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Miércoles 30 de mayo de 2001 DIARIO OFICIAL (Segunda Sección) 2 PLAN Nacional de Desarrollo 2001-2006. Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la República. PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2001-2006 De acuerdo con lo establecido en los artículos 26 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 20 y 21 de la Ley de Planeación, como titular del Poder Ejecutivo Federal he cumplido con la obligación de hacer que del Sistema Nacional de Planeación Democrática emane, previa participación de la población y consulta de opiniones de los diversos grupos sociales, y con mi aprobación como Presidente de la República, el Plan Nacional de Desarrollo 2001- 2006, al que se sujetarán obligatoriamente los programas de la Administración Pública Federal. Por lo tanto, de acuerdo con lo que dispone el artículo 5o. de la Ley de Planeación, remito este Plan al Honorable Congreso de la Unión para su examen y opinión, y para que, en el ejercicio de sus atribuciones constitucionales y en las diversas circunstancias previstas por esa ley, el Poder Legislativo formule, asimismo, las observaciones que estime pertinentes. 1. INTRODUCCIÓN Teniendo como marco el Sistema Nacional de Planeación Participativa, en este documento se expone el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, con las prioridades, objetivos y estrategias que se ha fijado la Administración Pública Federal para ese periodo.

Plan Nacional de Desarrollo

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SEGUNDA SECCION

8 (Segunda Seccin)DIARIO OFICIALMircoles 30 de mayo de 2001

Mircoles 30 de mayo de 2001DIARIO OFICIAL(Segunda Seccin) 9

PLAN Nacional de Desarrollo 2001-2006.

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la Repblica.PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2001-2006

De acuerdo con lo establecido en los artculos 26 de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, y 20 y 21 de la Ley de Planeacin, como titular del Poder Ejecutivo Federal he cumplido con la obligacin de hacer que del Sistema Nacional de Planeacin Democrtica emane, previa participacin de la poblacin y consulta de opiniones de los diversos grupos sociales, y con mi aprobacin como Presidente de la Repblica, el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, al que se sujetarn obligatoriamente los programas de la Administracin Pblica Federal.

Por lo tanto, de acuerdo con lo que dispone el artculo 5o. de la Ley de Planeacin, remito este Plan al Honorable Congreso de la Unin para su examen y opinin, y para que, en el ejercicio de sus atribuciones constitucionales y en las diversas circunstancias previstas por esa ley, el Poder Legislativo formule, asimismo, las observaciones que estime pertinentes.1. INTRODUCCIN

Teniendo como marco el Sistema Nacional de Planeacin Participativa, en este documento se expone el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, con las prioridades, objetivos y estrategias que se ha fijado la Administracin Pblica Federal para ese periodo.

En la elaboracin de este Plan intervinieron cinco grandes procesos que responden a lo siguiente:

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hCmo se plane.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hCul es el entorno.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hQu nos proponemos.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hQu se necesita.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hCmo lo lograremos.

Este Plan es producto de un amplio proceso de participacin ciudadana que comenz en el periodo de transicin presidencial del ao 2000 y culmina con la publicacin de este documento. Durante el proceso los ciudadanos expresaron su visin acerca de los problemas prioritarios del pas, as como sus expectativas para el desarrollo de Mxico. Se organizaron reuniones con grupos de especialistas y con personas directamente involucradas en los temas respectivos, y se realiz una amplia consulta en todos los estados del pas, mediante el correo directo, la red internet y las reuniones de participacin ciudadana con los expertos clave para los temas que se debatieron.

Tambin se consider con gran detenimiento la influencia del entorno en la vida nacional. Mxico se encuentra inmerso en un proceso de cambio profundo, enmarcado en cuatro grandes transiciones: demogrfica, econmica, poltica y social, que nos obligan a adecuar la accin del gobierno para aprovechar oportunidades y prever y evitar posibles efectos negativos.

Para hacer realidad el pas que deseamos, el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 atiende los retos que plantean estas transiciones. La situacin a la que aspiramos en el futuro es definida en la visin de Mxico en el ao 2025, en la que se dibujan las caractersticas del pas que buscamos alcanzar para que la poblacin tenga una alta calidad de vida y se desarrolle en un ambiente sano, con igualdad de oportunidades para todos y con un estricto apego al Estado de Derecho.

Lograr ese futuro no es tarea fcil. Sin embargo, el Ejecutivo Federal establece su misin en funcin de ese futuro deseado, y define su aportacin al pas que desea construir junto con todas las mexicanas y los mexicanos. Sabemos que no basta con encaminar los esfuerzos hacia esa visin, por lo que tambin se definen los principios que regirn el actuar de las secretaras y entidades de la Administracin Pblica Federal y que asegurarn la rectitud en la implantacin de objetivos y programas.

En este Plan se delinean las polticas social, econmica, interior y exterior, que establecen el marco que normar la accin de gobierno para el logro de la visin de Mxico en el ao 2025, as como los objetivos y estrategias derivados de esas polticas.

Con base en lo estipulado en este Plan, el Ejecutivo Federal promover que todas sus dependencias y entidades descentralizadas utilicen prcticas que hagan eficiente el uso de recursos, transparenten sus funciones y eliminen la corrupcin, con el fin de seguir una poltica de buen gobierno.

Por otra parte, se promovern las acciones necesarias para contar con finanzas pblicas sanas, toda vez que es la nica forma responsable y sustentable de promover el desarrollo del pas y la mejora en la calidad de vida de la poblacin.

Para encaminar los esfuerzos de gobierno de manera eficaz hacia lo que estipula el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, se reorganiz la oficina de la Presidencia de la Repblica y se establecieron tres comisiones: Desarrollo Social y Humano, Crecimiento con Calidad y Orden y Respeto, para que todas las reas de la Administracin Pblica Federal estn en la misma sintona mediante objetivos comunes que permitan enfocar con precisin los esfuerzos gubernamentales y obtener buenos resultados en las acciones.

Todo lo anterior se resume en los objetivos y estrategias del Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006.De manera muy general podemos decir que el rea de desarrollo social y humano trabajar para mejorar los niveles de bienestar de la poblacin y desarrollar sus capacidades, acrecentar la equidad e igualdad de oportunidades, fortalecer la cohesin y el capital sociales y ampliar la capacidad de respuesta gubernamental. El rea de crecimiento con calidad buscar conducir responsablemente la marcha econmica del pas, elevar la competitividad de la economa, asegurar el desarrollo incluyente, promover el desarrollo regional equilibrado y crear las condiciones para un desarrollo sustentable. El rea de orden y respeto buscar defender la soberana y la seguridad nacionales, contribuir a que las relaciones polticas ocurran dentro de un marco de gobernabilidad democrtica, construir una relacin de colaboracin entre los poderes de la Unin, avanzar hacia un autntico federalismo, abatir la corrupcin, gobernar con transparencia, garantizar la seguridad pblica y una procuracin de justicia adecuada.

El Plan establece como columna vertebral del desarrollo a la educacin, por lo que habremos de impulsar una revolucin educativa que nos permita elevar la competitividad del pas en el entorno mundial, as como la capacidad de todos los mexicanos para tener acceso a mejores niveles de calidad de vida.

Con base en lo anterior, a continuacin se presenta al pueblo de Mxico el instrumento rector de las acciones del Ejecutivo Federal para los prximos seis aos, el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006.

2. LA ELABORACIN DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO

2.1. El Sistema Nacional de Planeacin Participativa

En un gobierno democrtico, la planeacin participativa es un imperativo. Sin ella, las acciones del Poder Ejecutivo se perderan en actos deshilvanados, sin armona y complementacin. La sociedad no tendra un punto de referencia al cual acudir para darle orden y sentido a sus propias iniciativas. Es necesario revitalizar el ejercicio de la planeacin para convertirla en el instrumento que armonice las acciones del Ejecutivo y ofrezca un punto de referencia a la sociedad.

La planeacin no debe ser ms un estril ejercicio retrico ni tampoco una accin estatista que sustituya a la sociedad e inhiba su creatividad. Debe permitir la atencin eficaz de las prioridades que democrticamente se han propuesto. Hablamos de un esfuerzo de previsin, de racionalidad, de orden, de coordinacin y, sobre todo, de un gran trabajo de conciliacin: entre los intereses de los individuos y los de la sociedad; entre las opiniones de los especialistas y las del ciudadano que sabe mejor cules son sus necesidades inmediatas; entre la experiencia y el sentido innovador; entre el pasado y el futuro.

El gobierno no debe actuar slo ante la coyuntura, sino con visin de largo plazo para evitar que las circunstancias inmediatas o los tiempos que marcan los ciclos de la administracin pblica terminen por imponer sus urgencias.

Por ello, la presente administracin, por medio del Sistema Nacional de Planeacin Participativa, impulsar un proceso de definicin, concertacin, seguimiento y evaluacin de las polticas y acciones del Poder Ejecutivo Federal y las actividades de todas las dependencias y entidades de la Administracin Pblica Federal, adems de integrar la opinin de la poblacin, mediante mecanismos de participacin ciudadana para la elaboracin y evaluacin de planes y programas. En este sentido, ha sido de capital importancia la participacin de la sociedad civil en la elaboracin del Plan Nacional de Desarrollo y lo ser para los programas sectoriales, regionales, institucionales y especiales que se pondrn en prctica en el periodo 2001-2006.

En el mbito de la Administracin Pblica Federal se establecern espacios de colaboracin y concertacin intersecretarial para el anlisis, seguimiento y evaluacin de los programas sectoriales, especiales, institucionales y regionales. Los avances, logros y retrasos de los programas constituirn el informe de evaluacin del Plan Nacional de Desarrollo, que se preparar anualmente.

Mediante el Sistema Nacional de Planeacin Participativa se fortalecern los vnculos de colaboracin con los comits de planeacin del desarrollo estatales y los comits de planeacin municipales.

El Sistema Nacional de Planeacin Participativa, tal como se muestra en el esquema de la pgina siguiente, contempla tres grandes procesos:

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hLa planeacin estratgica.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hEl seguimiento y control.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hEl mejoramiento organizacional, que apoyan la operacin continua y eficaz de la Administracin Pblica Federal.

El proceso de planeacin estratgica del desarrollo se estructura en instrumentos y mecanismos de largo, mediano y corto plazos. A largo plazo se define un horizonte de planeacin de 25 aos, considerando una determinada perspectiva de pas y de los sectores estratgicos para el desarrollo. Uno de los elementos para la preparacin del Plan Nacional de Desarrollo fue la definicin de una visin de Mxico en el ao 2025 que propone el rumbo a largo plazo que requiere el pas.

La visin de largo plazo, denominada Visin de Mxico en el ao 2025, ser analizada por un consejo emanado de la sociedad civil, cuya funcin ser identificar oportunidades y proponer anlisis, estudios y lneas de accin al Ejecutivo Federal y a la sociedad civil. Es importante que este consejo est en comunicacin constante tanto con los tres poderes del Estado y los tres rdenes de gobierno, como con los miembros de la sociedad civil y el sector privado.

El Plan Nacional de Desarrollo constituye el instrumento base de la planeacin del Ejecutivo Federal con un horizonte de seis aos (2001-2006), y presenta los principios de este gobierno y sus objetivos y estrategias. Es el instrumento rector de toda la accin del Administracin Pblica Federal y es presentado para su anlisis y discusin al H. Congreso de la Unin.

La importancia que la presente administracin asigna a superar las desigualdades entre regiones ha llevado a establecer un sistema de planeacin para el desarrollo regional y un nuevo marco de relaciones intergubernamentales en torno a este sistema. La planeacin del desarrollo regional debe ser vista como un continuo de planeacin y puesta en prctica de acciones, cuyo fundamento es el respeto de la libertad de cada regin y entidad de controlar su propio destino en armona con el resto del pas; propiciar la interaccin en sentido ascendente (desde los estados hacia la regin y de sta a la Federacin) y en sentido descendente (de la Federacin hacia la regin). La sociedad civil organizada y el sector privado son actores fundamentales que deben incorporarse a este proceso de planeacin del desarrollo regional.

Las mesorregiones son las unidades base del sistema de planeacin para el desarrollo regional; se componen de varias entidades federativas que en forma prctica se integran para coordinar proyectos de gran envergadura con efectos que trascienden los lmites de dos o ms entidades federativas. La definicin de estas mesorregiones busca organizar el pas para facilitar la planeacin y la colaboracin entre entidades y la Federacin. Para este propsito, se han definido las siguientes cinco mesorregiones: Sur-Sureste: Campeche, Yucatn, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Guerrero, Veracruz y Puebla;Centro-Occidente: Jalisco, Michoacn, Colima, Aguascalientes, Nayarit, Zacatecas, San Luis Potos, Guanajuato y Quertaro; Centro: Distrito Federal, Quertaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Morelos, Estado de Mxico; Noreste: Tamaulipas, Nuevo Len, Coahuila, Chihuahua y Durango, y Noroeste: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Durango. Un estado con intereses en dos regiones puede participar en ambas, lo cual permite una articulacin entre mesorregiones.

El Plan Nacional de Desarrollo da origen a los programas sectoriales, especiales, institucionales y regionales, que se constituyen en los mecanismos operativos para lograr el cumplimiento cabal de los objetivos y metas planteadas para el ao 2006, y sealar los procesos, programas y proyectos a ser llevados a la prctica.

Cada ao se presentarn al Congreso de la Unin los programas operativos anuales de cada dependencia y entidad de la Administracin Pblica Federal como el instrumento de corto plazo que compromete al Poder Ejecutivo Federal al cumplimiento de una serie de acciones y proyectos que tienen como objetivo hacer frente a los retos e impulsar las oportunidades que se presentan en el desarrollo del pas, siguiendo los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo.

Para este gobierno es de vital importancia establecer mecanismos que le den la certidumbre de que los programas y proyectos estn cumpliendo con las demandas de la sociedad y con los objetivos y metas que requiere el desarrollo del pas. Se propone por ello construir una cultura de la informacin dentro de la administracin pblica para promover la seriedad y objetividad en la difusin de informacin sobre los resultados de la administracin pblica de la Nacin; crear un sistema de capacitacin y de adopcin de las herramientas adecuadas para desarrollar funciones y procesos. Un gobierno bien informado e internamente comunicado est mejor preparado para detectar oportunidades y retos, lo que le permite actuar de manera eficaz y en coherencia con los objetivos y metas de sus programas.

La claridad en metas y objetivos, junto con la amplia disponibilidad de informacin tanto en el seno del propio gobierno como para la sociedad, permiten establecer una relacin sistemtica y transparente entre el gobierno y los ciudadanos para efectuar el seguimiento y la evaluacin del desempeo de las entidades que conforman la administracin pblica y de sus servidores pblicos.

Para ello se crear un sistema de seguimiento y control, cuyo elemento central es el Sistema Nacional de Indicadores que mide el avance del Plan Nacional de Desarrollo en cada uno de sus objetivos y estrategias. Cada secretara y organismo descentralizado definir sus objetivos, as como los indicadores que debern mostrar el avance real en el cumplimiento de cada uno de ellos. El Sistema Nacional de Indicadores se convierte as en un elemento clave para que la accin del gobierno constantemente se evale y se corrija, aplicando las medidas pertinentes cuando el indicador seale una desviacin del Plan.

Los programas de las dependencias y entidades de la Administracin Pblica Federal y las mediciones del Sistema Nacional de Indicadores debern proporcionar los elementos para analizar la estructura y los procesos de cada una de ellas e implantar un proceso de mejoramiento continuo, en el que la justificacin de cada puesto y cada proceso debe reflejar su contribucin al logro de los objetivos de su entidad.

Por otra parte, habr un esfuerzo continuo para hacer que los procesos sean cada vez ms eficaces y ms apegados a las demandas de la sociedad.

Parte importante de este esfuerzo de mejoramiento es el compromiso con la capacitacin y la superacin continua de los servidores pblicos. Asimismo, se buscar que la modernizacin de procesos y mecanismos los haga cada vez ms rpidos, eficientes y accesibles a la ciudadana. Este esfuerzo incluye el uso de la tecnologa de internet y las telecomunicaciones para lograr procesos que nos lleven a un componente electrnico de gobierno cada vez mayor.

Con esta dinmica, el gobierno, por medio del Sistema Nacional de Planeacin Participativa, podr afrontar los retos, resolver rezagos y encaminar a Mxico hacia el logro de su visin.

2.2. El Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006

Pensar en el futuro ha sido un cuestionamiento constante de las civilizaciones a travs del tiempo. Quiz una de las diferencias fundamentales en el avance de los pueblos y naciones es resultado de las distintas formas de pensar acerca del futuro. Algunas sociedades han sido ms capaces que otras para comprender que el futuro no es lo que irremediablemente suceder, sino el producto de una decisin propia para imaginar y decidir con claridad cmo desean que ste sea y para establecer y realizar un plan para hacerlo realidad.

Las profundas transformaciones que se han dado en el pas, en esta nueva etapa de democracia plena, as como las grandes transiciones que se viven en el mundo y en Mxico, abren la puerta a nuevos caminos y oportunidades. El pas se encuentra hoy en un momento privilegiado de la historia para decidir su futuro, para planear el Mxico que se desea. Nuestras profundas races histricas y culturales nos dan un sentido de Nacin; al mismo tiempo, el nuevo nimo que el proceso de consolidacin de la democracia imprime es el fundamento para trabajar en la construccin de un pas ms justo, ms humano, ms participativo, con ms oportunidades para todos, con ms opciones, con ms caminos, con mayor tolerancia, ms incluyente.

Planear lo que se quiere ser demanda como primer paso, imaginar, vislumbrar, decidir un proyecto de pas. Pero esta visin del futuro Mxico no puede estar aislada ni olvidar lo que hasta ahora se ha logrado como nacin. Una sociedad slo puede entenderse desde la perspectiva de su pasado, que siempre es una sntesis incompleta de sus aspiraciones.

La conviccin de que el cambio por el que luch la sociedad mexicana se nutre de lo mejor de cada uno de sus habitantes, de la fidelidad a la propia historia, obliga a valorar sin mezquindades todo lo avanzado, sin dejar por ello de reconocer que es imprescindible un giro definitivo en muchos aspectos de la vida nacional, para responder al anhelado cambio de los mexicanos de hoy.

Y no podra ser de otra manera: todo proceso de transformacin implica una combinacin compleja de continuidad e innovacin. Requiere actuar con inteligencia y sensibilidad para saber qu debemos mantener y qu modificar. En el caudal de mutaciones siempre hay algo que preservar y tambin que desechar.

Sera errneo pensar que el cambio al que aspiramos los mexicanos implica ruptura, abandono y negacin de lo que se ha logrado antes. Por el contrario, la oportunidad de cambio es ocasin para mejorar lo existente; el mejor camino para darle confianza y seguridad a Mxico; la mejor manera de encarar nuestra responsabilidad histrica.

Por ello, con base en el fundamento legal a que obedece el Plan Nacional de Desarrollo, se presenta al pueblo de Mxico el documento que describe el pas que queremos construir, el futuro que buscamos hacer realidad y los esfuerzos que la Administracin Pblica Federal en el periodo 2001-2006 se compromete a realizar para alcanzarlo, para mejorar la calidad de vida de mexicanas y mexicanos. Contiene los compromisos y los lineamientos del gobierno expresados en objetivos claros y estrategias concretas para lograrlo, pero tambin presenta una visin estratgica para el Mxico del nuevo milenio, con un claro sentido de perspectiva histrica.

El Plan Nacional de Desarrollo pone ante la opinin de los ciudadanos lo que este gobierno se propone hacer junto con la sociedad, para que sea visto como un compendio en el que toda mexicana y mexicano pueden consultar lo que el gobierno planea hacer por ellos y con ellos. Para que los tcnicos de la planeacin y de la administracin pblica lo vean como instrumento bsico que define criterios, prioridades y fundamentos de elaboracin de las polticas pblicas. Al mismo tiempo, para que los orientadores y lderes de opinin encuentren en l una presentacin sistemtica de los compromisos de gobierno.

Este marco integral de desarrollo que se presenta a la sociedad, permite pensar de manera ms estratgica en las prioridades, polticas, programas, proyectos y reformas que debemos emprender para lograr los objetivos propuestos, pero sin que se conviertan en un marco rgido y limitante.

El Plan establece los objetivos que permitirn realizar los cambios medulares que este gobierno impulsar: cambios que consoliden el avance democrtico, que abatan la inseguridad y cancelen la impunidad, que permitan abatir la pobreza y lograr una mayor igualdad social; una reforma educativa que asegure oportunidades de educacin integral y de calidad para todos los mexicanos; cambios que garanticen el crecimiento con estabilidad en la economa, que tengan como premisa fundamental ser incluyentes y justos; cambios que aseguren la transparencia y la rendicin de cuentas en la tarea del gobierno y que descentralicen las facultades y los recursos de la Federacin.

Las estrategias contenidas en este Plan estn encaminadas a facultar a los actores sociales y econmicos para que participen de manera activa en las reformas que se promovern. Considera como palancas de cambio en el pas la educacin, el empleo, la democratizacin de la economa y el federalismo y el desarrollo regional. Busca, mediante dichas estrategias, establecer alianzas y compromisos con los grupos sociales, econmicos y polticos, as como con los gobiernos estatales y municipales del pas para que la construccin de nuestro futuro sea una tarea compartida.

ste no es un plan detallado, sino una etapa de un proceso que permite vertebrar las iniciativas ciudadanas, alcanzar objetivos concretos y encaminar al pas hacia una visin de largo plazo. Por ello, este documento marca un rumbo, unos objetivos y unas estrategias claras, pero al mismo tiempo est abierto a las adecuaciones que los nuevos acontecimientos demanden para el bienestar del pas, que se plantearn en los programas sectoriales, regionales, especiales e institucionales y en los programas operativos anuales.

En el marco de un buen gobierno, de una poltica exterior proactiva y de la vigencia plena del Estado de Derecho, este Plan Nacional incorpora la visin, la misin, los objetivos, las estrategias y los aspectos estructurales del desarrollo en el marco de las tres prioridades marcadas por los ciudadanos: desarrollo social y humano, crecimiento con calidad, y orden y respeto.

El Plan Nacional de Desarrollo establece como condicin fundamental un dilogo abierto y permanente con los ciudadanos, con las agrupaciones polticas y sociales, con los otros poderes y mbitos de gobierno, y con la sociedad en general.

Este documento surge como resultado de un proceso que tuvo como eje central la participacin ciudadana amplia y el dilogo abierto con los ciudadanos, con la estructura interna de la Administracin Pblica Federal, as como con funcionarios de los otros poderes y rdenes de gobierno.

Aunque la fase de participacin ciudadana para estructurar el Plan ha finalizado, el dilogo con la sociedad apenas comienza. Se establecern mecanismos para que en el marco del Sistema Nacional de Planeacin Participativa se realice el seguimiento del cumplimiento y la actualizacin del Plan, obligando al gobierno a permanecer atento a la opinin ciudadana.

As pues, este Plan y la participacin social que implic constituyen una invitacin a fortalecer el papel de los ciudadanos en la conduccin del pas, quienes al recibir informacin y encontrar espacios para la expresin, puedan conocer y evaluar los compromisos que los funcionarios establecen con la sociedad, con lo que tendrn una nueva forma de relacionarse con su gobierno: ms responsable, ms crtica, ms participativa, ms comprometida.

La construccin de un proyecto de futuro comn requiere la participacin de todos, por lo que el Plan es, tambin, una invitacin a las agrupaciones polticas, a las organizaciones de la sociedad, a los productores del campo, a los profesores, obreros, empresarios, intelectuales, ciudadanas y ciudadanos en general a que, de manera unida, luchemos en un solo frente para construir un mejor pas.

2.3. El proceso de participacin ciudadana para la elaboracin del Plan

El Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 es el resultado de un proceso de planeacin que tuvo como eje central la participacin ciudadana. Los resultados de las diferentes estrategias y mecanismos de consulta se incorporaron al Plan de diferentes formas y en distintas etapas.

Etapa de transicin

Durante los meses posteriores a las elecciones del 2 de julio de 2000, ciudadanos y grupos de la sociedad, representantes de muy diversos intereses y con diferentes preocupaciones y visiones acerca de la construccin del futuro de Mxico, se acercaron al Presidente electo para expresar sus opiniones y propuestas. Todas estas aportaciones constituyeron una primera etapa de la consulta y permitieron identificar los problemas y oportunidades que deban ser considerados en la elaboracin del Plan.

Las diferentes coordinaciones que se crearon para los trabajos realizados durante ese periodo, en sus respectivas reas, organizaron mltiples reuniones de consulta diagnsticas y propositivas, en las que participaron grupos de especialistas y personas relacionadas de distintas formas con los temas de estas sesiones; slo en la Coordinacin de Desarrollo Social y Humano se llevaron a cabo ms de 100 reuniones. Los resultados fueron utilizados para elaborar los informes de trabajo de las coordinaciones. A su vez, stos fueron un importante elemento utilizado para la integracin del Plan Nacional de Desarrollo.

De esta etapa, el Plan recoge, adems de las propuestas ciudadanas y los diversos anlisis resultantes de las reuniones de participacin ciudadana, la plataforma de la Alianza por el Cambio y los compromisos que se hicieron con diversos grupos de la sociedad organizada. Este proceso se enriqueci con aportaciones de las plataformas de los otros partidos polticos.

Etapa de participacin ciudadana como parte del Sistema Nacional de Planeacin Participativa

A partir de diciembre de 2000, al entrar en funciones esta Administracin Pblica Federal, y en cumplimiento de las disposiciones legales vigentes, se organiz un sistema de planeacin que tuvo como responsabilidad la realizacin de un proceso de participacin ciudadana amplia, pblica y abierta para la elaboracin del Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006.

As, quienes tienen la tarea y la responsabilidad de gobernar y atender con precisin las demandas de la sociedad, encuentran en este proceso un mecanismo formal para escuchar las opiniones, propuestas y expectativas en temas y aspectos fundamentales para el desarrollo del pas, de los estados, las regiones, las comunidades, la familia y el propio individuo.

Para que la participacin ciudadana fuera lo ms amplia, incluyente y representativa, se consideraron distintas variables de la poblacin para el diseo de los procesos de participacin utilizados y las herramientas para recabar las opiniones, tales como ubicacin geogrfica, gnero, nivel socioeconmico, edad, etnicidad y acceso a medios de comunicacin, entre otros.

Esta etapa, que es la parte central de la participacin ciudadana, se llev a cabo por medio de dos procesos, en diferentes poblaciones-objetivo y con finalidades distintas, aunque complementarias.

Participacin ciudadana por medio de encuestas por correo directo y va internetSYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hEncuesta por correo directo

Este proceso, denominado Programa Mande, tuvo como objetivo recabar propuestas sobre 110 temas nacionales agrupados en las tres grandes reas que se han definido para la accin de este gobierno: desarrollo social y humano, crecimiento con calidad y orden y respeto.

Para tal efecto se distribuyeron, durante los meses de febrero a abril de 2001, cuestionarios en donde podan exponerse una o varias propuestas acerca de cada uno de los 110 temas, usando la infraestructura del Servicio Postal Mexicano, en 2000 oficinas de correos en todo el pas, las oficinas de gobierno y la Secretara de Educacin Pblica.

En este proceso se recibieron un total de 153367 propuestas, de las cuales alrededor de 1000 fueron de mexicanos que residen en el extranjero. Todas ellas fueron capturadas por el Instituto Nacionalde Estadstica, Geografa e Informtica (inegi) que, para este fin, instal el Centro Nacional de Recepcin de Propuestas. Ah fueron clasificadas las aportaciones y, posteriormente, enviadas a las diferentes reas que conforman la Administracin Pblica Federal para que fueran analizadas y consideradas para la elaboracin del Plan.

Gracias a este proceso se obtuvo un conjunto muy importante de propuestas ciudadanas sobre un amplio nmero de temas de inters nacional.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hEncuesta va internet

La pgina de internet creada para el Plan Nacional de Desarrollo ampli el alcance de la participacin ciudadana y agiliz el registro de opiniones, adems de dar la oportunidad de participar a los mexicanos que viven fuera del pas. Por medio de ella se recibieron 43230 propuestas que, igual que las encuestas recibidas por correo directo, fueron clasificadas por el inegi y se sumaron a la base de datos de las propuestas generadas.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hAnlisis de participacin por correo e internet

Mediante estas dos vas se recibieron 117040 cuestionarios, que aportaron un total de 196854 propuestas.

En lo que respecta a la edad de quienes participaron respondiendo a esta encuesta, se observa que 26% de las propuestas fueron realizadas por personas menores de 20 aos, 34% por personas de entre 21 a 40 aos, y el 22 por ciento por personas mayores de ms de 40 aos. Slo 18% no especificaron su edad.

Las propuestas fueron enviadas a las diferentes entidades de la Administracin Pblica Federal en donde fueron analizadas y muchas de ellas integradas a los objetivos y las estrategias que estas entidades elaboraron para la definicin del Plan Nacional de Desarrollo. En algunos casos, las propuestas recibidas se referan a aspectos especficos de la operacin de las dependencias y entidades de gobierno, por lo que sern tomadas en cuenta para la elaboracin de los programas sectoriales, as como para la definicin de los programas operativos anuales de las dependencias.

Participacin en reuniones de opinin ciudadanaEl otro proceso de participacin ciudadana se realiz mediante reuniones de opinin ciudadana que, a su vez, tuvieron tres modalidades: foros con ponencias, reuniones temticas y sesiones de planeacin.

Los foros con ponencias permitieron que la sociedad presentara abiertamente sus propuestas con respecto a temas de inters nacional. Estos foros fueron organizados por las diferentes secretaras en funcin de los temas relacionados con su mbito de accin y se llevaron a cabo en las principales ciudades del pas. Se celebraron 549 foros en los que se presentaron 13552 ponencias, con una participaron total de 36850 personas.

Las reuniones temticas definieron las acciones necesarias para atender un objetivo previamente definido, as como las dificultades que se podran presentar para su logro. En total, las diferentes secretaras y entidades del gobierno llevaron a cabo, en las principales ciudades del pas, 517 reuniones temticas en las que participaron 8789 personas.

Las sesiones de planeacin fueron de mayor duracin y complejidad que las anteriores, pues su propsito era disear un plan estratgico para el tema objeto de la sesin. En estas sesiones se cont con la participacin de destacados expertos y lderes de opinin en los diferentes campos del desarrollo nacional. Se realizaron 75 sesiones en las que participaron 1275 personas provenientes de instituciones de investigacin, as como de organismos de los sectores pblico y privado.

En total, se realizaron 1141 reuniones de opinin ciudadana en sus diferentes modalidades, en las que participaron 46914 personas.

Considerando los procesos de participacin ciudadana mediante encuestas y reuniones de opinin ciudadana, participaron 174865 personas, que presentaron un total de 379525 propuestas.

Proceso de planeacin en el seno de la Administracin Pblica Federal

Otro elemento que aliment el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 fue el proceso de planeacin que las diferentes entidades de la Administracin Pblica Federal llevaron a cabo en los meses de diciembre de 2000 a febrero de 2001.

Durante este proceso se definieron los objetivos y las estrategias que deben seguirse por parte de las diversas reas de la Administracin Pblica Federal con el propsito de responder a los principales retos del desarrollo nacional. Estos trabajos fueron posteriormente reevaluados desde la perspectiva de los resultados de la consulta ciudadana, por lo que se procedi a reorientar objetivos y estrategias en respuesta a lo expresado por la sociedad.

Cabe destacar la importante participacin de los gobiernos estatales en el proceso de planeacin porque, gracias a su apoyo, se pudieron conformar mesas de trabajo con los actores clave en cada tema que se analiz en las reuniones de opinin ciudadana.

Integracin

El proceso de participacin ciudadana en su conjunto represent un gran esfuerzo de la sociedad -con la expresin de sus necesidades, propuestas y sugerencias-, y de la Administracin Pblica Federal que, a lo largo y ancho del territorio nacional recab estas expresiones para analizarlas e incluirlas en el establecimiento de los objetivos y estrategias del Plan Nacional de Desarrollo.

Por otra parte, las acciones especficas que tanto la sociedad como el gobierno realizaron para el Plan Nacional de Desarrollo, sern los elementos principales para elaborar los programas sectoriales, regionales, especiales e institucionales, en los que se detallarn las metas que harn realidad la instrumentacin del Plan Nacional de Desarrollo.

Finalmente, es importante hacer notar que este esfuerzo compartido de sociedad y gobierno ser la base que sustente el seguimiento y evaluacin de los compromisos que se establecen en el Plan Nacional de Desarrollo, as como los ajustes en la actuacin de la Administracin Pblica Federal en funcin de los resultados obtenidos y del dinmico entorno en que se encuentra nuestro pas.

3. MXICO: HACIA UN DESPEGUE ACELERADO

3.1. Las transiciones del Mxico contemporneo

Aunque todos los pases del mundo enfrentan los retos de la globalizacin y del cambio tecnolgico, pocos se encuentran inmersos en procesos de cambio simultneo tan profundos y tan diversos como Mxico.

Los retos del cambio en Mxico estn enmarcados en cuatro grandes procesos de transicin que nos obligan a redefinir metas, redisear instrumentos y adecuar mecanismos de toma de decisiones. Estas cuatro transiciones son:

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hLa demogrfica.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hLa social.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hLa econmica.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hLa poltica.

No slo la eficacia de la accin pblica sino tambin la madurez de la comunicacin entre gobierno y sociedad, requieren la comprensin de los procesos que condicionan el presente y el futuro, es decir, de las transiciones del Mxico contemporneo. Estas transiciones definen quines son los interlocutores del Estado, cules son sus necesidades, cmo interactan con los distintos mbitos de gobierno y cules son los instrumentos disponibles para la ejecucin de la accin pblica. En otras palabras, las transiciones condicionan de manera profunda, por un lado, la capacidad estatal para reorientar y conducir el cambiosocial y, por otro, la manera como la sociedad expresa sus demandas, articula sus intereses y se vinculacon el Estado.

El Plan Nacional Desarrollo se propone enfrentar los retos que plantean estas cuatro transiciones, al mismo tiempo que mitigar sus costos y potenciar las oportunidades que suponen. Las transiciones definen el tipo de pas al que conduce la inercia de las fuerzas demogrficas, econmicas, democrticas y sociales, incluyen las oportunidades que se presentarn y aportan informacin muy valiosa sobre cmo debe intervenir el gobierno para avanzar hacia el pas que todos deseamos y cmo enriquecer el dilogo con la sociedad para lograrlo.

3.2. La transicin demogrfica

Este gobierno ha aceptado el reto de servir a los 100 millones de mexicanos que actualmente viven en Mxico y a los ms de 18 millones que viven en el extranjero. Tambin ha asumido el desafo de adecuar sus acciones para atender a una poblacin que se estabilizar entre 130 y 150 millones de mexicanos residentes en el pas hacia el ao 2050, con una proporcin creciente de adultos de la tercera edad. Un gobierno plenamente consciente de este proceso de transicin demogrfica, ser un gobierno eficaz.

El crecimiento econmico en pocas recientes no ha permitido asimilar la realidad de nuestro crecimiento demogrfico. En el pas persisten la economa informal, el subempleo y la pobreza; tambin rezagos en alimentacin, educacin, servicios de salud, vivienda e infraestructura. Esto se manifiesta en la expulsin de gran nmero de personas de sus comunidades de origen. Adems, la destruccin y la contaminacin de los ecosistemas limita el crecimiento.

Todo ello ha ocasionado una inaceptable desigualdad de oportunidades para los mexicanos,que la poblacin resiente y que inhibe no slo el crecimiento de la economa, sino tambin la propia convivencia social.

Transformaciones en el tamao de la poblacin

La poblacin es uno de los elementos que contribuyen a delinear el perfil de largo plazo de todas las naciones. Durante el siglo xx, nuestro pas experiment transformaciones sin precedente desde el puntode vista demogrfico. Primero atraves por ciclos de intenso crecimiento poblacional y, ms recientemente, de marcada desaceleracin. As, de acuerdo con las cifras censales, la poblacin mexicana pas de casi 17 a cerca de 26 millones de personas entre 1930 y 1950; en los veinte aos siguientes, el nmero de habitantes casi se multiplic por dos, y requiri slo tres dcadas para duplicarse nuevamente. Con alrededor de 100 millones de habitantes, Mxico ocupa en la actualidad el decimoprimer lugar entre las naciones ms pobladas del orbe y se prev que mantendr esa misma posicin durante varias dcadas ms.

La trayectoria descrita refleja el trnsito, todava inconcluso, de un rgimen caracterizado por niveles de mortalidad y fecundidad elevados, hacia otro de niveles bajos, proceso que ha sido denominado transicin demogrfica. Esta profunda metamorfosis fue impulsada, a partir de los aos treinta, por un importante descenso de la mortalidad, el cual fue posible gracias al mejoramiento de las condiciones de vida y a los avances logrados en educacin, salud, alimentacin, infraestructura sanitaria y transferencia y aplicacin intensiva de tecnologa mdica y de control ambiental. Como consecuencia, la esperanza de vida de la poblacin mexicana, que en 1930 era de apenas 36 aos, lleg a casi 50 aos en 1950, a 62 en 1970 y a poco ms de 75 aos en la actualidad.

Frente al largo proceso de disminucin de la mortalidad, la reduccin de la fecundidad es mucho ms reciente y de caractersticas ms acentuadas. Este proceso comenz a mediados de la dcada de los sesenta, poco despus de alcanzar su nivel mximo histrico de 7.3 hijos promedio por mujer. A semejanza de otros pases, la disminucin ocurri primero entre las mujeres de los estratos ms prsperos y educados y entre las residentes de las principales ciudades. Sin embargo, fue a partir de 1974, a raz del cambio en la poltica de poblacin, cuando las prcticas de planificacin familiar empezaron a difundirse y generalizarse, dando lugar a una genuina y silenciosa revolucin demogrfica. As, la fecundidad registr un promediode 5 hijos por mujer en 1978; cay a 4 hijos en 1985, y en la actualidad es de 2.4 hijos.

La evolucin seguida por la mortalidad y la fecundidad provoc primero una aceleracin gradual de la tasa de crecimiento natural de la poblacin, que pas de 2.3% en 1930 a 2.9% en 1950 y a 3.5% en 1965. A partir de este ltimo ao, la dinmica demogrfica empez a desacelerarse gradualmente, registrando una tasa de 3.3% en 1970, de 2.6% en 1985 y de 1.7% en 2000.

Despus de este largo proceso, la poblacin mexicana ingres al nuevo milenio con una tasa de crecimiento natural semejante a la de 70 aos atrs, aunque con una cantidad de habitantes seisveces mayor.

Transformaciones en la estructura por edad ydemandas asociadas

Adems de los cambios en su tamao, dinmica y distribucin territorial, la poblacin mexicana experiment a lo largo del siglo xx importantes transformaciones en su estructura por edad. La etapa de despegue y de rpido crecimiento dio origen a un proceso de rejuvenecimiento demogrfico, que se expres en un ensanchamiento de la base de la pirmide poblacional. Baste sealar que entre 1930 y 1970 el grupo de menores de 15 aos de edad multiplic su tamao inicial alrededor de 3.5 veces (al pasar de poco ms de 6 a 22 millones de personas) y su peso relativo respecto a la poblacin total aument de 39 a 46%. En contraste, el segmento de entre 15 y 64 aos creci cerca de 2.5 veces en ese mismo lapso (de casi 10 a 24 millones de personas), aunque su participacin en la poblacin total disminuy de 58 a 50%. Esta dinmica de crecimiento diferenciada de ambos grupos de edad provoc un aumento de la carga de dependencia juvenil, que pas de 68 a 92 menores de 15 aos por cada 100 personas en edad laboral, entre 1930 y 1970.

Con la cada de la fecundidad se inici un proceso gradual de estrechamiento de la base de la pirmide de poblacin y el desplazamiento de generaciones numerosas (resultado del alto crecimiento demogrfico del pasado) hacia las edades centrales. As, entre 1970 y 2000, la poblacin de menores de 15 aos de edad aument alrededor de 50% (de 22 a 33 millones de personas), mientras que el grupo de 15 a 64 aos multiplic su tamao inicial poco menos de 2.5 veces (de 24 a 58 millones). Como consecuencia, la razn de dependencia disminuy entre 1970 y 2000 de 92 a 56 menores de 15 aos por cada 100 personas en edad de trabajar.

La dinmica demogrfica de la poblacin de menores de 15 aos contribuy a atenuar gradualmente la presin sobre los servicios educativos y de salud y abri nuevas oportunidades para ampliar su cobertura, aun en un contexto de reduccin presupuestal.

A partir de la dcada de los ochenta, los incrementos anuales de la poblacin en edad laboral alcanzaron sus niveles ms elevados (de 1.3 a 1.4 millones de personas) durante los periodos ms crticos de contraccin econmica, con el consiguiente aumento del empleo informal y del desempleo.

En este contexto, la pobreza creci de manera significativa y continuaron arrastrndose graves rezagos e insuficiencias en materia de desarrollo social, que hoy da, se reflejan en el hecho de que ms de una de cada dos personas ocupadas (53.9%) recibe ingresos de dos salarios mnimos o menos; alrededor de una de cada cuatro personas de 15 aos o ms (28.5%) carece de escolaridad o no termin la primaria; una de cada siete (14.8%) reside en vivienda con piso de tierra, y algo ms de una de cada diez no cuenta en su casa con servicio de agua entubada (11.2%).

El futuro demogrfico

En las prximas dcadas, la poblacin de Mxico completar la ltima fase de la transicin demogrfica, encaminndose rpidamente a un crecimiento cada vez ms reducido y a un perfil envejecido. Las previsiones para la mitad del presente siglo sugieren que la poblacin podra alcanzar entre 130 y 150 millones de habitantes. Por ello, el pas seguir enfrentando en los prximos aos el desafo de proporcionar a sus habitantes empleo, vivienda, vestido, alimentacin, educacin y salud.

Por su parte, el grupo de poblacin de 15 a 64 aos continuar aumentando su tamao (de 59 millones en 2000 a 75 millones en 2010 y a 87 millones en 2030) y con ello aumentar tambin el potencial productivo y de creacin de riqueza del pas. La trayectoria de crecimiento de este grupo de edad representar un enorme desafo en trminos de nuevos puestos de trabajo. Se estima que sin contar los rezagos acumulados, el nmero de nuevos demandantes de empleo, aunque decreciente, seguir siendo muy significativo, al menos en los prximos tres lustros: de cerca de 1.2 millones anuales entre 2000 y 2005; de 1.1 millones de 2005 a 2010, y de poco menos de un milln entre 2010 y 2015. Sin embargo, a partir del cuarto lustrodel presente siglo la demanda de empleos crecer a razn de 800000 por ao y en la siguiente dcadaser del orden de 500000. En consecuencia, la poblacin econmicamente activa, que en la actualidad es de poco ms de 43 millones de trabajadores, ascender a casi 55 millones en 2010 y a cerca de 69 millonesen 2030.

El arribo de generaciones todava numerosas a la edad de contraer matrimonio y formar un hogar independiente demandar la construccin de alrededor de 23 millones de viviendas durante las siguientes tres dcadas, equivalente al parque habitacional disponible actualmente.

Por ltimo, el grupo de adultos mayores (65 aos y ms), que en la actualidad representa alrededor de 5% de la poblacin total, registra una tasa de crecimiento inslita en la historia demogrfica de Mxico (de ms de 3.7% anual) y podra alcanzar ritmos cercanos a 4.6% entre 2020 y 2030, lo que implica que en tan slo 15 aos se duplicar el tamao inicial de esta poblacin. Como consecuencia, si hoy uno de cada veinte mexicanos est en ese grupo de edad, en 2030 sern uno de cada ocho, con el correspondiente impacto social y econmico.

La confluencia del envejecimiento demogrfico con el cambio registrado en el terreno epidemiolgico demandar profundas reformas en las estrategias, alcance, funcionamiento y organizacin del sector salud; impondr fuertes presiones sobre la infraestructura econmica y social; desafiar la viabilidad a largo plazo de los sistemas de seguridad social, y exigir una cuantiosa reasignacin de recursos para proporcionar pensiones suficientes.

Bono demogrfico

La transformacin en la estructura por edades propiciar una relacin cada vez ms ventajosa entre la poblacin dependiente (menores de 15 aos y mayores de 65) y la poblacin en edad laboral (entre 15 y 64), lo que abrir durante las prximas tres dcadas una ventana de oportunidad transitoria o bono demogrfico, al aumentar ms rpidamente la poblacin en edad laboral que la poblacin dependiente.

El bono demogrfico en la prxima dcada podra convertirse en un importante factor para el desarrollo del pas si logramos crear los empleos necesarios, al propiciar una mayor capacidad de ahorro de los hogares y el despliegue de estrategias ms eficaces tanto de formacin y utilizacin de los recursos humanos disponibles, como de acumulacin y movilizacin de activos. Sin embargo, la ventana de oportunidad empezar a cerrarse a medida que se intensifiquen las presiones para atender las demandas del envejecimiento demogrfico. El eficaz aprovechamiento de esta ventana de oportunidad podra contribuir a impulsar un crculo virtuoso de ms empleos, ms ahorro, ms inversin.

Regiones y ciudades

Las regiones y ciudades de Mxico no son un mero soporte fsico de personas y empresas; constituyen un factor de produccin que se debe articular rigurosamente con las estructuras econmicas y sociales, as como el desarrollo econmico debe hacerlo con el proceso de urbanizacin. La simultaneidad de estos dos procesos explica la acelerada expansin del sistema de ciudades mexicanas en el siglo xx: en 1900 nicamente la dcima parte de la poblacin viva en las ciudades, proporcin que se elev a dos terceras partes en 2000, lo que significa un universo de 59.2 millones de mexicanos urbanos. Tambin es necesario sealar que los procesos de urbanizacin han tenido consecuencias negativas, como la prdida de identidad, la violencia y la inseguridad.

Fuentes:1900-1990: inegi, censos de poblacin y vivienda; 1995: inegi, Conteo de poblacin yvivienda; 2000: inegi, XII Censo de poblacin y vivienda. Tabulados de la muestra.Cuestionario ampliado.

La migracin constante y persistente del campo a la ciudad es un factor claramente identificado con el deterioro de la vida rural en todas sus vertientes: econmica, familiar, social y comunitaria.

Siguiendo las tendencias actuales, es posible esperar que ms de 80% del crecimiento poblacional de los prximos 25 aos se ubique en las ciudades del pas. Estas tendencias anuncian una significativa transformacin en las estructuras socioeconmicas del pas.

Las desigualdades regionales se manifiestan muy ntidamente en los ms de 2000 municipios en que se divide el pas, los cuales presentan monumentales diferencias en su poblacin. Esta cuestin deber ser considerada en el rediseo de dos estrategias clave para la reordenacin del espacio nacional: i] la instrumentacin de las polticas nacionales de desconcentracin econmica y demogrfica; ii] la adecuacin de los rganos de gestin de los municipios y sus aparatos de planeacin.

En los municipios de ms de 100000 habitantes, donde reside el grupo ms grande de la poblacin total nacional, debe procurarse la modernizacin de su gestin local en materia de planeacin, dotacin de servicios, apoyo infraestructural para el aparato productivo, empleo y seguridad pblica, entre los renglones principales. En el extremo opuesto se encuentran los ms de 1400 municipios rurales que deben contar con aparatos de gestin administrativa y de planeacin ms simples, aunque no menos eficaces, en funcin de su capacidad financiera y de sus recursos humanos.

En sntesis, en esta etapa de transicin que experimenta Mxico en los comienzos del siglo, se observa una clara hegemona de la concentracin econmica y demogrfica en el sistema de ciudades, la cual tender a mantenerse o acentuarse en las siguientes dcadas, e implicar la consolidacin de una nacin de ciudades de carcter industrial y terciarias, proceso que debe ser planeado con el mayor rigor posible. Por otro lado, en el Mxico rural existen millares de localidades que concentran a millones de ciudadanos, las cuales debern integrarse al circuito moderno constituido por los ncleos urbanos interrelacionados con la economa global.

Las acciones de planeacin en el mbito urbano tendrn como objetivo central una estrategia que permita la competitividad internacional del sistema urbano nacional, a la vez que haga posible incorporar al desarrollo a vastas regiones del pas. Las ciudades requerirn adecuar los servicios y equipamiento a las necesidades de la poblacin y de las empresas; estimular la articulacin de interrelaciones industriales o cadenas productivas; promover la construccin de infraestructura de alta tecnologa; elaborar planeseconmico-urbansticos funcionales; establecer una poltica de reservas y precios bajos de la tierra; disear e implantar esquemas administrativos y de normatividad urbanstica eficaces; capacitar sus recursos humanos; promover la investigacin rigurosa de las cuestiones de la ciudad.

Transicin demogrfica y uso de recursos naturales

Otra consecuencia de la transicin demogrfica es el cambio en el uso de recursos naturales. En los ltimos 30 aos, la poblacin del pas se ha duplicado y el consumo de bienes y servicios, en trminos reales, se ha triplicado. Esto ha modificado profundamente nuestra relacin fsica con el medio ambiente.

Es necesario considerar a nuestro pas no como el inagotable e inexplorado cuerno de la abundancia, sino reconocerlo como un gran recurso al que, sin embargo, podramos destruir sin haberlo aprovechado cabalmente para el crecimiento y el bienestar de sus habitantes.

Nuestro pas es considerado entre los 12 pases con mayor diversidad biolgica en el mundo. Asimismo, goza de una gran riqueza en metales como plata (primer productor mundial), nquel y cadmio (cuarta y quinta reservas ms grandes en el mundo, respectivamente), petrleo (tercera reserva mundial) y cobre (sexto productor del mundo), adems de contar con valiosos y muy variados ecosistemas de montaa, marinos y costeros.

Sin embargo, la enorme riqueza natural de Mxico ha sido utilizada en forma irracional al seguir un modelo de crecimiento econmico basado en una continua extraccin de los recursos naturales por considerarlos infinitos y por suponer que el entorno natural tiene la capacidad de asimilar cualquier tipo y cantidad de contaminacin. Esta actitud ha resultado en una severa prdida y degradacin de nuestros recursos y del entorno natural, porque la estrategia de desarrollo econmico no ha sido sustentable. De no revertirse esta tendencia en el corto plazo, estar en peligro el capital natural del pas, que es la base de nuestro proyecto de desarrollo.

Por otra parte, el crecimiento demogrfico ha ejercido una presin sobre los ecosistemas que no siempre se ha enfrentado correctamente. Para comprender la magnitud de esa carga, hay que tener presente que la poblacin del pas se ha triplicado en los ltimos 50 aos; que se han construido 13 millones de viviendas en los ltimos 30 aos, y que se ha cuadruplicado la infraestructura carretera entre 1960 y 2000.

El crecimiento demogrfico y la urbanizacin desordenada han sido factores determinantes en la erosin y tala de bosques. Por su parte, la expansin de industrias generadoras de emisiones de carbono y otros contaminantes repercuten directa o indirectamente en el cambio climtico.

Otro efecto grave del crecimiento demogrfico sobre el medio ambiente se refleja en la contaminacin y en el dispendio de agua que alcanza niveles crticos.

En el ao 2000 Mxico presenta altos niveles de degradacin ambiental, como se muestra en los siguientes ejemplos:

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hEl pas pierde 600000 hectreas de bosque anualmente y experimenta una tasa anual de deforestacin de 1.5 por ciento.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hDe las 100 cuencas hidrolgicas del pas, 50 estn sobreexplotadas, y extensas regiones del pas tienen problemas de abasto de agua.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hLas selvas tropicales de Mxico han disminuido 30% en los ltimos 20 aos.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hSe han extinguido 15 especies de plantas y 32 de vertebrados en Mxico. En nuestro pas se han dado 5.2% de las extinciones del mundo en los ltimos 400 aos.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hLa contaminacin del aire y del agua en las grandes ciudades del pas ha alcanzado niveles tales que tiene efectos negativos sobre la salud y el bienestar de la poblacin.

SYMBOL 183 \f "Symbol" \s 9 \hMxico lanza a la atmsfera ms de 460000 gt de gases de desecho y se estima una produccin anual de 3705000 toneladas de residuos peligrosos.

La degradacin de los recursos naturales del pas y la creciente generacin de contaminantes representan una prdida neta del capital natural, as como una disminucin importante de nuestro potencial para promover un desarrollo econmico que permita satisfacer las necesidades bsicas de la poblacin.

El medio ambiente es prioritario. Se trata de un mandato social, de una conviccin de gobierno, de una estrategia para el crecimiento de largo plazo y, finalmente, de un requerimiento tico y comercial de la nueva convivencia internacional. El medio ambiente es una prioridad para el Ejecutivo Federal y para el Plan Nacional de Desarrollo, toda vez que el desarrollo de la nacin no ser sustentable si no se protegen los recursos naturales con que contamos. Se ha visto cmo la degradacin del capital natural del planeta ha producido cambios climticos que afectan negativamente a las actividades humanas, y ello confirma la necesidad de conservar de manera racional los recursos naturales de nuestro pas.

3.3. La transicin social

Junto con los cambios ocurridos en Mxico en materia econmica y demogrfica durante las ltimas dcadas, se han gestado importantes transformaciones en la sociedad del pas. Las transiciones demogrfica, econmica y poltica son la expresin ms visible de la transicin social, que es la ms profunda y que compete a la vida privada de las personas y a la organizacin social.

La evolucin social se manifiesta tanto en la modificacin de valores, percepciones, motivaciones, conductas y actitudes individuales, como en la recomposicin de grupos y en el cambio de los comportamientos colectivos con relacin a los asuntos pblicos.

Las organizaciones de la sociedad civil

Hasta fines de los aos sesenta, las formas de asociacin se restringan fundamentalmente a agrupaciones sindicales o de carcter sectorial (burcratas, obreros, campesinos, empresarios, populares), reconocidas o fundadas por el Estado. A partir de entonces, han surgido y se han multiplicado organizaciones para la defensa de intereses particulares, de carcter reivindicativo y de ayuda mutua. Entre ellas, las organizaciones de la sociedad civil desempean un papel de importancia creciente en asuntos de inters pblico.

En general, los objetivos de estas organizaciones ponen de manifiesto la fuerza con que se busca reivindicar viejos y nuevos derechos de la sociedad y de las personas. Entre ellos, los relacionados con la proteccin de los derechos humanos, la calidad de vida, la lucha por la preservacin del medio ambiente y los que competen a la integridad y al desarrollo material, espiritual y profesional de los individuos, principalmente de los ms desfavorecidos.

Es un hecho que la accin de estas organizaciones tiene una gran influencia en el logro de resultados concretos para la sociedad, sobre todo entre los grupos tradicionalmente menos favorecidos por el progreso del pas. Adems, el uso de los recursos que son utilizados por estos organismos, llega de manera ms directa a los grupos que ms lo requieren y contribuye a crear lazos y sentido de solidaridad y de corresponsabilidad.

Debido a lo anterior, es conveniente, desde el punto de vista del desarrollo social, impulsar la accin de las organizaciones de la sociedad civil para atender las necesidades sociales ms sentidas en el pas. Adems, esto permite que los satisfactores de esas necesidades sean provistos por personas que estn cerca de la problemtica, con lo que se agiliza la atencin y se maximizan los resultados obtenidos.

El papel de la mujer

Los cambios demogrficos han corrido a la par de una ms amplia participacin de las mujeres en la vida social, poltica y econmica, y particularmente en el empleo. La mayor intervencin de las mujeresen la vida econmica ha respondido a varios factores y momentos en los ltimos 30 aos. Durante los aos setenta, la ampliacin de la participacin femenina en el empleo fue gradual y fue primordialmente de mujeres jvenes, preparadas y solteras, que se incorporaron al sector moderno de la economa, sobre todo en la administracin pblica y en los servicios privados, lo cual afect, benefici y contribuy al desarrollo de la clase media.

A partir de los aos ochenta, por el contrario, el aumento de la participacin femenina en el empleo fue ms rpido y se integr por mujeres mayores, con hijos y con escasa escolaridad, que se incorporaron sobre todo a empleos precarios e informales en el comercio y los servicios. En general, se puede plantear como hiptesis que esta ampliacin fue forzada por el descenso en los salarios reales; la incorporacin de las mujeres al empleo aminor la pobreza de los hogares trabajadores y la desigualdad del ingreso.

En los ltimos 30 aos la participacin femenina en el empleo ha crecido a ms del doble. Esto representa un reto para las instituciones pblicas, que deben asegurar la equidad en las oportunidades de empleo, salarios y prestaciones que afectan no slo a la mujer trabajadora, sino a todas las familias.La estructura familiar se ha tenido que adecuar a las necesidades del aparato productivo, y ello se ha reflejado en su composicin tradicional; sin embargo, estos cambios no han sido asumidos plenamente por toda la sociedad. Hay que desarrollar una nueva cultura que permita, desde la familia, conformar una plena equidad con actitudes ms democrticas y de respeto a los derechos de las personas.

La participacin de la mujer en la fuerza de trabajo y la toma de decisiones es creciente y aporta valores de comportamiento y de conducta a la vida productiva, al mismo tiempo que enriquece y humanizala vida poltica.

A su vez, la incorporacin de la mujer a la fuerza de trabajo ha dado lugar a una mayor presencia y la participacin del hombre en el ncleo familiar, lo que contribuye a una mejor calidad de vida en el hogar, as como a la modificacin de la cultura machista.

Sin embargo, la participacin de la mujer en la vida empresarial, poltica y de toma de decisiones an no refleja una situacin de equidad respecto a la del hombre, lo cual reduce las posibilidades de que el pas aproveche el enorme potencial que las mujeres pueden aportar al engrandecimiento de la nacin. La mujer debe ser incluida equitativamente en los procesos de decisin, aportando su esfuerzo solidario en todas las actividades de la vida nacional.

El aumento en los niveles educativos de hombres y mujeres se ha sostenido en los ltimos aos, y al mismo tiempo la desigualdad educativa entre hombres y mujeres se ha reducido. Se observan desigualdades significativas sobre todo en los extremos educativos: hay todava una mayor proporcin de mujeres que de hombres en los niveles educativos ms bajos, y de hombres que de mujeres en los niveles universitariosde posgrado, aunque las mujeres muestran una mayor tendencia que los hombres a completar cada nivel escolar (primaria, secundaria y niveles tcnicos o preparatoria). En las encuestas ms recientes se observa que la desigualdad es menor entre los grupos ms jvenes, lo que sugiere que la discriminacin contra las nias y jvenes tiende a disminuir.

Sin embargo, esta tendencia no es la misma en todos los grupos. La brecha rural-urbana es notable: las jvenes rurales tienen an una desventaja significativa respecto de sus hermanos, aunque en los ltimos dos aos, programas como Progresa lograron aumentar la escolaridad promedio en las zonas marginadas y se redujo la diferencia educativa entre hombres y mujeres.

En Mxico se observa una clara desigualdad en los ingresos de hombres y mujeres. Los ingresos promedio globales de las mujeres son aproximadamente 35% inferiores a los hombres. Esta desigualdad es mayor en la cima de la distribucin del ingreso por trabajo que en la parte inferior. El 10% de los hombres mejor pagados gana 50% ms que el 10% de las mujeres mejor pagadas, mientras que el 10% de los hombres peor pagados gana de 25 a 27% ms que las mujeres peor pagadas. Sin embargo, esta diferencia por gnero se agudiza al incluir a los trabajadores sin ingresos, sector en el que una proporcin mayoritaria es de mujeres. Este desequilibrio se presenta tanto en mbitos rurales como urbanos, pero es enorme en el campo: 75% de las mujeres econmicamente activas en el sector primario no reporta ingresos.

La mayor parte de la diferencia de ingresos se debe a que una alta proporcin de las mujeres se desempea actualmente en categoras ocupacionales bajas. Esto tiene que ver con que las mujeres han recibido menos educacin y tenido menos experiencia laboral que los hombres, pero tambin a mecanismos discriminatorios propios del mercado. Es de prioridad nacional que la equidad de gnero se manifieste en igualdad de oportunidades que vayan cerrando la brecha de la desigualdad de ingresos entre hombres y mujeres.

Cambios en la composicin y participacin social de la familia

Es importante mencionar la diversidad que caracteriza a las familias en Mxico, al igual que su naturaleza dinmica. No es posible hablar de un solo tipo de familia, compuesto por una pareja y su descendencia, sino que hay una gama importante de formas distintas de vivir en familia. En Mxico existen familias de tipo nuclear (el modelo tradicional), las hay de tipo extenso y, en aumento, familias de jefatura femenina (aquellas compuestas por una mujer y sus hijos, o una mujer, sus hijos y algn otro miembro, sin el esposo-padre). Estas familias de jefatura femenina aumentaron en Mxico -como proporcin del total de los hogares- de 13.7% en 1960 a 20.6% en 2000.

Los cambios que caracterizaron a la economa del pas durante los aos ochenta dieron lugar a respuestas familiares y domsticas de gran envergadura. En particular, las crisis econmicas de esa dcada produjeron reacciones sociales que se gestaron dentro de las familias. Los miembros de los grupos familiares ms pobres tuvieron que trabajar ms en contextos laborales precarios y con salarios cada vez ms bajos. Sobrevivir se convirti en una tarea que requera estrategias de intensificacin del trabajo de los miembros de las familias. Las mujeres adultas y los varones jvenes aumentaron su presencia en los mercados laborales, a cambio de salarios empobrecidos pero de creciente importancia para las economas domstico-familiares. Fue la dcada del aumento masivo de las mujeres en el empleo y de obstculos crecientes para la permanencia de los nios en las escuelas. Sin duda, la familia actu como un amortiguador, pero los costos fueron altos: los patrones de consumo cambiaron, las dietas se deterioraron, la gente tuvo que trabajar ms pero coma peor y menos, muchos nios tuvieron que dejar la escuela y las relaciones de gnero, segn muchos estudios, sufrieron mayores conflictos y roces violentos.

Una transicin social que asegure la convivencia pacfica requiere en Mxico un modelo econmico que reduzca la brecha entre ricos y pobres. Un modelo que fortalezca a las familias y les permita planear el futuro, educar a sus hijos y disfrutar de la convivencia que se da en el grupo domstico. Una mejor situacin econmica se traducir en menos problemas y menos roces. La poblacin demanda mayor equidad y mayor tolerancia, pero tambin, un dilogo ms abierto y una flexibilidad real en el ejercicio de la funcin del gobierno. stas son las bases necesarias para modificar el ejercicio del poder, la accin del Estado y las polticas sociales y econmicas que afectan a los individuos, las familias y las colectividades.

La etnicidad en el Mxico contemporneoEn los ltimos 30 aos, la concepcin de los mexicanos acerca de la cuestin tnica se ha modificado en tres aspectos fundamentales. En primer lugar, hoy reconocemos que la relacin entre la cultura y la identidad indgena no ocurre de manera mecnica y que, por tanto, los cambios culturales en una colectividad no necesariamente implican cambios de identidad. En segundo lugar, hemos dejado de pensar en la nacin mexicana como algo culturalmente homogneo y, de hecho, la heterogeneidad se manifiesta con mayor vigor. En tercer lugar, reconocemos que los indgenas existen como sujetos polticos, que representan sus intereses en cuanto miembros de etnias, y hoy existen organizaciones indgenas que influyen poderosamente en el mbito pblico.

Respecto al primer aspecto, debemos recordar que la poltica indigenista del Estado mexicano, a pesar de la fundacin del Instituto Nacional Indigenista en 1948, se propuso crear una cultura nacional y una identidad mexicana unitaria. Se crea que, cuando el indgena adoptara el idioma espaol, la vestimenta, la tecnologa y los hbitos occidentales, hara a un lado los rasgos de su cultura propia y se asumira como un mexicano como todos. As, las campaas de alfabetizacin, los programas educativos, la ampliacin de las comunicaciones y los servicios, la extensin agrcola y en general las polticas de desarrollo se dirigan a sustituir los conocimientos, valores y costumbres arcaicas por conocimientos cientficos y gustos y hbitos modernos, que dejaran al mundo indgena en el pasado al que supuestamente perteneca. Como se pensaba que ser indgena equivala a ser campesino precario, se consideraba que la mejora econmica y el cambio ocupacional conllevaran la desindianizacin.

En la prctica, la adquisicin de rasgos culturales occidentales no necesariamente condujo a cambios de identidad ni en las comunidades rurales ni fuera de ellas. A partir de la dcada de los setenta, numerosas familias indgenas de todo el pas migraron a las ciudades, a los campos agrcolas modernos y a la frontera norte; dejaron de ser campesinos para volverse obreros, comerciantes, jornaleros o empleados, pero no siempre dejaron de considerarse indgenas. Muchos jvenes lograron alcanzar niveles de escolaridad superior en las escuelas normales y en la Universidad; se convirtieron en maestros y en profesionistas, y en muchos casos conservaron su identidad tnica, sobre todo cuando mantuvieron vnculos con sus familias y con sus comunidades de origen. A pesar del racismo que an subsiste en muchos mbitos de la sociedad mexicana, est empezando a desaparecer la nocin de que lo tnico es incompatible con lo moderno; se empieza tambin a explorar seriamente la posibilidad de una pedagoga intercultural, que tome en cuenta la riqueza de los mundos culturales diversos.

As, la concepcin de la nacin mexicana como culturalmente homognea se ha vuelto inadecuada, en buena parte porque los propios indgenas as lo muestran. Debe recordarse que uno de los soportes ideolgicos de tal concepcin homognea es el mito del mestizaje. Es decir, el proceso de mestizaje, no slo biolgico sino tambin cultural, que ha tenido una gran importancia desde la poca colonial, se mitific en los discursos oficiales para presentarse como una especie de destino universal e inexorable de los mexicanos. Este mito tuvo la funcin positiva de proporcionar un marco de inclusin, donde tenan cabida los descendientes de los pueblos aborgenes y de los africanos, y sirvi tambin para romper barreras de color y evitar los peores extremos del racismo; sin embargo, al condicionar la inclusin plena al momento de la fusin, cre una visin ficticia de la realidad nacional.

Hoy nadie duda que los mexicanos deben compartir valores cvicos y patriticos fundamentales, as como un cdigo de comunicacin eficaz, pero es cada vez ms obvio que la cultura nacional slo puede entenderse como una realidad mltiple. Hay que aadir que la nacin no es solamente multicultural sino multitnica: no existe una sola identidad mexicana (que antes se defina como mestiza) sino muchas, tantas como identidades tnicas existen en nuestro pas.

El movimiento de 1994 elev el problema indgena a la conciencia nacional, e hizo que las instituciones de gobierno, las organizaciones sociales y la sociedad en general participaran de manera ms activa en la atencin de los problemas de este importante sector de la poblacin.

Por ltimo, es imperativo reconocer que la educacin es la mejor manera de propiciar y fortalecer los cambios sociales que creen ms y mejores oportunidades e incrementen las potencialidadesde los mexicanos para alcanzar mejores niveles de vida.

3.4. La transicin econmica

La globalizacin y la nueva economa crean oportunidades para Mxico y los mexicanos de avanzar en su desarrollo, pero tambin presentan enormes riesgos que podran recrudecer la situacin actual de rezago econmico y tecnolgico. La competencia ha entrado en todos los mbitos de la actividad econmica permitiendo a personas de todo el mundo tener acceso a servicios y productos que anteriormente eran bienes no comerciables.

Esta combinacin de mayor comercio y finanzas ms abiertas comenz mientras el pas mantena una estrategia de desarrollo hacia adentro. La incorporacin tarda a los nuevos procesos, oblig a Mxico a iniciar el cambio en la economa por medio de una rpida y profunda apertura unilateral y multilateral al comercio y a los flujos financieros, por lo que no fue posible hacer ajustes progresivos ni aperturas negociadas. Aquellos pases que empezaron la transicin antes que nosotros nos muestran que el cambio de modelo requiere un largo periodo para madurar.

En nuestro caso se ha complicado an ms debido a que el proceso de transicin demogrfica no ha concluido. La atencin de necesidades tecnolgicas y de mercado compite con la atencin de las necesidades de una poblacin creciente.

Globalizacin: cambio en el comercio y las finanzas internacionales

La globalizacin de la economa mundial es un hecho que nadie puede detener ni acotar. La pregunta que cada nacin tiene que plantearse es cul es la mejor manera de integrarse a ese proceso mundial para obtener los mximos beneficios posibles.

La globalizacin de la economa es producto de cambios fundamentales en la naturaleza de la actividad econmica y de avances tecnolgicos, lo que ha modificado la forma de producir, la fisonoma de los empleos disponibles y las fuentes de riqueza.

El primer motor del cambio fue la aparicin de los sistemas digitales de comunicacin, los faxes, los satlites, los telfonos celulares y toda la variedad de computadoras que se comenzaron a asociar con estas tecnologas, transformaron las relaciones de poder entre los diversos grupos de la poblacin y alteraron la capacidad de los gobiernos en el mundo entero de controlar a sus poblaciones. Las comunicaciones tambin cambiaron la manera como se podan vincular las empresas entre s y las diversas plantas de una empresa con sus directivos. En forma inmediata hicieron posible la existencia de plantas manufactureras en los lugares ms recnditos del mundo, todas ellas comunicadas en forma permanente como si compartieran un mismo espacio. Las distancias dejaron de medirse en trminos de kilmetros para hacerlo en trminosde segundos.

La actividad financiera, el segundo motor, adquiri nuevas formas y caractersticas en el mbito internacional. La tecnologa hizo aicos la existencia de barreras nacionales, permitiendo que los flujos de capitales tuvieran lugar alrededor del mundo, al margen de las preferencias de un gobierno u otro. Las empresas comenzaron a explorar nuevas fuentes de financiamiento ms all de sus fronteras y a vincularse directamente con los mercados financieros. Las finanzas adquirieron una importancia descomunal en el desempeo de la actividad econmica, muy por encima de cualquier otra consideracin.

La inversin extranjera se transform en uno de los factores ms importantes para el desarrollo econmico, sobre todo porque, paulatinamente, las empresas dejaron de ser nacionales en su comportamiento econmico, para convertirse en instituciones cada vez ms cercanas a la lgica internacional dado que en la actualidad la globalizacin marca las reglas y los mercados son los que deciden. ste es el tercer motor del cambio.

Hoy, prcticamente todas las naciones del mundo, independientemente de la filosofa o ideologa que inspiren a su gobierno, avanzan por el mismo camino en cuanto a su poltica de desarrollo, basada en la captacin de la inversin externa. Lo que los diferencia es la velocidad a la cual avanzan en su proceso de reforma interna y de adecuacin al cambiante marco internacional.

Es importante reconocer que los procesos de globalizacin no han resuelto todos los problemas econmicos ni han modificado la relacin entre las naciones desarrolladas y las que estn en vas de desarrollo.

Por ltimo, la economa internacional ha tenido un enorme impacto en el mbito industrial. A partir del embargo petrolero rabe de 1973, las empresas asiticas comenzaron a transformar la manera de producir: en lugar de simplemente transferir el costo del incremento en los precios del petrleo, estas empresas iniciaron un proceso dedicado a elevar la productividad y la eficacia de sus plantas, con lo que estn transformando el mundo: partes y componentes producidos en naciones diferentes que se ensamblan en un solo lugar, con grandes economas de escala y niveles extraordinariamente elevados de productividady calidad.

Cambio en el modelo econmico mexicanoHacia la mitad de la dcada de los ochenta comienza la transicin mexicana hacia un nuevo modelo de desarrollo econmico. Es cierto que unos aos antes, presionado por una profunda crisis fiscal, el gobierno federal haba empezado a reconsiderar su papel en el proceso de crecimiento. Sin embargo, el primer cambio verdaderamente sustantivo se produjo cuando se abandon, casi de golpe, la poltica proteccionista en el mbito del comercio exterior.

En efecto, por muchas dcadas la idea rectora de la poltica comercial de Mxico haba sido tpicamente mercantilista, cuyo propsito es acrecentar el podero de una entidad geogrfico-poltica, adems de concebir al comercio internacional como una competencia casi blica (un juego de suma cero) en el que las exportaciones son buenas y las importaciones son malas, y por tanto, en el que una balanza comercial con un excelente supervit es el resultado deseable y para conseguirlo, el gobierno establece trabas de toda ndole a las compras de productos provenientes del exterior y fomenta las ventas de productos nacionales (su penetracin) en los mercados mundiales.

Durante muchos aos, el mercantilismo fue la concepcin dominante en la poltica econmica de Amrica Latina, y Mxico no fue la excepcin. El enfoque se racionaliz y populariz con el nombre de modelo de desarrollo basado en la sustitucin de importaciones. Como era de esperarse, el esquema funcion bien en sus primeras etapas, sobre todo cuando su aplicacin coincidi con circunstancias externas propicias, como fueron las limitaciones de la oferta durante la segunda guerra mundial.

El modelo de sustitucin de importaciones implica la existencia de un gobierno extremadamente poderoso en materia econmica. Ello se explica porque la vida misma de las empresas nacionales depende de la proteccin oficial que se les brinde contra las importaciones. Pero, adems, el enfoque justificala intervencin gubernamental en la economa a lo largo de dos lneas obvias: para regular la actuacin de las empresas locales dentro del mercado interno, convertido por efectos del proteccionismo en uncoto de caza privado, y para proveer bienes y servicios considerados estratgicos para el procesode desarrollo -ms all de los bienes pblicos usuales.

Hacia el final de los sesenta, la economa mexicana mostraba claramente los sntomas de lo que se llam despus el agotamiento del modelo de sustitucin de importaciones. En diversas regiones del mundo comenzaban las crticas a la concepcin dirigista de la economa y, de hecho, se experimentaba ya con un enfoque alternativo de desarrollo mediante la promocin de las exportaciones. Sin embargo, en Mxico se decidi intentar una profundizacin del patrn de sustitucin de importaciones, procurndose el desarrollo de la industria de bienes de capital (la etapa superior de la sustitucin de importaciones).

Las incongruencias de la poltica macroeconmica aplicada durante los setenta (como la sobreexpansin fiscal y monetaria en un contexto de tipo de cambio fijo) aadieron problemas y distorsiones a los creados por la excesiva prolongacin del modelo de sustitucin de importaciones. La consecuencia inevitable fue una grave crisis financiera, en 1976, en el sector externo que, desafortunadamente, constituy el primer eslabn de una larga cadena de episodios similares.

El auge petrolero registrado a finales de esa dcada, alivi la restriccin fiscal y externa de la economa mexicana. Sin embargo, en lugar de servir de palanca para reorganizar la planta productiva, se utiliz para continuar con el proteccionismo comercial y con la hipertrofia gubernamental. La crisis de 1982 puso de manifiesto la falta de viabilidad de una frmula de crecimiento fincada en la explotacin de un recurso natural no renovable, en el marco de una economa ineficaz.

La apertura comercial, que arranc hacia 1985, culmin con la firma del Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte, en 1994. La rpida reduccin de los aranceles, la eliminacin de los permisos previosde importacin y la supresin de otros impedimentos al comercio externo se tradujeron en una realineacin drstica de los precios relativos internos. A partir de entonces, los proyectos de inversin han tenido que pasar la prueba del cido de una viabilidad calculada de acuerdo con la estructura de precios del mercado.

La liberalizacin de las transacciones comerciales con el exterior vino acompaada de otras reformas importantes, como el saneamiento del fisco federal, la reduccin del sector pblico y la desregulacin de las actividades productivas internas. Adems, hacia fines de los aos ochenta, se decidi realizar un esfuerzo tendiente a la estabilizacin de la macroeconoma. Con la intencin de abatir la inflacin, en 1993 se estableci legalmente la autonoma del Banco central.

La crisis econmico-financiera de 1995 provoc cambios drsticos en la conducta de las autoridades y de los agentes econmicos, pero no alter las lneas del nuevo modelo. Seis aos despus, sus rasgos principales siguen firmes y, de hecho, se han acentuado, por ejemplo, con la flotacin del peso en el mercado de divisas.

La transicin no ha sido fcil. Las reformas han modificado la estructura productiva de Mxico, como se manifiesta en la explosin del tamao relativo del sector externo. Lo nuevo ha desplazado a lo viejo, lo moderno a lo tradicional, lo dinmico a lo inerte. No todos han podido adaptarse a la velocidad de las transformaciones. Ha habido vctimas y marginados del progreso. El cambio no ha disminuido las relaciones desiguales entre los mexicanos, sino por el contrario, las ha acentuado.

La tendencia de largo plazo del crecimiento de la productividad es la clave para mejorar de forma sostenida el bienestar de la poblacin. Todo avala la idea de que lo indispensable para el aumento de la productividad es la poltica de cambio estructural.

Creacin de un verdadero mercado interno

Con el cambio de modelo econmico, las empresas tuvieron que competir no slo con el exterior, sino tambin hacerlo en un mercado interno abierto. Si bien la disponibilidad para incorporar insumos extranjeros fue una alternativa de reduccin de sus costos, tambin trajo como consecuencia un incremento en las importaciones de insumos y componentes, as como la reduccin o incluso la desintegracin total de ciertos sectores.

Resultado de las negociaciones de los diferentes tratados de libre comercio que nuestro pas ha suscrito, en los ltimos seis aos nuestras exportaciones han registrado tasas de crecimiento promedio anuales del 18.2%, lo que ha colocado a Mxico como el octavo exportador en el mundo y el primero en Amrica Latina. En estos aos, el sector exportador ha crecido a tasas superiores que el resto de la economa, aumentando su participacin en el producto interno bruto de 12.2% en 1994 a 34.8% en el 2000.

Las empresas con programas de importacin temporal (como el Programa de Importacin Temporal para Exportacin de las maquiladoras) ascienden a poco ms de 9000 y realizan 93% de las exportaciones manufactureras del pas. Por otra parte, la concentracin se manifiesta en los pases de destino de nuestras ventas al exterior -aproximadamente 89% se destina a Estados Unidos- y en el nmero reducido de sectores: automotriz y de autopartes, elctrico y electrnico, textil y de la confeccin que, en conjunto, concentran 56.5% de las exportaciones.

Sin embargo, el comercio exterior no ha extendido sus beneficios al resto de la economa. Sus efectos se manifiestan en forma desigual en las diferentes ramas productivas y en los tipos de empresas. Las exportaciones se encuentran altamente concentradas, alrededor de 150 empresas concentran aproximadamente 54% de las exportaciones totales. El rompimiento de las cadenas productivas afect sobre todo a las pequeas y medianas empresas y a aquellos sectores que no tenan relaciones con el exterior, o que por sus caractersticas no les era factible mejorar su eficacia para competir exitosamente.

Este nuevo entorno globalizado impone un nuevo tipo de competencia basado en la especializacin de los procesos productivos. Esta reintegracin de cadenas productivas en el mbito industrial bajo una nueva lgica de segmentacin y subcontratacin es el tercer motor de cambio. El acceso a insumos importados deber aprovecharse para identificar los sectores o ramas que demanda el nuevo mercado interno y ajustarse rpidamente a la tendencia internacional. Habr que incorporar a este cambio de modelo econmico, a las pequeas y medianas empresas, as como a los eslabones que se identifiquen como susceptibles de competir interna y externamente.

La poltica de integracin de cadenas debe tener una slida visin por regiones y sectores, en funcin de las posibilidades de crear nuevos polos de desarrollo en diversas zonas del pas. Adems, se tendrn que ofrecer a las empresas costos de los servicios similares a los de sus competidores, principalmente en el del dinero y el de los energticos, y no mediante la va de subsidios, sino con el desarrollo de estructuras ya rebasadas como el transporte y el esquema impositivo.

Para un desarrollo armnico del mercado interno es indispensable el fortalecimiento de la infraestructura que conecte las diferentes regiones del pas. Es necesario apoyar e impulsar la tecnificacin no slo de las empresas sino de los empresarios y del personal en general. Por su parte, el gobierno debe profundizar sus acciones de desregulacin y de simplificacin administrativa, para no convertirse en obstculo del desarrollo.

La integracin del mercado interno permitir fortalecer la balanza de pagos y la productividad domstica, para lograr una macroeconoma ms slida y estable.

Nueva economa: cambio en la tecnologa de la informacin

En la gran mayora de las regiones, pueblos y naciones del mundo, la revolucin de la informtica y las telecomunicaciones est transformando la forma de vivir, conocer, trabajar, entretenerse e interrelacionarse con el mundo. Cada da convergen nuevas tecnologas, servicios y contenidos, que ofrecen oportunidades hasta hace poco inimaginables. ste es el cuarto motor de la globalizacin.

Asimismo, esa convergencia permite tener acceso a servicios de salud, educacin, comercio y gobierno de manera oportuna, gil y transparente, eliminando barreras que van desde las geogrficas hasta las burocrticas, lo que ha mejorado la calidad de vida, el entorno en el que se desarrollan las empresas, as como el clima para la integracin y el desarrollo nacional.

Las oportunidades que hoy se presentan parecen ser infinitas y es difcil prever hasta qu punto la transicin tecnolgica transformar nuestra vida cotidiana. Todo depende del talento humano para desarrollar nuevas aplicaciones, de la capacidad para armonizar el marco institucional con el entorno cambiante, as como del ingenio para aprovechar el avance tecnolgico.

No se trata slo de incorporar novedosas tecnologas, el objetivo es lograr que el Estado pueda ser un activo promotor del potencial de la informtica y las telecomunicaciones para ampliar as el acceso de los habitantes a los servicios y al mundo globalizado, lo que implica atender varios aspectos que van desde lo tecnolgico hasta lo jurdico.

Este nuevo entorno en el que convergen tecnologas de gran capacidad y cobertura con diversos servicios es un parteaguas para lograr el salto cualitativo y cuantitativo como nacin. Tambin permitir aprovechar las oportunidades del avance tecnolgico y la convergencia para superar los rezagos que enfrenta el pas.

Por ltimo, es necesario tomar conciencia de que slo mediante la educacin y la capacitacin seremos capaces de aprovechar de manera sustentable las oportunidades que este nuevo entorno nos ofrece.

3.5. La transicin poltica

El proceso de transicin

La transicin poltica de Mxico ha sido un largo y singular proceso de democratizacin. Los acontecimientos de los ltimos 20 aos en la vida nacional han ido conformando un rgimen plural y democrtico en el que nuestro pas ha experimentado la alternancia, el fortalecimiento y la autonomizacin de los poderes Legislativo y Judicial, as como cambios profundos en la distribucin del poder poltico y reformas institucionales de gran envergadura.

La correlacin de fuerzas polticas ha manifestado recomposiciones relevantes tanto en los rganos de representacin ciudadana en las legislaturas locales, como en la titularidad del Poder Ejecutivo de las entidades federativas. Por otra parte, el peso poltico de stas ha ido ganando mayores espacios en los procesos de toma de decisiones dentro del Estado mexicano, dando as mayor vida al esquema federal.

Durante la pasada dcada se impulsaron importantes ajustes a instituciones que tienen una enorme importancia en el entramado poltico-institucional del gobierno como son la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, el Ayuntamiento, el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicialde la Federacin. stas y otras transformaciones han fortalecido la operacin de las instituciones y normas contenidas en la parte orgnica de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos.

El Poder Legislativo adquiri un perfil de mayor pluralidad poltica, el cual ha apoyado los procesos que han llevado a su fortalecimiento y desempea un papel de particular relevan