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E M Homenaje a Sebastián Llorens y Diana Triay Página P A O · Páginas y El recorrido de las causas, paso a paso · Página “Estamos orgullosos de todo lo que he- mos conseguido. De nuestros hijos, de los treinta mil”. Así se expresaba Emi D'Ambra –secretaria ejecutiva de Fami- liares Córdoba– el día en que restituye- ron los restos de Sebastián Llorens y Diana Triay. “Estoy orgullosa de mi ge- neración”, afirmó, y la acompañaron calurosos aplausos. Estos hombres y mujeres transformaron el dolor en po- tencia renovadora para que hoy, esta sociedad, ya no mire para otro lado. “¡Somos cuarenta millones para seguir transformando esta querida patria, pa- ra que hoy los derechos humanos sean una realidad para todos!”, dijo Nelly Llorens con sus 94 años a cuestas, fren- te a los restos de sus hijos. Estas son nuestras ‘viejas’, tienen más de 80 años y nos siguen ayudando a soñar. Con su lucha de décadas nos indican cuán lejos estamos de la socie- dad alemana de 1933. Esa sociedad em- pobrecida y desesperada de la que al- gunos medios hablaron estos días, for- zando increíbles comparaciones con nuestra Argentina de hoy. Transitamos un país con leyes que amplían derechos e incluyen con intensidad –desde la fuerza del mandato legal– a amplios sectores al ejercicio pleno de una ciu- dadanía. Este proceso no está exento de tensiones y disputas, basta ver la re- acción de la corporación judicial frente al recorte de poder que significa la elección por voto directo del órgano político del Consejo de la Magistratura. Por eso mismo creemos que la democra- tización del Poder Judicial es una nece- sidad imperiosa en esta etapa. La imagen de los niños con la presi- denta nos marca un horizonte: Argenti- na año 2033. Estos niños serán adultos en una sociedad con calidad institucio- nal y más participación real, con me- dios de comunicación plurales y, sobre todo, con una institución judicial de- mocrática, legitimada por los desposeí- dos y excluidos, quienes hoy no tienen un verdadero acceso a condiciones equivalentes de ejercicio de derechos. Soñamos con un 2033 en que los ni- ños puedan vivir el país que proyecta- ron sus abuelos. Miramos con alegría y optimismo ese horizonte, en el que la realización de los juicios por delitos de lesa humanidad haya contribuido ética y moralmente. Apostamos a un 2033 con “Memoria, Verdad y Justicia”, en donde los jóvenes sean auténticos ciu- dadanos de derecho, libres y dignos. Que puedan leer los ejemplos de Emi, Nelly y Sonia en letras de molde, sobre editoriales y contratapas de periódicos plurales y diversos. 2033 Manuel Bomheker Sebastián Puechagut EDITORIAL C La Perla es una mancha eterna para Córdoba P A M · Página Crónicas de La Perla hoy LA HISTORIA RECIENTE DEL PAÍS SE RECONSTRUYE EN EL ESPACIO FÍSICO EN EL QUE SUCEDIERON LOS HECHOS QUE SE JUZGAN. EL JUICIO YA ENTRÓ EN SU ETAPA DE INSPECCIONES OCULARES. LOS EX CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCIÓN LA PERLA Y LA RIBERA RECIBIERON A LOS MIEMBROS DEL TRIBUNAL. LAS RECORRIDAS ENRIQUECIERON EL APORTE DE PRUEBAS. ··· E E N ··· REPORTAJE ESPECIAL Tras las huellas del horror en La Perla y La Ribera SEMANAS DE TESTIMONIOS E INSPECCIONES QUE LLEVARON LA ACTIVIDAD AL EXTERIOR DE LA TORRE DE TRIBUNALES P · A V · N 24 · E 10 23 J 2013 · : 1853-8290 E L D IARIO DEL J UICIO L A P ERLA · C ÓRDOBA · A RGENTINA 24 En el lugar de los hechos. El presidente del tribunal, Jaime Díaz Gavier, acompaña a Mario Paredes –director del Espacio para la Memoria “La Ribera”–, quien guió la inspección ocular.

Será Justicia Nº 24 / Junio 2013

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Tras las huellas del horror de La Perla y La Ribera

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Homenaje aSebastiánLlorens yDiana TriayPágina

P A O · Páginas y

El recorrido de las causas,paso a paso · Página

“Estamos orgullosos de todo lo que he-mos conseguido. De nuestros hijos, delos treinta mil”. Así se expresaba EmiD'Ambra –secretaria ejecutiva de Fami-liares Córdoba– el día en que restituye-ron los restos de Sebastián Llorens yDiana Triay. “Estoy orgullosa de mi ge-neración”, afirmó, y la acompañaroncalurosos aplausos. Estos hombres ymujeres transformaron el dolor en po-tencia renovadora para que hoy, estasociedad, ya no mire para otro lado.“¡Somos cuarenta millones para seguirtransformando esta querida patria, pa-ra que hoy los derechos humanos seanuna realidad para todos!”, dijo NellyLlorens con sus 94 años a cuestas, fren-te a los restos de sus hijos.Estas son nuestras ‘viejas’, tienen

más de 80 años y nos siguen ayudandoa soñar. Con su lucha de décadas nosindican cuán lejos estamos de la socie-dad alemana de 1933. Esa sociedad em-pobrecida y desesperada de la que al-gunos medios hablaron estos días, for-zando increíbles comparaciones connuestra Argentina de hoy. Transitamosun país con leyes que amplían derechose incluyen con intensidad –desde lafuerza del mandato legal– a ampliossectores al ejercicio pleno de una ciu-dadanía. Este proceso no está exentode tensiones y disputas, basta ver la re-acción de la corporación judicial frenteal recorte de poder que significa laelección por voto directo del órganopolítico del Consejo de la Magistratura.Por eso mismo creemos que la democra-tización del Poder Judicial es una nece-sidad imperiosa en esta etapa.La imagen de los niños con la presi-

denta nos marca un horizonte: Argenti-na año 2033. Estos niños serán adultosen una sociedad con calidad institucio-nal y más participación real, con me-dios de comunicación plurales y, sobretodo, con una institución judicial de-mocrática, legitimada por los desposeí-dos y excluidos, quienes hoy no tienenun verdadero acceso a condicionesequivalentes de ejercicio de derechos.Soñamos con un 2033 en que los ni-

ños puedan vivir el país que proyecta-ron sus abuelos. Miramos con alegría yoptimismo ese horizonte, en el que larealización de los juicios por delitos delesa humanidad haya contribuido éticay moralmente. Apostamos a un 2033con “Memoria, Verdad y Justicia”, endonde los jóvenes sean auténticos ciu-dadanos de derecho, libres y dignos.Que puedan leer los ejemplos de Emi,Nelly y Sonia en letras de molde, sobreeditoriales y contratapas de periódicosplurales y diversos.

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EDITORIAL

CLa Perla es una manchaeterna para CórdobaP A M · Página

Crónicas de La Perla hoyLA HISTORIA RECIENTE DEL PAÍS SE RECONSTRUYE EN EL ESPACIO FÍSICOEN EL QUE SUCEDIERON LOS HECHOS QUE SE JUZGAN.

EL JUICIO YA ENTRÓ EN SU ETAPA DE INSPECCIONES OCULARES. LOS EX CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCIÓN LA PERLAY LA RIBERA RECIBIERON A LOS MIEMBROS DEL TRIBUNAL. LAS RECORRIDAS ENRIQUECIERON EL APORTE DE PRUEBAS.

· · · E E N · · ·REPORTAJE ESPECIAL

Tras las huellas del horroren La Perla y La Ribera

SEMANAS DE TESTIMONIOS E INSPECCIONES QUE LLEVARON LA ACTIVIDAD AL EXTERIOR DE LA TORRE DE TRIBUNALES

P · A V · N$ 24 · E 10 23 J 2013 · : 1853-8290

EL DIARIO DEL JUICIO LA PERLA · CÓRDOBA · ARGENTINA 24

En el lugar de los hechos. El presidente del tribunal, Jaime Díaz Gavier, acompaña a Mario Paredes –director del Espacio para la Memoria “La Ribera”–, quien guió la inspección ocular.

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2 EL JUICIO POR DENTRO 10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

Secuestrada el 1º de septiembrede 1976 en su casa de barrio Par-que Atlántica, Liliana Beatriz Ca-llizo fue prisionera de la dictadu-ra de La Perla hasta comienzosdel 78, cuando salió en ‘libertadvigilada’, para luego exiliarse enBrasil y España. En su extensa es-tadía en el campo de concentra-ción, le tocó sufrir en carne pro-pia las torturas y vejámenes, yser testigo de crímenes atroces.

Así relató que Ernesto Barreirola obligó a presenciar los tor-mentos que causaron la muertede Herminia Falik de Vergara, enlos que también participaronHéctor Vergez, Luis Manzanelli yJosé Hugo Herrera: “Estaba atadaa una cama metálica y le arroja-ban agua, le pegaban y su cuerpose elevaba... y las chispas. Ellosestaban mojados, sudados, fuerade sí”. Herminia suplicaba “conmis hijos no”, hasta que sus vic-timarios dijeron: "¡Vamos, se ha-ce tarde para el brindis!”. Era el24 de diciembre del 76.

También recordó cómo Vergezse vanagloriaba del asesinato deAlicia De Cicco, joven militantedel PRT-ERP. “Tan hermosa queera, tan linda mujer... La fue dedura, no quiso hablar y me mira-ba con ojos de odio. Yo mismo laahorqué con mis propias manoshasta matarla”, le decía Vergez ala testigo y a otros detenidos.

Un día, Callizo fue llevada auna casa cerca del río. “Magaldi(alias de Roberto Mañay, ya falle-cido) me pateó las piernas paraque entre. Pensé que me iban amatar. Me metieron a una habita-ción, y Herrera se tiró arriba míoy me violó”, narró Callizo mien-tras el aludido simulaba leer.

U . Ensu declaración, Cecilia Suzzara,secuestrada el mismo 24 de mar-zo del 76 y mantenida cautiva enLa Perla hasta abril del 78, indivi-dualizó a la mayoría de los impu-tados y aseguró que vio al ex ge-neral Luciano Benjamín Menén-

dez al menos en dos ocasionesen el campo de concentración LaPerla. “Entró vestido con traje demontar y se golpeaba permanen-temente la bota con la fusta. Nosinterrogó a diez de nosotros quenos habían llevado a una oficina.Otra vez, fue a La Perla y estuvolargo rato hablando con GracielaDoldán”, expresó Suzzara.

La testigo se emocionó al re-cordar a Doldán –dirigente deMontoneros muy respetada porsus compañeros de cautiverio–,quien había pedido a los represo-res que cuando decidieran fusi-larla lo hicieran “de frente y sinvenda”, y que hasta su ‘traslado’

mantuvo su temple y su actitudsolidaria. “La Perla no era comoeufemísticamente le llamaban:«lugar de reunión de detenidos».Era un campo de exterminio. Nosllevaban para arrancarnos infor-mación y matarnos. Ahí se ejer-ció todo el poder sobre cada unode nosotros”, explicó Suzzara.

‘’. Callizo re-cordó una imagen surrealista deldía de su secuestro: “Llegó a micasa en un Falcon un grupo dis-frazado con vinchas, pelucas,ponchos y crucifijos, y con ar-mas largas. Cuando abrimos, pe-garon un salto todos adentro, di-ciendo: «Somos el Comando Li-bertadores de América»”, versióncordobesa de la Tripla A. “La ac-tividad en La Perla era del mismoComando, que cambió de nom-bre para integrarse a la estructu-ra del (Batallón de Inteligenciadel Ejército) 141, con las mismaspersonas”, explicó la testigo.

Por su parte, Suzzara refirióque el propio Vergez –entoncesjefe de La Perla–, le confió queallí había miembros del Coman-do, y se jactaba de los crímenesdel grupo paramilitar: “Contabalo que habían hecho con la fami-lia Pujadas (masacrada el 14 deagosto del 75); los habían metidoen un pozo, lo llenaron de dina-mita y los hicieron explotar”.

Voces que sobrevivieron al horrorLILIANA CALLIZO Y CECILIA SUZZARA • DOS TESTIMONIOS CARDINALES SOBRE LOS CRÍMENES COMETIDOS EN LA PERLA

La Perla “no era como eufemísticamente la llamaban: un lugarde reunión de detenidos”, sino un “campo de exterminio al quenos llevaban para sacarnos información y matarnos”.

D - - . , - “ - ”.

OTROS ESCENARIOS

La Sala A de la Cámara Federal deApelaciones de Córdoba confirmó elprocesamiento de de los imputa-dos en este juicio por su responsabili-dad en el destino de otras vícti-mas de la última dictadura, que se su-marán a los casos que ya se investi-gan. Entre ellas, la del gremialista Re-né Salamanca, quien fuera SecretarioGeneral de la seccional Córdoba delSindicato de Mecánicos y Afines delTransporte Automotor (Smata) desde hasta su desaparición. Secuestra-do el de marzo del , es conside-rado el “primer desaparecido de lalarga noche de la dictadura”.

N

Alberto Levi, militante estudiantil co-munista en la Facultad de CienciasQuímicas, fue secuestrado dos vecespor la dictadura militar que lo mantu-vo cautivo en La Ribera y La Perla. So-bre su condición de prisionero ilegal,Levi explicó que "existía la 'Comuni-dad Informativa' (pertenecía al TercerCuerpo de Ejército y estaba coordina-da por Menéndez), integrada por losmiembros de las fuerzas de seguridady del clero, vicarios castrenses y gentevinculada a la Iglesia como el OpusDei, que participaban de esta justiciaparalela y evaluaban los legajos delos presos para aplicar condenas almargen de la Justicia".

L “CI”

Guillermo Rolando Puerta fuesecuestrado el 30 de octubre de1976, y llevado a La Ribera yluego a La Perla. Mientras suscaptores comenzaban a tortu-rarlo, escuchó gritar: “¡No! ¡Élno milita, hace rato que se fuede la organización!”.

La voz se refería a la Organi-zación Comunista Poder Obre-ro (Ocpo), de la que hacía tiem-po se había ‘descolgado’ por di-ferencias internas y por el aco-so represivo. En abril del 77, yaen la cárcel de barrio San Mar-tín (UP1), su ex compañeroJuan Porta le reveló que quienle había salvado la vida era JoséCarlos ‘Bocha’ Perucca, otromilitante del Ocpo que luegofue asesinado.

A Puerta le otorgaron la ‘li-bertad vigilada’ en octubre del82. En ese momento, quiso reto-mar sus estudios de medicina ytuvo la “brillante idea” de justi-ficar su ausencia en la facultadcon un certificado de su pasopor la UP1: “Era tan loca mi ac-titud... porque estaban los mili-

tares todavía. Me entregaron unpapel mecanografiado que de-cía: «El teniente primero no sécuánto entrega a la UP1 a los si-guientes presos provenientesdel campo de concentración deLa Ribera»”. “No sé si usted lotiene, doctor –le preguntó Puer-ta al asombrado fiscal FacundoTrotta–, porque cuando el fiscalJulio Strassera (quien ejerció laacusación en el Juicio a los Co-mandantes en 1985) se enteróde que yo tenía ese papel, meincluyó en la causa de los Co-mandantes”.

TESTIGOS • GUILLERMO ROLANDO PUERTA

Un insólito certificadoU UP1 - “C ” L R.

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EL JUICIO EN LA CALLE · LA CARRERA DE MIGUEL EN RÍO CUARTO

Siguiendo los pasos de MiguelCientos de personas parti-ciparon en Rio IV –el 1º deJunio–, de la tercera edi-ción de La Carrera de Mi-guel, en el marco del 7ºaniversario de la Casa dela Memoria. Miguel Sán-chez era atleta y poeta.Fue secuestrado en 1978 ycontinúa desaparecido.La actividad consiste enun recorrido por distintossitios vinculados con el te-rrorismo de Estado en laciudad.

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El valor de un testimonio. Luego de años de espera, Liliana Callizo pudo contar su historia.

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3El diario del Juicio La Perla| 10 al 23 de junio de 2013 EL JUICIO POR DENTRO

La huella de los crímenes de lesahumanidad en el lugar de los hechos

INSPECCIONES OCULARES • LOS JUECES DEL TOF1 Y LAS PARTES VISITARON LOS CAMPOS DE LA PERLA Y LA RIBERA ACOMPAÑADOS POR GUÍAS Y TESTIGOS

L III C E T “ ”. A, – – “ ”, “ ”.

Los miembros del Tribunal OralFederal N° 1 (TOF1) encabezaronsendas inspecciones en los excampos de concentración y ex-terminio de La Perla y La Ribera.Acompañados por las partes ypor testigos sobrevivientes, reco-rrieron los distintos espacios enlos que permanecieron cautivasy fueron torturadas y asesinadaslas víctimas de esta causa.

El presidente del TOF1, JaimeDíaz Gavier, destacó que el pro-cedimiento “tiene una importan-cia mayúscula, para que el tribu-nal pueda ver el ámbito físicodonde supuestamente han ocu-rrido los hechos que están sien-do juzgados” y poder valorar “lacerteza de los testimonios”.

“ ”.El 29 de mayo, el director del Es-pacio para la Memoria “La Perla”,Emiliano Fessia, guió a la comiti-va por las oficinas de ingreso, la‘cuadra’, la sala de torturas y eltaller. “Es central que las partespuedan ubicarse en el lugar. Esoancla cabalmente el relato y lespermitirá a los jueces tener unamejor visión de esta maquinariade la muerte”, consideró Fessia.

Luego se realizó otra recorridacon las testigos Liliana Callizo yCecilia Suzzara, dos de las ex pri-sioneras que más tiempo perma-necieron en el campo de concen-tración. Con un acopio de memo-ria y de temple, las sobrevivien-tes volvieron a transitar los espa-cios de su calvario. “Recuerdoque tenía 54 pasos de largo”, dijoSuzzara al ingresar a la cuadra,

donde los prisioneros permane-cían tirados en colchonetas.

Allí Callizo describió el particu-lar sistema de rotación: a medidaque los cautivos eran desplaza-dos hacia el fondo, “se aproxima-ba su traslado”, por lo general,hacia el fusilamiento y en algu-nos pocos casos al ‘blanqueo’.“En 1976, en la cuadra llegó a ha-ber hasta cuatro hileras de col-chonetas y 200 personas al mis-mo tiempo”, indicó.

Al salir, los jueces invitaron aSuzzara a contar los pasos, queresultaron ser sólo dos menos delos que ella recordaba.

Con similar precisión, descri-bieron en la sala de torturas laubicación del camastro de hie-

rro, la picana y el tacho dondepracticaban los ‘submarinos’. Elnutrido grupo de jueces, fiscales,defensores, secretarios y perio-distas que seguía a las ex prisio-neras se quedó varios segundosen silencio cuando Callizo recor-dó la cínica frase con que uno delos represores se refirió a los cau-tivos en la cuadra: “Mirá, si hastaparecen humanos”.

E ‘’. El excampo de La Ribera, que sucesi-vamente fue cárcel militar, centroclandestino de detención duran-te el terrorismo de Estado, es-cuela primaria y secundaria trasla vuelta a la democracia y, en laactualidad, espacio de memoria,

fue el escenario de una similarinspección el pasado 4 de junio.

Su director, Mario Paredes, in-formó que desde el 10 de diciem-bre de 1975 hasta el 24 de marzode 1976, el sitio frente al Cemen-terio San Vicente “funcionó comocentro clandestino de detencióny fue el segundo en el país des-pués del de Famaillá (Tucumán).Ese es su período más oscuroporque prácticamente no hay so-brevivientes”. “Después del gol-pe, pasó a ser un centro deriva-dor de prisioneros, hacia la cár-cel o hacia La Perla”. El recorridoincluyó las oficinas donde se rea-lizaba el primer interrogatorio, lacontigua sala de torturas, las res-pectivas ‘cuadras’ para mujeres

y varones, el patio donde comíanlos prisioneros –y donde luegojugarían miles de escolares– y lasceldas de castigo.

“Hay muchos cambios”, dijo eltestigo Raúl Orlando Acosta, mé-dico y militante de la Intergre-mial Hospitalaria, que fue apresa-do en Cosquín en mayo de 1976 yestuvo cautivo en La Ribera. Sinembargo, se esforzó por recono-cer, bajo las reformas, el antiguoedificio donde por ser médicofue asignado a un rol que le per-mitía quitarse el vendaje.

“A mí me tenían para servir lacomida y atender a los compañe-ros que tenían conjuntivitis o al-guna lesión. Era tratar de curar aun compañero con nada, a vecescon pasto”, narró. “Volver acá eshorrible, pero obviamente quevale la pena. Hay que seguir conesta historia para saber la ver-dad, porque el fascismo no secorta de golpe”, declaró final-mente Acosta, al salir del lugar.

La ‘cuadra’. Miembros del tribunal preceden al director del Espacio para la Memoria “La Perla” Emiliano Fessia, mientras atraviesan el ex CCD.

ARQUEOLOGÍA PARA LA JUSTICIA · JAIME DÍAZ GAVIER, PRESIDENTE DEL TOF1

“El edificio fue alterado enor-memente, con una gran im-prudencia. Porque al haberfuncionado aquí un reconoci-do centro de detención y detorturas, según los testimo-nios, no era lo más apropia-do convertirlo en una escue-la”, cuestionó el juez JaimeDíaz Gavier, al concluir la ins-pección ocular en La Ribera.

No obstante, debió luego resaltar que el testi-go que acompañó a los jueces del tribunal al lu-gar de los hechos, reconoció los espacios con“mucha precisión”.

“Tiene una enorme significación que (losmiembros de) un tribunal de justicia y dentro de

un Estado de derecho este-mos recorriendo estos luga-res y con testigos todavía,gracias a Dios, vivos y lúci-dos. Ello servirá para dictar lasentencia, que será condena-toria o absolutoria según laspruebas”, afirmó Díaz Gavier.

El juez se detuvo a exami-nar una puerta recuperadadespués de que se desguazó

parte del lugar. “No hay posibilidad de paz y deempezar a mirar hacia adelante, si no es sobre labase de la justicia y la memoria. Es la única for-ma en que la sociedad argentina podrá superaresta época dramática y mirar hacia un futuro me-jor”, sentenció el presidente del TOF.

Puerta abierta a un futuro mejor

Un emocionado Raúl Acostarecordó al prisionero CésarSoria que “estaba muriéndo-se” y a quien sus cuidados nopudieron salvar. En cambio, aAna Mohaded sí pudo aliviar-le las heridas de la tortura. Loatestigua la foto, expuesta enuna sala, de una joven y salu-dable Ana, tomada durante lavisita de la Conadep en .

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TESTIMONIOS • ANDRÉS REMONDEGUI, SOBREVIVIENTE

Además de su calvario en LaPerla, Andrés Remondegui na-rró las peripecias de los sobre-vivientes, presionados por elmismo Poder Judicial de la de-mocracia. “No sé si se les fuede las manos (a los represores),pero siempre vieron al sobrevi-viente como un potencial de-nunciante”, reflexionó.

Con ese compromiso, al recu-perar la libertad “en plena dic-tadura”, elaboró –con su espo-sa María Victoria Roca y otrapareja de sobrevivientes– uninforme “para echar un pocode luz sobre el campo de con-

centración”. Ya en democracia,la Justicia los defraudó: “El juezfederal (Gustavo) Becerra Fe-rrer nos decía: «Cuidado con loque declaran». Era tan mani-fiesto que lo que decíamos lesllegaba inmediatamente (a susex victimarios), que en una ci-tación no concurrimos”. “Noscerramos a todo. Nos propusi-mos olvidar y cargar nuestracruz”, rememoró. Sin embargo,“desde volvimos a teneresperanza y respondimos al lla-mado de la Justicia. Esperemosque esta sea una justicia reno-vada y no se vuelva atrás”.

Volver a creer en la Justicia

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4 10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

Los cuatro jueces, guiados por las testigosy seguidos por el fiscal, defensores, abo-gados querellantes, militantes de dere-chos humanos y una veintena más de per-sonas, se adentran en el edificio que fuerapatrimonio del terror dictatorial.

Hay un inevitable contraste entre el aje-treo del acontecimiento jurídico-mediáti-co y el sentido profundo de lo que allí seintenta descubrir: la inspección ocular enel ex campo de concentración y extermi-nio de La Perla –hoy espacio para la me-moria– no es sólo un acto procesal dentrode un juicio penal. Es mucho más que eso.

Liliana Callizo y Cecilia Suzzara, sobre-vivientes de aquel horror, comienzan a re-latar y describir, y sus palabras tienen unpoder evocador mucho más intenso queen la sala de audiencias de Tribunales Fe-derales. Sus voces acercan imágenes, so-nidos, dimensiones, sensaciones... Un si-lencio profundo acompaña la caminata deCecilia, al contar los 54 pasos con los querecuerda haber cubierto la longitud de lacuadra, el mismo espacio donde Lilianadibuja con un ademán las filas de cuerposyacientes en jergones de paja.

Entonces, si se consigue aislar el rumorde la comitiva y sustraer el presente del ri-to institucional, la imaginación se despier-ta y es posible viajar al pasado, para con-templar y escuchar: el coraje de GracielaDoldán, la solidaridad de la enfermera Ser-vanda Santos, el indescriptible dolor deHerminia Falik de Vergara y María VictoriaRoca, la templada lucidez de Tomás DiToffino, la estoica resistencia de Luis Ho-nores, la fresca rebeldía de “los chicos delBelgrano”... Y también a sus victimarios.

Cuando la conciencia retorna al presen-te, el acontecimiento resulta aún más ex-traño y excepcional: un tribunal de la de-

mocracia argentina está caminando un excampo de concentración junto con sobre-vivientes –todavía sanos y lúcidos– de laúltima dictadura. Esto –que podría habersucedido mucho antes– es igualmente unacontecimiento acaso inédito en la histo-ria universal. ¿Cómo fue posible?

L, N J.Aquel mediodía del 24 de marzo de 2007,León Gieco encaró el verso de La Memoriaque dice “dignidad de Rodolfo Walsh” y lamultitud estalló en una ovación y un bro-

te colectivo de lágrimas que se mezclaroncon la lluvia. Un rato antes, el entoncespresidente Néstor Kirchner les decía a lasMadres, Abuelas, H.I.J.O.S. y Familiares:“Este predio es el signo de la victoria devuestra lucha. Lo han recuperado para lamemoria de nuestro pueblo”. Abajo delpalco, la multitud coreaba: “¡La Perla esnuestra, la puta que los parió!”. “Esos quetorturaron y mataron allí –continuó Kirch-ner señalando el edificio–, como ese ma-yor Barreiro que se escapó del país, aellos que nos viven amenazando: no les te-

El territorio recobradopor la democracia

Puertas. El ex CCD es hoy un espacio de constantes producciones culturales, como la muestra 37 Puertas La Perla (1976-2013), de la Semana de la Memoria 2013.

CRÓNICA • POR QUÉ EN UN EX CAMPO DE CONCENTRACIÓN PUEDE CELEBRARSE LA VIDA | Por Alexis OlivaEL JUICIO, DÍA X DÍA

DÍA 44 - MARTES 28/05

La barba de VergezDurante la extensa declaración de Liliana Ca-llizo, Héctor Vergez se levanta en tres ocasio-nes a pasarle papelitos a su abogada NataliaBazán. Luego, la letrada pregunta si Vergeztenía barba al momento de los hechos. Latestigo responde que lo recuerda “con y sinbarba”. Bazán insiste: “¿De qué tipo era labarba?”. Finalmente, Liliana responde: “Unabarba que no le quedaba muy bien”.

DÍA 45 - MIÉRCOLES 29/05

Fotos ‘tabicadas’Durante la inspección en La Perla, varias ve-ces se tomó como referencia las fotos toma-das en el sitio por la Conadep en 1984, queestán exhibidas en las distintas salas. Laqueja de un defensor motivó que en la visitaa La Ribera las imágenes de la misma serietuvieran que ser tapadas con papel afiche.

DÍA 46 - JUEVES 30/05

La palabra correctaEl fiscal Facundo Trotta pregunta a AndrésRemondegui si los obligaban a trabajar en elcampo. “Ahí la opción de decir sí o no, noestaba –responde el testigo– ¡Cuánto delcampo nos quedó, en los organismos de de-rechos humanos y en la justicia! Nosotrosmismos hablamos de ‘colaboración’. Y eseera un término del campo. ¿Qué haría unapersona en cautiverio, desaparecida, someti-da a tortura? ¿Qué posibilidad de decisiónpodía tener en ese estado? Creo que la pala-bra correcta era esclavitud”.

DÍA 47 - MARTES 04/06

Tropezón en La RiberaAl ingresar al edificio de La Ribera para lainspección ocular, Carlos Ochoa, juez susti-tuto del Tribunal Oral Federal Nº1, se tropiezacon un inadvertido escalón. “¿Ven? Eso mis-mo le pasaba a todos los presos políticos queentraban vendados y esposados”, comentaDelia Galará, del área de Investigación delEspacio para la Memoria "Campo La Ribera".

DÍA 48 - MIÉRCOLES 05/06

Rápido y furiosoEl testigo Guillermo Rolando Puerta afirmaque Luciano Benjamín Menéndez “los obligóa todos a torturar y matar. Ese era el famosopacto de sangre”. Incluso, “a uno de los hijosde (el fallecido dictador Jorge Rafael) Videlatambién lo obligó a torturar y matar”. De re-pente, Menéndez, quien seguía la audienciadesde una sala contigua, irrumpe en el recin-to para darle una indicación a su abogada yraudamente volver a retirarse.

DÍA 49 - JUEVES 06/06

El sueño de Ana MaríaAna María Esteban, militante del Partido So-cialista de los Trabajadores (PST) en los 70 yprisionera de la dictadura, narró que su ma-dre recurrió al cardenal Raúl Primatesta.“Monseñor averiguó y le dijo a mi madre queyo estaba en La Perla”, reveló. Al finalizar sudeclaración, la testigo expresó: “Tengo unsueño: que todos los que golpearon las puer-tas de los cuarteles también sean juzgados”.

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EMILIANO FESSIA • DIRECTOR DEL ESPACIO PARA LA MEMORIA LA PERLA

Hijo de desaparecidos ymilitante de H.I.J.O.S,Emiliano Fessia, hoy di-rector del Espacio para laMemoria de La Perla, va-loró la posibilidad de“aportar, desde el trabajocolectivo en este espacio,a un juicio como este”.“Como tantos otros jui-cios contra el terrorismode la dictadura cívico-militar, es unejemplo de justicia y democracia para elmundo”, destacó.

Será Justicia: ¿Qué hizo posible quetengamos estos juicios?

Emiliano Fessia: Este pueblo, a pesarde venir de un genocidio, tiene una lar-ga tradición de lucha. Los organismos(de DDHH) se hicieron fuertes porqueaprendieron de esa historia de lucha ymovimiento, y trajeron lo innovador,con la consigna “memoria, verdad y jus-ticia”. Es sanador y una apuesta a futuro

poder juzgar en nuestrospropios tribunales a losasesinos de nuestro pue-blo. Son años de lucha in-claudicable y desde la decisión de un gobier-no de escuchar esas lu-chas y transformarlas enpolíticas de Estado.

SJ: ¿Cómo sigue estecamino ahora?

EF: El paso lógico es la democratiza-ción del Poder Judicial. La dictadura cí-vico-militar usurpó el Ejecutivo y cerróel Legislativo, pero mantuvo el Poder Ju-dicial, intentando darle visos de legali-dad a lo que nunca fue legal.

SJ: ¿Hay victimarios que no están en elbanquillo de los acusados?

EF: La dictadura no se podría haberhecho sin el apoyo de la cúpula eclesial,los empresarios y los grandes mediosde comunicación, que la avalaron y seenriquecieron con ella.

«El fruto de una tradición de lucha»

INFORME ESPECIAL • LA PERLA HOY

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5El diario del Juicio La Perla| 10 al 23 de junio de 2013

nemos miedo, y queremos que realmentese pueda profundizar y avanzar rápida-mente. Ahora la traba que tenemos es quela Justicia está lenta. Yo les puedo asegu-rar que empujo y empujo, pero algunos sehacen los distraídos”.

Es que ya habían sido anuladas las leyesde la impunidad, pero ese “que no mereceser llamado general” seguía en su casa ypara colmo el testigo Julio López –aún hoydesaparecido– había sido secuestrado el18 de septiembre anterior.

Pero al año siguiente llegó el juicio porla causa Brandalisis y hoy Menéndez acu-mula siete condenas a prisión perpetua.Los acotados procesos mutaron en mega-causas en las que, hasta diciembre de2012, han sido condenados por crímenesde lesa humanidad 378 represores.

Desde el 24 de marzo de 2009, el prediodel Tercer Cuerpo de Ejército, que fuerasinónimo de terror, se llama Espacio parala Memoria “La Perla”. Allí se ejerce esa ta-rea y también se sueñan futuros. Comocuando Liliana Felipe –hermana de EsterFelipe, desaparecida en La Perla junto a sumarido Luis Mónaco– cantó el tango Er-nestina, un inspirado desafío al poder me-diático: “Argentina merece de sobra / co-nocer la verdad de su historia / y mandarel engaño a la mierda / sin pena ni gloria. /Por aquellos que dieron su vida / yo le-

vanto mi copa de vino / para siempre algran pueblo argentino / ¡verdad y salud!”.

Allí también se ha trocado dolor por ale-gría. Así lo expresó por estos días el so-breviviente Andrés Remondegui: “En el2009, pudimos volver en familia con mishijos a La Perla. Aunque nos resultó en unsentido paralizante, en otro sentido fuemuy vivificante ver el trabajo de memoriay concientización que allí se realiza. Y conmucho placer vemos cada 24 de marzo ajóvenes con música inundando el espacio.Nosotros, que tenemos cosas que no su-peramos y nos impiden disfrutar junto aellos, hemos llorado con mi esposa viendopor televisión este tamaño cambio, de un

lugar de muerte, a un lugar de vida”.Un símbolo que une el pasado de muer-

te con el presente de vida, es un pequeñobolso de corderoy sobre el que Juana delCarmen Avendaño bordó en letras de lana:“Mis cositas”. Era un regalo para sus hijos,y el 21 de febrero de 1977, cuando se la lle-vaban para fusilarla, se lo entregó a Lilia-na Callizo. El bolso sobrevivió con Liliana,salió en libertad y se exilió con ella en Eu-ropa, hasta que 34 años después volvió aLa Perla, donde se lo puede ver en una vi-trina. Es uno de los conmovedores objetosque forman parte de la muestra ‘(Sobre)vi-das’, una artesanía de vida producida enla fábrica de muerte.

Fiesta por la memoria. León Gieco brindando un recital en La Perla en 2012 al cumplirse los 32 años de democracia.

ESPACIO RECUPERADOAl conmemorarse años del regreso de la democracia, se aprobó a nivel provincial la Ley ., llamada “Ley de la Memoria”. Bajo este reglamento se creó la Comisión y Archivo Provincial de la Memoria, y la preservación de los sitios que funcionaron como Centros Clandestinos de Detención. La Perla fue uno de ellos. En el año , este sitio se abrió públicamente como Espacio para la Memoria y la Promoción de Derechos Humanos. Hoy La Perla funciona como un lugar de reconoci-miento histórico, cultural y de lucha social.

Situado en las afuerasEl Ex Centro Clandestino se encuentra sobre la Ruta Nacional nº que une las ciudades de Córdoba y Carlos Paz. A kilómetros de la ciudad y cercano a la localidad de Malagueño, el edificio es visible desde la ruta. De las . hectáreas que tiene el predio militar, sólo cuatro han sido destinadas para el Espacio de Memoria.

Vista satelital de La Perla, donde se apreciael sector (resaltado) que se representa

en el plano de la derecha.

La Perla fue uno de los Centros de Detención más grandes del aparato represivo comandado por el Tercer Cuerpo de Ejército. Funcionó durante –e incluso antes– del período comprendido entre marzo de y principios de . Luego de esa fecha, la tenencia del lugar fue traspasada al Escuadrón de Exploración de Caballería Aerotransportada , también perteneciente al Ejército. Se estima que La Perla llegó a albergar a entre . y . personas detenidas, la mayoría de las cuales aún permanecen desaparecidas.

E C C D, T- E, E- M P D- H.

Patio de armas

Plano en el que se puede observar el funcionamiento del ex Centro Clandestino de Detención “La Perla”, en los edificios que existían en esa época. E: 1:100

Medidas proporcionales reales

F:-Comisión y Archivo Provincial de la Memoria.-Espacio para la Memoria “La Perla”.

Oficinasde Gendarmería

Desde aquí se vigilaba todo el Centro de Detención. A través

de una radio, la guardia se comunicaba con la patota que

vigilaba y ejecutaba los secuestros. Las oficinas

controlaban el interior y el exterior del predio.

DormitoriosEn esta área descansaba la

guardia militar. También funcionaba como cocina y

comedor, y en ella se elaboraban los alimentos de civiles y militares. Este sitio

era desconocido por los secuestrados.

Depósito de armasEste se ubicaba en la base del

tanque de agua. En esta habitación se depositaban el armamento y las municiones

militares.

Baños y piletonesLas duchas eran uno de los pocos lugares donde los detenidos podían hablar entre sí y verse las caras, ya que algunos lograban sacarse las vendas. La guardia, en permanente vigilancia, controlaba quién entraba y salía de allí.

“La cuadra”Los secuestrados pasaron la mayor parte de su cautiverio en este lugar. Llegaban gravemente heridos, luego de ser torturados con tormentos psíquicos y físicos. Permanecían en ‘la cuadra’ hasta que se les ordenaba su ‘traslado’; generalmente después de ese momento eran asesinados.

Sitio entre ‘la cuadra’ y los dormitorios. Para los detenidos era el lugar de llegada y partida del centro de exterminio.

“Las oficinas”Habitación donde se sistematizaba y almacenaba información extraída mediante torturas a los detenidos-desaparecidos. Aquí figuraba la identidad y permanencia política de cada secuestrado. Los datos se comunicaban a otros destacamentos de seguridad.

Galpón de automotores

Funcionó como depósito de vehículos en desuso y como

taller de reparación. Algunos autos eran robados. En este

galpón se guardaba el camión que trasladaba a los

secuestrados que luego eran fusilados.

Sala de torturasLos represores la llamaban “Sala de Terapia Intensiva”. Se torturaba a los detenidos bajo diversos métodos, y se les sacaba información para realizar nuevos secuestros.

EL JUICIO POR DENTROINFOGRAMA • LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA PERLA EN EL TERRORISMO DE ESTADO

Así era La Perla

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VIDELA, “EL ÚLTIMO PRÓCER”

Cuando autoridades y trabajadoresdel espacio La Perla llegaban para re-cibir a los funcionarios judiciales, tes-tigos y periodistas, observaron queen varios carteles de la colectora queune la autopista con el ex campo deconcentración habían pegado carte-les en ‘homenaje’ al fallecido ex dic-tador Jorge Rafael Videla. “El últimoprócer argentino. El pueblo honestote recordará por siempre y la Patria tedice gracias”, era el texto que acom-pañaba una foto del genocida al ladode un crespón negro. Para EmilianoFessia, la pegatina tuvo “una clara in-tención intimidatoria, que lejos de te-ner ese efecto, nos fortalece más ynos indica que estamos en el buen ca-mino de la consolidación de la Justi-cia y la democracia”.

Furtivo homenaje

INFORME ESPECIAL • LA PERLA HOY

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Los delitos de lesa humanidad son críme-nes que, por su naturaleza, agravian a lahumanidad en su conjunto. Quienes co-meten estos crímenes son los Estados, ogrupos con la capacidad de ejercer un do-minio y ejecución análoga a estos. Son im-prescriptibles debido a su naturaleza ygravedad. Presuponen un insulto al con-cepto mismo de ‘humanidad’.

En 2005, La Corte Suprema de Justiciade la Nación decidió declarar sin efecto“las leyes 23.492 (Ley de Punto Final) y23.521 (Ley de Obediencia Debida) y acualquier acto fundado en ellas que puedaoponerse al avance de los procesos quese instruyan (...) por temas de lesa huma-nidad cometidos en el territorio" nacional.

La anulación retrotrajo la situación legala la existente en 1986, cuando se aprobó laprimera de las leyes anuladas. Estas leyeshabían sido derogadas en 1998, pero la fi-gura de “derogación” no tiene validez pa-ra hechos ya ocurridos, por lo que la anu-lación reactivó el proceso de investiga-ción y enjuiciamiento. Desde entonces, es-te es el quinto proceso oral por delitos delesa humanidad en Córdoba.

1- L . Homici-dio calificado, privación ilegítima de la li-bertad, imposición de tormentos agrava-do, imposición de tormentos seguido demuerte, abuso deshonesto, violación ysustracción de un menor, cometidos entre1975 y 1978 sobre 417 personas. La mayo-ría de ellos, en La Perla y en La Ribera.

2- I. Los organismos deDDHH y algunos particulares llevaron ade-lante una investigación propia, que se su-ma a las acciones de la institución judicial.En el caso de estas causas, la fiscalía fede-ral de instrucción quedó a cargo de Gra-ciela López de Filoñuk. Las víctimas sonrepresentadas por 48 querellas, cada unacon procesos de investigación diferentes.

3- I. A partir de las eviden-cias recolectadas y bajo la sospecha de laacción delictiva, se cita a los acusados aprestar declaración indagatoria. Dentrode los diez días, el juez de instrucción dela causa debe resolver la situación proce-sal, optando entre las figuras de: procesa-miento, sobreseimiento o falta de mérito. El Ministerio Público Fiscal. Intervienecomo órgano demandante en representan-ción del Estado durante la etapa de instruc-ción y como órgano de acusación duranteel juicio oral. Actualmente, esta función re-cae en el fiscal Carlos Facundo Trotta.

4- J . Cuando el juezconsidera completa la instrucción, la cau-sa se remite a la querella para su evalua-ción. Si la estiman completa, correspondesobreseer o elevar a juicio. En caso de quese decida el juicio, se informa a la partedefensora. Las actuaciones de este juiciorecaen sobre el Juzgado Federal N° 3.

5- E T. El Tribunal Oral en lo Cri-minal Federal Nº 1 se encarga de valorar

las pruebas y dictar sentencia. Está presi-dido por Jaime Díaz Gavier, secundadopor los jueces Julián Falcucci, José CamiloQuiroga Uriburu y Carlos Ochoa. El secre-tario del TOF1 es Pablo Bustos Fierro.

6- E . Se prevé la cita-ción de 983 testigos, que brindan testimo-nio en la concurrida sala de audiencias.Cuando el presidente del tribunal lo con-sidera oportuno, el fiscal, las querellas ylos defensores pueden formular preguntasa los testigos, peritos e intérpretes.Asistentes. Todo mayor de 18 años deedad con documentación que acredite suidentidad tiene derecho de asistir a las au-diencias de un juicio oral. Imputados. Siempre que aludan a su de-fensa, los imputados pueden hacer las de-claraciones que consideren oportunas, in-cluso consultar a sus defensores durante laaudiencia. Generalmente, la estrategia dela defensa centra su maniobra en dilatar ytrabar los procesos a partir de herramien-

tas legales que el código penal les brinda,impugnando tanto actuaciones como partesactuantes en el proceso.La defensa. Los 41 imputados del juicio LaPerla son defendidos por abogados públi-cos que ejercen de oficio –con los que el Es-tado garantiza el legítimo derecho de de-fensa de los imputados–, y por abogadosparticulares que son contratados de manerapersonal por los acusados.

7- S. Al finalizar los testimonios,defensas, querellas y fiscales presentansus alegatos al tribunal, que debe recono-cer la razón de alguna de las partes. Lasentencia queda firme luego de vencidoslos plazos para interponer recursos en sucontra o una vez resueltos los mismos.

Fuentes:• Oficina de Prensa de la Cámara Federal de Ape-laciones de Córdoba. • Área de Legales, Investigación y Comunicaciónde H.I.J.O.S y Familiares.

El tercer ciclo que propone Habi-tar el grito será el sábado 16 dejunio a las 16:00 hs en el Espaciopara la Memoria ‘La Perla’. Se tra-ta del fruto de un trabajo conjun-to de este espacio con el Progra-ma Derecho a la Cultura de la Se-cretaría de Extensión de la UNC yel grupo de poetas de Córdoba‘Pan Comido’. La temática del ci-clo será la ‘Poesía en Córdoba’,con la participación de FranciscoColombo y lecturas de MarceloDughetti y Emanuel Rodríguez.

La invitación de Habitar el gri-to apunta a abordar la memoria yel terrorismo de Estado a travésdel arte. Entre los objetivos sepropone la posibilidad de llenaresos ‘ruidos’ con nuevas voces.

La idea inicial del ciclo surgióen el marco de la rememoraciónde la funesta quema de libros re-

alizada el 29 de abril de 1976 enel Regimiento de Infantería Aero-transportada de La Calera, pro-vincia de Córdoba. En este episo-dio ardieron libros de autores co-mo Marcel Proust, Gabriel GarcíaMárquez, Julio Cortázar, PabloNeruda, Osvaldo Bayer, EduardoGaleano, entre otros tantos más.La propuesta de este espacio,

surgida en el año 2012, significóoponerse a esa destrucción, bus-cando crear y recrear a través dela reconstrucción colectiva de lacultura y la memoria.

El primer ciclo tuvo como ejela reflexión y producción poéti-cas. Cada encuentro fue organi-zado en dos instancias con ca-racterísticas diferentes: un espa-cio de taller de producción poéti-ca, y otro momento de formacióny difusión con el formato decharla y ronda de lecturas. Enambas ocasiones, fueron convo-cados jóvenes relacionados a laproducción poética en diferentesámbitos culturales de Córdoba.

Como resultado de este traba-jo, en marzo pasado se presentóel libro Habitar el grito, que reúnelas poesías producidas y com-partidas en los talleres.

Palabras como arma. Fragmento de “Terquedad es virtud”, de Marcio Olmedo Villalobo ().

6 MEMORIAS EN PRESENTE 10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

INFORME • GUÍA PARA COMPRENDER LOS ALCANCES DE UN PROCESO DE DIMENSIONES INÉDITAS EN CÓRDOBA | Por Victoria Picatto y Agostina Parissí

L , - . C , - . H, - J.

El arduo recorrido hasta la sentencia

‘H ’ .U .

Gritamos desde el mo-mento de nacer. Quizáses la forma más carnalque tenemos para ex-

presarnos. Los testimo-nios de los Ex CentrosClandestinos de Exter-minio están llenos de

gritos, todos dolorosos.

EL JUICIO EN LA CALLE • YA LLEGA EL TERCER ENCUENTRO DEL CICLO ‘HABITAR EL GRITO’

Poesía, ese refugio necesario

Ob

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tileza Hab

itar el grito

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La garganta que cantala verdad cuando todavía no es verdadque la madura en su voz el tiempo que los tiempos le ponganque exige mandar a quemaral silencio, que manda a hablarque da voz al silencio, a los silenciadosy también a los silenciadores,cría alimento para los buenos.

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Un joven –veintipico de años–, con auricu-lares y de pie, lee atentamente un panelcolgado en la pared de un pasillo de la Fa-cultad de Artes. Ingresa de a poco en el re-lato de Carolina Llorens sobre la recupe-ración de los restos de sus padres. Sólo sedetiene para quitarse los auriculares: esaspalabras merecen una atención cuidada.Desde que empezó a leerlas, ya no puedeescuchar otra música que la que dicta elpulso de Carolina.

Él no la conoce, tampoco a Sebastián, nia Diana. Pero afirma mientras su miradarecorre el texto. Quizá piense en la valen-tía necesaria para asumir el destino queallí se narra y permitir que, a través de lahistoria propia, otros –como él– entiendanque el presente tiene mucho de pasado.

El 9 de diciembre del 75 fuerzas para-militares secuestraron a Sebastián Llorensy Diana Triay.

Permanecieron desaparecidos hasta el 8de marzo de este año, cuando el EquipoArgentino de Antropología Forense (EAAF)anunció oficialmente a sus familiares laaparición de sus restos. Ambos eran artis-tas y militaban en el Partido Revoluciona-

rio de los Trabajadores (PRT). Fueron ase-sinados tres días después del secuestro,en la localidad bonaerense de EstebanEcheverría.

El reencuentro con los suyos y una des-pedida postergada por más de 37 años,fueron el motivo de reunión. Centenaresde personas se acercaron a la ceremoniaen la Plaza de la Memoria de la Facultadde Filosofía y Humanidades, y más tarde ala muestra “Encuentro con Diana y Sebas-tián: vidas plasmadas en sus expresionesartísticas”, desplegada en el Centro de

Producción e Investigación en Artes (Ce-PIA) de la Facultad de Artes.

La jornada comenzó con la ceremoniade restitución. En ella hablaron Carolina yNelly Llorens, madre de Sebastián. Tam-bién representantes de los organismos dederechos humanos y autoridades de laUNC. “¿Cómo no íbamos a defender la vi-da, esa belleza que teníamos de hijos,compremetidos con esta bella nación?”,reflexionó Nelly al recordar a la pareja.

Seguidamente, se realizaron actuacio-nes musicales a cargo del ensamble Palo y

Mano, y del grupo Rimando Entreversos.Como cierre de la primera parte de la ac-tividad, se plantaron dos ‘árboles de la vi-da’ en memoria de Diana y Sebastián a unlado de la Plaza.

Luego, se dio paso a la muestra. En el re-corrido por el CePIA se exhibían distintostipos de intervenciones. Había una salaespecial con fotografías y cartas, y la po-sibilidad para familiares y amigos de des-pedirse de los restos de los homeajeados.

Allí estaba, también, el joven veinteañe-ro, que ahora retira la vista del panel. Estáconmovido. No le interesa ocultarlo.

Su expresión perdida lo desnuda: cual-quier esfuerzo por dimensionar los tiem-pos que corren, queda corto. Detrás suyounos niños juegan y rien pícaros.

Él ríe con ellos, como agradeciendo elencuentro, y se retira.

7El diario del Juicio La Perla| 10 al 23 de junio de 2013

EL JUICIO EN LA CALLE • ‘ENCUENTRO CON DIANA Y SEBASTIÁN’ EN LA UNC | Por Miguel Magnasco

EN PROFUNDIDAD

Encuentro y despedidaE 31 S L D T. T .

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Este ejemplar contó con el aporte solidario de las siguientes organizaciones:

· Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC)

· Sindicato de Trabajadores de la Industria de laAlimentación (STIA)

· Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial de laProvincia de Córdoba (AGEP)

· Sindicato Luz y Fuerza - Córdoba

· Unión Obrera Gráfica Cordobesa (UOGC)

· Cooperativa Integral de Provisión de Servicios Públicos, Vivienday Consumo de Villa Carlos Paz Ltda. (COOPI)

A Diana y Sebastián estudiaron en la Es-cuela de Artes. Dejaron obras escritas:

“Esperanza de vivirde construir un mundode vitorear la revoluciónde caminar,simplemente uno,en todos los demás.”

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Han pasado muchos días desde aquel 4 dediciembre de 2012, primer día del juicio,en el que me dirigía por avenida HipólitoYrigoyen hacia los Tribunales Federales.

Al final de la avenida, en la Plaza Espa-ña, como cada año, se podía observar elarmazón de lo que pronto se llenaría deluces por las noches y se convertiría enun inmenso árbol de Navidad.

Al verlo, no pude dejar de recordar laspalabras que una vez nos relató LilianaCallizo: “Fue una noche de pan dulce… Sucuerpo lacerado se arqueaba en lo alto,mientras sus brazos y pies permanecíanatados. Combinaban picana, con golpesde garrote y fustazos, además de los bal-dazos de agua para que la electricidad co-rriera como un rayo por el cuerpo. Laschispas volaban por ‘la margarita’, mien-tras la mujer gritaba: «¡Con mis hijos no,con mis hijos no!». ¿Qué pasó después?Agonizó con su cuerpo invadido por lasmoscas. La encontró un guardia a la ma-ñana siguiente”.

¡Una Navidad más! ¡Una muerte más!Atada a la cama de tortura, delirando,

destrozada, moría Herminia Falik de Ver-gara. Ella y tantas otras personas agoniza-ban en la oscuridad de la cuadra o en lasala de tortura; solos, y apenas a 12 kiló-metros de la capital de la provincia.

Mientras, la ciudad festejaba.Este hecho en sí mismo simboliza lo que

era La Perla en ese momento: una maqui-naria de muerte y tortura.

A partir de aquel 4 de diciembre hemosasistido en cada audiencia a testimoniosdesgarradores, atroces. Como el de MaríaSilvia Vergara Falik –de 36 años– que en elmomento en que secuestraron a su mamáy a su papá tenía tan sólo un año. “Yo ne-cesitaba tener padres, y no los tuve. Poreso, hoy quiero ser la voz de los que nopodemos superar el dolor, la voz de todoslo que hoy no tienen voz. Mi hermana nopudo venir, atravesada por el dolor. Hoytambién soy la voz de mis hijos”. María Sil-via es la hija de aquella mujer que asesi-naron en una Navidad y que tuvo la forta-leza de declarar teniendo a sus espaldas a

quienes destrozaron a Herminia.

DESTRUIR Y DENIGRAR“La tortura es el vaciamiento de la perso-na, es la despersonalización. No sos másun sujeto, y eso se construye en todos losactos, no sólo en los golpes, no sólo en latortura. Uno queda seco por dentro y por

fuera, sobre todo después de la picana”,escuchamos decir a Ana Mohaded. Ellatambién recordó, desde su silla de testigo,los nombres de muchos compañeros:“Carlos Perucca me dijo que después de lapicana no aceptara agua, ya que me iba amorir si la tomaba. Un día, él se cruzó decolchoneta y me dio un pedazo de pan,creo que es el trozo de pan más rico queprobé en mi vida. Compartí la mitad conClaudio Soria. Perucca me dijo consterna-do que a su esposa, Catalina Abad, ya lahabían matado”.

“La Perla te obligaba a buscar tu propiareserva y hundirte adentro, aferrarte a lomás lejano y cercano que tuvieras ahí, yaguantar lo que se pudiese. Te preserva-

bas en ese pequeñito mundo, a pesar deestar totalmente obturado por los demás.Hasta estaba vedada la posibilidad de lareflexión y la posibilidad de pensarte convos mismo, porque en cualquier momentose acercaban y te tiraban los perros enci-ma, te golpeaban”, relató Mohaded.

Pero aquel pasado de horror y muerte,

el no tener siquiera derecho a pensar –porlas dudas algún verdugo pudiera ingresaren el pensamiento de los prisioneros–, setransforma hoy en un grito de justicia, eneste juicio que va desnudando, día a día,esa maquinaria de muerte para decirnos atodos que lo que sucedió no fue obra de lacasualidad. En el juicio La Perla, emergena la superficie las complicidades de dis-tintos estamentos sociales que contribu-yeron a nuestro ingreso en esa negra no-che que duró siete años.

EL FIN DE LA IMPUNIDADY cómo no recordar la declaración de So-nia Torres, con los detalles de su búsque-da incansable y la certeza del nacimiento

de su nieto en cautiverio. Por mucho tiem-po resonará en nosotros su pedido con-movedor que, con voz entrecortada, diri-gió a los imputados: “A los señores quevan a ser juzgados les pido que en un actode terrible humanidad nos digan a qué fa-milias entregaron a nuestros nietos y dón-de están los huesitos de nuestros hijos”.

Es imprescindible decirlo. Todos los tes-tigos –sobrevivientes, familiares, amigos–unificaron un pedido: saber dónde estánlos restos de los desaparecidos.

Este juicio viene a saldar deudas en unaconjunción de pasado y presente. Paraque esto ocurra, están quienes sobrevivie-ron y pueden dar cuenta de lo que fue elsubmundo del campo de concentración.

La impunidad con la que contaron losrepresores no les resultó ser eterna comopensaban. No son dioses como lo creye-ron y dijeron tantas veces. Pero sí tienenuna ventaja sobre los desaparecidos: hoypueden estar sentados en el banquillo delos acusados con el derecho que les asis-te de someterse a un juicio justo.

El juicio que se está realizando en Cór-doba nos dice que ya no hay más tiempo.Ya no hay posibilidad de un paso atrás,aunque algunos quieran reconciliación,como si se pudiera borrar el pasado y per-donar lo imperdonable.

Cuando este juicio llegue a su fin, la sen-tencia del tribunal será el corolario de unpasado atroz, sombrío, que servirá paramirar hacia adelante.

Porque aquel pacto que se juraron lossecuestrados, hoy es una realidad: “El quesale con vida tiene la obligación de con-tarlo”. Son ellos los que durante el tiempoque dure el juicio sentirán la obligación dedetallar en qué consistió la oscuridad delcampo de exterminio, de dar los nombresde las personas que subían al camión dela muerte, de revelar quiénes fueron losque los torturaron, a ellos y a quienes yano tienen voz. Y aunque los represoresquieran desacreditarlos, ya nadie les cree.

Los sobrevivientes tienen a su cargo latarea de dar a conocer a la sociedad loque significa La Perla: una mancha eterna.

Por Ana Mariani

8 CONTRATAPA

La Perla: una mancha eterna

24

Santa Fe 11, Bº AlberdiCórdoba, ArgentinaTel: (0351) 425 6502

[email protected]@gmail.com

Consejo Editor: Por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Cba.: Betty Argañaraz, Rosario Rodríguez, María del Carmen Torres, Angel Villanueva. Por Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba: Lucas FanchínDirección General: Sebastián Puechagut • Secretaría de Redacción: Agostina Parisí · Redacción: Alexis Oliva, César Pucheta, Miguel Magnasco • Corrección: Victoria Picatto • Dir. de Arte: Sebastián Puechagut · Diseño: Pablo Gamboa Fotografía: Manuel Bomheker, Nicolás Castiglioni · Ilustración: Francisco Ferreyra · Distribución: Julia Soulier, Ernesto Torres • Colaboraron en este número: Victoria Degenaro, Soledad Soler, Mariana Bringas, Emilio PihenAdministración: Mario Toranzo • Impresión: Comercio y Justicia Editores • Producción gráfica y editorial: Usina Creativa - agencia de comunicación - Tel: (0351) 4271736 - usinacreativa.com.ar - [email protected]

Tirada de esta edición: 30.000 ejemplares de distribución gratuita · ISSN: 1853-8290 · Será Justicia es propiedad de Familiares Córdoba (Personería Jurídica 234-A-1992)Avales y reconocimientos: Beneplácito del Concejo Deliberante de Córdoba (2010) • Declaración de Interés Legislativo por la Legislatura de la provincia de Córdoba (2010) • Declaración de Interés por el Senado de la Nación (2010) • Reconocimien-to institucional del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (2010) • Aval Institucional de la Escuela de Ciencias de la Información (2010 y 2011). Distribución: en red de organizaciones y con los siguientes diarios y periódicos:Tribuna (Bell Ville), Sumario (Alta Gracia), Energía Positiva (Sindicato Regional de Luz y Fuerza), Megáfono (Rio Cuarto), El Despertador (Jesús María), El Ciudadano (Villa Dolores), La Mañana (Córdoba), Comercio y Justicia (Córdoba)

Periodista cordobesa. Coautora, junto a Alejo Gómez Jacobo, del libroLa Perla. Historia y testimonios de un campo de concentración

10 al 23 de junio de 2013 | Será Justicia

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