Ordenanzas Municipales de La Habana, 1862

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Ordenanzas Municipales de La Habana, 1862

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01111 TBEEl

YPUEBLOS

DE S U T E R M I N O

MUNICIPA L.

**

HABANA.Imprenta del Gobierno y Capitana general por S. . 1862.

NDICEJ)E

LAS

ORDENANZAS DE CONSTRUCCIN.Oficios de remisin de las Ordenanzas al Gobierno Superior y de este aprobndolas. Captulo 1 ? Disposiciones generales. 2 ? V i a s urbanas. 3 ? Proyectos de nueva poblacin. 4 ? Alineaciones. 5 P Licencias para edificar. 6 ? Altura de las casas y otras reglas sobre edificaciones. 7 , Obras permitidas y obras prohibidas. 8 p Salientes. 9 p Obras forzosas. 10 P Edificios ruinosos. 11 P R e g l a s sobre demolic'ones. ] 2 P R e g l a s sobre constru xiones. 13 p Precauciones contra incendios. 14 P Mquinas de vapor. 15 p Medianeras. 16 p Servidumbres de vistas y de luces. 17 P Construccin de so'tanos y sus contramuros cuando arriman pared medianera. 1 8 ? Establos cuadras, almacenes de sal y depsitos de materias corrosivas. 19 P Desage de los tejados, pozos y conductos de toda clase de aguas. 21) P Reconocimientos y penas. 21 P Competencia y notificaciones en materias ne p o lica urbana. 2 2 ? Arquitectos municipales y directores de obras. 2'-i ? Disposiciones transitorias. Apndice.

GORREGIHiEXTO f)E LA f l A I M . i

NEGOCIADO DE POIilClA URBANA.

El E x c m o . Sr. Gobernador Suuerioi C i v i l , con fecha 30 d Diciembre ultim, se ha servido dirigir est ' C o r r e gimiento la comunicacin siguiente: 'Visto el oficio de V . S. de 18 de O c t u b r e ltimo, que acompaa el proyecto de Ordenanzas de Construccin para esta ciudad y pueblos de sujurisdiccion,' presentado por V . ; S . al E x c m o . Ayuntamiento y discutido y votado por este en uso de las facultades que le concede el artculo 60 del R e a l decreto de 27 de Julio de 1859: V i s t a la nueva comunicacin de V . S. de 29 del corrient e , en que expone la necesidad de qu el expresado p'ryctq empiece rejir lo mas pronto posible, para dar "solucin y pber trmino las infinitas dificultades en qu se ven e n vueltos la Administracin y sus agentes por falta de un rg i m e n prexistente al que se arreglen y por el que se decidan las cuestiones de polica rb'ahaque cada paso se uscitun con motivo del sistema d reformas que ha inaugurado el actual Municipio: ' Vistos el Caso 2 . y la ltima parte del artculo .60 de la ley orgnica de Ayuntamientos, seguii'los duales para ser ejecutivas las deliberaciones d estos Cuerpos sobre l for-

4 macion de Ordenanzas municipales y Reglamentos de p o lica urbana y rural necesitan de l i aprobacin del Gobierno Superior C i v i l : Y considerando, que es, en efecto, do imprescindible necesidad y de suma urgencia p.nr cuanto antes termino la inceitidumbre en que se hallan las cuestiones de polica urbana, por la falta de un reglamento que establezca bases para su mas acertada solucin y las dirima previsora H e resuelto dar mi aprobacin, para su cumplimiento provisional, al expresado proyecto de Ordenanzas de Construccin para esta ciudad y pueblos de su trmino, con las modificaciones propuestas por la seccin respectiva y la Secretara de este Gobierno Superior Civil que se detallan en la adjunta nota. A l propio tiempo, he dispuesto proceda V. S., con la brevedad posible, publicar en el diario oficial, y por separado, si lo estima conveniente, las Ordenanzas de que se trata, y que, conforme propone V . S., se permita los p e r i dicos polticos y administrativo*, en artculos editoriales de redaccin, previamente sometidos la censura establecida, una decorosa y razonada discusin obre ellas por el trmino de dos meses, contados desd^ la indicada publicacin. H e c h o as, dirig ni V . S. este G o b i e r n o Superior los peridicos revistas en que se hayan publicado artculos sobre las Ordenanzas, con las observaciones (pie acerca de sus razonamientos estime V . S. procedentes, fin de pasarlo todo informe del Concejo de Administracin, y , con vista d e lo que exponga, dispensarles m aprobacin definitiva r e solver lo que corresponda. Dios guarde V . S. muchos aos. H a b a n a 30 de D i ciembre de 1861.Francifco S e r r a n o . S r . Gobernador Poltico, Corregidor de e^ta c i u d a d . " Y , en observancia de lo prevenido por S. E., Le dispuesto q j e las expresadas Ordenanzas, con los documentos . ellas anexos, se publiquen en el peridico oficial para conocimiento del pblico, y MU exacto cumplimiento por quienes corresponda una v e z transcurridos! plazo de ocho dias, desde su publicacin, que al efecto se fija en el articulo 475^H a b a n a 8 de E n e r o de 1862.Antonio Mantilla,

E X C M O SR.

R a m o muy importante de la administracin municipal, la polica urbana y - d e construcciones constituye una d las primeras necesidades de los pueblos y debe ser uno d l o s mas especiales cuidados de sus gobernantes. M e r c e d ella, se disminuyen las causas de insalubridad d l a s poblaciones, se embellece su aspecto, se facilita el trnsito, se abaratan los precios de las viviendas, se a u m e n tan el vecindario y la concurrencia de forasteros, se entienden la industria y el comercio, y s proporcionan, en fin, propios y extraos cuantos medios de higiene, de comodidad y solaz estn al alcance de los adelantos modernos. N o podan, portarito; dejar de llamar la' atencin de ste Corregimiento, como llaman la de cuntos nacionales y e x tranjeros visitan por p r i m e r a v e z l a H a b a n a , l lamentable y por todos lamentado descuido q n e s e r i t a en la polica urbana de esta importante ciudad, la irregularidad qu'e p r e sentan muchas de sus calles y casas, la'ihipVevisioD c o n q u e se forman nuevos proyectos de poblacin, la facilidad con q u e hasta hacie p o c o se autorizaron stos proyectos y se concedieron permisos para levantar edificios poco arreglados a las exij^ncias del arte, y el abuso con que frecuentemente se prescindi d toda autorizacin y de todo permiso, se traspasaron abiertamente los concedidos, s fatt, en una otra forma, las bases, los planos y la condiciones con que se otorgaron.; 1

- 8 Una poblacin esparcida, irregular y sin lmites fijos; calles estrechas, tortuosas, desniveladas y de diversa latitud, sin empedrado y sin aceras, en su mayor parte; barrios enteros sin trazado, sin cloacas, sin sumideros, con caos brotaudo aguas infectas las vas pblicasy convinindolas en pestilentes insalubres pantanos; plazas sin regularidad, sin rboles, sin portales aqu, con portales all, abiertos unos, cerrados otros al trnsito pblico; casas de madera, deformes y raquticas, sucias y ruinosas, al lado de edificios nuevos y elevados, elegantes y hasta lujosos, dan, en efecto, al que por primera v e z pisa este suelo una idea muy distinta de la que se ha formado de la culta y opulenta Habana Y a el Gobierno Superior Civil, con una previsin laudable, y el E x c m o Ayuntamiento, con un celo que le honra, se ocuparon en diversas ocasiones de mejorar este triste e s tado de cosas, quesi pudo tener justificacin mientras la polica urbana y de construcciones estuvo cargo de manos rutinarias, no puede tener disculpa desde que se reconoci su influencia en el bienestar de los pueblos y por Real orden de 29 de Octubre de 1859 se crearon plazas de arquitectos municipales para esta ciudad y algunas otras grandes poblaciones de la Isla. Sin embargo, el espritu derutina, que seca cuanto t o ca, como las H a r p a s de la fbula, haba bailad medios de esterilizar este fecundo pensamiento de la administracin anterior, de condenar la inactividad los arquitectos nombrados, y de p r o l o n g a r l a ilegal existencia de los simples alarifes, malamente llamados Maestros mayores, que aun continuaban en el pleno goce de sus exhorbitantes funciones cuando me encargu del C o r r e g i m i e n t o de la ciudad. Dirijironse mis primeros actos cumplir la disposicin soberana, desembarazarme de los perjudiciales servicios de los titulados Maestros mayores, poner en el ejercicio de su encargo los arquitectos municipales, apresurar la formacin de un reglamento para el servicio de stos, proponer al Municipio y V . E . el levantamiento del plano g e o m trico de los pueblos de la jurisdiccin y terrenos llamados & poblarse, y preparar las bases para la redaccin de unas buenas, extensas y completas Ordenanzas de polica urbana y de construcciones. Desde entonces, los arquitectos entienden exclusivamente en este servicio, para que atiendan l debidamente

9 se ha elevado tres el nmero de ellos y s e l e s han dado auxiliares retribuidos por los fondos municipales, en la presentacin y examen de proyectos de poblacin y planos de edificios se ob>erva mas formalidad, y las buenas ideas, la par que las saludables prcticas en materia de polica urbana, van ganando terreno hasta en el nimo de los mas recalcitrantes en las sendas de la rutina y de los m&a remisos en las vas del progreso. P e r o , c o m o la anarqua en las ideas es siempre inseparable compaera de la anarqua en los hechos, y la anarqua, as material como moral, no produjo nunca mas que perturbaciones y conflictos, la perturbacin que el sistema antiguo introdujo en todos los ramos de la polica urbana ocasiona ahora cada paso, en el trnsito de la anarqua al orden, grttves y casi insolubles conflictos al Municipio y al Corregimiento, encargados de echar y consolidar las bases del nuevo sistema. P a r a cumplir este e n c a r g o y resolver esos conflictos, la administracin municipal ha tenido el honor de consultar V . E. muchas medidas de importancia, tales como el a r r e g l o del servicio de establecimiento de aceras, la contratacin de un emprstito para dar gran impulso estas obras y las de adoquinado, el levantamiento del plano geomtrico de la jurisdiccin en lineas curvas de nivel, el estudio de un sistema general de desages, la creacin de recursos para construir entretanto cloacas alcantarillas en los puntos de mas urgente necesidad; y ahora v i e n e completar su obra, sometiendo la ilustrada consideracin de V . E . un proyecto de Ordenanzas de Construccin para la ciudad de la H a b a n a y pueblos de su trmino, concienzudamente formado, maduramente discutido. Si V . E . se digna echar una ojeada sobre los 15 artculos que en el captulo 5. de las Ordenauzas municipales, hoy vijetites, se consagran asunto tan interesante, se c o n vencer de la insuficiencia de ellos para arreglar y resolver las infinitas cuestiones que en todas partes surgen en materia tan delicada, y que con mucho mas motivo deben surgir, donde, por la irregular manera con que se ha construido la mayor parte de la ciudad, por la falta de un buen plano geomtrico, por la carencia de arquitectos particulares, por la impericia de los que en su defecto dirijen las construcciones y por el escesivo apego al principio de l -

10 bertad en la accin individual, mas desarrollado aqu que en parte alguna del mundo, hay necesidad de enmendar paulatina, pero perseverantemente, los errores del pasado, de evitarlos muy cuidadosamente en el porvenir, de conciliar los derechos de los propietarios con las exigencias d l a polica urbana, y , por consiguiente, de una estensa y previsora reglamentacin. Y o creo haber llenado todos esios extremos en el proyecto de Ordenanzas que elevo la aprobacin de V . E . U n lijero anlisis de sus principales disposiciones y de los fundamentos de ellas servir V. E. de guia para su examen, la v e z que de justificacin de las Ordenanzas ante el pblico. Uno de los mas g r a v e s y mas irremediables defectos de la ciudad es, sin duda, la extensin ilimitada de su inmensa rea, defecto orijinado de la prohibicin de edificar en las zonas de fortificacin, y de la tendencia hacerlo en la lnea de las largas y tortuossimas calzadas que enlazan la H a b a n a con las poblaciones desu trmino. Esta tendencia, si bien muy natural, porque los que edifican buscan de preferencia solares poco costosos y sitios transitables, amplios y ventilados, ha sido y es perjud'icialsima, porque la ciudad se ha extendido y va extendindose cada v e z mas escesiva y desconcertadamente, porque Jos proyectos de nueva poblacin se han hecho tomando por base los zig-zags de esas calzadas, porque de aqu han resultado irregularidades monstruosas en el trazado de los barrios, innumerablesconstrucciones aisladas, y porqu la administracin municipal no puede atender sin graves, sacrificios todas las necesidades de. la . polica urbana de ,1a naciente poblacin, que reclama los mismos, beneficios, y se., cree con los mismos derechos que, la antigua. Para contener dentro de prudentes bases esa tendencia, para remediar en lo posible, este ma|, e n e l artculo .1.,. de, las Ordenanzas se determinan loslmiteside la ciudad pollos de la nueva lnea de fortificaciop proyectaijaj y en el 22 se establece q u e . " p a r a que puedan aprobarse, los prqyectos/de repartos de,terrenos eii solares, es,necesario q u e estn comprendidos dentro de Jasmonas de, ppblacjfto, mai^ cadas en el plano t o p p g r f l c p , d l a . I a b . a n a y pueblos de su, trmino'ppuoicipal, qejSe.estaievantando;;que enlacen, sexi,.; posible enlazados, con ,otra pppjaeop exis,ten te . prayect,^-..t /

l i dia, que constituyan desde luego un pueblo d barrio aislado por lmites naturales." D e este modo, se concentrar la poblacin, se regularizar su trazado, no se extendern las construcciones aisladas puntos tarde d nunca llamados poblarse, se edificarn los innumerables solares que hay y e r m o s en puntos preferentes, podrn satisfacerse mejor las exijencias de la polica urbana; y todo esto sin contrariar, en lo que tenga verdaderamente de progresivo, la tendencia de ensanchar la poblacin, ni coartar, en lo que tenga de rigurosamente l e j t i m o , el derecho de construir nuevos barrios los que r e u T nan medios y recursos paia hacerlo con las condiciones inseparables de proyectos de tanta importancia^ E l levantamiento del plano geomtrico en curvas de nivel, que, gracias al decidido apoyo de V . E., se est, ejecutando toda prisa, no solo contribuir semejante pror psito, sino que marcar adems las tres d cuatro grandes vas que han d e e n l a z a r la ciudad antigua con la ciudad nueva, establecer las que han de recibir ensanche, uniformar las de diversa latitud hoy proyectadas en principio de ejecucin, y fijar su nivelacin y alineamiento, a l a par que sus medios de desage. Es un principio de administracin municipal, sancionar do por el resultado de una larga y universal experiencia, gue para crear poblaciones regularizadas y bellas es necesario que antes se tracen y abran las callea en que se han de levantar las nuevas construcciones. D o n d e se ha respetado este principio, existen poblaciones hermosas y saludables, que son el orgullo de los naturales y la admiracin d e los extranjeros: donde para nada se ha tenido en cuntala conveniencia general, el inters particular, al construir. pueblos deformes insalubres, ha levantado padrones de triste imprevisin y de torpe egosmo. P o r desgracia, y apesar del ejemplo que, as de antiguo como contemporneamente, le ofrecan casi todas Jas ciudades del N u e v o . M u n d o , en la H a b a n a se ha seguido, el ltimo sistema* si sistema puede llamarse la falta completa de toda regla y la sumisin absoluta al c i p r i c h o individual. De tan desastroso sistema, o, mejor dicho, de tal falta de todo sistema,! han naciJoesos barrios sin trazado.alguno, es.is calles tortuosas y sin nivelamiento, esos proyectos de nueva, poblacin en dii'eccione encontradas y con Va* de:

12 varia anchura, esa ciudad exterior, en fin, mus extensa, mas poblada y de mas porvenir que la de intramuros, que va levantndose con mas defectos y menos previsin aun que la antigua. A remediar, prever y determinar lo necesario sobre todos estos puntos, y los dems con ellos relacionados, se dirijen los captulos 1. , 2. , 3. y 4. de las Ordenanzas sometidas la aprobacin de V . E . Hasta hace poco, todo el que quiso abrir una calle la abri su modo y manera, sin tener para nada en cuenta su mejor direccin, ni el paralelismo con las inmediatas, ni la regularidad de su anchura, ni las necesidades del trnsito, ni las exijencias de la salubridad, ni las reglas del ornato. A s , hay muchas cal les, tanto de las antiguas como de las de los nuevos proyectos de poblacin, no solo en direccin oblicua y aun formando ngulos, sino que en unos puntos tienen fijada la anchura de ocho varas, en otros la de diez, y en los restantes la de doce, segn la poca en que se hizo el reparto, la ilustracin del que lo form y las ideas que prevalecan en los que lo aprobaron. A s , hay calles en que la nivelacin de la va est por un lado la altura de los tejados de las casas construidas en el centro, doble triple altura de las levantadas en el lado opuesto, y en que, tirando una rasante de un e x t r e m o otro,, resultan en medio dos planos escesivamente inc'inados, que concentran las aguas pluviales y forman verdaderos torrentes, una pendiente constante, de 5 15 grados y mas, que las precipita con violencia y hace imposible todo pavimento. A s , en fin, el suelo natural de esas calles se halla en su estado primitivo, su pavimento artificial, no bien a s e gurado, por la falta de buenos materiales y de cloacas cunetas que nunca se intentconstruir, es diariamente a r rastrado por las aguas, al paso que todos los recursos de la muaicipalidad son insuficientes para atender al empedrado de una ciudad ilimitada y las reparaciones constantes que exijen las innumerables extensas calles abiertas en terrenos fangosos, jams desecados ni pavimentados. Segn las nuevas Ordenanzas, en lo sucesivo solo podrn abrirse calles rectas entre dos l neas paralelas y de los tres rdenes fijados en el artculo 15, sea de 25, 14 y 10

1 3 metros, las ltimas de las cuales nicamente se tolerarn en aquellos proyectos en que, por ser continuacin de otros y a realizados, no pueda drseles mayor anchura; para abrirlas, ser necesario permiso de la administracin, previa la presentacin de planos y nivelamiento del terreno, y todo el que abra una calle, antes de vender los solares lindantes con ella, estar obligado hacer los movimientos de tierra que exijan las rasantes aprobadas, constituir su primer pavimento, establecer aceras ambos lados de la va, dar curso las aguas pluviales, construyendo al efecto cloacas alcantarillas, y llenar, en fin, oportunamente las dems condiciones fijadas en el capitulo 2 . los que abran, ensanchen d rectifiquen vtes urbanas. Estas mismas obligaciones se estienden naturalmente los que forman proyectos de nueva poblacin, de cuyo i n teresante particular, descuidadsimo hasta ahora, se trata extensa y detenidamente en el captulo 3. , el mas i m portante y de mas ventajosos resultados, para el porvenir de cuan'os contienen las presentes Ordenanzas. En la fiebre de repaitir terrenos en solares, que se desarrollo' aqu la par que la fiebre de las sociedades annimas, apenas qued estancia alguna regularmente situada que no fuera objeto de un proyecto de poblacin, formado precipitadamente por el primer agrimensor que s hall mano, mal ojeado por uno de los Maestros mayores del E x c m o . Ayuntamiento, y aprobado sin mucho examen por la Municipalidad; lo que no debe parecer extrao en el calor de la escitacion febril, en el atraso en materias de p o lica urbana que entonces dominaba, en la faka de buenos facultativos que ilustraran al Cuerpo Municipal y en la alucinacin de los dueos de terrenos, que 3e imaginaban ver los suyos poblados como por ensalmo. Si todos los terrenos bajo tan alhageas esperanzas repartidos entonces, y de entonces ac, se hubieran poblada estuviesen llamados poblarse en breve, los suburbios se extenderan ya en casero compacto hasta Marianao, la Habana tendra muy pronto cabida y albergues para mas de quinientos mil habitantes, y la poblacin de la capital de la isla de Cuba habra crecido, crecera rpidamente, en mas gigantescas proporciones que la de los Estados-Unidos en los ltimos aos. P e r o , corno lo que no tiene slido y racional funda-

lamento se derrumba muy pronto, las duras cunto enseadoras lecciones de la experiencia no tardaron en desvanecer el delirio de las sociedades annimas; y as como de l no quedan hoy mas que ruinas y desastres, de los ilusorios proyectos de poblacin tampoco quedan mas que trazados absurdos aprobados, solares vendidos precios exhorbitantes en que se cultiva maloja en vez de haberse levantado fbricas, y tal cual calle aqu all medio formada, tal d cual casa aqu o' all mejor peor construida, que hacen muy difcil el levantamiento del plano geomtrico, muy delicada la reforma de la poblacin, muy arduo el conciliar los derechos adquiridos en lo pasado con los intereses del porvenir, y casi imposible el sujetar un plan uniforme y ordenado lo que en un principio se hizo proyecto' aisladamente y sin concierto, A p e s a r de todo, si paso la fiebre de las sociedades annimas, aun dura la fiebre de los proyectos de poblacin, y apenas hay quien tenga en ciertos sitios un pedazo m a s o ' menos extenso de terreno que no pretenda un dia u otro repartirlo en solares y presente al efecto un proyecto mal combinado, dirijido soo aprovechar lo mas posible su rea, sin tener para nada en cuenta la forma de ella, ni la direccin de las calles, ni el,paralelismo con las inmediatas, ni el enlace, nivelamiento y anchura de las unas y las otras. Este afn incesante, este ardor inextinguible de p r o yectos de nueva poblacin se concibe y se explica bien, si te considera que para formarlos no se necesita hacer sino el insignificante gasto de los honorarios de un agrimensor durante algunos d i a s d e trabajo, y que, al ser aquellos aprobados, no se impone ninguna obligacin los que los forman, mientras que un terreno de cultivo por el solo hecho de ser distribuido en solares centuplica en muchos casos su valor, y , cuando menos, lo decuplica. P o r otra parte, como en los terrenos as repartidos no se obliga fabricar, como tampoco se cumplen con rigor las disposiciones vijentes respecto a l a edificacin en el trmino de un ao de los solares que existen yermos en la parte poblada de la ciudad, como por semejantes causas estos se mantienen un precio escesivo, y como, ademas, se presiente el ensanche que est llamada tomur la poblacin, no faltan compradores de buena f ni especuladores de larga vista que adquieran solares de los repartos aprobados; sola-

15vesque ninguna carga les imponen, que no necesitan siquiera cercar y que pueden seguir cultivando, que maana aislarn con una mala cerca d un frgil colgadizo de tablas, que as podrn destinar desde luego depsitos de efectos usos fabriles, obteniendo un rendimiento crecido con un capital exiguo, que en poca no muy distante se hallarn en sitio poblado, y que un dia otro puede atravesar una calzada un fro-crril y valerles una considerable indemnizacin. L a previsin administrativa, el verdadero deseo de fomentar la poblacin, el justo inters de que el espritu de monopolio no impida su desarrollo, el deber municipal de atender la regularizacion, la salubridad, la polica y al embellecimiento de la ciudad, la conveniencia pblica, en una palabra, reclaman, justifican y hacen urgente la a d o p cin de las disposiciones que en el capitulo 3. de las nuevas Ordenanzas se dirijen trazar reglas para los nuevos proyectos de repartos, imponer sus dueos ciertas o b l i gaciones antes de vender los solares, exigir los adquirentes de ellos el cumplimiento de las que los repartidores dej a r a n de llenar, poner estos solares bajo las le/es comunes de impuestos y de fabricacin, y hacer extensivo lo p r e venido sobre apertura y clasificacin de vias, anchura de calles, establecimiento de rasantes y dems condiciones g e nerales que se establecen para los nuevos reparto*, no solo los antiguos, sino los barrios existentes que no tengan trazado, que, aun tenindolo, se juzguen susceptibles de reforma, ya por la importancia del barrio, ya por ser la mayor parte de sus casas de madera, ya por el poco valor de las de manipostera, previa, por supuesto, la correspondiente indemnizacin en los casos que proceda; E l espritu de rutina y el espritu de oposicin, apoyndose en el "dejad hacer, dejad pasar" de ciertos economistas, clamarn que se va entorpecer el desarrollo de la poblacin, que se ponen demasiadas trabas para los repartos de terrenos, que no habr quien distribuya los suyos en solares con las restricciones establecidas. Clamor es este que pronto se desvanecer, e r r o r e s ese que no tardar en d e mostrarse. Ciertamente, los forjadores d * proyectos de nueva poblacin no sern en adelante tan numerosos como hasta aqu; p e r o los que verdaderamente tengan terrenos aprops'to

l G para hacerlos y medios de llevarlos cabo, lialiain mas garantas y mas estmulo para acometer la empresa, portjue el proyecto no estar expuesto, como los irregulares t r a z a dos hasta ahora, modificaciones ulteriores; porque los solares de repartos en que se llenen todas las condiciones e x i g i das podrn fabricarse desde luego, sin dificultad alguna; por que un solar en unacalle recta, ancha, nivelada, con cloacas, con pavimento, con aceras, con alumbrado, valdr triple cudruple que otro sin ninguna de estas circunstancias; por que todo reparto donde tales condiciones se llenen se convertir pronto en un centro de poblacin bella, compacta i m portante. Y r o s e diga que estas exigencias son exorbitantes; pues nada mas natural que el que las vas urbanas se tracen antes de emprenderse las construcciones; nada mas indicado que el que se nivele el terreno en que se ha de construir una poblacin; nada mas necesario que el que se d curso a l a s aguas, costa del que ha de convenir en barrio nn sitio y e r m o de cultivo; nada mas justo que el que se constituya el primer pavimento de la calle, expensas tambin del que ha de aprovecharlos solares ella contiguos; nada mas equitativo, en fin, que el que disfrute de estos beneficios costee los gastos extraordinarios de instalacin riel alumbrado, cuyo sostenimiento, asi corno e l d e los dems servicios d e l a s v i a s pblicas, ha de correr despus c a r g o del Municipio. En mas d menos extensin, y en una otra forma, as se hace en la Pennsula; as se hace en los Estados-Unidos; as se hace en P a r i s mismo, apesar de que su presupuesto municipal ascendi el ao pasado la enorme suma de 103.564,614 francos; as se hace, y debe hacerse, en todos los pueblos bien administrados. Y estas opiniones estn tan generalizadas, y estas prcticas son tan antiguas en aquellos paises, que ya en 1807 el Consejero de Estado francs, M . Beugnot, en un informe este alto cuerpo, consignaba que "si tales servidumbres se convirtiesen en una carga comn todos los habitantes de una ciudad, seria hacer un presente los propietarios de casas con el dinero de los que no lo son." Dejando un lado este punto, sobre el que, si n o t e miera ser difuso, podra alegar las mil y mil razones que justifican lo en l dispuesto, ver V. E. que en el captulo

17 4. ~ se determina todo lo relativo alineaciones, que en el 5. se establecen la forma y trmites de las licencias para edificar, que en el 6. se fijan la altura de las casas y otras reglas sobre edificaciones, y que en el 7. se definen las obras permitidas y las obras prohibidas. Sobre el captulo de (dineacioiies, nada tengo que obscrvar, pues las reglas que en l se fijan son tan necesarias, tan claras, y estn tan generalmente admitidas, que no pueden dar lugar disentimiento razonable, ni objecin alguna fundada. Lo mismo casi suced con el captulo relativo las licencias para edificar, cuya formt se fija y cuyos trmites se establecen, siempre con la mira de^facilitar su concesin, y con la nueva garanta de que, si los treinta dias de p r e sentada u a solicitud no se hubiese otorgado la licencia, ni hchose notificacin alguna especial al interesado pura que no emprenda las obras, por estar declarado el barrio en estudio p i r a reforma, deber alinearse a calle, ser el proyecto inadmisible t otra causa justificada, pueda ejecutarlas de3de luego sin incurrir en responsabilidad, siempre i{ue se sujete estrictamente los planos presentados. D e este modo se concilia la vigilancia de la administracin con las exigencias de los dueos de solares, se hace imposible la lentitud de los agentes que intervienen en esta clase de expedientes, y se facilita un servicio importante; servicio que podra abreviarse aun mas si las licencias para f a b r i c a r s e concedieran por el Corregimiento, previo i n f o r me de los arquitectos, cuando se trate de calles alineadas, como se hace en Madrid en virtud de lo dispuesto en la regla 4. del Real decreto de 21 de Junio de 1854, y solo se sometiesen los expedientes al E x c m o . Ayuntamiento cuando tenga necesidad de deliberar sobre indemnizaciones por reformas, d sobre la apertura y alineacin de calles, pasadizos y plazas, cuyos puntos parece limitar sus facultades el caso 2. del artculo 60 d l a ley municipal vigente: ext r e m o importante sobre el cual llamo la ilustrada atencin d e V , E. L l a m l a tambin sobre el artculo 96, en que se fija la altura de las casas, segn el arden de las calles. L o s arquitectos, con cuyo acuerdo se form el proyecto de Ordenanzas, opinan que la altura debe ser uniforme, por lo que la uniformidad contribuye regularizar las vas urbanas y 5 9

18 embellecer el aspecto de los edificios. El Ayuntamiento, menos partidario de esa uniformidad, establece una esc 1 la de alturas variables mas amplia. A l margen del artculo primitivo, redactado por el Corregimiento, hallar V . E. la nueva redaccin de la Municipalidad. Sin desconocer los inconvenientes de la uniformidad de alturas, creo que han de ser mayores los de la irregulari dad de ellas, al paso que aquellos pueden evitarse por la facultad que en el artculo 104 se reserva la administracin de autorizar en casos excepcionales la construccin de edificios, en las vas de 1. y 2. orden, de mayor altura que la establecida por regla general, siempre que tengan buenas proporciones y la solidez debida. V . E., en vista de las razones que pueden aducirse en pro de una y otra r e daccin, adoptar la que le parezca mas acertada. Cuestin no menos g r a v e es la que se decide en el artculo 97. En efecto, la de si ha de permitirse d no la construccin de entresuelos ha dado en todas partes origen dificultades sin cuento. Reconocida como insalubre y deforme esa clase de construcciones, fu prohibida en las calles de tercer orden de Madrid, por Real decreto de 10 de Junio de 1854, dictado propuesta de la Academia de N o bles Artes de San Fernando y previa audiencia de la Junta consultiva de polica urbana. E l sistema poltico que proclamaba principios mas latos, triunfante poco despus, abrog fines de ese mismo ao esta disposicin previsora. P e r o , restablecidos mas tarde los principios administrativos en que se haba fundado ella, qued de nuevo, y al parecer definitivamente prohibida la construccin de entresuelos en las vas expresadas, por R e a l orden de 4 de A g o s t o de 1857. E n la redaccin del artculo que se refiere punto tan importante, el C o r r e g i m i e n t o ha procurado conciliar las necesidades de la poblacin y las opiniones del Municipio con los principios de higiene y ornato hoy generalmente r e conocidos. Satisfacindolas necesidades del comercio y el inters de los propietarios, los entresuelos se permitirn en las calles deintra y extramuros ya formadas, donde naturalmente se concentrar Ja industria. Atendiendo las e x i gencias de la salubridad y del ornato, no se tolerar esa clase de construcciones en las vas urbanas que se abran de nuevo y en las que se declaren sujetas reforma, don-

19 de naturalmente tambin se agrupar la poblacin no comercial. Sin embargo, en las vas de 1. y 2. orden, la administracin podr autorizar la construccin de entresuelos, cuando formen parte de un proyecto de regularizar o n d embellecimiento de una calle. Esto es lo que dis-' pone el artculo citado, y lo que mejor conciba todos los intereses y todas las exigencias. insiguiendo esos mismos principios y adoptando este mismo espritu de conciliacin, si en el artculo 3. del captulo l . y en algunos artculos del captulo 7. se restringen lmites convenientes los derechos de los propietarios en cuanto obras exteriores, en el resto de este captulo se les deja una gran libertad para las obras interiores y se definen con precisin las de una y otra clase que son permitidas quedan prohibidas. H o y existe una gran confusin en ambos puntos, y la excesiva centralizacin establecida, al paso que aumenta el trabajo y los entorpecimientos, no basta impedir frecuentes abusos. El Corregimiento espera que ellos sern mas raros cuando, teniendp mayor libertad de accin los propietarios, estn mejor y mas claramente definidos los derechos y las responsabilidades, como se ha procurado hacerlo en el capitulo citado. En el 8. se establece todo lo relativo salientes, y en el 9. , que trata de las obras forzosas, se especifican todas las que por razones de seguridad, higiene, ornato inters pblico, estn obligados hacer los propietarios, segn los d i versos casos que ocurran; pero, aunque agrupadas todas sus disposiciones puedan parecer exigentes, no hay entre ellas ninguna que no est indicada en las Ordenanzas municipales, consignada en las leyes recopiladas, reclamada como necesaria y urgente por la observacin y la experiencia. Cuando las indecisiones y la anarqua son r e e m p l a z a das por las afirmaciones y el orden, no debe parecer extrao que al principio se considere lujo de reglamentacin lo que solo es deseo de sistema. El captulo 10, en que se habla d l o s edificios ruinosos y se determinan los casos en que procede su demolicin; el 1 1 , en que se establecen reglas para ea, y el 12, en que se fijan las que han de observarse en las nuevas construcciones, son mas bien reglamentarios y facultativos, que innovadores y trascendentales. Mas importantes son, sin duda, el captulo 13, en que

20 se designan las precauciones que deben adoptarse para evitar incendios, y el 14, en que se clasifican las mquinas de vapor que pueden ocasionarlos y se establecen reglas para su instalacin; pero todas sus disposiciones estn basadas en la legislacin vigente en los pases mas adelantados, en el R e g l a m e n t o sobre establecimientos insalubres, incmodos y peligrosos, de 9 de Julio de 1859. Si la administracin gana en que se definan los casos en que procede la demolicin de edificios, la forma en que han de hacerse las nuevas construcciones, los medios y los requisitos con que se han de instalar los establecimientos peligrosos, no ganarn menos en ello los propietarios, cuyos derechos se aclaran, cuyas obligaciones se marcan y cuyos intereses se preservan, la par que se asegura la tranquilidad de los vecinos. Entre los muchos puntos sobre que guardan completo silencio los artculos de las Ordenanzas municipales vigentes que se refieren las construcciones, se echaban principalmente de menos algunas indicaciones sobre medianeras y servidumbres urbanas, que as sirvieran la administracin para justificar sus actos y los particulares para conocer sus derechos y deberes, como los Tribunales de norma para dictar sus fallos en las infinitas cuestiones que diariamente se suscitan en materias tan graves. El captulo 15, en que se deslindan las diversas clases de medianeras y las facultades y obligaciones recprocas de los condueos de ellas; el 16, en que se definen las servidumbres de vistas y de luces, a l a vez que los derechos y cargas de los predios dominantes y de los predios sirvientes; los 17, L8 y 19 en que se establecen reglas para la construccin de paredes, establos, stanos, desages, pozos de aguas claras y sucias en terrenos medianeros, y en los que no lo son, llenan completamente este vaco. P e r o , como en materia tan delicada es necesario proceder con gran pulso, fin de no resolver de una manera demasiado decisiva cuestiones de g r a v e trascendencia y no herir derechos adquiridos y costumbres autorizadas, al propio tiempo que en los captulos 15 y 16 se consignan las doctrinas mas admitidas sobre medianeras y servidumbres de vistas y de luces, en los artculos 353 y 388 se dispone que ellas no sern obligatorias sino en cuanto no contra-

21 ren disposiciones superiores especiales prcticas locales legalmente establecidas. El escndalo con que se abusa de los permisos concedidos por la administracin y se falta los planos a p r o bados y las reglas prescriptas para las construcciones, as como la frecuencia coa (pie se emprenden sin licencia, hacian necesario el captulo 2 y para los detalles de las mismas se usar a de ~ . A r t . 3 1 . En cuanto lo permitan las circunstancias de la localidad, y con el objeto de que todos los edificios disfruten de los beneficios de los vientos mas generalmente reinantes en el pais, la vez que sean castigados por el Sol lo menos posible, se trazarn las calles rectas, entreds lneas paralelas, y en direccin de N . E. S. O. y de N . O . S. E . A r t . 32. E n todo proyecto de nueva poblacin, distancia de cinco en cinco manzanas se propondr precisamente una calzada via de primer o'rden, de la anchura fijada en el art. 15. P a r a todas las dems calles se adoptar en general el ancho de las de segundo orden, o' sea 14 metros, y solo cuando, por existir ya construcciones, otra causa justificada, no sea posible darles esta dimensin, se admitirn las de tercer orden, pero nicamenteen aquellas manzanas en que resulten inconvenientes invencibles para darles mayor latitud. A r t . 33. A d e m s del terreno que ocupen las calzadas y calles, los dueos de los que se repartan cedern el necesario para plazas, iglesias, escuelas, mercados otros establecimientos pblicos d municipales que en cada reparto se determinen por la autoridad competente, sin que por esta cesin puedan e x i g i r retribucin alguna. A r t . 3 4 . L o s dueos de las fincas que solicitud propia se repartan deben adquirir su costa, y ceder al uso pblico, los terrenos inmediatos que sean necesarios para prolongar en lnea recta las calles del nuevo proyecto hasta la va pblica mas prxima de las existentes. A r t . 35. Si no hubiere acuerdo entre las partes interesadas, las indemnizaciones por la causa expresada en el artculo anterior se harn ajusta tasacin, en los trminos que previene la ley de expropiacin forzosa por razones de utilidad pblica. A r t . 36. E n todas las casas de las plazas y calles de primero y segundo orden de los nuevos repartos se estable7 T 5

32 eern precisamente portales, expensas del terreno de Iossolares; pero quedando los portales abiertos al trnsito pblico, y debiendo desde luego proponerse y marcarse estos en el plano del reparto. A r t . 37. E l ancho de los portales ser de -3 5 0 en las calles y plazas de primer orden, y de 3 metros en las de s e gundo. Art. 38. En los solares en que no se edifique, y que se destinen jardines, patios otros usos, las cercas, verjas y en general todo cierre que se establezca en la calle se colocarn dejando expedito el espacio correspondiente los portales. A r t . 39. Siempre que no se opongan ello dificultades invencibles, las manzanas de los nuevos repartos sern cuadradas, de 80 100 metros de lado, y se dividirn en ocho solares, combinados de modo que resulte el frente de dos en cada uno de los cuatro frentes de la manzana. Mas en ningn caso podr autorizarse el reparto d las fracciones irregulares de un terreno que se pretenda poblar, no ser que se combinen y regularicen, en la forma antes e x p r e s a da, con la poblacin inmediata existente o' con otro proyect o de reparto limitofre. A r t . 40. E n las plazas y calles de primero y segundo orden se propondr arbolado, representndolo en el plano, y todo el que adquiera solares, y en su defecto el dueo del reparto, quedar obligado plantar en el sitio que se designe por el E x c m o . Ayuntamiento los rboles correspondientes al frente de sus terrenos, costear su plantacin, cuando se le requiera al efecto por la autoridad competente. A r t . 4 1 . F o r m a d o el proyecto de reparto con las c o n d i ciones establecidas, lo presentar el interesado al E x c m o . Ayuntamiento, para su aprobacin y designacin de las plazas y terrenos que hayan de cederse para usos pblicos, con cuanto mas estime conveniente la Municipalidad, y sin que el proyecto sea aprobado no podrn enajenarse solares, ni se consentir ninguna clase de fbricas en ellos, bajo las p e nas que se determinan en el captulo 20. A r t . 42. Despus de autorizado el repartimiento de terrenos, los dueos no podrn hacer siembras ni plantaciones en las plazas y calles, que debern quedar abiertas al trnsito pblico. P a r a aprovechar en tales usos el interior de las manzanas, mientras se edifican los solares en el plazo legal,

33 debern antes cercarlas (le la manera que se expresa en el art. 38, esto es, sin comprender en las cercas el espacio correspondiente los portales. A r t . 43. L o s dueos de terrenos que se repartan en solares quedan obligados trazar materialmente las vas de l y acotar sus expensas todas las manzanas del proyecto, estableciendo al efecto en los ngulos de cada manzana y l neas de las calles los correspondientes hitos de manipostera postes de madera dura, que tengan 0, 2 de dimetro y l de elevacin sobre la superficie de la calle, y enterrndolos convenientemente para que no puedan ser arrancados. A r t . 44. Para el establecimiento de los postes expresados se fijar en cada caso por el E x c m o . Ayuntamiento el plazo en que haya de practicarse la operacin, acontar desde el dia en que se notifique al interesado la aprobacin del reparto. A r t . 45. T o d o poste que desaparezca deber ser inmediatamente restablecido por el dueo del reparto, d por el poseedor del solar que pertenezca. A r t . 46. S e entiende que las cercas y postes de que se habla en los artculos anteriores han de subsistir solo hasta que se edifique en los puntos en que se pongan, ose planten en las lneas de las calles los rboles de que se habla en el art. 40. A r t 47. Igualmente quedan obligados los dueos de terrenos que se repartan solicitud propia, arreglar, en el plazo que se les designe por la autoridad competente, la nivelacin de las ealles y de los solares a l a s rasantes del proyecto, haciendo al efecto las excavaciones y terraplenes necesarios, sin cuyo requisito no podrn verificar la venta de solares, , si la verifican, se entender sin valor alguna para los efectos de estas Ordenanzas. A r t . 48. T a n luego como queden trazadas y abiertas las calles de los nuevos repartos, los dueos de ellos, y en su defecto los adquirentes de solares, tendrn obligacin de constituir el primer pavimento, de costear la parte de acer a de piedra dura que corresponda al frente de cada solar, y de llenar, en el plazo que se les marque por el E x c m o . Ayuntamiento, que en ningn caso podr exceder de dos aos, los dems deberes que en estas Ordenanzas se imponen los que abren, ensanchan d rectifican vas urbanas. A r t . 4 9 . L a aprobacin dada un proyecto de reparto sem m

34 entiende provisional hasta que por t i dueo de l, los adquirentes de solares en unnime acuerdo, se llenen, bajo la direccin vigilancia de la autoridad administrativa, todas las condiciones establecidas en este captulo y en el anterior para la apertura de calles y proyectos de nueva poblacin. Transcurridos dos aos sin ejecutarlo, quedar de hecho y de derecho nulo el reparto, y los terrenos repartidos volvern su primitiva condicin para todos los efecto.'? legales. A r t . 50. Una vez definitivamente aprobado cualquier reparto de terrenos, el dueo de ellos los adquirentes de parte de los mismos quedan sujetos las disposiciones legales sobre cerca y edificacin de solares, venta en pblico remate de los que no se edifiquen en el trmino de un ao, impuestos municipales, y cualesquiera otras hoy vigentes d que puedan dictarse en lo sucesivo. A r t . 5 1 . L o prevenido en los artculos anteriores, sobre aperturay clasificacin de vas, anchura de calles, establecimiento de rasantes y dems condiciones generales que se establecen para los nuevos proyectos de repartos, es o b l i g a torio para los antiguos en que no exista aun fabricacin. A r t . 52. Tambin quedan sujetos las mismas d i s p o siciones los barrios existentes que no tengan trazado aprobado, d que, aun tenindolo, se juzguen susceptibles de reforma, y a por la importancia del barrio, ya por ser la mayor parte de sus casas de madera, ya por el poco valor de las de mampostera. A r t . 53. E n cualquiera de los dos casos previstos en los artculos anteriores, si la reforma se lleva cabo, los que resulten perjudicados por ella en derechos indubitables sern indemnizados por los fondos municipales. A r t , 54. L a apreciacin de las indemnizaciones que procedan por consecuencia de la reforma de un barrio existente, de un reparto legalmente aprobado, se har teniendo en cuenta el valor comn de los edificios c terrenos en la poca en que se proyecte la mejora. A este fin, antes de acometerse la reforma, se fijarn los tipos reguladores de las indemnizaciones futuras.

35

CAPITULO Alineaciones.

IV.

A i t . 55. Mientras se levantan los nuevos planos gedmetricos de la ciudad y poblaciones de su jurisdiccin, se sugetarn las construcciones los planos existentes, los trazados de repartos definitivamente aprobados y que no deban sufrir alteracin, y, donde no los haya, la mejor alineacin que permitan las actuales lineas de las calles, tomando por punto de partida el mayor ancho de ellas, e v i tando sus quebrantos y procurando su continuidad y amplitud en relacin con las necesidades del trnsito, ventilacin de las casas y buen aspecto de la va pblica. A r t . 56. Sin embargo de lo dispuesto en el artculo anterior, cuando los Arquitectos municipales tengan que alinear algn edificio en una calle importante de que no exista plano, observen algn defecto trascendental en cualquier reparto de terreno que se haya hecho sin las condiciones exigidas por los progresos del arte, la salubridad y ornato de las poblaciones, lo harn presente en su informe, ya para que se levante inmediatamente el plano de la calle, ya para que se rectifique, si es posible, el defecto cometido en el reparto. A r t . 57. L o s planos de alineaciones ya aprobados y los que lo sean en lo sucesivo, segn los trabajos mandados ejecutar, estarn de manifiesto en exposicin permanente en una de las salas de la Casa Consistorial para que puedan verlos y examinarlos los dueos de casas y los a r q u i t e c tos. A estos se les. permitir tomar los datos que estimen convenientes sobre la magnitud y direccin de las lneas de fachadas y de la extensin de terreno que la finca que se baya de alinear gane d pierda, y calcar la parte que les convenga, pero sin deteriorarlos. A r t . 58. Una v e z aprobado el proyecto de alineacin de una calle d plaza, todas sus casas quedan de hecho obligadas ir entrando en la lnea de aquella, segn se vayan demoliendo reedificando estas.

36 Art. 59. P a r a obtener la alineacin que corresponda las construcciones de edificios d las cercas de solares, se dirigir una solicitud al Corregimiento, con arreglo al modelo nm. 4. , expresando el nombre del propietario del edificio d solar su domicilio, distrito, barrio, calle y nmero de la casa d situacin del terreno cuyo alineamiento se pretenda, y marcando su extensin superficial en metros. A r t . 60. El Presidente del E x c m o . Ayuntamiento, por si o' por medio de sus agentes, comunicar de oficio al dueo del terreno, su representante autorizado, el da y hora sealados para verificarla alineacin. A este acto asistirn el arquitecto municipal del distrito, por parte y en representacin del Ayuntamiento, y , por la del solicitante, el d u e o su representante y su arquitecto, sin que en ningn caso puedan representar las dos partes los Arquitectos municipales. A r t . 6 1 . Si, por consecuencia de la alineacin, hubiese que hacer indemnizaciones por parte d favor de los fondos municipales, se invitar para que asistan al acto al S n dico quien corresponda por turno y uno de los Concejales de la Seccin de Polica Urbana del E x c m o . Ayuntamiento. A r t . 62. L a medicin y tasacin del terreno que se segregue del de los propietarios para ensanchar la calle d se agregue al rea de aquellos por virtud de la nueva alineacin, se har por el Arquitecto municipal del distrito y por el del propietario, observndose las reglas establecidas en los artculos anteriores y las formalidades prescritas en la ley de expropiacin forzosa por causa de utilidad pblica. D e estas operaciones se extender un acta, que firmarn los propietarios y personas antes citados que concurran al acto. A r t . 63. E n el caso de discordia pericial, el tercer perito que haya de dirimirla ser nombrado por el A l c a l d e mayor del distrito, como se practica en las cuestiones sobre expropiacin de terrenos para obras pblicas. A r t . 64. L a Secretara de ayuntamiento llevar un libro en que se asienten todas las actas indicadas, facilitndose copia los interesados que lo soliciten, mediante orden escrita del Presidente de la corporacin. A r t . 65. L o s arquitectos municipales formarn un plazo de indemnizaciones, en el que anotarn con aguada de c a r :

37 min el terreno cedido al Ayuntamiento, y con aguada amarilla el tomado de la va pblica por los propietarios. E n este plano se anotarn con acotaciones rojas las lneas de permetros y operaciones. A r t . 66. Si, por las alineaciones acordadas, un propietario obtiene la facultad d se le impone el deber de avanzar su lnea sobre la via pblica, queda obligado pagar el valor del terreno que se le ceda. En la apreciacin de este valor, adems de lo dispuesto en el artculo 54, los p e ritos tend n presente la mayor o' menor profundidad del terreno cedido, la naturaleza de la propiedad, la retirada lej o s de la nueva via del resto del terreno edificado d no edificado, el desmrito mejora que reciba la finca y cuantas circunstancias influyan en tal concepto. A r t . 67. E n el caso de que el propietario del t e r r e n o alineado no quiera adquirir el que se le ceda sobre la va pblica para regularizar la lnea de una c a l l e plaza, la Administracin est autorizada desposeerlo del conjunto de su propiedad, pagndole el valor total que ella tuviera antes de recibir la mejora de la alineacin. A r t . 68. Si la alineacin que se otorga un propietario por la autoridad competente le obliga retroceder su c o n s truccin, y a sea porque l haga voluntariamente la d e m o licin dei edificio, ya por habrsele obligado ello causa del mal estado de la finca, no tendr derecho indemnizacin mas que por el valor del terreno dejado para la regularizacion de la lnea en que se ha de construir. A r t . 69. Cuando, por causa de utilidad pblica, legalmente reconocida, sea necesario demoler retirar una parte de un edificio en buen estado de conservacin, se adquirir este por entero, si el principio lo exigiere, pudiendo la Administracin vender las porciones de edificios asi adquiridos que no sean necesarias para llevar cabo los proyectos que hayan motivado la expropiacin. L a cesin por el propietario ala Administracin municipal y la nueva venta se harn en la forma que prescriben las leyes. A r t . 70. Siempre quehaya que pagar una indemnizacin un propietario por terrenos ocupados al mismo y que r e c i bir de l un valor mayor menor por ventajas adquiridas en esa otra propiedad suya, habr compensacin entre ambas partes hasta concurrencia, adquiriendo pagando la una la otra solo el exceso de la compensacin.

. 38 A i t . 7 1 . Las indemnizaciones de terrenos tomados por el E x c m o . Ayuntamiento no se satisfarn por el mismo, sino previa la justificacin de propiedad d posesin legal del terreno, la certificacin del director de la obra de haberse empezado esta, y la aprobacin superior, en caso de que sea necesaria.

CAPITULO

V.

Licencias para

edificar.

A r t . 72. T o d o propietario que desee edificar alguna casa de nueva planta, d reconstruir la fachada de otra que exista y se pretenda conservar, presentar al Corregimiento una solicitud [ m o d e l o numero 5. ] , manifestando la obra que se propone ejecutar, su extensin y objeto, y pidiendo permiso para llevarla efecto. A r t . 73. A l lado de la firma del propietario, d su legtimo representante, pondr la suya en la solicitud el arquitecto maestro con ttulo encargado de la obra, quien por este solo hecho responder de* cuanto en dicha peticin se estampe respecto la parte facultativa, quedando desde el momento considerado como director de la obra y responsable de cuanto ocurra en ella hasta qus por los dos, por cualquiera de ellos, se avise haber cesado este en su direccin. A r t . 74. En el caso previsto en el artculo anterior, el dueo de la obra deber comunicar al Corregimiento, d e n tro de veinte y cuatro horas, el nombre del facultativo nuevamente elegido, firmando este el aviso presentndose en la Secretara municipal firmar el enterado. ( M o d e l o nmero 6. ) A r t . 75. A esa solicitud deber acompaarse por triplicado el plano de la planta y demostracin de la fachada, suscrito por facultativo legalmente autorizado, y con arreglo la escala y condiciones que se expresarn.

39 A t t . 76. Solo se admitirn para cursar en los respectivos expedientes en demanda de licencia para fabricar, los planos que, adems de estar suscritos por facultativo competente, vengan estudiados con detenimiento, ejecutados con esmero y limpieza, con los detalles de construccin y decoracin necesarios para su fcil y pronta inteligencia, y arreglados las prescripciones de estas ordenanzas, principios de arquitectura y reglas de ornato pblico que exige el buen aspecto de las construcciones. A r t . 77. En los planos que se presenten al C o r r e g i miento se marcarn el color que se haya de dar las fachadas, las puertas y ventanas, los balcones y reja?, y las molduras, adornos y dems cuerpos salientes con que se pretenda decorar la parte exterior del edificio. Arf. 78. Para la debida regularidad y mejor inteligencia de estos planos, debern ser formados en la escala de un centmetro por metro [ J ] para las fachadas, 6 dos centmetros por metro ( V ) t voluntad de los interesados, y segn la extensin d lnea quo prese::ter, ornato, detalles y accesorios que les acompaen. A r t , 79. L a s plantas podrn hacerse en la escala de r i o 3o> ) 0 ,01 0"i,005 por metro, segn sus dimensiones. Art. 80. En la vista d alzado del proyecto se presentar tambin el perfil longitudinal de la calle, con los desniveles que tenga en toda la extensin de la manzana cuadra que corresponda el frente del edificio, fijando la situacin de este respecto la expresada manzana, A r t . 8 1 . L o s planos que se presenten sin los requisitos prevenidos en los artculos anteriores sern devueltos los interesados, para que los rectifiquen hagan suscribir por persona habilitada al efecto, y desde luego quedarn sin curso los suscritos por alarifes, albailes y maestros no autorizados. A r t . 82. L a s solicitudes para hacer reparaciones de consideracin d cambios en paredes, maestras, exteriores 6 medianeras de un edificio, reforzar sus cimientos pilares renovar sus techos, abrir nuevos huecos, alterar los existentes, planear, pintar d decorar su fachada y hacer en ella cualquier otra obra, q u e tienda alterarla, darle mas consistencia pueda afectar el ornato pblico [ M o d e l o nmero 7. ] sedirigirn al Corregimiento, el que les dar el 5T 5 5 s e a m

40 curso correspondiente y, en cuso necesario, exigir la presen tacion de planos. Ser obligatorio presentarlos siempre que se haya de variar en algo importante la parte exterior de un edificio. A r t . 83. T a n t o unas como oirs solicitudes se p a s a r precisamente en el trmino de segundo dia, con los planos que las acompaen ndice correspondiente, informe del arquitecto municipal quien incumba su examen. A r t . 84. El arquitecto, previo el reconocimiento q u i estime necesario, propon i en el trmino de seis dias, mas tardar, cuanto se le ofrezca respecto la concesin de la licencia solicitada, asi como las medidas y p r e c a u ciones que, consultando la comodidad y seguridad del publico, deban adoptarse relativamente al derribo, apeo, colocacin de vallas, deposito de materiales y producto de la demolicin, A r t . 85. L a s oficinas respectivas llevarn sus correspondientes registros en que se anotar el dia en que pasan los expedientes los arquitectos y el en que estos los d e v u e l v e n , observando adems puntualmente, bajo la mas estrecha responsabilidad de sus empleados, cuantas disposiciones se dicten para la mejor regularizacion, facilidad y prontitud de este preferente servicio. A r t . 86. L o s a r q u i t e c t o s evacuarn sus informes con la mayor claridad posible, expresando si la nivelacin de la calle queda como corresponde, si los planos se hallan bien ejecutados, y si los proyectos de obras llenan las c o n d i c i o nes de ordenanza, salubridad, ornato y arte que sean de e x i g i r s e , atendida la importancia.de cada uno de los pueblos del distrito municipal. A r t . 87. P o r ningn concepto retendrn en su poder dichos funcionarios, mas tiempo del sealado en el artculo 84,103 expedientes en solicitud de licencias para obras. Si se les presentasen dificultades insuperables para desempear el servicio ordenado, devolvern al C o r r e g i m i e n t o las solicitudes expedientes dentro del trmino fijado, expresando las causas que les hayan impedido llenar un encargo. A r t . 88. En el caso de que algn arquitecto retenga los expedientes por mas de seis dias, la S e c r e t a r a lo participar al Corregimiento, acompaando una relacin der

41 los retenidos en poder de cualquiera de I03 expresados funcionarios. A r t . 89. Devueltos lo- expedientes por los arquitectos, los de nueva construccin reedificacin general exterior en calles plazas no alineadas, se pasarn en el acto la Seccin de Polica urbana del Excmo.Ayuntamiento, quien se dar cuenta de ellos en primera sesin, mas tardar en el trmino de seis dias. Art. 90. La Secretara anotar en el registro d e q u e se habla en el artculo 85 e l d i a en que pasen estos expedientes a la Seccin, y, trascurrido dicho trmino sin haberse despachudo, lo pondr en conocimiento de la Presidencia para lo que corresponda. A i t . 9 1 . Acordados por la Municipalidad los expedientes que deban serle sometidos, el Secretario de ella.cuidar de remitirlos dentro del termino de veinte y cuatro horas, con su correspondiente ndice, al Corregimiento, para la expedicin de la licencia lo que proceda. A r t . 92. Una v e z fijada legalmente la alineacin de una calle d plaza, las licencias para obras de edificacin y reedificacin general exterior en ella se concedern por el Corregimiento, sin mas audiencia que la del arquitecto del distrito, no ser que haya necesidad de hacer indemnizaciones por los fondos municipales, en cuyo caso deliberar el Ayuntamiento. A r t . 9 3 . E n uno y otro caso, los proyectos de obras comprendidos en este captulo no se aprobarn, y los permisos para ellas no sern concedidos, sino bajo las bases establecidas sobre alineaciones, anchos de las calles, altura de casas y pisos, y salientes de todo gnero. Sobre todo lo no comprendido en estas Ordenanzas, los informes de los arquitectos municipales propondrn las reglas y pormenores que en cada caso deban tenerse presentes, con arreglo los buenos principios del arte de construir. A r t . 94. E l permiso concedido para ejecutar una obra caduca cuando esta no se empieza dentro del trmino de seis meses, contados desde la expedicin de la licencia, cuando sin causa legal justificada se interrumpen los tra-

42 bajos por igual espacio de tiempo. L a s licencias caducadas no se renovarn sino previo el pago de dobles derechos de fbrica de los que antes f e exijian, los cuales ingresarn ntegros en las arcas municipales. A r t . 95. Si los treinta dias de presentada una solicitud para obras de las que segn el artculo 3. necesitan permiso de la A u t o r i d a d administrativa, no se hubiese concedido este, ni se le hubiese hecho al interesado su representante notificacin personal por cdula para que no las emprenda, por estar declarado el barrio en estudio para reforma, deber alinearse la calle, ser los planos i n a d m i s i bles otra causa justificada, aquel podr ejecutarlas desde luego sin incurrir en responsabilidad, siempre que se sujete estrictamente los planos presentados, de los cuales se le devolver uno en el acto de la presentacin con nota expresiva del dia en que lo entrega. Este plano servir de garanta al interesado para la exencin d e i e s p o n sabilidad en el cao indicado.

CAPITULO

VI.

Altura

de las casas y otras reglas sobre

edificaciones.

A r t . 96. P o r razones de salubridad, seguridad y o r a a t o , la altura de los edificios y distribucin de los pisos 8& arreglarn l escala siguiente: Galles de primer orden. 5*55 Piso bajo S" 55.... Principal 4 44.. -. Segundo1 < n

20 pies. 20 pies. 16 piis; 56 pisL

Total

....

15a*'54i

43 Calles-ile segundo orden. P i s o bajo .... 5'" 23 Principal 5 0l.... Segundo 4 " 18m

19 pies. 18 pies. 15 pies. 52 pies.

Total.

14'"47 Calles de tercer orden. 501 . . . , 4 44 3 9lm m

Piso bajo Principal Segundo

18 pies. 16 pies. 14 pies. 48 pies.

Total..

13"36 Calles de cuarto orden. 5 01 4 44m

Piso bajo Principal Total

18 pies. 16 pies. 34 pies.

9i 45

r t . 97. L o s entresuelos solo se permitirn en las calles d e ' i h t r a y extramuros ya formadas y edificadas er su mayor parte. En las que se abran de nuevo y en las que se d e claren sujetas reforma, no se autorizar d ningn modo esta clase de construcciones, sino en las vas de 1. y 2. **' orden en que as lo determine especialmente la a d m i nistracin. r t . 98. E n las calles existentes hoy y edificadas en su mayor parte en que puedan construirse entresuelos, estos no tendrn menos de 2 7 8 ( l O p i s J d e altura. Cuando se autorice la construccin de entresuelos en las vas de 1. y 2. orden, en la forma y casos establecidos, se les dar la altura de 3'm 34 ( 1 2 pies.) Estas alturas s entienden sobre las sealadas en l articul 96 los edificios, segn el orden d e luis calles.m 0 c

A'rt. 99. En dichas alturas estn incluidas l a l e r o d cornisa, cuya colocacin queda al arbitrio del propietario, pero no el antepecho de a a z o t e a , cuya construccin y decoracin sern semejantes d relativas las de la fachada. f c . 100. L o s propietarios no podrn excederse de las alturas sealadas las casa.*, segn el ancho y categora de1

44 las ralles, ni introducir en estas alturas mas piso3 que los especificados para cada una en las escalas respectivas; pero dichas alturas no sern obligatorias sino respecto de cada piso, pudiendo los dueos construir el nmero de estos que mas les convenga. A r t . 101. Sin e m b a r g o de lo dispuesto en los artculos que preceden,laadtninistracion, en casos e x c e p c i o n a l s, puede autorizar la construccin de edificios de mayor e l e v a cin en las vas ds 1. y 2. orden, siempre que tengan buens proporciones y la solidez debida; pero de ningn modo debe permitir se disminuyan las alturas marcadas para cada piso en el artculo 99, ora el edificio haya de constar solo de planta baja, ora de varios cuerpos. A r t . 102. D e l mismo modo, los propietarios estn obligados sujetarse las reglas generales que se les marquen para la altura, construccin y decoracin exterior de los edificios que formen parte de un proyecto aprobado para el embellecimiento de una calle d plaza que la administracin haya determinado rectificar, ensanchar d regularizar. Art. 103. L a s casas que hagan esquina dos mas cal l e s de diferentes ordenes, poJrn tomar en la totalidad de us dos lneas de fachada la altura y pisos establecidos para la calle mas ancha, y en ningn caso podrn tener distinta altura y distinto nmero de pisos en las diferentes lneas de fachada de que consten. A r t . 104. Cuando una casa tenga fachada por su frente y testero dos calles de diferentes rdenes, sin ser de esquina, se le podr dar la altura que corresponda la calle de mas categora, siempre que el fondo distancia media entre las dos fachadas no exceda de 8 63. L a parte que pase de esta medida deber sujetarse la altura que c o r responda la calle de orden inferior. A r t . 105. Cuando el t r o z o de calle en que est situada una casa sea mas estrecho por un lado que por otro, la altura que deber darse la casa ser la que corresponda al ancho de la calle, medido por la perpendicular tirada al eje de la misma desde el extremo de la fachada que mas se l e aproxime, A r t . 106. En las calles en declive, la altura de las cusas se medir desde el punto medio de su fachada, si esta io excede de l 4 [50 pies 3 pulgadas.] Si pasare de e*tam

N

45 longitud, la altura se medir desde IO siete metros contados desde el punto mas bajo. A r t . 107. Si una casa tuviese dos mas fachadas, con esquinas sin ellas, que diesen calles en d e c l i v e , su altura y el modo de medirlas se deducirn combinando c o n v e nientemente las reglas anteriores, segn los casos. A r t . 108. F u e r a del caso previsto en el artculo 102, la distribucin de los huecos y decoracin de las fachadas sern gusto de los dueos de casas, pero no enteramente arbitrariaSjsino conformes las reglas del arte, las e x i ~ gencias de la simetii i y las condiciones de comodidad y ornato pblico que deben llenarse en lo posible en las ciudades de primer orden, llamadas dar ejemplo sobre este y otros puntos las poblaciones menos importantes, A r t . 109. T o d a s estas reglas se aplicarn las casas que se edifiquen de nueva planta y las antiguas que se reformen, atendiendo siempre al estado futuro d l a s calles por consecuencia de las alineaciones acordadas d que se acuerden, y no al que en la actualidad presentan. CAPITULO Ofiras permitidas VII. prohibidas.

y obras

A r t . 110. L o s dueos de edificios de manipostera, que no se hallen dentro de zona militar, pueden hacer construir los tabiques y divisiones interiores del material que mas les p l a z c a , sin previa licencia; pero no por eso estn dispensados de las formalidades propias de toda construccin, y principa'mente de la intervencin facultativa, que responda de que los materiales de la obra son adecuados su objeto y de quo ella no compromete la seguridad. A r t . 111. T a m b i n pueden los dueos de edificios de la clase expresada en el artculo anterior, ejecutar en sus fincas las obras interiores de manipostera que tengan por conveniente, aunque afecten los cimientos de las traviesas, los suelos y armaduras, siempre que las obras no se vean desde la calle y acrediten las verifican bajo direccin facultativa. A r t . 112. Dentro de los lmites que en el artculo 1? e marcan la ciudad, y en toda la extensin de la calzada

46 del Cerro hasta el ferrocarril de Marianao, se prohiben la construccin y reparacin de edificios y casas de madera. D e l mismo modo quedan prohibidas en todo el trmino municipal las construcciones y reparaciones de guano, tejaman, paja y otros cualesquiera materiales fcilmente combustibles. A r t . 113. Se exceptan de la prohibicin establecida en el articulo anterior las construcciones de madera en los puntos situados dentro de las zonas de defensa de a plaza, interiores y xteriores, donde la r utoridad militar no consienta se fabrique con otros materiales; pero esta clase de construcciones ser puramente provisional, y no se autorizarn sino con la condicin de derribarlas y sustituirlas con otras de manipostera los dos aos de haber desaparecido modificdose la zona en que se hallen comprendidas. A r t . 114, T a m b i n se exceptan de esta prohibicin los colgadizos d ' madera, que pueden construirse en la zona fijada en el articulo 1? sin liceneia administrativa, y solo con la licencia militar en las zonas de defensa, siempre que sean meramente interiores, que se siten cinco metros al menos de la lnea de la calle o' calles en que se construyan, que no se vea desde ella ninguna parte de los mismos, y que se cubran con ladrillos, tejas, pizarra, lminas de metal otra materia incombustible. Art. 115. Si los colgadizos se han de situar menos de cinco metros de la calle, verse desde ella d construirse en solares yermos sujetos las reglas generales de edificacin establecidas en el artculo 159, se necesita licencia administrativa y presentacin previa de planos para levantarlos. A r t . 116. Siendo el objeto del citado artculo y el de las leyes recopiladas en que se funda, que en los solares yermos se levanten casas decentes, para el desahogo y ornato de las poblaciones y abaratamiento de las vivienda?, ya se construyan los colgadizos con licencia administrativa militar, ya sin la una ni la otra en los casos en que no sea necesaria, segn lo establecido en el artculo 114, cuando se levanten los expresados colgadizos en solares en que no exista otra clase de fabricacin mas conforme al espritu de las disposiciones de estas ordenanzas, esas construcciones no pueden considerarse sino como provisionales y no e x i men al propietario del terreno de la obligacin de cercarlo

47 convenientemente da material permitido, en c! plazo que se le fije por la autoridad, y de edificar en l casa decente en el trmino de un ao. A r t . 117. S b r e l a s alturas marcadas en el artculo 96 no se permitir ningn gnero de construcciones exteriores sino las meramente precisas para cubrir el edificio. Quedan, por tanto, absolutamente prohibidas las boardillas vivideras y ticos, cualesquiera que sean su forma y condiciones, as como los tragaluces que tengan mayor elevacin de 2 . 73 ( 1 0 pies) sobre el nivel del terrado. A r t . 118. Los dueos de casas pueden, sin embargo, hacer algunas construciones sobre as alturas marcadas, siempre que sean ligeras y de material permitido, que estn en el centro de as azoteas, que renan las condiciones de regularidad y belleza debidas, y que se sujeten planos aprobados por la administracin. E\ mximum de su altura ser de 3.'" 88 ( 1 4 pies) en los edificios cuyo frente to tenga el ancho cta I I . " 70 (42 pies). En otro caso, la autoridad decidir la mayor elevacin, atendidas todas las circunstancias. A r t . 119. Con arreglo lo dispuesto en el artculo 5 8 , una vez aprobado el proyecto de alineacin de una calle plaza, todas las casas de ella quedan de hecho obligadas ir entran lo en la lnea, segn se vayan demoliendo d reedificando. En consecuencia, ios dueos de aquellas que deban avanzar 6 retirarse de las lneas de sus primitivas fachadas no podrn ejecutar ninguna obra que directa d indirectamente conduzca consolidar estas fachadas y perpetuar su actual estado, retardando as la realizacin de la mejora proyectada. A r t . 120. Los propietarios podrn, sin embargo, previa la competente autorizacin, ejecutar aquellas obras que tiendan reparar el dao de una pequea parte de las fachadas de sus casas, causado por derribo d construccin de la casa inmediata, por otra causa que no haya afectado al todo de las mismas su mayor parte. A r t . 121. T a m b i n podrn ejecutar, previa la competente autorizacin, presentacin de planos y dems requisitos establecidos, todas aquellas obras que se dirijan mejorar el aspecto de su finca, d aumentar sus productos, aunque estas ob-as afecten las fachadas que estn fuera de 6m 1

48 la lnea, con tal que no se aumenten sus condiciones de vida d duracin, que tampoco ofrezcan el menor peligro para los habitantes, ni se opongan las reglas generales de ornato, salubridad, seguridad y comodidad pblicas. A r t . 122. Se consideran como obras de consolidacin, que aumentan la duracicn del edificio, las que se ejecutan con el objeto de reforzar los cimientos y cuerpo bajo de las fachadas hasta la altura del primer piso, siempre que la obra afecte la totalidad d parte mayor de las fachadas: tales.son la construccin de muros o contrafuertes-que refuerzen d amparen los cimientos, la formacin de solanos embovedados, la construccin de pilares de ladrillos d piedra, la introduccin de columnas de hierro, sillares, pies derechos, umbrales de madera y otras anlogas. A r t . 123 T a m b i n contribuyen dar duracin las fachadas, puesto que disminuyen su peso, las obras de desmonte de los pisos altos, remetido de voladizos, comiso nes fy. Estas, sin embargo, se podrn consentir, si la parte que se intenta desmontar amenaza la seguridad de los transentes. A r t . 124. N o se consentir convertir una pared de cerramiento no alineada en fach ida de una casa, aunque tenga la solidez suficiente, pues tendera perpetuar los defectos de la antigua alineacin, A r t . 125. T o d o propietario puede c e i c a r su posesin con verjas, si encierra j a r d i c , parque d patio, y debe cercarla con tapia, convenientemente decorada, si la destina alguno de los usos fabriles permitidos dentro de la poblacin. E n uno y otro caso, estar obligado levantar sus paredes medianeras con las casas contiguas y la de la fachada hasta la altura, al menos, de las casas inmediatas, si fuese de planta baja, d de su primer piso, si tuviese mas de uno, sujetndose en todo lo dems las reglas g e n e r a les establecidas. A r t . 120. C o m o ?e determina en el articulo 3 , (pie es extensivo todas las vas de la poblacin cuyas casas deban tener portales, en los solares en que no se edifique y que se destinen a j a r d i n e s , patios otros usos, las cercas, verjas y en general todo cierre que se establezca en la calle se colocarn dejando expedito el espacio correspondiente los portales.

49^A r t . 127. P a r a abrir pozo de aguas claras d sucias, construir cloaca, subterrneo, cao albaal, y en general rebajar el plan terreno de un edificio, junto la va pblica, pared terreno medianero, se necesita autorizacin administrativa.

CAPITULO Salientes.

VIH.

A r t . 128. N o se permite salirse fuera de las alineaciones de las calles con ningn cuerpo avanzado, retallos ni molduras. T a m p o c o se permite retirarse de las alineaciones, dejando rincones retallos, sino despus de haber salvado con zcalo la altura de un metro por lo menos. A r t . 129. lias salientes salidas absolutamente necesarias para las decoraciones de fbricas, y admitidas como de general uso, se sujetarn, desde la publicacin de estas ordenanzas, las reglas que se fijan en los artculos siguientes. A r t . 130. T o d a saliente se contar partir desde el desnudo del muro sobre el relej entrada de ella. Art. 131. E n la decoracin de fbricas ninguna salida p o d r e x c e d e i de las dimensiones que continuacin se expresan: Pilastrase r

y columnas dem

piedra.

E n las calles de l . orden, 0 . 06. 2 pulgadas 7 lneas. E las de 2? 0.> 04. 1 8 E n las de 3 y 4? 0 . 03. 1 3 Si las pilastras y columnas tuviesen un espesor mas considerable que e3tas salidas, el exceso se colocar detras de la alineacin de la casa, formando entrada, con arreglo esta, el desnudo del muro. A r t . 132. Las jambas, fajas, tableros y apilastrados d cadenas de refuerzo en las esquinas, como sobrepuestos decorativos, se colocarn siempre sobre la alineacin, en tanto que no excedan de los vuelos anteriores. A r t . 133. El vuelo de los balcones no podr exceder:o

< Calles de l.^i'r.ieii ( ( de 2? orden.. ( d - 3 y 4? ordeno

50 primer iso segundo pi*o primer piso segundo piso primer piso segundo piso

O." O." 0. O."' o. 01 , n m

1

83 55 55 41 41 27

3 2 2

pies, pies, pies, l i pies, 14 pies, l pie.

L o s entresuelos llevarn antepecho sin vuelo de ningn g n e r o . A r t . 134. L a s reglas establecidas en el urtculo anterior son extensivas toda clase de balcones. P o r consiguiente, no se permitirn los de persianas otro cualquier cierre, sino arreglados los vuelos que en l se fijan, segn el orden de la calle. A r t . 135. L a s salidas de los balcones y la> jambas d e las ventanas no pueden acercarse en do* pies (0.> 5 5 ) al centro de las paredes medianeras. A r t . 136. E l vuelo de la c o r n i s a ' d e remate de una fachada se fijar del modo siguiente: A n c h o de la calle V u e l o de la cornisa I. 0.e r

m

rden2. 3. y 4. 580 O.m 350i0.m 480..0

A r t . 137. N o se consentirn, bajo pretexto alguno, aleros d saledizos en los tejados. A r t . 138. En las nuevas construcciones, los guardaruedas de los ngulos de las casas que formen esquina se sustituirn chaflanando esas esquinas, d redondendolas, en el ancho al menos de 0." 60, hasta la altura del primer piso. A r t . 139. S e prohibe establecer en saliente sobre la via pblica puestos de expendicion de frutas, refrescos, licores d de otra cualquier clase de gneros, bebidas comestibles. A r t . 140. L a s puertas de las tiendas, ventanas bajas y cocheras, no abrirn hacia las calles, exceptundose las primeras cuando queden fijas en la pared formando portada, y las de los teatros y edificios para grandes espectculos pblicos, las cuales debern tambin construirse en. ]a misma forma. A r t . 141. N o se permitirn las rejas salientes en las

51 ventana?, menos que estas se hallen situadas la altura d e 2 . ' " 2 2 [ 8 pies], debiendo estar las mas bajas precisam e n l e a l filo de las fachadas. Los dueos de casas en que hoy existan rejas bajas salientes, tendrn la obligacin de remeterlas cuando seles ordene por la autoridad, si hubieren construido las dic'ms casas despus d e la publicacin de las Ordenanzas municipales vigentes, y , si la construccin fuese anterior, tan luego como se pongan nuevas aceras en sus respectivas calles. A r t . 142. S e prohibeu los guarda-polvos sobre los balcones, y los tinglados d tejadillos de madera e:;cima de las puertas de las tiendas con objeto de echar para afuera las lluvias, o' procurar sombra. A r t . 143. Las portadas escaparates no podrn sobresalir en las fachadas mas del grueso de tabla en las calles de cuarto, tercero y segundo orden, si dicho grueso no excede de una pulgada, y de O. " 035 0. 046 (1J 2 pulgadas) en las.de primer orden* A r t . 144. L a s nuestras d enseas no podrn ponerse atravesadas, sino precisamente paralelas la pared, bien aseguradas y de modo que su resalto no pase de medio pie. A r t . 145. Quedan prohibidas las perchas, colgadizos, ganchos, garfios, escarpias, casillas, lminas y toda salida que sirva para colgar muestras de gneros, viandas etc. A r t . 146. Las escarpias y cordeles con que se sujetan los toldos, que solo se permitirn en I n f o r m a y con las condiciones prevenidas en el artculo 92 de las Ordenanzas municipales, quedarn, por lo menos, la altura de 2 . 78 (10 pioe;, sin que los cabos d extremos de los cordeles baj e n de esa altura, molestando los transentes. A r t . 147. L o s faroles y transparentes de tiendas, panoramas, etc., no podrn suspenderse por medio de cuerdas y poleas, sino por anillos y ganchos de hierro con la debida solidez, y adosados los muros. A r t . 148. Se prohibe poner pies derechos, tornapuntas y caballetes en las calles, establecer en ellas barreras d estrechar el paso, levantar el pavimento desnivelarlo, v hacer en l cortes, aberturas h o y o s , sin la correspondiente licencia.1 m

Art.

149.

El nivel

del pavimento y acera del frente de

52 una casa no podr elevarse por el dueo d inquilino de ella mas alto que el de la calle, ni tampoco rebajarse el piso de la misma, para proporcionar cmoda entrada en el edificio. Si la diferencia de nivel e x i g e rampa, pasos d gradas, el propietario deber retirarse sobre su terreno para obtener la altura d descenso correspondientes, y construir la rampa d peldaos dentro de su casa; pero en ningn caso se le permitir colocar bancos de tierra, piedra d madera, ni construir graderas salientes sobre la via pblica. A r t 150. C u a n ' o un propietario edifique en una calle que no est adoquinada, empedrada d nivelada, antes de poner los umbrales de' la puerta, est obligado pedir el arreglo de las pendientes de la calle. A r t . 151. E l pavimento de la via pblica, degradado, movido d levantado por consecuencia de establecimientos, reparaciones, cambios dsupresiones de salientes, se restablecer expensas de los propietarios, contratistas d maestros que hayan ocasionado el dao, hacindose los trabajos por los operarios de la municipalidad inspeccionndose por los arquitectos de la misma, sin perjuicio de las dems penas pecuniarias en que incurran los infractores de estas disposiciones. A r t . 152. En lo sucesivo no se establecer, sin licencia de la Autoridad, saliente alguna de las permitidas. T a m p o c o se permitir reparar las que hoy existen, en contravencin lo dispuesto en este captuloA r t . 153. El Corregimiento adoptar las disposiciones necesarias para que las salientes de cualquier clase prohibidas que estorben el trnsito pblico, y puedan quitarse sitt dao de los edificios, desaparezcan en el trmino de tres meses. Del mismo modo har desaparecer desde luego lasque oculten las inscripciones de las calles y los nmeros de las casas. CAPITULO IX. Obras forzosas.

A r t . 154. El edificio que del reconocimiento practicado por orden de la administracin resultare estar amenazando ruina, ser demolido en el plazo que se fije por la autoridad, segn la urgencia de cada caso.

53 A r t . 1-55. T o d o edificio declarado ruinoso ser r e construido )>or su dueo en la parte que amenace ruina, dentro del trmino prudencial que se le marque, d levantado de nueva planta, si la ruina fuere total, dentro de un ao, contar desde el di, de la notificacin. Transcurrido dicho trmino sin ejecutarse la obra, se proceder por el Corregimiento la enajenacin en pblica subasta de la casa o solar, con la obligacin en el comprador de reedificar dentro de los tres meses siguientes la adjudicacin, entregndose el producto al dueo, sin mas deduccin que la del importe de las costas absolutamente indispensables. A r t . 156. L a s mismas reglas se observarn respecto de ios solares en que no hubiese fbrica, ya sean de libre disposicin, ya de manos muertas, exceptundose aquellos sobre cuya propiedad exista algn litigio pendiente; per > no los que se hallen embargados por deudas, estn comprendidos en concursos, d pertenezcan herencias simplemente pro indiviso. Mientras se ejecuta la obra en estos solares, los dueos estarn obligados hacerlos cercar, del material correspondiente, en el plazo prudencial que se les seale \>or la administracin. Art. 157. Basado el artculo anterior en la ley 7?, ttulo i y , libro 3? de la Novsima Recopilacin, hecha extensiva todo el ieino por la 4?, ttulo 23, libro 7 del mismo cdigo, y siendo el objeto de esas leyes que en los solares yermos se edifiquen casas decentes, que aumenten las habitaciones y mejoren el aspecto de los pueblo?, no se permitir que en las lneas de fachada de dichos solares se formen colgadizos, que por este medio se eluda la obligacin de edificar en el trmino de un ao que tienen sus dueos, ni que en caso alguno se vean desde la calle los tales colgadizos, cuya construccin podr nicamente autorizarse como provisional, en la forma prevista en el art. 117, mientras se levanta un edificio conveniente, d en el interior del solar luego que se haya fabricado en la parte exterior de l Art.. 1 5 3 . C o n arreglo las leyes d a l a Novsima Recopilacin antes citadas, los dueos de casas sumamente bajas o deformes, ya sean de libre disposicin, ya de manos muertas, situadas en plazas importantes, en calles principales j u n t o otros edificios de buena apariencia,

54 estn obligados levantarlas y mejorarlas en la conveniente proporcin. Si los propietarios no hiciesen estas mej o r a s dentro de un ao, contado desde el dia de la notificacin individual, sn vendern dinero en pblica subasta las de libre disposicin, y se concedern del mismo modo censo reservativo las vinculadas, con la condicin en uno y otro caso de emprender el comprador la nueva obra dentro de los tres meses siguientes al dia del remate. A r t . 159. L o s dueos de casas de la altura y proporciones convenientes, que se hallen en buen estado de conservacin, pero cuyas fachadas estn sucias sean irregulares, quedan tambin obligados asear, regularizar y revocar la parte exterior de ellas, en el trmino que se les fije por la autoridad, y mantener siempre en buen estado de limpieza dichas fachadas. L a s operaciones de revoque de ellas debern hacerse al menos cada cinco aos, si asi lo exigiesen las necesidades de la polica urbana y lo dispusiese la administracin. A r t . 161). P a r a evitar el dao que la reverberacin del sol causa la vista, no se blanquearn con cal las fachadas, sino que habrn precisamente de pintarse de medios colores. Los dueos pueden elegir al efecto los que mas les agraden, pero la autoridad tiene el derecho de mandar variar los que sean muy fuertes y de mal gusto. Este derecho se extiende las pinturas de todas clases, que puedan hacerse, as en las fachadas de las casas, como en las muestras de los establecimientos. A r t . 161. Como consecuencia de lo dispuesto en el art. 102, en las calzadas de Galiano, de Vives, de Belaseoain, de San L z a r o , del Monte, del C e r r o , de Jess del Monte, de Marianao, de la Infanta, y dems vias, plazas cal les en que dominen las construcciones de portales, en que d e ban hacerse ellos con arreglo lo prevenido en el captulo 3? de estas Ordenanzas, en que se determine por la Municipalidad su establecimiento, previa la aprobacin superior, todo el que levante de n"Uevo cualquier edificio reconstruya la parte exterior de l est obligado formar los indicados portales, si bien los dueos tendrn derecho las indemnizaciones correspondientes por la parte de terreno que pierdan en los que deban quedar abiertos al trnsito pblico.

55 En el caso de no querer los expresados dueos edificar ion estas condiciones, podrn ser expropiados del terreno, que se vender en pblica subasta en la forma l e a l establecida. A r t . 162. Las indemnizaciones de que se habla en el artculo anterior no alcanzan los dueos de repartos solares de los comprendidos en las disposiciones de! captulo 39 A r t . 163. L ' i anch-ira de los portales en las nuevas plazas, calzadas y calles, ser la que se determina en el articulo 37. En las hoy existentes ser igual, d la que se marque en cada caso por el Ayuntamiento, oidos los aiquitectos municipales y previa la aprobacin superior Pero, en uno y otro caso, se entiende siempre qne la anchura de los portales es completamente independiente de la sealada las expresadas vas. Art. 164. Si, emprendida la construccin d. reparacin de un edificio, quedase despus interrumpida en su parte e x t e r i o r , de forma que afee el ornato pblico, transcurridos que sean tres meses desde la suspensin de la obra se ordenar su dueo que haga concluir la fachada, y si se resistiese hacerlo sin motivo legal, se pondr la obra cargo de un arquitecto, quien la concluir con cargo al valor del solar y edificio, d se vender este en pblico remate, si lo primero no fuese posible. L o mismo se har cuando la obra no se lleve con un regular impulso en su parte exterior, se observe calculada lentitud en la parte interior, y, despus de tres apercibimientos de la administracin para dar actividad los trabajos, transcurra un ao sin concluirse el edificio, d el plazo que se j u z g u e prudente en cada caso, segn la importancia de la obra. A r t . 165. T o d o propietario est obligado costear la acera del frente d frentes de su casa, de piedra grantica, de la anchura que se le fije, segn la de la calle d calles. P a r a evitar en la colocacin de ella las irregularidades que hoy son tan frecuentes, esta colocacin se har por los o p e rarios del Ayuntamiento, cuenta del propietario, quien satisfar el costo de la piedra y el de los dems gastos que origine la operacin. Si el ancho de la acera excediese de l. 67, solo se cargar al propietario el valor de la piedra que se emplee en la acera al precio de subasta, siendo dem

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56 cargo de loa fondos municipales la colocacin y cin de ella.

conserva-

A i t . 166. En todo edificio que se construya de nuevo, d se reedifique tota! d parcialmente, se recojern las aguas de manera que vayan parar os sumideros del interior de los patios, bijen por conductos embutido* en la pared verterse las cloacas de la calle, con sujecin !as reglas que se establecen en estas Ordenanzas, d se establecieren mas ade'ante. A r t . 167. En toda casa y accesoria se harn los sumideros cubiertos que fueren necesarios para recojer las aguas que no tengan salida las alcantarillas generales y para depositar las inmundicias que no deban verterse estas, construyndose aquellos en la forma y con las precauciones que se determinan en el captulo 19. A r t . 168. T o d o propietario tiene el deber de acometer con cao particular subterrneo la alcantarilla que exista d se establezca en su calle, y est obligado abonar los fondos municipales el costo de la pprte de aquella correspondiente al frente 6 frentes de su casa y la entre-via, cuando se construya la alcantarilla, cuando acometa v o luntariamente ella, si es antigua, cuando la autoridad le ordene acometer por razones de limpieza y salubridad pblica. A r t . 169. T o d a cloaca alcantarilla existente bajo la via pblica, aunque haya sido construida con auxilio de algunos vecinos, es municipal. En consecuencia, los permisos y ordenes para acometer ella solo podrn darse por el E x c m o . Ayuntamient