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Roberto Bein La situación de las lenguas extranjeras en la Argentina 1. Introducción La Argentina presenta hoy día una elevada homogeneidad lingüística pese a que su población tenga un elevado componente inmigratorio cuyas lenguas se conservan parcialmente como lenguas del hogar y a la persistencia de algunas de las numerosas lenguas aborígenes habladas antes de la conquista española. Incluso las estimaciones más elevadas respecto del empleo habitual de otras lenguas cifran a sus usuarios en menos del diez por ciento de los cuarenta millones de habitantes. Además, solo una exigua minoría de esos hablantes de unas veinticinco lenguas europeas, indígenas y asiáticas no puede comunicarse en castellano o, en el caso de los sordos, en la Lengua de Señas Argentina. La mayoría de esas lenguas son de transmisión familiar o comunitaria; solo unas pocas lenguas europeas se enseñan en el sistema escolar oficial, en el que hay también experiencias de educación intercultural bilingüe con lenguas indígenas. En vista de este monolingüismo masivo, se puede afirmar que en el hecho de que, según las declaraciones de 3051 encuestados en 2006 (Quevedo y Bacman, 2006), casi el 50 % afirme poseer conocimientos de otras lenguas fuera del castellano y que en el 85,5 % de los casos esa lengua sea el inglés, han tenido una incidencia importante las políticas lingüísticas desarrolladas por el Estado argentino. Esta comprobación se ve reforzada por la distribución del conocimiento de lenguas, que es superior entre los más jóvenes y los sectores sociales más favorecidos, y porque del inglés y el francés, que sumaban el 93,2% de las respuestas, solo el 3% dijo haberlos aprendido en el hogar. Sin embargo, el influjo de la acción político-lingüística es fundamental precisamente en el caso del inglés y el francés, pero lo es menos en el caso de otras lenguas, en las que pesa mucho más la acción comunitaria. En el siglo XIX en las escuelas secundarias oficiales se enseñaba ante todo francés e inglés, además de latín y griego clásico 1 ; en el siglo XX, crecientemente inglés junto con francés; se añadían en algunos casos el italiano, muy escasamente el portugués y, en escuelas técnicas, el alemán, mientras que las lenguas clásicas fueron dejándose de lado en la mayoría de las escuelas; hoy día muy pocas conservan el latín. Desde los años noventa, cuando las lenguas extranjeras se introdujeron en la escolaridad primaria, el inglés fue alcanzando una posición de casi exclusividad, aunque en escuelas dependientes de universidades e institutos terciarios, en las “escuelas plurilingües” de la ciudad de Buenos Aires, en el proyecto denominado “escuelas bilingües de frontera”, en escuelas técnicas y en algunas otras se siguen enseñando otras lenguas extranjeras; principalmente francés, italiano, portugués y alemán. Con respecto a las lenguas indígenas hasta ahora se han desarrollado más de cien experiencias de educación intercultural bilingüe (MECyT, 2004). Pero pese a iniciativas como la de la educación intercultural bilingüe, no se puede negar que en el curso de los últimos dos siglos la política lingüística escolar oficial como ocurre en 1 Hubo algunos casos de enseñanza de otros idiomas; así, en el plan de estudios establecido por Amadeo Jacques para el Colegio Nacional de Buenos Aires en 1863, que a partir de 1864 se aplicó a todos los colegios nacionales, durante unos años se incluyó el alemán.

Lenguas Extranjeras

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  • Roberto Bein

    La situacin de las lenguas extranjeras en la Argentina

    1. Introduccin

    La Argentina presenta hoy da una elevada homogeneidad lingstica pese a que su poblacin tenga un elevado componente inmigratorio cuyas lenguas se conservan parcialmente como lenguas del hogar y a la persistencia de algunas de las numerosas lenguas aborgenes habladas antes de la conquista espaola. Incluso las estimaciones ms elevadas respecto del empleo habitual de otras lenguas cifran a sus usuarios en menos del diez por ciento de los cuarenta millones de habitantes. Adems, solo una exigua minora de esos hablantes de unas veinticinco lenguas europeas, indgenas y asiticas no puede comunicarse en castellano o, en el caso de los sordos, en la Lengua de Seas Argentina. La mayora de esas lenguas son de transmisin familiar o comunitaria; solo unas pocas lenguas europeas se ensean en el sistema escolar oficial, en el que hay tambin experiencias de educacin intercultural bilinge con lenguas indgenas.

    En vista de este monolingismo masivo, se puede afirmar que en el hecho de que, segn las declaraciones de 3051 encuestados en 2006 (Quevedo y Bacman, 2006), casi el 50 % afirme poseer conocimientos de otras lenguas fuera del castellano y que en el 85,5 % de los casos esa lengua sea el ingls, han tenido una incidencia importante las polticas lingsticas desarrolladas por el Estado argentino. Esta comprobacin se ve reforzada por la distribucin del conocimiento de lenguas, que es superior entre los ms jvenes y los sectores sociales ms favorecidos, y porque del ingls y el francs, que sumaban el 93,2% de las respuestas, solo el 3% dijo haberlos aprendido en el hogar. Sin embargo, el influjo de la accin poltico-lingstica es fundamental precisamente en el caso del ingls y el francs, pero lo es menos en el caso de otras lenguas, en las que pesa mucho ms la accin comunitaria.

    En el siglo XIX en las escuelas secundarias oficiales se enseaba ante todo francs e ingls, adems de latn y griego clsico1; en el siglo XX, crecientemente ingls junto con francs; se aadan en algunos casos el italiano, muy escasamente el portugus y, en escuelas tcnicas, el alemn, mientras que las lenguas clsicas fueron dejndose de lado en la mayora de las escuelas; hoy da muy pocas conservan el latn. Desde los aos noventa, cuando las lenguas extranjeras se introdujeron en la escolaridad primaria, el ingls fue alcanzando una posicin de casi exclusividad, aunque en escuelas dependientes de universidades e institutos terciarios, en las escuelas plurilinges de la ciudad de Buenos Aires, en el proyecto denominado escuelas bilinges de frontera, en escuelas tcnicas y en algunas otras se siguen enseando otras lenguas extranjeras; principalmente francs, italiano, portugus y alemn. Con respecto a las lenguas indgenas hasta ahora se han desarrollado ms de cien experiencias de educacin intercultural bilinge (MECyT, 2004).

    Pero pese a iniciativas como la de la educacin intercultural bilinge, no se puede negar que en el curso de los ltimos dos siglos la poltica lingstica escolar oficial como ocurre en

    1 Hubo algunos casos de enseanza de otros idiomas; as, en el plan de estudios establecido por Amadeo

    Jacques para el Colegio Nacional de Buenos Aires en 1863, que a partir de 1864 se aplic a todos los colegios nacionales, durante unos aos se incluy el alemn.

  • muchos pases refleja motivaciones diferentes del fomento de las lenguas habladas en el hogar. Las lenguas extranjeras de inmigrantes no hispanohablantes fueron y son enseadas sobre todo en escuelas privadas.

    As, con relacin a la primaca del ingls, es cierto que en la ciudad de Buenos Aires hubo tempranamente inmigracin inglesa. Pero si el origen de los inmigrantes hubiera determinado la seleccin de las lenguas extranjeras escolares, la primera lengua extranjera debera haber sido el italiano, aun cuando muchos de los inmigrantes no hablaran el italiano estndar, y la segunda, el gallego (cf. Gugenberger, 2000), dado que dos tercios de los inmigrantes espaoles eran gallegos. Entre los varios datos que reflejan esta inmigracin, recordemos el de la poblacin de la ciudad de Buenos Aires en 1887, cuando los extranjeros superaban en un 2% a los nativos: del total de la poblacin de la ciudad, el 32,1% eran italianos, el 9,1%, espaoles, el 4,6%, franceses y el 6,9%, inmigrantes de otros orgenes. Como en muchos pases, la enseanza de lenguas estuvo y est mucho ms ligada al proyecto poltico, econmico y social de los sectores dominantes y a las ideologas lingsticas que lo acompaan. Esto tambin explica por qu tambin en la Argentina se est dando mayor importancia a lenguas anteriormente consideradas poco valiosas: al portugus, sobre el trasfondo del fortalecimiento del Mercosur y, al menos discursivamente, a las lenguas indgenas, acompaada de la ideologa de defensa de la diversidad lingstica y cultural.

    2. Las polticas lingsticas anteriores a la dcada de 1990 2.1. Desde el perodo colonial hasta comienzos del siglo XX

    Hasta el surgimiento como nacin independiente, la poltica lingstica en el territorio que hoy ocupa la Argentina haba sido necesariamente la de la corona espaola, con sus diferencias entre la casa de los Habsburgo (siglos XVI y XVII), los cuales practicaron una hispanizacin no coercitiva, y la de los borbones (desde el siglo XVIII), que fueron centralistas, dirigistas y plenamente castellanistas, crearon la Real Academia, cerraron en 1714 las universidades catalanas y crearon una espaola en Cervera, etc. Sin embargo, el xito de la castellanizacin fue relativo, tanto en el Virreinato del Per como tambin en el Virreinato del Ro de la Plata, creado en 1777, como lo demuestra el hecho de que la Asamblea del ao 1813, germen del futuro Estado nacional, redactara sus conclusiones no solo en castellano sino tambin en tres lenguas aborgenes, y que se tradujera asimismo a lenguas indgenas la declaracin de la Independencia de 1816. Pero en la Constitucin de 1853 que, con modificaciones, rige hasta hoy, no se incluy una sola palabra acerca de la cuestin lingstica. En nuestro pas se manifest al mismo tiempo un temprano inters en la enseanza de lenguas extranjeras. Ya durante la poca colonial, en 1801, los miembros del Cabildo de Buenos Aires haban destacado la importancia de la enseanza del francs en la escuela pblica. La primera ctedra de ingls fue creada con carcter optativo en la Universidad de Buenos Aires en 1827. En el curso del siglo XIX las lenguas extranjeras tambin formaron parte del currculo de la escuela media. En 1873, las horas de ingls y francs en los aos 1 y 2 del Colegio Nacional eran casi la mitad de la carga horaria total, lo cual habla de la importancia otorgada en aquel entonces a las lenguas extranjeras en la escolaridad no obligatoria. Esas escuelas secundarias oficiales se enseaba ante todo francs e ingls, adems de latn y griego clsico. Sin embargo, la calidad de la enseanza no pareca estar en su cenit. En un informe al Congreso de la Nacin en 1903, Juan Ramn Fernndez, luego Ministro de Instruccin Pblica durante la segunda presidencia de Julio A. Roca, plante que la enseanza de las lenguas vivas se realiza en condiciones lamentables por

  • su profesorado improvisado. Evidentemente, los profesores reclutados entre personas que conocan la lengua extranjera pero carecan de formacin docente y entre docentes que no dominaban la lengua extranjera no podan optimizar la enseanza. La situacin lingstica cambi con la inmigracin masiva, que dio real origen a polticas lingsticas. En efecto, entre 1810 y 1861, durante la independizacin de Espaa, la posterior guerra civil entre unitarios y federales hasta 1852 y la unificacin del pas tras la batalla de Pavn en 1861, en que la provincia de Buenos Aires derrot a la Confederacin, los intelectuales argentinos y otros latinoamericanos se haban preocupado por crear un espaol autnomo del de Espaa, a la que consideraban decadente y retrgrada, lo cual se tradujo en gestos de cuo iluminista, como en la ansiada modernizacin del espaol.

    Pero el xito de la inmigracin masiva a partir de la dcada de 1880 conforme al lema de J.B. Alberdi gobernar es poblar le plante a la generacin del Ochenta, en su afn de crear un Estado-nacin moderno, la necesidad de construir la nacionalidad como representacin colectiva, disciplinar a la poblacin, convertir a los habitantes en ciudadanos conocedores de sus derechos y sobre todo de sus deberes y, por tanto, en castellanohablantes. Tras el desplazamiento de los indgenas con la llamada Campaa del Desierto (1878-1879), la europeizacin a travs de la inmigracin masiva hizo que diversos dialectos italianos, el francs, el alemn, el polaco, el dish, el rabe y muchas otras lenguas tuvieran una presencia fuerte en la ciudad de Buenos Aires y en varias provincias. As, en 1869 la provincia de Buenos Aires tena unos 190.000 habitantes y la proporcin de extranjeros en todo el pas era del 12 %, mientras que en 1914 la provincia haba crecido a casi 1.600.000 habitantes y la proporcin de extranjeros en el pas llegaba al 30 %.

    Con todo, la concepcin de la enseanza de las lenguas extranjeras segua siendo elitista: el ideal de lengua a ensear era el literario; entre los objetivos de los profesorados se inclua la formacin de la conciencia nacional de los alumnos a partir de la comparacin de la Argentina con las grandes naciones cuyas lenguas se enseaban. La inclusin del italiano literario *+ en 1917 en unas pocas escuelas secundarias marca la diferencia entre el saber legtimo, consagrado, y la prctica popular (los dialectos) que deba ser erradicada (cf. Varela, 2006:157, traduccin propia).

    2.2. Desde comienzos del siglo XX hasta los aos noventa 2.2.1. Convenios culturales

    La Argentina firm convenios de cooperacin cultural con diversos pases: Lbano (1954), Brasil (1959 y 1968), Francia (1966), Marruecos, Irn, Turqua, Blgica, China (1967), Alemania Federal (1973 y 1978), Egipto (1974), Repblica rabe Siria (1975), India (1975), Japn (1981 y 1983), Hait (1983), etc.; estos convenios suelen contener artculos que favorecen la difusin de la cultura de la contraparte en programas de radiofona y televisin nacionales as como la creacin de ctedras de la lengua del otro pas en escuelas y/o en universidades nacionales.2 Como modelo citaremos artculos del convenio con Siria de 1974, aprobado en la Argentina por Ley 21.248 de 1976:

    Art. 5: Las Partes Contratantes favorecern la creacin de ctedras de lengua, de literatura y de civilizacin rabes en las universidades de la Repblica Argentina y de idioma espaol, de literatura y civilizacin argentinas en las universidades de la Repblica rabe Siria, las que funcionarn en virtud de acuerdos especiales celebrados entre las autoridades competentes de ambos pases y de conformidad con la respectiva legislacin vigente. Art. 7: Las Partes Contratantes promovern la inclusin en sus programas de radiodifusin y televisin nacional, de espacios culturales destinados a un mejor conocimiento del otro pas.

    2 Surge de suyo por qu hemos omitido los numerosos convenios con pases hispanfonos.

  • Art. 8: Las Partes Contratantes, con el fin de asegurar en sus respectivos pases una mejor comprensin de la civilizacin y de la cultura del otro, facilitarn el intercambio de: a) obras fundamentales, libros, revistas, publicaciones peridicas de carcter literario, cultural y artstico, mapas geogrficos, de asociaciones de amistad argentino-siria *+.

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    En general, estos convenios no tuvieron efectos prcticos, salvo aquellos firmados con pases cuyas lenguas se enseaban en el sistema escolar. Despus de 1983 se continu con la firma de numerosos convenios. 2.2.2. Medios masivos La ley ms importante del perodo es la Ley de Radiodifusin N 22.285 de 1980, reglamentada por el Decreto Nacional 286/81. Con el tpico ideario cristiano y nacionalista (en lo ideolgico, no en lo econmico) de la dictadura militar que rigi el pas entre 1976 y 1983, la reglamentacin estableca en su artculo 1, entre otras cuestiones, que

    Las emisiones de radiodifusin debern ajustarse a las siguientes normas: a) Dar a los programas y a los mensajes sentido de inters general; b) Respetar los smbolos, los prceres y las instituciones nacionales o extranjeras, las personas, los hechos y las ideas que sean objeto de comentario o de crtica; c) Destacar los lazos de la unidad familiar y la trascendencia de ella como clula bsica de la sociedad cristiana; d) Utilizar el idioma castellano respetando sus ordenamientos semntico y gramatical; *+

    En su artculo 11 estableca la siguiente restriccin:

    En los programas destinados a colectividades extranjeras, la utilizacin de sus idiomas de origen no podr exceder del QUINCE (15) por ciento de la duracin de aqullos. Los programas de este carcter no podrn superar el CINCO (5) por ciento del horario diario de emisin ni el UNO (1) por ciento del total mensual de horas de transmisin.

    De estos porcentajes solo se exceptuaban las piezas musicales cantadas en lenguas extranjeras y las emisiones destinadas a la enseanza de lenguas extranjeras. Esta ley tuvo efectos prcticos en especial durante la Guerra de Malvinas (1982), que favoreci una exaltacin nacionalista.4 A partir de la recuperacin democrtica la aplicacin de estas restricciones fue siendo dejada de lado, hasta que en 1998 se las suprimi. 2.2.3 Derechos civiles En este terreno, el Estado fue regulando una serie de aspectos lingsticos. As, el Cdigo Civil Argentino (sobre escrituras) determin en su ttulo IV, artculo 999, que

    3 Aqu y en las citas textuales de documentos que siguen, las cursivas nos pertenecen (R.B.).

    4 A partir de la recuperacin democrtica, la aplicacin de estas restricciones fue paulatinamente dejada de

    lado, hasta que en 1998, en plena poca de globalizacin y con la incorporacin de canales de televisin por cable (como la BBC, la CNN, la Deutsche Welle, TV-5, etc.) el Poder Ejecutivo Nacional, por decreto de necesidad y urgencia, sustituy el antiguo Art. 15 por el siguiente: Los titulares de servicios de radiodifusin podrn emitir programacin en lenguas extranjeras previa autorizacin del COMITE FEDERAL DE RADIODIFUSION (COMFER), sin perjuicio de lo cual, debern orientar su programacin a la difusin del idioma castellano, intentando promover las lenguas aborgenes de nuestro pas. Para el doblaje de las pelculas o series habladas en lenguas extranjeras que para su difusin por televisin deban ser dobladas al idioma castellano, deber darse prioridad a los profesionales argentinos".

  • Las escrituras deben hacerse en el idioma nacional. Si las partes no lo hablaren, la escritura debe hacerse en entera conformidad a una minuta firmada por las mismas partes en presencia del escribano, que dar fe del acto, y del reconocimiento de las firmas, si no lo hubiesen firmado en su presencia, traducida por el traductor pblico, y si no lo hubiere, por el que el juez nombrase. La minuta y su traduccin deben quedar protocolizadas.

    Y en su ttulo XII (sobre testamentos):

    Si el testador no puede testar sino en un idioma extranjero, se requiere la presencia de dos intrpretes que harn la traduccin en castellano, y el testamento debe en tal caso escribirse en los dos idiomas. Los testigos deben entender uno y otro idioma. (Art. 3.663).

    Tambin el Cdigo Procesal y Civil de la Nacin (1 versin, Ley 17.454 de 1981) contena artculos sobre lenguas extranjeras:

    Art. 115: Idioma. Designacin de intrprete. En todos los actos del proceso se utilizar el idioma nacional. Cuando este no fuere conocido por la persona que deba prestar declaracin, el juez o tribunal designar por sorteo un traductor pblico. Se nombrar intrprete cuando deba interrogarse a sordos, mudos o sordomudos que slo puedan darse a entender por lenguaje especializado. Art.123: Documentos en idioma extranjero. Cuando se presentaren documentos en idioma extranjero, deber acompaarse su traduccin realizada por traductor pblico matriculado.

    Otra ley que afect indirectamente las lenguas extranjeras fue la de la regulacin de los nombres que se podan poner a los nios nacidos en el pas. Hasta 1884, ao de sancin de la Ley del Registro Civil, solo haban existido registros parroquiales. La modernizacin del pas requera de un registro de los habitantes y ordenar la situacin legal de los inmigrantes, necesidad que se vio incrementada cuando instaur el servicio militar obligatorio de los varones en 1901 y el sufragio universal en 1912. De all haba un solo paso a establecer criterios para los nombres. Las principales restricciones se impusieron en 1943, cuando se dict un decreto que prohiba nombres no castellanos o castellanizados por el uso. En 1946 un nuevo decret exceptu de esta regla a los hijos de funcionarios o diplomticos de pases extranjeros. Finalmente se dict en 1969 la Ley del Nombre N 18.248, que inclua el siguiente artculo:

    Art. 7:- Los extranjeros, al solicitar la nacionalizacin argentina, podrn pedir a la autoridad que la acuerde, la adaptacin grfica y fontica al castellano de sus apellidos de difcil pronunciacin.

    La Ley Cdigo Alimentario Argentino N 18284/69 reglamentada por decreto 2126/71 incorporaba dos determinaciones lingsticas: la obligacin de que los alimentos importados estuvieran rotulados en idioma nacional y la de que los destinados exclusivamente a la exportacin podan estar rotulados nicamente en la lengua del pas de destino.

    Tambin se regul, por leyes provinciales y de la ciudad de Buenos Aires, el desempeo de los traductores pblicos.

    En otro orden, el Decreto Nacional 1818/76, que regul la Ley N 18828/70 sobre alojamientos tursticos, fij la obligacin de tener personal bilinge para la atencin de la recepcin y el saln comedor debiendo, como mnimo en cada turno de trabajo encontrarse personal que hable ingls y otro idioma extranjero para que un hotel fuera homologado en la categora de tres, cuatro o cinco estrellas (Arts. 15, 16 y 17, respectivamente). 2.2.4 Medidas relativas al sistema escolar

  • Aqu solo indicaremos las grandes lneas en la enseanza de lenguas extranjeras hasta los aos noventa del siglo XX, pues la analizaremos con mayor detalle en el estudio de la evolucin de tres de las lenguas enseadas en el sistema escolar.

    Las lenguas principales enseadas en la escuela secundaria, del 8 al 12 ao de escolaridad, fueron el ingls y el francs. Durante buena parte del siglo XX se ense una de las dos durante tres aos, y la otra, durante dos. En 1917 se incorpor el italiano, pero solo en unas pocas escuelas secundarias. Cuando en 1942 se permiti que la lengua romnica no fuera solo el francs sino tambin el italiano, cuya presencia hizo retroceder un poco la presencia del francs; al mismo tiempo, este hecho fue incrementando la presencia del ingls. El alemn qued confinado como idioma alternativo, en la educacin pblica, a las escuelas tcnicas.

    El primer peronismo (1946-1952), con sus componentes ideolgicos diversos, en educacin tuvo una lnea dominada por el llamado humanismo cristiano y de defensa de la latinidad. Sin embargo, no modific la distribucin de las lenguas extranjeras en la escuela secundaria: siguieron ensendose el ingls y el francs o el italiano distribuidos a lo largo de cinco aos con una de las lenguas durante tres, la otra durante dos aos.

    El acercamiento a Brasil a travs de acuerdos entre Pern y Getlio Vargas contribuy a fortalecer un poco la enseanza del portugus, que haba tenido una presencia reducida desde 1942. Desde 1971 se lo incorpor como una segunda lengua optativa en los ltimos dos aos de la escuela secundaria en cuatro escuelas de la ciudad de Buenos Aires, en cuyas escuelas primarias desde 1968 se ense una lengua extranjera en las escuelas de jornada completa, mientras que para las de jornada simple se crearon cursos a contraturno en una escuela por cada uno de los veinte distritos escolares.

    El gobierno militar surgido del golpe de Estado que derroc a Pern en 1955 anul la mayora de las medidas tomadas por el peronismo, incluidas las relativas a la educacin. Amrica Latina ya tenda al desarrollismo5, que se concret en la Argentina con la presidencia de Arturo Frondizi (1958-62). En 1956 se renovaron los programas de la escuela secundaria, entre ellos, los de lenguas extranjeras, por decreto 6680/56. Al ao siguiente se modificaron tambin los planes de estudio de los profesorados de lenguas extranjeras (decreto 1270/57), en los que se acord gran importancia a los aspectos fonticos y prosdicos de las lenguas (cf. Varela, 2006: 163-165), lo cual habla de la voluntad de introducir el mtodo directo (hablar la lengua extranjera en clase excluyendo la traduccin y la lengua materna en general), antecesor del enfoque comunicativo. Incluso se cre un profesorado de lenguas modernas para el nivel primario y en 1959 se introdujo de modo experimental la enseanza de lenguas extranjeras en quince escuelas primarias de Buenos Aires. En 1968 ese proyecto se consolid: se introdujeron cursos de lenguas extranjeras en todas las escuelas de jornada completa de la ciudad de Buenos Aires, y para las de jornada simple se crearon los Centros Educativos Complementarios de Idiomas Extranjeros (uno por distrito escolar) con cursos de idiomas a contraturno.

    Tampoco hubo modificaciones sustanciales durante el breve perodo democrtico de 1973-1976, gobernado por el peronismo. En las escuelas secundarias se continu con la enseanza de dos lenguas extranjeras: ingls y francs o italiano. La dictadura militar de 1976-1983, en cambio, acentu la preferencia por el ingls, conforme a su orientacin econmica de subordinacin a la poltica de los Estados Unidos y pese a la Guerra de Malvinas de 1982, durante la cual se modificaron nombres que aludan a los ingleses.

    5 El desarrollismo tena como objetivo el desarrollo capitalista en todos los rdenes: industria, energa,

    educacin, ciencia, aunque fuera con capitales extranjeros que podan remesar casi sin trabas sus ganancias a sus pases de origen.

  • En cambio, con la recuperacin democrtica iniciada por el presidente Ral Alfonsn a fines de 1983 se dieron los primeros pasos para una reforma de la educacin hacia 1986 y se convoc despus de ms de un siglo al Segundo Congreso Pedaggico Nacional en 1988. El Congreso innov en cuanto a derechos humanos y lenguaje pedaggico, aunque, en algunos aspectos, menos de lo esperado incluso por el propio gobierno. Con relacin a las lenguas extranjeras, por resolucin ministerial 1813/88 se estableci una nica lengua extranjera durante los cinco aos de la escuela secundaria. La resolucin era ambigua: por una parte sealaba que "los tres idiomas [ingls, francs e italiano] estn presentes en esta propuesta", pero dejaba la interpretacin final a los directores de los colegios para que optasen por el ingls. Por resolucin 489/90 se reincorporaron las otras lenguas extranjeras, "para acceder a otras culturas e intercambiar experiencias valiosas"; pero en las escuelas primarias dependientes de las escuelas normales superiores las nicas escuelas estatales que ofrecan, por entonces, lengua extranjera solo era obligatorio el ingls. A la vez, la enseanza del francs y el italiano en las escuelas secundarias fue mermando a partir de 1989 durante la presidencia de Carlos Menem (1989-1999) con la reforma escolar. En las escuelas tcnicas, agropecuarias y artsticas se dej de lado el francs; en las llamadas escuelas de comercio la proporcin francs/ingls se redujo a 1:5. Esta tendencia hacia el ingls como nica lengua extranjera enseada en la educacin primaria y secundaria oficial salvo en algunos tipos de escuelas prevaleci prcticamente hasta el presente; tan solo ahora, a partir de la reglamentacin de la Ley de Educacin Nacional de 2006, se estn proponiendo otras iniciativas.

    Un rgimen especial ha gobernado los colegios secundarios dependientes de universidades nacionales: en ellos la oferta de lenguas extranjeras, como materia o como cursos optativos, ha sido siempre ms amplia. Las universidades nacionales han incluido, en determinadas carreras, cursos obligatorios de lenguas extranjeras: hasta hoy en algunas carreras de humanidades los alumnos deben aprobar tres niveles de un idioma germnico (ingls o alemn) y otros tres de un idioma romnico (francs, italiano o portugus), adems de lenguas clsicas; en los cursos de extensin se ofrecen tambin otras lenguas.

    Otro hecho destacable es que universidades argentinas y uruguayas fueron pioneras en lectocomprensin: hace ya ms de medio siglo introdujeron esa metodologa en los cursos universitarios para que los estudiantes pudieran leer bibliografa en lenguas extranjeras (Estela Klett, comunicacin oral). 2.2.5 Formacin docente El gobierno decidi, en 1904, crear el Profesorado en Lenguas Vivas por decreto del presidente Julio A. Roca y su Ministro de Instruccin Pblica Juan Ramn Fernndez para formar docentes de lenguas extranjeras para la escuela media. Le haba antecedido en 1903 el informe del propio Fernndez acerca de la psima calidad de la enseanza de las lenguas extranjeras. El contenido del decreto El decreto fijaba la formacin de alumnos-profesores y alumnas-profesoras en los idiomas francs, ingls, italiano y alemn, que para ingresar deban poseer el diploma de maestros o maestras normales nacionales, aunque finalmente se inici solo con francs e ingls. El plan de estudios, de tres aos y 36 horas semanales, era el siguiente: 1

    er ao 2 ao 3

    er ao

    Idioma extranjero (12 hs.) Idioma extranjero (12 hs.) Idioma extranjero (12 hs.)

    Geografa del mismo pueblo (3 hs.)

    Historia del mismo pueblo (3 hs.)

    Historia del mismo pueblo (3 hs.)

    Pedagoga especial (12 hs.) Pedagoga especial (12 hs.) Pedagoga especial (12 hs.)

  • Castellano y su literatura (3 hs.) Castellano y su literatura (3 hs.) Castellano y su literatura (3 hs.)

    Historia argentina (3 hs.) Historia argentina (3 hs.) Historia argentina (3 hs.)

    Psicologa general (3 hs.) Psicologa infantil (2 hs.) Moral y Lgica (3 hs.)

    Los cursos de geografa e historia del mismo pueblo y pas extranjero se daran en el mismo idioma. Cabe suponer, desde luego, que ese pueblo y pas extranjero era, en el caso del ingls, Gran Bretaa. Como la escuela primaria y la normal del establecimiento se convertan en escuelas de aplicacin, deba realizarse en ellas la prctica pedaggica en un curso de idioma extranjero de asistencia voluntaria para nios de 6 a 12 aos y uno de asistencia obligatoria para el nivel medio conforme a los planes de estudio nacionales. Se creaban tambin lo que hoy da llamamos cursos de extensin: el decreto prevea prcticas pedaggicas en un curso nocturno para adultos. En los cursos para la escuela primaria y para el nivel terciario se empleara el llamado mtodo directo, es decir, la enseanza brindada nicamente en la lengua extranjera, mientras que en el nivel medio se dictara por un mtodo mixto (directo o indirecto, segn fuera oportuno), para la ms perfecta posesin de los alumnos del idioma extranjero y su literatura. Pese a su apariencia tcnica, el decreto constitua una accin poltico-lingstica tendiente a la europeizacin en el contexto histrico de borramiento de las seas de identidad europeas de los inmigrantes. Esa contradiccin no se puede explicar en el terreno pedaggico sino en el de la concepcin social y en el afn ideolgico de construir una nacin europea. En lo social, Los sectores dirigentes cuya representacin poltica era el Partido Autonomista Nacional no comulgaban con los propsitos igualitarios que se estaban incubando a fines del siglo XIX, una de cuyas manifestaciones institucionales sera el sufragio universal. Por tanto, conceban la deseuropeizacin y la castellanizacin fundamentalmente para la escuela primaria, porque las grandes masas que deban ser nacionalizadas, incluidas las masas inmigrantes, solan alcanzar solo ese nivel de la escolaridad o parte del mismo. La escuela secundaria, en cambio, deba servir para la formacin de la conciencia ciudadana para la capa dirigente, cuyo ideal segua siendo el de la nacin europea. Por tanto, no haba peligro de que la enseanza del francs, el ingls, el alemn y ni siquiera la del italiano retrasara el disciplinamiento de las clases subalternas, el cual en esos mismos aos se plasmaba en la ya mencionada Ley de Residencia. Que la construccin de la nacin argentina era fundamental y que el ideal segua siendo la nacin europea lo muestra tambin el hecho de que el plan de estudios incluyera en sus tres aos un curso de historia argentina, que aos ms tarde se suprimi.

    En el curso del siglo se crearon numerosos profesorados de lenguas extranjeras, tanto en instituciones terciarias como en universidades; por lo comn siguieron el modelo del Profesorado del Lenguas Vivas. Tambin hubo formaciones docentes en instituciones privadas, generalmente cristianas, tanto en Institutos de Formacin Docente como en universidades. 2.3 Sntesis En el siglo XX, la poltica lingstica con respecto a las lenguas extranjeras abarc diversos mbitos. El afn de las clases dirigentes de nacionalizar a los inmigrantes y de construir al mismo tiempo un pas capitalista segn el molde europeo llev a principios de siglo XX a castellanizar a los trabajadores y a ensear lenguas europeas a las lites, que eran las que accedan a la escuela secundaria. Este desarrollo tambin oblig a tomar medidas lingsticas en cuanto a documentacin, derechos civiles y nombres de personas. En la poltica lingstica escolar se puede ver una notable estabilidad a lo largo de dcadas: aunque con una progresiva preponderancia del ingls, durante un siglo se ense ingls y francs, luego tambin ingls e italiano, en la escuela secundaria pblica, pese a las cambiantes circunstancias polticas y econmicas. Segn se analizar

  • a continuacin sobre la base del alemn, el francs y el italiano, esto no significa que la situacin de esas lenguas haya permanecido constante en los mbitos extraescolares ni en las escuelas privadas.

    3. La situacin del alemn, el francs y el italiano

    Para explicar las polticas lingsticas actuales respecto de olas lenguas extranjeras y sus efectos partiremos aqu de la base sobre la cual actan, para lo cual tendremos que tener en cuenta las determinaciones poltico-lingsticas anteriores, la inmigracin y sus iniciativas glotopolticas, las acciones de terceros pases, la presencia de las lenguas en los modernos medios electrnicos y las representaciones sociolingsticas, que no son solo producto de todos los factores nombrados sino que tambin actan dialcticamente sobre esos factores. Nos dedicaremos en especial al alemn, al francs, y al italiano. Para ello partiremos de la estadstica de la Direccin Nacional de Migraciones (1970), que indica el siguiente nmero de inmigrantes por nacionalidad para el perodo 1857-1940:

    Nacionalidad Nmero (en miles) Porcentaje

    Italianos 2.970 44,9

    Espaoles 2.080 31,5

    Franceses 239 3,6

    Polacos 180 2,7

    Rusos 177 2,7

    Turcos 174 2,6

    Alemanes 152 2,3

    Austro-hngaros 111 1,7

    Britnicos 75 1,1

    Portugueses 65 1,0

    Yugoslavos 48 0,7

    Suizos 44 0,7

    Belgas 26 0,4

    Daneses 18 0,3

    Estadounidenses 12 0,2

    Holandeses 10 0,2

    Suecos 7 0,1

    Otros 223 3,1

    Estos datos son imperfectos porque a) registran solo a los ingresados legalmente por el puerto de Buenos Aires (la Argentina tiene ms de 9000 km de fronteras que no resultan del todo controlables hasta hoy; la Gendarmera Nacional, encargada de ese control, fue creada en tan solo en 1938 por Ley N 12.367); b) aunque algunas fuentes indiquen esos nmeros como tasas netas, no es seguro que en todos los casos contemplen a quienes no se quedaron en el pas; el retorno de inmigrantes se calcula en un 35% (cf. Teixid, 2008:15); c) a nuestros fines, como se ver, hay confusin de nacionalidades e idiomas. Sin embargo, estas cifras nos brindan un panorama aproximado del fenmeno de inmigracin masiva de los pases no limtrofes, que alcanz su mximo en el perodo 1880-1914: en ese ltimo ao los 4,2 millones de extranjeros constituyeron el 30% de la poblacin.

  • 3.1 Alemn 3.1.1. Introduccin

    Hace falta una serie de precisiones iniciales: cuando hable de minoras de origen alemn me referir a aquellas que hablaban la lengua alemana en alguna de sus variedades en su lugar de origen. Por tanto, no podr partir de una correspondencia biunvoca entre las nacionalidades indicadas en los pasaportes y las lenguas. Los guarismos de la Direccin Nacional de Migraciones detallados ms arriba suman para el perodo 1857-1940 unas 407.000 oriundas de pases de habla alemana, que constituan el 4,7% del total de los inmigrantes, pero es evidente que, por una parte, entre los austro-hngaros haba tambin hablantes de hngaro, lenguas eslavas y lenguas latinas, as como entre los suizos haba franco- e italohablantes; por la otra, las minoras alemanas de Rusia se contabilizaban entre los 177.000 inmigrantes con pasaporte ruso. A esto se agrega que los constantes cambios polticos y territoriales en Europa hacan que las poblaciones involucradas no solo cambiaran de pertenencia estatal sino tambin, en ocasiones, de lengua; baste pensar en ejemplos como Alsacia y Lorena, la Prusia Oriental, el Tirol y la Alta Silesia. Era pedir demasiado que los funcionarios de migracin argentinos estuvieran al tanto de todas las novedades polticas.

    Una restriccin adicional: apenas me ocupar de los alemanes de Europa oriental, pues he tenido nicamente acceso a fuentes secundarias con datos acerca de los alemanes del Volga, de los suabos del Danubio, de los alemanes de los Sudetes y de los dems grupos de este origen. 3.1.2. Consideraciones tericas previas Desde los trabajos pioneros de la sociolingstica de los aos sesenta de William Labov, Joshua Fishman y otros y desde el trabajo aun ms temprano de Uriel Weinreich se ha avanzado en la determinacin del gran nmero de variables que inciden en el mantenimiento y cambio de lengua de grupos migrantes. Las migraciones abarcan fenmenos muy diversos y complejos, como la migracin laboral temporal o permanente, la colonizacin, el exilio, los movimientos de refugiados, la relocalizacin de pueblos dentro o fuera de Estados y otros.

    Para obtener conclusiones vlidas acerca del mantenimiento y cambio de lenguas de parte de grupos migrantes, lo que postula, entre otros colegas, Eva Gugenberger (2003), es la creacin de una lingstica de las migraciones, que contemple cinco grupos de factores que influyen en la situacin lingstica de los migrantes: factores sociales, factores individuales o psquicos, factores sociolingsticos, factores poltico-lingsticos y factores vinculados con la estructura de las lenguas. El peso relativo de cada uno de estos factores no se puede predeterminar, pues puede cambiar diacrnicamente y a menudo tampoco se puede establecer un factor aislado como explicacin causal unvoca de determinada evolucin.

    Hemos encontrado en la propuesta de Gugenberger un modelo muy til para aplicar a la inmigracin alemana en la Argentina, de manera que la seguiremos en varios de sus elementos, aun cuando nos apartemos de ella en algunos matices; entre otros, en que daremos mayor peso a las acciones poltico-lingsticas. 3.1.3 Algunos datos histricos y demolingsticos La situacin 1840-1960

    La inmigracin no individual de hablantes de lengua alemana a la Argentina se produjo en tres etapas: la primera, aproximadamente entre 1840 (pero ms masiva a partir de fines de la dcada de 1870) y 1930, tuvo un origen ante todo econmico; los inmigrantes eran tanto alemanes, austriacos y suizo-alemanes como ruso-alemanes, suabos del Danubio y alemanes de los Sudetes; la distribucin alto alemn/dialectos6 responda a sus pases de origen. La segunda,

    6 Aqu usamos el trmino dialecto en su sentido lego de variedades geogrficas distintas del estndar.

  • entre 1933 y 1945, estuvo compuesta de unos 45.000 judos alemanes y otros perseguidos polticos. A diferencia de la emigracin econmica, su pobreza inicial se debi a la confiscacin y al robo de sus pertenencias por parte de los nacionalsocialistas, pero provenan por lo comn de sectores medios que, de no haber mediado la persecucin, no habran emigrado. Como tercera etapa se puede considerar a los inmigrantes llegados despus de la Segunda Guerra Mundial: fueron varios miles ms, entre ellos algunos ex-funcionarios del rgimen nazi. Desde 1960 la inmigracin prcticamente ha cesado. Con los nmeros de la Direccin Nacional de Migraciones, entre sumas y restas se puede estimar que entre 1840 y 1960 llegaron a la Argentina unos 500.000 inmigrantes hablantes de variedades del alemn.

    Una parte de la primera oleada inmigratoria se afinc en el campo, sobre todo en las actuales provincias de Misiones, Chaco y Santa Fe; los alemanes del Volga, sobre todo en la provincia de Entre Ros y en el sur de la provincia de Buenos Aires. Pero con el tiempo en su mayora se concentraron en la ciudad de Buenos Aires y en su conurbano, donde desempearon diversos oficios (panadero, carpintero, sastre, plomero, cervecero, etc.); algunos se convirtieron en comerciantes, empleados de oficina y bancarios, y otros fueron maestros, sacerdotes y trabajadores de la salud. En cambio, quienes fueron al interior trabajaron mayoritariamente como campesinos, sobre todo en las llamadas colonias. Las colonias se convirtieron paulatinamente en pueblos que a menudo conservaron una fuerte impronta cultural y lingstica determinada por el origen tnico de sus pobladores. La poltica de colonizacin sigui incluso a principios del siglo XX, sobre todo en la actual provincia de Misiones, donde en la ciudad de Eldorado en 1965 slo el 34% de la poblacin era monolinge en castellano, mientras que un 75% de las familias de origen alemn segua usando el alemn como lengua del hogar y en parte tambin como lengua en el trabajo y con amigos (cf. Micolis 1973).

    Durante el primer tercio del siglo XX se ejerci una fuerte presin argentinizadora sobre los inmigrantes, que se plasm tanto en el nacionalismo integrador como en el genealgico, este ltimo sobre todo a partir de los aos veinte en conexin con las corrientes fascistas que estaban surgiendo en Europa. No resulta sencillo evaluar qu sucedi entonces con el alemn, dado que confluyeron varios factores antagnicos. Los datos acerca de la situacin de la lengua debemos inferirlos de la existencia de instituciones alemanas y de las publicaciones en alemn (libros, revistas, diarios, peridicos comunitarios) y sus tiradas, pero ese mtodo presenta dos limitaciones: en primer lugar, seguramente haba hablantes de alemn estndar y sobre todo de dialectos alemanes que no tenan contacto con la vida comunitaria alemana ni con su patria y que tampoco lean libros en alemn; en segundo lugar, los datos demogrficos, que son muy divergentes, no permiten extraer conclusiones claras acerca de la proporcin de los hablantes de alemn respecto del nmero total de descendientes de alemanes.

    El listado de los numerosos libros y revistas en alemn publicados en la Argentina confeccionado y analizado por Regula Rohland de Langbehn (2003) nos permite hoy entrever la historia de la lengua y la cultura alemanas tambin en los distintos grupos ideolgicos. Se trata de literatura (novelas, poesa), diarios, revistas, estatutos, libros infantiles, cancioneros y otros; la mayor parte se public entre 1935 y 1950, en especial entre 1943-45, con cerca de 40 ttulos anuales, entre ellos tambin la literatura alemana del exilio escrita en la Argentina. Algunas escuelas alemanas publicaron libros de texto en alemn, sobre todo en los aos cuarenta; luego tambin antologas de poesa, como por ejemplo el tomo Von Goethe bis Brecht, que August Siemsen compil para la Escuela Pestalozzi de Buenos Aires con ilustraciones de Clment Moreau.

    Sobre la base de este catlogo, la cantidad y distribucin geogrfica de escuelas alemanas y su nmero de alumnos, se puede afirmar que los germanohablantes que vivan en las colonias y otros establecimientos que no tuvieron una inmigracin importante en otras lenguas conservaron ms el alemn que aquellos que no estaban organizados comunitariamente. Paulatinamente se

  • fueron asimilando quienes vivan sin vnculo comunitario fijo en el interior y las capas medias en la ciudad de Buenos Aires, quienes tambin produjeron el Belgrano-Deutsch, una zona interlectal de alemn con sustitucin lexemtica de algunas palabras alemanas por expresiones castellanas adaptadas morfolgicamente en mayor o menor grado al alemn y el uso de palabras castellanas para realia inexistentes en la cultura alemana. Sin embargo, este proceso de asimilacin y aculturacin paulatinas fue modificado tanto por acontecimientos singulares como por grandes constelaciones histricas. Ejemplo de acontecimiento singular es la radicacin de los marineros del buque de guerra alemn Graf Spee en 1940 en Villa General Belgrano, Crdoba;7 ejemplo de constelacin histrica es el surgimiento del nacionalsocialismo y sus repercusiones en la Argentina.

    El nacionalsocialismo se manifest en nuestro pas en 1931 mediante la creacin de un grupo regional *Landesgruppe+ del Partido Nazi (NSDAP). En Buenos Aires el fascismo pudo ganar mayor arraigo, sobre todo entre los sectores ms adinerados, los cuales consideraban el movimiento hitlerista un baluarte contra la expansin del comunismo. Adems, el fascismo cosech simpatas entre grupos de la derecha argentina, sobre todo entre las Fuerzas Armadas, lo cual se exterioriz en medidas contra la inmigracin juda y fortaleci ideolgicamente la germanidad. Donde la Gleichschaltung (la obligacin de defender la poltica nazi) se manifest con ms fuerza fue en las escuelas germano-argentinas, donde el NSDAP intent expandir su influencia mediante el envo de maestros alemanes, las agrupaciones germano-argentinas de nios exploradores, la Unin de Jvenes Alemanas, clubes deportivos y la Institucin Cultural Argentino-Germana. En 1938 solo 7 de las 200 escuelas germano-argentinas se declararon libres de esa influencia. El partido nazi tambin apoy diarios y revistas alemanas proclives al rgimen, mientras que boicote al Argentinisches Tageblatt y publicaciones socialistas. Los nazis tambin organizaron algunas manifestaciones pblicas de apoyo a Hitler, hasta que polticos argentinos formaron una Comisin contra Actividades Antiargentinas y las prohibieron, dado que la Argentina permaneci neutral durante la guerra8.

    Por eso tambin se decret en 1938 que las escuelas alemanas honraran los smbolos patrios argentinos y que no realizaran manifestaciones anticonstitucionales. Los libros de texto y planes de estudio deban ser presentados al Consejo Nacional de Educacin y los exmenes finales los tomaba una comisin argentina. Se redujo la carga horaria de materias en alemn y se despidi a una serie de maestros alemanes.

    A la par, los alemanes y austriacos emigrados entre 1933 y 1945 a la Argentina por motivos polticos comenzaron a desarrollar una importante actividad cultural en alemn, como la creacin del grupo de teatro Freie Deutsche Bhne; en 1934 el director del diario Argentinisches Tageblatt cre el Colegio Pestalozzi en Buenos Aires, en el que se educaron muchos hijos de exiliados y que desarroll una amplia actividad cultural. Los perseguidos por Hitler tambin publicaron literatura de exilio y participaron en la creacin del Collegium Musicum en 1946. Hubo tambin una compaa teatral alemana de orientacin fascista igualmente activa: la Ney-Bhne (cf. Kelz, 2011), y, entre 1947 y 1957, una revista: Der Weg, con el subttulo castellano El Sendero. Sus redactores eran jerarcas nazis; era distribuida tambin en Alemania.

    Finalmente, el gobierno argentino expropi los edificios de casi todas las escuelas alemanas como propiedad enemiga despus de la declaracin de guerra del 27 de marzo de

    7 La presencia en el pueblo de un grupo de los sobrevivientes del acorazado, hundido en diciembre de 1939

    en el Ro de la Plata, gener en algunos crculos fuertes sentimientos filogermanos; se cre una escuela alemana y hasta hoy la villa turstica intenta mostrar un marcado carcter alpino-alemn, aunque muy artificial y de souvenirs tursticos (cf. Batiston, 2011). 8 La Argentina le declar la guerra al Eje el 27 de marzo de 1945, cuando Alemania ya estaba prcticamente

    vencida.

  • 1945. Esto provoc que muchos de los nios de familias alemanas ya no aprendieran el alemn como lengua escrita. En los aos cincuenta algunas asociaciones de padres refundaron escuelas en ambientes alquilados hasta que les devolvieron los edificios expropiados: hasta 1957 reabrieron unas veinte escuelas, a menudo con el apoyo de la Repblica Federal de Alemania, con lineamientos democrticos.

    Con estos flujos y reflujos, el alemn se mantuvo como lengua del hogar hasta avanzada la segunda mitad del siglo XX, pues cada vez que peligraba su continuidad por causas internas a la comunidad (aculturacin) o externas (polticas lingsticas del Estado argentino), un nuevo acontecimiento evitaba su extincin. Situacin actual Hoy da deben de vivir unos 500.000 descendientes de alemanes en la Argentina. En los aos inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial alrededor de 300.000 personas empleaban el alemn como idioma del hogar, es decir, un 1,8% de los entonces 17 millones de argentinos; hoy este nmero debe de haber descendido a menos de 200.000, es decir, a solo el 0,5% de los actuales 40 millones. Mientras que entre los nacidos hasta 1960 todava se encuentra un buen dominio del alemn, hoy da en las escuelas germano-argentinas el idioma se ha convertido casi exclusivamente en lengua extranjera. En 1932 haba 176 escuelas alemanas; casi todos sus alumnos provenan de hogares germanohablantes; hoy, despus de la ya mencionada expropiacin y la reapertura a mediados de los cincuenta, hay 21 escuelas germano-argentinas con un total de unos 20.000 alumnos. Algunas otras escuelas ofrecen el alemn como lengua optativa en algunos niveles. Estn asimismo en curso algunos proyectos para la enseanza del alemn entre los alemanes del Volga, tanto en Entre Ros como en el sur de la provincia de Buenos Aires. Pero aunque el nmero de alumnos de las escuelas privadas se mantenga o incluso haya aumentado, ms de la mitad no es de origen alemn o tiene un solo ascendiente alemn.

    Globalmente se puede concluir que el alemn fue lengua del hogar de los inmigrantes y sus descendientes durante ms de cien aos, y que en los ltimos veinte a treinta aos ha dejado de serlo con bastante rapidez. Por qu? 3.1.4. Intentos de explicacin a partir de la teora Segn lo plantea Gugenberger, hay factores que influyen en los hablantes y en la lengua antes de la migracin y otros lo hacen despus del arribo al pas de destino. Factores previos a la migracin Entre los factores previos se encuentran las causas de la migracin (guerras, catstrofes naturales, causas econmicas, polticas, religiosas, sociales, personales, psicolgicas); en ocasiones, la decisin de migrar es el resultado de la suma de factores, lo cual tambin explica, a la inversa, por qu no todas las personas que se hallan en situacin similar emigran. Segn las causas, las migraciones pueden tener un carcter ms voluntario (probar suerte, alejarse de un problema familiar) o impuesto (persecucin, reasentamientos de poblacin ordenados por el gobierno), con consecuencias lingsticas. As, Anne Saint-Sauveur Henn (1995: 296-321) seala que como la primera oleada de inmigrantes alemanes a la Argentina fue voluntaria, y la segunda, impuesta, los inmigrantes por razones econmicas conservaron ms el alemn que los forzados por la persecucin, puesto que en el segundo caso se cort antes el vnculo identitario. No estoy del todo seguro de esa tendencia o al menos de su explicacin: por una parte, no siempre es fcil establecer si la migracin por razones econmicas es realmente voluntaria o si la situacin no deja otra opcin; por la otra, la integracin social de los inmigrantes parece ser ms gravitante.

  • Factores posteriores a la migracin Entre estos factores se sitan los sociales y demogrficos, los sociolingsticos, los poltico-lingsticos y los lingstico-estructurales. Comenzaremos por estos ltimos. Factores lingstico-estructurales El alemn es una lengua de mediana distancia lingstico-tipolgica del castellano. La distancia implica una barrera comunicativa inicial, pero por s sola no permite explicar el mantenimiento o cambio de lengua ni otras posibilidades, como los fenmenos que estudia la lingstica del contacto: interferencias, prstamos, code-switchings, hibridaciones. Lo que exige el enfoque interdisciplinario de la lingstica de las migraciones es situar estos fenmenos lingsticos en una perspectiva identitaria y de valor simblico de las lenguas en presencia. As, mezclas como el Belgrano-Deutsch, que desde la ideologa lingstica purista se critican como primera etapa de la asimilacin, no se consideran un dficit en el manejo del alemn, sino marcadores de identidad. Como ya lo sostena Suzanne Romaine (1989), tales hibridaciones son en realidad estrategias de resistencia contra la asimilacin lingstica, pues constituyen esfuerzos de los hablantes para conservar su lengua de origen. Factores sociales y demogrficos En cuanto a los factores sociales y demogrficos: la distancia geogrfica dificulta un contacto regular con el pas de origen, en especial entre los sectores de escasos recursos econmicos. Pero en la Argentina este factor fue contrarrestado por las sucesivas oleadas de inmigrantes. En cambio, resultan mucho ms importantes los contactos con la sociedad receptora segn se trate de un asentamiento rural o urbano. As, en las colonias alemanas la lengua cotidiana sigui siendo durante mucho tiempo el alemn o dialectos alemanes junto con la conservacin de costumbres alemanas. Una parte de esta poblacin luego migr hacia ciudades porque las condiciones de vida en el campo eran muy duras. El traslado del campo a la ciudad implica tambin un cambio laboral y una mayor comunicacin con personas de otros orgenes. As, en las grandes ciudades, sobre todo en Buenos Aires, la lengua alemana parece haber tenido un empleo diferencial entre los distintos sectores sociales ya hacia 1930.

    Importa asimismo, sobre todo en los perodos iniciales, el grado de cohesin ms que el tamao del grupo migrante. Si bien el inmigrante individual no tiene posibilidad de practicar su lengua primera, la magnitud del grupo no garantiza por s sola la conservacin de la lengua. Hoy da los descendientes de alemanes se agrupan en unas 200 asociaciones culturales, instituciones religiosas, clubes deportivos, coros, asociaciones de ex-alumnos, sociedades de socorros mutuos, y crculos de compatriotas. Algunas de estas asociaciones publican peridicos o boletines que contienen (unos pocos) artculos en alemn. Tambin hay una serie de audiciones de radio que reflejan esta vida comunitaria. Pero eso no significa que hoy da sus jvenes hablen alemn, de igual manera que hoy da el Hospital Alemn de Buenos Aires ya no da prioridad a los germanohablantes.

    Otros factores que considera la lingstica de las migraciones son la pertenencia social, poltica y religiosa, la situacin econmica y el prestigio social de los migrantes; en el caso del alemn en la Argentina, la creacin de centros religiosos protestantes, catlicos y judos especficamente alemanes contribuy durante bastante tiempo al mantenimiento de la lengua, seguramente no solo por una cuestin de creencias y tradiciones, sino porque constituan y en parte an constituyen lugares de socializacin de los jvenes que contribuan a los casamientos endogmicos. En sentido contrario ha operado, a nuestro juicio, el progreso econmico de los descendientes de inmigrantes de una manera ms compleja: los descendientes pudieron financiar

  • escuelas privadas, comprar libros alemanes, en algunos casos viajar a Alemania, pero al mismo tiempo se acrecentaban sus vnculos laborales y sociales con no descendientes de alemanes. Factores sociolingsticos Dado que las valoraciones tnicas y lingsticas se vinculan dialcticamente, incorporaremos aqu una nocin que plante la encuesta internacional Italiano 2000: el sistema Italia:

    En Italiano 2000 por Sistema Italia se entiende la interrelacin entre las dimensiones econmico-productiva, poltica, social, cultural que el pas ha desarrollado en los ltimos aos y que han tenido un impacto diverso en diversas zonas del planeta. Es, por tanto, un complejo de fenmenos que van desde la esfera poltica y econmica, del mbito social, a lo ms especficamente cultural que caracteriza la sociedad en su conjunto, a pesar de las desigualdades internas y los particularismos locales, y que se propone en el exterior como una imagen externa y exportable. El Sistema Italia est, por lo tanto, estrechamente ligado al problema de la atraccin de la lengua italiana en el exterior. (Patat, 2004:13; traduccin propia, R.B.)

    De manera similar podemos plantear el Sistema Alemania: la imagen que agencias alemanas difunden de Alemania como locomotora econmica de la Unin Europea, como potencia industrial, tcnica y cientfica, como cuna de Bach, Mozart y Beethoven y de lo ms granado de las artes en general, como cultora de trabajo riguroso, como lugar de excelencia en la formacin universitaria y profesional (que, adems, ofrece becas de posgrado), como democracia avanzada, todo ello contribuye a la voluntad de aprender alemn por parte de argentinos no descendientes de alemanes, pero tambin a la de descendientes cuyo vnculo con la lengua alemana se ha debilitado.

    Pero el antes descrito ascenso econmico de los descendientes de alemanes, adems de la integracin en la sociedad receptora a travs de matrimonios exogmicos y la aculturacin, ha significado tambin un desplazamiento hacia el ingls como primera lengua extranjera; no sabemos si con el futuro del Mercosur se aadir el portugus a esas preferencias. Por supuesto que no se trata de una peculiaridad de la inmigracin alemana. En encuestas realizadas por Patat (ibd.) a docentes de la sociedad Dante Alighieri acerca de cules eran, a su juicio, las preferencias de los padres y de alumnos adultos acerca de las lenguas extranjeras, en el caso de dos lenguas extranjeras el 98% optaba por el ingls como primera lengua extranjera, el 2% el italiano; como segunda lengua extranjera, el 30% elega el italiano, el 14%, el portugus, el 4%, el francs, y el 2%, el ingls, y as sucesivamente. Factores poltico-lingsticos Una causa muy importante de la evolucin del alemn entre los inmigrantes a la Argentina sigue siendo, a nuestro juicio, el engarce entre los acontecimientos histricos y los factores poltico-lingsticos tanto argentinos como alemanes, as como las iniciativas glotopolticas de la propia comunidad alemana. Sintetizaremos a continuacin esa perspectiva a partir de datos ya brindados y algunos nuevos. De los inicios hasta 1938 En la enseanza pblica, el alemn ya no fue obligatorio desde 1888 y se transform en opcin frente al ingls.

    De la primera gran oleada inmigratoria, desde mediados del siglo XIX hasta 1930, en cambio, partieron numerosas iniciativas glotopolticas: en especial, la creacin de escuelas e instituciones comunitarias. Cuando a principios del siglo XX el Estado argentino tom medidas para convertir esta poblacin heterognea en una nacionalidad argentina homognea, lo cual incluy una poltica de

  • castellanizacin, y ya haban comenzado los procesos de asimilacin o al menos de integracin entre los descendientes de alemanes, sobre todo entre los urbanos, primero se foment el ingreso de nuevos contingentes de inmigrantes; luego se produjo la crisis econmica mundial de 1929-30 y, con ella, el fortalecimiento de ideologas nacionalistas. En algunos crculos dirigentes argentinos se manifestaron ciertas simpatas por los fascismos europeos. Luego, el Partido Nazi potenci la identidad alemana en la Argentina. Hasta 1938, pues, la Argentina no tom prcticamente ninguna medida poltico-lingstica a favor de la difusin de la lengua alemana, al menos en el sistema escolar, con unas pocas excepciones.

    Pero hasta 1938 tampoco hubo medidas contra la lengua alemana; el Estado permiti la accin casi libre de las escuelas privadas alemanas. En cambio, como vimos al principio, en 1938 el Estado redujo la carga horaria de alemn, expuls a maestros alemanes y oblig a las escuelas a presentar los libros de texto y los planes de estudio ante el Consejo Nacional de Educacin. Despus de la guerra expropi los edificios de casi todas las escuelas alemanas obligndolas al cierre, mientras toleraba tras aos de condiciones de inmigracin sumamente restrictivas las actividades escolares y culturales de los inmigrantes perseguidos por el rgimen nazi, que brindaron nuevo impulso a la lengua alemana. Hacia 1955 el gobierno autoriz la reapertura de escuelas alemanas. Adems, el Estado argentino fue aprobando formaciones docentes en alemn: la del Seminario Pedaggico Alemn, la de profesores en la entonces Escuela de Lenguas de la Universidad Nacional de Crdoba; en 1983, la creacin del Profesorado en Alemn del Lenguas Vivas; luego, la formacin de profesores de alemn tcnico en el CONET. Con estos vaivenes, la lengua no sufri gran merma hasta 1980.

    2) Cambio de la situacin lingstica a partir de 1980: entre 1970 y 1980 comenzaron la

    escuela primaria los hijos de quienes no haban concurrido a escuelas alemanas a raz de su expropiacin despus de la Segunda Guerra Mundial, lo cual debilit el uso del alemn escrito. El proceso de asimilacin y aculturacin tambin fue acelerado por cierto bienestar en los aos sesenta as como una valorizacin de la cultura argentina, con buenas universidades a partir de 1958, el boom de la literatura latinoamericana, la fundacin, en 1952, del Mozarteum Argentino, etc., que haba sido ms bien desestimada por las generaciones anteriores de inmigrantes. Entonces como ahora Alemania apoyaba las escuelas alemanas y la formacin docente; pero luego comenz una poltica defensiva frente al ingls y se brindaron posibilidades de estudio en universidades alemanas en ingls para estudiantes extranjeros. No obstante, el principal motivo del retroceso del alemn es seguramente la combinacin del avance del proceso de integracin con el hecho de que desde 1960 la inmigracin alemana prcticamente haya cesado.

    Con respecto a la poltica lingstica exterior de Alemania se pueden nombrar, entre otros, el envo de profesores de alemn de distintas tendencias ideolgicas segn la poca y, desde los aos cincuenta, el desarrollo de materiales de enseanza del alemn como lengua extranjera, las actividades universitarias en ese mbito (formacin docente, investigacin), el envo de lectores del Servicio Alemn de Intercambio Acadmico, la creacin de la Deutsche Welle en la televisin por cable, las diversas creaciones, los cierres y las reaperturas de filiales del Instituto Goethe, la poltica de becas, la campaa Alemn despus de ingls, el fomento de congresos de docentes de alemn y las publicaciones.

    En definitiva, la lengua alemana fue durante ms de un siglo lengua del hogar sobre todo porque su empleo estuvo ligado primeramente a factores econmicos, culturales y religiosos; porque luego, antes de que se pudiera producir la asimilacin y aculturacin, siempre arribaron nuevos y diferentes grupos de inmigrantes; porque los germanohablantes se radicaron mayoritariamente en determinadas zonas y barrios; y porque las medidas poltico-lingsticas argentinas fueron zigzagueando de manera de provocar flujos y reflujos . Pero cuando la inmigracin se detuvo, el ingls prevaleci y las generaciones ms jvenes comenzaron a participar crecientemente en la vida

  • argentina general, el uso y conocimiento de la lengua alemana por parte de los descendientes de alemanes involucion rpidamente en el curso de veinte a treinta aos.

    3.2 Francs El pensamiento francs tuvo una gran influencia sobre la Argentina naciente a partir de la destitucin de Fernando VII por Napolen, es decir, mucho antes de la inmigracin masiva de ciudadanos franceses. Varios de los revolucionarios de Mayo de 1810 estaban compenetrados con el iluminismo de cuo francs, las ideas de la Revolucin Francesa y el Code Napolon. Mariano Moreno escribi en 1810 un prlogo elogioso para la reimpresin de la versin espaola del Contrat Social de Rousseau; la esclavitud se aboli en 1813 e incluso en el escudo argentino est reproducido el gorro jacobino. Todo ello muestra que la ligazn cultural con Francia fue muy fuerte durante las primeras dcadas del siglo XIX entre la lite portea.

    Durante el gobierno de Buenos Aires (provincia y ciudad, que se separaran solo en 1880) de Juan Manuel de Rosas, varios de los intelectuales y polticos francfilos tuvieron que exiliarse; adems, Francia incentiv diversas revueltas antirrosistas y bloque el puerto de Buenos Aires entre 1838 y 1840, lo cual acentu el rencor popular contra Francia.9 Con la derrota de Rosas en 1852, el paulatino regreso de los exiliados y la difusin de sus ideas liberales, el francs volvi a ganar terreno, en especial a partir de la reunificacin e institucionalizacin del pas en 1860-1861. La poltica educativa encarada por los gobiernos de Bartolom Mitre (1862-1868), Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y Nicols Avellaneda (1874-1880) incluy la formacin de una capa dirigente de jvenes ilustrados que fueron educados con fuerte impronta francesa con el Plan de Instruccin Pblica redactado por el francs Amadeo Jacques, entonces rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, junto con Jos Mara Gutirrez, rector de la Universidad de Buenos Aires. La lite no solo lea la Revue des deux mondes; tambin viajaba con frecuencia a Francia y los ms adinerados posean mansiones en Pars. Y pese a que hubo tambin una fuerte inmigracin francesa por motivos econmicos (ver punto siguiente), en el imaginario popular lo francs sigui asociado a lo elegante, lo culto, lo refinado, a diferencia de lo que ocurra con la inmigracin italiana.10

    3.2.1. La inmigracin francesa Durante la primera mitad del siglo XIX el peso numrico de la inmigracin francesa fue escaso, a pesar de que Francia se disput con Gran Bretaa la hegemona comercial del Atlntico sur. En cambio, en el perodo 1857-1920 arribaron al pas 220.000 franceses, de los cuales volvieron a Francia unos 120.000. Muchos de ellos ciertamente no respondan al estereotipo de la alta cultura que se haba forjado la clase dirigente argentina durante el siglo XIX: en la ciudad de Buenos Aires los hombres de condicin modesta se empleaban como empleados de cafs, restaurantes y hoteles, y las mujeres, como planchadoras, vendedoras o modistas. Unas pocas eran institutrices

    9 La trama histrica es demasiado compleja para detallarla aqu. Aunque privaban cuestiones econmicas y

    se sum el entramado de la competencia comercial en Amrica del Sur entre Francia y el Reino Unido, el principal argumento de Francia fue que se opona a la medida de Rosas de obligar a los franceses residentes en la Argentina a alistarse en el ejrcito. 10

    As lo refleja en lunfardo la letra del tango Tortazos (1930), de Enrique Pedro Maroni: *+Vos sos la ata Pancracia,/ hija del tano Gerarto,/ un goruta flaco y alto,/ que trabajaba en la Boca,/ no te acords, gringa loca,/ cuando piantaste al asfalto./ Y ahora tens vuatur, /uss tapao petigris y /tens un infeliz / que la chamuya en francs.

  • de los hijos de la aristocracia, pero tambin hubo quienes ejercan de prostitutas. Adems de originarios de la regin de Pars, los grupos principales fueron vascos, bearneses y bigurdanos, que se repartieron entre varias provincias (Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Mendoza); tambin llegaron saboyanos, que se radicaron en Entre Ros y Santa Fe, y aveyroneses, que se establecieron en Pig y a los que nos referiremos en el apartado siguiente. En la provincia de Tucumn los inmigrantes franceses tuvieron un importante desempeo: crearon ingenios azucareros, fincas y curtiembres. Los inmigrantes tambin crearon importantes instituciones solidarias, como un asilo nocturno (1920) y los an existentes Hospital Francs (1845) y el Asilo de Ancianos (1925). Entre 1963 y 1967 llegaron unos ochocientos franco-argelinos (pieds noirs) y tambin oficiales de la OAS huidos de Argelia; sus emprendimientos rurales resultaron un fracaso, pero en general se quedaron en la Argentina (cf. Santi, 2004).11

    Reflexiones tericas sobre la base de las lenguas de los fundadores de Pig

    En 3.1.2 habamos expuesto los factores que tiene en cuenta la propuesta de lingstica de las migraciones de Eva Gugenberger. Aqu aadiremos otras consideraciones tericas sobre la base del anlisis de la situacin lingstica de los inmigrantes occitanos en Pig.

    Tras la derrota del cacique Catriel en 1876, en la regin se haban instalado varios fortines. En 1878 el gobierno nacional le haba concedido 300.000 hectreas al teniente coronel Plaza Montero, con la obligacin de fundar un establecimiento agrcola. En 1882 Plaza Montero vendi la concesin a un sindicato britnico cuyo representante en la Argentina era Eduardo Casey. En la regin haba algunos habitantes blancos e indgenas no rebeldes que estaban construyendo el ferrocarril a Baha Blanca. Un inmigrante aveyrons (de la Occitania, sur de Francia), Clemente Cabanettes, decidi fundar una colonia para sus compatriotas. En 1883 conoci a Eduardo Casey y acord con l poblar la regin de Pig. Llegaron a Pig en compaa de 40 familias en 1884. Unos meses antes un grupo de turineses haba fundado en la misma regin la localidad de Arroyo Corto, y ms tarde llegaron mallorquines y alemanes del Volga, as como ms pobladores franceses, generalmente de Occitania. Sin embargo, prevaleci el carcter los pobladores aveyroneses de la localidad, quienes, en las difciles condiciones de los comienzos aunque con el beneficio del ferrocarril, crearon, por ejemplo, la primera cooperativa de seguros de Amrica del Sur, el Progreso Agrcola de Pig. Se produjo luego un crecimiento sostenido hasta hoy. Desde 1950 tambin se introdujo modernizacin tecnolgica y de infraestructura (rutas y caminos provinciales), lo cual llev a cierta urbanizacin: muchos productores se mudaron a los pueblos e iban a sus chacras nicamente a trabajar. Hoy en da Pig es una ciudad prspera de unos 14.500 habitantes.

    En cuanto a las lenguas, Kremnitz muestra el complejo recorrido occitano-francs-espaol que experimentaron los pobladores aveyroneses teniendo en cuenta sobre todo una investigacin de un equipo de Toulouse de 1974 y observaciones propias en 1996 y 1997. Sobre la base de estos datos puede concluir que al inicio de la colonizacin todos los aveyroneses hablaban occitano, mientras que no es seguro que todos hablaran francs. Entre ellos haba seguramente muchos de bajo nivel de escolarizacin e incluso analfabetos; el efecto de la ideologa centralista francesa haca que consideraran el occitano un patois y, por tanto, un impedimento para el progreso social,

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    Segn numerosos testimonios, durante la masacre de Ezeiza (el tiroteo entre la derecha y la izquierda peronistas en la concentracin masiva por la vuelta definitiva de Pern a la Argentina el 20 de junio de 1973) se oan rdenes en francs desde el palco: eran oficiales de la OAS que se haban ligado a la ultraderecha peronista a travs del teniente coronel Jorge Osinde, Secretario de Deportes y Turismo del Ministerio de Bienestar Social encabezado por Jos Lpez Rega.

  • de manera que a menudo no se lo transmitan a los hijos en una suerte de autoodio. Aun as, el occitano goz de una modesta presencia escrita en la prensa local hacia 1910 y luego conserv cierta vitalidad oral. Paulatinamente, sin embargo, la comunidad fue adoptando el castellano como lengua primera, pero con la peculiaridad de pasar primero por el francs. Kremnitz lo atribuye al hecho de que hacia 1880 en Francia las zonas rurales se integran de a poco en la Nacin Francesa con casi un siglo de retraso, pero que el proceso nacionalizador de los inmigrantes en la Argentina no tiene que concluir necesariamente con la simtrica castellanizacin: los inmigrantes de primera generacin se sienten ante todo franceses, y si alcanzan cierta promocin social, adoptan el francs, aun cuando esa aculturacin no tenga mucha importancia en la sociedad que los envuelve (cf. Kremnitz, ibd.: 69). A raz de todo lo dicho acerca del prestigio del francs y de Francia, podramos agregar que hablar francs poda generar una identificacin bien valorada en la sociedad argentina. Esto tambin explicara por qu no ocurri lo mismo con los hablantes de dialectos italianos. El otro rasgo peculiar que destaca Kremnitz (ibd.: 75-76) es que en el presente, a pesar de que el occitano se haya extinguido casi por completo fuera de lo testimonial (algunos libros, algunos vestigios en el castellano de Pig), hay, entre la mayora de sus post-usuarios, un recuerdo de esa lengua que remite con orgullo a los primeros colonizadores, quienes supieron sobreponerse a las duras condiciones iniciales y abrieron el camino al actual bienestar. Es decir que la lengua extinguida en la prctica se ha convertido en emblema que agrupa en un pasado comn y glorioso a los hoy minoritarios descendientes de los fundadores. El occitano ha adquirido, pues, una funcin mtica.

    Ya en la sociolingstica de los aos sesenta se haba hablado de la funcin simblica de una lengua, sobre todo cuando se converta en elemento ideolgico nacionalista en el caso de pueblos oprimidos, como la del galico para los irlandeses. Pero lo cierto es que se pueden documentar numerosas situaciones en que una lengua desempea esa funcin que Kremnitz llama mtica, que se podra distinguir de la funcin simblica en cuanto a que (ya) no es hablada por la poblacin que la reivindica como parte de un pasado glorioso (lo cual puede ocurrir tambin en los casos de diglosia) o de una unidad perdida.

    3.2.2. Escuelas privadas francesas Como ya se dijo, la inmigracin francesa fue el tercer grupo en importancia numrica, detrs de los italianos y los espaoles. Era de esperar, entonces, que creara un gran nmero de escuelas particulares. Pero no fue as. Adems de los numerosos pedagogos franceses que actuaron en el sistema escolar pblico hubo una importante labor educativa de congregaciones religiosas francesas, en especial despus que muchos miembros de rdenes religiosas abandonaran Francia a raz de la separacin Iglesia-Estado y la supresin de la enseanza religiosa durante la Tercera Repblica (ley mile Combes de 1905), y los sacerdotes contribuyeron al mantenimiento y a la difusin del francs; el alumnado perteneca a distintas clases sociales. Sin embargo, con el tiempo priv el aspecto confesional, se dict el programa oficial argentino en castellano y los alumnos eran hijos de inmigrantes de diversos orgenes. Por tanto, dejaron de ser escuelas de la comunidad francesa.

    El otro grupo importante fueron las escuelas laicas francesas, que gozaban de subvenciones del Estado francs. Estas escuelas se crearon en las grandes ciudades (Buenos Aires, Crdoba, Rosario, Tucumn y Santa Fe), pero tambin en ciudades ms pequeas del interior en zonas de importante presencia francesa. En 1912 (Otero, 2011:173) haba siete escuelas francesas en la ciudad de Buenos Aires, otras siete en la provincia de Buenos Aires cuatro de las cuales estaban en Pig, una en Rosario y una en Santa Fe, con un total de 2716 alumnos. Ya entonces solo el 22% de los alumnos tena padres franceses, aunque en algunas escuelas esa proporcin era mucho ms alta. En la dcada de 1920 el nmero de escuelas creci como consecuencia de la

  • poltica exterior francesa, que, con afn propagandstico, subvencion la enseanza de francs en el exterior. Pero a partir de los aos treinta, con la obligacin de seguir estrictamente los programas argentinos y de brindar la enseanza en castellano, muchos colegios de la comunidad fueron cerrndose; hacia 1950 solo persistan algunas escuelas francesas, tanto confesionales como laicas. Por lo dems, se haba producido una avanzada asimilacin lingstica y cultural de los descendientes de inmigrantes al medio argentino. En consecuencia, la presencia del francs en la Argentina a diferencia de, por ejemplo, el alemn no se debe buscar fundamentalmente en las escuelas privadas ni en la inmigracin, sino en la Alianza Francesa y en el sistema escolar estatal.

    3.2.3. La Alianza Francesa Una prueba del inters en el conocimiento de la lengua entre vastos sectores medios de la

    sociedad argentina fue el enorme desarrollo de la Alianza Francesa. Fundada en Pars en 1883 por una serie de notables, su fin era patritico: ganar adeptos para expandir la imagen de Francia en el mundo. Se propona esa finalidad fundando y subvencionando escuelas francesas o introduciendo cursos de francs en escuelas que no los tenan; formar profesores, otorgar becas a los mejores alumnos, realizar publicaciones sobre todo pedaggicas, organizar congresos, etc.

    Ya en 1893 cont con una filial en Buenos Aires. Durante los primeros aos prepar exmenes pero pronto comenz a dictar cursos, que en 1908 tenan 400 inscriptos. En 1909 la Alianza Francesa de Buenos Aires se convirti en comit regional y pronto se form una red en todo el pas. En 1924 ya tena 2000 alumnos; en 1928, 10.000. Se convirti entonces en la Alianza Francesa ms importante del mundo, lo que le vali una serie de subvenciones francesas e incluso un gran premio de la Acadmie franaise en 1931. Luego declin un poco, pero en 1950 existan an 53 filiales agrupadas en una Federacin con un total de 10.000 alumnos. Entre 1960 y comienzos de los aos ochenta la evolucin fue nuevamente positiva, lo cual es en parte atribuible a la poltica exterior de Francia: en 1966, la Alianza Francesa tena 26.000 alumnos en 150 filiales; a comienzos de los aos ochenta la Argentina segua siendo el pas con mayor nmero de filiales respecto de la poblacin y sus 141 filiales tenan 28.000 alumnos, la mitad de los cuales estaba en la ciudad de Buenos Aires. Pero a partir de los ochenta comenz un proceso de merma continuo, en consonancia con la evolucin poltica orientacin neta hacia los Estados Unidos, en especial a partir de la presidencia de Carlos Menem (1989-1999) e igualmente una reorientacin de la poltica lingstica exterior francesa. En pocos aos, el nmero de alumnos se redujo a la mitad, lo cual no significa que no sigan existiendo Alianzas en la mayora de las ciudades importantes de la Argentina.

    3.2.4. El francs en el sistema escolar: polticas lingsticas argentina y francesa

    Como ya se ha sealado, el francs ocup un lugar de privilegio en la escuela secundaria desde los durante mucho tiempo: durante el siglo XIX hubo pocas en que existi la opcin entre ingls y alemn, pero el francs siempre fue obligatorio. En los colegios nacionales el francs alternaba con ingls e italiano, con dos aos para uno de los idiomas y tres para el otro (la presencia del italiano era, de todas maneras, minoritaria); en las escuelas normales y comerciales se enseaba solo francs o ingls durante los cuatro o cinco aos. Con la reforma de 1943 se estableci un ciclo bsico comn de tres aos para los tres tipos de escuela secundaria; quienes haban estudiado francs durante tres aos deban optar por el ingls, mientras que quienes haban estudiado ingls podan optar entre francs e italiano. Con ello, el francs experiment su primer retroceso.

    Desde luego que se debe tener en cuenta que la nica escolaridad obligatoria fue la del nivel primario hasta 1993, que hasta los aos cincuenta era muy baja la proporcin de alumnos que asista a la escuela secundaria y menor an la de la finalizaban y que an en 1980 la tasa neta

  • de escolarizacin en el nivel medio era del 42,2%, en 1991 del 59,3% y en 2001 del 71,5% (Cappellacci y Miranda, 2007:12). Esto significa que quienes no asistan a la escuela secundaria no aprendan francs y que tampoco lo aprendan quienes no completaban el nivel medio si los cursos de francs eran los de 4 y 5 ao, salvo que lo estudiaran en la Alianza Francesa, en otras academias de lenguas o con profesores particulares, o que integraran la reducida proporcin de alumnos de escuelas privadas francesas con francs. En las llamadas escuelas de lenguas vivas, dependientes de profesorados de lenguas extranjeras, se lo sigue enseando tambin en la escuela primaria hasta la actualidad.

    En cuanto a la formacin de profesores, a los dos grandes institutos creados en 1904 fueron agregndose en el curso del siglo XX otros 26 profesorados de francs en institutos nacionales y privados y en universidades, en general de elevada calidad; a ellos se agregaron ocho traductorados y los cursos de francs con fines especficos en universidades nacionales.

    Durante los dos primeros gobiernos de Juan Pern (1946-1955) continu la enseanza del francs junto con la del ingls durante los cinco aos del nivel medio en bloques de tres aos para una de las lenguas y de dos aos para la otra, aunque en algunas escuelas el francs fue reemplazado por el italiano. La didctica sigui siendo generalmente la tradicional, con acento en la escritura y la correccin gramatical. La apuesta a la modernizacin de la educacin a partir de 1956, con mayor nfasis en la lengua oral y, paulatinamente, en los aspectos comunicativos, no modific la distribucin de las lenguas enseadas, aunque fue privando la opcin de tres aos para ingls y dos para francs. Por el convenio cultural suscrito con Francia en ocasin de la visita de Estado del presidente Charles de Gaulle en octubre de 1964, en 1966 se decidi restituir al francs la paridad de condiciones con el ingls pero con poco efecto, adems de que en 1966 comenz otra dictadura militar que durara hasta 1973. En ese perodo, la nica novedad fue la introduccin de la enseanza de lenguas extranjeras en escuelas primarias estatales de la ciudad de Buenos Aires a partir de 1968 en las de jornada completa; para las escuelas de jornada simple se crearon en 1982 los llamados Centros Educativos Complementarios de Idiomas Extranjeros (CECIE) en una escuela por cada uno de los 20 distritos escolares de la ciudad, que ofrecan cursos a contraturno. Pero ese ingreso de las lenguas extranjeras en el nivel primario nuevamente mostr una preponderancia del ingls: en las 210 escuelas de jornada completa de las 425 escuelas primarias estatales de la ciudad el francs se ense solo en 16 y el italiano solo en 2 de ellas. En todas las dems se ense ingls, y en los CECIE la proporcin fue similar.

    Tampoco hubo grandes modificaciones durante el breve perodo democrtico de 1973-1976. La dictadura militar de 1976-1983, en cambio, acentu las elecciones a favor del ingls. Con la recuperacin democrtica iniciada por el presidente Ral Alfonsn a fines de 1983 se convoc despus de ms de un siglo al Segundo Congreso Pedaggico Nacional en 1988. El Congreso innov en cuanto a derechos humanos y lenguaje pedaggico, aunque en algunos aspectos menos de lo esperado incluso por el propio gobierno.12 Con relacin a las lenguas extranjeras, por resolucin ministerial 1813/88 se estableci una nica lengua extranjera durante los cinco aos de la escuela secundaria. La resolucin era ambigua: por una parte sealaba que "los tres idiomas [ingls, francs e italiano] estn presentes en esta propuesta", pero dejaba la interpretacin final a los directores de los colegios, para que optasen ellos por el ingls. Por resolucin 489/90 se reincorporaron las otras lenguas extranjeras, "para acceder a otras culturas e intercambiar experiencias valiosas"; pero en las escuelas primarias dependientes de las escuelas normales

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    En el Congreso hubo una fuerte presencia de los representantes de las escuelas privadas catlicas, que no permitieron grandes innovaciones en materias como la educacin sexual. Adems, se desarroll en medio de una crisis econmica que al ao siguiente llev a la renuncia anticipada en unos meses del presidente Alfonsn en medio de la hiperinflacin.

  • superiores las nicas escuelas estatales que ofrecan, por entonces, lengua extranjera solo era obligatorio el ingls. A la vez, la enseanza del francs y el italiano en las escuelas secundarias fue mermando a partir de 1989 durante la presidencia de Carlos Menem (1989-1999). En las escuelas tcnicas, agropecuarias y artsticas se dej de lado el francs; en las llamadas escuelas de comercio la proporcin francs/ingls se redujo a 1:5.

    La poltica lingstica francesa con respecto a la Argentina se puede dividir varias grandes etapas a partir de 1960. Anteriormente Francia haba apoyado a la Alianza Francesa y la formacin de profesores, y tambin se haban creado la Casa Argentina en la Cit Universitaire de Paris en 1928 y, en Buenos Aires, el Colegio Francs en 1934 y el Institut Franais dtudes Suprieures en 1942, pero se trataba de iniciativas todava no enmarcadas en una poltica de Estado. En cambio, hacia 1959 comenz una verdadera poltica lingstica exterior francesa. En el marco de la voluntad gaullista de fortalecer la imagen de Francia en el exterior y de promover sus intercambios comerciales, la V Repblica impuls el trabajo cultural y lingstico. La Argentina, empeada en la modernizacin de la educacin, fue entonces un buen receptor de las iniciativas francesas de proveer recursos didcticos de avanzada sobre todo, de mtodos audiovisuales y de contribuir a la formacin de profesores de francs a cambio de garantizar la opcin de tres aos de francs ms dos aos de ingls en la escuela secundaria, en vista de que en los hechos el francs haba quedado relegado a la opcin de dos aos ms tres aos de ingls. No obstante, el diseo de esa poltica, que inclua la difusin del francs como lengua de la ciencia y la tecnologa, tuvo algunas complicaciones, pues una buena proporcin de los sectores medios, que eran los que poblaban mayormente las escuelas secundarias y los cursos extraescolares de francs- seguan adheridos a la representacin sociolingstica del francs como idioma de cultura: el lugar de la lengua moderna segua reservado al ingls. Esto puede explicar que aun cuando a partir de 1965 el francs volvi a ganar terreno y alrededor del 40% de los estudiantes de los colegios nacionales y de las escuelas normales (formadoras de maestros) estudi francs durante tres aos, la equiparacin con el ingls establecida en 1964 tuviera que ser ratificada cinco veces ms entre 1966 y 1981 con fuerte intervencin diplomtica de Francia y la baja proporcin de escuelas primarias de la ciudad de Buenos Aires que lo incorpor desde 1968.

    La poltica lingstica exterior francesa cambi durante lo que La Varela (2006:84) denomina el giro liberal: las presidencias de George Pompidou (1969-1974) y Valry Giscard dEstaing (1974-1981). Ese liberalismo se manifest en nuevas orientaciones pedaggicas para el exterior: se cientifiz la enseanza del francs en el exterior: se dot a las embajadas de asesores pedaggicos y cientficos que promovan la incorporacin de la imagen de Francia como potencia tecnolgica; el asesoramiento tambin se traduca en programas de formacin inicial y continua de profesores, la provisin de recursos tecnolgicos y la asistencia en la elaboracin de materiales de estudio; en cambio disminuy el envo de docentes de francs. La modernizacin pedaggica tambin incluy el llamado giro pragmtico: textos autnticos, situaciones de comunicacin reales, enseanza centrada en el alumno. Adems, la elaboracin de los mtodos de enseanza se deriv en gran medida a editoriales privadas. Estas tendencias se acentuaron durante la presidencia de Giscard dEstaing: los problemas econmicos derivados de la crisis del petrleo implicaron recortes severos en el envo de recursos humanos y materiales al exterior, por ms que al final del perodo se reafirmara el propsito de que el mayor nmero posible de personas aprendan el francs, aunque sea un francs funcional, para dar a conocer no solo la lengua sino tambin el pensamiento y los avances cientficos franceses. En la Argentina esa poltica no tuvo gran repercusin: hay que recordar que con la excepcin de los aos 1973 a 1976, ese perodo (1969-1981) corresponde al de dictaduras militares, poco afectas a las innovaciones pedaggicas, adems de que Francia denunci activamente las violaciones de derechos humanos de esas dictaduras y la desaparicin de ciudadanos franceses, como el secuestro, la tortura y el asesinato de las monjas Lonie Duquet y Alice Domon, que haban

  • apoyado a las Madres de Plaza de Mayo, en diciembre de 1977. Francia tambin acogi a numerosos refugiados y exiliados argentinos.

    Una tercera poltica lingstica fue la de la administracin Miterrand (1981-1995), decidida a racionalizar la inversin de recursos reduciendo an ms los asignados a la mera enseanza de la lengua y a emprender en cambio en su poltica exterior un relanzamiento de la presencia cultural de Francia a travs de las industrias culturales (creacin de TV-5, difusin de libros y espectculos, acceso al patrimonio y a archivos documentales, etc.) y a actuar sobre las representaciones de la lengua en un combate contra la omnipresencia lingstica, cultural y cientfica norteamericana, que tambin acarreaba consecuencias econmicas. En 1986 una cumbre de jefes de Estado y de gobierno en Pars concibi la Organizacin Internacional de la Francofona.

    Consecuente con estos lineamientos, cuando la poltica educativa argentina se inclin por darle prioridad absoluta a la enseanza del ingls, la Embajada de Francia fue el principal apoyo con que contaron las asociaciones de profesores de francs y de otras lenguas extranjeras para expresarse en contra de esa poltica con diversos argumentos: el plurilingismo como parte de los derechos humanos , la pauperizacin cultural que significara estudiar una sola lengua extranjera y acceder nicamente a la cultura anglfona y la diversidad lingstica como precondicin para las integraciones regionales. En 1996 organiz en San Martn de los Andes el seminario El papel de las lenguas extranjeras en los procesos de integracin: cooperacin y plurilingismo, que tuvo gran repercusin porque cont con el apoyo de diversas embajadas, asociaciones de profesores, autoridades argentinas invitadas y delegados de la Unin Europea y la Organizacin de Estados Iberoamericanos. Finalmente, en los aos posteriores, en que los intercambios econmicos entre Francia y Argentina se ampliaron, se celebraron varios convenios culturales; en 1996 se cre el Centro Franco-Argentino de Altos Estudios de la Universidad de Buenos Aires, cuyos seminarios de posgrado y doctorado e intercambios cientficos gozan de elevado prestigio; en 2009 se cre un centro similar en la Universidad Nacional de Crdoba. Se reafirmaron los lazos de cooperacin cultural en ocasin de la visita de Estado de la presidenta argentina a Francia en 2008. La Alianza Francesa tiene unos 15.000 alumnos en sus diversos centros. Hay numerosos intercambios de estudiantes y profesores universitarios entre Francia y la Argentina. La escuela francesa de Anlisis del Discurso tuvo y sigue teniendo gran influencia en las ciencias sociales argentina y brasilea.

    Pero en el plano estrictamente lingstico, ms all de que Francia siga fomentando la formacin y posformacin de profesores de francs e influyendo incluso en las concepciones de la enseanza de lenguas extranjeras que se estn diseando actualmente para reglamentar la Ley de Educacin Nacional, la poltica francesa ha sido ms bien defensiva o, para decirlo en trminos de funcionarios franceses, ha perdido en nmero pero ganado en calidad.

    3.2.5. Perspectivas

    Por todo lo expuesto, el futuro del francs en la Argentina no depende hoy de las iniciativas de la comunidad francesa, sino de la poltica lingstica argentina en especial, de cmo se planifique el plurilingismo en el sistema escolar, de tendencias internacionales con respecto al francs como lengua internacional, de la atraccin que puedan ejercer Francia y otros pases y regiones francfonas (entre ellos, el Qubec) sobre los intercambios econmicos y culturales y de la importancia que pueda cobrar el portugus en detrimento del francs en la integracin sudamericana. Por ahora, todas las encuestas que conocemos y observaciones propias muestran que el conocimiento del francs va descendiendo con la edad y la condicin social de los encuestados, lo cual indicara que, de no mediar circunstancias especiales, el conocimiento del francs quedar reducido a una proporcin exigua de la poblacin, aun cuando persista el de elementos de la cultura y la ciencia francesas (arte, literatura, filosofa, sociologa, lingstica, arquitectura, periodismo).

  • 3.3. Italiano

    En la encuesta sobre el conocimiento de lenguas extranjeras (2006), el italiano ocupaba el 4 lugar, con un 6,9%, despus del ingls, el portugus (8,3%) y el francs (7,6%). Esta proporcin exigua de talohablantes merece explicarse, puesto que 1) los italianos constituyeron la primera minora durante la ola inmigratoria masiva de 1880-1930