LOSPENSAMIENTOS DE LA TIERRA

Desde Gilles Deleuze entendemos el paisaje como un conjunto de cosas específicas a las que reaccionamos y reacciona el entorno, que excitan, ponen en movimiento la creación y el desarrollo de ese lugar. Este proceso implica la intervención de unos estímulos que cambian el tiempo y el espacio, capaces de removerlo, provocarlo, transformarlo.

El arte es un medio más a partir del cual trans-formamos el territorio, con el que podemos alterar el modo de verlo y vivirlo, la forma en que nos relacionamos con él. Así empieza un proceso de desterritorialización y reterrito-rialización, un proceso cíclico de formación y destrucción constante del territorio y lo que percibimos de él.

Se trata de un proceso continuo y subjetivo donde los conceptos de creación y desinte-gración se alimentan uno al otro, esto es, la configuración del conocimiento se hace a tra-vés del abandono de lo conocido con una per-manente deterioro de los saberes cotidianos. Este abandono se relaciona con la pérdida del territorio, de las referencias y los acuerdos sin poder pausar el proceso y reconducirlos a lo anteriormente sabido. ¿Nos preguntamos en-tonces, como podemos reconocer el territorio, los caminos, sus habitantes y sus ciudades?

La construcción de las ciudades se deben a territorios vivos que producen estos mundos, no de forma individual, sino colectiva, se cons-truyen en relación al conjunto de sujetos que constituyen ese territorio. Andar, recorrer, aliarse a las tensiones que sujetan la tierra i la ciudad forma parte del proceso de territoriali-zación. Nos proponemos entonces cartografiar esas relaciones, registrar los acontecimientos, las experiencas que des- criben y forman el territorio para entrar en un proceso universal, transversal y estético de territorialización.

La mutabilidad de la tierra es sostenible en tanto que reconocemos esos cambios, nos los apropiamos y los hacemos nuestros, modulan-do y adaptando también nuestro conocimiento, nuestra percepción del mundo que nos rodea. Hacemos mapas, diseñamos sistemas desde las convenciones que a la vez permiten un len-guaje y por tanto una relación entre nosotros y también con el entorno. La composición y organización mental como proceso de terri-torialización, parte del concepto de reconocer y conocer el territorio. La mente de uno y la tierra están en un proceso de metamorfosis cons- tante, los rios mentales desgastan las orillas abstractas, las ondas cerebrales soca-ban los acantilados del pensamiento, las ideas se descomponen en piedras de la ignorancia, y las cristalizaciones conceptuales se separan de depósitos arenosos de la razón (Smithson, R. 1967).

Sergi Selvas. Juny de 2012

Había un gran mapa que representaba el mary en el que no había vestigio de tierra;y la tripulación se puso contentísima al verque era un mapa que todos podía entender.

Lewis Carroll, La caza del snark

En los desiertos del Oeste perduraron algunas Ruinas del Mapa destrozadas, habitadas por Animales y pordioseros; en todo el País no quedan más reliquias de las Disciplinas de la Geografía.

Miranda Suárez, Viajes de Varones Prudentes

El rompimiento en sí de la corteza terrestre es a veces irresistible, y parece confirmar que el mundo más bello es como un montón de cascotes dejados caer en confusión.

Heráclito, Fragmento 124

Toda forma es el gráfico resultante de laadaptación de las energías internas enmovimiento a los obstáculos creados por el medio. En el terreno de la conciencia, unamorfología psicológica sería el gráfico de las ideas. El mundo tiene que ser cartografiado con los sentidos y con el sentido del propio cuerpo.

Robert Matta, Matta

La lengua nos indica que la memoria no es un instrumento para conocer el pasado, sino sólo su medio. La memoria es el medio de lo vivido, como la tierra viene a ser el medio de las viejas ciudades sepultadas, y quien quiera acercarse a lo que es su pasado tiene que comportarse como un hombre que excava.

Walter Benjamin

El laberinto de casas que conforma la red de las ciudades equivaldría a la conciencia diurna; los pasajes (que son las galerías que llevan a su existencia en el pasado) desembocan de día, inadvertidamente, en esas calles. Pero después, al llegar la noche, bajo las ciegas masas de las casas de nuevo surge la espesa oscuridad.

Walter Benjamin

Al ponerme en pie y escudriñar el resplandor verde del Desierto, percibí que el monumento contra el que había dormido era uno más entre miles. Ante mí se extendían largas avenidas paralelas, hasta el lejano horizonte, de pilares anchos y bajos semejantes.

John Taine (Eric Temple Bell). The Time Stream

Este monumento de partículas diminutasresplandecía bajo un sol que brillabatristemente, y sugería la disolución hosca de los continentes enteros, la desecación de océanos. Ya no había bosques verdes y altas montañas; lo único que existía eran millones de granos de arena, un vasto depósito de huesos y piedras convertidas en polvo. Cada grano de arena era una metáfora muerta que equivalía a la atemporalidad; y descifrar tales metáforas le llevaría a uno a atreves del espejo falso de la eternidad. Esta caja de arena funcionabatambién como una tumba abierta; una tumba en la que juegan alegremente los niños.

Robert Smithson. Un recorrido por los monumentos de Passaic,

La mente de uno y la tierra están en unconstante estado de erosión, los ríosmentales desgastan las orillas abstractas, las ondas cerebrales socavan los acantilados del pensamiento, las ideas se descomponen en piedras de la ignorancia, y las cristalizaciones conceptuales se separan en depósitosarenosos de la razón.

Robert Smithson. Una sedimentación de la mente: proyectos de tierra