Seis estudios. Sobre política, historia, tecnología, universi-dad, ética y pedagogía. Este libro recoge seis trabajos de su autor. El primero de ellos, "El parlamentarismo como sistema de dominación", ha sido presentado en diversas ocasiones como charla y abor-da con radicalidad la cuestión del Estado parlamentario-liberal. A este trabajo se une “Los inicios del vigente or-den..." que centra su análisis en el proyecto liberal empren-dido en 1812, año que Félix logra desmitificar mostrando el verdadero rostro de lo allí comenzado. Los textos dedicados a la dominación tecnológica, uno a los inicios del ferrocarril y otro a Internet, contribuyen con materiales concretos a re-flexionar sobre los mismos, mientras que en la última parte, se abren temas de ética, como el cuestionamiento radical que el autor realiza del hedonismo así como una reflexión sobre el papel de la conciencia, lugar en el que se dedica un extenso análisis del mundo universi-tario. Con ello, los seis estudios divididos en tres bloques confor-man una contribución dispersa para el análisis de las condi-ciones actuales de dominio y alienación pero que encuentra unidad tanto en el particular modo que su autor tiene de abordarlas como en la propuesta ética y política que late en su fondo.

Año publicación: 2010 // Autor: Félix Rodrigo Mora // Edi-torial: Brulot // Páginas: 275 // Dimensiones: 22x15 // Página Web: http://brulot.org/

Año 1º edición: 2004 // Autores: aa.vv. // Editorial: Klina-men Ed. + Biblioteca Social Hermanos Quero // Páginas: 192 // Precio: 5,5e // Peso: 240g // Dimensiones: 19 cm × 13 cm × 1 cm

Incontrolados. Crónicas de la España salvaje (1976 -1981)

Al empezar la década de los setenta, en las postrimerías del franquismo, mientras la mayoría se conformaba con la libertad que proporcionaba el refugio en la vida privada y el resto se apuntaba a la oposición política al régimen de Franco, aportando bien su mentalidad reformista o bien su delirio militante, unos pocos descarriados entre los que me encontraba, inaptos para la vida política convencional, bus-caban la libertad no en una nueva forma del Estado, sino en su abolición. Imbuidos de una emoción hasta cierto punto histórica, se interesaban en las huelgas obreras que enton-ces ocurrían con frecuencia, y veían en ellas el comienzo de una acción revolucionaria, la esencia de cuyo desarrollo debía ligarse con la memoria de las batallas históricas del proletariado, principalmente las de la guerra civil. Como alguien dijo, la historia era la historia de la lucha de clases y esta lucha era contemplada por gente como yo como el devenir de la libertad disolviendo las condiciones opresivas imperantes.

Actividades de interés Estas actividades fueron realizadas en el centro social desde el mes de Enero y consideramos que son las que más in-terés pueden tener: Viernes 14 de Enero: Charla “Reforma del Sistema Peniten-ciario” a cargo de Oteando. Viernes 28 de Enero: Charla “ El Parlamentarismo como forma de dominación” a cargo de Félix Rodrigo Mora (capitulo 1º de su libro “Seis estudios”) Viernes 11 de Febrero: Charla “La transición: del Franquis-mo al Régimen democrático” a cargo de Miguel Amorós. Sábado 19 de Febrero: Proyección “De la servidumbre mo-derna” Sábado 12 de Marzo: Charla “Reforma Laboral” Sábado 26 de Marzo: Proyección “La zona gris” Viernes 8 de Abril: Proyección “¿Por qué Anarquistas?”

Viernes 15 de Abril: Charla: “Antifascismo y Anticapitalis-mo” Jueves 26 de Abril: Charla: “Ejércitos en las calles” a cargo del traductor del libro y miembro de la Editorial Bardo Edicio-nes Viernes 6 de Mayo: Charla: “Autogestión de la Salud” Viernes 20 de Mayo: Charla por la “Abstención Activa” Sábado 16 de Julio: Charla-proyección “La curva del Dia-blo” a cargo de miembros de la Biblioteca Fracaso Escolar Sábado 10 de septiembre: Proyección-debate documental “Deudocracia” Fin de semana 21, 22 y 23 de octubre: “Jornadas anticar-celarias” Viernes 28 de octubre: Charla-debate sobre el proyecto de “Incineradora en Ampudia” Lunes 7 de Noviembre: Charla “El laberinto democrático” a cargo de Miguel Amorós

Desde la estrada Desde la estrada Desde la estrada Desde la estrada - Publicación desde el CSA Doble o Nada -

charlas para fomentar el pensa-miento crítico y/o para hacernos conscientes de realidades ajenas, conciertos de cantautores, hip–hop, etc., proyecciones de películas, fiestas populares, talleres de diver-sos caracteres… Contamos con una pequeña biblioteca que hemos ido creando con las aportaciones de to-do el mundo. Todos los jueves abri-mos por la tarde y se celebra una asamblea en la que puede participar toda persona interesada, para deci-dir sobre el rumbo del centro social, para proponer, para hacer balance de aquello con lo que contamos y lo que necesitamos. Siempre con la firme intención de procurar la exis-tencia de un espacio donde la gente va a encontrarse para otros fines que no sean el ser espectadores ajenos de actividades lúdico-inofensivas. Cuanto mayor es la complejidad del entramado social, mayor es la sen-sación de aislamiento. La dificultad para tejer redes sociales en el ano-nimato de la ciudad hace que valo-res como la solidaridad o la auto-nomía, queden en el olvido. Esta-mos desarmados frente a cualquier cambio político, económico o social. La vida ha perdido valor frente al espectáculo. Es por eso que nosotros, que so-mos los insurrectos del bando per-dedor de esta guerra social, en la que sutilmente se aniquila a seres libres para convertirlos en fervientes seguidores del régimen que impug-namos, no dejaremos de presentar batalla. No renunciaremos a nues-tras vidas. Doble o Nada es nuestra apuesta

Dobleonada.blogspot.com

EDITORIAL Centro Social Autogestionado DOBLE O NADA Cada día es una nueva apuesta. Re-sistir es vencer. No hay atajo que valga, sólo una estrategia sólida y el apoyo mutuo como contrapunto en una sociedad bárbara y hostil. “Doble o Nada” es un tradicional de-safío que se lleva a cabo a vistas de una derrota ya cosechada. Por ello nosotros, que llevamos varias a la espalda ya que formamos parte, nos guste o no, de la nefasta historia contemporánea, hemos puesto en marcha este proyecto colectivo. Un centro social autogestionado es un espacio liberado de cargas insti-tucionales en el que se realizan di-versas actividades, dirigidas por y para vecinos y amigos, con la expec-tativa de crear una realidad diferente en el barrio y porque no, en la ciu-dad. La autogestión, ese viejo concepto que puede resultar trasnochado, im-plica autodeterminación y responsa-bilidad; en este momento en el que tan acostumbrados estamos a dele-gar las partes fundamentales de nuestro día a día, nosotros propone-mos y practicamos la libre asocia-ción contando únicamente con nues-tra capacidad creativa, con nuestra imaginación. En el mes de enero del pasado año inauguramos. Desde entonces veni-mos realizando debates sobre dife-rentes textos propuestos con ante-rioridad, comedores populares con alimentos de nuestras huertas (siempre son veganos o vegetaria-nos para dar cabida a todo el mun-do, incluyendo a aquellos que se preocupan por la liberación animal),

CONTENIDO Desconectando los paneles de control...………………...(2) Opinión: Transparentes y sin vergüenza……………...(3) Cuando indignarse no es su-ficiente………………………(5) Control social en tiempos de democracia…………………(7) Las drogas como forma de dominación………………...(8) Reseñas…………………….(9) Libros recomendados……(9)

La redacción de esta publicación esta escrito en género

masculino porque a nuestro parecer ofrece una lectura más

cómoda, no intentamos desacreditar a aquellas personas

que cuestionan el género neutro como una de las notables

referencias del machismo de la sociedad democrática

Las drogas como forma de dominación

El pasado 27 de Agosto del 2011 se realizó en el centro social Doble o Nada un de-bate sobre drogas basándo-se en el texto “Drogas, cuan-do el uso de la droga se convierte en consumo y el tiempo de ocio en mercanc-ía”, en el cual se abordaron los siguientes puntos:

“Economía y sociedad,

mercancía y vida cotidia-

na: el delirio de la subjeti-

vidad crea monstruos”

Ser un producto medido y empleado por sus utilizadores ha pasado a ser ya en forma de mercancía algo muy distinto, la oferta, repre-sentada por grandes mafias capitalistas, y la demanda representada por unos consumidores de instantes mer-cantilizados y cada vez más alejados del proceso de producción de lo que consumen, haciendo así de las drogas sobre sus consumidores, un control efectivo y cotidiano. “Una presentación del poder, sus caras y nuestras

caretas”

El poder emplea las drogas como mecanismo de control social, empleando dichas sustancias en ambientes com-bativos y revolucionarios causando la “sumisión y pasivi-dad” produciendo un afán consumidor. “Por un contexto de la drogas: aquí y ahora”

El uso de las drogas puede llegar a hacernos creer que no existe otra realidad que su “diversión a la carta” ol-vidándonos de otras formas de divertirse sin pasar por el embudo de las drogas, haciéndonos así caer en la ruti-na, desidia y alienación. “Mi cuerpo mi mente”

Nuestro tiempo de ocio se convierte en tiempo de con-sumo, vendiéndonos al sistema capitalista, destruyendo también, nuestro cuerpo y mente, alejándonos de un modo de vida real y revolucionario. “La vida de lo efímero, lo inmediato, de la moda”

Gran parte de nuestro tiempo se sustituye por pedos continuos aniquilando así las capacidades de diversión. El poder nos quiere ver de dos formas,: trabajando o consumiendo, el resto del tiempo es aterrador para él, pero cuando nuestro tiempo es preparado y etiquetado (ya sea por el capitalismo o el camello de turno) hemos delegado todas y cada una de nuestras capacidades. “Alimentando mafiosos”

En muchas ocasiones criticamos a ciertas plataformas comerciales o sectores, pero no llevamos el mismo dis-curso a los traficantes de drogas, sabiendo que son igual que ellos o peores; enriqueciéndose a costa de la salud de muchos, torturando, explotando, y haciendo cualquier barbarie para conseguir la mercancía y poder ponerla en las calles.

“El pedo sin memoria, sin amigos , sin vida”

Vemos claros ejemplos de falsas relaciones sociales, en las cuales el factor de reunión no es una verdadera y sincera amistad, sino que solamente nos une la droga que consumimos, y es aquí donde aparecen “los mejo-res amigos”, aquellos que nos quieren esa noche que pillamos 2 pollos y al día siguiente ni nos hablan. Creando un tipo de pseudo-comunidades establecidas en torno a las sustancias consumidas. Pseudo-comunidades de la separación perfecta, que reproducen a escala al capitalismo organizado, en las que el nexo de unión es el factor de separación, aquel que nos trans-forma en una sola “persona” o en un solo comportamien-to siendo meros contempladores y consumidores de sus mercancías “Un lenguaje común para el mundo de las mercanc-

ías y su consumo”

De cómo reconstruimos una sola pauta de comporta-miento basada en la compra y el consumo acrítico, en-trando en un bucle cotidiano de falsa realidad que la mercancía nos hace ser-aparentar. “Sospecho, luego existo”

El poder utiliza y ha utilizado las drogas en las zonas más combativas, con más tejido social e inquietudes políticas y sociales, para desarticularlas mediante el ocio y consumo de toda clase de sustancias, añadiendo un elemento básico para el poder (el control social), subvir-tiendo el sentido de nuestras ganas de diversión y susti-tuyéndolo por la “obligatoriedad” de repetición, fácil y alienada. Siendo un claro ejemplo los barrios negros de EEUU, Madrid en los 80, Euskal Herria… y más actual-mente, Vallecas. “Sobre nuestra derrota: el día después”

Una vez pasado el tiempo de consumo y recuperación físico-mental nos damos cuenta de los momentos des-aprovechados que tuvimos para pensar, leer, unir in-quietudes y preparar ofensivas contra el sistema. “Camellos en los centros sociales ocupados/auto

gestionados”

Cómo estos chupa sangres sin escrúpulos que se lucran destrozando cuerpo y mente, han conseguido introducir-se en todos nuestros espacios liberados, centros socia-les okupados, autogestionados… hasta llegar a conver-tirlos en centros de ocio-consumo y no de lucha. En el debate también se abordaron temas como legali-dad e ilegalidad de las drogas, su diferenciación entre naturales y químicas, sus impuestos y la utilización de los mismos por el estado, el empleo de las drogas en la cárcel nuevamente como forma de control, las drogas tradicionales en las diferentes civilizaciones… Siendo finalmente el tema más debatido y preocupante el de la existencia de camellos y drogas en los centros sociales y espacios liberados.

Una de las actividades que con frecuencia se desarro-llan en el CSA Doble o Nada es el debate de textos, cu-yos contenidos nos parecen esenciales, bien porque nos ayudan a interpretar y comprender aspectos de la realidad que desconocemos, bien porque desvelan mentiras que se han enmascarado durante siglos bajo las formas de dogmas, leyes naturales, verdades abso-lutas... El texto del que hoy nos ocupamos, “Manifiesto contra el trabajo” del grupo Krisis, es un ejemplo de esto últi-mo. Queríamos señalar antes de nada, que coincidimos plenamente con él cuando afirma: “es necesario un nuevo espacio libre intelectual para poder tornar pensa-ble lo impensable”. Ojala Doble o Nada contribuya a ello. Lo que en principio llama la atención al leer este docu-mento es su aparente parecido con el Manifiesto “Comunista” de Marx y Engels por su brevedad sintéti-ca, la convicción que desprende, el uso de frases rotun-das desde el principio: “Un cadáver domina la sociedad: el cadáver del trabajo”, hasta el final: “No tenemos nada que perder, sino la perspectiva de la catástrofe hacia la que nos llevan. Tenemos un mundo que ganar más allá del trabajo. ¡Proletarios de todo el mundo, poned fin a esto!”. Como puede observarse, el “Manifiesto contra el traba-jo” da una vuelta de tuerca al comunista para denunciar a tumba abierta “la irracionalidad de la sociedad traba-jo”. Es evidente que el análisis que hizo Marx del desarrollo del capitalismo es lo más valioso del manifiesto y sigue inspirando numerosos estudios aunque en otros aspec-tos erró de lleno el tiro y no por el tiempo transcurrido y comprobar que su herencia ha sido malévolamente in-terpretada y puesta en práctica sino porque sus conclu-siones no son fruto de la experiencia y el estudio y sí del deseo y entusiasmo de un joven que ansiaba una transformación radical de la sociedad. Por ejemplo, al hacer del trabajo y por ende, de la ex-plotación el centro de todo, magnificó las luchas econó-micas que harían suyas todos los movimientos obreris-tas posteriores que acabarían por colocar en su ideario al dinero como principal meta a conseguir, rebajando a las personas a la categoría de cosas que se compran y se venden, a meras mercancías. Igualmente la predic-ción conforme a la cual “el triunfo de la burguesía pro-duciría inevitablemente en triunfo del proletariado”, no pudo ser más errónea. El mecanismo que aseguraría este hecho, es decir, las cada vez peores condiciones de vida del proletariado le llevaba a la conclusión según la cual “la burguesía es incapaz de dominar porque es incapaz de asegurar a sus esclavos la existencia inclu-sive dentro de su esclavitud, porque está obligada a de-jarlos que se sumen en una situación en la cual debe alimentarlos en lugar de ser alimentada por ellos” 163 años mas tarde y tras la tercera revolución microe-lectrónica, el capitalismo prescinde cada vez más de la mercancía “fuerza de trabajo” tal y como preconizó Marx pero no produce sus propios sepultureros, la clase revolucionaria cuyo destino, determinado por la natura-leza y desarrollo del capitalismo, es derrocar a la bur-

guesía. El proletariado, lo que produce son esclavos demócratas a los que solo interesa el puesto de trabajo, la ocupación, “un bien escaso” en una sociedad “que nunca fue tan sociedad del trabajo como en esta época en la que el trabajo se hace superfluo”. La principal consecuencia de esta lucha por la supervi-vencia es el apartheid social y una desolidarización ge-neralizada que se extiende a todos los ámbitos socia-les: “el jubilado en el enemigo natural del contribuyente, el enfermo en enemigo de todos los asegurados, y el inmigrante en el objetivo de odio de todos los enfureci-dos nativos”. Desde luego si algo previó el Manifiesto comunista fue el fracaso. Aunque conservara la esperanza de que se produjera una transformación revolucionaria de la socie-dad no excluyó la alternativa “destrucción de las clases beligerantes”. En el “Manifiesto contra el trabajo” “esta oposición entre capital y trabajo es sólo una oposición de intereses dife-renciados al fin en sí mismo capitalista”. Y añade: “la lucha de clases era una forma de ejecución de esos in-tereses antagónicos en el seno del fundamento social común del sistema productor de mercancías. Pertenen-cia a la dinámica interna de la valorización del capital”. Esta supuesta lucha de intereses sigue siendo usada por la izquierda como palanca de emancipación social, sin querer ver que su modelo se ha agotado y con él la propia izquierda. Una de las críticas más certeras y a la vez recurrentes que se encuentran en el “Manifiesto contra el trabajo” se dirige precisamente a esta izquierda heredera del marxismo, que “ya no luchó contra la exigencia del tra-bajo sino que desarrolló una verdadera híper identifica-ción con lo aparentemente inevitable” (...) “relacionándose positivamente con el aparato del Esta-do y con las instituciones represivas de la administra-ción del trabajo que no querían suprimir sino ocupar”. Desde esta posición el individuo es presentado como víctima del capital, del Estado. Incapaz de actuar por si, elige la queja como única opción y delega en sus opre-sores el remedio a su malestar e indigencia, justificando su existencia y la de la sociedad trabajo. Aunque ambos textos reconocen que el cambio históri-co se realiza a través de la práctica social, de la acción

Trabajo: Cuando el engranaje se pasó de rosca - Desconectando los paneles de control -

colectiva, en el Manifiesto comunista la política será un elemento fundamental. Para Marx, “la elevación del pro-letariado a la clase dominante” es “el primer paso a la revolución obrera”. Por el contrario el “Manifiesto contra el trabajo” es tajante cuando afirma: “los enemigos del trabajo no quieren ocupar los paneles de control del po-der, sino desconectarlos. Su lucha no es política sino antipolítica”. Podría parecer a primera vista que estamos ante otra opción derrotista. Nada más lejos de la realidad, en pri-mer lugar porque invita a una superación del trabajo a través de la crítica expresa y el debate teórico como “presupuestos indispensables para construir un movi-miento de práctica social contrario a él”. En este sentido estima “urgente redefinir las líneas de conflictos socia-les en las cuales pueda formarse una unión contra el trabajo” En segundo lugar por señalar “la lucha contra la mono-polización de todos los recursos sociales y potenciales

de riqueza por las fuerzas alienantes del mercado y el Estado” como única alternativa para ocupar los espa-cios sociales de emancipación. Esta conquista “solo puede significar que esos medios de producción ya no serán utilizados bajo la forma de producción de mer-cancía”. En su lugar, “se introduce la discusión directa, el acuerdo y la difusión conjunta de los miembros de la sociedad, sobre el uso sensato de los recursos”. En definitiva, “La crítica del trabajo es una declaración de guerra contra el orden dominante. (...) El lema de la emancipación social solo puede ser: ¡Tomemos lo que

necesitemos! ¡No nos arrastremos más de rodillas bajo

el yugo de los mercados de trabajo y de la administra-

ción democrática de la crisis!”.

Transparentes y sin vergüenzaTransparentes y sin vergüenzaTransparentes y sin vergüenzaTransparentes y sin vergüenza

Se acaban de publicar a bombo y platillo, las de-claraciones de patrimo-nio de los parlamenta-rios. La medida, que todos los Mass-media han calificado de salu-dable para la democra-cia, ha suscitado muchí-simo interés, tanto que durante horas la Web estuvo bloqueada. El morbo lo invade todo, contar ceros en cuentas bancarias ajenas es to-do un ejercicio de maso-quismo. Hasta se entera uno que ser de izquier-das no significa vivir de-bajo de un puente. 50 Kg permiten tener la conciencia tranquila, aún así son muchos los que opinan que es completamente normal tener un millón de euros, o seis, disponer de cinco, doce o veinte inmuebles, invertir en fondos y planes d pensiones, acciones, seguros de aho-rro…, ejemplos todos ellos de la política de casino que rige en lo económico. Para éstos, que el presidente co-bre algo más de 60.000 euros al año es un oprobio, cualquiera ganaría más en el sector privado, argumen-tan, y con menos disgustos. Otros muchos optan por el reproche y la indignación y si bien habían pedido duran-te meses que salieran a la luz estos datos, lo que han visto no les ha gustado, sus señorías tienen los riñones bien forrados, son (lo que ellos mismos llaman) ricos pero sin aplicárselo a los impuestos que gravarán a las rentas altas. La riqueza, como la miseria, tiene sus es-calas. Los indignados han comprobado además lo que ya sab-ían, que la izquierda es casi tan rica como la derecha, en términos generales. Si atendemos a la particulari-dad, que un tipo como el portavoz de ERC tenga siete inmuebles, otro como un diputado socialista casi dos millones de euros y encabece la lista una exministra del

citado partido declarando más de seis millones de euros viene a significar que los perfiles se diluyen hasta bo-rrarse. Exigir una profundización en las reformas, una más jus-ta distribución de la riqueza, la eliminación de privile-gios, el control de su gestión política nos lleva a esto: “saludables ejercicios de transparencia pública”. Pero ni unos ni otros plantean la cuestión fundamental de la casta política y es la de su propia existencia. Así, junto al morbo y al reproche, la desmemoria cierra el ciclo del sentir patrio. Cada día se olvida que con la misma facilidad con la que nos engañan, nos mienten y nos ningunean, nos invitan a votar en las próximas elecciones, nos usan de modelos en sus campañas, nos recuerdan que “la única manera de cambiar es con el voto” y repiten como un mantra: “el ciudadano no es tonto”, así olvidando el in-útil reproche que sustenta nuestra indignación, acudi-mos a las urnas para salvaguardar el que nos han dicho que es el menos malo de los sistemas. La gran falacia se convierte en su principal baza, la de-mocracia es el sistema que les permite ostentar cargos, privilegios y prebendas que legitiman con el voto que les otorga el pueblo, al que esquilman cada año un po-co más. Representando nuestros intereses aprueban medidas (que ni si quiera debaten y mucho menos nos consultan) impuestas desde la agónica Europa que, co-mo ya comprobamos con Grecia, sólo arrancarán más miseria. Está prohibido quebrar y se sacrificará hasta la última gota de sangre en pagar la deuda. Como representados nos reservan la tarea de obedecer y, dentro de los márgenes de libertad que graciosamen-te nos conceden, la protesta, siempre pacífica, siempre inútil. Para los desobedientes ¡palo! El uso de la fuerza es propiedad exclusiva estatal y como tal la ejercen, con leyes que se vuelven armas arrojadizas contra noso-tros, los mismos que con nuestro voto permitimos la co-rruptela, la demagogia y el afán desmedido de poder y dinero de una clase parasitaria e inútil. Los políticos no resuelven problemas, son parte de ellos.

Charla realizada en la plaza metálica de Palencia el 1 de (Resumen charla realizada en la plaza metálica de Palencia el 1 de abril de 2011)

Contextualizando históricamente, lo que en este país llamamos democracia es un régimen nacido en 1975 tras 40 años de dictadura militar franquista y que tras la muerte del dictador en la cama se convirtió en una mo-narquía parlamentaria. Este parlamentarismo que con nuevos vientos de libertad nos daban la posibilidad de elegir a nuestros gobernantes bajo votación se mostró muy pronto como una continuación de la anterior dicta-dura pero teñida de cloaca. Fue entonces cuando la democracia empezó a mentir-nos y a perfeccionar sus métodos de manipulación. Em-pezaron a hacernos creer que las derrotas eran victo-rias, como por ejemplo los famosos pactos sindicales con los diferentes gobiernos en los últimos años, en el que los sindicatos mayoritarios llevan año tras año, re-forma tras reforma vendiendo a precio de saldo las con-diciones laborales de los trabajadores. Han utilizado los últimos treinta años para prepararnos. Nos han hecho vivir una ilusión en la que creíamos que todo iba bien (o no tan mal como podría ir) utilizando todos los medios a su alcance para tenernos distraídos, mientras en la som-bra preparaban a nivel legal, físico, y mental un escena-rio represivo y de control. Utilizando la propaganda capi-talista, los medios de comunicación como ariete de man-tenimiento de la normalidad. El objetivo: Que compre-mos tal o cual articulo, que votemos a tal o cual candida-to. Tras varios años de bonanza económica ficticia, cabe recordar y decir a quien no lo sabe, que el capitalismo es un sistema que tiende a autodestruirse, el estado de bienestar de repente ha caído Cada vez somos más po-bres, mas nos cuesta encontrar un trabajo (ni que decir tiene uno que merezca la pena), pero lo peor es encon-trar una existencia que merezca la pena, una que no este mediada por el miedo o la angustia. Diferentes pueblos a lo largo del mundo empiezan a re-belarse y la guerra civil mundial la tenemos cada vez más presente. Un escenario en el que los poderosos empiezan a temer mas a su propia población que a otros enemigos fuera de sus fronteras. Y es este escenario el que a nivel militar llevan preparando los poderosos unos medios de control que nunca habían sido tan numerosos en toda la historia de nuestro país. Por ejemplo: Actual-mente contamos en el estado español con unos 500.000 agentes armados. En cambio el índice de criminalidad del estado está en los niveles más bajos de la ultima década, por debajo de países como Suecia, Reino Uni-do o Francia, países para nada con fama de ser peli-grosísimos. Nuevas reformas a nivel legislativo. Respecto a las últimas tecnologías de control social y empezando por las cámaras de video-vigilancia llegan en algunos lugares a existir hasta 4 por cada 1000 habi-tantes en algunos barrios del Estado. Cámaras que con algunas de las nuevas tecnologías pueden reconocerte en cualquier lugar del mundo por tus rasgos morfológi-cos (altura, peso, calvicie, rasgos...). Cámaras de tráfico que también utilizan para vigilar a la población. La propia

tecnología GPS de tu teléfono móvil de última genera-ción da tu ubicación exacta a todo aquel que tenga ac-ceso a esos datos. Otro tipo de tecnología de control que da bastante miedo es la llamada RFID que es identi-ficación por radiofrecuencia en su acrónimo en inglés, que encontramos en el chip de nuestro DNI. Es un chip que permite su identificación a distancia, con lo que ello implica. Caso aparte en la cuestión tecnológica lo mere-ce Internet, donde páginas como Facebook ya han sido denunciadas por vender nuestros perfiles en su red so-cial a compañías que los utilizan para hacer un perfil personalizado de nuestras compras, ventas, gustos per-sonales, amistades... Con esto nos han convertido en seres atomizados, aisla-dos convertidos en meros consumidores, conocer quién compra qué, con qué frecuencia, dónde y a razón de qué. A cambio, nosotros, los ciudadanos, los consumi-dores, obtenemos una buena dosis de entretenimiento, eficacia y libertad de elección. El discurso del control social es el discurso del sentido común. Donde cualquier maniobra del sistema es reali-zada para salvaguardarnos de los miles de peligros que nos acechan en la sociedad capitalista, incluyéndonos a nosotros mismos y a los que nos rodean. Toda resistencia al sistema es calificada de sospechosa. La apuesta por el control social se mueve en el terreno de lo obvio. ¿Quién se va a negar a aplicar un dispositi-vo, de unos policías destinados a persuadir a malhecho-res para que no cometan su crimen contra nosotros o contra nuestros hijos? Este sentido común se cimenta en un panorama globali-zador de cultura de masas y mass-media transnaciona-les en el que algunos peligros son:calentamiento global incontrolado, subida de precios y crisis económica, altos índices de criminalidad, violadores y pederastas, atraca-dores solitarios y estafadores, imposibilidad para acce-der a una vivienda digna, movimiento okupa, corrupción, matrimonio gay, trabajadores en huelga, tsunamis o cualquier cosa por lo que debemos sentir miedo. Este imaginario de lo incontrolado, lo inexorable, lo perverso, lo malvado. Este paisaje desolador y poderosísimo pre-sentado por no se sabe bien quién, pero amplificado por los medios, es el mismo en el que se insertan medidas como la video-vigilancia y el control social. El jefe de todo esto es el miedo, el que nos incapacita para actuar y para hacer frente a esta guerra que nos han declarado sin que de momento si quiera estemos tomando parte. El control social que vivimos es el que el poder nos ha ido creando a lo largo de los años para que no utilicemos las calles, para que no nos rebelemos, para que no busquemos un mundo mejor y para aniqui-larnos en caso de que lo hagamos.

Control social en tiempos de democracia

Cuando indignarse no es Cuando indignarse no es Cuando indignarse no es Cuando indignarse no es suficientesuficientesuficientesuficiente (Reflexiones en torno al movimiento 15M) Durante estos pasados meses nos ha sorprendido a todos el movimiento 15M, tomando plazas en ciu-dades de todo el estado, y posteriormente en paí-ses de todo el mundo. En plena efervescencia de dicho movimiento, el 18 de Junio, decidimos reali-zar un debate sobre él, intentando profundizar y tratar todas las bondades y miserias que de él se derivan, centrándonos en 3 puntos, los cuales fue-ron: Recorrido del movimiento, principios y mani-fiesto de Democracia Real Ya!, y objetivos reales del movimiento 15M. Movimiento 15M, un movimiento espontáneo, apar-tidista y asambleario. Espontáneo solo en aparien-cia, pues nace a la sombra de una propuesta de Democracia Real Ya!, cuyos objetivos la acercan de manera increíble a programas políticos como los de, por ejemplo, Izquierda Unida, quienes no han intentado disimular en demasía cuando han procurado sacar tajada del movimiento. Por lo tan-to, el 15M ya nace moldeado por una izquierda so-cialdemócrata interesada en salvaguardar el esta-do de bienestar, estado que por otra parte se está perdiendo, una de las causas de que la afluencia al movimiento haya sido tan masiva. Democracia Real ya! Defiende 5 puntos, los cuales son mínimos y reformistas. Puntos como el cambio de la ley electoral, pasando de la circunscripción provincial, a una circunscripción única, y cambiar la ley D'hont de recuento de votos por una fórmula de resta mayor, las cuales, si bien perjudica a los dos grandes partidos (PP, PSOE), beneficia a terceras fuerzas políticas (IU, UPD), dejando a cuartas en una situación similar a la que se encontraban. La creación de una ley de transparencia administra-tiva y política, obviando la posición privilegiada de todo político (coches oficiales, viajes, dietas, suel-dos...), y la cantidad de beneficios que los políticos reciben de empresas una vez abandonado el cargo (cómo por ejemplo Aznar y la privatización de la energía eléctrica, lo que le reportó un jugoso car-go). Dedicación exclusiva de los parlamenta-rios, lo cual, al igual que el anterior punto, no tiene importancia, ya que cualquier político en el poder puede tomarse su cargo como un plan de futuro, beneficiando a una empresa privada en pos de conseguir un buen beneficio una vez abandonado el cargo. Aumento de las penas sobre corrup-ción, asumiendo así que los políticos son corrup-tos, y entrando pues en el dilema de por qué dele-gamos en personas que no confiamos. Mandato imperativo, lo cual es imposible en un sistema co-

mo el actual, habiendo quedado bien claro que el mercado es quien ordena. Un partido no puede desobedecer las ordenes que vengan de grandes empresas y bancos. Y, aunque es cierto que el 15M se desmarca de Democracia Real ya!, y que en la mayoría de las asambleas no se han aprobado los 5 puntos, sí que es verdad que bebe de ella, tomando de ésta el reformismo como base. Viendo como en muchas de sus propuestas plantean mejoras contra algu-nos de los problemas más acuciantes (como por ejemplo en el tema de la vivienda), sin llegar a hacer una crítica real al sistema que sustenta todo ello. Obviamente, gran cantidad de partidos se han hecho eco de los gritos que parten de las plazas, pareciendo comprender a los indignados, compro-metiéndose incluso a incluir esas peticiones en sus programas políticos. Peticiones que pueden cum-plirse, puesto que realmente no atentan contra el sistema que genera todas esas miserias, y que de, finalmente cumplirse, perfeccionarían aún más la democracia, sistema de dominación por excelen-cia. Algo cambiaría para que no cambiase nada. Seguir viviendo la misma miseria, seguir sin partici-par realmente en nuestras propias decisiones, se-guir delegando en especialistas, y seguir compro-bando como somos simple masa productora, sin capacidad alguna de decisión. Ellos ganan. Comenzando el 15M: Realmente la ocupación de la plaza Sol nos sor-prendió a todos. Nos ilusionó, y más aún cuando se reprodujo (a escala, claro) en la Plaza Mayor de esta ciudad. Gente que se juntaba y debatía, con ansia por devorar todo tipo de información, arrancándote los papeles de las manos, gente que pasaba y se quedaba en los círculos abiertos a to-do tipo de debate...y por supuesto, como no podían faltar, políticos lanzando su mitin envenenado tra-tando de cazar adeptos cual buitres volando en círculos buscando un trozo de carroña.

Y pronto se empezaron a formalizar las asambleas, tratando de materializar todo aquello de lo que se estaba hablando. Serían horizontales y se adoptó el consenso como única forma de toma de decisio-nes, a pesar de estar acostumbrados a ejercer la dictadura de las mayorías. Se rechazaron los di-chosos puntos de Democracia Real Ya!, lo cual tampoco fue plato de gusto para muchos, obsesio-nados con una absurda reforma de la ley electoral, que mantendría más vivo aún al parlamentarismo, y por consiguiente al delegacionismo. Pero eso sí, entre la gran mayoría, existía un pavor hacia la vio-lencia, incluso a todo lo que supusiera hablar de ella, con actitudes tan pueriles como colocar la eti-queta de violento y radical a todo aquel que osara hacer un análisis de la misma, o no la negara ca-tegóricamente. Y con ello había que escuchar a diario la apología de la no violencia. Gente que condenaba a sus propios compañeros (por ejem-plo, cuando se bloqueó la entrada al parlamento catalán, o cuando se increpó a los políticos, llamándolos ladrones, en la toma de poder, aquí, en Palencia), por actitudes, a su modo de ver, vio-lentas. Esa misma gente que no quiso condenar la violencia de la policía en el desalojo de la Plaza Cataluña, porque, según ellos, esos mercenarios uniformados sólo cumplían ordenes. Gente que, por miedo a implicarse, o por miedo a llegar a cam-biar algo, justifica que el estado tenga el monopolio de la violencia, que no les importa que éste, junto al capital, ejerzan la violencia a diario contra noso-tros, en trabajos alienantes por sueldos de miseria, golpeándonos con policía y ejército cada vez que nuestra actitud pueda poner en riesgo el orden es-tablecido, hacinándonos en ciudades, grandes tumbas de cemento en las que reinan la soledad e incomunicación. Esa gente que ondea bien alto la bandera de la no violencia, y señalan a “los violen-tos” para que la policía se haga cargo de ellos. Y cada vez las asambleas iban siendo más absur-das. Tratando temas cada vez menos importantes, como enfrascarse en críticas a todo lo que parecie-ra “violento”, o las marchas folclóricas que se esta-ban realizando desde diversos puntos de la geo-grafía española y que confluyeron en Madrid, De-jando de lado muchos temas importantes (aunque muchos si se trataron, como por ejemplo la toma de conciencia frente a la situación económica, his-toria y evolución del mercado capitalista o puesta en común de problemas sociales y ambientales, debates sobre diferentes formas de organización social, etc...). Se plantearon numerosas acciones que rozaron el simple payasismo y espectácu-lo ,divertimento para el pueblo (lo cual ya lo hacía Roma en el circo). Lo que había empezado como unión de gente que nunca antes se había unido para, asambleariamente, empezar a tomar sus pro-pias decisiones sin necesidad de representantes, se estaba convirtiendo, gracias al esfuerzo de polí-

ticos y “no violentos”, en una aburrida rutina sema-nal en la que prácticamente el debate había des-aparecido y de la que cada vez huía más gente. Al menos eso ocurría aquí, en nuestra ciudad. ¿Y en Sol? Pues más de lo mismo. El folclore y el absurdismo lo convirtió en una broma. Bien es cier-to que en grandes ciudades como Madrid o Barce-lona se generaron (o se enriquecieron las que ya existían) asambleas en los barrios, con el mismo carácter, asambleario, horizontal, y con toma de decisiones por consenso, las cuales deseamos que sean una herramienta útil para los vecinos, pues éstas suponen un método real y válido para la to-ma de decisiones, para tomar entre todos las rien-das de hasta ahora nuestras grises vidas, y para acabar con el delegacionismo, tan tristemente ex-tendido, y llegado a ser vendido como participativo, como es en el caso del parlamentarismo. QUERÍAIS DEMOCRACIA PUES ÉSTO ES... (Nota: Gran parte del texto corresponde a vivencias del movimiento 15M en la ciudad de Palencia. Otras ciuda-des han seguido otro rumbo con mayor o menor suerte, por lo que la crítica no es absolutamente ampliable al resto de ciudades del estado.)