90
- 1 - Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes comunidades microbianas implicadas en el funcionamiento de los sistemas acuáticos debido a su ubicuidad y abundancia en todos los tipos de hábitats. Los protistas fagotrofos se encuentran distribuidos, literalmente, de polo a polo, desde los lagos en los valles secos de la Antártida (Laybourn-Parry y col., 2000) hasta el agua de mar bajo el hielo del Ártico (Sherr y col., 1997). Las comunidades de flagelados y ciliados participan activamente en las redes y cadenas alimenticias esenciales y, por tanto, en el conocido "bucle microbiano" (Azam y col., 1983): el bacterioplancton utiliza el material orgánico disuelto, liberado en su mayor parte por el fitoplancton, adquiriendo la característica de material particulado. La comunidad de bacterias soporta el crecimiento de los protistas bacterívoros que, a su vez, actúan como nexo de unión entre el bucle microbiano y la cadena trófica clásica. La liberación de nutrientes inorgánicos y orgánicos por procesos de respiración y excreción de diferentes organismos, estimula el crecimiento en los niveles tróficos inferiores, comenzando de nuevo el ciclo. Este proceso supone una transferencia de carbono y energía a los niveles superiores, peces y mamíferos, y por lo tanto, condiciona la productividad biológica del sistema. Así, las comunidades de flagelados y ciliados, sirven como principales descomponedores y mediadores del reciclaje de nutrientes en los sistemas acuáticos (Patterson y Larsen, 1991; Reid y col., 1991; Wetzel, 2001). Tradicionalmente el medio ambiente pelágico se percibía como relativamente homogéneo, sin embargo, trabajos de investigación llevados a cabo durante las últimas dos décadas sugieren que los microorganismos pelágicos viven en ambientes muy estructurados en los que tienen gran importancia partículas de muy distintos tamaños (Alldredge y Silver, 1988, Koike y col., 1990; Alldredge y col., 1993; Simon y col., 2002). En base a características tales como morfología y estrategia alimenticia, los protistas flagelados y ciliados marinos pueden encontrarse bien nadando libremente en la columna de agua o bien temporal o permanentemente adheridos a estas partículas (Pernthaler, 2005).

Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 1 -

Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

comunidades microbianas implicadas en el funcionamiento de los

sistemas acuáticos debido a su ubicuidad y abundancia en todos los

tipos de hábitats. Los protistas fagotrofos se encuentran distribuidos,

literalmente, de polo a polo, desde los lagos en los valles secos de la

Antártida (Laybourn-Parry y col., 2000) hasta el agua de mar bajo el

hielo del Ártico (Sherr y col., 1997).

Las comunidades de flagelados y ciliados participan activamente

en las redes y cadenas alimenticias esenciales y, por tanto, en el

conocido "bucle microbiano" (Azam y col., 1983): el bacterioplancton

utiliza el material orgánico disuelto, liberado en su mayor parte por el

fitoplancton, adquiriendo la característica de material particulado. La

comunidad de bacterias soporta el crecimiento de los protistas

bacterívoros que, a su vez, actúan como nexo de unión entre el bucle

microbiano y la cadena trófica clásica. La liberación de nutrientes

inorgánicos y orgánicos por procesos de respiración y excreción de

diferentes organismos, estimula el crecimiento en los niveles tróficos

inferiores, comenzando de nuevo el ciclo. Este proceso supone una

transferencia de carbono y energía a los niveles superiores, peces y

mamíferos, y por lo tanto, condiciona la productividad biológica del

sistema. Así, las comunidades de flagelados y ciliados, sirven como

principales descomponedores y mediadores del reciclaje de nutrientes

en los sistemas acuáticos (Patterson y Larsen, 1991; Reid y col., 1991;

Wetzel, 2001).

Tradicionalmente el medio ambiente pelágico se percibía como

relativamente homogéneo, sin embargo, trabajos de investigación

llevados a cabo durante las últimas dos décadas sugieren que los

microorganismos pelágicos viven en ambientes muy estructurados en

los que tienen gran importancia partículas de muy distintos tamaños

(Alldredge y Silver, 1988, Koike y col., 1990; Alldredge y col., 1993;

Simon y col., 2002). En base a características tales como morfología y

estrategia alimenticia, los protistas flagelados y ciliados marinos pueden

encontrarse bien nadando libremente en la columna de agua o bien

temporal o permanentemente adheridos a estas partículas (Pernthaler,

2005).

Page 2: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 2 -

En el medio acuático marino abunda la materia coloidal en

suspensión (Honjo y col., 1984: Asper, 1986) poseedora de un poder de

adsorción tal que le permite conglomerarse con otro tipo de material

particulado, pudiendo llegar a generar en la columna de agua formas

visibles conocidas como macroagregados.

En los sistemas acuáticos marinos los macroagregados en

suspensión están distribuidos de forma ubicua. Las fuentes de estos

macroagregados en el plancton son numerosas: procesos de floculación

del fitoplancton, excreciones y mudas de diversas especies de

zooplancton y fitoplancton, restos de organismos muertos, arcilla y

otros materiales inorgánicos de origen terrestre, etc. (Alldredge y Silver,

1988; Alldredge y Gotschalk, 1990, Herndl, 1992, Grossart y col., 1997,

Kiørboe y col., 1998). Así, se puede definir a los macroagregados en

suspensión como conglomeraciones de más de un tipo de partículas, y

en los trabajos científicos se hace referencia a ellos mediante términos

como "agregados amorfos", "partículas en sedimentación" o "nieve

marina". Este último término fue introducido en la literatura científica

por Suzuki y Kato en 1953 para describir "...el material floculento

presente en la columna de agua...", aunque la definición más

ampliamente utilizada en los trabajos recientes es la propuesta por

Alldredge y Silver en 1988: "...aquellas partículas agregadas presentes

en el mar mayores de 500µm de longitud...".

A pesar de los diversos orígenes y componentes de los

macroagregados, todos ellos tienen en común que son microhábitats

enriquecidos en carbono orgánico (Alldredge, 1979: Silver y Alldredge,

1981) y nutrientes (Shanks y Trent, 1980: Fellows y col., 1981,

Alldredge y Cohen, 1987; Glibert y col., 1988) en comparación con el

agua circundante oligotrofa, lo que les convierte en sitios especialmente

adecuados para la colonización y el crecimiento de microorganismos

heterotrofos. Los macroagregados se caracterizan por contener una

densidad y biomasa bacterianas 2-3 órdenes de magnitud superiores a

las encontradas en el agua circundante (Caron y col., 1982; Müller-

Niklas y col., 1994, Turley y Mackie, 1994, Ploug y Grossart, 2000;

Grossart y col., 2003). Así, los agregados juegan un papel fundamental

tanto en el flujo de energía a través de las comunidades microbianas

como en el transporte vertical de algunos elementos en el océano

(Caron, 1991, Kiørboe, 2001, Kiørboe y Jackson, 2001).

Page 3: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 3 -

La escasez de trabajos acerca de las comunidades microbianas

asociadas a agregados es debida, probablemente, a las dificultades

metodológicas implícitas en el trabajo experimental con agregados

naturales. Los instrumentos de toma de muestras que se utilizan

habitualmente, tales como bombas (Gibbs, 1981) o botellas

oceanográficas (Calvert y McCartney, 1979; Gibbs y Konwar, 1983), así

como el posterior transporte y manejo de las muestras de agua,

conllevan la disgregación de las partículas que contienen. Por esta

razón, la información disponible sobre nieve marina deriva

fundamentalmente de observaciones “in situ” y recolecciones directas

utilizando sumergibles o buzos con escafandra autónoma. Además, la

presencia de agregados en el sistema marino se encuentra relacionada

con el ciclo estacional, con el estado nutricional del sistema y con el

régimen de turbulencia del mismo.

A la vista de las mencionadas dificultades en relación con el

estudio de agregados naturales, es comprensible que se hayan llevado a

cabo diversas tentativas encaminadas a la búsqueda de un sistema

experimental que permita la obtención de agregados similares a los

naturales, bajo condiciones controladas en el laboratorio. Con objeto de

favorecer la formación de agregados, el agua de mar ha sido en

ocasiones suplementada con materia orgánica de diferentes orígenes

(Krank y Milligan, 1980; Davoll y Silver, 1986, Biddanda, 1985, Crocker

y Passow, 1995, Engel y Schartau, 1999, Ploug y Grossart, 2000, Engel

y col., 2002), si bien algunos autores (Shanks y Edmonson, 1989) han

cuestionado la representatividad de los agregados así formados como

modelos generales de nieve marina. Otros autores (Shanks y

Edmonson, 1989; Alldredge y col., 1995; Unanue y col., 1998a), han

conseguido formar en el laboratorio agregados marinos a partir de

únicamente agua de mar sin adicionar ningún tipo de material

alóctono, y tras analizar sus características morfológicas, químicas y

biológicas, se han revelado como modelos válidos para el estudio de

procesos microbiológicos (Shanks y Edmonson, 1989; Unanue y col.,

1998a).

En general, los estudios microbiológicos de agregados marinos

tienen como objetivo principal el conocimiento de las comunidades

bacterianas que llevan asociadas (Alldredge y Youngbluth, 1985;

Alldredge y col., 1986; Herndl, 1988; Azam y col., 1993; Müller-Nicklas

Page 4: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 4 -

y col., 1994; Unanue y col., 1998a y b). No obstante, cabe suponer que

los protistas jueguen un papel en los procesos de transformación y

descomposición de los agregados marinos, si bien su relevancia es aún

hoy en día objeto de discusión (Lochte, 1991; Turley, 1991; Fukuda y

Koike, 2000).

Por un lado, los protistas se encuentran directamente implicados

en la degradación de los agregados tanto por rotura de los mismos

mediante hidrólisis enzimática (Nagata y Kirchman, 1992; Karner y col.,

1994), como por consumo directo de material coloidal, el cual se

encuentra presente en las fases iniciales y finales del proceso de

degradación (Tranvik y col., 1993). Por otro lado, los protistas asociados

a agregados son mayoritariamente microorganismos fagotrofos, cuya

fuente de nutrientes está constituida principalmente por bacterias. De

esta manera, consumiendo bacterias adheridas, podrán controlar de

forma indirecta la velocidad de remineralización de la materia orgánica

que lleva a cabo el componente procariota de los agregados.

A la hora de profundizar en el conocimiento de la función de los

protistas en los agregados marinos, resulta previo llevar a cabo una

caracterización de las comunidades asociadas a los mismos. Patterson y

col. publicaron en 1993 un exhaustivo estudio en el que describieron 40

especies diferentes de flagelados heterotrofos asociados a detritus. No

obstante, la información disponible en relación con la identificación y

caracterización de las comunidades de protistas bacterívoros asociadas

a agregados respecto de las de vida libre, no aporta resultados

concluyentes, por lo que se hace necesario seguir profundizando en la

investigación. Algunos autores (Caron y col., 1982; Patterson y Fenchel,

1990; Caron, 1991; Rogerson y Laybourn-Parry, 1992; Zimmermann-

Tim, 1998) han observado que muchas de las especies de protistas

asociados a partículas, son formas mal adaptadas a una existencia

planctónica, tal y como lo son las especies bentónicas. Por el contrario,

otros autores (Fenchel, 1982) han observado las mismas especies de

protistas en agregados y en el agua circundante.

La presencia de agregados en el agua hace que se origine una

heterogeneidad espacial de los componentes bióticos y abióticos en la

zona planctónica del sistema marino, que afecta a la distribución,

comportamiento y función de las comunidades de protistas presentes.

Page 5: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 5 -

En ausencia de estas partículas, todos los protistas de la columna de

agua comparten las mismas condiciones tanto en cuanto al medio físico

en el que se encuentran, como en cuanto a la disponibilidad de presas

del mismo. La presencia de agregados suspendidos en el sistema

conlleva la aparición de un nuevo y muy distinto microhábitat

potencialmente aprovechable por parte de la comunidad de protistas

marinos.

En el primer capítulo de esta Memoria pretendemos determinar si

la presencia de macroagregados suspendidos en la columna de agua del

sistema origina una nueva distribución espacial de la comunidad de

protistas marinos preexistente. Para ello obtendremos macroagregados

a partir de agua de mar en microcosmos de laboratorio y

caracterizaremos la abundancia, la estructura taxonómica principal y

algunas características del comportamiento de los protistas bacterívoros

que pueden habitar sistemas acuáticos espacialmente heterogéneos.

Una vez establecido que los agregados orgánicos constituyen focos

localizados de alimento en la columna de agua que son rápidamente

colonizados tanto por el bacterioplancton como por el protozooplancton,

abordaremos el estudio de la depredación ejercida por las comunidades

de protistas sobre las comunidades bacterianas en los agregados y sus

cercanías. Recientemente, Agis y col. (1998) y Unanue y col. (1998b)

trabajando con macroagregados derivados de fitoplancton, demostraron

que estas partículas contenían altas densidades de bacterias

fuertemente adheridas, de tamaño más elevado de lo habitual y que

poseían altas actividades hidrolíticas y bajas velocidades de consumo de

monómeros. De esta manera, los agregados podrían ser considerados

como verdaderos reactores biológicos que liberan al medio de forma

continua nutrientes de bajo peso molecular (Smith y col. 1992; Grossart

y Simon 1998, Unanue y col. 1998b), haciendo que la capa de agua más

próxima al agregado contenga elevadas densidades de una comunidad

bacteriana en suspensión que aprovecha los nutrientes liberados desde

el agregado. Parece lógico suponer que el nivel trófico inmediatamente

superior al bacteriano, es decir el nivel protista (microorganismos

bacterívoros), constituya igualmente una activa comunidad tanto en los

propios agregados como en el agua inmediatamente circundante, dadas

las altas densidades poblacionales de presas disponibles en estos dos

microhábitats.

Page 6: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 6 -

Durante las dos últimas décadas se han publicado numerosos

trabajos referentes a la depredación ejercida por los protistas sobre

comunidades de bacterias en suspensión (ej. Sherr y col. 1989; Sanders

y col. 1992), sin embargo, y a pesar de la importancia de la presencia de

macroagregados orgánicos en el medio marino, cabe resaltar la escasa

información disponible acerca de la depredación ejercida sobre

bacterias adheridas a partículas. Esta carencia se debe en buena parte

a que la comunidad científica no dispone de una técnica válida para

cuantificar velocidades de depredación de protistas en sistemas

particulados.

De las múltiples técnicas empleadas para cuantificar velocidades

de depredación de protistas sobre bacterias en suspensión (Landry,

1994; Strom, 2000) una de las más satisfactorias y mejor consideradas

es la cuantificación de la ingestión de bacterias teñidas con un

colorante fluorocromo (Fluorescently Labeled Bacteria, FLB) propuesta

por Sherr y col. en 1987. Uno de los pocos inconvenientes de esta

técnica es que resulta únicamente válida para sistemas libres de

partículas, ya que uno de sus principales requerimientos consiste en

ofrecer a los protistas bacterias teñidas, en cantidad traza,

uniformemente distribuidas entre las bacterias no teñidas, no pudiendo

por tanto ser utilizada en muestras de agua que contienen sistemas

particulados.

A falta de una técnica universalmente aceptada, distintos autores

han llevado a cabo estimas de depredación sobre comunidades de

bacterias adheridas, utilizando metodologías muy diversas. Caron

(1987) estimó la depredación ejercida por microflagelados heterotrofos

sobre bacterias adheridas comparando las densidades de bacterias

adheridas a partículas de quitina en presencia y ausencia de

depredadores. Albright y col. (1987) utilizaron bacterias teñidas con el

colorante fluorocromo 5-([4,6-diclorotriazin-2,4´-il] amino) fluoresceína

(DTAF), adheridas a bolas de alginato para cuantificar velocidades de

ingestión de protistas ciliados estuarinos. Hondeveld y col. (1992) y

Epstein (1997) calcularon velocidades de ingestión de protistas en

sedimentos marinos adicionando FLB en suspensión (no adheridas) a

los sedimentos. Por último Starink y col. (1994, 1996) propusieron un

nuevo método y cuantificaron la depredación ejercida por protistas

heterotrofos bénticos a partir de sedimentos teñidos que contenían FLB

Page 7: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 7 -

adheridas. En este método, las bacterias adheridas a los sedimentos se

teñían adicionando el fluorocromo DTAF directamente a los sedimentos.

Tras repetidos lavados para retirar el exceso de colorante, los

sedimentos teñidos se mezclaban con muestras de sedimento sin teñir

en proporciones adecuadas. La cantidad de bacterias teñidas ingeridas

se determinaba por microscopía de epifluorescencia mediante la

enumeración de las mismas en las vacuolas alimenticias de los

protistas.

En el segundo capítulo de esta Memoria nos hemos planteado la

utilización de partículas modelo de estudio creadas en el laboratorio a

partir de agua de mar natural, con el fin de cuantificar la capacidad

depredadora de especies de protistas bacterívoros sobre bacterias

adheridas. Como objetivo preliminar nos propusimos modificar la

técnica de ingestión de FLB uniformemente dispersas descrita por Sherr

y col. (1987), con el fin de hacerla efectiva para estimar velocidades de

depredación de protistas sobre comunidades bacterianas firmemente

adheridas a macroagregados orgánicos. Además, con objeto de evaluar

la importancia de la bacterivoria en partículas, paralelamente se

llevaron a cabo experiencias en las que se cuantificó la bacterivoria

ejercida por los protistas sobre bacterias en suspensión a las bajas

densidades poblacionales características de los sistemas marinos y a las

altas densidades que caben esperarse en la capa de agua circundante a

los agregados. De esta manera, podremos conocer la transferencia de

materia y energía entre bacterias y protistas en las partículas y tener

una idea más precisa de la importancia relativa de los tres nichos

ecológicos diferentes que se crean en el medio marino en presencia de

sistemas particulados.

Page 8: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 8 -

El objetivo general del presente trabajo consiste en analizar

comparativamente la capacidad depredadora de protistas bacterívoros

marinos flagelados y ciliados sobre el bacterioplancton adherido a

material particulado frente al bacterioplancton en suspensión, así como

evaluar la importancia de la presencia de macroagregados en el medio

marino desde el punto de vista del flujo de materia y energía entre los

niveles tróficos bacteria y protista de la red trófica microbiana.

Conseguir este objetivo requiere un estudio profundo acerca de las

comunidades de protistas asociadas a los macroagregados y una

metodología que posibilite cuantificar depredación en estos sistemas

particulados.

Con el fin de alcanzar este objetivo general, el estudio se dividió en

dos objetivos parciales cada uno de los cuales constituye un capítulo de

esta tesis:

Objetivo 1

Analizar la distribución espacial de las comunidades de protistas

en sistemas marinos que contienen macroagregados, así como la

sucesión de protistas bacterívoros que tiene lugar en macroagregados

marinos formados en el laboratorio.

Con el fin de alcanzar este primer objetivo parcial, el estudio se ha

desglosado en los siguientes subobjetivos:

1.1. Diseñar un microcosmos experimental que, a partir de agua

de mar, permita el establecimiento y estudio, en condiciones

controladas de laboratorio, de dos fases: particulada (macroagregado) y

líquida (agua circundante).

1.2. Analizar la diversidad de protistas en el microcosmos a lo

largo del proceso de formación/disgregación de los macroagregados,

caracterizando al mismo tiempo la estrategia de los protistas en la

colonización de los mismos.

1.3. Determinar la importancia cuantitativa de las comunidades de

protistas bacterívoros asociadas a macroagregados frente a las

comunidades de protistas bacterívoros en suspensión.

Page 9: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 9 -

1.4. Analizar las modificaciones que experimenta la distribución

espacial de la comunidad de protistas existente en el agua de mar

cuando en el sistema aparece material particulado en forma de

macroagregados.

1.5. Aislar, identificar y mantener en cultivo en el laboratorio

protistas flagelados y ciliados representativos del agua de mar y de

macroagregados marinos.

Objetivo 2

Cuantificar y analizar comparativamente la depredación ejercida

por protistas bacterívoros marinos sobre bacterioplancton en

suspensión y bacterioplancton adherido a material particulado.

Este segundo objetivo parcial se ha dividido en los siguientes

subobjetivos:

2.1. Diseñar una metodología nueva que permita cuantificar

depredación por protistas bacterívoros sobre bacterioplancton adherido

a material particulado.

2.2. Cuantificar y analizar comparativamente la capacidad

depredadora de protistas bacterívoros en los tres microhábitats

diferentes que se generan en sistemas marinos que contienen

agregados: macroagregado, capa de agua que rodea al agregado y agua

de mar.

Page 10: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 10 -

Los resultados de este primer Capítulo han sido recogidos en dos publicaciones internacionales que se incluyen al final de la Memoria:

“Succession of bacterivorous protists on laboratory-made

marine snow”. Journal of Plankton Research 19: 1429-1440. 1997.

En este trabajo se estudió el patrón de colonización y sucesión de

protistas bacterívoros que tiene lugar en macroagregados formados en

el laboratorio a partir de agua de mar natural.

“Spatial distribution of protists in the presence of

macroaggregates in a marine system”. FEMS Microbiology Ecology

33: 191-196. 2000.

En este trabajo se analizó la distribución espacial de los protistas

marinos que tiene lugar cuando en la columna de agua del sistema

aparecen macroagregados en suspensión.

Page 11: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 11 -

Con el fin de estandarizar la formación de macroagregados a partir

de muestras de agua de mar, se diseñó un sistema experimental

(microcosmos) modificado a partir del descrito por Shanks y Edmonson

en 1989. En estos microcosmos se llevaron a cabo una serie de

experiencias en las que se diferenciaron dos fases, particulada y líquida.

Una vez formados los macroagregados, se tomaron muestras a lo

largo del proceso de descomposición de los mismos, tanto de

macroagregados como de agua circundante, las cuales fueron

analizadas cualitativa y cuantitativamente. El análisis cualitativo de

ambos tipos de muestras se llevó a cabo mediante observación en vivo

por microscopía óptica acoplada a un sistema de contraste

interferencial Nomarski. La cuantificación de las comunidades

microbianas se realizó mediante microscopía de epifluorescencia.

El estudio de la distribución espacial de los protistas presentes en

el agua tras la formación de macroagregados se llevó a cabo mediante

análisis cualitativos y cuantitativos comparativos entre las

comunidades microbianas presentes en las muestras de agua de mar

recién tomadas, y las muestras de agua circundante y macroagregados

tomadas del microcosmos experimental al 6º día de rotación del mismo.

Por último, se realizaron aislamientos utilizando técnicas de

micromanipulación de aquellos protistas más representativos de las dos

fases, macroagregados y agua circundante. Su identificación se llevó a

cabo en base a sus caracteres morfológicos y comportamiento. Estos

protistas se mantuvieron en cultivo realizándose resiembras

periódicamente y constituyen la actual colección de bacterívoros del

Grupo de Investigación Microbios Marinos de la UPV-EHU.

Page 12: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 12 -

3.2.1. Estación de muestreo y toma de muestras

La estación de muestreo se estableció en un sistema marino litoral

situado a dos millas frente a la playa de Sopelana (Vizcaya), cuya

localización geográfica fue 43°24,51'55'' N; 3°02,07'00''O (Figura 1). Las

muestras de agua se recogieron a 5m de profundidad utilizando una

botella oceanográfica de 10 litros de capacidad tipo PWS (Hydro-Bios).

El tiempo transcurrido entre la toma de muestras y su procesamiento

en el laboratorio no superó las 6 horas.

Figura 1. Localización geográfica de la estación de muestreo

Con el fin de enumerar la comunidad bacteriana presente en el

agua se fijaron dos submuestras de 50ml con formalina (concentración

final 2% v/v) y para enumerar las comunidades de protistas otras dos

submuestras de 200ml fueron fijadas con lugol (concentración final

0,5% v/v) - formalina (concentración final 3% v/v) (Sherr y col., 1988).

Page 13: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 13 -

3.2.2. Diseño del microcosmos experimental

La extremada fragilidad de los macroagregados marinos naturales

dificulta su recogida y manipulación. Es por esto que diseñamos un

sistema de laboratorio que permitiera la formación controlada de

macroagregados orgánicos a partir de muestras de agua de mar.

El sistema utilizado para la obtención de macroagregados se diseñó

siguiendo las indicaciones de Shanks y Edmonson (1989). Este aparato

consta de un soporte sobre el que se colocan unos cilindros de goma

movidos por un motor eléctrico con regulador de velocidad. Sobre este

sistema se colocaron los tanques cilíndricos de polipropileno (34cm

diámetro x 12cm fondo) con 11 litros de agua de mar procedente de la

estación de muestreo (Figura 2a).

Figura 2. Obtención de macroagregados en el laboratorio: (a) sistema utilizado para su formación y (b) observación macroscópica de

macroagregados. Barra de escala = 12mm

En los tanques se dejó una cámara de aire con el fin de evitar bajas

concentraciones de oxígeno durante el transcurso de las experiencias.

La apertura periódica de los tapones que cerraban los tanques facilitó la

renovación del aire contenido en los mismos. El control de la velocidad

de rotación de los cilindros permitió obtener macroagregados de

diferente tamaño, ajustándose de esta manera las condiciones óptimas

para la formación de macroagregados estables en tamaño (longitud

máxima 5-6mm) y en consistencia a 2,5rpm (Figura 2b).

Page 14: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 14 -

3.2.3. Toma de muestras de macroagregados y agua

Con el fin de observar y cuantificar los protistas característicos de

los distintos microhábitats creados en los microcosmos, así como de

estudiar la posible sucesión de grupos de protistas a lo largo del

proceso de descomposición, se tomaron submuestras de agua y

macroagregados a distintos tiempos de rotación de los tanques.

Para tomar las submuestras, tras detener la rotación del sistema,

los tanques cilíndricos se mantuvieron en reposo durante 2-5 minutos

permitiendo así la sedimentación de los macroagregados. Las muestras

de macroagregados destinadas a la observación directa de protistas se

tomaron a intervalos regulares de 12 horas. Mediante un tubo flexible

se extrajeron tres macroagregados que fueron depositados en una

cámara de observación Sedgewick-Rafter que contenía 1ml de agua de

mar filtrada a través de 0,2µm y autoclavada. En cámaras de

observación paralelas se depositaron muestras de 1ml de la fase líquida

de los microcosmos.

La toma de muestras para observación directa de protistas,

continuó hasta que los macroagregados fueron muy pequeños y frágiles

debido a su descomposición (aproximadamente durante 11 días).

Por otro lado, a distintos intervalos de tiempo, se tomaron

submuestras de macroagregado y de agua circundante para su

observación por microscopía de epifluorescencia y enumeración de las

distintas comunidades microbianas. Los macroagregados se extrajeron

con un tubo flexible, igual que en el caso anterior, y se depositaron y

mantuvieron durante 1 minuto en una placa de Petri, que contenía

agua de mar filtrada por 0,2µm y autoclavada, con el fin de que la

mayor parte de las bacterias suspendidas en el agua intersticial de los

agregados pasaran al agua de la placa. A continuación se tomaron

submuestras de 7µl de macroagregado sin agua circundante colocando

la punta de una micropipeta automática directamente sobre las

partículas, y se resuspendieron en 1ml de agua de mar filtrada por

0,2µm y autoclavada. Las submuestras para determinación de la

densidad de protistas fueron fijadas por la técnica de decoloración de

lugol (concentración final 0,5% v/v) - formalina (concentración final 3%

v/v) y las destinadas a la enumeración de bacterias se fijaron con

formalina tamponada con carbonato cálcico (concentración final 2%

Page 15: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 15 -

v/v). En el caso del agua circundante se tomaron volúmenes de 10ml de

agua que fueron fijados como en el caso de los macroagregados. Todas

la submuestras fueron almacenadas a 4°C para su posterior recuento.

3.2.4. Enumeración de las comunidades microbianas

Los recuentos de las comunidades microbianas en suspensión

(muestras de agua) se realizaron por duplicado en tanto que los

correspondientes a las comunidades microbianas adheridas a los

agregados (muestras de partículas) se hicieron por triplicado.

La enumeración de la comunidad bacteriana se realizó según la

técnica de tinción con naranja de acridina y recuento directo mediante

microscopía de epifluorescencia (Hobbie y col., 1977). En el caso de las

muestras de material particulado se siguió la modificación descrita por

Velji y Albright (1986). Muestras de 7µl de macroagregados previamente

fijadas fueron tratadas con una solución de pirofosfato tetrasódico

estéril (concentración final 10mM) e incubadas durante 1 hora a

temperatura ambiente en un agitador orbital (12rpm). Una vez enfriadas

durante 15 minutos a 4ºC, las muestras fueron sonicadas a 100W 6

pulsos de 5 segundos de duración. La sonicación se realizó en baño de

hielo para evitar el calentamiento de las muestras. Tras la sonicación

las muestras fueron teñidas con naranja de acridina (concentración

final 0,01% peso/vol) durante 2 minutos y filtradas a través de filtros

negros de policarbonato de 0,2µm de tamaño de poro. Se llevaron a

cabo 3 lavados con 2ml de agua desionizada filtrada y los filtros se

montaron sobre portaobjetos con aceite de inmersión de baja

fluorescencia. Las preparaciones se observaron en un microscopio de

epifluorescencia Nikon Optiphot bajo luz incidente azul a 1.250

aumentos. Se contaron las bacterias presentes en al menos 30 campos

seleccionados al azar que contenían aproximadamente 20-30 bacterias

por campo.

En el caso de las muestras de agua, la técnica utilizada para el

recuento de la comunidad bacteriana fue la descrita por Hobbie y col.

(1977). Volúmenes adecuados de agua se tiñeron 2 minutos con una

solución de naranja de acridina (concentración final 0,01% peso/vol) y

posteriormente fueron filtrados, lavados y observados siguiendo el

mismo proceso indicado en las muestras de macroagregado.

Page 16: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 16 -

Las densidades de protistas flagelados y ciliados fueron estimadas

siguiendo la metodología propuesta por Porter y Feig (1980). Volúmenes

adecuados de las muestras de macroagregados y de agua circundante

previamente fijadas, se tiñeron con el colorante 4', 6'-diamidino-2-fenil

indol (DAPI) (concentración final 0,2µg ml-1) durante 7 minutos, y se

filtraron a través de filtros Millipore de policarbonato previamente

teñidos (solución de negro irgalán 0,2% peso/vol en ácido acético 2%

durante 24h.). El tamaño de poro del filtro fue de 0,8µm cuando se

quiso retener y contar protistas flagelados y de 3,0µm de tamaño de

poro para el recuento de protistas ciliados.

Los filtros se montaron empleando aceite de inmersión de baja

fluorescencia. Las preparaciones se observaron en un microscopio de

epifluorescencia Nikon Optiphot. Los recuentos de los protistas

flagelados heterotrofos se llevaron a cabo utilizando luz incidente

ultravioleta a 1.250 aumentos. Para cada muestra se examinaron 100

campos de microscopio tomados al azar. Los protistas flagelados

autotrofos se distinguieron de los heterotrofos por la autofluorescencia

roja que presentaban bajo la incidencia de luz azul y no fueron tenidos

en cuenta. Los recuentos de los protistas ciliados se llevaron a cabo a

200 y 1.250 aumentos con luz ultravioleta, examinándose en este caso

toda la superficie del filtro.

3.2.5. Determinación de los factores de enriquecimiento

Con objeto de comparar la abundancia de las distintas

comunidades microbianas en agregados y en el agua circundante se

calcularon los correspondientes factores de enriquecimiento (F.E). Estos

factores representan el cociente entre el número de microorganismos

presentes en 1 ml de agregado y el número de microorganismos

presentes en 1 ml de agua circundante:

Por un lado, se calcularon los factores de enriquecimiento

correspondientes a las distintas comunidades de protistas a lo largo del

proceso de descomposición de los agregados en dos de las experiencias

=Factor de Enriquecimiento (F.E.)nº microorganismos ml -1 agregado

nº microorganismos ml -1 agua=Factor de Enriquecimiento (F.E.)

nº microorganismos ml -1 agregado

nº microorganismos ml -1 agua

Page 17: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 17 -

llevadas a cabo, una correspondiente a la situación más fría del sistema

(Febrero) y la otra correspondiente a la situación más cálida del mismo

(Septiembre). Para ello, se tomaron y fijaron muestras de agregado y

agua a intervalos de 24 h. desde el 4º hasta el 10º día de rotación del

agua en los tanques.

Por otro lado, en siete de las experiencias, en el momento en que

los agregados estaban densamente colonizados por las distintas

comunidades microbianas (6º día de rotación del tanque) y, a partir de

las densidades poblacionales de bacterias y de protistas flagelados y

ciliados en los macroagregados y en el agua circundante, se calcularon

igualmente los factores de enriquecimiento (F.E.) de estas tres

comunidades.

3.2.6. Observación, caracterización e identificación de protistas en

macroagregados y agua circundante

Los protistas característicos de las tres fases creadas en los

microcosmos, agua, macroagregado y capa de agua que rodea al

agregado, fueron identificados en base a sus caracteres morfológicos y

comportamiento utilizando microscopía óptica y de epifluorescencia.

La observación "in vivo" permitió determinar la forma, tamaño,

movimiento, tipo de nutrición y reproducción de los protistas de las

distintas fases y se llevó a cabo sobre muestras vivas en cámaras

Sedgewick-Rafter de 1ml de capacidad. El material fue observado por

microscopía óptica a 200 y 1.250 aumentos (microscopios Nikon

Diaphot-TMD y Optiphot equipados con sistema Nomarsky). En el caso

de los protistas en suspensión característicos de la primera de las fases,

su observación se realizó en muestras de la fase líquida sin partículas.

En el caso de los macroagregados, éstos se mantuvieron durante

unos minutos en la cámara para permitir que los protistas presentes en

su interior sedimentaran. Los protistas habitantes del interior de los

agregados se detectaron tras la suave ruptura de los mismos mediante

una punta de pipeta estéril, ruptura que no afectó a la movilidad de los

protistas. Por último, consideramos la tercera de las fases creadas en

los microcosmos como la microzona de unos 50µm que rodea al

agregado. En ella se detectaba una gran acumulación de comunidades

microbianas tanto de bacterias como de protistas, tal y como

Page 18: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 18 -

describieron Bell y Mitchell en 1972 al formular el concepto de

"ficosfera” y Biddanda y Pomeroy en 1988 cuando definieron el de

“detritosfera”. Los microorganismos habitantes de estas microzonas

pueden estar tanto en suspensión como adheridos a la superficie de las

partículas. Los protistas caracterizados como habitantes de la capa de

agua que rodea al agregado se detectaron observando los bordes y el

agua inmediatamente próxima al agregado.

La observación al microscopio de epifluorescencia mostró la forma y

posición de los núcleos de los protistas y, en el caso de los ciliados, el

número de los mismos. Para preparar las muestras se siguió la

metodología propuesta por Porter y Feig (1980). Las muestras de

macroagregados y de agua se tiñeron con el colorante DAPI en

concentración final 0,02mg ml-1 durante 7 minutos, y se filtraron a

través de filtros Millipore de policarbonato de 0,8µm de tamaño de poro

previamente teñidos (solución de negro irgalán 0,2% peso/vol en ácido

acético 2% durante 24h.). Los filtros se montaron empleando aceite de

inmersión de baja fluorescencia. Las preparaciones se observaron bajo

luz incidente ultravioleta a 200 y 1.250 aumentos (protistas ciliados) y

1.250 aumentos (protistas flagelados) en un microscopio de

epifluorescencia Nikon Optiphot equipado con luz ultravioleta.

3.2.7. Aislamiento de protistas representativos de macroagregados

y de agua

Algunos de los protistas representativos de macroagregados y de

agua de mar fueron aislados mediante micromanipulación utilizando un

microinyector Narishige IM-188. Esta técnica consiste en recoger

mediante un capilar con una abertura en el extremo de 0,5-1,0mm una

única célula de la especie deseada y transferirla a un medio en el cual

se pueda multiplicar, como es el medio de Infusión de Hojas de Cereal

al 0,01% (IHC) (Lee y Soldo, 1992).

Tras recoger células individuales, se lavaron mediante

transferencia al medio IHC y se introdujeron finalmente en un

recipiente con 10ml del mismo medio. Todo este proceso se realizó bajo

observación en un microscopio invertido Nikon Diaphot-TMD a 200 y

400 aumentos. El cultivo de protistas se incubó en oscuridad a 15°C y

se chequeó al cabo de 2, 7 y 14 días. Cuando se obtuvo un crecimiento

Page 19: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 19 -

positivo de un solo tipo de protista, se realizaron subcultivos y se

continuó con el mantenimiento del cultivo.

3.2.8. Mantenimiento de los cultivos de protistas aislados

Los cultivos de protistas se llevaron a cabo en placas de plástico

estériles de 35mm de diámetro y 10ml de capacidad. En estas placas se

inoculó 1ml de la suspensión de protistas y bacterias acompañantes en

9ml de medio IHC.

Estos cultivos se incubaron a 15°C en oscuridad y se realizaron

chequeos del crecimiento de los protistas en los días posteriores a la

siembra.

A partir de aquí, y para mantener la colección de protistas, se

realizaron resiembras cada tres semanas utilizando como inóculo el

cultivo de fecha inmediatamente anterior.

Page 20: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 20 -

3.3.1. Formación de agregados en el laboratorio

En todos los ensayos llevados a cabo, la formación de agregados en

el laboratorio siguió un patrón similar. Las primeras partículas

agregadas se observaron a las 24 horas de rotación del agua de mar en

las cámaras cilíndricas y su aglomeración dio origen a agregados

estables en tamaño (longitud máxima 5-6mm) y consistencia al cuarto

día. Estos agregados observados bajo el microscopio óptico a 200

aumentos aparecían como una masa compacta y opaca en la que se

distinguían cuerpos de algas, mudas de organismos vivos, etc.,

procedentes del agua de mar (Figura 3). A partir del octavo día de

rotación, y debido posiblemente al efecto de degradación de las

comunidades microbianas, los agregados comenzaron a disgregarse,

dando lugar a partículas cada vez más pequeñas y frágiles.

Figura 3. Observación microscópica de los agregados obtenidos. Barra de escala = 20µm.

Page 21: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 21 -

3.3.2. Enriquecimiento de la comunidad de protistas en los

agregados

En las dos experiencias de sucesión llevadas a cabo y como

consecuencia de que las abundancias de protistas flagelados y ciliados

fueron notablemente superiores en los agregados que en el agua

circundante, se obtuvieron unos factores de enriquecimiento >1, tal y

como se observa en la Tabla 1. Esto significó que en las dos situaciones

del ecosistema estudiadas, los agregados fueron ambientes más

favorables para el crecimiento de los protistas que el agua. Además los

factores de enriquecimiento fueron mayores al comienzo de las

experiencias, es decir, cuando los agregados estaban recién formados y

colonizados, que al final de las mismas, excepto para la comunidad de

flagelados en la situación cálida del sistema, registrándose en este caso

muy baja variabilidad de los factores de enriquecimiento durante todo el

proceso de colonización y disgregación de los agregados.

Flagelados

Tiempo (día de rotación) 4 5 6 7 8 9 10

Situación fría 7,1�103 3,6�103 3,5�104 3,1�103 9,9�102 6,3�102 1,9�102

Situación cálida 6,7�102 1,2�104 7,6�103 7,6�103 1,0�104 2,5�103 3,4�102

Ciliados

Tiempo (día de rotación) 4 5 6 7 8 9 10

Situación fría - 5,5�104 4,8�104 - 1,6�103 6,7�102 1,5�102

Situación cálida

3,0�103 - 3,3�102 5,7�102 4,8�102 1,6�102 0,8�102

Tabla 1. Factores de enriquecimiento de los protistas flagelados y ciliados en las dos situaciones estudiadas.

Page 22: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 22 -

3.3.3. Sucesión de protistas en los agregados

En todas las experiencias llevadas a cabo, la sucesión de protistas

durante el proceso de formación y descomposición de los agregados

siguió un patrón similar: una vez formados los agregados, al cuarto día

de rotación de los tanques, fueron rápidamente colonizados por

pequeños protistas flagelados (Figura 4a), entre los que predominaron

especies que se caracterizaron como bodónidos debido a su

característico movimiento de suave deslizamiento en contacto con el

sustrato, y como bicosoécidos ya que se adherían al sustrato mediante

una lórica o un flagelo. Aproximadamente 24-48 horas más tarde se

detectaron los primeros ciliados (Figura 4b) y sarcodinos (Figura 4c).

Figura 4. Colonización de los agregados por protistas: a) flagelados, b)

ciliado, c) sarcodino (ameba). Barras de escala = 20µm.

La observación de los protistas sarcodinos presentó gran dificultad

debido a su débil contraste con el agregado y a su escasa movilidad.

Así, las amebas sólo pudieron ser detectadas cuando abandonaban el

agregado y sedimentaban en una cámara de observación Sedgewick-

Rafter, mientras que la observación de heliozoos y radiolarios fue

únicamente posible tras la ruptura del agregado. Muchos de los

sarcodinos observados fueron amebas desnudas que adoptaban formas

flotantes radiadas cuando pasaban a la fase líquida. Estas formas de

locomoción presentaban una masa esférica de la que partían

pseudópodos de diferentes longitudes, los cuales eran reabsorbidos en

pocos minutos cuando las amebas se posaban sobre la cámara de

observación.

Page 23: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 23 -

Al respecto de los protistas ciliados, la mayoría fueron células de

morfología ovoide con ciliatura holotrica y de rápidos movimientos,

caracterizadas como escuticociliados, y células ovoides que presentaban

una zona adoral de membranelas y cirros ventrales que utilizaban para

desplazarse sobre el sustrato, y fueron caracterizadas como hipotricos.

3.3.4. Distribución espacial de protistas frente a material

particulado

3.3.4.1. Análisis cuantitativo

Los recuentos de las distintas comunidades microbianas

correspondientes a las siete experiencias llevadas a cabo con objeto de

analizar las modificaciones que experimenta la distribución espacial de

los microorganismos del agua cuando en el sistema aparecen agregados

en suspensión, se recogen en la tabla 2.

En el caso de las muestras de agua de mar natural, la abundancia

bacteriana media detectada fue de 1,4�106 bacterias ml-1, en tanto que

la comunidad de protistas flagelados heterotrofos se mantuvo en valores

tres órdenes de magnitud inferior (valor medio 0,7�103 flagelados ml-1).

La abundancia de la comunidad de ciliados fue muy baja, con un valor

medio de 0,7 ciliados ml-1 de agua de mar. Hay que tener en cuenta que

en tres de las siete experiencias realizadas, no se cuantificó ningún

ciliado, siendo el límite de detección del método empleado de 0,02

ciliados ml-1.

En el caso de los microcosmos, se cuantificaron las abundancias

de las distintas comunidades microbianas en las fases: agua (fase

líquida) y agregado (fase particulada). Los recuentos se llevaron a cabo

al sexto día de rotación del agua de mar en los tanques, es decir,

cuando los agregados estables en tamaño y consistencia, estaban

densamente colonizados. Los valores obtenidos se muestran en la tabla

3. Tal y como se puede apreciar, las densidades tanto de bacterias como

de protistas fueron tres órdenes de magnitud superior en los agregados

que en el agua circundante. Además, se calcularon los factores de

enriquecimiento del mismo modo que ha sido descrito en el apartado

anterior de este capítulo. El enriquecimiento medio fue de 1,9�103 para

las bacterias, 0,6�103 para los flagelados y 2,2�103 para los ciliados, que

resultaron ser la comunidad más enriquecida.

Page 24: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 24 -

AGUA DE MAR MICROCOSMOSa

NATURAL Agua Agregado FE

b

Bacterias ml-1

1,4�106

(0,6�106-2,4�10

6)

1,1�106

(0,5�106-1,8�10

6)

1,8�109

(1,4�109-2,0�10

9)

1,9�103

(1,1�103-3,5�10

3)

Flagelados

heterotrofos ml-1

0,7�103

(0,3�103-1,3�10

3)

3,1�103

(1,7�103-4,7�10

3)

1,6�106

(0,7�106-3,5�10

6)

0,6�103

(0,2�103-1,0�10

3)

Ciliados ml-1

0,7

(<0,02-2,7)

14,0

(3,4-37,2)

2,7�104

(0,1�104-15,0�10

4)

2,2�103

(43,0-1,2�104)

a recuentos correspondientes al 6º día de rotación de las cámaras.

b FE: Factor de Enriquecimiento, calculado como el cociente entre el número de microorganismos presentes en 1ml

de agregado y el número de microorganismos presentes en 1ml del agua del microcosmos.

Tabla 2. Densidades poblacionales de las comunidades microbianas en las muestras de agua natural y en los microcosmos tras la formación de

agregados. Datos expresados como valor medio (rango)

3.3.4.2. Análisis cualitativo

Como resultado de la observación microscópica de las fases líquida

y particulada, llevada a cabo en siete experiencias, desde la aparición

de los agregados hasta su disgregación (8-10 días de rotación de los

tanques), se reconocieron un total de 27 tipos de protistas, entre

flagelados, ciliados y sarcodinos. Estos protistas mostraron una clara

preferencia entre los tres microhábitats generados en los microcosmos,

el agregado en sí, el agua próxima al agregado, y el resto del agua de las

cámaras, tal y como se recoge en la tabla 3.

Page 25: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 25 -

Háb it a t en el m icrocosm os

Agregado

Agu a qu e

rodea a l

a gregado

Agu a

FLAGELADOS O. Euglen ida Ploeotia sp . Du ja rd in 1841 +

Entos iphon sp . Stein 1878 + O. Dinoflagellid a Oxy rrh is sp . Du ja rd in 1841 + + O. Bicos oecid a Cafeteria s p . Fen ch el & Pa t ters on 1988 +

Bicos oeca m aris Picken 1941 + Ps eud obodo trem ulans Gries sm an n 1913 + +

O. Kinetop las tid a Bodo d es ign is Sku ja 1948 + + Rhy nchomonas nas u ta Kleb s 1893 + +

O. Choanoflagellid a Desmare lla sp . Ken t 1878 + Coan oflagela dos desn u dos + Sa lp ingoeca s p. J ames -Cla rk 1866 + + Coan ofla gela dos lor ica dos y teca dos + +

Apu s om on a ds Amas tigomonas sp . de Sa edeleer 1931 + Cercom on ads Mas s is teria sp . La rs en&Pa t ter son 1990 + + Ch r is oph ytes Paraphy s omonas sp . de Sa edeleer 1 929 +

CILIADOS O. Hypotrich id a Euplotes vannus Mü ller 1786 + +

Aspid is ca s te in i Bu dden b rock 1920 + + O. Scu ticocilia tid a Uronem a m arinum Du ja rd in 1841 + +

Cohnilem bus puncta tus Kah l 1931 + Uropeda lium opis thos om a Kah l 1931 +

O. Oligotrich id a S trobilid ium s p . Sch ewiakoff 1893 + Lohm ann iella sp . Leega rd 1915 + Tin t ín idos +

SARCODINOS Su bcl. Gymnamoeb ia Vannella s p . Bovee 1965 + +

Amoeba rad ios a Bory de S t.Vin cen t 1822 + Cl. Heliozoea Heliozoos +

Cl. Poly cy s tinea Radiola r ios + Abrevia tu ra s : O.: Orden ; Su bcl.: Su bcla s e; Cl.: Cla s e.

Tabla 3. Protistas detectados en las tres fases de los microcosmos experimentales: agregado, capa de agua que rodea al agregado y agua.

Page 26: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 26 -

Algunos protistas fueron siempre detectados en la fase líquida del

microcosmos pero nunca asociados a los agregados. Es el caso de la

forma flotante Amoeba radiosa, el flagelado Paraphysomonas sp. y

algunos coanoflagelados, así como los ciliados Cohnilembus punctatus,

Uropedalium ophistosoma, y especies de los géneros Strobilidium,

Lohmanniella y algunos tintínidos no identificados.

Los flagelados Ploeotia sp., Entosiphon sp. y Amastigomonas sp.

fueron detectados únicamente en agregados. El flagelado Massisteria

sp. y la ameba Vanella sp. fueron habitualmente detectados en

agregados y ocasionalmente en el agua de los microcosmos.

El agua inmediatamente próxima al agregado fue el tercer

microhábitat generado en los microcosmos. Algunos de los protistas que

se localizaron en este hábitat, como los flagelados Cafeteria sp. y

Bicosoeca maris, no fueron nunca detectados ni dentro del agregado, ni

en el resto del agua del microcosmos. Sin embargo, algunos otros de los

protistas localizados en las proximidades del agregado, fueron también

detectados en otro de los microhábitats. Es el caso de los flagelados

Bodo designis y Rhynchomonas nasuta y de los ciliados Euplotes vannus

y Aspidisca steini, que también solían encontrarse en el interior de las

partículas, y de los flagelados Oxyrrhis sp., Pseudobodo tremulans y

Salpingoeca sp. y el ciliado Uronema marinum, que también solían

localizarse en el agua de los microcosmos, lejos de los agregados.

3.3.5. Protistas asociados al agregado

Se identificaron diez de los protistas representativos asociados a

los agregados formados a partir de agua de mar: siete protistas

flagelados, dos ciliados y un sarcodino. La identificación de todos ellos

se realizó a partir del análisis de sus caracteres morfológicos y de su

comportamiento observado mediante microscopía óptica.

3.3.5.1. Protistas flagelados

Los flagelados Amastigomonas sp., Entosiphon sp. y Ploeotia sp.,

fueron detectados únicamente en agregados. Bodo designis, Jakoba

libera y Rhynchomonas nasuta se encontraron también en el agregado o

en la interfase agregado-agua. Por último, Massisteria marina fue

Page 27: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 27 -

habitualmente detectado en agregados y ocasionalmente en el agua de

los microcosmos.

Amastigomonas sp. de Saedeleer, 1931 (Figura 5). Flagelado de

forma ovalada, con un tamaño muy pequeño, menor de 10µm de

longitud, morfológicamente parecido a Rhynchomonas sp.. Presentaba

un solo flagelo, de muy difícil observación, insertado en la parte

anterior de la célula y dirigido hacia la posterior. En la parte anterior se

observó una probóscide o "nariz" con la que barría el sustrato. La parte

dorsal de la célula era rígida, mientras que la parte ventral era bastante

plástica, emitiendo pseudópodos hacia la parte posterior.

Figura 5. Amastigomonas sp.. Barra de escala = 5µm

Era un flagelado con poca capacidad natatoria. Presentaba un

movimiento de deslizamiento lento hacia adelante al desplazarse sobre

el sustrato.

Entosiphon sp., Stein, 1878 (Figura 6). Euglénido heterotrofo de

morfología ovalada y aproximadamente 20µm de longitud y 10µm de

anchura. Resulto fácilmente identificable por su característico aparato

de ingestión en forma de sifón. Poseía dos flagelos: uno de ellos estaba

dirigido hacia adelante y solía hacer un movimiento de batida, mientras

que el flagelo posterior o recurrente era arrastrado sobre la superficie

del agregado. Es un flagelado descrito como capaz de ingerir detritus.

Page 28: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 28 -

Figura 6. Entoshiphon sp.. Barra de escala = 5µm

Ploeotia sp., Dujardin, 1841 (Figura 7). Era un flagelado rígido

aplastado dorso-ventralmente con forma ovoide, algo plano en la parte

anterior y puntiagudo en la parte posterior, de un tamaño medio

aproximado de 20µm de largo y 10µm de ancho. Presentaba dos flagelos

desiguales insertados en una invaginación anterior, de los cuales, el

más corto se dirigía hacia adelante y era activamente movido, mientras

que el más largo, 3-4 veces la longitud de la célula, lo arrastraba por

detrás. Presentaba un aparato de ingestión bien desarrollado en forma

de bastón. En la superficie de la célula se apreciaban claramente unas

seis estrías longitudinales. Poseía un característico movimiento de

deslizamiento.

Figura 7. Ploeotia sp. Imágenes tomadas de http://starcentral.mbl.edu/microscope/portal.php

Page 29: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 29 -

Bodo designis, Skuja, 1948 (Figura 8). Protista bodónido

biflagelado, de forma ovalada y tamaño aproximado de unos 10µm de

longitud y 5µm de anchura. Poseía dos flagelos diferentes en tamaño y

movimiento insertados en la parte anterior de la célula. El flagelo corto

era más activo e iba dirigido hacia delante, mientras que el flagelo largo

posterior o recurrente le permitía mantenerse en contacto con el

sustrato. Era un protista poco nadador, pero capaz de deslizarse sobre

superficies debido a la actividad del flagelo anterior, con un

característico movimiento basado en pequeños saltos.

Figura 8. B. designis. Barra de escala = 5µm

Jakoba libera, (Ruinen, 1938) Patterson, 1990 (Figura 9). Era un

protista biflagelado de forma elipsoidal y dimensiones aproximadas de

5-12µm de longitud y 3-5µm de anchura. El flagelo anterior estaba

apicalmente insertado, terminaba en forma de gancho y a menudo era

utilizado para fijarse al agregado. El otro flagelo se encontraba en un

surco ventral del cuerpo y normalmente era batido activamente para

crear una corriente de agua de donde separaba las bacterias.

Figura 9. J. libera. Barra de escala = 5µm

Page 30: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 30 -

Rhynchomonas nasuta, (Stokes, 1888) Klebs, 1893 (Figura 10).

Pequeño flagelado de forma elipsoidal y menos de 10µm de longitud y

5µm de anchura. Resultó de fácil identificación al visualizar su

característica probóscide en la parte anterior de la célula, con la que

barría rápidamente el sustrato. Presentaba un único flagelo

posteriormente orientado, que le permitía mantenerse en contacto con

la superficie. Era un flagelado con poca capacidad natatoria, y se movía

lentamente hacia adelante mediante la actividad espasmódica de la

probóscide.

Figura 10. R. nasuta. Barra de escala = 5µm

Massisteria marina Larsen y Patterson, 1990 (Figura 11).

Pequeño biflagelado de entre 2,5 y 5µm de diámetro. Podía encontrarse

en dos formas diferentes, una forma sésil y otra móvil. En la forma sésil

la célula no utilizaba los flagelos. Emitía varios brazos radiados o

pseudópodos muy finos con pequeños extrusomas, que excedían

aproximadamente 5 veces el diámetro de la célula y con los que se

adhería al agregado. Cuando la célula se desprendía del sustrato y

pasaba a la fase líquida, reabsorbía los pseudópodos y activaba los

flagelos. Mediante tinción con naranja de acridina de un portaobjetos

mantenido en agua y posterior observación al microscopio de

epifluorescencia se detectó al flagelado en su forma inmóvil con

pseudópodos (Figura 9b).

Page 31: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 31 -

Figura 11. M. marina: a) forma móvil y b) forma sésil con pseudópodos. Barras de escala = 5µm

3.3.5.2. Protistas ciliados

Las dos especies de ciliados identificadas asociadas a la fase

particulada solían encontrarse tanto desplazándose sobre el sustrato

como nadando en la interfase agregado-agua.

Aspidisca steini Buddenbrock, 1920 (Figura 12). Ciliado

hipotrico, de forma ovoide, dorso-ventralmente aplastado. La

observación en vivo mostró un pequeño ciliado de aproximadamente

30µm de longitud y 20µm de anchura. Presentaba una característica

zona adoral de membranelas dividida en dos partes y un pequeño

número de cirros fuertemente desarrollados que utilizaba para

desplazarse sobre el sustrato.

Figura 12. A. steini. Barra de escala = 15µm

Page 32: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 32 -

Euplotes vannus (Müller, 1786) Minkjewicz, 1901 (Figura 13).

Pequeño ciliado hipotrico, de forma ovoide, con un claro aplastamiento

dorso-ventral y el cuerpo ligeramente curvado hacia la derecha. Sus

dimensiones medias fueron de unos 60µm de longitud y 35µm de

anchura. Presentaba cirros ventrales que le permitían desplazarse

fácilmente por las superficies y una zona adoral de membranelas con la

que creaba corrientes de agua hacia el citostoma.

Figura 13. E. vannus. Barra de escala = 15µm

3.3.5.3. Protistas sarcodinos

Vannella sp. Bovee, 1965 (Figura 14). Ameba aplanada en forma

de abanico con una marcada zona hialina en la parte anterior de la

célula. Era de anchura variable entre 20 y 50µm. Sólo presentaba

pseudópodos al despegarse del sustrato y adoptar una forma flotante

radiada. Desplazaba su cuerpo sobre el sustrato moviéndose como una

masa única.

Figura 14. Vannella sp.: a) forma sedentaria y b) forma flotante. Barra de escala = 15µm

Page 33: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 33 -

3.3.6. Protistas asociados a la interfase agregado-agua

Además de los anteriormente descritos como característicos tanto

de agregado como de interfase, se identificaron seis de los protistas

representativos de la interfase agregado-agua de nuestros microcosmos:

cinco protistas flagelados y un ciliado. La identificación de todos ellos se

realizó a partir del análisis de sus caracteres morfológicos y de su

comportamiento observado mediante microscopía óptica.

3.3.6.1. Protistas flagelados

Los flagelados Bicosoeca maris y Cafeteria sp., fueron detectados

únicamente en este microhábitat, en tanto que Oxyrrhis marina,

Pseudobodo tremulans y Salpingoeca sp. se encontraron tanto en la

interfase como nadando libremente por el agua.

Bicosoeca maris, Picken, 1941 (Figura 15). Protista bicosoécido

biflagelado, de forma esférica o elipsoidal de aproximadamente 5µm de

longitud y 3µm de anchura que presentaba una lórica. Los flagelos

estaban insertados cerca de una estructura peristomal en forma de

labio prominente. El flagelo largo estaba extendido y agarrado a una

fina curva en la parte anterior de la célula. El otro flagelo se curvaba

hacia atrás para unirse a la base de la lórica. Cuando el protista era

perturbado, contraía el flagelo corto, la célula se encerraba dentro de la

lórica y el flagelo más largo se enrollaba en el extremo anterior de la

célula.

Figura 15. B. maris. Barra de escala = 5µm

Page 34: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 34 -

Cafeteria sp. Fenchel y Patterson 1988 (Figura 16). Era un

flagelado de pequeño tamaño (3-10µm de longitud) con el cuerpo en

forma de D y un surco en la parte izquierda de la célula. Presentaba dos

flagelos subapicalmente insertados y de similar longitud a la célula y

utilizaba el posterior para adherirse al sustrato. Cuando el protista se

desprendía del agregado y se encontraba en movimiento, dirigía el

flagelo anterior hacia adelante y lo batía en un movimiento helicoidal,

en tanto arrastraba el flagelo posterior.

Figura 16. Cafeteria sp. Barra de escala = 5µm

Oxyrrhis marina Dujardin, 1841 (Figura 17). Era un pequeño

dinoflagelado incoloro de apariencia bastante inusual entre los

dinoflagelados. De forma entre ovoide y cónica tenía un tamaño medio

de 30µm de longitud y 16,5µm de anchura. En la parte posterior

presentaba una depresión o corte ventral que comenzaba en el ecuador

de la célula. Al comienzo de este corte se observaba una protuberancia

redondeada de la que partían dos flagelos. El movimiento coordinado de

ambos flagelos se traducía en un movimiento giratorio de la célula.

Figura 17.O. marina. Barra de escala = 5µm.

Page 35: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 35 -

Pseudobodo tremulans, Griessmann, 1913 (Figura 18). Pequeño

biflagelado bicosoécido, de forma esférica y un diámetro de unos 10µm

de longitud. Se encontraba tanto adherido al sustrato como de forma

libre nadando en la interfase. Presentaba dos flagelos desiguales

insertados anterolateralmente, de los cuales el más corto era contráctil,

iba dirigido hacia la parte posterior de la célula y le permitía adherirse

al sustrato. Cuando el protista se desprendía del sustrato, este flagelo lo

llevaba arrastrando sobre la superficie. El flagelo largo estaba dirigido

hacia adelante cuando el flagelado nadaba libremente y lateralmente

con forma de lazo o arco en las formas sésiles. Junto al área citostomal

se observaba una probóscide claramente visible cuando la célula

permanecía sésil.

Figura 18. Ps. tremulans. Barra de escala = 5µm.

Salpingoeca sp., James Clark, 1868 (Figura 19). Coanoflagelado

de forma más o menos esférica que residía en una lórica en forma de

copa. En la parte anterior presentaba un único flagelo rodeado por un

collar de finísimos pseudópodos. El movimiento del flagelo atraía el

agua a través del collar donde las bacterias y otras pequeñas partículas

eran atrapadas y posteriormente ingeridas. Cuando el protista era

molestado tanto el flagelo como el collar podían ser retraídos.

Page 36: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 36 -

Figura 19. Salpingoeca sp. Barra de escala = 10µm. Imagen tomada de http://starcentral.mbl.edu/microscope/portal.php

3.3.6.2. Protistas ciliados

Uronema marinum, Dujardin, 1841 (Figura 20). Escuticociliado

de forma ovalada, con la parte dorsal algo curvada y la parte ventral

recta. Era de pequeño tamaño, con una longitud media de 30µm y una

anchura media de 10µm. Presentaba ciliatura holotrica, con una placa

plana desprovista de cilios en el polo anterior y un único cilio caudal. La

abertura oral y la membrana paraoral, localizadas a la altura del

ecuador de la célula eran pequeñas y poco visibles. Era un buen

nadador con rápidos movimientos en todas direcciones.

Figura 20. U. marinum. Barra de escala = 5µm.

Page 37: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 37 -

3.3.7. Protistas asociados al agua

Se identificaron ocho de los protistas que fueron únicamente

detectados en el agua de los microcosmos y nunca asociados a los

agregados: dos protistas flagelados, cuatro ciliados y dos sarcodinos. La

identificación de todos ellos se realizó a partir del análisis de sus

caracteres morfológicos y de su comportamiento observado mediante

microscopía óptica.

3.3.7.1. Protistas flagelados

Desmarella sp., Kent, 1880 (Figura 21). Era una colonia de

pequeños flagelados en suspensión unidos lateralmente. Cada una de

las células tenía forma entre esférica y ovoide con un tamaño medio de

6µm. En la parte anterior presentaban un flagelo rodeado por un fino

collar en forma de embudo. El movimiento de los flagelos de las células

producía un movimiento espiral de la colonia.

Figura 21. Desmarella sp.. Barra de escala = 5µm.

Paraphysomonas sp. De Saedeleer, 1929 (Figura 22). Flagelado

crisofita incoloro fagotrofo rodeado por un halo alrededor de la célula

presumiblemente correspondiente a la cubierta de finas espículas

característica de este género. Presentaba dos flagelos de diferente

longitud batiendo el más largo con un movimiento ondulante para

llevar las bacterias en suspensión en el agua hacia la superficie de la

célula.

Page 38: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 38 -

Figura 22. Paraphysomonas sp.. Barra de escala = 10µm. Imagen tomada http://starcentral.mbl.edu/microscope/portal.php

3.3.7.2. Protistas ciliados

Cohnilembus punctatus, Kahl, 1928 (Figura 23). Pequeño ciliado

alargado y estrechado en su parte anterior. Sus dimensiones medias

eran de 45µm de longitud y 10µm de anchura. Presentaba ciliatura

holotrica con un único cilio caudal. La abertura oral y la membrana

paraoral, localizadas a la altura del estrechamiento de la célula eran

muy visibles. Presentaba una vacuola contráctil en la parte posterior.

Era un ciliado buen nadador cuyo movimiento se basaba en lentos giros

en todas direcciones.

Figura 23. C. punctatus. Barra de escala = 10µm.

Page 39: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 39 -

Lohmaniella sp., Leegaard, 1915 (Figura 24). Ciliado oligotrico no

loricado, de forma más o menos esférica y mediano tamaño (20-40µm

de diámetro). Carecía de ciliatura somática y presentaba una zona

adoral con dos tipos distintos de membranelas.

Figura 24. Lohmaniella sp. Barra de escala = 10µm.

Strobilidium sp., Schewiakoff, 1892, (Figura 25). Ciliado oligotrico

no loricado de forma cónica o cilíndrica (dimensiones aproximadas:

50µm de longitud y 40µm de anchura). Presentaba una zona adoral de

membranelas muy desarrollada y de tipo cerrado, es decir, las

membranelas cerraban un círculo alrededor del ápice de la célula.

Figura 25. Strobilidium sp.. Barra de escala = 20µm. Imagen tomada de http://starcentral.mbl.edu/microscope/portal.php

Page 40: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 40 -

Uropedalium ophistosoma, (Lepsi, 1926) Kahl, 1931 (Figura 26).

Ciliado ovoide alargado de pequeño tamaño (30µm de longitud y 10µm

de anchura). Presentaba una abertura oral en la parte posterior de la

célula. La ciliatura somática se disponía en forma espiral y presentaba

un cilio caudal. Poseía una vacuola contráctil en la parte posterior. Era

un buen nadador cuyo movimiento se basaba en rápidos saltos en

todas direcciones.

Figura 26. U. ophistosoma. Barra de escala = 10µm.

Tintínidos. Este grupo de ciliados espirotricos fue detectado

únicamente en el agua de los microcosmos y nunca asociado a los

agregados. No se completó su identificación sino que fueron

caracterizados únicamente a nivel de grupo. Eran células incluidas

dentro de lóricas opacas de unos 65µm de longitud y 50µm de anchura,

a las que se encontraban adheridos materiales como granos de arena o

restos orgánicos (Figura 27). Nadaban por medio de una zona adoral de

membranelas que sobresalía de la lórica.

Figura 27. Tintínido. Barra de escala = 10µm.

Page 41: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 41 -

3.3.7.3. Protistas sarcodinos

Vannella sp. (forma flotante). Ver Vannella en agregado.

Amoeba radiosa Ehrenberg, 1830 (Figura 28). Forma flotante que

adquieren algunas amebas como mecanismo de búsqueda de nuevos

hábitats. De morfología redondeada (aproximadamente 20µm de

diámetro), presentaba finos pseudópodos radiales.

Figura 28. A. radiosa. Barra de escala = 20µm. Imagen tomada de http://flickr.com/photos/microagua

Heliozoos. Como en el caso de los tintínidos, estos protistas

fueron caracterizados únicamente a nivel de grupo. Eran sarcodinos

esféricos (Figura 29) de un diámetro aproximado de 40µm y estaban

provistos de una especie de pseudópodos, los axopodios, que irradiaban

desde la superficie de la célula hacia fuera, dando a estos protistas su

característico aspecto de sol.

Figura 29. Heliozoo. Barra de escala = 20µm.

Page 42: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 42 -

3.3.8. Colección de protistas representativos de agregados

Los cuatro protistas flagelados (Bicosoeca maris, Bodo designis,

Pseudobodo tremulans y Rhynchomonas nasuta) y los tres ciliados

(Aspidisca steini, Euplotes vannus y Uronema marinum) considerados

más representativos de los agregados formados en el laboratorio a partir

de agua de mar fueron aislados mediante técnicas de

micromanipulación y mantenidos en cultivos en medio IHC a 15°C en

oscuridad.

Page 43: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 43 -

A pesar de que los macroagregados o “nieve marina” constituyen

un importante componente del medio marino, en la literatura científica

existen muy pocos estudios sobre las comunidades de protistas que,

temporalmente o de forma continuada, viven asociados a material

particulado. Este hecho es debido fundamentalmente a las numerosas

dificultades que conllevan tanto la recogida como la posterior

manipulación de este material en el laboratorio. A la vista de estas

dificultades, resulta comprensible la búsqueda de métodos que

permitan la formación de agregados similares a los naturales bajo

condiciones controladas en el laboratorio.

En este sentido, desde 1980 diversos investigadores han

conseguido con éxito la formación de material particulado en el

laboratorio a partir de agua de mar enriquecida con diversos sustratos.

Kranck y Milligan (1980) formaron agregados añadiendo al agua

sedimento glacial y materia orgánica procedente de peces y plancton

triturado; Biddanda (1985) utilizó como enriquecimiento materia

orgánica de origen algal y Caron y col. en 1986 enriquecieron con

mucus de ctenóforos. En 1989 Shanks y Edmonson propusieron la

formación de agregados alterando el régimen de turbulencia del agua al

hacerla girar a baja velocidad en un tanque cilíndrico. Siguiendo esta

idea, Agis y col. en 1998 y Unanue y col. en 1998 (a y b) formaron

agregados añadiendo cuerpos celulares y productos extracelulares

fitoplanctónicos al agua de mar.

En el presente trabajo se eligió el modelo de Shanks y Edmonson

como el sistema de laboratorio más apropiado para la formación de

agregados orgánicos similares a los naturales. Dado que los agregados

se crearon a partir de únicamente agua de mar no filtrada, éstos

estaban compuestos por una mezcla de diferentes substratos

provenientes del agua de la estación de muestreo, tales como material

fecal de organismos marinos, diatomeas, restos de organismos muertos,

etc.. De esta manera, los agregados constituían un fiel reflejo de la

cantidad y tipo de material particulado que se hubiera generado en el

sistema natural si el régimen de turbulencia hubiera sido el apropiado.

En la literatura, se ha reflejado la importancia de los sistemas

particulados frente al agua como factor que potencia el crecimiento de

los protistas (Caron y col., 1986; Alldredge y Silver, 1988; Turley y

Page 44: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 44 -

Mackie, 1994), si bien resulta difícil cuantificar de forma precisa el

grado de concentración de los protistas presentes en las partículas,

debido a que éstos contienen cierta cantidad de agua que no se puede

excluir durante su muestreo (Alldredge y Cox, 1982; Karner y Herndl,

1992). En nuestros experimentos se ha observado un elevado

enriquecimiento de la comunidad de protistas en la fase particulada con

respecto a la fase líquida, encontrándose las densidades poblacionales

de flagelados y ciliados entre 2 y 4 órdenes de magnitud superiores en

el agregado que en el agua de los microcosmos. Tal y como se observa

en la Tabla 4, estos valores de enriquecimiento son comparables a los

calculados por otros autores. Factor Enriquecimiento (F.E.) Referencia

123 Prezelin y Alldredge, 1983

17-114 Caron y col., 1986

273-18400 * Caron y col., 1986

107-987 Davoll y Silver, 1986

3200 Herndl, 1992

1300-33000 Turley y Mackie, 1994

80-811 Unanue y col., 1998a

100-1100 Kiørbe, 2000

2-3 órdenes Wörner y col., 2000

15-4000 Grossart y col., 2003

(*) valores de F.E. basados en recuentos de flagelados por Número Más Probable

Tabla 4. Factores de Enriquecimiento de la comunidad de protistas flagelados

en agregados orgánicos de origen marino

Los factores de enriquecimiento más altos fueron los registrados en

la situación fría del sistema (temperaturas medias del agua: 9ºC en

época fría y 19ºC en época cálida). Este hecho sugiere que las bajas

temperaturas y concentración de nutrientes propias de la situación fría

potenciarían la oligotrofia del sistema intensificando la importancia de

los agregados como microambientes más favorables para los protistas.

Page 45: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 45 -

Este mismo hecho ya ha sido descrito por Caron (1991) estudiando

diversos sistemas pelágicos en gradiente eutrófico-oligotrófico.

Además, los factores de enriquecimiento tendieron a disminuir

conforme aumentaba el grado de descomposición de los agregados,

debido al incremento de la densidad de protistas en el agua

circundante. Este resultado se interpreta como un reflejo de la

liberación de nutrientes orgánicos procedentes de los agregados hacia el

agua y el consecuente incremento en la densidad de la comunidad

bacteriana de vida libre (Herndl, 1988). En algunos trabajos (Unanue y

col., 1998b, Agis y col., 1998) se ha estudiado en profundidad el

fenómeno de desacoplamiento entre actividad hidrolítica e

incorporación de monómeros resultantes que se observa en la

comunidad procariota adherida a agregados. La actividad

ectoenzimática de las bacterias adheridas es elevada, y no se

corresponde con las producciones y velocidades de crecimiento que

muestra la comunidad. Es decir, el sistema se encuentra desacoplado

de tal manera que el exceso de monómeros que no son incorporados no

generan producción y son liberados al agua circundante, donde

constituyen una fuente de carbono y energía importante para los

procariotas en suspensión que residen en un hábitat pobre en

compuestos orgánicos. El consiguiente aumento en la densidad de las

presas en suspensión favorece el crecimiento de sus predadores (Peters,

1994, Iriberri y col., 1995), lo que conlleva el incremento de la densidad

de protistas bacterívoros en el agua circundante.

Así, la nieve marina que se encuentra sedimentando en la columna

de agua, actúa como un reactor enzimático (Azam, 1998) que, no sólo

favorece el crecimiento microbiano en las partículas, sino que también

favorece la actividad microbiana en el agua circundante a causa de la

liberación en su descenso por la columna de agua de materia orgánica

fácilmente utilizable.

En algunos de los trabajos previamente mencionados se

caracterizaron las comunidades de protistas asociados a agregados, si

bien los resultados publicados no son muy concluyentes. Así, autores

como Small y col. (1983) y Silver y col. (1984) observaron especies no

descritas de protistas ciliados asociados a nieve marina, lo que sugería

que los macroagregados eran un microhábitat único con fauna

Page 46: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 46 -

endémica. Patterson y Fenchel (1990) también detectaron la existencia

de un protista flagelado específico de agregados, Massisteria marina. Sin

embargo, otros autores (Caron y col., 1982; Fenchel, 1982) observaron

la presencia de especies de protistas similares tanto asociados a

agregados como en suspensión. Con objeto de aportar más información

al respecto, en el presente trabajo se realizaron una serie de

experiencias en las que se analizó la composición de las comunidades

de protistas asociadas a los microhábitats generados en nuestros

microcosmos, en los que partiendo de agua de mar se pasaba de una

situación de "sólo agua" a una nueva situación de "agua más

agregados". Además, se estudió la sucesión de protistas en los

agregados a lo largo del proceso de descomposición de los mismos.

La aparición de agregados en un sistema marino implica la

diversificación de microhábitats accesibles a los microorganismos

planctónicos. Desde un punto de vista comparativo, mientras la fase

acuosa se caracteriza por la presencia de bajas densidades de pequeñas

presas bacterianas en suspensión y mayoritariamente inactivas

(Alldredge y Youngbluth, 1985; Iriberri y col.,1987; Alldredge y

Gotschalk, 1990; Smith y col., 1992; Worm y Søndergaard, 1998) los

agregados suponen un soporte sólido con altas densidades de bacterias

firmemente adheridas a los agregados o embebidas en sus matrices

poliméricas (Iriberri y Herndl, 1995; Heissenberger y col., 1996) y que

expresan elevadas actividades ectoenzimáticas y extracelulares con el

fin de utilizar los polímeros de los agregados (Smith y col., 1992; Agis y

col., 1998; Unanue y col., 1998b). Como consecuencia de estas altas

actividades, en el sistema pueden establecerse gradientes químicos que,

si bien en algunos casos suponen condiciones hostiles para los

microorganismos (Kiørboe y col., 2003) también implican la liberación

desde el agregado tanto de materia orgánica disuelta utilizable (UDOM)

como de bacterias en crecimiento activo (Jacobsen y Azam, 1984;

Kjelleberg y col., 1987; Unanue y col., 1992).

Además de los ya expuestos, cabe destacar la presencia de un

tercer microhábitat, la capa de agua que rodea al agregado, y que

hemos denominado interfase agregado-agua. Las evidencias indirectas

(Smith y col., 1992, Kiørboe y Jackson, 2001) junto con nuestra propia

observación, nos conducen a asumir que esta capa se encuentra

habitada por una densa comunidad de bacterias que comparten

Page 47: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 47 -

características tanto con las bacterias de vida libre como con las

asociadas a agregados, es decir, se mostrarían activas, grandes y se

encuentran en suspensión en el sistema.

El establecimiento de estos nichos ecológicos provoca una

reestructuración espacial de la comunidad de protistas en nuestros

microcosmos. Es de esperar que los protistas que permanecían en la

fase líquida fueran buenos nadadores y estuvieran adaptados a sacar

provecho de bajas densidades de presas en suspensión mediante

mecanismos de ingestión de presas raptorial o por filtración. En esta

fase fueron observados coanoflagelados del género Desmarella, y otros

coanoflagelados desnudos no identificados, así como especies del género

Paraphysomonas. Entre los ciliados, se detectaron los escuticociliados

Cohnilembus punctatus, Uropedalium opisthosoma, algunos tintínidos no

identificados y especies de los géneros Strobilidium y Lohmanniella.

Igualmente en el agua permanecieron algunos heliozoos y radiolarios, y

Amoeba radiosa, forma flotante con pseudópodos que adquieren

algunas amebas como mecanismo de búsqueda de nuevos hábitats.

Todos estos protistas deben ser considerados como característicos

nadadores en suspensión puesto que no fueron encontrados ni en

agregados ni en la capa de agua que los rodea.

El flagelado Massisteria marina y la ameba Vannella sp.

presentaban la misma estrategia, en la fase líquida adquirían una forma

nadadora no alimenticia que les permitía dispersarse por el sistema,

mientras que cuando se posicionaban en los agregados adoptaban una

forma trófica adaptada a alimentarse de presas bacterianas adheridas a

material particulado.

Respecto a los protistas asociados a agregados, se observó un

patrón común de colonización y sucesión de las comunidades

microbianas a lo largo del proceso de descomposición de los mismos,

caracterizada por un rápido crecimiento de la comunidad bacteriana,

seguido de la sucesiva aparición en el tiempo de protistas

nanoflagelados, ciliados y finalmente sarcodinos. Este modelo de

colonización ya había sido descrito por otros autores (Pomeroy y Deibel,

1980; Pomeroy y col., 1984; Davoll y Silver, 1986; Biddanda y Pomeroy,

1988; Caron, 1991).

Page 48: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 48 -

El papel pionero de los flagelados heterotrofos en la colonización de

agregados puede ser debido al hecho de que los flagelados presentan

densidades más altas que los demás protistas que habitan el plancton

marino. Este hecho, a su vez, se debería a su mayor facilidad para

crecer y reproducirse beneficiándose de las bajas densidades de

bacterias en suspensión que se suelen encontrar en los sistemas

marinos (Caron, 1991). La comunidad de protistas ciliados apareció con

posterioridad a la de flagelados debido, probablemente, a que precisan

de mayores abundancias de presas para reproducirse. Esta comunidad

parece jugar un papel fundamental en la estructura de las comunidades

detríticas, ya que es probable que contribuya a las tasas de

descomposición del material particulado, no sólo por la ingestión de

bacterias, sino también por el consumo de protistas flagelados (Silver y

col., 1984). En cuanto a las amebas, se conoce muy poco acerca de su

diversidad en material particulado debido a dificultades metodológicas y

taxonómicas. Sin embargo, se sabe que puede haber un número

abundante de sarcodinos, principalmente amebas desnudas, asociados

a agregados orgánicos (Arndt, 1993).

Entre los protistas asociados a agregados identificados en este

estudio, se observaron dos tipos de estrategia distintas: colonización del

interior de las partículas y colonización de la capa de agua circundante

al agregado o interfase.

Los encontrados únicamente en los agregados eran capaces de

desplazarse sobre superficies sólidas y poseían estructuras que les

permitían desprender las presas adheridas a los agregados. Los

euglénidos Ploeotia sp. y Entosiphon sp. se desplazaban mediante

deslizamiento y se alimentaban de bacterias adheridas utilizando su

aparato de ingestión. El protista apusomonado Amastigomonas sp. se

movía igualmente por deslizamiento y se alimentaba de presas

adheridas, en este caso barriendo la superficie de los agregados con su

probóscide.

El resto de los protistas asociados a agregados prefirieron

permanecer en la interfase, microhábitat en el que se encontró la mayor

diversidad específica. Algunos, como A. steini, E. vannus, B. designis y

R. nasuta han sido ya descritos como protistas asociados a partículas

(Patterson y col., 1993; Lee y col., 1985; Caron, 1987; Albright y col.,

Page 49: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 49 -

1987) puesto que, si bien no son buenos nadadores, se mueven

fácilmente sobre y dentro de los agregados. Los dos ciliados creaban

fuertes corrientes de agua con las membranelas de la zona adoral

despegando bacterias adheridas y arrastrándolas hacia sus áreas de

ingestión. A continuación filtraban las presas bacterianas en

suspensión que se encontraban en esas corrientes de agua. En cuanto

a los flagelados, B. designis y R. nasuta se mantenían en contacto con el

material particulado utilizando su flagelo recurrente y usaban su flagelo

anterior o su probóscide, respectivamente, para despegar las bacterias

adheridas y poderlas capturar más fácilmente. Por lo tanto eran

capaces de aprovechar tanto las presas adheridas a los agregados como

las que se encontraban en suspensión a su alrededor. Caron en 1987

observó que tanto Bodo sp. como Rhynchomonas nasuta se movían y

depredaban efectivamente cuando estaban en contacto con una

superficie, pero que eran pobres nadadores y presentaban bajas

eficiencias de depredación sobre bacterias en suspensión.

Los flagelados Cafeteria sp. y Bicosoeca maris fueron los únicos

protistas que se detectaron solamente en la interfase agregado-agua.

Permanecían adheridos al agregado por el flagelo posterior o la lórica,

respectivamente y se alimentaban de bacterias en suspensión cercanas

a las partículas capturándolas mediante su flagelo anterior.

De acuerdo con Davoll y Silver (1986), los agregados son hábitats

en la zona pelágica que soportan el crecimiento de poblaciones con

características combinadas de sistemas pelágicos y bénticos. Sin

embargo, la mayoría de las especies observadas en los agregados en

este estudio fueron más comunes de hábitats bénticos que pelágicos. La

existencia pelágica de especies de Bodo, Rhynchomonas, Cafeteria y

Bicosoeca depende indudablemente de la existencia de superficies en el

plancton (Caron, 1991). De la misma manera, siempre que Euplotes y

Aspidisca han sido encontrados en la columna de agua, ha sido

asociados a superficies (Lee y col., 1985). Por último, la existencia de

una forma móvil y una forma sedentaria para alimentarse en Vannella

parece ser una adaptación para explotar agregados detríticos

enriquecidos, ampliamente distribuidos en el espacio (Patterson y

Fenchel, 1990).

Page 50: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 50 -

Los flagelados Ps. tremulans y especies del género Salpingoeca han

sido igualmente descritos como protistas asociados a nieve marina

(Patterson y col., 1993; Caron, 1991). En nuestros microcosmos los

hemos observado tanto nadando dispersos por el agua, probablemente

en busca de nuevos alimentos, como adheridos de forma transitoria a la

superficie de los agregados. Autores como Lighthill, (1976) y Fenchel,

(1982) concluyeron que la fijación de los protistas a los sustratos les

permite filtrar el agua a velocidades mayores que cuando se encuentran

nadando libres en el medio. Así, la adherencia transitoria a agregados

observada en estos protistas pudiera ser considerada como un

mecanismo que utilizan para alimentarse más eficientemente.

Resulta sorprendente la permanencia en la cercanía de los

agregados de ciertos protistas reconocidos como buenos nadadores. Es

el caso del flagelado O. marina. y el ciliado U. marinum, que fueron

detectados en dos de los microhábitats, el agua y la capa de agua más

próxima al agregado. Parece que, en presencia de partículas en el

sistema, estos protistas se dirigen hacia ellas y permanecen cercanos a

su superficie. Podría interpretarse que estos protistas sean capaces de

detectar cambios químicos alrededor de los agregados producidos por la

actividad de las bacterias que los han colonizado, naden hacia estas

zonas de altas disponibilidades de presas y permanezcan en sus

proximidades.

En síntesis, hemos observado que la heterogeneidad espacial

creada por la presencia de agregados en los sistemas marinos tiene una

notable influencia en las comunidades de protistas. Por un lado, los

agregados constituyen microambientes altamente enriquecidos en estas

comunidades. Además, dependiendo de la estrategia alimenticia,

estructura y comportamiento de los protistas, estos microorganismos

son capaces de elegir el microambiente más conveniente para ellos. De

esta manera, mientras que algunos protistas permanecen en

suspensión en el agua, otros se aproximan y en algunos casos llegan a

colonizar las partículas. Cabe destacar la preferencia mostrada por

diversos protistas a quedarse en la capa de agua más próxima al

agregado, la cual puede ser explicada por la presencia de altas

densidades de presas grandes y activas fácilmente utilizables por

distintos mecanismos alimenticios.

Page 51: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 51 -

Los resultados de este segundo Capítulo han dado origen a una

publicación internacional incluida al final de la Memoria

“Grazing rates of bacterivorous protists inhabiting diverse

marine planktonic microenvironments”. Limnol. Oceanogr. 47: 142-

150. 2002.

En este trabajo se cuantificó y analizó comparativamente las

velocidades de depredación ejercidas por protistas bacterívoros marinos

en agregados y agua.

Page 52: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 52 -

En primer lugar, utilizando los microcosmos previamente

diseñados, se formaron agregados a partir de agua de mar que

presentaban una comunidad bacteriana adherida constituida por una

mezcla de proporciones conocidas de bacterias no teñidas y bacterias

teñidas con un fluorocromo (Fluorescently Labeled Bacteria, FLB). La

utilización de estos agregados con trazadores adheridos y teñidos, nos

permitió cuantificar la ingestión de bacterias adheridas a

macroagregados por parte de los protistas bacterívoros ensayados.

Para la cuantificación de la actividad depredadora de los protistas

sobre bacterias en suspensión se utilizó la misma técnica de

incorporación de FLB llevada a cabo, en este caso, en microcosmos

libres de partículas, en los que los bacterívoros disponían de FLB libres

en proporciones conocidas, distribuidas homogéneamente entre las

bacterias no marcadas en proporciones conocidas. Se cuantificaron las

velocidades de depredación de los protistas analizados sobre bacterias

en suspensión, en agua de mar a dos densidades de presas diferentes: a

las bajas densidades normalmente encontradas en el agua de mar y a

las altas densidades esperables en la capa de agua que rodea a los

macroagregados.

Page 53: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 53 -

4.2.1. Depredación sobre bacterias adheridas a agregados

4.2.1.1. Protistas ensayados

Para llevar a cabo las experiencias de depredación se eligieron tres

nanoflagelados bacterívoros (Bodo designis, Jakoba libera y

Rhynchomonas nasuta) y un microciliado escuticociliado bacterívoro

(Uronema marinum).

En tanto que el nanoflagelado J. libera procedía de la colección de

cultivos de microorganismos CCAP (Culture Collection of Algae and

Protozoa 1954/1), el resto de los protistas fueron aislados en nuestro

laboratorio a partir de muestras de agua de mar que contenían material

particulado agregado (Artolozaga y col., 1997).

Todos ellos han sido descritos en la literatura científica como

protistas asociados a material particulado (Patterson y col., 1993;

Sieburth, 1984), aunque presentan diferentes estrategias de

alimentación. B. designis y R. nasuta depredan bacterias adheridas

(Fenchel, 1991; Sleigh, 1991), mientras que J. libera es un eficaz

depredador de presas bacterianas en suspensión (Caron, 1987;

Patterson y col., 1993). En cuanto al escuticociliado, U. marinum está

reconocido como un buen nadador que se alimenta de bacterias en

suspensión mediante un mecanismo de filtración (Turley y col., 1986;

Sleigh, 1991), si bien suele ser habitualmente observado en las

cercanías del material particulado (Sieburth, 1979; Fenchel, 1980),

Con el fin de obtener suspensiones densas de protistas con las que

realizar las experiencias de depredación, los protistas ensayados junto

con sus bacterias acompañantes fueron inoculados en medio IHC al

0,03% (J. libera y U. marinum) o al 0,05% (B. designis y R. nasuta) e

incubados a 20°C y 100rpm en oscuridad hasta llegar al final de la fase

exponencial de crecimiento (durante 1 semana aproximadamente).

4.2.1.2. Obtención de las bacterias marcadas fluorescentemente

El bacterioplancton procedente del agua de la playa La Salvaje se

tiñó con un colorante fluorocromo de acuerdo con el método descrito

por Sherr y col. (1987). Para ello, un volumen de agua se filtró por

gravedad en condiciones de esterilidad, a través de un filtro de 0,45µm

Page 54: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 54 -

de tamaño de poro que sólo permitía el paso de bacterias, obteniéndose

en el filtrado una concentración bacteriana en el rango 105-106

bacterias ml-1. El filtrado se inoculó en una botella con extracto de

cereal al 0,06% para potenciar su crecimiento y tras una semana de

incubación a 20ºC se obtuvo una suspensión densa de células en fase

exponencial tardía de crecimiento. Las bacterias se recogieron por

centrifugación (12.000rpm, 12 minutos) en una pastilla, se

resuspendieron en 10ml de solución salina tamponada y se tiñeron a

60°C durante 2 horas con el colorante fluorocromo 5-(4,6-diclorotriazin-

2,4'-il) aminofluoresceína (DTAF), en concentración final 0,2mg ml-1.

Esta suspensión de bacterias marcadas fluorescentemente (a partir de

aquí denominadas como FLB) fue lavada 3 veces mediante sucesivas

centrifugaciones y resuspensiones en solución salina, para eliminar los

restos de colorante. Por último, la pastilla de bacterias se resuspendió

en 20ml de solución de pirofosfato tetrasódico, el cual favorece la

dispersión y evita la formación de acúmulos o conglomerados de

bacterias. Esta suspensión se sonicó suavemente con 4 pulsos de 1

segundo a 70w para deshacer los acúmulos de células que pudieran

haberse formado.

Para la enumeración de estas bacterias teñidas se filtraron

alícuotas de las mismas a través de filtros negros de policarbonato de

0,22µm de tamaño de poro y 25mm de diámetro (Millipore). El filtro se

montó para su observación por microscopía de epifluorescencia. Los

recuentos se realizaron a 1.000 aumentos bajo luz de excitación azul,

contándose un mínimo de 300 bacterias.

La suspensión de bacterias se repartió en alícuotas de 1ml en

criotubos de 1,6ml de capacidad y se almacenó a -20°C en oscuridad.

En estas condiciones podía mantenerse durante tiempo indefinido.

Para su utilización se descongeló una alícuota lentamente en agua

fría o hielo y se sonicó suavemente antes de añadirse a las muestras el

volumen adecuado.

4.2.1.3. Diseño del sistema depredador-presa en agregados

Las cámaras cilíndricas de polipropileno se llenaron con 11 litros

de agua de mar procedente de la estación de muestreo. Con el fin de

obtener macroagregados que contuvieran bacterias adheridas marcadas

Page 55: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 55 -

fluorescentemente, inmediatamente después de llenadas, a cada una de

las cámaras se adicionaron 109 FLB. En todas las experiencias fue

necesaria la utilización de varias cámaras cilíndricas para obtener el

suficiente número de macroagregados con el que realizar las

experiencias de depredación. Tras la adición de FLB las cámaras se

oscurecieron para evitar la pérdida de fluorescencia de las bacterias, así

como para no permitir el crecimiento de protistas autotrofos y se

pusieron a rodar en las condiciones descritas en el apartado 3.2.2. del

Capítulo 1 de este trabajo. La rotación se mantuvo durante 36-48 horas

dependiendo del número y consistencia de los macroagregados

formados. Además, durante este período de tiempo los recién formados

macroagregados no fueron densamente colonizados por protistas.

Una vez formados los macroagregados se procedió a su recogida en

la forma descrita en el apartado 3.2.3. del Capítulo 1 de este trabajo.

Las submuestras de 7µl de material particulado fueron cuidadosamente

lavadas en agua de mar estéril antes de ponerlas en contacto con el

protista con el que se iba a realizar la experiencia de depredación.

4.2.1.4. Experiencias de incorporación de bacterias marcadas y

adheridas

Las experiencias de incorporación de FLB fueron llevadas a cabo

según el protocolo que se representa en la Figura 30. Inmediatamente

antes de cada experimento, varias réplicas de un volumen de 7µl de

muestra de macroagregados resuspendido en 1ml de agua de mar

estéril fueron fijadas con formalina tamponada con carbonato cálcico y

almacenadas a 4°C hasta su procesamiento, con el fin de determinar la

densidad bacteriana total así como el porcentaje de FLB adheridas de la

muestra. La densidad bacteriana fue estimada siguiendo la técnica de

recuento directo DAPI descrita por Starink y col. (1994).

Page 56: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 56 -

Figura 30. Esquema del protocolo experimental de incorporación de bacterias marcadas y adheridas

Con objeto de dispersar las bacterias adheridas al material

particulado, se adicionó a las muestras fijadas una solución de

pirofosfato tetrasódico estéril (concentración final 10mM).

Inmediatamente las muestras fueron sonicadas en baño de hielo a

100w durante 6 pulsos de 5 segundos de duración. Tras diluir las

muestras sonicadas, las células fueron teñidas con DAPI durante un

mínimo de 15 minutos en oscuridad y filtradas a través de filtros negros

de policarbonato de 0,22µm de tamaño de poro. Los filtros se montaron

sobre portaobjetos con aceite de inmersión de baja fluorescencia y las

preparaciones se observaron en un microscopio de epifluorescencia

Nikon Optiphot.

Para la enumeración de FLB (que presentaban fluorescencia

amarilla) la observación se realizó utilizando luz incidente azul, en tanto

que las bacterias teñidas con DAPI (que presentaban fluorescencia azul)

se contaron utilizando luz incidente ultravioleta, a 1.250 aumentos en

ambos casos. Se contaron las bacterias presentes en, al menos, 30

Agua de mar

Adición 1ml bacterias teñidas (7�108 – 1�109)

Rotación 2,5 rpm 24-48 horas en oscuridad

Tª ambiente Enumeración de protistas: 14µl agregado

10ml agua mar filtrada y estéril 50µl lugol

600µl formalina Mantenimiento de los agregados en agua de mar filtrada (1 minuto)

Cultivo del protista 100rpm

Oscuridad 17ºC

Adición del cultivo a la placa de Petri

tiempo de contacto

t1 t2

Enumeración de bacterias teñidas ingeridas: 14µl agregado

10ml agua mar filtrada y estéril 50µl lugol

600µl formalina

Enumeración de bacterias adheridas: 7µl agregado

1ml agua de mar filtrada estéril 50µl formalina

t3 ...

Page 57: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 57 -

campos seleccionados al azar que contenían aproximadamente 30

bacterias por campo. En las distintas experiencias realizadas, la

densidad bacteriana total en los agregados y el porcentaje de FLB

adheridas a los mismos se mantuvieron en los siguientes rangos:

2,4�108 - 4,92�108 bacterias ml agregado-1 y 14,0 - 31,6% FLB

Para realizar las experiencias de incorporación de FLB las

muestras de macroagregados que contenían FLB adheridas fueron

cuidadosa y equidistantemente (3cm aproximadamente) depositadas en

placas de Petri de 140mm de diámetro que contenían una suspensión

densa del protista con el que se iba a realizar la experiencia de

depredación.

En estas experiencias, la incorporación de FLB por los protistas se

siguió con detalle durante un período de 30 minutos: se recogieron

submuestras de 2 macroagregados de 7µl cada 2 minutos durante los

primeros 15 minutos y cada 5 minutos durante los últimos 15 minutos.

Estas submuestras se resuspendieron en 10ml de agua de mar filtrada

y autoclavada, se fijaron por la técnica lugol-formalina y se

almacenaron a 4°C en oscuridad hasta su observación al microscopio.

4.2.1.5. Enumeración de bacterias ingeridas marcadas y adheridas

Un volumen adecuado de las submuestras recogidas a lo largo de

las experiencias de incorporación de FLB se tiñó con el colorante DAPI

en concentración final 0,02 mg ml-1, tal y como se ha descrito en el

apartado 4.2.1.4. de esta sección.

Los protistas flagelados teñidos con DAPI se localizaron a 1.250

aumentos y los ciliados a 200 aumentos, utilizando luz incidente

ultravioleta. Una vez localizado el protista se cambió la luz incidente a

luz azul para contar las FLB situadas dentro de él a 1.250 aumentos

(Figura 31). Con el fin de determinar el valor medio de FLB dentro de

cada tipo de protista, en cada submuestra se contaron las FLB

ingeridas por 100 protistas flagelados y 30 protistas ciliados.

Page 58: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 58 -

Figura 31. a) Ejemplo de una preparación de muestra de agregado teñida con DAPI para su observación por microscopía de epifluorescencia; b y c)

Localización de un protista (U. marinum en la imagen) y enumeración de las bacterias teñidas ingeridas. Barras de escala a) = 5µm; b y c) = 15µm

La velocidad de ingestión de FLB (FLB protista-1 minuto-1) fue

determinada a partir de la pendiente de la regresión lineal del número

de FLB ingeridas por protista frente al tiempo.

Page 59: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 59 -

4.2.1.6. Cálculo de la velocidad de depredación sobre bacterias

adheridas

La velocidad de depredación (VD) se define como el número total de

bacterias ingeridas por protista en la unidad de tiempo (bacterias

protista-1 hora-1).

Para realizar este cálculo se tuvo que tener en cuenta el porcentaje

de FLB adheridas a los macroagregados y asumir que dicho porcentaje

era lo suficientemente bajo como para no provocar cambios en la

actividad depredadora de los protistas y que los protistas no

discriminaban entre FLB y bacterias naturales.

La velocidad de depredación se calculó según la expresión:

donde,

VD representa la velocidad media de depredación de los protistas

estudiados (bacterias protista-1 hora-1).

VIFLB representa la velocidad media de ingestión de FLB de los

protistas estudiados (FLB protista-1 minuto-1).

B representa la densidad de bacterias naturales adheridas

(bacterias ml agregado-1).

FLB representa la densidad de FLB adheridas (FLB ml agregado-1).

4.2.1.7. Cálculo del Índice de Colonización de agregados

Con el fin de establecer el grado de colonización de los agregados

por los protistas ensayados, se calculó lo que denominamos “Índice de

Colonización” (I.C.). Este índice es la fracción dada entre la densidad del

protista añadido que había colonizado 7µl de agregado y la densidad del

protista presente en 7µl de la fase líquida de la placa. El índice se

calculó a partir de muestras de agregado y suspensión tomadas al inicio

de las experiencias de incorporación de bacterias marcadas y adheridas.

Los valores de Índice de Colonización superiores a 1 reflejaron una

tendencia positiva de acercamiento y colonización de los agregados por

parte de los protistas.

VD VIFLB= B + FLB

FLB� 60 �VD VIFLB= B + FLB

FLB

B + FLB

FLB� 60 �

Page 60: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 60 -

4.2.2. Depredación sobre bacterias en suspensión

4.2.2.1. Protistas ensayados y obtención de bacterias marcadas

fluorescentemente

Se ensayaron los mismos protistas que en el caso de los agregados.

B. designis, J. libera, R. nasuta y U. marinum.

Las bacterias marcadas con un colorante fluorocromo se

prepararon de la misma forma que en el caso de las experiencias con

agregados.

4.2.2.2. Diseño del sistema depredador-presa en agua

Las experiencias para cuantificar la depredación de protistas en

agua se simultanearon con las de cuantificación de depredación en

agregados. Una cámara cilíndrica de polipropileno se llenó con 11 litros

de agua de mar procedente de la estación de muestreo y sin adicionar

FLB se puso a rodar durante el tiempo y en las condiciones descritas en

el apartado 4.2.1.3.

Inmediatamente antes de cada experiencia un volumen de muestra

del agua de la cámara fue fijado con formalina tamponada con

carbonato cálcico y almacenado a 4°C hasta su procesamiento, con el

fin de determinar el número de bacterias de la muestra. La densidad

bacteriana fue estimada siguiendo la técnica de recuento directo con

naranja de acridina (AODC, Hobbie y col., 1977) descrita en el Capítulo

1 de esta memoria. Así, fue posible calcular el volumen de la

suspensión de FLB que se debía añadir a las muestras de agua para

que las FLB estuvieran presentes en una densidad que representara

aproximadamente un 20% de la densidad total bacteriana en las

experiencias realizadas con flagelados y un 10% en las realizadas con

ciliados (Sherr y col., 1987). Las densidades bacterianas determinadas

en el agua de las cámaras estuvieron entre: 2,30�105 - 4,95�106

bacterias ml-1.

Asimismo, y con el fin de realizar experiencias de depredación de

protistas en agua con alta densidad de presas se hizo preciso el

enriquecimiento del agua recogida en la estación de muestreo. Con este

objetivo el agua de mar natural fue filtrada por gravedad a través de

filtros de 0,45µm de tamaño de poro y mantenida en extracto de hoja de

Page 61: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 61 -

cereal al 0,06% durante 1 semana, en oscuridad, a 17ºC y 100rpm.

Transcurrido este período de enriquecimiento en el agua se

consiguieron unas densidades poblacionales de presas bacterianas en

el rango: 107 - 108 bacterias ml-1.

Inmediatamente antes de cada experiencia se recogió 1 litro de

agua con baja o alta densidad de presas, según el tipo de ensayo a

realizar, al que se añadió un volumen variable de una densa suspensión

del cultivo del protista con el que se iba a realizar la experiencia de

depredación. Las densidades finales de los protistas en el sistema

depredador-presa estuvieron en el rango: 9,10�101- 4,90�104 flagelados

ml-1 y 0,21 - 4,00 ciliados ml-1.

4.2.2.3. Experiencias de incorporación de bacterias marcadas y en

suspensión

Las experiencias de incorporación de FLB en agua fueron llevadas

a cabo según el protocolo descrito en la Figura 32. Las FLB utilizadas

en estas experiencias eran las mismas que las utilizadas en las

experiencias en macroagregados (ver apartado 4.2.1.4. de esta sección),

pero ofrecidas a los protistas monodispersas en el agua.

Las experiencias de incorporación de FLB se llevaron a cabo en

matraces de 2 litros estériles que contenían 1 litro de agua de las

cámaras al que se había añadido una densa suspensión del cultivo del

protista con el que se iba a realizar la experiencia de depredación.

Después de añadir el volumen necesario de la suspensión de FLB (ver

apartado anterior), los matraces se agitaron suavemente y, a partir de

este momento, se siguió con detalle la incorporación de FLB por los

protistas durante un período de 45 minutos: se recogieron submuestras

de 10ml a intervalos de 2, 10 y 15 minutos (Figura 32). Inmediatamente

después de tomar cada alícuota, ésta se fijó por la técnica de

decoloración lugol-formalina y las submuestras se almacenaron a 4°C

en oscuridad hasta su observación al microscopio.

Page 62: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 62 -

Figura 32. Esquema del protocolo experimental de incorporación de bacterias marcadas y en suspensión

4.2.2.4. Enumeración de bacterias ingeridas marcadas y en

suspensión

Un volumen adecuado de las submuestras recogidas a lo largo de

las experiencias de incorporación de FLB se tiñó con el colorante DAPI

en concentración final 0,02mg ml-1, tal y como se ha descrito en el

apartado 4.2.1.5. de esta sección. Con el fin de contar las FLB situadas

en el interior de los protistas flagelados y ciliados teñidos, éstos fueron

localizados y examinados tal y como se ha descrito en ese mismo

apartado.

Asimismo, la velocidad de ingestión de FLB (FLBprotista-1minuto-1)

se estimó a partir de la pendiente de la regresión lineal del número de

FLB ingeridas por protista frente al tiempo.

Filtración 0,45µmCultivo en IHC 0,06%1 semana. 100 r.p.m.17ºC. Oscuridad

24-48 horasRotación 2,5 r.p.m.Oscuridad

Adición de bacterias teñidas (FLB)

Adición de bacterias teñidas (FLB)

0’2’4’8’10’20’30’45’

10 mllugol-formalina

10 mllugol-formalina

Tinción y observación al microscopio

105 - 106 bact/ml 107 - 108 bact/ml

2’4’8’10’20’30’45’

0’

Filtración 0,45µmCultivo en IHC 0,06%1 semana. 100 r.p.m.17ºC. Oscuridad

24-48 horasRotación 2,5 r.p.m.Oscuridad

Adición de bacterias teñidas (FLB)

Adición de bacterias teñidas (FLB)

0’2’4’8’10’20’30’45’

10 mllugol-formalina

10 mllugol-formalina

Tinción y observación al microscopio

105 - 106 bact/ml 107 - 108 bact/ml

2’4’8’10’20’30’45’

0’

Page 63: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 63 -

4.2.2.5. Cálculo de la velocidad de depredación sobre bacterias en

suspensión

La velocidad de depredación (VD) de los protistas en agua

expresada como bacterias protista-1 hora-1 se calculó de la forma

descrita en el apartado 4.2.1.6., teniendo en cuenta en este caso el

porcentaje de FLB y la densidad de bacterias totales en el agua.

Page 64: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 64 -

4.3.1. Nueva técnica de cuantificación de velocidades de

depredación sobre bacterias adheridas

La Tabla 5 recoge las características de los agregados que se

formaron en los microcosmos de las 14 experiencias llevadas a cabo. En

todos los casos, los agregados fueron colonizados por la comunidad

bacteriana natural, detectándose una abundancia de bacterias

adheridas en un rango entre 2,0�108 y 21,0�108 bacterias por ml de

agregado, con un valor medio de 6,2�108 bacterias por ml de agregado.

Si bien la cantidad de FLB añadida en todos los microcosmos fue la

misma, los porcentajes de FLB respecto al total de bacterias calculados

en cada microcosmos al comienzo de las experiencias de ingestión varió

entre un 2,1% y un 65%, aunque en el 75% de los casos las bacterias

teñidas suponían entre un 10% y un 30% del total de bacterias

adheridas.

Protista

Experiencia

Densidad protista ensayado

(Protistas ml-1) a

Índice de Colonización

(I.C.)

Densidad bacterias adheridas

(Bacterias ml-1) a

Porcentaje FLB

adheridas (%)

B. designis I 1,4�106 1,6 4,1�108 24,6

II 1,3�106 0,7 20,0�108 2,0

III 3,6�106 3,3 2,2�108 28,0 J. libera I 0,4�106 3,5 4,7�108 7,9

II 0,5�106 4,2 4,8�108 8,0

III 1,1�106 6,5 2,0�108 19,6 R. nasuta I 0,4�106 30,4 3,2�108 27,3

II 0,7�106 5,2 2,4�108 31,6

III 2,1�106 4,4 21,0�108 3,0

IV 1,5�106 3,4 2,3�108 29,0 U. marinum I 0,9�103 7,6 4,2�108 30,7

II 2,9�103 26,1 2,6�108 65,0

III 0,4�103 0,1 2,4�108 14,0

IV 0,3�103 0,2 2,7�108 56,0

Tabla 5. Caracterización de los agregados utilizados en la cuantificación de las velocidades de depredación de los protistas ensayados sobre bacterias

adheridas a agregados.

Page 65: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 65 -

Los agregados fueron también colonizados por protistas

procedentes del agua de mar con la que se llenaron las cámaras

rodantes. A lo largo del proceso de formación de los agregados se fueron

controlando las abundancias de los protistas naturales que se habían

situado en los agregados y decidimos dar comienzo a las experiencias de

ingestión cuando esas abundacias no eran demasiado grandes: en las

distintas experiencias las comunidades de nanoflagelados naturales se

encontraban en el rango entre 0,3�105 y 6,9�105 protistas por ml de

agregado, y las comunidades de ciliados naturales estaban entre 0,7�102

y 10,0�102 protistas por ml de agregado.

Al comienzo de las experiencias de ingestión, los agregados fueron

cuidadosamente depositados en una suspensión del protista ensayado,

y, tal y como se puede ver en la Tabla 5, resultaron densa y

rápidamente colonizados por el protista en cuestión: los valores del

índice de colonización muestran que, exceptuando la segunda

experiencia realizada con B designis, los nanoflagelados se desplazaron

hacia los agregados y se mantuvieron en ellos. Los tres nanoflagelados

ensayados, B. designis, J. libera y R. nasuta se convirtieron en la

población de protistas predominante en los agregados, alcanzando

densidades (valor medio 1,3�106 protistas por ml de agregado)

superiores en un orden de magnitud a las densidades de los

nanoflagelados naturales.

Aunque se llevaron a cabo 4 experiencias con el microciliado U.

marinum, este protista tan sólo colonizó los agregados en dos de los

ensayos (experiencias I y II), alcanzando densidades superiores en un

orden de magnitud a la densidad poblacional de la comunidad de

ciliados naturales. En el resto de los casos (experiencias II y IV) los

valores del índice de colonización fueron demasiado pequeños como

para estimar con una cierta fiabilidad las velocidades de depredación de

este bacterívoro.

La Figura 33 muestra las rectas de regresión de la ingestión de

bacterias frente al tiempo correspondientes a las 12 experiencias

realizadas. En todas ellas, durante los primeros 10-15 minutos de

incubación se observó un incremento lineal (R2>0.95, p<0.05) del

número de bacterias ingeridas por protista a lo largo del tiempo.

Page 66: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 66 -

Figura 33. Representaciones de la ingestión de bacterias frente al tiempo en las 12 experiencias realizadas en agregados. VD es la velocidad de depredación (bacterias protista-1 h-1) y viene dada por la pendiente de la recta. Nótense las

diferentes escalas utilizadas en los datos de ingestión.

Uno de los factores que más puede afectar a la precisión de la

técnica empleada es la detección y enumeración microscópica de las

FLB ingeridas dentro de las vacuolas digestivas de los protistas

ensayados. Con el fin de minimizar este problema y para detectar

cualquier posible desviación de los resultados, cada uno de los puntos

de las dinámicas de ingestión de las distintas experiencias realizadas

fue analizado al microscopio por dos observadores. El posterior análisis

estadístico indicó que no hubo diferencias significativas entre estos

recuentos (test de Mann Whitney, p>0.05).

4.3.2. Velocidades de depredación sobre bacterias en distintos

microhábitats

Las velocidades de depredación ejercidas por los bacterívoros en

las 45 experiencias llevadas a cabo se calcularon a partir de las

velocidades de depredación de FLB. En todos los casos se obtuvieron

regresiones estadísticamente significativas (p<0,05) entre la ingestión de

bacterias por protista y el tiempo.

Uronema marinumRhynchomonas nasutaBodo designis Jakoba libera

0,0

1,0

2,0I

VD = 6,50,5

1,5

0,0

1,0

VD = 7,2

II

0,5

1,5

1510500,0

1,0

III

VD = 1,20,5

1,5

0,0

0,4

IV

VD = 0,7

151050

0,2

0,6

III

VD = 9,70,0

2,0

1,0

3,0

II

VD = 6,50,0

2,0

1,0

3,0

0,0

0,4

0,8

VD = 2,0

I

0,2

0,6I

VD = 33,70

20

40

30

10

II

VD = 20,7

3020100

0

20

30

10

Bacterias adheridas protista-1

0,0

0,2

0,4

VD = 2,1

I

tiempo (min)

III

VD = 1,3

151050

0,2

0,4

0,0

VD = 9,0

II

2,0

4,0

0,0

0,1

0,3

1,0

3,0

0,3

0,1

0,5

tiempo (min)

tiempo (min)

tiempo (min)

Page 67: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 67 -

Las velocidades de depredación calculadas para cada protista en

las diferentes condiciones se recogen en la Tabla 6. Los resultados

indican que: 1) los tres nanoflagelados y el microciliado fueron capaces

de alimentarse tanto de bacterias adheridas como de bacterias en

suspensión, y 2) la localización espacial del protista afectaba a las

velocidades de depredación ejercidas.

Agregado Agua alta densidad presas baja densidad presas

Protista

Velocidad depredación

(bacterias protista-1 h-1)

n

Velocidad depredación

(bacterias protista-1 h-1)

n

Velocidad depredación

(bacterias protista-1 h-1)

n

B. designis 4,1 3 9,1 8 1,3 3 (1,3-9,0) (3,8-15,9) (0,2-2,9)

J. libera 5,0 3 29,7 3 6,5 3 (1,2-7,2) (14,5-41,0) (4,2-10,0)

R. nasuta 4,7 4 10,3 7 1,0 3 (0,7-9,7) (4.9-18,7) (0,4-1,5)

U. marinum 27,2 2 382 3 33,3 3 (20,7-33,7) (262-592) (26,1-46,4)

Tabla 6. Velocidades de depredación de los protistas ensayados sobre bacterias adheridas a agregados y bacterias en suspensión. Datos expresados

como valor medio (rango).

A este respecto, cabe resaltar que las velocidades de depredación

sobre bacterias adheridas fueron similares (test Mann Whitney, p>0,05)

a las velocidades de depredación sobre bacterias en suspensión a las

bajas densidades de presas que se suelen encontrar en el agua de mar:

los valores medios de velocidad de los nanoflagelados fueron de 4,6

bacterias protista-1 h-1 (rango 0,7 - 9,7 bacterias protista-1 h-1) cuando

depredaron sobre agregados y de 2,9 bacterias protista-1 h-1 (rango 0,2 -

10,0 bacterias protista-1 h-1) cuando depredaron sobre bacterias en

suspensión en condiciones de baja densidad de presas. Las velocidades

medias del microciliado fueron de 27,2 bacterias protista-1 h-1

depredando sobre bacterias adheridas y de 33,3 bacterias protista-1 h-1

depredando sobre bacterias en suspensión en condiciones de baja

densidad de presas.

Page 68: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 68 -

Como era de esperar, conocida la influencia ejercida por la

densidad de presas sobre la depredación por protistas, las mayores

velocidades de bacterivoria fueron las detectadas cuando los protistas

se alimentaron de bacterias en suspensión en condiciones de alta

densidad de presas: los valores medios de velocidad fueron de 13

bacterias protista-1 h-1 (rango 3,8 - 41,0 bacterias protista-1 h-1) en el

caso de los nanoflagelados, en tanto que el microciliado fue capaz de

depredar a una velocidad media de 382 bacterias protista-1 h-1 (rango

262 - 592 bacterias protista-1 h-1).

Dado que desconocíamos si la densidad de presas puede afectar a

las velocidades de depredación de la misma forma cuando las presas se

encuentran en suspensión y cuando están adheridas, en la figura 34

hemos representado todas las velocidades de depredación obtenidas

frente a las densidades bacterianas, tomando en consideración cómo se

encontraban las presas: adheridas, en las experiencias realizadas con

agregados, y en suspensión tanto en las experiencias llevadas a cabo en

a las bajas densidades bacterianas que normalmente se encuentran en

el agua de mar como a las realizadas a las altas densidades bacterianas

que caben esperar en la capa de agua de mar que rodea a los

agregados. Hemos encontrado una buena y estadísticamente

significativa (p<0,05) relación positiva entre los valores logarítmicos de

las velocidad de depredación y los valores logarítmicos de la densidad

bacteriana en todos los casos.

Sin embargo, los valores de las pendientes indicaron que la

relación era diferente según la localización de las presas, suspendidas

en el agua o adheridas a agregados. Las pendientes de la relación

logarítmica entre velocidad de depredación y densidad de presas en

suspensión fueron semejantes en el caso del microciliado y de los

nanoflagelados (0,51 y 0,45, respectivamente), lo que indica que la

densidad de presas afecta de la misma manera a las velocidades de

depredación de estos dos tipos de protistas. Por otro lado, el elevado

valor de la pendiente de esta misma relación logarítmica (0,83)

detectada para los nanoflagelados depredando en agregados, es decir,

sobre presas adheridas, indica que el efecto de la densidad de presas

sobre la velocidad de depredación es más importante en el caso de

bacterias adheridas que en el de bacterias en suspensión.

Page 69: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 69 -

Figura 34. Velocidad de depredación del microciliado (U. marinum ) y de los nanoflagelados (B. designis, ; J. libera y R. nasuta ) sobre bacterias

en suspensión en baja y alta densidad poblacional y bacterias adheridas. Además, se representan los valores medios correspondientes a las tres

situaciones para cada uno de los protistas (símbolos negros) así como los valores medios para el conjunto de nanoflagelados ( ), las rectas de regresión

frente a la densidad poblacional de presas y los valores de las pendientes. Nótese la diferencia en las escalas de velocidad de depredación en el

microciliado y los nanoflagelados.

2,0

-1,0

0,0

1,0

2,0

Log densidad bacteriana (bacterias ml-1)

65 7 8 9

1,5

2,5

1,5

0,5

-0,5

Log velocidad depredación (bacterias protista-1h-1)

Bacterias adheridas

Agregado

Bacterias en suspensión

Agua

MicrociliadoU. marinum

Nanoflagelados:B. designisJ. libera R. nasuta

y = 0,516x-1,379

R2= 0,858-2

p = 0,8 E

y = 0,448x-2,516

R2= 0,545-4p = 1,0 E

=

y = 0,833x-6,701

R2 0,552-2p = 1,0 E

2,0

-1,0

0,0

1,0

2,0

Log densidad bacteriana (bacterias ml-1)

65 7 8 9

1,5

2,5

1,5

0,5

-0,5

Log velocidad depredación (bacterias protista-1h-1)

Bacterias adheridas

Agregado

Bacterias en suspensión

Agua

MicrociliadoU. marinum

Nanoflagelados:B. designisJ. libera R. nasuta

y = 0,516x-1,379

R2= 0,858-2

p = 0,8 E

y = 0,448x-2,516

R2= 0,545-4p = 1,0 E

=

y = 0,833x-6,701

R2R2 0,552-2p = 1,0 E

Page 70: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 70 -

Considerando únicamente la densidad de presas se observa que los

cuatro protistas mostraron velocidades de depredación mayores cuando

se alimentaron de altas densidades de bacterias en suspensión, aunque

estas densidades bacterianas fueran menores a las detectadas en

agregados.

Page 71: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 71 -

4.4.1. Nueva técnica de cuantificación de depredación sobre

bacterias adheridas

Mediante la nueva metodología propuesta en este trabajo hemos

conseguido cuantificar velocidades de ingestión de especies individuales

de protistas bacterívoros nanoflagelados y microciliados, sobre bacterias

adheridas a macroagregados orgánicos. Básicamente la técnica consiste

en formar agregados macroscópicos a partir de agua de mar natural

utilizando tanques rodantes. Al comienzo de la experiencia se añade al

agua de mar una densidad de bacterias teñidas con un colorante

fluorocromo de tal manera que, una vez formados, los agregados

contienen una proporción de bacterias adheridas, cuya dinámica de

ingestión por el bacterívoro puede ser seguida utilizando microscopía de

epifluorescencia. La técnica no es sencilla y requiere de una

manipulación cuidadosa, pero permite obtener resultados válidos para

especies individuales o, aunque no ha sido éste el caso, para mezclas de

protistas bacterívoros. A continuación se discutirán los distintos

aspectos positivos y negativos que a nuestro entender presenta el

método propuesto.

El diseño de la técnica se basó en origen en la observación de que,

si se añadía una suspensión de bacterias teñidas a un tanque rodante

que contenía agua de mar natural y se mantenía girando durante unas

24-48 horas, los trazadores se adherían junto con las bacterias vivas

formando agregados que contenían bacterias teñidas. En esta técnica se

formaron agregados a partir de únicamente agua de mar natural.

Consideramos que este tipo de material particulado es el idóneo para

nuestro estudio, puesto que supone una mínima alteración de la

muestra de agua, consiguiéndose la cantidad de material particulado

que se hubiera generado en el sistema natural si el régimen de

turbulencia hubiera sido el apropiado. Una consecuencia de esta

decisión, que al mismo tiempo supone ventajas e inconvenientes, es que

los agregados que se forman a partir de distintas muestras de agua de

mar son distintos en cantidad y probablemente también en calidad,

debido a que constituyen un fiel reflejo de la situación general del

ecosistema y, en particular, de las concentraciones de material disuelto

y particulado. Es decir, se introduce un punto de variabilidad en el

ensayo.

Page 72: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 72 -

Este hecho, que tiene como ventaja el que se consigue un reflejo

más fiel del sistema, presenta como inconveniente que la proporción de

bacterias teñidas que se consigue es distinta en cada experiencia, dado

que la concentración de bacterias naturales adheridas en el agregado es

variable. Si bien al comienzo de todas las experiencias la cantidad de

bacterias marcadas añadida por microcosmos fue la misma (7�108-1�109

FLB en 11 litros de agua), el porcentaje de FLB adheridas con respecto

al número total de bacterias en los agregados no fue el mismo en todos

los ensayos. No obstante, en el 75% de las experiencias llevadas a cabo,

las bacterias teñidas adheridas supusieron entre un 10% y un 30% del

total de bacterias adheridas (ver tabla 5), porcentajes similares a los

utilizados por otros autores (Sherr y col. 1987; Bloem y col., 1989;

Keller y col. 1994; Boenigk y col., 2001). En este sentido, Sherr y Sherr

en 1993 indicaron que el porcentaje óptimo de bacterias teñidas a

añadir en los ensayos de depredación mediante FLB era aquel que fuera

suficiente para poder cuantificar fácilmente las velocidades de ingestión

y que no supusiera un gran incremento en la densidad de presas. De

esta manera, atendiendo a los porcentajes utilizados en este trabajo,

consideramos que éstos no influyeron en la estimación de las

velocidades de depredación, puesto que ni los valores inferiores fueron

tan bajos como para impedir la observación de bacterias teñidas dentro

de los protistas, ni los superiores tan elevados como para alterar

significativamente la velocidad de depredación como resultado de un

incremento artificial en la concentración de presas.

Otra importante cuestión a la hora de validar esta técnica es tener

la seguridad razonable de que cuando se lleva a cabo el ensayo de

ingestión, el bacterívoro ingiere realmente las bacterias asociadas al

agregado (bacterias firmemente adheridas o embebidas en la matriz

polimérica del agregado) y no bacterias suspendidas en el agua

intersticial del agregado. Por esta razón en la metodología se incluye un

paso de “lavado suave” de los agregados antes de ser depositados en la

placa donde se encuentra el protista (ver Figura 30). El paso consiste en

mantener durante 1 minuto el agregado en una placa intermedia que

contiene el mismo agua en la que se encontraba el agregado pero libre

de bacterias, es decir, filtrada por 0,2 µm de tamaño de poro. De esta

manera, cuando el agregado entra en contacto con el protista, podemos

asegurar que principalmente lo que contiene son bacterias adheridas al

material particulado.

Page 73: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 73 -

El seguimiento de la dinámica de ingestión por el protista de

presas adheridas teñidas, se realiza de forma semejante que en el caso

de bacterias en suspensión, es decir, siguiendo el protocolo de Sherr y

col. (1987). El uso de FLB como sustitutos bacterianos ha recibido

mucha atención durante los últimos años y hay varios estudios

centrados en determinar la naturaleza de la discriminación de los

protistas entre las bacterias naturales y sus equivalentes muertas por

calor (Landry y col. 1991; González y col., 1993). Si bien es verdad que

se ha encontrado cierto grado de discriminación entre las FLB y las

bacterias vivas, debido principalmente a diferencias en características

superficiales bacterianas y en movilidad, esta discriminación es

probablemente menor a la que tiene lugar en el caso de utilizar

trazadores no bacterianos del tipo bolas de alginato o microesferas (para

una revisión comparativa de la metodología ver Landry, 1994 y Strom,

2000).

Por otra parte, en el caso particular del uso de FLB adheridas,

estos dos factores –características superficiales y movilidad- se

reducirán al mínimo dadas las especiales características de los

agregados. Los procesos de adherencia bacteriana bajo condiciones

naturales pueden ser activos, por medio de fimbrias o de producción de

material polimérico por las bacterias vivas, o pasivos, por adsorción,

que será el mecanismo mediante el que las FLB se adhieren a las

partículas. Si este mecanismo pasivo diera lugar a una fuerza de

adherencia más débil en el caso de las bacterias muertas que en el de

las vivas, debemos considerar una posible sobrestimación de las

velocidades de depredación calculadas sobre bacterias adheridas. Sin

embargo, durante el proceso de formación del agregado, las bacterias

naturales producen grandes cantidades de material adhesivo, que

permite no sólo la adherencia de las propias bacterias productoras sino

también la incrustación de partículas planctónicas (Heissenberger y

col., 1996). En el presente trabajo, estas partículas consistían en

material presente en el agua de mar natural, como bacterioplancton,

restos de organismos muertos y las FLB añadidas. Aunque no podemos

constatarlo, suponemos que la fuerza de adherencia con la que se

conglomeran todos estos tipos de partículas será parecida, puesto que

las bacterias naturales y las FLB se encuentran mezcladas y englobadas

en los agregados.

Page 74: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 74 -

Con respecto al segundo factor mencionado, discriminación del

protista por diferencias de movilidad de las bacterias, dado que se trata

de bacterias adheridas, las bacterias naturales carecen de libertad de

movimiento en las partículas y, por lo tanto, este factor no debe ser

considerado importante en la discriminación que pueda ejercer el

protista entre las bacterias vivas y las FLB.

Finalmente, esta técnica resulta útil para medir velocidades de

ingestión de bacterias por protistas que tienden a asociarse a los

agregados. Para cuantificar esta tendencia, hemos estimado un índice

de colonización (IC), que se calcula como el cociente entre las

densidades poblacionales de los protistas en el agregado frente a la fase

líquida. En este sentido, hemos encontrado dos respuestas diferentes

dependiendo de la clase de protista analizado: en el caso de los

nanoflagelados, todos los ICs calculados, con una única excepción,

fueron superiores a 1 (ver Tabla 5), lo que indica un esfuerzo positivo de

acercamiento y colonización, y demuestra que los agregados eran

atractivos para estos nanoflagelados. Este hecho no resulta

sorprendente puesto que los tres nanoflagelados analizados han sido

con frecuencia descritos en la literatura como capaces de alimentarse

de bacterias adheridas (Fenchel, 1991).

Con respecto al ciliado, U. marinum es un protista buen nadador y

no presenta ningún tipo de estructura morfológica que le permita unirse

al agregado, aunque a menudo se encuentra asociado a partículas

(Sieburth, 1984). De los cuatro experimentos realizados con este

protista, solamente dos de ellos mostraron ICs mayores que 1. Es

posible que en estos dos casos la composición de los agregados atrajera

al ciliado y éste respondiera nadando hacia el agregado y

permaneciendo en sus cercanías. Tal clase de mecanismo quimiotáctico

ha sido ya descrito para algunos géneros de protistas heterotrofos

(Sibbald y col., 1987; Blackburn y Fenchel, 1999; Fenchel y Blackburn,

1999).

En resumen, la metodología propuesta resulta eficaz para

cuantificar depredación sobre bacterias adheridas por protistas

bacterívoros en agregados. Aunque se trata de una técnica tediosa y

requiere una cuidadosa manipulación y observación, parece ser

Page 75: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 75 -

conveniente y fiable para analizar procesos de bacterivoria en agregados

a nivel de especie.

4.4.2. Depredación sobre bacterias adheridas y en suspensión

Diversos estudios han demostrado claramente la preferencia de

protistas nanoflagelados y ciliados para depredar sobre presas

bacterianas grandes y activas (Davis y Sieburth, 1984; Gasol y col.,

1995; del Giorgio y col., 1996). Además, las velocidades de ingestión

suelen estar generalmente muy relacionadas con la densidad de presas

(Peters, 1994; Iriberri y col., 1995). Así, parece lógico esperar que los

valores más altos de las velocidades de depredación correspondieran a

la bacterivoria ejercida por los protistas sobre bacterias adheridas a

agregados, puesto que este microhábitat está densamente colonizado

por bacterias adheridas que son, con frecuencia, más grandes y más

activas que sus equivalentes en suspensión (Iriberri y col., 1987; Simon

y col., 1990). Sin embargo, tal y como se refleja en la Tabla 6, los

nanoflagelados mostraron una velocidad de depredación en agregados

muy baja, a pesar de las altas densidades bacterianas encontradas en

ellos.

Los valores medios de velocidad de depredación calculados en los

experimentos realizados en agregado y en los llevados a cabo a las bajas

densidades de presas encontradas generalmente en agua de mar no

fueron diferentes, lo cual resulta altamente relevante porque estos

nanoflagelados han sido descritos como bacterívoros “asociados a

partículas” (Patterson y col., 1993), y se considera que son capaces de

alimentarse eficientemente de bacterias adheridas (Caron, 1987;

Sibbald y Albright, 1988; Fenchel, 1991). Con respecto al ciliado, las

velocidades de ingestión mostradas por U. marinum en agregados eran

demasiado bajas para sostener el crecimiento de este protista (Iriberri y

col., 1995). Parece que este microciliado no podía aprovechar las altas

densidades de presas presentes en los agregados, debido probablemente

a la imposibilidad de capturar bacterias adheridas.

Las velocidades de depredación sobre bacterias adheridas

observadas en este estudio entran dentro del rango de los valores

obtenidos por otros autores. Starink y col. (1996) trabajando con

Page 76: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 76 -

sedimentos, utilizaron FLB adheridas a partículas como sustitutos

bacterianos para cuantificar velocidades de depredación de

nanoflagelados, y obtuvieron unos valores que variaron entre 3,8 y 64,2

bacterias protista-1h-1. Albright y col. (1987) también utilizaron

bacterias adheridas a microesferas teñidas, y detectaron velocidades de

depredación de ciliados en un rango entre 14 y 334 bacterias protista-1

h-1 para las comunidades naturales de ciliados, y un valor de

bacterivoria de 28 bacterias protista-1 h-1 para una especie marina del

género Uronema. Hay otros estudios sobre depredación ejercida por

protistas en partículas, pero no es posible comparar sus resultados con

los nuestros puesto que la metodología utilizada fue distinta. En estos

trabajos no utilizaron FLB adheridas sino que añadieron FLB dispersas

sobre las partículas, y por lo tanto en estos casos el esfuerzo requerido

por los protistas para separar las presas bacterianas de las partículas

no queda reflejado en sus resultados. Así, las velocidades de

depredación oscilaron en el rango 2,5 - 72 bacterias protista-1 h-1 para

los flagelados (Epstein y Shiaris, 1992; Hondeveld y col., 1992; Epstein,

1997) y entre 37 y 525 bacterias protista-1 h-1 para los ciliados (Epstein

y Shiaris, 1992; Epstein, 1997; Kemp, 1988).

De hecho, parece que alimentarse de bacterias adheridas implica

un esfuerzo para los protistas estudiados (ver Figura 34). Si aplicamos

la ecuación de la regresión entre velocidad de depredación y densidad

de presas obtenida en el caso de presas bacterianas suspendidas a las

densidades bacterianas medias encontradas en los agregados (6,65�108

bacterias ml-1), los valores de bacterivoria teóricos estimados son de

30,2 bacterias protista-1 h-1 para los nanoflagelados y 1349 bacterias

protista-1 h-1 para el microciliado. Estos valores teóricos son mucho más

altos que los valores experimentales observados, 4,6 bacterias protista-1

h-1 para los nanoflagelados y 27,2 bacterias protista-1 h-1 para el

microciliado. Esta diferencia indica que estos protistas depredan mucho

más lentamente bacterias adheridas que bacterias en suspensión, 7

veces en el caso de los nanoflagelados y 50 veces en el del microciliado.

Caso de que las velocidades de depredación sobre bacterias adheridas

estuvieran, tal y como se ha discutido previamente, sobrestimadas esta

diferencia sería incluso más alta. Por lo tanto, la adherencia podría

conferir a las bacterias una resistencia frente a la depredación, puesto

que una vez adheridas resultan más difíciles de ser depredadas por los

protistas bacterívoros. Esta resistencia puede ser consecuencia de un

Page 77: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 77 -

refugio espacial dependiendo del origen y estructura física de las

partículas y de la localización de las bacterias dentro de la partícula

(Jürgens y Güde, 1994).

Sin embargo, y a pesar de las bajas velocidades de depredación

mostradas por los protistas sobre bacterias adheridas a agregados a

nivel individual, es bien cierto que la comunidad de protistas que habita

estas partículas es muy densa, generalmente 2-4 órdenes de magnitud

superior que la comunidad de protistas planctonicos (Prézelin y

Alldredge, 1983; Caron y col., 1986; Turley y Mackie, 1994). Este hecho

puede ser debido a varias razones.

En primer lugar, debe tenerse presente la cantidad total de presas

bacterianas disponible en los agregados, la cual es varios órdenes de

magnitud superiores a las que se encuentran en el agua. Aunque las

velocidades de depredación mostradas por los protistas eran muy

similares cuando se alimentaban en los agregados y en las bajas

densidades de bacterias en suspensión encontradas generalmente en

agua de mar, el crecimiento de las comunidades de protistas adheridos

no estaría limitado por el alimento, como parece suceder en el caso de

los protistas nadadores en suspensión. Además, debemos considerar

igualmente la abundancia de otros alimentos en los agregados, tales

como macromoléculas y materia orgánica disuelta, que pueden también

ser utilizados por protistas fagotrofos (Tranvik y col., 1993).

Por otra parte, el coste energético asociado al movimiento requerido

para encontrar presas bacterianas debe ser mucho más bajo en estos

agregados densamente colonizados que en el conjunto del agua,

pudiendo compensarse el esfuerzo que los protistas deben hacer para

separar la presa bacteriana.

Por último, debemos considerar los agregados como microhábitats

dinámicos donde las actividades hidrolíticas de la comunidad

bacteriana adherida generan y liberan material orgánico a las capas de

agua circundantes. En esta situación, cabe esperar el crecimiento de

una densa y activa subcomunidad de bacterias libremente suspendidas

alrededor de los agregados (Cho y Azam, 1988; Smith y col., 1992;

Grossart y Simon, 1998; Unanue y col., 1998b). La colonización de los

agregados estaría aumentada por esos protistas planctónicos capaces

de detectar y acercarse a sus alrededores donde las bacterias estarían

Page 78: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 78 -

creciendo rápidamente. Esta clase de comportamiento móvil

quimiosensorial en protistas ha sido recientemente descrita por

Blackburn y Fenchel (1999) y Fenchel y Blackburn (1999), y parece

desempeñar un relevante papel en la búsqueda de focos localizados de

alimento en los sistemas acuáticos (Antipa y col., 1983; Sibbald y col.,

1987).

Cabe concluir que la importancia de los diversos microhábitats que

se generan en los sistemas acuáticos con heterogeneidad espacial,

queda perfectamente clarificada al comparar a nivel de comunidades la

potencial canalización de biomasa bacteriana en el agua frente a los

agregados. Nuestros resultados indican que los nanoflagelados

heterotrofos libres y los asociados a partículas mostraron, a nivel

individual, velocidades de depredación similares, pero hay que tener en

cuenta que las densidades de estas dos comunidades en los

ecosistemas naturales son muy diferentes. En tanto que la abundancia

de flagelados libres en el agua es relativamente baja y muy similar en

diversos sistemas marinos acuáticos, variando entre 1�102 y 13�102 HNF

ml-1 (Davis y col., 1985; Fuhrman y col., 1989; Caron y col., 1995,

1999; Artolozaga y col., 2000), la abundancia de flagelados en los

agregados es mucho mayor y más variable, alcanzando valores tan altos

como 1,3�105 y 330�105 HNF ml-1 (Caron y col., 1986; Turley y Mackie,

1994). Por lo tanto, a igualdad de volumen, la biomasa bacteriana

canalizada a través de la comunidad de flagelados asociados a agregado

puede ser incluso 3 órdenes de magnitud superior a la canalizada por la

comunidad de flagelados en suspensión. Estos datos pueden reflejar la

trascendencia ecológica potencial de los agregados en la transferencia

de la materia en los sistemas acuáticos.

Page 79: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 79 -

1. La utilización en condiciones controladas de las cámaras

rodantes diseñadas, promueve la floculación de las partículas presentes

en la columna de agua y permite diferenciar la fase particulada

(agregados) de la fase líquida (agua). Los agregados recién formados

constituyen un microhábitat rico en nutrientes, que soporta el

crecimiento rápido de bacterias presa y es subsecuentemente

colonizado por los protistas bacterívoros. Esta colonización comienza

con la presencia de pequeños flagelados principalmente bodónidos, y es

seguida de una sucesión de formas mayores en tamaño, como

microciliados, posteriormente grandes ciliados y finalmente protistas

ameboides.

2. Los agregados, material particulado, sirven de sustrato a una

amplia variedad de especies de protistas especialistas que

habitualmente se encuentran sésiles o asociados a superficies, y que,

por tanto, son más comunes de sistemas bénticos que de sistemas

pelágicos. Desde el punto de vista ecológico, el material particulado

presente en la columna de agua representa un microambiente

particular y abundante en los sistemas planctónicos. Su importancia es

elevada ya que de su presencia depende la existencia pelágica de este

grupo funcional de protistas bacterívoros.

3. La enorme diferencia observada en el tamaño de las

comunidades de protistas nanoflagelados y ciliados presentes en el

material particulado frente al agua, indica que los agregados son

microambientes mucho más favorables para el crecimiento de los

protistas bacterívoros que el agua. Por tanto, en estas partículas puede

residir camuflada una depredación que no se puede detectar por las

metodologías habituales y que suministraría una explicación en el caso

de aquellos ecosistemas donde el consumo de bacterias por protistas en

suspensión sólo se corresponde con una pequeña parte de la

producción secundaria bacteriana.

4. La nueva metodología propuesta en este trabajo es válida para

cuantificar velocidades de depredación (ingestión) sobre bacterias

adheridas a agregados generados a partir de agua de mar, por parte de

especies de protistas nanoflagelados y ciliados bacterívoros.

Page 80: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 80 -

5. Las velocidades de depredación de bacterias adheridas que

muestran los nanoflagelados bodónidos especialistas Jakoba libera,

Bodo designis y Rynchomonas nasuta, así como del escuticociliado

Uronema marinum, son cerca de un orden inferior de lo que cabría

esperar en función de la densidad poblacional de bacterias adheridas

que habitan en el material particulado. Esto es debido a que las

bacterias presa, dada su adherencia, son más difíciles de ingerir y

adquieren de esta manera un grado de resistencia potencial a la

depredación.

6. El crecimiento continuo de la comunidad de bacterias adheridas

a material particulado hace que, también de forma continua, se

desprendan las bacterias hijas resultantes, creando una microcapa

alrededor de los agregados altamente colonizada por bacterias presa en

suspensión. Esta microcapa es objeto de intensa depredación por

protistas tanto en suspensión como adheridos a los agregados y su

enorme importancia puede explicar la supervivencia de especies de

bacterívoros que difícilmente podrían sobrevivir en la columna de agua

atendiendo a los bajos niveles de densidad poblacional de presas

existentes.

7. Se ha conseguido y se mantiene en depósito en el Grupo de

Investigación en Microbios Marinos de la UPV-EHU, una colección de

protistas flagelados y ciliados representativos del agua de mar y de

macroagregados marinos.

Page 81: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 81 -

AGIS, M., M. UNANUE, J. IRIBERRI Y G.J. HERNDL. 1998. Bacterial colonization and ectoenzymatic activity in phytoplankton-derived model particles. Part II. Cleavage and uptake of carbohidrates. Microb. Ecol., 36: 66-74.

ALBRIGHT, L.J., E.B. SHERR, B.F. SHERR Y R.D. FALLON. 1987. Grazing of ciliated protozoa on free and particle-attached bacteria. Mar. Ecol. Progr. Ser., 38: 125-129.

ALLDREDGE, A.L. 1979. The chemical composition of macroscopic aggregates in two neritic seas. Limnol. Oceanogr., 24: 855-866.

ALLDREDGE, A.L. Y C.C. GOTSCHALK. 1990. The relative contribution of marine snow of different origins to biological processes in coastal waters. Cont. Shelf Res., 10: 41-58.

ALLDREDGE, A.L. Y J.L. COX. 1982. Primary productivity and chemical composition of marine snow in surface waters of the Southern California Bight. J. Mar. Res., 40: 517-527.

ALLDREDGE, A.L. Y M.J. YOUNGBLUTH. 1985. The significance of macroscopic aggregates (marine snow) as sites for heterotrophic bacterial production in the mesopelagic zone of the subtropical Atlantic. Deep-Sea Res., 32: 1445-1456

ALLDREDGE, A.L. Y M.W. SILVER. 1988. Characteristics, dynamics and significance of marine snow. Prog. Oceanogr., 20: 41-82.

ALLDREDGE, A.L. Y Y. COHEN. 1987. Can microscale chemical patches persist in the sea? Microelectrode study of marine snow, fecal pellets. Science, 235: 689-691.

ALLDREDGE, A.L., C.C. GOTSCHALK, U. PASSOW Y U. RIEBESELL. 1995. Mass aggregation of diatom blooms: insights from mesocosm study. Deep-Sea Res., 42: 9-27.

ALLDREDGE, A.L., J.J. COLE Y D.A. CARON. 1986. Production of heterotrophic bacteria inhabiting macroscopic organic aggregates (marine snow) from surface waters. Limnol. Oceanogr., 31: 68-78.

ALLDREDGE, A.L., U. PASSOW Y B.E. LOGAN. 1993. The abundance and significance of a class of large, transparent organic particles in the ocean. Deep-Sea Res. I, 40: 1131-1140.

ANTIPA, G.A., K. MARTIN Y M.T. RINTZ. 1983. A note on the possible ecological significance of chemotaxis in certain ciliated protozoa. J. Protozool., 30: 55-57.

ARNDT, H. 1993. A critical review of the importance of rhizopods (naked and testate amoebae) and actinopods (heliozoa) in lake plankton. Mar. Microb. Food Webs, 7: 3-29.

ARTOLOZAGA, I., B. AYO, A. LATATU, I. AZÚA, M. UNANUE Y J. IRIBERRI. 2000. Spatial distribution of protists in the presence of macroaggregates in a marine system. FEMS Microbiol. Ecol., 33: 191-196.

Page 82: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 82 -

ARTOLOZAGA, I., E. SANTAMARÍA, A. LÓPEZ, B. AYO Y J. IRIBERRI. 1997. Succession of bacterivorous protists on laboratory-made marine snow. J. Plankton Res., 19: 1429-1440.

ASPER, V.L. 1986. Accelerated settling of marine particulate matter by marine snow aggregates. D. Phil. Thesis Woods Hole Oceanographic Institution and Massachusetts Institute of Technology.

AZAM, F. 1998. Microbial control of oceanic carbon flux: The plot thickens. Science, 280: 694–696.

AZAM, F., J. MARTÍNEZ Y D.C. SMITH. 1993. Bacteria-organic matter coupling on marine aggregates. En: R. Guerrero y C. Pedrós-Alió (eds.), Trends in Microbial Ecology. Sociedad Española de Microbiología. Barcelona, pp. 410-414.

AZAM, F., T. FENCHEL, J.G. FIELD, J.S. GRAY, L.A. MEYER-REIL Y F. THINGSTAD. 1983. The ecological role of water-column microbes in the sea. Mar. Ecol. Prog. Ser., 10: 257-263.

BELL, W. Y R. MITCHELL. 1972. Chemotactic and growth responses of marine bacteria to algal extracellular products. Biol. Bull., 143: 265-277.

BIDDANDA, B.A. 1985. Microbial synthesis of macroparticulate matter. Mar. Ecol. Prog. Ser., 20: 241-251.

BIDDANDA, B.A. Y L.R. POMEROY. 1988. Microbial aggregation and degradation of phytoplankton-derived detritus in seawater. I. Microbial succession. Mar. Ecol. Prog. Ser., 42: 79–89.

BLACKBURN, N. Y T. FENCHEL. 1999. Modelling of microscale patch encounter by chemotactic protozoa. Protist, 150: 337-343.

BLOEM, J., F.M. ELLENBROEK, M.J.B. BAR-GILISSEN Y T.E. CAPPENBERG. 1989. Protozoan grazing and bacterial production in stratified Lake Vechten estimated with fluorescently labeled bacteria and by thymidine incorporation. Appl. Environ. Microbiol., 55: 1787-1795.

BOENIGK, J., C. MATZ, K. JÜRGENS Y H. ARNDT. 2001. Confusing selective feeding with differential digestion in bacterivorous nanoflagellates. J. Eukaryot. Microbiol., 48: 425–432.

CALVERT, S.E. Y M.J. MCCARTNEY. 1979. The effect of incomplete recovery of large particles from water samplers on the chemical composition of oceanic particulate matter. Limnol. Oceanogr., 24: 532-536.

CARON, D.A. 1987. Grazing on attached bacteria by heterotrophic microflagellates. Microb. Ecol., 13: 203-218.

CARON, D.A. 1991. Heterotrophic flagellates associated with sedimenting detritus. En D.J. Patterson y J. Larsen (eds.), The biology of free-living heterotrophic flagellates, Systematics Association, Clarendon Press, Oxford, 45: 77-92.

Page 83: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 83 -

CARON, D.A., E.R. PEELE, E.L. LIM Y M.R. DENNET. 1999. Picoplankton and nanoplankton and their coupling in surface waters of the Sargasso Sea South of Bermuda. Limnol. Oceanogr., 44: 259-272.

CARON, D.A., H.G. DAM, P. KREMER, E.J. LESSARD, L.P. MADIN, T.C. MALONE, J.M. NAPP, E.R. PEELE, M.R. ROMAN Y M.J. YOUNGBLUTH. 1995. The contribution of microorganisms to particulate carbon and nitrogen in surface waters of the Sargasso Sea near Bermuda. Deep-Sea Res. I, 42: 943-972.

CARON, D.A., P.G. DAVIS, L.P. MADIN Y J.MCN. SIEBURTH. 1982. Heterotrophic bacteria and bacterivorous protozoa in oceanic macroaggregates. Science, 218: 795-797.

CARON, D.A., P.G. DAVIS, L.P. MADIN Y J.MCN. SIEBURTH. 1986. Enrichment of microbial populations in macroaggregates (marine snow) from surface waters of the North Atlantic. J. Mar. Res., 44: 543-565.

CHO, B.C. Y F. AZAM. 1988. Major role of bacteria in biogeochemical fluxes in the ocean’s interior. Nature, 332: 441-443.

CROCKER, K.M. Y U. PASSOW. 1995. Differential aggregation of diatoms. Mar. Ecol. Prog. Ser., 117: 249–257.

DAVIS, P.G. Y J.MCN. SIEBURTH. 1984. Estuarine and oceanic microflagellate predation of actively growing bacteria: estimation by frequency of dividing-divided bacteria. Mar. Ecol. Prog. Ser., 19: 237-246.

DAVIS, P.G., D.A. CARON, P.W. JOHNSON Y J.MCN. SIEBURTH. 1985. Phototrophic and apochlorotic components of picoplankton and nanoplankton in the North Atlantic: geographic, vertical, seasonal and diel distributions. Mar. Ecol. Prog. Ser., 21: 15-26.

DAVOLL, P.J. Y M.W. SILVER. 1986. Marine snow aggregates: life history sequence and microbial community of abandoned larvacean houses from Monterey Bay, California. Mar. Ecol. Prog. Ser., 33: 111-120.

DEL GIORGIO, P.A., J.M. GASOL, D. VAQUÉ, P.M. MURA, S. AGUSTÍ Y C.M. DUARTE. 1996. Bacterioplankton community structure: protist control net production and the proportion on active bacteria in a coastal marine community. Limnol. Oceanogr., 41: 1169-1179.

ENGEL, A. Y M. SCHARTAU. 1999. Influence of transparent exopolymer particles (TEP) on sinking velocity of Nitzschia closterium aggregates. Mar. Ecol. Prog. Ser., 182: 69–76.

ENGEL, A., M. MEYERHÖFER Y K. VON BRÖCKEL. 2002. Chemical and biological composition of suspended particles and aggregates in the Baltic sea in summer (1999). Est. Coast. Shelf Sci., 55: 729-741.

EPSTEIN, S.S. 1997. Microbial food webs in marine sediments. I. Trophic interactions and grazing rates in two tidal flat communities. Microb. Ecol., 34: 188-198.

Page 84: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 84 -

EPSTEIN, S.S. Y M.P. SHIARIS. 1992. The rates of microbenthos- and meiobenthos-bacterivory in a temperate muddy tidal flat community. Appl. Environ. Microbiol., 58: 2426-2431.

FELLOWS, D.A., D.M. KARL Y G.A. KNAUER. 1981. Large particle fluxes and the vertical transport of living carbon in the upper 1500m of the northeast Pacific Ocean. Deep-Sea Res., 28: 921-936.

FENCHEL, T. 1980. Suspension feeding in ciliated protozoa: feeding rates and their ecological significance. Microb. Ecol., 6: 13-25.

FENCHEL, T. 1982. Ecology of heterotrophic microflagellates. IV. Quantitative occurrence and importance as bacterial consumers. Mar. Ecol. Prog. Ser., 9: 35-42.

FENCHEL, T. 1991. Flagellate design and function. En Patterson, D.J. y J. Larsen (eds.), The biology of free-living heterotrophic flagellates. Systematics Association, Clarendon Press, Oxford, Special Vol. 45, pp. 7-19.

FENCHEL, T. Y N. BLACKBURN. 1999. Motile chemosensory behaviour of phagotrophic protists: mechanisms for and efficiency in congregating at food patches. Protist, 150: 325-336.

FUHRMAN, J.A., T.D. SLLETER, C.A. CARLSON Y L.M. PROCTOR. 1989. Dominance of bacterial biomass in the Sargasso Sea and its ecological implications. Mar. Ecol. Prog. Ser., 57: 207-217.

FUKUDA, H. E I. KOIKE. 2000. Feeding currents of particle-attached nanoflagellates – a novel mechanism for aggregation of submicron particles. Mar. Ecol. Prog. Ser., 202: 101-112.

GASOL, J.M., P.A. DEL GIORGIO, R. MASSANA Y C.M. DUARTE. 1995. Active versus inactive bacteria: size-dependence in a coastal marine plankton community. Mar. Ecol. Prog. Ser., 128: 91-97.

GIBBS, R.J. 1981. Flocs breakage by pumps. J. Sediment. Petrol., 51: 670-672.

GIBBS, R.J. Y L.N. KONWAR. 1983. Sampling of mineral flocs using Niskin bottles. Environ. Sci. Technol., 16: 298-299.

GLIBERT, P.M., M.R. DENNET Y D.A. CARON. 1988. Nitrogen uptake and

NH4

+ regeneration by pelagic microplankton and marine snow from

the North Atlantic. J. Mar. Res., 46: 837-852.

GONZÁLEZ, J.M., E.B. SHERR Y B.F. SHERR. 1993. Differential feeding by marine flagellates on growing versus starving, and on motile versus nonmotile, bacterial prey. Mar.Ecol. Prog. Ser., 102: 257-267.

GROSSART, H-P Y M. SIMON. 1998. Bacterial colonization and microbial decomposition of limnetic organic aggregates (lake snow). Aquat. Microb. Ecol., 15: 127-140.

Page 85: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 85 -

GROSSART, H-P, M. SIMON Y B.E. LOGAN. 1997. Formation of macroscopic organic aggregates (lake snow) in a large lake: the significance of transparent exopolymer particles (TEP), phyto- and zooplankton. Limnol. Oceanogr., 42: 1651–1659.

GROSSART, H-P, S. HIATENEN Y H. PLOUG. 2003. Microbial dynamics on diatom aggregates in Oresund, Denmark. Mar. Ecol. Prog. Ser., 249: 69–78.

HEISSENBERGER, A., G.G. LEPPARD Y G.J. HERNDL. 1996. Relationship between the intracellular integrity and the morphology of the capsular envelope in attached and free-living marine bacteria. App. Environ. Microbiol., 62: 4521-4528.

HERNDL, G.J. 1988. Ecology of the amorphous aggregations (marine snow) in the Nothern Adriatic sea. II. Microbial density and activity in marine snow and its implications to overall pelagic processes. Mar. Ecol. Prog. Ser., 48: 265-275.

HERNDL, G.J. 1992: Marine snow in the Northern Adriatic Sea: possible causes and consequences for a shallow ecosystem. Mar. Microb. Food Webs, 6: 149-172.

HOBBIE, J.E., R.J. DALEY Y S. JASPER. 1977. Use of Nuclepore filters for counting bacteria by fluorescence microscopy. Appl. Environ. Microbiol., 33: 1225-1228.

HONDEVELD, B.J.M., R.P.M. BAK Y F.C. VAN DUYL. 1992. Bacterivory by heterotrophic nanoflagellates in marine sediments measured by uptake of fluorescently labeled bacteria. Mar. Ecol. Prog. Ser., 89: 63-71.

HONJO, S., K.W. DOHERTY, Y.C. AGRAWAL Y V.L. ASPER. 1984. Direct optical assessment of large amorphous aggregates (marine snow) in the deep ocean. Deep-Sea Res., 31: 67-76.

IRIBERRI, J Y G.J. HERNDL. 1995. Formation and microbial utilisation of amorphous aggregates in the sea: Ecological significance. Microbiología SEM, 11: 309-322.

IRIBERRI, J., B. AYO, E. SANTAMARÍA, I. BARCINA Y L. EGEA. 1995. Influence of bacterial density and water temperature on the grazing activity of two freshwater ciliates. Fresh. Biol., 33: 223-231.

IRIBERRI, J., M. UNANUE, I. BARCINA Y L. EGEA. 1987. Seasonal variation in population density and heterotrophic activity of attached and free-living bacteria in coastal waters. Appl. Environ. Microbiol., 53: 2308-2314.

JACOBSEN, T.R. Y F. AZAM. 1984. Role of bacteria in copepod fecal pellet decomposition: colonization, growth rates and mineralization. Bull. Mar. Sci., 35: 495-502.

JÜRGENS, K. Y H. GÜDE. 1994. The potential importance of grazing-resistant bacteria in planktonic systems. Mar. Ecol. Prog. Ser., 112: 169-188.

Page 86: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 86 -

KARNER, M. Y G.J. HERNDL. 1992. Extracellular enzymatic activity and secundary production in free-living and marine snow associated bacteria. Mar. Biol., 113: 341-347.

KARNER, M., C. FERRIER-PAGÈS Y F. RASSOULZADEGAN. 1994. Phagotrophic nanoflagellates contribute to occurrence of α-glucosidase and aminopeptidase in marine environments. Mar. Ecol. Prog. Ser., 114: 237–244.

KELLER, M.D., L. SHAPIRO, E. HAUGEN, T.L. CUCCI, E.B. SHERR, Y B.F. SHERR. 1994. Phagotrophy of fluorescently labeled bacteria by an oceanic phytoplankter. Microb. Ecol., 28: 39-52.

KEMP, P. 1988. Bacterivory by benthic ciliates: significance as a carbon source and impact on sediment bacteria. Mar. Ecol. Prog. Ser., 49: 163-169.

KIøRBOE, T. 2000. Colonization of marine snow aggregates by invertebrate zooplankton: abundance, scaling and possible role. Limnol. Oceanogr., 45: 479-484.

KIØRBOE, T. 2001. Formation and fate of marine snow: small-scale processes with large-scale implications. Sci. Mar., 65: 57–71.

KIØRBOE, T. Y G.A. JACKSON. 2001. Marine snow, organic solute plumes, and optimal chemosensory behaviour of bacteria. Limnol. Oceanogr., 46: 1309–1318.

KIØRBOE, T., K. TANG, H-P. GROSSART Y H. PLOUG. 2003. Dynamics of microbial communities on marine snow aggregates: colonization, growth, detachment, and grazing mortality of attached bacteria. Appl. Environ. Microbiol., 69: 3036-3047.

KIØRBOE, T., P. TISELIUS, B. MITCHELL-INNES, J.L.S. HANSEN, A.W. VISSER Y

X. MARI. 1998. Intensive aggregate formation with low vertical flux during an upwelling-induced diatom bloom. Limnol. Oceanog., 43: 104–116.

KJELLEBERG, S., M. HERMANSSON, P. MÅRDÉN Y G.W. JONES. 1987. The transient phase between growth and nongrowth of heterotrophic bacteria, with emphasis on the marine environment. Annu. Rev. Microbiol., 41: 25-49.

KOIKE, I., H. SHIGEMITSU, T. KAZUKI Y K. KOGURE. 1990. Role of sub-micrometre particles in the ocean. Nature, 345: 242-244.

KRANCK, K. Y T. MILLIGAN. 1980. Macroflocs production of marine snow in the laboratory. Mar. Ecol. Prog. Ser., 3: 19-24.

LANDRY, M.R. 1994. Methods and controls for measuring the grazing of planktonic protists. Mar. Microb. Food Webs, 8: 37-57.

LANDRY, M.R., J.M. LEHNER-FOURNIER, J.A. SUNDSTROM, V.L. FAGERNESS Y

K.E. SELPH. 1991. Discrimination between living and heat-killed prey by a marine zooflagellate, Paraphysomonas vestita (Stokes). J. Exp. Mar. Biol. Ecol., 146: 139-151.

Page 87: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 87 -

LAYBOURN-PARRY, J., E.C. ROBERTS Y E.M. BELL. 2000. Protozoan growth rates in Antarctic lakes. Polar Biol., 23: 445-451

LEE, J.J. Y A.T. SOLDO. 1992. Protocols in protozoology. Society of Protozoologists, Allen Press, Lawrence, Kansas (U. S. A.).

LEE, J.J., S.H. HUTNER Y E.C. BOVEE. 1985. An illustrated guide to the protozoa. Society of Protozoologists, Allen Press, Lawrence, Kansas (U.S.A.).

LIGHTHILL, J. 1976. Flagellar hydrodynamics. Soc. Ind. Appl. Math. Rev., 18: 161-230.

LOCHTE, K. 1991. Protozoa as makers and breakers of marine aggregates. En: P.C. Reid, C.M. Turley y P.H. Burkill (eds.), Protozoa and their Role in Marine Processes. Springer-Verlag, Berlin. pp. 327-346.

MÜLLER-NIKLAS, G., S. SCHUSTER, E. KALTENBÖCK Y G.J. HERNDL. 1994. Organic content and bacterial metabolism in amorphous aggregations of the Northern Adriatic Sea. Limnol. Oceanogr., 39: 58-68.

NAGATA, T. Y D.L. KIRCHMAN. 1992. Release of macromolecular organic complexes by heterotrophic marine flagellates. Mar. Ecol. Prog. Ser., 83: 233-240.

PATTERSON, D.J. Y J. LARSEN. 1991. The biology of free-living heterotrophic flagellates. Systematics Association, Clarendon Press, Oxford. Volumen especial nº 45.

PATTERSON, D.J. Y T. FENCHEL. 1990. Massisteria marina Larsen & Patterson 1990, a widespread and abundant bacterivorous protist associated with marine detritus. Mar. Ecol. Progr. Ser., 62: 11-19.

PATTERSON, D.J., K. NYGAARD, G. STEINBERG Y C.M. TURLEY. 1993. Heterotrophic flagellates and other protists associated with oceanic detritus throughout the water column in the mid North Atlantic. J. Mar. Biol. Assoc. UK, 73: 67-95.

PERNTHALER, J. 2005. Predation on prokaryotes in the water column and its ecological implications. Nat. Rev. Microbiol., 3: 537–546.

PETERS, F. 1994. Prediction of planktonic protistan grazing rates. Limnol. Oceanogr., 39: 195-206.

PLOUG, H. Y H-P GROSSART. 2000. Bacterial growth and grazing on diatom aggregates: respiratory carbon turnover as a function of aggregate size and sinking velocity. Limnol. Oceanogr., 45: 1467–1475.

POMEROY, L.R. Y D. DEIBEL. 1980. Aggregation of organic matter by pelagic tunicates. Limnol. Oceanogr., 25: 643-652.

POMEROY, L.R., R.B. HANSON, P.A. MCGILLIVARY, B.F. SHERR, D. KIRCHMAN Y

D. DEIBEL. 1984. Microbiology and chemistry of fecal products of pelagic tunicates: rates and fates. Bull. Mar. Sci., 35: 426-439.

Page 88: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 88 -

PORTER, K.G. Y S. FEIG. 1980. The use of DAPI for identifying and counting aquatic microflora. Limnol. Oceanogr., 25: 943-948.

PREZELIN, B.P. Y A.L. ALLDREDGE. 1983. Primary production of marine snow during and after an upwelling event. Limnol. Oceanogr., 28: 1156-1167.

REID, P.C., C.M. TURLEY Y P.H. BURKILL (eds.). 1991. Protozoa and their role in marine processes. NATO ASI Series G, Ecological Sciences 25. Springer-Verlag, Berlin and Heidelberg

ROGERSON, A. Y J. LAYBOURN-PARRY. 1992. Aggregate dwelling protozooplankton communities in estuaries. Arch. Hydrobiol. 125: 411–422.

SANDERS, R.W., D.A. CARON Y U-G BERNINGER. 1992. Relationships between bacteria and heterotrophic nanoplankton in marine and fresh waters: an inter-ecosystem comparison. Mar. Ecol. Prog. Ser., 86: 1-14.

SHANKS, A.L. Y E.W. EDMONDSON. 1989. Laboratory-made artificial marine snow: a biological model of the real thing. Mar. Biol., 101: 463-470.

SHANKS, A.L. Y J.D. TRENT. 1980. Marine snow: sinking rates and potential role in vertical flux. Deep-Sea Res., 27: 137-144.

SHERR, B.F., E.B. SHERR Y C. PEDROS-ALIÓ. 1989. Simultaneous measurement of bacterioplankton production and protozoan bacterivory in estuarine water. Mar. Ecol. Prog. Ser., 54: 209-219.

SHERR, B.F., E.B. SHERR Y F. RASSOULZADEGAN. 1988. Rates of digestion of bacteria by marine phagotrophic protozoa: temperature dependence. Appl. Environ. Microbiol., 54: 1091-1095.

SHERR, B.F., E.B. SHERR Y R.D. FALLON. 1987. Use of monodispersed fluorescently labeled bacteria to estimate in situ protozoan bacterivory. Appl. Environ. Microbiol., 53: 958-965.

SHERR, E.B. Y B.F. SHERR. 1993. Protistan grazing rates via uptake of fluorescently labeled prey. En P. Kemp, B. Sherr, E. Sherr, and J. Cole (eds.), Current Methods in Aquatic Microbial Ecology. Lewis Publishers, New York, pp. 695-701.

SHERR, E.B., B.F. SHERR Y L. FESSENDEN. 1997. Heterotrophic protists in the central Arctic Ocean. Deep-Sea Res. II, 44: 1665-1682.

SIBBALD, M.J. Y L.J. ALBRIGHT. 1988. Aggregated and free bacteria as food sources for heterotrophic microflagellates. Appl. Environ. Microbiol., 54: 613-616.

SIBBALD, M.J., L.J. ALBRIGHT Y P.R. SIBBALD. 1987. Chemosensory response of a heterotrophic microflagellate to bacteria and several nitrogen compounds. Mar. Ecol. Prog. Ser., 36: 201-204.

SIEBURTH, J.MCN. 1979. Sea Microbes. Oxford University Press Inc. New York.

Page 89: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 89 -

SIEBURTH, J.MCN. 1984. Protozoan bacterivory in pelagic marine waters. En Hobbie, J.E. y P.J.LeB. Williams (eds.), Heterotrophic Activity in the Sea. Plenum Press, New York, pp. 405-444.

SILVER, M.W. Y A.L. ALLDREDGE. 1981. Bathypelagic marine snow: deep-sea algal and detrital community. J. Mar. Res., 39: 501-530.

SILVER, M.W., M.M. GOWING, D.C. BROWNLEE Y J.O. CORLISS. 1984. Ciliated protozoa associated with oceanic sinking detritus. Nature, 309: 246-248.

SIMON, M., H-P GROSSART, B. SCHWEITZER Y H. PLOUG. 2002. Microbial ecology of organic aggregates in aquatic ecosystems. Aquat. Microb. Ecol., 28: 175-211.

SIMON, M.A., A.L. ALLDREDGE Y F. AZAM. 1990. Bacterial carbon dynamics on marine snow. Mar. Ecol. Prog. Ser., 65: 205-211.

SLEIGH, M.A. 1991. A taxonomic review of heterotrophic protists important in marine ecology. En P.C. Reid, C.M. Turley y P.H. Burkill (eds.), Protozoa and their role in marine processes. Springer. pp. 9-38.

SMALL, E.B., B. NEUN, D.A. CARON Y P. DAVIS. 1983. Ciliates associated with Gulf Stream "snow". J. Protozoology, 30: 15A-16A.

SMITH, D.C., M. SIMON, A.L. ALLDREDGE Y F. AZAM. 1992. Intense hydrolytic enzyme activity on marine aggregates and implications for rapid particle dissolution. Nature, 359: 139-142.

STARINK, M., I.N. KRYLOVA, M.J. BÄR-GILISSEN, R.P.M. BAK Y T.E. CAPPENBERG. 1994. Rates of benthic protozoan grazing on free and attached sediment bacteria measured with fluorescently stained sediment. Appl. Environ. Microbiol., 60: 2259-2264.

STARINK, M., M.J. BÄR-GILISSEN, R.P.M. BAK Y T.E. CAPPENBERG. 1996. Bacterivory by heterotrophic nanoflagellates and bacterial production in sediments of a freshwater littoral system. Limnol. Oceanogr., 41: 62-69.

STROM, S.L. 2000. Bacterivory: Interactions between bacteria and their grazers. En D.L. Kirchman (ed.), Microbial Ecology of the Oceans, 1ª ed. Wiley-Liss, pp. 351-386.

SUZUKI, N. Y K. KATO. 1953. Studies on suspended materials. Marine snow in the sea. I. Sources of marine snow. Bull. Fac. Fish Hokkaido Univ., 4: 132–135.

TRANVIK, L., E.B. SHERR Y B.F. SHERR. 1993. Uptake and utilization of “colloidal DOM” by heterotrophic flagellates in seawater. Mar. Ecol. Prog. Ser., 92: 301-309.

TURLEY, C.M. 1991. Protozoa associated with marine "snow" and "fluff"-session summary. En: P.C. Reid, C.M. Turley y P.H. Burkill (eds.), Protozoa and their Role in Marine Processes. Springer-Verlag, Berlin, pp. 309-326.

Page 90: Los protistas flagelados y ciliados constituyen importantes

- 90 -

TURLEY, C.M. Y P.J. MACKIE. 1994. Biogeochemical significance of attached and free-living bacteria and the flux of particles in the NE Atlantic Ocean. Mar. Ecol. Prog. Ser., 115: 191-213.

TURLEY, C.M., R.C. NEWELL Y D.B. ROBINS. 1986. Survival strategies for two small marine ciliates and their role in the regulating bacterial community structure under experimental conditions. Mar. Ecol. Prog. Ser., 115: 191-203.

UNANUE M., B. AYO, I. AZÚA, I. BARCINA Y J. IRIBERRI. 1992. Temporal variability of attached and free-living bacteria in coastal waters. Microb. Ecol., 23: 27-39.

UNANUE, M., I. AZÚA, J.M. ARRIETA, A. LABIRUA-ITURBURU, L. EGEA Y J. IRIBERRI. 1998b. Bacterial colonization and ectoenzymatic activity in phytoplankton-derived model particles: cleavage of peptides and uptake of amino acids. Microb. Ecol., 35: 136-146.

UNANUE, M.A., I. AZÚA, J.M. ARRIETA, G.J. HERNDL Y J. IRIBERRI. 1998a. Laboratory-made particles as a useful aproach to analyse microbial processes in marine macroaggregates. FEMS Microbiol. Ecol., 26: 325-334.

VELJI, M.I. Y L.J. ALBRIGHT. 1986. Microscopic enumeration of attached marine bacteria of seawater, marine sediment, fecal matter, and kelp blade samples following pyrophosphate and ultrasound treatments. Can. J. Microbiol., 32: 121-126.

WETZEL, R.G. 2001. Protists: key ecosystem regulators. BioScience, 51: 997

WORM, J. Y M. SøNDERGAARD. 1998. Dynamics of heterotrophic bacteria attached to Microcystis spp. (Cyanobacteria). Aquat. Microb. Ecol., 14: 19-28.

WÖRNER, U, H. ZIMMERMAN-TIMM Y H. KAUSCH. 2000. Succession of protist on estuarine aggregates. Mar. Ecol. Prog. Ser., 40: 209-222.

ZIMMERMANN-TIMM, H., H. HOLST Y S. MÜLLER. 1998. Seasonal dynamics of aggregates and their typical biocoenosis in the Elbe Estuary. Estuaries, 21: 613–621.

PÁGINAS WEB

http://flickr.com/photos/microagua

http://starcentral.mbl.edu/microscope/portal.php