Slarpietriarturo Laslanzascoloradas 110815183911 Phpapp01 (Autoguardado)

7/23/2019 Slarpietriarturo Laslanzascoloradas 110815183911 Phpapp01 (Autoguardado)

1/161

Arturo Uslar Pietri

Las lanzas coloradas

O.N.C.E.

Centro Bibliogrfico y Cultural C. La Corua, 1 Telf. !11"# "$%"% &a'ri'

El Libro 'e Bolsillo Alian(a E'itorial, ).A., &a'ri'Calle &iln, #

Co*+uesto en A. . -ernn'e(, ).A.

Ou'ri', 11. &a'ri'"

/*+reso en ClosasOrcoyen, ).L. Pol0gono

/garsa Paracuellos 'el ara*a &a'ri' /.).B.N.2

$3"%4555%67e+8sito Legal2 &. #1.'ia1


2/161

LAS LANZAS COLORADA Arturo Uslar Pietri 2

Arturo Uslar Pietri

Esta'ista, 'i+lo*tico y +rofesor uni9ersitario, las a+ortaciones 'e ArturoUslar Pietri a las letras 9ene(olanas :an resulta'o 'ecisi9as.

;Las lan(as colora'as;, +ublica'a original*ente en 15#1 y tra'uci'a anu*erosas lenguas, es ya una obra clsica 'e la literatura latinoa*ericana 'enuestro siglo. A*bienta'a en la ue 'estaca la figura es+l=n'i'a 'el *ulato rebel'e, Presentaci8n Ca*+os.La fuer(a 'ra*tica 'e la situaci8n, la eficacia 'e la t=cnicai*+resionista, la au'acia 'e las *etforas, la no9e'a' 'e las i*genes y elrit*o 'e la +rosa con9ierten al relato, *s all 'e la reconstrucci8n :ist8rica'e un +er0o'o 'ecisi9o +ara la configuraci8n 'el continente a*ericano, en una

no9ela *agistral +or sus 9alores +ro+ia*ente literarios.

7esta>u= al sargento a*8n


3/161

I

Noche oscura! Vena chorreando el agua, chorreando, chorreando, como si ordearan elcielo. La luz era de lechuza y la gente del mentado Matas vena enchumbada hasta elcogollo y temblando arriba de las bestias. Los caballos planeaban, zua! y se iban de bocapor el pantanero. l "ro puyaba la carne, y a cada rato se prenda un rel#mpago amarillo,como el pecho de un $risto"u%. & tambor y tambor y el agua 'ue chorreaba! l mentadoMatas era un indio grande, mal encarado, gordo, 'ue andaba alzado por los lados del (ao ytena pacto con el )iablo, y por ese pacto nadie se la poda ganar. Mandinga le suetaba lalanza. (acto con Mandinga!

La voz se hizo cavernosa y lenta, rebas* el corro de ocho negros en cuclillas 'ue la oan yvol*, llena de pavoroso poder, por el aire azul, bao los #rboles baados de viento, sobretoda la colina. Mandinga+ la voz rode* el edi"icio ancho del repartimiento de esclavos,

estremeci* a las mueres 'ue lavaban ropa en la ace'uia, lleg* en irones a la casa de losamos, y dentro del pe'ueo edi"icio del mayordomo alcanz* a un hombre moreno y reciotendido en una hamaca.

Mandinga! Los ocho negros en cuclillas contenan la respiraci*n.

ea la noche! No se oa ni el canto de un p#aro- el cielo, negro como "ondo de pozo, yMatas punteando callado. No marchaba sino de noche, como murci%lago cebado.delante, como toro madrinero y atr#s los veinte indios! h, malhaya del pobre 'uetropiece con Matas! l pobre 'ue encuentre lo mata, ah, malhaya!

Montaba en un potro 'ue heda a azu"re y echaba candela, y, por eso, desde leos, lagente lo vea venir. staba la noche cerrada como pluma de zamuro. & ahora viene lobueno!...

La voz del narrador e/citaba la curiosidad de los negros de una manera desesperante- seencenda como una luz absurda en la tarde llena de sol y alcanzaba al mayordomo tendidoen la hamaca. Lo molestaba como una mosca persistente. 0ronceado, atl%tico, se alz* ylleg* a la puerta de la habitaci*n- el sol le labr* la "igura poderosa y el gesto resuelto.

Vio el corro en cuclillas, all# unto a la pared, los torsos negros desnudos y la voz aguda.

3

r oby2001@ h o tmail.com


4/161

1aagua y rel#mpagos. 2ba la tropa apretada con el "ro y el miedo y Matas adelante.$uando ven venir un puo de gentes- ah, malhaya! ra poca la gente y vena con ellos unhombre chi'uito y "laco, con patillas y unos oos duros.

1 spritu 3anto! 4interrumpi* uno4, 5y c*mo con tanta oscuridad pudieron ver tanto6

1 7u#! 5& los rel#mpagos6

1 8hm! 59: estabas ah6

1&o no. (ero me lo cont* uno 'ue lo vio. &, adem#s, yo no le estoy cobrando a nadiepor echar el cuento.

0ueno, pues! $uando Matas ve la gente pela por la lanza y se abre con el potro. Losotros se paran viendo lo 'ue pasaba. & ahora es lo bueno!

& va Matas y le pega un grito al hombre chi'uito+ ;pa, amigo. 58sted 'ui%n es6;. & elchi'uito le dice como sin 'uerer+ ;5&o6 0olvar;.

(ersign#rsele al )iablo no "uera nada- echarle agua a la candela no "uera nada- perodecirle a Matas+

&o soy 0olvar!;. (ar* ese rabo y se "ue como coteo en mogote, ido de bola, con todo ypacto con Mandinga.

Los negros comenzaban a celebrar con risas el cuento, cuando la sombra de un cuerpose proyect* en medio del crculo.


5/161

10uen da, seor.

1 5(or 'u% no "uiste a decirme 'ue habas regresado6

13, seor. 3i iba a ir. horita mismo iba a ir.

12bas a ir y tenas una hora echando cuentos.

No intent* usti"icarse- pero como un perro se alarg* sobre el suelo sumisamente.

1 59raiste al hombre6

13, seor, lo trae. s un musi: catire. hora est# con los amos. s muy simp#tico. 3ellama el capit#n )avid. 9raa una pistola muy bonita y me habl* bastante.

1&o no estoy preguntando nada de eso.

Vete! l esclavo huy* de nuevo.

(resentaci*n $ampos comenz* a marchar a paso lento. 3u carne s*lida se desplazabacon gracia. La pisada "irme, la mirada alta, el cabello crespo en mareada. 2ba "uera de laraya de sombra de la pared del repartimiento de los esclavos, por cuya ancha puerta sala latiniebla acumulada a deshacerse en el aire. )entro, en la sombra, ardan los oos de losnegros. 3in detenerse, meti* una mirada r#pida, una mirada "ra y despiadada. ll dormanlos esclavos- ola a ellos, al sudor de su carne "loa y repugnante. $arne negra, magra, consangre verde y nervios de miedo. =izo una mueca y sigui* marchando.

2ba por en medio de los #rboles en toda la parte alta de la colina- a lo leos, su miradapoda navegar el verde vivo de los tablones de caa, y m#s all# los cerros roos, y m#s all#,los cerros violetas. l pie de la colina, la torre y los altos muros de ladrillo del trapiche y elhormiguear de los esclavos.

n la ace'uia, unas esclavas lavaban, cantando a una sola voz con las bocas blancas.

10uen da, don (resentaci*n.

l amo haba prohibido 'ue se le diera al mayordomo ese tratamiento- pero ante el

imperio de sus oos y la "uerza de sus gestos, las pobres gentes no acertaban a decir otracosa.

n la carne prieta, los dientes y los oos blan'ueaban acariciadores, h:medos dezalamera melosidad.

10uen da, seor.

n su caminar maestuoso, apenas si responda a a'uella especie de rito de los d%biles asu "uerza.

>unto a un #rbol, un vieo con la pierna desnuda, cubierta de llagas rosa+

5



6/161


8na moza mestiza con un c#ntaro de agua sobre la cabeza+


nte la debilidad de los dem#s senta crecer su propia "uerza. Los "uertes brazos, lasanchas espaldas, los recios m:sculos, le daban derecho a la obediencia de los hombres.


7/161

10ueno, 5y 'u% vamos a hacer6 3i hay guerra, hay guerra. 3i no hay guerra, no hayguerra. 5Bu% vamos a hacer6

lguien advirti* el mayordomo 'ue se acercaba.

1 (resentaci*n $ampos!

10uen da, seor.

3almodiaron todas las voces.

hora pasaba "rente a la casa de los amos. La ancha escalera 'ue daba acceso alcorredor alto, algunas luces encendidas en el piso superior y el ruido del viento en laarboleda 'ue la rodeaba.

(asaba por delante de la casa de los amos y se detuvo. 'uella casa, a'uellas gentes

eercan sobre %l como una "ascinaci*n.

Vena un esclavo.

1Natividad 4llam* el mayordomo.

l esclavo se apro/im* con presteza.

1 53eor6

1Bu%date a'u un rato.

Las dos "iguras 'uedaron silenciosas ante la masa blanca del edi"icio.

1Natividad, 5te gustara ser amo6

l esclavo no acertaba a responder.

1 59e gustara6 )melo!

1(ues, tal vez s, seor.

(resentaci*n $ampos guard* silencio un instante, y luego, ilumin#ndosele el rostro conuna sonrisa brusca+

1 59al vez6 mo es amo y esclavo es

esclavo! Natividad asinti* tmidamente.

1(or eso es 'ue es buena la guerra. )e la guerra salen los verdaderos amos.

8na media luna "r#gil madur* en el lomo de un cerro.

7



8/161

(resentaci*n $ampos regresaba seguido del esclavo. 3u voz se hilaba entre la sombrade la tarde.

1La guerra...

1La guerra...

)io dentro de la casa un mozo grueso a una muchacha p#lida 'ue deaba correr la manosobre el teclado de un clave.

1La guerra, 2n%s, es algo terrible de 'ue t: no puedes todava darte cuenta.

n el sal*n decorado de roo y dorado son* la voz "resca de la muer+

1 5Bu% nos importa a nosotros la guerra, ernando, si vivimos "elices y tran'uilos en ;lltar;6 5Bu% puede hacernos a nosotros la guerra6

ernando era un poco grueso, con el cabello y los oos oscuros y el gesto displicente. 3uhermana 2n%s era una oven p#lida, vestida de negro, con los oos iluminados y las manossutiles.

La luz de los candelabros disparaba re"leos a todas las molduras de los marcos y a labarnizada tela de algunos retratos, donde hombres taciturnos y mueres sonrientes vestanuna carne id%ntica.

1 la guerra no se va por gusto, 2n%s, sino "atalmente. =abr# 'ue ir.

hablar de eso ha venido el capit#n ingl%s.

Bued* en silencio, sin responder.

Lentamente "ue haciendo surgir las notas pueriles del clave, hasta comenzar una melodamon*tona, una m:sica delgada y tr%mula, en la 'ue se sentan temblar las cuerdas y 'uepuso oleoso el aire 'ue arda en las velas 'uietas.

1 5& por 'u% e/iste la guerra6 4interrumpi* ella de pronto, mir#ndolo con "ieza4. 3, 5por

'u% e/iste6 3i todo el mundo puede vivir tran'uilo en su casa. 5(or 'u% se van a matar loshombres6 &o no lo comprendo.

ernando sonri*.

18na cosa tan horrible en 'ue todo el mundo muere, 5por 'u% e/iste6

n sus palabras ingenuas estaba vivo el desasosiego de la guerra.

stremeca las almas, vibraba en el aire, sacuda las hoas de los #rboles en los leanoscampos. staba desatada la guerra. n todos los rincones, mueres llorosas decan adi*s a

los hombres. (or los pueblos pasaba la caballera "loreciendo incendios. n a'uel minuto,alguien mora de mala muerte.8



9/161

ernando de* de sonrer.

1l mundo no ha sido hecho, 2n%s, para lo meor. (or eso, ustamente, es di"cile/plicarlo. La guerra est# en %l, y nadie la ha trado, ni nadie podr# 'uitarla.

Volvan de nuevo a correr las manos sobre el teclado.

(or la escalera 'ue del piso alto desembocaba unto a la puerta del patio, apareci* unasilueta. 8n hombre rubio y esbelto. lrededor del cuello y en los puos mucho encaevaporoso- el cuerpo ceido en una casaca de seda lila de hondos re"leos, botas pulidas, eldorado cabello partido en dos trenzas 'ue le caan sobre los hombros- patillas y bigote "ino-los oos azules como agua con cielo y con hoas.

n vi%ndolo, ernando se puso de pie y "ue a su encuentro. Le tom* las manos cone"usi*n y lo trao hasta unto al clave.

12n%s, el capit#n )avid.

2nclin* ella la cabeza y %l hizo una muy cortesana reverencia.

Luego sent#ronse en los sillones muelles, y ernando comenz* a hablar+

1$apit#n, 5c*mo de* usted a 0ernardo6

1Muy bien. @l cree 'ue todo saldr# de la meor manera y 'ue pronto tendremos ocasi*nde enrolarnos.

13upongo 4intervino 2n%s4 'ue usted estar# "atigado del viae- de modo 'ueinmediatamente despu%s de la comida se acabar# la velada y podr# usted dormir.

13e lo agradezco mucho, pero no estoy "atigado. 9engo la costumbre de viaar y dehacer largas marchas.

$on in"antil curiosidad dio de nuevo+

1ernando me ha dicho 'ue usted ha viaado mucho. $u%nteme algo de sus viaes,

5'uiere61 5Le gustan los viaes6

1 Mucho! )ebe ser lindo estar cada da en un lugar nuevo.

13- a veces!

1& viaar por el mar.

1 h!, el mar s es verdaderamente bello.

1&o no lo conozco, capit#n- pero me lo imagino.9



10/161

13e lo imagina. 5$*mo6

1Muy "#cil. 3i toda la tierra y todos los cerros se "undieran- si crecieran todos los ros- silas gentes, las casas, los animales, los #rboles, las hoas, se volvieran agua. s debe ser el

mar.

1s es 4a"irm* el ingl%s haciendo una mueca simp#tica.

13- pero cu%nteme sus viaes.

1 h! &a crea 'ue se le haba olvidado. 0ueno. Buiere 'ue le hable de 2nglaterra..., despaa...

1 )e spaa!

1 h! spaa. 9ierra amarilla con buenas ventas, donde paran los soldados a tomarvino. (or las sierras andan bandoleros montados. La conoc bastante cuando la guerra...

La :ltima palabra creci* ante ella como un monstruo y la volvi* a llenar de in'uietud.$orra por el aire la "rialdad de las lanzas.

1 No! No hable de la guerra.

1ntonces, 5de 'u% 'uieres 'ue hable6 4dio ernando.

1)e todo, menos de eso.

l capit#n sonrea.

10ueno. stando una vez en Venecia. gua verde y palacios roos...

n las pausas penetraba la soledad silenciosa 'ue los rodeaba. l cuento la tenasuspensa. ernando oa con displicencia y el narrador prosegua gravemente+

1stando una vez en Venecia...

)e pronto, desde a"uera, desde leos, atravesando el ancho corredor 'ue daba vuelta aledi"icio, llegaron a ellos, revueltamente, gritos de hombres y latir de perros en"urecidos.

La noche se eriz* de voces. 0rusco mundo de ruido en la sombra.

1 eepaaaa!

1 eeeehhhpaaaahhh!

1 $ogi* por la "alda!

1 t#enlo! 10r oby2001@ h o tmail.com


11/161

1 eeepaah!

l vocero se aleaba r#pidamente, como si descendiera por el otro lado de la colina.

staban callados. =erva la luz de las buas.

1 5Bu% pasa6 4pregunt* el capit#n.

l cabo de un rato ernando respondi*+

1lg:n esclavo 'ue se ha ido.

3e iba el ruido alcanzando el con"n nocturno, apag#ndose como una luz leana,invadiendo la tierra dormida en la distancia.

$ontinuaban callados.

n la noche, llena de presagios, se senta nacer el silencio.

II

$uando la tierra de Venezuela era s*lo selva intrincada y llanura #rida, comenzaron a

abrir el camino del hombre los encomenderos.

ran duros, crueles, #speros, #vidos de oro, y, sin embargo, tambi%n como iluminados deuna divina misi*n.

)e spaa llegaban en los galeones lentos 'ue aran el mar y en la primera costa sedispersaban como un vuelo de p#aros altaneros.

ueron tiempos heroicos. 2banse unos a $oro a establecer su solar, otros se 'uedaban enuna sierra de la costa, otros llegaban a $uman#, algunos penetraban hacia el centro, y todosad'uiran su encomienda de indgenas, erigan una horca, "undaban una ciudad, y con los

indios indolentes se daban a romper la tierra virgen para buscar oro o para sembrarla.

lgunos se 'uedaban en las guarniciones, a algunos mataban las "lechas o las "iebres,alguno enveeca pobre soando con una e/pedici*n a l )orado "abuloso.

ntre ellos vino don >uan de rcedo, matachn, ugador y arrogante.

n la ciudad nueva perdi* el poco dinero 'ue traa, ugando con otros soldadotes. 9enaorgullo, solicit* una encomienda, se la concedieron tierra adentro y se "ue. 3e "ue a lomos decaballo, con otros cuatro aventureros y veinte indios d*ciles, derribando #rboles paraconstruirse el camino paso a paso. l cabo de un mes lleg* a un valle 'ue le pareci*

conveniente.

11



12/161

$lav* una pica en tierra, proclam* solemnemente 'ue tomaba posesi*n de a'uel sitio,'ue en adelante se llamara ;l ltar;, erigi* una cabaa e hizo dar muerte a un indio, paracon ese primer acto de usticia dar comienzo a su urisdicci*n.

;l ltar; prosper*. n las pro/imidades se establecieron otros espaoles y otros. La tierracomenzaba a poblarse. )on >uan cas* con la hia de un amigo, y muri* de vieo- y su hiodon )iego muri* de vieo- y su nieto don rancisco muri* de vieo. (ero a su bisnieto, don$arlos, le toc* distinta suerte.

)on $arlos llev* una vida tran'uila hasta los cuarenta aos de edad.

$uidaba de la prosperidad de sus cultivos, importaba los "inos caballos andaluces, hacavisitas a los amigos de la comarca peri*dicamente, y en esas ocasiones sala al "rente deuna verdadera caravana cargada de regalos+ telas, "rutas, armas, im#genes piadosas, pararepartir entre sus amistades.

$as* oven- su muer haba muerto- le 'uedaba una hia tmida y tierna.

d'uiri* tierras en la vecindad y vino a establecerse en ellas don >os% onta, hombredesp*tico, acompaado de su hio Manuel, un gigant*n est:pido, "uerte y cruel.

)on >os% onta eercitaba malas artes+ sonsacaba hombres, provocaba incendios,mandaba matar y aspiraba a eercer una especie de autoridad sobre todos sus vecinos.$omparta su vida una india viea y huraa, de la 'ue las gentes cristianas, 'ue eran todas,decan 'ue era brua y 'ue, por medio de "iltros y bebedizos, dominaba a don >os% y lesostena el car#cter "eroz.

Manuel, el hio, maltrataba a los indios, violaba las mueres, e/terminaba los animales ybeba aguardiente hasta 'uedar tendido bao un #rbol das enteros.

Lentamente, las tierras de don >os% crecan. $ompraba a los vecinos a precios irrisorios,amenaz#ndolos con matarlos, oblig#ndolos a vender, incendiando las siembras, robando lascosechas. n poco tiempo era %l, despu%s de rcedo, el principal terrateniente de la regi*n.

$omenz* entonces la codicia de onta a eercerse sobre las tierras de rcedo.

(rimero le propuso comprarle una pe'uea parte, a lo 'ue rcedo no accedi*.l poco tiempo, un medioda c#lido, se present* onta con su hio en la casa de don

$arlos. rcedo y su hia vieron entrar los dos b#rbaros y tomar asiento de una manerainsolente.

Manuel observaba la delicada criatura con oos hambrientos. l padre habl*.

Vena a proponerle el matrimonio de sus hios.

)on $arlos de rcedo interpret* la demanda como una o"ensa, no respondi* una palabra

y se retir* con su hia al interior de la casa.

12



13/161

)esde ese da 'uedaron enemigos declarados.

(oco tiempo despu%s cambi* por completo la vida de don $arlos. 3e hizo cruel, comenz*a ser duro con su hia, propinaba a sus hombres tremendos castigos por cual'uier "utileza,hua el trato de las gentes y se encerraba das enteros sin 'ue nadie le viese el rostro.

9odas a'uellas gentes 'ue vivan empalagadas de la vida mon*tona no podan dearpasar inadvertida tan e/traordinaria novedad. $omenzaron a imaginar historias. 3e dio 'uedon $arlos estaba loco+ un mal brusco lo habra sacado del mundo normal- 'ue estabaendiablado- un da de "la'ueza pudo col#rsele adentro el mal espritu, 'ue a tal puntotrastrueca las gentes 'ue las hace abominables- se dio, y a esta creencia se a"erraronpronto todas las almas cobardes, 'ue se estremecen en el borde de lo sobrenatural, 'ue laindia brua de onta lo haba tomado bao su poder.

9iempo tena sumido en este nuevo vivir, cuando un da lleg* a ;l ltar; un indio de unaraza distinta de todos los 'ue por all se conocan.

=ablaba algunas escasas palabras espaolas y vea con asombro las gentes.

)on $arlos de rcedo habl* con el indio, y a'uella conversaci*n "ue de"initiva en su vida.

Vena del 3ur, del remoto 3ur, de las hondas tierras vrgenes, adonde el blanco a:n

nohaba llegado.

1


14/161

13, mi amo.

13i lo has visto, l )orado e/iste y es posible encontrarlo.

)on $arlos de rcedo no pens* en nada m#s. Crganiz* una e/pedici*n con treinta indiosy diez espaoles, y con el gua deslumbrado se pusieron en camino una madrugada en elnombre de )ios. 2ban posedos de una in"inita ansia.

(asaron los das. La hia de don $arlos, en la casa, rodeada de esclavas, se consumarezando interminables oraciones ante un $risto de rostro ag*nico. (asaron los meses. )ea'uel pe'ueo grupo de hombres, perdido en la vasta tierra desconocida, no tornaba nadie,y las gentes los sentan sumidos como en un misterio vecino de la muerte.

(as* un ao. (as* ao y medio.

2nesperadamente, en"ermo, herido, cadav%rico, regres* uno de la partida.

3u relato "ue horrible.

=aban andado por das y das y das inaugurando el misterio de la tierra ine/plorada, ycada vez el paisae era distinto y la distancia, ante los oos, mayor. scaseaban lasprovisiones, comenzaron a en"ermarse algunos, a desesperanzarse los otros, a estardescontentos los m#s. 8n da tuvieron conseo con don $arlos. Le propusieron regresar, ya'ue todava sus recursos lo permitan. No 'uiso orlos. 2ban en busca de l )orado y noregresaran sin encontrarlo. La marcha se iba haciendo m#s penosa.

vanzaban cada vez menos. l gua hablaba constantemente de 'ue estaban a punto dellegar- desde lo hondo de sus corazones e/haustos todos se resolvan a hacer el es"uerzo-pero continuaban por horas y horas dentro de la montaa id%ntica y terrible, como simarchasen dentro de un crculo cerrado. ndaban por lugares adonde nunca habapenetrado ninguno de ellos y donde les era imposible orientarse.

veces topaban con una partida de indios n*madas, 'ue al verles las barbas y las armashuan sin 'uerer detenerse. l "in resolvieron acampar unos das para reponer las "uerzas ycuidar los en"ermos. 3e alimentaban de races, de hoas y de uno 'ue otro animal 'uelograban cazar di"cilmente. 8na maana no hallaron al gua.

=aba desaparecido misteriosamente por la noche. Nadie lo haba visto, nadie lo habasentido irse. La desesperaci*n se apoder* de todos, y muchos gritaban y lloraban comonios.

3e saban perdidos y destinados a morir de hambre. alguien se le ocurri*+ por sucuenta, sin consultarlo a los dem#s, trao carne "resca, y todos la comieron con voracidad, ynadie pregunt*- pero todos tenan la certidumbre de 'ue era carne de indio. & as el otro da,y as el otro. No 'uedaron sino los espaoles. Volvieron a recomenzar el hambre y ladesesperaci*n. 3oportaron varios das, hasta 'ue, enlo'uecidos, abandonaron los en"ermosy se "ueron como "antasmas, en una marcha lenta, desesperada y tenaz, atravesando la

montaa. 2ban sin noci*n e/acta de sus personas ni de las cosas. staban como en unsueo. Marcharon horas, 'uiz# das, en todo caso un tiempo impreciso y mon*tono. Les14



15/161

silbaban los odos y vean temblar los troncos de los #rboles como a trav%s de las llamas.lguien comenz* a or ruido de agua, de mucha agua desplaz#ndose, y otro tambi%n, y otro.lgunos corrieron.

Llegaban a la orilla de un ro ancho y lento. Las cabezas sedientas se precipitaron en el

agua como piedras y 'uedaron all saciadas, adormecidas, re"rescadas, dentro del aguasuave 'ue acaricia. )espu%s se "ueron incorporando. 9odos estaban trans"igurados, sentanun gozo est:pido e inconsciente, chapoteaban con las manos en el agua- uno cant*, otropropuso+

13era bueno 'ue hici%ramos una balsa y nos de#ramos llevar por el ro.

3e pusieron a la obra. $on beucos y irones de los vestidos unieron algunas gruesasramas, hasta hacer una plata"orma su"iciente para todos. La echaron al agua, se subieronsobre ella y comenzaron a deslizarse lentamente. l resbalar muelle, el resonar sordo delro, la "atiga y el hambre, todo incitaba a dormir. )ulcemente "ueron de#ndose vencer. Medio

da despu%s, tan s*lo 'uedaba uno despierto, alerta, gobernando la navegaci*n de la balsa.8n da m#s tarde a:n continuaba, y entonces comenz* a or un ruido leano 'ue ibacreciendo, creciendo vertiginosamente, hasta convertirse en un estruendo ensordecedor- sepuso de pie y vio 'ue a lo leos la super"icie del ro terminaba bruscamente. $omprendi* 'uellegaban a un salto de agua, tal vez a una pro"unda catarata. La evidencia del peligro le dio"uerzas. $omenz* a sacudir a los otros, a llamarlos a gritos, a golpearlos. Nadie responda+eran como cad#veres. $ada vez el ruido era mayor y la pro/imidad m#s inminente.

2nvoc* a )ios, los sacudi* como "ardos, les peg*. 9odo in:tilmente.

Ninguno responda. La distancia se acortaba a cada segundo. )esesperado, "uera de s,se lanz* al agua, y con un resto de energa pudo ganar la orilla. )esde all acompaaba alpaso el desplazamiento de la balsa, llam#ndolos a gritos! Mu%vanse! 3#lvense!

Van a morir! )on $arlos!;. Nadie responda. La balsa aceleraba cada vez m#s,arrastrada por la corriente.

ntonces, en la margen, el hombre "laco y e/tenuado cay* de rodillas, e/hausto, con losoos e/traviados, y comenz* a grandes voces a rezar una oraci*n de di"untos. l rugido delagua invadiendo la atm*s"era, y %l, con los oos vueltos al cielo, rezando, a la misma hora'ue all# en ;l ltar; la doncella d%bil, delante del $risto ag*nico, invocaba a )ios con voz

transida- a la misma hora en 'ue los troncos de madera, atados con harapos, con sucargamento 'uieto, entraban en el agua loca y vertiginosa. $uando volvi* a mirar, lasuper"icie del ro estaba limpia.

so cont* el hombre de la partida 'ue regres* milagrosamente.

La hia de don $arlos 'ued* un poco como sin llegar a darse cuenta e/acta. Llor*-despu%s se le secaron las l#grimas. )e* de rezar- en"la'ueci*- se pasaba todo el tiempocomo abstrada "rente a un #rbol del patio, y algunas veces cantaba como los nios,repitiendo las mismas palabras con un sonsonete cansino. 3e crey* 'ue poda estar loca.

rente a la silla donde se sentaba por las tardes lleg* una vez don >os% onta, con su hioManuel y con un "raile. 9om* la mano de ella y la puso en la de su hio. l "raile abri* unlibro

15



16/161

pe'ueo y comenz* a salmodiar su latn de casorio. lla continuaba su cantinela tediosa. Lepreguntaron algo- respondi* 'ue s.

l "raile hizo una cruz en el aire, les estrech* las manos y se retir*.

)on >os% la bes* en la "rente y se retir* tambi%n. Bued* sola, mascullando su cantinelain"antil ante Manuel, 'ue la miraba con oos #vidos.

s las tierras de don $arlos de rcedo pasaron a las manos de don >os% onta, y ellinae de los onta vino a continuar el de los rcedo, 'ue "undara en $osta irme don >uan,el encomendero.

Los descendientes de Manuel onta "ueron propietarios de ;l ltar;, acrecido con lasotras e/tensas tierras paternales y "iguraron con alg:n relieve en el tiempo de la $apitana7eneral.


17/161

contacto con la hermana. Los padres vivan metidos en sus propias vidas y los vean concierta indi"erencia- los dem#s eran esclavos y los trataban con un respeto e/cesivo. No seles deca nunca ;t:; con con"ianza o cario- solamente el ;usted; de los padres o el ;mi amo;de los siervos.

l repartimiento de los esclavos 'uedaba vecino de la casa. $uando el nio sala depaseo se detena largo tiempo a contemplarlo. $avado en el suelo, como un s*tano, conalgunas pe'ueas ventanas altas, cuadradas y con rea, por donde entraba escasamente elsol. ll dorman, hacinados sobre la tierra desnuda, los hombres.

los 'ue se casaban se les permita construir un pe'ueo rancho aparte, en lasinmediaciones. Las mueres eran encerradas bao llave por la noche.

9odos estaban semidesnudos, sucios, llenos de impulsos primitivos, como losanimales. 3e les castigaba apale#ndolos o suprimi%ndoles el escaso alimento.

l nio sola verlos con ine/plicable emoci*n. 9oda a'uella carga negra, dolorosay resignada, e/citaba su imaginaci*n. veces los vea comiendo. (asaban en "ila ante unagran olla donde se cocan pedazos de carne, verduras y mil cosas m#s, revueltas ymezcladas de la m#s repugnante manera- se les serva en las manos, sobre un pedazo depiedra, en alg:n desportillado cacharro. $oman bestialmente, metiendo las manos de losunos en los recipientes de los otros, embadurn#ndose con el alimento toda la cara,escupiendo y gritando.

Ctras veces oa los gritos escandalosos de alguno, a 'uien se apaleaba por ladr*n, porperezoso o por estuprador.

Los haba h#biles en las artes manuales- otros componan largas tiradas de versosacompaados con la guitarra- algunos eran bruos e inspiraban gran respeto.

n ocasiones, aprovechando la ausencia de vigilantes o capataces, venan a rodearlo cons:plicas y lamentaciones. Buedaba el nio p#lido en medio del crculo apretado de cabezasnegras, oyendo las m#s e/traas peticiones+ Hy, mi nio, don ernando, coraz*n depaarito, consgame un permiso para ir al pueblo!;. ;Mi amito, don ernando, tan lindo, haga'ue me deen sin trabaar hoy, 'ue estoy en"ermo;. ;)on ernando, cubierto de oro, )ios leguarde el 2n"ierno a todos sus enemigos;.

Vena el capataz- los dispersaba a palos. Buedaba el nio lleno de la resonancia delcho'ue de a'uellos espritus opuestos y desnudos.

3u hermana y %l, untos salan de paseo, untos rezaban, untos pedan la bendici*n a lospadres silenciosos por la noche. La presencia de a'uel mundo e/trao les oblig* aapro/imarse m#s.

3*lo mucho despu%s vino a saber por 'u% sus padres vivan tan distanciados.

)on 3antiago era impulsivo y desprovisto de re"le/i*n. Lo dominaba el mal dominio de lacarne. $uando entre las esclavas *venes alguna le gustaba, el capataz se la llevaba por la

noche. ra un var*n primitivo.

17



18/161

$uando entre el sueo, los esclavos, echados sobre la tierra, sentan cruir la recia puertadel dep*sito de las mueres, sonrean, sabiendo lo 'ue a'uel ruido signi"icaba.

3u muer lo sorprendi* en plena "alta. 9uvieron una e/asperada disputa. lla hizo unapromesa a los santos para ganarlo al buen camino.

8n da sali* a pie, vestida de )olorosa, desde la casa de la hacienda hasta la capilla delpueblo vecino+ las manos untas, los oos hacia la tierra, rezando en voz alta. Laacompaaban gran n:mero de esclavos, 'ue hacan coro a sus plegarias. Los 'ue latopaban en el largo camino se ponan de rodillas.


19/161

& sali* y empezaron a matar muchachos. )aban grima ese sangrero y esa gritera y esepil*n de muertos. & mata y mata gente! & mata y mata gente! & mata y mata gente! =asta'ue se cansaron. (ero a (apa )ios, ah, caramba!, se lo haba avisado un #ngel y se salv*en su burro. & entonces, el mayordomo "ue a casa del rey y dio+ I;y, Misia$arramaestad, ya los matamos a toditicos!;.

& entonces, el rey dio un "iest*n, donde chorreaban los dulces y la mante'uilla- pero a mno me toc* ni tanto as...;.

III

)esde el patio, por el zagu#n largo, saliendo a la calle estrecha y polvorienta, poda ver el"ro muro del convento de las monas $oncepciones, las paredes multicolores sembradas dereas verdes, algunos #rboles de la (laza Mayor y la mole del Jvila.

s la vea ahora desde la casa de los Lazola.

$uando lleg* con su padre la vio de otro modo.

1ernando, 3antiago de Le*n de $aracas 4le anunci* con voz solemne don 3antiago,sealando con el dedo.

3ealando con el dedo, por un claro de las colinas, all# en el "ondo del valle verde y

dilatado, una ciudad menuda y clara como de estampa unto a un cerro maestuoso, orobaancha de montaa 'ue hace sombra en el cielo.

&a se le haba incorporado al recuerdo.

9emplos graves, llenos de dorados 'ue multiplicaban la luz de los cirios, donde en lassolemnidades, mientras el *rgano temblaba, haba visto como un viol#ceo resplandor alilustrsimo arzobispo don rancisco 2barra, o pasando por en medio de la guardia, erizada debrillantes aceros, cortesano y elegante, al capit#n general don Manuel 7uevaraVasconcelos.

dentro, el incienso, y a"uera, la locura de las campanas, y por las aceras, can*nigos,licenciados, militares, granuas y alg:n arreo de asnos cargado de "rutas.

3us oos, hechos al campo, construan la ciudad ahora.

=asta los diecis%is aos haba continuado en ;l ltar;, al lado de su padre y de suhermana 2n%s. n una carne adolescente, un espritu indeciso y tmido. (ara tomar cual'uierresoluci*n nimia senta como centenares de voces 'ue desde opuestos rumbos lo llamabany atraan. Nunca pudo obrar derechamente de acuerdo con un pensamiento :nico.

los diecis%is aos cumplidos, don 3antiago resolvi* enviarlo a la capital para 'ue

estudiase seg:n sus inclinaciones. scribi* a un vieo amigo, don 0ernardo Lazola,

19



20/161

"uncionario del $abildo, para ver si 'uera recibirlo en su casa todo el tiempo necesario,mediante remuneraci*n de los gastos 'ue ocasionara. Lazola respondi* aceptando.)espu%s de despedirse con mucha dolorosa emoci*n de 2n%s, sali* de ;l ltar;,acompaado por su padre.

(asaron varias ornadas a caballo antes de llegar al valle de $aracas.

3eguanlos algunos esclavos. =acan alto para pernoctar en las haciendas de los amigos,donde eran recibidos con dispendiosa muni"icencia.

l "in, desde las orillas del 7uaire vieron la gran muralla violeta del Jvila, en cuyo rededordesperez#banse nubes largas y blancas. 2ban entrando en la ciudad. (asaban por las callesde laas desiguales, atravesaban las plazas de sombra brusca, iglesias, capillas, conventose/tensos, rodeados de altas paredes lisas.

)esde algunas "uentes, mueres morenas envueltas en trapos de color conducan agua en

#n"oras de tierra. n la (laza Mayor estaba el mercado, en pe'ueos comercios pintorescos.

s la vio al comienzo.

0ao los techos de teas roas, casas baas de vivos colores, reas y zaguanes. Jrboleshondos y 'uietos, desbordados por sobre las tapias- calleones torcidos. 8n ro mansocercado de guayabos, muchos altos chaguaramos y algunas torres chatas y blancas.

rente al convento de las $oncepciones echaron pie a tierra en la casa de los Lazola. ldueo sali* a acogerlos con muestras de una sincera alegra- unto a %l, su hio, llamado,igualmente, 0ernardo, estudiante de iloso"a- y ya en el interior les tendi* la mano laesposa, doa na Mara, una noble y digna matrona.

ernando observaba las gentes y la casa con curiosidad. ll deba continuar su vida. llcomenzaba un paisae inusitado, y su e/istir cambiaba de pronto como enrumbado por unrecodo s:bito.

Miraba el patio, claro, rodeado de corredores- las paredes encaladas de blanco, unapalmera erigida en el "ondo, las anchas sillas de cuero, la acogedora sonrisa de la seora yla comprensiva e/presi*n del otro adolescente, y se senta en un mundo distinto eimprevisto.

$ambiaba su horizonte, cambiaban las cosas 'ue estaban en relaci*n diaria con susensibilidad. $ambiaba su e/istir. $uando don 3antiago cruz* la es'uina diciendo adi*s,cuando el :ltimo esclavo de ;l ltar; hubo desaparecido, entonces comenz* a comprender,a penetrarse de 'ue cambiaba. 3u presente deaba en cierto modo de ser la continuidad desu pasado.

=aba cambiado ya. )on 3antiago y su hermana estaban leos. hora eran don 0ernardoy doa na Mara y 0ernardo. hora era la ciudad.

s la vea ahora.

20



21/161

'uel seor, llegado a La 7uayra en el :ltimo velero, 'ue las gentes se volvan a mirar enlas calles- a'uella dama moza, vestida de blondas pluviales, escoltada por cinco esclavastintas- un caballo atado a una rea verde- casas amarillas, casas rosadas, casas blancas,casas azules.

3e hizo amigo e inseparable compaero de 0ernardo. studiaban untos, entablabandiscusiones encarnizadas sobre los temas de estudio, untos salan. 0ernardo era impetuosoy e/altado. Le serva de gua en el conocimiento de la poblaci*n y de las gentes. Lo llevabade paseo por los alrededores, le presentaba los compaeros de la 8niversidad- untosasistan a las clases. 2ban a veces con don 0ernardo a la comedia, o seguan con gran gozoa las muchachas por las calles angostas, entre la muchedumbre de los "ieles, tras algunaprocesi*n, en el atardecer, con muchas velas bao el denso crep:sculo.

=aba cambiado.

&a no era el lento paseo bao los #rboles de la colina de ;l ltar;.

hora vena de la 8niversidad. $omo los otros das, por la noche, poda cerrar los oossobre el lecho y antes de dormirse ver las cosas como si estuviesen pasando de nuevo. rael vieo sacerdote de la clase de latn, con su pobre sotana, un tanto verde, mientras %loeaba el Nebria, ;ntonii Niebrissensis 7ramatica Latina;, y con la misma voz de lasoraciones, lenta y salmodiada, deca+

;


22/161

n el sal*n de la casa de don 0ernardo 4pro"usas colgaduras roas y algunas lunasahumadas4 se congregaban con cierta "recuencia sus escogidas amistades, y en esasocasiones ernando trababa conocimiento con las gentes distinguidas de la ciudad.

2ban ricos hacendados, cl%rigos, rentistas, empleados de la


23/161

9odo lo 'ue all se oa era mentira e hipocresa, con las 'ue, in:tilmente, intentaban losunos engaar a los otros. (alabras tan "ras, tan convencionales, no podan e/presarsentimientos vivos. )eban ser malas gentes.

1


24/161

Las ideas agitaban su espritu y le movan el sentimiento desordenadamente. l tono delas voces se le haca insoportable, y la presencia constante del motivo religioso le "atigaba laatenci*n y le produca in'uietud.

Buera abolirlos.

3in despedirse, lentamente, "ue saliendo del sal*n.

1...la ciencia es la :ltima "orma de la tentaci*n de 3atan#s para ganarse los espritusorgullosos...

traves* el patio. 3e "ue al corral. l paso, de un #rbol arranc* una guayaba amarilla-m#s adelante se tumb* en el suelo, unto al tronco de la palmera 'ue se hunda en elcielo, de azul puro.

Morda la guayaba y vea las ramas haciendo seales sobre el "ondo blanco de las nubes.Morda la guayaba dulce y vea la palmera baada de sol, y no 'uera pensar en cosaalguna.

l pensamiento era como una tentaci*n. $omo una provocaci*n a someter la vida a unprincipio, a una ordenaci*n, a una regla. l "in, habra de decidirse, y decidirse era prescindirde otras muchas cosas igualmente posibles y deseables. scoger era renunciar. M#s valaestarse echado en tierra sin pensar en nada.

$on 0ernardo iba a la 8niversidad. la salida de clases se reunan algunos a charlar ose iban de paseo hacia los campos vecinos. 0ernardo le hizo conocer algunos estudiantes+

7aspar Luiz, 'ue estudiaba 9eologa- ntonio Kelina, cursante de )erecho- >os%3alguero, estudiante de Medicina, y $arlos 2r*n, 'ue aprenda canto y m:sica.

3e iban de paseo, discutan, robaban "ruta, cazaban p#aros- pero los caracteres y lasinclinaciones personales se iban desnudando en ellos.

veces hablaban de lo 'ue 'uera ser cada cual.

1&o, militar 4deca 0ernardo.

ntonio Kelina empezaba a hallar #rido el estudio del )erecho- lo cansaba el c:mulo deinstituciones, las minuciosidades del procedimiento, la sutileza de los comentaristas, laestupidez de los principios.

1 &o, todo, menos Licenciado! l )erecho es una cosa idiota. $onsagrar su vida acomplicar la de los otros es un o"icio 'ue no me gusta.

$orran. 3udaban.

1&o estoy contento de haberme dedicado a la ciencia de )ios 4deca 7aspar Luiz4.

(uedo prescindir del mundo sin dolor. 3iento la verdadera vocaci*n. Lo meor del hombre esel alma, y el "in del alma, acercarse a )ios.24



25/161

ntonces, 3alguero, super"icial, impulsivo, violento, 'ue empezaba a deslumbrar suinteligencia con los primeros conocimientos de la Medicina, lo interrumpa+

1 sas son pendeadas de viea!

l hombre no tiene sino carne. 0:s'uenme en el cuerpo el sitio 'ue ocupa el alma.0:s'uelo, a ver si lo encuentra.

Los otros intervenan y los apaciguaban, y para hacer olvidar pronto el incidente, 2r*n, a'uien poco importaban todos los problemas "sicos y meta"sicos, cantaba con su dulce vozalguna canci*n de "#ciles compases.

9odos tornaban a correr y a ugar bao el sol "uerte- pero en la mente impresionable deernando 'uedaban los pensamientos sugeridos y "lotando.

8n da, 'ue discutieron m#s de lo conveniente, 3alguero y Luiz vinieron a las manos. Losotros hicieron rueda para verlos pelear. Los azuzaban con gritos y empuones, y hacan coroa los golpes+

1 )ale por la cabeza! )ale duro!

3alguero tena el trae desgarrado, y el otro sangraba por las narices.

(ero pronto notaron 'ue 7aspar Luiz no haca nada por de"enderse.

Llovan sobre %l los golpes y los soportaba impasiblemente, sin reaccionar, hasta 'ue elagresor, "atigado de dar puetazos a a'uella especie de masa inerte, se detuvo.

3e detuvo, se arregl* lo meor posible el trae desgarrado, pas*se las manos por loscabellos revueltos, se volvi* hacia el vencido y le grit*+

1 $obarde! No puedes negar 'ue eres hio de cura. 5Bui%n ha visto a alguien llamarseLuiz6 =io de cura! $ura! $obarde!

Los otros, con gesto despectivo, le volvieron la espalda y se marcharon, acompaando a3alguero, comentando la pelea y haciendo burla del 'ue 'uedaba solo y maltratado.

ernando, 'ue haba presenciado todo conmovidamente, se separ* del grupo en marchay "ue a reunirse a Luiz, 'ue iba en sentido contrario.

presur* el paso y lo alcanz*. l otro se volvi*, sorprendido de 'ue alguien 'uisieraacompaarlo. La nariz roa, la boca rota, los oos sanguinolentos, el trae en pingaos.

3in poderse contener, le pregunt*+

1 5(or 'u% se de* usted maltratar de ese modo6 5(or 'u% no le peg* usted tambi%n6

1&o me de"enda al principio.

25



26/161

13- al principio s. 5(ero despu%s6

l estudiante de 9eologa callaba, y su silencio daba alas a la e/altaci*n de ernando.

18sted ha debido pegarle m#s duro a %l. =a debido matarlo. 9odos ellos son unos

cobardes. 5(or 'u% no lo hizo6

l "in, el pobre muchacho habl* con voz estremecida y suplicante+

1&o pre"erira no decrselo, primero por'ue 'uiz#s sea orgullo mo, y despu%s por'ue nos% si usted me comprender#. (ero no importa- se lo dir%+ yo me de"end al principio por'ueno era yo, el verdadero yo, sino el mal animal 'ue hay en m. )espu%s, s "ui yo, y entoncescomprend 'ue a'uellos golpes me los daba el mundo, 'ue a'uellas manos 'ue me pegabaneran las manos materiales del mundo 'ue golpeaban la (alabra )ivina 'ue yo habasostenido- por eso no me de"end m#s. (ens% en )ios y comenc% a gozar el gozo de losm#rtires. 3i me hubieran matado, habra sido "eliz.

ernando no 'uiso preguntar m#s.

$omenzaba el crep:sculo roo, verde, violeta, dorado. Marchaba al lado del otromuchacho d%bil y silencioso y se es"orzaba por comprender las palabras 'ue haba odo. lmundo maltrataba el espritu, la materia batallaba contra )ios. l crep:sculo suntuoso, elgran sol, la maciza muchedumbre de los #rboles, los ros, los animales, los hombres, eranenemigos de )ios.

)ios no contaba sino con las almas.

)ios era el solo camino, y a %l se llegaba por la renunciaci*n o por el martirio.

Los otros compaeros, "uertes, est:pidos, 'ue 'ueran ser militares, se haban ido untos.@l acompaaba al pobre martirizado. =aba 'ue prescindir de los otros, de los malos, de losmateriales.


27/161

3e arrodill* en un rinc*n lo m#s silenciosamente 'ue pudo. No obstante, vio 'ue 0ernardolo observaba con una sonrisa maliciosa. La digna matrona decantaba con voz pausada+

;)ios te salve, Mara- llena eres de gracia, el 3eor es contigo. 0endita t: eres entretodas las mueres y bendito es el "ruto de su vientre, >es:s;.

& el coro responda con un murmullo con"uso+

;3anta Mara, madre de )ios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora denuestra muerte. m%n;.

ernando no rezaba, tan s*lo adverta el sonido sin distinguir las voces. $on los ooscerrados, se sumerga como en un agua rumorosa. No rezaba. No pensaba. penas si ledes"ilaban im#genes r#pidas por la imaginaci*n. s el grupo de sus compaeros 'ue sealeaba cantando por el camino. s su hermana 2n%s, silenciosa, con los grandes oosabstrados. s a'uella estampa 'ue estaba en el oratorio de ;l ltar;, donde un $ristovestido de pastor llevaba una ovea, y al pie se lea+

;=e a'u mi ovea bien amada 'ue se haba descarriado y 'ue torna al redil;.

9erminada la oraci*n nocturna, 0ernardo se apro/im* a %l. 3ilenciosamente lo vio veniry lo de* hablar.

1 5(or 'u% te "uiste con el curita y no con nosotros6 No andes con %l.

so te va a dar "ama de tonto. l curita es un pendeo.

ernando tuvo la intenci*n de responderle- pero una interior dulzura, 'ue comenzaba acolmarlo lentamente, lo hizo callar. )e* al otro diciendo sus invectivas soeces, y, sin replicarpalabra, se march* a su cuarto.

$omenzaba a amar la soledad. star sin presencias impertinentes, solo, pensando.starse solo era gozar de la ausencia del mundo. La soledad era propicia para hacer triun"arel espritu, para darle la revancha contra la carne.

Le sobrevino la idea de pasar la noche haciendo penitencia. 9om* una almohada dellecho, la arro* al piso y de hinoos sobre ella comenz* a repetir las oraciones cotidianas.Lentas palabras salmodiadas, mec#nicamente dichas, 'ue no llegaban a retener suatenci*n. n los ratos en 'ue enmudeca se pona de mani"iesto la vasta presencia delsilencio 'ue pesaba sobre toda la ciudad dormida.

(ronto agot* todos los rezos 'ue saba, los repiti* cinco veces, diez veces. ran tan s*lovano ruido- el 9odopoderoso no poda ser conmovido por ellos- los senta aenos y no27



28/161

signi"icantes. $omenz* a "atigarse. l ancho silencio invitaba a dormir. n los ratos inertesen su interior una d%bil voz pona en duda la e"icacia de a'uella penitencia. 5caso era ungran pecador6 5No era ridcula, no era in"antil a'uella contrici*n6


29/161

$reca su admiraci*n por a'uel espritu disciplinado y ardiente. 3in duda haba sabidohallar la verdadera vida. )e sus palabras, de sus acciones, de toda su persona se e/halabauna aureola de paz, de orden, de 'uieto regocio, de paciente gozo. l d:ctil metal de la vidaera bueno para la imitaci*n. 7aspar Luiz le era un constante eemplo. 3e compenetraban.

=ablaban. Lean+ ;s verdaderamente sabio a'uel 'ue para ganar a >es:s mira como debarro todas las cosas de la tierra;. ;Vanidad de vanidades;.

;Buien me sigue no va entre tinieblas;.

Lleg* a pensar en dedicarse a la vida religiosa. scribira a don 3antiago y entrara comonovicio en alguna orden. Le gustaban los "ranciscanos, 'ue tenan un patr*n pe'ueo yd%bil.

(ero as como s:bitamente deslumbrado se meti* por el camino de )ios, s:bitamente se

sali* de %l.

3obre su espritu se abatan los vientos contrarios.

(or a'uel tiempo las gentes 'ue moran en pecado s*lo podan ser libradas del 2n"iernomediante la compra de la 0ula de Muertos. (agada la suma 'ue vala la 0ula, la "amilia'uedaba consolada con la seguridad de 'ue su deudo no su"rira las eternas torturas. & allera el caso de las pobres gentes 'ue no tenan con 'u% pagar la 0ula y 'ueran salvar el#nima ausente de la terrible condenaci*n. (resas de la m#s horrible angustia recorran laciudad mendigando el precio del maravilloso papel.

8na tarde 'ue ernando se haba 'uedado en el "resco corredor de la casa leyendo librospiadosos, sinti*, de pronto, pasos acelerados en el zagu#n y luego unas manos "ebriles 'uegolpeaban la puerta.

1 n el nombre de )ios, abran!

3e levant* impresionado por a'uellas desusadas voces y abri*. 9res mueres vestidas denegro, p#lidas, llorosas, desgreadas, con la voz llena de gemidos, le hablaron a un tiempo+

1(or la misericordia de )ios, seor, venimos a implorarle para una 0ula de Muertos.

1 3eor, nuestro padre ha muerto y no 'ueremos, no, no 'ueremos 'ue se condene!=#ganos la caridad!

1)ios se lo pagar#, seor. )enos algo.

staba desconcertado. (alabras banales le brotaban.

1(ero, 5'u% es6 5(or 'u%6

1 3alve una pobre alma del 2n"ierno, seor!

29



30/161

l cielo tena precio. No acertaba a e/presarse. 3e encontraba en la con"usi*n. ranvoces desgarradas, impresionantes, tr%mulas. 9uvo deseos de correr a ocultarse. Buisopreguntar, 'uiso responder, pero no poda articular. 3enta una terrible conmoci*n.

las voces acudi* doa na Mara, oy* las compungidas s:plicas, sac* algunas

pe'ueas monedas y las o"reci* diciendo+

1(or el "eliz tr#nsito de esa pobre alma, hermana.

1)ios se lo pague, seora.

Los sollozos y los traes negros se alearon y se perdieron por la calle.

)oa na Mara se torn* al interior. ernando 'ued* de pie, inm*vil, mudo, e/t#tico.=aba e/perimentado un cho'ue pro"undo.

@sa era la misericordia de )ios!

3ali* a la calle marchando velozmente, casi corriendo. 3ali* al campo. rrancaba lashierbas, se morda las manos, tena deseos de gritar hasta el lmite del grito. ra como si lehubieran roto algo precioso. 3e hallaba abandonado, perseguido, desamparado. =ubiera'uerido llorar la muerte de alguien, morir %l mismo.

@sa era la misericordia de )ios!

$omenzaba a sentir una especie de rencor por todas las cosas 'ue antes haba llegado aamar+ por las iglesias, por los sacerdotes, por la ciudad religiosa, por Luiz, por a'uel )ios'ue estaba en todas las bocas para todo.

$omenzaba a pensar con simpata en 0ernardo y en los otros compaeros.

ran *venes animales, rudos, #speros, pero a lo menos no lo engaaban, no le hacancreer en "icticias ilusiones. Le era necesario encontrarlos, acerc#rseles de nuevo, regresar ala vida desnuda.

)urante el tiempo 'ue estuvo dominado por ideas de vida religiosa haba deado de verloscasi completamente.

penas una 'ue otra conversaci*n r#pida con 0ernardo en la casa, apenas un encuentroen las aulas con los otros.

9odos haban cambiado. hora 'ue los deseaba oviales para entregarse con ellos a unavida indi"erente, los hallaba es'uivos, algo graves, en cierto modo preocupados. =ablabanen secreto, se reunan a solas y silenciosamente, y toda esa m#'uina de misterio no hacasino e/altar la curiosidad de ernando.

8n da, no pudiendo ya soportar m#s, 'uiso pedir e/plicaciones a 0ernardo. 5Bu%suceda6 5$u#l era la causa de a'uella secreta agitaci*n en 'ue estaban6

1so no es para ti, ernando.30



31/161

so es para gente 'ue viva en el mundo+ t: andas con los arc#ngeles.

Buiz# m#s adelante. Veremos...

(or a'uellas "rases a"ectadas comprendi* 'ue estaba solo.

lgunos acontecimientos vinieron a sacudir la monotona de la ciudad y a distraer laatenci*n de ernando.

8n da, a son de tambor y preg*n, se congreg* la poblaci*n en la (laza Mayor. 3obre unestrado se ley* una orden del capit#n general 7uevara y Vasconcelos o"reciendo treinta milpesos a 'uien presentara la cabeza del traidor Miranda, enemigo de )ios y del rey.

ernando estaba entre la muchedumbre.


32/161

'uel mal dibuo representaba a un hombre, substitua a un hombre, 'ue en su lugardebi* ser 'uemado, debi* su"rir martirio. l martirio para ganar la 7racia. & a'uel hombreera un enemigo de )ios.

stas ideas lo preocuparon y traeron m#s con"usi*n a la mucha 'ue ya reinaba en suespritu.

n la ciudad no se hablaba de otra cosa 'ue del simulacro de eecuci*n y del hombre 'uehaba sido su obeto.

La e"ervescencia e/citaba su imaginaci*n. 3e "iguraba la e"igie monstruosa de a'uelhombre 'ue el "uego haba devorado- de a'uel hombre maldito 'ue se haba atrevido a serenemigo de las cosas m#s sagradas.

2maginaba 'ue poda encontr#rselo de un momento a otro, y senta miedo, por'ue suvisi*n deba ser espantosa- su presencia, daina- su contacto, mortal.

Cyendo lo 'ue se deca en los corrillos reunidos en las es'uinas logr* saber 'ue Mirandaera un criollo, 'ue tena muchos aos "uera del pas y 'ue haba intentado desembarcar contropas para usurpar la autoridad del rey.

(or la tarde, en casa de don 0ernardo, haba reuni*n de los mismos amigos 'ue ibanperi*dicamente a tomar re"rescos y a charlar. l seor vieo y patilludo, el cl%rigo hablador,algunas otras graves gentes.

ernando entr* de puntillas y se 'ued* del lado de a"uera, en el corredor, oyendo.

1L*gicamente 4deca el cl%rigol*gicamente todos los 'ue lo sigan est#n en pecadomortal- a:n m#s, est#n descomulgados.

1s ha de ser, noble amigo, as es. Nuestro rey lo es por la 7racia de )ios, y lostraidores 'ue contra %l luchan, luchan contra )ios y se condenan.

1& no s*lo por eso, sino tambi%n por'ue Miranda ha tomado parte en las abominacionesde la rancia, 'ue parece maldita de )ios- por'ue ha ledo los malos libros 'ue 'uieren

e/terminar todo lo sagrado- por'ue es un parido traidor debe ser condenado. 2r contra )ios ycontra el rey es la mayor abominaci*n...

ernando pesaba esas ideas. Miranda se haba atrevido a luchar contra )ios y contra elrey. ra increble.

9al vez tendra alguna pro"unda raz*n para intentar tan ins*lito crimen. @l mismo habae/perimentado un vago rencor contra lo divino.

1...por'ue a nosotros, pobres criaturas, indignas, no nos corresponde sino obedecer yadorar. Los errores 'ue puedan cometer los reyes son errores saludables, puesto 'ue )ios

los permite. No es al hombre, criatura "alible, a 'uien corresponde constituirse en uez de losreyes instaurados por )ios...32



33/161

No conoca a los reyes sino por vagas re"erencias. $omprenda 'ue deban ser algodistinto de lo humano.

9an :nicos, tan altos, tan leanos, tan iluminados. nte un rey no acertara sino a

ponerse de rodillas.

1...La Maestad es el re"leo y el eco del )ivino (oder.

1s es 4asinti* el cl%rigo4, y por ello no hay crimen mayor 'ue el del traidor Miranda.9iene las manos manchadas en sangre del rey de rancia. =a sido traidor para con el$reador.

1& traidor a su pueblo 4agreg* don 0ernardo con voz reposada4, por'ue esas insolentese/pediciones las hace pagadas por los protestantes ingleses para entregarles estosterritorios...

ernando no 'uiso or m#s. 3e march* sin hacer ruido. n su cerebro la con"usi*n bailabauna zarabanda desen"renada. Miranda. Los ingleses.

La sangre de los reyes. l )iablo.

La e"igie 'uemada en la plaza p:blica. Los reyes. )ios. Miranda. l )iablo.

3enta casi un mareo "sico.

5Bui%n era a'uel hombre temible 'ue haba venido a turbar la vida de todos6

Le vea el rostro horrendo coronado de llamas y las manos tintas en sangre de rey.5Bui%n era a'uel ser espantable 'ue vena como un castigo6

IV

1 5Buieres saber 'ui%n es Miranda6

4le dio un da 0ernardo inopinadamente.

sinti* con la cabeza, por'ue el temor inconsciente le retena las palabras.

1 536 0ueno. l medio da lo sabr#s. (ero es un gran secreto.

$uidado con hablar a nadie.

0ao la luz incandescente, 0ernardo lo guiaba. l coraz*n le bata desbocadamente.3alieron de $aracas, atravesaron un poco de campo hasta las ruinas de un vieo trapiche.

33



34/161

8n torre*n medio destruido, algunas gruesas paredes de ladrillo, los restos de undep*sito. 3obre un mont*n de bagazo estaba echado un mozo corpulento. (areca dormir,pero tan pronto como penetraron dentro del recinto se incorpor* violentamente y grit* convoz recia+

1 5)*nde est# el agua6

ernando 'ued* asombrado imaginando 'ue sera un loco, pero 0ernardo respondi*+

1)ebao del maguey.

)e nuevo torn* a preguntar+

1 5Bu% palabra te despierta6

1 Libertad!

1ntra.

l mocet*n, terminada su investigaci*n, volvi* a tumbarse simulando el sueo, mientrasellos, dando vuelta tras un mont*n de vigas vieas, levantaban una tabla cubierta de bagazoy descendan por una maltrecha escalera a un s*tano.

8n s*tano espacioso e iluminado por algunos tragaluces altos 'ue se abran bao unamaleza. 8na viea mesa en medio, rode#ndola hasta veinte *venes de pie y sentados en elsuelo, en adobes, sobre antiguos utensilios de labranza.

Veinte rostros prematuramente graves lo observaban entre la tamizada luz de la cava.7ustaba un placer mezclado de desaz*n. l misterio y la aventura se haban abatido sobre%l s:bitamente. =istoria de ladr*n, de sociedad clandestina, de hombre 'ue posee grandessecretos. Volva a la recon'uista de un reino in"antil. Lo miraba todo con un deslumbramientode nio.

n las paredes, algunos papeles con dibuos. 8no representaba una muer con unacadena rota entre las manos- debao se lea+ ;Libertad;- en otro estaba dibuada una banderaamarilla, azul y roa- m#s all# un letrero anunciaba el per"il de ashington- otro a unMiranda, tan hermoso como era "eo el 'ue 'uemaron en la (laza Mayor.

La escena lo emocionaba.

0ernardo se dirigi* a un oven sentado en un ca*n ante la mesa.

1$iudadano presidente, presento a usted nuestro nuevo hermano, el ciudadanoernando onta.

ra la primera vez 'ue oa decir ciudadano y le pareci* sencillo y hermoso.

l presidente se incorpor* y, dirigi%ndose a todos, proclam* con voz solemne+

34



35/161

1$iudadanos, 5aceptan ustedes por nuestro hermano al nuevo hio de la Libertad,ciudadano ernando onta6

La mayora acept*.

1 $iudadano, en nombre de la (atria y de la Libertad, de ahora en m#s ser# ustednuestro hermano hasta la muerte!

ernando no hall* 'u% responder.

3enta como si acabaran de bautizarlo, de ligarlo para siempre a algo 'ue poda serterrible. 3ilenciosamente se "ue acercando a cada uno y estrech#ndole la mano. Luego sesent* unto al muro y se puso a la e/pectativa.

l presidente lo interrogaba+

1$iudadano, 5est# usted instruido en nuestros principios6

ernando movi* la cabeza negando.

1 5)*nde naci* usted6

1n ;l ltar;. 8na hacienda de caa.

1 5)*nde 'ueda ;l ltar;6

1n ragua.

1 5)*nde 'ueda ragua6

1n la provincia de $aracas, de la $apitana 7eneral de Venezuela.

1 No! No en la $apitana 7eneral, sino simplemente en Venezuela.

Venezuela es su patria, y por ella est# obligado a dar su sangre. 9odos los hombres 'uehan nacido sobre este territorio son sus hermanos, y por el bienestar de ellos est# obligado abatallar- y todos los hombres 'ue han nacido "uera del territorio son e/traneros y no deben

tener ni mando ni intervenci*n sobre esta tierra 'ue es nuestra.'uellas palabras lo arrancaban del crculo de sus pensamientos ordinarios. 3aba 'ue la

tierra de ;l ltar; era suya, pero nunca lleg* a pensar 'ue entre %l y toda la e/tensi*n 'ue elnombre de Venezuela abarca pudiera e/istir un ne/o, un ne/o tan pro"undo como paraobligarlo a dar su vida.

ra un sentimiento un poco con"uso, pero en cierto modo agradable. 9odos los hombres'ue en ese instante nacan sobre a'uella tierra, 'ue s*lo conoca en escasa parte, estabanligados a %l y trabaara gustoso por ellos aun cuando no llegara a conocerlos nunca.

so era la patria. La sangre de los hombres une y amasa la tierra vasta y dispersa. La uney la hace tierna como carne.35



36/161

cababa de atraparlo una s:bita atadura. mpezaba a hallar di"erentes los hombres 'uelo rodeaban- le parecan de pronto cambiados, trans"igurados, ungidos de "raternidad ciega.

cababa de nacerle una porci*n gigantesca del sentimiento. =ubiera 'uerido besarlos a

todos, demostrarles de un modo desusado la sinceridad de su emoci*n.

Volva la voz del presidente+

1$iudadano secretario, comience la lectura de los )erechos del =ombre.

l llamado secretario e/trao de debao de una piedra un pe'ueo cuaderno 'ue era uneemplar de la traducci*n de los )erechos del =ombre y del $iudadano, impresaclandestinamente por Nario, en 0ogot#.

bri* y comenz* a leer con voz colegiala+

1)eclaraci*n de los )erechos del =ombre y del $iudadano. rtculo primero. Loshombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales nopueden "undarse sino sobre la utilidad p:blica.

1 5Bui%n 'uiere hacer el comentario6 4interrumpi* el presidente.

1&o 4reclam* alguien.

ra un mozo "laco, con la melena revuelta, cerrado de negro.

1La Naturaleza 4comenz* sin vacilar4 hace a sus hios id%nticos. Nacen dotados deiguales *rganos, hechos de la misma sustancia, construidos seg:n el mismo ar'uetipo,arrastrados por los mismos instintos y movidos por pareos deseos. n la Naturaleza no haydesigualdad...

La mayora atenda a la peroraci*n.

lgunos entablaban disputas independientes. ernando oa la e/posici*n, pero el seguirlale re'uera un es"uerzo e/traordinario. 'uel pensamiento se desarrollaba por vas 'ue leeran desconocidas. 9oda su cultura reposaba sobre el principio de la desigualdad. 9oda la

e/periencia de su vida le representaba la desigualdad.l rey, el capit#n general, su padre, los esclavos, los nobles, los plebeyos, los blancos, los

pardos, todas las "iguras erar'uizadas 'ue poblaban su mundo negaban esa ideologa.

1...en el estado de naturaleza reinaba la igualdad, es decir, reinaban la "elicidad, lausticia y el bienestar. (ero desde 'ue por maldici*n se constituy* la sociedad, "ueengendrada la desigualdad. l pacto social ha trado consecuencias inustas, se ha salido dela Naturaleza y ha creado esa cosa monstruosa 'ue es la desigualdad. l contrato socialreclama una pro"unda re"orma, esa re"orma no puede ser otra cosa 'ue la igualdad.

La disertaci*n "ue acogida con nutrido vocero.36



37/161

1 La sociedad es monstruosa!

1 Viva la igualdad!

1 bao los reyes!

l mozo "laco vino a sentarse pr*/imo a ernando. @ste continuaba meditando, loaguioneaba el deseo de e/poner sus dudas- pero su innata pusilanimidad lo contena. l "in,tmidamente, se aventur*+

19enga la bondad de e/plicarme un poco m#s de lo 'ue acaba de decir. No hecomprendido bien.

l otro replic* vivamente.

1$on gusto. s muy "#cil. 3e trata de principios casi a/iom#ticos.

Ver#. n la Naturaleza todos los seres, dentro de cada especie, son iguales. LaNaturaleza es obra de )ios. La sociedad lo es de los hombres. No es di"cil saber cu#l de lasdos se ha e/traviado.

ernando call* un instante, ordenando su pensamiento para responder.

1&o creo, al contrario, 'ue toda la $reaci*n proclama la desigualdad.

No todos los animales tienen la misma "uerza, no todos viven lo mismo, ni est#n biende"endidos los unos como los otros. 9ampoco las capacidades est#n igualmente repartidas...

La voz del lector se atraves* de pronto, sonora y sostenida+

1l principio de toda soberana reside en la naci*n...

1...hasta en el cielo hay erar'uas, en el castillo )ivino hay erar'uas.

1sas observaciones no son valiosas. No olvide usted 'ue casi todos los libros religiososhan sido escritos para el servicio de los reyes y, por consiguiente, est#n basadosen principios 'ue les son "avorables. La meor prueba de 'ue la igualdad es natural, el

argumento 'uiles...1...a'uellos 'ue aseguren a los otros miembros de la sociedad el gozo de esos mismos

derechos...

1...la meor prueba es 'ue es posible. Lo 'ue puede pasar pasa dentro de la Naturaleza,y todo lo 'ue pasa dentro de la Naturaleza es natural.

=oy la igualdad e/iste en rancia y en los stados 8nidos de m%rica, luego es posible...

1...debe ser la misma para todos, ya protea o ya castigue...

1... luego es natural! 37r oby2001@ h o tmail.com


38/161

ernando no acertaba a responder claramente a la r#pida dial%ctica del otro.

1&o s% 'ue tengo raz*n, s*lo por el momento no puedo demostr#rselo. 3u argumento es"also. 8sted mismo acaba de decir 'ue la desigualdad no es natural, y, sin embargo, e/iste.

1...La (atria es el m#s sagrado vnculo 4clarineaba la voz de un comentarista4- en ella seunen la sangre, la propiedad, el amor, el orgullo y la protecci*n.

l lector gritaba m#s "uerte+

19odos los ciudadanos, siendo iguales ante ella, son igualmente

admisibles... 8n grupo voci"er*+

1 Viva el general Miranda!

l mismo nombre volvi* a golpear sus odos con nueva in'uietud. su lado alguienhablaba.

1Miranda es el :nico 'ue verdaderamente trabaa por la patria.

La con"usi*n comenzaba a lanzar su r#pido giro abigarrado. Kozobraba.

&a sin control sobre s mismo, pregunt*+

1 5s un traidor o no lo es6

1 9raidor! Nunca. Miranda lucha s*lo para 'ue tengamos una patria.

58sted ve esa bandera6 4y sealaba con el dedo el papel en 'ue estaba dibuado unpabell*n amarillo, azul y roo4. @sa es nuestra bandera.

ernando se puso a contemplarla.

ran tres colores simples. 9res colores representaban la patria 'ue empezaba a nacer. Lapatria 'ue se le haba revelado de pronto.


39/161

l barco insignia se haba adelantado "rente a la rada. maneca un sol de paa rubiasobre los cerros verdes y sobre el mar ruidoso y azul.

n el puente se oan voces de mando.

ormaba la tropa, se preparaba el ca*n. mericanos, ingleses, "ranceses, criollos semezclaban, rubios, p#lidos, bronceados. La maana arda en las bayonetas sobre la bocanegra de los "usiles. 3:bito, una seca voz de mando puso "irme toda la "ila. (or una escotilla,lento y maestuoso, un hombre sali* a la cubierta. Lo llenaba una transparente serenidad.Vesta uni"orme de general "ranc%s+ casaca azul bordada de oro, pantal*n blanco ceido,negras botas de campaa, bao el brazo un sable corvo. 8n instante permaneci* 'uieto yerguido- en el l*bulo de la orea le temblaba un "ino aro de oro. l viento vena ancho desdelo hondo del $aribe. 3alud* y march* hasta el pie del palo mayor.

ll, de un soldado, con temblor en las manos, tom* a'uel trapo de tres colores y lo "ueizando suavemente por una cuerda larga. 3e oy* de nuevo un grito+ ;!uego!;, y todo el aire

del mar y de la montaa, sacudido por el disparo de los caones, haca temblar, arriba, en eltope del palo, los tres colores vrgenes desnudos, divinamente presentes ante la tierra anchay muda.

ernando se sumerga en una vertiginosa emoci*n- dentro de la piel le herva la carnecomo un trapo con viento. Vea a Miranda sobre el velero izando la bandera. Veael pe'ueo papel pintarraeado. Vea las llamas 'ue haban devorado la e"igie.

hora le hablaban. La lectura haba terminado y los oyentes la comentaban.

1$iudadano onta, debao de ese ca*n en 'ue usted est# sentado hay un libro. 9engala bondad de d#rmelo.

Levant* el ca*n. )ebao haba un libro amarillo de usado y muy vieo.

3obre la cubierta se lea+ ;)u contrat social ou principes du droit politi'ue, por >. >.


40/161

3*lo saban aceptarlas o rechazarlas calurosamente.

$on tono en"#tico comentaba alguien+

13- 5por 'u% el hombre 'ue ha nacido libre no lo sigue siendo6 Los animales, las cosas,

los elementos, son libres. l hombre puede decir, como 3egismundo+ ;5(or 'u%, teniendom#s vida, tengo menos libertad6;.

13i la humanidad se hubiera mantenido siempre en estado de naturaleza 4agregaba otro4no habra conocido la esclavitud.

l barullo ganaba todo el conunto.

$erca de ernando varios discutan acerca del meor sistema de gobierno.

13in duda 4deca uno4 'ue es la democracia. l gobierno de todos por todos. 9odos son

reyes y todos son vasallos.

1l gobierno democr#tico es la e/presi*n de la voluntad general...

7anaba y perda a cada instante la conciencia de a'uellos valores nuevos.

Los ciudadanos. La democracia. 3enta el deseo de repetirlos en baa voz como los niossienten el deseo de ugar con el uguete nuevo- de repetirlos, de decirlos a los otros, deorlos murmurar 'uedamente dentro de su cr#neo. 2nconscientemente evocaba lasconversaciones de los vieos amigos de don 0ernardo Lazola, inconscientemente tambi%nsospechaba una vaga semeanza.

1...la democracia ser# la "elicidad de los pueblos...

No podan comprender c*mo los hombres haban podido vivir por tan largo tiempoin"elices, cuando con s*lo instaurar la democracia habran puesto "in a sus males.

1...en ella tornar#n a ser "elices como cuando a:n estaban en estado de naturaleza.

ernando terci*+

1 Muy bien! (ero, 5c*mo se har# para e"ectuar ese cambio61 3encillsimamente! $omo hasta ahora se han hecho todos los cambios.

=aci%ndonos conocer de las gentes.

$on la predicaci*n, con el eemplo, como se dio a conocer el $ristianismo. s imposible'ue cuando todos los hombres conozcan las ventaas de la democracia no la proclameninmediatamente.

1ntonces, seg:n eso, todo lo 'ue se necesita es hacer circular las ideas.

40



41/161

13. $on eso s*lo bastar#. La acci*n de la democracia ser# milagrosa. s una obra deentusiasmo. )e la noche a la maana, por la sola virtud de su verdad, cambiar# la "az delmundo.

(oco a poco el bullicio decreca, las discusiones se apagaban y el silencio iba abriendodensas lagunas.

La voz del lector se cort* brusca, como chorro de agua. La "atiga rodaba en la atm*s"era.

l "in el presidente habl* dando por terminada la sesi*n. La reuni*n comenz* adispersarse seguidamente.

3alan a intervalos, por pe'ueos grupos, para no llamar la atenci*n de nadie.

ernando se despidi* de todos con e"usivos apretones de manos y, a su turno, sali* con

0ernardo.

$omo venan de la penumbra del s*tano, la claridad del campo abierto los deslumbr*. lsol declinaba y se adverta una dorada pureza en el aire 'ue incitaba a respirarpro"undamente.

9an llenos de emociones y de pensamientos iban 'ue ninguno acertaba a hablar al otro.Marcharon as hasta las primeras edi"icaciones del poblado. s siguieron silenciosos altrav%s de toda la ciudad hasta la casa.

$uando llegaron comenzaba la sombra.

3obre las :ltimas hoas de la palmera del corral bandereaba un guiapo de sol.

(or la noche, ernando, como en el tiempo de su misticismo, igual 'ue en a'uellasnoches en 'ue tema morir de s:bito y ser arrastrado por el )iablo, tendi* una almohada entierra y se hinc* a rezar sobre ella.

La ciudad estaba igualmente silenciosa y dormida. La luna llenaba de ceniza el aire. 3eoa el canto triste y repetido in"initamente de los grillos y de los sapos.


42/161

V

ue necesario partir de la ciudad.

)on 3antiago haba muerto y ernando deba ir a encargarse de los trabaos de ;l ltar;.

)on 0ernardo, doa na Mara y 0ernardo le dieron adi*s con pesar.

Los :ltimos das los haba consagrado a despedirse de los compaeros de las reunionesdel s*tano. 3e iba ardiendo en viva "e por las nuevas ideas y o"reciendo ayudar desde suhacienda en todo lo posible.

compaado por el esclavo 'ue haba venido en su busca sali* al paso lento de su mula,para ir gozando de una :ltima visi*n de la ciudad. Las casas baas, las reas, las torres llenasdel vuelo de las campanas, el ambiente perezoso, el ruido del "ollae de los #rboles, lasgentes 'ue iban y venan sin prisa. 3u mirada se desplazaba lenta. La (laza Mayor, losconventos, las calles, todas a'uellas cosas 'ue lo haban ayudado a descubrir su alma.

)esde lo alto de un cerro la vio por :ltima vez, agazapada a lo leos, a la "alda de sumontaa azul, un dorado sol tendido sobre los teados de bermell*n.

(ic* espuelas y la perdi* de vista.

Mientras se internaba por los espacios montaosos, llenos de vegetaci*n salvae, hablabacon el esclavo+

1 5Bu% tal marcha la hacienda6

1 s, mi amo, bien!

1 5$*mo han arreglado los trabaos6

1(ues, han seguido lo mismo, mi amo. )on 3antiago ha deado todo en manos delmayordomo 'ue hay ahora.

1 5& trabaa bien6

1s, mi amo.

1 5Bui%n es6

18n mulato, (resentaci*n $ampos, s seor, %sa es su gracia.

1 5)e d*nde es642



43/161

1&o no s%. )ebe ser "orastero.

Lleg* un da sin 'ue lo conociera nadie y lo coloc* don 3antiago.

1#. 5& mi hermana6

1(ues, la nia 2n%s est# buena, mi amo, )ios la guarde.

)on ernando onta lleg* a lo alto de la colina donde se eriga la casa de ;l ltar;.

'uello era el reino "abuloso de su in"ancia. 3alieron a recibirlo todos los esclavos, lasmueres, el mayordomo. 3u hermana 2n%s lo esperaba en lo alto de la escalera. Laencontraba muer, con m#s dulzura y serenidad en el rostro. Los esclavos decan alabanzase invocaban bendiciones- unos se le abrazaban a las piernas, otros le besaban las manos.Las mueres pedan a )ios bene"icios para %l, y algunos negritos 'ue lo vean por primera

vez se ocultaban temblorosos detr#s de los mayores.

ernando responda a todos con "rases bondadosas y acogedoras, ri* de las hip%rbolescon 'ue algunos lo "esteaban y orden* 'ue al da siguiente no se trabaase en celebraci*nde su regreso.

l :nico 'ue haba permanecido aparte, sin e"usiones, duro, #spero, era el mayordomo.ernando lo observ* y no pudo menos 'ue sentir curiosidad.

ra un hombre atl%tico, alto, de hermosa presencia. l pelo crespo, la piel de bronce,vestido con un sencillo trae de tela blanca 'ue haca resaltar m#s su reciedumbre.

ernando se le apro/im*.

1 5s usted el mayordomo6

13, seor- (resentaci*n $ampos, para servirle.

1st# bien- deseo 'ue pueda continuar conmigo como lo estaba con mi padre.

Le estrech* la mano y subi* la escalinata abrazado a 2n%s, 'ue lloraba de alegra.

s torn* ernando onta a ;l ltar;.

& torn* en buen tiempo, por'ue tal vez m#s tarde hubiera tenido 'ue regresar de otromodo.

n $aracas pasaron muchas e/traordinarias cosas.

l DF de abril de DODG se destituy* al capit#n general mparan. l P de ulio de DODD seproclam* la independencia de la


44/161

Miranda haba regresado al pas rodeado del prestigio de sus largos aos de luchadesesperada.

=aba sonado la hora para toda a'uella uventud 'ue soaba con las grandes acciones.

=asta ;l ltar; llegaban las noticias de los acontecimientos 'ue ernando segua con"urioso inter%s.

Varias veces estuvo tentado de abandonar los cultivos y enrolarse al servicio de la


45/161

de la lnea de las sierras, su"rieron poco dao, en tanto 'ue las republicanas, en su mayoraa la "alda de las montaas, "ueron totalmente destruidas.

l terremoto deshizo los poblados y dese'uilibr* los espritus. l pueblo, lleno de unmonstruoso "anatismo, supersticiosamente, interpret* a'uellas seales como la prueba de

'ue )ios desaprobaba y castigaba a los rebeldes 'ue se alzaban contra el rey de spaa.s lo predicaron los curas sobre las ruinas de las iglesias, mientras la muchedumbre rezabaen voz alta, contrita y empavorecida.

1...adem#s del castigo eterno, castigo llevan en la tierra. Malditos ellos, malditas susalmas, maldita su descendencia, malditos todos los enemigos del rey, )ios los aplasta comogusanos as'uerosos...

3obre los restos de ciudades 'ue "ueron hermosas y agradables s*lo haba cad#veres'ue se descomponan al sol, gente enlo'uecida 'ue imploraba a )ios, ladrones y pcaros'ue se "avorecan del desorden, y un audaz o"icial espaol don )omingo de Monteverde,

'ue aprovechando la con"usi*n y el estado desastroso en 'ue 'uedaron las tropasrepublicanas, pudo llegar en pocas ornadas, y con su e%rcito cada vez m#s acrecido por los"an#ticos, desde $oro hasta Valencia.

ll se detuvo.

9ena en"rente al generalsimo rancisco de Miranda, vieo, odiado, desobedecido, conuna tropa 'ue no conoca y con la indecisi*n y la amargura en el alma.

ueron duros das.

ernando onta, desde ;l ltar;, segua apasionadamente la suerte de la campaa.$onsideraba la posibilidad de entrar en acci*n, pero la iba postergando inde"inidamente. Lehubiera gustado 'ue alguien lo obligara a ir sin poderse negar.

3e in"ormaba con los 'ue podan saber noticias, preguntaba, oa opiniones. 8n vagoescozor le recorra la piel.

mpero, una vez "ue llevado a pensar de manera contraria- sinti* miedo, y lleg* casi aconvencerse de la pobreza de su energa.

=ablando, le dio (resentaci*n $ampos+1 5(or 'u% no se mete en la guerra6

rma los peones y se va para el plomo con Miranda.

3e sinti* como acusado. l borde de caer. 8n gran desasosiego le aceleraba los pulsos.No, la guerra no!

l movimiento haba alcanzado a todas las almas y ya nadie poda estar indi"erente. 3ee/tinguan los amigos.

45



46/161

7aspar Luiz, el estudiante de 9eologa, pereci* aplastado en una iglesia el da delterremoto. $uando ernando lo supo, no pudo evitar el pensamiento de 'ue su alma debaestar satis"echa de haber alcanzado a'uel ideal martirio 'ue persegua ansiosamente comola llave de la 7racia )ivina.

0ernardo Lazola, despu%s de la capitulaci*n de Miranda y de la entrada de Monteverdeen $aracas, como su nombre "igurase en las listas de individuos sospechosos, se haba idoa un pueblo 'ue 'uedaba en las pro/imidades de ;l ltar;, desde donde mantena unacontinua comunicaci*n con ernando.

La entrada de Monteverde agrav* en mucho la situaci*n. $omenzaron las persecucionesy las represalias. Los antiguos compaeros se denunciaban los unos a los otros+ gente sinescr:pulos levantaban largas listas de sospechosos 'ue presentaban al e"e espaol, 'uien,para restablecer la autoridad, castigaba duramente.

l antiguo presidente de los =ios de la Libertad "ue denunciado por un zambo a 'uien no

haba 'uerido admitir en las reuniones. 3e le encarcel*, se le hizo con"esar los nombres deotros de los participantes, 'uienes a su vez "ueron perseguidos, y los )erechos del =ombrey el precioso eemplar de


47/161

$uando cay* preso estaba casi desnudo, herido en un brazo y abrumado de "atiga. lisleo lo puso en medio de los soldados y los hizo marchar cinco leguas hasta un pueblovecino. La marcha, la herida y la "atiga martirizaban terriblemente.

n llegando a la e/planada donde se asentaba el pueblo, pudieron ver un espect#culo

curioso. 9odas las casas estaban demolidas- s*lo se alzaban montones de materiales,vigas, adobes, tablas, escombros, y por entre ellos, camas, caones, colchones, cocinasimprovisadas, como el campamento de una poblaci*n n*mada. lrededor de los "ogones,algunos coman- pero la mayor parte estaba congregada rezando el rosario a grandes voces.

9an pronto como advirtieron el pe'ueo destacamento abandonaron sus ocupaciones yvinieron hacia %l.

Cbservaban con miradas primitivas al prisionero- se lo sealaban los unos a los otros, yen sus oos arda una hostilidad id%ntica.

$arlos 2r*n vio a'uella horda 'ue lo cercaba. =ombres y mueres semidesnudos, sucios,armados de estacas, gritando+ Muera el insurgente!

Mueran los traidores! 0endito sea el 3antsimo 3acramento!;.

ran manos crispadas, torsos desnudos, oos roizos de ira, voci"eracionesensordecedoras.

l pobre mozo olvidaba el cansancio y el dolor de la herida ante la aura "eroz 'ue lorodeaba.

1 Muera el insurgente!

! Mueeeraaa!

lgunas mueres permanecan rezando de rodillas bao el pleno sol, golpe#ndoseduramente el pecho, la cabellera llena de ceniza.

Los soldados impedan 'ue las manos llegaran hasta el prisionero.

La voz del isleo domin* todo el gritero+

10ueno, pues. 5Bu% 'uieren6 5Bue lo mate o 'ue no6

Las voces aullaron+

1 Bue lo mate! Bue lo mate!

Bue lo mate!

l isleo sonrea divertido y complacido de toda a'uella masa 'ue estaba pendiente desus palabras.

1 0ueno, pues! 5$*mo 'uieren ustedes, 'ue lo mate yo o 'ue lo maten ustedes647



48/161

1 Nosotros! Bue lo matemos nosotros!

un las mueres 'ue se haban 'uedado rezando apartadas se acercaron entonces.

1 3, 'ue lo maten! Bue lo maten! & 'ue vaya al 2n"ierno, a la :ltima paila!

l isleo, sonriente, se dirigi* a 2r*n+

10ueno, 5y t: 'ue piensas6

l miedo, la ira, el gritero no le permitieron responder. 3*lo adverta los alaridos, los oos,las manos 'ue lo rodeaban #vidamente.

1 L#rguenlo, pues, muchachos!

4grit* el isleo a los soldados.

Los hombres, obedeciendo, empuaron el prisionero en medio de la gente.

ntonces ya 2r*n no vio m#s. ran puos, estacas, piedras 'ue se abatan sobre %l. $onlas manos cubriendo la cara corra en todas direcciones, tropezando y cayendo. lcomienzo, los golpes le producan un dolor insoportable. )espu%s no los senta. ra como sicayeran sobre carne muerta.

$ay* sobre un mont*n de piedras. 8n ladrillo le dio de plano en la nuca.

1 Muera el insurgente!

3e abraz* a las piernas de alguien.


49/161

n ;l ltar; continuaban las "aenas agrcolas- pero, aun cuando los trabaos eran losmismos, se adverta 'ue el tiempo haba cambiado. veces pasaban por la haciendapartidas de hombres 'ue iban a incorporarse a los e%rcitos.

=ablando con ellos, ernando se in"ormaba de la situaci*n. l principio casi todos eran

patriotas- $aracas estaba en poder de Monteverde, y los revolucionarios huan temiendo larevancha.

1Los godos est#n haciendo atrocidades.

2ban en busca de los "ocos rebeldes 'ue 'uedaban hacia la Nueva 7ranada.

9iempo despu%s, algunos "ugitivos le comunicaron+

1l general 3im*n 0olvar viene invadiendo. 3ali* de $:cuta. nda por los ndes.

ernando haba odo hablar de a'uel 3im*n 0olvar. lgunos de sus compaeros de lacapital lo haban conocido. =aba sido %l 'uien perdi* la plaza de (uerto $abello, siendocoronel del e%rcito de Miranda. hora invada.

1 5& usted cree 'ue llegue6

1 Bui%n sabe!

Muchos de a'uellos hombres 'ue iban a incorporarse a la guerra mostraban un #nimo"eroz 'ue desconcertaba a ernando.

1=ay 'ue matar a todos los espaoles. Mientras no se acabe con todos ellos no seacabar# la guerra.

1 5& los presos6

1 9ambi%n! toditos! Las mueres y los muchachos y los vieos.

1so es una crueldad.

1 Bu% crueldad, ni 'u% crueldad!

'u no estamos ugando. C nosotros acabamos con los godos, o los godos acaban connosotros. 3i el general Miranda hubiera tenido la mano dura, la guerra se habra acabadohace tiempo. Mientras 'ue ahora...

& el 'ue hablaba esboz* un vago gesto de desesperaci*n.

1 5hora 'u%6

1hora tiene 'ue haber mucho muerto.

49



50/161

ernando segua recibiendo noticias de los 'ue pasaban. La campaa de 0olvar venatriun"ante. La popularidad de a'uel hombre comenzaba a cundir en todas las bocas. 0olvarestaba en La Victoria. 0olvar haba entrado en $aracas.

hora pasaban por ;l ltar; las partidas de godos "ugitivos. No se oan sino historias de

la crueldad del e%rcito vencedor. 0olvar haba "irmado un decreto de guerra a muerte.

7uerra sin cuartel.

1Los insurgentes est#n matando a todo el mundo. l pas se va a volver un cementerio.

1l soldado 'ue presente treinta cabezas de espaoles lo ascienden a o"icial. s unacosa b#rbara!

1n las poblaciones no 'ueda un alma. 9odo el mundo est# huyendo.

'uellas noticias acongoaban a ernando. Le pareca 'ue todo iba a perecer.

l DQ de octubre, en la iglesia de 3an rancisco, en $aracas, 3im*n 0olvar haba sidoproclamado Libertador de Venezuela. ernando no lo conoca, pero se lo imaginaba. 'uelhombre mozo y audaz haba sido proclamado solemnemente libertador. l Libertador. 8nhondo estremecimiento le sacuda el cuerpo.

$ontinuaban pasando los grupos de godos. $ada cual con una historia m#s terrible.

n las b*vedas de La 7uayra, en un solo da, ochocientos prisioneros haban sidopasados por las armas.

$on arma blanca para no gastar p*lvora. 9odo el da dur* la degollina.

La sangre corra continua por el desaguadero de la muralla hacia el mar verde.

1n la vida no hay sino, o estar arriba o estar abao. & el 'ue est# arriba es el vivo, y el'ue est# abao es el pendeo.

l capit#n )avid sonri* ante tan ruda argumentaci*n. 3enta simpata por a'uel hombre

#spero, poco comunicativo, en sus gestos y acciones haba seguridad y "uerza.1ntonces, $ampos, 5'u% piensa usted de esta guerra6

(resentaci*n $ampos no respondi* inmediatamente. =izo como si se entretuvieraapaciguando el caballo, 'ue briosamente se debata, y, al "in, habl*+

1%sta es una guerra 'ue va llegando a punto. hora 'ue hay ese muertero, ahora es 'uees guerra. La guerra es para matar gente!

1 5Le gustara a usted la guerra6


51/161

1so depende...

& dando una "uerte palmada en el anca de la bestia la hizo alzarse vertical,

Documents

Slarpietriarturo Laslanzascoloradas 110815183911 Phpapp01 (Autoguardado)