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Revista Nosotras #27

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Revista Nosotras - Edición #27

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Distribuida en el noreste de México en:

NosotrasPor una sociedad con equidad

centros culturales, museos, colegios, restaurantes, salas de belleza, transporte público, gimnasios, clínicas y hospitales.

Preparan Encuentro Nacional Feminista 2013

Sustituir el discurso feminista emotivo, por el político y conceptual, propone Amelia Valcárcel

Insostenible negar alerta de género

La educación de las mujeres

Hablar sin riesgo

Madres en la búsqueda de sus hijas e hijos

Por una seguridad ciudadana con perspectiva de género

Quinceañeras: la industria de las princesas

Vivencias, realidades y utopías

El arte como acto de reflexión

La deuda del poder judicial ante la violencia contra las mujeres

La movilidad es un derecho

Galletas con causaMilagros de amaranto

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Reconocer la alerta de género y el feminicidio

Los temas sobre la condición social de las mujeres, sus logros, sus aportes, sus demandas, sus luchas, son una fuente inagotable de información y de análisis. Eso tratamos de documentar en estas páginas con la colaboración de mujeres y hombres comprometidos con la defensa y promoción de los derechos humanos en general, pero muy especialmente de las mujeres y de las niñas.

Nosotras, en un esfuerzo colectivo con personas solidarias queremos transmitir consistentemente los temas que más lastiman a las mujeres y que las mantienen en desventaja en un sistema patriarcal que las violenta en sus derechos más elementales.

Por eso volvemos a poner énfasis en la necesidad de hacer efectivas las leyes que nos rigen y que son nuestro derecho, y uno de los aspectos en los que centramos la atención es justamente en la demanda de la sociedad civil de varios estados del país, para implementar la alerta de género, ante el aumento de crímenes en contra de las mujeres.

En Nuevo León, la asociación civil Arthemisas por la Equidad, apoyada por otras organizaciones sociales, presentó el año pasado una solicitud para que en el estado se implementara una Alerta de Género, sin embargo la demanda fue rechazada por la mayoría de las instancias de las mujeres en el país, incluyendo el propio Instituto Estatal de las Mujeres de Nuevo León.

Recientemente el Congreso del Estado convocó a una mesa de trabajo para analizar las iniciativas de ley que reformen los códigos penales y de procedimientos penales de Nuevo León, así como la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Nuevo León para tipificar como delito el feminicidio.

Estuvieron presentes representantes del gobierno estatal, del Poder Judicial, legisladores y legisladoras, así como integrantes de la sociedad civil. El diálogo fue interesante toda vez que se empezó por reconocer que en Nuevo León hay feminicidio, lo que negaron u omitieron las anteriores dos legislaturas.

Esperemos que realmente se trabaje en la materia, que se tomen en cuenta las voces de la sociedad civil comprometida con la defensa de los derechos humanos y la no violencia en contra de las mujeres, y que finalmente parece ser que está más cercana a la problemática real, como es el caso del trabajo invaluable de Alternativas Pacíficas, AC, que a diario enfrenta la realidad de un sistema de justicia que desconoce o no quiere reconocer su obligación de atender a las mujeres como ciudadanas sujetas de derecho.

Juana María Nava CastilloDirectora General

Directora y editora general Juana María Nava Castillo

Consejo Editorial Sara Lovera / Guadalupe Cruz Hernández / Jackie Campbell Maricruz Flores / Soledad Jarquín / Sonia López

Coedición Irma Alma Ochoa

Diseño Brenda Ortíz

Fotografía de Portada JNavaFotografía Itzel Ríos / Archivo Nosotras / Rogelio Ojeda / Vicky Ponce / JNava Alpaz / Pueblo Bicicletero / IEM / Cadhac

Servicio informativo especial Agencias SEMIac / La Independent / Las Caracolas

Edición web Carlos GarcíaPublicidad Olga Lilia Reyes

Colaboran en este número Irma Alma Ochoa / Sara Lovera / Jorge VerásteguiMartha Yuriria Rodríguez / Guadalupe Cruz Hernández / Marcela Valero Nora Carolina Rodríguez / Miriam Ruíz

Edición 27, mayo-junio de 2013. Nosotras por una sociedad con equidad es una publicación bimestral, con distribución en el noreste de México. Certificado de Reserva de Derechos al uso Exclusivo (INDAUTOR) 04-2009-050615060000-102. Integrante de Diez Comunicación, Caintra, Asociación de Periodistas de Nuevo León. Las colaboraciones son responsabilidad de sus autoras/es. Nos reservamos el derecho de edición. La reproducción total o parcial de su contenido requiere autorización de la editora.

Para comentarios y sugerencias llamar a los tels. (81) 17 74 00 84; (81) 15 19 00 86

correo: [email protected]

www.revistanosotras.com

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Nosotras participamos

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Con el objetivo de promover y fortalecer la articulación del movimiento amplio de mujeres, en su diversidad, como fuerza política y construir una agenda nacional por medio de estrategias que incidan en políticas públicas orientadas al ejercicio de todos los derechos para todas, este año se efectuará en México el Noveno Encuentro Nacional Feminista.

La sede que albergará a las mujeres en lo individual, o pertenecientes a diversas agrupaciones, colectivos, universidades o instituciones será la ciudad de Guadalajara los días 25, 26 y 27 de octubre de 2013, según el acuerdo del anterior encuentro, realizado en Zacatecas en el 2010.

Cabe señalar que con el encuentro en Zacatecas, donde se reunieron más de mil 500 mujeres, se reinició una nueva etapa de reunión de las feministas mexicanas, luego de 18 años de no congregarse.

Desde noviembre de 2012, durante la primera reunión preparatoria rumbo al encuentro de Guadalajara, se organizaron los diferentes comités que estarán a cargo de que la máxima reunión del feminismo nacional, cumpla con los objetivos de coordinación de acciones y estrategias para incidir en el mejoramiento de la condición de vida de las mujeres de este país.

Se trata, han coincidido las organizadoras, de articular el movimiento feminista y armar una agenda ante la emergencia nacional en temas que son vitales para las mujeres, y de ese modo demandar de forma permanente políticas públicas efectivas que garanticen los derechos de todas las mujeres, sin distinción.

La premisa es que quienes participen sean feministas, se asuman como tales, como un principio de reconocer que existe una pluralidad de pensamiento y de ejercer el feminismo a través de diferentes trincheras.

De este modo, el Noveno Encuentro Nacional Feminista 2013, reunirá a mujeres de todas las generaciones, y se pondrá énfasis en la participación

de mujeres de todos los estados del país a fin de establecer estrategias heterogéneas en cada región y generar acciones de forma más organizada y con mayor impacto en los temas prioritarios, como lo es la violencia en contra de las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones.

Preparan Encuentro Nacional Feminista 2013

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Irma Alma Ochoa Treviño

“No se puede hacer feminismo sin las nociones de pacto, contrato, ciudadanía, derechos, libertad, igualdad, solidaridad, toda esta es nuestra terminología. ¿De dónde viene?, del momento mismo fundador de la modernidad, ahí la hemos adquirido, desde ahí la hemos venido usando. El feminismo es un enorme movimiento con un aparato teórico extraordinariamente grande que tiene ya tres siglos de existencia”.

En ese tono fue la interesante disertación de la filósofa feminista Amelia Valcárcel, desarrollada en el Seminario Ni más ni menos: ¿iguales?, en el mes de febrero, en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

En su cátedra sobre las categorías políticas de la modernidad, la doctora en Filosofía por las universidades de Oviedo y Valencia, España, hizo un recorrido por diversas geografías y momentos históricos, en donde se ha desarrollado la mayor parte del pensamiento actual.

Comentó los mitos de origen que toda sociedad se narra a sí misma para reconocerse y distinguirse de las demás; indicando que las religiones judía, cristiana e islámica, comparten relatos comunes que interpretan las reglas de la convivencia.

Inició con la fundación de Roma a partir del surco con el que dividieron sus parcelas los hermanos Rómulo y Remo, y en el que hubo un acto sacrificial. Luego dijo que a fines del siglo III el imperio empezó a cristianizarse y la narración judía de Adán y Eva, quizá de origen babilonio, llegó a formar parte de la iconografía de una tumba romana. Con ello, el relato de la urbe mutó al relato cristiano, para más tarde cambiar al relato político.

Expuso que la guerra de que se obtenían mediante limosna. Pero no contaron con que un docto fraile alemán, apegado a las escrituras, Reforma se inició en el siglo XVI, cuando un Papa tuvo la idea de construir una gran basílica que superara en esplendor a las de la antigüedad; esa obra requería de dinero, y para conseguirlo redactaron indulgencias Martin Lutero, expusiera sus tesis en la puerta del palacio de Wittenberg, acusándoles de simonía.

El temple de Lutero, su negativa a retractarse y la protección que recibió de los príncipes alemanes contra los dictados de la Iglesia, detonó una cruel guerra que provocó pobreza, hambre e inseguridad. Durante 120 años no hubo paz por esas tierras y los mejores cerebros estuvieron ocupados en las disputas religiosas. Europa se amuralló de nuevo.

Valcárcel comentó que el costo de la Basílica de San Pedro fue la división de la cristiandad, poniendo al mundo al borde del colapso, y trasmutando el relato religioso en geopolítico. Esta guerra terminó en 1648, con el Tratado de Paz de Westfalia. Explicó que al rehacerse la sociedad aparecieron los grandes pensadores de la modernidad: René Descartes, Tomas Hobbes, John Locke y Baruch Spinoza, a quienes se les debe la edificación de las categorías, terminologías y caminos mentales que actualmente utilizamos para pensar la convivencia y la vida política, y son, además, el motor de la innovación moral y del cambio en el mundo.

Abrió un paréntesis con la narración de los ríos que dividen el norte y el sur, y reseñó que Max Weber observó que las sociedades que se ubican al norte del río Rin, son naciones protestantes, que tienen la idea de que la riqueza se legítima por el trabajo, y les ha llevado a tener un gran desarrollo económico; su sociedad es ágil, vivaz e interesada en los negocios. Mientras que al sur están las naciones católico-romanas, en donde las sociedades son más desiguales, anquilosadas y el trabajo se concibe como maldición divina.

Sustituir el discurso feminista emotivo, por el político y conceptual, propone

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Weber expresó que unas sociedades se distinguen de otras por el tipo de valores que tienen y los valores morales están encarnados en las religiones. En el norte piensan que quien no trabaja no está cumpliendo con el mandato divino de: ganarás el pan con el sudor de tu frente. En el sur, en cambio, tiene más rango y respeto aquel que trabaje menos y dejan de lado los textos sagrados. Creen que si compran indulgencias y hacen peregrinación repentinamente tendrán un golpe de suerte.

Amelia Valcárcel confirmó lo que Baruch Spinoza dijo en su tiempo: “que los textos divinos sirvan nunca para gobernar una sociedad humana”. Con amenidad la conferencista continúo diciendo que en su obra, Hobbes explicó el origen de la sociedad y llegó a la conclusión de que en estado natural los hombres son libres pero requieren pactar con el Estado para la segura convivencia. En tanto que Spinoza hizo una crítica a las religiones, propugnó por la razón y la reflexión para llegar al conocimiento. Mientras que Locke expuso que la vida, la libertad y el derecho a la felicidad son derechos naturales y señaló que la soberanía emana del pueblo.

Para la expositora, cuando Descartes dijo: “no admitas nada que no veas con absoluta claridad”, puso el fundamento para acabar con las ideas heredadas que no se pueden probar. Por ejemplo, no se puede probar que las mujeres nacieron

para servir a los hombres o que tienen menor inteligencia. Eso, hay que sustituirlo, dijo.

El recorrido histórico guiado por la filósofa llegó al feminismo. Éste, manifestó, es un movimiento que cuenta con un enorme aparato conceptual y nuevos lenguajes que lo sostienen, para defender algo que va contra toda práctica humana: que mujeres y hombres tienen el mismo valor y que, en un plano de igualdad, pueden hacer las mismas cosas.

“Señoras, somos hijas de la modernidad, allí nacimos y si queremos hacer de Descartes nuestro padre putativo tendríamos más de una razón para hacerlo, podemos encontrar a más gente, pero a éste le debemos de tener cierto respeto por su idea de que había que fundar un nuevo orden de conocimiento que permitiera acabar con todas las ideas falsas, todo lo que se ha venido haciendo, es probablemente una gran colección de errores.

“Hay que edificar al mundo de nuevo, entero, desde el inicio, porque hemos creído demasiadas cosas que no podemos probar de ninguna manera y entre las cosas que hemos creído es que las mujeres nacieron para servir a los hombres, que tienen menor inteligencia, o que tienen menor ánimo, eso no es verdad, simplemente ésta es una de esas ideas heredadas que se arrastran, y son falsas”, enfatizó la experta.

Y reiteró: El feminismo no puede existir sin un enorme aparato conceptual. El feminismo, para muchas de nosotras como buenas detectoras de la injusticia, es una emoción. A veces sentimos la emoción feminista, que es eso que se nos desata cuando vemos una injusticia o una atrocidad contra alguien por ser mujer; pero en realidad, aparte de esa sentimentalidad que ahí está, el feminismo necesita un aparato conceptual enorme para explicar que las mujeres y los hombres tienen el mismo valor, sirven para las mismas cosas y pueden hacerlas igualmente bien, se necesita venir armada de un aparto teórico y de sabiduría extraordinariamente fuerte, haciendo uso de todas las categorías políticas de la modernidad.

Directora de Arthemisas por la Equidad, AC

Sustituir el discurso feminista emotivo, por el político y conceptual, propone

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Sara Lovera

La Secretaría de Gobernación reconoció hace un par de meses que las agresiones contra las mexicanas crecieron 400 por ciento y que lo más preocupante es que los asesinatos son cada vez más crueles. En tanto la Organización de Naciones Unidas en sus lacerantes críticas a México, por su inoperancia para frenar la violencia contra las mujeres, sustentó que más de 800 mil mujeres y niñas son víctimas de la explotación sexual y ratificó que sus informes evidencian que en los últimos años fueron asesinadas al menos 38 mil jóvenes, adultas y niñas en México.

Los datos estadísticos y circunstanciados son contundentes. Sin embargo, gobernadores de todos los colores y sabores, las directoras de los institutos de las mujeres y congresistas se niegan a avalar la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género que exige la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Estos señores y señoras tienen argumentos insostenibles frente a la realidad: dicen “es que se desprestigiará a mi estado” o bien “que no se cuenta con argumentos y sustentos suficientes”; otras y otros también dicen que “hacemos todo lo posible por evitar la violencia y las atendemos”.

El caso es que en nueve entidades del país se ha levantado la demanda, con datos y cifras, con argumentos diversos. En algunas entidades, incluso, se ha solicitado hasta tres veces esta declaratoria: Guanajuato, Morelos y Nuevo León. La respuesta es no. Reiteran su demanda las mujeres de Hidalgo y las de Oaxaca están documentando el asunto y pidiendo que actúe el gobierno de Gabino Cué. No es poco pero reciben silencio.

¿Saben por qué? Porque en este país de “Estado de Derecho” y “democrático” reconocer que las mujeres están abandonadas a la suerte de usos y costumbres, de indiferencia institucional, que son discriminadas y excluidas, significaría reconocer que el Estado no funciona, que no hay justicia y que las leyes, desde la Constitución hasta el más nimio reglamento, son puro papel.

La Alerta de Violencia de Género está descrita, mandatada y legislada desde 2007, en ese lapso se han hecho al menos seis solicitudes formales, tal como lo pide la ley, procedentes del Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, Morelos, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz, y se han presentado demandas no ajustadas a los términos de la ley en Chiapas, Sinaloa y Veracruz. En todos los casos hay detrás las cifras, los hechos, los diagnósticos y los argumentos.

En Guanajuato, Nuevo León y Morelos la petición de ley se ha formulado hasta tres veces en el último lustro. Los grupos de mujeres, de derechos humanos de la sociedad civil, tal cual lo pide la ley, han sustanciado la petición en estudios sin tacha, yo diría no solo suficientes sino contundentes. En Oaxaca el seguimiento es pulcro y vasto; en Chiapas ni hablar y en Hidalgo sustantivo. Pero nada, es una postura de no reconocimiento infundado y cínico.

Otro argumento banal es que los mandatarios, congresos locales o los institutos, argumentan que la declaratoria la debe hacer la Federación, desconociendo los términos de las leyes de acceso a una vida sin violencia locales que los hacen corresponsables, puesto que esas leyes obligan a los gobiernos a tomar medidas eficaces y preventivas. En la práctica son escurridizos y deshonestos.

Es particularmente llamativo que en el Distrito Federal, Zacatecas y Baja California Sur, la ley local establece el mecanismo estatal para hacer la declaratoria de Alerta de Violencia de Género

Insostenible negar la Alerta de Género

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Insostenible negar la Alerta de Génerosin recurrir a la federación. Eso que podría quitar el argumento de muchos gobiernos no ha sido posible introducirlo en otras entidades ¿por qué? Porque los flamantes legisladores son ignorantes, timoratos y misóginos. Mucha distracción ha sido que se haya enderezado una corriente para “tipificar el feminicidio”, evadiendo todo lo demás. Esa tipificación ha operado en contrario y ha permitido un argumento más para minimizar el tamaño del problema.

También, como algunos supuestos analistas dicen respecto de la violencia contra la profesión periodística, que sí, que hay más y más mujeres asesinadas y agraviadas, pero que eso se debe al crimen organizado, como si eso los justificara.

Agregue usted que padecemos como una aberración sistemática la enfermedad legaloide y de constante reglamentación. Desde 2012 la senadora Angélica de la Peña, en punto de acuerdo, solicitó a la Secretaría de Gobernación un informe puntual de lo que pasa y por qué se niega a declarar las alertas de género, sin que sepamos hasta ahora qué respondió esa dependencia tan ágil y certera con respecto del conflicto que vivimos de la violencia generalizada.

Debíamos preguntar ¿Y las mujeres qué? ¿No son ciudadanas, no pagan impuestos, no trabajan para mejorar los índices productivos, no colaboran en la marcha del país, son minusválidas, menores de edad, adicionales, incapaces, o sea no son humanas?

Bastaría que las autoridades, todas, de todos los niveles, en todos los encargos, de todas las entidades, cumplieran con el artículo primero de la Constitución Mexicana. ¿Para qué tantas y diversas leyes? Ninguna se cumple y los llamados desde la tribuna del Congreso caen al vacío. No hay manera de cambiar mentalidades, costumbres y reticencias. La misoginia, prima hermana del autoritarismo o el patriarcado, brilla en todas partes, en cuerpos de hombres y en cuerpos de mujeres. Las muertas, asesinadas, golpeadas, torturadas, arrojadas a las cunetas de las carreteras, acuchilladas, asfixiadas,

ahorcadas, baleadas, vejadas y maltratadas, que esperen un momentito, luego que modifiquemos la ley.

Ahora tenemos ya en la mano la flamante nueva Ley de Víctimas, que también dice cosas igualitas que la Ley de Acceso, pero no pasa nada. Desde 2007 es obligación gubernamental construir una base de datos, establecer un sistema nacional que dé certeza sobre el problema, tomar medidas preventivas, vigilar a los medios de comunicación para que no re-victimicen a las personas afectadas, crear un fondo de reparación del daño, establecer medidas cautelares, informar debidamente a la sociedad, agilizar las estadísticas de las procuradurías, entre otras muchas cosas.

¿Por qué se negaron las alertas de género?

El pasado 18 de abril, el Senado de la República emitió un exhorto a la Secretaría de Gobernación y al Instituto Nacional de las Mujeres para que informen sobre los motivos para rechazar cuatro solicitudes de la sociedad civil para emitir la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género en los estados de Oaxaca, Guanajuato, Estado de México y Nuevo León.

El dictamen señala la importancia de conocer el diagnóstico nacional para conocer la situación de los diferentes tipos de violencia hacia las mujeres, así como que se hagan públicas las resoluciones que llevaron al Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, resolver en sentido negativo las solicitudes en esas entidades.

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Nora Carolina Rodríguez Sánchez

Uno de los recursos sociales más importantes para el desarrollo de una nación es la educación. No es ninguna novedad lo anterior y ejemplos sobran para demostrarlo: los países con mayor desarrollo invierten más en educación, y los resultados están a la vista, la OCDE reporta ingresos públicos y privados muy significativos, más del doble de sueldo anual para una persona con educación superior, comparándola con una persona con educación secundaria.

México está sujeto a las pautas que determina la OCDE, con fines de evaluación, implementación de políticas públicas y ajustes a la inversión y los procesos educativos. Sin embargo, las condiciones no son equitativas debido a múltiples factores, y uno de ellos es la gran diferencia cultural y el acceso a la educación de las mujeres en nuestro país.

Los compromisos firmados en la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Internacional de la Mujer, incluyen acciones tendientes a lograr la equidad entre hombres y mujeres, aduciendo que el logro de esta condición permitirá un

desarrollo con justicia y equidad, promoverá la paz y un desarrollo sustentable. Por otra parte, la Plataforma establece que es necesario atender las disparidades e insuficiencias y la desigualdad de acceso en materia de educación y capacitación, así como eliminar la discriminación contra las niñas y la violación de sus derechos.

Para alcanzar lo anterior, se han establecido objetivos estratégicos y se han recomendado una serie de acciones, de las cuales podría destacar las siguientes:

•Asegurar la igualdad de acceso a la educación. •Eliminar el analfabetismo entre las mujeres.•Aumentar el acceso de las mujeres a la formación profesional, la ciencia y la tecnología y la educación permanente. •Establecer sistemas de educación y capacitación no discriminatorios.•Asignar recursos suficientes para las reformas de la educación y vigilar la aplicación de esas reformas. •Promover la educación y la capacitación permanentes de niñas y mujeres. •Eliminar la discriminación contra las niñas en educación y en la formación profesional.•Educar a las niñas acerca de las cuestiones y problemas sociales, económicos y políticos.

Si hiciéramos una retrospectiva en torno a las conquistas que las mujeres han tenido en los últimos 50 años, observaríamos grandes y significativos cambios en la forma de vida y en las posibilidades que han tenido. Es muy sencillo comparar lo que una mujer podía esperar de su vida en la década de los 50 ó de los 60, que lo que espera una mujer en 2013. El ejercicio es muy sencillo: piénsese en una bisabuela o una abuela que fue joven en 1950. No tenía las mismas oportunidades de vida social, de vida pública que tienen casi todas las mujeres hoy en día. Realmente fueron muy pocas las que estudiaron una carrera o pudieron trabajar fuera de su casa. Pero la cuestión es que, aún hoy, sigue presente el “casi”. Y los datos que ofrece el INEGI a partir del último censo de 2010, en materia educativa, son bastante decepcionantes.

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De cada 100 niños y niñas de 6 a 14 años, 94 asisten a la escuela, pero de la población de 15 a 19 años que asiste, es el 57 por ciento. Ahí ya cambia un poco la cosa, porque se quedaron fuera el 43 por ciento.

El INEGI dice que de 20 años y más, en el país continúan estudiando 3 millones 536 mil 369 personas. De una población de 112 millones de personas, el porcentaje es bastante pobre.

Para cuestiones de carácter comparativo con otros países, se considera la alfabetización, dando cifras muy alentadoras. Se habla de casi el 100 por ciento de logro en la población que se encuentra entre los 15 y los 24 años. Sin embargo, si confrontamos este dato con el nivel de deserción, encontraremos que de 100 alumnos o alumnas que ingresaron a la educación primaria, solamente 57 continúan estudiando en un nivel de educación media superior.

En el camino ya se quedaron casi la mitad. De manera que la alfabetización es el logro alcanzado. Y cuando se ofrecen cifras que hablan de alfabetización, invisibilizan el problema de la deserción. Además, no es suficiente con alfabetizar a la población.

Es bien sabido que el pensamiento formal se alcanza aproximadamente a los 18 años, de modo que las desertoras y los desertores aun no alcanzan ese nivel de desarrollo intelectual. El pensamiento formal se requiere para poder tener una construcción de la realidad amplia y crítica, un pensamiento hipotético-deductivo y habilidades sociales necesarias para interactuar en el entorno cultural.

Sin un proceso sistemático de educación, este nivel se logrará pero sin el componente formativo, sin un encauzamiento del mismo. Otros procesos intelectuales que se van generando en el sujeto, como la construcción del criterio moral, también se quedan a la deriva. Decisiones éticas, económicas o políticas, decisiones para un proyecto de vida se toman al margen de una educación formal.

Para agravar la situación, las mujeres llevan la peor parte, ya que algunas de las principales causas de deserción son la maternidad, o la imperiosa necesidad de trabajar. Mujeres que no han tenido una educación profesional, ni siquiera capacitación para el trabajo, tienen que emplearse en aquellos trabajos que no requieran dicha formación, sin altas expectativas de sueldos ni prestaciones laborales.

Muchas mujeres trabajan muy mal remuneradas o con exceso de horas de trabajo, algunas en el sector informal. Aunque las zonas rurales cada vez están más abandonadas, existe un alto índice poblacional en dichas zonas, y los recursos cada vez son más escasos. Se dice por eso que la pobreza en México se ha feminizado.

R. Ojeda

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En un ambiente escolar, es muy difícil visibilizar a quienes no pueden estudiar o a quienes han tenido que abandonar los estudios, porque es muy fuerte la costumbre de considerar que las mujeres no deben esforzarse demasiado estudiando tanto o que, si se embarazan, lo mas natural es que se salgan de estudiar y se dediquen a cuidar hijos, que formen una familia y la atiendan. Las instituciones educativas no han incorporado la perspectiva de género, con la que se puede analizar la realidad social y educativa de manera diferente, propiciando igualdad de oportunidades, entre otras cosas.

Podemos pensar que nuestro país es joven, está en desarrollo y los beneficios que se han tenido son muchos; sobre todo si observamos que las brechas que existen entre los logros de hombres y de mujeres van disminuyendo paulatinamente. Podemos tener mayores expectativas y creer que las condiciones van mejorando. Más vale que así sea y se continúe trabajando para la equidad, y que se sigan realizando acciones a favor de niñas y mujeres, principalmente en el ámbito educativo. La educación es una fuente de empoderamiento de mujeres.

Sin afán de ser pesimista, haría una acotación acerca de los efectos que conlleva la globalización, y las medidas que van presentándose en la incorporación de nuestro país al modelo neoliberal.

Los recursos para la educación pública cada vez son menores, las políticas en materia de atención educativa se van recrudeciendo, la oferta laboral bien remunerada es muy escasa, la atención a la salud es deficiente; además de que la situación particular que vive hoy nuestro país en materia de violencia no favorece en lo más mínimo un desarrollo equilibrado y sostenido.

Las tareas que continúan pendientes son las siguientes:

•Consolidar el acceso de todas las mujeres a la educación.•Favorecer la permanencia de las mujeres en la escuela.•Revisar los contenidos de la enseñanza y ocuparse de los procesos de socialización de los que son objeto hombres y mujeres en el sistema educativo y que definen sus modos de inserción ciudadana.•Atender los problemas de acceso a la educación de las mujeres que viven en zonas rurales e indígenas, y las de mayor edad, que no tienen posibilidades de integrarse a la educación formal.•Abatir el analfabetismo.•Mejorar el acceso de las mujeres a carreras profesionales tradicionalmente masculinizadas.

Como se puede ver, es imperativo un cambio cultural que permita modificaciones en los procesos sociales que moldean la construcción de identidades de género, el sistema educativo requiere urgentemente incorporar la perspectiva de género, capacitar a docentes y personal administrativo y directivo en esta materia, revisar currículas de los diferentes niveles educativos, desde educación inicial hasta educación superior, y reorientar las mismas transversalizando el género en cada una de ellas.

Aunque la tarea no es sencilla y el trabajo es arduo, las labores ya han iniciado. De manera que tendremos que apurarnos para hacer lo que nos corresponde.

Psicóloga y Lic. en Pedagogía por la UANL, asesora en materia de equidad de género y profesora universitaria

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Sara Lovera

Entre 1983 y 2013, en México fueron asesinados 112 periodistas, 13 mujeres y 99 hombres; solamente en 2012 existe el reporte de 7 desaparecidos. La lista de agravios, despidos y hostigamiento a la libertad de expresión supera los mil casos.

En los primeros cuatro meses de este año perdieron la vida: Jaime Guadalupe Domínguez, en Chihuahua, el 3 de marzo; Alonso de la Colina, el 16 de abril, en Puebla, y el fotógrafo Daniel Alejandro Martínez el 24 de abril, en Coahuila. Se cumplió un año del asesinato de la periodista veracruzana, Regina Martínez, sin que a nadie satisfaga el remedo de investigación que se hizo sobre este crimen inaceptable.

Las expresiones de indignación superan todos los cálculos. Recordar que el 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, proclamado oficialmente por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1993, hace exactamente 20 años, nos obliga a señalar que esa proclamación por la libertad de circular ideas, para difundir escritos, para opinar, no ha detenido a los detractores de todos los tiempos que solamente pueden callar a periodistas matándolos.

De cara a la increíble tasa de impunidad de los crímenes contra periodistas, trabajadores de los medios y productores de medios sociales, la ONU llama a todos los periodistas del mundo a que inicien una larga jornada para poner en el centro del debate político el derecho a hablar sin riesgo: por el ejercicio seguro de la libertad de expresión en todos los medios.

La Casa de los Derechos de Periodistas (CDP), uno de los sitios de defensa y protección a comunicadores o comunicadoras en activo, que ha tenido que sacar

fuerzas para exiliar a más periodistas de los que la imaginación cubre, está llamando la atención del gremio, pero principalmente de las autoridades para que sean efectivas las medidas de protección y se deje de simular. De nada sirven leyes y mecanismos de protección, si en la práctica las y los periodistas no la tienen y viven miedo y riesgo cotidianos.

La CDP ha concluido con las cifras disponibles que en 2012, el último de la administración calderonista, 15 periodistas perdieron la vida, el 50 por ciento en los estados de Veracruz y Chihuahua. Y de las más de 55 agresiones, 22 sucedieron en Oaxaca. O sea está muy claro el mapa y los lugares donde debían actuar las autoridades. Ya es tiempo de obtener respuestas de los gobiernos y de los congresos; de los mecanismos de protección que parecen papel mojado. Se agota el tiempo de la protesta epistolar y la conmiseración. ¿Entenderán los reformadores? ¿Podrán hacer algo? Se necesita una acción realmente preventiva y de respeto a las libertades fundamentales sustantivas y no demagógicas.

Lo que sucede a periodistas y el tamaño de la violencia general, evidentemente es resultado de la guerra desatada por los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, 12 años de cifras impresionantes: 75 asesinatos de periodistas. Las demandas del gremio son elementales: que las autoridades hagan su trabajo, investiguen, castiguen, prevengan, pongan un dique a esta espiral de violencia que, además, afecta a otras miles de personas, familiares, ciudadanas y ciudadanos, que se levanta como un huracán incontrolable. En abril 3 colegas fueron asesinados. Los peores años son 2006, con 12 asesinatos, y 2008 con cifra semejante.

Hablar sin riesgoUrgentes medidas de protección que garanticen el ejercicio periodístico

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Madres en la búsqueda de sus hijas e hijosInvisibles entre la parafernalia de los festejos

Jorge Verástegui González

Existen madres que no pueden festejar, no pueden llorar y que solamente les queda buscar...

En mayo se festeja el Día de las Madres, un día muy significativo para nuestra cultura. Entre tanto barullo, se oculta un silencioso sollozo, por el cual quiero hacer un llamado respetuoso a la conciencia y referirme a esas madres que buscan a sus hijas e hijos y también a esas madres que son buscadas.

Hoy en mi hogar, en el privado y en el colectivo, se guarda silencio. Es un silencio no sepulcral, es un silencio roto por un inaudible sollozo. Es un sollozo de una mujer que es mi madre y de muchas mujeres que también son mis madres.

Es un sollozo que apenas se puede escuchar; para apreciarlo, tendríamos que guardar completo silencio. Tendríamos que ver la cara de esas mujeres que son madres para ver que en su rostro se ha desdibujado su sonrisa. Hay un brillo en sus ojos: la luz del amanecer que se refleja en las lágrimas que brotan en silencio.

Ellas nunca olvidan que son madres como tampoco olvidan que les han arrebatado algo que les pertenece, les han quitado su vida como mujeres madres, les han desaparecido a sus hijos e hijas. Susurran y dicen que les han arrancado un pedazo de su corazón.

No pueden festejar porque tiene un profundo pesar. No pueden llorar porque les quita fuerzas para buscar. Lo único que les queda es buscar para algún día encontrar.

Su silencio es roto por las risas y las serenatas que resuenan en la calle. Recuerdan que están incompletas y les resulta doloroso escuchar. Recuerdan que son ejemplo de fortaleza y se levantan, limpian sus lágrimas

y abrazan a sus hijas e hijos, pero abrazan al aire. Siguen incompletas.

Se abre la puerta para dar entrada a las flores, a las felicitaciones, a los abrazos, a los bonitos regalos y a los floridos discursos. Sin embargo, no entra lo que ellas esperan: sus hijas y sus hijos. Agradecen pero persiste en su rostro la ausencia de su sonrisa y, como el día anterior, salen a la calle a buscar lo que les han arrebatado.

En esos hogares en donde hay mujeres que son madres y no tienen a sus hijas e hijos también hay hijas e hijos que no tienen a sus madres. Me refiero a las mujeres madres que han sido desaparecidas, esas a las que las también estamos buscando.

Tienen que organizarse porque nadie busca lo que es de ellas. Se han encontrado con otras mujeres madres a las que también les han arrebatado a sus hijas e hijos. El dolor no las detiene; por el contrario, les da fuerza. Esas madres adoptan a las hijas desaparecidas e hijos desaparecidos de las otras madres, y así forman una maternidad compartida.

Las personas las ven caminar como si no tuvieran rumbo fijo, aunque su rumbo está más que definido. Caminan como caminan un día cualquiera en el que no hay nada por qué celebrar. Las calles están llenas de festejos que parece que no vivimos una tragedia humanitaria.

Ellas dicen algo, pero nadie quiere escucharlas. Todos están muy ocupados. Esas mujeres que son madres y están incompletas profieren un grito, un grito que rompe su propio silencio, que rompe el barullo de los festejos, incluso los del Día de las Madres, que retumba y que se hace escuchar: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

La gente se estremece con ese grito pero su indiferencia es tan fuerte que se alejan con rapidez. Son pocas las personas que se acercan las abrazan y caminan con ellas. Hay quien les dice que debe de existir reconciliación y olvido. Están de acuerdo con la reconciliación pero sostienen que ésta viene después de la justicia. No están de acuerdo con el olvido y apelan una y otra vez a la memoria y gritan el nombre de sus hijas e hijos.

El camino parece ser más largo y sinuoso conforme lo caminan. Y dicen que su fe las ayuda a caminar, aunque por momentos la fe se termina. Dicen que la esperanza mantiene sus fuerzas pero la esperanza en ocasiones no es suficiente. Y es cuando recuerdan que tienen amor

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Nosotras nos solidarizamos

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Madres en la búsqueda de sus hijas e hijosInvisibles entre la parafernalia de los festejos

y que el amor es algo que nunca se termina, que es lo único que trasciende la indiferencia y la indolencia.

Siguen buscando lo que por derecho les pertenece. Dicen que cuando encuentren a sus hijas e hijos se los volverán a meter a las entrañas de donde salieron para que nunca nadie les vuelva a quitar lo que es de ellas.

En su trayecto, llegaron a las puertas donde se dice que se investigan los crímenes y se procura la justicia. El recibimiento no fue el esperado: las amenazaron, las culparon, criminalizaron a sus hijas e hijos y las engañaron. Al salir, lo único que sabían era que tenían que buscar a la “justicia”, porque también se encuentra desaparecida y que ahí nadie buscaría a sus hijas e hijos.

No pueden festejar, no pueden llorar y sólo les queda buscar.

En sus ojos hay nuevamente un brillo. Ahora es el brillo del atardecer que se refleja en las lágrimas que brotan por sus hijas y por sus hijos: no les encontraron. Se terminó otro día, un día que para unas fue el Día de las Madres; un día que para otras fue un día más, sin sus hijas y sin sus hijos.

En ese camino de búsqueda es frecuente que las madres que buscan a sus hijos e hijas encuentren hijas e hijos que buscan a sus madres. Es esperanzador cómo esas madres y esas hijas e hijos se encuentran y se reconocen y forman una gran familia para continuar la búsqueda incansable.

Los días siguen pasando y se convierten en semanas y las semanas en meses y los meses en años. No hay resultados porque siguen desaparecidas y desaparecidos. La gente se pregunta ¿cómo resisten?, si algunas de esas madres se refugian en la fe y le piden ayuda a su Dios, pero no les responde y con ese silencio la fe se desvanece.

¿Cómo resisten? Cuando otras madres se abrazan a la esperanza pero la espera es más larga y la esperanza no logra responder a sus necesidades. El amor, ese lo tienen todas esas mujeres. El amor permanece sobre la fe y sobre la esperanza; es el que impulsa la tenaz búsqueda.

El tiempo no se detiene y provoca que el corazón de algunas madres, algunas hijas y algunos hijos se detenga. Pero su amor trasciende tanto la indiferencia y la indolencia, como la muerte.

El amor es lo único que queda y es lo que nos ayuda a no quedar en la nada.

Invocando a la memoria, quise hacer una reflexión sobre esas mujeres que son madres. Pero solo logré ver frente a mis ojos un grupo de mujeres que día a día salen a buscar lo que les pertenece y les fue arrebatado.

Mi fiel compañera, la memoria, me trajo esa dolorosa imagen de la tragedia humanitaria que vivimos y la gran indiferencia del país en el que nos toca vivirla. Sobre la indiferencia sobresalen esas mujeres madres que tienen un profundo pesar, que tienen que buscar y que algún día han de encontrar.

Integrante de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila, FUUNDEC.

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Por una política de seguridad ciudadana con perspectiva de género y derechos humanos

Nosotras contribuímos

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Guadalupe Cruz Hernández

La creciente ola de inseguridad y violencia de los años recientes, y las estrategias gubernamentales que no han contribuido a disminuir esta problemática dio lugar a una sociedad civil más comprometida y que demanda una participación activa en la definición de las políticas públicas de seguridad.

En este contexto surge Seis ciudades. Por una Política de Seguridad Ciudadana con Perspectiva de Género y Derechos Humanos, un proyecto de investigación para evaluar y acompañar desde la sociedad civil organizada la política pública en materia de prevención del delito y seguridad ciudadana con un enfoque de género y derechos humanos, con el fin de mejorar su impacto en la comunidad específicamente en poblaciones vulneradas.

La iniciativa nace en una de las regiones del país que han sido más golpeadas por la violencia, como es Ciudad Juárez, Chihuahua. En esa ciudad se concentra el trabajo de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, integrada por diez organizaciones civiles que trabajan comprometidas con las mujeres, y ellas son las encargadas de coordinar a nivel nacional este proyecto de investigación.

A esta organización y a esta ciudad se sumaron otras seis: Alternativa Pacíficas, AC (Nuevo León); Asociación Sinaloense de Universitarias Quim Veneranda Bátiz Paredes (Sinaloa); Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Jalisco); Mujeres por México, AC (Chihuahua); y Mujeres Unidas Olimpia de Gouges, AC (Baja California). El proyecto cuenta además con la colaboración de asesores y asesoras expertas y está financiado por la Unión Europea.

Seis ciudades responde a la premisa de que en la medida que los gobiernos locales, estatales y nacional asuman

que las y los ciudadanos deben tener un rol más protagónico en la co-producción de su seguridad será más fácil para ambos avanzar hacia un fin común, el tener comunidades seguras portadoras y generadoras de cultura de prevención. Los ejes transversales del proyecto son el monitoreo, la evaluación y la incidencia, con actividades diversas desde las organizaciones participantes y con una visión de género y derechos humanos.

En Monterrey el Foro “Hacia una Política de Seguridad Ciudadana con Perspectiva de Género y Derechos Humanos” permitió el acercamiento entre sociedad civil y autoridades municipales y estatales con miras a la construcción de políticas de seguridad ciudadana en el municipio de Monterrey.

Siendo Alternativas Pacificas la organización representante de Seis ciudades en Monterrey, le correspondió a ella y a su directora, Alejandra Vela, explicar que se intenta poner en la agenda de la ciudad el monitoreo de la política pública de seguridad ciudadana y sumar aliados/as en la tarea de hacer grupos más informados y críticos. El foro se llevó a cabo en el auditorio del Museo del Noreste, donde se dieron cita autoridades del Ayuntamiento de Monterrey y del gobierno del estado de Nuevo León, así como investigadores, académicos y académicas, representantes de organismos e instituciones, así como integrantes de organizaciones civiles, y otras y otros ciudadanos con experiencia en los temas de seguridad, transparencia, monitoreo, derechos humanos y género.

Además de la participación de autoridades locales, especialistas y representantes de organizaciones civiles, se contó con la presencia de Imelda Marrufo Nava, abogada, defensora de derechos humanos y actual coordinadora de Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, y quien fue la encargada de presentar el proyecto.

Por una política de seguridad ciudadana con perspectiva de género y derechos humanos

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Por una política de seguridad ciudadana con perspectiva de género y derechos humanos

Nosotras contribuímos

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Imelda explicó que se alude al enfoque de género porque las seis organizaciones involucradas trabajan precisamente los derechos de las mujeres y el tema de la violencia y todas ellas impulsan acciones de igualdad. Y el aspecto de los derechos humanos es por la intención de colocar y reconocer a las ciudadanas y ciudadanos como sujetos de derechos.

La activista destacó que este proyecto involucra a ciudades que han sufrido el embate de la violencia, pero también otras que no viven de igual manera la inseguridad pero si cuentan con capital social valioso e importante y con experiencias exitosas que pueden compartir.

El proyecto contempla varios puntos uno de los cuales es la evaluación y monitoreo de las intervenciones en seguridad ciudadana y prevención del delito que realicen el Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, los Secretariados Ejecutivos de los Sistemas Estatales de Seguridad Pública y los Gobiernos municipales de las 6 ciudades.

Otro aspecto es impulsar la incidencia de las organizaciones de la sociedad civil en políticas públicas de seguridad y participación ciudadanas a través del fortalecimiento de capacidades para la evaluación y el monitoreo, así como habilidades para mejorar sus actividades de cabildeo con agentes gubernamentales, entre otras. Y por último la publicación de las evaluaciones así como de los procesos de diálogo, las experiencias exitosas y las lecciones aprendidas en las seis ciudades participantes y en otros estados de la República.

El otro invitado especial fue Marco Pablo Moloeznik, profesor investigador del Departamento de Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, quien es además Investigador Nacional nivel II del Sistema

Nacional de Investigadores CONACyT México, asesor del proyecto.

El investigador aportó una visión interesante sobre los últimos tiempos que ha vivido el país en materia de seguridad y se mostró preocupado no sólo por la herencia de la recién concluida administración federal sino por los primero pasos que ha dado el actual gobierno en ese mismo tema. Para ejemplificar la situación que ha vivido el país en los últimos tiempos mencionó que tan sólo en 2009 Ciudad Juárez triplicó la tasa de homicidios que tuvo Colombia en su peor momento con la guerrilla y el narco.

Al hablar del tipo de políticas que se han implementado en el combate a la violencia destacó como algo negativo la militarización de la policía, y mencionó que ahora mismo México y Colombia son los únicos dos países que tiene en sus policías nacionales helicópteros Black Hawk, los mismos que Estados Unidos utiliza en sus operaciones en Afganistán o Irak.

Habló de cómo el fracaso de las estrategias de seguridad ha generado que industrias como la de la seguridad privada crezcan, y al mismo tiempo aparezcan fenómenos como los grupos de autodefensa, lo cual no justifica, pero entiende que esto se haya dado por el hartazgo de la gente por la inseguridad de los últimos tiempos. Señaló que siempre hay que apostar por la legalidad, y destacó el valor de un proyecto como Seis ciudades, cuya intención primordial es que la producción de la seguridad ciudadana tenga precisamente a la persona humana como su centro.

Por una política de seguridad ciudadana con perspectiva de género y derechos humanos

Periodista, integrante de CIMAC Nuevo León

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Nosotras reflexionamos

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Marcela Valero

Muchachos de entre 14 y 17 años de edad se pasean con sus pantalones ajustados, el saco tipo frag pero con un diseño más moderno, camisas blancas abiertas a medio pecho, mostrando lo que en algunos año será musculoso y estará poblado de vello; los peinados puntiagudos, las miradas seductoras, volteando hacia todos lados, buscando grupos de niñas de incipiente

adolescencia, y a sus sueños color de rosa.

Ellos se acercan seguros y sonríen coquetos, les preguntan su nombre,

les dan la mano, les entregan sus tarjetas, sus folletos y prometen

esperarlas en el stand promocional. Son los chambelanes en renta, los sexy chambelanes de los que habla Colibritany, bloguera mexicana que saltó a la fama con un video-parodia de quinceañera y que tiene más de

21 millones de visitas.

Un centro de convenciones local

aloja dos “expos” que auguran un gran éxito comercial: un ala y media de la nave para las fiestas de quince

años, y el resto, que

p a r e c e u n a

broma de mal gusto para las conciencias pías de la ciudad: una exhibición de tatuajes. Es aún temprano pero la recepción para el pago de la entrada está llena. Hasta donde estamos nos llega la música de banda circense que anuncia un show de payasos y acróbatas para amenizar las fiestas de quince años. Me pregunto si fue una buena idea asistir. Para mí, las fiestas de quince años no dejan de parecerme un ritual arcaico e innecesario donde, a mediados del siglo pasado, se presentaban las jóvenes casaderas en “sociedad”. Pero, después de dos semanas de ruegos, prometí evitar cualquier comentario negativo al acompañar a mi hija, a sus amigas y sus respectivas madres.

Iniciamos el recorrido con los negocios que ofrecen servicios de foto y video, los paquetes pueden contratarse hasta con dos años de anticipación. Hay imágenes enmarcadas de jovencitas que muestran sus rostros exultantes de felicidad que en su nueva “faceta”, y en diversas locaciones, se convierten en mujeres atrevidas y graciosas, algunas con muecas divertidas y vestidos escotados sonriendo para la posteridad. Me incomodan algunas de esas tomas sensualonas, con los labios entreabiertos y la mirada fija en la cámara, pero son las que más atraen a las chicas y a sus madres. “Se están convirtiendo en mujeres” - susurra emocionada una de mis acompañantes, comentario que oportunamente aprovecha una vendedora que recita de memoria las grandes ventajas de contratar con ellos lo artístico y profesional de su estudio; aunque trato de evadir la perorata, no lo logro. Más que agentes de ventas parecen miembros del servicio secreto, nos rodean hasta que se aseguran que llevamos toda la información y nos muestran su producto más reciente, la alfombra roja, las cámaras, los flashazos, la entrevista, como si se tratara de una artista de Hollywood. Al igual que yo, mi hija prometió no hacer ningún comentario y no lo hizo. Aunque veo sus ojitos iluminados no me detengo a preguntar los precios.

“Hoy se abrió mi capullo, gracias mamá y papá.Por fin llegaron mis quince, es hora de festejar. ¡Acompáñame!

Chambelán de caramelo, suave por dentro macizo por fuera.Vente a mis quince ya, a gozar la noche entera, si tu regalo no es grande te quedas afuera.

Vas a necesitar tener cuadritos y estar galán, si lo que estás buscando es ser mi sexy chambelán.Vente a mis quince ya, vamos a celebrar, mi sexy chambelán, quiero dejar de jugar a la princesa.

Quiero to-to-tomar cerveza”. Colibritany / Mi sexy chambelán

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Nosotras reflexionamos

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Ya con la experiencia de los vendedores anteriores, sorteo a otros que quieren mostrarnos invitaciones, recuerditos y máscaras de carnaval. Me detengo en la sección de limosinas, más por morbo que por otra cosa, ya que nunca he visto una limosina por dentro. Hay de varios colores y puede pegarse películas plásticas en la carrocería con el nombre de la quinceañera, además de corazones, estrellas y muñequitos. En el tráfico cotidiano no es extraño ver estos automóviles gigantescos que llevan arremolinados y apretujándose a la quinceañera y su séquito, asomándose por el quemacocos.

En la parte central de los stands está montada una estructura para simular un escenario con música, luces y humo. Un presentador es el encargado de hacerse el gracioso y mostrar los diferentes ballets de chambelanes y sus coreografías. Ahora no sólo llevan su frac o smoking sino que tienen diferentes vestuarios. Bailan con soltura y absoluta precisión (lo que me hace preguntarme si resolverán con la misma precisión los exámenes escolares), para finalizar la pieza bailan alrededor de alguien imaginario, van despojándose de sus sacos y se abren la camisa, mueven sus caderas hacia la derecha e izquierda y cambian el ritmo hacia una serie de movimientos rápidos hacia delante y atrás, el grupo nutrido de chicas que los ven desde el público gritan emocionadas. “Están perreando” - dicen riéndose unas chiquillas frente de mí. El presentador sigue hablando y le hace una que otra pregunta al público: ¿quién es el más guapo?, ¿quién quiere darle un beso?, ¿con quién quieren bailar esa noche tan especial?

Alrededor del escenario están cuatro gradas de cinco niveles cada una, y en cada nivel varias chicas modelan los trajes de quince años, cada una trae un número. Mi hija y sus amigas se han asomado a uno de ellos y ven con ilusión los vestidos ampones, de todos colores, los bordados, la chaquira, velos, guantes, zapatos y medias. Mi hija toca con timidez un vestido rosado, el cual debo reconocer que es muy bonito. Me acerco a verlo mientras una joven vendedora nos observa a dos metros. Parece que no le interesamos pues otras mamás preguntan por el probador, el precio y las facilidades de pago. Veo la etiqueta del precio, toco el forro, los adornos, el tipo de tela, “¿cuánto ganarán por esto?” – me pregunto.

El resto de los pasillos fue un confuso viaje hacia los salones de fiestas, los pasteles de figuras y colores caprichosos, artísticos y rellenos de frutas, los servicios de fuentes de chamoy, dulce, chocolate y quién sabe qué más sabores. “Todo para su princesa”, “Pruébelos y sabrá que es lo que siempre ha deseado”, “El mejor show de ballet para ese día tan maravilloso”, “Nosotros sabemos lo que su princesa necesita”. Me empecé a preguntar si yo tenía una princesa en casa y nunca lo había notado. Veía como mis acompañantes adultas se iban transformando en cada stand, sus rostros

se iban transfigurando en el deseo contenido por años de una fiesta hermosa, grande, llena de gente, divertida, épica, que dejara huella en las siguientes generaciones. Hablaban nerviosamente sobre su fiesta, el vestido, los grupos musicales, el vals, cómo sentían que la vida les había hecho una mala pasada y que era el momento de compensarlo con una fastuosa fiesta para su hija.

Regresamos a casa, mi hija iba cargada con un gigantesco altero de promocionales. Ese mismo día en la noche me asomé a su cuarto, ya estaba dormida. Me senté un rato en la cama y la miré. Pensé en todas las niñas de este país que esperan sus quince años, como dijo una de las mamás “la única gran fiesta antes de que se case”. Recordé a los jovencitos que contratan como chambelanes, explotados por una industria revestida de pureza y buenas costumbres. Como si ser mujer fueran los tacones y los vestidos, las fiestas, los recuerdos, los pasteles y los invitados. No puedo sacar del contexto a mi hija y convertirla en ermitaña, pero puedo enseñarle que no es un objeto para presentarla en sociedad, que para mí es igual de valioso estar con ella cuando cumpla quince, dieciocho, veinte o cincuenta años, que no necesito cambiarle sus zapatillas por tacones, ni regalarle su última muñeca porque creció y ya es mujer.

Mi hija no es una princesa, vivimos en un país donde las princesas no existen, donde un gran número de niñas que tienen quince años viven en pobreza, donde la tasa de feminicidios va a la alza, donde se niegan las alertas de género, donde el contexto mediático es terriblemente violento hacia las mujeres. En unos meses más será una quinceañera que habita en un país donde se festeja a quienes pueden pagar una gran fiesta, pero que da la espalda a las niñas de ocho, diez, doce o dieciséis años que son violadas y asesinadas, a las jóvenes, niñas y mujeres que son desaparecidas para comercializarlas para la trata, a las mujeres que han soportado la violencia física, sicológica y sexual porque creen que deben hacerlo.

Las fiestas de quince años son una forma de violencia, velada y aceptada por la sociedad en que vivimos, donde nublan la mente de las niñas para hacerlas sentir princesas. Olvidamos que las princesas de muchos cuentos son frágiles, necesitan a una corte para vestirlas, mimarlas y educarlas para que esperen a su príncipe azul vestido de sexy chambelán. Necesitamos de mujeres, no de princesas. Miro de nuevo a mi hija, deseo celebrar con ella cada año de su vida, compartiendo juntas sus cambios, sus acciones y decisiones, recordando que tejiendo redes solidarias entre hombres y mujeres podemos hacer de este país un lugar mejor para todas las mexicanas. ¿Cómo mejor no entramos a la exposición de tatuajes?

Maestra en Ciencias en Bachillerato y defensora de los derechos humanos

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Nosotras documentamos

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Irma Alma Ochoa

La memoria de la humanidad se escribe desde la óptica del patriarcado y ha dejado fuera del discurso histórico a las mujeres. La mitad del género humano ha quedado adscrito en lo invisible y, en consecuencia, sin reconocimiento alguno por sus aportaciones. Eso sin importar que las mujeres sostengan el pulso de la vida y libren batallas cotidianas, la mayoría hostiles.

En los cinco capítulos de Vivencia, realidades y utopías, encontramos los nombres de mujeres oriundas o con arraigo en Nuevo León. Algunas feministas declaradas, otras no se reconocen o niegan pertenecer a esta categoría, aunque sean beneficiarias de la revolución silenciosa emprendida por las mujeres.

El libro destaca a las mujeres que se atrevieron a alzar la voz, a pisar fuerte y a abrir puertas en un mundo vedado para ellas. Detectaron una realidad diferente, no se conformaron con la situación asignada y decidieron cambiarla, demandaron mejores condiciones de vida e igualdad de derechos y exigieron ser dueñas de sus destinos.

En su obra, Olga Nelly Estrada registra las acciones de mujeres que combatieron por la independencia, resistieron a la intervención extranjera, defendieron la República, apuntalaron las ideas liberales, anticlericales y democráticas, se opusieron al régimen dictatorial, apoyaron la Revolución, y desde inicios del siglo XX y los albores del XXI, defienden los derechos humanos en general, y en particular los de las mujeres y las niñas.

El libro recuerda a María Josefa Zozaya, María de Jesús Dosamantes y Leonarda González, quienes participaron en defensa de la Patria, en los fragores de la Batalla de Monterrey, luchando contra la intervención estadounidense en 1846. Más tarde, algo impensable para la época, en 1870, Julia Guadalupe de la Peña se manifestó en la plaza pública a favor de la ideología anticlerical juarista.

En la época pre-revolucionaria nos dice que las cerralvenses María Andrea y Teresa Villarreal González; María Luisa Garza, avecindada en Cadereyta, y Julia Nava de Ruiz Sánchez nacida en Galeana, blandieron la pluma y denunciaron las injusticias del dictador Díaz. Menciona la explícita discriminación sufrida por Leonarda González, a quien el Congreso del Estado le negó la pensión por sus servicios prestados en tiempos del Imperio; mientras que a María Andrea Villarreal no le concedió el estatus de Veterana de la Revolución.

La situación de las mujeres y su acceso al estudio se explican con las gestiones que realizó la primera nuevoleonesa para ingresar a la escuela de Medicina de Colegio Civil. Catalina Olivo, obtuvo un permiso especial concedido por el gobernador del estado. Se tituló en 1934; es la primera médica de la entidad. La obra menciona a las primeras nuevoleonesas en ocupar espacios reservados para los hombres. Margarita García Flores, en la década de los 50 se convirtió en la primera Diputada Federal por el estado de Nuevo León y doña Rosario Ibarra de Piedra, fue la primera candidata en contender por la presidencia de la República.

La autora muestra las acciones de mujeres, plurales y diversas que con poco o nulo reconocimiento de la sociedad, han hecho valiosos aportes al desarrollo social, cultural, jurídico y político de la entidad. Olga Nelly tejió este relato mediante conversaciones informales con las protagonistas, quienes narran sus memorias y sus experiencias. Este libro aporta valiosa información sobre algunos sucesos que pasan desapercibidos o se omiten en los documentos oficiales. De manera sucinta presenta las causas, razones o fortalezas que motivaron a las mujeres a luchar por sus ideales en busca de otro mundo posible para sí, sus congéneres y la sociedad en general.

Fragmento del texto leído el 23 de febrero en Palacio de Minería, donde presenté la tesis doctoral Vivencias, realidades y utopías, de Olga Nelly Estrada, obra acreedora a Mención Honorífica por el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2012, otorgado por el Inmujeres.

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Nosotras conmemoramos

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Guadalupe Cruz

El colectivo La Trenza, integrado por diversas organizaciones de la sociedad civil que trabajan el tema de los derechos humanos de las mujeres, conmemoró el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, con una Jornada que combinó la música, el canto, la danza y el teatro con la reflexión sobre la situación de discriminación y violencia hacia las mujeres.

La Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación hacia las Mujeres (CEDAW) es uno de los instrumentos internacionales que ha signado el Estado mexicano comprometiéndose a generar acciones que garanticen la no discriminación hacia las mujeres. El año pasado el Comité de la CEDAW emitió una serie de recomendaciones a México y externó su preocupación por el aumento de feminicidios y desapariciones forzadas.

Durante el evento se leyó una declaratoria demandando el cumplimiento de esas recomendaciones enfocadas sobre todo al tema de la seguridad de las mujeres, así como al respeto a los derechos laborales de las trabajadoras domésticas y las migrantes indígenas. Entre manifestaciones artísticas emotivas y festivas, se fueron intercalando reflexiones sobre feminicidio, mujeres indígenas, desaparición forzada de mujeres, derechos sexuales y reproductivos, derechos laborales, y violencia de género.

La Jornada Informativa y Cultural por el cumplimiento de las recomendaciones de la CEDAW, dio inicio con la participación de la jovencísima Caro Ríos en la batería, quien estuvo acompaña por Antonio Ríos en la guitarra, y por Valerie Bagg en la voz.

Siguió el grupo de teatro popular que dirige Clara Eugenia Flores, Las Juglaresas, quienes presentaron un fragmento de la obra “La culpa siempre es del diablo”, del siempre crítico y mordaz Darío Fo. Se contó también con la presentación de Dolores Martínez, impresionante voz y repertorio de música mexica, con el acompañamiento de Fufo Canales en la guitarra, Roger Leos en el contrabajo, Roy Galván en percusiones y Ariel López en el sax.

El grupo Xochicuicatl (Flor de Canto), integrado por mujeres y niñas originarias de la comunidad Náhuatl de Chahuatlán Ilamatlán, Veracruz, ejecutaron una serie de vistosas danzas tradicionales. Acto seguido se presentó Antonio Craviotto, actor y director de teatro, quien aprovechó este foro para ofrecer una lectura dramatizada de textos sobre la violencia y la migración.

Araceli Collazo, cantante, compositora y poeta, voz del proyecto musical Paloma Negra, también se sumó con un programa especial y emotivo acompañada musicalmente por José Garza, Luisa Fernanda Padrón, Luna y Nicolás Garza, integrantes del grupo Tayer. Y es precisamente este reconocido grupo Tayer el encargado de cerrar la parte artística de la jornada con un programa de interpretaciones con temática social.

Cerrado el programa hubo oportunidad de un palomazo entre integrantes del grupo Sandunga, y parte del grupo Tayer. Durante las cuatro horas que duró la jornada se repartió material informativo sobre los distintos temas que trabajan las organizaciones participantes, así como información general de la CEDAW.

como acto de reflexión

Realiza La Trenza Jornada Informativa y Cultural por el cumplimiento de las recomendaciones de la CEDAW

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Nosotras observamos

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Martha Yuriria Rodríguez

Además de ser reconocida como una violación a los derechos humanos con repercusiones negativas para las mujeres y la comunidad que las rodea, la violencia contra las mujeres constituye un impedimento en el reconocimiento y goce de todos sus derechos, incluyendo el que respete su vida y su integridad física, psíquica y moral.

Un continuum de violencia basado en una relación de poder, es el elemento común que está presente en todas las formas de violencia hacia las mujeres; ésta no puede concebirse de manera individual, sino como una mezcla de acciones que se relacionan entre sí a lo largo de la vida de cualquier mujer.

Este continuum se encuentra presente en el uso de estereotipos de género que, de acuerdo a la especialista Rebecca Cook, son los elementos sociales y culturales asignados a hombres y a mujeres a partir de las diferencias físicas basadas en su sexo, los cuales suelen tener un efecto negativo en las mujeres, a quienes históricamente la cultura les ha asignado roles secundarios, socialmente menos valorados y jerárquicamente inferiores.

Lamentablemente, estos actos son permitidos en las diversas sociedades donde está presente la violencia contra las mujeres, en especial, cuando cuentan con sistemas de justicia deficientes que generan “un patrón de impunidad sistemática en el procesamiento judicial y en las actuaciones relacionadas con casos de violencia contra las mujeres. La mayoría de estos casos no son formalmente investigados, juzgados y sancionados por los sistemas de administración de justicia en el hemisferio, según afirma la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Las mujeres sufrimos violencia en la casa, en las calles y en los callejones, a plena luz del día, por la mañana y a altas horas de la noche, en la escuela, en los centros de trabajo, en los hospitales y en las oficinas gubernamentales. Adicionalmente, en México y Centroamérica la violencia contra las mujeres contiene un factor que la potencializa, esto es, los actos -acciones y/u omisiones- de las instituciones que no garantizan el acceso a la justicia.

A través del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio se ha logrado documentar que en la mayoría de los casos, una de las causas que genera impunidad radica en la impartición de justicia,

pues el alargamiento de los procesos muchas veces deja sin castigo a los responsables. Por ejemplo, de mil 235 casos de mujeres asesinadas de enero de 2010 a junio de 2011, según informan las propias autoridades, el 60 por ciento de los procesos se encuentran en trámite y tan sólo el 19 por ciento ha sido consignado por la autoridad competente, pese a que en el 34 por ciento de éstos se conocen los motivos del asesinato. Es importante destacar que sólo el 4 por ciento de los casos han llegado a sentencia y precisar que se desconoce si estas sentencias son condenatorias o absolutorias.

Las cifras anteriores muestran el viacrucis que viven las mujeres víctimas de violencia cuando ocurren a las agencias de administración de justicia, dado que éstas son poco eficaces al no reconocer el problema de forma estructural y reflejan una falta de compromiso de las autoridades, quienes no investigan y, al contrario, justifican a los agresores o, cuando es el caso, culpabilizan a las víctimas de su propia muerte.

Son diversas las obligaciones del Estado para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia; no obstante, garantizarles el acceso a la justicia implica que el Estado, a través de sus sistemas de justicia, cuenten con recursos efectivos, sencillos y eficaces, que brinden una reparación integral del daño.

Toda vez que el Estado reconoció las violaciones a los derechos humanos, en la sentencia González y otras vs México, la Corte Interamericana determinó que no era admisible una restitución a las mismas condiciones de violencia y discriminación estructural en la que se enmarcan los hechos. Reiteró que la reparación integral (restitutio in integrum) usualmente vista como compensación, implica recuperar la situación y eliminar los efectos causados por la violación de los derechos humanos. Pero, como es tradición dentro del sistema jurídico mexicano, ha adoptado características más económicas que restitutivas o reparadoras.

De acuerdo con el abogado colombiano Rodrigo Uprimny, las “reparaciones transformadoras” deben de ir más allá del resarcimiento integral, abarcar elementos correctivos y la oportunidad de impulsar una transformación democrática de la sociedad, a fin de superar situaciones de exclusión y desigualdad, así como la victimización de los sectores más vulnerables que, en todo caso, resultan contrarias a los principios básicos de justicia.

La deuda del Poder Judicial ante la violencia contra las mujeres

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En consecuencia, las reparaciones deben tener una vocación transformadora y no puramente restitutivas. Es decir, que no sólo deben enfrentar el daño ocasionado, sino también rehabilitar las condiciones que permitieron o facilitaron la victimización.

Ahora bien, en atención a la reforma constitucional en materia de derechos humanos, las reparaciones deben enfocarse a las resoluciones judiciales en casos de violaciones de derechos humanos, en específico a los de violencia contra las mujeres. Y mirarlas como un mecanismo de justicia que cuenta con elementos correctivos para reparar, de manera proporcional, un daño sufrido, lo cual implica el acceso a una justicia distributiva.

En este sentido, dentro de la actividad judicial, la reparación del daño con vocación transformadora entrevé elementos importantes para construir las bases de la erradicación de la violencia contra las mujeres. Asimismo, envía un mensaje de cero impunidad y dicta acciones orientadas a corregir las omisiones que generan violencia institucional.

Mientras se siga contando con pocas resoluciones judiciales con perspectiva de género y sentencias que visibilizan la insensibilidad al respecto; los prejuicios sexistas y misóginos que concurren en los diversos casos, las omisiones y las negligencias de las autoridades encargadas de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, se corre el riesgo de reproducir la impunidad que permea este tipo de casos. Los altos índices de violencia contra las mujeres obligan a la adopción de medidas preventivas en todos los niveles y órdenes de gobierno. Sin embargo, una vez vulnerados sus derechos, las obligaciones de las instancias encargadas de la procuración y administración de justicia, son adicionales a su deber de brindar mecanismos sencillos, eficaces y adecuados para el acceso a la justicia.

Un aporte fundamental en la construcción de la democracia significa incluir, dentro de las resoluciones judiciales de particulares los elementos de la reparación integral del daño, tomando como eje transversal la vocación transformadora en cuatro momentos: a) desde la estructura judicial se reconocería la violencia contra las mujeres como una desigualdad

histórica, donde el continuum de violencia naturaliza y minimiza estos actos, permitiendo la reproducción de agresiones en contra de mujeres por el simple hecho de serlo; b) a partir de la importancia de la resolución, siendo la propia sentencia un reconocimiento tácito de que existieron violaciones a los derechos humanos, entrañando en sí misma parte de la reparación integral del daño; c) para visibilizar las deficiencias en las actuaciones de los operadores jurídicos, para que éstas sean corregidas y perfeccionadas en posteriores casos, y d) como mensaje de cero tolerancia a actos que impliquen violencia contra las mujeres ya sean perpetrados por particulares o por agentes del Estado.

La vocación transformadora es clave en la construcción de una sociedad democrática, al reconocer a las mujeres como sujetas de obligaciones, sí, pero también como acreedoras al reconocimiento de sus derechos con equidad de género.

Abogada, integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio

La deuda del Poder Judicial ante la violencia contra las mujeres

V. Ponce

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Miriam Ruiz

¿Por qué es importante tener derecho a movernos las mujeres? ¿Cómo nos liberó la bicicleta? ¿Cuántas mujeres viven violencia cuando migran? Todos estos fueron temas de discusión en la Quinta Edición de Cinemaplaneta, el festival de cine y medio ambiente, que por primera vez tuvo un eje de género en sus actividades.

Las actividades de este festival que se lleva a cabo hasta ahora en Cuernavaca, Morelos y el Distrito Federal iniciaron con la apertura de la exposición de cárteles Voces del Primer Vagón, en los que 60 autoras plasmaron sus reflexiones sobre la movilidad, seguido de una rodada ciclista y la exhibición al aire libre de Ruedas del Cambio, que habla del papel libertario de la bicicleta para las mujeres en la era victoriana.

Debemos dejar de ver la migración como un problema y pensarlo como un derecho, propuso la maestra en políticas públicas Axela Romero, durante el Foro Mujeres en Cambio llevado a cabo en el Palacio de Cortés, en Cuernavaca, como parte de las actividades del festival Cinemaplaneta que este año tuvo como tema la movilidad.

En entrevista previa al foro, Axela Romero, encargada del programa de migración de Salud Integral para la Mujer (SIPAM) expuso que “la migración se ubica como el movimiento de personas de un lugar a otro, en general otro país, pero que también existe la migración interna, la de retorno, la migración forzada. Hay que hablar de diferentes contextos”.

Advirtió de la delicada situación de las comunidades de tránsito donde los problemas graves de salud no solamente son las diarreas, sino también la violencia. Reiteró que seis mujeres de cada 10 son agredidas sexualmente cuando atraviesan el país, dando como resultado embarazos no deseados y VIH. Sin embargo, dijo, no hay que perder de vista que las mujeres tenemos derecho a migrar, a movernos de un sitio a otro, con seguridad.

En tanto Berenice Valdez, encargada de Políticas Públicas en el Instituto para las Mujeres en la Migración AC, aseguró en entrevista que México vive actualmente un grave fenómeno de desplazadas internas, que está en la invisibilidad. Y citó la demanda de las mujeres triquis desplazadas por el crimen organizado y la trata, cuyo caso va rumbo a tribunales internacionales y sin embargo es poco difundido en nuestro país.

La principal propuesta para avanzar en la protección a las que migran y se quedan es “justamente, un trabajo regional entre Centro América, México y Estados Unidos, tanto desde las políticas públicas internacionales como en el trabajo de las redes de mujeres”.

Gana Michelle Ibaven el premio del jurado y el públicoLa realizadora chihuahuense Michelle Ibaven ganó tanto el premio del Jurado como el del público por su documental No hay lugar lejano en el festival Cinemaplaneta. Y al igual que ella en esta quinta edición de la fiesta de cine y medio ambiente, otras expusieron la realidad femenina.

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Desde las alturas de la Sierra Tarahumara, este documental presenta la visión de las comunidades rurales sobre la construcción de un teleférico. Por su factura, al dar voz a una población afectada por la modernidad, pero ignorada a la vez, recibió el premio del jurado constituido por el guionista Guillermo Arriaga, el crítico Gustavo García Tsao, la directora del Festival de Cine y Medio Ambiente de Río de Janeiro, Susana Amado, entre otros.

Michelle Ibaven y su compañero y guionista Sergio Blanco, trabajaron año y media en la Sierra Tarahumara con el primer objetivo de acercamiento entre los pobladores raramuri y su visión del mundo, con la de la población mestiza. “Queríamos hacer algo con los raramuri, aunque nací en Chihuahua, siempre viví esta distancia entre el mestizo y el indígena”.

Aunque no es una película de denuncia, la denuncia es clara. “No podemos respetar lo que no conocemos”, dijo Sergio Blanco, y con sencillez reiteraron que no tienen afán de representar a nadie.

Ruedas del Cambio

Las mujeres de finales del siglo XVIII en Estados Unidos y prácticamente todas las naciones, tenían poca capacidad de transportarse solas. Si eran lugares donde no podían caminar, tendrían que esperar el acompañamiento de sus parejas o parientes para ir con ellas.

En medio de la era victoriana surge el furor por la bicicleta; en esos tiempos apenas habían dejado de usarse los monociclos con su enorme rueda delantera, este medio de transporte se convirtió en algo pequeño y veloz.

Aunque al principio, cuenta la película Ruedas del Cambio, las mujeres que andaban en bicicleta eran vistas con morbo y burla, con el paso de los años fue una herramienta de liberación para ellas, quienes aprendieron a moverse a las compras y otros sitios en dos ruedas.

Incluso, las bicicletas generaron tendencias en la ropa, puesto que las ciclistas decidieron que los famosos corsés les impedían moverse. Con el tiempo, la tendencia social fue a favorecer que las mujeres tuvieran una bicicleta, con argumentos similares a los de hoy: son prácticas y nos ayudan a cuidar la salud.

La cinta Ruedas del Cambio, intitulada originalmente Victorian cycles: Wheels of Change, filme dirigido en 2004 por Jim Kellet y es una producción estadounidense.

Otras cintas sobre mujeres

Durante el foro Mujeres en Cambio, Livia Olvera detalló cuales cintas presentadas en Cinemaplaneta tocan la realidad femenina. Entre ellas destacan las mexicanas: Aquí y Allá, donde hablan las mujeres guerrerenses que se quedan; Son duros los días sin nada, dirigida por Laura Salas, sobre un grupo de microempresarias y que tienen que reponerse cuando el huracán acaba con su producción de iguanas; y Corazón del Cielo, corazón de la tierra donde tres mujeres cuentan su experiencia por la migración forzada desde Guatemala, o sobre ser maya tzoltzil o curandera.

Fotografías Pueblo Bicicletero

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Nosotras producimos

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Milagros de Amaranto es el nombre que lleva la empresa productiva de la Asociación Civil Alternativas Pacíficas, asociación fundada en mayo de 1996 con el objetivo de brindar atención integral (psicológica, asesoría legal y de trabajo social) a las mujeres y sus hijos e hijas que se encuentran en situación de violencia familiar y contra las mujeres.

Además de ofrecer atención en su Centro Externo, cuenta con un Centro de Refugio, el cual tiene como objetivo principal el brindar protección y dar atención integral a las familias que se encuentran en alto riesgo y que debido a esto deben salir de sus hogares.

En el 2008 nace el proyecto productivo para la elaboración de las galletas Milagros de Amaranto, producto con dos finalidades: brindar empleo a mujeres sobrevientas de violencia y autofinanciar las actividades de Alternativas Pacíficas.

Milagros de Amaranto son galletas de cereal amaranto 100 por ciento natural que reúne un dulce sabor y alto valor nutritivo; además son libres de gluten, ideal para celíacos y consumidores en general, y cabe destacar que la receta es única en el mercado.

En Milagros de Amaranto se tiene un claro objetivo y metas que cumplir la cual es ser una empresa productiva, fundamentada en los criterios del

comercio justo, en constante crecimiento y establecida en diferentes puntos de la República Mexicana a través de una franquicia que puedan favorecer a otros Centro de Refugios para Mujeres (CRM). El objetivo es convertirse en una empresa social reconocida por sus productos naturales y nutritivos y por el impacto que genera en la sociedad.

Si te interesa conocer más acerca de este producto y su causa contáctanos al 83 40 38 69 o al correo [email protected] así como en Facebook y Twitter, y si deseas adquirir estas exquisitas galletas con causa, puedes acudir en Monterrey a los principales supermercados, así como diversas cafeterías.

Milagros de Amaranto, es el proyecto productivo de Alternativas Pacíficas, AC, que emplea a mujeres sobrevivientes de violencia y además fortalece los programas de atención y apoyo de la organización

Galletas con causa

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Con diversas y e n t r e t e n i d a s dinámicas, la Secretaría de Salud y la Universidad Autónoma de Nuevo León iniciaron una campaña de c o n c i e n t i z a c i ó n entre la población estudiantil sobre los riesgos del consumo del alcohol, como los accidentes de

tránsito y las adicciones, las principales causas de muerte entre los jóvenes.

La campaña “Salvando vidas”, dirigida a la población adolescente del estado, inició actividades desde la Escuela y Preparatoria Técnica Médica de la UANL, hasta donde acudió el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz para encabezar la ceremonia y compartir los avances del Plan de Acción, en respuesta a la Encuesta Estatal de Salud y Nutrición.

De dicha encuesta se reveló que la primera causa de muerte del grupo de población de 16 a 29 años son los accidentes viales, debido al consumo excesivo de alcohol, y que las adicciones son el segundo gran problema en materia de salud para este sector; por lo que la Secretaría de Salud implementó una serie de estrategias lúdicas para que los jóvenes hagan conciencia del riesgo de conducir en estado de ebriedad.

En la apertura de la campaña, estuvo presente el Rector Jesús Ancer Rodríguez; el secretario de Salud en la entidad, Jesús Zacarías Villarreal; el director de la Preparatoria Técnica Médica, Aureliano Valdez Flores, y la titular del Instituto Estatal de la Juventud, Karla Morales Ponce.

Promueven la prevención de accidentesMaterial didáctico, dinámicas diversas y ejercicios dirigidos a reflexionar en relación al cuidado de la salud se pudo apreciar en una exposición que se instaló en las áreas deportivas de la Técnica Médica; en el inicio del recorrido, Rodrigo Medina de la Cruz visitó el simulador de impactos, un equipo que ofrece a los jóvenes la oportunidad de experimentar un choque automovilístico.

“En la Universidad no sólo trabajamos en la realización de encuestas, contamos con el Programa Universitario de Salud que integra una clínica de atención para los adolescentes (en Guadalupe y Apodaca) y que al año atiende a 120 mil jóvenes, y desde hace siete años

aplicamos las pruebas antidoping a los estudiantes de primer ingreso de preparatoria para detectar en forma oportuna algún caso de adicciones”, expresó el doctor Jesús Ancer, y enfatizó que para la institución es fundamental atender a este grupo de población, ya que cuenta con poco más de 16 mil estudiantes en este rango de edad.

En tanto, el doctor Jesús Zacarías Villarreal dijo que la Encuesta Estatal de Salud y Nutrición arrojó entre sus resultados que el 34 por ciento de las adolescentes tienen una vida sexual activa, pero sólo un tercio está utilizando un método anticonceptivo; también indica que un número muy importante ya vive en unión libre con sus parejas.

“La salud reproductiva es un tema también que nos interesa en este grupo de población, así como el aspecto de alimentación en la prevención del sobrepeso y obesidad; y en esta campaña englobamos todos estas líneas a través de actividades atractivas para los jóvenes” dijo el Secretario de Salud.

Rodrigo Medina de la Cruz insistió en que la campaña “Salvando vidas” tendrá el impacto necesario para incidir en los estilos de vida de los jóvenes, con lo que se pretende bajar el número de muertes por accidentes viales relacionados con el consumo de alcohol y otros indicadores. “La encuesta nos está arrojando números que para el gobierno estatal significan una alerta y estamos tomando decisiones para modificar positivamente los patrones de vida de la población, en forma particular de los jóvenes, a los que queremos sanos; sumémonos en esta dinámica, sabemos que nos va a ir muy bien, tenemos que hacer las cosas con responsabilidad, sabiendo lo que nos hace bien”, exhortó el mandatario estatal.

Salvando vidas