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Ejemplar de cortesía | Año 8, No. 42 | Abril - Junio 2013 | León, Gto. México ISSN: 2007-3372 Alondra de la Parra · 60 minutos por México Día Mundial del Medio Ambiente · Ben Affleck y Argo La Brújula la lleva el Muerto · La Decena Trágica Pinceladas en el recuerdo José Miguel Urrutia

Revista Cultural San Gabriel No. 42

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Revista gratuita preocupada por promover el arte, la educación y la cultura en el estado de Guanajuato, México.

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Ejemplar de cortesía | Año 8, No. 42 | Abril - Junio 2013 | León, Gto. MéxicoISSN: 2007-3372

Alondra de la Parra · 60 minutos por MéxicoDía Mundial del Medio Ambiente · Ben Affleck y ArgoLa Brújula la lleva el Muerto · La Decena Trágica

Pinceladas en el recuerdo

JoséMiguel Urrutia

Artículos escolares, Pizarones, Distribuidor Prinaform, Línea electrónica,Artículos de oficina e ingeniería, Máquinas etiquetadoras.

2 | REVISTA CULTURAL SAN GABRIEL

DIRECTORA GENERALGabriela Gallardo Saavedra

COORDINADORA EDITORIALAna Gabriela Córdova Gallardo

CONSEJO EDITORIALRamón Neme SastreÁngel Infante López

Enrique Ruelas

EDICIÓNJuan Octavio Torija Aguilar

ARTE Y DISEÑOMariajosé Morán Mendoza

VENTASAna Gabriela Córdova Gallardo

ACTUALIDAD

Hecho en México La brújula la lleva el muerto. Cuando hacer cine es la respuesta

Aquí y ahoraJosé Miguel Urrutia. Pinceladas en el recuerdo.

HuellasAlondra de la Parra en Alemania

EDUCACIÓN

Lo nuestro60 minutos por México

EducaciónCon cultura menos una ¿Por dónde empezar?

NiñosDetective de ArteDía Mundial del Medio AmbienteUkelele¡Adivina!Mandala

REFERENTES

Mester Menester La vista breve

La punta del lápizLas campanas del insomnio

Invitados¿Un árbol para mi casa?

Relatos de ClíoA cien años de la Decena Trágica

La Pupila+Cine

El CánticoCómo hacer contra el azar

La GuíaDirectorio cultural

De salida...Recomendaciones de lectura

La ley en principio es una norma jurídica dictada por la autoridad, en la que se ordena o prohíbe algo en equilibrio de la justicia; muchas veces violada la justicia por la injus-ticia que ha caído sobre el hombre y dominado su existencia mientras éste vive. Así, la ley del Espíritu de Vida progresa cuando muere la ley regida por el hombre, la esclavitud y la condena.

El Espíritu de Vida propone la res-tauración del hombre con libertad que florece en nuestro interior cuando enterramos el pecado en vida… en vida.

En hora buena porque hoy brilla la felicidad de los justos, la fe y la es-peranza se enaltecen con humildad y con amor, ejemplo de ello nuestro querido Papa Francisco.

EN VIDA… EN VIDA…

A T E N T A M E N T EGabriela Gallardo Saavedra

Editorial

MAURICIO GUTIÉRREZ. Académico, diseñador narrativo y realizador audiovisual. [email protected]

LUIS PALACIOS HERNÁNDEZ. Catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guanajuato

EDGAR BARROSO. Candidato a Doctoren Composición Musical en la Universidad de [email protected]

FEDERICO URTAZA. Abogado y escritor; desde los años setenta ha incursionado en el periodismo en diarios y revistas de circulación nacional, la narrativa, el ensayo y la escritura dramática.

SUSANA SANTOYO. Se dedica a la intervención, al libro de artista y a escribir sobre arte. Es parte del proyecto editorial virtual Nomastique de Menuma media.

EMILIO VALDÉS (Chiapas). Es abogado por la UNAM. Ha ganado premios literarios nacionales en las ramas de ficción y ensayo.

VERÓNICA CHÁVEZ DE LA PEÑA.Miembro fundador de la organización llamada “Agua y Bosque”. Consejera del municipio del Consejo Consultivo Ambiental de León, [email protected]

GERARDO PIEDRA. Responsable de la elaboración de cápsulas sobre la historia de lugares de México en Radio Fórmula, Cadena Nacional.

RODRIGO COLLADO. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, se ha dedicado a la producción de material audio-visual.

LUZ DE LOURDES GARCÍA ORTIZ. Poeta, ensayista, editora y traductora.

Colaboradores

SAN GABRIEL REVISTA CULTURAL. Año 8, No. 42, abril - junio 2013, es una publicación gratuita trimestral editada por Ana Gabriela Córdova Gallardo, Circunvalación Pte. No. 1154, Col. Jardines del Moral, C.P. 37160. Tel. y Fax (477) 7735413 y 7797789. www.centroculturalsangabriel.com, [email protected]. Editor responsable: Juan Octavio Torija. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No.04-2010-021613163800-102, ISSN:2007-3372, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, licitud de título y contenido No. 15551, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Best Printers de México, S.A. de C.V. Av. Las Trojes Núm. 125, Col. Las Trojes, C.P. 37227, León, Gto. Este número se terminó de imprimir el 29 de marzo de 2013 con un tiraje de 4000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos o imágenes de la publicación sin previa autorización del director. Certificado de circulación, cobertura y perfil del lector folio 00302-RHY emitido por y registrado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la SEGOB.

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En Portada:Los Ambiciosos. José Miguel Urrutia. Acrílico sobre tela. 125x180 cm.

Contenido

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La brújula la lleva el muertoCuando hacer cine es la respuestaMauricio Gutiérrez

hecho enMéxico· reseñas ·

Hace poco más de seis años un amigo de mucho tiempo, el “Chango”, quien en-tonces vivía en Barcelona, me envió un correo avisándome que vendría a León a buscar recursos para la realización de su primer largometraje, una película basa-da en un guión suyo escrito en el 2005 que tenía el respaldo de haber obtenido un par de premios en festivales interna-cionales. Estando en León lo acompañé a algunas citas con empresarios locales con la –entonces– recién creada ley 226 como principal motivador para lograr su participación. Eran los primeros intentos de consolidar un proyecto que al ser cinematográfico se esperaba lento y difícil.

Pasaron tres largos –¿o cortos?– años para que se dieran las condiciones y la producción pudiera iniciar. Dos años más para que, ya editada, la pelí-cula fuera proyectada por primera vez ante un público, curiosamente japo-nés, y después de ello esperar un año y medio, varios festivales en el camino y largas gestiones para que la película consiguiera distribución y, finalmen-te, fuera estrenada comercialmente en cines nacionales, esto recién en marzo pasado. Desde entonces, el film ha re-corrido varias ciudades de la República más en la tónica de un tour de un artista musical, que por razones ontológicas no puede presentarse en dos lugares al mismo momento, que a una distribu-ción de un film hecho en Hollywood que inunda las salas cinematográficas de nuestro país con cientos de copias y múltiples salas. Es decir, pocas copias y poco tiempo en cada ciudad pero La brújula…, como le decimos los “cuates”, sigue su recorrido, logrando algo que

pocos realizadores mexicanos pueden presumir.

Parto de esta anécdota para estable-cer dos puntos importantes. El prime-ro, hacer una película en México y lograr que los mexicanos la vean no es fácil, lograr que esto suceda tiene en sí mismo un gran va-lor, muchos proyectos en su intento se quedan en el camino, algunos atrapa-dos en los vaivenes para su realización y otros en las políticas e intereses de su distribución. Los pocos que llegan irremediablemente padecen de los es-tragos de la oferta cinematográfica en las salas mexicanas: años de trabajo, lucha y esfuerzo se ahogan en una o dos semanas de exhibición. Segundo, hacer una película en México y lograr que llegue a los mexicanos no es rápido, en la búsqueda de

esta empresa se corre el riesgo de que la historia abordada por el film y sus personajes pierdan vigencia y relevan-cia. Muchos filmes mexicanos optan por abordar historias sencillas y en algunos casos superficiales para evitar comprometerse con el ahora y de esta manera esquivar la problemática. Por eso mucho de nuestro cine mexicano se parece a nuestra televisión... o al cine importado de Hollywood.

La brújula... en ambos casos logra resistir.

P’al norte, siempre p’al norteAl igual que Chencho, obstinado en ir p’al norte, siempre pal norte, La brújula la lleva el muerto logra defender argumental y estéticamente su propuesta narrativa a partir de una estética de la terquedad. Las iteraciones espaciales y temporales acompañan el camino en aparente sin-sentido de un grupo de personas que entregan su destino a una brújula que es cargada por un hombre muerto, el discurso del film deja entonces el pla-no histórico para convertirse en relato metafórico de ¿una sociedad? ¿un país? ¿el cine mexicano? en aparente rumbo perdido.

Ante este panorama, reconozco en la tenacidad de la realización de La brújula… y en la terquedad de su lenguaje el ejemplo de un espíritu de resistencia, que desde la concepción de su idea en el 2005 y hasta su pro-yección en el 2013 logra mantener su integridad. Quizás es en este ejemplo predicado por el propio film donde ra-dica el valor máximo de toda propuesta cinematográfica y artística que busca comprometerse con el ahora.

La brújula la lleva el muertoArturo “Chango” Pons

www.arturopons.com/brujula

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Un momento y un rostro en motivo recurren-te. Un momento de película mexicana y el ros-tro memorable del actor Roberto Cañedo son las vías que recorren la presente exposición del ar-tista treintañero José Miguel Urrutia Cañedo.

Nueve óleos sobre tela y cuatro acrílicos sobre igual soporte, son el conjunto y las técnicas que hoy se nos ofrecen como testimonios de admi-ración filial de un artista plástico ensoñando la memoria de un personaje cuyo rostro se guarda en el recuerdo colectivo como uno de los íconos del cine nacional en su Época de Oro.

Trece obras que testimonian la articulación entre el lenguaje pictórico y la imagen como re-gistro expresivo del lenguaje cinematográfico. En la primera ojeada, percibimos ese instante fugaz del cuadro por segundo arropado en la os-curidad de la sala y que, sin embargo, permane-ció arraigado en el acervo de los símbolos de que echamos mano en la búsqueda de la identidad definitoria. Junto al rostro del actor Cañedo se maridan —como vinos de buena cepa— los ras-gos femeninos que engendraron ilusiones calla-das en vital adolescencia; ahí, Lilia Prado, Mar-ga López, María Félix, Lilia del Valle, la “novia”

Angélica María y hasta la segunda esposa del ac-tor: Ana María Padilla.

José Miguel Urrutia Cañedo abreva en la he-rencia del Arte Pop de los años sesenta al recu-rrir a la imagen heredada por el cine en su ver-tiente popular para rescatar, no sólo la imagen del abuelo admirado, sino la recreación en gran formato de la figura redimensionada en el ám-bito dispar del lienzo abierto a la contemplación sosegada de los colores, espacios y matices. El re-crear el rostro de Roberto Cañedo —y el de al-gunas divas mexicanas— acentuando pinceladas en las áreas de sombras y umbrales y llegar a los claros más diáfanos, establece por ello el puente que une el campo figurativo con el del geome-trismo abstracto.

Pinturas que se nutren, por ello y al tiempo, de la concepción pictórica del arte plástico en su abstracción acabada. Anhelan la expresión for-mal donde la figura se reduce a su esencia más pura, la geometría de los espacios, los colores y

JoséMiguel UrrutiaPinceladas en el recuerdo

aquí yahora

· en portada ·

Luis Palacios Hernández

Pueblerina. Óleo sobre tela. 100x90 y 115x90 cm. 2011.

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su relación estructural, a partir del re-trato pictórico en cuyo proceso de fac-tura ha revelado las líneas, los colores y los sutiles matices de las sombras ver-dosas que la textura del óleo y del acrí-lico ha potenciado el trabajo y técnica del artista.

Cada uno de los cuadros se identi-fica con cada una de las películas en las que el actor participó —más de un cen-tenar—, así se exponen: Crimen y castigo, una de las cuales con Lilia Prado; Los ambiciosos, con María Félix; El cristo de mi cabecera, con Lilia del Valle; la recorda-ble película, asimismo por el co-guio-nismo de José Agustín, Cinco de chocolate y uno de fresa con Angélica María; El amor

pudo más que la razón donde el actor Cañe-do aparece con su segunda esposa, Ana María Padilla; y el díptico alegórico, El Ariel, donde Cañedo está al lado de Marga López, quien le entregó el Ariel de oro por su estupenda actuación en Pueblerina (1948). En el resto de la pre-sente exposición temática, se figurativi-za el rostro de Cañedo como emblema reconocible para desprender el discur-so de la geometrización.

El cuadro El dorado, establece un dis-curso a partir de tres colores puros bási-cos: el rectángulo en negro que domina las dos terceras partes del espacio pictó-rico que funciona como trasfondo de la imagen icónica del actor Cañedo en su

presencia recordable, busto que proyec-ta sobre otro rectángulo más pequeño —cual pantalla de cine al final de la sala— la silueta del personaje en plena acción cinematográfica, a su vez, el blanco si-luetado, engarza el tercio del rojo vital que hace vibrar la composición conno-tando el vigor de la personalidad, puen-te que unifica al geometrismo comple-mentando la otra orilla expresiva de la figura representada.

Crimen y castigo, El fistol del diablo y Pue-blerina se ofrecen como dípticos para re-

Crimen y Castigo. Óleo sobre tela, 86x120, 74x120 y 160x25 cm. 2011.

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1 José Miguel Urrutia Cañedo es un joven artista de 32 años nacido en la ciudad de México.

2 El destino puso en movimiento sus pies: ha vivido en diferentes lugares del territorio mexicano, buscando siempre inspiración para su obra y nuevas técnicas.

3 Creció con el gusto por el cine mexicano, pues su abuelo fue el actor Roberto Cañedo, de la Épo-ca de Oro. Es a él a quien le dedica su homenaje pictórico Pinceladas en el recuerdo.

4 Estudió Artes Plásticas en la Uni-versidad de Guanajuato.

5 En San Juan Cosalá, Jalisco, tra-bajó el arte de la cerámica durante un año.

6 Ha pintado, decorado y dise-ñado, escenografías para teatro y murales para restaurantes en León, Guanajuato, San Miguel de Allende, Tampico y la Ciudad de México.

7 En 2006 obtuvo una beca para Vermont Studio Center, en Esta-dos Unidos.

8 Expuso su trabajo en la Comisión de Electricidad (luz y fuerza) en la Ciudad de México.

9 Ha impartido clases de arte en la Casa de la Cultura de Guanajuato y en comunidades marginadas.

10 Actualmente vive en Guanajuato y trabaja en una serie de pinturas de caballete.

para saber más...

saltar físicamente, y hacer evidente, los dos ámbitos sobre los que se establece la poética pictórica del artista José Mi-guel. En la autonomía del panel pri-mero, de Crimen…, el espectador puede contemplar la expresión angustiada del asesino Raskolnikov; en el segundo, lí-neas geométricas, resueltas en rectán-gulos proporcionados derivándose de la imagen germinal, creando su propio discurso autónomo, su propio texto en códigos absolutamente envolventes y subjetivos. Igual procedimiento téc-nico en El fistol… y Pueblerina que crean su ámbito discursivo con valor autóno-mo a partir de un primero establecido. Una especie de oxímoron en lenguaje pictórico donde coexisten en el espacio compartido dos conceptos contrarios: el Arte Pop y el Geometrismo. Princi-pio fundamental de la Semiótica gene-ral donde el encuentro de los contra-rios crean la significación.

En la otra orilla de la significación estarían Santo contra el espectro y Eterna-mente adiós. La primera maneja un tras-fondo geométrico (la lozas del piso) indicando la dualidad del discurso; y la segunda representa la imagen pura-mente emblemática para José Miguel en tanto representa la despedida del abue-lo, ya sea de este mundo, ya sea del nie-to mismo.

Al final, el cuadro La rosa blanca, mo-mentos de la vida de Martí; donde se pone de manifiesto (casi un manifiesto) la poé-tica pictórica de José Miguel, al plasmar la figura patriótica del poeta y revolu-cionario cubano José Martí en primer

plano y, como fondo, los rectángulos azules y blancos hendidos por el trián-gulo rojo con estrella de la bandera cu-bana, cuadro cuyo discurso colorido establece los parámetros de la estética del pintor al formular los elementos básicos de su lenguaje, dando a este cuadro un doble significado (más allá de su contenido figurativo): el expresar su poética dual al tiempo que funciona como discurso técnico autorreferencial de la obra propia.

El Dorado. Óleo sobre tela, 200x125 cm. 2011.

La Rosa Blanca (fragmento). Óleo sobre tela, 180x90 cm. 2011.

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En resumen, las cualidades de 60 Minu-tos por México son: · Es un movimiento ciudadano sin fi-

nes políticos o económicos. · Es escalable y duplicable a otras ciu-

dades del país. · Implica colaboración directa entre

personas. · Generación de inteligencia colectiva. · Mejoramiento del tejido social. · Activa la participación ciudadana in-

cluyente (todos pueden participar). · Se basa en donaciones, no recibe di-

nero y opera sólo con herramientas gratuitas y voluntarios.

· Muestra la fuerza que tenemos como nación unida.

· Promueve una mayor protección ciudadana.

· Es una excelente resistencia ciudada-na a los problemas sociales.

· Promueve un mayor sentimiento de protección ciudadana.

· Reduce la apatía social.

60 Minutos por México ayuda a ayudar a otros ciudadanos que hacen una labor relevan-te para el mejoramiento social de México, creando una comunidad solidaria.

Los resultados obtenidos en un año de existencia del movimiento son una prueba de la capacidad colectiva de los mexicanos cuando son motivados por el sentimiento de solidaridad. 60 Minutos por México ha logrado ayudar a una can-tidad enorme de personas y niños en causas tan diversas como pobreza, vio-lencia, ecología y donación de órganos, por mencionar algunas.

La clave es la acción: las personas que participan en 60 Minutos por México de-muestran resultados palpables mediante la movilización de fuerzas unidas. La es-trategia es tener un movimiento perma-nente con una visión a largo plazo. No se trata de un movimiento de velocidad, sino de resistencia.

La maravilla de esta iniciativa es que es totalmente voluntaria y abierta a cualquier persona y cualquier causa. Por ejemplo: si una persona sabe tocar guitarra, puede dedicar una hora de su semana a dar clases de guitarra gratis en su colonia, en su calle. O simple-mente las personas pueden escribir en uno de los grupos de facebook y decir que quieren ser voluntarios para alguna causa y los miembros del grupo pueden canalizarlos con Asociaciones Civiles o Fundaciones que pueden utilizar esa voluntad. El límite es la creatividad co-lectiva de los usuarios.

En nuestro país existe un grupo de iniciativas sociales llamado Minutos por México, en las que se exploran distintas maneras de donar tiempo para la me-jora social de México. Es en este con-texto que nace 60 Minutos por México: un movimiento ciudadano que tiene como objetivo conectar causas sociales con personas responsables para ayudarse entre sí. Se fundamenta en un esquema de solidaridad ciudadana que brinda ayuda entre personas directamente, sin ningún intermediario.

En realidad lo que hace es crear pla-taformas de colaboración ciudadana sin ningún interés económico o político a través de redes sociales como facebook, twitter, blogs, etcétera. La idea es or-ganizar grupos de personas socialmen-te responsables en cada municipio de México en donde la gente pueda dar y ofrecer ayuda. En palabras de ellos mis-mos: Es la suma de nosotros y nuestros recursos (intelectuales, económicos, sociales, etc.) cuan-do los enfocamos a nuestro entorno, lo que hace que el beneficio sea exponencial.

Y realmente ha sido exponencial: desde su inicio, el 13 de enero de 2012, hasta hoy, su grupo de facebook tiene más de 9,000 miembros. Y lo que ini-ció en la ciudad de León se está expan-diendo a Guadalajara, Monterrey, Xa-lapa y Aguascalientes.

lo nuestron

Redacción Revista Cultural San Gabriel

60 Minutos por México¿Qué pasaría si donaras a México 60 minutos de tu tiempocada semana? ¿Te imaginas las consecuencias que tendríaque se activara el 5% de la población mexicanay se comprometiera a dar el 0.59% de su tiempo a la semana?

Serían 5 millones de mexicanos, el equivalente a 240,000,000 (millones) de horas de voluntariado anuales.

¿Cuántas cosas podrían mejorar en ese tiempo?

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La destacada directora mexicana, Alondra de la Parra, fue reconocida el pasado 16 de marzo con el Premio “Dirección de Orquesta 2013” otor-gado por el prestigiado Festival Mecklenburg-Vorponmmern, de la ciudad de Ruegen, Alema-nia. El reconocimiento lo recibió de manos del Maestro Mathias Von Hulsen, Director del Fes-tival quien la reconoció como una “joven talento de la música sinfónica mundial”.

Invitada como artista residente, la maestra De la Parra dirigió el pasado 16 de marzo la orques-ta del propio festival, con un programa especia-lizado y selecto para el muy conocedor público alemán. La Sinfonía No 1 de Brahms, fue interpre-tada bajo su batuta su dominio de los grandes compositores alemanes. La crítica especializada, el público y los propios músicos expresaron su

reconocimiento a la joven y talentosa música mexicana. El destacado compositor Kurt Masur, con quien ha participado en sus clases magistra-les, la describe como “una directora absoluta-mente inteligente, la cual entiende la voluntad y la intención del compositor trasmitiéndolo de manera responsable con su trabajo”.

El Festival Mecklenburg-Vorponmmern fue fundado en 1990, en tan sólo 20 años, se ha convertido en el tercer festival de música clásica más importante en Alemania. Son cerca de 120 conciertos en más de 80 ciudades los que se pre-sentan cada año entre junio y septiembre, prece-didos por el importante programa del “Festival de Primavera”.

La categoría de “artista residente” se otorga a aquellos jóvenes valores a quienes se quiere for-

Huellas· talento ·

Alondrade la Parraen Alemania

Una joven talentode la música sinfónica mundial

foto 1

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talecer en la consolidación de su carre-ra y su trayectoria a nivel internacional. Este año la maestra De la Parra tiene aún previstas otras dos direcciones artísticas en Alemania, después de este galardo-nado concierto en Ruegen. La siguiente tendrá lugar en Munich, el próximo 16 de abril, al frente de la Bach Collegium Orquestra donde el programa incluirá la pieza que Silvestre Revueltas dedicó al poeta español Federico García Lorca, llamado: Homenaje a García Lorca.

Pero la ocasión de mayor realce aún está por venir, ya que el 27 de abril, Alondra de la Parra debutará en Ber-lín al frente de una de las mejores or-questas de Alemania y del mundo: La

Orquesta de la Radio de Berlín (Run-funk Sinfonieorqeuster Berlin) donde el programa estará totalmente confor-mado por música mexicana –contenida en el disco Mi alma mexicana– con lo que se afirma, una vez más, la convicción de embajadora de la cultura de Méxi-co por parte de Alondra de la Parra. Este mismo año habrá presentaciones de la directora mexicana en Brasil, en Dinamarca, en Suecia, en Suiza y, por supuesto, en México en diferentes ciudades.

1 Es reconocida como una de las di-rectoras más sobresalientes de su generación.

2 Es Embajadora Cultural del Tu-rismo de México.

3 Ha sido aclamada por Plácido Domingo como “una directora extraordinaria”.

4 Inició sus estudios de piano a los siete años y de chelo a los trece.

5 Fue reconocida por la Liga Ame-ricana de Orquestas.

6 Ha sido incluida en la lista de “Las 40 Estrellas Ascendientes Menores de 40 Años” del Crains New York Business.

7 En el 2003 funda en la ciudad de Nueva York, la Orquesta Filarmó-nica de las Américas con la misión de promover y difundir las obras de jóvenes compositores y solistas del continente.

8 Su disco Mi Alma Mexicana rompió récords de ventas sin precedentes en México, lo que le valió obte-ner el Disco de Platino.

9 En el 2010, recibió de manos del Presidente México, Felipe Cal-derón Hinojosa, el Premio Antena CIRT al Mérito Artístico.

10 En su gira Bicentenario 2010, recorrió 6 ciudades del país con taquillas agotadas.

Alondra de la Parra se ha ganado la atención de los conocedores por sus vi-brantes interpretaciones. Vale la pena conocer un poco más sobre ella:

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foto 1 / foto 2. Alondra de la Parra en Alemania.

foto 3. Alondra recibiendo el reconocimiento de manos del Maestro Mathias Von Hulsen, director del Festival Mecklenburg-Vorponmmern de la Ciudad de Ruegen, Alemania.

U.RoBner

para saber más...

Fuente: Amílcar Olivares,ZIMAT Consultores Fuente: http://alondradelaparra.com/

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Si apoyamos a los artistas locales y hay demanda por eventos culturales, vamos a provocar que cada vez haya más y me-jores artistas en el área. Mejores artistas en el entorno subirían la calidad de los eventos y estos artistas son los que po-drían dar clases de arte a tus hijos a más alto nivel. Si producimos jóvenes con características artísticas mejorarían sus probabilidades de ser aceptados y be-cados en universidades mundialmen-te reconocidas (Princeton, Harvard, Yale…) en donde la educación artística es uno de los parámetros relevantes para su admisión. Lo que hay que entender es que el arte puede ayudarnos a tener mejores ingenieros, hombres de nego-cios, artistas y sobre todo ciudadanos. No se limita exclusivamente al entorno artístico.

El segundo beneficio es una cuestión económica. Si apoyamos el arte local y externo, podríamos tener más escuelas de arte y podríamos ser un semillero de artistas que eventualmente aspirarían a tener una trayectoria internacional. Esto ayudaría a diversificar los intereses profesionales de los jóvenes y además podría generar toda una industria de turismo cultural como lo ha hecho Aus-tria, Suiza y algunas ciudades en Esta-dos Unidos como Nueva York. Turismo cultural del bueno. Una ciudad donde tengamos festivales de cine, de danza, de música, de teatro, de arte digital, etcétera. Imagina que México se con-

En toda sociedad hay hábitos que hay que multiplicar y otros que hay que disminuir. Hábitos colectivos que, al repetirlos las sociedades, mejoran o empeoran. Hay dos hábitos que están relacionados, sobre los cuales sería in-teresante buscar equilibrios, porque desgraciadamente sucede en nuestro país. En el equilibrio, uno de los hábi-tos necesita fomentarse y el otro necesi-ta disminuirse (aunque sea un poco).

El primer hábito, el que debería de fomentarse, sería el de asistir a un acto o exposición cultural cada semana o, al menos, cada dos semanas. Ahora que estamos en busca de propósitos, pode-mos pensar que nuestros fines de sema-na incluyan (casi siempre) algún tipo de cercanía con la cultura: un concierto, una obra de teatro, una exposición, un museo, una película, la lectura de un libro: cualquier acción relacionada con las artes y la cultura.

La importancia de hacer esto es vi-tal para que una ciudad mantenga un diálogo abierto e interesante. En otras palabras: sobreponerse al aburrimien-to de la ciudad. No voy a mencionar los numerosos beneficios que conocemos del arte. Confío que todos, por lo me-nos, tenemos la noción de que el arte es en general bueno para las sociedades. No es gratuito que todas las sociedades han desarrollado alguna forma de arte. Sin embargo, si me gustaría mencio-nar dos beneficios muy pragmáticos.

Edgar Barroso

Con cultura menos una

Con algo tan simple como empezar tu fin de semanacon cultura y una copa menos, puedes beneficiar a tu ciudad y, sin saberlo, puedes estar mejorando la probabilidadde que tu hijo vaya a una mejor universidad.

educacióne

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vierta en un lugar de referencia porque aquí se celebra la diversidad cultural. Que la gente venga a México a crear y a interpretar.

Otra ventaja, ¿te imaginas la diver-sidad de eventos que tendrías cuando salgas en las noches? Durante el fin de semana tendrías decenas de opciones distintas cada vez y haríamos ciudades más vibrantes y culturales. Al asistir a un evento cultural, disminuyes el otro hábito, el que necesita disminuir. El hábito de la monotonía de las activida-des del fin de semana: ir a tomar a un bar o a un antro.

Creo que todos podemos estar de acuerdo en que en México se bebe al-cohol más de lo que se debería. Podría presentar estadísticas y muchos argu-mentos para justificar esta premisa (ín-dices de alcoholismo, accidentes, pro-blemas familiares, económicos). Pero no creo que sea necesario. Lo sabemos. Y no es que esté en contra del consumo de alcohol moderado. No es un juicio moral, pero me pregunto ¿qué pasaría si las personas en México iniciáramos nuestro fin de semana yendo al tea-tro? Y después, si así se prefiere y ir a un bar. Es decir, hacer un hábito de ir primero a un evento cultural y después irnos (o no) al bar. Este sencillo hábito haría una diferencia enorme en nuestra sociedad. Para empezar, dejaríamos de tomar por la duración del evento artís-tico. Ahí ya consumimos menos alco-hol. Hasta me atrevería a decir que es más barato y enriquecería la conversa-ción con las personas con las que te vas a encontrarte en el bar (o no).

Hacerlo es de lo más fácil. Imagina que es viernes, sales del trabajo, exami-nas qué hay en los teatros y escoges un evento. Llamas a tus amigos y se quedan de ver en el teatro. Van al teatro, disfru-tan lo que hayan decidido ver. Saliendo de ahí, si es su gusto (están en su dere-cho): se van a un bar. El secreto es que ya llegaron al bar a las 22:15. Ahora, úl-

tima sugerencia: la última copa que te ibas a tomar, no te la tomes. Esa copa que le llaman “la caminera”. Esa copa que a veces sirven hasta en vasos des-echables y que se te va cayendo. Pero lo más importante, esa copa que ya no ne-cesitas. Es muy fácil, si normalmente te tomas tres copas, tómate dos, si te tomas cuatro, tómate tres, si te tomas cinco, tómate cuatro, etcétera.

Ahorra el dinero de esa última copa y haz lo que quieras con él. Por ejemplo dónalo a una persona o institución que lo necesite, al día siguiente cómprate algo sano para ti (por ejemplo, un jugo de zanahoria), ahórralos, júntalos para el próximo evento cultural que quieras asistir. Haz lo que quieras con esos 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90, 100 pesos que cuesta una copa en un bar.

Con algo tan simple como empezar tu fin de semana con cultura y menos una, puedes beneficiar a tu ciudad, a un gremio que normalmente está muy castigado económicamente, sin saberlo puedes estar mejorando la probabilidad de que tu hijo vaya a una mejor uni-versidad. Tú consumes poquito menos alcohol sin que sea una imposición; te ahorras un poquito de dinero; vas a manejar mejor, y, sobre todo, va a ser más sano para ti y para los que te quie-ren. Pregúntale a los que te quieren si es una buena idea ir más al teatro y me-nos a los bares y verás la respuesta. Y si es tan obvia la respuesta, ¿entonces por qué no sucede?

Para empezar este movimiento, va-mos a iniciar un grupo de facebook que se llama “Con Cultura (-) UNA” don-de vamos a “subir” a qué evento cul-tural fuimos; recomendarlo a nuestros amigos, y, si es posible, fotografiarlo y “subirlo”.

Haciendo de la cultura un hábito po-demos cambiar mucho. Muchísimo.

Únete: Facebook/Con Cultura (-) UNA

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inicio del texto o el ensayo o artículo; como cualquiera que necesita expresar-se, he debido hacer una serie de elec-ciones para plantear una idea o contar un cuento. Para eso uno debe tener claridad de pensamiento, debe ponerse en condición de concentrarse en lo que piensa y lo que escribe o dice, y hacerlo con la seriedad propia de las cosas de mayor importancia de la vida.

Cuando Melville inicia su proeza literaria Moby Dick, en la primera frase marca el rumbo: “Llámenme Ismael.” Tenemos ahí, ya al personaje-protago-nista-narrador (aunque luego sabremos que es un nombre ficticio y esto tam-bién es información de gran relieve); se le da al lector un punto de vista, un tono, un punto de partida para iniciar un viaje como es el de la novela.

Aprender a escribir es una gran hazaña del niño; hacerlo bien es un trabajo de evolución mayúsculo y eso porque implica observación del mun-do, introspección, honestidad y soli-daridad con nuestros semejantes en la medida en que estamos hechos para co-municarnos y compartir la experiencia humana en toda su riqueza y variedad. Escribir nos lleva en especial a conocer más de uno mismo.

Me gustaría hablar contigo, lector, compartir mi experiencia para explo-rar el mundo de la escritura (que es el otro lado de la moneda de la lectura), incursionar en la maravilla de ordenar ideas, sueños o recuerdos a través de los diversos géneros. Próximamente, en el Centro Cultural San Gabriel podremos reunirnos y trabajar juntos, empezar a escribir como quien inicia un viaje al interior de la propia historia.

Escribe el escritor israelí Amos Oz: “Mi padre escribía libros sesudos. Siempre me envidió la libertad que yo gozaba, como novelista, de escribir como qui-siera…” Luego, sobre su propio traba-jo dice: “Yo, por mi parte tenía cierta envidia a mi padre. (…) Él nunca tenía que estar, como yo, sentado contem-plando una única y burlona hoja en blanco en medio de un escritorio de-sierto, como un cráter en la superficie de la luna.”

¡Vaya!, uno tendería a creer que las dificultades propias del oficio de escri-tor nos son ajenas; sin embargo, ya que el ser humano tiene el don del lenguaje y con este puede, si se lo propone y se prepara, decir lo que quiera, los pro-blemas del escritor tienen mucho que ver con nuestra experiencia cotidiana.

Haga amable lector un recuento de las veces cuando se ha quedado con la frase en la punta de la lengua, de la pluma o en el empedrado del teclado de su compu… Esto sucede en especial cuando uno quiere decir algo “trascen-dente”; lo primero que uno se pregunta es: “¿por dónde empiezo, cómo?” Este posicionamiento tiene un fondo pro-fundo y extenso, el de un mundo des-conocido en donde hay que explorar varios temas: ¿Quién escribe o habla? ¿A quién se dirige, es de confianza o en ese momento qué tono se debe usar? ¿Qué efecto se quiere producir?

En lo personal me inclino por la ficción aunque he escrito también mu-cho ensayo; como Oz y su padre he ex-perimentado lo que es enfrentarse a la página en blanco siguiendo el impul-so de comunicar ideas y sentimientos; como ambos, he tenido que elegir el

¿Por dónde empezar?Federico Urtaza

educacióne

Aprender a escribir es una gran hazaña del niño;hacerlo bien es un trabajo de evolución mayúsculoy eso porque implica observación del mundo, introspección, honestidad y solidaridad con nuestros semejantes.

En esta ocasión analizaremos el fragmento de una obra importante del pintor austríaco Gustav Klimt, realizada en 1905. Klimt fue un pintor modernista con un estilo personal muy especial, que se caracterizaba por saturación de elementos decorativos de colores vivos. Su tema principal eran las mujeres, pero también realizó paisajes y hasta objetos de artesanía.Alguien hizo travesuras en este fragmento. La obra original es la de la izquierda: encuentra las 5 diferencias en la de la derecha,.

Descubre las grandes Obras De artede todos los tiempos.

“Las tres eDaDes De La MUJer”

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pues

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día mundialdeLmedio

ambiente

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ambiente

5 de junio

El medio ambiente es el conjunto de todas las cosas vivas que nos rodean. De éste obtenemos agua, comida, combustibles y materias primas que sirven para fabricar las cosas que utilizamos diariamente.

Al abusar o hacer mal uso de los recursos naturales que se obtienen del medio ambiente, lo ponemos en peligro y lo agotamos. El aire y el agua están conta-minándose, los bosques están desapareciendo debido a los incendios y a la ex-plotación excesiva, y los animales se van extinguiendo por el exceso de la caza y de la pesca.

Debido a esto, la ONU busca lograr el “desarrollo sostenible”. Este concepto quiere decir el hecho de lograr el mayor desarrollo de los pueblos sin poner en peligro el medio ambiente.

Con el fin de preservar el medio ambiente de la Tierra, que es “la casa mayor de todos los seres humanos”, la Organización de las Naciones Unidas trabaja con intensidad para lograr acuerdos internacionales que ayuden a preservar y res-petar el medio ambiente, como el mejor legado o herencia que los adultos puede dejar a los niños.

Fuente: http://www.cinu.org.mx/ninos/html/onu_n5.htm

Mientras te lavas los dientes o te enjabonas en la regadera, cierra el grifo y ahorra agua.

Aprovecha la luz natural. Apaga las luces al salir de la habitación y utiliza focos de bajo consumo.

¡Recicla siempre! Es muy sencillo y muy eficaz.Reciclando la mitad de la basura de casa podemos reducirhasta 1.000 kg de Dióxido de Carbono al año.

Si quieres que tus plantas estén estupendas, riégalas con el agua de hervir las verduras, cuando se haya enfriado, claro está.

Plantar un árbol es un gesto que salva vidas¡y tú puedes hacerlo! Un solo árbol absorberá una toneladade Dióxido de Carbono a lo largo de los años.

Recuerda: las pilas contaminan muchísimo. Úsalas bien y no las tires nunca junto a la basura normal. Utiliza mejor las baterías recargables.

Si no los estás usando, apaga la televisión, el DVD o la compu. Evitarás al año más de 87 kg de Dióxido de Carbono.

La contaminación también puede ser acústica.Respeta el medio ambiente evitando el ruido innecesario,sobre todo en entornos rurales.

lo que túpuedes hacerpara cuidarel medio ambiente

1

2

3

4

5

respuestas: 1 . El semáforo / 2. El buzón3. La estrel la de mar / 4. El coche / 5. La zapatería

Selecciona la respuesta correcta para cada adivinanza y márcala.

a) El carterob) El perroc) El buzón

a) El semáforob) El pol ic íac) La cal le

a) La yeguab) Los piesc) El coche

a) Los tenisb) La zapateríac) Los pies

Me llegan las cartaspero no sé leery, aunque me las trago,no mancho el papel.

Con sólo tres coloresordeno a cada uno.si todos me respetanno habrá accidente alguno.

tengo muchos pares,te los puedes probar,pero si te los llevas,tendrás que pagar.

2

3

4

5

Le hacen corrersus caballosy nunca le salen callos.

¿Cuál es la estrellaque no tiene luz?

a) La estrel la de la mañanab) La estrel la de marc) La estrel la del Norte

1

Las mandalas son representaciones que simbol izan el centro del Universo y los ciclos de la Naturaleza. Esta actividad se trata de que

des color a la mandala ¡como tú quieras!

mandala Pintar mandalas es una técnica oriental

de relajación que sólo requiere imaginación. Lo puede realizar cualquier persona

de cualquier edad y fortalecer además su

creatividad.

Parapapás:

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La vista breve // Susana Santoyo

Detesto las fotos breves. A mí, que me den tiempo de mirar… Recuerdo las “fotos largas” que Daniela Libertad (artista que ahora realiza acciones y vi-deos) mostraba en la clase de fotografía de la escuela de arte a la que asistimos. Ella tomaba fotografías y luego hacía un montaje en video, nos hacía mirar la foto varios segundos, tal vez más de los que las veríamos impresas en papel, tal vez menos, nunca lo sabremos, de-pende de cada espectador, pero ella les ponía tiempo y ritmo: al final obtenía un video.

Nuestra reacción era insistirle en hacer video, creo que no reparábamos en sus palabras. Por lo menos yo no, no hasta ahora. Es verdad, Daniela, lo que tenía que hacer era agarrar una cámara de video y dejarse de “fotos largas”, y lo hizo. Pero más allá, en su justificación, ella nos mostraría una tímida semilla que algunos también cultivaríamos, aunque de otras maneras: aprendimos a valorar las fotos largas.

Nos dimos cuenta, de manera prác-tica, que la mirada se ha confundido con la técnica. Las imágenes se obtie-nen de manera instantánea, se pueden compartir también así, en un segundo, la imagen corre el riesgo de tener la misma vida, efímera.

Es cierto, en un momento de la his-toria, para la fotografía, la importancia del instante es terrible, el punctum bar-thesiano se imponía ante cualquier otro acercamiento al acto fotográfico (sin observar otras temporalidades de las que también habló Barthes), sin duda, la naturaleza técnica de la fotografía está enlazada a una noción de tiempo suspendido.

Ahí lo que importa es inmortalizar, detener esa fracción de segundo en la que cierto fragmento de la vida de un hombre puede perderse para siempre o ser conservado en suspensión.

Ha sido y seguirá siendo indispensa-ble el testimonio visual e inmediato que la técnica fotográfica nos ha legado, no le resto importancia, de ninguna mane-ra; sin embargo es justo decir que no es lo único, ni lo más importante. Sonará evidente: lo más importante del acto fo-tográfico creo que es, y ha sido, mirar.

Construir y reconstruir maneras y tiempos de mirar. La vista breve y la foto larga. La sed de capturar, el deseo de conservar, tanto como la pasión por componer y contemplar.

La fotografía es un medio más para tomar notas, y que estas son forzosa-mente incompletas (como cualquier nota), no se puede expresar el tema

en todas sus caras, por completo, pero cada fotografía debe tocar lo esencial del tema, pues al tomarla, al momento del clic, esta se vuelve ésta definitiva.

El resultado del acto fotográfico, el testigo impreso, es definitivo en tanto que irreversible, ya Barthes lo ha dicho y tantos más, pero no por ello presenta la totalidad de lo fotografiado, de ahí la importancia de la mirada, de la com-posición, de educar o entrenar el ojo, de saberle dotar de una percepción del tiempo. Luego de la toma también se mira, genera a partir de esas notas un esquema, un guión, tal vez por eso el uso de “series” en la foto contemporánea, al aceptar el carácter fragmentario, pero potencialmente narrativo de la foto, la tentación del reordenamiento de las notas para reordenar lo no-enunciado (pero visto) es tal que la serie es una herramienta de evocación del momen-to antes de la toma, de la mirada larga, antes de la vista breve. No porque el clic sea instantáneo la experiencia es breve, no toda foto nace del instante decisivo, aunque sea tomada en ese instante.

Existen fotos tan largas que son producto de días de contemplación, meses, una vida de mirar. Y ahí, en el justo momento en que la mirada larga termina, clic. Breve acto físico. Y luego se muestra.

¿Qué evocan las miradas de los otros? ¿qué vemos en las fotografías de los otros que no está en las nuestras y a la vez está en las de todos? Todos te-nemos nuestra foto rosa de antes del atardecer, la que repasamos con los ojos una y otra vez, queriendo que los otros la vean para… no sé para qué. Sólo sé que a algunos les toma mucho tiempo la caminata antes de la toma, y el fin últi-mo de la toma no es congelar la mirada, el punto de llegada, el propósito es pro-longar el camino recorrido.

mestermenester

Alba, Daniela. Daniela Libertad, 2012.www.wix.com/danielalibertad/danielalibertad

24 | REVISTA CULTURAL SAN GABRIEL

Uno de los males que todavía padezco es el del insom-nio. Creo que esta danza interminable de las imá-genes en la oscuridad tiene relación estrecha con lo

hereditario. En mis antepasados se han dado varios casos de insomnes, y en mis parientes hay quienes enfrentan a menu-do el fantasma múltiple de la vigilia.

Pero creo también que en los cimientos de la existencia —que son otros los encargados de poner ajenos a nuestro al-bedrío y sensibilidad— yace dormida la esencia que con fre-cuencia es definitoria de nuestro éxito o fracaso futuros.

En la niñez, alrededor de mis nueve años, creía que de seguir sin dormir llegaría la muerte, sin avisar, a recoger los pedazos de mi cuerpo sometido a una convulsión dentro de una cámara con cuchillos enarbolados. Saltaba de la cama a medio vestir para llegar presuroso a la recámara de mi ma-dre a contarle de mi mal y desahogar la angustia generadora de mis desvelos. Chirriaban las bisagras al abrirse la puerta conventual del aposento materno. Y con la voz quebrada en sollozos, le decía:

—Mamá, no puedo dormir. Mi madre —que generalmente dormía sola, pues mi pa-

dre pasaba largas temporadas en el rancho— se paraba alte-rada, sin comprender por qué un niño de nueve años estaba allí de pie, a las cuatro de la madrugada, quejándose de no poder dormir; luego, entre molesta y compasiva, decía:

—Tratá de dormirte, no pensés en nada, rezá el Padre-nuestro y el Avemaría.

—Ya los recé, pero ni así.—Rezálos otra vez, tranquilizáte. Aprendé de tus herma-

nos. Todos duermen en paz.Se dirigía, envuelta en su gran cobija a cuadros, a un

pequeño altar del que acaparaba la atención el Santo Niño de Atocha, que ella conocía como “el peregrino milagroso”, abría un pequeño cofre pintado con fuchina de color rosa mexicano con grecas negras, sacaba una moneda y me la en-tregaba.

—Tomá, para tus dulces de mañana. Andá, dormíte ya.Me despedía con su bendición y volvía yo a la cama, ju-

gueteando con mis dedos húmedos por el sudor de la ten-sión, el peso yacente en la bolsa de mi pantalón; pero con todo y peso no podía entrar al sueño.

Los sonidos de la noche, que ya reconocía, reencontraban

Las campanas del insomnio

su imperio: los del pasadiscos, de un salón de billar conti-guo a la casa, que emitía las canciones rancheras con falsete. Captaba claramente el chocar de las esferas de marfil.

Más tarde oía los golpes de las puertas al cerrar el salón. Los murmullos de los corrillos que penetraban en las entre-telas de la noche. De repente un grito aislado: “ay ayay ayay”, zarandeaba mi cuerpo. Lentamente la atmósfera se recarga-ba en el reposo. Aquí venía un lapso de acendrado silencio. Era cuando empezaba a cobrar vida un ruido de algo que se arrastraba, entretejido con el dolor de cabeza acumulado en el transcurso de las horas.

Pasada esta quietud, los cascos de los caballos atronaban el empedrado. Los campesinos partían para los ranchos cir-cundantes acompañados de la algarabía de sus perros; las campanas de la iglesia exhortaban a la misa de las cinco de la mañana. Me figuraba al vecindario saliendo de su modorra; a las mujeres, sombras fugaces, encaminándose a la iglesia, prestas a escuchar el sermón del padre Toribio, a santiguarse varias veces con el agua bendita de la pila antes de iniciar sus rutinas. Con el tañer de campanas solía escucharse el esca-pe del único molino de nixtamal; por eso causaba extrañeza —las había visto— que ya comenzada la misa llegaran las re-zagadas, pero dentro del canasto la masa blanca, amarilla o morena. Estas retrasadas nunca tendrían la comprensión de las Hijas de María Inmaculada, las que, con el albo uniforme y la medalla de plata atada por el listón azul al cuello, reci-bían complacidas la hostia añorada.

Y yo con los ojos lastimados, ardiendo por la cabalgata de las horas sobre mis párpados y el cuerpo dolorido por las vueltas en la cama: “Ya amaneció”, me decía; la luz se filtraba por los resquicios y los gallos cantaban al amanecer.

En una pieza amplia, un reloj de campana adherido a la pared y que sonaba a intervalos de media hora, era todo el adorno de la sombría superficie. Y menciono el reloj por-que tenía la facultad de crisparme los nervios con sus abe-rrantes campanazos. Nos acostábamos al mediar las nueve de la noche. Y comenzaba el escabroso recorrido, porque a las nueve treinta oía dos toques indicadores de que el tiem-po había avanzado. Mis dos hermanos —uno mayor y otro menor— roncaban, y yo creía que antes de las diez también dormiría; pero pronto estaban en mis oídos los mismos to-ques lacerantes, y sólo de pensar que pronto vendrían otros,

la puntadel lápiz

· literatura ·

Emilio Valdés

25

ya no dormía, sino por el contrario, los sobresaltos aumen-taban en número y, por el silencio, creía escucharlos con mayor intensidad. Rezaba, volvía a rezar, contaba hasta mil, primero en orden ascendente y después en cuenta regresiva; y otra vez, puntualísimos, caían los sonidos en mis oídos, para luego penetrar en lo profundo de mi cabeza, como si fueran taladros. Mis ojos eran faros que se erguían frente al oleaje de ese mar furibundo procreado en las tinieblas. Oía así, con este malestar, hasta los toques de las seis de la mañana, luego de tener dentro de mí convocados a todos los miedos. Hubiera oído más campanadas, pero ya las labores comenzaban.

Pedí se le suspendiera la cuerda a las campanas, mas no logré ser escuchado, seguramente porque no creían que tu-viera el insomnio tan definido; tal vez lo suponían un capri-cho o que sólo de vez en cuando despertaba y las oía. Mis súplicas no conmovieron a nadie.

Por esos días llegó a la casa Sebastián Pérez Gómez, indio tenejapaneco, tío de la trabajadora doméstica Lorenza. Se-bastián usaba ropa de parches y, sobre ellos, otros parches. Hombre revendedor de naranjas en los poblados, de marató-nicas caminatas, experto en serpentear veredas, que conocía los animales del día y se imponía a la agilidad de los noctur-nos, según interpreté algún día por sus palabras.

Sebastián en aquella ocasión no quiso regresar a su para-je. Tuvo un mal presentimiento; explicó que cuando dicho presentimiento se encaramaba a sus ideas más valía no tentar a Dios; por lo que decidió quedarse en el pueblo. Mi madre le dio petates, cobijas y almohada, y formó su lecho justa-mente bajo el reloj de las altisonantes campanas.

Indio parco en el hablar, de reír abundante, todo lo que se le preguntaba lo contestaba así, lacónicamente, y sus respuestas las precedía de abierta sonrisa. Tenía el tipo del hombre bueno, intocado por la malicia.

El reloj marcó las ocho señales en la noche. El indio le-vantó los ojos vivaces para indagar de dónde provenía el so-nido; al descubrirlo, un regocijo tal vez surgido del fondo de sus entrañas iluminó su rostro.

—Qué bonito suena tu reló!—Sí —respondió mi madre—; bien contento que vas a

dormir oyendo toda la noche “tus” campanadas.—Sí, pué —remató Sebastián.Al rato todos dormían. La oscuridad de nuevo volvía a ser

la gran señora. Mis nervios vibraban en el umbral del reco-rrido insomne. El dragón de las campanas inmisericordes se aprestaba al nocturnal desafío y en mis oídos estaba ya, otra vez, el escándalo del billar.

Y todos los ruidos de los sucesos que se dan en la noche buscaban las hendiduras idóneas para llegar hasta mí; me obligaban a recomenzar mi tambaleante caminar hacia mi madre, sólo para volver con otro peso en la bolsa, y ahora para presentir el cuerpo de Sebastián Pérez Gómez bajo el reloj, oír el ritmo de su respiración, imaginar su cara apa-

cible entregada al sueño, el tan anhelado descanso que mi naturaleza me negaba.

Otra vez en la cama con el rostro seguramente desencaja-do y los pensamientos sin continencia, inflando el globo de una culpa que ignoraba de dónde brotaba, pues si acaso se albergaban en mí algunos pecados, la más grande jerarquía que se les podía conceder no pasaba de venial.

No sé por qué tendría que pensar en esa ocasión que los indios no padecían insomnio. A Sebastián lo vi caer rendido, con los ojos cerrados en medio de las dos campanadas que señalaban las ocho treinta. El dormía —así lo supuse— ajeno a su alrededor, ignorante de mi existencia vívida en el mundo de las tinieblas. Creí entonces que sólo los indios eran, por su estado de perenne gracia, los llamados a conseguir dones tan grandes como lograr el sueño de inmediato.

Había oído decir que si se pedía algo a Cristo con toda la fe acrisolada en el corazón, él, misericordioso y omnipoten-te, lo concedía: “Ten fe y moverás las montañas”.

Recuerdo, y me extraña que lo recuerde con tanta pre-cisión, que pensé: “Ahora, cuatro de la madrugada, saldré, procurando no ser escuchado; abriré la puerta de este cuarto, atravesaré en puntas de pies el patio y hasta la puerta del za-guán, para caminar luego en la calle rumbo a la iglesia”.

La noche, también recuerdo, me recibió como lo supo-nía, con su aire gélido y su silencio total. En aquel pueblo desierto y sin luces me sentí un duende que merodeaba en las sombras mortecinas.

Pese al frío, mis pies dentro de los gastados zapatos su-daban. Tenía temor de que mi ausencia fuera descubierta en casa. Miedo a que algo inesperado frustrara el intento. Y también miedos menores a otros miedos mayores.

El templo estaba cerrado, sus gradas desiertas; frente a su fachada las informes siluetas de los árboles y al fondo, por el poniente, se erguía el palacio municipal. Ascendí los pelda-ños de la religiosa casa: tomé uno de los pesos entre el pulgar y el índice, lo presioné y toqué una y otra vez; el sonido se expandió por los cuatro puntos cardinales, y nadie abría la puerta anhelada, por la que deseaba pasar en busca del so-siego que a mi espíritu faltaba. Ya descendía las gradas, ca-bizbajo, cuando oí el ruido de maderas viejas de la puerta al abrirse. Volteé y hallé al padre Toribio, con su larga figura; la palidez de su cara, sus manos blancas y filosas que contras-taban con el traje raído casi perdido en la noche. Me invitó pasar. El interior estaba en penumbra, los santos cubiertos con un mantón morado, pues era la cuaresma, y en el centro del altar la custodia que lanzaba chispeantes luces.

El sacerdote tomó mi mano y caminamos hacia el fondo de la nave. No le extrañó nada la relación edad-hora de mi particular circunstancia. Me dejó, se perdió tras el altar y oí que abría una puertecilla que comunicaba al templo con una pieza, que mucho tiempo después conocí, llena de sa-cros trebejos.

En su camarín yacía el Cristo, con su semblante de reden-

26 | REVISTA CULTURAL SAN GABRIEL

Al atravesar el dintel del zaguán ya se oían los goznes de las puertas del vecindario abrirse. De allí saldrían nuevamente las Hijas de María para la misa de cinco, y las arrebujadas mujeres con la cubeta de nixtamal para el molino.

Al dejarme en la cama, pedí al indio que no contara nada de lo pasado a mi familia, a lo que contestó:

—¿Y quién te echó el mentira de que el Sebastián es lleva y trae? Si fui por vos fue porque me preocupaste y porque quise darte un consuelo, ya vi pué que no podés dormir, pero nunca fue por meter el cuchara.

—Y, ¿cómo es que oíste?—Los indios dormimos sabroso, pero ‘tamos en aviso del

coyote, en aviso del culebra, en aviso del alacrán y corriendi-to despertamos. Por eso te sentí, y ahora calláte ya, dormite.

Sebastián se retiró a su lecho, y a mí ya no me importaron las campanadas del reloj, los ruidos callejeros, la luz de la aurora metiéndose por las resquebrajaduras de puertas y ven-tanas. Ni me importó que mi madre, inquieta por algún bis-biseo filtrado a su recámara, llegara hasta donde yo estaba en su infaltable cobija a cuadros, sosteniendo en la diestra una vela encendida y con la otra mano un peso que dejó en una bandeja sobre el buró de mi cama. No sé si me habló o no, yo todavía estaba con la sensación del calor de los brazos de Sebastián y ello me cambió mi cuerpo por otro más flexible, y ese cuerpo se fue envolviendo firmemente en la dimensión que es el territorio del sueño.

Por la mañana todos desayunaban el recurrente chilmol en el comedor contiguo a la cocina. Sebastián tenía la cara sonriente de siempre. Había terminado su caldo hirviente y preparaba sus cosas para marcharse.

—¿Te gustaron las campanas del reloj, Sebastián —pre-guntó uno de mis hermanos, mirándome burlón.

—¡Ah!, mero galán, mero bueno.Se despidió de nosotros. Iba al encuentro de su paraje, su

casa, su mundo. Al llegar la noche, la figura del indio, pero, sobre todo,

su voz, me hacían perder la inquietud, como que escucha-ba que decía: “No estás solo, estoy contigo, dormite”. Y en efecto, me di cuenta de que no estaba tan solo como yo lo creía, a mi alrededor habían seres tangibles capaces de prodi-garme amor, seguridad, para realizar nobles conductas; todo era cuestión de fijarme o acudir a ellos. Y también estaban conmigo los seres intangibles hechos de espíritu, que serían los encargados de ayudarme a vencer adversidades; llegado el momento, posarían solidariamente su mano en mi cabeza. Sebastián Pérez Gómez así lo hizo y con ello me dio confian-za, seguridad. Sebastián, la noche que pernoctó en casa, fue en busca del sueño perdido, mi sueño, lo encontró y me lo entregó sano y salvo, como si nunca lo hubiera yo extraviado. En medio del estruendo de las campanadas, esa noche dormí en paz, dormí feliz.

tor infinitamente triste y su sangre cuajada en las sienes, por la corona de espinas. Me arrodillé y con la diestra em-puñada sobre el corazón comencé:

—Te pido, señor, me convirtás en indio para ir a las plazas y bailar sobre la juncia cuando los músicos toquen el tambor, la guitarra y la chirimía. Te pido, Señor, me convirtás en indio para dormirme así como se duerme de sabroso el Sebastián y que despierte contento y con ganas de jugar y que mis compañeros de clase no se burlen gri-tándome “¡triste!”, o con desprecio: “A ti te voy a invitar, pero al ‘triste’ no le digás nada. Te pido, Señor, me ayudés a encontrar mi camino del sueño que no sé ni por dónde lo perdí…”.

Las monedas ahorradas las deposité en la alcancía del Cristo, y, apretando aún más mi mano empuñada sobre el corazón, no deseé pensar ya en nada para ofrecerme en blanco, puro, ante la grandeza y piedad divinas.

“Muy pronto seré indio, hermano en la sangre y en la carne del hombre que ahora está dormido bajo la cam-pana”.

“Ten fe y moverás las montañas”, pero la metamorfosis no se daba y seguía siendo el que entrara de la mano del sacerdote. El ligero peso de dos manos, una en el pelo, la otra en el hombro derecho me sorprendieron al sentir-las en mi prosternada posición; di un giro: allí estaba él, Sebastián Pérez Gómez, viéndome con sus ojos profundos y bondadosos. No oí el ruido de sus caites cuando entró, ni percibí el olor de selva impregnado en su cuerpo. Sólo miraba, ya, su ropa hecha jirones, salpicada del lodo que formaban las lluvias torrenciales. Oí su voz con la creencia de que en ella se encontraban compendiadas todas las voces de los indios caminantes.

—Vení, chiquitío, vonós a tu casa, ¿qué ‘tas haciendo aquí tan tempranito?

No recuerdo si no pude o no quise argumentar algo respecto a mi transformación. Me tomó en sus brazos, for-mando con ellos la única cuna que en la vida he tenido, y me sacó de la iglesia. Ya afuera no pude contener el llanto, iniciado justamente en el momento en que el estrepitoso escape del molino de nixtamal esparcía su resonar por to-dos los rumbos del pueblo.

El tenejapaneco ya no habló más y yo, en el transcur-so de la iglesia a la casa en brazos de Sebastián, sentí algo inconmensurable, iluminatorio: porque estaba junto al calor de sus brazos que compendiaban un mucho de calor y amor paterno y un poco más de cariño materno, en aque-llos brazos de bronce de Sebastián me sentí un ser humano fuerte y seguro; y porque empezaba a evocar la tibieza de su mano en mi sien al dibujarme en ella la Señal de la Cruz que fue como el milagroso cayado de Moisés, portadora de la gracia, pues al tocarme con sus piadosos dedos, tuve la revelación de que pronto alcanzaría mi tan anhelada tran-quilidad emotiva.

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28 | REVISTA CULTURAL SAN GABRIEL

foto 4

¿Un árbolpara mi casa?Verónica Chávez de la Peña

Cuando plantas un árbol lo debes de plantar con la idea que ese va a ser su lugar para siempre. Por lo que es recomendable que se investigue un poco más del tipo de

árbol que se va a plantar para cuando crezca no tengas problemas con su altura, raíces, grosor, copa, etc.

Habrás notado que varias personas plantan árboles grandes para banquetas, como puede ser una Jacaranda (la que tiene flo-res moradas), Cedro, Ficus, Eucalipto y cuando estos crecen, las raíces se salen y rompen el pavimento, están cerca de los cables de luz por lo que les tienen que cortar su ramaje, las raíces rompen tuberías o se meten a ellas. Por eso el escoger el tipo de árbol es una cosa que hay que pensar bien.

Estos son los árboles que recomiendo ampliamente:

• Árboles Frutales como: naranjo, limón, níspero, gua-yabo, granado. La ventaja de estos es que puedes tener flor y fruta en un mismo árbol, además que sus flores huelen muy rico. Estos te pueden servir además para enseñar a tus hijos el proceso natural de la fruta y que le puedan dar seguimiento en su desarrollo.

• Árboles nativos: Acacias/Tepame, Huizaches, Mimosas, Palo Verde, Palo Rojo. De bajo mantenimiento, favorecen a la fauna local, algunos tienen floración, acostumbrados al clima y suelo.

Existen en internet muchas páginas dedicadas a dar información sobre árboles, como www.infojardin.com. Siempre encontrarás el árbol que cubra con las necesidades que requieres a corto y largo plazo: primero debes saber qué es lo que quieres y qué no quieres para que te sea más fácil ubicarlo. Un árbol puede ser un fiel com-pañero en el camino de tu vida, sólo debes de escogerlo bien.

Invitados

foto 1. Ceiba | foto 2. Ficus en maceta | foto 3. Jacaranda | foto 4. Plantas nativas Verónica Chávez de la Peña

foto 1

foto 2

foto 3

Los árboles que por nada debes de plantar son Ficus y Eu-caliptos. Como mencioné antes, el Eucalipto tiene ramas quebradizas, raíces agresivas, saliniza el suelo y no deja crecer otras especies debajo de él. Te invito a elegir, mejor, uno de los tantos árboles con diferentes beneficios ambientales.

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1. Tamaño: En general, del tamaño que sea la copa del árbol son sus raíces. Así que si ves que tu arbolito está creciendo, es normal que sus raíces de igual ma-nera lo estén haciendo y lo sigan haciendo.

2. Espacio: Aunque compres el árbol chiquito, tienes que plantarlo pensan-do que va a crecer. Para que no te estorben sus ramas cuando sea grande, déjale espacio suficiente y un cajete de tamaño adecuado para que no se tengan que salir las raíces. Es importante que conozcas e investigues cómo va a ser la copa del árbol cuando esté maduro, por ejemplo: si va a ser de 5 metros tienes que dejar ese es-pacio de diámetro y no pegarlo a la pared.

3. Raíz: Es importante saber cómo son las raíces del árbol que plantes. Exis-ten raíces que son muy invasoras como el Álamo plateado, que siempre buscan humedad y pueden llegar con el tiempo a meterse a tu tubería y hasta después de quitado el árbol te pueden seguir saliendo esquejes de las raíces. Algunos de los ár-boles con raíces agresivas son: Eucalipto, Ficus, Arces, Castaño de Indias, Chopos o Álamos, Robinias, Olmos, Plátanos, Sauces, Hayas y Jacarandas.

4. Copa: Si es triangular, como un Pino, redondeada como un frutal o recto como un Cipres.

5. Ramas: Las ramas pueden ser muy extendidas como la Ceiba, o crecer muy poco como los árboles frutales o incluso crecer como paragüas como el Tabachin. Además, considera la sombra que te va a brindar, si te vas a poder sentar debajo de él, etc. También si tienen ramas fuertes o quebradizas como los Eucaliptos, ya que con los fuertes vientos de León pueden llegar a romperlas fácilmente.

6. Flor y fruto: Si tiene algún tipo de floración, cada cuando la da, si va a gene-rar mucha basura, si voy a estar dispuesto a darle el mantenimiento necesario, si da fruto, qué tipo de fruto, etc.

7. Hojas: Si es de hoja perenne que conserva sus hojas siempre o caducifolia que muda de hoja, estos árboles te pueden ser útiles para que en invierno le llegue el sol a zonas que en verano no se puede y cambia el panorama de tu jardín cada estación. Pero debes saber que el árbol invernará y que no es que esté seco, sólo está juntando fuerzas para que en primavera te pueda sorprender con sus hojas nuevas.

8. Riego: Si es de riego abundante o poco riego. Para saber dónde lo vas a locali-zar, ya que si pones un árbol de poco riego en una zona donde se riegue a menudo sus raíces pueden llegar a podrirse.

9. Árboles nativos: Por favor, considera dejar los árboles nativos que estaban en tu casa antes de que llegaras. Estos árboles necesitan poco mantenimiento: están acostumbrados al clima y suelo, favorecen a la fauna de la zona y así estarás ayudando a conservar la vegetación que tenemos en nuestro estado. No por ser comunes son feos, si los integras a tu diseño pueden llegar a asombrarte. Cuando se plantan especies exóticas puede ser que les cueste más adaptarse y que vengan acompañadas de alguna fauna que no pensábamos.

10. Fauna: Considera también la fauna que puede estar relacionada con tu árbol. Hay árboles que atraen mariposas, catarinas, abejas colibrís, pajaritos, murciélagos, tordos, etc. Es importante que consideres que el lugar que dispongas para tu árbol sea el adecuado.

Aquí te voy a poner unos tips para que sepas escoger el mejor árbol y que no tengas problemas posteriores con él.

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... el pueblo mexicano no puede resignarsea tener por Presidente de la República

a don Victoriano Huerta,al soldado que se apoderó del poder

por medio de la traición y cuyo primer actoal subir a la presidencia fue asesinar cobardemente

al presidente y vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular...

Belisario Domínguez

Francisco Ignacio Madero González nació en la hacienda El Rosario, perteneciente a Parras, Coahuila, el 30 de octubre de 1873. Realizó es-tudios en Saltillo para seguirse preparando pos-teriormente en escuelas de Estados Unidos y Eu-ropa. Al regresar a México se avocó a los diversos negocios con que su familia contaba, al mismo tiempo que buscaba mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores.

Madero mostró interés por la política nacio-nal, lo que lo llevó a tomar parte en actividades llevadas a cabo en el Estado de Coahuila. Muy importante para don Francisco resultó ser 1908,

ya que casi para concluir ese año se publicaría el libro La sucesión presidencial de 1910. En esta obra hacía su análisis y daba sus impresiones sobre el gobierno del general Porfirio Díaz, abordaba el tema de la democracia y revisaba diferentes si-tuaciones del país. Meses antes de que el libro viera la luz, Díaz afirmaba categórico al perio-dista estadounidense James Creelman, que acep-taría de muy buen grado la llegada de un partido de oposición, por esta razón mucha gente pensó que México tenía ante sí una posibilidad real de acceder a una vida democrática.

Madero dio inicio a una campaña política con el fin de contender en las elecciones pre-sidenciales de 1910. Fue a diferentes lugares del país como candidato del Partido Antirreelec-cionista, solicitando en todo momento el apoyo para su causa, bajo el lema “Sufragio efectivo, no reelección”. Pero el presidente Díaz de ninguna manera estaba dispuesto a aceptar que se le des-plazara del poder.

Madero fue capturado por el gobierno y lle-vado a San Luis Potosí, donde permaneció preso justo antes de realizarse los comicios en los que Porfirio Díaz volvió a reelegirse. Una vez que lo-

relatos deClío

· historia ·

A cien años dela Decena Trágica

Gerardo Piedra

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gró huir de la ciudad en la que estaba detenido y ya estando en San Antonio, Texas, Estados Unidos, dio a conocer el Plan de San Luis Potosí. En él se exhor-taba a los mexicanos a combatir con las armas al general Díaz, señalando como fecha para comenzar el movimiento el 20 de noviembre de 1910.

La revolución maderista logró su objetivo, Díaz presentó su renuncia y dejó el país. Posteriormente, Francisco I. Madero se convertía en presidente de la república. En el transcurso de su ges-tión enfrentó las sublevaciones de Emi-liano Zapata y Pascual Orozco, quienes habían sido sus aliados.

El “Apóstol de la Democracia” tomó decisiones que mermaron gravemente a su gobierno. Conservó bajo su man-do a los jefes militares que habían sido incondicionales al régimen de Díaz, al mismo tiempo que comenzó a licenciar a los hombres que lo ayudaron en su causa. Tuvo todo tipo de consideracio-nes con los porfiristas, a tal punto que a gran cantidad de ellos se les otorgaron cargos de gran importancia en su admi-nistración, haciendo a un lado a aque-llos que lo habían apoyado en la lucha contra el dictador.

Madero sería derrocado, pero no por aquellos a los que combatía con el ejército federal, sino por sus propios oficiales. A los acontecimientos ocurri-dos en la capital del país del 9 al 18 de febrero de 1913, y que desembocaron en la caída de Madero, se les conoce como “La Decena Trágica”.

Cuando finalmente consiguió Ma-dero la presidencia de la nación, los revolucionarios esperaban ver realiza-dos los anhelados cambios por los que habían marchado al combate. Sin em-bargo, las acciones llevadas a cabo por el nuevo mandatario resultaron ser lo contrario a lo que la gente que lo siguió reclamaba.

El “Caudillo del Sur”, Emiliano Zapata, fue uno de los que se rebela-ron contra el titular del ejecutivo al sentir que no estaba cumpliendo con los compromisos contraídos. Ante tal problemática, Madero envió al general Victoriano Huerta a sofocar los levan-

tamientos. Los antiguos seguidores de Porfirio Díaz que estaban disgustados con Madero también lo atacaron, pero tanto Bernardo Reyes como Félix Díaz fueron detenidos y enviados a prisión.

Fue el 9 de febrero de 1913 cuando comenzó una sublevación contra Made-ro en la que se encontraban los gene-rales Manuel Mondragón, Félix Díaz y Bernardo Reyes, éstos últimos sacados del encierro por las tropas rebeldes. En Palacio Nacional se enfrentaron a las fuerzas leales al presidente, las cuales eran dirigidas por el general Lauro Vi-llar. Bernardo Reyes murió en la acción mientras Villar quedaba herido, éste se-ría sustituido en sus funciones por Vic-toriano Huerta, según las instrucciones del propio presidente.

Manuel Mondragón y Félix Díaz se hicieron del edificio conocido como La Ciudadela y ahí se prepararon para la confrontación. El general Huerta, en quien Madero había depositado toda su confianza para defender al gobierno, en realidad estaba coludido con los re-beldes. Lo que hacía era fingir que los atacaba cuando lo que verdaderamente buscaba era acabar con la mayor canti-dad de efectivos leales al régimen. Ma-dero fue traicionado, tanto él como el vicepresidente José María Pino Suárez fueron aprehendidos por militares a las órdenes de Huerta. Por algunos días es-tuvieron privados de su libertad dentro del mismo Palacio Nacional, viéndose forzados a presentar sus renuncias.

Un factor importante lo constituyó el “Pacto de la Embajada”; en él, Félix Díaz y Huerta convinieron que éste úl-timo ocuparía la presidencia quitada a Madero. El pacto fue llamado así por haberse realizado en la embajada es-tadounidense con la complicidad de Henry Lane Wilson, el embajador de aquel país en México.

Francisco I. Madero y José María Pino Suárez fueron asesinados el 22 de febrero de 1913, los terribles momen-tos que marcaron “La Decena Trágica” quedaban atrás, por delante vendrían acontecimientos que seguirían confor-mando el rumbo de la Revolución.

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Rodrigo Collado

+Cine

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Es un gusto poder platicar un poco con ustedes de nueva cuenta, y como el Cine es lo que nos conecta, pues de cine ha-blemos.

Platiquemos de lo que en Hollywo-od están hablando, Ben Affleck, su Argo, su Oscar y el que le negaron.

Para los que a estas alturas no han tenido la oportunidad de ir a ver Argo, no les voy a contar la película, pero sí les tengo que decir que posiblemente he pasado los diez minutos más angus-tiosos montado en un avión mientras se mueve lentamente por la pista para tomar posición de despegue.

Una vez más la academia nos regala una sonrisa dándole un merecido Oscar a una muy buena película, pero ¿qué pasó con la categoría de dirección?

Para la terna como mejor director había un agarrón épico, todas las pelí-culas tuvieron grandes directores, vie-jos conocidos de la academia e historias con carácter y carisma, para ser since-ros, yo sí le fallé en esa categoría.

Pero entendamos un poquito más a que le dicen dirección, qué hizo Ang Lee que no hicieron los demás. Que hizo bien para dejar fuera a Ben Affleck, ganarle a Steven Spielberg por Lincoln y al aclamado Michael Haneke con su Amour.

De entrada el director taiwanés de-cidió decir que sí a una historia profun-damente introspectiva, perturbadora y difícil de contar visualmente, al igual que Argo, para aquellos que no han visto Life of Pi (no se las voy a contar, pero se las recomiendo) es una gran película.

El director de una película es el ser supremo en ese mundo, es el que tiene en la cabeza la historia completa, es el que sabe lo que pasa y nos da la opor-tunidad de asomarnos, el director nos lleva de la mano y nos va enseñando la historia de forma que durante las dos horas que tiene para contárnoslo este-mos al borde de la butaca, el director es el que entiende a la perfección el mun-

do alterno que significa una película y pone la cámara en esa situación que nos hace falta conocer para volvernos, cóm-plices, testigos o jueces de lo que él sabe que va a pasar.

A mi parecer Ben Affleck debió de estar nominado en su primera incur-sión en la dirección; su película resuel-ve muy bien el tema de dirección, pero cuenta con gran ayuda del guión, escri-to por Chris Terrio ganador del Oscar por mejor guión adaptado, a mi parecer ése es el punto a discutir. Premiar a un director en esa categoría, dejando fuera los dimes y diretes políticos, es premiar al trabajo y esfuerzo de una persona por hacernos entender su mundo, Affleck nos contó un mundo muy interesante, nos relató un gran momento de la his-toria, sin embargo, estoy de acuerdo en que el trabajo de Ang Lee o de Michael Haneke tienen una carga artística que supera considerablemente lo hecho por Affleck. Creo que Ben Affleck escogió una gran película para su opera prima, pero también creo, que la escogió por-que estaba consciente que el grado de exposición iba a ser controlable.

Este año tuvimos una selección muy complicada, una historia fuerte y triste con Amour, dos hechos históricos, Lin-coln y Argo, una historia inspiradora con Beasts of the Southern Wild, un golpe a la ra-zón y vida del norteamericano común con Silver Linings Playbook y una historia con potencial de cambiarte la forma en que ves las cosas que pasan a tu alrede-dor, Life of Pi.

Al final del día los nominados, los premios, el Oscar, los Globos de Oro y las Palmas no son más que premios en la estantería y estadísticas en una base de datos, lo importante del cine es lo que nos mueve, lo que nos hace ver, lo realmente importante de las películas es lo bien que nos dicen lo que nos tienen que decir.

Y para nosotros lo importante es que siempre haya +Cine.

· fotografía · cine ·la Pupila

foto 1. Argo | foto 2. Life of Pi | foto 3. Lincoln | foto 4. Amour| foto 5. Silver Linings Playbook |foto 6. Beasts of the Southern Wild

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Cómo hacer contra el azarese demonio inventado por un dios ociosamente eternoque nos hace tropezar en la misma esquinarodar con repetidos giros de piedray caer en ese continuo estado de dudaque es el alma cegada por un cerebro perdido

Cómo hacerpara no contar la historia de nuestra ineptitudpara no confrontar su consecuenciapara no quedarnos sintiendo lástimalástima de nuestro síauténtica lástima y aun terrorde caer otra vez en el espejoque nos descubre el dolorla cobardía de cada horala confrontación del azar con el ser azar de cada díaque nos deja en los ojos la visión del mal que somosy un gusto de obscenidades en la lengua.

Cómo hacer contra el azarLuz de Lourdes García Ortiz

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Centro Cultural San GabrielTalleres de Arte y cultura, renta de espacios y eventos culturales.Contacto: Teresita Valdés VacaCircunvalación Poniente 1154, Col. Jardines del Moral. León, Gto.Tel. 7735413 / sangabrielcentrocultural@gmail.comwww.centroculturalsangabriel.com

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Galería Valle de SeñoraCentro comercial, auditorio y exposiciones.Contacto: Violana HernándezZaragoza y Madero, Col. Centro. León, Gto.Tel. 7131347 / [email protected]úscanos en FB!

Violines MágicosEventos sociales y religiosos. Música clásica, piano y violines.Contacto: Silvia Ascencio de PadillaLeón, Gto.Cel. 044 477 7500517Tel. 7730051 / [email protected]

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Ana María RecinosClases de dibujo y pintura.Contacto: Ana María RecinosCircunvalación Oriente 104, Col. Jardines del Moral.León, Gto.Tel. 7791905

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Obra que atrapa por su particular manejo de las múltiples tramas y una forma directa de narrar, pero, sobre todo, por una excelente recreación histórica. En el año 1933, Berlín es un foco de agitación política y social. Lady Maud, ahora la esposa de Waltervon Ulrich y madre de dos hijos, publica artículos en una revista semanal que ridiculizan al partido nazi mientras su marido manifiesta su oposición en el gobierno. Sin embargo, parece que nada podrá frenar el poder ascendente de Hitler. Cuando Maud recibe la visita de Ethel Williams y su hijo Lloyd, todos serán testigos de la tiranía. Mientras, en Inglaterra, Lloyd Williams, activista político, luchará en el ejército británico para intentar frenar dicho avance, antes de alistarse en las brigadas internacionales de la guerra civil española, donde participará en la ofensiva de Zaragoza. Ty Gwyn, la mansión familiar de los Fitzherbert en País de Gales, se convertirá en acantonamiento para oficiales, y durante su estancia, Lloyd se sentirá atraído por la mujer de Boy Fitzherbert, la rica heredera americana Daisy Peshkov. En esta novela épica, Follett transportará al lector a través de una Europa en ruinas, quebrada de nuevo por las guerras y los conflictos ideológicos.

En esta obra, el autor comparte contigo, amigo lector, una seriede estrategias prácticas, sencillasy de aplicación inmediatapara que liberes tus propios recursos, puedas resolver eficazmentelos desafíos y retos presentes,y optes por una mejor calidad de vida, con resultados visibles, tangibles y reproducibles. La obra está basada en técnicas garantizadas, como ejercicios de relajación integral, visualización creativa, coaching trascendente, programación neurolingüística, psicología positiva, logoterapia, terapia de campo mental, gimnasia cerebral y centros de poder armonizador, que te permitirán conectarte con las propiedades inherentes a tu naturaleza esencial… Estar vivo, sano y experimentar placer, estar en paz contigo mismo, en orden y armonía con tu entornoy ser altamente eficaz en tu vida, ocurra lo que ocurra… o te haya ocurrido antes.

Es un viaje a la España del siglo XVIII donde el lector acompaña a dos mujeres: una ex esclava negra y una joven gitana, en una historia de amistad y pasiones. En enero de 1748, una mujer negra deambula por las calles de Sevilla. Atrás ha dejado un pasado esclavo en Cuba, el hijo al que nunca volverá a ver y un viaje hasta las costas españolas. Caridad ya no tiene amo, pero tampoco un lugar donde cobijarse, cuando se cruza en su camino Milagros, joven gitana de Triana. Nace la amistad entre ellas y, entre zarabandas y fandangos, la gitana confiesa a su nueva amiga su amor por Pedro García. Por su parte, Caridad se esfuerza por acallar el sentimiento que está naciendo hacia Melchor, el abuelo de Milagros, un hombre bribón y seductor, aunque firme defensor del honor y la lealtad para con los suyos. Pero cuando un mandato real convierte a todos los gitanos en proscritos, la vida de Milagros y Caridad da un trágico vuelco. Ildefonso Falcones nos presenta una época apasionante. Desde Sevilla hasta Madrid, desde el tumultuoso bullicio de la gitanería hasta los teatros señoriales de la capital, los lectores disfrutarán de un fresco histórico poblado por personajes que viven, aman, sufren y pelean por lo que creen justo.

El invierno del mundoKen Follett

Plaza & Janes editores, 2012

Bienestar integralJosé Ramón Ramos Silva

Editorial Trillas, 2013

de salida...· recomendaciones ·

La reina descalzaIldefonso FalconesEditorial Grijalbo, 2013