¡Por el Derecho a la Vida!Esneda vive en una invasión de la ciudad, tiene una discapacidad física en su pierna izquierda a causa de una bala perdida que entró en su cuerpo una tarde cuando llegaba a su casa luego de una jornada de trabajo lavando ropa ajena, ella tuvo 3 hijos, ahora solo puede disfrutar de la menor. Aicardo el mayor sólo necesitaba una oportunidad, él tenía una voz que encantaba, pero su condición social lo alejó de su sueño; él nunca soportó la situación de su familia, por eso se involucró con una pandilla del barrio que hurtaba y hasta mataba, y cómo aquel adagio de los abuelos, Aicardo murió en su ley, en manos de una pandilla “enemiga”.

Aldemar, el de la mitad, no soportó la muerte de su hermano, y siguiendo sus pasos en la búsqueda de venganza, teminó asesinando inocentes, robando celulares y sirviendo de gancho para robos bancarios, aunque se vengó, su turno también llegó, fue en un tiroteo en la avenida sexta, cuando se enfrentaba a la policía, allí quedó, “como dormidito”, recuerda Esneda.Daisy es la menor, la niña de la casa, ahora doña Esneda se esfuerza para darle una mejor vida a su hija, teme por ella y por los rumbos que pueda tomar, pues el ambiente en su barrio no ha cambiado mucho desde la muerte de sus dos hijos mayores, la pandilla la busca ahora para que se sea el señuelo, pues la negra es bella y tiene buen porte.

Por algo dicen que la realidad supera la ficción y aunque la historia de Esneda parece más una película, es su cruda realidad. Por ella y por las cientos de historias silenciosas de los caleños que han sido víctimas de la violencia en Cali, hoy apoyamos la iniciativa de Radio súper y de todos los que se suman a ella.Sabemos que hay que generar estrategias para superar la violencia, sabemos que tenemos que ir más allá de las calles, sabemos que es responsabilidad de los dirigentes velar por el bienestar de los ciudadanos, sabemos que los caleños quieren ver a Cali militarizada, yo quiero hacer de Cali, una ciudad de

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