22
1 Emor. Lv 21:1 – 24:23 1ª. (21:1-15): Leyes de Cohanim y Cohen ha Gadol 2ª. (21:16 - 22:16): Los defectos de los cohanim. La pureza de los cohanim. 3ª. 22:17-33 Los animales defectuosos y su sacrificio. Los animales permitidos para ser ofrecidos. 4ª. 23:1-22 Las Jaguim del Eterno El shabat. Pésaj. La ofrenda del omer. La cuenta del omer. Shavuot. 5ª. 23:23-32 Rosh Hashaná. El Día del Perdón. Ley del peá. Una parte de la siega y la vendimia que el propietario debía dejar en beneficio del pobre, viuda, huérfano y peregrino 6ª. 23:33-44 Las fiestas de Sucot y de Sheminí Atzéret (Simjat Torá). Las cuatro especies y la Sucá. 7ª. 24:1-23 La mitzvá de encender la menorá (candelabro). El pan del Mishkán (Tabernáculo). La blasfemia y su castigo. INTRODUCCION La parashá “Emor” se encuentra en el “Sefer Hakedushá” - “El Libro de la santidad” (Levítico, capítulos 17 a 26), que representa una unidad literaria en sí misma. Las leyes del “Libro de la santidad” no están ancladas en el Santuario como las demás normas del libro de Levítico, sino en Dios, Quien es el Único Ser Santo en Su esencia.

Parasha Emor

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    Emor. Lv 21:1 24:23

    1. (21:1-15):

    Leyes de Cohanim y Cohen ha Gadol 2. (21:16 - 22:16):

    Los defectos de los cohanim. La pureza de los cohanim. 3. 22:17-33

    Los animales defectuosos y su sacrificio. Los animales permitidos para ser ofrecidos.

    4. 23:1-22

    Las Jaguim del Eterno El shabat. Psaj. La ofrenda del omer. La cuenta del omer. Shavuot.

    5. 23:23-32

    Rosh Hashan. El Da del Perdn. Ley del pe. Una parte de la siega y la vendimia que el propietario deba dejar en beneficio del pobre, viuda, hurfano y peregrino

    6. 23:33-44

    Las fiestas de Sucot y de Shemin Atzret (Simjat Tor). Las cuatro especies y la Suc.

    7. 24:1-23

    La mitzv de encender la menor (candelabro). El pan del Mishkn (Tabernculo). La blasfemia y su castigo.

    INTRODUCCION La parash Emor se encuentra en el Sefer Hakedush - El Libro de la santidad (Levtico, captulos 17 a 26),

    que representa una unidad literaria en s misma.

    Las leyes del Libro de la santidad

    no estn ancladas en el Santuario como las dems normas del libro de Levtico,

    sino en Dios, Quien es el nico Ser Santo en Su esencia.

  • 2

    La parash Emor

    es la continuacin de la parash Kedoshim, que trata de la santidad de la persona perteneciente al pueblo de Israel.

    comienza con la santidad de los cohanim, Cohen y Cohen Ha gadol

    el Santuario

    sus objetos sagrados

    Por eso, Santific Dios

    al Tabernculo,

    a los cohanim,

    a todo el pueblo de Israel y

    a las fiestas que son fechas sagradas.

    En la parash Emor

    se da a los cohanim los preceptos que los limitan para cuidar su santidad como servidores de Dios,

    donde el punto mximo es la santidad del Cohen haGadol, sobre quien recaen limitaciones especiales.

    Como Dios es Santo,

    el pueblo de Israel debe parecerse a El y aspirar a una vida de santidad, segn los principios que les fueron entregados por Dios en las leyes de santidad.

    La parte que trata de la santidad de los cohanim, del Santuario y de sus objetos sagrados, concluye: Lv 22:31-33 31 As, pues, guardaris mis mandamientos y los cumpliris; yo soy el SEOR. 32 No profanaris mi santo nombre, sino que ser santificado entre los hijos de Israel; yo soy el SEOR que os santifico, 33 que os saqu de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios; yo soy el SEOR. Cundo comenz? Es un camino La orden para toda persona de los hijos de Israel y de los cohanim de ser santos implica el cumplimiento de los preceptos y las leyes.

    La santidad no surge de manera directa por el hecho de la eleccin del pueblo de Israel por Dios y de la santidad de Dios,

  • 3

    sino del hecho de completar esa santidad -a partir de esa eleccin-, a travs del cumplimiento de los preceptos y de las leyes que l entreg.

    De esta manera, el texto une a Dios, al pueblo de Israel y a la santidad, todos juntos.

    Ms an, el versculo: Yo soy el Seor que os santifico, se repite de continuo

    La repeticin de este versculo permite considerarlo como el versculo base del Libro

    La tierra de Israel es un lugar sagrado y exige una vida de santidad, o sea, el cumplimiento de todos aquellos preceptos y leyes.

    En sntesis, se puede decir que en la parash Emor se encuentran cinco aspectos sobre los cuales recae la santidad:

    la santidad de la persona (Sacerdote y Sumo sacerdote),

    la santidad de los hijos de israel (animales para el sacrificio)

    la santidad de la ofrenda

    del tiempo (Lv 23) 23 Habl el SEOR a Moiss, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas sealadas[a] del SEOR, que vosotros habris de proclamar como santas convocaciones, son stas[b]:

    fiestas sealadas[a] : Tiempos sealados

    del lugar.

    Estas santidades no son obvias, sino que hay que cuidar y cumplir las leyes y normas que Dios dio a los hijos de Israel para vivir una vida de santidad.

    Una vida de santidad que incluye las leyes entre el ser humano y su prjimo, y no slo las leyes rituales.

  • 4

    Leyes para los sacerdotes Levtico 21 y 22

    I. No Contaminarse 21 El SEOR dijo a Moiss: Habla a los sacerdotes, los hijos de Aarn, y diles: Ninguno se contamine con persona muerta entre su pueblo[a], 2 salvo por sus parientes ms cercanos, su madre, su padre, su hijo, su hija o su hermano, 3 o por su hermana virgen, que est cerca de l, por no haber tenido marido; por ella puede contaminarse. 4 No se contaminar como pariente por matrimonio[b]entre su pueblo, pues se profanara. 5 No se harn tonsura en la cabeza, ni se rasurarn los bordes de la barba, ni se harn sajaduras en su carne. 6 Sern santos a su Dios y no profanarn el nombre de su Dios, porque presentarn las ofrendas encendidas al[c] SEOR, el alimento de su Dios; por tanto, sern santos. Leyes para el Sumo sacerdote

    10 Y el que sea sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza haya sido

    derramado el aceite de la uncin y que haya sido consagrado [g] para llevar las vestiduras, no descubrir su cabeza ni rasgar sus vestiduras, 11 ni se acercar a ningn muerto, ni aun por su padre o por su madre se contaminar;12 no saldr del santuario ni profanar el santuario de su Dios, porque la consagracin del aceite de la uncin de su Dios est sobre l; yo soy el SEOR.13 Tomar por mujer a una virgen[h]. 14 De stas no tomar: viuda, divorciada o una profanada como ramera[i], sino que tomar por mujer a una virgen de su propio pueblo, 15 para que no profane a su descendencia[j] entre su pueblo; porque yo soy el SEOR que lo santifico. Haba ciertos requisitos especiales que exigan a los sacerdotes a apartarse de las cosas contaminantes. La vida moral exigida era la misma para todos, pero para poder servir en las cosas sagradas, tenan que apartarse de otras cosas ms. Mashiaj, el verdadero Sumo Sacerdote, nunca se contamin. Por eso siempre poda servir en santidad. II. Unirse con una mujer 7 No tomarn mujer que haya sido profanada como ramera[d], ni tomarn mujer divorciada de su marido; porque el sacerdote[e] es santo a su Dios. 8 Lo consagrars, pues, porque l ofrece el alimento de tu Dios; ser santo para ti; porque yo, el SEOR que os santifico, soy santo. 9 Y la hija de un sacerdote, si se profana como ramera[f], a su padre profana; en el fuego ser quemada.

  • 5

    Solamente podan casarse con una virgen o viuda verdadera.

    El sumo sacerdote solamente poda casarse con una virgen.

    Mashiaj quiere como esposa una Kehila pura la cual es representada por una mujer virgen.

    III. Su parte fsica Lv 21.16,22 16 Entonces habl el SEOR a Moiss, diciendo: 17 Habla a Aarn y dile[k]: Ningn hombre de tu descendencia[l], por todas sus generaciones, que tenga algn defecto se acercar para ofrecer el alimento de su Dios. . 22 Podr comer el alimento de su Dios, tanto de las cosas santsimas como de las sagradas, 23 slo que no ha de entrar hasta el[s] velo o acercarse al altar, porque tiene defecto, para que no profane mis santuarios[t]; porque yo soy el SEOR que los santifico. Jehov no poda tener un sacerdote defectuoso ante su altar, ni un sacrificio defectuoso sobre su altar. Era necesario que sacerdote y sacrificio fuesen perfectos

    Sin embargo, podan participar de la comida de las cosas de Dios; es decir, siempre podan recibir su sostn del tabernculo de las ofrendas para los sacerdotes. De ninguna manera podan servir estando inmundos por cualquiera causa. Tenan que tener mucho respeto para con las cosas sagradas de Dios.

    IV. Ofrendas, cosas consagradas Habl el SEOR a Moiss, diciendo: 2 Di a Aarn y a sus hijos que tengan cuidado con las cosas sagradas que los hijos de Israel me consagran, para que no profanen mi santo nombre; yo soy el SEOR. 3 Diles: Si alguno de entre vuestros descendientes[a] en todas vuestras generaciones, se acerca a las cosas sagradas que los hijos de Israel consagran al SEOR, estando inmundo[b], esa persona ser cortada de mi presencia. Lv 22: 1-3, 15-16 15 Los sacerdotes no profanarn las cosas sagradas que los hijos de Israel ofrecen al SEOR, 16 causndoles as sufrir castigo por la culpa[n] al comer sus cosas sagradas; porque yo soy el SEOR que los santifico. Lv 22: 15-16

  • 6

    Todas las ofrendas y sacrificios tenan que ser sin mancha y sin defecto. Dios requiere lo mejor. Nosotros, que hoy formamos el sacerdocio verdadero, hijos de nuestro gran Sumo Sacerdote, tenemos que vivir limpiamente en todo. Tambin tenemos que tener cuidado con las cosas de Dios; nuestra responsabilidad es grande; nunca tengamos en poco la tarea que Dios nos ha asignada, ni las cosas que le pertenecen a l.

    Interpretacin

    Aqu vemos exigencias y privilegios especiales para los sacerdotes.

    I. No Contaminarse Para preservar la santidad de los sacerdotes. Para exaltar el oficio sagrado y mantener su honor y dignidad. Los sacerdotes tenan a su cargo

    el santuario sagrado, y esto era suficiente razn para evitar toda contaminacin y para guardarse santos en toda manera

    Dios no quiere que sus hijos se contaminen

    con las obras muertas de este mundo Yeshua No conoci ni pecado ni inmundicia alguna (2 Corintios 5.21) 21 Al que no conoci pecado, le hizo pecado por nosotros, para que

    furamos hechos justicia de Dios en El.

    Lv 18.1

    Y el SEOR habl a Moiss, diciendo:

    2 Habla a los hijos de Israel y diles: Yo soy el SEOR vuestro Elohim.

    Yo soy YHWH

    Las obras de los Israelitas se reglamentaran segn el principio de que Adonai era Su Elohim.

  • 7

    YHWH era su Elohim y El era santo

    Ellos tambin llamados a ser santos.

    Elohim es santo y los que estn en relacin con El deben ser santos.

    Es digno de Elohim que su pueblo sea santo

    Su nombre asociado a su carcter y a las costumbres.

    Elohim tena derecho a prescribir el carcter especial y la conducta que convena a un pueblo al cual se haba dignado asociar su nombre.

    Yo soy YHWH vuestro Elohim.

    Este es el verdadero principio de la santidad para los hijos de Elohim. Su conducta debe depender de

    Lo que El es y No de lo que son ellos

    por si mismos.

    Diferente a todas las naciones

    Lv 18.3

    3 No haris como hacen en la tierra de Egipto en la cual morasteis, ni haris

    como hacen en la tierra de Canan adonde yo os llevo; no andaris en sus

    estatutos.

    Israel tenia que ser diferente a todas las dems naciones

    La opinin acerca de otros pueblos era el juicio de Elohim no el de un israelita.

    El egipcio poda tener sus propias practicas y opiniones

    pero Israel deba tener las opiniones y opiniones de la palabra de Elohim.

    Cuando Elohim habla en Su Palabra: todo corazn debe someterse y esto siempre los someter a ser acusados de dogmatismo y de presuncin por otros.

    El peligro es dar opinin nicamente porque nosotros lo hemos adoptado ya que el Yo puede entrometerse al defender nuestra opinin

  • 8

    Los egipcios podan pensar que los Israelitas se consideraban superiores rehusando aceptar las costumbres de una u otra nacin, pero no la razn de su proceder y el principio de su moralidad estribaba en estas palabras : Yo soy YHWH, vuestro Elohim.

    Lv 18.3 No haris como hacen en la

    tierra de Egipto en la cual

    morasteis, ni haris como hacen

    en la tierra de Canan adonde yo

    os llevo; no andaris en sus

    estatutos.

    Regirnos solo por : As ha dicho Adonai

    con nfasis en Adonai (negar mi yo)

    Ej. 2. Eva cambio el nfasis

    Ej. 3. David y su hijo (al intentar quitarle el

    trono)

    Lv 18.4-5 4 Habris de cumplir mis leyes y guardaris

    mis estatutos para vivir segn ellos; yo soy

    el SEOR vuestro Elohim.

    5 Por tanto, guardaris mis estatutos y mis

    leyes, por los cuales el hombre vivir si los

    cumple; yo soy el SEOR.

    El Seor es diferente. La diferencia es Su santidad

  • 9

    20.26 Serme santos

    26 Me seris, pues, santos, porque yo, el SEOR, soy santo, y os he apartado de

    los pueblos para que seis mos.

    Id del Di-s de Israel: porque Yo soy santo propsito : os he apartado de los pueblos para que seis mos

    II. Unirse con una mujer: Virgen

    Lo que estn bajo la carne no pueden agradar a Elohim.

    Ro 8

    5 Porque los que viven[d]conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la

    carne, pero los queviven conforme al Espritu, en las cosas del

    Espritu. 6 Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta

    en el Espritu es vida y paz; 7 ya que la mente puesta en la carne es enemiga

    de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera

    puede hacerlo, 8 y los que estn en la carne no pueden agradar a Dios.

    Gracias a Elohim

    el creyente no esta bajo carne sino en el Espritu.

    Fue separado completamente de su posicin en la vieja creacin e introducido en la nueva las cosas viejas pasaron donde los pecados morales aqu

    detallados no podan existir.

    Es verdad que queda la vieja naturaleza, pero tenemos el feliz privilegio de contarla como cosa muerta . En esto consiste la libertad cristiana, libertad de andar, en todos sentidos en santidad y pureza ante Elohim y los hombres. Libertad no para cometer el pecado, sino para gustar la dulzura de una verdadera santidad y de elevacin moral.

    Ef 5:27 27 a fin de presentrsela a s mismo, una[k] Kehila en toda su gloria[l], sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.

  • 10

    III. Su parte fsica. Aspecto, hacer, andar

    No significa que el Eterno est en contra. Hay muchas ocasiones en que el Eterno se ocupa de los necesitados

    Aqu se trata de la grandeza del Eterno. Sumo sacerdote en Yom Kippur

    Se trata de un culto en un santuario Que es un sombra del santuario celestial

    Adems tiene que ver con dar un mensaje correcto del mesas. La sombra tiene que ver con lo verdadero como est escrito en 1P 1:19 19 sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Mashiaj. He 10:14 14 Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados. Aplicacin: Nuestro servicio debe ser limpio de obras inicuas, ni haber defecto en ellas.

    IV. Ofrendas, cosas consagradas

    Los animales para sacrificar tenan que ser perfectos. No podan tener

    ningn fallo fsico

    su obra: fue hecha segn el deseo de Dios el Padre y totalmente aceptada

    Hebreos 9.23-28)

    23 Por tanto, fue necesario que las representaciones[aa] de las cosas en los

    cielosfueran purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales

    mismas, con mejores sacrificios que stos. 24 Porque Cristo no entr en

    un lugar santo[ab]hecho por manos, una representacin[ac] del verdadero,

    sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios

    por nosotros, 25 y no para ofrecerse a s mismo muchas veces, como el

    sumo sacerdote entra al Lugar Santsimo[ad] cada ao con sangre

    ajena. 26 De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas

    veces[ae] desde la fundacin del mundo; pero ahora, una sola vez en la

    consumacin de los siglos, se ha[af] manifestado para destruir[ag] el pecado

  • 11

    por el sacrificio de s mismo[ah]. 27 Y as como est decretado[ai] que los

    hombres mueran una sola vez, y despus de esto, el juicio, 28 as tambin

    Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de

    muchos, aparecer por segunda vez, sin relacin con el pecado, para

    salvacin de los que ansiosamente le esperan.

    Segn la opinin del Seor, cuando un israelita trae su ofrenda a la casa del Seor, esa ofrenda es santificada y recordada como memorial en favor de esa persona o familia que la trajo.

    Levtico 22:9: . 9 Guardarn, pues, mi ordenanza para que no se carguen de pecado por ello, y mueran porque la profanen; yo soy el SEOR que los santifico.

    Jehov comparte su cualidad de santidad con nosotros. Jehov menciona en este versculo que l los estaba santificando a los sacerdotes. S, a pesar de nuestra imperfeccin, Jehov les provea mandatos para que pudieran manifestar, hasta que la imperfeccin lo permitiera, la santidad. Los sacerdotes definitivamente podan representar a Jehov en su servicio. Aplicacin: Jehov quiere que seamos santos pero para lograrlo debemos obedecerle. DEU 4:6 As que guardadlos y ponedlos por obra, porque esta ser

    vuestra sabidura y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos que

    al escuchar todos estos estatutos, dirn: "Ciertamente esta gran nacin es

    un pueblo sabio e inteligente."

  • 12

    El Sacerdocio De La Kehila en el BHJ

    1. El Sacerdocio Aarnico

    Dios otorg a Israel en los tiempos de la antigedad la oportunidad de ser un "reino de sacerdotes" (Ex 19:6).

    6 y vosotros seris para m un reino de sacerdotes y una nacin santa. Estas son las palabras que dirs a los hijos de Israel.

    No obstante, Israel fracas al no levantarse hasta ese gran privilegio, con el resultado de que el Seor nombr el sacerdocio Aarnico (Ex 28:1).

    28 Entonces hars que se acerque a ti, de entre los hijos de Israel, tu hermano Aarn, y con l sus hijos, para que me sirvan como sacerdotes: Aarn, con Nadab y Abi, Eleazar e Itamar, hijos de Aarn.

    El Antiguo Testamento registra el fracaso de este ministerio (Ez 22:26).

    26 Sus sacerdotes han violado mi ley y han profanado mis cosas sagradas; entre lo sagrado y lo profano no han hecho diferencia, y entre lo inmundo y lo limpio no han enseado a distinguir; han escondido sus ojos de mis das de reposo, y he sido profanado entre ellos.

    2. El Sacerdocio Del Creyente

    Volviendo al Nuevo Testamento, descubrimos que el sacerdocio es el privilegio de cada verdadero creyente (1 P 2:5,9).

    5 tambin vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para

    un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por

    medio de Yeshua ha mashiaj.

    9 Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa,

    pueblo adquirido para posesin de Dios, a fin de que anunciis las virtudes de aquel

    que os llam de las tinieblas a su luz admirable;

    Como tal, tenemos el glorioso privilegio de disfrutar del acceso a Dios a travs de nuestro Sumo Sacerdote, el Seor Yeshua ha mashiaj.

    El acceso del creyente a Dios es claramente presentado en Hebreos 10:19-22:

  • 13

    19 Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santsimo por la sangre de Jess, 20 por un camino nuevo y vivo que El inaugur para nosotros por medio del velo, es decir, su carne, 21 y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerqumonos con corazn sincero[i], en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazn purificado [j] de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.

    Considere las palabras de 1 Pedro 2:5, 9: "Vosotros tambin... como... sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Yeshua ha mashiaj". "Mas vosotros sois linaje escogido, nacin santa... para que anunciis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a la luz admirable".

    Este es el privilegio ms alto de nuestra experiencia cristiana.

    Tenemos acceso al Lugar Santsimo,

    a la misma presencia de Dios a travs de Yeshua ha mashiaj.

    Cuando el Salvador muri en el Calvario, el velo del templo se rasg desde arriba hasta abajo.

    La sombra ha sido reemplazada por la sustancia. Mashiaj vive por los siglos de los siglos, es el nico Mediador entre Dios y los hombres.

    En la Kehila cristiana, Dios nos ha provisto de ministros, de pastores y otros lderes que pueden amonestarnos y asesorarnos. No obstante, ninguno puede fungir como mediador entre nosotros y Dios. Mashiaj realiz esta obra de una vez por todas.

    Cul fue el llamado a los Sacerdotes? Santidad

    1. Todo el que es de Israel (judo o gentil) es santo, porque ha sido separado

    de las dems naciones para ser de la nacin de Elohim:

    Porque t eres un pueblo santo para YHVH tu Elohim; YHVH te ha escogido

    de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que le seas un pueblo

    especial. Dt 14:2

    "Guardad mis estatutos y cumplidlos. Yo soy YHWH que os santifico.... Me seris, pues, santos, porque yo, YHWH, soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seis mos." (Lv 20:8, 26)

  • 14

    2. Todo el que recibe un llamamiento del Seor para ser de El, es santo:

    Ef 2:19 Por lo tanto, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Elohim.

    1Co 7:14 Porque el esposo no creyente es santificado en la esposa, y la esposa no

    creyente en el creyente. De otra manera vuestros hijos seran impuros, pero ahora son

    santos.

    Luego, en una segunda fase, todo el que recibe el llamamiento y responde en

    fe a Elohim es santo y salvo.

    Estas dos primeras fases de santidad son obra exclusiva del Seor.

    Nacer israelita no depende de mi; Ser salvo slo es por gracia, en donde lo nico que se pide de mi es

    arrepentimiento de mi vida pasada de pecado y aceptar por fe la obra expiatoria del Mesas.

    Mientras que cuando el Seor nos pide "sed santos" es algo que depende

    nosotros.

    No se trata del estado en que el Seor nos coloca cuando lo recibimos.

    La salvacin (segunda fase) no es un fin. Elohim no nos salv para salvarnos.

    Nos salv para que furamos santos (tercera fase) y as le diramos gloria.

    3. El camino. La tercera fase: Aqu el Seor nos pide hacer lo que nos corresponde (santificarnos) para llegar a la meta de santidad (la cuarta fase).

    1Pe 1:15 Antes bien, as como aquel que os ha llamado es santo, tambin sed santos vosotros en todo aspecto de vuestra manera de vivir, Heb 12:14 Procurad la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie ver al

    Seor.

  • 15

    Ro 1:7 A todos los que estis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos:

    Gracia a vosotros y paz, de parte de Elohim nuestro Padre y del Seor Yeshua

    HaMashiaj

    1Co 1:2 a la Kehila de Elohim que est en Corinto, a los santificados en el

    Mesas Yeshua y llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar

    invocan el nombre de nuestro Seor Yeshua Ha Mashiaj, Seor de ellos y nuestro

    En primer lugar, hay que decir que santidad es un proceso.

    Es algo que se inicia, que tiene una etapa inicial, pero que no se queda ah.

    Re 22:11 El que es injusto, haga injusticia todava. El que es impuro, sea impuro

    todava. El que es justo, haga justicia todava, y el que es santo, santifquese

    todava.

    11 Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro[g]siga siendo

    impuro[h], que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga

    guardndose santo. LBLA

    2Co 7:1 As que, amados, ya que tenemos tales promesas, limpimonos de toda

    impureza de cuerpo y de espritu, perfeccionando la santidad en el temor de

    Elohim.

    Ro 12.2.

    2No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de

    vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de

    Elohim, agradable y perfecta.

    Base para de lo bueno y lo malo o mejor aun la vida y la muerte

    He aqu la dif entre el incrdulo : deriva sus ideales de su contexto

    Un extranjero no discierne entre lo limpio y lo inmundo y entre lo santo y lo no santo, no ve la diferencia.

    El creyente: deriva sus ideales de Su Elohim

    No era que un Israelita por si mismo fuese mas santo que un extranjero sino por YHWH era santo e Israel le perteneca.

  • 16

    Si te pregunto hoy por que te mantienes alejado de tantas cosas en la que las

    personas de mundo toman parte la respuesta es sencilla

    Mi padre es santo 20.7

    7Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Adonai soy vuestro Elohim.

    Esta es la base de la santidad personal.

    Todo creyente esta en la misma condicin de santidad igual pero su medida

    practica puede variar hasta lo infinito.

    Ya que fuimos hechos cercanos por la sangre del madero. La santidad prctica depende de la medida en que nos mantenemos cerca de

    Elohim por la potencia del E.Santo no para tener un grado mayor de santidad ni

    para ser mejor que el prjimo. Ya que todo esto es presuncin.

    Si Elohim baj hasta nosotros y nos eleva hasta la santa altura de su presencia

    bendita en unin con Yeshua,

    No tiene El derecho de prescribirnos cual ser nuestro carcter? Y adems

    conservarlo?

    Cul era una de las funciones del Sacerdote? Sacrificios

    As como el sacerdocio del Antiguo Testamento ofreca sacrificios a Dios, nosotros tambin, como sacerdotes del Nuevo Testamento, tenemos ofrendas que ofrecer al Seor. El Nuevo Testamento nos muestra que nuestro sacrificio es de triple naturaleza:

    1. Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas

    "As que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional" (Ro 12:1).

  • 17

    12 Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable[a] a Dios,que es vuestro culto racional.

    Vemos este sacrificio sacerdotal en su mximo grado en 1 Juan 3:16: "En esto hemos conocido el amor, en que l puso su vida por nosotros; tambin nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos".

    La verdad bsica que aceptamos cuando venimos al Seor, es que nuestros cuerpos son templos del Espritu Santo:

    20 Pues por precio habis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo [j]y en vuestro espritu, los cuales son de Dios. (1 Co 6:20).

    2. Nuestra Alabanza

    15 Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan[i] su nombre. (He 13:15).

    Los sacerdotes del Antiguo Testamento, ministraban al Seor en la cmara del templo conocida como el Lugar Santo.

    El incienso o perfume que quemaban, ascendan desde el Altar del Incienso en el Lugar Santo. ste penetraba a travs del velo hacia el interior del Lugar Santsimo, donde Dios moraba sobre el asiento de la misericordia (trono).

    Esto era un tipo (un cuadro proftico) de nosotros los sacerdotes del Nuevo Testamento, ofreciendo nuestras alabanzas y accin de gracias como un sacrificio agradable al Seor.

    El sacrificio de alabanzas no deber ser ofrecido debido a nuestras circunstancias, sino a pesar de nuestras circunstancias. Si hacemos esto, descubriremos pronto que en el sacrificio de alabanzas, hay victoria sobre las circunstancias. Es nuestro deber sacerdotal y privilegio, alabar al Seor.

    3. Nuestro Dinero

    Hebreos 13:16 es hermosamente explicado como sigue: 16 Y no os olvidis de hacer el bien y de la ayuda mutua[j], porque de tales sacrificios se agrada Dios.

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    Estas y otras Escrituras, nos ensean que un sacerdote fiel (creyente), dedicar parte de su dinero a ser usado en el cuidado de los menos afortunados que l, y para la obra del Seor.

    Adicionalmente

    Un sacerdote es

    un mediador entre Dios y los hombres.

    Debe representar a los hombres ante Dios;

    tambin debe representar a Dios ante los hombres.

    Debe presentar las ofrendas y sacrificios de los hombres a Dios.

    En Israel los sacerdotes deban servir en el tabernculo cumpliendo todos los ritos establecidos por Dios.

    El Libro de Levtico sirve como un manual para los sacerdotes, delineando en forma ms completa los deberes de cada uno de ellos.

    El sumo sacerdote

    era tipo de Mashiaj, el verdadero y el nico mediador entre Dios y los hombres (I Timoteo 2:5). 5 Porque hay un solo Dios, ytambin un solo mediador entre Dios y los hombres, Mashiaj Jess hombre,

    y pueden interceder por los otros hombres (I Timoteo 2:1-3).

    2 Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones yacciones de gracias por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que estn en autoridad[a], para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad[b]. 3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,

    Aplicaciones generales

    La aplicacin espiritual de este pasaje es tan sencilla como prctica. Una cosa es ser hijo de Dios,

    y otra, estar en el goce de la comunin y del culto sacerdotales. Esta comunin es turbada, a menudo, de diferentes modos.

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    Dejamos que las circunstancias, que nuestros pensamientos y que lo que nos rodea obre sobre nosotros con perniciosa influencia. No todos los cristianos conocen, en prctica, la misma elevacin de conducta, la misma intimidad de comunin, la misma proximidad consciente de Mashiaj. Muchos de entre nosotros tenemos que deplorar nuestros defectos espirituales.

    Hay los que andan cojeando, los que tienen el sentido de la vista defectuoso, los que no alcanzan el crecimiento debido. A veces nos contaminamos con el mal, nos debilitamos y entorpecemos con relaciones profanas. En una palabra:

    as como los hijos de Aarn, aunque sacerdotes por nacimiento, estaban, no obstante, privados de muchos privilegios por las impurezas legales, y los defectos fsicos, as tambin nosotros, aunque sacerdotes de Dios por el nacimiento de lo alto, estamos privados de muchos de los grandes y santos privilegios de nuestra posicin, por las impurezas morales y las enfermedades espirituales. Estamos despojados de muchos de nuestras dignidades por la falta de desarrollo espiritual. Falta que tengamos el "ojo simple", ms vigor espiritual y una consagracin sincera y cordial. Somos salvos por la libre gracia de Dios, en virtud del perfecto sacrificio de Mashiaj. "Somos hijos de Dios por la fe en Mashiaj Jess". Pero la salud y la comunin son dos cosas muy diferentes. La relacin filial es una cosa, y la obediencia, otra muy distinta.

    Conviene distinguir estas cosas cuidadosamente. El captulo de que nos ocupamos pone de manifiesto muy claramente esta distincin. Porque un hijo de Aarn tuviese "quebradura de pie, o rotura de mano" tena que estar privado de su relacin de hijo? No, ciertamente. Estaba privado de su posicin sacerdotal? De ningn modo, Al contrario, he aqu lo que dice la Palabra: "El pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, comer". Qu era, pues, lo que perda por su enfermedad corporal? No le estaba permitido desempear algunas de las funciones ms elevadas del culto sacerdotal. "Empero no entrar del velo adentro, no se allegar al altar". Eran graves privaciones, y aunque se poda objetar que el hombre no tena poder para evitar estos defectos fsicos, no por esto vara en nada la cuestin. Jehov no poda tener un sacerdote defectuoso ante su altar, ni un sacrificio defectuoso sobre su altar. Era necesario que sacerdote y sacrificio fuesen perfectos. "Ningn varn de

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    la simiente de Aarn sacerdote, en el cual hubiere falta, se allegar para ofrecer las ofrendas encendidas de Jehov" (Cap. 21:21). "Ninguna cosa en que haya falta ofreceris, porque no ser acepto por vosotros" (Cap. 22:20). Pues bien, nosotros tenemos a la vez el sacerdote perfecto, y el sacrificio perfecto, en la persona de nuestro muy amado Salvador Yeshua ha mashiaj. "Habindose ofrecido a s mismo sin mancha a Dios", ha pasado como nuestro gran Sumo Sacerdote a los cielos, donde vive eternamente para interceder por nosotros. La Epstola a los Hebreos trata detalladamente estos dos puntos; pone en admirable contraste el sacrificio y el sacerdocio del sistema mosaico, y el Sacrificio y el Sacerdocio de Mashiaj. En El tenemos la perfeccin divina, ya lo consideremos como Vctima, ya como Sacerdote. Tenemos en El todo lo que Dios poda pedir y todo aquello que el hombre necesitaba. Su sangre preciosa ha quitado nuestros pecados, y su poderosa intercesin nos mantiene en toda la perfeccin del lugar donde su sangre nos ha introducido. "En l estamos cumplidos" (Col. 2), y, no obstante, por nosotros mismos, somos tan dbiles, tan vacilantes, son tantas nuestras enfermedades y faltas, estamos tan inclinados a errar y tropezar en nuestro camino, que no podramos estar en pie ni un slo instante si no fuera porque "El vive siempre para interceder por nosotros". aunque "cumplidos en aqul que es el Jefe de todo principado y autoridad", tenemos, sin embargo, necesidad, mientras estamos en este suelo, en medio de las debilidades, de las luchas y de los combates de la tierra, de la poderosa intercesin de nuestro adorable y divino Sumo Sacerdote. El creyente est "lavado, santificado y justificado" (la. Cor. 6), es "acepto en el Amado" (Efes. 1:6). En cuanto a su persona no puede venir a juicio (Vase Juan 5:24 donde se debe leer juicio, krisin, y no condenacin, katakrisin). La muerte y el juicio no existen para el creyente, porque est unido a Mashiaj que lo ha sufrido todo en su lugar. Todas estas cosas son verdad aun para el miembro ms dbil, ms ignorante y ms imperfecto de la familia de Dios: pero, sin embargo, como lleva consigo una naturaleza malvada y tan completamente arruinada que ninguna disciplina puede corregirla ni ningn remedio curarla, como habita un cuerpo de pecado y de muerte, que est rodeado de influencias malignas, como est llamado a luchar continuamente con las fuerzas reunidas del mundo, de la carne y del diablo,

    no podra sostenerse, ni mucho menos progresar, si no estuviese sostenido por la poderosa intercesin de su gran Sumo Sacerdote, que lleva los nombres de su pueblo sobre su pecho y su espalda.

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    Sabemos que a muchos les es difcil conciliar la idea de la posicin perfecta del creyente en Mashiaj con la necesidad de un sacerdocio. "Si es perfecto", dicen, "qu necesidad tiene de un sacerdote?" Las dos cosas estn tan claramente demostradas en la Palabra como son compatibles la una con la otra, y comprendidas en la experiencia de todo cristiano bien instruido. Es de la mayor importancia comprender con claridad y exactitud la perfecta armona de estos dos aspectos de la verdad. El creyente es perfecto en Mashiaj,

    pero en s mismo es una pobre y dbil criatura, expuesta siempre a caer. De aqu la inefable dicha de tener, a la diestra de la Majestad en los cielos, Uno que se cuida de todo lo que le concierne; Uno que le sostiene continuamente por la diestra de su justicia; Uno que no le abandonar nunca; Uno que puede salvar perfectamente y hasta el fin; Uno que "es el mismo ayer y hoy, y por los siglos"; Uno que le har pasar en triunfo a travs de todas las dificultades y todos los peligros que le rodean, y Uno que, finalmente, "le presentar delante de su gloria irreprensible con gran alegra". Bendita por siempre sea la gracia que ha provisto tan ampliamente a todas nuestras necesidades por la sangre de una vctima sin tacha y por la intercesin de un divino Sumo Sacerdote!

    CONCLUSIONES Esforcmonos en

    andar de manera que nos conservemos sin mancha de las inmundicias del mundo y

    que nos mantengamos apartados de todos los malos pensamientos y relaciones, a fin de que podamos gozar de los mayores privilegios, y desempear las funciones ms elevadas de nuestra posicin de miembros de la familia sacerdotal, cuya cabeza es Mashiaj.

    Tenemos "libertad de entrar en el santuario por la sangre de Yeshua ha mashiaj", "tenemos un gran sacerdote establecido sobre la casa de Dios" (Heb. 10). Nada puede quitarnos estos privilegios.

    Pero nuestra comunin puede ser turbada, nuestro culto puede ser impedido, nuestras santas funciones descuidadas.

    Estas cuestiones ceremoniales sobre las que se advierte a los hijos de Aarn, tienen sus antitipos en la vida cristiana.

    o Si se les exhortaba a guardarse de todo contacto inmundo, nosotros lo somos tambin;

    o si se les exhortaba a guardarse de alianzas profanas, nosotros lo somos igualmente.

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    o Si eran exhortados a guardarse de toda impureza ceremonial, nosotros somos exhortados a guardarnos de toda inmundicia de carne y de espritu" (la. Cor. 7).

    o Si ellos deban verse privados del goce de sus mayores privilegios sacerdotales por los defectos corporales o crecimiento imperfecto, con nosotros ocurre lo mismo por las imperfecciones morales, y el crecimiento espiritual imperfecto.

    Quin osar poner en duda la importancia prctica de estos principios? No es evidente que cuanto ms apreciemos las bendiciones ligadas a esta casa sacerdotal de la que hemos sido hechos miembros, en virtud de nuestro nuevo nacimiento, ms nos guardaremos de todo lo que, de alguna manera, tienda a quitarnos el gozo? Sin duda. Esto es lo que hace el estudio de esta seccin tan til para nuestra vida. Ojal sintamos su poder por la aplicacin del Espritu Santo! Entonces gozaremos de nuestra categora de sacerdotes. Y as desempearemos fielmente nuestras funciones de sacerdotes.

    Seremos capaces de presentar "nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios" (Rom. 12:1).

    Seremos capaces de "ofrecer siempre a Dios sacrificios de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesen a su nombre" (Heb. 13:15).

    Como miembros de la "casa espiritual" y del "sacerdocio santo", seremos capaces "de ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Yeshua ha mashiaj" (la. Ped. 2:5).

    Seremos capaces de anticipar, en alguna medida, el tiempo feliz cuando los aleluyas de una adoracin profunda y ferviente subirn desde la creacin rescatada hasta el trono de Dios y del Cordero, durante toda la eternidad.