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ERYTHEIA Estudios y Textos 1 José A. OCHOA La transmisión  Historia Madrid 1990

OCHOA Tesis Eunapio

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    ERYTHEIA

    Estudios y Textos

    1

    Jos A. OCHOA

    La transmisin

    de laHistoriade Eunapio

    Madrid 1990

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

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    Edita: Asociacin Cultural Hispano Helnica (ACHH)

    de la coleccin Estudios y Textos: AC HH

    de la monografa: Jos

    A.

    Ochoa

    ISBN 84-87724-00-0

    Depsito Legal M-40988-90

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    Lourdes

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    PROLOGO

    La Coleccin de Estudios y Textos de la revista

    Erytheia

    se abre hoy con esta

    monografa de Jos A. Ochoa sobre la transmisin de la

    H istoria

    de Eunapio de

    Sardes. El hecho no es en absoluto casual, viene a reflejar en buena me dida

    como lo podrn corroborar volmenes sucesivos de esta Coleccin la

    trayectoria iniciada hace algunos aos en torno a la primera revista que en nuestro

    pas se viene dedicando a los estudios, sobre el mundo griego medieval y moderno.

    Tras demasiado tiempo de ausencia de inters por este campo y de algunos

    benemritos intentos, siempre frustrados por unas u otras causas, pero debidas casi

    siempre a una visin restrictiva de lo griego en lo relativo a la lengua y a la

    historia, se echa de menos entre nuestros fillogos e historiadores la atencin que

    realmente merecen todos los fenmenos del trnsito de la Baja Antigedad a

    Bizancio, claves ineludibles para la comprensin certera de lo que habra de venir.

    Esto se discuti en un coloquio celebrado en Madrid (1987) en torno a la obra

    cientfica de A. Momigliano y la crtica histrica en Espaa. All junto al

    reconocimiento de la escasa, cuando no n ula, atencin y, por ello, eventual influjo,

    que ha tenido entre nosotros el caudal de ideas renovadoras del historiador y

    crtico italiano, se revis tambin el vaco que ha supuesto la ausencia de una

    corriente de estudio interesada en profundizar en un anlisis y una crtica histrica

    fundamentada en un mtodo pluridisciplinar, tanto aplicada al mundo antiguo

    como al mundo bizantino. El foco de actividad polarizado en torno aErytheia y

    algunas de sus actividades, como las Jornadas sobre Bizancio, ha venido a

    constituir, modestamente, un intento de ruptura de esa capa de indiferencia y, a

    veces,

    de recelo que vena congelando en nuestro pas la necesaria renovacin en el

    enfoque de lo griego.

    El presente estudio aborda uno de los escollos de la historiografa tardoantigua

    y el que mejor refleja las luces y sombras de la transicin del mundo antiguo al

    mundo protobizantino, el declive irremisible de una cultura y el nacimientocontrovertido de otra nueva pero legitimada por la institucin imperial. La

    investigacin sobre la historiografa contempornea con los sucesos de los siglos

    IV-VI se halla muy necesitada de un enfoque rigurosamente filolgico pero sin

    excluir mtodos ms propios del intrprete de la historia y ello por dos razones

    elementales: una, debido al valor documental de una paideia no por pagana

    menos valiosa para las nuevas necesidades ideolgicas que estaban cambiando de

    signo,

    y, otra, por lo peculiar y complejo de su transmisin, debido precisamente a

    la transicin de un tipo de mentalidad a otro. En esos siglos, la Nueva Roma va

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    VI Jos A. OCHOA,

    L atransmisinde la

    Historia

    deEunapio

    adquiriendo su fisonoma, cada vez ms bizantina y menos romana, a la vez que

    delimita y define su funcin histrica. Este trnsito entre antigedad y medievo

    supone, de hecho, una fusin de componentes antiguos, tradicionales, con la

    revolucin representada por los nuevos valores del cristianismo, el resultado ser

    una nueva civilizacin que an durara otros mil aos, aunque seguir

    pervidiviendo, ms o menos modificada, en el resto de la Ortodoxia, especialmente

    en el mb ito eslavo.

    El gnero literario donde ms se acusa la necesidad de una nueva utilizacin de

    los datos histricos para legitimar la teologa poltica, nutriente ideolgico

    esencial, de la doctrina sobre el poder del emperador cristiano, es la

    historiografa. Las necesidades de reinterpretacin de la historia por parte de la

    Iglesia se inspirarn ahora bsicamente en la historiografa

    judeo-cristianizante

    y

    en la surgida en torno

    a

    las escuelas helnicas de la segunda sofstica. La historia

    eclesistica pugnar, as, con la de inspiracin pagana para el exaltar el triunfo

    providencial de la nueva fe. La necesidad intelectual y poltica, de crear una

    historia propia, obliga a acudir a los recursos que suministra la tradicin antigua,

    por lo dems la nica posible, y chocar contradictoriamente con la avanzadilla de

    la nueva mstica, el monaquismo. La denostada

    paideia,

    a travs de la escuela,

    informa poderosamente todo el proceso inicial de fusin entre el anterior orden

    pagano y el nuevo cristiano. El clima de "coexistencia pacfica" entre paganos y

    cristianos, propiciado y teorizado por Juliano y continuado por Joviano,

    Valentiniano y Valente, result decisivo para el mantenimiento y la readaptacin

    de valores antiguos asimilados a las nuevas necesidades. Pensemos en figuras como

    Temistio, confeso sofista pagano reconocido por unos y otros, en Teodoro de

    Mopsuestes y Juan Crisstomo recibiendo lecciones de paganos como Libanio, el

    propio Eunapio, discpulo de un cristiano como Proeresio.

    En estos siglos inicales de Bizancio se produce una suerte de comunin cultural,

    favorecida por el hecho de que el cristianismo carece, en principio, de escuelas

    propias, por lo que los cristianos absorben en la escuela una instruccin plena de

    valores del viejo orden. De esta forma se van asumiendo medios de expresin de la

    literatura griega pagana. Se produce un verdadera transposicin de formas

    literarias y de pensamiento a travs de las cuales se expresan dos mundos y dos

    concepciones de la vida totalmente opuestas. A Eusebio de

    Cesrea

    le corresponde,

    con justicia, el ttulo de primer escritor propiamente bizantino, por la misma

    razn que le cabe a Constantino el de primer emperador, Eusebio adapta el

    pensamiento histrico pagano a la nueva realidad, creando la historia eclesistica

    comoun gnero especfico y convirtindola en el principal soporte de la teologa

    poltica. Eusebio era consciente de que estaba articulando un nuevo tipo de

    historia, con precedentes en la historiografa

    judeo-helenstica,

    la de Josefo por

    ejemplo, y en la historia cultivada en las escuelas filosficas. De la primera

    Eusebio toma el concepto de "nacin" opuesto al de otras, y de la historiografa

    sofstica toma el concepto de

    didaskalewn

    , es decir, de "escuela de pensamiento",

    pero aplicado a la Iglesia. A partir de aqu, Eusebio consigue imprimirelementos

    innovadores,como-laposicin del cristianismo respecto de la filosofa antigua y de

    las instituciones heredadas del inmediato pasado pagano. En la base del discurso

    histrico de Eusebio alienta siempre un principio dominante, la historia es una

    especie de "demostracin evan glica".

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    Prlogo VE

    La historiografa despus de Eusebio se prolongar por dos caminos: la de tipo

    eclesistico, con figuras como las de Scrates, Sozmeno, Teodoreto o Filostorgio

    y la historiografa profana, con Eunapio, Olimp iodoro, Prisco,

    Maleo

    y Zsimo.

    La obra de Eunapio, fuente de la de Zsimo, pero tambin de la de cristianos

    como Filostorgio y Juan de Antioqua, es emblemtica de la resistencia al declive

    inexorable del paganismo, pero, al margen de la mayor o menor animadversin

    contra los emperadores cristianos, es justo destacar la precisin en la exposicin y

    el rigor de los datos que maneja y la fuerza con que desvela los males de la

    sociedad de su tiempo. Mas el inters de Eunapio no slo estriba en ser el

    representante ms sealado de la ltima barrera de oposicin pagana, en medio

    todava de un clima de convivencia precaria pero frtil, sino en el destino de su

    obra histrica. El porqu y el cmo de su prdida y de la transmisin de lo

    salvado plantean muchos y polmicos interrogantes. El estudio de J.A. Ochoa entra

    abiertamente en ellos y contribuye de forma decisiva al esclarecimiento de no

    pocos,

    as como a la fijacin exacta de los trminos en que deben quedar

    circunscritos aquellos otros cuya solucin resulta imposible. Todo este trabajo,

    rigurosamente filolgico, permitir abordar con una luz nueva la nada fcil tarea

    de la edicin crtica de los

    Fragmenta

    Histrica , empeo que el autor

    nos

    consta pronto coronar.

    Pedro

    Bdenas

    de la Pea

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    NDICE

    Pr l og o, por Pedro Bdenas delaPea V

    ndice IX

    Abreviaturas XI

    INTRODUCCIN

    1

    Objetivos de este estudio 1

    La revisin de la edicin dela

    Historia

    de Eunapio 2

    Las fuentes de Eunap io 7

    l

    TESTIMONIA 9

    1.1-

    El testimonio de Focio 11

    Informaciones de Focio sobre la

    Historia

    de Eunapio 11

    Problemas de lxico 14

    Fiabilidad de Focio 18

    1.2-

    El testimonio de las Vitae Sophistarum 29

    Los pasajes referidosala Historia 29

    Uso de las

    Vitae Sophistarum

    para interpretar la

    Historia

    37

    El problem a del gnero literario 40

    1.3-

    Otros testimon ios 49

    Dos escolios atribuibles a Aretas 49

    Testimonos en

    laSuda

    55

    II . FONTES 57

    II.l-Los

    Excerpta

    Histrica 65

    Tradicin manu scrita 68

    Mtodo de trabajo... 77

    Anlisis del Eunapio transmitido por los

    Excerpta

    Histrica 82

    IX

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    Jos A. OCHOA,La transmisin de la Historia de Eunapio

    II.2- El

    lxicoSWa 137

    Fuentes de laSuda 139

    Mtodo de trabajo en la Suda 142

    Inters de laSuda por Eunapio 144

    Nombres propios 145

    Nombres comunes 166

    El Eunapio transmitido por la Suda 195

    El uso de los textos en la Suda 195

    Posibilidades de atribucin de citas a Eunap io 205

    Los fragmentos de Eunap io 217

    III . LOCI SMILES 227

    111.1-

    Z sim o : . . .231

    Valoracin de Zsimo como his toriador. . . .. 231

    Comparac in de la Historia

    Nueva con los fragmentos

    de

    laHistoria

    de Eunapio 235

    La originalidad de Zsim o 243

    111.2-

    Otros historiadores 259

    Pedro Patricio 259

    Filostorgio 263

    Scrates , 268

    Sozmeno 271

    Juan de Antio qua 274

    Zonaras 277

    Epitome de Caesaribus .280

    Amiano

    M arcelino 283

    Bibliografa : 291

    ndice de pasajes citados 303

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    ABREVIATURAS

    Para autores y obras se siguen las abreviaturas de la lista cannica del DGE y

    para las revistas se siguen las de L'Anne Philologique. La lista que sigue contiene

    las abreviaturas de obras colectivas, monografas y ediciones ms frecuentemente

    utilizadas, a veces creadas para esta monografa.

    "Ap pen dice..." F. PASCHOUD, "Ap pendice sur les travaux rcents con cerna nt

    Zosime

    (1970-1987)" , ZOSIME, Histoire Nouvelle, III .2, Pars

    1989, p. 79-117.

    BHAC Bonner Historia Augusta-Colloquium.

    BUCK, Tes is F .D. BUCK, Eunapius of Sardis, Oxford 1977 (tesis doctoral

    indita).

    DGE F.R. ADRAD OS, E. GANGUTIA, J .LPEZ FACAL, C. SERRANO, P.

    BADENAS, y otros 61 colaboradores. Diccionario Griego-E spaol,

    fase. 1-2, Madrid 1980-1986.

    Cinq Eludes F. PASCHOUD, Cinq Etudes sur Zosime, Pars 1975.

    EH Excerpta Histrica,

    Denominacin genrica de la obra enciclopdica

    promovida po r Cons t an t ino V I I {vid. las seis abreviaturas

    siguientes).

    El Excerpta de Insidiis, Ed . C. DE BOOR, Besln 1 905.

    EL Excerpta de Legationibus, Ed. C. DE BOOR, Berln 1903:

    ELG Excerpta de Legationibus Gentium ad Romanum.

    ELR Excerpta de Legationibus

    Romanorum

    ad Gentes.

    ES Excerpta de Sententiis, Ed . BOISSEVAIN, Be rln 1906.

    V Excerpta de V irtutibus et

    Vitiis, E d.

    BTNER-WOBST, Berln 1906.

    "Eunapiana" .. .F.PASCHOUD,"Eunapiana", Bonner Historia Augusta Colloquium

    1982-1983', Bonn 1985, p. 239-303.

    FCH R.C . BLOCKLEY,The Fragm entary Classicising H istorians ofthe Later

    Romn

    Empire,

    L ive rpoo l vol.I (com entar io) 1981 ; vol . I I

    (edicin) 1983.

    FHG Fragmenta Historicorum Graecorum, Ed. C. MLLER, Pars 1841-

    1870.

    G eo rg JORGE EL MONJE,Chronicon, Ed. de BOOR, Leipzig 1904 .

    Die hochsprachliche

    H . HUNGER,

    D ie

    hochsprachuche

    profane Literatur

    der Byzantiner, Munich 1978.

    HBE E . STEIN, Histoire du Bas-Empire, vol. I. Trad. fr. de J.-R. Palan que,

    Brujas 1959.

    XI

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    XI I Jos A. OCHOA,

    Latransmisinde la

    Historia

    deEunapio

    lo . Ant JUAN DE AN TIO QU IA. Citado por la fuente de los EH o por el

    fragmento que del vol . IV de los FHG.

    KRUMBACHER.... K. KRUMBACHER, Geschichte der byzantinischen Litteratur

    von Justinian bis zum Ende des ostrmischen Reiches (527-1453),

    Munich 18972, reimpr. Nueva York 1958, 1970 (en dos vols.).

    Le premier humanisme P. LEMERLE,Le premier humanisme bizantin. Notes

    et remarq ues sur enseignement et culture a Byzance des origines au

    X*

    sicle,

    Pars

    1971.

    LSJ H.G . LIDDELL, R. SCOOT, H. S. JONES, Greek-English Dictionary,

    Oxford 19409; y BARBER,Supplement, Oxford 1968.

    PLRE

    A.H .MJO NE S, J.R.MARTINDALE, J.MORRIS, [eds.]

    The Prosopography

    of the Later Romn Empire, Vol. I Cam bridge 1971.

    PLRE IIJ.R. MARTINDALE, The Prosopography of the Later Romn Empire,

    Vol. II Cam bridge 1980.

    RE A .F . v o n PAU LY, G . WISSO WA , y W. KRO LL, [eds.] . Paulys

    Realencyclopaed ie der classischen Altertumwissenschaft, 67 vols.

    y 12 suplementos, Stuttgart 1893-

    Ricerche

    A. BALDINI, Ricerche sulla Storia di Eunap io di Sardi. Problem i

    di storiografia tardopagana, Bolonia 1984.

    RSBS Rivista diStudi Bizantini e Slavi.

    The historical fragments Th.M . BANCHICH,The historical fragmen ts of

    Eunapius of Sardes, Nueva York 1985.

    Travaux

    et

    Mmoires.

    VS Eunapii Vitae Sophistarum, ed. G. GlANGRANDE, Ro m a 195 6.

    VV Vizantisjskij Vrem ennik.

    Zos Zos ime , Histoire Nouvelle, ed. F. PASCHOUD,

    Pars,

    vol. I (libros 1-

    2) 1971; vol. II .1 (libro 3) 1979; vol . II.2 (libro 4) 19; vol . III.1

    (libro 5) 1986; vol. III.2 (libro 6) 1989.

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    INTRODUCCIN

    OBJETIVOS DE ESTE ESTUDIO

    Como

    frecuentemente acontece, el plan inicial de un trabajo va evolucionando

    segn se enfrenta con la realidad que debe analizar. Tal es el caso de la presente

    monografa que en principio se pens como una nueva edicin de la Historia de

    Eunapio, y cuyo trabajo preparatorio, consistente en un estudio filolgico de la

    tradicin indirecta que nos ha legado textos de esta obra, ha acabado por tomar

    entidad propia.

    La monografa est compuesta por una primera

    parte

    en la que se analizan los

    testimonios que nos hablan de la obra histrica de Eunapio, empezando por las

    afirmaciones de Focio y siguiendo por el reflejo que podemos encontrar en la otra

    obra de Eunapio

    conservada

    ntegramente las

    Vitae Sophistarum;

    la inclusin

    de esta obra en dicho apartado supone ya una toma de postura sobre su utilidad

    para el restablecimien to de nuestro texto. En los captulos de la

    segunda

    parte se

    estudian con detalle cuantas informaciones se puedan derivar de la transmisin

    indirecta de la

    H istoria.

    En una ltima parte sern analizados los textos de aquellos

    historiadores que pudieron utilizar la obra histrica de Eunapio como fuente, y

    que sin ser testimonios deliberadamente preparados para informar sobreesta obra,

    ni fragmentos textualmente transmitidos, pueden servir para aclarar algunos

    puntos del contenido y el carcter de la obra eunapiana.

    En esta monografa se hablar ms de obras producidas en

    pleno

    perodo

    bizantino, siglos IX y X, que del perodo historiado por Eunapio, s. IV, ya que

    ellas han sido las transmisoras del texto y las que nos informan sobre su creacin.

    Todo ello nos permite un mayor conocimiento de la

    Historia

    y una mejor

    comprensin de su significacin a travs del tiempo.

    La orientacin filolgica dada a esta monografa no implica una disociacin en

    de historia

    y

    filologa, que sera inadecuada en el estudio de una obra

    historiogrfica, sino que pretende la aplicacin de un mtodo que en la crtica

    moderna

    sobre Eunapio no ha sido utilizado con aprovechamiento,dado que han

    abundado los trabajos de comentario histrico puntual, que daban la espalda a los

    problemas filolgicos, a veces con serias repercusiones en el propio estudio. Por

    esta razn aqu me centro en una labor filolgica sin perjuicio de recurrir al

    anlisis histrico cuando sea necesario para comprender los hechos de la

    transmisin.

    Por otra parte, hay una larga lista de temas muy debatidos sobre laH istoria de

    Eunapio que en este trabajo sern mencionados en la medida en que competan a la

    transmisin de la obra, pero que no sern analizados como objetivo de la

    monografa con intencin de hallar conclusiones

    convincentes

    en cada polmica.

    Tales son la teora eunapiana de la historia y la coherencia o no del historiador con

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    2 Jos A. OCHOA,

    L atransmisinde la

    Historia

    deEunapio

    la declaracin de propsitos del a veces enigmtico prlogo

    (E S

    1), y de ah la

    valoracin que de l puede hacerse como autor historiogrfico, o el anlisis de

    algunos de los contenidos de la

    H istoria,

    o el problem a de la cronolo ga interna de

    la vida y obras de Eunapio, o el no menos interesante tema de sus fuentes como

    historiador.

    LA REVISIN DE LA EDICIN DE LAHISTORIADEEUNAPIO

    No podemos dejar de cuestionarnos la pertinencia de la revisin de la edicin de

    esta obra, si es el fin ltimo de este trabajo, como acabo de declarar.

    1

    Una nueva edicin de la obra histrica de Eunapio no viene sugerida por la

    necesidad de revisar la t radicin manuscri ta de las obras que nos han legado

    fragmentos eunapianos porque poseen ya una buena edicin (caso de la

    Suda y

    Zsimo) o porque la revisin crtica es imposible (caso del manuscrito nico de

    lo s

    Excerpta de Sententiis).

    2

    La labor crtica de colacin detallada se debe aplicar

    solamente a una pequea cantidad de fragmentos, los que provienen de los

    Excerpta deLegationibus Gentibus ad Romanos.

    Esta labor pondra los textos de

    Eunapio al nivel actual de los de Prisco o Maleo.

    3

    F. Paschoud pas revista a la historia de las ediciones de Eunapio,

    4

    que son las

    siguientes:

    1.

    U.Ph. Boissonade, Amsterdam 1822, recopilacin de los fragmentos de

    EL y

    Suda,

    de la que selecciona textos no atribuidos en la obra lexicogrfica para

    incluirlos como posibles fragmentos de Eunapio.

    2.

    Angelo Mai, Vaticano 1827, primera recopilacin que cuenta tambin con los

    textos de los

    ES,

    con una interesante traduccin latina.

    3.

    B.G. Niebuhr, Bonn 1829, por primera vez aparece una traduccin lat ina de

    los pasajes de la

    Suda. .

    4. C. Mller , Pars 1851 (1868 reimpr.) , recopilacin de segunda mano con

    deficiente aparato crtico y traduccin latina poco fiable. Ensaya una ordenacin

    cronolgica de los fragmentos.

    5.

    Dindorf,

    Leipzig 1870, reedita los textos de Mller sin la t raduccin y

    reduciendo el comentario.

    De todas formas, la antigua edicin de Mller, que ha sido la ms usada

    5

    (FHG

    IV),

    ha quedado desfasada habida cuenta de la investigacin filolgica e histrica

    1

    Este tema lo abord al comienzo de la investigacin y lo expuse en el artculo "Sobre las

    ltimas monografas y ediciones de losFragmentos Histricosde Eunapio de Sardes",Erytheia 9

    (1988) 211-220. Aqu extracto lo dicho en las p. 215-220 y aado nuevos datos surgidos en la

    confeccin de la presente monografa.

    2

    El Vaticanus gr. 73, palimpsesto hoy da casi completamente ilegible en las partes que

    contienen los fragmentos de Eunap io. No cabe ms que la especulacin c rtica, ya que se ha

    perdido la posibilidad de anlisis paleogrfico.

    3

    Sus respectivos editores se han ocupado precisamente de la tarea crtica de revisar los textos en

    una tradicin m anuscrita cu yos avatares estn ya bien establecidos. F. BORNMANN,

    Prisci Paniate,

    Fragmenta.Florencia 1979. L.R. CRESO,

    Maleod i

    Filadelfia. Fram menti.

    aples

    1982.

    4

    "Eunapiana",

    BHAC (1982-83), p. 239-244.

    5

    Los historiadores de todo un siglo han ledo Eunapio ms por la traduccin latina de Mller

    que por el texto griego de esta edicin, con las negativas consecuencias que se pueden imaginar.

    Sobre ello Paschoud,

    "Eunapiana",

    p . 244.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    15/324

    Introduccin 3

    que en los ltimos treinta aos ha delimitado e incrementado el nmero de

    fragmentos y nos ha proporcionado nuevos datos sobre su contenido. No todas las

    propuestas son absolutamente fiables, pero como hiptesis a la luz de los datos que

    podem os manejar merecen hallar un lugar en el conjunto del texto eunapiano . El

    caso ms reciente lo aport Th. M. Banchich con un lema de la

    Suda

    que hasta

    ahora no haba sido atribuido a autor alguno.

    6

    Los diversos trabajos de A.M. y

    A.D.E. Cameron, L. Cracco Ruggini, R. Chalmers, B. Baldwin o R.C. Blockley

    parten de la perspectiva del historiador

    de

    los hechos o de la

    literatura

    que

    recurre con acriba a los textos; as, nos han propo rcionado datos sobre el

    contenido histrico, el trasfondo ideolgico, y los problemas de construccin

    literaria de esta obra. Todas estas conclusiones podran quedar reflejadas en la

    nueva versin de los textos.

    La necesidad de actualizar la edicin se ha dejado sentir en dos intentos: el

    primero se produjo en 1983 cuando R.C. Blockley publicaba su segundo volumen

    de textos

    7

    de l

    The Fragmentary Classicising Historians of the Later

    Romn

    Empire. El segundo intento data de 1986, y es el que ha ensayado Paschoud en su

    volumen

    III.1

    de Z simo.

    8

    En mi opinin ninguno de los dos consigue resolver la

    actualizacin de la obra fragm entaria. La carenc ia de una edicin se ha

    manifestado en detalles como la forma de citar de los libros anteriormente

    com entados: Baldini debi conocer demasiado tarde la obra de Blockley como

    para utilizarla, de todos modos en su ndice de autores antiguos se manifiesta la

    incomodidad de manejar simultneamente la edicin de Mller y la referencia a la

    fuente. Banchich en su

    introduccin

    nos declara que el objetivo inicial de su tesis

    doctoral era la edicin, traduccin y comentario, que abandon al conocer el

    proyecto avanzado de Blockley. Su manera de citar es siempre por la fuente d el

    fragmento, sin recurrir a M ller ni a Blockley , segn l dice: "for reasons that

    will become

    evident".

    9

    Quien realmente hace una crtica a la edicin de Blockley es F. Paschoud, en la

    introduccin a su volumen III,l.

    1 0

    Coincido con el profesor de Ginebra en

    considerar que la traduccin al ingls de Blockley posee notables aciertos, en

    especial en pasajes de difcil interpretacin, con propuestas novedosas, y en

    observar que la edicin no est al nivel de la traduccin. Paschoud se queja de que

    no justifica algunas traducciones "a premiere vue insolites", que las notas son

    exclusivamente de comentario histrico, que ha abandonado la numeracin de

    Mller, que mezcla los fragmentos especficos de Eunapio con los extractos de

    autores que lo utilizaron como fuente, y que encontrar un pasaje concreto obliga a

    seguir un verdadero laberinto.

    6

    "A identification in the

    Suda:

    Eunapius on the Huns",

    CPh

    83 (1988) 53 .

    7

    El primero era de comen tarios sobre laobras.deEunapio, Olimpiodoro, Prisco y

    Maleo,

    y

    apareci en Liverpool en

    1981.

    8

    Es el volumen que contiene el libro V de Zsimo. Los textos de Eunapio figuran como

    Apndice en las pginas 319-339. En el

    vol.111,2

    se proceder del mismo modo, y para los libros

    ya publicados se aadirn los textos en lasprximasreimpresiones.

    9

    No est sin embargo tan claro, pues tuvo tiempo de incorporar la numeracin de Blockley si lo

    hubiera considerado oportuno.

    10

    Pginas VIII y IX. Rec ientem ente, en cambio, R.SCOTThaya publicado una resea en exceso

    indulgente con el trabajo de Blockley(JHS108 (1988) 238-239).

    http://obras.de/http://obras.de/http://obras.de/
  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

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    4 Jos A. OCHOA,Latransmisinde la Historiad eEunapio

    En realidad todo ello se puede explicar por la orientacin que Blockley ha dado

    a su trabajo. Se trata de un til para historiadores que ofrece la coleccin m s

    completa de textos relativos a cada autor, con algunos de los comentarios que la

    bibliografa

    ha

    ido acumulando . El problema es que esto se ha hecho con una

    absoluta falta de rigor filolgico y sin criterios metodolgicos vlidos. Nos

    encontramos, por ejemplo, con los textos de las mejores ediciones que hay para

    cada fuente de los fragmentos, pero con un recorte sistemtico de su aparato

    crtico, lo cual va en detrimento del conocimiento que nos lega de la transmisin.

    11

    El intento de Paschoud tampoco resuelve la actualizacin de una edicin, entre

    otras cosas porque lo convierte en un autor subsidiario de la edicin de Zsimo,

    escatimndole la suya propia a l que fue la fuente p rincipal de Zsim o. En

    realidad existen otras razones de carcter estrictamente cientfico, que comentar

    ms adelante.

    12

    Las caractersticas propias del autor incrementan la dificultad de una edicin.

    En primer lugar el carcter fragmentario de la obra, que se nos ha transmitido

    adems por senderos muy especiales. No es el azar con ms o menos componente

    de fortuna el que nos ha legado los textos, al menos en primera instancia, sino la

    voluntad selectiva de los redactores de la enciclopedia de Constantino VII

    Porfirognito y la bsqueda de contextos significativos por parte de los

    lexicgrafos de la Suda. Esto afecta al tipo de fragmentos seleccionado s

    (sentencias, definiciones, descripciones de personajes histricos...) y a la forma de

    transmisin (el texto es introducido por frmulas de los antlogos y es retocado y

    recortado con cierta libertad). A ello se suman las intrincadas relaciones entre los

    autores, el que Zsimo usara a Eunapio fuente, la posiblidad de que lo hiciera

    AmianoMarcelino, las relaciones con el

    Epitome de Caesaribus

    , y la deuda que le

    deben Sozmeno o Zonaras.

    13

    Tal complejidad de tradicin y fuentes obliga a plantearse muy seriamente los

    criterios que deben regir la edicin. No existen pautas definidas, como en cambio

    puede haberlas para la

    edicin

    de transmisiones m anuscritas digamos normales, y

    no nos ayudan mucho los pocos trabajos tericos sobre el tema.

    14

    El primer objetivo y primordial que se debe abordar es la delimitacin del texto

    de la obra histrica de Eunapio. He hablado de las negativas consecuencias de

    reducir el aparato crtico. Tambin seomiten datos de interscomo las frmulas

    introductorias de las citas en los lemas de Suda,

    como

    se hace en el fr. 5.1 de

    Blockley: la cita de

    391 no

    est atribuida a Eunapio por el lexicgrafo, pero s

    lo est en pasajes paralelos

    ( 1205, 133, 83, Y 15). Si se silencia este

    dato

    1 1

    Estose deja sentir en las omisiones que los mss. F y V hacen sistemticamente enSuda,y

    que puede arrojar luz sobre la transmisin y sobre la supervivencia de la obra de Eunapio.

    12

    No es seguro que Paschoud pretenda hacer una edicin en regla de Eunapio, ms bien da la

    impresin de que utiliza los textos para referirse m ejor a ellos a la hora del iteresante comentario que

    ha hecho de la obra de Zsimo. De todos modos revisar algunos detalles que pueden ayudar a

    dilucidar la correcta m etodologa para la edicin de Eu napio.

    13

    Sobre todo ello podr leerse una visin de conjunto en mi aportacin a las

    VIIIJornadas

    sobre Bizancio

    (Vitoria, abril de 1988), "Eunapio de Sardes y los problem as de la historiografa

    protobizantina".

    14

    Por poner un ejemplo, M.L. WEST, en suTextual criticism and editorialTechnic. Stuttgart

    1973,a parte de una referencia a cmo disponer el aparato en una edicin de fragmentos (p. 76),

    slo dedica al problema un par de pginas (95-97).

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    17/324

    Introduccin 5

    da la impresin de que la atribucin ha sido hecha por los editores y no por la

    tradicin indirecta medieval.

    Grave es tambin, desde el punto de vista del rigor filolgico, reducir los

    fragmentos a la parte comprensible, cuando en algn punto stos aparecen

    mutilados. Es el caso de Mller 75.7 y 82 que en la versin de Blockley (=67.11

    y 69. 4 y 5) son simplificados en todo aquello que por no ser restituible hasta su

    comprensin se puede obviar para el comentario histrico.

    Junto al respeto al texto conservado por la tradicin, hay que delimitar qu

    consideramos texto eunapiano de entre las fuentes que pueden haberse hecho eco

    de Eunapio. El caso ms importante por el volumen de informacin heredada es

    el de Zsimo. Por mucho que mantengam os la tesis de que Zsimo es un imitador

    de Eunapio, de quien copia hasta el tono de la exposicin (tesis de F. Paschoud y

    T.D. Barnes), no es fcil decir qu era texto de Eunapio, si realmen te Zsimo lo

    hubiera transmitido verbatim, cosa hasto dudosa. Ante esta imposibilidad resulta

    temerario asignar nmero de fragmento dentro de losFH a los pasajes de Zsimo

    que no poseemos en el Eunapio conservado.

    15

    La misma precaucin habra que

    tomar con respecto a otros autores u obras que se suponen herederos del contenido

    eunapiano,

    16

    con ms razn si estn escritos en otra lengua, como los textos latinos

    delEpitome de Caesaribus.

    11

    La opcin ms respetuosa con el autor y con el usuario de la edicin sera la de

    considerar todo esto como testimonios que vienen a completar parte de las grandes

    lagunas que tenemos de esta obra. En el fondo es esto lo que aconseja West en su

    manual cuando dice que el editor de fragmentos debe incluir "everything that

    helps tocompnsate for thelossof the work by supplying evidence about itsform

    or contents".

    18

    Otro problema con el que nos encontramos es la ordenacin y numeracin de

    fragmentos. Cuando el objetivo es la reconstruccin de la obra, importa mucho el

    orden de los fragmentos para aproxim arnos a la estructura originaria. Blockley

    opt por un sistema que adems de complicado es incoherente, al agrupar bajo un

    mismo nmero fragmentos de diverso origen sin criterio fijo con numeracin

    interna; unas veces son textos prximos en la forma, otras son de la misma

    temtica, e incluso se encuentran juntos algunos simplemente por suponerles una

    misma cronologa. Una de las crticas ms severas de Paschoud es precisamente el

    haber abandonado la numeracin de Mller, por considerarla cannica y no muy

    alejada del orden original (que es tambin el de los Excerpta). Respecto a lo

    primero dir que no todos los investigadores la consideran cannica, pues no

    siempre se usa (cf. la tesis de Banchich); respecto a lo segundo, presupone que ya

    tenemos todos los fragmentos posibles de la obra, e impide colocar en su justo

    lugar atribuciones realizadas ms recientemente. De hecho, el propio Paschoud,

    en la parte publicada (apndice del

    vol. 111,1),

    omite los fragmentos de Suda

    1 5

    Como

    hace sistemticamente Blockley en sus frs.

    n

    Q

    3, 4, 6, 22, 32, 33, 36, 39.1, 40, 49,

    51,52, 53, 54, 63 y 70.

    16

    Juan de Antioq ua tiene asignados los frs. FCH 5.2, 58.2, 60.1 y 64.1 ; Filostorgio

    atestigua los frs. 9.3, 10 y 61; y Sozmeno el 9.4.

    17

    Ver los frs. 7.1, 7.2, 8 y 12 de

    FCH.

    18

    En la p. 96 de su

    Textual

    criticism...,citado.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    18/324

    6 JosA. OCHOA,

    La transmisin de la

    Historia

    de Eunapio

    203, 326 y

    8 9 7 .

    1 9

    Es esta una de las razones que hacen que el intentode

    Paschoud

    no

    pueda

    sustituir una nueva

    edicin, adems de que tambin reduce el

    aparato crtico a lo ms significativo, y que incluye como textos los testimonios de

    VS.

    20

    En la labor de Blockley se puede apreciar tambin un absoluto descuido de los

    pasajes paralelos, y en general de la expresin cf. A un grupo de fragmentos

    bajo un mismo nmero comn se le asigna la correspondencia de un pasaje de

    Zsimo,

    aunque en realidad pocas veces se identifica el contenido exactamente con

    ese pasaje y en la mayora de las ocasiones viene a ser indicativo de cul es la parte

    de laHistoria Nuevadonde se abarca ese reinado o ese apartado cronolgico. Esto

    lleva inevitablemente a equvocos para el usuario quien puede creer que en Zsimo

    ese pasaje est idntico o que trata ese tema: un ejemplo lo tenemos enFCH 62.4

    (=

    Suda 203), sobre

    Marcelo,

    magister officiorum de Arcadio,

    donde

    se

    cita

    como

    cf. el pasaje Zos. 5.13, que no

    menciona

    a este magistrado (en

    realidad

    Zsimo no lo cita en toda su obra). Lo cierto es que el paralelo es muy pocas veces

    demostrable, y mientras en algunos casos se menciona un mismo personaje, pero

    no se habla de la misma idea (caso del pasajeES3 en que se compara a Constancio

    II con su padre, mientras que en Zos. 2.55 se refiere cmo aqul despoja a Galo de

    todas sus dignidades), en otros el paralelismo no existe (como en

    ES

    6 respecto a

    Zos.

    3.2.2-3.2, donde el nico punto de relacin sera que la frase conservada de

    Eunapio podra aludir a unos hechos que en Zsimo estaran en esos dos captulos

    del libro tercero).

    Esta prctica ambigua enmascara en algunos casos los pasajes de la

    Suda

    que se

    nos han conservado tambin en los EH. Sin informacin complementaria, nos

    quedamos sin saber cunto texto se conserva tambin en el lxicoSuda,a qu parte

    corresponde del fragmento deEHy en qu medida se ha visto modificado el texto.

    Sin contar con estos datos no podemos valorar el sistema de trabajo de los

    lexicgrafos ante la seleccin enciclopdica llevada a cabo por Constantino VII

    Porfirognito. El trabajo de Blockley nos impide observar las considerables

    diferencias entre los textos deSuda

    363 yES69, las

    modificaciones

    y

    adiciones

    que se encuentran en el pasaje transmitido en el lxico por contraste a lo que

    transmite el enciclopedista, o la versin fuertemente resumida que supone la cita

    de I 437 con respecto aES 29. Las referencias Cf. Suda 1498*, 2143*"y

    "Cf. Suda A 4332*, 982*",

    aparentemente

    equivalentes,

    responden

    por el

    contrario

    a dos realidades

    distintas,

    porque mientras

    en el

    primer

    caso las

    dos citas

    de l lxico transmiten el mismo texto deES 44, en el segundo caso las citas son

    complementarias con el texto consecutivo del final deELG5

    4

    Otro caso de asignacin incorrecta del cf. es el del fragmento procedente de

    Suda 1771

    (=

    FCH 16.2),al final de'la cual sedice "Cf.

    O

    719*",cuandoeste

    otro lemadel

    lxico se corresponde con el texto de

    ES

    6 (=

    FCH

    16.1). Adems

    estos dos textos no tienen ms relacin entre s que la sospecha de que ambos se

    refieren a la llegada de Juliano a las Galias y, si bien

    la

    cronologa puede ser

    19

    Aceptados por Adler en su edicin, y atribuidos respectivamente por Ruhnken, Bernhardy y

    De Boor.

    20

    El propio Paschoud advierte en. X que lainclusin del fragmento 65 un ejemplo de lo

    que comentamosno implica que l lo considere un fragmento de la

    Historia,

    aunque incluso

    ample el contexto que tena en

    Mller.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    19/324

    Introduccin 7

    prxima no existe entre ambos fragmentos una relacin directa que permita

    agruparlos. Por ende, detrs de ese cf. tenemos el paralelo del otro historiador

    "(Zosimus

    3,2,2 - 3,2)", donde hay una afirmacin similar a la de

    Suda

    1771,

    sinparalelos verbales, y

    ninguna

    similitud ni de

    forma

    ni de

    contenido respecto

    a

    ES

    6.

    LAS FUENTES DE

    EUNAPIO

    Puesto que este estudio no tratar de las fuentes de informacin utilizadas por

    Eunapio en la redaccin de su obra histrica, parece oportuno abordar brevemente

    este tema, porque habremos de referirnos a estas fuentes en repetidas ocasiones y

    porque el propio Eunapio se mostr muy preocupado por la teora histrica.

    Las fuentes son de tres tipos: literatura primaria, literatura secundaria y

    transmisin oral. De entre la literatura primaria es

    identificable

    la obra del

    emperador Juliano, reconocible en

    ES

    7 (donde se habla de un

    ,

    sobre la

    batal la

    de Estrasburgo) y

    ES

    16, 20, 28 (con referencias a

    cartas

    de

    Juliano).

    El

    texto bsico de la literatura secundaria es la

    Memoria

    de Oribasio, mdico

    personal y consejero de Juliano, una obra que no se ha conservado y que debi ser

    la ms importante fuente para la parte julianea del relato.

    Parecen haber tenido en la

    Historia

    un especial peso las fuentes orales. Como

    posibles informadores han sido considerados: Acacio, rtor rival de Libanio y

    posible to de Eutropio, el autor del

    Breviarium,

    obra histrica en posible contacto

    con la eunapiana.

    21

    Tusciano, rtor que desempe la funcin de asesor de

    Anatolio, Prefecto del Pretorio para Iliria, desde 357 a 360. El relato de Hierax

    sobre los acontecimientos en tornoa la cada de Frvito, en los que particip, son

    sugeridos por

    ES

    7 6 .

    2 2

    En las

    VS

    23 .4 .1 ,

    es mencionado un tal Justo, que fue

    vicarius Asiae

    antes de 396-7, y que pudo ser otro de los informadores de

    Eunapio, dado su cargo y su actitud defensora de los cultos paganos. Crisancio,

    que emparent con Eunapio al casarse aqul con Melite, la prima de ste, fue uno

    de los ms preclaros intelectuales de su momento y maestro del historiador.

    En opinin de Blockley

    23

    las fuentes orales que conocemos no dan razn de toda

    la informacin vertida por Eunapio en la redaccin su

    Historia,

    porque ni

    Oribasio cubre todo el perodo, ni otros informadores le pudieron enriquecer

    demasiado: Crisancio, por ejemplo, rechaz el ofrecimiento de Juliano de

    incorporarse a su corte, y qued en Lidia, lejos de los principales centros de

    actividad, y Proeresio desarroll su vida fundamentalmente en Atenas y, aunque

    pudo informar de los predecesores de Juliano, tuvo contacto con Eunapio antes de

    que ste proyectara su obra.

    24

    Reflexiones de esta ndole impulsaron a F. Paschoud a hipotetizar una fuente

    occidental que reflejara la ptica de la aristocracia pagana de Roma, que sera la

    obra latina de Nicmaco Flaviano, titulada

    Anales,

    en la forma de una

    reelaboracin griega, donde estara reflejada perfectamente la explicacin

    21

    Sobre esto ver BANCHICH,The historical fragments...,p.76y91.

    22

    Sobre los problemas de interpretacin que esto supone veribidem,p.93-94.

    23

    FCH

    vol.I, p. 23.

    24

    Enefecto, sabemosqueEunapiofuealumnodeProeresioensu juventudy,segnel fr. de

    ES 5,el proyecto de escribir suHistoriasurgi por indicacin de

    Oribasio,

    mucho tiempo

    despus.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    20/324

    8 Jos A. OCHOA,

    La

    transmisin

    de la

    Historia

    de

    Eunapio

    providencialista pagana de la historia del Imperio de Constantino a Teod osio, una

    especie de Historia adversus chrystianos.

    25

    Esta teora ha sido criticada por

    Blockley,

    26

    que

    la considera innecesaria. El propio Paschoud ha revisado sus

    opiniones al respecto

    27

    y ya no mantiene la existencia de ese autor annimo,

    considerando que la informacin personal debi ser la nica para la parte final de

    laH istoria,aunque se reafirma en mantener que datos de erudicin en relacin con

    occidente (como la digresin de los juegos seculares al comienzo de Zos. 2)

    2 8

    procederan de Nicmaco Flaviano.

    As pues, el problema de las fuentes de Eunapio no es fcil dada la escasa

    cantidad de textos que se nos han conservado. Como ltimo elemento que

    configura la informacin vertida en la

    Historia

    est la propia observacin personal

    de Eunapio, condicionada obviamente por su manera de ver el mundo, por su

    ideologa y la del crculo intelectual de Sardes que motiv la aparicin de la

    obra.

    29

    Esta gnesis de la obra histrica en el restringido m undo cu ltural de una

    provincia perifrica del imperio es una caracterstica de la produccin literaria del

    perodo tardoantiguo y protobizantino. El lugar donde es ms fcilmente

    identificable este fenmeno es el Egipto romano-bizantino que en su legado

    papirceo nos ha conservado autores como Olimpiodoro de Tebas, Discoro de

    Afrodito y tres autores de Panpolis: Nono,

    Trifiodoro

    y Pamprepio.

    Como

    afirma G. Cavallo "la historia de los textos producidos en la tardoantigedad es

    sobre todo una historia de ausencias o de vacos: textos naufragados sin

    regreso y documentacin medio y tardobizantina de su reaparicin son trminos

    que imponen toda una serie de reflexiones". Estos son los efectos de una

    produccin en la que "la afirmacin de culturas locales, reclamos tnicos y

    movimientos literarios regionales, hizo que determinadas obras se conservaran

    en ciertos mbitos y no en otros".

    30

    Probablemente no se corresponda

    exactamente esta

    pintura

    a los avatares de la

    Historia

    eunapiana, porque esta obra

    fue utilizada en Constantinopla por

    Zsimo

    un siglo despus de su composicin, y

    en el mismo lugar por Focio en el siglo IX y por Constantino Porfirognito en el

    X. A pesar de su pretensin de historia seria con validez universal, la obra de

    Eunapio evidencia su origen en un crculo concreto con una ideologa definida y

    probablemente su salida de este crculo fuera limitada a algn ejemplar llegado a

    la capital

    no

    perdamos de vista que los principales lectores que conocemos de la

    obra la consultaron en

    Constantinopla

    lo que condenara a la dificultad de su

    pervivencia. Porque realmente, como vamos a comp robar en las pginas que

    siguen, la historia de la

    Historia

    de Eunapio es poco ms que la historia de una

    ausencia.

    25

    Constituye una de las principales tesis de

    Cinq tudes...

    2 6

    FCH

    vol.

    I, p. 23-24.

    27

    Cf. "Appen dice...", p. 84-86.

    28

    Paschoud considera en general como una fuente unitaria a Eunapio y buena parte de Zsimo ,

    razn por la cual usa indistintamente uno para explicar el otro.

    29

    Sobre ello versa el captulo IV: "The view

    from

    Sardis", verdadero ncleo de la tesis de Th.

    M. BANCHICH,The Historical Fragments ofEunapiusof Sardis,Nueva York 1986.

    3 0

    Ver p. 143 de G. CAVALLO, "Conserva zione e perdita d ei testi greci", en A.GlARDlNA

    [ed.],Tradizione dei classici, trasformazionidella cultura", Roma-Bari1986, p. 83-172, vase

    especialmente la seccin llamada "I mod erni", p. 142-160. Ver tambin CAVALLO, La

    trasmissione dei moderni traantichittarda e medioevo bizantino",BZ 80 (1987) 313-329.

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    I

    TESTIMONIA

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    23/324

    1.1

    EL

    TESTIMONIO DE

    FOCIO

    INFORMACIONES DE FOCIO SOBRE LAHISTORIA DE EUNAPIO

    Dada la escasa informacin en general que la antigedad nos ha transmitido

    sobre la obra histrica de Eunapio, las opiniones de Focio en su Biblioteca han

    tomado una especial relevancia para la crtica moderna. De laHistoria eunapiana

    se habla en el cod. 77, aunque se encuentran tambin datos de inters en el

    apartado que Focio dedica a Zsimo, el cod. 98. Nuestro autor es mencionado

    tambin en los cdices 219 (sobre Oribasio) y 221 (sobre Aecio).

    Las informaciones que Focio da tras su lectura de Eunapio (cod. 77,53b,34-35)

    estn organizadas segn un esquema recurrente en sus reseas, que comienza con

    una ficha del libro en la que se nos da el ttulo ( ? ?

    ? ),

    las dimensionesde la obra que

    est compuesta por catorce

    libros

    ( ? ) y nos dice que

    l ha ledo una segunda

    edicin

    (? ?).

    A continuacin nos delimitar la obra histrica en su contenido. Evidentemente

    el comienzo est marcado ya en el ttulo, y no obstante Focio lo reitera:

    ?

    ? ? ?, ?

    (77,53b,3637).

    1

    Ms polmica resulta la delimitacin de la obra por el final, que en Focio queda

    marcada por los reinados de Honorio y Arcadio como cronologa general

    ( '? '

    ).

    Al

    parecer los

    ltimos acontecimientos que Focio pudo leer son la

    sustitucin de Juan, condenado al exilio, en la dignidad de patriarca por Arsacio, y

    la muerte de la esposa del emperador Arcadio:

    ? ?

    ? ? ? ? ?

    ? ' ? ? ?

    , ? ' ?

    (77,53b,3744).

    Blockley

    haca notar que estos acontecimientos se pueden fechar en 404,

    mientras que en el ltimo fragmento datable que conservamos,ES 79, se menciona

    la corrupcin gubernamental bajo la emperatriz Pulquera, es decir, ao 414.

    2

    Despus de analizar los ltimos fragmentos conservados,

    3

    Blockley llega a la

    1

    Enrealidadelprimer fragmento con contenido histrico que conservamoses ellema deSuda

    dedicadoaCarino.

    2

    "The endingofEunapius' History",

    Antichthon

    14 (1980) 170-176.

    3

    Suda

    681

    sobre

    Frvito;

    ES 74 y

    75,

    que

    hablan

    de la

    recomprensa

    de

    Frvito;

    ES76,

    sobre Hirax;

    Suda A

    81 sobre Arbazacio;

    ES

    77,disputa entre

    elcomes

    Juan

    y

    Frvito;

    ES78,

    11

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    12 Jos A. OCHOA,

    La

    transmisin

    de la

    Historia

    de

    Eunapio

    conclusin de que la mayor dificultad de comprensin con respecto a la cronologa

    final dada por Focio es la mencin de Pulquera.

    4

    F.Paschoud , por su parte, propone una solucin totalmen te distinta,

    5

    segn la

    cual no habra una laguna tras Zos. 5.25, como afirmaba Blockley, sino antes de

    5.22 (lo que correspondera a los fragmentos eunapianos

    ES

    74-82),

    6

    y se

    encontrara en la

    Historia N ueva

    una confusin entre el obispo Juan Crisstomo y

    un comes homnimo que sufri exilio, de manera que el final de la Historia no

    habra sido deliberado sino fortuito condicionado por la muerte del autor

    explicara la delimitacin tan porm enorizada de Focio. Esta hiptesis, que resulta

    en general bastante coherente, debera tomarse con cierta cautela respecto a su

    ltimo argumento dado que tambin en otras ocasiones Fociose detiene ms en

    describir los ltimos acontecimientos contenidos en una obra histrica.

    7

    Para la descripcin del final de la obra eunapiana, segn Paschoud, Focio habra

    consultado una obra de referencia como el

    Chronicon Paschale,

    para completar

    aquello que sobre el ao 404 no se encontraba en el texto que ley.

    8

    Es cierto que

    obras que Focio seguramente ley no estn reseadas en su Biblioteca,y tal podra

    ser el caso del

    Chronicon Paschale,

    pero no ha sido estudiado qu obras de uso

    corriente en la poca emple realmente Focio y si entre ellas se encontraba sta.

    9

    Del con tenido de la obra no nos comenta* Focio gran cosa, ni nos transmite

    ningn pasaje

    como

    en cambio hace por ejemplo con Olimpiodoro, cod. 80,

    estando su inters centrado en un nico tema, el tinte pagano de la

    Historia

    eunapiana, por ello, tras decir que Eunapio es de origen lidio (de Sardes), subraya

    sus creencias paganas:

    ? (

    ,).

    Se detiene

    luego

    Focio a comentar y

    valorar

    el

    estilo

    de Eunapio, con un

    balance

    po sitivo a pesar de lascrticas: se le censura que usa trminos, expresiones

    y lenguaje figurado poco conveniente al gnero histrico, y semejante al lenguaje

    de la jurisprudencia. Nota Focio que hay frecuentes innovaciones en sintaxis, pero

    acaba reconociendo que no merecen una evaluacin negativa.

    Despus de comen tar el estilo, Focio

    nos

    habla de la doble edicin que conoci

    la

    Historia

    de Eunapio. Autores comoSchamp valoran esta comparacin de las

    Hirax como gobernador de Panfilia;

    ES

    79 y 80, corrupcin en tiempos de Pulquera, castigo de

    Hirax; yES81y 82, fragmentos mtilos referidos a Estilicn.

    4

    Ibidem,

    p . 175.

    5

    En

    Zosime

    et la fin de l'ouvrage historique d' Eunape",

    Orpheus

    6 (1985)

    44-61.

    Cambiando la opinin que haba expresado en

    "Eunapiana"

    , donde consideraba que el fin de la

    primera edicin de la obra de Eunapio podra haber sido 404, y por tanto un final deliberadam ente

    escogido.

    6

    Slo quedaran trazos enZsimodeE S 74 y 75 (Zos. 5.21.4-5) ySuda A 81 (Zos. 5.25.2-

    3).

    7

    Por otra parte es cierto que tambin en el caso del cod. 98, la obra de Zsimo, el final de la

    historia parece determinada por una interrupcin no contemplada en el plan orgnico. Ver sobre ello

    la nota138de F. PASCHOUD al librovide la edicin de Zos., Pars 1989.

    8

    Ver la

    p.

    50 del artculo deOrpheus 6(1985).

    9

    No deja de ser un tema interesante, aunque de larga y difcil investigacin dadas las

    dimensiones de la

    Biblioteca

    y las lecturas en ella reflejadas.

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    Testimonia.Focio 13

    dos ediciones como bastante sumaria.

    10

    En efecto, las cuatro lneas dedicadas a

    caracterizar la primera edicin no hacen ms que repetir lo dicho al comienzo del

    cdice con respecto al tono anticristiano de la obra. De la segunda nos comenta

    que la actitud anticristiana ha sido reducida con poco cuidado, a costa de la

    comprensin de algunos pasajes en los que se han realizado cortes con prdida de

    claridad en el significado.

    11

    Esta afirmacin de un trabajo poco atento ha llevado a pensar que las

    modificaciones fueron hechas por un lector cristiano (cercano a la composicin de

    la obra, si pensam os que se conserva ba en poca de Focio en un antiguo

    ejemplar). Una vez com probado que el propio Eunapio habla de una segunda

    edicin,

    12

    hoy da se intentan encontrar otros rasgos que justificaran esa segunda

    redaccin por parte de Eunapio y compaginar la doble edicin y su distinta

    extensin temtica con la cronologa de lasV itae Sophistarum. As, Baldini dedica

    el segundo captulo de su libro

    13

    a buscar los rasgos de la primera edicin en las

    VS y

    en el tercero los de esa redaccin en Zsimo. Por su parte Blockley piensa

    que se trata de dos fenmenos distintos: el de la doble edicin comentada por

    Focio y el de las tres distintas fases de redaccin que este autor propone.

    14

    Por

    prudencia Paschoud propone hablar de "premiere partie" cuando se refiere la

    parte publicada antes de las

    VS y

    de "ouvrage complet" para la sucesiva.

    15

    Para

    este mismo autor la afirmacin de que la segunda edicin es menos violentamente

    anticristiana que la primera se podra conciliar con su hiptesis sobre la

    intervencin entre ambas de una fuente occidental que inclua una explicacin

    providencialista de los acontecimientos.

    16

    La frase ms

    comprometida

    del comentario fociano es la contenida en 98,84b,

    27-29:eliToi '

    , ^

    ,

    ...

    Sobre la confianza depositada

    en

    esta frase ha

    construido

    en

    parte

    Francois

    Paschoud

    su

    teora de la relacin

    entre Zsimo y Eunap io. La publicacin donde la ha defendido quiz con ms

    determinacin es el apndice primero a

    Cinq tudes sur Zosime.

    11

    La teora de

    10

    "Si

    l'on

    excepte le rappel des limites chronologiques du travail, l'analyse de Photios demeure

    sommaire,

    aunmoinspour la partie visant le contenu", p.171dePhotios historien deslettres,Pars

    1987.

    1J

    As es como hay que entender

    ("corrompe

    el sentido de lo que selee"). No setrata,pues, de que ha

    perdido

    su carcter anticristiano como se

    podra interpretar errneamente segn la traduccin de Henry: "ildnature l'esprit de ce qu'on ylit".

    12

    Com o ha dejado claro PASCHOUD en su anlisis del fragmento transm itido p or ES 39

    ("Eunapiana",p .

    286-287).

    13

    Ricerche...,

    Bolonia 1984.

    14

    EnFCH I,p. 3-5.

    15

    "Eunapiana",

    p. 292. En realidad es un mero problema de terminologa y la discusin de

    fondo quedara en los mismos trminos.

    16

    Paschoud renuncia as en su ltima reflexin sobre el tema a sostener la existencia de una obra

    annima en ese momento del proceso de composicin de la

    Historia,

    pero se reafirma en aceptar la

    existencia de un "lment

    supplmentaire",

    fuera un libelo o el testimonio oral de un romano

    refugiado en Asia Menor. Ver la p. 87 del "Appendice sur les travaux rcents concernant Zosime

    (1970-1987)", en el ltimo volumen (III

    2

    ) de su edicin de Zsimo, Pars 1989.

    17

    Pars 1975, p. 207-212; apndice titulado "Eunape, Zosime et Photios".

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    26/324

    14

    Jos

    A. OCHOA,

    Latransmisinde la HistoriadeEunapio

    Paschoud parte del hecho incontestable de que Eunapio es la fuente principal de la

    parte central de la Historia nueva, para afirmar que la naturaleza de esta relacin

    es de dependencia ab soluta. De todos modos en los ltimos aos el profesor

    ginebrino ha matizado sus opiniones y recientemente ha recapitulado poniendo el

    acento en otros argumentos adems del testimonio fociano.

    18

    Ya adverta Paschoud que "certains spcialistes tendent de plus en plus

    mettre

    en doute cette affirmation [la de Focio]; j'ai

    dj

    dit plus d'une fois que j'estimais

    que c'tait a tort. [...] les raisons de ceux qui ne font pas confiance a Photios sont

    spcieuses".

    19

    Por mi parte creo que nunca es bueno cerrar un problema a la

    discusin, y es por ello que abordar este tema sin afn polemista, intentando

    arrojar alguna nueva luz. A este propsito propongo un anlisis doble del

    problema, la comprensin de la noticia de Focio por medio de un estudio lxico y

    una reflexin sobre la

    fiabilidad

    de Focio en general en las informaciones que da

    en su

    B iblioteca.

    PROBLEMAS DE LXICO

    En efecto, la difundida teora expuesta arriba, apoya sus hiptesis en unas

    afirmaciones que toman expresin en unas pocas palabras. Aqu intentaremos

    analizar el verdadero significado de esos trminos en la lengua de Focio.

    La palabra

    tienediversos significados en el uso que de ella haceFocio.

    Esta diversidadqueda en

    muchas

    ocasiones

    oculta

    por elhechode qu e las lenguas

    modernas por lo general usan para todos los casos un solo

    trmino: "historia". En

    un trabajo precedente he estudiado el uso que hace Focio del concepto y trmino

    .

    2 0

    Resumo aqu la distribucin semntica del sustantivo, que Focio

    emplea en196ocasiones, del uso ms abstracto al ms co ncreto:

    1 . : "gnero literario que se caracteriza por la exposicin de los

    acontecimientos pasados, segn una serie de convenciones de estilo y un cierto

    mtodo de investigacin".

    Focio usa la palabra en esta acepcin en aquellos casos

    en los que se refiere a la preceptiva del gnero, a los elementos que lo caracterizan

    y las normas que lo definen (22 ocasiones).

    2 . : obrahistrica en la que se refieren los acontecimientos pasados,

    comoresultadode una indagacin".

    2.1 obra histrica"

    formando parte del ttulo de una obra. Focio la

    primera vez que se refiere a la obra histrica de un autor lo hace con su

    18

    Aunque se reafirma en la teora de la "totale dpendance". Vanse las p. 82-84 del ,

    "Appendice...",d elvol.I II

    2

    de la ed. de Zo s.

    19

    Cinq tudes..., p. 207.

    20

    Cf. OCHOA, "Eltrmino en la

    Biblioteca

    de

    Focio",haca

    (en prensa).

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    Testimonia.

    Focio

    15

    ttulo, antes de usar el trmino en general como en los ejemplos que

    acabamos de ver (40 ocasiones).

    2.2 obra histrica con referencia al contenido de la obra. Son los

    pasajes en los que se habla de la delimitacin de la obra, con frases del

    tipo

    Se

    ? ?...,

    o bien

    \ ? ?.

    La referencia es al

    comienzo

    o al

    f inal

    de la obra

    entend i d a co mo

    su conjm to, y al m i s m o

    t i empo

    al

    contenido

    del relatoque en ella se hace(18 veces).

    2.3 En abstracto, obra r e su l tado de una

    indagacin no histrica

    (196,160a,4).

    2.4 En abstracto, observacin, investigacin . Partiendo de la definicin

    propuesta al comienzo de esta segunda acepcin, el significado se puede

    restringir al proceso de trabajo que da lugar a la obra histrica o de otro

    tipo.

    3 .:

    narracin, exposicin ordenada de los sucesos referidos por un

    historiador .

    Esta acepcin no queda muy destacada en la traduccin de Henry,

    puesto que la palabra "recit" traduce otros muchos ejemplos aparte de stos (25

    pasajes). Su significado se podra matizar segn dos criterios:

    a) Segn la parte de la obra a la que se refiere:

    3.1 discurso narrativo en su conjunto .

    3.2

    libro, parte de la historia .

    3.3 parte del discurso narrativo .

    b) Segn la ndole del contenido de la obra:

    3.4 temtica o perodo concreto objeto de una narracin histrica .

    3.5 relato, narracin de hechos o manifestaciones de la actividad

    humana o de cualquier otra clase ,desprovisto ya de todo contenido

    histrico.

    3.6 En sentido figurado,

    mito .

    Ligado a temas mticos lo cual

    no deja de ser una paradoja, dado que por lo general

    ? se

    opone

    a .

    3.7 En sentido figurado, tema , en un contexto de obra

    cientfica,

    no histrica (2 veces), o biQn, trama , de una novela (166,109a,

    13).

    3.8 En sentido figurado, ancdota :

    190,150a,18.

    4 .

    :

    sucesos referidos

    por los

    historiadores,

    datos

    histricos . Es la

    acepcin que alude a los contenidos, a los acontecimientos que contienen las

    narraciones de las obras histricas. Ya hacan referencia al contenido algunos de

    los ejemplos clasificados como "obra histrica" (2.2), los que traducamos

    "narracin histrica" (3.3) y los que se interpretaban como temtica o perodo

    narrado (3.4), pero en los que vamos a ver ahora la carga semntica del dato o la

    informacin de la historia es ms especfica. Algunos ejemplos estn a caballo

    entre este significado del contenido de la obra, y la obra histrica misma o el

    relato histrico que contiene.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

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    16 Jos A. OCHOA,La transmisin de la Historiade Eunapio

    4.1

    dato ,

    por oposicin a , el

    contenido frente

    a la

    forma.

    4.2 hechos y acontecimientos que conoce y usa unautor .

    4.3 dato que un autor toma de su fuente , Son los casos en los que Focio

    est aludiendo a las fuentes de una obra. Aunque en alguna ocasin no

    sera fcil traducir ms que "obra histrica", en otros casos por el

    contrario se nos est hablado de la "narracin" o de los "datos". Son

    estos dos ejemplos los que ms se aproximan al uso que podramos

    interpretar en la referencia a Eunapio de 98,84b,30.

    y

    Adems del pasaje referido a la obra eunapiana (cod. 98.84b) el verbo

    es utilizadoporFocio en otras seis ocasiones, cdices 129, 150, 166,

    178,

    186, 219. De ellas, una forma parte de un relato y no pertenece al

    comentario de Focio acerca de las relaciones entre obras. En el cod. 166.111b

    est referido al pretexto usado por Antonio Digenes para escribir sunovela

    Las

    maravillas increbles de ms all de Tule,

    consistente en la carta que Balagros

    escribe a su madre, y enla.que transcribe (?)el contenidode unas

    tablillas

    de

    ciprs (? ?).

    1. Copiar,

    transcribir .

    Quiz el nico ejemplo de uso de

    como

    "copiar"

    en Focio

    sea el ejemplo del cod. 178.123b, sobre la

    obra

    de

    Dioscrides

    de Anazarbo, , de la que nos da dos grados de uso por parte de otros

    autores: unos sencillamente han recopiado la obra (o

    ); mientras que otros

    reordenan

    los datos agrupando por una parte

    datossobre el aspecto, naturaleza y reproduccin de los elementos, y describiendo

    en otra su uso y utilidad. Para aclarar el tipo de elaboracin que realizan estos

    otros autores Focio refuerza el trmino para dejar claro que ya no se

    trata

    de una simple co pi a (o ?

    ).

    2 . trasladar .

    En el del cod. 186.131b, que

    trata

    de las

    narraciones

    de

    Conn,

    Focio se interroga a s mismo sobre la necesidad de "recopiar" los cuarenta y siete

    libros restantes como ha hecho con los tres primeros. El propio editor Henry

    observa con cierta desconfianza, en nota

    ad loco,

    que eso querra decir que los

    sumarios de los libros 1, 2 y

    3

    responderan a la extensin real del texto

    comentado.

    21

    Probablemente no es "copiar" el texto lo que Focio ha hecho con

    estos tres libros, sino "trasladar" con cierto detalle la trama de las primeras

    narraciones. En este caso sera igualmente legtima la pregunta que se hace Focio

    sobre la pertinencia de contar las historias por extenso, si el lector las puede

    encontrar en el libro.

    21

    Observemos adems

    que,enefecto,

    los comentarios de los libros siguientes son ms

    breves,

    pero quealfinal del cod. vuelveaalargarseenlosresmenes,siendo por ejemplo los libros 45 y48

    ms largos que los supuestos transcritos integramente.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    29/324

    Testimonia.

    Focio 17

    El resto de los usos de y son referidos al origen y

    confeccin de obras literarias. Es claro que utiliza el trmino para referirse al

    proceso de confeccin de una obra que utiliza como fuente otra, trasladando las

    informaciones contenidas en la fuente a un nuevo contexto. Por ejemplo en el cod.

    150.99b en el que se nos dice que el trabajo Diodoro

    22

    no se diferencia en calidad

    del de Juliano,

    23

    salvo en que ste hace ms uso de las citas. A este respecto es

    revelador el parntesis en el que Focio se decide por entenderlas como dos obras

    dependientes una de otra, aunque fuera posible considerarlas dos colecciones

    independientes

    ( , '

    ) para

    despus expresar su duda de cul

    era ms antigua, quin haba "copiado" a quin

    ().

    El grado de

    dependencia como "copia"no lo

    podemos

    verificar

    aqu ya que el tal Juliano es un

    autor que se conoce exclusivamente por esta mencin fociana.

    Tampoco el pasaje del cod. 219,176b, que podra parecer ms claro, tiene un

    uso evidente del trmino. Del texto de Focio parece deducirse que el libro de

    Oribasio sobre los remedios fciles de preparar

    24

    hay dos copias que slo difieren

    en el ttulo y en el dedicatario (Eugenio), por afn del copista de agradar a otro,

    de donde

    =

    "transcripcin, copia". Sin embargo Schrder

    25

    piensa

    que se trata de una obra falsamente atribuida a Oribasio, como el propio Focio

    apunta en su comentario.

    3.

    "traduccin",de una lengua a otra. Accepcin que no encontramos en Foc io,

    pero que podemos leer en Luciano Hist. Conscr. 21 (

    ). Focio utiliza para esta

    acepcin un sinnimo:

    eig

    (89,67a,38).

    4."correccin". Acepc in que tampoc o est en Focio . En algunos casos

    puede significar "reescribir, alterar ocorregir lo queotro haescrito"

    (vanse Tucdides 1. 132 y Jenofonte,

    Historia Graeca,

    6.3.19). A este respecto se

    podra citar tambin un interesante pasaje de un epgrafe, IG I

    2

    118.29 donde se

    dice , * ..

    .

    As pues, tenemos un solo uso claro de

    como

    "copiar"

    cuando

    Focio

    habla de obras literarias,y existiendo una acepcin (no atestiguada en Focio) que

    puede significar incluso "corregir", el anlisis que he hecho del resto de los

    ejemplos parece demostrar un uso intermedio ms matizado que el de "copiar" o

    "traducir", donde estara reflejado el "traslado" del modelo con mayor o menor

    fidelidad. Por todo ello habra que reconsiderar las palabras del patriarca respecto

    a la relacin entre las obras de Eunapio y Zsimo. Porque si entendemos ste

    trmino como "transcribir", deberamos encontrar en ambos historiadores

    2 2

    AutordepocadeAlejandrodelcualseconservan fragmentosenFHG II, p. 353-356.

    23

    Autor

    de un

    lxico

    de

    trminos

    de los

    diez

    oradores.

    24

    Quecasualmente estaba dedicadoa Eunapio.

    25

    RE

    Suppl.

    tomo

    VII

    (1940)

    col. 804.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    30/324

    18 Jos A. GCHOA,

    La transmisin de la

    Historia

    de Eunapio

    paralelos verbales que dejaran constancia de la absoluta dependencia de Zsimo

    del texto de Eunapio, y como veremos en el captulo correspondiente esto

    no se verifica con los fragmentos conservados.

    En consecuencia, si en este pasaje no significara "obra histrica", sino

    "hechos narrados en una obra histrica producto de una investigacin", y

    no fuera

    "copiar"

    sino "trasladar esos

    datos

    desde una

    fuente

    a la

    pr opia obr a" ,

    el valor del

    t es t i mo ni o

    de

    Foc io quedara modif icado. La

    interpretacin ms matizada que propongo sera leer Focio de esta forma: "se

    podra decir que Zsimo no escribi una investigacin histrica propia, sino que

    traslada la de Eunapio, siendo mucho ms conciso".

    La comparacin que hace el patriarca de los dos historiadores contina en las

    lneas sucesivas y, tras afirmar que slo se diferencian en que Zsimo redacta de

    forma ms compendiada y que su ataque a Estilicn no es tan intenso, dice

    '

    TL

    ,

    ?,

    que

    podramos traducir: "...por lo dems, en el

    contenido es muy semejante a aqul y sobre todo en los ataques a los emperadores

    piadosos".

    26

    Interpreto aqu c o m o "contenido", siguiendo el anlisis

    hecho arriba, y porque adems aqu est ya hablando de contenido al decir que es

    un resurnen, y al referirse al ataque a Estilicn.

    FIABILIDAD DE FOCIO

    Por otra parte, debemos cuestionarnos hasta qu punto es lcito dar rango de

    noticia cierta a' los comentarios de Focio en general y al que nos ocupa en

    particular. Una fiabilidad que Paschoud nunca ha puesto en duda: "[mon

    hypothse suppose] una grande similitude entre Eunape etZosime; aumoinscette

    similitudeest-elle affirmepar Photios qui a eu la chance de les avoir tous deux en

    main".

    27

    Tuvo ambos libros en la mano, seguramente, pero cmo los ley?, los

    consult simultneamente y los compar?, o por el contrario hizo la comparacin

    con Zsimo a partir de lo que recordaba haber visto en Eunapio?.

    Nada sabemos de la biblioteca personal de Focio, ya que l nunca nos dice si el

    manuscrito que comenta era de su propiedad o si tal otro lo haba mandado copiar

    para enriquecer sus propios fondos. Mientras de Len el Matemtico o Aretas

    tenemos constancia de una parte de sus bibliotecas, no hay ninguna noticia cierta

    de la de Focio. Tan slo en un manuscrito, el

    Vaticanus gr.

    1, con textos

    platnicos, se encuentran glosas que dicen

    () ()()()

    (),

    28

    razn por la cual se ha pensado que pudiera ser de Focio. Pero como seala ya

    Lemerle,

    29

    esa abreviatura se podra desarrollar () ()()()

    2 6

    Evidentemente para Fociolos piadososson loscristianos. Eunapio

    emplea

    lamisma palabra

    parareferirse alsentimientoreligioso

    pagano.

    2 7

    EnCinq tudes...,

    p. 212. La

    expresin

    ms

    suave

    "una

    grande similitude"

    no

    debe

    confundir aquallector respectoacmo entiende Paschoud esta "similude"en susteorasque le

    llevan a considerar Eunapio-Zsimo comp una fuente unitaria(cf.su edicin deZos.

    passim).

    28

    H.ALLINE,His toire du texte de Platn,Pars1915,p.206.

    29

    P. LEMERLE,Le premier hum anisme byzantin,Pars 1971,p.206.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    31/324

    Testimonia.

    Focio 19

    (), es

    decir,

    un libro que perteneca al Patriarcado, y en todo caso si

    hubiera que enteder que era del patriarca, no tenemos confirmacin de que se

    tratara de Foc io. Parece que los libros los lea en diversas bibliotecas (privada s,

    de instituciones monsticas o del palacio) de

    Constantinopla,

    y que no posea

    muchos de ellos. A. Nogara hace notar que Focio siempre habla de libros ledos

    (, conclaro significado escolstico) y nunca de libros posedos.

    30

    En diversos lugares se lee cmo Focio intenta procurarse libros que le interesan o

    nos informa de aqullos que a pesar de todo no ha conseguido leer.

    31

    Es claro que

    slo con dificultad poda recurrir a los libros que no eran suyos cada vez que

    quisiera consultarlos de nuevo, ni proceder a comparaciones que le parecieran

    oportunas al realizar una nueva lectura. Tena que fiarse de su mem oria y de sus

    anotaciones, o como ocurre en algn caso dejar en blanco datos no anotados en su

    momento (la cantidad de que

    componen

    una determinada

    obra,

    por

    ejemplo) de unmanuscrito del que ya no

    dispone.

    La presencia de cdices con

    abundancia de citas, hace pensar que Focio se preocupa de recopilar una

    informacin tal que le permita sustituir al libro mismo, sea porque no le pensara

    dedicar ms tiempo, sea porque no era para l de fcil acceso.

    Habra que advertir que en la crtica moderna sobre el modo de trabajo de

    Focio se han usado una serie de datos

    generalmente

    recurrentes a veces con

    excesiva libertad en la intrepretacin. As, Impellizzeri dice que los libros usados

    por Focio deban ser en su mayor parte enuncial, queesperaban

    la

    transliteracin, y de los que mereca la pena hacer buenos resmenes;

    32

    para

    ello cita como ejemplo el cdice de Eunapio ( ?

    ?),que le interesa por la mencin de ejemplares antiguos, pero que no es

    buen ejemplo para sus conclusiones, porque a juzgar por la fortuna del texto de

    Eunapio es probable que nunca fuese transliterado, y desde luego la atencin que

    le dedica Focio no es la que pudiera sustituir el original por su resumen del

    contenido.

    33

    Mendels

    34

    pretende averiguar cules son los perodos histricos que

    ms interesan a Focio, y cules los que no le llamaban en absoluto la atencin,

    basndose en m ayor o m enor mencin de hechos h istricos de una cronologa dada

    y la mayor o menor extensin de los cdices de autores histricos que los

    contienen. Todo ello sin tener en cuenta ni la posicin que un cdice ocupa en la

    obra

    si

    est al comienzo es ms breve seguramente porque an no estaba

    definido el plan de la

    Biblioteca,

    ni la finalidad de Focio en determinado cdice

    3 0

    En cuyo

    eso

    podra haber dicho "nuestros libros" cuando se diriga a su herman o. A.

    NOGARA,"Composizionee strutturadella

    Bibliotheca

    de Fozio Patriarca di Costantinopoli",Aevum

    49(1975)237-238.

    3 1

    Quiz el ms notorio sea el del cod. 40 sobre Filostorgio, donde se dice: "Esto es lo que

    haba podido leer hasta entonces; poco despus, en otro volumen, ha encontrado los otros seis

    libros".

    32

    S. IM PELLIZZERI, "L'umanesimo bizantino del IX seclo e la genesi della Biblioteca di

    Fozio", Apndice deLaletteraturabizantina,Florencia-Miln 1975, p. 359.

    33

    Est por ver que los cdices de Focio ms largos y detallados respondan a manuscritos de

    difcil acceso o a ejemplares venerab les.

    3 4

    "GreekandRomnHistory in the Bibliotheca of Photius. A note",

    Byzantion

    57 (1986) 196-

    206.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    32/324

    20 JosA. OCHOA,

    La

    transmisin

    de la

    Historia

    de

    Eunapio

    si le interesa resumir un perodo histrico porque lo conoce menos, o si le

    interesa transcribir pasajes de un historiador porque su libro no es de fcil

    consulta.

    35

    Otro problema es el de cmo trabaja Focio para la composicin de su obra.

    Durante cierto tiempo se ha dicho que Focio redact su Bibliotecacon la exclusiva

    ayuda de su memoria, apoyndose en la afirmacin que el patriarca hace en el

    prefac io .

    3 6

    Posteriormen te se puso en evidencia que esto era prcticame nte

    imposible. FueHggquien se plante una serie de reflexiones en este sentido:

    37

    en

    primer lugar sera sorprendente que alguien pudiera memorizar el contenido de

    todas las citas que encontramos en la

    Biblioteca

    (equivalen a unas 1.500 pginas),

    especialmente si pensamos que esto se hace a lo largo de un amplsimo lapso de

    tiempo y en citas literales que transmiten hasta errores de un cierto manuscrito.

    38

    Podramos aadir que una obra as slo puede ser fruto de muchos aos y de

    muchas lecturas; pinsese que no todo lo que Focio haba ledo se encuentra en la

    Biblioteca, la poesa clsica, la filosofa platnica y aristotlica son ejemplos de

    lecturas que pertenecen al bagage cultural de Focio y que no estn comentadas en

    cdices especficos. Otro argumento de

    Hag,

    siguiendo con el ejemplo de la

    Vita

    Apollonii (en el cod. 241 ),

    39

    es que los 120 ejemplos que se dan del estilo de

    Filostrato, algunos de una o dos palabras, aparecen exactamente en el orden de la

    obra original.

    4 0

    Si la redaccin hubiera sido hecha de mem oria esto sera

    imposible, dado que el orden en ese caso debera ser asociativo (por tipo de

    vocab ulario o rasgos idiomticos) y nunca por la sucesin en la obra. El ltimo

    argumento de

    Hgg

    es un argumento

    ad contrarium.

    Focio en algunos momentos

    da prueba de no disponer de una memoria excepcional, lo que queda ejemplificado

    con errneas interpretaciones debidas a la sucesin equivocada de datos en el

    35

    M endels, en nota 9 del artculo citado en la nota anterior, hace una lista de cdices d

    historiadores en los que se encuentran datos sobre el autor y su obra pero no sobre el perodo

    histrico que cubre. Entre ellos no cita a

    Zsimo

    (cod. 98) ni a

    Olimpiodoro

    (cod. 80) que cubren

    una misma cronologaalmenos en parte y que tienen un tratamiento y una extensin totalmente

    distintas. Trabajos com o el de Mendels pretenden llegar a conclusiones que pueden ser vlidas o

    no, pero que no sern crebles hasta que no expliquen todos los datos que se encuentran

    involucrados en el problema.

    36

    As lo dice N.G. WlLSON, "The

    composition

    of Photius'

    Biblioteca", GRBS 9

    (1968) 451 -

    455: "Iwould suppose that his notes were very brief and he relied on hismemory for themost

    part". Ver tambin el suplemento a este artculo "Photius'

    Bibliotheca.

    A supplementary Note",

    GRBS12(1971)559-560, donde aduce otros ejemplos de mem oria prodigiosa. Un resumen de las

    distintas opiniones en la controversia de la interpretacin de este perodo se lee en las p .

    XIX

    y

    XX

    de

    la introduccin de la edicin de F ocio deHENRY.

    37

    "Photius at Work: Evidence

    from

    the Text of the

    Bibliotheca", GRBS

    14 (1973) 213-222.

    38

    Hgg ejemplifica esto con pasajes de la

    Vita

    Apollonii,

    (ibidem,

    p. 216-219).

    39

    En esta resea hay un comentario ms extenso, que contrasta con el cod. 44, un par de

    pginas, dedicado a la misma obra.

    4 0

    Hay leves alteraciones de orden, situando un ejemplo nunca m s all de dos puestos respecto

    al que le corresponde; en todos los casos las frases d esplazadas y su lugar correcto se encuentran en

    el mismo folio del m anuscrito que Focio pudo leer.

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    33/324

    Testimonia.Focio 21

    sumario de una obra.

    41

    Como conclusin,Hggpiensa que la afirmacin de Focio

    sobre el trabajo basado en la memoria es una frmula de modestia para curarse en

    salud de las posibles crticas negativas. En general, hoy se admite que los

    extractos, resmenes o notas de lectura de Focio sirven de mediadores entre el

    acto de leer y la composicin de la

    B iblioteca.*

    2

    Diversas ideas generalmente admitidas por la crtica son difciles de conciliar si

    se examinan conjuntamente: se admite que el orden de la aparicin de los cdices

    en la obra corresponde con el orden en que fueron ledos; que la agrupacin

    temtica, cuando se encuentra, se debe al inters que despierta en Focio un tema, y

    que la progresiva extensin de los cdices indica una conciencia del destino de

    estas notas como obra publicable. Pero todo ello comp orta algunas dificultades:

    cmo explicar esas agrupaciones de lecturas cuando el acceso a los libros lo

    tenemos que suponer determinado por una disponibilidad no siempre a gusto del

    lector?. Deberamos pensar entonces que Focio apenas ley obras de historia

    despus del cdice 99 o que la mayora de estas lecturas pertenecen a su ms

    temprana juventud?.

    43

    Que la

    Biblioteca

    se basa en una coleccin de notas de lectura es opinin

    mantenida tambin por Lemerle.

    44

    Esa coleccin, que inicialmente pudo no estar

    concebida para ser publicada, no posee en su versin definitiva un plan

    compositivo, carencia que Impellizzeri explica por las prisas antes de partir para

    la embajada mencionada en la carta proemial dedicada a Tarasio.

    45

    Lemerle

    propone que el orden de los cdices es el de lectura, basndose en referencias a

    cdices precedentes, en autores divididos en ms de una noticia,

    46

    y en que

    conforme avanza la obra las noticias son ms largas, como si ya existiera la

    voluntad de convertirlo en una obra publicable. En algunos casos parece que lee

    con el clamo en la mano, dadas las extensas citas y dado el mimetismo que a veces

    se nota en el texto de Focio, imitando la lengua y el estilo de un cierto autor.

    47

    Lemerle apuntaba la posibilidad de la colaboracin de un secretario que

    4 1

    Es ms, la repeticin d el comentario de una obra (los

    de Dionisio de Egea en los

    codd.

    185

    y

    211,

    con distinto criterio expositivo) se puede exp licar por el olvido de

    Focio

    de haber

    hecho esa lectura, seguramente bastantetiempoatrs.

    4 2

    As se pronuncia tambin A. NOGARA en

    Aevum

    49 (1975) 218. Por otra parte, quien toma

    notas de lectura y copia pasajes que le interesan lo hace generalmente cuando cree que no podr

    disponer en el futuro con facilidad del libro que est usando.

    4 3

    Para Impellizzeri

    {La letteraturabizantina,

    p.

    347)

    toda la obra pertenece al perodo juvenil de

    Focio, a juzgar por las lecturas de carcter eclesistico que contiene y las opiniones que se vierten

    sobre ellas en cada cdice.

    4 4

    Le premier hum anisme...,p.

    192.

    4 5

    Laletteratura bizantina,p. 357.

    4 6

    Incluso con el caso extremo de Dionisio de Egea, que tiene el cod. 185 prcticamente

    duplicado en el cod.211.

    47

    Caso de los usos lxicos de Proclo, usado en el come ntario fociano a la

    Crestomata

    de este

    autor (cod. 239), o la presencia notable d e jonismos en el sumario de la obra de Ctesias (cod. 72).

    Este hecho fue observado tambin por J. BID EZen el caso de la

    Historia eclesistica

    de Filostorgio

    (en su ed. pub licada en Leipzig 1813, p. XV), y por G.N. BONHWETSH en el caso de los escritos de

    Metodio (ed. en Leipzig 1917,p. XXV).

  • 5/20/2018 OCHOA Tesis Eunapio

    34/324

    22 JosA. OCHOA,

    La

    transmisin

    de la

    Historia

    de

    Eunapio

    transcribiese pasajes sealados por Focio en el manuscrito.

    48

    Sin ser muy

    consistente en sus argumentaciones A. Nogara propone que las agrupaciones

    temticas de algunos cdices responderan a la disposicin

    con

    igual distribucin

    asociativaen las bibliotecas en las que Focio lee los cdices, y por tanto el orden

    de cdices en la Biblioteca respondera al orden de lectura, al menos en esos

    grupos homogneos.

    49

    Se ha planteado en diversas ocasiones el problema del origen de los datos de

    Focio: de dnde extrae Focio datos que evidentemente no estaban en el cdice que

    contena el texto objeto de comentario?. Y no me refiero a los comentarios de

    orden estilstico, donde producen un efecto claro las teoras en las que Focio se

    ha

    formado,

    50

    sino a informaciones sobre el autor o la gnesis y preparacin de una

    determinada obra. Parece verosmil que usara como obra de consulta el

    Onomatlogo

    de Hesiquio,

    51

    y algunas noticias biogrficas procedentes de algunos

    manuscritos, junto a obras especializadas.

    52

    En el caso concreto de Eunapio, no

    parece que hayan sido usadas estas fuentes de documentacin, dado que todo lo que

    nos dice lo encontr en el ttulo de la obra y lo dedujo del contenido del texto. Me

    parece que se trata ms del fruto de la observacin que de la elaboracin de una

    informacin de segunda mano.

    53

    El modo en que Focio lee las obras constituye otro problema porque a veces da

    la impresin de que, a pesar de contar con un ejemplar que contiene un texto

    com pleto, la lectura que hace es parcial. Lem erle sugera que la expresin

    ...

    pareca indicar una lectura parcial,

    54

    y Baldini

    55

    llama la

    atencin sobre dos ejemplos extraos de comienzo del comentario del cdice,

    donde tras el verbo

    no

    encontramos

    un acusativo con el

    ttulo de la

    obra, o una expresin preposicional, sino un genitivo que slo podra explicarse

    como p artitivo (los ejemplos son los cdices 76 y 77 Flavio Josefo y Eunap io).

    Cuando Henry se planteaba en la introduccin a su edicin de Focio la

    credibilidad de su

    B iblioteca,

    sealaba que la impresin general es la de una obra

    con errores de detalle que hay que manejar con prudencia mais elles ne suffisent

    pas a entraner la condammnation m assive de l'ensemble". No es posible, sin

    embargo, pensar que Focio realiza siempre una lectura completa del libro que

    48

    Lemerle hace esta observacin fijndose en el cod.241,donde se observa una radical divisin

    entre la resea de mirabilia y el comentario estilstico con seleccin de pasajes {Le premier

    humanisme...,

    p. 193).

    4 9

    A. NOGARA,Aevum49 (1975) 236-237.

    5 0

    Parece que sigue especialmente la preceptiva de Herm genes, en la que desembocan tanto la

    teoraestoicade los tres caracteres de estilo, como la del estilo ideal de Teofrasto. Sobre ello vanse

    las p.

    XXI

    y

    de la

    introduccin de la edicin de HENRY.

    51