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El inminente repartode la Galaxia

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Revista Científico-Técnica Popular | ISSN: 0449-4555 mayo-junio 2020 | Precio: $2.00

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ILUSTRACIÓN ORIGINAL TOMADA DE PINTEREST

LAMANZANAENLACABEZA

aun así, ese conocimiento tiene el imperativo de empezar a crearse. ¿De dónde saldrían entonces los recursos monetarios para cumplir con esa predestinación de visio-narios?

Hoy las nuevas políticas cue-cen la posibilidad de crear fun-daciones, que son organizaciones sin fines de lucro, encargadas de la gestión del conocimiento en un ámbito de mercado. En este caso, lo que ingrese la nueva estructura no es para rentabilizar, sino para reinvertir en más ciencia.

A tientas, la primera universi-dad capitalina, uno de los cam-pus cubanos que mejor borda en su tradición el pedigrí de moder-nas patentes, explora ya la figu-ra de la fundación, un proyecto que debe enjaezar la realización de aquellos proyectos que posean los mejores augurios y que es-tablezcan alianzas entre los más preparados.

Y es que solo cabe echar lanzar por un precepto: que la ciencia, reconocida por los Lineamientos del Partido como una fuerza eco-nómica, ni más ni menos, reciba una valoración económica.

La empresa, pues, beneficia-ria directa de la innovación, ha-rá posible el proyecto de hacer coincidir el interés personal, ins-titucional y nacional si, cabalgan-do sobre un aventurero sumergi-ble, apuesta todas sus bazas a las emanaciones de las aulas.

C on el mismo gozo y pavura con que un niño monta a hor-cajadas sobre un submarino,

así parece apostar la ciencia cuba-na por una de las relaciones menos pulidas que se han establecido en la Isla: la de sus empresas y univer-sidades.

Hoy, cuando el sextante de los estrategas indica conectar la in-novación con la economía, nue-vas políticas van en esa dirección, y un buen ejemplo de esto es la creación de parques tecnológicos, también llamados parques cientí-ficos o de investigación, cuya mi-sión es captar en su revoloteo un nuevo producto y convertirlo, con maña de alfarero, en empresa.

Dicho de otra manera, la misión de este nuevo concepto —del que sus promotores no titubean al afirmar que pudiera ser la solu-ción de prácticamente todos los ámbitos de la ciencia— es tomar conocimientos en forma de pro-yectos de innovación, transfor-marlos en productos y luego co-mercializarlos.

No sorprende para nada enton-ces que los nuevos parques se ubiquen dentro de las universida-des, porque puede aprovecharse así, de esas escuelas, el potencial humano, altamente calificado e imbuido en la investigación, y en consecuencia generar un benefi-cio mutuo para el alma mater y el ente empresarial.

De manera que cada parque tecnológico pertenecerá a una universidad. Y cuando cree va-lores y reciba dividendos, estos irán a los ingresos de dicha ins-titución para seguir capitalizando la ciencia y la tecnología dentro de esta.

Hasta el presente, buena par-te de los resultados científicos de los centros de altos estudios tra-dicionalmente han quedado en una gaveta y no han encontrado realización en el sector producti-vo. No en balde el presidente cu-bano Miguel Díaz-Canel Bermú-dez, versado en este dilema por haber sido ministro de Educa-ción Superior, en no pocas visitas a centros productivos ha reitera-do como un mantra la invitación a que estos se acerquen a la univer-sidad, donde tal vez descubran, por qué no, valiosas investigacio-nes que no destellaron antes su luz en la economía.

Para establecer esa ansiada mancuerna, las nuevas políticas de ciencia del país estimulan la creación de un sendero experi-mental, al que han denominado empresas de interfase. Esta no es más que una estructura inter-media que podrá conectar de ma-nera directa a la universidad, los centros de investigaciones y las empresas.

Las muy creativas universi-dades Politécnica de La Habana (Cujae), la Central Marta Abreu de Las Villas y la de La Habana, son centros de formación supe-rior que están abocados a incor-porar una empresa de interfase a su gestión del conocimiento.

Estos y otros templos del saber, son estupendas calderas donde tradicionalmente bulle la creación y la innovación, y suelen ir delan-te y al galope en el progreso cien-tífico. Pero muchas investigacio-nes suyas, se sabe, no están aún entre las necesidades específicas de la empresa. Por tanto, no serán contratadas en corto tiempo y,

La empresa se va a las aulas

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Revista Científico-Técnica Popular | ISSN: 0449-4555 mayo-junio 2020 | Precio: $2.00

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SECRETARIA: Lic. Iramis Alonso PorroPRESIDENTE ACADEMIA DE CIENCIAS:

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Actualidad aeroespacial

El inminente reparto de la

POR EMILIO L. HERRERA VILLA

Hubo un día en 2002, donde un ejecutivo ruso, del que no sabemos el nombre, inició la cuenta regresiva que impulsaría a los consorcios priva-

dos por un pedazo del negocio espacial. En los salones de la International Space Company (ISC) Kosmotras, el empresario Elon Musk se sintió subvalorado otra vez, por la misma compañía. En esta ocasión le ofrecieron un cohete ICBM (misil balístico intercontinental) a un precio exagerado. Musk abandonó la reunión.

En el vuelo de regreso mantuvo la expresión fruncida. Era el semblante de una frustración cerval. Semejante alegoría al fracaso infinito, no podía menos que roerle las entrañas. Dotado de ese ego desmesurado que poseen las personas de enorme talento, Elon Musk abrió su bloc de notas y empezó a sacar cuentas. Calculó que las ma-terias primas para construir un cohete representaban tan solo el tres por ciento del precio de venta. Si creaba la in-geniería y los softwares, las ganancias sobrepasarían el 70 por ciento. No necesitaba de nadie para producir sus

propios proyectos. Había dado el primer paso hacia uno de sus sueños.

El joven Elon Musk, de 31 años, se bajó de aquel avión siendo el hombre racional y previsor que contro-laba su entorno. El mismo que años antes fundó Zip2 y PayPal, y que luego lanzaría la famosa marca de ca-rros eléctricos Tesla Motors. Impulsado por aquel des-encuentro en Rusia, Musk quiso demostrarle al mundo de qué era capaz, y el legado de iniciar una empresa privada de transporte aeroespacial le ofrecía la opor-tunidad de hacerlo.

Seis años después de su inauguración en 2002, Space Exploration Technologies Corporation (SpaceX) dejó ató-nita a la comunidad espacial al poner en órbita el Falcon 1. Esta fue la primera vez en la historia que una compa-ñía privada construía y expelía desde cero un cohete de combustible líquido. Al cumplir la década, SpaceX, la empresa más rentable y segura del mercado, tenía una experiencia de más de 40 lanzamientos exitosos, lo que representaba unos 4 mil millones en ingreso, so-lo por contrato.

Las agencias gubernamentales cedieron el monopolio de la carrera espacial a un poderoso sector privado que hoy invierte hasta el 75 por ciento de todo el presupuesto circulante en esta industria

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El vertiginoso ascenso de SpaceX motivó al magnate Jeff Bezos, creador de Amazon, a reimpulsar en 2003 Blue Origin, compañía espacial con la que deseaba de-safiar el poderío logrado por Elon Musk. Y, hasta cier-to punto, le ha dado competencia o le ha superado.Su programa Blue Moon espera llevar al hombre a la Luna dentro de cuatro años, y esta vez no solo para explorar-la, sino para crear una base permanente en la superfi-cie de este satélite natural.

El pulso que mantienen hoy Musk y Bezos, es el equivalente privado de lo que en su tiempo representó el enfrentamiento espacial entre la URSS y los Estados Unidos. Tal es la escalada de proyectos y tecnologías, que entidades gubernamentales como la “todopode-rosa” Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), dependen en gran medida de estas compañías para completar sus misiones.

Esta guerra de egos, donde cada multimillonario quiere llegar más lejos con sus propios recursos y programas, es el agua que hace mover el molino tecnológico de la indus-tria aeroespacial actual. Esta es la única forma que cono-

cen para satisfacer sus deseos de ser importantes. Y solo bajo este requisito de superación, cobra sentido sus vidas.

Musk y Bezos, los titanes del negocioA pesar de que nuestro subconsciente interrelaciona

la exploración y transportación espacial con la NASA, es la empresa privada la que acapara en los últimos años las noticias más sorprendentes. Esta “nueva era de la carrera espacial” gira entorno a las ambiciones de Elon Musk y Jeff Bezos, quienes estrechan sus manos y sonríen para las fotos, sin renunciar a la evidente ri-validad que alimentan.

El fulminante crecimiento de SpaceX en la fabrica-ción de una flota de cohetes reutilizables,que lleguen al espacio y aterricen en la Tierra de forma segura, ha molestado a Bezos. Al parecer porque ya trabajaba en esta idea cuando Musk lanzó primero los suyos.

Musk inició un camino diferente a todo lo que hayamos visto hasta ahora. Esto le garantiza publicidad de por vida. Más allá de la fama y del marketing, los logros de su em-presa privada son tan innegables como sorprendentes.

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SpaceX diseña y fabrica los componentes de sus co-hetes, incluyendo los motores, una de las partes más complicadas del proceso. Al convertirse en proveedor, el siguiente paso consistió en abaratar los precios res-pecto a la competencia. Para que se tenga una idea, en 2014 Elon Musk podía poner en órbita los satélites de la Fuerza Aérea de Estados Unidos por 90 millones de dólares el lanzamiento; 370 millones menos que United Launch Alliance, la empresa que acaparaba dichos con-tratos hasta ese momento.

Dos años antes produjeron el mítico cohete Falcon 9 y la nave Dragon que se acoplaba a la Estación Espacial Internacional. Este suceso se convirtió en todo un hito para la empresa, que se colocaba como la primera de propiedad privada en trasladar una carga útil a la Es-tación Espacial Internacional. En la actualidad, SpaceX es factor esencial en el desarrollo de proyectos cientí-ficos, pues su servicio es el más fiable y barato para en-viar y recibir grandes insumos hacia o desde el espacio. Por demás, tiene la capacidad de completar la misión si uno de los motores de la aeronave deja de funcionar durante el trayecto.

Un elemento clave de SpaceX, y que también aplica Blue Origin, es la política de reciclar componentes una y otra vez. Los cohetes reutilizables representan el cuer-po y alma de ambas empresas.

Por su parte, Bezos, que es un empresario de prime-ra, conoce las limitantes de su flota. Como sabe que aún no alcanza la potencia de propulsión de Musk, di-versificó la gama de productos hasta que sus científi-cos equiparen o superen a los Falcon, especialmente al poderoso Falcon 9 Heavy.

Blue Origin, por su parte, trabaja en el desarrollo de la nueva generación de motores, los BE-4, BE-7 y BE-3U, así como en viajes privados más exclusivos. El New Shepard es la línea de cohetes reutilizables para uso turístico. Ya estuvo a prueba en cinco ocasiones con éxito al regre-sar y aterrizar después de haber visitado la línea de de-marcación espacial trazada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Se espera que muy pronto la empresa

inaugure estos vuelos, donde los pasajeros experimen-tarán minutos de microgravedad antes de que comien-ce el descenso a la Tierra. El precio inicial oscilará entre 200 mil y 300 mil dólares el boleto.

A su vez, Blue Origin está a punto de concluir el New Glenn, cohete que le plantará cara a los de Elon Musk. En su lanzamiento, programado para el año próximo, podrá transportar astronautas y más de 45 toneladas por en-cima de la órbita baja terrestre. Bezos asegura que “será hasta 30 por ciento más potente que el Falcon Heavy”.Y no lo duden, pues para lograrlo ha sacado dos mil 500 millones de su bolsillo.

SpaceX fue la primera empresa privada en fabricar un cohete reutilizable que lograra aterrizar después de finalizar una misión de lanzamiento. En la foto un portentoso Falcon Heavy.FOTO TOMADA DE WWW.LAVANGUARDIA.COM

Las agencias gubernamentales son los principales inversores y compradores de los proyectos de vanguardia, a coste razonable, que producen

empresas privadas como Blue Origin.FOTO TOMADA DE DEAGENDARWEB.COM.AR

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Aunque pueda parecer que Blue Origin se encuentra a la saga de SpaceX, la ambición de su fundador di-ce todo lo contrario. No hace mucho, la administración Trump “que quiere hacer grande a los Estados Uni-dos de nuevo”, ordenó a la NASA acelerar el proyecto Artemis, cuyo objetivo radica en consumar otro aluni-zaje norteamericano, cosa que no sucede desde 1972.

La Casa Blanca puso fecha límite en 2024. Para cum-plir este cometido, la NASA delegó funciones en 11 em-presas privadas que desarrollarán y construirán los prototipos del vehículo y demás equipos que aterriza-rán en la superficie lunar.

A la cabeza de este megaproyecto, que cuenta con diez mil 700 millones de dólares en presupuestos, aparece Blue Origin que, además, pretende crear una base permanente y ser pioneros en la colonización de nuestrosatélite natural.

“Se trata obviamente de una visión multigeneracio-nal. Esto no va a ser una tarea de una generación en específico. Una de las cosas que tenemos que hacer es inspirar a las futuras generaciones”, dijo Bezos.

Blue Moon se llama el programa de Blue Origin, y re-fiere años de desarrollo según el multimillonario. A priori, será capaz de navegar en el espacio y contará con una conexión Internet gigabit vía láser directa a la Tierra. Transportará entre 3,6 y 6,5 toneladas métricas de carga útil y recogerá un sinnúmero de muestras de la Luna.

Bob Smith, CEO de Blue Origin, conversó con los me-dios de comunicación sobre este llamado presidencial estilo “Avenger”, comentando que “los desafíos naciona-les necesitan una respuesta nacional. Estamos encanta-dos e inspirados para liderar este equipo profundamente comprometido que hará aterrizar a los astronautas de la NASA en la Luna. Combinando la trayectoria de nuestros socios con nuestro trabajo avanzado en el módulo lunar Blue Moon y su motor BE-7, nuestro equipo espera traba-jar con la NASA para apoyar el Programa Artemis”.

Sin embargo, Bezos destrozó la diplomacia y el am-biente nacionalista, y muy a su estilo sentenció que

“podemos ayudar a cumplir ese plazo (a la NASA), pe-ro solo porque empezamos hace tres años”.

No caben dudas que SpaceX y Blue Origin son conten-dientes poderosos en el panorama espacial actual; tanto que Bezos da un golpe de autoridad sobre la mesa y grita a los mil vientos su independencia y derecho varonil de hacer lo que le plazca con sus proyectos. Pero, ¿cómo se llegó a este punto? ¿Cuándo las agencias gubernamen-tales cedieron su papel hegemónico y consiguiente lide-razgo sobre el espacio? Y lo más importante, ¿por qué?

Entender el pasado para explicar el futuroEn 1957 la extinta Unión Soviética inició la carrera

espacial con el lanzamiento del Sputnik 1, el primer sa-télite artificial de la historia. Temeroso de lo que su-pondría una derrota en este nuevo campo de batalla, los Estados Unidos aceptaron el reto y conformaron su propio programa.

Esta nueva rivalidad, supuso un enorme desafío ma-terial y humano para ambas potencias pues, más allá de ostentar sus adelantos tecnológicos, el objetivo rea-leraadjudicarse una contundente victoria política que demostrara la superioridad de un sistema sobre el otro.

Tal era la importancia estratégica de la carrera espa-cial en aquellos tiempos, que las distintas administra-ciones norteamericanas gastaron 110 mil millones de dólares y emplearon unas 400 mil personas tan solo en los nueve años que perduró el programa Apolo.

Una vez finalizada la Guerra Fría, los Estados Unidos, sabiéndose vencedores, comenzaron a cerrar el grifo de los recursos destinados a su programa espacial. A partir de 1991, el porcentaje de gastos federales dedicados al desarrollo de la NASA decayó en un 50 por ciento. Es-ta reducción, junto al súper crecimiento de la industria aeroespacial de gigantes como China y la fundación del Centro Espacial de Ciencia y Tecnología de Ghana, por citar dos polos opuestos, demuestra que el espacio se ha hecho asequible para muchas naciones.

En 2019 existían 1950 satélites orbitando alrededor de nuestro planeta. De ellos 830 le pertenecen a Esta-dos Unidos, 280 a China y 147 a Rusia. No obstante, unos 80 países poseen los suyos propios. Vale desta-car que de esos 1950 satélites, cerca de la mitad son de

Diseño interior de una cabina de tu-rismo espacial de Virgin Galactic.FO-TO TOMADA DE WWW.PUBLICO.ES

Aeronave para turismo espacial de Virgin Galactic. FOTO TOMADA DE ASTROAFICION.COM

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uso comercial, y se produjeron con tecnología de em-presas privadas. Algo impensable en los tiempos de la Guerra Fría.

Según consta en el Tratado sobre el Espacio Ultrate-rrestre, firmado en 1967 por Estados Unidos, la Unión Soviética y Reino Unido: “las actividades de las entida-des no gubernamentales en el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, deberán ser autorizadas y fiscalizadas constantemente por el perti-nente Estado Parte en el Tratado”. Asimismo, los Esta-dos suscritos (103 países hasta 2015, donde se incluye Cuba) “serán responsables internacionalmente de las actividades nacionales que realicen en el espacio ul-traterrestre (…) los organismos gubernamentales o las entidades no gubernamentales”.

En otras palabras, a partir de ese momento cual-quier proyecto de empresas privadas debe estar apro-bado por su respectivo gobierno. Puede que para 1967 el protagonismo del sector privado era un gran chiste o una utopía pero, en la actualidad, con el debido con-sentimiento,estos consorcios tienen visado libre para lanzarse a la nueva carrera por el espacio.

En Estados Unidos la autorización o no de estas opera-ciones pasa por manos de funcionarios del gobierno y de la Administración Federal de Aviación (FAA). Como el te-ma de la carrera espacial no presenta la connotación po-lítica de antaño, su aplicación es menos rigurosa, lo cual es aprovechado por las empresas privadas para obtener mayores oportunidades y libertades comerciales.

Otra buena noticia, al menos para Space X, Blue Origin y demás asentadas en suelo estadounidense, se mani-fiesta en que el gobierno no quiere el monopolio total. La estrategia moderna radica en reducir los tiempos de investigación y el ahorro de fondos. Por ello se diver-sifican los frentes. Mientras la NASA se centra en la comprensión científica de la Tierra y el universo, estu-dios sobre la Luna, asteroides, estrellas y planetas, se contrata a las empresas privadas para encargos espe-cíficos como el lanzamiento de cohetes reutilizables, fabricación de satélites y el tan publicitado turismo espacial. Sin embargo, el verdadero conflicto llegará dentro de 30, 40 o 50 años cuando estos gigantes in-dependientes ya no quieran hacer de “taxistas, mensa-jeros ni hosteleros”.

La eficiencia demostrada por la industria aeroespa-cial privada, en cuanto a costes y adelantos tecnológi-cos, atrajo a su centro de gravedad a agencias guber-namentales como principales compradores. Entre el 2000 y el 2018 organismos como la NASA y la Fuerza Aérea invirtieron siete mil 200 millones en 67 compa-ñías. De este monto se utilizó el 93 por ciento exclusi-vamente en empresas como Space X especializadas en lanzamiento de cohetes.

La NASA encontró en Space X uno de sus desarro-lladores principales. Tan solo en la primera década, Elon Musk obtuvo mil millones en financiaciones, la mitad de ellos mediante contratos con la famosa agen-cia gubernamental.

El negocio resultó redondo para los inversores pues, desde 1981 el costo por kilogramo enviado a la órbita baja terrestre se desplomó en un 98 por ciento. Antes valía 85 mil dólares el kilogramo, hasta que el Falcon 9

redujo el costo hasta dos mil. Y esto es solo el comien-zo, ya que el Falcon Heavy promete disminuir el monto hasta cifras por debajo de los mil.

De continuar la estrechas relaciones entre las agen-cias privadas y las gubernamentales podemos avizorar que los próximos años, quizás, sean los mejores y más productivos en la historia de la exploración espacial.

Un universo de oportunidades A la fiesta del naciente comercio espacial también

asiste otro invitado de lujo que no se debe subvalorar. Virgin Galactic, propiedad del multimillonario Richard Branson, es la tercera empresa privada más publicita-da de este triunvirato galáctico.

Aunque en los últimos diez años no logra llevar clientes de forma periódica a los límites donde empie-za el espacio exterior, ninguna otra agencia está más cerca de conseguirlo que la de Branson. Y este es pre-cisamente su objetivo: posicionarse en la delantera de los viajes del turismo espacial.

Hasta la fecha Virgin Galactic concluyó con éxito va-rios vuelos de prueba, el último de ellos a fines del 2018, donde una tripulación de dos pilotos alcanzaron una al-titud de 82,7 km., justo después de la línea de demarca-ción espacial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

La empresa ya comenzó a vender sus boletos, lo cual deja entrever que se alistan los detalles finales de esta travesía de dos horas y media de duración, donde se podrá interactuar con la gravedad cero y obtener vistas y fotografías únicas del planeta.

Las reservaciones cuestan 250 mil dólares y, hasta ahora, 600 interesados de 28 países tienen garanti-zado su pasaje. Desde que se abrió esta posibilidad, algunas celebridades de las artes como Tom Hanks, Katy Perry, Justin Bieber, Brad Pitt, Leonardo DiCa-prio, Kate Winslet y Ashton Kutcher apartaron sus asientos.

Así lucirá, en 2025, el primer hotel espa-cial de lujo “Von Braun” FOTO TOMADA DE REVISTACOSTARICA.ORG

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Todo el que se apunte, además de poseer mucho di-nero, deberá pasar el reconocimiento médico, así como un entrenamiento de tres jornadas donde se pondrán los trajes con sus respectivos equipos, conocerán la ca-bina, a los otros clientes, interactuarán con la fuerza G y ensayarán todo el proceso una y otra vez. Al cuarto día experimentarán el codiciado lanzamiento.

Se prevé que este tour, vendido por Virgin Galactic como “una experiencia incomparable”, será uno de los mercados más rentables del futuro. El banco de inver-siones suizo UBS AG, publicó en 2019 que en la próxi-ma década el turismo espacial podría convertirse en una industria de tres mil millones de dólares anuales.

Esta predicción no parece tan descabellada si con-cluyen en tiempo proyectos como el primer hotel es-pacial alrededor de la órbita terrestre, previsto para el 2025. El Von Braun (en honor al famoso científico ale-mán), a diferencia de la Estación Espacial Internacio-nal, poseerá gravedad artificial. Según los diseños de la compañía Gateway Foundation, la instalación tendrá forma circular y contará con 24 módulos de hospedaje o cápsulas, distribuidos por los contornos de la estruc-tura. Además habrá restaurantes, bares, sala de con-ciertos, cines y salones de conferencia con fines edu-cativos. Se estima que recibirá al menos cien turistas por semana.

Bigelow Aerospace es otra empresa al tanto de las po-tencialidades del sector turístico y, como la lógica indi-ca, quiere ingresar al mercado con sus propios progra-mas. Las características de los “hoteles” del magnate Robert Bigelow parten de la concepción de lanzar un módulo plegable de fibra de carbono que resista impac-tos de micrometeoritos y basura espacial. Las pruebas realizadas son satisfactorias y los dispositivos se expan-den hasta alcanzar los tamaños predeterminados. Se estima que la estancia en estas estructuras podría cos-tar entre cinco y diez millones de dólares.

Sobrepasando los fines del ocio, hay cuestiones más importantes y estratégicas que las agencias privadas desean atender. El 26 de noviembre de 2015 fue un día crucial, a pesar de trascender sin penas ni glorias. En esa fecha, sin dudas histórica, el entonces presidente Barack Obama aprobó una ley sobre el derecho de los norteamericanos a extraer y comercializar los minera-les de los asteroides.

Dicha ley atrajo, como tiburones a la sangre, a mu-chas empresas privadas que vieron en aquella firma una oportunidad única. Planetary Resources, Deep Space Industries y, por supuesto, Space X, mostraron genui-no interés.

Se conoce que los cuerpos celestes son ricos en ní-quel, hierro, silicio…, pero también abundantes en ru-tenio, rodio, paladio, osmio o iridio, “metales raros”, debido a lo difícil que resulta encontrarlos en una for-ma pura en nuestro planeta. Hablamos del “Edén” de la explotación minera y acuíferaal alcance de nuestra tecnología, pues varios estudiosos argumentan que muchas de estas “rocas”, las más cercanas a la Tierra, serían “fáciles de alcanzar”.

Según John S. Lewis, autor de Minería en el cielo, un asteroide de un kilómetro de diámetro pudiera alber-gar 30 millones de toneladas de níquel, 1,5 millones de cobalto y siete mil 500 toneladas de platino. Tan solo esta cantidad de platino tiene un valor comercial en el mercado actual de 150 mil millones de dólares. Den-tro del cinturón de asteroides, una región entre las ór-bitas de Marte y Júpiter, se conocen 600 mil cuerpos de todos tamaños y, en nuestro Sistema Solar, se cal-cula que existan un millón de asteroides con un radio de un kilómetro.

En la actualidad el 75 por ciento de todo el presu-puesto que nutre la industria espacial emana de bienes privados. Dieciséis de las quinientas personas más ri-cas del mundo poseen inversiones en este infinito mer-cado de posibilidades y, apenas es el comienzo.

La búsqueda de lo ignoto motiva a la especie huma-na. La exploración y la conquista responden a instintos primarios de nuestra civilización. Por eso, creemos que es nuestro derecho apoderarnos de todo lo conocido y lo que no.

Pero, ¿tienen dueño la Luna, Marte y los asteroides errantes de nuestro Sistema Solar? El Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre deja bien claro que “el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivin-dicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera”.

Si este documento resulta inviable debido a su anti-güedad sería idóneo que las naciones de este planeta se sienten otra vez en la mesa para reescribir y otorgarle una actualidad jurídica acorde a esta nueva era espacial.

Puede que en 1967 las empresas privadas o la mi-nería de asteroides fueran obra de la mente fecunda de un escritor de ciencia ficción, pero la realidad ya ha demostrado cómo personas motivadas son capaces de transformar lo imaginario en factible. Y, si no lo creen, pregúntenle a Elon Musk. De ser ignorado en 2002 tra-baja desde hace años en la que sería la primera misión humana a Marte.

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Diseño: Ricardo Valdivia

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La Esperanza nació en CubaTras dieciocho años sin alumbramientos, en septiembre de 2019 el Zoológico Nacional reportó una nueva cría de rinoceronte blanco africano

Biodiversidad

POR OSVALDO PUPO GUTIÉRREZ, ESTUDIANTE DE PERIODISMO FOTOS: YOANDRI ÁVILA

En sus 25 años de experiencia en el manejo de animales, Alexan-der Arango Leiva, especialista

del Parque Zoológico Nacional, no había sido testigo de un aconteci-miento tan interesante como el ocu-rrido el 6 de septiembre de 2019. En esa fecha fue reportado el naci-miento en Cuba de Esperanza Mel,

una cría de rinoceronte blanco del sur de África, tras 18 años sin re-producción in situ.

La obtención de este nuevo in-dividuo es uno de los éxitos de la Operación Arca de Noé II, con la cual Namibia asombró al mun-do, cuando decidió entregar el mayor donativo de animales que ha recibido nuestro país (146 de 23 especies), los cuales llega-ron por vía aérea en el periodo 2012-2013. Con este hecho, de las especies traídas desde esa

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nación africana solo faltan por reproducirse los rinocerontes negros y los elefantes.

“El nacimiento en Cuba de una cría de Ceratotheriums imumsimum es un suceso significativo, pues mante-nemos a nuestros animales con las condiciones disponibles y se alimen-tan muy diferente en comparación con otros zoológicos del mundo; sin embargo, el manejo es esmerado”, explicó Alexander Arango, quien se desempeña como especialista del área de los ungulados (mamíferos herbívoros con pezuñas).

Esperar a la mayoría de edad. Dieciocho años transcurrie-

ron sin reproducción de rino-cerontes en Cuba hasta el na-cimiento de Esperanza Mel, quien adoptó ese nombre en alusión al proyecto namibio

Hope (esperanza, en inglés), de-dicado a la preservación de esta especie casi amenazada.

“En el Zoológico siempre se lo-gró reproducir rinocerontes blan-cos. Sin embargo, el semental afri-cano con el que contábamos murió y quedaron sus descendientes. En-tre ellos nunca se aparearon, al pa-recer, debido al alto grado de con-sanguinidad”, comentó Arango. Además, el “rito sexual” de estos animales incluye la pelea entre los machos por la hembra en celo, lo cual no sucedió, pues, Kiara era el único ejemplar en el grupo.

“Al llegar de Na-mibia tres

hembras y dos machos, la situa-ción mejoró. Pero estos tuvieron que adaptarse y, además, eran muy jóvenes: por tanto, no esta-ban sexualmente maduros. Las primeras montas se registraron en el 2017; sin embargo, fueron falli-das”, dijo el especialista.

“No es hasta el año 2018 —con-tinuó Alexander— que una rinoce-ronte namibia (Katherine) queda encinta de Kiara. De ese cruza-miento nació Esperanza Mel. El parto ocurrió tal y como hubiese sucedido en una auténtica pradera africana, y tras siete días, la madre exhibió la cría a los animales de ese recinto”.

Alexander Arango Leiva, especialista en manejo de fauna, fue testigo del nacimiento de la rino en septiembre de 2019.

Esperanza Mel, primera cría rinoceronte blanco nacida en Cuba en 18 años, junto a su madre Katherine, en la pradera africana del Zoológico Nacional.

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Los rinocerontes blancos también son conocidos como de labios cuadrados.

A kilómetros de África.El veterinario Alejandro Espino-

sa Alfonso, especialista de la pra-dera africana del Zoológico Na-cional, explicó que en ese espacio de 42 hectáreas los animales se alimentan fundamentalmente con pienso elaborado de caña de azú-car, vegetales y marabú (en sus-titución de la acacia), a partir de los requerimientos energéticos y nutricionales. Dijo además que el manejo de los animales com-prende su conteo, la limpieza de bebederos y la vigilancia ante la presencia de alguna anomalía, trabajo que se realiza diariamen-te para garantizar la salud de las especies.

Alejandro, quien se declara como apasionado de la fauna, explicó que en la pradera habitan 288 anima-les, de ellos seis rinocerontes (dos machos, tres hembras y la cría Es-peranza Mel).

“Este es un recinto donde pue-den desarrollar sus conductas na-turales, no solo debido al espa-cio, sino a la atención del equipo”, añadió.

Por su parte, Alexander Arango, explicó que en la concepción origi-nal del Zoo estaba prevista la cons-trucción de un área para la exhibi-ción de los ungulados, pero debido a las restricciones económicas en el denominado Periodo Especial no pudo concluirse. “No obstante, tras la adaptación y reproducción de las especies provenientes de Namibia, estas han sido trasladadas desde el recinto de los ungulados hacia la pradera, donde el público puede apreciarlas”.

Un aporte a la conservación desde Cuba.

“El rinoceronte blanco también es conocido como de “labios cua-drados”. Esto se debe a que solo

presentan molares y emplean el hocico para obtener el pasto que consumen. El color lo adquieren del sustrato del suelo, pues nacen con una tonalidad grisácea”, expli-có Arango Leiva.

“Al medir más de metro y medio, pesar entre una tonelada y media hasta 3,5 toneladas y conformar grupos de hasta 14 miembros, su caza resulta fácil. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés), a pesar de que el comer-cio internacional de cuerno de rino-ceronte se prohibió en 1977, la de-manda es alta, particularmente en Vietnam.

Entre las falsas utilidades desta-can el empleo del cuerno pulveriza-do en la medicina tradicional asiáti-ca como supuesto tónico milagroso contra la resaca y la fiebre. Asimis-mo, esta organización ambientalis-ta señala que en los últimos años se ha extendido la absurda creencia

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de que combate el cáncer, lo cual ha provocado un aumento de la ca-za furtiva.

“Al cuerno también se le atribu-ye un valor afrodisíaco, porque los rinocerontes pueden llegar hasta los 45 minutos realizando el ac-to sexual. Todos estas son razo-nes desatinadas, pero lamenta-blemente la gente las cree, tal es así que en 2017 el cuerno se si-tuó entre los productos naturales más caros, equiparándose, inclu-so, con el precio del oro”, comentó Alexander.

Armando Barrios Bu-xaderas, encargado de la comunica-ción institucional del Parque

Zoológico, precisó que el trabajo de esa entidad está enfocado en la reproducción para preservar los animales. “Los visitantes extran-jeros se asombran con el cuidado que reciben estos. Incluso, el pre-sidente de Namibia resaltó nuestra labor en el manejo de las especies a nuestro cargo. Nuestro objeti-vo es seguir protegiendo la fauna y superaremos los obstáculos

Alejandro Espinosa, al frente del equipo de técnicos que trabajan en la pradera africana.

—económicos, fundamentalmente— para hacerlo”, dijo.

Si se tiene en cuenta la alar-mante cifra de más de mil 200 ri-nocerontes sacrificados al año, el nacimiento de esta cría en Cuba representa, al menos, una modes-ta esperanza para la conservación de la especie.

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RELIEVE

Patrimonio Natural de la Humanidad desde 1999, este lugar atesora recursos únicos en cuanto a

endemismo y exclusividad

Áreas Protegidas

POR YANEL BLANCO Y GRETEL ÁLVAREZ, ESTUDIANTE DE PERIODISMO

PA R Q U E N A C I O N A L

Desembarcodel Granma

Área protegida Desembarco del Granma

Categoría de manejo Parque Nacional

Superficie total 32 576 hectáreas (ha)

Superficie terrestre 26 180 ha

Superficie marina 6 396 ha

RELIEVE» La singularidad de su

relieve se debe a que es uno de los mayores exponentes mundiales de terrazas marinas emergidas y sumergidas sobre roca calcárea.

Administrado por: Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna (ENPFF)

Aprobado por acuerdo 4262/2001 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba

Provincia: Granma

» Estudios morfológicos permiten inferir la presencia de 17 niveles o más de terrazas marinas (emergidas y sumergidas) que van de oeste a este.

» Estas abarcan más de 40 km en forma escalonada, hasta alcanzar una altura máxima de 360 metros sobre el nivel del mar.

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RECONOCIMIENTOS NACIONALES E INTERNACIONALES» Monumento local» Monumento nacional» Área importante para la Conservación

de las Aves (IBA).» Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad

por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el 21/12/1999.

UBICACIÓN

Se encuentra en la región sur oriental de la provincia de Granma y ocupa parte de los municipios de Niquero y Pilón.

HISTORIA

» En playa Las Coloradas, perteneciente a este Parque Nacional, desembarcó el yate Granma el 2 de diciembre de 1956.

» En algunos acantilados hay cien metros de pared vertical.

» Las terrazas sumergidas llegan hasta la zona de contacto de las dos placas tectónicas activas a 180 metros de profundidad.

» Combate en Alegría de Pío, el 8 de diciembre de 1956.

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» Begonia cowellii Nash: en peligro crítico de extinción (CR). Colectada por última vez hace 28 años.

» Tetramicra malpighiarum: CR. Con tres poblaciones de la especie.

» Se encuentra entre los sitios más importantes para la conservación de los reptiles amenazados. Está presente la Cricosaura typica (lagartija de hojarasca), uno de los valores más relevantes de la herpetofauna cubana.

» Se reportan ocho especies de anfibios: siete endémicas. La Eleutherodactylus tonyi es exclusiva de la zona.

FLORA619

especies de plantas

246 endémicas

18 son exclusivas del distrito costero Media Luna-Cabo Cruz-Baconao

FAUNA

» El Liguus vittatus es una especie amenazada de la malacofauna y solo se encuentra en esta área. Tienen presencia, además, la Polymita venusta y la Coryda alauda dennisoni.

» Han sido identificadas 112 especies de peces y 30 de corales pétreos.

» Se reportan 134 especies de aves pertenecientes a 19 órdenes, 48 familias y 103 géneros, con 14 endemismos. Entre ellos la Paloma Perdiz (Starnoenas cyanocephala) y el Sinsontillo (Polioptila lembeyei).

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» Sendero El Guafe: abarca unos 500 metros cuadrados. El área arqueológica está compuesta por varios sitios de habitación de gran tamaño para Cuba, tres de los cuales se hallan en un triángulo que no rebasa los dos kilómetros de lado.

* En una de las cuevas fue encontrada una cripta trabajada con piedras, donde se halló un cráneo humano, que se piensa pertenezca a los grupos agroalfareros antillanos, y varios huesos, presumiblemente del mismo esqueleto.

* Fueron encontrados tres ídolos tallados en las formaciones secundarias de la espelunca y una gran vasija de barro con decoraciones alegóricas a ritos funerarios.

Diseño: Dariagna Steyners Fuentes: http://www.snap.cu/index.php/ct-menu-item-15/ct-menu-item-179/ct-menu-item-181http://www.juventudrebelde.cu/suplementos/de-impac-to/2018-09-24/bellisima-cuba-28https://www.ecured.cu/El_Guafe

246 endémicas

SITIOS DE INTERÉS » Hoyo de Morlotte: situado

en una de las terrazas del área protegida fue descubierto

en 1938 por un aviador francés. Posee 55 metros de diámetro y 78 de profundidad.

» El faro de señalización marítima Vargas, hoy Cabo Cruz, es el exponente con 32 metros de altura, más relevante de la etapa colonial. Construido por el Cuerpo de Ingenieros Civiles de Obras Públicas fue inaugurado el 5 de mayo de 1871.

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HISTORIAJT

Los fabulososA 300 mil ejemplares llegó la tirada y sus páginas redondearon la centena. Diseño innovador y secciones cautivantes fueron el sello de esta época dorada.

POR AMANDA JARA

A toda velocidad, en los años 80 Juven-tud Técnica tomó impulso y puso muy alta la varilla. La visión de uno de sus

directores, Homero Acosta, modeló una pu-blicación que, sin descuidar el rigor técnico, se abocó al periodismo, a partir de cuidar con celo la combinación de temas y el uso de un lenguaje más cercano al común de los lectores y atractivo para el público joven. Su tirada llegó a los 300 mil ejemplares y sus páginas redondearon la centena.

Mucho de ese éxito se debió también a Carlos Masvidal, quien fuera su diseñador durante una década, un innovador de la grá-fica, dotado de imaginación desbordada y un muy particular sentido del humor. Todavía hoy se le rinde culto a su obra en JT y se le recuerda con justa y desbordada admiración.

Por entonces la revista habitaba en O´Relly 215, en el corazón de la Habana Vieja. En un diálogo sostenido con la periodista Dania Ra-mos, el físico, escritor de ciencia ficción y co-laborador sempiterno de JT, Bruno Enríquez, recordaba la “fabulosa biblioteca” patrimonio de la publicación, “con colecciones de Natio-nal Geographic, Science et Vie, Science, la icónica Mecánica Popular y homólogas de los países so-cialistas”. Lastimosamente esta riqueza docu-mental se perdería luego en un incendio.

Otro acontecimiento relevante distinguiría esta época: la creación del concurso anual de cuento de ciencia ficción, que convirtió a la revista en un espacio de promoción per-manente de este tipo de literatura. Tres an-tologías de los cuentos publicados en todos estos años, Recurso Extremo, Astronomía se escribe con G y Tiempo cero, son los vástagos de ese fecundo vínculo entre la ficción cien-tífica y JT.

Innovadora siempre, Juventud Técnica in-sertaba publicidad de manera habitual, un recurso para generar ingresos adicionales, que no sobrevivió al periodo especial y que es hoy uno de los elementos contemplados en la nueva política de comunicación para los modelos de gestión de la prensa nacional.

De estos años amables quedaron seccio-nes todavía recordadas, como Dos ruedas, dedicada a los seguidores del motociclismo en Cuba y Piezas de Repuesto, la cual deta-llaba aportes del movimiento de innovadores de la Isla. También en la memoria, números antológicos, como el que se dedicó en 1980 al viaje del primer latinoamericano al espa-cio, nuestro compatriota Arnaldo Tamayo Méndez.

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ESQUEMA DE LA PUBLICACIÓN DE ENTONCES

1989 1984

Cantidad de páginas: 82Medidas: 16,5x24 cmFrecuencia: MensualPrecio: 20 centavosColor: Duotono

Cantidad de páginas: 82Medidas: 18,5x27 cmFrecuencia: MensualPrecio: 20 centavos

Color: Duotono

264 201

LO MÁS POPULAR

En dos ruedasPiezas de repuesto

Androides y Soluciones (Fotos 5 y 6). Ambas tenían el sello

indiscutible de Mario Masvidal, una combinación explosiva de

imaginación, realismo y humor, en tiempos en que “todo se hacía a

mano”.

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PROTAGONISTASPROTAGONISTASPROTAGONISTASPROTAGONISTASPROTAGONISTASPROTAGONISTASPROTAGONISTAS

“La ciencia es más que un simple conjun-to de conocimientos: es una manera de pen-sar”, dijo alguna vez, el reconocido divulga-dor y astrónomo norteamericano Carl Sagan. Imbuida de ese espíritu Juventud Técnica ha acogido y acoge aún textos divulgativos de destacados científicos cubanos. Gracias también a esa contribución, la revista ha ga-nado en calidad, rigor y alcance. En los 80, algunas figuras imprescindibles de la ciencia nacional escribieron para la publicación.

Pedro M. Pruna Goodgall, (Sancti Spí-ritus, 1943/ La Habana, 2017), biólogo y Dr. en Historia de la ciencia, de obra vasta y trascendente como investigador y divulgador de la ciencia cubana y pro-fundo conocedor de la teoría de la evolu-ción y del movimiento evolucionista. Fue miembro del consejo científico asesor de JT hasta su fallecimiento. (Con miem-bros de la Sociedad Cubana de Historia de la Ciencia y la Tecnología).

Luis Carlos Silva: “La estadística es el len-guaje técnico del sentido común”, dice en su página web el Dr. en Ciencias Matemáticas y en Ciencias de la Salud, miembro de la Aca-demia de Ciencias de Cuba desde el 2002 y Académico de Mérito desde 2017, cuyo nom-bre se hizo muy frecuente en la revista en los últimos años, por sus valoraciones relaciona-das con la medicina basada en la evidencia. Sin embargo, no era la primera vez que artí-culos suyos aparecían en JT. Cuando aún era licenciado, el Dr. Luis Carlos publicó en la re-vista dos textos divulgativos “Los peligros de la media aritmética” y otro sobre respuesta aleatorizada, titulado “El desafío de la confi-dencialidad”.

PROTAGONISTAS

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Ernesto Rojas: En la década de los 80, el periódico diario Juventud Rebelde tam-bién habitaba La Habana Vieja, justo donde hoy radica la Casa Editora Abril. Entonces, hasta allí llegó un joven perio-dista, afable, elegante y sereno, a sentar cátedra en la sección de Ciencia y Téc-nica Siglo XX, donde se especializó en computación. Tanto, que fue inevitable su colaboración con JT, sobre el avance de las nuevas tecnologías de la informa-ción y las comunicaciones, temas en los que fue pionero en su abordaje perio-dístico.

CONCURSO

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1er. Premio

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CIENCIAFICCIÓN

El resplandor de las estrellas muertas

POR ALEXY DUMÉNIGO ILUSTRACIÓN: G. REI

V ives en la ciudad del futuro y ni siquiera lo habías notado hasta ahora. Pero ves el anuncio de una película en una valla publicitaria, en la sec-ción de clásicos, y caes en la cuenta de que ya estás viejo.

En la imagen aparece una chica. Tiene el cabello castaño y sus ojos azules sonríen al hombre que camina hacia ella, de espaldas a la cámara, con una pistola en la mano. Ella lo espera sentada en el capó del carro, una antigualla con motor de combustión, a tono con el vestuario y la escenografía.

Recuerdas esa forma de vestir, los autos, los edificios. La ciudad es la misma de tu juventud, solo que entonces parecía más vieja. Así son las grandes ciudades. Vampirizan a sus habitantes. Los Ángeles se ve más jo-ven ahora y tú eres un hombre de cabello gris.

Cuando llegaste con tus maletas y tus sueños, la ciudad se movía rápi-do. Daba miedo. Pero aprendiste a seguir el paso. Ahora buscas las calles menos transitadas para que un taxi automático no te lleve por delante, pa-ra no chocar con las personas que caminan y hablan a las figuras de luz que las rodean como un halo. Parecen santos en una catedral de asfalto y neón. Santos móviles. Eficientes. Conectados.

Hola, caminante. ¿Has visto esta película?Las palabras se deslizan de derecha a izquierda, por debajo del póster

de la chica de ojos azules. Las imágenes no suelen durar más de cinco se-gundos en las vallas publicitarias, pero si te detienes a verlas, no pasa mu-cho antes de que la valla comience a leerte. Querrá saber lo que buscas y mostrará lo que la empresa puede ofrecer.

Tú solo quieres ver a la muchacha.Cómplices. Un clásico de su tiempo, con Vanessa Ledger y Tommy Hill en los

protagónicos. Por solo 6 dólares podemos reproducirla aquí y ahora para usted, o enviarla a su terminal de datos.

Podrías contestar que ya la tienes. Incluso, la versión remasterizada en hologramas, con los comentarios del director. Tienes las treinta y siete pe-lículas en que actuó Vanessa Ledger antes de suicidarse. Es una obsesión y no te gusta hablar en público de tus obsesiones.

También le recordamos que está disponible la última película de nuestra que-rida Ledger, fuerte candidata a los premios de la Academia este año.

Ahora las palabras se deslizan por la parte superior de la valla, justo en-cima de Vanessa.

Te gustaría decirle a la valla que deje de fastidiar, que no soportas a las nuevas versiones de Vanessa Ledger ni a los Tommy Hill de ahora. Obser-vas la expresión angelical de la muchacha y la malicia que se esconde en sus ojos. Vanessa nació para ese tipo de personaje. Ahora intentan meter-la en cualquier historia. Desde un drama victoriano a una de superhéroes. Vanessa era una mujer fatal. Encasillada. Perfecta.

No dices una palabra. Eres de esa generación que todavía ve ridículo ir por ahí hablando con hologramas y gritar a las vallas publicitarias o a los taxímetros. Te parece algo de locos.

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Todo se compila hasta formar películas, videojuegos, mundos a veces más reales que tu propia vida.

Como si no bastara, cualquiera puede descargar la expresión angelical y la intrigante mirada de Vanessa Ledger a un maniquí de pelo castaño, ojos azules y me-jillas rosadas. Tú debías conformarte con tu vieja Play-boy de hojas pegajosas.

Ahora las posibilidades son infinitas si eres joven y crédulo.

Para un actor decadente que ha visto el mundo tras bastidores, no son tantas.

Imaginas cómo sería cruzar la calle a todo correr. Ser atropellado. O saltar el contén al otro lado de la carretera. El barranco es un largo camino cuesta abajo, escarpado y oscuro. No llegarías vivo al fon-do y nadie te encontraría en semanas. En las afueras de la gran ciudad no hay nada salvo árboles y roca desnuda siguiendo la carretera. Has llegado aquí por un tonto capricho. O quizás para suicidarte y aún no lo sabías.

Pero no lo harás. Renunciaste a esa posibilidad cuan-do vendiste los derechos sobre tus películas y los re-gistros sensoriales tomados en cada filmación. Tus entrevistas. Las fotos y videos que se usaron en cam-pañas de publicidad.

Tampoco abres un enlace a tu terminal de datos. Na-da que ver con tus manías, es cuestión de privacidad. Algunas vallas muestran el nombre del usuario duran-te las operaciones. Alguien puede pasar y leerlo. En-tonces vienen y te preguntan si de verdad eres Andrew McDowell.

—¿Eres real? —preguntan.—De carne y hueso —es una de las respuestas que

sueles dar.Firmas un autógrafo. Te haces una foto con el admi-

rador. A veces tienes que dejar que te alcen las man-gas de la camisa y comprueben el pulso. O enseñar la herida que te hiciste esta mañana al afeitarte y la san-gre fresca. Cualquier cosa que demuestre que no eres un maniquí.

—¿Qué se siente compartir escena con Vanessa Le-dger?

Por un tiempo, la pregunta se repitió con más fre-cuencia de la que podías tolerar. No solo los fans, también los periodistas o algún presentador igual de inoportuno la arrojaban a tu cara de vez en cuando. To-davía alguien lo hace.

La pregunta es una estupidez. Nunca compartiste la misma habitación que Vanessa. Tu trabajo se limitó a conectar cables a tu cuerpo y moverte entre las panta-llas verdes. Hablar. Gritar. Lanzar puñetazos al aire al-gunas veces. Otras, besar el aire. Solo tú podías verla y sentir su piel tersa. Los vellos dorados de su cuerpo se erizaban al tacto y hubieras jurado en ese momento que todo era real. Tuviste las mayores erecciones de tu vida. Era también una tarea de precisión: si la embes-tías como animal en celo te fundías con ella en la ima-gen y había que empezar de nuevo.

Así te revolcaste en una cama vacía, toma tras toma, hasta que tus fantasías de la adolescencia se cumplie-ron (o casi). El director dijo que tenían suficiente ma-terial. Todos en la habitación aplaudieron. Te sentiste ridículo mientras te vestías.

Ofrecemos los más avanzados módulos de realidad vir-tual, a precios de risa. Se incluye un catálogo de estrellas para interactuar.

Para ti todo acabó antes de empezar, cuando la en-contraron en su apartamento, con el frasco de pastillas todavía en la mano, posiblemente a la misma hora en que te masturbabas en tu cuartucho de alquiler, con el número de Playboy que le dedicaron a ella. Estudiabas actuación en aquellos días. Vivías trasnochado y con la cabeza llena de proyectos. La noticia te afectó bastan-te, casi abandonas, pero la ciudad te había hincado los colmillos en la carótida, le pertenecías ahora. Te con-sagraste a tu carrera.

Demasiado tarde entraste a la industria. Ahora lo sabes.Te sientas en la acera y ves los autotaxis pasar silen-

ciosos. Las imágenes en la valla han vuelto a cambiar en intervalos de cinco segundos o menos. Puedes ver cada póster reflejado en los charcos. Juegas a leer los títulos invertidos.

Son películas muy de moda entre los jóvenes. No usan actores de carne y hueso. Solo hace falta un guion, diseños conceptuales, actores digitales que es-tán siempre disponibles en la red, algunos a precio ra-zonable y no hacen pretenciosas demandas al director.

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fuerte y silencioso que hace lo que debe, regresa con la chica al final y conducen juntos hacia el atardecer, igual que en Cómplices.

¿Cuándo fue la última vez que viste un atardecer?Es difícil ver uno en la ciudad.Los rascacielos se roban

el horizonte. Por eso viniste aquí. Alguien te comentó que en este kilómetro de la carretera se ven los mejores atardeceres. O lo dijeron en una película, no estás segu-ro. El caso es que llegaste tarde, como siempre.

Sin embargo, es una noche aceptable. El cielo se despejó después de llover todo el día y las estrellas bri-llan más que nunca. Te giras un poco para hablarle a la valla publicitaria:

—Muchas de esas estrellas están muertas desde ha-ce tiempo, ¿lo sabías?

La valla demora en contestar. Al final proyecta un paisaje estelar y una flota de naves de elaborado dise-ño que surcan el vacío. Debajo las palabras, de derecha a izquierda:

Viaje a las estrellas. La Muerte del Tiempo. Pasiones eléctricas. No te pierdas las más recientes joyas de la cien-cia ficción. Las historias más emocionantes y originales…

Te ríes con ganas. Repites en voz baja:—Historias emocionantes y originales.Como si fuera posible en estos días.

Hay material de sobra. Más del que había cuando decidieron sintetizar a Vanessa Ledger y generar las escenas finales de Cómplices. Si mueres, solo tienen que compilarlo todo.

Quién sabe en qué película de mierda o experiencia virtual fetichista reencarnarás. No lo puedes evitar, pe-ro te empeñas en retrasar ese momento.

Piensas en Tommy Hill. La última vez que lo viste fue en una gasolinera en Minnesota. No pudiste re-sistir la tentación de ir a estrechar la mano al héroe de tu infancia. Vestía chaqueta de cuero. Iba des-melenado, pero con estilo. Un maniquí en perfectas condiciones. Te soltó una de sus frases de tipo duro y cordial, que bajo la fina nevada se escucharon co-mo lo más natural del mundo. Luego se fue con su propietario, un sujeto peludo y grasiento que condu-cía un camión cargado de madera. El dueño lo mano-seaba delante de todos y prometió darle lo suyo en la parte trasera de la cabina.

La anécdota hacía reír a tus amigos y tú te dester-nillabas. Ya no es tan gracioso. No hay nada más de-gradante que convertirte en un símbolo, de lo que sea.

¿Por qué te vendiste, entonces?Por dinero, responderías. Es una de esas frases a

lo Tommy Hill que marcaban a tus personajes. El tipo

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De las ESTRELLAS al escenario Astros, agujeros negros, tiza y pizarra, cuentos, poemas y obras teatrales conforman el núcleo de pasiones de esta joven física cubana.

Gretel Quintero Angulo

ENTREVISTA

POR CLAUDIA ALEMAÑY CASTILLA @ claualecast

M ientras los parlamentos avanzan e indican que Desdémona ha muerto, la

actriz, despistada, continúa produ-ciendo movimientos erráticos que contradicen el terrible destino del personaje. Por fortuna, se trata de

un ensayo; concretamente, de un ejercicio de improvisación.

Alguien se burla en voz alta del aporte a la obra shakespeariana. La anécdota quedará guardada en los registros anecdóticos de este grupo de teatro.

Entre las carcajadas se puede es-cuchar la de Gretel. De ella cabría esperar algo más de tensión ante el

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suceso, pues es la encargada de diri-gir ese corrillo de físicos, devenidos actores. Pero ella es consciente de lo inusual del momento, de cuán cómi-co ha sido todo y de que disfrutar es imprescindible para aprender.

El proyecto comenzó hace ya cinco años en la Facultad de Físi-ca de la Universidad de La Haba-na (UH). Desde entonces, profeso-res y alumnos han incursionado, en la medida de sus tiempos y priori-dades, en la interpretación. La jo-ven profesora de Matemática y Fí-sica-teórica ha estado siempre al frente de ellos.

“He actuado y dirigido a la vez. Ahora solo llevo la dirección por-que es muy difícil hacer los dos tra-bajos. El equipo se ha ido metien-do cada vez más en cómo hacerlo, con ejercicios para practicar que ayudan mucho. Yo soy una persona muy curiosa y estudiosa. Me ocupo de buscar que las cosas salgan bien y también indago con personas que nos orienten”, advierte.

El grupo teatral tiene una impor-tante máxima por la cual se rigen to-das sus puestas en escena. Solo mon-tan comedias. La idea que los motiva es: “si el público no se ríe con el guion, al menos que se rían de nosotros”.

Gretel asevera, siempre con una amplia sonrisa, que los montajes tienden al caos. Son una comple-ta locura e incluso un dolor de ca-beza. Sin embargo, también opina que el valor del proceso es incalcu-lable. La investigadora suele disfru-tar cuando comienzan los ensayos y algún compañero dice necesitar salir un poco más temprano. Ella sabe que eso no ocurrirá. Una vez inician las actividades, nadie consi-gue escapar de su magia.

“Para mí el teatro ha sido muy en-riquecedor, aunque empezó solo co-mo algo menor, la simple iniciativa de montar una obra. Luego fue mi actividad de relax durante el periodo de escritura de la tesis de doctora-do. Llegó un momento en que esta-ba muy tensa porque quería que to-do saliera bien y este fue un espacio importante para descompresionar”, relata la joven física.

El telón solo baja en tiempo de vacaciones y durante las pruebas finales de cada semestre. Este últi-mo cese se pauta para que los estu-diantes no aludan al tiempo que les roban los ensayos.

“Noto cómo hemos ido evolu-cionando entre todos. Aprendi-mos técnicas y hasta a reaccionar en determinadas situaciones. A dar un buen espectáculo y mantener la atención del público. Eso es algo que incluso nos llevamos con noso-tros al aula y al ambiente de traba-jo”, expresa Gretel.

Para la investigadora, su afición por el trabajo ayuda a desbaratar muchos mitos que se erigen so-bre la figura del científico y que, en ocasiones, levanta paredes entre profesores y educandos.

“Tenemos parte del trabajo ade-lantado. Con las obras, los estu-diantes que colaboran, y luego el público, consiguen vernos en una faceta diferente. Eso les habla de que, no por haber escogido una profesión en las ciencias exactas, estamos privados de vincularnos a las artes, a las humanidades.

“Muchas veces conseguimos cosas geniales. Hemos tenido es-tudiantes que se embullan cuan-do nos oyen coordinar una salida al teatro y deciden ir con nosotros. Luego confiesan que es su primera vez frente a ese tipo de espectácu-lo”, narra la profesora.

Los elementos de psicología en que se basan muchos de los ejer-cicios de actuación contribuyen a lograr mejores relaciones interper-sonales. Esos contactos son muy beneficiosos a la hora de colaborar en equipos de investigación.

“Ese es otro mito a destruir, el del científico trabajando solo, ais-lado en un laboratorio particular. Hoy en día es casi imposible no trabajar en grupos y es muy im-portante que haya compenetra-ción. Hay una diferencia abismal en un espacio laboral donde todos van por su cuenta a uno en que puedes ver integración y las perso-nas se sienten libres de pedir ayu-da a su colectivo. El teatro te brin-da herramientas para vincularte con otras personas, me ha ayuda-do mucho en ese sentido”.

La opinión de la joven parece ser también la de muchos de sus colegas y de los alumnos que colaboran en el conjunto amateur. Se siente satisfe-cha de que, poco a poco, los compa-ñeros se incorporen al proyecto y dis-fruten de cada fase dentro de él.

Sin embargo, el teatro no es la úni-ca actividad a la que Gretel debe de-dicar su tiempo, curiosidad y estudio. Podríamos decir, sin lugar a dudas, que no tiene tiempo de aburrirse.

Un libro en las mañanas y luego lo cotidiano

La familia de Gretel Quintero Angulo es de esas que parecen un hormiguero humano. Quien escri-be esta entrevista conoce muy bien esos curiosos momentos que sue-le vivir la investigadora cuando, al ir por la calle, se encuentra con un pariente distante, al que apenas ha

Gretel es amante de la Física, la Matemáticas, del arte en general y del teatro y la literatura en particular.

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visto, pero del cual le han hablado tanto que lo siente muy cercano.

Según una tía, por parte de ma-dre se contabilizan más de 200 miembros en el árbol genealógico. Un batiburrillo de caras y nombres que la joven científica suele disfru-tar mucho. Ese ambiente le parece hermoso y se siente orgullosa de que toda su gente esté siempre dis-puesta a acoger.

No obstante, el núcleo más cer-cano de Gretel siempre han sido sus padres, su hermana y su abue-la. Con ellos ha estado desde la infancia y fue en el hogar donde aprendió el valor del estudio y la dedicación.

“Mi abuela era bibliotecaria y me inculcó el amor por la lectu-ra, de cualquier tipo. Ella era quien nos caía atrás con la chancleta por la casa para hacer las tareas o pa-ra que cogiéramos un libro porque mis padres llegaban un poco más tarde del trabajo. Siempre se ponía con nosotras, a ayudarnos”.

Cuenta esta anécdota con una sutil emoción en su rostro, la cual puede pasar inadvertida para quie-nes no sepan que hace poco perdió, de forma física, a esa importante fi-gura de su vida.

Con las enseñanzas recibidas, Gretel se ha impuesto alguna que otra rutina. Todas las mañanas, an-tes de comenzar el ajetreo diario, busca el momento para sentarse

a leer. El género no importa. Puede ser ficción o simplemente un artí-culo científico que la ayude a man-tenerse al día en su profesión.

“Es algo que suele darme ener-gía para enfrentar el día a día”, dice con una seguridad tan grande que obliga a preguntarse cómo se sen-tirá de ánimo cuando no consigue el tiempo para hacerlo.

Tras ese instante dedicado a los libros y a esas otras tareas comu-nes de los amaneceres, la investi-gadora sale al mundo exterior. La espera su trabajo, o mejor dicho, sus dos puestos laborales. Además de dar clases en la UH, es miembro del departamento de Física-Teórica del Instituto de Cibernética, Mate-mática y Física (ICIMAF).

“Ahí tengo también un equipo de trabajo muy diverso. Un colega de más experiencia nos dice que so-mos físicos de nuevo tipo. Una chi-ca canta en una banda, otro pinta muy bien, hay quienes escribimos y demás.

“El debate es enriquecedor y to-dos estamos interesados en co-laborar. Y sí, en un fin de semana, después de tanto trabajar, puede ser que nos encuentres a todos en el Submarino Amarillo, en el teatro, o cualquier otro espacio de espar-cimiento. Es importante tener una red de apoyo tanto para las cues-tiones laborales como para la vida cotidiana”, reflexiona Gretel.

Pero el aula sigue siendo uno de los escenarios donde la joven in-vestigadora siente más placer de estar. Sin embargo, reconoce que ser profesora es un reto que, ac-tualmente, está marcado por la contemporaneidad.

“Estar en un aula y lograr que el estudiante haga caso a lo que tú di-ces y no mirando su móvil es una gran proeza hoy en día. Al principio me era muy difícil porque entonces no tenía la cultura de motivar a los alumnos. Eso lo vas cogiendo con el tiempo. Pero, poco a poco, adquieres medida de que necesitas decir para que ellos se interesen en la clase”.

También asegura que no puede ser solamente ir y soltar el conteni-do. Hay clases muy complejas que pueden convertirse en un cons-tante y pesadumbroso ejercicio de “llenar pizarras”. Los jóvenes des-motivados son el enemigo cons-tante de los profesores.

“Actualmente, uno está compi-tiendo todo el tiempo por la atención de los muchachos, en varios senti-dos. Aún el chico menos aplicado de la clase tiene acceso a mucha infor-mación. Entonces tú llegas al aula y ellos pueden buscar y corroborar lo que tú les dices solo con su teléfono. Eso es un proceso muy fuerte y la pri-mera vez que te pasa, impacta”.

Pero, ¿es acaso esta nueva reali-dad algo malicioso para el proceso educativo? Quintero Angulo piensa que no. Para la científica esta nue-va realidad es buena, porque bene-ficia a los alumnos y exige más de los profesores.

“Cuando yo estudié –me gradué en el año 2007– no había Internet en los móviles, ni Wikipedia. No era factible descargar un documento

La científica dirige un grupo de teatro en la Facultad de Física de la UH.

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en PDF y mucho menos se soña-ba con poder consultar vía online. Prácticamente el profesor era el dios que tenía no solo el control de la clase, sino de la bibliografía. Hoy en día es todo lo contrario”.

El contexto digital le obliga a pre-pararse cada vez más. También im-pone a los docentes el integrarse e idear nuevos mecanismos de moti-vación para los educandos. Ahora, existe la posibilidad de buscar el vi-deo de un experimento, o cualquier otro ejercicio, llevarlo al aula e im-pactar a los muchachos de una ma-nera diferente.

Cuando conocemos de cerca las complejidades en el día a día de esta profesora, surge una du-da: ¿está acaso realizada con la carrera escogida?

El camino de la Física: del preu-niversitario al doctorado

Gretel reitera que su infancia transcurrió en estrecho vínculo con los libros y con el desempeño aca-démico. Siempre fue voluntad de sus padres y de su abuela que ella y su hermana optaran por una ca-rrera universitaria y las prepararon para asumir esa realidad como un objetivo palpable.

Tuvo un buen desempeño para las ciencias exactas y las humani-dades por igual. Sentía igual gusto por ambas áreas del conocimien-to y, hasta el último momento an-tes de las pruebas de ingreso a la universidad, albergó inquietudes sobre cuál sería la elección idónea.

Pero el interés por la Física ya contaba con una potente semillita dentro de ella. Durante la enseñan-za media secundaria tuvo una pro-fesora para esa asignatura que se esforzaba en llevar al aula demos-traciones y experimentos. Esos tur-nos eran muy buenos y Gretel que-dó atrapada por ellos.

Tras ingresar al Instituto Preuni-versitario Vocacional de Ciencias Exactas “Vladimir Ilich Lenin”, con-tinúo su experiencia vinculada a esa ciencia. Ingresó al grupo de alto ren-dimiento de la materia en cuestión y, aunque no ganó grandes premios, su vocación se hizo más clara.

“Comencé a decir que estudiaría Física, aunque hasta entonces pen-saba también en las Telecomunica-ciones porque mis padres, los dos,

son ingenieros de esa rama. También en aquella época el programa Pasaje a lo desconocido ponía muchos docu-mentales sobre agujeros negros y el espacio. Todo eso me gustaba mu-cho”, narra la investigadora.

Pero, en el momento decisivo, la elección quedo constreñida entre la mencionada carrera científica y Fi-lología.

“Escogí Física porque me dio la impresión de que desde ella yo po-dría acercarme luego a las letras o a las humanidades. Hoy creo que fue una idea acertada, sobre todo en cuanto a la preparación de las ma-temáticas. Para mí, esa es la mate-ria que pone la barrera real entre las ciencias exactas y las sociales”.

Al empezar la enseñanza uni-versitaria, Gretel se enfrentó a ciertos miedos sobre su elección, infundado tanto por profesores como compañeros. Sin embargo, las dudas se despejaron luego del primer examen.

“Fue una prueba de análisis ma-temático. Esto es un poco raro de decir, pero yo tuve la suerte de que viniera un ciclón las semanas an-tes y pasé casi 15 días sin clases. Todo lo que hacía era estudiar. El día de la evaluación me dije que si suspendía quizás era indicador de que la Física no era lo mío y debería pensar en buscar otra carrera.

“Ahora analizo que esa no era la reflexión correcta porque, al final, era solo el primer choque. Bueno, pues pasó el examen, saqué 5 —lo cual fue comenzar con muy buen pie, casi nadie coge esa nota en esa

asignatura— y, a partir de ese mo-mento todo fue estudiar y mucho”, comenta la entrevistada.

La profesora además reflexio-na que, después de esa anécdo-ta, se percató con más firmeza de cuánto deseaba ser física. Quedó consciente de que no era fácil, pe-ro estaba dispuesta poner todo su empeño en ello. Habría que hincar los codos sobre los libros y dedicar tiempo a entender los conceptos.

“Creo que hoy en día la gen-te choca tanto con las carreras de ciencias porque piensan que lo im-portante es comprenderlo todo de forma inmediata. No puede ser así. A veces no das con una noción de la carrera, o hasta después de diez años de graduado, e incluso puede que nunca la entiendas”.

Luego de comprender que lo im-portante era el esfuerzo y la dedi-cación en el estudio, Gretel ganó confianza en sí misma y en sus pro-yectos. Aquel paso fue definitorio en la travesía por alcanzar su título de licenciatura.

Tras las primeras impresiones, comenzó la necesidad de buscar un tema de investigación para de-sarrollar sus proyectos educati-vos. Sin embargo, las primeras as-piraciones de Gretel se vieron algo frustradas.

En el ICIMAF encontró el espacio para desarrollar su amor por la Astronomía.

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“Cuando entré a la carrera lo hice influenciada por la astronomía, las galaxias, agujeros negros y demás. Pero pasa que cuando uno llegué a la Facultad, aunque parezca increíble, acá adentro los astrofísicos no go-zaban del mismo prestigio que suele darle la gente que no está vinculada a nuestros campos de estudio.

“Tenía mala fama en el sentido de que era una ciencia muy espe-culativa, de que los investigadores solían estar en las nubes y no co-nectados con nada concreto de la vida. En fin, que comencé a desviar mi interés y a dedicarme a cosas más concretas”.

El giro de motivaciones fue a dar hacia la Física-matemática. En su tesis de licenciatura, trabajó la electrodinámica al buscar aplica-ciones en estructuras de carbono. Luego, en la maestría, los tornos volvieron a cambiar y esa vez tocó el turno a la Física-teórica: centró su ejercicio de defensa en un pro-blema de sistemas complejos.

El doctorado parecía ser el mo-mento de ruptura total con la añe-ja pasión por la astronomía. Inició su proyecto en Física estadísticas de sistemas biológicos cuando se reen-contró con aquellos viejos anhelos.

“Regresé a lo que originalmente yo quería ser. En un momento de-terminado lamenté no haberlo he-cho desde el principio, pero des-pués me dije que no. Al final había sido bueno probar otras cosas. El camino había sido largo y enreve-sado, pero para nada aburrido”.

Su tema de estudios para alcan-zar el máximo grado científico fue-ron las estrellas, su composición, propiedades observables, el cálculo

de su masa, radio, su movimiento, entre otros elementos.

El viaje por el espacio conocido“Date cuenta que lo único que

uno puede medir del universo, desde la Tierra, es la radiación electromagnética –bueno, y des-de hace poco las ondas gravi-tacionales–. A partir de ella, se pueden hacer trabajos para com-prender otros fenómenos que es-tán sucediendo ahora mismo en el cosmos”, explica Gretel con pa-ciencia de maestra.

Al estudiar ese concepto en re-lación con las estrellas, se pue-den obtener pistas sobre las fa-ses de la materia presente en los astros, cuáles son los compues-tos químicos en ellos y otras ca-racterísticas.

Conocer la radiación electro-magnética de cuerpos espaciales es importante porque así se pue-den analizar desde la Tierra a pe-sar de ser muy distantes. Además, no es posible reproducir algunos de objetos en nuestro planeta debido a su densidad como las estrellas de neutrones, las enanas blancas o los agujeros negros.

“Mientras más energía tiene la materia, más reacciones pueden ocurrir entre las partículas que hay en ella”, afirma la especialis-ta. Entonces entran las preguntas más transgresoras: ¿se cumplen las mismas leyes de la Física que tenemos nuestro planeta en esos

espacios?, ¿o existe otra, que toda-vía no conocemos, pero se produce de igual modo?

“Hay mucha incertidumbre y la idea es tratar de descubrir, de refi-nar las mediciones para luego ana-lizar como interpretarlas. Es decir, desarrollar modelos matemáticos que nos ayuden a comprender que ocurre en el cosmos. En esa elabo-ración yo centro mi trabajo, y en compararlo con fenómenos físicos que tengan algún parecido y ocu-rran en la Tierra”.

Su investigación al respecto fue posible gracias a su vínculo con el ICIMAF. En realidad, la facultad de la UH no cuenta con un grupo de investigación dedicado específica-mente a la astrofísica. Dentro del instituto investigativo, la científi-ca inserta su proyecto en un grupo que combina esta materia con la Fí-sica de altas energías, y también las aborda por separado.

Además, el centro ha permitido a Gretel compartir sus experiencias con especialistas de otros escena-rios. La institución tiene vínculos con entidades como la Universidad de Lisboa o el Observatorio de Pa-rís a donde la joven investigadora pudo acudir durante el desarrollo de su doctorado.

“Como continuación de mis in-dagaciones, ahora quisiera profun-dizar en la parte microfísica. Abor-dar más la Física de altas energías y las partículas, específicamente en cuanto a estrellas”.

Sus colegas de trabajo son también importantes compañeros en la vida cotidiana.

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La otra cara de una monedaGretel cree firmemente que una

profesión no define la vida de las personas. Dedicarse a las ciencias sociales no puede estar reñido con comprender un problema matemá-tico. Por eso, todavía se sorprende cuando alguien conoce con incre-dulidad que, además de su inten-sa carrera académica, tiene varios cuentos publicados en antologías cubanas.

“Escribo desde niña, casi cual-quier género. Siempre he tenido la intención de desarrollar esa ten-dencia propia. Sobre todo porque hay mucha gente que continua con el mito de que el científico no tie-ne tiempo para nada, solo para la investigación. Eso no es cierto. Por otro lado, tener actividades extras es, más que divertido, importan-te para la estabilidad mental de las personas en cualquier trabaja”, de-fiende la científica.

La profesora de la Facultad de Fí-sica ha sido constante en su em-peño. Cursó estudios en le Centro Onelio Jorge Cardoso de formación literaria donde tuvo oportunidad de vincularse con jóvenes escritores cubanos, de aprender, y de incur-sionar en las letras.

“Fue muy divertido porque cuan-do dije mi profesión todo el mun-do asumió que yo escribiría cien-cia ficción –sobre agujeros negros y viajes en el tiempo–. Todos se sor-prendieron que ese no era mi cam-po de interés dentro de la literatura. Alguien hasta me dijo que no de-biera ser así porque precisamente tenía la preparación para hacer ese tipo de historias más verosímiles”.

También, Gretel cursó el diploma-do en Humanismo y Sociedad que se imparte en el colegio de San Juan de Letrán. Con esta experiencia, la joven científica puedo comprobar las interconexiones a trazar entre las ciencias naturales y las exactas.

Un reto a futuro para la astrofí-sica es completar un libro: “Espe-ro hacerlo algún día. Es uno de mis planes, creo que me lo debo a mí misma, solo por el placer de verlo publicado”.

Otra frontera por derribarCuando la científica estaba por

defender su tesis para alcanzar el máximo grado científico, tuvo que

presentar un examen de suficien-cia en idioma inglés. Para reali-zarlo, hubo de acercarse a la Fa-cultad de Lenguas Extranjeras de la UH. Ahí, fue recibida por una doctora en ciencias que, para sor-presa de Gretel, se alarmó por su profesión.

–¡¿Qué hace una mujer joven es-tudiando Física?! –fue el suspicaz parlamento al que la muchacha no tuvo otra cosa que responder que así era su gusto e interés. ¿Por qué no podría hacerlo?

Este incómodo momento fue una de las experiencias en que la inves-tigadora vivió el perjuicio que exis-te, todavía hoy, hacia las mujeres en las ciencias exactas.

“No tiene nada que ver con el ni-vel educativo de las personas, co-mo bien demuestra el ejemplo que te mencioné. Va más allá. Es, sin duda, un fenómeno cultural”, ex-presa la profesora.

Esa no es la primera anécdota en que Gretel se enfrentó a esa situa-ción. Durante la carrera ella sintió que existía un estigma sobre aque-llas chicas que decidían ir maquilla-das o arregladas a la Facultad. Es-tar desaliñada era bien visto o, de lo contrario, se tenía poca confian-za en tus capacidades.

“Hay cosas muy sutiles. Nadie las dice, pero hay como un canon el cual dicta que si eres mujer y tienes muchos resultados en carreras du-ras es porque estudias mucho. No

por tu capacidad. Los hombres son talentosos, las chicas aplicadas. Pero la realidad es que, para gra-duarnos, todos tenemos que esfor-zarnos por igual”, advierte con se-riedad la académica.

Para Gretel, otro gran muro a de-rribar para las mujeres en la cien-cia es el de la visibilidad. El mito del científico hombre, de avanzada edad, enclaustrado tras unos espe-juelos gordos en un laboratorio es demasiado poderoso.

“La discriminación es entonces ve-lada. Existe, pero a veces una no está preparada para identificar las situa-ciones en que la sufres o para enfren-tarlas. Luego de vivirlas yo creo que no puede ser un freno para el desa-rrollo de las personas”, expresa.

Derrumbar esos estigmas no es tarea sencilla. Cada cual debe asu-mir la realidad y contribuir a cam-biarla un poco más cada día. Gretel está dispuesta a brindar su propio aporte. Como profesora, investiga-dora o mujer, está dispuesta a de-rribar todos los mitos que se pue-dan interponer en el camino.

El aula es otra de las pasiones de esta joven docente.

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Un ILUSTRACIÓN: RICARDO VALDIVIA

Videojuegos

MUNDOBIT

POR ABDIEL ALEJANDRO MONTANO

En algún momento todo gamer ha fantaseado con la idea de que le paguen por jugar a su

juego favorito. Pero en la actuali-dad esto más que un sueño, puede ser una realidad. Cada día que pa-sa, los E-Sport o deportes electróni-cos ganan más seguidores, con una amplia gama de videojuegos que tienen ligas, torneos, competencias nacionales e internacionales.

Fornite, Overwatch, Hearthstone, Dota 2, Counter Strike Global Offen-sive, League of Legends, Autochess y ClashRoyale son solo algunos de los que conforman la cada vez más grande lista de deportes electró-nicos. Y si bien muchos pensaron que esta “moda” se perdería con el

tiempo, cada día parece cobrar más renombre.

Grandes ligasEl mundo del juego competiti-

vo es equiparable a grandes fran-quicias y empresas deportivas co-mo la NBA la MLB y la FIFA. Los campeonatos mundiales de jue-gos como League Of Legends fue-ron vistos por 400 millones de espectadores en el 2016, fue re-transmitido en 18 idiomas y repar-tió aproximadamente 6,7 millones de dólares en premios, una suma pequeña comparada con D.O.T.A (Deefend of the Anciens), otro gi-gante del E-Sport que compartió la suma de 21 millones como premio de uno de sus más altos campeo-natos.

puedeser un deportista

En Cuba los entretenimientos electrónicos cuentan con una comunidad creciente que apuesta por la profesionalización y son varios los atletas que representan al país en competencias nacionales e internacionales

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A pesar de esto, muchos aún se preguntan si realmente se puede considerar como deporte a la prác-tica de jugar videojuegos con fines competitivos.

Claro que sí, pues los videojue-gos que se consideran E-Sport po-seen reglas, estrategias, jueces, entrenamientos y un público de-seoso de vitorear. Incluso, se pue-den encontrar historias increíbles de personas que por problemas

o dificultades físico-motoras en-cuentran libertad en el mundo del videojuego.

Las comparaciones que validan a los E-Sport como deportes no se detienen ahí. En ellos se encuen-tran reconocidos jugadores profe-sionales que al igual que los depor-tistas tradicionales participan de actividades de impacto social, pro-mociones, publicidad, controver-sias y escándalos.

Existen eventos internacionales como los Video Game Awards (VGA), una especie de Oscar para el video-juego, que ha brindado un espacio a toda una categoría para premiar al Mejor juego de E-Sports, Mejor juga-dor, equipo, evento de E-Sports, en-trenador y presentador.

Isla adentro.En Cuba no nos quedamos

atrás, a partir de la existencia de una comunidad muy activa en videojuegos. Además, existe la Agrupación de Deportes Electró-nicos de Cuba (ADEC) que por ahora ampara videojuegos co-mo el Autochess, ClashRoyale y

Lo

en losdel añomejor

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el Hearthstone. Este grupo de ju-gadores cubanos defiende el de-recho de los deportistas electró-nicos de la Isla a participar en certámenes internacionales a pe-sar de las dificultades que esto implica.

Entre los problemas de la ADEC hoy están que los videojuegos que son vistos como competitivos de manera seria requieren en casi to-dos los casos una conexión a Inter-net casi permanente y de calidad para la participación en los eventos clasificatorios.

Conspira también la capacidad de sus miembros para viajar a las naciones donde se desarrollan al-gunos de estos torneos y la impo-sibilidad de Cuba para ser acepta-do como país participante, en gran medida por desconocimiento de los organizadores de los certáme-nes y en otros casos por las sancio-nes de Estados Unidos.

A pesar de ello, los jugadores cu-banos no se rinden. Ya han logrado tener experiencias competitivas re-gionales y pronto aspiran a ganar un espacio dentro de la comunidad in-ternacional de deportes electrónicos.

Puede que pase un tiempo an-tes de que seamos considerados una fuerza contundente dentro del E-Sport como lo son Corea o Chi-na, pero existe un gran potencial en nuestros gamers.

La Agrupación de Deportes Electrónicos de Cuba es un proyecto que reúne a jugadores y amantes de

los deportes electrónicos de Cuba, con el objetivo de

desarrollar la cultura del deporte electrónico en el

país. Mediante la creación de espacios donde se promueve

el deporte, la cultura y la recreación sana. Se fundó el 25 de noviembre de 2007.

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ZONAAPP

POR OSVALDO PUPO GUTIÉRREZ @PupoOsvaldo

E n esta ocasión en Zona App te proponemos conocer cuáles fueron las aplicaciones más

descargadas el pasado 2019 por los usuarios de APKLIS, el Centro de Aplicaciones Android desarrollado por la Universidad de Ciencias In-formáticas (UCI), dentro de las que sobresale la versión para dispositi-vos móviles de esta suerte de Play Store cubana.

Todus, Transfermóvil, ETK, ¡Dónde hay! son algunas de las aplicaciones más descargadas en el repositorio cubano de apks

LO MÁS

POPULAREN

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eamos comoSPOR IRAMIS ALONSO PORRO

@Iraporro

Magnetismo cotidiano, orígenes y aplicaciones, del Dr. en Cien-cias Físicas. Arnaldo Gonzá-

lez Arias, es un libro poco común. Para empezar, porque resulta po-

co habitual que un texto sobre cien-cia, y más sobre una temática que se inscribe dentro de las ciencias naturales y exactas, sea recomen-dado por una persona cuya forma-ción está básicamente relacionada con las humanidades, una de esas estudiantes, que aún entusiasma-da por la aventura de la astronomía o los peligros de ciertas reacciones químicas, escogió una carrera “pa-ra no ver nunca más un número”.

Quizás si entonces hubiera teni-do un texto como este en mis ma-nos, seguramente hubiera escogido también periodismo, pero con un poco más de conciencia sobre mi ignorancia y sobre los peligros de ese falso velo que ha separado en no pocas ocasiones el acervo cien-tífico de lo que se considera Cultura o de lo que es necesario para consi-derarse una persona medianamen-te informada o culta.

Por demasiado tiempo imagi-nación y ciencia han sido percibi-dos como extraños, o antagónicos. Y durante demasiado tiempo se ha alimentado ese estereotipo del científico como un individuo desco-nectado de los avatares cotidianos, una percepción que les cercena su capacidad de influir en los procesos de construcción social.

En una compilación de artículos titulada “Sobre la imaginación cien-tífica”, publicada en 1990, su editor, Jorge Wagensberg, advertía que “el científico solo tiene una manera de

LEAMIRENAVEGUE

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SEAMOSCOMOGALILEOSEAMOSCOMOGALILEOSEAMOSCOMOGALILEOSEAMOSCOMOGALILEOSEAMOSCOMOGALILEO

esquemas, lenguaje técnico) aborda temas complejos a partir

de ejemplos de la cotidianidad, en una búsqueda de equilibrio entre lo docto y lo profano.

Como dice el artículo de El País, no podemos seguir creyendo que la ciencia convence solo porque tiene la razón; hay que presentarla de un modo más lúdico, incluso –aunque pudiera parecer un sacrilegio esto que digo- más afiliado a las estra-tegias de la industria del entrete-nimiento, más al modo Carl Sagan, por decirlo de una manera com-prensible, llevarlo a todos los len-guajes, a todos los públicos, inclu-yendo por supuesto a niñas y niños.

Por eso son muy necesarios estos libros no comunes. Porque estar in-formados es una urgencia, si quere-mos construir, como queremos, una sociedad donde el ciudadano par-ticipe de las decisiones con todo el conocimiento disponible.

Galileo nos legó algo trascenden-tal. A contrapelo de la Iglesia católi-ca, renegó del mandato: ¡Cree!, y nos dijo: ¡Mira!; puso un telescopio frente a nuestros ojos para que comprobá-ramos, cuantas veces quisiéramos, que no éramos el centro del universo y que este, Tierra incluida, se movía. Pero fue más allá. Fue uno de los pre-cursores que desdeñó el latín para publicar en otros idiomas con el pro-pósito que el pueblo lo entendiera.

Seamos como Galileo, o como Arnaldo González en Magnetismo cotidiano, orígenes y aplicaciones: perseveremos en buscar lenguajes nuevos para desterrar el oscuran-tismo que representa explicar con argumentos falsos aquello que no comprendemos.

explorar la naturaleza, jus-tamente imaginándose pri-mero cómo podría ser, e in-ventando explicaciones posibles de la realidad, para confrontarlas luego en forma crítica y rigurosa con la realidad misma”.

Afortunadamente, quienes se adentren en este texto verán que el Dr. Arnaldo González Arias cumple con tal presupuesto: Imaginación, flexibilidad cognoscitiva y mucho sentido común emergen de su pen-samiento.

Ahora, no es común tampoco este libro, porque en un momento donde las fórmulas más comercia-les de la industria editorial del mun-do, y a veces también de la nuestra, apuestan por títulos de autoayuda, esoterismo y promesas fáciles para tanta humanidad sufriente, solita-ria y perdida, Magnetismo cotidiano, orígenes y aplicaciones nos hace e in-tenta responder a preguntas direc-tas, esenciales, útiles para entender muchos por qué de nuestra vida co-tidiana: ¿El agua se magnetiza? ¿Y los combustibles?, ¿Cómo funciona una cocina de inducción? ¿Se puede aliviar el dolor utilizando un imán? ¿Daña la salud vivir cerca de una lí-nea de alta tensión?

Es decir, en un contexto digital caótico, inundado de información dispersa, confusa y, en muchos ca-sos, simplemente falsa, este título nos da herramientas para investi-gar, cuestionar y buscar algo de luz en ciénaga semejante.

Esta contribución es notable, por-que tiene que ver con la responsabi-lidad social de los investigadores en un universo donde las pseudocien-cias hacen metástasis.

Y es un tema en el que quiero de-tenerme porque creo que es la con-tribución fundamental de este texto.

Hace dos días, el 12 de febrero, la sección Tribuna del periódico espa-ñol El País publicó un artículo titu-lado “La ciencia no convence”. Allí, su autor relataba el caso de Mario Rodríguez, “un estudiante de cien-cias físicas que con 21 años decidió no someterse al trasplante de mé-dula que le sugerían sus médicos para ponerse en las manos de un curandero, razón por la cual fallecía poco tiempo después, luego de se-guir un tratamiento a base de vita-minas y semillas de albaricoques”.

El mismo artículo alertaba sobre cómo, a pesar de las enormes evi-dencias sobre el carácter antrópico del cambio climático, no se logra una reducción sustancial de las emisio-nes de gases de efecto invernadero.

Por qué está sucediendo esto es la pregunta que se hacía el perio-dista y se respondía: “las pseudo-ciencias nos dicen lo que queremos oír y nos ofrecen soluciones senci-llas a problemas complejos en un derroche de populismo, lleno de promesas y fuegos artificiales”.

Eso quiere decir sencillamente que la ciencia, y también el periodismo científico especializado, la comunica-ción en general, no están siendo con-vincentes, comprensibles, atractivos.

Por eso también es que les convido a leer Magnetismo, porque con todo el rigor de la ciencia (sí, hay fórmulas,

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Cualquier cuestión, por trivial que parezca, puede ser abordada para diseñar una solución mediante ingeniería electrónica

Sistemas de alarma para automóviles

POR JOSÉ MIGUEL SIRGO PASCUAL

Para detectar el intento de intru-sión en un automóvil, existe una amplia gama de alarmas acústi-

cas: por vibración, detector volumé-trico y consumo eléctrico, entre otras.

Todos ellas tienen una etapa en común que es la encargada de pro-ducir el potente sonido de alerta.

Ese momento es lo que se conoce como sirena exponencial, que sue-le basarse en dos clases de siste-mas acústicos: el de transductor pie-zoeléctrico o el de parlante dinámico de bobina móvil con imán permanen-te. Este último es el típico altavoz o parlante con membrana de plástico.

Estas bocinas o sirenas exponen-ciales son capaces de generar un sonido de alta presión acústica que puede llegar a los 110 decibeles, lo cual debe ser suficiente para disua-dir a los amigos de lo ajeno.

El único inconveniente de estas sirenas es que, cuando existen va-rias de ellas en una misma locali-zación, puede haber coincidencias en el sonido, ya que la gama de me-lodías que emiten las diversas alar-mas comerciales es limitada.

Cuando eso ocurre, el propietario del vehículo no tiene forma de saber si es el suyo el que avisa o es otro.

Por este motivo diseñé una si-rena totalmente inédita con soni-do vanguardista.

Pimero describiré el cir-cuito que podremos estu-diar en el esquema de blo-ques.

Y para terminar vere-mos el esquema teórico y la PCB.

Descripción del circuitoEsta sirena exponencial produce

cuatro sonidos diferentes que se al-ternan cíclicamente.

Comienza por un tono único, se-guido de dos alternativos (sirena francesa), luego vendría un sonido reverberante y termina con un repi-queteo multitonal.

El sistema consta de varios blo-ques funcionales: • Etapa de potencia en puente (h)

IC2.• Oscilador v.f.o. (a) regulable me-

diante trimer potenciométrico.• Desfasador de señal 180º (b).• Generador de tono único y de bi-

tono (c).• Generador de tono reververan-

te (d).

• Etapa (e) de inhibición para el generador (c) y activadora del generador (d).

• Etapa (f) activadora de (a)+(b).Es fundamental que toda la se-

cuencia esté sincronizada, para lo cual la resistencia R6 es la encar-gada de que la etapa de control (e) inicie siempre en el mismo punto de tiempo.

Otro detalle importante es que, debido al tipo de biestables que forman las puertas NOT cuando la constante de tiempo es gran-de, al inicializarse la carga del ca-pacitor desde cero, el umbral de tensión de este hace que el tiem-po de basculamiento del inversor digital sea mayor en la primera fa-se.

Esto sucede porque cuando se produce el basculamiento pasan-do a estado (l), la salida no llega a los cero voltios en el capacitor de la entrada de la puerta NOT; por tal razón, el basculamiento ocurre en menor tiempo en la siguiente carga del capacitor.

Este efecto indeseable se supri-me aportando al capacitor una ten-sión mínima de cinco voltios, para que empiece ya parcialmente car-

gado en el primer ciclo.Este mismo efecto es el que

propicia que el generador (c) tenga dos funciones.

Inicia con un tono único y después es bitonal.

De esto se encarga el regulador de tensión for-mado por el zener (d7) las r1 y r2 y el transistor

bc548.

CONSTRÚYALOUSTED

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TIEMPOPARAPENSARTIEMPOPARAPENSAR

A CARGO DE: JOSÉ PÉREZ–GALDÓS

SUDOKU

RESPUESTA

Al resolver este Sudoku puzzle puede poner los números de 1 a 9 en cada célula vacía para que cada fila, cada columna y cada bloque de 3 x 3 contengan todos los números de 1 a 9.

EN NUESTRO PRÓXIMO NÚMERO:ESPECIAL COVID-19

HUMORMUTANTE

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Los cuentos serán inéditos y se presentarán firma-dos con seudónimo ya sean impresos o en formato digital. En sobre o documento aparte: nombre del au-tor, número de carné de identidad, dirección y teléfo-no o correo electrónico.

Extensión máxima: 3 cuartillas mecanografiadas o tecleadas en word, en página A4, con letra Times New Roman a 12 puntos, e interlineado sencillo.

Los trabajos en formato impreso deben presentar-se en original y dos copias, y no se devolverán.

El incumplimiento de las bases descalifica la obra. El ganador del primer premio NO podrá pre-sentarse a la siguiente convocatoria.

Dirija su texto a Casa Editora Abril, Prado 553 e/ Dra-gones y Tte. Rey, La Habana Vieja, La Habana. CP 10200

PREMIOS:

PRIMERO $ 1000.00 CUPSEGUNDO $ 700.00 CUPTERCERO $ 300.00 CUP

Además, publicación de la obra enJT y diploma

CONCURSOvence

31 de diciembre

NOVELA DE CIENCIA FICCIÓN Y FANTASÍA

Las obras deberán ser inéditas y no estar comprometidas con ningún otro premio nacional o internacional.

Se presentarán en original y dos copias por el sistema de plica, firmadas con seudónimo. En so-bre aparte se consignarán los datos personales del autor. También se pueden enviar en formato digital.

Los materiales deben tener una extensión entre 120 y 180 cuartillas y se enviarán impresos en pá-gina A4, con letra Arial a 12 puntos e interlineado doble.

Se otorgará un premio único consistente en 3 mil pesos CUP, más la publicación de la obra en la colección Nébula, de la Casa Editora Abril y el pago de los correspondientes derechos de autor. Podrán concederse hasta dos menciones.

Los resultados se darán a conocer en la Feria del Libro del 2019. La convocatoria se hará con carác-ter bienal. Dirija su texto a Revista Juventud Técnica, Casa Editora Abril. Prado 553 e/ Dragones y Tenien-te Rey, La Habana Vieja, La Habana, CP 10200

Vence 31 de diciembre 2020

BASES

TOMADO DE: HANDFIE.COM

HERRAMIENTAS• Alicates• Atornillador eléctrico• Brocha• Flexómetro• Lija de mano• Rodillo• Sierra de calar• Tijeras

Cómo

hace

r

una

cam

a pa

ra

GA

TO

S

1- Mide y corta las piezas.

Debes realizar una hendi-dura rectangular, una más ancha que la otra para que encajen. (Medida de las ta-blas: 30x50 cm)

MATERIALES• Barniz• Escuadras• Hembrillas• Juguete de trapo• Mantel de mimbre• Pintura• Tablón de madera• Tornillos

3- Decora la cama

Se puede colocar un rascador en los la-terales y juguetes colgantes a su gusto.

2- Monta la estructura

Juventud Técnicawww.juventudtecnica.cu MEDIUM | Juventud Técnica

IDEAS