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¿Realmente el diablo existe? Para muchos, el diablo es un símbolo, inventado para explicar el mal en el mundo y para des culpabilizarse del mal cometido. En cualquier caso, ¿cómo un Dios amor habría podido crear a un ser tan malvado y permitirle actuar? ¿Reconocer que el diablo existe supondría reconocer que existe un dios del mal contra el que el Dios de los cristianos no tiene poder alguno? La fe cristiana afirma la existencia del demonio, pero proclama que el poder de éste no es ilimitado. No existe un “dios del mal”: El demonio es una criatura sometida al poder de Dios. Los cristianos desde siempre admiten la existencia de un ser maligno, o varios seres malignos, de naturaleza angélica, cuya actuación se dirige a apartar al hombre de Dios, sometiéndole a las fuerzas del mal, a través de la tentación. De hecho, Cristo se hizo hombre y murió en la cruz para liberar al hombre de este estado de sometimiento en el que se encontraba a raíz del pecado original. La existencia del demonio forma parte por tanto de la verdad revelada. Sin embargo, la creencia cristiana es muy distinta de la de otras religiones: no existe un “dios del mal” opuesto al dios del bien. Al contrario, según la teología católica de santo Tomás de Aquino, el mal no existe en sí mismo, sino como ausencia del bien, como rechazo del amor de Dios. Según la doctrina cristiana, el demonio puede incitar al hombre al mal, pero no puede quitarle su libertad. No tiene poder sobre su alma si el hombre no se lo otorga. En demonio es un ángel creado por Dios, que en la tradición cristiana recibe los nombres de Satán o Lucifer, que usó su libertad para oponerse a su amor. Dios permite su existencia y su rebeldía, pero el demonio está sometido a su Creador, como el resto de las potencias angélicas. Esta es una de las razones de que la teología cristiana en realidad no se haya preocupado mucho sobre el demonio en sí, sino más bien de cómo Cristo logró la victoria sobre él y de cómo combatir su poder en la vida cristiana. La Biblia, y más particularmente los Evangelios, así como el Magisterio y la vida de los santos, atestiguan la existencia del demonio.

Realmente El Diablo Existe

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la existencia del diablo en nuestra vida y en el mundo entero

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Realmente el diablo existe?

Para muchos, el diablo es un smbolo, inventado para explicar el mal en el mundo y para des culpabilizarse del mal cometido. En cualquier caso, cmo un Dios amor habra podido crear a un ser tan malvado y permitirle actuar? Reconocer que el diablo existe supondra reconocer que existe un dios del mal contra el que el Dios de los cristianos no tiene poder alguno?

La fe cristiana afirma la existencia del demonio, pero proclama que el poder de ste no es ilimitado. No existe un dios del mal: El demonio es una criatura sometida al poder de Dios.

Los cristianos desde siempre admiten la existencia de un ser maligno, o varios seres malignos, de naturaleza anglica, cuya actuacin se dirige a apartar al hombre de Dios, sometindole a las fuerzas del mal, a travs de la tentacin. De hecho, Cristo se hizo hombre y muri en la cruz para liberar al hombre de este estado de sometimiento en el que se encontraba a raz del pecado original. La existencia del demonio forma parte por tanto de la verdad revelada.

Sin embargo, la creencia cristiana es muy distinta de la de otras religiones: no existe un dios del mal opuesto al dios del bien. Al contrario, segn la teologa catlica de santo Toms de Aquino, el mal no existe en s mismo, sino como ausencia del bien, como rechazo del amor de Dios. Segn la doctrina cristiana, el demonio puede incitar al hombre al mal, pero no puede quitarle su libertad. No tiene poder sobre su alma si el hombre no se lo otorga.

En demonio es un ngel creado por Dios, que en la tradicin cristiana recibe los nombres de Satn o Lucifer, que us su libertad para oponerse a su amor. Dios permite su existencia y su rebelda, pero el demonio est sometido a su Creador, como el resto de las potencias anglicas. Esta es una de las razones de que la teologa cristiana en realidad no se haya preocupado mucho sobre el demonio en s, sino ms bien de cmo Cristo logr la victoria sobre l y de cmo combatir su poder en la vida cristiana.

La Biblia, y ms particularmente los Evangelios, as como el Magisterio y la vida de los santos, atestiguan la existencia del demonio.

El Antiguo Testamento considera a los ngeles y los demonios criaturas de Dios, Creador de todo, lo visible y lo invisible. Pero los textos que hablan de Satn en el Antiguo Testamento son muy raros. Es despus del exilio de Babilonia cuando se nota una evolucin: el mal entre los hombres viene de Satn (satan en hebreo, adversario) a raz del pecado de Adn (Gn 3), cuando por la envidia de la serpiente, la muerte entr en el mundo (Sb 2, 24). Satn es el tentador, el acusador, el adversario de Dios (Za 3, 1-7, Jb 1, 11, etc.). Casi dos siglos antes de Cristo, la comunidad monstica de Qumram, en las orillas del mar Muerto, elabora una demonologa estructurada.Pero es en los cuatro Evangelios donde la presencia de Satn adquiere una densidad particular: es un adversario real, enemigo de Cristo y de su Reino. Jess se dirige, sin duda alguna, personalmente a Satn para increparle, y habla de l como de alguien. Son conocidos los pasajes de las Tentaciones en el desierto (Mt 4, 1-11) y de los numerosos exorcismos que Jess realiz (Cafarnam Mc 1, 23-28, Gerasa Mt 8, 28-34, la hija de la cananea Mc 7, 25-29, por citar algunos). Los escritos apostlicos y el Apocalipsis recogen esta victoria de Cristo, que se consumar al final de los tiempos.

El Magisterio y la Tradicin de la Iglesia, tanto en la enseanza como en la liturgia, han recogido siempre esta verdad. El Catecismo de la Iglesia Catlica habla del demonio hasta en 40 apartados. Tambin la vida de muchos santos, que tuvieron experiencia directa de lucha contra el demonio, constituye un testimonio sobre su existencia.

Este permiso que Dios da a los demonios para perturbar la vida de los suyos es un gran misterio: es el misterio mismo del mal.

Por qu Dios, si es bueno y todopoderoso y aborrece el mal, permite que los demonios acten y tengan poder sobre el hombre? Es un gran misterio, el mysterium iniquitatis. Dios cre al hombre y a los ngeles por amor, y desea que el hombre le ame a cambio. Pero no hay amor sin libertad, por lo que Dios deja espacio al hombre para que ste elija amarle. Slo Dios posee una libertad perfecta, incapaz de elegir el mal. El hombre y los ngeles pueden rechazar este amor.

Por qu Dios no destruy a los ngeles cados? Hay dos razones: la primera es que Dios respeta esa libertad que l mismo otorga; la segunda, que de alguna forma, Dios se sirve tambin de ellos para realizar sus designios. San Agustn afirma que Dios no permitira el mal, si no fuera para sacar de l un bien mayor. En efecto, es lo que sucede con la historia de la redencin, en la que el mal es finalmente vencido por el bien. Dios redimi al mundo del pecado, pero sin dejar de respetar la libertad del hombre, el cual puede acoger o rechazar esta redencin.

Los cristianos creen que la victoria definitiva del bien y la destruccin definitiva del mal se producirn al final de los tiempos. Mientras tanto, el tiempo que vivimos se caracteriza por esta lucha entre el bien y el mal. La vida de los santos da fe de esta lucha, a veces cara a cara, con los demonios.

El poder de Satn se manifiesta de muchas formas, la posesin diablica es slo una manifestacin extraordinaria.

El demonio acta de forma ordinaria en la vida de cada persona, mediante la tentacin y la seduccin, para inclinarla a cometer el mal. Esta actuacin se combate mediante la oracin y la prctica de las virtudes, con el auxilio de los sacramentos. La Iglesia afirma que el hombre no est condicionado absolutamente por la tendencia al mal, sino que puede combatirlo con la ayuda de la gracia.

Tambin se puede manifestar de forma extraordinaria mediante la posesin, la infestacin, el acoso, la obsesin etc. Se trata de fenmenos muy raros, en los que Satans llega a poseer el cuerpo que no el alma de una persona. Este fenmeno lo combate la Iglesia mediante el ritual del exorcismo, que realizan sacerdotes encargados especficamente por su obispo para este fin.

Sin embargo, son muy pocos los casos de verdadera posesin. Antes de la prctica del exorcismo, se realizan todo tipo de pruebas mdicas y psiquitricas para descartar que no se trata de disturbios psicolgicos. Muchas de las personas que sufren de posesin diablica han realizado prcticas nigromnticas o satnicas. Muy excepcionalmente, algunos santos han experimentado esta dura prueba.

En los ltimos aos estn aumentando las sectas satnicas, entre los jvenes pero tambin en relacin con otros fenmenos sociales, como el narcotrfico o las prcticas mgicas.

Cada vez hay ms adolescentes afectados por el fenmeno del satanismo, que se ha convertido en una moda transgresora. El padre Benot Domergue, especialista en estos fenmenos, afirma que actualmente en Francia existe una cincuentena de asociaciones que agrupan a unos 5.000 individuos. El fenmeno es tan preocupante que las autoridades de la Repblica francesa se han involucrado. En 2006, la Miviludes (Mission interministrielle de vigilance et de lutte contre les drives sectaires) public un pequeo informe sobre el satanismo en el que pona en guardia contra este tipo de grupos.

En Espaa, segn un informe elaborado en 2010 por la Red Iberoamericana para el Estudio de las Sectas (RIES), el nmero de las sectas satnicas en este pas ha aumentado en la ltima dcada, pasando de 41 en 2001 a 61 en 2010. Estos grupos estaran relacionados con recientes episodios de profanaciones y robos sacrlegos en iglesias. Ciertos tipos de msica metal (black metal, death metal, neometal) constituyen tambin una puerta de entrada privilegiada hacia el satanismo. Un universo tanto ms borroso en cuanto que formado por mltiples grupsculos inexistentes desde el punto de vista jurdico o asociativo.En pases como Colombia, segn denuncian algunos expertos, el satanismo se vincula al narcotrfico, como una prctica para asegurar el xito de esta actividad criminal, y tambin como forma de sometimiento social. Otra va para la prctica del satanismo es la brujera y la nigromancia. Aparte del satanismo, existe otro tipo de sectas llamadas luciferinas, que sin llegar a los extremos del satanismo, s que promueven una reinterpretacin de la Cada del hombre, invirtiendo los trminos: Dios es el malo, y Satn el ser bueno que se rebela contra l.