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3 SALA ROMANOS Y VISIGODOS FÉLIX Y EL CRISTIANISMO 1 © Situación de la necrópolis. Dibujo: J. Sagrera “FÈLIX (Félix) O FELIU” Mártir durante la durísima persecu- ción decretada por Diocleciano y Maximiliano, es la figura insigne de aquel momento. De origen africano, quizá inició su magisterio en Ampu- rias y lo acabó en Girona el 304 o 305, donde habría sido detenido, juzgado y asesinado por obra del lu- garteniente Rufino, el encargado de ejecutar el edicto del emperador. El culto a Félix gozó de un gran prestigio en las Galias y en Hispania entre los siglos V y VIII. En el siglo VII el rey Recaredo regaló una es- pléndida corona votiva, para el se- pulcro del mártir de Girona, convertido entonces en centro de pe- regrinaje y potente foco dinamizador del cristianismo en estas tierras. LA PRIMERA COMUNIDAD CRISTIANA DE GIRONA En el lugar donde se enterró al mártir Félix, donde hoy se levanta la iglesia que lleva su advocación, se alzó antes un martyrium o templo dedicado a su memoria, en cuyo en- torno se reunió la organización de la primera comunidad cristiana de Gi- rona hasta por lo menos el siglo IX. Otros testimonios sitúan una necró- polis en la salida de la puerta meri- dional del recinto romano, a los pies de la Vía Augusta (calle Ciutadans- calle de la Llebre), y otra necrópolis con un probable templo funerario o martyrium en el Mercadal, en la ri- bera opuesta del Onyar. 1. Probable villa romana en la zona actual de San Nicolás. 2. Martyrium, primer templo dedicado a San Félix. 3. Necrópolis tardo-romana, en la zona de las calles Ciutadans y Llebre. 4. Necrópolis paleocristiana y probable martyrium del Mercadal. 5. Vía Augusta. 6. Camino hacia la puerta Rufina. Sant Feliu, grabado de autor descono- cido, s. XIX M.H.C.G

ROMANOS Y VISIGODOS FÉLIX Y EL CRISTIANISMO 3 · 2010-09-20 · El culto a Félix gozó de un gran prestigio en las Galias y en Hispania entre los siglos V y VIII. ... cionando después

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3SALA

ROMANOS Y VISIGODOS FÉLIX Y EL CRISTIANISMO

1

©

Situación de la necrópolis. Dibujo: J. Sagrera

“FÈLIX (Félix) O FELIU”

Mártir durante la durísima persecu-

ción decretada por Diocleciano y

Maximiliano, es la figura insigne de

aquel momento. De origen africano,

quizá inició su magisterio en Ampu-

rias y lo acabó en Girona el 304 o

305, donde habría sido detenido,

juzgado y asesinado por obra del lu-

garteniente Rufino, el encargado de

ejecutar el edicto del emperador.

El culto a Félix gozó de un gran

prestigio en las Galias y en Hispania

entre los siglos V y VIII. En el siglo

VII el rey Recaredo regaló una es-

pléndida corona votiva, para el se-

pulcro del mártir de Girona,

convertido entonces en centro de pe-

regrinaje y potente foco dinamizador

del cristianismo en estas tierras.

LA PRIMERA COMUNIDADCRISTIANA DE GIRONA

En el lugar donde se enterró al

mártir Félix, donde hoy se levanta la

iglesia que lleva su advocación, se

alzó antes un martyrium o templo

dedicado a su memoria, en cuyo en-

torno se reunió la organización de la

primera comunidad cristiana de Gi-

rona hasta por lo menos el siglo IX.

Otros testimonios sitúan una necró-

polis en la salida de la puerta meri-

dional del recinto romano, a los pies

de la Vía Augusta (calle Ciutadans-

calle de la Llebre), y otra necrópolis

con un probable templo funerario o

martyrium en el Mercadal, en la ri-

bera opuesta del Onyar.

1. Probable villa romana en la zona actual de

San Nicolás.

2. Martyrium, primer templo dedicado a

San Félix.

3. Necrópolis tardo-romana, en la zona de las

calles Ciutadans y Llebre.

4. Necrópolis paleocristiana y probable

martyrium del Mercadal.

5. Vía Augusta.

6. Camino hacia la puerta Rufina.

Sant Feliu, grabado de autor descono-

cido, s. XIX M.H.C.G

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ROMANOS Y VISIGODOS FÉLIX Y EL CRISTIANISMO

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Pero los elementos más excepcio-

nales pertenecientes a los primeros

tiempos de esta comunidad son los

ocho frontales de sarcófagos de már-

mol encastados en los muros del

presbiterio de la actual iglesia de

Sant Feliu, uno de los cuales se en-

cuentra reproducido en la sala.

Labrados en un taller romano,

constituyen piezas de un gran valor

artístico y documental, y denotan la

existencia de un núcleo cristiano

asentado y desarrollado, del que for-

maban parte miembros de la aristo-

cracia urbana, los únicos capaces de

importar estos costosos sepulcros

procedentes de los mejores talleres

de la época.

Campanario de la iglesia de Sant Feliu,

ss. XV-XVI.

Joan de Bugunya. Retablo de Sant Feliu (1518-1520), escena del santo arrastrado

por caballos. M de A. Foto: Miquel Tostón.

A pesar de la evidente disparidadiconográfica de los seis frontalescristianos, unos decorados con estrí-gilo, otros con decoración figurada,y otros con una combinación deambas, su cronología se sitúa dentrodel 1º tercio del siglo IV.

Utilizando un lenguaje hermético,destinado exclusivamente a la pe-queña comunidad cristiana, las esce-nas yuxtapuestas referidas al Viejo yal Nuevo Testamento: Susana y losViejos, el milagro de los panes y lospeces, la cura del paralítico etc., in-vitaban al fiel a ganarse la salvaciónmediante la oración.

Aunque no queda clara la proce-dencia de los sarcófagos, se suponeque siempre habrían estado visiblesentorno a la tumba del santo en el in-terior del martyrium y, tal vez, unode ellos sirvió para enterrar los res-tos del mártir, hoy dentro de un mag-nífico sepulcro gótico.

GIRONA, SEDE EPISCOPAL

La consolidación de la sede episco-

pal de Girona, probablemente fun-cionando después de la Paz de laiglesia, desde la publicación de losEdictos de Tolerancia del 331 y del313, comporta la cristianización dela estructura urbana con la apariciónde una basílica, de un baptisterio yde una residencia episcopal desdedonde gobernar la iglesia de los fie-les.

A principios del siglo V la presen-

cia continuada de un obispo en Gi-rona es un hecho desde el 516, enpleno dominio visigodo, los preladosde Girona asisten regularmente a losconcilios provinciales o a los gene-rales de Toledo.

MONGES Y ABADES

Más tarde, el hecho de que en elsiglo VII algún abbas o abad firmeen nombre del obispo evidencia laexistencia en la ciudad o en su terri-torio de un primitivo cenobio.

LOS PRIMEROS OBISPOS DEGIRONA CONOCIDOS

Frontinià 515-517Estafilí 540-546Alici 589Joan de Bíclar 591-621Nonnit 621-633Taló 636-656?Amador 673-675?Jaume 683Savaric 688Gilimir 693

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Frontal de sarcófago paleocristiano, s. IV. Presbiterio de la iglesia de Sant Feliu

Detalle del frontal anterior, con la

escena del Sermón de la Montaña.

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DOCUMENTOSUna serie de testimonios escritos, artísticos y ar-queológicos, nos permiten hacernos una ideabastante precisa de la primera comunidad cris-tiana de Girona.

- PRUDENCIO en su Peristephanon o Libro delas Coronas (IV, 29-30) deja testimonio del mar-tirio de San Félix en Girona durante las perse-cuciones cristianas.

- La Pasión (ss. VI-VII) contiene muchos datos ex-traídos de la memoria colectiva, más o menosverídicos, sobre las primeras comunidades cris-tianas.

- Una epístola del Papa Inocencio I (401-417d.C.) deja existencia a finales del siglo IX de lasede episcopal de Girona.

- Los seis sepulcros cristianos conservados en elpresbiterio del templo de Sant Feliu muestran elenraizamiento y los contactos de la comunidadcristiana con el exterior.

- Diversos restos arqueológicos señalan en elsubsuelo del futuro Raval de Sant Feliu, extramu-ros del recinto fortificado, la existencia de edifi-cios y de una necrópolis. También hanaparecido vestigios funerarios en la calle Ciuta-dans/calle de la Llebre y en el Mercadal, alre-dedor de un probable martyrium.

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