21
264 CAPÍTULO 9: La Vega de Granada. La construcción patrimonial de un espacio agrario en un fuerte desarrollo de la construcción y de los servicios, lo que provoca el traslado de un importante número de trabajadores que abandonan la actividad agraria, especialmente aquellos que viven más alejados de ella así como los procedente de otras comarcas. Ante el crecimiento ausente de planificación de carácter supramunicipal, la década de los 70, supone el surgimiento de un nuevo enfoque a través del “Plan General de Ordenación Urbana de la Comarca de Granada de 1973”. Su redacción estuvo condicionada por la aprobación del Polo de Desarrollo de Granada -Decreto de 21 de febrero de 1970- que preveía la instalación en el conjunto de la comarca de una importante industria pesada. Desde el punto de vista urbanístico planteaba la creación de tres conurbaciones diferentes con centros en la zona norte, este y sur; su expansión hacia los regadíos de la Vega como consecuencia no sólo de su ocupación urbana sino también del desarrollo de la red de carreteras que se diseñaban en torno a estas expansiones, imposibilitando el regadío; igualmente, la zonificación que se establecía para la comarca propiciaba la destrucción de la tipología tradicional de los centros de las ciudades. Casi ninguna de estas actuaciones se llevaron a cabo aunque el paso de los años terminó por imponer algunas de las directrices ahora diseñadas. Los años 70 se cierran desde el punto de vista de la expansión urbana hacia la Vega con tres aspectos significativos. Por un lado, la puesta en marcha de los polígonos industriales de Juncaril y Asegra en el norte de la Vega, que ha terminado convirtiéndose, al menos hasta la inminente puesta en marcha de los polígonos de Alhedín y Escúzar -al sur fuera de la llanura aluvial-, en la zona de mayor implantación de este tipo de uso. Por otro, es la capital y la corona que la bordea, junto a los municipios más importantes históricamente hablando de la zona, Santa Fé, Pinos Puente o Atarfe, los que presentan una mayor ocupación urbana. Finalmente, tanto los municipios más occidentales -Láchar, Cijuela, Fuente Vaqueros-, incluso otros como Armilla, Vegas del Genil, Albolote o Peligros, presentan una ocupación discreta. En los años 80 surge el fenómeno que marca en mayor o menor medida, antes o después, a todos los municipios de la Vega: la segunda residencia. Las transformaciones que se producen a partir de este momento son de tal magnitud que puede hablarse del momento en el que “se gesta” la Aglomeración Urbana de Granada. Son muchas las circunstancias que concurren para poder entenderlo. Uno de los más importantes es, sin lugar a dudas, el incremento del nivel de vida de las clases medias que se traduce en un proceso de evasión de la cuidad. Por otro lado, el desarrollo del transporte particular y las progresivas mejoras de las vías de comunicación enfocadas al transporte privado junto a una oferta de viviendas fuera de la gran ciudad, ya sea en los municipios de la corona, ya más alejados de ella, en muchas ocasiones además de forma aislada de los núcleos de población existentes, se traduce en un boom inmobiliario, sin precedentes, en relación a la oferta y consumo posterior de segundas residencias (Saenz Lorite, M. 1996). El cambio normativo que supone que los municipios asuman las competencias relativas al urbanismo en 1983 también contribuyó, sin ninguna duda, a que esta ocupación se haya realizado sin ningún tipo de ordenación supramunicipal y sin la adecuada dotación de infraestructuras, servicios y equipamientos públicos. Todo ello, unido a las limitaciones que “El Plan General de Ordenación Urbana de Granada de 1985” establecía en relación a su expansión urbana terminó desencadenando su sobredimensionamiento en los demás municipios de suelo urbano 12 . La ocupación de la Vega durante este periodo se produce en dos grandes focos. Por un lado, la zona suroriental en torno a los municipios de Huétor Vega, Cájar, Monachil, Los Ogijares, La Zubia claramente ligada a la segunda residencia; por otro, los que se producen en municipios como Las Gabias, Cúllar y Vegas del Genil que habían estado, hasta este momento, alejados de la intensa transformación urbanística de sus municipios vecinos (Ferrer Rodríguez, A. y Urdiales Viedma, M.E. 1995). Por su parte, los suelos industriales siguen su expansión en la zona norte a la vez que surgen otras nuevas en torno a la N-432 (ver Plano 8). Los años 90 marcan uno de los periodos más decisivos para la formación de la actual Aglomeración. Ello por varios motivos. Primero, por el surgimiento de un documento de planificación que reconoce la identidad metropolitana de este territorio. Se trata de un Plan Subregional de Ordenación del Territorio: el POTAUG, que entra en vigor en el año 2000 (Cañete Pérez, J.A. y Otros. 2005). Segundo, por la mayor articulación de la movilidad intrametropolitana como consecuencia de las nuevas infraestructuras viarias 13 . Tercero, por la consolidación de los núcleos de la corona metropolitana como una alternativa atractiva a la vivienda de la capital por 12. En efecto, mientras Granada preveía la construcción de 17.500 vivien- das, el conjunto de los municipios de la corona planteaban la construcción de 85.000. 13. La A-44, la Circunvalación, la Ronda Sur, la A-92 a su paso por Grana- da y su ramal de conexión A-92G.

Libro Regadios Historicos. La Vega. Pepe y Eugenio II

Embed Size (px)

Citation preview

  • 264

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    en un fuerte desarrollo de la construccin y de los servicios, lo que provoca el traslado de un importante nmero de trabajadores que abandonan la actividad agraria, especialmente aquellos que viven ms alejados de ella as como los procedente de otras comarcas.

    Ante el crecimiento ausente de planifi cacin de carcter supramunicipal, la dcada de los 70, supone el surgimiento de un nuevo enfoque a travs del Plan General de Ordenacin Urbana de la Comarca de Granada de 1973. Su redaccin estuvo condicionada por la aprobacin del Polo de Desarrollo de Granada -Decreto de 21 de febrero de 1970- que prevea la instalacin en el conjunto de la comarca de una importante industria pesada. Desde el punto de vista urbanstico planteaba la creacin de tres conurbaciones diferentes con centros en la zona norte, este y sur; su expansin hacia los regados de la Vega como consecuencia no slo de su ocupacin urbana sino tambin del desarrollo de la red de carreteras que se diseaban en torno a estas expansiones, imposibilitando el regado; igualmente, la zonifi cacin que se estableca para la comarca propiciaba la destruccin de la tipologa tradicional de los centros de las ciudades. Casi ninguna de estas actuaciones se llevaron a cabo aunque el paso de los aos termin por imponer algunas de las directrices ahora diseadas. Los aos 70 se cierran desde el punto de vista de la expansin urbana hacia la Vega con tres aspectos signifi cativos. Por un lado, la puesta en marcha de los polgonos industriales de Juncaril y Asegra en el norte de la Vega, que ha terminado convirtindose, al menos hasta la inminente puesta en marcha de los polgonos de Alhedn y Esczar -al sur fuera de la llanura aluvial-, en la zona de mayor implantacin de este tipo de uso. Por otro, es la capital y la corona que la bordea, junto a los municipios ms importantes histricamente hablando de la zona, Santa F, Pinos Puente o Atarfe, los que presentan una mayor ocupacin urbana. Finalmente, tanto los municipios ms occidentales -Lchar, Cijuela, Fuente Vaqueros-, incluso otros como Armilla, Vegas del Genil, Albolote o Peligros, presentan una ocupacin discreta.

    En los aos 80 surge el fenmeno que marca en mayor o menor medida, antes o despus, a todos los municipios de la Vega: la segunda residencia. Las transformaciones que se producen a partir de este momento son de tal magnitud que puede hablarse del momento en el que se gesta la Aglomeracin Urbana de Granada. Son muchas las circunstancias que concurren para poder entenderlo. Uno de los ms importantes

    es, sin lugar a dudas, el incremento del nivel de vida de las clases medias que se traduce en un proceso de evasin de la cuidad. Por otro lado, el desarrollo del transporte particular y las progresivas mejoras de las vas de comunicacin enfocadas al transporte privado junto a una oferta de viviendas fuera de la gran ciudad, ya sea en los municipios de la corona, ya ms alejados de ella, en muchas ocasiones adems de forma aislada de los ncleos de poblacin existentes, se traduce en un boom inmobiliario, sin precedentes, en relacin a la oferta y consumo posterior de segundas residencias (Saenz Lorite, M. 1996). El cambio normativo que supone que los municipios asuman las competencias relativas al urbanismo en 1983 tambin contribuy, sin ninguna duda, a que esta ocupacin se haya realizado sin ningn tipo de ordenacin supramunicipal y sin la adecuada dotacin de infraestructuras, servicios y equipamientos pblicos. Todo ello, unido a las limitaciones que El Plan General de Ordenacin Urbana de Granada de 1985 estableca en relacin a su expansin urbana termin desencadenando su sobredimensionamiento en los dems municipios de suelo urbano12. La ocupacin de la Vega durante este periodo se produce en dos grandes focos. Por un lado, la zona suroriental en torno a los municipios de Hutor Vega, Cjar, Monachil, Los Ogijares, La Zubia claramente ligada a la segunda residencia; por otro, los que se producen en municipios como Las Gabias, Cllar y Vegas del Genil que haban estado, hasta este momento, alejados de la intensa transformacin urbanstica de sus municipios vecinos (Ferrer Rodrguez, A. y Urdiales Viedma, M.E. 1995). Por su parte, los suelos industriales siguen su expansin en la zona norte a la vez que surgen otras nuevas en torno a la N-432 (ver Plano 8).

    Los aos 90 marcan uno de los periodos ms decisivos para la formacin de la actual Aglomeracin. Ello por varios motivos. Primero, por el surgimiento de un documento de planifi cacin que reconoce la identidad metropolitana de este territorio. Se trata de un Plan Subregional de Ordenacin del Territorio: el POTAUG, que entra en vigor en el ao 2000 (Caete Prez, J.A. y Otros. 2005). Segundo, por la mayor articulacin de la movilidad intrametropolitana como consecuencia de las nuevas infraestructuras viarias13. Tercero, por la consolidacin de los ncleos de la corona metropolitana como una alternativa atractiva a la vivienda de la capital por 12. En efecto, mientras Granada prevea la construccin de 17.500 vivien-das, el conjunto de los municipios de la corona planteaban la construccin de 85.000.13. La A-44, la Circunvalacin, la Ronda Sur, la A-92 a su paso por Grana-da y su ramal de conexin A-92G.

  • 265

    PLANO N 7. SITUACIN DEL SUELO URBANO DE LA VEGA DE GRANADA 1956.Fuente: Elaborado como parte del proyecto Ordenacin territorial del espacio fl uvial del ro Genil (En elaboracin). Convenio de

    investigacin entre la Confederacin Hidrogrfi ca del Guadalquivir y el rea de Urbanstica y Ordenacin del Territorio de la Universidad de Granada.

    PLANO N 8. SITUACIN DEL SUELO URBANO DE LA VEGA DE GRANADA 1987.Fuente: Elaborado como parte del proyecto Ordenacin territorial del espacio fl uvial del ro Genil (En elaboracin). Convenio de

    investigacin entre la Confederacin Hidrogrfi ca del Guadalquivir y el rea de Urbanstica y Ordenacin del Territorio de la Universidad de Granada

  • 266

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    PLANO N 9. SITUACIN DEL SUELO URBANO DE LA VEGA DE GRANADA 2003.Fuente: Elaborado como parte del proyecto Ordenacin territorial del espacio fl uvial del ro Genil (En elaboracin). Convenio de

    investigacin entre la Confederacin Hidrogrfi ca del Guadalquivir y el rea de Urbanstica y Ordenacin del Territorio de la Universidad de Granada

    Grfi co n 13. Evolucin de la poblacin municipal. 1991-2007.Fuente: Censos de Poblacin y Padrn, respectivos. SIMA. Elaboracin propia

  • 267

    sus precios ms baratos. Cuarto, porque en su conjunto, tal y como seala Menor Toribio (2000), se produce lo que l denomina cristalizacin para explicar el proceso de acercamiento entre s que parecen sufrir los diferentes municipios que conforman la corona metropolitana para formar una nueva estructura urbana, muchas veces desordenada, pero que parece ahora ser compartida. Finalmente, porque este fenmeno implica a los municipios ms alejados de la capital, pero que se encuentran en el eje de la A-92, como es el caso de Lchar, Cijuela o Fuente Vaqueros as como algunos de los ms rurales hasta esos aos y prximos a la capital como Vegas del Genil o Cllar Vega (ver Plano 9). Para entender todo este proceso no debemos olvidar el hecho de que la segunda residencia se transforma aceleradamente en residencia habitual como consecuencia de los problemas derivados de los costes de mantenimiento de varias viviendas. Ello ha provocado crecimientos demogrfi cos importantes en los ltimos 30 aos, excepto Granada que ha perdido peso poblacional desde los aos 80, vertiginosos en algunos de ellos quintuplicando sus efectivos- en los casos de Cenes de la Vega, Los Ogijares o Cllar Vega (ver Grfi cos 13 y 14). Las pirmides de poblacin de estos municipios refl ejan este proceso vertiginoso de crecimiento demogrfi co (ver Grfi cos 15 y 16).

    En sntesis, en los ltimos 40 aos la actual Aglomeracin Urbana de Granada ha sufrido un incremento de ms del 100 % en la ocupacin

    de suelo destinado a usos residenciales e industriales. Su distribucin ha sido desigual siendo la ciudad de Granada y los ncleos de la primera corona metropolitana los ms prximos- los que han experimentado la mayor parte de ellos, provocando la aparicin de fuertes procesos de conurbacin entre diversos municipios as como la propia Aglomeracin. Por otro lado, algunos de los municipios que mayor incremento en la ocupacin urbana han experimentado han sido municipios de carcter rural, en principio como lugares de segunda residencia y posteriormente como lugares de vivienda habitual, lo que ha generado una importante dependencia de dichos ncleos de la capital en lo que a la prestacin de servicios respecta. Se consagra un proceso de concentracin de los usos industriales, principalmente, en la zona situada al Norte de Granada y en las cercanas de algunos ejes de comunicacin como la N-432. Todo este fenmeno de surgimiento de la Aglomeracin se ha realizado de forma desordenada sin que existiera una planifi cacin integral de este espacio con las consecuencias negativas que ello conlleva. Dicha visin no se manifi esta hasta la redaccin del Plan de Ordenacin del Territorio de la Aglomeracin, en 1999. Buena parte de los crecimientos que han tenido lugar en lo que al uso residencial se refi ere, no han venido justifi cadas por crecimientos poblacionales, consumiendo cada vez ms recurso suelo, con el consiguiente incremento de la insostenibilidad metropolitana (Aguilera Benavente, F. 2008, 52-88).

    Grfi co n 14. Crecimientos poblacionales intercensales.Fuente: Censos de Poblacin y Padrn, respectivos. SIMA. Elaboracin propia

  • 268

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    VALORACIN PATRIMONIAL DE LA VEGA DE GRANADA. PROPUESTA DE PROTECCIN.

    Como ya expusimos en la introduccin, la valoracin patrimonial que vamos a realizar de la Vega de Granada se asienta en su reconocimiento como parte integrante del patrimonio agrario. Para ello el elemento central, como tambin anticipbamos, que nos permite identifi carla como espacio dotado de valores patrimoniales y susceptible de proteccin es el sistema hidrulico defi nido para el riego y explotacin agraria de la misma a lo largo de la historia. Por esta razn va a ser este sistema el que centre nuestro anlisis, planteando no slo su reconocimiento sobre el territorio sino, sobre todo, las claves que determinan su valoracin patrimonial, en especial, la cuestin de la autenticidad.

    A partir de aqu, y tomando como referencia la continuidad de la explotacin agraria a lo largo de la historia, en especial, la sucesin de cultivos producidos en la misma, iremos superponiendo a la tela de araa tejida con respeto y memoria histrica por la red de acequias, algunos de las manifestaciones patrimoniales generadas por los hombres y mujeres que han cultivado y habitado los frtiles suelos de la Vega de Granada. En concreto analizaremos la arquitectura agrcola y los asentamientos poblacionales, las vas de comunicacin, los cultivos, el paisaje y, fi nalmente, a Federico Garca Lorca y la conquista de Granada como ejemplos de la signifi cacin histrica de la Vega. En defi nitiva, una pequea muestra de la diversidad de bienes que atesora la Vega de Granada en cuanto espacio patrimonial unitario derivado de la actividad agrcola generada a partir de la irrigacin de la cuenca aluvial del Genil.

    A)El sistema hidrulico.Como ya hemos sealado reiteradamente, el

    elemento defi nidor y estructurador de la Vega como mbito patrimonial es el sistema hidrulico de riego. No obstante, resulta de una gran complejidad proceder a su reconocimiento patrimonial, en

    primer lugar, porque inexplicablemente no existe an un estudio pormenorizado del mismo que permita identifi carlo con precisin, especialmente la intricada y complejsima red de acequias que estructuran toda la Vega y, en segundo lugar, porque resulta muy difcil reconocer y transmitir los valores patrimoniales del mismo, ya que en la mayora de los casos se compone de elementos funcionales de escasa importancia arquitectnica o constructiva que, adems, han experimentado constantes modifi caciones en su aspecto formal a lo largo de la historia como consecuencia de su uso continuado, lo cual sita la cuestin de la autenticidad como el principal problema patrimonial de este sistema hidrulico.

    Desde nuestro punto de vista, este sistema hidrulico, en defi nitiva, toda la Vega de Granada, dispone de un alto grado de autenticidad, el cual se manifi esta en la continuidad histrica del trazado y funcin del sistema de riego diseado y construido en poca medieval islmica que, con independencia de los antecedentes romanos existentes (que se pueden identifi car a travs de restos de dos presas en el ro Cubillas y en el posible mantenimiento de la estructura parcelaria regular en torno a la ciudad romana de Illurco, la actual Pinos Puente), es cuando debemos situar su origen. Aunque, como ya sealamos, la noticia documental ms antigua que disponemos del riego en la Vega es el repartimiento de las aguas del Genil de 1219 (Repartimiento de Abd Allah), en poca almohade, el trazado de sus elementos ms importantes estaba ya confi gurado desde la poca emiral o califal, alcanzando pleno desarrollo en poca zir y nazar. Esto signifi ca, y queremos resaltarlo especialmente, que la Vega de Granada exista con anterioridad a la propia fundacin de la ciudad de Granada, cuyo origen debemos situar en el traslado que en el siglo XI se produce de la capitalidad de la Cora Elvira desde su ubicacin originaria en la ciudad de Ilbira (situada a los pies de Sierra Elvira en el trmino actual de Atarfe) hasta la de Garnata,

    Grfi co n 15. Pirmide de poblacin de Cenes de la Vega. 2007.

    Fuente: Padrn de poblacin. SIMA. Elaboracin propia

    Grfi co n 16. Pirmide de poblacin de Granada capital. 2007.

    Fuente: Padrn de poblacin. SIMA. Elaboracin propia

  • 269

    lo cual se hace, como indica Antonio Malpica, sobre un espacio, el que integraba la Vega, denominada al-Fahs, que estaba bien poblado, con una agricultura a plena produccin gracias a la amplia red de acequias que, en cierta manera, la ciudad de Granada vino incluso a alterar: Es evidente, as mismo, que Granada se inserta en un espacio ya desarrollado, al que distorsiona en buena medida (Malpica Cuello, A. 1998, 231).

    El sistema hidrulico creado por la cultura islmica, como estableci Carmen Ocaa y luego ha sido reiterado de forma unnime por la historiografa posterior, se va a mantener prcticamente inalterado hasta la mitad del siglo XX: El mantenimiento de las acequias y la construccin nueva de algunas presas, no llega a producir ninguna desvirtuacin esencial, de modo que en 1950, los lmites de la vega granadina no diferan prcticamente de la vega musulmana. (Ocaa Ocaa, M.C., 1971, 63). Hasta ese momento, y tal y como ya se ha descrito, el nico cambio signifi cativo respecto a la situacin islmica ser el proceso de desecacin y roturacin del sitio real del Soto de Roma, una zona boscosa y pantanosa situada en torno a la actual localidad de Fuente Vaqueros14. Ser a partir de la dcada de 1950, primero con la construccin del Canal de Albolote y luego con el Canal del Cacn, cuando realmente se produzca una extensin signifi cativa de los lmites histricos de la Vega, amplindose en casi un 50% los lmites tradicionales de la misma. Una ampliacin que, en cierta manera, podemos considerar desde la perspectiva patrimonial como un aadido histrico valorable y, por tanto, susceptible de proteccin.

    Esta continuidad histrica no slo se manifi esta en el mantenimiento ms o menos preciso de los lmites geogrfi cos ocupados histricamente por el regado, sino, como antes sealbamos, en la pervivencia y, por tanto, conservacin tanto del trazado originario del sistema de riego, especialmente de la intrincada red de acequias, como de la forma y organizacin del mismo.

    Por lo que respecta a la conservacin del trazado originario del sistema hidrulico, lo cual debe califi carse como excepcional, equiparndose en igualdad de relevancia histrica y cultural con el mantenimiento de la estructura urbana islmica en el barrio histrico del Albaicn -el cual s tiene 14. Propiedad de la familia real nazar, pasar a manos de los Reyes Cat-licos, mantenindose dentro del Patrimonio Real hasta la segunda mitad del siglo XVIII, cuando la propiedad es cedida sucesivamente a ilustres servi-dores de la Corona, el ltimo, y en este caso por decisin de las Cortes de Cdiz en 1813, al Duque de Wellington, quien mantiene la propiedad hasta la mitad del siglo XX, cuando, tras varios intentos de expropiacin reclamados por los colonos, fue vendida prcticamente en su totalidad a stos a partir de 1940 (Ver Cuevas Prez, Jos. 2006).

    un reconocimiento patrimonial institucional y social, incluso como Patrimonio Mundial-, el principal argumento que lo justifi ca, al margen de los estudios histricos y arqueolgicos que deban hacerse para verifi car materialmente sobre el territorio esta afi rmacin, es la naturaleza de los sistemas de regados islmicos, los cuales apenas permiten modifi caciones una vez construidos. Como seala Antonio Malpica, recogiendo las afi rmaciones de Helena Kirchner, refi rindose a la concepcin hidrulica musulmana, El espacio irrigado es rgido, es decir, tiene lmites precisos y difcilmente modifi cables sin repercusiones graves en el funcionamiento de todo el sistema, es as mismo limitado en el sentido de que admite escasas ampliaciones, siempre sujetas al caudal, a la existencia de espacio con pendiente favorable que pueda ser incorporado a la red de distribuciones alargndola, o la posibilidad de hacer nuevas captaciones en una cota superior a la de la captacin originaria. Por eso, hay que destacar, como ya se dijo, que esta rigidez le confi ere a estos espacios una estabilidad temporal muy fuerte (Malpica Cuello, A. 1998, 217). La escasez de restos de fbrica conservados, derivada de su condicin funcional y la utilizacin de tcnicas y materiales poco duraderos que requieren constante renovacin, no debe ocultar ni minusvalorar la enorme y excepcional relevancia que supone la pervivencia material en el territorio de una construccin cultural medieval islmica como es este sistema de regado.

    A esta autenticidad material sealada, habra que unir la autenticidad funcional derivada del mantenimiento de su uso originario, ya que en la actualidad, y al margen de algunos cambios signifi cativos en las captaciones, se sigue manteniendo el mismo sistema de riego islmico. Esta continuidad debe extenderse a las formas de organizacin y gestin del mismo, donde se siguen manteniendo los turnos y tandas (aunque ya reducidos a pocas de enorme escasez de agua), la distribucin del agua por pagos ver planos 10 y 11-, la organizacin autnoma de cada acequia (originariamente por el clan familiar de la alquera y desde fi nales del siglo XIX por las comunidades de regantes), incluso la organizacin del riego en la parcela (se sigue utilizando de forma casi exclusiva el riego en superfi cie, realizado, en gran medida, con los mtodos tradicionales como el riego en fajas, en surcos con diferentes formas segn pendiente como el encadenado, el encadenado con vuelta a atrs o el amartillado- y en compartimentos cerrados ver foto 1- , el tipo de propiedad o las especies cultivadas.

  • 270

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    PLANO N 10. PAGOS DE LA ACEQUIA GORDA DEL GENIL. 1936.Fuente: Elaboracin propia

    PLANO N 11. PAGOS DE LA ACEQUIA GORDA DEL GENIL. 2009.Fuente: Elaboracin propia

  • 271

    Foto n 1.- Riego por surcos. (Castillo Ruz, J)

    Foto n 2. Captacin de agua de la Acequia Gorda del Genil. (Castillo Ruz, J)

    Foto n 3. Partidores en la Acequia Gorda del Genil. (Castillo Ruz, J)

    Foto n 4. Canal de las Madres del Rao -Santa Fe-. (Castillo Ruz, J)

  • 272

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    Justifi cada la autenticidad del sistema hidrulico, cabe sealar que de los diferentes elementos que lo conforman -formas de captacin de agua (presas, azudes, pozos y afl oramientos ver foto 2-, sistema de distribucin del agua (canales, acequias, partidores, ramales de pago y de riego ver foto 3- y construcciones hidrulicas asociadas (fundamentalmente molinos, aunque tambin habra que considerar aquellos otros usos relacionados: abrevaderos, fuentes, aljibes, ingenios y fbricas que utilizan el agua de las acequias para la realizacin de algunas de las fases de la produccin industrial de los cultivos)- los ms importantes y reconocibles en la actualidad son las acequias, la mayora de ellas existentes desde poca islmica, como, por citar algunas de las principales, las acequias Gorda, Arabuleila y Tarramonta (que captan el agua del ro Genil aguas arriba de la ciudad de Granada), las acequias Gorda de La Zubia, Genital y la Estrella (procedentes del ro Monachil), las acequias del Dlar, Real de los Ogjares y de Alhendn (que captan en el ro Dlar) o las acequias de En Medio, La Cruz y Alitaje (del ro Cubillas). Respecto al resto de elementos del sistema hidrulico destacamos los azudes (azud sobre el ro Cubillas en Atarfe, azud del Blanqueo en Pinos Genil y las denominadas Medias Lunas de Pinos Puente), los molinos, fundamentalmente harineros, o los importantes, histrica y ambientalmente, canales que conducen el agua de los manantiales hasta las acequias como, por ejemplo, los de San Juan, San Jos o el de las Madres del Rao (ver Foto 4).

    B) Arquitectura agrcola y asentamientos poblacionales.

    Cuando se habla de arquitectura agrcola se incluyen fundamentalmente todas aquellas construcciones de implantacin aisladas surgidas como hbitat al servicio de las necesidades productivas, lo cual las hace totalmente dependientes de su entorno refl ejando en sus obras las condiciones geogrfi cas, los cultivos y sus aprovechamientos, los sistemas de explotacin, el tipo de propiedad, etc. A nuestro entender, y no slo para el caso de la Vega aunque lo circunscribimos necesariamente a la misma, la valoracin de estas construcciones debera ampliarse tambin a la arquitectura popular que conforma los ncleos de poblacin situados en la Vega, incluso a los propios asentamientos poblacionales, ya que su ubicacin, estructura, tipologa, materiales, etc. se corresponden en gran medida con exigencias derivadas de la explotacin agraria.

    En relacin a estos asentamientos poblacionales (y al margen de aquellos que no han tenido continuidad futura por lo que son considerados como patrimonio arqueolgico: Medina Elvira, Villa romana de Hijar, villa romana de las Gabias, Torre el Fuerte de las Gabias, Cerro de la Encina en Monachil, Cerro de San Cristbal en los Ogjares, la Torre de Roma en Romilla, Chauchina, Baos rabes de Churriana y de La Zubia, etc.) la nota ms distintiva de los mismos es su enorme alteracin urbanstica y arquitectnica en los ltimos aos, haciendo en muchos casos irreconocibles su originaria condicin histrica15. No obstante, todava es muy reconocible la condicin agraria de estas localidades (arquitectura popular, trazado de calles, caminos de conexin con la vega, fuentes y abrevaderos, etc.), la cual reclama urgente atencin y proteccin, sobre todo, para desactivar su principal amenaza: la desconsideracin de dicha condicin agraria frente a la uniforme y anodina actividad constructiva de fi cticias y catetas aspiraciones urbanas.

    Por lo que respecta a la arquitectura agrcola de carcter aislado, resulta difcil identifi car una tipologa edifi catoria propia o singular de la Vega de Granada, ya que no existen unos condicionantes muy especfi cos que generen una tipologa singular. No obstante, podemos identifi car dos unidades o tipos de explotaciones agrarias claramente reconocibles, los cortijos y las huertas (Torices Abarca, N. y Zurita Povedano, E. 2003). Si bien comparten muchas caractersticas comunes se trata de explotaciones polivalentes de entidad funcional y constructiva mediana con importante presencia del ncleo residencial y con una organizacin por lo general nuclear, aunque tambin en torno a patios poco articulados que aglutinan las dependencias para el ganado, almacenamiento o, en algunos casos, para la transformacin- la diferencia radica fundamentalmente en la mayor relevancia del mdulo residencial. Si bien ste es importante en todos los casos debido al carcter intensivo de la explotacin agrcola -lo cual exige la presencia del agricultor o propietario constantemente en la fi nca-, la cercana de estas explotaciones a los ncleos urbanos, sobre todo en el caso de Granada, ha propiciado que en algunos casos, especialmente en las huertas, la vivienda del propietario adquiera un importante desarrollo con la inclusin de elementos formales y compositivos procedentes de la arquitectura 15. La nica poblacin de la Vega de Granada declarada conjunto histrico es Santa Fe, aunque no por sus valores relacionados con la actividad agraria, sino por el mantenimiento de la estructura urbana reticular creada a partir de la conversin en poblacin permanente del campamento de los Reyes Catlicos construido en 1491.

  • 273

    urbana, al utilizarse en muchos casos como segunda residencia.

    Un elemento de gran inters paisajstico y patrimonial, presente tanto en los cortijos como en las huertas, son los caminos de acceso a los mismos (comunican stos con el camino agrcola de distribucin principal y suelen tener entre 50 y 200 metros) en los cuales nos encontramos rboles de diferente porte tanto de sombra como frutales, generalmente acompaados por la recorrido de una acequia, conformando una de las imgenes paisajsticas ms poderosas de la Vega ver foto 5- .

    En cuanto a las huertas, a cuya singularidad como espacio agrario (donde destaca la sutil transicin entre las viviendas -la del propietario y la de los caseros, unida a la anterior aunque manteniendo una evidente sumisin manifestada en una ms pobre formalizacin arquitectnica-, el polivalente espacio comunal ajardinado situado delante de la casa y protegido generalmente por un parral y las explotaciones agrarias, jerarquizadas tambin en cuanto a sus cultivos segn la cercana con la casa) debemos unir su continuidad histrica respecto a las almunias o casas de recreo rabe, (Trillo San Jos, C. 2004) destacamos las siguientes: la Huerta del Tamarit (perteneciente todava a la familia de Federico Garca Lorca, en concreto a los herederos de Clotilde Garca Picossi, Da. Rosita la Soltera), Huerta del Marques, Huerta de San Jos, Huerta de los Perejileros y Huerta Corazn de Jess en Granada; la Huerta en Cllar Vega, la Huerta del Marqus en Otura; la Huerta de Nuestra Seora del Pilar en Vegas del Genil y La Huerta Grande y Casa Muharra en La Zubia.

    Por lo que respecta a los cortijos, la mayora de los conservados en la actualidad estn orientados al policultivo, presentando las ms importantes diferencias entre ellos en la existencia o no de edifi caciones dedicadas a la transformacin (fundamentalmente almazaras y, en menor medida, lagares), al almacenamiento (sobre todo, los secaderos) o en la presencia de dependencias para el ganado. Entre los cortijos de mayor inters y relevancia patrimonial destacamos los siguientes: Cortijo del Pino en Churriana de la Vega; Cortijo de la Via en Cllar Vega; Cortijo de la Cartuja, Cortijo del Rector, Cortijo de Santa Mara de la Vega, Cortijo de Alarcn, Cortijo del Cobertizo, Cortijo de Carvajal y Cortijo de la Matanza en Granada; Casera de Santa Ana, Cortijo del Alitaje ver Foto 6-, Cortijo de Daimuz Alto y Cortijo de la Marquesa en Pinos Puente; Cortijo de Santa Teresa en Santa Fe y Casero de San Ignacio en Vegas del Genil.

    C) Trnsitos y comunicaciones: red viaria, caminos histricos, vas pecuarias y red ferroviaria.

    El otro gran elemento estructurador de la Vega de Granada lo constituyen las vas de comunicacin y trnsito, ya que permiten entender el grado de interrelacin entre los diferentes ncleos de poblacin, tanto entre s como con respecto a la dominante presencia de la ciudad de Granada, la relacin entre los lugares de residencia y los espacios de produccin agraria o, fi nalmente, la convivencia entre la explotacin agraria y ganadera.

    Las vas de comunicacin o espacios de trnsito que podemos identifi car en la Vega de Granada son las carreteras de comunicacin entre los diferentes pueblos y con Granada, los caminos agrcolas de diferente nivel, las lneas del tranva elctrico (en menor medida las lneas de ferrocarril) y las caadas o vas pecuarias. Si bien lo que ms caracteriza patrimonialmente a estas vas histricas de comunicacin es su enorme alteracin, cuando no destruccin, consideramos que todava existen vestigios materiales importantes que sera posible recuperar y, por tanto, preservar. Por ejemplo, la red de caminos agrarios secundarios, muchos de ellos todava sin asfaltar, que permiten el acceso al compartimentado parcelario desde los diferentes ncleos de residencia (pueblos y cortijos), claro refl ejo de la histrica divisin y fragmentacin de la propiedad en la Vega de Granada.

    Tambin quedan algunos vestigios de la importantsima red de tranvas elctricos que comunicaban los pueblos ms importantes de la Vega con la ciudad de Granada, transportando viajeros y mercancas. Construida en las primeras dcadas del siglo XX (en 1914 se inaugura la de Santa Fe o en 1918 la de Pinos Puente), concluy su actividad en 1974, inicindose un proceso de desmantelamiento (incluido un expediente de reversin de los terrenos ocupados por el tranva a sus dueos) que ha reducido casi hasta su total desaparicin la presencia de esta importantsima actividad. No obstante todava quedan restos de puentes (por ejemplo, sobre el ro Genil en la lnea Granada-Santa Fe y en el ramal Santa Fe-Fuente Vaqueros), de estaciones o apeaderos, subestaciones elctricas, coches, trazados de la va, etc.

    Igualmente, la Vega dispone de un nmero signifi cativo de caminos o vas pecuarias. Si bien son escasas las principales (caadas y cordeles), - las caadas reales de Pinos Puente, de la Laura o de las Bateras, todas ellas en la zona Norte -, s abundan las secundarias -veredas y coladas-,

  • 274

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    Foto n 5. Camino de acceso al Cortijo del Pino -Churriana de la Vega-. (Castillo Ruz, J)

    Foto n 6. Cortijo del Alitaje -Pinos Puente-. (Castillo Ruz, J)

    Foto n 8. Secadero del cortijo de Caldern -La Zubia-. (Castillo Ruz, J)

  • 275

    cuya funcin, coincidiendo con los caminos tradicionales, es la unin entre municipios.

    D) Cultivos: especies cultivadas, tcnicas y formas de cultivo, almacenaje y manufactura artesanal e industrial.

    Desde la perspectiva del patrimonio agrario, que es como estamos abordando en este trabajo el anlisis de la Vega de Granada, las especies cultivadas adquieren un protagonismo esencial, ya que si bien son muchos los factores que determinan la implantacin de uno u otro cultivo, son stos, con sus particulares exigencias de plantacin, riego, abonado, recoleccin, almacenaje, comercializacin, transporte y, en su caso, manufactura, los que van a confi gurar los vestigios materiales e inmateriales del patrimonio agrario, en este caso de la Vega de Granada, otorgando al proceso econmico o productivo agrcola entidad y reconocimiento patrimonial.

    Desde este punto de vista, y debido al policultivo existente en la Vega de Granada, as como a su variacin a lo largo de la historia, resulta difcil proceder a realizar una valoracin patrimonial generada por los especies cultivadas en ella a lo largo de la historia, lo cual requerir un estudio en profundidad que esperamos poder afrontar en un futuro prximo. No obstante, teniendo en cuenta el grado de conocimiento existente en la actualidad sobre el patrimonio agrario de la Vega de Granada, podemos concluir que existen, o ms bien han existido, dos cultivos que han generado un importante y variado patrimonio, cuya persistencia en la actualidad identifi ca de forma muy precisa la riqueza e identidad patrimonial de la misma. Nos referimos a la remolacha y al tabaco.

    En el caso de la remolacha, su introduccin a fi nales del siglo XIX y su enorme expansin durante la primera mitad del siglo XX, supondr, tal y como hemos explicado, uno de los ms importantes acontecimientos histricos de la provincia de Granada, contribuyendo su cultivo y explotacin al mayor impulso modernizador alcanzado por la provincia en todo el siglo XX. A pesar de esta trascendencia, hasta ahora no se ha producido una valoracin patrimonial integral de este cultivo como patrimonio agrario. Tan slo en los ltimos aos han empezado a valorarse las azucareras y dems infraestructuras fabriles aunque desde la perspectiva del patrimonio industrial, por lo otro, de gran relevancia. De las 15 fbricas que se construyeron en la Vega de Granada entre 1882 (la primera, en la Vega y en Espaa, fue el Ingenio de San Juan, el cual se mantiene en su estructura arquitectnica an en buen estado) y 1910 (fue

    la de San Pascual en Pinos Puente, construida a pesar de la prohibicin que exista desde 1907 de construir nuevas fbricas) quedan restos importantes en algunas de ellas. Destacamos especialmente el conjunto fabril de San Isidro ver Foto 7-, situado en el trmino municipal de Granada, en el cual se integra el ingenio de San Juan (1882), la Alcoholera de San Pedro (1886), la Azucarera de San Isidro (1901) y la Alcoholera de San Isidro (1908); la Azucarera del Genil S.A, La Pursima Concepcin, tambin en Granada (1905); la Azucarera de la Vega, en Atarfe (1904-05) o la Azucarera de San Pascual, en Pinos Puente (1910) ver plano 12- .

    El cultivo y manufactura industrial de la remolacha propici el surgimiento de otras industrias auxiliares o complementarias de las que destacamos la Fbrica de superfosfatos, abonos y productos qumicos Carrillo S.A, que inicia su actividad el 6 de diciembre de 1920 para responder a la demanda de fertilizantes de la agricultura granadina. Situada en Atarfe, tiene como principal valor, al margen de su magnfi ca arquitectura de ladrillo, el hecho de ser la ltima fbrica en Espaa en producir cido sulfrico por el mtodo de cmaras de plomo (se mantiene hasta 1989), las cuales an se conservan.

    Junto a la remolacha, que es el cultivo que podemos considerar mtico en la Vega, el otro cultivo que ha generado un mayor patrimonio es el tabaco, sobre todo, a travs de los omnipresentes secaderos, los cuales, como ya anticipbamos, podemos considerarlos como el elemento patrimonial identifi cador de la Vega de Granada.

    Los secaderos obedecen a la necesidad de realizar la desecacin de las hojas de tabaco como proceso previo a su posterior fermentacin. En el caso de la Vega de Granada se hace mediante el curado al aire, que consiste en colgar las plantas en hileras unas bajo otras en el interior de un edifi cio -el secadero-, el cual se presenta horadado en sus paredes para permitir la circulacin del aire.

    Si bien, como seala Luis Gonzlez Ruiz, desde la administracin se exiga que los secaderos fueran construidos en ladrillo y con una superfi cie de alrededor de 100 metros cuadrados, en el caso de la Vega de Granada, aunque se construyeron muchos en este material, la mayora eran de ms pobre factura, realizados con rollizos de chopo en torno a pilarones de ladrillo que se extienden a las armaduras y cubiertas, causa, entre otras, del mal secado del tabaco de la Vega de Granada, crtica que constantemente se haca a los agricultores de esta zona (Gonzlez Ruz, L. 2004).

  • 276

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    PLA

    NO

    N

    12. L

    OC

    ALI

    ZA

    CI

    N D

    EL

    PA

    TRIM

    ON

    IO I

    ND

    US

    TRIA

    L D

    E L

    A V

    EG

    A D

    E G

    RA

    NA

    DA

    .Fu

    ente

    : Ela

    bora

    cin

    pro

    pia

  • 277

    Por lo que respecta a los secaderos de ladrillo, que son los mejores conservados y en muchos casos objeto de las reutilizaciones ms diversas algunas muy respetuosas y otras no tanto- , sealar que nos encontramos con ejemplos de una gran simplicidad y belleza, destacando la plasticidad generada por la reiteracin de las geometras de los cerramientos calados y las elegantes formas de los hastiales.

    Al margen de su tipologa o del material empleado, lo interesante de los secaderos es su dispersin por toda la Vega, as como la enorme cantidad de los existentes (si bien en la actualidad se han perdido muchos, a fi nales de la dcada de los 40 existan en torno a 6000), lo cual es debido a un hecho consustancial a la historia productiva de la Vega: la fragmentacin de la propiedad o el minifundismo. Frente a las indicaciones de las autoridades de construir grandes secadores comunales, los agricultores optaban por construir los que necesitaban para su explotacin, los cuales podan hacerse junto a la propiedad, ms habitual en el caso de que existiera un cortijo, a cuyas construcciones se suelen adosar (los cortijos ms importantes sealados anteriormente disponen prcticamente todos de secaderos, caso, por ejemplo, del Cortijo del Alitaje en Pinos Puente, el de Santa Mara de la Vega en Granada o el de Caldern en la Zubia ver Foto 8-, en los ncleos urbanos (algunos de los secaderos urbanos ms interesantes los encontramos en Pinos Puente, Fuente Vaqueros, Belicena o en la barriada de Bobadilla en Granada) o, as mismo, agrupados con otros formando conjuntos de secaderos como los del camino del Jau a Pedro Ruiz. Este hecho es el que explica que existan secaderos de tan diferente manufactura o calidad, ya que refl ejan la capacidad econmica del propietario.

    E) Valores paisajsticos.Como constantemente hemos reiterado en

    este trabajo, la Vega de Granada es ante todo un espacio unitario, tanto en su conformacin fsica e histrica como en su apropiacin por la ciudadana. Por esta razn, uno de los valores especialmente relevantes de la Vega es el paisajstico ver foto 9-, ya que resulta consustancial en l la interrelacin de elementos fi siogrfi cos y antrpicos y su percepcin global por las personas.

    Como sealan los autores del informe Ordenacin y Proteccin de la Vega de Granada, de julio de 1998, realizado como soporte documental para la elaboracin del Plan de Ordenacin del Territorio de la Aglomeracin

    Urbana de Granada (POTAUG)16, que son los que han hecho una caracterizacin ms precisa de los valores paisajsticos de la Vega de Granada, sta se ofrece al observador como una gran cuenca visual autocontenida que permite un alto nivel de intervisualizacin desde su interior a los bordes y viceversa debido a su conformacin como cuenca sedimentaria rodeada de glacies y montaas y que posibilita la creacin de numerosas y variadas perspectivas visuales ver Foto 10-. Destacamos al respecto, al margen de los excepcionales miradores existentes en la ciudad de Granada, especialmente en la Alhambra y el Albaicn, los del Cerro de la Ermita de los tres Juanes en Sierra Elvira (Atarfe) y el de Montevives, en Gabia la Grande.

    Esta confi guracin descrita es la que produce, segn los autores comentados, la otra caracterstica paisajstica de la Vega: el intenso contraste entre sta y su entorno envolvente. Este contraste se manifi esta especialmente en el cromatismo, donde la fuerza de lo verde, aunque sea matizado por los amarillos y pardos estacionales producidos por las abundantes choperas que marcan el desarrollo lineal del ro Genil, se contrapone, manifestndose con una gran fuerza plstica, con las tonalidades clidas de las colinas y montaas del entorno inmediato, o incluso fras como los grises de las alejadas alineaciones orogrfi cas, temporalmente culminadas con el blanco de la capa de nieve de Sierra Nevada.

    No obstante, a pesar de la riqueza de perspectivas y visiones que la Vega presenta, sigue persistiendo en cierta medida una consideracin paisajstica de la misma muy complementaria, instrumental y externa, ya que, o bien se utiliza como plataforma de visualizacin de la ciudad de Granada (la visin de la Alhambra con el fondo de Sierra Nevada, tan reproducida en las imgenes histricas y que sitan constantemente a la Vega a la espalda del visitante) o como difuso e indefi nido territorio circundante a la ciudad de Granada del que, observado desde plataformas privilegiadas como la Torre de la Vela, se va registrando resignadamente su alteracin o prdida continua. Debe constituir un reto principal identifi car y desarrollar los valores paisajsticos propios, internos e intrnsecos dela Vega, esos que permitan disfrutar con los rumores, colores y olores cambiantes de un paseo sereno por las tiles acequias histricas.

    16. La redaccin de este documento ha sido realizada bajo la direccin tc-nica de Gloria Vega Gonzlez y ha contado con la colaboracin de los miem-bros de la Ofi cina Tcnica de la Aglomeracin Urbana de Granada.

  • 278

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    Foto n 7. Conjunto fabril de San Isidro Granada-. (Castillo Ruz, J)

    Foto n 9. Paisaje invernal. (Castillo Ruz, J)

  • 279

    F) Federico Garca Lorca y la conquista de Granada: reconocimiento de los valores histricos e inmateriales de la Vega de Granada.

    Junto al variado e importante patrimonio material de la Vega ya descrito, debemos aadir el igualmente diverso y rico patrimonio intangible, apenas estudiado an y que deriva en gran medida, como el resto de dimensiones patrimoniales de la Vega, de la actividad agrcola continua desarrollada a lo largo de la historia, aunque tambin de importantsimos hechos histricos sucedidos en diferentes lugares de la Vega y que, como ha sucedido con tantas otras dimensiones, han sido absorbidos y oscurecidos por la potencia de la ciudad de Granada. Dos importantes ejemplos nos sirven para ilustra lo dicho.

    El primero de ellos, el asedio y fi nal conquista de la ciudad de Granada en 1492, as como una de las derivadas ms importantes de este acontecimiento, la fi rma de las Capitulaciones -en la Casa Real de Santa Fe- entre los Reyes Catlicos y Cristbal Coln para el descubrimiento de Amrica. Estos trascendentes acontecimientos, que suponen un hito no slo en la historia de Espaa sino en la historia de la humanidad, dando lugar al nacimiento de la Edad Moderna, tienen en la localidad de Santa Fe (primero con la instalacin en 1491 en la alquera del Gozco, en los Ojos del Hucar, del campamento militar de los Reyes Catlicos, y luego, tras su abandono, con la defi nitiva fundacin de la ciudad de Santa Fe), uno de sus vestigios ms importantes, los cuales son extensibles a otras localidades de la Vega, donde se produjeron numerosos episodios relacionados con el asedio y posterior conquista de Granada.

    El otro ejemplo es la presencia amplia, persistente y profunda en la Vega de Granada de uno de los personajes histricos y artistas ms importantes de la historia de Espaa, el poeta Federico Garca Lorca. Si bien su identifi cacin con la ciudad de Granada resulta legtima y necesaria, apenas quedan vestigios materiales de su presencia en la misma, mientras que, por el contrario, son numerosos los que an se mantienen diseminados por la Vega, tanto en Fuente Vaqueros, donde naci el 5 de junio de 1898, como, sobre todo, en el cercano pueblo de Valderrubio (llamado Asquerosa en el momento en el que el viva), donde se traslad con su familia en 1895 y donde vivira hasta su traslado a Granada en 1909, aunque seguir volviendo en verano hasta que compraran en

    1925 la Huerta de San Vicente (en ese momento en plena huerta de Granada). En este pueblo nos encontramos, adems de la casa familiar (convertida actualmente en museo), la vivienda prcticamente intacta de Frasquita Alba, la familia vecina que inspir el drama de la casa de Bernarda Alba, el Cortijo de Daimuz, donde su padre consigui, como no, a travs del cultivo de la remolacha, gran parte de los recursos que le permitieron posteriormente trasladarse a la ciudad de Granada, la Fuente de la Carrura o de la Teja, donde Lorca aprendi a interpretar el sentir popular, o multitud de lugares ms donde persiste la memoria de muchos de los personajes (sus herederos ya) que habitan sus obras.

    G) Claves para la proteccin de la Vega de Granada.

    Como lgica culminacin a todo nuestro anlisis patrimonial debemos manifestar con rotundidad la necesidad de establecer un sistema de proteccin de la Vega de Granada. Para ello tomamos como referencia los argumentos que desde hace ya varios aos venimos defendiendo los ciudadanos y asociaciones de Granada organizados a travs de la Plataforma Salvemos la Vega. Se asientan en estos principios: reconocimiento indiscutible de un valor cultural, natural, econmico y social derivado de la actividad agraria desarrollada a lo largo de la historia; necesidad de establecer una fi gura de proteccin, en este caso la de Zona Patrimonial prevista en la nueva Ley de Patrimonio Histrico de Andaluca (LPHA), y ello como reconocimiento formal del inters general de todos los ciudadanos que otorgue permanencia y estabilidad a la proteccin de la Vega frente a la inseguridad y coyunturalidad que ofrecen otros instrumentos de menor rango como el planeamiento territorial o urbano (en concreto el POTAUG ver plano 13-) y, adems, como mecanismo imprescindible y urgente para terminar con el virulento proceso de destruccin actualmente instalado (afortunadamente ahora ralentizado por la crisis econmica); y fi nalmente,la creacin de una fi gura de gestin (que podra ser la de Parque Cultural prevista en la LPHA) supramunicipal y representativa que permita implantar planes y programas que posibiliten la dinamizacin de la Vega, especialmente a travs de la agricultura (de una agricultura viable y adecuada a la condicin histrica de este espacio, lo cual nos lleva a lo ecolgico y sostenible) y de otros usos culturales, recreativos o tursticos compatibles con la misma.

  • 280

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    PLA

    NO

    N

    13. M

    OD

    ELO

    TE

    RR

    ITO

    RIA

    L D

    E L

    A A

    GLO

    ME

    RA

    CI

    N U

    RB

    AN

    A D

    E G

    RA

    NA

    DA

    .Fu

    ente

    : P

    lan

    de O

    rden

    aci

    n de

    l Ter

    ritor

    io d

    e la

    Agl

    omer

    aci

    n U

    rban

    a de

    Gra

    nada

    . Dire

    cci

    n G

    ener

    al d

    e O

    rden

    aci

    n de

    l Ter

    ritor

    io y

    Urb

    anis

    mo.

    Con

    seje

    ra d

    e O

    bras

    Pb

    licas

    y T

    rans

    port

    e de

    la

    Junt

    a de

    And

    aluc

    a. 1

    99

    9.

  • 281

    Foto

    n

    10. L

    a Ve

    ga d

    e G

    rana

    da. (

    Cas

    tillo

    Ru

    z, J

    )

  • 282

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    CASTILLO MARTN, Antonio. Causas de la desaparicin de los manantiales: el silencio de la ausencia. En Castillo Martn, Antonio. (Coord.). Los manantiales de Andaluca. Sevilla, Agencia Andaluza del Agua y Universidad de Granada, 2008, pgs. 202-204.

    CASTILLO RUIZ, Jos. El futuro del Patrimonio Histrico: la patrimonializacin del hombre. e-rph. Revista electrnica de Patrimonio Histrico, n 1, 2007, pgs. 1-5. http://www.revistadepatrimonio.es/revistas/numero1/concepto/estudios/articulo.php

    CASTILLO VERGARA, Agustn. Los tranvas de la Vega de Granada. El tranva de santa Fe, las lneas interurbanas y el ferrocarril areo Durcal-Motril. Granada, Proyecto Sur, 2003.

    CENTENO MARN, Miguel ngel. Explotaciones industriales de azcar de remolacha en la vega granadina. (s.l): S. n. , 1996.

    CUEVAS PREZ, Jos. El Real Sitio Soto de Roma. Granada, Caja General-Obra Social, 2006.

    DELGADO BUJALANCE, Buenaventura. Los paisajes periurbanos en los planes subregionales de las aglomeraciones urbanas andaluzas: logros, carencias y contradicciones. Boletn de la Asociacin de Gegrafos Espaoles, n 49, 2009, pgs. 105-128.

    DELGADO GARCA, Jos. Las obras hidrulicas en la provincia de Granada. En Ttos Mrtinez, Manuel (coord.). Nuevos paseos por Granada y sus contornos. Granada, Caja General de Ahorros, 1995, T.II.

    DIRECCIN GENERAL DE AGRICULTURA ECOLGICA. Plan estratgico de agricultura ecolgica de la Vega de Granada. 2007. Documento electrnico http://www.cifaed.es/publicaciones.php

    ESPINAR MORENO, Manuel. Consideraciones sobre el regado de la Vega de Granada. Repartimientos musulmanes (siglos XII-XVI). Chronica nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada, n 18, 1990, pgs. 121-154.

    FERNNDEZ AVIDAD, ngel. Granada: estructura de un espacio metropolitano. Granada: [s.n.], 1997.

    FERRER RODRGUEZ, A. y URDIALES VIEDMA, M.E. Trnasformaciones socio-espaciales en el rea suburbana de Granada. Anales de Geografa de la Universidad Complutense, n 15, 1995, pgs. 305-313.

    GARCA MARTNEZ, Emilia. El Plan de proteccin de la Vega de Granada. Un caso real. En Salvador Palomo, Pedro Jos (coord.). Seminario internacional sobre la huerta de Valencia: [Palau de la Msica de Valencia del 28 al 30 de abril de 1993], 1994, pgs. 329-346.

    GIMENEZ YANGUAS, M. y PIAR SAMOS, J.: >. En: Primeras Jornadas del Patrimonio Industrial y la Obra Pblica. Sevilla. 1994, pp583-592.

    BIBLIOGRAFA

    AA.VV. El pasado del futuro. Vestigios de la industrializacin en la provincia de Granada. Diputacin de Granada, 2001.

    Plan de Ordenacin del Territorio de la aglomeracin urbana de Granada: documento de bases y estrategias. Sevilla. Junta de Andaluca, Consejera de Obras Pblicas y Transportes, 1997.

    Plan especial de proteccin de la vega. Granada. Ayuntamiento de Granada, 1991.

    AGUILERA BENAVENTE, F. Anlisis espacial para la ordenacin eco-paisajsitica de la aglomeracin urbana de Granada. Granada. Tesis Doctoral. 2008. Indita.

    BENAVENTE HERRERA, Jos. Acuferos y aguas subterrneas. En Castillo Martn, Antonio. (Coord.). Los manantiales de Andaluca. Sevilla, Agencia Andaluza del Agua y Universidad de Granada. 2008, pgs. 22-32.

    BOSQUE MAUREL, Joaqun. Nuevos regado en el Valle del Genil. Estudios Geogrfi cos, n XX, 1959, pgs. 145-148.

    BOSQUE MAUREL, Joaqun. El agua como recurso escaso y sus problemas en la Espaa actual. Estudios Geogrfi cos, n 265, 2008, pgs. 453-493.

    BOSQUE MAUREL, Joaqun y FERRER RODRGUEZ, Amparo. Granada la tierra y sus hombres. Granada. Universidad de Granada, 1999.

    CABO ALONSO, A. Condicionamientos geogrfi cos. En Artola Gallego, Miguel. (Dir). Historia de Espaa Alfaguara. Madrid, Alianza Editorial, pgs. 1-183.

    CAETE PREZ, J.A. y Otros. Cambios demogrfi cos en la aglomeracin urbana de Granada y Plan de Ordencin del Territorio. Cuadernos Geogrfi cos, n 36-1, 2005, pgs. 275-289.

    CARVAJAL LPEZ, Jos Cristbal. El poblamiento altomedieval en la Vega de Granada a travs de su cermica [Recurso electrnico] Granada. Universidad de Granada, 2007.

    CARVAJAL LPEZ, Jos Cristbal.El poblamiento altomedieval de la Vega de Granada. Studia historica. Historia medieval, n 26, 2008 (Ejemplar dedicado a: Mujeres y Edad Media. Nuevas perspectivas), pags. 133-152.

    CASTILLO MARTN, Antonio. Agua y acequias en la Alpujarra (Sierra Nevada). En Rosa Campos, Jos Luis (Ed.). II Conferencia de La Alpujarra: agricultura y medio ambiente. Granada. Universidad y Ctedra UNESCO, 1999, pgs. 151-164.

    CASTILLO MARTN, Antonio. El acufero de la Vega de Granada. Ayer y hoy (1966-2004). En Lpez Geta, J.A. et al. (Eds.) Agua, Minera y Medio Ambiente: libro homenaje al profesor Rafael Fernndez Rubio. Madrid, Instituto Geolgico y Minero de Espaa. 2005, pgs. 161-172.

  • 283

    GARRIDO ATIENZA, M. Los alquezares de Santa Fe. Granada, 1893.

    GONZALEZ DE MOLINA, Manuel y GUZMN CASADO, Gloria. Tras los pasos de la insustentabilidad: agricultura y medio ambiente en perspectiva histrica (S. XVIII-XX). Barcelona, Icaria, 2006.

    GONZLEZ RUIZ, Luis. Origen y desarrollo del cultivo del tabaco en la provincia de Granada (1870-1960). Granada, Atrio, 2004.

    GUZMN CASADO, Gloria y GONZLEZ DE MOLINA, Manuel. Transformacin del metabolismo social agrario y cambios en el paisaje. Un estudio de caso en el sureste espaol (1752-1997). En III Congreso Internacional de la red SIAL: Alimentacin y Territorios. Baeza, octubre 2006. Mecanografi ada.

    HERNNDEZ BENITO, Pedro. La Vega de Granada a fi nes de la Edad Media segn las rentas de los habices. Granada, Diputacin Provincial, 1990.

    HERNNDEZ HERNNDEZ, Mara. El paisaje como sea de identidad territorial: valoracin social y factor de desarrollo, utopa o realidad? Boletn de la Asociacin de Gegrafos Espaoles. Madrid, n 49, 2009, pgs. 168-184.

    LAFUENTE ALCNTARA, E. El libro del viajero en Granada. Madrid, 1850 (reimpresin Granada, 1981).

    LPEZ-BURGOS DEL BARRIO, Mara Antonia. La Vega de Granada: relatos de viajeros ingleses durante el siglo XIX. Santa Fe. Ayuntamiento de Santa Fe, 1997.

    LUNA DAZ, Juan Andrs. La Alquera: Un modelo socio-econmico en la Vega de Granada. Aproximacin a su estudio. Chronica nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada, n 16, 1988, pgs. 79-100.

    LLOP, Carles. Paisajes metropolitanos: policentrismo, dilataciones, multiperiferias y microperiferias. Papers. Regi metropolitana de Barcelona, n 47, 2008, pgs. 8-13.

    MALPICA CUELLO, Antonio.Arqueologa hidrulica y poblamiento medieval en la Vega de Granada. Fundamentos de Antropologa n 6-7. Diputacin Provincial de Granada. Centro de Estudios Etnolgicos ngel Ganivet. 1998.

    MALPICA CUELLO, Antonio.Ciudad islmica: centro histrico y periferia urbana. Arqueologa y Territorio Medieval n 2. Universidad de Jan. 1993.

    MALPICA CUELLO, Antonio.El paisaje rural medieval en la Vega de Granada y la ciudad de Ilbira. Arqueologa espacial, N 26 (2006), pgs. 227-242.

    MANZANO MARTOS, Rafael. Darabenaz: Alquera nazar en la vega de Granada. Al-ndalus : revista de las Escuelas de Estudios rabes de Madrid y Granada, Vol. 26, n 1, 1961, pgs. 201-218

    MATA OLMO, Rafael. El paisaje, Patrimonio y recurso para el desarrollo territorial sostenible. ARBOR. Ciencia, Pensamiuento y Cultura, n 729, 2008, pgs. 155-172.

    MAYA FRADES, Antonio y HIDALGO GONZLEZ, Cristina. Nuevas funciones y desarrollos de los territorios rurales europeos: su necesaria adaptacin a mtodos de produccin duraderos y sostenibles. Boletn de la Asociacin de Gegrafos Espaoles, n 49, 2009, pgs. 255-280.

    MARTN RODRGUEZ, Manuel. Azcar y descolonizacin: origen y desenlace de una crisis agraria en la vega de Granada: el Ingenio de San Juan, 1882-1904. Granada, Instituto de Desarrollo Regional, 1982.

    MARTN RODRGUEZ, Manuel. Historia econmica de la Vega de Granada (Siglos XV-XX): una propuesta de interpretacin malthusiana. Granada, Don Quijote, 1982.

    MARTN-VIVALDI CABALLERO, Mara Elena y JIMNEZ OLIVENCIA, Yolanda. Transformaciones del paisaje en el rea de infl uencia de la capital granadina: la Vega de Granada. Cuadernos Geogrfi cos de la Universidad de Granada, n 22-23 (1993-1994), pgs. 175-194.

    MARTNEZ LPEZ, Martn Reproduccin social y parentesco en un proceso de ascensin socio-econmica en la Vega de Granada (Siglos XVIII y XIX). Noticiario de historia agraria: Boletn informativo del seminario de historia agraria, Ao 3, n 5, 1993, pgs. 67-96

    MENOR TORIBIO, Jos. La Vega de Granada: transformaciones agrarias recientes en un espacio periurbano. Granada, Universidad de Granada, 2000.

    MOLINA LPEZ, Emilio y JIMNEZ MATA, Carmen. La propiedad de la tierra en la Vega de Granada a fi nales del siglo XV. El caso de Alitaje. Anaquel de estudios rabes, n 12 2001, pgs. 449-480.

    OCAA OCAA, Mara del Carmen. La Vega de Granada. Estudio geogrfi co. Instituto de Geografa Aplicada del Patronato Alonso de Herrera (C.S.I.C), Caja de Ahorros de Granada, 1974.

    OCAA OCAA, Mara del Carmen. Organizacin de los regados en la Vega de Granada. Cuadernos Geogrfi cos de la Universidad de Granada, n 1, 1971, pgs. 59-83.

    ORFILIA PONS, Margarita (et al.). Estudio preliminar de los elementos constructivos hidrulicos de poca romana del ro Cubillas (Tramo Deifontes-Albolote). Anales de Arqueologa Cordobesa, n 7. Universidad de Crdoba. 1996.

    PEINADO SANTAELLA, Rafael Gerardo.La Fundacin de Santa Fe: (1491-1520): estudios y documentos. Granada, Universidad de Granada, 1995.

    PEINADO SANTAELLA, Rafael Gerardo. De Ilurco a Pinos Puente: poblamiento, economa y sociedad de un pueblo de la Vega de Granada. Granada, Diputacin de Granada. 1998.

    PEINADO SANTAELLA, Rafael Gerardo. Un espacio aristocrtico: propiedad, formas de explotacin de la tierra y poblamiento en el sector occidental de la Vega de Granada, a fi nales de la Edad Media. Fundamentos de antropologa, n. 6-7, 1997, pgs. 232-244.

  • 284

    CAPTULO 9: La Vega de Granada. La construccin patrimonial de un espacio agrario

    PEZZI CERETTO, Manuel y Otros. La red hidrogrfi ca de Sierra Nevada (Granada): relacin con las pendientes, anlisis cuantitativo, determinacin de caudales y regmenes. En Gmez Zotano, Jos y Ortega Alba, Francisco (Eds.) El sector central de las Bticas: una visin desde la Geografa Fsica. Granada, Universidad de Granada, 2009, pgs. 201-221.

    REYES MESA, Jos Miguel. Los molinos hidrulicos harineros de la vega de Granada. Fundamentos de Antropologa n 2. Granada, Diputacin Provincial de Granada. Centro de Investigaciones Etnolgicas ngel Ganivet. 1993.

    RODRIGUEZ MARTINEZ, Francisco. Granada: medio fsico y desarrollo. Instituto de Desarrollo Regional. Universidad de Granada. Granada. 1985.

    RODRIGUEZ MARTINEZ, Francisco. Paisajes del agua que desaparecen. La acequia de Ainadamar de Granada. Demfi lo. Revista de cultura tradicional de Andaluca, n 27, 1998, pgs. 119-142.

    RODRIGUEZ MARTINEZ, Francisco. Los derrames penibticos. En Gil Olcina, Antonio. (Dir). Alteraciones de los regmenes hdricos peninsulares. Murcia, Fundacin Caja Murcia, 2004, pgs. 439-493.

    RODRIGUEZ MARTINEZ, Francisco. Los afl uentes de la margen izquierda. En Rubiales Torrejn, Javier. (Coord.) El ro Guadalquivir. Sevilla, Consejera de Obras Pblicas y Transporte, 2008, pgs. 41-54.RUBIO GANDA, Miguel ngel, GIMNEZ YANGUAS, Miguel y REYES MESA, Jos Miguel. Patrimonio industrial de Granada. Granada, Caja Granada, 2003.

    SNCHEZ DE LAS HERAS, Carlos. (Coord.). El Patrimonio Industrial de Andaluca. Jornadas Europeas de Patrimonio. Sevilla, Consejera de Cultura, 2001.

    SNCHEZ DEL RBOL, Miguel ngel. El medio fsico del territorio de la aglomeracin urbana de Granada. En Gmez Zotano, Jos y Ortega Alba, Francisco (Eds.) El sector central de las Bticas: una visin desde la Geografa Fsica. Granada, Universidad de Granada, 2009, pgs. 165-190.

    SANZ LORITE, M. De la Vega a la aglomeracin urbana de Granada. Aproximacin geogrfi ca a un espacio en fase de reorganizacin. Cuadernos Econmicos de Granada, n 5, 1996, pgs. 73-83.

    SNCHEZ DAZ, Luis y CASTILLO MARTN, Antonio. Calidad general de las aguas de la Vega de Granada. Anlisis comparativo de las aguas superfi ciales, subterrneas y residuales. En VI simposio del Agua de Andaluca. Madrid, IGME, 2005, pgs. 1237-1245.

    SECO DE LUCENA, Luis. Toponimia rabe en la vega y los montes de Granada. Al-ndalus: revista de las Escuelas de Estudios rabes de Madrid y Granada, Vol. 29, n 2, 1964, pgs. 311-327.

    SILVA PREZ, Roco. Hacia una valoracin patrimonial de la agricultura. Scripta Nova. Revista electrnica de Geografa y Ciencias Sociales. Barcelona, Universidad de Barcelona, 15 de octubre de 2008, vol. XII, n 275 htpp://www.ub.es/geocrit/sn/sn-275.htm-.

    SILVA PREZ, Roco. Agricultura, paisaje y patrimonio territorial. los paisajes de la agricultura vistos como patrimonio. Boletn de la Asociacin de Gegrafos Espaoles, n 49, 2009, pgs. 309-334.

    SORIA MESA, Enrique. Seores y oligarcas. La Vega de Granada en los siglos XVII al XIX. Chronica nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada, n 20, 1992, pgs. 315-340.

    TARRAGONA GMEZ, F. El efecto de antropizacin en los sitemas naturales del rea metropolitana de Granada: el gradiente rural-urbano. Granada. Tesis doctoral. 2003. Indita.

    TITOS MARTNEZ, Manuel (Dir.). Nuevos paseos por Granada y sus contornos. Granada, Ed. Caja General de Ahorros, 1992.

    TORICES ABARCA, N. y ZURITA POVEDANO, E. Cortijos, haciendas y lagares. Sevilla, Conserjera de Obras Pblicas. 2003.

    TRILLO SAN JOS, Carmen. Una sociedad rural en el mediterrneo medieval: el mundo agrcola nazar. Granada, A. M. Liberbolsillo, 2003.

    TRILLO SAN JOS, Carmen. Agua y paisaje en Granada: una herencia de Al-ndalus. Granada, Diputacin Provincial de Granada, 2003.

    TRILLO SAN JOS, Carmen. Agua, tierra y hombres en Al-ndalus. La dimensin agrcola del mundo nazar. Granada, Grupo de Investigacin Toponimia, Historia y Arqueologa del Reino de Granada, 2004.