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Revista Rhema Enero 2014

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  • 2EditorialEl aO DEl REINICIO

    uiz una de las cosas que ms me emocionan de la declara-cin del Ao del Reinicio, es que desde los tiempos de mi conversin al Seor aprend,

    asimil y cre dentro de muchas verdades in-cuestionables, una que deca que el final de todas las cosas se parecera a su principio; cosa que vemos a lo largo de toda la Biblia y para no extenderme en muchos ejemplos podemos ver slo uno: en Gnesis una ser-piente persigue a una mujer y en Apocalip-sis, la misma serpiente ya crecida y conver-tida en un dragn persigue tambin a otra mujer. Ah podramos entrar en hermosos detalles pero lastimosamente nos alejaran del tema central que quiero compartir.

    Basndome en esta premisa creo que los ltimos das de la iglesia sern muy simila-res a los del principio, y acercando ms la lupa, cuando veo los verdaderos avivamien-tos modernos y analizo cmo empezaron, estos se convierten en un modelo a seguir siempre y cuando no se salgan del par-metro bblico. Pues bien, dentro de dicho anlisis quisiera abordar una verdad que estuvo en la iglesia del principio descrita en el libro de los hechos y tambin en aquella en la cual d mis primeros pasos de cristia-no, dicha verdad la conocimos en aquel le-jano tiempo como la ministracin. Esta es una de las cosas a las que se le debe hacer seguimiento para un reinicio en aquellos que ya conocen ms o menos del tema y una enseanza nueva para los que no saben de qu se trata el asunto en mencin.

    PresidenteApstol Dr. Sergio Enrquez

    DirectoraLicda. Paola Enrquez de Ayala

    [email protected]

    Director ComercialMario Ayala

    [email protected]

    ProduccinWalter y Sandra [email protected]

    Correccin y EstiloChrista LpezDalila Huitz

    Heidy de Molina

    PortadaRafael Molina

    AnunciosWilly Chiquin

    RedaccinApstol Sergio Enrquez

    Ramiro SagastumeHilmar Ochoa

    Marco Vinicio CastilloWilly Gonzlez

    Piedad GonzlezJuan Luis Elias

    Louisette MoscosoRicardo Rodrguez

    Sergio LicardieAbraham De La Cruz

    Edwin CastaedaJorge Luis RodrguezOswaldo Gutirrez

    FotografaDepartamento de medios

    Ministerios Ebenezer

    [email protected]

    14 avenida 27-68, zona 5PBX: (502) 24940300www.ebenezer.org.gt

    email: [email protected]

    QDebemos de recordar, conocer y prac-

    ticarla en todas sus facetas para conse-guir la vida en abundancia o novedad de vida que es mencionada por el Apstol Pablo, dentro de los pasos a reiniciar hay que profundizar, como si nunca hubise-mos odo, puntos como la confesin de pecados, la diferencia entre transgresin, pecado e iniquidad y sus debidas conse-cuencias; el tema de los ancestros, los re-ceptores, los demonios en cristianos, las ciudades de refugio, refirindonos en este ltimo punto a las cualidades que debera tener el ministrador, obsesiones, compul-siones, opresiones, posesiones; diferencia entre consejera y liberacin, ministracin de nios, el peligro de tratar de sustituir el discernimiento por el humanismo a travs de la psicologa, el re entrenamiento del alma, las enfermedades del espritu huma-no, las enfermedades del alma ntimamen-te ligadas muchas veces a enfermedades del cuerpo, el pecado oculto, y as muchos temas ms, propios de la ministracin del alma.

    El punto central de lo que vengo dicien-do es que si vamos a participar de un avi-vamiento semejante (no igual) al del prin-cipio, y subrayo no igual porque la gloria postrera ser mayor que la primera, si va-mos pues a participar, lo primero que tene-mos que hacer es barrer la casa, y esto ser har por el Espritu y la palabra, a travs de la ministracin.

    Sea esta revista pues un inicio del reini-cio y de mucha bendicin.

  • 3ios siempre tendr un consejo para su pueblo, para que ca-minemos en grupo y tambin en forma individual pues nin-guno de nosotros es ajeno al

    plan de Dios, siendo se precisamente el consejo de Dios que por el cual debemos esforzarnos y ponerlo en prctica.

    En Isaas 1:26 LBLA dice: Entonces restaurar tus jueces como al principio, y tus consejeros como al comienzo; despus de lo cual sers llamada ciudad de justicia, ciudad fiel. Sin lugar a dudas la consejera juega un papel muy importante dentro de la mi-nistracin del alma pues no todas las cosas son motivadas por demonios y espritus in-mundos. En la Biblia vemos cmo un rey prefiri seguir el consejo de un grupo de j-venes y ese consejo hizo que tratara duro al pueblo; no as lo que sucedi con Moiss: yeme, voy a darte un consejo, y que Dios sea contigo. S t el representante del pueblo ante Dios y lleva ante l los asuntos. xodo 18:19 BNC. Aqu vemos la vida de Moiss, un lder a quien Dios levant y dio poder para hacer grandes seales y sin embargo necesit del consejo, no de un viejo, sino de un anciano que ya haba vivido mucho tiempo y haba logrado obtener el mejor producto de cada experiencia en Dios. Los viejos en cambio, son aquellos que han vi-vido muchas cosas, estado delante de Dios, recibido el consejo de la palabra de Dios pero no lograron asimilarlo porque no han estado dispuestos a morir a su ego, dicho esto, seamos cuidadosos acerca de quin recibimos un consejo porque alguien po-dra emitirlo sin que se lo estemos pidiendo lo cual trae consecuencias graves si comete-mos el error de escucharlo.

    Los consejeros deben ser de buen testi-monio y personas que viven en paz. Don-de no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros est la victo-ria. Proverbios 11:14. Dios nos est mi-nistrando hoy la restauracin de sus conse-jeros, siervos conforme a su corazn para que al momento en el que hablen, sean las palabras de Dios las que salgan de sus bo-cas para bendecirnos. Cuando no hay con-sulta, los planes fracasan; el xito depende de los muchos consejeros. Proverbios 15:22 DHH. Nadie puede vivir independiente de Dios porque no fue ese su plan, Jesucristo despus de que resucit a Lzaro orden a sus discpulos que lo desataran y que lo dejaran ir pero vemos que Lzaro segua siempre a Jesucristo, quiere decir que su li-

    mentable que an haya pueblo de Dios pidiendo consejo a brujos y adivinos por medio del telfono o viendo programas de televisin.

    Otras formas de consejera con las que hay que tener cuidado son las profecas o de profetas falsos que lo que hacen al final de cuentas es aconsejar rebelin. Pero a ese profeta o a ese soador de sueos se le dar muerte, por cuanto ha aconsejado re-belin contra el SEOR vuestro Dios que te sac de la tierra de Egipto () Deutero-nomio 13:5 LBLA.

    Cun bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores. Salmo 1:1 LBLA. Este pasaje nos habla de un cristiano que es bienaventurado por no dejarse llevar por consejos de impos; al hacerlo se va a detener en el camino de los pecadores y por ltimo se va a sentar en silla de escarnecedores. Necesitamos que Dios enve un espritu de consejo sobre no-sotros Y reposar sobre l el Espritu del SEOR, espritu de sabidura y de inteli-gencia, espritu de consejo y de poder () Isaas 11:2 LBLA. Parte de la naturaleza de Dios es ser consejero, Porque un nio nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberana reposar sobre sus hombros; y se llamar su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Prncipe de Paz. Isaas 9:6 LBLA.

    D

    bre albedro se lo ofrend a Jess. En todo momento podemos necesitar un

    consejo, sea de tipo personal, profesional o familiar; no podemos desecharlos, princi-palmente cuando estamos ante situaciones difciles, debemos atender el consejo por-que podemos ganar ante cualquier situa-cin y si no lo atendemos, los nicos que podemos perder somos nosotros. Pero no basta con que escuchemos el consejo, sino que debemos ponerlo en prctica y obede-cer la voz de Dios. Si el diablo nos ha di-cho que no tenemos otra oportunidad; eso es mentira! porque Dios tiene un consejo para nuestra vida, para salir de los proble-mas en el que nos encontremos, incluso para aquellos que no conocen del amor de Dios y creen que la circunstancia en la que viven no tiene solucin; deben saber que este es un pequeo mensaje de parte de Dios para mostrarles la salida de aquello que los ha tenido atrapados.

    Los pensamientos de los justos son rec-tos, los consejeros de los impos, engaosos. Proverbios 12:5 LBLA No te dejes aconse-jar por gente impa que ha dejado de te-merle a Dios, el rey Roboam no sigui el consejo de los ancianos sino de jvenes que no tenan temor de Dios.

    As muri Sal por la transgresin que cometi contra el SEOR por no haber guardado la palabra del SEOR, y tam-bin porque consult y pidi consejo a una mdium. 1 Crnicas 10:13 LBLA. Es la-

    Por: ramiro SagaStume

    CONsEjERa

  • 4efinitivamente que el mximo ejemplo para todo lo bueno es nues-tro Dios, de l podemos aprender todo lo necesa-

    rio en todos los aspectos de la vida y en lo concerniente a la ministracin no es la excepcin. Saber cmo minis-tra Dios nos dar el patrn y parme-tros de cmo debemos ministrar y ser ministrados. Por supuesto al poner a Dios como ejemplo estamos hablan-do de lo ptimo. La Biblia est llena de ejemplos de cmo Dios ministr a diferentes personas de forma direc-ta y en estas ministraciones podemos encontrar tips para una ministracin efectiva.

    Preguntando y diScerniendoA pesar de que Dios lo sabe todo l

    pregunta, ensendonos de esta ma-nera que por mucho que sepamos o por mucha experiencia que tengamos, el hacer preguntas es una muy buena estrategia para ministrar a nuestros her-manos (as). Por ejemplo, cuando el primer Adam pec lo primero que hizo al consi-derar su condicin pecaminosa fue escon-derse y es donde surge la primera pregunta que Dios hace al hombre: En dnde es-ts? (Gen 3:9), luego el Seor le pregunta Quin te ense? y por ltimo le pregun-t Has comido del rbol de que yo te man-d no comieses? (Gen 3:11).

    Entendiendo que Dios lo sabe todo, po-demos aprender que el propsito de Dios al preguntar era darle la oportunidad al hombre de darse cuenta por s mismo de cul era su condicin y de esta manera re-conocer su error para poder confesar su pecado y as optar a la restauracin. En el caso nuestro que no lo sabemos todo, el preguntar tambin nos ayudar a conocer el estado de la persona que estamos minis-trando. En el mbito secular a un mdico el hacer preguntas le ayuda mucho para co-nocer los sntomas que su paciente est pa-deciendo y as puede saber a qu enferme-dad se est enfrentando y al saberlo puede entonces recetarle algn medicamento.

    Tampoco podemos basar la ministracin solo en las preguntas, porque podra ser que quien se est ministrando trate de en-gaarnos con sus respuestas o en el menor de los casos no ser totalmente sincero, y es

    sino que nos quera ensear que hay datos que son muy importantes en una libera-cin datos que nos pueden ayudar a saber cul es la fuente de contaminacin, si es un problema ancestral, espiritual, etc.

    Viendo el roStroEntonces el SEOR dijo a Can:

    Por qu ests enojado, y por qu se ha demudado tu semblante? Gen 4:6 LBLA. Este es el momento cuando el Seor est ministrando a Can y si nos damos cuenta lo hace nuevamente con preguntas. Sin embargo, lo que qui-siera resaltar de este pasaje es que el Seor conoci el estado de nimo de Can vindole el rostro. Recordemos que la Escritura nos ensea que el co-razn alegre hermosea el rostro (Pro 15:13). Ensendonos que nuestro semblante refleja mucho lo que est sucediendo en el interior.

    Cuando Nehemas estaba muy triste a causa de la devastacin que haba en Jerusaln, el rey supo que Nehemas estaba triste no porque tuviera discer-nimiento, sino que guiado por un sen-tido de observacin, vindole el rostro detect la tristeza. Dice la Escritura S diligente en conocer el estado de tus ovejas Pro 27:23 RV60, en este verso la palabra estado se deriva de la pala-

    bra hebrea panm (H6440) la cual tambin se puede traducir: semblante, cara, rostro, aspecto. De aqu podemos aprender que para conocer el estado de una oveja lo po-demos hacer al observar su rostro.

    eScuchando y el SEOR me dijo: He odo la voz de

    las palabras de este pueblo Deu 5:28 CAB. A pesar de que Dios es tan grande y tan sabio nos muestra su humildad prestando atencin a nuestras palabras. Cuando el Seor ministr a Job lo dej hablar du-rante 37 captulos y hasta en el captulo 38 luego de que Job haba presentado todos sus argumentos aunque estaba equivocado en muchas cosas, el Seor lo escuch pa-cientemente. Cuando el Seor ministr a Elas lo dej hablar a pesar de que estaba equivocado cuando dijo slo yo he queda-do. Cuando el Seor estaba ministrando a Jons tambin lo escuch a pesar de que estaba muy equivocado.

    A estos hombres y muchos ms, el Seor los dej hablar para que pudieran sacar lo que haba en sus corazones ya que la Escri-tura dice que de la abundancia del corazn habla la boca (Luc 6:45). Entonces prestar atencin en una ministracin es muy impor-tante. Que el Seor nos ensee y nos ayude a ministrar de la manera que l lo hace.

    D

    aqu donde entra la gran importancia del discernimiento. Veamos algunos ejemplos:

    Cuando Giezi el siervo de Eliseo fue de-trs de Amn en bsqueda de los regalos que Eliseo haba rechazado, Eliseo le pre-gunt De dnde vienes? Y Giezi respon-di Tu siervo no ha ido a ninguna parte (2 Rey 5:25). Eliseo tena discernimiento y saba lo que haba sucedido. Sin embargo, le dio la oportunidad de arrepentirse al ha-cerle la pregunta.

    Cuando Pedro le pregunta a Safira mu-jer de Ananas vendisteis en tanto la he-redad?, ella respondi S, en tanto, pero Pedro ya saba la verdad, sin embargo le dio la oportunidad de rectificar su error. Entonces el hacer preguntas no solamente nos ayuda a conocer el estado del alma de nuestros hermanos (as), sino que tambin les da a ellos la oportunidad de arrepentir-se y confesar con la verdad su pecado.

    Sabemos que nuestro Seor Jesucristo es Dios y al considerar cmo ministr l, estaremos aprendiendo ms de cmo mi-nistra Dios. Cuando un hombre trajo a su hijo que estaba estorbado por un espritu inmundo para que el Seor lo liberara, el Seor Jess le pregunt al padre del mu-chacho Cunto tiempo hace que le sucede esto?, y l le dijo: desde nio (Mar 9:21). El Seor pregunt no porque no supiera,

    CmO mINIstRa

    DIOsPor: hilmar ochoa

  • 5lgunas personas se han atre-vido a definir al ser humano como un animal de costum-bres, dando a entender que la conducta del ser humano est

    determinada por todas aquellas acciones que realiza de forma habitual o repetitiva. Aunque la expresin puede parecer grotesca y hasta cierto punto ofen-siva, no podemos negar que efecti-vamente el comportamiento del ser humano depende en buena medida de las costumbres que adquiere a lo largo de su vida, sean buenas o malas.

    Estas costumbres pueden ser he-redadas de una generacin a otra, tal como dice la Escritura: sabien-do que fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir, la cual reci-bisteis por tradicin de vuestros pa-dres (1 Pedro 1:18 RVG), pero tambin pueden ser el resultado de la prctica repetitiva de algunas co-sas, tal como el Seor le dice al pue-blo de Israel: As vosotros, podris hacer el bien estando acostumbrados a hacer el mal? (Jeremas 13:23 LBLA).

    Desafortunadamente, durante el tiempo que vivimos alejados del Seor adquirimos muchas costum-bres malas que forjaron en nosotros una forma de vida llena de pecado y desenfreno, que an despus de haber re-cibido al Seor Jesucristo en nuestro cora-zn, permanecen alojadas en nuestra alma o en los miembros de nuestro cuerpo y nos conducen a hacer cosas desagradables al Seor y aun para nosotros mismos.

    A este respecto el apstol Pablo dice: En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que est vicia-do conforme a las concupiscencias engao-sas; renovaos en el espritu de vuestra mente y vestos del nuevo hombre, que es creado segn Dios, en justicia y en santidad verda-dera. (Efesios 4:22-24 RVG). Sin lugar a dudas, todo aqul que ha nacido de nuevo y desea agradar a Dios estar dispuesto a despojarse del viejo hombre y vestirse del nuevo, pero la pregunta es: Cmo hacerlo?

    La respuesta es muy sencilla y se resume en una sola palabra: Disciplina, tal como est escrito: Hijo mo, no tengas en poco la disciplina del Seor, ni te desanimes al ser reprendido por l; porque el Seor al que ama disciplina, y azota a todo aqul que recibe por hijo. (Hebreos 12:5-6 LBLA). Ahora bien, cuando se habla de disciplina, la mayora de veces se asocia con un casti-go o un trato severo para quien es discipli-nado, de hecho, una de las definiciones de

    este trmino en el idioma espaol se refiere a un instrumento que sirve para azotar.

    Sin embargo, en el texto citado, la pala-bra disciplina se traduce del trmino griego paideia (G3809) que segn el Diccionario Thayer de Definiciones Griegas se refiere a la educacin y entrenamiento completo de los nios, en el sentido de cultivar la mente y la moral, usando para este propsito man-damientos, amonestaciones, reprensiones y castigos. Este trmino tambin se aplica a la instruccin de personas adultas en el sentido de corregir los errores y las pasiones desviadas del alma.

    A la luz de estos conceptos, podemos entender que la disciplina es el medio que Dios ha dejado a nuestro alcance para que podamos despojarnos de las malas cos-tumbres que nuestra alma adquiri mien-tras anduvimos en el mundo y a la vez po-damos sustituirlas por costumbres buenas que agraden al Seor, tal como est escrito: El que hurtaba, no hurte ms; antes traba-je, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qu compartir con el que pa-deciere necesidad. (Efesios 4:28 RVG).

    La disciplina es una faceta de la minis-tracin del alma que est reservada exclu-sivamente para los hijos y por consiguiente

    debe ser aplicada nicamente por un padre, ya sea el padre biolgi-co, el padre del alma o el Padre de nuestro espritu que es Dios. Con respecto a los padres biolgicos, la Biblia dice: Adems, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetbamos con cunta ms ra-zn no estaremos sujetos al Padre de nuestros espritus, y viviremos? Por-que ellos nos disciplinaban por pocos das como les pareca, pero l nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad. (He-breos 12:9-10 LBLA).

    Por otra parte, en la Iglesia de Cristo el Seor ha constituido mi-nistros que deben convertirse en padres del alma de aquellas ovejas que les han sido encomendadas, tal como deca el apstol Pablo: Por-que aunque tengis diez mil ayos en Cristo, no tenis muchos padres; pues en Cristo Jess yo os engendr por medio del evangelio. (1 Corin-tios 4:15 RVG). Estos ministros son quienes tienen a su cargo la

    responsabilidad de corregir o disciplinar a sus hijos espirituales con un espritu de mansedumbre, segn est escrito: Porque el siervo del Seor no debe ser contencioso, sino afable para con todos, apto para ense-ar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen (2 Timoteo 2:24-25 RVG).

    Finalmente, adems de la ministracin de paternidad a nuestro espritu, alma y cuerpo, debemos recordar que nuestro es-pritu tambin tiene autoridad sobre nues-tra alma y nuestro cuerpo y debe ejercer la funcin de un sacerdote que les instruya y les gue hacia el propsito de Dios, de tal manera que en varios pasajes de la Biblia podemos ver a algunos personajes como David y otros salmistas cuyo espritu mi-nistraba a su alma, levantndole cuando estaba abatida (Salmos 42:5), recordndole los beneficios que haba recibido del Seor (Salmos 103:1-5) e indicndole el camino que debe seguir (Salmos 116:7).

    De la misma manera, nosotros podemos ministrar nuestra alma a fin de despojar-nos del viejo hombre y vestirnos del nuevo hombre, sin perder de vista nuestra necesi-dad de un padre espiritual que nos discipli-ne cuando sea necesario.

    A CORRECCIN yDIsCIplINaPor: marco Vinicio caStillo

  • 6omos un ser integral: espritu, alma y cuerpo, cada uno se expre-sa de diferente manera, el cuerpo puede manifestar una anomala por medio del dolor, y entonces

    nos quejamos y buscamos ayuda, sin em-bargo el alma, el depsito de las emociones, muchas veces no se expresa de una manera consciente y lo hace de otras formas, a eso llamamos los gritos del alma, cuando no hablamos aquellas cosas que estn dentro de nuestro corazn o incluso algunas que ni siquiera conocemos pero que nos afectan.

    Y pueden manifestarse incluso en forma de enfermedades llamadas psicosomticas, cuyo origen est en el alma y son una alerta que nos debe llevar a la ministracin o li-beracin. Como el caso de Nehemas quien tiene un semblante de enfermedad pero que el rey lo discierne y le hace ver que en su alma algo no est bien. Veamos algunos de estos ejemplos en la Biblia.

    Mientras call, se envejecieron mis hue-sos. (Salmos 32:3 RVR60)

    Este texto nos deja ver que el no expre-sar, ya fuera pecado o alguna afliccin lo iba a llevar a una enfermedad en los hue-sos, su cuerpo se dolera por la necesidad de expresar lo que haba en su corazn. Cuntas cosas se pueden quedar guarda-das en el corazn, pecados, rencores, in-cluso el recuerdo de abusos de todo tipo, como Tamar que despus de ser violada por su medio hermano queda en silencio llevando su afliccin toda la vida.

    La ansiedad en el corazn del hombre lo deprime, mas la buena palabra lo alegra. (Proverbios 12:25 LBLA)

    Una de las enfermedades ms comunes en este tiempo es la depresin, una tristeza que puede llevar a la muerte y este texto nos habla que la ansiedad en el corazn la puede causar, pero al ser atendido y minis-trado con la palabra (las buenas nuevas) se puede acabar con la depresin, la ansiedad debe salir del corazn.

    Y Ana le respondi diciendo: no, seor mo; yo soy una mujer atribulada de esp-ritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehov. (1 Sam 1:15)

    Ana viva en una situacin que la llev a la tristeza de alma y amargura de espritu, lo que la haca una persona estril, y esta esterilidad puede ser de muchas formas, al punto de no poder disfrutar la vida ni las bendiciones a su alrededor. No fue sino hasta que ella derram su alma (ministra-cin) y dej incluso su mayor anhelo, su hijo, como una ofrenda para el Seor, al

    hacer esto se volvi fructfera incluso en su cuerpo, para despus entonar un cntico de victoria.

    Cansado estoy de llorar; reseca est mi garganta; mis ojos desfallecen mientras es-pero a mi Dios. (Salmos 69:3 LBLA)

    En este salmo vemos cmo la angustia afecta incluso las vas respiratorias, y hoy en da se sabe que enfermedades como el asma est asociada con la angustia.

    Mis ojos se consumen de tristeza, lo mis-mo que mi alma y todo mi ser. (Salmos 31:9 RVC)

    La angustia y la tristeza en un corazn puede ser tan fuerte que incluso afecte la visin fsica en una persona, no que sta sea la nica causa de los problemas visua-les pero puede ser una de ellas, y aun la visin espiritual, no poder ver bien lo que han vivido y ser como Jacob, que deca que tena 130 aos, pocos y malos, sin poder ver la bendicin que Dios le haba dado, era un patriarca, tena 12 hijos y una hija, tena prosperidad incluso econmica. No le parece que tena muchas cosas por las cuales estar agradecido? Haba guardado mucha amargura en su alma por la muerte de Jos su hijo, sin embargo rehus ser con-solado. En el da de mi angustia busqu al Seor; en la noche mi mano se extenda sin cansarse; mi alma rehusaba ser consolada. (Salmos 77:2 LBLA). Lo que nos lleva a la conclusin que el alma puede hacer suyo el dolor y no permitir la ayuda de otras per-sonas, sin embargo la manera de salir de este problema es buscando ministracin.

    Se llen de amargura mi alma, y en mi corazn senta punzadas. (Salmos 73:21 RVR60)

    La amargura es una de las enfermeda-des del alma, y muchas veces sus causas son muy profundas y el texto anterior nos muestra cmo una persona puede sentir su efecto en el corazn. El alma puede ex-presar su dolor en el cuerpo, con dolores que van ms all de lo fsico, un dolor pro-fundo. La amargura debe salir del alma y puede ser que aun una dolencia fsica des-aparezca.

    En fin, hay gritos del alma que debemos identificar, incluso en nuestros hijos, como el caso de Ismael que lloraba en el desier-to, como pidiendo ayuda, muchas veces los problemas de los nios, su rebelda, apata, agresividad, son su forma de expresar su tristeza porque su hogar est en un desier-to y no es hasta que los padres identifican la necesidad, que pueden salir de ese de-sierto a travs de una ministracin familiar.

    Lo importante es la bsqueda de la ayu-da apropiada, todos estamos expuestos a heridas en nuestra alma, sin embargo el mismo Seor Jesucristo en uno de los mo-mentos ms difciles en la Tierra dijo que su alma estaba angustiada y triste hasta la muerte, expresando su sentimiento, pidien-do a los apstoles su apoyo en oracin, en-tonces cmo no vamos nosotros a buscar esa ayuda a travs de la ministracin?

    El poder hablar puede traer incluso sa-nidad a tu cuerpo.

    Por tanto, mi corazn se alegra y mi alma se regocija; tambin mi carne morar segura, (Salmos 16:9 LBLA).

    S lOs gRItOsDEl almaPor: Willy gonzlez

  • 7a ministracin es un proceso de ayuda para la limpieza, libe-racin, restauracin, y perfec-cionamiento del ser integral: espritu, alma y cuerpo. En

    1 Co rintios 13:11 dice: Cuando yo era nio, hablaba como nio, pensaba como nio, ra-zonaba como nio; pero cuando llegu a ser hombre, dej lo que era de nio. Segn la Strong (G3516) nio se origina de npios que significa: que no habla, inmaduro. Mi-nistrar a un nio es ayudarlo a hablar y expresar lo que le afecta; escucharlo y en-tenderlo para aconsejarlo, liberarlo y ben-decirlo, de tal manera que alcance madurez en cada etapa de su vida.

    En Mateo 19:13-14 le fueron presenta-dos a Jess unos nios, para que pusiese las manos sobre ellos y orara, y Jess dijo a sus discpulos: Dejad a los nios y no les impidis venir a m. Una de las primeras ministraciones es que conozcan a Jess, y una forma de bendecirlos es a travs de la imposicin de manos.

    deSde cundo miniStrar y cmo hacerlo?

    Los padres de Sansn piden al ngel, que les ensee qu hacer cuando el nio nazca y reciben consejos para criarlo. Betzab en Proverbios 31 dice a su hijo el rey Lemuel, que fue deseado y le ministra identidad. 1 Pedro 1:18 dice que hay que rescatarlos de la vana manera de vivir que se hereda de los padres. Desde el vientre de Elizabe-th, Juan el Bautista salt cuando escuch la voz de Mara bendicindolo. Otra forma segn Salmos 22:9, es brindando seguridad y confianza, a travs de los pechos de la ma-dre, esto es en el perodo de lactancia. Pero tambin en el destete como hizo banquete Abraham cuando fue destetado Isaac (G-nesis 21:8), porque los nios necesitan se-guridad cuando hay desprendimientos en el hogar, separaciones o muertes.

    Por qu miniStrar? Ana le llevaba a Samuel una tnica cada

    ao, porque al crecer, sus necesidades eran diferentes.

    A veces se ministra inapropiadamente como a Benoni (hijo de mi tristeza) y hay que cambiarle nombre a Benjamn (hijo de mi derecha).

    Hay personas que causan heridas o pro-vocan traumas, dejndolos lisiados como

    la nodriza que por huir de prisa dej caer a Mefiboset que significa: de mi boca salen reproches. (2 Samuel 4:4).

    Y esto puede evidenciarse de diferentes maneras, como problemas de personali-dad, de salud, de rendimiento escolar o de conducta. Es necesario atender a los nios que estn pidiendo auxilio. Evite lo que le pas al hijo de la sunamita que en su nece-sidad busc a su padre y por estar traba-jando en el campo (figura del mundo) no lo atendi y muri. (2 Reyes 4:18 al 23).

    Y as se dan situaciones como el naci-miento de otro hijo, preferencias entre hijos como Jos que despert la envidia de sus hermanos y es necesario ayudarles a resol-ver conflictos y manejar sus sentimientos.

    cmo miniStrar a loS nioS?La persona que ministra debe hacerlo se-

    gn el don que ha recibido, y conforme al poder que Dios da llenndose de la uncin del Espritu Santo.

    Hay varias formas de ministrar: aman-do (Lucas 3:22), criando con ternura (1 Timoteo 2:7), poniendo lmites (Prover-bios 22:28), con el ejemplo (Juan 5:19), exhortando (Hebreos 12:5), disciplinan-do (Proverbios 3:12), compadecindose (Sal mos 103:13), perdonando (Malaquas 3:17), recompensando (Mateo 6:6) y otras.

    Atendindolos de manera personaliza-da: an los gemelos Jacob y Esa necesi-taron ministracin diferente, porque uno

    habitaba en tiendas y otro era diestro ca-zador.

    Llevndolos al templo: Como a Jess, para ser instruido en la Palabra, o quiz volviendo usted al templo, va a encontrar a su hijo que se le ha perdido.

    Volvindose al Seor: En 2 Crnicas 30:9 dice que si los padres se vuelven al Seor sus hijos hallarn compasin delante de los que se los llevaron cautivos.

    En privado y siendo discretos: Marcos 5:37 al 43 Jess entra nicamente con los padres y con los discpulos para resucitar a la hija de Jairo, dando rdenes estrictas que no cuenten lo sucedido. A veces se vuelve pblico un problema que puede so-lucionarse en privado. Tambin debemos evitar estar a solas con un nio, Jess no entr solo a la habitacin de la nia, auxi-limonos con los padres. Y algo muy im-portante que los varones ministren nios y las mujeres ministren nias.

    cmo liberar?Buscando ayuda ministerial: Como aque-

    lla viuda que acudi al profeta para que el acreedor no se llevara a sus hijos, y con el milagro de la multiplicacin del aceite (fi-gura de la uncin), pag sus deudas y los libr. Tambin la sunamita busc al profe-ta cuando muri su hijo y ste le devolvi la vida.

    Preguntando, identificando y reprendien-do: Jess pregunt al padre del endemo-niado: Cunto tiempo hace que le sucede esto?, para identificar la causa y abordar-la directamente. Le dijo que creyera y re-prendi directamente a un espritu mudo y sordo y lo liber. (Marcos 9:21 al 29).

    Clamando, creyendo y siendo perseveran-te: La sirofenicia se esforz hasta obtener el pan de la liberacin para su hija ende-moniada (Mateo 15:22 al 28).

    Siendo liberados: (Mateo 21:2) Jess pidi que desataran una asna y que se la llevaran con el pollino que estaba con ella. Es necesario que los padres sean desatados para que los hijos queden libres, a veces los hijos tienen problemas y estn a punto de morir en el desierto como Ismael, porque los padres tambin estn en el desierto.

    Levntese y no piense como Agar (ma-dre de Ismael) que no quera ver cuando el muchacho muriera, porque se le haba aca-bado la provisin. Quiz se le acabaron las estrategias, ya no sabe qu hacer con sus hijos, permita que sus ojos sean abiertos para ver la fuente que est frente a usted en donde obtendr la ayuda que necesita para que sus hijos disfruten la vida en abun-dancia que Dios tiene para ellos. (Gnesis 21:14 al 19). Hoy, esa fuente es la ministra-cin, haga uso de ella.

    L

    la mINIstRaCIN

    a lOs NIOsPor: Piedad VelSquez de gonzlez

  • 8en realidad estos medicamentos no curan la enfermedad, pero s evitan el dao sub-secuente y previenen los accidentes, su uso no supone falta de fe, sino ms bien una prevencin mientras Dios, sana o libera, en el momento preciso, comprendiendo que tanto la sanidad como la liberacin puede ser inmediata o llevar un proceso a lo largo de cierto tiempo.

    Existen otras enfermedades en las cuales pueden estar alterados otro tipo de neu-rotransmisores, por ejemplo la depresin orgnica, los padecimientos asociados a la ansiedad (desorden del pnico, obsesiones, compulsiones) paranoias, esquizofrenia, que al igual que las convulsiones pueden tener un origen orgnico o no.

    Como en la epilepsia, los orgenes pue-den ser desde el punto de vista de la Pa-labra, mltiples, pero su manifestacin en cada uno de los padecimientos es la misma.

    Respecto a la depresin, es muy im-portante saber si esta tiene su origen en relacin a acontecimientos alrededor de quien la padece, por ejemplo las prdidas familiares sea por muerte o divorcio (1 Tes 4:13), las prdidas econmicas o de tra-bajo, el no lograr un deseo o meta (1 Sam 1:10) pueden causar tristeza y cierto grado de depresin, lo cual es una respuesta nor-mal, pues es el alma la que manifiesta su tristeza, pero cuando no existe una causa real como las citadas, y la persona se de-prime sin causa aparente, debe pensarse en depresin de tipo orgnico, la cual tiene su origen en alteraciones en los neurotrans-misores, este tipo de depresin conlleva un riesgo, el suicidio, y nuevamente mien-tras Dios lleva a cabo su obra, prevenir un eventual suicidio sera una razn juiciosa para el uso de medicamentos que regulen los neurotransmisores, entendiendo que como medicamento no curan si no solo controlan.

    As en casos como esquizofrenia, para-noia y otros, el uso de medicamentos ayu-dan al paciente a situarse en la realidad y aun facilitan la ministracin.

    En ningn momento se trata de decir con lo anterior que la medicina ocupa el lugar de la sanidad o liberacin que Dios provee, ni que se debe consultar solamente a los mdicos, repitiendo la insensatez del rey Asa (2 Cro 16:12), sino entendiendo que en Biblia vemos cmo Dios usa la me-dicina en ocasiones para cumplir su prop-sito, como el emplasto de higo que Isaas puso en la llaga del rey Ezequas (2 Rey 20:5-7) o para prevenir enfermedades (1 Ti 5:23). As el uso de medicamentos puede ser el mtodo que Dios utilice para ayudar a alguien o aliviar una angustia, mientras Dios salva, sana y liberta.

    En Marcos 9:14-29 vemos des-crito el padecimiento de un joven que coincide con las ca-ractersticas de un paciente con un cuadro de epilepsia a quien

    los discpulos no pudieron liberar.Para que se manifieste el cuadro con-

    vulsivo de la epilepsia es necesario que se produzca un estmulo elctrico anormal entre las clulas cerebrales (neuronas), una especie de corto circuito y para que se pro-duzca este corto circuito pueden haber dos explicaciones mdicas: la primera en la cual un grupo de neuronas produce de manera anormal, un tipo de sustancia (neurotrans-misor), que es el que controla la comuni-cacin elctrica entre neuronas, lo que a su vez provoca que la informacin en los genes encargados de producir el neurotransmisor estn alterados, esto produce la aparicin del corto circuito. La segunda explicacin es la presencia de algn tipo de masa o in-flamacin en el cerebro que facilita la des-organizacin del impulso elctrico en las neuronas y as la aparicin del corto circui-to, en ambos casos el resultado es el mismo.

    Si nosotros con los conocimientos en me-dicina actuales quisiramos explicar qu le estaba pasando al joven del relato bblico podramos decir que padeca de descargas elctricas anormales en su cerebro que lo echaban al fuego o al agua al momento de convulsionar, poniendo en riesgo su integri-dad fsica. Tendramos que diferenciar entre un proceso inflamatorio infeccioso o una masa que lo explicara y si al realizarle los exmenes necesarios esto no se encuentra;

    entonces la siguiente explicacin sera una produccin anormal de neurotransmisores.

    Ahora bien, en el relato vemos qu era lo que aquejaba al joven y la causa de sus con-vulsiones, un gnero de espritu inmundo en particular (Mar 9:29), que obviamente tena la capacidad de alterar los impulsos elctricos del cerebro del joven, tal vez al-terando su gentica o inflamando sus neu-ronas.

    Qu sucedera si un joven, un nio o un adulto de un iglesia inicia con convulsio-nes, las cuales pueden poner en riesgo su integridad fsica y llega a ser ministrado, quien enfrente este caso necesita, gua del Espritu Santo, sentido comn y sabidura para poder ayudarlo, si hay convulsiones es necesario llegar a un diagnstico m-dico para saber si existe causa orgnica (masa, inflamacin o alguna enfermedad subyacente) o no. Si no existe, entonces los genes que producen los neurotransmisores pueden estar alterados, la causa podra ser hereditaria (ancestros) (Num 14:18) o pecado, ya sea pre existencial o no (Juan 9:1-2), o un propsito de Dios (Juan 9:3), o bien un espritu inmundo (Mar 19:29), cual fuera la causa se manifestar de la misma manera: convulsiones, las cuales cada vez que se dan, producen dao al cerebro de quien las sufre, adems de poner en ries-go su integridad fsica al estar propenso a sufrir un accidente en el momento que se producen, es por esto ltimo que el uso de medicamentos que controlen efectivamen-te las convulsiones deben ser usados, con la respectiva prescripcin mdica, ya que

    lOs mEDICamENtOs EN la

    mINIstRaCINPor: Juan luiS elaS

  • 9urante la Santa Cena, el Se-or dio una enseanza acer-ca de la ministracin del alma, cuando les lav los pies a sus discpulos y les dijo que

    ellos ya estaban baados, pero sus pies se ensuciaban con el caminar.

    No se refera a los pies literales sino a sus almas que deban ser limpiadas, no con agua literal, sino con el agua que tipifica al Espritu Santo y a la palabra de Dios, y que ellos deban mantener esta prctica para permanecer limpios. Fue tambin durante la Santa Cena que Satans entr en Judas Iscariote, porque ste no estaba limpio y en ese momento sali para traicionar a Jess.

    La Biblia nos ensea que tanto un cris-tiano como un inconverso, pueden estar estorbados por un demonio o un espri-tu inmundo como consecuencia de haber abierto puertas en su alma o en su cuerpo a travs del pecado o una vida pecaminosa. Algunos no creen que un cristiano pueda estarlo y argumentan que el cristiano tiene al Espritu de Dios morando en l y que por lo tanto, ningn espritu inmundo o demonio puede cohabitar en una misma casa, sin embargo, necesitamos entender bien esto, porque si bien es cierto, la Biblia dice que cuando creemos en el Seor, nues-tro espritu se hace uno con el Espritu de l y por consiguiente venimos a ser propie-dad suya y ciertamente NO podemos ser posedos por un demonio, que no puede invadir nuestro espritu, S podemos ser estorbados, atados, dominados y encarce-lados por espritus inmundos o demonios en nuestra alma, atacando la mente, las emociones, los sentimientos, el carcter o en el cuerpo con enfermedades, dolencias y azotes (Ej. Luc 13:11-16) y la nica manera de ser libres es rogarle a Dios que nos d el pan de la liberacin.

    Recordemos que cuando aquella mujer sirofenicia vino a suplicarle al Seor libe-racin para su hija endemoniada, el Seor le contest: Deja que primero los hijos se sacien, pues no est bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos (Mar 7:27), pero al final, por su fe, su hija qued libre.

    En Eclesiasts 10:8 leemos que el cris-tiano que aportilla el vallado que el Seor le ha dado, lo muerde la serpiente, por eso hay tanto cristiano esclavizado con vicios, pornografa, pecados de tipo sexual, espri-tus de ira o amargura u otros y no pueden ser libres porque hay un espritu inmundo o demonio ms fuerte que ellos que los do-mina y los lleva cautivos hacia el pecado contra el cual quiz han batallado pero no han podido vencerlo.

    Es interesante notar en el pasaje anterior que un nio puede estar estorbado como

    consecuencia de que sus padres hayan abierto puertas, por eso tambin vemos que el pollino que el Seor mand a traer para montarlo, primero hubo que desatar al asna para poder traerlos a ambos.

    La forma en la que el enemigo trabaja es la siguiente:

    El primer sntoma son los deseos de la carne que surgen de las concupiscencias que hay en un alma que no busca minis-tracin sino que le da rienda suelta a sus pasiones y deseos que se oponen al deseo del Espritu y que con la influencia externa de espritus inmundos se convierte en opre-sin, manipulando la mente, sentimientos y emociones; como fue el caso de Sal (1 Sam 16:14). Si la persona no busca ayu-da, esa opresin se convierte en obsesin que es ya una mala idea fija en la mente, como la de Sal que quera matar a David (1 Sam 18:10-11) El siguiente paso es una compulsin que ya es una influencia casi total de la mente, sentimientos y voluntad y puede producir alucinaciones y delirios.

    Si la persona no se arrepiente, y busca ayuda, puede caer en posesin demonaca. Quien cae en esta condicin se vuelve un apstata irreversible y pierde su salvacin, el Espritu de Dios se aparta de l y el ene-migo toma posesin de su cuerpo, alma y espritu, como sucedi cuando Jehov se apart de Sal, el espritu malo se apoder de l y lo llev al suicidio (1 Sam 31:4).

    Para romper este crculo vicioso debe-mos buscar ministracin, ser llenos del

    Espritu para no satisfacer los deseos de la carne (Gal 5:16), renovar la mente y ocu-parnos en las cosas del Espritu, buscar congregarnos, leer la palabra de Dios, orar, escuchar msica cristiana o mensajes de la palabra de Dios, servirle al Seor, adorarle, etc. Esto nos ayudar a mantener nuestra liberacin despus de haber sido liberados, porque la Biblia nos ensea que cuando el espritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volver a mi casa de donde sal; y cuando llega, la halla des-ocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espritus peores que l, y entrados, moran all; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero (Mat 12:43-45).

    La liberacin puede darse de muchas maneras, no hay un mtodo especfico, se da cuando el Espritu de Dios quiere. Se necesita discernimiento de espritus, con la autoridad de Dios y fe creyendo que Dios har el milagro.

    Cuando un cristiano ha batallado contra un rea de su alma y no ha logrado ser li-bre, debe considerar la posibilidad de estar siendo estorbado por un espritu inmundo y debe buscar la ayuda de un ministro o hermano delegado para dicha funcin, en vez de acomodarse a su situacin y acep-tarla como si fuera algo normal en su vida, porque la Biblia dice que para eso apareci el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo (1 Jn 3:8).

    D

    lIbERaCIN

    DE DEmONIOsPor: louiSette moScoSo

  • 10

    para los hijos de Gersn, una de las familias de los levitas, de la media tribu de Manass, les die-ron Goln en Basn, la ciudad de refugio para el homicida, con sus

    tierras de pasto y Beestera con sus tierras de pasto; dos ciudades. (Jos 21:27 LBLA).

    El Seor dijo por medio de Moiss que los Israelitas deban designar ciudades de refugio a donde pudiera huir todo aquel que hubiere matado a alguien por acciden-te, esto cuando fueren de camino del Jor-dn a Canan (Num 35:9-11). Hoy la igle-sia va de camino hacia la Canan espiri-tual, la tierra en donde fluye leche y miel, la tierra en abundancia; pero mientras vamos por el camino hay pueblo que es alcanzado por el pecado y cometen actos desagrada-bles delante de Dios y es importante que tengan a su alcance un lugar de refugio en donde puedan ser ministrados, liberados y restaurados para seguir su caminar con un corazn limpio y llegar as al supremo lla-mamiento en Cristo Jess.

    De acuerdo a Josu 21:27 a los hijos de Gersn de la media tribu de Manass les dieron las ciudades de Goln y Beestera en la regin de Basn. Gersn significa re-fugio o el que expulsa de una posesin (Concordancia Strong H1644-1648); ade-ms, ellos eran de la familia de los levitas, sacerdotes delante del Seor y cuidaban el tabernculo. Un sacerdote es aquel que in-tercede por alguien que est en necesidad, la Biblia dice que somos un reino de reyes y sacerdotes, pero debemos ser habilitados para poder interceder por otros, ser un refugio para aquellos que necesitan con-suelo, perdn, consejo y que buscan ayuda para ser limpios (Isa 50:4). Hay hijos de Dios que estn siendo asechados, persegui-dos por potestades y deben ser liberados expulsando de su alma espritus inmun-dos a quienes se les haya dado derecho de tomar posesin de algn rea en los pensa-mientos, sentimientos, deseos o voluntad y aun en su cuerpo fsico.

    Los hijos de Gersn tambin estaban a cargo de las cortinas y cobertura del taber-nculo (Num 3:25) y esto nos habla de po-der extender la cobertura ministerial qun-tuple que est sobre nuestras vidas, con el fin de arropar aquel que se ha arrepentido pero que estaba desnudo a causa del peca-do y la desobediencia, proclamando a las potestades que es un hijo, que tiene padres y hermanos, que tiene una familia en el Se-or que cuida de l.

    Les dieron dos ciudades a la media tribu de Manass (Concordancia Strong H5382) hacer olvidar, Manass fue el primogni-to de Jos (Gen 41:51) y le puso este nom-bre porque dijo: Dios me ha hecho olvidar

    todo mi trabajo y toda la casa de mi padre. El olvido es una de las cosas ms importan-tes en una ministracin, tanto para el que ministra como para el que est siendo mi-nistrado. Si el Seor nos ha habilitado para que podamos aconsejar, liberar, consolar a otros por medio de la Palabra de Dios, debemos estar conscientes que podemos ser contaminados en nuestro corazn si no olvidamos aquello que escuchamos como una confesin, es necesario que despus de haber ministrado lleguemos delante del Seor y entreguemos todo aquello que pu-diera contaminarnos. Dijo Jos entonces cuando naci Manass: Dios me ha hecho olvidar, esto quiere decir entonces que ser muy difcil que por nuestra propia volun-tad podamos olvidar, ms an si a quienes ministramos son hermanos en Cristo, co-nocidos, o pecados muy fuertes, entonces necesitamos solicitar el auxilio del Seor para que nos haga olvidar por su Esp-ritu y estar libres de cualquier prejuicio y contaminacin. Cuando somos ministra-dos tambin debemos saber que el olvido ser necesario para nuestra restauracin, muchas veces hay cristianos que no pueden avanzar porque an recuerdan los pecados que cometieron, el olvido est muy relacio-nado al perdn, cuando alguien perdona alguna ofensa le es fcil olvidar y es all en donde muchos hijos de Dios fallan porque no se sienten perdonados aunque confie-san varias veces su falta pero no pueden olvidar; el Seor arroja nuestros pecados a

    las profundidades del mar (Miqueas 7:19), Dios nos ha perdonado, debemos tambin nosotros perdonarnos y olvidar lo que que-da atrs para extendernos hacia adelante.

    Una de las ciudades que le dieron a la tribu de Manass fue Goln, en la regin de Basn. Segn la concordancia Strong H1540 la palabra Goln viene de una raz con varios significados como cautivo, des-nudar, abrir, entregar, etc.; esto nos habla de la necesidad de ser ministrados cuando alguien es llevado cautivo; la Biblia dice que por falta de discernimiento el pueblo es llevado cautivo, (Isa 5:13 LBLA), la ver-sin DHH dice: por no querer entender, mi pueblo ir al destierro; ambas versiones nos dan una idea del porqu hay pueblo cautivo, la falta de entendimiento, de dis-cernimiento de las cosas, personas y acon-tecimientos que nos rodean, nos pueden hacer cautivos, debemos estar velando en el espritu, siendo sobrios, sabiendo que el diablo anda alrededor nuestro como len rugiente viendo a quin devorar (1 Pedro 5:8; Mat 26:41).

    Debemos saber que cuando nos minis-tramos estamos exponiendo nuestra alma y por esa razn debemos hacerlo delante de alguien delegado de parte de Dios que tenga cobertura ministerial para poder cu-brir nuestras intimidades, de lo contrario si se acude a personas no cristianas sin el Espritu Santo, se corre el peligro de ser desnudados y llevados cautivos por falta de discernimiento.

    Y

    gOlN y bEEstERaPor: ricardo rodrguez

  • 11

    n Josu 21:32 encontramos a Cades o Cedes segn la ver-sin bblica que se utilice. Al igual que en el caso de las otras seis ciudades de refugio

    establecidas por Dios y de las cuales les habla directamente tanto a Moiss como a Josu, podemos encontrar varias caracte-rsticas importantes relacionadas con Ca-des, que nos describen el carcter de quien puede ejercer adecuadamente el privilegio de ministracin. Veamos algunas de ellas:

    el Significado de Su nombreEl diccionario Brown-Driver-Briggs lo

    define como Lugar Santo. El nombre Cades proviene a su vez de la raz hebrea Cadash (H6942) que significa entre otras cosas, limpio, apartar, consagrar, purifi-car, santificar, santo, actuar sagradamente, apartarse de las cosas profanas u ordina-rias, consagrarse para actividades sagra-das, transmitir santidad por contacto (Diccionarios Strong, BDB, WordStudy, Moiss Chvez).

    Esto nos ensea que una persona que ejerce el privilegio de ministracin, debe necesariamente buscar el apartarse para servirle a Dios en pureza y santidad. Re-cordando la historia bblica con respecto del sacerdocio, es lo mismo que realiz Dios con Aarn y sus hijos al consagrar-los (xodo 28:3,41), y nos indica que este privilegio conlleva un compromiso, pues quien lo realiza debe apartarse de las cosas profanas, de las actividades que no edifi-can, no convienen o esclavizan (1 Corintios 6:12, 10:23), ya que el siervo que se pre-senta delante de Dios para ministrar debe estar consagrado apropiadamente: xodo 19:22, Levtico 11:44.

    Su ubicacinCades estaba ubicada en Galilea, una lo-

    calidad montaosa al norte de Israel, y de acuerdo al diccionario BDB, era un circui-to de pueblos alrededor de Cades. Por esta razn, dos de los significados de Galilea son circuito, distrito.

    De esto se desprenden dos situaciones interesantes: En primer lugar, Cades est localizada en Canan, siendo esto figura de la ministracin de personas que ya han sido bautizadas con el Espritu Santo, pues ya pasaron el ro Jordn despus de haber salido del desierto. Por qu es necesario saberlo? Porque quien acude a la ciudad de refugio debe exponer sus razones para po-

    der a su vez ser receptor de una emisin de justicia de parte de Dios (Josu 20:4-6), y quien ministra debe escuchar y actuar con-forme al discernimiento proveniente del Espritu de Dios, pero teniendo en cuenta tambin que el mismo Seor Jesucristo nos ense que se deben realizar preguntas im-portantes para ministrar adecuadamente (Marcos 9:21-27). Es decir, la persona que ministra debe poder discernir la situacin espiritual de quien acude buscando ayuda, pero tambin est habilitado para hacer preguntas, que le permitirn profundizar y encontrar las causas del problema y no solamente atacar los sntomas que se pre-senten en el alma del ministrado.

    En segundo lugar, dado que Galilea sig-nifica circuito, distrito, esto nos hace re-cordar las actividades del profeta Samuel, de quien se dice lo siguiente: Ao tras ao l viajaba en un circuito que inclua Beit-El, Gilgal y Mitzpah; y en todos estos lugares dedicados como Kadosh sirvi como juez de Yisrael. 1 Samuel 7: 16 TKIM.

    Esto nos ensea junto al significado de Galilea, que la persona que ministra debe buscar con diligencia, ejercer el privilegio peridicamente sobre las personas que ya han sido ministradas, abordndolas cada cierto tiempo para as apoyarlas a que avancen en su carrera cristiana, y no so-lamente atenderlas cuando hagan un lla-

    mado de ayuda o en el peor de los casos, olvidar las necesidades de un pueblo que podra estar vagando disperso y de quien el Seor tuvo compasin (Mateo 9:36-38).

    la tribu a la que PerteneceSegn el diccionario Strong, Neftal sigi-

    nifica Mi lucha, y es el quinto (5 = Gra-cia) hijo de Jacob, y el segundo (2 = Co-munin, testimonio) de Raquel por medio de Bilha.

    Entonces, entendiendo que Mi lucha est contextualizada en la Gracia de Dios y la comunin o testimonio que hay entre pa-rientes cercanos nosotros somos parientes en Cristo, se desprende que quien minis-tra debe tomar la ministracin como su propia lucha, y no como la lucha exclusiva de la persona que se est ministrando. Esto nos refiere necesariamente a que la persona apta para ministrar debe involucrarse en la ministracin como si lo que se est expo-niendo en ella fuera su propio problema, teniendo inclusive fe por la otra persona para elevar su caso delante de Dios, de la misma manera como lo hicieron los ami-gos del paraltico, quienes tuvieron fe por l para creer que Jesucristo poda sanarlo y bendecirlo (Marcos 2:1-12).

    loS deScendienteS en eSa tribuQuien ejerce adecuadamente el privilegio

    de ministracin debe multiplicar las buenas caractersticas que Dios le ha otorgado, en otros siervos que se unan a la obra. Por tal motivo encontramos en la Biblia que los descendientes de Neftal fueron cuatro, co-locados en orden de aparicin:

    JAHZEEL: Su significado es Dios con-ceder. Esta caracterstica nos recuerda que no es el hombre quien realiza la minis-tracin, ni el deseo, ni las obras del hombre las que favorecern a una persona, sino so-lamente la voluntad de Dios.

    GUNI: Significa es protegido o mi de-fensor. Nuevamente esto enfatiza que Dios nos protege y defiende, pero es solamente l quien lo puede hacer, no el hombre ni una institucin, sino solo el poder de Dios.

    JEZER: Su significado es formando, propsito. Esto nos ensea que en la mi-nistracin somos formados, tanto el que es ministrado como quien ministra.

    SILEM SALUM: Significa retribu-cin, recompensa. Este nombre seala el valor de la ministracin, as como su re-compensa o retribucin tanto para el que es ministrado como para quien ministra. Por esto debemos recordar como un solo cuerpo de Cristo, la importancia de seguir en nuestro proceso de perfeccionamiento y consagracin, para as un da recibir el ga-lardn de ser arrebatados junto al Amado.

    ECaDEs O CEDEsPor: Sergio licardie

  • 12

    Cuando el Seor habl a Moi-ss de las ciudades que le co-rresponda a los levitas, den-tro de ellas se encontraban seis ciudades de refugio, a las

    cuales poda huir el homicida que haba matado a una persona sin intencin para que fuera juzgada su causa y ser librado del vengador de la sangre. Interesantemen-te el nmero seis representa al hombre y seis eran las ciudades de refugio, dndonos a entender que Dios prepar seis lugares para ministrar las necesidades de los hijos de Israel, a los forasteros y los peregrinos.

    Cuando la congregacin libraba al ho-micida del vengador de la sangre, tena que habitar en la ciudad de refugio a la que ha-ba huido y no poda salir fuera de los lmi-tes de esa ciudad, hasta la muerte del sumo sacerdote. Por medio de estas ordenanzas de derecho podemos aprender que cuando alguien cae en un pecado o iniquidad, debe entrar en un proceso de restauracin don-de pueda observarse su vida, y ministrarse para limpiarle del pecado, hasta que el mi-nistro que lo cubre lo de por limpio o libre. La restauracin de un hijo de Dios, no de-pende del tiempo, depende de la restaura-cin de su alma y su comunin con Dios.

    Esta ciudad Beser estaba ubicada al oriente de la tierra de Canan, fuera de la tierra en abundancia, en el desierto dentro del territorio de la tribu de Rubn (Josu 20:8). Gad y los hijos de Rubn se estable-cieron al oriente del ro Jordn y lo solici-taron a Moiss porque posean mucho ga-

    nado. Esto tiene una enseanza espiritual que mientras no se cruce el Jordn, figura del bautismo con el Espritu Santo, los de-seos de la carne combaten contra el nuevo hombre y la nica forma de hacer morir al viejo hombre es llenndonos del Espritu Santo.

    Dios cuida de sus pequeos, porque para aquellos que no han tenido la experiencia con su Espritu y estn pasando por un de-sierto espiritual o luchando con los deseos de la carne, Dios les dej refugios donde sus hijos pueden ser ministrados, fortaleci-dos y restaurados para que puedan seguir creciendo espiritualmente y no detenerse ante las tentaciones o el asedio del pecado y ser llenos de su Espritu para obtener la herencia que el Seor ha designado para sus vidas.

    La ciudad de Beser le corresponde a la tribu de Rubn que significa: ved un hijo, y es importante ya que solo un verdadero hijo de Dios debe ser el que ministre aque-llos que estn necesitados. Interesante-mente las condiciones que Moiss le puso a Gad y los hijos de Rubn, era que tenan que cruzar el Jordn y pelear con sus her-manos para conquistar Canan y luego podran regresar a sus posesiones. Quiere decir que los hijos de Dios que son levan-tados para ministrar a los necesitados, son aquellos que cruzan el Jordn, figura del bautismo en el Espritu Santo, que entran a Canan a batallar contra los enemigos de la tierra en abundancia hasta derrotar-los y luego descienden para ayudar a los

    que estn en el desierto y no han tenido la experiencia con el bendito Espritu Santo.

    La palabra hebrea Beser segn el dic-cionario Strong significa: oro, mineral pre-cioso. Para encontrar un mineral precioso como el oro, hay que hacer esfuerzos para encontrarlo y luego tiene que pasar por un proceso para purificacin y esto es una sombra de nuestra vida cuando llegamos a Cristo, somos preciados para l, pero esta-mos llenos de impurezas que deben ser des-arraigadas de nuestra vida y al igual que el oro, tenemos que pasar por un proceso de limpieza para que pueda brotar lo que real-mente somos (Pro 17:3) y es por eso que el Seor dej una herramienta adecuada para poder limpiarnos, como es la ministracin, que es una ciudad Beser donde podemos refugiarnos para ser auxiliados.

    En las versiones de la Biblia TSJ Guiller-mo Jnemann traduccin de la Septuagin-ta, RV 1865 y la Biblia Felix Torres Amat, utilizan la palabra griega Bosor para la palabra hebrea Beser. Esta palabra Bosor (G1007) tiene un significado interesante: indeclinable o antorcha y esta palabra la en-contramos en el nuevo testamento: Han dejado el camino recto, y se han descarriado, siguiendo la senda de Balaam, hijo de Bosor, el cual codici el premio de la maldad 2 Pe-dro 2:15 FTA.

    La Biblia dice que la senda de los jus-tos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el da es perfecto (Pro 4:18). Dios quiere que el caminar del cris-tiano sea hasta alcanzar la perfeccin, pero en este camino encontramos sendas que han dejado ministros que se han desvia-do, como lo hizo Balaam, ministros que su propsito es desviar al hijo de Dios hacin-dolo caer en cosas que son desagradables y abominables al Seor, por eso es que se re-prende a la iglesia de Prgamo (Apoc 2:12) por mantener a los que ensean la doctrina de Balaam, doctrina que consiste en poner tropiezo delante de los hijos de Dios, in-citndoles a comer de lo sacrificado a los dolos y a cometer actos de fornicacin.

    La ciudad de Beser o Bosor en griego, fue dejada en el desierto para que el hijo de Dios pueda ser auxiliado en medio de sus luchas, para que no decline y que ste lugar sea luz que alumbre su camino y no tropie-ce, ciudad para proteger al hijo de Dios de los ataques del diablo y resguardarlo hasta que el peligro haya pasado.

    Como hijos de Dios tenemos que usar las ciudades de refugio, para cuando ne-cesitemos de justicia y la ministracin es una ciudad de refugio que Dios dej para el desarrollo espiritual de nuestra vida y presentarnos delante del Seor sin mancha y sin arruga.

    bEsERPor: abraham de la cruz

  • 13

    La Biblia de las Amricas en Proverbios 28:13 dice: El que encubre sus pecados, no pros-perar: Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzar miseri-

    cordia. Una de las cosas que debemos ha-cer para alcanzar la misericordia de Dios, es confesar nuestro pecado y apartarnos de l. Lo importante de confesarlo es que cuando el diablo lo quiera sacar a luz, este quede desarmado y no tenga cmo acu-sarnos. No obstante la persona que va a ministrarnos debe tener ciertas cualidades, porque tampoco se trata de que confese-mos nuestro pecado para que todo el mun-do lo sepa, sino que el peso, el pecado, la transgresin e iniquidad sea echada fuera de nuestra vida para poder caminar en paz.

    En la Biblia se mencionan 6 ciudades de refugio: tres del lado del ro Jordn y tres en el desierto, es interesante notar que el 6 en el contexto bblico es nmero de hombre. Es-tas seis ciudades contienen elementos bsi-cos que debe tener la persona que ministra. En el presente estudio abordaremos la ciu-dad de siquem. Segn el Diccionario Strong SHEKM (H7927 lo mismo que H7926), significa: Como el lugar de llevar cargas, con-sentimiento, espalda, fuga, hombro.

    En el contexto bblico el hombro repre-senta responsabilidad; adems, los levitas transportaban el Arca del Pacto sobre sus hombros (1 Cro 15:15), dndonos a enten-der que la persona que ministra debe ser responsable en la funcin que le ha sido en-comendada y debe hacerlo con el Arca del Pacto sobre sus hombros, es decir, teniendo comunin constante con Dios, de mane-ra que pueda colocar un manto sobre sus hombros para cubrir la desnudez de aque-llos a quienes se ministra, tal como hicieron Sem y Jafet, con su Padre (Gen. 9:23).

    1 Crnicas 15:2 (LBLA) dice: Enton-ces David dijo: Nadie ha de llevar el arca de Dios sino los levitas; porque el Seor los escogi para llevar el arca de Dios y servirle para siempre. Es interesante notar que Da-vid no eligi a cualquier persona para lle-var el arca en sus hombros, definitivamente el proceso de ministracin que es un servi-cio de limpieza, liberacin y restauracin a nuestro ser integral (espritu, alma y cuer-po), no puede ser realizado por cualquier hermano sino por aquellos que han sido apartados para este privilegio y que estn dispuestos a dar auxilio al necesitado.

    1 Crnicas 15:12 (LBLA) dice: y les dijo: Vosotros sois los jefes de las casas

    paternas de los levitas; santificaos, tanto vosotros como vuestros parientes, para que subis el arca del Seor, Dios de Israel, al lugar que le he preparado. En este verscu-lo podemos apreciar dos elementos: la san-tificacin y sujecin.

    Segn el diccionario Strong, santificacin procede de la palabra CADSH (H6942) que significa: Limpio, apartar, celebrar, consagrar, dedicar, preparar, prometer, pu-rificar, santificar, santo, sealar. La perso-na que ministra debe apartarse de todo lo profano, ser cuidadoso para no manchar sus vestiduras y ser digno (Apoc 3:4).

    Ahora bien la persona que camine en Santidad debe practicar obediencia, apartndose de todo tipo de inmoralidad sexual (1 Tes 4:3). Es interesante notar que los sacerdotes eran santificados con acei-te santo (figura del Espritu Santo). Esto nos habla de que la persona que ministra debe estar llena del Espritu Santo, para poder discernir y apoyar al hermano que desea ser ministrado. David fue ms all en cuanto al proceso de Santificacin ya que no solo aplicaba para los sacerdotes, sino tambin para los familiares (1 Cro 13:12), es decir que la casa y vida del que ministra debe ser digna e ntegra.

    En 1 Crnicas 13:14-15 (LBLA) dice: Se santificaron, pues, los sacerdotes y los levitas para subir el arca del Seor, Dios de Israel. Y los hijos de los levitas llevaron el arca de Dios sobre sus hombros, con las barras pues-tas, como Moiss haba ordenado conforme a la palabra del Seor. Es interesante no-tar cmo los delegados de llevar el arca se

    sujetaron a la directriz de David y luego a la solicitud de santificacin. Esto nos habla de que la persona que va a ministrar debe sujetarse en todo momento a su cobertura ya que tambin deber batallar espiritual-mente y si no se sujeta a sus autoridades la lucha espiritual que realice a favor de un hermano, ser infructuosa con el peligro de quedar contaminado por su falta de suje-cin. La palabra de Dios nos indica que la sujecin es mejor que un sacrificio (1 Sam 15:22), nuestro Seor Jesucristo aprendi obediencia a travs del sufrimiento. l como Dios, no tena necesidad de someter-se a nadie pero como hombre s y no solo lo hizo, sino nos dej ejemplo de obediencia hasta la muerte y muerte de cruz (Fil 2:8).

    La Palabra nos limpia para santificacin (Efe 5:26). El hermano que cumplir la funcin de ministracin no solo debe or la palabra, sino tambin ponerla por obra, es decir que la palabra se haga carne en su vida (Luc 6:48-49). Cuando consagraban a un sacerdote, la Biblia nos narra que le aplicaban sangre en el lbulo derecho de su oreja (para or la Palabra que limpia), en el pulgar derecho de la mano (para ha-cer buenas obras preparadas de antemano para andar en ellas) y en el pulgar dere-cho del pie para caminar rectamente (Exo 29:20).

    Es interesante notar que Siquem estaba ubicada en la regin montaosa de Efran (Heb. Ephrayim) que significa doblemente fructfero, dando a entender que la persona que ministra debe abundar en frutos agra-dables a Dios.

    sIquEmPor: edWin caStaeda

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    Las siguientes ciudades con sus pastizales se les entre-garon a los descendientes del sacerdote Aarn: He-brn (una ciudad de refu-

    gio para los que mataban a otra persona por accidente) Josu 21:13 NTV

    Iniciaremos la descripcin de la ciudad de Hebrn haciendo referencia a que este nombre significa: PACTO, sin embargo cuando profundizamos en la historia b-blica, notamos que su nombre original era QUIRIAT-ARBA (Josu 14:15), este nombre tena varios significados, uno de ellos estaba relacionado con orgullo y al-tivez, es decir que fue una ciudad que de alguna manera estaba identificando a una poblacin que lleg a enaltecerse en algn momento. Hoy da vemos en muchas par-tes del mundo, personas que tuvieron su orgullo por sobre todas las cosas pero que al llegar la prueba cambiaron esa actitud, pues todo lo que pudieron haber hecho incorrectamente, tal vez humillando o destruyendo a los dems lo han transfor-mado en humildad con el deseo de ayu-dar a otros ya sea para que no caigan en esa misma actitud de soberbia o para que encuentren la salida a ese tipo de situa-ciones por el que ellos pasaron. Como Dios les cambi su sentir, estas personas se convierten en una especie de conseje-ros y protectores. HEBRON es un claro ejemplo de quienes cambiaron el orgullo para convertirse en una ciudad de pacto y ayudar al que necesitara refugio en medio de una inocencia.

    Cuando hablamos de pacto1 debemos saber que ese trmino conlleva el guardar la tica, de tal manera que al enfocarlo en la ministracin del alma de una persona debemos recordar la importancia que co-bra la tica, pues no podemos quebrantar la confianza con la que abri su corazn la persona que ministramos, de no ser as, la persona que lleg buscando la restau-racin de su alma podra ser echada fuera de la ciudad de refugio y sera entregada en manos de un fiscal de distrito, para que lo juzgue sin misericordia y sin que pueda defenderse de lo que haya hecho. Esto es precisamente lo que sucede en el momen-to cuando alguien descubre la ministra-cin de otra persona, est rompiendo el pacto de confianza y est exponindola para todos le juzguen sin detenerse a sa-ber cul fue realmente lo que llev a aque-lla persona a que cometiera determinada falta o pecado.

    Las ciudades de refugio haban sido esta-blecidas entonces para la gente que en de-terminado momento haba matado a otra persona pero no de forma intencional; sin

    embargo el hecho estaba consumado; de alguna forma esta gente poda vivir en ciu-dades de refugio con cierta libertad, pero sin salirse de los lmites de la ciudad; si des-obedecan, los que estaban fuera podan capturarlos y juzgarlos. Esto simboliza que cuando una persona llega a ministrase, debe exponer su caso con el propsito de entrar en un proceso de restauracin del alma; alcanzar a travs del proceso, la li-bertad que perdi en el momento en que entr en conflicto con alguien o con algo; no obstante dentro del proceso de minis-tracin, en algn momento puede surgir la consejera que aun cuando son dos trmi-nos diferentes, estas llegan a relacionarse debido a que hay muchas personas que ne-cesitan una nueva orientacin en sus vidas debido al constante ataque del enemigo como consecuencia de haber abierto puer-tas para que entraran el odio hacia otra persona, rencor o cualquier sentimiento contrario que haya sido el motivo de la incomodidad en el alma, solo por citar un ejemplo.

    No se trata que el pueblo de Dios llegue a exponer la vida de las dems personas con las que tiene cierto malestar, pues en tal caso, cada quien es responsable de lo que haya hecho o dejado de hacer. El pro-ceso de ministracin del alma es para que expongamos nuestra vida, lo que podamos llevar en nuestra alma y que sepamos qu est estorbando el desarrollo de nuestra vida espiritual. Por eso en la ministracin

    HEbRNPor: Jorge luiS rodrguez

    tiene que haber transparencia por parte de la persona que se est ministrando, tenien-do la confianza en el que ministra, que no defraudar esa confianza porque por eso mismo es que Hebrn significa pacto, dira-mos entonces que es un pacto de confianza que la persona que ministra hizo delante de Dios para escuchar las diferentes situacio-nes de los dems sin que eso repercuta en ningn momento en la vida de los siervos que ministran al pueblo de Dios. Por eso se debe tener el cuidado de no ministrarse con cualquier persona sino que deben ser siervos que Dios haya levantado para ese efecto, y si la ministracin necesita cierto seguimiento, es necesario que la persona que se est ministrando, lo haga igualmen-te con la persona que conoce el inicio de su situacin para que pueda comprender y en su momento aconsejar sabiamente.

    Ambos son responsables de la ministra-cin, tanto el que ministra como el que se est ministrando; deben identificarse para que sea el Espritu Santo quien d la res-pectiva salida.

    1 Segn el diccionario secular, define pacto de la siguiente forma: es unconvenio o trata-do solemne, estricto y condicional entre dos o ms partes en que se establece una obediencia a cumplir uno o varios acpites establecidos en un contrato formal y en que ambas partes se comprometen a ejecutar ciertas acciones y a recibir retribuciones de la otra parte por su cumplimiento.

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    De la tribu de Gad recibie-ron cuatro ciudades y sus campos de pastoreo: Ra-mot de Galaad, ciudad de refugio para los acusados

    de matar a alguien, Majanayin, Josu 21:38 PDT

    Lo que le sucedi a Israel fue ejemplo y se escribi como una enseanza para no-sotros, para quienes ha llegado el final de los tiempos (1 Cor 10:11). El Seor mand a Moiss despus de libertar a Israel de la esclavitud en Egipto, a dictar y escribir mandamientos, es-tatutos, ordenanzas especficas para normar la vida de los israelitas; por ejemplo si una persona cometa un homicidio tambin deba morir, pero si incurra en este delito por ac-cidente o sin intencin, podra refu-giarse en seis de las cuarenta y ocho ciudades otorgadas por Dios a los levitas (Exo 21:12-13; Nm. 35:1-8); estos lugares servan para que el homicida huyera y fuese librado del vengador de la sangre.

    Nosotros somos el Israel espiri-tual del Seor, a quienes alcanza el pecado, cuyo resultado es muerte (Rom 6:23). El diablo es un venga-dor que busca cobrarse por nuestros delitos y pecados, pero tenemos al Seor Jesucristo como abogado para con el Padre y como propicia-cin por el pecado (1 Juan 2:1-2). El Seor defiende nuestra causa, sin embargo debemos acercarnos a una ciudad de refugio espiritual, re-presentada por siervos de Dios que han alcanzado madurez y tienen la capacidad para ministrar y restaurar con un espritu de mansedumbre(Gl 6:1).

    Una de las seis ciudades de refugio fue Ramot de Galaad (Jos 21:38), la cual esta-ba despus del Jordn, nombre que signifi-ca el que desciende, todo siervo que mi-nistra debi haber descendido, es decir que debi humillarse bajo la poderosa mano de Dios (1 Pedro 5:6). Haber pasado este ro tambin tipifica haber sido bautizado y ser lleno por el Espritu Santo (Luc 4:1).

    Ramot significa alturas, esto quiere decir que el que ministra, es alguien que descendi pero ha sido llevado a las altu-ras, esto se puede decir basndose en el principio descrito en la Biblia acerca del Seor Jesucristo: El que descendi es tam-bin el mismo que ascendi mucho ms arri-

    ba de todos los cielos, para poder llenarlo todo Efesios 4:10 LBLA.

    De Jacob se dice, que el Seor como un guila que despierta su nidada, que revolo-tea sobre sus polluelos, extendi sus alas y lo tom, lo llev sobre su plumaje, lo gui, lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tie-rra, le dio a comer del producto del cam-po; le hizo gustar miel de la pea, y acei-te del pedernal (Deu 32:11-13). Se puede

    decir que un ministro que ha sido llevado sobre las alturas ha sido capacitado con experiencia, con miel de revelacin y con aceite de la uncin del Espritu Santo para ministrar.

    En las alturas el que ministra y el mi-nistrado mueren (2 Sam 1:25); se afirman (2 Sam 22:34); encuentran defensa de los enemigos (Job 16:19); tienen paz (Job 25:2); tienen comunin donde se sienta el Seor, alabndole (Sal 78:69; 113:5; 148:1).

    En las alturas hay arrepentimiento: Se oye una voz sobre las alturas desoladas, el llanto de las splicas de los hijos de Israel; porque han pervertido su camino, han olvida-do al SEOR su Dios. Jeremas 3:21 BNP.

    El que ministra puede llevar a las alturas de Dios al que est desanimado, desespe-

    RamOt DE galaaDPor: oSWaldo gutirrez

    ranzado, deprimido, desilusionado, es de-cir al quebrantado de corazn: Porque as dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo: Yo habito en la altura sa-grada, pero estoy con los de espritu humilde y quebrantado, para reanimar al de espritu humilde y vivificar el corazn quebrantado Isaas 57:15 BTX.

    Ramot tambin significa Exaltado quien ministra debe ser alguien que ha sido reconocido por Dios, a travs de un apstol o pastor congregacional para po-der realizar esta tarea, por ello no cual-quiera puede ministrar, tal y como se des-cribe en la Biblia: A ste exalt Dios con

    su diestra como Prncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdn de pecados. Hechos 5:31 BTX.

    El Seor Jesucristo fue exaltado y se sent a la diestra de la Majes-tad en las alturas (Heb 1:3), por ello el que ministra es aquel siervo que gua al ministrado en todo momen-to a purificarse por la esperanza (1 Juan 3:1-3) de llegar al lugar que est preparando el Seor en la casa del Padre (Juan 14:2), aquel que seala las alturas en donde ser la parusa y el arrebatamiento (1 Cor 15:52-58; 2 Tes 2:1).

    Ramot se ubicaba en la regin deGalaadque significamonumen-to de piedras, en la antigedad se utilizaban los montones de piedras en seal de pacto, de comunin con el Seor, un ejemplo de ello lo des-cribe la Palabra de Dios as: Y se le-vant Jacob muy de maana, y tom la piedra que haba puesto de cabe-cera, la erigi por seal y derram aceite por encima, y a aquel lugar le puso el nombre de Betel y esta pie-dra que he puesto por seal ser casa de Dios... Gn 28:18-22 LBLA. De

    este caso podemos entender espiritualmen-te que el que ministra debe hacerlo en las instalaciones de la iglesia y no en una casa de habitacin.

    Ramot Tambin fue identificada como Mzpa de Galaad (Jue 11:29), la Biblia dice que cuando los filisteos (que golpea al cansado) se levantaron en contra de Israel en Mizpa, Samuel como ministro interce-di y fueron librados, poniendo una piedra como seal y dndole el nombre de Ebn-ezer, diciendo: Hasta aqu nos ha ayudado Jehov! (1 Sam 7:7-13).

    Ramot se encontraba dentro del terri-torio de Gad, cuyo significado es fortu-naoafortunado, es decir que la ministra-cin nos conduce a una vida plena o vida en abundancia (Juan 10:10).