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Reinterpretación de la exuberancia barroca en la joyería
Análisis del ornamento del mobiliario francés y su comparación con la joyería de Lisandro Bertero.
Índice
Introducción……………………………………………………………….…………..1
Capítulo II: El Arte Barroco…………………………………………………………..2
2.1.- Arte barroco en Francia……………………………………................4
2.2.- Arte barroco en Holanda………………………………………...…….5
Capítulo III: Motivos y diseños de la decoración barroca.…………………….....6
3.1.-Motivos y diseños de la decoración en el mobiliario barroco………6
André-Charles Boullen (1642-1732)……………………………………….8
Jean Bérain (1640-1711)……………………………………………………9
Capítulo IV: Descripción de las piezas y entrevista del orfebre Lisandro
Bertero………………………………………………………………………………..10
4.1.-Comparación de la obra de Lisandro Bertero con la decoración y
ornamentación barroca……………………………………………………………..12
Capitulo V: Conclusiones…………………………………………………………..14
Capítulo VI: Bibliografía…………………………………………………..………...15
Introducción Durante el siglo XVII y mediales del siglo XVIII se desarrolló en Roma un arte cuya
principal finalidad era la propaganda. De manera informal, se puede afirmar que esa
propaganda se usaba para “vender” una nueva imagen de la Iglesia católica a los
fieles, en un momento en el que se vivían múltiples crisis.
Los artistas se pusieron a disposición de la Iglesia, para crear toda una fastuosa
puesta en escena. La teatralidad y el dramatismo del barroco se conseguía a través de
la conjunción de sus detalles: una abundante decoración; iconografía y pinturas de
santos y vírgenes con sus miradas al cielo en un gesto de plegaria; escenas tensas y
dolorosas de la flagelación y sufrimiento de Cristo; esculturas que parecen estar vivas
por el movimientos sus ropajes e intensos gestos; y los contraste conseguidos con la
mezcla de la luz y sombra.
Esta pomposidad de la iglesia se extendió al resto de Europa e incluso llegó a
América, adaptándose de maneras variadas, aunque con la constante de que se
mantuvo el gusto por la decoración bien ostentosa. Incluso detrás de la clásica
arquitectura de Versalles, Luis XIV, ordenó crear todo un magnifico escenario llenó de
ornamentos, digno para los rituales ceremoniales y reverencias que él, como máxima
figura de poder, debía recibir.
Fue precisamente en Francia, donde las artes menores como el mobiliario, se
desarrollo a grandes pasos en el período en el que se enmarca el arte barroco; con el
impulso de academias y talleres, se formaron una serie de artistas que se dedicaron a
la tarea de hacer del mobiliario una obra de arte.
El presente trabajo tiene como finalidad analizar el mobiliario del período barroco, para
conocer mejor los diseños y motivos con los cuales se adornaron, para después
compararlos con las piezas del orfebre argentino, Lisandro Bertero.
Lisandro Bertero, posee una amplia trayectoria en orfebrería y cincelado, entre sus
diseños están platería gauchesca, orfebrería religiosa y joyería, sobre ésta última se
enfocara el análisis.
En el capítulo II, se aborda las características generales del arte barroco en Roma, y
sus adaptaciones en Francia y Holanda. En el capítulo III, se menciona de manera
general en qué consiste el estilo decorativo del período barroco, además de mencionar
1
algunos de los diseños que lo componen, para luego, analizar la formas y la
ornamentación del mobiliario barroco, específicamente del barroco francés, pues como
mencionamos anteriormente, fue allí donde se creó un estilo muy particular que poco a
poco fue acogido por el resto de Europa.
Para finalizar, se presenta al orfebre, Lisandro Bertero, y su trabajo, mientras que en el
último capítulo, se hacen comparaciones entre su estilo con la decoración del
mobiliario barroco.
Capítulo II: El arte Barroco El arte barroco está estrechamente ligado a la renovación de la Iglesia Católica y es
considerado sinónimo de una arte opuesto a la mesura y el equilibrio del
Renacimiento.
Este período recibiría su nombre en el siglo XVIII cuando los clasicistas comenzaron a
emplearla para “describir el desprecio o el desafió de las reglas clásicas” (Gowing,
2006). De acuerdo con Tatarkiewicz (1991) el término barroco se usaba ya desde el
siglo XVII, pero sus connotaciones podían referirse a aquellos productos de arte que
“era irregulares, extravagantes o incorrectos”. No obstante, no se hablaba acerca de
un “estilo”. Esta denominación no llegaría sino hasta el siglo XIX, cuando historiadores
dividieron los períodos del arte entre renacimiento y barroco.
Pero más allá de las connotaciones, el arte barroco está muy ligado a “la lucha que la
Iglesia Católica mantuvo frente al protestantismo” (Valdearcos, 2008)
Las controversias en las que se vio envuelta la Iglesia católica por las reformas del
protestantismo y el posterior surgimiento de múltiples sectas, sacudieron los cimientos
de la iglesia. La reacción del papado en Roma ante tanta irreverencia y a la separación
de varias monarquías y países de la religión católica, es iniciar una Contrarreforma a
través de la “propaganda y la difusión de la fe (…) el arte, cuya esencia había sido
hasta ese momento la contemplación, toma parte activa en esta contienda ideológica,
convirtiéndose en una de las formas de lucha más exitosas” (Borghini de Gallego &
Werthein de Trovarelli, 1977)
De acuerdo con lo anterior, Gombrich (1999), sostiene que la Iglesia católica descubrió
que podía darle al arte barroco la misma utilidad que se le había asignado en la Edad
Mediad: enseñar a una población sin educación y que no sabía leer. Pero en este
2
caso, “podía ayudar a persuadir y a convertir a aquellos que, acaso, habían leído
demasiado”
Durante los momentos de agitación y luego de haber superado la crisis del
protestantismo, la iglesia – papas y cardenales – y también las órdenes religiosas que
vieron aumentado su poder, se convirtieron en admiradores y promotores del arte,
pero sobre todo de un arte que debía expresar “su fervor religioso” (Gowing, 2006)
Es natural entonces, que en este momento la temática religiosa haya retomado su
importancia, pero ahora dirigiendo la mirada hacia las escenas de la vida, las visiones
y éxtasis de los santos; pero también se sometió a una modificación aquellos temas
como la Anunciación, la Natividad y la Flagelación.
En la pintura, un ejemplo son los hermanos Carracci, en Roma, quienes establecieron
con sus obras una “tipología cristiana que tuvo gran eco en el barroco”. Estos
hermanos además, crearon una academia en la cual impartieron la enseñanza de todo
un repertorio icnográfico religioso “glorias, calaveras, cruces y miradas elevadas al
cielo” (Borghini de Gallego & Werthein de Trovarelli, 1977).
Entre las características que diferencian la pintura del barroco del renacimiento están:
una pincelada más suelta y expresiva, una acentuación de los colores y texturas a
través de las luces y las sombras.
Sin embargo, es la luz la principal protagonista “Se la utiliza por primera vez como foco
unificador: natural y arbitraria (…) cae selectivamente sobre algunos rostros y manos,
deja en penumbra aquello que interesa poco o que no es sustancial para el eje
expresivo de la composición” (Borghini de Gallego & Werthein de Trovarelli, 1977).
De lo anterior hizo gala Caravaggio, pues en sus pinturas llena contrastes e intenso
colorido, la luz es prácticamente el principal personaje y con ella alcanzó darle un hilo
conductor a sus temas. Lo innovador del arte de Caravaggio, es que con el uso de la
luz y las sombras, logró mantener el dramatismo y la teatralidad de sus escenas con
personajes religiosos y místicos, a los cuales les confirió un aspecto terrenal. Con sus
“personajes, a los que despoja de atributos jerárquicos y sume en su nueva condición
de humanos, configura en cambio una corriente naturalista de insospechable
trascendencia” (Borghini de Gallego & Werthein de Trovarelli, 1977).
3
No obstante, el barroco no se dedica exclusivamente a la devoción y representación
de imágenes o escenas religiosas y místicas, Su temas se extiende a otras materias,
entre ellas, la naturaleza muerta;
“el amor por la naturaleza se concreta en un género hasta aquí poco frecuentado, la naturaleza muerta. En el XVII, y a impulsos de Caravaggio, para muchos creador del género, asistimos al despliegue de cuanto ser viviente o inanimado puebla la tierra” (Borghini de Gallego & Werthein de Trovarelli, 1977, p. 49)
La principal finalidad del barroco fue conmover, seducir y convencer al espectador. Lo
que le interesaba al artista barroco era recoger en su obra el instante mismo del
hecho: del milagro, de la muerte, del éxtasis, etc; y acentuar la emoción de ese
instante con los colores y efectos de la luz sobre los cuerpos u objetos. (Gowing, 2006)
2.1.- Arte barroco en Francia
El barroco fue también época de las monarquías absolutas como fue el caso de
Francia, que vio a través del arte una manera de recordar constantemente su poder
político. “No sólo era imprescindible ser una gran potencia: también había que poder
demostrarlo (…) Reyes y príncipes se ven enfrentados con un problema de vigencia
permanente pero particularmente agudizado en este siglo: la imagen frente al otro y el
prestigio” llevaron, entre otra cosas, a instalar un arte cada vez más lujoso. (Borghini
de Gallego & Werthein de Trovarelli, 1977)
La amplia campaña propagandística de la Contrarreforma iniciada en Roma, se tomó
de diversas maneras en cada uno de los países; mientras que el arte barroco en
España “mostró al mundo una de las formas más exacerbadas del resguardo de los
valores tradicionales del cristianismo”; Francia, lo asumió de manera más clásica y
desapasionada, aunque no por ello menos ostentosa. (Borghini de Gallego & Werthein
de Trovarelli, 1977)
Como se explicó al comienzo de este capítulo, el arte barroco en Francia, se genera
por el absolutismo de la monarquía de Luis XIV, que impulsa a través de la creación
de la Academia Francesa, toda una línea de producción de arte que responda a las
preocupaciones del rey sobre su imagen.
“La producción artística francesa de la segunda mitad del siglo XVII se vio subordinada
a los dictados de esta nueva institución; allí se intentaba concentrar las distintas
4
tendencias en un estilo oficial, capaz de representar a Francia” (Borghini de Gallego &
Werthein de Trovarelli, 1977)
Por su parte Gowing (2006) aclara que en la primera mitad del siglo XVII Francia
modero su adopción del barroco; lo transformó en un idioma clásico y rechazó el
“abusivo ilusionismo” y las “formas extravagantes”. Pero en la segunda mitad del siglo,
cuando se inicia el reinado de Luis XIV, comenzó una etapa en el que, con el
establecimiento de la Academia, las artes fueron dirigidas con el único propósito de
“glorificar al rey”. “Los logros de este período radican más bien en la creación, por un
extenso equipo de artistas y artesanos, del espectacular estilo decorativo de Versalles,
cuya influencia habría de propagarse por toda Europa” (Gowing, 2006)
La temática francesa es una adaptación de los temas tratados desde tiempos remotos
en Italia: la mitología, pero son “reelaborados agregándoles elementos de la actualidad
histórica con el fin de realizar el prestigio de la monarquía, emparentando a los reyes
con los personajes míticos convencionales” (Borghini de Gallego & Werthein de
Trovarelli, 1977)
2.2.- Arte barroco en Holanda
Mientras que Francia creaba un arte barroco más despojado, pero no menos
suntuoso, Holanda que para ese momento gozaba de un auge económico debido al
comercio alcanzado gracias a su expansión marítima, “va configurando un modelo de
nación moderna, de corte más burgués que aristocrático y católico” (Borghini de
Gallego & Werthein de Trovarelli, 1977)
Los autores explican que Holanda desarrolla “nuevos géneros artísticos dentro del arte
barroco, sobre todo la temática laica que incluía paisajes, cuadros de costumbres e
intimistas”, esto se debe a que la Iglesia no está presente y por tanto Holanda se ve
libre de opiniones desfavorables contra la idea de no tratar temas religiosos, además,
la creciente burguesía es incompatible con todos los convencionalismos de la religión.
Gombrich (1999) comenta también cómo afectó a las artes la separación de Holanda
del resto de la Europa católica. Con una población protestante y muy próspera, las
nuevas clases de mercaderes y burgueses que vieron aumentados sus riquezas, no se
identificaron con el barroco italiano o español, y optaron por la sobriedad y la sencillez.
5
En la pintura, estos nuevos gustos crearon un nuevo género, el retrato. “Muchos
comerciantes enriquecidos desearon transmitir su semblante a la posteridad; muchos
burgueses (…) quisieron verse retratados con la insignia de su cargo” (Gombrich,
1999)
Igualmente, surgieron los retratos de grupos que encargaron varias asociaciones de
las ciudades holandesas.
Capítulo III: Motivos y diseño de la decoración y ornamentación barroca
Entre las definiciones de La Real Academia Española para el término “decoración” se
encuentran: conjunto de elementos que adornan un ambiente y “arte que estudia la
combinación de los elementos ornamentales”: En este mismo sentido, La RAE define
“arte decorativo” como: “La pintura o la escultura en cuanto no crean obras
independientes, sino subordinadas al embellecimiento de objetos o edificios”
De acuerdo a las definiciones anteriores y conociendo en qué consiste el barroco
(capitulo II), se podría afirmar que cuando se habla de arte decorativo barroco, se trata
de la combinación de elementos ornamentales que tienen como única función adornar,
embellecer o engalanar ya sea un espacio arquitectónico, esculturas, pinturas, objetos
o elementos de mobiliario, sin que por sí sola ésta decoración sea una obra con
contenido propio.
En este sentido, el barroco se caracteriza, sobre todo, por el “abigarramiento
ornamental, su cuidada ejecución y la profusa riqueza iconográfica” (Ministerio de
Cultura de España)
“Sus diseños, cada vez más estilizados, representan cornisas, relieves que dan sensación de movimiento, columnas retorcidas y volutas curvilíneas. A menudo tales composiciones están recargadas con guirnaldas vegetales, conchas, cabezas de ángeles, hombres, zoomorfos, flores y frutas como motivos decorativos” (Ministerio de Cultura de España)
3.1.- Motivos y diseños de la decoración y ornamentación en el mobiliario barroco En este capítulo se revisaran los motivos y las formas predominantes en la decoración
y los diferentes elementos ornamentales que componen el arte menor barroco,
específicamente el mobiliario.
6
Gonzalez-Palacios (1975), explica que en el mobiliario francés de comienzos del siglo
XVII siguió dominando las influencias italianas y flamencas. Bazin (1996) aclara que el
estilo de mueble que se mantiene en Europa en esta época todavía es muy del
renacimiento, excepto por Francia; pues bajo el mandato de Luis XIV, el mobiliario
evoluciona. “Sólo en el siglo XVIII renuncia Europa a aquel estilo y adopta los estilos
franceses interpretados siguiendo un gusto barroco”
Hatje (1971) por su parte, agrega que Francia y Holanda marcan la pauta en este arte
menor y se extienden hacia Alemania, Inglaterra y Escandinavia, “donde se mantienen
sus formas rígidas por mucho tiempo”. Sin embargo, es hacia finales del siglo XVII
cuando Francia se “convierte en norma europea y supera muy pronto en gusto,
elegancia y refinamiento a todos los demás países”
Esta evolución del mobiliario francés -que se menciona en los párrafos anteriores- se
debe a que en 1667, Luis XIV, creó cerca de París, próximo a los talleres de los
Gobelinos, manufacturas dedicadas a fabricar objetos y mobiliarios que embellezcan
las residencias reales, especialmente Versalles. Desde ese momento, “el mobiliario
francés empezará a tener un carácter netamente nacional” (Gonzalez-Palacios, 1975)
La gran importancia que cobró la realización de mobiliario, como arte menor, se debe
“al refinamiento de la vida de sociedad y de la vida íntima, refinamiento que viene a
multiplicar los objetos mobiliarios” (Bazin, 1996)
El bargueño1, según resalta Gonzalez-Palacios (1975), fue el mueble más
característico de inicios de siglo XVII, pero también cobra interés los banquillos, las
sillas y las butacas. “Aparecen también una rica producción de muebles de mesa y
asientos tallados, de movidos contornos y pesadas formas plásticas; a menudo se
dora incluso todo el mueble” (Hatje, 1971)
1RAE: “Mueble de madera con muchos cajones pequeños y gavetas, adornado con labores de talla o de taracea, en parte dorados y en parte de colores vivos, al estilo de los que se construían en Bargas” El bargueño del salón de la Casa Sorolla: “Castellanos juzga más correcto para denominar este mueble el término “escritorio”, salvo en los casos en los que por su estructura sea más preciso usar el de “contador”. Conserva el de “bargueño” solamente “para denominar las piezas de mobiliario de estas características que, con sentido historicista y arcaizante, se siguen fabricando desde la pasada centuria hasta nuestros días”” Museo Sorolla: http://museosorolla.mcu.es/pdf/pieza_marzopliegos.pdf
7
Hacia 1660, surgen nuevos muebles: bibliotecas, monetarios2, relojes, pantallas para
protegerse del fuego o de las corrientes de aire. (de Morant, 1980) (Anexo 1)
En cuanto a los motivos de la decoración del mobiliario, éstos son muy variados.
Algunos muebles característicos de la época son decorados con taraceas3 y motivos
florares. Nutsch (2000) describe que los motivos predilectos usados en el mueble
barroco fueron “las hojas de acanto, en tallas profundas y onduladas” (Anexo 2)
André-Charles Boullen (1642-1732)
Fue el ebanista del rey Luis XIV y es considerado unos de los grandes artesanos del
siglo XVII y XVIII. Antes de ser presentando al Delfín, Boullen ya contaba con muy
buena reputación por su trabajo y tal era su fama que [Jean-Baptiste] Colbert “lo
presentó a Luis XIV como <<el más hábil ebanista de París>>” (Gonzalez-Palacios,
1975)
El trabajo de Boullen se caracterizó por aplicar marquetería de bronce y carey a los
muebles. Como afirma Gonzalez-Palacios (1975), Boullen no fue el inventor de esta
técnica, pero “llevó a sus máximas consecuencias aquel particular tipo de chapado”
“Los muebles de André-Charles Boulle reemplazan la ornamentación en relieve por una decoración plana en la que triunfan las curvas, principalmente arabescos y ramajes inspirados por [Jean] Bérain. Además estos muebles están adornados con bronce en un ligero relieve, algunos de los cuales tienen la forma de un rostro humano aureolado por una especie de palmeta4, cuyas ramas se transforman en destello” (de Morant, 1980, p. 362) (Anexo 3)
2 RAE: Conjunto de estantes, cajones o tablas en que están colocadas ordenadamente las monedas y medallas. Sitio donde se colocan y conservan los cajones que contienen las series de las monedas y medallas. 3 Marquetería y taracea. “ambos vocablos designas a un decorado que se obtiene al incrustar o yuxtaponer diversas maderas y materiales sobre un soporte de madera, la mayoría de las veces” Nacar en manos otomies de Enriqueta M. Olguín http://books.google.com.ar/books?id=14vpv2gZUl0C&pg=PA167&dq=taracea&hl=es-419&sa=X&ei=jwneUcWCFIW4iwLMxYCQAQ&redir_esc=y#v=onepage&q=taracea&f=false 4 “Podemos definir palmeta como “la representación de una florescencia vegetal más o menos esquematizada y vista en sección longitudinal” (Pérez Ballester 1987ª:53)” http://books.google.com.ar/books?id=mmMvQwiqSRcC&pg=PA119&dq=palmeta+definicion&hl=es-419&sa=X&ei=MgveUdvcBor9iQLutYDoBQ&redir_esc=y#v=onepage&q=palmeta%20definicion&f=false
8
Además, entre los motivos que decoran los muebles realizados por Boullen están
“Mascarones5, garras, frisos, follajes” que se extienden sobre consolas, escritorios y
gabinetes. (Chateau de Versailles) (Anexo 4)
Este ebanista aparte de aplicar con gran habilidad la técnica, también crea nuevos
muebles para el monarca francés y su corte. En 1708 desarrolla ‘la cómoda6’, “que en
el próximo siglo será el mueble por excelencia” (Gonzalez-Palacios, 1975)
Jean Bérian (1640–1711)
Como mencionamos en párrafos anteriores, el ebanista André-Charles Boullen, se
inspiró para sus muebles en los diseños de este dibujante, grabador, pintor y
diseñador.
Cuando Bérain comienza a trabajar para Luis XIV, sus diseños decorativos cargados
de gran ornamentación “fueron copiados por los artesanos, quienes los aplicaron a
patrones y motivos para muebles, jarrones, textiles, etc.” (Victoria and Albert Museum)
“Los módulos decorativos inventados por Verían son admirables; él sabe traducir los
antiguos grotescos de Rafael” (Gonzalez-Palacios, 1975)
Monogramas
En muchos mobiliarios franceses del siglo XVII aparecen los monogramas, que se
componen generalmente de las iniciales de la persona o las iniciales de una
asociación de artesanos o mercaderes, éstas van acompañados de elementos
decorativos.
Wilson, Bremer-David, and Weaver (2008) describe un escritorio con llave del siglo
XVII, la llave de acero es la que posee calada el monograma “ME” debajo de la figura
de una corona. El mismo autor describe otra mesa para escribir francesa, que data de
1730, la cual posee las iniciales de la asociación de los jurés “JME” (Anexo 5)
Una caja francesa de pipas, de aproximadamente el año 1710, presenta el
monograma “LJ” que de acuerdo con Wilson et al (2008), “no ha sido hasta ahora
conectado con un individuo en particular. Un monograma con esta forma con una letra
5 RAE: “Cara disforme o fantástica que se usa como adorno en ciertas obras de arquitectura” 6 RAE: “Mueble con tablero de mesa y tres o cuatro cajones que ocupan todo el frente y sirven para guardar ropa”
9
M adicional aparece en otra caja, en un ovalo cuya parte superior tiene una corona y
flanqueado por grifos7 rampantes” (Anexo 6)
(Gonzalez-Palacios, 1975) describe una mesa de color dorado del Castillo de
Versalles, “con plano de mármol de varios colores” hecha con “magnificas tallas” La
mesa que perteneció al duque de Antín, posee en el centro de la parte frontal un
monograma, el mismo “encierra las iniciales de Luis XIV y de la reina María Teresa”
Capítulo IV: Descripción de las piezas y entrevista del orfebre Lisandro Bertero Para efectos del presente trabajo, se tomará principalmente las piezas de joyería
diseñadas por el orfebre Lisando Bertero, para poder hacer una comparación y/o tratar
de describir que motivos y diseños presentes en su trabajo que se relacionan con la
decoración del mobiliario barroco analizada en capítulos anteriores.
Lisandro Bertero, es un joven orfebre con una amplia trayectoria, a pesar de su
juventud, que se especializa en repujado escultórico, grabado, forjado a batido, forjado
a cincel, entre otras técnicas ligadas a la orfebrería. Posee dentro de su trabajo tres
líneas destacas: la orfebrería religiosa, platería criolla y joyería.
Beretero comenzó su carrera al lado de su padre, un reconocido orfebre de la
provincia de Salta, en un momento en que no muy convencido de continuar con sus
clases de ingeniería en la universidad, decidió “darle una mano” a su papá en el taller
“y ahí me quedé y me gustó” dice.
Junto a su padre se paseó por la orfebrería religiosa, civil, platería gaucha y joyería.
Sin embargo, Lisandro centró su interés en el cincelado. “Lo que sí me enfoqué fue en
el cincelado. Justo estaba un amigo de mi padre, Jorge Pablo Pallarols, en Salta, y
empecé a aprender con él cincelado y diseño” comenta.
En su trayectoria, Bertero recibió clases con el maestro de orfebrería, Armando
Ferreira, en la escuela municipal de orfebrería de Olavarría, Provincia de Buenos
Aires; y tomó clases de cincelado en el taller de Juan Patricio Draghi, en san Antonio
de Areco. Actualmente, vive en Buenos Aires, donde cursa la carrera de Artes
Visuales en la escuela Prilidiano Pueyrredón.
7 RAE: “Animal fabuloso, de medio cuerpo arriba águila, y de medio abajo león”
10
Dentro de las piezas que componen la línea de joyería se puede observan que
predomina los motivos florares y follajes que se agrupan alrededor de una letra capital,
como dije central o dentro de una cruz calada. Una flor grande, es el motivo central de
sus anillos, ya sea cincelada o hecha con técnica de esmaltado. (Anexo 7)
De acuerdo con Bertero, ésta recurrente aparición de diseños florales y de follaje se
debe a que le gusta aplicar un estilo Art Nouveau a estas creaciones. “Los motivos
que utilizo en joyería son un estilo Art Nouveau, no tanto como lo que utilizo en la
platería gauchesca. En la platería, es un estilo bastante híbrido que no se puede
encasillar. En joyería me gusta el Art Nouveau, que es una línea muy fina, muy
interesante” dice.
Comenta que el gusto por Art Nouveau, está dado por el ornamento. “La construcción
del ornamento es igual o muy parecida a la construcción de cualquier ornamento
barroco, renacentista o griego, pero tiene ciertas sutilezas y rupturas que lo hacen más
libres y te permite que sea agradable y no sean tan chocante a la vista”
Para este orfebre el diseño de la ornamentación no es un proceso deliberado y
aleatorio, por el contrario, requiere estudio y técnica. “La ornamentación tiene unas
reglas, técnicas de construcción, no es sentarse a dibujar y mover la mano de manera
libre. Hay una construcción, hay proporciones”, afirma Bertero.
Para lograr perfeccionar la técnica en la construcción de diseños de motivos
ornamentales, Lisandro además de recibir clases con maestros orfebres, afirma que
ha elaborado varios estudios sobre cincelado, diseño y ornamentación vinculados a los
períodos del arte griego, renacimiento y barroco.
Todas las piezas las realiza él en su totalidad. El proceso de diseño de cualquiera de
sus piezas conlleva una planificación que implica siempre la elaboración de dibujos en
los cuales planta la idea. “Siempre hay un pre-dibujo de por medio y después empiezo
a tomar las medidas; y dependiendo de cómo sea [la pieza], voy a la computadora;
pero siempre se planifica algo”
Aunque algunos de los diseños están determinados por el encargo de sus clientes,
Bertero busca siempre que cada pieza de joyería sea diferente y se destaque de lo
que comúnmente se encuentra en el mercado. Opina que una pieza debe lucirse y
11
tener una presencia en cuanto a que se luzca y también por la calidad y las
terminaciones del trabajo. “El cincelado es la pieza en sí, no parte de la pieza”, afirma.
4.1.-Comparación de la obra de Lisandro Bertero con la decoración y
ornamentación barroca.
Las influencias del Art Nouveau que afirma Lisandro Bertero, están puesta en sus
piezas de joyería está muy ligada, entre otros estilos, al barroco. Lahor (2011) asegura
que en su momento el Art Nouveau fue recibido como una novedad porque su estilo
rompía con el pasado, en particular con “el historicismo de mediados del siglo
diecinueve, ya pasado de moda”
“En realidad, el Art Nouveau se inspira en muchos estilos exóticos y pasados: japonés,
celta, islámico, gótico, barroco y rococó, entre otros” Lahor (2011)
Tschudi (1956) reitera la importancia de la influencia barroca en el estilo Art Nouveau y
considera que es el barroco, “uno de los factores responsable por las formas en el
lenguaje” de este estilo novedoso de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
“Para resumir podríamos decir que el Barroco puede ser considerado la más
importante fuente de la concepción plástica de la forma del Art Noveau en la esfera
Francesa” (Tschudi, 2002)
En el capítulo 3.1, se analizó las formas y diseños decorativos que se utilizaron
específicamente en el mobiliario barroco francés, entre las cuales destacan: motivos
florales, hojas de acanto, follaje, entre otros. Son precisamente estos diseños los que
también están presentes de una u otra manera en el trabajo de Bertero.
Una gargantilla de plata exhibe varias flores muy juntas entre ellas y que son unidas
por un diseño de follaje. Esta gargantilla muestra una simetría de la misma manera
que se percibe en motivos decorativos del mobiliario francés, pues a pesar de su
profuso diseño, los mismos están marcados por un eje de simetría. (Anexo 8)
Otro dije muestra la letra capital ‘A’ rodeada de motivos florales y follaje. Igualmente
aquí se hace presente la simetría en casi la totalidad del diseño que soporta la letra. El
uso de letras capitales, como iniciales, en el diseño de Lisandro, es muy común en el
mobiliario barroco. (Anexo 9)
12
También hay que destacar, que los diseños que soportan la inicial crean una forma
ovalada, similar al diseño de los marcos en los cuales se inscribía las iniciales en el
mobiliario barroco.
También, la cruz es frecuente encontrarla entre los diseños de este orfebre. Él lo
considera una pieza que no puede faltar dentro de la joyería argentina. “Es una pieza
que me produce interés, que me gusta diseñar. Todos los modelos distintos que se
puedan hacer de cruces es impresionante y justamente siempre tiene que tener esa
característica: de que sea una cruz” afirma Bertero. (Anexo 10)
Aunque, no está dentro del área de investigación que se abarcó en el presente
ensayo, la cruz en el período barroco es de gran importancia sobre todo en la joyería
devocional española del siglo XVII.
13
Capitulo V: Conclusiones
Considero que las artes menores son un excelente campo de estudio de los períodos
artísticos, allí se encuentran particulares adaptaciones de los estilos del momento, que
a veces la arquitectura, escultura y pintura, pasan por alto.
En este caso, el mobiliario francés responde por un lado a una necesidad de cubrir el
espacio con múltiples diseños o a complementar esos magníficos interiores tapizados
del palacio de Versalles o de otras familias de la corte.
Por sí solo, estos muebles son piezas únicas, ricas en diseño y en detalles, que bastan
para inspirar a cualquier artista contemporáneo. Tal como lo hizo el orfebre, Lisandro
Bertero, que dentro de toda su preparación con reconocidos maestros, supo encontrar
su propio estilo inspirándose en el barroco, el renacimiento y el art nouveau
Sin embargo, es importante conocer a fondo el período en todos los contextos, incluso
políticos y sociales, para poder comprender el por qué de determinados temas y
tratamientos. Sin la necesidad de la Iglesia católica por enfrentar las consecuencias de
la Reforma, el barroco no sería lo que es y por tanto sus efectos en las artes menores
serían radicalmente opuestos.
Particularmente, considero muy rico el arte mobiliario barroco, tanto en su decorado
como en su significado. Lo que más me atrae es que si observamos el mismo objeto
en diferentes momentos, se descubrirán otros motivos y diseños diferentes.
14
Capítulo VI: Bibliografía
Bazin, Germain. (1996). Historia del Arte (9ª ed.). Barcelona: Ediciones Omega
S.A.
Borghini de Gallego, Simonetta & de Trovarelli, Ana Lía (1977) Manierismo,
Barroco y Rococó. Buenos Aires. Centro Editores de América Latina
de Morant, Henry (1980) Historia de las artes decorativas. Madrid. Ediciones
Espasa Calpe, S.A.
Gombrich, E (1999) Historia del Arte (16° ed.) México, Ediciones Diana, S.A.
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