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Pequeña Poesía Postraumática, de Ni Gara

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En la vida del editor underground, a veces, se obran pequeños milagros. Tal es el caso de este proyecto de libro digital. Descubrir diamantes en bruto creativos debería ser obligación cotidiana... Ni Gara llegó hasta mí de la mano de Gsús Bonilla y de Ana Curra, y su verbo, su pequeño verbo poético postraumático se ancló con fiereza en mis entumecidas conexiones neuronales provocando pequeñas explosiones nucleares a escala reducida.... los infernonautas entendemos de qué va esto, y sus siete nombres del diablo tienen en parte la culpa... En la vida del editor underground se obran pequeños milagros, y este en concreto tiene nombre de mujer... Ni Gara...y tiene toda la vida por delante para seguir sorprendiéndonos con lo profundo de su misterio, con la poética de su trauma y con lo delicado de su fuerza interior... gracias por manifestarte en mi existencia!

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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NI GARA.

Pequeña Poesía Postraumática.

Neurótika Books

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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biografia mutante

“Biografiáte", sugirió el capitán, mas cuándo

fue mi vida, vida y no un enredo, jardín que

yo misma labro, jardín en el que yo crezco.

La verdad, ese horror del que renegué al

crecer, ese escándalo que me ofreció el mundo

siendo aun tan joven. La mentira, ese huerto

que he ido arando entre el eléboro y la

palabra, mientras las gardenias y la cordura

se han quedado en un cajón. Cómo viví, ahora

pienso por primera vez en veintiséis años.

Todo era fácil. Nací el diez de octubre de

1986. Estudié en varios colegios, mis padres

se divorciaron. Luego tuve un hermano por

parte materna, algo maravilloso, ahora no sé

nada de él. Yo tenía millones de amigos, y un

montón de regalos por Navidad, a pesar de

haber decidido por mí misma no hacer la

comunión. Aprobaba todos los exámenes,

aprendí a leer y escribir antes que nadie,

también dejé el colegio y la cagué con los

colegas antes que nadie. Me pasé al lado

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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oscuro. Mientras algunas trabas frívolas se

pegaban a mis suelas (fetos, violaciones,

cuchillos) , yo inventaba un infierno caótico

y lo llenaba de buitres carroñeros,

psicodelia y trastornos dispuestos a

devorarme hasta las vísceras. Nada

proporcional. Me rendí, no peleé, la

literatura no me sirvió de nada. Lo sabía

todo sobre los cuentos, los escribía, los

acariciaba, pero no aprendí nada de ellos. Lo

complicaba todo. Podía haber sido una gran

escritora, una gran maestra. Una gran

filósofa, tal vez. Yo convertía en caos todo

lo que tocaba, y también todo lo que

escribía. Nunca terminaba nada. Quizá por eso

nunca escribí una novela. Tampoco sabía muy

bien dónde vivía. Nací en el País Vasco y

viajaba por él buscando mi sitio aunque mi

sueño era vivir en Londres. Hubo un par de

chicos que me quisieron mucho y los traté

mal. A todo esto, nunca dejé de escribir.

Sobre cualquier cosa. A los catorce ya me

metía anfetaminas en casa y mis huesos

siempre iban a parar al pabellón de los

enfermos del alma.

"Biografiáte", sugirió el capitán, mas cuándo

fue mi vida, vida y no un enredo, jardín que

yo misma labro, jardín en el que yo crezco.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Prólogo de Gsús Bonilla

El insomnio es una lucidez vertiginosa que

convertiría el paraíso en un lugar de tortura.

E. M. Cioran

INSOMNE CRÓNICA DE LUNES

Un domingo imprevisible, amaneces de esta guisa:

ojeroso y con resaca, como excomulgado de la vida

común y de la gente de siempre. Temprano, que es

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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como se iluminan los subterráneos. Al margen de la

infinita resurrección en las buenas costumbres.

Te odias un poco, porque ya tienes una edad y

quieres enmendar tus desatinos, cumpliendo como un

guerrero, con tu oficio de progenitor.

Al parque, llévame al parque Papá -dice mi

pequeña de dos años-.

Un cubito. Una pala. La rasqueta y un par ...de

litros de agua. Souvenires de contienda, supongo.

Armados de felicidad, contra el hábito y la mala

praxis.

Nos.

Mi ella, y yo, dirección al terrario y al

encuentro con otros holgazanes que también velan de

sus pequeñas sílfides. Da comienzo, entonces, tu

minúscula batalla festiva y matinal de flanes de

arena, mocos pequeños, risas anchas y el brillo en

los ojos que se desprende de los llantos

insignificantes. Hasta que suena el móvil y se ha

de poner fin a la contienda. Al otro lado del

teléfono hay una voz urgente, que pide mi auxilio.

Ésa era, un poco, mi atmósfera literaria de las

primeras horas, aquella mañana. Uno, que es

desmemoriado, aunque crea que tiene una memoria

paquiderma, se suele acompañar de una pequeña

libreta y un mínimo lápiz. Una manera, de tantas,

para atender al olvido. O, al miedo a perder

detalle en las ocasiones mayúsculas.

Acontece, como decía, un domingo de primeros de

Enero.

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Tratamos de concretar lo que en unos días será

un libro explosivo, y que reúne la poesía de cuatro

autores de traca contemporánea. Uno de ellos es El

Ángel, músico y poeta, incendiario de los últimos

ochenta y primeros noventa. Ese día tengo el

encargo y acudir (al de la llamada, mi editor, le

es imposible) a una cita ineludible. Con la

soberbia Ana Curra es el encuentro, como

bienhechora de la obra de este autor, pues él,

desde hace casi dos décadas, lamentablemente no se

halla entre nosotros.

En una de las tantas calles céntricas de este

Madrid mierdoso hay un museo a la caña de cerveza

con su tapa. Es el día y la hora, seguro que más

idóneo para venerar esta práctica, también para

celebrar la entrevista acordada.

Entre caña y caña vamos glorificando los textos

del poeta, limando tecnicismos, acordando el

material a publicar. Entre caña y caña

intercambiamos leídos añosos y lecturas recientes,

y, entre tantos autores, de sus recientes, hay un

nombre que destaca y sobresale en la boca de Ana:

Garazi, dice. Insiste. Aúlla.

Ni puta idea. Se me escapa.

Garazi. Gara. Ni Gara (como nick virtual en la red

de redes).

Tienes que leerla Gsús, se obstina Ana.

Supongo, que he de hacerlo.

No porque intuya cualquier atisbo de

imposición, sino porque me influye más el hecho de

que llamean sus pupilas al sugerirme tal lectura -

hace mucho tiempo que supe que la sinceridad es

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algo muy preciado; tampoco he creído nunca que se

ande por ahí, descuidándola, cuando no,

derrochándola, como si fuese una moneda mal ganada-

. Y Ana no habla, y mucho menos aconseja, de balde.

Es en esa misma tarde cuando me hago cargo del

consejo de Ana y me incrusto en unas cuantas notas,

algunos poemas, y, otros textos, que Ni Gara tiene

subidos en su facebook.

Puedo decir, que aquél, fue un día de suntuosas

emociones y recuerdo que me costó sobremanera

conciliar el sueño, y, es muy posible, que aquella

noche no durmiese o como mucho acabase, entre

vigilia y vigilia, adormilado en el sofá. Es ahora,

que retomo sus textos y leo esta recopilación de la

corta, que no menor, obra de Garazi, cuando

entiendo lo que definitivamente, aquella madrugada,

me quitaba el sueño.

Acometí sus poemas con cautela y distancia. Me

apasionaron los discursos y me atrapó el lenguaje.

Me turbó la idea de estar ante una poeta en

ciernes. Por descubrir.

Y me topo frente a una autora que se encuentran

en una primera infancia literaria, absorbiendo

sobremanera el mundo que le rodea, en la que se

digiere, poco a poco, sus conservadurismos inútiles

de doctrinas y valores tradicionales; expulsándolos

paulatinamente también, palabra por palabra, verso

tras verso, poema a poema; ofreciéndonos, con el

coraje y la transcendencia de los alevines

incautos, el humus de los nuevos excrementos para

la parálisis de las flores antiguas.

Es éste, justo el mejor momento, para sembrar,

como cuando la tierra está húmeda y blanda; después

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han de transcurrir unos cuantos años. Antes de que

a la mala hierba se le ocurra endurecer el terreno.

Es bastante caprichoso por mi parte, pero no me

resisto en establecer cierta semejanza en el

exasperante ejercicio de escritura de Garazi y la

no menos enrabietada práctica de Félix Francisco

Casanova (el invernadero, 1974; cuello de botella,

1976; El don de Vorace, 2010.); librar quiero,

entre ambos, cualquier momento “sálvame” de

tendencias suicidas y otras oscuridades que no le

van al cuento, de manera que se me antoja y me

ajusto a la afinidad que mismamente encuentro en la

insultante juventud por la que ambos empiezan a

interesarse por el ejercicio de escribir, la

fascinación por la otra música y la escritura como

hábito y exceso. La creación de universos

delirantes en otro lugar bien distinto a los que en

éste conocemos; angustiosas realidades aparte,

alucinantes como los sueños tuertos: Garazi en el

estado de las pesadillas, posiblemente escribirá un

venidero y postmoderno Lewis Carroll.

Del mismo modo, que de aquella dificultad para

conciliar el sueño me implicó el adentrarme en el

universo de Garazi, surgió también la idea de que

la obra de ella encajaría de tal manera, como se

ajusta un elástico guante sobre la mano, en el

proyecto neurótiko de José Manuel Vara, pues Vara

es un veterano clandestino en las cloacas de la

literatura oficial de este país. Un outsider, con

casi dos décadas de fotocopia, grapa y papel

doblado, a sus espaldas; de iniciativas que tienen

la identidad propia del que alcanza, por derecho,

no dejar indiferente a nadie; adquiriendo sus

propuestas otras profundidades, más allá de la

mente común y que se hincan en el alma de cualquier

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mortal, acorralando al lector de subsuelos y

catacumbas en el oxigeno de los precipicios.

Está casi que amaneciendo y he de ponerme manos

a la/s obra/s de arte, así que contacto con él, y

con la misma sinceridad que a mí me llegó, unas

horas antes, al mediodía, a través de Ana, le

recomiendo que lea los escritos de Ni Gara.

Y así se ve que lo hizo.

Obvio. Han pasado unos pocos meses desde

entonces, y aquí estamos,

tan alegres y jóvenes, con la edición digital de

“Pequeña poesía postraumática [ASCO] (Neurótika

Books, 2013)”, la oficialidad en la poesía de Ni

Gara, para el regocijo de los bichos de siempre,

con la paranoia justa de los insomnes.

Gsús Bonilla. Feb, 2013

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Prólogo de Ana Curra

- Agnus Dei-

Fue el 15 de Agosto de 2012,en el Café

Antzokia, el primer día de la Bilboko Aste Nagusia

al terminar el concierto de "Ana Curra presenta El

Acto". En el camerino todo era adrenalina en

exceso, acabamos el concierto con" Autosuficiencia"

y "un Día en Texas", alto voltaje. Los amigos,

conocidos y quien quiso empezaron a desfilar por la

trastienda entre sudor, endorfinas y lo propio de

un fin de fiesta.

Se me acercó, quería estar pegada, plasmar y

congelar el momento, una y otra vez, otra.., y otra

más. Ella quería agradecerme "todo" por nuestra

música que le había acompañado en su adolescencia.

LLamó mi atención su actitud implorante, parecía un

gorrión bateado por el viento y expulsado

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precozmente del nido. Su carita aniñada y dulce

sonreía con devoción y con freno de timidez.

Algo me dice que nunca supo que la carcajada

también existe. No pasó desapercibida para mi entre

todos los allí congregados en el ritual de El ACTO.

A mi vuelta a Madrid colgó nuestra foto en su

perfil y comenzaron nuestras misivas. Me fijo en

sus escritos, pensamientos y referencias musicales.

Me sorprende su forma de expresarse y el contenido

de sus comentarios.

- Conexiones aparentemente fortuitas. El

Ángel-

Gara me escribe emocionada, ha

descubierto "Polvo de Ángel", el único disco que

grabó" El Ángel y Los Volcánicos". Lo lleva

escuchando sin parar y descubre que yo me encuentro

en la grabación .Ha comenzado a tirar del hilo, a

poner eslabones en la cadena. Ha descubierto un

tesoro y quiere que mas gente lo haga. Abre una

página en el facebook y decidimos llevarla entre

las dos. Yo le hablo del libro que publicó, "Los

Planos de la Demolición". Gara se sumerge en sus

poemas y canciones, le transmuta.

- Lapsus de comunicación-

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Garatzi ha sido ingresada en el

Hospital Psiquiátrico. Ha sufrido un resbalón, un

acto fallido. Nuestra comunicación interrumpida.

-Hola Ana…estoy en el hospital…intenté suicidarme,

menos mal que me salió mal…

Mis alarmas se disparan, me agobio, me

desbordo…poco sabía yo de Ni Gara y menos aún de

Garatzi.

Comienzo a hacer preguntas y sobretodo insisto en

que escriba, escriba y escriba como le decía Don

Genaro a Carlitos Castaneda. Así no te volverás

loca.

-Lo siento Ana..tengo un trastorno de la

personalidad. Soy pescatera, me encanta hacer

música, escribir cuentos, letras….hace poco me

quedé sin trabajo, dejé de comer…mido 1´73 y peso

50kg..y una persona a la que quiero muchísimo me ha

tratado muy, muy mal..lo veía todo negro…no es que

ahora lo vea rosa, ni blanco, pero quiero ir a tu

próximo concierto y a muchos más.

No sobro yo, lo que sobran son otras cosas.

A tu pregunta de quién soy y cuál es mi nombre. Yo

soy La Gracia. Por cierto, toda tu música ha estado

presente en mi ingreso, no paraba de escucharte.

Gracias por todo Ana.

" 1 que ocupa 4 " A Gara

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por un momento me siento

como el Bautista en el Agnus Dei

no me gusta sentir eso

prefiero ser, Su Siniestrísima Majestad

no me gustan los corderos

mucho menos, bautizarlos

Gara me está tocando y dislocado

la bruja que llevo dentro

yo también padezco trastorno de personalidad

que tire la primera piedra quien no.

- El mar parecía en calma, era un

espejismo.-

-Ana, el martes recibí un email terrorífico de mi

madre en el que leí entre líneas que iba a quitarse

la vida. Cuando llegué corriendo ya llevaba 6h con

120 pastillas encima. Estoy cuidando de mi hermano

pequeño de 14 años, estoy agotada, apenas me

levanto de la cama, he dejado mi terapia.

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Que puedes decir? poca cosa. Me repito. Gara

escribe!!!!,escribe o te volverás loca.(Se está

construyendo su Pequeña Poesía Postraumática)

-Viaje a Londres-

Gara se va a Londres, una semana merecida de

descanso. En una libreta que compra en el Teatro de

Shakespeare y que le recuerda a El Ángel escribirá

un montón de poemas y pegará un montón de recortes.

Es un diario manuscrito que me regalará en nuestro

próximo encuentro, en un concierto en Durango. A mi

vuelta a Madrid me pongo manos a la obra, hay que

sacarlo.

Garazi y su Yo penden de un hilo. Sus palabras no.

" canción" A Gara

la vida es un océano

al que nos tiran sin piedad

soñamos con un barco y navegar

pero pronto, muy pronto, hay que aprender a achicar

el barco está ebrio

y las olas azotan con furor

la música siempre suena

y nos ponemos a bailar

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nos hundimos!! nos hundimos!!

grita el capitán

las gargantas afónicas

se han quedado sin voz

las palabras no.

-Nuestra última misiva-

-Gara, ha sido San Valentín…no has escrito nada al

respecto? Estoy segura has sentido la tentación,

para bien o para mal debieras hacerlo. Cambiando de

tema, como madrina tuya que me has coronado, he de

escribir una introducción a tu poesía. No me

resulta nada fácil. Que tal con tu último novio?

Hola Ana!!! Aparte de lo del curro, voy bien. Ayer

me marché de su casa, no podía más, pedí sopitas en

casa de mi padre y estoy aquí, tranquila. Nunca he

sabido muy bien escribir sobre el amor; la verdad,

el único poema que me salió así fue para ti!!

"Poema de amor para una Musa". Tengo 26 años. Yo

tampoco sé qué decir sobre mí, vaya lío, si hubiese

estudiado algo quedaría super bien en el prólogo:

Licenciada en filología hispánica y en historia del

arte. Pues no. Terminé la E.S.O y dejé el

instituto, me puse a trabajar de cajera de

supermercado, luego en un videoclub, lo que iba

saliendo, que por entonces era mucho. Lo dejaba, y

sigo dejándolo todo a medias, quizá por eso nunca

he sido capaz de escribir una novela, un ensayo o

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una obra de teatro (todavía). Así voy, buscando un

sitio seguro al que ir. Mi escritor favorito es

Dámaso Alonso, pero eso es una gaita porque me

gustan muchísimos escritores y en muchos géneros,

igual que en la música. ¿Podrías amar sólo una

canción? Lo que pasa que le respeto porque sabía

mucho y a mi juicio era muy humilde y se expresaba

muy bien, cualidad que como podrás ver me falta

mucho. Aprendí a leer con tres años y desde que

tengo uso de razón he escrito, no sobre algo

concreto sino lo que me iba saliendo en ese

momento, sobre todo escribía relatos cortos y

cuentos, incluso hace poco escribía letras para una

banda que duró menos que su nombre. Ni significa yo

en euskera. Nunca me había dado por escribir poesía

hasta que me ingresaron en el hospital el año

pasado, hace unos cinco meses, muy fuertemente

influenciada por El Ángel ya no sólo por su poesía

sino por su lección final frente a la vida. También

ocurrieron cosas terribles durante esa transición.

Y escupía en el papel. Así siguen las cosas,

buscando mi sitio en el mundo con el corazón en un

antro de Londres. Navegando en un barco fantasma

sobre un mar de palabras. Pero gracias a ti ahora

el barco tiene un Capitán, como los barcos de

verdad, y a algún sitio irá. En él suenan los

Pogues y amanecemos "envueltos en ron", como los

buenos piratas, los Clash, Bukowski, Ezra Pound,

Leopoldo María Panero, Su Ta Gar, Paralísis

Permanenete, Italo Calvino ó Jesus and Mary Chain.

Estoy con gripe, pero continuará.Un superabrazo

eléctrico, muchas gracias por todo Ana, eres la

mejor. ¿Tú crees en Dios?

Mucho y nada resta por decir, no importa demasiado

lo que yo explique sobre Gara, lo que importa son

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sus poemas, letras, cuentos, palabras hilvanadas al

son de su existencia, escritas con pudor, con

verdad, con talento, con dolor, sin victimismo, con

arrojo, con ternura, con crudeza, con todos los

matices de la vida, de la suya.

Lo que yo creo sobre Dios forma parte de nuestra

correspondencia y no merece protagonismo aquí.

Agradecer a Gsús Bonilla y Jose Manuel Vara su

apoyo inestimable para que Ni Gara pueda ser leída

por aquellos que tengan que hacerlo.

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NI GARA

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LOS SIETE NOMBRES DEL DIABLO.

CICLOGÉNESIS.

Inmersa en la nada,

aburrida ciudad,

me entrego a Zaratustra

extraditada del sueño.

El fin de Dios ha llegado.

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Huíd, adictos.

El fin de Dios ha llegado,

mi boca está abierta.

Sí, está abierta,

y vosotros sois testigos de mis entrañas.

Hambrientas suben a los cielos

a devorar los restos de los ángeles.

El fin de Dios ha llegado.

Los leones están en las calles,

han salido de la selva

a fornicar con potros, potros desbocados.

Las brujas visitan las casas,

se están llevando a nuestros hijos.

El que avisa no es traidor,

arrepintámonos pues, en el Akelarre.

El fin de Dios ha llegado.

Huíd, trastornados.

El fin de Dios ha llegado,

en efecto, mi boca está abierta.

Las ovejas han empezado a vomitar sobre los prados,

y las cabras a caminar sobre sus patas.

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El viento está quemando todos los rastrojos,

el fin de Dios ha llegado.

Mirad arder el cielo,

reducto de los mártires,

escuchad caer su cruz,

mi boca está abierta.

Y vuestros oídos, callados, por los siglos de los

siglos;

han celebrado la sordera.

Pero el fin de Dios ha llegado,

sí, mi boca está abierta.

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CALENDARIO DE ADVIENTO

Primer día de adviento, enciende la chimenea y

llama a Jesús.

Segundo día de adviento, escucha el lamento de los

locos.

Al tercero sube sin rumbo a la montaña

y aguarda pidiendo paz al vigésimo cuarto día.

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VILLANCICO INVERSO

Siete ovejas conté.

Una, dos y tres.

Y la séptima, Luzbel,

caminó sobre dos patas.

Siete ovejas conté,

cuatro, cinco y seis.

Y la séptima de ellas

reptó entre mis pies.

Siete ovejas conté

a merced de la Serpiente.

Sus ojos son testigos

de mi canción demente.

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NOCHEBUENA

Finalmente se han encendido los arbolitos ¡Cuánto

regocijo!

Las familias devoran animalillos muertos.

Así llenan el vacío de sus almas,

atiborrándolas de vicio.

Celebrad, bebed y mentid a vuestros hijos.

Llegará el día en que los lechones os devoren a

vosotros.

Y os daréis cuenta, finalmente os daréis cuenta,

que la eternidad después de la parca

es el mismísimo hogar de los gusanos.

Celebrad, comed y mentid a vuestros hijos.

Comprad cosas muy bonitas y relucientes en el lar

del capitalismo.

A esto sí que podría llamársele Belcebú, Luzbel,

Satanás, Samael.

Damian, Padre del enredo.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Belial, La serpiente, Jaldabaoth, el Dios negro,

el de este siglo, el Gran Dragón.

¡Pero qué hago hablando con los sordos! ¡Celebrad,

bienaventurados!

Celebrad, bebed y mentid a vuestros hijos.

EL PRIMER DÍA

Al trigésimo primer día me encontraba aún en mi

éxodo. Durante todo el viaje estuve junto a las

siete ovejas. Aquel día, cerca de la medianoche,

Luzbel, la séptima de ellas, caminó sobre sus dos

patas y se sentó a mi lado.

Ya está cayendo la sombra vieja,

déjame que me aparte un poco de éstas.

Venera el pasto, pues ahora sabrás,

y como sabrás, serás sabio.

Cada mes del año es un pecado, advierte en este la

gula.

¡Mira como se apresuran a devorar el ternasco!

Recuerda que llegará el día en que ellos os

mastiquen a vosotros.

Y entonces mi boca estará muy abierta y muy

hambrienta.

Mira como el pueblo festeja el último crepúsculo

y como los ríos de vino fluyen en sus casas.

Veo corderos degollados danzar en sus estómagos,

errando unidos en la copa de la ilusión rancia.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Al día siguiente nosotros ya habremos hablado desde

el bosque,

y ellos vomitarán sobre sus propias sobras.

Se sentirán enfermos y llenos de pecado,

y esto será a lo que llamáis El Primer Día.

LOS TRES MAGOS

Venid y celebrad,

que ya vienen los Magos,

que más que Reyes o cristianos,

son paganos disfrazados.

Vienen con oro para la tumba del niño,

incienso para el asesinato

y mirra para embalsamar al muerto,

el fin de Dios ha llegado.

Venid y abrid muy bien las manos,

acariciad la serpiente en el papel.

Este es el mes del vicio,

cantad, celebrad y mentid a vuestros hijos.

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A verbis ad verbera

·

(Año 2012, Octubre, Noviembre, Diciembre) Enero

2013

Suspiro

Suspiro,

suspiro porque ya hace unos noventa días,

noventa días o más que me encomendé a esta empresa:

La poesía, rue de la poésie, por tu calle suspiro,

porque aun no conseguí palabra provechosa impresa.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Abandoné los cuentos, pues ellos existen

porque la justicia no es si no un sino,

ahora que cada uno halle en su gloria;

la eterna paz en sí mismo. Yo, suspiro.

El enfermo en el enfer.

El enferno en el enfer

ya viene, postrado en la barca de Hades.

A la pobredumbre, al vicio,

a dónde navega su cadáver.

¿Qué música innoble sonará en su juicio?

¿Cuál será su hastía condena?

Pregunta la miserable de su madre,

ojo avizor, a varapalos.

El enfermo se sentirá rabioso,

pedirá trastornado melosa clemencia,

ha de saber que en el enfer también hay Ángeles,

pero están arrastrando sus propias cadenas.

Y yo, que escribí mil mentiras

necias más que bellas sobre el papel,

me iré con ellas ,blanquiazul,

en el enfer, en el enfer, en el enfer.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Jimmy Braxton

Jimmy Braxton es un tipo de esos con sombrero

marrón

y entra al bar con un palillo entre los dientes.

Descortés, pide un whisky,

y enciende un cigarrillo como si fuera una estrella

de rock.

Yo podría decirle muchas cosas a este tipo.

Como que aquí todos fuimos Jimmy Braxton

y ahora sólo somos ridículos cowboys

domando el vaso de la esquizofrenia

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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IRONÍAS V

El hospital es un sitio libre de humos.

Libre de humos, sí,

libre de gérmenes, no,

libre de venenos, no.

Gracias por no fumar.

El hospital es un sitio libre de humos.

Libre de humos, sí,

libre de cadáveres, no.

El cenicero

Malvivo, ebrio y vertiginoso, aturdido,

urdiendo la escena de tu marcha.

El ajetreo de tus caderas ausentándose de aquí me

hace vomitar,

y el cenicero repleto se derriba junto a mí,

y junto a mí besa la almohada,

liando tu olor a puta con su olor a tabaco, cocaína

y marihuana.

Envenena tu lápiz de labios,

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fusila tus jadeos de juguete.

Muy lentamente comienzo a desquiciarme como un

perro,

y la sirvienta me auxilia bajo esta luz tenue.

Me recuerda tanto a ti, limpia la cama,

pero ella sólo cobra una vez al mes, y lo hace

bien.

Yo mismo me encargo de la almohada, que le es

arrancada violentamente,

y mientras caen las cenizas recuerdo

que somos polvo y corpúsculos.

Y así partimos tú y yo, con la crueldad de mi mano.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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IRONÍAS IV

La Virgen María era una puta mentirosa.

Las palomas no eyaculan dentro de las mujeres,

eso sólo pueden hacerlo las ratas,

y de buena mano lo sabía José.

De mejor mano lo sabía su amigo,

al confesarse culpable en un paseo.

Pero él nunca le ayudó

a fabricar la cuna del bastardo.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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En mis sueños (Saint Jean Pied de Port, Noviembre

2012)

En mis sueños hay telarañas en las esquinas

y un cielo de pino en tu cara

y un hombre mirándote a través del cristal

deja flores en tu agujero.

En mis sueños inventé un borracho y un loco

para que le diera la razón,

y sus calaveras me miraban

con la paz que otorga tu muerte.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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El Sueño que salvó a su amo de la Pesadilla.

(Galdakao, 17 de Noviembre de 2012)

El espanto es un niño mimado,

y hoy un hombre lo atiborra de pastel.

Su sueño se conjura contra el nuevo soberano,

parásito medroso de ésta creación absurda.

No clames al Diablo,

no propagues la pesadilla infecciosa

no atormentes el alma de este hombre

con el crudo esperpento de tu espíritu.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Velatorio (Galdakao, 17 de noviembre de 2012)

Fuerza su voz, quebrada,

llama relajado a su familia,

su rostro presagia el final

frente al pegajoso llanto de los presentes.

No lloréis, buena vida tuve.

La batalla mata hasta al más veterano,

y ahora sólo quiero recoger

de las ruinas, en paz, mi corona.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Incesto (Galdakao, 16 de noviembre de 2012)

Noche tras noche me despierta un piano de cola

con la suave levedad del claro de luna,

proviene del final de la calle

y hoy bajé a mirar a través de sus ventanas.

Es una mujer la que lo acaricia

junto a un urgente deseo,

y con el alma descosida implora

arreglar su vestido de novia.

Sus ojos me recuerdan el tormento

y llora en silencio a una puerta sellada,

donde un borracho acuesta a su hija

arrancándola por siempre de su infancia.

Esta noche bajo el claro de luna,

he visto la demencia en sí misma,

y al olerme los ratones

han saltado hambrientos a mis ojos.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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La noche de los gatos (Galdakao, 16 de Noviembre de

2012)

Si las ciudades no estuviesen tan calladas por la

noche habría menos tormento y tortura,

y menos botellas vacías

pues no habría tiempo para pensar.

Si las ciudades no estuviesen tan calladas por la

noche

los niños no tendrían miedo a la muerte,

ni al Hombre del Saco,

ni al abandono o a la soledad.

Si las ciudades no estuviesen tan calladas por la

noche,

si estuvieran llenas de alegría,

todo se acabaría hundiendo,

por todo a lo que conlleva el vicio humano.

Puedo no estar en lo cierto,

y si las ciudades no estuviesen tan calladas por la

noche,

quizá las madres se sintieran tranquilas

y el enfermo durmiera aliviado.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Pero si las ciudades no estuviesen tan calladas por

la noche

los gatos no tendrían dónde montar su fiesta.

Y esto, esto sí que sería triste.

Una ciudad sin gatos.

Útopía (Saint Jean Pied de Port, Noviembre de 2012)

He inventado un lugar

y aquí no tiemblo

veo un puente desde la ventana

y no he de escribir bajo las sombras.

Me distraigo entre los árboles

como los poetas de los dibujos de los libros

siento el abrazo de mis amigos

y la mirada del que me odia durmiendo entre la

piedras .

Los turistas encienden velas por sus enfermos

todos se curan milagrosamente, claro

y las gotas de cera amontonadas

sellan todos los lamentos de los locos.

Sentí un escalofrío al irme

pero es tan difícil inventar un lugar como éste,

perpetuo hogar de paz

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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donde no existe el trastorno.

Ironías Parte II (Galdakao, 14 de noviembre de

2012)

Dime tú qué tierra es ésta

donde aplauden al payaso

y el alienado escondido

observa la escena perturbado.

Tapa su alma con un árbol añoso

mientras redoblan las campanas en su mente

y las palabras vacías que escucha desde el asiento

devoran la cordura al condenado.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Presentimiento de invierno (2012, Hospital

Psiquiátrico de Galdakao)

¿Sientes frío?

Yo, mucho.

Este invierno quiere matarnos

Tengo un presentimiento, sólo es eso.

¿Sientes frío?

Yo, mucho.

Más de lo normal, si cabe,

pues tengo un mal presentimiento..

Es muy fuerte,

creo que vendrá el viento del norte

y que ésta vez no resistiremos

moriremos, acabaremos.

Terminaremos la partida

bajo la nieve que nos dio vida

pero tú duda, amigo, duda,

es sólo un mal presentimiento.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Como te iba diciendo ¿Sientes frío?

Yo mucho.

¿No me harías tú el favor de taparme bien por

dentro,

quitarme este mal pensamiento....?

Despertares crueles (Noviembre de 2012, Galdakao,

casa de mi madre)

Mañana he de levantarme tan temprano

y hace tanto que no lo hago.

Hará tanto frío

temblaré tanto.

Me levantaré indefensa

y el aire me atacará por la espalda

traidor, cruel,

tengo tanto miedo.

He de despertarme

tengo quehaceres

de esos importantes

importantes para los demás, claro.

Mañana he de ver,

los ojos tristes de la gente,

pudriéndose en su rutina

sus ojeras cadavéricas invadiendo la ciudad.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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He de despertarme temprano

espero no helarme

hará tanto frío cuando despierte

ven tú, para que no tiemble.

Poema de amor para una Musa (Noviembre 2012,

Galdakao)

Hoy me vuelco en el papel

como si me volcase sobre ti,

ardua batalla entrar tan dentro

tus ojos parecen haberlo visto todo.

Tu boca parece encerrar todas las palabras nunca

dichas

y tus manos parecen haberlo tocado todo.

Quizá esté equivocada

y seas sólo otro ser humano más.

Pero te veo tan jodidamente libre

como si tus ojos hubieran visto un ángel,

y ya nada pudiera hacerte daño

y ya ningún ser terrestre pudiera tocarte.

Mi amiga Teresa va a vomitar,

odia los poemas de amor,

yo también.

Pero peor es vivir con odio.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Cosas que pasan en las casas (Noviembre de 2012,

Galdakao)

Parece que cuando vas haciéndote mayor

la gente que no vale la pena acaba abandonándote

esto ya lo habrán escrito muchos a mi edad

así que leerlo se te hará familiar y aburrido.

Pues no sé qué más decir sobre el asunto

espero lo que todos

que todo les vaya bien

y que les den mucho por el culo.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Llegada de la primavera (Noviembre de 2012,

Galdakao)

Hoy tuve un sueño

llegaba la primavera

y lo cambiaba todo de color

y tú, madre, qué guapa estabas.

En los caminos florecía

tímido el jazmín

y también en los camposantos

y tú, madre, qué guapa estabas.

Olías a rosas y a vida

y crecía sobre tu lecho

un manto de colores

y tú madre, qué guapa estabas.

Mas sólo era un sueño

y estás sin ser

pero a la llegada de la primavera

madre, qué guapa estabas.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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No saldré a la calle (Noviembre, Galdakao de 2012,

casa de mi madre)

No sé de qué me amenazas

con qué pretendes asustarme

si mañana no pienso salir de mi cama

como mucho, iré a lavarme.

Creo que piensas que alzando la voz

eres más importante

y no te das cuenta de que así yo nunca,

jamás saldré a la calle.

Así que deja de hablarme en futuro perfecto

en futuro perfecto despreciable

arruinando el presente

pues así nunca iré a la calle.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Ironías parte I

Ay, la farándula,

cuando se hace vieja

bebe la sangre del jóven

y la deja seca.

Nunca se sabe más de él,

ella cada vez más divina

entre la crème de la crème,

y el pobre, dónde estará él.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Promesas (Octure 2012, Hospital psiquiátrico de

Galdakao)

Y sigo estando loca

pero ya no enferma

al menos no como antes

por lo menos no de ti

Sigo paseando por tu infierno

y no me quemo

las lágrimas ayudan

apagan el fuego

Y qué tiene de malo la soledad

más que el estigma que trae su nombre

y el pánico a invocarla

es sólo una cuestión social

Toda la mala sangre que dejaste

las cicatrices que llevan tu nombre

las mostraré con orgullo

nadie conseguirá matarme.

No me quedo con nada

ni con lo malo, ni con lo bueno

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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me he vaciado

para llenarme de nuevo

Me abandonaste en el infierno

en el doscientos treinta y tres

qué poco duran las promesas

"yo te cuidaré".

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Sobre una de las cinco emociones biólogicas

primarias, la ira.

IRA

La ira es una señora retrógrada,

que nos sumerge en el infierno de lo ilógico.

Su percepción de la amenaza inminente,

prende la chimenea de la cólera.

Sobre una de las cinco emociones biológicas

primarias, la tristeza.

TRISTEZA

Déjame en esta soledad mía,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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déjame dormir con mi desgracia,

abandóname en la derrota,

debo acariciar mi tormento esta noche.

LA DAMA QUE MURIÓ ATRAVESADA POR UNA ESPADA

Nació en casa pobre

de humildes panaderos,

creció entre harina y trigo

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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entre golpes y rodillos.

No tuvo muchas amigas

más sí se hubo enamorado

de alguien que nunca fué visto,

la tomaron por loca en el barrio.

Paseó un día al parque del centro

y vio a su ser amado.

Caballero de oscuro erguido de espaldas

desafiando a la luna con su espada.

Él levitaba, dispuesto a subir al cielo,

más ella recordó el consejo de su padre,

sé fuerte hasta que la muerte te cale,

y sus brazos estiró hasta alcanzarle.

Qué gran tragedia, al traerlo junto a ella

su frente consiguió ver,

rostro ultra venoso de ojos blancos,

azulosa y áspera su piel.

Venía muy rápido hacia la dama,

pero sé fuerte hasta que la muerte te cale.

Por su amor, la muerte misma, fue atravesada,

y murió, la pobre, en un instante.

Garazi Gorostiaga

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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LA HISTORIA DE POR QUÉ NO COMO PESCADO, Y MUCHO

MENOS CARNE

Esta historia, que no es cuento,

aunque pocos se la crean,

es de cómo mi pobre familia

se alimenta noche y día.

Cada semana me doy un baño,

y mientras lleno la bañera

aparecen, ¡no sé cómo!

Dos bellísimas sirenas.

No están muy cómodas, las desdichadas,

pues poseía bañera humilde.

Añadamos que están tristes,

llorosas e infelices.

Absorben el dolor

humedeciendo las paredes.

y sienten mi agonía

ven alguien huir, ven fluir la sangre.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Y cogen las cuchillas

cortan sus venas en un ritual,

así se apaga el mundo sórdido

así se apaga el pánico eléctrico.

Madre enterada antes que nadie

tuvo la maligna idea,

de ordenar a mis hermanos ( los seis )

que las hicieran trizas, pues así de mala es.

Y hacen filetes de pescado.

Comen al día tres o cuatro

y también carne guisada

y a la parrilla toda la semana.

Ni rastro dejan de ellas,

ni huesos, ni espinas.

Hasta el cabello se lo venden

a las empresas chinas.

Y todos siguen sin saber,

por qué mueren las sirenas,

pero yo os he contado,

por qué mi familia come tanto.

Y sin querer os he dicho,

que un día allí me mataron,

por ser niña en la bañera me ahogó mi padre,

por eso yo no como pescado, ni mucho menos carne.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Garazi Gorostiaga.

Vida es...

La vida es este mismo tiempo en el que escribo. Es

este instante, esta canción que escucho, es el humo

de este cigarro. Era el agua que acabo de beber, es

este pensamiento que es y el que era. Soy yo, y

cuando no soy no sé ser.

Es este escenario, esta soledad que me acompaña, es

todas las personas de mis fotos y aquel mueble

roto. Es este mismo segundo y era hace un minuto.

Es ayer, y si mañana no estoy, será lo que crezca

sobre mí, estas ventanas medio abiertas y el aire

que pasea por mi cama. Será todas las personas de

mis fotos, y será además todas las personas que no

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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están en mis fotos. Será este mismo bolígrafo y

estas letras en el aire.

Será, igual que ahora es, vida.

Julieta Hiperbreve

Vivía en una casita

con chimenea muy bonita,

una niña a la que llamaban

Julieta Hiperbreve García.

Y la llamaban así,

pues tan pequeña era,

que dormía en una taza de té

dentro de la alacena.

Cuando llovía su mamá la metía en una caja,

y para consolar a la niña con cariño le cantaba.

"Con esos bracitos tan cortos no puedes nadar,

y si por descuido tropezaras en un charquito te

ahogarás".

Eran largas y aburridas las tardes de abril,

hasta que un día armada de grandeza decidió escapar

de allí.

Se puso su disfraz de vaquita,

que era impermeable,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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y caminando por la hojarasca

encontró un tipo muy amable.

Se observaron un poquito

el caracol y Julieta,

ella se enamoró de sus ojos,

él del rojo de sus coletas.

Tras las miradas infantiles llegaron las caritas,

y después de un par de besos se dispusieron a hacer

manitas.

Pero en un desafortunado momento la oscuridad les

cernió,

y tras un grito ahogado un crujido sonó.

Y vio Julieta alejarse a su amado en una suela.

Y por no saber nadar,

y de tan pequeña que era,

de tanto llorar hizo un charco,

y murió ahogada de pena

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Pequeños cuentos

Disfruta de todo lo que estés haciendo. Si puedes

encontrar algunos amigos que lo disfruten, está

bien; si no hay nadie que lo disfrute, entonces

disfrútalo solo. Si tú lo estás disfrutando, es

suficiente. Si te sientes pleno a través de ello,

es suficiente. (Osho)

Así que vayamos a ello. Cuentos para niños. Para

hacer cosas grandes hay que empezar pequeño por

cosas pequeñas.

La pequeña Mary Maundrell vivía con sus hermanas

mayores en un circo. Se llamaban Ethel y Vermin.

Ethel y Vermin se disfrazaban de hadas y creaban un

espectáculo mágico de una gran belleza gracias a

sus vaporosas y esbeltas figuras. Casi

transparentes, hacían volteretas y acrobacias en el

aire, dejando a su paso halos de mariposas púrpuras

de un seductor olor, que hacían que el público se

quedase pegado a las butacas del circo,

completamente maravillados. Todas las niñas se

peinaban como ellas, utilizaban sus trajes, pero

nadie conseguía alcanzar la apariencia de las

gemelas, casi extraordinaria.

Mary se ponía su disfraz de hada también, pero más

parecía una bola de queso pues el vestido le

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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quedaba muy estrecho. No vendían vestidos más

amplios como esos en el pueblo ni en la ciudad, así

que se ponía una máscara y se convertía en payaso.

Debía caerse y mancharse la máscara con una tarta,

y entonces el público estallaba en carcajadas. Era

tan divertida que todos los niños esperaban su

actuación, y después utilizaban sus trucos para sus

juegos burlones. Todos se reían mucho gracias a

ella.

Pero bajo su apariencia feliz se escondía una gran

tristeza. Mary quería ser como sus hermanas. No le

gustaba hacer reír, Mary deseaba que se enamorasen

de ella también.

-¿Cómo es que vosotras, que sois mis hermanas, os

parecéis tan poco a mi? -Preguntó un día la niña.

-Pequeña Mary, antes éramos como tú, pero el Gran

Señor del circo nos contó que si dejábamos de comer

pasteles nos convertiríamos en hadas. Ilusionadas

seguimos sus consejos, pero echábamos tanto de

menos las golosinas y las piruletas que decidimos

meternos los dulces en la boca y luego lo

escupíamos todo. Así encontramos la manera de

recrearnos en los millones de sabores sin renunciar

a ser hadas, porque descubrimos que si nada llegaba

a nuestro estómago nunca más seríamos payasos.

Mary, muy contenta por saber que algún día ella

también podría brillar, siguió el consejo de sus

hermanas. Todo iba sobre ruedas. Aunque comía

delicias turcas todo el día, gracias a su gran

secreto su vestido de hada ahora le hacía parecer

la más bella de las ninfas del bosque que jamás se

ha visto.

Hasta que por fin llegó el gran día y se unió al

espectáculo con sus hermanas. Todo el público,

damas y caballeros, quedaron tan fascinados y

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atónitos por aquella niña que el Gran Señor del

circo decidió darle una actuación en solitario.

¡Hasta Ethel y Vermin enrojecieron de envidia!

De todos los pueblos de alrededor vinieron a ver a

Mary Maundrell, y el espectáculo comenzó.

Y les regaló acrobacias porque era muy bella...Y

flotó muy feliz porque era muy esbelta...Por

escupir voló tan alto que desapareció en el cielo,y

nunca jamás se volvió a saber de ella.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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POEMAS

"En tiempos de engaño universal, decir la verdad se

convierte en un acto revolucionario"

(George Orwell)

Madre, no seas misericordiosa conmigo.

Madre, no perdones mis pecados.

Yo nunca perdonaré los tuyos,

que el infierno te atrape fulminantemente.

Padre, no seas piadoso conmigo,

casi todo mi verbo fue embuste venenoso,

mis acciones, imprudentes, peligrosas,

mi enfermedad, imaginaria e infecciosa.

A mis amigos os digo,

mantened siempre las distancias,

no siempre estaré ahí,

yo soy así, me autodestruyo, a mi manera.

A mi amante, quédate,

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pero relativamente lejos,

no abandonemos el juego,

el juego de bailar con fuego.

2.

Una pequeña historia sobre la anorexia (Ana) y la

Bulimia (Mia) Los trastornos en la alimentación

presentan una de las tasas de mortalidad más altas

dentro del grupo de los trastornos mentales.

Hace tiempo conocí a una chica muy huesuda,

ahora rondará los veintiséis.

En el sanatorio a punto estuvo de perder la vida,

y conoció a Mia para poder comer.

Mintió, mintió, mintió,

y sus huellas residen en todas partes.

Vómitos regentando los recovecos de su casa,

y los servicios subterráneos de los bares.

El esqueleto de sus dedos empuja su garganta

hasta que le acecha la advertencia,

la náusea crece como la hiedra y florece en su

boca,

y acaba salpicando desde la letrina a su cara.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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No le afecta, se sacude y sonríe,

se siente etérea, liviana, vaporosa, feliz.

Con calma retorna a la mesa y toma el té con su

familia,

sospecho que la desdichada desconoce que va a

morir.

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3.

Paseando por el jardín pienso en las flores.

¿Suspiran por la libertad, codician mis pies?

¿O están bien ahí, ancladas en el barro,

esperando siempre al mismo abejorro?

Quizá el abejorro las trate mal.

O tal vez, realmente están enamoradas.

¿Acaso, podría ser,

que no quieren verse solas en el césped?

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4. CONVOY

Soy el capitán de estos túneles,

el de los convoyes subterráneos.

Se ruega a los pasajeros

guarden prudencia.

Ya están aquí los monos ridículos,

los gobernantes del periplo humano.

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El aire es una epidemia de somníferos,

recesión, miedo y partículas de polvo trastocadas.

Sometidos al zarandeo de los mandatarios

mis vagabundos me imploráis con vuestros rostros.

Acecha el semblante de aquel que no sabe dónde

dormirá

y la postura del opulento que custodia el oro.

Se me antoja letal el llanto de ese niño,

lóbrego canto abogando a la pericia.

Su madre lo arrulla piadosa

ya enterada del óbito como única certeza.

Las doncellas y muchachos anhelan la perpetuidad

y no saben lo que eso significa realmente.

Sobre todo los días lúgubres,

lo que aquí es siempre.

Yo, capitán de esta gruta

os escoltaré en vuestro insomnio,

y rogaré a Satanás que apague este averno

antes de ser totalmente devorados por los cerdos.

Sí, haremos frente a los cerdos

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y a los monos ridículos.

Apenas seremos cien más veinte,

mas no han de gobernar este vagón de inocentes.

Escaparemos del prolongado carruaje

y se acabará el tiempo del crimen.

La lluvia también traerá sangre, pero será nuestra

lluvia,

y será la sangre de nuestros difuntos libres.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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5.

Demente, lucidamente,

fríamente, cálidamente.

Anónimamente, públicamente,

amablemente, cruelmente.

Dulcemente, amargamente.

Pacíficamente, violentamente,

radicalmente, neutralmente.

Maravillosamente.

(Dedicado a N.M Lucas)

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6.

La matrona trae en sus manos

el bálsamo del cuerdo,

el elixir del trastornado,

la poción del perturbado.

Y entre sus piernas

el por qué del trauma,

el veneno de las ratas,

el líbrame del mal.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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INVIERNO (work in progress)

Presentimiento

¿Sientes frío?

Yo, mucho.

Este invierno quiere matarnos

Tengo un presentimiento, sólo es eso.

¿Sientes frío?

Yo, mucho.

Más de lo normal, si cabe,

pues tengo un mal presentimiento..

Es muy fuerte,

creo que vendrá el viento del norte

y que ésta vez no resistiremos

moriremos, acabaremos.

Terminaremos la partida

bajo la nieve que nos dio vida

pero tú duda, amigo, duda,

es sólo un mal presentimiento.

Como te iba diciendo ¿Sientes frío?

Yo mucho.

¿No me harías tú el favor de taparme bien por

dentro,

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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quitarme este mal pensamiento....?

Despertares crueles

Mañana he de levantarme tan temprano

y hace tanto que no lo hago.

Hará tanto frío,

temblaré tanto.

Me levantaré indefensa

y el aire me atacará por la espalda,

traidor, cruel,

tengo tanto miedo.

He de despertarme,

tengo quehaceres

de esos importantes,

importantes para los demás, claro.

Mañana he de ver

los ojos tristes de la gente

pudriéndose en su rutina

sus ojeras cadavéricas invadiendo la ciudad.

He de despertarme temprano,

espero no helarme.

Hará tanto frío cuando despierte

ven tú, para que no tiemble.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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EMOVERE

(Sobre las emociones biológicas primarias, según

el destacado psicólogo del siglo XX Paul Ekman)

EL MIEDO

El espanto es un niño mimado,

y hoy un hombre lo atiborra de pastel.

Su sueño se conjura contra el nuevo soberano,

parásito medroso de ésta creación absurda.

No clames al Diablo,

no propagues la pesadilla infecciosa,

no atormentes el alma de este hombre

con el crudo esperpento de tu espíritu

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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LA ALEGRÍA

La alegría debe ser ese invierno escapando

con su viento gélido entre las piernas.

Sospecho que comienza en primavera,

con los jóvenes mirando a las chiquillas en

pantalones cortos.

La alegría será como ir al sitio de tus sueños

y ver en directo a Joy Division,

o al Ángel y los Volcánicos,

intoxicada de poesía hasta las trancas.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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EL ASCO

Asco, ven conmigo, ad infiniturn,

pues sin ti iría por ahí recogiendo pajaritos

muertos,

y apestando a descomposición.

Dejaría que las viejas reventaran sus fétidas

pústulas sobre mi rostro.

Comería de los alimentos putrefactos

esos que ya han empezado a criar malvas,

me revolcaría entre las lombrices y las cucarachas

y dejaría que me besaran los cerdos.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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LA SORPRESA

Señorita urgente que seduce a cualquiera,

a cualquier instante del día y de cualquier manera,

a veces es grata y a veces es fiera,

¡que de goce nos llene la vida entera!

EL DESPRECIO

Serenísimo desprecio en tus pupilas,

y en tu rostro animadversión,

que el Señor sea honesto contigo,

humíllame hasta que la muerte nos separe.

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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ático poético postraumático

Ni escribió: "Ángel, todavía quedan 4 meses para tu

cumpleaños. Es Carnaval, pero la reina está medio

achicharrada y en Tenerife están de luto. Las cosas

están muy mal en España, pero no quiero que te

pongas triste, no me conoces de nada. La Pandilla

Basura sigue tocando por ahí, Ana sigue tan guapa

como siempre, tiene unas piernas que le llegan

hasta el suelo. No sé mucho más sobre ti. Pero tu

poesía es real y me cala hasta la médula, los

huesos y partes de mi cuerpo que hasta yo

desconocía de mí misma. No sé muy bien si lo sabes

pero al final lo conseguiste, te recuerdan, te

recordamos, te releemos. Los Planos de la

Demolición verá la luz otra vez y hay chavalitos

muy guapos escuchando vuestros temas. El caso es

que hoy es viernes, y estoy en paro, y yo también

estoy de luto, y no es por el Entierro de la

Sardina. Y he leído (de nuevo) Otoño asesino. Y

después, he sentido la necesidad de escribirte como

tú lo hacías, y dejarte mi huella. No ha sido mi

intención plagiarte, ni mucho menos, si no hablar

en tu idioma, hacerte un homenaje, pues algunos muy

bien lo saben (menos tú, joder), hay un texto tuyo

muy especial que me hizo revivir en un momento muy

bajo de mi vida y "sacar todos mis poemas y

canciones de un cajón". También dedico a José

Manuel Vara Fernández (mi Capitán), a Gsús Bonilla

a Ana Curra, a Neurótika Books....(ya no hace falta

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Pequeña Poesía Postraumática / Ni Gara

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ni decir por qué) este texto que espero no moleste

a nadie, está escrito con todo el cariño y

sinceridad del mundo, no es una copia, y pido a mi

gente que no se cabreé por la dureza del poema. Le

digo a mi novio Neox Noex Xeon que le quiero mucho,

aunque sea una idiota y una mentirosa patológica, a

mi amiga Iratxe Palacios Gana que me gustaría ser

como ella, una luchadora que no se esconde de nada

ni de nadie, que sabe ser ella misma, y a mi padre

que sin él no hubiese sido ni sabido nada en la

vida.

Pero hay una cosa que tengo que demostrar hoy.

Feliz No-Cumpleaños, Ángel:

"¿Porqué me mientes?"

Por qué tú eres así

seguramente mientras estoy escribiendo ya estás

espiándome el móvil

o la computadora

y ya me habrás pillado flirteando con algún

gilipollas

yo soy así de pringosa, se me hubiese dado muy bien

haber sido cortesana

o burguesa, o niña de papá.

Pero no tuve esa suerte

por eso debo tomar esas pastillas

y últimamente escribo tanto

y hablo tan poco

y me expreso tan mal

dificultad en el habla

lo dice en el prospecto.

Anoche dijiste que las palabras no sirven para nada

y una mierda

con unas cuantas palabras y un bolígrafo puedo

mandarlo todo a tomar por culo.

Por ejemplo escribiendo que tienes el peor cacharro

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que he tenido entre las piernas

y a mi mejor amiga que debería dejar de perder sus

anillos y vender hamburguesas

y a mi padre que es un calzonazos y nunco tuvo

huevos para ser estrella de rock

y el lunes podría mandarle un mensaje a Carolina y

decirle que venda hamburguesas su puta madre.

Ahora voy a tener que dar muchas explicaciones

sobre todo al primero

a mi amiga le diré que todo esto es una fantochada

literaria y tan contentos

o puede que no

y no me lleve a la entrevista

y al final ni siquiera conozca a Carolina

después de tanto tiempo llorando por un trabajo

hay que ver lo que son las cosas.

Ahora dime otra vez que las palabras se las lleva

el viento

menudo invento

yo ya sé de sobra que un bolígrafo es mejor que un

arma

depende de quién la cargue

hoy la mía la carga el Capitán

en el pabellón de postraumáticos

donde manda la palabra."

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Epílogo :La rareza

(Pequeña poesía postraumática)

Cada día me acostumbro más a la rareza. Lo

diferente. Lo alternativo. Lo raro. Lo no

convencional. Lo que da miedo al cuerdo, al

coherente, al que acata las normas. El otro lado.

Lo oscuro. La locura. De hecho, creo que sin “esto”

ya no podría vivir, no podría entender lo que

sucede en la sociedad que me rodea, en la que vivo,

en la que me desarrollo y a la que he tenido la

osadía o la inconsciencia de traer hijos, con la

delirante intención de “cambiar algo”, aunque sólo

se trate de aportar otro significado a nuestro

estereotipado concepto de normalidad y realidad.

Voy cerca de los 50 y me arrepiento de no haber

sido más visceral en algunas cosas, pero la

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historia ha ido así y no de otra manera.

Afortunadamente, tengo un empleo que me ata cada

día a la puta realidad y una familia que me apoya

en los momentos de incertidumbre existencial. Creo,

en el fondo, ser un ser afortunado. Y eso, hoy en

día, es un lujo.

Internet nos ha hecho libres y nos ha hecho

esclavos, pero también nos ha hecho próximos,

siempre que basemos esta herramienta en algo

productivo, creativo y sincero. Creo que de no

existir internet, Neurótika Books no tendría

sentido, ya que no tendría energía para llevarla a

cabo como propuesta creativa underground. De sobras

conocéis lo que me encanta usar este

término...Neurótika Books existe porque vosotros

queréis que así sea. Y a mí me encanta ese feedback

continuo. Esa retroalimentación de afectos, de

emociones, de vulnerabilidades, de traumas, de

deseos, de poesía, de dolor, de arrebato, de

sinceridad, de heridas abiertas, de…lucha interna,

de fascinación por descubrir infiernos interiores.

Infernonautas que somos, en un mundo que nunca nos

ha pertenecido. El mundo de los domadores de

palabras, de los quiebraversos, y de los heridos en

el alma.

Me siento así. Al lado de los enajenados, de los

que usan la locura como alternativa a una sociedad

enferma de cáncer de autismo emocional terminal,

con todo el respeto a los autistas, esos

transgresores natos de las normas de la

comunicación universal, que nunca alcanzaremos a

entender por nuestra incapacidad congénita a

explorar otros caminos de entendimiento y de

captación de la realidad ajena.

Infernonautas somos, aunque no lo queramos aceptar.

Navegantes de los infiernos abisales de la emoción

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desgarrada, de la víscera y del trauma. Y yo aquí,

escuchando al puto Nick Cave y su Murder Balladas,

y releyendo el próximo libro de Ni Gara, “pequeña

poesía postraumática”, esa revelación cercana al

apocalipsis interno, aunque sea a escala reducida,

pero con la suficiente relevancia como para atraer

mi atención las últimas semanas, de forma tan

intensa como soy capaz de sentir esas realidades

alternativas que tanto anhelo, necesito y vivo,

casi con una proximidad malsana, con una claridad

perceptiva que me lleva a cuestionar mi concepto de

la realidad. Esa dicotomía entre la que nos venden

como cierta y la que anhelamos como necesaria. Y

ahí se sitúa este librito, este puñetazo en forma

de verbo libre, tenso y de extremada fiereza

delicada. Gracias enormes a Gsús Bonilla y a Ana

Curra por acercarme a las vivencias anímicas de Ni

Gara, que desde hace algún tiempo ocupa un lugar

especial en la trastienda alternativa de mi córtex

cerebral, allá donde los guardianes de la razón no

se atreven a adentrarse.

Infernonautas que somos. Unos pocos. Los

privilegiados. Los supervivientes de un mundo en

decadencia, de un mundo sin alma, de un mundo

basado en la hipocresía bastarda de la tiranía

emocional, donde llorar es delito de estado y

sentir es un pecado castigado con cadena perpetua.

Bienvenidos al mundo de Alicia, o, mejor dicho, al

de Ni Gara. No apto para cuerdos. Quedan ustedes

avisados.

Infernonautas somos. Y así renaceremos, más allá

de la tiniebla castrante del miedo más atroz a ser

uno mismo. Gracias, Ni Gara, por darnos la mano y

guiarnos por la anímica emoción de tu bendito

infierno interior.

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José Manuel Vara

febrero 2013

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un libro de neurótika books

todos los textos y fotos Ni Gara

prólogos de Gsús Bonilla y Ana Curra

epílogo y manipulaciones visuales Vara

marzo 2013

underground book for underground people

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