Relatoría: (Nº1)

Tema: Clase del 6 de enero de 1982 Primera hora y Segunda hora

Relatores: Estefanía Abouchaar, Christina Arango y Karen Molina

Fecha: Miércoles 03 de febrero

ENTRE LA INQUIETUD Y EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO

En el libro “La Hermenéutica del Sujeto” escrito por Michel Foucault, es un texto donde

el autor busca dar solución al problema que existe entre el sujeto y la verdad. Por lo

anterior, la postura que toma el autor frente a esta problemática es concisa ya que su

meta es que las personas se preocupen, se inquieten por ellos mismos, para así poder

llegar a conocerse de forma más profunda. Él en ningún momento propone que se dé

un autoconocimiento para entender nuestras acciones, sino que hay que preocuparse

de sí para así revelar la verdad de las cosas y luego poder hacerlo por los demás.

Por otro lado, Foucault postula que la espiritualidad está de cierta manera conectada

con la verdad debido a que si el sujeto no tiene derecho a esta, no podrá disfrutar ni

evidenciar la verdad porque la espiritualidad busca la manera de que el sujeto

renuncie a las pasiones. Esta espiritualidad está interpretada desde el punto de vista

cristiano ya que se pretendía que el sujeto viviera una vida ascética o en celibato.

Además, Foucault por más de que no estuviese de acuerdo con el momento cartesiano

expuesto por Descartes, brinda otro punto de vista donde decía que tocaba conocerse

a sí mismo para llegar a la verdad, así como lo planteaba el mismo en sus

meditaciones metafísicas donde decía “pienso luego existo” por esto se debe llegar a

un autoconocimiento para entender lo que sucede alrededor del ser humano.

Foucault al hacer uso de diferentes puntos de vista y de los regímenes de los

comportamientos en la aphrodisia busca la solución a este problema que hasta hoy en

día es experimentado. De esta manera basa su discurso por medio de dos nociones

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fundamentales: la inquietud de sí mismo (Epimeleia heautou) y el conocimiento de sí

mismo (gnothi seauton), los cuales fueron temas muy debatidos en la antigua Grecia.

Por lo tanto, durante la primera hora de clase Foucault se basó en la explicación de

estos conceptos a traves de diferentes filósofos.

A lo largo del texto el autor da cuenta de cómo la inquietud de sí mismo evoluciona a

lo largo de la historia y a su vez cómo el gnothi seauton y el epimeleia heatou se

posicionan en épocas importantes de la historia. Siendo este un comportamiento

propio de la filosofía griega se remite a Sócrates para dar cuenta de ello y su labor

como incitador de la preocupación por sí mismo. A partir de ello Foucault explica que

los principios de la racionalidad humana los cuales se fundamentan en el preocuparse

por sí mismo y la inquietud. Por último posiciona estos dos elementos en el

cristianismo donde a lo largo del texto vincula sus argumentos con la espiritualidad.

Para justificar lo anteriormente presentado el autor emplea una serie de argumentos,

contra argumentos, citas y remite a personajes importantes en la historia. Elementos

que se explicarán a continuación.

Dentro del texto se presentan una serie de demostraciones donde el autor habla de

estas dos nociones, si bien argumenta a favor de ellas dentro de su explicación, se

pueden evidenciar ciertas inconsistencias por medio de sus ejemplos. Uno de ellos se

hace presente cuando cita a Sócrates, quien busca incentivar a otros a preocuparse

por sí mismos dejando de lado a su mismo ser y de cierta manera sacrifica la epimeleia

heatou y el gntohi seauton con el fin de incentivar los mismos en terceros. Al cumplir

con la función que se le ha dado por los dioses, Sócrates busca ocuparse de los otros e

incitarlos a tener una inquietud por sí mismos donde  simultáneamente debe dejar de

ocuparse de él para cumplir con su labor, “Sócrates se ocupa de los otros, lo hace,

desde luego, al no ocuparse de sí mismo” (Foucault, M. 1982, 23), narra Foucault en su

clase. De otro lado el autor explica los fundamentos de la racionalidad humana a partir

de estos dos elementos, donde describe la epimeleia heatou como una actitud que se

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manifiesta por medio de las relaciones interpersonales, la relación consigo mismo, y

en un plano más amplio, con el mundo. Igualmente determina que el proceso por el

cual se lleva a cabo la epimeleia heatou es de retro inspección, es decir, llevar lo

exterior a un grado de carácter interior. Dicho de otro modo, remplazar la mirada

hacia los otros (exterior) y llevarla hacia sí mismo.

También el autor posiciona ambos elementos (la inquietud de sí mismo y el

conocimiento de sí mismo) en el ascetismo cristiano donde se busca alcanzar una

moral da carácter impecable. Siendo este uno de los pilares del cristianismo al tener

una inquietud y preocuparse por sí mismo dentro de la misma religión, ambos

elementos llevan a cumplir con esta ubicación en cuanto se hacen reflexiones

constantes sobre el propio ser, aspectos que toman forma en la moral cristiana.

Finalmente, después de un conflicto entre la espiritualidad y la teología, la inquietud

de sí se vincula a un privilegio: político, económico y social, donde la necesidad de

preocuparse por sí mismo se encuentra ligada al ejercicio del poder, a una necesidad

de los jóvenes en una relación entre ellos y su maestro, y a la naturaleza del objeto del

que tiene que ocuparse (¿Cuál es ese yo por el que hay que preocuparse cuando se

dice que hay que preocuparse por sí mismo?). Es allí donde nace e punto de

emergencia de la noción de inquietud de sí al encontrarse entre privilegio y acción

política, ya que no se pue gobernar a otros bien si la persona no se ha preocupado por

sí misma.

Finalmente, la inquietud de sí mismo (Epimeleia heautou) y el conocimiento de sí

mismo (gnothi seauton), son términos que tuvieron cierto desarrollo y distintos

relacionamientos bajo diferentes puntos de vista a través de los años, pasando de la

filosofía a la espiritualidad y de allí a la teología. Se puede decir que la persona es

quien al final toma una actitud con respecto a sí mismo, con respecto a otros, con

respecto al mundo en general. Igualmente se llega a un forma de reflexión donde se

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traslada la mirada del exterior al interior (sí mismo) y se presta a tención a lo que

sucede en el pensamiento. Posteriormente, y como última parte, hay una serie de

prácticas que se ejercerán sobre sí mismo, acciones por la cuales se hace cargo de sí

mismo, se modifica, purifica y transforma al final.

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