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Presentado Por:
José María Moreno 2009-0042, José Joaquín Tabar 2008-0586
Presenado a: Dr. Bernabe Polanco
Longitud: 25-30 cm.
Capas: Mucosa, Muscular y
Adventicia.
Porciones: Abdominal,
Pélvica y Vesical.
Irrigación: ramas de A.
Renales.
Inervación: Plexos
autónomos adyacentes.
Capacidad: 400-500cc.
Capas: mucosa,
muscular y adventicia.
Regiones del interior
de la vejiga: ápex,
cúpula, trígono y cuello
vesical.
Irrigación: A. vesicales
superiores y inferiores, A.
vaginales.
Inervación:
simpática (T11, L2 o L3),
parasimpáticas (S2-S4)
La mucosa vesical, los meatos ureterales y el cuello vesical (la
unión con la uretra). Son los tres puntos que delimitan el
trígono vesical, este tiene forma triangular y ocupa el área
correspondiente a la pared posteroinferior de la vejiga.
La uretra es el conducto excretor de la orina que se extiende
desde el cuello de la vejiga hasta el meato urinario externo
durante la micción. La función de la uretra es excretora en
ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el
hombre al permitir el paso del semen.
Longitud: 18-22cm.
Partes: Uretra Prostática Uretra Membranosa Uretra Esponjosa
Irrigación: A. vesicales, prostáticas y pudendas, ramas de la A. ilíaca interna.
Inervación: plexo prostático (fibras simpáticas, parasimpáticas y aferentes vesicales)
Longitud: 4 cm.
Partes:
Porción intramural
Porción pélvica
Porción membranosa
Porción perineal
Irrigación: Arterias vesicales, vaginales y pudendas, ramas de la ilíaca interna.
Inervación: plexo nervioso vesical y el nervio pudendo
Se define como el paso retrógrado, contra corriente, de
la orina de la vejiga al uréter. Este fenómeno patológico
se previene con una unión ureterovesical normal,
predestinada genéticamente, salvo temporalmente
durante la prematurez.
Causas:
Congénitas
Iatrogénicas
Debilidad del trígono: La debilidad de un lado del trígono
conduce a la disminución de la presión oclusiva en el uréter
intravesical. La debilidad ureterotrigonal difusa provoca
reflujo bilateral.
Duplicación Ureteral O. Ureteral Ectópico Ureterocele
Edema de la pared Vesical por una Cistitis
Síndrome Eagle-Barret
Ciertos procedimientos operatorios pueden conducir reflujo
vesicoureteral ya sea temporal o permanente, como:
Prostactectomia, Resección En cuña del cuello vesical posterior,
Meatotomia Ureteral, Resección De Ureterocele, Contractura De
Vejiga.
Pielonefritis :
En presencia de reflujo vesicoureteral, las bacterias alcanzan
el riñón y como el aparato urinario no se vacía en su totalidad,
la infección es perpetua.
Hidronefrosis
La dilatación del uréter, de la pelvicilla renal y de los cálices
suele observarse asociada con reflujo, algunas veces en
grado extremo. La dilatación se produce por 3 razones:
Aumento de la carga de trabajo.
Elevada presión hidrostática
Musculatura Ureteral débil.
El reflujo vesicoureteral se presenta en el 50% de los niños
con infecciones del aparato urinario y en el 8% de los
adultos con bacteriuria.
Una historia compatible con pielonefritis aguda implica la
presencia de reflujo vesicoureteral y la persistencia de
cistitis recidivante debe sugerir la posibilidad de reflujo.
Pielonefritis Sintomática
Los síntomas usuales en el adulto son escalofríos y fiebre,
dolor renal, nauseas y vómitos.
Los niños únicamente pueden experimentar fiebre, dolor
abdominal y a veces diarrea.
Pielonefritis Asintomática
El paciente puede no tener síntoma alguno. Pero el hallazgo
incidental de piuria y bacteriuria pueden ser la única clave.
Dolor Renal Durante La Micción
Esta es una manifestación rara pero puede ocurrir.
Uremia
La etapa final del reflujo bilateral es la uremia debida a la
destrucción del parénquima renal por hidronefrosis o
pielonefritis.
Urogramas excretorios: Aun con reflujo vesicoureteral
pueden ser normales, pero usualmente pueden observarse
uno o más de los siguientes indicios sobre la presencia del
reflujo:
1. Un uréter bajo persistentemente dilatado.
2. Zonas de dilatación en el uréter.
3. Presencia de hidroureteronefrosis con un segmento
ureteral yuxtavesical estrecho.
Gammagrafia renal: Muy útil en el diagnóstico de
pielonefritis aguda.
Cistografías simple o diferida.
Se introduce un catéter en la uretra se procede a realizar
el llenado vesical preferiblemente por gravedad con una
solución de medio de contraste yodado hidrosoluble.
Es indispensable el seguimiento fluoroscópico, tomando
placas radiológicas en la fase de llenado y durante la
micción.
Se hacen proyecciones antero posterior y oblicuo. Si se
ve una subida de orina hacia el riñón, se diagnosticará
reflujo y el grado del mismo.
Este método permite clasificar exactamente el grado de reflujo de
acuerdo con la clasificación del estudio internacional en cinco
grados.
Grado I: el reflujo alcanza sólo el ureter.
Grado II: el reflujo alcanza el sistema colector superior pero no
lo dilata.
Grado III: dilatación leve-moderada del ureter y de la pelvis
renal.
Grado IV: tortuosidad del ureter con dilatación de pelvis y
uréteres.
Grado V: reflujo masivo con gran dilatación del ureter, pelvis
y cálices asociado frecuentemente con reflujo intrarenal.
Es imposible dar una descripción concisa y definitiva sobre el
tratamiento del reflujo viscoureteral debido a los muchos factores
que intervienen y porque no hay unidad de opinión entre los
urólogos sobre este aspecto.
Las infecciones urinarias deben tratarse definitivamente con
antimicrobianos.
Los antibióticos que podemos utilizar son:
Cefadroxilo, en dosis de 10 a 20 mg por kg en una toma diaria.
Nitrofurantoína o trimetroprim 1 a 2 mg /kg, también una vez al
día.
1. Si no es posible conservar la orina estéril y el reflujo
persiste.
2. Si hay recidiva de pielonefritis aguda a pesar de un
régimen medico estricto y de terapéutica supresiva
antimicrobiana periódica
3. Si hay daño renal señalado por urogramas.
I- Reimplantación uretero-vesical
Consiste en la reconstrucción de un trayecto ureteral submucososuficiente para un buen funcionamiento del mecanismo fisiológicoantireflujo.
La técnica más utilizada es la de Cohen, mantiene el orificioexterno del ureter a su entrada en la vejiga y prolonga el trayectoureteral a través de un túnel submucoso hacia la caracontralateral de la vejiga colocando el meato ureteral sobre el delotro lado.
El éxito de esta técnica realizado por cirujanos expertos es del99%. Es utilizada en los grados IV y V.
II- Cirugía endoscópica:
Alternativa terapéutica entre la profilaxis antiséptica delarga duración y la reimplantación quirúrgica.
Muy eficaz en reflujos moderados (grados I-III) y enausencia de duplicación completa.
Consiste en la inyección de ácido hialurónico por debajode la unión uretero-vesical.
La aguja perfora la mucosa vesical distalmente delorificio del uréter refluyente y consigue elevar yprolongar la deficiente porción intramural del uréter.
Nefroureterectomía total: en el caso de destrucción total
del parénquima renal por pielonefritis crónica o en una
exclusión total por displasia renal.
Algunos pacientes con lesiones irreversibles que causan
reflujo por ejemplo con meningomielocele o uréteres
gravemente dañados pueden requerir de desviación
permanente de la orina por ejemplo mediante anastomosis
ureteroileocutanea