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PROTOCOLO PARA LA OBTENCION DE DATOS
MODELO DE DINAMICA DE RODALES FORESTALES PARA LAS MASAS
NATURALES DE PINO SILVESTRE EN CASTILLA Y LEON
Noviembre 2005
Felipe Bravo1,2
Iñigo Lizarralde2, 3
1Unidad Mixta INIA-UVa de Modelización y Gestión Forestal Sostenible 2Dept. de Producción Vegetal y Recursos Forestales Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias Universidad de Valladolid Avda. de Madrid, 44 34004 PALENCIA 3CESEFOR
IBERO. Modelo de dinámica forestal Protocolo para la toma de datos
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I. INTRODUCCION
La descripción detallada de la metodología a seguir en cualquier trabajo de
experimentación es fundamental. Esta premisa es especialmente importante en el caso de
trabajos de investigación a largo plazo como es el caso que nos ocupa.
La selvicultura como técnica de gestión de los bosques debe basar sus decisiones
en la evaluación de las alternativas posibles. Para la evaluación de los efectos de los
tratamientos selvícolas es indispensable disponer de un modelo que permita predecir los
mismos. Las clásicas tablas de producción han servido como guía a la selvicultura
española allí donde estaban disponibles; sin embargo adolecen de un exceso de rigidez
pues tan solo representan la selvicultura media observada o a lo sumo una selvicultura
propuesta por los autores de las mismas. En la práctica su utilidad se reduce al cálculo del
turno y a una estimación de la estructura del conjunto del monte en un estado ideal
habitualmente denominado ‘monte normal’. Por tanto las tablas de producción clásicas no
permiten a los selvicultores estudiar a priori’ los efectos de las diferentes alternativas
selvícolas en un rodal determinado.
Los modelos de crecimiento representan un paso adelante para que los gestores
puedan simular los diferentes tratamientos selvícolas. El mayor nivel de detalle se
alcanza con los modelos de árbol individual que permiten describir aspectos relacionados
con la calidad tecnológica de los productos, la estructura de los rodales forestales y su
relación con la fauna silvestre o la dinámica de rodales mixtos compuestos por varias
especies o rodales multiestratificados. La agregación de los resultados obtenidos gracias a
un modelo de árbol individual permite obtener los resultados a escala de rodal completo.
IBERO. Modelo de dinámica forestal Protocolo para la toma de datos
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II. OBJETIVO
El objeto del presente documento es describir la metodología para tomar datos de
suficiente calidad para el desarrollo de un modelo de árbol individual para las masas de
pino silvestre en las provincias de Ávila, Burgos, Segovia y Soria.
III. MASAS A ESTUDIAR
Los rodales en los que se instalarán las parcelas deben cumplir los siguientes
requisitos básicos:
1. Tratarse de masas naturales en las que la especie principal sea Pinus
sylvestris.
2. El pino silvestre debe representar al menos el 70% del área basimétrica total.
3. La edad de la masa debe ser 20 años o más.
4. El rodal debe tener una superficie suficiente para que se pueda instalar una
parcela circular de radio igual a 15 metros.
5. El rodal no debe haber sido intervenido selvícolamente ni haber sufrido daños
severos por incendios o derribos en los últimos cinco años.
6. No se utilizarán los rodales huroneados o floreados.
IV. MEDICION DE ÁRBOLES EN PIE
1. TIPO DE PARCELA
Las parcelas que serán concéntricas del tipo de las empleadas en el Inventario
Forestal Nacional se localizarán en rodales en los que no se haya realizado ninguna
intervención selvícola en los últimos cinco años. Cada parcela estará compuesta por tres
subparcelas circulares concéntricas. Cada una de estas subparcelas tendrá radio igual a 5,
10 y 15 metros. El rodal en el que se realice la parcela será homogéneo de modo que no
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existan diferencias significativas en cuanto a la especie, forma y estructura de la masa en
el conjunto de la parcela.
• Selección de los árboles a medir
El diámetro normal mínimo inventariable variará con el radio concéntrico de la
parcela y será igual a 75, 125 y 225 mm para los radios de 5, 10 y 15 m, respectivamente.
Es decir, el hecho de que un árbol sea incluido, o no, en la parcela depende tanto de su
tamaño como de la distancia al centro de la misma. A estos árboles seleccionados se los
denominará pies mayores.
• Información general sobre la parcela
De cada parcela se deben registrar los siguientes datos:
Apartado 1. Número de parcela. Se anotará el número de la parcela mediante un
código de cinco dígitos separados por un guión (p.ej. 09-001 o 09-123). Los dos
primeros dígitos corresponden al código postal de la provincia y los tres últimos al
número de orden de la parcela dentro de la provincia. Si se requiere mas de un
estadillo para un parcela, el número de ésta debe anotarse en cada uno de ellos.
Apartado 2. Fecha de la toma de datos. Se anotarán los últimos dos dígitos del año, el
número del mes (como dos dígitos) y el número del día (como dos dígitos) en el que
la parcela fue medida. Por ejemplo si una parcela se mide el día 14 de junio del año
2002 se anotará en el estadillo la siguiente cifra: 02-06-14 (año-mes-día).
Apartados 3 y 4. Coordenadas UTM. Se anotarán las coordenadas UTM (tanto la
coordenada X como la Y) del centro de la parcela.
Apartado 5. Fotografía aérea. Si se ha utilizado una fotografía aérea para localizar el
rodal donde se encuentra la parcela, se anotará el vuelo (MAPA,…..), el año de la
fotografía, el número de vuelo y el número de la fotografía.
Apartado 6. Control de campo. Cuando todos los árboles hayan sido medidos se debe
realizar un control de los datos tomados en campos. Se debe comprobar que todas las
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anotaciones son legibles, que los códigos utilizados son los apropiados (p.ej., si los
códigos de las especies presentes son los correctos) o que no existan mediciones
extrañas y en este caso si son correctas se ha realizado la anotación correspondiente.
Cuando se haya terminado este control, se debe anotar la fecha en que se realizó y el
nombre de la persona que lo hizo. (NOTA: este apartado es muy importante y puede
evitar regresar nuevamente a la parcela, o que los datos no puedan ser utilizados).
Apartado 7. Control de oficina. Este apartado se debe dejar en blanco.
Apartado 8. Comentarios. Incluir aquí cualquier comentario sobre la parcela que se
quiera hacer constar y que crea que no esta suficientemente reflejado en el resto del
estadillo. Los árboles con mediciones extrañas deben ser explicados aquí.
Apartado 9. Número de hoja. Indicar el número de la hoja en el primer hueco y el
número total de hojas utilizadas en el segundo.
Apartado 10.Croquis. Se debe realizar un croquis lo mas detallado posible sobre el
acceso a la parcela, de manera que se pueda volver a ella si es preciso.
2. IDENTIFICACION Y CLASIFICACION DE LOS ÁRBOLES
Se consideran como árboles objetos de medición aquellos árboles vivos o
recientemente muertos que cumplan con los requisitos de tamaño y distancia al centro de
la parcela descritos en el apartado anterior. Se considera como árbol recientemente
muerto, como aquel que ha muerto en los últimos cinco años (si es posible estimar el
tiempo desde su muerte). Para medir la distancia entre el árbol y el centro de la parcela se
considerará la distancia horizontal entre el centro de la parcela y la parte más próxima del
árbol a esta mas la mitad de su diámetro normal. Todas las distancias se deben medir para
determinar si un árbol debe ser medido o no.
Para cada uno de los árboles seleccionados se anotaran los siguientes datos:
Apartado 11. Número del árbol. Se anotará el número del árbol mediante tres dígitos,
es decir el primer árbol de la parcela se numerará como 001. Se comenzará por
numerar los árboles de la subparcela de 5 metros, después los de la subparcela de 10
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metros y se finalizará con los de la subparcela de 15 metros. Los árboles que se haya
omitido accidentalmente durante este proceso se pueden incluir al final fuera de
orden.
Apartado 12. Orientación del árbol. Se medirá la orientación del centro del árbol con
respecto al norte magnético con aproximación al grado sexagesimal más cercano. Si
el árbol se encuentra caído se anotará la orientación con respecto a la posición del
árbol en pie.
Apartado 13. Distancia del árbol al centro de la parcela. Se anotará la distancia
horizontal desde el centro de la parcela hasta el centro del árbol, considerado éste
como el punto que corresponde a la mitad del diámetro normal, con una aproximación
de un milímetro, de todos los árboles que midan 1.3 metros o mas de altura. Para los
Árboles caídos o inclinados se anotará la distancia entre la posición que debían
ocupar hace cinco años y el centro de la parcela.
Apartado 14. Especie. Se anotará la especie del árbol mediante el código utilizado en
el Inventario Forestal Nacional para lo cual se incluirá entre la documentación que se
debe llevar al campo un listado con los citados códigos.
Apartado 15. Clase sociológica. Tipo de copa. La copa es uno de los parámetros mas
importantes para modelizar el crecimiento forestal cuando se trabaja con la predicción
del crecimiento individual. Por ello, aun cuando la medición de la copa requiere
mucho tiempo es preciso que se haga con el mayor cuidado posible. El tipo de copa
se clasificará en uno de los seis grupos siguientes:
1. Árbol aislado
2. Predominante
3. Dominante
4. Codominante
5. Dominado
6. Suprimido
Definición de los tipos de copa o clases sociológicas. Las copas de los árboles deben
clasificarse de acuerdo con la de sus vecinos y teniendo en cuenta no solo los árboles
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incluidos en la parcela si no también los que viven en los alrededores de la misma.
Las siguientes definiciones serán utilizadas para los diferentes tipo de copa.
• Árbol aislado. Árboles cuyas copas han recibido la luz solar por arribe y por todos
sus lados durante toda su vida. Es decir Árboles que aunque no han vivido
aislados no han sufrido ningún tipo de competencia por la luz nunca.
• Predominante. Árboles residuales del rodal anterior. Las copas están por encima
del dosel arbóreo del nuevo rodal y están bien desarrolladas.
• Dominante. Árboles con copas por encima del nivel general de las copas y que
reciben luz por arriba y parcialmente por los lados. Los árboles son mas grandes
que la media y sus copas están bien desarrolladas aunque posiblemente estén en
contacto lateral con la de otros árboles.
• Codominante. Árboles con sus copas en dentro del nivel general del dosel arbóreo
y que reciben luz por arriba pero comparativamente poca por los lados.
• Dominado. Árboles más pequeños que los de las dos clases anteriores cuyas copas
son normalmente pequeñas y se encuentran dentro del dosel arbóreo recibiendo
poca luz por arriba y prácticamente ninguna por los lados.
• Suprimido. Árboles con copas por debajo del nivel general del dosel arbóreo y
que no reciben luz directa ni por arriba ni por los lados.
Observaciones sobre el tipo de copa. En muchos casos el tamaño de un árbol en
relación con sus vecinos no sirve por si mismo para identificar el tipo de copa. Por
ejemplo, puede ocurrir que en un rodal con varios pisos muchos de los árboles del
piso inferior estén alejados de la influencia de los del piso superior, por lo que
deberán clasificarse como dominantes aun cuando pueda haber árboles bastante mas
grandes que ellos. En este caso se aclarará que se trata de un árbol del subpiso. Es
decir sólo los árboles próximos y en el área de influencia de los árboles del piso
superior deben considerarse como dominados, mientras que otros árboles de tamaño
similar pueden ser clasificados como dominantes o codominantes.
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Apartado 16. Daños/Causa de muerte. Cuando sea posible se debe anotar tanto los
daños mecánicos o por actividad de insectos u otros patógenos en los árboles vivos
como la causa de la muerte en el caso de árboles recientemente muertos. Cuando un
árbol ha sufrido o está sufriendo por más de un agente se debe anotar el más severo.
Se utilizará un código de dos dígitos. Los árboles muertos hace más de cinco años no
se deben medir.
Apartado 17. Importancia del daño/Tiempo desde la muerte. De todos los árboles
vivos se debe anotar la importancia del daño, mientras que de los árboles
recientemente muertos se debe registrar el tiempo que ha pasado desde su muerte si es
posible estimarla. Se utilizarán los siguientes códigos:
• 0 Árbol vivo sin daños.
• 1 Árbol vivo con daños leves
• 2 Árbol vivo con daños severos. Se consideran daños severos aquellos que pueden
conducir a la muerte del árbol en un plazo aproximado de cinco años.
• 3 Árbol muerto durante el último año.
• 4 Árbol muerto hace mas de un año pero menos de seis.
• 5 Árbol muerto hace un número de años desconocido
3. MEDICIONES SOBRE LOS ÁRBOLES EN PIE
Sobre los árboles seleccionados (vivos o recientemente muertos) para ser
incluidos en las parcelas (pies mayores) se realizarán las siguientes medidas:
Apartado 18. Diámetro normal. Se medirá el diámetro normal (a 1,30 metros del
suelo) de todos los árboles vivos o recientemente muertos que hayan sido
seleccionado para formar parte de la parcela, con una precisión de un milímetro. Se
seguirán las indicaciones de la metodología del Segundo Inventario Forestal
Nacional.
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Apartado 19. Crecimiento radial #1. Se extraerá mediante la barrena un testigo a la
altura del diámetro normal. El encargado de extraer el testigo se situará de espaldas al
centro de la parcela de modo que el testigo se obtenga en la dirección al centro de la
misma. Si esto no es posible se procurará obtener el testigo con la orientación más
próxima que sea posible a la propuesta anteriormente. Se comenzará por localizar el
último crecimiento completo del árbol (este corresponde normalmente al crecimiento
del año anterior al que se están tomando las medidas de campo), se marcará con tinta
indeleble el extremo exterior de este crecimiento. Tomando como valor cero el punto
antes marcado se contaran cinco anillos desde este punto y se marcará este nuevo
punto mediante tinta indeleble. Se medirá la distancia entre estos dos puntos con un
calibre, con una aproximación de medio milímetro.
Se deben barrenar todos los árboles mayores de 75 mm y los menores que cumplan
con los siguientes dos requisitos:
• tener una edad normal (a la altura normal) de cinco años o mas y,
• tener un diámetro normal suficientemente grande para ser barrenado.
Apartado 20. Crecimiento radial #2. Este crecimiento radial se medirá sobre una
submuestra de los árboles que componen la parcela. Se medirá en la oficina con la
ayuda de una lupa y del sistema de medición semiautomático WinDendro. De cada
especie se seleccionará el primer testigo obtenido de cada clase diamétrica de 5 cm.
Los testigos seleccionados se deben guardar en unos recipientes adecuados sobre los
que se anotará el número de árbol y de parcela que les correspondan. En la oficina se
deben contar el número de anillos entre las marcas indelebles realizadas en el campo.
Si es preciso se deben cortar, lijar y teñir los testigos. El crecimiento radial #2 se
calculará como:
Crecimiento radial #2 = 5*[(crecimiento radial #1)/(número de anillos encontrados en la
oficina)]
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Apartado 21. Altura total. Se debe medir la altura total del árbol con una precisión de
10 centímetros. Se seguirán las indicaciones de la metodología del Segundo
Inventario Forestal Nacional.
Apartado 22. Altura hasta la base de la copa. Un aspecto crucial en esta medida es la
definición de base de la copa. Se considerará como base de la copa el lugar donde se
inserte el primer conjunto de ramas que ocupen tres cuartas partes de la
circunferencia del árbol y representen la base de una copa continua. Se deben ignorar
las ramas aisladas por debajo del nivel general de la copa. En árboles con copas
desiguales se debe estimar por transferencia ocular de las ramas mas bajas del lugar
con la copa mas larga y rellenar con ellas el otro lado de la copa, para de esta forma
definir el punto donde se inicia la copa.
Apartado 23. Crecimiento en altura. En los árboles con verticilos claramente
diferenciables se debe medir el crecimiento en altura por sustracción a la altura total
de la altura a la que se inserta la quinta rama empezando por el extremo superior de la
copa. Esta medida no se hará en los siguientes casos:
• El árbol tiene una edad menor a cinco años,
• El árbol tiene la copa dañada
• Los últimos cinco verticilos no son visibles
• El árbol esta dañado severamente
• El árbol mide más de 10 metros
• El árbol no tiene crecimiento verticilado
Apartado 23bis. Altura hasta la máxima amplitud de la copa. Se medirá la altura en la
que se produce la máxima amplitud de la copa con una precisión de 10 cm.
Apartados 24, 25, 26 y 27. Radios de la copa #1, #2, #3 y #4. Para cada especie se
medirán los cuatro radios principales de la copa del primer árbol no dañado vivo que
se encuentre en cada clase diamétrica de cinco centímetros. Estos apartados deben ser
completados con un guión en los árboles no medidos. Se medirá la distancia desde el
centro del árbol (tomado como el punto medio del diámetro normal) hasta la
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proyección de la rama más larga en cada uno de las cuatro radios principales. Se
definirán los radios principales de forma que los radios #1 y #2 estén en la dirección
del centro de la parcela y los radios #3 y #4 sean perpendiculares a los anteriores.
Apartado 28. Observaciones. Se debe anotar cualquier información acerca de medidas
extrañas pero correctas o cualquier otro aspecto que no aparezca razonablemente
reflejado en las medidas tomadas.
V. MEDICIONES RELATIVAS A LA PRODUCTIVAD DE LA ESTACION
En relación con la productividad del rodal se anotarán los siguientes aspectos:
Apartado 29. Exposición. Se medirá la orientación de la parcela con respecto al norte
magnético con aproximación al grado sexagesimal más cercano.
Apartado 30. Pendiente. Se medirá la pendiente con un clinómetro en el sentido de la
máxima pendiente. Se registrará la pendiente en porcentaje aproximando al uno por
ciento.
Apartado 31. Pedregosidad. Se anotará el porcentaje de suelo cubierto por rocas,
tomando como referencia el conjunto de la parcela. El porcentaje se aproximará al
uno por ciento.
Apartado 32. Altitud. Se medirá con un altímetro la altitud a la que se encuentra la
parcela. Este dato debe comprobarse con un mapa topográfico a escala detallada (al
menos 1/50.000).
Para la selección de los árboles adecuados para determinar la calidad de la
estación se seguirán los siguientes criterios:
• Se utilizarán árboles de la especie Pinus sylvestris.
• Los árboles elegidos deben pertenecer a la clase sociológica dominante. Los
árboles clasificados como árboles aislados y predominantes no deben ser
utilizados.
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• Se utilizarán árboles sanos no dañados. La copa debe estar sana y el fuste debe
estar libre de daños.
Una vez que un árbol ha sido elegido como árbol candidato para la estimación de
la calidad de la estación se procederá a barrenarlo a la altura normal. Si los crecimientos
obtenidos mediante el procedimiento anterior son irregulares mostrando que el árbol ha
vivido durante parte de su vida dominado, el árbol debe rechazarse como candidato para
la estimación de la calidad de la estación. En caso contrario se procederá a realizar las
siguientes anotaciones y medidas:
Apartado 33. Número de árbol. Se copiará el número de árbol que le corresponda de
acuerdo con lo previamente anotado en el apartado 11.
Apartado 34. Especie. Se copiará lo que corresponda de acuerdo con lo previamente
anotado en el apartado 14.
Apartado 35. Edad normal. Se extraerá mediante la barrena un testigo a la altura del
diámetro normal. Se comenzará por localizar el último crecimiento completo del
árbol (este corresponde normalmente al crecimiento del año anterior al que se están
tomando las medidas de campo), se marcará con tinta indeleble el extremo exterior de
este crecimiento. Después se localizará el centro del árbol y se marcará este nuevo
punto mediante tinta indeleble. Se contará el número de anillos entre las dos marcas y
ese será el valor de la edad normal.
Apartado 36. Edad total #1. Se extraerá mediante la barrena un testigo en el tocón. Se
comenzará por localizar el último crecimiento completo del árbol (este corresponde
normalmente al crecimiento del año anterior al que se están tomando las medidas de
campo), se marcará con tinta indeleble el extremo exterior de este crecimiento.
Después se localizará el centro del árbol y se marcará este nuevo punto mediante tinta
indeleble. Se contará el número de anillos entre las dos marcas y ese será el valor de
la edad total #1.
Apartado 37. Altura del tocón. Se medirá con una precisión de un centímetro la altura
a la que se haya obtenido el testigo para medir la edad total #1.
IBERO. Modelo de dinámica forestal Protocolo para la toma de datos
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Apartado 38. Edad total #2. La edad total #2 se obtendrá aproximando al año la
siguiente expresión:
Edad total #2 = Edad total #1 + [altura del tocón en cm/10]
Apartado 39. Indice de sitio. Una vez se hayan medido todos los árboles candidatos
para la estimación de la calidad de la estación se procederá a obtener el índice de sitio
correspondiente a cada árbol. Para la obtención del índice de sitio correspondiente a
cada árbol se utilizarán las siguientes referencias:
Pinus sylvestris
Bravo, F. y G. Montero (2001) Site index estimation in Scots pine (Pinus
sylvestris L.) stands in the High Ebro Basin (northern Spain) using soil
attributes Forestry 74(4):395-406
Rojo, A. y G. Montero (1996) El pino silvestre en la Sierra de
Guadarrama MAPA, Madrid, 293 pp
Observaciones a la estimación del índice de sitio:
• Las curvas de calidad propuestas para pino silvestre deben utilizarse
conjuntamente, pues aunque las curvas que corresponden a las mismas calidades
(índices de sitio 17, 20 y 23) prácticamente se superponen, en las curvas de Rojo
y Montero aparecen dos calidades superiores (índices de sitio 26 y 29) mientras
que en las de Bravo aparece una calidad inferior (índice de sitio 14).
• Si cuatro de los seis árboles muestreados corresponden a una misma calidad de la
estación y los otros dos se clasifican en una calidad de estación contigua, la
operación ha terminado pues la calidad más abundante es la que debe asignarse a
la parcela.
IBERO. Modelo de dinámica forestal Protocolo para la toma de datos
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• Si no se consigue que cuatro de los seis árboles correspondan a una misma calidad
de la estación se debe pasar a realizar la operación descrita en el apartado 40.
• Si cuatro de los seis árboles se clasifican en la misma calidad pero los otros dos
no están en calidades contiguas, se procederá a seleccionar otros dos árboles con
los mismos criterios descritos anteriormente para la selección de los árboles
adecuados para determinar la calidad de la estación. Si una vez realizado esto
persiste la situación previa se procederá a realizar la operación descrita en el
apartado 40.
Apartado 40. Muestra edáfica. En todas las parcelas en las que no se pueda
determinar el índice de sitio mediante el barrenado de árboles (ver apartado 39) y en
una parcela de cada cuatro de las restantes (se deberá seguir un criterio sistemático) se
procederá a tomar una muestra edáfica de acuerdo con el siguiente procedimiento: se
tomará una muestra de suelo del horizonte superficial, de 10 cm de profundidad, esta
muestra corresponde a los diez primeros centímetros del perfil, una vez eliminada la
materia orgánica sin descomponer. La muestra se guardará en una bolsa debidamente
etiquetada (incluyendo el número de la parcela, la fecha de toma de la muestra y el
nombre de la persona que tomó la muestra). Una vez se entregue en el laboratorio la
muestra se anotará en la ficha de campo el código que haya asignado el laboratorio a
la muestra. Los análisis a realizar en la muestra son los siguientes: porcentaje de
arena, de limo y de arcilla según el método ISSS, porcentaje de elementos gruesos
(que no pasan el tamiz de luz 2 mm), porcentaje de carbonatos, porcentaje de caliza
activa, porcentaje de materia orgánica, fósforo en partes por millón (ppm) según el
método Olsen, potasio en ppm utilizando acetato amónico 1 N, calcio, magnesio y
sodio en meq/100 g utilizando también acetato amónico 1 N, CCC, pH y
conductividad en mmhos/cm. Todas las muestras serán analizadas en el siguiente
laboratorio:
Laboratorio Agrario del ITAGRA
Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias
Universidad de Valladolid - Campus de Palencia
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15
Avda. de Madrid, 44
34004 PALENCIA
Una vez obtenidos los resultados de los análisis se procederá a estimar la calidad de
estación mediante la regla edáfica propuesta por Bravo y Montero (2001).
VI. MEDICION DE ÁRBOLES APEADOS
Los árboles apeados se utilizarán para elaborar un modelo de crecimiento en
altura de árbol individual y no para ajustar unas curvas de calidad. Por ello los árboles
apeados se distribuirán de manera que estén representadas todas las clases sociológicas.
• Selección de los árboles a apear
Entre cuatro y seis árboles que cumplan los siguientes requisitos se apearan en las
parcelas.
1. Serán pies correspondientes a la especie Pinus sylvestris L.
2. No habrán sido clasificados como con daños severos o con daños en su
crecimiento en altura en los últimos 6 o 7 años.
3. Tendrán un crecimiento en altura apreciable de modo que se puede medir.
4. Se procurará que los árboles apeados se distribuyan por toda la parcela y por
todas las clases sociológicas.
• Información sobre los árboles seleccionados
De cada árbol se deben registrar los siguientes datos antes de apearlo:
Apartado 41. Número de parcela. Se anotará el número de la parcela en la que se
encuentra el árbol de acuerdo con lo especificado en el apartado 1.
Apartado 42. Número de árbol. Se anotará el número de la parcela en la que se
encuentra el árbol de acuerdo con lo especificado en el apartado 11.
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Apartado 43. Diámetro normal. Se anotará el diámetro normal de acuerdo con lo
descrito en el apartado 18.
Apartado 44. Altura total. Se anotará la altura total de acuerdo con lo descrito en el
apartado 21.
Apartado 45. Altura hasta la base de la copa. Se anotará la altura hasta la base de la
copa de acuerdo con lo descrito en el apartado 22.
Apartado 46. Altura hasta la máxima amplitud de la copa. Se medirá la altura en la
que se produce la máxima amplitud de la copa con una precisión de 10 cm.
Apartado 47, 48, 49 y 50. Radios de la copa. Se anotarán los radios de la copa de
acuerdo con lo descrito en los apartados 24, 25, 26 y 27.
Una vez apeado cada árbol se procurará reconstruir su tronco completo si es que
se ha roto durante el apeo. De cada árbol se registrarán los siguientes datos:
Apartado 51. Crecimiento en altura en los últimos cinco años. Se anotará la distancia
en centímetros entre el primer y sexto verticilo contando desde el ápice del árbol. No
se medirá por tanto la longitud de la guía terminal. Si no es posible distinguir
claramente los verticilos o hubiese sospechas fundadas de que el árbol presenta
policiclismo se medirá la longitud entre el punto donde el árbol presenta un único
anillo y el punto donde presenta seis anillos. Se realizarán las secciones que sean
precisas en el tronco para encontrar estos dos puntos. El número de la parcela en la
que se encuentra el árbol de acuerdo con lo especificado en el apartado 1.
Apartado 52. Edad total #1 del árbol. Se medirá la edad mediante conteo del número
de anillos en el tocón de acuerdo con lo descrito en el apartado 36.
Apartado 53. Altura del tocón. Se medirá de acuerdo con lo descrito en el apartado
37.
Apartado 54. Edad total #2. La edad total #2 se obtendrá de acuerdo con lo descrito
en el apartado 38.
Apartado 55. Edad normal. Se medirá de acuerdo con lo descrito en el apartado 35.
Apartados 56. Diámetros a diversas alturas. Se medirá el diámetro en la base del
árbol en el tocón, a 2,30 metros y de metro en metro hasta el ápice. También se
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17
medirán diámetros por debajo de 1,30 metros cada 50 cm. (a 0,80 y a 0, 30 metros) y
el diámetro del tocón a la altura del corte. Se seguirá la metodología descrita en el
apartado 18
Apartado 57. Porcentaje de corteza. Se medirá la corteza existente mediante un
calibrador. Se tomarán 2 datos de corteza por cada altura a la que se mide el diámetro,
coincidiendo con los puntos en los que se apoyan los brazos de la forcípula.
Apartado 58. Albura y duramen. Se medirá el diámetro de duramen y de albura a la
altura del tocón mediante la forcípula registradora.
Apartado 59. Diámetro del tronco a la altura de la base de la copa. En el caso en el
que los diámetros medidos según el apartado 56 no coincidieran con el punto exacto
donde comienza la copa, se mediría este diámetro mediante la forcípula registradora.
VII. BACKDATING
A la hora de llevar a cabo el proceso de “backdating” con los datos disponibles,
primero debe estudiarse con profundidad cuales son las variables que se precisan y cuál
debe ser el orden a seguir para realizarlo con efectividad. Algunas de las ecuaciones que
se utilizan para el “backdating” serán descritas a continuación en los capítulos
correspondientes, pero en esta fase se explicará su utilización dentro del proceso a seguir.
Todos los datos estarán expresados para el momento actual y para un momento cinco
años anterior. Para simplificar la nomenclatura, los datos referidos al momento actual
llevarán un 2 adjunto al nombre de la variable mientras que los datos referidos a hace
cinco años llevarán un 1.
En primer lugar, el paso inicial es realizar el “backdating” para los diámetros. Los
datos de los que se disponen son los diámetros normales (DBH2) de todos los pies y los
canutillos de crecimiento de los últimos cinco años para todos los pies (CRECR5),
nomenclatura en la que la letra R corresponde a crecimiento radial mientras que el
número 5 corresponde a los cinco años en los que se mide el crecimiento. En un primer
momento podría pensarse que los diámetros hace cinco años (DBH1) podrían calcularse
de directamente de la diferencia de DBH2 con el crecimiento analizado en los canutillos.
Sin embargo, esto plantea un problema, y es que de esa manera se presupone que la
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corteza se mantiene constante en el tiempo, lo que no es cierto. Tampoco existe un
cambio muy brusco en el espesor de corteza en un tiempo de cinco años, pero al disponer
de datos suficientes, es interesante no obviar este hecho. Los diámetros medidos (DBH2)
son, lógicamente, mediciones sobre la corteza, pero sin embargo, los canutillos
analizados gráficamente señalan el crecimiento sin corteza. Por ello, se hace necesaria la
utilización de una ecuación de espesor de corteza que pueda relacionar el diámetro con
corteza (DOB ó DBH) con el diámetro sin corteza (DIB). Todo lo relacionado con las
características y ajustes de esta ecuación queda reflejado en el apartado 4.1.
El proceso seguido es el siguiente: Los diámetros medidos sobre corteza (DOB2)
son transformados en diámetros sin corteza (DIB2) a través de la citada ecuación de
espesor de corteza. A este dato (DIB2) se le resta el crecimiento diametral (CRECD5),
calculado como el doble del crecimiento radial (CRECR5) que es lo que se obtiene del
análisis de los canutillos de crecimiento. De esta manera, obtenemos los diámetros sin
corteza hace cinco años (DIB1). Si se vuelve a utilizar la ecuación de espesor de corteza,
podemos transformar estos datos en diámetros con corteza hace cinco años (DOB1). En
el siguiente diagrama pueden verse los pasos de este primer proceso:
El siguiente paso consiste en retrotraer los datos de altura total (HT). Para ello, se
utilizan las ecuaciones estáticas de altura-diámetro generalizadas que quedan explicadas
en el apartado 4.2. Estas ecuaciones, como se verá más tarde, están compuestas por una
serie de variables independientes que son necesarias conocer para un tiempo anterior y
así poder calcular la altura total predicha en ese momento anterior. Para no confundir
DOB2 DOB1
DIB2 DIB1
ESPESOR DE CORTEZA ESPESOR DE CORTEZA
CRECD5
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terminología, se separarán los términos medidos o calculados de los predichos mediante
ecuaciones. Estos últimos llevarán una “P” antecediendo al símbolo que lo identifique.
Como se ha dicho, para poder obtener la altura total predicha en el tiempo 1
(PHT1) debe utilizarse la ecuación de altura-diámetro. Esta ecuación requiere de las
siguientes variables independientes: altura dominante (Ho), diámetro cuadrático medio
(Dg) y diámetro normal (DBH). El cálculo del diámetro cuadrático medio en el tiempo 1
(Dg1) puede hacerse directamente una vez que todos los datos de diámetros han sufrido
el proceso de “backdating”. Sin embargo, el cálculo de la altura dominante (Ho1) resulta
más complicado. Para ello es necesario recurrir a las curvas de calidad descritas
anteriormente. Así, se tomaron los datos de los cuatro árboles descritos como dominantes
para cada parcela y de los que se extrajeron canutillos hasta la médula, por lo que se
conoce su edad. Con ellos se obtiene una edad media (E2) y directamente, la edad media
cinco años antes (E1 = E2 – 5). Mediante las dos edades medias y la altura dominante en
el momento 2, se obtiene directamente la altura dominante hace cinco años (Ho1).
Una vez que se ha calculado la altura dominante (Ho1) y también se dispone del
diámetro cuadrático medio (Dg1) y del diámetro normal (DBH1), se predice directamente
la altura total en el tiempo 1 (PHT1) utilizando la ecuación estática de altura-diámetro
generalizada. Si realizamos la misma operación para el tiempo 2, obtenemos también una
predicción de la altura total mediante la ecuación altura-diámetro (PHT2).
Por último, la altura total se calcula siguiendo la siguiente expresión:
2211 HT
PHTPHTHT ⋅⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛=
Además del diámetro normal y la altura total, existen otras variables que también
pueden resultar muy interesantes de retrotraer, bien por su utilización directa en algún
modelo, bien por su utilización indirecta, en el caso de que su predicción sea necesaria
para el cálculo de otras variables interesantes. Un ejemplo de esto es la necesidad de
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retrotraer el dato de altura a la base de la copa (HCB). Al haberse ajustado una ecuación
estática de altura a la base de la copa (como queda explicado en el apartado 4.3),
podemos predecir fácilmente esta variable para los dos momentos temporales que
interesan. Esto, junto con la disponibilidad de la altura a la base de la copa medida en
campo (HCB2) permite una rápida relación para obtener el dato en 1 (HCB1). La
expresión es la siguiente:
2211 HCB
PHCBPHCBHCB ⋅⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛=
Así, al tener la altura total y la altura a la base de la copa, se dispone directamente
del dato de relación de copa o “crown ratio” para ese momento (CR1). Esto es interesante
ya que dicha variable ha sido ampliamente utilizada en la literatura para la construcción
de modelos de crecimiento, por lo que resultaba totalmente indispensable poder
calcularla. Para el correcto desarrollo de este proceso, debe limitarse la ecuación de
manera que se asegure que 12 HCBHCB ≥ .
Accesoriamente, también puede realizarse el proceso de “backdating” sobre el
resto de ecuaciones de copa que serán descritas en el apartado 4.3. De esta manera, para
la altura a la máxima anchura de copa, se introducen las variables necesarias para su
predicción en los dos tiempos y se procede de la misma manera. La ecuación utilizada es:
2211 HLCW
PHLCWPHLCWHLCW ⋅⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛=
De la misma manera se puede realizar el proceso para la máxima anchura de copa
con la ecuación:
2211 LCW
PLCWPLCWLCW ⋅⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛=
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Con todo esto, se habrán retrotraído todas las variables necesarias por lo que la
situación de la base de datos podría asimilarse a la obtenida mediante dos inventarios
repetidos en un lapso de tiempo. En definitiva, es un proceso que facilita enormemente el
desarrollo de modelos predictivos cuando se dispone de mediciones en un solo momento.
VIII. DISTRIBUCION DE PARCELAS POR TIPO DE MASA
Las parcelas se distribuirán de manera que se cubran todos los rangos de calidad
de la estación, densidad de la masa y edad. Para cada uno de estos factores se seguirán los
siguientes criterios:
• Calidad de la estación. Se distribuirá todo el rango de calidades descrito para
cada una de las especies en tres grupos que corresponderá cada uno de ellos a las
masas de alta, media y baja productividad. Se utilizarán las curvas de calidad de
Bravo y Montero (2001) y de Rojo y Montero (1996) que abarcan índices de sitio
(definidos como la altura dominante a los cien años) de 14 a 29 metros. Las
calidades 14 y 17 se considerarán de baja productividad, las calidades 20 y 23 de
productividad media y las calidades 26 y 29 de productividad alta.
• Densidad. La densidad de las masas forestales se clasificará en tres grupos
denominados de alta, media y baja densidad. Cada uno de estos grupos se define
mediante el índice de densidad del rodal o índice de Reineke (IDR). Las masas
con un IDR superior a 950 se clasificarán como de densidad alta, las que tengan
un IDR menor a 600 se clasificarán como de densidad baja y las que tengan un
IDR entre 600 y 950 se clasificarán como de densidad media.
• Edad. Tradicionalmente la distribución de las parcelas por edades se ha realizado
mediante la división del rango de edades en clases de 10 a 20 años. Este sistema
hace que se sobreestime la importancia de la edad de las masas en detrimento de
otros factores mucho mas importantes como la calidad de la estación o la
densidad del rodal. En nuestro caso se definen tan solo cuatro clases de edad
desiguales. Los criterios seguido para definir los límites entre las clases de edad
han sido (1) la edad a la que culmina el crecimiento periódico en volumen y (2)
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120 años. El valor de 120 años se ha fijado para poder disponer de datos de masas
maduras ya que en un futuro no lejano la demanda de la sociedad por un uso
multifuncional de los bosques va a conducir a un alargamiento de la edad de
regeneración más allá de los tradicionales turnos basados en la máxima renta en
especie o en criterios tecnológicos. La edad de culminación de crecimiento
periódico máximo varia con la especie y la calidad de la estación pero se puede
considerar en una primera aproximación como igual a 50 años en las masas Pinus
sylvestris. Por tanto se ha optado por unas edades límites de 40 y 70 años. Es decir
se definen cuatro clases de edad, (i) las masas de menos de 40 años, (ii) las masas
de entre 40 y 70 años, (iii) las masas de entre 70 y 120 años y (iv) las masas de
más de 120 años. No se ha fijado límite inferior a la edad de las parcelas pues este
viene determinado por la edad a la que los árboles alcanzan un tamaño mínimo
inventariable y ésta depende de muchos factores no controlables en un modelo
como el que se pretende elaborar.
Por otro lado se consideran necesarias 3 réplicas de cada una de las
combinaciones de resultantes de la calidad de la estación (3), densidad (3) y edad (4). Por
tanto el número total de parcelas temporales a instalar es igual 108.