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Secuencia. Revista de historia y ciencias
sociales
ISSN: 0186-0348
Instituto de Investigaciones Dr. José María
Luis Mora
México
Cornelis, Stella M.
Luis Miguel Donatello, Catolicimo y Montoneros. Religión, política y desencanto, Ediciones Manantial,
Buenos Aires, 2010, 175 pp.
Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 80, mayo-agosto, 2011, pp. 177-182
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
Distrito Federal, México
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=319127439011
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Sistema de Información Científica
Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
en una etapa. El libro muestra cómo lasimágenes adquirieron significacionesdiversas gracias a los elementos que aparecen acompañando a las mujeres y quenos permiten reconstruir otro tiempo,otros espacios y, asimismo, ver la transformación en los gustos, la permisión enlas poses.
Esta memoria cultural concentra lasmi radas de su presente, pero también deeste presente a través de la lectu ra atentadel histori ador. Recupera en estas pág inas un conjunto maravilloso de ilustraciones que circularon en di stintos momentos entre los mexicanos. Habla de lastransferencias culturales entre Europa yMéxico y de cómo los mexicanos las adaptaron y confeccionaron para un públicoespecífico. La literatura con las imágenesescritas se convierte también en otro medio a través del cual se manifestaron alpúblico las concepcion es sobre sensual idad, sexualidad y erotismo y se constituyó en otro medio a través del cual los lectores desearon y anhelaron.
Este es un libro que nos habla de untiempo de cambios que aborda, de alguna manera , la revolución a partir de estasproducciones visuales que nos revelan lastransformaciones de una sociedad que sefue haciendo cada vez más permisiva yque fue dejando de lado el ideal y el anhelo del ángel del hogar .. .
No obstante, faltaría en este trabajocuest ion arse acerca de quiénes estabandetrás de la producción de postales y fotografías que inauguraron una nueva vertiente en la industria editorial y que seg uramente lograron amasar fortunas através de la venta de los desnudos femeninos que circularon en distintos soportesmateriales, como en las cajet illas de cigarros del Buen Tono, así como lanzarla a
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hacer una mayor anatomía de las imágenes para rescatar de ellas los significadosespecíficos para cada etapa.
Laura Suárez de la TorreINSTITUTO M ORA
Luis Miguel Donatello, Catolicismo y Montoneros. Religión, política y desencanto,Ediciones Manantial, Buenos Aires, 2010,175 pp.
Estudiar a los católicos y sus vínculos conla lucha armada en la Argentina contem poránea no es una tarea sencilla. Como argumenta Mallimaci en el prólogo: "se entremezclan memorias, víctimas, cuentasa saldar, relatos heterogéneos, victimarios,impunidades, juicios, crímenes de lesahumanidad". Distanciándose de las posturas que oscilan entre la condena y el homenaje, el propósito de la investigaciónfue abordar aquellos tóp icos más generales relacionados con el nexo entre relig ióny política.
Los interrogantes centrales que vertebran la tesis de Donarello , pa ra ind agarla asociación entre creencias católicas y lucha armada, son: ¿qué papel desempeñaron los sacerdotes católicos en la gestaciónde Montoneros>, ¿qué función cumplieron las redes sociales creadas por el catolicismo posconciliar?, y ¿en qué medidala ética del catolicismo posconciliar influyó en la constitución de Montoneros? Pararesolver estas cuestiones retomó los plan teamientos de Michael LDWY sobre la importancia del factor religioso a la hora decomprender el fenómeno de las guerrillasen Am érica Latina. Con ese marco concep tual est ud ió la guerri lla urbana en
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Argentina durante los años sesenta y setenta, centrá ndose en Montoneros, considerada como la agrupación más importante de la época.
Como en todo trabajo de investigaciónse examinan detenidamente las diversasinterpretaciones sobre el tema, discrepando en algunos puntos con explicacionesclásicascomo la de Richard Gillespi o lostrabajos más recientes de Lucas Lanusse.Los planteamientos de Donatello surgende reflexiones sociológicas. En esesentido,por un lado, recurrió a herramientas de lasociología de la religión para comprenderla dinámica de la política y,por otro, tomóconceptos de la sociología polít ica paraentender los fenómenos religiosos. Apartándose de los postu lados de la historiapolítica se posicionó en una sociología histórica de lo polít ico, y desde esa posiciónteórica realizó tres ejercicios: dar cuenta delos vínculos entre las trasformaciones delcatolicismo en los sesenta y Montoneros,relacionar esos nexos con una perspectivade largo plazo en torno a una matr iz nacional-católica y, finalmente, ensayar unacomprensión conceptual cote jando conconceptos provenientes de la sociología.
El libro se estructura en tres partes.En un primer moment o se abordan lastransformaciones en el mundo católicodurante los años sesenta. El autor puso elénfasis en la continuidad con una matriznacionalista y católica preexistente surgida en 1920-1930, pero que mutará apartir de los postulados del Concilio Vaticano II y la coyuntura local marcada porel peronismo . Para remarcar esas conti nuidades, Donatello retomó las respuestas del catolicismo ante los desafíos de lamodernidad. Una de ellas fue el "catolicismo integral" entendido como el procesoque se desarrolló en Europa, desde la se-
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gunda mitad del siglo XIX, con el Syl!abllS(1864) de Pío IX y la Rel1l1J1 Nouarnm delpapa León XIII (1891). A partir de esastransformaciones surgió una serie de grupos e instituciones qu e pretendían enfrentarse en la arena pública con el liberalismo. Esta act itud ofensiva demandabauna presencia más activa del catolicismo,dejando atrás su relegamiento en la sacrist ía y penetrando en todos los ámbitosde la sociedad y el Estado. Así, se crearonlos Círculos Obreros Católicos, se dictaron cursos de cultura católica, se fundó laAcción Católica Argentina (1931) y la revista Criterio (en 1928). En los años treinta y cuarenta, conjugándose con la crisisideológica del liberalismo a escala internacional, se produjo la génesis del mito de lanación católica. Dicha concepción entendía el catolicismo como parte consti tutiva de la nación, y el Estado debía darcuenta de esa identidad para leg itimarse.La experiencia que comenzó con el golpede Estado de 1943 se legitimó a partir clelmito y, a su vez, fue determi nante en losorígenes del peronismo.
La segunda instancia de adaptación a lamodernidad surgió a partir de las "transformaciones básicas definidas por elConcilio del Vaticano II (1962-1965) y,en el caso del catolicismo latinoamericano, con la Conferencia del Episcopado Latinoamericano de Medellín (1968)". Enlas décadas de los cuarenta y los cincuenta se constituyeron varios grupos quedemandaron una readecuación del catolicismo, preparando el terreno para los principios del Concilio, y cuyos preceptos poseían semejanza con los planteamientosdel peronismo.
Las transformaciones que comenzaronen los años sesenta se caracterizaron pordos rasgos: la multiplicación de organiza-
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ciones no oficiales y los conflictos entre laje rarq uía y los cuadros med ios de laIglesia. En este sentido, el autor se preguntó en qué medida existieron dos Iglesias enfrentadas, y, además, consideró necesario averiguar si esa recomposición delcampo relig ioso fue determ inante en lapolítica o si, por el contrar io, fue una consecuencia de la misma. Con el objetivo deresolver esos interrogantes analizó detalladamente los grupos involucrados y suforma de participación. En primer lugar,menciona las asociaciones de laicos comola Acción Católica, que actuaron en ámbitos de gest ión pastoral transversales a unabase territorial: en el mundo del trabajo,en la educación, en la cultura y en el mundo agrario. La Juventud Obrera Católica, el Movimiento Obrero de la AcciónCatólica, la Juventud de Estudiantes Católicos, la J uvent ud Uni versitaria Católica, el Movimiento Rural de la Acción Católica y la J uvent ud Rural de la AcciónCatólica, fueron organizacio nes que extendieron las premisas cristianas y en varias oportunidades se enfrentaron con lasjerarquías de la Iglesia.
Otra de las innovaciones que caracterizó la década de los sesenta fue la aparición de los curas obreros, que surgieronen Francia y luego se trasladaron en misión a distintos países. En el caso argent ino, los mismos ingresaron al mu ndo delos trabajadores para comp rometerse consus condiciones laborales y de vida. Sinlugar a dudas la expresión más sólidadel catolicismo como respuesta a la efervescencia del momento históric o fue elMovimiento de Sacerdotes para el TercerMundo. Sus integrantes emitían documentos denunciando situaciones concretas yrefutando el orden social existente. El autor destaca la presencia de sacerdotes como
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Carlos Mugica o Alberto Carbone, con unaccesoa los medios de comunicación y almundo de la opinión pública que no todoslos miembros de la Iglesia poseían, permitiéndoles denunciar casosde opresión einjusticia. Con el objetivo de "construir lafe desde abajo", en las fábricas o las villas,estos religiosos consolidaron redes vinculares entre militantes de todo el país.
Tam bién surgieron grupos políticopartidarios que se ident ificaban espiritualmente con el catolicismo, como la Asociación Sindical Argent ina, vinculada a laDemocracia cristiana; el Centro Argenti node Economía Humana; la revista Cambio;los movimientos estudiant iles y los ateneos universitarios. Entre esas agrupaciones se destaca la consti tución del Part idoDemócrata Cristiano en 1954, que fue elresultado de los intentos, durante la primera mi tad del siglo x...'C, de conformarun partido confesional. En sus inicios intentó reemplazar al peronismo, pero antela falla de esa aspiración, se produjo unaconciliación con dicho movimiento político. Como consecuencia se orig inó unadivisión en dos grandes líneas internas: laizquierda ideológica que pretendía unaaproximación al socialismo y quienes conformaron la línea Apertura, acercándoseal peronismo. Finalmente, el autor refiere a la revista Cristianismo y Revolllción queaglut inó a un grupo de jóvenes cristianoscon "preocupaciones sociales y voluntadde acción". Esa experiencia se tru ncó debido al liderazgo personalista de su director, Juan Garc ía Elorrio, y porque lamayoría de sus miembros optaron porMontoneros.
A partir de una descripción minuciosa el autor demuestra la complejidad yheterogeneidad que poseían las organizaciones y grupos vinculados al movimien-
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to católico. La renovació n de la institución clerical estuvo acompañada de nuevosdiscursos que resaltaba n una concepciónhumanista del hombre, llamando a superar el enfrenta miento social generado porel peronismo, y a la unidad nacional por sobre las diferencias de clases. Asimismo, lascríticas al capitalismo y a la ideología liberal se extendieron a un ataque hacia el imperialismo encarnado por Estados U nidos.Así, se producía una superposición entrelo teológico y lo político. Para los católicosmás contestatarios, la revolución se convertía en un camino viable para transformar la sociedad. Estas ideas adquirieronmayor fuerza en el contexto latinoamericano cuando la revolución cubana abrió laposibi lidad de concretar esas utopías y, enel caso argentino, llevó a los católicos a estrechar vínculos con el peronismo.
Metodológicamente el aut or recurrióa testimonios y experiencias de militantes para reconstruir sus itinerarios, analizar los vínculos que establecían en susprácticas cotidianas y examinar cómo procesaron las ideas del momento. Las redesde renovación católica estuvieron constituidas básicamente por curas, militantesde agrupaciones estudiantiles y otras organizaciones católicas, siempre vinculadasa grupos escolares. Por medio de campamentos, tareas de acción social y gruposde estudio se estrecharon los vínculos entre ellos. Las dos primeras prácticas se realizaban en lugares marcados por la pobreza; allí se colaboraba con los necesitados ,les oto rgaban ayuda y los alfabetizabano les impartían apoyo escolar. Un aspectoa destacar fue la concientización de los sujetos excluidos y el esclarecimiento de lasrazones que los mant enían en esa situación de carencias. En los grupos de estudios reflexionaban sobre las experiencias
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vividas ut ilizando como fund amento lasdiscusiones teológicas.
Los milita ntes seguían la misma trayectoria; quienes acudían a colegios católicos o a parroquias se ini ciaban endiversas actividades, de la mano de curasjóvenes. Usualmente se seleccionaban losmejores alumnos, con mayor sent ido deresponsabilidad, para in iciarse en esaspráct icas. En un segundo momento, losjóvenes discípulos integraban la Juventudde Estudiantes Católicos de sus colegios,predicando a los estudiantes . Durante eltranscurso de su formación escolar lossacerdotes los persuadían de su compromiso cristia no con el contexto social. Finalmente, en el último año de su formación organizaban campamentos, en lugaresde extrema pobreza, para colaborar conlos necesitados. Esos contactos con situaciones de marginalidad, precarización eindigencia dejaban profundas marcas enlos escolares elegidos .
Al fina lizar los estudios secundariosmuchos jóvenes pro longaron su militancia católica en la universidad o en la Democracia Cristiana; otros , en cambio, sevincularon al peronismo. Una tercera alternativa fue cont inuar como voluntariosen villas de emergencia. Mu chos de esosjóvenes crearon grupos de reflexión, consacerdotes invitados. Donatello advierte, apartir de los testimonios, que se prod ujo
una ruptura con cualquier elemento mágico o litú rgico del catolicismo para abrir labúsqueda hacia una mayor inserción en elmundo a través de actividades en un sent ido racionales: lo religioso se desplazó hacialo político .
En este sentido, retoma la conceptualización weberiana para analizar los cam-
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bias en la Argentina de los setenta en términos del ascetismo pro testante. Este secaracterizó por el desencanto del mundo,la eliminación de lo mágico en la salvación, la compro bación de la fe en la vidaprofana y la conformación de sectas de regenerados. Así, la búsqueda de una regeneración del mundo dentro de la políticafue un a marca de nacimient o en Montoneros y el peronismo una elección posiblepara los católicos más contestatarios.
La segunda par te del libro revela cuáles fueron los vínculos entre esa conductaascética y la alternativa por las armas. Paraexplicar las afinidades de Montoneros conel mundo católico el autor resalta la importancia de la socialización y la sociabilidad católicas, que consolidaron las redesprimordiales en el origen de la agrupación . Do natello reconstruye me ticulosamente esas tramas sociales en tres espacios geográficos: Buenos Aires, Santa Fey Córdoba. Por ejemplo, para el caso deBuenos Aires las relaciones entre catolicismo y mi litancia insurreccional cristalizaron en las misas universitarias brindadas por el padre Carlos Mugica, quiena su vez posibilitó contactos con otras redes como la Confederación General deTrabajadores, intelectuales, religiosos, etc.A esas ceremonias concurrían m ilitantesde la J uventud de Estudiantes Ca tólicos y de la J uven tud Universitaria Católi ca, como Mario Firmenich, Carl osRamus y Fernando Abal Medi na. JuanGarcfa Elorrio fue también un actor fundamental en la cons ti tución de Montoneros, era el nexo entre J oh n Will iamCooke y el núcleo fundacional de Córdoba. Las redes sociales se extendieron aotras provincias argentinas y su rasgo mássignificativo fue que todas ellas se ligaroncon sacerdo tes cató licos.
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El autor detalla exhaustivamente cómoera la organización inte rna de Montoneros,las distintas jerarquías y formas de ascenso en el mando, el funcionamiento delos comandos clandest inos y los vínc uloscon grupos políticos que simpatizaron conellos y conformaron el frente de masas. Lafus ió n co n otros g rupos armados (lasFuerzas Armadas Revolucionarias, Descamisados y una fracción de las FuerzasArmadas Peronistas) provocó una serie decambios organizativos: se acrecentó el número de miembros en la conducción aescala nacional, se produjo un encuadremas ivo de militantes y aumentó el entrenami ento m ilitar de los mi smos. La marca genética de Monto neros, ligada al catolicismo, se fue desvaneciendo a medidaque la ag rupación viró hacia el accionarpolítico-mi litar. Sin embargo, para Donatello se pueden rastrear en su estructuraorganizacional ciertos rasgos sociorreligio sos: su estructura clandestina, en formaanáloga a la de una secta . En este sentido, el autor insiste en su origen católico,pero en clave secular.
Finalme nte, la tercera parte del libropresenta las posi bles analogías entre lasesferas religiosa y política para el caso estudiado. Originariamente la organizaciónse pensó como un a agrupación po líticomilitar clandest ina con el propósito de llevar a cabo una guerra integral contra lospoderes establecidos. Entre 1973 y 1974se produjo una fisura en el movim ientoarmado, dos grupos se apartaron ya queno coincidían con la militarización y conla relación entablada con Perón y el peronismo, El alto grado de conflictividad llevó a una tensión entre militarismo y trabajo de base, que a su vez se solapaba conla autoridad y la subordinación de lo particular a lo colectivo. A ello se sumó un
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nuevo problema, como fue enfrentar losataques de la Alian za Anticomunista Argent ina (Triple A) y otros grupos paramilitares, lo que le restó capacidad parainsertarse en las masas. Luego de la muerte de Juan D. Perón, los líderes de la agrupación consideraron que el peronismo había muerto y apostaron a la construcció ndel "socialismo nacional". En los mesesprevios al golpe militar de 1976, Montoneros se preparó para una lucha pro longada e intentó generar frentes de masaspara asegurarse el apoyo popular. Luegodel golpe de Estado las desapariciones ytorturas despedazaron la estructura organizat iva y los jefes de la cond ucción nacional se exiliaron.
Según el autor, las transformaciones delcatolicismo en los sesenta pueden considerarse un camino hacia la secularización, entendida como la recomposición de las creencias y no como la desaparición de loreligioso. La lucha armada llevó a un desplazamiento y recomposición de lo sagrado en el ámbito de lo político. Para Donatello, la part icular identificación que seerigió en la década de los treinta entre cato licismo y nación, puede considerarsecomo una experienciaen términos de nacionalismo, es decir, como formas secularesdonde lo sagrado se deposita en lo político.
El libro es fruto de un riguroso ejercicio de investigación, nos ofrece una reflexión crítica del pasado reciente superando la mera acumulación de anécdotaso vivencias de la militancia setent ista. Porlo tanto, se torn a en un antecedente insoslayable sobre la temática.
Stella M. CornelisINSTITUTO DE ESTuDIOSSocIO HISTÓRICOS
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
UNIVERSIDAD N ACIONAL DE L A P AMPA
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Luis Barrón, Carranza. El tlltirno reformistaporfiriano, Tusquet s Edi tores, México,2009 ,289 pp ., ISBN: 978-607-42 1-105-4
La historiografía de las últ imas décadasnos ha ofrecido trabajos de una profundaagudeza analítica e interpretativa, modificando sustancialmente las primeras aproximacionesal procesopolítico y social de larevolución mexicana. Desde los años 1960la profesionalizaciónde la historia y las cienciassocialesha contribuido a una investigación rigurosa y de una mayor diversidadremática, de tal forma que se ha elaboradouna ciencia histórica más versátil y los investigadores hemos presentado una mayordisposición a responder las interrogantesque nos plantea esta problemática histórica en el tiempo presente . Bajo estas circunstancias no resultó extraño que hayanaparecido autores como J ohn Womack jr.y Friedrich Karz,' entre muchos otros, quecon sus investi gaciones sobre Zapa ta yVilla, respect ivamente, inauguraron losnuevos derroteros de la historiografía política y el género de la biografía en la investigación sobre la revolución.
Carranza. El líftimo refonuist« JIOIfiria1/0, de Luis Barrón, asume con perspectivas renovadas el propósito de reconstrui rla carrera polít ica - ant es de alcanzar laprimera magistratura- de uno de los hombres más preclaros que vio nacer la revolución, un líder que procuró constru ir susplataformas po lí t icas, tanto regi onalescomo nacionales, tend iendo puentes entre las agotadas formulas del liberalismodecimonónico que detentaban sus anri-
I John \1Vomack jr., Zapata y la rel'OllIciólI JIID:imna, Siglo XXl Editores, México, 1969, y Friedr ichKarz , Paucbo Villa, Ediciones Era, México, 1998,2 rr .
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