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Índice de contenidos
Agradecimientos 3
Resumen 4
Capítulo 1: Introducción 5
1.1 Problema de investigación 5
1.2 Propósito y objetivos 7
Capítulo 2: Marco conceptual 9
2.1 Modelos de producción agrícola: agroindustrial y agroecológico 9
2.2 Plaguicidas 10
2.2.1 Clasificación de plaguicidas 12
2.3 Contaminación vinculada al uso de plaguicidas 14
2.3.1 Toxicidad y conceptos asociados 15
2.4 Macroinvertebrados 16
Capítulo 3: Antecedentes 17
capítulo 4: Marco jurídico 20
4.1 Escala Internacional 20
4.2 Escala Nacional 21
4.3 Escala Provincial 24
4.4 Escala Municipal 26
Capítulo 5: Área de estudio 29
5.1 Descripción del área de estudio 29
5.2 Características generales del medio físico 29
5.2.1 Clima 29
5.2.2 Geología 30
5.2.3 Suelos 30
5.2.4 Hidrología 31
5.2.5 Flora y Fauna 31
5.3 Características del medio social 31
Capítulo 6: Materiales y métodos 33
Etapa 1: El medio social 33
6.1 Actores Claves 33
6.2 Manipulación y uso de plaguicidas 34
2
6.3 Plaguicidas en Tandil 35
Etapa 2: Laboratorio 35
6.4 Concentración Letal 50 35
6.5 Physa acuta 36
Capítulo 7: Resultados 40
Etapa 1: El medio social 40
7.1 Actores Claves 40
7.1.1 Organismos Gubernamentales 40
7.1.1.1 Nivel nacional 42
7.1.1.2 Nivel provincial 45
7.1.1.3 Nivel municipal 48
7.1.2 Asociaciones Civiles 50
7.1.3 Privados 54
7.2 Manipulación y uso de plaguicidas 62
7.3 Plaguicidas en Tandil 65
Etapa 2: Laboratorio 66
7.4 Concentración Letal 50 66
Capítulo 8: Discusión 69
Etapa 1: Medio social 69
8.1 Actores claves 69
8.2 Manipulación y uso de plaguicidas 74
8.3 Plaguicidas en Tandil 75
Etapa 2: Laboratorio 77
8.4 Concentración Letal 50 77
Conclusiones y recomendaciones 80
Bibliografía 83
Sitios de internet 100
Anexos 101
Anexo I: Entrevistas a actores claves 101
Anexo II: Encuestas a productores agrícolas 109
Índice de figuras y tablas 112
3
Agradecimientos
En primer lugar, gracias a mis abuelos Titi y León, mis primeros y grandes
maestros en esta vida.
Agradezco a mis padres Mabel y Fabio, por su esfuerzo para que pudiera estudiar
y por el apoyo incondicional en cada paso.
A mi hermana Agustina y mi primo Alfredo, por cada mate compartido en el
transcurso de esta tesis.
A mi novio Santiago, por los momentos de huerta que fueron el plan ideal para
despejar la mente, por escucharme y estar a mi lado a lo largo de toda la carrera.
A mis tíos y primos, quienes a pesar de la distancia siempre están presentes.
Gracias a Agustina y Rocío, por el acompañamiento y la oportunidad de seguir
aprendiendo a su lado.
Por último, gracias al Laboratorio de Biología Celular y Ecotoxicología de la
Facultad de Ciencias Veterinarias (UNICEN) por abrirme las puertas para la realización
de los ensayos, y al Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo
Sustentable de la Facultad de Ciencias Exactas (UNICEN) por recibirme incontables
veces durante la planificación y elaboración de este trabajo.
4
Resumen
La actividad agrícola conforma uno de los principales motores de la economía
Argentina, y ante la creciente utilización de plaguicidas es fundamental comprender el
manejo de los mismos así como evaluar sus efectos sobre el ambiente. El presente trabajo
de investigación tuvo como objetivo conocer los principales aspectos de la red de actores
que usan y comercializan plaguicidas en el partido de Tandil (2019 - 2020) y seleccionar el
plaguicida más aplicado en la zona para evaluar su toxicidad aguda sobre una especie no
blanco. Para esto, se dividió a la tesis en dos etapas, la primera dedicada a describir la red
de actores y organismos que tienen incumbencia en la temática (etapa 1) y otra vinculada a
la realización de ensayos de laboratorio para evaluar el efecto del insecticida clorpirifos
sobre un invertebrado no blanco (etapa 2). Para el cumplimiento de los objetivos de la etapa
1 se realizaron entrevistas a los actores claves de la red y encuestas a los productores
agrícolas del partido de Tandil. Por otro lado, la metodología utilizada en la etapa 2 consistió
en la ejecución de un ensayo de toxicidad para determinar la Concentración Letal 50 (CL50)
de clorpirifos sobre individuos del molusco Physa acuta. Dentro de los principales
resultados, identificamos que la red cuenta con 10 actores principales, agrupados en 3
categorías (organismos gubernamentales, asociaciones civiles y privados) los cuales
demostraron encontrarse vinculados a través de diversas actividades tales como control,
capacitación o flujos comerciales. La mayoría de ellos destacó como problemáticas
concretas la carencia de recursos tanto económicos como humanos para ejercer el poder de
policía, la falta de un Centro de Acopio Transitorio (CAT) en el partido de Tandil a fin de
brindar un destino apropiado a los envases vacíos de plaguicidas y la escasa implementación
de la receta agronómica obligatoria para aplicar dichos productos. En relación a los ensayos
en laboratorio, la concentración que elimino a la mitad de la población de Physa acuta a las
72 horas y a las 96 horas de exposición fue de 0,89 mg/l y de 0,55 mg/l respectivamente.
Considerando que se trata de una especie tolerante en comparación con otras más sensibles
a los efectos del insecticida, la mortalidad registrada fue alta a las menores concentraciones
evaluadas y los individuos no sobrevivieron al aumentar la dosis, presentando además
efectos subletales como la puesta de huevos y la pérdida de adherencia a los recipientes.
Entre las principales conclusiones aportadas por esta tesis se evidencia la necesidad de
incorporar nuevos actores a la red de uso y comercialización, a fin de fomentar la
participación ciudadana y generar oportunidades de protección a la salud de la población y
de los ecosistemas, facilitando la representación de todos los sectores involucrados, tales
como universidades públicas generadoras de contenido científico (específicamente, la
UNICEN), profesionales de la salud, residentes de áreas rurales o suburbanas y las
comunidades educativas expuestas a aplicaciones de plaguicidas. Por último, se destaca la
necesidad de transitar un cambio de paradigma productivo, que permita elaborar alimentos
seguros, de manera respetuosa con el ambiente y la salud de las personas.
Palabras clave: Red de actores, modelos productivos, agroecología, Physa acuta,
Concentración Letal 50, agroquímicos.
5
Capítulo 1: Introducción
1.1 Problema de investigación
De acuerdo a Montero (2000), la agricultura es una actividad que se lleva a cabo
en el planeta desde hace diez mil años, alcanzando desde entonces niveles crecientes de
producción con el fin de satisfacer las necesidades de la población mundial. Según el
mismo autor durante los primeros 9.900 años la actividad agrícola funcionó en base a
los ciclos naturales y recursos internos (luz solar, lluvia, suelo), mientras que en los
últimos 100 años comenzó a transformarse utilizando una gran cantidad de recursos
externos. En la misma línea, Flores y Sarandón (2014), afirman que en las últimas
décadas la agricultura ha experimentado un proceso de tecnificación logrando un mayor
rendimiento por unidad de área de los cultivos, lo que se traduce en mayor producción
de alimentos. Esto se logró gracias al modelo productivo dominante global (modelo
agroindustrial), dependiente de grandes cantidades de combustibles fósiles, plaguicidas,
fertilizantes, semillas híbridas y agua para riego. Sin embargo, dicho modelo provoca
grandes daños ambientales y no ha logrado mitigar el problema del hambre mundial, por
lo cual cada vez es más imperiosa la necesidad de una transición hacia un nuevo
paradigma que pueda lograr una producción agrosustentable (modelo agroecológico)1.
El modelo intensificado de producción tendiente hacia una agricultura continua,
con incorporación de cultivos genéticamente modificados y siembra directa, se ha
consolidado también en Argentina (Leguizamón, 2014). En nuestro país, desde finales
del siglo XIX la agricultura conforma uno de los sostenes primordiales de la economía
(Girbal - Blacha, 2002) siendo la región pampeana el motor de dicha economía,
abasteciendo al mercado interno de insumos básicos alimenticios y exportando los
mismos con el fin de conseguir divisas (Posada, 2000). La expansión de los denominados
agroecosistemas, ecosistemas sometidos a modificaciones antrópicas de sus
componentes tanto bióticos como abióticos (Coleman y Hendrix, 1988), y la elección de
una agricultura basada en insumos, favoreció el incremento del uso de plaguicidas
(MAyDS, 2016). Este modelo de producción agroindustrial se ha desarrollado
fuertemente en la región pampeana, específicamente en la pampa austral, donde los
pastizales naturales del paisaje serrano han sido reemplazados durante las décadas finales
del siglo XIX y las primeras del XX por actividades agrícolas (Vázquez et al., 2014) y
actualmente ésta modificación del paisaje natural continua (Bilenca y Minarro, 2004).
El uso cada vez mayor de insumos que sostienen la alta producción demandada es un
tema de preocupación, aun cuando actualmente no existen datos oficiales acerca del
1 La agroecología es definida por Miguel Altieri (1983:26) como “una disciplina o un modo de interpretar
y proponer alternativas integrales y sustentables en la realidad agrícola, respetando las interacciones
que se dan entre los diversos factores participantes de los agroecosistemas, incluyendo a los elementos
relativos a las condiciones sociales de producción y distribución de alimentos”.
6
volumen de plaguicidas comercializados en el país. Los últimos datos disponibles al
respecto son los que publicó hasta el año 2012 la Cámara de Sanidad Agropecuaria y
Fertilizantes - CASAFE. En dichas estadísticas se detalla que en Argentina el consumo
de plaguicidas aumentó hasta un 900% en casi dos décadas, mientras que la superficie
sembrada sólo creció un 120 % (Ronco, 2015). Asimismo, el informe en cuestión pone
de relevancia ya en ese entonces la problemática vinculada a la resistencia de malezas
en la utilización del herbicida glifosato (CASAFE, 2012).
En el partido de Tandil, existe una tendencia creciente al proceso de
“agriculturización” (Vázquez y Zulaica, 2011, Vázquez y Zulaica 2012, Vázquez et al.,
2014), esto es el uso progresivo e ininterrumpido de las tierras para cultivos agrícolas,
en lugar de usos ganaderos o mixtos (Manuel-Navarrete, 2006). El proceso de
agriculturización deriva en una serie de impactos ambientales, entre los que se pueden
mencionar la simplificación de los sistemas productivos con su consecuente pérdida de
diversidad, la disminución de la calidad de los suelos (vinculado a la acidificación y
pérdida de nutrientes), aumento de procesos erosivos tanto hídricos como eólicos,
pérdida de biodiversidad y de servicios ecológicos, destrucción y fragmentación de
hábitats, simplificación de los ecosistemas, desaparición del paisaje original, desmontes
e incendios intencionales destinados a ampliar la zona de cultivos y la contaminación de
los ecosistemas por el mayor uso de insumos (Pengue, 2004; Casas, 2007). Asimismo,
Lepori et al. (2013) afirman que la utilización de estos insumos puede provocar impactos
sobre las personas expuestas a los mismos además de contaminar los alimentos, y por
ende, representan un riesgo para la salud de la población en general. En la misma línea,
según Souza Casadinho (2009), la manipulación de los envases vacíos de plaguicidas
puede asociarse a casos de intoxicación humana y de contaminación ambiental aún luego
de la aplicación de los plaguicidas. Por otro lado, este mismo autor, afirma que “Como
en el empleo de cualquier tecnología, se puede reducir el riesgo durante la utilización
de plaguicidas, aunque son tantas las variables que se deben tener en cuenta, su
interrelación e interdependencia, que el uso seguro es muy poco probable de llevar a la
práctica” (Souza Casadinho, 2010:15). Los protocolos de Buenas Prácticas Agrícolas
(BPA), que hacen referencia a la manera de producir y procesar los productos
agropecuarios para una producción sana, segura y amigable con el ambiente (MAGyP,
2019), reconocen que los plaguicidas no son inocuos para la salud humana ni para el
ambiente y que el riesgo asociado a su uso depende de múltiples factores. Sumado a esto,
García ya en el año 1999 reconoce que no existe un manejo seguro de los plaguicidas
como tal sino un manejo recomendado que no elimina los riesgos asociados con su
manipulación.
Finalmente, el creciente aumento del consumo de plaguicidas constituye un
riesgo para la vida en todas sus formas, incluyendo a las personas y los ecosistemas
naturales, especialmente para los ecosistemas acuáticos superficiales y subterráneos y la
fauna asociada a estos ambientes. En esta línea, numerosas investigaciones han
comprobado efectos letales y subletales de plaguicidas sobre especies no blanco (es
7
decir, aquellas que no se pretenden eliminar intencionalmente con dichos productos
químicos), afectando directamente la biodiversidad de los ecosistemas naturales (Mugni
et al., 2013; Sánchez et al., 2014; Salvio et al., 2015; Salvio et al., 2016; Fernández y
Muntaner, 2016). A raíz de lo anteriormente expuesto surgen las siguientes preguntas
de investigación:
¿Cómo es la red de actores que participan en el uso y comercialización de
plaguicidas en el partido de Tandil (2019-2020)? ¿Cómo afectan los plaguicidas a
especies acuáticas no blanco que habitan en los arroyos serranos?
1.2 Propósito y objetivos
El propósito de esta investigación fue describir la red de comercialización y uso
de plaguicidas para identificar sus principales actores, aportar al conocimiento de los
compuestos utilizados en el partido de Tandil y la peligrosidad de los mismos sobre las
personas relacionadas directa e indirectamente a su aplicación. El análisis de los puntos
críticos de esta red permitirá proponer acciones concretas para mitigar el riesgo directo
de los plaguicidas y evaluar su uso sostenido en el tiempo.
Sumado a esto, se pretende determinar los posibles efectos de los plaguicidas
sobre la biota acuática local a partir de la implementación de ensayos de toxicidad. El
estudio de los efectos de plaguicidas sobre especies acuáticas no blanco nos permitirá
obtener información en pos de comprender el impacto de los mismos.
El objetivo general de esta tesis de grado es conocer los principales aspectos de
la red de actores que usan y comercializan plaguicidas en el partido de Tandil (2019 -
2020) y seleccionar uno de estos plaguicidas para evaluar su toxicidad aguda sobre una
especie no blanco.
Para el cumplimiento del objetivo general, se propone dividir esta tesis en dos
etapas, una de ellas dedicada a describir la red de actores y organismos que tienen
incumbencia en la problemática planteada (etapa 1) y otra dedicada a la realización de
ensayos de laboratorio para evaluar el efecto de un plaguicida sobre la biota acuática
(etapa 2).
En la etapa 1 se pretenden alcanzar los siguientes objetivos específicos:
1. Identificar los actores claves y describir la red de uso y comercialización de
los plaguicidas en el partido de Tandil desde su generación hasta su aplicación (2019-
2020).
2. Conocer las prácticas de los productores agrícolas en relación a la
manipulación y uso de los plaguicidas.
3. Determinar los principales plaguicidas utilizados y comercializados en el
partido de Tandil.
8
En base a los resultados obtenidos en la etapa 1, se pretende desarrollar el
siguiente objetivo específico de la etapa 2:
4. Evaluar la toxicidad aguda de alguno de los plaguicidas más utilizados del
partido sobre una especie no blanco presente en los arroyos pampeanos a partir de la
determinación de la CL50.
9
Capítulo 2: Marco conceptual
2.1 Modelos de producción agrícola: agroindustrial y agroecológico
Modelo Agroindustrial, es entendido como aquel que se centra en la elaboración
intensiva de alimentos con el fin de lograr su distribución en los mercados masivos
(nacionales e internacionales), caracterizado por la homogeneización de la producción
agrícola y la alta tecnificación del proceso, ya que requiere altos contenidos de
fertilizantes, plaguicidas y semillas transgénicas para llevarse a cabo (Vega, 2014).
Teubal y Rodríguez (2002) señalan tres grandes períodos en el proceso de surgimiento
y expansión a escala mundial del modelo agroindustrial. El primero de ellos comprende
desde el siglo XV al siglo XVIII, y se basa en la expansión de la comercialización
mundial de los productos agropecuarios a causa de la llegada de los colonizadores a
América así como la apertura de rutas hacia África y Asia. En segunda instancia, a
mediados del siglo XIX y luego de la Revolución Industrial, se incorporaron nuevos
métodos productivos y tecnologías que permitieron lograr un incremento en la
productividad agrícola, entre ellas, el arado de acero, las cosechadoras y las trilladoras.
Por último, desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, se desarrolló la
denominada Revolución Verde consistente en la incorporación de nuevas tecnologías
con el objetivo de aumentar el rendimiento en la producción reduciendo sus costos. De
esta forma, ante las proyecciones demográficas que señalaban la necesidad de
incrementar la producción de alimentos para alimentar a la creciente población mundial,
es que se produjo la transición de una agricultura con tracción a sangre a una totalmente
mecanizada, donde se recurre a paquetes tecnológicos (pesticidas y fertilizantes) con el
objetivo de lograr altos rendimientos. Asimismo, junto con el incremento en la
productividad se originaron concatenadamente impactos ambientales negativos, entre
ellos, la erosión, salinización y degradación de los suelos, la contaminación del agua
debido al uso de plaguicidas, la eutrofización de los cursos a causa de los fertilizantes
utilizados, pérdidas de biodiversidad, entre otras. Posteriormente, en la década de los 90
se gestó una segunda revolución verde o bio revolución con el irrumpimiento de la
ingeniería genética, la cual tuvo una rápida difusión en nuestro país luego de la
introducción de la soja RR (Roundup Ready) en el año 1996 (Pengue, 2005; Zuberman,
2014).
Modelo Agroecológico, es definido por Altieri (2002:28) como “la aplicación
de los conceptos y principios ecológicos para diseñar agroecosistemas sustentables”.
La agroecología va más allá de un punto de vista unidimensional de los agroecosistemas,
apuntando a un entendimiento holístico de los mismos. Surge como una disciplina que
provee los lineamientos ecológicos básicos sobre cómo estudiar, diseñar y gestionar
agroecosistemas productivos, conservadores de los recursos naturales, social y
económicamente viables. Según el mencionado autor, se busca aumentar las sinergias y
10
optimizar los procesos del agroecosistema tales como la regulación biótica de
organismos perjudiciales, el reciclado de nutrientes y la producción y acumulación de
biomasa, permitiendo de esta forma que el agroecosistema solvente su propio
funcionamiento. En cuanto a los principios básicos de la agroecología, de acuerdo a
Gliessman (1998), se deben enumerar el reciclaje de nutrientes y energía, la sustitución
de insumos externos, el mejoramiento de la materia orgánica y la actividad biológica del
suelo, la diversificación de las especies de plantas y los recursos genéticos de los
agroecosistemas en tiempo y espacio, la integración de los cultivos con la ganadería, y
la optimización de las interacciones y la productividad del sistema agrícola en su
totalidad, en lugar de los rendimientos aislados de las distintas especies. En conclusión,
la agroecología constituye un enfoque que considera que los sistemas agrícolas deben
ser percibidos como ecosistemas complejos en los cuales es necesario analizar el efecto
ambiental que ejercen las prácticas agrícolas, incorporando el costo ambiental y social
en la ecuación económica de la producción. Toma especial relevancia la dimensión ética,
ya que se hace hincapié en la equidad inter e intra generacional y en la necesidad de
constituir un nuevo vínculo moral que comprenda el respeto y la preservación del
ambiente (Sarandón y Flores, 2014).
2.2 Plaguicidas
Existe una gran variedad de definiciones para los plaguicidas, agroquímicos,
fitosanitarios, biocidas y otros términos utilizados para aquellos productos o sustancias
que se emplean para combatir diferentes plagas en diversos ámbitos de aplicación
agrícola. En el contexto del modelo agroindustrial con un uso dependiente de
plaguicidas, la definición de plaga no es discutible. Según el Glosario de la Unión
Internacional de Química Pura y Aplicada, IUPAC (2003), plaga es el término utilizado
para definir a un organismo que se encuentra en un lugar (o en una población) donde los
humanos no desean que esté.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) adoptó en el año 1985, el Código Internacional de Conducta para la Distribución
y Utilización de Plaguicidas. El mismo consiste en un documento internacional que
constituye un marco de referencia sobre el manejo de plaguicidas, dirigido tanto a los
organismos públicos encargados de su regulación, como a las entidades privadas
involucradas en la producción, distribución y el uso de dichos insumos. Su finalidad
última es proporcionar un marco orientativo para el manejo seguro del ciclo de vida de
los plaguicidas por parte de los gobiernos, la industria química y otros sectores
relacionados con el manejo de plagas, con el objetivo de prevenir el daño a los usuarios,
la población y su ambiente. Desde su publicación, el código ha sido revisado y
actualizado en varias ocasiones. Según este Código, los plaguicidas comprenden
“cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar
cualquier plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los animales,
11
las especies no deseadas de plantas o animales que causan perjuicio o que interfieren
de cualquier otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o
comercialización de alimentos, productos agrícolas, madera y productos de madera o
alimentos para animales, o que pueden administrarse a los animales para combatir
insectos, arácnidos u otras plagas en o sobre sus cuerpos. El término incluye las
sustancias destinadas a utilizarse como reguladoras del crecimiento de las plantas,
defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o agentes para evitar
la caída prematura de la fruta, y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o después
de la cosecha para proteger el producto contra la deterioración durante el
almacenamiento y transporte” (FAO, 2006:7).
Según la Real Academia Española (RAE), el término agroquímico hace
referencia a aquellas sustancias o productos elaborados a través de procesos químicos,
que se encuentran destinados a satisfacer las necesidades de la producción agrícola2.
Asimismo, según Paz Belada (2017), se trata de productos generados mediante procesos
químicos que tienen por objetivo suplir las necesidades en la producción de alimentos,
y maximizar los rindes. Por otro lado, según la página oficial de la Cámara de Sanidad
Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), los productos fitosanitarios son aquellas
sustancias que protegen la sanidad de las plantas y los alimentos de aquellas plagas que
puedan afectar el rendimiento y su calidad, pudiendo ser de origen biológico o de síntesis
química. De acuerdo a la plaga que controlan, puede tratarse de acaricidas, fungicidas,
insecticidas y herbicidas. Cabe destacar que además de proporcionar esta definición,
CASAFE establece que los fitosanitarios también pueden denominarse agroquímicos3.
Por último, el término biocida hace referencia a aquellas sustancias destinadas a destruir,
contrarrestar, neutralizar, anular, impedir la acción o controlar organismos vivos
considerados nocivos, a través de medios químicos o biológicos (Directiva 98/8/CE,
1998; Martínez, 2010).
Por último, Magnasco y Di Paola (2015) consideran que el concepto agroquímico
engloba tanto a los plaguicidas como a los fertilizantes, tal como se ilustra en la Figura
N° 1.
2 Extraído desde el diccionario oficial de la Real Academia Española (RAE), disponible en
https://dle.rae.es/?id=1B3iGw3 3 Extraído desde la página oficial de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE),
disponible en https://www.casafe.org/institucional/actividades/
12
Figura N° 1. Tipos de agroquímicos. Fuente: Magnasco y Di Paola (2015).
A lo largo de la presente investigación se buscará determinar cuáles son los
principales herbicidas, fungicidas e insecticidas utilizados y comercializados en el
partido de Tandil, por lo tanto el término que se utilizará para englobar dichos productos
químicos es el de “plaguicidas”.
2.2.1 Clasificación de plaguicidas
Existen distintos criterios a la hora de clasificar los plaguicidas. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) lo hace en base a su toxicidad aguda oral y dérmica,
utilizando la Dosis Letal 50 (DL50) en estudios con ratas (WHO, 2009). Producto de
dichos ensayos de laboratorio, los plaguicidas se clasifican en cinco clases:
extremadamente peligrosos (Ia), altamente peligrosos (Ib), moderadamente peligrosos
(II), poco peligrosos (III), normalmente no ofrecen peligro (IV). A continuación se
presenta la clasificación según OMS (Tabla Nº 1).
13
Tabla N° 1. Clasificación toxicológica de los plaguicidas, según los criterios adoptados
por la Organización Mundial de la Salud. Fuente: Corra (2009).
Asimismo, la OMS le asigna a cada clase un color de etiqueta según su
peligrosidad, como se puede observar en la Tabla Nº 2.
Tabla N° 2. Banda de color de las etiquetas de plaguicidas según su peligrosidad, de
acuerdo la clasificación toxicológica de la OMS. Fuente: Corra (2009).
De acuerdo a lo expresado por Padín (2018), las etiquetas o marbetes de los
envases de plaguicidas brindan información relevante vinculada al producto,
obedeciendo a normas internacionales. Entre la información que las mismas
proporcionan, se encuentra la clase toxicológica y el correspondiente color de banda del
producto, de acuerdo a la clasificación de la OMS. La Figura N° 2, extraída de la página
oficial de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), ilustra la
información adicional que proporcionan dichas etiquetas.
14
Figura N° 2. Información que proporcionan las etiquetas de los productos fitosanitarios.
Fuente: página oficial de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes
(CASAFE)4.
Otra clasificación posible de los plaguicidas, de acuerdo a lo expresado por
Ramírez y Lacasaña (2001), es de acuerdo a su vida media de efectividad (según los
autores podrán ser permanentes, persistentes, moderadamente persistentes o no
persistentes), y en función de su estructura química (incluyen a los compuestos
organofosforados, compuestos organoclorados, carbamatos, tiocarbamatos, piretroides,
derivados bipiridilos, derivados del ácido fenoxiacético, derivados cloronitrofenólicos,
derivados de triazinas, compuestos orgánicos del estaño y compuestos inorgánicos).
Por último, según lo expuesto por Tevez y dos Santos Afonso (2011), los
plaguicidas pueden clasificarse de acuerdo al organismo que interesa controlar. De
acuerdo a este criterio, es posible diferenciar insecticidas, acaricidas, nematicidas,
molusquicidas, rodenticidas, avicidas, bactericidas, fungicidas, herbicidas, entre otros.
2.3 Contaminación vinculada al uso de plaguicidas
Tomando como referencia la definición de Albert (2004), contaminación es la
introducción o presencia de sustancias, organismos o energía en ambientes donde o bien
no pertenecen, o se encuentran en cantidades superiores a las características del área en
cuestión, durante un tiempo determinado y bajo ciertas condiciones que afecten la salud
y el bienestar de las personas, dañan los recursos naturales o perjudican el equilibrio
ecológico.
4 Disponible en https://www.casafe.org/buenas-practicas-agricolas/tu-jardin-tu-huerta/
15
El uso de plaguicidas es una de las fuentes de contaminación ambiental. Una vez
liberados al ambiente, los plaguicidas pueden llegar al aire, tierra, y al agua superficial
y subterránea, contribuyendo a la degradación del medio y de los ecosistemas (Colombo
y Sarandón, 2015). A esta contaminación, dada por el propio uso de los plaguicidas, se
le suma la producida por el lavado inadecuado de tanques contenedores, las pérdidas en
los depósitos de almacenamiento, los derrames accidentales, debido a la errónea
disposición de los envases vacíos y su uso inadecuado por parte de la población, entre
otras malas prácticas (del Puerto Rodríguez et al., 2014). En cuanto a los problemas que
el uso de plaguicidas puede desencadenar, se encuentra la eliminación de organismos
que no son objetivo de las aplicaciones (denominados organismos “no blanco”), la
contaminación de ecosistemas, la aparición de nuevos brotes de plagas y la generación
resistencia en ciertas poblaciones (Schaaf, 2013; del Puerto Rodríguez et al., 2014).
Finalmente, la contaminación ambiental afecta directamente la salud del hombre. Las
consecuencias de la exposición a plaguicidas para la salud humana dependen de
numerosos factores: el tipo de plaguicida y su toxicidad, la cantidad utilizada, la
duración, el momento y las circunstancias en las que se los utiliza (SAyDS, 2007).
2.3.1 Toxicidad y conceptos asociados
La toxicidad hace referencia a la capacidad intrínseca de una sustancia o agente
de producir efectos nocivos en seres vivos. Dependiendo del tiempo de exposición
necesario para que el efecto adverso de la sustancia en cuestión se manifieste o de la
duración del mismo, podrá tratarse de toxicidad crónica o toxicidad aguda. La primera
obedece a efectos adversos en un organismo (vinculado a cambios en el metabolismo,
crecimiento, o su capacidad de supervivencia), producto de exposiciones continuas a
cierta sustancia por un largo plazo de tiempo. Por otro lado, la toxicidad aguda hace
referencia a un ensayo llevado a cabo durante un breve período de exposición a la
sustancia en cuestión, donde se toma nota del efecto que desencadena en el organismo
bajo estudio, el cual puede ser letal o subletal (Sánchez-Bain et al., 2004; Schaaf, 2013).
El efecto letal hace referencia a la muerte del sujeto bajo estudio por exposición a cierta
concentración de un agente tóxico, mientras que el efecto subletal se genera por debajo
del nivel que provoca la muerte del organismo5. De acuerdo a lo expresado por Martin
(2011), los organismos no blancos comprenden a todos aquellos que no se encuentran
dentro de las especies que se busca eliminar intencionalmente con las aplicaciones de
plaguicidas. La eliminación de los mismos, tiene un efecto directo sobre la biodiversidad.
Según lo expresado por Magdalena et. al. (2010), la aplicación de plaguicidas es un
proceso ineficiente debido a que solo un escaso porcentaje del químico entra en contacto
con las plagas. Esto se debe a que durante el período que se encuentra entre la
preparación del producto y su acción propiamente dicha, ocurren pérdidas que provocan
efectos negativos tanto sobre la salud humana como el ambiente. Específicamente
5 Información extraída desde la página perteneciente a Conicet Mendoza, disponible en
https://www.mendoza.conicet.gov.ar/portal//enciclopedia/terminos/EfectoTox.htm
16
durante la etapa de pulverización, de acuerdo a los autores, se produce la intercepción
por organismos no blancos, así como la deriva y la volatilización del producto.
Para evaluar el efecto de los plaguicidas sobre especies no blanco, se utilizan en
todo el mundo ensayos de toxicidad, definidos por Sánchez-Bain et al. (2004:20) como
la “determinación del efecto de un material o mezcla sobre un grupo de organismos
seleccionados bajo condiciones definidas”. Los mismos permiten determinar el
potencial tóxico de la sustancia bajo estudio. La toxicidad aguda se expresa comúnmente
con la Dosis Letal 50 (DL50) o Concentración Letal 50 (CL50). La Agencia de Protección
Ambiental de los Estados Unidos (US EPA) define a la DL50 como aquella dosis que
eliminará a la mitad de los organismos sometidos al ensayo, dentro de un lapso
determinado de tiempo, y normalmente se expresa como miligramos o gramos de
material por kilogramo de peso del animal. A menor DL50, más tóxica es la sustancia o
compuesto en cuestión. Su valor dependerá de diversos factores, entre ellos el sistema
biológico bajo análisis, su dieta, raza, sexo, edad, el mecanismo de exposición utilizado,
entre otros, por lo tanto es de suma importancia indicar la especie en la que se realizó el
ensayo (Arrebola et al., 2003; US EPA, 2019). La DL50 se puede encontrar por cualquier
vía de entrada o administración, pero los métodos de administración dermal (aplicado en
la piel) y oral (administrado por la boca) son los más comunes. Cuando el ingreso es por
inhalación, la equivalente medida de la toxicidad se conoce como concentración letal
media (CL50) y se expresa en miligramos de la sustancia por litro de aire o agua (mg/L),
o como partes por millón (ppm) en esos medios. La segunda forma de expresar la
toxicidad prevalece en estudios de organismos acuáticos o en ambientes cerrados.
2.4 Macroinvertebrados
Los invertebrados bentónicos son organismos que viven en el sustrato o lecho
fluvial, ya sea durante todo su ciclo de vida o parte del mismo (Alonso y Camargo, 2005).
Pueden diferenciarse en micro, meso y macroinvertebrados según su tamaño. De acuerdo
a Alba - Tercedor et al. (2005), los macroinvertebrados hacen referencia a aquellos
visibles al ojo humano (generalmente no inferiores a 0,5 mm y regularmente mayores a
3 mm, siendo visibles a simple vista). Según Pérez (1999), los macroinvertebrados son
los organismos más utilizados en ensayos de laboratorio debido a que presentan una serie
de ventajas relacionadas a su abundancia, su extensa distribución y la facilidad de su
recolección en campo. Asimismo, son fáciles de identificar debido a que se distinguen a
simple vista, y en su gran mayoría son sedentarios por lo que representan las condiciones
locales. En laboratorio, el potencial de estos organismos como bioindicadores está
ampliamente demostrado. La principal ventaja de emplearlos en investigación
ecotoxicológica es la de posibilidad de mostrar los efectos del tóxico a nivel individual
y sus consecuencias posteriores para niveles superiores de organización biológica,
población y comunidad (Alayo & Iannacone, 2002).
17
Capítulo 3: Antecedentes
Hasta finales de la década de los 80 la producción agropecuaria del país se
centraba en cultivos como maíz, trigo y girasol, además de la obtención de carne vacuna
(Reboratti, 2010). En este contexto, el uso moderado de los recursos y la rotación entre
los diferentes cultivos y la ganadería, propiciaron la preservación de la calidad de los
suelos. Posteriormente, los censos agropecuarios del Instituto Nacional de Estadística y
Censos de la República Argentina (INDEC) para el período 1988 - 2002 han demostrado
que la cantidad de hectáreas dedicadas a cultivos anuales se expandió, con una tasa media
del orden del 0,3% anual. Dicha expansión agrícola significó además una variación en
la importancia relativa de los distintos cultivos, con la soja ocupando el primer lugar
(Paruelo et al., 2005). En el año 1996, se produjo la introducción de la semilla
transgénica de soja, acompañada por el paquete tecnológico que consiste en combinar
dicha semilla con la siembra directa y el uso del herbicida glifosato (Teubal, 2008). La
sojización fue posible gracias a dos factores: el más significativo de ellos fue el empleo
de plaguicidas, fertilizantes, herbicidas e inoculantes, y en segundo lugar la gran
innovación tecnológica que se dió en torno a la maquinaria utilizada en el agro
(Reboratti, 2010). El boom de la soja produjo, además, la desaparición de la agricultura
familiar, la dependencia del productor agropecuario de las grandes empresas
transnacionales proveedoras de insumos, la pérdida de soberanía alimentaria junto con
los efectos negativos que los plaguicidas tienen sobre la salud de los productores
agropecuarios que manipulan los agentes tóxicos, y sobre los consumidores de los
alimentos (Teubal, 2008). Dentro de los impactos ambientales, se destacan el avance de
las zonas destinadas al cultivo en detrimento de la flora y fauna nativa, la deforestación
de extensas áreas (particularmente en el norte Argentino), el incremento en los niveles
de contaminación y sus consecuentes efectos sobre el recurso hídrico (Teubal et al.,
2008; Pengue 2009). Por otro lado, Sans Serra (2007) menciona otras consecuencias que
pueden vincularse a la intensificación de las actividades agrícolas, como la
transformación drástica del paisaje natural, el empobrecimiento de los suelos, la
aceleración de procesos erosivos y disminución de la biodiversidad.
A pesar de la problemática de contaminación creciente de los plaguicidas, existen
muy pocos estudios que den cuenta de la red de actores que fabrican, comercializan,
utilizan y se relacionan con estos productos. La referencia más cercana, que detalla los
principales actores de la red, es el “Manual para el Registro de Plaguicidas en
Centroamérica” (Correa, 2011). Otros trabajos que hemos registrado a nivel nacional, y
que incluyen la dimensión social, son: evaluaciones de riesgo por deriva de plaguicidas
en Córdoba (Bonaparte et al., 2012), estudios de percepción poblacional de riesgo de
exposición a plaguicidas en la Pampa Húmeda Argentina (Montedoro y Butinof, 2019)
y uso de los agrotóxicos y su relación con la salud socioambiental (Souza Casadinho,
2013). Contrariamente, los estudios que dan cuenta de los efectos de los plaguicidas
18
sobre los ecosistemas, las poblaciones y las especies que componen la flora y fauna en
Argentina, son más abundantes. A nivel regional, existen estudios que vinculan a los
plaguicidas con efectos letales o subletales en fauna no blanco (Mac Loughlin et al.,
2017). Se destaca que el uso de especies nativas sensibles a plaguicidas es de gran
importancia para evaluar el estado de salud de las comunidades locales. Salvio et al.
(2015) evaluaron el efecto de clorpirifos y de cipermetrina sobre Scarites anthracinus,
predador de organismos considerados plagas de los cultivos, corroborando efectos
letales a muy bajas concentraciones en el caso del primer compuesto. Otra investigación
consultada hace referencia a bioensayos con Octolasion cyaneum (Annelida:
Oligochaeta, Lumbricidae), expuesto a clorpirifos en condiciones de laboratorio (Rafael
et al., 2015). Se trata de un organismo que contribuye a mejorar la estructura del suelo,
considerado un potencial indicador de la salud edáfica. Lo expresado anteriormente
demuestra que si bien los insecticidas producen reducción de las especies consideradas
plaga por el productor agrícola, también producen efectos adversos sobre los organismos
benéficos del suelo. Posteriormente, Salvio et al. (2016) evaluaron el efecto tóxico de
clorpirifos, cipermetrina y glifosato sobre Milax gagates y Armadillidium vulgare y
corroboraron que tanto clorpirifos como cipermetrina en las concentraciones que se
aplican en campo, provocaron mortalidad sobre A. vulgare. En la misma línea,
Fernández San Juan et al. (2020) estudiaron los efectos letales y subletales en la
exposición de la especie Chilina parchappii al insecticida cipermetrina, concluyendo
que las alteraciones detectadas en el molusco constituyen parámetros biológicos que
podrían ser utilizados como indicadores de contaminación acuática. Por otro lado,
Marino y Ronco (2005) determinaron los niveles de concentración de cipermetrina y
clorpirifos en agua y sedimentos de un flujo de primer orden del sistema Pergamino -
Arrecifes, y en las cuencas más bajas de los cinco tributarios principales que desembocan
en el río Paraná, concluyendo que los plaguicidas se movilizan rápidamente durante las
pulverizaciones y se transportan y retienen en los sedimentos. En el año 2015, Colombo
y Sarandón (Universidad Nacional de La Plata) emitieron un informe a pedido de la
defensoría del pueblo, con motivo de relevar la utilización de agroquímicos en la
provincia de Buenos Aires. Dicho estudio tuvo como objetivo realizar un mapeo del uso
de agroquímicos en la actividad agrícola en la provincia de Buenos Aires y determinar
el impacto de los mismos sobre el medio ambiente. El informe contiene los datos
obtenidos en suelos y aire colectados en la provincia de Buenos Aires en invierno (junio
2012) y verano (octubre 2012, febrero-abril 2013) junto con datos de leche materna de
donantes de Saladillo (zona agrícola-urbana) y Florencio Varela (área urbana). Dentro
de las principales conclusiones se destaca un incremento en las concentraciones de
plaguicidas en aire durante el período estival (en promedio unas 25 veces, con máximos
de 90-130 veces), que se explica debido al aumento de endosulfanes y clorpirifos, de
amplia utilización.
En el partido de Tandil los trabajos de Vázquez y Zulaica (2011 y 2012)
evidenciaron, a través de la clasificación de imágenes satelitales, el avance de la
19
agricultura en detrimento de la ganadería, poniendo de relevancia que el proceso de
agriculturización en esta región es significativo. En cuanto a los impactos ambientales
provocados por dicha expansión agrícola en la zona de estudio, Vázquez y Zulaica
(2013) y Vázquez et al. (2014) aseguran que la flora y fauna autóctona es la más afectada,
debido a la modificación del hábitat natural y su reemplazo con cultivos, favoreciendo
la introducción de especies invasoras. Esto tiene un efecto directo sobre la biodiversidad,
además de favorecer la erosión de los suelos. Por otro lado, se contribuye a la
eutrofización de cuerpos de agua por el agregado de nutrientes, principalmente nitrógeno
y fósforo. Asimismo, el uso de plaguicidas provoca impactos negativos sobre la calidad
del agua y la población que los manipula, y la población cercana se encuentra expuesta
al riesgo del consumo de agua contaminada con agentes químicos. Por último, se expresa
la necesidad de producir conocimiento interdisciplinario con el objeto de ordenar y
planificar las actividades agroproductivas. La falta de planificación en el uso de recursos,
y la ausencia de políticas dirigidas a su preservación, desencadenaron un deterioro
ambiental en la región. Por otro lado, Valenzuela (1997) brinda una aproximación a la
modalidad de explotación agropecuaria imperante en la zona de estudio, poniendo de
relevancia las actitudes de los productores agrícolas ante el medio ambiente. Dentro de
las conclusiones, destaca que existe una tendencia a una baja a media conciencia
ambiental, y la falta de percepción del medio como totalidad, sin reconocer la
interdependencia básica entre todos sus componentes, incluyendo al hombre. En el año
2007, Martens realizó una tesis de maestría donde abordó el diagnóstico y análisis de la
gestión de envases vacíos de plaguicidas en el partido de Tandil. En el documento, se
destaca la falta de decisiones políticas que generen normas para regular la actividad, así
como espacios abiertos a los ciudadanos y distintos actores involucrados en la temática,
con el fin de difundir la problemática e informar sobre la misma. Asimismo, Martens
(2016) destaca la dificultad de seguir la trazabilidad del envase luego de la venta del
producto. Sumado a esto, el costo y la dificultad que representa garantizar la eficiencia
del triple lavado han favorecido el circuito informal del plástico, concluyendo que la
falta de destino apropiado de los envases vacíos es un punto crítico en la actividad.
20
Capítulo 4: Marco Jurídico
La regulación de la producción, la venta y el uso de productos fitosanitarios es
responsabilidad del estado nacional. Los tratados internacionales aprobados por la
República Argentina amplían el repertorio de normativas vinculadas a la temática,
integrando - junto con la Constitución Nacional - una jerarquía superior a las leyes
nacionales y demás legislaciones inferiores. Sumado a esto, la nación argentina tiene la
facultad de aprobar o prohibir insumos de plaguicidas con alcance territorial a nivel país,
registrar los aprobados y fiscalizar el mercado, con el objetivo de identificar
transgresiones a la norma. Por otro lado, las provincias deberán encargarse de la
regulación del uso de dichos insumos, de la protección del ambiente donde se utilizan, y
del control del cumplimiento de la normativa vigente, siempre que se empleen en su
jurisdicción. Asimismo, en función de una mayor protección ambiental, las provincias
pueden prohibir determinado producto que no haya sido prohibido por la Nación según
el artículo 41 de la Constitución Nacional, el cual dictamina que corresponde a Nación
dictar las normas que explicitan los presupuestos mínimos de protección, y las
provincias, aquellas necesarias para complementarlas (FARN, 2005).
4.1 Escala Internacional
4.1.1 Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de
Plaguicidas
Se trata de la norma aceptada mundialmente para el manejo de los plaguicidas,
adoptado por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación (FAO) en el año 1985. Dicho código establece normas de conducta de
carácter voluntario para todas aquellas entidades públicas y privadas que participan en
la distribución y utilización de plaguicidas o tienen relación con las mismas, con el
objetivo de convertirse en un punto de referencia para el uso apropiado de dichos
productos. El presente código intenta lograr una mayor seguridad alimentaria y proteger
tanto la salud humana como el medio ambiente.
4.1.2 Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos
de los Desechos Peligrosos y su Eliminación
Fue adoptado en el año 1989 en Suiza, con el fin de regular el movimiento
transfronterizo de desechos peligrosos y su eliminación. Insta a los países a reducir al
mínimo la generación de los mismos y a establecer instalaciones adecuadas para su
eliminación ambientalmente racional. En su Anexo I el convenio especifica las
corrientes de desechos que deben controlarse, mencionando a aquellos resultantes de la
producción, la preparación y la utilización de biocidas y productos fitofarmacéuticos en
21
la categoría Y4. Argentina adhiere al convenio desde la sanción de la Ley 23.922, del
año 1991.
4.1.3 Convenio de Rotterdam sobre el Procedimiento de Consentimiento
Fundamentado Previo Aplicable a Ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos
Objeto de Comercio Internacional
Aprobado en el año 1998, busca supervisar y controlar el comercio de sustancias
sumamente peligrosas, brindando a los países importadores la capacidad de decidir qué
productos químicos quieren recibir y cuáles no, en aquellos casos que no puedan manejar
los mismos en condiciones de seguridad. Su principal objetivo es promover la
responsabilidad compartida e impulsar esfuerzos en conjunto en lo que respecta al
comercio internacional de productos químicos peligrosos, protegiendo la salud y el
ambiente. Dicho convenio contempla plaguicidas y productos químicos industriales
prohibidos por las Partes, debido a motivos sanitarios o ambientales. Argentina adhiere
al mismo mediante la aprobación de la Ley Nacional 25.278, promulgada en el año 2000.
4.1.4 Convenio de Estocolmo sobre Reducción y Eliminación de Contaminantes
Orgánicos Persistentes (COPs)
Propone llevar a cabo acciones para eliminar o reducir la producción, utilización,
importación, exportación y emisión al medio ambiente de COPs, los cuales son
productos químicos extremadamente tóxicos, persistentes, bioacumulables que tienen la
capacidad de propagarse a través de grandes distancias. En el Anexo B se nombran las
restricciones, entre ellas el DDT (1,1,1-tricloro-2,2-bis (4 clorofeniletano), estableciendo
que aquellas partes que lo utilicen deberán presentar un plan de acción para la utilización
de métodos y estrategias alternativos. El convenio entró en vigor en el año 2004, y
Argentina lo ratificó el 25 de enero de 2005 mediante la Ley Nacional 26.011.
4.2 Escala Nacional
Argentina no cuenta actualmente con una legislación integral que regule la
comercialización, el transporte, la aplicación y el desecho de envases de plaguicidas en
el país. En este nivel, la autoridad competente es el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (SENASA), organismo descentralizado, con autarquía
económico - financiera y técnico - administrativa, que actualmente se encuentra bajo la
jurisdicción del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca6.
Dentro de sus competencias se encuentran: ejecutar políticas nacionales en
materia de sanidad y calidad animal y vegetal, asegurar el cumplimiento de la normativa
vigente en la materia, fiscalizar la calidad agroalimentaria, el control del tráfico federal,
importaciones y exportaciones de los productos, subproductos y derivados de origen
6 Extraído desde la página https://www.argentina.gob.ar/senasa/que-es
22
animal y vegetal, productos agroalimentarios, fármacos veterinarios y agroquímicos,
fertilizantes y enmiendas (Decreto Nº 1585/96).
4.2.1 Ley Nacional 24.051
Regula la generación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición final
de residuos peligrosos (art. 1), desde el año 1991. En el artículo 2, se detalla que será
considerado como tal a todo aquel residuo que pueda causar daño, directa o
indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente
en general, comprendiendo los residuos indicados en el anexo I o los que posean alguna
de las características enumeradas en el anexo II de esta ley. En relación con la presente
investigación, en el anexo I se incluye a las corrientes de desechos resultantes de la
producción, la preparación y utilización de biocidas y productos fitosanitarios (categoría
Y4).
4.2.2 Artículo 41 de la Constitución Nacional
La reforma constitucional del año 1994 incorpora el artículo 41, el cual establece
que “todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para
el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer,
según lo establezca la ley”. Asimismo, dicho artículo establece que “las autoridades
proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos
naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica,
y a la información y educación ambientales”.
4.2.3 Ley Nacional 25.675
La denominada Ley General del Ambiente, sancionada en el año 2002, establece
los presupuestos mínimos para el logro de una gestión adecuada del ambiente, la
preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo
sustentable (art. 1). En su artículo 2, fija los objetivos que debería cumplir la política
ambiental, entre los que se menciona mantener el equilibrio y dinámica de los sistemas
ecológicos, asegurar la conservación de la diversidad biológica, prevenir los efectos
nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan sobre el ambiente, entre
otros. Asimismo, en el artículo 4 se enumeran los principios de política ambiental, entre
los cuales se destacan:
➤ Principio preventivo: Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se
atenderán de manera prioritaria e integrada, con la intención de prevenir sus efectos
negativos sobre el ambiente.
23
➤ Principio precautorio: Cuando exista peligro de daño grave o irreversible, la
ausencia de información o certeza científica no será motivo para postergar la adopción
de medidas que impidan la degradación del ambiente.
➤ Principio progresivo: Los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma
gradual, a través de metas proyectadas en un cronograma temporal, facilitando la
adecuación pertinente a las actividades relacionadas con esos objetivos.
4.2.4 Resolución 299/2013
Esta resolución crea el Sistema Federal Integrado de Registros de Aplicadores de
Productos Fitosanitarios (SFIRA), en el año 2013. El Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (SENASA) es el encargado de mantener actualizada una base
de datos de carácter público con la información suministrada por los Registros
Provinciales de aplicadores habilitados (art. 1).
4.2.5 Ley Nacional 27.233
Sancionada en el año 2015, declara de interés nacional la sanidad de los animales
y los vegetales, la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades y de las
plagas que afecten la producción silvoagropecuaria nacional, la flora y la fauna, así como
también la producción, inocuidad y calidad de los agroalimentos, los insumos
agropecuarios y el control de los residuos químicos y contaminantes químicos y
microbiológicos en los alimentos (art. 1). El artículo 3 afirma que será responsabilidad
de toda persona física o jurídica vinculada a la producción, obtención o industrialización
de productos, subproductos y derivados de origen silvoagropecuario y de la pesca, el
velar y responder por la sanidad, inocuidad, higiene y calidad de su producción, de
conformidad a la normativa vigente. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (SENASA), es la autoridad de aplicación de la presente normativa (art.
6).
4.2.6 Ley Nacional 27.279
La presente ley, data del año 2016. Establece los presupuestos mínimos de
protección ambiental para la gestión de los envases vacíos de fitosanitarios, en virtud de
la toxicidad del producto que contuvieron. La legislación introduce el concepto de
Centro de Almacenamiento Transitorio (CAT), definido como: “aquella instalación que
se utilice para recepcionar, acondicionar, acopiar y derivar los envases vacíos de
fitosanitarios a los canales de valorización o disposición final, y que cumplan con las
condiciones y requisitos de seguridad que las autoridades competentes dispongan” (art.
4). En su artículo 6, establece la siguiente jerarquía de opciones para la Gestión Integral
de Envases Vacíos de Fitosanitarios: a) prevención en la generación, b) reutilización, c)
reciclado, d) valorización, e) disposición final. Por último, la normativa designa a la
norma IRAM 12.069 como el procedimiento para el lavado de envases rígidos de
plaguicidas miscibles o dispersables en agua (art. 22), la cual explicita la manera
24
adecuada de llevar a cabo la técnica del triple lavado o triple enjuague, culminando con
la perforación del envase para evitar su reutilización en el futuro.
4.3 Escala Provincial
En la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires, se debe destacar la Ley 10.699
del año 1988, y sus decretos reglamentarios 499/91, 956/02 y 1170/00. Asimismo, de
acuerdo a la legislación vigente los envases vacíos de plaguicidas son considerados
residuos especiales, encontrándose reglamentados por la Ley 11.720. Por otro lado, el
17 de diciembre del año 2018 se publicó en el Boletín Oficial la Resolución N° 246-
MAGP-18, constituyendo la reglamentación más reciente en referencia a la temática bajo
estudio.
4.3.1 Ley Provincial 10.699
Esta normativa del año 1988 tiene como objetivo la protección de la salud
humana, los recursos naturales y la producción agrícola a través de la correcta y racional
utilización de insecticidas, acaricidas, nematodicidas, fungicidas, bactericidas,
antibiótico, mamalicidas, avicidas, feromonas, molusquicidas, defoliantes, y/o
desecantes, fitorreguladores, herbicidas, coadyuvantes, repelentes, atractivos,
fertilizantes, inoculantes y todos aquellos otros productos de acción química y/o
biológica no contemplados explícitamente en esta clasificación, pero que sean utilizados
para la protección y desarrollo de la producción vegetal. También se busca evitar la
contaminación de los alimentos y del medio ambiente (arts. 1 y 2). En el artículo 3, se
designa al Ministerio de Asuntos Agrarios como el organismo de aplicación, el cual debe
coordinar su trabajo con el Ministerio de Salud. Además, podrá idear programas de
capacitación e investigación con universidades y entidades oficiales y privadas,
relacionados al manejo y uso de agroquímicos. El objetivo de dicho trabajo en conjunto
es aumentar la eficiencia de su aplicación, disminuyendo los riesgos de intoxicación y
contaminación del medio ambiente. Asimismo, será competencia de la autoridad de
aplicación crear y mantener actualizados registros de inscripción obligatoria para
fabricantes, formuladores, fraccionadores, distribuidores, expendedores, aplicadores por
cuenta de terceros, transportistas y depósitos o almacenamiento de los productos (art. 4).
Por último, se faculta al organismo de aplicación a coordinar el poder de policía en lo
relativo a esta normativa, junto con los municipios bonaerenses (art. 16). Dicho poder
de policía implica la imposición de límites y restricciones a los derechos individuales en
pos de la prevención del daño y la promoción del bienestar común, reglamentando y
controlando la actividad. En este sentido, cabe destacar el ejemplo de la localidad de San
Antonio de Areco, que en el año 2017 modificó la ordenanza 3919/14, prohibiendo la
pulverización aérea de plaguicidas en todo el territorio municipal, cambio motivado por
el reclamo social realizado por sus habitantes y un estado municipal presente que se hizo
eco de las denuncias (Moreno, 2019).
25
4.3.2 Decreto 499/91
El decreto 499 del año 1991, reglamenta la ley provincial 10.699. La normativa
dictamina que los ingenieros agrónomos matriculados en el Colegio de Ingenieros de la
Provincia de Buenos Aires, deberán realizar cursos de capacitación y/o actualización de
forma obligatoria (art. 3). Los pilotos de aplicación aérea y los operarios de aplicación
terrestre debidamente habilitados (art. 28), están también alcanzados por dicha
obligación. Además, describe los requisitos para la inscripción en el Registro, en el cual
debe anotarse toda persona física o jurídica que fabrique, formule, fraccione, distribuya,
expenda y tenga en depósito productos agroquímicos y/o plaguicidas (art. 4). Por último,
cabe destacar que la única distancia mínima fijada para la actividad a nivel provincial
actualmente vigente se indica en el artículo 38, el cual prohíbe que las empresas aero
aplicadoras operen a menos de 2 kilómetros de centros poblados, no pudiendo
sobrevolarlos aún luego de haber agotado su carga.
4.3.3 Ley Provincial 11.720
La normativa del año 1995 tiene por objeto la regulación de la generación,
manipulación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de residuos
especiales en el territorio de la Provincia de Buenos Aires (art. 1), entendiendo a los
mismos como aquellos que pertenezcan a cualquiera de las categorías enumeradas en el
anexo 1, a menos que no tenga ninguna de las características descriptas en el anexo 2; y
todo aquel residuo que posea sustancias o materias que figuran en el anexo 1 en
cantidades, concentraciones a determinar por la Autoridad de Aplicación, o de naturaleza
tal que directa o indirectamente representen un riesgo para la salud o el medio ambiente
en general (art. 3). Fue sancionada en el año 1997, e incluye en su Anexo I a los desechos
resultantes de la producción, la preparación y utilización de biocidas y productos
fitosanitarios, bajo la categoría Y4.
4.3.4 Decreto 956/02
Dicha legislación incorpora la categoría "domisanitarios" para todos aquellos
productos establecidos en el art. 2° de la ley 10.699, destinados a la desinfección y
desinfestación de lugares y/o ambientes colectivos públicos y/o privados (art. 1), en el
año 2002. Asimismo, en el artículo 2 del decreto, se establece que los productos
domisanitarios que sean utilizados en la cadena agroindustrial alimentaria bonaerense,
se verán alcanzados por las mismas normativas que aquellos clasificados como
agroquímicos, debiendo contar además, con una receta agronómica alternativa específica
para estos casos (art. 3). En el artículo 5, se prohíbe la venta directa al usuario de los
productos domisanitarios caracterizados como "de uso y venta profesional" sin receta
agronómica, quedando eximidos de tal obligación aquellos registrados como "de uso y
venta libre".
4.3.5 Resolución 40/2014
26
La presente resolución del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible
(OPDS) del año 2014, dispone la habilitación de centros de acopio de envases de
agroquímicos (art. 3), los cuales deberán ser recibidos con el tratamiento del triple lavado
o lavado a presión, y posteriormente inutilizados mediante perforación. Los aspectos
constructivos y operativos que deben cumplir los centros de acopio de envases se
detallan en el anexo único. A partir de la entrada en vigencia de esta reglamentación,
queda prohibido reutilizar, enterrar, quemar, comercializar e intercambiar envases de
agroquímicos (art. 2).
4.3.6 Resolución N° 246-MAGP-18
Dicha resolución del Ministerio de Agroindustria bonaerense habilita desde el 1
de enero de 2019 la fumigación en áreas de esparcimiento, reservas naturales, márgenes
de cursos o cuerpos de agua, zonas de bombeo, lotes linderos a poblaciones y escuelas
rurales, denominado a las mismas “zonas de amortiguamiento”. En cuanto al uso de
plaguicidas en los predios contiguos a establecimientos educativos, la normativa
establece que deberá efectuarse fuera de horario escolar (art. 5). Asimismo, en su artículo
10 la resolución recomienda a los municipios celebrar convenios a los efectos de
favorecer, facilitar y auditar el correcto cumplimiento de las Buenas Prácticas
Agropecuarias (BPA). Debido a la presión popular ejercida desde que se dio a conocer
la normativa en cuestión, el día 14 de febrero de 2019 el Ministerio de Agroindustria
bonaerense suspendió la vigencia de dicha resolución por el período de un año, mediante
el Boletín Oficial N° 28465. En él se especifica la modificación del artículo 5,
prohibiendo pulverizaciones de fitosanitarios en lotes linderos a establecimientos
educativos, campos de bombeo o baterías de pozos para el abastecimiento público,
cuerpos y cursos de agua emplazados en el área rural. En caso de ser estrictamente
justificada, la aplicación sólo podrá efectuarse fuera del horario de clases, sin la
presencia de personas y con la intervención de un Ingeniero Agrónomo matriculado
responsable de dicha actividad. Por último, en febrero del 2020, el gobierno bonaerense
ratificó la suspensión de la normativa por el plazo de un año nuevamente, conformando
al mismo tiempo una mesa de trabajo con fines de coordinar la implementación y
evaluación de políticas públicas relativas para la aplicación de plaguicidas, conformada
por el Ministerio de Salud bonaerense, el Organismo Provincial para el Desarrollo
Sostenible (OPDS) y la Autoridad del Agua (ADA). Asimismo, se convocó a las
universidades nacionales y provinciales, el INTA, los centros de investigación científico
técnico radicados en la provincia de Buenos Aires y el CIC, a constituir un Observatorio
Técnico de Agroquímicos para la producción e intercambio de investigaciones.
4.4 Escala Municipal
En el partido de Tandil se encuentran dos ordenanzas relacionadas a la temática
bajo estudio: la Ordenanza 12.316, del año 2011 y la Ordenanza 13.371, del año 2013.
27
4.4.1 Ordenanza 12.316
Regula la aplicación de productos químicos de uso agropecuario destinado a la
aplicación en el control y/o manejo de adversidades o a la fertilización agrícola y/o
forestal dentro de la zona “Urbana y área Complementaria”, “Área Adyacente Primaria”
(300 metros finalizada la zona urbana y complementaria)”, el “Área Adyacente
Ampliada” (poligonal comprendida dentro de las rutas 226, 30 y 74), el “Área Total” (la
cual consiste en la sumatoria de las anteriormente mencionadas zonificaciones), y las
poblaciones del área rural detalladas en los incisos A, B y C del artículo 1. En el artículo
3, se crea el registro municipal de equipos aplicadores aéreos y terrestres
(autopropulsados y/o de arrastre), que operan dentro del partido de Tandil. Asimismo,
se prohíbe la aplicación aérea de productos agroquímicos y/o plaguicidas de cualquier
tipo, en las áreas definidas en el artículo 1º como "Zona Urbana y Área Complementaria"
y "Área Adyacente Primaria" (art. 4). En el artículo 5 se prohíbe en el “Área Total”
(especificada en el artículo 1º), el descarte o abandono de envases de cualquier producto
químico o biológico, de uso agropecuario y/o forestal y de cualquier otro elemento usado
en aplicaciones agrícolas y/o urbanas, o en aplicaciones de fertilizantes o enmiendas,
salvo en los lugares de acopio habilitados para tal fin. Además, se prohíbe la aplicación
de agroquímicos por vía aérea o terrestre, en lotes que se encuentren a menos de 150
metros de establecimientos escolares, centros de salud y establecimientos elaboradores
de productos alimenticios (art. 7). Por último, la ordenanza establece en su artículo 8 que
las aplicaciones de productos agroquímicos deben dejar una distancia libre de aplicación
a los cursos de agua principales de 50 metros y una distancia de aplicación para cursos
de agua menores de dos veces el ancho del curso tomada desde la línea de ribera. La
legislación define como cursos de agua principales a los arroyos Chapaleofú, Tandileofú
y Langueyú (art. 17).
4.4.2 Ordenanza 13.371
Regula la ubicación de los depósitos de productos fitosanitarios, fitorreguladores
de crecimiento y/o fertilizantes, cualquiera sea la finalidad a que se destinen los mismos,
radicados o a radicarse en el Partido de Tandil (art. 1). En el artículo 2 se especifica el
alcance de la normativa, comprendiendo a aquellas personas físicas o jurídicas que
comercialicen los productos mencionados y tengan depósitos como actividad anexa a la
principal y aquellas que sólo posean depósito a cualquier fin, con o sin fines de
comercialización. Dichos sujetos podrán ubicarse, previa autorización del Honorable
Concejo Deliberante, dentro de la Circunscripción I y en las denominadas Zonas A y B
de los centros de servicios rurales de primera categoría del Partido de Tandil (art. 5).
El 15 de agosto de 2019 se presentó ante el Concejo Deliberante un anteproyecto
de ordenanza para regular la aplicación de plaguicidas dentro del partido de Tandil.
Dicho documento propone un área de exclusión donde se prohíbe la aplicación terrestre
de agroquímicos y/o plaguicidas, comprendida por el Área Total y el Área Adyacente
28
del Plan de Desarrollo Territorial de Tandil (especificadas en el artículo 2 del
anteproyecto, incisos j.3 y j.4 respectivamente). Asimismo, las aplicaciones en áreas
linderas a cursos de agua deben respetar un radio libre de 200 metros, mientras que los
sitios de bombeo para consumo humano deberán contar con 400 metros libres. En cuanto
a las aplicaciones aéreas, se prohíben en la totalidad del partido.
Debe destacarse como ejemplo de normativa local, a la ordenanza N° 2671 del
año 2010, la cual regula el uso de plaguicidas en el partido de Cañuelas, debido a su
carácter restrictivo. Dicha norma indica que los equipos de aplicación terrestre no podrán
circular en el área urbana, excepto sobre rutas nacionales y provinciales, cuando estas
atraviesen la zona en cuestión. Por otro lado, en caso de necesidad de realizar
reparaciones en las maquinarias, solo podrán transitar sin carga, limpios y sin picos
pulverizadores (art. 5). De la misma manera, los locales destinados a la elaboración,
formulación, fraccionamiento, manipulación, distribución, almacenamiento y depósitos
de los productos plaguicidas, deberán instalarse fuera del área urbanizada (art. 8). En
cuanto a las distancias de aplicación, se establecen doscientos metros libres de
fumigación desde el perímetro de los establecimientos educativos y la prohibición de
aplicación dentro de un radio de 2.000 metros de los limites urbanos de la ciudad
cabecera de Cañuelas y de todas las localidades del partido, incluyendo además a las
zonas denominadas residenciales o de quintas, promoviendo la producción
agroecológica de alimentos en las zonas comprendidas por la legislación (arts. 14 y 15).
Por último, la ordenanza prohíbe la aplicación aérea de plaguicidas en la totalidad del
partido (art. 16).
Finalmente, dentro de los cambios más recientes en la legislación de localidades
linderas, se encuentra la ordenanza municipal Nº 5542, sancionada por el Honorable
Concejo Deliberante de Benito Juárez, el 25 de junio del año 2020. En cuanto a sus
aspectos más relevantes, se destaca la creación de un observatorio de buenas prácticas
agropecuarias encargado de la organización de capacitaciones y/o jornadas de
actualización pertinentes a la temática (art. 6), la inauguración de un sistema de
monitoreo satelital que permita llevar a cabo el seguimiento en tiempo real de las
aplicaciones que se realicen en el partido, utilizando un sistema de ubicación
georeferenciado (art. 7), la disposición de una distancia mínima de 500 metros para el
caso de aplicaciones en zonas rurales en cercanías a viviendas o unidades de producción
no convencionales y de 2.000 metros desde el límite urbano en el caso de aplicación
aérea (arts. 11 y 12), la consideración de las banquinas como un espacio de resguardo
ambiental, prohibiendo cualquier tipo de fumigación en dicho espacio (art. 15), entre
otros.
29
Capítulo 5: Área de Estudio
5.1 Descripción del área de estudio
El área de estudio del presente trabajo de investigación comprende el partido de
Tandil, ubicado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires (Figura N° 3). Linda con
los partidos de Rauch y Azul (N), Ayacucho y Balcarce (E), Lobería y Necochea (S) y
Benito Juárez (O). La población rural del partido incluye a las localidades de Gardey y
Maria Ignacia Vela, así como los parajes De la Canal, La Pastora, Fulton, Azucena,
Desvío Aguirre e Iraola.
La ciudad de Tandil, cabecera del partido, se encuentra a unos 350 km de la
ciudad de Buenos Aires, vinculándose con otras localidades de la provincia a través de
la RN 226, la RP 30 y la RP 74.
Figura N° 3. Ubicación del partido de Tandil en la provincia de Buenos Aires, Argentina.
5.2 Características generales del medio físico
5.2.1 Clima
Según lo expresado por Picone y Campo (2014), en el área de estudio predomina
el clima templado continental debido al emplazamiento del partido de Tandil en el
Centro - Sudeste de la República Argentina. A causa de esto, la región recibe la
influencia del anticiclón del Atlántico Sur que aporta las masas de aire cálidas y húmedas
y del anticiclón del Pacífico Sur que transporta aire frío y seco.
30
De los valores climatológicos medios brindados por el Servicio Meteorológico
Nacional, durante los períodos 1981 - 20107 para la ciudad de Tandil, se desprende que
las máximas temperaturas se dan en los meses de diciembre y enero, rondando los 26°C
- 28°C, mientras que las mínimas se encuentran entre junio y agosto, en el rango de los
1°C a 3°C. Por otro lado, en cuanto a las precipitaciones se observa una marcada
estacionalidad, debido a que la mayor cantidad se produce en el verano, mientras que los
meses de invierno se caracterizan por la escasez de lluvia. Falasca, y Bernabé
caracterizaron en el año 2001 el régimen pluviométrico del partido de Tandil, llegando
a la conclusión de que las mínimas precipitaciones mensuales ocurren en el mes de
agosto (< 45 mm), mientras que la máxima cantidad ocurre en marzo (102.2 mm).
5.2.2 Geología
Las sierras de Tandilia conforman un sistema serrano que se presenta en forma
de arco en la pampa húmeda, en sentido NO-SE, extendiendose desde la ciudad de
Olavarría hasta Mar del Plata. Posee una longitud superior a 300 km y un ancho máximo
de 60 km. Dicho cordón serrano está constituido por sierras, cerros, cerrilladas y lomas
de bajas alturas (no mayores a 500 m), y se encuentran separadas por valles, abras o por
llanuras (de Galarreta et al., 2011). Según Barranquero et al. (2006), las características
del sistema de Tandilia son heterogéneas en la extensión del partido. En el Centro y
Norte se hallan serranías bajas y formas dómicas, mientras que hacia el Oeste y Sur el
paisaje cambia a formas de tipo tabulares. Por último, en el Norte y Noreste el sistema
presenta un suave piedemonte, continuando luego en una llanura interrumpida por los
valles de los arroyos que bañan la región. De acuerdo a lo expresado por Teruggi y
Kilmurray (1980), la zona bajo estudio se halla emplazada sobre distintos tipos de rocas
pertenecientes a la edad precámbrica y sedimentitas, y sedimentos cuaternarios.
5.2.3 Suelos
Sánchez et al. (1999) llevó a cabo una ordenación ecológica del partido de Tandil,
identificando y caracterizando al mismo en tres grandes compartimentos: serranías,
llanura periserrana y llanura distal o deprimida. Las serranías comprenden cumbres,
laderas más o menos empinadas y amplias lomadas longitudinales con afloramientos
rocosos y suelos poco profundos y pastizales. Es frecuente el desarrollo de hapludoles
líticos. La llanura periserrana por otro lado, abarca llanuras de relieves ondulados en
contacto con los núcleos serranos. Presenta lomadas bajas y sectores inferiores de faldeos
con suelos más profundos y mejores cualidades para su utilización agrícola. Aquí se
produce una alta variabilidad de suelos, desde sectores con presencia de tosca a distintas
profundidades (especialmente en zonas de relieve convexo), áreas con dominancia de
molisoles údicos, hasta la presencia poco frecuente de suelos con régimen ácuico de
humedad en lugares deprimidos. Por último, la llanura distal le sigue altimétricamente a
7 Datos extraídos desde https://www.smn.gob.ar/estadisticas
31
la llanura periserrana. Presenta relieves planos con ocasionales concavidades. Los suelos
son arguidoles típicos en las zonas planas bien drenadas, natracuoles típicos en las
planicies deprimidas y hapludoles tapto-nátricos en lomas.
5.2.4 Hidrología
En el sistema serrano de Tandilia tiene su naciente la cuenca del arroyo
Langueyú, la cual drena sus aguas desde el faldeo Norte de las serranías hacia la
depresión de la cuenca del Río Salado, con rumbo NE. La cuenca superior del arroyo
posee 100.700 ha, dentro de las que se concentra casi la totalidad de la población del
partido de Tandil debido a que su ciudad cabecera se localiza en ella. Sus principales
afluentes son el arroyo Blanco y el del Fuerte (Zulaica, 2008; de Galarreta et al., 2013;
de Galarreta et al., 2017). En cuanto a la explotación del recurso hídrico en la cuenca
superior del arroyo Langueyú, Zulaica (2008) detalla que se encuentra ampliamente
dominado por las actividades rurales, las cuales ocupan un 95% de la superficie.
5.2.5 Flora y Fauna
De acuerdo a lo expresado por Cabrera y Willink (1973), el partido de Tandil se
encuentra en el distrito pampeano austral, ubicado en la provincia biogeográfica
pampeana. De acuerdo a estos autores, la flora característica consiste en gramíneas de
los géneros Stipa y Piptochaetium. Abundan Stipa clarazii, Stipa trichotoma, Stipa
tenuis, Piptochaetium napostaense, entre otras. En suelos húmedos es posible encontrar
Paspalum quadrifarium (paja colorada), mientras que en las serranías se observa
Colletia Paradoxa, Dodonaea viscosa (chilca), Baccharis tandilensis, Discaria
longispina (brusquilla) y Mimosa tandilensis o Mimosa rocae. En cuanto a la fauna de
la región, los autores mencionan la presencia de pequeños mamíferos como Lagostomus
maximus (vizcacha), Didelphys azarae (comadreja), Lutreolina crassicaudata
(comadreja colorada), carnívoros como zorrinos (Conepatus), zorro (Dusicyon), hurones
(Galictis), gato montés (Felis geoffroyi), y roedores como por ejemplo cuises (Cavia /
Microcavia) y carpincho (Hydrochoerus), etc.
5.3 Características del medio social
De acuerdo a los datos proporcionados por el INDEC a partir del último Censo
Nacional de Población y Vivienda8 (2010) la población total del partido es de 123.871
habitantes. La superficie total es de 493.500 hectáreas, organizadas administrativamente
en doce cuarteles, cuya diferenciación se realiza a través de números romanos. Cabe
destacar que solo el cuartel número I pertenece al espacio urbano, mientras que los
8 Instituto Nacional de Estadística y Censos (2010). Resultados disponibles en
https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-CensoProvincia-999-999-06-791-2010
32
restantes corresponden al espacio rural, por lo que las actividades primarias (agricultura
y ganadería) son predominantes. En este sentido, teniendo en cuenta la evolución de la
superficie sembrada en hectáreas, según la página oficial del Municipio de Tandil9, se
evidencia el crecimiento exponencial que tuvo el cultivo soja desde la campaña
correspondiente a los años 1973/1974 con 40 ha, hasta la campaña 2017/2018 con
134.110 ha sembradas. Otras actividades económicas que se desarrollan en el área de
estudio son la minería, el turismo y la industria (Velázquez et. al., 1998).
9 Datos disponibles en la página oficial del Municipio de Tandil, extraídos desde
http://indicadores.tandil.gov.ar/indicadoresmt/web/index.php/indicador/8~aea_sup_sembrada_campania
33
Capítulo 6: Materiales y Métodos
ETAPA 1: EL MEDIO SOCIAL
Para la identificación de los principales actores claves y la red de uso y
comercialización de plaguicidas en el partido de Tandil, se llevaron a cabo reuniones
informales con personas vinculadas a la actividad agrícola y se investigaron los
principales organismos vinculados a esta actividad a partir de páginas web oficiales y
bibliografía específica. Los actores claves se definen en este contexto, como personas,
grupos u organizaciones que tienen interés en una temática en particular y pueden
influenciar significativamente (positiva o negativamente) una intervención o son muy
importantes para que una situación se manifieste de determinada forma (Tapella, 2007).
Una vez definidos los actores claves, se realizaron entrevistas a los mismos. La entrevista
constituye un instrumento de la investigación sociológica en el cual un encuestador le
solicita información a un informante o sujeto investigado con el fin de obtener datos de
relevancia sobre un determinado tema bajo estudio (Ander-Egg, 1989). Debido a la
escasez de información o estudios previos sobre la temática en la zona, se decidió recurrir
al uso de entrevistas basadas en un guión (Patton, 1990), las cuales tienen la
particularidad de ofrecer libertad al entrevistador para ordenar y formular las preguntas,
de acuerdo al curso de la conversación. Las mismas fueron dirigidas a informantes
calificados de la cadena de uso y comercialización de plaguicidas del partido de Tandil.
6.1 Actores Claves
Los potenciales actores claves seleccionados para las entrevistas son referentes
de las principales instituciones, organizaciones y privados - agronomías y aplicadores -
y fueron caracterizados según sus funciones y roles. Para esto, se realizó la descripción
de sus principales prácticas utilizando tanto información primaria (entrevistas) como
secundaria (páginas oficiales de los organismos e instituciones). A partir de esta
información, se elaboró un cuadro sobre cada organismo gubernamental para dar a
conocer las principales funciones e injerencias de cada uno. Las entrevistas fueron
dirigidas a:
1. Representantes de organismos públicos: el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (SENASA) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)
a nivel nacional, la Delegación Regional Fitosanitaria Zona V en el escalafón provincial,
y localmente, la Dirección de Asuntos Agrarios y la Dirección de Medioambiente.
2. Representantes de organismos no gubernamentales vinculados al sector agrícola: la
Sociedad Rural Tandil, el Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil (CIAT) y el
34
Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires
(CIAFBA).
3. Productor agrícola del partido de Tandil.
4. Agronomías o comercios que venden plaguicidas en el ámbito del partido.
5. Fumigadores terrestres y aéreos.
Para la elaboración de los guiones de las entrevistas se tuvieron en cuenta las
competencias de cada organismo y actor involucrado (Anexo I). Asimismo, se animó a
los entrevistados a aportar información que ellos consideren de relevancia para la
investigación. Debido a lo anteriormente expresado y a que las entrevistas se llevaron a
cabo en el lugar de trabajo de cada actor clave, se logró crear un ambiente distendido y
de confianza. En aquellos casos donde el entrevistado dio su consentimiento, se utilizó
como herramienta un grabador para registrar las respuestas. Posteriormente, se
transcribió el contenido de dichos audios. En los casos que el entrevistado manifestó
disconformidad con el tipo de registro, se procedió a tomar nota de las respuestas en
papel.
6.2 Manipulación y uso de plaguicidas
El objetivo 2, conocer las prácticas de los productores agrícolas en relación a la
manipulación y uso de los plaguicidas, se abordó a partir de encuestas estandarizadas.
En cuanto al diseño muestral de la encuesta, se recurrió al método no probabilístico “de
avalancha”, “en bola de nieve” o “en cadena”. De acuerdo a lo expresado por Blanco y
Castro (2007), dicho muestreo consiste en solicitar a los encuestados que recomienden a
posibles participantes, teniendo como ventaja una relación de confianza con los nuevos
individuos a encuestar. Asimismo, al estar basado en referencias de pares en la actividad
se obtiene cooperación de parte de los encuestados a la hora de contestar el cuestionario.
Como desventaja se encuentra la posibilidad de conseguir una muestra reducida por
verse truncada la red de contactos.
Las encuestas fueron utilizadas con el objetivo de relevar información vinculada
a la última campaña de cultivo realizada por cada productor (tanto fina como gruesa), la
cantidad de hectáreas sembradas, los plaguicidas utilizados en las mismas, detalles sobre
cómo se lleva adelante la aplicación (los elementos y/o la maquinaria utilizada a tal fin,
la tercerización de la actividad y el asesoramiento de un profesional idóneo), entre otras
cuestiones. Finalmente, se buscó conocer la opinión de los encuestados respecto a una
serie de afirmaciones vinculadas a temáticas ambientales generales (Anexo II). Para
confeccionar estas afirmaciones, se tuvieron en cuenta 5 variables utilizadas para la
definición del concepto de percepción ambiental (Borroto Pérez et al., 2011): visión
ambiental (idea que tiene el individuo sobre la definición del concepto de ambiente y
sus dimensiones); conocimiento de los problemas ambientales (identificación de
alteraciones del ambiente en cualquiera de sus dimensiones); responsabilidad ambiental
(apreciación que tienen los individuos sobre los agentes causantes de los problemas
35
ambientales, así como los que deben intervenir para evitarla); actitud ambiental y
decisión a incorporarse al cambio (predisposición del pensamiento humano a actuar a
favor o en contra del entorno social, teniendo como base las vivencias, los conocimientos
y los valores del individuo con respecto a su entorno) y formación medioambiental
(apreciación que tienen los individuos sobre la calidad y efectividad de las acciones de
educación ambiental que han recibido así como los modos y medios mediante los cuales
la han adquirido). Es importante aclarar que no se pretende construir el concepto de
percepción de los productores agrícolas sobre el ambiente, sino conocer su opinión sobre
algunos aspectos para comprender mejor su accionar.
6.3 Plaguicidas en Tandil
Finalmente, para la determinación de los principales plaguicidas utilizados y
comercializados en el partido de Tandil, se utilizó la información proporcionada en las
entrevistas a agronomías y a aplicadores, así como también las encuestas realizadas a
productores agrícolas. Se entrevistó a la mayor cantidad de proveedores de agroinsumos
y fumigadores posibles, con el fin de contrastar la información obtenida con los datos
aportados por los productores encuestados.
ETAPA 2: LABORATORIO
6.4 Concentración Letal 50
Para evaluar el efecto de los plaguicidas sobre una especie no blanco (es decir,
aquellas que no se pretenden eliminar intencionalmente en las aplicaciones) se realizó
un ensayo de toxicidad para determinar la Concentración Letal 50 (CL50). Esta medida
representa la concentración de una sustancia tóxica capaz de causar mortalidad a la mitad
de los organismos sometidos al plaguicida dentro de un período de tiempo específico y
en condiciones controladas de exposición (en este caso 96 horas de exposición). Cabe
destacar que cuanto menor sea la Concentración Letal 50, más tóxico será compuesto
estudiado.
El compuesto seleccionado para este bioensayo de laboratorio fue el plaguicida
clorpirifos. Este compuesto fue indicado como uno de los más utilizados en la zona de
estudio según los actores entrevistados. El clorpirifos un plaguicida clorado
organofosforado utilizado como insecticida de amplio espectro en cultivos de frutas,
hortalizas, cereales y plantas ornamentales (Cocca et al., 2015). De acuerdo a la
clasificación toxicológica proporcionada por la OMS, el clorpirifos pertenece a la Clase
II (producto moderadamente peligroso), por lo que le corresponde la banda de color
amarilla. Su fórmula molecular es C9H11Cl3NO3PS, y su estructura química se ve
plasmada a continuación, en la Figura N°4.
36
Figura N° 4. Estructura química del clorpirifos. Fuente: Picco et al. (2011).
6.5 Physa acuta
Para llevar adelante el ensayo en laboratorio se seleccionó a la especie de
molusco Physa acuta (Figura N° 5), un macroinvertebrado de agua dulce nativo de
norteamérica, que cuenta con presencia en todos los continentes, excepto en la Antártida
(Ebbs et al., 2018). En nuestro país, el primer registro de su presencia fue en la localidad
de Ensenada, Buenos Aires (Miquel, 1985; Núñez, 2011). En cuanto a su capacidad
como bioindicador, Mouthon (1996) estudió la sensibilidad de distintas especies de
moluscos a la contaminación y degradación de los ecosistemas acuáticos, concluyendo
que P. acuta es una de las más tolerantes. Por otro lado, Tietze y De Francesco (2010)
evaluaron la relación entre la abundancia de especies de moluscos en el sur de la región
pampeana y las condiciones de los cuerpos de agua, afirmando que se trata de un buen
indicador de contaminación.
Para la realización del ensayo, se utilizaron individuos adultos de Physa acuta;
los mismos fueron recolectados del arroyo Chapaleofú (37°19'12.0"S, 59°19'38.7"W,
Figuras N° 6 y N° 7) y llevados al laboratorio, en donde se los aclimató para la
realización del ensayo. Los mismos constituyeron las unidades de observación, siendo
la variable a analizar la respuesta (supervivencia y mortalidad) de los moluscos frente a
su exposición al químico.
Figura N° 5. Fotografía de Physa acuta tomada en laboratorio.
37
Figura N° 7. Fotografía del lugar de recolección de los individuos de Physa acuta (arroyo
Chapaleofú).
Figura N° 6. Punto de recolección de gasterópodos Physa acuta, arroyo Chapaleofú.
38
Durante la aclimatización, los caracoles se colocaron en acuarios de 3 litros de
capacidad, cada uno con 1,5 litros de agua declorinada y filtrada, bajo régimen de
aireación continua y con un fotoperíodo 8:16 L/O, durante siete días. Los acuarios se
mantuvieron bajo condiciones controladas de temperatura (20 ± 2°C), pH y O2 disuelto.
Asimismo, los caracoles fueron alimentados diariamente con alimento para peces.
Luego de la aclimatización, se realizaron diluciones de clorpirifos (utilizando la
marca comercial Clorfox) partiendo de una solución madre con alta concentración del
plaguicida (Figura N° 8). Se utilizaron cinco concentraciones diferentes de clorpirifos
más un control que consistió en agua sin plaguicida pero con acetona (DORWIL®;
pureza 99,5%; PM:58,08).
Cada frasco utilizado a modo de pecera fue llenado con 1,5 litros de agua
declorinada, y se le agregó 50 μl de las soluciones de clorpirifos preparadas previamente.
Las concentraciones finales en cada recipiente fueron: 0.4, 0.6, 0.8, 1, y 1.2 ppm (mg/l).
En el tratamiento control de acetona sólo se agregó 50 μl de acetona. Los organismos
fueron expuestos a éstas concentraciones durante 96 hs. Para llevar a cabo el ensayo, se
colocaron 8 individuos por cada frasco de 3 litros (Figura N° 9).
Figura N° 8. Preparación de soluciones de clorpirifos a partir de plaguicida Clorfox.
39
La supervivencia y mortalidad de los individuos de P. acuta se registraron
diariamente para cada uno de los tratamientos. También se realizó un recambio diario
del agua y de las soluciones de clorpirifos. Debido al escaso tamaño de los individuos
expuestos, para comprobar la mortalidad se utilizó el método de pinchazo o punción,
provocando la reacción de los individuos. Para el cálculo de la CL50 y el análisis
estadístico, se usó el programa PROBIT 1.5 (US EPA) mediante el método descrito por
Finney (1971). Se trabajó con un límite de confianza de 95%.
Por último, se comparó el valor obtenido en la CL50 para P. acuta con otras
especies (moluscos, crustáceos anfípodos y otros invertebrados de agua dulce) por medio
de la curva de distribución de sensibilidad de especies (SSDs). Los valores de CL50 para
realizar la curva fueron obtenidos desde la base de datos de la página ECOTOX de la
US EPA (US EPA, 2020).
Figura N° 9. Montaje de acuarios utilizados para el ensayo de CL50 de clorpirifos en Physa acuta.
40
Capítulo 7: Resultados
ETAPA 1: EL MEDIO SOCIAL
7.1 Actores Claves
Se lograron identificar 10 actores claves y sus interacciones en la red de uso y
comercialización de plaguicidas en el Partido de Tandil (organismos gubernamentales,
asociaciones civiles, agronomías, empresas fumigadoras y productores agrícolas). Estos
actores fueron agrupados en 3 categorías principales: representantes de organismos
gubernamentales, asociaciones civiles y privados (Figura N° 10).
7.1.1 Organismos Gubernamentales
Entre los actores gubernamentales se identificó a instituciones como la Oficina
Tandil del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, la Agencia de
Extensión Rural Tandil (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), la Delegación
Regional Fitosanitaria Zona V (Ministerio de Agroindustria) y las direcciones de
Medioambiente y de Asuntos Agropecuarios de la municipalidad de Tandil. Los alcances
de cada ente, sus funciones y objetivos se detallan en la Tabla N° 3.
Figura N° 10. Gráfico de red de actores claves vinculados al uso y
comercialización de plaguicidas en el partido de Tandil (2019 - 2020).
41
Tabla N° 3. Actores gubernamentales vinculados a la cadena de uso y comercialización
de plaguicidas en el partido de Tandil.
Organismos gubernamentales con injerencia en la temática de plaguicidas en el partido de Tandil
Organismos Alcance de
competencias
Dependiente
de…
Principal
Función
Objetivos/funciones principales vinculados
al tema de estudio
Oficina SENASA
Tandil
Nacional Ministerio de
Agricultura,
Ganadería y
Pesca
Control Ejecutar políticas a nivel nacional en materia de sanidad y
calidad animal y vegetal e inocuidad de los alimentos;
verificar el cumplimiento de la normativa vigente en la
materia; controlar el tráfico federal, las importaciones y
exportaciones de agroquímicos, fertilizantes y enmiendas
Agencia de
Extensión Rural
Tandil – INTA
Nacional Ministerio de
Agricultura,
Ganadería y
Pesca
Investigación Contribuir al desarrollo sostenible del sector agroalimentario
mediante la investigación y la extensión, a través del fomento
de la innovación y la transferencia de conocimiento
Delegación
Regional
Fitosanitaria
(Zona V)
Provincial Ministerio de
Agroindustria
Control Fiscalizar la elaboración, formulación, fraccionamiento,
distribución, transporte, almacenamiento, comercialización,
exhibición y aplicación de productos de acción química, y/o
biológica que sean utilizados para la protección y desarrollo
de la producción vegetal; coordinar, actualizar y supervisar
los datos que posea el registro provincial de las empresas de
control de plagas; fiscalizar los niveles de residuos en
productos de consumo y su impacto en el medio ambiente,
verificando su compatibilidad con las tolerancias establecidas
(en coordinación con organismos competentes en la materia,
como por ejemplo SENASA); fiscalizar el correcto uso de los
plaguicidas
Dirección de
Asuntos
Agropecuarios
Municipal Secretaría de
Desarrollo
Económico
Local
Control Acompañar al municipio en la reubicación de las agronomías
de la ciudad en el Polo Estratégico previsto en el predio “La
Huerta” (de acuerdo a la Ordenanza 13.371) y en la creación
de un Centro de Acopio Transitorio de envases vacíos de
plaguicidas para el partido de Tandil
Dirección de
Medioambiente
Municipal Secretaría de
Planeamiento y
Obras Públicas
Control Acompañar al municipio en la creación de un Centro de
Acopio Transitorio de envases vacíos de plaguicidas para el
partido de Tandil; contribuir a la disminución del impacto de
las actividades agrícolas en la población y el ambiente;
capacitar aplicadores de plaguicidas; recibir denuncias por
parte de la ciudadanía y brindar asesoramiento a todo
productor, fumigador o persona interesada sobre la ordenanza
vigente en la temática
42
7.1.1.1 Nivel nacional
a. SENASA
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) es un
organismo descentralizado, con autarquía económico-financiera y técnico-
administrativa dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Dicho ente
posee presencia territorial a lo largo de todo el país gracias a 14 centros regionales
estratégicos, los cuales se subdividen luego en oficinas locales, abarcando las principales
localidades de cada región.
Entrevistamos a un inspector de inocuidad de los alimentos perteneciente a la
oficina Tandil dependiente del Centro Regional Pampeano del SENASA, quien afirmó
que “con el fin de comprobar la inocuidad y sanidad de los alimentos se toman muestras
al azar tanto en los mercados concentradores como a campo”. Para evaluar dichas
muestras, el organismo cuenta tanto con laboratorios propios como con laboratorios en
red oficiales aprobados. Según indicó el entrevistado, en el partido de Tandil solo se
hacen muestreos en hortalizas, no en cultivos extensivos (como por ejemplo soja, trigo,
cebada, girasol, etc.) ni en frutas (en este último caso aclaró que se debe a que no es
considerada una zona productiva importante). En caso de detectar un exceso de
plaguicidas, se identifica a qué productor y a que unidad productiva pertenece el lote a
través del rótulo que debe llevar la mercadería y el Registro Nacional Sanitario de
Productores Agropecuarios (RENSPA)10 del SENASA. Posteriormente, los inspectores
del organismo se dirigen a la unidad productiva, dejando el lote interditado (no se puede
cosechar ni comercializar). El siguiente paso consiste en repetir el muestreo, debido a la
probabilidad de que el análisis fuera incorrecto. Asimismo, se le da la posibilidad al
productor de realizar su propio examen de laboratorio a través de una contra muestra,
siempre y cuando se realice en un laboratorio perteneciente a la red de SENASA. Si al
repetir el examen los análisis comprueban nuevamente un exceso en los niveles de
plaguicidas, el lote se destruye. Aunque el productor no percibe una sanción económica
directa, se ve imposibilitado para comercializar su mercadería, por lo que pierde las
ganancias. Por último, el productor queda sujeto a un seguimiento y nuevos muestreos
que se llevan a cabo en repetidas ocasiones, la vigilancia sólo cesa cuando se comprueba
que las condiciones son aptas para que se comercialice el producto.
10
De acuerdo a la página oficial del SENASA, la inscripción el Registro Nacional Sanitario de
Productores Agropecuarios (RENSPA) es obligatoria para todos los productores del país, incluyendo a
tenedores de animales. Su principal objetivo consiste en fortalecer el control sanitario preservando la
sanidad, calidad, higiene e inocuidad de los productos agropecuarios. Dicho trámite debe ser renovado
anualmente y es totalmente gratuito.
43
Según el inspector de SENASA consultado, dentro de los plaguicidas más
comúnmente detectados en exceso, se encuentran los insecticidas cipermetrina y
clorpirifos. Asimismo, indicó que recientemente se realizó una prueba piloto en cultivos
de soja, registrando excesos de glifosato, un químico que no suele encontrarse en altos
niveles en los muestreos hortícolas debido a que se trata de un herbicida total. Al
respecto, el entrevistado aseguró que: “Si SENASA comenzara a hacer análisis de forma
anual en cultivos extensivos, yo creo que se encontrarían muchos excesos. Hay
muchísimos factores que se pueden encadenar para que te de un exceso más allá de la
dosis aplicada, como por ejemplo la mala regulación de las maquinarias que produce
el goteo, o la aplicación cuando hay mucho viento, entonces, vos hiciste las cosas bien
pero esa deriva le llega a un vecino, en el caso del 2,4 -D es muy frecuente. O quizás a
veces es por el desconocimiento del productor. Yo diría que los que están asesorados
por un profesional son aquellos productores medianos o grandes, también algunos están
asesorados por el ingeniero que les vende el producto en la agronomía, que no es lo
mismo que aquel que va a campo a hacer muestreos de plagas para determinar el umbral
de daño y si conviene o no aplicar”.
El entrevistado indicó que los recursos tanto humanos como económicos se
concentran por zonas, teniendo prioridad los cinturones hortícolas más importantes del
país, entre ellas Mar del Plata, Rosario y La Plata. Por otro lado, si bien en la página
oficial de SENASA se pueden enviar denuncias, las mismas son elevadas directamente
a Buenos Aires. Según el inspector no es común recibir denuncias en las oficinas locales
del organismo, sino que las mismas suelen dirigirse a los niveles provinciales y
municipales.
Por último, destacó que aunque el SENASA no posee un perfil técnico sino
sanitario de control, suelen organizar charlas interinstitucionales con otros organismos
presentes en el territorio, tales como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA), con el fin de acercar información a los productores agrícolas de la zona. Esto se
debe a que consideran que: “Existe una línea delgada entre lo que es el control y lo que
es aprender determinadas técnicas productivas. Hay que empezar desde las bases para
después exigir, pero para eso es necesario capacitar antes”.
b. INTA
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dependiente del
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, cuenta con presencia en todo el país a
través de centros regionales, estaciones experimentales, centros e institutos de
investigación y unidades de extensión.
Se entrevistó a una ingeniera agrónoma trabajadora de la Agencia de Extensión
Rural Tandil perteneciente al INTA, quien tiene por principales áreas de trabajo el
44
adecuado uso de plaguicidas y la capacitación de mano de obra rural, de acuerdo a la
página oficial del citado organismo. La entrevistada aseguró que en las carteras de
proyectos del año 2019 se encuentran incluidos un enfoque en la disminución de riesgos
en la utilización de plaguicidas, las prácticas que impliquen un menor uso y la aplicación
bajo las correspondientes normas de seguridad. Posteriormente indicó que las principales
preocupaciones de los productores agrícolas que se acercan al organismo se encuentran
vinculadas a los efectos de la deriva y al daño sobre otros cultivos, la resistencia de los
plaguicidas generada sobre malezas y la gestión de envases vacíos. Por otro lado, expresó
que entre los aplicadores nota cierta preocupación por la imagen que la sociedad tiene
de ellos, destacando que en la última reunión que llevó a cabo INTA Tandil con
profesionales de esta actividad el tópico que surgió como demanda de los asistentes para
tratar en las próximas charlas fue la salud. Por último, en cuanto a las preocupaciones
compartidas por sus colegas ingenieros agrónomos se destacan la resistencia de las
malezas, el lavado y traslado de mosquitos y las mezclas entre productos.
En referencia a las capacitaciones que brinda el ente, señaló que desde el año
2002 se encuentra a cargo de brindar una jornada gratuita y obligatoria anual dirigida a
aplicadores, donde se tratan temáticas variadas, como por ejemplo, los colores de banda
de plaguicidas (clases toxicológicas), la importancia de leer e interpretar la información
contenida en los marbetes y las hojas de seguridad de los productos, los equipos de
protección personal requeridos para llevar a cabo la actividad, las condiciones climáticas
necesarias para aplicar y los instrumentos utilizados para medirlas. La misma jornada es
replicada por la entrevistada en las localidades de Lobería, Necochea, Ayacucho,
Dolores y Saladillo. Además, señalo que desde el INTA Tandil acompañan al Ministerio
de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires en el dictado de la capacitación
destinada a extender el carnet habilitante a aplicadores de plaguicidas. En cuanto a las
charlas dirigidas específicamente a productores agrícolas, aclaró que por lo general se
encuentran incluidos los temas relacionados al cultivo, las malezas y las plagas, sin
detenerse en las características de los plaguicidas.
Se consultó a la entrevistada cuales son, desde su punto de vista y experiencia en
el ámbito, las principales problemáticas vinculadas a la temática bajo estudio. Ante dicho
interrogante, aseguró que dentro de las mayores falencias se encuentra la falta de control
en la utilización de plaguicidas, haciendo referencia a la necesidad de contar con mayor
cantidad de recursos humanos destinados a ejercer el poder de policía, ya que señaló que
la persona dependiente del Ministerio de Agroindustria a cargo de controlar la actividad
abarca (además de Tandil) otros 11 partidos. La entrevistada hizo alusión en este caso a
la coordinadora de la Delegación Regional Fitosanitaria Zona V, quien también fue
entrevistada en el marco de la presente investigación. Asimismo, agregó que existe una
“mirada social” que obliga a controlar la actividad más incisivamente.
En cuanto a la utilización de la receta agronómica, agregó que no se encuentra
instalada, afirmando que: “Lo que pasa, es que lo que no está instalado es la receta
45
agronómica. El cogollo de todo esto es la receta agronómica, con esa receta está el
profesional mediando, sugiriendo. Nosotros como ingenieros agrónomos tuvimos una
movida grande porque se creó el colegio hace poco. No es excusa igual porque con el
colegio anterior podíamos recetar”. Cabe destacar que en enero del 2019 se creó el
Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires
(CIAFBA), quienes hasta ese momento se encontraban nucleados por el Colegio de
Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (CIPBA).
Consultada por los plaguicidas mayormente utilizados en el partido indicó que,
según lo que la entrevistada visualiza en las jornadas de recolección de envases vacíos,
el producto más utilizado es el glifosato. En cuanto a los insecticidas, aunque aclaró que
se encuentran sujetos a la plaga que surja en el año en cuestión, los más utilizados son
clorpirifos y cipermetrina. Por último, estableció que los productores utilizan marcas
genéricas o alternativas, avaladas por SENASA.
7.1.1.2 Nivel provincial
a. Dirección de Fiscalización Vegetal
Se entrevistó a la coordinadora de la Delegación Regional Fitosanitaria Zona V,
dependiente de la Dirección de Fiscalización Vegetal, perteneciente al Ministerio de
Agroindustria de la provincia de Buenos Aires.
La entrevistada estableció que su principal función es fiscalizar el cumplimiento
de la Ley Provincial N° 10.699, lo cual implica mantener actualizado el registro para
empresas formuladoras y aplicadoras de plaguicidas (el cual tiene obligatoriamente una
reinscripción anual); llevar a cabo las capacitaciones a cargo del Ministerio de
Agroindustria que tienen como fin último la concesión del carnet habilitante, que permite
llevar a cabo la actividad a las empresas de aplicación inscriptas en el mencionado
registro; y por último, visitar los campos en caso de recibir denuncias. Al respecto,
afirmó que aquellas empresas que tercerizan el servicio de aplicación de plaguicidas
deben inscribirse en el registro oficial, aplicar solo en caso de contar con receta
agronómica (que desde el año 2016 es digital, y a partir del 1° de enero del año 2019 es
sin costo), y contar con todos sus operarios debidamente capacitados. Dichos operarios
acceden al carnet habilitante al asistir y aprobar la capacitación brindada por el
Ministerio, la cual consta de un módulo básico donde se abordan distintas temáticas,
entre ellas manejo seguro de agroquímicos, protecciones personales, cargas, agua,
salinidad, regulación de picos y las derivas. La duración de la capacitación es de un dia,
al final de la jornada se realiza un examen teórico y una práctica a campo, donde se
calibra una máquina (con agua) y se realizan muestreos con tarjetas hidrosensibles. Los
operarios que cuentan con máquinas propias y no pertenecen a ninguna empresa pero
46
que quieran realizar el curso, pueden hacerlo, obteniendo un certificado de capacitación
al finalizar el mismo. Asimismo, afirmó que muchos productores particulares anotan su
maquinaria como una empresa, debido a que poseen un campo en cierta zona y arriendan
un lote en otra. De esta forma, evitan problemas en el traslado en caso de que policía
ecológica o patrulla rural hiciera controles en la ruta. Dentro de los requisitos básicos
para inscribirse en el registro de empresas de control de plagas, para las personas físicas
se requiere una declaración jurada, una planilla de declaración de maquinarias a utilizar,
las pólizas de seguro contra responsabilidad civil, el certificado de buena salud del
operario, el Documento Nacional de Identidad y el certificado de capacitación del
operario o carnet habilitante. Si se tratara de una empresa constituida, se le solicita
además el acta constitutiva de la razón social y el acta de designación de autoridades.
Asimismo, aclaró que las empresas que comercializan plaguicidas deben contar con un
asesor técnico, requisito no válido para las empresas de aplicación que deben manejarse
exclusivamente con la receta agronómica.
La coordinadora expresó que es responsabilidad tanto del aplicador como del
productor contar con la receta agronómica al momento de tratar el lote con plaguicidas,
y que cada productor debería tener su asesor técnico (ingeniero agrónomo) para que lo
asesore en la decisión de gestión del cultivo. En cuanto a la utilización de recetas en la
práctica, afirmó que: “Estuvieron en la disyuntiva durante mucho tiempo si se creaba o
no el colegio de ingenieros agrónomos y ahora se creo, osea que ya no deberían tener
más disyuntiva. Pero algunos son reticentes a hacer la receta porque están
acostumbrados a que mandan por WhatsApp, pero tiene que haber una prescripción
profesional… porque habla de las buenas prácticas de aplicación, de la responsabilidad
profesional y la jerarquiza a la profesión”.
Consultada por la existencia de empresas formuladoras de plaguicidas en la
provincia de Buenos Aires, indicó que según el registro del Ministerio se contabilizan
40 empresas habilitadas. Asimismo, estableció que en el parque industrial de la ciudad
de Tandil se encuentra registrada una empresa formuladora de coadyuvantes, y la
siguiente más cercana a dicha localidad se radica en Ayacucho. En cuanto a las
agronomías habilitadas, al momento de la entrevista (realizada en agosto de 2019), la
coordinadora indicó que eran 31 las que figuraban en el registro de Agroindustria. Sin
embargo, en diciembre del mismo año sólo se encontraron 19 empresas bajo la categoría
de “expendedores” en el listado de establecimientos inscriptos del Ministerio.
En cuanto a la fiscalización de la correcta utilización de plaguicidas, aclaró que
ella solo se traslada a los campos cuando recibe denuncias. Entre las últimas recibidas,
se encuentra una radicada recientemente en la localidad de Gardey debido a que tres
aplicadores estacionan los equipos en la puerta de sus domicilios (zona urbana), además
de aplicaciones cercanas a escuelas rurales. Asimismo, a raíz de la próxima entrada en
vigencia de la Resolución 246/2018 del Ministerio de Agroindustria se realizó un
convenio de colaboración entre el mencionado ministerio y los municipios de la
47
provincia. A través del mismo se trabaja en conjunto para detectar lotes cercanos a
escuelas, centros de salud, zonas recreativas, áreas urbanas y residenciales extraurbanas
y posteriormente comunicar a los productores que quedan comprendidos por estas zonas
de amortiguamiento las principales modificaciones que contempla la normativa. Entre
las principales modificaciones, los productores deben contar con la receta agronómica y
la presencia de un profesional antes, durante y después de la aplicación, además de tener
el deber de contratar a una empresa de aplicación que se encuentre inscripta en el registro
provincial (no pudiendo ser propia).
Sobre el destino de los envases de plaguicidas vacíos, la entrevistada expresó que
el Ministerio de Agroindustria participa activamente con todos los municipios para la
organización de los Centros de Acopio Transitorios (CAT). Además, ponen en contacto
a los productores con los CAT más cercanos (en la zona se encuentran en Balcarce,
Necochea, y existe uno privado en Benito Juárez). Confirmó que se trata de una temática
que se aborda en las capacitaciones, ya que es una problemática instalada. Declaro que
habitualmente el productor quiere que el aplicador se lleve los bidones del campo,
aunque no es responsabilidad de este último: “El productor tendría que estar armando
un CAT provisorio en cada establecimiento hasta que lo lleve al lugar definitivo, y no
dejarlos en la tranquera ni en galpones, ni al lado del molino”.
Al preguntarle cuales son las mayores dificultades que se presentan a la hora de
llevar a cabo su trabajo, destacó la carencia de recursos tanto económicos como
humanos. De acuerdo a la página oficial del Ministerio de Agroindustria, la Zona V a
cargo de la coordinadora comprende los partidos de Las Flores, Rauch, Ayacucho,
Tandil y Lobería. Asimismo, la entrevistada indicó que, a pesar de estar a cargo de la
zona V, en total trabaja en 24 partidos, siendo 9 fiscalizadores en total para cubrir el área
en cuestión, de los cuales 3 trabajadores se jubilan a fines de año del 2019: “La Dirección
de Fiscalización Vegetal no cuenta con recursos ni personal y yo en las capacitaciones
lo digo, porque todos nos preguntan por qué no hacemos más”. La Delegación funciona
en una oficina cedida por la Sociedad Rural, donde además de la coordinadora trabaja
personal de ganadería que tampoco cuenta con espacio físico donde desempeñarse, por
lo que comparten el lugar. En conclusión, Fiscalización Vegetal en el área bajo estudio
queda totalmente a cargo de la entrevistada. La oficina cuenta con servicio de internet
gracias a la Comisión de Lucha contra las Plagas Agrícolas, y al momento de la entrevista
la coordinadora aseguró que se le debía seis meses de viáticos en combustible, necesario
para dirigirse a los campos a fiscalizar denuncias y cumplir con su deber. “En total en
toda la provincia somos 35 fiscalizadores. Siendo una provincia netamente agrícola,
deberíamos tener más personas y más recursos también. Acá nosotros tenemos equipos
de computación que los pagamos nosotros, los insumos y los arreglos los pagamos
nosotros. El Ministerio únicamente nos paga el teléfono. Estamos acá de prestados
porque hasta el gas y la luz lo paga la Sociedad Rural”.
48
7.1.1.3 Nivel municipal
a. Dirección de Asuntos Agropecuarios y Dirección de Ambiente de la
Municipalidad de Tandil
En el Municipio de Tandil se entrevistó a los directivos de dos áreas vinculadas
con la temática bajo estudio: la Dirección de Asuntos Agropecuarios y la Dirección de
Medioambiente. Es importante destacar que al consultarles sobre las funciones y los
objetivos de ambas direcciones, los entrevistados desconocían la existencia de algún
documento que estableciera cuál es su ámbito de injerencia, por lo que con el objetivo
de definir las incumbencias de las áreas y completar el cuadro de organismos
gubernamentales, las mismas fueron definidas a lo largo de las entrevistas. A raíz de lo
anteriormente expuesto, se les consultó cuales son las actividades que desarrollan
habitualmente vinculadas al uso y comercialización de plaguicidas. Al respecto, el
director de Asuntos Agropecuarios indicó que sus funciones son acompañar al municipio
en la reubicación de las agronomías de la ciudad al Polo Estratégico previsto en el predio
“La Huerta” (de acuerdo a la Ordenanza 13.371) y en la creación de un Centro de Acopio
Transitorio de envases vacíos de plaguicidas para el partido de Tandil. Por otro lado, el
director de Medioambiente enumero el acompañamiento al municipio en la creación de
un Centro de Acopio Transitorio de envases vacíos de plaguicidas para el partido de
Tandil; contribuir a la disminución del impacto de las actividades agrícolas en la
población y el ambiente; capacitar aplicadores de plaguicidas; recibir denuncias por parte
de la ciudadanía y brindar asesoramiento a todo productor, fumigador o persona
interesada sobre la ordenanza vigente en la temática.
Ambos directores coincidieron en notar cierta exigencia o presión por parte de la
sociedad en relación al uso de plaguicidas, y en la necesidad de una actualización en la
Ordenanza municipal vigente. Al respecto, el director de Asuntos Agropecuarios destacó
la necesidad de crear zonas de monitoreo constante (en reemplazo de las llamadas zonas
de amortiguamiento que propone provincia), donde se practiquen aplicaciones de forma
extremadamente controlada, o bien, agroecología. En la misma línea, el director de
Medioambiente estableció que la principal discusión al tratar un cambio en la ordenanza
estará centrada en el corrimiento de la frontera de metros a partir de la cual esté permitido
aplicar, teniendo en cuenta la creciente urbanización de la zona rural.
Otro punto en el que estuvieron de acuerdo fue en lo que consideraron el éxito
de la campaña de recolección de envases vacíos de plaguicidas llevada a cabo por el
municipio en el mes de marzo de 2019. Sin embargo, el director de Asuntos
Agropecuarios aseguro que es necesario hacer hincapié en capacitaciones sobre
manipulación segura de los envases: “Nos tocó vivir que el dia de la campaña algunos
productores pincharon el envase en el momento”. Asimismo, coincidieron en el trabajo
interinstitucional que llevan a cabo en relación a la temática. Los directores aseguraron
49
estar en continuo contacto con la coordinadora de la Delegación Regional Fitosanitaria
Zona V, INTA, Bromatología, el Colegio de Ingenieros Agrónomos, AAPRESID, la
Mesa de Escuelas Rurales y la Dirección Ecológica de Bomberos.
Por otro lado, si bien ambas dependencias reciben denuncias, solo la dirección
de Medioambiente cuenta con un registro de aplicadores. Consultados por la cantidad de
denuncias relevadas en la mencionada dirección afirmaron que: “Acá te enterás cuando
empieza la campaña de gruesa y cuando empieza la campaña de fina porque viene gente
a denunciar”. Además, se le preguntó al director de Medioambiente si los productores
se acercan con inquietudes vinculadas a la gestión de envases vacíos, a lo que respondió
que existen casos en los que sí, aunque los que se destacan mayoritariamente son los
aplicadores debido a que se encuentran en continuo contacto con los plaguicidas: “Si
tuviera que poner un orden te diría que los aplicadores y los que se dedican a cosechar
o limpiar cereal son los más interesados en cambiar algo, porque son los que están más
en contacto. Yo creo que van a ser el actor principal después. En segundo lugar los
productores y las agronomías”. Asimismo, ninguna de las direcciones posee un registro
de los plaguicidas mayormente comercializados o utilizados en el partido. Al respecto,
el director de Asuntos Agropecuarios indicó que el dato podría relevarse a través de las
recetas agronómicas digitales, aunque debido a la escasa implementación de la misma
no se tiene un dato fidedigno: “Hoy en día está digitalizada la receta, por eso yo me
entero cuantas recetas verdaderamente se hacen en el partido. Y yo se que no se está
haciendo. Yo creo que a la brevedad vamos a ir entrando en razón, me parece, por la
fuerte demanda de la sociedad. Cada dia va a haber una mayor toma de conciencia”.
En cuanto a la Ordenanza 13.371 que regula la ubicación de los depósitos de
productos plaguicidas, el director de Asuntos Agropecuarios señaló que el traslado
tendrá como destino final un Polo Agroindustrial proyectado en el acceso a la base aérea,
más específicamente en el predio denominado “La Huerta”. El director de la mencionada
dependencia municipal señaló que existe una relación fluida entre el ente gubernamental
y los propietarios de las agronomías, afirmando que se encuentran trabajando en
conjunto. En dicho Polo Agroindustrial se proyecta además la instalación de un Centro
de Acopio Transitorio de envases vacíos, en el que se tiende a informatizar el circuito
del residuo a través del CUIT del productor agrícola, desde que adquiere el envase hasta
que realiza la debida entrega del mismo, bloqueando la opción de adquirir más
plaguicidas en caso de que no se cumpla con el requisito de presentar el comprobante de
la entrega del envase. Posteriormente, desde el Centro de Acopio Transitorio se enviarían
los bidones a empresas de destino seguro, quienes otorgarían un certificado al CAT por
el total de envases recibidos. En relación a esto, el entrevistado refirió que: “Hoy en día
existe la presión o exigencia por parte de OPDS hacia quien tiene que instalar los
centros de acopio, o al menos garantizar el funcionamiento, que es la fundación CAMPO
LIMPIO. La fundación está ligada a las cámaras productoras, expendedoras y
comercializadoras de agroquímicos. Campo limpio nos dijo el año pasado que
50
instalarán un centro de acopio modelo en Tandil y otro en 9 de Julio. Estamos a la
espera, y la espera se está agotando, entonces estamos pensando desde el municipio en
otras alternativas que nos garanticen la instalación”.
7.1.2 Asociaciones Civiles
En la categoría asociaciones civiles se encuentran la Sociedad Rural Tandil, el Círculo
de Ingenieros Agrónomos de Tandil (CIAT) y el Colegio de Ingenieros Agrónomos y
Forestales de la Provincia de Buenos Aires (CIAFBA).
a. Sociedad Rural Tandil
Se entrevistó al presidente de la Sociedad Rural Tandil, perteneciente a la
Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (CARBAP), quien
expresó que el número de socios activos en el partido de Tandil es de 380 personas, lo
que representa aproximadamente (según el entrevistado) un 30% de los campos de la
localidad. En cuanto a la función que cumple la Sociedad Rural, indicó que se trata
básicamente de asesoramiento contable y jurídico, trámites de guía y marca para los
propietarios de animales, servicios de feria y remates de hacienda, alquiler de salones
para fiestas, entre otras. Además, indicó que realizan reuniones técnicas para
productores. Las mismas son abiertas, ya que no es necesario ser socio para participar
de ellas. Asimismo, estableció que cuentan con ingenieros agrónomos, abogados y
contadores a disposición para asesoramiento, y en caso de que la consulta supere la
capacidad de la sede, es elevada a CARBAP, con quien se reúnen el último jueves de
cada mes para tratar las problemáticas que surgen en las distintas regionales. Asimismo,
indicó que participan en las jornadas obligatorias dirigidas a aplicadores para obtener el
carnet habilitante, donde trabajan conjuntamente con la municipalidad y el INTA Tandil.
Consultado por su opinión respecto al aumento en el uso de plaguicidas tanto en
el partido como en toda la región, expresó que se trata de productos necesarios para la
producción de alimentos y que actualmente no podrían dejar de utilizarse: “es un mal
necesario”. Por otro lado, expresó que la principal discusión en torno a la legislación, se
encuentra vinculada a la cantidad de metros a partir de los cuales se encuentra permitida
o restringida la actividad: “Lo más hablado, lo más discutido son las distancias entre
los poblados, las escuelas rurales o los cauces de agua”.
51
b. Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos
Aires (CIAFBA)
El 19 de enero del año 2019 a través de una Asamblea Extraordinaria Constitutiva
llevada a cabo en la ciudad de La Plata, se consolidó el Colegio de Ingenieros
Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires. De esta forma, los ingenieros
agrónomos bonaerenses se independizaron del Colegio de Ingenieros de la Provincia de
Buenos Aires, organismo que los nucleaba previamente. La ley 15.030 indica la creación
del colegio, detallando en su artículo 5 los deberes y atribuciones que se le asignan.
Se realizó una entrevista al secretario de la región sudeste del CIAFBA, quien
señaló que la misión del colegio es la representación y la jerarquización de la profesión
de los egresados de la ingeniería agronómica. A fin de cumplir con lo anteriormente
mencionado, ejercen el control de la matrícula en todo el ámbito de la provincia, actúan
en casos de ejercicio ilegal de la profesión, asesorando en asuntos de incumbencia,
regulan honorarios mínimos, propenden a la mejora de sus matriculados desde el punto
de vista científico, laboral, moral y previsional, colaboran con autoridades
gubernamentales y académicas en el seguimiento y desarrollo de planes de estudios,
propuestas y políticas en el sector. Por otro lado, indicó que el colegio se encuentra
dividido en cuatro regiones: norte, centro, sur y sudeste. Esta última tiene su sede central
en la ciudad de Tandil. Asimismo, aclaró que en los meses que lleva en actividad, el
colegio ha sumado en total a 2.500 matriculados en toda la provincia, de los cuales 500
corresponden a la región sudeste. En el partido de Tandil los matriculados rondan los
100 profesionales, estimando que dicho número corresponde a un tercio de los ingenieros
agrónomos que desarrollan sus actividades en el área.
Al consultarle sobre las capacitaciones que se llevan a cabo, explicó que han
participado en calidad de organizador junto a la Dirección de Sanidad Vegetal en talleres
de actualización en el uso de agroquímicos en el marco del cumplimiento de la Ley N°
10.669, además de haber participado de las jornadas de producción responsables que
organiza anualmente el Círculo de ingenieros agrónomos de Tandil (CIAT), donde se
abordan temáticas vinculadas a los impactos de la actividad agropecuaria, alternativas
productivas responsables y la gestión ambiental de empresas agropecuarias.
Por último, se le preguntó cuál es su opinión respecto a las principales
problemáticas del uso de plaguicidas en el partido, respondiendo que: “Los cambios en
las normativas no deben basarse exclusivamente en la prohibición del uso de algunos
insumos, sino en la utilización racional de los mismos, el control profesional de su
aplicación y su utilización”.
52
c. Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil (CIAT)
Se entrevistó al actual y al ex presidente del Círculo de Ingenieros Agrónomos
de Tandil (CIAT), a fin de conocer el rol del organismo dentro de la red de uso y
comercialización de plaguicidas en el partido de Tandil.
Según lo expresado por el ex presidente del CIAT, se trata de una agrupación de
profesionales de la carrera ingeniería agrónoma, formada para la discusión de temas
técnicos, con el fin de realizar un intercambio de conocimiento entre colegas. Es una
asociación civil sin fines de lucro que actualmente cuenta con 80 matriculados, los cuales
representan aproximadamente un 15% de los ingenieros agrónomos que ejercen la
carrera en la ciudad. En cuanto al motivo de su creación, indicó que los profesionales se
agruparon con el objetivo de dar solución a problemáticas técnicas, generar un
intercambio y promover la capacitación continua de sus miembros, fomentando al
mismo tiempo la actividad profesional.
Consultado por las temáticas que se abordan en las charlas, jornadas y talleres
que organiza el CIAT, afirmó que a principio de cada año se toma la decisión de cuáles
serán los temas en los que se hará hincapié. En los últimos años las reuniones giraron en
torno a la correcta nutrición de cultivos, las correctas labores de siembra, de confección
de forrajes conservados, seminarios de actualización de cultivos de fina y gruesa, entre
otras. Asimismo, desde hace tres años consecutivos se organizan jornadas de producción
responsable que, según el entrevistado, tienen como principales características por un
lado una mirada crítica sobre el manejo de los sistemas vinculado a la utilización de
plaguicidas y por otro, la presentación de casos que se están llevando adelante en la zona
(ya sean con uso de plaguicidas, de transición o agroecológicas), donde se analizan los
niveles de producción, los resultados económicos, la degradación del recurso suelo, la
contaminación de agua, entre otros aspectos. En relación a esto, el entrevistado aclaró
que: “Por lo general las propuestas tienen un hilo conductor o similitud y es que no son
simplificadas, independientemente de si usan o no agroquímicos. Son de alto nivel, de
estar pensando en sistemas y procesos, con o sin agroquímicos, es lo que llamamos no
simplificado, de manera que cuando entra un agroquímico entra con alto nivel de
eficiencia y no hay externalidades asociadas a eso”. Por otro lado, agregó que en la
última jornada se introdujo el concepto consumo responsable referido al ciclo de vida de
los productos elaborados y se discutió el rol de los ingenieros agrónomos en “escenarios
no simplificados”. A la hora de planificar y ejecutar las capacitaciones, talleres y demás
encuentros, el círculo establece vínculos con instituciones como el Colegio de Ingenieros
Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires, INTA, la Universidad
Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), el municipio de Tandil
(especialmente con las direcciones de Medio Ambiente y de Asuntos Agropecuarios), la
Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), la Asociación
Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), y con
empresas locales y multinacionales vinculadas al rubro.
53
Por último, al cuestionarlo sobre las principales inquietudes respecto al uso de
plaguicidas en la región, refirió que: “Como preocupación ya no como círculo, sino
personal, es la no visualización de sistemas estables sin uso de agroquímicos para
cultivos de alto valor agregado. No visualizo yo que se estén llevando adelante
propuestas exitosas que puedan ser llevadas adelante en superficies medianas a bajas
asociadas a cultivos de alto valor (estoy pensando mas que nada en producciones
frutihortícolas) que contemplen el no uso de agroquímicos”.
Por otro lado, el actual presidente del Círculo de Ingenieros Agrónomos Tandil
enumeró las principales funciones del mismo, destacando el sostenimiento de la
profesión a través de la organización de jornadas y la presencia en distintos ámbitos de
la comunidad a través de distintas mesas intersectoriales. Aseguró que actualmente
existe cierta preocupación entre los miembros, debido a que consideran que han sido
injustamente atacados, expresando que: “Muchos de la profesión están relacionados con
la venta de productos, para lo cual no fuimos preparados en la facultad. O sea, relaciona
la agronomía con la venta de productos de agroquímicos, de semillas, de fertilizantes.
Es como una asociación que se hace y en realidad la profesión es mucho más amplia.
Tiene en cuenta la administración, la gestión del campo, la conservación del suelo, la
generación de alimentos, tiene infinidad de matices la profesión”.
Posteriormente se le preguntó al entrevistado si poseen formación en
agroecología dentro del plan de estudios de la carrera de ingeniería agrónoma, a lo que
respondió que sí, ya que como principal ventaja respecto a otras profesiones vinculadas
a la actividad rural destaca la visión sistémica con la que son instruidos, abordando
temáticas como edafología y climatología. Por otro lado, aseguró que: “El tema está en
el desfase posterior que se produce después de la facultad. La realidad socio económica
actual hace que el ingeniero agrónomo se vaya a una agronomía y se transforme en
vendedor de productos, cuando en realidad la agronomía tiene que tener un ingeniero
agrónomo asesor técnico con firma, con certificación, con receta, con todo como si fuera
un médico, y un vendedor. Pero acá para hacerla más barata hacemos todo junto”. A
continuación afirmó que para lograr producir bajo un sistema agroecológico es necesario
el acompañamiento del Estado mediante políticas públicas que busquen subvencionar a
los productores agrícolas que se inician en la transición otorgando ciertos beneficios
como por ejemplo quita de impuestos o facilidades de crédito: “Todos los países que
adoptan los sistemas agroecológicos como Estado, le dicen al productor ́ toma acá tenes
300 dólares por hectárea para pagar lo que dejas de producir para hacer agroecología´.
Así cualquiera, yo hago agroecología mañana. El problema es que en la situación de
nuestro país van a pasar muchos años para que se pueda retrotraer la situación. Porque
el tema es que nacimos 10 mil años tarde. ¿Quién no quiere producir? el tema es que si
producís 50% o 40% o 30% o 20% menos por aplicar alguna situación, ¿quién pone la
diferencia? Hoy en Tandil si vos aplicas a todo el partido de Tandil agroecología los
índices de producción se vendrían un 30% abajo, porque es un proceso, capaz que
dentro de 10 años empezás a producir con los rindes que tenías hoy”.
54
7.1.3 Privados
Por último, los privados identificados fueron los centros comercializadores de
agroinsumos (agronomías), los aplicadores de plaguicidas tanto aéreos como terrestres
y los productores agrícolas.
a. Establecimientos comercializadores de plaguicidas (Agronomías)
De acuerdo al listado de establecimientos inscriptos11 exhibido en la página
oficial de la Dirección de Fiscalización Vegetal, dependiente del Ministerio de
Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, en el partido de Tandil existen 19
agronomías habilitadas bajo la categoría de “expendedores”. En el presente trabajo de
investigación se entrevistó a 10 de ellas, las cuales constituyen aproximadamente la
mitad del total de empresas vendedoras de agroinsumos en el área de estudio. Es
importante aclarar que a raíz de la prórroga de la Ordenanza Municipal N° 13.371 que
regula la ubicación de los depósitos de productos fitosanitarios, fitorreguladores de
crecimiento y/o fertilizantes, todas las agronomías cuentan con una habilitación
provisoria, hasta que sean radicadas en el lugar que dicte la futura reglamentación de la
normativa.
Entendemos por agronomías a todos los espacios físicos que ofician de centros
comercializadores o expendedores de productos destinados al uso agrícola, entre ellos
plaguicidas. Cabe destacar que de acuerdo a la Ley Nacional N° 27.279 se entiende por
comercializador a “toda persona física o jurídica que comercialice productos
fitosanitarios”.
En cuanto al origen de los plaguicidas, de acuerdo a lo expresado por los
entrevistados existen dos situaciones posibles, los plaguicidas se importan ya
formulados, o bien se importan los ingredientes activos y posteriormente la formulación
se realiza en Argentina. Al respecto, todas las agronomías consultadas coincidieron en
que si bien existen empresas nacionales que formulan los productos, en todos los casos
los principios activos necesarios para su fabricación provienen del extranjero. Una vez
importados dichos activos, en el país se añaden coadyuvantes y productos inertes. Los
principios activos se importan desde diversos países, tales como China, Japón, India,
Malasia, entre otros. En el caso del glifosato, por ejemplo, los entrevistados indicaron
que el principio activo es importado desde China en forma sólida, para luego ser
11
Los datos se encuentran actualizados a diciembre de 2019 y fueron extraídos de la página oficial de la
Dirección de Fiscalización Vegetal dependiente del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos
Aires:
http://www.maa.gba.gov.ar/sistemas/consultas/establecimientos/establec_agroquimicos_habilitados.php
55
formulado en Argentina. Otro ejemplo citado fue la formulación de atrazina, que se lleva
a cabo en la provincia Tierra del Fuego.
Consultados por la posibilidad de adquirir los plaguicidas a través de internet, en
la totalidad de los casos afirmaron que la empresa no cuenta con una página o plataforma
donde los clientes puedan comprar los insumos. Generalmente, se utilizan las redes
sociales, el correo electrónico o comunicaciones telefónicas para hacer el primer
contacto con los productores, pero las compras se concretan personalmente. Sin
embargo, destacaron que en determinadas páginas (ej. agrositio.com.ar) es posible
adquirir semillas curadas, mientras que en Mercado Libre (mercadolibre.com) se pueden
comprar plaguicidas.
Respecto al uso de receta agronómica a la hora de comercializar los plaguicidas,
se obtuvieron diversas respuestas. La mitad de las agronomías afirmó que la venta
siempre se hace con receta, siendo la única excepción los productos domisanitarios como
por ejemplo raticidas y hormiguicidas. Las cinco agronomías restantes aseguraron que,
en la práctica, la receta agronómica no se utiliza ni se exige al momento de adquirir el
plaguicida. Esto ocasiona que comúnmente el producto se comercialice aunque el cliente
no cuente con dicha documentación. Generalmente las agronomías brindan un remito al
despachar los productos, el cual lleva la firma del técnico responsable, quien certifica
que los mismos se encuentren cerrados y en condiciones de ser entregados al cliente. En
una de las agronomías entrevistadas, se destacó que la falta de uso de recetas
agronómicas se encuentra ligado a que la mayoría de los productores no cuenta con un
asesor profesional que lo acompañe en las decisiones, quedando las mismas a criterio
del cliente. Esto último, sumado a la falta de variación en el uso de plaguicidas
(principios activos) provoca la resistencia en malezas y por ende, un uso cada vez mayor
de herbicidas: “El glifosato por ejemplo se usa un montón, entonces si tienen rama
negra, gramilla o malva le tiran glifosato. Si no funcionó le tiran otra dosis de glifosato,
si tampoco funciona le ponen otra dosis de glifosato. Y hay que ir variando y mezclando
los principios activos para lograr una sinergia”. En otra agronomía consultada
informaron que los productores solo pueden hacer 5 recetas por campaña, y los paperos
clientes hacen fácil, 25 aplicaciones de fungicidas por campaña. Frente a esta situación,
el entrevistado expresó que “lo que hacen es arrancar mintiendo... cada tanto hacen una
receta con todo lo que ya aplicó”. El total de los entrevistados estuvieron de acuerdo en
que no existe límite para la compra de productos, sin importar su clase toxicológica.
Se le consultó a los entrevistados si la venta es pareja a lo largo del año, a lo que
todos contestaron que la comercialización es sectorizada, presentando dos grandes picos
relacionados con los ciclos biológicos de los cultivos. En la campaña de fina, se realiza
el barbecho en el mes de abril, el cual consiste en el control de malezas previo a la
siembra. Por ende, la mayor demanda se concentra en los meses de abril a junio. En
cuanto a la campaña de gruesa, los meses de más venta de insumos van desde agosto
hasta octubre. Si bien la compra de productos puede realizarse durante todo el año, la
demanda se concentra mayormente en esos períodos. En el caso particular de una de las
agronomías que se encuentra abocada al sector papero, la venta se intensifica en los
56
meses de noviembre, diciembre y enero. Un caso particular que debe ser mencionado es
la prohibición de aplicación del herbicida 2,4 - D durante los meses que van desde
octubre hasta marzo. Según los entrevistados, dicha prohibición es respetada por parte
de productores agrícolas y pulverizadores debido a los litigios legales provocados por
problemas de derivas en los campos vecinos, los cuales obligaron a resarcir el daño con
compensaciones económicas.
En cuanto a los criterios que utilizan los productores para elegir los plaguicidas
utilizados, se destacan las recomendaciones del profesional que los asesora según las
especies a eliminar (maleza, insecto o especie fúngica), y la eficiencia y el precio del
producto. Por otro lado, la toxicidad y el color de banda del plaguicida no son tenidos en
cuenta a la hora de decidir la compra por la mayoría de los productores, de acuerdo a lo
expresado por los entrevistados. Sin embargo, aseguraron que en algunas situaciones
puntuales como por ejemplo en el caso de que el cliente sea el propietario del lote, y en
campos cercanos a zonas periurbanas o escuelas rurales, los productores están
empezando a tener en consideración la compra de productos banda verde por sobre otro
color, sobre todo en el caso de los insecticidas.
Asimismo, en una de las agronomías afirmaron que los clientes son reticentes a
utilizar productos genéricos o no conocidos. En la misma línea, una de las entrevistadas
aseguró que la diferencia se encuentra en la escala de producción. Mientras que aquellos
productores que poseen lotes de grandes extensiones no suelen comparar precios y
buscan marcas reconocidas, los productores que cuentan con una reducida cantidad de
hectáreas sí le otorgan más importancia a el valor monetario de los insumos, estando
dispuestos a adquirir productos genéricos. Por otro lado, todas las agronomías coinciden
en que los plaguicidas con banda color verde han incrementado en número a lo largo de
los años, mientras que en la actualidad no comercializan productos banda roja. No solo
las empresas han hecho hincapié en la producción de plaguicidas menos tóxicos, sino
que además muchos insumos banda roja se han dejado de usar por normativa, como por
ejemplo el furadan. En cuanto a la relación precio y eficiencia entre los insumos banda
verde y banda roja, se desprende que los primeros son más costosos.
Al preguntarles si se explica a los clientes sobre los recaudos a tomar para la
manipulación de los productos, en la mayoría de los casos contestaron que solo hacen
recomendaciones de manipulación en caso de que el producto comercializado sea banda
roja o se trate de un nuevo producto que ingresó recientemente en el mercado, además
los entrevistados hicieron mención a que se solicita al cliente que preste atención a las
indicaciones del marbete. También se destacó que desde la agronomía se extiende un
remito cuando se realiza la entrega del producto, sin embargo dicho remito no posee
recomendaciones de uso, sino que el mismo cuenta con la leyenda: “acción y
dosificación según marbete, no habilita la aplicación”. Generalmente el que compra el
insumo es el productor agrícola, por lo que los locales de venta de agroinsumos no tienen
contacto directo con los aplicadores. Uno de los entrevistados aseveró que en muchos
casos el aplicador no tiene interacción con el técnico que asesora al cliente, siendo el
57
mismo productor el que le comunica a la persona a cargo de la fumigación los insumos
que debe utilizar.
En cuanto al destino final de los envases vacíos se enumeraron distintas
situaciones, entre ellas el acopio en distintos sectores del campo, el depósito en los
molinos, la quema y el reciclado del plástico en empresas dedicadas a ese fin. La gestión
de bidones vacíos se dificulta debido a la distancia al Centro de Acopio Transitorio
(CAT), ya que el más cercano se encuentra en la localidad de Benito Juárez.
Por último, cabe destacar que dos de los entrevistados reflexionaron sobre la
posibilidad de prescindir de los plaguicidas en la producción de alimentos, coincidiendo
ambos en que sin dichos productos, no sería posible alimentar a la población mundial,
considerando utópica una realidad en la que se produzca globalmente de manera
agroecológica. Al respecto, uno de ellos indicó que: “No se podría producir la cantidad
de alimentos necesaria para alimentar al mundo sin agroquímicos, nos moriríamos de
hambre. Y el día que realmente se decidiera producir sin agroquímicos, ahí tendríamos
que trabajar muchísimo más nosotros los ingenieros agrónomos, porque tendríamos que
agarrar el librito realmente. Aprender a asesorar en base a ciclos biológicos, ADN,
edafología, climatología”.
b. Empresas aplicadoras y fumigadores particulares aéreos y terrestres
Con el fin de conocer más sobre los plaguicidas utilizados en el partido, se
entrevistó a dos fumigadores terrestres (particulares y tercerizados), así como una
empresa de aplicación en plantas de acopio, una empresa formuladora de aditivos que
además se dedica por un lado a asesorar y capacitar en campo a aplicadores y por otro a
llevar a cabo la calibración de equipos, y por último, una empresa especializada en
fumigaciones aéreas. De acuerdo al listado del Ministerio de Agroindustria12, en el
partido de Tandil se encuentran registradas 3 empresas de aeroaplicación y 61
aplicadores agrícolas terrestres.
En correlación con lo relevado en los lugares que comercializan agroinsumos,
uno de los aplicadores terrestres entrevistados aseguró que la prohibición en la aplicación
del herbicida 2,4-D desde octubre hasta el mes de marzo se debe a la volatilidad del
producto y los problemas que esto conlleva en los cultivos y poblaciones aledañas (la
restricción se plasma en la Resolución 167/16 del Ministerio de Agroindustria de la
provincia de Buenos Aires). Asimismo, afirmaron que los productos con banda color
roja han ido disminuyendo con el paso del tiempo, dando lugar a otros con banda verde,
coincidiendo con la información brindada por las agronomías entrevistadas.
12
Datos actualizados a diciembre de 2019, extraídos desde la página oficial del Ministerio de
Agroindustria:
http://www.maa.gba.gov.ar/sistemas/consultas/establecimientos/establec_agroquimicos_habilitados.php
58
Por otro lado, los aplicadores terrestres consultados coincidieron en que en la
práctica la receta agronómica no se utiliza. Al respecto, un aplicador aseguró que: “Nos
prohíben cargar agua de los arroyos, que me parece bien, pero vamos a campos
gigantes donde no hay agua, no hay nada, no hay gente que te de las órdenes de
aplicación, que te de la receta agronómica. La receta no se está usando, en ese sentido
falta un montón. Nadie quiere firmar la receta, nadie se quiere hacer cargo”.
De las entrevistas realizadas se destaca que en los últimos años el rubro ha
sentido una presión social que ha ido en incremento, cuestionando sus prácticas y
actividades. Al respecto, uno de los fumigadores consultados aseguró que no se opone
al aumento de controles, aunque sí está en desacuerdo con que se delegue toda la
responsabilidad en el aplicador, considerándolo el último eslabón de la cadena de
producción. En este sentido, indicó que con el fin último de no perder clientes debe
seguir las órdenes de quien lo contrata aunque esto signifique aplicar plaguicidas en
cercanías de un arroyo o ruta, por lo que deberían endurecerse los controles a los
productores agrícolas y dueños de campos. Asimismo, afirmó que el poder de policía
para realizar los correspondientes controles y responder a las denuncias vinculadas a la
temática, recae sobre una sola persona, quien además organiza las capacitaciones
obligatorias (Coordinadora de la Delegación Regional Fitosanitaria Zona V,
perteneciente al Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires). Esto
dificulta su tarea debido a que según el aplicador, la cantidad de “mosquitos” en el
partido de Tandil asciende a 250.
Un punto en común con las entrevistas realizadas en lugares que comercializan
agroinsumos, es la problemática vinculada a la resistencia de las malezas (especialmente
ligada al herbicida glifosato), y la necesidad de un Centro de Acopio Transitorio para los
envases vacíos de plaguicidas en el partido de Tandil. En relación a esto, uno de los
aplicadores aseguró que: “Antes con un litro de glifosato secabas todo. Hoy estás usando
2 litros y medio, algunos usan hasta 3 litros, más otros productos para malezas
resistentes. El problema es que el productor se maneja como quiere, es lo mismo que
ocurre con la automedicación. Por ejemplo a vos te duele la cabeza y el doctor te receta
medio gramo de paracetamol, pero vos tomas un gramo para cubrirte. Después vos
misma te vas a ir haciendo resistente al paracetamol. Acá pasa exactamente lo mismo,
el dueño del campo dice que se quiere cubrir y echa lo que quiere. Así es el manejo. Y
así se genera todo, la resistencia en las malezas y la cantidad de envases vacíos que vas
a tener después”.
Los aplicadores terrestres entrevistados coincidieron en que el 2,4-D se encuentra
entre los plaguicidas más tóxicos, vinculandolo principalmente a su olor y a la ocurrencia
de dolores de cabeza luego de utilizar el producto. Por otro lado, aseguraron que en el
caso de los insecticidas la situación se agrava debido a que poseen aún más olor que los
herbicidas. Uno de ellos destacó que: “Clorpirifos es tremendo, tiene mucho olor. Con
eso prefiero no echar”. Debido a la mención que hicieron los entrevistados de la relación
59
entre el olor y la toxicidad de los insumos, se le consultó a uno de ellos si los cuidados
personales que tiene a la hora de manipular el producto dependen del olor, a lo que
respondió que sí. Sin embargo, aclaró que “las empresas formuladoras están lanzando
a la venta plaguicidas sin aroma”.
De acuerdo a lo expresado tanto por los aplicadores terrestres consultados y la
empresa de fumigación en plantas de acopio, dentro de los elementos de protección
personal que comúnmente utilizan para llevar a cabo la actividad se destacan el
mameluco, guantes descartables y barbijo o máscara (en el caso particular de aplicación
en silos se utilizan máscaras con filtros especiales para fosfuro de aluminio y guantes de
nitrilo, debido al carácter tóxico del mencionado producto). Sin embargo, uno de los
aplicadores terrestres entrevistados indicó que solo utiliza el equipamiento al momento
de cargar el producto en la maquinaria. Al respecto, el propietario de una de las empresas
consultada aseguró que existen dos grandes problemáticas en la actividad: por un lado
la falta de instrucción en los aplicadores y la escasez de conciencia a la hora de utilizar
los elementos de seguridad personal para llevar a cabo la actividad. En relación a esto,
el entrevistado mencionó que “los aplicadores se confían en la tecnología dura que es
la máquina con la computadora, pero en realidad lo que se tiene es un bisturí y lo están
usando como una guadaña muchas veces”. La segunda problemática que evidenció el
entrevistado es que existe un recambio importante de personal, debido a que se trata de
un trabajo marcadamente estacional, que conlleva un gran estrés. En la misma línea, un
fumigador terrestre entrevistado indicó que debe encargarse él mismo de manejar la
máquina ya que si contratara gente para llevar a cabo esta actividad en su lote, se
encontraría con cierta reticencia: “Lo primero que te dicen es ´yo al mosquito no lo
manejo´. Hay como cierto rechazo, por el tema de la salud”. En el caso de la empresa
de fumigación aérea, el entrevistado indicó que debido a la hermeticidad del avión no
suele utilizar elementos de protección personal, sin embargo, debido al olor que
presentan algunos insecticidas emplea una máscara.
En cuanto a las condiciones climáticas que deben darse para poder llevar adelante
su trabajo, los entrevistados enumeraron la velocidad del viento, un adecuado porcentaje
de humedad y un rango de temperatura que esté dentro de lo admisible. Los días de
verano evitan aplicar durante las horas de mayor calor (mediodía), y consultan
periódicamente el pronóstico del clima a la hora de decidir el mejor momento para
pulverizar. Por otro lado, se le preguntó a los aplicadores de dónde extraían el agua tanto
para llevar a cabo la actividad como para limpiar los mosquitos luego de finalizar la
tarea, a lo que respondieron que se utilizan los molinos o en su defecto, los arroyos o
canales cercanos.
Consultados por el destino que tienen los bidones de plaguicidas luego de llevar
a cabo la actividad, la empresa de aeroaplicación realiza el acopio de los mismos en el
hangar, y luego de un período de tiempo la empresa a cargo del Centro de Acopio
Transitorio de Benito Juárez, envía una unidad a retirarlos. Por otro lado, uno de los
60
aplicadores terrestres (que utiliza la maquinaria en su propio campo y además, terceriza
el servicio), expresó que los envases de los productos usados en su lote se acopian en un
sector del mismo. Al momento de la entrevista, indicó que durante esos días se
encontraba en contacto con una persona de la ciudad de Ma. Ignacia Vela quien compra
los bidones, siendo común esta modalidad, aunque el mercado de envases no se
encuentra continuamente funcionando, lo que implica apilar los mismos por largos
períodos de tiempo. En cuanto a los envases que quedan luego de aplicar en distintos
campos señaló que es común la quema de los mismos en los tanques de molinos, así
como encontrarlos en caminos rurales o arroyos: “El productor no quiere la mugre
adentro del campo, y el aplicador tampoco se va a llevar los bidones, entonces los
prenden fuego. Esa es la triste realidad, y te digo que la gran mayoría hace eso”. Ambos
aplicadores terrestres entrevistados coincidieron en que en los casos donde se lavan los
envases, dicho proceso es llevado a cabo mediante el “lavado por inyección”, que es el
que se realiza con la manguera de la maquinaria, utilizando agua limpia. En cuanto a la
limpieza de la máquina, se realiza cuando la misma se encuentra vacía, simulando el
proceso de fumigación aunque no se utilizan productos químicos sino agua. En este
punto, uno de los entrevistados que brinda este servicio destacó que de haber un molino,
el mosquito se lava cerca del mismo, caso contrario la limpieza se realiza en los arroyos.
De acuerdo a lo indicado por la empresa de aeroaplicación entrevistada, teniendo
en cuenta la superficie total que es tratada con plaguicidas, en el 90% se utilizan equipos
terrestres mientras que sólo el 10% corresponde a aplicaciones aéreas. Según lo
expresado por el mencionado entrevistado, la capacidad de los aviones que integran la
flota se encuentran entre los 800 y 1.000 litros, por lo que se encuentran en un rango
medio teniendo en cuenta su tamaño. Asimismo, estableció que si bien el costo operativo
del avión es mucho mayor al de los equipos terrestres, la aplicación aérea presenta una
serie de ventajas sobre estos últimos, entre ellas: se utiliza menor cantidad de agua (en
equipos terrestres se requieren entre 80 y 100 litros por hectárea, mientras que en
aplicaciones aéreas se usan entre 8 y 10 litros por hectárea), la rapidez en la aplicación,
lo cual permite elegir el momento más oportuno de acuerdo a las condiciones
meteorológicas (con el avión se pueden tratar 300 hectáreas en dos horas, y esa misma
cantidad de superficie llevaría un mínimo de 10 horas), por último, la aplicación aérea
no “pisa” el cultivo, mientras que los equipos terrestres comprimen la tierra anulando el
cultivo por donde circulan, por lo que hay una disminución del material para cosechar.
En la misma línea, uno de los entrevistados que se dedica a tercerizar el servicio de
aplicación terrestre, afirmó que la capacidad de la maquinaria permite tratar entre 50 y
60 hectáreas mientras que el tiempo que insume la actividad queda sujeta a la extensión
del campo. Afirmó que lo máximo que hizo fue 500 hectáreas por día, aunque
comúnmente se fumigan entre 200 y 300 hectáreas por día.
En cuanto a la aplicación de plaguicidas en plantas de acopio (silos) de acuerdo
a la empresa entrevistada, dentro del grupo insecticidas, los mayormente utilizados son
61
el fosfuro de aluminio, lambdacialotrina y clorpirifos. Al consultar al entrevistado sobre
la metodología de aplicación indicó que en primer lugar se procede a la limpieza del silo
(tanto en su interior como su exterior), con el fin de retirar la materia orgánica que se
encuentra adherida a las paredes. Posteriormente, se utiliza una máquina de humo para
aplicar el insecticida líquido, mientras que el último paso consiste en utilizar fosfuro de
aluminio, un producto sólido que al entrar en contacto con el oxígeno y la humedad del
ambiente libera un gas altamente tóxico (denominado fosfina). De acuerdo al dueño de
la empresa en cuestión, la pastilla de fosfuro de aluminio se activa a los 30 minutos de
ser extraída del envase (por lo que es necesario que el operario que lleva a cabo la
desinfección del silo se retire rápidamente del mismo), tardando 36 horas en disolverse
completamente, aunque cuenta con un poder residual de 5 días. Dentro de los recaudos
que deben tenerse en cuenta al utilizar este producto, el entrevistado enumero máscaras
con filtro especial y guantes de nitrilo, debido a la alta toxicidad del fosfuro de aluminio.
Destacó que el producto puede causar la muerte de una persona, exponiendo un caso en
particular ocurrido en la localidad de Necochea, donde un transportista de cereal murió
por inhalar gas fosfina utilizado en la caja del camión con el fin de eliminar gorgojos
presentes en la cosecha.
En relación a las habilitaciones requeridas para llevar a cabo la actividad, las
empresas de aplicación terrestre que prestan trabajos a terceros deben inscribirse
obligatoriamente en el registro provincial del Ministerio de Agroindustria de la provincia
de Buenos Aires, aplicar con receta agronómica digital y contar con los operarios
capacitados de tal forma que puedan acceder al carnet habilitante que se requiere. Los
operarios de máquinas propias que apliquen en sus lotes y no pertenezcan a ninguna
empresa, que deseen capacitarse también pueden hacerlo obteniendo así un certificado
de capacitación expedido por el mencionado Ministerio. Por otro lado, las empresas de
aeroaplicación deben realizar en primera instancia un curso de piloto privado brindado
por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y cumplir con determinada
cantidad de horas de vuelo como experiencia. Sólo al cumplimentar las 500 horas se
puede llevar a cabo el curso de aeroaplicador.
c. Productor Agrícola
Se entrevistó a un productor agrícola, cuyo lote se encuentra en el partido de
Tandil, a unos 10 kilómetros del cruce de las Rutas Provinciales 30 y 74. La estancia, de
la cual es propietario, cuenta con 810 hectáreas. La persona en cuestión se eligió en base
a dos criterios, por un lado, la predisposición para brindar información vinculada a las
prácticas agrícolas que lleva adelante y por otro, los años de experiencia en la actividad
agrícola, ya que aunque la profesión del entrevistado es contador público, hace más de
50 años trabaja en el campo, herencia familiar.
62
En cuanto a los plaguicidas mayormente utilizados por el encuestado, dentro de
los herbicidas se encuentran atrazina, glifosato, y 2,4 -D. En cuanto a los insecticidas,
afirmó utilizar clorpirifos y cipermetrina. Asimismo, el productor aseguró que las
aplicaciones son llevadas a cabo por él mismo con ayuda de su hijo, ya que posee un
mosquito propio, aunque contrata a una empresa de aeroaplicación para las fumigaciones
en girasol, debido al tamaño del cultivo el cual no permite circular de manera fluida la
maquinaria terrestre. En cuanto al asesoramiento para llevar adelante la actividad, indicó
que sólo recurre a un profesional en caso de no saber cómo combatir la plaga que se
presente en el cultivo. Asimismo, cuando necesita del consejo de alguien idóneo, visita
al ingeniero agrónomo que trabaja en la Cooperativa Agrícola de Tandil y Vela. Al
respecto, el entrevistado expresó que: “La gente se guia por recomendaciones de otros
productores, hay poco asesoramiento”. Asimismo, expresó que según su punto de vista,
el problema más grave en la actividad agrícola es la resistencia a los químicos. Esto
último, según su parecer, provoca que los productores consulten más a los ingenieros
agrónomos. En cuanto a la receta agronómica, aseguro que en la práctica no se utiliza.
Vinculado a la gestión de envases vacíos de plaguicidas, indicó que apila los
bidones en el campo, hasta que consigue donde llevarlos: “Antes los llevaba a un centro
de acopio en Azucena. A veces se los entregó a un señor que los pasa a buscar y los
vende o los lleva a reciclar”. El acondicionamiento que el productor entrevistado realiza
en los envases vacíos consiste en lavarlo con el pico del mosquito, con el fin de
enjuagarlo. Sin embargo, expresó que otros productores queman los envases. Por otro
lado, estableció que aunque los controles de los mosquitos se realizan en las rutas, no
existe control alguno campo adentro, por lo cual es común que se cargue agua de los
arroyos.
Por último, al consultarle si, según su criterio, existe algún plaguicida que él
considere peligroso, respondió que: “El 2,4-D es lo más peligroso, aunque el glifosato
tiene más fama. Cipermetrina también es bravo, lo usamos para combatir la mosca de
los cuernos en el lomo de las vacas, y nos irrita la cara”.
7.2 Manipulación y uso de plaguicidas
Se encuestó a 20 productores agrícolas del partido de Tandil cuyos campos en
total, ocupan una superficie de 20.174 hectáreas, mientras que la superficie cultivada es
de 12.480 ha. El 80% de los encuestados fueron hombres, la mayoría de entre 35 y 50
años (45%) y con menos de 15 años de antigüedad en la actividad agrícola (55%). El
45% es arrendatario del lote donde lleva a cabo la actividad agrícola, el 30% se
desempeña como administrador y solo el 25% afirmó ser propietario del campo. En el
55% de los casos, la principal actividad desarrollada es la producción agrícola, el 25%
se desempeña como ingeniero agrónomo asesor de la parcela relevada, y por último un
20% se compone por otras profesiones, entre ellas, abogados, contadores e ingenieros en
sistemas. Asimismo, el 45% de los encuestados tiene título universitario, mientras que
el 30% acredita el primario como máximo nivel alcanzado. El 75% nació en la ciudad
63
de Tandil y el 15% es originario de la ciudad de Buenos Aires, mientras que el 85%
reside en el casco urbano del partido y sólo el 15% habita en el campo donde lleva a
cabo sus actividades.
Consultados por el cultivo que sembraron en la última campaña fina o de
invierno, la mayoría de los encuestados respondieron trigo (70%), cebada (55%), avena
(15%) y arveja (5%). En cuanto a los herbicidas utilizados, se encuentran glifosato
(80%), 2, 4 - D (60%), atrazina (20%), dicamba, metsulfuron y MCPA (5%). Dentro de
los insecticidas se enumeran clorpirifos (50%), cipermetrina (25%), DDT (10%),
heptacloro, metoxicloro y gammacialotrina (5%). Por último, dentro de los fungicidas se
nombró la utilización de clorotalonil (5%).
En cuanto a la siembra realizada en la última campaña gruesa o de verano, la
mayoría de los encuestados afirmó haber cultivado soja (80%), maíz (50%), girasol
(30%), papa (20%) y sorgo (5%). Los herbicidas utilizados fueron glifosato (90%),
atrazina (55%), 2, 4 - D (35%), dicamba, metribuzin, acetoclor, cletodim, imazapir,
clorimuron y fluorocloridona (5%). En la categoría insecticidas se encuentran clorpirifos
(70%), cipermetrina (42%), DDT (10%), endosulfan, metoxicloro y gammacialotrina
(5%). El fungicida aplicado según los productores, fue mancozeb (5%).
Consultados sobre quién lleva a cabo la aplicación de los productos, el 55% de
los productores agrícolas aseguró que terceriza la actividad a una empresa fumigadora,
mientras que el 45% restante lo realiza personalmente, con equipos propios. El 90% de
los encuestados utiliza mosquitos y el 10% restante se encuentra dividido entre
fumigador de arrastre, mochila y aéreo. Asimismo, el 85% respondió que es asesorado
por un ingeniero agrónomo a la hora de tomar decisiones, y el 15% no consulta a un
profesional idóneo.
Por último, se exponen los resultados obtenidos a partir de las afirmaciones
vinculadas a temáticas ambientales que intentan relevar la opinión de los productores
(Figura N° 11).
64
En relación a las afirmaciones generales sobre el ambiente, y teniendo en cuenta
la visión ambiental de los entrevistados, la mayoría considera que el hombre es parte del
ambiente (80%) y que los recursos naturales están para ser usados por el hombre (75%).
Con respecto a los problemas ambientales, el 30% consideró que los plaguicidas no son
fácilmente degradados en el ambiente y la mitad de los encuestados eligió la opción
probablemente o NS/NC. Por otro lado, el 65% de los productores respondió que los
plaguicidas son herramientas imprescindibles para la producción de alimentos. La
responsabilidad ambiental fue incorporada al preguntar si el campo es un espacio
netamente productivo; el 65% de los encuestados respondió que sí. Sumado a esto, el
45% de los productores considera que la actividad agrícola produce impactos
ambientales reversibles, mientras que el 20% respondió “probablemente”. El 65% de los
entrevistados respondió que los plaguicidas utilizados en la producción pasan por
rigurosas pruebas y el 85% entiende que los envases de plaguicidas no son residuos
domiciliarios. Al preguntar teniendo en cuenta la actitud ambiental y la decisión de
incorporarse al cambio, solo el 25% respondió que el precio de los insumos determina
su utilización en el campo. Por otro lado, el 75% de los productores consideran que el
campo se verá favorecido con la agricultura de precisión, aunque estas nuevas
tecnologías serán útiles sólo si aumentan el rendimiento. El 40% de los productores
opinan que la agroecología es una alternativa de producción. Las opiniones de los
productores son muy variadas al consultarles sobre la peligrosidad de los químicos
utilizados en el agro. En cuanto a la formación medioambiental, el 50% de los
Figura N° 11. Respuestas de los productores a las afirmaciones vinculadas al ambiente (n=20).
65
encuestados considera que la experiencia adquirida en el campo es suficiente para el
manejo del mismo, sin embargo el 90% de los productores considera que los cursos sobre
manejo de plaguicidas deberían ser obligatorios. Finalmente, el 80% de los productores
manifiesta conocer los cursos de buenas prácticas agrícolas y el 60% coincide en que
conocer la legislación ambiental es necesario para llevar a cabo la actividad agrícola.
7.3 Plaguicidas en Tandil
Se le consultó a las agronomías del partido de Tandil cuales son, a su criterio, los
productos mayormente comercializados. De las entrevistas realizadas se desprende que
en primer lugar se destacan los herbicidas, en segundo lugar los insecticidas, y por último
los fungicidas. Esto se explica básicamente debido a las condiciones climáticas de la
zona de estudio, la cual se caracteriza por ser templada, mientras que los insectos y
hongos necesitan humedad y temperaturas elevadas para emerger. Mientras que la venta
de herbicidas se produce a lo largo de todo el año, en el caso de los insecticidas y
fungicidas la demanda es más esporádica, debido a que la misma dependerá del momento
en el año en el que se generen las condiciones propicias para que surja determinado
hongo o insecto. Asimismo, al consultar por los insumos mayormente pedidos de cada
una de las citadas categorías, se obtuvieron los siguientes resultados: en cuanto a los
herbicidas, el producto mayormente comercializado es el glifosato, seguido por el 2,4 -
D, dicamba y metsulfuron. Los insecticidas se encuentran liderados ampliamente por el
compuesto clorpirifos, a quien le siguen el grupo de piretroides (entre ellos cipermetrina
y lambdacialotrina). Por último, los triazoles y las estrobilurinas se encuentran dentro de
los fungicidas más vendidos.
Todas las agronomías coincidieron en que el producto con mayor demanda es el
glifosato. En cuanto a este producto en particular, los entrevistados remarcaron dos
aspectos. En primer lugar, afirmaron que al ser el más conocido, la gente lo ha juzgado
de peligroso erróneamente. Sin embargo, dicen, es lo más inocuo que hay debido a que
es banda verde. Los entrevistados destacan que es el menos peligroso de los que
comercializan y que el temor al glifosato es por falta de información. Por otro lado, los
entrevistados expusieron la problemática vinculada a las malezas resistentes al glifosato,
provocado por el uso masivo del mismo y la falta de variación en los principios activos
de los productos.
En cuanto a las entrevistas realizadas a aplicadores de plaguicidas, los productos
mayormente utilizados coinciden con aquellos mencionados en las entrevistas realizadas
a las agronomías como los más comercializados en la zona. Todos los entrevistados
aseguraron que el orden de importancia vinculado a su uso es en primer lugar los
herbicidas, luego los insecticidas y por último, los fungicidas. Dentro de la primera
categoría se encuentran el glifosato y el 2,4-D, mientras que en los insecticidas se
destacan el clorpirifos, la cipermetrina y la lambdacialotrina.
66
Por último, las encuestas a los productores agrícolas indican que los herbicidas
mayormente utilizados son glifosato -con una amplia diferencia-, al que le siguen los
compuestos 2,4 -D y atrazina. En cuanto a los insecticidas más usados se destaca con
amplia mayoría el clorpirifos, seguido por cipermetrina en menor cantidad.
ETAPA 2: LABORATORIO
7.4 Concentración Letal 50
Luego de una aclimatación de 7 días, se determinó la toxicidad aguda del
clorpirifos sobre la especie Physa acuta, a 96 horas de exposición a este compuesto, bajo
condiciones controladas de pH (6.8-7.5), temperatura (20 ± 2°C) y oxígeno disuelto (7.3-
8 mg/l). El porcentaje de supervivencia de P. acuta durante el tiempo de exposición se
muestran en la Figura N° 12. La mortalidad comenzó a registrarse a partir de las 48 h en
los tratamientos con concentraciones de clorpirifos mayores de 0,6 mg/l. También se
puede observar que a las 96 h de exposición, no hubo supervivencia en los tratamientos
con concentraciones de 1 y 1,2 mg/l. Por otro lado, no se observó mortalidad en el grupo
de control.
En los primeros dos días de exposición, si bien no se observó mortalidad en
ninguno de los tratamientos, en los acuarios con clorpirifos los caracoles presentaron
disminución de la capacidad de adhesión a las paredes de los acuarios. También se
observó la puesta de huevos en diferentes organismos de P. acuta (Figura N° 13).
Figura N° 12. Porcentaje de supervivencia de organismos Physa acuta según las diferentes
concentraciones de exposición a clorpirifos durante el ensayo de Concentración Letal 50
durante 96 horas.
67
Figura N° 13. Puesta de huevos de Physa acuta expuestos a clorpirifos durante el ensayo
de Concentración Letal 50.
Al analizar los resultados en el programa PROBIT, se pudo obtener los valores
de CL50 para 72 y 96 horas con la confianza requerida. Los resultados se encuentran en
la Tabla N° 4. Se puede observar que, como era de esperarse, la sensibilidad de P. acuta
al clorpirifos aumentó con el tiempo de exposición.
Tabla N° 4. Valores de toxicidad aguda CL50- 72h y CL50- 96h a clorpirifos sobre la
especie Physa acuta. Los valores e intervalos fueron calculados mediante análisis
PROBIT con un 95% de confianza.
Al comparar la sensibilidad de P. acuta al clorpirifos durante 96 horas de
exposición con la de otras especies (moluscos, crustáceos anfípodos y otros
invertebrados de agua dulce) por medio de la curva de distribución de sensibilidad de
68
especies (SSDs), detallada en la Figura N° 14, se puede observar que P. acuta se
encuentra entre las especies más tolerantes de las informadas. En comparación, las
especies de moluscos Ischadium recurvum y Aplexa hypnorum también se destacaron
por ser sumamente tolerantes al plaguicida, con valores de CL50-96h de 0,96 mg/L y
0,806 mg/L respectivamente.
Figura N° 14. Sensibilidad de Physa acuta a clorpirifos en comparación con otros
invertebrados de agua dulce calculados por las distribuciones de sensibilidad de especies
(SSD) utilizando datos de toxicidad aguda de 96 h.
69
Capítulo 8: Discusión
ETAPA 1: MEDIO SOCIAL
8.1 Actores claves
Se lograron identificar los principales actores clave que conforman la red de uso
y comercialización de plaguicidas en el partido de Tandil, clasificándolos en tres grupos
principales: organismos gubernamentales, asociaciones civiles y privados. El Código
Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas en
Centroamérica (FAO, 2006), describe la responsabilidad compartida de varios sectores
de la sociedad para trabajar en el uso necesario y aceptable de los plaguicidas, sin efectos
adversos significativos a la salud humana o al medio ambiente. En este contexto, Correa
(2011) describe cuatro actores relevantes respecto del registro de plaguicidas:
fabricantes (deben proveer las pruebas científicas de respaldo en materias de eficacia,
eficiencia, seguridad, inocuidad y normas de comercio internacional de plaguicidas),
gobiernos (deben establecer una legislación que regule adecuadamente la fabricación,
comercialización, uso y manejo de los plaguicidas), usuarios/adquirientes (deben
emplear los plaguicidas de acuerdo con las normas técnicas señaladas en la etiqueta) y
distribuidores/vendedores (deben garantizar que se venden plaguicidas registrados). Por
otro lado, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca elaboró un documento titulado
“Pautas sobre aplicaciones de productos fitosanitarios en áreas periurbanas” (MAGyP,
2013), en el cual se enumeran como actores involucrados en el manejo de plaguicidas a
los municipios, las autoridades e instituciones provinciales y nacionales, los productores
agrícolas, los ingenieros agrónomos en calidad de asesores técnicos así como aquellos
aquellos colegios que nuclean y regulan la actividad de dichos profesionales, y por
último, los aplicadores. El informe es presentado como material de referencia para ser
utilizado por los anteriormente mencionados actores clave, siendo elaborado en conjunto
con diversas autoridades y organizaciones nacionales y provinciales. Al respecto, Lowy
(2019) pone de relevancia que en su redacción no fueron incluidos profesionales que den
cuenta del impacto en la salud y el ambiente de los plaguicidas, además de omitirse
estudios epidemiológicos para la elaboración de las recomendaciones que pueden ser
utilizadas posteriormente como información de base para la sanción de regulaciones de
dichos productos. En nuestro caso, no hemos incorporado a los fabricantes en la red de
actores debido a que los plaguicidas no se elaboran en el país, sino que solo se lleva a
cabo la formulación de los mismos, a través de la importación de los principios activos.
Además, en la zona de estudio no se encuentran industrias formuladoras de plaguicidas.
Finalmente, consideramos que la universidad, (específicamente la UNICEN para el
partido de Tandil), debería ser incorporada como un actor clave en esta red debido a su
importancia como lugar de formación para los futuros ingenieros agrónomos y demás
70
profesionales del agro, así como también por su capacidad de generar conocimiento
científico de alta calidad a través de las investigaciones que allí se realizan. De la misma
manera, creemos que es necesaria la incorporación de profesionales de la salud y la
población (en especial aquella que reside en áreas rurales o suburbanas, así como las
comunidades educativas expuestas a aplicaciones de plaguicidas). En este sentido,
Berros (2020) asegura la necesidad de profundizar espacios de participación ciudadana,
a fin de ampliar el debate sobre una posible transición hacia otros modelos de producción
de alimentos. En cuanto a los puntos fuertes de la red de actores, se ha detectado una
gran interacción interinstitucional entre los diferentes organismos gubernamentales
debido a que participan conjuntamente y de manera fluida a la hora de organizar las
capacitaciones correspondientes, por ende creemos que este punto debería ser objeto de
sinergias. Por otro lado, comienza a destacarse la participación de nuevos actores claves
relacionados directamente con esta temática, especialmente aquellos vinculados a
instituciones educativas. Se observa una creciente organización entre los docentes y
padres de alumnos de escuelas rurales del partido de Tandil (por ejemplo, Escuela 33 de
La Porteña), quienes llevan adelante diferentes denuncias por aplicaciones cercanas al
predio de las escuelas. En este sentido, debe destacarse que algunos de los actores claves
entrevistados en esta tesis han puesto de relevancia la presión social creciente que exige
mayor control a la hora de utilizar plaguicidas. Vinculado a esto último, Canziani et al.
(2020) realizaron muestreos de agua y suelo a fin de detectar la presencia de plaguicidas
en establecimientos educativos rurales del área bajo estudio, en el marco de dos
proyectos de voluntariado de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires. El informe presentado denuncia la presencia de 16 ingredientes activos
de plaguicidas presentes en agua y sedimento de los establecimientos educativos
estudiados.
Los representantes de los organismos gubernamentales entrevistados,
coincidieron en general en tres puntos claves en relación a la producción de alimentos:
la falta de recursos y por lo tanto, la falta de control sobre el uso y comercialización de
los plaguicidas utilizados, la baja utilización de la receta agronómica para la correcta
aplicación de los agroinsumos y la problemática del descarte de los bidones vacíos. En
relación a la escasez de recursos asignados a la problemática ambiental de los
plaguicidas, es importante resaltar la falta de una ley nacional de presupuestos mínimos
que sirva de marco referencial para que en ella se apoyen las legislaciones provinciales
y se pueden aumentar las exigencias proteccionistas (Pórfido et al., 2014). Sin esta
legislación marco, es muy difícil pensar el uso de plaguicidas como una problemática
que debe ser atendida como política de estado y por lo tanto, a la cual se le asignen
recursos económicos para la conservación de la salud ambiental y de las poblaciones
humanas. A nivel local, es preocupante la situación de la Delegación Regional
Fitosanitaria Zona V, ya que carecen de recursos tanto humanos como económicos,
siendo el mismo el organismo encargado de fiscalizar el correcto cumplimiento de la
Ley Provincial N° 10.699. Con el avance tecnológico y las nuevas plataformas digitales,
71
el productor puede adquirir plaguicidas ordenándolos online, incumpliendo con los
requisitos de venta bajo prescripción y asesoramiento profesional. Aunque SENASA y
la plataforma de e-commerce Mercado Libre firmaron un convenio para controlar la
venta de estos productos en el año 2019, basta una simple búsqueda en internet para
comprobar que aún se ofertan químicos tales como cipermetrina, imidacloprid,
clorpirifos y 2,4-D amina13. Por otro lado, el control de las fumigaciones en zonas rurales
y periurbanas también resulta deficiente. Numerosas denuncias vecinales han tomado
público conocimiento en los portales de noticias locales, entre ellas, la aplicación en lotes
linderos a la Escuela N° 33 del Paraje La Porteña, violando la ordenanza municipal. En
relación a los dichos pronunciados por el presidente de la Sociedad Rural Tandil
vinculados a la necesidad de discutir la distancia de aplicación de plaguicidas en
cercanías de aglomeraciones urbanas, establecimientos educativos y cauces de agua,
consideramos que no hay distancia suficiente que proteja a las poblaciones rurales de los
riesgos a los que se encuentran expuestas. Alonso et al. (2018) detectaron la presencia
de los herbicidas glifosato y atrazina en el agua de lluvia de núcleos poblacionales
urbanos y periurbanos de la región pampeana, demostrando que aún las personas que
habitan en dichas zonas se encuentran en contacto con los químicos utilizados en lotes
rurales. Localmente, la ordenanza municipal 12.316 hace referencia a la distancia libre
de aplicaciones que deben respetarse en cercanías de establecimientos escolares, centros
de salud, establecimientos elaboradores de productos alimenticios (150 metros), cursos
de agua principales (50 metros) y cursos de agua menores (dos veces su ancho).
Asimismo, en caso de fumigaciones a menos de 150 metros de hogares donde habiten
terceros dentro de la zona definida como “área total” por la norma, los responsables de
la aplicación deberán comunicarse con la Secretaría de Desarrollo Local del municipio
de Tandil con 24 horas de anticipación, presentar un plano con la ubicación del lote a
tratar y la copia de la correspondiente receta agronómica. Por último, cabe destacar que
la Resolución N° 246-MAGP-18 del Ministerio de Agroindustria de la provincia de
Buenos Aires fue suspendida en dos ocasiones, por el lapso de un año. Dicha resolución,
luego de la modificación de su artículo 5 introducida el 14 de febrero del año 2019,
prohibía las pulverizaciones en los lotes que linden con establecimientos educativos,
campos de bombeo o baterías de pozos para el abastecimiento público, cuerpos y cursos
de agua emplazados en el área rural (a las cuales la mencionada normativa denomina
“zonas de amortiguamiento”). Asimismo, dicha legislación establece que en caso de
realizarse la aplicación, la misma deberá contemplar la intervención de un profesional
Ingeniero Agrónomo matriculado, autorizando y documentando las mismas
previamente, siendo responsable ante las autoridades locales de dicha práctica y sus
consecuencias. En la entrevista llevada a cabo al Director de Asuntos Agropecuarios se
destaca que el funcionario propone crear zonas de “monitoreo constante” en reemplazo
13 Ver links de acceso, último ingreso realizado el día 20 de julio del 2020:
https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-788982943-insecticida-glextrin-25-cipermetrina-profesional-
1-lt-_JM?quantity=1#position=18&type=item&tracking_id=598c1f75-69cb-45c4-a468-d616c06884a7 y
https://listado.mercadolibre.com.ar/agro-insumos-agricolas-insecticidas-herbicidas/
72
del término “zonas de amortiguamiento” provincial, donde se lleve a cabo aplicaciones
controladas o agroecología. Es de vital importancia destacar este dato, ya que se trata del
único indicio relevado en la totalidad de entrevistas realizadas a los organismos
gubernamentales de intención de llevar adelante producción agroecológica en el partido.
En cuanto a la falta de utilización de la receta agronómica en la región, la
responsable del INTA Tandil y la coordinadora de la Delegación Regional Fitosanitaria
Zona V, junto con los aplicadores terrestres y el productor agrícola entrevistado
destacaron esta problemática. Al respecto, Martens (2012), realizó una investigación con
12 aplicadores del partido de Tandil, a fin de interpretar las características de la actividad
en la región, en la que concluye que ninguno poseía receta profesional, sino que en
algunos casos disponían de indicaciones escritas sin firma o se basaban en las
instrucciones del marbete del producto. En un trabajo más actual, la misma autora realizó
encuestas a participantes de una jornada de actualización obligatoria llevada a cabo por
INTA para fumigadores que trabajan en el partido de Tandil, concluyendo que el uso de
la receta de aplicación es muy poco frecuente (Martens, 2019). Por otro lado, en los
locales que comercializan plaguicidas se obtuvieron opiniones divididas vinculadas al
uso de recetas, debido a que el 50% de los entrevistados afirmaron que no se utilizan.
Finalmente, se debe destacar que de acuerdo a lo expresado por el artículo 8 de la Ley
Provincial N° 10699 se encuentra prohibida la venta directa al usuario y/o aplicación de
productos plaguicidas sin receta agronómica obligatoria confeccionada por un asesor
técnico profesional ingeniero agrónomo u otro título habilitante matriculado en el
Consejo Profesional de jurisdicción provincial.
Respecto a la gestión de bidones vacíos de plaguicidas, tanto la coordinadora de
la Delegación Regional Fitosanitaria Zona V como el director de Asuntos Agropecuarios
a nivel municipal manifestaron su preocupación en torno a esta temática. De las
entrevistas realizadas a aplicadores de plaguicidas, se concluye que el destino de los
envases es diverso, ya que mientras algunos afirman apilarlos en algún sector del campo,
otros aseguraron que existe un comercio esporádico de plástico. Además indicaron que
es común observar envases vacíos en arroyos o caminos rurales, así como la incineración
de los mismos. No se debe pasar por alto que los bidones se encuentran reglamentados
por la Ley provincial Nº 11.720 de residuos especiales, bajo la categoría Y4 (desechos
resultantes de la producción, la preparación y utilización de biocidas y productos
fitosanitarios). Según la mencionada normativa, todo generador de residuos especiales
es responsable del daño producido por los mismos, debiendo adoptar medidas paulatinas
tendientes a disminuir la cantidad generada. Más recientemente, la Ley N° 27.279 de
presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión de los envases vacíos de
fitosanitarios, introduce el concepto de “responsabilidad extendida y compartida” con
los restantes eslabones de la cadena de gestión. Asimismo, prohíbe el abandono, vertido,
quema o enterramiento de envases vacíos, así como la comercialización o entrega de los
mismos a personas por fuera del sistema autorizado por la ley. El municipio de Tandil
(2012) elaboró un documento denominado “Plan Estratégico Agroindustrial de Tandil
2012-2022”, en el que se detallan lineamientos base enumerando una serie de proyectos
73
prioritarios, dentro de los cuales se encuentra el reciclado y transformación de desechos
plásticos provenientes del sector agrícola. Pese a lo anteriormente expresado,
actualmente no se detectan avances concretos hacia la consolidación de un Centro de
Acopio Transitorio (CAT) que brinde una solución a la problemática de la gestión de
envases vacíos de plaguicidas. La única iniciativa de este tipo se vincula con las jornadas
abiertas anuales que se llevan adelante desde el año 2019 en las que se insta a los
productores agrícolas de la zona a acercar sus bidones. En dichas jornadas se dispone de
un camión, el cual luego de completar su capacidad, transporta los residuos hacia una
sede de la empresa Reciplast ubicada en la localidad de Benito Juárez (destino final). Por
último, se debe destacar que desde el nivel local de gobierno, al entrevistar a las
direcciones de Medioambiente y de Asuntos Agropecuarios, se detecta la carencia de un
documento que delimite las incumbencias, roles y funciones de ambas dependencias, lo
que provoca un solapamiento en las gestiones y la falta de claridad a la hora de decidir a
qué área le corresponde cada uno de los reclamos que surgen.
Por último, debe destacarse que algunos de los actores claves han discutido la
posibilidad de producir bajo la modalidad de agroecología. En relación a esto han
surgido varias reflexiones al respecto a lo largo de las entrevistas realizadas, aunque
todas han puesto en duda la viabilidad de una producción de alimentos sin plaguicidas.
Un claro ejemplo se observa en la entrevista realizada al representante de la Sociedad
Rural Tandil, quien calificó de “mal necesario” a los plaguicidas, afirmando que
actualmente no podrían dejar de utilizarse. Por otro lado, el actual presidente del Círculo
de Ingenieros Agrónomos de Tandil expuso que no existen políticas públicas que
fomenten formas alternativas de producción, poniendo de relevancia que uno de los
principales obstáculos para la producción bajo sistemas agroecológicos subyace en los
menores rindes económicos que se lograrían bajo esta modalidad en comparación con el
modelo agroindustrial hegemónico. Por último, dos de las agronomías consultadas
coincidieron en la reflexión de que no sería posible producir la cantidad de alimento
necesaria para abastecer a la población mundial sin recurrir a la utilización de
plaguicidas. Aunque existen numerosas experiencias agroecológicas en el país, es
destacable el caso del establecimiento “La Aurora” ubicado en la localidad de Benito
Juárez (a 80 kilómetros de Tandil). Se trata de un establecimiento familiar de 650
hectáreas que lleva a cabo una producción bajo el enfoque agroecológico, desde hace
más de 15 años. Debido a su éxito económico y la durabilidad en el tiempo de esta
experiencia, con frecuencia recibe visitas de personas que buscan interiorizarse sobre
este modelo productivo (Carrasco et al., 2014; Palmisano, 2018). En cuanto a los
resultados económicos logrados al implementar una producción agroecológica, Cerdá y
Sarandon (2015) analizaron los rendimientos del cultivo de trigo durante una década
(años 2000 al 2010), comparado los mismos con el promedio obtenido en campos de la
zona. Como resultado, “La Aurora” obtuvo solo 200 Kg/Ha menos que los lotes vecinos
que aplican el modelo tradicional de producción, logrando a pesar de esto una mayor
ganancia bruta al omitir los gastos correspondientes a insumos químicos.
74
8.2 Manipulación y uso de plaguicidas
Diversos autores afirman que en el sistema agroalimentario actual existe una
tendencia a la tercerización de las actividades productivas vinculadas a las tareas de
siembra, fertilización, pulverización y cosecha, siendo cada vez más frecuente la
contratación de servicios ofrecidos por terceros (Amador y Armelin, 2008; Cáceres,
2015; Cattaneo y Bocchicchio, 2019). En concordancia con lo anteriormente expresado,
más de la mitad de los productores agrícolas encuestados afirma delegar la aplicación de
plaguicidas en una persona abocada a tal fin. Asimismo, es destacable el protagonismo
de la maquinaria “mosquito” a la hora de llevar a cabo la actividad, dado que un 90%
afirma recurrir a ella.
En cuanto a los recursos naturales, la mayoría de los productores afirmó que están
para ser usados por el hombre y que el campo es un espacio netamente productivo. De
acuerdo a lo expresado por Matteucci (1998), dicha visión utilitarista de la naturaleza se
caracteriza por la prioridad otorgada a los intereses económicos inmediatos por sobre la
preocupación por las consecuencias sociales y ambientales a largo plazo. Además, según
lo indicado por Serrano (2006), el sector agropecuario de los países latinoamericanos
tiene en la actualidad una gran importancia, la cual no se corresponde con la escasa
atención recibida por parte de los gobiernos, especialmente en su función de control. La
creciente preocupación de este sector por la productividad y los rendimientos, junto con
la creciente utilización de insumos y el aumento de las exportaciones agroalimentarias,
ha derivado en una crisis que se manifiesta en la concentración de la propiedad de la
tierra, la falta de perspectivas para los pequeños productores, la inseguridad alimentaria,
la pérdida de fertilidad del suelo y el aumento de la contaminación por el empleo de
plaguicidas. Por otro lado, a pesar de que más de la mitad de los productores consultados
respondió que los plaguicidas son herramientas imprescindibles para la producción de
alimentos, el 40% de los encuestados opina que la agroecología es una alternativa viable,
generando una contradicción ya que se trata de dos modelos de producción de alimentos
completamente antagónicos. En la misma línea, la mayoría de los encuestados considera
que la incorporación de nuevas tecnologías en el ámbito rural solo es útil si aumentan el
rendimiento de los cultivos. En este punto coincide Valenzuela (1997), quien analizó las
actitudes de los productores agrícolas del partido de Tandil ante los cambios
tecnológicos y el ambiente, concluyendo que se manifiesta una incoherencia entre lo que
la autora denomina “conciencia ambiental” (la cual es considerada relevante por los
individuos bajo estudio) y las prácticas adoptadas, las cuales persiguen un beneficio
económico mayor a corto tiempo. Al respecto, Andrade et al. (2017) aseguran que el
modelo actual de agricultura industrial no debe limitarse a una concepción productivista
de la realidad, sino que deberían tenerse en cuenta también las externalidades tanto
ambientales como sociales resultantes, a fin de alcanzar una producción sostenible. Por
último, se debe destacar que la mitad de los encuestados considera que la experiencia
adquirida en el campo es suficiente para el manejo del mismo. Esto sumado al hecho de
que algunos de los productores aseguraron recurrir al ingeniero agrónomo de su
75
agronomía de confianza a la hora de decidir la utilización de un producto, pone de
relevancia que se considera secundario el rol del asesor profesional en las actividades
agrícolas. Aquí se detecta un punto crítico, ya que el profesional que se desempeña como
asesor comercial no visita el lote al momento de señalar la utilización de un plaguicida,
sino que recomienda en base a lo que el productor le indica.
8.3 Plaguicidas en Tandil
A lo largo de las entrevistas realizadas se pudo corroborar que no existen
registros actuales que detallen la cantidad de plaguicidas utilizados en el partido de
Tandil y tampoco se cuenta con esta información a nivel nacional. El último informe de
CASAFE (2012) detalla que el mercado de plaguicidas cerró en 2.381,16 millones de
dólares, con la categoría herbicidas representando el 64% de la facturación y el glifosato
como principal activo dentro de la misma. En cuanto a los insecticidas, constituyen la
segunda categoría teniendo en cuenta su importancia relativa, representando un 16% del
total del mercado, siendo el activo principal clorpirifos. En relación a los plaguicidas
más utilizados y comercializados en la zona bajo estudio, de las entrevistas realizadas a
las agronomías y aplicadores tanto aéreos como terrestres del partido de Tandil, así como
las encuestas dirigidas a los productores agrícolas, se desprende que en primer lugar se
destacan los herbicidas, en segundo lugar los insecticidas, y por último los fungicidas.
Todos los actores enumerados coincidieron en que el insecticida más utilizado en la zona
objeto de estudio, es el clorpirifos. Los resultados obtenidos concuerdan con lo
expresado por Montedoro y Butinof (2019), quienes indican que en el mercado argentino
de plaguicidas los herbicidas representan el mayor segmento en cuanto a la importancia
de su facturación (encabezado por el glifosato como el principal principio activo
comercializado), la segunda categoría corresponde a los insecticidas (liderada por
clorpirifos como el producto más aplicado) y en tercer lugar se encuentran los fungicidas.
Debe destacarse que en las entrevistas realizadas a las agronomías, se menciona
la inocuidad del herbicida glifosato, o la creencia de que se trata de un producto de baja
peligrosidad al ser banda verde. Al respecto, Mitidieri y Corbino (2012) expresan que
no existen plaguicidas inocuos ya que todos los productos de uso fitosanitario en la
actividad agrícola presentan toxicidad, y por lo tanto, algún grado de peligrosidad.
Sumado a esto, numerosas investigaciones confirman los efectos nocivos del glifosato
sobre la salud humana (Paz y Miño et al., 2007; Benachour y Séralini, 2009; Gasnier et
al., 2009). Según Mitidieri y Corbino (2012) en la actualidad la gran mayoría de los
plaguicidas utilizados en el país corresponden a la clase toxicológica IV, hecho
confirmado por los centros comercializadores entrevistados, quienes afirmaron el
notable incremento de insumos banda verde en el mercado a lo largo de los últimos años.
Al realizar un recuento de los resultados obtenidos al recabar los plaguicidas más
utilizados y sus clases toxicológicas, podemos confirmar que todos los químicos se
encuentran comprendidos en las clases IV, III y II, mientras que el único producto
perteneciente a la categoría Ia (muy tóxico o banda roja) es el fosfuro de aluminio,
76
utilizado en los silos de acuerdo a lo expresado por el aplicador especializado en la
actividad que fue entrevistado. El fosfuro de aluminio es un insecticida sólido utilizado
para la conservación de granos almacenados contra insectos en diferentes estadíos que
afectan a los mismos. En contacto con la humedad del aire libera gas fosfina (PH3), el
cual se caracteriza por ser altamente tóxico, inflamable y explosivo. Debido a su bajo
costo y su alta letalidad es comúnmente utilizado como método suicida, ya que no existe
antídoto y presenta elevada mortalidad llevando a la falla multisistémica (Medina et al.,
2012; Docampo et al., 2014).
En cuanto a los plaguicidas más utilizados por los productores agrícolas
encuestados, dentro de la categoría herbicidas lidera ampliamente el glifosato, seguido
por 2,4–D y atrazina, mientras que en el grupo de los insecticidas se destaca
mayoritariamente el clorpirifos, seguido por cipermetrina en menor medida. La gran
preponderancia del clorpirifos en la presente investigación como el insecticida
mayormente utilizado, va en línea con lo afirmado por Picco et al. (2011), quienes
aseguran que aunque la introducción del clorpirifos en el mercado de los plaguicidas
data del año 1965, actualmente ocupa una posición importante en cuanto al volumen
comercializado a nivel mundial, siendo uno de los tres más vendidos, junto a la
cipermetrina y el endosulfán. Por otro lado, Lepori et al. (2013), afirmaron que los
plaguicidas mayormente utilizados en Argentina son los herbicidas (categoría en la que
se destacan el glifosato y la atrazina), seguido por los insecticidas (clorpirifos,
cipermetrina y lambdacialotrina principalmente). Asimismo, se observa una notable
disminución en la utilización del herbicida 2,4 - D durante la campaña gruesa o de verano
considerando su elevado porcentaje de aplicación en la fina. Esto podría explicarse
debido a la Resolución 167/16 del Ministerio de Agroindustria que prohíbe la aplicación
de los herbicidas ácido 2,4 diclorofenoxiacético en formulaciones ésteres butílicos e
isobutílicos, durante el periodo comprendido entre el 1° de octubre al 31 de marzo de
cada año. Esto exceptúa otras formulaciones comercializadas (como 2,4 - D sal
dimetilamina y 2,4 - D sal colina), debido a que la legislación tiene en cuenta la
volatización de los compuestos restringidos y las condiciones climáticas predisponentes
a la deriva que se producen durante el verano. La afirmación anterior se sustenta en que
tanto los aplicadores como las agronomías entrevistadas, afirmaron que la Resolución se
cumple en el área de estudio, a causa de los litigios legales provocados por problemas
de derivas en campos linderos y las compensaciones económicas a las que se encuentran
sujetos quienes no se ajustaran a la misma. Por otro lado, se debe destacar que entre los
plaguicidas utilizados por los productores encuestados, se encuentran tres insecticidas
prohibidos en el país: DDT (diclorodifeniltricloroetano), heptacloro y endosulfan. En el
caso de los dos primeros, la legislación data de la década del 90 (Decreto 2121/90 y la
Resolución 1030/92 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca
respectivamente), mientras que el endosulfan se prohibió a partir de la fecha 1º de julio
de 2013 mediante la Resolución SAGPyA 511/11. De acuerdo al Instituto Regional de
Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional de Costa Rica, dentro de los
efectos crónicos por exposición al DDT se encuentra su acumulacion en tejidos,
77
principalmente el graso, y su excreta a través de la leche humana, atravesando la
membrana placentaria. Asimismo, fue catalogado como posible carcinógeno en
humanos por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer. El heptacloro
es hepatotóxico y nefrotóxico, produciendo depresión de glóbulos rojos en animales de
experimentación. A largo plazo el endosulfan produce pérdida de memoria y daño
cerebral difuso, en animales se ha reportado ceguera la cual se revierte al cesar la
exposición (IRET-UNA, 2020).
Finalmente, debido a la relación que hicieron los aplicadores terrestres
entrevistados entre el olor y la toxicidad de los insumos, y a la afirmación arrojada por
uno de ellos acerca de que las empresas formuladoras actualmente están comercializando
plaguicidas sin olor, se realizó una búsqueda en internet a fin de comprobar la
información. A partir de esta búsqueda se determinó que existen plaguicidas sin olor a
la venta en plataformas virtuales, entre ellos insecticidas pertenecientes a los laboratorios
Bayer14 y Basf15. Además, el fumigador aéreo consultado señalo que utiliza una máscara
dentro del habitáculo del avión a causa del aroma de algunos insecticidas, poniendo de
relevancia nuevamente la relación entre la toxicidad y olor del producto que se desprende
de las entrevistas realizadas. Al respecto, Machado et al. (2012) realizaron una
investigación en el cinturón verde de la ciudad de Córdoba en la cual concluyeron que
en las entrevistas realizadas se manifiesta una relación entre el grado de peligrosidad de
los plaguicidas y el olor de los mismos, destacando que existe la percepción de que los
químicos utilizados actualmente son menos peligrosos que aquellos que utilizaban las
generaciones anteriores, idea reforzada por el hecho de que los abuelos de los
entrevistados no utilizaban ningún tipo de protección personal para llevar a cabo la
aplicación.
ETAPA 2: LABORATORIO
8.4 Concentración Letal 50
A pesar del uso extendido del insecticida clorpirifos en el ámbito rural, según los
resultados obtenidos en la presente tesis, cabe destacar que en el año 2009 el Ministerio
de Salud de la Nación prohibió la importación, producción, comercialización y uso del
principio activo en formulaciones de productos domésticos (artículo 5 de la Resolución
456/2009). Dentro de los motivos que expone la mencionada normativa, expresa que se
trata de un plaguicida inhibidor de la colinesterasa cuya absorción a partir de la dosis
umbral provoca efectos neurotóxicos agudos, pudiendo además presentar efectos
acumulativos a partir de exposiciones crónicas. Por otro lado, en enero del año 2020, la
14
Ver link de acceso: http://lacasadelfumigador.com.ar/productos/starycide-sc, último acceso realizado
en fecha 22 de julio del 2020 15
Ver links de acceso: https://agriculture.basf.com/ar/es/control-de-plagas/productos/fendona-6-sc.html
y http://lacasadelfumigador.com.ar/productos/tacazo, último acceso día 22 de julio del 2020
78
Unión Europea tomo la decisión de prohibir el uso de las sustancias activas clorpirifos y
metil clorpirifos, utilizadas en la elaboración de productos plaguicidas, mediante la
publicación de los reglamentos de ejecución 2020/17 y 2020/18, donde se hace efectiva
la revocación de las licencias, prohibiendo de esa forma su uso y comercialización. Dicha
disposición se produjo luego de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
(European Food Safety Authority), emitiera un informe16 en el que indica que los
mencionados compuestos influyen negativamente en la evolución del cerebro y del
sistema nervioso, presentando además persistencia en medios acuáticos.
Según lo expresado por Picco et al. (2011) y Watts (2012), el clorpirifos es un
plaguicida de amplio espectro. Se aplica en la agricultura y la ganadería para el control
de garrapatas, pulgas, moscas, piojos, tábanos y ácaros. Además, es un insumo utilizado
en las plantas ornamentales, en la industria maderera y en los hogares, tanto para
combatir insectos como para control de ectoparásitos que afectan a animales domésticos.
Asimismo, el clorpirifos se utiliza en programas sanitarios de control de artrópodos que
son hospedadores y vectores de agentes patógenos, que desencadenan diferentes
enfermedades. En cuanto a los efectos del clorpirifos sobre la salud humana ligados a
una intoxicación, según Neme et al. (2010) se pueden mencionar diversos síntomas como
por ejemplo dolores de cabeza, náuseas, diarrea, convulsiones, hipoventilación y hasta
pérdida de conciencia. Asimismo, según el Instituto Regional de Estudios en Sustancias
Tóxicas de la Universidad Nacional de Costa Rica (IRET-UNA, 2020), se trata de un
insecticida que puede provocar desorientación, pérdida de la memoria, falta de
concentración, depresión severa, irritabilidad, insomnio y dificultad para hablar luego de
una exposición crónica en humanos.
Los tratamientos realizados en laboratorio permitieron conocer el impacto de
diferentes concentraciones de clorpirifos sobre individuos de una población de molusco
acuático no blanco (Physa acuta) que habita en los arroyos pampeanos. Tal como se
pudo comprobar, la mortalidad fue alta a las menores concentraciones evaluadas y los
individuos no sobrevivieron al aumentar la dosis. Esto va en línea con la investigación
realizada por Salvio et al. (2015), quienes evaluaron el efecto de clorpirifos y de
cipermetrina sobre Scarites anthracinus (Coleoptera), un predador de organismos
considerados plagas de los cultivos. Dicha investigación confirma que clorpirifos es
altamente tóxico, ya que con una concentración 8 veces menor que la recomendada a
campo, la población bajo estudio se redujo a la mitad. Por otro lado, Rafael et al. (2015)
realizo bioensayos con Octolasion cyaneum (Annelida), organismo que aumenta la
disponibilidad de nutrientes para las plantas y mejora la estructura del suelo a través de
bioporos que evitan la compactación del mismo. El estudio comprobó que el insecticida
clorpirifos produjo cambios morfológicos en un 33% de los organismos de expuestos.
Los trabajos mencionados coinciden con lo expresado por Tomasoni (2013) quien indica
que no existe forma de garantizar que la aplicación de plaguicidas se realice de manera
16 El informe se encuentra disponible en la página oficial del organismo:
https://www.efsa.europa.eu/en/press/news/chlorpyrifos-assessment-identifies-human-health-effects,
último acceso realizado el día 30 de marzo del 2021
79
controlada, por lo cual el uso de los mismos podría producir un fuerte impacto sobre la
fauna no blanco propia y benéficas de los suelos cultivados así como también de la fauna
acuática que habita arroyos linderos a los campos. De acuerdo a su alta toxicidad y a su
capacidad de persistir en los sedimentos, el clorpirifos significa una gran amenaza para
los peces y organismos de fondo (Cappello et al., 2008). El impacto del clorpirifos afecta
tanto a especies sensibles como especies tolerantes como es el caso de Ischadium
recurvum y Aplexa hypnorum (Hemming et al., 2004; Phipps et al., 1985).
En la gran mayoría de los casos, las concentraciones de clorpirifos en el ambiente
suelen ser menores que los valores de CL50 registrados. En un arroyo de Arrecifes
(Argentina), se reportaron pulsos de concentración de 0,45 µg/l (Jergentz et al., 2005).
Asimismo, Marino y Ronco (2005) determinaron concentraciones de clorpirifos entre
0,4 – 10,8 µg/l en cursos de agua de Pergamino. Por otro lado, en afluentes del Río de la
Plata, se han encontrados concentraciones de 53 µg/l (Brodeur et al., 2011). Sin embargo,
aún en bajas concentraciones se han observado efectos tóxicos subletales en organismos
acuáticos expuestos a clorpirifos. En el ensayo de CL50 realizado en este trabajo, se puedo
observar la puesta de huevos de P. acuta en los acuarios expuestos a clorpirifos durante
los primeros días de exposición al plaguicida y la pérdida de la capacidad de adherencia
a los mismos. Esto último fue reportado también por Iannacone y Caballero (2002),
pudiendo ser una respuesta de dichos organismos frente al estrés producido por el
químico en su ambiente. Este comportamiento y otros efectos sobre procesos
reproductivos (como la alteración del desove, aumento de número de huevos inviables,
anormalidades morfológicas en la eclosión, etc), se han observado en estudios de
toxicidad realizados en invertebrados acuáticos (Ferreira, 2015; Avigliano, 2018). La
exposición a concentraciones subletales de plaguicidas, también puede provocar
alteración en la actividad del sistema de defensa antioxidante, oxidación lipídica y daño
en la estructura del ADN en los organismos expuestos (Basopo y Ngabaza, 2015;
Patetsini et al., 2013; Janssens et al., 2017).
Finalmente, es importante destacar que el ensayo de CL50 no toma en
consideración los efectos en la salud por exposición crónica o a largo plazo de uno o
varios plaguicidas, ignorando además el efecto sinérgico que podría generarse al
combinar dos o más principios activos. Además, la clasificación de plaguicidas basada
en la dosis que elimina al 50% de la población bajo estudio recomendada por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), no tiene en cuenta las consecuencias que
pueden generarse a bajas dosis, previas a la muerte del individuo (Canziani et al., 2020).
Debido a los diversos efectos dañinos que se originan en los organismos acuáticos
expuestos a plaguicidas, la CL50 resulta insuficiente como metodología de análisis para
determinar la toxicidad de los insumos utilizados en la actividad agrícola. A pesar del
limitado alcance de la información proveniente de los ensayos de toxicidad para su
extrapolación a escala ambiental, los estudios con organismos en laboratorio, en
condiciones controladas y estandarizadas para la evaluación de respuestas, han sido las
fuentes de información predominantes para la evaluación ecológica de los efectos de los
contaminantes tóxicos (Castillo Morales et al., 2004).
80
Conclusiones y recomendaciones
Dada la falta de información en el área de estudio sobre la red de actores que
fabrican, comercializan, utilizan y se encuentran expuestos (ya sea directa o
indirectamente) a los plaguicidas, consideramos que el presente trabajo cumple la
función de diagnóstico. Los efectos de los plaguicidas sobre el ambiente y por ende, la
población en general, implican la necesidad de ampliar la red de actores. En este sentido,
la red identificada y reconocida socialmente en relación al uso de los plaguicidas
evidencia la falta de actores fundamentales relacionados al control, la educación y la
salud. Faltan incorporar a esta red a los trabajadores rurales que no son los propietarios
o arrendatarios de los lotes en los que se desempeñan, organizaciones vecinales o
ambientalistas, profesionales que puedan evaluar el impacto de los plaguicidas en la
salud y el ambiente, docentes con propuestas agroecológicas o más amigables con el
ambiente y médicos especialistas en problemáticas derivadas de la exposición a estos
compuestos. También consideramos necesaria la participación activa de las poblaciones
rurales que residen en cercanía a las áreas fumigadas, académicos referentes en la
temática, universidades públicas como entes generadores de conocimiento, los
consumidores de productos derivados del agro y aquellos productores agrícolas que
optan por cultivar los alimentos de manera agroecológica.
A lo largo de la investigación realizada se detecta la necesidad de generar
políticas públicas a nivel nacional, que se repliquen y amplíen localmente, en pos de
lograr un mayor control tanto en la comercialización como en el uso de los plaguicidas.
Para esto, es menester la sanción de una ley nacional marco que regule el uso y la
comercialización de plaguicidas, contemplando presupuestos mínimos de protección
ambiental. Dicha legislación posibilitará la asignación de presupuesto necesario para que
los organismos de control realicen su trabajo eficientemente según la normativa vigente,
punto crítico detectado en la red analizada a raíz de la falta de recursos tanto humanos
como económicos del organismo provincial de control. A nivel municipal se destaca la
necesidad de realizar modificaciones en la ordenanza municipal 12.316, de tal manera
que las normativas locales vigentes fomenten prácticas agronómicas que deriven en una
disminución del uso de plaguicidas a la hora de producir los alimentos. Además, al
realizar las entrevistas en las direcciones locales que tienen injerencia en el uso de
plaguicidas se detectó la carencia de un documento rector donde se detallen las
incumbencias de cada área. Por otro lado, es necesario gestionar un centro de acopio y/o
de tratamiento de envases vacíos de plaguicidas, iniciando el camino hacia la solución
del problema del destino incierto de los bidones.
En cuanto la habilitación para aplicar plaguicidas, consideramos que una
capacitación de un solo día de duración no es suficiente. Dado lo expuesto a lo largo de
la tesis, los productos plaguicidas no son inocuos ni hay aplicación controlable porque
81
no se puede controlar la interacción con el clima ni las interacciones con otros
plaguicidas aplicados, ni los efectos de sus residuos, coadyuvantes y surfactantes que
componen el producto final, sobre el ambiente. Proponemos que el carnet habilitante sea
otorgado luego de una capacitación integral, que incluya los posibles impactos que
provocan las actividades agrícolas en el ambiente, aspecto subestimado por los
productores encuestados.
Sumado a esto, es imprescindible contar con información oficial de la cantidad
de plaguicidas utilizados a nivel nacional, provincial y municipal con el fin de evaluar,
no solo la efectividad de los mismos en la producción actual, sino también el impacto
ambiental producto de su uso. A pesar de que la receta agronómica digital podría ser una
herramienta que permitiría visualizar e informatizar la cantidad de plaguicidas aplicados,
a partir de las entrevistas realizadas se comprobó la falta de utilización de la misma, a
pesar de su obligatoriedad según la legislación vigente.
Por otro lado, la utilización de ensayos de laboratorio como el empleado en este
estudio, nos permitió conocer la respuesta de los individuos de la fauna local a uno de
los compuestos de mayor uso en la región como es el clorpirifos. Según el ensayo, P.
acuta resultó afectada a las concentraciones más bajas seleccionadas para la
determinación de la CL50, observándose además efectos subletales como por ejemplo la
puesta de huevos y la pérdida de adherencia del molusco a los recipientes utilizados. Sin
embargo, al compararse con otros organismos acuáticos, observamos que esta especie es
una de las más tolerantes. Por lo tanto, si individuos de P. acuta, considerados como uno
de los más tolerantes, son gravemente afectados por bajas concentraciones de clorpirifos,
el efecto de la deriva de estos contaminantes sobre especies sensibles no blanco que
habitan los cuerpos de agua es una problemática que atenta sobre la biodiversidad y el
funcionamiento del ecosistema. Por todo esto, y dado el uso extensivo y creciente de los
plaguicidas en la región, son necesarios nuevos estudios de la exposición crónica de los
mismos sobre la fauna local, teniendo en cuenta además los efectos sinérgicos que se
generan al combinar diversos principios activos utilizados en la actividad agrícola.
Finalmente, consideramos firmemente que el uso de plaguicidas debería
reducirse paulatinamente, recurriendo a ellos luego de haber intentado mitigar las plagas
presentes mediante otras alternativas, haciendo énfasis en los principios agroecológicos,
en pos de lograr sistemas agroalimentarios sustentables cada vez más independientes de
insumos externos y respetuosos con el ambiente. Esperamos que la información
generada pueda ser tenida en cuenta para la toma de decisiones en el partido de Tandil y
contribuya de esta manera a establecer una base sobre la cual tomar decisiones con el
objetivo de contribuir a mejorar la salud de la población tandilense y la biodiversidad de
los cuerpos y cursos de agua serranos. En la misma línea, destacamos la importancia de
generar más investigaciones que permitan indagar las consecuencias del modelo de
producción de alimentos hegemónico. Toda la información generada en este sentido es
82
un insumo fundamental hacia un cambio de paradigma que permita el acceso a la materia
prima producida de manera respetuosa ambientalmente.
83
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Página oficial de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos - US EPA:
https://espanol.epa.gov/
Página oficial de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes - CASAFE:
www.casafe.org.ar
Página oficial de la Dirección de Fiscalización Vegetal de la provincia de Buenos Aires:
https://www.gba.gob.ar/desarrollo_agrario/direccion_de_fiscalizacion_vegetal
Página oficial de la Sociedad Rural Argentina: https://www.sra.org.ar/
Página oficial del Centro Científico Tecnológico (CCT) Mendoza, dependiente del
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET):
https://www.mendoza.conicet.gov.ar/portal
Página oficial del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de
Buenos Aires - CIAFBA: https://ciafba.org/
Página oficial del Instituto Nacional de Estadística y Censos - INDEC Argentina:
https://www.indec.gob.ar/
Página oficial del Instituto Nacional del Tecnología Agropecuaria - INTA:
http://www.inta.gob.ar
Página oficial del Ministerio de Agroindustria de la Nación Argentina:
http://www.agroindustria.gob.ar
Página oficial del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires:
https://www.gba.gob.ar/agroindustria
Página oficial del Municipio de Tandil: https://www.tandil.gov.ar/
Página oficial del Servicio Meteorológico Nacional: https://www.smn.gob.ar/
Página oficial del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria - SENASA:
https://www.argentina.gob.ar/senasa
Sitio oficial de la plataforma de e - commerce MercadoLibre:
https://www.mercadolibre.com.ar/
101
Anexos
Anexo I: entrevistas a actores claves
1) Representantes de organismos gubernamentales
Nivel nacional
Oficina Tandil del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria
(SENASA)
¿Cómo se comprueba la sanidad e inocuidad de los alimentos? ¿dónde se llevan a cabo
los ensayos de laboratorio necesarios?
Cuando realizan los ensayos, ¿toman las muestras al azar?
¿Cómo proceden si los niveles de residuos de pesticidas son altos? ¿existen sanciones?
¿Hay algún pesticida que sea más comúnmente detectado dentro de los residuos en la
zona?
¿Cuántas personas llevan a cabo este trabajo? ¿se cuenta con los recursos necesarios?
(tanto económicos como humanos)
La página del SENASA establece que una de las funciones de las delegaciones es recibir
denuncias de hechos sanitarios que pongan en riesgo la sanidad agropecuaria de la
región. ¿Qué tipo de denuncias reciben más frecuentemente?
¿Se llevan a cabo capacitaciones/cursos/charlas para los productores? ¿la participación
es buena?
Agencia de Extensión Rural Tandil del Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA)
¿El INTA ha incorporado en los últimos tiempos conceptos referidos a agroecología,
reducción de uso de agroquímicos, agricultura sostenible? ¿se acercan productores con
inquietudes relacionadas a estas temáticas?
¿Notan una creciente preocupación de los productores por la peligrosidad de los
pesticidas?
102
¿Qué es lo que más les preocupa a los productores en relación a los plaguicidas (precio,
desperdicio, contaminación…)?
¿Se brindan capacitaciones en relación a las características y usos de los plaguicidas?
¿cuál es el nivel de participación de los productores y los aplicadores de plaguicidas?
¿Dichos cursos son gratuitos? En caso de que las capacitaciones sean gratuitas, ¿qué
pasaría si fueran pagas? ¿cree que la asistencia y el interés por parte de los productores
y aplicadores sería la misma?
¿Se informa sobre los colores de banda y las ventajas/desventajas de los pesticidas de
banda verde frente un insumo de otro color de banda? ¿se informa sobre el uso de ropa
y equipos de protección personal adecuados a la hora de fumigar? ¿y sobre las
condiciones climáticas ideales para aplicar se les informa?
¿Cómo es la reacción de los aplicadores en esas charlas? ¿se nota que no es algo
desconocido el equipo de protección personal, lo usan?
¿Hay algún pesticida que se destaque por ser el más utilizado en la zona?
Nivel provincial
Delegación Regional Fitosanitaria Zona V (Ministerio de Agroindustria)
¿Cuáles son sus funciones?
¿Hay producción de pesticidas en la provincia de Buenos Aires?
Una vez elaborado un nuevo producto, ¿cómo es la verificación para aprobar su uso?
¿Cuáles son los requisitos básicos para inscribirse en el registro de empresas de control
de plagas, según la Ley provincial N° 10.699? ¿las empresas tienen que tener un asesor
profesional?
¿Cómo es la fiscalización del correcto uso de plaguicidas? ¿se realiza en campo?
¿Reciben muchas denuncias? ¿la gente se acerca?
¿Cuáles son los recursos económicos y humanos con los que cuenta el organismo para
concretar esta actividad?
¿Hay algún pesticida que se destaque por ser el más utilizado en la zona?
¿Sabe cuál es el destino de los envases de plaguicidas?
103
Nivel local
Dirección de Medioambiente
¿Cuáles son los objetivos de la dirección? ¿tienen incumbencia respecto a los
plaguicidas? ¿qué rol cumplen? ¿hacen capacitaciones? ¿reciben denuncias?
Desde el municipio, ¿se ha proyectado alguna modificación en la Ordenanza N° 12.316
vigente en la temática?
¿Tienen conocimiento sobre el Proyecto de Ordenanza de Aplicación de Agroquímicos
Pesticidas en el partido de Tandil que se está por presentar?
¿Cómo afectaría el cambio en la cantidad de metros donde es permitido fumigar a los
productores? ¿creen que recibirán más quejas de los mismos?
La Ordenanza 13.371 regula la ubicación de los depósitos de productos fitosanitarios,
¿hay definiciones claras acerca de cuándo se aplicará la normativa, o del lugar donde se
reubicará a las agronomías? ¿se mantienen reuniones con las agronomías para tomar
decisiones o brindar asesoramiento?
En marzo de este año se llevó a cabo una campaña de recolección de envases vacíos de
plaguicidas. ¿Cuál fue el nivel de participación? ¿tienen planeado llevar a cabo otra
jornada como esa?
¿Los productores se acercan con inquietudes vinculadas a la gestión de envases vacíos
de plaguicidas?
¿Llevan un registro de aplicadores? ¿y de los plaguicidas comercializados/aplicados en
el partido de Tandil?
¿Se encuentran vinculados con instituciones como por ejemplo el INTA, para desarrollar
líneas de acción y capacitaciones?
¿Reciben denuncias por parte de ciudadanos, vinculadas con aplicaciones?
¿Se brindan capacitaciones/charlas/cursos vinculados a la agroecología? ¿se acercan
productores con esta inquietud?
Dirección de Asuntos Agropecuarios
104
¿Cuáles son los objetivos de la dirección? ¿tienen incumbencia respecto a los
plaguicidas?
La Ordenanza 13.371 regula la ubicación de los depósitos de productos fitosanitarios,
¿hay definiciones claras acerca de cuándo se aplicará la normativa, o del lugar donde se
reubicará a las agronomías? ¿desde las agronomías se acercan?
En marzo de este año se llevó a cabo una campaña de recolección de envases vacíos de
plaguicidas. ¿Cuál fue el nivel de participación? ¿tienen planeado llevar a cabo otra
jornada como esa?
¿Llevan un registro de aplicadores? ¿y algún registro de los plaguicidas
comercializados/aplicados en el partido de Tandil?
¿Los productores se acercan pidiendo charlas o capacitaciones, sobre agroecología?
¿Se encuentran vinculados con instituciones, como por ejemplo el INTA?
¿Reciben denuncias por parte de ciudadanos, vinculadas con aplicaciones?
¿Tienen pensado algún proyecto vinculado a la agroecología desde la dirección?
2) Asociaciones civiles
Sociedad Rural Tandil
¿Cuál es el número de afiliados que son parte de la Sociedad Rural de Tandil? ¿cuál es
el porcentaje respecto al total de productores agrícolas del partido?
¿Todos los asociados utilizan plaguicidas?
¿Cuál es la función de la Sociedad Rural de Tandil?
¿Ofrecen asesoramiento técnico a los socios, para el uso y la utilización de plaguicidas?
¿Cuál es su opinión en relación al aumento del uso de plaguicidas en el partido y en toda
la región?
¿Sabe si en los campos cuando se contrata un aplicador, los productores corroboran que
este habilitado?
¿Se dictan cursos de aplicación de plaguicidas o de buenas prácticas agrícolas para los
socios de la Sociedad Rural?
105
Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires
(CIAFBA)
¿Cuáles son las principales funciones del colegio?
¿Cuál es el número estimado de matriculados?
¿Cuál es el porcentaje aproximado que representan los mismos teniendo en cuenta la
totalidad de ingenieros agrónomos del partido?
¿Llevan a cabo charlas/talleres/capacitaciones para los matriculados? ¿en qué temáticas
se centran? ¿abordan temáticas de agroecología?
¿Se vinculan con otras instituciones para llevarlas adelante? (INTA, SENASA,
Delegación Regional Fitosanitaria, dependencias del municipio)
¿Cuáles son las principales problemáticas del uso de plaguicidas en el partido desde la
visión del colegio?
¿Consideran que la receta agronómica está instalada y se usa en la totalidad de los casos
de aplicación?
Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil (CIAT)
¿Qué es y qué funciones tiene el Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil? ¿cuándo
y por qué se fundó?
Teniendo en cuenta a todos los profesionales de Tandil que ejercen la carrera de
ingeniería agrónoma, ¿qué porcentaje de afiliados tienen? ¿hacen campañas de difusión
para que se sumen más miembros?
Dentro del plan de estudios en la formación del ingeniero agrónomo, ¿tienen materias
que se vinculen a la agroecología? ¿y si, por ejemplo, a un ingeniero agrónomo lo
contratara un productor que no quiere utilizar agroquímicos, se encuentran formados
como para responder esa necesidad?
Dentro de las capacitaciones que organizan desde el CIAT, ¿qué temáticas tienen?
¿alguna aborda la temática agroecología? ¿con qué otras instituciones articulan para las
charlas/reuniones/jornadas?
En cuanto al uso de la receta agronómica en el partido de Tandil ¿qué es lo que ustedes
observan? ¿se usa, no se usa?
106
¿Cuáles son las principales preocupaciones respecto al uso de plaguicidas en el partido
de Tandil, como círculo?
¿Llevan algún registro de cuáles son los plaguicidas más utilizados en el partido de
Tandil?
3) Privados
Establecimientos comercializadores de plaguicidas (Agronomías)
¿Cuál es el origen de los pesticidas? ¿son todos extranjeros? ¿hay producción nacional?
¿La compra de estos productos se puede realizar por internet?
¿Todos los productos necesitan receta agronómica, o hay alguno de venta libre?
¿De qué localidad son los compradores de estos insumos? ¿de la ciudad de Tandil, o de
otros lugares del partido?
¿Cuáles son los productos de mayor demanda? ¿los insecticidas? ¿Los fungicidas? ¿los
herbicidas?. Y si tuviera que decir cuáles son los insecticidas que más se comercializan,
¿cuáles serían?, ¿los fungicidas?, ¿y los herbicidas?
¿Hay alguna época en el año donde la venta sea mayor? ¿o es pareja a lo largo del año?
¿Qué criterios utilizan los productores para elegir el producto? (el precio, la eficiencia,
la toxicidad del producto)
¿Influye en la decisión que el producto tenga banda verde?
¿Los productos con banda verde han ido incrementando en número a lo largo del tiempo?
¿Cómo es la relación precio/ eficiencia entre los pesticidas banda roja y verde?
¿Existen recaudos al momento de vender plaguicidas banda roja? ¿se le explica al
aplicador algo?
¿Se les exige algún tipo de documentación o receta a la hora de retirar los productos?
¿Hay límite para la compra de productos de banda roja (o de otra banda)?
¿Sabe que ocurre con los envases una vez que se agota el producto?
107
Empresas aplicadoras y fumigadores particulares aéreos y terrestres
Aplicadores terrestres
¿Cómo es el proceso desde la preparación del producto a aplicar hasta el desecho del
bidón? ¿dónde se carga el agua? ¿cómo se limpia la máquina?
¿Qué factores climáticos tiene en cuenta a la hora de aplicar un producto?
¿Cuándo se aplica la mayor cantidad de plaguicidas? ¿existe una época del año donde se
fumigue más?
¿Usted diría que hay un producto que se destaque por ser el más utilizado? ¿dentro de
los herbicidas, dentro de los insecticidas, y los fungicidas?
¿Se utilizan más productos con banda verde que hace algunos años atrás?
¿Es común que el propietario del campo tenga su propio mosquito? ¿le ha pasado que
algún cliente le pida asesoramiento a usted?
¿Cuáles son los elementos de protección personal que utiliza al momento de aplicar?
¿Cuál es el destino de los bidones vacíos?
¿Hay algún plaguicida que considere peligroso?
Aplicador aéreo
¿Cómo es el proceso de aplicación, desde la preparación del producto hasta el desecho
de los envases?
¿Cuáles son, en su opinión, los productos más utilizados?
¿Cuál es el destino de los envases vacíos?
¿Cuál es la capacidad del tanque y la relación con un mosquito, en cantidad de litros?
¿La elección entre mosquito o avión de qué depende? ¿de la extensión del campo?
¿Cómo se calcula el área de descarga del avión?
¿Qué condiciones climáticas se tienen en cuenta a la hora de aplicar?
¿Cuáles son los elementos de protección personal que utilizan en el avión?
108
¿Cuál es el curso para ser aeroaplicador? ¿Tiene que renovar la licencia?
Productor agrícola
¿Desde hace cuántos años es productor agrícola? ¿cuántas hectáreas tiene el campo
donde lleva a cabo la actividad agrícola?
¿Cuáles son los plaguicidas mayormente utilizados en su lote?
¿Qué maquinaria utiliza para fumigar? ¿contrata a una empresa para la aplicación o la
lleva adelante usted mismo?
¿Es asesorado por algún profesional idóneo a la hora de aplicar plaguicidas? ¿a quién
recurre?
¿Cuál es, desde su punto de vista, la mayor problemática actual respecto a la utilización
de plaguicidas?
En la práctica, ¿se utiliza la receta agronómica?
¿Cuál es el destino final de los envases vacíos de plaguicidas?
¿Hay algún plaguicida que considere peligroso?
109
Anexo II: encuestas a productores agrícolas
Datos básicos del encuestado y el establecimiento
Nombre del establecimiento:
Superficie total: .……………….ha
Superficie sembrada: ………….…….ha
Sexo: F M Edad: Ocupación:
Nivel máx. de
educación
alcanzado:
(marcar con
una X)
Primario ...
Secundario…
Terciario…
Universitario…
Pos universitario…
Usted es:
(marcar con
una X)
Propietario …
Administrador ...
Arrendatario …
¿Hace cuántos
años?:
………………años
Lugar nacimiento: Lugar residencia:
Prácticas agrícolas (teniendo en cuenta la última campaña)
En la última campaña de fina
¿Qué cultivó en la última campaña
de fina?
(marcar con una X donde
corresponda):
¿Cuántas hectáreas cultivó de cada
uno?
(aproximadamente)
¿Qué químicos utilizó para el cultivo de
fina?
(marcar con una X donde corresponda):
Trigo …. ………….ha Atrazina….
Clorpirifos….
Glifosato….
2,4 – D….
Cipermetrina….
Endosulfan….
Heptacloro….
Metoxicloro….
DDT….
Endrin….
Otro: ………………
Cebada …. ………….ha
Alpiste …. ………….ha
Centeno …. ………….ha
Avena …. ………….ha
Otros: ………………………. …..………ha
110
En la última campaña de gruesa
¿Qué cultivó en la última campaña
de gruesa?
(marcar con una X donde
corresponda):
¿Cuántas hectáreas cultivó de cada
uno?
(aproximadamente)
¿Qué químicos utilizó para el cultivo de
gruesa?
(marcar con una X donde corresponda):
Maíz …. ………….ha Atrazina….
Clorpirifos….
Glifosato….
2,4 – D….
Cipermetrina….
Endosulfan….
Heptacloro….
Metoxicloro….
DDT….
Endrin….
Otro: ………………
Girasol …. ………….ha
Papa …. ………….ha
Sorgo …. ………….ha
Soja …. ………….ha
Otros: ………………………. ………… ha
¿La aplicación de químicos es
llevada a cabo por un tercero/
empresa fumigadora?
SÍ - NO - A VECES
¿Qué se utiliza? (marcar con una X
donde corresponda)
Mochila…………
Mosquito………..
De arrastre ……...
Aéreo……………
¿La acción es asesorada por un
profesional? (marcar la opción
correcta)
SÍ - NO ¿Cuál es la profesión del asesor, en caso de
tenerlo?………………………
Indique que tan de acuerdo está con las siguientes afirmaciones
# Afirmaciones Opciones (marque la opción que corresponda):
1 El hombre es parte del ambiente No Probablemente Si NS/NC
2 Los recursos naturales están para ser usados por el hombre No Probablemente Si NS/NC
3 Los plaguicidas son fácilmente degradados en el ambiente No Probablemente Si NS/NC
111
4 Los plaguicidas son herramientas imprescindibles para la
producción de alimentos
No Probablemente Si NS/NC
5 La actividad agrícola produce impactos ambientales reversibles No Probablemente Si NS/NC
6 El campo es un espacio netamente productivo No Probablemente Si NS/NC
7 Los plaguicidas utilizados en la producción pasan por rigurosas
pruebas
No Probablemente Si NS/NC
8 Los envases de plaguicidas son residuos domiciliarios No Probablemente Si NS/NC
9 El precio de los insumos determina su utilización en el campo No Probablemente Si NS/NC
10 El campo se verá favorecido con la agricultura de precisión, al
reducir el uso de productos
No Probablemente Si NS/NC
11 Las nuevas tecnologías son útiles sólo si aumentan el rendimiento
del campo
No Probablemente Si NS/NC
12 La agroecología es una alternativa de producción No Probablemente Si NS/NC
13 Se exagera sobre la peligrosidad de los químicos utilizados en el
agro
No Probablemente Si NS/NC
14 La experiencia adquirida en el campo es suficiente para el manejo
del mismo
No Probablemente Si NS/NC
15 Los cursos sobre manejo de plaguicidas deberían ser obligatorios No Probablemente Si NS/NC
16 Conozco de qué se tratan los cursos de buenas prácticas agrícolas No Probablemente Si NS/NC
17 Conocer la legislación ambiental es necesario para llevar a cabo la
actividad agrícola
No Probablemente Si NS/NC
112
Índice de figuras y tablas
Figuras
Figura N° 1. Tipos de agroquímicos.............................................................................. 12
Figura N° 2. Información que proporcionan las etiquetas de los productos fitosanitarios.
....................................................................................................................................... 14
Figura N° 3. Ubicación del partido de Tandil en la provincia de Buenos Aires, Argentina.
....................................................................................................................................... 29
Figura N° 4. Estructura química del clorpirifos. ........................................................... 36
Figura N° 5. Fotografía de Physa acuta tomada en laboratorio. ................................... 36
Figura N° 6. Punto de recolección de gasterópodos Physa acuta, arroyo Chapaleofú. 37
Figura N° 7. Fotografía del lugar de recolección de los individuos de Physa acuta (arroyo
Chapaleofú). .................................................................................................................. 37
Figura N° 8. Preparación de soluciones de clorpirifos a partir de plaguicida Clorfox. . 38
Figura N° 9. Montaje de acuarios utilizados para el ensayo de CL50 de clorpirifos en
Physa acuta. .................................................................................................................. 39
Figura N° 10. Gráfico de red de actores claves vinculados al uso y comercialización de
plaguicidas en el partido de Tandil (2019 - 2020). ........................................................ 40
Figura N° 11. Respuestas de los productores a las afirmaciones vinculadas al ambiente
(n=20). ........................................................................................................................... 64
Figura N° 12. Porcentaje de supervivencia de organismos Physa acuta según las
diferentes concentraciones de exposición a clorpirifos durante el ensayo de
Concentración Letal 50 durante 96 horas. ...................................................................... 66
Figura N° 13. Puesta de huevos de Physa acuta expuestos a clorpirifos durante el ensayo
de Concentración Letal 50. ............................................................................................. 67
Figura N° 14. Sensibilidad de Physa acuta a clorpirifos en comparación con otros
invertebrados de agua dulce calculados por las distribuciones de sensibilidad de especies
(SSD) utilizando datos de toxicidad aguda de 96 h. ...................................................... 68
Tablas
Tabla N° 1. Clasificación toxicológica de los plaguicidas, según los criterios adoptados
por la Organización Mundial de la Salud. ..................................................................... 13
Tabla N° 2. Banda de color de las etiquetas de plaguicidas según su peligrosidad, de
acuerdo la clasificación toxicológica de la OMS. ......................................................... 13
Tabla N° 3. Actores gubernamentales vinculados a la cadena de uso y comercialización
de plaguicidas en el partido de Tandil. .......................................................................... 41
Tabla N° 4. Valores de toxicidad aguda CL50- 72h y CL50- 96h a clorpirifos sobre la
especie Physa acuta. Los valores e intervalos fueron calculados mediante análisis
PROBIT con un 95% de confianza. .............................................................................. 67