10
 Los caballeros de la Mesa Redonda El escritor y periodista John Carlin inicia este miércoles una serie en la que explora el fenómeno Podemos, por qué ha logrado convencer a tanta gente en tan poco t iempo, cómo son sus dirigentes y, sobre todo, a qué aspira Imagen del mitin que ofreció Podemos en Valencia el 25 de enero. / Mónica Torres ( ) Domingo, doce de la mañana, horario de misa. Faltan cuatro días para Navidad y  el recinto está repleto; el ambiente, festivo; el fervor ante la inminente llegada del elegido, in crescendo. Gente de todas las edades, de los dos años a los ochenta, la mayoría de pie, con los ojos puestos en una puerta al fondo de la sala por donde saldrá el hombre llamado a señalarles el camino. Pasan los minutos   doce y cinco, doce y diez, doce y cuarto    y aún no aparece. Pero la multitud no se desanima. Se deleita con la sensación de estar  participando en un momento histórico y corea una co nsigna tras otra, todas cargada s de ilusión, au nque de origen diverso. “¡Sí, se puede!”, eco del “Yes, we can” de la campaña electoral del pr esidente de Estados Unidos; “¡El  pueblo, unido, ja más será ven cido!”, importada d e América Latina, de las luchas antiimperialismo yanqu i; “A por ellos, ¡oé!”, de la liturgia futbolera; y “¡Paaablooo! ¡Paaa blooo!”, al ritmo que marcan l os fieles del vecino Camp Nou —“¡Meeessiii! ¡Meee ssiii!”—  cuando aclaman a su ídolo. El lugar, el Palau Municipal d’Esports de Vall d’Hebron, barrio obrero de Barcelona; la fecha, el 21 de diciembre del año recién concluido. Podemos representa cambio, futuro y modernidad, pero la coleta l arga que luce Iglesias le da un aire rockero años setenta Falta casi un año para l as elecciones generales españolas pero ya huele a victoria aquí en el Vall d’Hebron. Es el primer acto multitudinario de Podemos, el partido político líder según las encuestas nacionales, en tierras catalanas. Unas 2.500 personas dentro del pabellón y otras mil afuera aclaman a  Pablo Iglesias,  profesor de Cienc ias Políticas de 36 años  que, justo un año antes, con otros cuatro docentes de la Universidad Complutense de Madrid, decide fundar Podemos. Ahora es su secretario general,  primus inter  pares y cara pública de la nueva formación, el líder de la primavera española que hoy agita a la vieja Europa.

Los Caballeros de La Mesa Redonda

Embed Size (px)

Citation preview

  • Los caballeros de la Mesa Redonda

    El escritor y periodista John Carlin inicia este mircoles una serie

    en la que explora el fenmeno Podemos, por qu ha logrado

    convencer a tanta gente en tan poco tiempo, cmo son sus dirigentes

    y, sobre todo, a qu aspira

    Imagen del mitin que ofreci Podemos en Valencia el 25 de enero. / Mnica Torres ( )

    Domingo, doce de la maana, horario de misa. Faltan cuatro das para Navidad y el recinto est repleto; el

    ambiente, festivo; el fervor ante la inminente llegada del elegido, in crescendo. Gente de todas las edades, de

    los dos aos a los ochenta, la mayora de pie, con los ojos puestos en una puerta al fondo de la sala por

    donde saldr el hombre llamado a sealarles el camino. Pasan los minutos doce y cinco, doce y diez, doce y cuarto y an no aparece. Pero la multitud no se desanima. Se deleita con la sensacin de estar participando en un momento histrico y corea una consigna tras otra, todas cargadas de ilusin, aunque de

    origen diverso.

    S, se puede!, eco del Yes, we can de la campaa electoral del presidente de Estados Unidos; El pueblo, unido, jams ser vencido!, importada de Amrica Latina, de las luchas antiimperialismo yanqui; A por ellos, o!, de la liturgia futbolera; y Paaablooo! Paaablooo!, al ritmo que marcan los fieles del vecino Camp Nou Meeessiii! Meeessiii! cuando aclaman a su dolo.

    El lugar, el Palau Municipal dEsports de Vall dHebron, barrio obrero de Barcelona; la fecha, el 21 de diciembre del ao recin concluido.

    Podemos representa cambio, futuro y modernidad, pero la coleta larga que luce Iglesias le da un aire rockero

    aos setenta

    Falta casi un ao para las elecciones generales espaolas pero ya huele a victoria aqu en el Vall dHebron. Es el primer acto multitudinario de Podemos, el partido poltico lder segn las encuestas nacionales, en

    tierras catalanas. Unas 2.500 personas dentro del pabelln y otras mil afuera aclaman a Pablo Iglesias,

    profesor de Ciencias Polticas de 36 aos que, justo un ao antes, con otros cuatro docentes de la

    Universidad Complutense de Madrid, decide fundar Podemos. Ahora es su secretario general, primus inter

    pares y cara pblica de la nueva formacin, el lder de la primavera espaola que hoy agita a la vieja

    Europa.

  • Viste camisa blanca, vaqueros azules, zapatos deportivos negros con rayas blancas, marcando la diferencia

    con la encorbatada burguesa. Podemos representa cambio, futuro y modernidad, pero la coleta larga que

    luce le da un aire rockero aos setenta.

    La simbologa es algo confusa, como las consignas, como las palabras del propio Iglesias. Es catedrtico

    pero el plato fuerte de su discurso es un cuento para nios, una fbula sobre gatos y ratones de fcil

    digestin para todas las edades: los gatos son los malos, los representantes de la casta dominante, y los

    ratones son el pueblo, los buenos. Dice su tono urgente, disparando palabras como balas que ni l ni ninguno de los fundadores de Podemos son Podemos: Podemos sois vosotros!, para luego agregar: Hay cientos de miles que dicen El de la coleta soy yo. Declara: Yo soy de izquierdas, pero al instante matiza: El poder no teme a la izquierda sino a la gente. Y afirma: No he venido a Catalua a prometer nada a nadie. No me fo de los polticos que hacen promesas.

    No me fo de los polticos que hacen promesas, manifest el lder de Podemos

    Pablo Iglesias, candidato a la presidencia por Podemos en

    Barcelona, el diciembre pasado. / Consuelo Bautista

    El pblico en el pabelln de Vall dHebron no deja de aplaudir, pero queda por ver si, a la hora de votar, una

    mayora de espaoles estar dispuesta a fiarse de un partido

    poltico que no hace promesas. Quedan muchas preguntas

    por contestar. Qu ha hecho Podemos para convencer a

    tantos en tan poco tiempo? Cmo son sus dirigentes, sus

    activistas, los nuevos conversos a la causa? Y, ante todo,

    qu quiere Podemos?

    En la sede del partido, en la plaza de Espaa en Madrid, reina el ambiente despacho-garaje de una start-up

    californiana. Unos diez jvenes en vaqueros y camisetas trabajan intensamente en una ambiciosa misin:

    conquistar los corazones y las mentes del pblico votante espaol. Sus armas, ordenadores porttiles y

    telfonos mviles, las herramientas digitales con las que Podemos ha logrado amplificar el mensaje del

    partido con tan frentica efectividad.

    Aqu no gusta el concepto de jefe pero Miguel Ardanuy, de 25 aos, es el cerebro del sector de Podemos que

    en otros tiempos se hubiera denominado propaganda pero que ellos llaman participacin.

    Sin las redes sociales no estaramos donde estamos hoy en las encuestas, dice el encargado de participacin

    Sin las redes sociales no estaramos donde estamos hoy en las encuestas, cuenta Ardanuy, que estudi Ciencias Polticas en la Complutense, habla como si tuviera prisa como Iglesias y luce dos colas rastas,

    largas y finitas. En otra poca uno transmita su mensaje yendo de puerta en puerta, dice. Hoy todo ocurre al instante.

    Gracias a Internet los simpatizantes de Podemos, 300.000 de ellos suscritos a la pgina web Plaza Podemos,

    son todos vecinos. A travs de esta plataforma, de Twitter y de una aplicacin para mviles llamada

    Appgree han armado foros de debate que aportan ideas al proceso de decisiones del partido y a la vez

    funcionan como un servicio de datos, ofreciendo la materia prima con la que el liderazgo afina los mensajes

    que tienen mayor resonancia entre la poblacin.

    As Podemos ha ido destilando las claves de su vendedora narrativa y de ah tambin las frases hechas que Ardanuy y sus compaeros oficinistas-militantes salpican en la conversacin: Nosotros representamos la ilusin; el PP y el PSOE estn osificados; adis a la casta corrupta que nos gobierna (la casta, la palabra ms utilizada en el lexicn de Podemos), y la frase que repiten una y otra vez, no somos ni de izquierda ni de derecha.

  • La frase que repiten una y otra vez es no somos ni de izquierda ni de derecha

    Esta ltima es a la vez la consigna que ms polmica genera y la que ms alcance tiene. Indigna a la

    izquierda tradicional, de la que se han distanciado, pero al mismo tiempo, apelando a lo que Podemos llama

    el sentido comn, despeja miedos y despierta entusiasmo en un amplio sector de la poblacin. Es la frmula para construir lo que Pablo Iglesias llama una marca ganadora.

    No todos los rebeldes de Podemos son jvenes. Jess Montero, de 51 aos, es el recin electo secretario

    municipal del partido en Madrid. Trabaja en la Complutense (todos los caminos de Podemos se originan

    aqu) en un alto cargo de administracin.

    De tez y fsico delgados, luce una ligera barba blanca y una pequea gorra de cuero, lo que le proporciona

    un aspecto medio Quijote, medio Lenin. Pero, a diferencia de Iglesias y Ardanuy, habla de manera medida y

    serena, seguramente ms pausado que cuando inici su trayectoria poltica a los 14 aos como organizador

    de una huelga en el colegio. Influido por curas politizados, a tal punto que durante un tiempo pens que l mismo iba para cura, se incorpor a las Juventudes Comunistas y fue elegido secretario general cuando tena

    20 aos. De ah pas a ser uno de los fundadores de Izquierda Unida en 1986, partido que dej en 1997 tras

    una crisis interna, pero el ao siguiente acudi con entusiasmo a Chiapas, en Mxico, a observar de cerca la

    revolucin zapatista del subcomandante Marcos. Ah surgi la idea de que otro mundo es posible, en contra de la globalizacin y la revolucin conservadora de Reagan y Thatcher, dice. Pero el zapatismo tampoco prosper y la izquierda espaola naufrag por falta de audacia. En 2003 abandon toda militancia organizada.

    Hay dos culturas empresariales. Una es casta, la otra quiere contribuir al bienestar social, como la familia Botn en el Banco Santander, dice Jess Montero, electo secretario municipal del partido en Madrid

    Once aos despus, la vida le ha ofrecido una segunda oportunidad. He recuperado la ilusin. Venimos a democratizar el poder y remoralizar la vida pblica, a sacar el discurso de los bares a la plaza, a restaurar el

    vnculo entre la gente y el gobierno, que ha tratado a la gente como si fueran menores de edad.

    Para restaurar el vnculo hay que acabar con el paternalismo de los partidos tradicionales, dice. En otro

    momento de su vida quiz hubiera dicho que haba que acabar con el capitalismo tambin. Ya no.

    No todos los empresarios son iguales, afirma. Hay dos culturas empresariales. Una es casta, la otra quiere contribuir al bienestar social, como la familia Botn en el Banco Santander. Habla en serio? S! Yo estoy convencido de que hay empresarios de buena voluntad. Hay sectores del capitalismo emprendedor que saben

    que necesitan un pas con menos desigualdad social, que entienden que as expanden su mercado. Seguro

    que Ana Botn [presidenta del Banco Santander] se vera con Pablo Iglesias y hablaran de estas cosas.

    Menos matizado fue el populista mensaje prcticamente el nico mensaje que se lanz durante un acto de Podemos que presidi Montero unas horas ms tarde en el barrio cntrico obrero de Madrid, Lavapis.

    Vamos a echar a la mafia econmica y poltica, vamos a echar a los golfos, vamos a recuperar Madrid para los ciudadanos, y vamos a acabar con el austericidio, y vamos a acabar con la vieja poltica y vamos a crear una democracia participativa fueron las consignas ms coreadas.

    La sabidura de las masas es un concepto cuestionable, muchas veces basado en la ignorancia o en la histeria

    colectiva

    La democracia participativa es ms posible hoy que nunca gracias a la revolucin digital, dice Montero

    cuando le toca su turno de hablar, y anuncia que Podemos va a lanzar una campaa para que todo el mundo

    tenga acceso a la web y pueda as tener un impacto directo sobre las polticas de Podemos. Como ha

    propuesto Pablo Iglesias, cada vez que haya que tomar una decisin en Podemos que sea compleja y difcil propondremos que vote la gente.

  • La idea es bonita, pero surgen un par de dudas. Primero, se parte de la base de que las grandes mayoras

    comparten o pueden llegar a compartir la pasin por la poltica de los politlogos y socilogos que han

    creado Podemos, cuando quiz la realidad sea que en Espaa, como en todos lados, la poltica es un deporte

    minoritario. Segundo, se opera segn la premisa, alimentada hoy por el fenmeno de referendos virtuales

    permanentes que ofrecen las redes sociales, de que la opinin del pueblo debe ser escuchada. Pero, como se

    vio en Alemania en su da, la sabidura de las masas es un concepto cuestionable, muchas veces basado en la

    ignorancia o en la histeria colectiva. En temas delicados y complejos de economa, o de poltica extranjera,

    las ideas que aporta la masa tuitera a las grandes cuestiones del da pueden resultar de poco ms valor que

    las de los pasajeros al piloto cuando un avin atraviesa aires turbulentos.

    Alguien que conversa sobre poltica con la desenvoltura y pasin de un fantico del Real Madrid sobre el

    ftbol es igo Errejn. Sealado por algunos como el verdadero genio de Podemos, tiene el aspecto de un

    chico de 16 aos, aunque tiene 31. Como los otros cinco fundadores de Podemos, Errejn es profesor en la

    Complutense.

    Si ganamos las elecciones, empieza el partido de verdad y el cambio revolucionario que deseamos no se va lograr sin que Europa, o al menos la parte sur de Europa, est con nosotros, admite Errejn

    El secretario de Poltica de Podemos, igo Errejn, el

    pasado noviembre, en Madrid. / Hugo Ortuo (EFE)

    Sus gafas le dan un aire Harry Potter, motivacin adicional

    para preguntarle por el truco mgico que ha transformado a

    militantes de izquierda como l en polticos pragmticos

    todoterreno.

    La mayor parte de la gente no se ve representada hoy ni en los dos partidos polticos dominantes, ni en la vieja

    izquierda, responde. Izquierda y derecha son metforas, son nombres nada ms, y no son eternos. Nosotros

    representamos el sentido comn contenido en una identidad

    transversal y popular, frente a la oligarqua.

    Errejn emana una enorme confianza en s mismo unida a

    una casi agotadora hiperactividad mental. Pero esa palabra,

    oligarqua, chirra un poco en alguien que pretende alejarse

    de los tpicos de la vieja izquierda, como tambin chirra la asociacin de los lderes de Podemos con la

    Venezuela de Hugo Chvez, segn Pablo Iglesias, una de las democracias ms saludables del mundo.

    Cmo encaja la admiracin por el chavismo venezolano, que tras 15 aos de gobierno ha llevado al pas

    latinoamericano al borde de la ruina, con el ecumenismo que profesa Podemos? Errejn no responde

    Vene... qu?, pero casi. Descalifica cualquier nocin de que Podemos piense en replicar el modelo de

    Venezuela. Espaa no es un pas como Venezuela, con petrleo. Es otra cosa. El Estado funciona, el PIB es mucho ms alto, no viven pobres en la montaa sin luz.

    Si desaparecemos maana le habremos dado una buena leccin a los poderosos. Se les habr metido miedo, afirma igo Errejn

    Pero entonces, cul es el programa? Es la pregunta que todos los sectores opuestos a Podemos hacen, pero

    Errejn insiste en que el partido es un recin nacido y es prematuro exigir maana mismo muchos detalles al respecto.

  • Lo que s tiene Podemos es lo que ms necesita un partido que pretende ganar elecciones: una narrativa

    identitaria al alcance de todos. Se presentan al imaginario colectivo como los caballeros de la Mesa Redonda

    que, junto al pueblo enardecido, pretenden atacar, despoblar y ocupar el castillo negro donde se atrinchera la

    despiadada casta. Errejn no discrepa de la metfora pero matiza que an falta mucho para llegar a las murallas.

    En caso de que lleguen, Errejn no menosprecia la enormidad del reto al que Podemos se enfrentara. Suea,

    pero con los ojos abiertos. Si ganamos las elecciones, ah empieza el partido de verdad. Ah competimos en Champions y el cambio revolucionario que deseamos, debemos reconocerlo, no se va a lograr sin que

    Europa, o al menos la parte sur de Europa, est con nosotros. Esto no es la apologa de la utopa. Vamos a

    empujar tantito, pero el cunto depender de otros en Europa tambin.

    Es decir, en una Europa en la que la soberana nacional es limitada, en un mundo ms econmicamente

    interdependiente que nunca, un Gobierno como el espaol poco puede hacer solo para, por ejemplo,

    aumentar el gasto pblico o reducir el paro. Como deca hace poco en una entrevista a la BBC el presidente

    saliente de Uruguay e dolo de Podemos, Jos Mjica: El problema es la realidad porque no hacemos lo que queremos, hacemos lo que podemos dentro del margen de la realidad.

    Qu pasara si Podemos desapareciera del mapa tan rpidamente como emergi? Para algo habra servido?

    Errejn es listo y lo sabe pero posee la suficiente humildad para no descartar esta posibilidad. Si desaparecemos maana le habremos dado una buena leccin a los poderosos. Se les habr metido miedo.

    Con su sola existencia Podemos ha demostrado el deseo de la gente de regeneracin democrtica, ha

    destapado como nunca la necesidad de que los gobernantes rindan cuentas

    La casta somos todos

    Pablo Iglesias en la asamblea de Podemos, en octubre. / LUIS SEVILLANO

    De si es verdad que la revolucin tendr que esperar, o de si cabe la posibilidad de que Podemos pase a la

    historia como un mero revulsivo social, no parecen haberse enterado los militantes de Podemos en un acto

    pblico en Vallecas, el clsico barrio obrero del sur de Madrid. Estamos a punto de derribar los muros del castillo!, exclama uno de los oradores. Tampoco se respira mucha diversidad ideolgica. El acto se inicia con una consigna, aclamada con jbilo: Un brindis por la revolucin cubana!.

    El acto se celebra en el Ateneo Republicano de Vallecas, una especie de club social para vecinos de

    tendencia izquierdista. Pero ahora hay algo nuevo que les une: la sensacin de que s, se puede ganar.

  • Estamos viviendo un momento histrico, un momento de ilusin, declara un asistente. El pueblo obrero y guerrero de Vallecas se prepara para el cambio, proclama otra. Se repiten disciplinadamente las consignas de la direccin: Combatir la casta y a la gentuza que nos ha declarado la guerra a los ciudadanos, a los banqueros responsables de los desahucios, a los poderes ocultos que han secuestrado la democracia, a los polticos podridos que se llenan los bolsillos mientras los nios pasan hambre en los colegios. La batalla contra la desigualdad es lo que Podemos representa, ante todo, y cuando llegue al poder los peces pequeos se comern a los peces grandes.

    ms informacin

    Iglesias: En las prximas elecciones habr dos opciones: PP y Podemos Pablo Iglesias entra en el cuerpo a cuerpo con el Gobierno de Rajoy

    Los cinco de Podemos

    Podemos, siete momentos clave

    FOTOGALERA El primer cumpleaos de Podemos

    Los crticos de Podemos dejan el liderazgo en manos de Iglesias

    Podemos al PSOE: Nos ignoran, nos llaman frikis y ahora nos insultan Pablo Iglesias, del ajedrez a la batalla poltica

    Un poltico de izquierdas para la televisin de masas

    Propuestas concretas sobre cmo se acabara con la desigualdad no hay, y espritu de transversalidad, poco.

    Pero entusiasmo, s. Y lo que queda constatado es que aunque los nmeros que acumula Podemos provengan

    de un amplio sector, la energa poltica, el petrleo que alimenta el motor Podemos, es de izquierdas. Como

    lo es un diario en venta en una mesa a la entrada del Ateneo llamado El Otro Pas. En la pgina cuatro hay

    un artculo muy crtico con la formacin cuyo argumento central es que Podemos, desideologizado, ha imitado el modus operandi poltico de las potencias capitalistas. Para entender el xito electoral (presente y futuro) de Podemos, dice el artculo, hay que recurrir a lo que los publicistas estadounidenses resumen en: 1) contar una historia; 2) ser breve; 3) ser emocional.

    Maribel Cabrera tiene 36 aos, los mismos que Pablo Iglesias, su vecino en Vallecas. Maby, como sus

    amigos la conocen, vende ropa deportiva en El Corte Ingls, donde gana 850 euros al mes. A sus espaldas

    tiene una agitada trayectoria como sindicalista y activista local, curtida en el movimiento indignado 15-M;

    hoy forma parte del equipo de 25 personas que representa a Podemos en el municipio de Madrid.

    Cuando no tena pareja quera a Brad Pitt, cuenta Maby, que hoy s tiene pareja y una hija. Irradia energa y buen humor y ya no suea ms con hacerle la competencia a Angelina Jolie. Es su manera de explicar

    cmo su asociacin con Podemos le ha rebajado las expectativas polticas, adaptndolas al mundo como es,

    no como quisiera que fuera.

    He sido de izquierdas toda la vida porque quera igualdad social, pero veo que los partidos de izquierda no han conseguido nada, que las ideas utpicas de izquierdas no pueden ms. Eso fue hace dos siglos. Podemos

    es intentar adaptar la sociedad a lo que se puede hacer hoy, es decir, con mucho trabajo y poco a poco, ni de

    izquierdas ni de derechas.

    A diferencia de Maby, Manu Bez, de 32 aos, y Rafa Arias, de 52, ambos tambin de Vallecas, carecen de

    trayectoria en la militancia poltica. Manu, que se gana la vida como profesor de msica, no haba votado

    nunca. Pablo Iglesias empez a convencerle desde su programa de televisin, La Tuerka. Me gust desde un principio, dice, porque no me trataba como imbcil.

    Aunque los nmeros que acumula Podemos provengan de un amplio sector, la energa poltica, el petrleo

    que alimenta el motor, es de izquierdas

    Rafa Arias, celador en un hospital adems de camarero ocasional, destaca lo mismo. Siento que Iglesias y los otros profesores universitarios que dirigen Podemos me tratan con respeto, que hacen caso a gente como

    yo.

  • Andrs Serrano, jefe de unidad en la Polica Municipal de Madrid, comparte con Maby una dilatada

    trayectoria de izquierdas. Lleg a militar en Izquierda Unida, pero su prioridad hoy no es llegar a la

    dictadura del proletariado. He bajado el listn, dice durante una conversacin en un bar cntrico de la capital. Me conformo por ahora con un pas ms decente, un pas donde el trabajo bien hecho tenga recompensa. Que salga el mejor, no el amigo de alguien.

    Aboga, entonces, por un capitalismo decente? De momento, s. Yo firmo ahora un capitalismo donde mis hijos se esfuercen y les vaya bien. Ahora queremos lo bsico, que es regenerar el pas, modernizarlo, acabar

    con las redes de complicidades y los clientelismos, que ha sido lo nuestro desde el franquismo.

    Pero no teme que la ilusin se convierta en decepcin en caso de que Podemos llegue al poder y descubra

    que las arcas del Estado estn vacas? Hay que apostar por algo, responde Andrs, y yo he elegido apostar por Podemos. Pero, s, decepcionar, inevitablemente. El paro no se acabar maana. Si hay cambio

    ser poco a poco. Pero con tal de que se apliquen las leyes y se d ejemplo de honestidad, un ejemplo que

    ayude a cambiar la forma de ser de la sociedad, ver justificado mi voto.

    Alfonso tiene un perfil diferente de los anteriores simpatizantes de Podemos, pero comparte la idea de que

    las corruptas costumbres de la casta se filtran por toda la ciudadana. Alfonso, que prefiere no revelar su

    verdadero nombre, tiene 48 aos. Estudi en una universidad inglesa y ha sido director financiero en varias

    grandes empresas, entre ellas Telefnica. Ha votado al PSOE y tambin al PP. Hoy piensa votar a Podemos.

    Incluso ha donado dinero al partido.

    Su principal atraccin para el electorado radica no en la fuerza de sus ideas, sino en la de su visin moral

    Como Andrs Serrano, Alfonso piensa sobre todo en el futuro de sus hijos. Sus posibilidades a da de hoy son mucho peores que las de mi generacin y todos, no solo los polticos, hemos sido cmplices de esta

    situacin, dice. El problema es, en esencia, moral. O, por decirlo de otra manera, los hbitos amorales de la famosa casta se extienden a todos. El 95% de los espaoles piensa que si hago esto y no me pillan, bien. Yo veo a Podemos como una posibilidad, la nica que veo en el panorama poltico, de cambiar y regenerar

    el sistema en general.

    Alfonso insiste en que es el sistema; no es que los espaoles sean gente corrupta por determinismo

    biolgico. Cuando llega un ingls a Espaa se suma alegremente a la cultura del con IVA o sin IVA; se compra un porcentaje de su casa en la Costa del Sol con dinero negro. Todo tiene que ver con el sistema

    tico, que viene de arriba, segn Alfonso. Por eso l, como Andrs Serrano, considera que con tal de tener

    un Gobierno que insista en la aplicacin de las leyes y d ejemplo con su manera de administrar el poder,

    Espaa ya ganara mucho. Con tal de que al menos tengan como prioridad combatir el paro y, ante todo, que impongan su modelo de transparencia, ya hay ms que suficiente razn para votarles.

    Curiosamente, siendo Podemos un partido formado por profesores universitarios, su principal atraccin para

    el electorado radica no en la fuerza de sus ideas, sino en la de su visin moral. Podemos lo sabe y todo

    indica que va a tener como estrategia de aqu a las elecciones de fin de ao eludir todo lo que pueda hablar

    de proyectos concretos cosa bastante habitual en los partidos tradicionales que tanto critican y har lo posible para centrarse en donde son ms fuertes y crebles, en su misin de transformacin poltica y social.

    Durante una conversacin de 45 minutos Juan Carlos Monedero, uno de los profesores fundadores, parece

    sentirse ms cmodo hablando de transformacin que de proyectos concretos, pese a que l ha sido sealado

    como el encargado en Podemos de formularlos.

    Esa Espaa es a la que apunta Podemos, ese sector de la poblacin aparentemente creciente que se mira de

    repente con cierta vergenza

    La transformacin se aplicara tambin a la universidad, el mundo del que todos los dirigentes de Podemos

    provienen? La universidad en Espaa es muy franquista en su forma de ser, contesta Monedero. Es endogmica, no tolera la desobediencia.

  • Dime cinco grandes obras de la universidad espaola de los ltimos 20 aos. No hay. Quiere decir que la universidad tambin es casta? Totalmente. El que le lleva el maletn al catedrtico es el que asciende. No es ninguna metfora.

    Y si Espaa es un pas donde hasta un tercio de los desempleados trabaja en negro y a la vez muchos cobran

    como desempleados, donde saltarse la ley para provecho propio es ms la regla que la excepcin, no se

    podra decir, entonces, que todos son cmplices de la casta?

    Claro, responde Monedero. Pero con un matiz. Si son corruptos los polticos es porque la gente los tolera, pero se ha roto la identificacin del pueblo con los polticos y hay una Espaa ahora que no se ve reflejada

    en esa manera de ser.

    Esa Espaa es a la que apunta Podemos, ese sector de la poblacin aparentemente creciente que, como dice

    Monedero que le ocurri a l en sus viajes al extranjero, se mira de repente con cierta vergenza y siente un

    fuerte deseo de modernizar el pas. Somos conscientes, abunda Monedero, de que si no cambiamos la cultura poltica del pas no cambiamos nada.

    Cmo se hace eso? Haciendo que nadie pueda tener impunidad, que se cambien algunas leyes, que los partidos no decidan los puestos judiciales y haya independencia del Poder Judicial. Entonces, a lo que apunta Podemos, como lo ve Andrs Serrano, es a un capitalismo decente? Monedero se toma un par de

    segundos antes de responder. No existe, dice. No existe el capitalismo con rostro humano. Si te lo ofrecen te estn mintiendo. Una renta bsica, por ejemplo: eso no te lo puede ofrecer el mercado. Eso no suena bastante a vieja izquierda? No. En el momento que vivimos las ideologas son una autoindulgencia

    La religin por otros medios

    Pablo Iglesias, en junio de 2014. / Bernardo Prez

    No hay ideologas, no hay programas, no hay ni siquiera,

    como declar Pablo Iglesias en Vall dHebron, promesas. Entonces qu hay? Hay una narrativa. Hay una historia

    digerible, un mensaje breve tuiteable y un llamamiento a las emociones. Qu quiere Podemos? Lo ha dicho Pablo

    Iglesias ms de una vez: De lo que se trata es de ganar. O como declar en una entrevista reciente: La obligacin de un revolucionario siempre, siempre, siempre es ganar... y

    para ganar tienes que trabajar con los ingredientes que

    tienes.

    O, por decirlo de otra manera, con los ingredientes que se

    ha visto que funcionan: el llamamiento a una cruzada moral;

    la calculada confusin ideolgica; la deliberada ambigedad

    en cuanto al programa econmico.

    Para que Podemos siga escalando en las encuestas los

    militantes no deben desviarse del guin. Hasta ahora se ha

    mantenido la disciplina. Prcticamente todo lo que han

    dicho en las redes sociales, en las tertulias televisivas, en los discursos, en las entrevistas con los reporteros se

    subordina a una astuta estrategia dirigida desde arriba, nutrida por el contacto directo con la ciudadana a

    travs de Internet, cuyo objetivo es conquistar votos. Lo cual no significa que sean robots o que no sean

    sinceros. Lo que les motiva en el fondo, desde Miguel Ardanuy en la torre de control digital de Plaza de

    Espaa hasta Maby Cabrera en Vallecas, es la ilusin de poder crear una sociedad ms honesta, ms justa,

    menos desigual. Y dice mucho de ellos y de Espaa que no apelan al miedo sino a la esperanza.

  • Podemos es la expresin de un fenmeno generalizado en Europa occidental. Ha ocupado el vaco creado

    por el descrdito, acelerado por la crisis econmica, en el que han cado los partidos polticos tradicionales.

    En las antiguas democracias de Francia y de Gran Bretaa, en Suecia, en Finlandia, incluso en Alemania, el

    vaco lo estn llenando partidos de extrema derecha, antiinmigracin, poco disimuladamente racistas.

    Espaa es diferente. Ni Podemos ni ningn otro partido poltico espaol buscan chivos expiatorios entre los

    musulmanes, los africanos, los sudamericanos, los polacos o los rumanos. Los impulsos del partido que ha

    irrumpido como un huracn en el terreno poltico espaol no son mezquinos.

    La suerte de Podemos ha sido tener como rival a alguien del calibre de Mariano Rajoy, el jefe de Gobierno

    ms gris de la democracia espaola. Lo cual no significa que el carisma sea el punto fuerte de Pablo Iglesias.

    Es un hbil tertuliano pero no es un gran orador. Qued claro durante el discurso de Vall dHebron que no es ningn Martin Luther King, o Felipe Gonzlez. Su lenguaje corporal lo delat. Durante la mayor parte de los

    20 minutos que dur su discurso tena las dos manos puestas en las caderas, como un cowboy desafiante

    pero inseguro. El desafortunado cuento de los ratones tampoco indica que posee el odo o el sentido del

    humor necesarios para poder conectar visceralmente con las grandes masas. Pero Iglesias piensa rpido,

    maneja datos y da la cara. Sus carencias se diluyen frente a las del evasivo Rajoy y las de la bovina clase

    poltica espaola, en general.

    Muchos, sin embargo, se debatirn entre la tentacin de emitir un voto de castigo contra el desacreditado

    establishment y el temor a las posibles consecuencias de votar a favor de Podemos. Iglesias despertar dudas

    a la hora de colocar el papelito en las urnas. El fantasma de Hugo Chvez el cuestionable juicio que demostr Iglesias al identificarse tan efusivamente con l le perseguir hasta las elecciones generales de noviembre. Habr tambin gente que se preguntar cmo actuara Iglesias en respuesta a un atentado

    yihadista en las calles de Madrid, o en la mesa de la OTAN con Obama, Merkel y Cameron para estudiar

    posibles medidas contra el rgimen de Vladmir Putin. Estara a la altura? Quiz no, pero otra vez surge la

    pregunta: lo est Rajoy?

    Las carencias de Iglesias se diluyen frente a las del evasivo Rajoy y las de la bovina clase poltica espaola

    Sera un error, sin embargo, para aquellos que pretenden derrotar a Podemos apuntar las balas a la figura de

    su lder. La fuerza de Podemos no reside en l, reside en el repudio al statu quo y al anhelo de cambio de la

    ciudadana. Iglesias tiene razn en el fondo cuando dice que Podemos no es l. Podemos es, como l mismo

    acert al decir en su discurso de Vall dHebron, miles de personas, decenas de miles que quieren cambiar. Hay diferentes opiniones sobre cmo se debera cambiar la economa pero donde hay consenso, y por eso es

    aqu donde Podemos centra su mensaje, es en el deseo de cambiar la forma de hacer poltica en Espaa.

    Se les acusa de querer engaar al pueblo, de tener una agenda oculta. Es innegable que la energa de

    Podemos proviene de la izquierda, pero si de una cosa parecen ser conscientes es de los lmites de lo posible.

    Cuando dicen que representan una nueva idea de poltica transversal quiz lo que estn haciendo, en vez de

    engaar, es reconocer la realidad de que el mundo es como es, de que no hay recetas simples para lograr ms

    crecimiento y menos paro, y pretender imponer desde un Gobierno moderno la antigua utopa marxista

    leninista sencillamente no es factible. Sern jvenes los principales impulsores del partido, pero han digerido

    la leccin de Jos Mujica en cuanto a lo reducidos que son los mrgenes de maniobra en un mundo

    globalizado. Tienen el candor y la madurez suficientes para entender lo aplicable que es a la situacin

    econmica de Espaa el viejo chiste: Cmo hacer que Dios se ra? Cuntale tus planes.

    El mensaje de Podemos contiene permanentes alusiones cristianas. Lo que venden, en el fondo, es el

    mensaje de Cristo

    Hablando de Dios, el mensaje de Podemos contiene permanentes alusiones cristianas. Lo que venden, en el

    fondo, es el mensaje de Cristo, el de aquel Cristo indignado que cuando lleg al templo denunci a los

    mercaderes y, en las palabras del evangelio, ech fuera a todos los que compraban y vendan en el templo, y volc las mesas de los cambistas Y les dijo: Escrito est: mi casa ser llamada casa de oracin pero vosotros la estis haciendo cueva de ladrones.

  • Incluso el mtodo de Podemos es de inspiracin cristiana. El taquillero concepto ni izquierdas ni derechas representa la evolucin contempornea de la frmula ganadora, Me hice todo para todos, patentada hace dos mil aos por el primer gran propagandista cristiano, San Pablo, en una de sus cartas a los corintios.

    En la era posideolgica y posreligiosa en la que vivimos, los ecos de aquellos textos an resuenan en las

    mentes de los habitantes de un pas de larga tradicin catlica como Espaa. En los evangelios, a los

    malvados los llamaban fariseos, en la narrativa de Podemos los llaman casta. Es un mensaje que apela ms a

    los sentimientos que al raciocinio, a nociones atvicas de la lucha del bien contra el mal. Abundarn motivos

    para el escepticismo respecto a la posibilidad de que Podemos sea capaz de mejorar las condiciones de vida

    de los espaoles. Habr, incluso, miedo al caos que podran llegar a ser capaces de sembrar. Pero los

    dirigentes lo saben y por eso seguirn invirtiendo su energa retrica en el proyecto de higiene moral que

    tantos desean. Seguirn a la caza de idealistas y soadores, de hombres y mujeres de fe que se arriesguen a

    incorporarse a su cruzada popular contra la malvada casta; apelarn menos a las mentes que a los corazones,

    donde los mensajes polticos calan ms hondo y, si los profesores logran que el combate poltico se dispute

    no en el terreno intelectual, sino en el emocional, sus adversarios lo tendrn difcil para ganarles la contienda