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NOTA LEGALEl presente documento de trabajo ha sido incluido dentro de nuestro repositorio de literatura gris por solicitud del autor, con �nes informativos, educativos o académicos. Asimismo, los argumentos, datos y análisis incluidos en el texto son responsabilidad absoluta del autor y no representan la opinión del Fondo Editorial o de la Universidad.
DISCLAIMERThis coursework paper has been uploaded to our grey literature repository due to the request of the author. This document should be used for informational, educational or academic purposes only. Arguments, data and analysis included in this document represent authors’ opinion not the Press or the University.
PAUTAS PARA ANÁLISIS DE TEXTO
Carolina Soto-MéndezUniversidad Cooperativa de Colombia
Sede Bogotá
Documentos de docencia | Course Workcoursework.ucc.edu.co
N.° 10, octubre de 2016doi: http://dx.doi.org/10.16925/greylit.1596
BY NC ND
Este documento puede ser consultado, descargado o reproduci-do desde nuestro repositorio de documentos de trabajo (http://coursework.ucc.edu.co) para uso de sus contenidos, bajo la li-cencia de Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Sin Obra Derivada 4.0 Internacional. http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Acerca del autorCarolina Soto-Méndez. Abogada, dea en Bioética y Biojurídica, Universidad Rey Juan Carlos, España. Coordinadora y profesora de la línea de investigación de Derecho, Cultura y Sociedad, Centro de Investiga-ciones Jurídicas, Políticas y Sociales, Facultad de De-recho, Universidad Cooperativa de Colombia, Bogotá, Colombia.
Correo-e: [email protected]
Cómo citar este documentoSoto-Méndez, C. (2016). Pautas para análisis de textos. (Documento de docencia N.° 10). Bogotá: Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. doi: http://dx.doi.org/10.16925/greylit.1596
TABLA DE CONTENIDO
Introducción 5
El proceso de la lectura 5
Estructura básica de un texto 6Técnicas de lectura 8Extracción de ideas principales 9Tesis y argumento 10
Resumen 10
Referencias 11
PAUTAS PARA ANÁLISIS DE TEXTO
Carolina Soto-Méndez
RESUMEN
Esta guía propone algunas estrategias para que los estudiantes mejoren sus habilidades de lectura y optimicen el conocimiento que adquieren al mo-mento de leer. Para ello, este documento empieza por presentar la estructura de cualquier texto, es decir, de cada una de las partes y características que tiene un documento; luego, presenta algunos tipos de lectura que pueden darse. De esta manera, esta guía lleva a cómo identificar las ideas esencia-les de cualquier texto, la estructura y coherencia que pueden tener las mismas, así como la inten-ción del autor, para un último, presentar en el resu-men la manera de sintetizarlas.
Palabras clave: comprensión lectora, estructura de textos, identificación tesis, lectura crítica.
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IntroducciónLa lectura es parte fundamental en cual-quier proceso de aprendizaje; cada vez que nos enfrentamos a un texto, lo hacemos con la necesidad de comprender las ideas que expresa pues esto nos permitirá dar una utili-zación apropiada al conocimiento que adqui-rimos. Sin embargo, para muchos la lectura es algo poco placentero y esto se debe a los erro-res que aprendimos y, que durante mucho tiempo, hemos repetido en el ejercicio de leer, lo que hace que aprender sea más difícil, más tenso, más complejo.
Hoy en día nos encontramos frente a gran-des cantidades de información disponibles a tan solo un clic; es por esto que la lectura se encuentra lejos de ser una herramienta de aprendizaje en desuso, ya que es nece-saria para procesar mucha información en poco tiempo. No se trata tampoco de desesti-mar otros medios de aprendizaje; se trata de potenciar y mejorar las habilidades que tene-mos al momento de comprender un texto.
Es así, como leer es la base fundamental para analizar un texto, para apropiarnos del conocimiento que nos proporciona. Cualquier documento nos aporta grandes cantidades de información, pero es a nosotros a quienes les corresponde evaluar la calidad del texto, su aplicabilidad, su utilidad y al final, somos los lectores quienes nos beneficiamos del cono-cimiento que nos aporta un texto. De esta manera, aprendemos y vamos más allá de repetir las palabras que leemos, evaluamos y reevaluamos; nuestro conocimiento nos per-mite usar y aplicar lo aprendido en el ejercicio profesional de cada persona.
El proceso de la lecturaLa mayoría de personas que saben leer y escribir solo pueden ver aquello que está escrito, pero no comprenden su contenido. La lectura que hace la mayoría de personas
es simplemente fonética, es decir, pueden
“asociar cada letra con su correspondiente
sonido”, y a la vez con su correspondiente
imagen (De Zubiría, 2006, p. 13). Sin embargo,
desafortunadamente no comprenden la tota-
lidad de su contenido.
A esto se suman los malos hábitos de lectura
y estudio que durante años se han acumu-
lado en las aulas. Es recurrente encontrar
estudiantes que no suelen utilizar ningún tipo
de diccionario cuando, durante el proceso de
lectura, surgen dudas frente a un término. De
igual forma, se encuentran personas que a
la primera lectura (una simple ojeada) de un
documento, desisten y deciden no continuar
con la lectura, al considerar que el nivel de
la misma es muy alto y no cuentan con las
capacidades para ello. Sin que sea el objetivo
de este texto, estas situaciones dejan entrever
cuales son las principales dificultades a las
que se enfrenta un lector investigador.
Por ello, se hace necesario establecer unas
pautas y unos lineamientos generales para el
ejercicio de lectura que permitan desarrollar
capacidades de análisis y, por qué no, de argu-
mentación, los cuales además harán posible
el desarrollo de capacidades investigativas en
un lector.
Como pauta general, es importante destacar
que la lectura no puede ser ligera, ni tam-
poco puede ser poco consciente; la lectura
que se realiza en un proceso investigativo no
tiene un fin recreativo, sino de búsqueda de
información.
Antes de comenzar es importante tener en
cuenta:
• Para comprender el texto no basta con una
sola lectura. ¿Por qué? Porque la primera
lectura permite comprender la estructura
del texto, y las lecturas siguientes son
para extraer la información necesaria.
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• Un error común que cometen muchos lectores y estudiantes es subrayar en la primera lectura. En esta práctica se corre el riesgo de subrayar ideas que no son importantes, y es así como se encuen-tran textos en los que hay páginas enteras subrayadas.
• La situación mencionada anteriormente ocurre porque se desconoce la estructura
de un texto y, aún más, la estructura del párrafo.
Entender la estructura de un texto y cómo están ordenadas las ideas en él, facilita el pro-ceso de lectura y la comprensión del mismo, ya que su organización depende de la inten-cionalidad del autor para presentar y argu-mentar las ideas.
Estructura básica de un texto
Palabra Oración Párrafo Apartado Texto
FIGURA 1. Elaboración propia, basada en Sánchez (2006).
Las palabras son la base de la estructura de un texto. Si bien estas son importantes (como también lo es la construcción de las oracio-nes), son los párrafos “las unidades estructu-rales y significativas” de un texto, porque a través de ellos se desarrollan las ideas prin-cipales y secundarias de acuerdo con el plan de escritura utilizado por el autor (Sánchez, 2007, p. 238). Comprender esto le facilitará al lector-investigador el proceso de hallazgo de ideas principales, así como determinar la tesis del texto, sus correspondientes argumentos y las proposiciones derivadas de ella.
Cassany (2007) define el párrafo de la siguiente manera:
Un conjunto de frases relacionadas que
desarrollan un único tema. Es una unidad
intermedia, superior a la oración e inferior
al apartado o al texto, con valor gráfico y
significativo. Tiene identidad gráfica porque
se distingue visualmente en la página (…)
empieza con una mayúscula, a la izquierda,
en una línea nueva, y termina con un punto
y aparte (…) Tiene unidad significativa
porque trata exclusivamente un tema,
subtema o algún aspecto particular en
relación con el resto del texto (p. 84).
Dada su importancia, el párrafo no puede estar construido de manera caprichosa. Tiene un orden y una estructura coherente. Pero, ¿cuál es esa estructura? Cassany (2007, p. 84) propone para un párrafo la estructura que se expone en la tabla 1.
TABLA 1. Ejemplo de estructura de un párrafo
Entrada inicial Elemento primordial porque ocupa el primer lugar en el párrafo y su función es introducir el tema o la idea central.
Desarrollo Desarrolla el tema del párrafo en mención. Puede ser a través de varias frases que expliquen, argumenten, definan, ejemplifiquen, etc., la idea central.
Conclusión o cierre Es tan importante como la entrada porque parte de su función es cerrar la idea expuesta en el párrafo. Puede ser en forma de comentario global o recapitulación que resalte un dato importante. Además, el cierre del párrafo debe ser claro, porque de él depende que la conexión establecida con la idea siguiente sea clara para el lector.
Nota. Tomado de La cocina de la escritura, por D. Cassany, 2007.
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Ya en el interior del párrafo, se suelen distinguir
varios constituyente: la entrada inicial, la
conclusión, el desarrollo, los marcadores
textuales, etc. El elemento más importante es
la primera fase, que ocupa la posición más
relevante: es lo primero que se lee y, por
lo tanto, debe introducir el tema o la idea
central (aquí la he marcado en cursiva).
Asimismo, la última frase puede cerrar la
unidad con algún comentario global o una
recapitulación (va subrayada) que recupere
algún dato relevante. En medio suele haber
varias frases que desarrollan el tema y que
a veces pueden estructurarse mediante
marcadores textuales (en negrita) [pág.
154]. Pero raramente los párrafos contienen
todos estos elementos a la vez y de manera
tan evidente (como en este caso, que se
trata de un ejemplo premeditado). Lo más
normal es que tengan uno u otro, y más o
menos escondidos (Cassany, 2007, p. 84).
Los párrafos también tienen características. Sánchez (2006, p. 273) establece las que se exponen en la figura 2.
Unidad Temática Claridad comprensiva Coherencia semántica
• Relación con las ideas tanto preceden-
tes como las sucesivas.
• La idea habla por sí misma.
• su construcción parte de una serie de
oraciones unidas entre sí.
FIGURA 2. Elaboración propia basada en Sánchez (2007).
La ubicación de la idea temática del párrafo no siempre es la misma; estos pueden clasificarse de acuerdo con la ubicación y formulación de
la idea. Siguiendo a Salazar (2009, p. 15), pue-den clasificarse así:
TABLA 2. Tipos de párrafo
Tipo de párrafo Definición Clases
Informativo
Es el que sustenta el contenido del discurso, y se caracteriza por poseer una sola idea temática, que se desarrolla por varias ideas subtemáticas o secundarias. La idea directriz puede ir al comienzo, en medio o al final del párrafo, o estar diluida en él.
DeductivoLa idea temática va al comienzo y las ideas de desarrollo o secundarias vienen después.InductivoContrario al deductivo. Las oraciones secundarias o de desarrollo van al comienzo y la idea temática va al final como conclusión.Inductivo-deductivo En este párrafo la idea temática va más o menos en la mitad del párrafo; es decir, que se inicie con ideas de desarrollo, se enuncie la idea temática y se culmine con nuevas ideas de desarrollo.Entreverado Se diferencia porque en él es difícil situar la idea temática al comienzo, en medio, o al final. Por lo mismo, no hay oración directriz, pero sí se presentan oraciones de desarrollo, y de todo el párrafo se puede extraer la idea temática.
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Tipo de párrafo Definición Clases
Funcional
Son los párrafos de corta extensión, no desarrollan tema, ayudan a orientar la exposición del pensamiento entre párrafos y así garantizan la cohesión, coherencia y unidad del escrito. Las oraciones de estos párrafos solo colaboran en el desarrollo de las proposiciones contenidas en los párrafos que les anteceden o que les siguen.
Encabezamiento
Introduce el tema y motiva al lector.
Enlace Relacionan la información de un párrafo anterior o uno que va a aparecer más adelante. Se pueden considerar como conectores mayores.Conclusión
Finalizan o resumen lo expuesto.
Excepción Son los que se apartan de la estructura anterior.
Párrafos con una sola proposición principal, pero sin proposiciones secundarias. Por lo general, constan de una sola oración temática que se explica, se contiene y se justifica, no necesita de acompañamientos.Párrafos con dos proposiciones principales y con sus respectivas proposiciones secundarias.
Nota. Tomado de Manual para escribir. Pautas, reglas, pasos, por E. Salazar, 2009.
Técnicas de lectura
Una vez comprendida la estructura básica de un texto, es posible hablar de las técnicas de lectura. Existen diversas técnicas. Cada una de ellas tiene un objetivo particular y pue-den ser convencionales o no convencionales. Entre las convencionales se encuentran:
• Secuencial: lectura completa y sin repeti-ciones de un texto; es la forma tradicional de leer un texto.
• Intensiva: busca la comprensión de un texto en su totalidad y la motivación del autor.
• Puntual: es una lectura selectiva; solo se leen los pasajes o apartados que interesan.
Entre las técnicas no convencionales, se encuentra la técnica de lectura rápida, con cada una de sus estrategias correspondientes (Anónimo, p. 10).
Para extraer información de textos y realizar su correspondiente análisis, no basta con una lectura tradicional (secuencial). Para ello, es necesaria una lectura intensiva, puesto que esta permitirá la comprensión de la intencio-nalidad del autor y, además, hará posible la
verificación de la calidad de la tesis y de los argumentos utilizados.
Como se mencionó inicialmente, no es posible realizar una comprensión del texto con una sola lectura. Para ello se deben realizar por lo menos dos lecturas, y lo ideal son entre tres y cuatro. Incluso hay autores que proponen hasta seis lecturas (De Zubiría, 2006, p. 155). ¿Por qué tantas? Porque cada una tiene un objetivo concreto. Se pueden identificar cada una de ellas de la siguiente manera (Jiménez y González, 2004, p. 34):
• Lectura previa o prelectura: corresponde a la observación inicial del texto (ojear). Hace posible valorar si el texto es rele-vante y necesario para la investigación, así como también permite establecer si es necesario leer el documento en su totali-dad, o solo unos capítulos o apartados.
• Lectura comprensiva: como su nombre lo indica, hace posible la comprensión del texto; permite entender su estructura, lo que es esencial para evidenciar sus ideas principales. Para este paso es necesario que el estudiante se apoye en herramien-tas tales como los diccionarios etimológi-cos y jurídicos, pues le permiten despejar
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las dudas de léxico que van surgiendo en el proceso.
• Lectura para notas al margen y subra-yado: a partir de la lectura comprensiva, el lector investigador ya puede realizar una lectura con el fin de encontrar las ideas o conceptos principales. Puede uti-lizar las notas al margen para destacar en el texto elementos fundamentales del mismo, las cuales se realizan a través de una palabra o llamada en el texto (puede ser un asterisco o admiración) que facili-ten la ubicación de definiciones, caracte-rísticas, formas, elementos, estructuras, causas, consecuencias, etc., y son estas mismas palabras las que se pueden utili-zar para las notas al margen.
El subrayado, a su vez, busca destacar las ideas principales del texto, las cuales se encuentran inmersas en los párrafos tal como se explicó anteriormente. No es necesario subrayar el párrafo completo, basta con des-tacar la expresión o palabra clave para ello.
Extracción de ideas principales
El subrayado es fundamental para el proceso de comprensión del texto que se estudia. Sán-chez (2006, p. 435) establecen las siguientes pautas que permiten un buen ejercicio de subrayado:
• La importancia del tema y el conoci-miento que se tenga del mismo tiene una relación directa con la cantidad de texto a subrayar.
• No debe realizarse el subrayado en la pri-mera lectura, porque se caería en la ten-tación de pensar que todo es importante.
• El texto subrayado ha de tener sentido por sí mismo.
• Independientemente de la importancia del tema, es crucial economizar al momento de subrayar.
Al realizar el subrayado del texto, se identifi-can las ideas principales. Estas son importan-tes porque a través de ellas se halla la tesis y los argumentos del documento; dichas ideas están distribuidas a lo largo del documento y presentan las características del mismo. A través de ellas, es posible establecer el conte-nido real del texto, elemento crucial para el análisis de la información.
De la misma manera que están distribuidas las ideas dentro del texto, cada una de las ideas principales halladas cumple una fun-ción; establecer cuál es la función que cum-ple cada una permite así mismo establecer la tesis del texto.
Para alcanzar este objetivo, pueden seguirse las orientaciones generales que facilita Miguel de Zubiría (2006), las cuales pueden resumirse de la siguiente manera:
• Lectura comprensiva del texto.
• Identificación de las macroproposiciones (ideas principales).
• Identificación de la tesis (surge de las ideas principales).
• Identificación de los argumentos.
Así, de acuerdo con Zubiría (2006), una vez se tienen las ideas principales, se reco-mienda hacer un listado numerado por orden de hallazgo de las mismas. Esto facilita el hallazgo de la tesis y de los correspondientes argumentos en un texto largo.
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Tesis y argumento
TesisLa tesis es el eje central del texto, es la “columna vertebral” del mismo y no suele estar explícita en el documento. Es usual que esté implícita en las ideas principales y es deber del lector investigador descubrirla; requiere de paciencia y de la misma práctica (De Zubiría, 2006, p. 27).
¿Cómo hacer para saber si la tesis elegida es la real?
De acuerdo con las orientaciones de Miguel de Zubiría (2006), pueden seguirse las siguientes pautas:
• La tesis se caracteriza por ser el eje central de todas las ideas principales y, de una u otra manera, el resto de ideas se someten a ella.
• Es necesario contrastar las ideas extraí-das (a las cuales Miguel de Zubiría llama macroproposiciones) con la tesis, a fin de verificar que aquellas argumentan, definen, caracterizan, se derivan, etc., de ella, y de esta misma manera se deben ir clasificando.
• Una vez detectada la tesis, es procedente encontrar la posición que ocupan el resto de ideas dentro del texto. Cada una cum-ple una función específica y por ello es necesario que a cada idea se le asigne su rol correspondiente: determinar cuáles argumentan, cuáles ejemplifican, cuá-les definen, cuáles se derivan, cuáles son
consecuencia, etc. Este ejercicio permitirá contrastar cada una de las ideas inmersas en el texto.
Cabe resaltar que es necesario establecer la veracidad de una idea; esto es posible a tra-vés del análisis del uso del lenguaje. Cuando el lenguaje que se utiliza para explicarla o sustentarla es claro, preciso, concreto, perti-nente, no es difuso y además el autor hace uso de citas y referencias expresas, es lícito inferir que el autor del texto está seguro de que a tra-vés de sus palabras transmite verdad. Expre-siones como “se dice”, “se entiende”, “algunos dicen”, “es sabido” son utilizadas para dar sensación de seguridad al lector, tratar de convencerlo y hacerlo adepto, pero probable-mente el autor no esta convencido de trans-mitir verdad alguna.
El hallazgo de inconsistencias y contradiccio-nes también permite aclarar cuando un docu-mento tiene un fin propagandístico y sirve a algún orden o interés particular (Paul y Elder, 2003, p. 15).
ResumenCuando se ha realizado este ejercicio, el lector investigador ya debe tener claro el universo del texto y comprende claramente la posición del autor, de manera que debe ser capaz de expresarlo en sus propias palabras.
Al momento de redactar el resumen es impor-tante tener en cuenta que no se puede incluir información o datos que no se encuentren en el texto original, y el lector investigador puede mantener el mismo esquema de distribución del texto primario (debe ser coherente).
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