1Texas, 1881Plenomedioda... horaquees sinnimodemuerteenmuchas
ciudades del Oeste. Esapoblacin no era diferente. Bastaba la hora
para que quienes no se haban enterado adiinaranqu! iba a ocurrir al
er que otros corran para despe"ar la calle. #lo una cosa poda
proocarseme"ante !xodo a esa hora del da.Plenomedioda...
unahorasinenta"as, sinsombrasquedistra"eran, sinunsolba"oquece$ara
% pronosticara cu&l sera el encedor. #era una pelea "usta se$'n
las costumbres de la!poca. (adie se detendra a pre$untarse si el
desafiado quera participar o no) nadie era nadain"usto en el hecho
de que se le obli$ara. El hombre que se $anaba la ida $racias a su
relerno tena muchas opciones.*a calle %a estaba casi desierta) en
las entanas se concentraban los ecinos que esperabaner morir a
al$uien. +asta el iento de oto,o se detuo un momento, de"ando que
el polo seposara ba"o los ra%os intensos del sol de noiembre.-esde
el extremo norte de la calle ena Tom Pr%nne, el desafiante, aunque
ahora se hacallamar Pecos Tom. *leaba esperando una hora desde que
lan.ara su desafo/ tiempo suficientepara pre$untarse si esta e. no
se haba precipitado un poco. (o/ eran slo nerios tontos, que
lomolestaban antes de cada pelea. #e pre$unt cu&ntos duelos a
pistola haran falta para sentirse tansereno como se mostraba el
otro.0 Tom no le molestaba matar. *e encantaban el triunfo % el
poder que senta despu!s, lasensacindeserinencible.1 el miedo.
2Por-ios, cmole$ustabaquela$enteletuieramiedo3 45u! importaba,
pues, si deba soportar !l mismo un poco de miedo antes de cada
pelea6*o de despu!s ala la pena.+aba estado esperando una
oportunidad como esa, la posibilidad de enfrentarse con
al$uienconocido.
(olosatisfacalaceleridadconquecirculabasupropionombre7oel
quehabaadoptado8. 0ll, tan al sur, nadie haba odo hablar de Pecos
Tom. #i lo olidaban incluso dondehaba estado era porque todos sus
duelos eran siempre con 9don nadies9 como
!l.Perosuadersariodeeseda, 0n$el... #unombrelepresentabamu%bien.
0l$unos lollamaban El 0n$el de la :uerte, % con motios.(adie saba a
cu&ntos hombres haba matado. 0l$unos decan que el mismo 0n$el
no podacontarlos. Tena fama, no slo de ser elo., sino de tener una
puntera infalible.Tom no tena tanta puntera, pero era m&s elo.
sin duda. 1 saba con exactitud a cu&ntoshombres haba matado/ un
fullero, dos $ran"eros % un subcomisario que lo haba perse$uido
ela,oanterior pensandoquemerecalahorcapor disparar
contraunhombredesarmado. -elsubcomisario nadie saba nada, por
suerte. El quera que su nombre fuera c!lebre, pero no poraparecer
en los letreros de 9Buscado9.Ese no sera el primer duelo de su bree
carrera. En $eneral tena suerte, pues una de
cadadoseceslebastabadesenfundar)
suadersarioquedabatanespantadoporsuceleridadquede"aba caer el arma
% se daba por encido. Tom contaba con que ese da ocurriera lo
mismo) noima$inaba que 0n$el fuera a soltar el arma, pero confiaba
sorprenderlo al punto de tener tiempopara afinar la puntera) de ese
modo sera !l quien quedara de pie cuando el humo se diseminara.Por
su parte, haca apenas dos das que estaba en esa poblacin. Tena
planeado partir esama,ana, pero la noche anterior le lle$aron
rumores de que haba lle$ado 0n$el.
Estabacompletamentese$urodequenadie, encambio,
habahechocircularlanoticiadesupropialle$ada. 0 partir de ahora su
presencia se comentara.Pero 0n$el no era exactamente como !l lo
haba ima$inado. Por al$una ra.n, al detenerlo ala salida del hotel,
esa ma,ana, esperaba que fuera m&s alto, m&s maduro % no
tan imperturbableante un desafo/ reaccionaba como si batirse o no
batirse le diera i$ual. Pero Tom no de" que esolo preocupara.
Bloque&ndole el paso, pronunci en o. bien alta, para que todos
los presentespudieran or/; 40n$el6 -icen que eres r&pido, pero
he enido a decirte que %o lo so% m&s.;
