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203 PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LAS MISIONES SOCIALES DE ARAGUA, VENEZUELA PARTICIPATION OF WOMEN IN THE SOCIAL MISSIONS OF ARAGUA, VENEZUELA Laura Maldonado Acosta RESUMEN El punto focal de la investigación radica en examinar la participación femenina en las Misiones Sociales: Robinson I y II, Ribas, Sucre, Vuelvan Caras y las Casas de Alimentación de la Misión Mercal, promovidas por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en los Municipios Mario Briceño Iragorry y José Ángel Lamas del Estado Aragua. Mediante un diseño de campo cualitativo, basado en el testimonio de las mujeres participantes en dichas Misiones, se pudo constatar el avance logrado en la inclusión de las mismas dentro de diversos espacios públicos de actuación. Palabras Clave: Participación, Beneficios, Contribución, Mujeres, Misiones Sociales. ABSTRACT The focal point of research is centered on analyzing the participation of women in the Social Missions: Robinson I and II, Ribas, Sucre, Vuelvan Caras and Alimentation Houses of Mercal Mission, promoted by the government of the Bolivarian Republic of Venezuela in the municipalities Mario Briceño Iragorry and José Angel Lamas, Aragua State. By means of a design field and from a qualitative perspective based on the testimony of women participants in such missions, the research evidenced their positive inclusion in various public spaces of action. Keywords: Participation, Benefits, Contribution, Women, Social Mission. Laura Maldonado Acosta. Licenciada en Relaciones Industriales, Magíster en Administración del Trabajo y Relaciones Laborales de la Universidad de Carabobo. Profesora de la Universidad de Carabobo. Línea de investigación: Actores Laborales y Género. Última publicación: Mujer, Trabajo y Participación. Misión Sucre en Venezuela, Editorial Académica Española. Correo electrónico: lcmacosta@gmail. com/ http://lauramaldonadoacosta.blogspot.com . Artículo recibido en noviembre de 2011 y aceptado en diciembre de 2011.

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PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LAS MISIONES SOCIALES DE ARAGUA, VENEZUELA

PARTICIPATION OF WOMEN IN THE SOCIAL MISSIONSOF ARAGUA, VENEZUELA

Laura Maldonado Acosta

RESUMENEl punto focal de la investigación radica en examinar la participación femenina en las Misiones Sociales: Robinson I y II, Ribas, Sucre, Vuelvan Caras y las Casas de Alimentación de la Misión Mercal, promovidas por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en los Municipios Mario Briceño Iragorry y José Ángel Lamas del Estado Aragua. Mediante un diseño de campo cualitativo, basado en el testimonio de las mujeres participantes en dichas Misiones, se pudo constatar el avance logrado en la inclusión de las mismas dentro de diversos espacios públicos de actuación.Palabras Clave: Participación, Beneficios, Contribución, Mujeres, Misiones Sociales.

ABSTRACTThe focal point of research is centered on analyzing the participation of women in the Social Missions: Robinson I and II, Ribas, Sucre, Vuelvan Caras and Alimentation Houses of Mercal Mission, promoted by the government of the Bolivarian Republic of Venezuela in the municipalities Mario Briceño Iragorry and José Angel Lamas, Aragua State. By means of a design field and from a qualitative perspective based on the testimony of women participants in such missions, the research evidenced their positive inclusion in various public spaces of action.Keywords: Participation, Benefits, Contribution, Women, Social Mission.

Laura Maldonado Acosta. Licenciada en Relaciones Industriales, Magíster en Administración del Trabajo y Relaciones Laborales de la Universidad de Carabobo. Profesora de la Universidad de Carabobo. Línea de investigación: Actores Laborales y Género. Última publicación: Mujer, Trabajo y Participación. Misión Sucre en Venezuela, Editorial Académica Española. Correo electrónico: [email protected]/ http://lauramaldonadoacosta.blogspot.com .

Artículo recibido en noviembre de 2011 y aceptado en diciembre de 2011.

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A modo de introducciónLa búsqueda de la equidad como objetivo supremo del ordenamiento jurídico, económico y social, para hacer efectiva la universalización de los derechos, una justa distribución de la riqueza y el rescate de lo público como espacio para el ejercicio de una verdadera democracia, deberá sustentarse en la participación protagónica de todos y todas, en función, igualmente, del interés de todos y todas. En el año 2003 se crearon las Misiones Sociales, también consideradas como entidades organizativas flexibles, y de acuerdo al (Ministerio de Comunicación e Información, 2006: 14) las mismas se “orientan a saldar la enorme deuda social que arrastra la nación”. Es de indicar que actualmente este Ministerio se denomina Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.La idea de las misiones, desde su concepción, llevan consigo una propuesta de políticas públicas que, de acuerdo a lo reseñado por organismos oficiales, buscan enfrentar corresponsablemente las necesidades del pueblo venezolano, garantizándole su incorporación al desarrollo local y nacional y procurando la agilización de los procesos estatales con la participación directa del pueblo en su gestión. El Estado las ha utilizado como una estrategia en las políticas de inclusión, protección y fomento de la economía social; cuya manera de concreción se convierte en forma de ejercer los derechos «ciudadanos», aunque como lo comenta (González, 2008: 313), “el concepto de la universalidad de la ciudadanía queda atrapado en una serie de contradicciones cuando de las mujeres se trata”.A los fines de indicar el objetivo de las Misiones Sociales, el (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, sf.: 24), refirió lo siguiente “las tareas más urgentes y trascendentales: salud, educación, trabajo y, en general calidad de vida, han tenido que ponerse bajo la responsabilidad de entidades organizativas flexibles que acertadamente hemos dado en llamar misiones”.Por su parte, paulatinamente las mujeres han ido avanzando hacia la conquista de los espacios que por derecho les corresponden, desde la concepción que se manejará a lo largo del documento, la participación debe considerarse desde aquellos ámbitos públicos donde las mujeres puedan relacionarse con el resto de la sociedad y compartir actividades sociales, políticas y económicas, reconocidas y productivas, esto orientado a mejorar su calidad de vida. La noción de participación es asumida como “una acción humana de interacción e involucramiento en la construcción o consecución de un cambio o bien común” (Casilla e Inciarte, 2004: 249).

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El eje de atención se ubica, solamente, en las siguiente misiones: Misión Robinson I y II, José Félix Ribas, y Antonio José Sucre en el municipio Mario Briceño Iragorry; Misión Vuelvan Caras y las Casas de Alimentación de la Misión Mercal en el municipio José Ángel Lamas; Estado Aragua.El documento se presenta en tres secciones, siendo ellas: Aproximaciones conceptuales a las nociones de empoderamiento y exclusión social, la metódica y los Beneficios y contribuciones. Finalmente, se incluyen un conjunto de reflexiones finales en torno a la temática planteada.Aproximaciones conceptuales a las nociones de empoderamiento y exclusión socialMujer y EmpoderamientoHoy en día, es frecuente escuchar, el término empoderamiento en diversos ámbitos del quehacer cotidiano, el mismo puede ser entendido desde sus diferentes acepciones según el contexto dentro del cual se maneje, al respecto, (Lucena, 2007) hace alusión a la siguiente acepción desde el punto de vista empresarial.

Cuando se habla de empoderamiento hay dos caminos: El empoderamiento desde arriba, con ese discurso empresarial modernizador, a partir de los procesos de apertura que llevaron a las empresas a la necesidad del discurso de mayor competitividad, de la racionalización y de aprovechar al máximo las potencialidades de los trabajadores, que no era solo un ser con manos sino un ser pensante, que actuaba y participaba y que podía hacer sugerencias para mejoramiento de los procesos (…) Por otro lado, tenemos el empoderamiento desde la base. Eje de la lucha laboral, de reacciones por pasivos a reacciones por los activos. Esgrime ciertas razones: conservar el empleo y el espacio productivo (…) autorreconocimiento por parte de los trabajadores de la capacidad para gestionar (...) (p. 305).

De lo anterior se pueden extraer elementos de interés común, aplicables a cualquier ámbito, en el sentido de comprender dicho proceso desde el aprovechamiento de las potencialidades humanas, de aquel ser pensante que puede sugerir y hacer uso de sus capacidades para diligenciar elementos de orden político, económico y social.Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) citado por el (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, 2005/2006: 18), esboza lo siguiente “el empoderamiento se consigue una vez que se desafían las estructuras opresoras y se logran relaciones sociales que habilitan a la gente para tener control sobre sus vidas”. De igual forma Labonte (1996), citado por el (Ministerio del Poder Popular para las Comunas

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y Protección Social, ob. cit.: 18), lo define como “un proceso transformador de hombres, mujeres y clases sociales por medio del cual el poder sobre la gente se transforma en poder con la gente”. En el caso particular de las mujeres:

El empoderamiento se logra cuando se modifican las relaciones de poder que limitan las opciones de vida, le impiden tener autonomía y afectan su salud y bienestar. En la medida en que éstas toman conciencia de las condiciones de desigualdad imperantes pueden comenzar a revertirlas. Decir que se trata del “poder para” implica que no es el poder de la dominación, sino de aquel que permite poder ser y hacer. Que haga posible generar los cambios necesarios para acceder a una vida más justa y plena siendo cada persona protagonista de este cambio (p. 18).

Desde cualquier mirada, gerencial o social, la visión del empoderamiento como un proceso capaz de modificar las creencias de las personas es necesaria, es decir, de hacer sentir a los individuos que son capaces de dar más de sí mismos de lo que realmente creen, dentro de un ambiente donde sus ideas y opiniones pueden ser tomadas en cuenta, lo cual conduce a que logren las metas que se han propuesto de la manera más eficaz y eficiente.El proceso de empoderamiento, desde la fuente, abarca cuatro dimensiones: la personal, la del hogar, la de la comunidad y la macrosocial. A su vez, éste se puede constatar en el área económica, sociocultural, familiar-interpersonal y político-legal. A continuación, de acuerdo a lo señalado por el (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, ob. cit.) se explican cada una de las dimensiones:

1- Personal: El proceso que sigue una persona para llegar a empoderarse comienza para sí mismo. Es la parte personal o interna que aparece una vez que se toma conciencia de la opresión y se considera la posibilidad de hacer algo para liberarse de ella. Es necesario tener confianza en sí mismo y atreverse a desafiar determinadas reglas impuestas que impidan el desarrollo.2- El hogar: Establecer relaciones interpersonales igualitarias, no subordinadas con respecto a los roles y funciones que se desempeñan a nivel doméstico. Tener un igualitario control de los ingresos económicos, y un total acceso a los recursos familiares. Libertad de movimientos, opción de decidir libremente acerca de la planificación prenatal, igualdad de acceso a la educación y a los derechos económicos y políticos de todos los miembros de la familia.3- En la comunidad: La posibilidad de unirse o asociarse con pares determinará la creación de estrategias de lucha colectiva en pos de la defensa de sus derechos. Así se podrá garantizar un igualitario acceso al crédito, al trabajo y a la posesión de tierras, incursionar en el espacio público, y trabajar en los cambios de las normas del sistema del sistema

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patriarcal. Valorar la autonomía de las mujeres, conocer y ejercer los derechos en la participación política.4- Macrosocial: Implica poder gerenciar proyectos sin discriminación por género, luchar por el acceso a la adecuada atención de la salud sexual y reproductiva, conociendo las normativas nacionales e internacionales que protegen a las mujeres.Se puede decir que este proceso de empoderamiento es exitoso cuando se logra actuar e influir positivamente sobre los cambios sociales (p. 19).

Sin embargo, la participación masiva de las mujeres no implica su empoderamiento. Para ello es necesario internalizar sus respectivas dimensiones y realizar un esfuerzo diario por lograr espacios de poder y autonomía dentro de la comunidad y con el colectivo. Es evidente el cambio de rumbo del país hacia un proceso de transformación política, dentro de las cuales se maneja la participación social y laboral de las mujeres, que persigue el acceso igualitario a los diferentes espacios.Cuando se habla de poder el (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, ob. cit.) lo enfoca desde dos perspectivas, el ejercicio negativo y positivo del mismo, en tal sentido considera lo siguiente:

El ejercicio negativo de éste es lo que se debe cuestionar, ya que el poder también es la facultad o medio para ser, crear, o realizar cualquier cosa y de su ejercicio positivo depende tener en cuenta los intereses de hombres y mujeres para un desarrollo pleno de sus potencialidades. Siempre que se habla del ejercicio negativo del poder su resultado será la existencia de relaciones de instancias de jerarquía, asimétricas y basadas en la opresión de un grupo sobre otro. Por el contrario, el poder en su práctica positiva hace posible trabajar en una sociedad en la que todas y todos tengan igualdad de condiciones, respeten sus diferencias, gocen de iguales derechos, reconocimiento y trato (p. 20).

Exclusión Social“La «exclusión» se impuso desde hace poco como una palabra comodín para declinar todas las variedades de la miseria del mundo…” (Castel, 2009/2010: 257). Ha sido utilizada con mucha frecuencia haciendo alusión a como los individuos pueden verse apartados de una completa participación en el conjunto de la sociedad. Al respecto (Giddens, 2001: 415) señala que, “la exclusión es diferente de la pobreza como tal, y el concepto se centra en una amplia gama de factores que impiden a individuos y grupos tener oportunidades con las que cuenta la mayoría de la población”.Llevar una vida plena y activa, no sólo significa comer, vestirse y tener una vivienda, sino también, contar con acceso a bienes y servicios esenciales como por ejemplo, la educación, el transporte, la salud, los seguros, los bancos, entre

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otros. Se puede hablar de una comunidad socialmente integrada cuando todos sus miembros pueden compartir con las diversas instituciones de un Estado, solo así se puede conformar una idea de solidaridad social entre la población.La exclusión puede abordarse según (Giddens, ob. cit.) desde diversos puntos de vista:

1.La exclusión económica. Los individuos y las comunidades pueden sentirse excluidos de la economía tanto desde una perspectiva productiva como desde la del consumo.2.La exclusión política. Se anima a los ciudadanos a mantenerse al tanto de los asuntos políticos, a alzar su voz a favor de la oposición, a entrar en contacto con los representantes que han elegido para exponer sus preocupaciones y a participar en todos los niveles del proceso político.3.La exclusión social, se trata de aquellas áreas que cuentan con pocos servicios comunitarios, como parques, instalaciones deportivas, centros comunitarios culturales y teatros. Los niveles de participación ciudadana suelen ser escasos (p. 417).

Como puede observarse, el ser humano puede verse excluido en diversos aspectos de la vida social, ya que después de todo, la palabra exclusión implica que algo o alguien es apartado de otro u otras cosas, y no hay duda que a lo largo del tiempo, en Latinoamérica y el resto del mundo a la mujer se le ha dificultado el acceso a los espacios públicos, o sino, ha sido reducida a su mínima expresión. Estudiosos de la materia comentan que la exclusión social no sólo se produce cuando a las personas se le ha negado la posibilidad de integrarse al resto de la sociedad, sino también cuando se excluyen a sí mismos de ciertos aspectos del grupo social mayoritario, como por ejemplo, abandonar el sistema educativo o rechazar una oportunidad laboral. Sin embargo, y puntualizando desde la perspectiva de género, muchas mujeres se ven obligadas a excluirse por sí mismas debido a la necesidad de atender otras tareas y funciones que le son atribuidas socialmente, como encargada del hogar y de las tareas domésticas.Sin embargo, la cuestión de la exclusión pasa a ser una “cuestión social” como bandera de discursos políticos y se debe cuidar el uso irreflexivo de esta palabra orientado hacia el control de la noción. Castel (ob. cit.), puntualiza:

El riesgo de la exclusión, por lo tanto, no es una fantasía, pero tratar de conjurarlo exige vigilancia. Esta vigilancia podría jugar sobre tres registros. En primer lugar, no gritar que viene el lobo cada dos por tres denominando “exclusión” a cualquier disfuncionamiento social, sino distinguir con cuidado los procesos de exclusión del conjunto de los componentes que hoy constituyen la cuestión social en su globalidad. En segundo lugar, al tratarse de la intervención sobre las poblaciones

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más vulnerables, esforzarse en que las medidas de discriminación positiva que sin duda es indispensable adoptar con respecto a ellas no se degraden en un estatuto de excepción. Esta tarea extremadamente difícil plantea la cuestión de la eficacia de las políticas de la inserción, porque es sobre el éxito de las prácticas de la inserción donde se juega la posibilidad de las poblaciones con más dificultades de reintegrarse el régimen común. En tercer lugar, recordar que la “lucha contra la exclusión” se lleva a cabo también y sobre todo, bajo el modo preventivo, vale decir, esforzándose por intervenir antes sobre los factores de desregulación de la sociedad salarial, en el corazón mismo de los procesos de la producción y la distribución de las riquezas sociales (p. 271).

Desde este punto de vista, es necesario reflexionar sobre los elementos que configuran la noción de exclusión, con la finalidad de dar apertura al debate sobre su reiterado uso en el discurso y hacia dónde va dirigido, ya que evidentemente gran parte de la población se identifica con éste. El tratamiento que el actual Gobierno ha dado a diferentes elementos que requieren atención para reintegrar al régimen común a las poblaciones más vulnerables, y que de acuerdo a su concepción se encuentran vinculados de una u otra forma a la exclusión, viene dado en su contraparte por la implementación de diversas políticas dirigidas a superar las situaciones más urgentes y trascendentales, cada una de manera individual, focalizando su eje acción en la solución de los problemas comunes a la mayoría.La MetódicaEfectuar esta investigación implicó en un primer momento una inmersión exploratoria para luego dar paso a lo descriptivo. Se trató de un trabajo de campo con apertura a la perspectiva cualitativa porque se considera importante, para la comprensión de los hechos y los esfuerzos dirigidos a la interpretación de lo social (Delgado de Smith, 2011). Se reconoce que, con ello, es posible otorgarle valor a la palabra, los relatos, la experiencia vivida, lo subjetivo, la perspectiva desde adentro, orientada a los descubrimientos, descriptiva e inductiva. Dicha perspectiva es mucho más rica para las Ciencias Sociales, pues permitió recoger información en cuanto a: vivencias, sentimientos y emociones; todo esto gracias a la información vital suministrada por cincuenta (50) mujeres objeto de estudio participantes de las Misiones Sociales en el Estado Aragua; la idea no fue dejar a un lado la visión positivista que también representa un aporte valioso dentro de la investigación, sino enriquecer y complementar el estudio.

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De acuerdo al caso que nos ocupa, y de forma general en las Ciencias Sociales el objeto de estudio es, el propio sujeto humano; complejo y singular, cargado con su propia historia, irreductible casi a cualquier tipo de simplificación que no lo mutile arbitrariamente. En este caso se tomaron, como puntos de referencia, directos e imprescindibles, los testimonios de las mujeres para una comprensión profunda. Entre todas las dificultades que presenta la investigación de lo social, por razón de su objeto, es preciso detenerse de manera específica en el carácter cualitativo, no cuantificable, de muchos de los aspectos de la realidad social. En este sentido (Sierra, 1984) explica que:

…filosóficamente cualidad y cantidad son categorías o modos de ser, que se distinguen en que mientras que la calidad está ligada esencialmente a la extensión y como tal es una propiedad de los cuerpos que permiten su división, la cualidad, por el contrario, comprende las demás propiedades como la blancura, la elasticidad, o el calor, etc. no ligadas a la extensión y por lo tanto no divisibles (p. 89).

Para efectuar la investigación se acudió a la revisión documental y el análisis crítico. Se contó con cincuenta (50) informantes con quienes se realizaron entrevistas y aplicaron cuestionarios en distintos momentos de la investigación. Beneficios y contribucionesA continuación se presenta el análisis sobre los hallazgos obtenidos. Por una parte, identificar los beneficios obtenidos por parte de las mujeres objeto de estudio participantes de las Misiones Sociales Robinson I y II, José Félix Ribas y Antonio José de Sucre en el Municipio Mario Briceño Iragorry; Vuelvan Caras y las Casas de Alimentación de la Misión Mercal en el Municipio José Ángel Lamas; Estado Aragua; y por la otra, analizar las contribuciones más significativas de estas misiones.Beneficios y contribuciones significativas derivadas de las Misiones Sociales, objeto de estudio, desde la percepción de la mujerLas Misiones Sociales han beneficiado de una u otra forma a las personas que participan en ellas, ya que, entre otras cosas, se han puesto en marcha políticas de inclusión que permiten la protección y fomento de la economía social, la educación y el trabajo, cuyas maneras de concreción se convierten en forma de ejercer los derechos ciudadanos; en este caso concreto, cincuenta (50) mujeres fueron objeto de estudio, donde todas afirmaron haber obtenido beneficios a raíz de su participación en las Misiones Sociales. Dichos beneficios se agruparon en seis diferentes categorías de análisis.La primera categoría comprende los beneficios educativos, los cuáles se derivan de las misiones cuyo fin primordial es la formación de individuos

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en los diferentes niveles del sistema. En este sentido, 15 de las 50 mujeres estudiadas afirmaron tener este beneficio, al respecto opinaron lo siguiente:

-El mayor beneficio sería la oportunidad de aprender, que a su vez me ha hecho crecer como persona e intelectualmente. -Volver a los estudios ya que hace casi diez años que había terminado el bachillerato y quería retomar mi educación.

Otra de las categorías que sigue muy de cerca a la educativa son los beneficios personales, de las cuáles 11 mujeres, participantes de las diversas misiones objeto de estudio, manifestaron haber obtenido logros a nivel personal, familiar y de convivencia, los cuales le han conllevado a crecer como persona y sentirse bien consigo mismas y con las personas dentro y fuera de su entorno, ya que han logrado muchas cosas en su vida que anteriormente no habían podido concretar, los siguientes testimonios justifican lo anteriormente expuesto:

Aprendizaje y crecimiento personal. -Estoy muy bien en el ambiente donde me desenvuelvo, laboralmente hablando. Es un momento que utilizo para olvidarme de otros problemas que me aquejan ya que existe mucho compañerismo entre todas las personas que trabajamos.-Me he podido desarrollar más como persona y además he conocido gente muy buena.-Son las misiones las que abren las puertas para el triunfo y el progreso.

La tercera categoría en este aspecto corresponde a los beneficios socioeconómicos, donde 9 mujeres de misiones particularmente educativas, coincidieron en afirmar sentir que reciben este tipo de beneficios. Esto se debe, en parte, a que muchas mujeres han podido participar en las misiones gracias a la ayuda socioeconómica que el Estado otorga a algunas de ellas. En este sentido comentan:

-Me pagaban mientras aprendía a leer y escribir.-Beneficios económicos, educativos y sociales.-El beneficio de la enseñanza y el económico.

Un número no mayor de 6 mujeres indican que el único provecho que ellas sienten haber obtenido es el beneficio económico, de las cuales 4 pertenecen a las Casas de Alimentación de la Misión Mercal y 2 a la Misión Robinson, en este sentido, comentan que el único beneficio ha sido la ayuda económica y las becas. Por otra parte un número de 5 mujeres, todas participantes de las Casas de Alimentación, afirman obtener un beneficio alimentario:

-El beneficio de la comida para mi familia y para mí, y la ayuda monetaria que nos dan por trabajar. -Nosotros tenemos el almuerzo seguro acá.

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En la sexta y última categoría denominada otros, se encuentran los testimonios donde se incluyen el resto de los beneficios en términos generales y aquellas quienes piensan que el único beneficio que han obtenido es la oportunidad de poder informarse sobre otras misiones y poder participar en ellas, lo cual representa 4 de las cincuenta (50) mujeres estudiadas, a propósito de esto expresaron:

-La oportunidad de poder participar en otras misiones.-A nivel personal y económico, además de hacer nuevas amistades y saber de lo importante del socialismo.

Las Misiones Sociales pretender incorporar, especialmente dentro de los sectores productivos, a las personas que durante años han estado excluidas de algunas áreas fundamentales, como lo son la educación, la salud, la alimentación, entre otras. Las personas de escasos recursos y las mujeres representan la prioridad en las estrategias que el Gobierno ha activado para lograr tales fines.Para que muchas de estas personas pudieran participar el Gobierno optó por brindar una ayuda económica; en algunas misiones dicha ayuda es ofrecida bajo la figura de la beca y otorgada a aquellas personas de menores recursos económicos y a las que se iniciaron al comienzo de cada misión, tal es el caso de Misión Robinsón, Misión Ribas y Misión Sucre; por su parte, en otras misiones, puntualmente en la Misión Vuelvan caras y las Casas de Alimentación pertenecientes a la Misión Mercal. En esta última la ayuda económica, bajo la figura del incentivo económico, se otorga a todas las personas que en ella participan sin distinción de ningún tipo.En otro orden de ideas, disertar sobre los aspectos positivos de las Misiones Sociales, implica, entre otras cosas, el análisis exhaustivo de variadas dimensiones de orden, político, económico y social; sin embargo, la que se considerará en el siguiente documento, es aquella cuyo origen radica en el seno de la sociedad, de quienes vivieron la experiencia de participación desde el interior de estas misiones, utilizando como base para destacar lo positivo, la satisfacción al participar en las mismas. En atención a lo indicado, 48 de las 50 mujeres objeto de estudio afirman sentirse a gusto al participar en las misiones, mientras que 2 de ellas expresan su inconformidad, pues las condiciones bajo las cuáles desempeñan su labor, comentan, no son las más idóneas. Es de hacer notar que estas 2 mujeres pertenecen a las Casas de Alimentación de la Misión Mercal, respecto a su inconformidad argumentan lo siguiente:

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-No me siento a gusto porque me hacen falta muchas cosas materiales (herramientas y/o utensilios de trabajo) para realizar mi trabajo, por ejemplo: utensilios de cocina, cuchillos, cortadores, tobos, entre otros.Y en líneas generales: -Porque hay muchas fallas en la organización.

Las opiniones, de las 48 mujeres restantes, que en efecto, se sienten a gusto participando en las Misiones Sociales, fueron evidenciadas a partir de elementos claves inmersos en sus testimonios, a los cuales denominaremos categorías de análisis, En primer lugar, inclusión: 12 de ellas manifestaron estar a gusto ya que se sienten incluidas en el ámbito educativo, y en general, en la sociedad. Para que exista un sentimiento de inclusión a raíz de la participación de las mujeres en las misiones, lógicamente deben haber experimentado una sensación de desplazamiento por parte de la sociedad y difícil acceso a las oportunidades básicas que puede tener cualquier individuo. El término exclusión ha sido ampliamente utilizado desde hace algunos años, haciendo alusión a como los individuos pueden verse apartados de una completa participación en el conjunto de la sociedad. Al respecto (Giddens, ob. cit.: 415), señala que, “la exclusión es diferente de la pobreza como tal, y el concepto se centra en una amplia gama de factores que impiden a individuos y grupos tener oportunidades con las que cuenta la mayoría de la población”. Las mujeres participantes de Misión Robinson opinaron sentirse a gusto porque: “Me siento incluida y he aprendido a leer y escribir”. “Porque antes estaba excluida de la educación”. En la Misión Ribas señalan estar a gusto, entre otras cosas: “Porque he aprendido mucho y tengo muchos amigos.” Además, “Porque nos brindaron la oportunidad que anteriormente fue negada en otras instituciones”. En la Misión Sucre: “Me siento a gusto ya que me están dando la oportunidad de obtener una carrera universitaria”. “Porque nos dan la oportunidad de ampliar nuestros horizontes y aspirar hacia un futuro mejor para todos”. Por último en la Misión Vuelvan Caras señalan que: “Gracias a esas misiones en las que participo, me reivindicaron mi derecho de integrarme a la sociedad ya que nosotras como mujeres del hogar éramos excluidas.”Una vez que se reconoce un problema en determinado contexto, se buscan las vías para solucionarlo, tal como lo han manifestado estas mujeres; ellas se han dado cuenta que pueden realizar tareas adicionales a la del trabajo en el hogar, es entonces cuando redireccionan su rumbo y se proponen revertir tal situación. En este sentido, se puede decir que se está en presencia de la primera dimensión del proceso de empoderamiento, la personal, la cual es explicada por el (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, ob. cit.) de la manera siguiente:

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(…) empoderarse comienza para sí mismo. Es la parte personal o interna que aparece una vez que se toma conciencia de la opresión y se considera la posibilidad de hacer algo para liberarse... Es necesario tener confianza en sí mismo y atreverse a desafiar determinadas reglas impuestas que impidan el desarrollo (p. 19).

La segunda categoría, adquisición de conocimientos: 11 de las 48 mujeres perciben que han adquirido nuevos conocimientos que le han de facilitar el logro de las metas deseadas, planteadas con anterioridad, y porque pueden, a través de ello, mejorar su calidad de vida. En Misión Robinson, por ejemplo, indican su satisfacción diciendo: “Porque he aprendido a leer y a escribir”, y en general, “Porque he aprendido muchas cosas que antes desconocía totalmente”. La mujeres participantes en Misión Vuelvan Caras fueron las que, en mayor cantidad, respondieron sentirse a gusto por haber adquirido nuevos conocimientos, pues en esta misión se articula el proceso educativo al proceso productivo para adquirir las herramientas necesarias en un determinado oficio, que finalmente contribuiría a la búsqueda de un empleo, es decir, preparar a las personas para que puedan realizar algún trabajo remunerado. Al respecto una mujer indica: “Me siento a gusto ya que con la misión estoy aprendiendo un oficio que desempeñaré en un futuro”.Hoy en día, las mujeres han intentado conquistar los espacios públicos, y poco a poco lo han ido logrando, pero nunca sin abandonar su hogar. Esto ha despertado un deseo de superación en algunas mujeres que aún no se habían atrevido a experimentar, salir de sus hogares, bien sea para estudiar o trabajar, es por ello que, en la tercera categoría, deseo de superación: 5 de las 48 mujeres respondieron sentirse a gusto en las misiones ya que quieren superarse, alcanzar en su totalidad las dimensiones de empoderamiento, así como también, en la escala de necesidades individuales; con respecto a esto y de manera general, consideran que:“Es un paso adelante y una experiencia muy maravillosa para mi familia y para mi”. Otras mujeres, por su parte, destacaron que: “Si, me siento bien aprendiendo y superándome un poco más a nivel personal y/o profesional”. Sin embargo hay mujeres que aspiran superarse en un concepto más amplio y su deseo no acaba al culminar la misión, tal como lo reseña de manera particular esta mujer: “Me llama la atención los cursos y quiero aprender más, por cierto este curso es de técnicas de oficina. Además quiero seguir estudiando, continuar con mi educación superior y poder realizar las pasantías al finalizar el curso”.

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Por último, esta mujer indica que se siente a gusto: “Porque nos va a preparar más y ayudarnos a crecer como personas en cuanto a lo social y lo laboral”.La cuarta categoría tiene que ver con la ayuda a otros: 5 de las 48 mujeres, todas ellas pertenecientes a las Casas de Alimentación de la Misión Mercal, indican que lo que más les gusta, es tener la posibilidad de ayudar a otras personas, el testimonio que leerán a continuación describe, en parte, la finalidad de las Casas de Alimentación, ya que en ésta se preparan menús que son entregados diariamente y en forma gratuita a aquellos sectores de la población menos favorecidos. La explicación de esta mujer fue la siguiente:

-Porque realizo una labor social comunitaria. Se les da ayuda a personas con alguna discapacidad y se trabaja mano a mano con la comunidad. Aparte, me da gusto, porque hay muchas personas que han tenido mejoría en su calidad de vida gracias a las casas de alimentación.

A modo de reflexiones1.- Las Misiones Sociales llevan consigo diferentes fines: educación, preparación para el trabajo y alimentación, cada una con su propia esencia y particularidad, sin embargo, todas en conjunto tienen un objetivo supremo, el cual consiste en incluir a las personas más necesitadas de la población venezolana en todos los sectores y ámbitos de la sociedad. Es éste el motivo por el cual, el Gobierno justifica y argumenta la creación de estas entidades organizativas flexibles de participación masiva y colectiva.2.- Partiendo del hecho que los instrumentos y estrategias de participación como lo son las Misiones Sociales hayan tenido una respetable aceptación e involucramiento por parte de ciertos sectores de la población, tiene que ver con el hecho de considerar durante su proceso gestacional, todos los elementos del entorno, creando y propiciando condiciones que en la práctica sean realmente accesibles y tomados en cuenta 3.- La mayoría de las mujeres estudiadas afirmaron haber obtenido beneficios de manera general, a raíz de su participación en las Misiones Sociales, los cuales pueden agruparse en diferentes categorías; beneficios educativos, los cuáles se derivan de las misiones cuyo fin primordial es la educación en diferentes niveles (Misión Robinson I y II, Ribas, Sucre y Vuelvan Caras); beneficios personales, aquellos que las han ayudado a crecer como persona y sentirse bien consigo mismas y con las personas de su entorno, en virtud de los nuevos logros alcanzados; beneficios socioeconómicos, ya que consideran que otras de las bondades obtenidos con su participación en la misión ha sido la ayuda social y económica y las becas recibidas; los netamente económicos y finalmente los beneficios alimentarios, específicamente en aquellas mujeres trabajadoras de las Casas de Alimentación, quienes afirman que al participar en

PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LAS MISIONES SOCIALES,ARAGUA, VENEZUELALaura Maldonado Acostapp. 203-217

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esta misión han recibido aparte de la ayuda económica, la comida para ellas y sus familiares más allegados.4.- En cuanto al nivel de participación de las mujeres estudiadas en cada una de las Misiones Sociales, se observó que alguna de ellas ya ha participado o están participando simultáneamente en otras misiones, lo cual evidencia la perseverancia y disposición de la mujer, dadas las condiciones. En este sentido han logrado vencer barreras que antes la oprimían y porque además han explorado y sacado a la luz las potencialidades y capacidades que residen en su interior realizando otras actividades adicionales al cuidado y trabajo del hogar.5.- Se reconocen cuatro indicadores que sugieren la existencia de aportes positivos en las misiones sociales, y ello tiene que ver con el aspecto de inclusión y adquisición de conocimientos; contribuye a la superación en diferentes niveles y finalmente porque se puede ayudar a otras personas.6.- La contribución significativa de las misiones, en el caso objeto de estudio, se infiere a partir de la satisfacción que sienten las mujeres al participar en las mismas; se evidenció que casi en su totalidad las mujeres estudiadas se sienten a gusto por participar en ellas, pues consideran que están incluidas en aspectos como la educación y en general en la sociedad, así como también, les complace poder adquirir nuevos conocimientos que le permitirán lograr las metas que alguna vez se plantearon en la vida, y porque pueden, a través de ello, mejorar su calidad de vida.

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Isabel Falcón “Éxtasis”