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  Neoliberalismo, movimiento estudiantil y pode r popular como alternativa no capitalista de  producción de lo social Autor: Felipe Fernández B, Trabajador social, Universidad Academia de Humanismo Cristiano; Magister © e n psicología social aplicada, Universidad de Santiago de Chile. Docente Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Neoliberalismo, Mov Estudiantil y P POPULAR

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Neoliberalismo, movimiento estudiantil y poder popular como alternativa no capitalista de produccin de lo social

Autor: Felipe Fernndez B, Trabajador social, Universidad Academia de Humanismo Cristiano; Magister en psicologa social aplicada, Universidad de Santiago de Chile. Docente Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Neoliberalismo chileno: sus bases (ex)puestas en conflictoEl capitalismo mundial integrado, denominado as por Guattari (2004) ha transformado las formas de segregacin y fragmentariedad social, desplegndose mecanismos de dominacin que escapan de la frmula marxista del plusvalor. Marx (2011) explic la explotacin como la apropiacin que hace la burguesa de lo producido por los trabajadores, en tiempo de trabajo. Pero desde Foucault (1998) y los mecanismos de la Biopoltica, se complejiza y expande la comprensin de la explotacin hacia la dominacin, sealando que habra que hablar de "biopoltica" para designar lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en el dominio de los clculos explcitos y convierte al poder-saber en un agente de trasformacin de la vida humana; esto no significa que la vida haya sido exhaustivamente integrada a tcnicas que la dominen o administren; escapa de ellas sin cesar. (Ibid, p.85)

La concepcin de poder que presenta el filsofo francs refiere que este no es una propiedad, sino un mecanismo que se ejerce en un juego de relaciones mviles y desde diversos puntos, en donde los discursos y las prcticas institucionales son legitimadas como un saber poder (Foucault, 2011) que orienta el sistema de disciplina-normalizacin y desde ste se configura la normalizacin. En este sentido, el neoliberalismo se presenta como una determinada forma de razn o arte gubernamental que dirige al Estado, la sociedad civil y las polticas de vida, desde una lgica distinta a las bases con las que funcion el capitalismo fordista industrial, aunque produzcan efectos similares. En este sentido, los mecanismos de dominacin neoliberales son explicados como un poder saber legtimo que no funciona en la base la explotacin de la clase trabajadora (al menos en principio, no se puede desconocer las condiciones pauprrimas por ejemplo choferes de la locomocin del transantiago en Chile o en regiones de frica donde se explota a costa la acumulacin de grandes capitales), sino que en la expansin de la racionalidad de inversin y empresa a toda conducta y forma de vida. En esta lnea Guattari (Ibid) plantea que la lucha obrera que pretende reducir la jornada laboral, puede ser compatible con los intereses de un proyecto capitalista, ya que pasatiempos como ir al mol y las prcticas de consumo son compatibles con la sociedad neoliberal. En base a los estudios que realiz Foucault (2007) del neoliberalismo alemn y norteamericano, permiten comprender incluso al actual contexto institucional chileno. Desde el neoliberalismo alemn reconoce la legitimacin del Estado en cuanto este produzca mercado. Es decir, el neoliberalismo no implica la exterminacin del Estado, sino que supone una direccin distinta de su racionalidad. Esta considera que el Estado se considera legtimo en cuanto sus normativas produzcan mercado y dicha postura tambin realiz fuertes crticas a las posturas Keynesianas o polticas sociales de derechos universales y a la planificacin desde el Estado ya que se vuelve contraproducente a un proyecto de sociedad que establece derechos econmicos, es decir principios que no permiten la existencia de un plan, sino que diversos intereses gremiales compitiendo en el mercado. As la competencia y el crecimiento econmico van a ser el paradigma institucional jurdico y econmico vector que otorga la reflexin neoliberal alemana. En cuanto a los planteamientos del neoliberalismo norteamericano, ste dirige su problematizacin hacia las conductas de los trabajadores y al comportamiento humano, considerando aspectos que escapan de la jornada o tiempo de trabajo, expandindose lo productivo a la inversin individual que pueden hacer los trabajadores fuera de la jornada laboral y la generalizacin de la mirada de empresa a todo comportamiento, establecindose al fomento del capital humano como dicha inversin econmica individual independiente. En el actual contexto chileno, dichos aspectos neoliberales pueden evidenciarse en el funcionamiento institucional y del Estado. En esta direccin, se puede considerar algunos planteamientos de Atria (2013), quien seala que la institucionalidad chilena se caracteriza por la focalizacin asistencial de recursos y por la inexistencia de transferencias universales y programas de seguridad social. Es decir, la institucional permite privatizar la desigualdad y no la considera un problema, ya que su consecuencia es por opciones individuales, pero no ocurre lo mismos con la pobreza, pues el modelo la enfrenta por medio de transferencias pblicas en formas de subsidio a la demanda. Estas medidas las ejemplifica con el plan AUGE, el copago en educacin y todas las reformas que desarrollo la concertacin. Por ello el Estado neoliberal adopta polticas dirigidas a dicho sector, asegurando un estndar de vida mnimo para que estos puedan desarrollar ventajas competitivas e ingresar en al mercado, mientras que el resto de la poblacin queda expuesta a la competencia en ste. En un plano similar Mayol (2012) plantea que el actual sistema neoliberal ha entrado en crisis de representatividad debido a agravios y malestares ciudadanos producto del endeudamiento, la acumulacin de riquezas en manos de pocos, el excesivo costo de la salud, la educacin y la segregacin, es decir procesos que han generado descontento e incertidumbre en el poder de control que tienen las personas de sus propias vidas. Dicha descripcin de ilegitimidad del modelo es coherente con la alta percepcin de miedos subjetivos, riesgos e inseguridad de la poblacin chilena (PNUD, 1998) y de malestar de las personas con la sociedad (PNUD, 2012), a pesar de que consideran que poseen condiciones econmicas mejores que generaciones anteriores. Dicha forma de administracin gubernamental naturalizada durante los gobiernos de la concertacin, se ha encontrado con oposiciones de mltiples acciones colectivas de movilizaciones mediambientales, regionalistas y de estudiantes, que han puesto en conflicto al imaginario hegemnico neoliberal impuesto desde dictadura, al menos en tres elementos relevantes. El primero es la concepcin de educacin como bien de mercado, donde el endeudamiento familiar, la desregulacin y la segregacin social han causado agravios generalizados que abrieron la discusin para cambiar el paradigma y los discursos para transformar la educacin de mercado a una como derecho, gratuita y de calidad. Otros elementos puestos en conflicto es la concepcin de poltica y democracia, como aquellas estructuras de poder y de resolucin de decisiones como espacios reducidos y exclusivos para partidos y una clase poltica desvinculada de lo social. En este argumento se hace relevante la consideracin de Lechner (2002), que plantea que las lites polticas poseen mapas de comprensin y significacin desconectados simblica y espacialmente - de la sociedad civil. Ahora si se considera a la poltica como el conjunto de praxis con las que se gestiona colectivamente el poder (Urrutia, 2004) y en este sentido, se desarrolla una profunda crtica a la concepcin que la encapsula en espacio distante de lo social, permite revelar imaginarios y concepciones del poder que legitiman la segregacin y divisin de la poltica con formales deliberantes de la sociedad civil. Dicha representacin, como tecnologa o arte de gobierno, legitima el poder saber que monopoliza la soberana en una entidad como el Estado, reduciendo la capacidad de gestin de la sociedad civil y su vez, justifica que las formas de vida sean guiadas por una autoridad, vanguardias o desde grupos econmicos. Por esto se considera necesario presentar algunas precisiones del poder popular para analizar diversas acciones colectivas, principalmente las del movimiento estudiantil, en el actual contexto. Poder popular como construccin no capitalista de realidad socialUno de los aportes significativos a la comprensin del poder popular, es el que ha desarrollado Salazar (2011) quien explica al poder popular constituyente en base a dos molculas bsicas. La primera la formacin y existencia de vnculos sociales, redes sociales sustentadas en base a la solidaridad, fraternidad y la confianza mutua, considerando siempre la diversidad. La segunda refiere a la existencia de acciones colectivas tendientes a administrar y gestionar recursos (materiales, culturales y humanos), para permitir la construccin social de la realidad. Con esto, el historiador chileno estudia diversos proyectos sociales y populares que han surgido de trabajadores, peones, artesanos (Salazar y Pinto, 1999) que han desarrollado formas solidarias y autnomas (con avances y fracasos), como lo fueron tambin las sociedades de socorros mutuos o las comunales y mancomunales (Salazar, 2009), favoreciendo procesos populares constituyentes. Estas experiencias histricas permiten otorgar reconocimiento y anlisis a procesos provenientes de sectores populares, que se vuelven relevantes para ampliar la mirada de los movimientos sociales en Chile.Otro aporte a la comprensin del poder popular es la que realiza Urrutia (2012), refirindose a este como un proceso social de politizacin, en donde sectores de la sociedad dan forma a expresiones y proyectos polticos que rompen con la hegemona desarrollista moderna y se hacen cargo de los asuntos sociales, polticos y econmicos- en comn y de la expansin de sus posibilidades. El mismo autor critica la forma en como se ha enfocado la politizacin y la despolitizacin, sealando que desde los discursos nacionalistas e incluso de izquierda no hacen ms que fragmentar la sociedad en compartimientos y divisiones de los asuntos sociales. Por ello, la politizacin implica una autonoma libertaria y soberana de las bases, en sus procesos se produccin de lo social y no la mera preocupacin o fiscalizacin ciudadana de las labores que hace el congreso, el gobierno y la institucionalidad poltica. Otra comprensin del poder popular es la que plantea Mazzeo (2006), quien lo define como todas aquellas experiencias histricas en las cuales las clases subalternas (trabajadores, pobres, marginales, perifricos) ejercieron el control y el poder de modo ms o menos directo, en el seno de territorios delimitados o en un conjunto extenso de instituciones y desde patrones impuestos por una bsqueda ms o menos consciente y deliberada de espacios libertarios y patrones relacionales igualitarios, cualitativamente superiores a los impuestos por la totalidad social de la que emergen y a la que contraran. (Ibid, p.65)Adems el autor propone que el poder popular asume la potencialidad social como la apertura de acciones posibles, la autodeterminacin, la desobjetivacin (su constitucin como sujeto) y la distribucin democrtica, ejes que permiten romper con el binomio del poder entre opresor/oprimido o dominador/dominado.

Otra mirada relevante sobre el poder popular es la que entregan Ojeda y Cabaluz (2012) ya que establecen que este concepto debe entenderse de forma elstica y multiforme. Con ello, lo definen como una categora que remite a una pluralidad de experiencias histricas en que las clases subalternas ejercieron poder de manera relativamente directa, en el seno de territorio o instituciones, buscando generar espacios libertarios y patrones igualitarios. (Ibid, p.217). Adems de esto, ambos autores contribuyen con la comprensin del poder popular planteando algunas coordenadas que permiten precisarlo. Los autores reconocen primero la concepcin relacional del poder popular. Esta hace referencia al poder como un fenmeno dialctico que incorpora lo macro y lo micro, la sociedad civil y la poltica institucional, con avances y retrocesos en funcin de las clases subalternas. La segunda coordenada de poder popular es la constitucin del sujeto. Dicho trmino hace referencia a los procesos en los cuales los sujetos populares se definen, los significados, reconociendo las luchas y el ejercicio de poder en un movimiento conflictual. En este sentido lo popular implica impulsar un proyecto colectivo desde los explotados, dominados y oprimidos. La tercera coordenada es la autonoma, que refiere a procesos de independencia de las clases dominantes, del Estado, las instituciones productivas y reproductivas del capitalismo. De esta forma, desde los movimientos sociales se puede definir como la autonoma de los trabajadores de los procesos de produccin capitalista, como forma de auto organizacin, ajena la delegacin o representatividad, formas de construccin social anticipadora del socialismo, y a su vez como espacios de democracia directa. La cuarta coordenada referencia a la soberana. Este aspecto tiene relacin con la disputa o la capacidad de anular al Estado como figura poltica benecatora de las clases dominantes. Este elemento no considera necesariamente la lucha por el Estado, si no que ms bien como se democratiza y descentraliza el poder del Estado, desarrollando formas de mando y accin, horizontal, democrtico y heterrquico, que apunten a una simplificacin de sus funciones en beneficio de la sociedad civil. Por ltimo, los autores reconocen a la poltica pre figurativa e inaugural de una nueva sociedad, que es la concrecin histrica o momento parcial de una utopa social, lo que implica una nueva institucionalidad, construccin de espacios autnomos que, en el ahora intentan anticipar y crear formas de organizacin de la sociedad pensada, del maana.Movimiento estudiantil: sus implicancias de poder popular Antes de establecer algunos vnculos entre las coordenadas del poder popular y el movimiento estudiantil, cabe sealar que ste, principalmente el ao 2011, integra posiciones y culturas polticas divergentes y mltiples, desde algunas reformistas o que pretenden generar cambios mediante el aparato institucional, hasta apuestas subversivas y desconfiadas de la clase poltica y la institucionalidad neoliberal, que se pueden calificar y relacionar con el poder popular. Por esto se considera un sesgo encasillarlo desde slo una ptica, ya sea como un movimiento revolucionario o de reformista. Ahora considerando a las marchas, protestas o las mltiples asambleas desarrolladas en los liceos y universidades en toma como experiencias y prcticas de soberana, las coordenadas del poder popular -desde la autonoma, la soberana y la poltica pre figurativa- exigira al movimiento el ejercicio directo en la gestin educacional, en independencia del Estado, autoridades y elites, por eso no podra definirse como eminentemente revolucionario. Por otro lado, si bien en el discurso de las movilizaciones se considera la presencia de un Estado ms fuerte y la construccin de instrumentos de fiscalizacin para la regulacin de la educacin, que son lgicas propias de un nacional desarrollismo y polticas socialdemcratas, tampoco se puede definir al movimiento slo de reformista, ya que tambin desde ste han emergido propuestas que para la actual institucionalidad requerira ciruga mayor. Sin embargo, estas dos perspectivas han sido las ms fuertes en el movimiento. Pese a esta complejidad, como s se puede definir al movimiento es como un conjunto de acciones colectivas que hasta ahora han sido las ms fuertes como antagonismo crtico y contracultural a la institucionalidad neoliberal. En cuanto a los elementos que permiten considerar algunas intersubjetividades y prcticas de actores y colectivos del movimiento estudiantil como agentes de poder popular, son algunas apuestas principalmente de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Segundarios (ACES)(www.opech.cl). La primera hace referencia al control comunitario como mecanismo que permite desarrollar mayor participacin de los agentes locales como profesores, estudiantes, apoderados y otros profesionales, descentralizando el poder del Estado y del mercado en las instituciones educativas. Acompaado a esta, dicha colectividad realiza crticas a la competencia que estn obligadas a realizar las instituciones educativas, debido a las exigencias de los sistemas de evaluacin como el SIMCE, reduciendo posibilidades de colaboracin entre las instituciones. Otro elemento del poder popular que desarrolla la ACES es el asamblesmo que desenvuelve en sus reuniones y convocatorias, como mecanismo participativo de construccin de decisiones, alejndose de las jerarquas y orgnicas partidistas donde las cpulas deciden y resuelven las decisiones. Lo relevante es que este mecanismo permite construir espacios de democracia directa y fomenta mayor protagonismo de los sujetos en la gestin directa de sus temas puestos en comn. Lo relevante de esto es que se puede definir como un saber poder que desde la sociedad civil despliega formas deliberantes y soberanas, para la produccin de lo social desde los mismos agentes. Si bien, no es la intencin situar a los jvenes en un rol mesinico como nicos responsables de las transformaciones para el fortalecimiento ciudadano, las experiencias aprendidas del movimiento permiten pensar la soberana desde la sociedad civil y en este marco de movilizaciones y de multiplicidades de acciones colectivas, se hace ineludible sistematizar o registrar experiencias desde dichos actores y otras colectividades, para incrementar herramientas necesarias que releven la apertura al devenir, el apoyo mutuo, la autonoma, la gestin de lo social en comn desde dichos agentes y a su vez, construir aprendizajes que al menos se pretendan potenciadores de una democracia ms participativa.

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