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Nacimiento del Movimiento Pentecostal 1901 - 1916 Dr. Manuel J. Gaxiola

Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

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Page 1: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Nacimiento del

Movimiento

Pentecostal 1901 - 1916

Dr. Manuel J. Gaxiola

Page 2: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Contenido

INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 3

Estados Unidos, Cuna del Pentecostalismo Mundial ....................................................................... 4

TOPEKA, KANSAS: 1 DE ENERO 1901. ................................................................................. 5

LOS ANGELES, CALIFORNIA, 1906. ..................................................................................... 8

La Expansión Pentecostal a Partir de la Calle Azusa ......................................................................13

CONVERSOS EXTRANJEROS Y DINÁMICA DE DISEMINACIÓN. ...................................14

LOS CREYENTES DE HABLA HISPANA. .............................................................................15

MÁS DETALLES SOBRE LA EXPANSIÓN HACIA OTROS PAÍSES. ...................................17

EL PAPEL DE LA PALABRA IMPRESA. ...............................................................................19

LA ATRACCIÓN DEL PENTECOSTALISMO. .......................................................................20

Breve Evaluación del Rol de la Misión de la Fe Apostólica ...........................................................21

De Movimiento y Fraternidad a Denominaciones ..........................................................................23

Primeras Denominaciones Pentecostales en los Estados Unidos.....................................................27

Asambleas Pentecostales del Mundo. ........................................................................................27

Iglesia Pentecostal de la Santidad. .............................................................................................27

Iglesia de Dios Evangelio Completo. .........................................................................................28

Iglesia de Dios en Cristo. ..........................................................................................................28

Asambleas de Dios. ...................................................................................................................28

CONCLUSIÓN ............................................................................................................................30

Page 3: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

INTRODUCCIÓN

Lo que sigue es parte de un libro que nos familiarizará con la historia del pentecostalismo,

el gran movimiento nacido el primer día del Siglo XX, el grupo que ha tenido la más rápida

diseminación de todo lo conocido en veinte siglos de historia de la iglesia cristiana. Con

miras al año 2001, centenario del nacimiento de esa parte del cristianismo, publicaremos

primero varios fascículos como éste, que posteriormente se revisarán, ampliarán y se

coleccionarán en un libro formal. Cuando esto suceda, el presente capítulo no será el

primero, sino que irá después de remontarnos al estudio de la presencia del Espíritu Santo

en el Antiguo Testamento, el descenso del Espíritu en la iglesia primitiva, la naturaleza y

acciones de quienes llamaremos los entusiastas, la presencia de la glosolalia después de la

desaparición de los apóstoles, los antecedentes del movimiento pentecostal y otros temas

más. También nos referiremos a los detalles de la formulación doctrinal, con sus conflictos

y controversias, terminando con un examen del estado actual del pentecostalismo, su

impacto y las implicaciones para el segundo siglo de su existencia, sin olvidar el viejo

dicho de los primeros pentecostales: «si el Señor retarda su venida», pues nunca podemos

borrar de nuestra perspectiva histórica y profética la promesa de «la esperanza

bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo»

(Tito 2:13), y por ello estamos siempre pendientes de su segunda venida o parusia. Es en

este espíritu que hacemos entrega a nuestros lectores del presente capítulo y esperamos

volvernos a ver conforme nos adentremos en el estudio que nos hemos propuesto realizar y

publicar.

México, D. F., Octubre de 1998

Dr. Manuel J. Gaxiola Gaxiola

Page 4: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Estados Unidos,

Cuna del

Pentecostalismo

Mundial Al iniciar nuestro estudio partimos de dos hechos fundamentales para tratar de entender el

asunto que nos ocupará. El primero es que doctrinalmente el pentecostalismo no surge de

un vacío teológico sino que incorpora las creencias de muchos grupos que existieron antes,

cuyas enseñanzas fueron a veces aceptadas en su totalidad, en otras ocasiones se

modificaron substancialmente y en no pocas se descartaron y se añadieron otras más. Todo

esto será objeto de nuestra consideración en capítulos posteriores. Lo segundo que debemos

recordar, y que comprobamos en este fascículo, es que el movimiento nació en los Estados

Unidos y de allí se extendió al resto del mundo.

Consecuentemente el pentecostalismo experimentó las influencias de la cultura de ese país

y recibió el impacto de las creencias entonces presentes en el ambiente religioso y teológico

en cuyo derredor se desenvolvió. La diseminación del naciente movimiento se facilitó por

las superiores facilidades de comunicación e interacción que existían y existen allí. Muy

diferente sería la historia si, por ejemplo, el pentecostalismo hubiera nacido en México o

cualquier otro país latinoamericano, en Europa o en alguna otra parte del mundo. Es

también obligatorio agregar que, no obstante su lugar de nacimiento, el pentecostalismo no

ha resultado en términos generales un movimiento americanizado, sino que se ha adaptado

a las circunstancias de cada país y de cada cultura y felizmente ha florecido en medio de

una diversidad que produjo un mutuo enriquecimiento.

Muchos de los pentecostales de hoy dirían que su movimiento es una continuación de lo

que según Hechos 2 sucedió en Jerusalén el día de Pentecostés, cuando ciento veinte

discípulos de Cristo, incluyendo a los apóstoles y la madre y hermanos del Señor, «fueron

Page 5: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les

daba que hablasen» (Hechos 2:4). Al acto de hablar en idiomas desconocidos, que fue y es

la principal razón de ser del pentecostalismo, se le llama glosolalia, y en otro capítulo se le

explicará con amplitud. También debemos agregar que, aunque el pentecostalismo es

mucho más que glosolalia, ésta resultó desde el principio su más importante componente y

determinó muchas de sus características más permanentes.

A casi cien años de los acontecimientos que reseñaremos, encontramos que el

pentecostalismo se ha convertido en un fenómeno de extensión universal y el movimiento

cristiano de más rápido crecimiento, pues en menos de un siglo se ha ganado varios cientos

de millones de adeptos. En parte lo ha logrado por haber adquirido raíces propias en cada

país y en cada cultura. Harvey Cox, maestro en la Universidad de Harvard, uno de los

teólogos más distinguidos del Siglo XX y observador del pentecostalismo desde su

adolescencia, sugiere lo siguiente:

“El pentecostalismo tiene la misma misteriosa capacidad para sentirse como en casa en

todas partes. Absorbe la posesión de los espíritus en el Caribe, la veneración a los ancestros

en África, la sanidad popular en Brasil y el chamanismo en Corea. Actualmente se está

extendiendo en las repúblicas de la antigua Unión Soviética y en China, en Europa oriental

y en Sicilia. Pero dondequiera se le reconoce como pentecostalismo. En América Latina

está creciendo muy rápidamente hoy entre los pueblos indígenas que descubren que pueden

rendir culto en el tzeltal o el quechua y retener muchas de las prácticas curativas bajo

nuevos auspicios. Ciertamente la potencia del pentecostalismo para abrazar y transformar

casi cualquier cosa que se encuentre en las culturas a las que viaja es una de las cualidades

que le conceden tan insigne energía y creatividad.”

NOTA: Los pies de página, nombres de autores, títulos de obras citadas, etc. se reservan

para la edición completa y formal de esta obra.

TOPEKA, KANSAS: 1 DE ENERO 1901.

Charles F. Parham (I873-I929) es generalmente reconocido como el fundador del

movimiento pentecostal, aunque hay algunos a quienes no les gusta el término «fundador»,

pues atribuyen todo a la acción del Espíritu Santo. A los veinte años se encomendó a

Parham el pastorado de una iglesia metodista, pero con el tiempo dejó esa denominación y

se declaró ministro independiente. Era también un convencido creyente en la sanidad

divina, pues por medio de la oración había sanado de una seria enfermedad. Después de

contraer matrimonio, fundó en 1898 un albergue u «hogar de sanidad» en Topeka, Kansas

al que le llamó «Bethel». Allí se cuidaba a los enfermos y se oraba por ellos. Parham era

reconocido como un gran predicador, «un pensador original y poderoso», capaz de

mantener a una audiencia cautivada por horas. Dedicó casi todo el ano de 1900 a visitar

diferentes iglesias y centros donde se predicaba la Santidad y en una de estas visitas quedó

muy impresionado con la idea de la «lluvia tardía» (Latter Rain) y sus promesas de poder.

También le llamaron la atención los informes sobre la manifestación de lenguas extrañas en

otros países y eventualmente formuló su teoría del bautismo del Espíritu Santo como

elemento misionero, a lo que nos referiremos en otra parte. Para septiembre de 1900 había

Page 6: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

agregado a su «hogar de sanidad» en Topeka una escuela bíblica para la preparación de

ministros del evangelio. La Biblia era el único libro de texto.

A principios de diciembre de 1900 Parham salió de viaje y les dejó a sus alumnos la tarea

de investigar cuál era la evidencia de la recepción del Espíritu Santo y tuvo el cuidado de

recalcar el contenido de Hechos 2. El informe que se le presentó al regreso fue unánime: las

lenguas eran la evidencia del bautismo del Espíritu Santo. El 31 de diciembre de 1900

Parham y sus alumnos, junto con otros maestros, celebraron el culto de fin de año y al día

siguiente, primero de nuestro siglo, la alumna Agnes Ozman (1870-1937) fue la primera en

el grupo que experimentó la glosolalia y durante tres días no pudo hablar inglés. Las

lenguas que habló la señorita Ozman fortalecían la enseñanza de Parham y su escuela de

que eran la evidencia del bautismo del Espíritu Santo. Años después Agnes Ozman

describió de esta manera lo que le había sucedido en Topeka ese primer día de enero de

1901:

“En la noche de la vigilia tuvimos un bendecido servicio, orando porque la bendición de

Dios descansara sobre nosotros conforme llegaba el nuevo año. El primer día de 1901 la

presencia del Señor estuvo con nosotros en forma muy marcada, aquietando nuestro

corazón para que esperáramos de Él cosas mayores. En la noche prevaleció un espíritu de

oración. Eran cerca de las once de ese primer día de enero cuando sentí en mi corazón pedir

que se me impusieran las manos para que recibiera el don del Espíritu Santo. Al

colocárseme las manos en mi cabeza, el Espíritu cayó sobre mí y comencé a hablar en

lenguas, glorificando a Dios. Hablé varios idiomas. Fue como si ríos de agua viva surgieran

de lo más íntimo de mi ser.”

La petición de la señorita Ozman de que se le impusieran las manos resucitaba una práctica

cristiana que se remonta hasta Hechos 8:17, cuando los apóstoles Pedro y Juan «les

imponían (a los samaritanos) las manos y recibían el Espíritu Santo». La ceremonia de la

confirmación se ha practicado durante siglos y se sigue repitiendo, pero desde hace mucho

no se espera que haya glosolalia como resultado del rito. Agnes Ozman sí esperaba la

glosolalia y la obtuvo, como posteriormente la han alcanzado millones de personas al serles

impuestas las manos en iglesias pentecostales y de otro tipo, a veces sólo por los ministros;

en otras, por cualquier otro creyente, aunque la imposición de manos no es siempre

necesaria.

Posteriormente la señorita Ozman continuó ocupada en el trabajo misionero urbano, como

lo había hecho antes de inscribirse en la escuela de Parham. Fue hasta 1906 que adquirió

conciencia de que el movimiento pentecostal había tomado forma y se adhirió a él. En 1911

contrajo matrimonio con el ministro Philemon LaBerge y juntos viajaron por muchos

lugares del país realizando campañas de evangelización. Las Asambleas de Dios le

expidieron a Agnes en 1917 credencial de evangelista. Respecto a los demás que estuvieron

en la casa Bethel el 1 de enero de 1901 se puede agregar que a los pocos días hablaron en

otras lenguas Parham y la mitad del cuerpo estudiantil que se formaba de treinta y cuatro

alumnos. Los primeros tres años no logró Parham ganarse más adeptos para la nueva

experiencia, pero a fines de 1903 le dio a su grupo el nombre de «Movimiento de la Fe

Page 7: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Apostólica» y a partir de una exitosa campaña en Galena, Kansas, el nuevo mensaje se

extendió primeramente por todo ese estado.

El 10 de julio de 1905 Parham arribó a Houston, Texas y allí fundó una nueva escuela

bíblica y a sus alumnos los constituyó en una banda de evangelizadores que dirigían

campañas en las que se privilegiaban los mensajes de las lenguas y la sanidad. Una

prominente señora miembro de la aristocracia de la ciudad había sido antes atropellada por

un tranvía eléctrico y al hecho le dedicaron los periódicos de Houston una gran atención. Al

llegar allí los pentecostales, la señora sufría aún los efectos del accidente, pero Parham oró

por ella y fue sanada, lo que le produjo gran publicidad al movimiento en la prensa local.

Sin embargo, la estrella de Parham comenzaba a declinar, aunque para ese tiempo había

cerca de diez mil pentecostales en todo el país, especialmente en el Sur.

Su primer fracaso le llegó en 1906 cuando intentó quitarle el control de Zion City, Illinois a

Wilbur Voliva, que ahora estaba al frente de la comunidad fundada en ese lugar por el

excéntrico pero muy exitoso predicador inglés John A. Dowie (1847-1907), que ingresó al

ministerio después de estudiar en la Universidad de Edinburgo, Escocia y en 1895 fundó ya

en el estado de Illinois la «Iglesia Católica Cristiana» y comenzó a establecer una

comunidad que funcionara conforme a los ideales que él tenía sobre lo que debiera ser una

ciudad cristiana. Erigió allí mismo el Tabernáculo Silo, con capacidad para ocho mil

personas y en 1923 se le agregó una estación de radio dedicada exclusivamente a la

predicación del evangelio. Dowie era un convencido creyente en la sanidad divina, a la que

se concedía el principal énfasis en Zion City, aunque desde antes la había predicado y

difundido en Australia y al llegar a los Estados Unidos en 1888. Se le considera uno de los

precursores del pentecostalismo, con un muy efectivo ministerio de sanidad divina. Creía

firmemente en el restauracionismo, y, entre otras cosas, en 1901 declaró ser Elías el

restaurador, encargado de volver al cristianismo a su estado original y del que él había sido

designado «primer apóstol». Al fallecer Dowie, muchos de sus seguidores se incorporaron

al pentecostalismo, especialmente en las Asambleas de Dios, aunque algunos de los

restauracionistas más radicales ingresaron al movimiento del Nombre de Jesucristo.

Aparte de su fracaso en Zion City, Parham tuvo que sufrir un juicio que en 1907 enfrentó

en San Antonio, Texas acusado de homosexualidad, y aunque las autoridades retiraron

todos los cargos en su contra, pues todo se atribuía a la labor de su oponente Wilbur Voliva,

su popularidad y autoridad sobre el pentecostalismo como un todo comenzaron a declinar,

pero él estableció su base en Baxter Springs, Kansas y desde allí dirigió a buen número de

seguidores hasta su muerte. También se dedicó a escribir libros y fue uno de los más

prolíficos autores pentecostales de su tiempo. Por muchos años editó también una revista

llamada Apostolic Faith, cuyo nombre también adoptó William Seymour en Los Ángeles.

El precio de la suscripción de la revista de Parham era Isaías 55:1. Para cuando murió en

1929, la mayoría de los nuevos pentecostales, que comenzaban a ser y actuar muy diferente

a los de la primera generación, ignoraba la valiosa contribución de Parham a la formación

del movimiento cristiano del Siglo XX más extendido en el mundo. El escándalo provocado

por las acusaciones contra Parham también desacreditó a quienes seguían sus enseñanzas y

las experiencias que aparecieron en Topeka y que se cobijaban bajo el nombre de

«Movimiento de la Fe Apostólica» y por eso al poco tiempo los seguidores de la nueva

Page 8: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

doctrina comenzaron a llamarse «pentecostales» y con este nombre se conocen

generalmente hasta hoy.

Por su parte, Goff, biógrafo de Parham, resume así la contribución de nuestro controversial

personaje:

“Las contribuciones de Parham al pentecostalismo incluyeron la crucial designación de las

lenguas como evidencia inicial y particularmente el agudo nivel del milenarianismo de la

«lluvia tardía». Las lenguas como evidencia les proporcionaron a los pentecostales una

identidad significativamente diferente a la del movimiento de la Santidad al hacer del

bautismo del Espíritu Santo una experiencia demostrable. El énfasis misionero engendrado

por lo que se percibía como función milenaria de las lenguas xenolálicas, a pesar de que el

sueño se desvaneció después de 1908, desempeñó un lugar crucial en el crecimiento del

pentecostalismo alrededor del mundo.”

LOS ANGELES, CALIFORNIA, 1906.

Al fundar Parham un nuevo colegio bíblico en Houston, la cocinera de la escuela logró que

se aceptara a un alumno también de raza negra a pesar de que tristemente Parham era un

racista y, según ciertas personas, miembro del Ku Kux Klan. El humilde negro que ingresó

a la escuela y que por ley no tenía ni siquiera derecho a sentarse en el salón donde estaban

los alumnos blancos, sino oír las clases desde afuera, se convirtió en el instrumento usado

por Dios para que el pentecostalismo adquiriera una dimensión mundial.

William James Seymour (1870-1922), hijo de padres que habían sido esclavos, nació en

Lousiana y se crío como bautista, pero en Ohio entró en contacto con gente del movimiento

de Santidad y se interesó especialmente por la idea de la santificación total. La

denominación a que Seymour se adhirió se llamaba «Iglesia de Dios Reformación», que

recalcaba la posibilidad de que el rapto o levantamiento de la Iglesia fuera precedido por un

gran derramamiento del Espíritu Santo. Al terminar sus estudios con Parham, Seymour se

fue a Los Ángeles, pues había la posibilidad de que se le nombrara co-pastor de una iglesia

del Nazareno en esa ciudad, presidida por la señora Julia W. Hutchins y que, según Díaz,

tenía sólo unos veinte miembros. Ni Parham ni el mismo Seymour estaban conscientes de

que el manto de aquél iba a descender sobre un pobre y desconocido negro que había

sufrido en carne propia el desprecio de una sociedad racista, ni tampoco había a primera

vista indicaciones de que Seymour estuviera destinado a darle proyección mundial a un

movimiento cuya extensión y pujanza nadie podía imaginarse entonces, y menos el rústico

y discriminado predicador que se trasladó a Los Ángeles segregado en el vagón del tren

destinado a la gente de su raza.

Al predicar por primera vez en la iglesia pastoreada por la señora Hutchins, Seymour

escogió Hechos 2:4 como texto y dijo que sus oyentes podían ser bautizados en el Espíritu

y hablar en otras lenguas, como estaba sucediendo en Houston. La pastora de la iglesia

rechazó el mensaje y la posibilidad de que Seymour fuera su ayudante. Cuando Seymour

regresó al templo para el culto de la noche, lo encontró cerrado, pues sin que él lo supiera

Page 9: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

se había indicado a todos los miembros que no asistieran y se le había puesto candado a la

puerta. Una familia de apellido Asberry, formada de parientes de la cocinera de Houston y

que no habían asistido al culto de la mañana, también llegó al templo a la misma hora que

Seymour y después de un rato se lo llevaron a su casa en la calle Bonnie Brae y allí se le

hospedó. El señor Asberry sanó de una enfermedad por la oración de Seymour y también

recibió el Espíritu Santo.

En esa casa Seymour empezó a celebrar cultos y tanto él como otras personas

experimentaron la glosolalia, pues hasta entonces el mismo Seymour no había hablado en

otras lenguas. Al crecer el grupo, se trasladaron a la calle Azusa 312 de la misma ciudad de

Los Ángeles, donde se estableció la «Misión de la Fe Apostólica», que se convirtió en un

centro pentecostal de sorprendente crecimiento y en el que estaban siempre presentes

personas de muchas nacionalidades, residentes de Los Ángeles y también de otras partes,

así como mexicanos, que desde el principio trabajaban muy activos en los cultos y tenían

dones como el de sanidad.

Los cultos pentecostales de entonces y los de ahora, especialmente en lugares amplios

donde hay excitación religiosa, la cual favorece el contagio emocional, incluyen muchas

veces manifestaciones emotivas que según algunos pueden llegar a su «punto de

ebullición» y que para no pocos significa desorden, pero para otros, si es desorden, está

«bajo control», pues se permite la «libertad del Espíritu» y algunos danzan mientras otros

están calladamente en sus asientos en silenciosa reverencia y gran parte de la congregación

está cantando y dando gritos de alabanzas al Señor.

Tampoco faltan los que atienden individualmente a los recién convertidos y visitantes y

oran por los que desean ser llenos del Espíritu o sanar de sus enfermedades. El ministro que

preside la reunión disfruta del respeto de la congregación y es obedecido por ella, de modo

que si así lo desea, puede de alguna manera conseguir que se imponga el silencio y el orden

cuando cree que se ha llegado la hora para ello, y casi siempre logra rápidamente, pero si el

Espíritu se sigue manifestando, puede ser que ni él se oponga y mucho menos los

miembros, aunque algunos de ellos se irán retirando por iniciativa propia para cumplir

oblaciones de trabajo o simplemente para pescar el último autobús a casa que pasa por allí.

Todo esto y más sucedía en la misión de la calle Azuza, donde al poco tiempo de haberse

inaugurado el local, los cultos eran diarios y continuos pues comenzaban a las diez de la

mañana y generalmente se terminaban a las diez u once de la noche y a veces a las tres de la

mañana del día siguiente. Por eso decimos que mientras duró el entusiasmo pentecostal en

el lugar hubo cultos día y noche durante tres años.

Harvard Cox, de quien ya hemos hablado, sustenta la siguiente opinión sobre lo que sucedía

en los cultos dirigidos por Seymour:

“Bajo la hábil mano de Seymour, las largamente suprimidas corrientes de religiosidad

arquetípicamente humana habían resurgido en una nueva forma y bajo auspicios

explícitamente cristianos. Seymour había crecido en una cultura religiosa sureña en la que

una extraordinaria síntesis de elementos religiosos indígenas había ya sido incorporados en

Page 10: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

la adoración protestante. El trance, éxtasis, visiones, sueños y sanidades no les eran

extraños a los esclavos o sus descendientes. Además, no retenían estás prácticas

primigenias como si fueran reliquias. De manera congruente con el típico respeto africano

por el poder espiritual dondequiera que se le encuentre, adaptaron y transformaron su

espiritualidad africana en el nuevo ambiente.”

Ni lo dicho sobre los cultos en la Misión de Seymour ni los que se han celebrado desde

entonces significa que todos ellos sean exactamente iguales y se conduzcan sólo en la

manera emocional que describimos. No hay un solo patrón para el culto pentecostal que se

observe universalmente. Todo va desde el extremo que pudieran representar los cultos de

Seymour que se repiten en algunos templos de hoy, hasta reuniones sin emociones ni gritos,

semejantes a las de las iglesias más antiguas que practican liturgia muy ordenada. En la

mayoría de los casos la cultura local ejerce su influencia. Algunos pentecostales irlandeses,

por ejemplo, cuando buscan el bautismo del Espíritu Santo lo hacen sentados y en silencio

y eventualmente prorrumpen hablando en otras lenguas.

Otra característica de las reuniones en la Misión de la Fe Apostólica era que no se

necesitaba que se hablara sólo inglés en el culto para que todos se pudieran entender, pues

según un observador que asistía con frecuencia,

“Si un mexicano o un alemán no puede hablar inglés, se levanta y habla en su propio

idioma y se siente como en su casa, porque el Espíritu interpreta por medio de su rostro y la

gente dice «amén».

Otro testigo presencial de los acontecimientos de la calle Azusa nos relata y aporta

importantes detalles de los cultos que allí tenían lugar:

“Las reuniones comenzaban espontáneamente como de por sí, con testimonios, oración,

acciones de gracias y adoración. Nunca oímos que alguien debía ser breve, como

frecuentemente es el caso en otras partes, porque no había un programa definitivo que

debiera terminarse en un tiempo fijo. El tiempo del Señor era nuestro. Y constantemente

teníamos nuevos y frescos testimonios de diarias experiencias con Dios.”

“No se anunciaban anticipadamente los temas de los sermones ni los predicadores

especiales para determinada hora. Nadie sabía lo que podría suceder, lo que Dios haría.

Todo era espontáneo, ordenado por el Espíritu. Queríamos oír de Dios...”

La presencia y el carácter del líder de la Misión eran esenciales para el mantenimiento del

equilibrio del grupo y Seymour parece haber respondido con integridad y sabiduría a los

desafíos que encaró durante el breve periodo en que la Misión desempeñó el importante

papel que le asignó el Señor. Otro testigo ocular describe así a Seymour y su trabajo:

“El hermano Seymour exaltaba constantemente la obra expiatoria de Cristo y la Palabra de

Dios y muy vehementemente insistía en una cabal conversión, la santidad del corazón y la

Page 11: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

vida y la plenitud del Espíritu Santo, pero sin embargo algunas personas mal informadas,

sin ninguna caridad declaraban que toda la cosa consistía en lenguas y era del diablo.

“Era (Seymour) humilde y de habla ordinaria y sin nada de orador. Hablaba el lenguaje

común de la clase no educada. Podía predicar tres cuartos de hora sin más emocionalismo

que el de aquel poste que está allí. Ni por imaginación era un tronante agitador de los

brazos.”

Otra persona recordaba que para Seymour las lenguas no eran un fin en sí, sino un medio, y

con frecuencia insistía en que al salir del culto los creyentes no se fueran a hablar en

lenguas, sino «a tratar de salvar a la gente».

Lo que decimos de la predicación en la Misión de la Fe Apostólica se aplica también,

cuando menos en parte, a las iglesias pentecostales de la actualidad, que todavía reciben

críticas semejantes a las que se dieron muchas veces en Los Ángeles, expresadas en

muchos casos por quienes ni siquiera han estado en el culto o simplemente reaccionan a lo

que se les cuenta. Estas críticas han disminuido en parte porque el crecimiento del

pentecostalismo lo ha hecho la mayoría evangélica en América Latina, se le respeta y ya no

sufre los desprecios de antes y también porque muchos pentecostales han moderado el

emocionalismo de sus cultos.

Los que de repente se encuentran en un ambiente así requieren tiempo para entenderlo y

adaptarse a él y para descubrir que el «desorden» no es tan serio como primero les pareció.

Aunque se admite que la predicación en la calle Azusa era muchas veces subjetiva y

desembocaba en una experiencia religiosa individualista, la Palabra era preeminente, como

lo ejemplifica el caso de una persona que sí había escuchado la predicación en la calle

Azusa y a quien se le preguntó: «¿Qué clase de predicación es la que produce eso?» (Es

decir, el hablar en lenguas, la sanidad y la emoción). Su respuesta fue breve pero

contundente: «La simple declaración de la Palabra de Dios». Para Bartleman, el énfasis de

la predicación en la calle Azusa descansaba «en el poder de la sangre para salvar, limpiar y

sanar». Aunque Bloch-Hoell, como buen luterano nacido en la fría Noruega, es

comprensiblemente crítico de los sermones y el orden de los cultos en la Misión, su análisis

llega a la conclusión de que la predicación concedía la mayor importancia a la experiencia

religiosa individual era polémica y buscaba liberar a la gente de «la tradición, el

formalismo rígido y el cristianismo convencional», aparte de otros elementos que estaban

«penetrados por un intenso celo proselitista». Para el mismo escritor aquella predicación

«no carecía de apelación moral» y termina haciendo, sin explicar, una interesante

afirmación: «El punto principal tanto de la doctrina como de la práctica viviente del

pentecostalismo temprano, era una casuística puritana (cursivas por MJG).

Teóricamente la Misión de la Fe Apostólica estaba libre de cualquier prejuicio racial. La

presencia de gente de habla hispana en la misión de la calle Azusa era inevitable porque el

sitio estaba en medio de un barrio prominentemente mexicano llamado La Placita, que era

centro de reunión de la gente de dicha raza, y muy cerca de allí se encontraba también el

barrio negro donde se localizaba la misión. No obstante, en ésta había cierto grado de

Page 12: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

discriminación para los mexicanos, aunque fueran ellos la primera semilla que se sembró

entre los de su raza y tuvo como resultado posterior la creación de considerable número de

iglesias del Nombre de Jesucristo en varias partes del mundo, incluyendo las iglesias

apostólicas de la Fe en Cristo Jesús y otras, pues por alguna razón estos creyentes que

colaboraban con Seymour comenzaron a difundir las prácticas bautismales que caracterizan

a lo que llamamos el movimiento del Nombre de Jesucristo o uni-pentecostal.

No obstante, la armonía de la Misión de la Fe Apostólica no era total y el demonio del

racismo estaba presente, como lo comprueba el relato de Frank Bartleman, que fue testigo y

cronista de lo que sucedió en la misión y dejó constancia de un penoso incidente que afectó

a los creyentes mexicanos:

El Espíritu trató de actuar por medio de unos mexicanos pobres y analfabetas que habían

sido salvos y «bautizados» en el Espíritu, pero el líder (del culto) deliberadamente rehusó

permitirles que testificaran, apabullándolos deliberadamente (Sic). Sólo Dios sabe lo que

esto significó para aquellos pobres mexicanos. Fue como matar al Espíritu Santo (Cursivas

por MJG).

Page 13: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

La Expansión

Pentecostal a

Partir de la Calle

Azusa

HACIA EL INTERIOR DE LOS ESTADOS UNIDOS. Nuestro análisis del papel de la Misión de la Fe Apostólica fundada por Seymour nos revela

cuando menos tres prominentes aspectos:

1. Azusa era en primer lugar una congregación evangélica típica con su propia

organización y feligresía. Lo que sorprende en este caso es que el número de los

feligreses de la misma, la mayoría gente de raza negra, siempre osciló entre los

cincuenta y los setenta miembros oficiales y las dimensiones físicas del templo eran de

apenas 12 metros de ancho y 18 de fondo. También contaba la misión con un pastor,

que naturalmente era Seymour, y un grupo de ayudantes, ministros y «obreros» que

nunca excedió la docena, negros, blancos y mujeres. Y sin embargo, partiendo de una

congregación a primera vista irregular y con ciertas tensiones muy propias, la dinámica

de la Misión se extendió por todo el mundo. Es triste admitir que la misión no carecía

de conflictos internos, como el que se dio cuando Seymour contrajo matrimonio con

Jenny Moore el 13 de mayo de 1908 y esto molestó mucho a sus ayudantes blancas

Clara Lum y Florencia Crawford, quienes alegaban que Seymour no debía haberse

casado porque la venida del Señor era inminente. Ambas mujeres se mudaron a

Portland, Oregon llevándose las cincuenta mil direcciones de lectores de la revista The

Apostolic Faith, lo cual fue un golpe casi mortal para la Misión que dirigía Seymour. La

señora Crawford (1872-1936) estableció en Portland la Apostolic Faith Mission (Misión

de la Fe Apostólica), que al principio tuvo muy lento crecimiento pero posteriormente

estableció influyentes iglesias en varias partes del mundo.

Page 14: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

La manera en que una historiadora describe a la señora Crawford nos revela algunos

aspectos del pentecostalismo original:

“Crawford era una crítica de muchos aspectos de la práctica pentecostal. Restauracionista

ardiente, también se subscribía de todo corazón a las enseñanzas de la Santidad, sanidad

divina, pre milenarismo y el vivir por fe... Los ministros no podían solicitar fondos ni

recibir ofrendas de regla. Una caja para ofrendas a la entrada de la iglesia era suficiente.

Sus miembros no sólo renunciaban a los bailes, los juegos de baraja, asistencia al teatro, el

fumar y el beber, sino que también se distanciaban de quienes practicaran tales

actividades.”

2. La Misión de la calle Azusa era un centro de avivamiento en el mejor sentido del

término, porque allí llegaban muchas personas, unas ya convertidas, otras todavía no,

que, al recibir el bautismo del Espíritu Santo y ser reavivadas, resultaban misioneros en

otras naciones o predicaban el mensaje de Pentecostés en su propio país tanto a iglesias

ya en existencia como también a otras que ellos mismos formaban.

3. Hablando de lo que sucedió dentro de los Estados Unidos, descubrimos que además de

las iglesias de mexicanos en Riverside, San Bernardino y San Diego, un año después de

que se inauguró la misión ya había iglesias de habla inglesa, tanto de negros como de

blancos, en San Francisco y Oakland, California así como en los estados de Oregon,

Washington, Minnesota, Indiana, Texas y otros, aparte de Louisiana y Kansas, estado

este último donde Parham seguía trabajando por su propia cuenta. También estaban

algunos ministros y creyentes de otras partes de los Estados Unidos que visitaron la

Misión de la Fe Apostólica, recibieron el Espíritu Santo y regresaron a su iglesia o lugar

de residencia y convirtieron a sus miembros en pentecostales o formaron nuevas

congregaciones de ese tipo. Entre los más distinguidos hombres que hicieron esto se

cuenta a William Durham (1873-1912), de origen bautista, quien en 1901 asumió el

pastorado de la prestigiada Misión de la Avenida Norte en Chicago. En marzo de 1907

visitó la misión de Seymour y fue sellado con el Espíritu Santo. A su regreso a Chicago,

su iglesia se volvió pentecostal y creció de manera sorprendente y con todas las

manifestaciones peculiares al pentecostalismo. Muchos de los hombres que

posteriormente serían personajes pentecostales de influencia e importancia asistieron a

los cultos de Durham, incluyendo a Eudorus N. Bell, primer Superintendente General

de las Asambleas de Dios; Daniel Berg, fundador de la misma iglesia en Brasil; y

Howard A. Goss, primer Superintendente General de la Iglesia Pentecostal Unida.

CONVERSOS EXTRANJEROS Y DINÁMICA DE DISEMINACIÓN.

Hubo también personas de otras razas que al convertirse establecieron iglesias

pentecostales en los Estados Unidos y en algunos casos también llevaron el mensaje a otras

naciones. Uno de ellos fue el emigrante italiano Lugi Francescon (1866-1964), quien en

1907 fundó la Assemblea Cristiana de Chicago y después hizo lo mismo en comunidades

italianas de otras ciudades del país, todo esto en cumplimiento de una profecía que William

H. Durham le había pronunciado en el momento de su conversión. En 1909 Francescon

visitó la comunidad italiana de Argentina y como resultado de ello nació en ese país la

Page 15: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Iglesia Cristiana Pentecostal de Argentina. Algo semejante hizo en Brasil al año siguiente

y su visita fue el origen de la Congregación Cristiana, una denominación que debe tener

como dos millones de miembros. Años después visitó Italia, su tierra natal, y entre las

personas que se ganó se cuenta al pastor Nino Chinici, quien a una avanzada edad sigue

pastoreando en Palermo una iglesia apostólica como de tres mil miembros y con una

radiodifusora que predica el evangelio dieciocho horas diarias.

Parecido fue el caso del sueco Daniel Berg (1884-1963), quien en 1902 emigró a los

Estados Unidos y conoció el pentecostalismo siete años después durante una visita a su país

natal. Regresó a Chicago y luego se congregó en una iglesia bautista en South Bend,

Indiana, donde Adolf Uldine le profetizó que iría de misionero a Pará, Brasil junto con otro

sueco de nombre Adolf Vingren, el cual pastoreaba una iglesia bautista sueca en South

Bend. Berg y Vingren volvieron a Chicago y William H. Durham los consagró al trabajo

misionero en Brasil. Fundaron allí la obra de las Asambleas de Dios, que cuentan con más

de 40,000 congregaciones en ese país. Es interesante agregar también que Aimee Sample,

la fundadora en 1923 de la Iglesia Evangélica Cuadrangular, y que primero fue ordenada en

las Asambleas de Dios cuando todavía no se casaba con Harold McPherson, sanó

instantáneamente de la fractura de un tobillo por la oración de Durham en 1910. Para ese

año Chicago contaba con unas veinte iglesias pentecostales, incluyendo las que predicaban

en italiano, noruego, sueco y holandés. Por medio de su ministerio Durham fue también de

gran ayuda para personas como Andrew Urshan y otros pentecostales de origen persa

posteriormente relacionados con la Iglesia Pentecostal Unida Internacional.

LOS CREYENTES DE HABLA HISPANA.

Con respecto a los mexicanos, ya hemos dicho que en 1906 tenían congregaciones en

cuando menos tres ciudades de California. La iglesia de San Diego desapareció en 1909,

pero después encontramos en Los Ángeles a gentes que se congregaban en casas de

creyentes. De una de esas casas salió en 1914 Romana Carbajal de Valenzuela y en su tierra

natal, Villa Aldama, Chihuahua, se ganó en noviembre del año citado a las primeras doce

personas que fueron la base de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en México, que

ahora tiene congregaciones en todo el país y ha conducido un programa misionero en

Centro América, Colombia, Canadá, los Estados Unidos y España y envió por un año una

médico misionera a Vietnam. Últimamente la iglesia ha llegado también a Argentina,

Uruguay y Brasil. Por razones que hasta ahora ignoramos, estos mexicanos pertenecían

desde 1906 al ala pentecostal que bautiza en el nombre de Jesucristo en lugar de utilizar la

fórmula trinitaria.

Los otros hispanos parlantes que después ingresaron o formaron algunas de las

denominaciones pentecostales trinitarias tuvieron un origen distinto y posterior. Víctor de

León coloca a Henry C. Ball (norteamericano blanco), Alice E. Luce (inglesa), Juan Lugo

(portorriqueño) y Francisco Olazabal entre las «gentes que tuvieron parte en el principio»,

es decir, el inicio del pentecostalismo trinitario entre gente de habla hispana, principalmente

relacionados con las Asambleas de Dios en los Estados Unidos, pero esto sucedió después

de que la Misión de la Fe Apostólica había perdido su carácter original y cuando ya existían

grupos de habla hispana de doctrina uni-pentecostal en varios lugares. Ball, de origen

metodista, se había trasladado por razones de salud a Texas y desde 1910 había

Page 16: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

evangelizado a gente de habla hispana en el Valle del Río Grande. Recibió el Espíritu Santo

en una campaña dirigida en Kingsville por Félix Hale de las Asambleas de Dios y allí inició

una larga y distinguida carrera ministerial. Entre 1918 y 1939 sirvió como Superintendente

de la Conferencia de habla hispana de las Asambleas de Dios en los Estados Unidos. En

1926 estableció en San Antonio, Texas el Instituto Bíblico Latinoamericano y así extendió

su influencia más allá de los Estados Unidos al educar a estudiantes de Cuba, España,

México, Nicaragua y Puerto Rico. Dedicó tiempo y recursos a la producción literaria y su

Himnario de Gloria es el que mayor circulación ha tenido en nuestro idioma. Entre 1941 y

1943 fue misionero en Chile y después el Departamento de Misiones lo nombró Secretario

para el campo de América Latina y las Indias Occidentales, puesto que en 1954 ocupó su

sucesor, Melvin Hodges.

Alice Eveline Luce (1873-1955) nació en Inglaterra. Era de origen hugonote y su padre

sirvió como vicario de una iglesia anglicana en su país. En 1896 Alice se fue a la India

como misionera de la Iglesia de Inglaterra y trabajó como maestra y entre mujeres

confinadas al harem. En el mismo país recibió el bautismo del Espíritu Santo en 1910,

gracias al testimonio de dos mujeres. Se mudó a Canadá como secretaria de una asociación

médico misionera y allí sintió el llamamiento para trabajar en México. En Texas se

relacionó con gentes como Henry Ball, Mack Pinson y Lloyd Baker y en 1915 fue ordenada

por las Asambleas de Dios. Por un tiempo hizo labor misionera en Monterrey, México,

aunque las primeras iglesias de las Asambleas de Dios en esa parte del país habían sido

establecidas antes por mexicanos que se convirtieron en Texas. En 1926 la señorita Luce

fundó el Instituto Bíblico Berea en San Diego, California, en donde trabajó hasta su

fallecimiento en 1955. Para McGee, la influencia de Luce se desarrolló en tres frentes: La

preparación ministerial, la producción de literatura y la articulación de una estrategia

misionera para las Asambleas de Dios.

Francisco Olazabal (1886-1937), sinaloense, hijo de pastor evangélico y él mismo por un

tiempo ministro metodista, recibió el Espíritu Santo y se afilió a las Asambleas de Dios en

1917. Para 1923 se sentía a disgusto en el ambiente anglosajón de esa iglesia y formó una

organización conocida como Concilio Latinoamericano de Iglesias Cristianas, que sigue

siendo una respetable denominación pentecostal. Fue un predicador de poder y erudición y

para cuando murió en un accidente automovilístico en 1937, el concilio por él formado

agrupaba a más de 150 iglesias.

El cuarto hombre que De León menciona en su historia fue Juan Lugo (1890-1984), de

origen portorriqueño. Lugo se convirtió en Hawaii en 1913 y en 1916 fue ordenado por las

Asambleas de Dios. El mismo año comenzó a predicar en Puerto Rico y a los cinco años ya

había formado varias iglesias que se afiliaron a su denominación. Regresó a Nueva York y

fundó una iglesia para luego volver a Puerto Rico y abrir un instituto bíblico en 1937. Junto

con las otras personas aquí citadas. Lugo tipifica la influencia del habla hispana en el

pentecostalismo de los Estados Unidos con posteriores ramificaciones en muchas otras

iglesias y naciones, pero que ingresaron al pentecostalismo después de los mexicanos que

fueron ayudantes originales de Seymour.

Page 17: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

MÁS DETALLES SOBRE LA EXPANSIÓN HACIA OTROS PAÍSES.

Tenemos que comenzar con la breve historia de un hombre de quien no sabemos cómo fue

que tuvo contacto con el pentecostalismo. Se trata del canadiense Federico Mebius (1869-

1945), que en 1906 llegó como misionero a El Salvador junto con tres connacionales, de los

cuales dos se instalaron en Guatemala, mientras que Mebius viajó a Bolivia junto con

Roberto H. Bender, que también había recibido el Espíritu Santo y que eventualmente se

adhirió a la Misión Centroamericana. Mebius quizá debiera ser considerado como el primer

misionero pentecostal moderno que trabajó en el extranjero. Su éxito fue casi nulo en

Bolivia a causa de la mucha persecución, pero se regresó a El Salvador y allí fundó un buen

número de iglesias, algunas de las cuales fueron la base de las Asambleas de Dios cuando

éstas se establecieron formalmente en el país citado bajo la dirección de Ralph D. Williams

en el año de 1930. Otros grupos originalmente conectados con Mebius se adhirieron

después de su muerte a la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús al establecerse en el

mismo país está denominación pentecostal mexicana en 1949 por conducto de Leonardo

Sepúlveda Treviño.

A la calle Azusa también llegaron personas de otros países en busca del bautismo del

Espíritu Santo, motivados también por su interés en la sanidad divina y otras clases de

milagros. Se establecían además contactos, a veces ni siquiera personales, que resultaban en

la formación de nuevos grupos. Por ejemplo, después de hacerse pentecostal en la India, la

misionera Minnie F. Abrams publicó un libro con el título de The Baptism of the Holy

Ghost and Fire (El Bautismo del Espíritu Santo y Fuego) y desde tan lejano país le envió

en 1907 una copia a su ex condiscípula Mary Anne Hilton, esposa del Dr. Willis Hoover,

médico misionero metodista en Chile. Hoover leyó con mucho interés el libro recibido de la

India por su esposa, pues desde antes tenía inquietudes afines y ahora se informaba del

avivamiento pentecostal y sus posibilidades. Schick y Helland explican que:

“Lo que impactó a los Hoover fue la idea de que había un bautismo del Espíritu Santo y

fuego como una experiencia aparte de la justificación y la santificación. No solamente

empezaron a tener correspondencia con Miss Abrams de la India, sino que también

con el Rev. Thomas A. Bailly, de Caracas, Venezuela; con el Rev. T. B. Barratt de

Cristiana, Noruega, y con el Rev. Max Wood Morehead, de la India. El resultado de esta

correspondencia fue el convencimiento de Mr. Hoover de que existían profundas

experiencias cristianas que ni había imaginado anteriormente.”

Hoover, que era superintendente del trabajo metodista en español en Chile, comenzó a

desear y buscar la experiencia pentecostal y poco después habló en otras lenguas junto con

varios miembros de la iglesia en Valparaíso. El resultado fue, en pocas palabras, que los

cultos de la iglesia metodista que Hoover pastoreaba adquirieron un tinte pentecostal que

desagradó a las autoridades de la iglesia y causaron la renuncia de Hoover al ministerio

metodista en 1910. De allí surgió la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, una de las

denominaciones de su tipo más numerosas y pujantes de América Latina.

Otro ejemplo de relación indirecta es el de Frank Barratt, inglés de origen metodista cuyo

padre era gerente de una mina en Noruega. En 1882 Barratt fue ordenado predicador local

Page 18: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

en una iglesia metodista del país citado. Algunos suponen que durante un viaje que hizo a

los Estados Unidos entre 1905 y 1906, Barratt pudiera haber visitado la Misión de la Fe

Apostólica en Los Ángeles, pero lo que sí se puede afirmar con certeza es que existen

constancias específicas de que fue en una iglesia pentecostal de la ciudad de Nueva York

donde el 25 de noviembre de 1906 recibió el bautismo del Espíritu Santo poco antes de su

regreso a Noruega. La experiencia la describió él mismo de la siguiente manera:

“Fui lleno de luz y de tal poder que comencé a gritar en un idioma extranjero tan fuerte

como podía. Debo haber hablado en seis u ocho idiomas, juzgando por los variados sonidos

y formas de hablar que usé. Me mantuve erecto, predicando en una lengua extranjera tras

otra, y sé por el volumen de mi voz que 10,000 personas fácilmente podrían haber

escuchado todo lo que dije.”

“El momento más maravilloso fue cuando irrumpí en un hermoso solo de barítono (Barratt

era un distinguido cantante y músico. MJG), utilizando uno de los más puros y deliciosos

lenguajes que he oído en mi vida. El tono y las palabras me eran totalmente nuevos... Oh,

¡qué alabanzas a Dios surgieron de mi alma por su misericordia! Me sentí tan fuerte como

un león...”

Gracias a su experiencia Barratt se convirtió en el «Apóstol Pentecostal de Escandinavia».

La iglesia que fundó en Christiana fue en su tiempo la congregación no luterana más

numerosa del país. También tuvo campañas en Dinamarca en el año de 1907 y una famosa

actriz danesa de nombre Anna Larsen se convirtió al pentecostalismo y poco después, junto

con su esposo, viajó por todo el país en una carreta de caballos realizando campañas de

evangelización. El cura anglicano Alexander A. Boddy fue a Noruega a observar el trabajo

de Barratt y regresó a su país lamentando que en la Europa continental había ya veinte mil

pentecostales, mientras que en Inglaterra no llegaban, según él, ni a una docena. Boddy

organizó una campaña en la que Barratt predicó y muchos recibieron el bautismo espiritual.

A diferencia de lo que pasó inicialmente en los Estados Unidos, donde desde el principio

del pentecostalismo la mayoría de sus adherentes eran gente de origen humilde, en Europa

pertenecían principalmente a la clase media y tenían buena educación.

En enero de 1907 un joven ministro bautista sueco llamado Levi Pethrus leyó en un

periódico lo que estaba sucediendo en Noruega como fruto del ministerio de Barratt. Visitó

a éste en Noruega y allí fue lleno del Espíritu Santo y regresó a Suecia para convertirse en

líder de un movimiento que no sólo estableció en el país muchas y muy fuertes iglesias,

sino que también comenzó a enviar misioneros a muchas otras partes del mundo. Las

iglesias pentecostales escandinavas han dirigido con mucho éxito un programa misionero

en varios continentes. Una parte considerable del pentecostalismo mexicano es resultado

del trabajo de misioneros escandinavos que comenzaron a llegar a México desde la primera

década de este siglo, incluyendo al sueco Axel Anderson, que bien merece el título de

patriarca de las iglesias pentecostales independientes mexicanas.

En Azusa también recibieron la experiencia pentecostal varios anglosajones que

posteriormente llevaron el mensaje a los demás continentes. Según J. L. Hall, antes de que

Page 19: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

la Misión de la Fe Apostólica hubiera cumplido un año de establecida ya habían salido

como misioneros al extranjero las siguientes personas: G. W. Batman y su familia, Thomas

P. Mahier, Robert Shideler y su esposa, J. W. Hutchins con su esposa y una sobrina. Estos

se fueron todos a África. Lucy Leatherman y Louise Condit escogieron a Jerusalén como

campo de trabajo. Eric Hollingsworth y señora, junto con Andrew Jackson, se trasladaron a

Suecia. En la lista de Hall también aparecen A. G. Garr y su esposa, que se fueron a

predicar en la India. Synan cuenta a los Garr entre los que salieron de su país con la certeza

de que podrían predicar en lenguas y sin el previo aprendizaje de idiomas. Grande fue la

confusión para este matrimonio al no suceder lo que esperaban, pero se repusieron de su

sorpresa y se trasladaron a Hong Kong, donde sí aprendieron el idioma local y en él

predicaron. Por un breve tiempo estuvieron también en Japón.

Se entiende que estos misioneros y los que vinieron después recibieron en la Misión de la

Fe Apostólica la inspiración para predicar en otros países, pero no era la Misión la que los

patrocinaba ni sostenía, sino que cada uno de ellos se las averiguaba de por sí para su

sostenimiento. Se calcula que durante el tiempo de apogeo de la Misión de la Fe Apostólica

fueron treinta y cinco los países a donde llegó el pentecostalismo por conducto de personas

que en la Misión habían sido llamadas a hacer ese trabajo. También nos hemos referido a

algunos que siendo nacidos o cuando menos residentes en el país, formaron muchas iglesias

dentro del territorio norteamericano, después de pasar por la calle Azusa o convertirse en

alguna iglesia pentecostal. Repetimos que fue la experiencia de las nuevas lenguas y de los

milagros y señales que trajo Pentecostés lo que más inspiró a todas las personas citadas a

predicar en el extranjero, aparte de los que se inspiraban en las ideas de Parham de que el

bautismo del Espíritu Santo tenía un propósito misionero y podía hacer que la gente que lo

recibiera predicara en lenguas desconocidas para ellos, pero que fueran entendidas por

quienes oyeran la predicación. A esto se le llama «xenolalia» o «xenoglosia» y existen

constancias de ella a lo largo de la historia de la iglesia.

EL PAPEL DE LA PALABRA IMPRESA.

Además de los cultos que se celebraron día y noche en la misión de la calle Azusa durante

tres años, Seymour disponía de otro medio de difusión de las ideas pentecostales: el

periódico The Apostolic Faith que comenzó a publicar simultáneamente con su llegada a la

calle Azusa. El periódico de Seymour fue sólo una de las muchas publicaciones que

circulaban en aquellos tiempos, detalle que los estudiosos del pentecostalismo

norteamericano empiezan a examinar más cuidadosamente. Pronto comenzaron a circular

muchas otras publicaciones tanto en los Estados Unidos como en Europa. A noventa años

de aquellos tiempos, vemos que ahora no sólo en los Estados Unidos sino también en

muchos otros países, incluyendo los de América Latina, los pentecostales en particular y los

demás evangélicos en general, han resultado maestros para la propaganda y la

comunicación, aunque actualmente utilizan la radio y la televisión que muchos de aquellos

condenaban y prohibían hace algunos años. Esta es también prueba de su capacidad para

acomodarse a las circunstancias, para actuar con pragmatismo, desechar todo lo que estorbe

la diseminación de su mensaje y utilizar todo lo que contribuya a extenderlo.

Page 20: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

LA ATRACCIÓN DEL PENTECOSTALISMO.

El pentecostalismo tuvo y tiene su propia atracción, que consta de muchos factores, pero

sólo mencionaremos algunos de los más importantes:

1. En los Estados Unidos apelaba a las necesidades de tipo espiritual, familiar, económico

y físico, pues se creía firmemente en la sanidad divina y toda clase de milagros, señales

y maravillas irrefutables, principalmente en respuesta a la oración.

2. Tenían en común la oferta de una satisfactoria experiencia personal que consistía en ser

llenos del Espíritu Santo y vivir así en una condición feliz y victoriosa.

3. La espontaneidad de los cultos y la facilidad para participar en ellos con mucha mayor

libertad que en el culto católico o protestante tradicional, donde prácticamente el

ministro y el coro «hacían todo», era otro valioso factor.

4. Se redescubrió el papel de los dones del Espíritu y el llamamiento al ministerio y éste se

legitimó por los resultados obtenidos, que eran la creación de iglesias pujantes y

numerosas sin exigir una previa preparación ministerial, invirtiendo así el orden

tradicional del ministerio, que primero educa a los candidatos y después los ordena.

Eran y son los resultados la prueba más rotunda y pragmática de la vocación

ministerial.

Otro resultado práctico es que el pentecostalismo depende para su proclamación igualmente

de clérigos y laicos y los testimonios que éstos relatan en el culto (sanidades, milagros,

respuesta a oraciones, cambio de vida familiar, victoria sobre vicios, etc.) muchas veces son

el gran factor que permite a quienes escuchan y sufren males o dificultades semejantes

descubrir en los testimonios relatados por personas iguales a ellos la posibilidad de resolver

sus propios problemas. De allí que muchas veces lo que los laicos dicen en el culto resulte

tan importante y decisivo como la predicación de un pastor profesional.

Técnicamente a los pentecostales se les puede llamar entusiastas o entusiásticos. En sí el

término original es antiguo y tiene la idea de la unión con la deidad, del acto en que el dios

entra al hombre. Y esta es una de las principales ideas del pentecostalismo: Que Dios se

posesiona del hombre por medio del Espíritu Santo, que al tener esta experiencia algo

«entra» en el creyente y lo que brota es la alabanza y el mensaje que viene en lenguajes

desconocidos que requieren de interpretación. Los pentecostales también «sacaron» su

religión a la calle, comenzando con Parham y sus primeros discípulos, que hacían desfiles

con bandas de música, invitaban a todo el mundo a los cultos que casi siempre tenían lugar

en sitios no religiosos, como auditorios, salones, etc., donde la gente se sentía más a gusto,

especialmente los que no tenían inclinaciones religiosas. Esta clase de desfiles continúa

realizándose en muchas partes, en particular en Chile, y son una de las razones de

abundante crecimiento. Otra característica de los entusiastas, cristianos o no, es la profecía,

que se examinará por separado. Se admite que hubo y hay fanatismos y manifestaciones

extremosas en algunos sectores pentecostales, así como penosos actos pecaminosos, pero el

hecho de que la Palabra continúa predicándose es garantía de que excesos y abusos pueden

ser eventualmente corregidos y eliminados.

Page 21: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Breve Evaluación

del Rol de la

Misión de la Fe

Apostólica Una de las ironías y enigmas de la historia tiene que ver con lo que llamaríamos las

realidades prácticas en la Misión de la Fe Apostólica, su gobierno y número de miembros

oficiales. A partir de octubre de 1906 la organización se identifica como The Pacific

Apostolic Faith Movement (Movimiento de la Fe Apostólica del Pacífico). Repetimos que

Parham había sido el primero en identificar al grupo como «Movimiento de la Fe

Apostólica», pero al agregarle Seymour la palabra «Pacífico» no sólo estaba refiriéndose a

la costa occidental de los Estados Unidos, sino también indicando que el grupo era

legalmente distinto y separado del de Parham y que consecuentemente su antiguo mentor

ya no tenía que ver con la misión y los funcionarios de Los Ángeles.

El rompimiento entre Seymour y Parham se debió a varias razones. Una de ellas fue que

cuando Parham visitó la misión en Los Ángeles en octubre de 1906 quedó muy

desagradado y escandalizado por lo que oyó y vio, incluyendo las cordiales relaciones entre

blancos y negros de ambos sexos, cosas que desafortunadamente criticó en los más

insultantes términos que acostumbraban los blancos antirracistas extremos de su tiempo.

También surgieron diferencias doctrinales que no fueron posibles conciliar y como

resultado de ello, Parham ayudó a establecer otra misión en Los Ángeles. Además, Parham

se ostentaba como fundador y proyector del movimiento y esto fue rechazado por mucha

gente de California, pues era claro que la Misión de la Fe Apostólica se había convertido en

lo que fue sin ninguna intervención previa o ayuda de Parham. Como dijo uno de los

principales cronistas del fenómeno:

“¿Porqué han de presumir de autoridad sobre nosotros? Nosotros trajimos el avivamiento

con nuestras propias oraciones. El avivamiento en California fue único y separado respecto

Page 22: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

a sus orígenes. Vino del cielo y aun el hermano Seymour no recibió el «bautismo» sino

después que otros lo habían recibido.”

La época de gloria de la Misión de la Fe Apostólica duró unos mil días. Algunas de las

razones para la decadencia de la misión y el liderazgo de Seymour se explican por el

racismo de muchos blancos, que los llevó a formar en Los Ángeles iglesias sólo de su raza,

aparte de cierta incapacidad administrativa de Seymour, la separación de algunos de sus

principales colaboradores, incluyendo a las mujeres que al retirarse se llevaron consigo la

lista de 50,000 direcciones que tenía Seymour y se le privó de uno de los mejores medios

de difusión con que contaba, pues su muy bien leído periódico circulaba en muchos países.

La misión fundada por Seymour ya no fue, a los tres años de su fundación, sino una iglesia

más de negros que sufrían la pobreza y la discriminación racial de sus tiempos. A partir de

1910 Seymour viajó mucho por los Estados Unidos, aunque oficialmente pastoreó la

iglesia, de la calle Azusa hasta el día de su muerte, el 28 de septiembre de 1922. Su viuda

continuó al frente del grupo y cuando ella falleció, en 1936, se tuvo que vender el edificio

para pagar impuestos atrasados. Eventualmente fue demolido el viejo edificio y el terreno

es ahora parte del estacionamiento del Centro Cultural Japonés. El Centro se ha ofrecido

para facilitar un local que sirva de museo del pentecostalismo, y ojalá que esto se vuelva

realidad.

Synan, en una breve pero excelente biografía, resume de la siguiente manera el papel de

Seymour:

“Durante décadas después de su muerte, el rol de Seymour en los orígenes del movimiento

pentecostal fue notablemente ignorado, conforme el movimiento se establecía entre los

blancos y en muchas naciones del Tercer Mundo. Pero en años recientes el lugar de

Seymour como catalista del movimiento pentecostal mundial quedó asegurado.

Prácticamente todos los primeros movimientos pentecostales del mundo pueden trazar sus

orígenes directa o indirectamente a la Misión de Seymour en la Calle Azusa.”

Page 23: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

De Movimiento y

Fraternidad a

Denominaciones El pentecostalismo fue al principio una fraternidad de personas, antes que de iglesias, y

según Walter Hollenweger, el primer movimiento ecuménico de este siglo. Sus miembros

acostumbraban decir que eran «un organismo, no una organización» en el que sus

adherentes casi siempre retenían las creencias y prácticas de las iglesias de donde

procedían, creencias que eran diferentes y a veces contradictorias con las de otras personas,

sin que esto afectara la relación de unos y otros. Conforme fue creciendo el movimiento,

algunos de sus miembros fueron expulsados o estigmatizados por sus propias

denominaciones. No pocos de ellos, que habían comenzado a predicar después de su

experiencia pentecostal, no calificaban en su propia iglesia para ser ordenados al ministerio

por carecer de la preparación académica y teológica que se les exigía, aparte de que muchos

de estos ministros se oponían por cuestión de principio a la educación formal, y había

también un número considerable de quienes, de hecho, estaban en contra de cualquier tipo

de organización eclesiástica.

Podría haberse pensado en Parham como líder natural o aglutinador de todo el movimiento,

pero había sido demasiado controversia y su prestigio había disminuido. Al «renunciar» en

1907 al liderazgo del Movimiento de la Fe Apostólica, Parham justificó así su decisión:

“Simplemente seguí un bien considerado plan mío, formulado hace años, de nunca recibir

honor de hombres ni establecer una nueva iglesia. Se me llamó papa, un Dowie, etc., y en

todas partes se me miraba como guía o un probable líder o proselitista.”

“Estas designaciones me han sido siempre una abominación y como Dios ha concedido una

casi universal luz al mundo por medio de Pentecostés, no hay más necesidad de que yo

ostente el liderazgo oficial del Movimiento de la Fe Apostólica. Ahora que son

generalmente aceptados, simplemente tomo mi lugar entre los hermanos para avanzar el

evangelio del Reino como testimonio a las naciones.”

Page 24: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Estas palabras de Parham eran y representaban una muy propia «salida honorable» para él,

pero también confirmaban su pérdida de liderazgo y que para el tiempo en que las escribió

había nuevos líderes cuyo número se iba incrementando y movimientos en embrión que

deberían encarar diferentes condiciones y nuevas exigencias. Otro autor explica la situación

en la siguiente manera:

“Durante los primeros años del movimiento pentecostal había muy poco interés en la

formación de una nueva denominación. La mayoría de sus líderes pensaban de sí mismos

como miembros de la denominación a que pertenecían y trataban de compartir con otras

personas allí mismo el don que habían recibido. La oposición de las denominaciones ya

establecidas condujo naturalmente a la formación de nuevas denominaciones pentecostales.

La proliferación de nuevas organizaciones tuvo lugar por varias razones. Serias

controversias doctrinales dividían a los pentecostales. No había un liderazgo unificado.”

La realidad era que el movimiento como un todo estaba en proceso de definir su posición

con respecto al gobierno eclesiástico y la organización. De hecho, fue en Inglaterra donde

en 1908 apareció, antes que en los Estados Unidos, la que pudiéramos llamar «la primera

denominación pentecostal europea», que era un rechazo a las ideas de quienes en el mismo

país se oponían a esta medida y recomendaban que quienes hablaban en otras lenguas

continuaran en su iglesia original. En particular, la nueva denominación pentecostal inglesa

pretendía que el grupo se dirigiera principalmente por profecías y esto llevaba implícito el

peligro de que se dejara a un lado la Biblia o cuando menos se ignorara lo que ésta dice

sobre el funcionamiento de las iglesias y la intervención humana en la designación,

reparación y ordenación de ministros. El pentecostalismo tiene demasiados ejemplos de

esto. Aunque Bartleman es todavía reconocido como persona de elevadas cualidades

espirituales y se admira su tarea como cronista extraoficial de la Misión de la Fe

Apostólica, revela, sin embargo, una posición muy radical que pudiera ser típica de quienes

se oponían a la organización de las iglesias, aunque pocos de ellos podían ejercer alguna

influencia sobre lo que estaba sucediendo. Los nuevos vientos que soplaban, para bien o

para mal, iban en otra dirección.

Según decía, Bartleman:

“El hermano Seymour era reconocido como el líder nominal encargado. Pero no teníamos

papa ni jerarquía. Éramos «hermanos». No teníamos un programa humano. El mismo Señor

estaba dirigiendo. No teníamos una clase sacerdotal ni astucia sacerdotal. Estas cosas

llegaron posteriormente con la apostasía del movimiento.”

La opinión de Bartleman explicaba su posición personal pero para ese tiempo ya parecía ir

en contra de la corriente, según lo descubrimos en lo que dice Nichol:

“Innecesario es decir que esta base altamente intuitiva y subjetiva para determinar la

autoridad de uno podía haber tenido algunas desafortunadas repercusiones y las tuvo

cuando se descubrió que muchas personas pensaban (cursivas por MJG) que estaban bajo

la administración del Espíritu Santo cuando abogaban por ciertas causas.”

Page 25: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

“Desde el principio se iban perfilando los líderes en potencia y los ministros comenzaban a

identificarse con líderes carismáticos antes que con funcionarios electos, pues oficialmente

éstos no existían.”

Goss también tiene algo que agregar:

“Cada grupo, inconscientemente, imitaban aun los manierismos de sus propios líderes, así

como también copiaban su vida. Fijándose en la audiencia en un campamento o

convención, fácilmente se podía identificar a los seguidores de varios líderes. Algunos

gritaban con un rápido «amén» en alegre farseto como el del hermano Pinson. Otro quizá

sacudía un poco la cabeza hacia un lado como lo hacía el hermano Durham cuando le

llegaba el toque de Dios. O quizá otros exhibieran manifestaciones todavía más notables si

su líder resultaba ser del tipo espectacular.”

Sin embargo, aunque se negara la conveniencia de cierto tipo de organización o se

pretendiera prescindir de una iglesia más estructurada,

“Todo hombre, de necesidad, tenía su propia organización no articulada, su propio

reglamento no escrito, pero de todos modos, reglamento y organización.”

Los ministros más jóvenes... naturalmente se agrupaban alrededor de los ministros mayores

de tipo paternal, buscando su consejo, ejemplo y fraternidad. Estos grupos crecieron en

círculos cada vez más amplios, hasta que realmente tuvimos una organización no escrita, en

la que cada grupo funcionaba separadamente, no importa cuánto tratáramos de evitarlo.

El mismo autor citado antes fue testigo y participante en muchos de aquellos eventos,

comenzando porque el propio Parham lo bautizó en 1903 (Goss era hijo de un ateo

recalcitrante y antes de su conversión nunca había asistido a la iglesia) y en 1906 lo designó

supervisor del movimiento pentecostal en Texas. También se destacó Goss como uno de los

que más contribuyeron a la formación de las Asambleas de Dios a partir de 1914. Goss

observó y después describió con cierta tristeza lo que estaba sucediendo a causa de los que

se oponían a la organización y con ello recalcaba la necesidad que tenía el pentecostalismo

de adquirir una estructura más formal:

“Era obvio que estábamos casi siguiendo el primitivo patrón de los potros salvajes que en

un tiempo vagaron por las praderas. Estas criaturas se agrupaban en muchas bandas

pequeñas, cada una siguiendo a su propio líder, pero peleando contra todos los otros líderes

y su respectiva banda.”

“Este prístino estado de cosas nunca había servido a los mejores intereses de la civilización;

ni tampoco estaba ahora nuestro sistema sirviendo a los mejores intereses del Reino de

Dios.”

Page 26: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

“La cohesión que Dios nos había legado en el bautismo del Espíritu Santo por medio del

amor se estaba perdiendo rápidamente a causa de nuestra falta de cooperación y el espíritu

entonces predominante en nuestros medios que se esforzaba por separarnos.”

Los conflictos internos del pentecostalismo y sus líderes, la notable inclinación de muchos

hacia una radical autonomía congregacional y un pastorado sin sujeción a ninguna persona

ni sistema, no eran los únicos problemas que estaban surgiendo, pues había otros de

naturaleza muy práctica. Un asunto de mucho interés para los ministros era el privilegio de

viajar en tren con el cincuenta por ciento de descuento que se concedía a los clérigos, para

lo cual debían acreditarse con credencial de alguna asociación religiosa legalmente

registrada. Muchos de los ministros pentecostales sentían que hacían falta organizaciones

que les extendieran credenciales para manejar cuestiones como la recaudación de fondos

para las misiones en el extranjero y para el registro legal de las propiedades que se iban

adquiriendo. En algunos casos se organizaron fraternidades regionales de ministros.

Algunos pentecostales lograron que la Iglesia de Dios en Cristo les «prestara» su nombre y

aunque teóricamente eran miembros de la iglesia madre, en realidad extendían sus propias

credenciales.

Otro factor de importancia en la búsqueda de algún tipo de organización legal era la

proximidad de la Primera Guerra Mundial, cuya inminencia se advertía cada vez más y eso

significaba que, a menos que los ministros tuvieran credenciales de instituciones

reconocidas, no quedarían exentos del servicio militar. El proceso de organización fue lento

porque muchos de ellos eran de los que habían criticado o combatido a las denominaciones

que los habían engendrado y las calificaban de apóstatas, frías y opuestas a la dirección del

Espíritu. Su sincero temor era que si ellos (los pentecostales) formaban denominaciones

propias, éstas seguirían el mismo proceso deteriorante que aquellas de donde habían salido

o se les había expulsado. Muchos también temían que la congregación local perdiera su

soberanía. Citando de nuevo a Goss, el sentir de la mayoría de los pentecostales con

quienes él estaba asociado era:

“No crear una organización separada a menos que resultara imperativo. Pero viendo la

amargura de la mayoría de los líderes, pronto supimos que tal curso era ahora imperativo.”

Debemos aclarar que lo dicho por Nichol y Goss se refiere especialmente al proceso que

trajo como resultado la formación de las Asambleas de Dios, pero en términos generales lo

mismo sucedía entre los que en el periodo de nuestro estudio formaron denominaciones.

Page 27: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

Primeras

Denominaciones

Pentecostales en

los Estados Unidos Sin entrar por ahora en detalles completos sobre el proceso de formación de las primeras

denominaciones, examinaremos a las cinco principales que se fundaron en el periodo que

abarca este estudio y que nos parecen representativas y típicas, sin olvidar que también

existían ya muchas congregaciones locales independientes que no se afiliaron a ninguna

denominación.

Asambleas Pentecostales del Mundo.

(Pentecostal Assemblies of the Worid, o PAW). Sus orígenes no son muy claros, pero

generalmente se acepta que fue fundada en 1907 en Los Ángeles y el nombre de su primer

Secretario era J. J. Frazee. Desde el principio se identificó como una iglesia del Nombre de

Jesucristo y sirvió para que a muchos ministros mexicanos se les expidieran credenciales

ministeriales. El primero de ellos fue Juan Navarro, quien en 1912 bautizó a Francisco

Llorente, nativo de Acapulco, que ingresó al ministerio y por su dominio del inglés se

constituyó en el enlace entre la denominación y el pequeño grupo de ministros que con el

tiempo formaron lo que ahora se conoce como Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo

Jesús, la más antigua denominación unicitaria de habla hispana. La PAW ha sido siempre

una iglesia interracial y en 1987 contaba con más de medio millón de miembros en los

Estados Unidos, Europa, las Indias Occidentales, África y Asia.

Iglesia Pentecostal de la Santidad.

(Pentecostal Holiness Church) Tiene sus orígenes en la Fire-Baptized Holiness Church

(Iglesia de Santidad Bautizada por Fuego) fundada en 1890 entre gente que creía que aparte

de la salvación y la santificación existía una experiencia llamada «bautismo de fuego», una

«tercera bendición» para ellos pero una «tercera herejía» para quienes en otros grupos

rechazaban las ideas de la Santidad. El despertar pentecostal de 1906 rejuveneció a esta

Page 28: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

iglesia y la volvió una importante y numerosa denominación que eventualmente se

constituyó con miembros y ministros de tres movimientos diferentes.

Iglesia de Dios Evangelio Completo.

n América Latina se agrega a su título las palabras «Evangelio Completo» pero en inglés se

le identifica por el nombre de la ciudad donde tiene sus oficinas generales (Cleveland,

Tennessee). Sus orígenes se remontan a una manifestación glosolálica en 1886 en el grupo

bautista conocido como «Unión Cristiana» (Christian Unión) dirgido por R. G. Spurling.

Tiene actualmente cerca de dos millones de miembros en los Estados Unidos y en más de

cien países.

Iglesia de Dios en Cristo.

(Church of God in Christ). Fundada por Charles H. Mason (1866-I96I), es la iglesia

pentecostal negra más numerosa en los Estados Unidos y para algunos excede en feligresía

a las Asambleas de Dios en el mismo país. Desde 1893 Mason creía en la santificación,

pero en 1906 visitó la Misión de la Fe Apostólica y aceptó la enseñanza y prácticas

pentecostales. Como consecuencia hubo una escisión en el movimiento y en 1907 Mason

registró la Iglesia de Dios en Cristo, con catorce congregaciones en cuatro estados de su

país. Para 1982 se reportaba una feligresía de 3,709,661 miembros en los Estados Unidos.

Ha mantenido relaciones con el movimiento carismático y aunque oficialmente trinitaria, ha

tenido gran simpatía para el Movimiento del Nombre de Jesucristo extendiendo

credenciales a algunos de sus ministros.

Asambleas de Dios.

Según Edith Blumhofer, una de las más respetadas y mejor preparadas teólogas en esa

denominación

“La formación de las Asambleas de Dios fue el resultado de esfuerzos iniciados en 1913

por Eudorus N. Bell, Howard Goss, Daniel C. O. Opperman, Archibaid P. Collins y Mack

M. Pinson. Estos hombres trataban tanto de alcanzar objetivos específicos como el de

repudiar doctrinas y prácticas inaceptables.”

La organización comenzó a adquirir un carácter formal a partir de 1914 y eventualmente

creció para ser la más grande e influyente denominación pentecostal en el mundo. Se

calcula que para fines de 1998 habrá más miembros de las Asambleas de Dios que

metodistas, con la diferencia de que el metodismo fue fundado 195 años antes. Para nuestro

propósito es de importancia señalar que en 1916 este movimiento expulsó a quienes

defendían el bautismo en el nombre de Jesucristo, aunque existe la ironía de que la

denominación ha sido siempre tolerante de este tipo de creyentes y aún ahora extiende en

los Estados Unidos credenciales ministeriales a quienes desean estar afiliados a ellos,

reteniendo éstos la libertad de usar su propia fórmula bautismal en el nombre de Jesucristo

en lugar de utilizar la fórmula trinitaria. Insistimos, sin embargo, que la lamentable división

de 1916 no significa que sólo en las Asambleas de Dios hubiera uni-pentecostales. Para

1916 los había también entre los mexicanos que diez años antes habían comenzado a

trabajar con Seymour en la calle Azusa, entre los que estaban dando forma a lo que ahora es

la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en los Estados Unidos y en los pequeños

Page 29: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

grupos en Villa Aldama, Chihuahua y la capital del mismo estado que se conocerían

posteriormente como Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús.

Page 30: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

CONCLUSIÓN

Las cinco denominaciones antes mencionadas representan las tendencias organizativas y

aun teológicas más importantes en el pentecostalismo de los Estados Unidos entre 1901 y

1916. A partir de esa fecha la proliferación de denominaciones pentecostales en Estados

Unidos se desarrollaría con inusitada rapidez, agregando a ello todas las iglesias del mismo

tipo que aparecerían en el resto del mundo y que merecen una eventual historia por

separado.

Llegamos así al fin de nuestro análisis histórico del pentecostalismo en los Estados Unidos

desde su nacimiento hasta quince años después. Hemos visto que para 1916 las

denominaciones pentecostales ya entonces existentes coincidían todas en su adhesión a la

doctrina y práctica de la glosolalia, que fue lo que principalmente identificó e identifica a

los pentecostales como un todo y en todas partes del mundo, pero diferían o comenzarían a

diferir en muchas otras cosas y aun en la interpretación del significado de las lenguas en la

vida de las iglesias y sus miembros. Las denominaciones pentecostales que existían y las

que vendrían después se diferenciarían en énfasis teológicos, modos de organización y

teorías del ministerio, entre muchas cosas, y eran indicación de que el movimiento

pentecostal crecería gracias a estas creencias y prácticas y muchas veces a pesar de ellas.

Lamentamos mucho que se interrumpa el interesante relato de un periodo que sólo abarcó

los primeros dieciséis años del presente siglo. Nuestro proyecto es un libro en el que

trataremos gran parte de la historia del pentecostalismo como un todo, incluyendo sus

formulaciones teológicas, al cual se le agregarán detalles históricos que no aparecen aquí.

Seguiremos encontrándonos con los hombres y las ideas que dieron su expresión al

movimiento pentecostal y han dejado en él la prueba de su pasión por el ideal de un

bautismo que viene del cielo.

Page 31: Nacimiento Del Movimiento Pentecostal

NACIMIENTO DEL

MOVIMIENTO PENTECOSTAL

1901 - 1916

De una sola adherente que habló en lenguas el primero de enero de 1901, el movimiento

pentecostal se extendió a más de 337 millones hace 10 años y se calcula que ya llegó a 400

millones. En esta breve pero importante obra, el autor nos remonta al nacimiento del

pentecostalismo en los Estados Unidos y su desarrollo hasta el año de 1916. Nos

encontramos con mujeres y hombres de carne y hueso que le dieron forma al movimiento

en su país y le prepararon su extensión original a otras naciones. El estudio culmina

presentando las denominaciones mas importantes existentes en 1916: Asambleas de Dios,

Asambleas Pentecostales del Mundo y otros grupos del Nombre de Jesucristo, Iglesia de

Dios en Cristo, Iglesia de Dios Evangelio Completo e Iglesia Pentecostal de la santidad. El

conocimiento de esta etapa es básico para cualquier estudiante de pentecostalismo y en toda

obra el autor revela no solo su erudición sino también el respeto a todas las iglesias que

menciona.

MANUEL JESÚS GAXIOLA GAXIOLA es Obispo Presidente Emérito de la iglesia

Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, la denominación pentecostal más antigua de México.

Tiene un doctorado en Teología por la Universidad de Birmingham, Inglaterra, fue

Presidente de la Sociedad de Estudios Pentecostales de los Estados Unidos y está en el

grupo de los expertos latinoamericanos sobre el pentecostalismo a nivel mundial.

Sendas Apostólicas Ediciones