerantes, de cuya

causa eran partidarios.

La marina brasileña estaba en una posición

difícil; de las marinas que patrullaban, era la única

que no estaba en guerra con Alemania y, por tanto,

no tenía derecho para actuar fuera de las aguas

territoriales, y aunque esto limitaba su utilidad,

podía, aún incluso como beligerante, contribuir a la

causa aliada. Podía seguir y vigilar a los buques

sospechosos de ser alemanes. Podía patrullar sus

costas, donde un gran número de emigrantes

alemanes que se establecieron en el Brasil

meridional eran sospechosos de ayudar al esfuerzo

de guerra alemán. Además, persistían los rumores

de que en los ríos septentrionales había refugios de

submarinos.

Los buques mercantes brasileños navegaban bajo

la protección de buques de guerra aliados. El 18 de

octubre, el mercante ―Macao‖, uno de los barcos

alemanes requisados por Brasil, fue torpedeado

frente a la costa española y su capitán hecho

prisionero. El 24 de octubre de 1917, el Presidente

brasileño envió un mensaje al Congreso declarando

que se había forzado a Brasil a una situación de

guerra. Dos días después, el Senado, por votación

unánime, proclamó ―un estado de guerra entre

Brasil y el Imperio alemán‖, con la Cámara de

Diputados de acuerdo en un 87%. De inmediato,

Brasil debió sufrir el ataque de los submarinos, que

se apuntaron triunfos entre la flota mercante

brasileña en noviembre y diciembre de 1917.

L

Page 104: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

98

GUERRA SUBMARINA

l principio, nadie sabía con certeza cuán

efectivo sería como arma... o si llegaría a

tener alguna eficacia. Por ese motivo, la Flota de

Submarinos alemana, que dos veces estuvo tan

cerca de hacer historia, tuvo un comienzo

excepcionalmente mezquino y avaro. En 1901,

mientras otras naciones desarrollaban

embarcaciones submarinas, el almirante Alfred von

Tirpitz, creador de la moderna Armada alemana,

declaró con rotundidad que «Alemania no tiene

necesidad de submarinos». Luego explicó: ―Me

negué a desperdiciar dinero en submarinos mientras

sólo pudieran navegar en aguas nacionales‖. El

primer submarino que entró en servicio no se

terminó hasta diciembre de 1906, varios años

después de que las Armadas rivales como las de

Gran Bretaña, Francia, Rusia y los Estados Unidos

hubieran adquirido unas flotas submarinas bisoñas.

El U-1 tenía una inmersión lenta y mal

armamento, con un solo tubo lanzatorpedos en la

proa. Pero se movía muy bien en la superficie -

donde la mayor parte de los submarinos, a pesar de

su nombre, pasaban casi todo su tiempo- y en 1908

completó con éxito un viaje de 1.115 km. desde

Helgoland, alrededor de la península danesa, hasta

Kiel. Ese logro ayudó a convencer al conservador

Alto Mando alemán de que el submarino merecía

más consideración... aunque en esencia siguió

siendo un arma experimental.

Alemania no tardó en dejar atrás a otras naciones

en la tecnología de submarinos. En 1909, sus

astilleros acabaron dos nuevos que alardeaban de

una velocidad en superficie de 12 nudos y de un

armamento que consistía de cuatro tubos

lanzatorpedos y un cañón.

En 1910, los submarinos alemanes podían cruzar

el mar del Norte, realizar una patrulla y regresar a la

base sin repostar. En 1913, los de la clase U-19,

equipados con motores diesel más eficientes,

periscopios ópticamente superiores y poderosos

radiotransmisores inalámbricos, podían recorrer

9.300 km. a ocho nudos... En otras palabras, eran

capaces de operar en aguas alrededor de toda la

costa de Gran Bretaña.

“No es posible….”

Winston Churchill, que albergaba pocas

ilusiones sobre los sentimientos de humanidad en la

guerra, rechazó la posibilidad de una campaña de

submarinos contra los barcos mercantes. ―No creo

que eso jamás lo lleve a cabo una potencia

civilizada‖, declaró. Y el resto del Almirantazgo

estuvo de acuerdo. Tal como lo veían, un submarino

estaba sujeto a las mismas reglas que un buque de

guerra de superficie. Esas reglas, las así llamadas

Ordenanzas de Capturas, se remontaban al siglo

XVI pero aún eran aceptadas como ley internacional

por la mayoría de las potencias marítimas. Según

esas ordenanzas, un buque de guerra podía detener

un barco mercante desarmado para registrarlo

disparando una andanada por delante de su proa. Si

el barco resultaba neutral, había que dejarlo

marchar. Si pertenecía a un beligerante, tanto la

nave como el cargamento se podían confiscar como

botín y mantener a los pasajeros y a la tripulación

como rehenes. Si no se le podía destinar una

dotación de captura, tenían derecho a hundirlo. Bajo

todas las circunstancias los pasajeros y la

tripulación debían ser tratados con el máximo

cuidado posible.

Estaba claro que las características de los

submarinos no eran idóneas para el cumplimiento

de las Ordenanzas de Capturas; no podían registrar

un barco mercante sin quedar expuestos en la

superficie, y tampoco asignarle una dotación

mínima ni acomodar prisioneros a bordo durante

mucho tiempo. Por lo tanto, fiel a las suposiciones

de Churchill, en los planes de Alemania no figuraba

para su pequeña flota -sólo tenían 20 preparados

para el combate en comparación con el total de 70

de Gran Bretaña- una campaña de submarinos

contra barcos mercantes cuando el 1 de agosto de

1914 comenzó la guerra.

Gran Bretaña impuso un bloqueo naval

extremadamente riguroso sobre el enemigo.

A

Page 105: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

99

Los barcos británicos detenían y registraban

todos los navíos, incluidos los neutrales, en busca de

cargamentos de contrabando destinados a Alemania;

la definición británica de ―contrabando‖ era tan

amplia que incluso abarcaba la comida. Los buques

de guerra de la Armada Real también impidieron a

los barcos alemanes las rutas de salida al Atlántico.

En ese tiempo, semejante bloqueo era

prácticamente el único medio del que una potencia

marítima como Gran Bretaña disponía para atacar a

una importante potencia de tierra como Alemania.

La réplica lógica de Alemania fue imponer un

contrabloqueo. Pero los pocos navíos germanos de

superficie que se aventuraron cerca de aguas

británicas no tardaron en ser repelidos por la

Armada Real. Para los alemanes, el submarino era

la única solución práctica. Incluso en fecha tan

temprana, algunos de los almirantes del Alto Mando

empezaron a hablar de éste como su principal arma

ofensiva. Sus características hacían que fuera

perfecto para patrullar las rutas marítimas sin ser

vistos, y estar emboscados en puntos vulnerables de

convergencia de los barcos que iban hacia puertos

británicos. Bien manejado, el submarino tenía la

capacidad de cortar las vitales líneas marítimas de

Gran Bretaña.

A finales de 1914, todos los cruceros alemanes

habían sido hundidos o estaban atracados en los

muelles de sus bases, y sus submarinos sólo podían

utilizarse en la práctica para la destrucción del

comercio más que para el apresamiento.

Comienzan su ataque.

Desde septiembre de 1914, rompiendo el

bloqueo, pequeños submarinos alemanes habían

atacado a los cruceros británicos y su éxito

explicaba la utilización masiva por el Gobierno

Imperial de esta forma de guerra. Para Alemania la

justificación era evidente: se trataba de romper a

cualquier precio el bloqueo británico y el riesgo de

hambre que rondaba a la población.

Al comenzar la guerra las flotillas de submarinos

alemanes sumaban ya unas veinticinco unidades

operativas, que recibieron órdenes para hacerse a la

mar de inmediato e iniciar la guerra contra las flotas

de guerras y las naves mercantes enemigas. Pero a

pesar del esfuerzo de sus tripulantes, los éxitos

tardaron más de un mes en llegar.

Cuando los astilleros alemanes iniciaron la

construcción de submarinos, al U-1 ya mencionado

le siguieron en dos series, otras unidades, levemente

mejoradas. Uno de estos primitivos sumergibles fue

el U-9, que fue protagonista el 22 de septiembre de

1914 de los primeros hundimientos de importancia

de naves de guerras enemigas, empezando la

leyenda de los temidos U-Boote y de los marinos

que tripularon y comandaron esas naves.

Entre esos oficiales con mando, destaca

Weddigen, con su U-9, quien en un intervalo de 65

minutos hundió a tres poderosos cruceros británicos

frente a las costas de Holanda; con las primeras

luces del amanecer de ese 22 de septiembre, en el

submarino al mando de este oficial se había

localizado un grueso penacho de humo en el

horizonte.

Se ordenó inmersión inmediata, quedando

solamente el periscopio sobre la quieta superficie de

las aguas, pudiéndose observar al paso de los

minutos como se aproximaban frente al submarino

tres grandes cruceros. Hacia la costa se divisaban

asimismo otros barquitos, pesqueros holandeses que

faenaban en sus labores de pesca.

El submarino se pudo colocar en buena posición

para lanzar sus torpedos de proa casi a quemarropa

–menos de quinientos metros- hacia el crucero que

navegaba en el centro de la línea británica. El

primer torpedo casi hizo levantarse sobre el mar a

las doce mil toneladas de la nave inglesa. Su

capitán, como también los de las otras naves

pensaron que había sido una mina, tomando

únicamente precauciones para evitar el choque con

otros artefactos de ese tipo.

Los dos cruceros indemnes se aproximaron al

que hacía agua a través de un gran boquete en uno

de sus costados, escorándose lenta pero

inexorablemente y lanzaron lanchas al agua para

rescatar a los náufragos.

Page 106: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

100

El submarino navegó lentamente hasta situarse

frente al costado de otro de los cruceros y lanzó dos

torpedos que dieron en el blanco. Cualquiera de

ellos hubiera sido suficiente para hundirle y así, en

solo diez minutos el navío se fue a pique, no

tardando en seguirle el primer torpedeado.

Para ese momento el submarino había sido

descubierto por el crucero que todavía flotaba sobre

las aguas y era sometido a una granizada de

proyectiles, dificultando el poder maniobrar con

libertad; sin embargo, el capitán inglés cometió el

error de permanecer detenido para izar los botes que

había echado al agua para recoger supervivientes.

Weddigen erró en su primer ataque, pero el

segundo de los torpedos dio en el costado de

estribor del crucero; la nave encajó bien el impacto,

pero el alemán lanzó el último torpedo que le

quedaba, para concretar su tarea. La nave inglesa

quedó tumbada sobre un costado durante un par de

minutos para luego llevarse consigo hacia las

profundidades a los casi seiscientos hombres de su

tripulación.

El tipo U-35 marca la diferencia.

De acuerdo a cualquier parámetro, el submarino

más avanzado de la Primera Guerra Mundial fue el

U-35. Pero aparte de su récord, poco había de

inusual en el U-35; de hecho, era típico de la

notable clase de nave construida a cientos para la

Armada submarina del Kaiser. Botado en Kiel en

1913, el U-35 tenia 64,5 m. de eslora, con una

manga de 6 m. y una altura desde quilla hasta

cubierta de 3,5 m. desplazaba unas 800 toneladas,

llevaba dos tubos lanzatorpedos en la proa y dos en

la popa, y disponía de un total de seis torpedos. Dos

motores diesel, cada uno produciendo 1.700

caballos de potencia, giraban sus dos hélices y

recargaban los acumuladores que lo impulsaban

cuando estaba sumergido.

El U-35 era un asombroso logro tecnológico.

Podía emprender misiones sólo soñadas en guerras

anteriores, sumergiéndose debajo del mar para

atacar barcos 10 o 20 veces más grandes. Además, a

diferencia de los submarinos de otras naciones, era

una nave maravillosamente elegante en la

superficie.

Los principios de la hidrodinámica dictaban que

para soportar la enorme presión del agua en lo más

hondo de la superficie del mar, el casco de un

submarino debía tener la forma de un tubo ahusado

en ambos extremos. Gran Bretaña y sus aliados

construían naves con forma de tubo que

se comportaban bastante bien una vez sumergidas,

aunque cabeceaban de manera horrible en la

superficie. Sin embargo, los alemanes recubrieron

un casco tubular interno de presión con un segundo

casco con la forma de un esbelto destructor. La

forma del casco exterior permitía que los

submarinos germanos cortaran las olas a unos 18

nudos y mantuvieran una navegación estable en

mares que obligarían a submarinos fusiformes a

buscar refugio bajo las aguas.

Page 107: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

101

El Telegrama

El 4 de febrero de 1915, el gobierno de Berlín

había declarado zona de guerra los mares

circundantes de las Islas Británicas, así como un

vasto espacio oceánico más allá de estos mares. Una

zona establecida en la que el derecho no tenía

cabida, ya que los submarinos alemanes hundirían

sin previo aviso a los navíos enemigos que

navegasen en el interior de esta delimitación, por lo

que los navíos neutrales entrarían en esta zona por

su propia cuenta y riesgo.

El 27 de febrero, se produce el primer ―acto

manifiesto‖ al perecer dos ciudadanos americanos

en el torpedeo del trasatlántico británico ―Laconia‖.

Otros acontecimientos le siguen: el 12 de marzo el

carguero americano ―Algonquin‖, que transporta

víveres de Nueva York a Londres es hundido sin

previo aviso. El 19 de marzo se pierden otros tres

navíos americanos, el ―Vigilancia‖, el ―Illinois‖ y el

―City of Memphis‖, y con el primero desaparecen

quince hombres de la tripulación. La opinión

pública americana, muy afectada, presiona al

Presidente Wilson para que reaccione.

La diplomacia alemana está realmente mal

inspirada en este período febril, pues

involuntariamente va a hacer lo necesario para

acrecentar en la opinión americana el sentimiento de

que la guerra con Alemania es inevitable.

El 26 de febrero el gobierno americano es

informado por el de Londres de una nueva hazaña

de los servicios de espionaje del Almirantazgo

británico, que durante toda la guerra darán pruebas

de una gran perspicacia en el arte de sacar a plena

luz los secretos militares alemanes. El Almirantazgo

interceptó y descifró un telegrama dirigido, cinco

semanas antes, por el ministro alemán de Asuntos

Exteriores a su embajador en México, por

intermedio del embajador alemán en Washington.

La comunicación anunciaba la iniciación de la

guerra submarina a ultranza y daba instrucciones al

embajador de que en caso de un conflicto germano-

americano, intentase negociar una alianza con los

mexicanos, prometiendo a México la recuperación

de los «territorios perdidos» de Texas, Nuevo

México y Arizona.

Wilson se indigna ante la ―perfidia‖ alemana,

puesto que el telegrama fue trasmitido por un canal

americano que el Departamento de Estado, por

excesiva cortesía, había abierto a Alemania. El

documento se transmite discretamente a la

Associated Press y ocupa los titulares de todos los

periódicos el 1º de marzo. La revelación del

―complot‖ provoca una formidable explosión de

cólera en la opinión pública. La nación americana

está a partir de ese momento unida contra Alemania,

pues hasta entonces si los estados del este

reclamaban la entrada en el conflicto, los del centro-

oeste y el Pacífico se habían sentido extraños al

mismo. La causa de la libertad de los mares les

parecía vaga y abstracta. La propuesta del ministro

les descubre repentinamente que es la propia

seguridad del país lo que está en juego.

El único temor de los americanos es que se

ponga en duda la autenticidad del mensaje, lo que

no podía probarse sin descubrir a los informadores

del Almirantazgo británico. Para su gran sorpresa, el

ministro reconoce francamente el 3 de marzo que el

telegrama es auténtico.

Pero de manera más inmediata la preocupación

se centra en la preparación militar y naval de

Estados Unidos en ese momento, en caso de su

entrada en la guerra. En 1914, Estados Unidos

contaba con 38 submarinos. Pero la marina

americana, que era la segunda del mundo en 1909,

se había visto desbordada cuantitativamente ante el

crecimiento de la potencia naval de Alemania. En el

cuadro de honor de las grandes unidades modernas

(los acorazados y cruceros de batalla), el Reino

Unido permanecía en cabeza (con 34 barcos)

delante de Alemania (21), Estados Unidos (8)

Francia y Japón (4). El ejército americano, era poco

numeroso y no estaba entrenado.

Hasta ese momento América había adoptado una

actitud ambivalente hacia la guerra en Europa.

Decidido a no tener nada que ver con ningún

conflicto extranjero, Estados Unidos, pacífico

neutral, se reservaba el derecho a comerciar con

Page 108: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

102

ambos bandos y enviaba sus barcos a cualquier

parte para realizar transacciones legales... con o sin

guerra. Los empresarios americanos al principio se

mostraron descontentos con el modo en que el

bloqueo británico interfería sus negocios con

Alemania.

Sin embargo, a medida que avanzaba la guerra,

su comercio con los británicos y los franceses en

material de guerra y alimentos de todos los tipos se

tornó más lucrativo que cualquier posible comercio

con Alemania, y la indignación ante la interferencia

de los submarinos aumentó en consecuencia. A

medida que éstos proseguían cobrándose vidas

americanas, la opinión pasó de la indignación a la

ira abierta, pero aun así, Estados Unidos siguió

decidido a mantenerse fuera de la contienda a toda

costa.

El 20 de marzo el gobierno americano constituye

un frente unánime. Uno de los ministros señala que

la nación tiene el gran deseo de tomar parte en la

guerra. Wilson contesta que no tiene por costumbre

dejarse guiar por el sentimiento popular. Sin

comunicar al gabinete sus intenciones decide

convocar al Congreso para el 2 de abril, dándose

tiempo para meditar su decisión y no ceder a un

primer impulso. Sus sentimientos le empujan a

entrar en combate al lado de la Entente. Su

conciencia de calvinista le incita a dominar sus

pasiones. Washington y el mundo esperan, y ante el

enigma, la capital federal hierve de inquietud.

Haría falta una catástrofe importante en el mar

antes de que la opinión norteamericana y

principalmente, su Gobierno, finalmente cambiara

lo suficiente como para que el país considerara con

seriedad la posibilidad de incorporarse a la lucha.

Desde una posición objetiva, había escasas

diferencias entre la actitud británica y la alemana

para con los países neutrales; con posterioridad, las

autoridades legales decidieron de hecho que el

recurso de esta última a la guerra total submarina

estaba justificada por ser tanto una represalia

legítima como ―una reivindicación lícita‖. Sin

embargo, desde el punto de vista de la opinión

pública neutral -sobre todo en Estados Unidos- y

como un regalo a sus enemigos en la guerra de

propaganda, la guerra submarina alemana tuvo el

defecto fatídico de matar a civiles británicos, y aún

más grave, neutrales, a menudo en circunstancias

vergonzosas.

Los propagandistas alemanes hicieron todo lo

posible por sacar partido al hecho de que el

resultado último del bloqueo británico sería la

muerte por inanición de «civiles inocentes», pero

esta baza resultó muy pobre frente a un

acontecimiento internacional tan espantoso como el

hundimiento del gran trasatlántico de pasajeros

―Lusitania‖ en mayo de 1915.

Hasta entonces los americanos pensaban que

ningún submarino alemán se atrevería a atacar a un

barco de pasajeros, en especial uno que transportara

a cientos de americanos.

En cualquier caso, ningún submarino construido

podía superar en velocidad al viejo ―Lusitania‖,

ganador en tres ocasiones de la codiciada Cinta

Azul al trasatlántico más veloz. Los pasajeros puede

que se sintieran más inquietos si hubieran sabido

que en la bodega del barco se cargaban municiones

para llevar a Inglaterra.

Page 109: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

103

Con o sin amenazas, el ―Lusitania‖ zarpó hacia

Liverpool (Inglaterra) el 01 de mayo de 1915. Cinco

días después entra en la zona de guerra, al sudoeste

de Irlanda. Se adoptaron las medidas rutinarias de

precaución. La noche del 6 de mayo un urgente

mensaje de radio procedente del Almirantazgo

británico -el primero de cuatro- advertía de la actividad

de un submarino alemán en la zona.

Aparte de apostar serviolas adicionales, el capitán

no prestó mayor atención a las advertencias. De hecho,

hizo lo que no tendría que haber hecho aquella fatídica

mañana del 7 de mayo. Con indiferencia ignoró o

malinterpretó la más vital de todas las órdenes del

Almirantazgo en tiempos de guerra: mantener máxima

velocidad, permanecer alejado de los promontorios, ir

por el centro del canal y establecer un curso en zigzag.

A cambio, redujo la velocidad a unos cómodos 18

nudos y siguió la línea costera a 930 m. de distancia

del faro de Coningberg, cerca de una zona donde se

había informado de presencia de submarinos. En vez

de eludir a cualquier atacante yendo en zigzag,

estableció un curso relativamente recto, convirtiendo

su barco en un blanco fácil.

Cerca, el capitán del submarino alemán U-20 salió

a la superficie, poniendo fin a una larga semana de

patrulla. Ya había hundido a una pequeña goleta y a

tres buques a vapor en las afueras de la costa sur de

Irlanda. A las 13.20 horas avistó un barco a unos 24

km. Sumergiéndose, fue a máxima velocidad en un

curso de interceptación. Se le garantizó una presa muy

fácil cuando el ―Lusitania‖, sin saberlo, alteró el

rumbo en su dirección.

Sin advertencia previa, el submarino disparó el

primer torpedo de proa; momentos después, impactó

en el trasatlántico en la proa del lado de estribor, y

detonó en el interior de su casco, provocando una

explosión secundaria y más fuerte, en las salas de

calderas. Escorándose a estribor, el barco comenzó a

hundirse rápidamente por la proa. Los supervivientes

del ataque fueron 761. En total, 1.198 personas

murieron, incluyendo a 128 americanos y 35 de los

39 bebés que habían salido de Nueva York.

En Alemania, en general, la Prensa aclamó el

hundimiento, aunque algunos informes germanos

mantuvieron que el capitán alemán había

confundido el ―Lusitania‖ con un transporte de

tropas. (El capitán alemán murió antes del fin de la

guerra, y jamás se determinó con certeza si antes de

disparar el torpedo sabía que estaba atacando un

trasatlántico de pasajeros).

Pero Estados Unidos no estaba listo para declarar

la guerra. El Presidente sólo le transmitió una nota

de protesta a Alemania, reafirmando su

determinación de salvaguardar por cualquier medio

los derechos de los norteamericanos a viajar a

cualquier parte de ultramar en cualquier barco que

eligieran, aunque dicho barco perteneciera a una

nación beligerante. No obstante, el caso del

―Lusitania‖ era una mecha encendida. Contribuyó

poderosamente a avivar los sentimientos anti-

alemanes en América; con el tiempo ayudaría a

cambiar las mentes del pueblo y del presidente.

Asombrada por la violencia de la reacción

americana, Alemania le ordenó el 6 de junio a su

fuerza de submarinos que frenara los ataques

contra los barcos de pasajeros grandes, y el 18 de

septiembre el káiser ordenó un alto en la guerra total

de los submarinos contra los barcos mercantes en

aguas británicas.

En el fondo yacía la sombra de Estados Unidos,

con su vasta capacidad industrial y su enorme

reserva de mano de obra. Alemania no deseaba

encolerizar a ese gigante neutral, y sabia que todo

americano que muriera accidentalmente en un

ataque de submarinos (y había habido muchos

casos) hacía que Estados Unidos se acercara un paso

a su unión con los aliados.

Durante gran parte del año siguiente, Gran

Bretaña disfrutó de un respiro de las depredaciones

de los submarinos... aparte del continuo tendido de

campos de minas fuera de los puertos británicos y

de las rutas marítimas, una actividad que prosiguió

sin interrupción hasta el fin de la guerra.

Ansioso de no desperdiciar el potencial de sus

submarinos, el Almirantazgo alemán desvió sus

naves del Atlántico y el mar del Norte al

Mediterráneo. Allí podrían apoyar a los aliados de

Alemania, los turcos, en su lucha contra las fuerzas

Page 110: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

104

británicas e imperiales por intentar obtener una

posición fuerte en los Dardanelos, en Gallípoli.

Con flotillas basadas en el Adriático, los

submarinos lanzaron una campaña nueva contra los

transportes que llevaban refuerzos de tropas al

frente de Gallípoli y contra los barcos mercantes

británicos y neutrales llevando cargamentos desde la

India y el Lejano Oriente. Los frutos fueron buenos,

la oposición ligera y las hazañas de los submarinos,

espectaculares.

A comienzos de 1916 los políticos cedieron a la

presión de los militares y soltaron una vez más a los

submarinos en aguas de Gran Bretaña, pero los

ataques se vieron restringidos a barcos mercantes.

Dos meses más tarde, después de unas enérgicas

protestas de los países neutrales -el Presidente

Wilson amenazaba con cortar las relaciones

diplomáticas con los alemanes-, Alemania se tornó

cauta y en mayo de 1916 hizo regresar de nuevo a

los submarinos.

Durante un tiempo, el Atlántico y el mar del

Norte quedaron vacíos de los temidos submarinos,

pero la quietud solo duró el verano. Es otoño, el

Alto Mando obtuvo permiso para otra ofensiva -de

nuevo restringida a barcos armados- tras convencer

al Kaiser de que era improbable que Estados Unidos

entrara en la guerra. La nueva campaña tuvo un

éxito asombroso. La flota totalizaba 134

submarinos, de los que 87 eran operativos. Entre

ellos figuraban los nuevos tipos UC, equipados para

plantar minas, y el UB, llamado el renacuajo por su

tamaño diminuto, diseñado para defensa costera.

La agrandada flota de submarinos le provocó a

Gran Bretaña el peor número de pérdidas desde que

comenzara la guerra, 154 barcos mercantes

británicos, con un total de 487.000 toneladas,

durante los últimos cuatro meses de 1916. El

Comandante en Jefe de la Gran Flota, el almirante

sir John Jellicoe, advirtió que si la guerra de los

submarinos seguía expandiéndose sin limitaciones,

Gran Bretaña se vería obligada a pedir la paz en el

verano de 1917.

El principal esfuerzo ofensivo de Alemania en

1917 no se llevó a cabo en tierra, sino en el mar; la

reanudación de la guerra submarina sin límites

contra Gran Bretaña. Esta estrategia fue decidida

después de muchos meses de difícil debate. El

almirante Tirpitz había dimitido en marzo de 1916

al no permitírsele que la adoptara, pero los

submarinistas alemanes siguieron siendo favorables

a la misma, aunque no tanto la Flota de Alta Mar,

cuya función quedaba mermada.

Al inicio de 1917, el Kaiser dio su aprobación a

la reanudación de una campaña total y sin

limitaciones, a pesar del riesgo de encolerizar a

Estados Unidos.

De ese modo el resultado de la guerra y el

destino de Alemania se confió a los submarinos...

algo sin imaginar en 1914. Los argumentos de la

Armada germana a favor de la compañía coincidían

en cada detalle con la desolada predicción del

Almirante Jellicoe; se basaban en una serié de

cálculos estadísticos que demostraban que si cada

mes se hundían 600.000 toneladas de barcos

británicos, y se conseguía asustar y ausentar a los

navíos de los países neutrales de los puertos

ingleses, el sistema de abastecimiento británico se

colapsaría y la guerra acabaría en seis meses porque

Gran Bretaña ya no sería capaz de obtener las

materias primas necesarias para continuar.

En 1917, en febrero, 86 barcos mercantes

británicos con un total de 256.000 toneladas se

fueron a pique. En marzo, ese número se elevó a

103 barcos con 284.000 toneladas. Las tripulaciones

de los submarinos trabajaron al máximo de su

capacidad y superaron todas sus actuaciones

previas. Ahora se perdía uno de cada cuatro barcos

que salían de puertos británicos, incluyendo naves-

hospital claramente señalizadas y brillantemente

iluminadas. En el feroz clima invernal, el precio

mortal se incrementó.

Esta política atraería casi con toda seguridad a

Estados Unidos a la guerra, pero pasaría al menos

un año hasta que pudiera desplegar sus ejércitos en

Europa. ¿Se podría dejar a Gran Bretaña fuera de

combate en los pocos meses de que disponían?

Desde un punto de vista técnico, los últimos

progresos hacían pensar que era posible.

Page 111: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

105

ESTADOS UNIDOS EN GUERRA

l 2 de abril de 1917 el Presidente de Estados

Unidos, Woodrow Wilson, apareció ante

una sesión conjunta especial del Congreso celebrada

en la Cámara de Representantes. Todo el mundo

sabía que estaba a punto de pedirles a los

legisladores que tomaran una decisión trascendental.

Al terminar la sesión, casi tres años después de

que el conflicto estallara en Europa, Estados Unidos

le declaró la guerra a Alemania. Los motivos para

hacerlo fueron diversos y complejos; la ofensiva de

los submarinos, aunque se cobraba un precio cada

vez más alto en vidas americanas, no fue la única

causa de que renunciaran a su intención largo

tiempo defendida de evitar verse mezclados en las

guerras europeas. Pero contribuyó de forma

poderosa la manera en que los submarinos libraban

la guerra, habiendo provocado una ira incendiaria en

el público americano, y todo congresista que

escuchó la alocución de Wilson pudo sentir el calor

de esa furia.

La intervención de América no aportó un alivio

inmediato a los asediados británicos, ya que los

hombres y las armas aún no estaban disponibles en

cantidades suficientes para lanzarlos a la batalla. En

vano el almirante William Sims, al mando de las

fuerzas de la Marina de Estados Unidos en Europa,

advirtió que Gran Bretaña se hallaba en peligro

inminente de colapso bajo la embestida de los

submarinos e instó a que su país enviara en el acto

cualquier navío antisubmarino que tuviera

disponible. A medida que proseguían los ataques de

los submarinos -en mayo de 1917 se hundieron

549.987 toneladas-, el Almirantazgo predijo que la

guerra estaría perdida en noviembre.

A comienzos de mayo, seis destructores

americanos arribaron a Queenstown, Irlanda. Eran

una ayuda, más no la respuesta. El significado

verdadero de la beligerancia americana en aquellos

oscuros e inciertos días era la futura promesa de la

realmente asombrosa productividad industrial de

Estados Unidos. Por ejemplo, la Compañía de

Aceros de Bethlehem pronto sería capaz de

E

Page 112: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

106

construir un destructor grande en apenas seis

semanas, mientras que los astilleros británicos

necesitaban nada menos que 18 meses para

construir un navío similar. Los británicos se

mostraron prestos en tratar de aprovechar esa

cornucopia industrial: le presentaron a su nuevo

aliado una lista que incluía 55 destructores de

escolta, 41 cruceros, cuatro acorazados, más de 100

aviones, 100.000 minas y 250 pequeñas

embarcaciones minadoras para establecer una

enorme barrera a lo ancho del mar del Norte, a la

vez que un número no especificado de barcos

mercantes y variados navíos de patrulla

antisubmarina.

Haría falta tiempo para satisfacer las necesidades

en apariencia inagotables del Almirantazgo

británico, por no hablar de las propias de los

americanos, y una gran parte del equipo

manufacturado en Estados Unidos no salió del

conducto industrial hasta que la guerra hubo

acabado. Pero el apoyo de América bastó para

conseguir un cambio importante: le dio a Gran

Bretaña confianza para introducir al fin el sistema

de convoyes.

La agonía.

De un modo u otro, el mundo se convirtió en un

sitio inhóspito para los submarinos alemanes. En el

apogeo de su efectividad, 70 cargueros resultaron

hundidos por cada submarino perdido. En julio de

1917 la proporción había descendido a solo 16

cargueros por cada submarino. Y la mortalidad de

los submarinos empeoraría mucho más. De 55 que

había en el mar en mayo de 1918 -el total más

elevado en cualquier momento de la guerra- 16 se

perdieron, convirtiendo ese mes en el más

desastroso en la historia de los submarinos. Aunque

su producción se incrementó, ello quedó

contrarrestado por los programas acelerados de

construcción de barcos en Gran Bretaña y América.

Durante el segundo cuarto de 1918, la producción

de barcos compensó las pérdidas. Las estadísticas

vitales de la campaña de submarinos revelaron

clínicamente la inminente derrota de la flota

submarina.

Un arma antisubmarino todavía más temida era

la carga de profundidad, que reclamó su primera

presa en julio de 1916, y casi de inmediato, cada vez

más tripulantes de submarinos se vieron obligados a

soportar el terror de sus ataques: las sacudidas de las

explosiones bajo el agua, las oscilaciones violentas,

el apagado de las luces, la destrucción de los

instrumentos, el agua saliendo de las tuberías y

válvulas agrietadas. Aunque la mayoría de las

cargas de profundidad caían lejos de sus blancos,

compartieron el crédito con las minas por el

hundimiento de más submarinos que cualquier otra

arma Aliada: 35 cada una.

Más o menos en los últimos días de la guerra de

submarinos, la potencia aérea de los aliados se

convirtió en otro factor crucial en la contienda. Los

aeropuertos, las estaciones de hidroaviones y las

bases de aeronaves destinados al esfuerzo

antisubmarino brotaron por toda la costa de Gran

Bretaña.

Las naves voladoras caían desde el sol sobre los

submarinos desprevenidos, y llegaron a hundir a

siete y a dañar a 40. Cuatrocientos dirigibles

pequeños, algunos con una autonomía de 50 horas,

entraron en servicio como escoltas aéreos de

convoyes y localizadores de submarinos en los

accesos septentrionales, el canal de la Mancha y el

mar del Norte, y con el tiempo patrullaron un total

de 4.180.000 km cuadrados. De los 312 barcos

torpedeados en un convoy desde abril de 1917 hasta

el fin de la guerra, sólo dos recibieron un impacto

mientras se hallaba presente una escolta aérea.

Page 113: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

107

Los líderes de Alemania comprendieron

tardíamente las implicaciones de la participación

americana en la guerra. Estaba claro que había que

hacer algo para combatir a ese enemigo, nuevo y

poderoso. De algún modo había que llevar la guerra

a los mismos Estados Unidos con el fin de

interrumpir el flujo de tropas y municiones

americanas a los campos de batalla y apartar a las

fuerzas navales norteamericanas de aguas europeas.

En busca de una respuesta, los alemanes recurrieron

a un nuevo tipo de submarino de guerra: los

cruceros. Esos submarinos gigantes fueron la mejor

excepción al declive generalizado de la flota de

submarinos.

Solo nueve de esos submarinos crucero llegaron

a entrar en acción, aunque el programa de

construcción de 1917 y 1918 pretendía fabricar

muchos más para incursiones de larga distancia en

los siguientes dos años. Siete de los nueve citados

iban a funcionar como submarinos mercantes, y sólo

con posterioridad se convirtieron en cruceros. Pero

los otros dos fueron diseñados desde la quilla hasta

la perilla como naves de guerra.

Con un desplazamiento de casi 2.500 toneladas

en inmersión, 95 mts de eslora y armados con seis

tubos lanzatorpedos y dos cañones de 150 mm, esos

dos últimos eran los submarinos más grandes que se

construyeron en la Primera Guerra Mundial.

Nuevos ingenios.

Citaremos solamente dos máquinas que, o bien

por el resultado obtenido, o por lo que era razonable

prever de su perfeccionamiento y utilización en

futuras guerras, son dignas de mención. Una de ellas

es la ―Vedette-Torretera‖, de sólo el tamaño

necesario para poder soportar uno o dos tubos lanza-

torpedos; dieron excelente resultado en la vigilancia

costera, siendo utilizadas por primera vez en

Flandes. Posteriormente, los italianos en particular,

sacaron gran partido de su empleo; en la primavera

de 1918 atacaron por sorpresa, a favor de la relativa

oscuridad de las primeras horas de la mañana, una

sección de la flota austro-húngara en las costas de

Dalmacia, utilizando en la sorpresa solamente

aquellas ―Vedettes‖, consiguiendo hundir el buque

Page 114: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

108

de línea más moderno de la flota austro-húngara, el

―Szent Istvan‖, alcanzado por dos torpedos.

La otra innovación a que nos referimos la

constituye el avión armado de torpedo, en lugar de

bombas, el cual se ha de lanzar contra el blanco

enemigo volando en plano muy próximo a la

superficie del agua. Esta arma se utilizó en la

Primera Guerra Mundial por parte de los alemanes,

sin gran éxito, a causa, sin duda, de las imperfec-

ciones técnicas iníciales del nuevo sistema y de la

impericia de los encargados de su manejo. Pero se

debía prever que una vez vencidas las dificultades

en el manejo del torpedo, en futuras guerras, las

grandes unidades de combate y cruceros habrían de

tener muy en cuenta la contingencia del ataque de

aviones torpederos.

La revolución hierve en la Marina alemana.

Un resultado del virtual embalsamamiento de los

buques grandes fue que los más capacitados y

dedicados oficiales y hombres alistados, pronto se

presentaron de voluntarios para el servicio a bordo

de destructores y submarinos, dejando en los

acorazados y los cruceros de combate una

desproporcionada cuota de ineptos e indolentes.

Además, tal como le correspondía a su estado de

inactividad, los hombres alistados en los barcos

grandes ahora recibían raciones reducidas e

inferiores -nabos, pan, té de hierbas y muy poca

carne-, mientras que los comedores de los oficiales

de tierra seguían abastecidos de licor, tabaco y

buena comida.

El 2 de agosto de 1917, unos 350 hombres a

bordo de un acorazado se negaron a montar guardia,

bajaron a tierra y marcharon en protesta por las

calles de Wilhelmshaven. Entonces, aireadas sus

quejas, regresaron a sus puestos... sólo para ver

cómo arrestaban a sus líderes para someterlos a un

consejo de guerra. Varios fueron sentenciados a

largas penas en prisión, mientras que dos alcanzaron

el martirio cuando se les llevó a Colonia y un

pelotón de fusilamiento del ejército los ejecutó.

El Alto Mando de la Armada insistió en que la

insurrección había sido inspirada por agitadores

comunistas. Parece bastante más probable que los

contactos de los marineros con elementos

revolucionarios fueran un resultado del motín en

vez de una causa. Entre las pocas concesiones

arrancadas a la Armada Imperial había una que

permitía a los marineros elegir comités de

provisiones para supervisar la distribución de

raciones en cada barco.

Page 115: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

109

Esos grupos sí que atrajeron a revolucionarios de

Berlín y condujeron a la formación de secretas

asambleas de marineros basadas en las que ya

surgían en la Armada rusa. Y así, bajo las cubiertas

de los acorazados y cruceros de combate alemanes,

la rebelión hirvió a fuego lento durante más de un

año.

El armisticio.

El 5 de octubre de 1918 un nuevo Canciller

alemán solicitó que el Presidente de los Estados

Unidos, Woodrow Wilson, preparara un armisticio.

En ese punto los alemanes aún esperaban una paz

negociada en vez de unas condiciones dictadas por

el vencedor sobre el vencido... y el mando de la

Armada británica temía que los alemanes pudieran

intentar mejorar su posición de facto, demostrando

que la Flota de Alta Mar todavía era una fuerza de

combate formidable. Un almirante británico lo

explicó: ―El enemigo debe comprender que, en

cualquier caso, parte de su flota le será exigida en el

armisticio y en las condiciones de paz. Puede que

trate de infligirnos algunas bajas antes de perder por

completo dicho poder‖.

Eso mismo era lo que planeaba el Jefe de la

Flota alemana, Scheer. El 21 de octubre, sin

contárselo al Gobierno ni al Mando de la Armada

(mucho menos al Kaiser), le envió órdenes al

Almirante Hipper en Wilhelmshaven: ―Ha de

prepararse a la Flota de Alta Mar para un ataque y

una batalla con la flota británica‖.

Su Plan de Operaciones requería que 19

destructores atacaran barcos mercantes en la costa

de Flandes y en el estuario del Támesis, mientras la

flota principal de combate se reunía. Los

destructores atacantes atraerían a la Gran Flota y la

conducirían hasta una isla holandesa a unos 13 km.

del estuario del río Ems. Una vez allí, después de

que las minas y 25 submarinos al acecho hubieran

empezado a destruir a la fuerza británica, los

acorazados y los cruceros de combate de la Flota de

Alta Mar entrarían en la escena y rematarían el

trabajo.

Era un plan desesperado para una época

desesperada y, por fortuna prácticamente para todos,

jamás tuvo la oportunidad de ser llevado a cabo. Al

anochecer del 29 de octubre la Flota de Alta Mar se

había agrupado, programada su salida para

medianoche. No obstante, a pesar de los

extraordinarios esfuerzos de Scheer por mantener el

secreto, las luces de señales parpadearon por las

troneras de los buques de guerra mientras las

tripulaciones se transmitían de barco a barco los

rumores más fantásticos.

Poco importaba cuál de las historias era verdad.

Por claro consenso, las dotaciones fueron renuentes

a arriesgar sus vidas en la última batalla de una

guerra perdida. A las 22:00, mientras Hipper

mantenía una conferencia a bordo de su buque

insignia, un oficial irrumpió con la espantosa noticia

de que los hombres de tres acorazados se negaban a

obedecer a sus oficiales. A medianoche, la hora

estipulada para la partida, los hombres de otros tres

acorazados se hallaban en un motín declarado, con

los fogoneros amenazando con apagar las calderas

si los barcos intentaban navegar.

El 3 de noviembre unos 500 marineros

abandonaron sus barcos y se reunieron en un parque

en las afueras de la ciudad. Allí, trabajadores de los

astilleros y otros civiles se unieron a los marineros

hasta convertirse en una multitud de unos 20.000

hombres. Mientras marchaban hacia la cárcel de

Kiel con la intención de liberar a algunos

prisioneros, una patrulla costera leal disparó contra

la bulliciosa muchedumbre, dejando a una veintena

de muertos y heridos sobre los adoquines.

Regresando a sus barcos y barracas, los marineros

entraron a la fuerza en las armerías. Con las armas

que tomaron, casi sin ninguna oposición, el 4 de

noviembre obtuvieron el control de Kiel. La

rebelión se extendió, y en dos o tres días banderas

rojas ondearon en Wilhelmshaven, Hamburgo,

Lübeck, Rendsberg, Bremerhaven y Rostock.

El caos creció. Otra orden enviaba a los

submarinos y a las torpederas en Kiel y

Wilhelmshaven a buscar refugio en Helgoland. Pero

aun allí había estallado la revolución, y los navíos

Page 116: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

110

leales al gobierno no eran bien recibidos. La flota de

submarinos carecía de refugio en el mundo.

Esas dotaciones alemanas, invictas ante el

enemigo y leales y disciplinadas hasta el final,

fueron derrotadas de esa manera por sus

compañeros de armas, los marineros de las naves de

superficie. El 9 de noviembre los submarinos

recibieron la orden de regresar a sus bases y

entregarse a la ignominia de capitular ante los

amotinados.

Ese mismo día, el Gobierno cedió su puesto a un

régimen socialista. Y a las 5 de la madrugada del

lunes 11 de noviembre de 1918, se firmó un

armisticio.

La entrega.

Bajo los términos del armisticio, el grueso de la

Flota de Alta Mar alemana debía ser entregada a los

británicos para su internamiento, hasta un convenio

de paz definitivo.

Así pues, el 21 de noviembre, conducidos por el

crucero ligero británico Cardiff como guía, once

acorazados alemanes, cinco cruceros de combate,

siete cruceros ligeros y 49 destructores navegaron

despacio a través de la niebla hacia su último punto

de reunión.

Una condición crucial del acuerdo del armisticio

fue la rendición de todos los submarinos, en puertos

designados por los aliados. Si los alemanes

intentaban echar a pique sus submarinos,

advirtieron, Helgoland quedaría bajo permanente

ocupación militar de los aliados.

El puerto elegido para rendirse fue Harwick, en

la costa este de Inglaterra. El 20 de noviembre,

mientras la niebla del amanecer se despejaba desde

el mar, a 38 km. de distancia se podían ver las

formas largas y bajas de 20 submarinos alemanes

escoltados al cautiverio por buques de guerra de la

Royal Navy.

Las tripulaciones británicas los abordaron y

ocuparon los puestos de las dotaciones alemanas, y

mientras entraban en puerto, la enseña británica se

izaba por encima de la bandera germana.

En los días siguientes, la humillación se repitió

una y otra vez. Contando los que ingresaron en otros

puertos, al final, 176 submarinos quedaron

prisioneros.

Había otros 224 que se oxidaban en astilleros

alemanes en diversas fases de construcción,

destinados a una gran ofensiva que nunca tendría

lugar.

La Flota alemana había sido llevada a Scapa

Flow para su internamiento... y cuarentena.

Temerosos de que la enfermedad de la revolución

alemana pudiera contagiar a los marineros

británicos, las autoridades de la Armada Real se

negaron incluso a permitir que los alemanes

pusieran pie en la costa de Scapa, confinándolos a

las calientes cuevas de sus barcos, que cada día

estaban más herrumbrosos y sucios.

De modo comprensible, los británicos se negaron

a reconocer al Soviet de los marineros y, salvo para

proporcionarle al almirante alemán al mando (Von

Reuter) periódicos, mantuvieron escasos contactos

con el Comandante alemán.

Hundimientos

Mientras las negociaciones de Versalles se

dilataban, con el destino de la flota germana en la

balanza, Reuter desarrolló un plan para salvar parte

del honor perdido de su Armada: si se presentaba la

oportunidad, hundiría sus barcos.

En junio de 1919 los británicos inadvertidamente

le proporcionaron la oportunidad. A principios de

ese mes, los buques de repatriación se llevaron a la

mayoría de los marineros alemanes a casa, dejando

dotaciones básicas de apenas una docena de

oficiales y hombres en cada destructor y de unos 80

en cada buque superior.

Bien fuera por idea de Reuter o simplemente

porque los marineros más rebeldes eran también los

más ansiosos por retornar a una vida civil, los que

se quedaron fueron los más leales.

El 17 de junio Reuter envió una carta secreta a

sus comandantes, ordenándoles que mandaran a

pique a sus navíos en respuesta a una señal

Page 117: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

111

procedente del buque insignia. Sus partidarios

comenzaron los preparativos de inmediato. Cuatro

días después, una soleada mañana de sábado, los

barcos británicos levaron anclas y se hicieron

despreocupadamente a la mar.

Confiado en que los alemanes no podían causarle

problemas, el almirante inglés que comandaba la

Escuadra de vigilancia de Scapa Flow, había

ordenado un día de prácticas de torpedos, dejando

atrás sólo a dos destructores, siete barcos de pesca y

unos paquebotes.

A las 11:20, el buque insignia de Reuter

transmitió: ―Párrafo 11. Confirmen‖. En 70 barcos a

lo largo del enorme puerto, marineros alemanes

corrieron bajo cubierta y aguardaron la orden de

acción, que llegó a los pocos momentos: ―Condición

Z: ¡Hundir!‖. En un estallido de energía largo

tiempo contenida, los alemanes abrieron las espitas

de mar, arrancaron los remaches de los mamparos y

con almádenas aplastaron válvulas, tuberías y con-

densadores. Una vez que las válvulas y las espitas

de mar estuvieron abiertas, tiraron por la borda sus

llaves y manivelas, al igual que todas las válvulas de

admisión de los condensadores. Ahora ya no

podrían volver a cerrarse... nunca.

A bordo de uno de los barcos de pesca británicos

que no habían zarpado, un artista civil estaba

realizando el boceto del acorazado ―Friedrich der

Grosse‖ (Federico el Grande), que había servido de

buque insignia de Scheer en Jutlandia, y mientras

dibujaba, para su asombro se dio cuenta de que el

gran barco parecía estar hundiéndose.

En un barco de visita que había estado

serpenteando entre la Flota de Alta Mar, unos 200

escolares británicos centraron su ahora excitada

atención en la visión de los marineros alema-

nes saltando a los botes salvavidas y abando-

nando sus barcos mientras lo que quedaba de

la orquesta germana tocaba el himno nacional

alemán.

Page 118: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

112

Alertada al fin, la Escuadra británica regresó a

toda máquina... demasiado tarde. A las 12:16 el

―Friedrich der Grosse‖ se hundió. La Armada

inglesa se comportó como si hubiera enloquecido;

los buques de guerra y los paquebotes británicos

dispararon sobre los botes salvavidas alemanes que

enarbolaban banderas blancas, matando a 10 e

hiriendo a 21.

En un ignominioso episodio, un marinero alemán

que había estado a bordo de un barco británico en el

momento de los hundimientos fue ejecutado en el

acto.

Incluso mientras desahogaban su ira, los

británicos se afanaron como locos por remolcar a la

costa, encallar y, así, salvar a los buques que se

hundían; tuvieron éxito con un acorazado, cuatro

cruceros ligeros, y 18 destructores.

Antes de que terminara ese funesto día, 51

barcos, incluyendo 10 acorazados y cinco cruceros

de combate, con un total de casi 500.000 toneladas -

más del doble de las bajas sufridas por ambos

bandos en Jutlandia-, yacieron en el fondo de Scapa.

Reuter y 1.860 hombres fueron llevados a tierra

como prisioneros de guerra, y por dos veces el

Almirantazgo intentó juzgar al Comandante

germano por el hundimiento. En ambas ocasiones,

el Auditor de Marina de la Gran Flota británica

decretó que el juicio era imposible: bajo el

Armisticio y hasta que se firmara un Tratado de Paz,

la Flota de Alta Mar había sido internada, no

rendida... y en un sentido legal, Reuter simplemente

había destruido propiedad que aún pertenecía a su

propio gobierno.

Reflexión

Con el fin de la primera campaña de submarinos

de la historia tuvo lugar el mortífero recuento.

Alemania había comenzado la guerra con 20

submarinos operativos, había construido 345 y

perdido 178 en acciones del enemigo. De los 13.000

oficiales y hombres que sirvieran en ellos, 515

oficiales y 4.849 hombres habían perdido la vida,

una tasa de mortalidad superior al 40 por ciento.

Pero eso no era nada comparado con las bajas

que habían infligido. Hundieron casi 5.000 barcos,

con un colosal total de once millones de toneladas,

la mayor parte británicos.

Un joven Oficial Naval submarinista, Karl

Dönitz, al contemplar las lecciones de la guerra de

submarinos en el ocio forzado del campamento-

prisión, llegó a la misma conclusión. ―La culpa de la

derrota‖, escribiría muchos años después, ―radicaba

en la propensión continental de nuestro gobierno, de

nuestros jefes en el Ejército y de todo el pueblo

alemán‖.

Alemania había salido victoriosa en el pasado

porque sus oponentes eran países continentales y la

lucha la llevaban a cabo los ejércitos de tierra.

―Entonces nuestra posición política y estratégica se

había visto fundamentalmente alterada‖, continuó

Dönitz. ―Por primera vez, 1914 fue una contienda

marítima, y el mayor poder naval estaba del lado de

nuestro oponente, con el que podíamos combatir

con alguna esperanza de éxito sólo en el Atlántico.

Y eso no lo comprendimos.‖ Él lo comprendió

entonces.

En los años siguientes a su regreso a Alemania

en julio de 1919 -los amargos años de las

aplastantes indemnizaciones de guerra y del

empobrecimiento nacional, de la anarquía política y

la violencia civil, de la galopante inflación y la

impotencia militar- Dönitz supo que si alguna vez

tenía lugar otra guerra sería una continuación de la

primera, librada de manera muy similar y contra

casi los mismos enemigos.

Si Alemania quería ganar la próxima guerra,

concluyó, ésta se decidiría en el Atlántico... y

gracias a los submarinos.

Pero si iban a determinar el resultado de una

segunda contienda, los submarinos deberían

emplearse de una manera nueva: en fuerza, y con

grupos trabajando en concierto, en ataques

nocturnos despiadados en una campaña completa-

mente ilimitada. A esa conclusión había llegado por

su experiencia en la última campaña de submarinos.

Si se aplicaban esas lecciones, Alemania podría

ganar la próxima guerra en el mar.

Page 119: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)
Page 120: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)
Page 121: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

113

UN LARGO PRÓLOGO.

ras la Primera Guerra Mundial, la desilusión

y el abatimiento se extendieron por una

sociedad europea, ya de por sí imbuida en una crisis

moral sin precedentes. Esta difícil situación reveló

la incapacidad del capitalismo contemporáneo para

sacar a flote la hundida economía. Considerados los

culpables de la inmovilidad y de los problemas

sociales, se desató un sentimiento en contra de los

valores y de los esquemas ideológicos tradicionales;

para un amplio sector de la sociedad, el liberalismo

y la democracia se mostraron como sistemas

fallidos, decadentes e hipócritas, que carecían de la

fuerza necesaria para enfrentarse a la crisis.

Por otro lado, el triunfo de la revolución

bolchevique en Rusia estimuló el desarrollo de los

movimientos de izquierda, difundiendo entre los

conservadores el temor creciente a una invasión

socialista de Occidente.

T

CAPÍTULO I (Entreguerras)

Page 122: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

114

África y Oriente Medio

La mirada colonial sobre África se prolongaría

en las décadas posteriores.

Cuando terminada la Primera Guerra Mundial

las potencias vencedoras deciden privar a Alemania

de los territorios obtenidos en la Conferencia de

Berlín, su decisión no es la de concederles la

independencia.

Antes, por el contrario, los colocan bajo la

fórmula del Mandato, tomando como modelo el

complemento de capacidad de los menores en el

Derecho Civil. De acuerdo con la nueva institución,

los colonizados eran comparados con criaturas a las

que había que conducir, corrigiéndolas y

ayudándolas, a través de lo que el Pacto de la

Sociedad de Naciones consideraría "las

complejidades del mundo moderno".

Page 123: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

115

El carácter derogatorio de la fórmula aplicada a

las colonias africanas de Alemania se convertiría en

abierta aberración cuando se decidió extenderla al

Imperio Otomano, la otra potencia derrotada en la

Gran Guerra. Constantinopla, la capital de un

Imperio musulmán que, históricamente, había sido

gobernado desde Bagdad y Damasco, se transformó

repentinamente en metrópoli y, en correspondencia,

el resto de los territorios del Islam, incluyendo Siria,

Egipto o Arabia, en inusitadas colonias, a las que

había que colocar bajo mandato de las potencias

vencedoras.

Hacia el nuevo Imperio Romano.

En 1869, una compañía privada había adquirido

una localidad al sur de Eritrea, región al norte de

Etiopía. Ambos territorios conformaban lo que

desde la antigüedad se conocía como Abisinia,

poblada en tiempos remotos por una etnia

procedente del Yemen, de cuyo nombre se derivó el

del país, y que se asentó en la zona central del

macizo Etíope. Sus gobernantes habían sido

convertidos al cristianismo en los tempranos

tiempos de la nueva fé.

Esa localidad de Eritrea a su vez le fué comprada

a dicha compañía en 1882 por el Estado Italiano,

que además ocupó en 1885 el puerto de Massaua, en

la costa del mar Rojo. Siguiendo la larga costa que

se abría hacía el golfo de Aden y al Océano Índico,

se encontraba un gran territorio de históricas raíces

islámicas (Somalia), pero que anteriormente había

sido feudatario de los faraones egipcios.

Egipto reclamó antiguos derechos y de, 1874 a

1884 ocupó diferentes puntos de su costa hasta que

los británicos establecieron un Protectorado en la

zona en 1887.

Italia se unió al expansionismo europeo en

África y tras conquistar toda Eritrea, pactó tratados

de protectorado con jefes de zona somalíes en 1889

y firmó un protocolo con Inglaterra en el que

quedaban delimitadas las respectivas áreas.

En 1893 la crisis económica que padecía Italia

había erosionado al país; el gobierno buscó en el

exterior una solución que potenciara la conciencia

nacional. El lugar elegido para ello fué África,

prosiguiendo la penetración desde Eritrea y a costa

de Abisinia (Etiopía). La acción militar italiana se

convirtió en un fracaso, siendo derrotados en Adua,

en marzo de 1896. La derrota no sólo ocasionó la

muerte de unos 5.000 soldados italianos, quedando

como una espina clavada, sino la inmediata caída

del gobierno.

No obstante, las apetencias africanistas

persistieron y fruto de las mismas, las antiguas

regiones costeras norteafricanas de Cirenaica y

Tripolitania (actual Libia), antiguos nidos de piratas

berberiscos, fueron convertidas en colonias italianas

en 1911-12.

Page 124: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

116

La llegada de Mussolini al poder en 1922,

acrecentó las apetencias italianas sobre África

Oriental.

En sus primeros años, el régimen se mostró

cauto, llegando a firmar un pacto de amistad con los

etíopes. Sin embargo, por sus especiales

características, el fascismo veía en el uso de la

fuerza un síntoma de vitalidad nacional.

En la mente del Duce fué tomando forma la idea

de que una acción victoriosa en Etiopía no podía

ofrecerle sino ventajas.

Con el importante añadido de que la conquista

de ese territorio daría continuidad a las posesiones

italianas de Eritrea y Somalia, ahora separadas en la

costa por dominios franceses y británicos.

Esto permitiría sentar las bases del Nuevo

Imperio Romano que había prometido al rey Víctor

Manuel III.

Ninguna nación europea estaba dispuesta a ir a la

guerra para defender el trono de quienes se decían

herederos del rey Salomón y la reina de Saba. Se

produjo un incidente en la frontera eritrea-etiope y

por supuesto sirvió de ―casus belli‖para Italia. Así,

el 2 de octubre de 1935 Mussolini anunciaba al

mundo entero, desde el balcón principal del romano

―Palazzo Venecia‖, su decisión de invadir Etiopía.

Se hizo efectiva al día siguiente, cuando tropas

italianas procedentes de Eritrea cruzaron la frontera.

Etiopia en ese momento era una de las pocas

naciones africanas independientes y el más antiguo

país cristiano de África. Su sociedad se mantenía en

una situación cercana a la Edad Media y, por

supuesto, su ejército, conformado principalmente

por los guerreros de los nobles locales-casi siempre

enemistados entre sí-; si ya en 1896 carecía de

armamento contemporáneo, la diferencia con

relación al que existía en aquellos años era casi

absoluta, y poca resistencia podía ofrecer. Los

italianos entrarían en su capital siete meses después,

en mayo de 1936.

La Commonwealth

A mediados del siglo XIX, Gran Bretaña

estableció un sistema que le daría magníficos

resultados, puesto que vincularía a sus colonias

hasta nuestros días, y aún, ya naciones

Page 125: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

117

independientes, a mantener vínculos fuertes con la

metrópoli, no sólo políticos, sino, más importante,

comerciales. En una primera fase, la Corona

delegaba el poder en un Gobernador y en su

Consejo, que podía ser de carácter ejecutivo o

simplemente consultivo. Más adelante se

incorporaba una Asamblea Legislativa, cuyo papel

constitucional aumentaba a medida que la

proporción de miembros electos crecía en relación a

la de miembros nominativos.

En la etapa siguiente, el Consejo Ejecutivo se

hacía responsable ante la Asamblea. El Consejo y la

Asamblea adquirían autonomía para los asuntos

internos, mientras que la política exterior quedaba

en manos del Gobierno británico.

El primer paso en la transición del Imperio a la

Commonwealth fue un informe publicado en 1839;

en este informe se atribuía el descontento y el

origen de los disturbios en las provincias del

Canadá, en la falta de armonía entre el ejecutivo y el

legislativo y proponía como remedio la elección de

los ministros del ejecutivo entre los miembros de

grupo mayoritario en la asamblea.

Tras ser acogido favorablemente en Canadá el

principio de establecimiento de un gobierno local,

se extendió rápidamente a las demás colonias

británicas.

El poder de tales gobiernos era limitado; las

relaciones y el comercio exterior, así como la

utilización de los terrenos públicos y la reforma de

la Constitución, continuaron siendo competencia del

gobierno británico.

Page 126: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

118

Estas limitaciones desaparecieron gradualmente,

a excepción de las relativas a la dirección de los

asuntos exteriores, que permanecerían en manos de

Gran Bretaña hasta el siglo XX: Canadá, Australia,

Nueva Zelanda y África del Sur eran ya conocidos

a principios del siglo XX, como ―Dominios‖ y

a partir de 1917 comenzó a utilizarse el término

Commonwealth para designar la nueva

configuración del Imperio Británico. Antes de que

los territorios coloniales de África y otros lugares

accedieran a la independencia, la ―familia de la

Commonwealth‖, en 1926, era un pequeño e

íntimo grupo de blancos, fiel a las tradiciones y a la

Corona británica.

En aquellas colonias en que la implantación

europea no había sido preponderante, los progresos

constitucionales fueron mucho más lentos.

En los años 30 (del siglo XX), los gobiernos

coloniales de África y Asia parecían tener asegurada

una larga existencia. Sin embargo, la Segunda

Guerra Mundial, contribuyó a revitalizar los

sentimientos nacionalistas.

Las nuevas naciones independientes decidieron,

no obstante, permanecer dentro de la

Commonwealth, a pesar de las peculiaridades

étnicas e históricas que las distinguían de los

miembros más antiguos. Consideraron que su

participación les aportaría beneficios económicos y

diplomáticos y que aumentaría su influencia

internacional. Más no sentían el especial apego a la

Corona de los miembros más antiguos.

En la actualidad, a pesar de que todos los

miembros participan en el sistema de consulta y

cooperación, que cubre numerosas actividades, la

Commonwealth ya no es un bloque tan compacto

como en el pasado.

De Lenin a Stalin

Triunfante la revolución soviética de 1917 en

Rusia, el primer gobierno bolchevique del que

formaron parte Lenin, Trotski y Stalin, redactó la

Constitución provisional en julio de 1918, que

instauró la dictadura del proletariado basada en el

sistema de los soviets o ―consejos‖, y que

nacionalizó tierras e industrias. El nuevo régimen

impulsó el capitalismo de Estado y, sobre todo las

nuevas relaciones de producción socialista. Pronto

surgieron opositores y en la primavera de 1918

estalló la guerra civil, hasta que, finalmente, venció

el gobierno.

Ante una mala situación social, debido a la

política económica, se estableció un ritmo más lento

a la instauración del comunismo, con una etapa

transitoria de respeto a la propiedad privada y libre

intercambio de productos, significando el abandono

del ideario colectivista, volviendo temporalmente a

un capitalismo controlado para estimular la

producción, con un sistema de economía mixta.

Con la economía en alza, el Estado abordó su

edificación política. En el Congreso de los soviets,

(diciembre de 1922) se constituyó la Unión de

Republicas Socialistas Soviéticas (URSS), con una

estructura federal que trataría de evitar los

problemas del Imperio por las numerosas

nacionalidades. Poco a poco, el régimen se

radicalizó, dominado por el Partido único, hasta que

el Secretario General del Comité Central ejerció su

autoridad sobre el resto de los componentes del

gobierno, recayendo tal poder, primero, en Lenin y

después de su muerte, en Stalin.

A la muerte de Lenin (1924), Stalin inició un

repliegue del comunismo soviético, motivado en

parte por la hostilidad internacional, y en parte por

los graves problemas internos de la URSS. Esta

doctrina del ―socialismo en un sólo país‖

prevaleció sobre las tesis de la revolución

mundial, defendidas por Trotski, que tuvo que

exiliarse.

Stalin pretendía consolidar el marxismo (y su

poder personal) en la URSS, antes de extenderlo al

resto del mundo, y para ello estableció relaciones

con las potencias capitalistas, e incluso con

regímenes como el nazismo (pacto germano -

soviético, 1939).

Se volvió a los ideales de la dirección estatal de

los primeros tiempos de la Revolución, instalándose

el colectivismo integral. Los objetivos de la

Page 127: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

119

colectivización se consiguieron; en 1939 casi todos

los campesinos vivían en régimen colectivo y el

campo estaba mecanizado, lo que permitió que casi

veinte millones de personas pasaran de la

agricultura a la industria y los servicios. El control

de los excedentes agrícolas permitió financiar un

crecimiento industrial sin precedentes, obteniendo la

posición de tercera potencia industrial mundial,

después de EEUU y Alemania, en vísperas de la

Segunda Guerra Mundial.

Fascismo

Doctrina política nacionalista, autoritaria y

radical, creada en Italia por Benito Mussolini, que

fue luego adoptada, o en parte imitada por partidos

de diversos países. Aunque algunos estudiosos

prefieren utilizar el concepto exclusivamente para el

caso italiano, el uso académico habitual consiste en

aplicarlo a todo un conjunto de movimientos

surgidos en Europa en el período entre las dos

guerras mundiales, como el propio fascismo

italiano, el nacionalsocialismo alemán y la Falange

española.

El fascismo se oponía al conjunto de doctrinas

existentes en el momento de su aparición:

era antiliberal y antisocialista, fuertemente

anticomunista y en cierta medida anticonservador,

aunque en muchos casos se alió con la derecha

conservadora.

Su objetivo era un Estado nacionalista y

autoritario, dotado de una estructura económica

regulada por las autoridades políticas (que se

denominó, según los casos, corporativa,

nacionalsocialista o nacionalsindicalista) y

orientado hacia la expansión imperialista. Su

mentalidad era idealista, voluntarista y secular

(aunque en España se combinó con un catolicismo

nacional).

Proponía la movilización de las masas, exaltaba

la juventud, la masculinidad y la violencia, y

practicaba el culto al líder carismático.

El Nacionalsocialismo

Los principios ideológicos elaborados por Adolf

Hitler a partir de la década de 1920-30 procedían de

movimientos ya existentes en la Alemania del

primer tercio del siglo XX. El pangermanismo o

deseo de integrar a todos los pueblos de raza

alemana, identificados por la lengua, la sangre o

incluso la voluntad de serlo, dentro de un mismo

Estado homogéneo, había constituido un

movimiento organizado desde 1891. Las pérdidas

territoriales tras la Primera Guerra Mundial

exacerbaron estos sentimientos. Intelectuales

criticaron el sistema político vigente, en aras de un

nacionalismo popular crecientemente antiliberal.

Spengler abogó por un Estado fuerte y autoritario

que extendiera la fuerza del espíritu prusiano por

toda Alemania.

Se defendió un nacionalismo de Estado, alemán,

neoconservador y apegado a la tradición prusiana y

protestante. Rechazaba el liberalismo, el catoli-

cismo, el capitalismo, la democracia y el marxismo,

ideas todas ellas extrañas, según se pensaba, al

espíritu del pueblo alemán. A todas estas corrientes

se sumó el antisemitismo.

Page 128: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

120

La exaltación de la raza germánica y el deseo de

reducir la influencia de los judíos en Alemania, que

se exageraba, suponiendo conspiraciones para

dominar el país y el mundo entero, se extendieron

por otros grupos, desde los socialistas hasta los

partidos socialcristianos. Aparecieron sociedades

antisemitas que influirían profundamente en la

sociedad alemana.

Estas tendencias y movimientos prepararon

el terreno para el nazismo y muchas de

ellas colaborarían con él, facilitando su

encumbramiento.

Hitler Y El NSDAP

El austriaco Adolfo Hitler, que sirvió en el

ejército durante la Primera Guerra Mundial,

convirtió en 1921 un pequeño partido radical de

Munich, en una importante organización política,

(NSDAP Partido Nacionalsocialista Alemán de los

Trabajadores).

Pronto adquirió gran número de seguidores

gracias al magnetismo y dotes de organización de

su líder. Los 25 puntos programáticos expuestos

ese año, resumían la ideología del partido:

nacionalismo y racismo unidos en el

pangermanismo y la defensa de un Estado fuerte,

además de vagas ideas socializantes, ideas

desarrolladas en ―Mein Kampf‖ (Mi lucha)

publicado por Hitler en 1925, ampliando los temas

racistas, anticomunistas y autoritarios.

Además de la creación de una Gran Alemania,

en la que sólo los alemanes de sangre serían

ciudadanos de pleno derecho, preconizaba su

expansión hacia el Este, en tierras eslavas.

Cualquier idea internacionalista, de tipo religioso o

político, fue rechazada, desarrollando un

antagonismo especial contra el marxismo y los

judíos. El nazismo hizo concesiones a la propiedad

privada, para obtener el apoyo de los grandes

capitalistas.

Page 129: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

121

Pero atacó duramente las instituciones demo-

cráticas y el pensamiento liberal, preconizando el

―principio del jefe‖ (Führerprinzip). Pueblo,

Imperio y Jefe debían fundirse en una sola voluntad

(Ein Volk. Ein Reich. Ein Führer).

En el contexto de crisis política y económica del

periodo de entreguerras, había en Alemania

numerosos descontentos atraídos por el radicalismo

y el populismo mesiánico de los nazis, especial-

mente los nacionalistas y excombatientes, en

desacuerdo con las consecuencias del tratado de

Versalles.

En el siglo XX aparece una amplia clase media

(pequeña burguesía) y se consigue un mejor nivel de

vida y la formación de la clase trabajadora,

tendiendo a confundirse con la clase media.

Page 130: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

122

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

a tenaz oposición de los sectores

conservadores al régimen republicano

español, desembocó en el alzamiento militar que,

después de tres años de guerra, liquidaría la

Segunda República e instauraría la dictadura

Franquista.

Los orígenes del conflicto.

E1 régimen republicano había surgido con un

proyecto político y social nuevo, bajo la forma de

una democracia burguesa reformadora. Hostigado

por diversos enemigos desde sus comienzos, trató

de apoyarse tanto en las clases medias como en los

socialistas moderados para desarrollar sus proyectos

L

Page 131: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

123

de transformación social y económica. Pero sufrió el

continuo obstruccionismo de los grupos

oligárquicos (terratenientes, financieros e

industriales), tradicionales dueños del poder, que

eran apoyados por la Iglesia y el Ejército,

provocando la impaciencia del movimiento obrero.

Este tira y afloja entre tendencias opuestas durante

la República produjo episodios violentos. Mientras,

se polarizaba el espectro político, con la fuerza

renovada de movimientos de ultraderecha y

ultraizquierda.

Tras la victoria electoral del Frente Popular, que

integraba a las fuerzas de izquierda, se produjo una

conspiración militar, organizada por el general

Mola, que logró el apoyo de grupos civiles

conservadores y de los movimientos de

ultraderecha.

Se planeó una insurrección militar simultánea en

Marruecos, donde se encontraban las fuerzas mejor

preparadas del ejército, y en la Península, con el

objetivo de que los rebeldes convergieran en Madrid

desde la periferia. El asesinato del diputado

monárquico José Calvo Sotelo (14 de julio de 1936)

fue la chispa que encendió la rebelión.

La guerra

El 17 de julio estalló la sublevación militar. Al

día siguiente, se reprodujo en la Península. El

Gobierno controlaba los centros financieros, las

zonas industriales y exportadoras del país, además

de la fuerza aérea y la flota, con lo que tenía cierta

ventaja estratégica, si lograba evitar el desembarco

de las tropas africanas.

Sin embargo, la debilidad de la aviación y la

falta de mandos de la marina impidieron realizar un

bloqueo eficaz.

El general Franco logró transportar las tropas

acantonadas en Ceuta y Melilla, ciudades situadas

en el litoral norteño africano, colindantes con el

Protectorado español de Marruecos, mediante una

operación de puente aéreo, que acabó contando con

la colaboración material de la Italia fascista y la

Alemania nazi, desde ese momento firmes apoyos

de la insurrección.

El levantamiento provocó un movimiento

revolucionario en el bando republicano, con el

surgimiento de poderes populares autónomos

nacidos de los sindicatos y partidos obreros,

agrupados en juntas y comités locales que crearon

sus propias milicias y administraron los territorios

que controlaban al margen del Gobierno de Madrid.

Esta caótica situación hizo que en la primera fase

de la guerra, la República sufriera importantes

derrotas.

Los ―nacionales‖ o rebeldes, procedieron a la

creación de un verdadero mando unificado; el

general Franco fue elegido por la junta de generales

como generalísimo del ejército y jefe del gobierno

del Estado (1 de octubre de 1936).

También la República se reorganizó. Se trató de

integrar y someter a la autoridad gubernamental del

Frente Popular a todas las fuerzas en defensa de la

República.

Se procedió a la reestructuración de las fuerzas

militares, con la integración de tropas regulares y de

milicianos en las Brigadas Mixtas.

Tras los disturbios de mayo de 1937 en

Barcelona, Largo Caballero fue sustituido por Juan

Negrín, cuyo gobierno excluyó a los anarquistas. Se

renunció a las experiencias revolucionarias en favor

de la unidad y la concentración en el esfuerzo

bélico. Aumentó también el protagonismo de los

comunistas gracias al apoyo soviético a la

República.

En la etapa final de la guerra, el gobierno de

Negrín, previendo el desastre, decretó la retirada de

las Brigadas Internacionales, que abandonaron

Barcelona el 15 de noviembre.

El 23 de diciembre, Franco emprendió una

ofensiva sobre Cataluña, combinando avances

terrestres y bombardeos hasta la capitulación de

Barcelona (26 de enero de 1939). La Junta de

Defensa de Madrid intentó entablar negociaciones

con las tropas franquistas que sitiaban la ciudad.

Finalmente, Madrid cayó el 28 de Marzo. El 1 de

Abril del 1939 es la fecha que marcó el final de la

contienda.

Page 132: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

124

Page 133: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

125

La dimensión internacional del conflicto

Frecuentemente se ha analizado la Guerra Civil

española como un campo de pruebas donde

midieron sus fuerzas los protagonistas de la

Segunda Guerra Mundial: las democracias

burguesas, los regímenes fascistas y el comunismo

filosoviético. Sin embargo, esta visión, en el campo

político, es desmentida por la actitud de las

democracias occidentales, que, por temor al avance

del fascismo y a la amenaza bolchevique, decidieron

no implicarse en el conflicto, mediante la

organización de un Comité de No Intervención

(septiembre de 1936).

A Francia, iniciadora de esta política, se unieron

Gran Bretaña, Alemania, Italia, la URSS, Portugal y

hasta una veintena de países. Las denuncias

republicanas al flagrante incumplimiento de dicho

compromiso por parte de Alemania, Italia y

Portugal motivaron que la URSS también se

desligara del acuerdo, pero tanto Francia como Gran

Bretaña se abstuvieron de intervenir, preocupadas

por las maniobras de Hitler en Europa central. El

bloqueo marítimo establecido resultó poco eficaz, y

el gobierno norteamericano de Roosevelt decidió

vender armas a los bandos enfrentados, sin

implicarse políticamente.

La guerra española, considerada un conflicto

secundario, fue definitivamente relegada tras los

acuerdos de Munich (30 de septiembre de 1938).

No obstante, la colaboración germana e italiana

reforzó al ejército de Franco, sobre todo en aspectos

técnicos (aviación, carros de combate) y

financieros; y específicamente, en el campo militar,

la llamada Legión Cóndor, formada por militares

profesionales alemanes, principalmente del Arma

Aérea y tanquistas y artilleros de su Ejército de

Tierra. España se convirtió en un buen marco,

donde probar en situación real de combate, sus

nuevas tácticas y armas.

Esta ayuda fué relativamente contrarrestada en el

bando republicano por los voluntarios de las

Brigadas Internacionales y por los aportes de

material y asesores por parte de la URSS.

Page 134: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

126

ANTECEDENTES.

Lo Político

a segunda Guerra Mundial no comienza el

primero de septiembre de 1939, con la

invasión de Polonia por parte de Alemania. Ese no

fue más que uno de los últimos eslabones de una

larga cadena de agresiones perpetradas por Hitler

contra los países limítrofes, con miras a realizar su

programa de expansión territorial.

Hay que tener en cuenta un largo prólogo que

comenzó veinte años antes. Efectivamente, fue el

Tratado de Versalles el que creó las condiciones del

futuro conflicto mundial. En París, los vencedores

de la primera Guerra Mundial no supieron hallar

una fórmula válida y digna para que vencedores y

vencidos pudieran construir una nueva Europa en

paz.

Los 14 puntos de Wilson (entonces presidente de

los EE.UU.) fueron un fracaso, no tanto por su

contenido, como por prevalecer en ellos el espíritu

nacionalista de las potencias vencedoras firmantes

del Tratado que, más que una paz justa y duradera,

pretendían consolidar su hegemonía. Los alemanes

se opusieron inmediatamente al articulado del pacto,

que fue considerado como una imposición injusta.

Con la Primera Guerra Mundial se había hundido

todo el mundo occidental. En esta dramática

situación, los políticos que se sentaron alrededor de

la mesa de negociaciones para decidir las fronteras

de los Estados y el destino de millones de hombres,

no tuvieron la necesaria amplitud de miras. Si bien

crearon la Sociedad de Naciones, le cortaron las alas

limitando su fuerza y prestigio, y sus decisiones

tuvieron muy escaso valor práctico. Sirva como

ejemplo la invasión de Etiopía por Italia, y la de

China por Japón, para no citar las muchas y

frecuentes agresiones de Alemania a diversos

países.

Estados Unidos, que al final del conflicto

desempeñaba un papel muy importante, se aisló

dentro de sus fronteras a causa de las presiones

internas, sobradamente conocidas, y del

hundimiento de su economía. El paro, la inflación,

la caída de la bolsa, la incertidumbre en el porvenir

y la crisis espiritual, fueron las constantes que

actuaron sobre toda la sociedad occidental.

Por otro lado, en Rusia se consolidaba el sistema

bolchevique, con gran temor por parte de las

democracias occidentales. En Italia, Mussolini, con

la marcha sobre Roma, se adueñaba del Gobierno e

implantaba la dictadura. En Alemania, Adolf Hitler,

nombrado canciller del Reich en 1933, comenzaba

su política de revisión: poco a poco rompió el cerco

impuesto por Versalles; presentó sus

reivindicaciones nacionalistas; transformó su país

en un Estado totalitario, y realizó con habilidad, sin

despertar la alarma, el programa anunciado en su

libro ―Mein Kampf‖, escrito durante su cautiverio

en prisión, en 1924, tras el fracasado golpe de

Múnich.

L

Page 135: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

127

Después de 1935 el avance nacionalsocialista ya

no halla una resistencia significativa por parte de las

potencias europeas. Hitler ya no tiene freno y pide

cada vez más.

Restablece el servicio militar obligatorio, ocupa

la zona desmilitarizada del Rhin, firma el acuerdo

con Italia que en 1936 da lugar al Eje Roma-Berlín,

y luego pacta con Japón el "anti-Komintern",

con lo cuál trata de crear un baluarte contra el

comunismo.

Francia y Gran Bretaña no alcanzan a valorar en

su justa medida las ambiciones y poderío nazis.

Hitler necesita resolver el problema del "espacio

vital" para los alemanes y para ello "prepara la

guerra con fintas y distracciones".

Comienza en Austria. La unión de Austria y

Alemania en un sólo Estado, (Anschluss) hace que

siete millones de austriacos vuelvan bajo la égida

alemana: cuestión étnica, opinan los más optimistas.

Luego le toca el turno a Checoslovaquia.

Page 136: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

128

El dictador dice –fingiendo para no alarmar a los

asistentes a la conferencia de Munich, que no quiere

dominar a los checos-le basta con redimir a los tres

millones setecientos mil sudetes.

Y mientras proclama esto, ordena a su Estado

Mayor que estudie la maniobra militar que le

permita llegar hasta Praga (Checoslovaquia).

Luego, la atención del Führer, que sueña con un

Reich siempre más poderoso, se centra en las

llanuras polacas. Al no conseguir que el gobierno

de Varsovia acepte sus reivindicaciones, entre ellas

la anexión de la ciudad de Danzig, y antes de

consumar la premeditada agresión a Polonia, Hitler

manda a su ministro de Asuntos Exteriores, von

Ribbentrop, a firmar, el 23 de agosto de 1939, un

pacto de no agresión con la Unión Soviética.

Stalin se muestra satisfecho; ingleses y franceses

trataban de lograr lo mismo y él eligió a los nazis.

Hitler, una vez más, había triunfado. Ahora ya

puede lanzarse a la guerra: deberá cuidarse sólo de

un frente, el occidental, y no de dos, como tuvieron

que hacer sus predecesores en la Primera Guerra. La

diplomacia nazi había forjado su obra maestra.

Una vez expuesta la política nazi, es necesario

examinar la reacción de las demás potencias,

Francia y Gran Bretaña particularmente, frente a los

afanes de dominación de Hitler. La Segunda Guerra

Mundial no fue únicamente el fruto de la desmedida

ambición y de la sed de conquista de Alemania. Son

igualmente corresponsales las demás naciones. La

falta de iniciativa y de decisión demostrada por los

gobiernos franceses e ingleses de Mac Donald,

Laval, Chamberlain y Daladier, y la complicidad de

Mussolini.

Page 137: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

129

Lo Naval

Los años transcurridos entre 1906 y 1935

estuvieron marcados por una innovación

tecnológica inimaginable. Los destructores, que no

habían sido más que meras embarcaciones costeras,

se convirtieron en buques resistentes, en

condiciones de navegar con suficiente autonomía en

alta mar, con un papel a representar en los océanos

del mundo, y en la Primera Guerra Mundial se

demostró la capacidad destructora del submarino sin

dejar lugar a dudas. Durante esa guerra, Gran

Bretaña dio los primeros pasos vacilantes en la

creación del portaaviones, navío que se iba a

convertir en el acorazado del futuro. Quizá el

portaaviones fue el modelo naval más significativo

que surgió del período comprendido entre 1906 y

1935.

Desafiando un Tratado

En febrero de 1922 se celebró en Washington un

Congreso que debía limitar el número y

desplazamiento de los buques de guerra, con el

objetivo de impedir una nueva carrera

armamentística... Aquel congreso dimanaba de la

Conferencia de Versalles y uno de sus evidentes

objetivos era controlar el rearme alemán.

Aunque sólo firmaron el acuerdo las grandes

potencias vencedoras en la Gran Guerra y,

obviamente, poseedoras de las mayores flotas que

surcaban los océanos (Gran Bretaña, Francia,

Estados Unidos Japón e Italia) los acuerdos

obligaban a todos. Pero, hecha la ley, hecha la

trampa. Todos trataron de cobrar ventaja y, por

tanto, de buscar fórmulas que permitieran burlar lo

acordado. El primero, el país más afectado:

Alemania.

Después de la guerra muchos de los magníficos

barcos fueron desmantelados bajo los términos del

Tratado de Desarme Naval de 1922. En la década de

1930, mientras Europa caía bajo la creciente

tormenta de nubes de Hitler, y los japoneses se

movían con agresividad para realizar un Imperio, el

tratado de desarme se abandonó y se construyeron

buques de guerra nuevos y mucho más poderosos,

incorporándose a los supervivientes de las viejas

flotas. Más ninguno de esos navíos combatió jamás

en la gran batalla naval para la que fueron

diseñados. En su mayor parte, los buques de guerra

resultaron útiles para los bombardeos de las costas,

y como escoltas antiaéreos de las fuerzas operantes

de portaaviones; y en un grado asombroso,

aniquilados por el poder aéreo.

En los Estados Unidos, el brigadier general del

ejército, William ―Billy‖ Mitchell, habiendo

mandado al inexperto brazo aéreo americano en

Francia durante la Primera Guerra Mundial, estaba

obsesionado con la idea de que el poder aéreo con

base en tierra podía casi inutilizar a las Armadas en

la superficie del agua.

El padre de Mitchell había sido un senador de los

EE.UU., y el hijo tenía muchos amigos y conocidos

en el Congreso. Los presionaba descaradamente

para obligar a la Armada a proporcionar un buque

de guerra viejo que sirviera como blanco, con el fin

de que él pudiera demostrar la eficacia de las

bombas aerotransportadas. Por último, bajo fuertes

presiones, la Armada aceptó. Se eligió como

víctima al acorazado alemán ―Ostfriesland‖ de

Page 138: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

130

27.000 toneladas, construido en 1911, superviviente

de 18 impactos de bomba británicos y de una

explosión de mina en Jutlandia.

El 20 de julio de 1921, un día tormentoso con

unos vientos en dirección nordeste que alcanzaban

los 30 nudos, el ―Ostfriesland‖ fue anclado a unas

65 millas del cabo Charles en Virginia. Seis

bombarderos bimotores, cada uno armado con

bombas de 250 kilos, fueron seguidos por un cierto

número de hidroaviones de la Armada, cada uno

llevando dos bombas de 200 kilos; de 19 bombas

que se soltaron, el Ejército hizo dos blancos y la

Armada tres, pero los jueces de la Armada que

subieron a bordo informaron que el barco estaba

―absolutamente intacto‖.

E1 ―Ostfriesland‖ se hundió unos pocos pies en

la popa al día siguiente, cuando los bombarderos de

Mitchell lo intentaron de nuevo. En esta ocasión

soltaron bombas de 500 kilos, acertando tres

impactos. Los jueces encontraron daños graves pero

decretaron que el navío estaba ―aún en acción‖. Para

ese momento, la mayoría de los observadores

pensaron que no se conseguiría hundir al buque,

pero sí lo lograron.

Poco después, los bombarderos, a Ios que se les

había concedido una última oportunidad, atacaron

otra vez con bombas de 900 kilos. Las primeras dos

fallaron, más a las 12:21 una tercera dió en el punto

de la proa, abriendo un gran agujero; tras otro

impacto aparente en la proa, la quinta bomba

aterrizó en el agua cerca de la popa, levantando al

barco herido en el aire. A las 12:38 el acorazado se

hundió bajo la superficie.

Las Armadas crecerían en importancia. Pero

serian Armadas en las que las mayores fuerzas de

ataque estarían compuestas de aviones,

transportados a bordo de gigantescos portaaviones.

El día del majestuoso acorazado como la más

temida de las armas navales, había terminado.

E1 último día de 1936 vio el fin de la "limitación

en la construcción" de buques de guerra impuesta

por el Tratado de Washington de 1922, que había

obligado a las cinco Armadas más poderosas

durante un período de quince años. Ahora se les

permitió reanudar la construcción libremente, si

eran capaces de ello, y al terminarse la depresión de

principios de la década de 1930 (un factor muy

importante), también desaparecieron las

restricciones económicas.

Alemania no estuvo sometida al Tratado de

Washington (y tampoco la Unión Soviética; iban a

pasar muchos años antes de que se convirtiera en

una potencia naval poderosa), pero tenía que

enfrentarse a varios problemas diferentes, porque su

flota había sido desmantelada por el Tratado de

Versalles de 1919. Esto le había producido una serie

de restricciones completamente diferentes, y ya se

había negado a cumplirlas.

Cuando Hitler llegó al poder desencadenó una

carrera armamentística que duraría hasta la II

Guerra Mundial y en la que estuvo durante cinco

años en cabeza.

Ese rearme acelerado crearía una Marina de

guerra compuesta por cuatro acorazados, tres

acorazados de bolsillo, tres cruceros pesados, seis

cruceros ligeros, 34 destructores y 57 submarinos.

No era gran cosa para medirse a británicos y

franceses, pero en ese tiempo se creó la tecnología y

la estructura para construir cientos de sumergibles y

para introducir en la guerra submarina grandes

adelantos.

Quizás la más ingeniosa de las vulneraciones

sufridas por el Tratado de Washington fueron los

acorazados de bolsillo, siendo la mayor novedad en

el programa de construcción naval alemán que, a

partir de 1925, se puso en marcha. Se trataba de

buques que, listos para hacerse a la mar,

desplazaban cerca de 14.000 toneladas. Sus

características superaban en mucho a las previsiones

del Tratado para los cruceros, clase bajo la que se

camuflaban:

- Superior artillería: 6 cañones de 280 mm frente

a 8 de 230 mm: (1.818 kilos por andanada, frente a

1.000 y, además, doble poder perforante). Su

armamento secundario también duplicaba al

habitual en los cruceros.

- Mayor blindaje (lo que incidía en 2.000

toneladas más de desplazamiento).

Page 139: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

131

- Más velocidad: 28,5 nudos –sólo igualada por

tres buques entonces en servicio- proporcionada por

motores diesel de 56.800 caballos.

- Superior reprise, lo que les permitía conseguir

en pocos minutos su velocidad punta, haciéndolos

especialmente aptos para la caza y para eludir a

enemigos más poderosos.

- Autonomía: 20.000 km, triple que los buques

de vapor de su clase.

Cuando llegara la guerra -y la guerra se acercaba

rápidamente- sería un nuevo tipo de guerra, y

demostraría rápidamente la vulnerabilidad de

los viejos barcos acorazados a las armas nuevas, y el

ascenso del portaaviones y del submarino como

medios de proyección de fuerza.

Había otros factores además del rearmamento:

las tecnologías nuevas de dirección y telemetría por

radio y sonido ("radar" y "sonar") pronto

empezarían a equilibrar la balanza y a permitir que

los hombres buscaran y siguieran los pasos a barcos

y aviones a distancias casi inimaginables, por la

noche, con mal tiempo y bajo la superficie del mar,

despojando al submarino de su invisibilidad y

haciéndole vulnerable.

Sin embargo, pasarían algunos años antes de que

esto fuera algo normal.

Page 140: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

132

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

Orígenes

a Segunda Guerra Mundial, el conflicto más

amplio y destructivo de la historia de la

humanidad, causó más de 40 millones de muertos y

un número similar de heridos y desplazados.

Tres fueron las causas principales de la guerra:

los contenciosos territoriales y nacionales

planteados tras la paz de Versalles, las

consecuencias de la crisis económica mundial

iniciada en 1929 y el surgimiento de regímenes

totalitarios y agresivos durante la década de los

treinta, sobre todo en Italia, Alemania y Japón,

países que, desde 1936 habían establecido lazos de

amistad (Eje Roma-Berlín, pacto Antikomintern).

Las crecientes exigencias del régimen nazi,

interesado en la recuperación de los antiguos

territorios alemanes, aumentaron la tensión

internacional.

Tras la devolución del Sarre (1933), Hitler

remilitarizó Renania, se anexionó Austria (1938) y

reclamó la región checoslovaca de los Sudetes,

habitada por alemanes. En la conferencia de Múnich

(septiembre de 1938), Gran Bretaña y Francia

transigieron con las exigencias alemanas, pero la

invasión de Checoslovaquia (marzo de 1939)

convenció a las potencias europeas de la necesidad

de intervenir. Mientras, el dictador ganaba tiempo

tras la firma del pacto de no agresión germano-

soviético (23 de agosto). El 1 de septiembre ordenó

la invasión de Polonia; dos días después, Gran

Bretaña y Francia declaraban la guerra a Alemania.

L

Page 141: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

133

La primera fase de la guerra

Alemania emprendió una ―guerra relámpago‖,

que combinaba la rápida y devastadora acción de la

aviación y los carros de combate con la ocupación

de las fuerzas de infantería. Varsovia capituló el 22

de septiembre, y los soviéticos se repartieron el país

con los alemanes. Hitler ofreció la paz a Francia y

Gran Bretaña, al tiempo que aceleraba los

preparativos para una guerra de grandes

proporciones. En abril de 1940 invadió Noruega,

donde instaló un gobierno pronazi, y Dinamarca.

Paralelamente, el 10 de mayo inició la ofensiva en

Europa occidental, ocupando los Países Bajos y

Bélgica.

El rápido avance alemán separó a las fuerzas

Aliadas, aunque la mayor parte del Cuerpo

Expedicionario británico pudo reembarcar, junto

con algunas fuerzas francesas, en Dunkerque. París

cayó el 14 de junio, y cinco días después los

alemanes habían ocupado gran parte del país,

mientras Italia entraba en la guerra al lado de

Alemania. El 22 de junio se firmaba el armisticio

francoalemán, que dejaba en manos germanas la

fachada atlántica y el norte del país, mientras que en

el sur y sudoeste se formaba un gobierno

colaboracionista, dirigido desde Vichy por el

mariscal Pétain.

Desde Londres, el general De Gaulle exhortó a

los franceses a continuar la resistencia junto a Gran

Bretaña. El nuevo gobierno británico de Winston

Churchill continuó la lucha. Su situación insular y la

superioridad de su flota le brindaban una protección

que Hitler trató de vencer con la lucha submarina e

intensas operaciones de bombardeo aéreo.

Pero el país resistió, defendido por el esfuerzo de

la RAF (Reales Fuerzas Aéreas), y el proyectado

desembarco alemán tuvo que posponerse una y otra

vez. Estancado el conflicto en el Atlántico, Hitler

decidió ampliar el escenario de la contienda. En los

Balcanes, tras aliarse con Hungría, Rumania y

Bulgaria, inició una campaña que en dos meses

(abril-mayo de 1941), le otorgó el dominio de

Yugoslavia y Grecia.

En el norte de África, el envío del Afrika Korps,

en auxilio de los italianos, al mando de Rommel

(febrero de 1941), permitió a las fuerzas del Eje

restablecer sus líneas. El 22 de junio de 1941, Hitler

inició la invasión de la URSS: la ―operación

Barbarroja‖. Esta nueva campaña relámpago avanzó

rápidamente en un frente de 3.000 km, y en menos

de un mes llegó a la línea Stalin, que defendía

Moscú. Las conquistas fueron espectaculares hasta

octubre, pero el avance germano resultó frenado por

la resistencia rusa a las puertas de la capital, y el

invierno detuvo la ofensiva.

La guerra en el Pacífico

y los últimos avances del Eje

Japón, que había iniciado su expansión en Asia

en 1937, conquistando gran parte de China,

aprovechó la derrota francesa para iniciar su

penetración en el sudeste asiático por Indochina, al

tiempo que estrechaba sus relaciones con el Eje

(Pacto Tripartito).

El 7 de diciembre de 1941 atacó por sorpresa la

base naval norteamericana de Pearl Harbor. En

Hawai; la ofensiva significó la inmediata entrada de

Estados Unidos en la guerra contra las potencias del

Eje. Japón penetró con extraordinaria rapidez en el

sudeste asiático; el desembarco en Guadalcanal

(agosto de 1942) inició la reacción americana.

Durante esta primera etapa de 1942 se produjeron

los últimos avances alemanes.

A los éxitos de la guerra submarina se sumaron

Page 142: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

134

las victorias de Rommel en África y el avance en el

sur de Rusia, que condujo a los germanos hasta el

Cáucaso y Stalingrado (septiembre); no obstante, en

este punto fueron de nuevo contenidos por los

soviéticos, que forzaron la capitulación del VI

ejército alemán en febrero de 1943.

Los Aliados toman la iniciativa

En noviembre de 1942, las tropas aliadas

desembarcaron en Marruecos y Argelia. Rommel se

retiró de Egipto y resistió desesperadamente en

Tunicia hasta mayo del año siguiente. Tras difíciles

negociaciones, De Gaulle llegó a un acuerdo

con el gobierno francés de Vichy y formó un

Comité de Liberación Nacional, mientras los

alemanes ocupaban todo el territorio francés.

El sur de Europa quedaba expuesto a los

Aliados: el 10 de julio, tras desembarcar en Sicilia,

pasaron al sur de Italia, provocando la caída de

Mussolini.

El gobierno de Badoglio firmó un armisticio,

pero los alemanes ocuparon el norte y centro de la

península, e instalaron a Mussolini al frente de un

gobierno títere (República de Saló).

A partir de la toma de Nápoles, el avance aliado

se vio frenado: Roma no cayó hasta junio de 1944, y

el norte de la península resistió hasta el final de la

guerra. Por otro lado, en la URSS, la ofensiva

soviética de 1943 logró la retirada alemana del

Cáucaso y Crimea, y alejó al enemigo de

Leningrado y Moscú.

En la conferencia de Teherán (28 de noviembre-

2 de diciembre) Churchill, Roosevelt y Stalin

decidieron abrir un nuevo frente europeo contra

Alemania. El avance soviético a comienzos de 1944

liberó los Estados Bálticos, Bielorrusia y Ucrania.

Los alemanes lograron resistir en Prusia Oriental y

aplastar la insurrección de Varsovia, al mismo

tiempo que Rumania, Bulgaria y Hungría

capitulaban ante el Ejército Rojo. Mientras, los

partisanos de Tito liberaban Yugoslavia y los

británicos desembarcaban en Grecia.

Tras lograr limitar las acciones de los

submarinos alemanes en el Atlántico, los aliados

decidieron realizar un desembarco masivo en las

playas de Normandía (6 de junio de 1944).

En 31 de julio se rompió el frente alemán en

Bretaña, y el 24 de agosto se liberó París, donde se

instaló el gobierno provisional de la República

Francesa, presidido por De Gaulle. La encarnizada

resistencia alemana en los Países Bajos y la frontera

belga estancó el frente a la izquierda del Rhin.

En el Pacífico, a pesar de que los japoneses

mantenían el control del sudeste asiático, las

ofensivas de MacArthur y Nimitz convergían sobre

las Filipinas, territorio que fue controlado

definitivamente en febrero de 1945.

Page 143: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

135

El final de la guerra

Los bombardeos aliados sobre las instalaciones

militares germanas abortaron los últimos intentos

alemanes de dar la vuelta a la situación. Mientras las

tropas del Eje se batían contra los soviéticos en

Hungría, en Occidente su contraofensiva desde

Bélgica (diciembre de 1944) hundió el frente aliado.

No obstante, la situación quedó restablecida en

enero de 1945, al tiempo que los soviéticos

liberaban Polonia.

En la conferencia de Yalta (febrero de 1945),

Churchill, Roosevelt y Stalin discutieron la

estrategia contra Alemania y los arreglos

posbélicos. En febrero, la acción combinada de la

aviación y las fuerzas terrestres permitió emprender

la ofensiva final; las tropas occidentales cruzaron el

río Rhin, mientras los soviéticos atravesaban el

Oder. A fines de abril, el general estadounidense

Patton llegaba al río Elba. Hitler, cercado por el

soviético Zhukov, que entró en Berlín el 2 de mayo,

se suicidó. El mariscal Jodl tuvo que firmar la

rendición incondicional (Reims, Francia, el 7 de

mayo). En la conferencia de los aliados en

Potsdam, celebrada en julio de 1945, Truman

anunció su decisión de emplear la bomba atómica.

El 6 de agosto se lanzó la primera sobre Hiroshima;

el 9, una nueva bomba atómica caía sobre Nagasaki.

Japón se rindió el día 16.

Consecuencias

Esta devastadora guerra, que implicó a 70 países,

provocó ingentes pérdidas económicas. La creación

de la Organización de las Naciones Unidas (1945)

aspiró a cumplir el papel que la Sociedad de

Naciones no había sido capaz de desempeñar como

defensora de la paz mundial y los derechos

humanos.

Los acuerdos de paz de París (1947) modificaron

significativamente las fronteras, y Estados Unidos y

la URSS se configuraron claramente como las

máximas potencias mundiales, pronto enfrentadas

en la que se llamaría ―guerra fría‖.

Page 144: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

136

LA LUCHA POR EL “MARE NOSTRUM”

n la hipótesis de que Italia fuese un

beligerante activo, los Aliados

anglofranceses acordaron que las fuerzas navales

británicas asumieran la responsabilidad por la mitad

oriental de la cuenca mediterránea en tanto que las

fuerzas navales de Francia se encargaban de

asegurar la mitad occidental. Al estallar la guerra,

los británicos poseían una poderosa flota

mediterránea. Además de su gran base de

Alejandría, contaban con las complementarias de

Malta y Gibraltar.

Los franceses tenían en el Mediterráneo tres

acorazados, once cruceros, 33 destructores y 40

submarinos.

Tanto para los Aliados como para el Eje, la

batalla por el Mediterráneo fue desde su inicio una

lucha para abastecer a sus propias fuerzas, y para

impedir el aprovisionamiento del enemigo. Para

abastecer y reforzar sus ejércitos en África, el Eje

estableció una red de rutas de convoyes entre

puertos italianos y del norte de África. Los

convoyes aliados entraban en el Mediterráneo a

través del estrecho de Gibraltar en el oeste y del

canal de Suez en el este; respaldaban a las fuerzas

británicas con base en Egipto y aprovisionaban a la

diminuta isla de Malta, un vital puesto destacado al

sur de Sicilia.

Se comprendía perfectamente porqué la primera

reacción de Mussolini fue declarar a Italia territorio

neutral, a pesar de sus ambiciones imperialistas y su

tratado de alianza con Hitler. Aproximadamente el

80 por ciento de los artículos importados por Italia

le llegaban por mar, y los británicos, controlando las

dos entradas del Mediterráneo, en Gibraltar y el

Canal de Suez, se moverían automáticamente para

cortar esas importaciones en caso de guerra.

Además, excepto en el caso de Italia y la Libia

italiana (territorio en el norte de África), todos los

países del Mediterráneo eran Aliados o neutrales, y

parecía muy probable que fueran a seguir así.

E

CAPÍTULO II (Teatro de Operaciones del Mediterráneo)

Page 145: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

137

Los italianos tenían una Marina grande y

poderosa, pero las flotas combinadas de Gran

Bretaña y Francia en el Mediterráneo la superaban

ampliamente.

No obstante, el equilibrio de poder empezó a

cambiar antes de que se disparara un solo cañonazo

en el Mediterráneo.

Entre marzo y junio de 1940, el ejército alemán

entró en Dinamarca, Noruega, Países Bajos,

Luxemburgo, Bélgica y Francia. El almirante

Cunningham, al mando de las Fuerzas Navales

británicas en el Mediterráneo se vió obligado a

prestar varios de sus barcos importantes -incluyendo

su propio buque insignia, el acorazado Warspite-

para combatir en la batalla del Atlántico. Para

potenciar la reducida fortaleza de Cunningham, los

franceses enviaron una escuadra de buques de

guerra a Alejandría, el principal puerto de Egipto,

compuesta del acorazado Lorraine, tres cruceros

pesados, uno ligero, tres destructores y seis

submarinos.

Los ingleses también asumieron una mayor

responsabilidad en el Mediterráneo occidental, con

la ayuda -desde su base en Gibraltar- de la Fuerza

H, que era una Escuadra británica que operaba tanto

en el Atlántico como en el Mediterráneo.

Cunningham creía que era solamente cuestión de

tiempo antes de que los éxitos alemanes en el norte

tentasen a los italianos para lanzarse a compartir los

despojos de las victorias alemanas. Desde la

invasión de Etiopía en 1935, la Armada italiana

había estado operando casi en pie de guerra. Cuando

los italianos se apoderaron de Albania en Abril de

1939, tomando desprevenidos a los británicos, éstos

concentraron apresuradamente su flota mediterránea

en Alejandría.

El 10 de junio de 1940, Mussolini dio el paso

decisivo y declaró la guerra a Gran Bretaña y

Francia. Ya se había previsto que la guerra afectaría

de nuevo a las fuentes primigenias de la civilización

occidental, con sus rutas comerciales históricas y

todavía cruciales. Ninguno de los bandos podía

mantener segura Europa en tanto en cuanto el flanco

meridional del continente estuviera expuesto al

ataque desde el Mediterráneo.

El histórico mar era una de las principales

arterias de la comunicación mundial, y el simple

hecho de la declaración de guerra de Italia lo cerró a

todo el tráfico, menos a los convoyes aliados más

urgentes, obligando a la mayoría de los barcos a

tomar la ruta más segura -pero de más de 19.000

kilómetros- alrededor del continente africano.

Page 146: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

138

Los convoyes del Eje procedentes de Italia

tenían que aprovisionar y reforzar sus ejércitos en el

Norte de África. Para Gran Bretaña, cuyo Imperio

dependía del acceso a países ribereños del

Mediterráneo y de allende este mar, especialmente

de Oriente Medio, muy rico en petróleo, el

Mediterráneo era un teatro de operaciones de gran

importancia.

La victoria en el Mediterráneo no daría el triunfo

en la guerra, pero posibilitaría el desembarco de los

ejércitos de tierra, necesarios para vencer.

La larga y estrecha configuración del

Mediterráneo (Europa y África distan unos 1.350

kilómetros, en su parte más ancha) creaba un tipo

especial de combate, en el que los barcos

frecuentemente eran atacados por aeronaves con

base en tierra en lugar de luchar con barcos

enemigos.

Los alemanes y posteriormente los británicos y

los estadounidenses perfeccionaron el arte del

bombardeo en picado a un barco en movimiento. El

nacimiento del bombardero en picado señaló el

declive del acorazado como principal arma naval, y

fue en el Mediterráneo donde por primera vez los

acorazados fueron atacados por porta-aeronaves. La

guerra del Mediterráneo también confirmó la

enorme eficacia del bombardero torpedero a baja

altura: en un único y devastador ataque un puñado

de estos aviones afectaron fuertemente a la flota

italiana y crearon una pauta que siguieron un año

después los japoneses al atacar la flota

estadounidense en Pearl Harbor.

Fué un excelente campo de prueba para armas de

reciente desarrollo: radares, lanchas torpederas, y

torpedos con dispositivos magnéticos de

detonación; vió desembarcar en Sicilia la mayor

fuerza de asalto de la historia, que superaba en dos

divisiones a la que desembarcó en Normandía.

Y para no ser menos, en la guerra del

Mediterráneo se enfrentaron muchos de los mandos

más capacitados de la guerra.

La “Roca”

Los Aliados, agobiados por la fuerzas del Eje,

tuvieron mucho que agradecer a la fortaleza

británica de Gibraltar, un promontorio rocoso que se

levanta en la costa meridional española.

Tomado por los británicos como botín de guerra

en 1713, Gibraltar no tiene más que cinco

kilómetros de largo y 1.200 metros de ancho,

aunque resultó ser una posición avanzada clave en

el teatro de operaciones del Mediterráneo.

Page 147: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

139

Una recia formación de piedra caliza de unos

425 metros de altura, el Peñón, daba a los británicos

el control del vital estrecho de 22 kilómetros de

anchura que une el Atlántico con el Mediterráneo.

Barcos, aviones y cañones de Gibraltar protegían

los convoyes con destino a Malta y Oriente Medio,

mantenían a la marina de superficie alemana fuera

del Mediterráneo, embotellando a los buques de

guerra italianos dentro de él.

Desde 1939 los ingleses habían estado

trabajando sin parar para redoblar las defensas del

Peñón, creando una fortaleza subterránea con

cientos de cañones, depósitos para más de 72

millones de litros de agua potable y suficientes

suministros para resistir un año de asedio.

Los alemanes eran muy conscientes del valor

estratégico de Gibraltar. Poco después de que la

Wehrmacht tomara Francia en junio de 1940, Hitler

aprobó un asalto del Peñón a través de España y las

tropas de ataque alemanas empezaron a ensayar

para el ataque. Este ataque nunca llegó a producirse,

porque España negó el paso a las tropas del Eje. Los

cañones de Gibraltar continuaron controlando el

estrecho y protegiendo el puerto y el campo de

aviación construido en el istmo llano entre el Peñón

y España. Ese campo de aviación fue adquiriendo

gran importancia a medida que se fue desarrollando

la contienda.

En 1942, cuando maduraron los planes de los

Aliados para la Operación Antorcha - la invasión

del norte de África - el alto mando británico se dio

cuenta de que Gibraltar era el único punto en el

Mediterráneo occidental desde el que aviones con

base en tierra podían dar cobertura a la flota de

asalto que se dirigiría a Marruecos y Túnez.

En ocho meses de trabajo de construcción a toda

velocidad, se amplió 385 metros la pista del campo

de aviación para recibir a los mayores bombarderos

aliados. Cuando empezó la operación Antorcha

(Torch), el Peñón estaba preparado. Esa invasión

fue el principio del fin del poderío del Eje en el

Mediterráneo

Page 148: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

140

Suez

Los Aliados, para evitar las numerosas pérdidas

entre los convoyes, forzaron a tomar una ruta

alternativa más lenta pero segura para llegar a

Oriente Medio: el trayecto de más de 19.000

kilómetros alrededor del continente africano, hasta

el Mar Rojo y a través del Canal de Suez.

El canal de 160 kilómetros de longitud -colosal

obra de ingeniería del francés Ferdinand de Lesseps

-que se abrió en 1869, era la vital vía de acceso al

Mediterráneo oriental y las tierras de más allá; si la

puerta quedara cerrada, las fuerzas británicas en

Egipto podrían perder toda su operatividad por falta

de suministros.

La importancia del canal no pasó desapercibida

para el Eje. El 30 de enero de 1941, aviones de la

Luftwaffe con base en Rodas atacaron Suez en

formación cerrada, sobrevolándolo a la altura de los

árboles para lanzar minas magnéticas en el estrecho

y poco profundo canal. Las minas pronto alcanzaron

a varios barcos, cuyos cascos atascaron el canal

durante varios días. Los británicos podían retirar

muy pocos aviones de los diferentes frentes de

batalla para interceptar a los incursores alemanes, de

manera que respondieron con las fuerzas que tenían.

Las tropas británicas, indias y egipcias se

apostaron a lo largo de todo el canal para lanzar

fuego concentrado de armas portátiles contra las

aeronaves intrusas v los centinelas apostados a lo

largo de las orillas detectaban y registraban la caída

de minas.

En el ínterin, las instalaciones portuarias del Mar

Rojo se ampliaron de manera que se pudiera

transbordar más cargamento a medios de transporte

por carretera y ferrocarril hasta Alejandría, evitando

el cuello de botella de Suez.

Con el tiempo, el canal quedó libre para su uso

por los Aliados, ya que los alemanes tropezaron con

graves dificultades en otros sitios.

Hitler gradualmente retiró del Mediterráneo

muchas escuadrillas de la Luftwaffe para apoyar la

―Operación Barbarroja‖, su invasión de la Unión

Soviética.

Los restantes aviones de guerra alemanes se

dedicaron a otros cometidos más acuciantes: atacar

la flota británica del Mediterráneo y prestar apoyo a

su ejército destacado en los territorios

norteafricanos, el Afrika Korps.

El canal de Suez volvió a ser un claro embudo a

través del cuál, barcos, hombres y suministros

aliados entraban en el Mediterráneo.

Page 149: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

141

Mers-el –Kebir

Durante quince días, contados desde el inicio de

la guerra, los franceses cooperaron en la guerra

contra Italia, hasta su rendición a los alemanes.

Entonces la preocupación de los británicos acerca

de la flota francesa se agudizó.

En escasamente un mes la situación británica en

el Mediterráneo pasó de aplastante superioridad a la

de inferioridad casi irremediable. En vez de

disponer de dos fuerzas vigilando a un no

beligerante, ahora el Reino Unido debía cuidar de

todo aquel mar interior con una Italia hostil y la

gran posibilidad de que la poderosa armada francesa

fuese utilizada en contra. En consecuencia, el

Gabinete de Guerra ordenó actuar a sus

comandantes en el Mediterráneo.

Pocos episodios de la guerra fueron más

patéticos que la confrontación entre antiguos

aliados, que se inició la mañana del 3 de julio de

1940, cuando una fuerza de barcos británicos

apareció frente a la base de Mers-el-Kebir en

Argelia, donde estaba anclada una flota francesa.

Francia se había rendido ocho días antes, pero la

poderosa Marina francesa estaba todavía en libertad,

dispersa desde Egipto a Martinica, en el Caribe.

En previsión de tener que asumir la

responsabilidad en el Mediterráneo Occidental, el

Almirantazgo había ya reunido una fuerza en

Gibraltar, llamada fuerza H, incluyendo los

acorazados Valiant y Rervolution, el crucero de

combate Hood, el portaaviones Ark Royal, dos

cruceros y once destructores.

La presencia de los buques de guerra británicos

sorprendió a los marinos franceses ¿Atacarían

realmente los británicos? Muchos oficiales

pensaban que las posibilidades eran poco

imaginables.

El vicealmirante inglés Sir James F. Somerville,

recibió instrucciones de presentar al destacamento

francés en Mers-el-Kebir, en la rada de Orán

(Argelia), las siguientes proposiciones:

a) Operar con nosotros y seguir luchando por

la victoria contra los alemanes y los italianos.

b) Navegar con tripulaciones reducidas bajo

nuestro control hasta un puerto británico…

c) Alternativamente, si usted se siente

obligado a estipular que sus barcos no sean

utilizados contra alemanes o los italianos porque

esto pudiese romper al armisticio, navegue con

nosotros con tripulaciones reducidas hacia algún

puerto francés en las Indias Occidentales-la

Martinica, por ejemplo-, donde puedan ser

desmilitarizados a satisfacción nuestra, o tal vez

encargados a los Estados Unidos de América y

permanecer a salvo hasta el fin de la guerra, siendo

repatriadas las tripulaciones.

―Si usted rechaza estas equitativas ofertas, debo

requerirle con profundo sentimiento para que hunda

sus barcos dentro de seis horas.

Finalmente, si nada de lo expuesto da resultado,

tengo órdenes del Gobierno de Su Majestad para

emplear la fuerza que sea necesaria para evitar que

sus barcos caigan en manos de los alemanes o de los

italianos‖.

El francés encontró imposible el aceptar un

ultimátum bajo la amenaza de los cañones ingleses.

Decidido a combatir la fuerza con la fuerza, ordenó

que sus barcos dieran presión a las calderas y se

prepararan para la acción, pero los barcos franceses

necesitaron seis horas para alcanzar la presión

suficiente.

Escasamente diez minutos después de que se

iniciara, los británicos dieron por finalizado el

bombardeo, en el que sólo emplearon un total de

treinta y seis granadas de 380 mm. Con gran valor,

los franceses intentaron devolver el fuego, pero

rápidamente quedaron incapacitados para el

combate.

La batalla había terminado. Las penalidades, no

obstante, continuaron. Los tripulantes que se las

habían arreglado para abandonar los barcos,

lucharon por permanecer a flote y alcanzar la costa

en un agua de mar cubierta de hediondo

combustible. Muchos de ellos, luchando por

respirar, tragaron combustible y murieron cuando

les llegó a los pulmones. Muchos se hundieron

cuando sus brazos, impregnados en combustible se

Page 150: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

142

resbalaban de las manos de sus posibles

rescatadores.

El acorazado Strasbourg, se las arregló para

abandonar su punto de amarre mientras las granadas

explotaban en su camino. Oculto de los ojos de los

británicos por la densa cortina de humo negro que

cubría el puerto, el Strasbourg navegó a 15 nudos

hacia la entrada del mismo, evitando las minas que

habían sembrado anteriormente los británicos. Junto

con cinco destructores franceses, salió a mar abierto

y huyó al este.

El almirante Somerville al darse cuenta de que el

Strasbourg había escapado, ordenó a los aviones del

portaaeronaves Ark Royal que le persiguieran. Dos

escuadrillas de torpederos localizaron al barco

francés pero no le causaron ningún daño, y el

acorazado llegó a refugiarse en la seguridad del

puerto de Tolón en la Francia no ocupada.

Alejandría

En Alejandría, se había ordenado también al

Almirante Cunningham, Jefe de la Flota británica

del Mediterráneo que presentara el mismo

ultimátum a su amigo, el Almirante al mando de la

Escuadra francesa, refugiada en el puerto.

El inglés presentó tres opciones: la primera,

integrar los barcos franceses en la flota británica

para ―continuar luchando contra el enemigo junto

con la Marina británica‖.

Page 151: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

143

Para el francés, la primera era inaceptable, pues

no quería que su gobierno condenara a sus

marineros por desertores o traidores; además, si lo

hacía, los alemanes podrían ocupar también el Sur

de Francia, como medida de castigo.

La segunda, que los franceses inmovilizaran sus

barcos y los británicos asumirían la responsabilidad

del sueldo y aprovisionamiento de las tripulaciones

francesas.

La tercera era que los franceses sacaran sus

barcos al mar y los hundieran. El francés pidió

tiempo para tomar una decisión. Pasadas unas horas

respondió aceptando la tercera opción; saldría a la

mar y hundirían la Escuadra, pero necesitaría por lo

menos cuarenta y ocho horas para preparar la

operación.

A pesar de las órdenes del Almirantazgo de

desarmar a la escuadra francesa antes de finalizar el

día, que coincidía con el plazo dado a los otros

barcos franceses en su base de Mers-el-Kebir, a

3.200 Km. al oeste, Cunningham aceptó el retraso

de cuarenta y ocho horas, pues no había duda de que

los franceses necesitarían más tiempo para preparar

el hundimiento de sus barcos, que las horas que

restaban, y le dejó claro al almirante francés, que

estaba desafiando las órdenes específicas de sus

superiores.

A las 5:30 p.m., petroleros franceses ya habían

empezado a extraer combustible de sus buques de

guerra, indicando con ello que el francés tenía

intenciones de cumplir con su palabra. En la tarde-

noche, el inglés recibió una comunicación del galo,

notificándole que se había enterado del ultimátum

de la Marina británica en Mers-el-Kebir y que su

Almirantazgo le había ordenado que sacara su

escuadra a mar abierto; si abandonaba el puerto, lo

haría con la intención de escapar y si la Marina

británica intentaba impedirlo, hundiría sus barcos

bajo los cañones británicos; eso sí, intentaría

hundirlos de tal manera que bloquearan el puerto lo

menos posible.

A primeras horas de la mañana del segundo día,

4 de julio, recibió el almirante inglés un urgente

mensaje del francés, quién, indignado, le

comunicaba que los británicos habían disparado

contra los barcos franceses en Mers-el Kebir y por

tanto, él intentaría salir a mar abierto, combatiendo

si fuera necesario. Se observó que ya estaba

saliendo vapor de los barcos franceses y sus cañones

se preparaban para la acción. Los británicos

respondieron colocándose a los costados de los

franceses, y submarinos y destructores recibieron

órdenes de salir del puerto y aprestarse a cañonear y

torpedear a cualquier buque francés que intentará

salir del mismo.

Cunningham intentó una última y desesperada

jugada. Quedaban unas pocas horas antes de que los

barcos franceses pudieran conseguir suficiente

presión de vapor en sus calderas.

El almirante inglés consideró que al inminente

adversario, su honor no le dejaba otra opción que

combatir y posiblemente, necesitaba una excusa

para no hacerlo.

El inglés preparó esa excusa, saltándose el

mando del francés y dirigiéndose a sus oficiales y

tripulantes, para incitarles a una rebelión pacífica.

Se preparó un mensaje en francés donde se

explicaba su desesperada situación y el sincero

deseo de no combatir contra ellos, y las generosas

condiciones que se les ofrecía, asegurándoles que

podrían aceptarlas sin menoscabo de su dignidad y

honor.

Se enviaron a todos los barcos tales mensajes

y se escribió en grandes pizarras sobre muchas

lanchas, que evolucionaron alrededor de los barcos

franceses.

Se observó, con inquietud, como todos los

capitanes franceses abordaban su buque insignia,

por lo visto, convocados por su Almirante. Al final

de la hora siguiente, el Almirante francés anunció

que se sometía a la fuerza ―aplastante‖ de la Marina

británica.La flota francesa en Alejandría se había

neutralizado y, posteriormente, combatiría del lado

de los Aliados.

La jugada del Primer Ministro, Churchill, había

dado resultado. Una gran parte de la Marina

francesa había quedado fuera, en un solo golpe, del

alcance del Eje.

Page 152: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

144

OPERACIONES

Una Armada ciega

eneralmente la armada italiana pensaba en

una estrategia de guerra defensiva en el

Mediterráneo Oriental y Occidental, mientras que

en el Mediterráneo Central debía proteger a toda

costa la navegación entre Italia y sus ejércitos en

Libia. La doctrina naval italiana prescribía debilitar

las flotas aliadas con incursiones y por ataques de

submarinos y hombres ranas, mientras, se evitarían

encuentros con fuerzas superiores.

La flota británica del Mediterráneo libró sus

primeras escaramuzas con la flota italiana en

Calabria, la punta de la bota italiana.

Dispuestos en tres grupos, los británicos

pusieron en vanguardia a cinco cruceros ligeros,

seguidos por el acorazado Warspite, buque insignia,

escoltado por cinco destructores.

Unas cuantas millas a popa formaban línea el

viejo acorazado Malaya con su contemporáneo

Royal Sovereign y el portaaviones Eagle (con 19

aviones), escoltados por diez destructores más. Para

despistar, la fuerza H recorrió el Mediterráneo

Occidental.

La fuerza italiana, rumbo al noroeste hacia Italia,

después de escoltar un convoy a Bengazi, en ese

territorio, se componía de los acorazados Giulio

Cesare y Cavour, seis cruceros pesados, doce

cruceros ligeros y varios destructores, bajo el mando

del Comandante en Jefe de la flota italiana.

Los ingleses maniobraron para colocarse entre la

fuerza italiana y su base de Tarento. Por la tarde, los

cruceros ligeros británicos se encontraron con los

italianos. Superados en número y en alcance de

artillería, lucharon hasta que llegó a su recate el

Warspite. Poco después éste divisó a los dos

acorazados italianos y entabló combate a distancia.

A los primeros disparos el buque insignia italiano

Giulio Cesare recibió un impacto en la base de la

chimenea delantera.

G

Page 153: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

145

El almirante italiano ordenó atacar los

destructores y se retiró tras una cortina de humo

rumbo a Mesina. El combate se generalizó y se hizo

más confuso a medidas que los británicos intentaban

cortar la retirada italiana, pero la velocidad superior

de éstos les permitió escapar. La acción de Calabria

pareció demostrar el acierto de la táctica agresiva

británica. Si bien los acorazados italianos montaban

baterías de cañones ligeramente menos pesados que

los británicos, tenían más de ellos y los dos

acorazados italianos hubiesen podido librar combate

al crucero insignia antes de que los dos acorazados

británicos, más lentos, hubiesen podido entrar

acción. La fuerza italiano era muy superior en

cruceros, pero el almirante italiano no aprovechó

sus ventajas; si bien los británicos tenían un

portaaviones dentro del radio de ataque, su papel

fue inefectivo.

Por otra parte, el ataque de la aviación italiana

basada en tierra, careció de coordinación, llegó

terminado el combate y entonces atacó a su propia

flota, confundiéndola con la británica, aunque

felizmente para los marinos italianos, no hicieron

ningún blanco.

El 18 de Julio de 1940 cuando navegaban dos

cruceros ligeros italianos al norte de Creta, los

vigías informan de cuatro destructores británicos

por la proa de estribor. Los italianos emprenden la

persecución, confiados en su gran velocidad, 37

nudos, y durante dos horas dispararon varias

andanadas; cuando lograron acercarse a una

distancia más efectiva, sintieron el impacto de

varios proyectiles cerca de la proa de babor. En el

horizonte se divisó un refuerzo británico: un crucero

acompañado de un destructor. Los cruceros

italianos, poco blindados, invirtieron el curso para

disponer de espacio para el tipo de maniobra de alta

velocidad.

Pero antes de poder alejarse, un proyectil del

crucero británico atravesó el casco de uno de los

ligeros cruceros italianos y explotó en el interior de

su sala de máquinas, dejándolo inmóvil. Pocos

minutos después, los destructores británicos se

acercaron, dispararon sus torpedos y mandaron al

italiano al fondo del mar. A esta acción se la

llamaría ―batalla de Cabo Spada‖.

Este encuentro, poco significativo en el contexto

de una ―batalla naval‖ reveló que la Armada italiana

era una Armada ciega, (la flota se había quedado sin

arma aérea: decisión de Mussolini de situar toda la

potencia aérea bajo el mando de la Fuerza Aérea).

Privadas de portaaviones –la propia península

italiana era un portaviones imposible de hundir –

según Mussolini, pero que, por supuesto era un

portaviones estático, la Armada dependía de la

Fuerza Aérea, tanto para realizar reconocimientos

de largo alcance como para tener cobertura aérea.

La Flota italiana era impresionante: 6 hermosos

acorazados, con dos más a punto de terminarse; 19

cruceros pesados y ligeros; 59 destructores, 67

torpederos y 115 submarinos, que en el momento

representaba el componente submarino más grande

que el de cualquier otra nación. En la Flota se había

sacrificado el peso del blindaje a favor de la

velocidad y la potencia de fuego, pero en teoría, eso

no representaba desventajas, pues se planificó que

se operase en mares cerrados, en incursiones por

sorpresa contra convoyes enemigos, golpeando con

fuerza y escapando a gran velocidad.

Pero tras las primeras y pocas acciones no volvió

a hacerse a la mar; los submarinos sólo disponían de

un alcance y potencia de fuego limitada, se

sumergían muy despacio y así una décima parte de

la Fuerza fue eliminada en las tres primeras semanas

de guerra.

La velocidad de los grandes barcos de superficie

quedó anulada por la falta de reconocimiento aéreo,

permitiendo que los británicos se acercaran sin ser

detectados y los machacaran, aprovechando su débil

blindaje.

Todo esto aumentado, pues estaban sin radar

mientras que los británicos estaban equipados con

él, siendo la primera Armada en estar dotada con tal

aparato detector; pero además, los italianos no

tenían ni idea de que se estaba empleando tal

invención contra ellos y así se mostraban extrañados

de que se pudieran detectar sus barcos en la noche

más oscura.

Page 154: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

146

Tiempo atrás, los científicos italianos habían

empezado a experimentar con un equipo de

detección –localización de onda corta- pero la

política fascista desconfiaba de los resultados y se

les retiró el apoyo. Para colmo de los causales

comentados, se tenía una persistente escasez de

petróleo y repuestos, debido al cierre de Suez y

Gibraltar, sin que los mercantes italianos pudieran

conseguir tales mercancías de otros mercados; ésto

y la escasez de otras materias primas, necesarias

para poder librar una guerra, se le había advertido a

Mussolini.

Tarento

Bajo el manto de la oscuridad, el 11 de

noviembre de 1940, una docena de biplanos

torpederos partieron de la cubierta del portaaviones

británico Illustrious y se encaminaron a través del

mar Mediterráneo hacia Italia, a unos 275

kilómetros al noroeste.

Los frágiles aparatos se dirigían a atacar una

flota italiana anclada en el puerto de Tarento, una

fortaleza naval erizada de cañones antiaéreos; tal

Flota estaba compuesta por 6 acorazados y 3

cruceros, además de otras unidades menores tipo

destructor, submarino, etc.

El raid sería una dura prueba de la efectividad de

los portaaviones como armas navales; nunca antes

unos aviones con base en un ―cubierta plana‖ habían

atacado a una flota de buques de guerra.

Los 12 aviones de combate -seis armados con

torpedos, cuatro con bombas y dos con una carga

mixta de bombas más bengalas para iluminar los

blancos- se dividieron en dos al acercarse a Tarento,

con la esperanza de confundir a los artilleros

antiaéreos. Casi una hora después llegó una segunda

oleada de nueve aviones del Illustrious.

Page 155: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

147

Desafiando el incesante fuego antiaéreo, los

―Swordfish‖ cayeron sobre el enemigo anclado e

inutilizaron a tres acorazados, un crucero y dos

destructores, la mitad de la fuerza de la escuadra

italiana en la base naval. Los atacantes sólo

perdieron dos de sus aviones.

Al día siguiente de este devastador ataque, el

resto de la flota italiana partió hacia el norte para

refugiarse en Nápoles, cediendo el Mediterráneo en

un momento temprano y crítico de la guerra a la

Marina Real británica. La valía de los portaaviones

no podía haber sido más convincentemente

demostrada.

Cabo Matapán.

En la primavera de 1941 los alemanes estaban

pidiendo a sus renuentes socios italianos que

atacaran a los convoyes británicos que se dirigían

con tropas a Grecia en auxilio de los griegos,

mientras los propios alemanes desviaban tropas en

auxilio de los italianos, que en su invasión a Grecia,

habían sido detenidos.

El Estado Mayor de la Marina italiana puso

reparos y argumentó que una acción de ese tipo

llevaría a sus barcos lejos de puerto, estando su flota

necesitada de combustible, y que aviones de

reconocimiento británico con base en Creta y

Alejandría podrían privarlos del elemento sorpresa;

ratificada la orden por Mussolini, se inició la acción

de una batalla en aguas del Cabo Matapán, en

Grecia, siendo este enfrentamiento el más parecido

a una batalla naval clásica durante toda la guerra en

el escenario del Mediterráneo.

El 27 de Marzo de 1941, Cunningham fue

alertado por su Servicio de Inteligencia de que la

flota italiana se estaba dirigiendo al Mar Egeo y

supuso que los italianos conocían la existencia del

convoy que estaba atravesando ese mar en dirección

a Grecia y que intentarían destruirlo. Su flota,

compuesta por 13 barcos, en que los que se incluían

el portaaeronaves Formidable, 3 acorazados y 9

destructores, navegó al encuentro de la italiana, al

amparo de la oscuridad.

Aunque no contaban con portaaeronaves, la flota

italiana a la que iban persiguiendo era poderosa, la

mayor que se hacía a la mar, con el moderno

acorazado Vittorio Veneto, 6 cruceros pesados, 2

ligeros y más de una docena de destructores.

Después de dos días de fugaces encuentros y de

ciertas imprecisiones por ambos mandos, la batalla

se decantó a favor de los británicos y con resultados

muy desproporcionados. Tres de los mayores

cruceros italianos y dos destructores se habían

hundido, con una pérdida estimada de unos 2.400

hombres. Los británicos perdieron un avión

torpedero y su tripulación compuesta por tres

hombres.

Page 156: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

148

CUERPO DE ELITE ITALIANO.

l éxito más notable de un arma poco

anunciada pero devastadoramente eficaz de

la Marina italiana, fueron las unidades especiales de

asalto. A fin de cuentas, estas unidades hundirían o

dejarían fuera de servicio 86.000 toneladas de

buques de guerra aliados y 131.527 toneladas de

buques mercantes.

La más mortífera de esas unidades especiales de

la Marina italiana fue la X Flotilla Ligera, cuyos

equipos asaltantes de élite sembraron la devastación

en los puertos y rutas marítimas aliadas a lo largo y

ancho del Mediterráneo. La puntuación total de la

flotilla fue de 28 barcos hundidos o dañados. Esa

cifra incluía los acorazados ―Queen Elizabeth‖ y

―Valiant‖ y el crucero ―York‖, así como 111.527

toneladas de buques mercantes.

Las proezas de los equipos de asalto italianos

causaron consternación entre los británicos, y algo

de envidia. Cuando el Almirantazgo creó una

escuela para la formación de sus propias unidades

de asalto, los alumnos clavaron en las paredes

fotografías de la 10ª Flotilla que arrancaron de

varias revistas.

Producían estragos, atravesaban las defensas de

los puertos y atacaban antes de que el enemigo

supiera qué les había alcanzado. Los equipos

especiales de asalto obtuvieron su primer triunfo en

marzo de 1941, cuando seis pilotos atravesaron con

motoras cargadas de explosivos un campo de minas

y redes antipersonal hasta entrar en la bahía de

Suda, en Creta.

Cada hombre eligió su objetivo entre los barcos

británicos anclados en la bahía y atacaron,

obteniendo un impacto directo contra el acorazado

―York‖; otros tres pilotos también tuvieron éxito ese

día, hundiendo dos buques cisterna y un vapor. Seis

meses después y alentados por el golpe en la Bahía

de Suda, los italianos entraron con tres torpedos

biplaza en el puerto de Gibraltar, donde averiaron

dos cargueros y un petrolero de la Marina Real.

Las incursiones en la Bahía de Suda, Gibraltar y

después en Alejandría hicieron que los británicos

estuvieran nerviosamente alerta en todo momento

contra los ataques sorpresa. Pero eso no detuvo a las

unidades de asalto especiales; antes de que

finalizara la batalla por el control del Mediterráneo,

hundirían cerca de una veintena más de barcos.

Motonaves de turismo

Las unidades de asalto especiales italianas

utilizaban motoras convencionales, motoras de

asalto biplaza y lanchas más grandes que iban

equipadas con una gran variedad de armamento

ofensivo. En un ataque típico, varias lanchas se

dirigían a toda prisa hacia un convoy desde ambos

lados, disparando sus torpedos y luego retirándose a

toda velocidad. Esta maniobra podía repetirse hasta

que las motoras-E (especiales) hubieran agotado sus

torpedos o fueran repelidas. Frecuentemente la

táctica resultaba devastadora: en el ataque a un

convoy con destino a Malta en agosto de 1942, un

grupo de motoras-E hundió un crucero y cuatro

buques mercantes.

Eran también conocidas por ―barchini esplosivi‖

(barquitos explosivos). Naves ideadas para atacar a

los buques en alta mar y en movimiento. Su

velocidad era de 31 nudos y estaban armadas con

una carga explosiva de 330 kg. De ellas se derivaron

las versiones (reducida) y (lenta), también las

―Motoscafi Turismo Silurante‖ que con dos

tripulantes eran capaces de lanzar un torpedo que,

tras caer por la popa, iniciaba su marcha hacia el

blanco.

Las más espectaculares de las motoras

explosivas eran las diseñadas para misiones sin

retorno. Esta embarcación, gracias a un casco de

madera con quilla plana y una hélice-timón abatible,

pasaba sin dificultad las barreras portuarias,

momentos en el que su único tripulante la dirigía

hacia el objetivo a una velocidad de más de 30

nudos, lanzándose él, instantes después, al agua.

Sus 330 kg de carga bélica, situados en la proa

podían deflagrar de dos formas; por choque directo

contra el casco o por presión hidrostática. En este

último caso la carga se hundía una vez producido el

E

Page 157: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

149

impacto y al estallar a una determinada profundidad

abría un boquete por debajo de la línea de flotación

del navío atacado. Actuaron en la bahía de Suda y

en Malta.

También existieron submarinos de bolsillo, uno

de los cuales, el Clase A, contaba con tres

tripulantes y escasa autonomía, mientras que el otro,

Clase B, gozaba de un mayor radio de acción y

embarcaba a cuatro hombres.

El repertorio lo completaban armas como la

Cimice (chinche) artefacto metálico de reducidas

dimensiones que contenía tres kilogramos de

explosivos y que el buceador colocaba en la quilla

del buque a destruir mediante una espoleta regulable

de tiempo. Otro medio parecido, aunque más

potente, el Bauletto (baulito) contenía una carga de

cuatro kilogramos y medio que estallaba cuando el

buque así minado, ya en mar abierto, alcanzaba una

velocidad superior a los cinco nudos. Estos dos

ingenios se crearon exprofeso para los ―Nuotatori

d´Assalto‖ (nadadores de asalto) o ―Gamma‖, grupo

especial constituido en la X MAS.

“Maiali” (cerdos)

Eran unos torpedos modificados, de marcha

lenta, de 533 mm de diámetro y 6,70 m de longitud,

provistos de un motor que permitía alcanzar una

velocidad máxima de 2,5 km/h con una autonomía

de unos 20 km. Pilotado por dos buceadores

situados a horcajadas sobre él, podía llegar hasta las

inmediaciones de la nave enemiga navegan do en

inmersión, para colocar en su quilla la carga

explosiva de 300 km con que iba dotado en su

cabeza. Posteriormente, los tripulantes, tenían la

posibilidad –aunque remota- de escapar del lugar,

aprovechando la sección motriz del torpedo.

Se emplearon en Gibraltar, Malta, Argel y

Alejandría. A la velocidad máxima de los torpedos,

los hombres rana atravesaban las defensas del

puerto solamente con la cabeza por encima del

agua. Incluso por la noche, al amparo de la

oscuridad, podían seleccionar fácilmente un barco

para su destrucción.

Una vez en posición bajo el barco enemigo, los

hombres rana soltaban cuidadosamente la carga

explosiva del torpedo, la sujetaban cautelosamente

al casco del barco y ponían en marcha el

temporizador.

Caballo de Troya

Para un saboteador del Eje, los buques de guerra

británicos anclados en el puerto de Gibraltar y los

convoyes Aliados que periódicamente abarrotaban

su fondeadero eran una tentación irresistible.

Aunque también era extremadamente difícil llegar

hasta ellos: el Peñón rebosaba cañones por doquier;

reflectores y lanchas patrulleras recorrían

continuamente el puerto, y las cargas de

profundidad se hacían estallar cuando se sospechaba

la presencia de cualquier intruso. Sin embargo, los

comandos submarinos italianos atacaron decidida

y frecuentemente los barcos atracados en Gibraltar,

Page 158: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

150

desde guaridas habilitadas debajo de las mismísimas

narices de sus defensores.

En los inicios de la guerra los incursores

operaban desde una villa en la costa española a algo

más de tres kilómetros de Gibraltar, atravesando la

bahía a nado para adosar explosivos en los barcos

aliados. Pero las dificultades que estos hombres rana

tenían para eludir a las patrullas costeras españolas

después de las misiones, llevó a los italianos a

utilizar lo que un oficial del servicio de información

británico denominó un ―Caballo de Troya flotante‖:

el ―Olterra‖ de 4.995 toneladas, un maltrecho buque

mercante italiano anclado al otro lado de la bahía de

Gibraltar.

Los italianos sustituyeron a la mayoría de la

tripulación del ―Olterra‖ por buzos y técnicos de la

Marina, que construyeron un taller secreto en la

bodega de carga del barco.

Contenía todo lo necesario para montar y reparar

torpedos biplaza y mantenerlos cargados con

explosivos; a casi dos metros por debajo de la línea

de flotación de la nave se abría una puerta para que

los hombres rana y sus torpedos pudieran salir sin

ser detectados. Los torpedos se introducían en

España camuflados como tubos de caldera.

Los primeros ataques desde ese mercante contra

los buques de guerra anclados en el puerto interior

de Gibraltar resultaron costosos para los incursores:

cinco de los seis hombres ranas enviados no

regresaron, y no se causó ningún daño a los barcos.

Pero cuando los italianos se fijaron en los mercantes

anclados en la rada menos protegida, encontraron

blancos fáciles. En total, los hombres rana

hundieron o dañaron más de 42.000 toneladas de

barcos Aliados en Gibraltar y los británicos nunca

descubrieron de dónde venían o por dónde se iban.

Page 159: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

151

Page 160: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

152

Un caballeroso oficial naval

La tarde del 18 de Diciembre de 1941 un

submarino italiano salió a la superficie para

recibir por radio el último informe de sus servicios

de inteligencia, desde Atenas; el informe era

prometedor: el puerto de Alejandría estaba lleno de

barcos, incluyendo dos grandes acorazados.

El capitán de fragata Luigi Durant de la Penne y

cinco hombres más se prepararon para iniciar la

operación.

El capitán y un buceador irían a por el acorazado

―Valiant‖. Un teniente y un cabo, igualmente a por

el acorazado ―Queen Elizabeth‖. La tercera pareja,

otro teniente y otro buceador, recibieron la orden de

buscar un portaaeronaves; si no había ninguno,

debían seleccionar un petrolero, ya que su torpedo

estaba armado con explosivos incendiarios

adicionales para prender el combustible del

petrolero cuando se esparciera por el agua, lo que

convertiría la superficie de las aguas del puerto en

una cortina de fuego.

A la velocidad máxima de los torpedos, de tan

solo 2.5 nudos, los comandos sentados a horcajadas

sobre el ingenio metálico, atravesaban las defensas

del puerto solamente con la cabeza por encima del

agua. De la Penne finalmente divisó su objetivo, el

acorazado ―Valiant‖ de 31.000 toneladas. En la

oscuridad y a tientas lograron llegar al casco del

barco y en un momento dado el compañero cayó del

torpedo y desapareció. El capitán, después de 20

minutos de estar dando vueltas alrededor del

acorazado, agotado, sin buzo que le ayudara, no

podía soltar la bomba y sujetarla a la quilla del

barco. Colocó el torpedo y su bomba en el lodo,

directamente bajo el casco y puso en marcha el

temporizador. La nave torpedo estallaría con la

bomba; tendría que escapar sin ella.

Al subir a toda prisa a la superficie y jadeando

por el esfuerzo, el ruido le delató. Las balas de una

ráfaga de ametralladora impactaron en el agua a su

alrededor; divisó una boya y nadó hacía ella. Su

compañero estaba agarrado a la misma y le dijo que

se había caído del torpedo y que había intentado

ocultarse detrás de la boya en lugar de nadar, para

no llamar la atención.

Se rindieron y los británicos los apresaron, el

capitán miró su reloj. Eran las 3:30 de la madrugada

y la bomba explotaría a las 6:20. Se identificaron a

sus captores y se negaron a decir nada más, siendo

encerrados en la bodega. Cuando se acercaba la

hora de la explosión, de la Penne llamó a sus

guardias y pidió ver al capitán; llevado ante él, le

anunció que el barco volaría en pocos minutos. El

británico pidió más detalles, pero el italiano le

comunicó que no daría ninguno más. El capitán del

barco ordenó que le llevaran de vuelta a la bodega y

mientras esto ocurría, de la Penne podía oír como en

los altavoces del barco se daba la orden de

abandonarlo.

Cuando la puerta de la bodega acababa de

cerrarse tras él, se produjo una explosión sorda y el

acorazado se estremeció, se escoró y entraba humo

por debajo de la puerta. La pareja de italianos

comprobaron que la puerta no estaba cerrada con

llave y que no había ningún guardia.

Abriéndose paso en la humeante oscuridad

subieron al puente, avanzaron hacía la popa donde

todavía algunos oficiales del acorazado estaban

reunidos en la inclinada cubierta.

En aquel momento, el otro acorazado, el ―Queen

Elizabeth‖ pareció levantarse del agua al producirse

una tremenda explosión; una violenta erupción de

chatarra salió por su chimenea, el combustible se

desparramó por el aire y una parte salpicó la

cubierta donde el grupo de británicos y la pareja

italiana se encontraban.

También la tercera pareja había logrado

destrozar la popa de un petrolero y dañado a un

destructor que estaba atracado a su lado, pero los

explosivos incendiarios habían fallado y por eso el

puerto de Alejandría no se convirtió en una ardiente

caldera. Finalmente, los seis hombres ranas

quedaron prisioneros, pero su audaz asalto había

causado más daño a la Marina británica que toda la

flota italiana, pues los dos últimos acorazados

británicos en aquel teatro de operaciones, estarían

fuera de servicio durante meses.

Page 161: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

153

LA CAMPAÑA AFRICANA.

l Mariscal Graziani, Jefe del Ejército

italiano de Libia, intenta, a instancias de

Mussolini, la conquista de Egipto, mientras en

Etiopía, los italianos, también por orden del Duce,

se enfrentaban, se suponía que fácilmente para ellos,

a los ingleses y sus colonias, que rodeaban a

Etiopía. También parecía fácil para Graziani, dada

la desproporción de fuerzas, su ataque a Egipto.

Wavel, Jefe inglés para todo el Medio Oriente, le

enfrenta con pocas fuerzas, pero la agilidad de los

ingleses-contra el casi estatismo italiano- y sus

grupos blindados (principalmente la 7ª División

Blindada, ―las ratas del desierto‖), consiguen parar a

los italianos en su pequeña penetración en la

frontera; contraatacan sin desear mayores metas, y

van derrotando a los italianos, de plaza en plaza,

(una incursión de 5 días, se había convertido en una

campaña de 2 meses); sin tener nunca más de dos

divisiones, habían aniquilado a 9 divisiones

italianas.

Los ingleses estaban listos con la 7ª D.B.-

mientras tuviera apoyo de aviación y con 2

operaciones anfibias que tenían planificadas-a llegar

hasta la frontera tunecina y apoderarse de toda

Libia, operando entre el desierto y el mar, en una

franja de 20 a 30 km, practicable para los carros de

combate. Pero, había orden de socorrer a Grecia, y

tuvieron que parar y consolidar su posición en

Bengasi.

Hitler envía a África, en auxilio de los italianos,

un Cuerpo Expedicionario compuesto alrededor de

la 15ª División Panzer (acorazada). El 12 de febrero

de 1941, el general alemán Rommel se presenta a su

jefe (Gariboldi-sucesor de Graziani) en Trípoli.

Podía, sin embargo, recurrir al cuartel general del

ejército alemán, si se comprometía la seguridad del

Cuerpo Expedicionario o el ―honor‖ de los ejércitos

alemanes.

Hizo su primera exploración. Con un batallón

blindado y el grupo de reconocimiento (lo único que

había llegado de la 15ª D. Panzer y ayudado por su

primera artimaña (automóviles Volkswagen

disfrazados), se lanza al ataque. Los ingleses se

repliegan sin presentar combate; Rommel

audazmente, aprovecha su penetración y toma

Bengasi y El Mekili.

Kesselring-entra en escena (sin mando en el

Grupo de Ejército África). Se mejora la balanza, al

lanzar con fuerza el poderío de los aviones de

combate alemanes destacados en Italia, más

submarinos alemanes pasados al Mediterráneo.

Empiezan a poder llegar los convoyes, abasteciendo

a Rommel. La aviación de Kesselring más tarde

acomete la tarea de conquistar Malta, pero sobre la

isla se encontraron con una red letal de fuego

antiaéreo, más el concurso de los cazas británicos;

así la batalla aérea por el control de Malta costó al

Eje 1.126 aviones alemanes e italianos. Rommel por

su parte y siguiendo su avance, conquista el

importante puerto de Tobruk.

Hitler asciende a Rommel a Feldmariscal y éste

decide proseguir hacia el Nilo. ¿No debería ponerse

en marcha antes el plan ―Hércules‖, la conquista de

Malta? Rommel presiona para que no se intente en

ese momento, pues según él, con los

abastecimientos de Tobruk llegará hasta el Nilo, y

de no conquistar o tardar demasiado la tal conquista

de Malta, equivalía a dar la oportunidad de

rehacerse a los británicos. Necesitaba refuerzos y en

todo caso, a la vez, atacar Malta para impedir el

corte posterior de abastecimientos. Sabía que los

USA reabastecerían a su aliado, cada vez más y

mejor.

De hecho, caído Tobruk, Roosevelt ofreció y

mandó 300 tanques (Sherman) y 100 cañones, (del

convoy, un barco fue hundido en el Atlántico;

inmediatamente, otro barco, a toda máquina, con el

material que se había perdido, se reunió con el

convoy).

La isla de Malta se sitúa en el Mediterráneo casi

exactamente a mitad de camino entre Alejandría,

que en 1941 era la base terrestre más próxima

(1.290 km. al este) y el bastión naval de Gibraltar

(1.610 km al oeste). Además, la isla se sitúa al sur

de Sicilia (Italia) y al norte de Trípoli (Libia),

dominando por lo tanto el Mediterráneo central.

E

Page 162: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

154

La importancia estratégica de Malta en 1941 era,

en consecuencia, de primer orden, tanto para

permitir que los convoyes británicos navegaran

libremente hasta Egipto como para evitar que los

refuerzos del Eje se transportaran sanos y salvos

para auxiliar a las fuerzas de Rommel en campaña

en el norte de África.

Por otra parte, la superioridad aérea de los

alemanes impedía que los portaaviones británicos

con base en Alejandría, operaran plenamente. Pero

Malta era un portaaviones que no se podía hundir y

cumplía un papel que, de otro modo, hubiera tenido

que desempeñar la Marina británica. Por estos

motivos la isla estaba fuertemente reforzada. Contra

la estrategia de ―adelante‖, sin esperar, de Rommel,

pesaban 3 razones:

a.- Entre el DAK (Afrika Korp Alemán) y el

Nilo, mucho terreno, el enemigo por muy castigado

que se sienta –si lo sabe hacer-, no deja de tener

oportunidades de desquite y de desgastar a su vez a

los alemanes-

b.- No se puede tensar demasiado el arco –las

tropas de Rommel están agotadas-.

c.- Kesserlring le dice que cuanto más se

adentre, mejor blanco ejercería a la RAF, mientras

que la Luftwaffe podría protegerle menos.

Al final, la victoria británica en la localidad de

El Alamein, a las puertas de El Cairo, paró

definitivamente el avance alemán. La retirada de

Rommel fue un prodigio táctico.

Ya estaba muy consciente de que el Teatro de la

Guerra en el Mediterráneo –presionado por la lucha

en Rusia-no iba a tomar un cariz principal para

Hitler, y sin dominar el mar, él no podría intentar

nada más en el Norte de África.

Intentaba regresar a Trípoli o mejor aún, a Túnez

y salvar lo salvable, tomando el camino más corto

entre África y Sicilia, pero el 8 de noviembre

desembarcaban en Marruecos y Argelia 80.000

soldados USA y 25.000 británicos.

El 9 de noviembre tropas alemanas llegaban al

aeródromo de Túnez para intentar garantizar

el camino final a los exhaustos hombres de

Rommel.

Los U-boote en el Mediterráneo.

Raeder tuvo que enviar submarinos al

Mediterráneo, en refuerzo de la Flota italiana. El

Gran Almirante era opuesto a esta medida. Sin

embargo, había llamado siempre la atención de

Hitler sobre la importancia del Mediterráneo, pero

consideraba que la lucha submarina tenía su mejor

campo de acción en el Atlántico, y que no se debían

retirar submarinos para otro teatro de operaciones,

antes de poder mantener un número suficiente de al

menos cuarenta submarinos operando

simultáneamente en el Atlántico. Pero no podría

alcanzar esta cifra hasta finales del invierno 1941-

1942. El 10 de julio, Hitler preguntó a Raeder si le

era posible enviarlos al Mediterráneo. Raeder

respondió que no podía hacerlo. Añadió que los

ingleses actuaban en este mar especialmente con

aviones y submarinos, contra los cuales eran

ineficaces los submarinos propios.

Argumento chocante, pues el Gran Almirante no

ignoraba que grandes convoyes enemigos,

fuertemente escoltados por acorazados y

portaaviones, habían ya cruzado de Gibraltar a

Malta y Alejandría. Estas operaciones se repetirían

y los submarinos alemanes hundirían en el

Mediterráneo al acorazado ―Barham‖ y a los

portaaviones ―Ark Royal‖ y ―Eagle‖. El 22 de

agosto volvió Hitler a la carga y de nuevo Raeder se

esforzó en eludir la decisión, pero el Führer

mantuvo su punto de vista con argumentos

juiciosos.

No se tomó, a pesar de todo, ninguna decisión

tampoco en esta ocasión, pero el Mando alemán se

atrevió a causa de las dificultades de abastecimiento

informadas por el ―Afrika Korp.‖, y los primeros

submarinos salieron para el Mediterráneo. En

diciembre, Raeder informó que 36 estaban en aquel

mar o en viaje hacia allá. Pensaba aumentar este

número hasta 50, de los cuales 20 actuarían en el

Mediterráneo Oriental y 30 en el Occidental o en la

región de Gibraltar.

De hecho, el número total no pasaría de 25;

cinco submarinos serían hundidos durante el otoño

Page 163: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

155

y el invierno de 1941 al intentar el paso del Estrecho

de Gibraltar. La ayuda a Italia significó un descenso

de las fuerzas submarinas alemanas, que se hizo

sentir notablemente en aquella época.

Tolón.

Efectuados los desembarcos aliados en

Marruecos y las noticias de la capitulación de las

tropas francesas en ese territorio, indujeron a Hitler

a tomar represalias inmediatamente: ocupar la zona

de Francia controlada por el gobierno de Vichy. La

invasión eliminó cualquier esperanza de poder

conservar el gobierno francés su neutralidad. El

Admirante en Jefe francés, Darlan, ordenó a la flota

francesa en la gran base naval de Tolon-costa

mediterránea, cerca de Marsella-que partiera con

destino al norte de África.

La maniobra para esa todavía poderosa fuerza,

compuesta por 77 buques de guerras, eran más fácil

de ordenar que de ejecutar. Los aviones de la

Luftwaffe (Fuerza Aérea alemana), minaron la

entrada del puerto y submarinos alemanes estaban al

acecho en las proximidades. Más los mandos

navales franceses estaban en desacuerdo entre ellos,

con respecto a sus lealtades, y perdieron un tiempo

valioso. Esa indecisión logró que para el momento

en que dos columnas blindadas alemanas llegaran a

la ciudad de Tolón, los barcos siguieran en puerto.

Advertido el avance alemán, el Almirante

francés, desesperado, envió por radio un mensaje a

los capitanes, ordenando que los hundieran. Los

marineros franceses se apresuraron a abrir las

válvulas de sus barcos antes de que llegaran los

alemanes a los muelles. Cuando éstos lo lograron,

era demasiado tarde. Los equipos de demolición

franceses habían hecho su trabajo; las cargas

explosivas empezaron a detonar dentro de los

cañones, y granadas de mano destruyeron las

maquinarías y el agua empezó a entrar por las

válvulas de fondo, abiertas. En total, los franceses

destruyeron 1 acorazado, 2 cruceros de combate, 7

cruceros, 32 destructores, 16 submarinos y 19

buques más pequeños.

Solamente quedaba una flota del Eje en el

Mediterráneo, los buques de guerra italianos

supervivientes. Pero en Enero de 1943, finalizando

la campaña del desierto, los Estados Mayores

Combinados decidieron en Casablanca que

atacarían Sicilia y una vez conquistada, se

eliminarían los ataques del Eje contra las cercanas

rutas de suministros en el Mediterráneo y además la

gran isla se convertiría en una excelente zona de

fuerzas para la invasión del continente.

Epílogo Naval.

A principios de 1942 se adoptó el proyecto de

invasión por el Canal de la Mancha por la Junta de

Jefes de Estado Mayor anglo-norteamericana;

únicamente se preveía un desembarco en África del

Norte en las dos eventualidades siguientes: llamada

de los franceses o entrada de los alemanes en

España. Pero en la primavera de 1942 la gravedad

de la situación en Rusia y en Libia daba urgencia a

una ofensiva aliada de alivio. Los ingleses no creían

posible un desembarco en el Canal de la Mancha en

el otoño de 1942, y hubo que resignarse a un ataque

en África del Norte; operación que, lejos de ser la

aplicación de un plan general de ataque a Europa,

como se creyó en Francia al tener conocimiento del

desembarco, fue en su origen una simple maniobra

de diversión

Se marcaba el final de la batalla por el control de

las rutas marítimas del Mediterráneo, el drama

central de una campaña de tres años de duración.

La flota mercante italiana prácticamente había

desaparecido y pocos de sus transportes se

arriesgarían a recorrer ―la ruta de la muerte‖ hacia el

sur pasando por la fortaleza británica de Malta con

destino al norte de África.

Por el contrario, los convoyes Aliados se

dirigirían ahora a Malta y Alejandría casi sin

oposición

Aunque la guerra en el Mediterráneo había visto

algunas acciones navales como las de cerca del cabo

Matapán y Ias costa calabresa italiana, las batallas

críticas las habían librado los submarinos y

Page 164: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

156

aeronaves que operaron en la costa de Sicilia, Malta

y la costa africana en manos del Eje.

Los ingleses participaban ampliamente, sobre

todo con sus fuerzas navales, en las operaciones de

Argelia. En Marruecos, los norteamericanos

actuaron solos, y toda la empresa había recibido un

estilo propio de ellos, al pensar los Aliados,

justamente, que los norteamericanos serían mejor

acogidos que los ingleses, por estar todavía muy

vivo en África del Norte el recuerdo de los

acontecimientos de 1940, (Mers-el-Kebir).

El África Occidental francesa se unía al

Almirante Darlan.

Con el gran puerto de Dakar, la Escuadra

francesa del África Occidental, compuesta

por el acorazado ―Richelieu‖, tres cruceros y varios

destructores, entró en la lucha al lado de los

Aliados. La ruta de Inglaterra a El Cabo podía ser

explorada por aviones basados en tierra, desde

Inglaterra hasta el sur de Dakar. La situación de los

Aliados en la batalla del Atlántico había mejorado

notablemente.

Por el contrario, las operaciones en el

Mediterráneo entrañaban la apertura de dos nuevas

rutas que debían ser protegidas, una ruta del

petróleo Curacao-Aruba hacia Casablanca-Gibraltar

y una ruta de abastecimiento general desde Nueva

York hacia Casablanca y Gibraltar.

Progresivamente, las fuerzas francesas tomaron a

su cargo la protección de la ruta costera de África en

el Atlántico Norte, lo que alivió a las Marinas

británica y norteamericana.

Page 165: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

157

EL PROBLEMA NAVAL ALEMÁN.

El factor geográfico.

a Naturaleza no ha favorecido el desarrollo

marítimo de Alemania, país cuyas costas

sólo bordean dos mares 'secundarios: el Báltico y el

Mar del Norte. La salida del Báltico está bajo el

dominio de los Estados escandinavos y sólo dá

acceso al Mar del Norte. Este último, está, a su vez,

bajo el dominio de Inglaterra. Una flota alemana

que quiera entrar al Océano está obligada a desfilar,

sea por el Canal de la Mancha, sea por el norte de

Escocia, ante las costas británicas.

Por otra parte, la situación de Alemania sobre

dos mares la obligaba a dividir sus fuerzas navales,

que sólo podían reunirse contorneando la península

de Jutlandia o franqueando el Canal de Kiel. La

situación terrestre repercutía desfavorablemente

sobre la situación naval. Si Alemania tenía la

ventaja de estar en el centro de Europa, lo que le

permitía maniobrar por líneas interiores, no tenía, en

cambio, frontera natural en el Este ni en el Oeste,

donde contaba con poderosos vecinos. Si estaba en

paz con estos adversarios posibles, debía mantener

Ejércitos para vigilarlos, y sólo podía consagrar una

parte de su potencial militar para la lucha en la mar.

Era, pues, una situación análoga a la que tenía

Francia durante sus guerras contra Inglaterra, pero

agravada por la necesidad de vigilar dos fronteras

abiertas.

Factores geopolíticos.

El factor económico intervenía también, de

manera muy importante, para limitar las

posibilidades militares. Alemania poseía carbón en

cantidad muy abundante, pero carecía de todas las

otras materias primas, que normalmente le llegaban

por mar. Incluso en 1939, después de haber

conseguido el dominio de la Europa Central,

Alemania recibía la mayor parte de sus

importaciones por ese medio. Las tres cuartas partes

de su mineral de hierro procedían de Escandinavia;

su níquel, de Pétsamo. A lo largo de la costa

noruega existe un rosario de islas que dejan un

pasillo completamente dentro de aguas territoriales,

y que los barcos alemanes podían seguir sin temor a

los ataques enemigos, a condición, sin embargo, de

que los ingleses respetasen la neutralidad noruega.

También Alemania debía asegurarse la neutralidad

benévola de los escandinavos, y debía,

imperativamente, dominar el Báltico; primero, para

el transporte del mineral de hierro, y después,

porque, en 1939, dicho mar aseguraba sus lazos de

unión con la Prusia Oriental, de la que estaba

separada por el pasillo polaco, separación producida

por los vencedores al término de la Primera Guerra

Mundial.

Alemania conseguiría, en el curso de la guerra

obtener las materias primas necesarias, mediante el

dominio de la península escandinava y de una parte

de Europa, y además, utilizando sucedáneos,

practicando una economía severa, y renovando los

procedimientos de elaboración de las aleaciones;

pero todo ésto no sin inconvenientes.

Factor militar.

Debía, asimismo, dominar el Báltico para

resguardarse de un posible contraataque enemigo

sobre las costas de Pomerania. Por otra parte, con el

desarrollo de la Aviación, la bahía alemana en el

Mar del Norte, que antaño era la zona de ejercicios

de la Flota, ya no ofrecía seguridad: sería el Báltico

el que serviría, durante toda la guerra, de zona de

adiestramiento para las numerosas flotillas de

submarinos. Por lo tanto, solamente después de

haberse asegurado el dominio de este último mar,

haber obtenido una cierta influencia sobre la

península escandinava y la seguridad de sus

posiciones continentales al Este y al Oeste, podía

Alemania emprender operaciones ofensivas de gran

amplitud contra Inglaterra. Para conducir tal

ofensiva, serían de gran valor bases en el Océano

Atlántico, pero en 1939 no poseía ninguna.

Los progresos de la Aviación, aunque ofrecían a

Alemania grandes posibilidades, constituían una

L

CAPÍTULO III (Teatro de Operaciones del Atlántico)

Page 166: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

158

nueva molestia para la lucha oceánica. El radio de

acción de los aviones del Reich, en 1939, no les

permitía alcanzar el Atlántico. Una vez pasados al

Océano, los barcos alemanes se encontraban en

manos no solamente de la Flota británica, sino

también de la Aviación inglesa, sin poder contar con

el apoyo de la «Luftwaffe» (Fuerzas Aérea

alemana). Así, era inútil buscar la victoria por la

destrucción de las escuadras enemigas, porque no se

podrán reunir los medios suficientes.

Únicamente por medio del ataque a las

comunicaciones comerciales se podría derribar a

Inglaterra; esta clase de lucha debía ser llevada a

efecto por los submarinos ante todo, pero

fuertemente apoyados por grupos de superficie y

por la Aviación. Sería muy útil, si no necesario,

apoderarse de bases fuera de las costas alemanas, en

país extranjero, para mejorar la situación geográfica,

extremadamente desfavorable.

Aplicando estas ideas, el Gran Almirante Raeder

había establecido, en febrero de 1939 un programa

de construcción que comprendía seis acorazados,

ocho cruceros pesados, diecisiete cruceros ligeros,

cuatro portaaviones, 225 submarinos, destructores,

etc. Este programa debía ser acabado en 1947, y se

añadiría a las construcciones ya en curso.

En 1947 la Flota alemana hubiese estado

formada por 13 acorazados, 33 cruceros y cuatro

portaaviones. Raeder contaba para entonces, en caso

de guerra, conservar en las aguas alemanas una

fuerza suficiente para dominar el Báltico y para fijar

en el Mar del Norte a una parte importante de la

Flota británica, y enviar a sus submarinos y a grupos

de superficie, fuertemente constituidos, al Atlántico.

Los alemanes preveían en su programa acorazados

de 80.000 toneladas, que estimaban como

insumergibles.

En esto se equivocaban, pues como veremos los

acorazados no resistieron a los ataques masivos de

los aviones torpederos y bombarderos. También que

la proporción entre acorazados y portaaviones no

debía ser tan a favor de los primeros, estando los

japoneses mucho más acertados en establecer una

paridad entre ambos tipos.

Por otro lado, el Gran Almirante reprochaba a

Göring el despreciar a la aviación de exploración,

mientras que para Raeder tal arma era muy

importante para la Marina. La aviación de

exploración tiene, ciertamente, una importancia

extrema, pero la aviación de combate también la

tiene, pero él y muchos almirantes no lo

consideraban así.

En suma, si veía claro en el plano de alta

estrategia, pues se opuso a la invasión de Rusia y

comprendió la gran importancia que tendría el

Mediterráneo en el conflicto, tenía, en cambio, ideas

equivocadas sobre la dosificación de los diversos

elementos constitutivos de una Marina que, aunque

pudiesen parecer ortodoxas y justas antes de la

guerra, de hecho eran retrógradas.

El estallido de la guerra sorprendió a Raeder en

medio de sus proyectos de ampliación. La Marina

alemana no constituía en septiembre de 1939 más

que una pequeña fracción de las fuerzas armadas

alemanas, y su jefe no tenía todavía una

considerable influencia sobre la estrategia del país.

Partiendo de esta situación desesperada, el Mando

naval, planificó la liberación de las rutas de acceso,

dominadas por Inglaterra y vitales para Alemania,

mediante la utilización de los pocos buques de

superficie disponibles. Se pretendía distraer y

debilitar a las poderosas flotas inglesa y francesa

provocando encuentros ocasionales en puntos muy

distantes entre sí.

Por otra parte, la flota submarina que quería

construir el Gran Almirante era, en desplazamiento,

cinco o seis veces menor que la flota de superficie,

y también por esta causa se puede pensar que

Raeder no veía claro. Para la guerra contra las

comunicaciones que quería emprender, el

submarino era, con gran ventaja, el tipo de barco

más eficaz. Dönitz, el Jefe de los submarinos

alemanes, estimaba que la construcción de éstos

tenía preferencia sobre todas las demás, y el

desarrollo de los acontecimientos habría de darle la

razón.

Tiempo después de terminada la guerra, se le

preguntó a Dönitz sobre cuál consideraba él que fué

Page 167: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

159

el mayor error alemán: su respuesta fué inequívoca.

―No haber construido al estallar la guerra los 300

submarinos que le pedí al almirante Raeder.‖

¿Y qué cree que hubiera ocurrido si hubiera

podido disponer de ellos?, se le preguntó. Sonrió y

dijo: ―Creo que en 1941 hubiéramos ganado la

guerra‖.

Su petición no fue aceptada por dos razones:

primero, porque Hitler le había prometido a Raeder

que Alemania no tendría que luchar contra Gran

Bretaña al menos hasta 1944; y- segundo, porque

Raeder planeaba utilizar este respiro para construir

una flota ―equilibrada‖, que incluiría poderosos

barcos de guerra capaces de enfrentarse a sus

contrapartidas británicas en términos de igualdad.

Pero Hitler se vio superado por los

acontecimientos; y cuando estalló la guerra en 1939,

la Marina de guerra alemana tenía todavía un

tamaño más bien modesto.

Comprendía un puñado de submarinos

operativos y una flota de superficie formada por tres

cruceros de combate, tres acorazados de bolsillo,

ocho cruceros y 34 destructores y torpederos. Los

enormes acorazados Bismarck y Tirpitz estaban

todavía en construcción.

Situación de la Gran Bretaña.

Cierra el Mar del Norte, por el Oeste, sobre una

longitud aproximada de mil millas, lo que permitía a

los británicos dominar todas las rutas marítimas que

unen las costas del norte de Europa con el Atlántico.

Esta es una ventaja de la mayor importancia, pero

toda medalla tiene su reverso. El acceso al Báltico

podía ser fácilmente prohibido a los barcos

británicos; en caso de alianza de Inglaterra con la

U.R.S.S., el contacto entre ambas fuerzas aliadas no

podía ser establecido más que por los puertos del

Ártico.

En el Mar del Norte, las costas del Reino Unido,

muy extensas, son vulnerables a los ataques

aeronavales. Las Islas Británicas estaban

enteramente expuestas a los bombardeos aéreos. Se

verían comprometidas sus comunicaciones si el

enemigo se instalaba en Francia, en Noruega, en

Islandia y en Irlanda.

Islandia amenazaba a la vez a Inglaterra, al

Canadá y a los Estados Unidos. Así fue que, desde

la caída de Dinamarca, los británicos se

preocuparon de asegurarse a Islandia, donde serían

acogidos solamente con un moderado entusiasmo.

Page 168: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

160

MINAS

os mares contrajeron la peste de las minas:

nada menos que 600.000 de estos ingenios

fueron distribuidos por las potencias beligerantes en

aguas europeas durante la Segunda Guerra Mundial.

Barreras de minas, con una o más hileras, iban

acumulándose en los fondos marinos, formando

zonas infestadas que significaban la muerte para los

buques que cruzaran por ellas. Las minas tenían una

función específica: suponiendo para quien las

colocaba los menores gastos y riesgos posibles,

deberían producir al enemigo un máximo de daño

en material y hombres.

Con todo, la ―guerra de minas‖ resultó cara.

Ingleses y alemanes ampliaron desmesuradamente

los cuerpos respectivos para inutilizar tales

artefactos. Cada parte contendiente necesitaba por

lo menos 500.000 marineros (el 40% de los

efectivos totales de la Armada alemana) para lograr

detectar y desactivar 5.000 minas al mes.

Durante la primera Guerra Mundial se empleó a

fondo la llamada mina de ancla. Sin embargo sus

―antenas‖ tenían que entrar en contacto inmediato

con el casco del buque para detonar. Por otra parte,

tanto ingleses como alemanes se encontraron muy

pronto en disposición de eliminar el peligro de las

minas ancladas en el fondo marino, pero también

los constructores alemanes de estos ingenios

mortíferos crearon muy pronto, entre las dos guerras

mundiales, un mecanismo magnético para activar

las minas: la Marina tuvo así su arma secreta, las

minas magnéticas, cuyo mecanismo se ponía en

funcionamiento cuando entraba un buque en su

ámbito de acción. Explotaban cuando el objetivo se

situaba exactamente encima de ellas. Algo parecido

lograron los ingleses. Sus primeras minas

magnéticas se utilizaron ya en 1918, aunque desde

luego sin éxito completo.

El empleo de destructores e hidroaviones

alemanes en los primeros meses de la segunda

Guerra Mundial para minar los puertos británicos,

halló a los ingleses completamente desprevenidos.

Sólo cuando un avión de reconocimiento dejó caer

una mina en aguas poco profundas y los británicos

la recuperaron al bajar la marea, pudo constatarse

que los alemanes contaban con minas dotadas de un

excelente mecanismo magnético. En consecuencia

se equipó a las unidades inglesas con un dispositivo

antimagnético y los buques minadores se

enriquecieron con nuevos elementos para detectar e

inutilizar la moderna arma secreta.

Las dificultades industriales para su aplicación

presentaron, especialmente al principio de la lucha,

un carácter agotador, pues sólo en Inglaterra había

que equipar a unos 500 barcos de guerra y 6.000

mercantes, forzándose al máximo la producción del

cable antimagnético que se enrollaba alrededor del

barco, llegando a ser insuficiente para cubrir las

necesidades de las estaciones de desmagnetización

los 300 kilómetros diarios que se producían, a la vez

que representaba serio problema el de la

alimentación de energía de este anillo, obligando a

instalar grupos eléctricos en un buen número de

buques mercantes.

La mina magnética inglesa no tardaría en

aparecer, pero, a diferencia de la alemana, no

actuaba por fuerza magnética, sino por inducción

electromagnética. Un barco quieto no activaba esa

mina, pero en la práctica su comportamiento era tan

eficaz como la alemana.

Con posterioridad, ante las nuevas perfecciones

de la mina, el sencillo anillo de las primeras

instalaciones se hizo ineficaz y fue preciso recurrir a

dotar a los buques de un engorroso pero

imprescindible equipo de bobinas; ardua labor

desarrollada por un departamento creado al efecto

por el Almirantazgo desde 1939, llegando a tratarse,

en las estaciones desmagnetizantes que se

extendieron durante la lucha a todos los países

aliados, del orden de 500 buques diarios.

Sólo durante la época de la trágica evacuación de

Dunkerque se neutralizarían en cuatro días unos 400

barcos. Naturalmente, los dragaminas fueron pronto

provistos de su correspondiente instalación

antimagnética, empleándose cuando era posible

para la limpieza de puertos y canales, buques de

madera.

L

Page 169: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

161

En esta misión se utilizaron aviones dotados del

correspondiente anillo desmagnetizador que volaban

a baja altura, desarrollando así una labor peligrosa,

dificultada además por los inconvenientes que

suponía el anillo para los despegues y aterrizajes.

Los aviones desarrollaron la generalidad de los

minados ofensivos durante la segunda guerra

mundial, por su característica especial de poder

lanzar su carga sobre las radas, canales y entradas

de puertos, utilizando minas de fondo lanzadas con

paracaídas durante al noche.

En el otoño de 1940 la Marina de guerra alemana

puso en servicio la ―mina acústica‖. Actuaba por

efecto del sonido o de la trepidación del buque que

pasaba sobre ella. Los ingleses aplicaron

inmediatamente medidas contra el nuevo artefacto.

Los minadores lanzaban unas boyas sonoras que

activaban el mecanismo submarino y las minas

explotaban sin peligro para sus buques.

Ante estas circunstancias los alemanes trataron

de combinar las características de los dos tipos:

magnéticas y acústicas. Pero los ingleses lograron

inutilizar este nuevo ingenio diabólico y

perfeccionar los propios métodos con otros

descubrimientos. Por su parte, también los alemanes

examinaron muy pronto el complicado mecanismo

de las minas británicas y montaron sus propios

aparatos para desactivar los artefactos submarinos

del enemigo.

El último tipo que surgió en la guerra fue el

llamado de presión, cuyo mecanismo de explosión

se activaba con un simple remolino de agua

producido por las hélices del barco que navegase

sobre ella, conocido por los ingleses con el nombre

de minas-ostras.

La utilizaron los alemanes en el desembarco de

Normandía y para obstruir y mantener cerrados al

tráfico Aliado algunos puertos, como el de

Amberes, creando a los anglosajones serias

preocupaciones.

Tras la capitulación alemana en 1945 se conoció

el secreto de esta mina; hasta entonces no se pudo

analizar convenientemente y con resultados

prácticos su mecanismo, a pesar de que algunos

ejemplares habían caído en manos del Este y del

Oeste.

El fundamento de las minas de presión es

motivado por la variación de la presión hidrostática

que se produce con el paso de un buque, variación

tanto más sensible cuanto mayor es la velocidad del

barco.

La utilidad en esa mina, se reduce a lugares de

poco fondo, siendo utilizada por la aviación. Los

propios aliados reconocieron al final de la guerra

que se trataba del tipo más seguro y difícil de

neutralizar, su mecanismo de fuego está regulado

para que no actúe por cambios de presión lentos,

como las mareas; ni rápidos, como explosiones

cercanas, sino que precisa una variación continua de

varios segundos de duración.

Este tipo de guerra les costó 1120 buques a los

aliados. El Eje perdió un total de 1.340 barcos,

mientras que otros 540 resultaron seriamente

dañados.

Page 170: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

162

SCAPA FLOW

a guerra submarina comenzaba formalmente

con la entrada de Inglaterra en el conflicto

mundial. Un 80% de los submarinos alemanes se

encontraban dispuestos para ella desde el primer día

de la contienda. A finales de la segunda semana de

guerra un informe anunciaba un primer éxito

espectacular, el U-29 había hundido al portaaviones

Ingles ―Courageous‖.

Pero ya el jefe de la flota submarina, Dönitz

trabajaba en un plan que transformaría a un capitán

de submarinos, Gunther Prien, en el primer héroe de

la Segunda Guerra Mundial. El plan era introducir a

un sumergible alemán en el punto clave de la

Marina británica, el puerto natural y gigantesco de

Scapa Flow.

La bahía, situada en la isla Mailand, del

archipiélago de las Orcadas, proporcionaba a los

ingleses un abrigo seguro y disponía de un sistema

muy completo de alerta, considerándose que el

penetrar en la rada era prácticamente imposible; sin

embargo, según informaciones de agentes, existía

una posibilidad: las barreras de protección estaban

oxidadas en partes o dañadas, y éstas no se habían

reparado desde hacía años.

Sólo cuando se encontraban cerca de Scapa

Flow, en la noche del 12 al 13 de octubre de 1939,

la tripulación tuvo la noticia del punto de destino.

Aunque las condiciones climáticas eran perfectas,

como se había predicho –una noche sin luna, un mar

picado pero no demasiado revuelto y una fresca

brisa -, todo se veía estropeado por un espectacular

fenómeno de luces árticas, la aurora boreal,

iluminando la mitad del cielo y amenazando con

traicionar la presencia del submarino. Prien

consideró por unos momentos abandonar su misión,

pero posiblemente pasarían semanas antes de que

las condiciones de marea y luna fueran de nuevo

ideales y decidió seguir con la misma.

La entrada de Scapa Flow estaba bloqueada por

barcos hundidos, minas y redes y además, si un

submarino intentara deslizarse a su interior, iba a

encontrarse con una serie de corrientes

excepcionalmente fuertes.

En la Primera Guerra Mundial dos submarinos

alemanes habían intentado un ataque similar contra

la flota británica en ese puerto y no habían

regresado.

Ahora los alemanes lo volverían a intentar, ya

que a la importancia de dicha base naval se unía un

amargo y especial recuerdo para ellos. Al término

de la Primera Guerra, las principales unidades de la

flota alemana habían sido internadas allí y en el

tiempo en que los Aliados y particularmente, los

británicos discutían sobre el destino final de esa

flota, sus tripulaciones las hundieron.

Había siete entradas a Scapa Flow: tres

principales en el extremo occidental, cerradas con

una barrera de maderos antisubmarinos, y cuatro

más estrechas en el extremo oriental que estaban

guardadas con barcos de bloqueo.

L

Page 171: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

163

El U-47, navegando en superficie se deslizó al

interior de Holm Sound, una de las tres entradas a

Scapa Flow. Las fotografías aéreas y reportes de

inteligencia habían indicado a Dönitz que la entrada

de Kirk Sound al norte de Holm Sound –un estrecho

canal entre islas, que estaba casi completamente

bloqueado por tres barcos hundidos-podía ser

franqueado por un navegante osado con una

embarcación pequeña.

En Kirk Sound no los habían hundido proa a

popa en una línea continua, sino que yacían

superpuestos. Entre el barco de bloqueo más austral

y la tierra había un canal angosto pero navegable de

unos 50 pies de ancho y 20 pies de profundidad.

Entre los barcos de bloqueo más septentrional y

central había un canal similar, un poco más ancho

pero menos profundo que el austral.

Al acercarse la media noche, Prien permaneció

en el puente observando el canal, brillantemente

iluminado por la aurora boreal. La tierra se cerraba a

ambos lados y las chimeneas y mástiles de los

barcos hundidos se alzaban amenazantes allá

adelante.

Había rebasado sin problemas a una goleta de

dos mástiles, hundida en aproximadamente 10

metros de agua, cuando una corriente repentina hizo

girar al submarino a estribor. Rozó un cable de uno

de los barcos hundidos y Prien notó que el casco

tocaba fondo.

Cuidadosa y delicadamente, desprendió el U-47,

lo hizo girar ligeramente a babor y luego, con una

difícil y rápida maniobra, lo hizo pasar a través del

hueco. A las 12:30 de la madrugada del 14 de

Octubre estaba dentro de Scapa Flow.

Page 172: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

164

Los británicos se sentían tan seguros en su bahía

que ni siquiera tenían en servicio lanchas

patrulleras; el submarino sólo tuvo que navegar

lentamente sobre las superficies de las aguas, en

dirección al puerto.

Después de hacerlo por una amplia extensión de

agua vacía, divisó las bajas formas de los

destructores anclados junto a la orilla, luego los

mástiles de dos grandes barcos. A 3.600 metros de

sus presas, se dio la orden de abrir fuego, pero los

torpedos fallaron –problema que ya había ocurrido y

seguiría ocurriendo durante meses en el modelo de

esa arma-; fríamente, se puso de nuevo en posición

bajo las parpadeantes luces de la aurora, dió la

orden de recargar los tubos y de disparar. Los

torpedos dañaron al buque de apoyo de aviones

―Pegasus‖ y destruyeron al acorazado ―Royal Oak‖.

La marea estaba entrando desde el este; el U-47,

aún con sus motores al máximo, se arrastró

lentamente, mientras el puerto hervía de actividad y

destructores se desplazaban en su búsqueda.

Había decidido salir por el canal austral más

estrecho pero más profundo en vez de por el que

había entrado. También lo logró; casi dos horas

después de entrar en Scapa Flow, el U-47 había

huido, ileso.

Page 173: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

165

LA BATALLA DEL RIO DE LA PLATA

Corsario de Hitler

mparado en la oscuridad se hacía a la mar

el crucero de 10.000 toneladas ―Graf

Spee‖, limitado a ese tonelaje máximo por el

Tratado de Versalles, que obligaba a la Alemania

vencida en la Primera Guerra Mundial a no superar

tal tonelaje en sus buques de guerra. La

construcción naval alemana había logrado un buque

que superaba en potencia y alcance artilleros,

blindaje y autonomía, a los cruceros ingleses de

mayor tonelaje.

Su capitán, Langsdorff, había

recibido la orden de operar en el

Atlántico Sur. Desde el último

día de septiembre de 1939

empezó su ataque hundiendo

frente a Pernambuco, (Brasil), a

un mercante británico. Para el 15

de noviembre, después de hundir

a varios más frente a las costas

atlánticas, el ―Graf Spee‖,

apoyado en el magnífico

servicio de radio del Mando

naval alemán, que controlaba el

movimiento de los buques

ingleses, se internó hacia el

Océano Índico y hundía en el

Estrecho de Madagascar a un

cisterna inglés. Éstos, trazando

la derrota del alemán por sus

hundimientos, dedujeron que se dirigía a ese

Océano.

Por su parte, el capitán Langsdorff, cuyo

propósito era intuir el movimiento del enemigo,

imprimió un giro repentino, volviendo al Atlántico y

a primeros de diciembre echó a pique a otros tres

buques en la ruta de la Ciudad del Cabo, al Sur del

continente africano.

Ante la costa sudamericana, asegurando la

importante ruta marítima de Río de Janeiro a

Montevideo, se encontraba una División Naval

inglesa al mando del Comodoro Harwood,

con los cruceros pesados ―Cumberland‖ y ―Exeter‖

A

Page 174: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

166

y los ligeros ―Ajax‖ y ―Achilles‖. Harwood,

sacando sus propias conclusiones, calculó que el

alemán podría estar del 12 al 14 de diciembre en

aguas de Río de Janeiro, Río de la Plata ó Islas

Malvinas. Se decidió por Río de la Plata y se apostó

en la entrada de la desembocadura.

El capitán Langsdorff había dado órdenes de

evitar cualquier combate con unidades de guerra

británicas, pero el 9 de diciembre su Mando naval le

comunicó la noticia, dada por su Agregado naval en

Montevideo, de que cuatro cargueros, escoltados

sólo por un crucero ó un mercante armado, se

disponían a abandonar el puerto. El buque alemán

enrumbó hacia allí. Dos días más tarde, el 11, su

avión de reconocimiento quedó fuera de servicio,

con lo que el navío perdió un medio precioso para

poder conocer anticipadamente la posición del

enemigo. A las 05:30 del 13 de diciembre, el vigía

anunció, ―dos mástiles a babor‖. Langsdorff pensó

en la escolta del convoy y a pesar de que su Oficial

de Navegación le recordó el evitar combate con

unidades de guerra, ordenó el ataque.

El Comodoro Harwood que había acertado en la

fecha y lugar donde aparecería el alemán, había

cometido una equivocación, debilitando sus fuerzas,

pues el día antes, envió uno de sus dos cruceros

pesados, el ―Cumberland‖, a las Malvinas, para ser

sometido a algunas reparaciones.

Además, sus vigías estaban descuidados. Sólo 45

minutos después de que los alemanes los hubieran

avistado y en marcha hacia ellos, a toda velocidad,

el vigía del ―Exeter‖ se dió cuenta.

Tres minutos más tarde el ―Graf Spee‖ abría

fuego contra el crucero pesado inglés, con una salva

de sus cañones de 280 mm., mientras su artillería de

alcance medio, de 150 mm, elegía como blancos a

los cruceros ligeros ―Ajax‖ y ―Achilles‖.

El ―Graf Spee‖ alcanzó pronto al ―Exeter‖, que

en cuarenta minutos encajó siete proyectiles de 280

mm y un ametrallamiento general, por lo que a las

7:00 a.m., con importantes vías de agua y todas sus

torres inutilizadas, abandonó el combate a escasa

velocidad. Mientras, Harwood había acortado

distancias con sus cruceros ligeros, cuya artillería de

152 mm acertaron varias veces al alemán,

causándole ligeros daños. Libre del ―Exeter‖, el

―Graf Spee‖ se volvió contra sus rivales y con dos

disparos consecutivos desmontó la mitad de la ar-

tillería al ―Ajax‖.

A las 7.30 de la mañana, a sólo 4 millas de

distancia el buque alemán podía disparar el triple que

sus dos oponentes juntos y sus granadas taladraban a

los británicos como si fueran latas, mientras que éstos

-salvo con sus torpedos- no podían dañar su obra viva

ni sus torres blindadas. A las 7.38, el ―Ajax‖ perdía

sus mástiles y antenas y su obra muerta era una criba.

Los buques de Harwood, bastante dañados,

empiezan a romper el contacto, protegidos por

niebla artificial.

El alemán, con varias bajas, entre muertos y

heridos, necesita también alguna reparación y no

dispone de combustible suficiente para volver a

Alemania; pero en vez de dirigirse hacia mar abierto

e intentar conseguirlo a través de su buque de

apoyo, el mercante ―Altmark‖, decide internarse en

el puerto neutral de Montevideo.

Proporcionó unos cuantos días de

desacostumbrada prominencia e intriga diplomática

al puerto neutral de Montevideo, Uruguay. El

dañado buque de guerra -con 57 heridos y 37

muertos a bordo- había buscado refugio allí, pero en

vez de ello se encontró en una trampa.

El Gobierno de Uruguay envió una comisión

inspectora a bordo del ―Graf Spee‖. La comisión

indicó que para que el buque pudiese hacerse

nuevamente a la mar necesitaría por lo menos

catorce días; en la noche siguiente los ingleses y los

franceses ejercieron una gran presión sobre las

autoridades uruguayas para que retuviesen todo lo

posible en el puerto al ―Graf Spee‖.

Esto convenía a los británicos, porque al final de

las 96 horas, el ―Graf Spee‖ tendría o bien que salir

cojeando del puerto con sus reparaciones

incompletas y enfrentarse a sus buques de guerra, o

permanecer anclado, sometido entonces a la ley

internacional que requería que el buque fuera

intervenido y su tripulación internada. Luego los

británicos descubrieron que no estaba tan dañado

Page 175: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

167

como habían creído. Ansiosamente, prepararon un

plan para impedir que escapara antes de

transcurridas las 96 horas.

Puesto que la ley internacional prohíbe que un

buque de guerra de una nación beligerante abandone

un puerto neutral durante todo un día después de la

partida de un buque mercante del bando opuesto, los

diplomáticos británicos se apresuraron a enviar una

nota al gobierno uruguayo indicando que uno de sus

buques de carga iba a partir en el período de unas

pocas horas. El gobierno aceptó la nota, pero no

hizo más que enviar un pequeño remolcador para

detener al buque de guerra si él también pretendía

partir.

Resultaba claro para el jefe de la inteligencia

británica que era preciso hacer algo drástico. Pero el

tiempo se estaba agotando. Tuvo una repentina

inspiración: ―Hagamos que los alemanes crean que

están llegando fuertes refuerzos‖. El truco consistía

en filtrar la información a los alemanes, a través de

una falsa llamada telefónica al embajador británico -

cuya línea se sabía que estaba pinchada por la

inteligencia alemana- y una historia entregada a un

periódico en la vecina Argentina.

A bordo del ―Graf Spee‖ reinaba una gran

tensión: circulaban rumores de que el crucero de

batalla ―Renown‖ y el portaaviones ―Ark Royal‖ se

encontraban en los aledaños del puerto, a las

órdenes directas del comodoro Harwood. El

comandante británico de la división sudamericana

se había limitado a ordenar la vuelta de su crucero

―Cumberland‖ a toda prisa, pero, de pronto, tuvo la

idea de solicitar a los representantes británicos que

pidiesen refuerzos de policía para la noche

siguiente, ―porque llegaría a puerto la tripulación de

dos grandes buques ingleses con el fin de disfrutar

un permiso en tierra‖.

El capitán Langsdorff recibió esa noticia tras el

entierro de sus muertos y la creyó ―sin reserva

alguna‖. En un mensaje radiado al Mando naval

comunicaba el 16 de diciembre: ―Situación

estratégica ante Montevideo: sin contar con

destructores y cruceros, también están el ―Ark

Royal‖ y el ―Renown‖.

Estricto bloqueo por la noche. Alcanzar alta mar

y emprender el regreso hacia la patria,

absolutamente descartado... Pido instrucciones

sobre si procedo a hundir el barco en la bahía del

Río de La Plata, a pesar de la poca profundidad de

sus aguas, o si se prefiere el internamiento de la

nave‖.

En la noche víspera del 17 de diciembre recibió

la respuesta de Raeder, según la cuál, Hitler había

dado su consentimiento a un término de la

propuesta: ―Intente usted por todos los medios

prolongar su estancia en aguas neutrales... Si es

posible, diríjase a Buenos Aires. De ningún modo

proceda al internamiento en Uruguay. En el caso de

que se vea obligado a hundir el buque, hágalo de

modo que sea irrecuperable para el enemigo‖.

El día 17, por la tarde, la tripulación del ―Graf

Spee‖, unos 700 hombres, abandonaron el buque, y

con sus petates al hombro, se trasladaron a tierra

para ser transbordados a un mercante alemán, surto

en el mismo puerto. Por la ciudad había circulado el

rumor de que ese día ―iba a ocurrir algo‖. La

circunstancia de que fuese domingo permitió que se

agolparan en el puerto un gran número de curiosos,

calculado en unos 750.000. Fueron testigos de cómo

a las 18:20 el ―Admiral Graf Spee‖, con su

comandante y cuarenta hombres a bordo, levaba

anclas y comenzaba su último viaje.

Page 176: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

168

Lentamente, Langsdorff se alejó más allá de la

zona de las tres millas y ordenó que echaran anclas.

El agua tenía una profundidad de ocho metros. La

munición restante se distribuyó por todo el buque,

seis torpedos en total.

Luego, la reducida tripulación, con su capitán al

frente, se trasladó a bordo de una gabarra. Cuando

el sol se ocultaba en el horizonte, exactamente a las

19,56, se produjo a bordo una enorme llamarada, y

se oyó una explosión atronadora, que hizo

estremecer la bahía de Montevideo. El ―Graf Spee‖

voló por los aires.

Pero el capitán del crucero, Hans Langsdorff,

―una persona de primera clase‖, en palabras de

Winston Churchill, supo que no había escapatoria.

Los pasos que tomó para salvar su honor e impedir

que su barco cayera en manos de sus enemigos

forman el emocionante final de la historia del ―Graf

Spee‖.

En sus correrías como corsario, Langsdorff dió

muestras de gran astucia y habilidad para burlar

reiteradamente a sus perseguidores, y también,

de humanidad, pues en esas cacerías no murió ni un

solo tripulante de los mercantes destruidos. El

capitán Langsdorff, se suicidó de un disparo de su

pistola, en la mañana del día 20, en su habitación

del hotel, en Montevideo.

Se dice que lo hizo, abrumado por no haberse

atrevido a desobedecer a Hitler, debiendo haber

seguido la tradición naval de que si su barco se

hundía, lo hiciera enfrentándose al enemigo.

Sesenta y ocho años después, lo ocurrido con el

―Graf Spee‖ sigue sido un misterio, cuyas

consecuencias tendrían gran calado en las

decisiones de Hitler sobre sus fuerzas navales, pues

aquel tipo de buque era el orgullo de la marina nazi,

y la pesadilla de la británica; constituía la mejor

muestra del acierto de los ingenieros alemanes, al

diseñar un barco que superaba a todos los cruceros

existentes y que era inalcanzable para los

acorazados...

Esas características le hacían eje de la política

corsaria de Hitler que, a falta de una marina de

superficie que pudiera medirse con la británica o

francesa, podía causar estragos en sus

comunicaciones y rutas comerciales.

Page 177: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

169

DUNKERQUE

n los últimos días de Mayo de 1940, Gran

Bretaña se tambaleaba al borde de un

desastre militar. Los ejércitos alemanes se habían

abierto camino con ataques sorpresa, a través de los

Países Bajos y norte de Francia, en poco más de dos

semanas. La resistencia Aliada se desintegraba y

casi toda la Fuerza Expedicionaria británica quedó

acorralada en una pequeña área situada alrededor

del puerto francés de Dunkerque, en el canal de la

Mancha.

Hitler, inexplicablemente (aunque se piensa que

estaba dando una oportunidad a los ingleses para

reconsiderar su posición ante Alemania), ordeno a

sus tanques que se detuvieran y que dejaran a

la fuerza aérea acabar con la resistencia Aliada en la

zona, misión que no lograron y que cuando se

permitió días más tarde que los carros de combate

volvieran a avanzar, una fuerte lluvia había vuelto

impracticable el terreno, lleno de canales y zanjas,

obstaculizando un rápido avance.

La llamada operación ―Dinamo‖ se empezó a

poner en marcha. La evacuación empezó del 26 al

27 de mayo con la llegada a Dunkerque de un buque

transporte de tropas. Se empezó a coordinar la

misión de rescate, con mal tiempo y bajo el fuego

de la fuerza aérea y artillería alemanas y con los 8

kilómetros de muelles fuera de servicio. Sólo

quedaban intactos los espigones del este y oeste,

bastante frágiles, pero no diseñados para poder

amarrar navíos grandes.

El gran número de soldados que llegaban a la

ciudad-puerto y el hecho deprimente de que sólo

E

Page 178: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

170

habían podido embarcar menos de 8.000 hombres,

llevaron a decidir que las extensas y rectas playas

que se extendían al norte del arruinado puerto,

tendrían también que servir para el embarque.

Se envió un aviso urgente al Almirantazgo

solicitando todas las embarcaciones menores

posibles, para que vinieran a trasladar a los hombres

desde las arenas de las playas hasta los buques

mayores situados en mar abierto, pues éstos, que

requerían aguas profundas no podían emplearse

debido a los bajíos de la costa. Los destructores

podían acercarse más a la orilla, pero muchos de

ellos no podían retirarse de las funciones que

estaban cumpliendo en otras operaciones, como la

escolta de convoyes. Así, se recurrió a navíos civiles

de todo tipo.

La Fuerza Expedicionaria británica, con la

cooperación de franceses y belgas, que ahora

aceptaban que la evacuación era inevitable, empezó

una retirada gradual hasta un perímetro defensivo

de 25 kilómetros de ancho por 12 de profundidad.

Al empezar el retroceso, incapacitó toda su artillería

y transporte y destruyó grandes cantidades de

aprovisionamiento para que el enemigo no pudiera

utilizarlo.

Mientras infantería británica y francesa

mantenían fuerte lucha en el perímetro defensivo,

unidades hambrientas y agotadas formaban

ordenadas y largas colas en las playas para acceder

a embarcaciones pequeñas que empezaban a llegar a

la costa en la noche del 29 de mayo.

El mar, en la zona de embarque, pronto se vió

lleno de barcos zozobrados, restos flotantes y

cientos de cadáveres. Abriéndose camino entre todo

esto, más las bombas de los aviones alemanes y el

cañoneo artillero, decenas de naves de todas formas

y tamaños continuaban llegando a Dunkerque. Unos

600 barcos, entre buques de guerra,

transbordadores, mercantes y gabarras fueron

utilizados, además de unas 300 pequeñas

embarcaciones, tripuladas por muchachos jóvenes,

pescadores, marineros, etc., consiguiendo muchas

de ellas y, sin conseguirlo otras, trasladar a los

soldados hasta los barcos de gran tamaño.

El 30 de mayo, 125.000 hombres estaban de

regreso en Inglaterra y el día 31 fueron embarcados

otros 68.000, el número diario más alto conseguido.

El 4 de junio la resistencia en el perímetro había

caído y 40.000 hombres ya no podían ser

rescatados.

Afortunadamente, de los nueve días que había

durado la operación, sólo dos días y medio

permanecieron sin nubosidad, sometidos a los

bombardeos de la aviación, aunque sus ataques

fueron impedidos, en buena medida por la caza

británica, que aún perdiendo en ese período de

tiempo 177 aviones, produjeron la destrucción de

240 a los alemanes.

De aquel esfuerzo naval y solidario, de marinos

militares, mercantes y civiles, muchos ofrendaron

sus vidas, y de las aproximadamente 900

embarcaciones que hicieron posible el éxito de la

evacuación, 235 fueron hundidas.

Sin embargo, Churchill, recién nombrado Primer

Ministro, en algo más de un mes lanzaba un

desafiante discurso y alentaba a la población a que

en caso de invasión, no huyeran ante el enemigo y

no se repitiera en ningún caso circunstancias que

propiciaran lo ocurrido en Dunkerque, pues como

ya había comentado en ocasión anterior, ―las

guerras no se ganan con evacuaciones‖.

Page 179: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

171

Page 180: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

172

BARCOS CORSARIOS

l renunciar a la invasión Alemania pensó en

reducir a Inglaterra por medio de

bombardeos aéreos y por el bloqueo comercial.

Hitler quería instalarse en Irlanda para hacer más

crítica la situación a Inglaterra, pero Raeder le

convenció de las dificultades. La flota británica,

contando sólo las disponibles en el Norte, disponía,

por lo menos, del doble de acorazados, siete veces

más cruceros, y diez veces más destructores; la

situación geográfica era también desfavorable, la

península de Cornualles se extiende en punta sobre

la línea de comunicación de Brest con Irlanda (los

alemanes, en ese momento, disponían de Noruega y

sus costas y de los puertos franceses del Atlántico).

Los puertos de Irlanda no tenían ninguna defensa y

los barcos alemanes estarían muy expuestos. El

apoyo aéreo era muy aleatorio y la isla, muy

lluviosa, no permite siempre utilizar la protección

aérea.

Se exponían a un desastre, y de nuevo Hitler se

rindió a los razonamientos del Gran Almirante. Este

último quería instalarse en Gibraltar, utilizar a

Dakar de acuerdo con los franceses, a los que sería

preciso atraerlos a la colaboración, tomar las

Canarias y las islas de Cabo Verde, pero estos

proyectos no seguirían adelante.

Considerando que una gran parte de las fuerzas

británicas estaba retenida en el Mediterráneo,

Raeder podría reemprender el ataque a sus

comunicaciones oceánicas. Esta acción sería ante

todo confiada a los submarinos, pero no podría

apoyarlos lejos de las costas con la Aviación y esta

sería una causa importante de su fracaso tras

algunos éxitos.

La Aviación alemana estaba, ante todo, ocupada

en los frentes terrestres. Sin embargo, Raeder

fundamentaba algunas esperanzas en los cruceros

auxiliares y también en el concurso que el Japón e

Italia pudiesen aportarle en el ataque a las

comunicaciones, y en los barcos de superficie, con

sus carencias, pues al no existir la posibilidad de ser

apoyados por portaaviones, el barco de guerra de

superficie, comparado con los submarinos, era un

mal corsario.

Mercantes (Cruceros auxiliares).

Desde la Conferencia de Paz de La Haya, de

1907, se entiende por cruceros auxiliares, barcos

mercantes armados puestos al servicio de la Marina

de guerra y cuya dotación está integrada por

militares. Se permiten todos los camuflajes; los

barcos pueden navegar con nombres y banderas

diferentes y llevar escondidos sus cañones en tanto

no ataquen a nadie. En caso de combate deben izar

la bandera de su país y la dotación vestir uniforme.

Durante la primera Guerra Mundial, el Reich

alemán ya había utilizado esta clase de cruceros

auxiliares, sobre todo disponiendo de los grandes

barcos de pasajeros que, si bien eran muy rápidos,

también eran fácilmente reconocibles, amén de muy

caros de mantener. Fueron sustituidos por pequeños

buques de carga. También figuró entre ellos un

velero, el ―Seeadler‖, (Águila del Mar) del capitán

Luckner, el conocido ―diablo de los mares‖.

También en la Segunda Guerra navegaron bajo

bandera alemana once cruceros auxiliares. En la

propaganda enemiga se llamaba a los cruceros

auxiliares, buques piratas. En todo caso, podrían

considerarse como sus ascendientes a los barcos de

Francis Drake y compañía.

Los cruceros auxiliares de las dos guerras

mundiales no pueden, naturalmente, compararse con

aquéllos. La organización moderna del aparato

estratégico, la dependencia absoluta de las órdenes

del Mando no lo permiten.

Sin embargo, tomaron del antiguo arte de la

piratería el gusto por el camuflaje, el juego al

escondite con el enemigo, los descansos fuera de las

rutas de servicio y hasta el botín, estrictamente de

acuerdo con las leyes de la guerra, y la

correspondiente contabilidad.

Su misión era impedir el tráfico Aliado en los

Océanos y debilitar las escoltas antisubmarinas. Se

prepararon durante todo el invierno del 1939 al

1940.

A

Page 181: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

173

Los buques se pertrecharon extraordinariamente

para su misión; estaban armados de tal forma que si

bien no se podían comparar con un crucero ligero en

el blindaje, sí lo igualaban en la capacidad de fuego.

Tenían buena autonomía; se podían disfrazar, no

sólo de bandera y nombre, sino su total

superestructura, a base de chimeneas y palos

móviles, falsos puentes y cargas ficticias en

cubierta; a veces, sus tripulantes iban vestidos

de mujer. Su armamento antes del combate era

invisible: de 6 a 8 cañones de 150 mm, pesadas y

ligeras ametralladoras, tubos lanzatorpedos, cente-

nares de minas y 1 ó 2 aviones de reconocimiento.

Burlaban la vigilancia inglesa por el estrecho de

Dinamarca (entre Groenlandia e Islandia), ó incluso,

con ayuda de rompehielos soviéticos, por el Norte,

hasta alcanzar el Pacífico.

El tonelaje hundido por estos corsarios fué de

unas 427.000 toneladas (la 5ta parte de lo hundido

por submarinos), pero movilizaron y distrajeron

muchas fuerzas; seguiremos las correrías de alguno

de ellos.

Page 182: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

174

En marzo de 1940 zarpa el ―Atlantis‖; estará en

la mar 664 días consecutivos, batiendo la marca de

navegación ininterrumpida, recorriendo unas

112.000 millas; opera en el Índico y Pacífico y

hecha a pique 22 barcos, sumando 146.000

toneladas. Más de 1.500 prisioneros han circulado

por su cubierta. En el Atlántico, al sur de Ecuador

(entre Guinea y Brasil), repostando de combustible

al submarino U-126, es interrumpido por la

aparición del crucero británico ―Devonshire‖, que lo

ataca y hunde a una distancia en que las piezas del

corsario alemán no pueden alcanzar a su oponente.

Más tarde, el submarino emergió y recogió a los

supervivientes.

El 22 de junio de 1940 el ―Pinguin‖ cruza el

estrecho de Dinamarca; después de repostar de

gasolina y víveres a un submarino alemán, cerca de

las islas de Cabo Verde, izó bandera y nombre

griego y a poco consigue su primera víctima en

aguas de la isla de la Ascensión; en el Indico hunde

a dos mercantes y un petrolero es capturado y

convertido en su buque auxiliar. Adopta nueva

bandera y nuevo nombre: inglés y ―Trafalgar‖. Se

dirige a Australia y deposita a lo largo de aquellas

costas campos de minas que ocasionaron la

destrucción de 10 naves. El corsario destruye 3

mercantes más, volviendo hacía el Oeste.

En Diciembre se le ordena pasar al Círculo Polar

Antártico, donde operaban muchos barcos

balleneros acompañados de buques factoría. En los

3 meses siguientes efectuó numerosas acciones en

esas latitudes, capturando varios barcos-factoría y

balleneros. Grandes cantidades de productos

capturados se trasladaron a un mercante alemán, en

ruta hacia Alemania. El corsario se transforma

nuevamente, adoptando otro nombre e izando

bandera noruega. Con el nuevo disfraz llegan al

Índico donde hunde varias unidades inglesas. Llega

el momento de volver, pero primero debe surtirse de

combustibles y provisiones.

Al noroeste de las islas Seychelles, avista a un

petrolero inglés, que trata de darse a la fuga,

lanzando la alarma. Para reducirlo al silencio, lo

hunde a cañonazos, pero la llamada de socorro es

captada por un crucero pesado británico; cuando

éste se acerca por su popa, el ―Pinguin‖ dispara y

acierta, causando graves daños, pero la andanada

del crucero produce una fuerte explosión, partiendo

al barco alemán en dos partes, que se hunden

instantáneamente. El éxito mayor se lo apuntó el

―Pinguin‖, según el registro oficial, con 32 barcos

hundidos, con un total de 150.000 toneladas.

El crucero auxiliar ―Komet‖, el más pequeño de

ese tipo de barcos alemanes, con 3.827 toneladas,

pero armado potentemente, similar a sus hermanos

mayores, con 6 cañones de 150 mm., 2 de 37mm., 4

AA de 20mm., 6 tubos lanza torpedos (4 de

superficie y 2 submarinos), 30 minas magnéticas

y…. un intérprete de ruso, sale del Báltico y navega

por aguas noruegas, a lo largo de sus costas, a

principios de julio de 1940, en dirección Norte.

Anclado en el Mar de Barents, espera; suben a

bordo 2 prácticos rusos de un rompehielos soviético,

empezando a navegar en aguas rusas (merced al

pacto vigente germano-soviético). Hacia el 3 de

septiembre, el último de los tres rompehielos rusos-

que han colaborado y abierto la ruta, en el

transcurso de esa navegación entre los hielos-,

recibe a los dos prácticos y se separan, deseando

buena suerte.

El alemán sigue sólo su viaje, atravesando el

estrecho de Bering y entra al Océano Pacífico. El

―Komet‖ era el primer barco alemán que había

bordeado las costas de Siberia, invirtiendo en el

recorrido 23 días. Navegando por la ruta comercial

entre Japón y Canadá, el 18 de octubre se

encontraron, dirigidos por el Mando naval, el

―Komet‖, el ―Orión‖ y 2 buques nodrizas que los

aprovisionaron de carburantes y víveres, cervezas,

etc. El ―Komet‖ es pintado de forma distinta y pasa

a ser un mercante japonés y en ruta hundirá cinco

barcos, con un total de 35.000 toneladas. Todos los

prisioneros son desembarcados en una isla del

archipiélago de las Bismarck (bajo mandato inglés).

Se acerca a Nauru, antes, posesión alemana, de

donde se exportaba mucho fosfato. Bombardea las

instalaciones del puerto y los depósitos del petróleo;

pasa al Índico, cerca de la Antártica.

Page 183: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

175

En las islas Kerguelen se encuentra con el

―Pinguin‖ y un buque nodriza. El 14 de agosto,

llevando ya un año en el mar, atraviesa el Canal de

Panamá y al salir de él, en los días siguientes

intercepta y hunde a tres mercantes, con un total de

21.300 toneladas. Cambia su disfraz y se convierte

en un buque portugués.

Entra al Golfo de Vizcaya y después al Canal de

la Mancha, escoltado por 2 submarinos y 3 lanchas

rápidas, y sobrevolado por la aviación alemana. Se

presentan las primeras torpederas inglesas y atacan.

Se entabla combate y el ―Komet‖ se refugia en el

puerto de Dunkerque. Sale al siguiente día y durante

su navegación es atacado por un bombardero

británico, que no le acierta con sus bombas.

Finalmente, el ―Komet‖ entra en puerto alemán el

30 de noviembre de 1941, y su tripulación y 109

prisioneros desembarcan; el corsario descansa de

unos largos 16 meses de mar, que inició un 30 de

Julio de 1940.

Once meses más tarde, vuelve a salir con nueva

dotación, pero no remonta hacía los mares helados,

pues para entonces el pacto germano-soviético se

había roto con el inicio de la invasión alemana a

Rusia. El crucero auxiliar intentó ganar la costa

francesa del Canal, siendo alcanzado y hundido por

una lancha torpedera británica. No hubo

sobrevivientes.

El ―Kormoran‖ cuando fue cañoneado y echado

a pique, llevaba 10 meses de navegación, y 11 naves

hundidas; enfrentado al crucero ―Sydney‖, fue

destruido, pero también él lo hizo con su oponente.

El ―Widder‖, con su capitán, proveniente de la

Reserva Naval, y considerado como un ―duro‖,

hunde en el Atlántico Central a un petrolero. Hace

fuego, sin avisar, a dos vapores británicos y los

destruye. La misma suerte para un petrolero

noruego y uno holandés. A otro mercante, lo

torpedea e ignora a los náufragos, que señalaban su

posición con linternas… Con fallas en sus

máquinas, regresa. Ha hundido 21 barcos con

58.645 toneladas.

Su capitán es asignado al ―Mitchell‖, que

empieza operaciones en marzo de 1942, en el

Atlántico Meridional. Usa en algunas ocasiones de

una lancha torpedera que llevaba a bordo. Se vale de

su alta velocidad-casi 40 nudos-para llegar al blanco

antes de que el enemigo pudiera preparar su

defensa. Hunde 12 barcos, pero necesitado de

reparaciones se dirige al Japón y el barco corsario es

llevado al dique seco en Kobe y su capitán,

enfermo, es internado en un hospital.

Será juzgado en 1947 como criminal de guerra

por no haber dado asistencia a náufragos, y

condenado a diez años de cárcel. Se justifica,

afirmando que las lanchas (en el episodio de los

náufragos) estaban a pocas cientos de millas de las

Canarias y tenían viento favorable.

Estando la nave reparada, le sustituye otro

Comandante, quien inicia su nuevo periplo,

hundiendo a un petrolero y a unos vapores

noruegos. En octubre de 1943, en navegación

nocturna, y después de ofrecer resistencia con sus

piezas artilleras, es hundido, explotando

previamente, por los torpedos de un submarino

americano. Con él, desaparece la última nave

corsaria alemana.

Militares.

El 23 de octubre de 1940, el acorazado de

bolsillo ―Admiral Scheer‖, favorecido por un

tiempo de escasa visibilidad desembocó en el

Atlántico por el Estrecho de Dinamarca.

Su misión, atacar los convoyes procedentes de

Halifax (Canadá), para Inglaterra. Sorprendió al

convoy HX84, de 37 barcos, escoltado solamente

por un crucero auxiliar, el ―Jervis Bay‖.

El comandante del crucero ordenó dispersarse a

los barcos del convoy, y sin medir la desproporción

de fuerzas, se colocó frente al acorazado alemán,

ante el asombro admirativo de los alemanes. El

―Jervis Bay‖, envuelto pronto en llamas, se hundió,

disparando hasta el final.

Después, el acorazado pudo hundir 5 barcos del

convoy; los otros, cubriéndose con nubes de humo,

y por el sacrificio del ―Jervis Bay‖, lograron

salvarse.

Page 184: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

176

La Flota británica buscó al buque alemán,

suponiendo que iría a un puerto francés del Golfo de

Vizcaya, pero éste, penetró en el Océano Indico,

(durante doce días estuvo desorganizado el sistema

de convoyes del Atlántico). En el Índico, hundió 4

barcos, regresando a Alemania en abril de 1941,

burlando a sus enemigos, no sin antes hundir otros 6

barcos más. En total 16, sumando 99.000 toneladas.

Un segundo barco de guerra, el crucero ―Hipper‖

salió el 30 de noviembre de ese mismo año, y entró

al Atlántico, también protegido por un mal tiempo

protector. Encontró a un convoy, al que atacó sin

éxito, con torpedos. Entró en contacto con dos

cruceros de escolta ingleses, y después de un breve

combate, se retiró, ya que como todos los corsarios

alemanes, tenían orden de atacar los barcos

mercantes, pero evitar la lucha contra barcos de

guerra, salvo que el enemigo fuera muy inferior en

fuerza.

Entró en el puerto de Brest en el litoral

occidental francés y se hizo a la mar desde este

puerto el primero de febrero del siguiente año y a

unas 200 millas de las Azores cayó sobre un convoy

de 19 barcos, sin escolta, que procedía de Freetown

(el principal puerto de Sierra Leona, en la costa

occidental africana). Hundió a 7, los otros se

dispersaron y lograron escapar. El crucero alemán

tuvo que interrumpir su misión por averías en las

máquinas, regresando a Brest después de haber

hundido 8 barcos con un total de 34.000 toneladas.

A fines de enero del mismo año, los dos cruceros

de batalla ―Scharnhorst‖ y ―Gneisenau‖ fueron

avistados en el Gran Belt (estrecho de Dinamarca,

que une al Báltico con el mar del Norte), con rumbo

al Norte. La ―Home Fleet‖ (Flota Metropolitana

británica), organizó la búsqueda en el mar del Norte.

Los barcos alemanes encontraron un convoy

escoltado por el acorazado ―Ramillies‖ y se

alejaron, obedeciendo a las consignas de proseguir

en su misión esencial, que era la destrucción del

tráfico marítimo enemigo y en ese menester, se

debía evitar todo combate con adversarios de igual

potencia. Ante Terranova hundieron 5 barcos

mercantes y arrumbaron hacia el Sur; a 350 millas

de Cabo Verde se encontraron con un convoy de 50

barcos, escoltados por el acorazado ―Malaya‖.

Renunciaron al ataque, pero contactaron con 3

submarinos y los condujeron al encuentro del

convoy, donde éstos hundieron 3 barcos. Vueltos

los dos cruceros de batalla nuevamente a la ruta

Halifax-Inglaterra, encontraron a un grupo de

barcos que acababan de dispersarse de un convoy y

estaban sin protección y hundieron a 16 de ellos

para luego regresar a Brest. Habían hundido en

total, 22 barcos con 115.000 tn.

Este y los anteriores éxitos, envalentonaron a los

alemanes para montar, en mayo de 1941 una gran

ofensiva por medio de barcos de superficie contra el

comercio británico. Deberían intervenir el

―Bismarck‖ y el ―Prinz Eugen‖, saliendo desde

Alemania, y el ―Scharnhorst‖ y el ―Gneisenau‖

desde Brest, pero éstos no pudieron, a causa de

avería en sus máquinas. El almirante Lütjens que

había mandado los dos cruceros de batalla en su

última operación, izó su insignia en el ―Bismarck‖,

pero opinaba que para iniciar la operación debía

esperarse por la reparación de los dos cruceros de

batalla y la puesta a punto del acorazado ―Tirpiz‖

(gemelo del Bismarck, que estaba terminándose).

Sin embargo, hubiese significado condenar a la flota

de superficie a largas semanas de inactividad,

mientras se potenciaban los ingleses a través de los

convoyes de suministros.

Era entonces el ―Bismarck‖ la mayor innovación

a flote de la ingeniería naval alemana; era un

magnifico barco, con un blindaje lateral de 340 mm,

en las torres de 360 mm, en los puentes de 203 mm

y 120 en la cubierta; gran manga: 36 mts; muy

buena distribución de compartimentos estancos y

buena protección contra explosiones submarinas.

Una fuerza de 150.000 CV. y una velocidad de 30

nudos (57 kms). Tonelaje neto registrado: 35.000;

en misión de combate, 42.000. Armamento: 4

torres, con un total de 8 cañones de 380 mm, 12 de

150, 16 AA de 105; 16 AA de 37; 12 AA de 20; 8

tubos lanzatorpedos de 533 mm y 6 aviones

lanzados por catapultas. Su dotación era de 2.065

hombres.

Page 185: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

177

Usaba los muy perfeccionados medios ópticos de

la marina alemana para calcular la distancia de tiro;

un ―radio telémetro‖, especie de radar que emitía en

una longitud de onda de 90 cms (pero, al igual que

los demás buques alemanes no tenía radar de

navegación).

El crucero ―Prinz Eugen‖, también de nueva

construcción, desplazaba 14.800 tn y sus armas eran

8 de 203 mm, 16 de 105 y 12 tubos lanzatorpedos

de 533 mm. con una velocidad de 32 nudos.

Contrario a las órdenes anteriores, el Grupo

Bismarck estaba autorizado para atacar convoyes

con escolta, si bien, sólo el acorazado debía trabar

combate para dar a su acompañante, el crucero, la

oportunidad de atacar a los barcos mercantes. El

combate sólo quedaba autorizado en la medida en

que lo exigiera la misión, y siempre que no

implicara riesgos demasiado grandes.

Salieron del puerto polaco de Gdynia el 18 de

mayo de 1941. Dos barcos de abastecimiento y

cinco petroleros enviados anticipadamente,

consiguieron pasar al Atlántico Norte. Estaba

previsto el concurso de los submarinos en contacto

con los barcos de Lütjens. Los buques de guerra

fondearon cerca de Bergen, en Noruega, donde se

aprovisionaron de combustible. Salieron a la mar el

21 en la noche, y al siguiente día, Lütjens despidió a

los destructores de escolta que le habían

acompañado hasta allí.

Los reconocimientos aéreos británicos habían

localizado los barcos cerca de Bergen, fondeados,

pero cuando repitieron la exploración, éstos habían

partido.

Avisado el almirante Tovey, al mando de la

―Home Fleet‖, no descartó ninguna hipótesis

(incluso ataque contra Islandia). Reforzó las

patrullas en las aguas de las islas Orcadas, Shetland,

Feroes, Islandia y Groenlandia y ordenó la partida

de Scapa Flow de otra División: crucero de batalla

―Hood‖, acompañado del acorazado ―Prince of

Wales‖ y 6 destructores, a situarse en posición de

espera, al oeste del Estrecho de Dinamarca. Envía

los cruceros ―Suffolk‖ y ―Norfolk‖, de vigilancia al

Estrecho de Dinamarca. Los cruceros ―Arethusa‖,

―Manchester‖ y ―Birminghan‖ vigilaban el paso

entre las Feroes e Islandia. Tovey con el grueso de

la ―Home Fleet‖ se hizo a la mar el 23, desde Scapa

Flowr, arrumbando hacia el Sur de Islandia, con el

Acorazado ―King George V‖, crucero de batalla

―Repulse‖, portaaviones ―Victorious‖, 4 cruceros y

7 destructores.

El simple movimiento alemán había ya

movilizado 14 naves británicas de alto porte, sin

contar destructores y otras naves menores. El 23 de

mayo, al amanecer, los dos barcos alemanes se

encontraban al norte de Islandia, rumbo Oeste-

Noroeste. Lütjens había podido elegir para pasar: 1)

el estrecho de Dinamarca (reducido a 90 kms, por

Page 186: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

178

los hielos de Groenlandia y por un campo minado:

2) entre Islandia y las Feroes, unos 450 km. Opta

por la primera opción; de haberlo hecho por la otra,

se habría deslizado por detrás del grupo del ―Hood‖

y delante de la ―Home Fleet‖ posiblemente, ya que

sólo se encontraban los tres cruceros mencionados.

Quizás Lütjens contaba con la niebla, más no se

sabe si tuvo en cuenta al radar inglés.

A las 20:15 los cruceros ―Shuffolk‖ y ―Norfolk‖

establecían contacto con el grupo alemán. Se

entabló un breve combate, sin resultado, a causa de

la mala visibilidad. A pesar de la bruma, los

ingleses mantienen el contacto. Los alemanes se dan

cuenta de que eso es producto de un excelente radar,

cuyo alcance eficaz estimaron en 35.000 mts.

Vanamente intentó Lütjens desprenderse, mediante

bruscos cambios de rumbo; los dos cruceros

marcaban con toda normalidad la situación de los

alemanes y señales radio telegráficas escuchadas en

todas las demoras, indicaban la presencia, en sus

proximidades, de numerosas fuerzas enemigas.

Así transcurrió la noche; al clarear del día 24, el

―Hood‖ y el ―Prince of Wales‖ aparecieron en línea

de fila, en buena posición táctica (sector adelantado

respecto al enemigo). El Almirante británico, con su

insignia en el ―Hood‖ ordena a sus naves un viraje

de proa (8 piezas de sus torres posteriores quedan

incapacitadas para participar en el combate,

reduciendo su superioridad de 18 a 8 cañones en los

calibres pesados). Parecía, por tanto, una maniobra

apresurada, pero quizás, fue hecho por

motivos balísticos (se le había informado que a

más de 12 km de distancia los proyectiles alemanes

alcanzarían al ―Hood‖ en un ángulo que ponía en

peligro sus puentes, débilmente blindados).

Al poner proa hacia el enemigo, llegaría antes a

un punto donde podría evitar esas peligrosas

trayectorias casi verticales; además, quién sabe si no

tenía confianza en su supuesta superioridad artillera

en los cañones gruesos, dado que la artillería

principal del ―Prince of Wales‖ con calibre nuevo

en la marina británica no había sido puesta a punto.

Dos de sus tres torres (una doble y dos

cuádruples, sumando diez de 356 mm) estaban

recién montadas y aún llevaban a bordo equipos de

obreros empeñados en eliminar los últimos defectos

de funcionamiento.

Su buque insignia, el ―Hood‖ era ya barco

antiguo, de 1920, gloria británica, desplazando

42.000 tn. Con débil protección horizontal en

puentes y cubierta (el defecto de que adolecían los

cruceros de batallas ingleses); sin embargo, llevaba

un buen armamento en cantidad y calibres; una gran

velocidad de 31 nudos y una dotación de 1.477

hombres. El Almirante inglés ordenó abrir fuego

sobre la primera nave alemana, que resultó ser el

―Prinz Eugen‖ (que en la noche se había

adelantado). El ―Prince of Wales‖ identificó

correctamente al Bismarck como la segunda nave y

no se tuvo en cuenta esa orden, producto de un

error.

Cuando los barcos ingleses viraban a la izquierda

para poder emplazar sus torres posteriores y cuando

el ―Hood‖ se disponía a disparar, esta vez contra el

―Bismarck‖, éste abrió una salva de 380 mm. sobre

el británico.

Page 187: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

179

Page 188: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

180

El ―Hood‖ fue alcanzado, probablemente en un

pañol de municiones, y con una formidable

explosión desapareció en unos instantes. El

Almirante y toda la dotación desaparecieron. Sólo

hubo tres supervivientes, (entre ellos un joven

oficial).

El ―Bismarck‖ ataca inmediatamente al ―Prince

of Wales‖ y le encaja 4 proyectiles de 380 y 3 de

203 mm. Uno explota sobre el puente de mando,

mata a todos en el puente excepto al capitán de la

nave, y a un timonel.

Con problemas, como dijimos, en sus torres, el

inglés rompe el contacto, desplegando una cortina

de humo, pero antes lanza una última andanada con

los 356 de popa, consiguiendo tres impactos sobre

el Bismarck y uno de ellos abre una vía en un pañol

de combustible. Al mezclarse éste con el agua del

mar, quedó gravemente afectado el radio de acción

del vencedor, y lo delataba una enorme estela

oleosa; su velocidad, se redujo a 20 nudos y

hocicaba de proa.

Comunica Lütjens su intención de dirigirse a

Saint Nazaire, en la costa francesa. Da libertad al

―Prinz Eugen‖ –que está ileso- para que se marche.

Al conocer de la desaparición del ―Hood‖, la

reacción inglesa se incrementa, atizada por la sed de

venganza; la fuerza H, desde Gibraltar: crucero de

batalla ―Renown‖, portaaviones ―Ark Royal‖,

crucero ligero ―Sheffield‖, más los acorazados

―Rodney‖ ―Revenge‖ y ―Ramillies‖, que se hallaban

en misión de escolta fueron lanzados también a la

caza.

El crucero ―London‖, que también escoltaba

convoyes desde las Azores, el crucero ligero

―Edimburgo‖, desde Freetown y el acorazado

―Nelson‖ fueron también requeridos.

Todos abandonaron todo para ir a la caza del

―Bismarck‖.

El hundimiento del ―Hood‖ había sido difundido

por radio al mundo entero. Si el acorazado alemán

escapaba, el efecto moral sería grande para ambos

contendientes. Pero el Mando alemán era desde

tierra casi impotente. Ignoraba la situación de las

fuerzas perseguidoras; los aviones de exploración de

que disponía no tenían autonomía para sobrepasar

los 15° de latitud Oeste. El ―Bismarck‖ estaba solo

y no podía contar más que con un problemático

socorro de los submarinos.

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181

Localizado por Tovey, éste se lanza a una ruta de

intercepción y ordena retrasar la marcha del alemán

con los aviones del ―Victorious‖ (buque y

aviadores, todavía inexpertos). Los ―Swordfish‖ lo

atacan y alcanzan con un torpedo en el blindaje

lateral que sólo quemó la pintura. Los aviones

vuelven a su barco y logran aterrizar en la

oscuridad.

Con una espesa niebla, y a pesar del radar, el

―Shuffolk‖ pierde el contacto y muchos buques

menores ingleses-destructores-se retiran para

repostar. El ―Bismarck‖ estaba entonces a 350

millas al Sur-Sudeste de la punta meridional de

Groenlandia. Lütjens continuaba emitiendo

mensajes por radio, creyendo que era seguido. Las

marcaciones radiogonométricas tomadas desde

Inglaterra, y casi paralelas, daban una zona de

incertidumbre muy extensa.

Tovey subió hacia el Norte durante un cierto

tiempo. Durante 30 horas se ignoró la posición del

alemán. Por fin, el día 26, a las 10:30, un hidroavión

del ―Coastal Command‖ localiza al alemán, rumbo

al Sureste, a la altura de Brest y a unos 1.000 km.

Sólo los ―Swordfish‖ del portaaviones ―Ark Royal‖

(Fuerza H) estaban en condiciones de retrasar su

marcha. A las 17:30, el crucero ―Sheffield‖,

destacado de la fuerza H, estaba en contacto; los

aviones torpederos que llegaban, se confunden y

atacan al ―Sheffield‖, se libra el crucero por su

elevada sensibilidad magnética que hace que

exploten antes de tocarlo.

Error positivo, cuando vuelven lo hacen con los

torpedos con viejos percutores de impacto, atacan,

pero la cortina del acorazado es demasiado densa,

solo hacen impacto, uno en el centro, contra

el blindaje lateral... el otro en la popa, averiando el

Page 190: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

182

servomotor del timón, bloqueándolo (la nave queda

sin gobierno). Vira dos veces en redondo y después,

logró reemprender su rumbo, con dificultades, pero

a muy poca velocidad. Su destino estaba marcado.

A las 23:40 Lütjens cursó a Berlín el siguiente

radio. ―El barco es ya ingobernable, combatiremos

hasta el último instante ―Heil Hitler‖. Durante toda

la noche, aguantó la carga de los destructores, que

en vez de hacer cobertura antisubmarina, se lanzan

siguiendo los principios de Nelson, según el cual, un

capitán nunca se equivoca si avanza hacia el

enemigo.

Pero el estado del mar y el fuego preciso del

―Bismarck‖, logran, al parecer, que ningún torpedo

alcance su objetivo. En la mañana siguiente, a las

08:47 a.m., los acorazados ―King George V‖ y

―Rodney‖, que habían esperado que fuera de día,

abren fuego contra el ―Bismarck‖.

Este se mueve lentamente, a 7 nudos, tratando

de mantener en lo posible un curso ordenado que

facilite el disparar a la artillería de a bordo. Recibe

el impacto concentrado de 10 piezas de 356 mm y 9

de 403.

Aunque averiado y poco dueño de su maniobra,

todavía el ―Bismarck‖ pudo disparar, pero otra salva

del ―Rodney‖ puso fuera de servicio su dirección de

tiro.

Cuando cesó el fuego a las 10:15, no pudo

responder –ruina silenciosa y desmantelada- Lütjens

y el capitán del buque, parece ser que murieron en

las primeras andanadas inglesas; a las 10:40 una

sarta de torpedos, a quemarropa, del crucero

―Dorsentshire‖ lo hunde y desaparece a las 11:00.

Antes de la salva, se ordenó abandono de la nave:

400 náufragos. El crucero rescató a 85 y el

destructor ―Maori‖ a 25.

Page 191: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

183

Se retiraron del rescate porque se dijo que se

había avistado un submarino alemán. El ―Bismarck‖

estaba entonces a 400 millas de Brest y dentro del

alcance de los aviones alemanes, pero el mal tiempo

limitaba su radio de acción; sin embargo, pudieron

hundir al destructor inglés ―Mashona‖.

Al siguiente día, dos náufragos fueron rescatados

por un submarino y tres por un buque de

observación meteorológica, total de alemanes

supervivientes: 115, entre ellos tres jóvenes

oficiales.

Para aquel momento, el movimiento del

―Bismarck‖ había movilizado a 9 buques de línea, 2

portaaviones, 13 cruceros, 22 destructores y 6

submarinos.

Podemos deducir como consecuencia que 1) el

plan de Raeder tenía bases reales, pero no disponía

de una suficiente Escuadra de combate para

apoyarlo. 2) sin poder contar con la aviación con

base en tierra, era necesario el apoyo de

portaaviones (―Stukas‖ navales hubiesen aplastado a

los ―Swordfish‖, además de atacar duramente

a las naves inglesas). 3) ausencia en la Royal

Navy británica de petroleros rápidos –fuente de

preocupación tanto desde el punto de vista logístico

como táctico-.

Los alemanes hicieron todavía otra tentativa del

mismo plan pero fracasó y contribuyó a reforzar la

opinión de Hitler contra los grandes barcos (a pesar

de decidir acelerar la construcción del portaaviones

―Graff Zepelin‖, como la transformación en

portaaviones del crucero ―Seydlizt‖ en construcción

y de varios transatlánticos). Todo quedó sin hacer

pues la guerra empezó a variar en tierra.

En total, los barcos corsarios, de guerra y

mercantes armados, hundieron 1.558.000 toneladas

de buques, o sea el 6,3 por 100 del tonelaje total

hundido durante la guerra. Porcentaje comparable al

de las destrucciones producidas por minas, y que es

pequeño. Se explica ello por el hecho de que la

Marina alemana no podía mandar a los Océanos

grupos acompañados por portaaviones. En estas

condiciones, sus grandes buques de guerra, poco

numerosos, estaban expuestos a la destrucción,

como ocurrió con el ―Bismarck‖.

Se vieron, además, retenidos por la escasez de

combustible, pues la Marina era tratada como un

pariente pobre. Pero sus resultados no deben ser

Page 192: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

184

medidos en cifras de tonelaje hundido únicamente.

Hemos visto en el caso del ―Graf Spee‖ y mucho

más con el ―Bismarck‖, el despliegue de fuerzas que

requirieron. Los ingleses tuvieron que asignar a la

protección de los convoyes de tropas los acorazados

de la clase R, que fueron así, en general, distraídos

de otras misiones. Cuando declinaba el año 1942 los

efectivos pesados de las fuerzas navales alemanas

de superficie -o, mejor dicho, sus restos- se

encontraban en una aguda crisis.

A la vista del fracaso de un ataque de dos

cruceros y seis destructores contra el convoy

británico JW 51 B en el Ártico, el Führer ordenó el

desguace de las grandes unidades aún disponibles y

el paso de las tripulaciones y la artillería pesada de

los buques a cumplir un servicio en tierra: el de

reforzar la ―Muralla del Atlántico‖. Su resistencia

ante orden tan absurda le acarreó al Comandante

Supremo de la Marina de guerra, almirante Raeder,

el cese en el servicio activo.

Page 193: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

185

CONVOYES

uando estalló la guerra en 1939, la Armada

alemana desplegó rápidamente numerosos

submarinos y buques corsarios de superficie para

hundir los navíos mercantes con destinos a los

puertos británicos, con la esperanza de estrangular

la línea de aprovisionamiento de Gran Bretaña a

través del Atlántico.

El Almirantazgo británico volvía a poner en

práctica de inmediato los sistemas de convoyes que

habían demostrado ser tan eficaces para combatir

esta amenaza durante la Primera Guerra Mundial,

aunque mantener unida una compacta formación a

través del océano Atlántico sin que se produzca una

colisión o algún otro incidente importante puede ser

una auténtica hazaña.

En invierno la empresa exigía un esfuerzo

sobrehumano.

La principal ruta de los convoyes atravesaba una

región del Atlántico Norte donde prevalece uno de

los peores climas del mundo entre noviembre y

abril. Los buques, escarchados por el hielo o

cegados por la nieve, luchaban por mantener sus

lugares en la formación; en densa niebla, quedaban

ocultos a los submarinos alemanes, pero corrían el

riesgo de chocar entre sí o con sus escoltas que los

rodeaban.

Olas de hasta 18 metros de alto podían romper

las cubiertas de los barcos y reducir los botes

salvavidas a astillas, mientras que los vientos con

fuerza de huracán ponían a prueba la habilidad de

los capitanes. Los hombres que eran barridos de la

cubierta morían a menudo congelados en cuestión

de segundos.

Mantener un buque en su rumbo bajo tales

circunstancias era agotador; sincronizar la

navegación de docenas de buques durante una o dos

C

Page 194: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

186

semanas frente a los submarinos alemanes y el feroz

tiempo, requería la más absoluta habilidad y

tenacidad.

Incluso en las circunstancias más difíciles, había

que permanecer en alerta. Por la noche, las

tripulaciones montaban guardias que calaban los

huesos, vigilando las blancas crestas de las olas en

busca de alguna torreta.

Durante el día, intentaban captar periscopios con

los binoculares en tediosos pero metódicos

exámenes, con cada hombre registrando una y otra

vez un pequeño cuadrado de mar.

Y, siempre, la tensión y el agotamiento se veían

mezclados con el miedo. La vigilancia de

veinticuatro horas al día no era ninguna garantía de

que un torpedo no pudiera golpear en cualquier

momento.

Los submarinos alemanes podían incluso salir a

la superficie en medio de un convoy, para lanzar

destrucción a su alrededor.

Los convoyes incluían a menudo de 45 a 50

barcos y ocupaban hasta 52 kilómetros cuadrado de

mar. Normalmente había varias columnas de barcos

con 1 kilómetro de separación.

En teoría, los buques escoltas se situaban

rodeando completamente los extremos del convoy

para proteger los flancos.

Una fuerza de avance, con observadores, ―Asdic‖

y/o ―Sonar‖, más tarde también ―Radar‖, trabajaba

por delante del convoy, que también iba respaldado

en la retaguardia por un buque de rescate.

En caso de encuentro con atacantes de

superficie, el Oficial al mando de un convoy sólo

ordenaba su dispersión como último recurso si la

fuerza atacante era abrumadoramente fuerte. A

partir de ahí, cada mercante tenía que mantener la

radio en silencio y dirigirse a su destino sin

protección.

La orden ―dispérsense en abanico y avancen a

velocidad máxima‖ suponía un procedimiento

simple y bien comprendido. La columna central de

barcos o la columna de la derecha de las dos

centrales, cuando existía un número par de

columnas, seguía recta.

La columna situadas a ambos lados se alejaba

girando 10 grados hacía babor o hacía estribor. Las

siguientes columnas giraban 20 grados (10 grados

más que las embarcaciones contiguas), y así

sucesivamente hasta los flancos del convoy.

De este modo, un convoy compacto se

dispersaba en un abanico de lenta expansión.

Los atacantes podían atacar algunos navíos, pero

esta maniobra garantizaba normalmente la

seguridad de una buena parte de ellos.

Page 195: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

187

Los barcos que transportaban pasajeros o cargas

volátiles, como municiones o combustible,

normalmente se situaban en el centro de convoy con

la creencia de que serían menos vulnerables al

ataque de los submarinos, pero no siempre era así.

Cuando el convoy era atacado, los barcos de la

fuerza de escolta se separaban para buscar a los

atacantes. Esto podía ser una acción peligrosa ya

que dejaba un hueco en la línea de defensa a través

de la cual podrían penetrar otros submarinos.

En la práctica, a menudo sólo se disponía de 2 o

3 barcos de guerra para proteger todo un convoy; al

principio de la guerra los submarinos eran capaces

de hundir buques mercantes a voluntad.

Los ataques más efectivos eran aquellos en los

que dos buques escolta trabajaban conjuntamente,

uno mantenía contacto mediante ―Asdic‖, luego

podía comunicar por radio al segundo escolta la

posición y la profundidad del submarino, para que

se desplazara rápidamente al lugar y soltaran las

cargas de profundidad.

El cono del ―Asdic‖ se agrandaba con la

distancia y la precisión era poco fiable en su

extremo; por otra parte, el cono, estrecho en su

origen, no era eficaz a menos de 275 metros. La

mejor posibilidad que tenía un submarino de

escapar era cambiar de curso, bien directamente

hacía el buque escolta o bien alejándose todo lo

posible de él.

Un submarino sumergido perdía su mayor

velocidad de superficie y desconocía lo que pasaba

arriba. Por lo tanto, era vulnerable a los ataques de

las cargas de profundidad. Las cargas de

profundidad se detonaban activando un mecanismo

cronometrado a la profundidad donde se encontraba

el submarino, según lo mostrado por el ―Asdic‖.

Page 196: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

188

Antes de que la Batalla del Atlántico terminara,

Gran Bretaña perdería más de 32.000 de sus

marinos mercantes. Casi una cuarta parte del

número total que sirvió en sus fuerzas durante toda

la Segunda Guerra Mundial.

Para disminuir las pérdidas de personal,

los Aliados organizaron a partir de 1941,

barcas de salvamento, ―rescue chips‖, equipados

con el único objeto de recoger al personal de los

barcos torpedeados.

Los ―rescue chips‖ se mantenían por la zona de

los convoyes, eran relativamente pequeños, fáciles

de maniobrar y tenían, sólo ellos, la autorización y

la orden de permanecer en busca de supervivientes

en una zona en que fuese torpedeado un barco.

Hasta el fin de la guerra salvaron a 4.200 personas.

Page 197: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

189

Page 198: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

190

Convoyes del Ártico.

En 1941 la URSS, ya en guerra con Alemania

no tenía acceso a los Océanos más que por el Ártico

y por el pequeño puerto de Petropavlosk, en la

península Kamtchtka, sobre el Pacífico, puerto de

pequeña importancia, aprisionado por los hielos en

una gran parte del año y sin comunicaciones

practicables con el interior del país. Los otros mares

a los que se asomaba la U.R.S.S, Mar Caspio, Mar

Negro, Mar Báltico y Mar del Japón, son mares

interiores o mares costeros de los que Rusia no

poseía la desembocadura.

Dado que los ingleses y americanos necesitaban

que los rusos aguantaran el embate alemán, se

mostraron dispuestos a suministrar abastecimientos

de toda índole a sus Fuerzas Armadas. Este

abastecimiento se efectuaría por tres vías:

1.-Por el Pacífico, Vladivostok y el ferrocarril

Transiberiano. Los japoneses dejarían pasar, con

disgusto de los alemanes, en aplicación del pacto de

no-agresión ruso-japonés, a los barcos mercantes

norteamericanos bajo bandera rusa.

2.-Por el Golfo Pérsico, donde las

comunicaciones por mar estarían poco amenazadas,

pero continuadas por vías terrestres de escaso

rendimiento.

3.-Por el Océano Glacial Ártico, por donde se

efectuarían los transportes de mayor importancia y

los más urgentes, pero donde la lucha sería dura e

impondría a las Marinas Aliadas grandes sacrificios,

sobre todo a la británica.

Page 199: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

191

En esa ruta podían ser utilizados dos grandes

puertos: Murmansk y Arcángel y dos pequeños

puertos secundarios, uno cerca de Murmansk y otro

al fondo del mar Blanco, que permitían la descarga

de un pequeño número de barcos. Murmansk está

siempre libre de hielos, gracias a los efectos del

Gulf Stream (Corriente del Golfo). Arkángel sólo

está libre una parte del año, y en invierno, el puerto

sólo es accesible por medio de barcos rompehielos.

Los dos puertos están ligados por vía férrea a

Moscú y Leningrado. Los alemanes pudieron

destruir parcialmente el ferrocarril de Murmanks,

pero los rusos hicieron una desviación en la vía de

Arkángel.

Entre el mar Blanco y el Báltico, el canal Stalin

permitía el paso de barcos de poco tonelaje. Raeder,

el Jefe de la Armada alemana no cesaría de insistir

para que los puertos del mar Blanco fuesen

ocupados, pero su territorio es fácil de defender y

los germano-finlandeses no lograron aislar a

Murmanks.

El abastecimiento de la URSS por el Ártico

siempre fue posible y el paso de los convoyes daría

lugar a una lucha que, debido al clima, sería terrible

y que constituiría la réplica por mar de las atroces

campañas de invierno en tierra, en el frente ruso. Al

norte del Círculo Polar el mal tiempo es casi

continuo; las depresiones se suceden, originando un

violento viento del Sudeste, acompañado de lluvia y

nieve, y levantando olas muy gruesas. El agua,

apenas caída sobre las cubiertas o las

superestructuras, se hiela. Es difícil moverse; con

mayor motivo aún lo es el combatir; un hombre que

caiga al mar, si no es socorrido inmediatamente, se

muere de frío. Los salvamentos después de los

torpedeamientos, eran pues, muy inciertos.

En cuanto el viento cesa, viene la bruma y aún

con viento, la visibilidad permanece muy reducida;

en la isla de los Osos se cuentan al año 300 días de

tiempo cerrado. Gracias a la corriente del Gulf

Stream, el sur de Islandia, el norte de Noruega, el

este de Spitzberg y la Península de Kola están casi

siempre libres de hielos de julio a octubre, se

permite el paso por el Estrecho de Dinamarca, más

las costas de Groenlandia, llenas de hielos, son

peligrosas.

En verano, la brevedad de las noches, menos de

4 horas, facilitaba la acción de la Aviación alemana,

cuyos aeródromos se encontraban cerca, en

Noruega. De noviembre a marzo, el Estrecho de

Dinamarca, sólo ofrece un paso libre de menos de

20 millas de anchura. La ruta de invierno pasaba al

Sur del círculo formado por Islandia, la isla de Jan

Mayen y la isla de Osos, mucho más cerca de las

bases alemanas, pero la noche es casi continua y

siempre sombría, lo que complica la navegación,

pero, sin embargo, hacían más difíciles los ataques

enemigos.

Los convoyes británicos se formaban,

generalmente en Escocia, e iban hacia Islandia,

donde se reunían con los barcos venidos de

América. Después seguían una derrota más o menos

al Norte, según la época del año, aproximándose lo

más posible a la barrera glacial.

Murmansk y Arkángel son buenos puertos, pero

contaban con reducidos medios portuarios, la

descarga llevaba mucho tiempo. En resumen la ruta

de Rusia era larga y dura; el abastecimiento por

mar, difícil, los convoyes pasaban a corta distancia

de la aviación enemiga, por una zona infestada de

submarinos y expuestas a los ataques de superficie

de los alemanes; las desviaciones del rumbo

principal no podían ser de mucha amplitud a causa

del reducido espacio, y los alemanes conocían la

derrota a seguir con precisión. La flota británica no

disponía, al principio, de suficiente número de

portaaviones para todos los convoyes.

Page 200: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

192

Al este de la isla de los Osos, los convoyes sólo

podían contar con su defensa antiaérea propia. Fue

necesario escoltarlos con cruceros y a menudo, con

acorazados, a causa de la presencia en Noruega de

los barcos alemanes, pero entonces, los grandes

buques británicos, navegando a la reducida

velocidad de los barcos de carga se veían muy

expuestos a los ataques de los submarinos.

Los rusos disponían en el Ártico de destructores,

de lanchas rápidas y submarinos. Atacarían

frecuentemente a la navegación costera alemana,

que era intensa para el abastecimiento de los

ejércitos de Finlandia, y participarían activamente

en la defensa de los convoyes de Murmansk, pero el

peso de la misión de paso sería soportado, la

mayoría de las veces, por las Marinas occidentales,

especialmente por la británica.

Si las condiciones eran muy duras para los

Aliados, también lo eran para los alemanes, pero

éstos tuvieron la ventaja de poder usar sus bases

navales en Noruega.

Se pueden distinguir varios períodos en las

operaciones de convoyes: 1) hasta septiembre de

1942, la actividad fue intensa, zarpando el primero

el 21 de agosto de 1941. Hasta finales de ese año

pasaron 13 convoyes con un promedio de 9 barcos

mercantes cada uno y sólo se perdió un buque.

Dado que, en aquel momento, Inglaterra

era incapaz de crear un segundo frente en Europa y

su ofensiva aérea sobre Alemania era débil

(los bombardeos estratégicos no empezaron, prác-

ticamente hasta 1943), Rusia se salvó por sí misma

en 1941.

A finales de marzo de 1942, un convoy seguido

por los submarinos alemanes, que daban

continuamente su situación, fue atacado durante tres

días consecutivos por formaciones aéreas que

alcanzaron a un centenar de aviones.

De 25 barcos mercantes, 6 fueron hundidos,

totalizando 37.000 tns. y en barcos de guerra

también los daños fueron graves.

A finales de julio, el convoy P.Q.17 de 27

barcos, salió de Islandia al mismo tiempo que otro

de 25 barcos salía de Arkángel, los dos iban

fuertemente escoltados y protegidos por los

movimientos de la ―Home Fleet‖.

El convoy que iba hacia el Este fue

violentamente atacado por los submarinos y los

aviones a 120 millas de la isla de los Osos; el

Almirantazgo, inquieto, ordenó su dispersión. El

resultado fue desastroso, sólo la mitad, 13 de los 27

barcos llegaron a Arkángel.

Page 201: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

193

El convoy que venía de Rusia escapó a los

aviones y submarinos, pero 6barcos se hundieron en

un campo de minas fondeado al oeste de Islandia.

2) Después del fracaso del P-Q-17, el

Almirantazgo suspendió las salidas para Rusia, en

espera de que el acortamiento de los días permitiese

el paso en condiciones más favorables. Sin

embargo, las llamadas de Stalín se hacían

apremiantes y fue enviado un convoy en agosto, que

pasó felizmente. En septiembre de 1942, un nuevo

convoy de 33 barcos mercantes salió con una

escolta muy fuerte: a 200 millas al sudoeste de

Spitberg; los submarinos alemanes atacaron y

hundieron 2 barcos.

Durante los tres días siguientes, el convoy fue

asaltado por unos 225 aviones alemanes, que

destruyeron 10 barcos, los submarinos hundieron,

otros tres perdiendo los alemanes unos 40 aviones.

En el transcurso de los tres meses siguientes,

oct-nov-dic/42 no se envió ningún barco a Rusia.

Los desembarcos en África del Norte no permitían

asegurar las escoltas.

3) Desde finales de diciembre de 1942, intensa

actividad hasta el verano de 1943. El 22 de

diciembre, un convoy de 14 barcos salió escoltado

por 6 destructores, 2 corbetas, 1 dragaminas y varios

patrulleros. El día 31 fue atacado por una Escuadra

alemana, con el crucero ―Hipper‖, acorazado

―Lützow‖ y un destructor. El capitán de navío

británico que mandaba la escolta, se dirigió

resueltamente al encuentro de los barcos alemanes.

En el curso de la acción, el destructor del capitán,

junto a otro, fueron hundidos, pero el convoy se

salvó; la llegada de los cruceros británicos

―Jamaica‖ y ―Sheffield‖ de la fuerza de cobertura,

transformó el combate.

El Almirante alemán, que había recibido la orden

de ser muy prudente, rompió el contacto, ya que la

visibilidad era mala y podía dar lugar a sorpresas;

los jefes navales alemanes temían el furor de Hitler

si se desataba por la pérdida de uno de los barcos

grandes, pero Hitler supo la noticia por la radio

inglesa. El asunto, de poca importancia, provocó

una grave crisis en el Alto Mando alemán.

(El almirante Raeder, ante una fuerte escena de

violencia y crítica a la Marina por parte de Hitler,

dimitió –Hitler eligió para sucederle a Dönitz).

4) durante el verano de 1943, suspensión. Los

aliados lanzaban entonces una ofensiva reforzada

contra los submarinos alemanes en el Atlántico, y

tenían necesidad de todos sus destructores y

aviones. 5) después del verano de 1943, renovación

del tráfico (a pesar del desembarco de Normandía.

etc) pero es que para entonces, era muy grande la

superioridad de aviones, barcos de todos tipos –

mercantes y de guerra- que permitían cubrir todas

las necesidades.

En el transcurso de la campaña –convoyes del

Ártico –775 barcos en 35 convoyes transportaron 4

millones de toneladas de material a Murmanks y

Arkangel; fueron hundidos 57 barcos en los viajes

de ida y 21, en los de regreso; la ayuda a la URSS

fue muy grande. Solamente los EE.UU

proporcionaron a Rusia, por el Ártico, por el

Océano Indico y por el Pacífico, 14.700 aviones,

7.000 tanques, 52.000 jeeps; 375.000 camiones, etc.

Stalín reconocería que esos envíos fueron uno de los

factores esenciales de la victoria.

Page 202: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

194

LA CONFERENCIA DE RÍO

l arquitecto del sistema de defensa atlántico

estadounidense fue el presidente Franklin

D. Roosevelt, que consiguió imponer sus planes, la

construcción de bases, pese a la fuerte oposición

interna. Su primer esfuerzo, iniciado el 6 de

septiembre de 1939 (tres días después de estallar la

Segunda Guerra Mundial), consistió en reforzar las

tres débiles bases norteamericanas del Atlántico: el

enclave naval de la bahía de Guantánamo, en Cuba;

una estación hidrográfica y radial en Puerto Rico, y

el Canal de Panamá, que era vulnerable a un ataque

en cualquier momento.

Luego, en septiembre de 1940, Roosevelt se

anotó un importante triunfo defensivo. Cerró un

contrato de arriendo con Gran Bretaña por el que los

Estados Unidos podían construir y mantener durante

99 años bases en las Bahamas, Jamaica, Santa

Lucía, Antigua, Trinidad y la Guayana Británica. A

cambio, la apurada Royal Navy obtuvo 50

destructores viejos de un tipo que los Estados

Unidos habían estado vendiendo como chatarra a

5.000 dólares la unidad. Los británicos, sumamente

necesitados de buques de guerra, quedaron tan

contentos que el primer ministro Winston Churchill

añadió a tal arriendo, Terranova y las Bermudas.

Entre agosto y octubre de 1940, los

representantes de la Marina estadounidense se

reunieron con sus homólogos de toda Iberoamérica,

a excepción de Bolivia, que no tenía costa ni

Marina, y Panamá, que ya formaba parte de la

defensa norteamericana del Canal. Los Estados

Unidos hicieron acuerdos bilaterales con sus

vecinos meridionales, pero no con Argentina ni

Ecuador.

La primera se reservó el derecho a permanecer

neutral y comerciar tanto con los Aliados, como con

el Eje. En esa época Ecuador estaba enfrentado en

lucha con Perú y quería incluir en el acuerdo una

garantía de los territorios nacionales.

En febrero de 1942 se llegó a un entendimiento

entre Ecuador y los Estados Unidos, sin dicha

exigencia.

Después del ataque japonés a Pearl Harbour,

cuando los Estados Unidos declararon la guerra a

las potencias del Eje en diciembre de 1941, uno de

sus escasos activos militares era un paquete de bases

estratégicas en el Atlántico. Estas bases aumentaban

considerablemente el alcance de las patrullas aéreas

y navales norteamericanas, y cobraron mayor

importancia a medida que Alemania amplió su

guerra de submarinos. Las tropas del ejército que

guarnecían los puestos de avanzada no tenían

mucho que hacer salvo sentarse y esperar; sin

embargo, su presencia era una advertencia contra

cualquier intento alemán de expandirse hacia el

oeste desde la Europa ocupada.

Los Estados Unidos solicitaron una tercera

conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores de

las naciones iberoamericanas, que se reunió en Río

de Janeiro en enero de 1942. Los Estados Unidos

trataban que se adoptase una resolución por la que

todas las repúblicas americanas debían romper las

relaciones diplomáticas con las potencias del Eje.

La respuesta de las repúblicas americanas estaba

dividida geográficamente -Costa Rica, la República

Dominicana, Guatemala, Haití, Honduras,

Nicaragua, Panamá y El Salvador-, habían ya

declarado la guerra a las potencias del Eje, y tres

naciones, una, centroamericana y dos

sudamericanas- México, Colombia y Venezuela-

rompieron las relaciones diplomáticas.

Chile pidió en la conferencia garantías de ayuda

militar y económica de los Estados Unidos como

condición para romper las relaciones, lo que no se

pudo concertar. Argentina mantuvo su tradicional

posición de neutralidad. Así, al final de la reunión,

todas las repúblicas de Iberoamérica, excepto

Argentina y Chile, rompieron sus relaciones

diplomáticas con las potencias del Eje.

Otra consecuencia de la conferencia de Río fue

la formación de una Junta Interamericana de

Defensa para coordinar los asuntos militares y

técnicos en todo el hemisferio. Militarmente, los

Estados Unidos llevaron el peso de la defensa del

hemisferio durante la guerra. Más de cien mil

soldados repartidos por toda Iberoamérica y sus

E

Page 203: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

195

buques y aviones, fueron los encargados

fundamentales de proteger las rutas marítimas. En

ayuda de préstamo y arriendo proporcionaron más

de 475 millones de dólares a Iberoamérica, de los

que más del setenta por ciento fueron para Brasil.

De las naciones iberoamericanas, sólo México y

Brasil enviaron fuerzas militares a ultramar.

Las contribuciones militares de las demás

naciones fueron de escasa importancia, y de hecho,

los Estados Unidos disuadieron a otras naciones a

participar directamente en la guerra, al considerar

dichas contribuciones militares más perjudiciales

que valiosas, prefiriendo que los participantes

iberoamericanos suministraran materias primas al

esfuerzo militar.

Por lo mismo, excepto la flota brasileña, las

Marinas iberoamericanas no combatieron mucho

durante la guerra, pero recibieron instrucción en las

técnicas y equipo más recientes sobre buques de

guerra pequeños, como caza-submarinos y

patrulleros, y adquirieron conocimientos del radar y

sonar.

Las marinas más pequeñas recibieron también

equipos de control de tiro por primera vez.

Pero la Segunda Guerra Mundial cambió el

equilibrio del poder naval en Iberoamérica. Durante

las primeras décadas del siglo Argentina trataba de

mantener una flota equivalente a las flotas

combinadas de Brasil y Chile, sus vecinos más

fuertes, y durante los años treinta dio un salto

cuantitativo para casi conseguir su objetivo, pero la

amplia ayuda dada por los Estados Unidos a Brasil

en la guerra aumentó considerablemente la fuerza

de su flota en relación con las de Argentina y Chile.

Page 204: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

196

OVERLORD

Page 205: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

197

(El día D)

n diciembre de 1941 Adolf Hitler se jactó

ante el mundo de que el Tercer Reich

controlaba toda la costa occidental de Europa, desde

el Océano Ártico hasta el golfo de Vizcaya. Se

había concebido una línea de defensa imponente,

una amplia banda de hormigón, acero, cañones y

soldados a lo largo de 3.800 kilómetros de litoral.

La llamó ―Muralla Atlántica‖. En los siguientes dos

años y medio, se convirtió en un proyecto obsesivo

para él.

Para los planificadores de la invasión Aliada, la

muralla se convertiría en la barrera defensiva

más

formidable de toda la guerra. Hitler ordenó la

construcción de 15.000 puestos fortificados

permanentes, que serían ocupados por 300.000

soldados.

Los puestos de defensa, muchos de los cuales

diseñó el mismo, empezaron oficialmente a

principios de 1942 con la mayor concentración de

defensas en la parte más angosta del Canal de la

Mancha, entre Holanda y el gran puerto de Le

Havre, en Normandía.

Durante dos años, 250.000 hombres trabajaron

día y noche. Utilizaron más de un millón de

toneladas de acero v vaciaron más de 20 millones de

metros cúbicos de hormigón.

E

Page 206: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

198

La Muralla inspiraba confianza a casi todos los

alemanes. Por supuesto, había unos cuantos

escépticos. El máximo Comandante de Occidente, el

Mariscal de Campo, Gerd von Rundstedt, dudaba de

que la Muralla pudiese por sí misma detener un

ataque aliado. Tampoco estaba muy de acuerdo el

Mariscal de Campo, Erwin Rommel, ex

Comandante del famoso Afrika Korps; sin embargo,

luego de que se le nombrara inspector de las

defensas costeras de Occidente, Rommel se dedicó a

reforzar y profundizar la línea de defensa; implantó

obstáculos minados en las playas abiertas e inundó

grandes áreas para impedir el descenso de invasores

aerotransportados.

El 1 de Junio de 1944, cinco días antes del día D,

más del millón y pico de tropas alemanas

estacionadas en Francia y Holanda estaban

posicionados a lo largo de la Muralla Atlántica, una

barrera costera con poderosas fortalezas,

fortificaciones menores, innumerables nidos de

ametralladoras y fortines artilleros. La mayor parte

de los tres millones y medio de soldados aliados en

Gran Bretaña fueron concentrados en el sur de

Inglaterra, en áreas de estacionamientos en torno de

los principales puertos de embarque.

Al otro lado del Canal de la Mancha, en el sector

más fuerte de la Muralla Atlántica, unas veinte

divisiones alemanas ocupaban la costa francesa

entre dos fortalezas, el puerto de Cherburgo, en la

península de Cotentin, en Normandía, y Calais, más

al noreste. El área del Paso de Calais, la más

próxima a Gran Bretaña y el objetivo de invasión

más probable, tenían las defensas más formidables.

Pero los Aliados ya habían elegido su objetivo: una

extensión de 95 kilómetros de la costa de

Normandía, al oeste de Caen.

La empresa era difícil, y un desastre acarrearía

las consecuencias más graves. Se necesitaría mucho

tiempo para montar una nueva operación de la

misma amplitud; el retraso podía desanimar a los

rusos y hasta, quizá, conducirles a una paz de

compromiso. Era una partida decisiva.

El éxito exigía imperativamente dos condiciones

preliminares: el dominio del mar y el dominio del

aire. El primero podía ser considerado como

adquirido al haber sido dominados los submarinos

alemanes en la batalla del Atlántico, y por el hecho

de ser débiles las fuerzas navales de superficie del

Reich.

Para la supremacía aérea, el punto culminante de

la lucha fue alcanzado en febrero de 1944, cuando la

Luftwaffe hizo un esfuerzo general con el propósito

de barrer a la Aviación estratégica aliada. En el

curso de una lucha encarnizada, que duró ocho días

sobre los centros industriales importantes de

Alemania, las fuerzas aéreas de caza alemanas

fueron diezmadas. En la primavera de ese año, el

bombardeo estratégico Aliado tomó como objetivo

principal a la industria petrolera alemana y a los

centros de comunicaciones...

Page 207: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

199

La zona del desembarco prevista era la de la

bahía del Sena, en las costas de Calvados y de la

Mancha. Había sido escogida teniendo en cuenta las

siguientes consideraciones: a causa del radio de

acción de los aparatos de caza destinados a cubrir la

operación desde los aeródromos ingleses, el

desembarco no podía tener lugar más que entre

Flessingues y Cherburgo. Un estudio de las playas

demostró que las que se prestaban mejor a los

desembarcos y a la progresión rápida de las tropas

hacia el interior, se encontraban, ante todo, entre

Gravelinas y el Somme; después, en la bahía del

Sena, entre los ríos Orne y el Cotentin.

El Paso de Calais presentaba la ventaja de su

proximidad a Inglaterra y a los centros vitales

alemanes, objetivos de la ofensiva, pero los grandes

puertos que se esperaba conquistar rápidamente eran

de acceso poco fácil: El Havre, a más de 200

kilómetros de los puntos de desembarco, y los

puertos del Mar del Norte, comprendido Amberes,

protegidos por ríos y canales.

Además, en la región del Paso de Calais era

donde el enemigo había establecido los puntos de

defensa más fuertes y reunido a la mayor parte de su

Aviación de caza. La región de la bahía del Sena,

menos defendida, presentaba, además, la ventaja de

la facilidad para la construcción de aeródromos y

estaba protegida por la península del Cotentin

contra los vientos del Sudoeste, dominantes en la

Mancha.

El Puerto de Cherburgo y el más lejano del

Havre se esperaban conquistar rápidamente, en

algunos días; pero, mientras tanto, después de

dominar las cabezas de playa, se construirían en

pocos días, puestos artificiales, cinco, llamados

―Gooseberries‖ para barcos pequeños, formados por

buques-bloque, que eran barcos que se hundirían en

el sitio escogido, y dos grandes, llamados

―Mullberries‖, formados por inmensas moles de

hormigón armado. La fabricación y colocación de

estos puertos sería una de las realizaciones más

audaces de la guerra.

“El Segundo Frente”

La Batalla de Normandía fue la mayor invasión

anfibia de la historia. De vencer los aliados, los 4

años de ocupación alemana en Francia, llegarían a

su fin. Si los alemanes lograban forzar un ―empate‖

en Normandía, contarían al menos con un año para

reforzar sus defensas, volverse contra el avance de

la Unión Soviética en el frente Oriental y desarrollar

las armas secretas a las que tanta importancia

concedía Hitler. Los alemanes no contaban con un

plan definido para repeler a los invasores. Hitler

opinaba que los aliados atacarían por la ruta más

corta y directa, la del paso de Calais y que

aprovecharían el buen tiempo de finales de junio a

principios de julio.

El Mariscal Rundstedt apoyaba una estrategia

flexible, opuesta a la del Mariscal Rommel. Este

opinaba que una defensa móvil no resultaría posible,

por las condiciones de superioridad abrumadora

aérea de los aliados. Pensaba que fuera por donde

fuera la invasión, la única posibilidad alemana

consistía en rechazarla en las propias playas y

durante las primeras 24 horas. Ejerció presiones

para que las divisiones acorazadas –las ―Panzer‖-

fueran desplegadas cerca de las costas bajo su

control, así como que los cañones que dependían de

la Fuerza Aérea se concentraran cerca de las playas,

más no tuvo éxito en ninguno de ambos casos.

El Cuartel General Aliado se decidió por

Normandía, pero se hizo una desorientación

destinada a convencer a los alemanes de que las

Fuerzas Aliadas eran el doble de lo real y crearon un

ejército ―fantasma‖, estacionado en Inglaterra,

frente al Paso de Calais. Sus Fuerzas Aéreas

intensificaron sus ataques sobre y detrás del Paso de

Calais. La invasión del Continente fué denominada

―Operación Overlord‖ y el desembarco propiamente

dicho, ―Operación Neptuno‖.

Las fuerzas puestas a disposición del General en

Jefe, el americano Einsenhower, eran considerables.

A principios de junio, las terrestres, listas para

desembarcar, eran 14 divisiones británicas, 3

canadienses, 20 americanas, 1 francesa y 1 polaca.

La aviación Aliada en Gran Bretaña, comprendía

once mil aviones de combate, entre bombarderos

Page 208: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

200

pesados, medios, ligeros y cazas, más 2.300 de

transporte y 2.600 planeadores.

Las Fuerzas Navales comprendían: 6 acorazados,

213 cruceros, 104 destructores, 150 barcos de

escolta, más 5.000 barcos diversos entre monitores,

mercantes, dragaminas, patrulleros auxiliares y

lanchas de desembarco. La capacidad de transporte

de las fuerzas de asalto permitía desembarcar 130

mil hombres y 20 mil vehículos durante las tres

primeras mareas.

Como preparativo para la invasión, los aviones

de reconocimiento aliado realizaron centenares de

vuelos a baja altura sobre Normandía, fotografiando

la línea de la costa hasta en sus detalles más

insignificantes. Las fotografías eran enviadas de

inmediato a la Universidad de Oxford, donde la

Unidad Topográfica Inter-Armas había reunido un

cuerpo de delineantes, geólogos, técnicos

fotográficos y geógrafos. Se fue formando un

panorama continuo de la costa a nivel del mar.

El retrato era tan detallado que los buques de

guerra, en su momento, pudieron disponer sus

cañones en función de las cuadriculas dibujadas

encima. Los resultados impresionaron tanto al

general Eisenhower que ordenó imprimir 40.000

copias para que las unidades de asalto las emplearan

en estudios tácticos.

Usando al clima como aliado.

Antes de la declaración de guerra, en Agosto de

1939, habían zarpado para ocupar sus posiciones

con miras a la guerra al tráfico británico, dos de los

tres buques alemanes, especialmente asignados para

la guerra de corso. Se trataba de los acorazados de

bolsillo ―Deutschland‖, que arrumbó hacia las frías

aguas del Atlántico Norte y el ―Admiral Graf Spee‖,

que lo hizo hacia el Sur.

Operando en aguas muy alejadas de Alemania y

por tanto, aislados, se presentaban para ellos el

problema de cómo disponer de una información

meteorológica adecuada. Ambos llevaban a bordo

especialistas en esa materia, pero todavía no se

había montado, como se hizo poco después, una

pequeña red de buques de observación

meteorológica, camuflados de pesqueros.

En el caso del ―Graf Spee‖ el servicio

meteorológico del buque contaba solamente de dos

personas: un meteorólogo y el técnico de

radiocomunicaciones. La oficina estaba situada en

la parte superior de la torre delantera, que fue

alcanzada por un impacto en la batalla ante la

entrada del Río de la Plata.

El especialista preparaba predicciones de las

zonas de tiempo variable y datos meteorológicos en

altitud, calculando el tiempo balístico para su

empleo en la artillería. El que estas mediciones,

aparentemente rudimentarias, resultaran exactas,

desde el punto de vista artillero, lo prueba el hecho

de que en la batalla el barco alemán abrió el fuego a

23 kilómetros de distancia y centró inmediatamente

al crucero británico ―Exeter‖.

Desde el punto de vista de los análisis regulares

del clima en el Atlántico, los ingleses tenían

ventajas, tanto por poseer el dominio del mar, como

por la razón técnica de que las depresiones se

desplazan del O al E. Podían, por tanto, detectar la

llegada de éstas a Europa, con antelación superior a

la de los alemanes, que dominaban tierras

continentales, pero no el Atlántico. Para remediar

un tanto esta situación, algunos cuatrimotores de

gran radio de acción de la Luftwaffe efectuaban

periódicamente vuelos de reconocimiento.

En superficie, los pesqueros camuflados

operaban entre el sur de Groelandia y Noruega y los

corsarios que rompían el bloqueo inglés efectuaban

también observaciones, y algunos submarinos se

situaron en posiciones semifijas, antes de ciertas

operaciones.

Tras el hundimiento del ―Bismarck‖,

desapareció la red de buques meteorológicos de

superficie alemanes (los falsos pesqueros). La

información meteorológica recayó en el arma

submarina. Los submarinos alemanes tenían

instrucciones de informar sobre el estado del tiempo

(viento, mar, presión, y visibilidad), siempre que les

fuera posible incluir dichos datos en sus

comunicaciones operativas.

Page 209: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

201

Pero, además, entre las unidades que operaban

en el Atlántico, se designaron algunas de ellas

específicamente como ―Wetterboote‖ (buques

meteorológicos).

Estos submarinos efectuaban, por lo menos, una

o dos observaciones diarias, que se difundían por

radio, cifradas en una clave especial preparadas por

la Marina. Se fijó un calendario de fechas y

posiciones a ocupar por las ―estaciones

meteorológicas flotantes‖ del arma submarina.

Incluso muchos de ellos izaban, mientras efectuaban

estos servicios especiales, un gallardete verde, a

efectos de señal de reconocimiento como

―Wetterboote‖.

En noviembre de 1940, el gobierno de la

Groenlandia danesa pidió ayuda a los Estados

Unidos para proteger la enorme isla (del tamaño de

Alaska y Texas juntos) de la suerte que acababa de

correr la propia Dinamarca: la ocupación alemana.

Tras cinco meses de negociaciones, los Estados

Unidos aceptaron el desafío debido a la ubicación

estratégica del territorio. Las estaciones

meteorológicas en la costa este de Groenlandia

podían predecir el tiempo en Europa Occidental con

24 horas de antelación, y las bases aéreas en la isla

podían desempeñar un papel crucial en la protección

de los convoyes aliados con destino a Gran Bretaña.

La tarea de patrullar el sinuoso litoral de

Groenlandia fue encargada a la Guardia Costera,

con gran experiencia en las aguas de Alaska y el

Atlántico Norte. Durante el verano de 1941, la

Guardia Costera formó la Patrulla de Groenlandia.

La patrulla creció hasta convertirse en una fuerza de

37 guardacostas y arrastreros, que perseguían a

barcos meteorológicos alemanes, escoltaban a

cargueros y rescataban a náufragos de barcos

hundidos y aviones derribados.

La costa este de Groenlandia, de 2.570

kilómetros, era demasiado extensa para ser vigilada

por los guardacostas. De modo que se contrataron a

algunos de los mejores cazadores escandinavos y

esquimales de Groenlandia para patrullar el nordeste

con trineos. Estos intrépidos exploradores eran los

ojos y los oídos de la Guardia Costera durante los

meses de invierno, cuando la única luz provenía de

la luna, las estrellas y la aurora boreal.

Canal de La Mancha: verano de 1944.

Las condiciones del clima eran francamente

malas. Fuertes vientos y mala mar sobre el Canal,

nubosidad baja que impediría los bombardeos

aéreos, etc. Teniendo además en cuenta las

dificultades que las mareas presentaban al empleo

de las barcazas de desembarco en las playas

normandas, quedaban un escaso número de días en

junio para poder realizar la invasión bajo unos

márgenes meteorológicos mínimos; desde semanas

antes se proporcionaban día por día, pronósticos al

Mando Supremo Aliado que abarcaban desde el día

D-2 al día D+3. Se trataba de predicciones a plazo

medio, para que la cantidad de datos ―en tiempo

real‖ o ―condiciones iniciales‖ sobre el Atlántico

pudieran ser muy abundantes.

Se solicitó a las autoridades navales el

estacionamiento de 2 o 3 buques en las

proximidades de determinados puntos del Atlántico

Norte. A primeros de mayo de 1944, la Marina de

los EE.UU, que ya disponía de 6 buques

meteorológicos en el oeste del Atlántico los

aumentó a un total de 8. Y a fines de mayo, la

Marina Británica situaba también 2 buques

meteorológicos, uno al sur de Islandia y otro al

norte de las Azores.

El 8 de mayo, Einsenhower fijó el día D para el

5 de junio, con el 6 y el 7 como alternativas

aceptables. Durante el resto del mes de mayo, el sur

de Inglaterra y el Canal de la Mancha disfrutaron

del sol del verano y prácticamente ni una brisa

acarició la superficie del Canal. Era un clima ideal

para la invasión. El 29 de mayo, el Comité

Meteorológico, un equipo de meteorólogos

británicos y norteamericanos hizo un pronóstico

relativamente optimista para los primeros días de

junio. En base a ese pronóstico, la maquinaria del

día D se puso en marcha.

El 3 de junio todas las tropas de asalto, unos

170.000 hombres, estaban a bordo. Los buques de

Page 210: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

202

guerra y barcos para los grandes puertos flotantes,

que tenían que navegar más, ya habían partido

desde puertos distantes en Escocia e Irlanda del

Norte, así que sólo un cambio climático haría

cambiar los planes. Pero esa misma noche ese

cambio empezó a ocurrir.

A las 9:30 p.m. del 3 de junio el jefe del Comité

Meteorológico dijo que el inesperado cambio en el

largo período de estabilidad se debía al colapso de

un sistema de altas presiones sobre las Azores, con

la consecuencia de que el clima para las Islas

Británicas y el nordeste del Atlántico se tornaba

muy complejo e inestable. En el Canal se predijo

que iban a soplar vientos intensos hasta el 7 de

junio, con nubosidad del 100 por cien entre 150 y

300 metros. Bajo esas condiciones no podían tener

lugar ni los asaltos aerotransportados ni los

bombardeos marítimos. Se decidió esperar hasta las

4:15 de la mañana siguiente, domingo 4 de junio.

Las siguientes 24 horas fueron de enorme

tensión. Todo descansaba sobre la pericia de los

meteorólogos y en su evaluación; a la hora que se

había fijado, se confirmó el pronóstico anterior. Por

consiguiente, se pospuso 24 horas el día D y los

barcos que ya se hallaban en el mar fueron

obligados a regresar.

A las 11:00 a.m. se dió un aviso de tormenta

para el mar de Irlanda, que fue creciendo en

intensidad, lanzando grandes olas contra las playas

de Normandía y dificultando el regreso de los

barcos a sus muelles. Cuando los Comandantes se

volvieron a reunir a las 9:30 p.m. del domingo 4 de

junio, el viento seguía soplando con fuerza y llovía

bajo un cielo nublado; sin embargo, la invasión no

se podía retrasar otras 24 horas más… pues la marea

estaría en su punto más bajo y no se podía mantener

más tiempo encerrados a los soldados en los barcos.

En caso de tener que posponer el día D, iba tener

que ser por dos semanas, y para entonces no habría

luz de luna para los lanzamientos de paracaidistas y

además se estaría creando un caos incalculable al

intentar invertir la enorme ―maquinaria‖ de

Overlord . Para colmo, a Stalin se le había

prometido la apertura del Segundo Frente para la

primera semana de junio, habiendo éste programado

una gran ofensiva que coincidiría con esas fechas.

El Jefe de los meteorólogos habló: desde ayer

por la noche, cuando se presentó el último

pronóstico ha habido algunos cambios rápidos e

inesperados sobre el Atlántico Norte. Un frente frío

se aproxima a mayor velocidad y más al sur de lo

esperado. Consideramos que tan pronto haya

atravesado el área del Canal, habrá un período de

mejoras a partir de la tarde del lunes 5 de junio

hasta las últimas horas de la noche del martes 6 de

junio. Después, volverá a empeorar.

Los meteorólogos alemanes también habían

previsto unas condiciones de tiempo tan malas, que

el desembarco los tomaría por sorpresa; ellos

definieron que para el 4,5 y 6 de junio habría

vientos fuertes, lluvias y nubes bajas sobre el Canal;

sólo se les escapó la breve mejoría del día 6, que fue

decisiva, pues como comentamos, su conocimiento

del ―frente‖ climático era posterior al de los

Aliados. En consecuencia el estado de alerta de las

defensas, muy tenso a lo largo del mes de mayo, se

relajó al suponer que la invasión no podría tener

lugar con tan malas condiciones climáticas.

En la sala de reunión de los Comandantes

Aliados, siguió un tenso silencio al terminar de

hablar el experto, mientras los asistentes pensaban

en que si ese corto buen tiempo permitía

desembarcar a las primeras oleadas de asaltos, el

mal tiempo previsto para después dejaría a esas

oleadas aisladas en la playa.

La decisión tenía que tomarla solamente

Eisenhower, el Comandante Supremo y éste dijo

estar convencido de que debía darse la orden, pero

la decisión irrevocable se alargó hasta recibir un

último parte meteorológico a las 4:15 a.m. del lunes

5 de junio.

En ese momento se ratificó que el intervalo de

buen tiempo se extendería por todo el sur de Gran

Bretaña durante la noche y que, probablemente,

duraría hasta la tarde del martes.

Bien, dijo finalmente Einsenhower. Iremos. Y se

envió la orden a la flota: ―procedan con la operación

Neptuno‖.

Page 211: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

203

“Operación Neptuno”

Al atardecer del día ―D‖ –el del desembarco,

martes 6 de junio- debían encontrarse en tierra 8

divisiones, de las cuales, 3 serían aerotransportadas,

y 14 regimientos de carros de combate. El Mando

aliado prefirió desembarcar al amanecer, de forma

de poder utilizar lo mejor posible el bombardeo

aéreo y el fuego artillero de los barcos. La hora

elegida era aproximadamente 45 minutos después

de las primeras luces del alba y tres horas antes de

la pleamar, para poder destruir en seco los

obstáculos en las playas, compuestos esencialmente

de estacas, caballetes y minas.

Las 5 divisiones de asalto anfibio debían

desembarcar en las playas que habían recibido de

Este a Oeste los nombres convencionales de

―Sword‖, ―Juno‖, ―Gold‖, ―Omaha‖ y ―Utah‖.

Previo al amanecer del 5 de Junio, recibida la orden,

se empezaba la lenta travesía marítima hacia

Normandía.

Cerca de 5.000 embarcaciones de todos los

tipos-acorazados y cruceros, fragatas y corbetas,

navíos de desembarco de tanques y cañoneras,

transporte de tropas y lanchas de asalto, barcos de

reparaciones y municiones, buques para tender

cortinas de humo, para dirigir a los aviones

y para ser hundidos como rompeolas frente a las

costas-zarparon esa madrugada. Los componentes

de la flota más grande que había navegado en la

historia naval se abrieron paso hacia el punto de

reunión.

Luego avanzaron precedidos de dragaminas, que

despejaron diez carriles por el campo de minas

alemán del centro del Canal. La Flota estaba

protegida de los submarinos y las torpederas

alemanas, por patrullas aéreas y navales y un

paraguas de cazas. A las 8:00 p.m. del 5 de junio,

los primeros dragaminas se hallaban frente a las

costas. A las 10:00 p.m. la tripulaciones pudieron

distinguir algunas edificaciones en la oscura orilla,

sin que un sólo cañón alemán hubiera abierto fuego.

Los dragaminas trabajaron eficazmente para

facilitar el avance de la inmensa Flota, a pesar de las

dificultades, pues era preciso dragar con corrientes

de través y cambiando de sentido.

En la madrugada del 5 al 6 de junio de 1944, la

aviación bombardeó las defensas enemigas.

Los primeros desembarcos fueron precedidos,

en la noche, por el envio de tres divisiones de

paracaidistas, una británica y dos americanas, en la

retaguardia de las primeras líneas enemigas,

destruyendo puentes y ocupando las cabeceras de

las carreteras que atravesaban los estanques y zonas

averiadas por detrás de la costa.

Con las primeras luces del amanecer, los 80

kilómetros del frente de invasión se estremecieron

bajo un estruendo ensordecedor, en el momento en

que los buques de guerras iniciaron un bombardeo

de las defensas costeras y las baterías alemanas.

Sobre los puestos fortificados, encima de las playas,

llovieron incesantemente proyectiles, volando los

campos de minas, tapando las trincheras con arena,

y sacudiendo los blocaos de hormigón. En uno de

éstos, su comandante escrutó a través de la neblina,

viendo innumerables siluetas sobre el mar. No tuvo

la menor duda de lo que estaba ocurriendo. Había

llegado el día de la invasión!. El mal tiempo

anterior, que facilitó el elemento sorpresa y la lluvia

de proyectiles de los grandes barcos de guerra, de

los barcos de apoyo, próximos a la costa y el

bombardeo aéreo, pulverizaron y desmoralizaron a

los defensores, salvo en la playa ―Omaha‖, donde

nubes bajas impidieron la acción de los

bombarderos pesados.

Page 212: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

204

A la Hora H, a lo largo de las playas de invasión

aparecieron vehículos de ataque que parecían

bañeras cubiertas de lona. Al llegar a la orilla

bajaron sus collarines de flotación de lona y

revelaron su verdadera identidad: eran tanques

Sherman totalmente armados, equipados con dos

hélices.

El tanque flotante era uno más de la

sorprendente variedad de vehículos acorazados

especializados, llamados por algunos,

―extravagancias‖, que atravesaron la supuestamente

impenetrable Muralla Atlántica en Normandía. La

necesidad de estos vehículos se había hecho más

patente tras la desastrosa derrota británica en

Dieppe, en un desembarco que intentaba servir

como ejemplo de la futura invasión al continente y

en la que los tanques que debían haber cubierto el

avance de la infantería, no consiguieron superar los

obstáculos alemanes y dejaron a los soldados

expuestos al fuego enemigo

Un tanque Sherman con mallales de cadena

giratoria delante se convirtió en un barreminas

eficaz. En una hora podía limpiar un sendero de 3

metros de anchura y 2,5 kilómetros de longitud.

Se adoptaron tanques Churchill para construir

una pista sobre arena o terreno blando. Cargaban 34

metros de tejido de fibra resistente en un carrete de

32 metros de anchura montado delante y otros iban

equipados con un mortero de 290 mm y podían

lanzar un proyectil de 18 kilos, de forma parecida a

un cubo de basura, tres veces por minuto.

Algunos llevaban un lanzallamas, con un alcance

de 110 metros, montado sobre su casco; arrastrando

consigo un tanque de combustible de 1.018 litros, y

otra versión llevaba un pequeño puente de

entramado metálico, capaz de soportar una carga de

40 toneladas; en 30 segundos se podía salvar un

boquete de 9 metros de anchura.

El general británico Montgomery, comandante

de campaña de todas las fuerzas de invasión, ordenó

distribuir las ―extravagancias‖ entre las fuerzas

británicas, canadienses y norteamericanas. Pero los

estadounidenses sólo aceptaron unos cuantos

tanques flotantes; rechazaron el resto de las

―extravagancias‖..., una decisión que lamentaron

más tarde, especialmente durante los sangrientos

combates en Omaha Beach, porque las

―extravagancias‖ salvaron muchas vidas británicas y

canadienses.

En las playas ―Sword‖ y ―Juno‖, la oposición fue

muy débil. Algo más seria fue en la ―Gold‖ donde

la situación no estuvo dominada hasta después del

mediodía. En la playa ―Utah‖, la sorpresa fue

completa; por error, el desembarco tuvo lugar más

Page 213: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

205

al Sur de lo previsto; este error fue feliz, pues allí no

había, prácticamente, obstáculos.

En ―Omaha‖ la acción fue muy dura. Por

casualidad, una división alemana de campaña se

encontraba en este sector, en ejercicios y, apoyada

en una escollera natural, cercana a la playa, ofreció

una resistencia encarnizada.

Durante dos horas, las tropas desembarcadas

permanecieron clavadas en el terreno. Al llegar otra

oleada de desembarco, el poco espacio se fue

llenando de hombres y material.

Numerosas lanchas de asalto se hundieron con

hombres y material y hubo elevadas pérdidas entre

los hombres llegados a la playa. Finalmente, se

logró penetrar y en la noche de ese día, se podía

considerar que el desembarco en su fase de

ocupación de playas –la operación Neptuno- había

tenido éxito. Las sorpresas estratégicas y tácticas

habían jugado un papel importante.

Como dijo un periodista años después, en un

libro donde recogía las impresiones de muchos

combatientes de ambos bandos, el día D, ―el día

más largo‖, se había ido, junto con el Sol, tras el

horizonte.

Page 214: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

206

EL FIN DE LA FLOTA DE SUPERFICIE

a carrera del acorazado alemán ―Tirpitz‖ fué

tal vez la más extraña entre los más

importantes buques de guerra de la Segunda Guerra

Mundial.

Desde el día de su botadura en 1939, el ―Tirpitz‖

fue considerado una de las armas navales más

temibles del mundo. Su desplazamiento de 42.500

toneladas fue más grande que el de cualquier buque

británico y norteamericano.

Sus turbinas de 163.000 caballos de fuerza le

permitían desplazarse en el agua a casi 32 nudos...,

dos nudos más rápido que el acorazado británico

más moderno.

Sus cuatro torres principales alojaban ocho

cañones largos de 380 mm. cuyos proyectiles de

800 kilos podían penetrar 33 centímetros de blindaje

desde una distancia de casi 35 kilómetros.

El ―Tirpitz‖ estaba dotado de dos juegos de

lanzatorpedos cuádruples, ideales para actuar como

buque corsario errante contra convoyes de

abastecimiento aliados.

También sus defensas eran formidables. Poseía

112 cañones antiaéreos, y su cubierta principal y

blindaje del casco, en algunos puntos, de 38

centímetros de grosor, lo hacía invulnerable a casi

todos los proyectiles existentes.

Sin embargo, esta fortaleza flotante iba a

desempeñar un papel casi pasivo. Unos meses antes

de que el ―Tirpitz‖ completara sus pruebas de

navegación en 1941, su buque gemelo, el

―Bismarck‖, fue hundido por la Royal Navy tras

uno de los mayores cercos en la historia marítima a

una unidad naval.

En un delirio protector, Adolf Hitler ordenó que

a partir de entonces, ningún buque de guerra alemán

saliese al mar sin su consentimiento y envió al gran

acorazado a las aguas relativamente seguras de

Noruega para proteger su flanco noroccidental.

Allí pasaría la mayor parte de la guerra, pasando

de un fiordo a otro, buscando los amarraderos más

aislados. Aún en el exilio, el acorazado provocaba

alarma.

El Almirantazgo británico mantenía tres

acorazados modernos en aguas territoriales, en caso

de que saliera de su amarradero..., pese a que los

necesitaba urgentemente en otros lugares. Pero en

noviembre de 1944 era destruido por las bombas

británicas el último acorazado alemán.

La prueba definitiva, la más trágica, para la

Marina de guerra alemana se produjo a raíz de la

gran ofensiva soviética el 12 de enero de 1945, y de

la huida masiva de la población civil alemana

establecida hasta entonces en los territorios

orientales, amenazados y arrollados por el Ejército

Rojo.

Dönitz, ascendido a Gran Almirante y

Comandante Supremo de la Marina, ordenó, bajo su

propia responsabilidad, que se empleasen la mayor

parte de los buques disponibles que quedaban,

ligeros o pesados, en apoyar desde el mar con su

artillería a las tropas que todavía luchaban en tierra

y, sobre todo, que cooperasen en las tareas de

evacuación de la población civil, soldados, heridos

y enfermos. Para él, el primer mandamiento en

aquellas circunstancias era el de salvar vidas

humanas; ante eso, cualquier orden de lucha debía

quedar pospuesta.

En esta función cooperaron los cruceros pesados

―Admiral Scheer‖, ―Admiral Hipper‖, ―Lützow‖

(antes acorazado ―Deutschland‖) así como cinco

destructores, quince torpederos y cerca de 330

pequeñas unidades, lanchas rápidas, minadores,

dragaminas, lanchas de reconocimiento,

guardacostas, transbordadores, gabarras… En total

fueron trasladados unos dos millones de personas

desde las regiones orientales.

Una serie de duros ataques aéreos británicos

contra las bases navales de Kiel y Swinemünde

determinó en abril de 1945 el final de las últimas

unidades navales alemanas aún con capacidad de

lucha, todas ellas cruceros pesados o ligeros.

Resultaron hundidos o gravemente dañados el

―Scheer‖, ―Hipper‖, ―Lützow‖, ―Emden‖ y ―Kóln‖.

El día de la capitulación sólo quedaban en

condiciones de navegar un crucero pesado y otro

ligero: el ―Prinz Eugen‖ y el ―Nuremberg‖.

L

Page 215: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

207

Page 216: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

208

LA BATALLA DEL ATLÁNTICO.

or dos veces en el espacio de 25 años, en las

fases más críticas de las dos guerras

mundiales, sólo los submarinos tuvieron el poder de

decidir el resultado para Alemania. Por dos veces

estuvieron a punto de la victoria en su intento de

aislar a Gran Bretaña y obligarla a rendirse. Y dos

veces se lo impidió la intervención de los Estados

Unidos. En el sentido de que el submarino estaba

dirigido principalmente contra los barcos civiles,

representó la vanguardia de ese fenómeno moderno

llamado guerra total: un estado de guerra absoluta y

extrema que se libraba prácticamente con cualquier

medio que pudiera abatir al enemigo.

Era inevitable que la matanza que provocaban en

las tripulaciones de los barcos mercantes y en los

ciudadanos normales, planteara la cuestión de la

legalidad de sus acciones en la ley internacional.

Las tragedias accidentales y las atrocidades

deliberadas... todas las facetas oscuras de la guerra

de los submarinos levantaron gritos de repulsa. Los

propagandistas y los románticos los llamaron Ios

―lobos grises‖. Sus víctimas los maldijeron como

bárbaros navíos piratas. La suya era una guerra

solitaria y desesperada, librada con extremas

penurias, muy alejada de los corresponsales y

fotógrafos propagandísticos.

El Submarino.

En parte la culpa de la mala fama hacía ese tipo

de guerra, la submarina, radicaba en las mismas

características del arma usada, el submarino. Era

invisible; no jugaba de acuerdo con las reglas;

poseía ventajas que se consideraban poco

deportivas; libraba la guerra en el mar igual que un

comando en tierra: golpeando y luego

desapareciendo.

Se le temía tanto, que en la Segunda Guerra

Mundial, el Imperio Británico y los Estados Unidos

desplegaron casi la mitad del poderío industrial del

mundo contra él, en una campaña a la que se le dio

la más alta prioridad.

Para los 40.000 hombres que tripularon la flota

germana de submarinos durante la guerra, sus vidas

en el mar tenían poca relación con las ideas de

encanto y gran aventura que sus heroicidades

inspiraban en la mente del público. Los submarinos

iban atestados, eran olorosos, insalubres y

claustrofóbicos.

Los alojamientos se encajaban allí donde la

maquinaria y las armas lo permitían. En un

submarino típico, el compartimiento de proa, una

sección ahusada de apenas tres metros y medio en

su parte más ancha, albergaba y alimentaba más o

menos a la mitad de la dotación de la nave, unos 25

hombres que compartían su espacio vital con un

arsenal de torpedos, cureñas de carga y otros

equipos. Seis literas se levantaban en hileras a cada

lado del pequeño compartimiento. Se usaban en

turnos, y los hombres que volvían de un servicio de

guardia se metían en camas aún calientes por los

cuerpos de otros hombres que acababan de salir a

cumplir con la suya.

Los baños eran las comodidades más escasas de

todas. El submarino típico tenía dos para unos 50

hombres, pero al comienzo de una patrulla -cuando

la nave iba aprovisionada para una misión que podía

durar varias semanas-, uno de ellos a veces servía

como almacén de comida. Y tampoco se podía usar

cuando la nave se sumergía por debajo de 25

metros., ya que a esa profundidad las bombas que

desaguaban los inodoros al mar no podían funcionar

debido a la presión del agua en el exterior del casco.

En el submarino, el medio de ataque principal

residía en los torpedos; para el momento de inicio

del conflicto estos ingenios eran de percusión, que

estallaban al chocar contra el blanco; prontamente

se usaron también de espoleta magnética, que

estallaban cuando pasaban a ciertas distancia de la

masa magnética del blanco. El submarino, en

general, estaba dotado de una pieza de artillería (de

88 o 105 mm.), más algunas ametralladoras con

cometido antiaéreo.

Ciertos tipos de sumergibles fueron adaptados

para la colocación de minas, aunque nunca tuvo el

favor del Mando de submarinos, pese a que en

P

CAPITULO IV. (“La Campaña Submarina Alemana”)

Page 217: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

209

algunos casos, se infligieran graves daños al

enemigo.

Dotada la nave de una torreta de poca altura

sobre el nivel del mar, no era muy fácil divisar

desde ella a otros barcos, en especial a cierta

distancia. Pero el hidrófono, aún siendo limitado,

ofrecía un mayor radio de localización. Bastaba

seguir la dirección de origen del sonido, y antes o

después se llegaría a la vista del blanco. Cuando un

submarino navegaba en superficie, llevaba en la

torreta vigías, que vigilaban el mar, dividiéndolo en

sectores, sin descuidar el cielo por la posibilidad de

ataques aéreos.

El principal medio de defensa pasivo era el

silencio, una especie de oscurecimiento acústico, al

ser atacado y obligado a la inmersión. Desde el

momento de que la velocidad de un submarino

sumergido era muy inferior al de un barco de

superficie, era inútil intentar la fuga, que sería

ciertamente descubierta a causa del funcionamiento

de los motores, aún siendo éstos eléctricos y

silenciosos. Estando en silencio y realizando de vez

en cuando sólo pequeños desplazamiento, el

submarino podía evitar ser localizado con precisión,

pudiendo salvarse.

Puesta a punto.

El 16 de marzo de 1935 Hitler anuncia que no

respetaría la prohibición de fabricar submarinos y

tres meses después firmó un acuerdo naval con

Inglaterra, por el cuál, su flota submarina podía

llegar a ser hasta un 45 % de la flota submarina

inglesa.

Desde antes de la ascensión de Hitler al poder, la

Marina protegía a una empresa privada de

construcción de sumergibles-como quien dice, para

no olvidar el oficio-con domicilio en territorio

holandés. Y algo más adelante, con planos

alemanes, se construyeron, no sólo en territorio

holandés, sino también en territorios españoles y

finlandeses.

El jefe del Arma Submarina, Dönitz, dispuso de

libertad para formar su nuevo Mando como quisiera.

Su objetivo era crear una fuerza de élite, compuesta

de hombres especialmente elegidos, entrenados a la

perfección e inculcados de un espíritu

adecuadamente agresivo para el papel claramente

atacante que desempeñarían en la guerra. El

programa de adiestramiento de seis meses fue

riguroso en extremo, y exigió una familiaridad

completa con los submarinos bajo todas las

condiciones.

Todas las tripulaciones tuvieron que llevar a

cabo 66 prácticas de ataques de superficie y 66

ataques fingidos en inmersión antes de pasar

siquiera a la práctica de torpedos.

Entrenados hasta con vientos cuya fuerza

formaban olas de la altura de una casa. El resultado

de dicho entrenamiento fue una fuerza pequeña pero

formidable de combatientes de primera clase.

En la campaña que por casi toda la guerra

sostuvieron los alemanes contra las rutas

comerciales de navegación, con el fin de intentar

estrangular a la economía británica, privándola de

los productos necesarios para su población y de los

elementos de guerra que la ayudarían a proseguir la

lucha, provenientes de sus Dominios en el mundo y

de los países neutrales, Alemania usó barcos de

superficie, aviones y sobre todo, submarinos.

Dönitz había calculado que necesitaría una

fuerza de 300 submarinos para garantizar la victoria

en el Atlántico.

Pero sólo tenía a su disposición 57 naves

cuando finalmente se inició la guerra; de éstas,

apenas la mitad eran submarinos de alta mar

capaces de extender sus operaciones por el

Atlántico Norte.

Inicio de la Campaña.

Desde comienzos de 1940 parte de la presión de

los submarinos sobre las rutas marítimas de

abastecimiento de Gran Bretaña-ejercida tras la

osada incursión de Günther Prien a Scapa Flow en

octubre de 1939- se había levantado. Durante los

tres meses de aquella primavera ni siquiera hubo un

submarino alemán en las proximidades de Gran

Page 218: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

210

Bretaña, ya que se les había desviado para apoyar la

invasión de Noruega.

Acabada esa operación, Hitler había acordado

soltar los lobos grises de Dönitz en una nueva

campaña ―ilimitada‖ contra el movimiento de

barcos alrededor de las islas británicas. Hasta

entonces no habían podido hundir sin advertencia

previa ningún barco que no fuera británico; ahora

los únicos navíos que había que respetar de las

depredaciones de los submarinos eran los de

Estados Unidos y los así llamados neutrales amigos:

Italia, Rusia y Japón.

El O. K. W., que bajo el impulso de Hitler

preparaba la ofensiva en el Oeste, todavía

consideraba como secundarias las operaciones en la

mar; sin embargo, los submarinos y aviones

alemanes se empleaban activamente contra los

barcos mercantes. Los medios eran todavía débiles,

pero en los dos bandos se esforzaban por

perfeccionar el material y los métodos.

Hitler se fué convenciendo,-que dado que los

bombardeos sobre Inglaterra, arrojaban resultados

decepcionantes-, lo verdaderamente eficaz era la

guerra comercial, ordenando

que la aviación se concentrase

en el ataque a los puertos y se

intensificase la acción

submarina.

Pero aunque el trabajo en

los navíos de superficie se

suspendió en 1940 para que

los constructores pudieran

concentrarse en la fabricación

de submarinos, existía un

límite para producirlos y

dotarlos de hombres.

Febrilmente, los alemanes

construían más submarinos

oceánicos; un tipo de 500

toneladas, con radio de acción

de 11.000 millas a 10 nudos de

velocidad y otro, de 800

toneladas, 15.000 millas de

autonomía y gran velocidad en

superficie: 21 nudos. Empezaron también la

construcción de submarinos –crucero de 1.500

toneladas, y de un tonelaje algo superior,

submarinos de abastecimiento.

Por su parte, los ingleses aceleraron la

construcción de fragatas, corbetas y unidades de

escolta para los convoyes y recibiendo de los

EE.UU, 50 destructores como pago por la cesión de

bases navales inglesas próximas a las costas

americanas, situadas en Terranova, Bermudas,

Bahamas, Jamaica, Antigua, Santa Lucía, Trinidad,

etc.

Para mayor claridad de exposición, hemos

estudiado separadamente la acción de los

acorazados y cruceros alemanes contra la

navegación comercial.

Sin embargo, forman también parte de la lucha

emprendida por los aviones y por los submarinos

contra las comunicaciones aliadas, lucha que ha

recibido el nombre de ―batalla del Atlántico‖.

Page 219: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

211

PRIMERA FASE

urante la Primera Guerra Mundial,

Alemania poseía una poderosa flota,

careciendo, estratégicamente, de una buena

posición, pero en este conflicto, su flota era bastante

menos potente que en la ocasión anterior, más, sin

embargo, iba a obtener bases estratégicas de

importancia, desde Tromso en Noruega hasta San

Juan de Luz, en la frontera de Francia con España.

Tras la toma de Francia en mayo de 1940,

Dönitz instaló sus submarinos en puertos a lo largo

del golfo de Vizcaya: Brest, La Pallice, Saint-

Nazaire, Burdeos y Lorient. Eso representó una

importante transformación estratégica de la guerra

de submarinos: En vez de perder tiempo y

combustible en el largo viaje desde las bases en la

costa báltica de Alemania, ir por el mar del Norte y

alrededor de la costa de Escocia, las naves ahora

podían iniciar sus patrullas muchos cientos de

millas más cerca del área operativa: los accesos

occidentales, donde las rutas atlánticas de convoyes

convergían hacia puertos británicos.

A partir de entonces no sólo podían llegar más

pronto a las áreas operativas y permanecer más

tiempo en ellas, sino que eran capaces de entrar en

el Atlántico hasta los 25°, mucho más allá del

alcance de los escoltas británicos de convoyes... un

factor poderoso durante ese período de tiempo, que

duró hasta la primavera de 1941 y al que llamaron

los submarinistas la Hora Feliz.

Durante el período que transcurrió entre la caída

de Francia y la invasión de la U.R.S.S., en junio de

1941, los submarinos alemanes fueron

poderosamente ayudados por las otras fuerzas, sobre

todo por la Aviación. Las pérdidas de la navegación

se reparten así: por submarinos, aproximadamente

el 50 por 100; por la Aviación, el 35 por 100; por

barcos de superficie, el 15 por 100.

Las misiones de las fuerzas alemanas se

repartían así: en el Canal de la Mancha y en el Mar

del Norte eran, sobre todo, los aviones y las lanchas

rápidas los que atacaban a la navegación; al oeste de

las Islas Británicas, submarinos y bombarderos

medios conjugaban sus esfuerzos; en alta mar, los

―U-Boote‖ y los bombarderos de gran radio de

acción; por último, como ya hemos visto, los

corsarios de superficie actuaban por todo el

Atlántico y por el Océano Indico.

Después, el papel de la ―Luftwaffe‖, ocupada en

los frentes terrestres o en el cielo de Alemania,

disminuiría considerablemente en la mar, y la

batalla del Atlántico se convertiría, ante todo, en

una lucha de los Aliados contra los submarinos.

El mes de junio de 1940 fue el inicio. En ese

mes, más los de julio y agosto, fueron hundidos por

los submarinos 152 barcos con un desplazamiento

total de 747.000 toneladas y se empezó a hablar de

los grandes ases submarinistas, y sin embargo, al

oeste de las costas inglesas no pasaban de seis

unidades submarinas las que simultáneamente

operaban allí.

Los británicos se enfrentaron a una prueba

terrible y amarga no sólo en lo tocante a su

capacidad material de sobrevivir, sino a sus más

profundos recursos de fortaleza. En momentos

andaban tan escasos de suministros para sustentar a

su isla nación, y de los barcos que transportaban

dichos suministros, que el resultado de la guerra

parecía depender únicamente de la voluntad

nacional.

No es que los Aliados olvidaran las sombrías

lecciones de la Primera Guerra Mundial. Sabían qué

debían hacer; sencillamente carecían de los medios

para llevarlo a cabo de forma eficaz. Gran Bretaña

adoptó el sistema de convoyes casi tan pronto como

empezó la Segunda Guerra Mundial, pero en los

primeros 18 meses de ésta, los convoyes tuvieron

una pobre protección. Había pocos barcos de escolta

disponibles, y prácticamente casi ninguno de ellos

disponía de suficiente capacidad de combustible

para acompañar a los convoyes salientes más allá de

la longitud 15° Oeste, apenas 200 millas fuera de la

costa de Irlanda.

Pasado ese punto los convoyes navegaban

virtualmente solos, mientras los escoltas esperaban

para recoger a los entrantes. Además, el

Almirantazgo carecía de informes adecuados del

D

Page 220: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

212

Servicio de Inteligencia sobre los movimientos de

los submarinos y de medios efectivos para

detectarlos y destruirlos. Para la detección de los

submarinos bajo el agua, los ingleses utilizaban el

Asdic.

Este era un instrumento secreto que rastreaba

submarinos, bautizado Asdic, acrónimo para

―Comité de Investigación para la Detección Anti-

Submarina‖, compuesto por un grupo científico

anglofrancés que había pasado 20 años

desarrollando el aparato.

El aparato consistía en una unidad electrónica

transmisora y receptora de sonidos, metido en una

cúpula de metal y sujeto al fondo del casco de un

barco patrulla. El transmisor enviaba impulsos de

alta frecuencia -pings audibles- que rebotaban

cuando golpeaban un objeto. Esos ecos, recogidos

por el receptor, eran monitorizados por un operador

que llevaba auriculares y vigilaba las fluctuaciones

de una línea trazada en una hoja de papel en

movimiento. EI tiempo transcurrido entre la

transmisión y la recepción indicaba la distancia del

objeto; el tono del sonido revelaba si se acercaba o

se alejaba.

Bajo las condiciones de la guerra naval, el Asdic

no tardó en mostrar serias limitaciones. Sólo

proporcionaba el rumbo de un submarino, no la

profundidad de inmersión. Los ecos que rebotaban

en las naves tenían un confuso parecido con los de

diversos objetos submarinos: rocas, barcos

hundidos, cardúmenes de peces y ballenas. Incluso

las diferencias en temperatura entre capas de agua

producían olas de ecos. Un marino necesitaba

semanas de experiencia de combate y un oído agudo

para usar con eficacia el equipo Asdic.

Aún con operadores veteranos de Asdic, a los

británicos todavía les resultó extremadamente difícil

la detección de los submarinos.

El alcance útil del Asdic era de apenas 1.500

metros, y el campo de su transmisión se parecía a un

estrecho cono horizontal. Sabiendo eso, los

Comandantes de submarinos -que podían oír los

impulsos de sonido bajo el agua- no tardaron en

aprender a esquivar la exploración de los Asdics al

poner rumbo en una dirección que debilitara los

pings de sonido.

Con posterioridad la Armada alemana desarrolló

una medida para contrarrestar el Asdic, llamada

―Pillenwerfer‖ (Lanzador de píldoras), que consistía

en perdigones químicos que se soltaban en el agua.

Emitían torrentes de burbujas que reflejaban el

sonido para engañar al operador del Asdic mientras

el submarino escapaba.

No obstante, los británicos abatieron unos

cuantos submarinos con el empleo del Asdic. Y en

e1 apogeo de la Batalla del Atlántico, muchos

submarinos se vieron impedidos de atacar un

convoy cuando su tripulación oía los pings que

indicaban que los cazadores enemigos avanzaban a

tientas hacia ellos.

El Asdic se acreditaría como una buena arma,

pero no decisiva; su principal inconveniente era la

pequeñez de su alcance. Para la Marina de Estados

Unidos el instrumento pasó a ser conocido como

Sonar, por navegación y determinación de

distancias mediante el sonido, siendo la palabra

―Sonar‖ el anagrama de la frase ―Sound Navigation

And Ranking‖.

La onda emitida se refleja sobre el cuerpo

submarino que capta, activando el receptor del

aparato, lo que permite así conocer en consecuencia

la demora y distancia a que se encuentra el objeto

localizado. El equipo va montado bajo la quilla de

los buques, contando a veces con instalación para

izarlo y arriarlo, similar al sistema de algunas

―espadillas‖. La diferencia esencial entre el ―Asdic‖

y el ―Sonar‖ es que aquel utiliza para su emisión las

propiedades piezoeléctricas del cuarzo, y en éste se

emplea un batería de tubos de níquel y una platina

de acero. También son distintos en su sistema

receptor; el ―Asdic‖ va marcando los ecos sobre un

papel que corre a velocidad uniforme, acusando la

distancia al objeto sumergido, en tanto que en el

―Sonar‖ esta distancia se mide sobre un círculo

graduado, en el cual se enciende una lámpara de

neón cada vez que hay un eco. Conocidas las

sucesivas posiciones del submarino, por marcación

y distancia, se pueden determinar en consecuencia

Page 221: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

213

su rumbo y velocidad, dirigiéndose el buque

detector hacia la posición futura del sumergible para

realizar, bien aisladamente o en combinación con

otro, el ataque con cargas de profundidad.

Los aparatos detectores, tanto en su sensibilidad,

alcance eficaz y claridad de los sistemas indicadores

de eco, se fueron perfeccionando sucesivamente

durante la guerra. En circunstancias normales,

distancias del orden de 3.500 metros permiten

obtener ecos perfectamente definidos.

Los operadores es preciso que estén bien

entrenados para distinguir el eco procedente del

sumergible, del producido por accidentes del fondo

u otros objetos cualesquiera, contando para facilitar

su misión, con cartas submarinas de la zona donde

actúan.

El armamento de los barcos escolta consistía en

los medios corrientes: cañón y torpedo; y en otro

exclusivamente submarino: la carga de profundidad.

Las cargas eran recipientes metálicos que contenían

explosivos, un detonador y un dispositivo

hidrostático regulable que servía para hacerla

explotar a la profundidad determinada.

La forma de estas cargas, generalmente

cilíndricas, fué poco a poco modificada hacía una

silueta de ―gota‖, mucho más hidrodinámica y capaz

de descender con mayor velocidad en el agua para

explotar lo más cerca posible del submarino antes

de que éste pudiera alejarse.

Pesaban aproximadamente 200 kilogramos y

podían explotar a profundidades desde 15 a 150

metros. Se las lanzaba en rosarios que comprendían

un conjunto de cargas reguladas para explotar a

diferentes profundidades sucesivamente. Más

adelante se perfeccionaría el material para obtener

explosiones sincronizadas.

Las cargas podían ser lanzadas desde tolvas que

las hacía caer al agua en la estela de la nave

lanzadora o con lanzacargas, similares a catapultas o

cañoncitos, en cuya boca iba sujeta la bomba,

accionados por cartuchos explosivos o de aire

comprimido. Generalmente estaban dispuestos

lateralmente sobre el puente del barco y lanzaban la

carga a una docena de metros.

Para la detección de los submarinos, los escoltas

usaban el hidrófono, que permitía descubrir la

presencia en la cercanía de una fuente de sonido,

basándose en propagación de las ondas sonoras a

través de un líquido y también usaban el

radiogoniómetro, aparato electrónico capaz de

captar las ondas de radio y revelar la posición de su

fuente de origen.

La táctica de traílla.

El alto mando alemán tomaba grandes medidas

de seguridad. Dönitz tenía dos medios de mantener

en secreto los destinos de sus submarinos. Uno era

despachar una nave y luego radiarle órdenes en

clave; la otra era darle al comandante un sobre

sellado con instrucciones de que no debía abrirlo

hasta que hubiera navegado hasta los 20° Oeste de

Vizcaya.

Desde el momento en que el comandante recibía

sus órdenes, el submarino permanecía en

comunicación por radio con el cuartel general del

arma submarina, transmitiendo informes regulares

Page 222: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

214

de su situación y, siempre que era necesario,

recibiendo a su vez nuevas órdenes. Este incesante

flujo de información por radio explicaba la

velocidad mortífera con la que respondían cuando

se agrupaban para una caza.

Dönitz comenzó en septiembre de 1940 a

experimentar con una táctica que había desarrollado

como resultado de sus experiencias en la Primera

Guerra Mundial: el ataque en manada. Entonces, en

vez de enviar a los submarinos a acechar solos, los

mandó en grupos de cuatro o cinco... con

extraordinarios resultados. Fue denominada por los

alemanes ―Rudeltaktik‖, o sea, táctica de traílla.

El Almirante estimaba que el submarino debía,

como todas las armas, obedecer al principio de la

concentración. Seis submarinos atacando juntos

debían tener una eficacia mayor que seis

submarinos actuando sucesivamente. Por otra parte,

Dönitz pensaba que este principio era independiente

de la guerra comercial, y podía ser aplicado también

al ataque contra escuadras. Pero, de manera general,

para concentrarse en el ataque, los submarinos

debían disponer de una velocidad muy superior a la

del objetivo. La ―Rudeltaktik‖ sería, pues,

especialmente apta para el ataque a los barcos de

marcha lenta.

Los submarinos debían descubrir por sí mismos

los convoyes a atacar, con lo cual no podían

permanecer concentrados, y tenían que dispersarse

para la búsqueda. Los submarinos, en la

―Rudeltaktik‖, se disponían primero en barrera

sobre la derrota probable del convoy enemigo, para

aumentar así las probabilidades de encuentro. El

primero de ellos que avistaba al convoy, establecía

el contacto, manteniéndolo en el límite máximo de

la visibilidad, y comunicaba al Almirante Dönitz,

cuyo puesto de mando estaba en Francia,

primeramente en París y luego en Lorient, su

situación, rumbo y velocidad. Dönitz daba las

órdenes oportunas a todos los submarinos del grupo

para conducirlos al convoy.

Cuando algunos de los submarinos estaban ya en

su puesto, comenzaban los ataques de noche en

superficie, esforzándose cada submarino por

penetrar en el interior de la formación con objeto de

perturbar las reacciones enemigas. Los ―U-Boote‖

continuaban manteniendo el contacto durante el día,

conservándose en diferentes demoras, y de noche

volvían a renovar sus ataques, mientras la traílla

aumentaba con nuevos submarinos que acudían.

Cada uno atacaba separadamente.

No había mando táctico local; lo que ha podido

hacer creer a veces en una coordinación local, es

que para aprovechar circunstancias favorables,

varios submarinos atacaban simultáneamente desde

una misma demora, la que escogían sin ponerse de

acuerdo, únicamente porque era favorable, por

ejemplo, contra la luz de la luna. Dönitz estimaba

que, si bien la dirección estratégica de los

submarinos debía ser centralizada, en cambio, desde

el punto de vista táctico, era preciso dejar a los

comandantes de los submarinos libertad de

maniobra.

En marzo de 1941, había continuamente 12

submarinos operando en el océano, usando el

método de ataque en grupo –la táctica de Traílla-

popularmente llamada ―manada de lobos‖.

La ―Rudeltaktik‖ sólo presentaba ventajas. En

primer lugar, los ingleses sabían que un convoy ya

atacado vería renovarse y aumentar los asaltos.

Desde el momento que este convoy alcanzaba la

zona de protección aérea, se podía reforzar ésta con

la certeza de que sería remunerador el hacerlo así.

También se podía, aunque con mayor dificultad,

aumentar el número de los escoltas de superficie; a

la concentración en el ataque respondía la

concentración en la defensa. Por otra parte, el

submarino transmisor de señales de contacto podía

ser localizado a causa de sus emisiones, y los

métodos de marcación se habían perfeccionado

durante las hostilidades. El Mando alemán no

desconocía estos inconvenientes, pero pensaba que

las ventajas debidas a la concentración de los ―U-

Boote‖ eran superiores a los inconvenientes.

En efecto: la táctica de traílla les daría a los

alemanes unos excelentes resultados. Los caza-

submarinos no podían estar en todas partes a la vez.

La caza del submarino emisor de señales exigía una

Page 223: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

215

dispersión de los buques de escolta, tanto mayor

cuanto que un submarino que emitía desde la popa

del convoy era a menudo relevado por otro situado

por la proa o por el través. En mayo de 1941 los

ingleses pusieron en servicio una bomba iluminante

con paracaídas, de gran potencia lumínica, el

―Snowflake‖ (copo de nieve), que transformaba la

noche en día, pero que permitía también a los

submarinos asaltantes darse cuenta exacta de la

disposición del convoy y de los barcos de la escolta.

Los éxitos de la ―Rudeltaktik‖ confirmaban que

el submarino era un excelente torpedero nocturno

para el ataque de los barcos lentos. Su casco, muy a

ras del agua, se confundía con las ondulaciones de

la superficie; su torreta, de pequeñas dimensiones,

se veía a distancias mucho menores que los cascos

de los barcos mercantes o de los de escolta; su

velocidad superior en superficie le permitía escoger

la demora de ataque de tal forma de poder

aprovecharse de las desigualdades de la luz. La

visibilidad podía ser de varias millas en una demora

y de sólo algunos centenares de metros en otra.

La concentración dislocaba la defensa de los

barcos de escolta. El mejor antídoto era el avión,

que al obligar al submarino a sumergirse lejos de su

objetivo, reducía su velocidad, le impedía llegar al

contacto y hacía difíciles las concentraciones. Pero

fue necesario esperar largo tiempo antes de que se

reuniesen los medios que permitirían tapar el

―agujero del Atlántico‖

Los británicos habían empezado a instaurar una

serie de medidas que con el tiempo darían

resultados. Los escoltas de convoy se habían visto

reforzados con los 50 destructores viejos

americanos; con destructores liberados de otros

servicios, al igual que con corbetas, fragatas y

portaaviones escolta. Los barcos y las tripulaciones

se organizaron en grupos de escolta unificados y

fueron sometidos a un entrenamiento especial en

tácticas antisubmarinas.

Se establecieron dos bases navales en Islandia, lo

que permitió que las naves de escolta repostaran

allí, aumentando de esa manera su alcance. Los

aviones del Mando Costero de la RAF se colocaron

bajo el control operativo del Almirantazgo, lo que

hizo posible coordinar una ofensiva antisubmarina

de dos puntas, por mar y por aire. Y se dio prioridad

al desarrollo del radar.

Hasta cierto punto, los Aliados debían echarle la

culpa de sus problemas a su propio e imperfecto

sistema de seguridad. Durante gran parte de la

guerra de submarinos, Dönitz estuvo muy bien

informado sobre los movimientos de los convoyes

Aliados, en su mayor parte porque un Departamento

especial de la Armada alemana llamado ―B-Dienst‖

decodificaba las señales navales británicas. Pero

tenía otra fuente de información que representaba

un fallo de seguridad verdaderamente increíble por

parte de Estados Unidos.

Después de que comenzara la guerra en Europa,

las empresas americanas aseguradoras de barcos

continuaron con su práctica normal de compartir los

riesgos con aseguradoras europeas. Las compañías

norteamericanas enviaban libremente telegramas de

información sobre los cargamentos asegurados a sus

socios europeos -incluyendo material de guerra para

Gran Bretaña-, junto con los nombres de los barcos,

las fechas de partida y los destinos.

Y sucedió que un receptor de toda esa

información era una importante empresa

aseguradora suiza con sede en Zurich, que tenía

negocios conjuntos con una empresa de Munich. La

compañía suiza transmitía rutinariamente su

información naviera a su socio de Munich, donde

rápidamente quedaba a disposición de la

Inteligencia Naval germana. Eso significaba que el

Cuartel General de los submarinos conocía no sólo

el contenido de muchos de los cargamentos más

importantes de material con rumbo a los puertos

británicos, sino también cuándo y dónde yacer a la

espera en el Atlántico. De esa manera los

submarinos rara vez fallaron el objetivo en el verano

de 1940.

En 1941 el Departamento de Justicia de Estados

Unidos se enteró de la existencia de esa sociedad

aseguradora y tomó medidas para frenar el flujo de

información naviera. Pero la práctica continuó aún

después de que Estados Unidos entrara en la guerra,

Page 224: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

216

y no fué hasta comienzos de 1943 cuando a las

compañías de seguros se les requirió, bajo la Ley de

Espionaje, que mantuvieran la información de

barcos en secreto.

Durante ese tiempo, los submarinos salieron

prácticamente con mapas y horarios.

Como resultado de la conexión de Zurich,

incontables toneladas de barcos se fueron a pique

antes siquiera de haber dejado las aguas territoriales

americanas.

Page 225: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

217

EL RADAR

ara la búsqueda del submarino en superficie,

los cazadores no tenían todavía radares, y

además de los medios mencionados, se usaban

también instrumentos ópticos.

Los experimentos sobre radiolocalización

comenzaron durante la guerra pasada, obteniéndose

por medio de ondas hertzianas el ángulo formado

por la línea localizador-localizador con una

dirección determinada. Tras posteriores

perfecciones se logró crear aparatos

radiogoniometricos que utilizando ondas normales

permitían fijar la posición de un buque al ser

marcado por dos o tres estaciones, así como en caso

de guerra conocer su situación cuando aquél

utilizaba su T.S.H.

Estos estudios radioeléctricos continuados en la

posguerra, especialmente por ingleses y

norteamericanos, cristalizaron en la resolución del

problema de conocer la distancia localizado-

localizador, mediante la reflexión en aquél de las

ondas hertzianas lanzadas por un emisor,

apareciendo en Inglaterra hacia 1932 un aparato,

que al permitir conocer simultáneamente la

distancia a que se encuentra un objeto y el ángulo

antes dicho, daba en consecuencia la situación

exacta de éste. Tal aparato se denominó ―radar‖,

anagrama de las voces ―Radio-detecting-and-

ranging‖.

De esta manera, al estallar la guerra cualquier

avión quedaba detectado a distancias que oscilaban

entre 110 y 170 millas. En orden a la defensa

antiaérea, con estos aparatos se había conseguido no

sólo la localización de los aviones, sino el

conocimiento, mediante un sencillo cálculo, de su

cota de vuelo, dato éste, al igual que la distancia,

muy útil para el tiro artillero.

En cuanto a la aplicación del ―radar‖ para la

lucha antisubmarina aún no se había intentado al

estallar la guerra; pero pocos meses después, en

enero de 1940, ya fueron equipados aviones del

Comando Costero con detectores, dando comienzo

una serie de experiencias que alcanzaron éxito

completo hacía el mes de marzo en la localización

de buques y submarinos de noche o con niebla.

Entre tanto, para la lucha antiaérea se fueron

introduciendo perfecciones con objeto de conseguir

que el haz de ondas, una vez localizado un avión o

blanco, siguiese a éste automáticamente. También

los alemanes, al comenzar la guerra, iniciaron la

creciente aplicación de estos aparatos, al que

denominaron ―radiotelémetro‖, entablándose entre

los adversarios una lucha técnica que giraría

alrededor de utilizar una menor longitud de onda en

la emisión, lucha mantenida durante todo el

conflicto.

P

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218

Los aviones debían atacar a los submarinos en

inmersión, volando muy cerca de la superficie del

agua, y podían ser dañados por las explosiones;

además, como la carga de profundidad de los barcos

era demasiado pesada para la mayor parte de los

aparatos aéreos, fue reemplazada por otro tipo de

100 kilogramos que explotaba a ocho metros bajo el

agua.

Los aviones, luego el enemigo más temido de los

submarinos, todavía eran pocos en número, de corto

alcance y mal armados... y no podían proporcionar

cobertura de escolta por la noche.

Page 227: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

219

SEGUNDA FASE

esde el mes de abril de 1941 la Marina

norteamericana vigilaba las aguas del

Atlántico Occidental y patrullaba las rutas

comerciales. Tenía orden de no atacar a los

submarinos enemigos, pero daba con claridad sus

situaciones y estos informes eran aprovechados por

la Marina británica. En julio, el Ejército

norteamericano había ocupado Islandia y en

septiembre los barcos y aviones norteamericanos

recibieron orden de destruir a los corsarios de

superficie que amenazaban o atacaban a la

navegación comercial neutral y beligerante en la

zona comprendida entre América e Islandia.

La Marina norteamericana participó en las

escoltas de los convoyes rápidos en el Atlántico

Occidental. Consintió en unirse a estos convoyes,

no solamente a los de los neutrales, sino también a

los de los beligerantes en guerra contra Alemania.

Hubo incidentes con barcos de EE.UU, y Hitler dio

la orden de evitarlos, puesto que, además, los

alemanes tuvieron que enviar submarinos al

Mediterráneo en apoyo a la Flota italiana y al

―Africa Korps‖, en contra del pensamiento del Alto

Mando Naval. Pero también declaró a Raeder que

no impondría ninguna sanción al comandante de

submarino que torpedease por error a un barco

norteamericano. Los incidentes fueron frecuentes y

graves.

D

Page 228: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

220

Casi tan pronto como Estados Unidos entró en la

guerra en diciembre de 1941, Dönitz envió cinco

submarinos a aguas americanas en una operación

que bautizó ―Redoble de Tambor‖, provocando una

gran matanza. Desde finales de diciembre

comenzaron a salir unos 20 submarinos hacia los

nuevos terrenos de caza, en donde la navegación se

hacía por buques aislados.

La entrada en guerra de los Estados Unidos

ofrecía a los submarinos una zona de acción

especialmente favorable en las costas americanas.

El Almirante King, Jefe del Estado Mayor General,

había previsto que los alemanes actuarían en las

costas de los Estados Unidos desde el comienzo de

las hostilidades. Pero las múltiples obligaciones a

las que debía hacer frente no le permitieron reunir

los medios de defensa necesarios.

El 12 de enero se produjeron los primeros

torpedeamientos a lo largo de las costas de los

Estados Unidos, en donde la navegación continuaba

haciéndose por buques en solitario. Los ―U-Boote‖,

reposando de día en el fondo, operaban de noche en

los puntos focales, cerca de Hampton Roads y del

Cabo Hatteras, buscando obtener el máximo

rendimiento de su reserva de torpedos. También

utilizaban sus cañones cuando les faltaban torpedos,

y atacaban preferentemente a los petroleros. Desde

tierra era un espectáculo corriente ver explosiones,

barcos incendiados y hundimientos.

Los submarinistas se vieron ayudados por la falta

de apagones de tiempos de paz a lo largo de la costa

Este norteamericana: las ciudades centelleaban con

luz; los faros y las boyas de navegación aún estaban

iluminados; hasta los barcos llevaban luces

normales y usaban con libertad las radios, revelando

con frecuencia su posición, de forma que los

submarinos no tuvieron dificultad en dirigirse hacia

ellos. Para colmo:

- Los destructores patrullaban con toda

predecible regularidad.

- Los lanzamientos de las cargas de

profundidad, jamás eran sostenidas durante el

tiempo necesario, aún en bajos fondos.

- Los aviadores no tenían experiencia.

Por tanto, la costa americana fué considerada

como el Paraíso para los submarinistas, cebándose

ante presas tan fáciles y la falta de preparación para

esos menesteres de la Marina americana, ya que no

existía ningún sistema de convoyes, y las defensas

antisubmarinas seguían siendo primitivas e

ineficaces.

Los submarinos penetraron en aguas cercanas a

la costa, permaneciendo en el fondo durante el día

para emerger por la noche y recorrer con calma las

rutas interiores de barcos y torpedearlos en su

trayecto.

Los U-Boote de 500 toneladas, gracias a su radio

de acción, podían operar durante tres semanas en las

aguas americanas, y los de 700 toneladas, durante el

mismo periodo de tiempo en el Mar Caribe.

Encontraban allí objetivos valiosos, pues Inglaterra

sacaba sus reservas de petróleo de Venezuela y

México y de las refinerías de Aruba y Curazao.

Para los U-Boote, el factor que limitaba su

acción era el número de torpedos y también la fatiga

de las dotaciones; pero esta fatiga era menor en las

costas de los Estados Unidos y en el Mar Caribe que

en los agotadores ataques a los convoyes escoltados

del Atlántico del Norte.

Durante los diecinueve últimos días de enero los

U-Boote destruyeron 39 barcos, que desplazaban, en

conjunto, 250.000 toneladas.

Ante el peligro, el Almirantazgo británico puso a

disposición de los Estados Unidos 24 patrulleros

cazasubmarinos y les envió 10 corbetas en febrero.

Pero durante este mismo mes los grandes

submarinos hicieron su aparición en el Mar Caribe,

en unión de algunos italianos, para atacar en su

origen el tráfico de petróleo; fueron hundidos 23

petroleros en esta zona en el mes de febrero. La

reacción Aliada era todavía muy débil.

Durante los meses de enero y febrero, las

pérdidas de la navegación Aliada causadas por los

submarinos se elevaron a 144 barcos, con un total

de 800.000 toneladas. Es preciso añadir a éstas,

cerca de 200.000 toneladas de barcos hundidos por

la ―Luftwaffe‖ en las proximidades de las Islas

Británicas.

Page 229: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

221

En marzo, la ofensiva se debilitó en el Mar de las

Antillas, pero aumentó en la costa de los Estados

Unidos, y las pérdidas de abril alcanzaron 94

barcos, que representaban en total 500.000

toneladas, lo cual era una marca desde el comienzo

de las hostilidades. Según un cálculo conservador,

casi 200 barcos, con un total de 1.150.675

toneladas, habían sido destruidos para fines de abril

de 1942... con la pérdida de un único submarino en

el proceso.

En Washington era grande la inquietud. Los

norteamericanos se apercibieron de su pobre estado

de preparación, que era tan ineficaz contra la

amenaza submarina alemana como contra la

ofensiva japonesa en Extremo-Oriente.

A principios de 1942, los alemanes construyeron

suficiente número de submarinos para proceder a

fuertes concentraciones, al mismo tiempo que

extendían las zonas de operaciones.

Durante el año 1941 las dotaciones habían

adquirido experiencia; además, las nuevas unidades

sufrían un adiestramiento muy severo en el Báltico,

en donde toda la zona occidental de este mar estaba

reservada para los ejercicios. La instrucción se

efectuaba por grupos, siguiendo un programa

concreto. Durante los ejercicios se reproducían lo

más exactamente posible situaciones encontradas en

el frente.

Por ejemplo: convoyes fuertemente escoltados y

protegidos por destructores y aviones; salidas de

larga duración con inmersiones rápidas y profundas,

durante las cuales un oficial instructor, con

experiencia de guerra, alteraba el equilibrio del

submarino, ponía fuera de uso a una parte de los

aparatos y colocaba a la dotación ante situaciones

análogas a las que se producían después de un fuerte

ataque con cargas de profundidad. Estas maniobras

eran tan duras, que provocaban incluso pérdidas de

submarinos.

La situación era tanto más alarmante cuanto que

los nuevos submarinos alemanes entraban en

servicio en gran número, Según informes dados, la

―U-Bootwaffe‖ tenía a primeros de abril 285

submarinos, de los cuales 125 estaban en

operaciones y el resto en pruebas o adiestramiento.

Los 125 submarinos en servicio se repartían así:

Océano Ártico: 19 submarinos, de los que 14

estaban en la mar; Océano Atlántico: 81

submarinos; de los que 45 estaban en las costas

americanas o en el Atlántico Norte; dos en el

Atlántico Sur, 34 en las bases francesas;

Mediterráneo: 20 submarinos, de los cuales, 7 en la

mar; Alemania: 5 submarinos.

Por consiguiente, de 125 submarinos en

operaciones, había 68 en la mar simultáneamente, o

sea más del 50 por 100, lo que representa una

proporción muy alta y da una idea de la autonomía y

eficacia de la ―U-Bootwaffe‖. La ofensiva alemana

continuaría tomando a las costas americanas como

zona predilecta durante toda la primavera y una

parte del verano. Dönitz no esperaba tanto, y más

tarde diría que quedó sorprendido de que la reacción

de la Marina norteamericana tardase tanto tiempo en

hacerse eficaz en aquella zona. Desde enero hasta

julio, los Aliados perdieron, en el conjunto de todos

los mares, 500 barcos, desplazando, en conjunto,

2.500.000 toneladas, de los que 142 eran petroleros,

que representaban más de un millón de toneladas.

La ofensiva alemana en las costas de los Estados

Unidos tenía, por lo menos, la ventaja de dejar un

respiro a los convoyes de Halifax a Inglaterra,

contra los que no operaba más que un pequeño

número de submarinos mandados por los oficiales

de menor experiencia. En marzo, 19 convoyes,

totalizando 450 barcos, alcanzaron los puertos del

Reino Unido sin una sola pérdida. Hasta el verano la

ruta no se vería nuevamente amenazada.

A partir del mes de julio de 1942 pudo ser

generalizado el sistema de convoyes en las costas de

los Estados Unidos y en el Mar de las Antillas.

Entonces se hizo posible para un barco de carga,

marchando continuamente en convoy, el ir desde

Liverpool hasta el Golfo de México.

En agosto, los alemanes tenían en la mar 80

submarinos. Dönitz se dio cuenta rápidamente de

que la costa americana ya no era el paraíso de los U-

Boote; de nuevo los alemanes cambiaron la zona de

ataque y enviaron numerosos submarinos a la región

Page 230: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

222

de Freetown, en la costa de África, dejando al

mismo tiempo a un cierto número de ellos cerca de

Cuba, Haití y Trinidad. Los submarinos italianos

operaban más al Sur, en la costa del Brasil.

En estas zonas atacaron el tráfico que llevaba a

los Estados Unidos la bauxita de América del Sur, y

al material militar destinado al Próximo Oriente y

que pasaba por el Cabo de Buena Esperanza.

El almirante Dönitz encaró la nueva fase sin

vacilar. Su estrategia fué devastadora en su

sencillez: buscar los puntos blandos del enemigo,

golpear donde era más débil y estaba más

desprevenido, obligándolo a estirar sus defensas

más allá del punto de ruptura. Era evidente que las

rutas marítimas del Atlántico Norte resultaban las

áreas de mayor oportunidad debido al intenso

tráfico que tenían y a su relativa proximidad con las

bases de submarinos de Francia.

Sin embargo, al mantener esa nueva estrategia,

Dönitz extendió la guerra a otros mares. Los

submarinos entonces llevaron su azote al

Mediterráneo y al mar Negro, al océano Glacial

Ártico y al Caribe, al Atlántico Sur, al océano

Índico y a las aguas del Lejano Oriente.

A pesar de la mejora de los métodos y del

armamento, la situación seguía siendo inquietante.

Las escoltas escaseaban para hacer frente a una

amenaza que cambiaba rápidamente de zona. Los

alemanes preparaban submarinos mayores.

Al hacerse insostenible la vida para sus buques

de superficie abastecedores, construyeron petroleros

submarinos, las ―vacas lecheras‖, que les permitían

aumentar su radio de acción. Estaba lejos

de ser vencida la amenaza submarina, que el

enemigo desarrollaba con una tenacidad

extraordinaria.

Page 231: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

223

Vacas Lecheras”

En los primeros dos años y medio de la Segunda

Guerra Mundial los submarinos sólo podían llevar

suficiente combustible y provisiones para un viaje

de 7.000 millas; si cruzaban el Atlántico, apenas

llegaban al otro extremo cuando ya tenían que

regresar.

Pero la primavera de 1942, el Mando de

Submarinos puso en operación los primeros 10

nuevos e ingeniosos submarinos cisterna, diseñados

para reabastecer a los submarinos normales en el

mar, extendiendo drásticamente de esa manera su

campo de acción.

Designados Tipo XIV en el tablero de dibujo, las

menos estilizadas naves cisternas -unos dos metros

más anchas en el combés que sus más esbeltos

hermanos de combate- fueron apodadas ―vacas

lecheras‖ por los tripulantes alemanes. Una sola

―vaca lechera‖ con sus 1.700 toneladas de

desplazamiento podía transportar 700 toneladas de

combustible diesel y 45 toneladas de otros

suministros en su amplio casco, bastante para

mantener hasta cuatro meses a una manada de 10

lobos en el mar. Cuando una ―vaca lechera‖ se

agotaba, regresaba a casa para reabastecerse

mientras otra ocupaba su lugar.

Algunas manadas de lobos, las primeras en ser

alimentadas por las vacas lecheras, llevaron a cabo

un ataque exitoso contra los barcos Aliados en el

corazón del Caribe y del golfo de México la

primavera y el verano de 1942. Dönitz se mostró

exultante. ―Gracias a los submarinos cisterna,

pudimos explotar un vasto teatro de operaciones,

que se hallaba entre 3.000 y 4.000 millas de las

bases del golfo de Vizcaya‖.

Hostigados en su misma puerta, la Marina de

Estados Unidos declaró que la destrucción de las

naves cisterna era de máxima prioridad. En agosto

de 1942 un bombardero logró localizar y destruir

una vaca lechera con una carga de profundidad; sin

embargo, transcurrió casi un año antes de que

hundieran otra. Con el tiempo, los aviones y barcos

Aliados cazarían y hundirían a los 10 submarinos

cisterna construidos por el Mando alemán, pero

hasta entonces las ―vacas lecheras‖ mantuvieron a

sus manadas de lobos, con combustible, armados, y

peligrosamente efectivos.

Lucha Técnica.

La lucha iba acompañada de incesantes

progresos técnicos. El ataque y la defensa se

perfeccionaban. El Asdic no podía detectar a los

submarinos a distancias muy pequeñas; el haz del

aparato, muy estrecho cerca del barco de escolta, ya

no alcanzaba al submarino en inmersión. Cuando

apreciaban que estaban a poca distancia del

Page 232: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

224

objetivo, y antes de ser atacados con cargas de

profundidad, los submarinos cambiaban

violentamente de rumbo. El cazasubmarinos

continuaba el suyo y lanzaba entonces la serie de

cargas por la popa del submarino y sin precisión.

Era evidente que hacía falta llegar a un

lanzamiento por la proa.

Un perfeccionamiento del Asdic permitió

obtener no solamente la trayectoria y la distancia del

submarino, sino también su profundidad de

inmersión, lo que daba todos los datos de tiro, pero

a condición de lanzar antes de que el aparato

perdiese al objetivo. A partir del mes de enero de

1942, algunos barcos de escolta fueron equipados

con el ―Hedgehog‖, o erizo, montaje colocado en la

proa y que lanzaba una salva de 24 rockets, o

cohetes percutores, cargados cada uno con quince

kilos de explosivos. La salva cubría una zona

elipsoidal de unos 30 por 40 metros,

aproximadamente. Los cohetes sólo explotaban al

contacto, pero cada uno de ellos era mortal para el

submarino.

Un modelo más reducido, el ―Mouse trappins‖

(ratonera), fue instalado a bordo de los barcos de

escolta de pequeño tonelaje. Sin embargo, al no

estallar los cohetes más que por percusión con el

submarino, perdían algo de interés respecto a las

series de cargas lanzadas por la popa; al ser mucho

más potentes éstas que los cohetes, las cargas de

profundidad causaban averías a los submarinos

cuando estallaban a corta distancia de éstos.

Los erizos fueron perfeccionados mucho más

adelante, a finales de 1943, al ponerse en servicio el

―Squid‖, mortero colocado también en la proa y que

lanzaba una salva de tres grandes cargas de

profundidad con mucha cantidad de explosivos; el

lanzamiento se efectuaba con una gran precisión.

Conectado con el Asdic, el ―Squid‖ era apuntado

por aquél y su disparo hecho automáticamente, y la

regulación contínua de la profundidad de explosión

era producida por el indicador de inmersión del

Asdic. Un submarino que fuese bien detectado al

contacto con el Asdic, tenía pocas probabilidades de

escapar a la destrucción.

En octubre de 1942 el U-156 hunde al

―Laconia‖, barco de pasajeros, que llevaba 1.800

prisioneros italianos. Al emerger, iniciando una

operación de salvamento, el submarino fué atacado

por aviación, bombardeándolo. Desde ese momento

Dönitz prohíbe las operaciones de salvamento con

el siguiente comunicado:

―Todo intento de rescate de las tripulaciones de

los barcos hundidos cesará a partir de este instante;

esta prohibición se aplica por igual a la recogida de

hombres en el agua y a ponerlos a bordo de un bote

salvavidas, al enderezamiento de los botes volcados

y al abastecimiento de comida y agua. Esas

actividades son una contradicción del principal

objetivo de la guerra, a saber, la destrucción de los

barcos enemigos y de sus dotaciones‖.

Despiadada ya, sin dar ni pedir cuartel, la guerra

de los submarinos entró en un invierno que nadie

olvidaría. En los últimos tres meses de 1942, los

ventarrones del Atlántico Norte, siete de ellos de

fuerza 10, soplaron durante 63 de 92 días. Ese año,

los submarinos hundieron seis millones de toneladas

de barcos Aliados -más que en 1939, 1940 y 1941

juntos- y menos de la mitad fueron reemplazados

por la producción en marcha. En la salvaje batalla

del desgaste, las pérdidas de submarinos se

dispararon de 35 en 1941 a 87 en 1942.

Para entonces Dönitz recibía naves nuevas a un

ritmo de 17 al mes, y en diciembre de 1942 disponía

de 212 para las operaciones... más que en cualquier

momento anterior de la guerra. Las usó para

intensificar los ataques de sus ―manadas de lobos‖,

aprovechándose al máximo de las largas, oscuras y

tormentosas noches del Atlántico Norte.

“El cuervo y el topo”.

Dönitz había declarado: ―Un avión no puede

eliminar a un submarino, lo mismo que un cuervo

no puede combatir contra un topo.‖ El porvenir le

daría un sangriento mentís. La caza de submarinos

que practicaban los aviones del ―Coastal Command‖

(Comando Costero) sólo era eficaz de día, pero los

submarinos atravesaban el Golfo de Vizcaya en

Page 233: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

225

inmersión durante el día, y de noche en superficie,

cargando sus acumuladores al mismo tiempo que

navegaban. El radar, que permitía descubrir de

noche a los submarinos, no facilitaba un

lanzamiento preciso. El Comandante Leigh inventó

un proyector que lleva su nombre, con el cual

fueron equipados, a partir de junio de 1942 los

aviones ―Wellington‖, que los ingleses

especializaron en la caza; estos proyectores iban

colocados en la torreta inferior, y tenían una cierta

holgura de puntería. En combinación con los

radares, permitían alumbrar a los submarinos a una

distancia de una milla y atacarlos en condiciones tan

buenas como de día. Los ―Liberators‖ y los

―Sunderlands‖ fueron equipados también con

proyectores ―Leigh‖.

Desde su aparición, los submarinos tuvieron que

modificar su táctica. Prefirieron aceptar el riesgo de

los ataques de día en aquella zona infestada de

aviones, lo que les daba la probabilidad de ver a

tiempo al avión para sumergirse. Los alemanes

mejoraron también el armamento antiaéreo de los

submarinos con un notable incremento de

ametralladoras antiaéreas de 20 mm. y un cañón

antiaéreo de 37 mm, eliminando el cañón que

anteriormente portaban y organizaron patrullas de

aviones de caza de gran radio de acción.

A partir de junio de 1942, el ―Coastal

Command‖ jugaría un papel principal en la derrota

de los ―U-Boote‖. Hasta el mes de mayo de 1942, el

―Coastal Command‖ sólo había hundido nueve

submarinos, mientras que desde junio de 1942 hasta

el final de la guerra hundiría a más de doscientos.

La guerra de los radares continuaba también con

ventaja para los Aliados. En septiembre de 1942, los

alemanes lograron construir un detector de

emisiones de radar, el ―Matox‖, llamado también

―Cruz de Vizcaya‖ por su forma y porque había sido

ideado para conseguir cruzar el golfo de Vizcaya,

permitiendo a los ―U-Boote‖ descubrir la

aproximación de un cazador con tiempo suficiente

para escapar en inmersión, pero en noviembre, los

progresos de la técnica consintieron a los Aliados

pasar del radar de ondas métricas al radar de ondas

centimétricas, al que el aparato alemán no podía

detectar, y durante largo tiempo los alemanes se

adormecieron en una seguridad engañosa; por fin

comprendieron que su aparato había sido superado,

pero hasta la primavera de 1943 los submarinos

alemanes que atravesaban el Golfo de Vizcaya

fueron sorprendidos con frecuencia.

En octubre, el Almirantazgo decidió la

transformación de seis barcos de carga de grano, en

portaaviones, los llamados M.A.C. (Merchant

Aircraft Carrier); seis petroleros también fueron

reformados, instalándoles una cubierta de vuelo;

estas cubiertas eran reducidas, tenían

aproximadamente 130 metros de largo y 20 metros

de ancho, y sólo podían ser utilizados por los viejos

aviones biplanos ―Swordfish‖.

Los barcos continuaban siendo tripulados por

las dotaciones de la Marina mercante; únicamente el

personal de vuelo era militar. En total, en el

transcurso de la guerra fueron puestos en servicio 15

de estos barcos, y todos operaron en el Atlántico;

pero los primeros no estarían listos hasta el verano

de 1943.

A consecuencia del desembarco en África del

Norte, Dönitz había enviado a una gran parte de sus

submarinos contra las líneas de comunicación del

Cuerpo Expedicionario, en el Atlántico, al mismo

tiempo que los submarinos italianos y los ―U-

Boote‖ disponibles en el Mediterráneo se lanzaban

hacia las costas de Argelia y de Marruecos. Dönitz

conservaba todavía unos 70 submarinos para el

ataque de los convoyes de América del Norte a

Inglaterra, convoyes cuyas escoltas eran muy

reducidas a causa de las exigencias de la operación

―Torch‖.

Noviembre de 1942 fué el peor mes de toda la

guerra para la navegación Aliada. Fueron hundidos

134 barcos con 800.000 toneladas, de los cuales,

117 con 700.000 lo fueron por submarinos, con sólo

la pérdida de 15 de ellos. Las elevadas pérdidas eran

debidas, principalmente al aumento del número de

submarinos; sin embargo, su rendimiento unitario

no había aumentado, sino que, por el contrario era 4

ó 5 veces menor que en 1940.

Page 234: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

226

TERCERA FASE

n la Conferencia de Casablanca, celebrada

en enero de 1943 por los jefes Aliados, se

había decidido que en el orden de preferencia de los

objetivos a alcanzar, la victoria sobre los

submarinos pasaba a ser de urgencia primaria.

Roosevelt, Churchill y los jefes de Estado Mayor

pensaban que todas las demás empresas debían ser

supeditadas a esta victoria. Decidieron el empleo

intenso de aviones de gran radio de acción y de

portaaviones en el ataque aéreo de las bases

alemanas de submarinos, el refuerzo de los campos

de minas ante dichas bases, el aumento del número

de los grupos de apoyo y el desarrollo de la

investigación científica orientada hacia su

destrucción. Una de estas medidas fue

decepcionante: aunque durante la guerra el

bombardeo de los astilleros de construcción de los

U-Boote dió buenos resultados, el ataque aéreo de

las grandes bases de submarinos en Francia fue

ineficaz.

Los alemanes habían construido refugios que

protegían no solamente a los submarinos, sino

también a los talleres de reparación. Estos ataques

fueron efectuados principalmente bajo la presión del

Almirantazgo y en contra de los consejos del

Mariscal del Aire, Harris, jefe del bombardeo

estratégico británico, que juzgó con mucha

severidad aquel derroche de la Aviación.

La Conferencia de Casablanca condujo a una

redistribución de las fuerzas aéreas Aliadas. El

aumento de los medios y la mejora de los métodos

les permitieron finalmente tapar el ―agujero del

Atlántico‖ por medio de aviones de gran radio de

acción de la R.A.F., de la ―Royal Canadian Air

Force‖ y de la ―American Air Force‖ utilizando las

bases de Inglaterra, de Islandia, de Terranova y de

los Estados Unidos. La protección de los convoyes

en el ―agujero del Atlántico‖ sería completada con

portaaviones de escolta, que entraron en servicio en

el Atlántico Norte.

Pero, para entonces, los británicos habían

conseguido descifrar el código por el cual Dönitz y

sus hombres en los submarinos se comunicaban; en

poco tiempo, la libre transmisión de mensajes de

radio, tan vital para la coordinación de los ataques

en grupo, iba a representar su destrucción. Y

además, toda la potencia del poder americano

empezaba a sentirse. Finalmente, la pericia británica

y americana se habían combinado para producir

algunos artilugios extraordinarios que harían que

fuera posible cazar y destruir a los alemanes en los

rincones más alejados del mar.

En la guerra tecnológica, los Aliados estaban

empezando a llevar una considerable ventaja; las

construcciones navales, tanto mercantes como de

barcos de escolta, se disparaban a un ritmo frenético

por parte de los astilleros americanos y los aviones,

dotados de radar, se convirtieron en el principal y

letal enemigo de los submarinos.

En conjunto, el aumento de mano de obra y de

material, la tecnología avanzada y, por encima de

todo, el heroico trabajo en equipo de las fuerzas

antisubmarinas Aliadas iba a cambiar el rumbo de la

guerra.

Quizá el mayor golpe de todos en la nueva

contraofensiva Aliada, sin el cual los hombres, las

armas, los aviones, los barcos y los aparatos no

podrían haber sido tan efectivos, fue descifrar el

código; fue un triunfo de primera magnitud del

Servicio de Inteligencia. Ese triunfo colgaba de una

caja de madera no más grande que una maleta... una

caja misteriosa con una historia complicada y

diversa.

E

Page 235: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

227

ENIGMA

fectivamente, fueron varios factores los que

finalmente ayudaron a cambiar las tornas

frente a la amenaza de los submarinos alemanes;

pero hubo otra arma, cuyos secretos no han sido

revelados hasta bastante después de finalizado el

conflicto, que en último análisis tuvo un papel

decisivo. Fue el ―Ultra‖, el nombre dado al sistema

mediante el cuál los Aliados consiguieron a lo largo

de la mayor parte de la guerra descifrar los códigos

militares alemanes.

A partir de una patente holandesa, el Servicio de

Información alemán creó la máquina de

codificación más avanzada hasta la llegada del

computador, capaz de establecer una gran variedad

de ajustes (dos veces diez, hasta la potencia ciento

cuarenta y cinco), cada uno de los cuales podía

contener una clave diferente.

Ya por el año 1926 los ingenieros alemanes

habían inventado una máquina eléctrica para

codificar mensajes. El artilugio, sencillo de operar

pero complejo en su rendimiento, a todos los efectos

era una máquina de escribir equipada con un juego

de tres ruedas internas que rotaban cuando se las

activaba con impulsos eléctricos transmitidos por

las teclas de escribir. Cada rueda tenía 26 puntos de

contacto diferentes, uno para cada letra del alfabeto,

pero distribuidos en una secuencia desordenada.

Dependiendo de cómo se colocaran las ruedas, el

golpe de una letra marcada haría que la primera

rueda se ocupara con otra letra especificada; a su

vez, esa rueda activaría las otras dos ruedas, que al

final iluminarían otra letra sobre un tablero delante

de los ojos del operador. Mientras éste tecleaba el

mensaje, iba registrando las letras que aparecían en

el tablero; éstas constituían el código, que luego se

podían enviar en morse a un receptor en algún punto

distante. Allí, alguien con una máquina equivalente

y un libro de códigos sobre las posiciones de las

ruedas realizaría el proceso a la inversa para

descifrar el mensaje. Por buenos y suficientes

motivos, los alemanes llamaban a ese dispositivo,

―Enigma‖.

Las tres ruedas secuenciales de ―Enigma‖, cada

una de las cuales tenía su propio juego desordenado

de letras, eran intercambiables. Como cada rueda

disponía de 403 x 1024 conexiones diferentes, y

como existían seis posibles combinaciones de

secuencia de las tres ruedas, las diversas

distribuciones hacían que fuera posible un número

abrumador de posiciones para la máquina. A medida

que ―Enigma‖ evolucionó en la década de 1930, la

máquina dispuso de ruedas suplementarias; con

cinco de éstas, el número de distribuciones posibles

para la rueda saltó de seis a 336, y el número de

posiciones se incrementó en consecuencia.

Otro refinamiento tuvo lugar más adelante (no se

sabe cuándo con exactitud) con la introducción de

clavijas similares al cuadro de la centralita de un

operador de teléfono; al aumentar el número de

circuitos eléctricos, estos aparatos incrementaron

aún más el número posible de posiciones. (La

característica de las clavijas proporcionó una

E

Page 236: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

228

medida adicional de seguridad, ya que era

independiente de la operación mecánica del resto de

la máquina.) En su forma final, que alcanzó durante

la guerra, la máquina Enigma tenía un total de tres

ruedas, cinco suplementarias y 10 clavijas

diferentes, y un número astronómico de

combinaciones.

Pronto se hizo evidente para los miembros del

Servicio de Inteligencia Naval británico que el

único modo de resolver el misterio de ―Hidra‖,

nombre dado por los alemanes al código, era

adquirir una máquina ―Enigma‖ nueva, completa,

con las posiciones actuales y todos los libros

secretos del código ―Hidra‖ y otros documentos

relevantes. Los capitanes de los buques de guerra de

la Royal Navy recibieron órdenes de aprovechar

cualquier oportunidad para capturar navíos

germanos con su equipo de radio señales intactos.

Suerte e Inteligencia

Una ballenera está siendo arriada del destructor

británico ―Bulldog‖ para llevar a un grupo de

abordaje al mutilado U-110 el 9 de mayo de 1941,

en las afueras de la costa de Groenlandia. El

comandante del submarino no logró destruir su

máquina ―Enigma‖ y sus libros de códigos.

Capturados por los británicos, éstos contribuyeron a

uno de los más importantes éxitos del Servicio de

Inteligencia en la Segunda Guerra Mundial.

Los británicos llevaban en posesión de la

máquina nueve meses cuando de pronto pareció que

ya no funcionaba más; las transmisiones empezaron

a ser el mismo galimatías de antes. Resultó que el

motivo se debió a que el 1 de febrero de 1942 la

Armada alemana adquirió un nuevo modelo de

máquina ―Enigma‖, y en el proceso, Dönitz

sustituyó el código ―Hidra‖ por uno nuevo llamado

―Tritón‖.

Se trabajó casi un año antes de poder descifrar el

código ―Tritón‖ -nunca se ha revelado con exactitud

cómo se consiguió-, y en ese fatal intervalo las

pérdidas de barcos Aliados se dispararon de manera

catastrófica.

Durante el primer cuarto de 1942, antes de que el

cambio de código fuera completo, las pérdidas

Aliadas llegaron a las 800.000 toneladas. En el

cuarto siguiente, éstas casi se duplicaron,

alcanzando las 1.400.000 toneladas. Y no dejaron de

subir el resto del año.

A fines de 1942, cuando de nuevo fueron

capaces de seguir las conversaciones de los

submarinos, los Aliados tenían la fuerza agrupada -

más hombres y más y mejor material- para atacar a

los submarinos alemanes. Aproximadamente por esa

época el Mando Costero británico empezó a recibir

―Liberators‖ hechos en América que habían sido

modificados para volar a distancias de hasta 800

millas -lo que les permitía penetrar hasta el centro

de la franja del Atlántico, donde con anterioridad

los submarinos habían prosperado con impunidad de

los ataques aéreos- e iban equipados con nuevos

radares de 10 centímetros con un haz capaz de

detectar objetos pequeños en la superficie del

océano. Además, la Marina de los Estados Unidos

por ese entonces disponía de su propia Sala de

Seguimiento de Submarinos, informada por el

sistema de desciframiento ―Ultra‖.

Pero aún había problemas esporádicos que se

tenían que solucionar. En marzo de 1943, los

submarinos cambiaron a un modelo de máquina

todavía más nueva, la ―Enigma M4‖, con cuatro

rotores en vez de tres. Durante unos pocos y

cruciales días, mientras los convoyes caían en la

trampa de la ―manada de lobos‖, la visión de los

Aliados se nubló por las complicaciones de

decodificación resultantes del cambio. Pero gracias

a un inteligente trabajo de criptoanálisis, se

descifraron los nuevos códigos M4 en menos de

quince días. Los resultados fueron casi inmediatos.

Los submarinos prácticamente no consiguieron nada

en abril y mayo; con los analistas de nuevo en el

rastro, llegaría a ser conocido para los alemanes

como ―el mes de los submarinos perdidos‖.

Pasando a ciegas de efectos conocidos a causas

desconocidas, Dönitz y sus expertos especularon sin

éxito sobre cuáles podían ser esos aparatos de

detección de los Aliados. ¿Acaso el enemigo

Page 237: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

229

recogía alguna especie de rayo emitido por el

submarino: infrarrojo, de calor, electrónico de

diversos tipos?

Hasta las sugerencias más extravagantes se

tomaron en consideración.

Al final, el Cuartel General de los submarinos

atribuyó las pérdidas al radar... y quedó tan

convencido de que había arribado a la respuesta

correcta que descartó todas las otras posibilidades.

Cuando llegó a mencionarse la sospecha de que

los Aliados podrían estar leyendo el tráfico de radio

de sus naves -como inevitablemente sucedía-, los

expertos de Dönitz desdeñaron la idea.

Por ello, el código ―Tritón‖ de los submarinos no

se modificó; los británicos y los americanos

prosiguieron leyendo las transmisiones alemanas, y

se hundieron más submarinos.

Finalmente, el 24 de mayo de 1943, tras perder 8

naves de 33 enviadas contra dos convoyes, sin que

se disparara ni un solo torpedo, Dönitz transmitió un

mensaje trascendental a todos los submarinos:

debían retirarse de las rutas de convoyes del

Atlántico Norte hacia unas posiciones más seguras

al Sur.

Ese súbito movimiento pretendía ser una retirada

táctica para dar tiempo a que se encontraran armas

nuevas y defensas mejores. De hecho, significó que

después de 45 meses de estar por delante en la

guerra de los submarinos, Alemania perdía su poder

en el mar.

Los “Liberty”

Una de las razones por las que los A2liados

consiguieron ganar la Batalla del Atlántico fue que

los Estados Unidos podían construir barcos más

rápido de lo que los alemanes podían hundirlos.

En 1939-1940 sólo se construyeron en los

Estados Unidos 102 barcos de alta mar. Pero en

septiembre de 1941, la nación se lanzó a un

programa de choque, y reunió todas sus habilidades

industriales para producir un formidable barco

llamado ―Liberty‖. En todos los astilleros del país,

1,5 millones de trabajadores aprendieron a remachar

y soldar componentes prefabricados. El barco de

135 metros que construían -trabajando sin

interrupción y al coste sorprendentemente bajo de

dos millones de dólares por casco- podía recorrer

17.000 millas a una velocidad de 11 nudos,

utilizando motores de vapor de un modelo antiguo.

No era hermoso ni rápido, pero sus líneas rectas y

planas lo hacían sencillo y fácil de construir, y podía

llevar 10.800 toneladas de la tan necesitada carga.

Esos cargueros toscos de 7.200 toneladas -por lo

demás conocidos como barcos ―Liberty‖-

demostraron ser la respuesta a los submarinos de

Alemania. Producidos en masa en astilleros

americanos, a mayor velocidad que lo que podían

hundirlos los submarinos, transportaron más de 100

millones de toneladas de material de guerra a los

Aliados.

Page 238: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

230

El primer barco ―Liberty‖ construido en Estados

Unidos, basado en un prototipo británico de manga

ancha de 1939 y bautizado ―Patrick Henry‖, bajó

por las rampas del astillero de Baltimore en

septiembre de 1941.

A finales de 1942 se habían completado 646

cargueros, 597 de ellos ―Liberty‖, y las botaduras

superaron por primera vez los hundimientos en el

Atlántico. Por cada barco hundido, 4 fabricados; en

1943 eran botados 140 ―Libertys‖ cada mes.

La media de montaje de los navíos, compuesto

cada uno de 30.000 piezas, quedó reducida de 244

días en 1941 a unos increíbles 42 días en 1944. En

un momento dado se botaron cuatro barcos diarios

en todo el país. En total se construyeron 2.710

barcos ―Liberty‖.

El genio detrás de este milagro de fabricación

fué Henry J. Kaiser, un contratista californiano de

61 años, que había completado las gigantescas

presas de Boulder. Bonneville y Grand Coulee antes

del plazo prefijado, quien alcanzó el potencial

completo del simple y tosco diseño al aplicar a la

antigua industria naviera las técnicas de la línea de

montaje de los automóviles. Al principio sabía tan

poco de barcos que aludía a la proa y a la popa

como partes frontal y trasera.

Pero sí comprendía las técnicas de diseñar

máquinas con piezas por completo intercambiables,

de prefabricar y almacenar esas piezas, y de unirlas

sin desperdiciar esfuerzos.

Y no perdió tiempo en garantizarse un contrato

del gobierno para producir barcos ―Liberty‖. Al

poco tiempo los astilleros de Estados Unidos

producían barcos ―Liberty‖ como si fueran

automóviles de Detroit.

El secreto de la construcción rápida de un buque,

se dió cuenta Kaiser, era construir lo máximo

posible en tierra. Los componentes eran

ensamblados por todo el país.

Los camiones lo, trasladaban luego a los

astilleros, donde eran almacenados en un ―sistema

de archivo‖ a lo largo del lugar donde se construían

los cascos. Cuando un casco estaba listo, las grúas

alzaban mamparos, depósitos de combustible,

cubiertas y superestructuras y los colocaban en su

lugar.

Una vez botados los cascos, los remolcadores los

conducían a las áreas de acabado, donde se

instalaban los motores y todo el equipo que un

barco necesitaría en el mar. En la cúspide del

esfuerzo de guerra, los trabajadores construían un

barco en 80 horas y 30 minutos.

Page 239: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

231

CUARTA FASE

ayo de 1943 se considera como una fecha

crucial en la Batalla del Atlántico, a partir

de la cuál el arma submarina alemana no puso ya en

peligro la victoria Aliada.

Sin embargo, Dönitz no se desanimaba. Los

alemanes fundaban esperanzas grandes en una

nueva arma que acababan de perfeccionar: era el

famoso torpedo acústico. Lanzado en la dirección

del objetivo, se dirigía por sí mismo sobre él cuando

estaba próximo, atraído por el ruido de las hélices.

Así, pues, el ingenio corregía automáticamente los

errores de lanzamiento y paliaba las evasiones del

objetivo. Cada ―U-Boot‖ poseía tres o cuatro de

estos torpedos, que estaban destinados a los buques

de escolta; los torpedos ordinarios estaban, en

principio, reservados a los mercantes, los acústicos

se revelaron eficaces, pero no decisivos.

Los Aliados encontraron el antídoto: un aparato

productor de ruidos, remolcado, llamado ―Foxer‖,

hacia el cuál se dirigía el torpedo, no alcanzando al

barco remolcador. La lucha de astucia técnica se

renovaba sin descanso, pero los golpes recibidos por

los alemanes eran más graves que los que ellos

asestaban.

Durante los terribles meses de muerte que le

quedaban a los submarinos, sus operaciones se

sustentaron por la devoción de sus capitanes y el

extraordinario espíritu de sus tripulaciones.

También por el hecho de que por entonces muchos

de sus hombres tenían muy poco por lo que vivir.

Esa fé ayudó mucho a mantener la moral. Pero

no pudo repeler las fuerzas combinadas que

asolaron a los submarinos tras su retirada de las

rutas de convoyes del Atlántico Norte. Los Aliados

habían dividido sus escenarios de responsabilidad, y

durante el verano de 1943 el grueso de la campaña

contra los submarinos en todo el Atlántico Sur

recayó en los americanos

Expandidas, mejoradas y reorganizadas desde las

humillantes derrotas sufridas el año anterior en sus

propias aguas, las fuerzas antisubmarinos de la

recién formada Décima Flota de Estados Unidos se

M

Page 240: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

232

cobró un precio salvaje sobre las naves que entonces

intentaban reagruparse al oeste de las Azores.

Dönitz no había sabido prever el potencial de los

portaaviones como escoltas de convoyes.

Los portaaviones que iban como escoltas ya

llenaban la franja central del Atlántico que los

aviones con bases en tierra no habían podido cubrir.

Los ―Wildcats‖ y ―Avengers‖ transportados por

esos navíos, que seguían el rastro de los submarinos

gracias a la información que ―Ultra‖ suministraba a

la Sala de Seguimiento de Submarinos americana,

los atacaban con bombas, cargas de profundidad,

torpedos v fuego de cañón.

De los 489 submarinos hundidos en el mar desde

enero de 1943 en adelante, 93 fueron víctima de las

fuerzas de los Estados Unidos con la ayuda directa o

indirecta de ―Ultra‖. El ataque americano fue tan

feroz que a Dönitz le resultó prohibitivo formar

grupos de naves y a cambio se vio obligado a darles

asignaciones individualmente. La época de las

―manadas de lobos‖ se había terminado.

Aun así, quedaban dos puntos vitales donde las

fuerzas Aliadas podían encontrar submarinos en

masa. Uno estaba en las proximidades de los

submarinos cisterna, las ―vacas lecheras‖ alrededor

de las cuales las naves tenían que agruparse para

recibir el necesario combustible durante sus largas

patrullas en el Atlántico Sur.

En octubre de 1943 la Marina de Estados Unidos

había destrozado prácticamente toda la flota de

submarinos cisterna, con lo cual redujo de forma

drástica el área de operaciones de las naves de

ataque.

La otra zona crítica era el golfo de Vizcaya, que

todos los submarinos tenían que cruzar con el fin de

ganar acceso a sus bases francesas. En cuanto éstos

se retiraron del Atlántico Norte, grandes fuerzas

británicas antisubmarinas se precipitaron a

concentrar sus esfuerzos en las rutas de los

submarinos por el golfo. La destrucción allí alcanzó

su apogeo el 18 de julio de 1943. A comienzos de

agosto totalizaban 41.

Por ese entonces el Mando de Submarinos ya no

sabía qué hacer. ―La inmersión significa la muerte‖,

reprendió Dönitz a sus comandantes, razonando que

la velocidad de un avión de ataque garantizaba que

sería capaz de arrojar una o dos bombas sobre un

submarino en inmersión antes de que éste pudiera

alcanzar la suficiente profundidad de escape. Era

mejor quedarse en la superficie y luchar.

Los submarinos empezaron a cruzar el golfo en

grupos, con la esperanza de que la potencia de fuego

combinada de sus cañones antiaéreos fuera

suficiente para repeler los aviones.

Cuando esa táctica fracasó, se les dijo que

entraran sumergidos por las aguas interiores de la

costa de España.

Pero incluso para las naves que lograron

esquivar a los cazadores Aliados cerca de sus bases,

no hubo respiro.

Tan lejos como en la desembocadura del

Amazonas, un capitán, desde el U-4661 radió lo que

iba a convertirse en un lamento demasiado familiar:

―patrulla aérea, como en el golfo de Vizcaya. Radar

día y noche‖. En total, durante 1943 se hundieron

237 submarinos.

Page 241: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

233

EL “SCHNORCHEL”

os alemanes habían intentado todo para

disminuir la eficacia de los radares.

Fondeaban boyas que producían ecos análogos a los

de los cascos de los submarinos. Emplearon forros

para el revestimiento de las superestructuras, con el

fin de absorber las emisiones de los radares y

disminuir así en fuertes proporciones el peligro.

Pero estos no eran más que paliativos. No se había

encontrado la solución del submarino imperceptible

al radar. El mejor medio era el permanecer siempre

en inmersión. En inmersión se corría el peligro del

―Asdic‖, ó ―Sonar‖ de los barcos de superficie, pero

se eliminaba al del avión.

Los submarinos existentes hasta entonces,

obligados a salir a superficie frecuentemente para

recargar sus acumuladores o para navegar con los

Diesel, no eran, de hecho, otra cosa que barcos de

superficie que poseían la facultad de sumergirse, o

sea, simples sumergibles. Los alemanes buscaban la

solución de lo que ellos llamaban el ―submarino

puro‖.

A pesar de los desastres que le acaecieron a la

flota aquel año, Dönitz tenía esperanzas de resucitar

la potencia del submarino. Ya era evidente que el

único modo en que podría escapar de un ataque

aéreo era operar sumergido durante prolongados

períodos de tiempo.

Y en enero de 1944 los alemanes al fin

dispusieron de un medio para lograr ese propósito:

pusieron en operación lo que quizá fuera la más

importante de las muchas modificaciones de sus

submarinos: el schnorchel.

El aparato que permitió a los submarinos recibir

aire fresco mientras estaban bajo el agua no fue un

invento alemán, ni siquiera una idea nueva. Ya por

1897 un primitivo submarino americano, el

―Holland‖, tenía encendido su motor de combustión

interna bajo el agua, gracias a que recibía aire a

través de una manguera; sin embargo, la movilidad

de la nave quedaba seriamente limitada, ya que el

extremo abierto de la manguera se mantenía sobre la

superficie del agua por medio de un flotador.

En la década de 1930 la Armada alemana

experimentó con tubos de ventilación que se podían

cerrar cuando Ios hombres quisieran apagar Ios

motores diesel y sumergirse a mayor profundidad.

Cuando los alemanes conquistaron Holanda

descubrieron los schnorchel holandeses, y en 1943

—azuzados por la situación cada vez peor que

vivían en el mar— comenzaron a producir aparatos

similares. En aguas patrulladas por cazasubmarinos

Aliados, una nave equipada con un schnorchel tenía

una mejor posibilidad de supervivencia.

Un submarino podía navegar a una profundidad

de 60 metros durante el día para evitar ser

detectado. Cuando caía la noche, podía elevarse

justo por debajo del nivel de la superficie y extender

el schnorchel.-un modelo retráctil en los submarinos

estándar Tipo VII y un modelo telescópico en el

nuevo Tipo XXI.

Un tubo largo, como un gran periscopio, que

aspiraba aire de la superficie y así capacitaba a la

nave a funcionar con los motores diesel a

profundidad de periscopio, unos 13 metros bajo el

agua, y a recargar sus baterías mientras permanecía

sumergido.

Por el interior de este tubo pasaban dos tuberías,

destinadas una al aire fresco necesario para el

funcionamiento de los Diesel y para la vida a bordo,

y la otra a evacuar los gases de escape de los

motores y el aire viciado del interior. Los

submarinos provistos con este dispositivo podían,

pues, permanecer indefinidamente en inmersión y

escapar, en principio, a la detección por radar a

causa de las pequeñas dimensiones de la manguera.

Un submarino equipado con un schnorchel no

necesitaba nunca emerger a la superficie en el mar;

uno, en patrulla, permaneció sumergido durante 69

días. Así como pocos capitanes mantenían sus naves

tanto tiempo bajo el agua, todos los que tenían los

aprovecharon al máximo.

El schnorchel presentaba, sin embargo,

inconvenientes. Con buen tiempo era detectable por

los radares, a pesar de que la cabeza del schnorchel

estuviese revestida con un producto antirradar; con

la mar en calma producía una estela visible.

L

Page 242: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

234

Con mar gruesa, el mantenimiento de la cota de

inmersión de forma que permitiese utilizar el

schnorchel era difícil. Para evitar la entrada de agua,

el extremo superior de la manguera iba provisto de

una válvula automática que se cerraba cuando era

cubierta por la mar, o cuando la inmersión, mal

mantenida, aumentaba; el cierre brusco de la válvula

provocaba entonces en el interior del submarino

brutales diferencias de presión, extremadamente

penosas para la dotación. El humo que salía por la

tubería de escape producía a menudo una tenue

nube azulada, perceptible para observadores

advertidos.

Con mucho adiestramiento y habilidad, las

dotaciones conseguían, no obstante, reducir el

penacho de humo, mantener bien la profundidad de

inmersión y maniobrar los Diesel de manera que se

atenuasen el sobre-presión interno. Pero había un

inconveniente más grave. El schnorchel no permitía

a los submarinos rebasar bajo el agua la velocidad

práctica de seis nudos, a causa de las reducidas

dimensiones de la manguera. Aunque significaba un

progreso enorme en comparación con la navegación

por acumuladores, la flota submarina perdía así el

beneficio que le daban las grandes velocidades en

superficie.

Ya no era posible, si se navegaba con schnorchel

o con los acumuladores, en inmersión, desplazarse

rápidamente y proceder a las grandes operaciones

de concentración. El aparato no daba, pues, a los

―U-Boote‖, la libertad de maniobra que había

permitido los éxitos de la ―Rudeltaktik‖ y que el

progreso de la aviación Aliada y el radar les habían

hecho perder.

Además, el schnorchel sólo era utilizable a poca

profundidad de inmersión. Cuando el submarino se

sumergía profundamente, tenía que utilizar los

motores eléctricos y los acumuladores, con su

servidumbre de poco radio de acción. El schnorchel,

por lo visto, estaba muy lejos de proporcionar la

solución del submarino puro.

La producción de este aparato y su instalación en

naves existentes se convirtió en la máxima prioridad

de la Armada. Pero el proceso resultó muy lento, y

de los 61 submarinos reunidos en las bases de

Vizcaya a comienzos de junio de 1944, menos de la

mitad llevaban schnorchel. Por ese entonces los

Aliados estaban preparados para lanzar una enorme

invasión a la costa de Normandía. Y el 6 de junio,

en el día ―D‖, cuando éste tuvo lugar, ni un solo

submarino se acercó lo suficiente como para lanzar

un torpedo contra la flota de invasión.

Page 243: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

235

DEFENSA A ULTRANZA

a ofensiva submarina alemana contra las

fuerzas de desembarco Aliadas constituyó

un fracaso casi total en junio de 1944, y en el

transcurso de ese mes la guerra contra los barcos

mercantes dio pocos resultados; se perdieron 24 ―U-

Boote‖, y las pérdidas Aliadas en el conjunto de

todos los mares se elevaron a 11 barcos con un

desplazamiento total de 58.000 toneladas. En la

zona de invasión sólo fueron destruidos cinco

barcos mercantes.

En julio, los alemanes perdieron 16 submarinos;

los Aliados, 12 barcos mercantes con 63.000

toneladas. Algunos barcos fueron hundidos en el

Océano Indico. En el curso de los seis primeros

meses de 1944, desaparecieron 122 ―U-Boote‖.

Para ese entonces la potencia operativa de los

Aliados era abrumadora; a un gran convoy, se le

podía asignar hasta centenares de barcos de escolta

y, al acercarse a las costas inglesas, se les unían

otros tantos.

Por los océanos navegaban formaciones de

submarinos británicos, denominados ―Killer-

Groups‖ (Grupos Asesinos) y otros americanos,

llamados ―Hunter-Groups‖ (Grupos Cazadores), en

coordinación con aviones; de éstos, sólo el ―Coastal

Command‖ (Comando Costero), británico, tenía

1.500 aviones dedicados a la caza sistemática de los

submarinos alemanes.

La esperanza no había abandonado aún a Dönitz.

Tenía en reserva nuevas armas; torpedos especiales

que permitían lanzamientos a grandes distancias y

seguían rutas predeterminadas, calculadas para tener

el mayor número de probabilidades de alcanzar a un

barco, aún lanzándolos sólo en la dirección de un

convoy, y el desarrollo de un torpedo cohete, el

―Ursel‖, que era lanzado desde un profundidad de

50 metros.

Desde febrero de 1944, los alemanes habían

abandonado la colocación de quillas de submarinos

del tipo clásico y se limitaban, aparte de los

submarinos de bolsillo, a dos tipos de gran

velocidad en inmersión: el XXIII, de 300 toneladas,

y el XXI, de 1.600 toneladas, este último de gran

autonomía. Todos estos submarinos se construían

aplicando métodos de prefabricación y eran

montados en pocas semanas en los astilleros de

Hamburgo, el más importante, y en los de Bremen y

de Dantzig.

Los alemanes preveían la entrada en servicio de

350 submarinos tipo XXI y XXIII en 1945; pero, a

pesar de todas las medidas adoptadas para acelerar

la construcción, no lo lograron

Los duros ataques aéreos de los Aliados

devastaron las redes de comunicación y producción

de Alemania, cortando los canales por los que las

partes prefabricadas de los submarinos eran

transportadas, lo cuál retrasó su entrega al Arma

Submarina.

En agosto de 1944 la ―U-Bootwaffe‖ (Arma

Submarina) comenzó a evacuar las bases de Brest,

Lorient y Saint Nazaire, que estaban muy

amenazadas. Algunos submarinos se retiraron hacia

La Pallice y Burdeos, pero La Rochelle sería

ocupada por los Aliados el 13 de septiembre. La

masa de los U-Boote se fue a Noruega.

El abandono de la guerra por parte de Finlandia

trajo consigo el que en septiembre del mismo año

los alemanes tuviesen que renunciar al bloqueo de la

flota soviética en el puerto báltico de Kronstadt.

Numerosos submarinos de bolsillo tipo

―Seehund‖ entraron en servicio, tripulados

exclusivamente por voluntarios.

Estos ingenios se adaptaban bien para golpes de

mano excepcionales contra puertos, a condición de

ser remolcados hasta cerca de la entrada. Pero para

la mar eran demasiado pequeños y pocos marineros.

Sus resultados serían de poca consideración y

desproporcionados a las esperanzas puestas en ellos.

En la Navidad de 1944 los astilleros germanos

habían logrado producir 90 de los grandes y

estilizados Tipo XXI, y 31 de los más pequeños

Tipo XXIII, que sólo llevaban dos torpedos.

Luego la Armada se enfrentó a otro revés: era

difícil volver a entrenar a las tripulaciones para esos

submarinos especializados de alta velocidad en las

aguas atestadas de minas del Báltico.

L

Page 244: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

236

El primer submarino Tipo XXIII no salió a

operaciones de combate hasta el 29 de enero de

1945. No tardó en tener éxito en hundir un barco

mercante en las afueras de la costa nordeste de

Inglaterra, y durante febrero y marzo otros cinco

Tipo XXIII fueron responsables de la pérdida de

seis navíos enemigos, aportándole a Alemania su

primer rayo de esperanza en muchos meses.

Un tipo XXI era casi el doble de grande que el

viejo Tipo VIIC; con motor eléctrico,

completamente silencioso; tenía un casco

hidrodinámico, alojamientos amplios y un

congelador para almacenar comida. Los seis tubos

lanzatorpedos se podían recargar automáticamente

en apenas 12 minutos con el simple proceso de

apretar un botón (recargar los tubos en otras naves

requería de 10 a 20 minutos por cada tubo), y en 20

minutos se podían disparar hasta 18 torpedos desde

una profundidad de 50 m.

Los hidrófonos eran capaces de detectar un barco

a una distancia de 50 millas. Podía sumergirse hasta

los 200 m., unos 20 más que los viejos submarinos,

y alcanzaba una velocidad bajo el agua de 16 nudos

y medio, más del doble que sus predecesores.

Más interesantes eran los ―U-Boote‖ del tipo

llamado ―Walter‖, nombre de su inventor. Estaban

provistos de una turbina que utilizaba como

combustible el oxígeno obtenido por la

descomposición del peróxido de hidrógeno.

Con la turbina, los ―Walter‖ podían sostener,

durante algunas horas, una velocidad de 20 a 25

nudos; a 15 nudos podían recorrer aproximadamente

unas 200 millas.

La turbina, en general, se añadía a los motores

eléctricos y a los Diesel.

Proporcionaba a los submarinos una gran ventaja

para el ataque y para la evasión, y era muy valiosa

desde el punto de vista táctico. Pero el combustible

empleado producía emanaciones tóxicas y la turbina

no era económica a pequeñas velocidades y no

permitía una marcha silenciosa.

Para la autonomía era necesario volver a los

acumuladores y a los Diesel y schnorchels, con sus

ventajas e inconvenientes.

El submarino ―Walter‖ no permitía las

combinaciones estratégicas; tal como era, no pasaba

de ser un ingenio temible que, felizmente, quedó en

un buque de pruebas.

Los alemanes intentaron también obtener

motores Diesel a circuito cerrado para la navegación

en inmersión, solución que parece inferior a la de

los ―Walter‖.

En suma, si los alemanes se habían acercado al

submarino puro, en cambio, no habían encontrado

una solución perfecta antes de la terminación de las

hostilidades. El submarino puro debe poseer una

gran autonomía en inmersión y permitir al

Comandante ser dueño de su velocidad y de la

inmersión.

El Fin

Equipados con avanzados submarinos,

armamentos mejorados y variedad de nuevos

artilugios defensivos, los intrépidos lobos grises del

Servicio de Submarinos de Alemania se preparaban

para lanzar una nueva ofensiva contra los invasores

aliados la primavera de 1945... justo cuando el resto

del Tercer Reich se colapsó a su alrededor.

El 30 de abril de 1945, Adolf Hitler se suicidó,

habiendo nombrado como sucesor nada menos que

al Comandante del arma de submarinos y

Comandante en Jefe de la Armada, el Gran

Almirante Karl Dönitz.

Page 245: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

237

El 4 de mayo de 1945 el gran almirante Dönitz,

ordenó detener la guerra submarina, al tiempo que

acordaba con los ingleses una capitulación parcial

en la zona del Noroeste.

Dönitz envió una orden general a sus

Comandantes para cesar en toda operación de

guerra y regresar a sus bases. En el mar, los

submarinos recibieron orden de salir a superficie,

izar bandera negra de rendición, indicar claramente

su situación y dirigirse a los puertos Aliados

designados.

Cuarenta y cinco submarinos se hallaban en el

mar cuando el almirante Karl Dönitz transmite la

orden de cese el fuego.

Dos días más tarde el submarino U-2.336, del

tipo XXIII, torpedeó dos cargueros, los últimos

mercantes de una larga serie de 2.882, con un total

de 14.500.000 toneladas, que los alemanes enviaron

al fondo del mar durante la segunda Guerra

Mundial.

El 8 de mayo el Almirantazgo británico ordenó

que todos los submarinos alemanes que se

encontrasen aún en alta mar, emergiesen, diesen su

posición y se dirigieran a puertos ingleses. El 9 de

mayo de 1945, a las 23,36, el U 2.336 recibía un

lacónico comunicado: ―la guerra ha terminado‖.

A regañadientes, uno tras otro durante las

siguientes semanas, casi todas las naves acataron la

orden; 23 entraron en puertos británicos, tres en

Estados Unidos, cuatro en Canadá, dos en

Argentina; dos fueron echados a pique por sus

dotaciones en las afueras de Lisboa; uno encalló

cerca de Holanda, los diez restantes en Noruega o

en Kiel.

Los submarinos que esperaban en bases del norte

de Europa al finalizar la guerra-377 en total-

recibieron las órdenes de rendición por parte del

Almirantazgo británico.

Se les ordeno navegar en superficie a los

fondeaderos británicos designados. Las obedecieron

las tripulaciones de 156 naves. Los hombres fueron

internados, y luego casi todos sus submarinos

remolcados a 30 millas de Malin Head, República

de Irlanda, y hundidos.

Pero las dotaciones de otros 221 submarinos

decidieron de manera independiente desafiar el

ritual del enemigo, por su derrota, y ellos mismos

echaron sus naves a pique. Fueron capturados 824

submarinos de bolsillo: 200 ―Neger‖ de 5 toneladas;

200 ―Marder‖, también de 5 toneladas y 324

―Seehund‖ de 6,5 toneladas.

El precio de su lucha había sido terrible. De los

1.162 submarinos construidos entre 1939 y 1945,

784 se habían perdido, 632 hundidos en el mar. De

los 40.000 tripulantes que sirvieron en submarinos,

28.000 habían muerto y de los 12.000

sobrevivientes, 5.000 fueron capturados; más, sin

embargo, habían estado asombrosamente cerca de

derrotar a Gran Bretaña y alterar el resultado de la

guerra. Al final crearon una leyenda de potente

fuerza casi sin rival en la historia de la guerra en el

mar.

Finalmente, sólo queda comentarles que en toda

la guerra sólo consta la rendición de una unidad, el

U-570, y el juicio y fusilamiento de un Teniente de

Navío submarinista. La mínima excepción que

confirma plenamente la magnífica regla de conducta

del arma submarina alemana.

En las dos guerras los submarinos hundieron casi

8.000 barcos mercantes y buques de guerra, con una

pérdida de cientos de miles de vidas. Casi todas las

acciones individuales en esta lucha brutal fueron a

escala pequeña. No fue una gran batalla naval la que

decidió el destino de la Marina de guerra alemana,

sino la aplastante mayoría de las fuerzas marítimas

y aéreas Aliadas.

Desde hace ya mucho tiempo, los estrategas

navales han sostenido que la guerra de corso está

siempre condenada al fracaso, cualquiera que sea el

medio de combate empleado, y que el único método

para vencer en la mar es el de la destrucción de las

fuerzas organizadas del enemigo.

Esta teoría no es falsa, pero a veces es de difícil

aplicación. No ha sido por aberración intelectual

que los almirantes franceses de tiempos pretéritos,

el alemán Scheer en 1917 y después, sus

compatriotas Raeder y Dönitz en la última guerra,

se hayan convertido en los apóstoles del corso; todo

Page 246: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

238

lo contrario, ha sido porque tenían sentido de la

realidad.

Juzgaban, con toda justicia, que sus naciones, en

conflicto con poderosos ejércitos terrestres, no

querrían o no podrían construir fuerzas navales

suficientes para vencer, por el combate entre

Escuadras, a la Flota británica.

Al no disponer de fuerza, intentaron la astucia, y

el submarino dió a los alemanes un medio apto para

el corso, en medida infinitamente superior a los

corsarios del pasado.

El submarino fué vencido en la batalla del

Atlántico; no obstante, obligó a los Aliados a un

esfuerzo tal que, si se considera el conjunto del

conflicto, fue de un gran rendimiento para

Alemania.

Page 247: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

239

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

Tomo I

Batalla de Jutlandia (31 de mayo a 1 de junio de 1916)

―Agamenón‖………………………………………………………………………………………………………. 4

―Gloire‖.……………………………………………………………………………………………………........... 6

―Warrior‖.……………………………………………………………………………………………………..........7

―Dreadnought‖.…………………………………………………………………………………………………... 10

The ―Turtle‖.……………………………………………………………………………………………………... 14

El ―Hunley‖.…………………………………………………………………………………………………….... 15

El ―Íctineo II‖…………………………………………………………………………………………………….. 16

El ―Isaac Peral‖ – Minas…………………………………………………………………………………………. 17

Uno de los primeros portaaviones……………………………………………………………………………….. 19

Bases comerciales occidentales en el puerto de Cantón – También estaban situadas en el sistema fluvial chino……. 20

Derrota italiana en Adua (Etiopía)…………………………………………………………………………………….. 25

Presencia de los barcos de Su Majestad (Thalasocracia)…………………………………………….…………... 26

Indígenas bolivianos – Pozo de petrolífero en Maracaibo, Venezuela………………………………………….. 28

Un ―Quetzal‖ guatemalteco……………………………………………………………………………………… 29

Flota anglo-alemana en aguas venezolanas……………………………………………………………………… 32

Reunión de oficiales a bordo de unidad de la Marina japonesa…………………………………………………. 39

Marinos japoneses en la batalla naval de Tsushima…………………………………………………………… 42

Ballenero……………………………………………………………………………………………………......... 46

Buque rompehielos………………………………………………………………………………………………. 49

El multiétnico Imperio Austro-Húngaro…………………………………………………………………………. 54

Asesinato en Sarajevo……………………………………………………………………………………………. 56

Lo viejo y lo nuevo………………………………………………………………………………………………. 57

Toma del Palacio de Invierno……………………………………………………………………………………. 60

Lenin……………………………………………………………………………………………………………... 61

Lenin: el Soviet al Poder…………………………………………………………………………………………. 62

Tropas coloniales francesas……………………………………………………………………………………… 63

Nueva arma, los gases – Tanque inglés – Artillería pesada……………………………………………………. 64

Ametralladoras – Duelo aéreo…………………………………………………………………………………… 65

Guerra de trincheras……………………………………………………………………………………………… 66

Guerra de trincheras y lucha de posiciones……………………………………………………………………… 67

Avance de infantería italiana…………………………………………………………………………………….. 68

Batallón de Montaña alemán – Avance inglés…………………………………………………………………… 69

Avance estadounidense…………………………………………………………………………………………... 70

Firma de Aarmisticio…………………………………………………………………………………………… 71

Mussolini………………………………………………………………………………………………………… 74

―Desolación‖……………………………………………………………………………………………………... 75

El primer Acorazado……………………………………………………………………………………………... 76

El ―Goeben‖ y el ―Breslau‖.……………………………………………………………………………………... 78

La Escuadra de Von Spee………………………………………………………………………………………... 81

Buque insignia alemán…………………………………………………………………………………………… 82

Page 248: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

240

Los acorazados Lord Nelson y Canopus………………………………………………………………………… 83

Desembarco en los Dardanelos…………………………………………………………………………………... 85

Buques insignia en Jutlandia……………………………………………………………………………………... 87

El ―Emden‖……………………………………………………………………………………………………..... 89

El ―Seeadler‖……………………………………………………………………………………………………... 91

Camuflaje de barcos corsarios…………………………………………………………………………………… 95

Un barco ―Q‖ dispara a un desprevenido submarino…………………………………………………………….. 96

Iberoamericana…………………………………………………………………………………………………… 97

El ―U-35‖.……………………………………………………………………………………………………..... 100

El ―Lusitania‖.…………………………………………………………………………………………………... 102

Saludo al camarada que regresa………………………………………………………………………………... 105

Submarinos……………………………………………………………………………………………………... 106

Bombardeando a un submarino………………………………………………………………………………….107

Ataque al puerto de Pola………………………………………………………………………………………... 108

Acorazado alemán hundido por su tripulación…………………………………………………………………. 111

Tomo II

Dunkerque, una derrota que se convirtió en victoria (Portada)

Mussolini………………………………………………………………………………………………………... 115

Zapadores del ejército italiano…………………………………………………………………………………. 116

Visión parcial de una concentración fascista…………………………………………………………………... 119

Hitler vendiendo su ―Mein Campf‖ (Mi Lucha) – Hitler ensayando..………………………………………… 120

Visión parcial de una concentración nazista…………………………………………………………………… 121

Los primeros destrozos – Avión de la ―Legión Cóndor‖ ataca posición republicana………………………….. 125

Las Banderas del Eje flamean en Japón………………………………………………………………………... 126

El Führer entra en Viena………………………………………………………………………………………... 127

Alemanes arrancan poste de línea fronteriza - ―Pacto de Amistad y No agresión‖ – La celebración…………. 128

Cartel de reclutamiento de la Marina militar alemana…………………………………………………………. 129

Un nuevo inicio………………………………………………………………………………………………… 131

Destrucción en Pearl Harbor……………………………………………………………………………………. 133

―Los tres grandes‖………………………………………………………………………………………………. 134

Berlín es ocupado……………………………………………………………………………………………….. 135

Peñón de Gibraltar……………………………………………………………………………………………… 138

El Canal de Suez………………………………………………………………………………………………... 139

Crucero de batalla francés……………………………………………………………………………………… 140

Acorazado francés recibe impacto directo……………………………………………………………………... 142

Destructores italianos…………………………………………………………………………………………... 144

Ataque a Tarento……………………………………………………………………………………………….. 146

Acorazado italiano: fuego a discreción………………………………………………………………………… 147

―Maiale‖: torpedo italiano………………………………………………………………………………………. 149

Navegación en inmersión………………………………………………………………………………………. 150

Pegado al periscopio…………………………………………………………………………………………… 159

Lanzamiento de un mina desde la popa de un buque…………………………………………………………... 161

El U-47……………………………………………………………………………………………………......... 162

Page 249: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

241

El ―Royal Oak‖…………………………………………………………………………………………………. 164

El ―Graf Spee‖………………………………………………………………………………………………….. 165

El CN Langsdorff y su tripulación……………………………………………………………………………... 167

El ―Graf Spee‖ arde antes de hundirse...……………………………………………………………………….. 168

Masas de soldados formando filas para intentar embarcar..…………………………………………………… 170

Nave destruida – Marineros aferrándose a una escala – Idas y venidas de naves al rescate…………………… 171

El ―Atlantis‖, buque corsario‖…………………………………………………………………………………. 173

Acorazado ―Bismarck‖…………………………………………………………………………………………. 177

Crucero de batalla ―Hood‖……………………………………………………………………………………... 178

El ―Hood‖ explota – Aterradora explosión de su polvorín…………………………………………………….. 179

El acorazado alemán es avistado……………………………………………………………………………….. 181

Ataque de aviones torpederos………………………………………………………………………………….. 182

El ―Bismarck‖ en su batalla decisiva…………………………………………………………………………... 183

Marineros alemanes supervivientes……………………………………………………………………………. 184

Esquema de convoy…………………………………………………………………………………………….. 185

Buque C.A.M. británico………………………………………………………………………………………... 186

Corbeta clase ―Flower‖ – U-Boote, tipo IXB………………………………………………………………….. 187

Barco tocado; estela de torpedo y un cisterna torpedeado……………………………………………………... 188

Barcos en convoy y realizando brusco viraje ante ataque submarino………………………………………….. 189

Lanzando cargas de profundidad……………………………………………………………………………….. 191

En convoy por el Atlántico Norte………………………………………………………………………………. 192

En la torreta, navegando en superficie…………………………………………………………………………. 193

Vista de Río de Janeiro…………………………………………………………………………………………. 195

Transatlánticos usados para transporte de tropas – El ―Queen Mary‖ abarrotado de soldados………………... 196

Blocao y obstáculos en las playas……………………………………………………………………………… 197

Los ―Ingenios‖ del General Hobarts…………………………………………………………………………… 203

Penetrando hacia el interior de Francia………………………………………………………………………… 205

Destructores americanos en préstamo………………………………………………………………………….. 210

Lanzamiento por popa de cargas submarinas………………………………………………………………….. 213

Mar embravecido……………………………………………………………………………………………….. 216

Torre de radar inglesa – Radar portátil alemán…………………………………………………………………. 217

Atrapado bajo el haz de un foco y una lluvia de fuego………………………………………………………… 218

Las ―vacas lecheras‖ …………………………………………………………………………………………… 222

Encuentro en el Atlántico Sur………………………………………………………………………………….. 223

La computadora que descifraba a ―Enigma‖ …………………………………………………………………... 227

Barcos ―Liberty‖ preparados para zarpar………………………………………………………………………. 229

Un ―Liberty‖.…………………………………………………………………………………………………… 230

Sometido al bombardeo aéreo…………………………………………………………………………………. 231

Ataque aéreo a un submarino que repostaba de una ―vaca lechera‖………………………………………….... 232

Submarino con ―Snorkel‖………………………………………………………………………………………. 234

U-Boote, tipo XXI – ―Walter‖………………………………………………………………………………...... 236

Nuevamente, el ocaso del arma submarina alemana……………………………………………………………. 238

Un fumadero de opio y soldados, alemán e inglés (Primera Guerra Mundial) (Contraportada – Volumen III)

Page 250: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

242

ÍNDICE DE MAPAS

Al asomar el siglo XX, reinaban todavía los colonialismos (Portada)

Tomo I

África: Itinerarios de las principales exploraciones……………………………………………………………… 23

Exploración desde los lagos africanos al Nilo…………………………………………………………………… 24

La expansión de la India británica (1785-1914)…………………………………………………………………. 27

La ―República Imperial‖ en 1900……………………………………………………………………………....... 30

Filipinas – Puerto Rico…………………………………………………………………………………………... 31

Intervenciones de EE.UU. en América Central…………………………………………………………………. 36

El cerco de Asia (1850-1914)……………………………………………………………………………………. 38

El Imperio Ruso (1800-1914)……………………………………………………………………………………. 39

Crucero de Rodjestvensky……………………………………………………………………………………….. 41

El final de la Escuadra de Rodjestvensky………………………………………………………………………... 43

Islas del Pacífico…………………………………………………………………………………………………. 45

La Conquista del Polo Norte (s. XIX-XX) – A la conquista del Polo Sur (s. XX)……………………………… 49

Europa al borde de la guerra……………………………………………………………………………………... 58

Primera Guerra Mundial: Operaciones………………………………………………………………………….. 63

Canal de la Mancha y Mar del Norte…………………………………………………………………………….. 77

Campos Aliados de minas………………………………………………………………………………………... 80

Plano de batalla de las Malvinas…………………………………………………………………………………. 82

Los Dardanelos: defensas turcas…………………………………………………………………………………. 84

Plano de batalla de Dardanelos y Gallipoli……………………………………………………………………… 85

Plano de batalla de Jutlandia…………………………………………………………………………………….. 88

Crucero del ―Emden‖.……………………………………………………………………………………………. 90

Tomo II

El reparto de África (1924) …………………………………………………………………………………… 113

La desintegración del Imperio Otomano……………………………………………………………………… 114

El Imperio italiano en los años veinte………………………………………………………………………….. 115

Abisinia…………………………………………………………………………………………………………. 116

La Commonwealth en 1931…………………………………………………………………………………….. 117

Guerra Civil española: el Alzamiento…………………………………………………………………………... 122

Operaciones…………………………………………………………………………………………………….. 124

La ―guerra relámpago‖ en Europa……………………………………………………………………………… 132

El Mediterráneo………………………………………………………………………………………………… 136

El Mediterráneo: ruta de los convoyes…………………………………………………………………………. 137

Peñón de Gibraltar……………………………………………………………………………………………… 138

Puerto de Alejandría……………………………………………………………………………………………. 151

África en 1939………………………………………………………………………………………………….. 156

La ruta seguida por el U-47…………………………………………………………………………………….. 163

La ruta del ―Graf Spee‖………………………………………………………………………………………… 165

Posición geográfica de Dunkerque……………………………………………………………………………... 169

Page 251: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

243

La Ruta del ―Bismarck‖……………………………………………………………………………………….... 180

Norte de Europa: ruta de Convoyes Árticos…………………………………………………………………… 190

Canal de la Mancha y costas atlánticas francesas………………………………………………………………. 198

Desembarco en Normandía (Operación Neptuno)……………………………………………………………... 204

Decadencia y Derrota de Alemania (1942-1945) ……………………………………………………………... 207

La ―Batalla del Atlántico‖……………………………………………………………………………………… 219

Posición geográfica de Casablanca…………………………………………………………………………….. 226

Page 252: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

244

CRONOLOGÍA PERTENECIENTE AL VOLÚMEN III

Acontecimientos relevantes político-militares y navales

1578 Se atribuye la invención del submarino al inglés William Bourne.

1776 El inventor estadounidense David Bushnell construyó la llamada “Turtle”, un submarino de

madera de forma ovoide, operado a base de válvulas, bombas y hélices, que podía ser

manejado por el propio tripulante mediante una manivela. Con él se produjo el primer

ataque submarino de la historia, durante la guerra de la Independencia de Estados Unidos,

cuando el sargento Ezra Lee, a bordo de “Turtle”, colocó una carga explosiva en el casco

del barco británico “Eagle", en el puerto de Nueva York; sin embargo, no consiguió

perforar el casco de cobre del “Eagle".

1797 El estadounidense Robert Fulton, financiado por Napoleón, había construido en Francia,

un sumergible, el “Nautilus”. Un prototipo con casco metálico de cobre sobre cuadernas de

hierro, concebido para llevar entre 3 y 8 tripulantes y una autonomía de unas 4 horas.

Fulton recorrió en aquel buque sumergible 6 leguas bajo las aguas del río Sena. Poco

después, durante un viaje experimental, el sumergible se perdería cerca de Cherburgo,

muriendo sus ocupantes.

1814 Fulton hace navegar a su primer barco de guerra.

1824 El “Diana” fue el primer barco de guerra a vapor usado en batalla.

1832 Perfeccionado el sumergible de Fulton por el inglés Johnson, navegó con su submarino

durante más de 9 horas por el Támesis.

1842 El sueco Ericsson bota en EEUU el “Princeton”, primer barco de guerra con

hélice.

1845 El inventor alemán Wilhelm Sebastián Bauer construyó un submarino que mostró pronto su

eficacia, resistencia y seguridad.

1847 El ingeniero francés Dupuy de Löme, proyecta el primer buque de guerra que

utilizó hélice.

1859 Se bota la fragata acorazada “Glorie” de Dupuy de Löme, a hélice, con casco de madera

recubierta en hierro.

1859/1884 Entre estas fechas, el español Narciso Monturiol fabricó varios submarinos de vapor,

bautizados todos con el nombre de “Ictíneo” y provistos de unos cartuchos químicos que

permitían generar oxígeno durante la inmersión.

1864 Por primera vez en la historia, el submarino “Hunley”, al servicio de los Estados del Sur,

destruyó la corbeta “Housatonic” de los Estados Unidos del Norte.

El ingeniero austriaco G. Luppis inventa el torpedo.

1866 Botado un submarino en Chile, durante la guerra contra España. El intento falló pues la

nave se hundió en su primera inmersión.

1871 El primer barco del mundo que careció por completo de velas fue el buque de guerra inglés

“Devastation”, botado en ese año.

1875/1900 La necesidad de materias primas, de nuevos mercados y de invertir el capital acumulado en

países donde los beneficios fueran mas atrayentes, expandió el proceso imperialista. Estados

Unidos aumentó su presión en América Central. África fue repartida entre las potencias

europeas que también afianzaron sus intereses comerciales en China. Fue allí donde se

exacerbó la rivalidad ruso-japonesa. Los Balcanes, muy divididos, se convirtieron en un

Page 253: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

245

verdadero polvorín. España asistió al ocaso de su imperio con la pérdida de las Filipinas y

de sus últimas colonias americanas (Cuba y Puerto Rico).

1879 El peruano Blume construyó un submarino, que demostró su capacidad sumergible. Se

empezó su construcción, pero finalmente fue hundido para impedir que cayera en manos de

los chilenos, durante la Guerra del Pacífico.

1884 Dos británicos, Campbell y Ash, construyen un submarino propulsado por dos motores

eléctricos.

1886 Botadura del contratorpedero “Destructor” del marino español Villamil (en inglés:

“destroyer”)

1888 El español Isaac Peral diseñó el primer submarino con mecanismo totalmente eléctrico y

provisto de dos torpedos, que fue botado en el arsenal de La Carraca (Cádiz).

El estadounidense John P. Holland diseña el precursor de los modernos submarinos, con

doble motor, uno de combustión interna y el otro, eléctrico.

1900/1925 Las rivalidades económicas y políticas que se tradujeron en crisis coloniales o

balcánicas, reavivaron viejos rencores nacionalistas y dividieron Europa en dos

bandos hostiles. El atentado de Sarajevo dio inicio a cuatro años de lucha

encarnizada que se cerraron con un saldo de 13 millones de muertos y enormes

pérdidas materiales. El triunfo del socialismo en Rusia y la perspectiva de una

revolución mundial de la clase obrera, aumentó la ansiedad de las clases medias

que aspiraron a un Estado fuerte.

1900 Revuelta nacionalista de los Boxer en China contra las legaciones extranjeras;

posteriormente tiene lugar una expedición internacional en la que participan las

principales potencias europeas, Japón y los Estados Unidos. Las fuerzas japonesas,

unidas a destacamentos europeos, conquistan Tientsin. Rusia ocupa Manchuria,

que se convierte en una zona de influencia de Rusia.

1902 Finaliza la llamada ―lucha por las concesiones‖ chinas: Rusia obtiene la cesión en

régimen de alquiler de Port Arthur, Alemania la bahía de Chiao -chou, Gran

Bretaña el puerto de Wei-hai-wei (frente a Port Arthur) y toda la cuenca del río

Yang-tze, Italia el puerto de Tientsin.

El primer motor naval diesel se instaló en el bote francés “Petit-Pierre”.

Se bota el “Preussen”, el mayor buque a vela.

1903 Panamá se separa de Colombia, con el respaldo de Estados Unidos.

La motonave “Wandall”, construida por los hermanos Nobel, navega y trafíca en el Mar

Caspio.

1904 Estalla la guerra Ruso-japonesa. - 19 de agosto: la plaza fuerte rusa de Port Arthur es

tomada por los japoneses.

1905 Las fuerzas japonesas invaden Manchuria. En la batalla de Mukden el ejército ruso

sufre una gravísima derrota. En la batalla naval de Tsushima la flota rusa es

destruida por el almirante Togo.

Intervención militar de los Estados Unidos en la República Dominicana.

Noruega obtiene su independencia.

1906 Botadura del primer acorazado de guerra impulsado por turbinas a vapor.

1908 La Anglo-Iranian Oil Company descubre petróleo.

Los Jóvenes Turcos asumen el poder.

Page 254: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

246

Robert E. Peary es el primero en llegar al Polo Norte.

1910 Japón se anexiona Corea. Reparto del noreste de China entre rusos y japoneses.

1911 Comienzo de la Revolución mexicana

Guerra italo-turca. Italia inicia la conquista de Trípoli (Libia).

Proclamación de la República en China.

El explorador noruego Roald Amundsen llega al Polo Sur en 1913.

La motonave “Selandia” navega en el Océano con su máquina diesel.

1912 Empiezan las guerras de los Balcanes.

Conquista francesa de Marruecos y del Sahara.

1914 Inauguración del Canal de Panamá.

Es asesinado en Sarajevo el archiduque Francisco Fernando. Estalla la Primera Guerra

Mundial.

04/08. Gran Bretaña declara la guerra a Alemania tras la invasión de Bélgica

12/08. Francia y Gran Bretaña declaran la guerra a Austria -Hungría.

26-30/08. Los alemanes derrotan a los rusos en Tannenberg.

10/11. El frente occidental se estabiliza en Francia en la línea que va de Yprés a Verdún.

1915 Feb. Ofensiva alemana que concluye con la derrota de los rusos en los lagos Mazurianos.

24/04. Los aliados desembarcan en Gallipoli (Dardanelos).

1916 09/01. Los aliados evacuan los Dardanelos.

Feb/Dic. Verdún: espantosa lucha entre alemanes y franceses

Jun/Agt. Ofensiva Rusa contra Austria; rechazada. El ejército ruso comienza a desbandarse.

Jutlandia. Gran enfrentamiento naval entre la flota alemana e inglesa sin victoria

decisiva para ningún bando en el campo táctico .

1917 01/02. Alemania declara la guerra submarina a ultranza

08/03. 23/02. Según el calendario ruso, en Petrogrado estalla la revolución rusa de

febrero. El Zar Nicolás II abdica y es arrestado junto con su familia.

06/04. Declaración de guerra de los EE.UU., contra Alemania

07/11. Según el calendario ruso, estalla la revolución de octubre. Los soviéticos se

hacen con el poder, que es confiado al Consejo de los Comisarios del Pueblo,

presidido por Lenin; en él participan Trotski y Stalin.

1918 18/07. 03/08. Segunda batalla del Marne: los alemanes son rechazados.

27/10. Victoria italiana en Vittorio Veneto.

11/11. Armisticio entre los Aliados y Alemania.

1919 Firma del Tratado de Versalles. Creación de la Sociedad de Naciones.

1920 Guerra Ruso-Polaca.

1921 Creación del Estado Libre de Irlanda.

1922 Proclamación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Mussolini electo Jefe del Gobierno italiano.

Victoria turca contra los griegos. Proclamación de la República turca.

1923 Abolición del sultanato turco; imposición de un gobierno estilo europeo.

1924 Se prohíbe la inmigración japonesa a Estados Unidos.

1925/1950 Italia instauró un Estado fuerte con Mussolini, y en Alemania, el desempleo y la frustración

facilitó el acceso de Hitler al poder. La Sociedad de Naciones asistió impotente a la invasión

italiana de Etiopía y a la agresión japonesa en China, mientras la torpeza francobritánica

Page 255: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

247

dejó las manos libres a Hitler en Austria y Checoslovaquia. La Guerra Civil española fue un

banco de pruebas de la mundial, que se inició con la invasión de Polonia por los nazis. La

Segunda Guerra Mundial terminó con una reordenación de las relaciones de fuerzas en el

mundo. Las viejas naciones europeas se vieron reducidas al rango de potencias secundarias,

mientras que el nacimiento de las democracias populares en Europa y China rompió el

aislamiento de la Rusia Soviética. Enfrentados ideológicamente Estados Unidos y la URSS,

comenzaron a tejer sus redes de alianzas con los países satélites.

1925 Abd al-Aziz Ibn Saúl conquista Hejaz y en 1938 funda Arabia Saudí

Reza Kan se convierte en sha de Persia.

1927 Stalin, dueño absoluto del poder en Rusia.

Limdbergh sobrevuela el Atlántico por primera vez.

1931 Las tropas japonesas entran en Manchuria.

1932/1935 Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay.

1933 Hitler, electo como Canciller de Alemania.

1934 Comienza la Larga Marcha de Mao.

1935 Guerra de Etiopía.

1936/1939 Guerra Civil en España.

1937 Empieza la guerra chino-japonesa.

1939 01/09. La hora H del destino de Alemania está fijada para el 01 de Septiembre a las

4.45 de la mañana. A esa hora 56 divisiones, de ellas 9 acorazadas, invaden Polonia.

03/09. Declaraciones de guerra de Inglaterra y Francia a Alemania. Las fuerzas navales

alemanas entran en acción colocando la barrera de minas "Westwall" en el Mar del Norte.

Inicio de la actividad bélica contra el tráfico marítimo comercial, según la orden de presa,

con 17 submarinos alemanes en el Atlántico Norte.

11-16/09 La Flota británica cierra el paso de Calais con 3.000,00 minas.

Primeros convoyes transatlánticos británicos desde Freetown, Kington y Halifax.

17/09. El U-29 hunde en el Atlántico Norte al portaaviones británico “Corageous”.

Dos grupos de Ejércitos soviéticos entran en Polonia oriental.

18/09. Tropas soviéticas y alemanas se encuentran por primera vez en Brest-Litovsk.

28/09. Ribbentrop y Molotov firman en Moscú un tratado de amistad, que fija además la

frontera entre los dos Estados invasores en el río Bug. Desaparece el Estado polaco.

14/10. El "U 47" (bajo el mando del comandante Prien) echa a pique en Scapa Flow al

"Royal Oak" británico.

20/11 Lanzamiento aéreo de minas por los alemanes.

28/11 El U-30 torpedea al acorazado “Barhan”.

13/12. El “acorazado de bolsillo” alemán "Admiral Graf Spee" presenta batalla en la

desembocadura del Río de la Plata a tres cruceros británicos y tiene que refugiarse en el

puerto de Montevideo. Al no conceder las autoridades uruguayas el plazo necesario

para las reparaciones - el acorazado había sido alcanzado repetidas veces - el "Graf Spee"

fue hundido por su propia tripulación el 17-12. Su comandante, Hans Langsdorff, se suicidó.

14/12. La Sociedad de Naciones denuncia la agresión de la URSS en la guerra de invierno

finosoviética y decide su expulsión.

1940 12/03. En Moscú se firma el tratado de paz soviético-finés.

31/03 Los corsarios alemanes entran en acción.

Page 256: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

248

09/04. A las 05,00 comienza la ocupación de Dinamarca y Noruega por parte de las tropas

alemanas. – 8 destructores alemanes son hundidos en Narvick por un acorazado

inglés.

10/05. A las 05,35 comienzo de la ofensiva alemana en el Oeste desde el mar del

Norte hasta la frontera meridional de Luxemburgo, con la consiguiente

violación de la neutralidad de Holanda, Bélgica y Luxemburgo.

27/05 al 04/06. Los 338.226 soldados británicos y franceses cercados por los alemanes en

Dunkerque son evacuados a través del Canal de la Mancha a bordo de cientos de naves. En

la operación tienen que abandonar su equipo y material bélico.

10/06. Entra Italia en la guerra.

22/06. Se firma en Compiégne el armisticio francoalemán que prevé la ocupación de Francia

hasta la línea al oeste y al norte de Ginebra, Dóle-Tours, Mont de Marsan, frontera española.

Así todo el sector del Canal y la costa Atlántica están en manos alemanas.

03/07. Los británicos atacan una parte de la flota francesa en Mers-el-Kebir, con el

pretexto de evitar que los buques galos caigan en manos a lemanas.

09/07. Batalla naval entre la flota británica del Mediterráneo y la flota italiana, cerca de

Punta Stilo, interrumpida sin resultados.

19/07 Encuentro de Cabo Spada: Italia pierde un crucero ligero.

13/08. "Adlertag" - ("Día de las águilas"). Comienza la escalada de ataques aéreos contra

Inglaterra con el fin de lograr para Alemania el predominio en el aire como medio de

garantizar un desembarco.

30/08. El Mando supremo de la "Wehrmacht" anuncia que los preparativos de la Armada

para la Operación' "León Marino" no culminarán antes del 15/09. Se fija como fecha más

viable el 20/09.

17/09. Hitler aplaza la operación "León .Marino" a la vista de que no logra controlar

plenamente el cielo europeo. Se deja el plan "para mejor ocasión.

27/09. Firma en Berlín del pacto tripartito entre Alemania, Italia y Japón.

28/10. Comienza la ofensiva italiana contra Grecia, partiendo de Albania.

05/11. Franklin Delano Roosevelt es elegido por tercera vez presidente de los Estados

Unidos.

11/11. Aviones torpederos y bombarderos ingleses procedentes del portaaviones británico

"Illustrious", atacan a la flota italiana en Tarento.

12/11 Cruceros ingleses aniquilan a un convoy italiano.

14-22/11. Contraofensiva griega que rechaza a los ejércitos italianos hasta la frontera

grecoalbanesa.

09-17/12. Inicio de la ofensiva inglesa, contra el X Ejército italiano en Cirinaica.

Por primera vez, bombarderos ―Stukas‖ toman parte en la lucha en el Mediterráneo.

1941 11/01. Hitler cursa la normativa No. 22 para el envío a Libia de una unidad. Nace así el

"África Korps", compuesto por dos divisiones, una de ellas acorazada.

07/03. Desembarco de las primeras unidades inglesas en Grecia.

11/03. Entra en vigor en Estados Unidos la ley de "Préstamo y Arriendo"

06/04. Sin previa declaración de guerra empieza el ataque a Yugoslavia y Grecia. Aviones

alemanes bombardean Belgrado.

24-29/04.Con la "operación Demon" se realiza la evacuación de las tropas británicas de

Page 257: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

249

Grecia.

30/04. Termina la ocupación por los alemanes de la península griega, incluido el

Peloponeso.

Batalla naval de Matapán entre italianos e ingleses.

02/05. Se abre el conflicto entre Gran Bretaña e Irak; las tropas iraquíes ocupan Rutba y

atacan las guarniciones inglesas de Habbanje y Basora.

04/05. En Palestina se extienden los incidentes entre árabes y judíos.

17/05. El virrey de Etiopía, Amadeo de Saboya-Aosta, se rinde tras tenaz

resistencia a los ingleses que asedian Amba Alagi (Etiopía).

20/05. Comienza la operación "Merkur", que prevé la ocupación de la isla de Creta por

parte alemana, Precedidos por masivos bombardeos aéreos, a las 8 horas, los primeros

paracaidistas alemanes mandados por el general Student aterrizan cerca del

aeropuerto de Maleme.

27/05. Fuerzas navales británicas hunden en el Atlántico el buque de línea alemán

"Bismarck".

03/06. Las tropas inglesas conquistan la zona petrolífera de Mossul, completando así la

ocupación del Irak.

08/06. Tropas inglesas y unidades gaullistas invaden Siria y el Líbano, apuntando hacia

Beirut y Damasco. Las tropas francesas que siguen fieles al gobierno de Vichy

tratan de resistir, pero son obligadas a abandonar Tiro.

22/06. Los ejércitos alemanes cruzan la frontera con la URSS. La ofensiva alemana NO es

precedida por declaración de guerra.

09-12/08. El presidente Roosevelt y Winston Churchill se encuentran en el crucero

americano "Augusta" y en el acorazado inglés "Prince of Wales", en Terranova. Al

final de la reunión se publica la "Carta del Atlántico", en la que se establecen los

ocho puntos que caracterizan los objetivos de la guerra por parte de las democracias.

25/08. Tropas rusas e inglesas invaden Irán.

02/10. Comienza la gran ofensiva contra Moscú.

08-09/11 La X Flotilla MAS ataca en Gibraltar.

Unidades inglesas hunden todos los barcos de un convoy italiano.

17/11 El U-81 hunde al portaaviones “Ark Royal”.

06/12. Después de casi un mes de combate contra las defensas de Moscú, se agota el empuje

ofensivo de las fuerzas alemanas. Las tropas soviéticas, mandadas por el general Zukov, dan

inicio a una contraofensiva para aliviar la presión sobre Moscú.

07/12. A las 7 de la mañana, hora local, se produce el ataque japonés por sorpresa, sin

previa declaración, de guerra, contra Pearl Harbor, base principal de la Flota americana

del Pacífico, en las islas Hawai.

1942 01/01. Se firma en Washington el pacto de las "Naciones Unidas" - se adhieren 26

naciones que se comprometen a no concluir tratados separados de paz con Alemania

y Japón.

11-31/01. Por primera vez actúan submarinos alemanes en las inmediaciones de la

costa oriental norteamericana, echando a pique 23 mercantes con un total de

143.320 toneladas de regis tro bruto.

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250

15/05. El Ejército 11 alemán al mando del general von Manstein conquista Kerch, en el

extremo de Crimea.

13/06 La Flotilla X MAS italiana combate contra los soviéticos en el Mar Negro.

Buceadores italianos hunden varios mercantes en Gibraltar.

15/06. “Batalla de mediados de Junio”: una formación naval italiana al sur de Pantelaria

ataca a una escuadra inglesa, hundiendo dos destructores y cuatro vapores.

21/06. El Ejército acorazado de África al mando de Rommel, conquista Tobruk. Los

vencedores hacen prisioneros a 33.000 soldados ingleses y de la "Commonwealth". Días

después, Rommel es ascendido a Feldmariscal.

22/06. Los próximos objetivos militares de Rommel son El Alamein, Alejandría, el Delta

del Nilo y El Cairo.

05/07. Un convoy de abastecimiento aliado que se dirigía al puerto soviético de Murmansk

es destruido por la Luftwaffe después de tres días de continuos ataques.

28/07. Las primeras vanguardias de las tropas acorazadas alemanas alcanzan Stalingrado,

donde son frenadas por la resistencia soviética. Tropas alemanas ocupan Azov, en la

desembocadura del Don.

13/08 Batalla naval de “mediados de agosto”, en el Mediterráneo las pérdidas inglesas son

superiores.

03/10. Von Braun experimenta con éxito la V-2 en la base secreta de Pennemünde.

23/10. Comienza una ofensiva del Ejército 8 británico, al mando de Montgomery, en el

frente de El Alamein.

02/11. El Ejército 8 británico emprende la penetración a través de las posiciones del

"Ejército acorazado África" italoalemán.

07-08/11. Comienza la "Operación Torch": tropas aliadas, a las órdenes del general

Eisenhower, desembarcan en Marruecos.

11/11. Tropas alemanas e italianas cruzan la línea de demarcación establecida en el

armisticio y ocupan la parte de Francia no tomada anteriormente.

19/11. Comienza la gran ofensiva soviética sobre Stalingrado.

1943 20/01. Se inicia en Yugoslavia la guerra de guerrillas. Unidades alemanas, italianas y

croatas intentan acabar con los hombres de Tito en Bosnia.

30/01 Cesa Raeder; Döenitz asciende a Gran Almirante y Comandante Supremo de la

Marina.

En Stalingrado el VI Ejército alemán se rinde a los soviéticos. Es la primera gran derrota del

Ejército alemán.

09/02 Comandos anglonoruegos se lanzan en paracaídas en Verkork, Noruega, y averían las

instalaciones alemanas para producción de ―agua pesada‖.

13/05. Se rinden las tropas italogermanas que al mando del general Arnim ocupaban Túnez.

24/05. Tras una serie de fracasos, el gran almirante Dönitz dá la orden a los submarinos de

abandonar la lucha contra los convoyes del Atlántico Norte. La guerra submarina comienza

a cambiar de signo.

29/06 Tropas americanas desembarcan en Nueva Guinea.

05/07. Operación "Zítadelle". Los Grupos de Ejércitos Sur y Centro comienzan la ofensiva.

Tras algunos éxitos iniciales, la última ofensiva alemana en el frente del Este debe ser

Page 259: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

251

interrumpida una semana más tarde ante la resistencia soviética y suspendida

definitivamente el 17/07.

10/07. Tiene comienzo la operación "Husky", es decir, el ataque aliado a Sicilia. Tropas

aliadas bajo el mando del general Eisenhower desembarcan en la costa sudoriental de

Sicilia.

25/07. Mussolini es detenido. Víctor Manuel III nombra al mariscal Badoglio nuevo

presidente del Consejo.

08/09. El general Eisenhower da a conocer el armisticio con Italia, Medidas alemanas de

réplica; ocupación de Roma, desarme del Ejército Italiano y cautiverio parcial de las tropas

establecidas en la propia Italia y en los Balcanes.

09/09. El rey, el gobierno y el Estado Mayor, huyen de Roma. En Dalmacia capitula el II

Ejército italiano.

Tropas americanas desembarcan cerca de Salerno.

Tropas inglesas desembarcan en Tarento.

La flota de guerra italiana abandona sus bases para constituirse prisionera en Malta.

Irán declara la guerra a Alemania.

12/09. Paracaidistas alemanes liberan a Mussolini, prisionero en ―Campo Imperatore‖, en el

Gran Sasso.

23/09. Mussolini anuncia la formación de un nuevo gobierno republicano.

06/11. Los rusos prosiguen su avance. Se produce la reconquista de la capital de Ucrania,

Kiev. Continúa la batalla en el arco del Dnieper.

1944 27/01. Durante todas las noches del mes de enero los ingleses bombardean Berlín. Durante

la del 27/28 y siguiente atacaron con un total de 1.077 aparatos y lanzaron 3.715 toneladas

de bombas.

16/02 Desembarco americano en Anzio.

20-25/02. Aviones americanos atacan a diario los puntos industriales alemanes. En ellos

toman parte 2.300 aparatos de la VIII Fuerza aérea y 500 de la XV.

04/06. Roma es liberada.

06/06. A las 6:30 a.m. comienza el desembarco aliado en Normandía.

Flota americana en camino para desembarcar en Saipán

Explosión de una bomba en el cuartel general del "Führer", "Guarida de Lobo", cuando el

dictador se encontraba en la reunión de mediodía en el cuarto de mapas. El coronel conde

Stauffenberg, jefe del Estado Mayor del Ejército de Reserva había colocado la bomba en

una cartera debajo de la mesa. Hitler resultó tan sólo ligeramente herido, pero cuatro de sus

colaboradores murieron como consecuencia del atentado.

21/06. La 8 Fuerza aérea USA ataca con 2.500 aviones objetivos situados en la zona de

Berlín (factorías aéreas, tendidos ferroviarios y el barrio de los edificios del gobierno).

22/06. En el tercer aniversario del ataque alemán, los rusos lanzan su gran ofensiva de

verano en el sector centro del frente oriental. En el plazo de dos semanas fueron aniquiladas

25 divisiones alemanas y la totalidad del Grupo de Ejércitos Centro.

15/08. Desembarco de tropas aliadas en la costa del Sur de Francia, entre Cannes y Tolón,

sin que se registre una decidida resistencia alemana.

25/08. Liberación de París.

Page 260: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

252

17/09. Se realiza una gran operación de paracaidistas y tropas aerotransportadas,

denominada "Operación Market Garden"; tres divisiones, la 1ra. Inglesa y la 82a. y 101a.

americanas, toman tierra camino a Arnhem, en Holanda, en zona ocupada por las tropas

alemanas. La división inglesa será aniquilada después de nueve días de durísimos combates.

05/10. Los ingleses desembarcan en Grecia y entran en Atenas el 12 de Octubre.

16/12. En las primeras horas de la mañana comienza la última ofensiva alemana en las

Ardenas. Pocos días después se detiene al no conseguir abrirse paso hasta el río Mosa o la

costa del Canal de la Mancha.

1945 13-14/02. La RAF ataca Dresden en dos noches de intensos bombardeos. Al mediodía

unidades norteamericanas bombardean la ciudad, que quedó destruida en un 50%. El

número de muertos no se pudo calcular con exactitud, pues la ciudad estaba repleta de

fugitivos.

18/03. Aviones norteamericanos llevan a cabo el más duro ataque de toda la guerra contra

Berlín, arrojando 4.000 toneladas de bombas.

12/04. Muerte del presidente de los Estados Unidos Franklin Roosevelt. Le sucede el

vicepresidente Harry Truman.

13/04. Las tropas soviéticas conquistan Viena

16/04. Comienza la ofensiva soviética en Silesia y en el frente del Oder. Su objetivo es la

conquista de Berlín.

25/04. Encuentro en el río Elba de las Divisiones americanas y soviéticas. El territorio, aún

controlado por las tropas alemanas, queda dividido en dos partes.

28/04. Mussolini es ejecutado por algunos partisanos. Violentos combates en la periferia de

Berlín.

30/04. Se combate en el centro de Berlín. En el bunker de la Cancillería del Reich, Hitler se

suicida.

02/05. Berlín, conquistada por el Ejército Rojo.

04/05. Firma oficial de la rendición de las tropas alemanas en Italia. Se rinden las tropas

alemanas en Holanda, en Alemania noroccidental y en Dinamarca. Rendición de la flota

alemana.

07/05. En Reims los alemanes firman la rendición incondicional.

09/05. En Berlín se repite, en el Cuartel General soviético, la firma de la capitulación de la

Wehrmacht.

Fin de la guerra en Europa.

07/07. Los representantes de los EE.UU, Clay; Gran Bretaña, Weekes y la Unión Soviética,

Zukov, llegan a un acuerdo para el establecimiento de un gobierno interaliado en el Gran

Berlín. Igualmente se dictan medidas conjuntas para el tráfico de personas y mercancías

entre los sectores.

26/07. A consecuencia de la victoria electoral de los laboristas, dimite el gobierno Churchill

y se constituye un nuevo gobierno con Attlee como primer ministro.

Desmilitarización de Alemania y división en cuatro zonas de ocupación.

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253

REFERENCIAS GEOGRÁFICAS ACTUALES, AL AÑO 2000

PERTENECIENTES AL VOLUMEN III

TOMO I Mapas

Capítulo II. (El Imperialismo)

Temas: La primera victoria asiática………………………………………………………… P

Balleneros…………………………………………………………………………….. U-V

Capítulo IV. (Primera Guerra Mundial)

Tema: Guerra Naval………………………………………………………………………… B-E-I

TOMO II

Capítulo II. (Teatro de Operaciones del Mediterráneo)

Temas: La lucha por el “Mare Nostrum”…………………………………………………… A-R

Operaciones…………………………………………………………………………... H1

Capítulo III. (Teatro de Operaciones del Atlántico)

Temas: Scapa Flow…………………………………………………………………………… B1

Overlord (Día D)……………………………………………………………………... D

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GLOSARIO PERTENECIENTE AL VOLÚMEN III

(Los términos náuticos van en cursiva)

AA: Antiaéreo.

Abordaje: Constituía el fin mismo de los combates de galeras, que se identificaban así

con los enfrentamientos terrestres. Practicado igualmente por los corsarios,

esta técnica se hizo mucho menos frecuente en las batallas de navíos. No

concernía más que a los buques cuya capacidad combativa estaba muy

reducida por el fuego de la artillería.

Acadio/ sumerio: Etnias de procedencia mesopotámica, sumerios y acadios se fusionaron hacia

el IV milenio a. C., hasta el punto de compartir incluso las divinidades

religiosas. Al parecer, fueron los primeros en utilizar la escritura. Con

posterioridad, sus dominios fueron englobados en el Imperio babilónico. La

ciudad de Acad fue capital de un verdadero Imperio que dominó

Mesopotamia bajo la dirección de Sargón en el siglo XXVII a.C.

Acetileno: Hidrocarburo gaseoso que se obtiene por la acción del agua sobre el carburo

de calcio y se emplea para diversos usos, como en la soldadura y en la

industria química.

Acorazado, (buque): En un principio los barcos más grandes y más poderosos de la flota, con

cañones normalmente de calibre de 254 mm, o mayor (los más grandes eran

de 460 mm, con blindaje pesado). La palabra procede de “buques de línea”,

los buques de guerra equivalentes en los días de los navíos de vela.

Acrónimo: Palabra compuestas por las iniciales y a veces más letras de otras palabras.

Aeróbico: Perteneciente o relativo a la aerobiosis o a los organismos aerobios / Aerobio:

dicho de un ser vivo: Que necesita oxígeno para subsistir.

Afrika Korps: (Cuerpo Expedicionario Africano); nombre oficial de todas las tropas

alemanas con destino en Libia (África del Norte), a cuyo frente se encontraba

el general Erwin Rommel.

Ahusado: De forma de huso / Huso: Instrumento manual que sirve para hilar torciendo

la hebra y devanando en él lo hilado.

Alcázar: Parte de la cubierta superior a popa del palo mayor (o donde lógicamente

estaría situado el palo mayor en un barco de vapor o de motor /

Tradicionalmente el espacio reservado para oficiales.

Almádena: Mazo de hierro con mango largo para romper piedras.

Almirantazgo: El tribunal establecido en diversos países donde se tratan y determinan los

diferentes asuntos pertenecientes a la marina. Término o terreno que se

comprende en la jurisdicción del almirante.

Alojamientos: Espacios sobre la cubierta principal del buque donde se acomodaba la

tripulación para el descanso.

Alsaciano / Lorenés: Habitante de Alsacia / Lorena, antiguo territorio alemán, cedido por Francia a

Alemania tras la guerra franco-prusiana. Estaba constituido por Alsacia y

parte de Lorena; comprendía los actuales departamentos del Alto y Bajo Rhin

y Mosela, fue devuelto a Francia en 1919, pero Hitler lo anexionó

Page 274: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

266

nuevamente en 1940. Retornó a Francia al término de la Segunda Guerra

Mundial.

Amorrita: Se dice del individuo de un pueblo bíblico descendiente de Amorreo, hijo de

Canaán. Procedían del NO del Próximo Oriente.

Amura: Parte de los costados de buque donde éste empieza a estrecharse para

formar la proa / Cabo que hay en los puños bajos de las velas.

Anabaptista: Individuo de una congregación cristiana surgida en el interior de la Reforma

protestante. Fue fundada por Thomas Münzer; defendía la destrucción del

orden existente y su sustitución por otro nuevo que acabaría con las

desigualdades y con la propiedad privada. Esas ideas contribuyeron

decisivamente a la ―revolución de los campesinos‖ (1525). Tras la derrota y

ejecución de sus dirigentes, los anabaptitas se reorganizaron dentro de los

límites estrictamente religiosos, como los menonitas y fueron extendiéndose

por casi todos los países de la Europa Central. Todavía subsisten pequeños

núcleos en Alemania, EE.UU. y Reino Unido, aunque la mayor parte han sido

absorbidos por los baptistas.

Anacronismo: Persona o cosa impropia de las costumbres ó ideas de una época.

Anagrama: Palabra que resulta de la transposición o reordenación de las letras de otras.

Anarquista: Persona que profesa el anarquismo o desea o promueve la anarquía /

Anarquismo: Doctrina política que, inserta en la corriente de pensamiento

libertario, afirma la posibilidad de abolir el Estado y de hacer de la sociedad

un conjunto de hombres libres, conforme a un orden natural espontáneo.

Ancla (de cepo): Instrumento fuerte de hierro, con arpón o anzuelo de dos lengüetas, el cual,

afirmado al extremo del cable y arrojado al mar, sirve para aferrar o

amarrar las embarcaciones. El cepo es un madero grueso que se sujeta al

extremo, en dirección perpendicular a la caña y al plano de los brazos del

ancla y sirve para que el ancla agarre en el fondo.

Andanada: Descarga completa y simultánea de la artillería.

Anglosajón: Se aplica a los individuos procedentes de la fusión de los pueblos germánicos,

anglos, sajones y jutos, que en el siglo V invadieron Inglaterra / Se dice de los

individuos y pueblos de procedencia y lengua inglesa.

Anilina: Amina aromática, oleosa, incolora, tóxica por ingestión, inhalación o

absorción a través de la piel, que tiene muchas aplicaciones industriales,

especialmente en la fabricación de colorantes.

Ánima lisa: Cañón liso (no rayado), usado en la artillería naval hasta la segunda mitad

del siglo XIX.

Ánima: Tubo interior de un cañón.

Antena: Dispositivo de forma muy diversa que en los emisores y receptores de ondas

electromagnéticas, sirve para emitirlas o recibirlas.

Aparejo: Conjunto de palos, vergas, jarcias y velas del buque que se utilizaban para su

propulsión aprovechando el viento.

Arameo: Conjunto de tribus nómadas cuyos recorridos trashumantes los llevaron desde

el norte de Arabia hasta Siria, Palestina y Babilonia. Hablaban una lengua de

Page 275: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

267

la misma rama que el fenicio y el hebreo. Su gran vitalidad la impuso como

lengua literaria del Próximo Oriente en la Antigüedad.

Arboladura: (Ver aparejo).

Armenio: De Armenia, Estado trascaucásico, antigua república de URSS que limita con

Georgia, Azerbaiyán, Turquía e Irán. / Se dice de ciertos cristianos de Oriente,

originarios de Armenia, que conserva su antiquísimo rito y forman en lo

religioso cuatro patriarcados cismáticos y uno católico.

Armisticio: Suspensión de hostilidades, pactadas entre pueblos o ejércitos beligerantes.

Arrastrero: Dícese del buque o embarcación que se dedica a la pesca de arrastre.

Arrumbar: Fijar el rumbo a que se navega o al que se debe navegar.

AS: Antisubmarina.

Asamblea: Cuerpo político y deliberante como el Congreso o el Senado.

Asceta: Persona que hace vida ascética / Ascética: Parte de la teología que trata de la

perfección cristiana.

ASDIC: Quizás, siglas del Comité de Investigación de Detección Antisubmarina

(británico), creado por el Almirantazgo durante la Primera Guerra Mundial.

ASDIC es el nombre que se da a la técnica de emplear ondas de sonido para

detectar objetos debajo del agua y por extensión, al equipo que se utiliza.

(Véase sonar, por cuyo nombre se conoció después este equipo).

Astillero: Sitio destinado a la construcción y carena de embarcaciones.

Atlantis: Del griego, Isla de Atlas (Atlántida); mencionado por primera vez en los

diálogos de Platón (Timeo y Critias).

Áurica: Velas colocadas a lo largo del eje longitudinal de un barco/de oro, dorado.

Aurora Boreal: Meteoro luminoso que se observa en el hemisferio septentrional y que

consiste en arcos, franjas y otras estructuras luminosas de color verde, rojo o

amarillo. Se origina por la interacción de la ionosfera con partículas atómicas

de origen solar que se concentran siguiendo las líneas de fuerza del campo

magnético de la Tierra.

Austral: Relativo al Polo y al hemisferio Sur.

Autocracia: Sistema de gobierno en el cual un solo hombre acumula todos los poderes.

Avenger: Bombardero torpedero Grumman TBM-1C (1942). Podía cargar un torpedo

de 22 pulgadas o 900 kg. de bombas en su bodega.

Babor: Banda o costado izquierdo del buque, mirando desde popa a proa.

Bajío: Área de escasa profundidad, de constitución arenosa, en los mares, ríos y

lagos / banco de arena peligroso.

Bala: Proyectil de piedra, de fundición de hierro, arrojado por los cañones de ánima

lisa hasta mediados del siglo XIX.

Balandra: Embarcación pequeña de un solo palo, con velas latinas y una vela

cuadra en la parte superior del mástil, generalmente inferior a 100

toneladas de arqueo.

Balcánico: Habitante de los Balcanes, sistema orográfico de Europa que se extiende en el

curso inferior del río Danubio. Esa zona cubre partes de países como Grecia,

Albania, Macedonia, Bulgaria, Serbia-Montenegro, Croacia y Bosnia-

Herzegovina.

Page 276: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

268

Ballena: Nombre común de unas 80 especies de mamíferos cetáceos de la familia

balénidas, caracterizadas por su gran tamaño (hasta 30 m. de longitud) /

Cada una de las láminas córneas y elásticas que tiene la ballena en la

mandíbula superior y que, cortada en tiras, sirven para diferentes usos.

Ballenero: Barco especialmente destinado a la captura de ballenas.

Bao: Gran madero que de trecho en trecho atraviesa de babor a estribor y sirve

para aguantar los costados, al mismo tiempo que sostiene las cubiertas; hace

el oficio de las vigas en las casas.

Baptista: Perteneciente o relativo al baptismo / Baptismo: Doctrina religiosa protestante

cuya idea esencial es que el bautismo solo debe ser administrado a los adultos.

Bárbaro: Palabra griega usada originariamente para designar a todos los pueblos no

griegos, adoptada por los romanos para indicar a todos los pueblos que

estaban fuera de su Imperio.

Barbarroja: Nombre dado al plan para el ataque a la Unión Soviética. El 18-12-1940 firmó

Hitler la Directiva. Los preparativos debían estar concluidos el 15-05-1941.

Barbeta: En un principio era un recinto blindado abierto por arriba, dentro del cual se

montaba un cañón sobre una plataforma giratoria. La adición de una capota,

que giraba con el ajuste, se convirtió en torreta. Posteriormente, el cilindro

(blindado) fijo sobre el cual giraba la torreta.

Barómetro: Instrumento que sirve para determinar la presión atmosférica. Inventado por

Torricelli en 1643. Puede ser de mercurio o de vacío (aneroide); el primero es

más exacto.

Barreminas: (Dragaminas).

Barreno: Dar barreno. Agujerear alguna embarcación para que se vaya a fondo.

Bastión: Baluarte: obra de fortificación de figura pentagonal, que sobresale en el

encuentro de dos partes de una muralla / Amparo, defensa.

Batería: Designaba en los antiguos navíos las cubiertas en las que se alineaban los

cañones. Se encontraban generalmente dos en las fragatas, tres o cuatro en

los navíos de línea. Los cañones más pesados se ubicaban, naturalmente, en

la batería baja.

Bauprés: Mástil oblicuo, en la cubierta superior, que sale de ella por la proa y lleva la

vela cebadera por debajo, y las velas triangulares llamadas foques, por

arriba.

Atlantis: Del griego, Isla de Atlas (Atlántida); mencionado por primera vez en los

diálogos de Platón (Timeo y Critias).

Beligerante: Se aplica a la potencia, bando, facción, etc. que está en guerra.

Belle époque: Término con que se designa el período de tiempo comprendido entre 1871 y

1974. Esa etapa de la historia se caracterizó por la ausencia de guerras en

Europa y cierta prosperidad económica, lo que contribuyó a crear un ambiente

de optimismo y euforia.

Bengala: Fuego artificial que despide claridad muy viva en diversos colores.

Bergantín: Embarcación de dos palos o mástiles cuyo arqueo o capacidad de carga era

inferior a 200 toneladas. Originalmente, se denominó así, en el

Mediterráneo, a una nave sutil, derivada de la galera / Bergantín Goleta:

Page 277: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

269

Tipo mixto de bergantín y goleta, con dos palos, uno con velas cuadras

generalmente el de proa y el otro con velas cangrejas.

Biela: Barra que en las máquinas transforma el movimiento de vaivén en otro de

rotación, o viceversa.

Binocular: Aparato óptico con dos oculares.

Bisoño: Nuevo o inexperto en cualquier arte u oficio.

Bodega: El espacio mayor de un buque destinado al acomodo o estiba de la carga,

ubicado bajo la primera cubierta.

Boer: Significa colono en holandés. Habitante del África Austral, al norte de El

Cabo, de origen holandés.

Boicot ó Boicoteo: Nombre del primer administrador irlandés a quien se aplicó el boicoteo en

1880 / Acción de boicotear / Boicotear: privar a una persona o a una entidad

de toda relación social o comercial para perjudicarla y obligarla a ceder en lo

que de ella se exige.

Bolchevique: Partidario del bolchevismo / Bolchevismo: doctrina política, económica y

social propia de los bolchevique, que constituyó el sistema de gobierno que

imperó en la URSS después de la Revolución de Octubre de 1917.

Bolsa: Lugar donde se celebran reuniones de los que compran o venden activos

financieros como acciones, obligaciones, etc.

Borda: Extremo lateral de un buque sobre la cubierta superior.

Botadura: Acto de echar al agua un buque desde el astillero.

Botalón: Palo colocado a continuación del bauprés para aumentar así el número de

foques.

Botavara: Palo horizontal que sirve para sujetar la vela cangreja.

Botín: Conjunto de las armas, provisiones y demás efectos de una plaza o de un

ejército vencido y de los cuales se apodera el vencedor / Producto de un robo,

atraco, estafa, etc.

Boxer: Nombre inglés dado a los miembros de la sociedad secreta china del ―Yi Ho

Chuan‖ (Sociedad de los Puños Armoniosos), fundada en los primeros años

del siglo XIX, que atacaba a los europeos residentes en China. En 1900

acaudillaron un movimiento contra los blancos, que intentaba terminar con la

ocupación extranjera de Pekín.

Boya: Cuerpo flotante sujeto al fondo del mar, de un lago, etc, y se coloca como

señal para indicar un sitio peligroso o un objeto sumergido.

Breslau: Nombre alemán de la ciudad polaca de Wroclaw, antigua capital de Silesia;

Por la ―Paz de Breslau‖, Austria cedió la Silesia a Federico de Prusia.

Brisa: Viento de la parte del nordeste que es contrapuesto al vendaval.

Broma (Teredo): Molusco bivalvo que provoca la carcoma de la madera en el casco de un

buque. Vive en el Atlántico y el Mediterráneo.

Brújula: (del italiano “bussola” y éste del latin “buxis”, caja). La aguja imantada que

gira libremente sobre un pivote vertical y marca los polos magnéticos de la

Tierra.

Page 278: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

270

Brulote: Muy usado en los siglos XVI y XVII, el brulote era un buque lleno de

explosivos y materias inflamables. Su tripulación se esforzaba por dirigirlo

hacia la línea adversaria antes de proceder a abandonarlo rápidamente.

Bruma: La niebla que se levanta en el mar.

Bulbo: Tallo subterráneo de algunas plantas. Está integrado por escamas o bases de

hojas superpuestas.

Búlgaro: Ciudadano de Bulgaria, estado de Europa sudoriental, en la península de los

Balkanes.

Buque cisterna: El término, puesto tras una nave, significa que ésta está construida para

transportar líquidos.

Buque factoría: El que está dotado de lo necesario para transformar y conservar las capturas

de los barcos pesqueros.

Buque nodriza: Se aplica al barco que sirve para aprovisionar a otros.

Burgués: Perteneciente o relativo al ciudadano de clase media.

Caballete: Armazón de madera con tres patas para sostener un cuadro, una pizarra, etc.

Cabo: Lengua o porción de tierra que penetra en el mar.

Cachalote: Cetáceo que vive en los mares templados y tropicales, de 15 a 20 m de largo,

de cabeza muy gruesa y larga, con más de 20 dientes cónicos en la mandíbula

inferior y otros tantos agujeros en la superior, para alojarlos cuando cierra la

boca. De la parte dorsal de su cabeza se extrae una sustancia grasa llamada

esperma de ballena, y de su intestino se saca el ámbar gris.

Calabrés: Natural de Calabria / Calabria: Región meridional de Italia.

Calado: Profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de un barco.

Caldera: Aparato para calentar el agua hasta el punto de ebullición, para trasformarlo

en vapor de manera que se pueda utilizar para dar potencia a la máquina. El

desarrollo de las calderas fue paralelo al de las máquinas de vapor; las

calderas de tiro dieron paso a las cilíndricas, que a su vez fueron

reemplazadas por los tipos tubulares, en un principio calderas tubulares de

humo, en las cuales los gases calientes pasaban a través del agua de

alimentación, posteriormente tubulares de agua o acuatubulares, que

invirtieron la disposición.

Caleta: Diminutivo de cala / Cala: Ensenada pequeña.

Calibre: Diámetro del tubo de un cañón. La cantidad de veces que ese diámetro

encaja en la longitud del tubo, expresado como "calibre", por ejemplo, un

cañón de calibre de 254 mm. con un tubo de 756 cm de largo se describiría

como "10/30".

Calvinista: Seguidor de la doctrina religiosa cristiana, predicada por Calvino, teólogo y

reformador religioso francés, que profundizó y radicalizó el mensaje de

Lutero.

CAM, (barco): Buque Mercante Armado con Catapulta. Buque mercante equipado para

lanzar aviones de caza, un recurso temporal adoptado durante 1940.

Camuflaje: Acción y efecto de camuflar / Camuflar: Disimular la presencia de armas,

tropas, etc. / Por extensión, disimular dando una cosa el aspecto de otra.

Cangreja: Vela trapezoidal del palo de mesana o mástil posterior del buque.

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271

Canónigo: Sacerdote que pertenece a la comunidad eclesiástica de una catedral.

Canopus: Estrella de primera magnitud del hemisferio austral, en la ―Constelación del

Navío‖.

Cañonera/ ro: Se aplica al barco, barca o lancha que monta algún cañón.

Capitalismo: Régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de

producción y creador de riqueza.

Carabela: Buque de los grandes descubrimientos, maniobrable, rápido, apto para ceñir

el viento. De un porte de 80 a 100 toneladas, de dos o tres mástiles.

Carcoma: Nombre común de diversos insectos coleópteros. Miden entre 4 y 8 mm de

longitud tienen forma cilíndrica y tanto los adultos como las larvas excavan

galerías en la madera seca, alimentándose de ella.

Cardumen: Banco de peces.

Carena: Parte sumergible del casco de una nave, desde la quilla hasta la línea de

flotación.

Carenar: Proceso de inclinar un barco sobre su costado para facilitar la limpieza de

sus fondos.

Carga de Profundidad: Está constituida por un potente explosivo encerrado en un recipiente

cilíndrico y una espoleta con las apropiados dispositivos de regulación y

seguro; se utilizan contra submarinos.

Carraca: Buque de alta mar, con altos castillos a proa y popa, que asociaba la vela

cuadra del Norte con la latina del Mediterráneo. En el siglo XVI las carracas

mercantes de Venecia, la Hansa o Portugal, tenían un porte de 500 a 800

toneladas y una artillería de 120 a 140 piezas livianas.

Carroña: Carne corrompida / Persona, idea o cosa ruin y despreciable.

Cartabón: Instrumento en forma de triángulo rectángulo, que se emplea en dibujo.

Cartógrafo: Que ejerce la cartografía / Cartografía: conjunto de operaciones que

intervienen en la elaboración de mapas geográficos, geológicos, de

vegetación, que incluyen desde topografiar el terreno hasta imprimir el mapa /

Ciencia que los estudia.

Casamata: Caja blindada fina dentro de la cual se monta el cañón. Permitía elevar y

apuntar el arma y normalmente sobresalía del casco o de la superestructura

para aumentar su sector de tiro.

Casco: Cuerpo del buque o embarcación.

Castillo: Torre o estructura alzada sobre la cubierta superior, en la proa o parte

delantera del buque / Castillo de proa: En un principio la superestructura

elevada en las amuras de un barco que servían de plataforma para luchar,

posteriormente la parte delantera (elevada) y el espacio situado debajo de

ella, utilizado normalmente como camarote para la tripulación.

Casus belli (caso de guerra): Acontecimiento que da motivo a una guerra.

Catamarán: Barca, posteriormente barco con dos cascos unidos por medio de una

cubierta continua o de varias cubiertas.

Catapulta: Máquina militar antigua para arrojar piedras o saetas. Durante la primera

posguerra los acorazados y cruceros disponían de catapultas para el

lanzamiento de hidroaviones livianos de reconocimiento o de control del tiro.

Page 280: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

272

Desde la década del 50 todos los portaaviones de combate están provistos de

catapultas de vapor que llegan a alcanzar un centenar de metros de largo y

que están destinadas al decolaje de los aviones a reacción, cuyo peso puede

ser de más de 35 toneladas.

Caudillismo: Sistema de caudillaje o gobierno de un caudillo / Caudillo: El que como

cabeza, guía y manda la gente de guerra.

Cazasubmarino: Buque veloz, destinado a la caza y destrucción de los submarinos.

Cazatorpedero. Buque destinado a rechazar a los torpederos.

Celta: Se dice un antiguo grupo de pueblos indoeuropeos que habitaban en el centro

y O de Europa.

Cenit: El punto más alto del hemisferio celeste, superior al horizonte, que

corresponde verticalmente a un lugar de la Tierra.

Chalupa: Barco prolongado mayor que el esquife, el cual tiene dos árboles pequeños

para el uso de las velas y además suele tener seis u ocho remos en cada

banda.

Checo: Ciudadano de Chequía ó República Checa; estado de Europa Central formado

por Bohemia y Moravia que hasta 1993 fue una de las dos repúblicas

federadas que constituían Checoslovaquia.

Claustrofobia: Sensación morbosa de angustia, producida por la permanencia en lugares

cerrados.

Clérigo: El que ha recibido las órdenes sagradas.

Codaste: Madero puesto verticalmente sobre el extremo de la quilla, inmediato a la

popa / Originalmente (y todavía en barcas pequeñas) de sencillos pinzotes

conocidos como machos y unidos directamente a la barra del timón o por

cuerdas o cadenas a la rueda de dirección que, cuando adquiere cierto

ángulo con el curso del barco, provoca un cambio de dirección.

Código: Conjunto de normas legales sistemáticas que regulan unitariamente una

materia determinada / Conjunto de reglas o preceptos sobre cualquier materia

/ Conjunto de reglas y signos que permite formular y comprender un mensaje.

Cofa: Meseta colocada horizontalmente en el cuello de un palo. Antiguamente,

redondas, semejantes a un cesto. (Hasta Trafalgar había soldados en las

cofas para hostilizar al enemigo).

Cohete: Fuego de artificio que consta de un canuto resistente cargado de pólvora y

adherido al extremo de una varilla ligera. Encendida la mecha que va en la

parte inferior del canuto, la reacción que producen los gases expulsados le

imprime un rápido movimiento hacia la altura donde estalla con fuerte

estampido / Artefacto que se mueve en el espacio por propulsión a chorro y

que se puede emplear como arma de guerra o como instrumento de

investigación científica.

Combés: Espacio que media entre el palo mayor y el de trinquete, en la cubierta de la

batería que está debajo del alcázar y castillo / Segunda cubierta de los navíos

de dos puentes.

Commonwealth: Organización política y económica formada por 54 Estados soberanos (2001),

constituidas en la Conferencia Imperial de Londres de 1926 y definida

Page 281: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

273

jurídicamente por el estatuto de Westmister de 1931. Es una asociación

política y económica del Reino Unido con sus excolonias, sin ninguna

subordinación entre sus miembros. La soberana británica es, en algunos

países, el jefe del Estado.

Condado: Territorio o lugar a que se refiere el título nobiliario de conde y sobre el cual

este ejercía antiguamente señorío / Cierta circunscripción administrativa en

los países anglosajones.

Conde: En la Edad Media, señor feudal que gobernaba en un condado.

Cóndor FW 200: Avión alemán de gran alcance. Construido en 1936 como cuatrimotor de

línea; un avión de este tipo logró recorrer el trayecto Berlín-New York sin

escalas. A partir de 1940 se le destinó a fines militares, con el carácter de

bombardero pesado, para cumplir funciones allende el Atlántico. Sirvió

además, de transporte, patrulla marítima y como avión de uso particular de

Hitler. Velocidad máxima: 406 km/h. Autonomía: 4.100 km. Dotación: 8

hombres. Dos cañones de 20 mm. y cuatro ametralladora de 7,9. Carga de

bombas: 5,6 toneladas. Hasta 1944 se construyeron 262 unidades.

Conservador: Se dice de los partidos políticos de derecha, favorables a la continuidad en la

forma de vida colectiva, y adversos a los cambios bruscos o radicales.

Contencioso: Se dice de los asuntos sometidos al fallo de los tribunales en forma de litigio /

Litigio: Pleito, disputa, contienda.

Convoy: Grupo de buques mercantes que navegan en tiempos de guerra bajo la

protección de buques de guerra. Practicado en la época moderna por todas

las potencias marítimas para luchar contra el corso y la piratería, el sistema

probó nuevamente su eficacia contra los submarinos durante ambas guerras

mundiales.

Corbeta: En la marina de vela, las corbetas se identificaban con las fragatas,

aparejadas con tres palos y armadas con una veintena de cañones. Durante

la Segunda Guerra Mundial se designaron como corbetas los pequeños

buques de escolta para la lucha antisubmarina.

Cornucopia: Vaso de figura de cuerno del que rebosan flores y frutas, representando la

abundancia – Espejo de marco tallado con brazos para poner luces.

Corsario: Embarcación u oficial de un gobierno que actúa como su agente represor en el

mar bajo una patente o licencia y ciertas condiciones legales.

Corso: Aparecido a fines de la Edad Media, reglamentado en el siglo XVII, el corso,

conducido por buques del Estado o unidades armadas por particulares que

goza de patentes de corso, es decir, autorizaciones oficiales, se refiere a la

lucha contra el comercio enemigo. Si bien la convención de 1856 prohibió el

corso privado, los alemanes no dejaron de practicar la guerra de corso por

medio de submarinos y buques corsarios durante ambas guerras mundiales.

Costal Command: “Comando Costero”.

Cota: Número que en los planos topográficos indica la altitud de un punto.

Croata: De Croacia / Estado de Europa que hasta enero de 1992 formó parte de

Yugoslavia.

Cronómetro: Reloj de precisión, insensible a las influencias externas.

Page 282: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

274

Crucero de batalla: Designación inventada para un buque de guerra híbrido armado como un

acorazado, pero sacrificando la protección pasiva en forma de planchas de

blindaje a cambio de mayor velocidad.

Crucero: Buque de guerra más grande que un destructor o una fragata, con un

armamento mucho más pesado y con frecuencia con algún grado de blindaje,

capaz de combatir en forma independiente o como barco de reconocimiento

para una flota de buques de guerra. / La acción de un buque en la operación

de cruzar (recorrer una distancia entre determinados puntos).

Crujía: Espacio de popa a proa en medio de la cubierta del buque.

Cuaderna: Cada una de las piezas curvas, cuya parte inferior va sujeta a la quilla de la

embarcación y desde allí salen a derecha e izquierda en dos ramas

simétricas, formando como la costilla del casco.

Cuáquero: Individuo perteneciente a una secta religiosa fundada en 1648 por George

Fox. Se llamaron ―Hijos de la Luz‖ y, más comúnmente, ―Sociedad de

Amigos‖, pero en el uso general ha prevalecido la voz ―cuáquero‖ (de quaker

= tembloroso), inicialmente una burla de sus enemigos. Nacieron como una

reacción contra el estado latente de guerra civil existente en Inglaterra desde

el cisma religioso. La condenación de toda violencia y la exaltación de la

caridad cristiana procuraron a Fox sus primeros prosélitos y las persecuciones

robustecieron su posición. Los cuáqueros se trasladaron a EE.UU. dirigidos

por William Penn, fundador de Pensilvania. En 1947 recibieron el premio

Nobel de la Paz, por sus servicios caritativos durante la Primera y Segunda

Guerra Mundial.

Cuarentena: Tiempo de cuarenta días, meses o años / Período de tiempo en que individuos

sospechosos de un mal contagioso deben estar privados de comunicación,

para evitar la infección del resto. El tiempo coincide con el de la incubación

de la enfermedad de que se trate.

Cuarzo: Mineral dióxido de silicio. Es transparente y casi siempre incoloro, aunque

también puede presentarse coloreado en diversas tonalidades, debido a la

presencia de impurezas. No exfoliable y tan duro que raya el acero; también

es muy resistente al desgaste físico y la alteración química.

Cubierta: Cada uno de los pisos o entablados que unen los costados de un buque por

medio de los baos o vigas donde se apoyan, y sirven de plataforma para

sostener la artillería y alojar la tripulación. Dícese también Puente.

Cureña: Pequeño carro de madera donde se coloca el cañón.

Curtiente: Que sirve para curtir / curtir: Adobar, aderezar las pieles.

Cúter: Originalmente una barca pequeña, con cubierta, con armamento ligero, con

un solo mástil y bauprés, con frecuencia utilizados como auxiliares en las

flota o en misiones preventivas / También una embarcación de servicio

pequeña o de tamaño medio especialmente en organizaciones de prácticos o

de Guardia Costera.

Daimyo: Señor feudal provincial japonés. Ejerció su poder con el apoyo de los

samuráis.

Page 283: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

275

Danés: (del latín Dania-Dinamarca) También dinamarqués, ciudadano de Dinamarca /

Estado del Norte de Europa, que abarca la mayor parte de la península de

Jutlandia y un grupo de islas que separan el mar Báltico del mar del Norte.

Darwinismo ó Darvinismo: Teoría biológica del naturalista británico Charles R. Darwin, según la cual, la

transformación de las especies animales y vegetales se produce en virtud de

una selección natural de individuos, debido a la lucha por la existencia y

perpetuado por la herencia / Doctrina político – social apoyada en el

evolucionismo de Darwin y H. Spencer. Aplica categorías del análisis

naturalista al mundo de lo social; la supervivencia del más apto a través de la

lucha por la vida y la selección natural. Insiste en la idea de que toda

obstrucción de la competencia favorece a los más débiles y por ello,

perjudica a la sociedad.

Decodificador/Descodificador: Aplicar inversamente a un mensaje codificado las reglas de un código para

obtener la forma primitiva del mismo.

Decreto: Decisión de un gobernante o de una autoridad, o de un tribunal o juez, sobre

la materia o negocio en que tengan competencia.

Delineante: Que delinea / Persona que tiene por oficio trazar planos.

Demora: La dirección o rumbo en que se halla ú observa un objeto, con relación a la

de otro dado o conocido / Dícese también “marcación”.

Derrota: Camino marítimo que debe hacerse por uno o por distintos rumbos para

trasladarse entre puertos.

Desguazar: Deshacer un buque total o parcialmente / Desmontar o deshacer pieza a pieza

cualquier estructura.

Desplazamiento: Medida de peso total real de una embarcación y todo lo que contiene, que se

obtiene calculando el volumen de agua que desplaza. Los navíos mercantes

y antiguamente todos, incluso los militares, se medían por su capacidad de

carga en toneladas de volúmenes, esto es el porte de registro, que es bruto

cuando se considera la capacidad total o espacio que ocupa la carga,

máquinas, alojamiento de tripulación, etc., y neto cuando se considera

solamente el espacio útil para carga.

Destructor de Escolta: Pequeño buque de guerra, más grande que la “corbeta” de la época de la

Segunda Guerra Mundial, diseñado y construido para proteger convoyes de

buques mercantes, especialmente en las aguas atlánticas.

Destructor: Aparecido a fines del siglo XIX como instrumento de lucha contra los

torpederos, el destructor, a favor de ambas guerras mundiales, se convirtió

esencialmente en un buque de lucha AA y AS. En las últimas unidades, los

misiles prácticamente han reemplazado a la artillería.

Diesel: Tipo de motor de combustión interna que detona su mezcla de fueloil y aire

solamente por comprensión. Fue inventado por Rudolf Diesel en 1892. En la

década de 1970, por cuya época ya se había perfeccionado mucho, había

arrinconado casi por completo los motores de vapor como unidad de

propulsión para barcos de todo tipo. La única competencia seria procede de

las turbinas de gas instaladas en muchos buques de guerra / Eléctrico: Forma

de propulsión en la que el motor de combustión interna y encendido por

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276

compresión arrastra un generador, que a su vez alimenta un motor eléctrico

que hace girar el eje de una hélice. Este método ofrece ventajas en lo que se

refiere a flexibilidad, pero a expensas de una considerable pérdida de

potencia.

Diezmo: Derecho del diez por ciento del valor de cierta mercadería que se pagaba al

rey / Parte de los frutos, regularmente la décima, que pagaban los fieles a la

iglesia.

Dique: Cavidad fabricada, situada en la orilla de una dársena u otro sitio abrigado,

y en la cual entran los buques para limpiar o carenar en seco / Dársena:

parte resguardada de un puerto, para carga y descarga de embarcaciones.

Dirección de tiro: Sistema (centralizado) de dirección de tiro de los cañones de un barco,

basado en la observación de la caída del proyectil sobre el objetivo, teniendo

en cuenta tanto los movimientos del objetivo como los de la plataforma de

disparo.

Dirigible: Que puede ser dirigido / Aparato aerostático fusiforme, que se sustenta por

medio de gases más ligeros que el aíre y lleva una o varias barquillas con

motores y hélices propulsoras y un timón para conducirlo. Son de tres clases,

rígidos, semirígidos, y flexibles.

Dominio: Territorio sometido a un Estado. Se usaba para designar los territorios del

antiguo Imperio Británico que gozaban de autonomía plena y posteriormente

pasaron a formar parte de la ―Commonwealth‖.

Dotación: Tripulación de un buque de guerra.

Dragaminas: Barco pequeño, apenas del tamaño de una barca pesquera (en un principio

muchos eran en realidad barcas de pesca convertidas), adaptado y equipado

para localizar y neutralizar minas submarinas. Posteriormente completado

con detectores de minas especializados.

Dreadnought: Nombre dado en vísperas de la Primera Guerra Mundial a los acorazados

botados después de la puesta en servicio en 1906 del buque de línea inglés

“Dreadnought” provisto por primera vez de artillería pesada monocalibre.

Dreadnought: Sin miedo.

Duce (Dux): (del latín, Dux, Ducis: Guía, Jefe, Caudillo). Primer magistrado en las

antiguas repúblicas de Venecia y Génova.

Elenco: Nómina de una compañía teatral.

Elipse: Curva cerrada y plana, simétrica respecto de dos ejes perpendiculares entre sí,

con dos focos, y que resulta de cortar oblicuamente una superficie cilíndrica o

una superficie cónica de revolución.

Elite: Minoría selecta o rectora; conjunto de individuos que, por sus cualidades

morales o intelectuales, ejercen una función directriz dentro de una sociedad.

Embate: Golpe impetuoso de mar.

Emden: Ciudad de Alemania. Importante puerto: astilleros y refinerías de petróleo.

Enigma: Lo que no se alcanza o que difícilmente puede entenderse o interpretarse. /

Conjunto de palabras de sentido artificiosamente encubierto para que sea

difícil entenderlo o interpretarlo.

Ensenada: Seno o recodo que forma el mar entrando en la tierra.

Page 285: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

277

Erizo: Arma antisubmarina desarrollada durante la segunda Guerra Mundial y

puesta en servicio a finales de 1941 (en inglés: Hedgehog). Fué la realización

práctica de la necesidad de disponer de armas antisubmarinas disparada por

la proa, con el fin de obtener un mayor rendimiento en la utilización del Asdic

y el Sonar. El montaje del erizo es un piano “Lanzacohetes”; las cargas

disparadas caen por la proa del buque, formando un círculo de unos 40

metros de radio, hasta una distancia de unos 270 metros.

Errante: Que anda de una parte a otra sin tener asiento fijo.

Escollera: La obra adelantada en el mar en forma de escollos o piedra perdida, para

defender un muelle u otra construcción, o para dar resguardo a una caleta.

Escorar: Acto temporal de un buque cuando se inclina sobre un costado; normalmente

lo provoca la presión del viento en las velas.

Escuadra: Reunión de varios tipos de buques de guerra bajo las órdenes de un oficial

de graduación superior / Instrumento de metal o madera, de figura de

triángulo rectángulo, o compuesto solamente de dos reglas que forman

ángulo recto.

Esenio: Antigua secta judía, surgida en el siglo II a.C. que practicaba el ascetismo, la

comunidad de bienes, la habilidad para predecir el futuro y la sencillez en las

costumbres. A ellos pertenecen probablemente los manuscritos de Qumran ó

―Rollos del mar Muerto‖.

Eslavo: Pueblo antiguo, de la familia indoeuropea, que se extendía principalmente por

el NO. de Europa. De su lengua se derivan en la actualidad el ruso, polaco,

búlgaro, macedonio, serbocroata, bieloruso, ucraniano, checo y eslovaco. A

partir del siglo XV, los pueblos eslavos se dividieron entre Austria, que ocupó

Bohemia y Eslovaquia, y el Imperio Otomano. Quedaron como estados

independientes Rusia y Polonia (a su vez dividida durante el siglo XVIII).

Durante el siglo XIX los distintos pueblos eslavos fueron recuperando su

independencia.

Eslovaco: Habitante de la república eslovaca / Eslovaquia: Estado de Europa Central

que hasta 1993 fue una de las dos repúblicas que constituían Checoslovaquia.

Espadilla: Remo grande que hace oficio de timón en algunas embarcaciones menores.

Espaldón: Parte maciza y saliente que queda de un madero después de abierta una

entalladura.

Espermaceti: Grasa dura y sólida que se extrae de la cabeza del cachalote, usada en

perfumería. También denominada ―esperma de ballena‖.

Espigón: Macizo saliente que se construye a la orilla de un río o en la costa del mar,

para defender las márgenes o modificar la corriente.

Espita: Canuto de una cuba o depósito por el que sale el fluido.

Espoleta: Aparato que se coloca en la boquilla de las bombas, granadas o torpedos, para

dar fuego a su carga.

Espolón: Saliente reforzado, normalmente blindado, de la proa de un barco de guerra,

diseñado para perforar el casco de un enemigo con relativa impunidad. Se

empleaba mucho en la época de la galera, cayó en desuso con la llegada de

la vela, pero disfrutó de un breve renacimiento después de la batalla de Lissa

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278

en 1866, y se encontraba en la mayoría de los buques de guerra importantes

después de esa fecha hasta la llegada de los acorazados dreadnought.

Esquife: Bote pequeño. Bote de dos proas y de cuatro o seis remos que llevaban

las galeras a bordo. Bote alargado y ligero que se emplea en regatas.

Esquimal: Pueblo de raza mongólica que, en pequeños grupos dispersos, ocupa una gran

extensión de terreno alrededor del Polo Norte, desde las costas árticas de

Norteamérica hasta el extremo Noroeste de Siberia.

Estanco: Se aplica a los navíos, embarcaciones que se hallan bien dispuestas y

reparados para no hacer agua por sus costuras.

Estiba: Conjunto de pesos que se colocan en el fondo y bodega de un buque para

darle estabilidad.

Estrategia: Arte de dirigir las operaciones militares.

Estribor: Banda o costado derecho de un buque, mirando de popa a proa.

Etnia: Agrupación natural de hombres que presentan ciertas afinidades físicas,

lingüísticas o culturales, habitando generalmente un espacio geográfico

determinado.

Exótico: Extranjero, peregrino, extraño, extravagante / En Biología se dice de las

especies animales y/o vegetales que viven en una región distinta a la de su

origen.

Factoría: Fábrica o complejo industrial / Establecimiento de comercio en un país

colonial.

Falacia: Engaño, fraude, mentira.

Fascista: Partidario del fascismo / Fascismo: se caracteriza por el ejercicio del poder sin

oposición, supresión de los partidos políticos y la libertad de prensa; en

política exterior, se distingue por su afán imperialista. Tiene su origen en la

milicia antisocialista, oponiéndose de manera violenta a la acción de las

organizaciones izquierdistas. Combinaba el nacionalismo con un socialismo

no marxista, y una orientación antiliberal y antidemocrática.

Feldmariscal: Mariscal de Campo alemán.

Feudo: Señorío gobernado por la ley feudal a cambio de servicios de carácter militar.

Fideicomiso: Disposición por la cual el testador deja su hacienda o parte de ella

encomendada a la buena fe de alguien para que, en caso y tiempo

determinados, la transmita a otra persona o la invierta del modo que se le

señala.

Filántropo: Persona que se distingue por el amor a sus semejantes.

Finés: (del latín ―Finnia = Finlandia‖. También, finlandés. Habitante de Finlandia.

Estado de Europa septentrional.

Fiord: Nombre que se da en Noruega a unas ensenadas de gran profundidad que se

forman en las costas acantiladas.

Flota: Conjunto de embarcaciones comerciales. Conjunto de buques de guerra.

Escuadra. Total de los buques de guerra o mercantes que posee un país

determinado.

Flotilla: Reunión de embarcaciones menores.

Flower: Flor.

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279

Fondeadero: Lugar de fondeo (Ver fondear).

Fondear: Reconocer el fondo del agua. Registrar los aduaneros una embarcación.

Desarrumar o apartar la carga de un navío hasta descubrir el fondo de él para

reconocer una cosa. Asegurar una embarcación o cualquier otro cuerpo flotante.,

por medio de anclas o pesos, en el fondo de las aguas.

Foque: Vela triangular que se dispone en el bauprés o palo delantero de un buque.

Fortín: Fuerte pequeño / Obra de defensa que se levanta en los atrincheramientos de

un ejército.

Fosfato: Sal tomada por la sustitución de uno, dos o los tres hidrógenos del ácido

fosfórico por un metal. Se usa sobre todo como fertilizante.

Fragata: Buque de tres palos que tenía un solo puente o batería corrida; en la antigua

marina las fragatas estaban entre los navíos y las corbetas y figuraban entre

los buques de 5to y 6to rango. Livianas y rápidas, las fragatas aseguraban las

misiones de exploración, de sostén o de lucha contra el comercio. A fines del

siglo XVIII, las más importantes portaban 50 cañones dispuestos sobre la

cubierta y una batería inferior. Desaparecidas a partir de 1860 con el

desarrollo de los acorazados, reaparecieron desde la Segunda Guerra

Mundial bajo la forma de buques de lucha antisubmarina. Hoy las fragatas

son naves provistas de misiles con destino antisuperficie, antiaéreo o

antisubmarino. Originalmente, se denominó así, en el Mediterráneo, a un tipo

sutil de nave, derivada de la galera.

Francos: Pueblo germánico que conquistó la Galia en el siglo III.

Franquista: Seguidor del franquismo / Franquismo: Régimen político implantado en

España por el general Franco. Su principal característica fué la concentración

de poder en la persona de Francisco Franco. Se sustentaba en la existencia de

un partido único, el rechazo de la democracia parlamentaria a favor de la

democracia orgánica y la prohibición de los derechos de expresión, reunión y

asociación. Declaraba que España era un Reino e instituyó un Consejo de

Regencia.- En 1966 fué aprobada la Ley Orgánica del Estado que preveía la

separación de los cargos de Jefe del Estado y Jefe del Gobierno, y tres años

después el príncipe Juan Carlos de Borbón fué ratificado por las Cortes como

sucesor de Franco a título de Rey.

Fraticello (fraticelli): Movimiento herético que se desarrolló desde el siglo XIV hasta la primera

mitad del XV. Ellos afirmaban que eran la única Iglesia, desechaban la

autoridad eclesiástica, prohibían el matrimonio y el juramento y se entregaban

a la ascesis. Juan XXII los condenó en 1317 / Ascesis: Conjunto de prácticas

que tienden al perfeccionamiento y al progreso espiritual del individuo.

Führer: Conductor–Guía (del verbo führen: conducir-guiar).

Führer: Nombre dado en Alemania a Adolf Hitler a partir de 1934.

Fusiforme: De figura de huso / Huso: instrumento manual que sirve para hilar.

Gabarra: Pequeño bote de fondo plano usado en puerto para el transporte de cargas

entre barco y muelles y también en los ríos.

Galeón: Buque de alto bordo y tres palos de uso militar y mercante, que dominó el

sistema de transporte marítimo entre Europa y América desde mediados del

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280

siglo XVI hasta finales del XVII. En el último cuarto del siglo XVI, como

consecuencia 4e las investigaciones de Hawkins y de Matthew Baker, el

galeón se convierte en un buque de combate de líneas lanzadas, con castillos

reducidos notablemente en las proas, más rápido y maniobrable que la

carraca.

Galera: Embarcación guerrera de remo y vela, de mucha eslora, que se usó, sobre

todo, en el mar Mediterráneo en el siglo XVI, pero que duró hasta fines del

siglo XVIII. Tenía espolón. Llevaba hasta 51 ó 61 bancos de remeros, con

cinco remeros por banco. En su origen, desde la Antigüedad y bajo diversas

denominaciones, fue la nave militar por excelencia. En la Edad Media, por su

forma, sumamente alargada y fina se la llamó en griego “galaya” (pez

espada), y en castellano, galea o galera.

Galimatías: Lenguaje oscuro y confuso por la impropiedad de la frase o por la confusión

de las ideas.

Gallardete Azul / Trofeo: Fue desde la década de 1840 el premio con el que se recompensaba al barco

(de pasajeros) que cruzaba el Atlántico a más velocidad en una u otra

dirección.

Galo: Individuo perteneciente a los pueblos de raza celta que invadieron la Galia

(Francia) e Italia Septentrional entre 700 y 400 a.C. La Galia, denominación

dada por los romanos a dos regiones, la cisalpina y la transalpina, habitadas

por tribus celtas, que a partir del siglo V a.C., adoptaron el nombre de galos.

La transalpina, la Galia propiamente dicha, es actualmente, Francia. Tras la

dominación romana fueron sometidos por los francos, con quienes se

fusionaron.

Gamma: Tercera letra del alfabeto griego, equivalente a nuestra ―g‖.

Geodesia: Ciencia matemática que tiene por objeto determinar la figura y magnitud del

globo terrestre y describir con detalle su campo de gravedad.

Geopolítica: Ciencia que estudia las relaciones entre el medio geográfico y la política

nacional e internacional, considerando que las circunstancias sociales,

económicas y políticas de una región, país o continente, vienen determinadas

por las características naturales, físicas y humanas del mismo.

Germano: Diversos pueblos que ocupaban en el siglo VI a.C. Escandinavia y Jutlandia,

de donde iniciaron una lenta y progresiva emigración hacia Europa Central.

Tras la desaparición del Imperio Romano en Occidente formaron diversos

reinos: el suevo en Galicia, el anglosajón en Gran Bretaña, el vándalo en

África, el visigodo en el Sur de Francis y en España, el ostrogodo y el

lombardo en Italia, y el franco en Francia. En el siglo X, una nueva oleada de

pueblos germanos se abatió sobre Europa, los llamados vikingos o

normandos.

Gloire: Gloria.

Gobernar: Guiar al buque en la derrota que debe seguir, u obedecer el buque al timón.

Gold: (Voz inglesa): Oro.

Goleta: Embarcación pequeña y fina con dos palos o más. Pero todos con velas

cangrejas, es decir, trapezoidales. Aparejo de velas áuricas / Aúrica: La vela

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281

que se enverga en su palo mismo por medio de racas / Raca: Anillo grande de

hierro que sirve para que alguna cosa a él sujeta, pueda cerrar fácilmente.

Golfo: Porción del mar que se interna en la tierra entre dos cabos.

Goniómetro: Aparato receptor que detecta la dirección de donde provienen las radioondas.

(ver Radiogoniómetro).

Grada: Plano inclinado a orilla del mar o de un río, sobre el cual se construyen los

barcos.

Grado (Celsius): Se aplica a los grados de la escala del mismo nombre / Escala termométrica

dividida en 100° iguales desde la temperatura de fusión del hielo hasta la

ebullición del agua. Se denomina también ―centígrado‖.

Granada: Proyectil hueco de metal en el que se aloja un explosivo y se dispara con obús

u otra pieza de artillería / Globo de cartón, vidrio, bronce o hierro, lleno de

pólvora y con un espoleta atacada con un mixto inflamable. Durante ambas

guerras mundiales las granadas eran tarros metálicos llenos de decenas de

kilos de explosivos lanzados por morteros y destinados a la guerra

antisubmarina.

Grava: Piedra machacada con que se cubre y allana el piso de los caminos.

Guantelete: Pieza de la armadura con que se protegía la mano.

Guardacosta: Embarcación destinada a la persecución del contrabando.

Gulf Stream: Corriente del golfo / Corriente marina cálida del Atlántico Norte, que se

forman al Oeste del canal de Florida y se dirige al NE. bordeando la costa de

EE.UU hasta llegar a Noruega, donde se divide en varias ramas. Ejerce un

influjo moderador sobre el clima marítimo del Oeste de Europa / Fué

descubierta en 1513 por el español Antón de Alaminos.

Halo: Resplandor, disco o circulo luminoso que suele figurarse detrás de la cabeza

de las imágenes santas.

Hedgehog: (Ver Erizo).

Hegemonía: Supremacía que un Estado, pueblo, partido, persona, etc., ejerce sobre otro.

Hélice: Hablando con propiedad, el árbol de hélice. Esencial para los barcos de

motor Diesel y de vapor como elemento propulsor. La rotación del árbol de

hélice y el ángulo de sus paletas se combinan para generar la propulsión

contra la masa de agua.

Hemisferio: Aplicado a la tierra, cada una de las dos partes en que queda dividida por el

Ecuador. El norte se denomina ―Boreal‖ y el sur ―Austral‖.

Hertziano, (Herciano): Relativo a las ondas hercianas- Descubiertas por Hertz, que transportan

energía electromagnética, y tienen la propiedad de propagarse en el vacío a la

misma velocidad que la luz.

Híbrido: Se dice de todo lo que es producto de elementos de distintas naturaleza.

Hidroavión: Aeroplano que en lugar de ruedas de aterrizaje, lleva uno o varios flotadores

para posarse sobre el agua.

Hidrodinámica: Parte de la mecánica que estudia el movimiento de los fluidos.

Hidrostática: Parte de la mecánica que estudia el equilibrio de los fluidos en reposo.

Hulla: Carbono fóxil de color negro, con una riqueza entre el 75 y 80 %. Se utiliza

como combustible y por destilación se obtiene gas del alumbrado y carbón de

Page 290: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

282

coque / También se emplea para la obtención de anilinas, perfumes,

curtientes, cauchos, carburantes, resinas sintéticas, productos farmacéuticos,

explosivos y abonos / Coque: combustible sólido que se obtiene de la

destilación parcial de la hulla. También se emplea en metalurgia, como agente

reductor de óxidos metálicos.

Huracán: Palabra de origen taino, usada por los nativos del Caribe para denominar a la

tormenta.

Íctineo: (Raíz griega: semejante a un pez).

Impasse (voz francesa): Punto muerto o situación en la que no se encuentra salida.

Inodoro: Que no tiene olor / Taza del retrete. (Ver retrete).

Ionosfera: Conjunto de capas de la atmósfera que están por encima de los 80 km.

Presentan fuerte ionización causada por la radiación solar, y afectan de modo

importante a la propagación de las ondas radioeléctricas / Disociar una

molécula en iones o convertir un átomo o molécula en ion.

Iron Duke: Duque de Hierro.

Islam: Palabra árabe que significa ―Sumisión‖ a la voluntad de Dios (Alá). Sus

seguidores son conocidos como musulmanes o mahometanos y su religión, a

través de la ―Shariah‖ –que es la ley sagrada del Islám-, abarca todos los

aspectos de la vida, no sólo las prácticas religiosas.

Islandés: Natural de Islandia / Estado de Europa, constituido por la isla de su nombre,

situada en el Atlántico Norte, a unos 250 Km. al SE. de Groenlandia.

Istmo: Lengua de tierra que une dos continentes o una península con un continente.

Izar: Hacer subir velas, banderas, embarcaciones menores o cualquier objeto,

halando del cabo o aparejo del que están colgados.

Jarcia: Aparejos y cabos de un buque.

Jeep: Vehículo todo terreno de origen militar, que se emplea para el transporte.

Jersey: Prenda de vestir, de punto, que cubre de los hombros a la cintura y se ciñe

más o menos al cuerpo.

Juanete: Vela que va colocada más arriba que la gavía y está sostenida por el

mastelerillo

Kaiser: Título aplicado a los tres emperadores alemanes del Segundo Reich:

Guillermo I, Federico III y Guillermo II. Proviene del término latino César.

Kriegsmarine: Marina de guerra (de Krieg: Guerra)

Kurdo: Natural de Kurdistán, región montañosa de Asia Occidental, que se extiende

esencialmente por el E. de Turquía, el N. de Irak, Armenia y el NO. de Irán.

Sus habitantes, agrupados en tribus de religión musulmana, están divididos

actualmente entre Turquía, Irán, Irak, Siria, Armenia y Azerbaiyán.

Lancha Rápida: Embarcación militar ligera, dotada de gran velocidad y de armamento

fuertemente ofensivo.

Lancha: Bote grande para ayudar en las faenas que se ejecutan en los buques y para

transportar carga y pasajeros en el interior de los puertos / Embarcación de

remos para el servicio de buques mayores / Bote.

Lanzatorpedos: Tubo de retrocarga destinado a lanzar los torpedos al agua. Pueden ser

instalados en submarinos o buques de superficie. Algunas lanchas torpederas

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283

y aviones, en lugar de lanzar los torpedos, los dejan “caer” al agua, en

donde por sí mismos se ponen en marcha. En este caso se sustituye el tubo

lanzatorpedos por un mecanismo de dos o tres soportes giratorios, llamado

“canasta”, que mantienen suspendido al torpedo encima del agua hasta el

momento del disparo, en que le deja libre y el torpedo cae por su propio peso.

Lastre: Peso añadido al barco o al bote para llevarlo al nivel deseado de flotación y

aumentar la estabilidad. En un principio era grava, después metal, y algunas

veces hormigón; ahora es más común el agua que posteriormente tiene la

ventaja de ser más fácil de quitar y sustituir / En Lastre: navegar sin

cargamento, por ejemplo, con las bodegas vacías.

Legión Cóndor: Nombre del escuadrón aéreo alemán que luchó a favor del general Franco

durante la Guerra Civil española. Se constituyó en noviembre de 1936 al ser

reforzado el contingente que venía operando desde el principio de la guerra.

Con una organización autónoma dentro del Estado Mayor franquista participó

en acciones de bombardeo masivo en diferentes frentes, proporcionando al

bando nacionalista una decisiva superioridad aérea.

Legua: La legua marina es la vigésima parte de la extensión lineal de un grado de

meridiano terrestre.

Liberal: Que profesa doctrinas favorables a la libertad política en los Estados.

Liberator: Bombardero de gran autonomía, conocido como B-24. fué el cuatrimotor que

alcanzó mayor número de unidades durante la Segunda Guerra Mundial:

18.188. Por su gran alcance los americanos lo emplearon como avión de

transporte, reconocimiento, y bombardero de patrulla en la lucha

antisubmarina. Velocidad: 467 km/h a una altura de 7.600 metros.

Autonomía: 3.380 km. Con una carga de 2.270 kg. de bombas. Armado con

10 ametralladoras de 12,7 mm. y una dotación de 10 hombres.

Liberty: Libertad.

Libra esterlina: Unidad monetaria del Reino Unido, dividida en 100 peniques.

Libra: Medida de peso equivalente a 0,454 gramos.

Línea de batalla: La que forman los navíos capaces de la mayor potencia de fuego. En la

antigua marina se utilizaron dos medios de combate; la línea de frente

referida a las galeras y la línea de fila asociada a los navíos que permitía

obtener el mejor partido de la artillería y facilitaba el mando. La línea

volvería a aparecer con la aparición del acorazado o del crucero, cuyo

armamento estaba dispuesto en torres.

Lion: León.

Litera: Cada una de las camas adosadas a los mamparos y amuradas de un buque.

Lombardo: Pueblo germánico que se estableció en el norte de Italia en el año 568,

fundando un reino independiente.

Luftwaffe: (alemán). Arma Aérea.

Lusitania: Antigua provincia romana en España, que comprendía casi todo el actual

Portugal.

Lützow: Ciudad de Alemania.

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284

Macho: La púa de bolina que pasa por el guardacabo del chicote de ésta, teniendo

uno de las suyas hecho firme en el garrucho de la vela, mientras que por el

guardacabos del otro pasa la “hembra”/ Parte inferior y más gruesa de los

palos de los veleros.

Magiar (Ver Húngaro): Pueblo de lengua afín al finlandés. Tras saquear repetidas veces los reinos

cristianos y ser vencidos por el Emperador germánico Otón, se instalaron en

el Danubio medio y fundaron un reino, origen de la actual Hungría.

Mamparo/mamparo estanco: División vertical empleada para dividir un espacio interno del barco, tanto

longitudinal como transversalmente. Estas peticiones pueden ser estancas, en

cuyo caso las aberturas para permitir el paso a ellas tienen que poder

sellarse, preferiblemente por control remoto.

Mandato (internacional): Potestad titular que, conferida e intervenida por la Sociedad de Naciones

ejercía una potencia o Estado sobre otros territorios. La Organización de las

Naciones Unidas (ONU) recogió, modificándolo, este concepto. Los antiguos

―mandatos‖ pasaron a denominarse territorios bajo tutela, territorios en

régimen de administración fiduciaria o fideicomisos y contaron con derechos

muy superiores a los de los antiguos ―mandatos‖, de los cuales no perduran

más que los africanos y el de Oceanía (a cargo de EE.UU), en calidad de

fideicomiso de la ONU, ya que el resto se ha convertido en naciones

independientes.

Manga: Anchura máxima de un buque a la altura de la primera cubierta y de la

cuaderna maestra.

Maniobra: Operación mediante la cual se dan posiciones y movimientos a las

embarcaciones, o el conjunto de todo el aparejo de ellas.

Mapa: Representación gráfica a escala de la tierra o parte de ella, en una superficie

plana / representación geográfica de una parte de la geografía terrestre, en la

que se da información relativa a una ciencia determinada.

Mar gruesa: Marejada fuerte que provoca gran inclinación, abatimiento y oscilación de

las naves.

Mare Nostrum: Expresión latina con que los antiguos romanos designaban al mar

Mediterráneo.

Marea: Movimiento periódico y alternativo de ascenso y descenso de las aguas del

mar, producido por la atracción del Sol y de la Luna sobre ellas. Ese ciclo se

repite cada 12 horas y 25 minutos, llevándose a cabo un desplazamiento

horizontal de los límites del agua: el máximo o ascenso se denomina

“pleamar” o “marea alta” y el mínimo “bajamar” o “marea baja”.

Marmita: Olla de metal con tapadera ajustada.

Marxismo: Doctrina económica, política y filosófica elaborada por Karl Marx, partiendo

del estudio de las relaciones económicas de la producción. Se funda en la

interpretación materialista de la dialéctica de Hegel aplicada al proceso

histórico y económico de la humanidad, y es la base teórica del comunismo y

algunas corrientes del socialismo.

Mastelerillo: Cada uno de los palos menores que van sobre los masteleros en ciertos

buques de vela y que sirven para sostener los juanetes.

Page 293: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

285

Mastelero: Cada uno de los palos menores que van sobre los principales en las

embarcaciones de vela, y sirven para sostener las velas de gavia, juanetes y

sobrejuanetes.

Mástiles: Palos, montados verticalmente, normalmente sostenidos en cada costado y a

proa y a popa, empleados para portar las velas. Los barcos más grandes

tenían masteleros e incluso mastelerillos de juanete montados sobre el mástil

más bajo. Un empleo secundario era proporcionar una plataforma para

vigías y banderas de señales. Y eso continuó, especialmente en los buques de

guerra, mucho tiempo después de haberse eliminado las velas. En los últimos

tiempos los mástiles actúan solamente como plataformas para antenas de

radio y radares.

Me-109: Avión militar. Uno de los mejores cazas en el período de 1936-1942.

Diseñado por el ingeniero aeronáutico alemán, Willy Messerschmitt. También

construyó el primer avión de reacción, que entró en combate en 1944.

Medieval: Relativo a la Edad Media de la historia.

Megalomanía: Manía o delirio de grandeza.

Mein Kampf: (alemán). ―Mi lucha‖.

Meleé (voz francesa): Apelotonamiento de barcos en la batalla, sin orden ni concierto.

Menonita: Disidente de los anabaptistas que acepta la doctrina de Mennón, reformador

holandés del siglo XVI.

Mentís: Acción de desmentir lo dicho por otra persona.

Mercurio: Es el único metal líquido a la temperatura ordinaria, de color plateado

brillante y muy pesado. Tiene la propiedad de disolver los métales y formar

amalgama. Se usa para termómetros y barómetro; también en medicina,

electrotecnia, industria química y de plásticos. Cuando se inhala o ingiere

daña el sistema nervioso, produciendo graves envenenamientos.

Mesopotamia: Del griego: ―Tierra entre ríos‖ / región de Asia, situada entre los ríos Eufrates

y Tigris; cuna de la civilización occidental. Hoy en día, tal región corresponde

en su mayor parte, a Irak.

Meteorología: Ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos.

Metox: Detector de emisiones electromagnéticas, llamado también “Cruz de

Vizcaya”, por su forma y porque había sido ideado para conseguir cruzar el

golfo de Vizcaya, evitando la caza aérea aliado. El detector permitía

sumergirse apenas el submarino estaba en el haz del radar que llevaban los

aviones.

Metrópoli: Gran centro de actividades urbanas, con un mínimo de población cifrado en

torno al millón de habitantes.

Milicia: Tropa o gente de guerra / Milicia popular: Cuerpos armados de voluntarios

que apoyaron al ejército regular durante la Guerra Civil española a favor de la

República.

Milla náutica: Medida internacional de distancia en el mar que se ha estandarizado en 1852

metros.

Mina (submarina): Ingenio explosivo que se emplea para la defensa de puertos, radas, canales, y

también posadas o sueltas en el mar, contra los buques enemigos.

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286

Misil: Todas las armadas modernas tienen en servicio una gama de misiles cada vez

más variados, que prácticamente han reemplazado a la artillería. De guiado

activo o pasivo, esos misiles pueden ser superficie-superficie, superficie-aire,

aire-mar. Igualmente los submarinos están provistos de ellos. Lanzados en

inmersión, esos artefactos efectúan un recorrido en la atmósfera antes de

alcanzar un blanco en superficie o un objetivo terrestre. Dentro del marco de

la lucha contra otros submarinos, pueden acabar su recorrido dentro del agua.

Por último, los submarinos propulsados nuclearmente disponen de misiles

balísticos con cabezas múltiples, de un alcance de miles de kilómetros.

Monitor: Buque de combate acorazado, muy llano, sin bordas, provisto de torres de

artillería gruesa, y a veces, con espolón. Fue construido el primero en

Norteamérica cuando la guerra de Secesión.

Monopolio: Concesión otorgada por la autoridad competente a una empresa para que ésta

aproveche con carácter exclusivo alguna industria o comercio / Concepto

económico que se refiere al polo opuesto al régimen de libre competencia.

Mormón/Mormonismo: Movimiento cristiano milenarista fundado por Joseph Smith (1830) en EE.UU

bajo el nombre de Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Su

sucesor Brigham Young se trasladó con sus adeptos a Utah (1846-47) donde

crearon la ciudad de Salt Lake City. Los mormones adoptaron originalmente

una forma de vida inspirada en los antiguos patriarcas bíblicos. Sus libros

sagrados son la ―Bíblia‖ y el ―Libro del Mormón‖ / Mormón: según las

doctrinas mormónicas, último profeta que escribió el libro de su nombre sobre

planchas de oro y reveló a Joseph Smith, por medio del espíritu de su hijo,

Moroni, dónde estaba escondido / Milenarista: relativo al milenarismo,

doctrina o creencia que suponía que Jesucristo reinaría en la tierra durante mil

años antes del Juicio Final / Doctrina de los que pensaban que el fin del

mundo acaecería en el año 1.000 / Patriarca: Persona que por su edad y

sabiduría ejerce autoridad moral en una familia o colectividad/ Nombre que se

da a algunos personajes del Antiguo Testamento por haber sido cabezas de

numerosas familias / Profeta: persona que posee el don de la profecía /

Profecía: predicción de las cosas futuras en virtud de un don especial.

Morse: Sistema de telegrafía inventado por Morse, que utiliza un alfabeto a base de

puntos y rayas.

Mousetrappins (ratonera): Rampa de 4 raíles con una elevación de 45º por la que se lanzaban pequeñas

cargas explosivas antisubmarinas, cuya propulsión se efectuaba por medio de

cohetes.

Nautilus: (4º barco con el mismo nombre). Fue el primer submarino y buque de guerra

nuclear del mundo. Entró en servicio en septiembre de 1954; en agosto de

1957 partió hacia su primer viaje bajo el hielo polar, un año más tarde se

convirtió en el primer buque que alcanzó el Polo Norte geográfico; desde allí

continuó su rumbo y después de 96 horas y 2.945 km. debajo del hielo, salió a

la superficie al nordeste de Groenlandia.

Nave: Cualquier embarcación.

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287

Navío: Derivado del galeón, el navío encuentra su estilo en la primera mitad del

siglo XVII. Con una relación eslora-.manga de 1 a 4.5, una toldilla integrada

con el casco, este buque relativamente bajo en el agua ofrece una capacidad

oceánica y una velocidad que podía alcanzar los 10 nudos, capaz de sostener

el combate en la línea de batalla. A fines del siglo XVIII y principios del XIX

los más importantes son de tres puentes que llevaban de 100 a 120 piezas de

artillería.

Nazista (ab: Nazi): Partidario del nacionalsocialismo (nazismo). Movimiento político alemán

dirigido por Hitler, su autoridad máxima. La doctrina entronca con el

pensamiento pangermánico del siglo XIX, en su vertiente más reaccionaria

(idea de la Gran Alemania, predestinación del pueblo germánico, exaltación

de la raza aria).

Neón: Elemento químico perteneciente al grupo de gases nobles del sistema

periódico / Gas monoatómico, incoloro e inodoro que se encuentra en

pequeñas cantidades en la atmósfera terrestre.

Nudo (Velocidad): Medida internacional de la velocidad de un barco (una milla náutica por

hora).

O. K. W: Siglas del Mando Supremo de las Fuerzas Armadas alemanas.

Obra muerta: Toda la parte de un barco comprendida entre la línea de flotación y la

borda, es decir, la que permanece fuera del agua.

Ojo de buey: Ventana o claraboya circular.

Oligarquía: Forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido

grupo de personas.

Omaha: Ciudad de EE.UU en el Estado de Nebraska. Centro agrícola y ganadero.

Ostrogodo: Se dice del individuo de aquella parte del pueblo godo que estuvo establecida

al oriente del Dniéper, y fundó un reino en Italia.

Palatino/a: Relativo a palacios o propio de los palacios.

Palo: Cada uno de los mástiles que conforman la arboladura de un buque. El

lanzado hacia la proa del buque se llama bauprés. Los tres o cuatro

verticales se llaman de proa a popa: trinquete, mayor, mesana y

contramesana. Los palos constan generalmente de tres secciones: el palo

macho, mastelero y mastelerillo.

Panel: Compartimentos en que se dividen los lienzos de una pared, las hojas de

puertas, etc. / Elemento prefabricado para construir divisiones en los edificios/

Grupo de personas que discuten un asunto en público.

Paneslavita: El individuo perteneciente a un movimiento político y cultural que propaga la

unidad de todos los pueblos eslavos.

Panfleto: Escrito en que se denigra o infama a personas, ideas o instituciones.

Pantoque: Parte exterior del casco de un barco.

Panzer: (alemán). Blindado, tanque de guerra.

Pañol: Almacenaje seguro para explosivos. (Ver Santabárbara).

Paquebote: Embarcación semejante al bergantín, con la diferencia de llevar vela mayor

redonda como las fragatas, y mesana en lugar de cangreja, Por lo regular tal

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288

buque solía servir de correo / Barco empleado en un servicio programado,

regular, para transportar pasajeros y/o cargamentos.

Parlamento: Cámara o Asamblea nacional o provincial que tiene como funciones básicas

elaborar y aprobar las leyes, y controlar la actividad del Gobierno.

Patriarca: Persona que por su edad y sabiduría ejerce autoridad moral en una familia o

colectividad/ Nombre que se da a algunos personajes del Antiguo Testamento

por haber sido cabezas de numerosas familias.

Patricio: Descendiente de los primeros senadores romanos establecidos por Rómulo,

que formaban la clase social privilegiada, opuesta a los plebeyos / Individuo

que por su nacimiento, riqueza o virtudes descuella entre sus conciudadanos.

Patrullero: Buque ligero de guerra que puede desempeñar diversas misiones

acompañando a buques de mayor porte; también puede cubrir vigilancia

marítima.

Penacho: Grupo de plumas que tienen algunas aves en la parte superior de la cabeza /

Adorno de plumas.

Penuria: Escasez.

Percutor: Pieza que golpea en cualquier máquina.

Periplo: Viaje de larga duración / Viaje de circunnavegación.

Periscopio: Aparato óptico que permite a un observador cambiar el plano de visión.

Funciona por medio de prismas verticales, o espejos situados en planos

paralelos, que reflejan rayos incidentes en ángulos idénticos pero opuestos.

En el mar se utilizan normalmente para permitir que los submarinos

sumergidos vean la superficie, y también en torretas de cañones.

Peróxido (de hidrógeno): Agua oxigenada: Líquido incoloro, soluble en agua, con débil olor a ácido

nítrico. Disuelto en agua es muy utilizado en medicina como desinfectante y

en otros usos.

Pescante: Una grúa pequeña de cuello de ganso equipada con un mecanismo de subida

y bajada, normalmente utilizado para transportar y facilitar el lanzamiento y

recuperación de botes (especialmente de botes salvavidas) desde un barco

más grande.

Petardo: Tubo de cualquier materia no muy resistente, que se rellena de pólvora u otro

explosivo y se liga y ataca convenientemente para que, al darle fuego, se

produzca una detonación.

Petate: (del ―náhuatl: estera). Esterilla de palma / Lío de la cama y la ropa de cada

marinero y soldado en el cuartel o penado en su prisión.

Pie: Medida de longitud subdividida en 12 pulgadas que en la España del

siglo XVII equivalía a 27,8 cm. También conocido como pie de Burgos /

Hoy, 0, 3048 m.

Pillenwerfer: Consistía en recipientes de sustancias químicas colocadas externamente al

submarino, que en contacto con el agua de mar producía grandes y

persistentes burbujas de acetileno, capaces de reflejar los impulsos

goniométricos como si fuera otros submarino intentando confundir a la caza

adversaria.

Piloto (Pilotar): El que dirige un buque en navegación.

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289

Pinzote: Hierro acodillado en forma de escarpia que se clava para servir de gozne o

macho, como los del timón donde se enganchan las correspondientes

hembras. / Barra o palanca que se encajaba en la cabeza del timón y servía

para moverlo.

Pirata: Barco, tripulación y capitán. Proviene del griego “peiratées”: emprendedor.

Desalmados que atacaban, asaltaban y asesinaban en busca de un botín, sin

obedecer Ley ni autoridad alguna.

Planeador: Aeronave sin motor, que se sustenta y avanza aprovechando solamente las

corrientes atmosféricas.

Platina: Disco de vidrio o metal, y perfectamente plano para que ajuste en su

superficie el borde del recipiente de la máquina neumática.

Pleamar: Límite superior alcanzado por una marea media / Tiempo que dura.

Plebiscito: Consulta que los poderes públicos someten al voto popular directo para que se

apruebe o rechace una determinada propuesta sobre soberanía, ciudadanía,

poderes excepcionales, etc.

Plenipotenciario: Se dice del agente diplomático investido por el Jefe del Estado de plenos

poderes para resolver los asuntos de que trate.

Plusvalía: Incremento del valor de un bien mueble o inmueble por causas extrínsecas

a la actividad de su propietario / En la teoría marxista, diferencia entre el

valor producido por el trabajo del asalariado y la remuneración que recibe.

Constituye la base del beneficio capitalista y, por lo tanto de la

acumulación de capital.

Pocilga: Establo para ganado de cerda / Cualquier lugar hediondo y asqueroso.

Popa: Toda la sección trasera de un buque.

Portaaeronaves: En las marinas modernas la expresión portaaeronaves se refiere a una gama

de buques cada vez más variados: portaaviones de combate provistos de una

pista oblicua y catapultas, portaaviones simplificados que no disponen más

que de helicópteros y aviones de despegue corto o bien porta helicópteros y

buques de operaciones anfibias que unen barcazas con aeronaves.

Portaaviones: (Ver Portaaeronaves).

Porte: Tamaño o capacidad de un buque.

Práctico: El piloto que conduce una embarcación en navegación costera y, principalmente,

el que pilotea un buque para entrar o salir de puerto.

Prisma: Triangular de cristal, que se usa para producir la reflexión, la refracción y la

descomposición de la luz.

Proa: Toda la sección delantera de un buque.

Protectorado: Parte de soberanía, especialmente sobre las Relaciones Exteriores, que un

Estado ejerce en un territorio en el que existen autoridades propias. Su

desarrollo estuvo ligado al fenómeno del colonialismo.

Protocolo: Acta o cuaderno de actas relativas a un acuerdo, conferencia o congreso

diplomático / Regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto

o por costumbre.

Provence: Antigua Provincia de Francia.

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290

Prusiano: Natural de Prusia / Antiguo Reino de Europa, el mayor y más importante de

los que dieron origen a la nación alemana.

Puente: (Véase cubierta).

Pulgada: Medida de longitud, duodécima parte del pié, que equivale a 23 mm. / Medida

inglesa de longitud equivalente a 25.4 mm.

Queen Elizabeth: Reina Elizabeth.

Queen Mary: Reina María.

Quemarropa: Tratándose de un disparo de arma de fuego, hacerlo desde muy cerca.

Quilla: Primera pieza que se coloca al construir el buque; gran madero compuesto de

varias piezas fuertemente empalmadas, que va en la parte más inferior del

casco, de proa a popa y sobre el que se insertan, como en un espinazo, las

cuadernas, que son como las costillas del buque.

Rada: Bahía, ensenada.

Radar: Aparato de búsqueda electrónica, llamado así por las iniciales de las palabras

―Radio detecting and ranking‖. El funcionamiento del radar se basa en la

reflexión que sufren las ondas electromagnéticas que se propagan en el aire,

cuando chocan con un obstáculo. Particularmente temible para los submarinos

en su empleo montado en un avión, dada la rapidez del ataque que sigue a la

detección.

Radical: Partidario de reformas extremas, especialmente en sentido democrático.

Radiogoniómetro: Aparato receptor que detecta la dirección de donde provienen las radiondas.

Raid: Incursión militar en terreno enemigo, sin finalidad de conquista ni de

apoderarse de botín.

Rayar / rayado: Práctica de tallar una serie de ranuras en espiral en la longitud del cañón de

un arma de fuego con el fin de hacer girar el proyectil y así estabilizarlo en

su vuelo. El sistema se adopto ampliamente en la Artillería Naval desde

mediados del siglo XIX. (véase también: Ánima lisa).

Refectorio: Habitación reservada en las comunidades y colegios para juntarse a comer.

Reich: Voz alemana que significa ―Imperio‖. En la historia de Alemania se suelen

distinguir tres períodos imperiales: el I Reich fue el Sacro Imperio Romano

Germánico (desde Otón I hasta la paz de Westffalia); el II abarcó desde la

proclamación del Imperio alemán en Versalles, tras la guerra franco-prusiana

ganada por Guillermo I y su Canciller, Bismark (1870), hasta la derrota

germana en la Primera Guerra Mundial (1918), y el III Reich (1939 – 45)

proclamado por Hitler.

Remolcador: Embarcación usada para toar (arrastrar) a otra.

Reprise: (Voz francesa): Paso rápido de un régimen de motor a otro superior.

Retrete: Aparato sanitario consistente en un recipiente adecuado para orinar o evacuar

el vientre, con una cañería de desagüe y un depósito de agua para su limpieza

/ Habitación donde está instalada este aparato.

Retrocarga: Cañones que se cargan desde la recámara, por medio de un segmento que se

puede quitar.

Page 299: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

291

Roble: Árbol de gran tamaño, copa ancha y longevo. Crece en casi toda Europa. Su

madera es dura, compacta, de color pardo amarillento y muy apreciado en

carpintería.

Roda: Pieza gruesa y curva que forma la proa de la nave.

Rompehielos: Buque de forma, resistencia y potencia adecuadas para abrir camino en los

mares helados.

Rompeolas: Dique avanzado en el mar, para procurar abrigo a un puerto o rada.

Rosario: Sarta de cuentas, separadas de diez en diez por otras de distinto tamaño, que

sirve para hacer ordenadamente el rezo del mismo nombre.

Royal Oak: Roble Real.

Rubro: Título, rótulo.

Rumbo: Dirección considerada o trazada en el plano del horizonte / Camino que uno

se propone seguir.

Sabueso: Persona que sabe indagar, que olfatea / Perro sabueso.

Sahel: Zona al Sur del desierto del Sahara. Se encuentran comprendidas en ella

porciones más o menos extensas de Chad, Etiopía, Mali, Mauritania,

Nigeria, Senegal, Sudán y Burkina Faso. Su clima es extremadamente seco.

Salva: El acto de saludar o contestar a ese honor militar en cualquiera de los casos

y forma / También se llama al saludo de la artillería, sin balas.

Salvavidas: Bote y / o aparato de especiales características que se usan para el

salvamento de náufragos.

Samurai: Fueron en principio los guerreros que guardaban la corte imperial. El término

se extendió paulatinamente a todos los guerreros provinciales, BUSHI, en

general. Después, se aplicó el término a todo guerrero con rango o cargo

oficial al servicio de un shogun o ―daimyo‖.

Santabárbara: Pañol en el que se guarda y custodia la pólvora en las embarcaciones / La

cámara que da acceso a este pañol.

Sarta: Serie de cosas metidas por orden en un hilo cuerda, etc. / Serie de sucesos o

cosas no materiales, iguales o análogas.

Scapa Flow: Bahía y base naval en las islas Orcadas, archipiélago del Reino Unido al norte

de Escocia.

Schnorkel: Tubo con una válvula en su extremo superior rebatible; de unos diez metros

de largo; que permite la toma de aire, y la evacuación de los gases

quemados, a un submarino de propulsión clásica, navegar a profundidad de

periscopio utilizando sus motores diesel y así continuar funcionando con sus

motores de combustión interna mientras permanece sumergido. Inventado en

los Países Bajos en la década de 1930, no se utilizó mucho hasta que la

armada alemana lo empleó en la Segunda Guerra Mundial, pero desde

entonces ha sido universal. Naturalmente, no es necesario a bordo de los

submarinos nucleares.

Semita: Según la tradición bíblica, descendiente de Sem. Pueblos originarios del norte

de Arabia que entre el V y el I milenio a. C., se asentaron en Oriente Medio,

donde desarrollaron las grandes civilizaciones posteriores a las sumerias. Son

Page 300: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

292

de origen semita los acadios, amorritas y arameos, así como hebreos, fenicios

y árabes.

Senado: Asamblea de patricios que formaba el Consejo de la antigua Roma / Cuerpo

legislativo formado por personas elegidas por sufragio o designadas por razón

de su cargo, posición, título, etc. / Edificio o lugar donde los senadores

celebran sus sesiones.

Serbio: De Serbia, llamado hasta 2003 Federación Yugoslava o Yugoslavia.

Serviola: Pescante muy robusto en las proximidades de la amura y al exterior del

costado del buque / Estar de serviola: hallarse un marinero de guardia en

aquel sitio por la noche.

Servomotor: Aparato mediante el cuál se da movimiento al timón aplicando una fuerza

mecánica.

Shogun: ―Gran General‖. Originalmente, título temporal que se otorgaba a los

príncipes imperiales que dirigían campañas militares. Se hizo extensivo a los

jefes guerreros queriendo legitimar su poder, como resultado de ser el brazo

armado del emperador. De hecho, hubo varios shogun, que por grandes

períodos ostentaron el poder supremo en Japón.

Singladura: Camino recorrido por un buque en veinticuatro horas durante una

navegación / La acción de singlar, caminar ó navegar; y también la velocidad

que lleva la nave.

Sonar: Siglas de Sound Navigation and Ranking; técnica de emplear ondas

ultrasonoras para detectar objetos debajo del agua y, por extensión, el equipo

que se utiliza. (Véase también ASDIC).

Soviet: Órgano de gobierno local en la antigua URSS / Agrupación de obreros y

soldados durante la Revolución Rusa.

Squid (Calamar): Lanzacargas similar al erizo, pero con sólo tres cargas de mayor peso, con

espoleta de efecto hidrotástico además de choque.

Statu quo: Del latín; significa literalmente ―en el estado en qué‖. Se usa especialmente en

la diplomacia, para designar el estado de cosas en un determinado momento –

―Per statuto in quio ante‖. Esto es, ―el estado en que estaban las cosas‖.

Stuka J-87: Cazabombardero de ataque en picado. Probado con éxito en la Guerra Civil

española por la ―Legión Cóndor‖. Más tarde utilizado en las campañas

relámpago contra Polonia y Francia. Temido por sus efectos mortíferos,

además del psicológico, creado por el sonido de unas sirenas que

acompañaban su caída en picado. Fué usado en la batalla aérea contra

Inglaterra, pero sufrió graves pérdidas debido a su pesadez y falta de

maniobrabilidad en la lucha contra los cazas ingleses. Voló en el frente del

Este hasta el fin de la guerra y se fué convirtiendo en un arma eficaz contra

los tanques, empleando cañones de 37 mm.

Submarino: Hablando con propiedad, buque capaz de operar indefinidamente debajo del

agua. Al principio los submarinos eran meros sumergibles y hasta que no

llegaron los sistemas de propulsión anaeróbicos no se construyeron

auténticos submarinos.

Page 301: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

293

Sudete: Habitante de la región del mismo nombre, territorio enclavado en una

cordillera de Europa Central, entre Polonia y la República Checa. Sus gentes,

en su mayoría de origen alemán, sirvieron de base a un movimiento

nacionalista de emancipación. En 1938 Hitler lo incorporó a Alemania.

Después de la Segunda Guerra Mundial volvió a la República Checa.

Suevo: Se dice del individuo perteneciente a una liga de varias tribus germánicas que

en el siglo III se hallaba establecida entre el Rin, el Danubio y el Elba, y en el

siglo V invadió las Galias y parte de Hispania.

Sultán: La fuente reinante de la autoridad, que llega a convertirse en el término

islámico usual para designar la soberanía.

Sumerio: (Ver Acadio / Sumerio).

Sunderland Mark III: Hidroavión. Cuatro motores de 1.065 hp cada uno; velocidad máxima 308

km/h. armado con una tonelada de bombas y cargas de profundidad,

patrullaba el mar por más de 13 horas seguidas, escoltando a los convoyes

cientos de kilómetros desde los puertos británicos. En el rescate marítimo su

amplio fuselaje y largo alcance le permitía salvar muchas vidas. Bien armado,

era una presa difícil para los cazas enemigos.

Sword: (Voz inglesa): Significa ―espada‖.

Swordfish (Pez espada): Avión bombardero británico. Uno de los pocos biplanos que estuvieron en

servicio en el frente hasta el final de la guerra. Pese a tratarse de un tipo de

avión anticuado, logró notables éxitos. Se utilizó además, de bombardero en

servicio en los portaaviones, como lanzaminas.

T. S. H: Siglas de Telegrafía Sin Hilos.

Taborita (Husita): Seguidores del reformador religioso checo Jan Hus. A su muerte, sus

seguidores interpretaron su causa de modo político: defensores de su

nacionalismo. Los Husitas exaltados establecieron una comunidad a la que

llamaron Tabor, de ahí su nombre de taboritas, que se entregó a la violencia

social y a la destrucción de templos, monasterios, etc.

Táctica: Conjunto de reglas a que se ajustan en su ejecución las operaciones militares.

Taino: nombre con el que los historiadores y arqueólogos han denominado a la

población indígena que habitaba parte de Puerto Rico, Cuba y la isla de Santo

Domingo a la llegada de los españoles.

Tanque (de guerra): Automóvil de guerra blindado y con armas de artillería que, moviéndose

sobre una llanta flexible y articulada puede andar por terrenos irregulares.

Telemetría: Medida de distancia entre objetos lejanos.

Teólogo: Persona especializada en Teología, ciencia que trata de Dios, de sus atributos

y perfecciones.

Termómetro: Instrumento que sirve para medir la temperatura.

Timón: Tabla o aleta vertical colocada en la línea central del barco en el codaste,

originalmente (y todavía en barcas pequeñas) de sencillos pinzotes conocidos

como machos y unidos directamente a la barra del timón o por cuerdas o

cadenas a la rueda de dirección que, cuando adquiere cierto ángulo con el

curso del barco, provoca un cambio de dirección.

Timonel: Persona que gobierna el timón de la nave.

Page 302: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

294

Tonelada: Medida de capacidad de carga antigua. Actualmente la tonelada métrica de

1.000 kilogramos es unidad de desplazamiento de la nave. La tonelada de

registro bruto o neto, es una medida de volumen, equivalente a 2.183 metros

cúbicos.

Tonelaje: Capacidad de carga transportada por un buque mercante o el desplazamiento

de un buque de guerra. En un buque mercante, el tonelaje se puede calcular

de varias formas (el termino procede de “tonel” –tonel de vino-., la unidad de

carga estándar original y “tonel” significa 100 pies cúbicos). Como los

buques de guerra casi siempre están cargados en su totalidad y preparados

para la batalla, el tonelaje naval es una medida del peso del navío. Se calcula

por medio del principio de Arquímedes de que un cuerpo que flota empuja a

los costados, o desplaza su peso en agua. La longitud en pies cúbicos del

casco de un barco bajo el agua con carga de combate corresponde al

volumen de agua desplazada; cada 35 pies cúbicos de agua de mar pesa una

tonelada gruesa, a 2.240 libras. Por lo tanto, un buque de guerra que

desplaza 35.000 pies cúbicos de agua de mar tiene un peso, o desplazamiento,

de 1.000 toneladas gruesas. Un acorazado típico desplazaba por lo menos

700.000 pies cúbicos de agua de mar, lo que se traduce en 20.000 toneladas.

Tonelaje bruto es el volumen interno total del casco de un barco que procede

de un cálculo basado en sus dimensiones. El tonelaje neto es el volumen

interno disponible para la carga (es decir, el tonelaje bruto menos el espacio

para acomodo de la tripulación, maquinaria, carboneras, etc). El tonelaje de

peso muerto es una medida de carga total de cargamento, fueloil y

provisiones que puede transportar un buque cuando va a plena carga. La

capacidad de los buques de carga a granel se expresa siempre en metros

cúbicos. En los barcos mercantes el tonelaje siempre ha sido una medida de

capacidad antes que de desplazamiento. Se calcula dividiendo el volumen

interior utilizable en pies cúbicos por 100: un número arbitrario. Así pues, un

navío que tenga 100.000 pies cúbicos de capacidad esta catalogado como de

1.000 toneladas. Esta medida no tiene nada que ver con el peso del barco. En

verdad, la misma palabra tonelada deriva de la practica inglesa del siglo el

de imponerle a los barcos mercantes un impuesto acorde con la cantidad de

barriles o toneles de vino que cada uno era capaz de transportar en su

bodega.

Topografía: Arte de describir y delinear detalladamente la superficie de un terreno o

territorio de extensión no grande / Conjunto de particularidades que presenta

un terreno en su configuración superficial, es decir, la forma de su relieve y la

estructura de los dos niveles que lo configuran.

Torch (antorcha): Nombre clave para el desembarco de los Aliados en Marruecos y Argelia, a

partir del 08-12-1942. Dirigido por D. Eisenhower, con las costas marroquíes

y Casablanca como primer objetivo. La ciudad fué defendida por la Marina

francesa. El grupo central desembarcó en Orán donde también resistieron los

franceses. El grupo Este desembarcó en Argelia. Protegían las operaciones 8

acorazados, 12 portaaviones, 15 cruceros y 81 destructores. El 10-12-42, se

Page 303: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

295

produce un alto el fuego tras un telegrama del Mariscal Petain al Almirante

Darlan, Comandante en Jefe de las tropas francesas en el Norte de África.

Torpedero (avión): Destinados a disparar torpedos.

Torpedero: Sucesor de la lancha portadora de los torpedos de botalón; el torpedero

armado con torpedos Whitehead, bajo la forma de un buque rápido y poco

visible, alcanza unas cien toneladas. No escapa, sin embargo, a la clásica

carrera del desplazamiento y en 1939 los torpederos de alta mar llegaron a

las 1.500 toneladas. Siempre aptos para el lanzamiento de torpedos, su tarea

principal acaba por convertirse en la lucha antisubmarina / Se dice del barco

o avión de guerra destinado a disparar torpedos.

Torpedo: En un principio una mina amarrada; posteriormente una carga explosiva al

final de un palo colgado de las amuras de un barco pequeño. En términos

modernos, un torpedo es un explosivo autopropulsado, guiado o no, que va

por la superficie del mar o por debajo del agua. Es de esta forma como lo

inventó Robert Whitehead en la década de 1860. El nombre procede de un

pez pequeño capaz de lanzar una descarga eléctrica.

Torre / Torreta: En un principio una especie de caparazón blindado que cubría un cañón que

giraba con la plataforma sobre la cual se montaba dicho cañón.

Posteriormente la cubierta acorazada se convirtió en una parte integral del

soporte giratorio, soportando el cañón o cañones.

Tóxico: Se dice de las sustancias venenosas o que producen efectos muy negativos

sobre el organismo.

Trailla: Cuerda o correa con que se lleva al perro atado a las cacerías / Un par de

perros atraillados o conjunto de esas traíllas unidas por una cuerda.

Tramp: (Voz inglesa). Buque de carga que no cubre una línea regular y aprovecha

las ofertas de fletes más favorables.

Transiberiano: Ferrocarril transcontinental que une Moscú con el puerto de Vladivostok en el

litoral del Pacífico, atravesando grandes extensiones de Siberia.

Trapezoidal: Derivado de trapecio / Trapecio: Cuadrilátero que tiene paralelos solamente 2

de sus lados. Puede ser de 3 clases; rectángulo, isósceles y escaleno.

Trasatlántico: Barco de transporte de pasajeros con un programa fijo, normalmente en

rutas oceánicas. El término se hizo común desde mediados de la década de

1800.

Trasbordador: Embarcación que circula entre dos puntos y sirve para transportar viajeros y

vehículos.

Travesía: Viaje que hace un buque de un sitio a otro.

Trineo: Vehículo sin ruedas para caminar sobre el hielo y la nieve.

Trinquete (Palo de): Palo siguiente a la proa de un buque.

Trípode: Armazón de tres piezas.

Trípoide: Con rasgos de trípode.

Tripulación: El personal que lleva una embarcación.

Tronera: Abertura en el costado de un buque, en el costado de una muralla o en el

espaldón de una batería.

Page 304: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

296

Troya: Antigua ciudad de Asia Menor, inmortalizada por Homero en la ―Iliada‖.

Sitiada la ciudad por los griegos, Ulises consiguió penetrar en la misma,

mediante la célebre estratagema del caballo de madera.

Turbina de vapor: Motor rotatorio en el cual se emplea vapor para mover las paletas de la

turbina situadas en un eje. Más adelante, Parson, el inventor y otros, crearon

un sistema de engranaje (reducción simple, reducción doble) que hizo que la

turbina fuera más eficaz que la turbina de transmisión directa original,

permitiéndole operar a velocidades mucho más altas.

U-boot: Abreviación de Untersee-boot, submarino en alemán. Contrariamente con lo

que sucede en la mayoría de los demás países, la armada alemana de ambas

guerras mundiales no dió nombres individuales a sus submarinos. Estos eran

siempre designados por la letra U seguida de un número de serie.

U-bootwaffe: Arma de Guerra Submarina.

Utah: Estado centroccidental de EE.UU. en las montañas Rocosas. Su capital es Salt

Lake City. Explorado por los españoles en el siglo XVIII, la colonización del

Estado fué llevada a cabo, sin embargo, por los mormones, a partir de 1847.

Por el Tratado de Guadalupe- Hidalgo (1840), México cedió Utah a EE.UU.

Utopía: La descripción de una sociedad ideal situada en una abstracción de tiempo o

espacio. Platón elaboró el modelo clásico de sociedad ideal en su obra ―La

República‖. Esta construcción especulativa reaparecía en el siglo XVI con

Tomás Moro en su obra ―Utopía‖. Con Tommaso Campanella en 1602 y su

obra ―La ciudad del Sol‖ reaparece la descripción detallada de una sociedad

comunitaria ideal, orientada hacia la consecución de la virtud. En el siglo XIX

la Utopía fue defendida por el socialismo y en el XX por personajes aislados,

muchos de ellos con un carácter más visionario que riguroso.

Vándalo: Este pueblo cruzó el Rin en el 406 y después de atravesar la Galia (Francia),

penetró en España. Después de 20 años de pillaje pasaron al norte de África,

donde establecieron un reino que duró hasta el 533.

Velamen: Masa total de las velas de un buque.

Velas Cuadras: Velas rectangulares o trapezoidales regulares, que se envergan por su parte

superior en vergas que cruzan los palos.

Velas Latinas: Velas triangulares, una de cuyas relingas vá envergada en una percha que es

izada o arriada con la vela.

Vendaval: Viento fuerte y sostenido que no llega a ser temporal declarado.

Verga: Palo largo de madera o de metal que cruza el mástil de un barco y en el que

se coloca una vela.

Vichy: Ciudad de Francia central. En 1940 contaba con 25.000 habitantes. Tras el

armisticio, se convirtió en la residencia del Gobierno francés del territorio no

ocupado por Alemania. Los alemanes entraron en él en noviembre de 1941 y

lo abandonaron en agosto de 1944 ante el avance de los aliados, llevándose

consigo a los miembros del Gabinete de Petain.

Vigía: Persona destinada a vigilar el mar o la campiña.

Page 305: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

297

Vikingo: Pueblo escandinavo que entre los siglos VIII y XI realizó diversas

expediciones marítimas por las costas de Europa occidental y exploró

regiones del Atlántico Norte; también llamados normandos.

Visigodo: Rama del pueblo godo que penetró en el Imperio Romano. Fueron asentando

su dominio en la Península Ibérica hasta que en el año 711 fueron derrotados

decisivamente por los musulmanes que penetraron en España.

Warrior: Guerrero.

Wellington: Bombardero medio de la casa Vickers. La estructura geodésica de sus

ventanillas y el grueso de su fuselaje le ayudaba a aguantar los impactos del

fuego de artillería. A estos aviones también se les incorporó un aro externo

electromagnético alrededor de su estructura para activar las minas alemanas

dotadas de un fusible magnético. Para ser eficaces, estos ―imanes‖ voladores

tenían que volar a ras de las olas, tanto, que a veces resultaban dañados por las

minas que detonaban.

Werhrmacht: Nombre dado al Ejército de Tierra alemán.

Wildcat: (gato salvaje). Caza Grumman F4F. (1942). Armado con 6 ametralladoras

calibre 50, depósitos de combustibles autosellantes, blindaje protector y un

motor de 1.200 caballos de fuerza. Era poco ágil comparado con el ―Zero‖

japonés y tenía un alcance de sólo 1.250 km.

Yelmo: Parte de la armadura antigua, que resguardaba la cabeza y el rostro.

Zar: Título que se daba al emperador de Rusia y al soberano de Bulgaria. Proviene

del latín ―César‖.

Zozobrar: Perderse la embarcación, yéndose a pique.

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298

PERSONAJES

PERTENECIENTES AL VOLUMEN III

Abd el Kader o Abd al Qáder ben Muhyí Din: Caudillo argelino (1807 – 1883). Desde 1832 sostuvo una

guerra contra la colonización francesa de Argelia. Llegó a dominar Orán (1837), que le fue reconocido por el

tratado de Tafna. Quiso crear un Estado musulmán, dotado de un ejército y una administración moderna, pero en

1840 Francia inició una brutal y definitiva conquista del país, lo que le obligó a huir a Marruecos (1843) y más

tarde a entregarse a los franceses (1847). Estuvo en prisión hasta 1852.

Agamenon: Rey de Micenas; Jefe de los griegos en el sitio de Troya.

Alejandro III: (1845 – 1894). Sucedió a su padre, Alejandro II, en 1881. Partidario del sistema autocrático,

reforzó la censura, recortó el poder de las asambleas provinciales e impulsó una política de rusificación de las

minorías étnicas y religiosas. Durante su reinado se produjo un fuerte impulso económico. Se construyó el

ferrocarril transcaspiano y se comenzó el transiberiano. En política exterior mantuvo las líneas de acción de sus

predecesores. Le sucedió su hijo Nicolás II.

Alejandro Magno: Rey de Macedonia (356-323 a.C.) hijo de Filipo y Olimpia. Educado por Aristóteles. A la

muerte de su padre, arrasó algunas ciudades griegas que se habían sublevado. Atacó a Persia y en 4 años derrotó

a los persas y se apoderó de su Imperio. Fundó Alejandría. Realizó expediciones por Oriente y marchó hacia la

India; tuvo que retroceder por el cansancio de sus tropas. Murió de fiebres (o envenenado), sin haber establecido

un mecanismo de sucesión.

Amudsen, Roald: Explorador noruego. Realizó expediciones a ambos Polos y en 1903 descubrió el paso del

Noroeste. Fue el primero en llegar al Polo Sur, en 1913. Sobrevoló el Polo Norte en 1926 y murió al ir en

socorro de otra expedición, la del italiano Nobile.

Armstrong, William George: Ingeniero e inventor ingles. En su juventud fue agente jurídico y comenzó a

publicar varios trabajos sobre electricidad. Luego inventó una grúa hidráulica y una máquina hidroeléctrica, pero

la mayor celebridad la debe a la fabricación de artillería rayada y al cañón de su nombre, que supuso una

verdadera revolución. También construyó buques de guerra y en 1887 se le concedió el título de Barón. Después

de su muerte, su empresa se unió a otra para formar la Vickers Armstrong Ltd, la gran sociedad de armamento.

Azueta, Manuel: Nació en Pueblo Viejo (Veracruz en 1862 y murió en 1925). Ingresó al Colegio Militar en

1878, donde cursó la carrera naval; se perfeccionó en los Astilleros de Cartagena, España y regresó a México en

1884. Navegó en ―La Libertad‖ y ―La Zaragoza‖, trajo al país varios barcos y fue Director de la Escuela Naval

de 1904 a 1906 y de 1909 a 1911. En ese año obtuvo el grado de Comodoro y en 1912, se le nombró Jefe de la

Flotilla del Golfo. Fiel a Madero durante la revuelta felicista, continuó en el puesto, sin embargo, durante el

gobierno de Victoriano Huerta. El 21 de abril de 1914, al ocurrir la invasión de los norteamericanos a Veracruz,

y cuando ya las fuerzas del General Gustavo Maas habían evacuado la Plaza, el Comodoro Azueta se dirigió a la

Escuela Naval y gritó a los Cadetes ―a las armas, muchachos; la patria está en peligro‖. Se improvisaron

barricadas en el piso alto y se abrieron aspilleras en el bajo. El fuego se generalizó a la 1:00 p.m., cuando los

norteamericanos cruzaron por detrás del mercado, en construcción, a unos 200 metros de la Escuela. El edificio

fue bombardeado por el ―Prairie‖ y ametrallado por algunas lanchas. El tiroteo menguó a las 05:00 p.m. mientras

los invasores se iban apoderando, palmo a palmo, del centro de la ciudad. Entre las 07:00 p.m. y las 07:30 p.m.

Azueta dirigió la evacuación del edificio, ya destrozado; de dos en dos, salieron por una ventana del comedor,

oficiales, alumnos y marineros de la Intendencia, más el Comodoro, que caminaron hasta Tejería para tomar el

ferrocarril. Llegaron a la ciudad de México el día 26. El día 22, sin embargo, los barcos ―S. Francisco‖ y

―Chester‖ volvieron a bombardear la Escuela, pues creyeron que todavía estaba ocupada por los alumnos.

Azueta vivió después en Cuba, y nuevamente en Veracruz, donde en 1919 fue invitado de honor a la reapertura

de la Academia Naval.

Page 307: Le Cuento La Historia Naval (Volumen III)

299

Babeuf, Francois Noel: (Llamado Gracchus Babeuf). Revolucionario francés (1760 – 1797). De origen humilde

y autodidacta, concibió el proyecto de redimir a los miserables por medio de un reparto equitativo de las riquezas

y, en último término, por la disolución de la sociedad, si con el reparto no se obtenía el resultado apetecido. Al

ver que la Revolución no respondía a sus ideales la atacó rudamente, intentó derrocar al Directorio

(Conspiración de los Iguales) e implantar una dictadura revolucionaria que pusiese en práctica su doctrina

(Babuvismo). Murió ajusticiado.

Bacon, Francis: Filósofo y político inglés (1561-1626). Es uno de los fundadores del método experimental;

combatió la filosofía escolástica y exigió de la ciencia que ayudará al hombre a dominar la naturaleza. En la

novela ―Nova Atlantis‖ proyectó un estado utópico, científicamente organizado.

Badoglio, Pietro: Mariscal italiano. (1871-1956). Participó en la campaña de Eritrea (1896) y en la de Trípoli

(1911-12). Jefe de un Cuerpo de Ejército en la Primera Guerra Mundial, fué gobernador de Libia, Comandante

del Cuerpo Expedicionario de Abisinia (1935) y Virrey de Etiopía (1936). Se mostró contrario a que Italia

atacase a Francia. A la caída de Mussolini se hizo cargo del Gobierno y concluyó el armisticio con los Aliados.

Baker, Samuel White: Explorador británico. Tras seguir el curso del Nilo durante 1 año, descubrió un lago,

desconocido hasta entonces por los geógrafos, al que bautizó, como Alberto (1864).

Baker, Samuel White: Explorador británico. Tras seguir el curso del Nilo durante 1 año, descubrió un lago,

desconocido hasta entonces por los geógrafos, al que bautizó, como Alberto (1864).

Barbarroja, Jair Al-Din: Hermano de Haruj. Fue ―bey de Argel‖, bajo la soberanía del sultán otomano. Luchó

contra los españoles a la orden de los sultanes turcos Solimán y Selím y conquistó Túnez. Carlos V envió contra

él una escuadra al mando de Andrea Doria, que le venció. Nombrado gran almirante por Selím I se enseñoreó del

Mediterráneo hasta 1544, año en que se retiró a Constantinopla.

Bauer, Wilhelm: Ingeniero alemán. En su juventud era tornero e ingresó en el ejército, donde fue suboficial de

artillería e inventó una cabría para el manejo de las piezas. Con ayuda de sus compañeros de armas construyó en

Kiel, el año 1850, un submarino, cuyas características principales eran: eslora, 8 metros; manga, 1.85 m; puntal,

2.70 y 35 toneladas de desplazamiento. Como elementó de propulsión disponía de una especie de hélice

accionada a mano por medio de volantes; tenía asimismo, doble fondo y la estabilidad longitudinal se regulaba

por un peso trasladable con un tornillo sin fin. En un primer ensayo tuvo la virtud de ahuyentar a los buques

daneses que mantenían bloqueo en la rada. Durante una inmersión, hallándose a bordo Bauer y dos marineros,

las planchas de la popa cedieron y el submarino se puso vertical y por último acabó yéndose al fondo, a 18

metros. Después de 15 horas angustiosas, los tres consiguieron escapar y fueron recogidos. El submarino,

rescatado en 1887 pasó a un museo. Bauer se fue al servicio de Rusia y construyó allí otro submarino de

mayores dimensiones. Las pruebas duraron varios meses, efectuando 134 inmersiones. Para ese entonces, Bauer

saco fotografías del fondo, iluminado por un proyector fijo a un portillo. Hubo de sufrir las envidias del

Almirantazgo ruso, hasta que partió la orden de hundir el submarino. Descorazonado, Bauer abandonó Rusia y

se ocupó luego en trabajos de salvamento de buques hundidos, para acabar sus días en la miseria y tras penosa

enfermedad que le tuvo siete años postrado en el lecho.

Beatty, David. Conde de: Almirante inglés. De guardiamarina, se distinguió en las campañas de Egipto y

Sudán. Tomó parte en China en la lucha contra los ―boxers‖. Ascendido a Contralmirante fue nombrado

Secretario naval del Primer Lord del Almirantazgo. Luego fue Jefe de la Primera Escuadra de cruceros de

batalla. En la I Guerra Mundial realizó con sus buques un ataque a Heligoland, hundiendo varios barcos

enemigos y rechazando poco después una incursión de los cruceros alemanes contra la costa inglesa. Tomó parte

importante en el combate de Dogger Bank. Ascendido a Vicealmirante, un año después participó en la batalla de

Jutlandia como Jefe de la vanguardia de la Gran Flota, a la que sucedió en el mando. Además de otorgarsele

varios títulos de nobleza, fué nombrado Primer Lord del Almirantazgo.

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Bessemer, Henry: Inventor inglés. Aunque sin formación cultural, estaba dotado, de singular aptitud para la

mecánica. Durante la guerra de Crimea llegó al convencimiento de la necesidad de mejorar los aceros. Descubrió

dos años más tarde el proceso que le ha hecho famoso y que se conoce por su nombre.

Bismarck, Otto-Leopold, von. Príncipe de: Político y diplomático alemán. Guillermo I le nombró Primer

Ministro en 1852. Impuso el plan de reforma del ejercito prusiano y estableció como objetivo fundamental de su

actuación la unidad alemana, que desarrollo en tres fases: Guerra de Prusia y Austria contra Dinamarca; guerra

austro-prusiana que terminó con la victoria de Sadowa (1866), con lo que Prusia se convirtió en la primera

potencia alemana y, guerra franco-prusiana con la que se consiguió la reunificación de todos los Estados

alemanes. En 1871 Guillermo I fue proclamado Emperador y Bismarck, Canciller del II Reich. A partir de 1878

estableció una política proteccionista e introdujo los Seguros Sociales obligatorios. Actuó como arbitro de la

política internacional, creando un complejo sistema de alianzas con Austria, Italia y Rusia, a fin de mantener

aislada a Francia y dirigió al reparto de África en la Conferencia de Berlín (1884-85). Las diferencias con el

nuevo Káiser, Guillermo II, le llevarían a dimitir en 1888.

Blume Othon, Federico: (1831 - 1901). Ingeniero, nacido en la isla de Santo Tomás (Antillas Danesas), de

padre alemán y madre venezolana, prima hermana del Mariscal Antonio José de Sucre, vencedor en Ayacucho.

Trabajó en EE.UU., construyendo ferrocarriles y más tarde hizo lo mismo en Chile. Finalmente se asentó en

Perú participando en la construcción de varias vías ferrocarrileras y puentes. Desarrolló los planos y construyó

un modelo de submarino, más terminada la guerra contra España el proyecto quedó en el olvido. Durante la

Guerra del Pacífico contra Chile, construyó otro submarino en Paita, siendo trasladado a bordo de un transporte

hasta El Callao, en donde fue probado, realizando una inmersión exitosa; más tarde sería hundido para evitar que

los chilenos se apoderaran de él. Blume, precursor del arma submarina, falleció el Lima.

Bourne, Wiliam: (1578 - ?). Marinero de la Marina Real inglesa. Diseñó una nave cerrada que podía

sumergirse.

Bruce, William Speirs: Explorador y Oceanógrafo escocés. Fue uno de los principales exploradores polares.

Tomó parte de la expedición al Antártico en 1892 – 1896 y 1908.

Burguiba, Habib Ben Alí: Político tunecino. Contribuyó decisivamente a la independencia de su país del que

fue nombrado primer Presidente de la República (1957). Reelegido en varias ocasiones, la última lo fue de forma

vitalicia (1974). En noviembre de 1987, tras ser declarado incapaz para gobernar, fue sustituido como Jefe del

Estado por Zine el Abidin Ben Alí.

Burton, Richard: (1821 – 1890). Educado en Francia e Italia, fue un excelente lingüista. Tradujo ―Las Mil y

Una Noches‖ del árabe, el ―Kama Sutra‖ del hindi y otros textos clásicos, del persa, como ―El Jardín

Perfumado‖, de Nefzaoui. Militar en el ejército británico en la India, estudió en 1845 la prostitución homosexual

en Karachi y lo detallado de su informe le ganó el desprecio de sus compañeros de armas. En 1853, disfrazado

de musulmán afgano, visitó La Meca, aunque no fue el primer occidental que lo hacía. Sí lo fué en entrar en la

ciudad prohibida de Harar en Etiopía, antes de viajar con John Speke en busca de las fuentes del Nilo. Fue

cónsul en Fernando Poo, Santos (Brasil), Damasco y Trieste, donde falleció.

Bushnell, David: Ingeniero estadounidense. Se le atribuye la invención de las armas submarinas, siendo llamado

el ―padre de la guerra submarina‖. Inicio sus experiencias cuando era un obrero y emigró a Francia en busca de

apoyo del gobierno francés, ya que no lo encontraba en el americano. Después, volvió a América. En 1776

construyo una embarcación submarina, ―The Turtle‖, (La Tortuga), que se utilizó casi en plan de ensayo en la

guerra de Independencia de USA. Los principales ensayos de Bushnell se dirigieron posteriormente al torpedo.

Proyectó uno a remolque y otro flotante. No tuvo gran adelanto el arma por desconocerse en aquel tiempo el

empleo de los altos explosivos y tener que reducirse a usar pólvora.

Caillié, René-Auguste: (1799 – 1838). Antes de sus 20 años, el joven y humilde obrero francés ya había viajado

dos veces a la zona francesa de Senegal y recorrido parte del interior. Logró llegar a pie a Tombuctú en 1828,

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disfrazado de viajero musulmán. El relato de sus peripecias, en tres volúmenes, se publicó en 1830 en francés y

pronto fue traducido al inglés. Nunca se recuperó del desgaste físico sufrido en el viaje y no volvió a África.

Calvo Sotelo, José: Político, economista y jurisconsulto español. Diputado, se convirtió en el líder de la derecha

y contribuyó a la radicalización de la lucha en el Parlamento. Murió asesinado el 13 de julio de 1936, en vísperas

del comienzo de la guerra civil.

Campanella, Tommaso: (1568 - 1639). Filósofo y poeta italiano, monje dominico. Defendió las doctrinas de

Telesio, atacando la filosofía de Aristóteles y el escolasticismo en general. Acusado de herejía, fue torturado y

estuvo preso durante 27 años. Su pensamiento participa del sensualismo y del animismo, y propugna la

exaltación de la ley natural. Su obra más importante, "La ciudad del Sol" es una utopía en la que se define las

características de un Estado político - religioso ideal.

Carlos I: Emperador de Austria y rey de Hungría (1887 – 1922). Sucedió a su tío abuelo Francisco José I en

1916 y abdicó en 1918.

Clemenceau, Georges: Político francés (1841 – 1929). Republicano a ultranza, fue jefe del partido radical,

ministro del Interior y presidente del gobierno (1906 – 09 y 1917 – 20). Contribuyó desicivamente a la victoria

aliada en la Primera Guerra Mundial. Participó en la conferencia de paz y en el tratado de Versalles (1919), pero

sus actitudes intransigentes así como su profundo anticlericalismo le granjearon muchas enemistades, por lo que

fue apartado de la presidencia

Clinton, Bill: Político estadounidense. Gobernador de Arkansas. Accedió a la presidencia de EE.UU en 1992,

representando al Partido Demócrata obtuvo la reelección en 1996. Fue sustituido por George W. Bush a

principios del 2001.

Cochrane, Thomas: Almirante inglés. Conde de Dundonald y Marqués de Maranhao. Durante bastante tiempo

sirvió en la Marina de su país y en un crucero por las costas de Francia destruyó parte de una escuadra francesa,

pero en 1814 causó baja en la Armada británica, acusado de fraude. Después de tomar parte en las luchas por la

independencia de Chile y Perú (1818 – 1822), fue contratado por el emperador brasileño Pedro I, quién lo

nombró primer Almirante de la Armada de Brasil. Continuó por algún tiempo en ese servicio, más en 1827 pasó

a comandar la Flota griega en su lucha de independencia contra Turquía. En 1832 Inglaterra lo reestableció en

sus títulos y dignidades.

Colomb, Philip Howard: Vicealmirante inglés. Escritor y táctico naval. Sirvió primero en el mar de Portugal y

en el Mediterráneo. Tomó parte en las operaciones contra los piratas en aguas de China y en 1852 – 53 en la

guerra de Birmania. Estuvo en la expedición ártica de 1854 y operó en el Báltico. Durante la guerra rusa luchó

por la supresión de la trata de esclavos. Colomb fue uno de los primeros marinos que previeron las profundas

transformaciones que habrían de seguirse por la introducción del vapor en los buques, y la necesidad de

establecer un nuevo sistema de señales y un nuevo método de táctica naval. Su sistema de señales, ideado en

1858, fue adoptado por la Armada inglesa. Fue autor de la obra ―Naval Warfare; its ruling principles and

practice, historically treated‖ – Londres 1891.

Corbett, Julian Stadfford: Escritor naval inglés. Fue director de la sección histórica del Comité de Defensa

Imperial. Su obra maestra fue ―Fighting Instructions‖, (Instrucciones de Combate), publicado en 1905, trabajo de

gran interés desde los puntos de vista estratégicos y tácticos. Escribió varias obras más, todas de interés naval e

histórico, destacándose también con ―Some principles of maritime strategy‖, (Algunos principios de estrategia

marítima), obra que fue traducida a varios idiomas.

Cunningham, Andrew Browne: Almirante británico (1883-1963). Ascendido a contralmirante en 1933, ejerció

cuatro años más tarde el mando de una flotilla de destructores en el Mediterráneo. Ocupó el cargo de subjefe del

Estado Mayor y en 1939 se le confió el mando de las Fuerzas Navales británicas en el Mediterráneo. En

desacuerdo con los procedimientos del Almirantazgo respecto a la flota francesa, consiguió evitar en Alejandría

una repetición del drama de Mers el-Kebir. Llevó a cabo con éxito un ataque contra la flota italiana en Tarento y

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después ejerció el mando de las fuerzas navales que aseguraron el desembarco aliado en el norte de África. Una

vez obtenida la capitulación de la flota italiana en 1943, regresó a Londres, donde desempeñaría hasta 1946, con

el título de Primer Lord del Almirantazgo, las funciones de Jefe del Estado Mayor de la Armada. En 1951

publicó su obra ―La odisea de un marino‖. Falleció en Londres.

Chamberlain, Arthur Neville: Político inglés (1869-1940). Entre 1923 y 1937, tres veces Ministro de Bienestar

Social y dos veces Canciller del Tesoro. Después, Primer Ministro. Trató de lograr una distensión en Europa con

su política. En septiembre de 1938 estampa su firma en el documento del Tratado de Munich sobre el futuro de

los Sudetes, junto con Hitler, Mussolini y Daladier. El 3 de septiembre de 1939 declara la guerra a Alemania y

forma un gabinete de emergencia. Dimite en mayo de 1940 y es sustituido por Churchill.

Churchill, Sir Winston Leonard Spencer: Político y escritor británico (1874-1965). Luchó al servicio de

España en Cuba (1898); pasó dos años con su regimiento en India y Egipto; y presenció la guerra anglobóer

como corresponsal del diario londinense Morning Post. En 1901 entró en el Parlamento por el Partido

Conservador. En 1911, se le nombro primer Lord del Almirantazgo. Actuó en ese cargo de manera

revolucionaria, armando los barcos con cañones de 15 pulgadas, introduciendo el uso de combustibles líquidos

en los barcos de guerra y creando la aviación como arma auxiliar de la marina. Como ministro de armamentos

(1917), facilitó la admisión del carro de combate como arma. De 1924 a 1929, fue ministro de Hacienda. En

1939, Neville Chamberlain lo incluyó en su gabinete. En 1940 después de la invasión alemana de Bélgica y los

Países Bajos, Chamberlain renunció y Churchill le sustituyó como Primer Ministro. Su actividad y capacidad de

trabajo para la resolución de los problemas que plateó la guerra no conocieron límites, y se puede afirmar que

fue el principal artífice británico de la victoria aliada. Las elecciones de 1946 dieron la victoria a los laboristas y

pasó entonces a ser jefe de la oposición, hasta que en las elecciones de 1951 volvió a triunfar su partido. En 1955

presentó la dimisión como primer ministro. Escribió más de diecinueve volúmenes sobre política e historia.

Entre sus obras se citan El liberalismo y el problema social (1909), La crisis mundial (1923-29), Pensamientos y

aventuras (1932), La biografía Marlborough (1933-38), Paso a Paso (1939), La novela Savrola (1900), y sus

Memorias (1948-54). Publicó 4 tomos de su Historia de los pueblos de la lengua inglesa: El nacimiento de

Bretaña y El Nuevo mundo (1956-58), La edad de la Revolución (1957) y Las grandes democracias (1958). En

1953 le fue concedido el premio Nóbel de Literatura.

Da Vinci, Leonardo: Pintor, escultor, arquitecto, ingeniero, biólogo, músico, escritor y filósofo italiano (1452 –

1519). Discípulo de Verrocchio, está considerado el genio mas completo de todos los tiempos; su obra abarca la

totalidad de los conocimientos de su época, no sólo en el campo de las artes, sino también en el de las ciencias y

la filosofía. Concibió varios mecanismos y aparatos de los que ejecutó modelos a escala reducida. Dirigió la

construcción de la mayor parte de los canales de Lombardía, llevó a cabo importantes trabajos en la catedral de

Milán y esculpió la estatua ecuestre de Francisco Sforza, de proporciones colosales. Como biólogo se le deben

valiosos estudios sobre anatomía. En el terreno de la investigación experimental, fue un precursor de Bacon y

Galileo. Pintó muchos cuadros entre los que cabe citar de su período de juventud sus dos Anunciaciones y la

Adoración de los Magos; de su estancia en Milán, la Virgen de las Rocas y la Santa Cena, y durante el período

que permaneció en Florencia, Santa Ana con la Virgen y el Niño, la Batalla de Anghiari, Leda y la Gioconda.

Escribió un célebre Tratado de la Pintura, donde expuso su concepción del arte. Sus manuscritos, caligrafiados

de derecha a izquierda (escritura de espejo), se encuentran reunidos en diversas colecciones y cubren temas de

aviación, arquitectura e ingeniería mecánica.

Daladier, Edouard: Político francés. Presidió tres veces el Consejos de Ministros y ocupó la presidencia del

Partido Radical Socialista. Encarcelado en 1940, fué deportado a Alemania de 1943 a 1945, en que fué liberado

por los Aliados. Prosiguió en su país con participación en política.

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Darlan, Jean Francois: (1881-1942) Ingresó en la Escuela Naval en 1899. En 1926 fué llamado por el Ministro

de Marina para ocupar el puesto de Director de su Gabinete. Darlan se consagró a partir de entonces a la

renovación completa de la Flota francesa. En 1934 recibió el mando de la Escuadra del Atlántico y después

ocupó el cargo de jefe del Estado Mayor General y ascendió al grado de Almirante. Desde el comienzo de la

Segunda Guerra Mundial estuvo al mando de todas las Fuerzas Navales francesas. En el momento en que el

gobierno francés se planteaba la cuestión del armisticio, las responsabilidades de Darlan serian grandes, dado

que la suerte de la Flota estaba ligada al problema de la paz. Ministro de Marina en el gobierno del Mariscal

Petain, no ocultó su firme decisión de ordenar el hundimiento de la flota francesa en caso de que los alemanes

intentaran utilizarla para sí. Pero poco tiempo después se produjo el drama de Mers el-Kebir. Más tarde, su

influencia aumentó, siendo considerado como sucesor de Petain. Tras celebrar una entrevista con Hitler en mayo

de 1941, se vería obligado a concluir acuerdos respecto a determinadas facilidades concedidas a los alemanes en

los puertos de Dakar, Bizerta y Cazablanca. En noviembre de 1942 tuvo lugar el desembarco de los Aliados en el

Norte de África. Darlan negoció con los americanos y, más tarde, después de lograr un acuerdo confidencial del

Mariscal Petain, se decidió a combatir a las fuerzas del Eje. Depositario de la soberanía francesa en el norte de

África, concluyó nuevos acuerdos con los Aliados; moriría en Argel, víctima de los disparos efectuados por un

joven antifascista francés.

Dayán, Moshe: (1915-1981). Militar y Político israelí. Jefe del Estado Mayor en la campaña contra Egipto

(1956). Ministro de Agricultura (1959). Ministro de Defensa (1967-74). Dirigió la fulminante ofensiva israelí en

la Guerra de los Seis Días. Ministro de Asuntos Exteriores. Dimitió en 1979 al estar en desacuerdo con la

política del Gobierno sobre la autonomía de Palestina.

De Gaulle, Charles André: General y político francés (1890-1970). Graduado en Saint-Cyr en 1912. Herido y

capturado durante la Primera Guerra Mundial, intentó evadirse en cinco oportunidades, por lo que fué internado

en una fortaleza. Erudito, cursó estudios de Historia Militar y empezó a escribir. A partir de 1934 asume las

nuevas ideas sobre la guerra y se mostró partidario de la creación de los Cuerpos Blindados, pero no logro

cambiar los conceptos defensivos del Estado Mayor; más, cuando iniciada la Segunda Guerra, Francia es

invadida, De Gaulle, al mando de la cuarta división acorazada, contiene en dos ocasiones la ofensiva enemiga.

Vencida Francia, defiende la continuación de la Guerra en el norte de África y termina asilándose en Inglaterra.

Al día siguiente de su llegada, difundiría por radio la nueva fase de resistencia francesa, convirtiéndose en Jefe

de los Franceses Libres. En mayo de 1944 es el Jefe del Gobierno Provisional de la República Francesa y el 28

de agosto de 1944 entra en París. Terminada la guerra, dimite el enero de 1946. En 1958 es electo Presidente de

la V República; concluye la guerra de Argelia, desarrolla el concepto de una ―Europa de Patrias‖ y se opone a la

entrada de Gran Bretaña en la Comunidad Económica Europea. Fomentó la creación de la potencia atómica

francesa. En abril de 1969 abandonó la política y se retiró a la vida privada.

De Long, George Washington: Oficial de la Marina de EE.UU., explorador polar que falleció en el ártico

siberiano.

Dewey, George: Almirante de EE. UU. Tomó parte en la guerra de Secesión americana con el grado de Teniente

de Navío. En 1870 ascendió a Comodoro. En 1898 se le dio al mando de la Escuadra de Asia, hundiendo el

primero de Mayo a casi todos los buques de la Escuadra españolas, fondeados en Cavite (Filipinas); en su mayor

parte, antiguos y mal armados. Colaboró con el ejército americano que atacaba Manila, ascendiendo a

Contralmirante y poco después a Vicealmirante. A su regreso a América fue recibido apoteósicamente en Nueva

York, siendo propuesto para Presidente de la República, tanto por los republicanos como por los demócratas, no

llegándose a formalizar tal propuesta.

Dönitz, Karl: Almirante alemán. Ingresó a la Marina a los 19 años, para ser promovido a oficial en 1910. En los

comienzos de la I Guerra Mundial estaba embarcado en el crucero ―Breslau‖ y posteriormente pasó a prestar

servicio en submarinos. En 1928 ascendió a Capitán de Corbeta; dos años después se le confirió el mando de la

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IV Flotilla de torpederos, al que siguió el de un buque escuela y luego una Flotilla de submarinos. Por los éxitos

obtenidos en los principios de la Segunda Guerra Mundial, se le ascendió a Contralmirante en Octubre de 1939.

Mandando la flota submarina, en 1943 se le nombró Gran Almirante y Jefe Supremo de la Marina alemana, en

sustitución del almirante Raeder. Al sobrevenir el derrumbamiento de la resistencia alemana, sucedió a Hitler en

la Jefatura del Estado y solicitó de los aliados la rendición incondicional. En el famoso proceso de Nuremberg se

le condenó a diez años de prisión.

Dupuy de Löme, Stanislas-Charles Henri-Laurent: Ingeniero naval francés. Cuando contaba con diecinueve

años de edad ingresó en la Escuela Politécnica, pasando a especializarse en Ingeniería y a estudiar la entonces

naciente arquitectura de los buques acorazados y el empleo de las máquinas de vapor para la propulsión de

grandes naves de guerra, ya que hasta entonces solamente se había empleado en las pequeñas unidades. En 1847

proyectó el vapor ―Napoleón‖ de más eslora que los navíos de velas entonces existentes. Fue el genio reformador

de la marina francesa. Debido al éxito del ―Napoleón‖ – que tardó en ser mejorado por los astilleros ingleses- fue

encargado de modernizar el arsenal de Tolón. Empezó después la construcción de acorazados, primero la

―Gloire‖ y a continuación, cinco más, que juntos constituyeron la primera Escuadra francesa de acorazados a

vapor. Después fue nombrado Inspector General de la Marina de Guerra y en 1868 miembro de la ―Academia de

Ciencias‖. Estudió la navegación aérea y submarina, construyó un globo dirigible y defendió con tesón la

conveniencia del empleo de la propulsión eléctrica en los submarinos. En 1875 presentó un proyecto para el

embarque de un tren en el puerto de Calais y su trasbordo a Inglaterra. Oficial de la ―Legión de Honor‖ y gran

ingeniero naval de todos los tiempos.

Durand de la Penne: Marino militar italiano. En la Segunda Guerra Mundial era Capitán de Corbeta y formaba

parte de la X Flotilla Ligera, unidad especial de la Marina Italiana. Bajo su mando, con cinco hombres montados

sobre tres torpedos dirigidos penetraron en la rada de Alejandría y pusieron cargas bajo los acorazados ―Valiant‖

y ―Queen Elizabeth‖, más un petrolero y un destructor. Cuando Italia se rindió, ayudó a hombres rana británicos

en una incursión contra una instalación naval alemana. Terminó su carrera con el grado de Contralmirante.

Eisenhower, Dwight D.: Militar y político estadounidense. (1890-1969). Graduado en la Academia Militar de

West Point. Considerado uno de los oficiales de Estado Mayor más notables de Estados Unidos, especialista en

la coordinación de fuerzas de tierra, mar y aire. En 1941 alcanzó el grado de General y poco después pasaría a

depender del General Marshall, Jefe del Estado Mayor. En junio de 1942, cumpliendo órdenes prepara un plan

para establecer las líneas generales de una operación Aliada en Europa. Presentó su Directiva al Mando del

Teatro de Operaciones de Europa. Marshall le designó como el Jefe de la Operación ―Torch‖ para el norte de

África. Después dirigió la campaña de Túnez y los desembarcos en Sicilia y en la península italiana.

Posteriormente dirigió la gigantesca operación ―Overlord‖. (La apertura del Segundo Frente, con el desembarco

en Normandía). Al concluir la guerra fué nombrado Consejero Militar del Presidente Truman y el 1950,

Comandante Supremo de las Fuerzas de las Naciones Atlánticas en Europa. En 1953 sería elegido presidente de

los Estados Unidos por el Partido Republicano y reelegido en 1956. Escribió dos libros de memorias militares y

políticas: ―Crusade in Europe‖ (1948) y ―Mandate for Change‖ (1963).

Ely, Eugene: Joven piloto acrobático ambulante estadounidense. Típico componente de la camarilla de atrevidos

pilotos civiles. Despegó desde una rampa construida en la cubierta de un crucero de la Marina de EE. UU. En su

despegue pionero, el avión llegó a rozar el agua antes de que Ely ganara la suficiente altitud y volara cuatro

kilómetros hasta tierra firme, cerca de la base naval de Nordfolk. Dos meses más tarde, en otro vuelo

experimental, aterrizó su aparato en otro buque, aprovechando un ingenioso sistema de aterrizaje – cuerdas

tendidas entre sacos de arena- que frenó y detuvo al avión.

Engels, Friedrich: Filósofo, economista y político alemán (1820-1895). Hijo de un acaudalado fabricante de

tejidos, entró en contacto en la Universidad de Berlín con los jóvenes hegelianos. En Inglaterra simultaneó su

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trabajo teórico con la dirección de la industria de su padre, en Manchester. Fue uno de los más destacados

colaboradores de los Anales francoalemanes, publicados bajo la dirección de Ruge y Karl Marx. Un gran

acontecimiento en su vida fué el encuentro con éste, en París (1844), de quien llegó a ser el más íntimo amigo y

colaborador hasta el punto de que es difícil precisar cuál es la aportación de cada uno al marxismo, pues juntos

fundaron el materialismo dialéctico, el socialismo científico y el movimiento socialista internacional. Fue

directivo de la Liga de los comunistas, contribuyó a la fundación de la Asociación internacional de trabajadores e

inspiró la creación del Partido Socialista Alemán. El 1870 liquidó sus negocios y se dió de lleno a la prosecución

de sus ideas. Entre sus contribuciones específicas a la teoría marxista podemos destacar la concepción del

materialismo dialéctico (y, en especial, de la dialéctica de la naturaleza), así como el esfuerzo dedicado a aclarar

las relaciones entre la infraestructura económica y las superestructuras culturales. Obras: La ideología alemana

(1844), en colaboración con Marx; La sagrada familia (1845), Manifiesto del partido comunista (1848), también

en colaboración con Marx; Socialismo utópico y socialismo científico (1876-77), Anti-Dühring (1878), que

después de ―El Capital‖, es la exposición más completa sobre el socialismo; Dialéctica de la naturaleza (1882),

y Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884). A la muerte de Marx (1883), recogió y publicó

parte de las obras póstumas de su amigo y correligionario, y concretamente, redactó y publicó los libros segundo

y tercero de El Capital. En 1901 se editaron todas sus obras con las de Marx y Lassalle.

Enver Bajá: Militar turco (1881-1922). Participó en el golpe de Estado que destronó a Abdul-Hamid II en 1909.

Como ministro de Guerra (1914) se alió con Alemania durante la Primera Guerra Mundial. En 1918, después del

armisticio de Mudros, se refugió en el Cáucaso. Promovió la guerra civil en Asia Menor, al mando de un ejército

que pusieron a sus órdenes Trotski y Lenin, a los que traicionó, apoderándose de Turquestán. Fue rechazado por

los soviéticos hacia el Pamir. Murió asesinado.

Ericsson, John: Ingeniero de origen sueco. Fue a EE. UU para aplicar el propulsor helicoidal a los buques.

Primero ofreció su invento al Almirantazgo británico, patentándolo el 13/07/1836. Ericsson proyectó dos hélices

concéntricas que giraban a velocidades distintas. Durante su estancia en Inglaterra hizo diversos ensayos; en un

vapor de 14 metros de eslora, obtuvo la velocidad de 10 nudos y remolcó otro barco grande a 4.5 nudos.

Construyó el ―Novelty‖ para navegar por un canal, siendo el primer barco mercante a propulsión por hélice. A

pesar de los resultados satisfactorios no pudo decidir a su favor al Almirantazgo inglés. En EE. UU halló todo

género de facilidades y ayudas; construyó el ―Princeton‖ para su Marina de guerra que en 1841 ya poseía seis

vapores a hélices y cerca de treinta en 1843. Si bien su contemporáneo inglés Francis Pettit Smith, le aventajaba

en el orden cronológico de la utilización de la hélice en los buques, Ericsson le superó en capacidad y perfección

mecánica. Ericsson ideó otros inventos también, entre ellos, una locomotora que alcanzaba la velocidad de 50

millas por horas, una máquina de aire caliente y el célebre barco acorazado ―Monitor‖ que combatió en la guerra

de Secesión americana.

Fisher de Kilverstone, John Arbuthnot: Almirante inglés. A los trece años sentó plaza de guardiamarina. Se

especializó en artillería y en 1874 fue promovido a Capitán de Navío. En 1879 fue nombrado Presidente de la

junta de revisión de empleos de la artillería naval. Con mando en buque, tomó parte en la campaña de Egipto.

Dirigió la Escuela de Artillería de Porstmouth. En 1899 pasó a comandar la Escuadra del Mediterráneo. Tomó

parte en la guerra contra los ―boers‖. En 1902 fue nombrado Segundo Lord del Almirantazgo y después asignado

a la Comisión de Reformas del Ministerio de la Guerra. En 1904 se le eligió para Primer Lord del Almirantazgo,

en cuyo puesto desarrolló notablemente la Marina Real: ejemplo de ello fue la construcción de los

―Acorazados‖. Retirado del servicio activo se le nombró Par y Barón y siguió presidiendo el Comité de Guerra

Imperial. Cuando se declaró la Primera Guerra Mundial fue nuevamente llevado al Almirantazgo, donde trabajó

intensa y eficazmente, a pesar de su avanzada edad. En 1915, al no estar de acuerdo con el Gobierno, presentó su

dimisión.

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Foch, Ferdinand: Mariscal francés (1851-1929). Al comenzar la Primera Guerra Mundial fue nombrado jefe del

IX Ejército, al frente del cual desempeñó un papel fundamental en la batalla de Marne. Posteriormente dirigió las

ofensivas de Artois (1915) y la batalla del Somme (1916). En 1918 se le nombró generalísimo de los ejércitos

aliados. La ofensiva que desencadenó en todos los frentes obligó a los alemanes a solicitar la capitulación.

Francisco Fernando de Habsburgo: Archiduque de Austria (1863 – 1914). Sobrino del emperador Francisco

José I y heredero del trono de Austria, fue asesinado junto a su esposa en Sarajevo, hecho que desencadenó la

Primera Guerra Mundial.

Franco, Francisco: Militar y político español (1892-1975). Tuvo una carrera militar muy destacada en las

campañas de Marruecos. Asciende a General, siendo el más joven de Europa con ese grado. En 1934 es Jefe del

Estado Mayor. Apartado, por sus ideas, es nombrado Gobernador Militar de las Islas Canarias. Inicia en 1936 el

alzamiento contra el Gobierno del Frente Popular, que conducirá a la guerra civil. Después de tres años de

cruentas luchas, logra la victoria. Durante la Segunda Guerra Mundial mantiene la neutralidad española, a pesar

de cierta afinidad con el régimen alemán; más, sin embargo, niega la entrada de tropas alemanas por España para

atacar Gibraltar y pasar al norte de África.

Friedrich der Grosse: (Federico el Grande). Rey de Prusia (1712-1786). Gran militar y hábil administrador,

cuyo reinado transformo a Prusia en un poderoso Estado. Típico representante del ―Despotismo Ilustrado‖, llamó

a su Corte a Voltaire y dejó numerosas obras escritas en francés.

Fuchs, Vivian: Científico y Explorador británico. En 1946 organizó una expedición a la Antártida; llego al Polo

Sur el 15 de enero de 1958, días después que Edmund Hillary, quien formaba parte de su expedición y procedía

de la base Scott, establecida en el Mar de Ross. Fuchs siguió el camino de éste con su equipo y alcanzó dicha

base, consiguiendo por vez primera la travesía de la Antártida, propiciando importantes datos físicos,

geográficos y meteorológicos.

Fulton, Robert: Ingeniero e inventor estadounidense. Su instrucción primaria no fue muy esmerada, por falta

de medios. Empezó a trabajar en casa de un platero y pronto se reveló como pintor de talento, subsistiendo con la

venta de sus cuadros. Pasó a Inglaterra donde empezó a trabajar en un taller mecánico, donde demostró una gran

inventiva. Para el año 1793, solicitó se le concediesen patentes de diferentes inventos, uno de ellos el de sustituir

la esclusas en los canales, por planos inclinados. Se trasladó a París y vivió de la construcción de dioramas. Se

consagró a la idea de transformar los medios de guerra en el mar y siguiendo las investigaciones de Bushnell

invento el ―torpedo‖ o bomba submarina y un buque submarino al que denominó ―Nautilus‖. Rechazado su

proyecto por el Directorio Francés, consiguió que Napoleón nombrase una comisión que lo estudiase y en 1800

obtuvo autorización para su construcción. Finalmente, ante la indiferencia de las autoridades navales francesas,

Napoleón le retiró su protección. Insistió en sus proyectos anteriores sobre la navegación a vapor y probó un

buque donde navegó por el Sena hasta el mar. Pasó a Inglaterra, pero los marinos allí se mostraron contrario al

empleo del vapor. Fulton regresó a EE. UU, ofreció su ―torpedo‖ al Gobierno y éste lo aceptó; luego construyó

un gran barco a vapor que tuvo gran éxito. En 1810 fue encargado por el Gobierno de unir el río Missisipi con el

lago Pontchartrain, obteniendo una magnífica realización. Durante los últimos años de su vida vivió en constante

pleito con imitadores que pretendían ser ellos los primeros inventores antes que lo realizado por Fulton y esto

hacía que se encontrara viajando acompañado por un abogado. En unos de sus viajes navegando por el río

Hudson, el abogado cayó al agua y Fulton se arrojó a ella, salvándole, pero la frialdad del agua le produjo la

enfermedad que le llevó a la muerte.

Gariboldi, Italo: General italiano (1879-1970). En junio de 1941, Jefe Supremo del Ejército. Luego Gobernador

General de Libia y Comandante Supremo de las Tropas Italianas en África, participó en la reconquista de

Cirenaica. Vuelve a ejercer la jefatura del ejército. De septiembre de 1943 a mayo de 1945, es internado en

Alemania.

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Goeben, August Karl: (1816-1880), reconocido General prusiano de Infantería.

Göring, Hermann: Mariscal del Reich y político alemán. (1893-1946). Oficial de Infantería en 1912. Pide el

pase a la Aviación y es piloto de caza en marzo de 1916. Al final de la Primera Guerra mandaba el Grupo de

Cazas ―Richthofen‖; de 1919 a 1921, piloto civil en Dinamarca y Suecia. Encargado por Hitler de la creación y

mando de las SA. Tras la toma del poder por los nazis, ejerció muchos cargos de importancia y fué Jefe Supremo

de la Luftwaffe y Mariscal. Cuando trató de hacerse con el poder absoluto, Hitler lo mando detener y le depuso

de todos sus cargos. Fue hecho prisionero por los americanos y condenado a muerte en el juicio de Nuremberg.

Se suicidó en su celda el 15/10/46 envenenándose, a pesar del estricto control a que estaba sometido.

Graziani, Rodolfo: Militar italiano. Combatió por primera vez en Libia en 1913 y luego durante la Primera

Guerra Mundial. En 1930 fué nombrado para el cargo de Vicegobernador de Cirenaica. Seis años después,

asumió la dirección de las operaciones en el frente de Somalia y luego fué virrey de Etiopía. Su ejército fué

derrotado por los ingleses, y en adelante permaneció inactivo, hasta su colaboración como Ministro de la Guerra

en la República Social Italiana, de Mussolini. En 1945 fué condenado a veinte años de cárcel por un tribunal

Italiano. Amnistiado cinco años más tarde, su nostalgia del fascismo le llevaría a participar en el Movimiento

Social Italiano.

Guillermo II, Federico Víctor Alberto: (1859-1941). Nieto de Guillermo I e hijo de Federico III, a quien

sucedió en 1888. Tras acceder al trono se enfrentó a Bismarck en diferentes cuestiones hasta que en 1890

consiguió la dimisión del Canciller. Deseoso de atraerse al proletariado y alejarlo de los socialistas, inició la

llamada política de la ―nueva ruta‖, aunque fracasó en sus reformas obreras. Lanzó al país a un desarrollo militar

y a la expansión colonial. A partir de 1898 desarrolló un programa naval para rivalizar con el Reino Unido en el

dominio de los mares. En 1914 debido a sus compromisos internacionales, y presionado por su Estado Mayor,

declaró la guerra a Rusia y Francia. El 31 de octubre de 1918 el gobierno alemán le conminó a abdicar. Su

negativa provocó la revolución y el 9 de noviembre entregó el poder.

Habsburgo: Dinastía alemana, originaria de Suabia, que reinó en Austria de 1279 a 1918. Accedió al trono

imperial en 1273 con Rodolfo I, quien incorporó Austria, Estiria, Carniola, tras la victoria de Marchfeld (1278).

Mediante los enlaces de Maximiliano I con María de Borgoña, duquesa de Borgoña y condesa de Flandes y del

Franco Condado (1477), de Felipe el Hermoso con Juana de Castilla (1496), cuyo hijo Carlos I, inició la rama

española, más conocida por ―Casa de Austria‖, y de Fernando I con Ana Jaguellón, heredera de Bohemia y de

Hungría (1516), se convirtió en la familia europea con mayores dominios territoriales. Al morir Carlos II de

España (1700) se extinguió la rama española, y con la muerte de Carlos VI de Austria (1740) desapareció la

línea masculina de los Habsburgo en ese país. Los miembros modernos de esta familia descienden de María

Teresa, hija de Carlos VI, y de su esposo, Francisco de Lorena. En 1804, el archiducado de Austria se convirtió

en imperio, y en 1806, Francisco II renunció al título de emperador de Alemania, hecho que puso fin a la historia

del imperio alemán de esta dinastía. El último emperador Habsburgo fue Carlos I de Austria, sobrino nieto de

Francisco José I, que subió al trono en 1916 y abdicó en 1918.

Harris, Sir Arthur Travers: Mariscal de la Real Fuerza Aérea británica. En 1938 Jefe de Cuarto Grupo de

Bombarderos; luego Jefe de la Aviación en Palestina y Transjordania. Y más tarde, Jefe del Quinto Grupo de

Bombardero. En 1940-42, Ministro del Aire. De febrero de 1942 a septiembre del 45, Comandante en Jefe de las

Escuadrillas de Bombardero de la RAF. Como tal, responsable de los continuos bombardeos contra las ciudades

alemanas, sobre todo contra la población civil. Por todo ésto mereció el apodo de ―Bombardero Harris‖.

Harwood, Henry: Almirante inglés. (1888-1950). Ingresó muy joven en la Armada y para 1908 era Teniente de

Navío. Durante la Primera Guerra Mundial estuvo embarcado como oficial de torpedos. En 1929 ya Capitán de

Navío, estuvo al mando de un crucero y después fué jefe de una flotilla de destructores. Desde 1932 desempeñó

el mando de un crucero pesado, Dirección de la Escuela de Guerra Naval y la jefatura de las Fuerzas Navales de

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América del Sur e Indias Occidentales. En diciembre de 1939, siendo Comodoro, al mando de los cruceros

―Ajax‖ (su buque insignia), ―Achilles‖ y ―Exeter‖, averió al acorazado de bolsillo alemán ―Graf Spee‖ en la

llamada batalla del Río de la Plata. Por esta acción ascendió a Contralmirante y luego Jefe de Estado Mayor

Adjunto del Primer Lord del Almirantazgo. En 1942, tomó el mando de la Flota del Mediterráneo y en 1943 de

la Flota de Levante, siendo ascendido a Vicealmirante. Promovido a Almirante en 1945, se retiró del servicio por

motivos de salud.

Herodoto: Historiador griego (484-425 a.C.). Autor de una ―Historia‖ que constituye una fuente inapreciable

para el conocimiento de la Antigüedad hasta el año 479 a.C., siendo la primera historia escrita con criterio

científico.

Hidra: Monstruo mitológico con siete, cabezas que renacían a medida que se cortaban. Lo mató Hércules

cortándoles todas sus cabezas de un solo golpe.

Hillary Edmund: Explorador y Alpinista neozelandés. Participó en varias expediciones al Himalaya y en 1953

alcanzó la cima del Everest junto al sherpa Tensing. En 1958 forma parte de la expedición británica al Polo Sur.

Hindenburg, Paul von Beneckendorff und von: Mariscal alemán (1847 – 1934). Participó en la campaña

austroprusiana (1866) y en la francoprusiana (1870 – 71). Durante la Primera Guerra Mundial, derrotó a los

rusos en la batalla de Tannenberg (1914). Tras dirigir con éxito la tropas del frente oriental (1914 - 16), asumió

la jefatura suprema del ejército alemán (1916 - 18). En 1925 accedió a la presidencia del Reich como candidato

de una coalición de partidos de derechas. Durante su mandato apoyó la política de Brüning, que consiguió

mejorar la situación económica del país. Reelegido en 1932, nombró canciller a Adolf Hitler (1933).

Hipper, Franz von: Almirante alemán. En 1906 mandaba un crucero y dos años más tarde la Primera Flotilla de

dichas unidades, ascendiendo a contralmirante en 1911. Estuvo dedicado al estudio de la táctica y de la

estrategia, especializándose en los servicios de descubierta y de vanguardia. Mandó las fuerzas de vanguardia en

la batalla de Jutlandia, constituida por los grandes cruceros de combate. En 1916 fue nombrado Comandante en

Jefe de la Escuadra de Alta Mar y en 1918 pasó a retiro.

Hitler, Adolf: Político alemán (1889 – 1945). Participó en la Primera Guerra Mundial. En 1919, ingresó en el

Partido Obrero Alemán, transformado en 1921 en el Partido Nacionalista Alemán de los Trabajadores, del que

llegó a ser presidente. Tras organizar un fallido golpe de Estado en Munich (1923), fue encarcelado. En prisión

escribió ―Mein Kampf‖ (Mi Lucha), que contiene su ideario político. La crisis económica de 1929 facilitó el

crecimiento de su partido, que se extendió entre la pequeña burguesía y los obreros. A la caída del canciller

Schleicher, Hitler fue requerido por el presidente Hindenburg, para encargarse de la cancillería (30 de enero de

1933). Aprovechando el incendio del Reichstag, falsamente atribuido a los comunistas, recabó y obtuvo del

Parlamento poderes absolutos por cuatro años. Emprendió entonces depuraciones en el seno de su propio

partido; durante la llamada ―noche de los cuchillos largos‖ (30 de junio de 1934) hizo exterminar a Röhm y a

los jefes de las SA. Al morir Hindenburg (2 de agosto de 1934), Hitler asumió las funciones presidenciales y

tomo el título de ―Führer‖. Su sistema político, totalario y despótico, proclamó la superioridad de la raza

germánica y emprendió una violenta persecución contra los judíos. Creó una policía especial, la Gestapo,

disolvió el sistema parlamentario, prohibió los partidos políticos, y suprimió los derechos civiles y la igualdad de

la ciudadanía. Hitler convirtió el Estado nazi en una máquina diplomática y militar. Paralelamente, se ponía de

manifiesto la tendencia expansiva de su política exterior. En marzo de 1935 Alemania ocupó la región de

Renania; en enero de 1937 Hitler denunció las cláusulas del tratado de Versalles; en marzo de 1938 anexionó

Austria; en octubre, la región de los Sudetes en Checoslovaquia; en marzo de 1939, Bohemia y Moravia. La

invasión de Polonia (1 de septiembre de 1939) dió origen a la Segunda Guerra Mundial. A los éxitos iniciales

(1939 – 42), siguió el periodo de retroceso. El 30 de abril de 1945, Hitler se quitó la vida en unión de su esposa,

Eva Braum, en los sótanos de la Cancillería de Berlín, sitiada por los rusos.

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Holland, John Phillips: inventor estadounidense. Nacido en Irlanda, antes de emigrar a USA fue maestro de

escuela y también se dedicó a la enseñanza en los primeros tiempos de su estancia en los Estados Unidos. A raíz

del combate entre los buques blindados "Monitor" y "Merrimac", se le ocurrió la idea de un submarino,

logrando destacar entre los muchos que en aquel entonces perseguían el mismo objetivo. Su primer submarino,

en 1875, fue un fracaso, pero persistió y a su noveno intento, veinte años después, consiguió el éxito, siendo

adquirido por la Marina de EE. UU. El Almirantazgo británico compró todas las patentes de Holland a fin de

evitar que la nueva arma pusiera en peligro la supremacía inglesa; no obstante, el porvenir del submarino había

quedado abierto y todas las Marinas le dedicaron atención, principalmente la alemana. Más adelante Holland se

dedicó a la construcción de submarinos oceánicos y todos sus proyectos fueron con destino a la Marina de EE.

UU.

Hood: Almirante británico (1724-1816). Barón y Lord Comisario del Almirantazgo.

Jellicoe, John Rushworth, Primer Conde de: Almirante inglés. Se especializó en artillería. Tomó parte en la

expedición a Egipto y en la campaña de China, donde resulto gravemente herido. Para 1910 había ascendido a

vicealmirante. Al iniciarse la Primera Guerra Mundial era Segundo Lord del Almirantazgo, siendo nombrado

Comandante en Jefe de la Flota Inglesa, mejorando notablemente las instrucciones de tiro de los buques,

especialmente de los acorazados. En Jutlandia no empleó, según opiniones, la Flota tan a fondo en la batalla,

pero de todos modos logró hacer retirarse a la Flota alemana. En 1916 fue nombrado Primer Lord del

Almirantazgo, se le concedió el título de Vizconde y en 1920 fue Gobernador General de Nueva Zelanda.

Jodl, Alfred: Militar alemán (1890-1946). Sirvió en la artillería durante la Primera Guerra Mundial; a

continuación fué nombrado agregado en el Estado Mayor del Ejército. Coronel en 1935, seria puesto al frente de

la sección de Operaciones del O. K. W., y desde ese puesto jugó un papel importante en la preparación de todos

los planes de guerra establecidos por el Ejército hasta la finalización de las hostilidades, gozando de una gran

confianza por parte de Hitler. Después del suicidio del Führer, Dönitz, designado para formar Gobierno, hizo de

Jodl su Jefe de Estado Mayor, correspondiéndole la misión de firmar el 7 de mayo de 1945, el acta de

capitulación de los ejércitos alemanes. Fué condenado a muerte por el tribunal de Nuremberg y ejecutado en

1946.

Kerenski, Alexandr Feodoravich: Político ruso (1881 – 1970). Fue ministro de Justicia en el gabinete formado

por Lvoff en marzo de 1917. Al reorganizarse el gobierno en mayo, se encargó de la cartera de Guerra y Marina.

Tras la crisis de julio accedió a la jefatura del gobierno. Perdió el apoyo de los sectores moderados y, tras el

fracaso del golpe de Estado de Kornilov (agosto), los bolcheviques se hicieron dueños de la situación. Derrocado

por la Revolución de Octubre, abandonó Rusia.

Kesselring, Albert: Militar alemán. (1885-1960). No permaneció mucho tiempo en la artillería, su primera

arma. A partir de la Primera Guerra Mundial, solicitó su pase a la Aviación. En 1934 fué llamado a desempeñar

un papel de primera fila en la creación y organización de la Luftwaffe. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial

pasó a mandar una flota aérea en Polonia primero, y más tarde en Francia, después se ocupó de los ataques

aéreos sobre Inglaterra. Ascendido al rango de Mariscal. En 1940, al año siguiente era destinado al frente Ruso,

para asumir acto seguido la dirección de todas las Fuerzas Alemanas que operaban en el Mediterráneo, aunque

sin autoridad sobre el ―Áfrika Korps‖ de Rommel. En 1943-44 se hallaba al frente de un grupo de ejército en

Italia y en febrero de 1945 sustituyó a Von Rundstedt en el frente oeste. Hecho prisionero y condenado a muerte

en 1946 por un tribunal británico, en Venecia, por crímenes de guerras, vería no obstante conmutada su pena por

la de cadena perpetua. Fué liberado en 1952 y escribió sus memorias.

King, Ernest Joseph: Almirante de Estados Unidos. (1878-1956). Graduado en la Academia Naval de

Annapolis. En la Primera Guerra Mundial estuvo destinado en el Estado Mayor del Almirante Mayo,

Comandante en Jefe de la Flota del Atlántico. En 1926 se le nombró Jefe de la base de submarinos de New

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Londón (Connecticut), y cuando ya contaba 49 años se hizo aviador naval. Fué Comandante del portaaviones

―Lexington‖ y luego, Jefe de la Aviación Naval. En 1938, ascendido ya a Vicealmirante, tuvo el mando de una

división de cinco portaaviones. En 1940 era Jefe Supremo de la Flota del Atlántico, y después del ataque japonés

a Pearl Harbor tuvo el mismo cargo en la del Pacífico. De marzo de 1942 a diciembre de 1945 fué Jefe de

Operaciones Navales y en calidad de tal asistió a la Conferencia del Atlántico. En diciembre de 1944 ascendió a

Almirante de la Flota.

Kingsley, Mary: (1862 – 1900). Sobrina de un clérigo, llevó una vida anodina hasta sus 30 años, cuando decidió

viajar a África para terminar un libro sobre religiones locales iniciado por su padre. En 1893 y 1894, visitó

Cabinda y la isla de Fernando Poo, descubrió nuevas especies de peces, convivió con los caníbales ―fang‖ y

escribió unos relatos de sus viajes que muestran una sensibilidad pionera y a contracorriente de los valores

conservadores de sus contemporáneos varones, por su simpatía y respeto hacia los africanos negros. Murió

trabajando como enfermera en la Guerra de los Bóers.

Krapf, Johann Ludwing: Misionero alemán. Descubrió el Monte Kenya en 1849 y numerosos manuscritos

egipcios en el curso de sus viajes.

Lake, Simon: Inventor de EE. UU. Aplicado al estudio de los submarinos, proyectó el tipo de su nombre,

construido en 1897 y al que se bautizó ―Argonaut‖, pero la Marina de USA se inclinó por el proyecto de

Holland, mientras que el de Lake fue empleado con gran éxito por los alemanes durante la I Guerra Mundial.

Posteriormente Lake se dedicó a proyectar submarinos para el tráfico comercial, sin que llegaran a tener

aplicación práctica.

Largo Caballero, Francisco: Político español. (1869-1946): Estuquista de profesión, ingresó en la UGT (Unión

General de Trabajadores) en 1890 y en PSOE (Partido Socialista Obrero Español). Condenado a muerte por su

participación en la huelga general de 1917. Excarcelado al ser elegido diputado, y designado Secretario General

de la UGT. Ocupó el Ministerio del Trabajo; preconizó la alianza socialista con comunistas y revolucionarios.

Durante la Guerra Civil formó en septiembre de 1936 un gobierno de coalición en el que se reservó la cartera de

Guerra. Emigró a Francia en 1939 donde fué detenido por el gobierno de Vichy e internado en el campo de

concentración de Oraniemburg (1943-45).

Laval, Pierre: Político francés, (1883-1945). Fue al principio socialista, luego independiente. De 1925-1935,

varias veces Ministro. De acuerdo con Alemania procuró desarrollar una política que, luego (junio 1935 a enero

1936), continuaría como Primer Ministro; intentó llegar a un acuerdo con Mussolini. Tras la derrota de Francia

se convirtió en Viceprimer Ministro, en junio de 1940, y creyó poder lograr que los ocupantes alemanes tratasen

con consideración a su país. Los alemanes presionaron sobre él hasta que en abril de 1942, tuvo que ceder su

puesto a Darlan. En septiembre de 1944, fué transferido a Alemania. Al finalizar la guerra. Laval trató de

evadirse a España pero fué detenido por los americanos y entregado a los franceses, que lo condenaron a muerte

el 09/10/1945.

Lawrence, Thomas Edward: (más conocido como Lawrence de Arabia). Militar británico. (1888 – 1935).

Miembro del Servicio de Inteligencia británico en los países de lengua árabe, fue consejero del rey Hussein y

principal organizador de la revuelta contra los turcos. Defensor de los derechos de los árabes, los consideró

traicionados cuando Francia logró el mandato sobre Siria. Es autor de Los siete pilares de la sabiduría (1926).

Lenin (Vladimir Ilich Ulianov): Político revolucionario ruso (1870 – 1924). Tras estudiar derecho, fue

desterrado a Siberia (1897) por sus ideas revolucionarias. Liberado en 1900, se distinguió como jefe de un

partido socialista radical, tomó parte en varios congresos y propagó sus doctrinas de inspiración marxista.

Provocó la escisión del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (1903) y pasó a dirigir la facción bolchevique

(mayoritario) frente a los mencheviques (minoritarios). Participó en la revolución de 1905, pero tuvo que

exiliarse de nuevo hasta 1917. Ese mismo año, tras la caída del zarismo, el gobierno alemán le permitió atravesar

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Alemania y entrar en Rusia, donde se puso al frente de los bolcheviques en oposición a Kerensky. Partidario de

la toma del poder por los Soviets y opuesto a la alianza con los burgueses, el 8 de noviembre se presentó en la

capital, derrocó al gobierno de Kerensky y se constituyó en presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo,

cargo que ocupó hasta su muerte. En 1918 trasladó la sede de Gobierno de San Petersburgo a Moscú. En 1919-

20 Lenin y Trotsky lograron hacer fracasar todos los intentos encaminados a derrocar el comunismo, llevados a

cabo por Koltchak, Denikin y Wrangel. Entre las principales obras que escribió cabe citar ―Materialismo y

Empiriocriticismo‖ (1909), ―El Imperialismo, fase superior del capitalismo‖ (1916) y ―El Estado y la

Revolución‖ (1918).

Leopoldo II: (1835 – 1909). Hijo de Leopoldo I. Durante la guerra francoprusiana de 1870 hizo respetar

enérgicamente la neutralidad de su territorio. Creó en 1885 el Estado Libre del Congo.

Lesseps, Ferdinand, Vizconde de: Diplomático francés. Ingresó al Servicio Consular en 1825. Ocupó

diferentes cargos en varias ciudades, entre ellas, Alejandría. Por cinco años fue Cónsul en El Cairo y allí, por su

valeroso comportamiento durante la peste que atacó a la ciudad, se vio recompensado con la Cruz de la Legión

de Honor. Después estuvo destinado en Rótterdam, Madrid y Barcelona. En 1848 fue nombrado Ministro de

Francia en Madrid. Seis años más tarde concibió el proyecto de construir el Canal de Suez y en 1856 obtuvo la

concesión del Virrey de Egipto. Transformar la compañía que había de acometer la empresa, se iniciaron las

obras en abril de 1859, finalizando diez años después, siendo inaugurado el 17/12/1869. El éxito animó a

Lesseps a realizar el de Panamá pero le faltó dinero y el proyecto se le presentó en la práctica como irrealizable.

Después del fracaso, el Consejo de Administración le acusó de fraude y fue condenado a cinco años de prisión.

Perteneció a la Academia de Francia, a la Academia de Ciencias y a numerosos círculos científicos de otros

países.

Lloyd George, David: Político británico (1863 – 1945). Elegido diputado liberal en 1890, se encargó de la

jefatura del partido hasta 1926. Como ministro de Hacienda (1908) llevó a cabo importantes reformas sociales.

También fue primer ministro (1916 – 22), y durante su mandato tuvo lugar la firma del tratado de Versalles

(1919). Defensor de las identidades culturales y regionales, consiguió de la Cámara de los Comunes que se

aprobara la creación del Estado Libre de Irlanda (1921) y una administración autónoma para Irlanda del Norte.

Llevó a cabo una política reformadora y restringió el poder de la Cámara de los Lores. Se retiró de la vida

pública en 1944.

Livingstone, David: (Escocia, 1813 - Zambia, 1873). Educado en un ambiente piadoso y humilde, acudió a una

llamada en busca de misioneros en 1834 y, una vez ordenado, partió para África en 1840. Durante 15 años viajó

llevando el Evangelio por zonas nunca antes pisadas por los europeos. Su intención era abrir rutas comerciales

en África que fueran una alternativa económica al comercio de esclavos. La fama y los ingresos que le otorgaron

sus libros de viajes le convirtieron en independiente para planificar sus itinerarios. Perdido en 1871, fue hallado

por H. M. Stanley en un encuentro célebre en la historia de ambos exploradores.

Luckner, Félix von: Nació en una familia de guerreros prusianos, casi todos pertenecientes a la caballería. Su

bisabuelo fue un conde que servía como oficial de caballería en el ejército de Federico el Grande y luego forma

su propio regimiento de húsares, combatiendo como mercenarios para el gobierno revolucionario francés... con

tal efecto que lo nombraron Mariscal de Francia. Tanto el abuelo como el padre de Luckner cabalgaron para

Alemania como aristócratas ofíciales de los húsares. Era de esperar que el joven conde Félix seguiría en ese

romántico servicio, pero Félix, por motivos inexplicables incluso para sí mismo, se sintió atraído por los mares y

por los grandes buques en cruz que los surcaban. Sin embargo, cuando expuso a su familia el deseo de hacer

carrera en el mar, su rígido padre, no quiso saber nada del asunto. En 1894, a la edad de 13 años, Luckner se

fugó de la mansión familiar y juró no regresar jamás hasta que se convirtiera en un pleno oficial naval. Deseando

evitar las ventajas y los posibles hostigamientos que podrían derivarse de su noble linaje, adoptó un nombre

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nuevo, Phelax Luedige, del lado materno de la familia. Durante siete años navegó en buques de vela y en otros

navíos por todo el globo, en los que aprendió los caminos del mar, encontró suficientes aventuras como para

llenar muchas vidas... que en años posteriores gozaría de contar con adornos. Nadie tuvo nunca la certeza de

donde terminaban los hechos y empezaban los adornos, ya que Luckner era un narrador en la gran tradición

náutica.

Lütjens, Gunther: Almirante alemán. (1889-1941). Desde octubre de 1937, Jefe de lanchas torpederas. Desde

octubre de 1939, Comandante de las Fuerzas de reconocimiento. Desde julio de 1940, Jefe de la Flota. En

febrero y marzo de 1941 Lütjens operó con el ―Scharnhorst‖ y el ―Gneisenau‖ en el Atlántico. El 24/05/41

hundió con el ―Bismarck‖ y el ―Prinz Eugen‖ al crucero británico ―Hood‖. Tres días después Lütjens pereció en

el hundimiento del ―Bismarck‖.

MacArthur, Douglas: General estadounidense con categoría de Feldmariscal (General of the Army). (1880-

1964). En 1930-35, Jefe del Estado Mayor del Ejército. Del 08/12/41 hasta el 23/02/42, defensa sin éxito de las

Filipinas. El 17/03/42, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas Norteamericanas en el Suroeste del

Pacífico. Recibió el 02/09/45 la rendición sin condiciones del Japón. De 1945 a 1951, Comandante Supremo en

el Extremo Oriente (Ejército de ocupación). En 1950, Comandante de las tropas norteamericanas en Corea. El

11/04/51, desposeído de sus cargos por el presidente Truman como consecuencia de ciertas críticas a las

decisiones del presidente en materias político-militares. MacArthur, por ejemplo, había exigido el empleo de

armas nucleares contra China.

MacDonald, James Ramsey: Político británico, (1866-1937). Jefe del Partido Laborista. Su renuencia ante la

intervención británica en la Primera Guerra Mundial provocaron su sustitución al frente del partido. Recuperó el

liderazgo y en 1929 volvió a ocupar la Presidencia del Consejo de Ministro. Por la crisis económica de 1931

decide formar un gabinete de coalición nacional, hecho que motivó la división del partido. Presentó su dimisión

en 1935.

Mahan, Alfred Thayer: Marino estadounidense. Historiador, estratega, novelista e imperialista. Su padre era

decano del profesorado y profesor de ingeniería civil en la Academia Militar de EE. UU, (West Point) y autor de

dos libros que se hicieron clásicos sobre fortificaciones y tácticas. El joven Mahan en contra de la opinión de su

padre ingresó en la Academia Naval de Anápolis y se graduó con el número dos de su promoción. Sentía

admiración por los buques a vela y aversión a los de vapor, evitando destinos a bordo, dedicándose a escribir

libros y artículos. Intervino en la guerra civil y a su término era Capitán de Corbeta. Estuvo destinado en

astilleros, en el Estado Mayor de la Academia Naval y al mando de una antigua fragata de vapor por las costas

de Perú. Recibió una oferta para incorporarse al nuevo Colegio de Guerra Naval y la aceptó. Recién ascendido a

Capitán de Navío se hizo cargo de las cátedras de Historia y Estrategia, además de ejercer la Presidencia del

Colegio. En 1890 sacó a la luz el conocido libro ―The Influence of Sea Power upon History, 1660 - 1783‖. En

una época de rápidos cambios tecnológicos, muchos oficiales consideraban que maniobras como las que Nelson

realizó en Trafalgar resultaban arcaicas y sin ningún valor actual. El énfasis que daba Mahan a la historia,

resultaba una actitud reaccionaria o, peor aún, sin ningún valor práctico. Su respuesta era que nada sería más

práctico para un oficial naval que ―el establecimiento de los principios y métodos por los que se puede conducir

una guerra para obtener las máximas ventajas a través del estudio de la historia‖. Más tarde publicaría un

segundo volumen: ―The Influence of Sea Power upon the French Revolution and Empire, 1793 – 1812‖. En

1896 se retiró del servicio activo y siguió escribiendo. Su obra está contenida en 20 libros y 137 artículos.

Alguno de éstos fueron publicados en forma de libro. Le fueron concedidos muchos títulos honoríficos

universitarios y fue elegido en 1902 Presidente de la American Historical Association. Durante la guerra contra

España fue llamado como asesor estratégico del Secretario de la Marina y del Presidente. En 1914 murió de un

fallo cardiaco en el Hospital Naval de Washington. Se opina sobre Mahan que ―ninguna otra persona a influido

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tan directa y profundamente en la teoría del poder naval y su estrategia‖, y podemos añadir que también influyó

en muy alto grado para que ese poder naval fuera la punta de lanza del imperialismo estadounidense.

Marx, Karl: Filósofo, sociólogo y economista alemán (1818-1883). Perteneciente a los jóvenes hegelianos de

izquierda, ya desde su tesis doctoral, ―Diferencia entre las filosofías de la naturaleza de Demócrito y Epicuro‖

(1841), dio una orientación materialista en su filosofía. A causa de sus ideas revolucionarias sufrió el exilio en

Francia, Bélgica e Inglaterra. Desde 1842 colaboró en distintas publicaciones, y comenzó a mantener contactos

con el movimiento obrero. En 1844 inició su amistad con F. Engels, de quien recibió ayuda moral y financiera,

especialmente durante su exilio en Londres, desde 1848. Con él escribió ―La sagrada familia‖ (1845), ―La

ideología alemana‖ (1846), ―La tesis sobre Feuerbach‖ (1888) y, tras su ingreso en la Liga de los Comunistas,

ambos redactaron el ―Manifiesto Comunista‖ (1848). Tras las jornadas revolucionarios de 1848, escribió en su

exilio de Londres ―La lucha de clases en Francia‖. Reemprendió luego sus estudios de economía política e

inició la redacción de ―El Capital‖, considerada una continuación de ―La Contribución a la crítica de la

economía política‖ (1859). En 1864 participó en la fundación de la I Internacional Obrera, de la que redactó la

memoria inaugural y los estatutos. Colaboró también en el ―Anti-Dühring‖ (1878) de Engels. Otros escritos

suyos de importancia son ―Manuscritos económico-filosóficos‖ (1844), ―Miseria de la filosofía‖ (1847), ―El 18

Brumario de Luís Bonaparte‖ (1852) y ―Crítica del programa de Gotha‖ (1875).

Mehmet Alí: (Muhammad Alí) Bajá de Egipto (1769-1849). Al mando de tropas del sultán turco Selim III, se

apoderó de Egipto (1810) y acabó con los jefes mamelucos. Más tarde extendió su autoridad sobre Arabia,

Sudán, Siria y Adana; fundó Jartum (1823). A cambio de renunciar a algunas de sus conquistas (Adana, Siria,

Creta), obtuvo el gobierno hereditario de Egipto como virrey (1840). Fue fundador del moderno Estado egipcio.

Mehmet VI: (Muhammad VI) - (1861-1926). Sucedió a su tío Muhammad V en 1918. Capituló ante los aliados

y colaboró con ellos contra los nacionalistas turcos. Tras la abolición del sultanato por la asamblea nacional

(1922), huyó de Constantinopla en un navío de guerra británico. Con él, concluyó el Imperio otomano.

Melville, Herman: Escritor estadounidense (1819 – 1891). Considerado uno de los mejores prosistas en la

lengua inglesa, su obra ejerció una influencia decisiva en la evolución posterior de la novela estadounidense.

Entre sus obras destacan ―Moby Dick‖, ―Benito Cereno y otros cuentos de la veranda‖, y ―Billy Budd‖.

Mitchell, Billy: Militar de Aviación estadounidense. (1879-1936). Nació en Francia, nieto de un magnate de los

ferrocarriles americanos e hijo de un Senador por Wisconsin. Se alistó en el Cuerpo de Transmisiones en la

guerra hispano-norteamericana; ejerció en Asía labores de espionaje. A los 32 años era el oficial más joven

formando parte del Estado Mayor General; destinado a la aviación como oficial de transmisiones aprendió a

pilotar. Cuando EE.UU se disponía a entrar en guerra (1914-18), él era oficial de enlace ante los británicos.

Iniciado el conflicto tuvo a su cargo el ―Air Service‖ (Servicio Aéreo), americano, siendo el primer militar de esa

nación en obtener la ―Croix de Guerre‖ por la audacia de sus actuaciones en el frente. Pasó años presentando

todo tipo de proyectos aéreos, sin mayor éxito, pero ya en 1919 organizó los primeros vuelos de gran autonomía

que llevaron el correo de costa a costa, a través de los EE.UU. Más adelante logró demostrar el poder de los

ataques aéreos, principalmente sobre objetivos navales. Logró destruir un submarino, un destructor y un

acorazado ligero (que ofreció una resistencia algo mayor). Al persistir el escepticismo, logró que le dieran

oportunidad para demostrar que aún siendo el objetivo mucho más fuerte, igualmente se lograría hundirlo con

bombardeo aéreo. Lo demostró al hundir a un gran acorazado alemán, que había combatido en Jutlandia y había

quedado en poder de Estados Unidos. Tras una visita al Japón para comprobar su desarrollo aeronáutico, y luego

de examinar el sistema defensivo norteamericano, Mitchell redactó en 1924 un informe en que pronosticaba con

suficiente precisión el ataque a Pearl Harbor. Ante las presiones que sufría por sus ideas, buscó el que se le

hiciera un Consejo de Guerra para defenderlas; fué relevado del mando con suspensión de empleo y sueldo por

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cinco años. Solicitó la baja en el ejército para continuar su lucha mediante artículos y libros. Cuando murió

estaba, prácticamente, olvidado.

Mola, Emilio: General español, (1887-1937). Contribuyó a la pacificación de Marruecos y fué Director General

de Seguridad en 1930-31. Desde Pamplona, participó activamente en la sublevación militar que dio origen a la

guerra civil en la que tuvo a su mando las fuerzas nacionalistas del Norte. Murió en accidente de Aviación.

Montgomery, Bernard: (18871976). Vivió parte de su infancia en Tasmania, donde su padre era obispo

anglicano. Terminados sus estudios en Londres, ingresó en la Academia de Sandhurst (1907-1908), donde su

carácter difícil le crearía constantes dificultades con sus superiores (uno de ellos llegó a decirle el día en que

abandonó la escuela, con el grado de Teniente segundo ―Usted no sirve para nada, y nunca llegará a ser nada en

el ejército‖). Capitán al comienzo de la Primera Guerra Mundial, y herido dos veces, terminó la contienda como

Teniente Coronel del Estado Mayor. Participó en la ocupación de Renania, donde estudiaría los métodos

militares seguidos por los alemanes, y publicó su Manual sobre el Mando. Fue promovido al rango de General en

1933, adquiriendo en el Ejército británico la reputación de Jefe austero, animado por elevados ideales religiosos

y patrióticos. En la primavera de 1940 daría muestras de verdadera talla militar, fué llamado por Churchill para

dirigir al 8ª. Ejército de Egipto. La gloria esperaba a Montgomery en el desierto. Su plan minuciosamente

concebido, le reportó constantes éxitos, cada uno en su momento, a pesar de la impaciencia de Churchill. La

victoria de El-Alamein, obtenida en una semana (octubre-noviembre de 1942), no sólo borró los fracasos de la

primavera, sino que marcó un viraje decisivo en la guerra. Después de haber obligado a las tropas de Rommel a

retroceder hasta Túnez (1943). Montgomery participó en la invasión de Sicilia y de Italia. En 1944 se le hizo

regresar a Londres para elaborar con Eisenhower el plan de desembarco en Normandía, y el 16 de junio de 1944,

se convirtió en el personaje principal de esta gigantesca empresa, en calidad de Jefe del Ejército de Tierra.

Promovido a Mariscal el 31 de agosto de 1944, liberaría el norte de Francia y, a la cabeza del 21º. Grupo de

Ejércitos, tomó Amberes; después, tras desempeñar un papel importante en la respuesta a la ofensiva alemana de

las Ardenas, condujo a sus tropas hasta Lübeck. El 4 de mayo de 1945 Montgomery recibía en su cuartel general

al Almirante von Friedeburg y al general, Kinzel, signatarios del documento de rendición de las fuerzas

alemanas del Noroeste (acuerdo de Luxemburgo). Pero después fué nombrado jefe del Estado Mayor Imperial

(1946). Posteriormente y hasta su retiro en 1958, ocuparía el cargo de Comandante adjunto de las Fuerzas

Atlánticas en Europa. Falleció en 1976. ―Monty‖ mantuvo siempre su reputación de ―enfant terrible‖, pero su

apodo, conocido universalmente, testimonia su popularidad tanto como el título de Vizconde de El-Alamein su

gloria. No fué un General como los demás. ―Monty‖ entró en la leyenda en vida, con su eterna boina negra- de la

que él mismo afirmaba que ―valía dos divisiones‖-y orlado de una reputación absoluta de invencible en el campo

de batalla.

Monturiol, Narciso: Inventor y político español (1819-1885). Fue uno de los principales protagonistas del

socialismo utópico de Cabet en Cataluña. Tras abandonar la política activa en 1857, se consagró a la invención

del primer submarino, al que le dio el nombre de ―Ictíneo‖. La primera prueba se hizo en 1859, en el puerto de

Barcelona. El segundo modelo, movido por una máquina de vapor, fue terminado en 1866. La falta de apoyo de

las autoridades impidió continuar la experiencia. En 1891 se publicó su obra ―Ensayo sobre el arte de navegar

debajo del agua‖.

Moro, Tomas: Santo, Estadista y escritor inglés (1478 – íd., 1535). Desempeñó importantes cargos públicos,

entre ellos el de Canciller. Fue acusado de alta traición, por negarse a reconocer a Enrique VIII como suprema

autoridad de la Iglesia, encarcelado en 1535 y decapitado. Entre sus obras figuran ―Poesías latinas‖, ―Ricardo

III‖, ―Utopía‖ (1516), ―Respuesta a Lutero‖ y ―Diálogo de consuelo‖, escrita en prisión. Fue decapitado

Mungo, Park: (Escocia, 1771, Nigeria, 1806). Estudió medicina en Edimburgo y trabajó en Sumatra, ganándose

la confianza de la Royal Society, que le encargó que explorara el curso del Níger. Su primera aventura, cuyo

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relato publicó en 1797, le hizo famoso. Dos años después, ya casado y establecido en Escocia, el Gobierno le

pidió que condujera una segunda expedición. La época de las lluvias, sin embargo, causó la muerte por

paludismo de la mayoría de los componentes y los seis que se salvaron se ahogaron en el Níger poco después,

durante un ataque de los habitantes de la región de Bussa.

Mussolini, Benito: Político italiano, (1883-1945). Hijo de un herrero, se hizo maestro. Se consideraba así mismo

anarquista y en 1902 huyó a Suiza para eludir el servicio militar, después de que su padre fuera detenido por

actividades subversivas. Al regresar a Italia volvió a ejercer de maestro. Militante socialista desde 1900, fué

nombrado redactor jefe del periódico ―Avanti‖, órgano del Partido. Desde allí hizo campaña contra la guerra en

Libia y a favor de la neutralidad italiana (1914). A continuación fundó ―Il Popolo d´Italia‖ y desde él, apoyó, por

el contrario, la intervención junto a los aliados y contra Austria; esa postura le hizo ser expulsado del partido

socialista y le animaría a formar en 1915, los ―Fascios de Acción Revolucionaria‖. Ese año partiría al frente de

batalla, para regresar herido y transformado en sus ideas. En 1917 fundó los ―Fasci di Combattimento‖ con un

programa en el que el nacionalismo más extremista se conjugaba con la demagogia. Elegido diputado por Milán,

transformó el movimiento en ―Partido Fascista‖. Después de la ―Marcha sobre Roma‖, el Rey le confiaría el

gobierno del país y el Parlamento plenos poderes. Intervino en la guerra civil española a favor de Franco y,

realizó un acercamiento a Hitler, que concluyó con la firma del pacto de Acero e involucrando a Italia en la

Segunda Guerra Mundial. En 1943, empezando a ser invadida Italia por los aliados, se provoca su caída y

encarcelado por orden del Rey, y liberado por paracaidistas alemanes, intentó formar un gobierno en el norte de

Italia, bajo la protección de Alemania. Finalmente, cuando huía, fué descubierto y ejecutado por los ―partisanos‖

(guerrilleros italianos, en lucha contra los alemanes).

Mustafá Kemal: Militar y político turco (1881-1938). Fue el principal promotor del movimiento político que

cristalizó en la Gran Asamblea Nacional de Turquía, que en noviembre de 1922 abolió el sultanato. En octubre

de 1923 fue nombrado presidente de la República. Gobernó dictatorialmente, introdujo reformas en todos los

aspectos de la vida pública y civil de Turquía, y adoptó decididamente los cánones occidentales. Recibió el

apelativo de Ataturk (padre de los turcos).

Nansen, Fridtjof: Noruega. Es el navegante que más ha contribuido al conocimiento del Ártico y su banco de

hielo, con 3 viajes relaizados entre 1882 y 1895. Fracasa en sus intentos de alcanzar el Polo.

Negrín López, Juan: Medico y político español, (1892-1956). Alumno de Ramón y Cajal y maestro de Severo

Ochoa, fué catedrático de la Universidad de Madrid. Ingresó en el PSOE, fué Diputado y Ministro de Hacienda.

En 1937 sustituyó a Largo Caballero en la Presidencia del Gobierno, con el apoyo de socialistas, comunistas y

republicanos; intentó fortalecer el ejército, controló la industria y trató de poner orden en la retaguardia. Trasladó

el gobierno a Barcelona ante el avance nacionalista. Al fracasar su propuesta de paz, impulsó una gran ofensiva

del ejército republicano (Batalla del Ebro). Poco antes de acabar la guerra civil, marchó a Francia, donde siguió

presidiendo el gobierno republicano en el exilio hasta 1945.

Nelson, Horatio: Duque de Bronte, Vizconde de Nelson, Barón del Nilo. –Nació en el condado de Norfolk el 28

de septiembre de 1758. Hijo de un rector de parroquia y de una dama de la noble familia de los Walpole. A los

doce años ingresó a la Marina Real. Su primera navegación la hizo en el barco que mandaba su tío; sirvió

después en la India y en uno de los buques que formó la expedición a los mares árticos, para volver después a la

India como ―aspirante‖ de Marina. A los veintiún años, al mando de un navío pasó al Caribe, Jamaica, donde

volvería después de haber estado en Francia, durante un período de paz, donde estudió el idioma y las

costumbres francesas. Contrajo matrimonio con una dama viuda, Francés Herbert y en 1793, declarada la guerra

con Francia, volvió al mar, como Comandante del ―Agamenon‖, escuadra del Mediterráneo, al mando del

Almirante Hood. En Nápoles contrae amistad con Lord Hamilton, Embajador de Inglaterra ante el Reino de

Nápoles y sobre todo con Emma, esposa del Embajador, con quién mantuvo un apasionado amor. En el combate

de Abukir atacó a la vanguardia y centro, dejando para el día siguiente la persecución de la retaguardia en huída.

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Se provocó por entonces la separación de su esposa, por sus públicas relaciones con Emma, lady Hamilton.

Nombrado Vicealmirante, pasó al Báltico, a las órdenes del Almirante Parker, Jefe de la expedición organizada

contra la liga formada por Suecia, Dinamarca y Rusia. Al regresar a Inglaterra, fue nombrado Vizconde. Al

romperse nuevamente las hostilidades con Francia, Nelson toma el mando de la Escuadra del Mediterráneo y

establece un bloqueo abierto a Cádiz donde se encontraban los buques españoles y franceses, formando una

escuadra combinada al mando del francés Villeneuve. Cuando el indeciso Villeneuve se decide a salir, aquel 21

de octubre de 1805, en las aguas frente al Cabo Trafalgar, la Escuadra de Nelson lo intercepta. Corta la línea

franco-española mediante el ataque simultáneo de dos divisiones, una mandada por él y otra por su segundo.

Collingwood. A poco de iniciarse el fuego, Nelson es herido mortalmente, pero sus capitanes procederán en todo

momento, hasta conseguir una victoria total.

Neptuno: Dios romano del agua, asimilado al Poseidón del panteón griego.

Nicolás II: (1868-1918): Hijo y sucesor de Alejandro III. Defensor de los principios autocráticos, continuó la

política absolutista de su padre. Tras la guerra con Japón (1904-05), que costó al imperio ruso la perdida de

Manchuria y la renuncia a la posesión de Corea, aumentó el malestar interior y se vio obligado a realizar ciertas

reformas constitucionales. En la Primera Guerra Mundial luchó junto con Francia y el Reino Unido contra

Alemania. Ante las graves pérdidas que sufrió el país, la mayor parte de los sectores sociales, le retiraron su

apoyo. Al estallar la Revolución de 1917, abdicó y se retiró a Crimea, pero fue preso y conducido a

Yekaterinburgo, donde fue asesinado junto con su familia.

Nimitz, Chester W.: Almirante norteamericano. (1885-1966). En 1939 hasta diciembre de1941, Jefe de la

sección de Navegación en la Secretaría de Marina. Desde el inicio de 1942 a octubre de 1945, Comandante

Supremo de las Fuerzas Navales Aliadas en el Pacífico. El 2 de septiembre de 1945 firmó por parte americana,

junto con el General MacArthur, a bordo del acorazado Missouri, el acta de capitulación del Japón. Al iniciarse

la paz y hasta 1948, fué el Comandante Supremo de las Fuerzas Navales de los EE.UU.

Paixhans, Henri-Joseph: General francés. Después de estudiar en la Escuela Politécnica ingresó en el arma de

artillería y tomó parte en las guerras del Primer Imperio. En 1848 ascendió a General de División y también

actuó en política como Diputado. Se le deben importantes trabajos sobre artillería y la invención del cañón-obús

de su nombre, que le daría gran celebridad.

Parsons, Sir Charles Algernon: Ingeniero británico, inventor de la turbina de vapor de ese nombre que produjo

una verdadera revolución en los sistemas de propulsión marítima. El primer barco en que se montó en 1897, fue

justamente el barco de su propiedad, el ―Turbinia‖. También trabajó por el progreso de la aviación y en 1911 fue

ennoblecido.

Patton, George S.: General estadounidense. (1885-1945). Fué uno de los grandes tácticos en la guerra de

blindados, en el lado aliado. Mandó el II Cuerpo de Ejército Americano en el norte de África, luego Jefe del

Séptimo ejército y en 1944 tomó parte del ataque final, dentro de Alemania, con el tercer ejército, con el que

llegó hasta Checoslovaquia. Fue ascendido a General de cuatro estrellas en junio de 1945 y hasta su muerte, por

accidente de automóvil, fué gobernador militar de Baviera.

Peary, Robert Edwin: EE.UU. Explora el norte de Groenlandia y es el primero en llegar al Polo Norte en 1908.

Peral y Caballero, Isaac: Teniente de Navío de la Armada española. En 1872, ya Alférez de navío, era en Cuba

segundo comandante de un cañonero, tomando parte en diversos hechos de armas. De regreso a España, hizo la

campaña contra los carlistas, pasando luego a Cuba y Filipinas y, posteriormente, nombrado profesor de física y

química de la Academia de Ampliación. Se dedico con ahínco a la electricidad y al estudio de la navegación

submarina. Peral tuvo oculto sus proyectos hasta 1885 en que con motivo del conflicto de las Carolinas, en el

Pacífico, dió cuenta de los mismos al ministro de marina. En octubre de 1887 se empezó la construcción de su

submarino. Las pruebas que tuvieron lugar en la bahía de Cádiz dieron magnífico resultado. Al final, por

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inoperancia política, el submarino nunca fue usado. Peral se distinguió por otros inventos eléctricos; un

acumulador que lleva su nombre, un proyector luminoso, una metralladora eléctrica, etc. Recibió ofrecimientos

del extranjero para la construcción de su submarino, más los rechazó por más ventajosos que fueran. Obtuvo el

retiro en 1891, cuando era Teniente de Navío. Cuatro años más tarde se trasladó a Berlín para someterse a una

intervención quirúrgica para la extirpación de un tumor en su cabeza. Falleció como resultado de la operación.

Perry, Matthew Calbraith: Comodoro de la Armada de los Estados Unidos. Tomó parte en la guerra contra

Inglaterra, en 1812. Veintitrés años después mandaba la escuadra del Golfo de México y en 1852 en una

expedición a China y Japón, firmaba con el Gobierno japonés – que se sintió presionado por los cañones de

Perry- la apertura de dos puertos japoneses a los barcos americanos.

Pershing, Jhon Joseph: Militar estadounidense (1860-1948). Dirigió el ejército expedicionario estadounidense

en la Primera Guerra Mundial y , posteriormente, fue jefe del Estado Mayor (1921-24).

Pétain, Philippe: Militar francés. (1856-1951). Al comenzar la Primera Guerra Mundial entró en combate en

1915. Un año después le fué confiada la defensa de Verdún y en 1917 era Comandante en Jefe. Ascendido a

Mariscal de Francia después del armisticio, es enviado a Marruecos para restablecer allí la paz. En febrero de

1934 se le confió la cartera de Guerra. Embajador ante el régimen de Franco, pasó a ser Vicepresidente del

Consejo de Ministro en 1940. Se convirtió en Jefe del Estado (Gobierno de Vichy) de la zona francesa no

ocupada por los alemanes. Creó un Estado autoritario y sostuvo una política de colaboración con Alemania.

Terminada la guerra, fué acusado por ello y condenado a muerte, pena que le fué conmutada por la de reclusión

perpetua.

Platón: Filósofo griego (h. 428 a.C. –íd., – 347 a.C.). Discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, fundó en

Atenas una escuela de filosofía llamada Academia (h. 387 a. C.). Sus teorías se opusieron a la sofística y

recibieron la influencia de la filosofía pitagórica y los misterios órficos. El punto fundamental de su doctrina

(Platonismo) es la teoría de las ideas, que establece el dualismo entre el mundo de los fenómenos, sombras

pasajeras de una realidad superior, y el mundo de las ideas, arquetipos inmutables y eternos que sólo la razón

puede aprehender. La unidad de las ideas se cifra en la idea del Bien, razón y causa de todas las cosas. El hombre

puede acceder al conocimiento de la verdad mediante el recuerdo, puesto que su alma inmortal y racional ha

contemplado las ideas puras en la existencia anterior. Su pensamiento político, expresado sobre todo en ―La

República‖ y ―la Carta VII‖, se basa en la atribución de responsabilidades a partir de las capacidades de cada

grupo social; así, la clase de los filósofos, que posee el conocimiento y cuya virtud suprema es la justicia, será la

más capacitada para dirigir el gobierno de la ciudad. Su obra está escrita en forma de diálogos influidos por el

método mayeútico de Sócrates, personaje principal de la mayoría de ellos. Entre los más importantes, además de

la citada República, se encuentran ―Fedro, el Banquete‖, ―Gorgias‖, ―Parménides‖, el ―Sofista‖, el ―Político‖, el

―Timeo‖ y ―Critias‖. En ellas está contenida la totalidad del pensamiento platónico, que ha ejercido una

influencia extraordinaria en el desarrollo del pensamiento occidental.

Poseidón: Hijo de Crono y Rea. Es el Dios del mar y se le representa con un tridente en la mano.

Preste Juan: Uno de los títulos que tenía el emperador de Etiopía (Preste: sacerdote, que celebraba la misa

cantada, asistido del diácono y el subdiácono). Legendario monarca cristiano del siglo XII que unos sitúan en

Oriente y otros en Etiopía. Según la leyenda, se ordenó de presbítero o preste, ante los misioneros nestorianos.

Prien, Günther: Oficial de Marina Alemana. (1908-1941). Capitán de Corbeta. Comenzó su carrera en la

marina mercante, a costa de grandes sacrificios para costear sus estudios. Después de varias navegaciones

obtiene el nombramiento de piloto. En 1932 consigue el título de Capitán. Sin embarcar, la falta de empleo le

obliga a trabajos humildes. Más tarde ingresó en la Marina de Guerra y pasó a la Escuela de Submarinos.

Obtiene su primer mando en el otoño de 1938. Al estallar la Segunda Guerra Mundial se encuentra en viaje de

ejercicios por el Atlántico, iniciando la guerra al tráfico enemigo. En seguida figura como uno de los

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Comandantes con la más alta cifra de toneladas hundidas. A principios de octubre de 1939, el Jefe del Arma

Submarina lo elige para un ataque a la gran base naval inglesa de Scapa Flow. Consiguió introducirse con su

submarino y hundir al acorazado ―Royal Oak‖. Para octubre de 1940 Prien había ya hundido mercantes aliados

por un total de 200.000 toneladas, hasta que el 7 de marzo de 1941 su submarino fué alcanzado por una carga de

profundidad lanzada por un destructor Inglés, pereciendo toda la dotación.

Princip, Gavrilo: Patriota serbio, autor de la muerte en Sarajevo de Francisco Fernando de Habsburgo, pretexto

para el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Raeder, Erich: Almirante Alemán, (1876-1960). En mayo de 1935 era Gran Almirante y Jefe de las Fuerzas

Navales. Gran estratega en combate de superficie. En enero de 1943, por diferencias con Hitler, perdió su puesto

en beneficio de Dönitz y pasó a desempeñar el cargo de Inspector de Marina. Acusado de crímenes de guerra fué

condenado por el tribunal de Nuremberg a prisión perpetua y en 1955 se le liberó por razones de salud.

Rebmann Johannes: Misionero alemán y explorador de África en el siglo XIX; fue el primer europeo, junto

con Krapf en descubrir las cumbres nevadas del el Kilimanjaro y el monte Kenia.

Reuter, Ludwig von: Almirante alemán. En la I Guerra Mundial participó en la batalla de Dogger Bank y como

Comodoro mandó en Jutlandia el tercer grupo de vanguardia. Después del armisticio, siendo ya Vicealmirante,

comandó a los buques alemanes que debían concentrarse dentro de la rada de la gran base naval inglesa de Scapa

Flow. El 21/11/1918 fondeaba y el mismo día recibió la orden de arriar la bandera alemana. Volvió a Alemania

para intentar conseguir seguridades de que los buques no serían entregados a cambio de mejorar las condiciones

de la paz. Llegó al convencimiento de que los ingleses no dejarían escapar tal ocasión de eliminar la fuerza naval

alemana y de que el gobierno alemán tampoco conseguiría nada en sus reclamos a los gobiernos aliados.

Organizó lo que había de ser el hundimiento en masa de la Escuadra, que tuvo lugar el 21/07/1919. Reuter se

retiro del servicio en 1920.

Ribbentrop, Joachim von: Político alemán. (1893-1946). Afiliado al Partido Nazi en 1932; fué embajador en

Londres (1936-38) y Ministro de Asuntos Exteriores (1938-45). Fue condenado por el tribunal de Nuremberg y

ahorcado.

Rodjestvensky, Zinovei Petrovich. Almirante ruso. Se especializó en artillería; hizo la guerra ruso-turca como

Capitán de Corbeta siendo condecorado. Mandó sucesivamente seis barcos, así como la división afecta a la

escuela de artillería del Báltico, Ascendió a Contralmirante, luego de haber ejercido importantes cargos y haber

sido agregado naval en Londres. Fué segundo jefe del estado mayor de la marina, siendo promovido a

Vicealmirante en 1904. Al declarase la guerra ruso-japonesa se le dió el mando de la Segunda Escuadra del

Pacífico. Después de un largísimo viaje, plagado de dificultades, se enfrentó en aguas del estrecho de Tshushima

a la escuadra japonesa, de buques más modernos y, sobre todo, de tripulaciones mejor adiestradas.

Rodjestvensky fue derrotado y herido muy gravemente. Al volver a Rusia, después del cautiverio, fue juzgada su

conducta por un consejo de guerra, que la calificó de honorable, como lo había sido por la opinión naval y

militar japonesa.

Rommel, Erwin: Militar Alemán. (1891-1944). Condecorado durante la Primera Guerra Mundial con los más

altos méritos. Jefe del Cuartel General del Führer. En la invasión a Francia mandaba la 7ª División Acorazada,

siendo la punta de lanza del ataque alemán. En 1941 Jefe del célebre ―Áfrika Korps‖. Desde enero de 1944 hasta

que cayó herido en julio de ese año, Jefe del Grupo de Ejércitos B en Francia. Siempre gozó de una gran fama,

incluso en el campo enemigo. Por haber participado en la conspiración del 20 de julio contra Hitler, se le obligó

a que se suicidara.

Roosevelt, Franklin Delano: Político Estadounidense. (1882-1945). Miembro del Partido Demócrata, comenzó

su carrera política en 1910 como Senador y fue Subsecretario de Marina de 1913 a 1920. Resultó elegido

Presidente de la nación en las elecciones de 1932, cargo que renovó por tres veces consecutivas (1936, 1940 y

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1944). Mediante la aplicación del programa político conocido como ―New Deal‖ sacó a Estados Unidos de la

gran depresión económica originada por la crisis de 1929. Fue uno de los grandes artífices de la victoria aliada

en la Segunda Guerra Mundial.

Roosevelt, Theodore: Político y escritor estadounidense. (1858-1919). Dirigente del ala reformista del Partido

Republicano; tomó parte activa en la guerra contra España y entre 1899 – 1900 gobernó el Estado de Nueva

York. Vicepresidente con Mac Kinsley en 1900, se encargó de la presidencia al ser éste asesinado (1901). Fue

reelegido en 1905 y en 1906 obtuvo el premio Nobel de la Paz, por sus gestiones para finalizar la guerra ruso-

japonesa. Luchó contra los trusts y protegió los recursos naturales del país.

Rundstedt, Gerd von: (1875-1953). Por sus brillantes cualidades, durante toda la Primera Guerra Mundial

perteneció en calidad de agregado al Gran Cuartel General y continuaría dentro de esas altas esferas hasta 1945.

General desde 1927 se le confió en 1932 el Gobierno Militar de Berlín. Su escaso entusiasmo hacia el régimen

nazi le indujo a retirarse en 1938, pero Hitler le confió el mando de un grupo de ejércitos en Polonia y después

en Francia. Trasladado después al frente Ruso, se apoderó de Ucrania. Poco partidario de una ofensiva de

invierno, presentaría en noviembre de 1941 su dimisión. Los acontecimientos le dieron la razón. Más tarde,

Hitler le confió la Dirección del Frente Oeste, en Francia. Fué reemplazado al no poder resistir tras el

desembarco aliado en Normandía. Todavía dirigiría la última ofensiva alemana, en las Ardenas. Internado en

Nuremberg, en Londres y en Hamburgo, finalmente se le concedió la libertad.

Sargón de Acad: Rey de Acad (s. XXVII a.C.). Fundador del imperio acadio, 2350 a. C. Tras conquistar

Sumer, parte de Elam y Siria, constituyó por primera vez en Mesopotamia un Estado centralizado.

Savorgnan De Brazza, Pierre: (1852 – 1905). Brazza era un conde italiano que se nacionalizó francés en 1874

y se alistó en el ejército de ese país. De 1875 a 1878, exploró el río Ogowe y la desembocadura del Gabón.

Regresó dos años después para pactar tratados con los jefes locales de lo que luego se convertiría en el Congo

francés, al norte del río del mismo nombre. En 1884, fundó la ciudad de BrazzaviIle, donde estableció una

colonia que gobernó de 1886 a 1897. En 1905, viajó de nuevo a investigar denuncias de abusos a los nativos y

murió en el viaje.

Scott, Robert Falcon: Marino y Explorador británico. Realizó dos expediciones a las regiones antárticas. En la

segunda alcanzó el Polo Sur (08-01-1912) ya conquistado por Amudsen 34 días antes. Murió, junto a sus cuatro

compañeros en el penoso regreso a la base.

Schakleton, Ernest: Explorador británico. Perteneció a la misión Scoot en 1904, y en 1907 emprendió otra,

llegando a 100 millas del Polo Sur.

Scharnhorst: General alemán (1755-1813). Reorganizó el ejército con habilidad y contribuyó a la liberación de

su patria.

Scheer, Reinhard Karl Frederic: Almirante alemán. En 1879 ingresó como cadete en la marina de guerra

alemana. Años después se distinguió en la expedición al África Oriental por lo que fue condecorado. Fue jefe de

las fuerzas de torpederos y mandó un acorazado. Desde 1909 fue jefe de estado mayor de la Escuadra de Alta

Mar y de operaciones marítimas en el Cuartel General. Pasó a mandar escuadras de acorazados. En 1916 fue

nombrado jefe de la Flota de Alta Mar, batiéndose al frente de ella en la batalla de Jutlandia contra la Gran Flota

Inglesa. En el mismo año fue promovido a Almirante y Jefe de Estado Mayor de la Marina alemana.

Schweinfurth, Georg: Explorador y Geólogo alemán. Exploró Eritrea y Egipto. Realizo investigación sobre la

fauna y geología de esas regiones y fundó el Instituto Egipcio de El Cairo. En exploraciones posteriores

descubrió el río Ubangi y entró en contacto con los pueblos pigmeos

Sims, William Snowden: Almirante de EE.UU. Fue Agregado Naval en las embajadas de Paris y San

Petersburgo y más tarde Inspector de prácticas de tiro, ayudante del Presidente, Director de la Escuela de Marina

de Newport y Jefe de la flotilla de torpederos del Atlántico. Al intervenir los EE.UU en la Primera Guerra

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Mundial, ya Contralmirante, se le dio el mando de las fuerzas navales americanas destacadas en Europa. Al

regresar a EE.UU en 1919 ya era Almirante y tomó la Dirección de la Escuela de Guerra Naval y presentó al

Senado en 1920 una cruda memoria en la que mostraba los graves errores en que había incurrido el Gobierno en

la orientación de las operaciones navales de la reciente guerra. Su carácter independiente le creó serias

dificultades. En 1922 pasó a la situación de reserva. Publicó algunos interesantes trabajos profesionales.

Somerville, James Fownes: Marino Inglés. (1882-1949). Al mando de la Escuadra de la India, se retiró por

razones de salud en 1939, pero iniciada la guerra, se integró al servicio y participó en las operaciones de

evacuación del ejército inglés en Dunkerque. Se le asignó la misión de hundir con su Escuadra a la Flota

Francesa en el puerto de Mers el-Kebir. Meses más tardes combatiría contra la flota italiana y acabó su servicio

en tiempo de guerra al mando de la flota inglesa de Extremo Oriente y en 1944 pasó a representar al

Almirantazgo en Washington.

Spee, Maximilian, Conde de: Almirante alemán. Desempeño altos cargos en el Ministerio de Marina y en la

estación naval del mar del Norte. En la Primera Guerra Mundial, llevó el desasosiego a todas las colonias aliadas

del Extremo Oriente, atacando a algunas. En el combate de Coronel, cerca de Chile, derrotó a la débil escuadra

inglesa que se encontraba en esas aguas. A su vez, después de doblar el cabo de Hornos fue vencido en aguas de

las Malvinas por una fuerte escuadra inglesa, muriendo en el combate.

Speke, Hanning, John: (1827 – 1864). Sirvió en el ejército inglés en el Punjab, el Himalaya y el Tibet. En

1855, viajó por Somalia con Burton y al año siguiente ambos salieron de Zanzíbar en busca de las fuentes del

Nilo. Cuando Burton enfermó, él llegó al lago Victoria y afirmó que era el origen del Nilo. Burton lo negó y su

controversia fue célebre. Regresó a África para repetir el trayecto y murió en un accidente el día antes de

exponer sus conclusiones en un debate con Burton, en Londres.

Spengler, Oswald: Filósofo Alemán. (1880-1936). Autor de la ―Decadencia de Occidente‖, interpretación

organicista de la historia, sujeta a un ―ciclo‖ de nacimiento, madurez y decadencia. Otras obras: ―El hombre y la

técnica‖ (1930) y ―Años decisivos‖ (1933).

Stalin, Josif Djugasvili V.: Político Ruso. (1879-1953). Hijo de un obrero, ingresó con una beca en un

seminario. Pronto haría alarde de ideas socialistas que le condujeron a ser expulsado. En 1902 es detenido y

deportado a Siberia, de donde consiguió evadirse. Tras una nueva detención y nueva evasión entró a formar parte

del Comité Central del Partido Bolchevique. Participó en la Revolución de Octubre y al formarse el primer

gobierno Bolchevique fue designado Comisario del pueblo para las nacionalidades. Se desató una lucha

ideológica entre Stalin y Trotski; Stalin consiguió el triunfo y Trotski fue exiliado. A partir de 1929, Stalin,

Secretario General del Comité Central y ostentando el máximo poder emprende vastas reformas internas y en el

exterior práctica una política de paz; después tendrán lugar depuraciones sangrientas y la firma en agosto de

1939, del pacto Germano-Soviético. Cuando Alemania invadió Rusia, Stalin apelará al patriotismo y hará resistir

al país en su cruenta lucha contra el invasor, hasta ir revirtiendo la suerte de la guerra a su favor. Al término de la

misma, se instaurará una política de ―guerra fría‖ entre el Este y el Oeste.

Stanley, Morton, Henry: (1841 -1904). Hijo ilegítimo, se embarcó en Liverpool y llegó a Nueva Orleans en

1859, donde fue apadrinado por Henry Hope Stanley, de quien tomó el apellido. Soldado y periodista, fue a

África en 1867 a cubrir la expedición inglesa contra el emperador de Abisinia. Luego aceptó el encargo de

encontrar a Livingstone, que le hizo famoso, y finalmente navegó por el río Congo cruzando África de Este a

Oeste, momento a partir del cual aceptó trabajar para el rey Leopoldo de Bélgica. Antes de morir, se nacionalizó

británico de nuevo.

Sverdrup, Oton: Explorador noruego. Tomó parte en la expedición de Nansen a Groenlandia y al Polo Norte en

1893.

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Thomson, Joseph: escocés, a los 20 años se unió a una expedición al lago Tanganica. Recorrió Tanzania, Kenia,

Uganda, Sudán, las montañas del Atlas y el río Zambeze.

Tirpitz, Alfred von: Almirante alemán. Fue jefe del Almirantazgo y Ministro de Marina, siendo una figura

relevante entre las marinas de todo el mundo. En lo que a Alemania se refiere, fue el creador del poderío

marítimo alemán. No sólo desarrolló poderosamente la flota de guerra, sino también la mercante y fue el

principal impulsor de la campaña submarina en la Primera Guerra Mundial, que estuvo a punto de producir el

colapso de los Aliados.

Tito (Josip Broz o Brozovich llamado). Político y militar yugoslavo (1892-1980). Trabajador metalúrgico.

Hubo de repatriarse a la URSS en 1935 por sus ideas comunistas. Durante la Segunda Guerra Mundial lideró la

lucha de guerrillas en su país contra los alemanes. Al final de la misma, se erigió en dictador. Desde 1945 se

inicia la disconformidad de Tito con la hegemonía rusa sobre los países comunistas. Orientó su política exterior

hacia la consecución de un frente común de países neutrales. En 1971, sin abandonar la Jefatura del Estado,

decidió la creación de una presidencia colectiva y en 1974, con la entrada en vigor de las nuevas reformas a la

Constitución, fué elegido Presidente vitalicio.

Togo, Heihachiro, Conde de: Almirante japonés. De distinguida familia samurái, pronto empezó su carrera en

las armas, pues a los dieciséis años de edad ya tomó parte en la defensa de su ciudad, Kagoshima, bombardeada

por la escuadra inglesa. En marzo de 1871 pasó Togo a Inglaterra para adquirir los conocimientos necesarios

para servir con eficacia en la nueva escuadra imperial y permaneció allí siete años. Declarada la guerra contra

China, actuó brillantemente durante la misma. Por su comportamiento fue ascendido a Contralmirante y en 1898

a Vicealmirante. Declarada la guerra con Rusia fue nombrado comandante general de la flota. Durante toda la

campaña llevó la iniciativa, que culmino con su victoria en Tsushima.

Tovey; John Cronyn: Almirante ingles. A los 15 años ingresó en Armada y en la Batalla de Jutlandia estuvo al

mando de un destructor que resultó gravemente dañado. Después, destinado en el Almirantazgo y más tarde

mandó el acorazado ―Rodney‖. Luego desempeñó la Jefatura del arsenal de Chatam y ya Contralmirante, se le

confió el mando de la flotilla de destructores de la Escuadra del Mediterráneo (1938-40). Al ascender a

vicealmirante pasó a comandar la ―Home Fleet‖.

Tritón: Dios marino, hijo de Poseidón y Anfitrite. Se le representaba con cuerpo de hombre y forma de pez.

Trostki, León: Político y escritor Ruso. (1877-1940). Participó en la revolución de 1905 y fue deportado a

Siberia, pero consiguió escapar. En contacto con Lenin fue uno de los organizadores de la revolución de octubre

de 1917. Como Comisario de Relaciones Exteriores presidió la delegación que firmó con los Imperios Centrales

la paz de Brest-Litovsk. Comisario de guerra fue el organizador del Ejército Rojo; derrotó a los Generales

―blancos‖ zaristas. Muerto Lenin se enfrentó con Stalin; en 1927 se le expulsó del Partido y se le desterró de

Rusia. Entonces se trasladó a México, donde murió asesinado. Escritor y pensador notable, escribió, entre otras

obras, ―Capitalismo y Socialismo‖ (1926), ―Mi vida‖ (1929), ―La revolución permanente‖ (1930), ―Historia de la

revolución rusa‖ (1932), ―La revolución traicionada‖ (1937), Etc.

Truman, Harry: Político estadounidense. (1884-1972). Senador por Missouri en 1934. Presidente desde 1941

de su propio Comité para el control de la financiación de los gastos bélicos americanos. Candidato Demócrata a

la Vicepresidencia. Tras la muerte de Roosevelt, Presidente. Tomó parte en la conferencia de Potsdam en julio

de 1945. Ordenó el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Japón. Proclamó una doctrina (doctrina Truman)

en 1947 para frenar el influjo comunista en el mundo. Fue confirmado en su puesto en 1948 y se retiró en 1952.

Verne, Julio: Escritor francés (1828-1905). Se dió a conocer con ―Cinco semanas en globo‖ (1863), en la que

ya aparecen los elementos básicos de su literatura: aventura geográfica, voluntad didáctica y preocupación por el

progreso tecnológico y científico. Su obra consta de unos 60 títulos, entre los que destacan: ―Viaje al centro de la

tierra‖, ―De la tierra a la luna‖, ―Los hijos del capitán Grant‖, ―Veinte mil leguas de viaje submarino‖, ―La vuelta

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al mundo en ochenta días‖, ―La isla misteriosa‖, ―Miguel Strogoff‖, ―Un capitán de quince años‖ y ―Las

tribulaciones de un chino en China‖, etc. Ha sido considerado un precursor de la Ciencia Ficción por su

anticipación de conquistas científicas que se llevaron a cabo posteriormente, como el aeroplano, el submarino y

el viaje a la luna.

Villa, Pancho: (Doroteo Arango, llamado) - (1876-1923). General mexicano. Durante bastante tiempo vivió en

rebeldía con el gobierno, internado en la serranía de Durango, donde consiguió organizar unas fuerzas

guerrilleras que le obedecían ciegamente. Al estallar la revolución de 1910, Villa, que contaba ya con numerosos

seguidores, transformó sus actividades, abandono el bandolerismo y se adhirió a Francisco I. Madero, quien lo

nombró general de los revolucionarios. Reunió un importante ejército con el que obtuvo grandes triunfos en la

revolución. Enfrentado a la facción constitucionalista de Venustriano Carranza, fue derrotado por el general

Álvaro Obregón, pero vivió en rebeldía hasta 1920, en que se rindió al gobierno provisional de Adolfo de la

Huerta. Murió asesinado por motivos políticos al iniciarse el gobierno de Obregón.

Villamil y Fernández Cueto, Fernando: Capitán de Navío español. Brillante hoja de servicios. Tomo parte en

las campañas de Santo Domingo y Filipinas. En 1892, mandando la corbeta ―Nautilus‖ efectuó un viaje de

circunnavegación del globo. Fue creador de un tipo de buque rápido, el ―Destructor‖. Se incorporó con una

escuadrilla de destructores a su mando, a la escuadra enviada a Cuba, en guerra contra EE.UU. En el combate

naval de Santiago de Cuba se lanzó heroicamente al ataque de los cruceros acorazados enemigos, con los

destructores ―Plutón‖ y ―Furor‖, pereciendo en la acción.

Wavell, Archibald Percival: Militar ingles. Conde de Cirenaica y de Winchester. (1883-1950). Hizo sus

primeras armas durante la guerra de los ―Boers‖. En la Primera Guerra Mundial se distinguió en Palestina. Al

comienzo de la Segunda fué nombrado Comandante en Jefe de los Ejércitos de Oriente Medio. Cuando Italia

entró en guerra, recibió la misión de defender Egipto. En julio de 1941 se le entregó el mando de las fuerzas

británicas en la India. Apenas había ocupado su puesto, cuando se produjo el ataque japonés a Pearl Harbor; pasó

a encargarse de la difícil tarea del mando Interaliado en el Sureste asiático; desde esa posición se fué resolviendo

la situación de los Aliados en Malasia y Birmania. Ascendió a Mariscal en 1943 y fué el Virrey de la India desde

ese mismo año hasta 1947.

Weddigen, Otto: (1882-1915). Ingresó en la Marina Imperial alemana a los 19 años. Navegó por todos los

océanos del mundo y estuvo destinado en la base naval de Tsingtao, colonia alemana del Lejano Oriente. De

regreso a Alemania se presentó voluntario para servir en la recién nacida arma submarina, consiguiendo con

prontitud el grado de Comandante de submarino (1910), siéndole entregado el mando del U-9 en octubre de

1911. Tras el hundimiento de tres cruceros británicos, fue recompensado por el Kaiser con la Cruz de Hierro de

1° y 2° clase. En una acción posterior hundió a otro crucero enemigo y acosado luego por una escuadrilla de

destructores, logró escabullirse y salir indemne. A su regreso, se convirtió en el primer receptor de la máxima

recompensa alemana al valor, la prestigiosa orden ―Pour le Merité‖. Al sufrir un accidente que le lesionó la

pierna, tuvo que causar baja en el servicio. Al recuperarse, recibió el mando del U-29, un sumergible mucho

más moderno que su anterior nave. En su primer servicio con el nuevo submarino logró hundir cuatro mercantes

aliados frente a las costas británicas a fin de febrero de 1915, pero al regresar, su periscopio fue avistado por una

patrulla de vigilancia de la ―Royal Navy‖. Un viejo crucero se lanzó sobre el submarino y logró impactarlo de

lleno, partiéndole literalmente por la mitad, enviando a las profundidades del mar al U-29 y a su tripulación.

Veinte años después, honrando su memoria, Hitler bautizó con su nombre a la 1° flotilla de submarino creada en

el seno de la renacida Marina de Guerra alemana.

Whitehead, Robert: Ingeniero inglés. A raíz de la guerra italo-austriaca perfeccionó el torpedo automóvil

inventado por el Capitán de Fragata austriaco Luppis. Adaptado por las principales marinas del mundo, el

torpedo fue perfeccionándose hasta constituir un arma importantísima.

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Wilson, Thomas Woodrow: Político estadounidense (1856-1924). Miembro del partido Demócrata, fue

gobernador del Estado de Nueva Jersey y, en 1912, resultó elegido presidente de la República. Llevó a cabo una

importante reforma económica, política y social, basada en puntos como el control federal bancario, el

establecimiento de la jornada de ocho horas, y el sufragio femenino, etc. Al estallar la Primera Guerra Mundial

decidió intervenir en el conflicto a favor de los Aliados (1917). Después del armisticio logró hacer aceptar a sus

colegas el proyecto de una Liga de Naciones, la cual halló una seria oposición en EE.UU. En 1919 se le otorgó el

premio Nobel de la Paz. Abandonó la política en 1920.

Zapata, Emiliano: Político y revolucionario mexicano (1883-1919). Procedía de una familia campesina pobre.

En 1909 comenzó sus actividades revolucionarias, con la fundación de una junta de defensa de las tierras de la

región de Ayala. Durante la revolución de 1911 apoyó a Madero frente al dictador Porfirio Díaz y, a la muerte de

Madero, fue el máximo exponente de la lucha contra los conservadores Huerta y Carranza. En 1912 tomó

postura radicales (exigió el reparto inmediato de las tierras) y, bajo el lema de Tierra y Libertad, se inició la

lucha abierta entre los zapatistas y el ejército federal. En 1914 se había adueñado de casi todo el Sur del país y,

aliado con Pancho Villa, que controlaba el Norte, llegó a dominar casi todo México. En los años siguientes

consiguió la Ley de los ingenios estatales, la Ley administrativa y otra de carácter agrarista. En 1918 realizó su

manifiesto ―A los revolucionarios y a los trabajadores de la República‖, en el que reafirmó su defensa del

campesinado y planteó un duro enfrentamiento a la dictadura de Carranza. Ante las dificultades que se le

presentaban a la burguesía mexicana y al presidente Carranza para terminar con el movimiento zapatista, se

decidió recurrir a la traición y Zapata murió acribillado al ser víctima de una emboscada en Chinameca.

Zenón de Elea: Filósofo griego (h. 495 - ?, 430 a.C.). Discípulo de Parménides, utilizó la lógica para demostrar

que el ser es uno y no múltiple y que el movimiento es imposible. Para él, el movimiento sólo existía en el medio

ilusorio de los sentidos. Para demostrar ese principio se valió de ingeniosas paradojas, como la de Aquiles y la

tortuga, la de la flecha que no alcanza al blanco, etc. Platón y Aristóteles intentaron resolver las paradojas de

Zenón, pero esto no se consiguió de forma satisfactoria hasta que los matemáticos definieron correctamente el

infinito y la continuidad.

Zukov, George Konstantinovich: Militar ruso. (1896-1974). Ingresó en el ejército en 1915. Durante la Segunda

Guerra Mundial fue la máxima figura militar de su país y encargado luego de las defensas exteriores de Moscú y

de la defensa y ofensiva de Stalingrado. Como Mariscal dirigió los ejércitos del sector central del frente e inició

la ofensiva que llevó a la conquista de Berlín. Fue el Jefe del Ejército Soviético de ocupación en Alemania. En

1952 se le encargó la inspección general de los ejércitos de los países satélites de la URSS y en 1955, a la muerte

de Stalin, se le nombró ministro de Defensa y posteriormente, miembro del Presidium del Soviet Supremo y del

Comité Central del Partido. En 1957 fue destituido de todos sus cargos. Escribió unas ―Memorias‖, publicadas

en 1971.

Fin del volumen III

Luís Antonio Rodríguez Moro.

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