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JORGE EDWARDS
UTOPÍAS NEGATIVAS
ELENA CUÉ
ENTREVISTA CON MARIO VARGAS LLOSA
MAYTE ALCARAZ
EL PERFIL TELEVISIVO DE PABLO IGLESIAS
.es6 MARZO 2016 Domingo
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E L 2 º P E R I Ó D I C O E N M A D R I D
«No soy rencoroso. Es posible restañar las heridas»Aunque dolido por las acusaciones del candidato socialista, se muestra dispuesto «a ceder» para lograr el único gobierno estable verosímil: el de la gran coalición
«Es hora de defender los intereses de España. La tarea de la recuperación no está aún terminada. Voy a dar esa batalla»
[Editorial y páginas 18 a 22]
Entrevista exclusiva
Mariano Rajoy PRESIDENTE DEL GOBIERNO
Mariano Rajoy,
durante la
entrevista con
ABC en La Moncloa
MADRID | 3,00 euros | Con XL Semanal ABC (venta conjunta e inseparable) | Corazón CzN tve (venta opcional): 0,50 euros | Año CXIII | Número 36.592
Está acostumbrado a que
le pongan adjetivos de
todo pelaje, pero Maria-
no Rajoy solo se adorna
con uno a lo largo de una
hora de entrevista con
ABC en La Moncloa. «Yo tengo pocas
cualidades, pero una es que no soy ren-
coroso». Lo confiesa el mismo día, vier-
nes, en que Pedro Sánchez ha perdi-
do su segunda votación de investidu-
ra, tras haber rechazado 17 veces hablar
siquiera con el candidato popular y
haber escuchado a cambio, de boca de
este, severos reproches en la tribuna
del Congreso. Quizá las cosas han lle-
gado demasiado lejos, mientras Espa-
ña no se ha movido del 20-D. —¿Y ahora, qué? —Mantengo la misma posición que ex-
presé el 21 de diciembre. Se trata de
defender los intereses de los españo-
les, de los que poca gente habla en esta etapa. Y lo que quieren los españoles,
fundamentalmente, es consolidar la
recuperación para crear empleo y con-
servar y mejorar el Estado del Bienes-
tar. Es evidente que eso solo se puede
hacer con un gobierno estable y per-
severando en las políticas que nos han
permitido salir del pozo en el que es-
tábamos. Y el único gobierno estable
que veo es del Partido Popular con el
apoyo del PSOE, porque la aritmética
es así. Se puede incorporar a Ciudada-
nos para ser más, naturalmente.
—¿Sigue creyendo que no se equivo-có cuando rechazó la propuesta del Rey de intentar la investidura? —Yo no engañé a nadie. Ni al Rey, ni a
la Cámara, ni a los españoles. Tras ha-
blar con el señor Sánchez, tenía la to-
tal y absoluta certeza de que era im-
posible ser investido. Sumaba, al me-
nos, 180 votos en contra. No hice per-
der el tiempo ni engañé a nadie.
—¿Piensa que ahora va a ser diferen-te tras el fracaso de Sánchez? —Debo volver a intentar lo que intenté
el 21 de diciembre: la defensa de los in-
tereses de los españoles exige mante-
ner las políticas económicas de los úl-
timos años, aunque se puede hablar de
algunas, y formar un gobierno estable.
Y no hay otro que el que yo planteo: PP
y PSOE. Por tanto, si el señor Sánchez
quiere atender mi llamada, le diré exac-
tamente lo mismo que ahora a ustedes.
—¿Aún es posible restañar las heri-das con Pedro Sánchez? —Creo que se pueden restañar las he-
ridas con todo el mundo, si hay volun-
tad de hacerlo. No es una cuestión per-
sonal, sino de qué somos capaces de
hacer para dar solución a una situa-
ción tan compleja como esta y, sobre
todo, para atender a lo que quieren los
españoles. Eso es lo que pretendo a es-
tas alturas de mi vida, es mi objetivo.
«Me dolió mucho» —¿Pero cómo se consigue?
—Cediendo, evidentemente. Hay co-
sas que uno no puede hacer porque no
tiene los votos suficientes. En la uni-
dad de España, en la soberanía nacio-
nal, yo no puedo ceder. Pero hay otras
cuestiones en las que sí tendríamos que hacerlo. Eso es la política. El pac-
to, el acuerdo. Nadie está en condicio-
nes de aplicar la totalidad de su pro-
grama y sus convicciones. Ni con vo-
tos, ni sin ellos; fíjese lo que le digo.
—Tras las dos sesiones de investidu-ra de esta semana, sin embargo, pa-recen estar más alejados que nunca. Incluso de Albert Rivera. —Yo tengo pocas cualidades, pero una
es que no soy rencoroso, se lo recomien-
do a todo el mundo porque hace que
uno sea más feliz y pueda seguir tenien-
do amigos a lo largo de su historia. He
tenido problemas con Pedro Sánchez,
pero en particular me dolió su acusa-
ción en televisión. Me dolió mucho, pero
todas las cosas son superables en la
vida. Y yo, con el señor Rivera, jamás
he tenido ningún problema. Rivera quie-
re votar a Sánchez, y yo no quiero ha-
cerlo, pero eso no creo que sea un pro-
blema personal de ninguna manera.
Respeto que Rivera diga que el presi-
dente tiene que ser Sánchez, y respeto
que él crea que eso es lo que quieren
sus electores. Yo solo pido respeto a mi
gente, que no nos ha elegido para dar-
le el voto a un señor que quiere demo-
ler los cuatro años de Gobierno del PP;
la primera fuerza. Hay que tener un po-
quito de respeto a los demás. Yo a la
gente se lo tengo, y mucho.
—Durante los últimos días, ¿ha reci-bido presiones de círculos económi-cos o de influencia pública para que
Mano tendida «Nadie está en condiciones de aplicar la totalidad de su programa y sus convicciones. Ni con votos, ni sin ellos»
Pacto PSOE-C’s «No he recibido ninguna presión para dejar gobernar a Sánchez. Y si la recibiese, lo contaría»
La solución «El gran cambio para España sería que fuéramos capaces de hacer un acuerdo entre los tres grandes partidos»
«Sánchez no puede seguir bloqueando el Gobierno de España»
Mariano Rajoy
El candidato del PP ve «posible restañar heridas» y se muestra
dispuesto «a ceder» para lograr un gran pacto a tres, e insiste
en que su partido «no va a dar el voto para hacer una enmienda
a la totalidad de lo que ha sido una muy buena gestión»
Presidente del Gobierno en funciones
Rajoy, en los jardines de La Moncloa, este viernes
POR BIEITO RUBIDO Y MONTSERRAT LLUIS FOTOS: MATÍAS NIETO Y JAIME GARCÍA
18 PRIMER PLANO abc.es DOMINGO, 6 DE MARZO DE 2016 ABC
permitiera formar gobierno a Sán-chez con el apoyo de Ciudadanos? —Por sorprendente que a algunos les
pueda parecer, no he recibido ningu-
na presión. Además, si recibiera algu-
na, lo contaría.
—¿A España le conviene más una gran coalición o nuevas elecciones? —A mí me gustaría un gobierno como
el que acaba de plantear. Sánchez lo
ha impedido en un primer momento,
por eso no fui a la investidura. Él se ha
presentado y no ha salido. No puede
bloquear más la situación. Si lo hace,
nos iremos a las elecciones del 26 de
junio. Insisto, creo que no es lo mejor
pero, si hay elecciones en verano, no-
sotros explicaremos a los españoles
que España no se ha recuperado toda-
vía totalmente de la crisis, que se pue-
de crear empleo si hacemos las cosas
con sensatez y que el PP y yo estamos
dispuestos a dar la batalla como en los
últimos cuatro años.
—¿Qué opinan en Europa de esta si-tuación? —En general, los socios europeos tie-
nen un modelo de gobierno que es el
que les gustaría para España. En Ale-
mania, gobiernan Partido Popular y
Partido Socialdemócrata. Igual que en
Austria, pero el presidente allí es so-
cialdemócrata. En una mayoría de paí-
ses. Y luego está la Unión Europea. El
presidente de la Comisión es Juncker,
del Partido Popular, pero el presiden-
te del Parlamento Europeo es Martin
Schulz, socialista. Igual que el minis-
tro de Exteriores… Esas son las condi-
ciones. El gran cambio político en Es-
paña no es que el PP no gobierne, que
por cierto es el que ha ganado. El gran
cambio sería que fuéramos capaces de
hacer un acuerdo entre los tres gran-
des partidos, cosa que no se ha hecho
desde 1977. Eso sí que sería un cam-
bio. El cambio del cambio.
—Si el PSOE hubiera sido la fuerza más votada el 20-D, ¿el PP le habría ayudado a formar Gobierno? —Estaríamos sin duda en otra situa-
ción: por ejemplo, la que hay en Aus-
tria. El problema es que el escenario
no es ese.
—Cree que con otro candidato socia-lista le sería más fácil entenderse? —No. Mi intelocutor es el señor Sán-
chez y, en las próximas fechas, inten-
taré hablar con él. No lo he hecho con
ningún otro socialista a lo largo de to-
dos estos meses, y no lo haré. Solo ha-
blaré con el señor Sánchez, porque me
gusta respetar las reglas del juego.
—¿Pero por qué se lo pone tan difí-cil? —Lo desconozco, nosotros estamos
abiertos. Pero todo el mundo sabe que,
cuando vi a Sanchez por primera vez
tras las elecciones, me dijo que nada
quería saber ni de mí ni de mi partido.
Después, cuando fue propuesto can-∑∑∑
PRIMER PLANO 19ABC DOMINGO, 6 DE MARZO DE 2016
abc.es
didato a la investidura, envió un pro-
grama a gran número de fuerzas pero
excluyó a Bildu, al PP y a ERC. Por tan-
to, lo que pasa habría que preguntár-
selo a él. En España no estamos para
practicar cordones sanitarios, ni nue-
vas versiones del Pacto del Tinell, con
nadie. Y mucho menos, desde luego,
con una fuerza política a la que han
apoyado más de siete millones de ciu-
dadanos, que también son españoles
y tienen derecho a ser respetados.
Contundencia pero justicia —¿La corrupción es el gran obstácu-lo para ese gran acuerdo? —En absoluto. Esa es la coartada que
ha planteado Pedro Sánchez, siendo
conocedor, como lo es, de lo que pasa
en su partido. Yo no voy a entrar en ese
viejo juego de «y tú, más», pero tam-
poco le voy a aceptar al señor Sánchez
el «yo, menos». Desgraciadamente,
este es uno de los peores temas que hemos sufrido en España en los últi-
mos años: nosotros hemos tomado
medidas importantes desde el punto
de vista legislativo, hemos dejado ac-
tuar con absoluta independencia a to-
dos los que tienen que sancionar es-
tas conductas y haré todo lo que esté
en mis manos, y un poco más, para evi-
tar que se vuelvan a producir en el fu-
turo, o dejarlas reducidas al mínimo.
—¿Cómo lograr credibilidad en esto? —Le voy a decir que no es lo mismo
combatir la corrupción que intentar
aprovecharse de ello. La corrupción
no es propia de un partido político, o
de una profesión, está en la naturale-
za humana. Por tanto, no hay partidos
más o menos corruptos. Quien gobier-
na normalmente tiene más personas
que no han hecho lo que debían. Quien
no ha gobernado tiene menos posibi-
lidades. Estoy dispuesto a escuchar
todo lo que quieran señalar, y a apro-
barlo con los votos del PP, para ser más
eficaces y útiles en la lucha contra la
corrupción. Le puedo asegurar que es
el tema que más me preocupa última-
mente, junto con la unidad de Espa-
ña. Y el bienestar de los españoles.
—Hay quien le reprocha falta de con-tundencia frente a compañeros de partido como Rita Barberá. —En la lucha contra la corrupción, hay
que ser contundente contra los corrup-
tos, pero también ser prudente, tener
buen juicio y ser justos con los que no
son corruptos. Hay mucha gente en mi
partido que ha estado imputada y lue-
go no ha pasado nada. Por ejemplo, el
presidente de Murcia (Pedro Antonio
Sánchez) ha tenido catorce querellas,
y no ha sido condenado a nada. Con el
actual ministro de Industria, José Ma-
nuel Soria, sucedió lo mismo. También
me pedían con insistencia su dimisión
y ahora sabemos que esa dimisión hu-
biera sido muy injusta. No es fácil di-
rimir unos comportamientos de otros.
En la vida hay que ser contundente con
el que se lo merece, y justo con todos.
—¿El PP ha alcanzado su techo elec-toral? —Creo que no tenemos ningún techo
electoral. Hemos recibido 7,2 millones
de votos gobernando en la peor de las
situaciones posibles. En Irlanda, que
como España ha superado la crisis y
ha tenido cifras de crecimiento inclu-
so mejores, el primer ministro ha ga-
nado con un 25%. Cuando se gestiona
en contextos complicados, tiene un
coste. Pero mayor lo habría tenido no
tomar ninguna decisión: habríamos
obtenido un resultado electoral peor
y no habríamos sacado a España del
pozo en el que estaba. Al final, lo úni-
co serio en la vida es ser serio. O, al me-
nos, intentarlo.
—¿Qué hará el 26 de junio si el resul-tado de las urnas vuelve a arrojar una aritmética imposible? —Mantener, como es natural, la mis-
ma posición. Tengo que defender aque-
llo en lo que creo. Estos cuatro años
han sido muy duros y los datos indi-
can que se puede poner en riesgo la re-
cuperación. Por ejemplo, la evolución
del índice de confianza del consumi-
dor llegó a estar a principios de 2012
en 37 puntos sobre un total de 200. En
diciembre alcanzó su máximo histó-
rico y ahora llevamos dos meses de
descensos, y es por lo que estamos vi-
viendo en España. La gente quiere que
el político esté en el crecimiento eco-
nómico, en el empleo, en el Estado de
Bienestar. Y pide un gobierno estable,
que genere confianza, con un progra-
ma pactado en el que todo el mundo
tendrá que renunciar. Es lo que defien-
do hoy, y lo que defenderé siempre con
esta composición parlamentaria.
—ABC publicó hace unos días que al-tos cargos de su partido y del Gobier-no le recomiendan intentar ir de la mano con Ciudadanos a esas nuevas hipotéticas elecciones. ¿A usted le
∑∑∑
Entrevista Mariano Rajoy
Negociaciones «La corrupción es la coartada que ha encontrado Sánchez, siendo conocedor de lo que pasa en su partido»
Ciudadanos «Con Rivera jamás he tenido ningún problema. Solo le pido que no me diga a quién debo votar»
Populismos «Si mi actitud con Pablo Iglesias la tuvieran Sánchez y Rivera, ni Podemos ni él estarían nunca en una vicepresidencia»
«No he recibido ninguna llamada del señor Puigdemont, nunca»—¿Cree que su estrategia ha funcio-nado en Cataluña y que el indepen-dentismo está reculando sin que se note demasiado su derrota? —La situación de Cataluña es muy
difícil, pero no debimos hacerlo tan
mal cuando en el programa que plan-
tearon en las Cortes PSOE y Ciuda-
danos solo se decía que no había que
celebrar ningún tipo de referéndum
de autodeterminación. O sea, lo mis-
mo que yo he sostenido durante los
años de la presidencia del Gobierno.
Mantengo esa posición. Siempre he
dicho que debemos dialogar, enten-
dernos, pero no se pueden aceptar
amenazas ni chantajes, ni saltarse
la legalidad. Si alguien quiere nego-
ciar, aquí estamos pero, para hacer
un referéndum que liquide la sobe-
ranía nacional y para afectar a la uni-
dad de los españoles, conmigo, que
no cuenten.
—¿Ha recibido ya la llamada autén-tica de Puigdemont para hablar? –No he recibido ninguna llamada del
señor Puigdemont, nunca. Nunca la
he recibido.
—El acuerdo entre el PSOE y Ciuda-danos también plantea la reforma de la Constitución. —Ahora se habla de dos reformas de
la Constitución. Una que lla-
man «exprés» y luego, la
«agravada». Sin duda, hay co-
sas que se pueden reformar,
pero lo que están planteando
es una reforma exprés el primer
mes de legislatura. Y la reforma
agravada la quieren hacer en 2017.
Esa requiere la aprobación del Par-
lamento, la disolución de las Cortes,
convocatoria de elecciones, aproba-
ción de las Cortes nuevas y, después,
la celebración de un referéndum.
Para mí, esa no es la prioridad de
España hoy. Lo primero sigue sien-
do la recuperación de la economía,
UNIDAD DE ESPAÑA
El presidente responde durante la entrevista, celebrada el mismo día del segundo rechazo a la investidura de Sánchez
20 PRIMER PLANO abc.es DOMINGO, 6 DE MARZO DE 2016 ABC
agrada la idea? ¿La ve posible? —Eso no es así con absoluta franque-
za. Recuerde cómo calificó eso el se-
ñor Rivera (entre broma y chiste). En
este momento, eso no es posible. Sin-
ceramente, no tiene sentido.
—Usted no oculta que a nivel perso-nal no se lleva mal con Pablo Igle-sias… ¿No le inquieta que pueda aca-bar de vicepresidente? —Yo no quiero que el señor Iglesias sea
vicepresidente del Gobierno, y le voy
a decir una cosa: si mi actitud con Pa-
blo Iglesias la tuvieran el señor Sán-
chez y el señor Rivera, ni Podemos ni
el señor Iglesias serían nunca vicepre-
sidentes del Gobierno. Yo soy poco sos-
pechoso. Sánchez está todo el día pi-
diendo a Podemos su voto y su apoyo.
Y el señor Rivera no se lo reprocha. De
hecho, Rivera también pidió la absten-
ción de Podemos.
—¿Cómo afectaría a España un go-bierno PSOE-Podemos? —Tengan la absoluta certeza de que
ese gobierno mandaría un mensaje de
desconfianza, muy difícil de superar.
Eso no le conviene a España. Sería le-
tal para la recuperación económica de
nuestro país.
—¿Se plantearía dar un paso atrás si continúa el bloqueo tras el 26-J? —Hay alguna gente que afirma eso, in-
cluso algún líder de algún partido, pro-
bablemente porque creen que yo soy
el obstáculo para hacer al señor Sán-
chez presidente. Eso solamente me lle-
va a hacer una afirmación: descono-
cen lo que es el Partido Popular.
Enmienda a la totalidad —¿Qué es el Partido Popular? —El Partido Popular no puede hacer
presidente a Pedro Sánchez, no por-
que el PP haya ganado las elecciones, que también, sino porque el progra-
ma de gobierno del señor Sánchez con-
siste en la demolición de toda la obra
que el PP ha llevado a cabo en los úl-
timos cuatro años. Es una auténtica
contrarreforma, lo cual es grave, pero
mucho más grave es si tenemos en
cuenta que todas esas reformas se de-
mostraron útiles para evitar la quie-
bra de España y el rescate. El señor
Sánchez tiene un programa electoral
donde quiere derogar la reforma labo-
ral, la reforma energética, la reforma
sanitaria, la reforma de la educación,
la ley de Costas, la ley de la Adminis-
tración Pública, la prisión permanen-
te revisable, la ley de Enjuiciamiento
criminal, la ley orgánica del Poder Ju-
dicial... no continúo para no aburrir-
les… Quiere derogarlo todo. Es eviden-
te que el PP no va a dar el voto para
hacer una enmienda a la totalidad de
lo que ha sido, y lo reconoce mucha
gente, una buena gestión. Y el señor
Presidente del Gobierno Entrevista
la mejora del bienestar y la creación
de empleo, de donde surge lo de-
más. Estoy dispuesto a hablar de
todo, pero no me parece serio que
algunos lleven años hablando de que van a hacer una reforma fede-
ral y todavía nadie nos haya expli-
cado lo que es; ni siquiera en todas
las horas de debate que hemos te-
nido en esta investidura fallida.
Cuando se gobierna, no se hace con
eslóganes, sino con contenidos, pero,
desgraciadamente, ahora en la po-
lítica española hay mucha gente más
pendiente de la frase brillante que
del contenido, pero con eso no se
arregla ningún problema.
Renovación poco a poco —¿No es hora de afrontar la reno-vación del PP, que algunos le vienen pidiendo tanto desde dentro como desde fuera del partido? —El PP es un partido que ha ido evo-
lucionando y renovándose desde
hace mucho tiempo. Ni María Dolo-
res de Cospedal, ni Soraya Sáenz de
Santamaría, ni Alfonso Alonso, ni
Pablo Casado, ni Martínez Maillo es-taban en primera línea de la políti-
ca hace diez años. Algunos ni hace
uno o dos años. Lo que no se puede
hacer es tabla rasa de todo el gobier-
no, ni en las labores políticas, ni en
la organización de la propia casa de
uno. Yo no me quiero meter en cómo
funcionan otros, pero yo creo que es
bueno ir mejorando cosas, no echar
a todos, avanzar poco a poco. Ir evo-
lucionando.
—¿Tiene ya en la cabeza quién será su sustituto? —No. No lo he pensado, francamen-
te. Ni creo que en este momento se-
ría oportuno que yo lo hiciera. No es-
toy en ese asunto. De verdad. Estoy
en estos momentos en los temas de
la investidura.
∑∑∑
Continuidad «Los que creen que yo soy el obstáculo para hacer presidente a Sánchez desconocen qué es el PP»
Autocrítica «Si volviera a ser presidente, tendría que ser más eficaz en la lucha contra la corrupción y hablar más con mucha gente»
Balance «Tengo una satisfacción personal, que es mía, de que en lo sustancial hemos hecho lo que teníamos que hacer»
«Francamente, no he pensado en mi
sustituto. No estoy en ese asunto»
ABC DOMINGO, 6 DE MARZO DE 2016 PRIMER PLANO 21abc.es
Entrevista Mariano Rajoy
Rivera está empeñado en apoyar al se-
ñor Sánchez. Está en su derecho. No
se lo reprocho. Pero le agradecería que
él no nos dijera a nosotros lo que te-
nemos que hacer, por respeto a los vo-
tantes.
—Si finalmente vuelve a ser presiden-te, ¿qué hará distinto respecto a su primera etapa? —Yo me he ocupado de lo importante:
evitar la quiebra y el rescate, volver al
crecimiento, generar empleo y man-
tener el Estado del Bienestar. Fíjense
que, en pensiones, hemos gastado el
17% más en 2015 que en 2011, 19.000
millones de euros más. Eso es lo que
no cambiaría. ¿Qué podría hacer a ma-
yores? Tendría que ser más eficaz –no
digo tener mejor intención, porque
siempre la he tenido– en la lucha con-
tra la corrupción. Tendría que haber
sido más eficaz, es uno de los temas
que más me preocupa de cara al futu-ro. Sobre todo durante los años 2012
y 2013, tendría que haber estado más
en contacto con muchas más perso-
nas. No he podido hacerlo. He tenido
otras prioridades, pero escuchar siem-
pre es bueno; hablar, intercambiar opi-
niones y criterios... Pero, sinceramen-
te, creo que hemos dado la batalla en
lo importante. Tengo una satisfacción,
que es mía, difícil de transmitir, de que
en lo sustancial hemos hecho lo que
debíamos. Y tengo la convicción de
que esa política es la que hemos de
mantener.
Gobierno cruel —Hay quien le reprocha que su go-bierno ha sido más bien socialdemó-crata, poco liberal... —Soy consciente de que tuve que su-
bir los impuestos a los diez días de lle-
gar al Gobierno. Pero en 2015 los he-
mos bajado dos veces, y hoy se paga
menos IRPF en España que en 2011.
Sé perfectamente que tuve que hacer
un presupuesto duro, pero no hay en
la reciente historia política española
–si acaso en la Transición– un gobier-
no tan reformista. ¿La reforma labo-
ral es socialdemócrata? ¿La ley de Cos-
tas es socialdemócrata? ¿La reforma
energética es socialdemócrata?... Ha
sido una etapa muy reformista, y to-
davía tenemos que seguir haciendo
cosas en el futuro. De lo que más or-
gulloso estoy es de las reformas que hemos llevado a cabo.
—Susana Díaz calificó hace pocos días el Ejecutivo de Mariano Rajoy de «cruel». —Eso es una frase que está en los ar-
gumentarios del PSOE, pues no solo
se la he oído a la persona que ha cita-
do, sino a otras muchas. Pero este Go-
bierno ha mantenido el Estado de Bie-
nestar después de haber heredado un
presupuesto con 70.000 millones de
euros menos de ingresos. Con eso he-
mos mantenido el sistema de pensio-
nes, que ha sido una línea roja intoca-
ble, el seguro de desempleo y los ser-
vicios fundamentales. Me hubiera
gustado ver a algunos de los que aho-
ra hablan gestionando la situación que
tuvimos que afrontar nosotros. Me ha-
bría gustado verlos.
∑∑∑
«Creo que quedan cosas por hacer, y tengo ganas. Voy a dar la batalla»
Reconozcan o no sus éxi-
tos, a pocos españoles se
les escapa que una de las
obsesiones de Mariano
Rajoy es la economía. Esgrime con
orgullo las tablas que acreditan el
vuelco que en cuatro años su Ga-
binete ha dado a las maltrechas
cuentas de España. Los índices de
confianza, el paro, la prima de ries-
go... Lo que ya sorprende un poco
más, sin embargo, es escucharle
hablar con los mismos criterios de
austeridad y eficiencia de su econo-
mía doméstica. El presidente en fun-
ciones cuenta satisfecho el «chollo»
que encontraron sus hijos este mis-
mo mes de febrero para viajar a Nue-
va York «por menos de 500 euros».
Está al tanto de los temas domés-
ticos. Mientras camina a paso ligero
por las escaleras y jardines de La Mon-
cloa, habla con naturalidad de «Viri»,
su esposa; de su padre, «lector de
ABC»; de lo mal que lleva el frío... Una
naturalidad que, no obstante, poco tiene que ver con la que de un tiem-
po a esta parte recorre las Cortes.
–¿Qué pasa por la cabeza de Rajoy cuando ve en el Congreso besarse en la boca a dos candidatos, a dipu-tados hacerse selfies o pasarse de brazo en brazo un bebé? –Yo no juzgo a nadie, aunque nunca
me verán hacer determinadas cosas.
Creo en la política, llevo muchos años
en ella. La política es necesaria, por-
que estamos hablando de gobernar,
de lo que le importa a la gente. Hay
quien me dice que yo no he hecho
política. Porque me he tenido que
ocupar de que España no fuera res-
catada, pero esa es la buena políti-
ca, la que persigue los intereses del
ciudadano. Desgraciadamente, aho-
ra hay bastante más espectáculo.
Frases hechas, palabras que se po-
nen de moda. Fíjense en «el postu-
reo», por ejemplo.
–El presidente tiró de diccionario este miércoles para definir a Sán-chez como un «bluf». Y remitió a la definición del diccionario; un buen aliado, cuya consulta recomienda. –Uno de los problemas de España es
que se lee poco. Realmente, convie-
ne conocer la historia, la literatura y la lengua de este país. Yo intento
trabajarme los discursos, porque el
Parlamento no es una tertulia, las
intervenciones quedan registradas
en el diario de sesiones y yo intento,
aunque modestamente, que las mías
tengan un mínimo de nivel. Hay
quien lo critica, pero a mí me pare-
ce una señal de respeto a mis opo-
nentes y a los ciudadanos.
–Y ante este panorama, ¿no ha sen-tido alguna vez la tentación de mar-charse y dejar a esta España tan in-grata con sus problemas e ignoran-cias? ¿Merece la pena aguantar tanto linchamiento? –Pues les voy a decir algo: creo que
todavía quedan cosas por hacer. Y ten-
go ganas, con franqueza. Sí, han sido
cuatro años difíciles, pero la tarea no
está terminada. Voy a dar la batalla.
–¿Ha pasado muchas noches en vela? ¿La procesión va por dentro tras esa imagen de tranquilidad que muestra? –He pasado momentos malos. Fue
muy malo el año doce, por la gran
amenaza de rescate. Había que resis-
tirse como gato panza arriba, y ha-
bía muchas presiones. Si se repasan
las hemerotecas, alguno se puede sor-
prender. Fue una de las etapas más
complejas y difíciles. La prima de ries-
go llegó a estar en 600 puntos bási-
cos, el bono a diez años al 7%, cuan-
do hoy está en uno y algo. Fue demo-
ledor, mucha gente presionaba y muy
duramente, pero aguantamos y gra-
cias a eso hoy estamos creciendo a
buen ritmo y creando empleo.
FUTURO
Nuevos estilos «Desgraciadamente, hoy se hace bastante más espectáculo que política. Y se lee poco en España»
Mariano Rajoy muestra las cifras
de la evolución económica de
España a Bieito Rubido, director de
ABC, y a Montserrat Lluis, subdirectora,
al final de la entrevista
abc.es DOMINGO, 6 DE MARZO DE 2016 ABC22 PRIMER PLANO