4
Seminario Teológico “Anna Sanders” Materia: Profetas de Israel y Judá. Profesor: José Luis Carmona Lozano. __________________________ JONÁS John D. Hannah Traducción: Elizabeth M. de Carpinteyro INTRODUCCIÓN Autor. Jonás significa “paloma” y fue un siervo de Dios originario de Gat-hefer (2 R. 14:25), ciudad de la tribu de Zabulón (Jos. 19:10, 13). Jonás vivió cuando Jeroboam II era monarca del reino del norte de Israel (2 R. 14:23–25). La predicción del profeta Jonás acerca de que las fronteras de Israel (2 R. 14:25) se iban a engrandecer bajo el reinado del rey Jeroboam se cumplió a cabalidad. El profeta era hebreo (Jon. 1:9), hijo de Amitai (1:1; Amitai significa “[mi] único verdadero”) y fue el único profeta veterotestamentario que trató de huir de Dios. Jonás es uno de cuatro profetas del A.T. a cuyo ministerio se refirió el Señor Jesucristo (cf. Mt. 12:41; Lc. 11:32). Los otros son Elías (Mt. 17:11–12), Eliseo (Lc. 4:27) e Isaías (Mt. 15:7). El ministerio de Jonás tiene cierto paralelismo con el de Elías (1 R. 17–19; 21; 2 R. 1–2) y el de Eliseo (2 R. 2–9; 13), sus predecesores inmediatos que ministraron en Israel y que cumplieron un llamado misionero a los gentiles de Fenicia y Siria. Algunos sugieren que Jonás no es el autor del libro porque se refiere a sí mismo en tercera persona del singular (cf. Jon. 1:3, 5, 9, 12; 2:1; 3:4; 4:1, 5, 8–9). Sin embargo, ese no es argumento de suficiente peso. Moisés fue autor del Pentateuco y con frecuencia utilizó la tercera persona para describir sus propias actuaciones. También Isaías y Daniel a veces escribieron acerca de sí mismos de esa manera (e.g., Is. 37:21; 38:1; 39:3–5; Dn. 1:1–7:1). No obstante, dado que todo el libro de Jonás está escrito en tercera persona, algunos eruditos creen que otro profeta lo escribió poco tiempo después de que ocurrieran los acontecimientos que ahí se narran. Fecha. 2 Reyes 14:25 relaciona a Jonás con el reinado de Jeroboam II, por lo que los hechos del libro de Jonás sucedieron durante el gobierno de ese rey (793–753 a.C.) La profecía de Jonás acerca de la expansión de las fronteras de Israel podría sugerir que pronunció esa profecía al principio del reinado de Jeroboam; lo cual indica que Jonás fue contemporáneo de Oseas y Amós (cf. Os. 1:1; Am. 1:1). La referencia en tiempo pasado que Jonás hace acerca de Nínive (Jon. 3:3) ha llevado a algunos a pensar que él vivió después de la destrucción de la ciudad en 612 a.C. Sin embargo, el tiempo del vb. hebr. podría ser una referencia a la existencia de la ciudad en días de Jonás. Trasfondo histórico. Jeroboam II, en cuya época profetizó Jonás, fue el rey más poderoso del norte (cf. 2 R. 14:23–29). Anteriormente, los asirios habían obtenido la supremacía en el Cercano Oriente y obligaron a Jehú a darles tributo (841–814 a.C.). (V. el comentario del libro de Nahum para una descripción de la crueldad atroz de los asirios.) Sin embargo, después de exterminar a los sirios, los asirios sufrieron un retraso temporal de sus ansias expansionistas por causa de algunas disensiones internas. Fue durante ese tiempo en que el imperio asirio perdió las esperanzas de extenderse, que Jeroboam rey de Israel pudo ampliar el territorio de su nación alcanzando su mayor extensión desde el tiempo de David y Salomón, ya que recuperó la tierra que perteneció a Asiria (al nordeste hacia Damasco y al norte hasta Hamat). 1

Materia: Profetas de Israel y Judá. Profesor: José Luis

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Materia: Profetas de Israel y Judá. Profesor: José Luis

SeminarioTeológico“AnnaSanders”Materia:ProfetasdeIsraelyJudá.Profesor:JoséLuisCarmonaLozano.__________________________

JONÁS

John D. Hannah Traducción: Elizabeth M. de Carpinteyro

INTRODUCCIÓN

Autor. Jonás significa “paloma” y fue un siervo de Dios originario de Gat-hefer (2 R. 14:25), ciudad de la tribu de Zabulón (Jos. 19:10, 13). Jonás vivió cuando Jeroboam II era monarca del reino del norte de Israel (2 R. 14:23–25). La predicción del profeta Jonás acerca de que las fronteras de Israel (2 R. 14:25) se iban a engrandecer bajo el reinado del rey Jeroboam se cumplió a cabalidad. El profeta era hebreo (Jon. 1:9), hijo de Amitai (1:1; Amitai significa “[mi] único verdadero”) y fue el único profeta veterotestamentario que trató de huir de Dios.

Jonás es uno de cuatro profetas del A.T. a cuyo ministerio se refirió el Señor Jesucristo (cf. Mt. 12:41; Lc. 11:32). Los otros son Elías (Mt. 17:11–12), Eliseo (Lc. 4:27) e Isaías (Mt. 15:7).

El ministerio de Jonás tiene cierto paralelismo con el de Elías (1 R. 17–19; 21; 2 R. 1–2) y el de Eliseo (2 R. 2–9; 13), sus predecesores inmediatos que ministraron en Israel y que cumplieron un llamado misionero a los gentiles de Fenicia y Siria.

Algunos sugieren que Jonás no es el autor del libro porque se refiere a sí mismo en tercera persona del singular (cf. Jon. 1:3, 5, 9, 12; 2:1; 3:4; 4:1, 5, 8–9). Sin embargo, ese no es argumento de suficiente peso. Moisés fue autor del Pentateuco y con frecuencia utilizó la tercera persona para describir sus propias actuaciones. También Isaías y Daniel a veces escribieron acerca de sí mismos de esa manera (e.g., Is. 37:21; 38:1; 39:3–5; Dn. 1:1–7:1). No obstante, dado que todo el libro de Jonás está escrito en tercera persona, algunos eruditos creen que otro profeta lo escribió poco tiempo después de que ocurrieran los acontecimientos que ahí se narran.

Fecha. 2 Reyes 14:25 relaciona a Jonás con el reinado de Jeroboam II, por lo que los hechos del libro de Jonás sucedieron durante el gobierno de ese rey (793–753 a.C.) La profecía de Jonás acerca de la expansión de las fronteras de Israel podría sugerir que pronunció esa profecía al principio del reinado de Jeroboam; lo cual indica que Jonás fue contemporáneo de Oseas y Amós (cf. Os. 1:1; Am. 1:1). La referencia en tiempo pasado que Jonás hace acerca de Nínive (Jon. 3:3) ha llevado a algunos a pensar que él vivió después de la destrucción de la ciudad en 612 a.C. Sin embargo, el tiempo del vb. hebr. podría ser una referencia a la existencia de la ciudad en días de Jonás.

Trasfondo histórico. Jeroboam II, en cuya época profetizó Jonás, fue el rey más poderoso del norte (cf. 2 R. 14:23–29). Anteriormente, los asirios habían obtenido la supremacía en el Cercano Oriente y obligaron a Jehú a darles tributo (841–814 a.C.). (V. el comentario del libro de Nahum para una descripción de la crueldad atroz de los asirios.) Sin embargo, después de exterminar a los sirios, los asirios sufrieron un retraso temporal de sus ansias expansionistas por causa de algunas disensiones internas. Fue durante ese tiempo en que el imperio asirio perdió las esperanzas de extenderse, que Jeroboam rey de Israel pudo ampliar el territorio de su nación alcanzando su mayor extensión desde el tiempo de David y Salomón, ya que recuperó la tierra que perteneció a Asiria (al nordeste hacia Damasco y al norte hasta Hamat).

�1

Page 2: Materia: Profetas de Israel y Judá. Profesor: José Luis

SeminarioTeológico“AnnaSanders”Materia:ProfetasdeIsraelyJudá.Profesor:JoséLuisCarmonaLozano.__________________________

No obstante, la vida religiosa de Israel era tal, que Dios envió a Oseas y Amós para advertirle del juicio que le esperaba. La terquedad de Israel fue la causa por la que iba a caer bajo el instrumento de ira escogido por Dios, una nación gentil que vendría del oriente. Amós advirtió que el Señor iba a enviar a Israel al exilio “más allá de Damasco” (Am. 5:27). Oseas señaló específicamente que el destructor enemigo sería Asiria: “el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir” (Os. 11:5). Así que después de su debilidad temporal, Asiria se iba a levantar como un gigante que había estado dormido e iba a devorar a su presa, el reino del norte de Israel. Esta profecía se cumplió en 722 a.C. cuando Sargón II llevó a la cautividad al reino del norte (2 R. 17). Las profecías de Oseas y Amós podrían explicar la renuencia de Jonás de ir a predicar a Nínive. Temía ser instrumento para ayudar al enemigo que más tarde destruiría a su propia nación.

Nínive estaba ubicada en la ribera oriental del río Tigris, aprox. a 880 kms. de Samaria, capital del reino del norte. Era una ciudad grande, e igual que Babilonia, estaba protegida por un muro exterior y otro interior. Este era de unos 15 mts. de ancho y 30 de alto. Antes que Jonás llegara a esa ciudad-fortaleza aparentemente inexpugnable, los habitantes habían padecido dos plagas (en 765 y 759 a.C.) y un eclipse total de sol que se dio el 15 de junio de 763. Todo eso era considerado señal de la ira divina y podría explicar la razón por la que los ninivitas respondieron con tanta presteza al mensaje de Jonás, predicado alrededor de 759 a.C.

Mensaje. El registro del ministerio de Jonás y su misión a Nínive fue dirigido a Israel. El libro no se escribió sólo para presentar una narrativa histórica; tenía como propósito adicional transmitir un mensaje dirigido al reino del norte. Además, en un sentido, Jonás no es el personaje principal del libro, sino Dios. El Señor tiene la primera (Jon. 1:1–2) y la última palabra (4:11). El Altísimo ordenó dos veces al profeta a ir a Nínive (1:2; 3:2); provocó una tormenta violenta en el mar (1:4); proveyó un gran pez para que rescatara a Jonás (1:17); ordenó al pez que lo vomitara en tierra seca (2:10); amenazó a Nínive con un juicio y luego se arrepintió por compasión (3:10); proveyó una calabacera para dar sombra a su profeta (4:6); ordenó a un gusano que destruyera la planta (4:7), y envió un viento recio para molestar a Jonás (4:8).

Entonces, ¿cuál es el mensaje que Dios estaba tratando de enviar a Israel a través de su trato con Jonás, los ninivitas y los fenómenos naturales? (i.e., el mar, la vida animal, la vida vegetal y el viento.)

En primer lugar, un mensaje evidente para Israel era que el Señor se ocupa de los pueblos gentiles. Israel debía proclamar el amor divino por las almas perdidas, pues era el pueblo elegido con quien Dios había concertado su pacto. La bendición de su compasión debía proclamarse a través de los judíos hacia todas las naciones (Is. 49:3). El libro de Jonás fue un recordatorio para Israel de su función misionera.

En segundo lugar, el libro demuestra la soberanía de Dios al lograr sus propósitos. A pesar de que Israel fue infiel en la obra misionera, el Señor fue fiel al hacer que su amor fuera proclamado. Al alabar a Dios por haberlo salvado milagrosamente, Jonás confesó que “la salvación es de Jehová” (Jon. 2:9). Israel había fallado en proclamar las misericordias de Jehová, pero la obra divina se lleva a cabo a pesar de la debilidad e imperfección humanas.

En tercer lugar, la respuesta de los gentiles fue una fuerte reprimenda a la nación pecaminosa de Dios; Israel (cf. John. H. Stek, The Message of the Book of Jonah, “El mensaje del libro de Jonás,” Revista Teológica Calvino 4. 1969:42–43). La percepción espiritual de los marineros (1:14–16) y su preocupación por el profeta judío se contrastan de manera rotunda con el desinterés de Israel en las naciones gentiles. La dureza espiritual de Jonás ilustró y reprendió la falta de misericordia de los

�2

Page 3: Materia: Profetas de Israel y Judá. Profesor: José Luis

SeminarioTeológico“AnnaSanders”Materia:ProfetasdeIsraelyJudá.Profesor:JoséLuisCarmonaLozano.__________________________

hebreos. El arrepentimiento de Nínive fue un fuerte contraste con el rechazo de Israel a las advertencias de los profetas Oseas y Amós, contemporáneos de Jonás.

En cuarto lugar, Jonás fue un símbolo para Israel de su desobediencia a Dios y su indiferencia a la situación religiosa de otras naciones. Oseas, contemporáneo de Jonás, ilustró gráficamente el amor eterno de Dios por su pueblo al amar a una prostituta (que representaba el extravío religioso de Israel). De manera similar, Jonás era un símbolo de Israel por su desobediencia y desamor. El castigo divino a Jonás muestra su ira sobre Israel. Pero a pesar de todo, el trato cariñoso y los milagros del Señor a favor de su profeta también ilustran su tierno amor por Israel y su tardanza para la ira. Jonás escribió el libro con un corazón arrepentido. Dios deseaba que la nación entera también aprendiera y entendiera la lección que Jonás recibió y se arrepintiera de su pecado como Jonás y Nínive.

Autenticidad e historicidad. Los críticos de la Biblia escépticos de lo sobrenatural, han negado la autenticidad del libro de Jonás por varias razones. En primer lugar, se burlan del milagro del gran pez que se tragó al profeta. Pero los eruditos han demostrado la validez de tal suceso (e.g., A.J. Wilson, Sign of the Prophet Jonah and Its Modern Confirmations, “La señal del profeta Jonás y las confirmaciones modernas,” Revista Teológica Princeton 25. Octubre 1927, págs. 630–642; George F. Howe, Jonah and the Great Fish, “Jonás y el gran pez,” Investigación bíblica mensual. Enero 1973, págs. 6–8). El “gran pez” era posiblemente un mamífero marino llamado cachalote (Catodon Macrocephalus). Se sabe que esa clase de ballenas puede tragarse objetos descomunalmente grandes, incluso un tiburón de 5 mts. (Frank T. Bullen, Cruise of the Cachalot Round the World after Sperm Whales, “Crucero del cachalote. Viaje alrededor del mundo detrás de los cachalotes”. Londres: Smith, 1898). Otros han escrito que los tiburones ballena (Rhineodon Typicus) se han tragado hombres que después fueron encontrados vivos en sus estómagos.

En segundo lugar, los eruditos han cuestionado el tamaño de Nínive (3:3) y el número de sus pobladores (4:11). Es verdad que la circunferencia del muro interior de Nínive era menor a 13 kms., según los arqueólogos. Así que el diámetro de la ciudad era menor de 3 kms. y por lo tanto, no tomaba tres días recorrerla a pie. (El camino de un día a campo traviesa era de 24 a 32 kms.).

Sin embargo, pueden ofrecerse dos respuestas a tal objeción: (1) Es probable que “la ciudad” incluyera los pueblos aledaños que dependían de ella. En Génesis 10:11–12 se mencionan tres de esas ciudades. (2) Es razonable que Jonás haya tardado tres días para recorrer la ciudad y sus suburbios, puesto que se detenía a predicar durante el trayecto (Jon. 3:3–4). (Acerca de la población de Nínive, V. el comentario de 4:11). Una ciudad de 3 kms. de diámetro era de gran tamaño en el antiguo Cercano Oriente. Por tanto, no es de sorprender que se le llame una gran ciudad (1:2; 3:2–4, 7; 4:11).

En tercer lugar, la referencia al rey de Asiria como “el rey de Nínive” (3:6), ha sido causa de confusión para algunos, pero el hecho de sustituir una ciudad capital (e.g., Nínive) por el nombre del país en particular (e.g., Asiria) es bastante común en el A.T. A Acab rey de Israel se le llama “rey de Samaria” (1 R. 21:1). También a Ocozías rey de Israel se le llama “rey de Samaria” (2 R. 1:3) y a Ben-adad de Siria se le menciona como el “rey de Damasco” (2 Cr. 24:23).

En cuarto lugar, algunos rechazan el libro de Jonás por el súbito arrepentimiento de los ninivitas. Sin embargo, esa objeción niega el ministerio sobrenatural del Espíritu Santo. Si Jonás llegó a la ciudad durante el reinado del rey asirio Asur-dan III (772–754 a.C.; V. “Los reyes de los reinos asirios medio y nuevo”, en el Apéndice, pág. 354), el profeta encontró una ciudad sicológicamente preparada para su mensaje, pues fue precedido por dos plagas y hambrunas (en 765 y 759) y un eclipse total de sol el 15 de

�3

Page 4: Materia: Profetas de Israel y Judá. Profesor: José Luis

SeminarioTeológico“AnnaSanders”Materia:ProfetasdeIsraelyJudá.Profesor:JoséLuisCarmonaLozano.__________________________

junio del año 763. Era común que la gente de aquellos días percibiera tales acontecimientos como indicadores de la ira divina.

En quinto lugar, algunos eruditos rechazan la autenticidad del libro por el súbito crecimiento de la calabacera (Jon. 4:6). Sin embargo, es posible que aquella fuera una planta de ricino, bien conocida por su rápido crecimiento, gran altura y grandes hojas (también V. el comentario de 4:6).

Algunos argumentos que apoyan la historicidad del libro son: (1) Se mencionan ciudades conocidas, incluyendo Nínive (1:2; 3:2–4, 6–7; 4:11), Tarsis (1:3; 4:2) y Jope (1:3). (2) Jonás se considera un personaje histórico, no ficticio. Se dice que fue profeta de Gat-hefer (2 R. 14:25) que vivió en el reinado de un personaje histórico, Jeroboam II. (3) Jesús reconoció la historicidad de Jonás (Mt. 12:41; Lc. 11:29–30, 32) y se refirió a él como profeta (Mt. 12:39), acreditando el gran milagro de la experiencia de Jonás con el gran pez (Mt. 12:40). Jesús basó su llamamiento al arrepentimiento en la validez del mensaje de Jonás (Mt. 12:41; Lc. 11:29–32). Si la historia de Jonás no es literal (i.e., si es ficción, alegoría o parábola), esa forma literaria es extremadamente inusual y muy diferente a todos los demás libros proféticos.

BOSQUEJO

I. Desobediencia de Jonás (caps. 1–2) A. Comisión del profeta (1:1–2) B. Desobediencia del profeta (1:3) C. Consecuencias de la desobediencia del profeta (1:4–2:10)

1. El gran viento (1:4–16) 2. El gran pez (1:17–2:10)

II. Obediencia de Jonás (caps. 3–4) A. Segunda comisión del profeta (3:1–2) B. Obediencia del profeta (3:3–4) C. Conversión de los ninivitas (3:5–10)

1. La acción del pueblo (3:5) 2. La acción del rey (3:6–9) 3. La acción de Dios (3:10)

D. Lamento del profeta (cap. 4) 1. Disgusto de Jonás (4:1–5) 2. La explicación del Señor (4:6–11)1

John F. Walvoord y Roy B. Zuck, El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento, tomo 6: Daniel-Malaquías 1

(Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C., 2001), 179–182.�4