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CAPÍTULO III OBJETO DE LA LINGÜÍSTICA § 1. LA LENGUA; SU DEFINICIÓN ¿Cuál es el objeto a la vez integral y concreto de la lingüística? La cuestión es particularmente difícil; ya veremos luego por qué; limitémo- nos ahora a hacer comprender esa dificultad. Otras ciencias operan con objetos dados de antemano y que se pue- den considerar en seguida desde diferentes puntos de vista. No es así en la lingüística. Alguien pronuncia la palabra española desnudo: un obser- vador superficial se sentirá tentado de ver en ella un objeto lingüístico concreto; pero un examen más atento hará ver en ella sucesivamente tres o cuatro cosas perfectamente diferentes, según la manera de considerar- la: como sonido, como expresión de una idea, como correspondencia del latín (dis)nūdum, etc. Lejos de preceder el objeto al punto de vista, se diría que es el punto de vista el que crea el objeto, y, además, nada nos dice de antemano que una de esas maneras de considerar el hecho en cuestión sea anterior o superior a las otras. Por otro lado, sea cual sea el punto de vista adoptado, el fenómeno lingüístico presenta perpetuamente dos caras que se corresponden, sin que la una valga más que gracias a la otra. Por ejemplo: 1° Las sílabas que se articulan son impresiones acústicas percibidas por el oído, pero los sonidos no existirían sin los órganos vocales; así una n no existe más que por la correspondencia de estos dos aspectos. No se puede, pues, reducir la lengua al sonido, ni separar el sonido de la articu- lación bucal; a la recíproca, no se pueden definir los movimientos de los órganos vocales si se hace abstracción de la impresión acústica (ver pág. 56 y sigs.). 2° Pero admitamos que el sonido sea una cosa simple: ¿es el sonido el que hace al lenguaje? No; no es más que el instrumento del pensamiento y no existe por sí mismo. Aquí surge una nueva y formidable correspon- dencia: el sonido, unidad compleja acústico-vocal, forma a su vez con la idea una unidad compleja, fisiológica y mental. Es más: 3° El lenguaje tiene un lado individual y un lado social, y no se puede concebir el uno sin el otro. Por último: 4° En cada instante el lenguaje implica a la vez un sistema estable-

Saussure, Ferdinand de - Curso de Lingüística General. Cap. III Objeto de La Lingüística

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LINGÜÍSTICA

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  • CAPTULO III

    OBJETO DE LA LINGSTICA

    1. LA LENGUA; SU DEFINICIN

    Cul es el objeto a la vez integral y concreto de la lingstica? Lacuestin es particularmente difcil; ya veremos luego por qu; limitmo-nos ahora a hacer comprender esa dificultad.

    Otras ciencias operan con objetos dados de antemano y que se pue-den considerar en seguida desde diferentes puntos de vista. No es as en lalingstica. Alguien pronuncia la palabra espaola desnudo: un obser-vador superficial se sentir tentado de ver en ella un objeto lingsticoconcreto; pero un examen ms atento har ver en ella sucesivamente treso cuatro cosas perfectamente diferentes, segn la manera de considerar-la: como sonido, como expresin de una idea, como correspondencia dellatn (dis)ndum, etc. Lejos de preceder el objeto al punto de vista, sedira que es el punto de vista el que crea el objeto, y, adems, nada nosdice de antemano que una de esas maneras de considerar el hecho encuestin sea anterior o superior a las otras.

    Por otro lado, sea cual sea el punto de vista adoptado, el fenmenolingstico presenta perpetuamente dos caras que se corresponden,sin que la una valga ms que gracias a la otra. Por ejemplo:

    1 Las slabas que se articulan son impresiones acsticas percibidaspor el odo, pero los sonidos no existiran sin los rganos vocales; as una nno existe ms que por la correspondencia de estos dos aspectos. No sepuede, pues, reducir la lengua al sonido, ni separar el sonido de la articu-lacin bucal; a la recproca, no se pueden definir los movimientos de losrganos vocales si se hace abstraccin de la impresin acstica (ver pg.56 y sigs.).

    2 Pero admitamos que el sonido sea una cosa simple: es el sonido elque hace al lenguaje? No; no es ms que el instrumento del pensamiento yno existe por s mismo. Aqu surge una nueva y formidable correspon-dencia: el sonido, unidad compleja acstico-vocal, forma a su vez con laidea una unidad compleja, fisiolgica y mental. Es ms:

    3 El lenguaje tiene un lado individual y un lado social, y no se puedeconcebir el uno sin el otro. Por ltimo:

    4 En cada instante el lenguaje implica a la vez un sistema estable-

  • Complejidad del lenguaje 37

    cido y una evolucin; en cada momento es una institucin actual y unproducto del pasado. Parece a primera vista muy sencillo distinguirentre el sistema y su historia, entre lo que es y lo que ha sido; enrealidad, la relacin que une esas dos cosas es tan estrecha que esdifcil separarlas. Sera la cuestin ms sencilla si se considerara elfenmeno lingstico en sus orgenes, si, por ejemplo, se comenzara porestudiar el lenguaje de los nios? No, pues es una idea enteramentefalsa esa de creer que en materia de lenguaje el problema de losorgenes difiere del de las condiciones permanentes. No hay manera desalir del crculo.

    As, pues, de cualquier lado que se mire la cuestin, en ninguna partese nos ofrece entero el objeto de la lingstica. Por todas partestopamos con este dilema: o bien nos aplicamos a un solo lado de cadaproblema, con el consiguiente riesgo de no percibir las dualidadesarriba sealadas, o bien, si estudiamos el lenguaje por muchos lados a lavez, el objeto de la lingstica se nos aparece como un montn confusode cosas heterogneas y sin trabazn. Cuando se procede as es cuandose abre la puerta a muchas ciencias psicologa, antropologa,gramtica normativa, filologa, etc., que nosotros separamosdistintamente de la lingstica, pero que, a favor de un mtodoincorrecto, podran reclamar el lenguaje como uno de sus objetos.

    A nue; tro parecer, no hay ms que una solucin para todas estasdificultades: hay que colocarsedesde el primer momento en el terrenode la lengua y tomarla como norma de todas las otrasmanifestaciones del lenguaje. En efecto, entre tantas dualidades, lalengua parece ser lo nico susceptible de definicin autnoma y es la queda un punto de apoyo satisfactorio para el espritu.

    Pero qu es la lengua? Para nosotros, la lengua no se confundecon el lenguaje: la lengua no es ms que una determinada parte dellenguaje, aunque esencial. Es a la vez un producto social de la facultaddel lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por elcuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos.Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heterclito; acaballo en diferentes dominios, a la vez fsico, fisiolgico y psquico,pertenece adems al dominio individual y al dominio social; no se dejaclasificar en ninguna de las categoras de los hechos humanos, porque nose sabe cmo desembrollar su unidad.

    La lengua, por el contrario, es una totalidad en s y unprincipio de clasificacin. En cuanto le damos el primer lugar entre loshechos de len-guaje, introducimos un orden natural en un conjunto queno se presta a ninguna otra clasificacin.

  • 38 Lenguaje y lengua

    A este principio de clasificacin se podra objetar que el ejercicio dellenguaje se apoya en una facultad que nos da la naturaleza, mientras quela lengua es cosa adquirida y convencional que debera quedar subordi-nada al instinto natural en lugar de anteponrsele.

    He aqu lo que se puede responder. En primer lugar, no est probadoque la funcin del lenguaje, tal como se manifiesta cuando hablamos, seaenteramente natural, es decir, que nuestro aparato vocal est hecho parahablar como nuestras piernas para andar. Los lingistas estn lejos deponerse de acuerdo sobre esto. As, para Whitney, que equipara la lenguaa una institucin social con el mismo ttulo que todas las otras, el que nossirvamos del aparato vocal como instrumento de la lengua es cosa delazar, por simples razones de comodidad: lo mismo habran podido loshombres elegir el gesto y emplear imgenes visuales en lugar de las im-genes acsticas. Sin duda, esta tesis es demasiado absoluta; la lenguano es una institucin social semejante punto por punto a las otras (verpg. 99 y sigs., y 101); adems, Whytney va demasiado lejos cuando diceque nuestra eleccin ha cado por asar en los rganos de la voz; de ciertamanera, ya nos estaban impuestos por la naturaleza. Pero, en el puntoesencial, el lingista americano parece tener razn: la lengua es una con-vencin y la naturaleza del signo en que se conviene es indiferente. Lacuestin del aparato vocal es, pues, secundaria en el problema del len-guaje.

    Cierta definicin de lo que se llama lenguaje articulado podra con-firmar esta idea. En latn articulus significa 'miembro, parte, subdivisinen una serie de cosas'; en el lenguaje, la articulacin puede designar o bienla subdivisin de la cadena hablada en slabas, o bien la subdivisin de lacadena de significaciones en unidades significativas; este sentido es el quelos alemanes dan a su gegliederte Sprache. Atenindonos a esta segundadefinicin, se podra decir que no es el lenguaje hablado el natural al hom-bre, sino la facultad de constituir una lengua, es decir, un sistema designos distintos que corresponden a ideas distintas.

    Broca ha descubierto que la facultad de hablar est localizada en latercera circunvolucin frontal izquierda: tambin sobre esto se han apo-yado algunos para atribuir carcter natural al lenguaje. Pero esa loca-lizacin se ha comprobado para todo lo que se refiere al lenguaje, inclusola escritura, y esas comprobaciones, aadidas a las observaciones hechassobre las diversas formas de la afasia por lesin de tales centros de loca-lizacin, parecen indicar: 1 que las diversas perturbaciones del lenguajeoral estn enredadas de mil maneras con las del lenguaje escrito; 2 que entodos los casos de afasia o de agrafa lo lesionado es menos la facultad

  • Circuito del habla 39

    de proferir tales o cuales sonidos o de trazar tales o cuales signos, que lade evocar por un instrumento, cualquiera que sea, los signos de un len-guaje regular. Todo nos lleva a creer que por debajo del funcionamientode los diversos rganos existe una facultad ms general, la que gobiernalos signos: sta sera la facultad lingstica por excelencia. Y por aqu lle-gamos a la misma conclusin arriba indicada.

    Para atribuir a la lengua el primer lugar en el estudio del lenguaje, sepuede finalmente hacer valer el argumento de que la facultad natural ono de articular palabras no se ejerce ms que con la ayuda del ins-trumento creado y suministrado por la colectividad; no es, pues, quim-rico decir que es la lengua la que hace la unidad del lenguaje.

    2. LUGAR DE LA LENGUA EN LOS HECHOS DE LENGUAJE

    Para hallar en el conjunto del lenguaje la esfera que corresponde a lalengua, hay que situarse ante el acto individual que permite reconstruir elcircuito de la palabra. Este acto supone por lo menos dos individuos:es el mnimum exigible para que el circuito sea completo. Sean, pues, dospersonas, A y B, en conversacin:

    El punto de partida del circuito est en el cerebro de uno de ellos, porejemplo, en el de A, donde los hechos de conciencia, que llamaremos con-ceptos, se hallan asociados con las representaciones de los signos lings-ticos o imgenes acsticas que sirven a su expresin. Supongamos que unconcepto dado desencadena en el cerebro una imagen acstica correspon-diente: ste es un fenmeno enteramente psquico, seguido a su vez de unproceso fisiolgico: el cerebro transmite a los rganos de la fonacin unimpulso correlativo a la imagen; luego las ondas sonoras se propagan de laboca de A al odo de B: proceso puramente fsico. A continuacin el cir-cuito sigue en B un orden inverso: del odo al cerebro, transmisin fisio-lgica de la imagen acstica; en el cerebro, asociacin psquica de estaimagen con el concepto correspondiente. Si B habla a su vez, este nuevo

  • 40 Circuito del habla

    acto seguir de su cerebro al de A exactamente la misma marchaque el primero y pasar por las mismas fases sucesivas que representa-mos con el siguiente esquema:

    Audicin Fonacin

    Fonacin Audicin

    Este anlisis no pretende ser completo. Se podra distinguir todava:la sensacin acstica pura, la identificacin de esa sensacin con la imagenacstica latente, la imagen muscular de la fonacin, etc. Nosotros slohemos tenido en cuenta los elementos juzgados esenciales; pero nuestrafigura permite distinguir en seguida las partes fsicas (ondas sonoras) delas fisiolgicas (fonacin y audicin) y de las psquicas (imgenes verbalesy conceptos). Pues es de capital importancia advertir que la imagen ver-bal no se confunde con el sonido mismo, y que es tan legtimamente ps-quica como el concepto que le est asociado.

    El circuito, tal como lo hemos representado, se puede dividir to-dava:

    a) en una parte externa (vibracin de los sonidos que van de la bocaal odo) y una parte interna, que comprende todo el resto;

    b) en una parte psquica y una parte no psquica, incluyndose en lasegunda tanto los hechos fisiolgicos de que son asiento los rganos, comolos hechos fsicos exteriores al individuo;

    c) en una parte activa y una parte pasiva: es activo todo lo que va delcentro de asociacin de uno de los sujetos al odo del otro sujeto, y pasivotodo lo que va del odo del segundo a su centro de asociacin;

    Por ltimo, en la parte psquica localizada en el cerebro se puede lla-mar ejecutivo todo lo que es activo (c -> i) y receptivo todo lo que espasivo (i -> c).

    Es necesario aadir una facultad de asociacin y de coordinacin, quese manifiesta en todos los casos en que no se trate nuevamente de signosaislados; esta facultad es la que desempea el primer papel en la organiza-cin de la lengua como sistema (ver pg. 147 y sigs.).

  • Cristalizacin social 41

    Pero, para comprender bien este papel, hay que salirse del acto indi-vidual, que no es ms que el embrin del lenguaje, y encararse con el he-cho social.

    Entre todos los individuos as ligados por el lenguaje, se estableceruna especie de promedio: todos reproducirn no exactamente, sin duda,pero s aproximadamente los mismos signos unidos a los mismos con-ceptos.

    Cul es el origen de esta cristalizacin social? Cul de las dos partesdel circuito puede ser la causa? Pues lo ms probable es que no todas par-ticipen igualmente.

    La parte fsica puede descartarse desde un principio. Cuando omoshablar una lengua desconocida, percibimos bien los sonidos, pero, pornuestra incomprensin, quedamos fuera del hecho social.

    La parte psquica tampoco entra en juego en su totalidad: el ladoejecutivo queda fuera, porque la ejecucin jams est a cargo de la masa,siempre es individual, y siempre el individuo es su arbitro; nosotros lollamaremos el habla (parole).

    Lo que hace que se formen en los sujetos hablantes acuaciones quellegan a ser sensiblemente idnticas en todos es el funcionamiento de lasfacultades receptiva y coordinativa. Cmo hay que representarse esteproducto social para que la lengua aparezca perfectamente separada delresto? Si pudiramos abarcar la suma de las imgenes verbales almacena-das en todos los individuos, entonces toparamos con el lazo social queconstituye la lengua. Es un tesoro depositado por la prctica del habla enlos sujetos que pertenecen a una misma comunidad, un sistema gramati-cal virtualmente existente en cada cerebro, o, ms exactamente, en loscerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no est completa enninguno, no existe perfectamente ms que en la masa.

    Al separar la lengua del habla (langue et parole), se separa a la vez:1 lo que es social de lo que es individual; 2 lo que es esencial de lo que esaccesorio y ms o menos accidental.

    La lengua no es una funcin del sujeto hablante, es el producto que elindividuo registra pasivamente; nunca supone premeditacin, y la refle-xin no interviene en ella ms que para la actividad de clasificar, de quehablamos en la pg. 147 y sigs.

    El habla es, por el contrario, un acto individual de voluntad y de inte-ligencia, en el cual conviene distinguir: 1 las combinaciones por las que elsujeto hablante utiliza el cdigo de la lengua con miras a expresar supensamiento personal; 2 el mecanismo psicofsico que le permita exte-riorizar esas combinaciones.

  • 42 Caracteres de la lengua

    Hemos de subrayar que lo que definimos son cosas y no palabras; lasdistinciones establecidas nada tienen que temer de ciertos trminos am-biguos que no se recubren del todo de lengua a lengua. As en alemnSprache quiere decir lengua y lenguaje; Rede corresponde bastante bien ahabla (fr. parole), pero aadiendo el sentido especial de 'discurso'. Enlatn, sermo significa ms bien lenguaje y habla, mientras que lingua de-signa la lengua, y as sucesivamente.

    Ninguna palabra corresponde exactamente a cada una de las nocio-nes precisadas arriba; por eso toda definicin hecha a base de una palabraes vana; es mal mtodo el partir de las palabras para definir las cosas.

    Recapitulemos los caracteres de la lengua:1 Es un objeto bien definido en el conjunto heterclito de los hechos

    de lenguaje. Se la puede localizar en la porcin determinada del circuitodonde una imagen acstica viene a asociarse con un concepto. La lenguaes la parte social del lenguaje, exterior al individuo, que por s solo nopuede ni crearla ni modificarla; no existe ms que en virtud de una especiede contrato establecido entre los miembros de la comunidad. Por otra par-te, el individuo tiene necesidad de un aprendizaje para conocer su funcio-namiento; el nio se la va asimilando poco a poco. Hasta tal punto esla lengua una cosa distinta, que un hombre privado del uso del habla con-serva la lengua con tal que comprenda los signos vocales que oye.

    2 La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede estudiarseparadamente. Ya no hablamos las lenguas muertas, pero podemos muybien asimilarnos su organismo lingstico. La ciencia de la lengua no slopuede prescindir de otros elementos del lenguaje, sino que slo es posiblea condicin de que esos otros elementos no se inmiscuyan.

    3 Mientras que el lenguaje es heterogneo, la lengua as delimitadaes de naturaleza homognea: es un sistema de signos en el que slo esesencial la unin del sentido y de la imagen acstica, y donde las dos partesdel signo son igualmente psquicas.

    4 La lengua, no menos que el habla, es un objeto de naturaleza con-creta, y esto es gran ventaja para su estudio. Los signos lingsticos nopor ser esencialmente psquicos son abstracciones; las asociaciones ratifi-cadas por el consenso colectivo, y cuyo conjunto constituye la lengua, sonrealidades que tienen su asiento en el cerebro. Adems, los signos de lalengua son, por decirlo as, tangibles; la escritura puede fijarlos en imge-nes convencionales, mientras que sera imposible fotografiar en todos susdetalles los actos del habla; la fonacin de una palabra, por pequea quesea, representa una infinidad de movimientos musculares extremadamen-te difciles de conocer y de imaginar. En la lengua, por el contrario, no

  • La lengua y la semiologa 43

    hay ms que la imagen acstica, y sta se puede traducir en una imagenvisual constante. Pues si se hace abstraccin de esta multitud de movi-mientos necesarios para realizarla en el habla, cada imagen acstica noes, como luego veremos, ms que la suma de un nmero limitado deelementos o fonemas, susceptibles a su vez de ser evocados en laescritura por un nmero correspondiente de signos. Esta posibilidad defijar las cosas relativas a la lengua es la que hace que un diccionario y unagramtica puedan ser su representacin fiel, pues la lengua es eldepsito de las imgenes acsticas y la escritura la forma tangible deesas imgenes.

    3. LUGAR DE LA LENGUA EN LOS HECHOS HUMANOS.LA SEMIOLOGA

    Estos caracteres nos hacen descubrir otro ms importante. La len-gua, deslindada as del conjunto de los hechos de lenguaje, es clasificableentre los hechos humanos, mientras que el lenguaje no lo es.

    Acabamos de ver que la lengua es una institucin social, pero sediferencia por muchos rasgos de las otras instituciones polticas,jurdicas, etc. Para comprender su naturaleza peculiar hay que hacerintervenir un nuevo orden de hechos.

    La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por eso com-parable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbli-cos, a las formas de cortesa, a las seales militares, etc., etc. Slo que esel ms importante de todos esos sistemas.

    Se puede, pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signosen el seno de la vida social. Tal ciencia sera parte de la psicologa social,y por consiguiente de la psicologa general. Nosotros la llamaremossemiologa1 (del griego smeon 'signo'). Ella nos ensear en qu consisten los signos y cules son las leyes que los gobiernan. Puesto quetodava no existe, no se puede decir qu es lo que ella ser; pero tienederecho a la existencia, y su lugar est determinado de antemano. La lin-gstica no es ms que una parte de esta ciencia general. Las leyes que lasemiologa descubra sern aplicables a la lingstica, y as es como la lin-gstica se encontrar ligada a un dominio bien definido en el conjunto delos hechos humanos.

    Al psiclogo toca determinar el puesto exacto de la semiologa 2; ta-rea del lingista es definir qu es lo que hace de la lengua un sistema

    1 No confundir la semiologa con la semntica, que estudia los cambios de significa-cin, y de la que Ferdinand de Saussure no hizo una exposicin metdica, aunque nos dejformulado su principio tmidamente en la pg. 130. (B. y S.)

    2 Cfr. A. NAVILLE, Classification des sciences, 2a edicin, pg. 104.

  • 44 La semiologa y la lengua

    especial en el conjunto de los hechos semiolgicos. Ms adelante volvere-mos sobre la cuestin; aqu slo nos fijamos en esto: si por vez primerahemos podido asignar a la lingistica un puesto entre las ciencias es porhaberla incluido en la semiologa.

    Por qu la semiologa no es reconocida como ciencia autnoma, yaque tiene como las dems su objeto propio? Es porque giramos dentro deun crculo vicioso: de un lado, nada ms adecuado que la lengua para hacercomprender la naturaleza del problema semiolgico; pero, para plantearloconvenientemente, se tendra que estudiar la lengua en s misma; y elcaso es que, hasta ahora, casi siempre se la ha encarado en funcin de otracosa, desde otros puntos de vista.

    Tenemos, en primer lugar, la concepcin superficial del gran pblico,que no ve en la lengua ms que una nomenclatura (ver pg. 91), lo cualsuprime toda investigacin sobre su naturaleza verdadera. Luegoviene el punto de vista del psiclogo, que estudia el mecanismo del signoen el individuo. Es el mtodo ms fcil, pero no lleva ms all de la eje-cucin individual, sin alcanzar al signo, que es social por naturaleza.

    O, por ltimo, cuando algunos se dan cuenta de que el signo debe es-tudiarse socialmente, no retienen ms que los rasgos de la lengua que laligan a otras instituciones, aquellos que dependen ms o menos de nuestravoluntad; y as es como se pasa tangencialmente a la meta, desdeando loscaracteres que no pertenecen ms que a los sistemas semiolgicos en ge-neral y a la lengua en particular. Pues el signo es ajeno siempre en ciertamedida a la voluntad individual o social, y en eso est su carcter esencial,aunque sea el que menos evidente se haga a primera vista.

    As, ese carcter no aparece claramente ms que en la lengua, perotambin se manifiesta en las cosas menos estudiadas, y de rechazo sesuele pasar por alto la necesidad o la utilidad particular de una cienciasemiolgica. Para nosotros, por el contrario, el problema lingstico esprimordialmente semiolgico, y en este hecho importante cobran signifi-cacin nuestros razonamientos. Si se quiere descubrir la verdadera natu-raleza de la lengua, hay que empezar por considerarla en lo que tiene decomn con todos los otros sistemas del mismo orden; factores lingsticosque a primera vista aparecen como muy importantes (por ejemplo, el jue-go del aparato fonador) no se deben considerar ms que de segundo ordensi no sirven ms que para distinguir a la lengua de los otros sistemas. Coneso no solamente se esclarecer el problema lingstico, sino que, al con-siderar los ritos, las costumbres, etc., como signos, estos hechos aparece-rn a otra luz, y se sentir la necesidad de agruparlos en la semiologa yde explicarlos por las leyes de esta ciencia.