Año XIX Núm 39Domingo 24 de septiembre de 2017

Samuel Ullman

La juventud no es cuestión de tiemposino un estado de ánimo;no es un asunto de la voluntad,una cualidad de la imaginación,un vigor de emociones;es la frescura de los manantialesprofundos de la vida.

La juventud significa el predominiodel valor sobre la timidez, de la aventura sobre fácil.

Esto existe a menudoen una persona de sesenta años,más que en un jóven de veinte.

Nadie se avejenta si persiste en sus ideales.Los años pueden arrugar nuestra piel,pero la falta de entusiasmoarruga nuestra alma.

LA JUVENTUD

La preocupación, la duda, la desconfianza,

el temor, la desesperación,doblan el corazón y convierten

el espíritu en polvo.

Tengas tú sesenta añoso dieciséis,

en todo corazón humano existe el amora lo maravilloso,

el asombro por las estrellas,el impávido desafío a los eventos,

el apetito infalible de la niñez por lo que sucederá

después del goce de vivir.

Tú eres tan jóven cono tu fe,tan viejo como tu duda,

tan joven como tu confianza en ti mismo,tan viejo como tus temores,

tan joven como tu esperanza,tan viejo como tu desesperación.

Con los niños

“En paz me acostaré, y asimismo dormiré;Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”

Salmo 4:8

Colorea la imagen, pegala en una cartulina, recortala por la orillauncluyendo el circulo y la línea punteada. Cuelgala en tu puertay da gracias a Dios por cada día, y pide por ti y por los demás,

en una oración

Artículo

EL JOVEN Y EL CAMINO DE LA FE

En el fondo del ser humano, a menos que el materialismo lo haya degradado, palpitan anhelos de rectitud moral y trascendencia que, en un momento u otro, con mayor o menor intensidad, afloran en forma de inquietudes religiosas.

Esos anhelos y esas inquietudes suscitan preguntas de capital impor-tancia: ¿Existe Dios? ¿Es justo y bondadoso? ¿Se preocupa de los seres humanos? ¿Es verdad que hay otra vida después de la muerte? Los jóvenes en su mayoría, contrariamente a lo que muchos piensan, no son ajenos a esas cuestiones, y alguna vez se las plantean con gran seriedad.

Es un hecho estadísticamente demostrado que la edad de la juven-tud es la más favorable a la experiencia de la conversión, experiencia que se confirma en un proceso posterior de maduración espiritual. De este modo la fe pronto se ve robustecida con razones convincen-tes derivadas de la Palabra de Dios. En ella encuentra las lecciones más saludables para enriquecer su vida.

Sirva como botón de muestra el libro de Eclesiastés, destinado a instruir al joven en su búsqueda del sentido de la vida. El autor parece dominado por una concepción pesimista de la existencia; la resume en una frase desalentadora: «todo es vanidad» la sabiduría, el placer, la acumulación de riquezas, la aparente futilidad de la vida, las ano-malías que se observan en el orden social, etc.

Con todo, el autor no se propone llevar a sus lectores a un pesimis-mo enervante o a un riguroso ascetismo. Precisamente al joven le dice: «Gózate, de tu mocedad y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Anda según los caminos de tu corazón...». Sin embargo, esta libertad tiene un límite: la responsabilidad: «Recuerda que sobre todas estas cosas te juzgará Dios».

El Predicador lo expresa con una conclusión solemne dirigida a su joven oyente: «El fin de todo el discurso que has oído es: "Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre, pues Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda obra oculta, sea buena o mala"».

Recordemos a Esther, Samuel, David, Deborah Jeremías, siervos y siervas de Dios desde su infancia o de su juventud. En el Nuevo Testamento sobresale Timoteo, conocedor de las Escrituras «desde la niñez» y colaborador de Pablo con fidelidad y eficiencia ejemplares.

La fe proporciona al joven el sentido supremo de su existencia, pues viene a ser uno de los valores esenciales de su vida y puerta a campos de servicio admirable. No puede olvidarse lo mucho que la humanidad debe a personas que, movidas por su fe cristiana, vinie-ron a ser eminentes servidores tan reconocidos y estimados como David Livingstone, explorador y misionero en áfrica, Jean Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y uno de los fundadores de la Aso-ciación Cristiana de Jóvenes (YMCA. Young Men Christian Associa-tion), Florencia Nightingale, fundadora de la profesión de enfermeras, o el pastor bautista Martin Luther King, líder y víctima en la lucha contra la segregación racial en los Estados Unidos. A esos nombres podrían añadirse muchos más, entre ellos los de multitud de jóvenes que se han tomado en serio la fe y el compromiso cristianos.

Grande es la riqueza espiritual que posee el joven creyente; y honda la satisfacción que le produce la fe, generadora de amor y buenas obras. Así mismo en el trabajo cristiano, cualquiera que sea su forma, halla campo excelente para el cultivo de sus dones en la más grande de las empresas: el adelanto de la obra de Dios.

De ese joven y de su juventud sí puede decirse: «¡Divino tesoro!»

José M. Martínez

Hay que honrar la vida, pues ésta es un regalo de Dios. Hay que honrar la vida, pues es, para las y los cristianos fruto de la obra redentora de Jesucris-to. Hay que honrar la vida, pues es afirmada cada día con el fruto del Espíri-tu Santo. Hay que honrar la vida, porque ahora ha adquirido un sentido de amor, alegría y compromiso para con Dios y el prójimo, que antes no conocíamos. Hay que honrar la vida porque es única e irrepetible, y ésta puede ser interrumpida en su ciclo terrenal en cualquier momento. Si como seres humanos es una vergüenza desperdiciar la vida, con egoísmos materialistas, con esa insaciable sed de guerras y de sacrificios de víctimas inocentes, por un “plato de lentejas”; cuánto más las y los cristianos, que teniendo plena comprensión de lo que significamos frente al Padre crea-dor, al Hijo redentor y al Espíritu Santo consolador; y lo que, en virtud de ello, vale el prójimo para nosotros, debemos honrar la vida y no despreciar-la ni desperdiciarla como si no tuviéramos a Dios de por medio. No hacerlo es más que una vergüenza.

En estas semanas hemos sufrido mucho como país, hemos valorado lo que significa perder a seres queridos, y el patrimonio, pequeño o grande que se había labrado. La fragilidad y fugacidad que pueden significar nues-tras vidas, frente a situaciones inesperadas y casi incontrolables. Es en experiencias como estas que, si somos al menos, un poco sensatos, nos ponemos a pensar en el valor que tiene la vida y las relaciones humanas. Pero también, del valor de sentido y de trascendencia que tienen nuestras vidas. El valor del amor, de la amistad, de la familia, de la espiritualidad y de lo que debemos tener por prioridad en la vida, porque, como dice el salmista, nuestras personas pronto pasan y volamos. Hemos encontrado en situaciones como estas lo mejor que puede salir de la gente, pero también lo peor de algunas de ellas. Esta historia que nos narra el libro de los Hechos, nos habla de lo que significa para una persona saber honrar la vida. Es la historia de una mujer laboriosa y generosa, cuya vida fue interrumpida por una muerte prematura e inesperada. Dorcas de la ciudad de Jope, una de las ciudades costeras, cuyo puerto era uno de los más importantes desde tiempos antiguos. No sabemos nada de lo que esta mujer dijo, pero sí sabemos mucho acerca de lo que hizo. No tenemos un registro de sus palabras, pero tenemos abundante material respecto a su trabajo. Su vida consagrada y sacrificada al Señor es una historia que nos

HONRANDO LA VIDAHechos 9:36-43

Sermón

muestra las características de un verdadero servicio a Dios y a su comuni-dad. De una mujer que supo honrar la vida a cada instante y oportunidad que tuvo. Se piensa que Dorcas pudo haber sido una joven, soltera o viuda, no lo sabemos. El nombre “Tabita” en arameo, y “Dorcas” en griego, significa “gacela”, quizá para ilustrarnos la belleza de su carácter, pero también su inteligencia y su vigilancia. Su vida es una conjugación de virtu-des por las que se le llama en la Biblia “discípula” de Cristo. Una mujer que honro la vida y no se arrepintió de ello.

UN ESPECIAL CARÁCTER

Un gran amor v. 36. Lucas no dice que esta mujer fuera costurera, pero no era necesario pues ya ese era un prestigio bien ganado. Tampoco dice que era una comerciante, una doctora, o una abogada. Lucas dice simple-mente que había una “discípula”. La hermosura de una mujer no es por lo que tiene o hace. La verdadera hermosura se da por lo que debe ser: Discípula. Esta calificación no fue dada por casualidad. Dorcas aparece en el Nuevo Testamento como la única mujer identificada como una discípu-la, usando el sustantivo en femenino. Se usa genéricamente en masculino para referirse a hombres como a mujeres seguidores de Jesús. Esto nos llama la atención porque ni siquiera a María o Marta o Priscilla o cualquier otra mujer con virtudes sobresalientes, recibieron esta distinción. ¿Qué hizo a Dorcas que fuera llamada de manera especial como discípula de Jesús? ¿Cuánto amor tenía esta mujer por Cristo que pasó a la historia como la discípula de Jope? No sabemos muchas cosas de esta mujer, pero lo que si revela ésta sola frase es que ella amaba con devoción infinita a su Señor y Salvador y amaba la vocación a la que había sido llamada. Amaba lo que hacía y a quiénes servía ¿Qué había en su carácter que se le distinguió de esta manera? Para Dorcas el amor a Cristo y al prójimo llenó su vida. Ningún amor reemplaza al que Cristo nos ofrece, y el amor que este produce en los demás a quienes servimos. El carácter honra la vida ¿Lo sabías? Honra a Dios y al prójimo. El amor hace la gran diferencia en las relaciones y su abandono es una vergüenza.

Una gran compasión. La hermosura y el carácter de esta mujer a quie-nes la llamaban “discípula” era bien reconocido. Dorcas recibió este reco-nocimiento por la devoción que tuvo por su Señor. Un discípulo es un aprendiz, un seguidor; alguien que está decidido a ser como su maestro. Lucas 6:40 nos dice que "el discípulo no es más que su maestro, más todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro." ¿Llegó a tener Dorcas el carácter de Cristo cuando se le calificó de esta manera? Uno de

los elogios más alto que alguien pudiera poseer es que se diga de él o ella “actúa como Jesús” en todo lo que dice y hace. Dorcas poseía la misma compasión de Jesús que Mateo registra en su libro (9:35-36). Esta parte de su carácter era tan grande que su inesperada partida provocó tan gran conmoción. La compasión es una marca distintiva de un auténtico discípu-lo. Si esto falta en un creyente debe revisar su discipulado.

Una fe a toda prueba. Ciertamente Dorcas no aparece entre las heroí-nas de la fe al mejor estilo de Esther o Deborah y otras más, pero la fe que depositó en su Señor la condujo a ocupar un sitio de honor en la vida de todas las personas que tocó con su ejemplo y dedicación. La verdadera fe debe ser demostrada, pues como dice Santiago, de qué nos sirve una fe sin obras. El resultado de esto es una fe muerta. La fe de Dorcas es admi-rable. Como vamos a ver luego, ella tuvo bajo su responsabilidad el soste-ner una especie de “sociedad de viudas” y eso requirió de mucha fe para sostenerlas a todas. Su fe le llevó a encarnar la definición de la verdadera religión que Santiago nos presenta, diciéndonos: “La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Stg. 1:27). La fe forma parte del carácter de una y un discípulo de Jesús, pues “sin fe es imposible agradar a Dios”.

UNA FE RESPALDADA POR SUS OBRAS

Manos hacedoras v. 39. Dorcas fue una mujer con una capacidad emprendedora que hizo mucho más especial su carácter. Se nos ocurre pensar que esta mujer debió tener una empresa que llevaba el sello distin-tivo de sus manos hacendosas. “Era ropa de marca”. Las viudas daban cuenta de sus buenas obras a través de los vestidos y las túnicas que hacía. Su trabajo no tenía nada que envidiarles a otros, pues ya era conoci-do en toda Jope el trabajo laborioso de esta distinguida discípula. Bien pudiéramos decir que la marca “Dorcas”, debido al encomiable valor de vestir a las viudas, ya tenía su lugar ganado en la sociedad de Jope. Una devoción sin acción no hace un real discípulo. Después de entregar el corazón, lo primero que hay que darle al Señor son nuestras manos y nuestros pies para que él los use, pues como alguien dijo: “El Señor no tiene más manos y más pies en la tierra que los nuestros”. El evangelio según “Dorcas”, si es que pudiéramos asignarle esto a sus méritos, se tradujo en acciones concretas de amor y de servicio. Fuimos creados en Cristo Jesús para buenas obras. Bendigo a Dios por lo que Shalom ha hecho estas semanas a favor de otros.

Viudas agradecidas v. 39b. Lucas nos revela en este versículo dos aspectos conmovedores. Por un lado, el trabajo de las túnicas y los vestidos que con gran orgullo presentaban las viudas con las que Dorcas les vestía; y, por otro lado, ver a las viudas llorando por la ausencia de su maestra, hermana, amiga y consejera espiritual. La verdad es que ninguna escena conmueve más que ver a un huérfano y a una viuda llorar. Experiencia que traemos a flor de piel en estas difíciles semanas. Por seguro esas viudas a lo mejor todavía lloraban la muerte de sus esposos; y cuando lograron calmar un poco su pena por el ministerio bondadoso y esplendido de esta “gacela del Señor”, ahora volvían a quedar “viudas”. De modo, pues, que la muerte prematura de esta amada mujer trajo un llanto inconsolable y una especie de determinación para que Talita siguiera con ellas. “No tardes en venir a nosotros” (v. 38) son palabras que están llenas de una gran fe y mucha esperanza, pues esta discípula ahora ya no está con ellas. ¿En qué pensaban las mujeres? Aquí entramos en la cumbre de toda esta historia. El trabajo que se hace para Dios y el prójimo ni la muerte misma logrará detenerlo. Sus obras con nosotros quedan. Nuestro evangelio debe ir acompañado de acciones. No nos cansemos, pues, de hacer el bien (Ga. 6:9).

Todo recurso humano cuenta para la obra v. 36b. Lucas se asegura en decirnos que esta discípula “abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía”. De esto se desprende que sus obras eran tan abundantes como sus ofrendas para apoyar a la obra. Así que esta mujer no solo puso sus manos al servicio de Dios sino también el fruto de la obra de sus manos. “Donde está tu tesoro ahíestá tu corazón”. El trabajo que Dorcas hacía con las túnicas y los vestidos, parte de sus ganancias eran traídas para ayudar en el sostenimiento de la obra. De esta manera, ella no solo vestía a las viudas, sino que también aliviaba su carga social. Se honra la vida dando de gracia lo que de gracia hemos recibido para bendecir a otros. La vida cristiana se disfruta a plenitud cuando usamos nuestras manos y también nuestros recursos materiales para su obra.

UNA PODEROSA RAZÓN PARA SEGUIR ADELANTE

A pesar de profundo dolor v. 37. El llanto de las viudas amparadas por esta discípula tuvo que ser desconsolador. La pérdida era muy grande. Aquellas mujeres fueron literalmente vestidas de la compasión de Dorcas. Cada una de ellas fue vestida a su talla, por lo tanto, Dorcas les conocía de forma individual, así como Dios nos conoce también. De modo, pues, que, en virtud de semejante pérdida, algo había que hacer. Pero la pregunta que había en el ambiente era ¿cómo a alguien tan buena le podía pasar algo

así? ¿Cómo podía truncarse la vida de una mujer de cuya fuente surgía tanta bondad? Una vida tan entregada al Señor no debiera ser interrumpi-da, aunque ninguno puede garantizar lo contrario. La gente que depende de nosotros nos necesita. La obra que hacemos para el Señor todavía no está consumada, decimos. Algo tenemos que hacer. ¿Dónde buscar respuesta? Buscar al Señor es la respuesta, porque él tiene palabras de vida y vida eterna. “Aunque andemos en valle de sombra de muerte, no teme-remos mal alguno, porque tú estarás conmigo”. Un discípulo de Cristo trae consigo la motivación para afirmar la vida.

De vuelta a la vida v. 40. El hombre encargado para que Dorcas siguiera con vida y sirviendo al Señor, fue Pedro. Así que fue traído al mejor estilo de su Maestro en estos casos, para proceder a realizar un milagro que sería imposible: resucitar a esta discípula. ¿Por qué Dorcas fue resucitada de entre los muertos, mientras que alguien como Esteban no lo fue? La muerte de Esteban contribuyó a la conversión de Pablo, mientras que en el caso de Dorcas, Dios no quería que se muriera la compasión en la iglesia. La muerte de Dorcas generó una gran crisis de compasión y la iglesia no estaba preparada para cubrir las necesidades de las viudas. La resurrección plantea la continuidad de la vida. Vivir la resurrección de Jesús reproduce la vida en otros. Esa es la gran lección. Todos ellos honrarían al Señor al ser devueltos a la vida. Esto pasó con Dorcas de una forma extraordinaria. Pero la enseñanza de fondo no es la vuelta a la vida de una persona que había muerto, sino que el Jesús resucitado nos capacita para reproducir la vida allí donde todo parecía muerto. La razón por la que Dios nos mantiene con vida es para que sirvamos y de esa manera honremos la vida. Se ha dicho que, si uno no vive para servir, no sirve para vivir. Pedro no actúa como si fuera una especie de “show mediático”. Él procedió a sacar a todos de la casa, y allí, solo oró diciendo: “Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó”. Y en efecto, después de esto Dorcas se incorporó a la vida y al servicio. El llanto de las viudas se convirtió en gozo. “Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor” (v. 42). El testimonio de lo sucedido en Dorcas trajo un gran avivamiento en Jope. Este el propósito de un milagro. La orden de Pedro de levantarse sigue vigente hasta ahora. El Señor también nos llama a levantarnos. Somos más útiles de pie que sentados o acostados ¡Levantémonos para honrar la vida ahora en la vida de otros! Que el Señor nos permita ser instrumentos para que todo duelo sea convertido en consuelo en el nombre del Cristo vivo y actuante. Amén.

Rev. Javier Ulloa Castellanos/Domingo 24 de septiembre de 2017

Con oración

Agradecimientos

Peticiones

-Hna. Yolanda Muñoz- le da gracias a Dios porque salió de viaje y regresó con bien.

-Hna. Elizabeth Vega- le da gracias a Dios por haberlos cuidado durante el terremoto

-Hna. Irma- le da muchas gracias a Dios por todas sus bendiciones y porque la ha sostenido.

-Hna. Yolanda Ugarte- le da gracias a Dios por todas sus bendiciones.

-Hna. Milka Tellez- le da gracias a Dios por sus cuidados y porque ha tenido misericordia con ella y sus hermanos.

-Hno. Alfonso- le da gracias a Dios porque lo ha sostenido en su trabajo y le da gracia con sus jefes.

-Hna. Bertha Alger- le da gracias a Dios por su iglesia y por los pastores

-Hna. Yolanda Muñoz- Pide que oremos por su cuñado Rene que se encuentra mal de salud.

-Hna. Elizabeth Vega- Pide que oremos por todos los damnificados.

-Hna. Irma- Pide oración por sus hijos, ya que tienen problemas entre ellos.

-Hna. Graciela Reyes- Pide que oremos por su vecina Rosario que tiene varios problemas en su casa. Que Dios le de paz.

-Hna. Rebeca Montemayor- pide que oremos por la salud del pastor.

-Hna. Bertha Alger-. Pide que oremos por Verónica Moreno que se encuentra en Miami.

Velada de oraciónJueves 28 de septimbre a las 7:00 pm En la Capilla

Reunión de MujeresSábado 30 de septiembre a las 9:00 am. Luterano

Con Actividades

Damos gracias a Dios por el cuidado y la protección que nos brindó esta semana, en los sucesos ocurridos

el pasado 19 de septiembre. Shalom está agradecido por el cuidado a su iglesia.Damos gracias por el corazón de las hermanas y

los hermanos de Shalom que han apoyado y servidoen esta emergencia.

Pedimos por cada persona de esta ciudad, de Puebla, de Morelos, del Edo de México, Oaxaca, Chiapas,

que fueron afectada por el terremoto, por las pérdidas materiales ,

por la consolación de los corazones,de las familias que perdieron a un ser amado,

por las fuerzas de las personas que han ayudado,por nuestro país, por un mismo espíritu,

por un mismo corazón.

TE PEDIMOS SEÑOR!!Amén

APROVECHA TU JUVENTUDLa juventud es una etapa muy importante en cada ser humano ya que es la etapa en donde se tiene mejor salud, gran creatividad, mucho dinamismo y es donde cada uno es arquitecto de su propio futuro, ya que dependiendo las decisiones que tomes en tu juventud así también afectaras tu futuro ya sea para bien o para mal.Lo triste de la situación que hay muchas personas que hoy en día se quejan o se lamentan de no haber aprovechado su juventud, ya que en ella decidieron tomar caminos que los llevaron a lo mejor al fracaso en su familia, estudios o hasta el punto de arruinar su mas anhelados sueños.

¿COMO APROVECHAR AL MÁXIMO TU JUVENTUD?• Entregarle tu vida a Jesús para que el sea el centro de tu vida.• Servirle con todo tu corazón.• Entregarle todo tus planes al Señor y pedirle sabiduría para tomar decisiones que sean de gran bendición para tu vida.• Descubrir los talentos que Dios ha depositado en tu vida y utilizarlos para honrarlo.• Divertirte y Gozarte en el Señor en todo lo que puedas, recordando siempre lo que dice la palabra de Dios: “TODO ME ES LICITO PERO NO TODO CONVIENE”

Eclesiastes 1:17

Eclesiastes 2:1-3

Eclesiates 1:13

LunesMartesMiercolesJuevesViernes

Eclesiastes 1:2

Eclesiastes 2:4-11

Eclesiastes 2:15-22

Eclesiastes 4:1-5

Eclesiastes 4:8

Eclesiastes 11:9

Eclesiastes 12:13-14

Eclesiastes 4:7

2a Timoteo 3:15

Filipenses 2:19-23