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-34- OPINIÓN Martes 12 de julio del 2016 PPK Y EL MANEJO DEL PRESUPUESTO PÚBLICO La gran apuesta fiscal de PPK N o cabe duda de que el presi- dente electo es plenamente consciente de que el principal activo de la economía perua- na es su probada y consistente prudencia en el manejo de sus finanzas. Ello ha permitido mantener la inflación contro- lada, acumular reservas y, en los años de altos precios de los productos de exporta- ción, acumular en el Tesoro Público ahorros importantes que equivalen a más del 16% del PBI. La mejora en la solvencia del Estado desde el año 2000 ha sido impresionante. Ese año el Perú tenía una deuda equivalente a casi la mitad del PBI; el año pasado la deu- da representaba el 23% del PBI, y si restamos los ahorros en manos del tesoro la deuda ne- ta equivale a solo alrededor del 7% del PBI. Más importante aun, luego de haber sufrido en carne propia los devastadores efectos de la hiperinflación de finales de la década de 1980, los peruanos apreciamos la estabili- dad económica, y entendemos que esta es producto de la disciplina fiscal. Cuando en el 2008 la inflación que desde el 2001 man- tenía un promedio del 2% por año amenazó salirse de control alcanzando 7%, la protes- ta ciudadana se reflejó inmediatamente en el desplome de la popularidad del entonces presidente Alan García. Por esta razón los planes del presidente electo de mejorar las remuneraciones de servidores públicos y pensionistas, acelerar las inversiones y al mismo tiempo efectuar re- bajas de impuestos, en un intento de ampliar el número de contribuyentes y disminuir el nivel de informalidad, han provocado inte- rrogantes entre muchos economistas. ¿Por qué un proyecto tan ambicioso se lanza con las cuentas fiscales en déficit, y en medio de un escenario internacional tan complicado? En efecto, los ingresos del gobierno han caí- do en el equivalente del 2,2% del PBI como consecuencia de la caída en los precios de los minerales que exportamos, el menor creci- miento y las rebajas del Impuesto a la Renta decretadas por el gobierno el año pasado. Se trata sin duda de una apuesta atrevida: atacar frontalmente la informalidad con una rebaja en un punto por año en el IGV para lle- var la tasa actual de 18% a 15% en tres años; un régimen tributario especial para peque- ñas y medianas empresas que incluye una amnistía respecto a obligaciones incumpli- das, y un plazo de 10 años durante los cuales estas empresas podrán escoger entre pagar un tributo plano de 10% sobre sus ganancias o 2,5% sobre sus ventas. Afortunadamente, si bien PPK espera que estas medidas aumenten la base tributaria y la recaudación, ha advertido que todo lo que propone estará supeditado a mantener un déficit fiscal no mayor al 3% del PBI que de- be bajar paulatinamente hacia el 2019 para evitar un incremento desmedido de la deuda y arriesgar la calificación crediticia del Esta- do. Si tiene éxito, los beneficios para el país “No debe preocupar sostener un déficit fiscal de 3% del PBI, si al mismo tiempo se tiene un plan sólido y creíble para hacerlo disminuir”. serían enormes. Hay que advertir, sin embargo, que la in- formalidad en el Perú tiene más causas que solo aquellas relacionadas con la tributación. Si no, ¿cómo explicar que Brasil, con un ago- biante nivel tributario que equivale al 38% del PBI, tenga un nivel de informalidad tanto menor que el peruano? Para que el plan de PPK tenga éxito, debe agregársele varios elementos. Primero, un desmontaje masivo de la maraña de trámites que debe cumplir una empresa para ser for- mal. Segundo, la solución de los temas rela- cionados con la contratación y el despido de trabajadores. Tercero, una reforma en la ad- ministración tributaria, municipal y agencias fiscalizadoras del Gobierno Central. Cuarto, un texto de procesos administrativos guber- namentales único para todas las entidades del sector público. Quinto, la abolición de los ILUSTRACIÓN: VÍCTOR AGUILAR RÚA Presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE) ROBERTO Abusada Salah incentivos perversos que nacen de llamados ‘recursos directamente recaudados’, que in- ducen a cada entidad a crear trámites innece- sarios para cobrar por ellos. Sexto, la interco- nexióninformáticaintegraldetodoelEstado. El resultado debe producir una evidente ven- taja de la formalidad sobre la informalidad, y ello se logra con un Estado que aplica el míni- mo de reglas de cumplimiento estricto, en lu- gar de miles de reglas inútiles, discrecionales y abusivas de cumplimiento flexible. Finalmente, no debe preocupar sostener un déficit fiscal de 3% del PBI, si al mismo tiempo se tiene un plan sólido y creíble pa- ra hacerlo disminuir. La combinación de un buen plan de consolidación fiscal con el liderazgo para llevarlo a cabo constituye la terapia más efectiva para tratar casos de nerviosismo que puedan surgir al interior de cualquier agencia calificadora de riesgo.

PPK Y EL MANEJO DEL PRESUPUESTO PÚBLICO La gran apuesta …€¦ · La gran apuesta fi scal de PPK El otro mal menor Politólogo FÉLIX Puémape N o cabe duda de que el presi-dente

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Page 1: PPK Y EL MANEJO DEL PRESUPUESTO PÚBLICO La gran apuesta …€¦ · La gran apuesta fi scal de PPK El otro mal menor Politólogo FÉLIX Puémape N o cabe duda de que el presi-dente

-34- OPINIÓN Martes 12 de julio del 2016

PPK Y EL MANEJO DEL PRESUPUESTO PÚBLICO

EL ROL DE ALIANZA PARA EL PROGRESO EN EL PRÓXIMO GOBIERNO

La gran apuesta fi scal de PPK

El otro mal menor

Politólogo

FÉLIXPuémape

N o cabe duda de que el presi-dente electo es plenamente consciente de que el principal activo de la economía perua-na es su probada y consistente

prudencia en el manejo de sus fi nanzas. Ello ha permitido mantener la infl ación contro-lada, acumular reservas y, en los años de altos precios de los productos de exporta-ción, acumular en el Tesoro Público ahorros importantes que equivalen a más del 16% del PBI. La mejora en la solvencia del Estado desde el año 2000 ha sido impresionante. Ese año el Perú tenía una deuda equivalente a casi la mitad del PBI; el año pasado la deu-da representaba el 23% del PBI, y si restamos los ahorros en manos del tesoro la deuda ne-ta equivale a solo alrededor del 7% del PBI. Más importante aun, luego de haber sufrido en carne propia los devastadores efectos de la hiperinfl ación de fi nales de la década de 1980, los peruanos apreciamos la estabili-dad económica, y entendemos que esta es producto de la disciplina fi scal. Cuando en el 2008 la infl ación que desde el 2001 man-tenía un promedio del 2% por año amenazó salirse de control alcanzando 7%, la protes-ta ciudadana se refl ejó inmediatamente en el desplome de la popularidad del entonces presidente Alan García.

Por esta razón los planes del presidente electo de mejorar las remuneraciones de servidores públicos y pensionistas, acelerar las inversiones y al mismo tiempo efectuar re-bajas de impuestos, en un intento de ampliar el número de contribuyentes y disminuir el nivel de informalidad, han provocado inte-rrogantes entre muchos economistas. ¿Por qué un proyecto tan ambicioso se lanza con las cuentas fi scales en défi cit, y en medio de un escenario internacional tan complicado? En efecto, los ingresos del gobierno han caí-do en el equivalente del 2,2% del PBI como consecuencia de la caída en los precios de los minerales que exportamos, el menor creci-miento y las rebajas del Impuesto a la Renta decretadas por el gobierno el año pasado.

A diferencia de anteriores quin-quenios, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski tendrá mu-cho menos margen para cons-truir una mayoría parlamen-

taria y social. Así, en los próximos años, la llave de la gobernabilidad estará en función de la construcción de alianzas con organiza-ciones conformadas por políticos con cierta experiencia y legitimidad fuera de Lima. En este escenario, Alianza para el Progreso (APP) podría, sin proponérselo, cumplir un rol protagónico.

APP ha tendido a actuar predominante-mente como una maquinaria especializada en la provisión de bienes públicos y, especial-mente, privados (los de su fundador, el polé-mico empresario y ex gobernador regional de

Se trata sin duda de una apuesta atrevida: atacar frontalmente la informalidad con una rebaja en un punto por año en el IGV para lle-var la tasa actual de 18% a 15% en tres años; un régimen tributario especial para peque-ñas y medianas empresas que incluye una amnistía respecto a obligaciones incumpli-das, y un plazo de 10 años durante los cuales estas empresas podrán escoger entre pagar un tributo plano de 10% sobre sus ganancias o 2,5% sobre sus ventas.

Afortunadamente, si bien PPK espera que estas medidas aumenten la base tributaria y la recaudación, ha advertido que todo lo que propone estará supeditado a mantener un défi cit fi scal no mayor al 3% del PBI que de-be bajar paulatinamente hacia el 2019 para evitar un incremento desmedido de la deuda y arriesgar la califi cación crediticia del Esta-do. Si tiene éxito, los benefi cios para el país

“No debe preocupar sostener un défi cit fi scal de 3% del PBI, si al mismo tiempo se tiene un plan sólido y creíble para hacerlo disminuir”.

serían enormes.Hay que advertir, sin embargo, que la in-

formalidad en el Perú tiene más causas que solo aquellas relacionadas con la tributación. Si no, ¿cómo explicar que Brasil, con un ago-biante nivel tributario que equivale al 38% del PBI, tenga un nivel de informalidad tanto menor que el peruano?

Para que el plan de PPK tenga éxito, debe agregársele varios elementos. Primero, un desmontaje masivo de la maraña de trámites que debe cumplir una empresa para ser for-mal. Segundo, la solución de los temas rela-cionados con la contratación y el despido de trabajadores. Tercero, una reforma en la ad-ministración tributaria, municipal y agencias fi scalizadoras del Gobierno Central. Cuarto, un texto de procesos administrativos guber-namentales único para todas las entidades del sector público. Quinto, la abolición de los

La Libertad, César Acuña) a poblaciones de bajos recursos para ganar apoyo. De hecho, se ha sostenido que su éxito se ha fundamentado en esa forma de operar. Sin embargo, tal co-mo han resaltado los trabajos realizados por diversos politólogos sobre esta agrupación (como Carlos Meléndez, Rodrigo Barnechea y Mauricio Zavaleta), otra de las claves en su exitoso proceso de construcción partidaria ha residido en el reclutamiento de políticos, el cual no ha podido ser replicado por los demás partidos peruanos, salvo por el fujimorismo. Desde inicios de la última década, este par-tido, ávido de cuadros que les permitieran acumular poder, comenzó a echar mano de políticos que no tenían recursos para fi nan-ciar sus campañas. Este modus operandi que empezó en La Libertad se ha visto reproduci-do a escala nacional durante los últimos años en los que su fundador decidió dar el salto a la política nacional.

Desde hace algunos años se empezaron a plegar al entorno de APP tanto congresistas y ex congresistas que han hecho carrera política pero que se quedaron sin partido como Mari-

sol Espinoza, Anel Townsend, Luis Iberico y Beatriz Merino, así como políticos regionales con importantes niveles de aceptación en sus lugares de origen como César Villanueva y Ya-mila Osorio. Muchos de estos políticos tienen incentivos para mantenerse cerca de APP. Pri-mero, porque APP es, a diferencia de los demás partidos peruanos, un partido rico. Tiene re-cursos y los ponen a disposición de sus políticos. Segundo, porque pese a los cuestionamientos en su contra, César Acuña sigue siendo un can-didato viable. El 9% obtenido en la elección parlamentaria le permite seguir siendo un ac-tor importante en la política nacional.

En ese sentido, cualquier negociación que se quiera emprender para plegarlos al gobierno pepekausa no podría pasar por encima del partido de Acuña.

Hay algunas otras agrupaciones políticas que también cuentan con políticos profesio-nales que podrían ayudar al nuevo Ejecutivo a tener un mejor manejo en las arenas parla-mentaria y social como, por ejemplo, el Apra o el Partido Popular Cristiano. Pero las pugnas que se viven al interior de estos partidos (y que

no cesarán en el corto plazo) probablemente harán que les sea muy difícil tomar alguna decisión respecto a alianzas de gobierno o a ceder a algunos de sus cuadros para la labor gubernamental. Con seguridad también hay políticos independientes dispuestos a cola-borar con el nuevo gobierno. Sin embargo, su ausencia de cobertura institucional podría generar un clima de inestabilidad parecido al del quinquenio que termina y que el nuevo gobierno, a la luz de la particular coyuntura política que va a afrontar, no necesita.

En suma, la necesidad de experiencia política y predictibilidad que va a afrontar la administración Kuczynski, por un lado, y la manifi esta vocación de acumular poder que ha mostrado tener APP, por otro, podrían propiciar una alianza entre ambos. Por ser una agrupación muy polémica, un pacto con ella podría acarrear un alto costo. Sin embar-go, si para la elección de un nuevo gobierno muchas personas eligen a lo que consideran el mal menor, para la sobrevivencia política del mismo la lógica no tendría que ser tan diferente.

ILUSTRACIÓN: VÍCTOR AGUILAR RÚA

Presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE)

ROBERTO Abusada Salah

incentivos perversos que nacen de llamados ‘recursos directamente recaudados’, que in-ducen a cada entidad a crear trámites innece-sarios para cobrar por ellos. Sexto, la interco-nexión informática integral de todo el Estado. El resultado debe producir una evidente ven-taja de la formalidad sobre la informalidad, y ello se logra con un Estado que aplica el míni-mo de reglas de cumplimiento estricto, en lu-gar de miles de reglas inútiles, discrecionales y abusivas de cumplimiento fl exible.

Finalmente, no debe preocupar sostener un déficit fiscal de 3% del PBI, si al mismo tiempo se tiene un plan sólido y creíble pa-ra hacerlo disminuir. La combinación de un buen plan de consolidación fi scal con el liderazgo para llevarlo a cabo constituye la terapia más efectiva para tratar casos de nerviosismo que puedan surgir al interior de cualquier agencia califi cadora de riesgo.