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POESA HEBREA

Por: Juan Esteban Londoo

I

Jorge Luis Borges ha sealado en varias ocasiones la gran importancia que tienen los textos bblicos

para occidente (1977), pues la conformacin de lo que hoy se conoce como nuestra cultura

occidental (incluyendo a la conquistada Amrica) se debe a la filosofa griega, al derecho romano y

las herencias religiosas judeo-cristianas.

La poesa hebrea pertenece a esta herencia. De impronta religiosa y tambin su conformacin

esttica.

De all que varios investigadores sostengan que la Biblia es literatura (Alonso Schkel, 2006).

Literatura no porque sea menos que religin. Todo lo contrario. Porque ella es sendero de revelacin

y ocultamiento. Palabra sagrada, decirse que invoca la ausencia y grita lo humano.

Y es en esta medida y dimensin que se nos adentramos a la poesa hebrea: como fenmeno

literario del que brotan importantes preguntas filosficas.

No es extrao que la literatura hebrea haya sido una fuente de dilogo para filsofos tan diversos y

diferentes entre s como Agustn, Hegel, Kierkegaard y Paul Ricoeur; y que, adems, haya tenido una

gran influencia en el arte a travs de la historia: Miguel ngel, Rembrandt, Rubens, Shakespeare,

Goethe, Dostoievski, Celn, Trakl.

II

A diferencia del Nuevo Testamento1, la Biblia Hebrea contiene una seccin de libros dedicados

exclusivamente a la poesa. Seccin conocida como libros poticos o sapienciales.

1 La cantidad de poesa que hay en el NT es proporcionalmente baja. Mientras un 25% de los textos del AT son poesa, el NT solamente contiene fragmentos de la memoria de la poesa oral de las primeras comunidades: Lc 1,46-55; Lc 1,68-79; Hch 17,28; Ef 5,14; Phil 2,6-11; 2Tim 3,16; Tit 1,12; Hch 5,9-10; Hch 5,12.

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Pero tambin encontramos poesa en los profetas quienes combinan con frecuencia la prosa y el

verso, la retrica y el arte dramtico2.

No es extrao, entonces, que un traductor como Alonso Schkel, en su Biblia del Peregrino, dediqun

tres tomos a la traduccin y el comentario del Antiguo Testamento, y que dos de ellos sean

dedicados a la poesa: prosa (los profetas) y verso.

La poesa hebrea es antigua. Hace parte especialmente de una concepcin religiosa del mundo, que

podramos llamar sagrada y mtica. El mundo en el que brota an est encantado, poblado de dioses

y demonios, de fuerzas espirituales y, sobre todo, de la fe en el Dios de los hebreos que ir tomando

diferentes formas literarias a lo largo de la coleccin de escritos.

Por esto los diferentes gneros que abraza esta poesa reflejan aquellos contenidos:

Poesa litrgica: se usa en las fiestas de Israel, en las peregrinaciones por las montaas, para llegar

al templo:

Jerusaln!, edificada como ciudad

totalmente armoniosa,

adonde suben las tribus,

las tribus del Seor;

segn la ley de Israel,

a dar gracias al Nombre del Seor

(Salmo 122,3-4)

Poesa proftica: el grito desgarrados de hombres posedos de lo divino que ven en la realidad

presente una contradiccin constante con los deseos de justicia:

Retiren de mi presencia

el ruido de los cantos,

no quiero or la msica de la ctara;

que corra como el agua el derecho

y la justicia como arroyo inagotable.

2 Otros textos poticos en distintos lugares de la Biblia Hebrea, incluso en la Torah son: Gen 4,23-24; Gen 49,1-27; Ex 15,1-18.21; Num 21,17-18; Num 21,27-29; Num 23-24; Dtn 32,1-43; Dtn 33,2-29; Ri 5,2-31; 1Sam 2,1-10; 2Sam 1,19-27; 2Sam 22,2-51; 2Sam 23,1-7; 2Re 19,21-34).

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(Ams 5,23-24).

Poesa didctica: busca ensear a Israel el sendero de sus tradiciones. Su temtica principal es la

sabidura, personificada en una amante sensata.

La Sabidura proclama por las calles,

en las plazas levanta la voz;

grita en lo ms ruidoso de la ciudad,

y en las plazas pblicas pregona:

Hasta cundo, inmaduros, amarn la inmadurez,

y ustedes, insolentes, vivirn en la insolencia,

y ustedes, necios, odiarn el saber?

(Proverbios 1,20-22).

Poesa sapiencial: se pregunta por el sentido de la vida, muchas veces sin respuestas sensatas.

Ofrece textos que, sorprendentemente, se apartan de toda dogmtica religiosa:

Los vivos saben... que han de morir; los muertos no saben nada, para ellos no hay retribucin, porque su nombre cay en el olvido. Se acabaron sus amores, odios y pasiones, y jams tomarn parte en lo que se hace bajo el sol. Anda, come tu pan con alegra y bebe contento tu vino, porque Dios ya ha aceptado tus obras; lleva siempre vestidos blancos y no falte el perfume en tu cabeza, disfruta la vida con la mujer que amas, todo lo que te dure esa vida fugaz, todos esos aos fugaces que te han concedido bajo el sol; que sa es tu suerte mientras vives y te fatigas bajo el sol. Todo lo que est a tu alcance hazlo con empeo, porque no se trabaja ni se planea, no hay conocimiento ni sabidura en el Abismo adonde te encaminas (Eclesiasts 9,5-10).

Poesa ertica: el canto a la sacralidad del cuerpo. La celebracin de las pasiones humanas, ms all

incluso de los nombres con que se intenta controlar la belleza del encuentro:

Ya me he quitado la tnica,

cmo vestirme otra vez?

Ya me he lavado los pies,

cmo mancharlos de nuevo?

Cuando mi amado meti

la mano en la hendidura,

mis entraas se estremecieron.

Ya me he levantado para abrirle a mi amado:

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mis manos destilaban mirra,

mis dedos goteaban mirra,

en el pestillo de la cerradura.

(Cantares 5,4-5).

Poesa real: muchos textos fueron compuestos en la corte para cantar a los reyes y engrandecer sus

gestas. Aparecen salmos de entronizacin y bodas reales, de celebraciones y batallas:

Entra la princesa, esplendorosa,

vestida de tis de oro y brocados.

Llevan ante el rey a las doncellas,

sus amigas la siguen y acompaan;

avanzan entre alegra y algazara,

van entrando en el palacio real.

(Salmo 45,14-16).

III

La poesa hebrea no tiene rima, pero s ritmo3. Esta es su caracterstica principal. Adems de la

forma, tambin est el contenido, muy diferente al de las leyes israelitas y la historia hebrea.

En cuanto a forma, el paralelismo es la caracterstica principal de la poesa hebrea. Este consiste en

elaborar sentencias que se repiten mediante imgenes distintas. Ocurre cuando dos lneas poticas

son semejantes, ya sea forma gramatical o semntica.

Hay tres clases comunes de paralelismo:

El paralelismo sinonmico, en el que el sentido de las dos versos seguidos paralelas es prcticamente

idntico.

El que mora en los cielos se reir;

El Seor se burlar de ellos (Sal 2.4).

3 Los versos de la poesa hebrea se caracterizan por su nfasis acentual y entre estos el verso corriente puede tener dos, tres o cuatro acentos.

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Soy la burla de ellos,

al verme menean la cabeza

(Sal 109,25).

El paralelismo antittico ocurre cuando entre dos lneas hay un contraste u oposicin de ideas4. A

veces se repite en forma negativa el pensamiento del primero:

Quien cierra los ojos trae sufrimientos,

quien reprende abiertamente trae remedio.

(Proverbios 10,10)

Es tercero, el paralelismo sinttico o progresivo, aparece cuando la segunda lnea completa el

pensamiento de la primera, extendindolo o explicndolo ms.

Porque soy humilde y pobre,

y mi corazn ha sido traspasado;

me desvanezco

como una sombra que declina,

me espantan como a la langosta;

se me doblan las rodillas por el ayuno,

y, sin grasa, enflaquece mi carne.

(Salmo 125,22-24).

Una forma ms compleja de paralelismo es el quiasmo, una estructura en forma de X en que se

relacionan los trminos de las lneas A y B en forma de X. La parte A de la primera lnea es paralela

con la parte B de la segunda lnea; y viceversa:

(A) Dios del universo, (B) escucha mi splica, (A) atindeme, (B) Dios de Jacob.

(Salmo 84,9)

4 La mayora de los versos pareados en Proverbios 10.1 a 22.16 son paralelismos antitticos.

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Como sucede tambin en la tragedia griega, algunos poemas hebreos tienen estribillos, muchas

veces cantados por un coro, que se repiten de tanto en tanto en el poema. Esto da nfasis a lo que

se quiere decir. Cantar de los cantares tiene un estribillo que es frecuente:

Les conjuro, muchachas de Jerusaln,

por las gacelas y ciervas del campo

que no despierten ni desvelen al amor

hasta que a l le plazca!

(Cantares 2:7; 3:5; 5:8; 8:4).

Varios poemas estn compuestos en forma de acrstico, siguiendo al alfabeto hebreo. Las lneas se

ordenan conforme a la letra Alef, luego Bet, y as sucesivamente hasta completar las 22 letras del

alfabeto hebreo. Como sucede en el caso del Salmo 1115:

A Doy gracias al Seor de todo corazn

B en la reunin de los justos, en la asamblea.

G Grandes son las obras del Seor,

D ponderadas por quienes las aprecian.

H Su actuacin es magnfica y esplndida,

W su justicia dura por siempre.

Z Dej un memorial de sus proezas:

H el Seor es bondadoso y compasivo.

T Dio el alimento a sus fieles,

Y acordndose siempre de su alianza.

K Mostr a su pueblo la eficacia de sus obras

L dndole la heredad de los paganos.

M Sus obras son verdad y justicia,

N todos sus preceptos, fiables,

S vlidos por siempre jams,

se han de cumplir fiel y rectamente.

5 Evidentemente, en la traduccin se pierde el inicio obvio en las letras del alfabeto. Pero los traductores han decidido conservar las letras al inicio del poema. Como ha de notarse, estos poemas eran didcticos, hechos para la memorizacin la poblacin de aquella poca era un 98% analfabeta-, y pretende ensear formas de comportamiento, especialmente a los nios.

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P Envi la redencin a su pueblo,

S ratific para siempre su alianza,

Q su Nombre es santo y temible.

R Principio de la sabidura

es respetar al Seor,

S son inteligentes los que lo practican.

T La alabanza del Seor

permanezca para siempre!

La poesa hebrea es dialgica. A diferencia del mundo moderno especialmente a partir del

romanticismo-, el poeta hebreo antiguo no es un solitario sentado en una montaa escribiendo

acerca de su propia soledad y su vaco aunque tambin hay solitarios tales-. El poeta hebreo festeja

en la comunidad, escribe para la corte, tiene oyentes, y estos oyentes algunas veces participan de

forma activa en los poemas.

Sobra decir, de la presencia de metforas, smiles, tropos y dems figuras de la poesa. Estas

pretenden brindar una atmsfera. De all que haya poemas inmersos en una atmsfera mtica, como

el Salmo 29; y otros donde las imgenes metafricas destacan el realismo de un hombre que sufre

a causa de la enfermedad y de la relacin con sus enemigos.

IV

Pero detrs de la poesa hebrea no solamente hay estructuras retricas o construcciones literarias.

Hay un mundo. La vida del pueblo que se contaba el sentido al calor de una hoguera, el grito solitario

de un profeta ante un pueblo arrodillado ante los imperios, la msica de la corte, con sus intrigas y

excesos, y el amor en el campo.

Dentro de los gneros en los que pueden agruparse los salmos6, el exgeta alemn Hermann Gunkel

distingue diversos motivos literarios, es decir, los elementos menores en que puede descomponerse

6 Para distinguir los gneros de los salmos, Gunkel acude a la agrupacin por gneros literarios, yendo incluso a salmos que no aparecen en la Biblia, y a salmos de Antiguo Cercano Oriente, como en el caso de los salmos reales. Para Gunkel, los diversos gneros de los salmos ofrecen las circunstancias en que surgi el texto. Slo se puede hablar de gneros literarios si se cumple con estos requisitos a. nicamente pueden agruparse aquellos poemas que originalmente corresponden a un determinado contexto cultual, o al menos que procedan del mismo. b. Estos poemas debern evidenciar una riqueza comn de pensamientos y sentimientos tpicos a su Sitz im Leben o que pudieran ser introducidos en l con facilidad.

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un poema. La historia de los gneros indica poemas que los textos que ahora tenemos eran en

principio muy breves, y fueron ganando volumen por mano de diferentes autores.

La mayora de los Salmos, por ejemplo, en el principio fueron poemas clticos, en un ambiente de

religin no institucionalizada, donde los oferentes llegaban a un altar determinado y rendan all su

ofrenda; las divinidades eran entonces diversas, aunque Yahv fuera el Dios nacional.

Estos poemas privados o de cultos familiares se convirtieron luego poemas pblicos y nacionales,

adoptados en nombre del yahvismo oficial y amparados bajo la tutela de los reyes y los sacerdotes.

Finalmente, a estos poemas se les dio el toque tardo de piedad personal que al encuentro con un

mundo ajeno al ambiente aldeano que hasta entonces conocan. Cuando los hebreos se encontraron

con catstrofes sociales y polticas, transformaron su fe en un Dios nacional a la creencia en un Dios

universal que los acompaaba en el exilio y les propona una religin de la oracin personal y

comunitaria el nacimiento de la sinagoga y la decadencia del templo-.

As, la poesa hebrea se ha ido nutriendo de la influencia de las diversas pocas por las que ha ido

pasando, tanto en el nivel religioso como en el social, cultural y poltico.

Esta poesa traza un mundo ya desaparecido. Si la poesa griega nos lleva al teatro y la rapsodia, la

poesa hebrea nos transmite inicialmente a las hogueras donde se narraban las gestas del desierto;

a los hogares donde se adoraba a los dioses familiares todava no unificados bajo un solo nombre y

una moral; a la corte, donde poco a poco se fue estableciendo una unidad social bajo reyes y

sacerdotes llamada Israel; y, de nuevo al individuo y los hogares, en el exilio, buscando al Dios que

migra con su pueblo y les da una ley como smbolo de identidad.

Al escarbar los Salmos vemos, por ejemplo, las fiestas majestuosas que celebraban los reyes para

mostrar su esplendor y la grandeza de su reino, los anuncios de entronizacin de un nuevo rey, las

bodas reales, las memorias funerarias del templo y el palacio, el da en el que el rey declaraba una

guerra, o la muerte de algn prncipe.

Como escribe Gunkel, a propsito del Salmo 110:

c. Es necesario en un gnero literario la unin de todas sus piezas por medio de cierta forma lingstica comn a todos (Gunkel, Comentarios a Los Salmos p. 35)

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Mientras que el poeta ensalzaba la figura del monarca, que escuchaba complacido sus palabras, el conspirador afilaba su daga y el profeta levantaba su voz de protesta en las plazas.

La escritura hebrea aparece inmersa en el marco de Antiguo Cercano Oriente. Esta poesa, como

tambin suceda en Egipto, Babilonia, Persia, e incluso Grecia, tiene como temtica principal: la

relacin del hombre con el mundo dentro de un universo sacralizado. La literatura del Antiguo

Cercano Oriente es un inmenso escenario en el que la literatura hebrea entra a jugar apenas la

ltima partida.

A lo largo del siglo XX se ha recopilado una gran cantidad de textos poticos, narrativos y legislativos

que aparecen como paralelos de la Biblia Hebrea7. Ellos permiten mostrar el dilogo que estos textos

establecieron con la literatura de su poca, por lo que sera ingenuo decir que la religin israelita

nace en medio de la nada, y que es nica con respecto al Antiguo Oriente.

El Dilogo de un desesperado con su alma es un relato egipcio que refleja la angustia humana ante

la existencia, el problema del sufrimiento, y la dificultad de la incomprensin de los amigos. Muy

similar al libro de Job. Refleja una concepcin de la muerte, en la que el hombre puede dialogar con

su alma, pero no separarse de ella, con la cual se va incluso hasta la tumba.

Job es un drama potico que se pregunta por qu el mal y la injusticia parecieran triunfar y fueran

tolerados por Dios; cmo Dios, que dice recompensar a los justos, permite que un justo sufra hasta

carsele la piel. Historia de Oriente que fue adaptada por un gran poeta hebreo para plantearse el

problema del dolor. Ante todos los cuestionamientos levantados por Job a lo largo del poema y las

desatinadas respuestas por parte de sus amigos que pretenden ser sabios, el texto se queda con las

preguntas.

El Dilogo de un desesperado con su alma tambin es similar a Eclesiasts, pues su alma le llama a

vivir bien sin pensar en qu pasar despus, a experimentar el ahora (Ec. 9,7-10). Tambin este

consejo se encuentra en las palabras de Siduri a Guilgams, en el relato babilonio de la Epopeya de

Guilgams: ante la pregunta por la muerte, se invita a vivir da a da. Es valioso ver que este drama

existencial, escrito aproximadamente en el 2500 a.C. en Egipto, es un eje temtico transversal de la

literatura, donde se combinan la fe, la desesperanza, la angustia, la muerte y la pregunta. Siempre

7 Estos paralelos han sido recopilados en a lengua castellana en Matthews, Victor H. y Don C. Benjamin (Eds.). Paralelos del Antiguo Testamento. Santander, Sal Terrae, 2004

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la pregunta. Una cuestin del drama de la vida, que va desde este relato egipcio a Job, y de all a

Hlderlin, Kierkegaard y Sartre.

Eclesiasts es el nombre griego del libro llamado en hebreo Qohlet (uno que habla en medio de

la asamblea). El nombre de Salomn no se menciona en el texto. Slo hay alusiones veladas al rey

(1,1; 12,16). Estas alusiones sirven precisamente para hacer una crtica a los excesos que cometen

los reyes. Este texto, escrito probablemente en el siglo II a.C., es un libro supremamente realista:

Todo en la existencia es vano (1,2; 1:14), especialmente el trabajo impuesto por los opresores a

la gente sencilla. Pero tambin invita a la alegra de las pequeas cosas: Comer, beber y disfrutar

del cuerpo propio y el de la pareja, pues todo es regalo de Dios (2,24; 3,12; 5,17; 8,15; 9,7-10).

Otro relato egipcio interesante es el de las Quejas de un Campesino elocuente. En l se refleja la

concepcin desde la sabidura acerca de la vida, el trabajo y la pobreza. Tal sensibilidad por los

pobres no era solo de Israel. Tambin se refleja en la cultura circundante, donde se condena a quien

abusa del pobre, y donde se espera siempre del dios que haya justicia para con quienes sufren a

causa de los poderosos. De igual forma se puede hablar del Dilogo del doliente con su amigo, que

es una experiencia de fe a partir de la pregunta, un reclamo por la justicia de los dioses desde la

perspectiva del pobre.

Las enseanzas de Ptah-Hotep, texto tambin egipcio, ensean otra perspectiva, en que la habla un

hombre rico. Es la perspectiva de la corte, que se interesa por las preocupaciones de la corte, tales

como la riqueza o las tierras adquiridas. Son un reflejo muy valioso de la concepcin de la vida, y

dan luz para leer los libros bblicos de sabidura dentro del marco de la enseanza del maestro como

padre.

Las Enseanzas de Khety se ensalzan la profesin del escriba sobre otras: Hazte escriba, satisface

las necesidades de otros y nunca sers pobre.

Las Enseanzas de Amenemope difieren de estas otras dos colecciones de proverbios, en su

inclinacin por la gente pobre. No podra decirse que en Egipto no haya habido preocupacin por

los pobres, porque en un perodo anterior a la mayora de los textos bblicos (1250 - 1.000 a.C.), ya

se vena pensando en los excluidos, en las viudas y los obreros de a pie.

Este es el marco en el que surge el libro bblico de los Proverbios. Este es una coleccin de pequeos

dichos populares o sentencias de los sabios del antiguo Israel. El conocimiento y la vida prctica son

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el eje fundamental de este tipo de sabidura. El redactor final, que vivi en el siglo III a.C., se tom

en serio trabajo de recoger lo que el pueblo perciba y senta acerca de la Hokmah y lo embelleci

con poesa y aforismos.

Por otro lado, hay textos que evidencian su influjo en otros textos bblicos. Uno de ellos es el Himno

a Atn, que se refleja en el Salmo 104 como en un espejo. El Salmo que aparece en la Biblia Hebrea

es una re-interpretacin yahvista de tan bello poema. Esto muestra que no slo la cultura trae

parecidos y cosmovisiones similares, sino que tambin hay relaciones literarias entre los pueblos,

intercambios y re-interpretaciones, particularmente con las culturas ms avanzadas de la poca en

que se escribiera la poesa hebrea: Egipto y Babilonia.

El libro de los Salmos es una polifona de msica y poesa. Recoge voces de diferentes pocas y

regiones, por lo menos de quinientos aos de experiencias de fe en Israel. Colecciona himnos tan

primitivos como el del Dios de la tormenta (Sal 29), hasta textos ms recientes como la dislocacin

social de Israel en el exilio babilnico (Sal 127). Por esto, no podemos hablar de que haya un solo

autor, sino diversas voces, pueblos y hasta creencias contenidos en los Salmos. Hay unos de

agradecimiento por la salvacin de los peligros (Sal 107), y suelen ser comunitarios. Hay otros de

splica y oraciones personales (Sal 63). Aparecen tambin Salmos de confesin de pecados (Sal 51).

Surgen algunos cantados en viajes y peregrinaciones (121). Emergen los salmos de Sabidura, que

son profundas meditaciones acerca del sentido de la vida (Sal 39; 73); muchos de stos son

didcticos (Sal 119). Y hay Salmos reales, que se ocupan de los reyes en sus batallas, administracin

de la justicia, boda, coronacin, eleccin de la dinasta, y hay un momento en que estos salmos

empiezan a cargarse de expectacin mesinica (Sal 110).

Los cantos de amor egipcios traen luz sobre el libro de Cantar de los cantares y sobre el concepto

de amor que ellos reflejan. Lejos de una lectura maniquea o puritana de la Biblia, abren la puerta

para ver que, en el mundo bblico, la actividad sexual era cuidadosamente pensada, preparada, y

realizada. Se comprende entonces que el Cantar sea un libro como el Kama-Sutra, con mucha ms

elaboracin potica que instructiva, pero con el cuidado por el bienestar sexual, y por el arte de

hacer el amor bajo la bendicin divina.

Es notable que exista un libro como el Cantar de los Cantares en la Biblia. En el libro sagrado de la

tradicin judeo-cristiana, hay un solo texto acerca del amor ertico, y debe ser muy importante,

muy significativo. No es una alegora acerca de la relacin entre Cristo y la Iglesia. Es ms bien la

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sacralizacin de los cuerpos, la valoracin del erotismo y la ruptura con los discursos moralistas que

consideran que el cuerpo y la sexualidad son malos. En ella aparecen dos personajes, la Sulamita, la

protagonista principal del libro, una mujer atrevida que toma la iniciativa en el amor; y su amado, al

parecer un pastor de ovejas, un campesino que tiene su encuentro amoroso con la mujer (1,7-8).

Ante todo, se privilegia el lenguaje del cuerpo, incluyendo alusiones explcitas a los lugares ms

erticos y lo que sucede all. Esta obra es un desafo a cualquier dogmtica espiritualista que

pretenda negar la carne como lugar de lo sagrado.

Las visiones de Neferti traen una clara memoria a los lectores de Jeremas. Es interesante no ver ya

a Israel, el pas pequeo, temiendo por la invasin, el robo o la sequa. Ahora se trata de Egipto, el

pas grande, y del vidente Neferti, que ven la llegada del caos en la soledad de la noche, pero

tambin mantienen la esperanza mesinica de un rey que venga a poner en orden las cosas tal como

Isaas (Is. 9).

As aparecen tambin, dentro la poesa hebrea, los profetas escritores, quienes se valieron del

lenguaje potico, de la narrativa y de la representacin dramatrgica para comunicar su mensaje.

Arrebatados por lo que consideraban un poder superior e inexplicable, escriban para cantar tal

posesin divina, denunciar las injusticias cometidas por los poderosos, cantar al amor humano y

dolerse con el exilio del pueblo. Heraldos de lo sagrado, anunciaban tambin cambios en el tiempo,

esperaban la restauracin de su pueblo, y la imaginaban mediante figuras de un valle de huesos

secos de los que naciera carne (Ez 37) o la descripcin detallada de un retorno a la patria cargado

de los tesoros orientales (Is 60).

V

As como la tragedia griega an no es filosofa, la poesa hebrea tampoco es teologa, ni siquiera

judasmo o cristianismo, tal como los conocemos ahora. Es la memoria de comunidades extintas

que, en un mundo encantado, rogaron a sus dioses, especialmente a su dios nacional, Yahv, para

que orientara sus senderos.

Los textos han sido recogidos en esa coleccin de libros la Biblia es una biblioteca deca un rabino-

considerados sagrados. Al ser compilados all, y usados por diferentes tradiciones religiosas, tales

poemas han ganado en sentido existencial a lo largo del tiempo pero han perdido en sentido

esttico. Una mirada detenida, una lectura pausada pueden permitir ver all la belleza y el dolor, sin

dejar por ello de preguntarse por la vida y por el sentido, por la sacralidad de lo profano y la creencia.

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Porque la Biblia es literatura, permite ver mucho ms que un mensaje homiltico, el encuentro con

el arte revelatorio.

Bibliografa

-Alonso Schkel, Luis y Carniti, Cecilia. Salmos. Tomos I y II. Estella (Navarra): Verbo Divino, 1992

-La Biblia del Peregrino. Edicin de estudio. Texto y direccin: Luis Alonso Schkel. Bilbao / Navarra:

EGA / Ediciones Mensajero / Verbo Divino, 1996

-La Biblia de nuestro pueblo. Biblia del Peregrino Amrica Latina. Texto: Luis Alonso Schkel.

Adaptacin del texto y comentarios: Equipo internacional. Bilbao: EGA/ Ediciones Mensajero, 2006

-Biblia de Jerusaln. Edicin espaola. Direccin: Jos ngel Urrieta Lpez. Bilbao: Descle de

Brouwer, 1998

-Gunkel, Hermann. Introduccin a los Salmos. Valencia: Edicep, 1984

-Gunkel Hermann. The Folktale in the Old Testament. Sheffield (Eng.): Sheffield Academic Press,

1987

-Matthews, Victor H. y Don C. Benjamin (Eds.). Paralelos del Antiguo Testamento. Santander, Sal

Terrae, 2004

-Pritchard, James. La sabidura del Antiguo Oriente. Barcelona: Garriga, 1966

-Ramrez-Kidd, Jos Enrique. Para comprender el Antiguo Testamento. San Jos: SEBILA, 2009

-Weber, Beat. Poesie (AT) (erstellt: Mrz 2007) Permanenter Link zum Artikel:

https://www.bibelwissenschaft.de/stichwort/31132/